B.econci1iacien esas Slelllpre. profundas
vlJa Proclamada
tlebido
discordia primeros establecimiento
Nacidos partidos
devorado, los progresos del pais se. hán entorpecido
revolucJOn revolucion
hemos lleo-ado al punto en que esumos.
un y lamas i ent6nces parece que el vapor de la sangre
discordia fratrici
.Ja, sanare, la razon V apa"'()"arnos el pensamiento patriótico.
EntÓnces"'no apelamos al fallo de la 0-
controversias nacionalesj entónces no hace·
mas una apelacion pacífica al pueblo soberano
por spaña, {>stcndido 11050tr08 triunfar,
.ver~ad justicia. los pre·
se como" egra tempestades, La Providencia ue '8!a s.obre
colmandola voluntadde mayoría:
¡¡-ritó partiJo quiero aJmin ;stracion \lna revolücion," la provincia de Casanare, i estos ~ce.nt08 sencillos
patnottsmo cubiertos todu parecia tranquilidad
felices
paril patria. ahí agu¡ndos intenta despeJazar el corazon de la República:
la línea ele separacion existe entre los partidos:
la e1eccion del Jeneral López no ha sido
aceptada por el partido conservador de una
manera franca y decidida: el odio politico bulle
va bandera i se precipita en pos de un nuevo es·
tandarte a cuyo derredor pueda reunir sus
miembros dispersos: prepara, no una oposicion
republicana sino una ?·esistencia. ciega á los
actos de una Administracion que todavía no
conoce: las nubes del '{ de Marzo no han
hecho mas que alejarse para ser una amenaza
constante a los progresos del pais, hasta el dia
ero que las circunstancias le permitan désplegar
sus ne d#~~¿
~~ •• ~ 6# ? ' . ~_ :>l!!/¡¿/ J~~
/7&on~
at't,t/'¿ ~ ~me4'o 0 ~~~_
----- ~~
seguñdo y di,4',-
y la abl'legacion aú/CJ. h
la qUf/ " • Q
l~ civi l, Anarquía Dospo- patria. 4a-?v-J""
tonos hIstoria de la República. partidos anhelamos? La felicidad jeneral. Pues~~
1 10f. el sentimientos. 'Jf- / '
esperanzas del patriotismo. de los otros, jamás podremos conseguirla; y !.4 ~~ /
e$.l sensible~A . . /. 4?z
y Norte,~??? ~
del marzo es- ;¡ 7??_ L¡
clusivamente en provecho de los vencedores . no alcanzaremos á ver y que quederá reser- j Q ¡/ / / ¡Z_
Y otros, descendientes. a-4u/o.-fc.'
pudiendo domi- nuestra~ anim~sidades yra.:/ ! th.¡nacion
vestidos y ga~ . ...L c;7. -
antaaonistas . tad~s d.e.fiesta,~...d _
vacion; y reconclhaclOn '.L?
acostumbrarlos mar.dar V granadi "'~lj/7R.el
de nos. partidos. causa~a. Ú
otro camino que la reaccion al poder ó la pét- que la de la prosperidad, el bienestar yen· ,-'-' jl
contrarios. patria. de.-aJú,aA
es desap:lfczca somo los ~,¡f.
y mi~'- tlPJ.iñ~
dISipen esos temores que mantendrian la alar- mos, no ha llegado nun el dia de lIn abraz6"'c;r---
mu el nsamiento la b /P de todo progre>o positivo. miembros de la ' gran familia grariadina. El (/ ,{]
.ho.y el , Y U
mll1lsterICI que le rodea, dan garantíasde órden de nuestra libertad p03itiva de nuestra ver~ l
st,(?ilidad y de paz. El triunfo de los prin: dadera grandeza. "-------
.,...EJÉRCITO.
clamor
y la IIIACAREL l . PAL 45.
ClplOS lIberales, no será empleado en provecho
de un' solo partido, de un círculo de hombres,
smo en el servicio del bien jeneraL La patria
n.o es el patrimonio de los partidos que suce·
SI va mente llegan al poderj es el patrimonio
d~ tojos los granadinos. es un patrimonio de
Llberta~,de Igualdad,de Seguridad que á todos
proteje Igual,:,.ente con s~s leyes y abriga con
su calor vlvlficante. NlI1gullo de sus hijos T dI' E
g07.ará de un privilejio esclusivo en su am aro . o as as nacIOnes de la ,:ieJa uro.~a,
y. I?rot~ccionj ninguno será escluldo de 10a¡::- ·-"0 ttgadas.. d llevar e su @ m!D~s eJer·
IIclpaclon de los ne
J,.,f/nuó-tw '1,0 ~ {!jJo~ota 3 ele a~t/'('Ie 13.49. me-1"2.~~~
Beconciliacien de los partidos.
