El OSAICO I
'l'lUlVIES1'RE 3.° , Bogotá, sábado 3 de setiembre de 1859 . NúMERO 36.
OONTENIDO.
JO.IQUIN PABLO Po ADA".""" """:,."" .. ""." .. """"", ... ,.,,. 285
LOGOGR IFO-Por Joaquin P. Posadn ... ... : ............... ....... id.
PnÓLOGO [ BPíJ .. ooo Di~ UXA ~~OV BLA."" . . .. . ..... ................ " . 286
T' IRoDu-Décimas 1'01" H. O'Lcn .. y ...... ............. , ..... ..... 2 7
]~L DeDO U1;: Dros. CUl'ít,nlo [[I (OOll clllsion ) ....... ....... 288
A L.I \IE~lORI.I UE LA ti¡':ÑO Hl~' A SEVER.\ G ,IUOí.I-Poesíu . • 28n
L.' OAMlS.1 C'. ILE:<·I!A:<,'-PO" Dadd. (Uonclnsioll) .... ,. 290
A:<,IT"'[A-l'ocsín pOI" R.O' ................... ........... .. .... ...... 291
JItAs MlJESTI' IS DE OI1TOGR.\JoÍ,' .......... .............. , ...... ........... id,
A u:< Av.c-PoesÍ>t ........ ................... .................................... id.
Auros, rOR B ~l"Ro :<-Tl"a\ln~cion por D. D. Granndos. 292
AvIsOs ...................................... ............. .... ................ , ............ id.
• a.
A }J08 SUSCRITORE8,
WOon este número concluye
el tercer trimestre.
JOAQurN PABLO POSADA.
Ha partido ya ele esta ciudad el emin ente
escritor que adornaba nuestros per ióclicos con
sus áticas composiciones.
Ha p::tl'tielo, llevando a su e posa i a sus hijos,
en señal de que su ausencia no sení corta : qllizas
sení para siempre !
Bogotá deja: partir a los que nunca debieran
c1ejarb!
Po_demos hablar de Posn.da porque ya se ha
ido : en su presencia, 11na lisonja hubiera sido
i l. ,pertinente; hoi podemos hacerle plena juslOta,.
Durante los años que él ha permanecido en
Bogotá, hemos tenido en él dos cosas, las mismas
que hoi lleva a un país mas afortunado;
un corazon noble i una intelijencia pri\'ilejiada.
P ocos corazones habrá semejantes al de él,
en que lling nll sentimicmto j eneroso es estl'aíio.
En su COl'azon se encuentra la causa de todas
sns virtudes, que es la misma de sus disculpaMes
defectos.
El cO l'azon de P osada nunca duda, j amas
nieg:t uua r espuesta, nunca ha dicho no al que
llama en su pecho.
Aguarda, que ya sal.qo I contestaba al amigo
que iba a buscar consejo i proteccion en su
amistad.
Aguarda fj1te ya salgo I contestaba al que
iba a conducirlo a un duelo.
Aguardct, que YCt salgo I contestaba a la revolucion
que tocó a sus puertas para conducir,
lo ¡,opelear.
Agttarcla, qtte ya salgo I contestó a la prosCl\
ipeion cuando fné a intimarle su destierro.
~ oble amigo, los snyos le han encontrado
siempre 1isto para cj ecutn r hechos de que despues
se ha arrepentido pl'Ofundamente, i tam-
. bien para dar Cim}L a acciones virtuosísimas de
que de pues no se acuerda.
Buen amigo ! :11 ver Sil varonil semblante
marchito ya, se comprende que la mano del
dolor t a pcs:tdo sobre él. Al ver sus cabellos
que se al.jentan, se comprende que no es su
eelad juvenil sino la desgracia la que va blanqueándolos.
.
.L~l, intel ij encia de Po ada honra a SU país.
Como escritor, no conocemos otro que reuna
como él el esprit france a la maj estuosa seriedad
castellana. P osada, si escribiera obras de
largo aliento, seri a el Dumas español: si escribIera
pum el 1'eat ro, seria Breton.
