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Núm. 27. Bogotá, sábado 12 de agosto de 1865. ~ P1:ecio : 10 centavos. Año IV.
PERI6DICO DE INDUSTRIA, CIENCIAS, ARTES, LITEUATURA E INVENTOS.
A CARGO DE UNA ASOCIACION' PROGRESISTA.
C () N T E NI DO. "El Símbolo;" i este le hace un jesto de asco,
n".nr-De Víctor IIugo-La hada Azul-Qué lo sucetle nI último i se lo echa. a "El Tiempo," 1-'0 que es quedarse
mono ?-Encnsn del dentista-A Silvia-Espiritualismo. sin unos i sin otros!
--........,. _. , Mas poniendo punto a lo del papa cristiano;
llAZAR. pasemos a lo del papa político,
El bazar de "El Mosaico" debia estar hoi " El Tiempo," que, desde algunos meses a esta
cerrado, no porque sea dia de fiesta, sino por l08 parte, est:Í, asumiendo el carácter de monitor ( cafiestas
que le han echado" El Símbolo" i "El ráoter en el cual se perfecciona a medida que avanTiempo,"
El primero de 'estos periódicos por el za la oandidatura l'rIosquera) nos ha hecho su
equíYoco de P.io no-no, que por cierto ni orijinal pn'mel'a amonestacz'on, a efecto de que no digamos
de él es, i el segundo porque le ha tocado la plata l' nada contra el gran jenera,l en las columnas de
labrada llamando al jeneral nfosquera petit César nuestro periódico, tanto porque esto no hace hoamericano;
pero no lo está porque siendo la indus- nor a nuestro patúotismo, cmwto porque el jQnetria
libre en el pais, cada uno atiende su jueO'o, i I ral Mosquera es ya el designado por la nacion
a palabras necias oidos sordr¡s, "' , para rejir sus destinos en el próximo período,
Lo de Pio no-no, en ycz de Pio nono, o Pio IX, En primer lugar, lo que "El Mosaico" dijo
oPio 9,° es un simple juego de palabras, sin gra- en su número 25, mas era una burlilla que haciavedad
mayor, i que por lo tanto no ha debido mas al seiior F. P, nuéstro compañ'ho de redacmerecer
a "El Mosaico" los honores de una séria cion, que una injuria al señor jeneralMosquera; i
censura, Es necesario tener un '¡Joco de mas mun- tan cierto es esto, que mas de 500 millones de
do, i no dar importancia a lo que en realidad no hombres, incluyendo a los señol'es redactores ,de
In. tiene, ' Infinidad de papas ha habido que, sin "El Tiempo " i, a todos sus colaboradores, i tamser
Pios, han sido mui pios; i otros q.ue, aun sien- bien al que escnbe ~stas líDea~ ( porq~e es preciso
do PiOIl, no lo han sido tanto, Esto lo sabe "El ser, francos) sc danan por bien servIdos de ser
Símbolo" mejor quc nQsotros ,porque lo supone- unos pequeños Césal'es, Un pequeño C~sar ,es un
mos mas yersado en la. historia eclesiástica, hombre de un segundo ra,ugo en la. histona del
Roi por solo esas cuatro letras se nos dice que mnndo, por lo ménos ; i esto es mucho, El quejido
incurrimos en "vulO'aridadcs de mui mal O'usto pues ha sido es temporáneo, La alarida de " El'
que revelan un olvido lamentable de las I~glas Tiempo" h~bria sido disc~lpable.' si hubiéramo,s
mas triyiales de la cortesía," Bien, si estO' es eier- llamado al Jeneral Mosquera petlt Neron o pet~t
to ( i cierto será. cuando lo dice "El Símbolo") Mario,
oPsenraremos: 1,0 que a una. vulgaridad de mal Ahora, lo que no hace honor al patriotismo de
gusto no se da contestacioni i 2,° que el que un ciudadano es con\crtirse en áulico de un podese
ohida de las reglas mas triviales de la cortesía, roso; pero criticar sus actos públicos euando los
es un patan ; i a un patan no se le hace caso, cree dignos de censura, eso sí le hace, i mucho,
Luego "El Símbolo" no ha debido atacar a honor, La cita del patriotismo es pues aquí con-
1< lijl Mosaico," traproducente, "
Finalmente ¿ por qu6 no mostró" El Símbolo" Mas lo que hai en esto de graye, es lo siguiente:
la misma indignacion i lo,s mismos ascos, ahora que se nos amonesta, esto es, que se nos rUEvIENE, meses
cuanuo "El Mosaico" se permitió decir que que se nos ADVIERTE (i por lo mismo que se nOB
los diputados al último eongl'éso que habian opi- amena:'i5a en caso de reincidencia) que no volvamos
p.ado por la venta de las reservas del ferrocarril a atacar por la prensa, en lo sucesivo, al señor j ede
Panamá, se habi;].I), dejado toca-¡- t esto es com- neralMoscluera; i en dónde es que se nos hace
pl'm') por Mr, Totten? Probablemente porque esas esta amonestacion? cn "El Tiempo," periódico
no serian vulgaridades de mal gusto ni olvidos de que ha pocb sostenia que no debe prevalecer la
la cortesía con que debió tratarse a los represen- constitucion de Rionegro sino la. fzterza,- no la lei
tan tes de la soberanía nacional. sino el derecho del'CencedOl', Doctrina" tanto mas
Qué bueno hubiera sido que Aristarco hubiera alarmante cuánto que, sabido es, que en su reciac-tenido
las virtudes de Caton el censor 1 cion mete la. mano con bastante largueza un alto
Pero, a mayor dolor, diee "El Símbolo" que juez i es decir, uno de 108 miembros del tribunal
" El Mosaico " actual cs. una especie de alcance a austero guardian de esa misma oonstitucion!
" El 'l'iempo," i "El Tiempo" que es un ape.ndice ¿ Por qué pues se ataca a "La Opinion" dia
"La Opinion " o sea a. " El Símbolo" puesto ciendo que la redacta el presidente de la repúblique,
como ya lo' demostró cierto majist~ado fun- ca, i se quiere convertir en buen derecho la redacdándose
en que dos cosas iguales a una tercera cion de "El Tiempo" por un majistrado de la
son iguales entre sí, ''.El Símbolo" i "La Opi- suprema oOl'te ?
nion" son la misma cosa por ser iguales a " I~l ¿, Por qué se predica la doctrina de que no se
Oonservador," debe atacar al jenera'! Mosquera porque va a 8ubú'
Pobre" Mosaico"! cGmo lo tratan: " El Tiem- al poaer, i se escarnece semanalmente al doctor
po" levanta la "ata del ma0,Stro i se ' lo echa a :VI urillo porque ya a bajar aol poder?
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210 JjjL MOSAICO.
.....--..h.' ..... '.f' •••. '~~ .......... ~.'.h .•..••.•. ,...,..f •• '.~ ••.• "lo, .................... , ••••••••••••••••••••••••••• , .... ••••••••••••••• , •• , •• , •• ,·~ •• ,.~' ••• nl".' •• '·'f·,.I,.' •. f •• tl.',.' .. ',O'·U·., ....
