CONSTITUCIONAL DEL CAUCA.
.* • Este papel sale los Sabados. Se suscribe a él en las administraciones
de correos de la Provincia, á razon de treinta reales el semestre:
y en la de e ta ciudad se venden a real v medio los numero
sueltos. "Los su. niptores .de fuera rccibiran sus ejemplares con lamayor
puntualidad cu las mismas artministraciones, o remitidos directamente.
()FICIAL.
TRIBUNALES.
l\ESOLUC!ON DE LA CORTE SUPREMA DEL ESTADO.
Bogota Octubre 5 de 1832-Visto el e pediente
relativo á la p rioclica remision de listas de causas de
que conoce el tribunal de apelaciones del distrito del
Cauca, las que ha acompai1ado con oficio de 29 de
Julio último, tanto de las causas concluidas y pendientes
en el citado tribunal como de las de los juzgados
subalternos, y lo espuesto por el ministro fiscal
: no encuentra esta suprema corte otro reparo que
advertir respecto de la lista de causas del mismo tribun::.
l de apelacione , sino que e11a en la parte que
habla de l::ts pendientes, no esta conform • al modelo
acordado en 3 de Diciembre ele 1823, por cuanto
en lug·ar de sacar a~ mfu:jen dd lado derecho la fecha
de la última diligencia, para indicar desde cuando
tiene 1a causa l último estado de c¡ue deLe darse razon,
se usó de la fecha 3o de Junio en que se daba la misma
lista; cuya vaga espre ion oscurece el objeto principal
de tales listas, cual es el de averiguar los retardos,
o satisfacer que la ju ticia se administra con
prontitud. Se h an observado ~t pesar de ello demoras
en algunas cau as; p<'ro las notorias circun tancia
en que se h an visto aquellas provincias hacen disculpables
los (·'1ltorpecimientos suft·.idos, sobre que nada
tiene esta corte cpw encargar, considerando que aquel
trihunal no se h abl'a descuidado en dictar las oportunas
providencias que remw'van todo motivo de atraso.
En cuanto á las lista de los juzgado inferiores,
t nndo á aquel tribunal del distrito, segun el articulo
10, atriLucion r6, dictar las provid ncias que estime
conducentes a la pronta y activa conclusion de
las causas que encuentre demoradas, como ya se hahia
rlicho al mismo tribunal del Canea en providencia
de 26 de l\'[ar7u de 1829, devuélvanse para los
. enunciados efectos, y la del indicado tribunal pasese
al Poder Ejecutivo para lo conveniente-Gomez-Tohar-
Hinestrosa- ProveiJo por S. E. la Corte Suprema-
Galvis-Es copia, Galvis.
Colombia-:Estad¿-;:r:o l~ N~ G.-Gobierno de la
Pro·vincia-Sala de de. pacho (.. n Popaw an a 10 de novit>
mhre de r832-Al Sr. Jef<~ polltico municipal de
este circmto-·CuatH-lo este gobierno por su
res, o artículos de comercio sujetos al pago de los
derechos municipales. De esta suerte queda correjida
la equivocacion que se padecio en el citado decreto,
y subsist ·nte la suspen ion del artículo 3o en
la parte que habla de los ganado · mayores de hasta .
Lo que pongo en con ciminto de U. para c1ue lo
haga saber al c0nst>jo municipal, y di ponga que esta
comunicacion se ag-regue a los antecedentes de la
materia; suspendiéndose por ahora el cumplimi~nto de
la nueva tarifa hasta que oLt nga la aprobacwn del
congreso, conforme a lo prevenido .en .la atri?ucion
7· ~ del articulo 160 de la constltucwn, y a la
resolucion dada por el Poder Ejecutivo a c<;m ':'Ita
del Sr. Gobernador de Bogota, la que h~ bra VISto
U. inserta en el número 56 de la Ga-ceta de la l
G.-Dios g·uarde a D.-Rafa l Diago-
PARTE E
POLI T 1 CA.
