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LUZ Y I<~lo \ilipendiada y
que podin vender, ceder y rocobrnr :'Á ultmjt1da; y sin dud:\ debin e~coger
su antojo y capricho, sino liU igual en morir en el martirio uuís bien que ·ver
nutor1dad para con sus hijos, aunque apagada e~a fo 'luo In. ~almba, que
sujeta dentro de los límite!i trazaJo~ 1::1. dignificaba y la dn.hn posicion á la
por la 111auo de la justicia. divina y la cabe1.a do su familia.
caridad do ,J osucriRto. Si lleva u u yugo, ¡ C.:u:íutas mujore~ bor6icas apare.
a11ado el abate Ga.ume, el marido lo 1 cierno ent6nces! Aunque las ,·ida.s de
lleva con ella, y es el mismo pftra el los S:-tntos nos en~eñ:lll á admirar esa!!
uno y el otro: la igualdad es comun, y virtudes é inclinarnos reverer.tes ante
no hay ninguna excepcion ni privilegio una fe que jamas ha teuido nada igual
oprcsi vo y deshonroso. Esta suave Ji_ en ninguna época,- no por eso podemos
bcrtad bajo una ley divina formaba la pasar por alto la vida de algunas de 1
felicidad de los esposos, siendo la gloria estas mártires.- escogiendo entre las '
de los matrimonios cristianos. J m6nos conocidas para hablar de ellas 1
N o es, pues, sorprendente que cuando en e¡; te lugar. 1
las mujero::; llegaron á comprender que ~-E~ t:__ :ia.s Cata.linas santas que 11
TOMO lll. 25
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198 L A M U J E R . 1 l
registra la historia de la lglesia, la sus falta.'!. Una madre, Santa Sinforosa, l
primera. y más antigua fné la de Ale. no solamente aceptó la muerte para sí,
jandría, que floreció bajo el reinado de sino qne en .el memento de dirigirse 1
Maximino. Era Catalina hija de una fa. al suplicio exhortaba á sus hijos para
mi lía muy principal de aquella metró. q1:1e siguieran su ejemplo, üiciendo al
poli, y tan bellactra.nto docta, rica yv}r. mostrarles el cielo:
tuosa. ElEmperador~uisoha.cerbsuya, -Mirad: allí es don -:le os espera
y empleó con ese objeto todas las se. Jesucristo con los santos que llOS ban
ducciones posibles, hasta qt~e, compren. eusefíaélo }a manera de ganarle ! Sed
diendo que ella despre-ciaba todo amor fieles á ese Remunerador tan Lnagnífico, 1
terreno para elevarse al Dios de los y combatid con uu valor tan grande 1
cristianos, fué tal su indigoacion, que como es la recompensa que os aguarda!
la condenó á la muerte más afrentosa. Si u embargo, cnando se quiere hablar
i. Quién no conoce los martirios que de una mujer valier.te, virtuosa y digna 1
sufrieron santa Felicitas y Santa Per- de ejemplo, los escritores no mencionan
pétua, encerradas en una red y expues. sino á las Lucrecias, las Virgi oías, las
tns á la. furia de una vaca encolerizada 1 Porcias y las Arrias del paganismo, 1
N o olvidemos los nombres de Santa cuando entre las heroínas del cri&tia. 1
Bárbara., Santa .A.polonia, las santas nisruo encontraríamos centenareR de
mártires Victoria., Melania, Domnina. y wujeres más dignas de elogio que ellas.
Teonila, que muriero» tranquilamente N o olvidemos qt1e el gran drama del
eu medio de los sufrímientos más atro. cristianismo es mucho más bello y ences,
dando gracias á Dios porque las cierro. leccioneR más dignas de imitarse
permitía morir por su fe. La ·hermosa que toé! os los hechos juntos del paganiña
loes, que rehusó un enlace muo- nismo. Estudiemos, pues, sin descanso
dano, sin vacilar, en cambio de la pal. la historia de la Iglesia, y como seria
ma del martirio, es otro ejemplo de imposible meuciotlnr,aunque fuera muy
abnegacion y fe. ue paso, loll nombres, y mucho ménos
Todas las clases de la sociedad tu. los llechos de las primeras mártires del
vieron su lugar en aquella galerí& do cristianismo, nos contentaremos aquí
m6rtircs; no sólo aceptaban la muer. con recomendar una. lectura tan pro.
to las matronas más virtuosas y las vechosa como es la Historia de aquellos
vírgenes más puras, sino que otrac; primeros tiempos de la Religion cris.
mujeres de la vida airada., como Afra, tiaoa..
quo repentinamente fnó tocada. por la B. A. DE S.
gracia, busc6 el martirio para expiar 1 ( Cont¿JttUil'Ú ) .
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LA MUERTE DE JESUS.
COMPOSICIO'!o{ HECHA Á LA VISTA DE LA ESTATUA DEL SALVADO~ CRUCIFICADO Y
MUE~TO, FAB~ICADA POll_ EL SEÑOR BERN::<\BÉ MAl\TÍ~EZ.
Oh! Quién tuviera, dulce Señor mio!
De los Profetas el sublime acento,
Paro. cantar en gloria. de tu nombre,
Tn sncrificio de dolor inmenso.
El profundo dolor y la arnargm-o,
Con que expiraste en el infame leño.
Cu I>ierto de dolores y de llng11s
Tu sacratísimo, di vino cnerpo;
l
11
1
1
Quién e:xprP.SI:Lr pudiera, con las notas,
De un himno sauto, angelical y tierno,
y de blasfewia~ y ue horrendo oprobio,
Por el ingrato, eniure::ido pueblo;
1
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R E V I S •r A Q U I N C E N A L . 19{1
1 Llenaba tu alma de infinita angustin,
1 El abandono do tu Padre Eterno,
1 Y el mar de llanto q ne tu tierna !\ladre
Virtiera o.Uí por ott dolor inrueuse.
La sed ardiente de salvar al mundo,
Que deYoraba tu divino pecho,
:Manifel'-taste con clamor doliente
1
A tu¡; verdugos mofadores ciegos.
Y cual si algo faltase todavía
A aquel suplici.o incomparable, h~rrendo,
La hiel gustarscurecióse de pavor el cielo.
. ............................................ .
... ·············· ._... ................ ·········
:Hurió Jesus! del leño todavía
1
Pendiente está su destrozado mo, diciendo que como se seutia
algo indispuesto deseaba llegar lG más
pronto al fio de su jornada .
• \.1 tiempo de montar el s¿quito del
Vi·ey, result6 que la<> m.ujeres que
¡ llevaba él (siendo éstas la mujer, la. hija.
y h. sirvienta de uno de los ayudan tes
y compañeros de viaje de don Juan de
Torrezal Díaz P imienta.) no babian
, mentado nunca. y hacian mil mel indres
y tspavientos. Temeroso el A rzobispo
de que si se detenian íi aguardarlas no
pudiesen llegar á tiempo ú Guáduas,
'en uoode le tenia preparada. posada
c6modo. al nuevo Vi rey, pidi6 y obtuvo
que éste mo.odase que las mujeres
siguiesen poco á poco atrns, en to.nto
que las personas de categoría y repre.
sentacion seguirian adelante, picando
el paso de sus caballerías.
Vol vi6se ent6nces el Arzobispo á
Gonzalo, que capitaneaba la escolta, y
le dijo que se quedase á retaguardia
cuidando de las mujeres con algunos
de los oficiales de la guardia que t raía
consigo el Virey.
Choc6le sobremanera. al j6ven militar
la triste mision que le daban, y llegan.
dose á Andrés le dijo que le suplicaba
hiciese presente al Arzobispo que sien.
do él el Ca.pitan de la escolta de honor,
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12oo L.A. 1\iUJER.
¡ '
era Au deber seguir con ella. y ponerse 1 Entre las per~onM de la confianza
á las 6rdenes del Vi rey, siquiera hasta del nue,·o Vi rey venia. don Melchor ue
1
1 Gu:íduas, en donde podia dar las dis. los Barrios, el esposo, padre y amo u e
: posiciones del caso si debía él quedar:.e las viajeras,- en calidad Je atltífeTe nl
, atras. séquito del Virey, r¡uien había ofreciJo 1
1 • _Acerc6se And~és á su protector y le l darle un buen empleo en Saotufé. E m
l. dtJO lo que quena su amtgo. don Melchor hombre vulgar y de mal
-Bien,- coutest6 el de G6ngora, - 1 carácter, quien procuraba encubrir su
que siga, pues, con nosotros el Ca pitan, baja extraccion con un orgullo y uua
y qne se quede con las mujeres el Oficial al ti vez extraordinaria con S\13 in ferio.
Mayor de la. guardia del Virey, para rell, y una lmmilda.d, obsequiosidad y
que nadie les falte á esas damas .... ánimo quebrantado con sus superiores
Pero, añadi6,- como el Oficial no conoce que Jaba. grima, lástima é indignacion.
el camino ni está enseñado tal vez ú Usaba don Melcbor de mucha mal1a y
este modo de, viajar,·- permaneced vos astucia para encubrir que estaba en
tambien con ellas, pues, como oriundo las colonias española!! bajo un pié muy
do estas comarcas, podreis indicarles falso, pues había pasado á ellas f-in el
los peligros dtl camino, y si llega la perwiso del Rey, lo cual constituía por
noche á destiempo, las posadas e u que sí solo un delito, y podía ser declnrndo,
pueden quedarse. si lo 1mpieran,polison, es decir, hombre
Descontento ú su turno Andrés con de mala crianza y ruin extra.ccion, que
aquel importuno empleo, tan contrario podia ser condenado á tomar las armas
á sus costumbres y tan impropio de su por diez años en lns tropas del Rey.
carácter, detuvo su cabalgadura, dej6 A pesar de esto hacia tres nños que don
pasar adelante la. comitiva del Vi rey y
1
.Molchor babia llegado á Cartagena, en
del Arzobispo, y qued6se atras, viendo donde se adorn6 por sí y ante l>Í con el
con pena desaparecer á sus corupafieros 1 don y el de que no tenia en España,
uno ú uno al voltear uu recodo del 1 en donde las gentes de su pueblo lo
ca.mino. En seguida se dirigió al acon. llamaban simplemente Melchor Ba-
. gojado grupo de mujeres, que llornndo' rrios, el hijo del mantequero.
