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LUZ Y Fl.J DAN FUERZA.
LA MUJER.
REVISTA QUINCENAL
E:XCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS,
l3A10 LA 'DIRECCION DE L.\ SEÑOR,\
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
==~=·=0 =3=2~· =r~~~~-D~O-~~!I=~~·G=O=,==FEBRE~,R=O~l~5==D=E==l=&=80=.~==~~i =P=n=E=C=Io=3~0=c=s=.
ESTUDIOS HISTORICOS
SOH.RE LA MUJER EN LA CIVILIZAC'ION.
C.\l'ÍTULO DÉCDIO.
LA MUJER ITALIA¡{.\.
( CO~TlN U .\CIO~ ).
I DE su SEXO que fué iumolnua por la fe
1 cristiana. •
IlA~L\ pocos ai1os que Nuestro Sefior Las primera~ ~ujeres en Romo. que
Jesucnsto babia. muerto en el Cnlvario abra~a:rou el cnstlanuar.o fueron toda11
paro. redimir á la humanidad cuando patnctas, produciendo con su ejemplo
o;o descubrió eu Roma q11e eu ~o.si todns una gran revolucionen el pueblo. A!C.Í,
las fnmilias pntricins había uno ó mtís ~auto. SoFÍA, con tres hija::, :::>aotaZOJ.,
wi~tnbros que l?erteuecian tl la uuova ::S~nta :::5I~FOR~S.\, con sus siete hijos,
rehgion, los que, abandonnndo In vidn v_llld~ de un tnbuuo, quo ttunhicu habia
re palada. y los. deleites, inspirados tau st~o .1 nn:tolado por los porseguido,re.;; ?el
solo por la vutud de su creencia se cnsttamsmo, Santo. PL.\UTJLLJ., u quteu
babitLu convertido en personas n.bndgn- San Pablo, en el momento eu que lo
das, lleua.s de ctnidad y de un o.qpíri¡u cond~tcian al s_uplicio, pidió su velo pMa.
d~ rur.uo;edumbre enteramente descouo. cu_bnrse los o~os, el, que le fué devuelto
1 Cldo entro los paganos. Rea.lruonte es 1 milagrosamente; estas y tn.tJtM otras,
coso. de milagro que aquellus mujeres que uo t~neroos tiempo de enumerar, 1
dcgm.dadns de que hablo.mo~ úutes pues fúctlmen_te eucontr:uán ::;us oon.1-
(uerau lus parientas, las hermo.nn~ y la~ bres en l~s Hu;torius eclesi:'bticas, fucn~~
drcs de criaturas como Santa Tecla, ron las pnmeras quo tuvieron ::;uficiente
btJO. de noble familia, la que, convortidl\ v~lor para levnnta~ la v~z contra ln.
por ~no Pablo, renunció generosamente v~da muelle y ma.tcnnl de hom::~.. Ella,;,
al eulnce con uno de los jóvenes princi. dtce Alfonso Dautier, u quo babiau
pale~ de Roma, Y _despreciando lo. vida 1 • Véase Historia yontral de 7a ¡, lesía
Y todas las co~~d1da.des, prefiri6 lo. co. por Dercastel y llenrion, tomo 1.0 !J '
ronn del mnrtlno' siendo la PRIMERA •• Les femrtlts da11,, la societú chretie1t11t.
l"CMO III.
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174 J,.,A MUJER.
1 --
1 sido criadas en lns delicias de lo. vida f del sol hay uoa distancia. infinita. En
11 patricia, en palacios soberbios, cuyos l medio de la populosa Roma veo nna
' pórticos de mármoles riquísimos com- corniti,·a nurnel'osa y lucida: el oro,
petian con las pinturas y los mosaicos l la púrpnra, loH soberbios cnrros1 los
más lujosos, escogieron la existencía ' esc]a,·os solícitos, las antorcha!>, las
sencilla y oculta, evitando la pomp3, ' coronas de flore~, las risas inmoderadas,
huyendo de los halagos y las fiestas los coros de baile y de música, todo
mundanas, rodeándose é igualándose á auuncia el gozo de los seotí<.los. Llenw
las e¡¡clavas judías que les habían co. l íÍ los nuevos esposos al altar de Juno.
municado la fe, ocupábause sólo de 1 En medio de una porcion de prácticas 1
obras de caridad y de proselitismo. No supersticio.;as, ridícula!>, y muchas veces
salían de su clausura sino para visitar criminale!:', se ponen sns juramentos
á los pobres y ú los desgraciados, y en el bajo la f>alvngnardia de uoa diosa imfondo
de su!5 retretes sólo se eutr·eteuian 1 púdica. Ni uua pa1a1Jra, ni un rito le.
en humildes ocupaciones, hilando y vanta Jos corazones arriba: este di a,
tejiendo losvestidosquedeberianservir l nefasto para la bumanidad1 se acabará
para vestir al desvalido, y orando sin cou diversiones y bacanales escandalocesar
para pedir á Dios misericordia 1 sus: el hombre y la mujer, rebajados
en medio de las locas embriagueces tle á la par del bruto, quedarán snulidos
los que las rodeaban. 1 en el sensualismo, cargados eJe un yugo
"Trasladémonos con el pensamiento, que bien pronto parecerú excesi vamen.
dice el ab3te Gaume (en su obra tantas te pesado á sus indómitas pasiones, le
veces citada aquí) ú aquellos admira- ~ rornperún sin motivo ni vergüenza..
bles dins del naciente cristianismo, Ent6oces vendrán las c.li~;ensiooeR, los
cuando la fe primitiva, madre de b odios, los desprecios insultantes, la exinocencia
y la cariuad, estaba en tocio posicion, el adulterio y la muerto. Y
su vigor y ¡;u lozanía: dcscond!~rnos á l ved aquí un nuevo manantial de deslas
oscuras catacumbas en donde nnes- l órdeues y c.lesgracias abierto en el seno
tros padres se ven precisados :í ocultar 1 de la sociedad; y e& te mauautinl parunas
virt~tdes de que no era digna la l ticular, U1ezcladas sus aguas cenagosas
tierra. En torno del modesto ~epulcro cou otras ruuchns, irú aumentando las 1
de un mártir, alumbrado por algunns 1 olas de la corrupcion hasta que ~ea.
lámparas de barro, lámparas del pobre trasto ruado el mundo antiguo.
y c.lel artesano, están reunidas, arrodi. " Por el contrario, en las catacum- 11
!ladas y silenciosas, dos 6 tres genera- l ba!i se respim la tt·aurJuilidad y siLoriooes
de crilitio.nos: los abuelos, con
1
plicidad de la i noceut:ia.. El p\ldor y
los cabellos blancos,- paganos cou \'er- ¡la modestia Ron las rosas, las gnirtido;;,
milagro vivo del poder del cris- oaldas y las galM de los nuevos estiauisruo,
-los pndres cristianos líntcs 1 po¡;¡os.
de los que les dieron el ser, y por tíl- "El recogin,ieoto y ]u!i oraciones de
tiruo el mancebo y la Joocella, nacidos 1 sus familias conruovtdas indica u la gra.
eu el seno de la ,·erdad y criados con 1 vedad del acto que se \'a á celo!Jrar.
la leche de t;sta. E o la grada dell.\1 tar Los hijos de los. mártires, postrados al
está un Poutílicl:l ménos .-enerallle por pié del altar, dau y reciben con relif.
US al'íos que por las Reñales del mo.rti- gioso ten1or sus recíproc,as prornesa!'l y
rio. Esas piadosas familias están allí las bendiciones del cielo destinadas á
paro. asistir á un acto solemne: una 1 hacer suave el yugo qne se les impone
boda de cristianos. para toda la. vieJa; y las santas pala-
'· Encima de ellos, á la misma hora, bras, exprosion solemne de las obliga-
¡;:e consuma tambien entre los paganos ciooec; que vao á contraer, esas pala.
el (l.Cto fundamental de la sociedad bras que hubieran arrebatado rle aclmi.
doméstica. Entre lo que se practica en r'l.cion á los fil6sofos de Aténas y á los
Y,11 catacumbas y lo que pasa á la. luz legisladores de Roma, salen sin éofasi:s 1
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REVTS1'A QUINCE~AL. 1í.3
del Pontíflce de blanca aun ¡ue esta obm no es propia. p:.na b
cahnliera." lectura de las I'Cñoritas.
Quisiéramos citar aquí todo el :\droi. La paz, la union, la caridad, el celo
ral,le capítulo del abate Gaume en que por la Religion qne profesaban, eran
hace la dc~cripcion completa de lo que las virtuJe¡; de lns cristianas de esa 1
en~ el rnn.trimonio en los primeros primera época.. ],lenas de celo y entuticmpos
del cri,..tiiUlÍ"mo, pero c~ta obra. ,jasmo por su fe 011 .Je:..ucristo,las espo- j
se huía interminaule si a. { lo hiciéra. sas aleutabau, collfortaban y ayudaban
mo•. N os contentaremos, pues, con re- :í I'US maridos e u lo. hora de las pruebas
comendar e pecinlmeote la lectura de y lns persecuciones.
In lli-sTOP u m; LA Socnw \1) nm11~s-¡ S A. or: S.
1'ICA á los pv.dres y madre¡.¡ de familia, (CJontinuai'<Í).
A ROSA MARÍA.
Cu:uulo to miro en el umhrnl dorado
))el mi~tciio~o templo de la vid:l,
J'¡·ontn á lanzar tu c-oudc á In dicha In ilusiou iu \'Íta,
Quisiera detcllcl' ~SU nwlo n1·tliente
l'nm que e,;cuohos tlo unn VIJ"- amiga
Algo que el pocho conmovido steutc
( ' unndo en tu bicu el cornzon se agim.
:So son liEoujns ni ficciones gratas
J,o qne mi atnor solícito to !Jriutla:
Ron t•nlahrus IIIOUÚtoun!", bCJUmtas,
Mny au~ter.1s quizá paro uuo uiiia.
l'oro qubicm \Cr en ti cumplido
1:1 ideal quo In moute so imngina,
Y ,¡ lo c.spoutáuoo, júvou y tloriuo
Ai1u~hr lu ruzou solll'in. y bcuigun:
Quo ln constnntc nnhelo ~> icm¡m~ fuero,
l:..ntrc los juego mismos y In r•sn
'\' los eucautos de In edad prirncm
Bondad y nbncgnciou modcsh y digua:
1
1 Y el i'etusamic uto en l\ios, In mcuto uf:um,
En su glolioso se•· embcbecitlc.,
Y cual mujer, cunl hija. cual cri~tinua,
Oltcdooe•· r;u voz con fe sencilla.
