Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1
1
LA MUJER.
REVISTA QUINCENAL
EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITA8,
liMO L.\ DIR Y.CC10~ lll! L.\ SHÑOJtA
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
~-0 18. t JUÉVE::i, JUSIO ~O m; 1879. ~ PR'KCIO 30 "·
ESTUDIOS HISTORICOS
ROUH.g I..A ~!UJJ:t;H. Ji~N LA CIVILIZACION .
• CAPÍ'l'ULO OCT.\ VO.
LA MUJEH. nRil~G:\ .
( 00:-iTJ.NU.\CIO.N).
1
VIl
DISTI:\GUIÉRO:\SE tambi1m algun:\S
Pit:ígora11 tenia más de setenta nftos
cuando se ca.'><Í con una de sus discípu.
las llarna.dn. 1'cano y de elln tuvo un
hijo y cuatro hijl\ll. A la. muerto del
fil(lllofo', la qua acaeci6 cuando él tenia
noventa afios, Trano se hizo cargo de
la ctítodm de filosofín que regentaba
Pit{~orn.s. Teano decía que las mujeres
debían ejercer sus habilidades á la
medida de ellas, y que pocas eran las
que touian ioteligencin. ,.uficiente para
dcuicnrse tí la filosofía. Pregnntúndole
1
J::riogns en el arto do 1:\ pintura. Citan
lo!! uo.nb1·os do 'l'ur.un:Tf:. lHF.SE, CA.
Lll'SO, AW1Tt!NES y AlilS1'ARETE, las
cuales fl()recicron poco mfl~ ó méuo!l
ciuco siglos lÍntcs de .Je-ucristo. Sin
embargo, nuuquo ¡;us nombres han so.
brovivido, no sabemos cuáles fueron
sus oh~L'! y niognn pormenor podemos
dar acerca de su vicia y de lo que ojo.
cutaron.
VTJI una vez una de sus amigas rlutÍ debería
Muchas mujoros 50 di~tinguicron en hacer para distinguirse en el mundo,
Grecia como filósofas y amantes de las ella la contcs¡ó: .• Hilnr y cqidar de
ciencias y In literatura. vuestra casa y familia."
Lo 1 · · .1 Dícese que una. do sus hijas, llamada
J
·e eas caona esel gncgbos re~urt'lr'aEo ·~os mLau. D.UIO, Ee hizo notable por sua estudios
r n nom ro de A.SO. fil 'ti , 11 f ' p· ·
rl.mera d 1 b f , 1 . oeo cos, y a e a uo que ttugoras
p e aque uom re ue a muJer 66 ta · h'b' d del sabio ma'ÍB famottO de la anti .. edad con .. sus comen. nos, P!o 1 ten o que
Pitágoras do Samoa. (1) gu • se hlcJeseu públicos. Asduóque DOIIM
(1) Piügoru floreció 590 aiioe ántca do
JOI'Uoriato, y 10 puode decir que faé el primer
aabio que ae ocu~ en claaiticar científicamente
lu matemaüoaa, la aritmót;ca, la
geometría y la utronomia. Este filóeot fuó
adorado como un di01, dice Figuier, y aaa
doctrinu fonnaron el punto de panida de
innumerables aectaa filo86ficas, á.peear de que
no dejó ninguna doctrina eacrita de 1u flloaofía
y de sus crooncias, que se pudieae citar.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
.--------------------~--------------·------------------------;1
126 LA MUJER.
rehus6 todos los ofrecimientos que le
hicieron y el oro que le prometían en
cambio de los manuscritos, prefiriendo
vivir en la pobreia ántes que faltar ~
la voluntad de !!U padre.
La segunda TEANO, de que hablan
los historiadores griegos, fué tambien
fil6sofa y poetisa, y adamas sacerdotisa
en un templo de Aténas. Una vez, ha.
hiendo Alcibíades vencido á los ate.
nienses, este general fué maldecido ptt
blicamente por todos los sacerdotes de
Aténas. Teano, sin embargo, rebus6
maldecir al general espartano, asegu.
rando que su deber como sacerdotisa
era pedir á los dioses por el bien de
todo el género humano, y que por con.
siguiente faltaría ú sus votos s1 malde.
cía á cualquiera que fuese.
Había en Aténas una mujer hija de
noble familia, llamada HIPAUQUIA,
que rehus6 casarse con los pretendían.
tes que le presentaban, por haberse
prendado del fil6sofo cínico Cra.tes, ju.
rando que s6lo con él se ca¡¡aria y de
lo contrario se daria.la muerte. (1) Los
parientes de Hiparquú.t suplicaron ú
Orates que procurase hablarla. claro
para desilusionarla. Orates cumpli6 con
decirla que no tenia más bienes, ni
más fortuna que lo que llevaba sobre
el cuerpo, que su vida era errante, y
que la mujer que se casara con él, de.
beria asociart lograron apaciguar t'i los indios le hacían, resolvió emb..'\rcarse paro
que se ulz.'\rou, y hacerse dueüos de la E'lgañn., lo cual verificó en Marzo de
isla. en li\1 totalidad. Como no es nueS-11496, venciendo no pocas contrariada..
tro 6nimo relatar todos los acontecí- des.
mieutos de la conquista, que aunque Emple6 Colon varias aemo.nas en reintere,;
antísimos, no hacen parte del correr el mar de lo.s Antillas, y no
plan du nuestra na.rracion, no mencio- ántes de cumplirse dos meses despues
uar,!mo!l pormenores y solo dirémos de de su salida de la l~bela pudo enpaso,
•tue en casi todas las acciones contmrse ya en alta. mar.
notables y hechos de armas, nuestro Era. una. tranquila noche de Mayo,
héroe tom6 una parte activísima., tanto en que brillantísimas estrellas ilumi.
que Colon confesaba que á Ojeda le na.ban h1. b6veda celeste con un fulgor
debía el buen éxito de much.a.u de ellas. y una claridad que s6lo se ve en los
A pe!iar de sus buenas intenciones y tr6picos, y al traves de la pura atm6s-l
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
-------·~ ---- ·~
128 L A M U J E R .
fera marítima. Entre las constelacio. envía ~o á su ca.pitan é inferior á po.
nes casi desconocidas en Europa. veíase ner ~~robra aquella accion que consi.
en el confin del horizonte, por el lado dera.q~ her6ica y digna de lo~ mayores
del Sur, la de la cruz de ]Jfayo, la. del elogi< ~. 6. pesar de ser él la víctima.
Navío y la del Centa:two (que encie. Caon1 :b6 no se consideraba prisionero
rra la maravilla a.stron6mica de dos de Co on, sino de Ojeda, y :í él sola.
soles que giran el uao en torno del ment acataba. Cua.ndo éste lo iba á
otro), y gran número de luceros á visi~ lo recibía con respetuosocarifio,
cuál mas espléndido y brillante. Una y le ~~día que le ensefiase su idioma
brisa suave y saturada de olores mari. para. pouerle hablar, en tnnto que á
nos henchia )as velas de las dos em. Colon volvía la espalda con marcada
barcaciones que formaban la escuadra desat ucion. ,.
de Colon, y parecían blancos espec. Ca nahó, dotado de una clara inte.
tros deslizándose sobre las azules on. ligen ia, a. prendió en breve el custella.
das y dejando en pos de sí un reguero no y 1 o hablaba con alguna correccion:
de luz fosf6rica. mién as que permaneció en tierra so.
Conforme fué avanzando la noche portó las penalidades del cautiverio
)os pasajeros que iban en las carave. con v lor, pero no fué su resigno.cion
las se retiraron á sus hamac::.s, y sobre sufici nte para continuar igualmente
la cubierta de los bajeles, al rrome. satisÍI cho cuando se vió en un buque,
diar la noche no queda.ba sino e vigía, y pri ado ya no solamente del séquito
y embozado en su capa un hombre de in Jios que le bacian la corte, sino
de pequefía estatura, aire marino y hast~ de la suave atmó¡,fera. de su país
adema.n altivo y desembarazado, que nata~ Una tristeza. profunda, un des.
se paseaba de un extremo :.í otro de la. alíen o completo se apoderó de él, y
ca.ravela. haciendo sonar la espada. al esto ~ vino acompañado de una fiebre
caminar. lcnts que le devoraba noche y dia,
Repentinamente se present6 sobre pa.de iendo mortales imsomuios y de.
la puente del navío un indio casi des. lirio~ que acababan de agotar sus fuer.
nudo, y acercándose al embozado dijo zas. !\.la.rmáronse los españoles con el
en espafiol incorrecto: 1 peli~ o que hnbia. de perder al caci.
-Don Alonso !. .. hermano mio lla. que ~ ás famoso de Indias, 1Í quien llc.
ma. ú vos ! 1 vaba ú los Reyes como una curiosi.
' . O jeda (pues era. él ) preguntó con du.d 'i una muestra de lo que eran los
in te res si el enfermo l1nbia e m peorado. Jefe~ que bahiau vencido. Procuraron
-Sí.. morirá pronto: no ver¡Í la todo~ ú porfía l'acm·le de su!l crueles
luz de) dia.. medi a.ciones, y describí:1nle las gran.
