REPUBLICA DE COLOMBIA
ANALBS HE LA ASAMBLEA NACIONAL
Serie VIII ~ Bogotá, Marzo 30 de 1909 ~ Nún>ero 15
001VTEN':EDO Igual suerte corri6 la segund,., de~ pnés de u na
discusión en que tomaron pal't~. lo~ hono.l'abl~s
Págs. Diputados Orduz, Mon tafiu y QUIJano W al hs.
Acta de la ~esi6D del día 18 de Marzo de 1909.. ........ ... ..... ... .. 113
Acta de la sesión del día 20 de Marzo de 1909 ....................... 113
Relaoiones de debates .•••••• "'." ............... _ .•••.••• _ ••• 115
Informes de Comisiones y modifioaoiones al proyecto de ley ., so·
bre Oompafitas de Seguros" .•• _ ............... , __ • .......... 118
ACTA
DE LA SESI6N DEL DtA 18 DE MARZO DE 1909
(Presidenoia del honorable Diputado Válquelil Oobo).
I
Con el qUQ'J'um reglan:tentario el sefior P~esiden.te
declaró A bierta la se IÓO á las dos y q Ulnee mInutos
de la tarde. Previamente excusado dejó de
concurrir á ella el honorable Diput do Córdoba.
Sin observación alguna fue aprobada por la
Asamblea el acta de la sesión anterior.
El Secretario dio lectura: .
A un mensaje del señor Ministro de Gobierno,
en el cual participa á la hOllol'able Asamblea que
el Podel' Ejecutivo, por Decreto de fecha 17 de JOR
corrientes, derogó el que déclRl"aba en estado de
sitio la capital de la Repúblic~ dictado el día 13
del presente en ejercicio de]a facultad que le con·
fiere el artículo 121 de la Constituci6n Nacional.
A un oficio del señor Ministro de Obras Públicas,
en el cual se excusa, por motivos de salud,
de concurrir en la fecha á la discusión del pi 0-
vecto de ley "t\obre Compañías de Seguros," para
que fue citado por el señor Presidente de esta
honorable Asamblea.
A una nota subscrita por el honorable Diputado
Antonio José Restrepo, por medio de la cual
presenta á la Asamblea renuncia irrevocable del
cargo de Diputado por el Departamento de Cal.
das; y al orden del día de la corporación.
II
El honorable Diputado Quijano Wallis subscribió
la siguiente proposición:
" Antes de entrar en el orden del día considérese
10 siguiente:
"Pnblíquense en hoja suelta los dos informes
de la Comisi6n á cuyo estudio pasó la renuncia
del Excelentísimo señor General Reyes."
Explicada esta proposición por su autor, la
Asamblea aprobó la primera parte.
III
Continuó en seguid I l~ discusi6n de la par't;resolutiva
del informe eon que Po} honorable DI·
putado Garcia Medin~ devolvió el proyf1cto de ley
" sobre Compañías d~ Seguros." .
El Secretario dio lectura á un memoria' su bserIto
I por el señor Pedro Jaramil1o, en el cual ~olicita ue
la honorllhle Asamblea dé BU aprobaCl6n al pro·
yecto PD referenci/\; y á otro firmauo . por los señores
Alexllnd,.e KOfJpel & C.o, agente de The
Norther1t A88u'ranoe Gompany Ltd., en que se hacen
ohjeniones á la con\"eniencia de t-'sta Ley, leída
á moci6n elel houorahle Diputndo Maootfls V ?el
señol' Su bsecretul'io tle Hacitmd~ \' Tes'Iro, qUIen
según inf,'I'mó .el Seel'etario a~i ~ió á .. 4e (lebnte
en l'epresentsmóu del ReñoJ' MIDlstt'O del Ramo.
Despué de una diRC~l Ión en 9,"e tomat'on pat'
te el señor ubs~cl'ebtJ'll/ dt" HaCIenda y Tesor'() y
los houornbles Di pu tart(l~ García Med i !la, A ngu lo
Fernando y Montatla par·a. ostene,' la con venie?cia
de legislar sobre la materH, y el honorable I?l~U '
tado Quijano Wallis plira hacer'le algunas obJeCIo.
nes al proyecto, la A~amblea ap~o?ó la parte resolutiva
del infor'm~ de la ComlsI6n que lo es·
tlldió.
Siendo las cuatro menos quince minutos de la
tarde el señor Presidente levantó la sesión, convo·
cando á los honorables Dí putados para ~l sábado
próximo, á la hora reglamentariH.
El Presidente,
A. V ÁZQUEZ OODO
El Secretario, (}8'rardo Ar'l'ubla.
-fX+-
ACTA
DE LA SESIÓN DEL DíA 20 DE MARZO DE 1909
(presidenoia del honorable Diputado Válques Cobo).
r
Con el qUO'I'u'fn requerido el sefior Presiden~p.
declaró abierta la sesión á las dos y cuarenta mlnutos
de la tarde. Dejaron de concurrir con px·
cusa los honorables Di putados Calderón, Guerrn,
Laborde y Jimeno.. .
Leída el acta del día antenor, fue aprobada ~ln ..
ninguna observación.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
114 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL
El honorable Diputado Montaña subs~ribió la
siguiente proposición, que fue aprobada por la
Asamblea, y respecto de la cual los honorables
Diputados Matéus y Quijano Wallis hicieron cons·
tar sus votos afirmativos:
" Altérese el orden del día y considérese lo siguiente:
" La Asamblea Nacional resuelve no aceptar la
renuncia que ha presentado el honorable Diputado
doctor Antonio José Restrepo, y lo excita á que
vuelva á ocupar su puesto en la corporación. Comuníquese.~'
II
El honorable Diputado Pulecio hizo uso de la
palabra para presentar la siguiente moción, que
fue aprobada por ]a Asamblea en la forma reglamentaria.
"Continúe alterado el orden del día y procédase
á la elección de Dignatarios de la Asamblea
para el nuevo período."
En consecuencia se procedió á la elección de
Presidente de la corporación,
Recogidos los votos de los' 39 honorables Diputados
que se hallaban pl'esentes, la Presidencia
design6 como escrutadores á los honorables Dipu.
tados Dávila y Olano, quienes informaron que
aquéllos se h;1 bfan repartido así:
Por el honorable Diputado Angulo D. Eucli·
des ....... : .. - _____ .. . ... _____ . . .. 19 votos.
