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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 149

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  • Año de publicación 12/08/1898
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 209", -:-, 1898. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094860/), el día 2025-09-09.

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Imagen de apoyo de  Podcast: "Rock al Parque: la música"

Podcast: "Rock al Parque: la música"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 2019

Podcast que recopila testimonios del público asistente al ciclo de charlas "Libertad Sublime" realizadas en las Bibliotecas Públicas de BibloRed. Dan cuenta de la experiencia musical relacionada al Festival Rock al Parque. Los participantes relatan sus vivencias: donde compraban los discos, los primeros conciertos a los que asistieron, como se difundían los nuevos exponentes del rock colombiano en los medios públicos, la relación de los rockeros con seguidores de otros géneros musicales y la influencia que tuvo esa música en un momento en sus vidas.
  • Temas:
  • Rock (Música)
  • Música

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Podcast: "Rock al Parque: la música"

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Imagen de apoyo de  Una idea descabellada: instantáneas del rock en Bogotá (1957 - 1975)

Una idea descabellada: instantáneas del rock en Bogotá (1957 - 1975)

Por: | Fecha: 16/04/1859

• • • 11. NU~f . 52. - Cuñ as en vez de revi sta. ( " I ... os ladr o n es sobrc-:todo no d ejat·ri n de caer. " Ln 'olubilidad del J: iagdalcnn es tal que unas ~ veces eshí tan hincl1ado con1o un rnar, i otras tan _ E s costuntbrc en In gla.t e rr, q~ c nl fin de cada en j u!o eo tn o un arroyo, pat "''Ciéndo~ e e n e ·lo a ?no l evtn1te~1 Jas parroyutas 1~" lts~a de los in ~i ­lo -· Yestido de las datnas, que por la rnañana pa- ~ J e,nte~ qu e t~ene a u Chrgo. 11 .~1 cornputo de. l 8a8 re\;en forros de pará gLla .... , i de tn e dio dia parn arri- d·L para. L. cJ.uc.l· d de Lontlt~es, cu~ya pobla.cion es bao-lobo aero "tát ico:. ~sla. incon lancia (la d e l de 2 tndl one::; 36 1,41 4 hah1tant e~: una c1fra d e .1. fa g da 1 na , Lo la de las da tYt a '"' ) b a h e eh o q u e e 1 7 9 , 8 S 7 P 0 h r ~ s ; en e l año . de 1 8 5 7 e r u de 8 5 , 6 6 2 , correo de ultratnar llebvu e tan irreg ularrnent e aJa aunqu e , ¡ nutnero de habitantes era tnucho ma­vor. 'a j3i tal) d e sde rr li e su conduce ion por el ri () está J en on se ndad a a la Cntu paii í a el~ -a por es, ·que, a u n q u '"J par e z e a r i t1 t' e u 1 o , e · t a rn os e e han d o 1 u é n u~ aquellos venluto.-..os tien1p o ~ e n qn e recibíatnos n u e~ tras C;trta d e la 'osta por pira o·uas, e ncarg:t ­da~ al cuidado de dos bogas i un p al r o n. En v~no hen1os a g u.- rdaJo hasta últin1a hora p } paquet e que ha de trae rn o"' la co rr "' ponden c ia Je Pari . del 28 <.le febre r o, i que debió llegar desde hac ocho dias. D ese pe ra.do al tin, hemos t eni ­do que fo rj a r a t oda priesa al g o a "Í cotno una revi s ta, que 11 0 tie ne ele tal ino ra inte n cion, no siendo re altnente ino un sa rta l d e tn enudencins sin ~ on ni ton, que forrnaban e l batallan r eserva­do d e cuñas, pa1~ aju tar. cuando la oca., ion lo exij ie ra, los agorgojados estantillos .. ( no dir e n1os colutnnas;cle nuestra d e goznad ísin1 a pubJicncion. • I1 n n e ir e u 1 a u o , di e e 1 a ]:>re s se, en e l a ñ o de 185" ,-254 tnill o n es, 1 07,59 0 cartns, d e las cuales, 22~ ' tnillones , 6U6,759 fueron franqu eau as; i 15 1 rnillon es , 295,10 0 p e riódicos, ci r culares, folle­t os' Q T . i\ & . a f El telégrafo elécb ico, e l vapor i la prens a cotn ... binado~, e:tá·n haci e ndo verdad e ra · 1naravillas. ~1 di..c ur so pronunciado el 7 de febrero último por el ern p e rado 1' u e F 1 anc ia a l as Cárnaras, volvió por la n1aii:ana in1 p r eso a París, no so­lo e n los perióuicos d e l os d e pa r tamen t os 1nas distantes, sino e n l os de n ~ lji c a i l )r u ·ia. El mis­tno fenó1neno de rapiuez se habia e fectuado con e l discurso p r onunciado por In. l' e ina Victoria e l Se lee en el Cbarivari de París del Ll de feb r e - 3 d e dicho lnPs, que volvió el4 a las se is de la ro últin1o: 1nañana a L ón c.lr es in1preso en la P1·esse de Paris. '' Un diario, q'..l e no es por ci e rt o El /3i3 ·lo, in- · sertó ay e r la siguiente efen1éritlc .. , que yo d eclaro La invalid e z d e icolas consiste en la voluntad, sublirne · in t e m o r ue ser Uf'Stnentido : ~egun parece. Anda calzado, i, aunque algunas , , tn oclas atras, é l se vi s te; come con tnui buena ' 10 de jeb1·ero d e 1825 .