REPUBLICA DE OOLOMBIA
ANALES DB LA ASAMBLBA NACI~NAL
Serie única ~ Bogotá, Agosto 20 de 1910 ~Número 39
qONTENIDO
P'iS.
Posesión del Presidente de la R~pública ante la Asamblea Nacional. S05
Deoreto námero 712 de 1910, por el. cual se prorrogan lusta por
treinta días más las sesiones de la Asamblea Nacional..... .. .
Acta de la sesi6n del sábado so de Julio de 1910...... ... • .... . .
Acta. de la sesi6n del lunes 1.0 de Agosto de 1910... .. . . .
Rel11ci6n de debate8..... ....... ............. .... .. .... .
Nota ••••••••.•••••••••.•.••• , ••••••••••••••. tI. • ••• t • • • ••• • •••• , •••••
propicio de la vida nacional. Las circunstancias
son para vos excepcionalmente favorables. No se
han extinguido todavía los últimos ecos de las fies·
tas centenarias. Colombia, puede decirse está de
~g~ pie, porque al reavivar el recuerdo de su; glorias
309 se ha levantado para saludar á sus héroes con acla:~~
maciones entusiastas, para erigir monumentos á
sus próceres, para repetir los himnos de la Patria.
U na emoción saludable se ha apoderado de los
pueblos, una armonía de nobles sentimientos ha
hecho. palpitar l?s corazones. Estos días de gala
han SIdo, por decIrlo así, una como elevación del
alma nacional, un hermoso despertar del espíritu
patriótico, que os ofrece campo propicio para toda
noble iniciativa, para todo impulso generoso para
ASAMBLEA NACIONAL DE 1910
POSESION
DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ANTE LA
ASAMBLEA NACIONAL
DISCURSO
del setlor doctor Emilio Farrero, Presidente de la ..
Asamblea Naoional.
Sefior :
Condición peculiar es de las instituciones democráticas
la de que aun á los miembros más humildes
de la comunidad civil pueda alguna vez corresponderles
el e1ercicio de funciones eminentes, de
aquellas que en sumo gl'ado atafien á los intereses
vitales de la República y al cumplimiento de sus
grandes destinos. Tal es el caso en que hoy me
veo, pues que siendo el último de los miembros de
la Asamblea Nacional, me encuentro no obstante
distinguido con la honra altísima de presidir esta
sesión y de recibir el solemne juramento que aca·
báis de hacer como Presidente de Colombia, elegido
para el periodo constitucional que se inicia en esta
fecha de gloriosa recordación para la Patria.
El país cuya suerte queda hoy en vuestras ma·
nos, oye confiado y tranquilo la promesa que ha·
béis hecho, porque sabe que para un ciudadano de
tan altas condiciones como vos, el juramento no
es vana fórmula que se cumple sólo en homenaje
á las tradiciones y á la ley escrita, sino que tiene
un sentido religioso y profundo, é implica un sao
grado compromiso que desde hoy pesa con ingente
responsabilidad en vuestros hombros y vincula con
triple ligadura todos vuestros actos á la Patria;
porque en aras de ella quedan empefiados, vuestra
palabra como Magistrado que se debe totalmente
á la Nación y á la ley; vuestro honor como-hom·
bre, que aspira á legarlo inmaculado á sus hijos,
cual herencia de valor inestimable; y vuestra
conciencia de cristiano, que al jurar ha invocado
con labios y corazón de creyente el nombre santo
de Dios, fuente de verdad eterna.
Recibís la investidura del poder en un momento
toda labor fecunda y bienhechora. '
En cien afios de viQa independiente el sol de 00-
lombia ha brillado muchas veces con gloriosos rayos,
pero también ha alumbrado con frecuencia
tristes ruinas, espectáculos de odio y de matanza·
el tiempo ha marcado horas de esperanza ó d~
abatimiento, de elevación ó de caída; hemos dado
pasos adelante, realizando progresos efectivos y
también pasos atrás, con los cuales ¡ ay I he~os
desandado parte del camino. Y así, entre la fe y el
sobresalto, entre la sombra y la luz, entre el pros
peral' y el padecer, hemos recorrido trabajosamen
te eRta primera etapa de nuestra existencia libre,
al cabo de la cual, fatigados pero no rendidos, nos
hemos detenido un instante para cobrar aliento
con los recuerdos gloriosos del pasado, y seguir
luégo, presurosos y confiados, trae de un ideal que
el corazón presiente con segura intuición y hacia
el cual tiende con ardoroso anhelo. Ese alto ideal
patriótico, ese grito de la aspiración pública que
en la actual hora solemne parece acentu,arae más
y más, es el afianzamiento y constitución definitiva,
respetable y sólida de la nacionalidad co·
lombiana, y su orientación segura hacia la paz y
hacia el progreso.
El Gobierno que hoy termina ha hecho cuanto
le era dable hacer para llenar su misión, á través
de una senda erizada de abrojos y sembrada de dificultades
y de escollos. En la ruta seguida por la
breve Administración que ha llegado á su fin se
marcan huellas de probidad, de patriótica abnegación,
de tolerancia. El país entero, que conoce
vuestras limpias ejecutorias y vuestro amor á la
República, sabe perfectamente que huellas seme·
jantes marcarán también, como estela de vuestros
pasos, la arena del camino que habréis de recorrer.