Si el seguúdo persiste en sus rencores y en paz la libertad, ó aniquilamiento en la di.·A 4 '-
La República atraviesa actuallllente una de
su pensamiento de resistencia de ataque, si cordia intestina,-mayor debe ser laabnegacioD ~~9. esa~ épocas que: dejan Slelllpre, huellas pro- olvida el bien de la patria en Dcsaltacion de de los granadinos, mayores los sacrificios qUf/.I • f {J
fundas en la vIJa de las naciones. Procla- I~ lucha, Guerra civil, A narquía y Dllspo- deben hacer en las aras de la patria, 4~J"'7
mada en medio de los con. bates y mecida en
tl~mo serán ¡as hllel1as que imprimirá en la ¡,Qué e& lo que los patriotas de torlos los ~ /
su cuna al soplo de la guerra civil, ella ha rle- historia República, bido conservar en su seno un jérmen funesto
I ,los elementos son prin~ipalmente 10f, que bien: si en una guerra constante hemos de4 ~ ,
de discord,a que, mas tarde habia de trastornar
mantienen combate y hacen dudosas las contrariar los unos los jenerosos sentimientos, '~¿sus primelOs vacilantes paso~ ácia el estable- !,,( cimiento de la libertad. NacIdos con ella par- La embriaguez del triunfo en los unos que e5.1 paz tan deseada, ese desarrollo ,/. ~
ti ti os violentos, la fiebre de la revut'lta nos ha
ecsajera sus pretensiones y les hace creer que progresivo de nuestros hermanos del Norte,~?C?~
devorado, los progresos del pais se, hán entor- la victoria 7 dfl marzó debe emplearse es· será para nosotros una tierra de promision que~ 711_ pecido en su marcha, i de revoluclOn en revo- venceJores, 1'11t?_
lucion hemos lIeO'ado al punto en que est.lmos, y el re,t:ntimiento en los olros, que no vada para nuestros descendientes, Union,a 4u/o.,f,,'
Cada dia mas e~candecidas las pasiones. cada
pud,iendo resignarse á la pérdida de SU domi - pues, y depongamos yra.:! th¡-
vez que IIn suC'eso político es contrario a
naclOn que creyeron perpetua: que temiendo nuestrr.s rencores como vesudos SUCIOS gas-...L nuestras esperanzas y nuestros deseos, apeo
las venganzas de sus antaO'onistas y ' exa- de que nos despojamos en un dia d,e,tiesta,t?".u.c:...d_
larnos al recuerdo de las pasadas revoluciones,
jerándos'J su espíritu de inn~vacionj que v hguémonos todos en una reconcllmclOn '-i ent6nces parece que el vapor de la sangre acostumbranns á mandar no saben obedecer franca y leal digna de los corazones /~7R.-
derramada en los campos de la discnrdia fra- el imperio ne la democrácia, no encuentran nos, No mas partidos, No haya mas a. trici./a, léJOS de aplacar nuestra 'cólera, nos
yen- ,",-' embriaga con el vértigo revolucionario i
dida de sus contrarios, grandecimiento de nuestra patria, Despues de-1 aJÚ-D/(
una ola de sanO're, sube del pecho a ofuscarnos
Tiempo ya de que desa p:lTezca esa som' 39 a!'l.os de rudos combates, primero contra el :/r;,¡f.
la razon vapu"'O'arnos el pensamiento patrió- bría perspectiva que nos amenaza y de que se poder español, despues contra nosotros mi~-- tf!!.iñ.3::;
tico, EntÓnces"'no apelamos al fallo de la 0- diSipen IDOS, aun IIn abraz6"'c:r-~-
pinion pública, único tribunal supremo de las
Ina en la nacion y destruirian p~nsamienlo fraternal, de reconciliacion de todos los /J /P
controversias nacionalesj entónces no hace- positivo, grariadina, /' ~ (1 LJ
mos una apelacion pacífica al pueblo soberana ,El hO,mbre que preside la República dia de nuestra reconciliacion será el primero ' ,procurando ilustrar y difundir poi' medio de
mlnlsteTlO garantías de y ver~ ~
la prensa nuestras opiniones respectivas, no:
d~ ~st,¡'?ilidad paz, grandeza, -
"t"ABOLIClON DEL EJÉRCITO,
No olvidemos que el clamo¡'
de un soldado el anatema
de un clérigo, son los gritos
primeros de ·10. sedicion.
MACAREL T. 1, PAlo '5,
hijos de b:spaila, parece que la fatalidad que
clplOs ,llberaleo"pesa sobre nuestra madre, se' ha (!Stcndido a
tle un partIdo, hombres
nosotros sus hijosj aplazamos la decision de
sino jen€ral. patri;
nuestras contiendas para el campo de bataJla,
n,suce'
campo en que todas las causas pueden tri un- vamente far, pero mui rara vez la ,de la ver~ad i la
justicia, En 103 actuales dlas, la elecclOn pre- á siJencial Sil presentaba en nuestro horizonte
Jgu~l~,político como' una negra nube cargada de
vlvlficaute, Nmguno Todas las' ,
tem¡lcstades, La Providencia ue- 1t8la sobre amnaro 1'.' ..l __ d- ,ni aClOnes VIeja Europa,
nuestra patria disipó la tormenta con su soplo
y. I?ro te,ccl"O nj ninguno será esc 1U I d o d e la Lp a_r- .JLI,. ltgalLdlU L ~ eYllr e su (ID inme~nso s eJ' ér-d
I CitOS, e sostener guerras sangrientas y de
bienhechor colmando la voluntad de la mavoría: tlclpaClOn e os negocios públicos á que lo "
J h d' aniqUIlar á los pueblos con cuantiosas con-
"fraternidad" ,.. Y las puntas de las bayonetas. sino en los
Parecia anunciar una era de paz, de tranqui- le~ Je~~ra J era.n e as suyas, porque en
1 d f 1 d salones de las Cámaras y en los o qUIsieron espues sUjetarse Si ~aY,Qría que repTesenta la fuerza y la inteli_ y á obedecer á los majistradosj si no que fo-proyectos
su~ Igllal- Jencla, Y en las grandes crísis como la pre- mentaron en unas partes el despotismo para
dad ~erán Ivs conse- sente en que dos resultados se presentan de- colocarse entre el déspota y los pueblos y
gui:patria, lante de la Repúblicaj-prosperidad bajo \ la mandar a ambos, y en otras las revolucio-
no es mas que la historia de sus ilustres
re~tq sido.
rniLita1'es, muita/' y
jefe á ec~istencia
el pueblo odia y nosotros sostenemos con
miJ¡tar, ·y 6 tiranos.
de y tranquilidad, copstantemente medi
·das· á· arnías, iernese y v'tiTán revolucioDes
. y triúnfe ó esta ,6 iitea, y carni'ceríks "principios,
Ia par.a. ejér.
noso..
tros rebelíon, y gobierno ha consumido injentes sumas para
y Nuestras relaciones internacionales les ha.
y y ---
EI ·Siglo.
en masa, que pereceria todo ántes que sufrir
la dominaciol1_
La moral exije no ménos la destruccion
del ejército, porque el soldado que endurece
su corazon con los sufrimientos, sin lazos de
familia y sin afecciones, se hace vicioso; y
seguro siempre de vestido y alimento sano
sin trabajar, se entrega á la OCIOsidad y á
la prostítucion; y va corrompiendo los pueblos
por donde pasa y envenenando los lugares
donde reside.