Ahora, si la primera amonestacion hecha a " El 7.° ~ntierran a sus deudos segun ese rito tam~
Mosaico" es un regaño con amenaza ¿ pasarcmos bien? .
del regaño a los azotes? Se no:; quiere conmi'nar Sí los cn·tierran.
con un 13 de junio? Entendámonos, como dice 8.° Permiten que sus esposas se confi,esen, i va-
" El Tiempo? " yan a cuarenta horas, i a sermon, i a misa,
La e ~presion del pensamiento por medio de la i hasta que cntren a ejercicios espirituales?
imprenta no tiene limitacion alguna. Así lo dice Sí lo permiten.
el padgrafo 7.° del artículo 15 de la constítucion Entónces, obras son amores, i no buenas razo-del
pais, firmada por algunos de los redactores de ncs. ¿De qué vale charlar contra el catolicismo, si
" El Tiempo; " sí, í entre ellos; por el mismo re- el dia liGO hai que confirmar esa charla con hechos,
dactor-colaborador que en Rionegro fué el apóstol i que ejecutar lID acto sério de relijion, no se conde
la libertad absoluta de la palabra. firma , i se ej ecutan esos hechos conforme al cere-
¿ Por qué pues prevenir i amonestar hoi a los monial católico, apostólico, romano? .
que hacen uso de ese derecho sagrado? ¿ Por qué I Eso es, no solo pasar por las horcas caudillas,
meterse la leí en el bolsillo i mostrar los dientes sino vivir debajo de ellas.
afiliándose en el bando de Franklin, quien decia Los dichos no son los que caracterizan, son los
que la libertad de la prensa suponia la libertad hechos. 1 aSÍ, como "el ser mal mason no destrude
garrote? ye el carácter de mason," tampoco el ser mal cató·
Por otra parte ¿ qué derecho tiene" El Tiem- lico quita el carácter de católico, puesto que, como
po" para interrogarnos en estilo judicial, sobrc si ha dicho "El Tiempo," la crisma imprime" carácter.
'Somos o no conservadores? E3 que no se puede 1 basta de respuesta, pues no queremos pendenBer
conservador sin su permiso? es que tampoco se cia, i mucho ménos entre comadres, ni nuestro pepuede
ser conservador? riódico es un periódico político, :lUnqu~ esta eues-
¿ Porqué nos pregunta si somos católicQs? Le tion sea mas social que otra cosa.
va en ello algo? Tampoco se podrá ser católico Nuestros suscritores nos perdonarán esta res-sin
su permiso? pucsta; i recuérdese t]ue "El Mosaico" es el ata-
¿ O es que somos católicos;'i somos conservado- cado, por "El Símbolo" como anticatólico, i por
res porque no creemos en su candidato, como en "El Tiempo" como católico.
el representante de todas las potestades sobre la
tierra? '* -" LA flor de mi esperanza," tal es el título de
Nos pregunta que de dónde sacamos los 160 la última composiciQn literaria que ha salido de
millones de católicos, de que, por incidencia, habló nuestra preusa. Su autor es el señor Mariano G.
"El Mosaico." Los saoamos de la estadística uni- Manrique, cuya trájic3. historia, de todos conocida,
versal; la cual procede en estos casos (si es que ha hecho de él el poeta del dolor i de los dolores.
"El Tiempo" supone ignorarlo) sumando los ha- Viudo desde el pié del altar, el cantor vivc por
bitantes que hai en cada pais católico; sumando los decirlo así sentado al borde del sepulcro de su
italianos, los españoles, los franceses, los por tu- Luisa querida, i su arpa, eco de su pensamiento, i
gueses, los alemanes de los estados del sur, los prn· su pensamiento, eco de su afliccion, la una con los
sianos no luteranos, los austriacos, casi la mitad sonidos, el otro con las lágrimas, no alientan sino
de los suizos, los belgas, los americanos del sur &.a para la fada eterna de sus amores. Alianza de la
Poco importa que entre estos haya algunos que, poesía i del alma herida, los versos del señor Mancomo
los redactores de "El Tiempo," digan que rique ruedan siempre sobre el mismo tema: el rese
burlan del catolicismo; esto no perjudica en nada cuerdo; pronuncian siempre el mismo nombre: el
a la clasificacion jeneral. de la esposa muerta; arrancan siempre la misma
Tambien se dice que talo cual pais está civili- lágrima: la del sentimiento jeneral.
zado, aunque se encuentran en él tres, cuatro, cien roeta de otra cdad, el señol'l\Ianrique, amante
bárbaros. fiel i trovador constante, aumentará en la posteri-
Nos pregunta" El Tiempo," i nos exije que dad la escasa lista de los Petrarca i Tasso, así
contestemos categóricamente, si" El Mosaico" se como su Luisa es ya la hermana de Leonor i de
eonfiesa i comulga por lo ménos una vez al año . . Laura en la inmortal rcjion de las estrellas. Es
Le contestaremos que "El Mosaico" no puede de ese modo que se forman las familias del espírihacer
ninguna de estas cosas; i que, en cuanto a tu, i que la ternura del corazon une a los hombres
sus redactores,no se creen estos en el deber de con- i con la misma estrechez quc el vigor del jenio.
fesarse con legos, i por eso no cuenta su vida al " La flor de mi esperanza" es el cuarto libro
primero que se antoja de averiguársela. que el señor Manrique consagra a la memoria de
Pero ya que está de moda preguntar, pregunta- su esposa, i creemos que no será el último. Esos
remos a los que tanto se hurlan en " El Tiempo" libros son las misivas de su alma a la que mora
del catolicismo, burla que es para ellos ya una entre los ánjeles !
monomanía; pero que n'o pasa de las palabras: El señor J. M. Marroquin, escritor tan castizo
1.0 Están ustedes bautizados? como conocido, ha puesto un prólogo a la obra
Sí lo están. del señor Manrique, la cual está dedicada a la se-
2,° Han renegado ustedes de ese bautismo? ñorita Hortensia Diaz. Granádos. Tales mecenas
No han renegado. I asegJlran un suceso brillante al autor.
3.0 Están ustedes confirmados? " La flor de mi esperanza" se vende en la im-
Sí lo están. I prenta de " ~l Mosaico" a 30 cen.t~vos el ejem:
4.0 Han renegado ustedes de esa confirmacion? pIar. Ocurl'lr pronto porque la edlClOn no es mUl
No han renegado. abundante. ,
5.0 Se han casado ustedes segun el rito católico? -SE nos ha asegurado' como cosa Cierta, que
Sí se han casado. algun travieso se ocupa en redactar una obra de
6.0 Han bautizado sus hijos segun ese mismo polít~'ca práctica e'.l que se r~jistr~n, entre otros,
rito? los SigUientes afOrismos elecClOnanos.
!;¡·f loa ha.n bautizado. 1 Candidaturas amansan jenios. /'
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EL MOSAICO. 211
No elije el que vota sino el que escruta.
Los verdaderos candidatos no son los .que figuran
en las listas.
En ma.t.eria de elecciones el presente se come
at ausente . •
En toda lista debe haber candidatos de lujo
para engañar a los tontos, i saca l' tras de ellos a
los suplentes.
El candidato que no disponga de un pueblo o
de uno o mas rej istros, es moro al agua.
En materia de elecciones la mejor política es la
inglesa: estar con el vencedor.
