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LUZ Y FE DAN FUERZA.
LA MUJER,
REVISTA QUINCENAL
EXCL U SIVAME N TE REDACTA DA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS,
BA.TO LA DlRRCCION DE LA SEÑORA.
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
=-~-_;:;_--=-=-=-==-===-----=-=---=-=-=---=.-_ _ ~-~
N.0 51. r MIERCOLES, DI:JIEMBRE 15 DE 1880. ~ PRECIO 30 CS.
ESTUDIOS HISTÓRICOS
SOBRE LA MUJER E~ L A OIVILIZA.OION.
EDAD ME D IA .
IN'fltODUCCIO!f.
LAS MUJERES DE LAS OALIAS ANTES DEL ORIS'I'IANIS:\10.
1
¡ Ga.lias, -los habitantes eran unos búr-
1 baros que vivían en ranchos de vara
LA actual Francia se llamaba únt~s en tierra, los que unas veces reuniau
tle la iuvasion de los Bárbaros Galio.: en especie de aldeas y otras los levaulimitúbala.
por el norte el Rhin, que la taban aislados ú la sotnbra de los bossep~
trabu. de la Germanio., y por el canal ques. Erau séres que no tenían miedo
de la )!ancha de Iugl1~terra; al occidente ;\ com alguna, y cuaudo tronaba dispala
bailaba el Océano Atlt~ntico; al sur los mban tlechas coutra el cielo y preteu.
Pirincoslaseparabande lalberia(Espa- dian combatir las olas del mar. Los
ñn), y(ll.McJitemíneo y los Alpes eran Galos no adoraban sino las co~as matesus
frontera<~. Era, pues, más extensa riales que veían: fuentes, piedras, ceque
la actual Francia, puesto que la l rros, lagos, viento, árboles, &c. Los
Bélgica y parte de la Helvecia (Suiza) ]{ inwis llevaron una re ligio u ménos
hacían parte de las Galias. La pobla. bruta.!, la druidítica, que se fundaba
cion propiamente dicha de aquellos en ocultos misterios y creían eu la in- 1
1
terrenos se dividía en Galas, Celtas mortalidad del alma y en ciertas di vi. 1
(es decir, habitantes de los bosque~) y nidadas invisibles ú quienes inmolaban ,
I Júmt•is (asiáticos) raza que se babia los cautivos. Aquellos horribles sacri-
1
extendido hasta .tllbanin (Inglaterra) ficios tenían lugar sobre unas pieuro.s 1
1 Caledonia (Escocia) Hibe·1-nút (IrLu. que aún existen en la Bretaña y en
1 da). Una rama de los Kirnris se lla. otras partes de Francia.
ruaba Belga, es decir, belicoso, y otra En ciertas épocas del año los pueblos
Armórica, pueblo marítimo. célticos se reunían eu torllO de lo:; lu-
En el si'glo VI A. de J. C., que es l gares sagrados para llevar ú. cabo sau. l
cuando los historiadores gt iegos dan grientos sacrificios.
algunas noticias circun&ta.nciadas de las ! Ademas de los sacerdotes druidas, las
'l'OMO V. 7
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1 5-~ LA ~I U J E R. ----------
1
mujeres tnrnhien ejercían funri~ncs de Los matrimonio~ r;e hacia u de la :o:i~
n.cordotisns y algur1as ernn nrgeoe~> gttiente mauem: fll:tnclo 1111 padre te.
fJlW fin~inn predecir el porvenir 1'01110 uia unn Lija. en ~d:ul do ca~n.r~c. reunía
las pitoni"ns griega.~. Estas Fe di\ iJina en un g-mu fe~tin en !;11 C'a'-a á torios
Ull trc' categorías: 1.• Las q11c nn po- los horuhrPs soll,•rns que la pretcurlinu. 1
dian ca~arse; 2." las que tc•ninu mrui. Durnutc el lmtl!¡Hefu lauifi:~ los miraba.
. do, y :t• las que servían 1Í lns ~aren lo- } c~tuuiaba delouidalncnte y en segui'
ti"'a~. ''Generalmente, dice Machaug-y. da, dando la 'uelta <'11 toroo tic los
1
11a..-.. mujeres de las Galias gozalma de cou\'iuados du su padre, escogía al c¡ne
11
unt. grnu \·eueracion; nr¡nellos ]lllt>l,]os má..'> le agradaba, JITC,r-ntiÍllrlnle twa
veirm en ellas algo de di1·ino, bs con- <'opa. El espo~o ruciuia una elote de 1'11
sultabao en sus uegocios y seguían su¡; mujer, y los t.icncs <¡ue po.,eiau ámLos
~:omejos. Ella.s acornpaiinbau :í sus es- los ileredaha. 1'1 quo' l'OLrPVÍ\·iera. El
po~< 6 la ~uerra y á veces combatían homhre tenia derecho lis hijos.
In wllezu de aluellas mujcrc~. COtnpa- Las costas Ju In. Ualia, l'll lnc; m:ÍfO'Crnndo
su tez á la leche y á la flor riel LIC5 del Medit<·náneo. ha.hian si ó de la un, y se COLllponia Jo pan- del N ievre, en l ~'t aw in, que Pll los bau-
1 u lt u es muy anchos y cortos, 11 u a es pe- qnetefl de hodn la j•Í\ un Hl )11 c~eu te llilcin
cie de camisa ~>in mangas y u un ca pita el !in del fcst in cou una copn e u In mauo
lar~a. por rletrns y aLrocLndn atldauto. pre~eotftndosei:L al cspol;u q11u ha esco.
Lat> tuujercs vestían lo mismo, sino gido col re los eoHcUI r..:ute-li. A<¡nclln
que su Cl\mÍ,..·l era má::i larga, y cchnhau vez,seaca,ualhlndócoll iuteuciuu, dictu
sob·o sus oobollos un poh·o rojo y la- los autiguos czonistntt, <:.} ptis be de tu.
vútnnse la cara con cerveza para con. vo delnuto ~le! cxtrnnjc1o Euxcuio y lu
sonar In lcz pura. presentó la copa. Ln sorprosa y }JrÓba-
Criabao á sus hijos con rigirle;r., y hle111cotc la c6lcra tlt.: lu.~ guerreros fu(.
al uacur los aumergiau en agua he- ~rnnde; pero N aun, l'reyendo roconolnd:\,
los obligaban á andar desnutlo:; cc1· en aquello m¡a 6rdcn !le ~us diosc.<:,
on el iuvioruo para fortn.lt>c·otlo~. y atcpt6 al fe11icio por Jcrno y di6 eu 1
htC.{O qno cnmin:~.bnn les poniau laa ar-1 dQte íÍ su hija el golfo eu que babia 1
run~ Nl la mnuo. La. guorm ora la desembarcado l•:nxcnio y ulguuos can- 1
unica ocupacion do los Galo:;, y comba- 1 toues mú;;. El fenicio pus(l G !in mujer el l
tinn en carro, á caballo 6 {¡ pié; sn nombre griego do..,\ nstóxcua, e,; Jecir.
Oobieruo era federal, y cadl\ tribu obo-1 la mejor ce las lmés)l';<;as, y ~, p ro el genio y la grande
como furias qne roba han y asesinaban¡ perspicacia y talento militar de Julio '
~in piedad. A~í Juraron aquellos sal. Cl-Rar triunfó de todo, y en seis afios
vajes durante varios siglo!<, hasta que (cincuenta ''~tes de Jesucristo) las Ga.
los roma u o,-, dcspne.-; de lmberlo!. co- Jia~; quedaron completamente sometidas
rrompitlo por medio delluj<> y el amor! á R.na, sin ~~speranza de poder sacual
lucro, lograron ('Onquistar las Galias dir jamas ese yugo, á pesar de que va.
gradualmente, y uu si~lo ántes de la rias veces los druidas procuraron en
Era cristiana, halJiéodolos vem·ido en vano con sus predicaciones imbuir á los
1 varia.~ ba.talln" se constituyeron en \'cocidos Gal;os el deseo de rebelarse.
sw1 conquistadores, y la..'l Galias se
convirtieron en Prnvi~ia. TOlllltna, S. A. DE S.
gohernada. por procóu~ules romanos.
Pero atíu ello!! procuraban recupe- (Ccmtin~uarti). ---·-
MI PRIMER iAY!
Ye·a~ o.l mundo: imas de dónde? ....
Yo no lo sé responeer,
Corno 1mdie lo responde;
Que ese misterio se esconde
Do Dios en el gran poder.
Como 'ntes de que la roRa
'J'n'i ierl\ forma do tlor,
~~tll( plauta que cuidndo.,a
lJua mano generosa
Hcó6 cou fresco licor,
At=;Í de la informe nada
Hu rgi6 mi sér de repente;
Y ni punto vine animada
f'ou la radioso. mir~
Vol ::;eiior· Omnipotente.
l'cq ucfía- dt(hil ni a tu ro.
Ayer no más -viuP al mundo,
¡ F11~ por dolor 0 Yeutura
Que sahu.h: l11 luz pura.
Con un gemido p1 ofundo~
~layo 31 de t. i7.
Tal vez mi pequeJio ser
Presintió- ¡><~r intuiciou,
Que el alma e lu. mujer
Sufre rnM po el poder
Que ejerce s~ corazou.
Tal voz mi llanto fué ril'la
De los hornl1res iguorndn ;
O tal VC'.G mi 1 ay! simboliza
Que la pena martiriza
A la humanidlo.d canu.Ja..
•
O tal vez ... ¿A qué seguir?
Aun cuando J a la razon
Nos deje clr ~al concebir:
¿Sabernos qu~ ea el sufrir
Y las lágrim · qué Roa ?
;Que es~ n~¡! que al mundo lanzamo,:;
Cuando fL la v•ida venimoR,
Es sepreto flUI ignoramo:;-
Por mueLo que comprendamos
Que para suf 'r nacimos:
KvA f~. \'F.RRBL Y MAREA.
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LA FAMILIA DE TI(~ ANDRES.
( };poca de la Independencia - $egunda pa~~~ de la juventud de And~és. )
NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTU!![BRES NACIONALES
POR SOLE DAD ACOITA o :E SAIIIPE B..
(CONTIXUACION~.
CAI•Ín:Lo m. -Pero, respondió )a mestiza, el "e-
PRELUDIOS OE CACEJl¡A. ñor Ü~tra. DO pens6 que mis mucbr.chos
~e h:~u criado ú todo viento y están en.
