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Bogotá: Imprenta de Nicolás Pontón i compañía
Descripción
I~OS LOCOS.
SEi\I. I. Vale 6 reales, Bogotá, ~1 de mayo de 18G8. NUM, 8,0 Vale medio rea\.
u LOS LOCOS."
EL 23 DE MAYO.
Sin el 23 de mayo ......... I I
Llene algun cuerdo esos suspensivos;
los locos no están llamados a llenarlos.
Pero, aunque a los locos 10 único que
les falta es el juicio, creemos que sí
podemos emitir algunos juicios sobre el
23 de mayo.
Cuanto se les ha ocurrido decj¡' a los
servidores del cesarismo respecto de los
locos que flgUl'al'On en aquel suceso, es
que eso 'fué una traiciono Nosotl'os hemos
dicho: G1'aoias al que nos trajo
las gallinas.
Para del'ribal', para anular a un déspota,
siempre habrá algo que, con I'azon
(J sin ella, pueda llamarse traiciono Los
que caen con el déspota no pueden de-
1l0minfll' de otro modo aquel acto.
Antes del 23 de mayo disponia de la
suel'te de la Nacion el mismo hombre
que por Inl'gos años babia jugado con
los partidos, azotando alternativamente
al uno con el otro, Ya conservadol',
aniquilaba al liberal; ya liberal, arruinaba
al conservador.
Pero, despues del 29 de abl'il ya no
emn liberales ni conservadores los que
lo I'odeaban : el'an simplemente mosqtte '
ristas, especie de alimañas de propiedades
distintas, pero todas nocivas; i
con ese círculo inmoral i cOlTompido
pretendió imponel' la lei a todo lo que
haj "de digno i honorable en la República.
¡Eso el'a imposible I
Si no Acosta, Berl'Ío o Parédes, o mil
mas habrian sublevado el sentimiento
nacional contra el audaz violador de
toda leí i todo derecho.
Mas i cuánta sangre, cuántos sacrificios
habría costado empresa de tanta
magnitud I
Ladran que 1'oba a lad1'on, gana
cien dias de pe1'flon. Tl'aidor que abate
al tl'aidol' habrá de ganal' honol'.
Mas, si en el 23 de mayo hubo algo ' No era el número, no era la calidad
que mel'eciera aquella calificacion. seria de los esbirros del tirano 10 que bacia
cuando mas, traicion a la amistad, i la temer que se perpetuara en el mando,
amistad !lo liga de tal manera que uno apesar de los esfuerzos de los patriotas:
tenga que sel' desleal a la patria por sel' eran los intereses personales que habrian
fiel al amigo. de comprometerse en la lucha; era la
Gl'ande abnegacion, mucho patl'io- audacia de la maldad, el cinismo de la
tismo se necesita para sacrificar al ami- corl'upcion.
go en las aras de la patl'ia ; pero si esta En efecto, Jos que habian alcanzado
se salva con ese sacrificio, ¿ no es gran- buenos medros coadyuvando a la ruina
de i bienhechor el acto? del pals; los que el 29 de abril eran
Lo estamos vler.do; lo estamos sin- algo a fuerza de servilismo i de bajezas
tiendo. La n on respira con libertad, habrian defendido la presa con todo
i aunque exi n el hombre-fatnlidad jénero de ormas i artificios, Ellos espeque
la sojuzgaba, ya no salen de paJa- raban todavía mas del amo que los tecio
los diarios ukases que la traian ator- nia a su servicio; i el verlos a ellos en
mentada i que la llevaban al cáos de la auje i eDl'iqueciendo con los dineros del
anal'qula. El sátrapa existe; pero como pueblo, halagaba a los mal inclinados
una sombra. " para seguidos en tan buena especula-
¿ Goza"damos hoi de libertad sin el cíon,
23 de mayo? El 23 de mayo vino a chancelal' esas
Si hubieran sido los consel'vadores cuentas; a devolvel' a la Nacion su solos
conspiradol'es de aquella madruga- beranía i a cada ciudadano sns derechos .
da ¿ cómo los babrinn calificado los 11 El 23 de mayo nos ha librado de
mosqueristas? Tambien de tl'aidores? gruesos empréstitos, de oomplicaciones
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. 34 LOS LOOOS .
ruinosas con los extranjeros; de la deshonra,
de la ruina.
i. No deberemos commemOl'aL' con
gl'atitud aquella fecha?
¿ Qué seda de 110sotros, es decil', de
los hombres honraaos i pacíficos, qué
seria de los propietarios, de la juventud,
sin el 23 de mayo?