-Pobre, pobre Caonab6, ,·amos dez~ do E-;paña y las cosas maravillo.
pronto 1 dijo Ojeda, y bajó precipita. sas q e vería en la. corte de los Reyes
da.mente por una. esca.lerillu. de ma.uo mús poderosos dtll mundo; pero en
á la. cala del buque, en donde yadr~ vano nada disipaba el profundo aba.
con sus compañeros el antiguo cacique timi• ~to del salvaje y el tedio que
de Maguana. aum ~taba por horas y por momentos,
Caonab6, cautivo durante dos afios, á roe ~ ida. quo se aleJaba de su isl~.
no ha.bia. dejado ni por un momento DettÍ rose Colon a.lgun tiempo en Gua.
de ser digno del título del cacique más dalu e, y en esta isla tuvo lugar un
importante de Haití: soportó su in. acon ~cimiento que pudiera haber de.
justo cautiverio con tranquilidad apa.
renté y sin exhalar nunca una. queja • 1 ps haitianos nunca roaintior.on la p~rni
pedir ningun favor. El orgulloso fidia e Ojeda, sino qu~, ~~ contr:mo.!.Ia mJssa.
lvaJ· e desdefiaba al Almirante t. quien m a J. "acaona perdono_ a los espanol~, su
. . a atroz onducta; ocho anos despues muno en
m traba. con desprecio, porque no le ha. 1 una ]J rca esta ilustro guerrera, victima do los
bia tomado preso personalmente, sino: enem ~os de su raza.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVI::>TA QülXCENAL. 1:!9
vuelto ~lguna esperanza. al corazon vueltos en breve á sus islas. El indio
de Caouabó: fué éste In admiracion no puede vivir entre los hijos de 'I'u.
que su Jesgraciadn. Ritunriou produjo rey sin morirse pronto. Vuestro Dios
en 1\Ua. mujer, espo~a del cacique de r.o!l mira tnal y nuestros Z(,"'nes nos hao
aquella. isla, hru.ta el punto de querer abandonado: ellos tienen celos del'
acompañarle para cuidar du él y con. vuClitro que es muy tn 1~s poderoso, y ha
solarle, rehusando volver á tierra. su. pue!:to en vue!>tras manos por armas
plicando humildemente que la dejaran truenos y relámpagos, miént.ra.s que los
seguir viaje basta. España con Caooa. zemr., no conocen sino las flechas, los
b6. C1eyenrlo que tan i:.iolíc.:ita compa.. dartlos y las macanas. Eo e~ta lucha
fiera. distraería. de su pcsndumbre al entro el poderío de vuestro Dios y los
cacique, acogieron con gusto el ofrecí. celos de loa nuestros, no~otros, pobres
miento de la india; pero todo esfuerzo indios, morirémos toJos. Aunque .yo
fué inútil: la. ruelaucolía. y la bouda te perdono, Alonso de Ojeda., todo el
nostalgia. dol cautivo fué aumentando mal que me has hecho, no !'é si los
diariamente, h:u.ta ponerle 11.1 borde mio<> harán otro tanto. D,icra.s sumamente impresionado con las pala-
-¡.A.ca50 me llevarían mañana á bms l'iltillla.t. do Caouo.b6, y cuando llc-
Haití 1 ~6 al airo libre notó que empezaba. á
-R~ uo, poro... nacer un nuevo Jin, y que á . medida
-Entónces tni rnal no tiene reme. que perdían su brillo la!> estrell~'l una
dio, l:>Orqne no <¡uiero llegar á tu tie. capa dorntla. inundaba todo el ámbito
rra smo volverme ú In min, t~ ir á co. del mar, y momentos despues el ¡¡ol se
roer 1:~ fruta. que so da eu el cielo de levantaba esplénd ido JiObre las olas
los mios. inquietas del Océano, en cuyo confin
-E~cuchl\, Ca.onabó.. .. estaba España, lo. patria. querida, y en
-No, no me interrutupas: me que. ella la madre y la mujer amada . .... .
dan ya pocos momentos de vida ..... y -
[
ántes de irme quiero recomendarte á
• • CUADRO VI-DOS AÑOS EN ESPAÑA-14117. m1s par1entes y á aquella bija de prínci.
pe que me acompaña, abandonando 1
por mí su tierm: pido que sean de. l.J!I. ciudad de B1írgos está edificada
----- - - - -----
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
--- ---------
130 LA MUJER.
en la falda. de una colina algo esca.r. El palacio arzobispal esta.ba. situado
pada, en cuya cumbre veíase en aquc. ent6nces "n donde mismo se encuentra
lla. época un antiguo castillo, que en su hoy, en la plaza mayor, que siendo
orígen fué la. residencia de los condes, pequeña y de forma irregular, parece 1
y luego de los reyes de Castilla. Más mio méuos grande con motivo de los ¡
abajo se alzan, á diferentes alturas, los altos edificios que la circundan, pues 1
edificios religiosos que engrandecen la en ella se encuentran, adema!l del me u. ,
ciudad, y por último al pié de ella corre ciooado palacio, la casa de .A.yunta.
el río Arlanzo. que Fe pierde á lo léjos miento, una galería de arcos y la magníal
traves de un poblado y rico valle, fica. catedral, una de las más bellas de
cubierto de sementero.s, y lo que es mús España.
raro en Espafia, de muchos y frondosos Desde uno de los halcones de la an.
árboles que crecen cou lozanía, merced tesala en que aguardaba, Ojeda pudo
á la humedad de las numerosas fuentes contemplar á su gusto el esplendoroso
y riachuelos que vienen á buscar el templo. Fué edificado en elsiylo XIII,
lecho del río. y ú pesar de que las vecinas casas de
Como á media legua de distancia babitacion se empatan ca.~~i dentro del
elevábase, sobre nna. colina, el convento edificio, su aspecto es majestuoso é
de frailes cartujos de Miraflóres, y más imponente . .A.l frente tiene dos altísi.
cerca, pero en otra direccion, veíase la mas y labradas torres, exornadas con
rica abadía de las Huelgas, en donde esculturas del gu<>to más puro del arte
moraban grao número de monjas, P.er. gótico, formando ub verdadero bosque
tenecientes á las mús nobles fam1lias de estatuas, labores afiligranadas y io.
españolas, bajo la autoridad de una llaje de piedrn. La parte de atrAA lo
abadesa que mandaba como soberana forma un crucero de cinco torrecillas
en un dilatado distrito. rematadas en .finísimas puntas de bie.
Un día de verano de 1496, y cuando rro, y el conjunto es de una maravil1osa
el sol meridiano quemaba como fuego, perfeccion arquitectónica. Todo el edi.
lo~ árboles se inclinaban agobiados por ficio se labr6 con piedra blanca é igual.
el calor, los pájaros se ocultaban tras Las numerosas y ojivadas ventanas es.
de la~~ ramas, en silencio, y todo en la tán cerradas con vidrios de colores de
naturaleza callaba, vióse venir por el gran valor y hermosura. Sin contar las
empolvado camino que conduce ú Va. capillas de los lados, el cuerpo de este
lladolid, y entrar á Búrgos por una de templo mide 100 varas de largo y 84
sus almenadas puertas, á dos viajeros de anchura, y se levauta como un cerro
fatigados, amo y criado, siendb el amo en medio de la ciudad.
nada ménos que nuestro amigo Alonso Aunque absorto en la contemplacion
de O jeda, que acudía ú verse con el de aquel edificio, cuya maravillosa mag.
Obispo de Búrgos, don Juan Rodríguez nificencia le hacia mayor impresion
de Fonseca.. por lo mismo que babia pasado dos afios
Siguiendo por las tortuosas y angos- y medio en el fondo de los bosques vírge.
tas calles de la ciudad, sombreadas por nes del Nuevo Mundo, O jeda. aauarda.ba
altos edificios y torres de ostentosa ar. con impaciencia la hora de 1a entre.
quitecturn, Ojeda se desmont6 en una vista con el nuevo Obispo de Búrgos,
posada, y en tanto que cambiaba ves. causándole júbilo la entrada del ugier
tido, mandó anunciar su llegada al que le anunció que Su Señoría Ilus.
Obispo, quien sin tardanza contestó que trísima le aguardaba en su despacho.
le vería aquella tarde, despues de la Recibióle el prelado sin levantarse
born de la siesta.. Sin embargo, oyendo de su dorado sitial, pero con aire ama.
s6lo su impaciencia nuestro héroe, lle. ble le hizo primero muchas preguntas
gó anticipadamente al palacio arzobis- acerca de sus aventuras en la Espapal,
y fuéle preciso aguardar largo rato fiola, y despues pidióle informes de la
en la antesala. úntes de ser recibido. conducta de Colon y de sus hermanos
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVISTA QUINCENAL. 131
-~
en el gobierno de la. isla. Notando que Comprendió su falta de respeto para
el j6ven contestaba coo. reserva y pru. con el Obi~:~po, y bajando los ojos, Oje.
deocia, y aunque no acusaba al padre da volvi6 á tomar asiento.
Boyle, ni á Marga.rit, ni al visitador -No sabeis, continu6 Fonseca, que
.Aguado, enemigos de Colon, elogiaba el primer deber del hombre es refre.
en todo al genovés, el Obispo repeo. nar la zaña 1 Por ventura no habeis
tinamente le cortó la palabra con im. oido referir lo que dijo el sabio rey
paciencia. y dijo : Alonso (vuestro tocayo) hablando de
-Segun veo, Alonso, siempre dis. la ira 1
cult>ais o.l AIUtiraote ! ... Pero yo sé -No recuerdo ...
dec1ros que de él hemos tenido tantas 1 -Dijo estas palabras, cuyo espíritu
y tan bien fundada.'! quejas, que ni at~n deberíais imitar: "Quien sa.be refrenar
la Reina, nuestra. señora, tiene buena la cólera tÍ la. ira, este es señor de su vo.
opmion de esos Colones. lnotad; quien es tal es más fuerte quel
-Sin embargo, respondi6 Ojeda fria. que vence en batallas e prende por 1
mente, me han asegurado que los royas fuerza los castillos."
le recibieron ú su regreso con suma -Yo, señor, soy soldado y no sa.
amabilidad, y ni siquiera le l1an hecho bio ....
una Rúla reconvencioo. -Bien, pues, nos hemos !!alido de la
-Eso dicen los amigos del genovés, cuestion, repuso el Obispo, y no puedo
oont~stó el Obispo, pero no es exacto, perder tiempo en sermones.
los reyes estiÍu descontentos, y ya han -Ni yo vine con la inteucion de
perdido mucha de la estimacion qu~ le oírlos, contest6 Ojeda.
tenían. -Decid me ahora, Ji~ y llanamente,
-Eso no me sorprende ! exclamó el qué opinion teoeis del Almirante Cris.
j6 veo con ironía l tóbal Colon 1
-l No 011 sorprende 1 -i Puedo hablaros con sinceridad y
-N o, porque es proverbial la ingrl\- sin dobleces 1
titud de los Reyes. -Como Á. vuestro confesor.
-Reportaos, imprudente mancebo: -Creo, señor, que es el hombre más
t C6o..o os atreveis á hablar de esa ma.. snuio del siglo y ademns el ruús huma.
nera de Sus Majestades l no, bondadoso y noble.
-Digo lo que pienso. -No podríais decir mús de nuestros
-Pero no piensus lo que dices, l ya ~oberanos : exclamó el Obispo con dis.
se os hn. olvidado que lo que se picn8a gusto.
es lo último que se dice? -E~ la verdad, respondió el jó,·en.
