Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUZ Y FE DAN FUERZA.
LA MUJER,
REVISTA QUINCENAL
EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS,
JIAJO LA DJRECCION Dll: L\ SF.j:IQBA
SOLEDAD ACOST A DE S AMPER.
======~~~====~~~--~--~========
N.0 17. ~
==--_=:_~::.-:==·~~-=~,~:::: - ~ -- --- ~
JUEVES, JUNIO 5 DE 1879. ~ PaacJo 30 u.
ESTUDIOS HISTORICOS
SOBRE LA MUJER EN LA CIVILIZAOION.
'
G.APfTULO OCTAVO.
J,A MUJER GRIEGA .
(CONTINUACIOS).
VI nos eruditos, faé Ja inventora del me.
. . . . . . tro poético, que tom6 des pues el nombre
A med1da que la C1V1bzac1on se 1b& de 1cijico, por haberlo usado Safo.
desar~lla.o.do. en ~recia, la muj.~r fué SAFO fué la poetisa más fam~. de la
tambum d1stmgmendose y cultivando antigüedad. Era natural de Mttilene,
su inteligencia. Las primeras que se segun Suides, pero vivi6 en Leahoe
bici e ron notables como poetilla.8 fueron hMtA la muerte de su e.'lposo, cuyo nom.
MlBTJS, C<>RINA. y Pu \X 1 LLA, contem. bre se ignora. A! vene viuda 118 dedicó
poráDeas todas tres del mí ... célebre al cultivo de las letras y fund6 una elpoeta
lírico de Grecia, Píndaro. (1) cuela para enseñar á las mujeres de
KlBTIS fué la. maestrn de elocuencia Leaboe la literatura y el arte poético.
de Píndaro y de Colina. Pero en breve, las mujeres, envidiosas
Co&UU., nátural de Tanagra, tom6 de su ciencia. y de su talento, la hicie.
parto en cinoo concul'liOs de poesía, y ron la guerra y la. persiguieron, hasta.
au11que tuvo por rival á Píndaro, ella que tuvo que dejar su patria y pasar '
obtuvo el primer premio on todos ellos. Sicilia. Allí fué recibida. con tanta!~ ae.
Segun ellexiccSgrafo griego Su id es, Co. ñales de aprecio y atlmimcion, que sus
rina fué autora dfl una obra. sobre el compatriotas, volviendo sobre tus paarte
poética. que ae ha ~r?ido. sos, se arrepintieron del manejo que
PBAXILLA., segun la op1n1on de algu. habían observado con ella, y le levan.
( 1) PíDdaro nació en Tébaa 520aiioe intee ta.ron una estatua en Sicilia é hicieron
do Je~~ucriato. Oompuomuohu obraaqueno acuñar moneda que la representaba de
han ll ~~gado ~~~~ noaotroe. No se con mujeres, y en couroerno-¡
siglos! 1 racion del hecho, levantaron una e~ta .•
Safo compuso muchas odas. elegías tua á :Marte en honor de las qne mu-é
himnos ti cual más dignos de elo- rieron en el combate y erigie1~n á 1
gio, segun el sentir de sus contemporá. l Telésila una column:\, encima de la
neos. Desgraciadnwentes estas obrasl'e 1 cual pusieron la estatua de la poetisa,
1 han perdido en el trascurso de los siglos, rodeada de rollos de manuscritos y en 1
y no podemos jt zgctr de su mérito sino el momento de pooarse el casco gue.
por una oda y un lti'fltno á Vénus, cuyo rrero. Ademas decretaron que todos los 1
relevante mérito es incontestable. La años tendria lugar una fiesta, durante 1
mejor version de la. oda en español, ha la cual las mujeres deberían salir ves. ¡
sido hecha por la famo!lll. poetiEa cu. tidas de hombre, y los hombres no pobana
doñ:\ Oertrudis Gómez de Ave- drian presentarse fuera de sus babita-llaneua.
ciones sino di~frazndos de mujeres. J
1 Cout~ruporánea. de Rafo fué la poe. Otras T•oel isas !'e hicieron notables
ti:;a Em:\:-IA, natura.! de Lesbia. Sin durante In. upor:a. mús fiorecieute de
embargo, nada se sabe de su vida, y Grecia, pero sus obrns nos son de;.conos6lo
ha llegado hasta nosotros una oda ciclas, y solo ha llegado hasta nosotros
incompleta. algunos .le sus uombrcs, corno el de
TELÉSILA era. natural de Argos, y ~fl'l'Í; uB TEGEO, DAMÓI<'ILA, Nos::;Is
(2) l~t1t.a roca, que doruina élrnar. ~ y Mm.;nrs DE BIZ~L:W.
en una de laR islat! J ónicns, conocida hoy con
ol nombre de l'i:111ta Matía, lugar bellísimo y S. A. DE S.
muy fértil; t1Ut~ habitantes cultivan el olivo
y la viiía, pero son pobreB é i¡;-uor:mtcs. 1 { Coni i t' llfl t'tÍ). ·------- A DORILA.
(t;;AXDO en mil! noches de tenaz imsomnio
Moja. mi alruobarla lágrima de hiel
Y l'l l¡ mis arteria!.< la iuflau1acla sangre
Sit•u :to latir en mi ardo1·os:1 sien;
Inril!ndo tn inefable ¡;ot.o, IIl
1 En tu regazo á reclinar mi ai .. n.
1
r allí contigo y con mi ticrua hija
Olvido el mundo y el dolor y cl mal ;
Palp!t:• el cornzon alborozado
I.a dulce paz,ja emb~iagndora dicha,
J,n lira humano fmnca cantarti :
Y vutlh'o ol pecho libro á reapir .. r.
Qnc aaí consnela la llusiou tunante
A lo.i t¡uc sufren de la au¡¡cncia el mal,
Y devoran su llanto y su torrucntu
Eu triste y dolorosa soldad.
Ir
Bienes fugaces y¡ 'amas completos
Xo tienen fuctjta ni inspirar podrán.
Qne sólo puedo ~ vnntar el ruma
A la e~~fera de noble inspiracion
l 'o sentimiento piMJeroeo 1 fuerte
Que la soatenga, ~ue la do vigor :
Que Lrote de el a, como brota sangre
T>el centro de la , ida al pa!Jiifar,
Que In Batuda, q ~e le arranque acentos
Que ti desgarrar 1 1 corazon irán.
Pero nn jnzgttes mo desmayo el alma y ose terrible , poderoso móvil
l'onJ!tc CSIUI lineas do dolor trazé, Que así trasforml nuestro débil 1101',
Que quien de amur y do osperan~a vivo . Es el dolor, iugé· ito en el hombre
Tiene en In tierra el más preeiadp bien. Y de la vida las proma ley
· Y aquí Dorila, como t'n todu part88, Y esa la causa e que caate mi alma
La inttable vicll\ Sil eom~J'rte en dos ; No eecuas dich ni fugaz placar,
Dias serenos, dulcc.'f y tranquilos, Sino esa~~ horas e amargura intensa
Y nmargas horaR du tctllll'. dnlor. En quo destila e corazon au hiel.
Y en CHI\8 hurnA mi' t·ccuordo toma La que al vert e en la sentida estrofa
Hácia esos tiempoll qno pasaron ya; Que extraño oido á deleitar irá,
A mi11 aruac!oe, venembles padres, j Deja ali\·iudo el razon doliente
A mis henuanoa y mi dulce hogar, Y al alma vuelv 1a perdida paz
Donde ya utmca cecuchnrois amautea 1 IV .
Entre 1118 vuestras resonnr mi voz, Hermana, dulc 3 hennana ¡cuán* -..cM
Ni ya comunes volvenín ti aemoa Vil'nca á mi alm· en ilusion fugaz
La esperanza, la dicha y el dolor; Como un íris de ¡lmor y d11 esperanza
Hlicia la dulce y tau querida patria, La pena do la a~ÍCncia á mitigar!
Sus verdea campos y au cielo uul, Bendita seas! jlle parece verte
Sus tihios airea, sus hermosas uochca, Jauto á mi lecho ae dolor velar
Su brill.n1tc y ctuma juventud ; y compartir, 80Jí,cita y amanto,
Hácia esos bienes, ju'l"edill!l! años, La ruda carga d un cont!nuo afan:
Rico poéma de ilusion y amor, lleudita al, po ue vert11te ea mt alma,
Cayo recuerdo me doagarrn el alma En horas de amal ~¡8¡ 1110 pesar,
Y enluta para siempre el ~;orazon. Un tesoro inefabl de ternura
Hácin CBáS tumhaa quo en diatiutoe climas Con tu inmenso cj ·¡¡0 fraternal.
HennanoR reetos ent'enaron ya, To debo mucbq y gratitud eterna
~janclo. triste. aolitArio, mudo, TIUl santa deuda . 0 podrá pagar
El que n.ntes fu.ern nueatro alt¡;re hocnr. .Mauicmprc,siem re, á dondequicrquo-.a;ru,
Y entonces stcuto ... lo que nunca, nunca, lli tierna bendicil 11 te seguirá.
Uum ~na pluma á dC!lcnl.ir llc¡;ó: 1
Callemos, pues, y solitaria Jll¡;rirn:~ · H. AmoxARCUJ DE Y.
Mi aentimiento cxplicnr:í mejor. Boyacá, F'ebrc de 1871.
