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PERIODICO DEDICADO A LA LITERATURA
. • "
Serie Ir. Bogotá, 12 de Diciembre ele 1874. Número 14 .
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POR AQ.UI, POR ALLI·
y dijo nuestro amigo don Venancio: No haya. más
11ecrología' .
Pero e" el caSo que hubo más candidatos par'\ el
cementerio que para la próxima pl'e irlencia de la
República. R"l' cuyo motivo no pudo quedar complaeido
el 'tor de " La Caridad,' y los muerL si·
~uieron y iguieron los entierro y siguierun la necrulogía
.
Hoy la cosa ha variado. La muprte está de luto.
Dicíembre ba tremolado. u pabellon de azul y estre·
Hl\s. uestros campo. y nut'stro ciclo;;, que im'oca-
1"1an los canto~ de Virgilio y de Anaereoni:e, nenaJlIan
pOl')1) cuatro pnntos del bol'Ízonte y no invitan
á. vivir, y lo que es m't'jor, á gor.ar de la vid".
lú icos, agentes mortuorios, sepultureros, á di,
vertiros, estais en a uetos. C¡\jista :r e cri tores echad
.á un lado la lmea negra, no má<; necrología. - .
Yo tnmbien, humilde c¡'i álida, quiero sniir á luz
de mi tumba de dolore;; en que por un afio he yacido
y de b cual me he eSC" de ello, hé aqUl que
nos vemos precisa.do ,i modificar nuestro anuncio
ncerca de muertos en el PI c:::ente diciembre; nndie
ha muerto en su cama, es verdad; pero sí yn.rios fuera
de ella..
En un bai!e por Siete vueltas al són de la tambora
y los clarines, un oficinl Bonel se fué al otro mundo.
-j. Cuál fué, preguntamoi", el motivo de la riña?
-No sabemos quien es ell:l, se nos contestó.
Un semi-drnma. l\I. C. jóven bondado 'o y p'l.cífico
al pasar una noche por la calle de las iéve<¡, sc sient
e atacado por cuatro hombl'cs de ruana. Al sentirse
herido, se desprende del cinto el revolvers, v paf!
dispara sobre el gru po. Uno de los adversarios cae
al suelo, los demas huyen al punto.
-La fi esta de la Concepeion tan lujosa. cn los años
pasados por celebrarse el aniversario de la definicion
de aquel dogma, estuvo poco rui dosa en este diciembre.
Cohetes, repiq y alegría en 10<; Remblantes;
con algunas ilu minaciones ; pero nnda de
banderas ni de coronas poéticas. Porqué enmudecieron
los bardos! Ln Reina. de los ángeles no es siempre
fuente de tierna y amorosa poeáa ?
-Los gastrónomos empiezan á agitarse t:1mbien .
Fuera ele los banq. plÍvados y de las cenas opí,
paras que tienen lugar en los hoteles Daniés y F rances,
ha tenido lugar Ull0 solemne y con el cual los
profesores de la niversidad celebraron la tel'minacíon
del año escolar.
-En la ca a de la familin Valenzuela tuvo lugar
un lujoso baile, y no duelamos que habrá otros de la
misma natural eza.
-Recomendamos las admil ables poesías que ha
dado á luz últimamente el señor don 'l'emístoeles
Tejada, llenas de verdadero sentimiento, de uneio!) y
ternura y escritas en un lenguaje que no desdeñarían
los cantores del Geni l.
- Aún no ba llegado á nuestras mano la coleecion
que acaban de publicar los dulces y conocidos poetas
J. I gnacio Trujillo y lIanuel de J. Fllíres.
Se anuncia tam bien la próxima publicacion de una
Gramática Castellana, escrita por el jóvcn literato
don Enrique Al,arez.
El t eatro nos ha obsequiado con la represent3cion
del" Hombre de mundo" que como saben nuestros
lectores es la obra maestra de don Ventura de la Yega,
sol de la escena española y gloria de la .AmérÍl:a,
en donde vió su Drimera 1 uzo • El exámen de esta pieza no puede encerrarse en los
l igeros rasgos de una revista de periódico y lo re
servamos para más tardo
J. J. B.
TU Y YO.
Como perfume de la flor oculta
Entre el ramaje del espeso bosg ue,
Como el cariño que de ajenos labios
Oye el que sufre en silenciosa noche j
Así yo siento ~u sonrisa de ángel
Cuando al acaso sobre mí se rompe;
A sí yo escucho de tu voz el timbre,
Que llega y hiere mi frialdad de bronce.
