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l!oi me encuentran mis 1cc.toros
con dos caras ¿ Y ql~6 quiere de-cir
esto ? ... AquÍ de; las inf.erpl'et::l-ciones;
a.quí ~le los comenV):3. El
Charivari con dos cara:::>! Santa C::t-silda,
ostQ. eS,)nal signo. ¿ Sorá que
hace fLdosdpartidos? N~l(bde eso.
Esoue, se :v6, tan rodeado de enc~ J. .". , ..•
migos,quen.ccm:ita de mirar ft un
tiempo 'á. vanguardia y retn{(utll'uia.
Se encuentra, Gomo cuando senlCte
nno nBÚ. entre la:~ e::-;tancias, de los
indioi3 'rodead()' dé gozques que le
ladran por todas pa,l'tes, pero que no
muerden; cuando SD les 88..cudeá los
que vienen por delanfo, le eo.ien la.
punta de la rWl.11l1 los que vienen
por detra~1. Se vé el Cltctrivnri aco- '
rno,tid.o por planes de batHlla, por
2'-1ba~i1c;) clwrnpones, por botic;>.rjo'3~
por fiktrmonicoi1U;oS, y no brcbrÚn
en ccharsele on;~~lma'las monjas y
H1W l'ID'1 crtac,oras tamuI l•en, 1() que ta 1
v{'" no le d{\,""rr'L'h"j,!, . t"JllC" (ltl{~ .. 11.J vL>Út) (. \. .•t. J. C. I ,~. \.'.-'
118.. do tacar :Úno duplicar sus ojos?
Pero no será el Clmrivari el Úi1Íco
(l uo on la N ncv.a Gmnada a1:dc con
(OS caras. H::u muchos mños y
1 • - ' mllcna~: nw:l,s, que las usan por otras
convenrencw,s aunquo no por nece-sidad
corno é1.
E t 1 1 1 . 11 ~'C lOS ao02;ac 03 y Jueces esto
es mUl cornnn, y parece que los hai
~aRta de cuatro c~l.ras; pero lo par-tICular
no es esto, smo que haya tam-bien
rnuohos descaraJo's que es to-davía
peor.
,El nmñwIui i.o que :.:c encuentrl'J.
debaJo do la. primera cara, es la triste
figura dol malandrín que tenUJ'(1la
(t1~:;;gi'~LC•W. (,1e rrl(~terse con E,(1 'Cha.-
1'1y·an.
El instl'umcntico que se observa
~ktras do la soguncln, es una agll-
J ¿la qth) le f;crvirÚ para dar algunos
pc!-:puntes, á los descosoJ'cs y '-ú. lv~j
descosidos.
Las q};b-rror~;sy lQS tn¡,pmz;oncs •.
No TJcrrlamo~ o(;upnrno::' de la qUIj
Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
2 EL CHAHIVARI.
vamos á hablar, pero es preciso porque·
se nos sent.lrilll1 las otras.
Ca1"rera de talwA'es..
Enla f1ntlgiiedad tomábase esta qarmr(l
por el que juega con engaños, .ó estaba
mui diestro en jugar, Ú juega Co~'t.l'am-pas
y dobleces para ganar it.ri~tédefini-cion
para todos aquellos qÚc en 01 día
jncgan y llevan la Camil, de buenos tahul'es!
Nosotros deseariamos que fuera la carrera
ra, tenido cllah.l11iera por un
h?mbre honrado; ni alto ni b[lJo, ni gordo
III t1nco, sino hombre do buen tamaño.
bien vestIdo y rollizo, como los qne tro-pic:
t,an Clln uno al volv0r de cada eS(juina
con SIl paol.wlo de seda en un lio debajo
dol brazo, un cierto no sé .quó on lo ad-mirarlo
del porte, pudiera infundir sos-pechas
de flllc no pertenecia á cierto
grernio mili conocido, pero quo por razo-l1es
que allá tellemos se nos antoja por
ahora no mentar.
El mas pequeño entre los otros dos,
tenia una do las mas ostrnvi\g-antos fiso-nomías
que illla.iiilar~ú ca\3c. Su enormc
Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CHARIV ARI.
nari¡r" arremangada á estilo de trompa
cnh'e las coja~, daba prueba mas que
soorada de que no siempre descuida la
naturaleza p\'Oparnr un buen asiento para
lus espe.luolos; su boca tll.lIlañll .como 'el
brocal de un pozo, estaba gUélt'necida de
largos, escasos y desigll1des dien tos; ó
itom mas sazonaba con una estupenda
Joroba el conjunto d3 tan hermosa CUanto
mal'cia I figura. Si ti t'rnhargo á la turba
luz que desprendian los faroles meeién-do~
e en las bocal'aclas dd viento, no
hubiera sido dificil descubrir (lue el ellal10
cia vaba con SUI1'tO ahinco y dekite los
ojos ell IIlla pistola que tenia cmpuñada.
El aspecto de la tercnr figura en liada
se ascllH;jaba al de SUs cornpaileros. Alto
seeo, mas esqueleto que hombre y con
el bl'HZD empinado CO\l'lO apuntando con
su pi~tllla al pecho de un jijante, 81; daha'
aire á los palos de unu horca. De V('Z en
cuando ajitnba un tomblor sus frájiles
miembros iSeria de l111eJo Ó sería de
fl' io 1
En esto dieron las doc('; y al túqlle
empezaron á salir de cicrta casa mui
conocida en el barrio San martin en
l"lal'is, cosa de una do~ena de individuos.