I'orquo mi nfooto para ti nmbiciona
11 ,\sochr l:u virtudes llliÍ'l di~tiutnli,
1 Y nl poner en tu freute u un corona
1 Vurónarbs á todas, eu ti uoidns.
Y qui>-icrn inspirarte un nmor tierno,
A la "oruod espléndido y wngnifico;
Pues todo lo quo os grande, helio, e!erno,
En 1>:.1 84Cro pendon :se b~wboliza,
Y uuoca logl'a la mundana cienci~,
Si en su forma m•ís hábil y atractiva,
Ofu cnr la oxpresion de unn concicuoin,
Xi desvirtuar do l>io:~ la e~eucia misma;
Que él es el foco deslumbrnnte y bello
Do l:l verdad que cliendo la de su
narcotizada !::)autafé. silla) el Prior del convento de San
L:\ cnu!la de esta perturbncion no era Francisco de Guáduas. Las domas per.
moco de pavo, pues se preparaba t.ada l ~;onas del 6éc¡uito hicieron otro tanto,
méuos que ol viaje del Ilustrísimo seffor y dos din¡¡ despues llegaban enlodados
Arzobispo Cab;\llero y Góogora con 1 y molidos tí la plaza de la ,¡un do
otros JltHso uajo.~, l:a'>ta la villa de, Guáduas, en donde encontraron ya d~
Ouúdun!> y úuu lmsta Honda, para ir li montado ol piquete ó escolta que, ú l eucou Lmr al uuovo Vire y do u Juan de órdenes do nuestro amigo GonMlo, ha.
Torreznl Díaz Pimienta, Delegado de bia tomado la delantera.
Su Maje tad Cárlos III de este nombre, Durante el trascurso del viaje, Andrés
Así, pues, parn un ~.iaje de ~;iete tí permaneció siempre al lado de •u pro.
ocho dius, que dohcria hacerse con In lector el Arzobispo, como ésld so lo
decencia y uun el boato quo petliau mandara; poro preocupado COL la idea
las cit·cnustancius, era. preciso gruu de quo aquellos días ele ocio le atrasa.
preparativo y no pocos afaucs y fatigas. rían eo ciertos estudios que ten:o. entre
Al fin se reunieron los ,·iajeros en la manos, callaba casi continuamente, y
1 puertn. de la cnsa ttrzobispn.l, se dierou mús que sério, taciturno y gra\e, apélaq
tíltimas 6rdenes, se hicieron laa nns contestaba á los que le hablaban.
últiw~:. recomendnciou~s, y por últit_uo ;. Tal_ ~nu.:ia que le abru ~a~a el pr~mouto
d señor Arzobt:.po (que qutso sentlmteuto de que aquel viaJe tendn a
hacor el viaje ú caballo y uo en carrua. para él consecuencias graves, y acaso
jc) en uu maguffico caballo enviado funestas, c¡ue oscurecerían su espíritu
e.q>rcH:lmcnte para él de uua de las con una perpétua nube de trüteza y
hacieoc.l&s del .Marqués de San J orge. desengafios!
Tanto el •.\ :rzobispo como su séquito y Don Buenaventura tenia prtparado /
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,- REVISTA QUINCENAL. lí7
alojamiento en su casa para el An:o. la ceremonia de bienvenida y besa.
hispo y los Oidores, en tanto quo la manos.
gente de menor cuantía y los su Lalter. Lorenzo tao1 bien fut~ presentado al
nos irinn á pOGar en otra...'! casas de ve. ilustre huéspet1, o.tnviudo con sus me.
1
cinos rurnos encopetados. 1 jo res vestidos, los que usaba sin sol tu.
El dueffo de las tierras de Ouáduas 1 ra, y tímido y rotra.ido cuidaba de
que, como úotes hemos dicho, era muy oculblrse detras de todos, ou tanto que
entrado en edad, se presentó delante j envidiaba en lo íntimo de su corazon
1 de Su Jlustrísima vestitJo de pnuh1 los modales despejados de su hermano
en blanco: sus temblorosos miembros, Andrés, y la familiaridad que u~aba
ataviados con ricas sedas y damasco, v con él basta el mismo señor Arzobtspo,
su mejor espada 3;1 cinto en su vaina 1 que infundía tanta confusion y :er.
dorada (de lacualJa~ashabin salido) ; güenza al pobre Loreozo,,que hu~tera
llevaba la CIÜJeza cubterta con un gorro querido esconderse debO.JO do tierra
de seda negro,- pidiendo licencio. para úntes que sostener de cerca la yen~conservarlo-
porcuantoquedescubrir:;e trante mirada del ilustrado y thgníslern
daíioso por sus achaques de a.uciano, m o sacerdote.
y la. trenza de cabellos empolvados le Eu breve se retiraron las mujeres al
caía por lo. espalda, encerrado. en \lnl\. interior de la casa, y despuos de mu.
redecilla. de hilo de oro. A su Indo se chas ceremonias hizo otro tanto don
preseot6 doña. Soledad que, seguida de Buenaventura, quien so.lió del apo~eoto
sus dos hijas, se nfiooj6 delante del de los huéspedes con sus hijos, deJando
Arzobi:~po, pidiéndole su bendicion y el ú aquéllos solos y tranquilos, dueños
pri\'ilegio de besar su anillo pastoral. ya de descansar ue sus fatigas.
La esposa do don Buenaventura iba Dofia Soledo.cl, en union de Irene Y
tamLien bravamente engalanl\da con Gubriela, corrieron á quitarse los ves.
rica. saya. de terciopelo negro, bordada tidos de gala para ayuuar personal.
de colores, camisa de ancha gola y mente á sus esclavns tí proparnr lo. .coencajes
ue J!'láodes, J 'YrWntelliliC~ de mida de SUS buéspedo!::, qUO debenan
finísimo pníio de Castilla con punlus de comer solos sin que 11aa bordada y manto bordado d~ podia1 llamar de otm manera aque~la
ph\ta. Ambas usaban, ademas, gruo~as multitud de platos repletos de manJacadeoas
y sartale!i de oro y perlas res ricamente coodimentndos), cstnb:~.
'
largos zarcillos de perlas y eslllomldl\8: puesta en un ancho corrod~r que oc.u.
y .'~'uw ill~ts, pulseras y anillos de oro y pabo. todo el frunte del pumer patto.
1 ptedras prec1o~as, todo ello cLu.vacano y O ruaba 1~ coluruuns del corredor un
1 ~oscamente labrado, pero de grande .S eopeso follo.je de plantas enredadoras
totrínseco valor. cunjudas de flores olorosasqu~ trepaban
A~nc¡ue, como hemos dicho, María hasta ill tejado y ca1au en ructmos hasta
Go.lmcla no excus6 presentarse ú recibir encimo. de las bnrandas, entremezcla.
la lJeodicion de su Pastor, no por eso das con muchas jaulas llenas de pinta.
cambi6 su Llaneo vestido de lana, pues dos pajarillos, cuyos rel,umbro¡¡os coloera
beata de Nuestra. Sefiora de las res alegraban la. vi11ta, u la par que su
Mercédes. Ambas nifias est:~.bau en la canto solazaba el oírlo.
Borde .su juventud, y á pesar de ser Una vez que hubierou dispuesto la
seis afios mayor Maña Gabriela, como comida, y que supieron que nada fal.
era blanca y rubia, parecía. poco miís taba al Auobispo y á su séquit?, c~~a
6 ménoe de la edad de Irene, que era uno de los miembros de la fam1ha
morena, de ojos negros, hermosos y Ruiz tuvo libertad paro. disponer de su
expreatvos, que no lleg6 sin embar. tiempo á su antojo. Lorenzo, que se
go tí levantar del suelo durante todo. babia despojado ta.mbien prontamente
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178 L A M U J E R .
de.> !iuc; vestidos de gala, guarclántlolos novios DO solamente se convengan y se
cuidadGsaruente en non arca en que respeten, sino que se tengan aficion y
tenia. sus eGonomías ocultM, tapadas y cariño tt\ con f.rialtlad (como tra- de don José el otro d ia, que babia en
taba á todo cuanto pertenecía á este ' ella muchos primores, y está como una
bajo JOuoclo), y prontamente salió del j plata de limpia, aderezada y alhajada
1 aposento oo que él o~;taba con Irene, y con muchos muebles que ha hecho
pas6 al oratorio á prepararlo conve. venir de SaDtnfé y de Honda, y auo
nientcmeute pa.ra que el Arzobispo dicen <1ue de Cartagena tambieu le 1
dijese misa ea él úotes de continuar su han mandado algunas cosas.
1 viaje,en la madrugada. del dio. siguiente. -Así. ... estfls conteo la y satisfecha 1
Quedóse, pues, Andrés solo con Irene, -Cómo no! Es cierto que me pesará
1 que era la hermana que más queria., separarme de la cosa de mis señores
auuqne rara vez e:e lo demostraba, pudres, y cambiando de tono, añadió ale- ¡
siendo en aquella familia todos sérios gremente: pero úlo mrnos no me sepay
concentrados. ra.ré deTomasa, la esclava que me crió,
. -Ahora que estamos solos, Irene, 1 que se vendrá conmigo,-y como )·a no
d1jo Andrt:s, dí me con toda sinceridad, 1 tiene gran valor, porqne es vieja, me
i estás conteuta con tu matrimonio 1 llevaré t~mbien á la negra J u~n:J. y ú 1
.¿no te repugna don José, qne no es ¡ la mulaLICa Romualdaque se on6 con-hombre
mozo ni ga.lauteadod migo .... Y Do solamente esto sino que 1
-Sí, estoy contenta, Andrés, coutest6 mi señora madre me regalarú, entre
ella bajando los.ojolf. Cuando mis sefio- otras cosas muy chuscas, la say<\ de
res padres, afíadió, han escogido pa.m terciopelo, bordada, (1ue se puso hoy l
mí el estado, será porque es bueno y para recihir al señor Arzobispo, ¿qué
que me conviene, así como el novio que te parece eso, Andrés 1 '
tambieu debe de ser bueno y me con- -Me parece, Irene, repuso su her. 1
vendrá. mano con gravedad, que no de1erias
-E:-;o es cierto, y tienes razou .... parar mientes en semejantes frioleras.
respondi6 el hermano,-pero yo siempre -iFriolera te parecen Tomasa,Jua- ¡
¡he pensado que es cosa esencial que los na y Romualda.?
