·. 2 ~ UM •
........... .,.. ................... ····· ...... .... ..... .. . ............. ...... ...... ....... ...... .. . . -.... .. . ... .. ..... , .... . .. .. . . ..... .......... .................... _ ........ , ... - . ............ . .
EL TRil!. 1 FUERTE . 1 Cartajena, 30 tle ethre. 1867. 1 EL NUM. SUELTO 2 ·R·~ .
...... ... ... ...... .... ....... ... ..,. ....................... _........ ..... ..... . ......... ......... , ............................... ···· ··-····-··-····_. .... -... _...._ ... ,. , ... ._ .................... _ ......... ...__ ......... ,...~___.
.
Jla8gos históricos de Cartajena.
[ Continuacion.]
Pe r o todavia debía suceder míts; todavía
tu v ie ron lúgar escándalos mayores con1o se
verá n1as adelante. •
La mañana del día 13 de Abril, Sfl abrie-ron,
contra la cesacion decretada, las puertas
de la~ Igle~ins i Conventos de Santo
l)otningo, San Franci~co, D:i !\1erced , an
Die go i San Juan efe Dios, repicaron Jas
campanas todas a Ja vez, celebrat·on los divinos
oficios i convocaron a los fieles a que
asistiesen a ellos.
La Catedral i Parroquias, el Colejio ae
la Compañia, los convento~ de las rclijiosas i
recoletos Agustinos, continuaron cerrados,
surJiendo de aqu1 otras dificultades i reyertas,
porque la comunidad de Agustino"' Calzados
se dividió en dos partidos, el uno por
obedecer el entredicho i el otro por despreciarlo,
de donde se fueron a las mano8, i
hubo algunos heridos.
R . olvió el Provisor nacer cerrar las puertas
de los conventos i yendo con sus ministros,
en compaña tle Dan Bernardo Velazco
de la Riva, l\faestre Escuel2', nl de Sánto Do ..
mingo, los relijiosos le salieron al encuentro
i se opusieron a mano armada a que se
cumpliera su mandato. Sinembargo, con el
ausilio de algunos clérigos, que le ofrecieron
su apoyo, el Provisor hi~o cerrar las
puertas del Convento i las de la 1glesia. Igualmente
procetlió cpn la de San Juan de
Dios, cuyo Prior i Relijidsds les pusieron
hábitos a todos los convalecientes i soldados
que habta allí i se armaron de carabinas,
alfanjes, palos i piedras para impedir la clau.
sura; que al fin se vieron obligados a cumplir.
Lleg6 por entónces a esta ciudad el Doc.
or Don Francisco Varela, con plaza de
nquisidor Fiscal del Trib aal del Santo o-ficio
, i habietido comprendido el estad o deploratlle
en que se hallaba la poblacion, i n i ció
el redo1n1n6 ul n el atnqu
de mosqueteria, lo que se verificó por una
carga e rrada. La arq uit e tu ra d l DE PRoFU
DlS i }a ruerta JlamaEfa d ~] perdot~, fueron
d , str llidas Las efijies de Sán Pedro, an
Pablo, San Gregario, San S bastian i Santa
Catalina, desh e has a mosq u t 'l.os. Las puertas
del Cementerio de la Igle ia i de las ca.
sas de la Fábrica fue ron quebrantad as i d -
Yribadas para entrar do ci nto arcabuceros
con sus rodelas i e~padas d nuda , como
cntrarí, n los mas in fi ·les: acoJneti ron a las
puertas de la :;acristío, ]as derribaron i corriendo
desorden i1 dos ha. ta las nave de la
n1isma Iglesia, encontraron a on José P"re~
f drano, cura de la ated ral, re ve tido i
con e] acramento en la mano les pidió q u
por aquella soberana i au~n th-io1a 1ajestad
se detuviesen. Pero, nada! ni la flcacia de
sus ruegos, ni la presencia del S ñor, ternplaron
en sus sacrílegos intentos a los sayones
pues hicieron de 1a Igle~ia su cuartel, i
el sitio de fuera lo pusieron adentro, con menosprecio
de la inmunidad de aquel sag,.ado
recinto. Por último, escalaron la torre i la
asaltaron a fuego i sangre, encontrando a los
tres sacerdotes transidos del hambre, i uno de
ellos herido, los pusieron presos i los entregal"
on a los soldad os para que Jos llevasen a Jos
castillos de San Luis de Bocachica i San Felipe
de Barajas, en el cerro de San Lázaro.
(Continuará.)
--·o·,-•
•
l\1E \ OI P AlÍA EL CAMPO.
Decididamente: estoi resuelto a abandonar
el alto de la casa donde vivo, i
dejar para siempre su ruidoso barrio, con
todQ su jauría de perros ae diversas razas
i tamaños, i los gritos de la sirviente, i ]as
carretas i los muchacl1os, i los cohetes
que a cada momento prende un chicue
lo junto a mí, seguramente con la inocen ..
te intencion de atorm€ntarme Parece
que todo el vecindario se ha puesto de
acuerdo para ha.c.erme salir de mi pacífica
morada.
Pero lo que mas dafio me hace, lo que
mas me atormenta i me hace temer la
pérdida de mi cabeza, es la eterna i bulliciosa
charla de mis vecinitas, muchachas
guapas, que se ponen al balcon
desde las seis de la mañaa.a hasta las -
ot1c d 1 1 oel a 1 ct 1r o r 1110
das, sobte poltt1C(L j .. o no é oba· ¡t qu
otras cosas 1 as, con otras q u :.. 1 v n 1 -
fr ., nt de llns, i qu oca JOll.c n \ u ni
tan s anto .. o, ca az de ha rle rd r 1
paciencia al misttlo saiJto Job si vi vi ra.
Si, eiio1·es, ro tengo ln onci 1 ciad q u
i 1 ios lnl>i se probado , a u l ju
varo1 , tra r ndole a 'trivif a n1i barrio, el
s g ro qt e l1ubiera per id para s1 D1Jl'e
el 1 ino d Jos c1elo .
o que gu to de la ranq uilidad tanto
por mi 11a eral carácter, e mo porq
estoi compo11iendo ac ualn1 nte una elejía
a la n1uerte de un honrado g o que
me ncompnñaba, i que e 111urj' por i1
a probar que tal sazon ten'a un poli
que tne estaba preparan o mi cocinera,
me veo a cada instante interruro¡ ido por
aquella confus\on de gritos de Jnl1cl1a~
chos, charla de 1nis vecinitas i por todo
el barrio en fin que parece me l1ulJi ra
jurado gnerra a n1uerte.