-lllorleracion lle Boltvar!! , apetencia e n ] os za g uan es , i du e rtne donde tn ejo r '' ¡ Qu é fe li c idad tan grande para e l universo le parece. acordar e que Bolívar ha sido moderado! i n1u - Cojió e l -.:ueño, pues, a nuestro jubilado en uno rlerado e l 10 de feb r e ro de 1825 ! de l os callejones que entran a Jn alatneda de esta " .. in e 1nbargo, e s ta 1n e n c i o n ha arr ojado una ciudad, ju t amente el domingo antepasado, al lado duda injurio. a sobre su memoria ; pues ¿no t e n- de nna zanja sombr ead a de tupi dos salvios. p-n dria Bolívar e n t od a su existe n cia s ino un solo señor qu e vénia el e su quinta u las se i~ cabales no dia d e moderacion r E o se ria mui fc,_o por part e tli ó con t al Nicolas; n o a . í e l caballo, que r e hu­de un hoinbre que ha t e uido e l h o nor de dar su yen do con una espantada ,-i ole nta, puso en el sue­notn b r e a una forma de sombrero ta n graciosa; Jo al in c auto jin e te, a ca u s a d e l1aberse r ebull ido de un ho1nbre qu e ha ~archauo a la posteridad de re )ente aque l rni serahle . n l son cl ~ 1 a t ro 111 peta i al p n so de v e n e e dor e s ! E 1 e aba lll.l r 0 r e e 0 n 0 e i o 1 ~ pava a que de b i a e 1 " lro itnp o rta! que la fecha d e l 10 de feu r e r o ~ señalado servici o , e inte ntó esc armentarlo con el ~ e a en adelant~ sagrada a t odos los so n1br ~re ~·os , f uete; p e ro reflexionó CJUe seria 1nejor sacar uti- 1 que sus precios aprendan a tnod e rar e s 1gu1en - lid ad d e l s uceso p o nien do a aquel e n rnanos de la do el ejetnplo tlel gran Bolívar, ~ ! rei de la efe - autor idad. ' n1 é rides! " E l ju e z citó dia pnra la d e manda, i estando Tambien se lee en e l mi s 1no: '' on1o prueba d e sencillez ¿sabe usted lo q u e se hac e ahora con ]o s c.liatn antes? " Boto n e.· i adornos par a el calzado. Se habla con adrr.ira c i o n de dos señoras qu e , l1 ace p oco en un baile , han zapateauo con 60,000 francos de brillantes e n caua pié. Ah o ra. í p ega que todos repita1nos con entusias­tno aqu e llos versitos famosos d e l poeta Legouv é : ' Del sexo que tt! dió 1n ad·re (;ae SU1niso a /os piés . , , prese n tes e l caball e ro i e l jubilado, se esp uso el asunto de la 1nnn e ra que ,.; igue: -De tnand o a e te ciudadano, dijo el cab allero, p o rqu e n1 e e ¡.e 1) antó e l caballo, i me hizo dar con­tra e l t..;uelo .. -Deq1ando a e~. te seño1·, contestó e l jubilado, porqu e m e espantó rni sueño. -Lo d e tnanclo, r e puso el caballero, porque mi caballo e resabi o por causa d e él, i tni caballo tie­ne un valor tl e n1uchisirna consideracion. -1 tni sueño val e mas que todos los caballos d e l mundo, porque y_o no tengo mas patrimonio ' ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 114 ni mas placeres que e0har un sueño en donde me eoje ]a deliciosa noche. El juez prolongó la demanda con cualquier pretesto, como suele suceder ; pero miéntras que llega el tiempo de la sentt'ncia, que, segun todo el rigor del derecho, tiene que llegar algun dia, las lectoras pueden decidirse por aquel a quien crean que asiste la justicia. Por nuestra parte, prometemos darles cu~nta del reJultado de la de­manda apénas llegue el easo. a que lo • ~, es un magnftico se te manda. ien, ornD pued • ~11 o, COBte&tÓ el oidor j porque e) DO ha ,. cho sino contestar aJa pregunta que le hiee o. Claro es que el majistrado lo que desea saber qué profesion t'ra la del j6ven. N o les vale a las señoras llevar a la cinta ue niñitas para que no se las traten mal en la costas de San Diego, de la Agua a e va o de la Alame­da &c. A una eñora le han enlazado u hr· el domingo a las ocho i media d~ la mafiana, en la calle de San Juan de Dios. Fué el ca o, que alguno nece · aba de a de perro, () de una piel de este animal, i se taron enlazadores en diver e puestos on jeto de obtener lo que e de eaba. Los perros, que no sabian que e atentaba yo, a1 se tir el alevoso tir&,- gritaban i co rian 1 jentes que participaban del zote, o del se enfadaban, pero la. em con in aba quilamente i hasta punto tan ndal , q señora que llevaba su preciosa hijita nidá lado, oyó de repente el golpe de la desde la ace del frente, i viebdo a del pescuezo, entendió con asombro ~e bian equivocado con un perro que toa ella. En una ciudad en do de e ñitas con Jos perros, i donde el zumba por los oídos del las en b asalto, par-ece que respetan mucho. esear.