Yenís, sefiQr, de aquella parte del pais donde es
tradicional el amor al orden, al trabajo y al progreso
; donde el espiritu de acción y el vigor de los
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306 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL
brazos, en ruda porfía con la naturaleza, han sabido
imponer á ésta el fecundo seilorío de la inteligencia
humana, haciendo brotar manantiales de
riqueza donde reinaba la esterilidad del yermo,
arrancando á las entrafias de la tierra tesoros escondidos,
multiplicando por doquiera el bienestar,
convirtiendo la selva en ciudades florecieQtes, en
fábricas y en mieses. Esa gran virtud, que se
aquilata con las dificultades y las luchas, y que
tánto enaltece á los hijos de vuestras moutailas
queridas, brillará en el solio que desde hoy vais á
ocupar, y se hará sentir benéficamente para el
país bajo la forma de una Administración eficaz,
ilustrada, civilizadora y progresista.
Prenda de vuestros procederes son los altos ejem·
plos de ínclitos varones que honraron á Colombia,
y cuyos nombres son repetidos con amor y
con orgullo, especialmente allá en vuestra comarca
nativa; allá donde Girardot templó su alma
para el sacrificio y su corazón para la Patria;
donde Córdoba dilató su pecho á las nobles ambi·
ciones de la gloria; donde Félix de Restrepo, ho·
nor de vuestro linaje y apellido, pasó á la posteridad
como acabado modelo de hombres virtuosos y
justos; donde la egregia figura de Berrio se destaca
como dechado de ciudadanos y espejo de buenos
gobernan tes.
Al saludaros como primer Magistrado de Colom·
bia, mis votos más ardientes son: que durante el
Gobierno de que vais á ser ilustre Jefe, la conciliación
reine entre los eolombianos, la buena amis·
tad se afiance entre la República y las naciones
extranjeras, la armonía se mantenga entre la
Iglesia y el Estado; que cada ciudadano se vea
libre en su persona, seguro en su propiedad, res
petado en sus derechos; que el horizonte económico
se despeje por completo y renazca así el bien
estar público y privado; que recibáis, en fin, cual
preciada recom pensa de vuestro sacrificio y pa trió ticos
esfuerzos, la gratitud de los pueblos y la sa
tisfacción incomparable de ver á la República mar
chando de grandeza en grandeza, con una vida
fecunda, dichosa y progresiva.
DISCURSO
delsefior doctor VarIos E. Res trepo, Presidente de la
República.
Sefior Presidente:
La fórmula concisa del juramento que acabo de
prestar encierra la plenitud de mis deberes y la
magnitud de mi responsabilidad.
sino á prQcurar que todos cumplan sus deberes y
que todos disfruten de sus derechos.
Quiere decir también el mismo sagrado jura-mento
que el campo de mi acción ejecutiva está
limitado religiosamente por la Oonstitución y por
la ley. Así entiendo respetar las bases de República
que separan los poderes y esclavizarme al mandato
imperati\To legal, lo que dará dignidad á mis
funciones y libertad á las entidades públicas y á
los ciudadanos.
Ofrezco no separarme de esta norma y sacrificar
mis opiniones personales al Cuerpo Legislativo y
al Poder Judicial, cuando estos dos Poderes fun ·
cionen dentro de sus respectivas órbitas. Si, por
desgracia, se me presentare el conflicto de que las
Jeyes del uno ó las sentencias del otro, que yo deba
cumplir, pugnaren con mi conciencia, en vez de
invadir por la fuerza las ajenas atribuciones, aban·
donaré el puesto para que la soberanía nacional
se cumpla y se salve la legalidad, que es la paz, y
la paz es la Patria.
Con este respeto á las otras dos manifestaciones
de la soberanía no haré más que cumplir con mi
obligación é imponer el que se debe al Poder Eje cutivo,
como emanación nacional y copartícipe en
aquella potestad.
Al implorar el nombre de Dios para ofrecer el
cumplimiento de la Constitución y de las leyes, he
prometido también que en la esfera de mis facul tades
atenderé á todos los ramos de la Adminis tración
pública en la forma que vosotros dispon
gAis.
Al Ejército, que es el orden en el interior y el
honor de Colombia en el Exterior; á la Hacienda
pública, sin cuya holgura serán imposibles las me
jores leyes y las más rectas voluntades; al cultivo
de las relaciones exteriores, basadas primeramente
en la dignidad y en la soberanía de la Patria y
luégo en un amplio espíritu de justicia y de con
fraternidad internacional; y á la instrucción pública,
que puede considerarse como la más alta
finalidad de las asociaciones humanas.
Es para mí alto estímulo el que seáis vos, señor
Presidente, quien reciba mi juramento. La meri
toria carrera que habéis hecho en tan cortos afios,
hasta ocupar las más altas dignidades en las corporaciones
públicas, es un ejemplo noble y alentador
para la mía. De igual modo me complazco en
declarar que de mi predecesor, General Ramón
Gonzalez Valencia, recibo un Gobierno inspirado
en las más benévolas intenciones, iniciador de las
prácticas de justicia y tolerancia republicanas y
que pasará á la historia con el sello de la más impecable
probidad.
Por Dios-Legislador Supremo-he prometido
ser Presidente de la República y cumplir su Constitución
y sus Jeyes.
Quiere esto decir que la Nación colombiana por
medio de sus legítimos representantes-que del
pueblo proceden por el intermedio de las Munici·
palidades-me coloca como Jefe del Poder Ejecutivo,
para que con esa función de la soberanía nacional
cumpla los mandatos que de los legisladores
emanen para el bien común.