En t1na de estas noches pasadas, la
confusion fué rnas e ·pan tosa ue d cos ..
umbre, i los gritos de la call ra un~
co~a que llamaba la atencion: corrí 1·a,·tornrl
o al balcon ¡Jara saber que otro
nuevo moti,ro aun1entaba el acostumbra-do
ruido de mi barrio. zucena, perrit
faldera de una amiga mia, ladraba e1
tono de la agadíL imo; Turco, lo hacía en
ano de re gra,re; 1\iandrui, hacía coro en
su calidad de barítono, j creo que toma
la raza canina de Constantinopla se había
ago]¡)ado esprofeso al pié e n\Í casa
para regalar1ne con una soberbia serenata.
fe figuré qtle acaso sería alguna revolucion,
o a]gun temblor de tierra, o
alguna inundacion de mar, que sé yo que
cosas cruzaban por mi itnajinacion.
Mis vecinas, todas, habla que habla i
lo hacían en un tono tal de entusiasmo,
que había para temer que aquella barahunda
no terminase jamas.
Me propuse saber de qué se trataba1 i
puse atencion a lo que decían:
-Juliana, ¿ has visto en el último fi ..
gurin aquel psina.do tan lindo, aquella,
castafia tan graciosa, i luego aquella col&
larga, que miéntras mas estension tiene
ea macho xnejor?
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
i, 11nj r 1 h~ 'i~o.1te a Q~ :r ro
q n e n o 11 ·aré o t ro 1) e i n n d o u .., ] q u e
e~ á a) lí: nq u 11o s l tncjor 1 es lo qu
mas nos sienta. ~ ~ i u pi .~ras q u n1 a~ de
n enan1orado n1e ha dicho que no me
haga otra cosa, que me ~ien a n1ui bien, i
que se deben al)o!ir todos los peinados
ppsados i futuros, ])llra a optar jeneral·
n1 nte 1 a sin rival ca afia . •
'rod~~s c1u rían hablar, todas se quita-ban
la palal ra de la boca. i ni ngu;)a }10-
.ía ~er e. cncl1ada ~ ll sat isfac ion. Re- • Inedal)an 1)erfectan1 Jl t el ·oro de los
1 erroti-aq u ello no ra11 si no laclridos!
-I bien, señorita.~ )]je }7 0 - terciando
1 1a con,rer~acion, j dirijiénclome a la
n1a:s alta j "v·e11 n1oreua, que 1 o ía }Jasar
por una notabilidad política en nuc. tro~
ono-re~os ~i alJí se adn1itieran n1ujergs-i
l)ien, no se\'Ía nt jor que en l 1gar de ese
~ etesta ble pci nado que llatnatl ca~taí1a i
que ]as desfigura l1asta confundirlas de
éjos i de cerca con unos zapadores con
n1orrion de parada-no .. ería mej r qu
eu ] ugar de e e peinado, usaran siinplemcnte
esas lindas trenza'""' que sientan tan
bien a una artujencrn:. ¿.A. < s ~ría 1ne-
• or . . . . . . . . .. . . . . . . . . ...
Aql í no n1c dejaron t~.:rn1inar rnl. '\'ecina.
. T n gr1 to rle i odignacion se Jeva11t6
contra n1Í ¡ ue a]garavía santo Dio,
Una me apostrofaba; otra se reía de rní·
otra n1e pr digaba los pítetos n1a horri-les
contra n1i persona. ·Ooé prof:tnaion!
gritaba una. ¡Qu" atrevitniento!
l1ablar de la n1oda de ]a castaña, gritaba
ota·a; j l)Or último, n1c dijeron que }.,.O ra
un in1b cil, que era Utl ente alltidiJu~riano,
que tenía la narices largas, i que
parecía un esqueleto, i que tenía color de
difunto i otras cosas n1ns que no re ..
cuerdo.
¡ ve ~laría! ,·aliera mas que l1ubiera
irado pi ndr·as a un a\rispero i que toda,
... u Inoradoras e l1ubieran ¡Jrenclido de
n1i lengua i no ir ato ar tlna cuestion
de su - tan enojo. a, con1o la castaña.
c1.Qui n n1e 1na11daría a m'Í n1et rn1e en
esa~ honduras para ir a ganarme la 0diosidad
de n1i vecinas que son tan bue ..
nn n1oza , i qu a¡1e~ar su cl1arlB, de
'O ol"ras, 111 ha en pasar buenos ratos
go~allC <. e SU V~ -t r?
~stuv\., alg11Jlo día sin asotnar al baJ ...
con mi s n a rices, ue con perdon de mis
1 ctora\, no son tan chiquitas que diga·
n1os, aunque no le doi nunca el derecho
a n· ng,¡na de enrostrárn1elo, porque cada
uno ]as tiene del porte que Dios se las
ba dado i vaya ]JOr las que no tienen
ca. i con que oler.
Por últin1o, l1e1nns celebrado una esponsion
i l1e vuelto a restablecer mis re·
lac iones ....... (oficiales iba a decir, acor-dá:
Jdorne de] congreso de 1867)amistosas
con 1nis vecinas, IJero co11 la condicion
que haga un poerna a la castaña, i yo lo
be ofrecido así, pero sin \Tariar de mi resol
uci n d , j rme al Cabrero e11 donde
c:star ~ ranquilo, i allí podré concluir la
el~jía de ~1quel honrado animal, vícti1na
d l tortnen o de desolladura como si
hul iese vivido en tiempo de Felipe III.
l ara conlJJo ner el poen1a a ]a castaña
que les l1e o ... recido a 111is vecinas, pediré
in spirac]on al pri tner znorrion de un granndero
qu v ea, i e toi seguro de que el
can to quedará ublilne.
1 nt d~ abandonar nJi 1norada pienso
dejar un escrito en 1ni puerta, al uso de
aq u l escr]l a11o q u siempre que salíti,
ponía un a vi, o dicie11do; "~"'ulano sali6
p: ra ir a tal dilijenci· i ~entro de }Jacos
n1inutos v lv rá·' 1 ues 1 ien y voi a
poner: '' Ji.Jl dueño de e ta po .. ada, sali
e: n ~a rlo de la cháchara e las vecinas, i
Jo. gritos d~ los perros, i no vol verá hasta
que aqueJlas dejen de hablar e11 ese
t n tan alto, i In propio le la cultura de
señoritas, i le dé11 palabra de que uo han
de albo1·ota 'r el 'recindario, ]o qu s tan
comun e11 Cartajena. '
I.JA i EltTE DE JESU .