íamos nnt se tributa e el debido re pete Reji tramos boi con p oftl fallecimiento r ~ leo o __ ... i por un caractet boudad en zo la felicidad de u e pqao j acompañamQ e to o ménos sen "6 e mable señora DoLÓRES k ~~"' que, jó en au i ll~na c\e at e · 01 i ~'V. prometia largo tu e felicidªa •• sus 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , DE RITA . 115 por er ellas natura hnente lna~ it clinadas a ser- do un terrib] grjto r , onó: la vida de aría se vir .. e d~l pr cioso don d< la palabra n rnal del hnbiL roto a) propio ti e n1po que la lJaJna sagrada prójirno. Talle Trand dijo : ' J ióno Dios la p( la- s e apagaba •••• 1 la rnuertc de la hija lleva al pa­bra p, ra ocultar nue tros pensalllÍentos ; " i pare- Jre al arrep e ntir.li ttnto. Un accidente natural es­ce qu e el bello ~ e .... o i aun tnu ho. hor 1bres estu- plica esta funesta coincid e ncia . :r ieran convenc.idos de c¡ue no fué :)ino para eles- ]~se es todo ·l cuento; no es gran cosa por cier-cuerarnos 1nutuatn cnte que J)ios nos dió la palabra. to, pero es difícil describir la suavidatl i I enca n­Atnba ... idea on fal as : te )recioso don no lo to derratnados en stas cot tas p ~tjinns. Un cuad ro po .. e tno ino para decir la verdad con prudcn- de las antiguas fatnilias ?ri tiau .as no tiene 1nas cia i caridad, es to e., ~in Uañar al prójin\O C011 pureza, ni lTIUS candor, nt n1a:s f~. ella. Ho\ e ~ de otrc obra znui difer nte que os .I:L:sta no relita ha sido destinada. por e l autor voi a habla~, pues es una no\rel}ta, pero no por ~ partic.u_larn1ent :t lo~ nifio~ i a los pobres, p~ro es o m é n os 1 n ter e ante . I-I e a q u 1 su t 1 tul o : < lo. · s a b 1 o: d e 1 , l 1 r r a p o d r 1 a ~1 s a e a r . ? e ) ! 1 n l.,; e t: 1 as , :t· S ~ nseíí an za. , pqrq u e la e 1 en e Ja teoló.J 1 ca 1 el s 1m- • I..A LAI\IP \R DEL ..., A.l TTUARIO. bolistno cri:stiano que el cardenal \V"isen1an posee ' an rego rio racianceno en _l os poc~s mo- en tan alto gr do, se ocultan allí bajo la grac ia i n1entos qu e l e dejaban SU,::, ocupaciones eplscopa- la sencill(_,Z rllas p e rfpctas. tes, e cribia en la lengua de I-. o mero poe. ía. en- un que es bi n difícil cncon trat' en los .libro~ cantadorc ... ; Fenelon, .. par~ d1slra~r e d~ · us pe- < rnoclernos tnu chos adecuados para seño rita s , 1 sadas tarea:; c o n1~ o1:Hl. fabulas I cu :ntos que que pudieran recon1 e ndárseles con toda confian­servia_ n de cnltete~tmtento ~1 Delfin; 1 en nues- za; aunque eso " S raro,digo,ademas de la Lán~pa­tro d1a "' , un arz obt. po que ti ~1 s~br~ sus hom- 'ta dfJ JSantufnio,cuya le ctura enr.arg o encarectda­bro..., los cuidados d e una va ta 1gle •a, 1 los desve- 111 ente a la. lectoras de la Bibliot e ca, he tenido 1 os de un_ a controver ia a ni 11ada ~on podet'oso-: el placer d u ver en e ~ to d ia., otra obrit~ ti t~ l~da : adver anos, _desean a de sus t~a ba.JO '11o~·mcs J LEED r PENsA D , de que o. hablar~ en m1 proxt~nf\ de sus e tuda o .. profundo pubhca n do e ... cr1to s fa- carta . E "a sí Ps t: nt<: ratuentc deuJcaua a las seno­miliares, d~stin~dos a edifi c ar i entretener a las ritas, i e. pero que mirar'Ís con pl,?-ccr c l _qu e _os almas sencillas 1 fi eles. .. dó cuenta de _,lla. llí encontrareis conseJOS chg- Conócese el i rnn e nso é ..... ito con que fué aCOJtda nos de t oda vu e stra alencion. AguardaJ quince la publicacion ele Fabiola, ese h e rrn os~ r ? rnanc c días i vere i. , . J. DE f..~. cristiano, en que tanta a l 1na, tanto senunuen t~ se hern1anan con tanta ci e nc ia ; hoi, un a . n ovehta , hija de la :nisrna plutna célebre d e l carJ nal ~Vi- Cedro de Ne1noco! • • siman arzobispo de \t'\ est nlin "' t e r, parece destina- I da a dbrar a su vez un gran bien, ocultando ha- cia el norte d e Ja ciudad de Bogotá , i a unns jo la fortna mas graciosa e ns eñanzas profundas. catorce lecruas Je di~tancia . e encuentra un pe­Es ~ma ~~-da la _ta_l ~ovelita, pues apé~as const~ queño pu~blo, que es si n duda el mas rico i pin­< le cten pa31nas, tlJVJd1da e n cuatro cap1tul?s, que toresco de todos los que sustentan las sabanas contie~en la hi toria ?e una niña, cu:ya v~da pa- bañadas por e l Fuuza. El pueblo dt!. r mocon, rece ligada, por tnedto de un lazo m1 s ter1oso_, _a ~ si tuado en 1n edio de una de las secc1o nes de la la lámpara de un pequeño t e mplo de los Pu·I- cordillera