P ero hasta hoi Posada no ha escrito sino sus
fngaces décimas, que las escribia solo cuando
la nece 'idad lo empt~aba, cuando la desgracia
lo asaltaba.
Posada va a establecerse en la Habana. Si
nuestros hermano' de aquella r -la tien en en
algo la recomendacion de un periocli ta neog
ranadino, esperamos que r eciban a P osada
'como lo merece. i los Habanos estil11:t11 un
corazon j ener6so i Hna intelijencia admirable,
crean que ningnn viaj ero les ha ll evado llunca
un presente mas rico qne lo que les lleva Posada
en su corazon, en su cabeza i eu su leal
mano.
r dirijiéndonos al viajero mismo, '11 nuestro
compatriota, colaborador i amigo, lo r epetimos
que no olvicle que deja en la Nueva Granada
muchos i mui buenos amigos.
Que si la. suerte le c~ próspera., nO se olvide
de decú·noslo. Qne si le es adversa, vuelva a
su patria que lo ama i lo e pera.
Buen viaj e, Posada, i adio ! ....
LOGOGRIFO.
Al S0ñol' J osé D6tres.
Por no poder, no me rifo
P ;ra salir de un abogo ;
En vez de esto, up. logogrifo
Te l)resento, grifo i logo,
Que adivinara un cachifo.
Seis letras son, nada mas,
Si otra cosa no dispones t.
r con las seis a ver vas
Diez i ocho combinacioncs
Que al punto adivinarás.
Una dama f ashionable
Con in stancia te convida,
r en comedor confor table
Te hace peber sin medida
Un breb:¡¡.je detestable.
Una cierta enfermedad
Que el rlliplomático finj e
Para darse gravedad.-
Los bronquios son ..... no, en verdad; 1I
Es su asiento la larinje.
11 .'
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286
Un nútncro cardinal,
1 el númcro snbsiglúentc,
1 el nombre ele un animal,
1 lo que es un criminal,
1 a veces un inocente.
Lo quc significa tUl g uantc
Que a la cara se te arroja
Lo que ahora busca UD amante :
-Una novia cou-sonante
J ol'abacla, tuerta i coja.
R icia el l ~cl.o izquierdo habia una huerta con to.da
clase de 'árboles frutales; a la espa.lda de la casa un 111-
menso platanar i montes de l?almeras, daban fin a ese
ángulo de verdura que parecla una esmeralda bot~da •
entre los cerros. Por último, al frente ele la puerta l al
lado del rio habia un pequeflo prado tupido de un
pasto tan tie~'no i fino como si 'fuera una felpa de seda,
i un camino particndo desde el corredor, despues de
dar unas pocas vueltas por h falda, iba a terminar en
las ar enas del ri o.
.. E~~~ . i~~ . ~~i~ . d~ . i~ '~~fi~~~' ci~ 't;; h'e~ri:~~o' d¡~ d~
" 1
Conclicion del Ser-Supremo,
Conc1icioll tambien del hombre ;
J.1o que, quc me falta, telTtO
junio. El sol naciente tropezaba apenas con all copas
• de los árboles mas pJtos, i despues alumbraba a trechos
las quietas aguas del rio.
'l'odo estaba en silencio: ni el canLo de las aves que
, Para merecer mi nombre, . saludan la venida del düt se oia ya.
P rincipio i cabo de estremo.
Pronombre demostrati,o
1 otro que tambien es eso ;
Un signo ele jcnit~vo, .
1 lo que hace el ellente actlvo
Del ratoncillo en el queso.
Cerca ele huert o o corral,
O ele parque o ele 'potrero ;
R emanente 'ele elinero,
P rimer signo music¡¡,l
1 otro ig ual que no es primero.
El toelo es el apellido
De un hitblgo ~in mau,cilla,
Que una moneda amarllh
1I1c enviará, por que le pido
P ague ¡¡, fn erte por quintilla.
J OAQUIN P. POSADA.
¡
----<.--o-
PROLOGO 1 EPILOGO DE UNA NOVELA.
dedicada en pruoba de amistad a la seilOrita
RAFAE LA MENDOZi\.
pnówGo.
