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- ----___ -c:c~~ s ~ ? Q
p~~lI1as. Mas tarde, don Francisco Scguí, fundó en
1/80 la Gula de fvmsleros . y i\I. .Dl'llnet, anuncia en
u Manual una obra impresa en la ILtbana el año de
17 7! cuy? tí tulo es: "Descl'Ípcion de d¿fe¡'entes piezas
(le h¿slona natural, las más del ramo ?nal'Ítimo " con
73 láminas iluminarlas. '
Finalmente, cn el año de 17aG, se comenzó á publicar
en Santi¡¡go de Cuba el Amigo ele los cubanos.
En la Biblioteca nacional de Bogotá se hallan muchas
otl'as pu bl ic .. cionc5 an Liguas de Cuba en trc cll as
varios periódicos que no carecen de intel'~ .
OOIJO:tv1: SI A_
La publicacion má antigua de que se tiene noticia
y la cual se halla en I a Biblioteca acional, e la qu~
lleV:l por título: "CompendÍl¿m pl'i";ilegior¡¿n~ et gmtial'um
Sancta Fide novi Regni Gl'al1atensis" Ex TyP¡'
og1'Ctphia societatis Jesus anni D. 1739.
La imprenta de lo jesuitas fué fundada en 173 y
se ocupó para la impre ion de algunos libros de re~o
y para la biografía de la monja Sor Francisca Casti:
Ilo, y una providencia del Vi itador Piñerez. La manejaba
y dirigía el hermano Fl'ancisco de la Peña.
Don Antonio Espinoza de los Montero, introdujo
la segunda impl'enta en 1783 y en ella se publicó:
" La historia ele Cristo paciente," t!'aducida del latin
al ca tellano, por el eloctor José Luis 1\.zula y Lozano
Dos volúmenes de á 254 páginas. '
El distinguido patriota don Antonio aJ'iñ, que
tantas glorias alcanzó para u patria, introdujo la
tercera imprenta, que pu o bajo la direccion del mismo
señor Espinoza ; y cn ella publicó los DCi'echos del
hombre, proclamados por primera vez en el Oongreso
de B ton el 10 de mayo de 1775, y sometidos á la
discu ion en la Asamblea con titu)'cnte de Francia
en el me de ago to de 17Sa. La enunciacion de dichos
principio tal como fueron auoptados en Francia,
la tradujo N ariüo al castellano, de uno de los tomos
de la IIi toria de la blea tuyeute.
Acto fué e te, que pagaron dema iado cal'O, tanto
Nariño como Espmoza, y el abogado eñor don J
Antonio Ricaurte, que le hizo la defensa en el juic!o
que se les iguió por órden del Vil'ey. Nal'iño mal'chó
para el pl'e, idio de Ceuta, de donde logró e'caparse
par.l volver á poner al servicio de la causa
republicana "us luces, su valor y su vida. 1 spinoza y
Ricaurte muricron en Cartagena, . haber alcanzado
la conmutacion de la pena de destierro, que les habia
sirlo impue tao
Ni aún la. Historia de la Asamblea constituyente de
Francia, pudo e caparse del rigol' de la ley; ella fuó
quemada en un lugar público por mano del verdugo;
no obstante esto, la idea republicana habia quedado
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42 LA T ARDE
inculcada en el ánimo de lo p'ttriotas; la semilla se OGl~tro Al. r~:l.erica,
Labi:l sembrado en un terrenu fértil, y fué la imprenta
el poderoso in trumento de que se valló la libertad fe dice que en un catálogo europeo se baila el típara
lanzar su primer resplandor , sobre esta tierra,' tulo d un Itbro en verso, pnblicado en Guatemala 01
que má tal'de debia ser abonada con lágrima y con año de 1GG7 por el impre,ul' J osé de Pineda Ibai'l'a;
sangre. pero tal dicho carece de todo fundamento, y hasta
En la Biblioteca se encuentran otra multitud de ahora 110 ha sido corroborado por llingun Li tor¡ado!';
obritas pnblicadas en la imprenta de Espinoza; entre por cl cuntrario, el erudito Juan lIJaría Gntiérrc¡r, lo
ellas son de mencionarse las siguientes: desmiente en su importante obra sobre bibliografía.
