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T«IA
DIRECTOR: Semanario político-cultural
SIMON PEREZ y SOTO (FUNDADO POR LUIS MARIA MURCIA)
REDACTOR: .
FRANCISCO FANDI~O SILVA AÑO I BOGOTA, COLOMBIA NO. 13
FRANCISCO DE PAULA SANTANDER,
AGOSTO
7
de 1930
VILOR 1 [[nYIVOI
el Estadista granadino que modeló en la fragua
portentosa de su genio el carácter esencialmante
democrático de la Nación colombiana.
En este día pascual en que el Partido Conservador
pOt:le una vez más de presente la norma suprema
de su fe republicana, evocamos la silueta
estremecida del hombre que instauró en el pasa-do
los basamentos admirables de nuestra
República Civil. •
•
J .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
PATRIA NUEVA
Antes de José Santos Chocano, antes de la existencia
humana del Héroe, como infusa en la primera
nebulosa cósmica, existía la Epopeya que ahora el Poeta
reproduce. Los dioses y los héroes de Mahabharata
y de llíada parecen engendrados por la imaginación
indóstánica y por la griega, a la manera de un
modesto artista que plasmara su propia vida, la forma
de sus visiones cosmogónicas, en la sustancia ideal de
los Himalayas y los Ganges, de tos Pentélicos del
mármol, las Islas de Oro y los mares harmoniosos;
pero antes de griegos e indostanes eran verdad los'
Mitos. La intuición y la representación de lo que se
ignora SOI1 poéticas porque imaginación y sensibilidad
espoleadas por el Misterio, engendran y animan imágenes
en que reconoce la mente contemplativa el semblante
embcionado de lo que se ha perdido para siempre
o de lo que se espera todavía. Es un estado de
presentimiento espiritual, sensible en el fervor con que
mantiene su teoría el sabio, investigando en torno de
los hechos conocidos que se la sustentan, para que
los no conocidos ·todavía se liguen confirmándola y no
haya opinión divergente en el círculo de su dominio.
Clava el filósofo sus ojos internos en los reflejos de
su yo, y descifra una imágen abstracta, forma de su
conocimiento, armonía pitagórica, palabra del destino
del hombre. Es la honda poesía de todo abismo con
estrellas. Pone el oído el santo sobre su propio corazón
y percibe la siembra de música angélica que le
están haciendo los filos tremendos del amor divino.
Vive así el santo en pleno milagro de conocimiento.
En todo artista hay un creador, un revelador candoroso
de universos recién creados, que bien pudieran
ser pequefiitos como pufiados de arena. Para hacer
sentir su momento con ~suprema intensidad, el artista
quiere violar los límite del tiempo, ofreciendo a
quién sabe qué razas por venir la cifra de la sensibilidad
de su época y de su raza. Este anhelo de todo
artista es más perfecto en el poeta, porque esa música
silenciosa, latente en toda forma de arte, tiene su cuerpo
vivo en el organismo de la palabra humana. Aunque
un largo proceso de selección rítmica da la medida
de esa cosa aparentemente sencilla y tan maravillosa
que es el verso, bien está decir que junto con
el idioma nace de su propio verso. Antes de que el
Dante concretara su romance toscano, la poesía de un
gran momento, cifra de la teogonía católico-romana,
Renacimiento y Edad Media . fundidos en la sangre de
aquellos tercetos de bronce, ya estaba infusa en el habla
de su pueblo la esencia rítmica, destilada del Fiat
primitivo, que dio origen y perfecta expresión a tal momento
del habla y de la vida de Italia. Define el verso
la naturaleza y el ser del idioma y representa en la
escala de la jerarquía del ritmo lo que el hombre en
la biológica. Siendo; pues, lo más sustancial del idioma,
eS. claro que preexiste en los hondones del pueblo
y de la raza, como savia que asciende a bullir en la
boca def rapsoda y del poeta; y pues todas las actividadés
humanas, tanto las viles como las gloriosas,
participan de la esencia del verbo, y en los individ~os
que escuchan e interpretan las voces ocultas hay dIferen
tes capacidades rítmicas, resulta que son muchos
los hombres capaces de poner el oído, vibrador y emocionado,
.al grito de sus semejantes y al de su propio
corazón, que sólo unos pocos alcanzan a interpretar el
sentido de los eC0S misteriosos, y que este poeta canta
en un tono y--aquél en tono diferente. Más grande
es el cantor cuanto más intenso, y bien puede caber
un dolor secular en el corazón de una copla' pero la
int~nsidad del poeta, la virtud de su numen,' tiende a
ammar formas supremas. El gran cantor, que es también
su propio pueblo, lengua del idioma de su pueblo,
aspira a desdoblarse en obras de naturaleza formidable,
monstruosa, de la misma familia de esas enormes,
acaso desmesuradas, que concibió alguna raza
toda ella un solo poeta, en aquellos momentos secu~
lares en que la Naturaleza se complacía ofreciendo a
los ojos atónitos de la familia humana sus proporciones
gigantescas, en el espectáculo humeante de sus
forjas primitivas, la viva sustancia temblorosa en que
los destinos del propio Cantor se plasmaban con figuras
de dioses y de héroes. Un gran poeta de visión
ciclica. nacido, aunque en edad culta y refinada, en el
seno de un Continente donde están hirviendo, gemidoras
y cantantes, las fuerzas genésicas de una nueva
civilización,. ~ nacido, pr~~isament.e, en el punto que
marca el vertJce de la acclO.n. herOIca que abrió paso
a esas fuerzas, como un TItan que desarticulara dos
montes para hacer entrar un océano; un tal aeda, he,
cho a cantar las grandezas de la nueva tierra, olorosa
a selva virgen y a civilizaciones pretéricas, es natural
que conciba la poética defeificación de tal Héroe, muerto
ha menos de un siglo, pero, fulgurante de vaticinio
y de eternidad, que aspire a alejar en la perspectiva
del canto, la gran figura, adelantándose a la Historia,
disputándole el paso a la leyenda. Así se explica el
Hombre:-Sol, visión de Epopeya panteísta, cumbre de
la visión creadora de ese alto poeta de América.
Ante la aparición del gran Predestinado, asistimos
en el Canto preliminar a la génesis del Mundo Nuevo.
El mismo soplo de vida formidable que después
de encarnar en la maternidad enorme de la Indi a, desj::
iende en caravanas de pueblos, como en ríos de misterio
y de sangre, desde las cumbres del Himalaya al
corazón de Europa, entra en el abismo del mar desconocido,
para engendrar allí un vasto Continente, llamado
a servir de teatro a una nueva manifestación del
plan divino, a un nuevo avatar del espíritu humano.
Habitaban en aquella zona gigantes fabulosos y fue
«antes de Ofir y de la Atlántida, antes aún de la Lemuria,
antes de aquellas edades cuyas ruinas son como
interrogaciones internas -o La Quinta Raza de los hombres
verá cerrarse en ese Nuevo Mundo el ciclo de sus
destinos y otras cumbres, las de los Andes, presenciarán
el advenimiento de la Raza Sexta.
Gemelos de esas cumbres, ríos magníficos, selvas
alucinantes, llanuras vastas como desiertos, pero henchidas
de vida brutal, un gran temblor genésico en
todas esas grandes masas de energía, contrapuestas en
armónico desequilibrio que aumenta el pulso de la
Vida, exalta en ritmo paralelo la voluntad creadora del
hombre, porque allí el hombre se supera a sí mismo,
al sentirse crecer entre los gigantescos moldes ideales
de la Naturaleza tan soberbia.
El Sol ama a esa Tierra como a su esposa nueva,
en cuyas entrañas va a realizar la plenitud de su
esencia divina. Allí tiene su templo. Sacras vestales,
encarnación de las virtudes de la esposa, elevan al dios
desde el amanecer, el hosanna de las cumbres, las selvas
y las aguas.
Pero es condición de los seres inmortales, protectores
de los efímeros, ofrecerles el espectáculo edificante
de su tragedia. E! dios se humaniza para Ja Cruz,
muere en su representación humana, que él transfigura
en el simulacro de la muerte, .y se liberta luégo en
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PATRIA NUEVA 3
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el triunfo de la resurreccJOn. La cadena de los días y
de las noches, en la solar tragedia, simboliza la hu- '
mana existencia, esa dolorosa aspiración del hombre
a lo divino.
En mi sentir, la invasión y conquista de la tierra·
del Sol, nuestra América, por los hijos de Hércules, los
españoles, y la obra cllmplida por el Libertador del
Sol, Simón Bolivar, representa en la epopeya de Chocano
el paso a una nueva civilización, a una nueva
Raza, en sentido teosófico. Raza, pueblo, casta, o individuo,
siembran la tierra de huesos y la riegan con
sangre, también sus propios huesos y su propia sangre.
Alumbra el Padre Sol a nuestra America en el primer
día de su reencarnación, cuando irrumpieron los
conquistadores de lo Desconocido, para encadenarlo
en su templo. Libertar la tierra del Sol, arrancarla a la
noche de la Colonia, entregarla libre a la promesa de
la Vida Nueva, era libertar al luminoso enclaustrado
del Imperio de Carlos V.
