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LA M·U J E R,
REVISTA QUINCENAL
EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS.
ll LA SESOJIA
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
D0:\11::-400, DICif~)fBRE 15 DE 187!3. ~ PRECIO l\0 C8.
ESTUDIOS HISTÓRICOS
8()H1:U•) l u\.. ~l UJ.:hlH. EN LA CIVILIZACION.
LA ).1 U J ER H E BREA.
( COXTlXUAClOX).
VIII ¡Quién no conoce y ha admirado las
. . . palabras de Ruth á su suegra 1 ''.A
Cqllo m unes~ ac.uchlllada .cas1 toda ·• donde quiera que fueres iré; y doudo
la tr1bu do BenJatnm en cast1go do un " morare:; vo tambieu moraré. Tu pue.
crímen cometido por toda ~lla, y para " blo ser{ mi pueblo y tu Dios serli
vengar el honor de una. mnJor vllmen. ·• mi Dios. La tierra que te rocibiero
te ultr~jada,. los miembros de las .~e. "en tu muerte, en esa morirt'.; y allí
mas tnbus JUraron no ?ar sus hlJas •· tondré el lugar de mi sepulcro."
~un~ n los po~s descondwn~os deBen. Poco~ episodios más bellos y ca rae.
pmm quo ho.b1an quedado_. Estos, pues, terísticos de la época, que aquol en
para quo no se ~xttugmoso su raza, que describen las Saarndas Escrituras
t~vicron que apol~r. nl rapto, Y como las escenas de la ieg~ en el campo de
s1glos dosp!les lo hlCIC~n .los romanos BoOz, el pariente mas cercn.no del m~con
lo.s sabtno.s, los bonJnmttas se :roba. rido de Ruth y el suhsiguieute m.ttn.
ron á cuatrocientas nONCELLAS DE SILO monio Je la ~1oabita. cou el rico judío.
un día oo que cantabun Y da.nza.l'~n Dios bendijo aquella uuioz•, pues do
en los campos coreanos de aquella c1u. ella nació el abuelo de David, 'lue fué
~ad. Tal or:~ la tri~o .suorto do ltt m u. la estirpe de N ueÍmbolo de la. mujer ab.
negada, humilde y tierna, cuya. infiuen.
cia. conciliador& suavizaba las co:;tum.
bres rudas de la. época. 1
'TO~O l. l'l
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H6 LA MUJER. 1·
X mayor, .MEROD, al que matase al gigante
Goliath; pero á peF~ar de haberla gana.
AN.l, mujer de Elcano, vivía triste do, no quiso t.lársela á DaYiu, por tener-porque
Dios no le habia concedido bi- le enYidia ~ su gloria y popularidad.
1 jos, hasta que 1m día entró en el Tem. Entretanto David se gau6 el cariño de
, plo del Señor é hizo el siguiente voto: ln l1ija segunda de Sa•íl, MTCliOL, cuya ll •· 1':5eñor de los ejércitos, si volviendo ruano obtuvo al fin; pero Saúl resolvió
·• los ojos miras b nfliccion de tu es- hacerlo matar, y lo hubiera hecho, á no
1 " clava, acuérdate de mi y no olvides á ser que Micho} le salvara la vida, des"
tu criada, dándole á tu sierva u u hi- colgándole por una ventana. David per"
jo va ron que consagrará al Señor por maneció largos años léjos de la corte
1
" todos los dias de su vida, y no snbirii 1 del Rey, y miéntras eso :Micl1ol, por
1
"navaja sobre su ca,beza." (Los levitas 16rden de su padre, se vió obligada á
6 sacerdotes no se cortaban jamas ell tornar otro esposo, llamado Faltiel, en
pelo). tanto que su esposo hacia. lo mismo,
1
Esta es la primera mnjer que registra pero con su propia voluntad, y sin que
la historia que haya consagrado ií su bi- nadie lo obligase á ello, cas(lndose pri'
jo, de!:.de ::in tes de nacer, al servicio del mero con ..A.QUINOAN, de ,J e~zabel, y
1
:5eñor, quien eSCUC]JÓ SUS ruegoS J le despues COn Ja viuda UO UD habitante
concedió un niño que llamó Samuel, el del desierto de Maon, llamada Al31GAÍL.
que moró en el Templo desde su más Cuando se supo la muerte del esposo
tierna infancia. Samuel fu~ el sa.cer-. de esta mujer, David envió mensajeros
: dote más virtuoso de cuantos tuvo Is- :í ..A.bigaíl, que vivía eu el Monte Carra.
el; fué además, Profeta, y ejerci6 m el o, los cuales le so es su amo y senor.
El primer rey judío fué 1-:iaúl; el se- Apénas mtri6 Snúl, David torn6 po-
I
gundo David (que vivió 1000 años án.l sesion del trroo y recla.m6 á su primera
tes de Jesucristo); él fué uo sobmente nn1jer, Mich•l, quien tuvo que abanrey
ma.gníti.co, sino el poet..1. mús reli. donar al es1oso que le había dado su
gioso de aquella nacion. 1 padre y volv1r á casa de David, en donVarias
mujeres tuvieron intenencion de vivió, sil dnda, con Aquinoan y
en la vida y hechos de David. Saúl ha . .A.bigaíl. De Micho} s6lo se sabe q\te
1 bia prometido t.lar ln. mano •le su hija " cuando ent-6 el arca del Sefíor en la
1'
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HE\'lS'I'A QUI~OE);"AL. l4í
" ciudad de D:H'id, )!icho!, hija do S:uH,
·· mi raudo por u un ventnun, YÍÓ nl Rey
•· dan~r y saltar delantt~ u el :-ieñor: y
" de,;deñ61e en su cornzon.'' l>ios en -
tigó n ~Iichol por l':ll soberltin '~y llO
tuvo hijos hMtn el din de su umerte.'. •
Infortunio impoudernble entre los i.:.
raelitaq, como hemos clicho 1\ntcs.
L~ cuarm mujer do D1wid fuí Bwrn.
' SAB~: (f¡ue hahia sido mujer de Urín.s),
y que tuvo la J.rloria du ser madre de
So.lomou, el sa.ltio monarca. David pecó
lÍ los ojos de Dios por ~r'cic~o amor t\
las mujorns, pero un nm\icln1l clln~ uo
tenían influencia sobre ¡;u espíritu.
xn
La prirnPra faltl\ ctne cometicí Salo.
mon nl snbi r al trono, fu~ casa r~e con
mujer p3.gam~. cou una. hijn. del Rey de
EJipto, ol vicla.udo el precepto de Dios íi
lo~ hijos de hmel, á quienes dijo: •· No
" tomarei~ mnjeros cxtmnjorau, ui IOf>
·• gen ti le~ toma.r,~u lac; vuestras: porrpw
" certísimtunoote tmstornnr:'Ín Vll\l~tro
" corazon parn. IJilll sigais bus ítlolos."