1
y gimiendo se santiguaban, pidiendo
1
Despues de muchas fatigas y bumiproteccion
ó todo el reino celestial, ya lla.ciones, al fin don .Melchor )H\bia lo- ~
que el marido, padre y amo de las grado hacerse tan 1ítil para con el Go- 1
1
cuitadas b:.~.bia. seguido las huellas del bernador de üartagena, el ~>eñor PiVirey
y las había. dejado ntrns. mienta, que cuando fuó uowbrndo Vi.
¡ Tenemos la pena de confesar que 1 rey tuvo la dicha de que le permitie,e 1
1 Andrés, que uo estaba en11eiíado á tra- ptumr consigo á la capital del Vi reiuato,
tar con damas-y ni aun la~; de su fa. y ndcmas llevar en su com paiiía ú Hl
ll•nilia veía á me u \Ido, - Aodrl!s ¡¡a •na- Ulujer, doña María Peralta, humilde y
1
nifest6 muy poco galante y atento. e!itúpida mujer, á su hija Magdalena,
Permiti6 que el Oficial español y los que era bella como un lucero, 'ivn.
1 peones montar;en !Í sus protegidas y como una ardilla, y coqueta ó pedir de
1 tratasen de infundirles valor y brio, boca.
en tanto que él se content6 con indicar N o queremos sino delinear breve.
1 el camino, tomando en silencio la de- mente á los miembros de esta familia
1
)antera, de~pues de habedes manifesta- por ahora, }Jues (L medida que el lector
' do con breves razoues que deberían se- los vaya couociendo más ú fondo irá for.
1
1
guirel paso de su mula y no tener mieclo. run.ndo su opinion acerca de sus carne-
En tanto que la cabalgata sigue poco té res, propensiones y sentimiento!!.
á poco el co.mioo en silencio, ioterrum. Volvamos ahora á nuestros viajeros.
1 pido por los bUspiros de las damas y Habin.n traspuesto la primera cuesta, '
'¡ los gritos de la doncella, digamos quié. sin mús novedad que la caída do la
nes eran ella11. doncella, que babia gritado mucho pero 1
1 ~-
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l: ___ RE VI S 2'__ A QUIN C F: N AL. -= 201
al fin babia vuelto h monta~, merced á 1 méno8 q~tc volverla á mirar, llnt~tíndole
los rer;aiíosde sus amas,- haCiendo firme In. atenc10n Fill clara y argeutJ na voz.
propóilito de no dejarse caer de nuevo Vióla eotóoce~ m:'ls de cerca.~· cruzóse
en su presencia, ya que no se condolían su mirada con la de :Magdalena, que
de ella.. Las mulas era u rnnnsas y bien despedía rayos Je sus negros y brillDntes
1
disciplinadas ; así, suhia.n, bajaban, ojos, sombrotLdos por nn mnoto de color
saltaban y trepaban como cabras, sin ol!curo y bajo el sombrero nlon que
1
titubear ni do.r un paso falso, causando llevaba. Desprendido!! rizos le caían
e~o sí grandes angustias á las pobres por las mejilhs, y sus labios de rosa
viajeras cuando orillaban impávidas reían alegremente, abriendo uua boca
los prt>ci picios, sin atender ú los tirones guarnecida do blancos dientes que pa.
de riendo., ni ú los gritos que las dabn.n reciao perlas.
para ,quo tomasen una vi a. ménos veli. l Andrés apartó la vi<~ta de la. tenta.
grosa. A~í. al cabo de una hora de mar. dora imágeo de }Jagdalenn, pero en
1 cba nuestras damas habian cobrado al. sus pupilas quetló por largo rnto retra.
guna confianza é iban mús resignadas; tnda aquella. encantadora vision.
clamoreando y haciendo aqpa vientos 1 -¡Jamas he vi ~Sto mujer mtís desgre.
dofia. María cuando llegaban á un paso fiada: trató tia pensat Andrés con se.
peligrol!O, llorando escouuitlas la don. veridad. i No dice fray Luis Je Leon:
cella Rita, en tanto qne Magdalena., "que no se lns debe permitir rizos, ni
sin miedo ya., babia soltado la cri o de encrespo~, ni nfei tes; que el cuerpo se
la. mula, á que estaba aferrada paro. no ,·ista, pero la. cabeza no se desgreñe, ni
caerse, y llevando la cabeza de la cara. , se encre1.1po ou pronóstico tle su grande
vana, inmediatamente do~pues de Au. miseria. 1"
drés, cabalg1~ba con desembarazo y Poco á poco se fué horratldo de sus
gentil talante, mirando cuanto la ro. pupilas la ,·ision, y entónces Andrés
deaba con curiollidad é interes. instintivamente, y casi sin caer en la
Las exclamaciones de ndmiracion de l cuenta, aprovechó una revuelta del
la niña. de don Melchor ante algun camino para clavar de nuevo su vista en 1
¡JUnto do vil•ta pintoresco ó árbol cor- lu hija de don Melcbor. Notó eutónces
puleoto, pintada mariposa, hermostl que tenia una uariz pequetia y algo
flor ú otrns bellezas oaturale!:, llama., urremaugadn, lo que la daLa mucha
roo al 6n 1:\ ntencioo de Audré~, y 110 gracia, uun tez plílidn y limpia, y una
pudo rué nos que volver los ojos hGci1\ multitud do rizos naturales que volaLau
su compi\Üera, que fingin no haberle sobre sn frente nnclta, baja y Líen for.
\Ísto y continuaba su marcha en si len. macla. Seulluln eu su sillou, tenia con
cío. A.ndrés, siempre sério y adusto, no t1na mano pct¡neñísima y perfecta las
le babia siquiera. dirigido la palabra, riendas, y con lll otra procurnba con1
cootent:iudose con guiarla por la mejor gentilezn. y donaire dufcuderEio motivo, - puesto tambien rloün ~bría un niño de Jo~ Ó
que pensaba como don Quijote ''que tres años, fruto de ;;u \'ejez, pues decia 1 1
es roncha sandez Ir, risa que de leve que lo ha.bia dado :lluz en E~ pafia ni en.
cnu~a procede." Lo de muchos aiios de uo tener fatniliu.. •
Trabada. la couversacion bajo tan Traí:>lo cargado uun negra fuerte, ro. 1 1
alegres auspicio~. no será raro nse!!urar busta y ca~;Í sal vnje, que balJia :->ido su
que continuó en ~!lmismo tono . .Aurlrtrs amn. de leche; a~egnra.ba dofia ~l::u í:l
se vió obli~ado tí sonreirse v admirar que bn.rto babin hecho naturnlez.n con
:'i :m comp:uiem de viaje, ,¡Jndola tan concedede un hijo en su mayor udnd,
hermosa, tnu n.pnrcotcmeute sencilla no a.lcanznudo á darla. con f~- :\ln.ría. Ma.gdalcun. ~e puso iÍ jug:\r con
fieras lticie~en altc, y les ncoo!'ej6 c¡ue el niño en tanto que les llembun In.
e u lug11r cio seguir :vlelnote, lí pc~ar de cetJa, y en MI juego con Clemellto Jcs.
1 1~ noche ciara, como pretcudiu. el ofi. ple!!Ó una agilidad, uun gmciu y ele.
Ctnl que las acompniia.La, hariau bien gancia como Andn~.s jamas !Jahin. \ i~to:
en quedarse en uun. ,·enta que se niÍa ~us brazo;; de uudol', que sacaba rJc do.
(¡ In vera del catuiuo, méuo~ incómoda bajo del reuozo eran torneados co111o
y miserable que otras que ltabia. mú~ los de una cstnL11!1, ¡;u talle geutil, sus
ltíjos. Accedierou con gusto b.s damas gran.ies ojos uegros, que se fijaban cu
:L la indic:aciou de su ··icerone, y quisic. ¡;u hermanito con ternura, sus adema.
ron destuont.,rsc lo m.'is l'routo, que. ues de-:pcjndos y gnrbo~os. todo en
júudosc de l'Urna fatiga. l\laudalena. oro. uue\'O v sorprendente
Una vez qno ltubo ayudado ú \¡ajar par~ uue~tro ~;cminari~ta, quien pende
la lllula ú doña 'Marín, el oficinl se '-aba soiiar Yiendo por primera \C7.UIIU
ttceroo :í )Jngdldcnn. y la de,JOO'lt.Ó cou mujer cuyo modo do sor hubiera im.
un ndeman de tanta confianza. prcgnu. t probado y afondo on cualquiera otrn. y
t:~nrlole con cariñoso acento si c~talta no podía múnos <¡ue admirar eu ello..
c:\usa1la, que .Attcln~s (que uo ~e hahia Es cierto quo procuraba persuadirse,
atrevido á nccrc6rselo y permanecía en tratando de cugarhr:;c á &Í tuismo, que
pié :'i alguna di tr.ncia). se ~orprcadió la española cm uua ciüa aturdida é
sobremanem do la familiaridad del en. inocente quo no comprendía que su
pitnn Alvarel., y sin Raber ¡•or qué le gentileza y donaire podiau lltunar la
cobró una graudc antipatía y mala. ,·o-¡ atencion de uao, haya yo olvidado ú mi 1 bablemente le vió, porque en lugar de
Dios y á mis deberes como cri~tiaoo? deteuer:>e delante r:e in. veutann. pasó
Qu~ es esto¡ .Jesus mio l amparaurne y ue largo, y al cabo de alguuos momentened
mi!;t'lricordia lle ruí: i~l extático tos volvió á·e11trar á la ca.•a.. Miéutras
:Sao .Juan no dice ta10uieu "que ln tnnto la veotaua que se h~bia entreamosca
r¡uo con las ala.s toc6 lo pega- bierto se fuó cerrando poco :\ poco, y
joso y dulce de b miel, estorba sus nun le pareció ií nuestro semiuaril'ita
vuelos: así el alma que procura dul- que oía. el 1nido de la anuella que
zura de espíritu impide su libertau, y echaban por dentro.