Imp:\ciente por :wel'iguar el orÍgen de la imprenta
A1·te de construccion 178-1, De la fuerza de la fallta- e11 lo p'lÍses de Centro América, hice várias inyestista
h.umana, pO?' don L uis A JJ1lt1'at01'i, Traducido 001' gaciones tanto ('11 la Bibliotcca como en el Archi,o
don Francisco ~lártinez, 1793, • nacional, r sólo bailé algunos documentos que prue-
En 180!) don Manuel Pombo introdujo una impren- ban, que para la proclamacion de la independencia, ya
ta, y la presentó al Oonsulado de Oartagena de india' la imprentll estaba establecida en U uatemala hacia
pero el Yirey Alllon imbuído en las rancias prcocu~ algun tiempo, El d"cumento más anti O'uo e importanpaciones
de la colonia, prolIibió que de ella se hiciera te que pude encont¡'ar, fué el acta de la intlependcn-
11.,0" y no fué sino un año de pues, cuando sus prensas cia de Guytemala, fechada el 15 de. Setielllb!'e de
Slt'neron al desarrollo de la idea republicana, 1821, publlcada en la ~mpí'~nta de la L~úel't(ul)' epoca
Más tarde se establecieron las imprentas de Lora para la cual, ya se hablan Ilnpr'c o los siete pequeños
Galarza Oualla Nicolas Gómez &e en las cuale~ I cuadel'11os, que c0mpollen la. obra de Jual'l'os, titulacomenz
¿ron á h~cerse publicacion~s d~ may;r alie~to. da: Compendio de la !tist?l'ia de la cinclacl. ele C!.uate-rol
' l ,'/ l' b d 1 1 b ' . 'IJUlla , en la cual publlC¡lclOn se gastaron diez auos,
.L pape pelluC leo, o l'a e a orroso escntor 1\1' • ,
dc>l SOCOl ro Rodrí"'uez fué la primera prod c' h b- Es notable el hecho de que aun untes (le haberse
domudaria que e~pez'ó á darse á luz en utc ~u.c dado el grito de in(lependenci¡l el año de 1821, ya se
)' a, ella si.gU.I eron años despues varias oetrsa as Ld'e a CglOral1n , l. b' 1.1' ¡ dI' dI" , l' '1 1,1 lan l~llU, lcaao 0<; vo umenes e per IUllCO tltl1 a-mérito
~omo el " Semanario» que redactaba Oáldas; do, El Guno de la ltÚe1'tacl,
y posterlurmente otras notables en la política cO!ltán- No satiofccho C/Jl1 e5tos datos, quise obtener noti(
lose eutre esta,> E¿ Día, fundado por Ortiz Cuervo cias más ciertas aCerca de este asunto, y habiemlo
Herrera &c" el cual periódico ha sido de r¿s de má~ tocado con cl señor doctor Santiago Pérez, tuvo la
larg-a dUl'ucion, pues habiendo comenzado en el año de fincza de remitirme a poco tiempo, las sigUlentes car-
18"*0, vino á terminur::.e en 1851, para dar lugar cntre tns, con lo cual he creido perfectamente aclarado el
utras mil pnLlicaciouas políticas y literaia- á la punto, una ,ez que los datos suministrado en la carsalida
ne El IY"o-G'ranadino, El S UI' Ame¡'icano El ta del Cómul de Oolombia en Custa lUca, han sido
Pascth,npo, El Cr¿tolieismo y El Tiempo, que il1d~da- tom:lUOS en 1'1 mejur fuente,
IJlemente ha sido la pnblicacion de mavore dimcnsio- H 0 !l(llll las cartas:
ne que ha salido de las prensas de C¿lombia,
Rel'in. cuestion de c cribir grandes volúmenes ~l
tuviera la pretension de relacional' cuál ha sido la
march:, que ha traido cl movimiento tipográfico en
esta 1\aclOn, la manera como ha venido desarrollándose
la literatura, tan floreciente hoy; baste saber
que para el año de 1873, ya la Union colombiana
contaba con 50 imprentas, sin que hubiera nn solo
Estado donde no se gozara de los benifieios de este