Y f>,,[Otn(lll DO contento COU llUa. lllUjer,
tonu~ ruuchas du lns naciones de
~loab, Ammon, ldume!\, Siclon, , ·c. ·• Y
(dice el Autiguo '!'estnmento) tu,·o se.
tecientas mujeres, Y.lle eran couao rci.
nas, y trescientas c-clavns; y l!ll'l muje.
res pen·irtierou su comzon.''
Salomon cch6 en olvido su gloria, S\1
fama., lll mc1110ria de su padre y iíuu la
tle su Dios; y curmclo estaba en el pináculo
do la glorin, fué traidor á su
raza y á su puoblo, llo~;ando hnsm idolatrar
1Í los dioses de bus umjerus y ~.~tli.
ficnrles templos.
El corat.on ele los grnndcs de h tie.
rm es tnuy tenebroso é Ín!iondable;
¡desgraciado dol quo pcnotrn. on ,q y lo
1
vé eu toda t.u rlc"nnde:t. 1
Como las mujeres hP.breas se huhie.
sen corrompido y dcgraclndo con !u. po.
lligaruía do nquclln. socieclall, dc.pues
del reinado de S.·domon hs judías per.
dieron gradunlmoute la sencilln. d1gui.
1 dad que las hacia tnn rcspctnblus, 'ir.
tml que las conservaba, y la purc:.::1. de
úuiwo que las caroctcrizaba, como con
* J,ibro segundo de los }{oycs.-Cnp. \'I.
un perfume campestre, lo cual las hncia.
tlifcnmtes de suo; coutemporlíuens en el
mundo civilizado Je nqu(•) tiempo.
Uec;¡mes de la muertf1 de :-:nlomon, y
en cnstigo de las fnltn.<; de est.c Rey, la
monarquía. jud:"í.ica se diviJi6, y In diez
tribu~ que teniau por cnpitnl á Siqucm
se dieron á la. idolatría. de lo~ falsos dio.
fiO<;. Lns otras UO<;, fJUC mora ha u Cn ,J CrnM)
cm y sus alrededores, pcrlllaueoio-1
ron, sin embargo, 11cles (í Dios y ~su
religion; pero desde entónces el puc.'
bJo judío, c¡ne f'e contaba yu cutro los
m(~-; civilizudos y próspero~> tlcl t~mndo,
empezó á decaer y Jlcrder rm unportnucin.
'l'oda nacion que len ti\ y t rahajosa.
mente se civiliza, 110 dc.~cicudc y tliCilgua
cou In misma lontitucl; al contmrio,
unn. vez 'J.IIC se ]JOios. Per. 1
sigui tí cruelment? ú. J<~lí"~• el ~rofntn, y 1 :í. otros mucho.; n quumos htr.0 mcH·t r 1
porque se negaron :í SDcrific.:a.r ú los fa).
sos dio-es que ello rulomba.
L:~. influencia que tiene la
mala Fobre el áuimo do lo.- homhru,
es mucltí.;;imo más poderosa que la que
ejerce la mujer virtuosa. ; Utututos crí.
mcues no hau causado lns mujeres por.
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148 LA MUJER.
~---~-
versas en el mundo l Una mujer vir- é.<:tos hayan pasado á su alma por una
tuosa, quo de~ea teneralgunn influencia secreta y misteriosa influencia, ano más
henéficn sobre el alma y el corazon de que por la autoridad del ejemplo. De
los hombres, nece~ita tener gran talento piedad, de afeccion de familia, de may
gran constancia pnm obtener su ob- ternal ternura, no busqueis la más dé.
jeto, mi1:ntrasque la mujer ruo.la apela bil chispa de sentimiento en aquella
á las pasiones del hombre y eso le bast.a alma feroz. Desafía el podar del cielo,
para vencer. Sin embargo, el imperio desprecia la. voz do la E.angro, despoja
do la perversidad no es durnrlero coruo y deja caer arruinado el templo del
el de la virtud. ~o solnmente .Tezahel verdadero Dios; y aquellos de sus deutu,
·o un fin trúgico y humillante, sino dos y allegados que babia perdonado la
que con sus crímenes hizo recnor la c6- espada enemiga, ella los inmola para
lera divina sobre toda :su familia; nsí, 8ubir al trono en lugar suyo. :No guarsu
raza y In de su marido, desaparecic. d6 ninguna do las dulces virtudes de la
ron do b lm;, de la tierra en breve tiom- mujer, y tomó del hombre sus rn:í1- odiopo.
.Jcznhol dejó una. hija. tnn mala, ó soR defectos."
tal ve"' peor r¡ne ella, llnmadn ATilA- .Teznbel, con motivo do un motín de
I,u .. "Esta mujer (dice el autor do lns palacio, fué precipitada por una venrnujnros
«lo la Biblia) personifica á la tana. al campo, y sn cadáver fué presa
vez In impiedad perseguidora, la ven- de los perros. Athn.lín. fné muerta. á
gnnza, la nmbicion y la crneldacl. Hija cuchillo en castigo de sus maldades é
de Acab y de Jezabol, dirfa.so que teme insignes crímenes.
no ser tan perversa como los que In clie- - S. A. DE R
ron el ser, y parece que los vicios de (Continuará). ___ ... __ LA VIDA DE LAS ROSAS.
A LA SR~ORITA ROSA VÁRGAS, EN EL DIA DE SU SANTO.
Se muere en cl estío
Ln rosa ele los Alpes,
Ln TOS3 embaLc:n.madn
Quo diamantes desciñe á In alborada
Y lo prestA ,¡ l.'\s nubes su color.
T,:t rost\ nzul qno crece en las orillas
Qn•• majestuoso el Amazonns riegn,
Se mucre cuando llcgn
'l'iuio á ru oca.o;o moribundo ol sol.
J,~ rosa del Jord!W, la. flor preoind11,
La primoros.'l .flor de los salones,
Qno vivo de rosadns ilusiones
Y do auras y arrebol,
Bogotá, Agosto 30 do 18i8.
Trosunto de tu fnz, jo.m:ts se muer~
Suavísimo, y gentil, y encantadora
IA1 ,.o In primcn·cra,
Y nlegre y I!Oñndom como tú.
Que lns floras tambicn dobhn slls hojas,
Al influjo de cn&llCños peregrinos,
Bañadas con nlhorcs vespertinos,
Vestidos con los íri11 do lo J,uz.
Solo que tú, por gotruJ do rocío,
Te ciñes las coronas del talento,
Y sueña tu viajero pensamiento
:So con ánrns, ni rtiidos, ni alboradas,
Sino con esa INMENSIDAD .AZUL.
AGRU'INA 1\Io:-.n:s vEr. V .ALLE.
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nE\T J S'l'A QUINUEN AL.