AL PRESBITEll ~ R. JOSE {. PO t!PE ,
Cura Rector de la Catedral de Cartajena.
1 endiente de una cruz, abofetead ,
J_, í vid o, i n 111 ó vi 1 111 a J l r a t a do he rl do
"' d , on enado a 1nor1r coano bat dido,
<.Jon agudas espinas coronado-
Asi murió Jesus crucificado
S1n lanzar una qn da ni un jetnido
Cuanpliendo la tni 1on que había tra1do
De redin1ir al l1ombre del pecado.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
:.1 Orbe estremeci6sP. en sn ~Hllienhl ;
El Bel nubli) su cabellera de oro
el mar soberbio rebramó aracundo . •.
La tormenta calmó: pa 6 un momento,
J cantaron Jos AnjP.Ies en coro:
Gloria a Jesa's el Salvador dBl mttndo.
13E:tiiGNO . B EllN Al.
~an Jacinto, Agosto 8 de 1 67
--:o:--
LA ARMONIA. •
NACE DE LOS CO - TRASTES.
<-Pr, pnes no es p nrn ro ~A, ~er Pllt' "1 dft
ejércitO n los di~z 1 ocho tefio. a e ~ per,ar
cnn ~egnridnd, qne m s tarde nn (~ong •
~o o uua Asamblea, despues de eouceder·
le p , usion vita hci.t, por l ' a ce ion di ttn·
gnida de V.: lor, de llevar charre,er 1 si
ha bfAr peleado, lp cnnon ice o la usanza
d~ la épCJca; pne~ esos decreto5 de bono
res declnrando inmncnlada la vida ptlbhca
de un hombre, no son otrn cosu, qne
unn ridícnln canouizac1pu, fundada en
e~o que llaman VIrtudes cívic~ .
'fodos estamos lla~nndos a c•tmphr con
No hai nada mns gracioso qne el con- lo~ deberes de cindaduno, i el 1\en•'r une'
traste q' forma un viejo de Jo~ del cuño de ob\iancaon, no debiPra m'ra r~e de otrc.
89, hablando de nnestro n1oderno sistemn n1od'"'n, que cón1o el llccho Íl\as nat11ral i
polluco, con uno de esos jóvene .. de Jos corrtente.
cQscos a la jineta, cuya instruccion la han Rn fin, nuestro adol . cente Jener" l,
tomado en Jos artí~ulos de nuestros pe- !'e dirijió a su tio. Pa·6cer de In -ndepcau.
ri6dicos i en los rasgos históricos escritos denci~t, qne n la ·azou se hallahn allí vasi al
pié de las láminilS que sirven de ador- tt~ndo " sn sobrino, i con mucha pro&ope
no al .comedor de su casa p8terna; a .. l es peyn le aseguraba la n~e idud que
que yo no pierdo ocasion de divertirme, había de refnrmnr la Conatitncion nft ..
cuando la fortuna me muestra la arn1onia cJoun1, qne adol.,cía 4le defecto qne
en la desemejanza. re .. tr1njínn las hhertndes públicos; que é
Hace pocos dias me vino, como snele tenia 1111 magntf\co p.-oy.ecto de l'onstl·
decirse, la sopa en la miel; pues qne a tucion qne si llegabn a snnc nnasr hnría
tiempo que me preparaba a saHr a la calle ha felicidad del pueblo colomb1an ,, por.
se me acerca mi sirviente i me dice; A ca- que r.onsnltAndo In~ necesidades de todo~ ,
l>a de llegaf Don JnnnilO.-i., Quién es ese i pon in a enbierto los intereses comuna~
aujeto ?-Aquel Señorito que se fué hace Nue,tro Prócer, qne es nn vtejo qne le
pocos días a BegotA, i a quien Ud. le d1ó riene mucho n1iedQ a loR pichon d•
cortas de recouaendllcion. ' ' Jenernl, couven ia en tndo lo que decia su
Inmediatamente recordé i me rffli:olví tl amnble ~obrino, i nunque yo lo vela morir
a ver a Juanito, mas bien pof iÍaforan¡;r .. derse los labio cuando decta:-Mi8 Ma me
de Jo que había pasado en la capital, rreteras ganadas cqn tantos 8aerijicio• que
por saludarlo. se resolVIó a suplicarle a su sobrano le
Man~ a la obra, me dirijo a la casa mostrara el proyecto de ConstittJcion;
del recienvenido i lo encttenlro mas ama- eAt6nces saf!6 su cartera i DQI dijo:-Aqul ,
ble que nunca , le ofrezco m1s cumplidos estA.
por su pronto re¡resg, i acto continuo Íne Yo dije para mí, qt16 obras tan peqt1~hizo
una relacion circunstnnciada ~e tos ñas son las de nnestros hombres de ho1.
altimos sucesos acaecidos, en los que fi. ¡ L.a. Constituc!on para \lOa ~Qblica,
guran mas Santos que en el Calendario; escrita en la foJa de una ca era debe aer
manifestAndose muí feliz por hebet con- cosa curiosa! •..••..•••••
tribuado en oigo a la salvacion de los prin- 1 ley6 en alta vo~
cipios i ha~er recibido ei grado de Jent)ral, "Ct~Mtfltlcitm PJIIflietr~ th lo• Eatatlo•
ain ber pasado por ninguno de esos ~- Uraido3 tle Cbltm&6ia. ·
nosos ejercicios i rigorbsa escala qua de~ Art P 1 P Todo ciudaclaao e col
1>asatse para alcanzar lps estrellas. ¡Qu6 biano.
anga! - Art ~ ~ P bda ci ..... yo no dej~ de ~allarle rn~op a supla: cer lo que le dé la gana .
•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
- 63-
rt? 3? odo c i udadano es Pre st -
~ente de la Kepúblic~r.
.Art 9 4 ? f>ura evitar di~gnstos entre
los hijos de l.n República quedan deroga·
dos lo~ nrticulos anteriores i el presente.
Dudo&.&,.''