-PooS&ba que platicaba con un ca. -¿Y no os causa. compnsion gastar
ballero, y que por consiguiente pouia 1 e~e entusiasmo y admiractOn en un ex. l
sin riesgo manifestar mi pensamiento. tranjero, en un italiano de bajo nací.
-Pero 110 recordtíba.is, RÍo duda, que miento 1
es felonía hMtu. pensar mal de nuestros -Lo que sieuto, dijo Ojeda con los
soberanos, y mayor falta aún es la de ojos encendidos, el! no tener palabras
hablar de ellos con poco respeto. para. expresar todo lo que pienso ue él
-Soffor, yo hablé de los reyes en ge. y lo que él merece !
nera.l . pero si os disgusta mi parla, -Qué poco mundo teneis, amigo !
fúcil es salir de vuestra presencia y repu!!O el Obispo, levantándose y cami.
tambien de Búrgos y de Espafía. nando de un lado ú otro de la estancia.,
Y al decir esto con ímpetu púsose y añadió como para sí, i cuúl es la. po-en
pié el ardoroso j6ven. tencia. que tiene este hombre para ha.
-Refrenad, refrenad vuestras vio. cerse amar de cuantos le tratan de
lencia.s, mancebo, dijo Fonseca miran. cereal... un miserable italiano, cuyo
do al j6ven con la sonrisa en los labios, carácter debe tener todos los defectos
pero con una mirada falsa y cruel. de su raza !
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
132 LA
Al oir las murmuradas palabra!> de
su interlocutor, la móvil fisonomía. de
Ojeda cambió de expresion, y dijo con
mal encubierta ironía:
-Sin d\tda, ~;efior Obispo, los defec.
tos de los italianos deben ser tenidos
por virtudes en nuestra. tierra, puesto
que :í Colon no le conozco defectos y
sí cualida.de'l.
-¡Vive Dios: excbm~ Fon!'leca con
disgusto i. querríais asegurarme que
1 Colon es un ángel?
-N o tanto, &ofíor, puesto que es hu.
mano, pero sí !lé asegurares que siem.
pre y en todo tiempo se manifelftÓ m{LS
generoso, más digno y más noble que
todos nosotros.
pero t ngo lo. ~~lab;a. pronta y me de.
sazono on fa.cth?ad. 1
-V lveré ú ctto.ro'1 o.l mismo sabio l
rey A fouso, repuso Fonsec~, cuyas
máxim leía no h8. mucho rato, entre
las cu le~ laay esta : "ca. bien ansí
1 c;íntaro quebrado se conoce
ueno, otro sí el seso del home
ido por la palabra.'' No dignis
nunca, mn,ncebo (este es consejo de
amigo) palabras que ofendan, porque
por ell s r;;e nvista el fondo del pensamiento
del hombre. . Sin embargo,
cteo q e vos no refl.exionuis en las consecuen
ias de lo que me queríais decir,
y todo olvidaré si contestais con fran.
mis pret,runtaf;.
pito, contest6 Ojeda, quo no
que ...
Sonriose el Obispo con aire desprc.
ciativo y dijo sentí10dose otra vez frente
á Ojeda:
-.Sois muy jóveu, Alonso, sois muy guntn.
, jóven aún . . lo siet:to mucho porque vos hic
es defecto que O'> harií impropio para Colon?
ta. de excusa!! ... Ahora otra pre.
Recordais el convenio que con
ántc~ de que partiérais con
muchos cargos. -N recuerdo comenio alguno ...
-Qué cargo!', seiior Obispo! -E tónces diré promesa,- promesa
-El mando de ciertas empresn.s im- de estu iar con el Almirante el arte
. port:~.utes. 1 náutic que no puede uegarse que lo
-Por ventura Su Señoría. llustrísi. conoce ' fondo, y examinn.r los planos
ma ha olvidado que si soy jóveu (no es 1 y cart s marítimas de su doscubriculpn.
mia. !) mi valor es tanto que sin miento
jactancia digo que nadie me sobrepuja. -E jamas 1M sefialó.
-Y a lo sé, Alonso. ~!e han informa. era precil'o que Colon os las
c.lo acerca de vuestra conducta heroica exprofoso para poderlas ver?
en el fuerte de Haoto Tomas y el in. llevaba siempre eocerraJas en
domable valor que despleg:ístei~, .,en a.rc:t~ q e jamns dejn.bn. ú nuet;tra. dis.
otrns muchas acciones, pero... posicio
-Pero qul-, señor 1 -U per,oon. viva y pronta no hace
-Deciaque ndemns de osn.c; cualida. caso d esos itupedimeotos.
des necesito, pa.rn ciertas empre~as que -~e or Obi'>po, ¡ qutÍ sih'1lifican vues.
he imaginado, un hombre que tenga. m(u; trns pa. l>ras ! ... Acaso me tornais por
prudencio. que valor físico, m;is perspi- uu vil sp1a!
cacia. que pujanza, ¿no sabeis que el -¿ uién os habla de cspíns 1 Es fúhombre
astuto es dueño del mundo y cil, sin 'altar :í ninguna ley del honor,
de las voluntades de los homhres? de~cuh r ~ecretos que no~ quieren ocul-
--Si por astucia Su Jluc;trísima eu- t..'\r. C ndo se os dió un destino que
tiende perfidia, exclamó Ojeda, ese os veni ancho :'1 vuestra. edad, no fué
hombre efectivamente no soy yo, bus. sólo pa que fuéro.i11 á pasar el tiempo
ca.d otro, señor... ·admira do a.l genovés, sino para. quo ,
--Otra vez os salís de vuestras ca- con él prendiémis lo suficiente para
sillas l dijo Fonseca. Acordaos con seguir 'n él en loe descubrimientos de
quién ba.bla.is ... i creeis acaso, añadió, otras t' rras y ottos mares.
que yo pudiera induciros á obrar mall -N era. preciso ver sus cartas y sus
-Perdou, señor, respondió el j6vcn, ra. aprender el arte de descu-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVISTA QUINCENAL . 13:1
brir nuevos parajes por aquellos lado.q, -Por Dios y María Snntísima, se.
contestó Ojeda, uua ,·ez que él mostró ñor Obispo, exclamó Ojeda, decidme
el camino : yo me comprometería ú nde. quó ha sido de ella. :
la.ntar e11os descubrimientos, y con un Sonrióse con cruel expresion b'onsc.
buen piloto, como Juan de la Cosa, no ca, y despues de mirar un momento al
tendría inconveniente en atravesar el '¡ atribulado jóven, respondió fríamente :
Océano cun.lquier dia. -Puesto que rehusais cumplir mis
1 , -Bravo : exclamó el Obispo con ani. l deseos, no me crereis; ve ro por mi
macion, al fin nos eateuderemos : parte yo no o.~ puedo decir uada.
-Digo á Su Ilustrísima. que lo po. Bnjó Ojeda la cabeza. en silencio pre.
dría. hacer. · sa el alma de mil dolorosos seutimien.
-Y que sin duda lo haríais. tos. pues bien conocía el carácter do
-Al contrario, señor: el Almiran. J."onseca, y sabia que si él no era. en
te obtuvo de los reyes un privilegio sns manos un instrumouto ciego, nunca
para. Reguir t!l no má~ lo!> descubrimien. obtendría nada..
tos empezados. Nadie t~ne, pues, de. -Qu,; pedís de mí, f:eiíor! dijo, le.
recho de ir contra su voluntnd á las vnntando la mirada y fij:índola turba.
tierras y á los mares que Dios le pcrmi. da y triste en su interlocutor.
ti6 descubrir. -N o pido sino para vos u u gran
-¿ Ec; decir, .Alonso, que aún pcnsais bien y futura fama: que c;caheccis,
que Colon obra por inspiracion divina 1 sin conocimiento de Colon, una expedí.
-Creo que obodcci6 al principio al cion ú las Indias, en la que obtendreis
dedo de Dios que le señalah:\ lo que riqueza y gloria, con lo cual creo logra.
deberia hacer para premiarle su con!!. rcis cuanto podais dcsenr e u el mundo.
tanoia y abnegacion, sus estudios y des. -Pero, ¡no et~ cierto que se lo ha di.
velos de tantos años, - pero una ve..: que cho al Almir~~onte que no hay buques
lle•ó á. cabo aquella gloriosísima. cam. ni dineros pára volver (i sus descubri.
pafia y puso en via la conversion de micntos, c6mo podría haber una. y otra
los iufiefo!l, creo que ya Nuestro Sofior, cosa para mí, pobre aventurero?
aunque le protege, no le inspirs. -E..c; verdad que el tesoro ostú ex.
-Vuestm tontA admiracion, Alonso, hansto; los· gastos en la.s guerras de
~;erá causa de truncar vuestra. carrera Italia. son fuertes y se necesita poy
aun las esperanzas más gratas que ner en la 1nar una enorme flotilla pnra
podríais abrigar. conducir 20,000 personas b Flóndcs
-Qué quereis decir, Eeñor? como sf.quito de la Infanta Juana que
-Qua me vertÍ en el ca.c;o de retira. casa con el Archiduque de Austria, y
ros mi proteccion. lle~ar li la vuelta á la novia del
-SeiJor Obispo, bien sabe su llus. príncipe de Asturias, la P.rinces.'\ Mar.
trísima que du.mnte todo este tiempo ¡garita. Así, seria impostblo. se lo ha
le he obedecido ciegamente, y si por. dicho á Colon, poner 6 su disposicion
manecí más de dos años ausente de Es. los H navíos que pide para la pr6ximu
pafia fué porque confiaba en vuestra expeclicion.
palabra ... y en vuestras promesas. -J<~ntóuces i cómo me ofrecíais re.