Yo bien quisiera. resistir tu halago
Como la roca que en violento choque
Siempre sufriendo, más terrible siempre
De la ola vuelve furibunda el golpe.
Quo tí mí la suerte con cansada mal'cha,
1\1e está llevando sin saber á. dóndo,
y lÍ tí el de tino te propara siempre
Gentil guirnalda de olorosas flores.
Mis dichas son las lucos vesportinas
Anuncios ay! do silenciosa noche;
Son tus sonrojos la temprana aurora,
De tu alma pura, angelical y noble.
Bien lo ves : los acentos oe mi lira
En otro tiempo de armouioso acorde,
H oy so me e~capan con tem blor tardío,
Sin que les baste ni tu dulce nombre.
A qué engañarme? La inconstante suerto
Hora por hora me a cibara y rompe,
L as ilu iones que mi mente forja
En mis tan largas, silencio, as noch os.
Yo d ebo huirte aunque el valor me falte
Si es que no quiero mancillar tu nombre,
D ebo insistir en el tenaz silencio
Oon que á tu vista mi pnsion se esconc1e_
Si no naciste p ara mí, señora,
Si mi desgracia entre los Jo se opono
¿ A qu6 elecirte que mi amor te sigue?
A qu6 turbar tus inocentes goces?
1872. J. DX>In G UARIN.
Une,· it.gina. de la vida de Bolívar
El hf'cho que vamos á referir pasaha el año de
1823. Bolívar, al frente de cuatro ó cinC'o mil "0-
luntarios marcuaba sobre Carácas, su ciuda'l natal
que pronto debia quedar libre del yugo de 105 es.~
panales.
A olguna distancia del llano en que aC:lInpaha el
jefe ele lo:> independientes, pocos dias ántes ele la toma
de Cólrácas, ballába e una colina doblemente eélebro
por un manantial de agua cal:ente y pOI los
milagros de una Yirgen, conocida bajo el nombro de
la Yírgen do Agu(t Caliente, Tumerosos peregrinos
quo llegaban de todas partes iban á implorar la proteecion
de la Vírgen y la ofrecian ricos presentes. La.
capilb se hallaba, pues, llena de objetos precilJso1'.
La reputacion de esta madona se habia extendido áun
allende los mares. En efecto, hallándo e enfermo un
rey de Esp:lña, se habia dirigido como un simple ~ubelito
{¡ la Yírgen de A[Jl{(t Calielt!p, y le habia en\'i'\!lo
una hermosa corona de ()1'O, en accion ele gracias ]lor
u re tabl~cimieDto. E te dón habia ido el mQ.tiyo de
una gran ceremonia; la corona babia sido colocada
solemnemente sobre la cabezn ele la Yíl'gen de 1m;
milagrof', cuya fama babin aumentado con ~iue rablemente
á con ecuencia de tal acontecimiento.
Entre tanto, nada. babia cambiarlo en el rampo de
Bolívar desde la llegad:\. ele los independiente.~ á las
cercanías de Carácas. El libertador de la Colombia
acababa de pagar, como de costumbre, los sueldos
atrasados de sus tropas, (las cuales pedian víveres y
vestido ) leyéndoles una nueva proclama. De esta
manera pagaba de de hacia mucbo tiempo, en vista
de las azarosas circun tancias en que se bailaba, á
los bravos voluntarios que componian u ejército.
Los soldados provistos de uniforme completo formaban
la fior y nata de sus tropas y marchaban en las
primeras filas; los soldados que llevaban zapatos
pantalones y sombreros, pero que carecian de casaca'
formaban una division muy recomendable despue~
del cuerpo selecto, y marchaban en las segundas filas j
los soldados que llevaban zapatos y pantalones, pero
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LA TARDE 107
que no tenian casacas ni ombreros, marcbaban en una ch'cu atenuante en favor de los culpables
las terccra filas; los soldados que tenian pnlJtalone~ , flue se ucjuban tCllll'r por la ocasion al ver el oro.
pero que carecian de las otras parte;; del uniforme, J30linll' hubiera queJido salvar a l cabo, pero no quemarchab:
m n cuarta fila; ftnalnl entc, los que estaban ria rehusar jus ti cia al Arzol>ispo y ponerse en guerra.