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REVISTA QUINCENAL. 179
--- 1
-Eso no, sino la saya de terciopelo. Irene, ama. y atlmira lo hermoso y lo 1
-La saya. de terciop·2lo tiene mús
1
bello c¡ue ngrada á la vista, en esto no
valor que uoa esclava mo?.al repuso la hay pecado ni falta: pero recuerda 1
niña haciendo una mueca muy gracio~a. que la mujer casada lleva sobre sí una
-Ah, hermana! espero que tú no cruz muy pesa :la, pues hará cou su
serás como esas mujeres muudanas, del conducta buena ó mala la dicha 6 la
las cuales dice fray Luis de Leon "que de>gracia de su marido, de sus hijos y
piensan que el cnsarse no e!> ruús que de sus sirvientes . .Debas escoger el justo
dejar la casa del padre y pasarse á la mellio o11tro ser religiosa y mujer de
del marido, y salir de servidumbre y tu casa, y citaúdo otra vez al mismo
vivir {¡libertad y regalo." Lnis de Leon, que escribió una obra
-¡ Qné poco me conoces, Andrés! sobre Jos deberes de las c~~osndas, aña- ¡
mi ma.dre dice, y yo lo creo así, que en diré: "que hay algunas que como si
etote mundo no se debe pensar sino en sus cosas fuesen de sus veciuas, así se
ganar el cielo, y nada más, con buenas de~C'l1idan de ellas, y toda su vida. os el
obras y una vida retirada y religiosa. .... oratorio y el devocionario, y el calentar 1
pero no por eso dejan de gustarme las el suelo de la iglesia tarde y mañana; 1
coso.s bonitas, ricas y agradables á la y piérdase entretanto la moza, y cobra
vista. ¿Por ventura e!'o será malo ~ m::.los sinieHtros la hija, y la hacienda se
-El amor á lo bello no es malo si hunde, y vuélvese demonio el marido."
se ama lo hermoso como efectos de la Miéotras méoos tengas que salir de
bondad de Dios para con sus criaturas. casa, mejor te será, y evita asomarte á la
AuomaH, el mismo SaLomon dijo que 1 ventu.ua, hnblar co;1 ociosos y ociosas
la mujer perfecta debe estar vestid<• y perder el tiempo, pues dice San
de p1.rpu m y lino fino, y añatle fray 1 Agustín : "miéntras que tú duermo!i,
Luis do Lcou, que la mujer casada no 1 el tiempo anda." Y todo se rccol..ra en J
debe a.ndat· "de su per!ioua desaliliac.la 1 este mundo, berm9.na mia, méoos el
y remendada, sino que por la misma ' tiempo perdido. La vida es cosa brava.
forma de su persona la ha de traer y cosa séria, te lo aseguro, y b!ó ~;ayas
limpia y hieu traída, aderezándola 1 de terciopelo no noll tlan la dicha y ni
honestamente eu lo. manera qne ~:.u ~;iquiera el contento. 1
estatlo lo pide, y trayc~ndo!-le conforme -Ah ! Andrés hermano 1 me has
á ~;u calidad, así en lo ordinario como predicado un sermou muy edificuoto:
en lo extraordinario tan1bieo. Porque se conoce de á legua c¡ue te preparas
la que con su buen concierto y gobierno para hablar desde el púlpito; ¡ cuállllo
d:1. luz y resftlaudor á los tletnas de l:i\11 tendremos esa satisfaccion, pues tardas
casa., que e la ande deslucida en sí mucho en toma!" las 6rüoncs! 1
ninguna razoo lo permite." _\.demas, -Lo mí~s pronto posible. No creas
tlice este grao moralista, que :::lalomou er extononnentc compuesto gada, sin afanes ui fatigas, cowo concomo
su pensamiento interior: santo viene al que tendrá el p:J.storoo de las
~ y enemigo de lo profano. Diego de conciencias y el trato cercano con las
1 Estalla dice, hablando ele los bienes cosas de Dios. Apénns vuclvn. á Santafé 1
temporales: "Aunque los bienes sen- pediré permiso alilustrísiroo Arzobispo
1 sibles parecen buenos, no pongas en su pn.ra eotrn.r de nuevo al Semiuario pn.ra.
amor fija el áncora. de tu corazon. Las recogerme y en ~eguida. ir rocil.Jiendo
1 1 verdes cañas alegran la vista, y los ojos una tras otra todas las 6rdenes.
se deleitan eu su frescura y muestra -Cuánto lo celebro, Andrés:- y
de por fuera. Pero si las quiebras, ha- cuenta. con que para el dia en que
liarás dentro set· huecas y vanas." Así, cantes tu primera misa. todos iremos ú
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180 LA MUJER.
Sautafú á oírte, y darlo gracias á Dios padre mand6 llamar con mucho mistepor
In mercerl que hn. di!':pensndo ú rio ú fray Ca~ildo, mi confesor, y se
nuestra familia, dándolo un sncerdote encerró con él y mi señora madre eu
para su honra y gloria. este aposento. Yo tenia mucha curio-¡
-Ahora, Irene, volviendo á tus lsidad de saber lo que ese misterio sig.
asuntos.... nificaba y me asomé por el ojo de la
-No me riñas más, hermano, que te chapa. .... Vi entóoces que fray Ca.sildo
aseguro que no lo merezco. 1 escribía y su merced dictaba lo que
-Qué niña eres l yo no te riiio sino debería de llevar yo en dote. Cuando
q\te te aconsejo; hubieron acabado de escribir metieron
-Te aseguro que t::~.mpocoestoy falta el papel en este cajou.
1 de consejos: mi padre me los admi. Y abriendo un complicado escritorio
uistra. dos 6 tres veces por dio.¡ mi se. con muchos cajoncitos, Irene sacó un
ñoro. madre á cada paso, y por lo que papel que dió á Andrés, el cual tras.
bago bien y por lo que bago mal¡ mi cribimos fielmente, tomándole del pro.
hermana Gabriela. uo se diga, es el l pío documento, ~ como una curiosidad
aonsonote de todo el día: cuando no que pinta las costumbres patriarca.lea
está re-v.audo me está aconsejando. de aquella época:
An·d yn {Ls see s onri6 yt ed idj o:t t 1 , E N '· d 1 e • · T · 'd d 1 1 n omure o a Qanbstma t'lnt a ,
-,,
1
or n~o 0? , o. u par 0 · Padre, llijo y }~spíritu Santo, &c.: Declaro
-E. que menos· ya. so.bo~ lo calla~o que mi hija l\laría hcne llevará á poder
y met~~o e?.tre sí que es¡ solo un du~ de snlegíumo esposo, cuando ¡0 tenga, los
me dIJO : Cuando te casos, I reo e, siguientes rh.-,1rs cou ¡011 cuales la dotaré
acuérdate de este refran que no f'é dón. siendo esta mi ,.~!untad: ,
de oi: • ten cuidado de lo!i cuartillos, t:in sillon de barandillas es aido. do
que lío~. pesos y las onzas dt>? gt
1
uu?a.n palta ............................. ~ .... ~ 150
por s, Y oomo yo ~o ?u ten Ul. ~ c}m;~e "Vei[ltidos rc~cs do crin (t\ seis
del rofran, r_n~ expltco qu.e qnonn. dccu pesos cada una)....................... 132
que ~s preciso poner cuidado en eco. Eu diez yeguas paridas (t\ seis
nonnzat· las monedas de poco valor, pesos cada uon) ....................... .
porque las que valen mucho se guar. En dos caballos buenos de silla,
dllu un.turalmente. valuados en ......................... . 20
-)lucho rue temo, exclam6 Andrés, En nuevo libras t.le pinta labrada
que Lorenzo acabe por ava.rien to, el (s?is v~so~, sois c~churas grandes,
defecto mil;; ruiu; sets cbtqmtns y ~o1s ltmct.lorc.~)..... 180
-Pues si acaba. por donrlc empiez!\, Dos coco~ engnstat.los eu plata y
no lendrá que~ rio.r mucho.... lnhrados ."""' ... .. ,. .................. .
-Vuelvo ú mi temo. Irene pues En sets cuohlllos do cacha de
G
10
quiero bttblar de ti mi:;ntrns pueda, pl~~·;~·~~i~t~.Ú~~;~·d~·;_r~·~·~~~ .... ~
que tnl ve¡¡; uo se vuelva IL pre~enta.r la. ¡ · · 'y so 1
oporlunidnd d.e h~bh:rte ú solas. D~ruo, vtÚ~~·;~~i~t¡~¡¡¡¡L·t~·~~i~'R~~~·~~id~ 160
p;abos nco.so st mt senor pa.dro ya hene Una ncgl'a moza y 1·obnst.a, va-concertada
la dote que te do be dar? loada en....... .......................... 2~ü
Yo le escribí aceren. de esto. Dos !iillns do guadnwacil con
-Si no ~e lo cuentas á nadie. An- brazos .................................. . 12
dr,~s. te diré lo que vi y oí por el ojo Dos taburetes hajoll para la cos-do
la cerradura hace algunos dias.... tura, de gundamacil.. ........ ....... .
-Por el ojo de la. cerradura, Irene, Un.a frasquera cou seis frascos
qué mal hecho! de crtStal de roca ................... ..
8
U:
-Ya empiezas ú regañarme: Pues
si C>~ nsí nada diré .... Prumn ........................ S 1,04 7
-Hnbl~:., que no te reñiré.
-Pues bien ·. el otro dl' n ml' sei-lOr • Esto r)ocumcniO to rnt<,rl\mClltO uutintico, y ea In
"' cortn de doto ole lll nl.ull'l•\ del uut.or.
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REVISTA QUINCENAL. 181
Vienen ....................... 5\
Un corte de saya de 11106 ••• ••••••
Dos cuadros : de mi Señora do
los Dolores el uno, y de Nuestra
Señora del Cnnuen el otro ......... .
En una cadena de oro, con su
óvalo de perlas pequeñas ........... .
1,0-17 Un Cristo de mtnfil... ... ... ... ... 15
30 Unas fundas de tafetan azuloon
su punta de plata... ...... .. . .. . .. . .. . 151
Otrns de 111oé carmesí con guar-
11 niciones de plata.... . .. .. . .. . .. . .. . ... 20 1
Una mantellina con sus puntas
'
Una cruz de Jerusalem .......... .