Nuá Fernauda era una mestiz~ rica. señatlc::~~ á pasar trnuajos, y ~;us merce.
chona, buena moza. clueña de iicrra~. des h~~n vivido Riempre en SantAfé
\'eutem y car.ica del puehlo de Usme, mimaQ¡os y cuidados entre algodones ... •
en el rnnl maudaha, así como sobre la -~U maclr(~ no uos consiente, eso
voluntad 1le ~;u marido 1101' Bústos, el no! e~:clnm6 Marianita.
que obedecía ciegatne!.ltc 6. rms mauda- -P. ro, vol vi6 á decir Fernando.,
tos, á pesnr de que era indio puro y Rafae . ya sabe enla::al' y ha C!'!tado en
por eousiguientc hipocritou y muy el p:'Ír•Lmo con su padre, y Josefitn es
zorro. guaph·ima, r;abe montar ú caballo y no
Manuel se le ncerc6 con airecillo de
1
1e tieq,e miedo IÍ nada.
amo: -Yo t.1mbiuu sé montar l exclam6
-Aquí veuimo~. dijo, Fernanda (asf MaunOI.
la loahia oido llamar al Cura, nuuqne -Nosotros no le tenemos miedo li
11aJie t-u la altiea le apeaba el ñucí} nada,,_ aííadió :M:nianita con seriedad.
}Jilra que nos llere :í la cacería. -Ya se vé ...... repuso la. veutera,
- Vírgen Santí~irna 1 exclamó la pero yo no los puedo llovnr m.hw, sin
1 duo!iio do cnsn. eehando hácia. ntras las rnanda.rle preguntar al sefior Cura si
puntas de su mantilla y descubriendo los dcjjn coo uosotros por tres días que
la camisa lJQrdada y gargantilla y ro- estaremos en el pnramo.
~~río de oro quo le en~ulnuah~~~ su 1 -'J1io Andrés se fué para Santaf~
bren anchuroso pecho. i \' qué dma el estu rrnnfiana.
l;cñor Uurn? -Onramba 1 exclamó la mujer. ¡Tan
-Él nos diú In liceucia. tempr¡p.no se fué 1
-¡De véras 1 -Yo le ví ~>ali r, ñu á !i'ernnndn, dijo
-Sí ..... 1 i\o es cier to, )[ariauita 1 uno do. Jo;¡ campesinos quo babia oído
conte~tó ~Iaunel tlirigi,~ndoso ú la uiiia. el diálogo;- cuaudo yo me indilgabct
, • t'3tt\. uo coute.~tó, sino que baj6 la para acá, hájalJa el amo Cura que ui
t'nheza y se le !muieron los colore~> !Í 1 centellln por el camino abajo, y por 1
la carn. rnlis sefíac; iba montado en el castaño
-Como ayer, dijo cou voluhilidnd rabi-cono.
Manuel, vieudo que su hermana. uo - ro sé qué hacer ahora con los
coutest,~ba, ~;upo que usted se iba ú amito ~repuso la mujer.
caoorfa y llevaba 6. Rafael y ,Josefita, • - evarnos! exclamaron ¡¡mbos.
que sou 10(&s cl1iquitos que nosotros, Ell11, los miraba indecisa.
pues ésta (H~íinlaurlo á Marianita) ya - L évelos, erse.
están los jefes de un ejército despucs Toda>Ía se oian ú lo lt-jos los gritos
de uu reiiido combate en que Lan que. y vocería de los cazadores y el di~;tanto
dado victoriosos. ladrido de los perro:; CUilndo Romualda,
Eu aquel rocinto se preparaban los at'ordándose de los niño<;, habia salido
ca~ndores para la partida. Algunos n buscarlo¡:;, y como no los encontrase
acomodaban en las petacas de cuero eu los patio'> corrió ú la casa da ií.wí
lus oliM y lo~ cornestihle~. cuhricntlo Feroauda. Pero yo. estaban léjoe, y uo
aquello con runfllls y cobijas para el cncontr,) ú ninguno c¡ue quisiese ir ú
abrigo; variosc)..'aminaban suc; escopetas alcanzar la caravana. Llena de aprede
picrlm y amolaban sus cuchillos do heosion y sohresa.lfadu. cou aquella pemonto,
miénlm~; que otros, sentado,; ligroso. expedicion clo los do~ tiernos y
sobre los talones, á estilo indí~u. aturdidos niño!!, volvió In mulata á la
n.a, so dosnyunahau apurando ~eudas casa del Cura, manift~Stando ii sus cot<
llutua,Ja.s do chicho ó jícarns de cho. sir\'ieutes y esclaYOS quo en ven.lad el
colnte de harina. Nucí Fernauda re. doctor Rui:t ha.bio. hecho bien en or•le.
parti6 {, c::ula uiüo chocolate y pan, lo narse, pue,; no sabia manejar niño!<,
cual tomaron couver,..nudo alegr~:moute pcrmiti~odoles semejante avcuturn,con
lo~ hijos do la casera., in•iieoillos pues no podio. cruer que .Manuel y
regordetes y colorados. los que en aquel )lario.nita. la. hubiesen eogl\litldo hasta
momento se manifestaban o.milo.undos ese punto y con tan iunudito descaro.
dolaute ele lo ..; sobrinos del Cura. Eotreta.nto Marianita Re sentía más
Cuaudo nuestros héroes salieron nl .Y m(~.>~ turbada peu¡;ando en cnúlas sepatio
lu ba.rahuoda estaba eu toda su 1ia.u las consecueucias de tama.ñafalta.,fuerzt~,
Ulonta.ban unos y carga.l..an 1 pero temiendo las burln.s de su herIas
peto.cas otros, y" la alga.zr\ro. subía mano procuraba. ocultar su miedo y
de punto por momentos. Ya para hacia mil visajes y puchero~. ahogando
entóuccs ?lhrianita babia reflexionado los suspiros dentro de su pecho tremualgo
en la locura del proyecto inven. lt~nto. ~in embargo, al fin salió airoAA
tado por su hermano aquella. mnñaua de aquel primer movimiento de temor;
al desp~::rtarse, el que. como ¡;e ha visto, ' logr6 vencer la.~ manifustaciones de su
~e habin. puesto eu planta con tan buen a.fan, y levantando la vista que había.
~xito. Ademas, n.o;ustada y atolondradn [tenido clavada en las l11rgas oreja!~ de
con aquel bullicio y vocería. se asió de la mula, en breves insto.ntos olvidó sus
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1 --:,~----------~=~---L~A~~~-I~U~J~E=~-R~.---_-_-_--_--------~-,
aprehensiones por etüero y dejóse lle- gritar de nlegr(a: traía el únimo de.
1 var por la contagiosa alegrí•~ de las sa~osegado y descompuesto; adamas sn
pcrsouas que la rodeaban, y entró de escaso vestido la hacia sufrir 111ucho 1
1 lleno eu el ánimo de los francos y seo- porque el viento 1\escH rgad:ts, los toldos armado libertad de ttne jamas !rabia goz.adn
r¡ne otro f,·ai/.Pjun tri~to y mu y m~sJJctpu ña!l. El oíolo con- turnos, :;oltú lo qne lle;·aba en b,m_o.no,
t.~u.nal>.ltlespC!Ja o, pcl't.• ol atul emoséU- y d¡urdo un salto a tras •ara.:;tro a :-;u
nstmo, y nHlllllle hril bhn. ol sol ya no IJCnnauo al Rucio cou ella. tmtaiHIO Jo
alc,g-raln l·l paisaje: n u ospa<'ÍO i nlllcmo a,;:\z.apn r . .;e tlctrn.s de uua piedra, ,Ji.
1
y do,igual de.ftui.frjflll fronla.neas cm todo lo -1[ira, .Manuel, mira~
que 1'6 vcia. eo la }J~ttte :~ltn de lo qne 1 Y levautanüo el dedo mostrnbn. el
1 parecía m1 va!llÍ~iwo y triste cementerio.' oh jeto Jo su turbacion, lo cual no causó 1
Ya pr.ra e~Uíuct~s :\Inriaoita no .se reía., ménos terror al niñ~. Era u~da rn(no:; 11
y su l>o'ludla de rosa no se alma para que eluegro ~Iarcelmo, el asu;teute de
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,_
su tio. - el <¡ue acababa de llegal' al
campmriento montado en uua mula,
llovnndo lle eal•u~tro el caballito Je
Mn uuel, cnsi llado y aperado.
Los clos uitios permanecieron inmcí.
vilc.'l y aterrnclos hasta que FO les ncllrcó
ñucí Feruantla, y rocominiéndolos
por el engaño, les avisó que su tio
manda ha por ellv!!.- dieiéodoles que
era proci"o 'lue ~e pusieran ou mar~·ha
i mneclin.t:uueute, si no c¡nerian correr
el ri.e~go de que le.~ u.nochecie:;o on el
nm11uo.
Uoufu,.os, avorgooznclos, malcoutcu.
to~. •:on lo~ ojos arrt1.'ado~ en lúgri mas,
con In. idea do h pcn;pecti \:l. dtl 'iajo
dP regrc~go contrn taurlo con ol alegre
bnlliGio del r~un.p:uneuto que aiJaHdonalJ:
uJ, tsiu haber logrado prohnt· ¡;j_
quiera ~~1 sabroso llall•'ndw I]UO hon ia
1 en la~ ollas. los dos utiios su CHtroga.
l'on en hrnzo¡.; do :m suerte.
Mnuucl llt(mtcí en ··1 cahallito que
lo lmuinu llevndo y ~lnrianita flll~ dP.
positn.da sol•re la "un.he1a de la. silla
.Id uegro. El lnuuillndí,imo Munuel
prouuraut\ 1lcsnhogar su na rurupíuutlo
ul nirc c·on mil quejns y pnlabws de
indi~naciou, mi11utrns cJUO ~lal'iuuita
llot·alca dolorosamcllle el ulnM, y ~iu
hnblar ¡nlnhra mojaba COil sus saladns
l.í¡{rimns el pan y la cou.wrva. dc'i
dormida, ohiria.ndo así su miedo y sus
pmtas. )lauucl no hnbia. querido ~~tep-
59
tar el pa.u al argo del cauti\crio y tir6
léj01; I'U par ¡e de fiambre. pruf\riendo
,.ufrir t'in lítltites el hambre, el frío, la
f1ílem y el 11usto. Cuando ('erró J¡t no. l
<.:he, y la oseuriolad y el vieoto helado 1
h!\I'Íau ul re~•reso más y más peooso,
inuudáronl'!el!c eu lúgrirnas las mejillas,
y aunque tr,¡tnsc de ocultar su debilidad
al sirvi to uo podía Ílllpedir que
de \'ez en e ndo {-ote oyem un aho~·a.
do SollozO, pCIIMI' Cl~mO lJajaba Jlo.
mndo aquol ruisrnn flí'll\la lJIIC hahia
sul.ido ríen o. No snhiatodavía el pobre
nifío q o no ha~ >enJero en la
viJa que fle uba rieudo c¡ue no ~e Luje
llor. nclo !
