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ANO l. Bogotá, 14 de 1narzo de 1858. NUM. 11.
De la novela. llas. edades l eja nas, i s~ nos l1abla de sortilejios i
Entre los prodijiosos adelantos que las l e tras ha- bruJaS, mas es con la m1ra de ser fiel a su objeto
cen cada dia en el orbe ilustrado, el ramo de nove. qua porque crea lo mismo que relata.
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las l1a alcanzado tal p e rfeccion,que cn ~ i estamos por Entre é l i madama Scudiry, por ejemplo, habrá
decir que las tales han superado al drama i confun- siempre la misma dife rencia que entre el astróloao
dídose con la popeyu. antiguo i el cosmógrafo de hoi.
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J\.ntes de Cervántes, i prescindiendo de Sir 'Val- Mas, abandonando este punto demasiado estenso
ter Scott, la novela caballeresca o feudal era el te- para un simple editorial de la BJBLIOTECA, diremos
ma obligado de los pocos i tnal aleccionados hom- solo lo que al principio de este artículo: que la
bres de injenio que haGian de la let ras la dulce ocu- novela tnoderna ha tomado un incremento tan po·
pacio n de su \·ida. Pero la lit e ratura de hierro que deroso, que, no contenta con sobrepujar al drama,
creó tal linaje de escritos, e ra ele suyo mui infecun· ha supeditado la epopeya reunié ndola en sí, o, lo
da para dar alimento por tnuchos años a unas obras que es todavía mas, haciéndola innecesaria e imposique
necesarian1en e tenian que perecer con lus cam- ble en Jo sucesivo. Esta consideracion, que para
bios políticos i relijiosos que se efectuaron en los si- nosotros es evidente, salta a los ojos de cualquiera
glos tn edio=, i que son o pueden considerarse des·le el mome nto en que se r ecuerda que los poecomo
la aurora de nu es tra civilizacion de hoi. tnas 'p icos no pasan de doce en todas las literaturas
Arnadis ele Gaula i A1nadis de G 1·ecia , Esplandian, conocidas, i que los ensayos sobre ellos, inclusive
Tirante el 13lanco: Palnz eri1~ de In.glater1·a, El rei los de 1os cantores latinos, casi puede decirse que no
rtus i Carlo JJ1agno i sus dnce Pa-r es '-5, .a g--.a crea- han pasado de ensayos informesi d efect uosos,tales cociones
fueron todas de morn e nto, i por decirlo así, mola Jerusalen, el Orlando i 1a iJ'Iesiada, sea e] que
vaciadas en el mismo molde, e'"' to es, en el del mal fuere sn n1érito relativo. Respecto del Pa1·aíso pergusto
i la exajeracion. dido i otras composiciones épicas, examinadas bien,
Las hazañas atribuidas a los sen1 i-dioses de la no puede conc luirse que sean v erdaderos poetnas,
Grecia en los ti e 1npos heróicos , i In faL..a g loria de sino composiciones sublin1es mas por su objeto i
lo'"' h éreos fabulosos de todo el Inundo antiguo, no desetnpeño, que por sus dimensione i alcances.
parece sino haber de .. .Jumbrado de una n1an era in- Epi._odios de épocas; nun ca época c.omple tas. La
fantil a l o primitivos injenio"', o por lo 1nénos a los tarea hubiera sido imposible.
injenios que vivian de lo ca tillos encantados, los Igual observacion aunque por distintos resp~ctos
hecl1ic e ros i Jos magos, los solitarios de los montes i debe hacerse del Pelayo, la Granada, el Diablo
los combates sobrenaturales de todos los dias; pues 1 ?Ju.trulo, e l Moro espósito i mil ensayos tnas de la
solo de ese modo se alcanza a esplicar esa tena- Alemania, de la España,de la Italia i de la Francia.
cidad batallad.ora de los protagonistas de la novela La novela, con mas recursos i m énos dificultacaballereo.;
c~ , _1 ese mal gusto de las damas he1·mo- des que el poema, es hoi la verdadera rama épica
sas, cuya VI v1enda m a~ comun era la gr~ pa ~e los de la literatura, pues no solo da a conocer un siglo,
guerre ros que se la~ disputaba~ por caminos 1 bos- un pueblo i una civilizacion cstinguic.los, sino que
q u es _a 1nandoble.s~ 1 que cambtaba.n de amante con puede entrar, i en efecto entra en valiosas apreciala
mtsma tranqu1ltdad que de vestido. ciones filosóficas i l1umanitarias de tra..:cendencia
esotros no podremos decir si efectivamente ese tan enorme, que no hai trabajo po é tico que pueda
era el uso, pero no hai duda que ese i no otro d e - comparárselc. Para probar esto bastarían os insertar
bia de ser, puesto que la lite ratura, reflejo fiel de aquí Jos nombres de algunas <.le las mns célebres;
todo h echo sociaJ, nos pinta así las cosas, i no como pero nuestros lectores las conocen dcrnnsiado para
una li \riandad de la costumbre, sino como un ro - fastidiarlos con ~emejante ennmeracion; i de no,
manticismo de despreocupacion. "Di os i mi caba- los nombres de Sue, Dumas, Victor I-Iu go, S cribe,
liero~, decía la da m a; "Dios i 1ni dama,'' decia el BoJ,ver i otros tantos serian bastantes a sostener en
caballero, nos da Larra como la espresion de los p1é nuestro justísjmo aserto.