~\ÚI~ ll1 énos ves tido, se perdian entre las últim:ls lilas. al>i erta con él.
Ahora bien, 13olíval' habia acabado de escI ibir ele llajo la influencia de una cólera que ni aun siquiera.
antemano la última proc;J¡llua para pllgar los sueldos procuró domcñar, el general Lizo llamal' al cabo.
de! mes corriente, luego que se hubiese ,,('neido el - i Ah! ! ahí e;;tás 1 le dijo Bolívar con un acento
plazo, cuando vinieron á decirle que un extranjero tenible; i ahí estás, pícaro, bigardo, bribon ! siéntate,
degeal>a llabJarle. que tenemos que hablar.
Este extranjero cra José Ruiz Cebá ll os Jardines Sin chistar palaura, sentóse cl cabo en el extremo
de Alfandign, gran vicario de mon, eñol' el Arzobispo de un banco,
de Curácas. - ! EI'CS tú, facineroso, continuó Bolívar, qui en no
El rostro de Bolí val' hn bia tomado el asp..ecto de ha t emido cometer el más indigno sacl'Í logio, al robar
la inquietud; parccÍale qne el Arzobispo de Cal'ácn :i la ~anta ma(]oml de Agua Caliente? Pues bien!
110 hul>iera hech0 molestarse á su gran vicario para serás fu ilad0, lo oyes?
anunciarle una buena noticia. El cabo gual'(1:.lla silencio.
El padre don José ItuÍz el'<\ un bombl'e gordo, que -iTriple m '>lItl~cato ! i Creias sin duda que el Ar-frisaha
en los cuarent.a. Aunque de inteligencia limi· zouispo se vcría I'\JIJlc, y que este culpable se escaparia.
á su humor jovial y conciliativo, r gracias tambien á del G:1stigo !
u lucillliC'nto de carnes que le ha<:ia sim[H\tic0 á pri- -No niego mi f.'\lta, mi general, y estoy r esignado
lllel'lt vi ... la, á t ocio.
Cuanclo entró Bolíval' el1 1:1 tienda en la cual le - i Linda ref. ign:lcion, linda muerte para un sol-e
taba e<\pc rilndo el gran \'icado, acaba,ba de fumar dado de la independencia, y sobre tildo, cn el nlOéste
nn cig:llTo, lo '1ue ('st:1ba en uso en aquel elltón- mento en '1ue huuieras podido scrme útil para la.
c<.'1', aÚII elltre 1:1" c1:lm:\S, toma de Cadcus ! Yo te contaba entre mis amigos,
])011 .J o~é (le "\Ifalldiga presentó, ,, cun la
-Es menester en primer lugar, replicó el gran vi- eabeza perdida y el corallOl1 tra to rnado, tuve el fac:-
lrio, obtener del criminal la restiwcion de esta pre- tal pen amiento (le apoderarme de la corona de la.
ciosa reliquia, ó por lo mén0s, de los pedazos que madona, que cllvié á mi madre para socon l' su nepueden
hallar e aún en su podel'; despues, ol>teniclo cesidad.
ese ret malicio, a sati:;,faccion rorlóen, us Jabios.
vema que él mismo viniese aquí, para 'ir en me- -Lo que acaLas du contarm(', Francisco, repuso
dio del campo al tribuna,l que debe juzgar al r eo, con tono severo, no puede ju-;tificar t.u conducla;
l\lañana, á medio dia, el Arzobispo y yo nos halla1'e- si tengo compa, ion de ti en el fondo de mi cCll'azou,
IDOS aquí, si en ello no tenei embarazo. como hombre, no puedo absolyerte como ju('z, Lo que
Fué necesario resignarse. puedo promete rte, es suavizar la pena en con:;:iuel'a-
Luogo que se balló solo en su tienda, Bo]í"al' se cion á tus buenas intenciones y á tu alTepentimicnpuso
á reflexionar sobre el lIlal efecto que produciria to: se te fusilará al salir de la. audi encia, para no
la ejecucion de muerte de uno de sus soldados la vís- hacerte pennl'. Pero p011g0 una condicion á mi conpera.
del ataque decisivo que estaba pr('para.ndo. descendencia: y es qut', delante del tl'iuunal, re ponFrancisco
era amado por sus camara.da.,; era el sol- derás afirmativamcnt) á t odas mi prcguntas.
dado más intrépido del ejército, y sin quer ee cliscul- -Sin <.'mbargo .... mi general ....
pude, Bolívat' encontraba en la miseria de los so\da- -Cuidado con la réplicas, voto á bríos 1 ya abes
dos, que no se aliment<'\ban más que con pro claro as, que no soy amigo de obscnaciones.