oriental: ·stá g·H1rdndo por d~ peque-neos. ños cerro'"' c¡ue desl< cados nl .. ur i al norte de la En cuatro palabras o· r e fe riré el cuen~o. poblacion ,'pare~ en ha Uer sido destin~dos por la María, presa de ~na enfermedad, fue llevad_a Provid encia para pode r v er desde . u ct_ma los v~­por sus padres al p1é del altar_ alumbra~o p or di- riadis im os cuadro. IJUC ofrecen sus fértiles cam~ll­cha lámpara; de allí e levanto curada, _1 d_"spues, ~ ñas. Las faldas d e e s tos cerros pcr rectamente_ b1en habiendo -hecho su madre por r eco .. no~nn 1ento e l ~ cultivada·, cubierta~ de pequeñas ca as, etbfic a­voto de vestirla de blanco,, se l e ve s1e1npre t~ e - das co n crus t o ¡ 1 Hl.nt €~nida:s con a seo, son una Ye r­zando bajo la luz de la lampara, cu:yos refleJOS dadera ~opia de los bellí~imos paisajes e n q~ e _nos pur~s alumbran. el mod es to t e mplo 1 v~~, a dar pintan la s cabañas de los aldeano· de 1~ S~1za. clartdad al ca1n 1no escarpado, e n donde su\ en d e ]~ n la rnitad de 1 a pl '1 'la a e u yo frt~n te esta la 1g le-faro a los. camina~tes. , . . si a, ostentan s u verdor i frondosidad ocl1~ coposos Los prtmeros anos de Marta se .!. o hai ?- ••••• pícaro insurj e nte! Pues si no tiempo para pou e rlos. Hai tre t estigos d e que hai un caballo habrá un banquillo en esta plaza. los hijos i los tnarran o s de sun1ercé son !os cau- El alcalde se retiró algunos pasos a ver si el sante s de lo causado . al guac il es taba en Ja tienda, i miéntras eso una -Pues ahora por el insulto entre usted al cep o, voz n 1is t e riosa que parecia salir de alguna gruta dijo el alcalde, i l ev·antó la terrible yjga. ' encantad a, decia: -Pero, rni señor alcalde.... "J~l alcald e tiene un caballo bay·o: el alcalde - .... o hai gólis: m eta la pa~a izqui e rda. ti e ne un caballo bayo." El infeliz parroquiano se se nt ó en e l p o l\To, alzó Conq ue no hai bagaje para un ofi c ial del rci? e l pié i acomodó su n1aciza canilla en la vi ga de le volvió a pregu ntar el español al alcalde. debajo ; el alcald e d e ... colgó la otra pieza, i e l pe- IJo hai casi ••.• nado se tendió c..le espaldas con la r es ignacion de T o? •••• I el bayo ? un Sócrates. El bayo ? Ap~nas babia guardado el '-!e ñor alcald e en, su ~ í, el bayo de usted. bo]siilo las llav e s del cepo i de la cárcel, cuando S l)ues ese •••••• tal vez no le puede ser Y ir a por la esquina del sur asotnaron dos militar e s, Jos ) sumer<"é! cuales, despu e s de algunas preguntas a Jas aYen- ~ Por qué razon :' tadoras, se dirijieron ~~ cabildo, haciendo n1as rui- Por ser pajarero. * do con sus cachivacl1es, que el que fonnan las N o xnas ? burras l e chera , que suelen pasar por las calles N o n1as, rni amo. de Bogot~, con las al'tnellas i candados d e las ta- 1'otna ! esa dificultad val e tanto como un pas de las botijas de rnetal. g ar banzo . El oficial 1J e vaba calzan colorado de pafio tan -El bayo es rnanso, i nlagnífico para viaje, ancho, que pudi e ra t e nerse p o r las e náguas d e al- pero ya di go lo qu e hai e n el caso. guna espinaluna montada en silla de hombre; la I )stá léjos? chaqueta e ra cel este toda bordada d e alaJnares de Está allí en un llanito atnarrado en soga. seda amarilla: una cachucha plana de paño azul Que vaya una paisana d e aquellas a tra e rlo cubría su cabeza, i a su vestuario se agreg aban una co n el asistente. correa amariiJa por el hotnbro, que a lo sun1o ~'o n mis hij c1 s, señor oficial, i les tiritan a 1os t endria cuatro pulgadas de ancl1o, de ]a cual pen- soldados. dia una graciosa cartuchera de tapa de tafil e te Pue entónccs irá co nn1i go, qu e soi oficial. n eg ro, i las angostas correas del granie1, llamad o 1 yo no pudi era ir ? portapliegos, que Je col gab a tl esde su cintura El oficial, a qui e n le int e r e · aba t ener en r e henes hasta la rodilla d e l caballo. El arn1a1nento d e l a 1 a lcnld a, no l e hizo caso a u propuesta, i a grito oficial era : sable de Iaton i pistolas. El asistente entero lla1naba : ll evaba rnorrion de suela enfundado de t e la azu 1 Paisana, la n1as buena tnoza~ pa's e u sted acá! con brillantes carrilleras doradas, calzon i cha~ Las aventadoras se pu, ieron a mira1 sc la~ caras, queta de lino azul, corbatín d e t a fil e te n egro , i si n saber qué hace rs e, al paso que lo s g ritos con­guantes amari1los cotno los del mencionado ofi- tinuaban. cial. A la espalda de sus galápagos húngaros lnsurjentonas de los d e tnonios . N o l e obe­ámbos