tiempos, ) a no tan atrasados, <.le don Enrique, el Esto sin duda esplica por qué la n ovela está to-enferrno,
año de 1407. mando tan tí si n1o increm ento en todos l os países
Si hemos hecho u na escepcion respecto de las verdaderamente civilizados, lo mismo que e .... a su
novelas feudal e s del célebre escoces Scott: no es·, participacion directa en la his toria universal, de cu ...
precisatnente porque la ma:ror parte de ellas no ado- yas fuentes inagota bles,i a veces raras,totna tan g ran
lezcan del mismo mal, sino porque sus marav1IJo· caudal de pensarnientos. Antes de ~ ir "'\Valt e r
sos trabajos versan sobre la tradicion histórica i no Scott las novelas no pasaban de cuento ... para niño "' ,
sobre 1a fabulosa, i porque él pinta copiando i no espec ie de libros de entretencion para la s familias,
pinta itnajinando. Verdadero DeucaJion, bástale so- con una que otra tnáxima moral r eg·nda adrede,
lo tocar los ca tillos de piedra de los siglos de la pero sin otro objeto que el poco elevado de deleitar.
horca i la cuchilla, para convertirlos en bardos, da- De estas ya no q n edan sino mui pocas, pero sí puemas
i guerreros, jaurías, espadas i rodelas, sin que den servirnos de eje mplo las Veladas rle la Qttinta,
falte un pliegue del vestido a las muj eres ni una el Sitio de la R oc hela 1 Alejo, o la casitc¿ en los boshebilla
ni un relieve a la armadura de Jos hombres. ques, que, cotno todo, tuvieron su é po ca de populaPues
como ya justan1entc Jo ha reconocido el mun- ridad forman o por mucho tiempo )a biblioteca esdo,
Sir Waher Scott solo sirve a la historia de aque- cojida de Io ~ aficionados.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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6 BIBLIOTECA DE SE:&ORIT AS.
R e specto de los :omances del Gid Campeador i \ dos los sexos, sean cuales fueren su edad i sus conB
e rnnrd o d e l Carp1o, aunque escritos sobre hechos diciones.
i p e rs~najes historicos i quién podria ser el que ere- 1 es bajo este punto de vista tambien que las no-e
s e 111 en la n1itad de los sucesos en ellos referidos? velas modernas tienen se carácter de universalidad
Por entre c~tns obras i el Diablo cojuelo, Gnzntan que ha hecho impo iblc e l poema rimado de losande
Alfaraclte 1 la Casandra, se arrastró la nove la tiguos, entre los que la cólera de un hombre o Jos
p_o~ mucho tie~po en Europa hasta la terrible apa- padeci~nientos. de otro dieron alimento a dos musas
ricion del QutJote, cuya lanza venció a toda la ca- soberb1as. Hül no es solo un rasgo deJa vida de un
ballería antigua, limpiando los caminos de malan- ' héroe el que se toma por base de la composicion:
drines i fo1lones, aventureros i princesas robadas. l1oi se toma todo ell héroe i toda su época~ i se los
Sin embargo no puede decirse que la novela n1oder- totna para seguirlos l1asta sus consecuencias ínfimas
na, no satírica sino elevada i grandiosa, naciese si- sin on1itir nada que pueda hacer falta al propósito
no hasta la aparicion del Telémaco, los Viajes de del escritor.
Anteno1· i de Anacá1·sis. Pero, descendiendo de lo grande a lo pcquefío,
El soplo poderoso de Boileau habia sido bastan- esto es, bajando de las rejiones encumbradas de
te para hacer desaparecer las tontunas maravillosas Europa a nuestra pobre i oscura tierra granadina,
de los escritores de Europa hasta el reinado de los qué dirernos de nuestra novela nacional, o por lo
últimos Luises en Francia. ménos americana 1
I no vaya a creerse que el simple hecl1o de citar Nada hasta ahora, es cierto, pero tal vez mucho
nosotros el Telé maco como una de las obras de la re- en lo sucesivo. Los escritores de aquí tienen tamforma
equivale a que lo creamos un escrito acaba- bien un mundo i una historia que dar a conocer;
do; pues nosotros, ni aceptamos el sistema político nuestra lengua se pre~ta por su riqueza i ternura
que defiende, ni gustamos de su estilo aJmibarado aún 1nas que muchas de las modernas; i no puede
i poco o nada natural. decirse que falte inj e nio a los l1ijos de los hombres
' ' oltaire i Rousseau no son tan fuertes q uc dio-a.. batalladores a quié n e s no faltó valor para darnos
n1os en lo que puede llamarse la novela 1nodcr~a. it:dependencia. I, cier~~mente, no se puede na_cer
Las d e J _prim e ro son apénas soportables. bajo el pun- ~ s1n talento en unas reJIOf.les como las de AmérJca,
to de vista de su amarga filosofía; 1 respecto de or la n1i ... tna época el jénio inventivo de Sau vage
se 1nanifie"'ta de nuevo con la invencion de otra
Ináquiua a la que da el nombre de fi-.;ionon1 e tro, i
que ofrece aJa plá~tica un proceditnie nto f~cil i seguro
para for1nar m o lles en hueso sobre objetos e n
relieve, i obtener clespues una reproduccion esac ta
de esos objetos. E:te procedimiento aplicado m as
tarde, bajo la den o mi nacion de fisionotipo, por dos
especuladores cuyas fructuosas empresas tu vieron
a veces ménos elementos de buen éxito, no produjo
a su autor los buenos resultados que debian esperarse
de su util ida el i ncontesta blc.
