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o 11. Bo ·otá, ábado 12 de marzo de 1 59. NUM. 47.
O:r on e te número tCJ'JUina ]a pre ente
érie de e., te periódico.
ItA quincenal para los llstados.
conocido de. de hace mas de veinticinco añ-os como
hotnbre eminente en toda la Atn é rica española,
gozará en el P e rú i Chile d~ la acoj ida a
qu e sus precpdentes, su ilu~ trae ion i sus tnan e ras
d is t in g uidns, lo hacen acreedor en cualquier parte
a qu e vay a. ,
Durante la última quinc e na tnui p oco ha habido e ~ o .ta. ahora aquí mucho entusias1no por
igno de notarse en la capita l. la adquJ s Jclon de conocimientos s é rios i útiles ..
urió el dor .. tor Joaq uin d e la 'lotta, can ó ni g o Los col ejios es tán llenos d e jóve nes d e dicados al
i hermano d e l doctor B e rnardo <.le la Motta, ca- e: tudio d e las lenguas, las mate tnáticns i la jeo-
. nónigo tambien, que mur ió hace pocas s e manas. graf1a. El inteliJente jóven Ezequiel Uricoechea,
Tuvimo el honor de gozar de sus relacione s, i hn abierto un curso privado de jeolojía, minerahemo
lamentado atnargamente su muerte. o lojía i e plotacion de minas; i rejenta aden1as la
hai duda quQ estos dos sacerdotes de alto mérito, clase de química en el colejio del Rosario. Ya el
dejan eo a Catedral dos puestos bien difíciles de Congreso CE'dió el laboratorio qu ítnico a dicho esIJell
r e cree, i no sin ft.Jndantento, pues los dos tabl_ecitniento, a_cto sumamente prudente, que dehermano
se querian entrañabletnente, que el úl- ber1a haberse ejecutado desde ahora diez años,
timo no pudo re i tir a la pena que le causó la evitándose así las enorntes pérdidas de que ha sido
tnuerte del primero. íctima el laboratorio mas COtnpleto que haya
Acaba de publicar e en la imprenta de los se- existido en An1érica, i que hoi no es, a conseiiores
Pizano i Pérez, un tratado de música por cue ncia del incuria del gobierno, sino un intuJaestro
intelij e nte compatriota, el señor Alejandro ero d e lo que era en su principio. Sinetnbargo,
i)..gud e lo, autor de vari a s obras útiles. Es reco- hai todavía lo bastante para que, bajo la dit·eccion
mendable es te tratado por conle nPr todo lo mas de ~na n1ano tan hábil, saquen los jóvenes que se
notable i mas mode rno que se ha escrito sobre ded1quen a ese estudio, todo el provecho que
e ta matet·ia, por el m é todo sencillo i ll e no de puede sacarse de una ciencia tan importante coejemplos
que ha s eg uido, i por la claridad i lin1- tno la quítnica, la madre de la industria tnoderna,
pieza de su e tilo. E d e esperarse que corra e sta de todos lo s adelantos del siglo diez i nueve ; la
importante obra tan fe liz i mer ecida suert e, co1no que ha catnbiado, en los últitnos veinticinco raños,
la que ha c a bido al Tratado de Ortog¡·afía del seño r pur decirlo así, la faz del Inundo enteru. 'l,ambien
Marroquin, cuya edicion, constante d e ochocien- ha cornenzado el distinguido injeniero; señor José
to ej e mplares, ha sido agotada en m é nos de dos Cornelio Borda, un curso de fí s ica en el colejio
meses. Sabemo que el . eñor Marroquin intenta l de la Indepe ndencia; curso qufl, desde el padre
acer en breve una nueva ·on considerable- Gomila, es el ntas interesante i hábilmente rP-jen-tnente
aumentada. tado que se ha visto en la capital.
~1 dia 9 del pres ente se marchó para Chile el . Diversiones ha habiJo pocas en estos quince
señor Flort'ntino GonzálE'z con toda su familia, d1as. En el teatro se representó la l\To1·ma la sepor
cuya ausencia deberian estar de lu t o todo. mana an~epasada a beneficio del señor Freuden·
los elegantes, pues era una de las c~sas en que th~ler, darector. de la orquesta de la cornpañía
ee recibia constantemente buPna sociedad, se lírica. La func1on estuvo lucidísima i mui concugpzaba
de fina acojida i se pasaban las noches rrida. Antier se representó la HIJA DEL REagradablemente.
Los miércole s, que eran los dias Jil\llENTO a beneficio de dos puentes que se esen
que se reunia allí mayor número de jente, van tán construyendo en el rio San Francisco. La
a ser en adelante bien tristes para los que tenía- funcion est~vo cotno era de esperarse, i produjo
1 o el placer de gozar de la buena acojida de la cerca de m1l fuertes.
familia del señor González. Su vi~e ha sido rno- Se dió tatnbien el domingo pasado una variativado
por el Gobierno, que lo nombró Minist1·o dísirna funcion a beneficio del señor Malavasi; i
plenipotenciario eerca del Perú i Chile, con la se dará bien pronto i por últin1o 1 MAs .ADIERr,
doble i ion c.le zanjar las dificultades que tiene ópera del rnaestro Verdi, que se está preparando
o ierno con el Ecuador, i en las cuales para el beneficio del director de la compañía,
e el mediador, i la de ver si puede, doctor Lorenzo lVIaría Lléras.