CUADROS Y RELACIONES NOVELESCAS
1 •
D E T ... A H l ~ 'l' O H 1 A D E A l\f 1~ TI. r O A . -- EL F U E R TE DE S A)[ P A R A DO.
( 00:\'CJ,USIOX).
Ce\ PÍ1'ULO TY.
Er. sol <· ... taha YIL nlto sohm P.l hori..:onto
cuando los dos "campeones llegnron á In
cumbre del torrean . El cnmino quo sc.>rpentenbn
por ln falda del cerro opuesto
relucía claro y preciso hajo lo1:1 rayos del
sol, ya perdióndoso entre In ~>elvn, \1\ roo-pareciendo
otrn ''ez. •
-F.s 1m indio sólo 1 oxclamt; ol portuguer<,
fijándose en el bulto que lmjnb;¡, ú
todo correr siguiendo lns sinnosidndc." del
cnmino: y ndcrnns pnrcco entornmonte
desarmado.
-,:Y eis si trnc algunn cosa en l:lmauo?
prc;untó doiin Ann, quo tamhion estaba
en el mirador.
-Sí, - trae un bulto gn1cso :Lreco una t>iodra.
-~o nos engnñó, pues, Diego! contestó
ella. - ese es d indio tlo ]115 iooteas indudablemente.
-Así lo creo, rOJ>U.SO el mulnto. Ya nos
bn ·visto ; mirn1l : v nos hace seiins con
ellllS ...... Pero el 1ñaldito 68lvnjo no pnsará
do aquel puente. Vivo llios! añadió
examinnnrlo la cnrgn do su mosquete.
-;. Qnó pcnsnis hacer?
-Ucs}mcharle pnm el otro mundo, lin-tl'.
s de que paso á esto Indo.
-;. Uómo así?
-Le mandareS con mi Jll!lno una bala
por via de bien venida quo lo dojnrá tieso.
Todos guo.rdnhnn silencio y I\Ínguno
quitaba los ojos nl irulio, q uo coutinun.bn
su camino para ahajo procipitud,\meuto, -
pero no sin dctoncno do trecho on trecho
y mirar paro. atrns.
-¿Qué mim el miscmblo ? preguntó
doña Ann.
-Xo sé en verdad, dijo el portugucs,
nadie lo signe.
-Os eqnivocais; repuso Jnnn Pórer., ú
mis ojos me cngauan, ó el cerro está cubierto
de guerreros indígenas.
-En dónde los veis? preguntaron todos
sorprcndidoe.
-Poned cnidndo ...... ;. veiR como rollejos
rojos entre lo.s :írbolcs de In vorn del
camino, y sombras que pasan y dcsapnruceu
detrns de los rastrojo~, en ar¡uel punto
y en nquel?
Y mostraba con la mnno algunos sitios.
-Parocíarnc que era el reflejo del sol,
re.spondió doiio. Ana.
-No tal: son escundrotl(ll; do indígenas
pintados con achote, que hajnu ocultos
por el monte. Vedlos pnsnr por nc¡ nl'l sitio
m1ís abierto, arrru;tt-ándose ror el sudo
como serpientes.
-Sí,l:ií ~ exclamaron todo.'l. Ya los veo!
En tanto el de las icotcas habi~ llegarlo
á la última vuelta del camino visible, quo
ori1lnba los precipicios e, el cualsnlioudo á uu lugnr
descubierto, mostró el torrcou en donde :so
veían ,·arios !/IU'ITet·o.~, en actitud bélica
( cno.ndo sin duda ¡;Ólo e,.;pcraltnn hallor algunas
wujero.; aterradas y sumisas). Sciialó
el patio del fuerte en do u de se 'oía el caballo
cquipndo para la :;nen-a con el jinete
euristmda la lau:t.a y al parocer alistándose
para li:LlirleJi al encuentro, 0011 el resto do
la caoollt'rín, que crcínn, sin duda, ~taba
en el pntil) interior.
no bcmo..~ do podc.."llos defender? 6 Qué
dice~. Junn Pércz '!
-:5i todas esta.~ damilsfncmu como "os .. .
1ue atrevcru á nscgurnrlo tambieu ..... .
pero ......
-Escuchad ! ~xol11tuÓ Juanita inte-rrumpiéndolo.
-Qué cosa?
-Oí como 1111 cl:ttin 1Í lo h:jos.
-..\lo pareció, repuso otm, oir rl rodo-ble
de un tambor ; -sí, si, uso e .. !
-Por arriba sonó <'1 redoble :
-l'or nbajo se oyó el clariu !
Aruba:s teninn mzou. l'or abajo llegaba
un de:.t:IC4Uleuto c¡uo mnndnbnn de Santnmnt'ta
ñ auxiliar ni Valle Dupnr; por
arriba llegnLan los expedicionarios que
bnbian sruido clel fuerte pocos dias ántes.
Deograciadamcute estos últimos se prosentaban
semi-denotndo11 y &in hnher podido
obtener ninguM noticia de la hija
de doña Germanl\. Sin embargo consoláronse
oon la vista de los 30 hombres de
Santa Murta, los cuales ofrcdnn pacificar
loo; indios alzndos y 110 dcscnnsnr un dia
hnstn Yengnr los muertos de In Ciudad do
lo Heyes y rccobrnr la niiin perdida parn
cntregút~ela a su mndro.
CAPf'l'"CI .. O V.
SorJJrcuditlos y de~m·icutndos los salva- llnuinnse paMdo nlgun11s semnnns de.s-jt'S,
sucollící lo que hnbia prütlicho .Juan }JUl'S del din eu cpw sucedieron los nconl'drc.
t.: volvieron ~~ internarse en el bo~- tocimientos que unrnunos en el anterior
que, autH¡uo uo ~~in haber hecho ,.,ciinl\!! capítuJo.
de u.wcnnza al fuerte, y dispnmdo llOntrn J,a ciudad de los Il<~vPs, del Valle Duél
tocbs lllB llccha.s do sus nrcos, lru¡ quo pnr, proscnhba un llSJ;(·do u:r.az singular
sin embargo no alcanznron á llegar Á lll! nl rom1•er el nll.m, en tm din do Uioiombro
p:ilizadlld. del mU.mo niio. Hnl1inuso :ya reodificndo
-Bendito eoa Dioc:, quo nos lw :!ltlh Bdo! algunas do las casas quemadas en el ataexclamaron
las mtJjeres an-odillándo o que de los indígcnM, y ompcznbnn a lepara
dar gmcin al cielo. Yantar en torno do In poblncion una mu-'
rodnví~& n11 hn pasnclo el peligro l rnlla que dcboria re.t;gunrdarla contra ol
rupuso l'ÓJ·ez. enemigo ; la Jllnza ( on lu cual so hallaba
-¿ Ün)cis acaso que vohorñn los s:tl- la igle~ia, quo uo lmbh ~;nfritlo con el invajcs
á ntncamos? preguntaron toJns con cendio, y el convento nplicú ,¡los jueec,.;, 111111 \C'Z c1ue conocí¡;
la sentencio, 'lno hieiot'llll lo posihle
para que los indio,., llcclnrasen en dónJe
estaba b uiiia pordidn y c¡uióucs ornn los
autores del crimen. Los indios jururou
uo tener ninguna noticia del hr:cilo;hecho
que, dijl'ron, hubionm dcuunciado
como enteramente inj ustificahlo, pue~>tO
que :r:i ellos ui nadie tonia qnuja do doiia
Germana ó de tm marido, fpliem·~, nl contrario,
!iO decía que cmu humanos y bon-
-Qué dcseái-;?