En medio de tales sinsabores, Sau vage prosiguió
Jaborio ... a1nente Ja solucion de un problen1a que
otros habian propue to ánte s que él sin resolverlo
com pl e tamentc: la aplicacion del hélice a la llavegacion.
Su bu n talento,que le alejaba de ]as abstracciones
i de las ltipótesis, supo devcubrir con la
observacion los verdaderos eleme nto i la fu11cion
del hé~ice. D ete rminado el ángulo bajo el cual el
remo produ ce la tnayor fuerza dinámica en la maniobra
de la godille¡ Sauvage Jlegó a señalar D l h é lice
su fot·rna, sus proporciones i u po ... icion tnas favorable.
Esta induccion tan sencilla era un ra .. go
de jenio, pues realizó la navegacion por tncdio del
hélice que otros habian pugnado ántes de él.
Varias e pericncias en pequeño demostraron los
famosos efectos del propulsor imaj inndo por Sau vage;
pero no bastaron para a e red itar el sistema.
I>edian al pobre inventor, que babia hecho ya tantos
sacrificios, pruebas 1r1as d ec isiva"', esperiencias
en grande. Sauvage tuvo que luchar durante dirz
años contra la indiferencia del gobierno i del público.
Su invencion desd0ñada en Francia pa--ó el es·
trecho, i allí se esplicó con algunas modificaciones
que no pudieron desnatu ra 1 izar su oríjen . Sau vage
debió creer que l1abia lleg· do l dia de la reparacion,
i que su idea iba n triunfar de repente de
los obstáculos que l1abia encontrado,cuando le anunci
a ron en la cárcel de flnvre. donde es taba detenido
por las deudas que había contrajdo en sus e~pe ..
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ri e n~ias itnproductivas, que habia salido a la mnr
cJ prnner buque frances de hélice. a prueba con
l 1 raJJoleon pu o en evidencia Jo~ el fectos n la
aplicacion del hélice que acababa de h ace rse; pe·
ro ,'tos d e fec tos eran la cons cuencia de las alteraciones
que el sistema de Sauvurre habia sufrido en
la ejecucion, contra lo prcve;¡do por e l inventor.
auvng·e habia previsto este re ultado cuando esc ribía
a su hermano: "Resulte lo que quiera d e la esperiencia,
n1e atengo siempre a )a aplicacion de l os
hélices si m pies, cuya superioridad está perfectatnente
r cconoc ida sobre los l1éliccs fraccionados."
La es pe riencia d l Na¡;oleon p ed ía perfeccionatnicntos
que se pr sentaron en crecitlo número.
1\.qu e lla 1nultitud de i temas tuvo por efecto hncer
perder de vi tala invencion prjrnitiva de Sauvage ,
que el privilejio de 1832 no pTotejia contra las su·
puestas inno 1Jacioncs. J\11. ieo-uier, mi e mbro del In stituto,
escribia aladesgraciado Ín\re ntor a quien querian
de s pojar de su de cubrimiento: '! Pacie ncja i
vnlor • • •• quiero que sepa todo el mundo qu e e l h é·
lice es una inve ncion fr:.u1cesa.... e cansad en
In1' • • •• conozco todo Jo que hab eis h echo i se dará
al ·ésar lo que es del Cé~ar."
pe sa r de esto; Sau vage no recojió d eb idam ente
los beneficios de aquella justicia que Je p ro1n e tieran.
Su privilejio cayó en el dominio público ántes de
que é l hubi ese podido apro\rechar e de Jos frutos de
su trabajo i ele sus sacrificios. ~ 1 C concibe que al fin
et desaliento se apode rara d e aquel e~¡· íritu debilitado
por tanto sufritniento tnoral,cuand o viú que ... e
esca paba de u : manos el.p retnio d e t odas su~ obras,
e l cual a m bici o naba para su fatniJ ia, obj et o de su
entrañable afecto.
Hemos omitido mencionar dos invencione ... de un
órden ménos elevado, p ero que honran i o·unlmen t e
el jenio de Sauvag~c. I_ja prirnera que data desde el
año 1 36 es el 'teclu ctor, e'"'pecie de apli cacio n del
pantógrafo a la escultura para Ja r ed u ce ion de los
bajos relieves . .A beneficio de C'- te precio-o instrumento
se l1un podido ve nder a preci os tnini tnos copias
r 'ducidas de las obras tna e.., tras de la esta tuaria.