El arte o la ciencia de gobernar bien a los hombres
y de hac "r prospera e ~t las nacion s parece (1ue
nG debe Ser mui f.'1.cil ; ptt S a primera vista S advierte
que hai muchas y diver ificaclas condicion ·s a
que atender, y muchos elementos fijos o variabl("S
que combinar : por esto sera in duda que t'n aqu -
llos afortunados paises, en donde los lejisladores y
los gobernantes tienen constant mente por mira el
incremento de la fdicidad social, se procede con tanto
pulso y detenirniento n los arreglos .interiores,
se mastican tanto las leyes antes de sancJOnarlas, y
se deciden tan despacio ·las cuestiones polít~cas. La
razon sujiere por si sola que no sera pos1ble smo
a fuerza de observacion "S practicas, de ~ll. 'GVOS continuados
y prudentes, acom dar la ÍnstÍtl.i.CÍOnes a
las peculiar s circunstancias íi ica , morales y lo ·alcs
de un pueblo ~ y no han fultado critores gra~ s y
personajes de nota que hayan corroborado estas 1deas
con su respetable autoridad.
Mas, como por desgracia el hombre es todo contra<.
licciones, como lo que ma le importa jeneralmente
lo reflexiona menos, de nada ob ervamos que se
discurra y se hable con mas facilidad que <.le poht.
ica y de ciencia administrativa : en ningunos otro.s
asuntos se fall~ mas pronto y mas decisivamente.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Este comenta de la manera que primero se le ocur- de la moderna túctica convenga de una manera abre
la (}¡_ o ·done~ de una lei, que h· l>ra co tado soluta en pai alguno en donde estan en pl· nta las
aca~o mucha vijilias a quienes la dictaron, y califi- teorías represent· tivas ; pero lacen ·ura oportlt 1 , ilusea
segun su capricho los talentos y hasta las inten- trada y prudente no solo convwne, ino qu.e es inc~
ones del J,:.j.islaclor :aquel se Ji gustó al oír hablar dispensable que exista, para fr n y lumbr ra de los
de ciertas provirlencia del gobierno, y sin d-etener- mandatarios y salvaguardia poderosa de las libertase
en examinarlas a fondo la satiri'z:a y condena : des públicas.
n con epto de u-no la constituciou esta llena de Examínense, analícen e pu s francamente los a
disparates, y quiz~t no la ha leido qespacio ni una tos lejislativos, las providencias de Jo gobernantes 1
sola vez : otro no se aviene con la uctual organiza- las instituciones pollticas fundamentales; pero proce,...
cion polltica, in poder espli ar por qué, y juzCTa in- dan siempre con meditacion y cautela los q 1e .traLafinitam
nt pref ribles los sistema peregrinos q~e se jando por saludables n 'forma , que solo pueden ser
han f(u-mado n su cabeza. Sin molestia ni res pon- hijas del tiempo, quieran ac l'editar y poner n voga
sabilidad, carla cual suele arreglar asi el mundo a su sus observaciones critica . Indí(fU n los rl fectos ..é
modo : y no falta quien poseído de entu iasmo se di- inconvenientes de las leyes ; pero no se olvide lo que
ga alguna vez callandito así mi mo:- ¡que bien irian las importa cumplirlas. Censúrese en fin cuanto haya cen~
osas si yo tuviera estas ó las otras facultades, si me su able, pero no se despopularice a un gobierno que
colocaran en tal destino, si me llamaran a servir tal se esfuerza por llenar sus deberes : no se atente al
ministerio! respeto que merecen las deci. iones de los tribunales,
Gu~\rdenos Dio de que siqui •ra imajinaramos ni ~e embarace en sus lejítimas atribuciones la accion
desconocer el derecho precioso que tienen los miem- ejecutiva.