tenian atados sus ca patones de rico paño decen ustedes a ]os oficiales d e l rei ? dijo c o n sobre los n1aletones charolados e n qu e ll evaban el rabia e l .. señor oficial. sob erbio un!fori?e de parada, a ilnitac~on de los * Así llaman en 1ac:: ti erra s cal i e nt e~ a lo ~ caballos e~- que en los eJércitos de Napoleon se hab1an usado . ~ pantadizos . - • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 11 --- - .... Ii~ntónc s una de ellas etnpr ndió cn tnino , i a ~ lo! .1~1 oficial voló cotno el taco d e una pistola · pocos pasos stuvo a las órd e n es del cño r oficial; la illa quedó colgada por uebajo del caballo; i e l p e ro no e r a l a blanca, de ojos negros ent iquccidos S jinete, enredado con el p ortapli("'o-os, l cor r eaje i con pe~ tafias i cejas abundan t es , i de pequeño i las )sp ue la , f ué a caer a la orilla de una cerca, de colorado pié, que él habia observado: sino la her- donde se l evantó . acutliendo s us anchos calzones mana mayor, pi cad a de viruela i de un ojo bizco. de grana , i dici e n do e tas t e rribl es palabra~ : -Vaya u tcd, l e dijo a la servidora del r ei , en aracoles 1 que i el alcalJe n1 e hubi e ra di-cotnpañía del a i tenlc para que le diga u t ecl cho que e ra su caballo ¡Jalotncro, cotno tne dijo dond e está el caballo del alcalde. que era pajarern, entónces 1 asistente hubiera -Sí, nti arno, contestó la aventadora. espa ntado Ja s pal oma ! ... a n1 e la pa g ará el píca- -I la otra por qué no vino? le dijo el oficial ro insurjentc! al alcald e. Se encanlinó lu ego el oficial ácia el pu eb lo, r e - -Porque l e ti e n e tanto miedo a los militares! cojiendo aquí la ' pisto las, mas ad e lante su sable, -Toma! •••• 1r a en Santafé se l es va quitando i por último su portapli egos, hasta qu e ll egó al el miedo a las chicas, i aquí se hacen las lindas.... cabi Ido echando demonios contra el alcalde. 1 hai muchos insurjentes e n e te pu eblo? o pícaro in urj e nte, le dijo, por lo pronto - No eñor, de e~o no hai por aquí nada. un caballo, queJe pues ajustarernos cuentas. -Ni e l cura? P ero de dónde Jo saco yo? 1Iénos, señor. ' J) e l os infi e rnos, p e ro es e n e l instante; o -1\1ucho será. N o hai un cura qu e no sea in- de no, hago forrnar al asistente, llatnar al cura i su rj e n te en el l r u e Y o R eino . >!K disparar e u a t ro balazo . T end r emos un a. eje e u-iui poca palabra .. habían cruzádose entre el cion militar en esta plaza con todas las fórmulas alcalde i el oficial, cuando e tuvo de vuelta la pai- de la oruenanza. sana tu e rta, traye ndo el caballo, el cual, ensillado r o me mate, señor oficial, que en esto me de prisa entre e l alcald e i e l asi "t e nte, partió mui voi a solicitar el caballo. fortnal, apesar del alboroto dP. tantos cachivaches Que vaya una de las paisanas con el asisten-a que no es taba él acostumbrado. te, p orqu e usted no se me aparta de aquí sino Toes n1as que p ajarero su bagaje? l e volvió cuarenta pasos cabales. a preguntar el oficial al alcahle. l\1iéntras que el pobre alcalde se asomaba para -Pajarero, i nada tnas, por mi palabra. todas partes rascándose la cabeza, la voz miste- En la es quina de la plaza l1izo parar el oficial rio""a volvió a decir con sutna caute la : a su asiste nte para que oye e sus órdenes de ) "La mujer del alcald e tiene una yegua ala­tnarcha. zana : la n1ujer del alcalde tiene una yegua -Vaya usted, le dijo, con mucho cuidado, i , alazana." cuantos pájaro "' encuentre u s t e d sobre los c e t o o Alcalde! gritó entónces el oficial ¿la yegua los prados, e pántelos u s ted; i si se resisten, há- de su tnujer es tambien palo1nera .? gales usted fu ego. Es aguililla, i no sirve para \'iaje, señor ofi- En consecuencia de la órclen el a i. tente fué cial •.•• espantando los paparotes, cbisgas i cope tone que I espantando todas las águilas del tránsito ? .