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108 LA TARDE
--EstO. bieD,mi general.
- i Ea ! es cm.a convenida.; retíl'utll y hasta ma- -llana.
-Está bien mi general
El dia iguiente por la mañana, Bolh'ar e cribió
otra prociaroa nutritiva, despue de la cual e hlzu
,ervir un buen almuerzo, e puso de grande uniforme,
m,.ndó que levanta en un t~blado para los juece , que
s u E - tado Mayol' se reunic e á médio dia, y esperó
con inquietud :i que llega e el Arzo
A la doce en punto, los cl:u'ines y trumpetas anunciaron
la llegada de monseñor el Arzobi s po de Oarúcas,
de su gran vicario y un sé.quito compuesto de un
capuchino, de un carmelita descalzo, de un benedictino
y de un fraile de la órden tan rico de los mendicnntes.
Bolívar se dió prisa á salí¡' al encuentro del piauoso
cortejo, y besó respetuosamente la mano del Arzo.bispo.
-Todo está pronto, monseñor; pero V. E. tendrá
labondad de excusarme si no me es posible recihirie
con más dignidad.
-Un tribunal en un dia no puede estar instalado,
dijo el gran vicario, como el tribunal dela inqui icioll
de Oarácas, en e l cual, á Dios gracia nada falta <Í.
l os jueces, como tampoco á l os acusado!;.
Habiendo subido el co rtejo al tablado colocó e el
Arzobispo en un sillor. de honor; el gran vicario se
sentó á su izquierda y Bolívar tOlDó a iento en el
lado opuesto . E l capuchino, e l carmeli ta d calzo. el
be~1edietino y el fraile mendicante se in talaro n en
un banco, del lado del gra n vicario, y e l estado mayor
del gen eral se sentó enfrente de los r e l igiosos.
A un lado se hallaba e l banco ocupado por ('l1'co.
J301i val' t omó la palabra.
- LReol sabeis de que horriblo crimen se os a cus a?
-:SI, mI genera l.
-Este crímen merece la pena capital, y t engo la
('ertidumbre de que e l tribunal se mostl'al ... i inflexible
cont ra un a cto que llenó de indignacion á todo pecho
honrado.
A estas palabras volvi óse el Arzobispo del lado de
Bulí var y le hizo una señal de aprobacio n.
- i Oonfesais dijo B olívar continuando el interrogatorio,
el habe r p e n etrado en la capilla. de Agua
Oaliente, el dia en que desapareció la corona 1
-Sí, mi general.
- i Oonfesais t ener esta. corona en vuestl'O poder?
-Sí, mi general.
- i Es cierto, cabo, corno aseg uran los testigos,
que hab e i- e nviado la corona d e la madona lÍ. vuestra
madre, quien dicen hall:use en la mayor pobreza y
miseria. ?
-Sí, mi gen e1'll 1
- i Es cierto que babeis implorado á la madona al
entrar en la capilla?
Sí, mi genera l.
- Es i cierto que hab e is experimentado una emo-cion
estraordinari a al verla '1 .
-- Sí, mi gen era l.
-i T cneis una fé viva en la inagotable bondad de
la. madona ?
- Sí , mi general.
- i C :'éeis que nadie la. implora. en vano '!
- Sí, mi genera l. -
-i Oréei en su p oder?
- Sí, mi general.
- i Es cierto que despues de la ínvocaci on que le
lJabeis hecho, su divino r ostro se iluminó de repente,
como á efeoto del úl timo ray o del so l poniente 1-
" í, mi general.
- i IIabeis creido reconocer on esto hecbo una interveneion
divina y como una misteriosa advertencia
e n vuestro favor '1
- Sí, mi general.
.. y no es csto todo. Me dicen que sosteneis el baber
creido ver, al mismo tiempo, sonreir á la madona,
hue tom ó ella. misma la corona cJ.e su cabeza. y os la
tendió,dícicmdoos: "T6mala, yo te la d oy para t.u
fin lana madre. " i Pers is tís en alegar ste hecho, qllO
"e r ia p l'O di g ;of;o , p o ró que por otra parte nada. tenell
in d e illlP O" ibl c pal'a una rnadona cuyo/! milagro.,
0 11 tan lIum e r o. () ? ,. ". per:si tis n ello 1
- í, III ¡ g eneral.