Si, tio, es tnui segnro qne mi proyecto
se sancioue; porque hoi todos los qne podetnos
hncer algo en favor de la cosa públ
ic,,, pPn5antos d~ Jn misnla n1anera .
o deb e ]a tal s er l1om l. r e:
l luego á n a in1peric ia,
Jrrajilidad i malicia
Pertenece al sexo ltndo,
Yo lo aseguro-Prescindo
De que la justicia ea bella ,
Yo veo por doquier e n e l l a
La m11J·er, lo J·u r o a.Z Pindo.
Don Frnnc1~co, que así ~e llnrnn. tlu ·~·
tro Prócer, i yo, uos despeditnos del
J~nernl lejisladar, i uo hab(amqs llegado
.nn (11 últitno peldaño de la escalera ,
nanda rue dice al ofdo: 1 1 0 le parece a
d, q ne Y" esto se lo llevó el l)ia blo? • . •• J
"'i eñor , quien ~on tllllchncllos se ~1cues ..
Por supuesto qtle en di ciend o
Mujer, no hai buena u1n g una ,
Y o si mandara, escepto un a
A todas las iría ardiendo;
Cuando nspiran, \Taya viendo,
Son jalea de tn.marindo ;
Quieren por mal como e l Indo,
De comprenderlas no hui modo,
I sin embargo de todo
Es el animal n~as lindo. a . . . . . . .. . . . . . . ..
--Hustz1 Jnego, l)on Fr~ nci~co .
-.Que UJ. lo pase bien IJou Prudencio.
• ,--·o··-•
•
GLOSA.
A l4 evidencia 1ne r?!ndo
' 1 e1l, lu., J·ustjcia me fundo ..
La Muier, lo ;·urq al Pi11d.o,
E8 el ani1nal mas z~·ndo
Que Dios cr'iÓ en este mundo.
(B. DE I,os HE~ItERos.)
as limpio estoi que el Erario
;, Cómo e. tará n1i bolsillo'? l
Pierdo si juego al tre. illo;
I en política ¡canario!
Todo me saler al contrario
Por mas exacto i mas lindo
Que sea mi concep~o.-Brindo ?
adie escucha ¡E to es patent :
oi la desgracia viviente;
A la evidtnc~a m~ rindo.
I eso que soi exelente
Con mi Madre i con mi Esposa,
Que para mí no hai peor Gosa
Como ser ineensecuente,
Que detesto el aguardiente,
Qae oigo 1nisa . ... Así es el mundo!
I un insigne vagabundo
Goza de todo dichoso . .. .
Esto es sin duda horroroso
I •t1 la ;"usticia 'lnB f u ndo.
Pero quién es )ajusticia?
A. juzgarla por su nombr 1
._:¡es modesta o si es coqueta,
Si es santa, si es vieja o fea
De Ctlalqujer n1odo que s e a ,
De castalia en perin g u e ta,
Oh l siempre la n1uje1, peta
Porque no tiene seg u11do ,
I al decir de Don ~,acut1do
Que es un l1ornbre viejo i du c1 o
Es el mejor avecl1ucho
Que 1Jio s croió en este 1-:tt 'llndo.
--:o: -
Bl~ANDT.
B USC.t\NDO I .J A P.IEDR.A. F I LOSOF A I J.
En nna de las calles de lo cindad d
Hantbnrgo se leja en In puerta princip1\l , . .
de uno cosa de regular apar1enc1a , un
letrero gr"ndo qtte decín: C1lartos ¡Ja'ra,
alq11ila1·. l,a casa se c.otnpor~ía. de las
piezas hnn1ildes del p1so baJO 1 de los
elegantes salones del piso superior.
El piso bajo estaba divido en dos departamentos:
el de Ja dereclla que habitaba
un pobre hotnbre, constaba de tres
cuartos de los que el uno sirviendo ~e
sala conducía a otro que hneía el oficao
de aPosento, dnr1nitorio i gabinete de es ..
tndio, viéndose de tln lado un battl, 11na
maleta i una cnma, i del otro. un estant~
viejo, carcomido i repleto de hbros rotos l
descuadernados, jnnto con una silleta
coja; de este se pasaba a.un terc~ro donde
se encontr:-\lJa un horntllo de hierro, vasijas
de cristAl redo1nas cl'isoles, ploo -.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
e has i , rra t Je t::\ l 1 e un n to s 1 ten si ... 1 t f , u por "') tlll cnr 1 In }t·ol n nr-t t '
tos nece, ita l) n q u i tn1co d
El de \a izqtu rdn, eon tn~1t ., olo de
o plezas, 1 v1 vía u na n1«d r~ con ~u h Jj. ;
· los lujosos Rpo ento del ptso pnnr.JJ' 1
ta ban ocupado por jen te r1~zt 1 a ri. ·.
tocrática.
u e .. 1 t n e H' , • r n 11 J r< p Hl 1" ~tJ n
Al prin 'l io 1p rt obt lo n1 al .a
n día n las diez ele la rn, ñt'\nn Sf~ pr ·
sentó_ a alq ndar los cua rro... d la d .are ·
cha un llotiibre corno de 5:' uiios, alto.
blanco, cano o, ÍJente 1ntel1j e nte i ndra-a
pensadora, que d tjo lhunarse JorCTe
ugnsto 13randl. f~;-- te inqu1lino tJe hil·
cía algnn t1eu1po e, taba avecindado ~n
que! la casa nl llevaba relacion es d a .
mi tad con ninguna per~ · nn , un ie h VI
. itaba i salía poco, pernt ~ neciend uce ...
rrado día i noch e en . n laboratori .
El misántropo era. uno de eso gran-e3
jenios q ne .. aiPn de l3s n ano~ dP.
1) ÍOS 11 e \r a ll dO e 11 ~ ll C ' b P. Z 3. 11 11 a C h 1 S J i 1
de ese fuego snhltn1e que ard~, bnlla
ilumina, p ro qu ~ apHgíl porque
mucho calor que ncierra irnpide r ne·
tre el aire i so ... ten o-a t lli.un" ..