La idea de escribir la epopeya del Liberta'dor le
nació al poeta en un maduro momento de su vida. Ya
había evocado el cortejo de hierro de los conquistadOres
y la pompa de los Virreyes, y el paisaje de América
le reclamaba una nueva interpretación. Fue primero
la sugestión de una especie de Mahabharata. Allí el
héroe, el Hombre-Sol, en trascendente individualidad
humana; amasaría su obra, como un artista, en la sustancia
viva de la Naturaleza, d,onde las fuerzas de cada
entidad se revelan místicamente en forma de bestias
transfigurad as por el Símbolo. Luégo adaptándose mejor
a la realidad del asunto, el poeta concibió su nuevo
plan, donde las form as de la Epo(Jeya primitiva
asumen el tipo de la civilízacjón occidental, como los
mismos dioses asiáticos importados a Grecia y a Roma.
No es sino mediante las form as de esa civili zación
como la originalidad de América se va manifestando en
secular proceso; y al espectác ul o actual de nuestras
nacionalid ades en formación, comparece la Italia de
fines de la Edad Media y de principios del Renac imiento,
con el presti gio de una real semejanza y con
la gracia de lrua reminiscencia. El poeta, en su co ncepción
definitiva, descendi ó el río de las tini eblas,' y
deteniéndose en el paisaje más maravill oso, miró alzarse
ante sí la figura del Dan te.
Como todo Dios humanado, Simón Bolívar nace
de mujer, y como en todo hombre pr.edestinado a la
divinidad, el instinto genésico, el que aco pla los sexos
y las alm as, el Amor oscuro y luminos o, el de Lucrecio,
el de Platón, es el poder que reali za la dramática
transubstanciación en lo divin o. i Misterio doloroso el
de aquel joven de temperamento solar, que es tá bañando
en lágrimas el rostro pálido y frí o, de su linda y
dulce Teresa!
El demonio de la evocación lo lanza por el mundo,
en romería de peregrino sentimental, un refl ejo de
Alcibíades sobre la frente juvenil, donde va a co ndensarse
el orgullo de un sueño cesáreo. En su desate, el
instinto genésico descubre ya, tal un pico ewlorador
la sombra de soterrado santuario, la divinidad que lo
posee; pero sus ojos, bañados en lágrimas de fuego,
no saben leer todavía la tragedia del Sol.
Una tarde romana se revela el misterio, el amor
del hombre se hace misión divina. «Simón Bolívardice
el poeta en la exposición del plan de su Epopeya,
en el Canto preliminar,-desde la cumbre del Monte
Sacro ve animarse las ruinas de Roma. Aparécesele
la mujer poco antes muerta-amor central de su vidaen
forma de Angel de Luz: y lo invita a embriagarse
de gloria para aturdir su dolor. Evoca él la ruina de la
Roma de los Incas ~ y jura entonces libertar al Sol,
que, desde tres siglos antes, quedó encadenado a un
pie del trono del Emperador Carlos V. El Sol le envía
su espíritu a Simón Bolívar en el último rayo de
la tarde ........ •
Y es el vuelo del Hombre-Sol a la Améri ca, sobre
carro tempestuoso, con espada de fuego ; y es la
oposición de los titanes, que pugnan por mantener encadenado
al Astro, y la torva amenaza de un terremoto,
y la ira de un cometa rojo, y la odisea por las
Antillas, en consulta con los Atlantes sobre las artes
de la Paz y de la Guerra. i Representación purpurada
de símbolos de fuego, de la inspirada, juvenil, fulgurante
campaña del Año Trece, de la terrible reacción
realista, representada por Boves y sus hordas, de la
negación del propio suelo, convulso y anárquico, y de
la neces.idad de salir a otras tierras en busca de elementos
afines para disciplinarlo I
Retorna a su suelo el Hombre-Sol, donde recibe
del Orinoco el dominio del Aire, propio de los abiertos
Llanos, donde no pára su carrera, crines al viento,
bebiendo libertad, el corcel de nuestro Escudo, el
de los llaneros sin brida, el que cobró alas para competir
con los cóndores. Persigue el Héroe el dominio
del Agua, y es Boyacá, celebrada por el Orinoco e sagrada
como el Ganges >, por el visionario Amazonas,
por el fulgente Plata, y es Carabobo cantada por las
arpas de la Selva, y es Pichin cha exaltada por los volcanes,
y es el saludo del Chimborazo, en las crestas
la bandera del Iris, bordada por la Lluvia, y es, por
el volcán del ardiente deliri o, el dominio del Fuego.
El Libertador ha regresado a su tierra venezolana,
y cru zando los Ll anos, ha instalado el Congreso de
Angostura, a la derecha margen del paterno Río; ha
extirpado la anarquía y enfren ado la ambi ción ; ha hecho
volar los potros ll aneros por so bre los páramos ;
ha vencid o en el Pantano y en Boyacá; ha consfituído
a Colombia ...... .. Pero no le es dable detenerse, y
ori enta su caballo rumbo al Sur. Es el Libertador de
América y lo está ll amand o su Destino. Sobre el Pichincha
celebra, con el, primer gran triunfo de Sucre,
la generac ión espi ritu al de su propio ge ni o.
(De Cultura Venezolana)
(Continuará)
Edicto emplazatorio.
El Juez 7.° del Circuito de Bogotá, cita y emplaza
a todos los que se crean co n derecho a intervenir en
el juicio de su cesi ón del señor Eusebio Ramírez, decl
arado abierto en su despacho por auto de fecha cuatro
de abril últim o, y en la facció n de inventari os y
avalúo de los bienes pertenecientes a dicha sucesión,
decretados en el mismo auto, para que en el término
de treinta días co ntados d e~ d e hoy, se presenten a h;l.cerio'
valer.
Para los efectos expresados y en cumplimiento a
lo dispuesto por los artículos 1342 y 1344 del C. c.,
en relación con el artículo 1261 del C. J., se fija el
presente edicto en un lugar visible de la Secretaría del
Juzgado por el término de treinta días hábiles, hoy
tres de julio de mil novecienios veintinueve.
El Juez, ELlSEO PINTO.-Manuel Castro c., Secretario
en propiedad».
Es fiel copia.
Bogotá, julio 3 de 1929.
MANUEL CASTRO C:,
Secretari o.
En PATRIA NUEVA colaboran las más destacadas
firmas de la nueva juventud.
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4 PATRIA NUEVA
Sistema de revaluaciones
POR ANTONIO JOSE GAITAN PARA ·PATRIA NUEVA,.
Para emprender la tarea y estudio de una cultura
nacional, es indispensable laborar en el sentido de una
revaluación fundamental. Aquí siempre hemos estado
-en esa labor y muy poco hemos conseguido.
Después del sistema de la revaluación sincera,
vendría un sistema certero de nacionalismo.
Hay que entrar en la nueva era de las revaluaciones.
Hay algo adelantad o. La república está preparada
para recibir tal organización. Las jornadas así lo
han indicado. Porque antes de estas jornadas todo
estaba reducido al servilismo o en otro caso hampa,
ficción, farándula.
Con el sistema de las revalu aciones que emprenda
una juventud ampliamente sincera, verá que Colombia
toda tiene que cambiarse en escenario, actores y
espectadores. El sistema de las revaluaciones se impone.
Todo es ya farsa, sainete a veces, comedia casi
siempre, y, en lo más hondo, drama. Pero este drama,
lo oculta el capaz y el incapaz. Todo es en bancarrota
y en consecuencia la bohemia de la administración
y de sus ciudadanos. Pero esta bohemia no lo olvidemos,
pasa a ser fisonomía nacional. Ahora y antes
todo son frases, palabras campanudas, resto retórico,
degeneración mórbida opulenta, esplendidez de otros
días.
Para orientar el sistema de las revaluaciones juveniles,
hay que tener en cuenta que los hechos son
sefialar a la nación y a la generación los desequilibrios
del estado actual. Es necesario dar a conocer a
la nueva generación la verdad. Iniciar un patriotismo
nuevo. No cierto patriotismo convertido en monopolio.
En patriotismo del pretexto, del interés creado. Sembrar
en la nueva generación aquél patriotismo que es
el soplo de la vida, que es fuerza, pujanza, energía.
Pero quizá es ahora delicado hablar de patriotismo.
Su término y sus fines se han prostituído. Una generación
que vaya contra el .colombiano que no pide
nada, que no aspira a nada, que es un ser vegetativo,
que los que se agitan, bullen, luchan, no lo hagan movidos
por un egoísmo feroz, ni por bastardos intereses.
Una generación que vaya contra el incapaz, al que
todo lo niega, al necio, al inmodesto, al tonto, al que
nunca ha hecho nada y lo censura tod o.
Una generación que vaya co ntra el co lombiano
que dice: «En este país!» -Cosas de Colombial - Contra
el que marchito, mustio de espíritu, agostado en
su esperanza, halle el recurso, el estallido, una válvula
de reposo y de consuelo, hablando mal de la naci ón,
maldiciéndola, y proclamándose superior a su Patria.
Este ha sido un vicio como todos nuestros vicios
nacionales. SOI1 efectos de nuestra organización. Hay
que ~xterminar en los nuevos muchachos el concepto
de que es inútil sacrificarse por el ideal, de que el
esfuerzo sólo al fracaso conduce, que quien más pone
más pierde. Difícil es que con tales persuaciones se
grite: -Sálvese quien pueda». Una generación que con
el s istema de las revaluaciones vaya centralizando sus
fue rzas con el fin de poder principiar a elaborar el
prcgrama de la cultura nacional.