elemento ci,ilizador ; se publicaban 72 pel'iódico de
los cuales 3 eran diario, y en la sola ciudad de B¿O'otá
se mantenian ocupados sobre las cajas y las pren~a
2~1 operurios, habiendo quedado impresos durante
dICho año 1.?79,909 metros cuadrado., de papel, con
Jo cual podna cubrirse una superficie de 297 fanegadas,
Hr~sil,
Don Antonio Isidoro de Fonseca, establc.ció en
17"*7 una imprenta en Rio Janeiro, bajo la proteccion
del Gobernante don Gómlz Freire de Andrade, en la
cual, s610 se alcanzaron á publicar alguno opúsculos
de poco mérito, entre los cual figura uno, titulado:
R elaqao do entr'T.da que fez obispo D, fl'. A.ntotlío do
D esterro 1I1(6lhei,'o, e::cl'i1.O por Luis Antouio Rosado
de Concha,
Dicha. imprenta fué cerrada por Ól'Jen del Gobic>rno
metropolitano, por creer perjudicial á sus in la
difusion de las luce en la colonia, Semejante medida
el'a muy natural de parte,de un Gobierno que no tenin,
la tolerancia como base de sus instituciones las cuales
no podian mantenerse firme!', sino al amparo de la
iguOl'ancia en que se mantuviera al pueblo,
Trasladada á Rio Janeil'o en 1 08 la f:¡milh reinante
del Portugal, se in-taló alli una imprenta real;
y fué e~tónces cuando se publicó el primer periódico,
con el tItulo de Gaceta (7e Rio Janeito ' á é 'te j"'uió
E P
) 1:>
l atriota, y luego otro, titulado Ida de de ow'o que
publicó en la ciudad de TIahia el c1ério-o portugues
Ignacio J osé Macedo, 1:>
Santiago Pérez saluda al señor Nepomuceno J. Na,
arr.>, y le remite, n<1junb, c(',üa de una carta en que
el sellor Teodosio Castro, eomuuic?~ algunos datos sobre
publicaciones fIlltiguas hechas en Oentro-Amérir..a j da.tos
pedidos por PérE:z á Castro, :í. iudieacion de N a~
arro, ó para uso propio de éste, ó para el de la Biblioteca
nacional, en tiempo en que ella se hallaba á. cargo
del lÍltimo, Pérez espera., pue , qua, si tales datos
estuvieren destinado ií. la Biblioteca, el eñor Navarro
se tome la mole~tia de trasmitirlos al Bibliotecario
actual.
Bogotá, 3 de junio ce1874,
San José, abril de 18 j.1
Señol' Doctor Santiago r;'rez-Dogotá.
]'.Ii q nerido doctor:
He tenido el gusto de recibir su carta de l!) de febrero
próximo pasado,
De los datos que me pide, los que he podido recojer,
con ultando á las personas más conocedoras de la historia
centro-americana, son los siguiente :
La "Gaceta del Reino de GUettemala" fué la primera
publicaeion de importancia que se hizo en Centro
América. Se empe7.ó á publicar por los años de 1755,
pero se suspendió por real órden, y no se continuó sino
hasta fines del siglo 18,
Los tipos c-:>n que se publicó la 1. ~ série de aquella
Gaceta fueron fundidos en el paÍ ; pero la primera imprenta
formal que hubo en Centro América, fué la de
!\Ianuel Jo é Arévalo, en Guatemala,
El p, Goicoeehea, el Dr, Flórez, médi.co de Cámara
del Rey, Fr. MaUas CórdoTa y Don Alejandro Ramírez,
fueron los que primero, y en el 6rden que van menclonado,
hicieron publicaciones en Oentro-América,
E-tos dato, que son sumini trado de memoria, por
que aquÍ no hay documentos que pudieran contenerlos
para consultarlos, no tienen tal vez toda la preeision
que 1), descara. 'in embargo, en la esperanza de que
algo pueda sacar de ellos, se los trasmito,
Deseo que U. se eonser,e sin novedad y que mande ti.