Brandt lucb<- ba aunqn n vano, con~ra
un proyecto que se ajih bíl en su cPrebro
i que lo dornitl h .l e~ ·lt ivan1ent e, deóde
Jos prin1eros añ< !' de su vJd<~ i al que
ha bia cansa grndo toda . las fase~ de su ..
existencia stn qne lo viera realizar~*',
porque desgraci( da1nente pnra. el po19re
visionario, (l$e proyecto enl de!'cn bella do
i por con~iguiente trr ~alizab!P l~l abio
qufmico había ideado nada 1nénos qne
encontrar el secreto para l1acer el oro;
fundir un metal cualquiera pnra carn.
biarlo en oro; tran ͕lrrnar la. ba~u ra en
ese precioso 1netar reluciente i 1nnO'nífico
que se llan1a or0: he ahí e\ verdadero secreto,
he ahf la clave he ahi la priedra
filosofal dP, los grandes alqnin1istas.
En su juventud, Brandt acarició su
proyecto co1no un sueño, cotno nna i)
uston, como una 'rision a1norosa que lo
halagaba i se ucía; en su virilidad lo miró
como el estribo donde se afianzaria
para llegar al poder, a la don1inacion universal.
como el pedestal donde descnn·
~taría la fama de su g1Grifl; en la ancianidad
lo 1niró c0mo la tabla qlle lo sal\raría
Gel nnufraj ío de la vida, como el horizon-
(nndi6 1 hierro, F!l plon1o, ·1 cnbr 1 P. •
1nñ , 1 no e neo tro nad('\, d ~pnc pro~~
d 1 ó a o t r . t11 u1 e r n 1 e , e 1 a ll f r P, e 1 n1 r
cutio In potn . a , i nrtdn, uad·; en eg1~
ida pn:'ó a lo ácidos: lo:s 1 '"con11 u .. ,
analizó i dc~'pl ~ó sobre 11 s t d t 1 1
de r d 8ll j n te l "j n e i a , 1 n '' d a , n d :' ; 1t' ·.
ao ~e d,1r1j1ó utra la cal, la arena, el ci<
no i la~ p1 ~dru::s, p•,ro Madtt, nad21; 1n< .
Larde 1na1chó a inv . tigar In~ ll1c t •r1 s
e cr rn ntal i ¡ J ,~grac1a atroz! steanprc
el Ull~11o rcsolr"do, ien1pre na a.
l e 1 t r a d i n d 1 f oc s d ".1 tt b.
cner en PI lecl , jiu iendo r ollozr ndo, 1
n1u r 111 n r a n d e o n \ o z a 11 g u 11 o,·.' : -" h ..
11 n da! u a, h ! i e rn p r ~ nada ! e . pt)s 1 b 1 ••• ?
.. erñ qutn1 ra ...• ? no, no 'S VP.rd(HI él
exisl ;'- 1 po:-;r•HI d~l d ~1 h io que Jo
, llf rn1 e ntaba, Stl l tabrt dr. )a c an1a, ~ Ptl
ca1ntuaba '''e. l( nJP 1 tonl :tb' 1111 volu
mP.u antJ ,uf"'irlo en 1 qtl . P. <~nc~Jr b
la ciencia d:. lo~ ~acerdote~ d • ·..,o-IJ'lto b ,
1111 o de e o~ 1 i b ro · q 1 e g n' r a r 1 o~ J 1n p -
nelrables n1uros le los t rnplo. de 1enfis
i qne él o J, rva con1o co a agr·1d
< .~ on el libro abter o . o )re los lllll lo
de\"Or balas páji11as del'" q títnic,,
cia, perfeccJon¡\ndose en la d ~on1pOSJ CJOII
t e l.ls cnerpo~ tal conto lo hnci ·,n
tl q u e 11 os h o 111 b re~, r a r a rh~. e 11 h n r é\ 11 i l
secreto que auhelabH; cuando cr ít.t ll trever
nn visltunbre de r ~alid,td, diriji~ se
al horn tilo encendido q ne lo e pe1 a b para
, us operaciones, pero uo tardaba ~u
volverse a sentar esclatnando, al ver que
1a '"a ija se 1 e q ne bra b , i se le d erré ruaba
el líqnido:-''DesarAcia i n1aldicion,
todo se conjura contr, 1"!1i; no, no es posible,
él existe, } o Jo encontraté ¡oro, oro!
yo te encontraré aunque tenga qu ~n cnrtne
toda la sangre para operar sobre
ella.'
Pero por nno de eso cambies tan re.
pentinos i naturales en el hornbre q ne 1 ucha
coutra una P') iBn, contra un obstá
cnlo & sentado con bastante caln1n en
la silleta ~~ cuerpo medio inclinado hácia
adelante i la mejilla descansada e
una de sus manos, d~Gía:
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
. 65---
_, No, no! ... Qnién n1e Jo ha dicl1o? Mi
l1nnj1nncion. Qién lo l1a encoutrado? , aditJ;
yo, yo ~olo ¡fatuo-fatuo! en tn estupidez
no e o 111 p re u des q 11 e b n se as n n j n ljJOSJble,
q 1e tu proyect< no es m;ts que
nn delirio, una nlucinacion ...... sineiTl-ba
rgo ........ oh!" 1 ca ¡a de plon1ndo n 1
suelo, falto de aliento i lleno de )u mn
llorrible desesperacion, n'ur nuruudo entre
dientes:-''lVlentira, rnentira ..•..• ¡oro!
,oro! eso es 1nen tira!''
Un día recihir, una vis'íta; era :J. Federieo,
Elector de Hanover i corría el
ntes de Marzo del año de 1669. La nlañann
e ~ tabz\ her1nosa: el sol doraba con
sus ra)7 0S los techos de las cnsas de Hambnrgo
e ilnn1inatla co~l Sll luz el aposento
del quírnico, que sentado en la cama
hnblaba con el Elector que se encontraba
frente a él en la silletn coja.
- Brand t, o:s estais tnata u do inútilrnenre;
vuestro talento lo habeis consa grado
al de cubri1niento de un secreto
que no existe; renunciad vuestro proyeeto
i sere1s fel 1z.
-Renunciarlo! Ja, jn, ja .. Buer1o es eso
t i por qué?
-Porqne ga tareis vne trn intelijenCla
i vtle tra vidu sin que jan1us encontreis
nada.
- llero si él existe!
-Sien1pra el 1nistno tema! Ten8is ta-zon
Brandr, el oro existe, pero no doilde
vos lo buscuis.
-No1 l1 ues yo lo encontraré i vos lo
vereis ¡qué lindo, qué lustroso! oro! verdadero
oto! 1 se frotaba las mRnos lleno
de alegtla creyendo que ya el precioso
metal e taba en su poder. El priBcipe
conocio qtle era prec1so hacer que Brandt
abandonara sn próyecto, en cambio de
con~ervnr su rnzol). Se letrantó i le ton16
las manos.