Pálida, top1hlando, mustia y medio
muerta do ' ansauuio y do terror se
presentó ~la inuita. delnute de :m tio,
que ¡;alió ele u estudio á recibirlos eu
el de~cnuso ¿¡o la. c~calera. Al\ erle, la
niiía Ses, pero esos inconvenientes
hayan dado su apoyo. Ademns de otras uo son jamas sutlcientes para impedir
obras y de la experiencia propia, he. que un~ mujer acomodada cumpla con '
mos estudiado las ~>iguientes: •· Conse. sus deberes; y en cuauto á las pobres '
jos prácticos á 1M jó\·enes madres,'' con m~ís razon deben cumplirlos." . . .. '
obra escrita en inglés por Mistre~>s Tay. ' La fatiga mayor que tieue que sufrir
lor ¡ "Consejos de una abuela á una jó· una m t:~jer en esos casos es la "de creer 1
,·en madre," obra in};{lesa de la. condesa. necesario dormir con el niño, pero este
de Montcashell; "Consejo!! á las ma. es un incouvenicuie en el cual no se
dres," por Tomas Bull, médico inglés, del~e P,cnsar pue~to que es cosa cono.
famoso para la:~ enfermedades de las m u. cida y recomendada por todos los mé.
jeras y de los niños; "La educadon pro- dicos e1uropeo~, que el nifio debe dorgresivá,''
por la señora N ecker de 8aus. m ir sollo en su cuna, desde el mismo
sure; "La educacion elemental," obra din en ~~ue nace;- para. evitar quetenga.
de M. 'l'hery ; &c. frio, la madre le calentará lo mús posi.
--
CAPiTULO PlUMERO.
PRIMERA INF A~ CIA.
ble únt¡e!l de aco~tnrlo, y bien envuelto
en franelas y en una cuna aeolchona·
da el tltiño dormirá mucho mejor que
en la. c~1ma con su madre, re,.pirando un 1
aire n iado y con peligro de ser aho.
· gado pc~r el hui se descuida un momen- ¡
to. Si 1 s cosa perniciosa que el niiio
duenn~l con quien lo dió el ser, l qu~
Con tierna curiosidad y entrafíable direm de la costumbre de hacerlo
cariño rcc ib~ en sus brazos por prime. dormir con una criada 1. .•. ElótO es tan
ra vez la madre á su hijo rocíen nacido. imperdonable, tou dañoso, tan desasea.
Salta á la vista y compréndese f(l(.~il- do, que1 renunciamos á pintar todos los
meo te, que la. madre acepta como una males Glue pueden provenir de semejan.
obligacion impuesta por la naturalez¡¡, 1 te práctica.. ·
y recibida por ella con el mayor gu~'to, Tod~~ mujer que se C&ba debe com.
el deber de alimentar ella misq¡a. al prender que dejó de ser libre y que ¡;e.
hijo de sus entrañas. rá escl11 va de sus obligaciones como due.
Es cierto que hay mujeres que t>i su. ña de ~laSa., como esposa y como madre.
frcn enfermedades contagiosas, &i tie· Su re pousabilidad es inmensa, y resnen
uua. constitucion particularmente ponde ~e la salud de su hijo desde áotes
débil, ó si carecen por completo de le. de nac r basta la muerte de él,-puesto
che, no deben alimentar á sus hijos¡ que la eflgracia de una persona puede
l_ ~ro auu las mujcrc:s ~clicadas pue~: prov~n · r ~e la cri!inza que ~;o le ha d~d-o; ~ 1
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It E VI:-:; T _\
de allí dopende I'U aalnd, su carfLctor,
sus hábitos y ~;u virtvtl. La mnjor debo,
pues, empezar por alc¡ar cu cuaulo st!<~
po~ible :í las criadas 1lo la coor,alli.'.a
de sus hijos; ellas son b" que inculcan
!llalos h:ibitos, costutnhres .Jcsa~~;ad:\s é
idlla~ iudulicadas cu los uitios, que están
conclla~dia y noche. Aconscjariarnos
á las mujereH, que mm \CZ que cluiño
1 iene de uno á dos HlCM:<>, lo cuslJlic á
dormir sin lu.G eu su cuua, al lado Jel
lecho de la madre. do mauem <¡uo ello.
lo pueda. '-'ac:u fáci lmeu te á o~cu ra~< pa m
alimentarlo tÍ mudarlo, voh iéndolo (L
poner cu la cuna nua vez t¡uo osttÍ sa.
tisfccho. Si el niño ost:. ea:;criado á
donuin;o de11tro do la cuna y no eu los
bmzo~, él Jarú infiui tnmcuto ml-uo~ t¡ u e
hacer, y scr:í imítil tcucr una ctiada en
la alcoba. de nocLe; !'e la nllcgará tí la
pie?.a vecina, pudiétulola llalllo.r por
weJio de una campana cuyo corJou la
madre toudrú á lu cahccern. de la cawa.
Se procurará no euseíinr fi los ui1ios t1
'luo lo:; ¡m•c011 para dormir, IÍ no darlus
alimento Juspuc;, do laaLer cumplido
cuu.reuta dins, I'Ílto caJa dos horas, )
despues de los cuatro 6 ciuco mo~tlll
cad:1. dos horas y wcdia, y do~puc~ caJa
tros horas.
La pmJeucin. aconot ju. tpto St~ doi.Jo
ir cuscíiawlo al uiíio :í tomar nlimoul(•
artificial dcsdu los prillloros días do Ru
u:LCimiouto. La lecho de 'n.ca siont \ tí
muchos niüos, ~pcro unLumlmcuto deLe
sor gn.rautizada do lfliC no tieuc mo:t:cln.
So lns empuzurí1 ti tlar terciada c.on
n.gna,- dos torccr'llS p:uics •lo ésta y una
do lt'Ohc, clibtniuu) ouuo el agua y a u.
mentando ln lecho graduo.lwoutc, hasta
que quedo pUla cuando ol ntiio clllll-
1'1:1 ciuro o :;eis wc cs. :::le bo.n ohtc..
nido muy uucuos IC ult:\dos con olsuvtí
1 mllyl,crtJiJo, hecho cm locho, y cou ~~ t
Jc carne ruuv ligero .. A.lpnucipio uo
¡,e d:m\ nl nifi<> alnucuto artificial I'Íno
u u:~. 'uz por Ji.1, dcspues ~>C le ]Hh:.:o do,peclr:íudo.
lo, si u cau~arlo aquel dolor y ]ltlba!lum.
bre t¡ue suden tener lus lliño!t cuando
l:ie !tace de rcp .a te.
El problema de alimentar ú lo:; ui.
'J'OMO \".
Gl
rios artifit·i:\lm, ute ha sido debatido
acnlomJumcut en pro y en contra duruote
~iglo~ por lo!': médicos, sin que se 1
haya trausado ;jtÍil la cnestion.
),a loche de ba 1Wt es uu sustituto
hn~tauto n.:contcndado para la leche
hulllana, cmplé,,nJob lo mi~mo que b. 1
llc vaca. La Jo ca&m se conbidera muy
fuerte alimento, y Cii preci~o empleo.rla
t:on má:s prudcucia y más mezcla de
agua.
Sutcde tamb1ieu que hay niiio¡¡ que
uo pueden soportnr uiuguna especie de
luc-he, ' eutiÍuc ~e debo tratar dedar.
les sag;í, n,a;w 1/'nts de arroz, ele maíz
ú do pl,ítuao '~h ruo, &c., caldos do res,
do eordcro, do pollo; pero hechos siu
gra:,n, :;al ui t'C)udimeuto alguno, y al
principio cudul~áuuolos coo un poquito
de aztícar. l'erc1 todo c~to dube ensayar.
se cou muclm pnulcucia, liu1pieza y
anodcraeiou. Ls1 madre debe, personal-
1/ttnte, ver cómo hacen ul a.liwento para
el niiio, y aun acouscjariarnos quu hiciera
uso do \111 nn erboro ~¡ le rcrugua
ir !Í la cocí u a, Jll.r:l. prcseuciar e cocí-¡
mieuto. Gadn , e:t: que I'U da el tutoro
al uifío de hu l:n ar:;o iumodi:\tamente,
uo agun.rdar :i que ,.e baya agriado para
lracerlo, y tenerlo seco y li!;to para volver
ú servir. l~u fin, pam nlimenta.r á
u u uifío lit tificialrooute, t'S preciso grando
c.; mero y 1111ilchísimn ~ igiln.ucia.
Poro ct eou1o t¡uo toda molestin os
uH:nos que ln que prOJ>Orcionan las HOdnzas.
y qno • una grnu rosponsahilidad
•¡uo liO oc a encima uun. wadrc
cuando por u~~ itH·omoJarsc, profiero
outrcgar ~su lujo á uun mujer que no
puede dur gnr utíns do saniuad, puus
ftOcucutomout ticuen uufcrmedndo:s
que; los médicc1s no ]>Uedcn Je¡¡cuLri a·
aunque las oxamiucu; lll:! '!'tienes he.
tcdamn uua cCiustituciou 'iciada, un
mal carácter J iu,tiutos poncn;os tal 1
\C:l ....
Hay mujere yuo por nwda, porque
picu~au quo u ~e pueJeu adornar, que
no pa car.Íu y Lailo.ráu eoo libertad,
r~uaudou:m (Í ~1ls hijos e u mnuos de mar.
ccnnria:$, siu l'tlcr en la cuenta. de que
cowdon u u caí~ en\ ürJadt.!ro. Una mu.
jer puede free entar uu tauto la :;ocie-
8
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1
62 LA MUJER.
oz. dir]e licencia, nl1ri6 lo brazos y bonita.
Floro. IJO babia visto ncorcarso tí nn., mente le aplic6 un beso en cado. moji lln.
dio, y el rutc.lo del agua le bnl1i ~ impe. -¿ Qu tal, hijo. mi:\! In dijo con
dtdo oír los pasos de 1~ otra }'Or onn. una voz rpte procurubn enronquecer lo
So 'olvió Mcin el lado en que sonaba mns posible.
la voz y se encontró caro ti cara con un Floro rccordalm que esta ñ~rn no
cazndor; llevaba al hombro In. escopeta. le om desconocida, pero no podta. hacer
y In caoorina al la.do. 1 Era ncaso un memoria de qui o ora su padrino. A!!.í,
j6~cn 1 Lleva ro los cabellos cortos y contcst6 'acilando:
en!:). canos; un sobretodo de p!lfio gris -Bien, grncins, pndrino.
que le baja\:~. bnstn. las rodillas; polai. El cazador acog¡ ) sus palabras con
nas do cuero le cuhrinn las piernas una carcajada ruido ;a que aún duraba
flnan.s como palitos y bajaban hastn sus cuando llegó Sabina en el cochecito.
poc¡ueíios pilÍS, calzados con botas grue- .f1ta detuvo el caballo.