se indispone para la coutemplacion? ·• Este incidente acabó de perturbar
lb:~ aquí en su meditacioo, cuando 1 el espíritu del mísero seminarista, que
sus ojos se fija.roo en una ventanilla eo!':eñado :í vivir lt~jos del muurlo y sns
sin rejas pero cerrada por dentro, sien- tentaciones, se sen tia caer e u la prüuera
1 do osta la de In alcobilla eu que dormía red que le teudia uua astuta coqueta,
doíía )!aríA. con su hij.~ y doma~ fami. que tenia tantas flechas en su arco llia. Volaron al momento sus propósitos cuantas víctimas eucoutrnbo. en su cacle
orar, y como el brioso potro á quien ruino.
se le qtü·a la silla y el freno, y se le Desesperanzado de calmarse y orar
deja suelto en una dehesa, así la ima- ' al aire libre, como se había propuesto 1
ginaciou le Andrés rompió todas sus en un principio, Andn~s resolvió ú entrallas,
~e echó por los.c~miuos vedados, trar á la posada y trat?-r de conciliar el l
y repaso con una dehcw. enteramente sueño al lado del capltan Alvarez, que
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20-1: LA MUJER.
parecía dormir á pierna suelta., y cerca de enmienda, y merced á la influencia
de los peones que roucaban sin cesar, magnética. de aquella niña, cay6 otra
produciendo cada uno una mú:;ica di. vez bnjo su dominio, tanto 6 más que
fereute y destemplada.. Allí tampoco el dia anterior. Los bellos ojos de
pudo Andrés hallar la tranquilidad Magdalena respiraban tanta sencilla
perdidn.: se confundía en congeturas franqueza, su acento era tan cándido y
acerca tlc las relaciones misteriosas de sus preguntas ta.n sin aparente malicia,
Magdalena y el militar, y se torturaiJa. que eo breve no quiso volve!'Se 6 acordar
el ánimo sin poderse ocupar tle otra Andrés de las eospechas de la noche
cosa. En estas agitaciones, asombros, anterior, y la extraña escena de la
. temores y cavilaciones, unidas á cortos l ventana mágica, que se abría y se ce.
ímpetus de remordimiento 6 inquietu. rraba sin saberse cómo.
des interiores, pas6 el cuitado la noche. -Esta es una niña pura é inocente,
Adí, uo es de extrañar que no habiendo se decía, por cierto incapa~ de ocuparse
pegado los ojos eu toda ella amaneciese en otra cosa que uo sean juegos de
desencajado, pálido, descompuesto y muñecas y otras travesuras propias de
taciturno al dia siguiente. su edad.
Al principio de la jornada Andrés A medio dia lleg6 nuestra caravana
hizo firme prop6sito de alejarse de á Guúduas. .Acababa de ponerse en
Magdalena lo más posible, y tomó la marcha el Virey, seguu parecía cada
delantera uoa vez que Jmbieron mon. vez m6.s indispm .. sto. El Arzobispo le
tado sus compañeros de viaje, sin que. babia dejado 6rden á Andrés para que
rer mirar á la niña., evitando ú todo dejara al cuidaJo de Goozf\lo la escolta
trance volver á coer en la tentacion. de la. fall'lilia de don Melchor, y que
Iba satisfecho consigo utiRmo y con el siguiese iumediatan.ente á reunirse al
sacri6.cio que hacia, ~;in volver la vis. séquito del nuevo Virey.
ta atras ni una. vez durante media ho- -Qué tal viaje trajiste, amigo~ le
ra, cuando sinti6 tras de él el paso decía Gonzalo algunos momentos des.
Melerado de otra bestia, y los footazos pues á Andrés, miéntras que éste toma.
con que la persona que la montaba ba algun refrigerio,en tanto que le ensi.
trntn.ba de apresurar su marcha, y al llabau otra bestia pMa seguir camino.
mismo tiempo la voz de l\íagclaleua que -Bien, conlef>tÓ brevemente.
le llamaba llegó á sus oídos como mú. -i Y tus protegidas c6mo se por.
sica deleitosa. taroo 1
-Don Andrés, decía, don Andrés el -Ni bien, ni mal, contestó Andrés,
silencioso, el callado, el melaoc6lico,- sintiendo que se le enceudia la cara. y
aguúrdeme vuesa merced un momeo. que era preciso, por primera vez de su
to, detenga el paso que ya llego! vida, disimular sus sentimientos.
i C6mo no obedecer á aquel acento -Cuánto t.e envidio, Andrésl repu-cle
súplica, cómo desoir nquelb voz de 1 so el otro.
ruego? Las nociones de la m6s corouu -Por qué?
cortesía le mandaban que se detuviera -Porque irás en compañía del Vi.
y aguardara, y así lo hizo. rey y del Arzobispo, en tanto que yo
-11ire vuesa merced, repuso ella tengo que hacer un papel bien ridículo
llegando cerca, que si ha de ser nuestro para un mili lar, sirviendo de guia ú
guia es preciso que no se apresure una cuadrilla de mujeres.
tanto,- mi madre, Rita. y Alvarez se Andrés no contest6.
bao quedado atras, así como la. negra -Díme, añadi6 Gonzalo, si acaso te
Claudia. con el niño; detengámonos un has dignado volver los ojos sobre aquemomento,
y en seguitla más paciencia, llas damas, i qué tal chica es la hija de
señor don Andrés, más paciencia. don Melchor? yo no la he visto aún.
1
Al momento nuestro seruinarista. l -La señora madre és algo imperti. ,
ohicló completamente sus propósitos 1 nente ....
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R E V I S T A Q U I N C E ~ A L . 205
-Yo no te pregunto eso .... por re- 1 -}Iejor, pues, respondió Gonzalo,
gla general todas las viejas son imper- mirando con extrañeza al semiun.rista,
tioentes, con el mero hecho de ser que estabn pálido, ojeroso y ngit~u1'l,-l
viejas. ¡así la rivalidad dará r? exclamó madre, que parece ver al diablo en
su amigo cuando las dos niñas hubie- cada oficial, ni tus hermanas me han
ron pasado. 1 hn.blndo, si no quo huyen cnautlo me
-;Ciego ! acerco .. .. En cuanto íÍ tu hermano, ui
-Pues ... cna.udo te atreves á decir de léjos le he visto.
que la. criadll es mejor que la ama. ¡No -Perdóoalos, querido Gonzalo, ex.
veías, cuitado, qne e!in. niñt~o es más 1 clt:í enseñ,ltla u vi~ir con están eoseiiadas In~ mujere;; :ll tmto
gentes de pro. del mundo, y en cuanto lÍ Lorenzo,
-Vaya que exageras, Gonzalo~ siempre ha sido 1i~ pero y enemigo de
-Ingra.lo! algo diera yo porque se toda nueva amistad, no por mul carác-sonriara
conmigo como lo hizo coutigo, ter, sino por cortedad.
que eros de palo, de piedra, de már- Un momento ue.•pucs. nuestro pre.
mol, de gtaOlto, segun te veo ele frío é sunto semíuari~t¡~ se despedía brC\"Cindifcrcnle.
roe o te de su familia, Ralndaba con frial-
-Sns sonrisas!. .. amigo, repu!!o An. dacl á doña .María y á Magdalcun, y
drés haciendo un esfuerzo para permn. apretándole lo. mano afectuosamente :Í
necer sereno, pronto las recibirús; ella Oouzalo, ruonta,l,n. en un berroo~o malas
prodiga, nñadi6 con cierta amnr- 1 cho y se diri¡;it~ á Sauto.fé en pos de su
gura,- sino que será preciso I)Ue las
1
patrvu el Arzobispo.
partici pe!l con un oficial español <}UO S . .A. DE S.
la acotopa.ña como su sombra. 1 (Co;d·inuará).
TOMO lll.
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20(i
LA EDUCACION A LOS VEINTE AÑOS.
CARTAS A }.!I Plli:\.IA N.\'l'ALIA.
VIII
I,.\ l:CO~O:YÍA E~ LO~ VESTIDOS.
o~\)iQOU:E hablamo~. querida primn,
do la manorn extraordinnrinmcntc ceonómica
con c¡ue alguua-; scñorn , que
o: e \ isten con perfccciou, arreglan e•os
trujes elegantes y lujosos quo cau an
ll.\lmirncion ú cuantos las ven. Pero segun
lo que me referin-;, pn.m llovar á
cabo osa economía es preciso dedicar
su vida nl culto do h modo bm·ata:
vi si tnr rodas las tiendas y ulmaccuc'i,
emplear mil ru:ículns parn quo les rebnjeu
en el precio intrín~cco, estar
siempre en hu~ca de los modelos y pntroncs
mtís nuevos, leer nsidunmcute
los periódicos de rnodaP, eu rcst~rneu,
dethcnr~o cou alma, vidn. y cornzon al
ntle ele fnhricar, con ohjclos harnlo'>,
n\etiados y viejos, vestido!! ospléudidos
y 'iÍstosos. Todo enlo es meritorio
hnstn cierto punto, pero ¡lo Jmlf!Co c¡ue
uun ruujer que no le nlcanzn el tiempo
sino pa.r1. ocuparse de sus 'iestidos y
unda m:í , es una compnfiem muy a¿tndahlo
pnra un hombze mcdiann:ncnte
inteligente? Por otrn parte, esta c~:pocic
de mujeres económicas en los \e -
hdo. do lujo, !'OU lns que tienen real.
mente dinero para procurt.r elos, siuo
e¡ u o en 1 ugar de poseor el os ó tres t ra.