bros de una so iedad libre para intervenir en los ne- Actualmente podemos vanagloriarnos de que la
goc-ios públicos, y por con i~uiente para discurrir y casi totalidad de la poblacion granadina no solo ama
hablar sobre e1los : nada s ría mas agradable, nada por conviccion el sistema de gobierno establecido, sino
hus útil a nuestro pai , que el que todos se intere- que se adhiere á él como a la wbla que debe salvarla
sasen por lo que a todos interesa. Tampoco pr ten- de mas horrendos naufrajios. Pero la triste esperienderiamos
qne se reprimies el inocente charlatanis- cia de los pasados male , no permite a ningun patriota
mo, manía ó pasatiempo de algunos, de otro mo- á ninguno de los que apetecen la p az, el ord~ n y el
ao qu con la mejora de la educacion y la difusion bien estar propio, llevar sus miradas nl porvenir sin
de las luces, que son sus diques naturales. Las in- algun jénero de inquietud. Nos complace infinito d
discreciones de muchos, que por su posicion social aspecto lisonjero que presenta el pai , r<.'S ituido como
t>Jerc n influencia sobre la opinion y con ella la es- por encanto a una tranquilidad p erf>cLa ele pues de
travian qui7.a involuntariamente : la necesidad cada tantas vicisitudes, ilusti'ado en sas verdttcl t>ro · inLeredia
mas imperiosa, de que se afiancen las in titucio- ses por las calamidades mismas, y r ejido por homnes
políticas y se cumplan y ejecuten las leyes, an bres de su confianza; pero casi involuntariamente nos
1>Uenas ó malas: la lijere7a con que suele proceder- decimos: ¡si venddm sobre no otros nuevas revol ttcio·
se de hecho en materias dt'licadas, por onsecuen- nes, nuevas desgracias! .... Por e-;toimporta mucho incia
de un hahtto vicio o, y tal vez con las inten- culear en los espiritus las máximas conservadoras que
ciones mas rectas : esto es lo que mueve nuestra profesadas por la mayorla del pueLlo haran nuestra
pluma, lo que motiva las ob ervaciones qüe dejamos di ha, y esf(Hzarnos en oponer una masa irre ·i.,tible
tamp::ts anticip adas llevan constant ·mente en su i~I$t8 nte se lamentan sus padres ¡Oh! si ya no hai
seno. ¿ Ptro se h <:e todo lo n{!Cesario para prepa- moral! ya en los colejios no se cuida de la juvent d !·
rarse de l. n modo conveniente a este acto mayor, a perdido esta el mundo! Y en efecto e ta perdido,
esta importante época de la vHl ? dice alla un preceptor que oye la murmuracion: pues
¿El hombre que se casa se halla dominado del mientras que el P.adre de aquel jóven tertuliaba, pasaba
noble y j en<:'roso pen amiento de reproducir e en ciu- el tiempo. en un juego, en ... , su hijo al salir del
d.ad<,nos virtuosos, útiles al Estado y a sus semejantes, colejio conoció que faltaria a su casa sin ser notaJo,
obedientes al gobierno, hombres capaces de contri- y por esto cometió la falta de que se culpa á un
buir algun dia á la prosperidad y al esplendor de la preceptor. Siguen estas faltas , se aumentan los dispatria?
No :jamás miramos de tan lejos nuestros gustos, unos en pos de otros convierten la familia
deberes. Los hombres que se desposan en estos tiem- en una sociedad . de tormento, y de una en otra
pos solo piensan Ltener una posicwn, tener un estado desavenencia se llega al término de la desunion y del
y darse consistencia en la sociedad: si comienzan ya a en- escandalo ¡Cuantos fL nestos ejemplos conocemos!