-Os oquivocai!i, yo nunca he dado cul'!los que uo hay?
palabra que me puad& comprometer, -Prr.ra él no los hay, repuso lo'onseca.,
ni hago promesas ligeras ... (}¡ dije, pero para vos encontrnria, yo os lo ase.
que si á vuestro regreso de Intlins estalla guro, dos 6 tres cara. velas q\lc fletaría
satisfecho de vuestra. conducta y os sin tardanza. . . y deducidos Jos S,'8Stos
creía capaz de secundarme en ciertas que yo tendría qne hacer personal meo.
empre~U, oa darla noticia del lugar en te, la mitad de los tesoros que trnjerais
donde 1e halla la novicia do& María, de aquellas tierras serian para vos. Con
ai acaao no se babia logrado que profe. oro y fama, atni60, ¿ quti será l11 qut no
aara Úl*- se eooaigue en este muntlo 1
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1
-Es decir, exclam6 Ojeda., que á mi 1 que n se abra si es de oro la ganzúa." 1
regreso me junlis que obtendría la -P ro ...
mano de mi señora doña M:aría 1 -N hablemos más por ahora, dtjo
1 -Yo no puedo jurarlo ¡las cosas el Obi o, os dejo basta mañana para
1 humanas son tan variables! pero :'in tes 1 que m diteis mi propuesta.
1
de partir os veríais con ella, os lo ac;e. Oje la ~>e despidi6 ofreciendo volver
1
guro, y á vuestro regreso si trajierais 1 al sig~. ente dia a la misma. hora.
bastantes riquezas, con ollas pienso que
no os seria difícil ablandar á los reyes, S. A. DE S.
1
Y• sabeio el "frnn ' " no !>a y pue,t• ( G'o tinuará ).
LA murmnracion es el vehículo de la 1 No a muestra de ser perfecto el que
calumnia, esto es innegable : la calumnia goza e notar las imperfecciones ajenas.
espiraria en los inmundos labios del im- El bo bre (b:ise dicho) goza en oboervar
1
postor ~i mil y mil voces malignas ó im- lo bue o que halla en sí, ó lo malo que
prudentes no tornaran ú. su cargo el co- halla los demas, y á falta de lo primentarla
y repetirla. Si un granizo baja mero, e ceba en lo segundo.
de la escabrosa y nevada cima de los Al- 1' K teruais lo que sólo puede matnr el
pes, arrastra en pos de sí multitud de enerp decia Jt>sucristo. 'l'emed sí lo que
copos, 1Í éstos so adhieren otros muchos, al l puede oar muerte al alma .... " La murmupnso
que van rodando de peña en peña, y raoion la mah\ : es un arma do tres filos
así os como so forma el alud qu(\ destruye 1 que h' re a un roía m o tiempo al murmuraun
edificio; de igual modo la calumnia va 1 dor, a oyente y ó. la víutima.
pasando de b.>ca. en bot.:a y viene á forrua.r Sen irnos que nos roben una joya, pero
u u conj u oto de falsedades que destruyen al fin, el que nos la hurta podrá. restituirla
la reputacion más bien sentada. ó por o ménos 1·&>arcir su valor el día que
Esto dobcriu inspirarnos el <.dio que tle arr pienta.
merece la ruurmuracion, soplo infernal El ue nos roba la boom, por mucho
que apaga en nuc:.tros corazones la viva que l gn llore y se desdiga, nnnca podrá
llama de la caridad, esa vittnd sin la cual resti irno~la, porque mil y mil ecos fntíno
podemos glorinrno::1 de ser discípulos dicos c.tciu repitiendo ~:~us palabn'l> ~· el
do Jc:.ucristo. Mal puede serlo el que no vien de la maledicencia los esparce á lo
tiene amor al prójimo, y atento ú obser- léjos. ¿Cómo tecogcrlas? ¡ Impm.ible 1
var la paja que afea el ojo de su vecino, ,
no repara. en la enorme viga q\1e ciega ell MlOA&LA SILVA.
suyo prop1o. (De El Ero d, Córdova.) ----·-- LA AMISTAD C
POR .MADAMA~
4i~aducido del !~ances palla "La
Ahora bien! decidme i qué a.p6stol el s
estuvo jamás tan lleno de caridad co- bolla
mo éste l Él sobre este OOI'UOn aa.gra- él u
do, aprendi6 á amar de tal manera que T
jsJ!" POI! una aeiíor,ita.
o, - por limitado que fuese,- rede
amor como si oontuvieee en
fuente inagotable.
bien en nosotros produce la
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVISTA QUINCEN 1\.L. 135
amistad oristiana este resultado. Nos pamos de sm penas, porque esto no 1
iatiama. en amor hácia todas las ntmM, expresaría. lo que ellas nos hacen su.l ¡
y hace que la. fuerza de In. tornnra frir 1 sino que las sentimos en el alma, 1
venza al egoísmo de la naturaleza. y que nos ho m;ís pesadas que las
.Ba~tn. tener una amiga para que la nuestms.
humanidad entera. no'i interese. Sí: Preferimo'l ~u adelantamiento espi.
porque la amistad que se contrajera á ritual á todos os dernas bienes que le
St\ mútua felicidad, que olvidase los deseamos. O! ~crvad bien esto, queri.
intereses de la gloria de DioR, y que 1 dth jóvenes, I ~rque es doncie más cla.
no los colocase tío tes de 13. misma ami. • rameute se v el sello de la a-rnist,J.cl
ga querida....... esa amistad no seria c1•istiwta.
ya la amistad de la. cual noR dej6 J e. Una. tierna f!.rnistad se forma muy ú .
sus el ejemplo, la amist.'l.d que Él menudo por 1 dulce simpatía delco.
bendicu......
1
razon y de las inclinaciones, por la se.
Juan amó al Salvador y fué amado mejanzo. del arácter ó de los senti.
de Él más quP les de71Ul$; y por eso mieotos, y á eces ta.rubieu por la de
su vida. no fué eu adelante sino uua. llas circunsta cías. Sobre todo en la.
larg~\ cadena de ternura. y abne:,ra- primero. juve~ tud se relaciona una fá.
ciou. cilmeute; y Il uchas veces sucede esto
N o solamente compadece uno á las 1 sin que la a01 ga que se escoge reuna
personas que no tienen amigos. sino Itas coodicion~ ~ necesarias, y sin que el
({Ue cuesta trabajo creer en su cari- ¡ cimiento de 1 estimacioo dé solidez
dad ...... Si hubieran amado lo hubie. al afucto: qu cu tiene poca experien.
ra.n sido tambien! 1 cia se entul!i* ma sin dificultad con
N u hablo, porsupuesto, de aquellos aparitmcias e~ gaíiusa:~.
que ya no tienena.migos ...... ay! ese ¡ Se puede ~segurar, sin temor de
es el !iUpremo dolor que Dios euvia á equivocarse, Jue esas relaciones no
las alma!! á quieues r¡uiere acabar de durarnn si la. ;virtud no es verdadera.
purificar l...... Hablo solamente de No: por e tiruables que sean dos
1 aquellos que jcwutJJ los tuvieron! amigas bajo o ros puntos de vista; por ,
'l'al vez ellos aman,- reduciéndose nl intachables q e sean su carácter, su
círculo de su familia,- ÍL su modo y coutlucta y s moro.lida.d,- si no po.
como por instiuto 6 costumbre! ... ... ~teen ln Fa, la ~~c:peranza y la Cnridad,
Pero este círculo limitado no suti~face su mutuo nfe< o Do formará nunca lo
ú las ulrnns que Dios atrae á liÍ, y que, 1 que entende ~os aquí por amistad;
á ejemplo d~ Jesus, sienten la l'!l:lCe:-;i. porque para. llos dibcÍpulos de Jesu.
do.rl de amar ú alguua alma mtís que lí. cristo, h\ tínic digna de este nombre
las det;.las...... es aquella qu no comienza en la ti e.
¡ Cómo no habría. de mejorarnos la rra sino para perpetuarse en el cielo!
amistad, pnesto que ell:~ viene de Diot~ El único m Úo sólido que puede for.
y conduce ú Dio11l marso entre e tas dos almns, 6 las cua.
¡Qué Do baria una. por una amiga les cada día a crea más á la. eternidad,
verda.Jeramente cri.stia na, es decir, es el de las e nvicciooes religiosas; y
digna. de estimMion por su virtud, su si úmbos no p ¡ofe~an las mismas creen.
piedad, bU humildad y su dulzura~ cías y no des ¡an la misma patria ce.
Qué sacrificio nos parecería. difícil,- lestial, no poc frún jamo.s armonizar en.
Riempre que no fuera. ofendiendo ú tre sí.
Dios,-y qué privacion se nos haría Jamas será (ligno. del bello nombre
penosa l de Amistad a ueila que no aspit'e sino
Su tranquilidad, la. paz de su alma., á la corta dtJ tacion de la existencia
nos es miís querida que la propia, y su humana., y q e no tieudn. á procurar
felicidad cien vecea preferible á la para el alma ue se ama el goce inefa.
nuestra. -N o basta. decir que partici. ble de la. biem ~enturada Inmortalidad!
1
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
-- - - -- - - --------- -- - -------ilt----------- ----.
136 LA MUJE lt .
- ------i-----
J6venes que aspmus ~la felicidad'\ No más amor propio; una todo
de escoger una amiga., tratad de que , lo cecl ~ gustosamente á la amiga que
recaiga. vucstrn. eleccion sob1e una ¡ pretie e á sí mismo..
verdadera c¡·istiana, y tendreis ent6u. No P16s celos,- ni aun los' que oca.
ces el mayor de los tesoros. Oh: qué siona. ~sa ternura tan vo.liosa. para nos.
socorro tan celestial habreis recibido otras, ~ porque lo que ella ama lo
del cielo!. .... . porque ella tam bien amaro tambien; y lo que la hace fe.
amará á vuestra alma. y deseará sal- liz lo seamos á expensas del suírivarla.
ruient nvoluutarío que esto pudiera
Una a.miga cristiana es como el Áp. causa pos!
gel de la guarda, bajo una apariencia La mistad cristiana es la perfecviaible.