Una generación que vaya contra la abuJia, en efecto
existe. Todas las voces piérdense en el vacío. Nadie
consigue moverla de su sitio. Ser maestro en nuestra
Patria es condenarse a enseñar sin discípulos. Es
inútil sermonear sí nadie escucha. Es ser apóstol de
un dogma incomprensible. El alma inmóvil del esfuerzo
permanece callada. Ello es con todo un fenóme
d~ lógi~a. Nadie se mueve po'rque nadie tiene fe. NadIe
la tiene porque todos los sinceros han sido víctimas
. d~l engafio. Todas estas irregularidades hay que
supnmlrlas del pesimismo nacional. Los muchachos
de la ~eneración, que será nueva son los que tienen
que eVItar a los que en nombre de la Patria han habla?
o, siendo más retóricos que prácticos. Una gener~
clon que .sea ca~az de vencer la apatía, la indiferencIa,
la atonla, esa Incuria nacional.
Evitar la indisciplina de una generación que no
~s . generación sino el ~remedo grosero de un extranJensmo
activo. La indisciplina es una costumbre col?
mbian~, p.er~ ~s efecto y no causa en nuestro espíntu.
L? Indlsclplln~ . actual es grosería. Es simplemente
ca.rencla de educaclOn. Es la incivilidad pública, el alcalOIde
de aquella mala crianza.
Donde los otros no dejaron existir la escuela,
donde el maestro es un mendigo, donde se forma el
ciudadano siendo niño, en las calles, no es de esperar
sino la indisciplina de sus ciudadanos. Pero la indisciplina
también es una consecuencia de la carencia
de autoridad moral.
Cuando los legis ladores son incapaces, cuando los
que las apli can carecen de prestigio es porque la dignid
ad se ha prostituído. Contra toda esta serie de anotaciones
debe orientarse el sistema de las revaluacio-nes.
Cl aro está que hay que emprender dentro de las
actividades de la revaluación, la revaluación de los
ideales de la generación, para no hacer de la generac;
ión un grupo de jóvenes bufos, neurasténicos que
confunden la intelectualidad con el ridículo, la extravagancia
del cretinismo semi-intelectual en que no se
sientan apesadumbrados por un embagaje, como carga
inútil, imberbes decrépitos que multiplican su obra
con su magna pedantería.
A estos sujetos de la generación enfermiza hay
que retirarlos de la escena o que desaparezcan, porque
frente a los problemas que presenta la vida contemporánea
110 tienen solución que se les pueda pedir,
consejo u orientación que podamos utilizar. Es una
uniforme manada de esclavos sin personalidad.
Con esbozo del sistema de revaluaciones entraremos
en el camino de la civilización ya que no es otra
cosa que el desdoblamiento del alma de una raza, de
la conciencia de lo hecho, de lo hond o, de lo intenso
de las revaluaciones.
Con este sistema de revaluaciones se form ará una
generación que sepa encender los faros de una cultura
ampli amente fundamental para orientar a las próximas
venideras.
Es de explicar que como quiera que la idea engendra
las accion~s y los sistemas !5e traducen en
costumbres que regulan y ordenan las diferentes relaciones
de incultura. Es un sistema de revaluaciones
para matricular un certero sistema de naci onalismo.
"Patria Nueva" .semanario cultural y político
de selecta colaboración. Léalo usted
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
PATRIA NUEVA 5
La actualización del conservatismo
I
POR J. MEjlA MEjlA
Adicionamos nuestra voz al conjunto de llamadas
con que conservadores acuciosos en un deber de rehabilitación,
inquieren de los conductores la revisa del
programa de nuestra parcialidad.
Personajes acrónicos cuya pupila política se quedó
estereotipada en el siglo retropróximo, parecerán
constreñimientos y postraciones mentales frente a tales
exigencias que son únicamente el imperativo del momento
no percibido por ellos.
La Gran Guerra primero y posteriormente la Revolución
Rusa - acaecimientos que aligeraron la rotación
de la Historia,- removieron los quicios e imprimieron
ritmos nuevos al curso viejo de las sociedades.
La doblez del imperio militar absoluto en la Europa
Central, despejó los obstáculos al advenimiento
de la República. El escalofrío de Rusia, se cribó en
los países orientales, hizo vibrar las naciones de Occidente
e indispuso igualmente el Nuevo Continente.
Se inició una atrevida transformación política.
En' Colombia las dos fajas políticas beligerantes,
conservatismo y liberalismo, nece~itan reflejar la influencia
del momento y acometer una labor de adaptación
el primero y de rectificación el segundo. Si la
urgencia contemporánea de estos partidos es su socialización,
corresponde al liberalismo arrepentirse de su
discontinuo pasado, quebrantar los urentes individua- ·
Iismos que informaban su arcaica ideología doctrinal
y presentar un itinerario de realizaciones que solvente
los menesteres colectivos. Asi mismo atiende al conservatismo
un proceder de consecuencia con su pretérito,
porque si en 1886 explotando la evolución de Núñez
volcó esforzadamente su vista sobre la verdad social
y ya captada la encajó cón acierto entre los moldes
de su doctrina, no puede cegarse a reparar las conmociones
del instante político. Es éste el anhelo de la
mocedad conservadora que logrará en su propósito
un término victorioso con el asenso de la senectud
de inteligencia remozada y con el divorcio de los incomprensivos.
Escrutando medio siglo de vital democracia en el
conservatismo, algunos paréntesis antirrepublicanos que
saldan en el recuento, débense a reaccionarios sombríos,
caudillos codiciosos que deplorablemente se prolon
gan hasta nuestros días, pero que las nuevas fuerzas
los repelen.
Ni el proyecto malogrado y anticristiano de la
. pena de muerte, ni la ley drástica y contrademocrátiCa
de aprobación reciente sobre libertades públtcas,
son mandatos de nuestro dogma partid arista. Una porción
del partido, valuada por su probidad moral, se
batió impugnándolas contra espíritus de áspera intransigencia
y contra sus monaguillos -jóvel).es nacionalistas
que han querido democratizar al conservatismohabituados
a jinglar su discernimiento en la dirección
del salario burocrático.
[J
El moderno programa conservador deberá sustentar
fórmulas de elevada justicia, audaces recetas que
frisen con el desaliento social, hundiendo cimientos en
la sociología porvenirista de León XIII. Sólo celebrando
un religioso concordato de ecuanimidad entre el
capital y el proletario, podemos amistamos nuevamente
con los aglomerados trabajadores, urbanos y rurales.
Adhiriéndonos a las reflexiones de Georges Goya
u, diremos que no se puede afirmar una moral cristiana,
y lu égo disminuírla y moderarla en nombre de
una prudencia convencional, que aconseja la resignación
a los pobres y la caridad a los ricos, por fuerza
de las costumbres - liberales - .
En fin , si se su~tituyen los arrogantes mercaderes
graduados precipitadamente rectores del partido,
que buscan en él sólo la prosperidad de sus capitales,
por hombres de ajustada armadura intelectual, podrá
nuestra comunidad incrustarse en la historia con
una obra propia de su época.
(De Claridad.-Medellín) .
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6 PATRIA NUEVA
•
$eñori-'a Doña $lena 9saza roarHnez,
gentil aama meaellinense.
(Fantasía carna valesca de Tríst ~ 1l
L'Hermít,_ ' - _s¡;ecíal p,:¡ra PA , IdA
NUEVA).
AL vigoroso espíritu de Juan del Corral.
Esa noche mi mente estaba desierta, tranquil a, presentaba
el panorama de un plano ligeramente inclinado,
de color verde y con estrías de florescencias enfermizas.
Súbitamente, en el límite de mi horizonte interior surgió
una bruma extraña e informe. Me sacudí durapllente
en un afán de saber, de captar aquello tan intruso
que excitaba mi curiosidad. Tenazmt:nte buscaba su
interpretación y luc~é en vano durante varias horas
de silencio exterior y recia batalla interior .... Qué
sería aquello? ... Por qué vendría?
***
.... Cuando me arrojaron la puerta se abrió y
yo quedé sorprendido, extático. No sabía la razón de
mi sér, ni de dónde venía ni para dónde caminaba.
Una , fuerza superior me impelía siem pre, no podía detenelme
y tenía mucho miedo. Mi andar era vacilante
y torpe, estaba desorientado . .. Muéhos marchaban
al l'ldo mío; los de adelante, siempre que volvían sus
ojos.' hacia nosotros, se tornaban tristes; hubieran querid
o devolverse, pero no podían, siempre en marcha
sin ~ aber a dónde!
Abajo, muy abajo, por entre el barro y las piedras
inclementes, transitaban muchos. Con sus gestos,
siempre desesperados, nos solicitaban, nos llamaban,
nos pedían; sus pies dejaban un rastro sangriento . . .
el sudor hacia que sus frentes - resplandecieran - como
[~:==~
las de los dioses, pero eran hombres, como nosotros,
y. tampoco podían detenerse. Siempre en marcha sin
saber a dónde!
Uno, . q~le iba al lado mío, se encogió como para
dar o rec.lblr a~guna cosa de uno de los de abajo y,
en ese mismo Instante, se hundió, se sumergió en el
abism o; parecía que nos llamase en su lenguaje mudo
y sombrío, en su horror. Oh, el abismo! ....