. - " QUEJAS de unos empleados." Con este título
se anuncia. tambien un trabajo burocrá.tico de incontestable
mérito, i en que unos infelices de esos
que las buenas jentes llaman pitanccros, se quejan
amargamente de que los soliútantes en cortes no los
dejan ni un momento tranquilos, pues los persi.
guen, .como dice el padre Astete, al levantarse de
la cama, al salir dc casa, al cutral' a la iglesia,
al comer i al dormir; i en que prueban, como dos
i dos son cuatro (no que este mundo es un teatt-o,
los hombres cómicos todos) sino que la calle no es
¡ji, oficina, ni su casa tampoco, i que no está.n obli-
, gados a dar audiencia al dcscampado a todo bijo
de vecino, con las piernas flojas de hambrc, léjos
del espediente i r esolviendo en una esquina lo que
-es asun to de estudio de papeles i de meditacion;
que hai horas fijadas para el despacho, i que el
• que, teniendo algun negocio con el gobierno, no
ocurre en tiempo deberá quejarse al mono de la
pila (plazuela de San Cárlos, sin número) i DO
convertirse en el Cabrion de los encargados de los
destinos de la patria; i lUuch!? ménos eD el Cabrion
armado como diz que ha sucedido mas de una vez.
Se eree que esta obra será mui popular entre los
del gremio victimado, pero que no aprovechará
nada a los del gremio victimador. Hai jentes qne
son un solo callo!
-ABRASE el ojo, pues el gobierno frances' ha
acuñado una gran cantidad de piezas de plata que
parecen reales i que no lo son, i como acá nos viene
todo lo malo, es probable que pronto DOS hallemos
llenos de estos reales ñon.qos, los eual.es
tienen por un lado el busto de Napoleon 1Il , cefiida
la. frente con los laureles del 2 de diciembre, i por
el otro la corona imperial que forjú su gran tio,
con este letrero al pié: "50 centavos."
-EL jeneral José Félix Blanco, \"enezolano
que escribe en una \"asta escala la vida delliber'tador
Simon Bolívar, suplica" al interes patriótico
de los deudos, amigos i justos admiradores de los
hombres que figuraron en la magna empresa de la
independenCÍ'a, que lo ayuden en su labor con las
biografías de estos o con simples apuntamientos i
retratos." DirijirRc, franco de porte, al sefior Ra.mon
Azpurcín, CanÍ,eas.
-El sefior Fernando Ponce ha sido nombrado
gobernador suplente del departamento de Bogotá,
por renuncia aceptada al sefior Cenon Padilla.
-El gobierno de Cundinamarca ha dispuesto
que se reciban como din ero sonante los billetes al
portador del banco de Lóndres, Méjico i Sur-América,
en el pago de los dos contados restantes del
impuesto directo. Como estos billetes est:í.n a la
par, siempre se tendrá la ~ntaja de no andt\r con
mochilas ni reales eh/moos.
-EL señor A. Galindo ha propuesto al gobierno
de Cundinamaroa las bases de un contrato para
la construceion de un camino que propiamente .
pueda llamarse de herradura, desde los Robles a
Guád~alJ, ¡la repal"llcion del que existe de Rogoti a
los Manzanos. Pide cuatro años de plazo, i se compromete
a refaecionar, en el primer año, el camino
de la sabana; en el segundo, el de los Robles a
Chimbe; en el tercero, el de Chimbe a Cune; i en
el cuarto, el de Cune a Guáduas, sin perjuicio do
mantener transitable toda la via desde el 1.0 de
julio de 1866 hasta la entrega total de la obra.
'í odo esto por la suma de $ 72,000, pagaderos por
cuatrimestres anticipados, o sean $ 18,000 en cada
año, que es lo que se cree produce por término
medio la renta de peajes. •
El señor Octaviano Guzman hace tan\bien
propuesta para la composicion del camino de Guá.duas
a Villeta.
Rai fond os, hai contratistas ¿ habrá tambien
camino? Esta no es mas que una pregunta suelta;
cuidado con ponerse bravos.
-SEGUN las sentencias pronunciadas por la.
corte suprema hasta el 31 de julio último, el tesoro
nacional ha sido condenado a pagar la suma de
$ 679,273-54,} por empréstitos, suministros i espropiaciones
en la pasada guerra. Nada hai mas
pingüe que una re',' olucion; no hai pues que cerrar
los estudios.
-EJ. 30 de junio último i con el capital social
de :$ 450,OOO.se instaló en San J osé de Cúeuta 11.
compañía del camino carretero de San Buenavent
ura, la cual tiene por objeto la_ construccion de
un camino de ruedas de Cúeuta a lVIaracaibo. Parece
que al fin los colombianos están r esueltos a
hacer algo de pl'ovecl¡fJ, como decia " El Siglo.".
-l~ l armamento i municiones que los estados
introduzcan para su seguridad propia, están libres
de derechos segun el artículo 98 del código de
aduanas, in ciRo 15; D;las ojalá que, en vez de pól\"
ora, balas i fusiles, se piense en traer máquinas
de agricultura, aunque haya que pagar los derechos
correspondientes. Todo fusil es una amenaza;
toda máquina una fuent{l de riqueza. La diferencia
y.ale la. pena!
lTN é ASO DWXO DE SALOMON o SANCHO PANZA.
Un solteron fué demandado por su criada. Presentadas
las partes ante el juez, la criada dijo :
-El señor me debe seis meses cumplidos de salario,
i no quiere pagarme ni un cuartillo.
-Es cierto, observó el solteron.
-I por qué no quiere usted pagarle? preguntó
el juez.
-Para responder a usted, permítame que haga
a mi criada algunas preguntas.
-Hágalas usted.
-Qué haces tú en casa?
-Bl almuerzo, la comida i la cena.
-Quién de los dos da todos los días para la
plaza? .
-Usted, mi amo.
-Quiénes se comen ese almuerzo, esa comida, i
esa cena?
-Los dos, mi amo.
-Bien; entónces por qué me cobras? yo lo com-pro,
tú lo haces, los dos DOS lo comemos. Hai
equidad igual ? •
-Sí, mi amo; pero ....
-Hai·tas yeces te 'he dicho que cambiemos de
papeles, pero tú DO has querido. Qué mas puedo
yo hacer que mantenerte ?
Bl juez estaba pensatiyo, la criada dudosa, el
solteron triunf~ntc. Pasó un momento .... el juez
tosió i condenó al solteron a pagar los seis meSfS
de salario.
Oh tieml)os' oh eostumb\'es !
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212 EL MOSAICO.
DE VICTOR RUGO.
r
Una flor a una bella mariposa
Decia: no huyas mas'
Triste e[l mi suerte, i es tu su'erte hermosa;
Me quedo, i tú te vas' ,
Nos amamos, no obstantej i si del hombre
No escuchamos la 'Voz,
Sabemos que él nos llama con el nombro
De flores a las dos.
'fú eres hija dcl aire, yo del suelo;
Te vas, suerte cruel'
i Quién pudiera seguirte en todo vuelo,
Vel·tiendo aroma en él '
Mas' te vas, te vas léjos, i una alfombra
De flores doquier ves;
Miéntras veo no mas mi propia sombra
Dar vueltas a mis piés ,
Ora te vas, ora te vuelves; ora
Luces aquí, o allí;
1 donde mismo, en cada nueva aurora,Me
hallas llorosa a mí.
O fiel ,amor' por qué. no nos Igualas?
Tú sabes que, feliz
Será ella i seré yo, si me das a las,
O a ella le das raiz'
II
~1adJ!0sas i flqrI"s, en la huesa
Os habeis de juntar;
Para .cumplir de uniros l:vpromesa,
Buenq es todo lugar!
rodo l~gar : el ai¡:e, si vaguea •
Libre tu v1.lelo I>D ¡31j '
El verjel, si cl.lallJama centellea
Tu t.inte en él verjel.