Un rosario de oro y carey, con
ig de Eo~·o~~- ~~¡~~.-·~~· ·¡~ .pl~~~ .. d~ ·i~ 16 1
villa de Guñduas... ... .. . .. . .. . .. . .. . 30 1
su crucero. ............................. . 10 Una manga cerca de la poblaciou~ l
Un par zarcillos con 26 esme-raldas
................................... .
Un par zarcillos con su relicario
ignal, todo de oro .................... .
38 2,321 1
251 Y fuera de esto todo lo que tenga ya en
Una gargantilla do perlas gran-des
y finas ............................. .
Unos zarcillos de perlas ......... .
Un par zarcillos con aguacates
de esmeralda .......................... .
Cinco sortijas de diferentes pie-dras
finas y oro ....................... .
Una manilla de oro con peso de
trece castellanos ...................... .
Otra de tumbaga ................. .
U na saya de terciopelo negro y
bordados .............................. .
Un paila grande de cobre ........ .
Otra mtís pequeña ................. .
Un t\lmircz grande .............. ..
Otro pequeño ...................... .
Un brasero de plata, a valuado en
Una estnucia llamada "La Tu-baquera."
............................. .
su poder desde úntes de casarse, así como
80 vestidos, joyas, &c.
20 Dado p~l' mí en la villa de San 1\.Iiguel
de las Guaduas.
25 BuENA'VE:S1'URA DE Rurz."
701 Acababa de leer Andrés el papel
dictado por don Buenaventura, y ha.
2~ bíalo guardado de nuevo Irene entre
el cajon del escritorio, cuando vinie.
100 ron á llamar al Secretario del Arzo-
30 hispo en nombre del Prelado, cou lo
91 cual se separaron los dos hermanos, y l4 cada uno fué á ocuparse de sus obliga.
G ciones.
16 , S. A. DE S.
400 (Continua;rú}.
EN LA TUMBA DE MI PADRE.
Ya piso esta mansion, y nada escucho,
Todo reposa en pavorosa calma,
Dime, padre, por Dios,·¿ aquí se duerme?
So piensa? se padece? Dí me, habla.
1
Esfuerzo vano! el lóbrego recinto
Nada responde ti la infeliz plegaria,
1
Ni ~iquiera el1·nmor del viento leve
Esta mausion fatídica quobmnta.
Al contemplar el sol amarillento
Que cou1pasivo tu r;epulcro baña,
Pienso que sientes suo propicios rayos
Y de la huesa acaso te levantas.
Quiero creer en milagros! y mis ojos
Levanto para verle cara á cara,
TOMO lii.
V nelvo á inclinar mi ltinguida cabeza,
Disipado el delirio que me abrasa.
Es preciso dejar estos lugares,
Y cou mis propias trémulas pisadas
Alejarme del sitio do reposan
Tut! cenizas queridas, venerandas.
1 Aunque do pena el corazon se rompa,
Es preciso seguir la ley humana :
Sobrevivir á lo que ruús amamos,
Seguir viviendo de la hiel del alma.
Decir adios á las heladas tumbas,
Es decir un adios que despedaza,
Eso es hl\blar con el silencio mudo
Y pedirle sus ecos á la nada.
1¡
ti
1
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182 LA MUJER.
Y sin embargo vengo á dirigirte
Mi adios postrero, la rodilla hincada,
Para implorar tu bendicion paterna
Y regar tu sepulcro con mis lágrimas.
Adios aun otra vez, debo alejarme
Para volver tranquila y resignada
A gozar de tu aian y tns desYelos
En la que tú me diste por morada.
Debo apartar mi corazon ferviente
De esto que guarda la impotente nada,
Y remontarle á la maosion dichosa
Donde el ángel de paz arrulla t.u alma.
w. D. nE r. ___ ..___
LA EDUCACION A LOS VEINTE AÑOS.
CARTAS Á MI PRIMA NATALIA.
VII
DEL ASPECTO EV APOB.A.DO Y LIBRE DE
LAS JÓVENES DEL DIA.
Mi quer·ída prima:
una señorita de buena sociedad, y vereis
que allí es en donde se dehe encontrar
la solucion de ese problema.
En otro tiempo, mi querida prima,
cuando la conversacion rodaba sobre
algun asunto que no era de la campe-
QUIERO que nos ocupemos hoy de tencia 6 que parecía malsonante, las
una cosa que suele preocuparme, y es señoras se callaban, y los hombres
de aquel aire de afectada libertad y comprendían que oo debían continuar,
hasta desenvoltura que muchas j6venes y hablaban de otra co:>a. Pero hoy,
del día tratan de copiar ele lo que ellas bajo pretexto de no hacerse las ignocreen
que es costumbre inglesa. rantes y pasar por afectadas, las seño-
Napoleoni,cuandose puaoálaobra ritas continúan adelante discusiones
para reconstruir la sociedad francesa., impropias de su sexo, de su posicion y
volcada porla. Revolucion, en lo primero <.le su modestia. :H'rocueutemente se
que pens6 fuó en clar á cada miembro aventuran eu terrenos bien peligrusos,
de su gobierno un vestido en armonía sin saber lo que hacen, y dan una epicon
sus atributos. Así, creo que en nion <.lecidicla acerca de asuntos que
estos trajetl exagerados que llevan hoy deberían ignorar, y que realmente i~lasseñontas
es en donde se debe buscar noran, pero de lo cual se ocupan por
el motivo de aquel aspecto casi inso- el prurito de alarJear d~ que todo lo
lente de que muchas hacen alarde. ! ¡;aben. De esta manera muchas veces
Tantas son las preocupaciones que ti e- hacen confesiones impropias, y sorpren.
neo con la cola,- que es preciso reco- den y escandalizan á las personas pru.
ger con elegancia, -las chm"'T"eras de
1
dentes que nunca pueden olvidar lo
cinta.s y de encajes,- que hay que evi. qua han oíJo.
tar que se desgarren,- que por cierto La mujer bien educada no solamentE:\
seria dificil caminar con modestia y l no conversa sin son ni lon, siuo qtle
sencillez cuando los tacones suenan tiene el arte de hacer hablar á cada
como los de un militar, se sienten ata- persona de aquello que mejor sabe ó
das y maniadas con los trajes tan an- j que más le agrada. El arto de hablcr
gostos, y llevan en la cabeza un som- con propiedad no es hacer preguntr.s
brero 6. lo mosquetero 6 al t?·es. Añadid interminables, sino guiar la convers.'l.á
esto los colores brillantes y vistosos, cion por el sendero que mejor convieLe
los tintos extravagantes y encontrados, al carácter y conocimientos de su ínterlos
cortes que parecen más bien vesti- locutor. Saber escuchar con iutelige:~dos
de teatro que trajes propios de cía es en lo que debe exceder una rnl-
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1- R E V I S T A Q U I N O E N A L . 183
jcr de hueur. sociedad, manifestándose pero bondadoso que distinguía ti las
'bondadosa y tomnudo interese u lo que jóvenes de otros tiempos.
le refieren, sin que por eso ella haga. 1\Ie dirás, querida Natalia., que no
confidencias, ni diga al primero que se siempre las jóvenes intentan herir, y
le presenta cuúles son ,;us gustos, sus que sus cuchicheos y risas no son
preferencias y sus opiniones; debe m a. malignos sino tontos y vanos,- así lo
uifestnrse franca y amable pero sin creo, pero la impresion que causa ese
familiaridad. comportamiento es en extremo desa.
Deegraciadamento ya este modo do gradable, y da una mala. idea de ~a
ser es muy raro entre las señoritas: casi juventud del dia. Así, pues, te aco?SeJO
todas son ruidosas, gritonas, familiares que cuando te encuentres en med1o de
uuas con otras, y cou los hombres que un grupo de señoritas de d~scuidada,
rnéoos conocen,- propensas á criticar, educaciou, procura con tu eJemplo y
cuchichear y reir:;e á carcajadas. Así, modales finos, darles á entender que
un grupo de señoritas es más temible aquella no es la manera de agradar á
eu uon sala que un nido de abispas, y los hombres, ni puede inspirarles sino
ella!i retraen muchas veces más con sentimientos do desconfianza. y de poco
aquel aire de \ulgar franqueza, en respeto.
u u ion de esos vestidos brillantes y hasta Tu afectísimo primo.
inmodestos, que con el aspecto tímido (Continuará).
VIAJES.
H..ECUERDOS DE SUIZA
POR S. A. DE S.
medio de un pnisnJ·e bellísimo, bosques
Xll de pinos, riachuelos cristalinos, prados
GRINDl~J.WALD. de esmeralda, rocns elevadas, campos
. . todos poblados por rnil variados chrrlct~,
~ las siete. do In. ~tt?~na del d~:~ y teniendo por horizonte los nevados
lt1mo de Juho nos dmg1mos en un do la Yungjmu Eiger Westerlwrn v
hgero carrua.je por \liHl abra del valle, 1 Schredock, cuya~ punt~s nevados se
por entre las gargantas de .A.bendborg y notaban en r11edio de otras rocM que
Mogenberghorn.on busca. de las_famotia.s se destacaban negras y abruptas sobre
neveras del Onndelwald. DeJamos lÍ el azul del cielo.
un Indo las ruinas de un castillo viejo, Al fin se nos presentó el valle de
monumento de destruccion ejecutado Orindelwald, y en seguida llegamoR al
p~r . los vasallos . de los barones de pueblo del mismo nombre. Desdo el
\~ 01~~enburg, qmcnes _ahora cuatro ac;eado hotel del.AuuiúL, á cuyas puertas
1~os asolaron l_M prop1ed_ades de sus echamos pié á tierra, se domina parte
lleno res no. pm~1endo sufnr por mús 1 del valle y las principales neveras que
t1~mpo su urama. Despu~s de un rato lo circundan. Un guia nos llevó {¡ la
n :a eocoot_ramos en ~u pintoresco ca. principal uevera, que queda á media
1 1no, á onllas del no Lutschine, c¡ue hora. de distancia de la aldea.. Ee una
rueda tormentoso por entre grandes enorme roca de hielo situada en la
pEñas .desde su nacimiento en el valle 1 garganta. que divide el Eiger del l\let.
de GnndelwalJ. . terberg ; -parece que, segun la tradi-
Duraote tres horas sub1mos por en cion, en otro tiempo aquel sitio estaba
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1 18! __ LA MUJER. --
1 cubierto de pasta.les y bo~que, y que 1 incrustado en el ojo el anteojo, dis-
1 la nevera. ha ido bajando poco á poco tiutivo de la especie, con el cual exa.
hasta invadir una de las mús bellas minaba las neverns, y en !a mano un
partes do aquel rincon u el \'O.lle. Entre delgado baston. E'ltO delicado persolas
anchísimas grietas del l1ielo se ha naje ee dirigía búcia las montañas, silformado
una caverna de más de ocho bando un trozo de ópera.
varas de lnrgo, dos de ancho y vara y
media de altura. Atravesamos toda la
caverna, que parecía de azuloso cristal,
al travez del cual filtraba por todos
XIII
COSTU'1BRES DEL ODERL.\ND.