vejecer, agrf'gan que deben terminar la vida de soltero- Pues, jóvenes, pensad mucho cuando os resol~
nes, y no tener una vejez infeliz, de manera que vais á casaros, en la obligacim~ que contraeis: es una
la eleccion de su estado se resiente de los tristes amiga, una mitad, vuestra, una madre para vuestros
motivos que les obligan á ohrar. Poco les importa hijos, una fiel y tierna compañera de vuestra vejez
enjeneral que la mujer sea bella ó fea, despejadas ó es- la que debeis ~l!~car: temed sobre todo no aumentúpid~,
corJtrahecha ó bien formada : con t al que no tar un día el numero de esas escandalosas separaciosea
un monstruo, que tenga figura de mujer, y que nes que desolan las familias, depravan las costumbres
pueda servir en la casa, todo esta completo. Si la for- y ultrajan la sociedad. N o os desposeis por nada de
tuna quisiera que esta mujer poseyest> las preciosas cuanto se os presente con una de esas Í11sípidas mué
importantt'S cualidades de hermosura talentos, instruc- ñecas que danzarían cuatro noches sin fatigarse y no
-cjon y virtudes, tanto mejor ; p<·ro esto no es esen- tendrian valor para tr~ bajar una hora; tampoco elijais
cial : y t'n un tiempo t'n que Jos deseos de Jos opti- ninguna de aquellas d elante de' las cuales es preciso
mistas no pas;1n ·de deseos, es preciso contentarse con estar en perpetua adoracion, y que no cesan de arllo
que h ai. Todo se allana en la irrwjinacion, sin pen- mirar sus bellas formas en el tocador : huid de las
sar maduramente en lo que debera ser des p u es. ~Htjeres que se fastidian de todo, que padece11 ja-
De su parte la joven que va a desposarse no quecas simuladas, bostezos estudiado-s, · que hablan
piensa mas dt>tenidamente en su suertt>. ¿Ha estudiado sin cesnr de vestidos y modas, que estan prontas pael
carácter dd homhre c1ue ser:J. }¡¡ego su imperioso ra censurar de todo, que no leen sino romances, y
-señor, o su tierno protector? Piensa algun tanto en que sin saber preparar una sopa, son doctoras qu~
·las übligaciones que debet·a llenar -cuando sea madre? deciden de todo con frases retumbantes aprend idas
Nada de esto : con poquísimas et;Ct-pciones, este es el en sus librejos.-Y vosotras, jóvenes sensatas y juiJTH?
nor de sus cuidndos: st>a que esperimente la ma- ¡ ciosas., guardaos de dar vuestra mano al que menos
·yor ternura por su futuro e;:;poso, Séa que le tt>nga precia sus deberes y descuida sus negocios por sa:~
u poco de repugnancia, el v rd: dero objeto de sus 1 tisf::wer sus gustos y entregarse a los placeres : no os
refl~xiones e" el vestido del dia de las hoJas, la ale- Jesposeis con ninguno de esos hombres fdvolo", ~
gría del baile, y la idt>n de salir "Ya de la sujecion quienes el menor soplo mueve aca y allá como a un
inmt:'l..liata para ser persona de su voluntad: y aun tltere, que rech· zan hoi lo que ayer t nian por mngcuando
al pie de los aL ares pronuncia el solemne pac- nlfico, que al otro clia condenan lo que ellos mis-
to que la une para siempre a un hombre, que la hara 1 m os dicen y hacen, que se apasionan y se disgustan
feliz ó desgraciada toda su vida~ no estan mas ltjos 1 alternativamente, que dicen al mismo tiempo si y no,
de su e· beza estos pensamientos, ni mas cerca la sé- que piden y dnn consejo a todo el mundo sin saber
ria cun iclera~ion de la vida laboriosa del matrirno- tomar jurnás una resolucion: en suma, buscad en vuesnio.
Los primeros días se pasan ordinariamente en tros esposos al hombre de bien, al hombre labo<:
lisipacion y en proyectos: el amor o la est~ñeza que rioso, al ciudadano pacifico y circunspecto que no
t enia al principio respecto ele su marido viene al fin conoce los garitDs, que no vive en los corrillos, y
a parar en ceder a la fuerza .(!el habito : el desagrado que no presume de sabio ni de maravilloso.
-fué seguido de una aficion que lo borró; creía per- Y pues no es imposible h · liarse alguna vez un
fecto a su -es pos<> , J al día siguiente ya ]e encon- jóven y una jóven de inclinaciones, temperamento y
tro fultas~ Contrariedades, penas., placeres, querellas, otras cualidades analogas, se desposaran sin duda con
espe.runzas y ·deseng:. ños, sucesos felices y desgracia- las mas sólidas esperanzas de vivir felices en medio
dos., ·que son tan comunes y se qu~eren hacer raros; de las penalidades de la vida. Si algun matrimoni~
todo esto rompe Ja 1.miformidad de una vida cuyo hai envidiable, sera sin duda el de los esposos cuya
empleo nü se pensó distribuir bien. Despues los hijos posteridad pruebe que hubo union de voluntades, con.trat'n
tnmbien su. parte de alegr1a y de tormento, sagracion redproca al cumplimiento de sus deberes,
de felicidad y de inquietttd: estos hijos, deseados con que no seles vio ninguna distraccion, nin.gun mal ejem-
-arclor., esperados con impaciencia y amados con ter- plo, ninguri abnndono de los hijos: y que al contrario, ronura;
pero que se querrían tener sin pasar por un -mo- d.eados siempre estos esposos fieles del fruto de su
}esto •·mb ~ ra zo, y criarlos sin trabajo con una nodriz, union y los objetos de SU§ caricias, los tenian siemY
que el mue~tro dt!s.de la escuela y en los eolejios les pre consi.go para comer, p.ata tl'abajar, pa:ra ~dtvet-:
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
tirse, para guiarlos en todas sus ac-ciones: que eran
los confidentes y los consoladores de sus pequeños
disgustos, los directores de sus inocentes placeres: que
de eH os recibian con.c . ;ej os, lecciones, alabanzas, reprensiones.,
recompensas y penas : y que de ellos fué
que aprendieron la pieclad, la caridad, la rectitud, el
reconocimi nto y la jenerosidad, ,y con estas virtudes
las de ser buenos· padres, buenos hij.os, buenos amigos,
hombres de bien y buenos ciudadanos.