• hallaba por el camino, sin hab t' r t e nic.lo que re- 1 lo mas es que está cargada. eurrir a las armas sino para un chirlosvírfos que, rroma! pues se le quita la carga. e o rn o todo~ saben , es un pájaro n1 a 1 i e i os o, ha b i- o es e o lo que quiero de e ir • • • • tuado a e condfrse pqr entre la ~y e rva i a hac e r ' Entiendo ya! ••• ¿ i está próxima? gatnbeta"'; p ero npénas vió apuntar la carabina U na cuadra a lo surno. contra él, alzó el vuelo, con lo que la real órden E o no es lo que yo pregunto, brutazo! I quedó cutnplida. que estos sean insurjente .. ? A traernle la yegua A una 1nilla d e l lug, restaba un trilladero, que, ahora 1nisn1o, i si no fusilo al pueblo entero, que C0ll10 lo han vi._ to mi lectoras, O tnejor uicho, por lo que se ve del alcalde, no perderá 01UChO SU las lectora de mis artículo s , no es una 1náquina majestad con salir de él. , sino un patio tan grande co1no el del Coli~eo, a lo Entretanto se puso a cantar el oficial, recosta­sun1o, en que se encuentran alg,unos restos del do en la varanda. Las coplas eran relativas a la grano que se trilla, haciendo _ correr por encitna reina l.Vlaría Lujsa, i por poco decorosas a su ma­una gran tropa de bestias. Allí recojian algunas jestad, nos abstenemos de copiarlas. palonlas don1ésticas, los granos perdidos con tnas A í que trajeron la yegua la ensillaron entre el provecho que los tni. erables qne allende los mares alcalde i el asistente, i partió co1no en una calesa recojen los afrechos de las fábricas de cerveza. el artillero volante, despues de una reconvencion Las inoce ntes palomas, a ]as cuales no les alean- severa al infeliz álcalde. Pero, ai ! que no sabié\ zaban las órdenes, sPgnn e) parecer del a istente, este último la segunda torn1enta que su mala suer· aun cuando no gui:si e ran tnov erse cuando e:ste te le tenia preparada. pasó, asustadas in e tnbargo c o n el ruido d e l latan, C01no una leona despojada del fruto de sus en­al pa arel oficial, pagar on " U to por su~to, espan- trañas se presentó ñuá I{emijia a cobrar su ye­tando con su aleteo al ba~yo, que dió una revuelta gua al aturdido aJcalde. tan furiosa corno la v e naua cua ndo es asaltada por Pícaro d e sahnado, le gritó tirándole a la cara un perro en su propia catna. un araño. ¿ Tú n1e di8tc acaso esa yegua ? Inmenso fué el uaño causado por tal n1ovilnien- osegáte, Remijia! fué lo único que el alcal- ~ E t~ d ~c i.a el jeneral MoriJlo al r ei '";n un in_for!ll~ que d e pudo contestar. fue publtcado por _e l ahat: J)e Prnt en L os s_e1 ulr unos Es tuya para que se ]a fueras a presentar a me se de la Atn enca." l._, ... to se prueba tan1b1 e n con los ,. _ , ... ilu st r e~ c::ac~r dote q ue fueron desterrados. esos n1atacaballos ? repuso entonces nua RemiJla • • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. 119 a su po ~o, quien e~capnbn con la ruana i el brazo el ti tnpo que la h tenido adornando mis h o n1br os. la bofetada' que l e v nian derecho a los ojos. órno! la casaca no ha encontrado todavía un can .. -Pero, rnuj r de Dios, por no decir de otro tor ! 1 o ha habido una alma jenerosa i agradecida modo, ¿ no v es que me iban a fusilar? que r e conozca los inrnensos servicios que pr es ta al ·-1 )·o qué cuenta" ? .• ••• l\'Ii y .)gua, mi y rgua, hotnbre i los intnortalice con su lit a o su u orada o los diablo .. cantan hoi obre tu ntierro. plutna! Cantos hui para el ci llo que nos brinda o eo·áte, R Pnlijia~soscgáte! t e estoi diciendo. su luz i su~ colore ; hitnnos oimos sin cesar a J.~ a re"puesta de la señor a alcaldesa fué desga- las flore -esos dulces epílogos de lo b< -! llo · notas rrar 1nedi o n m edio la ruana i la can1i a al pa- hai que retratan el rumoroso son de los t o;l' en les e i en t e de u tn a r id o. de la brisa q u e a j ita e 1 v e r el o r en 1 as e a m piñas d ~ hora Yerá , condenr"da,cómo t e 1neto al ce- los prijaros que tr inan en l os bosques i jardin~s, i po, esc latnó e l al calde, para que e t e cure la ra- cttda dia, para conclui r , e pre ·pnt.l un nuevo can­bia; i levantó la tapa del palo, echando fuera a su tor de la bell e za. I sinernbargo, una prenda tan confinado, tniéntr as con la otra mano tenia 1nu i nccP '"' ari a Pn la vida, un adorno que pn rece rodear­as gurada la rnuñeca de la e po a. nos con la aureola i el prcsliJlO de l os g r a nJes n1í, perr0 pícaro? gritaba ñuá Retn1jia con hon1brc", ha quedado durante tant os años sin en - t odas las v' ras de u venganza i u dolor. contrar fortuna l -Ayude ! l e gritó el rnaji trado al pre ·o ; i en- atnos a ll e nat~ n o "O tro semejante vacío, ~¡ no tre juntos aco1noclaron a la señora con un agujero aptos, por l o n1 éno a gradec idos i cariño~os. de por rnedio, pero no in resiste11cia, n1ordiscos i I de de Juego, lo primero qu e s e ocurre inves-alaridos qu e se o;re r o n por los campos v eci n os . ti gar es su oríjen La u sa ron acaso los antiguos? Las do hija .. del alcalde acudie r o n atraídas por F ué tal vez la casaca e l primer ve ti do que su­los conocido · gritos de u madre. La rabia, la s brogó la h oja de hi guera