.r\ I oir esta aflrmncion incn pe ruda, hubo un movrmi
C' nto de pC'rpl ejidad en la sllla; /o. ofi c iales del
E,,,tado Mayol' de B o líval' cuchi c h e aron entre s í, y
10 reli g iosos , m o vidos por un mi . mo pen amiento,
obse rva ron a tentalll c nte al arzobispo.
- f é mia ! es un milagro má ! o apresuró á decir
Bolíva¡', para ha.:er ce - al' toda ince¡·tidumbre.
-En efe cto, replicó el gran vicario. bien podia sel'
este uno.
- i E un mflagro! exclam aron todos los oficiales~
Ú u na seña d e l gen e l' a 1.
Du ran te es te tiempo, el Arzobispo gnardaba silencio;
fruneia la cejas, pa eaba una mirada. llena de
inquietu rl en el auditorio y lrl'ecia agitauo por un
combate interio¡'. Rompió al fin el sile~lcio .
-Sea t xolamó dejando oir un su piro; es un milagro.
un milagro! repitieron entúnces todos Jos
relígio- os, juntando la manos y levant:tJ1do los oj.os
al ei e lo.
-Sí. ", .pros ig ió lentamente e l Arzobi po, aca1'Íciándo
e lí¡?:e,ramente la barba, como un hombre que
intenta "ali l' de un paso dificil; sí, e un gran milagro
•. ,. Fundarf mos una ceremonia en conmem o raoi
o n, y el pruducto de la colecta servirá para mil"
otra corL)na á la madona
- a lu OIS Juan Francisco, continuó á su YCZ Ro-l¡
var, cuyo semblante, aunque serio, dejaba "el' un.
a legría iD tel'ior, el tribuna I o l'eCOll0ce inocen te poI."
unanimidad. La. jn ticia humana no puede méno de
iucltnarse ante los decretos del cie lo . [tI ell paz y
continua. mereciendo la e tima eion de vuestl'o eouciudanos
y los favore. divinos mostrándoos como en
el pasado, buen soldaclo, buen c:ttólico, y buen hijo,
El aeusado se l evantó, sal mIó á l os jueces y se disponia
á r e tirarse.
Al atra vesa r la puerta, e l arzobispo, que no babia
cesado d e acariciarse maquinalmente la barba, lo
llam o diciéndole:
-Esperad un poco, cabo, tengo que deciros algunas
palabras,
-E toy á vuestras órdenes, monseñor, respondió
Francisco., volviéndo."ie de} lado del arzobispo.
-Escuchad lo que voy á deciros y no lo olvideis.
Si al g un otro santo os ofrece o.tra cosa, alguna vez,
no la acepte i. ]0 g us tan los santo siempre de .q~e
les tomen por la. palabra, yes de buen tono reSIStIr
en semejante caso. Es ne cesal'lO no ahusa r de su ge~
neros idad, pues :i veces tal abuso pueue causar vuestra
perdicion.
La ola. y la roca.
Con ternura, una no che oscura y fria,
Moribunda una ola así decia,
A la roca ti el mar:
Q. G,
-¿ QU é haré en la inmensidad tan olvidada?
y respondi ó la ro ca d espiadada:
-i Lloral'! ¡ llorar 1 i llorar!
Lanzó la ola un lúgubre gemido,
y con profundo acento, dolorido,
Vol vióla á repetir:
-Ay! y qué hac e r cuando hasta el llanto acaba.?
y la roca, impasible, contestaba:
1\~ . , ., • , -i lll.Oflr. i mOrIr. j monr .~ - - -
1873. XEMÍSTOCLES TEJADA..
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LA TARDE 109
TODO SE 01 VIDA.
on propú"i tos Yanos
1,0 que los hombres tIenen?
Cuando al calol' del Clltu, ia"IlJo e haccn ;
Lo · hados inhumanos.
Tarde ú tem prano vienen
y cual neblina fdp;il lo de hacen.
A poco dias que pa en
En ta tri ·te vida,
Con muy rara excepcion, TODO SE OLVIDA.