Lo mismo es todo s,itio, hasta el desierto'
Sé aroma o sé color:
Sé mar'iposa, sé boton abierto,
Ave, céfiro o flor'
Lo que importa es que el uno 'al otro juntó
, 1!)sl.eis: jüntos estad; ,"
:¡Dn la tierra, en el cielo .. __ ese es asunto
pe !a car.;jlaliqad t
oC_l' .
LA HADA. AZUL.
Un dia la hada azul descendió a la tierra con la
~mable intencion de distribuir a sus hDas, las
J6venes de todo el mundo, el tesoro de favores
que lleva ella consigo.
Su enano Amaranto snena su trompa, i en el
instante nna beUcza de cada p.ais se prssénta delante
del trono de la hada, ac:¡bando· p or formar
l)na concurrencia numel'psa. , "
La buena hada se pone de pié,. i despues de
saludar al. concursC! con bondad, le di,cc:
~e vemdo con voluntad de hacer -qn obsequio
a cada: una de vosotras; mas ninguna de vosotr;t!3
se queje del don que reciba, porque no es,tá. en mi
poder dar a todas las Plismas cosa. P or otra parte,
la\ uniforrnidad en niis larguezas cai!éceríá de
~ilio. ' ' , .
Como el tiempo es precioso a las hada1s i estas
l,J.ablán poco por lo jeneral, la: graciosa Aztillimi tó
a esto su discurso, i' empezó en él, aeto h~ distl'ibu'
CÍon de sus presentes, pues no se hizo objecion a
su dictámep. ".'
..t\- la española dió nno~ , cabel1ds 14n largos i
'tan negros; que podhin mi:li bien ~'eemplazar su
caprichosa mantilla. " " '
A la italiana !lilOS ojos "ivos i , brillant~s c~mo
las erupciones de UD volcan'.
A la inglesa un rayo de la aurora boreal para
velarse el r ostro. / '
A la alemana unos dientes de perla fina como
no los tenia la hada misma.
A la rusa el simbrear de l:J. palma i la dignidad
de la roina.
A la americana la vÍljinidad e.n las formas i en
el alma.
A la francesa el desenfado i la gracia.
Entrando destroes en detalles internaeionalel!, '
derramó la sal en los labios de la napolitana, el
espírit1,l en el cerebro de la irlandesa i el buen
sentido en el corazon de la flamenca; i cuando
_ya no le quedaba mas qué dar se levantó para
alzar su vuelo.
-r a mí? dijo la bogot:1na r cteniendo a la bada
por las bandas flotantes dc su traje.
-Cómo' esclamó 1,. hada sorprendida, os be
olvidado?
-Completamente, respondió la bogotana sonriendo
ruborizada.
-Sin duda estabais mui cerca de mí, i no os he
visto. Mas, qué podré hacer por yos cuando he
' dado todo cuan to tenía? '
Empero, en vez de continuar su viaje se detuvo
un momento pensu.tiva, i llamando lucgo a sus
encantadoras favorecidas, las dijo:
-V osotras debeis ser buenas puesto que sois
lindas; a vosotr as.pues toca reparar el error, dema-
I siado grave, que yo acabo de cometer. Yo he olvidado
a yuestra hermana la bogotana; que cada
una pues se desprenda de uria porcion del presente
que ba r ecibido para dotar a la hija del Funza __ .
vosotras perdereis poco i r eparareis demasiado.
Con repugnancia o sin ella, fue preciso obedecer
a la hada Azul j por lo que, con la gracia con que
bacen todo las jentes felices, todas las jóvenes bellezas
rodeal:on a la bogotana, i le dieron al pasar,
l:¡, una parte de sus cabellos negros, la otra la luz
de sus ojos, la otra la rosa de sus.mejillas, la otra
sus dientes de perla, la otra la: esbeltez de su talle,
la otra su gracia, la' otra la pureza de sus movimientos
i el pudor de su corazon.
. He ahí cómo la bogotana se encontró en un
momento poseedora de todos los encantos imajinables.
Sinembargo, su belleza tiene un pequeño
defecto, i es que l es falta a algunas el título de
suscritO!:as a" El Mosaico."
--~--~------
QUÉ I,E SUCEDE A.L ULTIDW !!lONO r
Para gozar de plácidos inst.ant es
Tuvo Juana un amante, dos amantes,
Tres amantes i qué digo? casqui,ana,
Muchísimos amantes tLIVOI Juana.
Pama cobró, por singular veleta,
De coqueta, ¡ aun mas que ele coqueta;
Mas ella prosiguió con tal denuedo
, Que todos la tildaban con el dedo.
Todo el mundo decia: "Esa muchacha,
Por mas que tenga seductora facha,
No puede ya en la vida hallar un l}ombre
liJue darla quier-a con su amor su nombre."
. 1 todo lel m'undo se engañó, no obstante,
pUIilS despues de u.u amante i otro amante,
1 otros cien que de Juana el:! detrimento
publicaban mil cosas que no <¡uento,
Llegó a PeJ,Je su turnoj el emir, ansioso
De merecer el título de esposo,
Halló a Juana tan pÚdi<;:p. j tan bella,
Que aleto oénti'l1l10' so casó' o1>n ená' .
1 bien, caro lector, este rellllto '1 I
Nó prueba que- sea Pepe un mentecato l
Solo nrqepa-el re(val} que boí está en boga, '''f'
Q ,lIQ es el últi¡n,Q ¡nono el que se ahoga.
. ,J. :M. YTl, T.E \l.(:A~.
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.EL MOSAICO. 213
EN éASA DJIL m~~T!STA . -A lo quc parcce los dolorcs de usted son in-
- Tres largos cuartos de hora hace que la tal tolerables, le dice 1\1. Duchemin. •
señora entró al gabinete, dice una mujer larga i - No me hable de eso, scñor : ocho dias llevo
flaouchenta quc no tiene relleno en toda su per- sin pegar los ojos ,! '
sona sino una mejilla notablemente hinchada; i -Pcro ha debido venir desde ántes.
nunca se ha visto uoa tardanza igual. No es -No ha sido, no, por miedo. 'Es que, ya sabrá
verdad) M. Duchemin ? usted, uno tiene su capricho por sus huesos. 1
M .. Dnchemin es un viejecito seco, radicalmente luego cree que de un momento a otro va a ccsar el
calvo, qU0 usa peluca cnsortijada i algo don en las dolor. Ah! Qué diantres! Mire usted, ,el miérorejas,
i que exhi.be con frecuencia en casa del coles en la noche rompí todo lo demi cuarto.
dentista su último diente, especie de perla falsa -ne véras ?
de quc él está enamorado como dc una joya úni.ca, -I cl juéves lc pegué a mi mujer.
o de viejo caduco que lleva luto por sus treinta i -Hombrc'!
un hermanos difuntos. -Esto último me alil'i6 un poco" R oi quise
-Creo, r esponde él, que se trata de una hilera echarme por el balcon.
completa que ajusta¡·. -Qué imprudencia! I ¿ quién le iinpidió hacer
La palabra completa es pronunciada por él con esa calaverada? .
algo de biu'la, da a entender que, gracias a Dios, -Mi mujer.
él no ha¡ llegado a ese estremo. -Con que eUa se opuso? .
-La coquetería deberia ceder el puesto al do- -No, me estimuló; i eso mE! hizo volver en mí.