Por el honorable Diputado Mutis Au·
relio - - - . . .. . .... _____ . ______ . _ . . 8
Por el honorable Diputado Salazar
Víctor Manuel .... ............ .. 6
Por el honorable Diputado Vásquez
Co bo . - - ... - - - - . _ .. .... . ....... -_ . _ 2
Por el honorable Diputado Córdoba
Jaime ... ____ ..... __ ............... 2
Por el honorable Diputado Cuervo
MárquezLuis ________ ........ . ......... 1
Por el honorable Diputado Palecio
Gerardo ..... _. ..... . ....... ____ ... 1
Como ninguno de dichos honorables Dipntados
hubiese alcanzado la mayoría de votos requerida,
el señor Presidente dispuso se procediera á nueva
votación, concretándose esta vez á los nombres de
los honorables Diputados Angulo y Mutis, que
habían obten ido mayor número de votos.
Verificada la votación, ]00 escrutadores designados
al efecto pOI' la Presidencia, honorables Diputados
Tavera Navas y Quijaoo Wallis, dieron cuen·
tR. del siguiente resultado:
Por el honorable Diputado Angulo ... 19 votos.
Por el honorable Diputado Mutis .... 20 -
En consecuencia él último fue declarado legal.
mente electo Presidente de la corporación.
Procedióse en seguida á la elección de primer
Vicepresidente, en la cual prestaron el servicio d'e
escrutadores Jos honol'~bles Diputados Gutiél'rez
Juan de Dios y Jaramillo, quienes informaron que
los 40 votos de los honorables Diputados que too
maron parte en ella se habían distribuido así:
Por el honorable Diputado Quijano W. José
María. . . . . . . .. . .... _ ... __ .... _ ..... _ _ 34 votos.
P~r el honorable Diputado Rueda Ve
nanCIO ...... ..... .................... '... 3
Por el honorable Diputado Aldana
Daniel ____ ... __ ... ... . . . . ... . ...... ... . •.. 2
~or el honorable Diputado Olano An·
tonIno __ ...... . . ... ... ... ...... . • . . ..•.. . .. 1
Por el honorable Diputado Del Co-rral
Manuel ................... _ _ _ _ ... 1
En tal virtud la Asamblea declaró electo su
primer Vicepresidente al honorable Diputado Quijano
Wallis.
En la elección para segundo Vicepresidente
practicaron el escrutinio los honorables Diputa.
d03 Torres Elicechea y Dossán, q oienes informa·
ron del 'siguiente resultado:
Por el honorable Diputado Pinto W. José Ma.
ría '. ..... .........• .... . . . . . . . .. 13 votos.
Por el honorable Diputado Jaramillo
Esteban .... ___ ... .. ... ... ... •.. ... . .. ... 8
Por el honorable Diputado Franco
Salvador... . •. . ......... _.. .. ...... 5
Y un voto por cada uno de los honorables I)iputa.
dos Goenaga José Manuel, Cervantes Edmundo y
Cuervo Márquez Luis.
De conformidad con la prescripción reglamentaria
la Presidencia dispuso se procediera á nueva
votación, debiendo ésta contraerse á los nombres
de los honorables Diputados Pinto y J aramillo.
Recogidos los votos por el Secretario, la Presi·
dencia design6 como escrutadores á los honorables
Diputados Goenaga y Martínez, quienes informaron
se habían repartido así:
Por el honorable Diputado Jaramillo. 21 votos.
Por el honorable Diputado Pinto V .. 19 -
En consecuencia el primero fue declarado electo
segundo Vicepresidente.
111
Acto continuo se dio lectura á un mensaje del
Excelentísimo señor Presidente de la República,
de la misma fecha, presentado por Su Señuría el
Ministro de Gobierno, junto con el proyecto de ley
"por la cual se reforma el Decreto Legislativo
número 29 de 1905."
Los honorables Diputados Quijano Wallis, J a·
ramillo, Salazar, Herrera Restrepo y Del Corral
subscribieron la siguiente moción, que fue aprobada
unánimemente por la Asamblea:
" L¡t Asamblea Nacional Constituyente y Legislativa
se ha impuesto con gran satisfacción del
importante Mensaje del Excelentísimo señor Presidente
de la República, que acaba de presentar
Su Señoría · el Ministro de Gobierno; acoge con
beneplácito los patrióticos conceptos de ese documento,
y dará preferente atención á los proyectos
de ley que en armonía con él sean sometidos á su
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ANALES DE LA A~AMBLEA NACIONAL 115
estudio. Al mismo tiempo deja constancia de que
está dispuesta á prestar su apoyo y adhesi6n á
los proyectos que como el presentado y los otros
de que habla el Mensaje, consultan las necesidades
actuales de la República y el bienestar general del
pueblo colombiano."
En seguida se discuti6 en primer debate el pro·
yecto que acababa de presentar el señor Ministro
de Gobierno. La Asamblea le dio su aprobaci6n, y
la Presidencia lo pasó al estudio de la Comisión
de Regimen Político y Municipal, con término de
veinticuatro horas.
Por últitno, el honorable Diputado Franco, como
Presidente de la Comisión que estudia los Presupuestos
Nacionales de Rentas y Gastos de la actual
vigencia, hizo uso de la palabra para solicitar de
los miembros de ella concurrieran el martes pr6xi
mo al Ministerio de Hacienda y Tesoro á fin de ter-
• minar el informe con que debe devolverse el pro·
yecto de ley respectivo.
Siendo las cuatro y quince minutos de la tarde
el sefIor Presidente levantó la sesión.
El Presidente,
A. V ÁZQUEZ COBO
El Secretario, Fernando E. Baena.