El bri 110 de la gloria
Que en ,eductor halago
Ayol' no mas el cnlll i:l. mo hiere,
Hoy vuel ve :i la m maria
Como un recuento yago
Quc entre la. ombras del pa~ad(l mucre;
y con angu, tia inq ui el'o
El alma dolorida
Por qu6 tan pronto aCJ.uí TODO E OLYIDA.
Todo cambia ó per(>ce
En la cxi tCllcia humana
Sometida al vai"en Je la fort una..
El lirio que hoy flo,ec&
Marchito e"tll mañana.
Qu6 cosa hay durauera? cuál? ninguna.
Si ('l'cC'mos que hay alguna,
E il usion II1cnlH];¡,
QUQ maiíana ó de pucs TODU SE OLVID.\.
La cdad de la i nOCC'llcia
La eu ad de c, o ;¡ tl1 ores
Que acarician la almn<; canduI'o ' as,
e va como la e. cncia
De las g3lana flol'e
Que arrebatan la bria l'um
Las horas yen tUI osas
De nue tra cdad florida
Pasan ay ! y de pucs TODO SE OLVIDA.
Lajuventud bu cando
Victoria del ruOlDC'lÜO
Corre tras la. vi ion que b ennjena,
En su ilu ion j uzgnndo
EstaLle el sentimiento
Que á su encanto las alma encadena.
Ma la vision serena
Le dicc en ida
Cuando huye á no volver: TODO SE OLVIDA.
Qué mocho que olvidemos
"El sueño de vent.ura
Que en ricas galas la exi tCllCia visto,
i tantas yeces ycmos
Que inmensa de "entura
Al contacto del tiempo no ¡,esi ·te.
Verdad es, y 111 lly tri to
Que en esta table vida,
TODO SE OLVIDA al fin, TODO SE OLVIDA.
ARSENIO ESGUERRA.
EL TREN INFERNAL.
(LEYENDA DE LOS FERROCARRILES.)
Scüor José Mllría Quijano Otero.
Muy querido amigo:
" Todas las grandes cosas tienon su leyonda,
lllistel'ioso barco que las recibe en su nacimion-to
y las traspoIta á traves do las edad~s." Ebta
verdad no podia Ü)1) r u xc pcion en los fer'"
rocarriles, y el barco ha venido á reciLirlos para
eonducirlo& tambien á los futuros ti empos. Vea
usted, pues, lo que de notablo cneontIará la
historia que han de leer generaciones que permanecen
escondidas en 01 insondable abismo
dol porvenir.
I
Todo marchaba bien desde el principio del
mundo y las acLÍollcs del infierno estaban en
alza, cuando un ruido repentino despertó eco
hasta en los profundos' abismos d el sombrío
imperio . Llegaba ha tu allí la nueva de qUE>
una inmensa red de ferrocarriles enlazaria bien
pronto toda la !.-uperficie de la tierra.
V amo, exclamó atanás fuera de sí, un
progre o más y el m;ts extraordinario de todos!
Comenzaba á consolarme con la iDyencion de
la impreuta, y ved una locomotora que cae sobre
mi cabeza. Ah ! señores iuven tores, vamos
• • a r011'nos.
De pronto Satan:ís mont6 en u unicornio, escaló
las alturas de los cielos y se presentó anto
el tribunal de Dios.
-Qué hay, atanás? le preguntó el Altü,imo,
me parec s colérico.
-Tengo de qué.
Ah! Ya ospecho ____ Los maravillosos rie-les
por medio do los cuales los hombres van (\
fratornizar de un polo á otro.
í, una fraternidad universal.
-Es impo&ibJe, Satan:\s, voh'el' atraso
-A lo m6nos pOlmitidme encender la pri-mera
hornillll con un tizon del infierno.
-Imposible. la vida de muchos millones de
hom ures no puede confiarse tí tus cuidados.
Satanás dijo para í: los administradores se
encargarán por mí, y con voz humilde preguntó:
-¿ Al ménos me confiareis la direccion de
un tr n?
-Sea, pero uno sólo; no dejo á tu diserecion
"ino la vida de una víctima, y para que nada
cambie en los decretos del ciclo, qui n s610 tiene
derecho dc vida y muerte sobre la tierra, te
concedo que esto. existencia puedo.s devolverla
:.í. otra criatura.
Satanás bajó contento, y h6 aquí por qué un
tren, propiedad uel diablo, el tren infernal, recorre
hoy y recorrerá siempre, las líneas de los
ferrocarriles. Este tren gasta treseion tos sesenta
y cinco di as en recorrer toda las líneas
del globo, y no se detiene sino algunas horas,
lo. noche de los muertos, on lo. vieja ciudad ue
Gante.