Si deseamos sinc.eramente la reconciliacion
entre los granadino~, debemos remover con
constancia todos los obstáculos que á ello se
opongan: borrar de la memoria de todos, nuestras
guerras civiles, y apagar los resentimientos
que ellas prod ujeron, y para esto es preciso
que destruyamos el ejército; porque no
puede haber reconciliaciol1 entre el que ha
sufrido largos años de proscripcion y destierro,
y su rival á quien ve adornado con
los laureles segados en el campo de batalla
en que la fortuna le fué adl'ersa: entre el
huérfano y el matarlor de su padre 6 de su
hermano á quien vé ostentando el glorioso
escudo que tal accion la produj era; y en fin
porque no puede haber reconciliacion y paz,
manteniendo un ejército, monumento ensangrentado
de nuestras desgracias intestinas, y
foco constante de odios y rivalidades,
Mas nuestro erario esausto nuestra industria
paralizada y la bancarrota que nos amenaza
demandan con voz mas imperiosa su disolucían
. El ejército consume hoi la mitad y
aun mas de las contribuciones que se recaudan
en toda la nacion, sin que él produzca
un cuarto, y esta es sin duda la causa principal
del atraso en las rentas, que es preciso
llenar, y el único medio es destruir esta carcoma,
con lo cual puede asagurarse que cesarán
los males.
El ejército se compone de los ciudadanos
que se arrebatan á la industria, para consagrarlos
á la ociosidad; de aquí proviene la
falta de brazos para la agricultura: de aquí
nuestros desiertos y nuestras montañas, la
falta de caminos, y la inaccion que por donde
-<¡mer se-nbserva-;-porqu~ta "Ilrrcion-trl-so
ner ejército arranca a los pueblos no solo lo
que estos hombres consumen, sino tambien todo
lo que produjeran, dedicados á cualquiera
La admidistracion del jeneral López fuerte
y vigorosa, porque será apoyada por todos
los partidos' por todos los hombres de órden
y por todos' los que quieren libertad, no necesita
de ejército~; para el pueblo que lo elevó,
para el pueblo que está ecsánime y que acab~
de recibir una leccion severa, de que la lIbertad
no se adquiere con las revoluc!ones,
e~
trIUnfo
r~presentantes.
patna, l'n!TUs,o, vl6 precisado
,SIempre
m¡]Jtar.
y deseamos
paz_ y imitemos
et deienda Ca'Tthago
y escrÍtosdiciendo:
....
TEMORES :r.NJ?'U':Nl>.DOS.
nosotros
D'tagnitud heipos
confianza,
6i'den sociédad revdlucion , ('lementes á oClIpaciones habituales, de las que no se les
independencia
ó . del 6rden por conviccion y por principios y
aleccionados ademas por una costosa y
. amarga esperiencia, no se les sacará de su
estado de paz mientras no tengan mui fuertes
causas para ello; en vano se les gritará y se
les estimulará al desórden, la grita pasárá y
los especuladores en revueltas llevarán un
desengaño,-Porqué los granadinos saben
hoi, que han conquistado su completa libertad;
que la democrácia, en este país, teatro
de tantas mentiras y de tantos desengaños,
no es ya una ficcion sino una dulce realidad;
que el gobierno es ya dl¡l todos y para todos,
y que pronto se verá erijido en cánon constitucional,
pero de la igualdad verdadera no 'de la que
se nos ha finjido, velando con su nombre la
desigualdad mas monstruosa,-Ellos saben,
que gozan\ hoi de mas garantías que nunca
y que se les presenta un porvenir de bienestar
~icidad lítica-y social, tan ámplio y
fan completo, cual puede brindar en donde
quiera el libre y espedito ejercicio de la
soberanía popular, de la verdadera democrácia.
Si pues los granadinos gozan hoi de completa
libertad para pensar y escribir, qiscutir
y obrar, ¿ cómo puede pensarse, sin pensar
un absurdo, que, aun suponiéndolos descontentos
con el actual sistema, Ji brasen ellos
sus intereses y su suerte á los azares de una
revolucion, pudiendo conseguir lo que de.
searan por medio de la prensa 6 en el recinto
de una cámara ~
Además, no han sanado todavía las Hagas
que nos abriera la espantosa revolucion pasada,-
las heridas están abiertas y manando
sangre,-Ios campos humean aun! •..• ¿Cuál
es es el granadino que no tiembla al recuerdo
de esa horrible carnicería? Quién es el que
no se e~tremece al pensar en esa fiebre
devoradora que aniquilo la sociedad y la
hizo retrogradar 30 años 1 Ah! ninguno.
Hé aquí el mejor garante de la conservacion
del 6rden-el horror á' las revueltas.
escritores incendiarios han empezad.;> 'á 'Ian~
y y
las provincias, son, si se quiere, los últimos
ecsistencia sentidas
burlado' ~oz vieramos
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
nes para robar, para seguir matando homy
adquiriendo glorias y poder.
La historia de las Repúblicas sudamericanas,
militares, que las han destrozado para
satisfacer su ambician ó para saciar sus odios;
y Colombia y la Nueva Granada son el triste
comprobante de esta vel'dad desconsoladora.
Mas no es porque ellos hayan sido mas ilustrados.
mas hábiles ó mas malvados que el
de los ciudadanos; siuo porque han sido
rnilita1'infatigables para esplotar todas las
causas de descontento para alucinar á los
pueblos y oprimirlós, y porque está en la
naturaleza del rnüita¡' aborrecer la paz
y la libertad que son su muerte; porque el
que es soldado quiere ser oficial, este jefe el iefe jeneral, y para esto tienen necesidad
de tiranos quienes servir, 6 de revoiuciones
para ascender. Y si hoi lamentamos la is'
tencia de los que nos dieron libertad, mañana
lamentaremos la de los nacidos en el
seno de nuestras contiendas civiles, á quienes
su sangre, porque todos se educan en la misma
escuela del espíritu mihtar, porque estos
como aquellos tienen ambician, para satisfacerla,
tienen necesidad de guerras ó de El temor de las revoluciones nos ha hecho
mantener, hasta ahora, numerosos ejércitos,
que se han titulado siempre la garantía
la paz de la tranquilidad. Quimérico
lemor, los gobiernos son los que han hecho
wpstantemente las revoluciones, con medidas
· dllsacertadas y actos de una política liberticida,
que han puesto a· los .pueblos .en
la necesidad de apelar á las armas, para reconquistar
sus derechos arrebatados y su cara
Jibertad; y entónces ellos tarde ó temprano
han triunfado, apesar de los ejércitos con
que se ha pretendido ahogar su voz. Pero
Moptese una política franca y liberal, gob.