-+x..=+-
RELACIONES DE DEBA'rES
SESIÓN DEL DíA 10 DE MARZO DE 1909
En discusión el artículo 1.0 del Tratado entre
Colombia y Panamá, el honorable Diputado Pérez
dijo:
Setior Presidente:
Como miembro de la Oomisión especial de Relaciones
Exteriores á cuyo estudio fueron sometidos
los Tratado~ entre Colombia y los Estados Unidos
y entre Colombia y Panamá, subscribí, salvando
mis opiniones sobre ciertos artículos de dichos
Tratados, el informe en que dicha Comisión recomienda
á ]a Asamblea se dé segundo debate á los
proyectos presentados por Su Señoría el Ministro
de Relaciones Exteriores.
Debo una explicación al país y á la Asa mblea:
voy á darla.
En asunto tan grave, tan trascendental, es deber
de todos y cada uno d~ aquellos sobre quienes
puede recaer una gran responsabilidad expresar
franca, honrada y libremente ·sus opiniones. Los
jóvenes, porque principiamos ]a. vida y no hay fardo
más pesado que el ae u~a conciencia intranquila,
y además, porque el porvenir gtlarda, para los
que se apartan del camino de la rectitud, retribuciones
amargas. Los viejos, porque tienen ya recorrido
casi todo el camino de la existencia, y el fallo
dé la historia es inexorable.
La separación 'de Panamá de la nacionalidad colombiana
es un hecho cumplido, un hecho consumado,
que ha recibido la sanción del mundo entero.
Bien sabemos que casi todas las naciones, si-guiendo
el ejemplo de los Estados U nidos, se
apresuraron á reconocer ]a nueva República; y los
colombianos agradecimos, agradeceremos siempre,
la noble actitud de la Madre Patria y la de) Ecuador'
únicas naciones que simpatizaron con Oolombia
en aquellos momentos de prueba de nuestra
vida nacional.
Siempre ha sido para mí motivo de reflexión el
hecho de que las demás naciones de América no
hubieran hecho causa común con Colombia cuando
el infortunio vino á herirnos escudado por el derecho
de la fuerza y teniendo nuestra misma impotencia
por su mejor aliado. Nos faltaron entonces,
señor Presidente, y está bien aprovechar esta dura
lección del pasado, para crearlos ó fórtalecerlos,
vínculos de solidaridad y mutuo apoyo con las naciones
hermanas del Continente.
La secesión de Panamá, amparada y favorecida
por los 'Estados Unidos, debió haber producido, y
no produjo, honda conmoción en la América Latina.
Lo ocurrido con nosotros ayer bien puede repetirse
mañana con cualquiera de las naciones débiles
del Continente, ninguna de ellas capaz por si
sola para oponer resistencias á la tendencia imperial
de la política de la Casa Blanca. Mis palabras,
señor Presidente, no deben tomarse en són de protesta
por la conducta de aquellas naciones hermanas,
conducta acaso impuesta por el mismo coloso
que mutiló nuestro territol'io. Pero si rememoro el
incidente es con el próposito de que de él derive
mos toda la enseñanza que nos deja.
La independencia de Panamá, aunque nosotros
nos obstináramos en negarlo, ó en mantener el statu
quo, es hecho cumplido.
Hay que ver Ja~ cosas como son y no como uno
quisiera que fuesen. Nosotros en este asunto no he
mos tenido ni tenemos otro contendor que los Es
tados Unidos del Norte. En ese pueblo tan grarrde
hasta hace algunos afios en todo lo que dice rela
ción á los más puros principios de la democracia,
proclamados por Jefferson y vulgarizados por muchos
otros hombres ilustres, se ha venido efectuando
una revolución imperiali~ta, de cuyo casi absoluto
predominio¡ son prueba las enormes mayorías
con que fueron elegidos Roosevelt en 1904 y Taft en
1908. Esos dos hombres, señor Presidente, ~on los
exponentes de las tendencias de los Estados Unidos,
y tipifican al yanqui nloderno- En donde no había
castas se ha formado la odiosa aristocracia del dinero
con todos sus privilegios é inmunidades, y en
donde se proclamaran enantes la ciudadanía y los
derechos inuividuales para todos los hombres. sin
distinción de nacionalidad, se les niega á los hijos
de Puerto Rico el derecho de ser oiudadanos; se
ejerce el protectorado en Ouba, por más que en la
apariencia se le haya dejado volver al Gobierno
propio; el BIG STICK descarga su~ golpes sobre las
Repúblicas de la América Oentral; se fiscaliza á,
Santo Domingo; se interviene en la política inter:
na de Venezuela y de Hai tí, aunque ello sea veladamente,
y el Presidente de la Unión declara en
documentos oficiales, . como son sus nlensajes á las
Cámaras, que la circunstancia de haber adquirido
la Zona del Canal no sólo les da el derecho sino les
impone el deber de hacer un activo y eficaz servi-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
116 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL
cío de policía en las costas del mar Caribe. Los he·
chos á que aludo, sefior Presidente, así como la
conducta misma que los Estados Unido~ han em·
pezado á observal' ya con Panamá, el niño mi
mado de ayer, y á quien ellos favorecieron en su
deserción de la casa paterna, son rlel dominio uni
versal. Me refiero á ellos pa1'a poner de relieve, si
es que hace falta, cuán estéril e::i nuestra lucha.
Porque los Estados U nidos no reconocen, no reco
nocerán nunca su violación de la fe pública, de su
palabra empeñ~.da.
~os poderosos, sefior Presidente, no reconocen
nunca sus yerros: entre sí van á la guerra como
ultima ratio j con los débiles imponen su voluntad
y su criterio. De ello tenemos nosotros ejemplo do
lor050: 10 ocurrido cuando se improbó el Tratado
Herrán-Hay. No entro yo á calificar, a posteriori,
si fue bueno ó malo el sentimiento que determinó
3quella improbación; pero si se me pidiera mi opi
nión diría que no se procede nunca mal cuando es
el patriotismo el que dicta nuestros actos.
Se pueden cometer errores patdóticos, sefior
Presiden te, pero no se puede obrar de mala fe en
un asunto y ser patriota en relación con él á un
mismo tiempo.
He hablado antes de las declaraciones del Jefe del
Estado norteamericano acerca de la policía del mar
Caribe. A unque no fuera sino por estas declaracio
nes yo no podré darle mi voto afirmath-o al artí·
culo VI del Tratado entre Colombia y los Estados
Unidos. Yo bien me sé que con Tratado ó sin él
los americanos tomarán, cuando les convenga,
todo lo que necesiten acá en el Sur; pero que esa
nueva mutilación se cumpla, si es que ha de cum
plirse, valiéndo~e de nuestra inlpotenr.ia y no de
nuestra aquiescencia.