El proccdirniento apJicado a(tn en el dia por
l\1. H. Sauvagc, hijo del inventor~ se cn1plea para
la reduccion de objetos anti g uos del · 011 vre, i d ebe
proporcionar a todas la acade1nias i scue las de
dibujo una coleccion de h e nn oso ... tn od los a un
precio tnódico. La ú]tima invencio n ele auy a ge
es el fuelle hidráulico, por tnedio d '"' l cual se ll e va
el agua a una altura deter1njnada por el pe..;o de la
columna de aaua. Es des ntir que Ja práctica n o
haya sacado mayor partido d e esa 111' quina util para
una porcion de cosas, i que pu ede r e tnplazar
con una economia notable Jas bornba -- para los incendios
i para el ri ego.
Se sorprende uno que tan inj e ni osas aplicaciones
hayan podido sutjir en medio de Ja ... inquietudes
de una vida tan ajitada. •asi ... e debe
creer que no costaban nino- 111 e fuerzo aJ j nio de
Sauvage, i que este producia inv !:\ nci ones e !Jontáneamente
como Jos árbol es clan fruto. P e ro ¡ ni 1
bajo Jns apariencia de una fecundi la el prod ij ios
se oculta un trabajo bien o-rancle, un t rabajo qn e
tanto con~o los de .... cng·aiios IJeg·ó a can ar los r e sortes
de aquella in tel ijencia elevada, i ll e vó a a uvagc
a la casa de locos de I icpus donde h· fallecido
el 17' de j u J io últin1o.
'ro do lo que ha hecho la Francia por a u vago
ha sido concederle una pen ... ion de 2,0 O francos;
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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88 BIBLIOTECA DE SE:RORIT AS.
pero sus hijos i. s~ hermano, que han sido partíciJ
pes de sus sacr1fictos, esperan aún el premio de su
Jeneroso concurso a la obra de Sauvage.
Es la dama susodicha
Mujer de mu cha piedad:
Reza el rosario i va a misa
Con devocion ejemplar :
Un coto.
En cierto lugar vi un coto
Que no sé cómo nombrar:
Era por delante un coto
1 una mujer por detras.
Era aquel un eoto doble
I lo partia por mitad
En forma de mapamundi
Una hendedura o canal.
Cuando 1ne ví frente a " e nteCon
tamaña absurdidatJ,
Me pareció un elefante
Que caminaba ácia atras;.
Pero al mirarlo despacio
Ví que no podia ser tal;
Le eché de méncs la cola
1 pensé fueran quizá
Las ancas del Antecristo
O del jigante Goliat.
Cuando llegué a persuadirme
De que era un coto i no mas,
Por decírmelo personas
De mucha veracidad,
Me vino gana de ver
La criatura singular
Que iba tras de aquel portento,
1 tuve necesidad
De dar un largo rodeo,
Que me hubo de fatigar,
Para ver a la cotuda .•••
La cotuda ? dije mal :
Era un coto mujerud(},
1 la mujer no era mas
Que cosa mui accesoria,
Secundaria, adicional.
Cosa tan ·cierta i corriente
Que las jentes del lugar
Nunca llegan a nombrarla
Doña Fulana de tal,
I antonomást1can1ente
"El coto," clicen no mas.
-"Joaqurn, quién es tu madrina~,,
-El coto, SLñor." :cFroilan,
i Qui én te ha contado esa historia 1n
-''Al coto Ja oí poco ha."
-"l\1 uehac ho, vendes la leña?"
-"l\1e la acaba de co1nprar
El coto.'' '~Da1e metnorias
Al coto si vns n llá."
Los filósofos han dicho
Desde mucl1os . iglos ha,
Que los efectos mas grandes
Oríjen suelen tomar
En las cosas n1a.· pequeñas;
Cuya in1portantc verdad
Viene a hallar ... e confirmada
Para quien pueda obserYar
Aquel coto de los cotos,
Obra maestra cota! ;
Pues con1o quiera que sea
Algo mas que r egu lar
..
El volú1nen de la dama
Que al coto pegada va,
o embargante, al lado de este
Es un átomo i no mas.
Pero lo que es persignarse
Sí no ha podido jan1as,
Que para ello e l coto impío
Opone dificultad.
Tampoco puede corner
Por ~u propia mano, i ya
La pobre habría perecido
D e pura necesidad,
Si no hu hiera consultado
A cierto injeniero, el cual
Ideó que con una pala,
De esas con que meten pan
En el horno, le llevasen
Los bocados hasta allá
Donde se esconde la boca
Tras aquella enorrnidad.
No obstante que su marido
Es un monstruoso jayan,
No pudiera al hablar de ella
Decir mi ca?·a mitad:
JJ-1 is caTos noventa i nuev~
Cent éci1nos sí podrá
Decir nombrando a su esposa
Con ménos impropiedad:
Tal aumenta el coto en ella
El vo) úmen natural.
Así como el navegante
Ve tan solo cielo j mar,
Solo ve el coti -mujer
Coto i cielo i nada mas.
Finalmente, es aquel coto
A cualquier coto vulgar,
I..Jo misn1o que e l contrabajo
De Hortúa a los demas
Violin es: lo que a las velas
El ma}ror cirio pascual,
I aun es poco: lo que a un pozo
Es la inmensidad del mar.
Tal vez el lector piadoso,
O aunque sea impío, dirá
Que en la descri pcion del coto
He podido exajerar.