------------------------------------ ---
Veamos cómo organiza Sa taná~ el tron infernal.
TI
El G de Enero del año de 1 25, en una noche
fria y oscura, llegaba de la Bohemia á la.
ciudad de Bruges un pobre diablo llamado
Spanziceff, con su mujer y sus dos hi,ios, uno.
niña. y un niüo llamado Fl'itz. La familia"pasó
la primera, noche en una posada. Al dia 8i-
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110 LA TARDE
- -
g.uiente ~pan7.ikoff habia comprado una casita' l a voz de Blondinetn, la nieta d e l campo.nero
:11 lada, SItuada á algunas centenns de metros d e la catedral de Brugos .
de la cat~d 1' 31 de San Sal:rador. Este hombre Blondineta, en o~e sttblimo conoierto do ánge ~
e sconoeldo de todos, t~nla costuJ?bres extra- l es era el ángo l más encantador y más puro. Era.
nas : fr ec u en te y sec;'et?-mente dOJaba su casa rubia-y por pasar su mano sobre su cabellora
para no aparece r .al.lt ')smo al. cabo d~ algu?-os durada como las espigas maduras, :Fritz hubiora
mes~s . De q.u 6 VI VIO. .. Qué mdustna t eUla? dado su vida presente y tambien la otra-era
N adle lo sabIa : sus vecmo~, á causa ne sus r os ada, blauca; blanca, rosada y r ubia como
l~rgas ~ frecuentes ausenCIas, no lo conocian Margarita ...... Ouando entonaba sola el O saLu sl.
no baJO ~ l nomb.l·o d e e l Judío c1'ran!e . Un taris lw tia ; cuando entre divinos suspiros s e
d:a su nH~J.e r mU1'l6 i poco dospues mul'lÓ tamo xha l aba, uh! ntónc s ~'ritz so sentia a1'1'ebwn
.. su hI~~, y el ~udí O e rr a~te quedó s610 ~on batac1? por .mi steriosas alas hácia regiones d es -
su b I~ .O, el Joven Fntz, al que llam aba n tamlnen c on OCIdas, ldeales ___ -y l 'l1'go tiempo d espues
Jnduto enante. de haberse apagado el canto do Blondinela, ese
Ouán r ara era l a fisonomía de F ritz ! En l a canto murmurabn. en su corazon, yel ro stro de
época de Federi co , hubi era sido un h éroe de Blonrlineta quedaba en s u memoria, quedaba.
Praga ó de L e uth e n; con Blüch e r , se hubiera presente á sus ojos_ - --
señalado entr e l os h úsa r es d e la muerta. Ha· D es pu es, cuando se sen tia d e r e p e nte desperbien~
o VClJ.~u? demasiado tarde á un ?nltlulo de - tado de su éxta,is, cuan~o se .v eia arrojado l éjos
91wstad? v~eJo , como lo ha llamado un p oeta, de su recuord? por el stlenclO que sucedia al
no 'p o.dla tener s ino una e.ústenci a perezosa, can t? de l ~s hllnnos santos,,ro r el fr~o y la noche
antlpatlca á, s u t e mperamento inquie to y mo- que l1lyadlan e l templo, Fl'ltz quena co ntinuar
bible, á. s~s n ecesi d : y buen tono unidos á ese no 8~ qué
invi. ibJe é impalpable, que no se ve; pero que
se sie nte y penetra y despierta t odas nuestras
s e nsaciones y que se llama btten {justo, hacian
de aquella fi es ta el más hermoso palenque para.
recog e r ó marchi t al' los frágiles laureles en que
el hwe pié de nues tras bellas se desliza al pasar
triunfante sobre todas las tristezas y pesares
de nuestra vida.
El trato e piritual y sensible que ha hocho
de la senora Valenzne la una de las matronas
m ás di s tinguidas de la capital; la gracia y encanto
de sus hijas i la afabilidad y honores
e l e gan t es h e ch os por n ne3tros amigos Alfredo
y Pablo Vale n zu e la y por el simpático y distmguiuo
seilo,· Scldoss, contribuyeren n. hacer
Citación recomendada (normas APA)
"La Tarde: periódico dedicado a la literatura - N. 14", -:-, 1874. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2092970/), el día 2025-06-25.
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