Pequefia~ causas producen á las veces grandes
efectos. Panamá se habría perdido de todoli modos,
porque los Estados U nidos, 80 pretexto de cum
pli con las estipulaciones del Tratado de 1846,
intervinieron en diversas épocas en los disturbios
de Istmo, y Colombia toleró el desembarco de
marinos americanos en nuestro territorio. Pero hay
en la historia de este asunto algo que me fue refe ·
rido por persona muy respetable en la gran metrópoli
americana. Un incidente desconocido todavía
del público y que la historia no podrá recoger sino
cuando se conozcan las memorias de un distingui
do diplomático colombiano que duerme ya el último
8uefío. Algún tiempo antes del luctuoso 3 de
Noviembre de 1903 se presentó en Washington una
Comisión compuesta de varios individuos interesa·
dos en la separación de Panamá, y entre los cuales
no se contaba uno solo que fuese hijo del anti·
guo Departamento colombiano. Aquellos indivi
duoe solicitaron del Presidente de la Unión Americana
el apoyo moral y material para llevar ~ cabo
la separación de Panamá y el inmecliato reconoci·
miento del nuevo Estado que de aquel movimiento
surgiría. El Presidente de los Estados Unidos con·
testó que estaba al aprobarse un Tratado firmado
en Washington entre los Plenipotenciarios de los
dos países, Oolombia y los Estados Unidos, y que
era preciso esperar el resultado de las discusiones
del Senado de Colombia..
Lo que acabo de referir 8e trascendió en el público,
y un periódico de Filadelfia, anticipándose á
los acontecimientos, daba en sus columnas la noti·
cia de la separación de Panamá, tal y como ocu
rrió en Noviembre de 1903, cosa de un mes antes
de que sucediera. Y en la relación del referido pe
riódico aparecieron los mismos nombres de Jos pro
tagonistas en el drama dela secesión; porque aque
110, señor Presidente, se hizo por programa, y la
misma relación que an.ticipada se le había dado al
público sirvió para informarlo luégo cuando en rea
lidad se cumplieron los acontecimientos.
Pero volviendo al incidente, los instigadores de
la revolución se dirigi~ron al Departam nto de Estado
é hicieron al Secretario del Ramo, Mr. Hay,
la misma petición de ayuda y reconocimiento.
No tuvieron con él mejor suerte que con el Pre
si dente, y volviéronse á su hotel á esperar una
ocasión más propicia. Pocos días después se reci ·
bió en el Departamento una nota fechada en Bo
gotá y en la cual fll Ministro americano tt'anscribía
un discurso de un Senador, discurso que ofen
día á Mr. Hay en sumo grado. La indi nación del
Secretario de Estado se tradujo en el acto en el
apoyo absoluto al grupo de traficantes sin concien·
cia que habla ido ~J Washington con el objeto de
conseguirlo. He dicho antes que Panamá se habría
perdido de todos modos, pero la vanidad de un
hombre vino á ser la última causa determinante.
El derecho á usar nuestros puertos que Colom·
bia concede á los Estados U nidos es una amenaza
para la. soberanía del país. Se concede este derecho
á cualesquiera buques enlpleados Hn la Empresa del
Canal; es entendido pues que los barcos de gue ·
rra que los Estados Unidos envien á hacer el sel'·
vicio de policía en el mar Oaribe usarán de nues·
tros puertos. En este caso concreto la Nación Norteamericana
tiene el doble ca.rácter de Nación y de
empresaria, y el derecho concedido lo es á perpe ·
tuidad; porque haya ó no haya Canal, ábrase ó nó
la vía interoceánica, la Empresa vivirá siempre, y
en ese artículo veo yo lo que vulgarmente se llama
el clavo del jesuita, del cual pueden colgar cualquier
día los americanos, como en escarpia, la so·
beranía de Colombia.
Yo he vivido, honorables colegas, durante los úl·
timos años en los Estados Unidos; he leído BU prensa;
he estugiado sus tendencias; he oído las opinio
nes de sus tribunos y de sus hombres de saber; me
he dado cuenta, en fin, de la conciencia de ese pue·
blo, sobre todo en lo que dice relación al caso
nuéstro, al caso concreto de la separación de
Panamá.
La prensa americana, por medio de sus más su·
torizados órganos, ha reconocido siempre que los
Estados Unidos favorecieron el movimiento separatista
de Panamá, y que tal proceder, viola torio
de un pacto solemne, demandaba una reparación á
Colombia. En el mismo sentido se han expresado
varios Profesores de Derecho Internacional de al·
gunas de las Universidades más conocidas y repu·
tadas y la generalidad de las gentes de alguna Hus
tración. Pero esas opiniones han sido aisladas y
emitidas por aquéllos que carecen de influencia
para hacer que sus palabras se traduzcan en he
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ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 117
._~- ----=--=-----====::-:-.== =-====================
chos. Y los mismos que en la prensa han expresa· dejaron definidos los límites de una vez, sino que
do tan justos conceptos, yesos mismos Profesores se dejó esa entrada por donde cabe toda la ambi·
y gentes ilustradas que han calificado privadamen- ción de los Estados Unidos?
te la conducta de su Gobierno como atentatoria de La Constitución de Panamá declara en su ar-
108 .más elementales principios de justicia y de tículo 3.0 que los límites de la República son los
equIdad, cambiarían de criterio y observarían una del Estado de Panamá; pero esa declaración, sep.
olítica muy distinta de la que sus opiniones par- gún el mismo articulo, es en lo que respecta á los
tlculares parecieran preconizar si llegaran á ocu· Estados Unidos; á sus relaciones con ese país en
par en el Gabinete ó en el Parlamento tribuna des lo relativo á la construcción, conservación, pro
d~ la cual su influencia en nuestro favor pudiera tección y sanitación de cualesquiera medios de
ser decisiva. tránsito interoceánico. Porque en cuanto á ColoID-Muy
laudable ha sido la iJusión que muchos de bia se refiere, el articulo citado tiene un parágrafo
nosotros nos hemos forjado de que un cambio de que dice:
política ó de Gobierno en los Estados Unidos pu- " Los límites con la República de Colombia se
diera dar un giro favorable á nuestra caURn. Pero determinarán por medio de Tratados públicos."