Estuve tentado muchas veces a inclinarme en su
orilla, no sé si para ver mejor o para darle algo que
yo no teni a, o no sentía tener, a uno que me rogaba
incensa ntemente ,con su m irada desesperada y doloro-sa.
No quise. Oh, el abismo! . . . .
Advertí que todos mis compañeros iban diversamente
vestidos. Se diferenciaban en algo, ns sé en qué,
pero se confundían en mucho. He pensado mucho
tiempo en sus vestiduras, pero no he podido recordarlas.
Yo tampoco me acuerdo de la mía, sólo sé
que me era muy cómoda y debía tener algo extrafio
pues todos los demás detenían su mirada curiosamente
en mi modo de ir.
Era una suave pendiente y ascendíamos sin mayor
dificultad. Torné a mirar hacia atrás; era una larga,
larguísima caravana la que me seguía, venía de un
fondo muy oscuro, quizá por donde yo había entrado
. .. . Los de atrás me miraban ansiosos, como envidiándome;
yo hubiera querido ir con ellos, comprendí
que m i rostro estaba frío y mi mírado triste. Por
qué hubiera deseado volver a comenzar? Para qué?
Sin embargo, yo lo deseaba.
No volví a mirar hacia abajo. Me daba vértigo,
pobrecitos ellos .. . . Oh, el abismo!
(Continúa en la página 11)
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PATRIA NUEVA
De egregia Patria al contemplar la frente
en los incendios de radiante aurora,
se apiña y ruge multitud sonora,
honda borrasca de la mar potente.
y confiando a tu brazo y a tu mente
del porvenir la enseria redentora,
su ilusión trueca en ala vencedora
y su inquietud en entusiasmo ardiente.
A la justicia y a la Ley, triunfante
les brindalá la protección altiva
de sus remos el cóndor arrogante;
y recobrando su actitud procera,
tendrá Colombia entre laurel y~!o/ivaJ
un solo corazón y una bandera!
jOAQUIN MALDONADO PLA TA
MADRE
No estabas tLÍ. La muerte, madre mía,
se adelantó traidora a mi reffreso,
y en el /zogar entero estaba impreso
el trágico dolor de la agonía.
Aunque tu sombr.a maternal veía
por dondequiera. de mi angustia obseso
mi alma sedienta de tu dulce beso
la irreparable ausencia comprendía.
y en qué desolación, en qué (¡margura
recordé de tu vida la tristeza
y la divinidad de (u ternura,
que ha de fulgir con sideral belleza
en mi orfandad, como en la noche oscura
de la estrella la mística pureza ....
MARCO A. CARVAJAL/NO
7 ..,
11I
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
8 PATRIA NUEVA
En la entrega dignificante y que enorgullece a la América Hispana no l'ueg-a "a" I 'J l 'ó I h b __ ,J
I por e ll'be ra lI's mo uJ e otros dl' as; es e I consenso una,n./m e de ipa"rtId o conser\lador e,l. .,q..ue (le prle' J aCI 1n de f.o m re es.c,a"r n. .... aI o
a ~ t .. , J I d d '/' J 1 t d' d e respa ua, e a juerza y .. al/men o e~,a ramm/slon ue man o, eposl anuo o en un es a Ista e concepción enrl'qu·cl'da" L d' .
I t I I ~ ,..or es u lOS, comparaCIones y un
gran ap omo men a y mora ,
PARRAFOS EDITORIALES
"
Balance de una Administración
Bogotá, agosto 7 de 1930
Señor Director de PATRIA NUEVA.-Presente.
Aceptemos hipotéticamente, señor Director, que la
administración que hoy estrena sus gestiones guber~
amentales, sea de matiz y finalidades de carácter liberal,
para dar pábulo al grueso cordón de opiníones
que quieren ver en este gobierno, no el de una concentración
patriótica para el país todo, sino una parcializada
tendencia de contornos netamente partidaristas.
Ello entrañaría entonces el advenimiento de un
nuevo partido a las bregas administrativas, con sus
adehalas de aciertos y equivocaciones y, como corolario
indispensable, implicaría un balance de las realizacio~
les que efectuó el partido que ahora depone, con
majestuoso decoro, el ejercicio del poder. Habría entonces
que hacer dentro de ese postulado, una especie
de liquidación de las labores rematadas por el conservatismo
durante los nueve lustros que mantuvo el
mandato de los pueblos en las esferas oficiales de la
administración pública.
Dispendioso cometido, que rebasa los lindes de
una simple epístola, el de pormenorizar la vasta empresa
efectuada por el partido que hoy depone sus funciones
y las entrega, en una bonancible calma, al tradicional
adversario. Nuestro credo político, puesto a
prueba én el poder, dejó las huellas más admirables
de cordura y bienandanza. Aseguró, con el concurso
generoso de todos los buenos patriotas, la paz en Colombia,
permitiendo al amparo augusto de esa deidad
venturosa, que el progreso 'general se expandiera y dejara
los rastros saludables de su paso Flor el gobierno,
No incurrimos en el loco desvarío de hallarlo todo
a la medida de nuestro sabor, porque esa obra no la
ha consegujdo la humanidad en ningún clima, en pueblo
alguno del mundo habitado. No es patrimonio exclusivo
de un so lo partido, de una tendencia filosófica
o económica, la virtud incontaminada, el acierto cabal,
la suprema sabiduría y el monopolio integral de la inteligencia
sin mermas o declinaciones. Sostenerlo implicaría
el máximo desatino y argüiría para el divulgador
candoroso de tal tesis un desvío mental, efecto
inconfundible de un fanatismo mal avenido, que ofuscando
el sereno raciocinio, llevara al dislate de una
defensa total e imposible acerca del complejo problema
que representa para una escuela política la conservación
del mando en largos lustros, sin incurrir en los
errores con que siempre tropezó el hombre al obrar
Una de las mejores adquisicions que vamos alcanzando
en Colombia es la de atemperar nuestros juicios a
una lógica de los hechos, distante del apasionamiento
de ant1ño, en que todo análisis estuvo contaminado
con el veneno del sectarismo enervante y emponzoñado.
Tuvo la suerte nuestro partido de investir con los
arreos dignificantes del poder a hombres que ennoblecieron
los fu eros de la democracia, González Valencia,
Concha, Suárez y aspina, se envolvieron con glo-ria
e~ el tricolor de la República, con la austeridad de
su.s vI,das, con sus gestos patricios de auténtico republtcamsmo,
con la severidad de sus normas gubernamentales,
sellaron su obra de mandatarios. Y unos
con la gr~ndiosa majestad del temple civil, lIevad~
hasta los ltndes de lo concebible, enorgullecieron al
pue?lo que les confió su mandato; otros, con la opulenCIa
de su desprendimiento ciudadano se enCllm braron
a las alturas más enhiestas de la virtud eximia y
c~áles con el recio timón de su voluntad y de su en~rgla
encausaron las fuentes civilizadoras del progreso
material de la República; un consenso de voluntades
los rodeó ca~iñosame~te y los mimó con el halago del
aplauso cordIal y des1l1teresado, yendo en r mería de
gratitud a sus lares privados a testimoniarles su adhesión
y su aprecio cuando declinaron su ejercicio plausible.
Pero como ya dijimos que es indefensable en todos
sus pormenores la permanencia de un partido en
el poder, no podían faltar las som bras que atenuaran
la mucha luz que arrojó sobre los contornos de la República
la gestión conservadora en cuarenta y cuatro
años. Y uno de los más definitivos, de los más lamentables
y execrados yerros fue el de entregar el mando
al Presidente que hoy declina, agobiado por el fallo
inapelable 'de la ciudadanía consciente, proba y cuerda,
~omo uno de los gobernantes más nefastos de que se
tenga memoria en los anales del País.
. aspína, el eminente estadista, con su dinamismo
portentoso, dio un certero empuje a nuestro estancado
organismo, removiendo los que se cleyeron inamovibles
obstáculos e invirtió con el golpe prodigioso de
su visión talentosa, los vetustos moldes de la rutina,
de la pasión y de la ineptitud. Gobierno amplio, mesurado,
tinoso, que al mismo compás dio lustre a lo
material y engrandeció los linderos espirituales de Colombia,
pues no primó en su generoso concepto de
patria un cerril criterio de componenda, de nepotismo
ni de compensación graciosa y cinica a la vez.
De increíble desacierto calificamos certeramente
muchísimos el hecho sorprendente de que para suceder
en el mando a aspina, viniese el personaje más
contraindicado que se halló en el panorama nacional, el
doctor Miguel Abadía Méndez, torvo politico sin ini.
ciativas y sin arrestos, que asoendido a la plenitud de
los poderes, entre la marejada de la indiferencia glacial
y del escepticismo ambiente, esbozó un remedo
de programa en comentado discurso, donde anunció
su remedio para el despilfarro de su antecesor, en frases
intencionadas e inverecundas, diciéndose el apóstol
del orden, del metodo y de la sana economía. Régimen
-de la farándula y de la vil trapacería - fue el
concepto que le mereciera la anterior administración
ejecutiva, y sobre la fertilizante y portentosa tarea de
aspina, no encontró comentarío más benigno y adecuado
que formular que ese despectismo infatuado,
lleno del desgarbo mental y mal animado del político
artero. Para corregir los males de una administración
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
PATRIA NUEVA 9
ehtorpecida por todos los yerros, las culpas todas y
la falta de la más nimia sindérisis, encontró la receta
diciéndose el apóstol de la cordura en la distribución
de las obras e inversión de los fondos de la ciudadanía
colocada bajo su tutela superior.