Vuestras faltas la entristecen, cion d~ la Caridad. Ella emana del
vuestros merecimientos y vittudes la coraz~¡n de Jesus y reproduce sobre la
regocijan, no halaga jamas vuestras tierra la imúgen conmovedora de la
malas inclinaciones, y facilita el des. union 'perfecta é indisoluble que existe
arrollo de vuestros nobles sentimien. entro as tres Personas divinas.
tos.-Y vos tambien porleis serie útil, Y B í como desde el seno de la Sancon
el simple hecho de decirle la ver- tísims Trinidad se derrama. sobre nos.
dad tao francamente como ella os la otros el océano del amor de Dios, así
dice...... tam bi ~u la amistad cristiana derrama
Cuán simultáneamente, cuán uní. sin ce ar en torno suyo el tesoro ina.
das, marchareis por la senda escarpa- gotab o de su Caridad.
da del deber ! Cuán recíprocamente Ell dice: "¿Por qué no he de ha.
os animareis, os ayudareis y os levan. cer p r todos lo que hago tan fácil y
tareis despues de cada tropezon 1 Y gusto ~mente por 'Uin.a? Por qué no
cu,nta influencia tendrá sobre el co- he de emprender por la Caridad aque.
razon del Señor esta piadosa union de llo qu p, - con más placer y, por consi.
vuestras almas en la. oraciou l...... guien e, con m~nos mérito,- ampren-
Nuestro Señor mismo lo ht~ declaro. do co tinuamente por la amistad?"
do con estas palabras: y est~ refie:x.ion la hace lanzarse más
" Y en v~rc'lcJAl os digo que si das de y ruiís toMs los dias hácia la conquista
vosot1·os se convinieren sobre la tierra, de la. irtud.
det~ cosa quepi8., aumentándose el fervor
sobre sí la amistad cristiana 1 • de ca a. una de ellas con el ejemplo
Y esto no debe sorprendernos, por- 1d e su Jlmiga..
que donde se encuentra. una. amistad Qu recibiéndoos jwntas, amandoos
de esta clase, se encuentran ta.mbien junta , y sirvi6ndoosjuntas, merezcan
todas las virtudes...... entra. -siempre unidas ! - :5. esa Man.
No hay egoísmo, porque lo ha des- sion ienaventurada donde juntas os
terrado de éstos dos corazones el ca.. gozar n por los siglos de los siglos!. ...
ri.fio desinteresado que se profesan; Así Sl ~·
·-------
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVISTA QUINCENAL. 137
HECHOS CURIOSOS
E:N LA CIENCIA ASTH.ONÓMICA,
(CONTI~UACION).
V Sin embargo la distancia á que nos ha-ÜiltNTO
no'\'enta y ocho millones de le- llamas de Júpiter impide que se haya es- 1
guas distante del sol encontramos al mnn- tu diado bien aquel gigantesco planeta.
do _más ,gr~nde de nuestro sistema plane- Es preciso aguardar á que se inventen
tano, Juptter; á pesar de la distancia que nuevos telescopios que tengan mayores al-nos
separa ¡,e ve á la simple vista como canees para que nos hablen con ruás por-un
astro de primera magnitud. Es 338 mt:nores del astro tocayo del príncipe de
veces más grande que In tierra. Su cir- los diose~:; paganos.
ounferencia mide en torno del ecuador El aute-}Jenúltimo planeta conocido que
112,440 leguas. A la distancia en que se gira en torno del sol es Satut·no. Y si adenouentm
del sol, éste poco alcanzará á mirábamos las cuatro lunas de Júpiter,
calentarle, así probablemente tendrá den- ¿qué dü-emos del aoompaiiamiento de éstro
de sí mismo su propio calor, pues de te que lleva en torno suyo 8 satélites, y
lo contrario el frio no seria soportable pa- ademas un anillo de luz que le rodea á tora
séres organizados como nosotros. El da hora como un inmenso y luminoso cinaiio
de J(¡piter, es decir, su traslacion en tnron? Dista Saturno del sol 364.850,000
torno del sol, dura cerea de 12 años de los loguu:; por lérmiuo medio. Su año consta
nuestros, ó con más exactitud 11 años 10 de 20 años nuestros con un pico de 167
meses, 14 dias y 19 horas. No so sabe si clias. Es 75 "ecos mtís grande que nuestro
Júpiter se halla aún en un estado cuasi globo.
líquido, segun pient;An algunos. Anchas El anillo luminoso de que hablamos esbandas
semi-trasparentes, en nnas partes tá dividido en tres compartimientos disolaras,
en otras oscuras, cubren el ash·o y tintos, y los 8 satélites llllOS más grandes,
lo di'iden en varias zonas, ademas véuse otros 01ás pequeños, unos cerca, otros lémauchas
de formas indecisas al traves de jos, están en continuo moYiloiento y preaquellas
zonas, las cuales no se sabe si sentan al habitante de Saturno (si lo tieson
nubes ó una atmósfera muy Ol>posa. no) los cspootáculos más curiosos, aor-
Estando á tanta di11tancin. del foco de prcndent('l¡ y extraordinarios que se pueluz,
la divina Providencia le ht\ dado den iruaginnr.
cuatro satélites que lo acompañan sin Como Ja luz del sol no es mny intensa
coear iluminando sus noches con bellas ]u. á la. distancia en que se encuentra &turcos;
unas veces los ven todos juntos 80_ · no, sin duda á toda hora, dia y noche se
bre el horizonte, otros separadamente pe- verá el cinturon de luz que rodea aquel ¡
ro nunca deja de haber alguno vel~ndo globo ...... 8!) aturde en verdnd la imagi-con
él. Todos ellos, salvo uno son más uacion cuando se piensa en todas las magrandos
que la luna, y el más 'grande es ravillas que presentará Saturno al espec-t
má11 voluminoso que el planeta Mercurio. tndo~, y cut¡n misericordiosa es la Provi-~
Adamas aquellos satélites exhiben dife- deno1a que sabe dar á cada mundo un
rentes colores: "l_lno tiene un tinte azulo- carácter diferente!
so, dos parecen azulosos gri<>o~os y el cuar- S. A. S.
to es amarilloso. 1 (Continuará).
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
¿SE PODRA ENGAÑAR AL DIABLO?
I,EYENDA 1'.\.NT_\,RTICA.
:simo ~>1 sacristau, ~peló eotónccs :í los
~ST.Uros en el siglo X en España. santos,¡ mandó decir misas, visitó las
Ro10a. en Leo u y en las Asturia'l el ro y reliqui~~ miÍR milagro~as de lo& al red e.
O.rdofio ~II, nombrado el maw, que ha. dores, ; tzo votos y mas votos; pero el
bta dernbado del trono á su 11aricnte Pedrill continuaba. peor y )lOOr; ya no
don Sancho, rey <}UO por su aordum llo. "0 leva taba ue su lecho y In ficure le
1 h. · 0 devora'1 va en a 1stona el nombre del Ora&J, L> a. •
Este ex.rey don Sancho estaba. hidrúpi. En este aprieto oy6 hablar el sacris.
co, por lo que lo viuo bien el tellOr que tan de la sorptcndente curacion del rey
1 ir tí buscar asilo en la corte de Abdorra. don S~ ocho, y resol ví6 pasar ú C6r.
tnao, rey de Córuova, pues allí el buen u ova á toda costa y buscar iÍ los fa m o.
sarraceno lo hizo curar de sus dolencias ~os cu ~dores del .det~tronado príncipe,
y le ofreció prestar ejércitos para. rocu. Juzganl o que sena más fiicil curnr á
pernr su trono perdido. Mucho se habló u u poiJ e pechero que á un personaje
en España de la curucion de don Sao. como a9uel.
cho y de la ~.abidurÍt\ de los físicos m u. Cua 1do maese Pedro llegó ú Córdova
sulmanes que le dovolvia.u la 6nlud eucon r6 á toda la ciudad nlborotadu • 1
on tanto que los espnñoles lo hnbian porqu se ngunrdnba. la llegada do unos
desahuciado. J~stos rumores llortn.rou n ombaj ore11 que rna.udaua., de~>de Con~;.
oidos de maeso Pedro, el sacrisE'l.u 1nn. 1 tan ti u pla ol Emperador gric..;o, lJI\r:\
yor de la Iglc.-;in parroquial do una 1 ratifica su alianza cou el sai·raceuo.
ciudad fronteri?..a de los Estadob Rarra. Abdernamnu, orgullol>o con aquella se.
cenos. :Maese Pedro tenia un hijo uui. ñal de amistad de la corte imperial,
co, fruto de liU matrimonio con una. mnnd6 que fneson ú recibir fí. los cm.
mujer á quien amó mucho, y que !1ahin. baja Jo res hasta. Jncn, y sus tropnll,
muerto recomeudúutlole no olvidase mag~í 'cnmetlto t~tnvindus y nruU\da11,
nun~a que ello. hubiara dado bu vida le~ h1c ~ron los hoooros .por toJo el, ca.
y mus por tener á Pedrillo sano y cou. mwo e o una pompa onentnl. Apcuns
lento, y as( le suplicaba. que en memo. llega ro á CSrdo' a los condujeron ú un
ria de ella cuidase ul nifío como su pabell( n eu ul jnnlin del palacio, en
mejor tesoro. donde ·estahn A lxlemuuan EtJntado so.
Maese Pedro había cumplido durante hre un trono cubierto de joyas, rodeatlo
algunos anos religiosamente con la re. de su milia, de ~;us 'lCe bello sitio en medio de un ameno brados con sedas y bordados que re pro.
bosque en las orilln.s del río. Abderra. sentaban flores, frutas y aves, tan á lo
ma.n mand6, pues, buscar artífices en vivo que parecían naturales. (1)
todo el mundo_ civilizado, tan lueg_o {l) Véase Coodo-Historio.' do 1a domina-como
ella. ma.nifes_t6 su deseo. En pn- cion de los árabes en España.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
140 LA MUJER.
En medio de la. muchedumbre de la j donde estaban los restos de la. madre
guardia del rey (que constaba. de 12,000 de Pedrillo.
hombres en los afueras del alcázar y Al.\tes de entrar á la iglesia, cuya
4,000 en la. parte interior), las escln. llave llevaba maquinalmente en la
vas, los siervos y siervas, los u•asi1·es, mano, habiéndola. bajado de un clavo
alcatibes y hombres doctos y poetas, los en que estaba en su casa, volvió la vis.