¡Qué desatino 1 Jo dicho
Solo servirá q u izas
Para engañar al le~yente
Obligándole a forn1ar
U na idea de tal portento
M ezquina i débil a'"'az,
Porque cuanto de él se diga
Ni aun alcanza a Ja verdad:
1, por no decir tan poco,
l\1as vale no decir 1nas.
La Música.
IV.
J . M. l\ . ,
Ad.mision de la. n1úsica e~ los ~en1plo~, .así jentiles como
cnstl~nos-I_gJesia An1br_os1a~a 1 Gr~gonana -El arpa i el
salteno a.dtn1t1dos , el) la:s 1~l~ .. Ja -I>runer órgano conoc~ido
en Franela-La mus1ca curuvada por los monjes-La musi~
a en los siglos m~djos-Obliga~iones que debemos a la Itaha
en cuanto a n1usaca-Invencion del contrapunto por Guido
Aretino--Suscinta relacion de su vida i sus obras-Odo,
abad. de Cluni-In1port.a~1cia del tien1po en la mú ica, e in<
venc1on de la tabla del hen1po-Juan de 1\~Iuris-El maestro
S Franco-De la moda en la armonía i la melodía.
s La n1úsica fué admitida desde mui temprano en
los templos de Jos antiguos. En las ceremonias paganas,
las oraciones i alabanzas dirijidas a los dioses
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eran canciones i coros acompañad o de músicas i < cia. or tanto, la invencion puede atribuirse a los
danzas. Los primitivos cri tia n o"' cautnban tambien 5 gri gos.
l1imnos i snhnos, cotno lo le n1 o n Jo'"' .t\ctos de Jos En la dé'= ima centuria el órcrano vino a hacerse
póstol s, donde se nos dice que f.-'abl o i ilas ora- ) comun en Inglate rra, Italia i b le 1nania i fué ad-ron
en su calabozo, i cantaron ala banz:1,.. n Dios. mitido en los conventos i las iCYJesias. La música
El año 3~ '1 de J_a era cri-.;tin!ln, i c!urante el _rei- e mpleab~ la ~ayor parte de l os ~cios de los monjes
nado de onstantJno, J.\.tnbrosto, obt~po de Idan, en su retiro; 1 el clero, que era mas hábil en Jas
introdujo e n la iglesia esa esp cic de canto conocido artes Jiberalcs que cualquiera otra clase de la socie-on
e] nombre de canto mbro iano. F .... s probable dad en aquellos siglos, no solo cultivaba la música
que lo hubiese importado del riente, pue to que, él mi mo, sino que la enseñaba a los demas.
ántes de ese tiempo, habia ya un coro reo·ularmente Lo siglos medios no produjeron obras de gusto
e~tablecido en la jglesia de 1 ntioq u ía. si mi-wmo o de jenio en arte alguna. Constaba meramente la
se estableció aHí un órden de 1nouj s cuya obliga- mú ""ica de aquellos cantos que scrvian para Jos sal.
cion era la de conservar una sahnodia perp é tua, la n1os e himnos de la iglesia, i era descuidada en tocuat
-.;e n1antuvo con tal rijíd z otno el fu go ves- das parte '"', e cepto Ja Italia, de Ja misma manera
tal de Ja antigüedad. que las de mas artes de agrado.
Desde el tiempo de san .t\.rnbro io ningun catn- Los godos, los vándalos j otros bárbaros se ha-bio
metnorable tu' o lugar en la n1l1 ~ ica cele iri~tica bian apoderado de las provincias mas fértiles de
ha-.;ta el año de 600, en que :TI gorio el grande re- Europa, i sus ideas ran salvajes, áspera su lengua,
formó el canto de la iglesia, e) cual cubsiste todavía> i nada propia para formar con ella melodías tnúsicon
el nombre de canto gregoriano n la tnayor par- cales. ún ahora, loo.; dialectos de Europa no son
te de las catedra le· de Francia e Italia. sino una mezcla del celta i el latin, i es en Italia
La 1núsica de 1glc~ia ha venido a hacerse ve11e- donde tnas ve .... tijios quedan de la lengua latina ;
rabie por su antigüedad i por el e~clusivo objeto a siendo e~ta la razon porqué el italiano, o latin coque
se la aplica. Su sencillez, ast como la diferen- rrompido, i a veces suavizado i mejorado, se acomocia
absoluta que exi te entre eJla i la tnú .. ica profa- da tanto a )a 1nú ... ica vocal por su dulzura.
na, jmpiden toda levedad tanto en Ja compo .. icion En Ja corte de los pontífices romanos encontró
como en la ejecucion. Es ci rto que se adn1iticron la rr1úsica, a í como la demas artes, sus prilneros
instrumento en la iglesias durante los prim e ros estítnulo ; i es de fa Italia que deriva la música
siglos, pero no indistintamente, pues fueron pre fe ri- 1nodcrna su escala, su contrapunto, sus mejores
dos el arpa i el salterio por ser considerados tnas melodías, sus dramas relijiosos i profanos, i las pringraves
i tnajestuo.,;o.... cipales bellezas i gracias que la adornan. Asi ha
En la octava centuria san Juan Dama ... c e no com- ido la Italia para la Europa, en los tietnpos moderpiló
i reforn1ó los cantos en Ja igle ia griega, del no , lo que fné la Grecia antigua para Roma.