bllstame recordar, para desvanecer esa illlsión, que Yo no me hago la ilusión, seilor Presidente, de
á ninguno de los ciudadanos que han perseguido que los panameilos han dejado para denpués, y
la Presidencia de la Unión, de]a secesión de Pa para ser fijados por arbitramento, los limites de
namA á la fecha, l~ pasó jamás por la ment,e la· los altos de As?ave para abajo por un sentimiento
idea de defender á Colombia, de poner como capí- de amor propio herido por haber ocupado Colom
tulo de su programa la demanda de reparación y bia la región de Juradó. Y no me hago esa ilusión,
de justicia para ella. Ni Parker, ni Bryan, ni porque veo claramente que desde que se promulgó
Hearst, ni los candidato~ de los partidos socialista la Constitución pallameila, esto es, cuatro afios an
y popular tuvieron nada que decir, nada que tes de la ocupación de Juradó, 108 panamefios tetachar
á la conducta de su país para con Colombia nían en mientes algo que solamente el tiempo se
en ninguno de los lnuchos discursos pronunciados encargal'á de aclarar y que yo abrigo muy serios
por ellos durante las ardientes luchas eleccionarias temores de que no habrá de ser favorable á nuesde
1904 y de 1908, una y otra presenciadas por mí tros intereses.
y seguidas con todo interés por eso mismo. Esta será la única vez que hable yo ~obI'e estas
Con la aprobación de los Tratados que estudia cuest.ion~s; nada que pueda decirse aquí cambiará
esta Asamblea obtendrán los Estados Unidos el el CrIterIO que tengo formado respecto de estos
ansiado título á la Zona del Canal, título que no p~c~os. Desd~ el moment,o en que el Plenipotenpuede
ser perfecto mientras Colomb- no .. econoz CIano colombIano estampo su firma en esos Traca
la independencia de la RepúbJica Panamá; y tados quedó coneu_mado este asunto. L~. Asam :
por lo que hace á nuestro país, ojalfl, sea. ésta la úl blea por tanto no tlen~ e~ esto responsabIlIdad; SI
tima escena de la tragedia panameila iniciada con hubo error en las negOCIaCIones, eso no es cuenta de
el conflicto del melón, y cuy acto culminante ha ella., . _.,
sido la traición de Esteban Huertas. Por lo demas, seilor PreSIdente, aSIstImos a lo
Panamá ha sido fatídic~ para el mundo. Dijé inevitable por ~úl~iples causas, y no es ~a pr.ime rase,
seilor Presidente, que el lodo de aquel1a gar- ro vez que lo In~vlta?le oc~rre en. la hIstOrIa de
ganta americana hubiera sido hecho expresamen los pueblos. El hIstorIador ImparCI~1 dará á cada
te para manchar reputaciones. U?O lo suyo cua!ldo al través d~l tl~mpo ,se estu-
Dios quiera que sea éste el último acto. El Tra- dlen _estas cuestIOne~ y se llegue al orIgen, ~ la cau
tado con Panamá nos deja el peligro de la demar. sa pr~mera de la catas~~ofe. Lanzada la chIspa que
cae ión de límites en la región de Juradó, región causo esta co~flagraCIon deplorable, los que d.es ·
en disputa que corremos el riesgo de perder. Yo p.ués ~e han VIstO en~ueltos en ella no han SIdo
no digo que así habrá de suceder irremediable· SIno Jug~etes del destIno. .
mente, porque soy optimista y no me anticipo las . Lo repIto, _honorables colegas, nU~8tra lmpotencatástrofes;
pero si quiero dejal' constancia de cla es y ha sld~ el mAs poder?so ahado del coloso
mis temores á este respecto. que de~membl'o nuestra PatrIa.
La Cancillería colombiana, seilor Presidente, He dICho.
tendrá que exhibir mucha habilidad, mucho tacto,
suma discreción, para que por esa puerta que ellos
han insistido en dejar entreabierta no perdamos
una de 108 regiones más ricas del territorio patrio.
y toda esa habilidad, todo ese tacto, toda esa dis
creción habrán de ser empleados también, sefior
Presidente, para conjurar el peligro de las recIa
maciones ilegitimas acaso intentadas por los mis
mos que especularon con la separación de Panamá.
Yo no podré darle, sefior Presidente, mi voto
afirma tivo al artículo IX del Tratado con Panamá,
que deja para después la fijación de los límites
entre los dos países. Si en realidad no tiene importancia
la región en disputa, ¿por qué razón no se
SESIÓN DEL 18 DE MARZO DE 1909
En discusión la proposición con que termina el
Informe acerca del proyecto de ley" sobre Compañías
de Seguros," el señor Subsecretario de Ha·
cienda y Tesoro dijo:
La honorable Asamblea citó para este debate á
Su Seiloría el Ministro de Hacienda; pero como el
tiene algunas ocupaciones más urgentes y no ha
tenido tiempo para ponerse al corriente el asunto
que se discute, me suplicó que 10 representara en
esta corporación, y también porque fui yo quien
presentó este proyecto, en mi carácter de Subse-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
118 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL
cretario de Hacienda encargado del Ministerio, por
orden del Consejo de Ministros, que dispuso se
presentara, porque ha recibido manifestaciones
sobre que es necesario que en este país se haga 10
que en todos: legislar sobre el asunto de Seguros.
Esto es indispensable, y no porque el país es pobre
debe dejar de hacer lo que los demás han hecho,
pues si nos atuviéramos á esa regla no se podría
legislar sobre nada. El país pues está en situación
de legislar sobre Seguros; tiene derecho á hacerlo,
y debe hacerlo.
El Gobierno no tiene grande interés en que esta
Ley pase en la forma en que se presentó; sometió
á la consideración de la honorable AsaJnblea este
proyecto como base, y acogerá gustoso cualquinl'
modificación que se haga. No hace de este asunto
cuestión de Estado, aunque SÍ lo estudió detenidamente
antes de presentarlo.