CDD s n~e: Jon, conducir ' a que se en- Cuando se acabe la temporada, que será con la
·endan pac( e meqte ]os gobiernos del Perú i el representacion de esta últin1a ópera, haremos una
cuador en la ontienda que actualmente los ajita, revista jeneral de las últimas cuatro funciones.
que, in la ntediacian de nu~stro gobierno, po- Por eso. damos hoi apénas cuenta de las que ya
raa tener resultado Ítltales, aun Pll- a nuestro pais. han tenido 1 ugar.
mi ·o ? pqes, de ctue está encargado el señor En uno de nuestros nt1meros anteriores dimos
oQzál z, e an indi pen able como delicada, i el inocente grito: ¡Bogotá se mu"ere! i . in comlo
ha co rendi o el gobie no encargando de prender esta chanza, nuestros crédulos raizales se
Q de h 1\lre.. públicos de mas han asustado horriblemente, i cojiendo los rába-
. ,i q e mas honoa· hacen a nues- nos por las hojas, han b,cho e aminar sus c.asas,
IA ...... o que el señor González, tapar todas las goteras de sus tejados i apuntalar
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el edificio entero, como si de véras algun cataclisrno,
algun diluvio universal: algun terremoto
u e v·a!Stador, algun ruido sordo i tet·rible, como el
de márras de que nos cuentan las vieja , o cosa
parecida, corno el trastorno, la ruina intninente
que amenaza actualmente la infeliz crinolina, estuviese
colgando sobr Bogotá. N nda de eso, atnigos,
nuestro grito no ha pasado de mera chanza ;
i nl tnismo tietnpo que nos congratulatnos por los
benéficos resultados que ha producido en el etnbell~
cirniento i refaccion de la ciudad, nos apresuranlos
tambien a declarar para ante el rnunJo en
jeneral i los Estados de la Confe<.leracion granadina
en particular, que no es cierto que Bogotá
se muere. Cálmense, pues, los ánimos, que, segun
entendemos, están aun abatidos i perplejos. 1 no
es por imitar a 1 apoleon J 11 que recojen1os nuestras
palabras: él, por lo que dicen los diarios políticos,
pronunció aquellas frases fatídicas, qne,
tan intnensos trastornos, tan profunda conn1ocion
i tantas ruinas produjeron en los pri1neros cuatro
dias del presente año en toda la Europa. solo porque
sus amigos ganasen algunos millones en Jos
negocios de bolsa,' i co~seguido esto, las recojió,
en lo que obró mui cuerdamente. _ osotros,
que no somos Napoleones 1 1 1, sino imples
bibliotecarios a cien grados debajo de cero, reco-je:
nos Jas nuestras por causas 1nui difPréntes : no
es porque ya tengamos los bolsillos llenos, es porque
estamos llenos de 1niedo, pues todo profeta
1nuere a palos aunque sea profeta por chanza, i
en el e tado de florecitniento en que se encuentra
Bogotá, no tenetnos ningunas ganas de 'alir del
medio. Luego Bogotá florece ? 1 córno, señor
lector ! florece a vi ta de pájaro; i si no lo cree,
ntívenos la seña: se está pensando sériamente en
lo catninos carreteros a Honda i a Zipnquirá;
el Cabildo no cede, i tendremos alumbrado i enlosado
; el Capitolio se concluirá, i dentro de poco
tie1npo habrá calles en Bogotá de tanta Jnagnificencia
como en Mejico i I .. itua; tambien tendre
1nos dos bancos con liluchísitno capital, uno fomentado
por ~~ Gobierno i otro por un rico
negociante . En cuanto a ópera i cornedia, sí tedretno
que ayunar mucho liernpo de estos deliciosos
i suaves placere de la civiJizacion; pero
eso qué le hace? mas luego vendrán, i los gustaremos
con mas provecho i entusiastno.
Pero hai otras cosas en que se nota mas palpablemente
el florecimiento de Bogotá: en las huerta's
i jardines. A í í que e cierto i positivo que
se florece. 1 es precisamente ácia este punto que
llamaren1os l1oi J atencion de nuestras lectoras.
amos a hablar las huertas, jardines i bal-cones
de la capital i sus alrededores ; i estamos
seguros de que no habrá ningun descontento que,
despues de haber leido nuestra revi ta, no esclame
con nosotros: Sí! cierto ! Bogotá florece !