Su afectísimo amigo y S,
T EODOllIO CáS TllO,
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LA TARDE 43
S U-E':t.'lOS ...A..ires·
Allá por el año de 1766, fundaron los J csuitas una
imprenta en la ciudad de órdova del T ucuman, de
la cnal, sali ó en el mismo -año la pl'oduccion ti t ulada :
re Clm'issinni ~'il'i D. D. Iqnatii Duartii et Ql¿i7'ossf,
colegí 1I1Ú71ssarratensis' , &c, Dich a imprcnta pasó,
con motivo de la expulsion dc lo Jesuita", a la ciudad
de Buenos Aires, y al lí tomó el nombre de " Imprenta
de los niños e pó it o~ , " s iendo el primero de
sus producto' en dicha ciudad, un papel in 4. o publicado
en 1781 con el t í t ulo de R epre, en:acion del
Cabilelo de la ciudad de S,m Fdipe de 1I1o¡¡tevideo, El • número de publi caciones Ilasta cl nño de 1 06, no pa-sa
por t érmino medio de 7 por año, y eso ca i t odas
sobre asuntos de devocion. De 1792 a ()4 las publicaciones
fueron ya un poco más im port ¡\ntes, yen 1íC9
diú la im prent..l un pa&o bien avanzado con la publicacion
dc los" P rinci],i?s ele lrr. ciencia eco1lómica.,"
trad por don Manucl Belgrano. P ero lo que
más activó el progreso de la co!o.1ia y contribuyó á
desarrollar el g u to por la lectur:l, fue ron los periódIcos
que se susced ieron desde el TdégfClfo (1801) hafta
el COí'/'eO del Comel'cio, l'edact aclo por Belg rano. El
Semanario fu é sin duda la pub lic cíon hebdomadaria
de más importancia que se c1ió á lnz por aquel entónces
, á cargo del ilustrado Virrey tes.
Oomo una muestra dc la poesía. r eli g i os ~ en aquellos
ti empos, DO puedo méno 'Je co pial' las siguien tes
estrofas, que se hallan en la lVovena del Santo ele los
Sántos, Nuesti'o Seño?' h s¡¿cristo Sacl'a?nentaeló, reimpresa
en Buenos Aires el año de 1784 :
Vizcocho cocido al fuego
De tu amor en tus en trañas,
(Jon dulce, que al que t o gusta
Nunca ofendas ni empalagas;
y ama aelo pan con leche
De una. Virgen soberana,
Famoso vino que engendras
Sólo Vírgenes y castas.
E, Ven á mi pecho vida de mi alma ,
Blanco manjar que de leohe
Virgen, de harina floreada,
Con oarne de A vo María
Se hizo tan gust osa masa ;
y de Promision racimo,
Trig de la Tiena Santa,
Fruto de una tierra vÍr gen
Que te dió quedando intacta,
R. Ven á mi pecho vida de mi alma . , . _
Pelícano, que amoroso
Tu sagrado pecho rasgas;
Por dar con tu sangre vida
A los que muertos ostaban,
y. enamorado Galan,
Que por rondar á tus damas,
Sales, y andas elisfrazado
De noche en calles i plazas.
R. Ven a mi pecho vida do mi alma.
(concluirit),
----c~~:~---
LA SERPIENTE DE ESMERALDA.
( CONC LUSIOl'i ).
Média hora d espues de babel' subido por una. cuesta
arbolada y salpicada de estancias con cañaverales y
huertas de fru ta, platanares, pl antaciones de yuca
y arroz, llegamos á Oroqui us, e tancia que, situada
en el pequeño plano que deja el cerro, domina un panorama
extenso y variado.