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LOS DESCUBRIDORE
fcuAT>ROS HISTÚHICOS Y NOVEI~ES OS-SIGLO XV.
(CONTJNUAOIOS).
ALON~O DE OJ EDA.
CUADRO V -14114- H A 1 T l. ~b}e, que ni UD& hoja 1t
IV moria en 1 boles de los alrededor-.
Tooo eataba en ai.leacio, W1t.o n el Ojeda, que pia noches no dormia
campameoto indígeu ooaao • tl fuer. J dies que 10lo comia ~ra ~ delíall~
te. oobijadoe poi' ua JlGCiiae m.., ~ oer, viendo la ;ranqnLdod ea qae ya.
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1-
104 LA MUJ] R .
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oía. el enemigo, quiso retirarse ñ gozar - !Alonso! tornó á decir la voz de
de algunas horas de sueño despues de enat es, pero no pudo distinguir sisa..
haber dejado centinelas en la~; parles lia d ~ la imúgen del altar ó de la pos·
m{LS débiles de los muros y palizadas. trad figura ; Alonso, deoia, yo pienso
Era tanta la fatiga que sen tia aquel en t .. . no me olvides nunca .. ..
bom bre, que jamas dejaba. ver debilidad .....; ~lana, ltfaría! articuló por fin Oje.
en su cuerpo ni en su espíritu, que da c< n trémulo acento.
apénas se hubo reclinado en su duro - ,
los e~pafioles, haciendo parte de ella señor, trayendo ademas obsequios ¿e
todos los jefes indígenas 'de la isla. La coosideracion.
intencioo de Caonabó era caer al mis. -¿Cuántos son 1 repuso el cacique.
mo tiempo y el mismo dia con todos -Diez hombres y un jefe: el mi3-
sus coaligados sobre la nueva ciudad y mo que defendió la fortaleza de Santo
sobre los fuertes de la Concepcion, la Tomas.
Magdalena y Santo 'l'omas y no dejar -¡El que llaman Ojeda.1
uu solo español vivo en todo el terri. -El mismo.
torio de Haití. Para llevar á cabo esta -Qué fortuna: exclam6 Caonab5.
audaz empresa, sólo se aguardaba la ;Yo que deseaba ta.nto ver (1 e¡¡te hom.
llegada de ciertos emisarios del caci- bre de cerca.!
que que vivía más léjos, para con ellos -i Y permitirás que llegue hasm
señalar el dia de las proyectadas Vís. aquí? preguntó Ánacnona; i no temes
perll.S Sicilianas indígenas. alguna falsía de parte de los españoles
UnA. hermos:1. tarde de Diciembre ba. en las presentes circunstancias 1
llábase Caonab6 recostttdo muellernen- -¿Qué podemos desconfiar de once
te en su hamaca refiriendo á su esposa hotn bres cuando tengo aquí rmmidos
favorita las maravillas que babia visto más de cinco mil guerreros 1 Admíra.
en los alrededores de la r~abela., hasta me la grande alma y nobleza de estos
cuyas puertas babia logrado llego.rocnl- hombreH qne vienen á libran;e en mis
tamente, con el objeto de descubrir la mano$ atenidos á mi generosidad. Co.
manera más fácil de asaltar lu. nueva rre, Mtadi6, dirigi~orlose al mensajet·o,
ciudad españolo.. Describíale, entre dí que lo:> dejen pasar inmediatamente
otras cosas, el asombro y el enoantú y los reciban como si fuese yo mismo.
que babia experimentado con el sonido Apéoas hubo partido el úgil enviado
de la campana de la iglesia, cos.'1. que de lo~ vigíM que guardaban las selvas,
suspendía y entusiasmaba. mús que to- 1 cunndo Caonab6 ma.udlÍ que se prcpa.
do á los indígenas de aquella isla, bast.1. rasen á recibir á los españoles con to.
el punto de qne muchos arriesgaban su do el bot~to de que podía disponer su
libertad y su vítla sólo con el objeto de desnuda majestad. Conforme Íl sus ór.
acercarR~ al lugar en que sonaba para denes salieron en primer lugar con sus
ellos la música más sorprendente y mn.. mejores atavíos (es decir, plumajes y
ra.villos!~ del universo: creían que la pinturas) los principales cortesanos y
campana era un presente divino, obse.
1
habitantes del pueblo, con antorchas
quío del Dios de los blancos, y que no encendidas en las roa.uos, pues ya. ha.
podía haberse fabricado sino en el cielo 1 bia llegado la noche: seguían les una
y por m:.tno de séres sobrenaturales. comitiva. de treinta mujeres de la casa
1
~Ah 1 decía Ánacaona, cuánto diera rMl, vistosamente aderezadas con deyo
por oir esa m•ísica. que decis ! lantales de algodon bordados de varios
-Eso lo lograr1~mos tal vez, pero no colores, y anchos brazaletes de conchas
'sé como la tocan y si sonará lo mismo relumbrantes, coronas de flores sobre
en nuestro poder que en el de los f0- el cabello ca ido por la espalda, y en las
ra.steros. manos instrumentos músicos las unas,
1 Interrumpi6 la. plática de los dos y palmas y ramos floridos las otras.
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REVISTA QUINCENAL. 107
Admirót>e Ojedn al ver llegar por pasado ruido de varias conchas que
entre los árboles al acercarse al pue. -adorna bao sus cuerpos.
blo, una procesion tao imponente á la Terroinado este poeñal de que les habían preparado en una casa
respeto, y avanzó por la vereda segui- grande que pusieron los inciio~ ú su
do de los tlemas españoles. disposicion, suplicó al cacique qué lo
Al llegar á cierto punto se detuvo permitiera tener cou él una conferenla
procesion á uno y otro lado del ca. cía, para la cual tmia intérpretes.
mino, y se adelantaron las mujeres Despues de los cun.plimieotos del
cantando y danzando, yendo á deposi. caso por ll.no y otro lado, Ojeda le ma.
tar al pié de Ojeda las palmas que lle- oifestó que venia á las tierras de Caova.
ban en señal de pn,z y bienvenida, y nab6 como embajador de su jefe el
lo condujeron á la presencia de su ca. almirante Crist6bal Colon, con el objeto
cique. Aguardaba éste á su huésped á rle invitarle á que le hiciese uua visita
la puerta de su casa, que era la m;Ís en la Isa.bela, y así é~ra. tÍ can~ hacer
grande del pueblo, tenieudo á su lado las paces con él y con todos los ba.bi.
á su mujer favorita, la guerrera Ana. tantes de lll. isla, de quien él, Caonab6,
ca.ooa. Ambos recibieron ií los españo. era el nato jefe, segun comprendiao
les con 1ma. natural cortesanía que hu. los españoles.
hiera hecho honor á príncipes ch·iliza. Caona.bó contestó con dignidad que
dos, y los llevaron al lugar en donde él tendría mucho placer en ver al Gua.
tenían preparado un banquete. Caona. núniqui·na (así llamaban los indígenas
bó que no se hnbia pintado para ate. á Colon), y que no se oponía á que lo
rrar, como lo hacia cuando entraba en visitase per~onalmeute si lo tenia á
campaña, no parecía tan fiero como le bien, asegurándole que seria recibido
habían visto ántes los españole~, y e~tt:o lo mejor posible en sus Estados, pero
circunstancia, unitla á su deseo tle agra.- rpte él uo tenia por qué salir de su te.
dar á Ojed.tl y ú la dignitlad de Rn pues. l'ritorio para buscar una amistad que
to, le. hacían muy afable cou sus ene. no necesitaba.
roigos. Ojeda eotóncos no insistü) en su in.
Anacnou:~., cuya belte~a resaltaba ¡ vitaci6n, manifestando a.t cacique que
si u necesidad ele atavíos, la acreceut6 daría p:nte de su contesta.cioo á Colon,
con lns usuale(; galas de su clMe. Ves. y púsose (. hablarle de las maravillas
tia un fa.ldon ricamente bordado que ¡¡ue teniau los espaiioles en la lsa.bela,
lo caia hasta las rodillas, muchos sar. hasta que el cándtdo salvaje le dijo
taJos de cuentas y primorosas plnmas que lo que deseaba. ver era la campana,
sobre el pecho, uua guirnalda de flore!! 1 cuyo sonido le Labia encantado, aña.
rojas y blancas en torno de la cabeza é 1 díendo que por poseerla haría cual.
igual adorno en los brazos y tobillos; quier sacrificio.
1
Añacaona., que era poetisa y se acom- ¡ Sonrióse Ojedo. nl descubrir que
paí'laba con un instrumento hecho con aquel era el lado débil de Caonab6 y por
¡ la. pintada concha de una hicotea, espe- el cual podía cautivarlo, y así dijo, co-l
cie de tortuga pequeña, cantó 'arios mo al descuido, que cabo1mente Colon
cweytos (1) rimados y compuestos por lla.bia. intentado obsequiarle con aquel
ella misma, en tanto que otras indias objeto si el cacique llegaba. á entrar
danzaban á 1n luz de la luna en la. pla .. como amigo á la. lsabela. Adamas le
za del pueblo, formando coro al acom .. asegur6 que le enseñaría ln.s misterio.
sas palabras que babia de pronunciar
( 1) • Cantos y baladas p1·opias de Jos indí- para que el instrumento produjese el
gen.as de Haití y de Cuba. sonido armonioso que le encantaba, sin
1 •
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toa LA MUJER.
las cuales la. campana permanecía m u. pañol e~ con el espectáculo; terminado
da é inútil. el cual Ojeda significó á su huésped
Dejándole bajo esta impresion, el que deseaba regresar á la !sabela. á
·españo1 se retir6 á dormir, y Ca.ona.bó da.r part.e de su mision al Almirante,
á dar parte á Ana.caona.de las palabras quien tenía. vivo interesen hacer las
del huésped, pasando largas horas en paces con todas las tribus indígenas
deliberar sobtte lo que harían para. con. de la isla y favorecerlos con valiosos
seguir .tamaña dicha, pues segun babia presentes.
entendido el cacique nada obtendrían Caonabó entónces anunci6 que ha.
con robarse la campana si 110 sabían bia. decidido acompañar á Ojeda. en su
las palabras que la harían son~r. regreso á la Isabela si con toda sin.