La pasion por las flores, el tra o Intimo con
ellas diariamente, es tal vez la pasion mas dulce
i noble que se conoce. Un grande escritor, cuyo
nombre no recordamos, ha dicho que su cultivo
es la segunda de las bellas artes despu s de la
arquitectura. ivos se nos presentan .. n los jardines
Céres, Pomona, lora i Silvano: el arte ha
venido a ser natural ; la naturaleza h venido
a ser arte. El que jenio ara Jos jardines,
puede juga con Jo co ores i aprovechar las o 1-
,
•
bras i la luz, como el pintor. ¡ Qué inmenso partido
pueden brindarle no mas los diferentes matices
del verde de la hojas de los árboles, cu aS'
flores i frutas proporcionan tantos goces al ejo
observador ! • •••
Por vía de pesatietnpo nos permitirán nuestras
lectoras algunas líneas sobre lo que hemos leído
en los libros antiguos, o visto personftlmente t'JJ
nuestros viajes, acerca de las flores i jardines ;
luego nos ocupare1nos especialmente de los de
Bogotá
Los jardines aéreos de Babilonia eran ftontados
entre las maravillas del mundo ; pero no por esto
serian jardin~s que pudieran llatnarse hermosos,
i tampoco seria por sus flores i adornos que se le
admiraba ; eran probablen1entP, edificados a manera
de azotea., sobre magníficas columnas i
bóvedas soberbias, encima de las cualPs habrían
amontonado tierra i ·embrado algunos árboles ·
flores. I por e to creemos que la n1ara illa serian
los edificios i no los jardines,que difícilmente igua..,
larian a los de la lsola bella; i es ciertamente notable
que Herodoto, que e tuvo en Babilonia, no
haya hablado de e los. Pero ni los de la Isola bella
pueden agradar al que .tenga un gusto puro
i delicado; les falta sencillez, i oo sab.,.tnos
quién los ha comparado a una pirámide
de azúcar sobre una 1nesa adornada con coronas
i flores. Los jardines de Alcinous, de
que nos habla la Odisea, eran algo mas, pera
no pa aban de meras huertas i árboles frutales, i
nada tenian de la amenidad de los verdaderos jardines,
lo mismo que los jardines i Villas de los
ro1nanos, en los que, segun cuenta Plinio, mas
atencion se ponia en los bellos edificios i ricas e -
tátuas, que en las flores i los árboles ; se hallaban
adernás en las mas bella comarcas de la tierra,
jeneralnaente a orilla~ del mar, i semejantes paisajes
no pudo crearlos el jardinero sino la naturaleza.
Sinembarg de eso, sí parecen haber tenido
los romanos gusto por los jardint's como
loe.: bretones, i una prueba de ello e que,
cuando hicieron comprender al emperador Diocleciano,
en Solona, que olveria a sabir al trono,
él les hizo notar un repollo sembrado por su pro-
• p1a mano.
De los bárbaros tiempos de la Edad Media poco
era de e perarse--en este ramo ; pues solo ~e ocu ..
paban en edificar torres i fortalezas, conventos,
iglesias i capillas. El mi 010 Lui IV no tenia
un gusto delicado por los jardines ; i la e traordinaria
regularidad a que los sometia, lo mismo
que a las obras de arquitectura, podria ser todo,
ménos natural. Las cercas de espino semhradas,
debian plegarse al yngo de las tijeras como el pa-ño
bajo la mano del ·astre ; los árboles ue
dejárse cambiar en gansos, i pato , t!n e ,
en abreviaturas de nombre, i muchos de eDo en
jendarmas tambien ; en mesas eon asos i espe¡o ,
en animales i buques; i en Bt·ook hemo · to, e.n
medio de eso de agradables campos ar.éni co ,
multitud de bo es que representab n na cace fa
de liebres, i en eikersheim las 1st jigan.t
cas L. F. C. de bo ta1nbien, i encbna dij las
úb enorme sombrero de princ e. o
franceses cortaban en sus () es
con la erpien e ; un edr de
ertido en torre de abeJ,
,
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a n J o rj e u .. ·o '"' br azo"" de bian , .. n te. cree r 1n uhí~
in1 o p ara a lcan z, r a un dra go u fonnndo d e
... eura ; a lg u nos bu - to ·de laur l ; d os jig ante s d e
til o ; un c a zador de en bro,i un v e rr' c o d ~ raic es
de e n e in a . 1) e r o t o no r a n a da , r e pe e to de l o
.q ue .. e v ei a e n el jard in d e un ri c o pre lado ; i
era la c o1 np leta r prese n tacion del dra tna d e l Gólgo
ta, qu e ~e solia lfialar a l o:s stt·anj e ros coruo
una 1n_p.ravi lla del a rte. Lo que e n e. to no!'" 1 arav
i U ab a rn a ,.. e ra que , n l o di as de gran f e t a, n o
hi c i ran brot ar s a ngre de )as 1 e ridas d e l Cri to.
I d )'"' pue d e esto no r rn e pare d e v t•d t: s, la b e rint
o ~ n rej a tlo ," ju ego de a rr ua i fuent e ::>, e n l os
qu e no d _. b i a n [, lt a r l o. d e 1 fi n es n i l a s b a 11 e 1 J a , i
en ' re z d e fl o r .... , v a sijas de p o rce lana e n los sur cos.