iernese con el pueblo y para él, se
v'erán desaparecer para siempre las revoluciones
sin necesidad de sostener ejércitos.
ei mal de las revoluciones no está en que
·triunfe ' tal 6 cual principio, en que se proclame
esia ó aquella idea, porque la libertad
boga sIempre constante triunfa siempre;
esta en las guerras, en las batallas, en las
carni'teríhs y en la desolacion de los pueblos:
'.y todo esto no lo hacen los ciudadanos, si
no los ejércitos, no los que proclaman prin·
cipios, sino los encargados de sostenerlos con
.la fuerza.
Pero aun hai mas, se sostienen los ejércitos
parp. evitar las revoluciones y los ejér_
citos son siempre los que las han hecho: noso
·.tros apelamos á la historia del mundo entero,
á lo de nuestra patria y se verá, que siempre
se ha dado el grito de rebelion, cuando ya
se ha contado con el jefe de un batalion que
la sostiene, con las guardias de las plazas
que están compradas con militares descontentos
que la encabezan; y cuando un
sostener disciplinar un ejército, este ha
hecho la revoluclOn porque ha temdo necesidad
de triunfos y de glorias.
cen tambien inútiles, porq'ue estamos rodea.
dos de repúblicas hermanas con quienes te_
nemos identidad de intereses, y con quienés
seremos siempre amigos, si nosotros guardamos
una conducta leal franca, no nos
oponemos al violento empuje d.e la democrá-
. cia. Y respecto de las nacIOnes europeas,
nuestros ejércitos, que devoran á la patria,
no hacen sino señalar nuestra impotencia,
porque una salva de la armada inglesa bastaria
para destruirlos, y no es en ella que
debemos confiar, sino en el ardor del pueblo
·Siglo.
ecsajerando algunos tanto y dando tal impar
dominacion. tancia á las causas, que segun ellos ecsisten,
exijo que á juzgar como ellos, la revolucion ' es
segura, pronta, terrible. SobrecGjidos noso_
tros cun la idea de una revuelta, aterrados
sobremanera al pensar en la magnitud de
los males que aflijirian á nuestra patria,hel}'los
ecsaminado esas causas y dádonos cuenta de
prostitucion; pue- esos combustibles, r, lo decinos con conbIas
lu- fianza,no hemos encontrado ningun elemento
gares fuerte de disociacion iumediata, nada que
amenaze turbar el ói'den público; no se
siente en la sociedad la inquietud y el mal
estar que pueden obrar una contienda á mano
nues- armada, ni se han hacinado' aun suficientes
tras resent:mien- combustibles, para hacer arder la República:
tos produjeron, pre- una revolucion no puede ser la obra de un
ciso dia ni el parto de una pequeña cabeza.
reconciliacion tQué E'lementcs hai, en efecto, para una
des- revolucion? Los granadinos todos sacados
tierro, por un momento á la arena ·política, se les
ha visto, despues de las elecciones, volver á
adversa: sus hogares y entregarse pacíficos á sus
ó oClIpaciones habituales, de las que no se les
sacará mientras no vean amenazada su indeescudo
produjera; pendencia ó sacrificada su libertad; amigos
. del órden por conviccion y por principios y
ensan- aleccionados ademas por una costosa y
grentado amarga esperiencia, no se les sacará de su
foco constante de odios y rivalidades. estado de paz mientras no tengan mui fuertes
indus- causas para ello; en vano se les gritará y s~
tria paralizada y la bancarrota que nos amena- les estimulará al desórden, la grita pasárá y
za demandan con voz mas imperiosa su diso- los especuladores en revueltas llevarán un
lucion. El ejército consume hoi la mitad y desengaño.-Porque los granadinos saben
aun mas de las contribuciones que se recau- hoi, que han conquistado su completa liberdan
en toda la nacion, sin que él produzca tad; que la democrácia, en este país, teatro
un cuarto, y esta es sin duda la causa prin- de tantas mentiras y de tantos desengaños,
cipal del atraso en las rentas, que es preciso no es ya una ficcion sino una dulce realidad;
llenar, y el único medio es destruir esta car- que el gobierno es ya dl¡l todos y para todos,
coma, con lo cual puede asagurarse que cesa- y que pronto se verá erijido en cánon consrán
los males. titucional, el santo principio de la igualdad;
El ejército se compone de los ciudadanos pero de la igualdad verdadera no 'de la que
que se arrebatan á la industria, para consa- se nos ha finjido, velando con su nombre la
grarlos á la ociosidad; de aquí proviene la desigualdad mas monstruosa.-Ellos saben,
falta de brazos para la agricultura: de aquí que gozan\ hoi de mas garantías que nunca
nuestros desiertos y nuestras montañas, la y quese les presenta un porvenir de bienestar
falta de caminos, y la inaceion que por donde ~icidad m>litica-y social, tan ámplio y
-<¡menr selíbserv..r;-porque- Ja lIffCion-m-sm:ttr--I tan completo, cual puede brindar en donde
ner ejército arranca a los pueblos no solo lo quiera el libre y espedito ejercicio de la
que estos hombres consumen, sino tambien todo soberanía popular, de la verdadera demolo
crácia.
ramo de la industria humana.