En uno de los puntos que baña ,,, rio Magdalena en
la antigua provincia de Mal'iquita, habia un lugar cuyo
nombre no quiero decir ahora i cuyo ri~ ueño aspecto
llamaba la atencion de cuantos lo veian.
Estl1ba al pié de una de las colinas que enderezan él
paso al mencionado río entre una. pequeña falda.en
forma de ánO''ulo en la que pa.reCla haberse reunHlo
todo lo mas belld para contl'alitar con.lo estéril de las
llanuras que se divisan al ti·ente.
Allí, sobre un pequeflo nIto i entre bos9~es , ~r~bi a
una habitacion nok.ble por su aspecto dehclOso l por
la, blanclITa de sus paredes, cuyo linda imáj en copiaba
en su seno el rio, semejando a lo léjos un cisne que
Jompone sus plumas ~ la sombra .de los árboles 'para
despues crUZ:lr la corrIente que n1lra COlf desprecJO.
En efecto la habitacion se componia de varios depart:
nllento~ que formaban un cuadrado perfecto i cuyos
contornos contenian todo c~an~o. en aquellos puntos
se puede recoJer para comodldau 1 recreo. Un c?rredor
bastante ancho presta,ba sus co.]umnas a vanas
clases de parchas, las que cfon sus frescas lwjas, amarillos
frutos o azotadi,\s flores, daban una sombra fr esca
i gn>áJ, i ayudaban ~l arquite~to co~ sus cal a~o~
arcos a dar a su obra, SI no la solidez, SI la eleganCIa 1
);>elleza.
Como a dos VRI'as del corredor habia unu, cerca en
forma de reja cuya simetría era constantemente t~rbada
por una madreselva i unjazmin que parecian chsputar
el derecho de prescmtarse calla cual con sus manojos
de flores ' h:ícia el lado derecho habia pequeflas pal izadas
qu~ encorraba~ cla~ellinas, caraCt:c~os, ~l elies i
otm multitud de flol'QS 1 plantas aromaticas, 1 calles
de limoneros i granados corria,n por los cuatro lados ,
conduciendo cada cual a un lugar que en las cuatro
esquinas ofTecütn un cómodo descanso debajo de tupidos
'i frescos mangos.
A poco se percibió el mido de un canalete que golpeaba
el agua i de una de las vueltas del rio se 'lió venir
una pequeña barqueta con un solo hC}mbre yue la
manejaba. Despues la dejó deslizar por la. mitad de la
corriente, i parado en la proa" recostado en el canalete
pareein. formar una sola pieza con la barqueta que era
. reproducida, con su boga en el fondo de las aguas con
la mayor exactitud.
A pocos instantes empezó a remar con fuerza, se le
vió tomar la orilla i despues deslizarse por debajo de
muchos árboles, i al llegar .a cierto trecho descubierto
i donde habia una pequeña playa, alargó una mano a
la rama de Ui'! árbol, con los pies detuvo el curso de lu.
barqueta i en seguic1'\ saltó a la playa.
El boga se perdió en la maleza, i entre tanto la bar'
aueta atada a la orilla fiuctuaba al vaiven de las olas
que venian desde el centro a lamer las arenas con un
rumor tan imperceptible, i un movimiento tan ttÍnue
como el de la respiracion de un nirio dormido.
rorada volvió a turbar el silencio.
Al dia s iguiente tres bogas hacian tilla balsa a, la
orilla del rio. Uno de ellos llamado Andr es, despues
'de haber untado saliba a una cuerda para que corriera
con facilidad, ' a.firmó un pié en una de las guáduas i
con úmbas manos tiró para que ajustase clni:Ido.
A este tiempo otro a quien .. iempre llamar?n Mingo,
dejó caer intencionalmente un trozo de balso a los
pies del compaflero, quien comprendiendo el riesgo rJe
ht chamm esquivó el golpe dando un orinco i diciendo
des'pucs de una interj eccion nada mística.
- E.í! ?'cvncho ! * ya YO queré mandarme a ve al
di u.blo?