Despuc de haber t omado posesion de la casa. aseada,
e paciosa y ventilada, pl'rpa l'amos las esco petus
para la ca ceda y nos dimos á Yaga r por las estancias
y bosques veeiuos. Oansados de andar para arriba
y pam abaj o, y h úmedos del sudor copioso que
in tencionalmente provocábamos, volvimos por la nuche
a tendernos en las hamacas, que ,on las madre:;
que más suavemente saben al'l'ullar la pcreza .
lm·itado por Jos d ueüos de casa llegó aquella nOche
un Ilombre anciano á quien Jl amab'ln Bartolomé,
y que t enia fama de hombre ra ro por su proceclrnciD ,
antecedentes y sus costumbres. Oreia n algunos
q ue este era un hombre no comun, á q uien algnn a.
aventura babia obl igado á ocult ar su nombre y sus
desg racias . Las gentes del pueblo decían que ef'e era
un 'I1lohan que tenia pacto con el di ablo, y á fé que
nadie podia qui tn r les arJl:C'lIo de la cabeza . Pasllba su
vida errante de e tuncia en estancia, d ivir t: endo con
sus con 'ejas y cuento!!, hacienuo a lgunos oficios útilc,
ó enseñando IÍ lo niños la lectura ó la uoctl'ina. I; llnca
quiso ir á Cope!', que es el p ueblo vecino.
y realmen te, aquel hombre no el'l\ de l"lza indígena'
Su fisonoITtÍ a era distinguida, su barba, blanca ya como
sus cabell o!:', eran muy hirsutos. Bajo las cejas pobladas
brillaban s us oj os ll enos de inquietud y aun de
audacia. Em s u t raje muy sencillo : consistia en una
camisa ue lienzo, calzones de manta y por cal zado
unas quimbas. * Un baston largo en forma de cayado
acababa de dar á su figura el a pecto de un hombre
venerabl e.
E Kcitado pOI' nosotros para que nos contase al go de
sus aventuras, n05 d ijo que aquello era largo ele referir
y que por ahora nos iniciaria en los misterios de
la cueva de Oroquius que no se hallaba á mucha dis tan
cia de la casa , Oueva cncantada en donde babita.
la serpiente de esmeralda y 11. la cual no ha podido
penetrar más que un bombre, no obstante Jos esfuerzos
hechos por otras muchas personas . Es allí en
donde está el paraL o de los indios, nos dijo con mucha
seriedad, y en donde t odo es l'iqu eza y glol'Ía_
--Que nos place, le dijimos , el quo usted nos describa
esa marav illa encantada,
. T. omó asiento, pu o su baston á un lado y dió prin - ~ . ,
ClplO a Sll narraClOn as!:
Juan Gonzál ez fué un hombre á quien la suerte
trató tan duramente que lo hizo llamar al Diablo con
todas las yéras de su corazon. Vivia con sn mujer en
un rancho miserable á la ori lIa del rio y su trabajo
escasamente le daba para vivir. Apéna venia la noche
Re metia entre el monte, empezaba á II :un ar á
grito entero al E~emi go malo y le orrecia el .alma
en cambio de la nquezfl que deseaba para sahr de
apuros .
Una noche, ya cllando los gallos habian cantado
dos ó tres veees, sint ió el hom bre que un caballo tascaba
el fr eno y manoteaba á la puerta de u rancbo
como si un jinete e pcrase á ul gnno. Un olor de azufre
penetl'ante se e. parció por t"das pártes y un r efle jo
empezó á alumbrar como si huLiesen prend ido
lumbl'e á l:t puerta. Levantó e asustado y salió á ver
qué era 10 que pa¡:aba y vió que un jinete desconocido
lo e perab'l. P oco trabajo le tó conocel' que
aquel era el Páta en figura de homb re, y no obstante
que la lengua se le volvió como una bola y las piernas
le temLlaban sin ce al', se armó de una buena
resolucion y le r epitió la súplica que bacia tiempo le
habia llecho.