,ies buenos, quieren lucir diez 6 doce
bien 1 ujosos,- por consiguiente, es una
ocouomía re la. ti va y hasta perniciosa,
<¡u o qni tn. el Jlan ú las pohros cost u re.
ms que hMiau e~os poCoi'l \Ostidos que
potlrinn comptar !:Ín tmbajo. M.o he
sorprendido oirte bablar de la prodi.
giosa acti" idad é inteligencia do quo
hacen u o lns mujeres pnra economizar
nlguuos francos en la. compra do un
abrigo ó de algunos metros de género.
Pero si esto me sorprende no quiere
decir que las felicito por ello. Hay
muchas señoras que yo conozco que
hacen lo mismo, pero do otra manera.
En lugar du trasforrnnrse en modistas
y costnrCTas procuran ganar dinero de
diferente• mnner.u;; algunas bordan,
copian mú,..icn. ó mn.uuscri tos, si ticucu
bonita letra, hacen trn!lncciones para
los periúrlicoo:, y E;C ocupan de esta ma.
nera para. gnnnr ámpliatnente cou qué
comprar lo que desuan por capricho ú
ncce:;idad.
Si es n.hsolntnmoutc ilHlispeu~ablc
ga~tar una. parto do ~>U existencia en
tratar de proc111 a r-:o 'estidos y adornos
má~ lujosos Jo lo que pueden gas.
tar rcalmeuto, ¡ uo es ciet to que e~ mu.
ello menos t ri~>tc hacerlo ,:rnn.mdolo con
obrac: tle arte y de iutcli0 eucia?
Uno de mis amigos se ca•Ó con uno
de estos milagro!> do <'iJden y de eco.
nomía, u un de aq11cllas sciíori tas f]llo
p:uecen O\oc·nr con b punta de su
aguja los' osttdos m:ís ldPgn.utcs y que
no cuestn n un da. El cH•Ía que 1>11 c:asrL
~crin. un tuodclo de ÓJdon, do ccono.
mía. y do exnctit11 líneas, treis modestas ante la dicha, fuertes
es mostrar que no tengo aspiraciones aute la a.JversiJaJ.
á los beneplácitos ni :í la gloria. Desechando el orguJlo, huyendo de
Soy mujer, y quisiera todo lo bueno, la lisonja, destruyendo el \Ício, tri un·
todo lo grande, todo lo bello para la fando de la perfidia.
mujer; El Jia que la mujer sea convenien-
Pero lo bueno, grande y bello á que tcmente ilustrada, será ménos difícil
cristiano. y razonaulemeote debe as. su tarea, porque eut6nces tendrá la luz
pirar, lo que tiene por límite nuestro que alutllbrn, uo la que ciega y engaña.
derecho, sin apa.rturoos de uuestro Eutre tanto, sepa hacerse digna de
deber. lsí misma, comprendiendo sus derechos,
Quisiera. ver (¡ l1\ mujer siempre hu- practicando mejor sus Jeberes.
milue y virtuo"a, porque me figuro que -
1
a;,í, r.u.~i llÍ~:mpl"e seria feliz. J6venes Je Colombia! No os "La
¡ :\!ujar fuerte ! Ya !iabeis lo que eso Mujer" una no,·ela, 110 sé c6mo lla..
siguiHca: para. mí es esto: mujer que maria. Sou p:ígiuas que os dedico, rosufre,
que batalla con las annas del u1o pr·ouda de industructiLie simpatía.
amor, de la abncgaciou, do la caridad, nada. ma~ !
pluralidad do lteroi~rno t1nc tie11o ue- ' Aceptad esta buruildo y cariñosa
, cesariawoute una palma: el triunfo: 1 ofrenda.
Que nuestro altar sea el de la reli. EVA U .. .VEUfllo~L Y .M.
gion e. u el templol u el h.o gar. crihtiaoo; >'·'J ·l nCe1 O ·J O-1s~lvo. !-iU llleJor presea. a pnctoUCHl.. 1
La pucitlocia - f'e~uro escalon •1ue
nos conduce al cielo;
L~ pacieucia, que es la fuerza recou- ¡
ce u t rada etJ la esJ,eranza;
I
¿No :-.e os ha dtcho que ''la firmeza Uo&Tna.
unida :í la dulzura es una barm de llic. ! "Lttni\A brillnnl<> gloria •·s como un rro forradt\ eo terciopelo,". y que " la 1 din iocnuo-u: uumlm on 8\1 orwnte,
tnllJ·~r liO sez·ia. po•v~'•l .Ca y tU. ella 51· u el ll •nlla nlmetliodiu,•<> ult~rn•·n•nocnso ~ ¡>l,rdu l •U h nooho."-.o\.'<Ó:IO.
pre!-itigio que ejerce su corona de e! ó sufrir con sus mesa-~cador, varia~ joyns; y, en fin,
revece<;, Si el cielo se muestra ~creuo, uu órgano pequeilo y de color oscuro,
~i el hálito do las pasiones no forcnn. el cubierto á medias con ll\ funt.la de lana.
hurocnu 'il'e ha de rodearlo de uube1:, Junto al 6rgaoo uu aparador, en éste
brillnrlí ttlÍtÍutrns la horado lussornbras cuadernos de ruúsica.
no llegn; pero si, ofuscado cousioo Dos CU:l1lros, adetnns del espejo,
miamo, cae d~ desÚrllen en de;;6nlett' y u.dornnn soln.meutc las parcele;;: uno,
cle desgr:tcil~ en dcsgr.tcia, entcSncc~ las cnsi oculto con las col~ndura'! t.lellecho,
nube~ del munclo nrroparáu, cotuo las representa la Vírgcn ltunacull\da: otro,
nuhes t.lcl ciclo, el disco de oroc¡uolsobreel6rgnno,esuncnprichodelarte:
alttmbra los antros y emLclleco Jo. uno. jóveu cnmposiun fonnauclo una
c~isteucia. corona de floree; sihcstres.
'J'atn!Jion así, si el hombre en la tierra -Lo veis! En ese reciuto lodo res.
cou el astro- rey del cido; si su vidt~ pi m a.ruor y poebÍa, todo es pureza y
1 puedo t'(lnsmnir,e en la historia do u u luz;
1 din, tambieu cn1la faz de ~u existencia Porque un p(ljn ro do hrillnotes nlas
seri tufis 6 méoos brillnntc, n./ís ó méuos r melodio~o ca rilo, trina y llorn, xnifehz,
seguu laR circuu,t.ancins que lo raudo el espacio dc!id~ su jnula de
rodeen, y \'Crlí el muoclo, por lo mismo, flores: 1
m{¡~ 6 ménos helio. Porque un IÍnrrel, uu figura de nifia,
~i no, ¿ qu6 ideas embnrgnn ú cs1~ sourfe al muudo
0
y mira. ul ciclo.
bella clir.traiJn que ni pié do llU teja,
c.'l..rgada t.l e madre se h·as, yecl ra~ y jaz.
11111 et~, ¡rtr.oce qn~ fnera. b estatua del
ponR..'I.lllieuto, modelada en tutLrulolpor i Qnt! sacrílega mano osarú arrancar
un modcmo ~ligue! Augelo! los alatnl1res de esa jaull\ para robar la
Esos ojos, que altora. uo vngan inde. alegría de los que escuchan el M'e :apeu
licutcs ui brillan cutu~IclStnarloQ nora! i ni t}llÍIÍu o~nr1~ tampoco arroJar
O o D IC H U 1 ~ A
l'Olt. S. A. DE S.
XYII
Lt'CER~.\.
LA multitud de torres Je torios tnmaiios,
las casas como lllÍ rndorcs sol> re
las cohua!;, las alamedas ele ínbole~ }JOr
todos Indos, los largos puentes cubiertos,
el JUovimiento del puerto: toJo
suizos que defendieron á Luis XVI y
su familia, ruuriendo t'í manos del pue.
blo el memorable 1 O de Agosto de
li92. Se comporte do una pequeiia capilla
con esta i uscri pcion :
Helvetiorum fldei
ac virtute
Invicti.J pax.
esto forma un cuadro e11 extremo ori- Llls ornamentos dol altar fuerou horgiu:
ll y pi ntorc~;co JliHa el viajero e¡ u e da :los por In clurplcsa de Agou J.~.ne
so acerca li Lucerua por ngun. Pero ni (hija de Lnis XYl). El mooumertto
de cmharcar y rocorrl.!r ~itnntos, cubriendo con 1111 pata. el Cticudo de
cnsi tocios pencmccienle:. á la rcligion 1 flores de lis de la cnHJ. de Dorbon. En
cntólicn: t;u, principtlles momunoutos contorno riel loon están inscrito!!, con
¡níblicos sou u u convento do jesuita«, lo tras rllja .. , los nomines do los soiJallos
el de los frailes franciscanos y la Ca. y oficinlcs qno mClll!rtilo moderno; e u contoruo durante las tardo de \"erano.
de la Iglesia, formando como unn co- Uu antiguo solclndo vestirlo con el
ronn fúueLrc, so ve u u precio o coutou. uniforme de In guart.lin suiza de JJuis
terio, cuya;; turnl.Jn, e ttín en i Inedio XVI cnidn de uqucl sitio; refiera {en
oc u! !...'l." ha jo flores y preciosos arbusto~. cambio de uua gtat ificacion) la mtuntPc
1
[mluual.Jlerneutc lo !IJ:'i'> curioso de ele ¡,us compnt1iotas, ns<·guranclo que,~¡
Lucero:-.. sou do~ pueutes do mndern, de cstahn presontl! cu esos nroutccimieutos
cuatro antiquí~imos que pouinu en en calidad de t.tuuhor. Pero como lo~
cornuuicn.cion las llos 1 iberas clol rio suizo:; -~on to.n sngace.~ p:ua explot:u
Heuss y parte de In bahía; el u1.1 ex- In credulidad del 'injero, nosotro::. 110
tenso de los que hoy existen tiene pusimos much:~. fo en la historia que
350 metros de largo; es todo de madera refería. el \'iejo cou acooto teatral. Uua
y cubierto y adornado en toda su c:x. ioglesa lo cscucha.ba ndrniradn, y lo
tonsiou con 2~S cuadros reprcscutnuc.Jo interrumpía do tiempo en tiempo con
esconn.s do la historia. sagrada, piutmas uu shocl.·i11!] prolongado, miéntrns que
del siKio XIV. su esposo torua.bacu1dadosnmentenofas
Otro de los monumentos que vil>itn. en su cattera.
mos fué ol construido cu honor do los
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~- REVISTA QU I NCENAL. 211
XVIII 1 Tell obedeció temblando, y la manza-na.
cay6 al suelo, quedando ileso el
EL LAGO DE LOS CUATRO C~TONES. I rouchncbo; el padre eotónces so vuelve
El hermoso lago de loR Ouat1·o Oan-1 hácia Gessler y le dice:
tones es la cuna de la libertad suiza. -Si la primera flecha hubiera maLos
valientes habitantes de su orilla, tndo á mi hijo, guardaba la segunda
siempre A.mantes de 1:1. independencia, para vos.
vivieron por rouchos siglos en disputas El austriaco, furioso, lo mandó tomar
sordas con la casa de Hap~burgo (.A.us- prisionero y embarcado en el lago de
tria). Poco á poco loR Emperadores les Lucerna. Yendo en el barco, una tem.