-Idos eón migo a Hanover, Brandt; entrareis
en la aca d e1n1a, teudre1s habitncion
en tni palacio, sereís de los de n1i
consejo. V1ajnrcis i yo os recomendare a
Jos reyes para que las Sociedades ciet&
tf:ficas os adanitun en sn seno, pero abandonad
vuestro proyecto. Lo abandonais:l
-1 mi oro1
- -Yo o~ daré oro, o~ daré ba$t a n t e
tnucho, muchísimo, todo el que quera Js:
Aceptais?
~, .... , - 1~0.
,--Por qué?
-I>orq ne ... he d e e ncontrarlo o moriré
Lu~ cándolo.
- l)ero ya lo habeis buscado lo bastnn t
e pura poderlo encontrar ~No habeis empleado
con tesqn n1as de lre inta nños de
vuestra vidª bn~cándolo1 No habeis a gotado
todo vue"" tros recursos en los es~
rimento .. 't o ha neis ensayado con t odos
los cuerpos q ne existen , i sin embarg
o no lo habeis eucoutrado? r o os ba s-ta
' ' a? ..
-: o, todavia no!
,-Qué 1nas os falta ? Qné 1nas espe rai
s'?
- Me falta nn últiano esperimente en
el que cifro todu n1i esperanza , porque
al1 í h e de en con 1 ra rJo .
- 1 sobre q llé cuerpo pensais operar?
- , .. obre la orina.
~~ ~~lector se sorprendió al oir esta
coute tacion; jnnltts se imajiB6 qtle n
Brandt ~e le ocurriera buscar el oro en
la oriun: este 11ensaaniento Je pareció un
ab~urdo; lo creyó loco i buscó la nplica cion
de su conjetura en la mirada del
quí1nico, pero la mirada de este era
qn1eta, tranquila, serenn, ningun sintorna
de de1nencia se notaba en sus cristales,
solo si un poto de alegría debida a
la creencia de que aHí lo encontratía. Re flexionó
i comprendió que nada estorbaria
al rnan1ático crisopeyo proseguir en
su empresa, i que lo que in1portaba. era
hace r que no pnsara de ese últirBo es-
• per•.•nento.
Para salvatlo de la terrible desgracia
qne lo amenazaba, porque indudablelllQnte
Brandt se volverla loco si no enc
o nt t·aba el oro, resolvió arrancarle el jtt•
ramento de que ttna vez que esperianent
i\ra en la orina, se iría con él a Hanover,
o si s e negaba, llevars~lo por la fuerz
colno su protector.
-Brandt, juradme por vuestra palabra
que enando hayais terminado vuea ..
tro esperimento sobre la orina, os ireis
Hanover i me dareis el gueto de viajar,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
-66-
l'eto qu•J.ttnas o valv íe ft acordar de
vne~tro proyecto .. .Jurád1nelo, i os dejAr~
solo ha ta eltnes de Mnyo que regrese a
saber el resultado de vuestro lllthno ~speri
mento.
Brnndt se kir6 eh ia can1n , í tomándole
las n1anos i con voz conanovida, dijot
-Os lo jnro, mi querido Federico.
No pndo decir tna .. ; el Elector le apretó
los tnano~, le pnRo cincuenta Federicos
de oro sobre In si lletn, i sn litl.
Inmediatamente se retiró el prJncipe,
e1 quínlico volvió a su labotatar1ij parn
principiar su nuevo esperimeuto. Algu·
nos días emple6 en calett lnr el modo como
descompondrf11 la orinn para d~ ella
estraer el oro; al ñn encontró el procedimiento
i lo pnsa en práctica.
En la noche del tlltimo día del mes ..
de Abril, la casa que hnbitaba Bruhdt ha-bía
ca•nbiado de aspecto. Eran las diez
i lus ventanas del piso principal laniaban
n la calle rayes de lnces que aJlf ardían;
la mQsico !onabn, oyéndose sebre el pavimento
el cornpas que con los piés llevaban
los bailadores, i de vez en cuando
Jos murmullos de alegria que formaban
los di vertidos alemanes.
La vecino de Brandt oca baba de merir,
viéndose stl cadáver a traves del blanco
sttdario P-n qne lo habla envuelto su hijn,
que con los ojos llenos de IAgrimas oraba
de rodillas nnte la d1funta.
El qulmieo se hallaba en stt laboratorio
oscuro 1 medio encorvado ante el borDillo,
dende se vela el liquido vesical
qne llegando al penfiltimo gradd de ebullh:
ion, iluminaba el fondo de la Yasija
con un resplandor rojizo.
El grito de alegria que lanzara Colon
al descubrjr tierra despnes del desconsuelo
que le babian heeho concebir las
amenazado11ts voces de sus marinos, fue
el mismo que lanz6 Brandt al vet en el
fondo del liquido una cosa que lucfa en
la uridad: indudablemente eta el oro
que buscaba; hablan eeaado las pruebas,
se encontraba .aatisfecha su •,aranza,
recompensado su Ira bajo; estaba eq poseaioo
del secreto que debla hacerlo inmeo~&
mente rice.
E.mbriftgade loeo i lleno de alegrfn
se salió del cunrto como Alqttfmides del
bnño, 1 como este gratando: ''l~f.» he hn ...
liado, lo he hnlladol'' pero en tnitRd d .
su carrera se detuvo i retrocedió esp uta ..
do al eucoRtr&rse frente a frente eon el
cadáver de su vecina.
Aquel cadAver acómpañndo solo por
su h1ja i aquel enarto alumbrado ap~nas
por la débil llama de ut .a v~la, le quitA ·
ron la alegria i le hicteron pEn aren al go
mas que en stt Becreto; pen 6 en lu
•ni ería de aquella niftn da 18 ~tfto ; hu6r fnna
i sin fuanilia, a quien ui siquiera conocía,
pero cuya st1erte lo pfeocnpaba
potqne la nifta quedaba e .. puesta a los ultrajes
del Dltlndo si no hallaba una per·
sona que In acompatinra i protej1erM eh la
peregrinacion de la vida.
-Niña, le dijo, al primer golpe de Yista
he compren dado vuestra sttuacion tque
hnceis ahora sola en el mundo? Teneia
familin?
-~o, sefior, no tengo a nadie.