Indos hilos de agua,-y subimos por Todos los valles al pió ue los cerros
una escalera de mano encimn do la del Oberland están cubiartos de magnevera
; allí permanecimos nlgunos ní6cas praueras que alcanzan á subir
momentos para contemplar nquellos casi basta la cumbre do los cerros. La
fenómenos, qne son problemas insoht- única ocnpacion que tienen los babi.
bles Mtn pam los sabios que los bao tan tes d~ aquellos parajes on el verano,
o~ludiado. i No parece un extraño mis- es el cuidar el gA.Oado y fabricar rica
t~rio que se formen, sin saberse por qué, mantequilla, y aquellos quesos suizos
nquollac; neveras eternas en sitios en tan afamados eu todos los mercados de
IJUO el frío no es demal>iado fuerto, y á Europa.
cuyos bordes vi;e el hombt e y unce u En la parte alt.'\ de los cerros, y e o
y se crian mil plantas y animales? medio de los pastale'i, tieoeu sus chalets
8-;tas neveras son feoómeuos ucscouo- ó casas de Yerano, pero las aldeas y
cidos en América., donde la nieve es habitaciones perm:mentes se encuen- 1
solamente eterna en los lugares en que tran en los valles.
el frio y la elevncioo no permite que En el mes de Mayo todos los dueños
exbt:t el reino auirna.l y vegetal. de ganados so reunen en no punto
.\ pocos pasos do la caverna nn.ce el conocido en cada mJlo, llevando todas
rio Lutschioe, que surge debaJO de la sus vacas y cabras. ,) neces competentes
uc\orn, precipitáudo&e furioso y cu. escogen entre todas á las cuatro vacas
Liorto de espuma, como un cautivo que más hermosas y las eligen reinas, las
huy u sacudiendo sus cadenas, y arra~tra coronan do rosas y ~e abre la mard1a, j
do paso lo~ escombros de su prisiou, seguidas por las domas vncas de honor
bajo la forma de pieuras y cnorruc.c; y escoltadas por los Jlerros, en calidad
ma-as de hielo, que uu.dao formando de palaciegos sin duda. Ent6nces los
remolinoil, .~ohre su seno ceniciento. pastores se despiuon de bUS familils y
Dos horas despues subíamos de uuovo se encaminan trns de la tropa hácia las 1
ni r'.(dn·ivlet, que nos llevó en })OCO tiem. dehesas, en donde se dedican á un ó.rduo
po á lutrrlaken. Eu el camino nos cru. , trabajo, sin descauso, l1nsta el me> de
zn.mos con algunos viajero!!: varios in. Setiembre. Pero al t;Ontir los primeros
gloses montados tranquil1uneute eu fríos de otoño, al>u.udonau su:; riscos y
sosegadas burras ensilladas con gnlá. bajan á las aldeas.
pagos de mujer, pero con doA estribos En algunos cantones toda:> las rruje.
y de cabestro (no ellos sino las burras) ; res se quedan en los valles, parti~odo
otros aun más solemnes, tiesos, graves, ¡¡olameute los hombres que van G tra.
caballeros en ruuh1s. y vestido, de gran bajar; pero en otro!! emigra toda la
tono: c~-.aca, sombrero de pelo y guau. familia, ménofi los enfermo!! é inválidos.
tes amnrillos: "imos tambien un pe- La ocupacioo ue esta poblacior, dútrimotrc
frances montado euuu c:tbnllo rnnte el invierno, cousiste en .acar
do coche, con sus correspondientos cns. leña de los bo~ques, pero eunuco las
cabeles; ataviado de blanco de piés á nevadas no le permiteu Ralir, el pstor
cabeza, so m hrerillo de pt~ja, sin a la, y trabaja dentro de b. casn con su faoilia,
cnbierto con un hermoso velo a~ul ¡ y fabrica con suma uaturalidau y talen-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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R. E V I R •r A Q U I N C E ~ A L . 18.í
to mil fi!::'ums de mndcra representando
cabro.s, ciervos, pen os, pastorcilloll, y
con nua rn.ra perfcccion haco lllodelos
do los c¡,a{ets en •¡uo vive. Atlcmns de
la.s figuras de madera esculpe el hueso,
marfil, lllÚrruol y pied rn. Y ende u elltas
curiosidatJog ú los hosteleros y toudcros
de las ci\l(hu.Jes, los r¡no hacen mucho
negocio rovendiéudolos á los viajeros.
Parece que los Sui~os son muy afi.
ciouaJos IÍ los cuentos y leyenda'!, y
miéutras que rugen fuera las tempes.
hules, y la nieve amontonad:\ ltasto. las
puerta..~ les impide salir. se entretienen
loo; viejos ou referir la,¡ trnuiciones del
país, y los j1he4c'f cu contar su,; rwcnt
nras en lo.s cacerías. Cada uno do los
valles, de los cerros y de los nevados
tienen (:;o{!un ellos) nlgun orígon so.
Lrenaturnl, cuya ltistoria se trasmite
de padre ;Í hijo.
Ent:e otms leyendas pastornlo'l, !ternos
ou-Jo una acerca. del novado de
Blu?~tlisap, que carnctcri:.:a In:. costumbte
» y la candidez primitiva <.le los
obcrlaudesos.
En otro tiempo, dice la. tradicioo, ese
cerro novado que llaman aun hov 'lllonte
de ¡lo,·c~ (blumli.<~ap eu alemau) era
uno do los m~s ricos pnstalcs Jo los
1 Alpes; e u el Yemno estaba cubierto de
o~pcsn ycrl1n y flores hollísiums, y pacían
en él más de aoo \'1\c:J.S y Lecurros.
La ro~, que se ve tocln\1a lo'fantnrse
desnuda un medio do la eterna uieve • 1
servta en n•!ucllos tiempos para dar
sou1bra y abrigar ln caLnfín Jcl pastor.
Poro olosgmciadameute el ducfio de
aquel paraíso nrcal!io no roerecin tnuta
diclu~, segun se vcr:'l, Se hn.bia robado
lí una. j'í"en de los ni n!,Jcdorcs, llovún.
dola á su choza, con grande oscúndalo
en el paí~. Ln. niiin, que so creía sobe.
rana, obhga ~a al pastor .L cun•plir toc..
lo s s. us cupnch.o s; entre otros ' tuvo el stgutetJto: aubt r y hnjar al v:-~llc por
unn. e.~tfileru bh.ndn. y c6moda. El pa~tor,
no teniendo otra cosa á 1nnuo, re.
c~~i6 tl)dos los quesos que pudo, y pont~
ndo os uuos 8obre otros, hizo nuchas
g_radas con ellos, pegtíudolos con In más
nca m&ntoquilla de su lechería. Todas
lns maí:nnas lavaba t!l mismo aquella
cscnlera, v desdeñaodo el :lgua do la
tucutc, ve"rtia para limpit\rlt~. -la loche
más pn ra do !iUS vacns.
La iudi•runcion do lo" clernas p.'lstorcs
llcg1í 1Í s~ colmo cuando se supo el
capricho do l1\ amada del pastor del
Ulnndi.~a11· L~ mad ro do él no r¡ucrin.
creer que aquello fuese cierto, y RO
diri~ió al chalet de su hijo para ¡;onuo.
nc'\rlo sérinmeuto.
El calor era ;;ofocante, y la pohre
ancinoo. lleg6 sin aliento ,¡ la cumbre
del cerro y pidió uno. taza de leche á
su hijo, • pero (sle oo qnorin g-astarla
y le ofreció un poco de agua mezclada
cou tierra Llauca. La madre, con sobrada
jullticin, se iGdiguó, y tirnudo
léjos la bebida, excla.mú al irse :
-1 Que la ju,ta veognnza de Dios te
cnsti"UO como lo mereces l
Po~c os momentos dcspncs e 1 trueno
rompió los aires, una horrnsca se formó
sohro el cerro tnaldi to, nua nevera en.
tera cnyó sobro el p'lstnl, y el pastor .Y
su compañera r¡ucdnron ~oepultados hnJO
ol Monte dt· lt~s jlvres com·ertic.lo ou
etcmo nc\·ado. Desdo eut.6oce~, añado
In leyenda, :.e o yo pedir socorro, cuando
sopla el viento eu las noches borrnsco.
sas; pero hasta ahora Mclio ha subido
á buscar á los pobres pecadores ente.
rr:ulos en In ni evo eterna del UlnMlisap.
Todas lns leyendas oberlnnde:-ns tienen
su scocilln mornlidnll, en las cuales
ol \ icio es castigado con ~;everidnd y
la virtud obtiene casi siempre su rccomponsu..
Los vestidos de las mujeres del Obcrlaud
son poco m lis ó ménos como los de
Hcrua, poro las ti~onomías s~n mucho
m líe¡ sua.,·es y n•~rnda.bles; c:vu todas lns
obcrlaude~as :On rubias y tienen \tul\
cxprcsion ctíudidn y alegro. Lo que os
de :1otnrFc es la pureza de su tez y su
color blanco y rosado línu cutre lus
catn peRioas que vi ven al rayo flcl sol.
Eotre ;,etoann no llevan nada en In
cahozn, sien1lo su único adorno mugníficu~
trenzas de pelo rubio atadas con
cintas negras; pero si son casadas, las
* J•;n Suiz.n so tomn lecho por agua. ordin:
nia.
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1S6 LA :MUJER.
recogen, formando corona en to1 no de
j l~L c11hcza, y sueltas ~>obre los hombros
~>1 son !:oltcraQ.
1 Los hombres visten una levita. de
1 corte anticuado y pn.ntalon igual de
paño burdo color de botell:L; sombrero
de paja, negro y cou tula copa altí~ima;
llcv-au siempre entre lo~ labio!> una
enorme pipn. de porcelana, y parccc<¡ne
es :~.11 í doude fincan toda "\l unidad;
In :unhicion de aquella~ geute~ tiene
por hase poseer una pipn. más hcrmo!'n,
rniíf! costosa y más cara 1¡ue In de su
\ecino. ¿X o vale esta ambician por la
que tieucu los hombres de [JI"t' n ?llU ll(lo
en llevar una condecoraciou tÍ cruz de
honor, tÍ una. charretera 6 ¡;alou que
le:; dé Ítll}JOrtaucia.?