La admidistracion del jen61ral López fuer- Si pues los granadinos gozan hoj de com-te
y vigorosa, porque será apoyada por todos pleta libertad para pensar y escribir, qiseutir
los partidos' por todos los hombres de órden y obrar, ¿ cómo puede pensarse, sin pensar
y por todos' los que quieren libertad, no ne- desconcesita
de ejércitos; para el pueblo que lQ elevó, tentos con el actual sistema, librasen ellos
para el pueblo que está ecsánime y que acab~ y á de recibir una leccion severa, de que la J¡. re volucion , bertad no se adquiere con las revoluc!ones, ó eu sino con la paz; de que esta sucumbl? e~ de una cámara 1840 con el ruido de las armas, y trlUnfo llagas
en 1849 por la voz de sus r~pr~sentantes. pa-
Al jeneral López le toca hOl clment~r la
sada,-libertad, aun vacilante en nuestra putna, y
•.•• no debe olvidar que cuando el Zar Pe~ro 1..
quiso m!tigar el despoti~mo TUs.o, ~e VIÓ pre- cisado á esterminar á los Strelttz mteresados
en sostenerlo, y que é~ 'para consolidar la
república y la democracIa, debe emp~zar
destruyendo ~os ejé.r~itos y matando prra slem- pre el espíntu mlhtar. órden-nosotros los escritores públicos, que de- Pero se dice: "desacordados escritores
seamos paz. progreso, union libetad, imi- empezado ternos á Catan que bajaba siempre de la
zar tizones enmedio ' de la sociedad la
tribuna esclamando- est Carthago hoguera se enciende y nos ardemos en ella."
concluyamos siempre nuestros escritos di- ¡Vanos temores! Los papeles mentirosos ciendo: Luego es preciso que no haya mas
descomedidos que se han hecho circular en
ejércitos. ~ ayes de una ecsisteucia moribunda, las sen.
tidas quejas de un aspirante burlado· pero
no son, no, el grito de un partido, la de
un bando,- y si lo fueran, si nosotros estu'vieramos
equivocados en el ventajoso con-
•••
TEMOJI.E8 r.NFU':I!Q'l).A.:D08.
Hemos oido hablar mucho, en estos últimos
dias, sobre las probabilidades que hai de una
inmediata revolucion en la Nueva Granada,
que de su tierra tengamos 4ue decir ~o'ñ
su pan se lo coma. Además Je que 111 al
haria en enfadarse, que al fin la tierra no.
tiene la culpa; un algo la tienen sus moradores,
y los que sí son indisculpables son los
encargados de ejercer l~ policía. Si nos
metiérarU03 á investigar el c.umplimianto que
se dé en Bogotá, siquiera á la millonesllna
parte de disposíciones que hai sobre
aquella materia, tenJríamos para mara"illarnos
y convenceruos mas y mas que entr'l
nosotros toJ,) se queda escrito, y que nada
sacamos de tan f¿ermo.~ísima Quédese á Ql) lado lo de tranquilidad y
óraen público, que una vez zanjadas .Ias
dificultatle~ dd 7 de marzo; ya nada tenemos
que temer de rebeliones, conspiraciones f¡.mwTesde órden, lfJ. conserve."
Si bien no tenemos reuniones tumultuarias,
en cambio no carecemos de tal cual riña
pública. ya entre patanes que en mitad de
la calle se provocan y se baten á crudos
mojiconazos, entre las bijas de la alegría,
que célmenzando m;),s significativos sobre su concluyetl pOlO trabarse de pip picrna,asidas
por los cabezon¡ls, hasta dejarse sin melena.s
y dasfigufadas á arañaz as para ~lIcar_
necer por la prensa las instituciones nacionale1).
El devoto puede maldecir cristianamente
de esta forma de gobie.rno republicano que
nos ha pueslo tan al reves de lo que éramos,
con un congreso de impíos, cuya aparicion
quisiera conjurar con preces y sufrajios, y
que al ponerse en receso no cesa de perorar
contra ese Gáncer, que en tres meses nos
devora las entrañas, lo ha conculcado y
viciado todo, y concluye sin haber hecho
nada en favor de la relijion sus ministro~,
que es lo que nos importa para nueslra salvacion.
Y á este tenor cada hijo de vecino
puede lanzar sus filípicas para despopularizar,
desacreditar y bacer abort'tlcibles las insti-turiones
democráticas, á buen seguro que
nadie le diga esta boca es mia. Los jefes de
poli.cía no deben pararse en esta clase de
publkaciones para ecsitar á los fiscales á
que acusen. ¡Con que no tienen tiempo para
mandar pesquisur tal cual robo, maltratamiento
ó escándalo y se pusieran á leer
lo que produce la prensa periódica! Cu mplen
con leyQudo la Gaceta oficial,
y como la hallen inocente como una malva,
no les faltaba mas sino meterse periódicos, suerte es
que un artículo sedicioso, obseno
inmoral, si llegan conocerlo es á fuerza
del escándalo que produce; y cuando los
,de la policía llegan á escandalizarse, es
cuando ya todos han olvidado hasta el escándalo.
iA qué viene entónces una persecucion?
Se encojen, pues, de hombros, se chupan
los dientes, j eh! que quiere decir
"iqué tenemos con eso!"
En una época de tolerancia relijiosa como
la que gozamos,tan recomendada por nuestro
último Presidente, por cierto que seria un
desman el que las autoriJades de policía se
propasasen á averiguar las novedades que
pudieran introducirse en materia de disciplina
esterior de la Iglesia Granadina. Cada
uno en sus tierras y Dios con todos. Que
los ministros del culto hagan lo que mas les
plazca allá en sus Iglesias. si por acaso
en una festividad ú otra ceremonia relijiosa
se perturba el órden, se cometen actos de
irreverencia, se irrespeta á los ministros, se
quebranta el recojimiento y compostura que
debe guardarse en el templo, la policía es
tolcraT!pam que h¡ubier de
interponerse en estas minuciosidades. El
clero 10 puede todo contra ciertos jóven.es
que van al templo á ha(',er un ridículo alarde
de su impiedaJ; que se precian de despreocupados,
mostrándose solo inciviles, soeces
y descompuestos; que quieren mofarse de
las prácticas reliiiosas, solo aparecen con
la descortesía que no se encontl'ara en un
bombre de la mas vil estraccion. Dejemos
al clero que se las haya a sus solas con los
que al templo concurren por otros fines, y
que la policía no se entrometa á impedir que
los que allí van como á una fiesta de familia,
se permitan acciones y palabras que un
hombre medianamente euucado no haria en
el seno de una reunion cualquiera.