De estupor creciente, que propasó todos los cálculos,
fue colmándose la opinión genefal, sin distingos
de secta, al ver el Cauce tortuoso, el revuelto lío y la
fatal ineptitud del gobernante envalentonado e inmisericorde
que empuñó, con arrestos tales de cruel ironía,
las difíciles riendas del mando presidencial. Crecieron
con frenesí alt;cinante los empréstitos y los gastos de
fondos comunes, las inversiones no correspondieron a
un criterio sensato, ni siquiera de trivial prudencia, se
malgastaron hora tras hora los fondos del erario' y en
las posiciones directivas de responsabilidad se formó,
con escasas excepciones, una colección pintoresca de
los personajes más estrafalarios y absurdos que en loca
cadena de desenfréno y de malversación, disponían éon
criterio delictuoso del general haber.
Como no queremos cimentar sobre frases hueras
estas líneas, tenemos inextricable asidero en cifras apabullantes
publicadas recientemente, de donde se deduce
en forma escueta y escalofriante el saldo de las macabras
responsabilidades de este feliz gobern ante: En
el informe de la Contraloría General de la República
se encuentra el balance entre lo que gastó el Presidente
motejado de enrevesado y lo que representa esta
timorata y pulquérrima administración que cesa hoy
para bien de Colombia. Entraron por distintos conductos
al gobierno de Ospina, :8 139.711.216,65, dejando
como resultado palmario empresas diversas en todos
los ángulos del territorio patrio y se esfumaron con]o
por encanto $ 369.617.899.60 en este mesuraqo régimen
que ni siquiera se encueQ.tra como motejar justi-cieramente
....... .
Dónde los efectos de la discreta y reproductiva
inversión de un caudal de dineros que para nuestras
proporciones aparece químérico y exorbitante? Cuál fue
la mano dura y el entendimiento avizor que sofrenó
las ansias desmedidas del interés re gin nal o personal?
En qué forma se hallan representados esos ingentes
gastos, ese oro venido sin tasa ni co ntrol de países
extraños, los dineros de nuestras propias rentas? No
es una esquiva y recelosa actitud de pasar por modesto
lo que no ha permitido a este desdichado régimen
inaugurar jubilosamente los frutos de su nefanda
gestión. Hablan sí, a la hora solemne de las liquid aciones
definitivas, los espectros alucinantes que se denominan:
medro, ineptitud. nepotismo, sarcasmo y CÍnico
despilfarro.
Quien ascendiera al solio de Colombia con fementida
promesa de no derramar una sola gota de sangre
sobre el suelo de su Patria, ni verter por su intervención
una lágrima, abrió la arteria de la juventud
y del proletariado en momentos históricos que recuerda
la Nación con los epítetos de las Bananeras y el
Ocho de Junio. Este movimiento de belleza muda, como
la estatua marmórea de la altivez civica, fue la sacudida
prodigiosa de un pueblo vivo, ardoroso y vibrátil
que arrojó con índice airado y elocuente a los que
lastimaban su honor y fueron tolerados largos días de
amargura infinita.
Una suerte desmedida e inmerecida ha precedido
y guiado a este tortuoso gobernante que repudiado
por las fuerzas vivas del país se sostuvo en el mando
contra su decoro y contra las conveniencias sociales.
Por equivocaciones infinitamente más pequeñas y excusables
declinaron con soberana dignidad otros predecesores
ilustres la Jefatura Ejecutiva, atrayéndo e la
voz clamorosa del recoJltocimiento a sus méritos dig-nos
de la exaltación. El que hoy desciende del solio
desafió la opinión atendible de una democracia consecuente
y respetable, dándole siempre como gestores
a quienes se encontraran más desconectados del aprecio.
de los gob.ernados, a los que interpretaran mejor
la incompetencia, el desgrefio, la decidia y el caos. Le
importó sólo su personal sosiego. .
, No en balde le ~on imputables los porcientajes
mas cre.cldos, en la calda de n,uestro partido del poder,
ya predicha por un sagaz esplritu. Porque una colectividad
que tiene la potestad gubernamental en sus
manos no puede abusar de esa CÍnica manera de sus
poderes, so pena de descalificarse en el sentir bien intencionado.
de un pueblo inteligente, Jugaron factores
diferentes en esa pérdida, pero como guión primordial
y decisivo influyó este malhadado cuatrenio de ejercicio
administrativo.
y al ensayar este breve análisis sobre la obra de
Abadia Méndez, queremos ante todo elevar '.ma muralla
invulnerable para que no prospere un juicio desquiciado,
picaresco y atrevido que hemos visto en letras
de ciertos rotativos mendaces e interesados, que
queman ahora, en los pebeteros de su hipocresía falaz!
el cinamomo de sus adulaciones tumefactas y escualIdas,
exaltando al personaje que ayer ultrajaran del
modo más denigrante y envilecedor. En este postrer
inst~nte hallan en el odiado Presidente al integérrimo
republtco de gallarda apostura, que desciende con respetuosa
reverencia de las eminencias del mando. 'Un
alerta muy sonoro y animoso debemos levantar para
que la maliciosa voz no haga carrera en estas postrin,
lerías del escéptico gobernante. En la entrega dignificante
y que enorgullece a la América Hispana, no
.iuega papel de prelación, el hombre escarnecido por
el liberalismo de otros días; es el consenso unánime
del partido conservador el que respalda, le da fuerza
y valimento a esta transmisión del mando, depositándolo
en un estadista de concepción enriquecida por
estudios, comparaciones y un gran aplomo m'ental y
mora l. Ya en PATRIA NUEVA, señor Director, se trazó
con nitidez el programa de acción que al conservatismo
incumbe frente al nuevo gobierno y lo que se tituló
Momentos de Expectativ a, continúa siendo I a norma
de orientación para los hombres de nuestras ideas.
Y para despedirme, señor Director, esperemos silenciosamente
que en su continuado reposo y venturosa
tranquilidad habi tual el señor doctor Abadía Méndez
repase la prensa que no ha leído por sus múltiples
quehaceres de estos cuatro aftos de veraneo y
cinegética, para que logre convencerse de que jamás
portó la banda de los Presidentes de Colombia un pecho
donde se albergaran sentimientos más yertos, menos
generosos y más distantes de lo que se tilda como
un patriota y un buen ciudadano,
Atentamente,
EL OIDOR FRANCO
PATRIA NUEVA
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01 PATRIA NUEVA
GLOSARIO
El 7 de agosto de 1930.
La página admirable que para la historia futura
de Colombia escribe en esta fecha la colectividad conservadora
es algo que supera la burda incomprensión
de aquellos que, por medio de torcidas argumentaciones,
han pretendido osadamente la desvalorización del
acto magnífico por medio del cual el partido de la libertad
dentro del orden consagra de manera perdurable
la realidad bondadosa de su doctrina inmaculada.
La labor penosa que emprendieran en pasados lustros
los hombres supremos de nuestra causa ha ido
madurando, a través de las vicisitudes inclementes de
los tiempos, para plasmarse en una realidad tangible
que atestigua el triunfo definitivo de la concepción conservadora
de la República. Durante 45 años el partido
conservador, como gestor de los negocios públicos,
ha transitado por los senderos escarpados de las situaciones
más difíciles, y sin embargo, y a pesar de
los errores inevitables de algunos de sus dirigentes,
el panorama que ofrece a la contemplación desapasionada
del mundo exterior es el de un amplio horizonte
en donde perseveran majestuosamente, como signos
orientadores, los prin,cipios fundamentales a cuyo propicio
amparo florecieron las siluetas ejemplares de las
repúblicas antiguas.
Porque fue al influjo poderoso de la sana doctrina
que la República de mofa, o más bien -la anarquía
()rganizada» de tiempos que queremos olvidar, se fue
trasmutando, lenta pero perseverantemente, en la estructuración
severa del templo de la libertad y del orden,
de la justicia y de la paz.
Gracias a la sabia y adecuada constitución que
garantiza la protección inflexible de todos los derechos
y que, de acuerdo con la realidad, estabiliza como la
norma moral del pueblo colombiano a la Religión Ca- .
tólica Apostólica Romana, factor irremplazable de civilización
y de progreso, hoy recibimos la visión portentosa
de ún pueblo que, en su marcha, ha traspuesto
los límites de la vacilante adolescencia para entrar
de lleno en el período realizador de una vigorosa juventud.
Hoy, ante Dios y ante Colombia, el Presidente electo
de la República jura respetar y defender la norma
suprema que forjó de la barbarie una civilización y
de la selva un país. Por eso, en estos momentos en
que el cincel maravíloso de la fe conservadora perfecciona
el último detalle de su obra gigantea, sentimos
que nuestro corazón colom biano y conservador palpita
estremecido de entusiasmo y germina el compás
de nuestra vida en una vivificadora confianza hacia los
tiempos del porvenir.
El Congreso Nacional de Historia
Ha cerrado sus labores después de un brillante
certamen histórico-cultural, en el cual la única nota
discordante fue el ataque nada encomiable hecho a la
inocencia de la marquesa de Solanda, esposa del e sacrificado
de Berruecos >, por algunos historiadores de
parcialidad reconocida.