-l'ido ]JOr favor I}M á u tes que :i Prnn-cisca
lliC nhorqucn primero.
-l'or qué asi?
-Porque la amo demasiado vnrn 'orla
sufrir .• iu renegar tnhez i maldoairos .....
-Que llBÍ ~;ca, contestó el Alcalde.
El inuio le ngradcció con In mimdo, y
dcspidiéndo~e de sn 1nujcr so entregó sin
vacilar al verdugo. •
Pocos 1nomento" de,..pues pendinn de ln
horca lo::. do:; cadáYerc~ eountlsos v horribles,
y lo:; fieles entmhan ñ ln iglesin ñ
asistir ni 6anto sacrificio de la mi¡;:t, que
decian por el dc-:;cnnso del nlmn de 11'1.110-
llos infelices extraviados los religio~o~
<.lominicnuos. Doña Germana en tanto met>
tiudo::.e los cabellot>, lloraba looomeutc lo.
defin itiva pérdida de su hija, á c¡uiou yn
no tenia ninguna ~peranza do enconlmr
en ~te unmdo.
dadosos con su~ sirvientes Y csc:;lovos. Cmñ todas las mujeres qno !lO hallaron
Dc.sosperadl\ eut.inccs lu pobro mndre pi- en los acontecimiento:; del Valle Uupnr y
dió que agnnrJn!lCJJ, áutcs de ahorcar Á del fuerte, cobraron tal honor IÍ los indilos
sentcucindos, que llcgnsc mm órdcn geuns y á lo, lugare" en que hnbinu snfrique
Lnbin pedido nl Gobcruntlor do Sauta do tanto, ,1uc ~;e negaron a vh·ir en aquc-
31arta, perdonando lB vida y coumntando llo desiertos peligrosos, y unns se pasala
poun do muerto eu otra tic oschwitud, l'On 3 IR .;indatl de Santa :\lartn, otras so
~oi lo:; culpal)les cleclaraban en dónde es- fueron ñ Sant3 l•'J y no poc:&s prefirieron
taba la niiia ro u ti\ a. Poro todos estos voh•er á España ú 'Vivir polJremcutc, m lis
~,fuorzos fueron 'anos ; Jos indios con- bien que permanecer en lndins con In ostiuuarou
firmC.'< Cll SU llt'gtltivn Y 110 !Jl'C- peronza de logror una Í011Ullll que COStapararon
á sufrir la vena de In horca que ba tanto" peligros.
les hal,ilm impuesto, wnudnudv los jueces, I>o;; mujer(;,., sin emlmrgo, pcrmnnc<'iCudemas
que sus cahczas fuernu corúlJas Y ron en el Valle Dopar: doiia .\na de Pcel:
pucstas ul pítb!ico cu cscnr}lins }13111 iia, cuya alma Jo hierro prcfcrin Jos polique
bÍr'iiernu de ejemplo 1t los dcmtis in- gros á la trouquiliclarl. y la luc.ho ri In paz,
dí~cnns. CJUCfC quedó en iD. dudad de los Hcycs, cu
Uun ve?. quo los scntouciados llcgRron donde ~o cousorvó clesccndcncin do ello. y
al pil: de la hor<'A, nwnifc tdndoso 6llnll\- de su marido, don Antonio di) l'eroira. La
mento compuuj!d?B i humildes,_ se nrrodi- otm mujer que pcx;uan('ció_ en nqudlas
llnrou par·a rcml.11r la absolucton de los cv111arcal< fuú In rutscm dona Gon nnua,
frai.le.'l <¡u e lOll ncompniiahl\.n 1 vohióudo-! e pasaron
El verdugo se acercó ,; Jt'ranl·isca pnrn lo~ aüo:;, murió :su marido y sus convcia.
horcarla vrimero, pero lill marido cutóu- dof y lle!!Ó á una ·~raudo aucinuidull sin
ces se ¡JQStr<Í cu el ~>u.elo _i ~~a.uifcstando el bnbcr log~11do jam~s la menor uoüc.ña de
ma.yor dolor cxclD.mo dmJICIHl06o al Al- la cautiva.
cal de : Los últimos niios de sn 'ida los ¡ms.¡
-Por Di08, scñar1 por eso Dios que eo
el vuestro y tambion el mio, puesto que
)!OÍ cristiano, oidllle !
• lli:rtórico S<'gun Ca~;tellanoP, }<'ray redro
Sirnon &."'
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)5~ LA MUJJ.;R.
on el fncrtc, teatro de e.:.te cuadro, y allí
murió y In enterraron.
Durante mucho:> años dc.,puos, Jos soldndos
do la gunrnicion, y los uhlcnnoe
truuseuntcs decían que de uocho so \'Cia
vagar )JOI" las parcde:; cuidt.us del torrcou,
quo hnhin bido abandonado, In HOmbro. do
uun mujer que repetía cou acont, do au~"
ll~titt :
-1li hiju ! mi hija 1
Pcnoaban los Mlporsliciosos qno ¡e¡;uramcuto
ayuclln madre iufOliz, no eucontmndo
a :su hija ~:u ol cielo, pu& )o, indioo
quizá.s )t, pervertirían, ui aúu la morada
do los tiugcles aceptaba sin .su único
amor, y bajuha ú la tierra pcnand{) eu
bm;ca ~;uya.
S • .. \. up; S.
CONSEJOS A LAS SEÑORITAS
A S U E X '1' ~'t ADA E :N EL ='1 U :N D <.>.
LA jcívcn que sale del colegio ylútil. No se de'hc permitir que las ni.
"1ohc al lado de sus padres, so en- ñns ~e dediquen oxclusivanwute al cs.
cucntra en la posicion m lis feliz de 1 tudio, aunquú sonn inclinadas {, ello:
t¡uc pucJo gozar en In. vidn \1111\ mujcr.,ln mujer es un sér doméstico, y es su
Sin embargo, á e:>ta situn.cion no le fui. deber tmlmjar en oLrru; mnnunle<; pro.
tan pcligro,o;. pias de su sexo. ''El mnyor defecto en
Aunque la madre ncompafic 6 su una. mujer, dice ol conde de }faistre,
hijn á todas partes, e" deber suyo dos- e:> 81?1' ?iUisculina."
cubrirla todos los engaño~, In futiler.a El buen. gusto y la instruccion ~ólid:\
y ln crueldad de un mundo que .J esu. son el fondo de la educacioo oie las m u.
cristo bn condenado, si se le amn. doma. jeres, sin que por oso ~o hngnu raascu.