con que se cubrieron lágr.in1as i la ven ga nza eran ahora los ajent es de nu e tros buenos pritnojenit o res al salir d e l parai­la scena. Las tnu chac has estaban pu e tas d e ro- --o , lleno de rubor i de frio? La historia nos re­diJla ~ itnploranclo l a libertad; ñuá R e tnijia, desgre- ) cuerda la túni ca de seda e n que se envolvian los ñada i bal bu cien te, ~e azotaba como culebra, i el al ti vos i vol u ptuosus rornanus, i los t ejidos d e me pre so se onreia, tni éntras que e l ~lcald e n o sabia ~ tal con que se adorn.aban para n1arch~r al.cotnba­a qué poderse atener. Era e l Infierno aqu ell a ~ t e los guerre ros anttguos. lVlas la h•storJa, a ve­cárce l, infi e rno de pasiones i de torm en t os. ces parcial ·¡ son1bría, echa una capa <.le sotnbras El cura d e l pu eblo ojró los gritos, acudió a la sobre este asunto de tan alta importancia. cárcel i compuso a l os consortes. Esplicó al al- Yo, tlcspues de recorrer multitud de es tantes i calde que su inj usticia era la cau a d e que cn1polvados pergatninos, h e v e nido únicamente a el mozo que babia pu esto en el cepo lo denuncia- e n contrar una luz por allá a fin es del s ig lo XVII. ra, e l1izo colnprender a este lo indi g no d e su ven- Convengamos, pu es, en que ni Gri egos ni Roma-uanza. EuJENio DIAZ. no s conocieron la casaca (de otro 1nodo sus poe-b tas la hubieran cantado) i .fije1nos su prim e ra apa- ~ Tres propósitos firmes. ricion en Prusia por los años de 1 600 i tantos, de Juró Juan por la barbas del dios Baco · donde pasó a España en 1690, i a Francia durante N o futnar mas tabaco ; el reinado de Lui s rv. :F'ederico I fue el inven- J uró por cuanto tiene el universo tor d e ella. Usábans e por entónces levitones mons· N 0 escribir nunca un verso ; truosos, i e n salones i fi es tas reinaba la levita co- I juró p o r la <.li osa de Citéres mo soberana. D e la n oc h e a la mañana, querien- Olvidar a las muj eres ; do tal vez aqu e l rn o narca calentarse las manos 1 e l triple juramento en tre los bolsillos del pantalon i ev itarse la rno- Con leve pluma lo escribió en el viento. l estia de , es tar soste ni e ndo los pliegues de las fal- La siguiente tnañana Se fumó diez tabacos de la Habana; Se estuvo todo el día Haci e ndo una e lej ía ; 1 a la noche propuso matrimonio A cierta vieja, irnájen d e ] demonio. das, las l1izo cocer ác ia a tras, i quedó m e tamor­foseada en casaca. Hai todavía, segun me cuen­ta un anticuario, estatuas que repres e ntan con Ja le vita doblada de aqu e l modo a F ederico 1 i a al­g unos d e :sus cortesa n os , d e aquellos que, como R. C. monos, imitan hasta e l último jesto de sus sobe­ranos. Los ven e rabl es padres de la Patria que hicie- La casaca. ron d e rrarnar tanta sangre en la Francia de 89, Si el hombre comprendi e ra i se fijara en todos usaban la casaca así r e man~acla. Con ella pe­los tesoros que ha arrojado Dios a sus piés, en to- r oró D es moulins en el palacio real a la multitud, das las cosas que ha formado para sus con1odida- qu e, d es pojando el árbol bajo cuya copa hablaba, des idUS placeres ¡qué s é ri e d e profundas medi- formó d e aqu e llas h.ojas ~u escarapela re.publi­taciones ocuparian su espíritu constantem e nt e t > cana. Con ella su~Ha lVItrabeau _a esa tr1bu_na, cómo se alzarian sus acciones de gracias con1o un ~ que, cual nub e prc nada, lanzab~ s1n c~~ar relam­himno inmortal! S pagos i true nos. Con ella tatnbten baJO al sepul- Esta reflexion filosófica i otras todavía mucho ) ero el santo reí Luis XVI. mas sérias me está inspirando en este momento, Ll~gó poco despu~~ e l siglo del positivistno, i aunque parezca cosa de brotna,la casaca que aca- los p1caros sastres diJeron : a q.ue fin Se ha de bo de quitarme i dejar dormida en el guardaropa. perd e ~ ese pedaz .. o de. t~Ja ? r!l eJO l: que dobla~la 1 este mismo ha sido el pensanliento que me ha no serta cortarla ~ I d1c1endo 1 haciendo le Jnette­preocupado durante todo el dia, es decir, durante ~ ron tijera, con lo cual la casaca quedó definitiva- .