Afortunadamente el doctor Monsalve hizo gala de
argumentación incontrarrestable en favor de la verdad
histórica, con acopio de documentos.
Felicitamos al dodor Monsalve.
"El Tiempo"
Pare~e que no gusta de que se haga la unión del
cons.e!vattsmo. Quizá . tenga razones políticas que de
manifiesto le hagan mdeseable tal agrupacion de valores,
y luego, ~ue. su labor de doble fondo se puede
llegar a resentir SI el conservatismo se convierte en
una sola fu~~za: así. lo comprende nuestro colega ....
La «unl.Dn a gnto herido> según dice, es en mito
y ~ntra a d~mostr~rlo. en uno de los mejores comentanos
del dla. Esta bien, pero al fin de cuentas nada
co~creta en favor de la tesis que sustenta; únicamente
deja ver a las claras que tiene miedo a la unión conser~
adora y que por eso hace una labor irónico-plegadiza
en su contra.
Unas veces vemos en El Tiempo artícules de fondo
que tratan de los problemas conservadores con un
aplomo y una seriedad que cualquiera piensa en perder
las perlas por no ensartarlas, en otras ocasiones
se, presen!a con el mismo tema en forma optimista y
luego, mas tarde, aparece ironizando al respecto.
Tales. pr?c~sos de «zi.g-zag» no son dignos de
prensa sena ni tienen valor sincero que los haga apreciar.
Nosotros diremos como en el cuento de marras:
juicio, mi general!
E,I Centro Salazar-Ortega.
Uno de los mejores institutos pedagógicos de Colombia,
tanto por los métodos de enseñanza como por
el cuerpo de profesores que lo integran, ha ampliado
sus labores trasladándose a un magnífico edificio de
la calle trece, el cual visitamos la semana pasada,
Gustosos haríamos un estudio detallado de sus
métodos, del carácter singular que distingue la ruta de
sus enseñanzas, del provecho inapreciable que allí atesoran
los buenos estudiantes, si fuéramos nosotros autoridades
en la materia.
Nos consideramos satisfechos con felicitar a los
señores Salazar Ortega por el impulso que han sabido
dar a tan simpático plantel y poner a su disposición
las páginas de PATRIA NUEVA.
La Dirección de "Patria Nueva"
se complace en anunciar a sus lectores que el distinguido
joven don Emilio Carreño Barón ha tomado a
su cargo la parte administrativa de la revista
~~~~~~~~~~~~~~~~
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~ Compañía Trituradora de Piedra •
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~ les de construcción.
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PATRIA NUEVA 11
ADELAIDA
(Continuación de la página 6.a)
J
Faltaría mucho? ...
Inesperadamente una mano, fría y delgada, débil
se posó en mi hombro y una voz muy queda pero
muy dulce me susurró al oído:
-Hermano!!
-Hermana!! I
Era muy pálida, parecía enferma... Pero sus
ojos me' acariciaban tánto! Tan buena! y su voz, ah
su voz! quisiera oirla todavia.
-Hermano!!
-Hermanan
Qué raro encento poseía esta palabra que nos
hacía el tránsito menos penoso?
.... Ella era buena ... Se llamaba Adelaida .....
y Su voz, quisidra oírla todavía.
Qué rapidez! entonces fue cuando me dí cuenta
de que ibamos muy de prisa.
Hubiera querido detener el instante, pero el ins-tante
era fugaz y se deslisaba entre mis dedos.
-Hermana!!
-Hermano!!
De repente quedé solo, infinitamente solo, oh, que
soledad! .
Empezaba el descenso. Mi hermana? mi compañera
pálida, mi Adelaida? ....
Guardaba todavía el eco de su música en mi oído.
Guardaba todavía la tibia impresión de su mano fría
y delgada bajo mi convulso brazo. Sus ojos me acariciaban
todavía. Pero ella, mi Adelaida, no estaba al
lado mío.
El camino, a cada paso que dábamos, se tornaba
más torturante, más duro; ya no era la suave pendiente,
era la ruda bajada. Sentí frío, mucho frío, estaba .
solo, infinitamente solo. Oh, qué soledad!
Ya no ola ninguna voz que muy dulcemente me
susurrara al oído, como un murmullo:
-Hermano!
En cambio, el paso cadencioso de mis compañeros
me ensordecía. Aquello era un torrente, un turbión
confuso de hombres que marchábamos rítmicamente
sin saber a dónde. .
Quise desertar, huír, retornar a la suave pendiente,
buscar a mi Adelaida. No pude. Siempre adelante!!
...... ... Mis lágrimas cruzaron mi rostro como una
llama. Oh, qué lágrimas!!
Todos lloraban, todos gritaban, todos maldecían.
Mis oídos se acostumbraron al gemido sordo.
Habíamos llegado?
Nadie quería seguir. Se arrastraban por el suelo
como reptiles moribundos; buscaban ansiosamente un
punto firme de donde asirse. Nadie quería seguir.
Por qué?
Vo también no quise proseguir. La fuerza misteriosa
me impelía inflexiblemente.......... Oh, esa puerta
negra, terriblemente negra! Yo no quería entrar.
Mi voz era un alarido bestial. Mis manos trémulas
arañaban las piedras inamovibles de la ruta, hubiera
querido taladrarlas, tal vez me sostendría. Sentía
que me resbalaba, mis esfuerzos eran cada vez ' más
inútiles.
Oh, la inutilidad del esfuerzo supremo!! Inútil!!
Imposible ....................................................................................... .
.............. .. .. Lentamente mis párpados se recogieron.
El carnaval pasaba; venía de no se sabe dónde y todos
ignoraban su destino. Las carrosas desfilaban ante
mi vista en una larga y multicolora caravana de luz y
alegría. Los acordes alegres de las guitarras que emergían
tídamente de entre los gritos destemplados de
las comparsas, recataban una ligera nota de 'melancolía.
y . pasaba el desfile carnavalesco. Era interminable
y variado; unos iban tendidos muellemente en cojines
siempre blandos, y siempre sonreían.
Abajo, muy abajo, por entre el barro y las piedras
inclementes transitaban muchos. Recogían los
múltiples rezagos insultantes de los de arriba, para
vestir sus carnes morenas. Con sus gestos siempre
desesperados nos solicitaban, nós liaban, nos pedían ......
El carnaval pa aba. Venía de no se sabe dónde
y todos ignoraban su destino.
Bogotá, julio de 1930.
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12 PATRIA NUEVA
Album de "El Obrero Católico".
EL TIPOGRAFO
De un salón en La ancha estancia veo 11 un hombre proletario
cual pensando en los enigmas de La cruz y del sudario.
De sus manos a la altura,
nos parece
una extraña sepultura que contenga, cuaL redoma,
en los cóncavos dormidos de sus huecos misteriosos,
Los despojos dolorosos y sombríos de un idioma.
Hacia el lado de aquel hombre, que parece un centinela
que en la tumba de los sil!los al misterio, triste, vela;
con nostalgia, amarga, inmensa,
se percibe penetrante,
eL crujido del volante,
el crujido del volante de las ruedas de una prensa.
Ese sér es un tipógrafo que trabaja noche y día;
y alejado del bullicio, de la dicha y Los placeres,
va juntando caracteres con tenaz melancolía,
y las cajas donde emprende de la vida la tarea,
como en juef[os infantiles ,
IZas parecen Los atriles,
nos parecen los atriles de la solfa de la idea .
y allí, firme, trabajando ,
con filetes acerados fas renglones separando,
con espac ios , líneas cuenta,
y COII manos que parecen del 'trabajo monol[ramas
va formando pentagramas con las Letras de la imprenta.
Al final de su tarea
compagina con cuidado las columnas de la idea;
de la prensa los volantes se detienen con presteza,
los rodillos se comprimen,
las columnas lloran, gimen,
el crujir de nuevo empieza;
se oye un sordo balanceo
como ruido de aleteo
de aLgún buitre de ala inmensa,
y al instante
como un genio del volante
va saliendo el gran vocero por las ancas de la prensa.
La victoria está compLeta.-
eL tipógrafo sonríe cuql nostálgico poeta,
en su obra se recrea... . \'
vueLve pronto a los atriles de La solfa de la idea,
corre espacios, líneas cuenta,
y con manos que parecen deL trabajo monogramas,
sigue haciendo pentagramas,
sigue haciendo pentagramas con las letras de la imprenta!
GUSTAVO SOLANO
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
•
PATRIA NUEVA. 13
A.sí muchos ••••
POR ALVARO DELGADO MALLARINO
Después de dos años de separación Eric iba a ver
a su mujer. El telegrama anunciábale su llegada a Amberes.
Dentro de pocos momentos Clara estaría con él. Paseándose
inquietamente por el andén de la estación no
terminaba de pregantarse por qué en la última carta fe-o
chada en Caracas, ella no le había anunciado su próximo
regreso. ¿La habrían despedido bruscamente? ........
¿Estaría suiriendo? ........ iAI I\IlenOS, en el curso de la
ruta élla ha debido prevenirlo!
El tren llegaba retardado y Eric 'se agitaba febrilmente
recordando la historia de Su matrimonio .........
No existía un hombre más debil delante de la vida
que Eric Polus. Po ta mediocre, siempre se lamentaba
de ser desconocido y esperando que le fuera ofrecido
el laurel de la gloria, vivía de un modesto empleo.