1
fueron imponiendo su yugo, hasta flUe 1 pastad repentina sacudió las olas y
al fin los suizos indignados estallaron puso en peligro á los navegantes; mién.
contra sus opresores y fundaron, en tras que toJos trataban de salvarse,
medio ele las tinieblas é ignorancia de Guillermo salt6 :í tierra, y corriendo
la Edad media, una Reptíblica 6 Con- por entre las brefias fué ú esperar á su
federaciou que tomó el nombre de E el- enemigo en el camino que debía !'eguir.
vética. Al atra veear Gessler por el pié del
lié aquí cómo refieren los suizos esa Rigi, la segltnda ftecua de Telllo tiende
epopeya beróica: muerto 6. los piés Je sus compañeros.
N aclie ignora la historiad e Guillermo Poco despues de esta hazafin, tres
'fell, pero tanto la hnu ndoroado los patriotas se reuuierou una noche en
romancistas que ha perdido In. sencillez ¡lln lugar desier·to, y allí cooclnyeron
de la verdadera tradicion. Pn.rece que nna alianza. pam arrancar á su patria
ú princi píos u el siglo XII el Emperador del poder tle los austriacos. Inmedia.
de .Austria enviú á los Ct\ntooes de tameute estalló \lnu revolucion eu tres
1 Schwytz y Urí á un hombre cruel lla. Cautones, h\ que se fué extendiendo
lOado Jes¡.¡Jero 6 Gessler en calidad de poco :í poco hasta formar¡;e una uacion.
euviaJo suyo. Apéuns ~>e estableció A pesar de estas tradiciones, muchos
Gossler en Altorf, rodeóso de una. corte eruditos dudan de la existencia del
de aduladores, y entre totlos quisieron héroe liuizo, y on prueba dt' ello dicen
entretener.~e con el pueblo; nn dia que hay uua. leyeuda. E.:;caudinava en
mao.d6 poner en medio de la plaza la r¡ue el pen:;ouaje principal su llama
un palo en cuya cumbre pul;ieron uu Palmr¿-tol.·e, y toke quiero decir loco
t>otnbrero anstriaco, diciendo que era en dialecto suizo. So cree, puM, que
el de su majestatl el Emperador, y que esta tmJiciou la trajeron cousi~o los 1
¡;e le confi~;curinn los bienes del que, al emigrados sueco~, nco111odúndola t.lespn~
ar, no le hiciese un humilde saludo. p11e!! al país en que vivían.
Un pail'auo llamado Guillermo Tell El día. 4 de Agosto, ú las seis de la 1
(tcll ú tnll significa Joco en alemao) mnñaua, 1-ialió de Luccrua el vapor
pas6 por frente al sombrero sin quitarse "Rigi " cou direcciou al Indo opuesto
el suyo. Alroornento lo llevaron ante del lago. El clia. otilaba hermo~;ísimo;
Ges>;ler. los dos mouLes rivales, el R:igi y el
-i Por qué no habeis obedecitlo ú Pil•tlu, que se levantan ú uno y otro
mis órdenes 1 le preguut6 éste. lado dal golfo de Luccrua, parecían dos
-Señor, olvidé hace do .... porque centiuelns encapotados y cubiertos con
rui nombre es tell ó insensato. 110 gorro de nieblas, lo que anttucia un
Disgustado cou la conlef>tacion, y hermoso dia en aquel lugar.
qnerieut.lo veogar11e de él y distraerse Las orillas de este lago son muy
ul toismo tiempo, le ocurrió una farsa. diferentes de los otros de Suiza.; y si
:Maucl6 poner una manzana encima de tiene ménos encantos, !'e nota. allí más
la cai.Je;¡;a del hijo único de Guillermo majestad en los cerros escarpados que
T~lí, y le mandó que le atravesase de lo circundc.u: eu sus faltlas y tras de
un :leuhazo. las rocas se ven pueblecillos pintorescos
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212 LA MUJER.
y hellas <:asas de campo rodeallns do como recuerdo de su pasada prosperi.
árboles. dad se veo surgir aquí y allí alguna>;
La cruz ~uebrada que forma el lago ruinas de bellos monumentos. Do ros.
hace variar á cada. momento e1 pai!=:nje to la cindad s6lo vive Jel recuerdo de
ofreciendo mil vnria.ctísimos cuadros. Guillermo 'l'ell: una torre cuadrada
Al cabo d~ una hora de navegacion y cubierta exteriorn.ente con pinturas
llegamos frente de un cerro, en cuya ul fresco representa escenas de la vida
cumbre f'e ve una pradera con una del héroe snizo; dos fuentes: en la
blanq11eada capiH'\ en sn centro: este una. se ve la estatua. de Tell con la.
es el G1·utly, el útio en qne dicen !:ie flecha en b mano derecho. y la bau.
reunieron los tres patriotas suizos de 1 de m do la Coufederacion en la otra;
los Cantones de Urí, Schwyz y Uoter. á cien pasos de distancia estú la otra
walden y juraron independizarse. A fnonte adornada cou otra estatua de
orillas del lago, sohre una roca for- Guillermo abrazando á su hijo. Segun
maudo plntaforroa, nos mostraron otra refiereu, las fuentes ocupan los sitios
pequeña capilla.llamadll. de Tellcplutte, uo1Jde fueron colocados respeut.ivamenporque
allí Re tir6 Guillermo Tell á te l'ell y su hijo en la. terrible prueba
tierra, segun la tmc.licion, y con el pir~ de la manzana.
volte6 la barca en <¡ue estaba Gessler, Despues de visitar la iglesia Catellltyeutlo
para aparecer solamente eo clral, que posee un 6r~ano r~gubr y
el sitio en que mató a1 tiraoo, y donde un bello cuadro de Van Dyck, y dar
otra capilla recuerda aquel hecho. algunas vueltas por la ciudad, y no
Como se ve, hL capilla religiosa~~ encontrando otras cosas dignas de vihist¡
Srica es el monumento típico dol ¡sitar, nos volvimos á Fluolen. Veniasuizo.
deratlleute Altorf interesa. tao sólo por
El vapor se detuvo al fiu sohre las Sttfl recuerdos históricos ó tradicionales.
playas del Can ton de U rí. En Ji'l u el en con dificultad encoutra.
mas uu batelero r¡ue nos quisiese lle-
XIX \'ar ú Bruuuen. Al fiu ttua mujer oos
iodic<Í un betit JJatf!au, segnn prouuuALTORF,
BRUNNI<~N, scmrrz, GOLDAU. cian el frances los !>uizos Je este can-
El sitio en que desemharcamos se ton. Como el lago do los Cu.at,.o Canllama
Fluolen, un puerto compuesto tune.~ !'e encuentra en medio de alta!>
de alguuns casa!'! rodeando una iglesia, ruontaiías que lo encierrau, formando
y cuyos afueras son pantanos insa. en partes hoqnerones por eutre Jo~; que
lubres. el \'Íento se engolfa coo t~•nta violuu-
De allí una cómoda berlibtt nos lle- cia, se lomutun allí tempeslndos re.
vú en tuénos de una hora. ií la capital pentinas que sacuden sus olas e~pumo-1
del cauton: Altorf es una poure ciu- sa~ remedando un pequefio mar cmdad
de !~,000 lmbitnntes, situada en bra,·ecido. Uua corta. borrasca nos neo.
el fondo de un n.ngosto valle y circun. metió en rr.edio del lago,y el barquito
dada de cerros que amenazan desplo. subía y bajaba entre sus blancas olas
marso para. aniquilarla en todas las ¡ ba.bnce:índonoR como un leve madero, 1
prima veras, cuando el cn.lor del ~:;ol mién trns que una ténue lluvia nos nzorompe
las exclusas de lJielo que de. taha la cara; esta escena nos encantó &iu
tienen los torrentes e o el i uvieroo. 1 du.roos cuidado, pues íbamos costeando
A finos uel siglo pasado un terrible
1
sin el menor peligro.
1 incendio destruyó casi completamente l En Bruuneo (bonita aldea sentada
1 la ciudad; y desde eotónces quedó en un promontorio y doJUinando un
1
arruinada; no teniendo comercio, con gran trocha del lago) dejamos la bar.