!!indo. lWa. prcYendr:í aquel corazon linns ni pretomio~ns. ''N o vnyais á
cáudido contm h f:educcion y la adu. creer, hija. min (docia ol citndo do
lnr:iou. QutÍ de embustes suMos y pér. Muistro á su hijn) quo las obras feme.
fiJo~'> 110 encontrará en lo'! labios do los ni nas son ftíriles; esos trabajos te pon.
j6¡~:mcs: l-'iu fnltar por eso IÍ lo. cari. drán en el lugar que debes ocnpnr en
dnd, los padres deben patcntiv.nr, con In ~ociedad."
CJcmplos, con hecho~ que ellos hnynn Hay mujeres quo so imngtnan err6.
presenciado, de qué mnnem el hombre no8Jllento que s61o pueden oistinguine
do mundo está guiado por la. hipocre. abandonando laR obrns femcmnns y ham:\;
c6mo diFfraza sus pasiones. sonrie cióndoso mnsculinus. }<;sto es fnlso. El
al enemigo, á quien ataca 1>or lo bajo, Jlrincipnl mérito en una buena mujer
y rnra HJZ manifiesta con frauquoza lo es arreglar su casa con 6rden, hnccr
que picnsu. L!!. 1nnJrc, en tnuto, uo ol. :felices li las pcrbonns qlltt In rodean,
vidur1Í CJUO en toJo y en todas partes consolar y alentar .t su marido, cuidar
debo ser su conducta ejemplar y el do los hijos: os ciccir, formal!' hombres
modelo ']llfl deba tener fnt hijn. 1itiles á la sociedad.
Una \CZ que lA. señorita so haya La base de 1:< fclioidnd de la<; fami.
reintegrado en su casa, Jn madre debe lias e.~tá en la Religion y en el trabajo,
velar en que se perfeccione In educa. en la discipliu1~ y t:ln la uniom perfecta
oion que no bn podido 8er completa en entro los parientes unos con otros.
el colegio, paro formar una. madre do Los antiguos representaban el amor
familia. Se trotará, pues, de que nde. con una. venda sobre los ojos. Dios,
mas do instmida, sea. laboriosa, amante efectivamente, no permito q'llle los que
de su casa y de los oficios dom(~tico~;, se van ti unir so vean tal como lo son 1
discreta, previsora y verdaderamente en realidad. Las ilusione!i los ciegan_ y 1
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REVI::;'l'A l.lU1NOEX.AL. l V..•-• .
no \"Cn si u o horizoutc3 cclcstinlcs y enorme:; con respecto á la 'ida en ge.
scurlcros de flores. Pero. en breve las uernl, cu :ntas más no abrigan cuando
piodrns y las espinas ensanQ'rontnráu so trata del matrimonio' Aquella es
lo~ pié:; do lo,; qno transitan por el ca. una cuestion sobre In cual todo lo ftwmino
del himeneo. jfuchos son los uto- dan. Eu ésto ~ou c6mplicos la soci('dad
tivos pum qno la mujer incauta voa ol,outora., los estableciruiontos do educa.,
matrimonio como la mayor rlichn. e h:~ podido evidcsilusion
y á la do,-gracia; y on breve tu.r á lus jóvenes ol salmr que oxislou
so las verá disgtL->tacias, irritadas y fiuu en el mundo malos mutdmonios; pero
desesperadas, al comprender quo en siempre los padres procuran hucerlns
realidad la. virtud no es apreciada d~- creer que aquello no es comun y que
bidamcnte en el mundo, y ios dé aquel 1lohor y no }¡, 1 trazado la mús EOl!cilla regla
ltlÚS qtw uos i.rnponcmos,cou el mntri. de coud1 ~ta quo produzca uuu dumble
monio. ~ felicidad. · •
Si las ilusiones de ·i.~ j6venes son S . .A. DE S . . -..1----·-
GALERIA DEtMUJ RES VIRTÜOSAS
y J ·> ·~ .A I~ l.. E :...; .
C:(l. TJ!\IJ.\CJO::-;-) .
111
l. A ES POS \ lH. LAF ~ Yl' TTE.
y la Uochl:ljaqueliu ; t6cnuQs nhora bn.
blar de dos hcnnauas igualrucnto respetables,
bondadosas, c:trit.ativas y nb.
negadas: Adrianadc Noatllos-dcs~ ·
II :mro~ presontadoaute nu tro .. lec. pues mnrque3a de Lnfnyettc y Ana de ..
toros dos tipos da mujeres vntuosns Noatlles,- que fué marquesa. de Monta~
de la rovolucion francesa. ln mujer gu. E ron nietm; del mariscal de N oainuirtir
en lo., princesa. ISabel y la. ?i'IIU ... lles, bijas del duque de A yen i perte-~
J~'· hm·áica,, en la. marqu&--a de Lescure necian á aquella, raza de mujeres mur-
---- -4L
TOMO l. 20
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151 LA M U .TER.
- -
tires que murieron víctimas de la gui-ldnd f:obre ln tierra. Xo ~;olamente arllotiua.
momzab:lU sus cnract{res por su po!;iPero
ántes de entrar en materia, per- cion social, JlOr sn riqueza y por su
mHnsenos mencionar de pn.so, la suene udaJ, ¡,ino que en brc\e la j1heu mar.
1lc troR mujeres de aquella fan)iliaqno qucsa. particip6 y bÍmpatiz6 con los
1
fnoron sacriticadnti por la cuchilla de scutiruientos nobles é iJcas n.vanzndas,
.Marn.t y H.obespierre: la mnriscnla de humanitarias y libomlos (en el buen
Noalllos, la duquesa. de A yen y la vi.;. ¡;untiJo de la pnlnhm) de su marido,
couclcsn. de Noailles. Con motivo de In tanto m{u; cuanto que aquel amor al
ancinnidad del mnrisc:ll do X onllles, progreso, ni bien del hombre, aquel
que estaba n!!onizando y no podian odio á toda injusticia, aquello. caridad
trn;,l:ulrlrlo tí tierra cxtmiia, su mujer, con todo oprimido, fio aliaba en ám.
su hija y l:iU nieta habían pormnnecido Los con ol YÍ\O amor nl cristirmismo, ú
en }'mucin, en tanto que casi toda la la Iglesia católica, y 1Í todos los verdanristocrncia
oruigmbn. )lucrto el ma- deros :::ontimicutos religio os.