Pasaba las noches escribiendo versos, que ni los periódicos
más vulgares le publicaban.
Así vivíó cuando conoció a Clara, quien desempefiaba
el cargo de institutriz en casa de unos parientes
ricos que habitaban en plena avenida Luisa de Bruselas,
donde, más por caridad que por cariño, lo invitaban
a almorzar los domingos. En el curso de una
discusión de estética, la institutriz salió a la defensa
del poeta vilipendiado. Hasta tal punto llegó su exaltación
que por la tarde fue a buscarlo para declararle
su admiración y su ca riñ o. Incapaz Eric de decir
nó a nadie, aceptó en un momento de emoción la
mano que le había sido ofrecida........ .
Su nueva existencia no le trajo nad a. Para Clara,
la desilución fue pronta. No le importaba romper la
probidad conyugal humillando de cuantas maneras
podía al esposo que ella misma había elegido. Pero
vino a ser madre, lo cual cambió un tanto el rumbo
de su vida. La alegría trató de entrar en el hogar.
Eric acarició nuevamente la quimera poética, sin hacer
mayor esfuerzo por mejorar su situación. Clara comprendió
que estaba en la obligación de ganar su vida
y asegurar la de su hij o. Entonces volvieron las disputas.
La posibilidad de una separación era desde lueg)
descartada. Después, la juzgó Clara necesaria, condenando
su sentimentalismo y el de su marido, que los
llevaba a la más absurda de las vidas. Un día Clara
hizo a Eric el resumen de sus dificultades pecuniarias
y diciéndole que nada podía repro charle, co ncluyó:
«Yo soy joven, útil. Puedo volver a m i antiguo trabajo
de institutriz. Una familia inglesa, que reside en
América me ha contratado, siempre que tú des la autorización.
Tú no me la negarás. Es el pan, asegurado
largamente para nosotros tres. El niño se educará en
el campo. Durante mis tres meses de vacaciones, podré
venir a verte-. Sorprendido Eric, formuló muchas
objeciones pero terminó por ceder. En suma, todo
quedaba arreglado y él pOdría seguir escribiendo mejores
versos.
- Tú eres una mujercita llena de coraje, dijo Eric
dándole un beso ........
Clara partió y él organizó su vida de soltero, con
fortuna y placer. Contestaba las cartas venidas de Caracas,
muchas de las cuales contenían el giro destinado
a la subsistencia del niño y a algunos de sus gastos
personales ........
iY ahora Clara se devolvíal ¿Qué significaba ésto? .......
El tren se detuvo en la estación. En la portezuela
de uno de los vagones de primera clase, reconoció
Eric a su mujer ......... .
* * *
Al montar en un taxis, Clara dio al chofer la dirección
de un hotel, entre las protestas de Eric.
-Nó, nó, a su casa nól Ud no me esperaba. Voy
a hacerle una visita de amiga, no de esposa.
-¿Qué significa? ........ interrogó Eric.
-Un poco de paciencia ........ ..
En el auto la sintió tan distante como cualquier
desconocida. No le dirigió sino palabras vanas y no
menos vanas fueron las respuestas. Su nueva elegancia,
su reserva, su aire de superioridad la imponían.
Eric la juzgó embellecida. Su distinción le 'subyugaba.
En el Metrópoli pidieron la comida para ambos,
en una pequeña mesa cubierta de fl ores. La conversación
continuó indiferente. El embarazo de Eric
crecía por momentos. Esta mujer que ostentaba joyas
tan valiosas, de elegancia tan arrogante, de maneras
tan aristocráticas, ¿sería la suya? .......... se sentía deprimido;
lamenta,Va su restaurante lleno de humo y admiraba
a Clara con angustia.
- ¡Cómo has cambiado! ¡Tal vez el viaje!.. ........ dijo
Eric medio aturdido.
-Sí. ¿Usted ya terminó? Pasemos al saloncito.
Tengo que hablarle ........
La invitación de Clara aumentó su turbación. Y
pasando de ras de ella, de una mirada en el espejo,
se encontró ridículo.
Se sentaron. Clara colocó su mano sobre el brazo
de Eric y con dulzura pero con autoridad comenzó
a decir:
«- Hace dos afias partí a América a buscar nuestro
bienestar. Mis intensiones no pudieron ser mejores.
Yo lo amaba a usted de tal manera que sólo esperaba
ahorrar lo suficiente para venir a su lado y así terminar
nuestros días desahogadamente. Pero, yo no me
conocía. Un hombre que conocí en Caracas, me ama.
En cambio usted nunca me ha amado. De aquel otro,
hoy soy la novia. Nicolás Soler y García es un joven
venezolano inmensamente rico y yo lo quiero como
él a mí. Entre noso tros aún no ha habido sino cambio
de palabras. Es necesario que usted, mi marido, me
dé la libertad. Es en beneficio de nuestro hijo a quien
Nicolás adoptará; en beneficio de usted, puesto que él
lo indel1:nizará l argam~nte, de tal suerte que usted puede
seguIr su carrera Ilterana. (Eric sonrió imperceptiblemente).
FInalmente es en mi beneficio puesto que
lo amo · .
Eric la escuchó con estupor.
¿Quién era aquella mujer que osaba hablar así?
¿De qué abismo, una nueva alma había subido hasta
élla? ..........
Hubiera querido extrangularla .......... pero aquella
alusión a su genio, subsistía apacible, halaga'dora. Poco
~ .poe,o c~dió por la convicción extraña de que se
sacnflcar.la s!n quer~r1~" por la gloria del poeta .........
-:-Nlcolas, pro.s,lgulO Clara, espera en París que
le aVIse la aceptaclOn de usted, para venir a Bruselas.
E un hombre educado, gentil y que no quiere comprometerme.
A usted le gustará. El divorcio será cosa
fácil; e encontrarán los pretextos. ¿Usted consiente?
* * *
, El proceso del divorcio seguía su curso. Don Nico
las Soler y García anunció su llegada. En el salon-
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14 PATRIA NUEVA
NOTAS DE VIAJE
BRUJAS LA MUERTA
POR ALVARO DELGADO MALLARINO
«Brujas, ha dicho Muricio Barrés, es un a ciudad
velada de árboles y reflejada en sus canales: sin tregua,
refrescada por el viento del norte y arrullada por las
notas de su carrillón.
Estamos en la puerta de la -Santa Cruz»: sus pesadas
torres han perdido su corona, pero a pesar de
los años, se conserva como una admirable entrada de
ciudad. Muy cerca existen dos molinos de viento, los
últimos de aquellos que en otros tiempos rodearon a
Brujas a todo lo largo de sus murallas envolviéndola
en el ronquido y la alegría de sus grandes alas.
En el suburbio vecino, en medio de mUTOS casi
destruídos, los grandes jardines baldíos, los vastos
espacios despoblados, cuentan la decadencia de Brujas.
Pero, no lejos se encuentra la casa de los Archers,
la posada de la ·Gilde Saint Sebastien» con su piñón
dentellado y su fina torrecilla; la elegancia de las
líneas y el prestigio del recuerdo son suficientes para
embriagar la imaginación. La majestad del sol poniente
aumenta el sortilegio. Sobre el horizonte de oro
pálido se destacan los campanarios de todas sus iglesias,
sus torres , sus cúpulas, sus flechas y es ésta la
resurrección de la ciudad del siglo XV, de la feliz rival
de Gante, cuna de Carlos V, vanidosa de sus 52
«Gildes . , de sus 150,000 habitantes; orgullosa del valor
de sus hijos y de la opulencia de sus mercados.
cito del Metrópole, Clara y Eric hablaban de él. Este
manifestaba su curiosidad y luego su interés.
-Ustedes serán amigos. opinaba Clara.
Un telegrama de Nicolás anunciaba su llegada para
el dia siguiente por la tarde.
-Mañana, dijo ella, los presentaré el uno al otro .. " ....
* * *
Al anochecer del día ' siguiente Eric y Clara se ha-llaban
en el mismo salón. Acababan de abrir un telegrama
fechado en Cllerburgo, que decía:
«Contrariando sentimientos debo partir a América
por mala situación mis negocios. Cumpliré mi palabra
si la fortuna favoréceme. Adios »
Despues de esta resolución tan inesperada de Nicolás,
la situación se tomaba extremadamente delicada
para Eric y su esposa. Este trató de consolarla diciéndole
cuantas tiernas palabras sabía. Pasada la primera
impresión, Clara, tomando valor, se apresuró a decir:
-Es mejor terminar nuestra vida juntos, tú y yo.
-Esto será atroz para mí, respondió Eric, tratan-do
de disimular sus nervios" ........ .
-No, interrumpió Clara con dulce voz; yo reuní
durante mi permanencia en Caracas un pequeño capital,
con el cual podremos continuar nuestra vida tranquilamente
.. " ... "
-¡Ah! respondió Eric, acordándose de su talento
literario:
-¡De nuestra vida haré una gran novela!
* * *
........ Muy juntos salieron del Metrópole para. diri-girse
en automóvil a Wépion donde estaba el mño al
cuidado de una familia que habitaba a orillas de la
Mense.".""
Bruselas, mayo de 1930
Las curiosidades de Brujas, toda su historia, es
el adorable aderezo de sus monumentos: tal el eleva
·do a Breidel y de Coninck, los héroes comunales de
la epopeya de Brujas en 1302 - dos figuras soberbias
de val~r caballeresco y de nobleza moral, surgidas de
la multttud en armas, al pie del colosal e Beffroi •.