'l' o d o tan t ieso i g r a \ r e e o m o l n é p o e a d e 1 as p e lu
c a b lan c a ; i desp u e de esto i qué nos dt ce n
d e la · larga ala rneda : Eran para cans ar al tnc ....
e n tu iasta. I ah o ra q ue habl, tno~ de an:ar, con t
e nl plan10"' qu e la p oca 1 í neas r¡ u e o fr e e i tno s , se
. e tán \' Olvi ndo in .... e n ~ible n 1H n te colutnnas nlera ·;
i para no cansa r a nu estras le ctoras , . i es que ya
· no lo es tán, d ej a re rnos '"' t e a~ unto pa1 a con-c]
tÍir n e l próxi1n o n ú tne r o, o en el otro si la
1nate ria e alaro- a. 1\ detn c <.lebe tnos deja r espacio
para lo· " 1\. p unt es d e ranehe r ia," i " U na n1ujer
del pu ebl o , > d e nu e tros colabo ra do r e , p ues
on e ~ e rit o qu e de tn a n da n e l prirn e r pue~ t o en
la B i bli ot ec a, ta nto po r su g r a n tnéri t o, conlo por que
el público l os pi de con el 1nayo r ent u siastno .
S e e nlp eñó el Di ablo e n carga r
n ped r o n para ta pa r
D e it nij a c a el c a tnino :
Qu é p o llin o !
Co1no la pie d ra p es a b a,
1 a lloviznar e m pe zab a ,
Dijo el Diablo: " A quí la d e jo;
l)ara gracias estoi viejo. "
¿Por qué endiablada diab lura
Pensó el Diablo e n la l o cura
De dafiar un bue n c arHin o ?
-Por ser Diablo g ranadino.
I, ya que tan t o rpe e mpr esa
Se le tnetió en la cab za,
¿ Por qué desistió e l indino ?
-Por ser Diablo g r a nadin o . *
Apuntes de ranchería.
III.
R. C.
>
( Co nt i nuacion d e l os n ú n1 e r os anteriores .) >
rfodavía nos reíam os d e l episod io d e l an d aluz
1\'Iartin, que, por vía d e di g r es ion, r e firi ó .. ni atnigo,
cuando sentimos ruido en la rn al e za; i al rn is tno
tiempo pasaron, casi por e ntre n oso tros , d os
]indos conejillos que huían o r e t o zaban, i s e entraron
e n la vecina gruta del ce o, junto a la c ual
nos halJ á batnos, cotno de c os tutn br e . Para Jar
a1gun respiro a rni int e rl ocut o r e n su rel acio n, l e
propuse que siguiése1nos la pista a e s t o s nuevos
huéspedes, para ver si ténian s u madri g uera e n
la cueva, i mas bict1 por satisfacer una curios idad l
* I-I a i un a p i e dra e n o rme e n e l can1i n o q u e co nd uce a i- )
tnijaca, jun!o al p ~teu lo ue ~ ntaP c lacl o , que, ~g tttl ~r a di cio n,
fné conduc1da alh p o r e l dt a bl o d e. d e u n a pe n a n 1ut e le v ada.
La iba a ll e var mu1 léj os, pe r o d e bió d e c a n sa r~e i l a d ejó
en el citado camino . r . d e l H,
1
•
,..,
pu ril, qu e por h ace r da íí o a lg uno a t os inofens
ivo an in, a li to: . JJi c í n 1os lo a í, i 1 1 Van t úndonos,
e ntra n os en J a g l'u t a qu e y a que da d es crita ; r ej istrá
tn o ... la co n cuiclado , si n h allar nada qu e nos i nd i ca..,
e qu e a quella ra la guar ida d e l o ~ apa r ecidos
con ejo~ ; pero n l uga r d e l o qu e bu scá batno s ,
din1 os c on u n a cos a de rnayo r Psti tn a c ion, por l o
i ne pe r< d o d e l ha lla zgo . f i u. tn eab a yo touu s l os
h u ecos fo rnJc dos nat u ra h ne nte e n la ro c a, a lnan
e ra el e u. n ni fiu qu e bu sca nid os d e g ol o n d rinas ,
i n1 e ti e n do Ja 1n an o en un o d e e llo s , qu e e s taba
a la altura de 1n i cara, toq u é un p a p e l d o blad o , que
sa qu é intned ia tal J e n te. D sdob lé lo, i ace r c ándorn
e a la e ntradá de la gl' u t a, d o nd e la luz era tnns
fu r t , v í q u ha b i a ' 1 rr un a e o. a es e r i t a . ( 1 o 111 uniquélo
~ 1n i co in paiTc r o , IJ e no d e s orpre:;a ; i habi
ndo, sa li d o los d o a la clarjdad d 1 dia, nos
pu s in o. a d es cifrar aqu e llo s ren g l o n es t ra z ados
c on 1ápiz e n la vu t-~ ha o o b r e sc rito de una carta,
qu e u e cia e n bu e n a Jctra-" l señor \L .. R . ..
C hiquinquirá . " _r o p oco tra bajo n os dió e ta op e ra
c io n; pu s e l ti e tnpo i la hu1n c d ad h ab ia n cas i
b orrad o la s p á li das l e tr a , esc ri t a s ~ seg un e co n o e
i a , 1 n u i a l a J i .i e ra , i t a l Y e z s o b r e a I g u n a es<.: a -
brasa pie' l r a. Una v z tradu c ido, si pu e d e d e cirsr,
aqu e l es crito autóg'rafo e in é dito, nos conve n c ünos
de que a 1 g un via j e ro, q u e en ti e tn p o n o rn u i d i s tan
te habia vi s it a d o tarnbien la g·1·uta de l e( o, ha bía
t e nido la h tun o rada ele e sc r i bir unos v e r sos
qu e d ~ja '-' en rn e tnoria tl e su visita. ; ~que n o pu -·
di e nJo hace rlo en la s paredes d e l a r oen po r s u
d Psi g ualdad , a es tilo d e los qu e s e ven en las vent
a:; i casas de po s ada, babia r ec urrido a l tn e d io
q u e qu e da indicad o. T..Jos v e rs os, diri j idos al eco ,
se t itulaban" E l eco Jel Desi e rto, ' ' i d e c i an así:
Eco t r iste i solitario
Q u e entre l as roc a s te e scondes,
] a 1ni voz "i eh1pre r espondes,
Q u é hace s tn ié n t r as t e lln tn o?