El otro se encojió de hombros i con una sonrisa picaresca
se agachó a darle un vuelco al tronco que habip~
acabado de botar, pero procura,ndo echarlo sobre
los pies de Andres.
-Mirá que tq hago felí de un pecozon, contá con
eyo ; ?ijo el boga a t iempo que abriendo tamaños oj os
alzaba la mano con tID adernan c:q>az de asustar n. un
muerto.
Mingo callado siempre echó el brazo por la cintmn.
de Anelres i metiéndole el hombro por el costado izquierdo
casi lo dobló por la cintura, i a no ser por la
aj ilidad del compañero hubiera conseguido a media '
vuelta dar con él en la arena. '
-Sí ? dijo Andres yendo a seguir su oficio despues
de hab~r resi tido a la lucha. Le di contm el mundo a
Uacana, i Chepe que se confiese si lo vuelvo a ve que
muestra las muela cuando yo esté con la Lucia. .
- Ah yai! dijo Mingo con una risa marcadamente
falsa:
- Qué ! ¿ Qué no? Ayá lo veré. Anoche se ecapó
que lo pamra en la cabeza, i si no na sido por el patron,
al patio del , infieno hahia ido a bailá. G:tnitas tengo
de a,tajarle el resueyo a un buche de esos. 1 terp)i}l6
la frase con una risita aguda mui peculiar en ló, negros
i en los bogas.
-1 por qué fué la gresca 2 preguntó Mingo como sin
curiosidad.
-Po el enredo aquel de la carta que te dije ayé. Yo
le dUe que no, i él que sí, aJustó la cabeza en que se
,,- Título con que comunmente se llamrm uuos a otl'os.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
h h:tb i¡t ,l c da:11 branco Grabi e i no al branquito J\1' ol·
fa, i s,~bé quc si no ha sido porquc el cnchiy o se lofa é
po entro la s co~tiy"H se va a cl.
T al en tí pa só , SEnmA:
Tu pndre, h:íbilltortcl:lUo
Cnidó CO Il su propia !ll :mo
D e tí, Sil que rida fl o r:
D escoll aste ent ro los tnyofl
Como aquella flor divina :
Flo r brillante, sin espina
1 de un inmenso valer.
Pero, ai! que envi i! ioso el ciclo
D e tn "ieh en la m añana,
D esató Ca l! mano insana
D e la muerte el lmracíl ll .. ..
Ai! m oriste muí temprano;
Mas q ue da de tns virtudes
El perfhme, si, no duel es
tsu r ecuelCl o que d a aquí!
'1'11 p adre jime in ces:mto
1 tus hné rfm las hermanas,
En las noch es i mañ::mas
Llorando ruegan por tí;
con sonrisa eterna, no me creo capaz, n o sefior,
a todo me atreveré yo, mé no s a eso . Idee U.
si qniere, oj os de a.mel'i eil nas, langnidez d.e ingles
as, boca i dientes d e las 80iíada ~ mUJ e.r cs
orie nta.les, nariz de judía.; el fncgo de las Ita-liallas,
la candidez d e las melltidas pastoras de
1ft Arcadia i con todo est o forrn e una muj er a
~u antoj o, pero yo nunca, ya l e dij e, mq lI1e~eré
a tal cosa . L o ú n ico que hnl' é es seg11lr l'll.l J'OI:
tcion d el b aii e,ya que !JO imcdo hacerle la pill -
t.lIj'::t de una mnjer ibag ner cña . ;
D cs Dll es d el b ambuco empecé :1 busc ar a mi
cO lll pn?íero d in g lés i 11 0 io encontré, pregnnté
a todos i ni lJgullo dió rnon. ¿ Qué se hizo?
p::tm d ond e se fll é sin ayisa l'Tll e? E sto me inqlli
etó i m e fnÍ para casa a bnscurlo. Efectiva-m
ente, all á es taba i lo encontré con e l codo fijo
sobr e la mesa, la frente apó'yada en la mano i
la vi sta fija en un papel; acababa de delinear
11l1r. fi g nrn i ni mi presencia, ni l o que le d ecia
le hicieron leym1tar los ojos d el p apel; ' aquel .