Este juramento, que está de acuerdo con mis
ideas personales, obliga á mi conciencia á presidir,
no los intereses de partido ni de región alguna,
:Mi presencia en este augusto Cuerpo y la solem·
nidad de las funciones que estamos desempeñando
bastan para establecer el concepto de alteza sobe
rana que tengo formado de la Asamblea Nacional
Constituyente y Legislativa. Sin embargo, permitidme
que exprese desde ahora mi anhelo vehemente
de que cierre definitivamente sus sesiones
después de habernos dado las leyes que las más
premiosas necesidades exigen y expedido las re formas
constitucionales que el voto nacional ha
reclamado; y que ella misma prepare para los
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1
ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 307
comionzos del año entrante la éra de los Congresos
constitucionales ordinarios que-en serie jamás
rota por ninguna perturbación ni arbitrariedadreanuden
el funcionamiento normal de las institu·
á las personas naturales ó jurídicas abrirse sus
caminos y labrarse su progreso. Con el ejercicio
de esta virtud social no se pedirá á los mandata-rios
sino lo poco que ellos pueden dar, y no se les
obligará á engañar al pueblo con promesas de ventura
que sólo en el poder del mismo pueblo re·
siden.
ciones públicas.
. Declaro mi aspiración á ser el agente de un ré·
gImen que, alejándose de aquel presidencial que
ha trastornado las nociones de República, reconoz·
ca á cada Poder sus atributos y dé á los Mini8tros
la totalidad de atribuciones y responsabilidades
que á ellos corresponden. Pienso que de este modo
se consultan los mejores principios de gobierno,
se eleva el Ministerio á su debida dignidad y pue·
de el Jefe del Ejecutivo mantenerse en la serena
altura que debe ocupar, para ser el imparcial vigi·
lante del derecho.
Lejos de mí la idea de que se extingan los par·
tidos políticos. No sería posible ni conveniente:
ellos, como la prensa, deben funcionar en la órbita
extensa de su legítima libertad, y contribuir á
la labor republicana del Gobierno como órganos
necesarios de la opinión pública. Aspiro á que el
Gobierno se sobreponga á las pasiones exageradas
de esa misma opinión, y respetándola, sea juez
imparcial donde toda aspiración legítima tenga
amparo.
Tal vez así podamos realizar la fórmula de que
el Gobierno se consagre á los deberes de la Atlmi
nistración y deje á la prensa y á los partidos las
lides apasionantes de la politica.
En resumen: entiendo qua la Administración
ejecutiva debe cumplirse con un espíritu de iro
parcialidad y de justicia no inferior al que ha de
presidir las funciones del Poder Judicial. La lección
personal á que me obliga el recuerdo que ha
b!lis hecho del doctor José Félix de Restrepo, que
enalteció mi linaje, es que debo imitarlo en el Ma·
gisterio que él ejerció, dando y compartiendo el
derecho á quien se lo demandaba, sin distinciones
de ninguna, de ninguna clase.
Es inútil decir que la honradez y la economía
deben presidir las funciones oficiales, especialmen
te las que se relacionan con el manejo de la Hacienda
pública; verdades son estas que por ele·
mentales y necesarias pudieran callarse. Lo que
no sobra recordar os que la honradez ha de llevarse
hasta el extremo de que los empleados públicos
no solamente sean, Bino que parezcan ser probos,
y que la econom(a, sin degenerar en miseria, sea
atrevidamente rigurosa.
Como legítima extensión del propio esfuerzo
debemos inclinar la vida social á la científica y
cristiana organización de los gremios obreros, preconizada
por los dos últimos Pontífices como la
mejor salvaguardia del proletariado y entrevista
por algunos sociólogos como substitución afodunada
de los partidos políticos.
En todo caso tales gremios son una manifestación
civilizada de la opinión pública, que tiene derecho
á haceree representar y á recibir garantías
de los poderes públicos.
Ya que habéis tenido por conveniente mencio·
nar la región de mi origen, no quiero recordarla
en el alto puesto nacional que ocupo, sino ·para
obligarme á cumplir las tradiciones individualistas
de aquella región, y á honrarla por la manera
como yo sepa presidir los destinos de todos los co-lombianos.
•
Me atrevo á pensar que, á Dios gracias, hemos
establecido los principios que garantizan los fueros
de las conciencias y los derechos de la Iglesia Católica,
en cuyo seno vive la gran mayoría del pueblo
colombiano, y afianzar las relaciones de respeto
mutuo en tre la Iglesia y el Estado. Sólo falta
que cada día avancemos más en la pacffj.ca y sere·
na convivencia de esos príncipio~.
Con brillanti oportunidad me habéis recordado
el festival de] Centenario y el dta gloriodo de Boyacá.
Obliganos todo ello á coronar la independencia
material de la N ación con la emancipación de
los espíritus: sólo pueden ser libres los pueblos
que tienen conciencia de la Verdad y dal Derecho.
Debemos continuar las conquistas iniciadas en
común por los próceres de Venezuela, Colombia y
Ecuador. La. confederación de estos tres pueblos
hermanos, ya ensayada con gloriosos resultados,
puede resurgir como natural desarrollo de esas
conquistas, no sólo en beneficio de ellos, sino para
mayor honra y gloria de la raza latina.
¡ Que venga á nosotros el Reino de Dios, para
que se cumpla la que es suprema aspiración de
hom bres y naciones: la Justicia !
DECRETO NUMERO 712 DE. 1910
(11 DE AGOSTO)
Sólo así podremos vivir en la modesta situación
que cQrresponde á nuestro estado de pueblo en
bancarrota, y empezar á convalecer de la desastra·
da pobreza en que la nueva Administración encuentra
las arcas públicas y los hogares colom. por el onal se prorrogan hasta por treinta días más las
bianos. sesiones de la Asamblea Nacional.
Todos debemos esforzarnos en substituir el socialismo
de Estado, infecundo y corruptor, por el
esfuerzo personal perseverante, que hace milagros
en lo económico y santifica los pueblos con la religión
del trabajo.