Decía el honorable Diputado Montafia que no
hay legislación sobre compafiías anónimas, y á este
respecto debo hacer constar que sí hay inspectoreEt
de compafiías anónimas, puesto que actualmente
el señor Cordobés MOQre está inspeccionando los
bancos y las compafiías de ferrocarriles, cuyos ac·
tos de ",isitas se publican en el Diario Oficial.
Creo que la honorable Asamblea debe darle voto
afirmati vo á la proposición con que termina el informe
de la Comisión, para entrar á discutir el pro yecto
en segundo debate, articulo por artículo, con
la debida cnlma, puesto que por ahora no tiene
otro asunto en qué ocuparse, y así puede salir una
buena ley. M~ reservo por tanto dar otras explica
ciones sobre este asunto si, como lo espero, se re·
suelve darle segundo debate al proyecto.
~~~
La importancia del Seguro es de todos conocida; INFORMES DE COMISIONES
108 intereses que representa esa institución s?n Honorables Diputados:
enormes. Las Oompafiías que hacen ese negocIO, I .
sea sobre incendios , sobre la vida, marítimos , fiu Me ha to1c ado Infordm aros para segundo debate
viales y de transporte, ó de accidentes, etc., poseen respecto a proyecto e ley que sobre Comp~fUas
grandes capita.les. Las compafiías más ricas del de Seguros os ha presentado Su Sefioría el Ministro
mundo son tal vez las de Seguros. El Seguro se roza de Hacienda y Teso!o. .
con la vida nacional en casi todas sus manifesta- Este proyecto satIsface una necesIdad, cual es la
ciones, con la vida industrial, la comercial y hasta de ~odear de garantías á los ciudada.nos que se
con la social, pues no hay ramo de la vida de una acoJ~n al asegur~ para. ponerse á cubIerto d~ las
nación con que el Seguro no esté ligado. pérdIdas totales o parcIales que pueda sufrIr su
riqueza en sus diversas manifestaciones, ya se tra
Leyes ~omo ésta se han dado en todos los. p~íses te de la vida, que es el más valioso de los capita-sudamerlCaI?
os, . que son los que debemos ImItar. les, ya de las propiedades muebles ó inmuebles,
No soy partIdarIO de que tomemos ?omo modelo lo etc. Tiene ues el negocio del aseguro un extenso
que. ha~en en este asu!l,to en ~Ul opa y Estados campo donde puede ejercitarse la actividad huma
t!nldos'ldebe~os SÍ S~g~ll la corrIente de Sur .Ame- na; y si las sociedades que á él se dedican prestan
rIca. 00 0n:bIa es el unlco país que no ha legl.s1~do uno de los mayores servicios, como es el de allegar
so~r~ Segu os, y tal.vez el Ecuador. H~y leyes les el concurso de muchos para remediar la desgracia
trIctlvas ~omo las dictadas por el BraSil, en don~e de uno solo, eliminar de los negocios el azar dánse
excluyo. á las CompafHas de Seguros. extrauJe doles complt'ta seguridad, ó creando un capital y
raJ y ~urgleron gran~es Compafiías nacIO!lales que estimulando el ahorro, deben constituirse aólida.
se edlCan á ese negOCIO y han pr?gresado ~nmensa mente y dar tolla clase de garantías ?ara el cum
mente. En Ve~ezue~a ha suce~ldo lo mismo, a~í plimiento de sus delicados compromisos.
c~mo en el Peru, Chile, ~rgentlna y Uru~uay. El Verdad es que en este asunto corresponde á. los
ployect~ de ley que he tenl~o el hono~ de pre~entar particulares buscar I,oda clase de garantías, eligien.
es más lIberal que cualqUiera de loe de los CItados do las más ricas y honorables Compañías que ha-países.
yan de prestarles el servicio; pero también lo es
La Ley que va; á discutirse da lugar á q~e las que muchas veces se presentan en el país agentes
C0t;Upafiías. e~tranJeras de .Seguros q~e so.n rIcas y que procuran adquirir uegocios para Compafiías
serias contlnu~n sus ~egoc~o~ en el pals, SI se aI?re poco solventes ó poco escrupulosas, y haciendo
suran á c~mphr las dlS~oslcIOne9 y traen ~~ cap.Ital ofertas que no cumplirán y cuyo cumplimiento no
de garantla correspOndl~?te; pero tamblen tlen- se les podrá. exigir, ocasionan grandes pérdidas, y
d~ á fomentar la formaClon de Compáfiías colo m lo que es peol', desacreditan el aseguro en sus diblanas,
para que de esas grandes su~as, que ac versas formas; perjuicio grandísimo, porque nos
tualmente salen del país en pago de prImas de Se- aleja de esta benéfica institución, única que proteguros,
se quede aquí una parte por lo menos. ge realmente el capital. Estas ligeras considera·
Se ha dicho que todas ias primas que se pagan ciones y la luminosa exposición con que Su Sefioen
el país para Compafifas extranjeras vuelven en ría el Ministro de Hacienda y Tesoro acompafió el
forma de siniestros, y esto no es rigurosamente proyecto os demuestran la necesidad de dictar le·
exacto- Lo prueba el siguiente hecho: esa gran yes sobre tan importante materia.
Compafiía representada aquí por el responsable Las Compañías nacionales de seguros están susefior
Koppel se estableció con un capital de dos mi jetas á la inmediata inspección del Gobierno, quien
llones de pesos, y hoy tiene siete millones de libras; puede vigilar de cerca sus operaciones y cerciorar·
luego no todas las primas que percibió han sido se de que ellas dan garantías suficientes y propordevueltas
por siniestros. Se quedan muchas por allá, cionadas á sus negocios, puesto que tienen radicadas
y con ellas se forman esos grandes capitales. en el país la mayor parte de sus fincas y demás valo·
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 119
res que constituyen su capital. Mas no sucede lo
mismo con las Oompafifas extranjeras de Seguros,
cuyo domicilio está fuéra de nuestro territorio y que
hoy no tienen en Colombia quienes las representen
legalmente en los asuntos judiciales que puedan
ocurrir. Por el artículo 1. o del proyecto se les im
pone la justa obligación de mantener en el país un
representante legal; pero cree conveniente vuestra
Comisión agregar alguna disposición respecto
á los agentes viajeros, á fin de evitar posibles engafios,
y os presenta una modificación por la cual
se impone á dichos agentes el deber de hacerse
inscribir y presentar sus títulos para que sean re
gistrados ante la autoridad competente. A estas
condiciones quedan también sujetos los agentes de
las Compafiías nacionales.