XIV
1-:L LAGO DE DRIEN:f..
El lago de Brieoz es mús pequeño
que el tic TIIUn, y ~ns a.lredcdorcs son
rn{nos ucllos y pintorescos, auuquc
tienen filt originalidad y bollo7.a las al.
tas rocas coronadas de pastalos salpicados
do chozas y cltalets.
ag-ua espumosa, como un magnífico arco
sobre la cabeza.
Por dettas de In. plataforma seguirnos
una preciosa vercdn que counuce
hno;ta las rocas e!{cnrpn.das que dominan
el lago á 1,000 pil-s do nltnra. Desde
allí se percibo no ~ol:unonte el Brieuz
sino el va.lle do Iuterlnken y el lago
de Thuu con los corro!l y poblaciones
que lo rodean.
De!'pues do haber pas.'l.do tre:s ó cua.
tro horas admirando todo3 aquellos
puntos de vista, y descansando eu uu
hotel que brinda toda clnse de como.
didadcs al viajero, tomn.mos de nuevo
el vapor que nos condujo al pueblo de
Brienz.
E,;te pueblo ¡¡Ólo tiene cerca. de dos
mi 1 ha.ui taut es; u o llama la. atencion
por uiuguu motivo, y tiene solamente
110 monumento de nlgun mérito: las
ruinas de \10 castillo con:struido en el
sido XII, y r¡uo no tu\'Ímos tiempo de
ver. Allí s6lo tlOS detuvimos el tiempo
iudü:peusablo para Lncor preparar un
coche y dos caballos.
XV
EL llRUNJG.
1~1 primero de Agosto nos cmhn.rca.
mos en un vapor con direccion á la
cnscadn Je Gie.sslxult, que estn ou la A poca distancia dt•l pueblo de Bru.
OriJin Ízt¡uierda deJingo, Y tí UnOS diez nig dejamOS ol COChe :Lhanl!onlldO n
minutos distnnte del pueblo de Brionz, orillas del camino, y ensillando el co.
si tundo alindo opue.,to . .Al cnbo do una cllero los caballos que Yeninu tirnu.
horn do nnvegacion oímo¡¡ el estrépito dolo, empezarnos á subir lentamente
de lo. c:tscadn, y lí poco dosembnrcmnos. la montaña del Brunig. Pasábamos por
Un camiuo en forrnn de zigzng 11om en medio de campos y ricas !'Omento.
dc,.ca.u ~;ndamente l1Mtn unn platnforma, ras, y al pasar por íronto {¡ lac; choza•
de Jondo se di visa el conjuuto do In el ruido de los cn.scaholes f¡Ue lleva.bn.u
cascada, meclio escondid1\ cutre muchos los cu.ballos al cuollo utmÍitn las geotei
árboles, c¡uo Laj:\ saltando desde In. cum-1 :\ sus pucrl."l.S.
hrc de un cerro hasta perdcrH! entre lus 1 Al cnbo tJe una ltorn de mnrcha llo
ngua.s del lago. Los catorce snltos de gábamos á la. cima del Bruuig, maguí
<¡ue se compone In cascada tioneo los tica ruontnñ., cubierta do iuuurnerable
no.mbrcs de lo, principales patriotas pinos y cugastn,Jn en colos~los roc.'\s
smzos; el primero se lla.ma Bcrthoú.lo, Desde la cumbre, ou la que nos detu.
en honor Jol fundador do Bornn. \'Ímos, ~e descubro el pai!'aje mtís be.
U na senda piutoresc.'\ llevn por entre llo que hru;ta t.mt6nces ltabinmos visto
un bosque do l!ertnoSa. 1 di>emiuacJos por el Talle.
roo el Báltico, y de!ipucs de varins ba- ' Un pobre hotel DOS dió abrigo aque.
tallas subieron, el Rbiu, a.compañáu- lla noche, pero eran tan malas sus en roas
dolos ya otras tribus de Alemania; y tan caluroso el pobre aposento, que
llegaron todos juntos al lago de los 1 no nos fut~ po~ible dormir, y nos levaD- I Cuatro Cantones (donde fundaron á tamos cuando apuntaba la aurora, á las
Schwytz ), y pasándolo, acntnparon al tre¡¡ de la wafiaoa, y ántes de las cua.
derredor del monte Pilátos. Los escao- tro subiamos ya al coche que nos deuia .
diuavos, sin embargo, se separaron de llevar á Saruco y Alppacb.
• los demas emigrados, y buscaron un Recorrimos todo aquel trecho de ca.
sitio para fundar ellos !'iolos UD}~ colo. mino como entre sueños, pues los ojos
nia. Hallaron muy aprop6sito un pre. se nos cerraban instintivamente con el
cioso valle qne les recordaba á su pa · 1 movimieuto del coche y el fre:.co deli.
tria, y llamándolo Hasly establecieron cioso eJe la mañana. El camino le da
allí su colonia. Segun se cree, esto vuelta al lago de Lungheru ( que los
sucedía en 880, poco despues de la habitantes han tratado de secar para
fuDdat:ieu del reino de Hungría. a.pro\"ecbar el terreno), el que de cerca
Los anales suecos mencionan tam- pierde mucho de su encanto. Un estre.
bien el hecho, y los habitantes del va. cho vnlle, salpicado de casita!;, semen.
lle de Hasly tienen, como una prueba teras y bonitos grupos de árboles fru.
:le sn orígeu, un poema llamado Canto tales, separa el lago de Luoghern del
de les frisones del 1-'ste, que es igual de Saruen.
á uu cauto popular de Suecia. La. capital del Canton de UuterwaL
Despues ue que hubimos permane- 1 den (Saruen) es una graciosa ciudad de
ciclo algunos momentos en la emiuen- 4,000 habitantes, dominada. por la co.
cía del Hruuig, e1npezamos á descender lina de Sandeuberg, dotlde ~e veo aítu
del hdo opuesto de la. montañn., por un algunos vestigios del antiguo castillo
angosto sendero rodeado de árbole!'! y do los ~:~eíiores del mismo nomure, y
rocas ve:eutaua enrejada qne Jaba sobre e~e pasaje de mi vida es tan prosaico
un corredor exterior. La ventana esta. y desabrido ....
ha abierta, y levantando la vista nl cíe- -¡K o lo crea, tia, se lo agradecería
lo le ví nublado, y la luna no daba sino tanto! exclamé, pues era tan extrnfío
una luz tri!;te y desigu:d. verla un tanto comunicativa, que aqne.
-¡N o piensas acostarte? preguntó llo no era para desperdiciarse.
tia Audrea. 1 -Pero, dijo ella con embarazo y
-:N o tengo suefio .... y como hoy he arrepentida de haber dicho aquello,
visto por primera vez de mi vida un ser{¡ mejor dejarlo para otra ocal-lion ¡
muerto, estoy impresionada. adamas es tarde y querrús dormir.
-l:l ico mal, repuso ella, lo confieso, -N o, no, al contrn.rio, no quiero
en llevarte ú la igle&ía..... pero no dormir. Siéntese aquí junto 6. mí y con-
' me animaba ú ir sola, y no pude ven. versemos.
cer el deseo de verle por última ve~, -Ah l Pepita, tú serias la úoiu\ por.
despues de tantos años de extrañamien. sona que btlbiern recibido esta coufi.
to y fingida indiferencia, por lo ménos dencia en el mundo si yo te la hi-por
mi parte. ciera!
Yo lo. miré sorprendida, lo cual no. -Es preciso que cumpla usted lo que
tando: ofrece, la dije tomándola una m~no en.
-iNosabiasacaso,Pepita,dijo,que tre bs mias,-ya sabe que de mis dos
debía de haber sido la esposa de don tías yo siempre la be querido más á
Ramon JJ:eodoza? usted.
1 -K unca lo ho.bía. oído, contesté: t y -Lo sé, repuso, apoyando su frente
'l'O.MO lll. 21
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190 LA MUJER.
sobre mi homhro, y por eso s6lo á ti sa.ba mezclarse. A poco de· babor lle.
habl:l.ré de mi pasado. gado á N'~>"""', empecé ú verle con fre.
-i Y con tia Juana no lo recuerda á cneocia. en casa, y supe que le había
veces~ llamado mucho la ateocioo el inculto
-Ah! no, con ella imposible l talento de mi hermana, á quien quiso
-Pero mi abuela.... eu;;eñarle francas. Juana no em her.
-Méoos, ménos, hija mia!. .. cuando mosa, pero tenia ojos muy vi vos, dien.
te refiera la historia de mi vida. encon- tes bla.uquísilflo~, boca agraciada, y
trarás que con ellas me seria imposible sobre todo, mucho juicio y buena conhablar
de lo pasado ... Mi hermana, co. versacion. Don Ramon, que deseaba.
mo tú sabes, me ha mirado siempre tener un bogar aneglado, en breve
corno á inferior y piensa que mi intc. coocert6 matrimonio con mi bcrroana.,
ligencia no está !í la altura de la suya ... cosa que llen6 de orgullo á mis padres,
Y por cierto que no se equivoca, yo que crefan estnblocerla muy bien al
siempre he sido torpe y jamas be teoi. lado del homhre do más consideracion
do gusto por la lectura y el estudio, y de estas comarcas. Aunqne al princi.
ménos en leer esos librotes secos y ári- pio yo le tenia recelo y no me atrevía
dos que han sido su delicia. Sin emba.r. ;Í acercarme al novio de Juana, él me '
go, si á vece¡; sns palabras ofenden mi trataua con tanta condescendencia, y
o.mor propio, la pobre es tan enferma me participaba de lo!; dulces y ma.n.
y ha sufrido tanto en su vida que yo la zana!! de las que le enviaba una ber.
perdouo. Tú sabes que mi padre, que mana que tenia eu Bogotá, que al fin
recibió en sus primeros años poca. edu- fuí adquiriendo confianza, y ya no me
cncioo, la. tenin. á ella do amanuense, doliau las cbauzas qne tenia. conmigo
le llevaba los libros, escribía sus car. acerca de m¡, afanes y percances en
tas y corría con toda la pnrte intelec. la. escuela.