Arreglado el con trato, prev ias las condiciones acostumbradas
en es tos casos, le dijo q lle t omara siete
maices blancos y tres cuartillos charnbe?'i1WS y que se
* Al dar el Diccionario de los literatos la definicion de esta pala_
bra, dice q ue es" planta de ."méli ca." Cuando !lama á esta es_
p ecie de abarca 6 de sandalia pZ;mta, por usarse en .In. plant~ ~e l
dié no hay q ue p erder In esperaozn de que en la proxlmn dlOlOD
llaIhe p nlma á los guantes por ir unidos á In palma de la mllno,
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44 LA TARDE
fuera á la noche siguiente á la cueva de Ol'oquius, y
que con aquello pagara la entrada á quien se la coLrara
allí.
Durante la conversacion, González notaba que el
caballo se habla convertIdo eu un marrano enorme,
que las orejas le crecian descomunalmente al de :i ca,
Lallo, que eu vez de espuelas le salian dos asta s
como de toro y que en lugar de ves tido se babia cubIerto
el cuerpo con una p)(,-1 COUlO de caiman. Luego
con una cola muy larga que tom ó en la mano y que
parecia una sE'rpienle, azotó al mal'1'::Ino, no bin babc'rle
dado su mereCido con ella p or la espalda, con tanta
1u e rza al endiablado, que lo tendió b1l1 sentido por el
suelo.
D e alma atra\'esada seria el tal hombre cuando á
la n oche ~igniente se proveyó.de lo nece ario, .r como
}Jios le fue senido se meti ó en la ClJeya alumbnllldo
C011 bachones de paja, Onando ya habia bajado bas,
tante por ent re elOlmes piedras negras, batieron de
sus cuevas nubes enteras de rnurciétagos y lechuzas,
y empezaron á revolotear encima de el dando cllilli<
10 hasta que le npagaron la luz. Entónces sí se
creyó perdidO y maldijO al D ablo basta que le supo
á feo, La o¡;,cul'ldad se bizo tan den::.a, que él creyó
que se habia compactado y que no pouia moverse de
allí. Un lwmbre que despertase cntl'e una tumba sin
ll ode r le,antal' l:.L tapa del ataud selltina una impre-
510n lTIénos 1101'ro1'0,a que aquel desalmado. Perman
ecia llIudo y como de una sola pieza, cuando ulla luz
que salia del fondo empezó tÍ. Lacerle perceptible la
cueva con toda su profundidad.
Entónces emprendió camino. Llegó á una abertura
circular ,en donde halló :í, un anciallo sin barua , de
color muy moreno y que cstaba cuuierto ele musgos
como un tronco iente verde
que al verlo se lanzó sobre él con las fauces abierta",
La serpiente era de esmeralda muy lras parente,
pero tan dúctil y blanda C?1l10 la seda" ~os (Ijos eran
dos grandes ru ules )' le bl'lllaunn deiia. 01.)(.)diente
el arrepentido cojió una cántara que introdujo
y sacó llena; pero apénas trató de llevarla á los labios
bubo de soltarla porq ue no soportó el peso tan enorme.
Rota la cántara empezó á rodar una bola pesada,
pues que el agua se habia solidificado, convirtiéndose
en oro .
El anciano entónces le tocó con el dedo índice la
frente y Gonzáles quedó dormido ....
Al dia siguiente despel tó entre la cueva cerca de
la puerta vestido con sus mismas ropas y con su bola
de oro junto.
Poco tiempo despues, Juan González era dueño de
grandes estancias, y de muchas mular. ; fué uno de los
hombres más ricos de estos lados. Pero desp de
muerto, eso ¡:;í, no hay quien no viaje de noche por
estas comarcas que no lo haya encontrado montado
en el diablo en forma de marrano y diciendo maldiciones
horro:,osas.
y be aquí, sellores, la discripcion de la cueva encantada
de Oroquius.
Dímosle las gracias á don Dartolomé juntamente
con alguna moneda, y nos entregamos al sueño en medio
de tantos encantos como habiamos oido.