IHull or j ocoso i alegre se le h abía acabado, ele
amabl e se co nvirtió en sério i de comunicativo
el1 estoico ; la variacion de jénio h abia I?uesto
en m oyimi ento hasta a los criados, plles a esas
h or as ordenó el · .... iaj e para el dia sigu iente; no
hubo poqer humano q u e lo detuviera i al tiempo
ele perder a Ibagué d e vi sta, desde la Palmilla,
pues yo lo fuí a sacar, dejó escap a r dos
lág rimas que me conmovier o n, todo esto me
.1 a sns pl egari as se juntan
Las plegarias de tu amigo
Que un dolor ll eva con sigo
T e: imonio de amist~c1 ;
Duerme, duerme en paz, SEVEUA;
Pucs tu virtud nos abona
... consternó i m e volví pensando en qué pumera
h aberle ocasionado tal variacion. El r es to del
Que D i03 te c1ió una corona
r Ol' t oda la etenlidacl.
Popayan, 2 ele agosto de l 85 !).
FABlO. _ ....... --
LA CAl\IISA CALENTANA.
Seiíol' * * *
Una fi g ura de esta clase en la mitad de un a
sala de baile esperando a que los cantores digan
lo qne sienten i a que el hombre que es tá al
frente empiece el baile~ algo mas conmoyedora
de lo que se piensa. Yo quisiera ver en un
bail e de estos al mas indiferente i estoico i es
seguro qne cuan do ménos pensara estaria lo camcnte
enamorado, pues cuando hai una muchacha
¿ una d\je? una ~lo cena o dos, como Matilde
la bailadora d e ·bambuco no se puede conta.
r con juicio por mucho tiempo.
Y o creo que ·U. dir:1 que le he descrito a la
ibaguer eña hasta la. garganta dej:indolo con la
curiosidad de cómo t endria la cara, i que ya sab
e que como todas l as de esos climas tenia
cuerpo ai/oso, maneras s ueltas, brazos rollizos,
manós blandas i con hoyitos, pecho prominente
i de ; formas tan redondeadás como las que idearon
los griegos para hacer la estátna de Vénus, .
pero que no sabe como (leria lo demas, i sin emllargo
de eso, pi enso dejarlo con la curiosidad,
pues, para pint.ar una c:¡,ra herm p$ rt i .sin pre-dia
lo pasamos en casa cn r ecordar a nuestro
hués ped i en ll evarl e la cuenta d E) las joma·las :
al Toch e o al Moral irá a quedarse esta noche,
deciamos como a las cinco de la tarde i no 10
h abiamos acabado d e d ecir cllando el inglés lla-mó
a la puerta. Cuánto me alegro d e volverlo
a ver! Qué s,e l e olvidó? le dije
-Oh! no; u mi 110 se me olvida i mas valiera
que sí, porque ell tQ l1 Ce:,; no me hubira vuelto;
yo no soi conlo otros que a espaldas muertas i
al qne se va lo entierran, dijo intentando acOl:darse
de un refl'all.
Ahora; sabe U. a qué yoh-ió. A que hicieromas
otro baile, pero que habia de ser de cintllron
as, en vez ' d e cintll1'eras como él decia. Por'
fortlllla en Ibagué se piensa en un baile a las
ocho i a las ocho i media se está bailan.do la
primera contracl anza, así fué que no hlib~ ' difi-cultad
en darle gusto. ' .
Cuanelo volvió a ver a las ibaguereñ~s i entre
todas a :Matilcle, baila:ba en pié del gusto;
la enagua d e linoll i la camisa calenta:~a lo teni
an medio loco. Decia que nunca se ha bia llnujinado
que traj e tan sencillo fuera tan , elegante
i que daria cuanto le pidieran }l,0r te" ,el' a Ma-tilde
así en Europa en un salan ari~,tocrático,
donde no se oye crujir sino sc'aa i 'lno brillan
sino diamantes. Una de las cosa.
Citación recomendada (normas APA)
"El Mosaico - Año I N. 36", -:-, 1859. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2093554/), el día 2025-06-12.
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