101', r eplica la de,la fluxion. Díjcle~ con que te lisonj earía el verme ir a buscar al
-Mamá, a mí no me dl,lelen los dientes; yo me dentista por la via mas cor ta? no ? Pues no iré. ,
quiero ir, dice gruñendo un muchacho como de Pero ¡qué ' diablo de dolor tan condenado! I le
seis años. añadí: No era nada que por cualquier cosa fue-
Vamos, Gustavo bien sabes ' que hai que sa- ra yo a que me rompieran la quijada! A mí no se
carte .ese maldito colmillo que se te ha cargado. me da nada del dolor. R e visto cortar brazos, pier-
-I eso me aprovechará, mamá? ' nas, i no hecho ca~o. Mas con mil de a caballo 1
-Al contrario, amiguito. ' no acabará por fin este señor Ducrocq ?
-Séa como fuere; yo quiero irme. Prefiero Un grito desgarrador sale del gabinete. Sensa-quedarme
con mi colmillo doble, oion en la sala. Bélard palidece.
-Es que a ratos la abundanoia de bienes per- -I eso qué es? le pregunta a Duohemin con
judica" dice agradablemente M, Duohemin. voz temblorosa.
-I usted a qué viene aquí, señor? le pregunta -Mucho estrañaria que hubiera sido una oarca-el
pilluelo; supongo que a usted no le queda nada jada, le contesta el hombre del diente único.
que hacerse sacar. -Con que duele mucho? Yo no sé; ya se ve,
-Cómo no, responde el viejecito mordiéndose hoi vengo por la primera vez. Usted sí habrá Temañosamente
los labios; todavía me queda muoho nido unas treinta ooasiones, no es verdad?
en el fondo. Duchemin, pioado por esta suposioion, resuelve
-Dientes oargados como a mí ? ir preparando su venganza.
-No tanto. -Señ'or, le responde, es poco mas o ménos el
-A ver 1 le dice entónces el terrible muchacho. suplioio mas espantoso que peleda sufrir el hombre.
-Felizmente para M. Duchemin, a quien tal Apénas se comprende cómo haya quien lo soporte.
interpclaoion va a bacer quedar mal, en este punto -Di1).blos! Pero no dura mucho ¿no?
la puerta s,e abre con estrépito,i un sujeto llamado -Algo. En muohas ocasiones hai que repetir.
Bélard, penetra en la sala oomo un tigre en la I cuando el nel'vio dental se' r evienta, cuando el
arena. alvéolo se rompe, cuando la quijada se quiebra,
El nuevo personaje pareoe heoho en el molde de que es lo que mas frecuentemente sucede, la senGoliat.
Esta brutal sensitiva se encoje al primer saoion 'es idéntica a la que oausaria un hierro can·
contacto del dolor, i el mas humilde borrego po- dente que le.metieran a uno por ....
dria ganarle a enerjía. . -Demonios! ... . Si habláramos de otra cosa.
-El célebre dentista 1 el seuor Ducrooq 1 dice Yo me rio del dolor; pero ya comprende usted ....
rujiendo al entrar. Ahora i cosa rara 1 me siento mejor; ya no me
-Está en el gabinete con una Señora, se apre- duele. •
sura, a responderle M. Duohemin. -Mui a mcnudo sucede éso al llegar a casa del
-Con mil demonios! I yo no puedo ya aguan- dentista. Es de atribuirse al miedo que sobrecoJe
tar! Pero véamos, él debe tener ulgun practicante . al paciente, el cual miedo obra sobre el sis~ema
que lo reemplace. ' nervioso i paraliza por un instante el dolor. Pero
-No, señor; él tl:aoaja solo. . 11a reaccion, caballcro, la r eaooion, es espantosa.1
La puerta del ~ablnete se abre. El dentIsta aso- -Con todo me atengo a ello .... Oon que adlOs,
ma la cabeza ~onr¡éndose; ~se es su modo de pre- señor.
guntar a los que aguanhn, a cuáll\) tooa el turno. -Ya volverlís, ya volverás! murn~ura el ame-
El jigante Bélarcl. q¡niere ádelantarse; pero la se- drenta!1.or. .
ñora de la fluxion le detien~. . Los dientes son despachados unos tras otros. En
-Perdon, caballero, a mí ple toca. el momento de pasar; DUGhemin alcanza a ver a
-Oh! pero oOlpi;J.igo es a~unto J d? un i~stante. Bélard que vuelve. El)igante, eJ;ltra echando los
, -No le hace; a mí me toca; yo VIDe prImero. bofes. . í .J
Bélard furioso int~u~ela .al lientista : -No hai r<:)medio, no h ~i remcdio! e~clanla
-Vamos pues deme usted 'una herramienta Rai que hacerlo. No aguardo a que llegq.ra a oasa
cualquiera! A ~í .nÓ Dl.Ó '14sus,tP: c1\10lo,r, yo mismo para .eD1p'ézar 4e ntlevo, i p~or. lYLi mujer se me
quíero romperme ¡a cii~p,a! 1\ IJ~ :" rió en 1a~ ~aJ'ioes; , ~ntéinc.es qí.tise sacudirle, ' oO,mo
-Es mucho mejor' que ,a.,gu:¡,rd,e el <;aballcro, le el jué,'es ( últi~q, unq. vez que eso me habia aliv~a-responde
el dentista. do ; peto ella SEjme escapó'; no la pude alcanzar,
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214 EL MOSAICO.
..... ~ ••••• , •••••••••••• '" _."., 'o"~ ,,0.' 'o , •• •• , ••. ,._ o.' ' • • 1 •• _ .••• , •• f'. ,', o',,'. 1°'.".' •. lo o ••• ,." ••••• , •••• o,' •• o,, " ••••• ""':" •••••• 'o 10." •••• ' •• ' ,.' o,' ........ 10" 10.0 •• , •••••• ' •••••••••••• o •• o ••
Así es que me he resuelto a acabar de una vez I involuntario. Con tal aparato uno queda asegucon
esto. . . rado en un instante; i eso es con mucho preferi-:-
lVIal hecho quc la señora su esposa no'.haya ble a la intel'vencion estraña.
comprendido que era su deber prestarse al :tlivio -En cuanto a mí, renuncio a su nuevo .aparato,
de usted, contesta socarronamente lVI. Duchemin. -Es decir que desiste?
-Oh! 1:'ero si >las mujeres son tu,n eg01stas! , . . -Pues mire usted, a mí me queda un recurso
Mas ya le llegó su turno a usted, i creo que no tar- para aliviarme, recurso que ya me ha producido
darin mucho con usted, sus dientes no deben ha- buen resultado ___ _ voi a ver si ya mi mujer ha
cer gran resistencia. _vuelto.-Pero ____ con todo el infierno! si parece
Una vez soloo Bélard se pasea con ajitacion, re- que cstuviera ~ acien do gárgaras de plomo derreflexionando,
a su pesar, en las alarmantes .esplica- tiJo! N o hai r emedio ; llJe resigno! me r esigno!
ciones de Duehemin. Bélard se deja caer jadeante sobre el si11on, i
-Ha dicho, pensaba Bélard, ba dicho que es al oir al dentista preparar sus instrumentos, casi,
como si le metieran a uno un hierro candente casi pierde el conocimiento. Aproveehandose Dupor,
, , . I no acerté a preguntarle por dónde. Tal crocq de su situacion, interna su fierro en el golfo
ve.z lo mejor era irme. P ero ¿ i si me hace burla dental del pacien te. __ . Un grito supremo se oye
mi mujer? Eso no importa; yo la obligaré a que entónces!. __ • Todo está acabado. La muela
se calle. Sí: se me va a reventar el nervio ; se me atrancada es arrancada; pero Bélard está comple-va
a quebrar la quijada. No hai r emedio!.... tamente desmayado. . '
lp.e voi ! j Lo que somos hablando, i lo que somos obrando!