Aprendamos y practiquemos el principio de que
la prosperidad de las naciones no proviene del Gobierno
ni de las dádivas y empleos que conceda:
tócale á él dar seguridad y mantener el derecho, y
El p 1residente de la República de Oolombia,
En uso de sus facultades constitucionales y le.
gales, y
OONSIDERANDO:
Que la Asamblea Nacional no ha expedido
todavía las reformas constitucionales, objeto primordial
de la convocación de aquel Cuerpo, ni ha
,
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308 ANALES DE LA ASAMBLEA NAC10NAL
discutido el proyecto de Presupuest'os para la vigencia
econ6mica de 1911,
DEORln'A:
Artículo 1.0 Prorróganse las sesiones de la
Asamblea Nacional hasta por treinta días más,
contados desde la expiración del período de la prórrogA
de que trata el Decreto número 615 de 12
de Julio próximo pasado.
Artículo 2.- Durante el período do la nueva
pr6rroga, la Asamblea Nacional se ocu pará única·
mente en los asuntos que el Gobierno tenga á bien
someterle.
Comuníquese y pubIíquese.
Dado en Bogotá, á 11 de Agosto de 1910.
CARLOS E. RESTREPO
El SUQsecretario de Gobierno encargado del
Despacho,
BERNARDO Esoov AR
AOTA DE LA SESION DEL SABADO 30 DE JULIO
DE 1910
(Presidencia del Diputa.do Pinzón),
1
A las diez de la mañana dispuso el señor Presidente
se pasara lista, y como no hubiese el quo'
1'um legal, ordenó que de acuerdo con el artículo
124 del Reglamento S8 dejara constancia de los
Diputados que no concurrieron.
Fueron los siguientes: con excusa, Fel'rero
Esguerl'a y Llorente; y sin ella, los Diputado~
Bonilla, Collazos, Constaín, Dulcey, Escobar Espinosa,
García Herreros, Gómez Román He;rera
Holguín y Caro, O laya Herrera, Ospi~a, Pérez:
Perilla, Quevedo Alvarez, Quintero Calderón,
Restrepo Sáenz, Rodrfguez, Saiz, Samper, Segovia,
Valderrama, Vargas Sant08 y Villegae.
11
,Con el nú.me.ro reglamentario y .presidida por el
DIputado Pmz6ni á las dos y tremta minutos de
la tarde principió la sesión de este día.
111
Leída y aprobada sin observación alguna el acta
de la sesión anterior, se dio cuenta del orden del
día de la corporación.
IV
La siguiente relación de negocios substanciados
por la Presidencia se había fijado en el lugar de
costumbre:
Oficios:
Una petición de varias descendientes de próce.
res! para que se vote una cantidad y sea distri.
bUlda entre ellas. Pasó á la Comisión de Peticiones,·
Un oficio del señor Ministro de Obras Públicas,
para que se expida una ley que derogue la número
3 del presente año. Se agregó á sus anteceden"
tes;
Una petición de la señora Ma.ría Luisa Perry
de Guarín, para que se le conceda una jubilación
por sus servicios en la instrucción pública. Pasó
á-la Comisión de Peticiones;
Una solicitud de la Municipalidad de Mompós,
para que se dispongan los trabajos que hayan de
hacer volver á su primitivo lecho las aguas del
Magdalena momposino. Pasó á la Comisi6n de
Fomento;
Una petición de los vecinos de Nimaima, para
que no se elimine ese Municipio. Pas6 á la Oomisión
de División Territorial;
Cuatro solicitudes de las Municipalidades de
Gómez Plata, Giraldo, Girardota y Alejandría,
para que se legisle sobre autonomía municipal.
Pasaron á la Comisión que estudia el proyecto
sobre régimen municipal.
Telegramas:
Uno de los vecinos de La Plata, en el cual solicitan
no se traslade á otra Provincia la caRital del
Juzgado de ese Circuito. Pasó á la Comisión de
División Territorial Judicial;
Ocho de distintos Municipios, en los cuales solicitan
la autonomía. municipal. Paearon á la Comisión
que estudia el proyecto sobre régimen mu ·
nicipal;
Cinco de California, Tona, Lebrija y Socorro,
en los cuales piden se aplace la inauguración del
Departamento del Norte de Santander. Pasaron
en Comisión al Diplltado García Herreros ;
U no de la Municipalidad de Pamplona, en el
cual solicita la creación de un Distrito Judicial.
Pasó á la Comisi6n de División Territorial J udicial.
V
En tercer debate se aprobó el proyecto de ley
" por la cual se deroga el artículo 3.0 de la Ley
42 de 1905,"
VI
Fueron aprobados en primer debate los proyec
tos de ley "por la cual se fija la cuantía de un
empréstito " (en comisión á los Diputados Carre·
fío y Rosas); "por la cual se su primen los derechos
de exportación del ganado vacuno y del caucho "
(pasó á la Comisión de Fomento); " por la cual se
suprime un impuesto " (en comisión á la de Ren·
tas y Contribuciones; tres días de término tienen
estas Comisiones para informar); "por la cual se
da una autorización al Gobierno" (usaron de la
palabra los Diputados Guerrero, Bonilla y Llorente;
pasó en comisión á la de Hacienda, con cuatro
días de término); "por la cual se restablece el de'
recho de facturas sobre las encomiendas postalee "
(en comisión al Diputado Samper, con plazo de
cineo días); y "por la cual se restablece la libero
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ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 309
tad de explotación de las minas de platino y se
derogan los artículos 1.° á !. o de la Ley 21 de
1907." El Diputado Lombana Barreneche solicitó
algunas explicaciones, las que le fueron dadas por
el señor Ministro de Hacienda. Pas6 en comisión
al Diputado Ospina, con el término de cinco días.