vincia al estranjero pa:.;a in truirse en sta materias.
Desenvolvamos la idea de esta última indicacion.
( Estracto del" PADRE DE F Á.l\HLIAS "periodico de Paris J
Algunos establecimientos poco costosos ba tarian
para naturalizar y fomentar en el E tado en pocos
años todas la practicas agrícolas que le . on de conocidas,
y que sus climas diversos le permiten adoptar
·. Esta verdad es tanto mas incontestable cuanto
que nosotros sembramos y o. chamos , pero no sacamos
toda la ventaja que da este trabajo; ya porque
ignoramos s•ts aplic~cione , ó ya por que arrojamos
con desprecio lo que tiene quizá grande utilidad.
SOCIEDADES AGRICOLAS.
Las sociedades de agricultura han contribuido
particularm nte en lnglatPrra y Francia á propagar
vnrios métodos agrícolas conocidos en otros paises,
prin(!Íp::llmentc el de los prados arLificiales. Ellas han
aum ntado las plantaciones de arboles frutales y exoticos
de tal manera, que por todas partes se hacen
plantaciones con una emulacion sin ejemplo. Pero
el servicio mas notaLle que han hecho á sus paises
y á la humaniclad ha sido el de haber trabajado en
destruir las vergon2osas preocnpaciones que degradaban
la agricultnra, sacando a esta profesion del estado
de m cnospre io y hHmillacion en que jemia, y
asegurandole la consideracion que se mere<'e como
b primera de las arte , la mas importante d todas
las ciencias, la mas útil de todas las industrias. Estas
sociedades han tenido la gloria de hacer-e nuna
·rosos prosélitos, y de contar entre sus miembros
hombres distinguidos por sus dignidades en el E -
taclo, y aun mas por su mérito personal, que no
desdeí."1aron en ocup, rse en sus tierras en los últinlos
pormenores de los trabajos rústicos.
Nada es mas ci •rto que el interé <; público ex.ije
el establecimiento y multiplicacion de las sociedades
agrí<'olas. St'rÍa de desearse C{Ue se fundasen en cada
capital de provinnia. Ellas S<.-"rvirian de cent1 os
de itlstruccion, cuyos .radios, est('ndiéndose á todos
los cantones, a t()das las parroquias, contrihuinan á
pro1wgar los conocimientos en este arte, y á estimular
á los cultivadores al ensayo de los métoclos que
c~da. sociedad hubiese creido propios para el suelo de
la respectiva pl'ovincia.
Sus estatutos dcb ~rínn ser uniformes en todo el
Estado. Una de las principale · dic;;posi~"::iones sería
que estuviesen compuestas en la mayor p~u·te ele ngricultores
b propietarios. Podian tener asociados y
c orresponsales eu todos los cantones de la provincia,
J nnn en ladas las otras. Pero para que fuesen út iies d eLerw.
n ser perfectamente libres, y no estar presididas de
]os goLernadot·es y j uece ·, CfUe altjarian toda libertad
de haLlar y de escribir, y toda otra cmulaciou.
Siendo su. funcjones gratuitas, y celebrando sus
.St.~sioncs en salus de las munieipales, ó de otrr~ corporaciones
públicas, no t ndrian mas gastos que hacer
que algunos de secretaria.