1 riscal, en agosto de 1 i!J:{, y cuando I!.C Cuando se t11vo noticia en Francia,
propamhnu para nlejar~e 1le Pnris, se de que la c~msn do la libertad en N or.
vieron urrostadu.s en su casa Jo habita. te .América estaba á punto de frncasnr,
cion ¡ Jospuos enconadas en 11\ prisiou mús por falta do apoyo moral en Eu.
do Luxcmhurgo y por 1íltilllo coudona- ropa queJe recursos materiales; gran
das ú muerte por el tribunal revolu. nútnero de jóvenes rlo In. alta arístocionario.
Una \CZ conducidas ni lugar cmcia frnnces.'\, cncal,ezados por el j6-
del suplicio, 1a nnciaun mariscala su- \'On m 1rques oo Lnfayctte, rc<>olvieron
fri6 ln muerte la primera, sig-ui6lB su fletnr un buqu~ J>nra ir tí ofrecer ú
hija. y por último sn uicta. 'l'odas tres Washington sus ~enicios (. la cau<>a de
hnbinn p:'lsndo las últimas l1oms do su la Independencia. Ademns no les di~.
vida exhortando iÍ hicn morir á sus gustaba poder así hntirso contm ]a
compañeros de suplido. Eu el mo. eterna rival y enorniga de su patria:
mento en que ln joven vizcondesa su- la Inglaterm.
hia al cndnlso, IHímedo y roshnloso con Lnfayette no lmbia cuu1pli dos do Noni- recia. do~cabellada, y era calificada co.,
llcs c¡no nos ocupan. omo uno. locura en la familia de los dos
l Empozaréuw& por .Adrinua de N oal- 1 1 esposos, Adrinua, ni contrario, lo alentó
1llcs. 1 en su proyecto y t:impatizaba con él.
A los ca torco año,; casó con un .i6ven (Por qué orn esto 1 Potque aquella mude
diez y seis, hnrrfano do padre y jcr tnn j6"en l>Or su edad estaba ya
1 mndre, l¡ne llc,a\.,a. ya el título de mndurn por el JUicio, y nl dar su mano
ronrqucs tlc Laf:~yette y poseía una de e~pos.1. ~e habia propuesto ser, no
fortuna. inmensa. Aquella pnreja de solamente la compañera material de
ni !'íos, a.l empezar la vida bajo los nus- su marido sino liU compafiera moral, la
picios m(IS risueños, parecinn t·epresen- hermana de su espíritu y de su alma,
tnr C[l ol mundo d ideal de la fclici. y ha~ia parte de su torazon así como
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R E V I S '1' A Q U I N C E N A J, . l5fl
tambieo de sus idea<:, cos.'l esoucinl tcrupestuo~a, todo Jo ntropollnbn., lo
pnm que un matrimonio sen feliz. rompía y de,;perln;mhn; por lo Ulnto I'U
Al regroSII.r Lnfayottc á Francia con antiguo. populttri•lnct so torn6 en odio
uua inmensa. popularidad, dejando yn ltúcin rl, y d pueblo mismo qno lo haasegurada
In lndepcoJcorio. do Xoatc bin. nuorndo lo perseguía. prun asosi.
Amhica, fué recibido por Luis .XVI y oarlc. Al fin, despuos do vanos llis.
su corte con aplnusos y honores, - otro gustos luuy graves con los purisicnH•s,
tanto sucedió ÍL los dornas júvcues, sus dimitiú el cargo do f:cutJml de In
comp:tiieros. Aquel desg-raciado rey no Guardia. Sacional y fué li peleen en co.cnía
eo la. cuenta de que los que IIc. lidad de Oenernl un jefe do los ejércignbnn
de ultramar. repletos Je idt•ns tos do los Ardennes. l'ero como, mornuevns
y de ponsamientos de libertnd. ccd á l()l) jacobinos, perJiú nlgunns
llroviJeucia. para llegar ú bio. pcnnauccido eu sus tierras con sus
sus fines como l'l estudio de la Liatorin: hijos, tu\'o cntúnces que somctcno fí
Cunudo vemos que los houtbre~ m(Ís entregarse presa en su castillo, ha jo su
grandes, los géuios rnús brilluntes no palabra. de honor. Pero como ol Goson
sino miserables ruedlT.~, débiles fur. biomo dt•partameutnl cnconttnm e¡ u e
nillo11 011 la 1-{ran máquina. del mundo; la f111nilia de Lnfayetto no ostnhu su.
¡cuán 1 idículo;; y mcnteca.tos no dclll'- ficicutomentecasligadu, ertido en nos que yo crea on mi propia Jlrohidad,
uun loca antrop6faga. Vi6 con espanto y que mi promoso. do no huir no sea.
que ln Hovolucion, como un torrente manchada con bayonetas. Pero est:'í
desbordado, ya no regahn el suelo de ou vuestra mano el escoger cutre mi
Francia. con las aguas benéficas de uua 1 palabra 6 la \igilnncin do \'ucstros con- '¡
sensata libertad, sino que frenética y tiuclns.
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I5G LA )1 lJ J E R .
..th·crgon7.ndos de sus mozc¡uinns pa- demasiado :í Lnfnyette, el padre d1e la
sionos nnte la noble y digna conductn libort.nd en Fmncin, }lnmquo perdtona.
de In esposa do Lafnyetto, aquellos ran fácilmonlc á Sil 111ujcr ol crí rncn
hombros com·inicron en cptP pormanc-
1
de llevar su nomhr.-•, Llevndn ante un
cm·in cxeeptn de intrnfios en sus tierras, t rihunal parn ser i nterrogndn, un•O tic
!'l ill\igilnJa tan f:olo por Sil:! sirdentcs los jueces le manift>~l~~ •¡uo e~l detestabn
y nut iguos siervos. que In idolatraban. de muerte el nombro y ln pcr~;on;a de
Poro á medida que la Hcvolucion Lnfnyctte.
"Camina ro húcia el trrror rojo se oh id6 -Y o J>Or mi 1mr.te, contost6 c1ln, sn.
t{)da considerncion, St! pisote6 todo res- brt< defender mi nombre y mi tnturido,
peto humano y divino, se pu-o on ol. siempre y contm todos.
'ido todn veuoracion, y en 1Jre\c la La llamaron outtnces insoleutl', y la
marquesa rac1b16 la 6rol3n }JOreutoria \"Olrieron .t eucormr en un calabozo,
de scguiT {i Pnri,., con una escolta, en que eomp::rtia r.on toiln suort.e r\e boro.
doudo la ouccrraron en un calabozo del bree: malos y mujer~s dccncteditnda¡:,
cual yn hal.inu ~acado á su nhueln, li su pero la marquec:a.supo allí, como eo to.
madre y ~;u hcrmaua, para llcvnrlus al das p:i.rtu.s, baectse l'OSpc-tar y ac:atar
cadalso. Porrnit iéronlu llcjar un Rll pro. 110r todo~.