Piense cada cuál lo que estaría hoi
sucediendo, al cabo de un año de descarada
dictadma (i dictadura mosqllerista)
si no le hubiera cantado el gallo
a Mosquera en la madrugada de aquel
memorable dia, i diga francamente si,
al pensarlo, no se le suspende la I'espiracion,
110 se s-obresalta, i al fin, como
saliendo de una pesadilla, no grita con
todos sus pulmones: i Gloria al 23 de
mayo 1
ELECCIONES.
Se pel'diel'on las elecciones por los
godos a causa d'e lo que vamos n I'eferil',
i no porque dUI'miesen; despiel'tos
i tan despiertos se hallaban, quc
aconteció lo siguierrte' :
Pusiéronse varios letreros una noche
en medio de las tinieblas, i al amanecel'
vióse la mitad de la poblacion estu·
pefacta, con los ojos tamaños leyendo
ZAMPILLEROSTATION.
Esto des pues de las amenazas de los
Iibel'ales para en caso de que ellos pero
diesen, i luego, luego, nuestros benditos
(especialmeuté del barl'Ío de la ca-tedral)
tradujeron: \
Zampiller-Sam-Samuel-piller-pillar
-rostation-rost-azados-tation- sustan,
tí"ado-sin consideracioll.
Tilin, tilín .. _' sonó la campanilla de
la sociedad Dividive, í he oquí que dice
el presidente ~
-Señores J la patria se halla en un
gran conflicto! estamos amenazados de
muerte si no ganan la eleccion los Ji ,
berales I Pues bien, no queda mas l'e·
curso pal'a evitar la efusion de sangre,
gue dejársela ganar, i al efecto propongo:
Reúnase mañana, desde las ocho del
dia la sociedad, j por tanto ninguno
podrá separarse de la reunion pa"
fa dar su voto. La sociedad aprobó esta
proposicion por unanimidad de votos.
Al siguiente dia ganan los liberales
por tI votos, i habian dejado de yota¡'
60 i tantos conservadores.
Sabido el r~sultaclo de la eleccion pOI'
los conservadores de EL DIVIDIVE,
saliel'On mui orondos i en masa o columna
cenada; marcharon a donde don Ignacio
i le espusieron todo el bien que
habian hecho al pais ,no presentándose a
vota l' para evital' la efusion de sangl'e ;
pero don Ignacio les contestó:
Señores: I'econozeo el sel'vicio que
ha beis hecho a la Nacían i al Estado;
pl'onto vereis los resultados .....
Uoa yez mas me habeis dado la muestra
de vuestro desz'nteres, pero os recuerdo
que ha pasado el tiempo de los
milagros, i que no es con rezos ni conjuros
que se recuperan las libertades
perdidas. '
Dicho lo cual i aplaudido aturdidamente
por los felicitantes, les guiñó los
ojos i les hizo un ademan de despedida
sonriéndose COIl 'los bigotes.
Tal es la historia, DO la del número
6 ,/1 que se ha impreso sin mi consentimiento
en este periódico, ' en su pal'te
editorial. PERJUlCroS.
EL JÓVEN ENRIQUE
o DIOS REVELADO.
CAPÍTULO IV.
La caverna de los ladrones.
No se babian engañado al creer que
el jóven Enrique babia sido robado por
malhechores. Estos hombres perversos,
aprovechándose de la ausencia de las
tropas, de que la provincia se hallaba
casi uesguaI'Deciua a causa de las CODtinuas
guenas, se h· establecido
en una antigua caver ,que formaba
parte de una mina de plomo abandonada
muchos años atraso
Esta mina se hallaba a muchas jornadas
de marcha del castillo de Eichenfel,
i en los iímites del bosque. Los ladrones
habian sabido ocultar su entrada
trasflortando allí tiena, fragmentos de
roca, i plantando en delTedol' árbolos i
maleza. Habian conseguido sustraerse
a todas las pesquizas de la justicia, i
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LOS LOCOS, '35
desde allf extendian a lo léjos sus robos 11 olvidó hacerlo de los objetos que sc
i sus fechorlas, pl'esentaron ti su vista.