_.,.luchas funC'iones importantes podriau ser] s atribuida~;,
tales como llevar conespondencia con la secretaría
del interior, por lo relativo a la proteccion
d.d Supremo Gobierno ; con la e,·cuelas de agricultura,
y con las sociedades a~Fícolas de bs otras
pro\·incias ; - la distribucion de premios anuales á
Íos cultivadores de la provincia que los mereciesen :
-la rednccion de un periódico mensual que se ocu¡)
ase prin<'Ípalm ntcen dar instrucciones sobre las mejores
prúcticas de agricultura ya conocidas en el
pais, ó que fue en adaptabh· .. : - en fin, examinar
y d..,jír los jóvenes q~e fuesen enviados por la pro-
Desde luego lo que pueda garantir á lo habitantes
de !os <'..a m pos de toda especie de opresion y
asegurarles una entera libertad y una segurid,1d completa
para sus tr~bajos y para la venta ele sus cosechas,
se convertirá en provecho de la agricultura y en
ventaja del Estado. Pero si ellos han de ser pertectameute
libres para cultivar sus Licrras como lo juz ·
guen conveni •nte, no se sigue de aqui que el gobierno
no deba emplear suc;; esfuerzo para perfeccionar
el cultivo: y una de las medidas que pudiera
tomar para proveer las provincias del fondo necesario
para este objeto sería la asigna ion por algun tiempo
de la ultima de nuestras monedas sobre cada arroba de
carne, ú otro de los renglones de mas consumo.
Una de las aplicaciones mas propias de estos
fondos podía ser destinada para el envw de jóvene~
de dieúocho a veinte años que supiesen leer, escr.bir,
aritmética, los principios de b lengua france, a, y si fueSt>
posible hijos de agricultores, pero sobre to ·lo conocidos
por su juicio, ap1icacion, capacidad é intelijencia.
Deberían ir uno de cada prov1ncin , y ser distribuidos
en Hobnda, Suiza, Sajonia, Toscana, y ott·o
lugares de Europa hien cultiv: dos, y particularnwnte
en las islas, y dos por lo m 110 en J n lat<>rra.
Su residencia en estos p~Ü <; <' · seria de tres años.
Su renta anual de 6oo pesos en Inghtena, y de
4oo en los demas paises : estart'lll obligados a vivir
en los campos en las casas ·le los hw.•nqs hact'ndados,
como pensionistas, ó omo cultivado ·e. a alariaclos
: serian recomend. dos it hJbitantPs del pais,
especialnwnte encargndos d dirijiry u1wrvijilarsu conducta.
A las instruccione que se d ie en a estos jóvenes,
se aiiadi1·ia l. ele segair diariamente todo los métodos
del cultivo de las haeiendac;; en cloncl~ estuviesen colocados
; praf'tic:u·los ellos mismos, y rev;~r un diario de
estos método: y ele su obc:.;ervacione particulares.
J .. os que fuesen enviado· a Inglaterra, se fijarian
sobre todo en conocer bien los uso pa~·a cru ·
zar l~s diversas razas de anima1es doméstieos y para
u educacion : arte en la que los in(Yleses son
superiore.~ ¡t todas h!s otras nacione: de Europa.
Los que se de rinasen á las colonias, deberían
ateud"r igu: l mente al método y di strilmciou d l
trabajo en las plantaciones : seguir prolijamente el
cultivo de los renglones colonial<'s, é impom"rse tt
fnnc.lo de las hornilla[';, ahorros de comhustiLl' , la
construecion ele los mejores molinos, dPstilaciones y
todo lo correspondiente ~t los injenios Je azúcar.
De pues de tres años de residencia , todos estos
educandos podían volver <Í. la vez, o parcialmente,
segun que el gobit>rno lo jm~gas~ mas conveniente;
y serian rt>m plaz.acl.os por un número igual. Los
que regresasen tenclt>in.n ob\igacion ele pres ntar sn diario
y dar leC'ciones en las e ·cuelas antes de volverse
á sus casas.- ( Contirwara. )
Imprenta <.le la Universidad, por Benito Ziz.ero.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Constitucional del Cauca - N.", -:-, 1832. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094977/), el día 2025-06-29.
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