' cazado~'i y halconeros, trabajo insigne ta. hácia el cielo : babia cerrado la no.
costó á maese Pedro dar con los médi. che enteramente y estaba cubierto de
cos que buscaba; pero al fin logró ha. negrísimas nubes revueltas por el vien.
blarles. Ellos le recibieron bien, escu. to: de repente un rayo atravesó el
charon atentamente la descripcion de ámbito y un trueno fuerte y sonoro re.
los síntomas de h1. enfenuedad do Pe. pE>rcutió por todas partes é hizo estre.
dritlo, y aunque le dijeron que no res. mecer hasta los cimientos el edificio,
poudian de la curacion, le dieron unos contra el cual se babia recostado.
polvos y gotas para. que las administrase -Ah l exclamó maese Pedro en voz
sin tardanza al enfermo, asegurándolo alta. Dios puede hacer mil maravillas
que si aquello no daba la. salud á éste, pero 1:0 quiere salvarme á mi hijo!
no había esperanza en lo humano. Daría mi alma. al Diablo porque no se
Ma.es., Pedro, mús que corrió voló de muriera! Ya. que Dios no ha querido
regreso á su tierra, lleno de espern.nzas, o irme, yo invocaría ahora. al Diablo 1
li pesar de qn~ los mismos médicos no Una voz hueca y cavernosa le res.
las tenit~.n. pondi6 casi á sus piés, y una sombra.
II más negra que la noche se paró frente
á él.
PedriUo estaba agomzando cuando -1 Darías tu alma al Diablo, Pedro?
llegó el sacrista u, por lo que no fué decía la voz.
posible que tragase los remedios que Este estaba demasiado aterrado para
éste traía.. Estaba frío, perfilado, tenia responder, y lo que hizo fué cubrirse
los ojo~ cerrados y ni á su padre co. la cara con ambas manos, temblar de
noció. piés á cabeza, en tanto que un sudor
El dolor del pobre sacristan no tuvo frio le resbalaba por todo el cuerpo, y
nombre, pues amaba al niño, no como hacia esfuerzos inauditos pnra huir.
padre, sino como una madre ; tal pa.- ¡ -N o temas, maese Pedro, repuso la
recia como si todo el amor de su voz, que yo no vengo sino~ proponerte
difunta mujer, unido al suyo propio, un negocio en cambio de la. salud y
le llenara. el corazon. Desesperado, lo. ¡ bienandanza. de tu hijo.
co, se &alió de la. estancia de su hijo y -i :M e ofreces la salud de mi hijo l
de la casa, para no estar presente 1 articuló al fin el sacristan.
cuando el niño muriese, pues se sen tia -Ofrezco ponértelo nuevecito: gor.
tan desesperado que estnba á punto de do y robusto, alentado y contento.
renegar y maldecir. Empozaba 6. oscu. -¿Volvería yo 6. ver á mi Pedrillo
recer ; la noche era tempestuosa. y un como estaba ahora un año 1
viento rócio é intermitente azotaba las -Mucho mejor; colorado como una
hojas de los árboles y las rega.lxl. por el amapola, fuerte como un herrero y sano
suelo. El sa.cristan se dirigió natural. como el que m6.s.
mente htícia la. iglesia á buscar allí -Qué se necesita. hacer para ello?
consuelo; llevaba el alma repleta de pronto, pronto, dímelo, fantasma, es.
ira., de violenta. pasion, y aentia. que no pectro 6 demonio 1
podia resignarse á la pérdida de su hijo. ¡ . Ya le babia pasado el susto á maese
Para. llegar á la iglesia era preciso atra- Pedro, y tmtaba de distinguir entre las
vesar un rincon del cementerio, pero 1 sombras al que le hablaba, pero en
no la parte en que yacía. su difunta vano: era. algo denso pero traspa.rente,
mujer, pues le repugnaba pasar por rente, pues se vew. al traves negro pero
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVISTA QUINCENAL. 141
como iluminado por una aureola bri.l tempestad y el huracan habían pasado
llanto y fulgurosa. como un sueño.
-Andemos con calma., respondi6 el El primer pensamiento de maelle
fantasma.; los negocios deben ser ne- Pedro, fué que se babia. quedado dor.
gocios. mido o.l pié del muro de la iglesia, pero
-Ah! pero miéntra.s tanto se estará sintiendo el anillo de metal que le
muriendo mi hijo ! apretaba el dedo, se acordó del pacto
-Efectivamente, repuso la sombra; con el diablo y corri6 á eu casa á ver
está ya en las últimas. si éste hn.bia cumplido.
-Habla, pues, demonio, que yo haré Encontró n las comadres rodeando
lo que quieras si me cumples 1 la cama de Pedrillo, el que se babia
-Dame tu alma .... no piuo otra cosa. incorporado preguntando por su padre.
-.Mi alma ! -El remedio del ámbe hizo el mi.
-Sí. !agro, grit6 una vieja saliendo n ha.
- Vírgen Santísima! San Antonio l blarle á maese Pedro.
San Bias ! &n.... -C6mo así ?
-Cállate, mentecato, repuso el fan. -Porque cuando pensábamos que
tasma, que si te pones á invocar á los ya estaba en el último estertor do la
santos me tendré que ir .... Ya no tiene muerte, yo le eché uuas gotas de la
Pedrillo sino algunos instantes de vida; medicina, y en el acto abri6 los ojos,
resuélvete 6 me voy.... di6 un suspiro, se sentó y hélo allí
Las tíltimas palabras las oyó Pedro bueno y sano.
como m(LS léjos, y temiendo perder la -Nada de eso, repuso otra; - el
ocasion de salvarle la vida á su hijo, muchacho no alcanzó á tragar nada;
cxclam6 angustiado : e~ta.ba trabado y no pasaba ya : el mi-
-No te vayas, que haré lo que quie. , lagro lo hizo San Blas, á quien yo se
ra.s si me devuelves ú mi !ladrillo. lo encomendé.
-Júrame, pues, que uo volverás á -No, que fué San Cirilo, :1 quien
frecuentar bs iglesias, ni los sacra. 1 lo puse una vela., exclam6 otra.
montos; que no rezarás uunca y que --San Vicente de Saragoza nunca
me dedicarás tu alma hasta el último 1 me deja desairada, repuso la cuarta!
1
t.lia de tu vida, y en cambio, Pedrillo -Ni á mí el bendito San llcrmene-qucdará
sano: pero si no cumples con g-ildo t
esto, me llevo fi tu hijo en cuerpo y 1 En fiu, cada cual achacaba la cura.
alma. E~cogc, poro pronto, que yn. ol cien á diferente patrocinio; sólo maese
niño va á espirar y veo al ún~ol de la Pedro sabia ú qué atenerse, y en sus
muerte que se cierne sobre la- cas:l. adentros le daba las gracias al diablo
Un trueno fortísimo, acompañado que 1e había devuelto á su hijo.
de uu relámpago claro y refulgente Al día siguiente mandó las llaves
estalló cntónce~. de la iglesia al Cura diciendo que re-
-J úra. l gritó la Yoz que son6 más nunciaba. al oficio de sacristan, poro
fuerte que el trueno. ¡ .J úra pronto! u o ~a.biendo qué hacer para ganar su
-J úro: dijo maese Peol'o; juro uo vida se daba, ú todcs les diablos, pues
entrar en las igle'lias y dedicarte mi eu su familia de padre á hijo todos
alma ! habían sido sacristanes, y se habían
-Ahora somos amigos, dijo la som. criado sólo para estar en la iglesia,
1
bra acorcándosc, y agarrándole una encender las volas, barrer el suelo,
mano al sacrista.n, le puso en el dedo regafía.r á los muchachos mal criados,
pulgar un anillo de acero, desapare. ayud&r ~ misa y dar latigazos á los
i ciando en seguida. Maese Pedro cayó porros intrusos. Aquella mafíana ya.
i al suelo sin sentido .... Al cabo de po. lle babia costado caro su hábito de rezar
cos momentos volvió en sí: la noche ' apéoas abria los ojos, pues al quererse
estaba. clara y apacible; las nubes, la. santigt1ar el anillo del diablo le dió
'l'OMO 11. 18
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
---------------------------------------------'--------+-..----.....¡1
1 142 L A :.\1 U J E R .
tal apreton que tuvo que renunciar á bau mal, ménos Pedrillo que trataba
ello; y lo mismo le sucedía cada vez de consolarle, y preguntfíbale sin ce- ¡
que pasaba por frente de algunos de sar qué tenia y por qué estaba tan 1
los santos, que en aquel ent6nces ador- demudado y mclanc6lico. 1
naban la.~ calles, si se quitaba el som- Para evitar las importunas pregun-brero
como lo tenia de costumbre. Si ta.s de Pedrillo y l:~s miradas hosti- l
pasaba por su calle alguna a.dminis. les de sus conciudadanos, maese Petracion
tenia. que ocultarse en el últi- dro resolvió dejar á su hijo recomo
rincon de su casa, porqne no podía mondado en un convento benedictino,
arrodillarse sin que el anillo endemo. y tomando servicio con un militar que
nia.do le diera tales mordiscos que le iba á guerrear ú Tierra Santa, dej6 la
dejaba frio. Adema.s, sen tia. su alma Ec;paña y se ech6 ú aoda.rpor tienas exhelada,
su corazon de piedra para todo trafías en su compafíía; pero cada. día
lo religioso, y lo único que conservaba estaba más triste y desesperado de su
1 de su antiguo sér ora el amor entraña. suerte, y al ñu volvió á su país natal
ble á su hijo, á quien cada día quería sin haber podido resolver este proble.
más y más. Pasaba las horas y los dias ma, '' i Se podrá engañar al diablo ? "
1
retirado de toda. sociedad, meditabun- Pedrillo en tanto había. crecido, y
1
do, taciturno, cnllado, revolviendo en siendo de buen carácter, los frailes le
la cabeza esta idea : " Estoy eodemo. babiao enseñado muchos latines y otras
niado; mi alma se irú al infierno, en cosas, segun le dijo á su padre, á quien
tanto que la. de Pedrillo, que es un ~-olvió á suplicar que le confiara la
muchacho ejemplar, se irá derechito a.l causa de la melancolía que le devora.
cielo, en donde lo aguarda la bendita l>a. Maese Pedro entónces, en un rapto
de su madre. i Qué xaqué yo, pues, con de desesperacion, refiri6 á su hijo el
haber vendido mi alma por poco tiem- pacto que babia hecho con el diablo, y
po en esta. tierra para no separarme la situacion desesperada en que ~e en.
de Pedrillo, si por toda la eternidad contraba, pues cada hora le conducía
vivirémos ausentes 1 El diablo me más cerca de la tumba, y cada instante
engañó, lo confieso; en e] trato salí le repugnaba más la idea de irse al inperdiendo
por entero, ¿será posible en- fiero o, por razones que todos comprengañar
el diablo á mi vez?'' derún. Afligióse naturalmente Pcdrillo
Inspir6le ent6nces Belsebutb esta con ~>emejante del'gracia, pero no parotra
idea: "¿Por qué no procuraré que di6 )a esperanza de salvar de alguna
PedrilJo se corrompa, so vuelva criwi- n.anera. ;Í ~;u padre; a~>í pidi6le liccnnal
y ent6nces ambos nos irémos juntos cia. para irse á viajar cou unos mi~;io.