- .iliJiO!
i.,n e te sitio apartado,
Sobre est a pi e dra tnus g osa,
F onó l a voz de una h e rn1osa
Que adoro con ft en e sí ?
, 1
- ~ '¿ .• ••
Sí ! tus s e no s desigu al e s
I e piti e ro n sus ac e ntos;
1\ias a l darlos n l os v ientos
Cu á l fué s u du lce clarno r ?
- JJnzor!
- lTICH' ?
-Anlot!
-Cie rto?
- G1ierto!
-¿ I n o dijo suspi r and o
A qui é n co n afecto blando
S u c o ra zo n destin ó ?
- No!
- De s u di cha quié n hn s id 0
Tcs ti cr o , o de s u s p esa r es ?
; Qu ién recoJ· i ó sus can ta r e"' ll
" \ 7 O qu ié n s tl S qu eja. oyó?
·yo 1 • • •
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76 I~II3l~IOTJ~C
Cuál es, e ntre la s za g alas
Que vi e nen a e sta e sp es ura,
La d e tuayor hertnosura ,
La rnas d o nosa i mas b e lla ?
- Ella!
¿ I qué hace el amor n 1i o ,
Si bu c and o fr e ca s on1 bra,
S e ti e nd e e n la v e rd e alfo 1nbra,
. A orjllas tl e estas c o rri e ntes ?
-Entes!
Pues qu e todo lo r e pit e s ,
I ere s tan p o co dis cre to,
Revé lan1e e s e s e cre to ;
¿ Será rni atnor infe li z ?
- Fe liz!
' c a s i el ca pitan 1\rañn , s -'g un Jo h e di c ho _ya ..
' foda n!i vida tn e a cu r d ar é d e esa ese na espant
os anH ·nt c horribl e , qu e lllas d e una vez
ha sid o e 1 a .. unto d e n is s u e ños i el arg utn )nto
de tnis p es adillas. Cuand o d es ccndíainos
p o r aqu e l i tun e n o a h is ir1o , sos t e ni d os por cue rJ
a s, no tn e adrnirabn. yo d e l h é ro e d e C e rvánte~,
e u yo valor a toda pru e ba le hizo acotneter la rn prc
. a d e ba j ar a ]a cu e va oe [ontes inos1 ino de
la audacia J e nu e str o c o1npatriota el presbítero
1 C u e rvo , qu e d e un tnodo ~ e tnej ante d e scendió al
" IIo~UJ rZe l aire, " en la prov incia d e élez, relaci
o n i11t e rflsante qu e l1abrá vistq usted en un cuad
e rno publi " ado por él 1ni s rno.
Tentad o estuve a echar pié a tras cuando me vi
S e n la orilla de la sitna, pró "inla a traga rrne, i qne
~ c o 1no Ja enorme boca d , un bo,1 constrictor, ar\
r oj ando esp urna i envolvié Íldotne en su denso
~ ali e nto, ru j ia al tnisn10 t ; en1p0 COl n O un ]eon ame~
nazant e . E l pavo r qu e se apod e ró de lo s compa-ñ
e ros d e T e lé maco cuando se ace rcaban ya al
~ t e tnido Aqu e ront c , i que Jos hizo volver Ja espalda
i aband o nar a su arni g o e n la estacada, luchando
s o lo co ntra el infi e rno, d ej ó d e s er para tní en
Ni la fec ha ni e l n o tnbre d e l qu ~ esc~~ ibió era n ( aqu e 1 in s tant e una fá bula, i s e c o nvirtió en una
Jejibl e s, pu e s es taban, c otno ya s e ha d1 c ho, bor- es pantosa r ~ alidad.
radas var·ias palabra s p o r la hutnedau. Pero si en aqu e l trance terrible no estu\'iese
.A .. h! yo la atn o , i tle tni atn o-r
Te pon g o a tí por t e sti g o,
Oraculo fi €1 i a1ni g o,
Díse lo, dt's e lo así ! ••••
S , 1
- 1, ~
Aunqu e los \"ersos no s e an tnui bu e n o~ , dije yo , uno t o rturado p or la iJea de tener que hacer un
i en e "' to me remitiré en caso n e c esario a los qu e seg undo viaje aéreo para salir a la 1nansion de los
enti e ncl~n la ruateria, es lá s titna que el qu e aquí vivos, todo ~e podria perdonar a la vista ue aquel
lo dejó e s crito no huhiese t e nido la ocurrencia e spe ctáculo n1agnífico, itnpon e nt e , aterrador! .••
de totnar alguna prer.aucion para salvarlos de la i\.terrador,. í, porque tal es la impresion que cauaccion
d e structora del tiernpo, pues al fin no pue- sa v e r desplon1arse sobl·e uno, a la altura de cerca
de n ~ garse que son orijinale ... , aunque de algun ( d e 200 varas granadinas, una enorn1e n1asa de
amador vulgar que nada veía rnas allá de su que- agua que, ánt e s de llegar al fondo, se resuelve en
rida, i a quien nada in piraban lns escenas d.e la ~ una lluvia copiosa, i cuya caída no permite aceruaturaleza
can1pestre. Y o le hubiera acons ejado ~ curse al pié de la CC~scada en un radio de cincuenque
hiciese Jo que hici1nos en cierta. ocasion va- \ ta, varas, a lo 1nénos sin tomar un baño de cuerpo,
rio ... calaveras que bajamos al pié de la cascada de los que en Paris llatnan rusos.