1
dificultad volverá ú levantarse; sus 1 ca y tomamos un coche, despues de
limpias calles y bonitas casas, rodeadas haberle advertido al hostelero que lo
1 de jardines, están siempre solitarias, y alqnil6 que dijera al cochero que nos
1
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REVISTA QUINCENAL. 213
llevara ú Goldau, pt\!iando por Sclrwyz,
capital del Can ton. El astuto suizo, que X..."'\.
deseaba llegar pronto, no ql1iso com- EL RlGI.
prender que mandábamos que entra!ie
á la. ciudad, y tomando por un camino Ln pequeña hostelería de Goldau
de travesía, y sin hacer alto eu nues- e~;taba atestadn tle ingleses, los que,
tras elocuentes pantomimas, ni cuidar-1 apoclerauos de los mejores asientos, se
se de nuestra cólera, nos llevó á toda eutreteniau en tomar cerveza y mirar
carrera á Goldau. con altanería á los que llegaban.
Hemos notado que eu los cantones 1 Mandamos preparar rlos caballos y un
aleruanes de Suiza, cuando se trata de
1
guia, y salimos á dar uua vuelta. por en
bacer pagar más caro de lo usado, ó medio de las imponentes ruinas; nos
pedir una buena mano (es deci r, uu parecía que bollúb:l.mos las revueltas 1
apéndice más del precio convenido) to. entrañas de un volean, eo medio de
dos comprenJen el fraoces y las señas las que e recia u iuunmeJ ables flores silcon
perfecciou, y no se equivocan; pero ves tres que la<> hacia u más tristes por 1
si no les trae toda la. cuenta que de- el contraste.
searian, se vuelven sordos, imbéciles, y Eran las tres de 1n tarde cuando vol.
sólo entieudeu su idioma_ vimos al hotel, donde nos esperaban IJ
El camiuo que seguiamos va cos- ya dos hermosos caballo~ cubiertos con 1
teando el lago i!o Lowerz, colmado en una red de pita, para impedir que les 1
parte por una montaña !]Ue se des- molestasen los moscos,innun1erables en 1
plomó á principios del siglo. En Se- esta época en todos 'lquellos parajes.
tiembre de 1806 el corro llamado de Al ~alir del llamado pueblo do Gol- 1
Rossbe1:q se derrumbó de repente cu-1 dan se atraviesa un grao trecLo cubriendo
con sus despojos un bellí!iimo lbierto por enormes rocas, despojos 1
valle, enterráut.lo bajo piedras y rocas tirados allí por anteriores derrumbes, 1
cuatro aldeas, seis iglesias, mús de y se empieza ll subir uua cuesta peu-
500 lwbitnutes que oo pudieron Jmir¡dienle por entre bo!'quo!'l de piuos y
y todo el gauatlo c¡ue pacía en los abetos y risueños pmdos salpicados de
prados. vacas y ganados. Á. cada recodo Jel
Lo único que queda de aquel pobla- camino se descubre un Loózoote mús
do valle os una iglesia que levantnrou extenso y se perciben nuevos riscos y
deapues, cuatro ó cinco CU!'as y el lto- montos. De repeute, como por encauto,
lel de Goluau, edificado en medio de lo~ cerros se cubrieron de nieblas y se
enormes ptedras. Dos pues ele medio l oyó el hondo os tullido Jol t rneuo eo~>
iglo que ha tra~curritlo aún se ve ln cima de nuestrne cn.bezns; buscamos
desolacion en aquel útio, el que pa-! abrigo e o u un cn:suchn ó chalet, á orillas
rece ln. iumeusu ruina do algun palacio del camino, doutle nos desmontamos
titánico. l .. a parte de la moutaña que hasla que }ltu~éi la borrasca. Un cuarto
se vino abajo tenia más de uua legua de de hora Jespues pasó el temporal y
extension y :t!-1 metros de grueso; el pudimos presenciar el arco-iris más
terreno .f'O compone de pequeña;¡ pie- bollo qne se pueJe ver: uo~;; euormes
dras adheridas eutrc s.í por una ar(;illa arcos de colorot vivísimos :l.travesabao
deleznable que con facilidad horadan el valle, reposamlo ou uua y otra monlas
aguas y las nieves; así es que al fin taña. como en los estribos de un pueute,
de cnda invierno, 6 en el otoño, cnaudo y sus tintes brillantes bacian un cueulpiezan
las lluvias, siempre bay de- rioso contraste con el agua Olicura del
rrum_bes del Rossembcrg, y los habitan- lago, los neg-ros bo:;ques de a.l1eto y la!:
tes Vl ven amenazados por una muerte piedras rodadas; arwouizaudo con ltts
igual á la de ws padres. frescas praderas y pintadas casitas ó
chalets del valle.
Al cabo de bom y l.U¿din de marcha, 1
--------------------·-----
'TOMO Ill. 27
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214 L A }[ U J E R . 1
admirando por todos lados lindí~;imo;j mo d~ Rigi; por el lado del Sur
y variados p:üsnjcs, llegamos ú una ca. veíamos iluminadas por el hrillnnte
pilla dedicada :í Nuestra Rcñorn. de las sol de la tarde todas las montañas de
1 Ni~ves, que estabn de fiesta, siendo vís- )a cordillera hernesa, de!>dc In ele-·
1 pera del 5 de Agosto. El camino esta. gnnte Jungfrau hasta el .Bruni~, y mÚ!i
ba lleno de peregrinos que veuiau de inmediatos los lagos de Sarueu, Alp- ,
lejanos cantones y alegraban el pai. nach y el de los Cuat?·o Cantone/J. Há- • 1 saje con sus Yostidos pintorescos y !;US cía el E--te la cadena de los Alpes,. •
cantos y gritos do contento. U u poco el confin do los Grisone'l, el Appc~.>zell
más arriba hay un hotel llamado Hta- y GlariR, y la cuun de la patria suiza,
fl'cl, donde se unen los ocho caminos el canton de Schwyz, dominado por los
quo conducen iÍ b cumbre del Rigi. agudos cerros llamados de ll\S ~lfitros
Desde ese punto se abarca una her- ( .. llythen); y al pié del Rigi, el Hossmosa
vista sobre Luc~:roa y el lago del berg con sus cenicientos rodaderos, haZug,
y poco do;pucs se llega tí la c1ís. ciendo contrasto con ]as verdes prapide
del cerro quo mide 1,850 metros deras y bo¡;ques de los alrededores.
sohre el mar. j.Algunas nubes cuhrian el pai1mje por
JiJu la pnortn. del magnífico hotel, el lado del Oeste y no so distinguían '
llamado Rigi J{ulm, nos salieron á con claridad las montañas del ,Jura
recibir unos cuantos lacayos vo~;tidos que cierran el horizonte por eso lado;
do baile (los que hacían contraste con pero '\"eÍamoc:, como en un mapa, todo
lo sah·aje del sitio), y ayudándonos á el Canton de Lucerna y la. ciut!ad con
bajar de nuestros Luct."falos nos coudu. sus calles, casas y monumentos; el rio
geron ceremoniosamente hasta lns ha- Houss, esca.púudose del lago colllo una
hitaciones interiores del hotel. gran serpiouto plateada que se perdía
Un rato uespues uos encamiuábamos entre las nieblas lejanas, como señaá
la plataforma (á cien pasos de distan- laudo el camino desconocido del porcía
del hotel) de llonde se abarca todo \"cnir; mil-otras que el monte Pi lato.
el horizonte: desde la cadena de la sombrío y tnillterioso, parecía fruncir
fo'lorestn Neyra, on Alemania, h:íoin el el ceño con aire amenazador.
Norte, hasta el lindo lago de Zug, que 1
parecía un espejo azuloso, al pití mis-1 (Co!ltimumí).
ANALES DE UN PASEO.
JHA 8ÉTI~l0.
(CO~'l'I~UACION).
"Pocos meses despncs de haberse coucor- y al rt>.gresar Ramoo de Bogotá. Un triste 1
to.do nuestro mntrimonio, Ramon annnciú presentimiento me hacia mirar con desque
su casa estaba enteramente terminada, confia117.a aquella ausencia necesaria, y
faltfuldole tan sólo la pintura, los muebles todos los dias hallaba nuevos pretextos
y demas enséres que deberían trnel"!le de para impedirle la partida, á poaar de que
Bogotá parl\ que el nuevo menaje ompo- siempre, cuando lograba hablarme aparte,
zara con toda la decencia y buen tono que 1 me dccia qne no fuera tonta, porque miénél
deseaba. En casa me preparaban un · tras m!ts pronto pudiera hacer el viaje
modesto ajuar, que me parecía el colmo mtis prouto regresaría.
del lujo y el esplendor. La boda 11e debe- " Al fin ae decidió que partiría el 17 de
j ria celebrar al principio del siguiente año, Setiembre ( ¡bien recuerdo la fecha!)
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REVISTA QUINCENAL. 215
Come yo deseaba. hacerle algunas reco- -"Ya me entiendo usted, y eso basta.
mendaciones á. sola&, para. que los demns - 1
' ¿Cómo?
no se riernu de mí, y :i él le sucedería oh·o -"Le he dicho ñ usted que no me !'e-tanto,
le propuse eu Yoz baja que la vís- pliqne, sino que al momento salga usted
pera de su viaje fuera :i case. á una hora de ese aposento ! gritó mi madre, más y
inusitada, y cuando yo sahia que mi ma- mús ftuioRa.
dre e..taria ocnpadu. en el interior de la "Ya Ramo u no estaba pálido, sino lívicasa,
para. lograr así haular con él sin que do y trémulo de rabhl, y tomando el soronos
oyesen todos ...... " brero, qne había puesto sobre una mesa al
Al llegar aquí tia Andrca enmudeció entrar, dijo con supuesta serenidAd:
por algunos instantes como para recoger -"Señora doua María .... no se acalore
mejor sus recuerdos .... La luua, que habin ¡usted tanto ..... óigame usted por la posestado
oculta bajo espesos nuba.nones, se trera vez, pues ésta serú. la última en que
dejó vor por un momento, y sus blanque- ponga mis piés en la casa de usted. l\li
cinos rayos iluminaron la ajada fisonomía resolucion es irrevocable, pues sepa usted
de la novia de don Hamon, la qne, inspira- que me ha herido en lo más sensible de
da por su pensamiento retrospectivo, babia mi alma; usted olvida que esta no es la
tomado tal expresion, que por uu instante manera de dirigirse á. una persona como
creí Yo! verla á ver de 16 auos, tal como yo. Así, repito, que no solamente sl\ldré de.