VII
El Diputado Carreño presentó un proyecto de
ley "por la cual se crea la In tendencia Nacional
de Casanare," y el Diputado Constaín otro" sobre
apertura y conservación de dos vías públicas."
Los siguientes asuntos fueron devueltos:
Por el Diputado Perilla, el proyecto de ley
" por la cual se abre un crédito adicional al Pre
supuesto de Gastos de 1910"; por el Diputado
Restrepo Sáenz, el memorial del señor Jesús M.
Ruiz; y por el Diputado Pareja, ]a petición del
señor Lázaro M. Penha.
VIII
Continuó el segundo debate del proyecto de
" Acto legislativo reformatorio de la Constitución
Nacional. "
Había quedado pendiente la discusión sobl'e la
siguiente modificación, propuesta por el señor Mi·
nistro de Hacienda para el artículo 40 de la Comisión:
" Com pete á la ley hacer la demaroación de
Distritos Electorales para ]a elección de Representantes,
y á las Asambleas Departamentales ha·
cer la demarcación de Distritos Electorales para
la elección de Diputados, si el sistema electoral
que se adopte exige la formación de Distritos
Electorales."
Terciaron en el debate los Diputados Holguín
y Caro, Mesa, .Bonilla, Salazar M., Guerrero, Ro·
dríguez y el señor Ministro de Hacienda, después
de lo cual e] Diputado Espinosa propuso:
"Suspéndase lo que se discute y considérese lo
siguiente:
"Para la elección de Representantes cada De·
partamento elegirá los que le correspondan en re·
lación con su "población y uno más por toda frac·
ción que no baje de 20,000."
Esta proposición se negó. Hicieron uso de la
palabra el proponente y el Diputado Ho]guín y
Caro.. Hizo constar su voto afirmativo el Diputa
do Salazar M.
La modificaci6n propuesta por el señor Ministro
de Hacienda se aprobó. Al adoptarse, el Di·
putado Espinosa la ad'icionó en estos términos:
" •..• en tal caso, ninguno de éstos podrá elegir
menos de tres Representantes ó Diputados." .
Fue aprobada, después de tomar parte en su
discusión los Diputados Espinosa, Lombana Ba·
rreneche, Holguín y Caro, Quevedo Alvarez, Sao
lazar M. y el señor Ministro de Hacienda.
Al adoptarse, el Diputado Holguín y Caro pro·
puso la siguiente submodificación aditiva:
" • • .. Mientras el Congreso y las Asam hIeas
dictan las leyes y ordenanzas correspondientes, el
Gobierno proveerá lo necesario en materia de división
electoraL"
Tomaron parte en la discusión su autor y Jos
Diputados Espinosa, Lombana Barreneche y Que·
vedo Alvarez, y en seguida el proponente pidió
permiso para retirar esta adición, el cual le fue
concedido.
Acto continuo se adoptó la 'modificación ya
aprobada.
El Diputado Holguín y Caro propuso el si·
guiente articulo nuevo, el cual se aprobó:
"Mientras el Congreso y laa Asambleas no hayan
dictado las leyes yordenanzas correspondien.
tes, el Gobierno proveerá lo necesario en materia
de división territorial electoral."
La proposición que sigue fue subscrita y expli.
cada por el Diputado Espinosa:
"Por conducto de la Presidencia solicitese del
Poder Ejecutivo autorización para legislar sobre
elecciones, y obtenida ésta, nómbrese una Comi·
sión para que presente un proyecto de ley Robre
la materia."
El señor Presidente dispuso la lectura del artí·
culo 78 de ]a Constitución, y después de algunas
observaciones hechas por los Diputados Mesa y
Del Corral, el autor de la proposición pidió pero
miso para retirarla, el cual le fue concedido.
IX
A las cinco y diez minutos de la t&rde el sefior
Presidente levantó la sesión.
El Presidente,
JUAN PINZON
El Secretario,
Marcetino U'I'ióe Arango
ACTA DE LA SESION DEL LUNES l. o DE AGOSTO
DE 1910
(Presidencia del Diputado Ferrero).
1 '
Dio principio la sesi6.ri de este día á las dos y
treinta minutos de la tattle, con el qUO'I'um legal.
Dejó de concurrir el Diputado Vargas Santos.
11
Leída y aprobada sin observación alguna el
acta de la sesión anterior, se dio cuenta del orden
del día de la corporación.
En el lugar acostumbrado se había fijado la si·
guiente relación de los negocios subst,anciados por
la Presidencia:
Oficios:
Uno del señor Ministro de Obras Públicas, en
el cual, para dar trabajo á muchos obreros, solici·
ta la pronta expedición del crédito adicional para
la Cal'retera Central del Norte. Se agregó á sus
antecedentes;
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810 ANALES DE LA. ASAMBLEA NACIONAL
U n memorial de los vecinos de Chita, en el cual
denuncian varios atropellos de una cuadrilla salio
da del Resguardo de ese Municipio. Pasó á la
Comisión de Infracción de Constitución y Leyes;
Un oficio del Personero de Alejandría, en el
coal hace algunas advertencias sobre una documentación
del señor Manuel Delgado O. Pasó á la
Comisión que estudia otro asunto sobre la materia;
U n oficio del señor Ministro de Guerra, al cual
acompaña varios documentos relacionados con la
compraventa de un globo de terreno. Pasó en co·
misión á los Diputados Rodríguez y Mesa;
Una petición del señor Jesús M. Molano, para
que se conceda un auxilio para la tenninación de
un parque en Palmira. Pasó á la Comisión de Peticiones;
Una carta del senor Isaac Páez, relacionada con
un memorial que h~bía elevado sobre específicos
de su invención. Pasó al Diputado Lomban8.