de Tequcndarna, i fué poner sobre una gran pie- I-la hablado usted de la altura del Tequendra,
de las muchas que hai allí, una botella cor- dnma, interrutnpió n1i amigo, dándole cerca de
chada, dentro de la cual colocan1os una esp e cie 1 2 0 0 vara~; i } r a que tocamos este punto desearia
cle acta de nu e stra a tre\·ida escur~ion, con _la fech~ ( yo saber a punto fijo cuál es la n1euida esacta,
i los nombres de los que habíatnos iJo, nt rnas 111 ~ pues, segun entiendo, andan discord e s las difeménos
que como se hace en la colocacion de la r e ntes persona· que la han Ye rificado. Es cosa
pritnera piedra. de un edificio. e~traña que e s ta cucstion no se haya aún resuelto
-1 qué ! calzos o candelarios de .Santafé, que t e nian a su
que le enseña casi siempre con el látigo del desen- cargo, con el rnas brillante suceso, las misiones
gaño. Esperanzas burladas, proyectos desvane- del Meta; los franciscanos de la n;istna ciudad
ciclos, planes desconcertados, propósitos d e strui- que administraban satisfactoriamente las de an
<.los,-esa es la vida humana, esa la histolia de las Juan; los dominicano qu e 5ervian con en1 peño
guerras eternas entre la impotencia i e l orgullo parte d e las d e Ca anare; i finaltnentc los re]ijiosos
del hon1bre. Una doble r solucion labia formado de Panamá que r e ducian las de V e r ág uas.
en su interior nuestro Guillen, al abrazar la vida En e ta nueva soledad babia t e nido ocasion
monacal: con ánimo Jecidido de cumplirlas: era ' nu c tro atni go de l e er las relaciones de los n1i iola
una, no recibir la órdenes sacerdotal es, o p o r nero ; relacion es Jl e nas de interes, de sinceridad,
lo ménos rehusarlas hasta donde le fuera posibl e , de verJad i de uncion, i conversaba frecuentepor
creerse jndigno de ejercer tan alto i delicado mente con los r e lijiosos anc.iano ... que aquí habia
mini terio. El carácter del jóven era naturalmente sobre un t c tna inauotab1e, i para e l lleno de atraehumilde
i ~nodesto, i en esta resolucion no l1abia ti vo s . E te alime;to frecuente de su e .. píritu, que
ni hipocresía, ni debilidad. Era la segunda, no tanto halagaba sus inclinacione i su in .. tintos caabandonar
jamas el convento que lo habia adop- ballerosos, i que tan en arn1onía con. u alma grantado
cotno a hijo i recibídolo en su seno como a de i su carácter jeneroso i blando, hizo nacer en
un huérfano, i vivir i n1orir en ]a soleallá pinturas que ni eran de aquel famoso pincel,
Félix (que tal fué el nombre que tomó nue tro ~ ni podian compararse con las producciones de un
amigo al abandonar el mundo para sietnpre) po- ~ inj e nio tan grande, i que tanto admiran los pocos
seía alguna cosa que en otro tiempo habia sido estranjeros intelij e ntes que vienen a nuestro pais.
para el un tesoro de inestimable precio, i a la La campana del Desierto nos anunció que era
cual debía dar algun destino ántes de en1prender llegada la hora de retirarnos. Ya nos lo decían
Ja santa e. pedicion. :t\quel retrato, que uste d re- ta1nbien las nubes parduzcas con perfiles de oro
cardará, le había acotnpañado por dond e quiera, que se retiraban al occidente como para ver oculenrolJado
i envuelto en el n1i n1o pape l con que tarse el sol i cubrirlo con su manto, i las ráfagas
In e s lo habia cubierto, i atado con la tnisma cinta alternadas de rosa i azul que, como colas de inverde
que la manos de la atnante artista habian 1nensos cometas, subian del poniente al zenit en
puesto como señal para di tin g uir su obra de la forma de rayos de una estrella.