En el moment.o en que Bélard se díspor~e a sa- L. L.
lin,e caminando de puntillas, la puerta del gllbinete ----<---
se abre i aparece el semblante risueño del dentista. [ A SILVIA,
-Caballero, sí usted gusta. . . . SEÑ"ORITA CIIILENA QUE REGRESABA A su PAIS.
-Ya no, señor. Usted me atormentad J1lU- Ave que busca su nido
cho ¿ no ? Tendida el ala dorada
-Lo ménos posible, caballer o. • Por cima la onda salada
-A mí no se me da nada del dolor, solo que Que revuelve el huracan;
me fa.stidia. Ah! con mil diablos! AUa voi ! V uela, sí, vuela a tus bosques
Bélard se sienta sin resignacio~ en el banquillo. De perfumes i de flores,
Ducrocq procede a sondar las devastaciones de 111. Do es el césped de colores
ciries. I las aguas de cristal.
-Seño'r, dice el paciente, debo avisar a usted Vuela, i en la noche eleva
que su mucla está atrancada, Con tu canto tu plegaria,
-I eso qué quiere decir ? Sobre la urna cineraria
-Que tiene cruzadas las. r aices de modo que no De los séres de tu. amor.
se la puede 'arrancar sin romper el arco alveolar. Esos que, en mejores dias,
-P!iro, con mil condenados! por qué está Ave huérfana i doliente,
atrancada? Posaron sobre tu frente
-Ese es un capricho de la JiatUl:alcza. Sus ósculos de pasion.
-Maldito capri cho!' Esos que en el alto cielo
-Usted es hombre! í me ha dicho que no se le Gozan ya de eterna gloria,
da nada del dolor ; procedamos pues a la eXM·é8i8. I que son de tu memoria
-A qué? . El ensueño anjelieal.
-A la evulsion del -raigon , si usted lo prefiere. Esos por cuya existencia
-Señor Ducrocq, váyase usted con tiento por Dieras tú vida i encanto,
Dios! I 1 cuanto hai de noble i santo
-N o te;nga usted cuidado, aunque el alvéolo En tu seno virjinal.
deberá saltar en gran parte. Lo que ha de hacer Vuela, sí, vuela a tu nido,
usted en elll~omento en que yo dé el tiron, ¡-os tiro- Ave estranjera i hermosa,
nes,porque me, parece que serán necesarios muchos; Como el aura misteriosa
lo que ha de hacer usted, digo, es agarrarse. con Vuela en busca del verjel.
fuerza a los brazos del sillon, sin lo cual me seria Allá está en tu hogar querido,
Í.Juposible of?'ecel'le su IDl].ela. Allá entre los altos montes;
' ':'''Conque será necesario que me agarre. I los patrios horizontes
-Sí, a lo ménos que usted preiiera que lo ama- Son los cielos del eden!
n emos, Vuela, i er" céfiro aman te
-CáscRms! No es nada todo lo qu~ usted me Empuje tu ala afanosa;
está diciendo. P ero dígame ¿no seria mejor que Vuela i su ljlmbre radiosa
usted me hi'ciera aspirar el cloroformo? Te prestG el sol al yolar!
-¿, Con quién se figura usted que está hablan- I en la noche oscura i fria
do? le dice con indignacion el dentista; s,epa T~ sendcro de fortuna,
usted que yo jamas apelo a ese medio deplorable. Alumbre dulce la luna
--I eso por qué? . En su dulce rIelar!
-Pues porque él des?nQ?'aliza el dolor. Doquiera el canto sonoro
- -Pero yo me rio de esa desmoralizacion. De los ba,rdos a tu oído
-I luego las eonsequencias de la anertheria son Llegue en son desconocido
muchas 'veces de la m,a'yor grávedad. De esp~ranzas i de fe;
. -No le hace, señor. Doquiera brote el follaje
. -Vamos! Habrá~que :tmarrarlo a usted! Ahí ) Flores a tu vista, el cielo
tengo un lindo aparato de dorreas, del gue soi Borde en púrpuras su "elo,
iri,entor, et.~,ual bace 5m'positilc tódo Rl'o\'imiento 1 pise rOsas tti"pié:' j
(
/
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EL MOSAICO. 215
.A •• • ........ • .. ,aJI • • '·.'·I'-I'·U·\.·'.'I.'·.'· •. ·,.·, .. ' •• ~ .'".' .• '.I" •• ·'.·1' ••• 1 •• "., •• ' •• ' .••••••••• '.1 ••••••.•• ',.'., •••• ' .• ' •• ,.' •• ~ .-., •• ,IU •••••• ,'.,'., •••.••. ' •. ".'.',.' •. 'o., .. , ... ' ••••.••.• 4.t'"
1 tras la dicha en la tierra,
De la patria en el r egazo
Gozada, i en santo lazo,
Vuelve al cielo, ánjel de amol';
1 cn oriente perdurable,
D e arcánj eles en el coro
Alza tu acento s'Onoro
En alabanza de Dios!
F. PÉREZ.
.ESPIRITUALISMO I ESPIRITISMO. ~
( CONTINUAOlON DEJ~ NU1I1Imo 24.)
IJI.
,: Aplícase el cnlificativo de tonto, a (alta de
otro t6rmino mcjqr, al hombre que, por sus
opiniones, se hulla solo en medio ue su !lacion
i de su siglo; i si encuentra partidarios, ora
sean r ~ales o aparentes, en tanto que el ¡\úm<..Ioo.
ro de estos sea pequeño, p;Hoticipan con él del
propio títnlo i de igl1al oprobio."
lVinet's Vital Cbl'istianity, pújina 64,)
Se dijo en el artículo que ha motivado esta réplica,
que si la teoría de la elevacion de las mesas, por
la causa q ue se le asigna, fuese cierta, "el mundo se
desplomaría;" que los Espíritus en sus dictados HO
revelan ni,ílicen nada nuevo; que es mui poco poético
el medio de que se valen para comunica rse con
los hombres, cual es "el de meterse entre una mesa
o tras de .una puerta;" que se consideran "todos
esos prodijios de que hablan 'os evocadores de espíritus,
como las vivezas de mano de Compte i de Hoberta
Houdin;" i que no se puede'ménos de "estrañar
que haya personas sensatas capaces de creer en
la intervencion de los espíritus de una manera tan
prosaica e infructuosa."
Todas estas jeneralidades se han repetido ya, centenares
de veces, i abundando en mas o ménos chiste
i sarcasmo, por los adversarios ~ratúitos del espiritismo.
En el curso de este trabajO irán apareciendo,
naturalmente, las respuestas a cada una de - las espresadas
objeciones; i me limi taré, por ahora, tan
solo a insertar la siguiente esposicion hecha por
Allan Kardec en su introduccion al "Libro de los
Espíi'itus," duodécima edici on de 1864. En esta pieza
séria, sencilla i luminosa, la mas adecuada para
ilustrar el asunto que nos ocupa i preparar el campo
para los ulteriores desarrollos consiguientes, se ven\
si el espiritismo consiste en el fuego de las mesas o
en la evocacion de los Espíritus de la manera narrada
por el señor articulista.