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REVISTA QUINCENAL. G3
-A :;,u co.sll. íbamos! exclam6. Por var por su imagioacion en tanto que
consiguiente hoy volverá usted á ella contempbba el paisaje. Vagos recuer.
en coche; hay lugar .de sobra aquí. dos de su infancia le hacia.n reconocer
N os apretaremos algo y Flora se sen- las largas alamedas, el antiguo molino,
tará sobre sus rodillas. los perfiles azulosos de las lejanas coli.
-8a.bina! dijo la niña con tono su. nas...... Ella. los recordaba poco á
plicante, j qué dices! Ni sé c6mo se ]JOCO, como quien rehace- los fragmen.
llama este caballero...... tos de uno. olvidada melodía. El ca.mi.
Sabina se cch6 á reir. no atravesaba un bosquecillo de abe.
-Este c.aballero, dijo, es tu madrina, tos; Al cn.ho.llit~ caminaba lentamente
la señorita Florinda. de los Allais; y y su casco se hundía entre el lodo. Al
si la. conocieras como yo, sabrías que travcz de los troncos entapisados de
no hay para ella. cumplimiento más de dorados musgos se deslizaban los rayos
su gusto que el que la tomen por un del sol y ha.ci::m brillar las gotas de
hombre. i No es así, Florinda? agua como esmeraldas y diamantes.
-Cada uno tiene sus manías, repuso Las arditas saltaban de rama en rama,
la otra comprendiendo que Sabina se y las urraca!> charlaban entre las male.
burlaba; i y usted por qué hace papel zas: el perfume de la. resina de los pi-de
elegante n destiempo? nos embalsamaba el aire ..... .
-No nos di~putemos hoy! contest6 -Qu~ bonito es esto! exclam6 Flora.
Sabina., á quien su amiga. había herido Alguna cosa se movi6 al pié de un
en el único punto vulnerable de su árbol.
modo de ser. No hagamos creer á su -Una perdiz! dijo la señorita Flo.
ahijada. r¡ue no somos amigas, cuando rinda, y saltando al suelo, levant6 la
la verdad sea dicha, nos queremos escopeta, apunt6 y dispar6 sin date-mucho.
nerse un segundo.
Pero á pesar de las buenas intencío- -Patas coloradas, pichona, excelen-nes
de Sabina, la convcrsacion no cesó te c~sn ...... repuso la cazadora reco.
de ser un fuego graneado de continuas giendo del suelo una perdiz que. aún
disputas acerca de todo. La costumbre se retorcía en las agonías de la muerte.
de contradecirse estaba muy arraigada .Mira, niña, añadi6, es el regalo de bienen
estas dos mujeres para que pudieran venida que te hace tu padrino. Te la
conversar sin contiendas, aunque se comerás en mi nombre. Continúen us.
estimaban mutuamente y se parecían teJes su camino. Yo me iré por estas
en mucha..'! cosas. Flora no podía m1~- veredas y llegaré al mismo tiempo que
nos que contemplar sorprendida nqucl el coche.
extraño personaje, á cuyo disfraz no Al decir esto tir6 sobre las rodillas
se acostumbraba. Florinda tenia en su de Flora el pájaro muerto, la que se
fisonomía una oxpresion burlona que extremeciú, pues algunas gotas de san.
chocaba á la cándida. niña, en tanto gro habían manchado su vestido. No se
que sus ojos negros le parecían demn.- atrevía á tocar al pobre animalito, cu.
siado brillanteti pn.ra. que su du01ia yosojosentreahiertosparecianmirarla.
pudiera ser bondadosa. Pero se cqui. -Sabina! dijo, cuando estuvieron
vocaba: Florinda era sinceramente solas.
buena, en tanto que .-u ahijada siuti6 -i Qué quiere¡¡ 1
hácia ella una de aquellas inexplica. -No es esto muy cruel1
bles antipatías tau frecuentes en la -i Cómo quieres comértelas vivas 1
niñez y tan di floiles de extirpar. Y N o seas sentimental.
Flora era en realidad una niña que no -Oh! hermana, yo no puedo ménos
sabia discurrir sus impresiones ni l1a- que pens:~.r que hacer sufrir á una po.
cerse cargo de lo que valían. bre criaturn, sólo porque nos divierte,
En breve no vohiú á escuchar la es un placer impropio de una mujer.
conversacion y por último se dej6 lle. -Pues viviría::; bien con Ja.cobo,-
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•
_ c. __
6J LA MUJER.
r·espondi6 la otra. Así dice él.. ... A de- Como amiga de la c-asa, Sabina entr6
nnús, no critiques con demasiadn severi- hasta los aposentos de h señorita Id6-
dad á esas pobl'es doucellas que han nia sin tocar con nadie. La mayor de
&nvejecido sin haber amado...... Es las dos solteronas viejas vi vi a encarapreciso
perdonarles... . macla como una paloma en lo alto de
Su voz se babia conmovido tánto una de las torrecillas c¡ue adornaban el
que no pudo proseguir. Florn. la mir1'! frente del castillo. Ella representaba
sorprendida. ¡Era acaso el recuerdo lo la autoridad de la. familia; el respeto
que la causaba esa emocion ó el arre- que la tenia Jacobo como á una antipentimiento
de no haber amado? ...... gua r,eliquia de fa.~nilia se parecía m u- 1
Ella nada sabi~ del po.sado de Sabina; cho a ht ;enerac10n, y su hermana,
pero al verla así, y la ternura de sn cuyo carácter era. enérgico y decidido,
mirada que hacia contraste con su fria que con gusto hubiera dejado de obe- '
expresion habitual, pens6 :-Ella ha decerle, no se atrevía jamas á hacer
amado 6 ama todavía. cosa alguna sin el consentimiento de
Al volver un recodo se encontraron Idónia. Para. aquellaq personas formade
repente fr<'nte al castillo: -la seño- das en la idea del respeto y la autoririta
Id6nia lo llamaba. el ca.9tcl,- de dad, sus derechos como la mayor de la
los Allais. En los pasados siglos debía familia ernn indiscutibles. Ell:l. más
haber presentado un aspecto impo- tímida y dulce que su hermana, acepnonte
y hermoso,- situado sobre una taba los tributos de deferencia con
colina y rodeado de fosos y muralla~. cierta lmmildad, pero los aceptaba.
Arrazado dumnte la revolucio11 de 92. Eu ar1uella familia singular todos oberesrablecido
en 1830 en el estilo arqui- decían sin que na.Jie tuviera que
tect6nico ent6nces de moda, se l1abia mandar.
convertido en un edificio enteramente Sabina introdujo tí. su hermana en
ridículo con sus b6vedas góticas, de un ¡;n,loucito de forma ovalada, cuyo
yeso, sus torrejones de apagadOI', sus techo estaha tachonado de estrellas
nichos poblados de trovadores y casto- doradas. Una luz misteriosa filtraba al
llanas ...... Flora, que tenia horror ins- travez de los vidrios de colores 6 ílutintivo
al mal gusto, no pudo ménos ; mi u aba fn.nt{ISticamente los muros cuque
exclamar con sorpresa: j bierto~ de papel, representando tm ca.-
-i Y este juguete que parece un bnllero armado de todas Mnla$ que
bizcocho de sobremesa, es el castillo pre~entaba. una rosa{¡ una dama vestí-de
lo~ Alla.is 1 ·da de azul, en todo!! los rincones de la
Sabina con·est6 afirmativamente. bala, alternando con no trovndor to-
-¡ Y el señor de los Allais se atre- cando guitarra. Habiau escogido los
ve á enorgullecerse de ello! muebles con mucha curiosidad, los
-¿Por qué no? dijo :Sabina. seca- cuale.<: representaban ridículamente el
mente. Sus antepasados lo han poseído estilo gótico de moda. a.lgunos :útos
por muchos siglos. Y en ~eguida, cam- úutes.
biando de tollO, n.ñadü): de resto, cuan- Sentada ~;obre un sillon g6tico, en
do el comzon es bueno, ¡ t]UtÍ importa cuya cima se veía un escudo de armas
la belleza ó h fealdad de lo que le per- y separada por un biombo del resto del
tenece? El afecto lo reemplaza todo. aposento, Florn. viú una. viejita delgada,
De nuevo Flora la mir6 con sorpre- apergaminada y siu color ninguno, la
sa. iSerá que ama á Jacobo? pensó. que adivinó que era la mayor de las
Ella no se atrevió 6 interrogar ú su 1 sefioritas de los Allais. Largos rizos
hermana; pero miéntras mús lo re- que en un tiempo b::t'Lian sido rubios,
flexionaba, más se convencía t]Ue aque- formaban un cuadro á su fisonomía sin
llo podria ser verdan. Ellos se habían expresion, y una escofieta. adornada con
conocido toda la vida, i pero por qué :flores coronaban su cabeza.
no se h!lbinn casado 1 1 Ella. acogió á Flora con modales su-
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REVISTA QUINCENAL. 65
puestos y benevolencia llena de dígni- gustará mucho oirte ...... Mi sobrino
1
dad; con una voz arrulladora como In. toca flauta muy agrad~b1emente, mí
l de la paloma la invitó á que se acerca- querida, perd'es tan mode~to! Compo.
ra al fnego. ne tamuien fácilmente un soneto. Pron-
-Raee tanta humedad, dijo fingien. to, ya lo vereis, os dedicará alguno.
do estremecerse. i Por ventura teneis Ah ! pero hó aquí: ú Florinda 1 i Ya
los piés mojados, querida mia 1 . . . . . cambiaste de calzado, amiga mía L... t
.A.h ! añadió, os pareceis á vuestra po- ~ Es tal la humedad del tiempo, que me
bre madre. Os prepararé una taza de siento mny indispuesta. Sin mi agua
infusion de hisopo. Cuando érais niña de verbena no sé qué sorin de mí.. ....
os perecíais por mis pa.<~tillas de aza- Las palabras de la anciana solterona
bar. Bien me lo acuerdo. corrían una tras otra con la monotonía
Sobre un ptt}Jitre de madera escul- de un chorrito de agua que se derrama
pida se veia. un cuaderno abierto. sin cesar. Flora dej6 de escucharla.