Al dia siguiente el cacique mostró á caridad le aseguraba. que en cambio
su amigo Ojeda las curiosidades y gran. de los tratados que harían en aquetla
dezas de su pueblo, llevándole (favor ciudad le garantizaba que le da.rian la
que no prodigaba);al templo del Zeme, campana. de la. iglesia y enseñarían á
dios tutelar -de la tribu, alojado en una manel'atla.. Sumamente satisfecho con
casa bastante espaciosa y puesto sobre aquel a promesa., Ojeda le ofreció que
una especie de altar de madera: era de seguro conseguiría. cuanto quería
de piedra y to¡¡camente labrado, segun si llenaba los deseos de Colon.
!!e manifestó al descubrirlo¡ houor se. No tenia el español la conciencia
ña.lado que hizo á Ojeda, relajando la muy tranquila. de~e que le dieron
severidad de sus ritos, porque era. de parte de la confianza. que de él hacia
mal agiiero que otra per!!ona de otra el cándido cacique, tan extremado en
tribu ó nacion coutemplara. el Z6'YM de manifestarle cariño y aprecio, en ta.n.
Magua.na descubierto. to que él babia ido á Maguana. con
.A.demas de este ídolo adorado por la una mision muy pérfida y desleal. M u.
tribu en comun, cada familia tenia u o cbo nos duele tener que presentar en
Zeme particular que era el patrono de este caso á Ojeda como hombre falso,
l~~o casa.. El cacique poseia tambien tres ingrato y ruin para con el generoso
piednl.S maravillosas ó talismanes, cftie indígena,-pero hay que notar que los
·prestaba ú. sus súbditos, como eficaz 1 españoles de aquel tiempo, estaban
medicamento, sirviendo como preserva. acostumbrados á hacer la guerra á los
tivo cun.nd<> les amena~aba algun gran
1
moros con engaños y artificios, recibí.
riesgo. dos. como estratagemas lícitos, trlttán.
Para el cuidado del templo habia dose de infieles á quienes no era malo
varios Butios -ó sacerdotes, que lleva. engañar con promesas y a.un juramenb&
n el cuerpo pintado con ja imágen tos que luego se quebrantaban sin em.
d(ll Zeme, y adamas de este empleo y pa.cho.
el de presidir las ceremonias religio. Sucedió que ha.bíendo llegado á oi.
sas eran los médicos natos de la. tribu. dos de Colon la. noticia de la conspira-
El cacique no debía nunca. morir de cion tramada por Caona.b6, quiso en.
muerte natural¡ y para esto los Butios contrar a.lgun medio de impedir que
tenían la mision de ahorcarle cuando, estallase, así aceptó con gusto el ofre.
estando enfermo, agonizab11, en tanto cimiento de Ojeda. que le pidió licen.
que la. chusma moría sola. y abandona. cia. para internarse hasta el campa.
da. por todos sus parientes, á ménos mento de Ca.onab6 con algunos compa..
que el cacique los mandara ahorcar, ñeros, determinado á embaucarlo y
lo que se apreciaba mucho, y se creía. traerlo inerme, maniatado y preso á
cosa. de honra y prueba. de grandeza.. la. !sabela. Semejante empresa, que
Pa.sarou algunas horas entretenidos hubiel'a. parecido imposible á cualquiera
en esto y en presenciar la.s evolucio. otro, no lo era. en el concepto de los
nes militares de los guerreros de Cao. conquistadoree. para. el héroe de Santo
nab6, que quiso deslumbrar á los es. Tomas, y así Colon a.c.!edió á lo que le
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REVIS'l'A QUINCENAL. 109
Tomas, y así Colon accedió á lo que le guerrero : \'ed estos adornos fabricados
pedia exi~iéndole solamente que trn. eu el Turey (cielo) do Vizcaya, y que
jera al cn.cique pre~o, pero vivo, n la. sólo usan en grandes solemnidades los
l colonia. es paño la. Y a. hemos visto cómo soberanos de Castilla.
!llegó á Magunna, c6o10 fué recibido Y le presentó unos grillos y unas es.
por el jefe caribe y de qué manern. im- 1 posas c.le hierro que brillaban corno
prevista vino á facilitár~ele su pro. plata.
yecto, al parecer descabellado; pero al l -Esos adornos, continuó, los he tra.i.
1
tiempo de ponerse en marcha, O jeda. do para que os los pou~ais en honor del
notó, no sin recelo, que habían prepa. Almirante don Cristóbal Colon, que
rarlo numerosas huéstes como acompa- debe de estar ruuy cerca do aquí, porñamionto
del cacique. que me ofreció venir á recibiros no
Preguntó quó t>ignificaba aquéllo, léjos de estos parajes.
puesto que t{l no tenia más séquito que Admiró agradecido el sencillo caci.
diez hombre~. y que le parecía. impro. que aquel precioso regalo y desde luego
pio que á Utll\ visita entre amigos Re quiso adornarse con lÍ$iruo, llegaron á la ls:1.bela.
les preciso dar rodeos y á veces per- con su cautivo en toda seguridad; expederse
por escabros..'\S sendas para no dicion nllieutcmeote cousmuada, pero
dejar huellas de su paso. No tenemos cuyo perfidia OM;urece su mérito.
tiempo de describir las aventuras que
afrontaron los infatigables españoles S. A. DE S.
por entro las oEcura.s selvas, llanuras (Collli nuarrí ).
fangosas, rios hol.ldísimos, sin encontrar (1) Tallcynmd.
___,_ ... __
UN RECUERDO DE CARIÑOSA AMISTAD
EN LA MUERTE DE SU QUERIDA ~!ADRE
la seuo~a dolla ~milia ~tálor.a de !in.
Trajo del paraíso en sus miradas
La inefable ternura de una madl·e,
La dulce candidez do las palomas
Y la dulzura celestial de un ángel.
Y se durmió en la tumba sonreída
Con eaa unciou bendita, incomparable
Del alma que termina su jornada
Camino del dolor, sin agotarse.
Pero al decirle en su postrero lecho
Sus últimos adioses ! al dejarte ...
Tú has sentido loa hielos de la muerte
Sobre tua aiooee 14nguidas posarse.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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REVISTA QUINCENAL.
Ah! porque nada llenarú. e,n la. tierra
El inmenso vacío de una madre ! 1
Y á las densas tinieblas de la. vida
Se suceden las albas inmortales.
111
El dolor de su ausencia es una fuente,
Perenne, misteriosa, inagotable !
1 Ten valor en la. lucha, que tu amiga
Bajará. desde el cielo ú ~nsolarto
Empero, seca el llanto, dulce niña Y á decirte que tienes eir la tierra
No llorca más; dichosos los que parten
Y dejan á su paso por el mundo
Por recuerdos virtudes inefables !
Hija tú de la mndn\ quo perdiste,
Sah<>s que á la cxistortcia de la tarde
El inmenso cariño de tu padre
.A.GRIPINA MoNTES DEL VALLE.
Marzo-1879.
------~·~-----
ELEMENTOS DE HIGIENE GENERAL.
{¡;~aduccion del fr,anccs poq :~. )(, da $.
PRIMERA PARTE. 1 nace al mundo y al aire exterior, el niño
CAP Í TU J, O S E G U N DO· continua necesitando que sus órganos fun-nr:
L . a Luu rm•»Au&NTALES ncL ooo.o.>na>~o 1'V>l""o 'lionen regularmente y que los elementos
T nc sua ··uNmosca ur.>otoncias llo la
nismo, y otms le Yieueu del exterior. econo ía animal.