>i ncin :í sns hija~, pero cunutlo !'C des. Al tlo. merced iÍ b iutcrvencion del
phlit. tlo ollas e~taba persuadida ele quo rniui~tro de los gstndos Unidos, fu1~
JnrunR lns vnhoria á ver en el mundo. puesta en libortnrl, al priucipiar el
Durante su cautiverio en Paris cscrihi6 afio de 1793. lmnodintnmouto que pu.
su Ü' tamento que empezaba nsí: do \ cr::c con su hijo ~Jorge, lo en~;6 6.
"~eiíor, todos los elemento~ 1le mi la Aménca del r' orte á bU$Car amparo
\ida ostún en \·uestms manos; estad y protcccion aliado do \Y ashington,siempre
conmigo y nadn temeré, ni ol am!~o de su ¡1adro,-con nun carta 1
nón ln.s sombras do la muet to ... Por. que respiraba aquellos nobles y patrió.,
dono tiC todo com:r.on ií mis encm1gos, ticos sentimientos quo la c.aractorizafli
ncaso los tOY•go. y :'i todos tniR pPrec. !Jan. l~n seguidn, llnm:\lldo iÍ su lado á
guido;os y aun ií los verdugos do los sus dos hijas, c¡ue l1rdtin dejado eu
séres quo mas he amado ... llcdnro nia res•'n·atln. otrn 1\ i ~ ia lleno do angttstin y de m:r.oLta:
suerte, y no ncopt6 el sacrificio tle una ¡ cuál seria. pues. su sorprcsn y f'lt con.
existencia que estaba pronto tí remlir. tento cuando vió ontmr un elia tí su
se J>Or su causa y ln de Francia. Con prisiou, á snrnujcr y :'Í sus hijns 1 ... DesIn
muerte de Hobospicrre, el 9 de thor. ¡mes do aquel día do consuelo, ln fnmi.
midor, se abrieron todas las prisiones lia. de Lafayette. que hauia nacido y
y de causó la guillotina de su trnbajo criúdo-e en mc. Por lo domas, 110 ca recia u
do ocupacion, puesto que como no tuviesen
criados, tenin.n que hacerlo todo
por sí mismas. Sin embargo, en hrevc
la sefíorn. de Lafayotte. cuya salud se
Jmbia debilitado eu la5> prisiones de
~·rnncin, se euferrn6 gravemente en
Olmutz, y durnntc once mOSC!: I'..Stuvo
muy mala sin quo le permitiesen si.
r¡niern. consultar un m,~dico ui ro pirar
el ni re libre, amcna?:flndolo. con que no
podía ,•ol ver al Indo de Sil mal'ido, ¡;i
alguna vez ~alindo su prision. Así por.
maneci6 en ln fortalczn alomnua. ·vuin.
to y tres meses, y uo sali0 sino cuan.
do, ,;racias ú los tmtadoR hecl.os por
luciou. ''
LIL cmrem do Lnfnvette 110 ho.bin
concluido, aunque port~aneci6 cnternlnoute
oclipmdo durante todo ol Primer
Iruporio, y 110 reapareció siuo eu 181.í,
on fjllU fué noml.raclo Diputado t'i las¡
CIÍrnarns Desdo cut6ncc~. hasta llS:-10,
"C lo hnll6 ;;iempro on ln lid como je. 1
fe ,Jet partido libcrul, aunque mmcn de-l
mngogo. y por último, y ñ pe.c:ar do su
fWnn?..nda oda.!, él oucubez6 In rU\olnciou
c:outrn los BCirbont'S ;.- pue:o ou ol 1 trouo tí Luis Felipe, umrimulo cllatro ·1
afios clespue" . .N o otros los mncricnnos
deborinmos profcs..1.r ú Lafayottc gron.
de ostimncion y respeto, pues este hombro
c·dobre, aiempro mir6 con part icu.
lar c·nriño (. iutorcs á toJos los nrnerica. 1
nos do uno y otro hemisferio, mostmn.
do grnn simpatía por su i,udepenclouci '·'"
personas; hablaba de la. Rcvoluciou co- • El p:ulrc de In qoo esto cscrihc1 d Ocnc-
1110 si se trotase \lo nlrrun hecho do la rol Joaq}lin Acosta, cst!ludo eu Europn en
· • d d · / e v¡ f 1 .. 2 , fno presentado , n ~nsa del mnrqm!ll do
auhguc a gnc_gn. 0 n~m::nn. r.. r,·,·o¡•l f.nfnJctto ¡•ur d uaron d" llnrnboldt, y 11,-. do 1
para él no era. SlllO. 1111 lllCldcute, y p~n- entóccs goz1í de In ()lltimacion •le aquel hon.sa.
bn r-¡ne la lustorta. de los nnufrng10s hro esclarecido, tanto que no sobm('nte freno
doho dcsalcmtnr ú los lmenos mari. cu<'ntnba su cll.Sn en Pori!l, en donde J,nfnyctte
no<>. Este hombre do couviccio11es ,·cr. rcc11 in una cs~gidu IIOCJcd_n~ los mñrtes do
· • . • cada semana, !ano quo le Y1s1tnbn en su c:111:1.
nutns que convierten 1
lo <¡ue cado. día fué debilitúndosc de el pesaren éxtasisy unen al sufrimien.
fuerzas, aunque no de únimo, hMta que to un secreto entusiasmo, lágriu..M (jUe
espiró en In noche de na,·idn1l do lbOí. son la san~re delnlu1a, el sudor de In
Hasta el último ÍIJstnnte de su vida agonía, pero que son to.mbicn el rocío
gunrdó e o ~;u corazon una. grande vcne. que feoundi1.a. y hnco fructificar la Yir.
rociou y profundo amor á sn mn.rido. tu~l. Se podía decir de olla como decía
Pocos momentos úntes oo dejarle para San ,Jt¡an Criscístomo lí una cristiana:
siempre, le dijo a.l verle llomr á ~>u " Pof y
-Yo: Al contrario, 1 cuúndo no has " las torres elevados,' El carácter de la
sido siempre el modelo de In bondad y mnrque!'a. tan heróico on las grandes
la ternura pa.m conmigo? circua:;tnncias, tan bondadoso, tan sen.
-Eut6nce~, ¡ pien!'as que l1e sido unn cilio en el comercio do In amistad, era
buena esposa? firme cuando se nocosi tnbn, }'CrG no hn-
-Perfccta. cin alnrde de aquella firmcz.'l. dum, al.
lid;ul do que sohallaAe el General Acosta otra tanora é in';luíot.a qno uo de he ero.
voz en l'arb t"n 181tl, cuando fué derribaclo plcnrso pa.rn so~ tener las obrns de Dios,
dol trono ol wi11mo rey que lmLi11 vi11to el ovar sino la firme~n Slltlvt', humil,lc y digua
con tnnw rntnaiasmo. de ]a verdadera cristihna. Allí, en don.
gn un Jiuro titulado" Vida de .J orgu Waa- Jc el paganismo huhium Clllplcndo la
hington," que poseo la autora do esto articu- venrnza, 1l1 "''l'llem COn
mo ú saisir cctto occasion cl'cxpdtucr la tm- la a tnenl\:é:a. dCt e (bl O re li.r.nndo y
tisfaotion que 11ous a vous trou' ~~s. Ht:l fuulillu pcrsc nihcantlo nqtl lln palal>rus do las 1 et zno~ adres y amigo~,
Y hallarlos Ol>peraban en el cielo
Para vivir unidos,
Sin pena~, sin temores
Y sin martirios.