-Ved, mi querida Sauina, sigui6 J acobo la miraba con sus grandes ojos
diciendo la rom:íutica solterona, yo sin expresion, y parecía meditar vagatrato
de consolar mi soledad frecueu. mente. Florinda y Sabina habirm entando
la amistad de las musas. Eo se. tablado una de sns sempiternas di"pu- '
guida volviéndose á Flora, dijo: i Ha. tas á alfilerazos. Flora e::¡taba pensan. ,
beis alguna vez traducido vuestras im. do:-" Me encuentro con los tres sé-l
presiones en la lengua de las musas? res mús aburridores que be visto en 1
-Bastante pena mo cuesta expre- mi vida." Y al mirarlos unos tras otros
sarme correctamente en francos no comprendió por qué su hermana o~ se
más, para pretender hacerlo de otro babia ca~ado.
modo, repuso maliciosamente la jóven. Cuando se encontró fuera del CU!;ti-
-Por mi parte,- contestó la otra llo y en el bosquecillo de pinos, respiró
sentenciosamente, yo odio la prosa. con mús libertad.
Procuro poetisar los menores inciden- Sabina callaba: las cosas no andaban
tes de la vida, y me encanta coufiar como ella lo hubiera deseado. Comprenmis
impresiones nl papel. A veces es día la mala imprcsíon que la visita
un pensamiento fugitivo, un soneto .... babia l1ecbo en Flora.
así por el estilo de lo que escribía La. -Sahína, dijo é.sta, i por ventura
martine. Jacobo dice que es preciso todos nuestros vecinos se parecen ú
que yo al fin me decida 6 publicar éstoll?
toJo eso. Otras veces compongo una¡ -i Todos uuestros vecinos t.. Aca.
melodía, para distraerme ...... Anoche; so piensa3 que hay otros 1 s~~ho dos 6
por ejemplo, encontré un aire sencillo tre..q familias nobles de San Romualdo,
para aquella bonita romanza que lleva con las cuales mi padre está reñido
mi nombre: hace tiempos, y los emplearlos oficiales,
A la smnm·a a~ -tt.na oliva el prefecto, el tesorero, el alcalde, que
Se sentó la bella Idóni.a. éluo quiere tratar, no tenemos más ve.
cioos sino los arrendatarios y labriegos.
En aquel momento entró Jacobo. -.A.~í. pues. es preciso que vivamos
-Ah! precisamente aquí está Ja. solas, 6 frecuentemos esta familia, en
cobo! Amigo mio, despues de que hn- que mi madrina es cazadora y afecta
yas saludado á las señoras, ve ;\ buscar Rer masculina; la señorita. Idónia, que
la flauta para que les toques aquella no hu.bla sino de infusiones y poesía,
melodía que compuse anoche para la y Jacobo que s61o se ocupa en recoger
bellaidónia, tya recuerda.s1 t.le dijiste caracoles y acompañar á su tia al s6n
que era muy graciosa, soLre todo el de la flauta!. .....
estribillo. Y se puso á tararear el es- ¡ -Ya! Y c6mo he viviuo yo, pues?
tribillo. contest6 Sabina con cierta a..o;pereza.
-Estoy segura, añadió, que Flora 1 Y al decir esto, apartó el brazo de - ----- --- -- •
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•
•
6{) L.t.. MUJER.
Flora que proc•ua.ba estrecharla-Es- de e.quellos dos corazones se babia concúchame,
añadi6, yo no sé dorar las centrado en su sobriuo. Esta clireccion
cosas. Si no compreudestbl cariño que enteramente femenina babia producido
te tengo, qué hemos de hacer! Aquí el resultado que era de esperarse. Al
no te divertir:IS, de eso convéncete. lado de hondas Creencias, pueriles SUy
o no tengo tiempo para. entretenerte, persticiones ; junto con una gran deli.
y de seguro tu vida será ménos alegre cadeza de sentimientos, gazmoñerías
que la de tu convento; pero sí te ase- de colegialas é ignorancia. completa de
guro que si te hice venir aquí fué por- la.c¡ austeras verdades de la vida. Su
que rleseaba. tn felicida.d. 'Por supuesto pnrlre, que bahia mn.ndado en Ru cn..<;a
que yQ veo como tú las ridiculeces de como amo absoluto, como un antiguo
nuestros amigos; pero imHame, procu- señor feudal, jamas lo babia. iniciado
ra ver solamente sus cualidades, y al en Jos pormenores de los negocios de
fin te sentirás contenta en su compañía. familia, administrando su fortuna. s6lo.
Flora suspir6 y se propuso seguir el Jacobo estaba tan enseñado ti ese resconsejo
de su hermana, pensando que peto absoluto, que jamas se le hubiera
algun dia vería á Jacobo de los .A.llais ocurrido ausentarse de su casa ni por
como su cuñado. un día, sin pedirle permiso á su padre.
III El dinero de que disponía era tan mi.
serable, que un colegial dé nuestros
Pocas semanas despues estaba Ja. tiempos hubiera reclamado enérgica.
cobo recostado contro. un árbol, con mente; pero á él no se le imaginaba
las manos entre los bolsillos, mirando semejante cosa. Cuando muri6 el señor
maquinalmente una bandada de paja. de los Allais, Jacobo se encontr6 un
rillos, que todos espelucados temblaban dia á la cabeza de la familia, dueño de
de frio en las nmas de los {¡rboles cu- una fortuna, de la cual no taoia conobiertos
de escarcha. La nieve cubría cimiento ninguno, y propietario de una
los campos como con un gran cobertor hacienda considerable; hombre de res.
blanco, el agua del lago dormía enea. ponsabilidad, en fin, sin babor sido
denada por el hielo ; el sol brillaba jamas j6ven. Había cumplido, siu erosobre
un cielo azul pálido que ilumi- 1 bargo, treinta años. Atemorizado con
naba sin calentar á la naturaleza ale. aquella situaciou, suplic6 á su tia que
ta.rgada. Más allá de los sauces despo- 1 se pusiera á la caueza de la familia.
jados de hojas y del bosque de pinos, La pobre solterona tampoco entendía
cuyas ramas verdes ~;e ioclinab:m bajo nada de negocios, y npel6 á Florinda,
el peso de la nieve, se veía la. seihl de cuyo carácter era más propio para el
dos piecesillos eu el camino ren1, cuya caso. Esta habl6 con el notario de la
marca. seguía con la vista sobre la via familia, quien consintió en manejar á
hasta perderse en lontananza. los arrendatarios, con la coodicion de
Jacobo, as( como Sabina, por moti- que todos sus actos serian reviRados por
vos diferentes, tampoco había tenido el consejo de familia. Jaeobo acept6
juventud. Eu ella la respon~abilidad con gusto cuanto quisieron sus tia.s, con
precoz de un canícter positivo había. tal quo lo dejaran tranquilo, entrega.
despertado á la mujer madura despues do á sus eusuefios y llevando una vida
de la nifiez, sin transicion al traves de meditabun<.la y sin objeto.
la juventud; en él, por el contrario, la En resumida.<; cuentas, no babia teinfancia
se había prolongado indefini. nido jamas la menor contrariedad has.
damente hasta la edad madura. Confia. taque se encontró con Flora. Sus poé.
da su educaciou n las dos solteronas ticas meditaciones le uastabau. Sus tin.s
viejas, las que con la abnegacioh de ¡le hahian sugerido á veces la idea del
otra época, habían renunciado al ma. matrimonio, recordándole tímidamente
trimonio para conservar intacto el pa-¡la obligacion que tenia de no <.lejar
trimonio de su hermano, todo el afecto extinguir su nombre-" Lo pensaremos
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:REVISTA 67
------------------------------------------------------- deapues," 1101ia contestar c1, pues BU 1 que lo hundia'l en un estado de loca
corazon estaba como una página en felicidad. Él era completamente dicho.
blanco. Las buenas ancianas no inBis. so. Verla & u lado, oírla en silencio,
tilln, y por otra parte temían la. intro. ! mirarla con arrobamiento, seguirla en
duccion de una. persona extraiia en 1 sus paseos cómo un perro fiel, poner ti
aquel pacífico hogar. La única persona su alcance t,Odos los días una flor que
que hubieran acogido con gusto era ella prendí~~ sobre su pecho, y que él
Sabina; pero ellas sabían que no e.~t.'\. recogía despues como una reliquia: eso
ha libre. Ahora pensaban en Flora; em todo lo c¡ue pedía.... . Ni siqniern.
como era tan niila, su madrina creía se le ocurría que jamas se podría atre.
poderla amoldar á su rrsto, creyendo ver á habla la de su amor.
que ella no podría menos que amar y Un día ( ~n sabia que Flora debía ir
apreciar al buen Jacobo. ti su casa) ella babia aceptado el pd'8-
Ellas acariciaban este proyecto y tamo de al~ nos libros; pero él babia
.Tacobo ~o sabia; así fué que cuando llevado su ~~udacia basta marcar con
por primera vez vi6 á la preciosa niña, lápiz una frase en uno de eUos, con lo
que esperaba seria su esposa y la roa. cual crei:~. q le no podría dejar de com.
dre rle sus hijos, Jacobo se turbó hon- prender su a1fecto. Aquel din Flora dedamente,
pues le parecía profanacion heria devol,'erlo. Cuando la vi6 desde
hasta fijar los ojos en aquel sér etéreo léjos tan he lORa bajo su gorro de pie.
y tan divinamente puro. D~de el pri- les, el pobre¡ adorador tuvo hasta míe.
mer momento se prendó de ella como do y pens6 fin huir. ¡Qué diria.l 1 y c6.
un loco. E m la encarnacion de todas mo soportar su mirada t Jacobo estaba
sus quimeras, y éstas volaron ante la avergonzado de una accion tan atreví.
realidad, como desaparecen las som- da. Se escontiiú, pues, detras del tronco
bras al Mlir el sol. El amor fué la pri. de un árbol, y como :Flora pasara sin
mera realidad en aquel e!!píritu flotan- verle, do ret~nte, inspirado por la nete
é indeciso, y un sentimiento de vida cesidad tle hablarla, se le presentó alar.
y de calor circuló por primera vez por gándola su Cifrenda diaria. Eran unas
suB venas. Flora. se le aparecía con su violetas de ~arma que él babia cuidado
poética belleza, con su delicada gracia mucho para obsequiárselas.