N ucslros dos apostados, sielillpre alerta
salian ámOlludo para I'econoc(~r el terreno
de la guarida que habian elejido cn una
oscura eailnjllola y mas de veinte veces
tllviel'On que regresar á su emboscada.
Púr último se hallaroll con el objeto de
sus pesquizaH, eSlwl'ie de bicho petimetre
rizado y perfumado,y de cl'lprichoso nudo
en la corbata.·· Cruzó á ·la otra acera
tiritando, y tarareando una cHncion se
perdió por entre aqnellos angostos calle-jones.
Caminaba de prieza como para.
evitar el alcance de otro paseante l;stl'a~
via€lo, cuyas fuertes pisadas resonaban
mlli léj-
cilncion~~s y v;Úvones políticos, quo obli-rr¡
índonos 6. 1\ su scntimiouto ú su
Upl'cr,iuble fi.llll ilia.
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EL CHARI.VAHI. '1
La funcion nol teatro el domingo es- I
tuvo muí buona. La travesura gU1)t6
mucho. La que hizo el Chari vari,talíd.Úen
parece que agrad6.
'l'ambion Iw muerto en elitos (lias el
SI'. Dr. U,'lIito O.:iorio.
'l'ambicn lllurió un -padro de San Fl'lln-cisco,
y una IUujlJr de repente.,
Han nacido, en re~ompensa, unos
mellisos en las Nieves y oh'o~ C,ll Simuta
llúr!.mra.
El doctor JJiasalo dejó de oscl'ibir en
la ArnÍ3riea para seguir ese ribiendo en
el Siglo. Entiunde bastante la$ Illél,tcrias
de <11mtrata; pero haria un I:H.:rv¡oio mas
positivo á la. nacioll, si 130 dcdieura á
e,~eriuir subre el arte do hacer ma::mtu, de
zurroncítc)8, y uocadillo:i de gunyabu pul'
que parece que esle es fuerte.
Srgnn homos visto en El Dia, las
monjas de Santa Clara han cO\Jvertido
su convento on una verdadera l'npubli.
quita. A la abadesa la llaman 1nl-¿scac!w-citas;
al síndico don Floro, COIllO que
asagul'an qne piensa duja l' el portafolio.
No les falta /llaR que \lna hermana AL-jimslt
y que HO les dé un Anisito pal'a
hacerlos lit opm;icion. Talllhicn se los
podría ullscar un peqnciío Suzano.
Para jugarroncs, Juan do Dios, para
financieroslVI,. S. {1.parn Secretario
privado deL Jeneral Mosqllera el niiío
PepllrrÚls, ¡ml"iltnonedel'lls fal~)ns 108 tres
puentes, y para todo lo domas, la falta
de alumbrado, ó sean LIS tinieblas en
que yacemos on medio do las luces.
'-:- .~ ---
El coneo -(le las brujas nos ha traído
la noticia de que .Luis Folipe se halla
en Fusagasug;! en la hacienda del
"Chocho." Parece quo ha jurado darse
una panzada de rnangos, ha.sta quo se
el3taulezca la República en Francia.
El SI'. Abllalá piJe órdenes para ••••
Pues sabe que ya el pLÍulico de Bogotá
está ci.\llsudo COlltlllU mi::iUllt cosa. ALwr
\ :30 6 40 tÚ !'é)bas. Hacer pOl:lturas horcn-láIH'aS;
palillu cru~ado y vUQlta á em-peJ'.
ar. ;MUIH\, y caja; caja y IIlOlla. Araña
Z;\Po,y"c¡wgrejo. Zapo,callgrojo yarafíu;
C"¡l\lgr~J~), ~m'I-H"zapo y mona.
, .,i .-.~.~,i- :"". '1 f 1 1
"J;:I.l\osi~9ntoha pasado á IOH Socreta ..
rios dfl{~~;tad9~" Intentlentes &0. UIlé\
circular. panHllIU losenlpleados tn"liljon
dit,Z 110IIIS diari¡!Ilicaria otra pena sino po.
ner/o por lIIlO,"; 10 días á pan i agua.
Parl'CO que el otro dia en un éxámon,
11 n jóvon sostuvo quo las II1UjtlrCs no
tienen alma. Esto si
(Jgna la Ópera do i representarse en la
capital do Francia, y tUYO que elejir otra.
Escarmentado de esto al entrar el; nuevo
ajuste fuá la primcra condieion que so
habia de representar i¿ Bcwbicre, y gra-cias
ú esta porseverancia singular, Paris
llegÓ á conocer esa obra rnuestra á IQs.
trel3 aíJos de haber salido á luz en Halia
y cuando la aplaudían otras naciones
de Europa.
García vivió on Pfl!'lS desde fines del
año 19 hasta principios de 1824, una
de las épocas mas brillantes do Sli carrera.
Como autor y como cantor desempeñó
los papeles de Otollo, D. Giovnnni y
Alma vi VUj en los cuales no ha tcni(lo
igual: como compositor dió á la Francia·
In ópera La lHort du Tasse y l';
Citación recomendada (normas APA)
"El Charivari Bogotano: periódico no mui serio, chistoso y amostazado - N. 5", -:-, 1848. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088550/), el día 2025-08-14.
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