J. DAVID GUAlUN.
•
Anuario de la Academia Colombiana·
Recomendamos á. toda pe~s~~a d~ juicio y que de
véras desee el progreso Y la Clvlhza~lOn de nuestra patria,
sin atender á cuestiones de ]?artldos, la lectu.ra de
la primera entrega del "A nual'lO de la A.cademla co~
lombiana," que ha salido á luz ~n estos dla;;. J;Ie aqll1
una obra que dará má, honor.~ ~sta Repubhca. que
muchas otras publicaciones perlOdlCas de las que hasta
ahora han publicado nuestras prensas, porque ella
hace comprender que no carecemos. aqll1 de CIertos
géneros de talento, raros en los .. SOCiedades l~u~~'as,
cuyas obras parecen más. bien hijas de una C.I"I!Jzacion
ya madura y no eSCrItos de hombr:es naCIdos en
el corazon de los Andes, y lo que es. mas, que !10 han
necesitado salir de su patria para Ilustrarse a fondo
en los ramos más árduos de la historia, literatura y
filología de la hermosa lengua que nos legaron nues-tro
antepasados. .' .
En una castir.a y clara llltroduCClOn, q,ne no ,esta
firmada, nos explican los seno res ~cadémlcos. cual ~a
sidú el origen de la nueva AcademIa colom~lana, ~ amificacion
de la espanola, como somos tamblen hiJOS
de aquella nacion en cuanto á raza, cost.umbres y I:eJigion.
Siguen algunos documentos relatn'os á. l.a mIsma.
Academia y varias de sus acta~, de?de su ~l'lm~rsfundacion
ellO de mayo de 1871, baJo, la dll'eCClon
de nuestr~ malogl'ado amigo Jo~é Mana .Ver~ara y
Vergara y el señor Manuel 1\1a1'1a Mallarlllo, ambos
reemplazados en breve por otro~. .'
Nos sorprende que en esta pnmer~ pu?]¡~aclOn del
" Anuario académico" no hayan temdo a bien hacer
alguna mencion honorífica de aquellos dos ~alo~rados
miembros 105 que además de ser de lo~ mas. Importantes
qu'e encerraba la corporaci.on. hteral'la, e~'an
hombres de gran valer en la Republ:c~ y merecJan
que sus nombres figurasen en las pagm!1s de es~os
anales algo más extensamente que en una lacól1Icll
acta, en que se menciona que fallecieron, y .que en su
lugar se nombraron otros miembros. Debena ~acerse
aquí lo que en la .i\cademia francesa: el m.lem~ro
que reemplaza á otro hace su elogIO en una COI ta blO-
•
grafía que Jee el dia de su instalacion, y hacemos
esta indicacion, que parecerá tal vez presuntuosa,
porque siendo el deseo de la nueva Academia que
nos aprecien en otras naciones, no estaria por domas
hacer conocer, por lo ménos, quiénes y cuáles eran
los méri tos de los que van fal] cciendo.
El pl'imer artículo que encontramos, dcspues de las
actas, es un hermoso estudio histórico) ol)ra del tan
conocido y elegante literato señor Juse Oaycedo Ró_
jas, en el que nos da cuenta de la primitiva fllndacion_
de Santafé de Bogotá, por el adelantado Gonzl10 Ji
menez de Quesada, á (3 de agosto de 1538; Y nos explica
el motivo por el cual la Academia fijó á doce
sus miembros, como un recuerdo de las doce casas
q Ole mandaron fabricar los cenq uistadores, sirviendo
de núcleo á la presente ciudad.
Una observacion que no ha hecho el señor Oaycedo,
y nosotros nos atrevemos á apuntar aquí, es que los
conquistadores fijaron ese número en conmemoracion
de las doce tribus i raelitas y los doce apóstoles que
siguieron á Jesucristo, así un tierno sentimiento religlO-
O in piró entónces á aquellos sublimes aventureros,
que como observa el señor Oaycodo, no siempre les
inspiraba la sed de oro, sino tambien á veces grandes
y nobles sentimientos. La prueba de que los conquistadores
no eran como los han querido pintar, hombres
que sólo buscaban el propio ¡nteres, es que con
tanto ahinco procuraban dejar en pos suya la luz del
Evangelio y el santo recuerdo de la patria. No se
puede baldonar solamente al pueblo español por sus
crueldades en aquel siglo, porque todos los conquistadores
y guerreros de aquellos tiempos eran bárbaros
y cl'Ueles, y en América como en Africa, en Italia y
en Hungria, los alemanes, ingleses, franceses é italianos
que se batian eran unas fieras. En 1527, en el
famoso saco de Roma ¿ no atacaron al mismo Santo
Padre que tuvo que I'efugiarse en una fortaleza para.