JUVenil en su primer albor, compren. -¡Usted estaba ahí 1 exclamó ella
diendo que en ella había encontrado dando un sallto a tras. ¡Cómo me asust6 1
su verdadero ideal. Él no se atormentó -;La as sté l .... repuso Jacobo con
pensando que no le amaría, pues bien pena. tEsoa aso el sentimiento que la
sabia que era feo, sin grac1a y que 1nspiro hoy como cuando estaba usted
no conocia loa usos del mundo. La pequefia t Hl~blaba casi sin saber lo que
misma Flora, en breve, con la familia. decia. ¡ Cuailnto lo siento 1 ailadi6.
ndad que Be establece en el campo, se Flora se •bnri6.
entretenía en reírse de sus continuas -N o lo c ea usted, dijo; vea usted
distracciones y la. inutilidad de lo que si soy vali te ya, puesto que vengo
él llamaba ocupaciones. sola hasta a¡~ uf. Ya no le tengo ningun
Se veían diariamente, y la existen. miedo, mi buen Jacobo, al contrario,
cia de Jacobo se concentraba en los mucha esti acion, y le agradezco en
momentos que pasaba á su lado. Flora el alma su ramo y tambien el libro que
no soepechaba el culto de adoracion de le devuelvo.
que era o'hjeto, y con los cándidos mo. -iLo leJ 6 nsted l preguntó cándi.
dalas de una hermana á veces le decía damente el otro.
duras verdades. Y en seguida, viéndo. -Enteriilo, y con mucho interes.
le afligirse, le pesaba su franqueza, se Jacobo b. miró petrificado. "Lo ha
compadecía. de aquel sér inofensivo co. leido, penstí, ¡y no ha comprendido!"
mo un nifio enfermizo, y trataba de -Vengo por otro, afiadi6 ella con
contentarle con palabras tan carifiosas la~ nasturalidad.
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r= ~-- _ _ LA M U J ~R-.- - ----
l -Vamos .í cns~. repuso Jacobo trisL-Entre; éste es mi aposento. Aquí
teaucote. ¡Estaba desesperado J i .Ahora están mis libros; puede usted escoger
1q ué le podría dllcirl pen~ah:\ con dolor. el que guste. Atra~e:ll zalmrda, de donde tas que sueñan lo que los otros escrL
sa babia salido seducido por el amor ben. Fragmentos de tapicerías y de
á la libertad. El animal rehusaba obe. arruas ~hadas de las ruinas del n.nti.
decer, y :FlorioJa, roja de c6lera, lo guo castillo, colgaban de las paredes;
perseguía nrrib~ y abajo. Se conocía antiguos sillones recogidos en las ca.
por los pasos que ~e voiao sobre la ni e. ;;as de los contornos, todos con las arve
removida, que aquella lucha Jebe· rnn.s de la familia esculpidas sobro su
ría haber rlurado largo tiempo. Sin va. 1 espaldar, se amontonaban en pintores.
cilar J:-.cobo se arroj6 en medio del co desórden. Veiao~e entre copas Je
combate, y COJÍcndo al delincuente' cristal muchas flores raras, cuyo perfu.
por las dos orcjl.S y dándole puntaJ>iés me embalsamaba el aire; bo¡;quecillos
lo arra,tr6 hasta su domicilio. La. se. enteros do plantas llenaban el hueco
1iorita. Florinda lo sigui6 ~;in haber cai. do las veutauas; varios nidos de p(!jado
en la cuenta de la pre~encia de su ros, en uuion de muchas clases Je ao.
ahijada. .Al cabo de pocos momentos zuelas para l>esca.r, se veían sobre una
cesaron los gruiiidos y Flora '"¡,) {¡ Ja. cóu~ola, y e dulce ruwor que forma.coho
que volvia cou In barba en de.~- han una multitud Je aves encerradas
úrdcn, la corbata JesataJa, el gorro en una jaula nistica, se unía nl ronde
piel, que babia encerrado una vez quido Je una. hurrnosa gata blanca. que
los CMa oJos, puesto eu la nuca y todo dormía cutre las patas de un grao galbll
ns¡>ecto tan grotesco en realidad, que go. Por todas parte~> se voian libros
lla niiin no pudo méoos quo reir~e con amontonados al acaso, (¡uo se inclinatollO
ta11 burlesco, que ,hcobo se Jetu. bao los unos bácin los otros como para
1 voy fijó en cll~ uur~ dolorosa mirada: conliarse sus secretos. Ji' lora pennane.
do rccou,:cuciolJ. Flora, avergonzada, cia inmú,·il en la puerta, y Jacobo pa'
bajó los ojos. recia tan st11uamoute herido y Jcscou-
1
-¡~e ríe IIStetl ~.. . dijo él. Di en !lé tento con ella, que no pudo ménos que
que :í :ms ojos !.oy siempre mlículo .. ... ¡ dejarse lle\"ar vor el sentimiento de la
Este es el Hlntimiento que ha. reem-1 piedad .. A.cerco: l>or,¡Ho le parecier11 uo;pemuza para mí 1
gtotc~co y ridículo: mi dusesperaciou -No sé ..... Lullmceú ella. Todo eso
no depende de e~o.. . E~ porque e~e es ta.n u~•e.,·o, tau e:drnño para. wí.. ...
libro que u.~ted lile 'levuche .~iu haber. y de repente, como dando voz :.í sus
lo compreudido tenia la tnisiou de re- mtis íntimos peusatuicntos, añnJi6: 1 Oh 1
velntlc mi nmor, y dubo liarle muy iu •• Tncolm: : gt:é feliz es usted en seotir
diforcnw cuando uo cay6 ou ll\ cuent~. nsí; ¡ 1\H qu6 ~1! quoja! Debe ser uut~
Y? u o vi via. miéntms ,1uc usterl lo delicia n.nu.n de c~n. mau~ra á otro sér 1
lea~o .. ,... ¡y s¡n em bnrgo u o .coro preo. h 11111:\110. ¡Pobre a1o 1go uno 1 :Con cuán.
dió !.... to ~usto quisiera potlor thrlo mi llliUJO
Florn trat..J ue interrumpirlo. y decirle: l Lf, IÍmama, Mgo.me feliz;
-Oh: déjeme lmblur ahora, pues Pero uo me atrevo todtn ío. ..... tal vez
nunca m!Í" ,-olveré á tener tunto valor, dc~pues.
¡ S1 usted supiera lo que me he atrevi. -Flora, dijo \-1 con angustia, , no 1
do ú soñnr: .... Mi l'Ora;-:ou so parecia ¡Í me dé e;;vern.u;-:a ninguua: Yo lo comesto
pai~aje de iuvieruo que donnia pn•ndo tuuy l1icu, u¡¡ted 110 mo umn,
bajo HU manto helado. Usted pru<Ó como ¡ni mt.> nma.~ jaull\s 1 ,
' uu !>Opio de primavern y me despertó ! -'l'al vez ... rct>itil~ lt\ uÍI1a. Oigame
á la virlu. Los suaveR ef\u-;ios de Abril l u.·tcd,.Jucobo,yo 110 habü~ perhado áutCI:I
que cubren las mu1a'l ec:-~s Je flores, eu e:;tao; cosas. Déjt)mo usted acostum.
'lue siembran estrellns en ol tinnarneu. brarllla ú !'Cr atuadu y iÍ interrogar mi
to y perfuwadac; violetas en los prn. corozon. ])~jellle libre. :Si algun dilllo
1 dolS, e o f,~J ustetl pam 1~1i alrua .... Y.o d_igo yo: Jncohfl, he reflmciona~o, con.
la presentm cuat.do aspnaba con deh. steuto ou ser su ospo<.n.: ~>nura usted
cia. nr¡uollos oncautndores utnbienteR y que t':.l porque mis f:Cntimientos son
armonías ou l~s noches Je verano, es- como Iu!! t¡uo u:.tc,lmo lm c.lcscl'ito hoy.
cuchnudo el canto 1lel ruiseñor. Cuan. -.Ah: ¡:si ese diu JlcgMa. yo me vul.
do In. v1, comprendí que todo eso oro \"crin lo.o de alegría !
1'0)10 \'.
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• •
70 LA MU~ER.
'Flora lo mir6 con tristeza. Estaba tracciones serian las 'YÍ!;Ítas del ~eiíor
conmovida. C6mo : pensaba, ¡~crin ell:l Cura, que iba tod&R !na noches á jugar
capaz de proporcionar ~dicha y no v:hi.st! .. Ella so estremeci6. Má.s valia
lo bncin? mil veces pn..c;ar I'U exifltencia. en Ja
-~!e había imaginado, dijo, no ¡;é Rullit·re, entre los regaños de liD padre
por qué, quo usted amaba á Sabina.. y el afecto tau poco expansivo de su
-¡A Sabina? nunca lo penar.. ... hermana, y euvcjocor como ella, pero
-Y que olla lo amaba á usted, nña. conservando algunM ilusiones.
di6. Me babia acostumbr8(lo á mirarle -Es preciso que IM vaya, dijo. He
como á mi cufiado futuro y... .. hecho mal en escucharle; pero cuando
Se detuvo. i C6mo confesarle que vine no f'abin .....
nun Ol>l\ idea no era muy do t;U gustol -No di~a r¡ue bn hecho mal.. ... Me
Cuánto ménos agrarlable seria, pues, ha dado u un e.~pommm que tran!oofonna
el pensamiento de pasar ella misma -su mi vida. Oh Flom 1 1 cómo &erá la feli.
vida en ese castillo. En un segundo su ciclad completa, si sólo l:\ e;:r1eran2a me
imlginn.cion la pint6 cuál ¡;crin la roo. vuelve loco L ...
notoní:~ de semejante existencin; uuns Ella sa.li6 si u tenderle la rnnno, sia
ve os mimada por su madrioo., otras mirarlo. Descabn. 1\lejarsc de él y no
ngobinda por la ama.bilidali do In scño. ver e!LEDAD A . DE S,\XPER.
A e •r o •r E n e E n o .
El tcntro tepreunta un npol!cDio pol•roment~ ~lhnjado. Loa ma~>bles snn pocos y mny
1
tou~os, &alvo un costutcro lnj06o y 11011 aiilrta UQrndn . A la rloreuhn nnn puertá quu
condu~;u A una alc(lb.'\; á In iu¡ui¡,rda olrny al frcnlo una que cmulnco ni interior.
E~OESA PRIMERA.
Al RORA (veatida de luto V muy pobremente,
ap:ll'ecc coa1endo una prenda do vestido
do tela burda ; en el anclo eo verá u m~ Ceta·
ta llena do vestidos oortados)-PER~USA
entrará on el womento eu que te lc,·auta
el tolon .
FERMIKA-,l!i señora:
AUROitA-i Ql1é hubo?