Telegramas:
Dos de Pesca y Labranzagrande, en ]os cuales
piden la creación de la In tendencia de Casan are.
Se agregaron á sus antecedentes;
Dos de Itnango y San Andrés, en ]os cuales
piden )a autonomía municipa1. Pasaron á la Comisión
que estudia el proyecto sobre régimen municipal;
U no de Frontino, en el cual piden el restable
cimiento del J ozgado 2.° Pasó á la Comisión de
División Territorial Judicial.
111
Se abrió el primer debate del ~royt' ct? de ley
:\ por la cual se crea la IntendenCIa NaclOna~ de
Casanarfl."
El Diputado Bonilla hizo algunas observaciones;
)0 impugnó el Diputado Mesa, y lo explicó
el Diputado Carreño. El señor Presidente mani·
feRtó que fiO'uraba en el orden riel día, porque los
proyectos ~obre división territorial habían sido
recomendados á la consideración de la Asamblea.
Aprobado que fue el proyecto, pasó en comisión' á
la de División Territorial, con cinco días de tér-mlDO.
IV
.'\ 1 abrirse el primer debate del proyecto de ley
" sobre apertura y conservación de dos vías públicas,"
el Diputado Samper solicit6 algunos informes'
fue explicado por el Diputado Constaín,
desp~és de lo cual el Diputado Bonilla propuso y
explicó )0 siguiente, que se aprobó: ..
"Pásese este proyecto al señor MlDIBtro de
Obras Públicas, para que se sirva recomendarlo,
si lo tiene por conveniente."
V
La Presidencia designó al Diputado Quevedo
Alvarez miembro de la Comisión de Peticiones,
en reemplazo del Diputado G6mez Ochos.
VI
El Diputado Carreño devolvió el proyecto de
ley "por la cual se fija la cuantía de un empréstito."
VII -
Continuó el segundo de~ate del proy~cto. de
" Acto legislativo reformatorIO de la ConstitUCIón
N acional.",
El artículo 41 de la Comisión está concebido
en estos términos:
" Para el libre ejercicio del sufragio créanse tres
entidades: los Consejos Electorales Municipales,
los Consejos Electorales Departamentales y el
Gran Consejo Electora1." .
Lo impugnó el Diputado Rodríguez. El DIpU.
tado Salazar M. solicitó la lectura del punto 12
del Decreto por el cual se convocó la As~mbl.ell ,
y el Diputado Vi llegas la del Acto LegIslatIVO
número 8 de 1905.
El artículo result6 negado. Los Diputados Pino
zón, Olaya Herrera, Villegas, Collazo~, Dal Corral
y Quevedo Alvarez hicieron constar su voto afirmativo.
Se puso en discusión el artículo original, que
dice:
h Para el 1 i bre ejercicio del sufragio se crea un
cuarto Poder, llamado Poder Electora], el cU'll re ·
side en tres entidades : el Gran Consejo Electoral,
lo~ Consejos Electorales Departamentales y los
Consejos ~Iectorales Municipales."
TOIU:tron parte en el debate los Diputados Es·
gll e lTil , Pórez, ba.lazar M., Holguín y Caro, Espinos?!
Uaneño, PIDzón y Mesa.
A' las cinco menos cinco minutos ue la tarde el
Diputado Rosas solicitó que la sesión fuera permanente
en lo cual no convino la Asamblea.
De~pués usaron de la palabra los Diputados Salazar
M. y Guerrero. A petición del primero de
éstos, la votación fue nominal. El Diputado Sam
per hizo leer el artículo 295 del R,eglamento. ~l~mada
la lista, resultó negado el ar~lculo por ve.lntlcuatro
votos negativos contra qUInce afirmativos.
Votaron negativamente los Diputados Arango
Ramón Arbeláez, Bonilla, Carbonell, Carreño,
Constain, Dulcey, Escobar, Ferrero, García H(,rre·
ros G6mez Román, Guerrero, Holguín y Caro,
Ma'rtínez, Mesa, Oapina, Pére~, Perilla, Restrepo
Sáenz Rodríguez, Rosas, Salz, Samper y Valderram;'
y afirmati vamente los Diputados Collazos,
Del C¿rral, Esguerra, Espinosa, Lombana, Llorente,
01aya Herrera, Pareja, Pinzón, Queved.o Alvarez,
Quintero Calderón, Salazar M., Segovla, Ven-goechea
y V.illegas. .
Acto contmuo el señor PreSIdente levantó la
sesi6n. Eran las cinco y quince minutos de la
tarde. .
El Presidente, EMILIO FERRERO
El Secretario; Ma"'celino Ot¡'ióe .Arango
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ANALES -DE LA ASAMBLEA NACIONAL 811
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RELACION DE DEBATES
DISOURSO
sobre la pena capital pronunciado por el Diputado Gabriel Rosas en la se·
si6n del 2+ de Junio.
1
Sefiores Diputados:
Voy á ser muy conciso al exponeros mi opinión
en esta importante materia, porque ya habéis oído
los elocuentes discursos que en pro y en contra
de ella se han pronunciado en la presente sesión,
y os considero muy fatigados.
En todos los tiempos, especialmente en nuestros
días, se ha escrito y hablado mucho sobre la jus·
ticia y utilidad de la pena de muerte. En esa la·
bor no nos hemos quedado cortos. Nuestros perio·
distas y oradores han ejercitado sus talentos y
erudición ó para condenar esa pena como inhu·
mana é ineficaz, ó para exhibirla como justa y
provechosa para la conservación del orden social.