tual de sus negocios. Así es que él no "Aunqne el matrimonio con .Tuana
se cansaba de ponderar su inteligencia, esiaba. enteramente arreglauo, no f!e
sn juicio y la reserva que guardaba. babia. i'ijado otra fecha sino la do la
Mi wadre siempre la prefiri6, y lns dos terrnin~cion do una casa <1ue don Ra.
congeniabo.n en todo, siendo así Juana mon edificaba. entónc~, la misn•n que
la. mano derecha de sus paJres, que tú cono·· •s, y en :londe murió. Entre.
nada. hacían sin consultarla. tanto enferm6se Juana tan gravemeute
"Cuando .Juan11. cumplió veinte años ::¡•te dur6 muchos meses e u la cama, y
yo tenia trece, y era una nifia afi.cio. desde entónces dijeron cuantos mt~di.
nada. á jugar á las muñecas y divertir. cos la vieron, q110 nunca \·oJveria á re.
me en la huerta con otras compañeras cupcrar su salud; y ha sitio así, como
de mi edad. No se babia logrado que hns visto: sufre por tiempos accidentes
rue aficioua~ bien
amigo de ~ociedad, y se manifestaba inteligencia, buen sentido y f1milia
amable y obsequioso con las mujeres honrada, que los encantos de un amor
jóvenes, aunque le tachaban de alta. participado. Aquelln. ma.lhadada.enfer.
nero y orgulloso las gentes vulgares medad produjo en él suma deslzon é
del pueblo, con quienes siempre excu. intranquilidad de espíritu, yéu~;.ose al
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REVISTA QUINCENAL. 191
fin para Bogo tú á pasar una temporada 1 Bogotá muchos meses, y el dia en que
con su familia. Aunque todos habían volvi6 á N"n babia yo estrenado un
notado el resfriamiento de don Ramon, 1 traje (me parece que lo veo l) de mu.
nadie en la familia se atrevía á decirlo, eelina blanca cou pinticas azules, y
y ménos mi hermana, que ocultó su como se U!':aba ent6nces; llevab:l. los
pena y su disgusto eu silencio. A pesar 1 brazos descubiertos y cubríame el pe.
de mi. escasa inteligencia. y poca ed'l.d, cho un ro.ñuelito blanco; entre la parte
nA.da de e:sto se me babia escapado, y superior de las trenza:~ había puesto
un dia roe convencí de lo mucho qne un ramito de jazmines estrellados, y
su fria la pobre Juana con la i ndiferen. así vestida salí á la s!\la en el momen.
cia a e su novio, porque me encontré un toen que entraba á ella don Ra.mon. Él
papel que ella había escrito, eu el que se paró en el dintel de la puerta, mi.
se lamen taba del abandono de un hom. rándome con sorpresa.; yo me sonrojé
bre á quien ella amaba. y admiraba y bajé los ojos delante de los suyos.
tanto. -" Andreita, me dijo alargándome
"E u tanto que suoedian estas cosas, la mano, ha crecido usted tanto y embe.
se habian pasado los años, y yo babin. llecido, que casi no la. reconocía. ¡Y
creciJo haciéndome mujer, aunque no basta bonitas y aristocráticas manos
dejaba de ser bastante juguetona. y tiene! añadi6 guardando una de las
nada e<>tudioso.. Cuando cumplí quin. mías eutre las suyas.
ce afios empecé {l oírdecir que era. bo. "Yo permanecía azorada y sin con.
nita., oosa. que me repeti~ el espejo testar palabra.
cua.ndo le consultaba ... esto lo digo, -" i Cuántos años tiene usted, pues?
hija mía, no por presuncion, sino por. añadi6.
qne hao deSD.parecido de mi fiRonomía -"Pronto cumpliré diez y seis, con.
ajn.da hasta las huellns de una belleza testé arranca.ndo con dificultad mi ma. 1
qne se ma.rcbit6 en breve, merced ií la no, que aún tonia en las suyas, y no
triste y monótona. vida que siempre me quería soltar. Y bajo pretexto de o.vi.
ha. cabido." snr su llegntla. al resto de la familia,
Tia Andrea guard6 silencio por algunos
u1omentos, é ih:l. ú contiuuarha.
blando, cuando de repente entró por
la ventana abiertn uu nmrciéln.go, el
q{1e dcspues do dar Jos 6 tres vnel tas
volanJo eu torno del aposento fué á
golpear contra. la luz quo hnhia.mos
pu~sto s~bt·e uua. me"a., apagándola.
Qu1~e salu á encenderla, pero mi tia
me detuvo tliciémlome:
N o salgas, Pepita, prefiero la oscnri.
dad para seguirte contando mi cuento.
Y en seguida continuó Je esta roa.
nera.:
-"Te decía, hija.mia,queyo era bo.
nita, y así era. la verdad: mucJ1o más
blanca. que mi hermana, teoia los ojos
claros y grande~, la boca pequefia, el pelo
rubio, ondeado y muy largo, ademas
ponderaba.n mi cuerpo bieu proporcio.
uado y a~pecto animado y fe~tivo.
"Había permanecido don Ramon en
salí apresuradamente del aposento.
"Sin embargo, yo no me cuidé de
llamar á nadie, sino que saliéndome
al patio, me ~;enté detraa de unos gro..
nados (que ya no existen ) y bajo un
emparrado de jn.zmines. Llena de or.
gullo, pero tambien de turbacion, con
lo.; elogios de don Ramon, me puse ú
mirar las manos como si no me las co.
UOCleRe.
-"¿Y si Juana, que estaba en el
cuarto vecino, le oy6, no se molesta.
ria 1 me preguntaba. i Por qué? i no
es mi hermano político 1 ¡Qué voz tan
dulce y qué mirada.! ... "Y basta bo.
o itas y aristocr&ticas manos tiene! "
decia yo en voz baja, mirúndoroelas.
Seguramente Ramon, peusé, se acordó
de las de Juana que son negras y flacas!
"No qui8e volver á la sala, sino que
lo estuve oyendo hablar por la reo.
dija de la puerta. Desde ese dia cuidaba
muchísimo mis manos y peo!':abn
con suma frecuencia en ol novio de
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192 LA MUJER.
Juana. Sin embargo rara vez tuve -"Ramou .... no piense que yo gnieocnsioll
de hablarle ; me habia vuol to ro. reconvenid e por su manifiesto destan
corta. que huía cuando se acercaba, vío, que comprendo perfectamente; así,
y adornas mi hermana buscaba siem- le devuelvo desde hoy su libertad; japre
algun pretexto para alejarme de mas seré su esposa.! Las circunstancias
su presencia, pero no lograba impedí r bao variado .....
que yo no le viera y le oyem (desde -"No diga lo que no piensa, con-aquella
rendija), en donde me situaba test6 él con frio acento.
parn. poderle ver y oír sin ~>er vista; -"Sí lo pienso así.. .. y cada día me
gozándome cuando notaba que su con- be ido convenciendo más y más que yo
versacion era distraída y que parecía ya no le convengo :í usted don Ramon.
buscar en torno suyo algo que le fal- Ella aguardaba que él dijera alguna
taba, cambiando su fisonomía cuando cosa, aunque fuera por política, pero él
yo de repente entraba.. 1 con ti uu6 callado.
"La pobre Jnana se manifestaba. [ -Con facilidad, añadi6 J uaua, encada
día más tribte y disgusk1.da, y ha- contrará usteJ uun espo~a mús j6ven,
l>ia momentos qne fijaba sus ojos en 1 más bonito. y más sana que yo, que le
1
mí con indecible angustia. hará feliz ....
"Esta falsa situacion no se podia -"Juana.: exclamó éllon~nt:índose
1
prolongar indefinidamente, y al fin de su asiento: i habla. usted de chanza.
vioo la tempestad y estalló el trueno. ó con ~eriedad 1
U~ dia, estando yo en acecho, como de -"Y o nunca. me chanceo, y este es
costumbre, y J nana conversando en la asunto sério.
sala con sn no>io, el que se babia, ma.- -" i Es decir, dijo él, que usted, con
uifestado de particular mal humor, oí su entera libertad, rompe y anula uuesque
al cabo de u u prolongado silencio
1
tros compromisos ?
ella le dijo con voz conmovida y tur- -" ~í. los auulo y los rompo! repu-
1
bada : so ella con voz clara y fuerte, y lo a&e-
_,, ¿ N o es cierto, Ramon, que soy 1 guro r1ne de hoy en adelante no quiero
uur.. mujer muy iuutil y enferma '! ser para usted sino uuu. amiga, si mi
-"Pero ... annr1ue ahor:1 está siem- amistad puede valer algo ..... una. hC'rpro
enferma, contestó él cou de!'abri- mana, tal vez, a:íiadi6 en voz má~ baja.
miento i uó recuperará alguu dia la 1 y trt!mula, echan Jo á auJar hát:ia ef'ta
sal1ul? alcoba. que ora la pieza wiís ioUledia-
-" 1\ o lo creo, ¿para. qué he de de- ta. que eucontr6 para ocultarse.
cir lo que uo es? -"Juana! exclamó él con un acen-
1
-" i Qué dcsgro.cia. ~ exclamó él se- to alborozado que procuraba ocultar;
enmante. Jua.nita, oigo. usted!
-"¡Lo siente 11sted por mí 6 porl Ella, sin duda, comproudió lo que
usted? proguutó ella con ciert:1. irouía. pasaba en el corazoo de su ex-novio,
-"Por ámbos, naturalmente. pues uo le contestó, ni volvió siquiera l
-'' Cowprendo muy bien! repuso , á mirarle, sino que empnjó aquella j
ella. 1 puerta, y eutraudo en el apokeuto se
-" i. Qué cosa? dejó c¡\er sobre E:sta tarima solloz;\udo,
-"Que á usted no le conviene una en tanto que yo salia sin que me viese
mujer como yo ... y esto lo dijo cou acen- por la puerta que da al patio." 1
to ronco por las contenidas lágrimas. III
"El no con tostó, sino que apartando
la mirada se pm:o á dar golpecitos con "1\Iás roja que una ílor de granada
el basto u contra la mesa, con impacien- (continuó diciendo mi tia, de.~ pues de
cia y dir;gusto. haber callaJo por algunos momentos),
·• Comprendí que ella se babia pues- sumamente agitada y sin atreverme á
to de pié al decir : 1 pensar en las consecuencias que podria
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REVISTA QUI~CE~AL.
tenor para mí el rompimiouto do mi tnn turbada, pero ~egurnllleuto !'Oria lo
hormaun. con su novio, fuime {¡ocultar que quería don Hr.mou, pon¡ue npreco
mi sitio f:worito, bajo elurn¡mrrado tiíndome la mnno con tcruutn. y Hedo
jn.zmiocs .... Al cabo de uu momento váudosela á lo;; labios me dijo:
oí <1uo se acercaban pasosa.celera.tlos, y -"Gracias, gracia<>, tíugel mio~ Eo
c¡uise nlojarrnc ~;iu l'aber por qué, pero este momento in\ ií buscar á fin i nconveuicute.