Siguiendo este principio, es bien seguro
que la policía será la última que sepa cuándo
es Lln ministro del evanjelio, echando á
un lado la piedaJ, el amor y la caridad
cristiana, convierte el púlpito en una tribuna
de iniquidad, para figurar impiismo é jrreliJion,
donde solo hai tibieza é indiferentismo;
para declamar contra soñadas persecuciones
¡¡ la relijion del crucificado, cuando solo Sle
t.rate de mejQrar y purificar el clero, reduciéndolo
en todo sentido á que debe de
ser. Así es que ~olo entre los jCl"vorlJsos corre
la fama del sennon que predicó t~l rt>lijioso;
y estaba lUa~nífico, dicen, cuando como un
furioso calumnia al gobierno, difama las
instituciones, escarnece el siglo en que y desafia la accion de las autoritlodes,
Pero las autoridades
i mejor.
que en vez de persecuciones que puedan dar
á gustaríamos
mas ver á la puerta del templo, en un pia de
concurso. una falanje de jendarmes, dt>sbaratando
esa muralla de curiosos que rodean
y eitrechan las bonitas y feas, sin dejarles
salida. A tal punto andamos en esto de
costumbres que la civilidad y la decencia
han veDlJo a ser materia de lei. i Vi'la la
educaciotl doméstica!
Esta breve r~ña acerca Je las disposiciones
sobl'e policía, y lo que vemos en la
práctica, nos persuadirá q¡¡e si notamos
defectos es porque no se cumple con las
leyes~ y que las eludimos cada cuando nos
viene en voluntad: hecha cominuarelT)c1s demostrándolo.
TEATB.O.
Intencionalmente no hemos qnerido dar
CU~nta de las penúltimas funciones con que •
la sociedad dr.unática nos ha festejado en
los domingos pallados. Sentado una vez
nuestro juicio respecto del estado material
del teatro y del mérito· relativo de los adore "
temeríamos repetir lo mismo que una ya hemos dicho. T¡lmpoco queremos sostener
una polémica literaria acerca de las
piezas que se representen, por no ofender el
que un drama le cause,
sea cual fuere su oríjen. Dejando aparte
los gustos, que muchos merecen palos, si no
encontramos nobleza,elevacion. virtudes que
hagan estupendos contrastes en el será la culpa. Un ambicioso
adocenado, que pasa por sobre todo,
que sacrifica una mujer que nunca ba
amado, que él mismo se vende,se prostituye,
solo por ambician, sin ql).e ninguna virtuJ
lo realce - es la personificacion del vicio
"enciendo á la lealtad. Esta creacion del
Sr. Dumas,por mui suya que sea, nada ofrece
de interesante permita
poner tal cQal acotacion á su obra, sin
servilismo ácia un nombre, sea cual fuere
su celebriJad. Así responderemos de paso
.al • suplicál)uóle perdone la .
El del Sr. Garcia Gutierrez,
fue representado con todo el ecsito que era
posible esperar de la habilidad de los actores,
la deformidad del teatro pobre desnudo,
é incapaz de ofrecer una idea ni aun
aprocsimada de las localidades. Sin embargo,
la ejecucion' fué aplaudida, lo que tan :sólo
prueba el talento del auditorio, que sabe
reconocer las bellezas del drama, la maestría
de los actores, y no hace caso, su pesar,
de los defectos en el escenario y las decodecoraciones.
Conoce as í la desventaja
con que ellos trabajan, les hace justicia á
sus relevantes cualidades como actores, mllS
no por esto hemos de estar sufriendo el
verlos representar entre raidos, sucios y
desmantelados bastidores. Semejante incuria
que tanto perjudica para hacer sobresalir
las bellezas de un drama, la importancia de
sus trances, no es ménos aciaga para los
actores: bajo todos respectos, como ya lo
iremos noiando.
Pasemos á "Cada cual con su ¡azon" del
Sr. Zorilla. Cuando el gusto se ha ya con esos dramas de la nueva escuela,
llenos de pasionE.'s estrel1ladas, de las .que
inmediatamente nos tocan y conmueven, que
las sentimos ajitarse en el corazon, dificil
es encontrar placer en una pieza destinada
a resucitar los bellos tiempos de la comedia
nacional española. Y con todo alIado del
esfuerzo del poeta por volver á su patria la
¿ quién podrá permanecer
insensible al oir recitar con precision, naturalidad
soltura, los versos del Sr. Zorrilla 1
Su fluidez y armonía que remeda una música,
entretiene y deleita á veces; con perjuicio
de la claridad dd pensa1niento: amamos
el canto, y no nos curamos del asunto, ni
ménos de los defectos de que adolezca. Esto
no es decir que el Sr. Zorrilla no haya sido
feliz en su comedia, porque no era posible
que el que al esoribir pensaba en otro
á seguir todos los jiros,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ori
HU ll1al
tien~n moradOl'es,
illClisculpables lli ¡volicía. metiérarlJos ínv88tigar millonésllna
la;¡ Jisposíciones materin, convencernos entr')
tod,~ tq,IL pintur,a.
Qll una. ,las
y
sedicioues, porque pareee que todos nos estamos
\"olviendo h,.rmbresdeórden, á "lfl, caUe ya hijas cClmellzan{\o por regalarse los epítetos
m:l.S su, honrada vida,
concluyell pOlo y pierna,cabezonils, melenas
dasfigufada.s arañazos y y
10$ caballeres, estd bu feto 1186 canalla cobarde una. hidrdguia Gracias quedado des ¡vÍluos individuales,
esta es la comidilla, el pan de
~""elizmente cnya cornu sociedades,
m"ll civilizacion.