de su padre; pero qué hacer con él en esta circun
tancia? Llevarlo consigo no era prudente :
ademas de ser en cierto rnodo un estorbo, por no
tener donde colocarlo cotnoc..lamente, habria sido
esponerlo a correr todos los azares de una larga
campaña, i a que en motnento angu tiosos quedase
tal vez abandonado en un desierto, perdido
para él i para todo e l mundo; i por cierto que
el inoc e nte retrato, no merecia tal suerte. AdeIna
",pensaba nuestro arnigo, ¿no seria ya tien1po
de separarse resuellatnente de toda antigua renlini
cencia, de todo vínculo que Jo ligase, aunque
débilmente, al 1nundo i a sus vanidades, de todo
objeto que pudiese ser ocasion de recu e rdos profanos,
i de teutacion e ... inevitables? Quien sabe
si esta últitna r e flexion no obró fuerten1ente en
su ánimo para tomar una resolucion definitiva,
aunque dolorosa. acando, pues, de un cofre viejo
aquel lienzo querido, que n n1ucho tiempo no
ha bia de ... enrollado, tetneroso de una in di ·arecion,
i sacudiendo la lijera capa de polvo que lo cubria,
presentase al superior del convento, a quien' debia
grande amistad i atenciones, i con voz conn1ovida
i mano trétnula, se lo entregó en depósito, diciéndole
que hiciese e] favor eJe conservarlo como
una tnem oria suya, miéntras hubieran de permanecer
separados. 1\ceptólo el prior con gratitud
i aprecio, aunque no sin dejar traslucir con un
jesto imprrcClptiblc ci sorpresa, lo e traño que
En el Album de Virjinia.
Allá en la tierra de Oriente
Donde perlas a millares,
Se ofrecen en los al tares
De lujosa ostentacion;
Allá vh·en en la dicha,
Gozan de magnificencia,
I entre aromas i opulencia,
Embriagan el corazon.
Allá en eternos deleites
Cuyo perfume enajena,
El aln1a olvida su pena,
1 es estranjero el dolor ;
Allá es el cielo mas puro,
Allá es el sol n1as ardiente,
Allá es mas grata Ja fuente,
Allá es mas bella la flor.
Allá en pensil delicioso
Que e] ánjel del amor guarda,
Se alza la palma galJarda
Brindando paz i fl'escor,
1 allí el árabe altanero
Sabe matar su amargura,
Regalando a la aura pura
u cantinela de amor .
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1\ llá la natural ~ za
13 lla e 1nir( i lozana,
1\llá se o lenta a t oda la ruü s ica
qu e una v e z oy ', i no pi erd' un píg ra rna ni un
cu e nto popular- c .· · o nt ld id o , se rvicial i dañin o ,
s eg un e l hun1or d e l tnorn e nto . Ji'se c o njunto d e
!) 'll 'z a i de fe a 1 da el , el e g rae i a i de m a l d a d d l~ int
e lij t:·n c ia, tnalicia, p e r\·P t .. idad •••••. qué' se yo
eR e e '. 1 c!Liuo .d ' Boo·o t:l , e 1 <Í nj e 1 d e 1 a pi ca rd ía:
Eujen to, eh 1110 d e J a l alle, habi a sido re el u tado
i entó plaza de ata,n1bor; e n el aprendizaje le dis-
1 o caro n u n brazo, e 1 h 1 zo e 1 e a o oT a v t) no q u i . o
. h b" d o ' curar:;; e 1 u 1e r on e lice nciarle . - u e ·tro ca pi-tan,
cono c iendo la sa g , cidad del 1nuchacho, celebró
con él tr.atatlo de alianza i comercio, ya que
no d e na ve g ac1on. corda da las bases de su arreglo
, }, u j en i o e 1 n p (_-) z ó a e n t a r se en 1 a p u r t a de
la tienda de tni padre todas las tardes a la hora
en que c e sabu el trabaj o i que s o lía salir él a ca-
[ ontinuacion]. rninar un rato hasta que la noch e entraba. Euje-•
a usted a ver a qué medios ocurrió el ca pitan nio piaha el mom e nto de una salida de 1ni pa-para
hacer llegar a rnanos de n1i rnadre, los bilJeti- dr ~, i no tuvo que esperar rnucho. Entre tanto
cos decic.lores de un atnor que obre ser inrnoral, ~ilbaba produci e ndo 1 onido de dos flautines a
era fe cundo en desgracias para nuestra pobre fa- duo, i s e acotnpañaba haci e ndo con e trerna lijemilia.
• reza un juego de manos con que rncdia todos Jos
Los tnuchachos de la calle, ]o qu,e llaman en con1pases de la n1úsica, en golpes sonoros i armóBogotá
los chinos, son dueño de un tipo social in nico dados en los carrillos, la fr e nte, el pecho i
imitacion en ninguna otra parte· ~F.Jl chino de B o- las rodillas, causando un sonido di tinto en cada
gotá no e setnejante al pilluelo de ningun otro golpe, precedido de castañuela . Esta habilidad
pueblo. Repárelo usted. Un tnuchacho huérfano o atraía la j e nte i él se proporcionaba algun obseabandonado,
que pernocta en el portal rnas in rne- qu io sietn pre que la ponia e n ejercicio . .1 ro se eudiato
al lugar donde le coje la noche, que SP. ali- ( gañó; 1ni rnadre lo hizo entrar i le dió uno de los
n1enta de los despojos de otras comidas o de al- alfandoques que cotnpraban para tní, que entó ngun
pan estafado c o n ardides injeniosos, que se le ce. estaba rnui p e queñ ; el plan del tnuchacho
vcj por la mañana en la plazuela de ....;an Victorino era infalible, i halló la ocasion <.le entregar a tni
latniendo la estaca con que se destapan las boti- madre un primer bill e te del cnpitan.