Es, pues, imp.wt:Mto, bajo el 1111nto de. l>e o lo que se debe repetir coustaute,
·ista do la salud y de la }¡igicne, que tic- mon para ser oidos, es c¡ue la ley de l11
ne por objeto eomen nrl:l y lllcjorarla, hcrenc:ia os segura, com;tante y uui\'ersal;
conocer tanto las unas como Ja;¡ otras, y que lo~ padre~; comunican á sus hij08 su
podor apreciar sn iufiuencin. orgauilznoion, y que el niño hereda con ee-
Uua do las primeras condiciones de la gurid~ d sus di~posiciones mórbidLLS.
vida y de In salud de cadn ser, ¡;n hnlln cn 'Es~" lrasmision puede 1>er regulat· ó alla
fuerza que lo hnco vivir y do.;;arrollan;e. tcrnath·a, directa ó indirecta ; ir del pnEsa
fuerza es ul }Jrincipio y la bnse de su dre ó de la ma.dre nl hijo ó á la bija, de
existencia, é influyo en él dc¡;de que ew· la tia l sobrino, y ovit~r taló cual micmpie?.
a ' existir. bro d lu fnmilia ; ¡1cro siempre es &e-
Cuántos niüo~t mueren temprano porque gura • cvnstaute.
han uncido débiles y raquíticos, miéntr.1s Algunas ,.oces las enfermedades se trtl8-
quo otros, uacicntlo sanos y vigor08os, be miten viaiblo y direcuunoute de los nnmucstran
desdo ol principio de su exis- topa ~os; poro tambien otras son causatencia
fuertes parn toufrir y vencer toda dns polt· las di~posieionOll mórbidas Itereinfluencia
extl•1ior ! dadas, y que, nl deDarrollnrso, se couvier-
F,o~~tas dispobicionos natnmle~> que apa- ten eu una enfermedad. Mas siempre y
recen desde sn origen, en ln• con~titucio- en todr,s pnrl& ese vínculo existe, y la
ncs fuet·tes ó débilc~, ¡¡anns ó enfennizas, rolud Uol niño se Jiga á la de sus aseenvigorosas
ó degradadas, tienen una im- dient 11 Mt.urnles.
portllncia capital en ]a higiene, y e.-to La bigicno del que está predi¡;pu06to á
prueba que 6U debe estudiar dutenida- ciertns, onformedacles, no puede ser igual,
meulAl los fenómenos de In herencia. porou¡ ueitO, llla del ¡¡ano y robusto; on-
I,ero aunque so cree conocer los feuó- tónces¡ In medicina so hace un auxiliar
menos do la horcnoin, tencmoll, eu geno- intelig nte, indisponAAble, y tiene la mira!,
una idea muy fulsa de ello;;. No im- sion dje pre\'er é im¡1edir la futura enferpedimos
bttficioillCtllente que las malas in- m edad, deteniendo lln cuanto o.; }K>~>ible
finencina be d~1rrollen en nuestras fa- bU d6$1rrollo.
milias, introduciendo á ellas otras poco " ¿ or ventura el nt te do curar ojorcertl
sanas o de mulos precedentes. vorda m·nmonte una influencia notable
En cuanto Á l(U! enfermedades, S4l hs en el si-tema socinl y la mlud general de
considera, sea ouul fuero sn origen, como la ~ ldciones? ''-preguntaba el doctor
un acontecimiento Cll.lillnl, igual al •!UO ~ueut let; y bO contcstnba á si mismo :
daiia el mecanismo do un teloj y cuyas '' QuL crn creerlo, pero declaro qne nada
causas son puramente el.tm·ior(ls. Se cul- 1 ju~t.ifi H·-u~;uposicion. 'Podo prueba, efecpn
al frio, la fatiga, la hnmednrl, &c. ti' m u u te, c¡ne los médí<·os, al trutar de
Sin embargo, liO puede prohar !Jn.'lta la prolot 1r ¡,, vida, no aumentan el númeevidencia
que lu mayor parto d& la'~ cu- ro de los 'ivOl', y hablo t•or ll\ experiencia
fermedados uo son acoidoutalos, sino r¡uo do m hos siglo5 y por hechos cont.cmse
doanrrollnn lentamente bajo la infiuen- pet·tín s. Sin embargo nos pueden suacia
do cansas físicas y moraleii que se do- traer mnc!Jns miseria!!, á muchos doloben
aciialar y combatir con la propagn- res, y su mision limitad" ba:.ta ahí,. Oló
cion de la higiene. Lt>aS canf.a.S modifican sufiO más
comprender, que se duerme cuaudo le lójos, son débiles de cuerpo pero no se
hablan de algo serio, y bosteza si le lle- debe calumniar su inteligeucia ; con fre.
gais d leer cualquier cosa? ¿Por ventura cuencia tienen mucha, y Calji siempre un
este e~ vuestro tipo ideal'? No,-pues eu- gran ft•ndo ue buen beutido que está pitónoes
iluminad el entendimiento feme- 1 diendo que le utilicen. ¿Quién no reconoce
nino con el resplandor de la verdadera In sutileza y el sentimiento delicado que
insh·uccion, pero no la falsa qne se en- pt·eside en todos sus actos? Cuán uaturalcucntra
en las novelas de mala ley y en mente expouot! su alma á los vivifiolln"
ersos 1:\uguídos y malsanos, que des- tes rayos de lo bello y de lo verd!ldero 1
picrtan lo.s pasione!1 y aletargo.n el enten. "Entiónd8be oien que en esta especie
dimiento. "Lo mú.~ peligro~o para la mu- do reivindicacion de los derechos de la
jer, dice más léjos el autor que vamos mujer al estudio, no doy á. éste más que
citando, es una instmccioLL incompleta," su parte en las ocupaciones de lo. vida:
i nosotros añadimos: una instt-uccion fa.l- claro es que deben figurar en primer térsa
y errónea. mino los cuido.dos de la casn y de la fa-
Si es difícil y mal dirigida la educa- milia, y que su marido, sus hijos y sus sircion
de la mujer en }'rancia, en doude vientos son los primeros cuidados de una
hay tantos métodos para el caso y t·ecur- mujer, que comprende los grados de sus
sos infinitos, libros y maestros en todos debet·es. Mi opínion, si se quiere que la
los ramos del saber humano, ¿ qué diré- precise, seria sencillamente que, por ¡·emos
¡ Dic.s Santo 1 en Colombia, en donde gla general, la mujer reservase en su Tino
hay nada de esto, y ademas tenemos da ordinaria dos horas ó tres, á ser posihábitos
arraigados de desidia y repog- ble, paro el estudio y la cultura intelec-nancia
por la. instruocion ? tual."
Monseñor Dapanloup dice que la edu-cacion
de la mujer en Francia consiste Generalmente dicen las mujeres: " Yo
en algunas noctones generales, sin ningun sí quisiera loor, estudiar, pero los debe-
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REVISTA QUI.NCEN 115 ----
l"etl de la famil~tno lo p~ite::-y ¡un instante, con ri~i~ndo sus deuo.rcs con
raro vez puedo abril' un libro sin que me .Dios! con .bu f1 r,nha, con lt~ evcwdad )
interrumpan." cou!ngo nu!>mas.
No lo crcnis as¡ : siempre eu tJ>dns lns 1
existencias humanas hay horas en que si
so qniere ¡¡j se hace un esfuerzo, se en- J,a regln de da no debe tomnr~:~e ti la
coutrariÍ~ horas libres. Para esto sólo ligera y la mny ilul'trada madnma Swetbasta
una cosn, de la (:Ual carecemos en chine decia: •• Es preciso exnminnr, claColombia
en todas )al; situaciones Y esfe- !lific:lr y rc:;olveJ desde la víspera el trnras
de la Yidn: ÓRIHa·t. bajo del din sig iento; disponer las cosas
Quien tiene órden, lo. aseguramos, al- segun 811 impor ancia respectiva y obrar
canza á hacer lo que 1}\Ut~re.. _ en conciencia ; he aquí el s-idades J
gmr la ruu.u1·los tliOillOUtos por~idos, rovcchcn é · n•truyan.
órden, de ateuc10n Y fiJeza, ~ue se refleJan Próximame te nos ocu1>amoa ex\ensa-de
la ~idn material en la VIda ~~~oral; laR wonto du U~otc ,bu oto.
mujeres máe .alegres, las ~ás JgualOlt de
oorácter y nun 1M de meJOr 11nlud, son S. A. 01; ~-
las muj:rcs inteligentes y laborio~. que
han sabido encontrar, en una activ1dad
bien ordenada, el secreto de no perder
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116 LA MUJER.
LA AMISTAD CRlSTIANA,
P O R ::\1: ADA ::\lA. M O N N I O T .
~qndw:ido del f~ances pa1;a "~a ¡:tlujc~" po~ una seño~ila.
( CONCLUSIO~).
EscUCHlhiOS, u.cerca de este intere. Lacordairc para preguntarse si ¿real.
sa.nte asunto, las piadosas palabras de mente existirá una amistad tan ideal,
un orador elocuente, para siempre 6 si no seríi, despues de todo, sino un
amado de la juventud católica. He 'fW1YI,b-i'C sublime y consolador ? Pero
aquí el modo como se expresa el ilus. inmediatamente se responde á sí mis.
tre Padre Lacordaire en su libro de mo : que le seria. tan imposible dudar
"Santa. Magdalena," en el capítulo lla- ¡ de la amistad como le seria dudar de
ruado : "De la amista.u cristiana fun. la religion, porque tanto el Evangelio
dada en Jesucristo." , como su propia historia desvanecerían
"La amistad, dice tq, es el más per. sus dudas. En seguida prosigue así:
fecto de los sentimientos del hom. "La simpatía no se le niega sino á
bre ...... Fundada como está en la be- quien no la inspira. Todo corazon puro
lleza del alma, ella. nace en regiones la posee, y, por consiguiente, atrae así
más puras, mús libres y más profun- otros corazones, sea cual fuere su edad.
das que las de todo <'tro afecto. "Jer.;ucri¡¡to amó á las almas y nos
"La amistad vive por sí misma y trasmitió t!se amor, que es la esencia
por sí sola., y ef\ tan libre en su prin. del cristianismo. Niogtm cristiano pue.
cipio como en su duracion. Es un con. ¡ de llamarse tal si no tiene en sí una.
veoio espiritual entre dos almas que chispa. de ese amor que circula en
une una misteriosa semejanza. entre l nuestras vena.s como ]a. mi$ma sangre
la belleza. invisible de la una y la de de Cristo. Desde el momento en qu&
la otra, belleza que se manifiesta con amamos,- sea en calidad de padre 6
mayor claridad por medio de la con- de espor.;o, de hijo 6 de amigo,- desea..
fianza que de dia en dia va. aumen- mos salvar el alma. de la persona á
tándose entre ellas. 1 quien amamos; es decir, que desea.