" La doctrina espírita., como toda <;osa. nueva, tiene
sus adeptos i sus contradictores. Vamos a trata.r
de responder a a lgunas de las objeciones de estos
últimos, examinando el valor de los motivos sobre
los cuales se apoyan, sin tener, no obstante, la pretension
de convencer a todo el mundo, porque Lai
jentes que creen que la luz se ha hecho esclusivamente
par:t ellas. Nos dirijimús a las personas de
·buena fe i sll1ceramente deseosas de instruirse, sin
ideas preconcebidas o irrevocablemente aceptadas, i
les demostraremos que la mayor parte de las obje
·ciones que se hacen a la doctrina, provienen de nna
observacion incompleta de los hechos i de un juicio
formado con demasiada precipitacion i lijereza.
"Recordemos primero, en p'ocas palabras, la serie
prqgresiva de los fenómenos que han dado nacimiento
a esta doctrina.
• El articulo publicado sobre esta materia, el1 el número 24,
llpesar de que fué cuidadosamente correjidC"l en la 1Jrneba" por
dl~trnccion del cajista salió plagado de faltas tipográficas 1 de
errores, sicndQ Jos mas st1st3n~iaJt!s ~stos: en la pá.!lna 189, párrnfo
4 o dice: , ,Beroso, Sanchomaton 1 ¡rosefo &,11 debIendo leerse:
Deroso' Sanchoniaton i Heródoto &.1\ En la pájina 191, })cnú ltimo
pArraf~. dice: .. " J. Pero hasta. dónde llega. la observacion &,3,_
debiendo leerse: ¿ Pero hasta dónde llega In abe rracion &,:1. Pusose
tambien: AUnr Kal'd ec, Richenbach, en vez de ABan Kardec.
:Reícbenuach; jéuie, nbjetiYo, en lugar de génie, adjetivo &.11
Quise, uden;lus. sin que }Jubi ern podido consc!!u,irlo, c(,~nservar
siempre escrita con mayuscula la palabra Esp,/r1,t!¿, deSIgnando
las entidades inmateriales del mundo invisible, n reserva de usa.rla
con minúscula en sus otras varias aplicaciones. Scgnir.6 pues ese
sistema en ~o sucesivo. para evitar confnsion, suplicando so me
~'gI>ellse eota pe'lu ~~a falta gra,!,ntical.-l!:. O.
" El primer hecho observado ha sido el de los diversos
objetos puestos en movimiento, designado vulgarmente
con los nombres de mesas júato?·Üt.~ o ba'Íle
de las rnesas. Este fenómeno, qu~ parece haber sido
observado primeramente en América, o mas bien, que
se ha renovado en aquel pals, porque la historia prueba
que remonta a la mas alta antigüedad, se ha producido
acompÍtñado de circunstancias estl'añas, tales
como ruid os insólitos i golpes efeotuados sin ninguna
causa ostensible conocid a.. De allí se propagó rápidamente
en Europa i en las demas partes del Inundo:
fué mirado con mucha incredulidad al principio,
pero la multiplicidad de las esperiencias que se hicieron,
prQnto no permitió ya el dud:tr de s u realidad.
"Si este fenómeno se hubiera limitado al movimiento
de los objetos materiales, podria esplicarse
por una causa puramente física. Estamos l~jos de
conoce¡' t odos los ajentes ocultos de la naturaleza, .
todas las propiedades de los que conoccJ:l1OS. La electricidad,
por otra parte, multiplica cada dia" hasta
lo infinito, los recursos que procura al hombre, pareciendo
destinada a n.lumbJ'ar la ciencia con una luz
del todo nueva. No habia pues nada de imposible
en que la electricidad, modificada por ciertas circunstancias,
o cua lquier otro ajente desconocido,
fuese la causa de tal movimiento. La reunion de mnchas
personas, aumentando el poder de la accion,
parecia apoya r esta teoría, porque podia cQnsiderarse
su conjunto como una pila múltiple, cuyo podel
esluviese en r elacion con el número de los elementos.
"El movimiento circular no tenia nada de estraordinario,
porque está en la natural eza : todos los astros
se mueven circularmente, i así pues, podriamos
t ener en pequeño un reflejo del movimiento j enera l
del universo, o mpjor dicho, una causa des4onocida
hasta entónces, podia producir, accidentahnente,
par[t los objetos pequeños, i en circunstancias dadas,
una corriente análoga a la que arrastra los mundos.
" Pero el movimiento no era siempre circular: en
ocas iones era brusco i desordenado; el objeto violentamente
sacudido, derribado, impelido en una
dil'eccion cualquiera; i, contrariándose todas las
leyes de la estática, era a veces le"antado del suelo
i mantenido en el espacio. N:tdli hai, s incmbargo, en
estos hechos que no pueda~espl i ca rse por el poder de
un ajente físico invisible. ¡,No Yen1'Os que la electricidad
derriba los edificios, desarraiga los árbo les,
lanza a lo léjos los cuerpos mas pesados, los atrae o
los rechaza?
"Los ruidos ins61itos i los golpes dados, suponiendo
que no fuesen efectos ordil?arios de la dilatacion
de la madera o de cualquiera otra causa acci dental ,
podian tambiell ser producidos por ht acumulacion
del fluido' oculto ¡, la electricidad no produce los
rui dos mas violentos?
"Hasta aquÍ, como se ha visto, todo podia entrar
en el dominio de los hechos puramente fis icos i fisiolójicos.
Sin salir de este círculo de ideas, habia en
ellos matel'1a para estudios serios i dignos de fijar la
atencion de los sab ios. ¡, Por qué no ha sucedido así?
P enoso es decirl o, mas eso depende de causas que
prueban, entre mil hechos semejantes, la lijereza del
espíritu humano. Desde lu ego, quizá no Ila dejado
de influir en esto 101 vulgaridad del objeto principal
que ha servido de ba&e a las primeras e~per i enc ias.
Qué influencia no ha tenido muchas veccs una palabra
sobre las cosas mas grayes! Sin considerar que
el movimiento podia imprimirse a un objeto cualquiera,
h idea de las mesas ha preva.lecido, sin duda
porque era eJ.,objeto mas cómodo, i porque nos colocamos
mas naturalmente al r ededor de una mesa
que alIado de cualquiera otro mueble. Así, los hombres
superio¡'es son a yeces tan pueriles, que no es,
de estrañarse que ciel'to~ espí ritus escojidos hayan
creido indigno ~l ocuparE e de lo que se habia convenido
en llamar el baile de las mesas. 1 probable e~,
igualmente, que si el fenómeno observado por Galvani
lo hubiel,sido por hombres vulgares i hubiera
quedado designado con un nombre burlesco, estaria
relegado aún al lado de la varita adivinadora. ¿ Qué
sabio, en efecto, no hubicra creido menguarsc, ocu-
I p¡índose del baIle rle las l'rf1las '?
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216 EL MOSAICO.
"Algunos, sinembargo, bastante mouestQs para
~onvenir en que la naturaleza puede tener algo que
enseñarles aún, han querido ver, para tranquili7.ar
su conciencia; pero ha sucedido que no siempre ha
correspondido el fenómeno a su espectati,-a. I de
que no se haya producido constantemente a. su '1'0-
lunta·d i segun su manera de esperimentar, han concluido
por la négativa. Mas, a pesar de su decision,
las mesas, pues que mesas hai, continuan jirando, ¡
bien podemos decir con Galileo: iS'inc'rnba1'go, ellas
se .1nneven! Diremos mas: es que los hechos se han
multiplicado de tal manera que hoi están ya completamente
admitidos,' i solo se trata ,de encontrarles
una esplicacion racional. ¿ Puede c1educirsealgo cont.
ra la realidad del fenómcno de que no se produzca
de una manera siempre idéntica, segun la voluntad
1 las exijenci'ls del observador'l ¿ Lo enómenos de
eTectricidacl i de química no estan 'subordinados a
ciertas cond'iciones, i deben negarse porque nO s'e
produzcan cuando faltan estas? ¿ Es de sorprender
pues qüe el fenómeno del movimiento de los objetos
por el fluido humano, tenga tambien sus condiciones
de ser, i cese de efectuarse cuando el observador,
examin{tndolo bajo su esp,!cial punto ue vista, pretende
que se produzcn, scgun su capricho, o quiere
sujetarlo a las leyes de los fenómenos conocidos, sin
tener en cuenta. quc para hechos nuevos puede i debe
haber leyes nuevas '1 Esto supuesto, para conocer
esas leyes es preciso estudiar las circunstancias en
que se producen los hecbos, i este estudio no puede
~el' sino el fruto de una observacion sostenida, atenta
i a veces mui larga.