F¡.;RM.-Quu no me dieron• o&da. .....
J?ijeron que ha..c;ta ol dia 1.0 no poga.
nno ... ..
Au.a.-; Con quo bo estndo col'iendo
toda la noche e u \'tmo 1
Ff;RM.-Eu la cocina no h~y candela.
Y en la de!:pensa hRsta los ratones bao
trll.!itcado para otm parte.
Au.a. ( enjii(Jrí.ndoBe 'Ws rdos )-;Hoy
tampoco comeremos!.... ¡ Pobre Fer.
m•t na .t ....
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REVISTA QUINCENAL. 71
FERM.-:-No tenga. su merced cuida. FERM.-No me atrevo .... ¡me hacen
do ..... Lo que me duele es verla en la tan mala cara L ...
miseria, despues de tanto mimo .... pero
¡qué cabeza. la. mia! 01 vi daba decirla ESCENA II.
que a.l pa~r por la puerta. de San Cár. JULIA (con mantilla )-AURORA y
los Yi á mi señorita Julia..... FERMINA.
AuR. (ponürulose en pié y bot;r.ndo ·
al 81telo la. oostul'a )-Ah! ¡Es decir JULIA (aparte rnitrando J>O'I' todos
que mi m:unú ha vuelto de tierra ca. lados)-¡ Qué sala tan miserable! (al.
liente i i Qué dicha!.... to) Aurora, aquí vengo, por 6rden de
FERbt.-Llegaron anoche..... mi tia, ú almorzar contigo y despues
AUR. ( lún·ando )-Pero dije ¡qué llevarte ú sus brazos, para que pases el
dicha! ¡cuando ella y yo no nos hemos día con ella. (Se anrazan.)
visto desde la muerte de papá 1 ¡Qué AUR. ( lwrando )-Perdóname, Ju.
ingrata soy l ( se limpia los oj()s ). lia, estas lágrimas..... ¡Pero tu pre.
FERM.-Diez meses hace que se fue. senoia me recuerda tantas cosas! ¡Pa.
ron con don Saturnino á tierra ca1ien. pá !. •.. Al ménos tú pudiste estar con
te, para volver sin él. él hasta. el último momento.
AUR.-; Qué meses tan desastrosos, FERM.-Mi sefiora Aurora., i tiene su
Fermina.! Perder á mi pobre hijita., y merced plata. suelta paro. ir á comprar
saber al mismo tiempo que se estaba lo que falta. para el almuerzo queman.
muriendo papn sin que yo pudiera ir1e d6 el amo que sirvieran á s.us ami.
á ver y ..... ¡Pobre, pobre papá, que gos?.. .. i Como que su merced me dijo
tanto me r¡ueria! ¡Bien decia él que que no tenia. sino un billete de cin.
mi matrimonio seria su muerte! cuenta. fuert.es~ pero con eso no se hace
FKRM.-Otra. cosa que se me olvida.. mercado ...
ha .... Me encontré con el amo Valerio JULIA. (sacando la bolsa )-i Qué ne.
por In. plaza..... cesi to.s? Y o traje dinero aquí.. .. . (le
AUR. (aparte)-Tres días hace que no entrega algunas monedas; .A~t?'ora le
ha. vuelto :í c:1.sa. (alto) i Y qué te dijo 1 llace seiúl.S á Fennina pam gue -no ?'e-
FERlL-!ba. con otros rahallero .. , dha; pero ellajinge no haber 1nsto á
riéndo~e y muy contento; me advirtió t~l(, señora).
dijera. á su merced que ú las diez esta. AuR.-J ulin. l Quó haces l.. . ·.Manda..
ria nquí á alroorza.r~on cuatro amigos. ré pedir á Valerio, más bien ....
AUR.-¡ Con cuatro amigo¡;! Y no JULIA-i Para qué? teniendo yo
hay un papen la ca;,a.. .... aquí?.. .. Fermina mo llevará despues
FER~t.-; Ni u u cuartillo con que eso..... Dime, i tienec; convidados á al.
comprarlo: Pero ya que e¡¡tá aquí mi morzad (Sale Ferrnina ).
señora. Cleofe, mándele su merce111'le )-;Sin duda no ten.
da. ocia quo hay allí' 1l:á cosa cou qu~ mudarse: (alto) i Ya
JUL11 -¡Qué decia.c;? d1ste tus órdenes?
AUR.-Que parte del almuerzo lo j AUR. ( C01L 1li~t?·acc-ion)-.."L
baao trner de la fonda. No hablemos (He oyen t•OcP,s de.:~templadu.~ acl~>nt1·o.)
m~ de esto ..... dime. cu primer lugar, Aun. ( apade)-¡ Si será Valerio l ..
iCÓmo ha venido mi u1ndre? ¡Cómo ocultarle á Julia que 'viene
JOLIA-J.i}lt:í buena ahora, pero muy ébrio?.... pues de seguro eqtaní como
triste. ¡Cómo babia tle ser! E~tá tan siempre .....
nerviosa, que cualquier cosa la impre. ~ULIA ( prr,stando el oi fuúnmos de una vez ú caso.? Aou .. (aprtrte)-¡ Respi ro t .... al mé.
AUR.-Sí, tienes razou ..... Agur.r. nos Julia no pre~enciará esta ~ceua.
dame, entre tanto que paso á dar mis (Entran a rnbas pO'r la pue-da tÍ lu
órdenes. derecha, en,,¿ nwmeuto t>n que apa1·c.
JuLIA-Vete, pues..... cen vari{)S jrh·nus con Valc,•io }Jitl' le'
(.Al¡¡a.'lar po7' ct·,·o.¿ del cesto de la pue1·ta ele t>¡¡frentc.)
costu¡·a, Aw·ora procura taparlo con
un. pa iío, y sale). J~SCEXA VI.
ESCEX ,\. l\'.
JULI \ soLA (se acerca ni cesto).
V ALERIO T e u.~ TRO JUVE~F.S (todos con
los vestidos desarreglados, loa sombreros
torcidos y el tabaco en la boca.)
JuLa-¡Cu6.nto me duele la sitna. PRDIER JÓVEN-Te digo, V:tlerio,
cion do Auroral Veamos qué fné lo que 'lue hubiera FUnto! ¡Y el marido qué du u u tono que ui tí mirar!~ se atreve
hará! .... :->in duda calaverear, jugar y uno:
belll~r ! .... E~ preeiso que dou Félix hn. Y AL.-; E"o era 6.otes: .... Ahora la
ga -algo por clln, ya quo 6U padre hn tengo tan matJ~ita, quu no o~!\ levnotnr 1
muerto; :y ha muerto de pesadum. hl voz eu Joudc yo estoy.
Lre3l llüSdc el dia eu que <>O ca'i6 su l)RL\1. JÓV. (,·it'ndose)-J Il1íynse \'is. 1
hiJa DO )c\'ant6 cauczn y hasta que lllU- to pÍcaro igual;
riu uuuca ~olvi6 á ~er el mismo 1 ::5EG. JÓ\. ( lirá1ldO:ie 8uln·c lu ~ill~út
de ..duraru, con. titwlamct¿f~: )- A un.. (con ímpetu)-: Cnlla, ucsgra.
i Qut~ quit•n•s! ciado:... K o me exasperes .....
\ \L. - ¿ Y a estlÍ preparatlo el nl. V AT,. (con ,·all'ia )-¡Que calle yo !
muer~o 1 Aua. ( retroce se lo tira) :Toma,
con . .el vi()-¡ He dicho~~~ e no ~e gus- hombre vil y desahMdo l
'tan los l.igrimas y los lloriqueo~~..... V AL. ( recoyié ndolo )-1 Al fin t. ....
1 Dt'\n e nc(L las llaver;..... Así veré sí es ( mi1·ando el anillo) ¡~{e cost6 cíen
cierto que no tienes nadn.. .. fuertes L... Los tenia en caja. de nho-
1
AuR. (levantando la. oab•l'za)-¿Lln- rros ..... ¡Ahora me servirán!
ve!! de qué l N o hay ya en tooa. In cn.>a (Sale pm· la puerta, á la. izqltierda,
tu u mueble con cerradnr:a ..... Sa.lvo riéntlose á Cf¿rcajas JULIA.
¡Mientes! t Y ese anillo que \'OO brillar
en tu dedo? AUR.-¡Jamas, hn.~t.1. hoy, babia
Aort.-¡ El anillo que me regalaRte comprendido lo miserable que es este
el dia de nuestro matrimonio!. ... ¡No, hombre: (se culn•P la cm·a con las 'nl.aeso
sí oo! (lo cubre con la1Jt1 a mano). no.~ con dese.paacifJn) ¡Padre, padreL
V ..\L. ( acercrtci(> )- ?'úra )-¡ ToJo lo he o ido desde aquella.
¡ :Misora.ble! puerta! (sC'l1ttlala de la alcoba.). ¡Deja.
VAL. ( c~m ira)-¡ Eotrégalo: á ese hombre perverso paro. siempre!...
Au&.-¡No :.... Ven ..... ¡si no tienes ya. es-poso, tienes
VAJ,.-¡Que no L ... No m•1 enlo. madre~ ... ¡Uu11. madre ess1empre ma.
porque no respondo de lo t¡ue lu1.n~..... PIN Dt:L Tr.ac~:n ACTo.
que~cas, mujer..... ( lx:tjando la 1:o:)
1
dre:
AUR. ¡Bien haces en exigírmelo! (le
•m.i·ra con inji,Lito delp1'ecio, y ctrrttlt- ( Go-ncltti>•á). -- ...... ...,. ... __
LITERATAS FRANCESAS
DESDE EL SIGLO XIII HASTA EL FIN DEL SIGLO XVIII.
V
(00!\'1'1!\'lJACIOS).
das del trono de Francia otra MARGARITA,
tambien talentosa. y amante de·
AI, empezar olsiglo XVI 1 ln ioft11en. las letras, la.-; cuales cultivaba. con lu.
cin. quu hnstn. ent6nces babia tenido lo. cimiento. E5tll. ero. llija de Enrique II,
mujer en la sociedad habh crecido hermana de Enrique III y fué esposa
mucho ; ya no se la. con idcmbn s6lo del Rey de Navarm y do.~pues de Francomo
t\ la parte amable y helh de la cia, de Enrique IV. Pero si la vida de
humanidad, como á la mujer amo.dn no ~largarita de Aogulemn fué poco ejem.
más y como madre de familia; la mu- plar, la de :lfA.RG.,RITA DE FRANCIA
jer era ent6nces una potencia en la so. fué mucho m~ escandalo~. Se han
c~edad culta y en la literatum: su crí- conservado de ellas unas Mtmun-ias
ttca era atendida, su aprobncion 6 su muy curiosas y una coleccion de poe..
fallo emu títulos á la. estimacion 6 á la sías de bastante mérito literario. Muri6
indiferencia. del público: la mujer ca.n1i- en 1615, separada de su marido y ca u- ·
nab01. á la. vanguardia de la. civilizncion. ti va en el castillo de U¡;¡¡on, á los se.