-"Libre de amarme i repetí cowo "Al decir esto se nlt•jiÍ, y yo me que-u
u eco, tuiriÍndole turLadn. dé allí mismo, vero tan sorprcuclida y
-" ~í, A mlrc:1, contestó ,;¡, y esto confu~a que no lograba a lograrme. Al
no puede sorprenderla, puesto que haco cabo de un mto ~en tí <¡no mi mndre
dias q11u sin hahln.r nos cotuprcndiamos, 1110 llamaba desdo In puerto. ele la
¿ uo es cierto ? sala.
" Yo hnj(. los ojos, que $0 me llena- "Allí estaban mi padru y do11 Ha-ron
de l1ígrima-:, y emyH~cé á temblar. mou. ::\Ii madre, con \OI. agria y des-
-" Yo sé que usted n.o ama, aiin- templada, me prcguut6 si eH\ po~iulc
llió. i Quiere sor mi C.'-}•osa idol(\trntla que yo hubie~e yn nceptndo la utnuo
y lta<·tmno el mús dichoso de los hom- de e~e ct\unllero, el •1ne, niindití, hacin
lH us 1 poco rnto cm el uovio do mi herma un
-·• ¡Y .Junun? contesté halLncientc. mayor.
-" l~lla misn:a, y con sn eutem \O- -·· t'ieiíora, dijo Hamon, JO no rom-luutall,
mu ncnba do decir o~pout:íuea- pí los comprozuisos c¡uu me ligaban á •
mento c¡uc renuncia :Í :m oulaco con. l:1. ~>eiíorita J uaua, co111o olla misma se 1
rnigo, y •¡ue uuula mre!:entido por nin- ternura, no te turbes y respondo h!'a
gunn n.ujcr ...... Y o sl- que mi .A ud rca y llanamente si aceptas la mano dú
1 me corresponde; así, dígn.mo ya cou los esposo qne te ofrece i mi roaclre tnm-
" X o sé lo que le contesté; cstnba poco lo tiene, haré su gusto y el rnto.
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19-! LA MUJER.
-"Esto se llama. hablar! exclamó u ita y más amable que yo, no creas que
él, que veía. con gusto aquel cambio, serás la. compauera de :;u alma y que
pues quedaría. en la. casa la hija que participarás de su peo!;aOJieuto jamas 1
1
más falta le hacia. Y para decir ver- ¿Cómo poJrás tú, niña tonta é igno.
dad, añadió, Juana hizo muy bien en rante, distraerle con tu couversacion1
renunciar ú este matrim~nio, porque i Cómo le hnblar{lS de aquello que ocupa
su salud quebrantada no es propia su inteligencia y lo que le interesa L ...
para ese estado. -"Todavía soy muy niña, con test<;
"Rn.mou n1e dijo algunas palabral'! enojada, por consiguiente, tendré aru.
' de agradecimiento y se despicli<Í para plio tiempo de instruirme, y pueda ser
volver esa noche. Entretanto pensé que que cuando llegue á contar tantos años
debería da.r algunas explicaciones á como usted, no sea tau ruda é ignorante
Juana esa. tarde. Estaba re ti rada en como abo m. Por otra parte, afiadí lesu
alcoba, y la encontré sentada en vantándome, á pe¡.,ar de mis defectos y
una. sillita baja, al parecer leyendo, falta de inteligencia, yo le gusté á don
pero notó qne tenia los ojos abatidos Ramon .... y miÍs de lo que le agradó
y llorosos. Me senté al frente de ella usted con toda su sabiduría; así, uo
y la dije: tenga cuidado por mi suerte.
-" Hermana, quisiera. explicarla.... ".A.l acabar de decir estas duras 1)a.
-"N o te tomes esa pena, respoo- i labrns, me salí henchida de orgullo y
diú interrumpiéndome. Sé todo lo que de mal humor. Pero apénas me •í fuera
pnetles decirme; te deseo mil felicida- de su aposento, me pesó el haber hades
con don Ra.mon. 1 blado así ú mi hermana mayor, tn.nto
"'Y fijó los ojos otra vez sobre el li- más cuando yo me consideraba triun-bro
fingiendo inJiferencia. faute y ella vencida en a.quelln lid tle
-"Deseaba tnmbien ar;egumrla, di- amor. Resolví aguantarle en adelu.nte
je, que si este casamiento le parece á todo lo que me dijera., sin replicar, y
usted impropio, y si la disgusta. dema- lo cumplí, pues de::;de aquel día nunca
siado, yo basta renunciaría (, él. 1 vol vimos, Juana y yo, (t tener la menor
"N o té que le te m ulaba.n los labios y reyerta con motivo de tan delicado
que ¡¡e inclinaba para ocultar sn turba- asunto: era demaF.iado orgullo~a y recion;
pero haciendo un esfuer;r,o para servada para manifestarse celom, y yo
afi rrua.r su voz : 1 estaba. al priuci pio tan feliz y con te uta.,
-"Mi madre, contest6, me l1a pues- ¡ que no podía méuos de tenerle compA.to
al corriente de cuanto ha sucedido .... sion por no haber logrado conserv:u el
y por ella supe que a.péna.c; hube roto corazon de nquel l1ombre que yo concon
don Ramou, él se comprorneti6 sidern.ba. como el primero del mundo.
contigo sin vacilar un momento. "Don Ramon me visitaba diaria-
-" Sin embargo, si usted no con- mente, y cada vez que le oín. conversar
siente, si se opone.... con tanta gracia y talento, y pensaba
-" Y o oponerme 1 exclam6 levan- <¡u e su~; opiniones eran leyes rara tetando
sobre mí una mirada desdeñosa. dos los l1a.bitantes del pueblo y aúu
i Qué me importa 1 i .A.caso no fuí yo para. las personas de la. capital que le
1 quien le notific6 que entre los Jos ya conocían, me maravillaba de mi fúcil
no hRbia compromiso 1 triunfo, y no me causaba de admira.nne
-" Asífué, dije levn.ntitndome muy considerando que se hubiese él fijado
1
chocada con su tono de desprecio, -por en mí: Naturalmente Juana. tenia cui.
<:on~iguiente celebro que no tome usted 1 dado de no presentarse ya en la sala
á mal qne yo ocupe su lugar. cuando él estaba en ella., pero él pareoia
-"Encontrarás, Andrea, repuso con haberlo olvidado todo para no pensar
1
creciente desprecio, el campo entera. ¡ sino en mí, manifestándome su cariffo
1
mente libre; pero sí te advierto una l de cuantos modos podía. Sin embargo,
cosa.: aunque seas más j6ven, mús bo- nuestl·as relaciones nada tenían ie con-
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REVISTA QUINCENAL. H)5
fiJencia.les, pue~ mi mr.dre, que uo per. yen la mayor parte de los proyectos
donaba :í dol.l Ramon su coutlnc t~ con hnrnanos ...... Pero no anticipemos ....
su hija favorita, jamas permitía I)UO hliúntras Ramon apuraba á los obre.
me hablase á solas ni un momento, ros yo hacia inauditos esfuerzos pam
sino que siempre estaba presente en estudiar é instruirme, con el objeto
nuestra~ entrevistas, y no perdía oca. secreto de rivalizar IÍ Juana, DO sola.sioo
de decirle algo desagradnble. E;;ta mente en atractivos sino tambien en
aspereza de mi madre para con él lo instruccion. Pero el t;\lecto DO se for.
sufría don Rnrnon sin manifestar su macoo la voluntad, ademas, la Divinidisgusto,
pero yo comprendía que el dad 1lebia castigar mi loca vanidad.
tono agre~i>o de su futnra ~:uegra le En breve encontní que los libros me
heria profundamente, y que tenia que fastidiaban hondamente, pues no siemhucer
un esfuerzo para ocultar sus sen. pre entendí~ bien lo que leía, y no
timientos. A pesar de toJo yo era in. tornaba el meuor íoteres en ello. Yo
mansamente feliz, pues oos entendía.- le babia suplicado á Ramon que me
m os á m étlia~ palabras, y cuando él vol- enseñara fran('es, prestándose él con
vía á su casa llevaba mi recuerdo bajo gusto á mi deseo, pero al cabo de poco
ltL forma de un ramo de jazmines (cuya tiempo nos cansamos los dos, porque
blancura virginal, m~ había dicho, era por una parte él veía que el estudio
la itnúgen de mi lu11nilcle personr.), fio. era antipático á mi uatmaleza, y por
req que yo ponía todos los días sobre otra, yo me sentía afligida y humillada
una mella para que c~ l se llevara al des. al encontrar que Juana babia aprenpedirse
.... en cambio me dejaba el re. , rlido aquel idioma y otras muchas co.
cuerdo de su mirada, que iluminaba sas en corto tiempo y sin ninguna dimi
espíritu el resto del dia. ticultad. Así, resolvimos auaucionar el
"La casu de Ramou ( cuya conclu. aprendizaje, pero no por eso Ramou
sion ha.bia activado poco durante los dej6 de teuet· conmigo las mismas conúltimos
meses de su compromiso con sidera::iones, y cada dia se manifestaba
Juana) marchaba ya á toda prisa, y más tiemo y caiiñoso, aunque con el
todos los alLañiles y artesanos dellu. resto de la familia siempre us6 de
ga.r estauao ocupac.los en su fiual cous. cierta nlto.uería ceremoniosa que hetrucciou,
en tanto que yo cnidabn. con ria, y ~mns consintió t¡ne ninguno de
el ~ayor esmero un piú de jazmi n q11e ellos ll01perruitiem con él la mús leve
tema preparado pan.J. serubrnr en el familiaridad ni conft.'\nza. E'lta con.
patio principal de la ca!'a nueva, como tineta orgullo~n. me clolin y turbaba,
u u dulce recuerdo para lo porvenir . .. . recorcifíndome lo que contaban tle los
(·en ramo de eso mi;;mo jazmín, que grandes aeñores del tiempo de la cojamas
salió de esta ca!'
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 32", -:-, 1880. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2087386/), el día 2025-05-10.
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