á la morada de Sato.nÍIS? " Pero este neros que onvial>un á tierra de infieles
pensamiento culpable no pudo abrí- para convurtirios, quizá á su regreso
gario mucho t iompo. pues comprendió debían pasar por Roma y visitar los
1 que su hijo seda desgraciado en este más famoso'> santuario¡¡ de la cristianmundo
J. en el otro, y e~o no lo podía dad. Allí, Jijo Pedr.illo, de se~uro ensufrir
el. Además, el muchacho era contraria algunos sabios teologos á
un santito, obediente, religio::;o, no sa- quienes consultaría acerca de la ma.
lía. de la iglesia, en doude ayudaba on nera de engañar al diablo,- si acaso
sus faenas ni nuevo sacristan, y s6lo aquello era posible, lo cual no era raro,
pensaba on rezar y en aprender cuanto segun rezaban las vidas de algunos san- ,
le enseñaban. Naturalmente la con. tos, que él había leido en el convento.
ducta extraña de maese Pedro llam6 Y en do y viniendo días, mc~;es y años,
la atencion do su hijo y de todos sus se pasó mucho tiempo, y maese Pedro
conocidos ; decíase que cuando babia más y m(ls encorvado y viejo babia
estado en tierra de infieles en busca perdido casi la esperanza de vohor á
del remedio pa.ra el nifío le habían ho- ver á su hijo, á quien, pensaba, ~egurachiz:
ado ; así todos le huían y le mira- mente ba.brian muerto los infieles sin
-------~ -- --
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
- ----- REVISTA QUINCENAL. 148
haber logrado salvarlo el alma. al que 1 -Te ofrezco en cambio la. de un
la ha.bia perdido en su ob:sequio. criminal que van á ajusticiar en la ciu.
Un dia, sin embargo, se le preseut6 , dad vecioa, respondi6 maese Pedro, si.
un peregrino, tostada la ctít.iz por los guiando las instrucci~nes del ~olita,rio.
soles do oriente y arrugada In frent~ y 1 -Esa la tengo perd1~a por cterto! ex.
las mejillas· por los sufrimientos de clam6 el demonio, y bten me pesa; Y!l
los viajes: era Pedrillo. Así como su 1 en vísperas de ser ahorcado un buen frat.
padre babia viajado en busca de un le lo h3. convertido. y está tan arrapen.
remedio para darle á él su salud, así tido que se irá derecho al purga.to~io,:el
hijo ta.mLien babia buscado elmedi- cosn. ctue me duele, -porque ese cnmt.
cameoto quedeberia.Ralvarleelnlma tÍ ual era hombre activo y me ayudaba.
maese Pedro. Mas el medicamento era l en la grande obrn. del reclutamiento
tan terrible que Pedrillo oo quería al para mantener mi ejército infernal.
principio decirle eu qné consistía. -No te pueuo entregar el alma,
Pero instado por su padre, al fin le respondi6 Pedro, pero sí al hombre
refirió sus viajes y le habló de los mu. vívo i lo quieres así ? .
chos sabio!!, qa,ntos, ermitaños y soli. -De mil amores, repuso elJ?rÍnctpe
tarios que había visitado para consul. Jel mal; porque tengo segundad de
tarlea el C3.So de su padre, y cómo al que si se encuentra uua. vez mús lib1e,
fin un solitario, cuyos milauros asom. olvidará su conversiou, echarú al viento
bra.ban, le babia dicho: "Dfle ú Pedro su arrepentimiento y volver~ ú mis
que invoque otra. vez tÍ su compadre brazos : puedes darlo el amllo que
el diablo y le pregunte si recibiría ,
otra. alma en cambio de la. suya,-ase. llevas e u ese dedo, el cual no es po.
gurándole C}lle en luga.r de In. propia sible za.fnrse sin mí consentimiento, y
le entregaría la. de un gran criminal agur!- Mi compañía contigo quedad
que esttÍ ú punto de convertirse." deshecha., y buen provecho te haga el
- HaceJ esto, padre mio, nfiadi6 dia en que me entregues á mi antiguo
Pedrillo, y en seguida os diré lo que conmilitou.
hay que hacer, siguiendo las instruc. Entónces Pedrillo, con las lúgrimas
ciones del santo ermitaño. en los ojos, lo dijo ú su padre que lo
Aunque le horrorizaba mucho á maese que le restaba por decir ora para él
Pedro lo. idea de tener otm conferencia muy duro, pero que el ermitaño le ha.
con el diablo, como Pedrillo le apuraba, bia dicho que si s~ quería Falvar, era
diciéndole que el asunto urgÍa y que preciso que murie.~ ahorcado en lugar
jamas se volveria á presentar otra del criminal.
orortunida.d, el pobre anciano se fué -No te aflijas, hijo mio, repuso el
a cementerio aquella mir;ma noche é antiguo sacristan, que doy por bien
invoc6 al rey de los infiernos. empleada la soga. en mi garganta si
-Ah! contestó la voz estridente y con ella conquisto el cielo y tu com.
dura que él!recordaba, i qué me quie. pañía y la de tu madre por toda una.
res, Pedro? eternidad ¡ y tengo que estar muy
Y al mismo tiempo vió la sombm agradecido á Dios, Nuestro Señor, que
negra ú pocos pasos. ha permitido que se me conmute la
-Deseo saber si te conviene, res. pena de unn eternidad de dolor y d~pondió
Pedro temblando, cambiar mi esperacion por unos momentos de an.
alma por otra. gustia física. Pero me ocurre una cosa,
-Segun sea ella: tú ya. estás cer· i aunque sea lícito engañar al diablo,
cano del sepulcro, y en breve te llevaré lo será igualmente arrancarle á Dios
á mi palacio, lo cual no siento, pues una alma que había reconquistado?
no has servido para nada, y durante tu -Esa idea la. tuve yo, repuso Pedri.
larga y estéril vida. no me has conse. Uo,- pero el solitario me instruyó
guido ninguna otra alma.. tambien acerca. del cómo babia de o.ca.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
144 LA MUJER.
bar de engañar á aquel demonio: cum. asechanzas á los peregrinos, pero en
plid, vos, señor, con vuestro pacto, que vano: Pedrillo era un santo y lo pro.
yo trataré de cumplir con el mio. tegia.n los ángeles así como á su corn.
Dos días despues maese Pedro en. pañero. Convirtieron á centenares de
trabo. disfrazado de fraile en la prision infieles, pero quiso su mala suerte que
del criminal, que se llamaba Alejo,- cayeran e u manos de unos musulmanes
le ponia en el dedo el anillo de la es. muy mal humorados que les llevaron
clavitud del diablo y le daba sus ves. delante del Califa. de Bagdad, quien
tido$ para. q\te se saliera de la prision. ·los condenó al martirio y á la muerte.
Tres días despues Pedrillo reclama. Cuando Alejo estaba en el 1Htimo tran.
ba el cadá'"er de su padr!:', ahorcado en ce, se present6 el diablo á reclamar el
el lugar del bandido, y le hacia sepul. alma de su esclavo, pero no lo pudo
ta.r en terreno sagrado. conseguir, pues J1abia perdido el anillo
Efectivamente, como lo babia anun. de siervo que llevaba, y al mismo
ciado el diablo, ap1~na.s sali6 Alejo de tiempo una lcgion de ángeles cercaron
la cárcel cuando volvi6 á busc..'tr á sus á los mártires, qnienes fueron llevados
antiguos compañeros de francachelas y directamente al cielo, en donde San
picardías, y empezaba ya á entrar do Pedro les nbri6 las puertas y los reci.
lleno por el camino de la perdicion, hi6 con mil agasajos, en tanto que el
cuando Pedrillo lo busc6 camorra, le. diablo se quedaba alicuido y aullando
llo.m6 á duelo, en el cual le postr6 y en los límites de sus dominios infer.
logr6 cortarle la mano y el brazo en nales. Lo cual prueba que mmca se
que llevaba el anillo del diablo ; en debe perder la esperanza en Dios, y
seguida lo llev6 á su casa, y fué tanto aunque ])arezca que estamos conde.
lo que lo cuid6 y le babl6 de cosas nndos á unn servidumbre eterna del
santas, que le obligó á convertirse, á diablo, el Omnipotente siempre susci.
vestir el sayal del peregrino y ámbos ta algun espíritu benéfico que trabaje
tomaron el camino de Barbería con el en nuestra salva.cion, y aunque sea á
objeto de convertir infieles. última hora nos lleve á las altas regio.
,furioso el diablo, creyendo que se nes celestiales.
le escapaba su presa, persiguió con mil
---.. ·----
ANALES DE UN PASEO. ••
INTRODUCCION.
S. A. de S.
El árbol plantado en medio de una poblacion
se seca pronto y deja caer sua hojas ; naí 6fl el
hombre privado de amigo~;.
(Oráculo escandinavo).
-Sola no iré jautas! ..... La vida en un 1 mejnnte régimen, aunque lo recete el misdesierto
y sin sociedad e¡¡ tan insoporta- mo Hipócrates.
ble, que prefiero continuar enferma, ex- Sus parientes y amigos se miraron unos
clamó Alicia con energía. ~ á otros como para recordarse que cuando
-Pero...... Alicia. tomaba una resolucion, y á peear
-No b!ly razon que valga contra mi de su carácter bondadoso y suave, nadie
repugnancia, ni quiero someterme á se- podía hacerla cambiar de idea.
* En 1872 se empozó á publicar esta novela en El Tradicionista, pero por circunstanciaa
independientes de nuestrn voluntad no se concluyó entóncea.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
______R _E_ v_ I S T A Q U I N C E N A L . 145 1
-Hija mia, la dijo entónc~ su ti11, ya )lt.untcJo AL\".\Rl!:7., hermano de Adria-no
eres unG niña y deberias ceder ñ la na, radicado en N .. *; jóven de veintirnzon.
cuatro aüoo, de alguna instrucrion, muy
-Así lo haria, no lo dude usted, si me bucuns cualidades y hast.'\ntes tt~lentos napareciese
justo¡ y ndemas me duele que turnios ¡
se ompoiion todos en destermrmo cuando -A dónde tc quieren de:.torrar, hija
saben quo mi único consuelo y solnz es 1 mia? preguntó don G1·cg•trio desde sn
verles en torno mio. m~a de tresillo.