Oitaré entre las muestras más notables de la pri·
mera tendencia UD opúsculo del sefior doctor Me
dardo Rivas.
Mis estudios en materia penal, l'obustecidos con
los que me ha brindado el ejercicio de altas fun
ciones públicas, han producido en mi mente la
convicción profunda de que la pena de muerte
es legítima, justa y de notorio interés social.
Sólo la combaten quienes abrazan las ridículas
teorías derivadas del supuesto pacto social; los
que miran la pena legal desde el punto de vista
exclusivo de su carácter correccional en la futura
conducta del reo; los diAcípulos de la escuela ano
tropológica, que niega el principio de la imputabili
dad moral basada en el libre albedrío, y las almas
temerosas del error judicial en la condena de los de·
lincuentes. Empero, la historia, la filosofía y la
autoridad de legisladores y pueblos justifican la
pena capital, aun en el caso del supuesto err.or judicial,
jamás ocurrido en Colombia y sólo posible
en legislaciones menos previsoras que la nuéstra.
Aplicada la pena de muerte á los parricidas, en
venenadores y asesinos, ha obtenido siempre la
aprobación unánime de las naciones. Establecióla
el gran legislador del pueblo hebreo; Grecia hizo
ejecuciones capitales sin cuento, aleccionada por
Licurgo y por Solón, y Roma derramó á torrentes
la sangre humana con horrible injusticia y crueldad.
Con la misma pena castigaron á los delicuen
tes ros pueblos del Norte y la Península ibérica,
cuyo ejemplo han seguido hasta hoy los nuevos
Estados de América.
En el Viejo Mundo se impone hoy la última
pena á los autores de delitos de gravedad máxima.
Sólo Italia se ha mostrado pertinaz abolicionista,
en lo cual han influido las teorías anticientíficas de
Becaria y Lombroso. Italia no da muerte á sus
grandes criminales, y por eso ha visto, á veces
dando gritos de alarma, cómo de su seno salen
los criminales que asesinan á los Soberanos y á
distinguidos homb.res de Estado. ¿ Y qué pena ha
reemplazado en aquel Reino á la,pena capital? La
más inhumana y anticristiana, la más odiosa para
los partidarios del sistema correccionista: el aisla·
miento absoluto sin luz, y lo que es más espantoso,
sin los divinos consuelos. • Qué diferencia entre
esta muerte lenta y bl'utal y la del reo que, con·
vencido de su maldad y confortado con los auxi ·
lios de la Religión, ve en el cadalso abiertas para
su alma las puertas del Cielo r J Cuántos han ape
lado al suicidio ante la perspectiva de esa prisión
tenebrosa y solitaria I
11
No hay sistema, no hay argumento contra la pena
capital, que no hayan sido refutados de una ma·
nera concluyente. Vencidas están la escuela clási·
ca italiana, la teoría correccionista y . las deriva
das del positivismo. Hicieron mucho ' ruido el su·
puesto pacto social y el frenesí de mejorar, de per ·
feccionar á los criminales feroces, y con razón han
ocupado el puesto de los alucionados y locos los
juristas, médicos y filósofos que despojan de la
razón á los grandes asesinos, invocando el atavismo
y los pretendidos progresos de la frenología y
de la craneoscopía.
Ha pasado á la Historia el argumento que como
bate el último suplicio, porque es fruto de una ho
rrible pasión rencorosa y vengativa. Los abolicio·
nistas que invocan el precepto del Decálogo No
matarás, olvidan la legislación y la historia del pueblo
hebreo, y que ese mandato entrafia la condición
de que la muerte sea injusta, como lo ensefian
todos los filósofos y todos los teólogos y moralistas
cristianos. De otra suerte, se anularía la
defensa legítima de todos los miembros del Estado
y en el podel' público la justificación de la guerra.
¿ Qué in.tenta una Nación al tomar las armas contra
un enemigo interno ó extranjero? Vencerle
con el catión y con la espada.
La filosofía abolicionista ha recorrido en busca
de argumentos todo el proceso jurídico de la pena
capital, desde sus orígenes en la mente humana
hasta la ejecución del delincuente. En los primeros
ve error y tinieblas; en la segunda, un espectáculo
odioso. No quite el hombre, exclama, lo que el
hombre no da; pero no advierte que semejante
argumento haría imposible todo el sistema penal
de prisiones, porque si el hombre no es el autor de
la libertad- el más precioso regalo de la divina
munificencia-tampoco puede menoscabarla ó su
primirla.
Esa misma filosofía condena la pena de muerte,
porque á su juicio no debe haber analogía entre el
delito y la pena. Ella olvida que la pena del talión
es la más elemental y la más antigua de todas.
Para Kant, el filósofo racionalista que fundó el
orden moral en el imperativo categórico de la conciencia
humana, el ideal de la justicia terrena es
la pena del talión; y ciertamente, la primera idea
que nos asalta al oír la noticia de un asesinato
feroz es la de que se aplique á su autor la misma
pena que él hizo sufrir á su víctima. La civiliza·
ción cristiana ha condenado con razón la manera
bárbara con que en Egipto, en la Media, en Esci·
tia, en Grecia y en Roma. se aplicaba la pena de
muerte al homicida.