-Tampoco yo tengo familia; mis o-cupaciones
no me han permitido ponsa
en mattimonio. Queréas que •ea para
con vos un padre, ya que no puedo ser
vuestro esposo?
( Odncluird.) --:o·-- UN UAÜALLERÓ PARTICULAR
o
110110 :DE BACEB FORtUNA
Yo soi un pobreaito; i no ae crea que al
decir esto quiera dar ·a entender que no tengo
para la ~uc61ica, no: qul.,rd decir que eoi un
buen fiambre, UD l&)ma de •.•• ¡qu6 dir6, d
Dio•, i que no teb¡o mu talento que el necesario
para it por donde ••o muchos. Por lo
que hace al presente no lo púo mal,graciu
.& ciertos realejos que tengo mui bien a~gura·
dos, i como el mi doimo epaeñar a U da.
buacarloa, pues como criltiaao delta cumplir
con lu obru de tniaericordiá, voi a contarles'
muí brevemente mi histotia, que ~la dlejor
leoC?ion práctica que pudiera deaeane.
Tal vez •I darme aconocer ae piquen algunos
porgue ., erean semejantes, i ai u
fuere, con su paa ae lo coman, i oambi r de
bi•iesto.
Mi nacimiento data del tiempo en que Ju
Américas perteaecí&n, felizaaeate, nuestro
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
-67-
cp.t61tco n1on~rca el S. Don Fernando 7 P
Desde mui niño me quit6 del lado de mi ma.
dre una mi abuela i quiso que viviera siempre
en su cotnpañía, cosa que no me desagradó
porque la vif'jecita me cuidaba que
ra un primor. Ya desde ent6nces rnanifestab
a yo lo que ~e~1a andando los tiempos, es de-cir
un ............. pero no anticipemos las
cosas •
Pues, señor, mi dicha abuela estaba un ei
es o no es loca con las habilidades del nieto,
i no babia cosa que hiciera o que dijera que
no causara una revolucionen la casa. Todo
era estrem~s: ¡mire Ud. qué vracia! ¡este muchacho
es un prodijio! ¡vea Ud. que talentn·
zo! - i así por este estilo. Cumplo mis siete
ños, edad trenae:1da para. los muchachos,
dad de escuela que Dios maldiga; i da rni
tnadre, que acá para entre nosotros era un
poco insua·jente, en que era pre~iso que yo
~ .. tudinse algo. 1\ii abuela no quería, porsupue~
to, ¡\'aya! i tenía mui buenos razones:
ntre otras que ella babia vivido perfectalnente
su ochenta años, sin siquiera saber
firanar, i que tnaldita la falta que tal eosa le
había hecho; pero mi madre, ¡Dios la !laya,
nordonaio!, se encaprichó, i no hubo remedio,
se decidió que mi pobre cuerpo seria llevado
a la escu la; solo que l« abuelita se reservó
el derecho de escojer el maestro i amones·
tar1o convenientemente, como en efecto lo
hizo, recon1endándole 1nui especialmente que
baJO ningun pretesto me diera azotes.
l-l é te1ne ya de escueliante, como ent6nces
ecían1o , i tratando de formar 1 tras en la
A RE ·A i conocerlas en la cartilla; pero sí,
¡f cilito era eso!, no 1ne entraban: el maestro
decta que por est(I.pido i desaplicado, i mi
buena abuela, que porque no hab1a MARA para
enseñarme. Y o estoi por lo de mi abuela, i
si no que nte digan tr.or qué era capaz de hacer
tratos con los demas muchachuel s de
que siempre sacaba una famosa utilidad,
como con1prarles las cartillas i pizarras por
medio i luego \·end~rselas por un real i mas?
Esto me parece que es talento. Lo cierto es
que el maestro siempre, andaba conmigo
en dimes i diretes hasta que al fin cansado,
dacia él, notificó a mi abuela que no querta
e nseñarme mas, que yo le corrompia suF.;
x:uños, i se fundaba para esto en las compras
ven,as que yo hacia, usurarias segun él l"s
llamaba. 1\li abuela se puso contentísima, no
lo por mi salida de la escuela, sino por eJ
JS~IO del rnu~hach~ que ya sabia hacer nego ..
oios, i esto Jo eontaba at r¡ue queria i al que
ao quena oirlo. De este dia para aa6 goz6 de
completa independencia.
Pues señor; como ya nada tenia que hacer,
dime csclusiva1nente a pensar i cavilar el
modo de hacer producir los reales que habla
juntado con lo que me daba mi abuela i con
las ganancias hechas a n1is compañeros de
escuela, i tanto apreté la mollera hasta que
me sujiri6 un medio parlicular que me sall6
perfectamente, i fué el siguiente:
Mi abuela tenía una grande posRsloN para
el cultivo de la cual necesitaba una infinidad
de peones, i como los negros esclavos que le
pertenecian no bastaban, habta necesidad de
contratar algunos hombres al jornal i sobre
estos majaderos trat~ yo de pon.er la base de
mi fortuna. Púseme, pues, de acuerdo con el
mayoral, que era un pillo de veinte zuelas, i
convinimos en que arreglaríamos con los peo ..
nes, ( q u~ todos eran mui pobres) el darles
IU salario por semanas adelantadas, dejándono~
de beneficio cada uno un raal diario, i
que tal beneficio lo partiriamos de por mitad,
aunque era yo el que adelantaba los fondos .
El negocio fué hecho con los jornaleros por
aquello de NECESlTAT CARET LEGIS. Ademá!,
i esto era lo bueno del negocio, el mayoral
debía en las cuentas cargar un real mas por
cada peon i de este exeso tomarla aquel una
tercera parte i yo el resto por cuanto era el
1enerador de aquella luminosa idea. En esto
no había\ riesgo a]guno por cuanto, corno he
dicho, mi abuelita no sabía leer i siendo yo su
lector de cámara, le d ba gato por liebre en la
lectura semanal de las cu·entas.
Pasaron algunos años i héteJne aquí que e l
sudor de tanto infeliz 1o reduje con mi in dustrioso
manejo a n1ui buenos doblones i
onzns con el busto del querido Fernando 7?