mismo modo que san Gregario lo habia hecho en Dícese que el contrapunto, o música en partes,
Ja Jatina. fué inventado en el año 1022 por i u ido, monje de
Durante lo"' primeros sig1os del cri ... tianismo sa- rezzo en 'I,oscana, a quien se atrjbuyen otros mu-lian
de Rotna tnisioneros musicales para lo demas chos jnve .. ntos mu ... icaJes. Su obra titulada elillicró·
países de Europa, con eJ objeto de instruir n la log·o (ele una palabra griega que significa cornpenmelodía
eclesi ast ica a los convertidos al Evanjelio. dio) es un tratado en latin frailesco, lleno de oscuAgustino,
el monje, fué enviado con tal fin a Ingla- r1dades~ que con1prende su me todo para enseñar
terra por el papa :Tregorio, i en el año 6 O, el papa a los ntños a cantar, con reglas para la cumpliÁgatho
envió a Juan, chantre de la iglesia de san da eje~ucion i_ composicion d 1 :~nto llano.
Pedro en Ro1na, a instruir a los monjPs ele ' ere- :tU Ido ¡.\.retino, que pertenec1o al órden de benemouth
en el aTte ele cantar, i de ejecutar los s e rvicios die tinos, e ... citó la envidia de su h e rmanos por su
festivos en todo.el año, del mismo modo que lo e ran buen éxito en la música; pero l papa B enedicto
en Rorna. Iisi one s de la misn1a clase se despacha- VIII, a] o ir hablar de s us dese u brimie ntos en ese
ron tambie n a Francia, pero los franceses les dis. art e~ le hizo ir a Ron1a donde le trató con suma beputaban
·la superiorjdad en eJ canto; i esa rivalidad, n evolencia: i aunque poco despu s e volvjó a su
que cornenzo e ntónces, subsiste aún entre los m11si- co nvento, 1 papa Juan .... X, a su advenjmiento a la
cos de Francia i de Ita]ia. silla papal, Tenovó Ja invitacion, i ace ptada esta por
Estas circunstancias dan la razon de la se1nejan. ( uido, mostl'Ó el papa su Antipltoriu1n,o an o tacion
za de la mú ... ica ec lesiástica en to la la En ropa al de la n1isa para todo el año. Su Santidad, considetiempo
de laR for1na. La música i el canto ro1nano s rándoJa un prodijio, no quiso l e vantar e de su a~ien ...
gozaban de tanto favor en Inglate rra en los sig lo'"' to hasta qu hubo aprendido a cantar -un cántico
medios, como <.\1 que gozan hoi las composiciones por el nuevo tn é todo de Guido.
italianas i los cantores de ópera de aquel p e1ís. l Jo pudiendo .. ufrir el calor de Romn en el vera-
Alfredo el o-rancie fomentó la tnúsica. i él mi -.; mo no, salió :luido de dicha ciudad a hace r una visita
fué un 1núsic~ escelentc. Es bien conoéida la hist o - a l abad de I omposo en Ferrara, i este le suplicó de
ria de su entrada al campamento danes disfrazado tal n1ancra que ... e quedase en su abadín, que al fin
de arpista. San Dunstan fué igualmente tan bu e n accedió a e llo, componiendo allí varios de ... us trlmúsico,
que Jlegaron a acu"arlo de májia. tados n1usicales. Dícese que inv~ntó la Ganza, 1
En 514 el hjdraulicon, u órCYano de ao·tla empe- ctuc la llarnó así por haber añadido a la e cala la
o b ' . f l . 1 zó a perder su popularidad, i a ser reemplazado por l e tra g r1 ga g·a1nnza; que u é .e pr1n1ero en 1a~er
el órgano de vjento, que se soplaba por n1edio de u so de Uneas i_ e~pacios ~ que luzo, en ... u1na; va1?os
fuelles de mano. En la sétima centuria el papa Vi- otros d e ... cubrun1cntos 11npo1:tantes. Su reputac1on
taliano lo introdujo al serviGio de las iglesias de Ro- ha dtundo mas de 750 a~os, 1 u nombre es todav·i_a
ma, i en 757 el reí Pepin recibió de regalo de Cons· > re ~ petado ntre los n1ú .. 1cos a cau a de los servt·
ta·ntino VI, el primer órgano que se viera en F"ran- ~ cios de que el arte Je es deudora.
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o BIBLIOTECA DE SE ORirr 1\.S.
OJo, abad de Cluni en Borg·oña,fué otro músico
intclijente de ese período, i la iglesia romana ha
conserYado hasta ahora sus l1imnos, cánticos i antífonas.
.A .. ntes de la invencion de signos para e 1 tiempo,
la músjca debió consistir en el simple contrapunto,
o nota co ntra nota, como se usa todavía en Jas jglesia._.
El tiempo es de tal importancia en la música,
que él solo puede dar significado i cnerjía a la repeticion
del mismo sonido, i así es que un tatnbor
parece que es presa tono;:; di versos, cuando no hace
mas que cambiar los acentos i la n1edicla de un sonido
único.