El artículo 2. 0 del proyecto impone á las Compa
pafiías de Seguro extranjeras que no tengan domicilio
social en Oolombia el deber de invertir en el
país un capital efectivo de garantía de $ 100,000.
No son discutibles ni la conveniencia de esta ga
rantfa ni el derecho que haya para imponerla. No
lo es la conveniencia, porque, como ya se ha dicho,
en tan delicado asunto que afecta hondamente los
negocios y por consiguiente la riqueza pública, no
puede el Gobierno prescindir de vigilar por que
quienes se acojan al precioso recurso del aseguro
tengan la garantía de que depositan sus intereses
y su confianza en entidades que tienen capital su·
ficiente para respaldar sus compromisos. Es esto
lo Que han hecho casi todos los paises, así l"icos y
poderosos como pobres y débiles, que se nos han
adelantado, como en muchas otras cosas, en la vi gilancia
del Ramo de Seguros. Además esto contribuirá
á fomentar en nuestro país la formación
de Com pafifas de Begu ros más ó menos ricas, es
timulando así á nuestros capitalistas á invertir su
dinero en un pingüe ramo de negocios que no apro
vecha la Nación, porque ni aquéllos, ni el comercio,
ni el público en genera) se han tomado el trabajo
de estudiarlo para comprenderlo y beneficiarlo.
Tampoco es discutible el derecho que se tenga
para pedir esa garantía, porque ella no entrafia in·
justicia alguna. A primera vista parece que la
hay, puesto que la disposición se refiere á Oompaflias
extranjeras no domiciliadas aquí; pero debe
tenerse presente que si la condición no abarca á
las nacionales es porque éstas se hallan sujetas á
la inspección del Gobierno, como se ha dicho, y
porque tienen y deben tener invertido en el país la
mayor parte de su capital. De manera que en principio
no hay desigualdad alguna, puesto que no se
colocan unas compafifas en peor condición que
otras. Que esta condición se impone con derecho,
lo prueba el que todos los países la h~n establecido,
y no tan sencilla como lo exige • el proyecto,
porque en casi todos ellos se impone la inversión
en el respectivo país de una parte más ó menos
considerable del fondo de reserva que debe retirarse
de las primas según los estatutos de cada sociedad,
lo que implica, sin duda, el examen en la inmediata
vigilancia de los negocios de la Compafiía.
Puede objetarse que en tratándose de las primeras
disposiciones que se van á dictar respecto á
este asunto no es prudente fijar desde ahora en un
mínimum de $ 100,000 la seguridad ó caución que
deben dar todas las Compafiías que hayan de que
dar comprendidas en esta Ley. Podría esto ocasio
nar la perturbación de los negocios en algunos ra
mos del seguro, que, aunque temporal, sería perjudicial
al público. Atendiendo á esto vuestra Comisión
os propone una modificación al artículo 2. o
El plazo de seis meses que fija el artículo 4. o del
proyecto para que las Oompafiías constituyan lagarantía
parece á vuestra Comisión muy corto, y
os propone que el plazo sea de un afio improrrogable.
Los negocios de aseguros marítimos, cuando se
hacen en el Exterior, no pueden quedar compren
didos en los requisitos que establece el proyecto que
se discute; el aseguro tiene que regirse por las leyes
del país donde se celebra el contrato.
Es esta una consideración que debe tenerse en
cuenta al discutirse el artículo 5. o del proyecto, que
sefiala la responsabilidad en que incurren los agentes
ó intermediarios que contribuyan á celebrar en
Colombia negociós por cuenta de sociedades que
no estén dentro de la ley. El aseguro marítimo exige
por su naturaleza la presencia de un agente ó
representante donde resida el comerciante cuya
mercancía viene asegurada, y que tiene la misión
de cerciorarse de la existencia de la avería y presenciar
el avalúo de ésta, sin lo cual es difícil obte
ner el pago del siniestro. Preciso es exceptuar claramente
estos agentes del articulo 5.°, pues aunque
ellos no intervienen en la celebración de un negocio
de aseguro en Colombia, podría acontecer que
por falta de esta aclaración se les comprendiera en
tal disposición; y aunque el comerciante puede
ocurrir á otros medios, ellos son más dispendiosos,
y en definitiva el perjuicio es para el comerciante,
que sufre un retardo en el pago. Igual declarato·
ria hay que hacer respecto á las C om paílías ó sociedades
colombianas ó extranjeras nacionalizadas
que reaeeguren en el Exterior, pues si es cierto
que ellas aseguran en este caso una parte de los
riesgos en Compafiías extranjeras que no negocien
directamente en el país, también 10 es que esto 10
hacen por su propia cuenta y bajo su responsa bilidad.
Finalmente cree vuestra Comisión conveniente
que se deje al Gobierno abierto el campo para que
pueda dictar las medidas que la práctica y la pru·
dencia aconsejen para fomentar las sociedades nacionales,
facilitando al comercio el aseguro de las
mercancías en sociedades nacionales por aquellos
medios que sean justos y que no perjudiquen al
comercio.
En tal sentido se os propone un artículo nuevo.
En mérito de estas consideraciones la Comisión
os propone.
Dése segundo debate al proyecto de ley "sobre
Compañías de Seguros," con las modificaciones que
en pliego separado se acompafian.
Honorábles Diputados.
PABLO G AROfA MEDINA
Bogotá, Marzo 8 de 1909.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
.J
120 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL
MODIFIOAOIONEB y ADIOIONES AL PROYEOTO DE LEY I el mundo civilizado, después. de sus nl"gías gue-
"SOBRE COMPAíHAS DE SEGUROS" ITeras, como un pueblo tranqullo y ordenado.