é qlle costaría le
ca.ro, aconteció á sll.caAtra-prlncip.ÍQ dell1tar!Gs E~w soer,i;a ra~:¡eI'a i lib€'Z3l w demás., cada l1Wil libre lICarnecer
nacionales.
cristianameute
gobierno puesto cáncer, y nuestra hacer abort-ecibles polida publicaciones ccsitar esdndalo así, prell.~a Cumplen
co.n su deber leyendo y á comprar
los otros periódicos. que así cuestan plata
como menudean sin sabotes. De notablemente é á y echan un i "¡qué autoridades Y eminmtemente toleraT!te para h.¡ubier jóvenes
har.impiedad; relijiosas, y enoonh'ara hombre estraccion, que un d~1 piedad, figmar irreli¡
ion, á ¡¡e
trate mejo.rar lo liolo fervorlJsos sermon tal lijiosoj
magnífico, ,ivimos,
uesafia autorid.odes,
provocando el martirio. Peco ¡ qué van á saber de todo esto! Tanto mejor,
qu' importancia oscuros fanáticos pía concurso, sbamtando
á y1feas, vellido Viva euucacioll estre11ladas, conmueyeu, gloria: de las letras y pensa1uiento: jénio jénio, no acertase 4
formas é índole de la escuela que tratara de
revivir. Esto no se 100'ra en un dla, ni la
• o resureCClOn pueae ser por esto desconocemos que la Espaiía literaria,
siguiendtlas inspiraciones de los nuevos
vates, llegará poseer una escuela
moderl.la caJcada sobre la il'ptigua propja~
Como prodfl'ccion de ella nos complacemos
en imaj iqar que fuera "Prai Lu~s de
Leon, claust1'O y siglo'" obra del Sr. Jos~
de Castro, en la que ~con tanto gusto ha
sabido manejar un asunto únicamente interesante
por los personajes históricos que hace
figurar, mas bien que por el suceso en sí
trivial y de individuales consecuencias. Si
pretendiéramos investigar la novedad y el
efecto de este drama, habríamos de reducirnos
á decir .que solo el nombre del prota.
gonista,célebre por su injenio en la República
de las letras, y el de Mendoza no ménos
célebre como literato y hombre de estado,
es lo que interesa y entusiasma. Entra
despues el amo¡ de Elvira y de Lean,
manejado con toda la deHcadeza, el respeto
con que en mejores di as los
caballeros y los poetas entendian " esplicaban
ese amor, que en esta época de positivismo
hemos relegado á los romances. Este sentimiento
reproducido bajo mil maneras, si
no lo comprendemos ni estimamos, lo admiramos
sí, como nos asombramos de las altas
proezas. y cuando imajinamos que el que
despues fuera un relijioso ejemplar, un poeta
sagra~o que recibiera sus inspiraciones solo
del cIelo, tambien un dia consumiera su
pecho un amor profano, y de su lira se desprendieran
acentos de ternura por una mujer,
entónces Ulajia Oel drama es
completa.
Larga vida puede asegurársele á la obradel
Sr. de Castro bajo otros respectos. Los que
hoj acaso hemos tildado como lunares en ella,
tanto mas notables por los defectos de las
d~coraciones y la i¡npropiedad de la ejecuClOn,
serán un dia objetos de interés y curiosidad,
si no lo son hoi para nosotros. comprender el victor que la
Universidad de Salamanca, por medio de
sus estudiantes concediera al de Leon. Este
p;emio solemne, de,bido á una alta capaCIdad,
ese ceremonial universitario que se
estilaba para conferirlo, pasó en nuestro
teatro como una farsa descabellada. Lo
mismo decímos del momento de la profesion
r?lijiosa. Nada que representara una portena
de un convento, el interior de una iglesia
donde su.:edieran esas escenas respetable~
cuanto terribles por las cuales pasa el hombre
al emitir los tremendos votos que lo
secuestran para siempre de este mundo.
Dentro de cincuenta años apénas habrá en
España memoria de ese aparato universitario,
de esas ceremonias relijiosas; y de
aquí vendrá tambien ese interes y novedad
con que deciamos miraran ent6nces en á Fr. Luis de Leon.
En cuanto á la representacion siempre
habremos de lamentar que los defectos materiales
del procenio, vengan oscurecer las
perfecciones del actor. ¿De qué sirve que
el Sr. Belaval y su esposa, el Sr. Gonzalez
y Su. seiíora, csnslguieran caracterizar con
tanta naturalidad,desde los trajes de la época
hasta las pasiones y sentimientos de los
pers~n~jes su mento, se queda como perdido entre esos
telones pobres y dencgridos, entre farsas en
vez de decoraciones? Pero se nos dirá que
el lucro que reportan no los indemnizaría
de los grandes gastos que hubieran de hacer
para mejorar la parte material del teatro
A fé que no les falta razon, que siempre que
I hayan' de' ha~érselas c.on un público vele.idoso,
que aSl llena el coli,seo, como lo deja
desierto, que desdeña ver un drama cualq.
uiera y prefiere un"a funcion d~ maroma ó
títeres, casi estaríamos por dR'ir, que mejor
le valdria no tener ni actores ni teatro.
VARIEDAD ES.
BEV.Hemos visto con mucho placer laaparicion
de este nuevo periódico: el liberalismo de
la imparcialidad de sds juicios
_ y el decoro de su estilo, nos' h,hecho
conocer en el acto que son jóvenes llenos
de patriotismo y de en el porvenir de la
libertad, los que empiezau su carrera pública
con la redaccion de este periódico. Recomendamos
su lectura á nuestros suscritores,
y con tal objeto vamos á daries una idea
suscinta de su contenido.
El primer artículo en que sus autores
esponen al público la misio n que se creen
llamados en su caráct<, r de escritores, descubre
que ellos sienten el impulso rejenerador
de la época y conocen que en su curso
debe ser dirijido por la luz de la ci"ilizacion
del siglo y encaminado por el carril de las
leyes Su segundo artículo
contiene distintas indicaciones al Presidente
de la República sobre la conducta
que debe seguir en la provision de empler,s.
Mui juiciosas y llenas de verdad nos parecen
la mayor parte de las ideas emitidas en él.
El empleado no sirve á un partido, sino á la
nacion. Su. c~l~r o á sus aptitudes para el servicio público.
El nombramiento de empleados sacados de
todos los partidos será un paso á. la reconciliacion
de los granadinos. Las emociones
por causa de opiniones políticas no producen
otro efecto que el de ecsaservar las ¡rasiones
contra la administracion sin provecho del
servicio público. Las remociones continuas
desalientan al empleado y le quitan un
estímulo de consagracion á los deberes de su
empleo.