" La. edad no puede destruir ni de. mos darla, á costa de nuestra vida., la
bilita.r esta union, porque el alma no verdad en la fe, la virtud en la. gracia,
tiene edad. Ella, superior al tiempo, y la paz en la. redencion ...... En re.
habita. la mansion eterna del espíritu, súmeo, darle á Dios! el Dios conocido,
y, aunque está atada al cuerpo á quien el Dios amado, el Dios servido!
anima., no conoce jamas, si no lo quie- ¡ "Y si á este sentimiento venido del '
re, ni la. mancha. ni el desaliento del cielo agregamos la. simpatía natural,
mal. ,arraigada en los mismos corazones por
"La amistad, merced 6. un privile- ' la voluntad divina, se forma en ellos
gio admirable, aumenta y se robuste. l un afecto de ta.l intensidad, que no
ce con el tiempo. Los acontecimientos 1 tendría nombre sobre la tierra. si J esu.
quo llenan la. vida de dos amigos a.fir. cristo mismo no hubiera dicho á sus
ma.n su felicidad, y el empuje de las discípulos: " Os he U<1/I'YI.IJ!lo mis ami.
pruebas que hubieran podido destruir- gos! " Es, pues, la amistad!...... la
la, les hace conocer mejor la unidad
1
amistad tal como pudo imaginarla el
de sus sentimientos." Dios que se hizo hombre y murió por
Eu este punto se detiene el Padre· sus hermanos! .
'--
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REVISTA QUINCE
"Pero entre estas almas, por las j ne realment
cuales Jesucristo vivió y muri6, hubo cir en el co
algunas que fueron el objeto de su y bueno.
, predilecto amor. Él las amó á todas, 1 San Juan
sí, pero am6 á algnnas más que á las más querido
de mas ...... " nos lo refier
Detengámonos aquí y meditemos en 1 designarse e
estas palabras, q ne resúmen tan bien 1 quien J esus
lo que deseábamos saber : El las amó " Y uno d
á todas: pero amó á ahyuna.s mrís que quien Jesus
á la8 derrws. reco~>tado en
Ahora, sobre todo, es cuando mejor
comprendemos que ll\ amistad que vie. 1 (Concl11-i
----4·---
EL TALISMAN DE ENR
NOVELA.
SEGUNDA PART
117
de Dios no puede produ.
on sino un efecto noble
era uno de los amigos
del Salvador. Él mismo
con sencilla. gratitud, al
el nombre de Aquel á
ba:
sus discípulos, aquel á
maba, estaba á la mesa
seno de Jesus."
').
(S. Juan, XIII, 23.)
Pff-}1 f.~ I-f PPfJ"f'f~.f P · PfPJ¡Z.
( CONCLUSIO~).
PaJe, iJ marchait.- A u bruit o son pas grave et sombre,
TI voyait a chnque nrbre, hél ! so clresser l'ombro
Des jours quo n ont plus !
On dit que sur les coours ploi do troublo ct d'éffmi
Y otro griico s'cp che;
::-:out<-ncz- moi, Seignr.nr 1 ~:'e •nenr, soutencz moi,
Car jo sens qno t ut ponche!
-Vea usted, dijo olla, aquí no hay ¡el favor de d
sino algunos versos copiados segura. unas gotas qu
mente por ella, y este pliego rotulado alcoba al lado
cí mi attsente cspo.-o. ha evitado o
-Y mi madte novióesa carta? pre. cie el mal.
guntó él. En tanto q
--.CH, pero dijo que no daba ninguna cino aposento
luz sobre quiéne~ podrían ser mis pa- bo)¡¡illo la ca
dres : no tiene fecha ni direccion. • ¡ -Aquí ti e
Enrique se apoderó de este tíltiríto dados en la e,
paquete, y pomendo los otros papeles ziíndole la lla
con el n.oillo entre ):¡. cajita, dijo: na los verém
-Me siento, Cármeu, más y más En seguida
malo .... conozco los síntomas del mal gotas que le
que mi madre teme tanto. la cabeza con
-Dios mio! exclamó Cármen ; ¿qué -i Y mi m
harémos? roas vi6 ese e
-N o hay nada. que hacer .... bágaroe -N o. ¿Po
VÍcTOR Huoo.
me un vaso de agua con
usted encontrará en mi
e mi cama .... esto me
as veces que se pronun-e
Cármen pasaba al ve.
Enrique guardó en un
a cerrada.
usted sus papeles guar.
ita, dijo Enrique entreecitA
de la caja: mafia.
despacio.
e tom6 el agua con las
recia Cármen y recostó
a la mesa.
re, dijo de repente, jacifijo?
qué me lo pregunta l
15
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118 LA MUJER.
-Porque eso lo hubiera abierto los una niña que he mandado que bauti-ojos.
ccn con el nombru de mi patrona la
-¿Cómo así? pregunt6 Cármeo sor- Vírgeo del Cármou ... Mi fiel Manuela
prendida. me asegura que ella lograrí& engañar Íl
-t Qué dije 1 mis enemigos y que sacará á mi hija
-Que eso le huLiera abierto los de su poder para llevártela... Rccíbe-ojos.
In, esposo idolatrado, y mirándola no
-Quise decir que le hubiera llama- me olvides; yo casi no la he visto, pero
do la atencioo . .A.b ! no sé lo que di- la amo tanto . .. ! Una. fiebre horrible se
go l. .. Permítame C:írmen retirarme ú ba apoderado de mí. Adios, adios: me
mi aposento. Creo que el silencio y la siento morir, no me olvides... Te doy
oscuridad me aliviarán y evitaré el cita en el cielo... G.''
ataque.
Cúrmen le acompañtí hac~ta la puer- Cnyó al suelo el papel, y Enri- l
ta del aposento y se retiró sumisa, peu- que, poniendo su pálida fnz entre las
sando r¡ue evidentemente esa era la manos, pcrmaneci6cnsi inanimado lar.
manera do evitar el ataque que doña go rnto. ·
Clemencia temía tanto, pues podia mo- -Cármen es roi hija, pens.'\ba. ; qné
rir en él. horror! mi esposa e~; mi propia hija. ...
Enrique permane~i6 quieto durante con razon que mi afecto fuera tierno
algunos minutos y cuando se persua- pnrnconella.,~ronndamás. ¡Ctímosalir
dió de que Cármeu se babia. aleJndo de de este paso? Y el mundo qul- dirá de
RU aposento, ecb6 llave á la puer~ por nue~tra situaciC\u? Qué han~, Dios mio,
dentro, -en seguida se acerc6 tÍ la luz, en este Ca."O? \" l'ltCtrá.'f t)(fr este ~'"Í!(YLO J
que elb había dejado sobre un mueble es el mote del crucifijo do mi familia
lojano, y &ncnudo la cartn dirigida ú y por él me he "nlvado ... ¡ Qu6 dirá
til leyó lo siguiente con una emocion Cármen cuando sepa que su espo!o e¡
que f.Acilmente podrá imaginarse el su propio ¡><'ldre?.. . No, no Jo sabrá
lector. jamas, no quiero que su frente de ún-
" Esposo mio ¡por ventura. Uegarús gel se nuble con tan horrible idea. Su
6 leer alguna. ve1. estos renglone11 que vida se tnrbarin en adelante ... Pero,
escribo pnra tí con el presentimiento c6mo decí~elo, y !'tSmo permitir que
do mi pr6xima muerte? ... Oh J queri- lo ignore!.. . Mis idon11 Fe turban, sien.
do mio, no me ohides, no olvides ú tu tola. ola ele fnogo, precursora. del ata.
de.o;gmciada cspos.'\ que tnoto te ha que que subcl. sube hácia mi cerebro .. .
amado; te le pido en nombre de los tal vez éste ~crá rl 1Htimo, Dios mio l
veinte dias de felicidad quo pasamos ten piedad de mí, .; iluminadme el mi
en la quinta: .. desolacion :
"Nunca podrás comprender cuttnto . .. ....... .......................... ....... ..
te be atnado y lo mucho que he sufriJo Pasaron algnnos momentos en los 1
coa esta separacion fotzada, que será cuales permaneció meditabundo J ahle.
causa de mi muerte, y, crécmelo, eorto.
muero de mal de tlusoncia, porque lo -Sí, dijo cnsi en e.lta voz, es pncillo 1
11é, lo presiento, qne nunca, nunca m{lS destruir eate papel, el único que poiria
te 'folvercS á ver, tui tierno esposo: Si dar alguna luz ... Al decir esto acercó
pudiera al mí-nos legarte el fruto de la carta á la lumbre y la ~uem6 coronuestro
amor. si pudiera entregártelo pletamente; cuando la vio destr..tida
para qt•e t<> si rviem de consuelo en tu abri6 la puerta-ventana que daba á un
desolacion ... : balcoo largo que miraba al jnrdin, y
arroj6las cenizas. La luna habta bajado
"Tuve que interrumpir esta carta considerablemente sobre el borizollte ...
porque me seniia. morir ... Y a llegó al ¡ Enrique fi.j6 en ella ma.quinalmtnte
fin la hora, esposo mio, soy maare de &WI miradas ; nubecillas blanca.s !»da-
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..