se babia descrito ella misma. Pero aquella este aposento sino de la casa para siempre.
ilusion duró el espacio de un segundo, y " Y t>Ín o.üadir cosa alguna, ni mirarme
la lnz se volvió ti. perder tras de las ne- siquiera, se fué .... se fué para no volver ó.
gras uubes que cu1rian el ciolo. esta casa sino diez años despues :í. hablar
Ella continuó su relacion: de un negocio de linderos de sus tierras
-'·No le esperaba tan temprano, dijo oon las nuestras.
suspirando, así, aún pel'mauecia en mi al- "Yo pasé el día llorando sobre el ramo
coLa, Eentada at1uí en este mismo sitio, y
1
de jazmines 1)116 él babia dejado sobre la
dejándome llevar por mis pensamientos mesa en donde yo ló babia puesto como
no ví que Haruon llegaba á la sala, y co- de costumbre. Mi madt'e no supo qué demo
no me encontrase alli entraba aqní en cir, y arrepentida ya. de su inoporttma é
donde me vió sentada en lu. tarima. Antes injusta cólera. olvidó rcconvenirmc. Mi
do q11c yo tuviese tien1po de levantarme padre no estaba en el pueulo, y cuando
!il tie ha bia situado junto á mí, y tom:ín- volvió esa noche y ~;upo lo que babia :;u-
1 dame la ruano, que yo le tendí, ~e pu!O obligarle
-"¡El procedimiento de u~;ted es in- á cumpliL· !:lll palabra .... " 1
digno del que se precia de ser un cumplí- -Tia, la dije, ¿y cuando regresó don 1
do caballero ! Hamon de Bogotá qué hizo?
-" Seüora, repuso llamon, ¿en qué lfl -"Nada .... Permaneció seis meses o.u-he
faltado á usted ó á su hija? sen te .... Seis meses que fueron para mí los •
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•
216 LA MUJER.
más amargos de mi vida, porque dmante 1 -"En eso no le culpes. El sin duda no
aqncl tiempo fn í saboreando dia por di a pensó que .vo snfriu !auto,- y si yo rehusé
la desilusion y el desengaño. Al principio ulgunos pretendienles á rni mano, porc1ue
no podía creer que un bombte que babia 1ya todos lo~ hombres mo pareoi:m tllutos
manifestado tauto amor me abandonase y fastidivsos despt1es de haberlo tratado IÍ
así, escuchando m:í:; bien la \'OZ de su amot· él, ya veis qus tnm1ion permaneció soltero
pNpio que la de t>U cariiío. So me figura- basta su muerte.
ba oírle entrar repentinamente á la sala, -Penuítame 1ma pregnnta m:ís, ¿qué
y con·ia desalada á recibirle; parecía me dijo á todo esto tia J nana?
1
oírle llanuíndome en el corredor ó bajo el ' -Guardó unn reserva y una impnsibiempanudo
do jazmines, y salia á él llena lidad tales, que nada se leía eu su fisouo-
., de esperanza para eocontrar que el viento
1
mía .... Ella es impenetrable y nada cosilbaba
entre l<:s :flores, y que para mí no municativa, como tú sabes.
quedaba ya en la tierra sino tristeza y des- -Y mi abuela?
consuelo .... Algunas veces me soñaba Yer- ¡ -"No hizo la más leve observnciou. Com·
le á mi lado como en otro tiempo, amable, prendía, sin duda, que su geuiada babia
tiern'> y bondadoso; otras despertaba llo- impedido mi matrimonio con don l~amou;
raudo porque babia soñado verlo pasat· con pero apro\·echaba toda coyuntnra para resemblante
frío, indiferente é impasible, y
1
ñirme porque rehusé aceptar las propneson
seguida. lo había. \'Ísto conversando cou tas de casamiento qua se me presentaron,
ternura con alguna elegante jó'l"en de la y le disgustaba verme abatida y triste
capital, ó mof1íoduse con ella de la pro- por aquel abandono que olla babia cnuvinciana
qtle babia nbaudooado. sado ..... 8in embargo, á medida que be
"Durante aquellos dias tuvimos el do- pasado mi vida h·it>te y monótona, he ido
lor de ver morir 1\ nuestro pndl·e, y oo- comproudioodo mejor el fin do e>;ta existónoes
recibimos una carta do nli antiguo tencia transitoria, la quo se m o figura co-l
pretendiente, dáudonos no ceremonioso mo un viaje que se hace en una mala
pósame dirigido á toda la familia, carta bestia; durante el camino Sllfrimos muchu,
que ruo quitó hasta la sombra de una es- pero al llegar nl fio de la jornada, que es
poranM. ~in seguida salimos del pueblo y In vidn eterna, olviclamos completamente
nos detuvimos largos m&es en la hacienda lo mal que lo hemos pnsndo en la vía para
del Chamizo. 1\liéntras que permauecimns pell!ll\1" sólo en la dicha y el descanso del
en el campo no tuve la menor noticia de nnibo á la JIO.~IItla. Ya voy llegando al
Ramon, pues no me atre,·in á preguntar tórmiuo de Jhi jomada: el sol de mi viun
pot· él ti. los que uos iban á ·visitar: el rom- o,tá sobre el horizonte: Dios me 1uirnni
pimiento do mi mnlrimonio babia bocho el , con miae1·icordia, no lo dudo, porque he
gasto de las hal.lillu' del pueblo, así pro- procurado re::.igonrme ú la suerte que me
uutahau no n\euciouar aic¡uiera su nombro ba tocado, y no he dej~-l.do do procurar
01\ mi presencia. hacer el }¡ion IÍ }OS !} 110 }JI\Il uepell(]ido de .. ro niio se había pasado de.,pues de mí. ... Ademas, réstnmo u u con~uclo IÍ. l!JÍ
nq u ella escena tunarp:n do sepnrnoion cuan- cornzon, que no lo puedo tener J ul\un, y
do volvimos al puehlo. Bl ¡u·imer domiu. es qne tengo el convenci10ieuto do quo
go, e~ta1.do on misa, lo snzli pa~ar corea durante algunos nw::.es ÉL mo amó vordadu
mi, ca»i roz•iudose cnn mi vestido, y deramento, y si su conducta pnede sor
sentarse e11 1m l"Scniío, 119 léjos de nosotras. tachable, no fué culpa de él mismn t;Íno
l'uro amH¡uo tenia que haberme vi:.lo, sus de la nntu111leza lllUlSCulina. La geut~raojos
nomo buscaron ni una voz, y sufren- lidad de loa hombres no se detiene ou
te pet·maneció srreua, nnuquo IÍ mí se me hacer la de:;grocia de alguna Í11feliz mullonaron
los ojos de l1igriuaas y temblaba jer que l:ie ha confiado ,¡ ellos, si se iotorde
nugnsl in .... Ni cotón ces ui jamas des- ¡.¡o u e el orgullo ó el amor propio ofeudido.
pues so crnzó su mirada con 1a mía..... En el corazou ma:;culino hay mónos leuuAsí
so han pasado scmr.u!ls,mcses y aiios &in cidad en los afectos, ménos sensibilidad, 1
quo su vcJluntad de hierro cediese un punto. oonl>tancia y abnegocion que en elnue:;Lro,
-l'ero tia, ex(·lnmé, ¿ qud dcredJO te- y por lo mÍl:IUlO quo en un principio sus
uia e¡¡to hombro Jlnra apoderarse dol co- pasioues son mús fuertes y ·violeotl\8, ésrnzon
do una mujer y u han donarlo des- 1 tas duran ménos y tienen ménos ñjezn."
pues? t
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RJ.:;VISTA QUINCENAL. 217
Ounntlo tin i\ndroa bullO concluido sn lcreto, lutbia tlumdo m<Í'i t¡empo •¡ue f'l
1
rolacion, ~'C dil'i~ió á tientas ú. buscar la .-:al"irlo qoo nllí expr<'snlm, y nuís que ln 1
V<'.,l y ~alió dt:l nposeuto pnr:\ ir ñ euccn- exi~toncin del ho111bro qnÍ?uten en In primem ju\"entud, ._..,mola auterio.r nP.'~'elib, cu:mdo .n.nnnciasa!
J conrendo en bu~ca suya. La hallé ron la nprOXJUI::\Ctoa do lu coruthnL que
ola vada en el dintel de lt1 puerta do tia' agunrdnban. 1
J u;n.nn, m irantlo ntcin ita tl !ute, pero in::.ignificautc; y ndernus n.o
lo>~ doma~ uuembros de la familia yo me bennauo do éste, Leonardo, qnc crn petl-quedú
ucompai:'mndo á lt\ do~may~Ja tse- metro, melifluo y floreuclor; llnlllnbnse la
iioru. Notaudo que npretaln\ convulsiva- pnrioutn AtH\ 1\lnría, mncbachn alegre Y
m~nto uu papel cutre las manos, logré boutlndosa, poro de poco ::.eso, )" gruudo
qumhsclo para .. ob:írselas, -¡;ero licua de natncntc. 1 Oui:~ierou nnc,.lnr cun toda fonnnlidud
Al di:.~ ~iguicnto euterrat·on con mucha lt;nn comed in pa7-a de,..¡nw:s, pero le~ falta ha
porupa ul rico uun Hamon, v sus hcre- el texto,- nflixion que le:! calmú .;\liciu,
doro:s ~en dieron la <::'lsa, Y,las· tienns pn- dicié~doles. quo si le:s fult:1ban libros, en
saron u. nuu.os cx.traua:s. !\os1 tras no pu- C.'lmb10 te111au un autot· u la uumo, que
dimos osh,tir ü las exér¡uios porque tia oru Mñxiroo. . .