jas de miel, i por la tarde en los c€lrezos de E ji pto l\'Ii madre no sabia leer, recibió e 1 billete, in teo
en las huertas de las .~iéves acariciando i o- rrogó al n1ucha.cho sobre el oríj c n de e. e papel ;
bornando el mastín que las cu todia, que sabe ]a pero el chino sagaz, hizo un n1isterio de la persocasa
de tod os los habitantes de la ciudad, que jue- na que lo dirij ia i de la rnanera como babia sido
ga con los criaclos en el zaguan i engaña los niñi- encargado de 11 e varlo a su des lino. T.Ja curiosidad
tos, que sigue a los sordo-n1udos i los impacienta, particular de e tos lances, aquella in1pre ion de
que persigue a los locos i los enfurece, que haee sobresalto inoc e nte 1nezch: do con el deseo de sajcstos
a los viejos, que se n1ofa de los po,quetes de ber un notnbre i conocer un asunto secreto, adorprovincia,
que oba frutas en los mercados, que nado de los encantos de ese itnan que se llatna el
saluda los triunfos de la libertad con sus gritos, 1nist e1 io, todo eso obli g ó en un 1n~1nento a mi maacotnpaña
a todos los presos hasta la puerta de la dre a totnar el bill e te i ocultarlo en su vestido.
cárcel i hace número para toda pública rechifla: Eiubimos de ir a visitar en una de aquellas noese
muchacho que viste, o mas bien que Jleva ches a la cotnadre 1\'Iarta, mujer de un amigo de
cotno puede, un largo panta!on arremaiJgado has- mi padre , que vivia en las Cruces i que tenia una
tala pantorrilla i sujeto debajo de los brazos por n1ui acreditada chich e ría. l\1i n1ac.lre tenia conun
suplente de calzonaria de orillo, que partiendo fianza con Pl.}a i tni é ntras que los maridos tenlpladel
boton que cierr-a la pretina, da vuelta por en- han sus tipl es conversando ruido, an1cnte en la
citna del hombro i vuelve al tni. mo punto i al salita que scguia a la tr< stienda~ rni 1nadre hacia.
mismo boton ; ca ... i siempre con una catnisa des- su confid e ncia a la cornadre, que leia en carla
garrada, llena de nudos, en que encjerra un medio co1no lo hiciera un dit1cono en latin, i sacan tlo del
real pillado, regalado o encontrado, ' un d e dal, un ~ seno el billete d e l ca pitan, con1o qui e n ""aca una
devanador &e, que arrastró el caño en In. ú 1 tin1a finca robada Je la faltriqu e ra para ofrecerla en
creciente; si tiene chaqueta, es corno los calzones, venta, empezaron a del e tr e ar su contenido. Así
grandísima, arremangada i ron manoplas de el ul- que se hubieron ente rado de la arnoro a tnisi\ra, mi
c e i mugre, con ellas tambien suple Ja. carencia madre ton1Ó la carta i la ll e vó a la Jlan1a de la
de un pañuelo; nunca tiene sotnbrero, anda en- vela, pero la con1adre le apartó la tnan o, diciéntre
casa, es morador de la calle, inquilino de la dole :
municipalidad ; su fisonomía es graciosa, des- Niña! qué va a hacer?
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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o
- 1\. qu e n1nr e. tn carta, i qué quiere usted que
hnn·a c o n · lla?
~ Pue~ guardarla, porque al fin es el la ien1 pre
un docun1 .. nto.
- 'i, pero un docurnento que 1ne cotn proanete.
-Al contrario, que la honra. Si u ted no fuera
pretendida no t ~ndria n érito en sPr honrada.
·-Una pr tPn ·ion es una ~o~pecha, i algo tnas,
contra una n1ujer. Vale !nas que esto pase en sil
en e i o i a e a b ~ e o n q u 1 n ar la e a 1 ta.
-DE' ningun rnodo. Las n1ujeres, como los n1ilitare
, t cnetnos una hoja de setvicios qué fonnur,
para acreditar en lodo tictHpo que hen1o sido
buenas por virtud i no por necesidad. En esa uocun1entacion
es necrsario que consten nuestras
acciones distinguidas ele valor, i aunque sean n1ns
n1entiras que otra cosa, en los docutnentos de
E S.
a 1naiíana i tartle apnrecia ya t'n los zaguanes d ~1
frente, ) a n la puerta de la tienda. . .
Pero mi tnaure re ... i .. tia, i )a sola Hl a <.le _. en-birle
a un hombre, aunque fuera para alejarlo, la
hacia relroceuer de la resolu ·ion mas firrnemente
to1nada.
Por enlónc{\s (julio i agosto de 1 30) pa aban
en en el país los acontecimientos t erribles de la
in urrercion militar de Ur.tlancta, i así como en
otras ~arte ... e atravie.:an n todos los .. ~e esos
po11ticos algunos particulares que lo rnotl~fican,
a "'Í en est
Citación recomendada (normas APA)
"Biblioteca de Señoritas - Año II N. 47", -:-, 1859. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094858/), el día 2025-05-02.
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