Habiuu reunido ya riquezas conside- I Satisfecha de haber ejecutado las ÓrrabIes;
continuaban reuniendo mas i denes de su jrfe, i ue haberse vengado
mas, i no cesaban ue apoderarse, aun at mismo tiempo uel conue Eichenfel
a costa de del'ramal' sangl'e, de 01'0, ganó la selva i se ocultó en una guarid~
plata, pedrerías i ropas ricamente bOI'- que se habia preparado de antemano en
dndas. Los majistrados habian puesto la maleza; salió de ella cuando llegó la
ya en juego todos lús recursos imajiua- noche i se puso en camino pOI' sendas
bIes para descubrir la guarida i apode- poco fl'ecuentadas. Como se habia pl'Orarse
de los ladrones. Inquietos estos, visto de lo neccsal'Ío para comer, pudo
formaron pOI' su parte el proyecto de viajal' así uurante muchos dias, durrobal'
un niilO ue ilustre familia, cuya miendo en algun escondrijo con el niilO
viela respondiese de lo que intentarse miéntras el sol brillaba sobre el horipudiera
contra ellos. zonte, i caminando en medio de las ti-
Los castillos de las cercan las se tenian nieblas.
mui sobl'e aviso contm las expediciones GruIí i Enl'Íquito llegaron por fin a la
de estos malvados pora que pudiesen cayerna; pasaron pOI' entre la maleza,
lleva l' a cabo en ellos su empresa; el las espinas, las rocas, que daban a
capitan decidió, pues, que era menestel' aquel sitio un aspecto tan agrestc ; lueir
léjos a buscar al niño que deseaban, go alzó la jitana una tl'ampa cubierta
i como e~ta empresa requeria mas astu- de césped, bizo entl'at' al niño, que 110-
cia que fuerzo, encargó de ella a Grult, raba i tenia miedo, siguió una larga
vieja jitann, maure de uno el" los ladro- galería OScura hasta Ilegal' a una verja
n\)s i cocinera de fu banda. de hierro pintada del color de la I'ocn,
Crulí aceptó i so puso en camino: i lJ~m~ a,ella de ~1l1a manera conv~n_idíl,
conocia perfectamente a EichenJ'el por El capItau mIsmo vino a reCIbIda.
haber vivido un tiempo en las inmedía. _" Vaya, madrecita, ¿ lo has consedones,
donde ejercía su infame oficio; ~Uicl~)?" r~a respuesta de la jítan~~ se
deeia la buena yentura a los crédulos I eduJo a senalal' con el dedo al muo,
campesinos, echaba las cftl'tas i rOBaba que pan'cia poco tl'auquilo a la vista de
cuauto podio. Pero conforme a las ór~ aquella tiso.nomla feroz? de. aquella bardenes
del coude, que la habia encon- ba larga, 1 de Ins lucJent~s armas de
tI'ado un dia en uno de los patios del que, e~tnba :argado el bandido; se ~pocastillo,
el bamo la arrojó de aquel país del'o 1I1medl~tllmente de la presa 1 la
como vuaamunda i mujer de malas cos- llevó a sus dignos enmaradas, los cuales
tllmbres~ ft> licitaron a Grull, por su destreza I la
recomendaron cllldase mucho a aquel
Se dirijió. pues, hácia esta parte, i se
alegró mucho cuando supo que los due¡
lOS del castillo estaban ausentes, ¡ que
habi/l11 conDado la gUalda de su hijo,
lle unos dos af os próximamente, a una
muchacha,
Gruli comenzó pOI' reconocer el sitio;
luego tuvo la funesto suerte de encontror
en el canton algunos trubanes con
quienes hobin estado en relaciones en
otl'O tiempo. El dia convenido, se sirvió
de ellos pum embargar la atcncion
de los criados, i aprovechoudo el momento
en quo Margarita so separó de
su puesto, penetró en elllposento donde
dormia Emique, se apoderó de él, 1 no
ni no que podia sedes de gl'ande utilidad.
I Qué cambio para el pobro niño I lo
separaban del castillo de su padl'c, soberbia
morada, rodeada de bellos jarelines
i hermosas campiñas; lo arrancabaD
a los cuidodos de una mnc!ro i dc
la buena Margarita, ¡¿qué iba a en· .