~e esta ad~irable época, caracterizada por los
«Mastines de BrUJas» y la batalla de los «Estimulados
de Oro-, la Ciudad Muerta no ha conservado edificio
más elocuente que esta torre de 80 metros con 367
ecalones, apoyada sobre los hombros de sus inmensas
«Halles - y erguida en el cielo de Flandes como
imperecedera glorificación de la libertad y de la independencia
comunales.
El siglo XIII servía en esta maravillosa especie
de la arquitectura gótica.
No obstante los siniestros, a pesar de las restau
raciones, la antigua torre no ha perdido en nada su
nobleza y su significación primeras. Esta inmensa mole
decora la Gran Plaza en una atmósfera sagrada, recuerdo
heróico de las grandes generaciones muertas.
Desde 1748 las notas del carritón registran el
paso de los tiempos; se compone de 48 campanas y
190 martillos; la gran eampana pesa 19,000 libras; el
cilindro que da los cuartos de hora, pesa 19,966 libras;
las notas cada 2 años. Este carrillón, obra de A. de
Hondt, está considerado como el mejor de Europa y
su cost o se calculó en 300,000 francos.
De los tres colosos que dominan el panorama de
Brujas, dos son contemporáneos del «Beffroi . : • Notre
Dame, con su inmensa torre de 110 metros, con los
. mausoleos en cobre de Carlos el Temerario y María
de Borgoña: la - Madonna - atribuída a Miguel Angel;
la «Dolorosa - de Mostaert; la popular - Cena de Pourbus"""
y la Catedral del Salvador con sus esculturas
animadas de sus capitales; el enérgico - Martirio
de San Hipólito . ; los cuadros de Pourbus, de Van
Orley y sobre todo la comovedora placa de la tumba
de Wautier Coopman.
Contemp oráneo es igualmente el Hospital San
Ju an, transformado Hoy en museo de las obras de
Memling.
Entre los prodigiosos edificios de los siglos XIV
Y XV, debidos a los arquitectos ilustres que se llamaron
Juan Roegiers, Juan Vande Poele, Ambrosio Roelants,
Juan Byts, etc. figura en primer plano el elegante
edificio comunal, hoy - Hotel de Ville . , el primero
que se construyó en Bélgica.
Tal vez, el monumento más antiguo, en la Capilla
del Conde de Flandes, edificada en el año 816.
Sobre esta reliquia constluyeron más tarde la Basilica
que desde 1448 guarda la Divina Gota de Sangre de
Nuestro Señor Jesucristo, llevada a Brujas por el Conde
de Flandes después de la 2. a Cruzada. Allí se conserva
también la bellísima arca de oro macizo, cuajada
de piedras preciosas regaladas por los soberan.os
del mundo cristiano, entre las cuales se destaca el dIamante
negro obsequio de María Estuardo. El 5 de
mayo de cada año, la Divina Reliquia recorre las viejas
calles de Brujas en grandiosa procesión, a la c.ual
acuden miles de personas, no solamente de BélgIca,
sino de Inglaterra, Francia y Holanda.
¡Ohl las adorables concepciones de las obras de
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PATRIA NUEVA 15
PANORAMA POLITICO
e voluciones
•
Expectativa~ y
POR EMILE CARBON
Una nueva era se imcla en la vida del partido
conservador. Cuarenta y cinco años en el poder, este
partido logró afianzar la paz, asegurar la estabilidad
de las normas republicanas y . Es necesario
soñar a orillas de su -Lago de Amor. donde cuenta la
leyenda, ofrendaron sus vidas dos enamorados, en
aras de un amor irrealizable. Es menester leer en sus
do~midas aguas, los recu~rdos que encierra de generacIOnes
~uertas. El espejo de su aguas, reteja la más
pura poesla que transporta las almas a las regiones del
ensueño.
Brujas, mayo de 193, 0.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
16 PATRIA ~UEVA
Zipaquirá, 25 de julio de 1930
Señor director de PATRIA NUEVA-Bogotá
Estimado amigo:
. Acaban de llegar a mis manos los diez primeros
numeros de PATRIA NUEVA que he visto rotulados
para mi, de puño y letra de usted, y este hecho y la
lectura de algunas páginas de ella, me dan ocasión'
para dirigirle la presente. Con ella me propongo a más I
d.e manifestarle mi agradecimienlo por el envío, feliCitarlo
a usted y a sus compafieros de labores por una
empresa que merece todo apoyo y la adhesión desinteresa?
a .d~ los jóvenes que comulgamos en los mismos
principios.
La nueva publicación comienza su vida en un lnomento
de trascendentales consecuencias políticas y
morales para nuestra causa. Nadie podrá negar que la
característica más saliente de las actuales tranformaciones
políticas es en el fondo el olvido o el desconocimiento
del principio de autoridad. Un fermento
diabólico de indisciplina y dE' rebelión ha invadido las
mentes y ha soliviantado los corazones. Dentro de la
misma comunidad conservadora los hálitos malsanos
han soplado y barrido las conciencias.
Verdad es que con ' el andar de los tiempos las
colectividades políticas se van acomodando paulatinamente
al estado social y por ello se renuevan año tras
año, pero siempre conservando en el fondo los elementos
de su esencia inmutable. Esos E'lementos constitutivos
pe su esencia o naturaleza son el tabernáculo
invulnerable a donde no llegan los huracanes de la
la renovación, porque ellos son el talismán, la· fuerza
y la vida que defiende esas colectividades contra las
acometidas de sus enemigos. Mientras sus miem bros
defiendan esos elementos y se abracen sin vacilación
a ellos, prescindiendo de personales intereses, la comunidad
como una roca inconmovible verá pasar a su
lado todas las modalidades y las incidencias que los
tiempos le deparen. Por eso el primer sintoma de descomposición
de los partidos es el olvido de sus principios
y la insubordinación a su disciplina.
Cuando tal cosa sucede, la formación i~eológica
está en vísperas de transformarse y la depuración se
impone como una medida de salvación que, desechando
las unidades enfermas, agrupe a las sanas y dé
protección a esos principios inmutables, que son el
vínculo moral de las inteligencias y el infalible sostén
de las voluntades.
Es entonces cuando la claudicación se enseñorea
de unos cuantos, hace vacilar a los contagiados y huye
de los que con mano fuerte y con ánimo decidido se
preparan a restañar las heridas que han sufrido en el
continuo ajetreo y a continuar el avance hacia la fortaleza.
Mas, en la tarea vivificadora y magnánima de la
restauración, la primera y más apremiante necesidad
es hoy la de retornar a su solio grenítico de antaño
el principio de autoridad.
Si el hombre es naturable sociable, si tiene un fin
nobilísimo que cumplir, si mientras conviva con sus
semejantes está ligado a ellos por vínculos de imprescindible
necesidad, si le guía en sus actos no un instinto
ciego sino su deliberada voluntad, si hace parte
de sociedades organizadas y en ellas se ha de regir
por una norma, el hombre no puede desconocer que
hay un principio superior a su capricho que lo enca-mina
para el bien de todos, al logr'o de un fin determinado.
Ese principio,. esa norma de que no le es dado
~p~rtarse la haJl~ra todo individuo delante de si, delI.
ml!ando .el honzonte de su vida y guiando sus ini~
Iah~as y sus a~tividades. Desde las labores más ruhnaTla~
y ~later.lales hasta las más nobles disciplinas
de ~a inteligenCia están sujetas a normas que la mente.
tiene gue observar cuandQ en su sed de conocimientos
hende a ellas. Nada en la naturaleza se eScapa
a esta I~~ general que hace parte del plan divino
de la Cr.eacJOn, porque ante todo la obra de Dios es
ordenamiento y es razón.
En el meritorio programa de PATRIA NUEVA, prowama
ad~ptado al concepto del derecho como sinónimo
de IIbert~d, no pueden faltar nunca las huestes
que ar'!l~das del escudo de sus principios se pongan
al serVICIO de una causa que tienda a poner orden en
I?s . mentes para que la acción se ejercite dentro de los
limites del derecho y la justicia.
Este aspecto de la , misión cultural de la prensa
asume hoy las proporciones de una cruzada de consecue.
nc~as notabilísimas de orden moral, social y aun
economlco.
Constituírse hoy en guardián de los principios sanos,
en propagador de ideas ajustadas al derecho, en
mentor de las inteligencias y en cruzado de la fe es
tarea ~obilísima que asegura un pasaporte para la-inmortalidad.
Por eso PATRIA NUEVA está destinada a
coronarse de laureles .
Con sentimientos pe estimación me repito afectísimo
servidor,
Se hace cargo d~ la impreslon
de toda clase de trabajos
tipográficos, a
reducidos.
LLAME USTED AL TELEFONO 16-63
o ACERQUESE A SUS TALLERES SITUADOS
EN LA CARRERA 9. a N.o 123, DONDE
SERA INMEDIATAMENTE ATENDIDO.
VENDESE tostadora y molino eléctrico propios
para establecimiento de café. -Teléfono centro
35-86.
En PATRIA NUEVA colaboran las más destacadas
firmas de la nueva juventud.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Patria Nueva: seminario político-cultural - N. 13", -:-, 1930. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2079754/), el día 2025-05-02.
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