Los mejores c .... critorcs atribuyen le iuvencion de
]a tabla del t~emJJO a Juan de lVluris, que floreció ~
por los años de 1330; pero en un 1nanuscrito clel (
1nisn o Juan de 1\inris. Jeg·ado a la librería del Va- ~
ticano por la reina de ~u ec ia, él da el honor de ese ~
in1portante descubrilniento nl tnaestro Franco erudito
pedagogo de Licja, que vivió en 1083. Parece
que Franco fué tambien 1 pri1nero que sujirió
el uso de rayas para di vid ir los co1npases.
Por sorprendente e increiblc que sea que las leye
ele la arrnonía hayan e~tado sujetas a los capri- <
chos de la moda, n da e .. , ~inembarg·o, mas induda- S
blemente cierto. Los nc o r es que nosotros conside- ~
ramos perfectos, fueron desechados en otros siglos.
Cuando los hon1bre ... se cansaron ele la 1nonotonía
de los uní .... onos i las octaYas, la cuarta vino a ser
su intervalo favorito. Luego consideraron mas
agradables las terceras; j , en el tie1npo de CorclJi, S
se creía indisper1sable una cadena de septimas pn- ~
ra cotnbinar la a,·¡nonía.
Que haya moda en la tnelodía es ménossorpren- ~
dente. Aún el lenguaje, ~i bien no ideal i arbitra- ~
rio como la lTlÚ'-'Íca, es 110 ob .... tante tan temporal i Jocal
para Jos oídos de aqu 1Jos a él acostumbrados,
como el arreg·lo de los sonidos en 1 mPJodía, i su
combinacion en la armonía.
Una nueva lengua, o una nueva 1nelodía, va
puliéndose imperceptible i gTadualmente ; i hai
n1úsica que s(Jnaría hoi tan ab~urda a nu estros oído~,
como sonaría el lenguaje del arcipre . Je de
Hita si lo l1ablasc algun español de nuestros
• t1e1npos.
Es est · capricl1o de la tnoda lo que hace tan efí- S
mero el faYor de qu di. frutan las composiciones >
1nu ... icales. Las obras de los poetas, pintores i ar- S
quitectos, pertnanecen para deleite de la po .... teridad; ~
pero las obras del músico! co1no dep nden para su
P. xito perfecto de Ins 'ariables rircunstancias de las
voces, d e los instrun1entos i Jos ejecutores, tienen
mui poca probabiJidad de inmortalizarse.
A la señora Josefa Acevedo de Gómez.
(En la publicacion de sus poesías.)
I-Iija del jenio,-la del arpa de oro
Con lágritnas bañada;
La que, entre angustia ~iempre i entre lloro,
De su rcj ion an1ada
La bóveda azulada
Pobló de ardie11te cántico sonoro,-
Ere::; cual n ve atnante prisionera
Que ji me l éjo~ de su patria i nido;
1 que, llatnando al aura mensajera,
Derran1a del d sierto en el oido
<
...
Tristes han sido, hutnilde Poetisa,
iui tristes tus anales;
ada instante, cada eco, cada brisa,
I-la llevado a raudal s
El llanto por tus males
Al cotn pas de tu voz de profetisa.
As1 en cada h oj a de tu libro hertnoso
Que acaso no abra del favor el viento,
l\1urtnura 111 Jancólico un sollozo;
I el acorde jnspirado de tu acento
Sirve cotno de etnbozo
En cada estrofa a un rnísero lamento.
Ernpero es ese tu de'-'tino: canta!
El canto es nuestra l1erencia.
Y a entre flor, ·ya entre piedra, va la planta
Por do la Providencia
Ir le tnanda e n ... u ciencja ;
Ln qu e obedece tnas; 1nas adelanta 1
Tú cotno yo; qnizás-ai! cuántas veces!Del
cipres en la hojosa cabellera
Que peü1ó e l aquilon de Jos reveses,
La lira suspendtstc: otra vez fiera
Copa te clió sus heces,
I otra vez fu i;::;t0 en pos tu co1n pañera 1
Plácen1 e , tras de tí, por los desierto
Del 1-\.. nd aquí salvaje
Perderm e: entre Jo~ bosques nunca abiertos 1
Do an1or, canto i plun1aje
u arda del a ve ind íjena, encubiertos,
El srcu lar ratnaje 1
De tu padre a llorar sobre la huesa
Contigo voi ; si a] l í e la mas, llorosa :
Esn arboleda ennza?·a?'iada, CSJJesa,
Q ue cTece en la 'Jnonta11a silenciosa,
Y o acabo con tristeza :
Cubre la tu1nba donde en pa.z 'reposa !
'l\1n bien de tu l1ija al hijo idolatrado,
·~á ciclo en (1·á? illefio.
Por ]ns inquietas olas arrullado,
Contigo: yo, risueño,
\ Ti jilo el primer sueño
Entre los cielos i Ja mar soñado !
1 oigo tu voz vatídica, n1jentina,
De insólito placer en1baJ~ntnada,
Rodar al seno de la casta ondina
u e en el encaje ele la espu rna nada,
De tu cuncion di vi na
Por la"" souoras ondas d~spertada!
La sien ceñida de oJerosas flores
Con que ornada te n1iro,
Entre ~ u aron1a bebes tus nmores,
Ioi que .... o] o un su. piro
Debes a tu pa"-lado de dolore .