Estamos perfectamente de acuerdo con los
patriotas redactores de la 'c RevoJ.rcion" en
y aun creemos que parte de
ellos, los hemos espuesto la lijera en uuo
de nuestros anteriores números; así, es con
un sentimiento positivo que discrepamos en
dos puntos de su bien escrito y bien razonado
artículo. Nosotros no cr~emoS con ellos
un empleo sea una propiedad del empleado.
El empleo es el conjunto de servicios
de los particulares pagados por aun mas diremos,
deber estricto de procUlarse los mejores servicios,
por una remuneracion competente y
en tanto qne no hai otro que
pueda prestarlos mas útiles. Un empleo no
es una propiedad, sino cuando el servicio
público es una mina que se esplota en provecho
de algunos, y los destinos se venden
por dinero. En esas decrépitas monarquías
en que se vende el derecho de vivir con
el sudor de los pueblos, los empleos son una
propiedad. infame consagrada por la tiranía:
en una República, el empleado solo time
obligacion de servir con laboriosided y honradez,
sin tener otro Jerecho que el de ser
pagado por los servicios prestados.
Tambien tenemos la pena ue disentir de
nuestr06 cofrades en la consecuencia que
ellos deducen de sus principios: ellos creen
que la administracion actual no debe hacer
cambio alguno de empleados; miÉ'ntras que
nosotros creemos que un resultado contrario
e el que se puede sacar c n justicia. Las
tNS administraciones anterio~s han llamado
esclusivamente .destinos los hombres
dé su partido han escluid el mérito
y las aptitudes en el partido opuesto
han concedido algunos empl á la baj~
adulac!ol1 y 'al reprensib~e favorit smo, y con
este slst~ma de escluslOn han dañado al
~Oi'vieio .llamando. á él á hombres ln~ptos ó
c.o rromp. idos. Esto merece bien una reforma ,
SI se qUIere que los.empleos los os;upen per-so~~
s de am!Jos partidos, que lo:; ocup n el
merIto ,:erdaa~ro y la probidad acendrada, y
e~ fin, SI se qUIere consultar el interes públIco.
Esta creencia ha hecho que no'
hub,iéramos resto del artículo algunas puntas de oposicion
que III contiene, porque hasta ahora las
creemos injustas. Por lo ilemás, estamos
persuadidos de que nuestros apreciables
cofrades, solo han sido guiados por un sentim~
ento puro, que les ha hecho
mIrar con un temor qui2;á la
tranquilidad púhlica,los desafectos que enjend~
las remociones,y les ofrecemos que partl-
'.Clpando de sus sentimientos censuraremos
de~id.idamente las remociones de empleados
laborIOSOS que baga el P. Ejecutivo solo por
efecto de sus opiniones; aunque nosotros
estamos seguros de que no las hará. Hai tambien
un bonito artículo de costumbres titulado
"nuestras sociedades;" y unos lindos versos
bajo el título de "lágrimas de amor" en
que se encuentran el fuego y la ternura de
un corazon de diez y nueve años.
UI
sERoRES LIBERALES DEL SENADO.
El Dr. Márquez haciendo la mocion de
suspension .del. proyecto que . aplaza pfLra
dentro del termmo de d. años, el cumpli- ~
miento de la lei sobre libertad del tabaco,
ha logado que algunos de los senadores
ministeriales hoi, estén negativos á al Gobierno de medios d~
g.obernar. por cumplir el. deseo patriótico
SI se qUIere, de ver libre el tabaco. El
razonamiento que á tal conducta ha dado
lugar es de que miéntras ménos gastos
haya que hacer, ménos hai necesidad de
la renta del tabaco. Mas UU. deben juzgar
que las razones que combaten un monopolio,
uunca pueden convencer de que se debe
dejar sin recursos y sin medios de accion al
.Gobierno..
UU. deben palpar que su conducta
esta encubriendo la antipatriótica y
negativa oposicion que los conservadores
hacen al actual gabinete. no basta elevar á U11
. hombre á la.si.Ha presidencial, sin apoyarlo
en su admll1lstracion, para ecsijirle que
gobierne bien.
En la tienda del Sr. Ramon Borda primera
calle del comercio, se halla de ;enta
el Tratado de Economía domé$tica de la señora
Josefa Acevedo de Gomez. '
Mr. Raymond joyero, platero, grabador,
y escultor de Paris, tiene el honor
de. ofrecer sus ser~icios a las personas que
qllleran honrarlo con su confianza en
dichos ramos. Vive frente a la puerta falsa
de Santo Domingo.
lzujJre uta de Oualla, por 06.1'105 Lúpez.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1!1 loura dia, resureccion pJleae ser'" completa, mas no
Espa\'ía lI~ará un dia á aIfltigua propia'.
prodfrccion imajil1ar el el siglo" José
dt tanlo amo! Leon,
deljcadeza, y sublimidad si, CIelo, la ilusion, la majia 0e1 hoi Casi
no pudimos Espafia la
escena á SI'. Su se\'íora, personajes que representaban, si la mitad de
mérito, ue de ba~con ql.l'e hSl una LA O LUCION.
Hemas la aparicion
sus principios, sus . h.m becho
fé Pon suscrito res,
á carácter ci\'y del órden social. emple&naelon. -Su c{}I{)l' políti () nada agrega, nada
quita granadinos . eesaservar pasiones
"RevoJ.rcion" estos principios, á que 1)01' el gobierno:
él tiene derecho, el empleado no tiene derecho á prestar estos
servicios sino cmpleos de nuestros 'lile t1':lS anteriores á los a, dt aduJac!on Con
~()Fvicio in~Idos. am?os lo ocupen púbhco.
no~
hubiéramos leido con tanto gusto como el
ill abora ilemás d'e sentím!
ento de patriotismo quizá ec.sajerado por pública,enjeud:
an parll·
decid.idamente 11'
termll10 d. unas
tantas partidas del presupuesto nacional
privándose el .!\las Gobierno.. Y U U. deben
convencerse de que un
Ua admllllstracion, tica, ------------------------- MI'. de quieran Cualla, Cii.r!os LÚjlez.
Citación recomendada (normas APA)
"El Siglo - Trimestre II N. 2", -:-, 1849. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2093685/), el día 2025-06-17.
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