AucrA llr.nJt:otA babia sido uM do lru; -A tie1Ta caliento, tio. ¡Como si yo
muchachas más bonitas de la ciudad do fucm capaz de irme y dejar í• todos usN•••,
capital do uno de los Estados del tedc.i!
N orto do Colombia. Bu esto se presentó otro pen-onajo que,
Cuando ltl introducimos por prirnern atrn,·o.>ando el !ll\loo con nire desembnrn,
·oz á nuOtitros lectores era ya viuda : poro 1.ndo y gallardo, faé t¡ a.alndar á .Alicia
siendo aún jóven y bella, y adema:; rica, primero, sin olvidar el decir de&PIJCS una
era el objeto de esmeradas atenciones y palabra amable á cada uno do lo!! concuhasta
de las lisonjas de todos. Su e:~poso rreotc,¡.
babia muerto haoia poco mns do un aiio, Llnmábase MÁ~})fl) AKANOA, hombl·e de
de~;pues de siete ú ocho de matrimonio, treinta & treinta y cuatro años, cuyo
dejándola dos niños y una niñita ¡ d~grn- aspecto eleaante y culto indicaba la cosoiadamento,
breves meses despu~ de la ¡ tumbrc de ~ternnr cou pen;onM do bu epérdida
de su esposo, tuvo el dolor de na sociedad. Máximo oro pnriente lejaver
morir á su hija, causándole &to tAnto no do Alicia y primo de do? Greg~p0l;
llr1 que liU aolud sufrió mucho ; y do rio. Educado desdo su m's tierna ~1-
aquí el empeño cariñoso de sus pnriente.t iiez en Bo!!Otá, terminó sus c. tud101
y nmigo~; en distraerla y tenerla contenta. universitario~ con brilhntísimos exá- 1
Lo mát~ íntimo de sos relo.oiones ee ho.- menes, deopuc.i de loo oualoa rogresó á
llnba reunido aquella uoche en sn sala, -y N••• con la intenoion de establecerse dose
oon1ponin do: fiuitivamente en esa ciudad; pero en bre-
DoliA CATALINA, sn tin, que babia sido ve tiempo cambió do propó11ito, y dejando
pnra ella una madre ; mujer sencilla y bon- ~.;u provincia y el país, pal'tió pt\ra una de
dadol>ll, muy bella en su jnventnd y que las repúblicas sur-americanas, bu&!Jando
aun conser\'aba restos de hermosura : fortunn léjos de su patria. Se dedi~ó á la
Dos G ur:ooiuo, esposo de esta seiiora carrera do la11 letras, dirigiendo vanos pey
administrador de los bienes de Alicia ; riódicos en dos ó trúi ciudades im¡¡ortanhomb_
re de ~incuonta años, jovial, franco tes de Hispano- América, y formándose u~a
y do tdeas hberales; repntacion muy bien ganada como escn-
~~l'lTA IInEou, hermana menor do tor segun las ideas conserndoras. AlguAhcla;
muchacha de diez y ocho aüoe, naa ecmanns ántes de que empiece nu011trn
mimada, ,·olontarioea, rebosando en vida, relacion, había , ·uelto á N u•, descoso de
salnd y freacura ; permanecer allí si encontraba una colo-
ADtUANA ALVARJ:Z, amiga íntima de oacion ventajosa.
Alicia, hija de un español casado en Ve- Un ob.qervadar habria notado quo desnozuela,
mujer de talento é instrnccion, do que so presentó Máximo en el salon,
y do edncac1on europea esmerada, 06posa los ojos de Alicia se animaron, subiendo
de un alto funcionario en el Gobierno del á sus p1nidas mejillas lln ligero color do
Estado ; ro>:lll.
Buroi.owi, primo de don Grogorio, -Acérquese usted acá, Mliximo, le dijo
gran jngador de tresillo y comensal india- Pepita con francaamabilidad, mostrándole
pensable en laa tertulias de N•n ; este un Miento á ro lado ¡ y venga á persuadir
era olfartotwn do la ciudad, como el Fí- á Aliciaque e.ipreoisoquemire por su sagaro
del " Barbero," y el encargado de lud. Ejercito usted su elocuencia en e.;ta
organizar toda fiesta, paseo ú entierro. empresa.
JuSTINA, parienta pobre, soltera de mds -Con mucho gusto, contestó, pero dí-de
cuarenta aiios, fea y perfectamente in- gamo usted de qué manera podré compla!
s!gnificante, pero prudente y sin proteo- corla empleando mi débil elocuencia en
swncs ; tan grata empresa.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
146 LA MUJER.
-Es el caso, que hnu aconsejado n Ali-1 crerti 11s d que se ha empeñado en hacia
que se nnsonte por algunos días de cornos e er que no puede vivir sin to.
N•••, y ella rehusa obedecot-. 1 dos noso os ?
-Y tiene razon 1 exclamó él; no seré -¿ Y ú pesar de tan lisonjera con feyo
quien se encargue de persuadirla do sion, In uiertJn obligar á que partl\?
lo contrario. ¿ J>or qué nos quieren pri>ar -Sí, ñor, dijo Pepita, que se habiJ
de su amable sociedad? puesto ty séria desde que él no q11Ís"
-Gracias, Máximo, dijo Alicia: usted ver que ofrecía u u asiento cerca de ella.
ha sido la primera persona que me ha dicen qu ésta es nna medida indispeusatratado
cm1 piedad, oponiéndose á mi ble para ue }lneda recuperar su salud.
destierro. -En 'nces acompañémosla en suco-
Duranto estl\ conversncion, Máximo ha- rreda tí. otro clima.
bia permanecido en pié frente á lru¡ seño- -C'o1 riente ! exclamó Alioia, la ides
ras, sin querer ocupar el nsiento que Pe- vale uu otosí! Si me acompaiian todos
pita le Qfrecia. u¡;tedes, ré á donde me lo m!\uden. Fue-
-No es piedad, sino interes propio, ra de eh nz!ls, la propuesta de Mtl:óruo
contestó: Alicia, uotod sabe, aüadió en 1 es muy uena y no tiono ningnn inconvevoz
baja, sentándose en un mburete de- niente. es convido á todos á mi bacieutras
de ella; usted !inbe lo que pienso. da de B ena-Vism, que, como saben, se
-Pero, repuso en alta voz, no so me l encuent1 á pocas horas de esta ciudatJ, y
ha dicho por qué la quieren desterrar. cuyo cli a ~ muy ardiente.
-Le han ordenado los médicos que D13sp1 s do discutir largamente el pro.
cambie de temperamento, le contestaron. yecto, f é aceptado por todos con mooho
-Poro yo no quiero irme sola al campo. gusto; o nviniendo en que tres dias des-
Me fastidiaré tanto l pues se ncontrariau muy de maiiata á
-¡, Creerá usted, ?ttnximo, exclamó caballo la puerta de la casi\ de Ahaia.
doiitl Cataliua, que esfaba al extremo de
la sala, organizando su partida de tresillo S. A. S.
con don Uregori.o, Manricio y Justina; ti1marú).
LA EMBRIAG
( CO~CLUSIO~).
II consejo lo dirige ol grande Aozo-bispo
d Cambt·uy con rc:;pecto de los nmyos,
No hay di a en que no leamos on algunos de ¿qué d emos cuando se trnttt. de oec1gcr
nucetros libros de devocion las siguientes pa- aquel q será nuestro guia, nuestro cotsclabrns
do San Paulina de Nola, ú otras por jero y e el cual morará nuestra honra y la
el estilo : de los h os que Dios nos dará? Dioen q1e ú.
"Es preciso que la autoridad resida en nadie si e la o:-tperiencin ajena; que las 'DUvueetro
matido y que toda vuestra casa apren- jeree, al rntarse de matrimonio, jamas e yen
da con vueatro ejemplo el respeto y el honor consejo.
que le son debidos. Vos misma os vereis tan- Esto ria. cierto si todas fueran casquvato
más respetad!\ y honrada cuanto rnós le nas, frí las y sin conciencia, pero¿ oÓIXl.l no
ha.gais honrar y respetar á él." so han encontrar nlgunas que compr~tdan
i Pero si enlrogais vuestra mano, vuestro que no ben admitir los afectos do curtos
honor y vuestro porvenir & un hombt·e de ma- hombre en el santuario do su corazon? ?!lo
las costumbres, n uno que no temo lt Dios y direis q el amor es ciego y sordo, que una
cada dia infringe sos mandamientos,¿ pensais vez que a penetrado en un corazon fcmelino
que esto es cumplir con vuestro deber cu et~te se entro ·za allí con tal imperio que no rormundo?
No, mil veces no ! mito qu se raciocine; que este huésped 4iene
" No tengais ningun amigo, dioe Fenelon, la facul de cambiar .¡ las personas d1 tal
qne no tema'- Dios, y al que no sirvan do go- suerte q e parece oomo si hubiesen olviCn qne no dehen aApimr á cusarse,ty vel social ,¡que han bajado los hombree, llebuscan
la dicha en su vrovia dignidad. Asi, VMloa por sus pasiones, que no puedan ellos
pues, no nutren su nlwa con ridículaa ilusio- lle¡;ar hasta nosotros 11ino levantáudose tarunes,
no aguardan nna feli asesinado
por 11ua compn.ñeros de estudio porque rehusó
ontrnr en Jos planes de la sociednd secreta
Nihilista de ~uol lugar. Parece t\no el
tudiante escribió a sus padres inforuullldolea
do catos hechos y auplicúndolcoi quo lo
sacaran de allí porque temia por su vida.
El padre so fué inmediatamentB S.
FE DE ERRATAS.
composicion titulada "A I>ORILA,"
ció en el número 17 de La Mtl¡jer,
tran las siguientes enatas :
103, II parte, línea primera dice me,
id. id. línea 21 dice bienes,
Imprenta d" "El Dicu ·"
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 18", -:-, 1879. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088529/), el día 2025-05-19.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.