" Pero se objeta por ciert:1S personas, que en esto
hai en ocasiones superchería evidente. Les preguntaremos
en primer lugar, si están bien persuadidas
de que !ia.ya superchería, i si no han tomado por tal
algunos efectos que no podian es'plicarse; poco .mas
o ménos, 10 mismo que el campesino que, al ver a un
sabio profesor de física haciendo esperiencJas, lo tomase
por un diestro cubiletero. Aun suponiendo que
tal cosa lIaya tenido lugar algunas veces ¿seria esto
una razon para negar el becho? ¿ Deberá negarse la
física porque hai prestiJ.ijitadores que se condecoran
con el título de ñsicos '1 Por otra parte, es pre.
ciso tener en cuenta el carácter de las personas i el
Íuteres que podrian tener en cngañar. i Lo harian
pues por via de chanza? Se comprende que uno
pueda divertirse por un rato, pero una chanza indefinidamente
prolongada, seria tan fastidiosa para el
misti ficador como para el mistiftcado. Habria, ' por
lo demas, en una mistificacion que se propaga de un
estrelno a otro del mundo, entre las pcrsonas mas
grav0s, honorables e ilustradas, algo tan estraordinario
al ménos como el fenómeno mismo.
" Si los fenómenos que nos ocupan se hubiernn limitado
aJ movimiento de los objetos, húbl'iall quedado
siendo, como ya lo bemos dicho, del dominio.
de las cienCIaS ñsicas ; pero no sucedió así, pues debi:
1I1 ponernos en el camino de hechos de un órden
estraño. Descubrióse, en efecto, no sabemos por qué
iniciatiyn" que el impulso dado a los objetos no era
producido por una . fu erza mecúnica ciega sino que
en ese movimiento habia la inten-encion de una causa
intel ijente. U na V0Z abierta esta vi:);, 8e presentaba
un campo de observacion enteramente nuevo
¿Haí en efecto un poder intelijente? Tal es la Guestion.
Si este poder existe ¿ cuál es, cuál su natura-O
leza, cuál su oríjel1? i Es superior a la humanidad '1
Estas son las otras cuestiones que se desprenden de
la prime¡¡a.
"Las primeras manifestaciones inte"lijentes tuvieron
lugar por medio de mesas que, levantándose i
dando' con uno de sus piés un número determinado
de golpes, previamente convenido, respondian de
esa manera, por si o no a las preguntas hechas.
Hasta aquí no habia en realidad nada convincente
para. los escépticos, porque podian creer que el efecto
era casual. En seguida se obtuvieron respuestas
mas desarrolladas, con las letras del alfabeto: daba
el objeto móvil el número de golpés que correspondia
a cada letra, llegándose a formar así palabras i
frases en respuesta a las preguntas. La esactitud
de las respuesta.s i su correlacion con las preguntaS
produjeron el asombro. Interr.ogado sobl'CSU naturale
za el ser que de tal manera respondia, declaró que
em Espí1'it'l¿ ojenio, designóse con un nombre i dió
respecto de él diversas noticias. Esta es una circunstallci:
1. mui importante que debe notal'se. Nadie
ba imajinado pues a los Espíi'¡'t~t8 como medio de
esplicar el fenómeno: 'el fenómeno ~nismo es quien
revela la p:tlabra .. Con 'frecuencia se bacen bipótesis
en las ciencias esactaR, para tener una base de raciocinio,
pero no ba sido así en el asunto de que hablamos.
"Ese medio de correspondencia, a la ,ez r¡ue largo,
era incómodo. Otro fué indicado por el Espíritu,
i esta es tambien una circunstancia digna de observarse.
Uno dc esos sércs invisibles fué quien aconsejó
el adaptar un hipiz a una canastilla, o a cualquier
otro objcto. Colocada sobre el papel la canastilla, se
pone. en m.ovimientó por el mismo poder oculto que
hace mover las mesas; pero, en vez de un simple
movimiento regular, el lápiz traza por sí mismo caractéres
que forman palabras, frases i discursos enteroR,
de muchas pájinas, tratando las mas elevadas
cuestiones de filosofía, moral, metafísica, sicolojía &.'
con tanta rapidez como si se escribiese con In. mano.
"Diose este consejo simultáneamente en América,
en Francia i en otros diversos pai se". He - aqní
los térmmos en que fué dado en Paris, ellO dejunio
de 1853, a uno de los mas fervorosos adeptos de la.
doctrina que, desde 1849, se ocupaba de la evocacion
de los Espíritus: 'Ye a tomar la canastilla en el
cuarto' contiguo; adúptale un lúpiz; colócala sobre
el papel, i pon lo~ dedos sohre el borde.' Algunos
instantes despues la canastilla se puso en movimiento,
i el lápiz escribió, mui lejiblemente, esta frase:
'Os prohibo espresame'nte que esto lo digais a n adie:
la primera ,ez que escriba, escribiré mejor.'
" No siendo sino un instrumento el objeto al cual
se adapta el lápiz, su naturaleza i su forma. son del
todo indiferentes. Se ba buscado la. disposicioIL mas
cómoda, i así es que muchas personas hacen uso de
una tablilla.
"La canasta o la tabliJla no puede ponerse en
movimiento sino baja la influencia de ciertas' perso.nas,
dotadas a este respccto de un poder especia l,
que se designan con el nombre de 1nedin1ns, es decir:
medios o intermeuiarios entre los Espí\'itus i los
hombres. Las condiciones que da!l este poder dependep
de causas ñsicas i morales a la vez, porque se
encuentmn mediums de cuaIcsquiera edad i sexo, i
en todos los grados de defiarroll0 intelectual. Por lo
demas, esta facultad se desarrolla con el ejercicio."
(Continuará .. )-E. ORJ¡;ELA.
.&. VISOS ,
SIL V A & VALEN ZUELA.
ACABAN de recibi¡O el mui fin? i acredi~~do
Ch:l.mp:l.ua "Comte de Vlllefat, ples
Rheims," en medias botellas ele cuello dorado.
Lo venden por mayor i por menor, a precios
equitati-vos, en su almaccn, carrera de Venezuela,
callc 2." número 65. 3-1
FIDEL DE POMBO
OFRECU; sus servicios corno Injeniera civU i químico. sea
para trabajos .de agrimensura, o para ensayos, análisis
u olms nplieacion~s industriales de la química. Se encarga
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Bogotá. E l despacho estará abierto desde las
12 del dia basta las 6 de la tarde.
D[PRE:\l'A DE "EL MOSALCO."
Citación recomendada (normas APA)
"El Mosaico - Año IV N. 27", -:Bogotá: Imprenta El Mosaico, 1865. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2093593/), el día 2025-06-23.
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