J uaua os taba tan gro.vcmoute ttdermn en Eucantac.lns con aquel de-cuhnnucnto,
wptclh ó¡mca t¡no por mHclrus dia!'i lomi- ncorc•ironso loll jó,·etw:> d. Mtíx!rr~~ Y le
tuos tabau thstnbmhabin
<¡nodudo de uquel tiempo de corta do:s los papele:;.
dicha y transitoria felicidad. ::lin etuburgo,
aquel l.illote, rcgndo por sus lágrimas du- •
raote su:s horru~ do amargura y dolor se- --
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218 LA 11UJER. --,
DIA OCT \..YO. consistía en dos pequcilas alcobas dhiclic..ln:s
1 por la sala y teniendo en lurrar de puertas
Ll\ v~rtu r¡\ti com·icnt nux mcrd do (nmille 1 1 ·. d " 1 d L
C'cst J'4!tru l!lJ.m·micr• atnnni~r 1\,igutllc. 1 a egres corhuas e zaraza co ora a. os
PoN•Ano muebJeq consistían en uno. macisa me:,u. de 1
Cast" vixit, lnnnm fi!Cit, domu~ servavít. comer, varios asieutos de cuero, un l inajero, 1
enta~aou. y, por último, un aparndor ~1eima del
1
C~n la tr.rde se renmeron ~odos los tinaje¡·o, dondo compcaban varios platos,
hué,pedes en . el corredor .e:-tenot·. d~.~~ jarros y pocillos de loza fina, que sólo se
1 ca paredes, blanqueadas, estaban
l~e0f\ron los nuevos bue~pede~. ~[nxuuo, adornadas con varins imágenes eJe santos,
SJU hacerse do rogar, Joyo lo s1gmoute: llituadas casi en ol techo, y sin nocion algn-
Ul'\A VE~GA!'{ZA un de l>Ímetría. l~u resúmen, todo respi-
. . raLa nn uienestar qu"l probaba que allí,
cu.saliento y ~;ólu como por via de todo su adcmnn se dcscubria una índole
cousnclo la húmeda yc>rba, la que lloraba recia y altiva.
talllbicn mirando el ¡¡uelo. 1 Un bulto blanquecino so presentó de
lJel otro lado de un pequeiío torrente improvi¡¡o tí alguna dit.taucia de la casa,
que ~Iom el nombro de rio y que bajaLa • por el enlodado comino: en bro\'e so oyó
1 turhao del vecino cerro (t!Íl'ndo lllJUl:l uno 1 el ruido de vi::.adas que fueron acercdndo:sc
de los liuderos deL ¡nu~bln por el lado del nípidnmeute, y al C!lbo do nlgnnos mosur),
tlO eucout.r,1ba eu ese lie1opo un cerco montos :;e sinti,j abrir la puerta de trancas
de guáduas, en cuyo centro se de..tuc::tba 1 tpte ~>cparab;~ el patio del camino, y un
la uegra sombra de uno. pcqueiia. cusa: la lwm bt•e penetró on la. salo. con aire ri.-;ueüo
¡;cpuralm del cnmiooun patieeillot.cmbrado y contento. l de rol-'a;.;, mnh·aviecos y otras flores poptt- 1 _g¡·es tú, AYclino? gritó In mujer
lure;; ¡ airu:s tenia un huerto con árboles l desde el corredor interior do la ca~a.
! Y liU ~;ombrado de maíz, y más léjus nu -Yo, madre, coutestó él quitándose la
l cercado ó manga de pasto de ,;oinca. El rnnuo. empapada por la lluYia, y du~pucs
interior de l_a _cn_s: ta ern aseado y alegre: de sacudida la colgó en la e¡;paluu de un~ _..
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REVISTA QUINCENAL. 210
ailla. Yo, eu pensoua., añadió ; l1ace un esperaba qne acabase sn merienda vara
tiempo del diantre: esttí. la noche e.teras de clliuglllé, q11e
mon y el tuerto lS icolas á buscarle : me sean grande:> y giienas : todas tienen móprcguutaron
si por fin le irías ñ. hacer la no.s yo ....
dil igcncia 1t don Bemat·do. Il a bien do concluido sn refresco, A velino
-¿Y qll(i les contestó sumen·é? No me se ocnpó en arreglar una muleta con al-gu:;
ta que esa gente sopa á dónde voy. gnnos objetos }Jara el viaje, y su madre
-Les dije que t•os nu me hablabas de le ayudaba á guardar su ruodee acercaron
moluucúlica y miraJa dulce IJuuiem en- á la pne1'ta; uuo de ellos lovautó In rnaun
vidiado cunh1uiem mujer: cuando abría ¡;ohro el hombro y puso la wano "ubre el
la 'boca dejaba ver dos hileras do dientes mnngu do \In cuchillo que llevaba culgudo
tlln bien formados y lJcllos, ¡¡ue parecinu ú lu cintnrn.
Jo blanquí~:~imo marfil ; en ro:;Íuuen, teaia -l'onga sumC!·d el rctrrieZ sobre la mesa.,
uua fbuuomín agradable, pero uo do llnmnr contestaba ó. la ,uzon Avelino; lo llovnré
la atoncion, y aunque sus ojo>:~ oran llluy maiiant\ .... F.sta noche no .-¡ui~e tnw ol
bellos, parecían inverosímiles en uu pobre dinero; :íntes d13 irwe lo sacaré do casa 1
arriero; a!Sí, uadic so fijaba eu ellos. del pntxon.
-Cuánto gaunnís en el viaje·? ytreguotó
la madre; la que, de pió cerca de la me~a, ( Cuuthwcmí).
REVISTA DE EUROPA.
llt•su continúa minada pot· los nihilistas
y las conspiraciones subterráneas, tí. Jo que
se aiiade que el Zar y su heredero han tenido
disgustos graves, lo que (a11nquo lo han negado
los periódicos oficiales) debe tener algun 1
fundarnento, puesto que se repite,-" y cuando
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LA )lUJER.
pieclra!l lle"'·" .AricmnR, el'tn
nad<'tl lll• t.'Cti:l de disciplinar ejércitoil y bi-tnnrlos
en h parle occidt>ntal ,¡,.¡ irnprrin, Y Ademns de la incviwble crÍl'ÍR ministerial
l!!llro tanto ,;e J~vnnt:m d.illculltulcs tliplomá- en que siempre su rnc11;1~tra el ,Goui.erno.p:~, pero sin quo lo
tocasen fcl izmeute. Di ceso r¡uo aquella villana
accion ha procl11cido t.:ln ¡::rumie impresion
en Esnaiirt, c¡uo e.c;o pnehlo, do gc11ero,;o
corazoi1, que se hal.ia m:mife~:>tado frio é
inclifercutc con .A lfou,;o XII hasta hoy, ha
suft ido un cmnhio, y cada vez que se ha
presentarlo vil púhlko ~:e le ha saludado con
vítores y graudus ~C'Ilalcs de afecto y RÍmll:ttÍa.
La Reim\ qllc,twgun liH·C'u, llene ur1:< salud delicado,
tt pesar u e<¡ no 110 había sido enfermiza,
sufrió tal susto c•n uqucl ll·ante, que (nunquc
manifestó on el n•<•IIH.'IIto 1:1 mayor sangre
fria) d'!spuC'S h:\ sitio atacada por accesos de
epilepsia r¡uo juma!! hahia lunic.lo :Ínles.
li
... \t',rnl\, que se halla N\ ~ituacion ti1.mte
<'11 Sil'! relnci(lnes de amistad cott Alemania,
hn{Q .. ~ruer7oR para aliar;;e con d Emperador
GuillciTII01 el cn;~l sólo a¡;uarcla el honepl6.cito
del C:rnn C:anciller (.J:Ira formar una li~n
ofensiva y dnfcn.-iva con el otro Ewpemrlor
alemun. E~ curiosa la t.lepcndc•Jcin de Onillunnu
ele Prusia ele lns opiniolll·R de Bi11mark;
no pn!'dc concluirnin¡;un arrcgl .. diplo111:ítico
fuera del país, ni sir¡uicra conteHt:u·m¡ saludo,
liÍ no ca del gusto de su Gmn Uancillcr.
III
1 rAt.t.\ tonlinúa en muv mala sitnacion
!lod:\1: el harnure y las sñcie•hwcs llCcret::HI
pouen en graves dilema.q ú luR ~cmuo¡; )
gobcwantt" que no pueden t.'lmlcntar á todos.
Decíase ••n :1lgunos rírculos diplom:itic:-os
que Sn S tntiJad Leon Xlll pensaba salir de
Homu y paliar á A lemnnia pam presidir :\ la
in:ntgur.tt·ion de la Catudr:.l de CtJionia, r¡ue al
tiu t·stú :í punto de couclnirt!e. Siu t•utbar~n,
l'llfll CRJII't:ÍC )l::ll'I'Ce lnllY ÍIIVeH>IIÍlllÍI, y IICri:l
rnn.v ••xtraiiu que el suceso¡• de l'io JX Haliera
do Hnma pnr un motivo de hin ¡uwa Ílllportoucin,
d~ .. pucs tle haber p<'l'lllalll'citlo t.mtos
auoa t•u c:1utiverio nwral en el \' nticano.
Ln <'.,tmlral de Colo•1ia Rt t'OIIll'IIZÚ n edificar
en 121~. y ha,;ta lilbO la .u·ahm: no Re
p1lC<•• •lecir que l.an .mtlado de prisa los ulcID.<
Ilcs!
IV
h~llB t:On•¡nislr•s y apaci¡;nar los 1Ínimos dCHcornpth
stos 1lc los naturnles.
La H ina Yictoria !M pncst11 á la !lisposicion
du In ex-Emperatriz Eugenia un bnr¡ue
de ¡;ncrrn en el cual hará cJ vi 1jC ni (',¡\)o
1:011 el ol•jctn de visihr Jos lng:\lcs en que
vi' iú su hij, quo <'il 1111 jóvcn :Íp
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 33", -:-, 1880. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088396/), el día 2025-05-09.
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