REVISTA QUINCENAL. 119
------- ------.----- -
han sobre el ci~lo azul como sombras sucedía. Pero ya el navío babia. partí.
va.gn.s, y un suave y fresco ambiente le do desde iiotes de a"larar el día y no
llevó el perfume de las flores del ja.r. se veía. ni rastros de él.
din y los aromas campestres. Un rosal -No hay nada que poderle hacer,
blanco habia trepado hasta las baran. dijo el primer médico que lleg6 (, la
das del ba.lcon, sus fiorer, se dec;tacaban quinta, - e!>tá entera.meute muerto,- ~
entre el verde ramaje y sus péhlos des. esto se lo tenia yo anunciado, pero no
pedían un perfume penetrante: Euri. creía. que seria tan pronto.
que record6 la c/w,c¡•a de Chancay y los -Usted lo ha examinado, dijo otro
ramos de rosas blancas que Cecilia ponia dirigiéndose al primero,- y le ha en.
delante de su Cristo. Un dolor inmen. contrauo todos los síntomas que causan
so le atraves6 el corazon y como una la muerte en esta enfermedad, - eso
ola de sangre le quit6 la. respiracion y basta.
le turbó el cerebro. Sinti6 que la vida -Efectivamente es un caso previsto
le dejaba, y dando un paso atras, entró por la ciencia y no puede fallar, afiaal
aposento y apén11.s tuvo tiempo de dió el tercero. Cúrroen rog6 y 1iuplic6
tirarse sobre la cama ánles de perder en vano que le aplicaran algunos reme.
enteramente el conocimiento. dios, pero ellos no le hicieron caso,
diciendo que era. inútil, y le dejaron en
III manos de los amigos y parientes, los
cuales ]e amortajnTon y pusieron un
La capilla. de la hermosa quinta. de hábito de San lhancisco, segun las
don Enrique Najara, que habíamos órdenes que él daba en un papel que
visto repleta de flores y de alegres 6. hallaron en su escritorio, previendo su
sonomías, al día siguiente estaba cu. muerte repentina. Lo único en que
bierta de negro, y en medio de ella se logró Cármen que hicieran su gusto,
levantaba un túmulo, y sobre éste un fué en dejarle en su casa para velarle
féretro rodeado de cirio&. tres dias.
Hé aquí lo que babia sucedido. 1 Hacia, pues, dos noches y un dio.
Despues de pasa.r la. noche llena de que Cármen vivía. al lado de su esposo
angustia y sin saber qué hacer, cuando muerto, llorando y gimiendo en su des.
Cúrmen vió que empezaba á a.manecer, 1 gracia; varias amigas la habían acom.
quiso entrar al aposento de 1.u esposo 1 pañado en su triste tarea, pero cerca
para. pregunta·de cómo se sen tia.; pero ya. de la madrugada de la segunda. no.
como encontrase la puerta cerradt\ por che, sus compañera::; fueron saliendo do
dentro golpeó suavemente primero, la capilla. y recostándose en el salon 1
despues rnás recio y al fin alarmada vecino, veucidas por el suefio, que siemempezó
ú dar voce~ y llamar ú Enrique. pre produce aquella hora, y sin caer en
Sin embargo como éste no contesta. la cuenta de que la triste viuda se ha.
se, corrió al balcon, que comunicaba. bia quedado sóla con el cadáver de su
1 con el vecino aposento, y entró á la. t~l- esposo.
coba, le llam6 allí otra vez, y vién. Una ténue claridad entraba. por las
dole i:1móvil, tirado sobre la. cama, se l ventanas abiertas, haciendo contraste
acerc6 y le encontró frio al tacto y sin con la roja llama de los cirios encenvida..
1 didos, y al mismo tiempo un viento
-Muerto, muerto! grit6 loca. de fresco y perfumado hacia mover los
angustia y sa.li6 á alarmar la casa. Eu. l:Ortiuajes negros, pasando por encitraron
corriendo los sirvientes y em. ma del yerto cuerpo de Enl"ique, como
peza.ron á hacer todo lo que se hace en un aliento de vida 6 como burla de la
semejantes casos, y como no volviera no.turaleza, siempre alegre, á pesar de .
en sí, un sirviente corri6 á buscar mé- los lutos y tristeza de los mortales.
dicos á la ciudad, y otro fué al puerto 1 Cármen se babia acercado á su esposo,
para avisarle á Dofia.Clemencia lo que é inclinándose sobre él exclamaba de.
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,
..
120 LA MUJER.
jando caer sus lágrimas sobre el rostro
del muerto:
-Oh! Enrigue, Enri~ue, no me
abandones al principiar la vid&, lléva.
me contigo, llévame l í Qué haré sin tí,
mi tínico apoyo, mi protector, mi es.
poso1 He tenido esperanza hasta ahora,
pero ya la he perdido l
Al acabar de decir estas palabras,
creyó notar un estremecimiento en los
párpados de Enrique, quien repentina,
mente abrió los ojos y los fij6 en ella.
Espantada cayó de rodillaS', y un grito
abogado, que parecía el estertor de un
moribundo, salió de sus labios.
En tanto Enrique se babia sentado
en el estrecho cajon y mira.ba en torno
suyo.
-Cármen, dijo en voz baja; Cúr.
m en! no temas, estoy vivo .... Ayúdame
á salir del ataúd.
Convencida entóncos ella de la ver.
dad de lo que le decía, le ofreció el
brazo, y él bajó al suelo.
-Esposo mio! exclamó, echándole
los brazos al cuello; me muero do
alegría!
Enrique se estremeció, y tomándola
tiernamente en los brazos la puso sobre
un sillon y se alejó, diciéndola con
acento conmovido:
-Su esposo 1 su esposo 1 jamas, hija
mia! Eso no puedo ser ....
-Que no puede ser: repuso ella mirándole.
-No .... no, eso es imposible ....
-Pero ha perdido usted la memo-ria
.... i no juró usted serlo allí al pié
de ~quel altar?
El no contestó sino que se acercó
tambaleando ú la pared y se apoyó contra
ella!
-Ah 1 dijo Cármen corriendo á to.
marle las manos; olvidaba su debilidad
.... voy ú traerle algun refrigerio.
-Deténgase, Cármeu, no salga usted
1 Yo no tengo nada .... pasó el acci.
dente, no volverá por ahora.
-Que no tiene nada ! i no acabo de
verle en aquel ataúd?
-Sí, y pluguiera á Dios que aún
estuviera!
-Enrique i qué tiene usted ?
\
-No me bable, Cármen, contestó él
ocultando la cara, que me siento des.
fallecer ante mi dolor ....
-Corro á llamar auxilio ....
-N o llame á nadie, Cármen, quiero
estar solo con usted.
-Pero ....
-Cierre aquella puerta, se lo su-plico,
obedézcame l
Ella temblando hizo lo· gue 1e maod6
v volviendo ú su lado dijo:
...:...¿ Qu<; misterio encierm.n sus pala.
hras, Enrique~ creo soñar, y me horroriza
eso vestido.
-Preciso será que lo conserve siempre
1
-Cómo es eso?
-Escúcbeme con calma, Cármen,
será el últiruo favor que le pido ....
cuando haya oído lo que tengo de de.
cirle no trate de disuadirme de mi intento,
ni hacerme reflexiones para que
no cumpla un voto que hice, pues estoy
resuelto ¡¡ cumplirlo.
-C6mo he de negarle nada á usted,
Enrique ! A usted, mi esposo, que ha
vuelto á la vida merced á mis ruegos y
lágrimas.
-Esto es demasiado! exclamó él; su
bondad, Cúnneu, me desespera ....
Al decir esto apoyaba de nuevo su
frente, cubierta de frío sudor, cont.ra el
espaldar del sillon.
-No bable, Enrique, que volverá ñ
desfallecer !
-No me lo impida, porque estoy
resuelto!
-Pennítame entónces darle un tra.
go de vino parn. refocilarlo, dijo ella
abriendo con trémulas manos una. ala.
cena en qne se guarJaba el vino que
Mrvia. para decir misa en la capilla., y
echando un poco en un vaso se lo presentó.
-¿Cuanto tiempo hace, dijo él al
caho de un momento, que creyeron que
había muerto 1
-Desde ayer á la madrugada.