O atniga noble, reina de la lira,
J.-Ja de fecunda frente laureada,
Esc1.1cha la que a par de tí su~pira,
La q ne vu eJa hn ta !Í por tJ i nfiamada, '
• • oz que tu voz 1n ... p1rn,
T oz con tu nombre, en tu loor, l1onrada!
El Caballero Blanco,
J..~eyenda Irlandesa
l., O 1\. I..~1\ H. 1' R • ~.
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Su cancion la.,Jitnera
Por el ausente sol i el bien perdido!
A orillas del Shannon, no 1éjos de Limérich, s
ven aún las ruinas ele un vi jo ca..,tillo que conserva
el notnbre de ardgo o-unniel ( castiJJo de la luz de
la roca.) Entre lo~ sitio pintore .... cos que se encuen·
< tran tan con1un1n nte n Ja 'erde Irlanda, e .... te es,
sin duda, uno de lo~ 1na notables. E~te edificio
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que fué desmantelado bajo e l reinado de Guillertno in tn dintamcntc la sa la, i cada uno se e sfo rzab a en
111, se eleva ... obre la citna J una roca esca rpa da clis1mular el terror que cau saba la luz fatal, cuando
á r ida i de ierta, del lado d 1 rio~ p ero d l lado del e l rllido de varios caball os que ]legaban dió nueva
valle se e tiende en la pendiente su a ve de la rn on - direccion n las ideas.
taña en medio de una selva de olmos centenarios . lis presentimi ntos e ran csactos, murmuró
que las ruinas ave11tajan e n dad con orgulJo. l\1orice; el 1 aball ero Blanco, mi noble jefe, no ha
En frente d l castillo feudal l1ai una roca nor- pod.ido ntrar nyer a s u castillo •••• Ahora huye.
n1e de granjto cu ·a citna capricllo'"'nme nte taj ada~ La puerta de ]a cabaTia se abrió a un fuerte e mse
ascn1ej a la fortna le eso Inonutnentos druídi- pujon i entró el jefe seg ui do de dos escuderos. Sus
cosq ue han dejado para ... iempre un r ecuer do in te- vestido estaban ensangr entados i llenos de polvo;
·esa nte . Esta ci1na e inacce ible; sus pared hizo un je to i los convidados dejaron la sala, en
verticales l1ecl1as a pico jama'"' han sido holladas donde no quedaron sino 1orjcc i Mina.
por la planta hurnana; sinet 1ba rgo, ape" ar de esta -- 1orjce, valiente servidor, os h e permitido se ..
aparente ünposibilidad, refinre una 1 )renda que en pararte de tní en n1alas circun stancias, dijo el jefe.
tie m1 os ·emoto aparecia algunas veces: sobre la Los ing·leses ~e han apoderado de tni castillo i me
pu11ta m a"'" e]e,·ada, tu a luz bl < nca: débil como la pe rsiguen. .E: pénas me queda tiempo para reunir
e la luna, i que cuando esta luz daba en la cara n1is bravos soldados.
e un 1nortal era si tnpre para ' 1 un presajio fu - ~ 1 eñor; contestó respetuosamente Marice, si os
ne~to. H e aqu í la oca:io1 a que atribuye la le) en- clignai'"' aceptar un asilo en esta l1umilde habitacion,
da la cesarion de este mi~te r ioso fenó n no. l.\iina i yo nos r gocijaremos de recibiros en e lla.
En la falda de la n1ontaña habia una modesta El iaball ero blanco arroj ó una mirada al vestido
cabaña habitada por iina ' DiHon i ~u t ia I ,..ate nupcial de la jóYen i r e~ p oncli ó : Lo rehuso, an1i·
0' D onuell. Un dia de otoño estaba l\iina sentada gos tni os; no quiero en-a n g r entar esta tranquila
dela nte de un espejo que .. astenia la buena tia son- casa, pues e l encuentr o con mis enemigos es ineviriendo,
i acababa de dar la última mano a su p ei na- table. l rocuremos descubrir un refujio en otra
do i a su vestido, cuya fre -- ca blancu ra anunciaba parte. ..
u11a i1nportante soletnnidad · la j ·ven debia cas r- Señor, si podeis correr aquí algun peligro hu'"'
e; t odos Jos a1nigos l1abian 1l gado ~ya i so lo e l yamos juntos, yo os guia r é e n e l bosqu e ; p e ro que
novio :fi lt ba. orice habia obten ido de su señor, jatn as sed iga que entrasteis bnjo el t ec ho d e M arice
el Caballero Bla11co, uno e los j e fes que combatían sin que él hiciera lo posible para probaros su afecto.
entónces por Ja independencin de la desgraciada i pu ed o ganar una jornada, r es pondió el ca- •
Irlanda un permiso de al o-unos dias para desposar ballero, 1 ca ... tillo puede volver a caer en misma·
a "" U querida l\Iina. El l1abia abandonado a ... u nos ánt "'S de tn añana por la tarde, pues mi teni ente
señor qu e se voiYia a s u Ce. stillo, i Marice debia ir a l{avanag e~tá en I
Citación recomendada (normas APA)
"Biblioteca de Señoritas - Año I N. 11", -:-, 1858. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094963/), el día 2025-05-04.
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