Artículo. (Para después del 1. o). Los agentes Concretándome pues á la ~enuncül, ~onsidero que
viajeros tendrán la obligación de hacerse inscribir, en 1a.s actuales delIcadas Clrcunstanclll~ de la Representando
sus credenciales para el re~istro, si es pú.bhc.a, cuan?o se han pr~seDtado . smtomas de
en la capital de la República, en el MInisterio de agItaCIóD, es Inoportuno é IncoDveUlente entrar á
Gobierno, y si es en los Departamentos, en las Go· resolver precipitadamente el gravísimo problema
bernaciones, donde s~ les dará el pase para que de elegir el suceso)' del Excelentísimo señor General
puedan ejercoer BUE! fWlciones.. , Reyes, acontecimieDto polítjco que en todas las
Artículo 2· del proyecto, I?0<:hficado aSI : democracias causa honda conmoción y produce pero
A,rtículo .. Para el estableCImIento de un,a sucur· turbaciones q u~ á ve(~es conducen á los pueblos
sal o. agen~Ia de Oompafiías . d? Seguros, o ~ara el hasta los horrores de la guerra civi1.
funCIOnamIento de agentes VIaJeros de las mIsmas, El' . - G 1 R
cuando el domicilio social de la Compafiía no esté ~I xce entlsl~o ~enor ,~nera eyes en sus
radicado en la República de Colombia, se requiere últ~mos actos de. carácter'pohtlCo, (!omo !ion 10s rela
previa inversión en el país de un capital efecti· latlvos la p"ó~lm~ J'eunIón ?e. un ~ongJ'eso p~~uvo
de garantía hasta de cien mil pesos ($ 100,000) l~r, á la ol'gamzaclóll de ~lnlste.l'lOR de co~c1l1a-oro,
á juicio del Gobierno. C1ÓD, etc, etc., y en su ma~lfest8cl0nes pú~hcas y
Parágrafo. Como está en el proyecto). I privada.. sobre el propÓSIto firme qu~ tIene de
Artículo 4, o del proyecto, modificado así: mantener la concordia política y df:> 'iormular y
Concédese el plazo de un afio impron"ogable, etc. desarrollar nn vasto plan económico y fiscal para
(Lo demás co~o está en el proyecto). .. mejol'ar nuestra pavoro~a situaci6n econ6mic8,
Artículo 5. del proyecto. Agregarle el sIguIente la primera de nuestras necesidades públicas des-
Parágrafo' 1 . d I 1
P ará gra· f o. N o que d an compren d·Id o s en es t a d·l S pués. de áa 1c ODse. rv'aóc Ión e a paz, reve a aca- I bl· 1 .. t
posición los Agentes encargados de ver~ficar las ta~lento a Opl~l D pu lCli:Y. a sentImIen o
averías, ni las Compafiías de Seguros naCIonales y n.aclOoal, alto espíritu de patllotlsffiO y el deseo
los nacionalizados que reaseguren en el Exterior. s~ncero de ,desprenderse d.e las .fncultades excep·
Artículo nuevo. El Gobierno, al reglamentar la clOnales de tas cuales .fue lnvest,ldo por la .Asam.
presente Ley, tomará las disposiciones conducen blea de 1905, por' ClJ'euDstancta excepCIonales
tes á fin de que por medio de los Cónsules de la también, para vol~t>r á las práctic8M nOI'mllJes de
República en el Exterior se f~cilite al .~omercio el la Rppública dentro .d:- lo límite~ de la libertad
aseguro de ~as merc~derfas de ~mportaCI?n en. Coro en el ol'den y la justlCHl.
pafiías naCIonales o extranjeras nacIonalIzadas Tan nohlt's propósito y actos, y el de Mup .. emo
conforme á esta Ley, valor y de p tr'iótico desprendimiento que revela
PABLO GARetA MEDINA la renuncia misma, son cODsideracioneH poderosas
Bogot~, 8 de Marzo de 1909. para que la Asamblea no la acepte.
~=x..~ Yo quiero creer que con un cambio acertado de
Honorables seilore.i Diputados:
Como miembro de la Comisión especial á cuyo
estudio pasó el Mensaje del Excelentísimo señor
General Reyes por el cual renuncia la Presidencia
de la República, tengo el honor de presentaros
separadamente el informe reglamentario, por discrepar
en la forma, que no en el proyecto de reso·
lución, del de mis tres respetables colegas de la
Comisión.
Imposible, además . de inútil, es hacer en los
estrechos límites de un informe la relación y ni
siquiera el indice de los actos ejecutivos que informan
la intensa labor del Excelentísimo señor
General Reyes durante el ejercicio de la Presidencia
en el tiempo transcurrido, labor que, por otra
parte, es suficientemente conocida en el país y fué
ra de él. Baste para mi objeto pregonar una vez
más que la concordia, base de su sistema p01ítico,
en conservar la cual ha perseverado con fe pa·
triótica é incontrastable energía, dio sus naturales
y saludables frutos; las asperezas y aun los odios
de partido desaparecieron; la paz se ha conserva·
do inalterable, y Colombia empezó á resurgir ante
rumbo, cuando las olas empiezan á encresparse,
siquiera sea superficialmente, el experto timonero
pondrá el barco al abrigo de las tetnpestades.
Cuando la concordia política se haga extensiva
de las personas á los principios, en cuanto éstos
puedan ser conciliables, á toda~ las aspiraciones
legítimas de orden patriótico, á los derechos de los
ciudadanos y á los intereses permanentes y tutelares
de la sociedad, como creo que es el actual propó·
sito del Excelentísimo señor General Reyes, la paz
y la prosperidad de la República se asentarán
sobre bases inconmovibles.
Por las anteriores consideraciones os presento
el siguiente proyecto de resolución:
La Asamblea Nacional ConeliÍtuyer.te y Legislativa
no acepta la renuncia que del elevado cargo
de Presidente de la República ha hecho el Excelentísimo
señor General don Rafael Reyes.
Honorables Diputados.
J. M. QUIJANO W ALLIS
Bogotá, Marzo 1 t de 1909.
IMPRENTA. NACIONAL
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Anales de la Asamblea Nacional -Serie VIII N. 15", -:-, 1909. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094438/), el día 2025-05-07.
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