-Bien.... lo último que recuerdo
es una. horrible sansacion de angus.
tia. que me obligó á tirarme sobre la
cama en donde seguramente perdí el !.
conocimiento. Desperté oyendo golpear ~
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R E V 1 S T A Q U 1 :N C E N A L . _ __ 121 lj
'
á la puertn de mi aposento, y la voz de ~ que, es un pretexto, y nada. más, parn
ttsted que me llnmabn.. 'l'rn.tú de mo. sepu.rn.rse de mí.
verme y contestar y no lo pude hacer, -Dio~ mio~ exclamó él con angus.
ni manifestar tampoco que esta.b.'\ 'ivo. tia: ¡ c¡ul: haré en este cnso 1
Creí, como hahia sucedido otro~ 'ece~, Uármen se babia serenado repentique
los remedios que IDO hicieran me nnrueute, y al nr eutrnr los claros
volverían á la vida, pero fueron en rayos del dia por las ventnuas abiertas,
vano. Do~pues oí el fallo y la con ver. se estremeci6, y acercúnclose tÍ Joq cirio~
sn.cion de los médico~!, y cuando seotí iios fné npagando uno ú uno, pero con
que me amortajaban y me pouian en tal airo do resignacion y abatimiento,
el atnúu comprendí que e~;t.aba perdi. que conmo"\"iÓ profuu\lameote ú Enri.
do .... Mi angustia y dP~qCf']>Crncioo no (fUe, •1uieo la dijo ooo ternmn:
teniau Jílllites cuando la oin ú usted -Cármen, pcrdóncmo si la be las.
llorar y afligirse, y me dolin on el alwa 1 timado, perdón eme por Dios: Esto ea
no volver á "\"er á mi madre ausente. Le. horrible: ¿qué hacer?
vo.ntó entóoces mi e:.píritu nl Dios de -Enrique, contestó ella tristemen.
misericordia. y en nombre utll Crü~to te, \tsted uo me ama, ni me ha amado
que \lSteJ, Cármen, mo Labia puesto !lo. nuuc:t, y por eso es que queric acabar
bre el peoho .... (el Cristo un -E~ decir. Enricj\tC, cxclam6 ella,
esfuerzo pnm abrir los ojos y lo conse. que cu realidad no le n!Jmgnaria Rer
guÍ.. .. ngoJ p6se la S."ngre a.} COfllZOD y lllÍ eR~OSO 1
á la cabe7~-t, y sentí que vivinJ podia -(,ómo IDO babitL de repugnar l dijo
moverme. ~[i voto es, como ustc ve, sa. él estremeciéndose involuntarian.entc,
grado, puesto que conseguíloque pedia. y aiindi6: escribiré 1Í Roma, diré lo
Cármen no conte~tó una pal~bra. que ha pasado .. .. -¡Nada me dice Ul:ited, O.írmon, hijn 1 -1 A su madre ! •
mi a. l -N o, direct.'\mcnte ú la Santa Se.
-Nadn, dijo ella con tLire sombrío. de .. . ¿esto la S.'Ltisfnco1
-Por <{\ll~? -Gracias, gracias, };nrique!
-Porque usted no me ha dicho toda -Pero, en• tanto os pteciso que me
la verdad, y creo quo su voto es conse. alejo de usted.
cuencia de un sentimiento que no me -Irs'e de su casa 1
revela. ~ -."í, es preciso que roe vaya á un
-Cármen, ¿por qué dice esto? convento ú aguardar el fallo del Va-
- Y o misma no lo sé, pero lo siento ticano.
en el for:do de mi alma como por ins. .,....Oh l Enrique, no me abandone 1
tinto. Enrique, por Dios no me deje .... por-
-Hija de mi almo.! que presiento que jamas volverá!
-i No &abe usted que ese 'voto no Pero él no quiso escucharla mas, y
vale, porque anteriores obliga.cionesle,dejándola postrada y sin fuerzas ¡¡obre
impiden cumplirlo L. Ese voto, Enri. las alfombras del pa.vimento, abrió la
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122 LA )fU J E R.
puerta y salió apresuradamente, mur. ejemplo á los demns, y cuyos sermones
mur:>.udo por lo bajo: brillantes y llenos de uncion causaban
-Sucumbiría en esta lucha si per. siempre grande iwpresion en la ciudad.
maneciera un momento más ! 6 tendría Este fraile, que babia muerto poco
que decirla la verdad.... ántes, se couoci6 en el siglo con el
Despertáronse aterrados los amigos nombre de Enrique N ajara, pero al
que le habían velado al ver pasar ul tomar órdenes le había cambiado por
m'U?·tc á su lado; deso;¡ayáronse la~ el de fray Cruz de la Salvacion. Parece
mujere11, y los hombres ~spantados no' que el Papa., en contestacion á un me.
so atrevieron á hablar. El pasó por en morial que le presentó, le orden6 q.ue
medio de todos casi sin verlos, y diri. persistiera en !'!U voto, y anuló el ma.
giéndose á un sirviente que enganchaba trimonio con Cármen, dejándola. á ella
un carruaje po.ra..tr á traer á la ciuda.d en di'>posicion para con\raer nuevas
algunos parientes de la familia que de. nupcias si á bien tenia.
bian concurrir al entierro, le mand6 Antes de retirarse á la vida monás.
que le condujera IÍ Cádiz. Trabajo le tica, Enrique babia donado la mitad
cost6 persuadir al criado que estaba de su fortuna á su esposa de un dia,
vivo, y que no era un fantasma quien pero sin revelarle el misterio de su na.
le hablaba, pero al fin el cochero se cimiento ni el motivo que el tuviera
oonvenci6 de la realidad del hecho, y para separo.n;e de ella. (1)
C()ndujo ú su amo al convento francis. ArDEBARÁ...'i
cano de la ciudad de Cúdiz, en donde, ' ·
de.~pues de hablar con el provincial en (1) Ko ae crea que hemos inventado esta
secreto, fué inmediatamente admitido. novela, pues si aaí fuera, la hubiéramos hecho
mas verosímil: los hechos que citamos son
verdaderos, acaecidos rtalmente )' conocidos
E11tos e::r:traflos y al parecer in veros{. de muchns personas en una provmcia de Ca-miles
acontecimientos, los refería años lombia. Poco hemos aiiadido á la relacion que
despues un fraile del convento francis. nos hicieron, y hasta la 'escena mortuori~ y
d L . 1 1 b" ·d · el simulacro de muerte do Enrique, &c., todo
cano e 1m a, e cua ha 1a. 81 0 a.m1go sucedió, aunque no en !na ciudades que hemos
do otro, espafiol de nacimiento, cuya dicho, y esta y tal ounl dcaoripcion es lo único
vida virtuosísima se citaba como un que !Üiadimoa y cambiamos. ----- Con motivo de haberse tardado el paquete, no hemos recibido peri6dicos,
y por esta causa no habrá Revi8ta de Ew·opa en esta vez. En bU lugar publi.
ca.mos el siguiente artículo :
• LA EMBRIAGUEZ .
¿ Qunhr ignorará el inmenso mal que el vi- Est.aa reflexionce lu hicimoa en diaa pasa-cío
de la bebida hace entre nosotros? So dirá dos al leer un artículo tan erudito como sental
vez que puesto que en la sociedad culta sato acerca del alcol1olilmo en Francia. (l)
je.maa se encontrará une. mujer ébria, ca inú- Esta clase de lecturas, penaaruoa, no cstlln
til, y no viene al caso en nneetro periódico, al alcance de todaa uueatraa lectoras, lo cual
trat.ar de esto asunto tan repugnante. Pero 011 sensible porque las mujeree tienen una
aunque ee verdad lo primero, no penaamoa l miaion demasiado grave para que deban ignoque
sea exacto lo segundo. La mujer M y aeri rar ciertos hechos. Resolvimos, pue'!l no trassiempre
no solamente el ornato de la aociedo.d, cribir el artículo entero, pero SI anahzarlo, ya
sino tambien aa conseJera nata; si ella qui- que su lectura puede aprovechar á muchos.
aiera caatigar loa vi'ctos de loa hombree al Despues de diacurrir aobre "el origen del
alcance de sua facultades, éstoa indudable- vino y de loa licorea ferment.adoa, el menciomcnto
se corregirían. nado autor refiere cómo en loe tiempos de lo!l
Así, puee, pensamos que es preciso, india- antiguos griegos el hombro ébrio era no aolape~
aabl~, que la mujer comprenda laa cauau mente deapreciado, aino h~ta condenad~ á
pnmordtalea que corrompen nuestra eooiedad, muerte por lu ley ea dracomanas que reg¡an
porque sólo de cata manera podrá emplear su
infiueno!a para tratar de cut"arlu. (ll V~ate " n.Tuc du llonole CatboUque," U de Mano
de 18,9.