Sin dejar de mano el negocito dicho, i como
ya tenia alas, n1e entregué a operaciones mas
altas i lucrativas. Puse una tienda entre
carne i pescado, com() ent6nces decíamos o
mista, como ahora se dice , i obri operaciones
dando dinero en préstamo a real el pe o po r
semana i asegurado con prendas por el dobl
valor de lo prestado, i con la espresa condl cion,
que si pasado el plazo que nunca fu
mas de un mes, no se me satisfacian el cspi
tal i Jos inte reses, m e q uedarla con las pren
d a B, cosa que sucedió casi siempre, por lo
que voi a esplicar. Adquirí un pleno conoci
miento de todas las personas que me bus b
ban para el préstamo, así es que sabia co o
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
egur1dad qui6n podia pagar i qusén no; m.
era da los primeros el que leufa que llevarme
dinero me gobernaba de esta manera: el dta
del pla'zo no abñ la tienda sino a horas en
ue el marchante estuviera en su casa comiendf)
i Juego para 1ni segu•·idad me hacta
n ot r bien de mis vecinos para poder proba!'
n caso de una demnnda, qJJe no había faltado
, o· si era de lc;>s segundos, dejaba correr la
boia. Me hice pues a una buena fortuna al
1nismo tien1po que a una fama endiablado;
pe ro esto no tne daba cuidado por cuanto
a quí j en todo el mundo ser rico es serlo todo.
• • • • 111 Y 8 en esta pOSIClOO puse AL1\1ACHN, J en JlfO
todos mis capitales; compré buena casa, ca.
baH os, etc. i coanencé a ser con51ide rado er1
l a sociedad. Di algunos petits bailes i acabé
( e captarme la penevo\encia de todos. l-Iice
os o tres viajes a Cálcuta i a la Zelandia i a
tni regreso fuí \'Íctoreado como el hombre
1nas honrado de la ciudad: como un caballero
partzcular por sus virtudes; los aires del 1nar
i el no hacer caso a nadie dándome infulas de
ombre irnportante, obraron este prodijio~
Ahí tienen Uds. pues, en pocas palabras
n1i historia, o mas bien la de mi fortuna. Por
Jo que he referido conocerán que no hai para
hacer fortuna, tnas que perder ese miedo es ..
túpido, que algunos, aunque pocos, tienen
todavia al Diablo, que en \·erdad no existe,
segun el descubrimiento hecho en este siglo
por hijos de esta tierra. 1 yo por mi parte creo
a pjá enjuto i con todas las veras de mi cora ..
zon, que tal descubrin1ienta es matetnático,
• porque s1 no
"Y er1no no mas, desolaoion perpetua,
AHí verian tristímos tus ojos." J.
--:o:--
•
TEATRO. La doble compañi~ de declan1acion
i de zarzuel& que honra nuestra escP.na
actualmente, bajo la direccion del Sr. Dn.
Saturnino Bien, nos ha obsequiado ya con
alguna~ funciones, de cuya ejecucion no podemos
ocuparnos dPtenidamente por no pern;
itírnoslo la estrechez de nuestras <;alumnas.
os contraeremos por esto a saludar cordit;) ..
n1ente a la e9presada sociedad, que con tan
dulces momento$ de solaz reetnplaza hoi los
amargados instantes de nuestra vida sin luz.
unas veces eantnndo las armon1 s celest•al d 1 o
mor; otr s recitando los penzuunientos, diho i b
ladas del alma enamorada; i otra • semejan~B 1
acerdotizas de Delfo~, \1 aticinnndo, cnscftando i
totnando toda las forma de los diosc .
cmejante al palacio de la fama, en u• pared S
se repercuten ecos que se trasmiten de pnrte a parl•
del mundo; csp cie de templo donde se rinde culto a.
las obras dPl injenio hutnano; espo icion dond r
cibe el 1nérito su preanio; allí donde e \'é al publi·
co ve tido de gala, atraído por una ~uer.la magn~ta
ca recibiendo todas las imprcsJoncs ag1 adabl s de
que e susceptible el corazon; aH e tá el arti ta con
. u guirnalda de tlores, i el literato con u aureoln
de gloria.
Ese palacio encantado es el Teatro, ah donde t1
in .. piracion del poeta se revela en su creacione. , 1
el arti ~ta ~Jamando la imájen creada, hace palpitan
te la forma sonada, mostro.ndola al público con vi ·
da i color en el cuadro de Ja e cena.
El poeta es la idea, el artista es la vida; r-ada paJabra
que suena en el e cenario es t¡na pincelada de
luz o de sombra, qu e an1ma el cuadro donde esta de
lineado el argutnento. El po ta sin el arti ta que le
da colorido a sus flores, no podría conqu1star su
guirnalda. Lo escri Lo vale tanto como la teoría, 1
sta ~io la práctica, no pasa de ser otra cosa, qu
un pensamiento.
El poeta es el verso, el artista es la música; el
v:erso por sí solo, hace la imp~e ion d un suefto
agradad le, pero unido a la n1úsica, forma tln con·
junto que hace suspirar el ahna i m1lrca inde\eblc
mente el recuerdo de Jo que ve,mCJ s i oin1os.
Así el arte del Teatro ha venido a ~er la aristocra
cia de las artes; el poeta necesita d~l arti ta por·
que a favor de los gr-andes arti~t~s, se fQrma Ía r -
putal!ion de los grandes poetas. •
Fácil es comprender e ta verdad, cuando vemo s
apa~ecer en la escena a las sefloras B~en, Raynen ,
1 Jimeno con todo ese poder irresistible de la hermosura,
la gracia i el talento. l~a una es el torrente
majestuoso de las armonía~ que arra~tra tras si todas
las emociones supremas del almrt· la otra se asemeja
a la linfas mujidoras de una tuentesita saltadora
que arruUar, tiernamente al corazon con su e~
sonidos cadenciosos; 1nién ras que la ~ eftora de J 1
meno, siempre digna i profundamente inspirada
nos revela en un Jesto, en un Rolo ad man todo el
poder de los J énios privilejiados. La seftora de Blen
canta. i sorprende, i arrebata¡ la • ~ftora Raynen modula
un jemido, i acaricia, i embnaaa i enamvTll rnaso,
Ese milagro de transformacJon es t;eguramente 1
que hace de ellas tre arlistas al gusto de nuestro SIglo.
lteciban, po:- n'leslra parte, la mas cum lid a fe
hcitacion¡ Jo mismo que las demas seftota caba
Beros que componen el resto de la compaflí".
w
IMP DE ÜER AND~~ E RJJO "
1
•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"La Aurora: ensayos de literatura - N. 8", -:-, 1867. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094333/), el día 2025-05-01.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.