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 120 n1ent ind epe ndizada de ~u tnadre, la clá s ica l cYi ­ta, ll> tni ... rno (:l~actrunente que la .t\tnéri ca s"' dPs­prendia de. us antig uos tutor .s. 1) <.)ro e o n qué g a 11 a r d i a no se p r , sen t a d e!; de tJntúnces a conquistar el trono de la elegancia i del lujo 1 La capas huyeron ante ella aYergo n­z a das, J a s 1 e v i t a i n e 1 i n el ron 1 a fr en le , 1 os e o J o r i - ne i botlone · 1nilitarc no qui ieron ya brillar si­no sobre ella. Su triunfo se e tendió de salon en salon, de polo a polo. · ¿ ué e el lujo que ost ntabnn Catilina i su lu­cido coro de cornavace tes rotnano ? qué es e) lujo de lo .. antiguos tnonárcas con su .. levitont)s i arn1ad u ras ante este traj e in1ponen te i aristocrá­tico, que no adn1itc en el cuerpo que a dot na otra pieza de v·estid~ que no sea fina i elega nte por la calidad i Pl color? i guereis conocer su podero­so influjo, os basta abrir los ojos. :\iujc: res l1ai (i vosotros las contareis por miles) que han con­servado su pureza de ánjeles sin dar jatnas el ape­t e e id o sí, firmes ante p e r fu 1 nado s b i 11 e tes i a 1n o ­rosos floreos, " rebeiues a la dulce poe~da ; " pero el frac luciente i bien cortado, adornando un ta­lle hern1oso, ha venido a r e alizar el milagro. Hoi Jas con..:piraciones no se hacen cotno anti­guatnente, jurando sobre vasos de sangre ; pero sí en sérios conciliábulos donde el fr~c es riguro­samente exijido. Hoi, si-subí a la tribuna parlamentaria sin ca­saca, os bajarán de ella a silbidos: Hoi, si el patio del teatro os Jlama a recibir 1~ corona cl -stinada al jénio, cuidado! si no apare­ceis en las tablas con casaca. l-Ioi, en esas alamet!as donde pasean las fa mi- ~ lias de la clase elevada, si no llevais casaca, cui­dado no os niegue el brazo alguna linda criatura. Si os prcsentais en una vi .... ita de alto tono sin < casaca, cuidado con que el criado no os <.lé con la - OR I'IA~. e l tall tn ed ia \rara abajo de la cintura i una lijera col ill a a g uisa de arandela, las cual e s pronto se u sa 1 cÍ.n con trabilla. l~a ca ... aca tiene tarllbien sobre Jos otro trajes, la g ran ve11tnja de ser cosmopolita. Así, pues, cuando penseis en un viaje, no itnporta a dónde, d jau a un lado Jas cartas de recon1cndacion, que eso .. r a no s e u .. a ni sirve para bendita la co .. a; preparad , e~ o sí, u n 1 i j e ro 111 o r ra 1 , en e 1 e u a 1 q u e ... pa un e.. ca,..aca i una bol illa on redondeles de oro, i .... partid.' E .. tacl seguro de que con tal avío el ánjel de la dicha protejerá vue tro viaje, sen1brando de rosas vu .astt'a ruta 1~1 que tenga con qué cotnprar ca a ca=:,, no de be t ner miedo al porvenir. IJa atnistad i J honor saldrán a recibir en toda~ partes al que lleve casaca. !)ero t. o solo tend rcis autigos a millares i recoje· reis fr e, cas ' cotonas en los carnpos del atnor, por n1edio de buenas casaca ; sino que hasta esos ti­grecillos que llatnau par... . a qué decirlo t esas · viborilla que no os sueltan de los talones, al veros con c asaca, se inclinarán · os venderán su afecto. ~ i ~oi · hotnbre de tnundo convendreis conmi­go de ... de luego en la grande ixnportaucia del ves­tido : sobretodo de la ca .. a ca. l i sois jóvenes aun, con1 prad la sin demora, i os asegut o que de. de el prilner domingo en que la useis, comenzareis a s e ntir su bienhechora influencia. J. J. BoRDA. A mi lira. (De l ale1nan.) L_ijero, mi Jira ! De fieras miradas Arr1ba! n1as canta 1 de adusto ceño De n1odo que ale!5res La vida no es nada! 'rodas las ahnas. Lijero, mi lira! N o ilnites las liras Arriba! n1as canta Con lloro tetnpladas, De modo que ale !!res 'on jemidos, duelo, -Toda las almas f on furor con lágriinas, Juguetona i viva 'on hiel i con sangre, Feliz i lozana, Con fuego i 1natanza; Que in risa eterna Que para esas liras La vida no e .. nada! LESSIN'G. puerta en las narices. Si alguna vez vais a Lóndres, i ~e os m e te en OPera, la cabeza penetrar a11"'eatro de la Opera, poneos Las esperanzas espre ... adas en el nún1ero ante-la casaca ; porque si no la llevais, os echarán a rior de que tendrían1os funciones de ópera en la donde van los n egros. pascua, se realizarán felizo1ente. Tendren1os dos En una palabra, si quereis el no1nbre de caba.. o tres representn.cione , de las cuales la pritnera. /lero i de .hon:bre di~tinguid~, s.i quereis fetne- ~ qu e ~e verificará el.dotningo, será la de ltla~ia d~ niles sontisa .. 1 varon1les ven1as 1 aludos; creeLl- Roltan o el Desa.fio, por el tnaestro Don1zett1. 1ne, no olvidcis la casaca. Sin ella os e poneis a Tendremos luego la 1'Tor1na o Lucia de La11z ·mer- 1nil chascos. n~oo1· i por últin1o Los dos Fosca?·i, del maestro Las virtudes de la casaca son tales, de tal 1no- \ T erdi.

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Biblioteca de Señoritas - Año II N. 52

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