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REVISTA QUI~CENAL. 123
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en A té;1as en una época. Añade que en Roma, 1 Clemente XIV decía: "La mayor parte de
siglos despues, tambien era prohibido que los- Itas mujeres pasan su vida ofendiendo á Dios
hombres probasen el vino ántes de haber 1 y confesándose de haberle ofendido."
cumplido treinta años, y en cuanto á las mu- Volvamos, pues, por nuestra reputa!)ion;
jercs, no se las permitia que bicienm uso mm- maoejémonos do tal manera que en adelante
ca d11 licores. Todo el mundo sabe qne M abo-¡ no sólo nos amen y nos admiren, sino qno nos
ma había prohibido absolutamente el vino ll respeten. Tengamos valor para transitat· por
sus secta!"ios. las veredas peligros:HI de la realidad; miré-
Hasta el siglo XTII no se conocían otros 1 mos cara d. cara la vida en toda su fealdad y
licores que los fermentados, como el vino y !su repugnante prosa. En el día el gmn vicio
la cerveza hecha de varias sustancias. I:Jticia reinante on todo el mundo es el del abuso de
esa época se hizo el primer ensayo del aleo- la bebidn, vicio que crece y aumenta por moho!
en Europa (aunque en la Ohina so cono- mentas, y que se levanta, como una ola asoció
mucho tintes). El alcohol 'producido por 1Jadora, desde las últimas capas de la sociedad
Ir\ destilacion se le consideró en un principio 1 basta las primeras. ¿Qué deberíamos hacer
como un veneno, en se¡rtida se le aplicó con l para poner dique á esta marea invasora ?
muchas precauciones y como remedio beróico Pocas serán las personas que no hayan
para reanimar á los moribundos. Sin P.robargo,
1
tenido la desgracia do haber visto hombres
en breve empe7.aron á usarlo tambien los ea~ en todos los grados de la embriaguez ; seria
nos, y aquella bebida se fué haciendo popular preciso no haber transitado jamas por una
y aumentando au consumo de siglo en siglo, via pública para ignorar lo que es una perde
nño en aüo en todo "1 mundo. sona. que ha pe\·dído el juiciRnAN7.A DE I..A REG};NERA- la raza.
czoN DEL lllUNDO ! J!.:lla, y sólo ella, puedo Es cierto que todos loe licores no son igualdarle
vida á esa espcmnza, y si no escucha mente perniciosos y hay algunos que son rooaquella
voz, si no hace un e¡¡fuerlo supremo nos malos que otros. Por ejemplo, el vino,
paro responder á ella, tenga por seguro que cuando es puro, no cnnsa más enfermedad
las sociedades modernas se hundirún en el que la gota, la gastritis, &c.; los lico1·es ferfango
de los vicios, y degenerarán hasta con- mentados, coluo la. cerveza, producen una
vertirse en hordas inmundas de salvajes per- excesiva obesidad y algnn embrutecimiento ;
niciosos, sanguinarios y crueles. Ahl la vida pero el aguardiente, la ginebm, el bmndy, los
no os un placer continuo, ui una cadena de ajenjos, &c. son terriblemente funestos y los
floree, ni un idilio poético : es algo de muy estmgus que hacen en el organismo humano
serio y de muy triste; todas las vi as llevan son espantosos. Paro algunas personas es
á la ruina si olvidamos que cada uno. de noso- sumamente pernicioso el licor en ayunas, y,
tras tenemos que responder algun día ó. nues- segun el autor que nos guia en este estudio,
tro Creador do las facultades que nos dió la costumbre de desayunarse con algun lico1·
pata hacer el bien, y que desperdiciamos en es mucho más perniciosa de lo que se piensa.
futilezas, en ociosidades y en vanas y daño- Asegura que la preocupacion de que es pro,
sas acciones. Segun un autor español, el Papa vecbosa la copa de ag¡¡ardiente al levantarse,
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ha oausado ~ravísimos males en lugar de bie-1 cioe, evantac!, mujei'CIJ, la frente y rechanea,
y que aquello de que el bran.Jy es IIIHl zad a que no es tligno de tocar vueatra mano.
panacea nnive111al, es idea sumamont.o perni- 'fodo loa caminos llevan al cielo al que Jo
ciod\ para la snlnd. Dice qne loa médicos dese. sed vosotra11 ese camino, y que wuestro
tienen muchas veces la culpa de graves nu\- arect 11en el galardon del máa virtuoso¡, y por
les, porque recetnn con impn1dencia el licor, abo eso !Jastará. La virtud lleva conJBigo en
el oual suele suceder qne al principio 8e toma 118&, y el que por cualquier Jl'llotivo
con repugnancia, Jlt!ro que despues se con- , la practica al principio con aiificul-viet
·te en una necesidad, y por último en un puee la encuentra dulce y agn-adable
vicio arraigado por la costumbre. uelve un hábito al cual uo 11e.1 puede
Repetimos, el vicio de la bebida es el gran
cáncer que carcome el corazon do nuestra so- La usa principal para que loa Jcóvenee
ciedad. Ri en Europa su aumento empiezl\ á 1 entre oaotroe, se entreguen á loa victcoa, eaU
alarmar á las gente11 pensadoras, qué diremos en la oca firmeza de aus creencias religio1n1
aquí cuando la embriaguez ya no causa re- y mo lea, aun entre los que se precian de
pugnancia aino riaa? ' practi ar la Religion, pues este mal es tau
-FulMlo, dicen, eetú. muy aficionado al 1 que ya 110 dan garantías ni looa hijos
trago. padrea más respetables, ni los miem-
1 -Butano, añaden, estuvo muy imperti- las familiae máa honorables. Tambieu
1
tiaente en tal parte : pero él no tuvo la eul- tá an la ociOBidad, vicio á que •tamos
pa, ane amigos lo obligaron á tomar tantaa peneos siempre loa deacendiewtes de
1 copu que ya no sabia en donde estaba. as meridionales ; así como la f:alta de
· ¡Y laa aeñorit11.11 se rion y celebran loa chis- ion que se nota en todas partea, y la
1 tea del que no sabia en dónde estaba 1 rdialidad en las rolacionea acocialoa.
Ademaa, etl'preciao no tener nunca la ton- Pero a que entro nosotros no hay dh·eraiotería
de creer que un hombre se ha embria. nea p blicas, ni J•naeoa o¡,'Tadnblea, mi otra
gado por dar gusto á ans amigos; una pel'llona cosa e tal cual tertulia CIIIIOr& ú algu¡aa
que se da á '1'118pt!tar no hará. eso. y si tieoo funci ea de teatro, cuando una co111panía
1 ooetambre de seguir loa consejos de autt ami- extra "era se aventura entre nosotros, ¿por
goa, ea porque halla gusto en ello. Que invi- qué n se educa á loa jóvenes de UDCll y otro
ten á un júven despn·ocupado á rer.ar el Ro- •sexo una manera que encuentren dentro
aario, y verán si nt> tiene fuen:a de ''oluntad 1 de si iamoa lo que Do hallan por fuesra? La
para rechazar la propuesta de sus amig~Ja. inatr ion que ae dá aquí á niños y á niñu
No hay, pues, aino u u camino que acgnirai' sólo t nde á materializare! espíritu cm lugar
se quiere la reforma de esta sociedad. Loa de 6111 t·ihtalizar la materia. Así, los jóvenl!fl
vicioa no se corrigen con leyes ni con scrmo- que lo piensan en loa goces materiales no
nee, tanto máa cuanto que nadie entiende ni tt-ata de aolnzaTBe sino 011 laa tabemes y en
obedece á las primeros, y pocos son loa que IIIS ca as do juego. Tanto más hacen esto
eecuchan loa 110gundoa. Pet·o si las señoritas cu:mt que bien saben que nada pierden con
no recibieran ju111118 loa olJ&ej¡uioe y no acep- t>ll • conducta; 6 &ea~~n son mal recibidos
taran las palabraa de afecto de loa hombrea jomaa en In sociedad pon¡no 1111 vieioe son
que tienen frecuente costumbre de embriu- conoc 011? No tal ; el di a en que uno de ea tos
gane, DO dirémoa que esto curaría repentina- homb , embrut& . .'ido por la bebida, pervermente
el mal, ni que la sociedad 80 aulvaria tido 1 r aus malas ideaa, corrompido por sna
de un aalto, pero aí aaegurámoa que tendría- pn11io , el dia que quiera llamar á la puerta
moa andado mncho camino por la via do la del ci adano mú respetable y pida Jaruano
regtneracion aocial. Ea probable aun mb, de la ija de la cua, bien sabe él que le aoo-que
runchos hombTf'JI vidoaos, al verse recba.. n el mayor gusto loa padre., y qne
udoa de las cana J"l>llr.etablea, ae entregarían rita no vacilará en entre¡:arle sa mano,
con máa ahinco á la bebida y perderían por indudablemente la hará dagraciada
entero la vorgfuloza. ¿ Pero pensaia que eatna mundo y criará hijos pamque padez-pDtes
ee reformarían con la indulgencia ? el otro.
No tal, y ta prueba estA palpable. En cambio, aa, muchísimas mujeres ae ouan por
• toa cierta que Dlllchoa jóvenes que empe- casar , simplemente por no qucdane aoltez*
a ya á resbalar por el mal camino, al ver ras (1 que oonsidenm como una ignominia),
que ae rechazaba de la buena sociedad al vi- y ao\1 todo por neta ignorancia. Onintu no
oioao, ae eapantarian con tan triste ponoenir bomoe :visto que careceo euteramente de cony
1t0 se reeoi'Vman á arrostrar la sitnacion oienci que no baa peneado Dunoa aieo en
degradante que lee aguardaba, Oon ea&e mo- lu v idaliea del aoviazp ,-ne ea la. napontivo
evitarían á tocio u.ce seguir loa malos .. bir de la madre de famitia;!
ej .. ploa de ¡,,. demu, y • corregiria.n taD A loa oje» mujelw; ejercitad ~eatra
perfeatamente eomo • nfonna el que lo baoe inteli ola. co.o ~ Monalee 1 pea-
~ A propia vohat.d. Si el freoo de la Be- ad o porvepir &.n. de dar V1lt!ll&a 1111180
HgiOn y el de la~ no iaplde A• la ju- A 1111 In 4¡ue • •tNgae á la Mtlida. 1
ftlded Be eMnpl 111 _..dalo - b vi- S. , H S. (C••iÑ).
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 17", -:-, 1879. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088543/), el día 2025-05-18.
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