El hecho de la aplicación de' la pena de muerte
en todos los siglos, en todos los países, bajo todas
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312 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL
las formas de gobierno y de cultura; demuestra
con elocuencia sumal que la humanidad ha tenido
por justo y por legítimo el último suplicio. La filo
soffa, al contemplar esta ley, ve y reconoce . que la
pena capital es lícita, protectora de la seguridad
pública, benéfica para la sociedad, y medio poderoso
para prevenir los grandes delitos y para contener
al hombre en la senda del crimen. La Igle·
sia Católica, maestra de la caridad y de la justicia,
no sigue la voz de la moderna filantropía: jamás
ha considerado injusta é ineficaz la pena capital.
Sus doctores y sus filósofos, sus teólogos y sus moralistas,
saben mucho más, sobre esta materia,
porque ha.a sondeado hasta sus profundidades los
senos de la conciencia humana.
III
Considerando el aeunto desde el punto de vista
ce-nstitucional, es evidente que la Asamblea no
tiene facultad para abolir la pena capital. No la
autoriza para ello el Decreto de convocación ni el
relativo á la primera prórroga de las sesiones. Voy
á demostrarlo:
La Constitución de 1886 ordenó al legislador
que impusiese la pena de muerte á los reos de de·
litos de gravedad máxima: el asesinato, el parricidio,
el incendio, la traición á la Patria y la pira tería.
A los legisladores de 1909 pareció conveniente
substituir este precepto imperativo por la
facultad de sefialar los casos en que tal pena de ·
bía aplicarAe ; pero hoy se pretende derogar la dis·
posición primitiva so pretexto de que el Decreto
de convocación reviste á la Asamblea de la capa
cidad de hacer el mencionado setlalamiento.
La tesis propuesta por el Gobierno es positiva,
y de consiguiente la Asamblea no tiene, como di
cen los psicólogos, libertad de especificación, ó sea la
de convertir ese problema en cosa distinta, cual
es la abolición total de la pena de muerte. N o se
11alar 108 casos en que ella ha de imponerse, es ca
llar en cuanto á la Rtribución facultativa; pero
incluir en la contestación que ha de darse al Go
bierno en la ley de reformas constitucionales el
precepto de la abolición positiva de la pena, como
orden suprema ó como poder discrecional, es tras
pasar los limites fijados á las funciones de la Asamblea.
Vayan dos ejemplos:
Entre los puntos de reforma constitucional figura
el de sentar ó sefialar las bases para la organización
de la Corte Suprema como Tribunal ordinario
y como Tribunal de Casación. ¿ Podría la
Asamblea, invocando esa atribución, abstenerse
de ejercitarla y suprimir en cambio de su actitud
negativa la Corte Suprema? El Gobierno no exco
gitó una forma. velada para encubrir en el1a su
propósito de que sea abolida la pena capital. Perfectamente
libre ha sido para haber demandado
con toda clal'idad y franqueza la abolición de esa
pena, si, como hoy se dice, la corriente de las ideas
modernas lo hubiesen llevado á pedir esa conquista,
no de la civilización- que la rechaza hoy
en los países adelantados -sino de la criminalidad
triunfante.
Otra de las cuestiones de eficaz solución afirmativa
y con mayor amplitud que lo establecido so-bre
ella en la Constitución, es el problema de la res ponsabilidad
presidencial. ¿ Puede la Asamblea, en
presencia de esta tesis, suprimir los casos vigen·
tes de esa necesaria responsabilidad, y declarar ab·
solutamente irresponsable al Jefe del Gobierno?
Ciertamente nó.
Las cuestiones gramaticales son en materia le gislativa,
como en otras importantes manifestacio
nes de la vida social, de altísimo interés. La fra ·
se verbal podrá imponer se ha estimado equiva·
lente de esta otra: suprlmese. Recuerdo que siendo
yo muy joven discutí, en este mismo recinto, en
asocio de mi preclaro amigo y orador eminentísi·
mo doctor ~Carlos Holguín, si la locución han sido
electos, referente á los Diputados de la Asamblea
Constituyente del Estado de Cundinamarca, tenía
significación:futura, á fin de que ella comprendiera
á los Diputados de las Asambleas venideras, para
que no se diesen por libres de la incompatibilidad
para obtener empleos públicos que en aquella locución
se establecía. La gramática triunfó en favor
de la exclusión anhelada, pero el espíritu de la
ley, revelador entonces de la incompatibilidad, BUcumbió,
como va á sucumbir en esta Asamblea la
institución de la pena capital en nombre de una
facultad cuyo espíritu es completamente ilusorio.
Basten estas razones para fundar el voto afir.
mativo que daré á la proposición que se discute . .
NOTA
República de Colombia-Poder Judicial Presi·
dencia de la Oorte Suprema de Justicia-Bogotá,
11 de Agosto de 1910.
Señor General Pedro N el Ospioa, P residente de la honorable Asamblea
Nacional-En su despacho.
La Presidencia de esta honorable corporac' 60
tiene el honor de manifestarle que ha sido ro uy
satisfactorio para la Corte que esa honoI able
Asamblea haya elegido á usted, en RU sesión del
trece del presente, Presidente de ella, y Vicepresi.
dentes, respectivamente, á los doctores Clemente
Slllazar M. y Hernando Holguín y Caro.
Me refiero al atento oficio de usted de trece de
los corrientes, número 125.
Soy de usted atento, seguro servidor,
MANUEL JOSE ANGAR TA.
República de Colombia - Asamblea Nacional.
Secretaría.
DÁse Clienta, regístrese y publíquese.
El Secretario, Peña
SEÑORES PERIODISTAS
Los canjes de los Anales de la Asamblea Nacio·
nal deben rotularlos al Director de dicha publicación,
y ordenar su cumplido envío.
IMPRBNTA N.A.OIONAL
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Anales de la Asamblea Nacional - Serie única N. 39", -:-, 1910. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094654/), el día 2025-06-10.
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