Em 1l552 ha.bia nacido sobro las gra. senta. y tres años de edad.
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REVISTA QUINCENAL.
75 1
- Al principiar aquel siglo XVII, que¡se purific6, amohló y pulió la leuiua
debena ser de tanta gtoria para la li- francesa, y fué la cnna de la famosa
teratura france~~a, la corte de Enrique Academia frtmcesa, que ha aido la guar.
1 IV era tan corrompida, que laa damaH diana del idioma.
virtuosa>~ y respetables trataban en to. Aclelll88 de los literatos que bemoa
do caso cie alejarse de ella. Con 811e citado, !e ~dmitian mujel'ell de alto
objeto, y para tener un punto de reu. rango que fl~eron por su talento y su
nion agradable, la DuQUESA DJI RA.K- compostura, dignas de alternar con las
BOUILLET, Ca~na de Vivonne, inati. muj&res del Palacio de Rambouillet,
tuyó en su palácio ciertos días de reci. que eran todas model011 de virtud y de
bo que .,e hicieron célebres en la histo. ilustTacion. Veíanse, por ejemplo, Du.
ria literaria. En aquel salon reinaba la quesas como la deLoogueville, herma.
cultura, la urbanidad hasta la ex~e- na del gran Condé, célebre por la parracioo,
y sólo recibían allí persooaa te que tomó en la guerra de la lt'ronde,
finas, ele buena educacion y de talento. Condesas corno la de L.'\fayette, damas
Componíase poco más 6 tpéoOII de coa. de talento d ll'peja,Jo como la de .Motrenta
penonaa escogidas, entre las cua- toville y la e fiorita do Scmlery.
les figuraban el Duque de Ricbelieu, El oráculp de aquella sociedad era
el Príncipe de Condé, el Duque de la el crítico y @¡ratnático Ouez de Balaac;
Rorhefoueauld, l011 poetas y literatoe el héroe ,~pferirlo, el poeta Voiture,
Voituro, Ooea de Balzac, .Méoage, Cha. llamado e ~iadro dul ioKeoio ¡ pero el
pelain de Urfé, Malherbe, Rotrou y
1
ídolo, iodudnblemeote, era la sefiorita
basta L'orneille y Bosauet. Aquelsaloo de Scudery, autora Je las oovelaa mM
se considero como punto de reunion de populares dE, aquel siglo.
los literato~~ hasta mediados del siglo.
Molihe ridiculizó esa sociedad injustamente,
porque fué el crisol en el cual
S. A. D.l S.
( Cont intutrtí ).
REVISTA DE EUROF•A.
1 1 El Bey HunJberto ~ive UJ1 perpetuo temor
do algun levantamiento de 1 .. oauu demoPoCAII
ooticiaa importante. parn nneetrae crácicas que lc1 arrr:an uon lu macbu propieleeeoru
noe ha &nido 81 último J*lllete de dadee de que se a eró en padre, aproveEnropa.
c:hándoee de la ebilidlld de eu veci11011, 1
J.a agitacion agraria ea Irllllda, qne aig11e beciondo 11110 de ... miem .. muae taaalal
órden del d~a,y IM intrincad .. cu.Uonee &oariM que hay •terran al hijo.
de Orieete, no 1011 por cierto ooticlu quo Bocre tantO el Oobicnao Italiano eetá harueden
Interesar á loe lecto~ do eete penó- ciendo •fnenlloe para upropiar á 1 .. monju
dico, qne no preteod811.penetrar muy flrofun- del Ooruon •'• Joewe oetableoid .. en~
damento en unntoa políLicoe enroptJQI. en la Villa J.t~nte, deldo 1828, por madarn
En ITALIA ol aempitemo Garibaldi, á l'Cl- Barat, á pella de 161' propiedad de oiuc:lada•
r ck 1111 añoe, no deja de cau .. r agitaoton nne lranoesea. •
1 cbuo1iego en donde quiera que ae pre-
~enta con ea tradicional camiea colorada, U
port('M á lietaa y pro frigio. Habieado el •
Gob1emo de llambeno maad.clo eooarcelar En FliAl'Ciil no c.an IM pen8C11C1oa.
á un yemo do Uaribaldi, un tal Can&io, por contra lae ~rdenoe rellgio~u n? antoriza~u
ciertos dolito1 ¡H>Iíticos, el anciano demagogo por el .Oobacrno. Tr~e mal fratltlll y monJU
creyó oporllmo deaembarcar en Gónon y do varaae órd~nee.ecran gradualmente e:a:pul-
OinMI aclamar por el populacho. para que adoe dellem~no fl'lUICCe. • •
éate manifeetara a u d-=on&enlo por el encar- Pareco que,. a merced. de lae predtcac1on4!'
cela miento delyemo. Inmedia&ameote el ID- de loe comnm,l&aa ~ radacalee, hay. en. Pane
ceeor de Víctor Manuel mandó dar aatialac- 1 !>trae ¡ran~lea cmdadea tal ex.c•!--C1on de
donee al •: General," 1 á poco Canzlo fué od1o comra todaa lu Ordeoee rehg1oaaa eu-
¡meato en hbertad. • V6ue LA 11 In-. tomo II, J*IID• 2at. j
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1 _7~ _LA f)~ J_E_R_. ---~----
trc el pm·hln b'1jn, que, clicc el Tabltt ( 2 de pre tantas mujeres de gran mérito, últimB-j
Octllbrc), ''Un superior de una Orden mn111ÍR- 1 m!'nte se hnn exhibido de unn manera i·•cligua.
tica cscriloe :i un correspon~~al : '~o so aflija Un corresponsal de París al 1'ablet, del 12
ust~d ''/Jil motivo de nuestra cxpulsion. Creo 1 do Octubro, dice así:
firmemente que si noR quedáramos en Fran-~ " El motivo que me l1ace deseApomr de la.
cia, de seguro nos asesiuari:.m. Tengo el con- Ruerte do ]<'rancia, rlccia Madama de Girarven~:
imionto de que Ri no ocurre prouto nlgnn rlin, es ponp1e es In única nacion que conozgrnn
t·ambio en el Gobierno, un din do estos co en donde los hombres son mejores que las
habrá un ascsinnto general de elédgo11 y mujeres." Si esta opinion de la ilustre es.:rilllon¡;
cs católiC<•K." 1 tora es exacta, esto nos dari:\ la clave pam
Continúan renunciando su!l empleos los comprender mucho ele lo que sucede en este 1
miembros del cuerpo de policía honrados, país, en donde In influencia de la mujer es
más bien que prestarse á cometer tantas in- suprema en lo social y poderosa en lu polítijusticias
con lcsmongcs y numjas expulsado!!. co. Seria cntóncc¡¡ preci•o hacerla responsa-
El miRmo respetable periódico dice: " En ble do In situacion de confusion y complota
1 tanto fJUO se persi~ue de esta manert\ tí las desorganiz:,cion on que se encuentra la Jlran(
Jun~,'Tcgaciones en In catúlic·:1 Francia, 08 un cÍ;\ actual.'' ...... Sin •luda Alt•jandro OúnHIR,
hec;ho consolado1· que los clérigos RUJIUtlHt.'l- hijo, lo ha comprcnditlo nsí Clllllldo ha ciado
mento máK pc.i¡;ruHos y mal afum:ulo~, han ó. la eHtampa nna obra titulada Las mujtres
sido protegido!'! pcrsuualmeulc por la. ltcina c¡v.e maiatl !1 las mt~icres que vota,L. Laij mudo
In¡;btcrra. ~u Mnjcst:ul hom~) con su pre- jercs qne matan so han convertido en nn posonch•
el colegio jrtmita de l{ouhampton,'""que tler social, y el Estado elllpiczn ll nlnrmarso.
cstiÍ en la vccin.lad tic la numsion on quo re- y,. no empleuu las mujeres francea;u!l rle nncssiJc
la Rrinu. l'itlió al Supcr:or que le r ro- tros dins lns armas do los dl;bilcs: ll1gtimns
sentara los novit'Í<•s recientcrní'nte llegados y súplicas,- sino 'lile andan annadas con redo
Franci;l: aro¡;ió á. los jóvcncs con la n.a- vúlvcrs y con frascos do vitriolo, con In t•ual
yor am11Uilitl:ul, prcgnnt:iurlolcs .,ué neccsi- 11e vengan do todo a~ra\'io r¡uu M les hat·e.
l.."\ U n é ÍllVilfudolos á r¡uc ar·mliemn á ella en L;l conupcion y el ciml!lllO á que han lll·gado
tOtlls 8118 ucccs da< les ,dunmte sn del!Lierro.'' la11 11111jeres de todus hs clases en Francia ea;
1:11 uu níuncro anterior hablamo11 de lo cnsn do espantar. So hau hecho tan tcnlil•lcs,
hicn rccihidos ¡no hallian sido lo11 jesuita.; qnc; los jueces no so atrcvt·n :Í cundor111r ti las
cu Coua;t:mtinopla. Eu A frica ha Knccdirlo un 1 culpables, sino que las ponou en libertad casi
hodw muy nott.hlc. El Bmpt;mdor du U:;an- t.riunf;¡lmonte, y cad:\ scm:\lla. los analeR del
da obli;:!;Ó :t •tut tu\'icrnn en su pret~cur:ia una cd1ncn, no súlo en !'aria sino en toda J.'r:mrontrovcr:<
ia loslnil!iunl\ros proteat .• nws y los da, r<.>gistran hcchoa en que lns mnjcres He
jes11itas mi11inurro~ t'l•via•loR por el An;ol•iR- defienden á ~nano armada do cuantos las
po i. Varioa horn- ¿ Cuúl08 aenin, puoa, las oberracionP.11 tl.ol
bre4 científicos dillcUticron i1oportantísimns capiritn eu Francia, cuando deaconocoo una
cuestionca, y algunas mujeres torunrou tnrn- , vc11lad tan clara, para ir á buRcar el rE'rocdio
·hien la palabro cou muy buen éxito. Cítase, fuera de la ouseiían?.a religiosa qoe ~crli lo
entro otros, el rlisc11r&o do uun señorita Pcr- único que podré. snlvarln ·?
cy
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 51", -:-, 1880. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088388/), el día 2025-12-18.
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