I contl'ül' en combio? un calabow luna
I jitana. Iba a viVÍ!' elJ una caverna donI
de jamas penetraba la luz del sol; los
únicos royos que brillaban en ella eron
los do una lámpara que, ardiendo dia i
noche, del'r/lmubu apénas una claridad
incierta. En yez de un alimento apropiado
a su tierna edad, debia contentarse
COIl el de uuos hombres groseros;
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36 LOS LOCOS,
mas de una vez quisieron hacerle bebel' ll' que lo robaron tenia al cuello un mevino
puro, mas él sintió afortunada- daIlon que contenia en un lado cabellos
mente una aversion instintiva por esta de su padre, i en el otro un I'etrato de
bebida. De noche se acostaba sobre un la condesa, La vieja se lo habia dejado,
monton de hojas secas, i se veia privado i un dia, acaso para distraerlo, le dijo
aun de las cosas mas necesarias; hnsta que era el retrato de su madre, expreel
agua era ram en aquella cavel'lla; siones que él no dejó de repeti\' a ni tenian
que Íl' a buscal'la mui léjos i la cardo.
economizaban en extI'emo.
Grulí veló por el niño como por una
cosa frájil pero preciosa; lo cuidó tanto
como lo reclamaba su salud i lo permitian
los recursos de semejante vivienda.
Gl'acias 'a Dios, no la ocurrió la idea de
enseñarle lo que sabia; solo sí cuando
lo veia sin bacer nada, le buscaba alguna
distraccion, temel'osa de que 8 la
larga el fastidio Jo hiciese enfermal'.
Cuatro años pasaron así. Al cabo de
ellos, los ladrones hicieron un nuevo
enganche, i trajeron consigo a un jóven,
llamado Ricardo, a quien el hijo
de la jitana habia perdido, excitando sU
pasion por el juego i colocándolo en una
situacion desesperada.
Luego que este infortunado reflexionó
con frente serena sobrc su nueva
posicion, conoció todo el horror de ella.
Vió que se habia coJocado fuera (]Z la
iglesia i de la lei; que su porvenir en
este mundo era el cadalso, i en el otro
las penas eternas. Pel'o era demasiado
tarde para entmr en la buena vía: el
hombre que se alía a los malos se hace
esclavo de ellos. Los ladrones no lo
perdieron de vista; adivinando su arrepentimiento,
vijilaban hasta sus menores
movimientos, i no lo habrian dejado
escapar si lo hubiese intentado, o lo bubieran
sacrificado a su seguridad.
Ricardo Stl vió pues,precisado a acompañ~
r en varias excursiones a los bandidos
; pero se negó a derramar la sangre
de sus semejantes, i si sus manos
no quedaron puras del robo, no cometió
- al ménos ningun asesinato.
Cuand() los ladl'ones no salian, Ricardo
hallaba una especie de consuelo
en ocuparse de Eoriquito, cuyos modales
distinguidos, hermosos ojos azules
i cabelios rubios probaban, no obstante,
la pobreza de su traje, que no
correspondía a la familia de la jitana, i
Estos indicios hicieron pensar alllrrepentido
neófito que los ladrones guardaban
a BOI'ique como un precioso rehen
i se movió a compasion; porque habiendo
sido educado conforme a los
buenos principios, estos se despertaban
de continuo en su alma.
Cobró, pues, cariño a esta _tierna vfctima,
i cada vez que volvia de sus excursiones
le traia algun objeto de los
que p~eden agradar a un niño de aqueo
lIa edad. (Emique tenia entónces de 6
a 7 años!) Primero le clió caballitos de
madera, un aprisco, con sus corderos,
pastor i perros; otra vez un~ granja
con árboles, c.erca, caserios; otra un
espejo. Un dia le compró un caramillo
i le enseñó a tocarlo; quiso enseñarle
a leer, pero los ladrones se opusieron a
ello, i le prohibieron tambien que le hablase
de Dios, de la eternidad, de la
relijion : todo cuanto se referia a esto
les parecia otros tantos reproches de
su conducta. El jóven hubo de contentarse
en consecuencia con ocupar i divertir
a Enrique. Para conseguirlo, le
trajo flores artificiales, le enseñó a imitadas,
recortando i pintando papel o
tela. Tambien le enscñó un poco de dibujo;
procuraba interesado contando
algunas historietas, i llablándole de la
madre cuyo retrato llevaba al cuello;
pero el pobre niño habia visto tan pocas
cosas, que la mayor pa de las veces
no podia comprender lo que le decian.
Mas de una "ez decidió Ricardo fugarse
llevando consigo al niño, pero la vijílancia
de los bandidos no disminuia;
. el menor jesto, el mas pequeño paso,
que hubiera becho sospechar este proyecto,
hubiera sido la señal de muerte
para uno i otro.
sí a una Ilustre. Por. lo demas, el dia lmpt'enta de Nicolas Pontoni compañia,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Los Locos - N. 8", -:Bogotá: Imprenta de Nicolás Pontón i compañía, 1868. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2091640/), el día 2025-05-06.
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