defenderse de los católicos .espanoles y fl'anceces en
union de los luteranos alemanes? Y si cometieron
crímenes los conquil'tadores, injusticias y traICiones
con los venoidos indígenas, cúlpese á la ignorancia de
la época y no á ellos.
En cuanto á la tacha de aventureros sin nombre
que se les da, ya que e] señor Oaycedo no individualizó
los conquistadores hidalgos que registran los cronistas
é historiadores de aquel tiempo para pl'obar, no
su honradez, puesto que el nombl'e no lo da sino la
buena conducta personal, pero sí la hidalguía de su
nacimiento, como lo pruedan los siguientes nombres,
que entresacamos de una lista que hemos hecho de
ellos, registrando varias crónicas y particularmente
las genealogías de Ocariz, sin hacer caso de las absurdas
exageraciones de que, en parte, adolece ese autor.
Oon Gonzalo Jimenez de Quesada vinieron los siguientes
hidalgos de nacimiento noble de España:
Pedro N uñez de Cabrera, hijodalgo de orígen portugues.
Antonio Diaz de Oardoso, hijodalgo de orígen probado
de sangl'e noble. A este conquistador le dieron
solar para casa en la segunda cuadra abajo de la Plaza
Mayor en la calle de San diguel.
Antonio de Castro. Tanto él como su mujer eran
de una familia noble de Portugal.
Juan de Céspedes, de familia noble de Argamasilla.
Sirvió al Rey de E~ paña en la ::ompañla de bidalgos
que levantó en Toledo el Prior de San Juan contra
los comuueros y pasó despues á Indias con las tropas
reales. Las casas y solar que le dieron en la reparticion
primera, estaban en la cuadra que despues ocupó
el convento de San Franci co.
Martin Galeano, (el fundador de Vélez) era originario
de Génova, en Italia, é hijo de familia noble de
aquella ciudad. Militó con don Antonio de Leyba en
Italia.
Francisco Maldonado Dorado del Hierro. Oaballero
de familia hidalga del Obispado de Burgos. .,
Francisco de Uonsalve. Natural de una familla DOble
de Zamora .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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4.6 LA TARD E
A lon<;Q dtai> tierra fueron, como 105 fundador('
s de ROl11a, a .. enture ros "in nom brc y tal vez
criminale~. A\lcma., no no;; pouemos gloriar dc aqueo
lIa noblez:l, purque muy pocú conquÍtitadol'es dt:ial'on
I'uce
con ahinco la continuacion.
Concluiremos estas líneas deseanclo con el SeiíOl"
Caycctlo Rójac;, que la recien fundada Acn.demill, sirva
de ejemplo:r de norma pnra obligar á que nue::.tra
liLernturn tome un giro mas sano y origínal, r que
abanimos por
el gusto, siquiera, de que nos lean,
Por eso oscribimos, y tenemos qué escribir
mentiras, pues ¿ quién seria el tonto que fuera
ñ pen]er su tiempo leyenrl0 puras verdades?
¿ Quiero usted que no lean sus escritos sino
usted, el c~jista y el corrector? Pues diga usted
verdades ¿. Quie"o usted de acreditar y arruinar
un periódico? Pues higalo usted semi-ofi·
eial y publique en él, de modo que vayan des:
filaudo airosamente, los millares de cosas buenas
que h
Citación recomendada (normas APA)
"La Tarde: periódico dedicado a la literatura - N. 6", -:-, 1874. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2092979/), el día 2025-05-02.
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