Y por ellos oraban fervorosos
A tardo y ú maiiann,
Y por ellos lirnosuns
!llultiplicnban:
Y en ~;u comercio santo con los muertos,
Aun }l:\1'8 sí slcnu~nbnn
Uiqueza de virtudes
Y de esperanzas.
Oh ! si nosotros fuéramos ahom
Como cotóoco cron ellos,
"X o fuero tan 1\mnrgo
X ue,tJ-o destierro !
Usos 1..'0nsoladores v beuditos
De los pasados tiempos ! . •
.Al ménos los cristianos
Volvamos á ellos 1
SrLVI':RIA Ei'Pr:sos.\ llE lt:t::sno:s.
~----
SECCION RELIGIOSA.
SOCIEDAD DEL INMACULADO CORAZON DE MARÍA.
Er, domingo 2 t del pasado mes de ele la de Bogot!\ á In estnblecidn on Pa.
Noviembre, se celebró on lo. J~lcsin de ris no hacecincucntnaiios en la. Jglesin
In Euscünnzn do esta ciuclaJ, In. fiesta ele Nuestra Se1iom de lns Victorias.
patrounl del ~.\CJRADO É 1~:\IACULADO Hoy cuenta aquella. Congregadon rnu.
CORAZO~ OE MAltÍA. chos millones de miembros, y las con.
Su Ilustrísima, el sofior Á rzobiapo de versiones que elln ha obrndo son infini.
Santafe de Bogotú, en uu corto pero tas, daudo con ellas imponderables cou.
elocuente sermou, habló do los honofi. suelos á multitud de madres, hermanas
cios de aquella. Uongregacion en el mun. ly espo:;as de-soladas.
do, y leyó el Diploma de .Agregacion Su Ilustrísima, el señor Arzobispo
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160 l. A M U ,J E R.
Arl,al ~cz, e~ el Director {lo la a~adas la~ luces, so retiraron -'Me amenaz6 c.on quo si yo no iba á
mnclro e htjn á la ulcohn. bnblnrlo de aquí (¡ uu mto, mafiana
Habiéndose quitado Cn•andrn. su ves. mi<:mo se iria parn Bogotá sin de.«petido
do baile y do-prendido lns flores dirse.
que llcH1ba eu la cabeza, en lugar do -¿Y entónccs accediste l
ncostnn;o,.vistió una bata de color os. -::-)í, señora, é hice mal... ¡•ero tecuro,
y piilidn y tcrnhlorosa se dejó•cacr rufa tanto ...
sobro uun silla. 1 -Qué co~n?
-11 ija, ¡por 11ué no te nctwsllls! la -Perderle ... moriria de pel'ndum.
preguntó su mndre; acabautlo tic ccrr:t t' brc:
In ven tn11n y in }JUcrta. Como hemos dicho, doña ,J er6nima
-Todavía no, contestó Casnndrn. en cm una mujt>r sin \"crdndcrn exporien-voz
baja. cin del muudo, cnsquh·nua y sin juicio
-Por e¡ tu! l parn todo, salvo on comprar bnmto y
- Tengo dolor de cabeza y calofrío. 'cnder caro en su tienda. So estuvo ni-
-Duermo, que te pasará; sorfl efecto gunos momentos pcus."Lti,a, y llamando
de In fatign del bailo. en li\1 auxilio lo quo de lances de amor
La nnichnchn. no ~e movió. lmbia leído en lns novelas, rucordó que
-¡ gn r¡ué piensas! añadió la mndro uiuguu:' de HIS heminas favoritos llc-hoste¡
r,nralo, es tnr,)ísimo l gaba 1Í casar¡.;o con t•l h¡:roc, sin haber
-Quisillf!L clecirla una rosa tí su mur. zPcorrido mil aventuras Pll cita~ y en.
ce1l, }lOI'CJIIO no me atrevo (¡ l1:tr'l'r uada tl'l'> ista.s misteriosos, aunqnn no ht1bie.
1
sin r¡uo lo s~pn. se objeto en el misterio, poro en ello
-l Qué piensas hacer á esta hora! estaba la sal y la pimiont.n de aquellas 1 Ca!':nnclra calló. historia!':,
-Hnhln: cxclum6 con impncicncin Al cabo de un rato de ca'l'ilacion, di-doiia
.Jcróuirun. jo en tono de mujer s!lbin:
-Jo}¡ r¡ue ... Eduardo me di.~ unn cita. -Me alegro que me hayas comuni.
-;UrHlcita! ¡Paracuáudoyd6ndc~ cado e:;to, y creo que podremos apro.
-Pam do RIJUÍ á un rato, al pié do veclJarnos de las druunstnncias, sin fnl-h
('crea que dá al callcjon. tar por eso al clebido decoro. _¡
J
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REVISTA QUI.NCENAL.
-' lGl ¡
-Cómo 1 que por allí babia, tirados debajo los
-Yo te acompañaré hasta la puerta arbustos de ají sihestrc que orillaban
del corral que divide el soh~r. ~;in que el callejon.
Eduardo, que est1mí de tras de la cerca, -Y si no viniom! preguntó uno de
me ,-en, y aunque de~de allí no podrt: ello!> al cabo de un momento.
oir lo que te diga, uo te perdert! do -Como no! contestó otro, yo le oí
vista y ngnnrdn.rú basta el fin del co. decirqul:l iria úJondc I<;dunnlo exigiera.
loquio. -Tal vez.la vieja uo la habrá dcjn.do 1
-Pero no le parece, mamá, que con ~alir.
este exigencia, Eduardo falta ií la. de. -;Nofaltabatnas: cxclamóolgnlan;
licadeza.! i qué tendrá que decirme {Í d:ímc la botella. añndi6 bo tel.ando, 11
e:;U\S borne;, r¡u~ no rueda hacerlo en que el sereno me hace dnño CUando no 1
ca;a y á la luz ool so ? remojo el gaznate. •
-E~ cierto. Pero ten entendido, pa. -Buen modo do prepararse para una
m tn ~obicrno, que los hombres están cita sentimental! exclamó rit~ndo,-o el
<:Uajados de caprichos. V erbi ~mcia, tu lilas jóvou.
padre que ora un puro capricho cn.mi. -'Querrá infumlirso valor pam el '
nnndo. Parece gua á ellos nada. les combn.te! •
agrnda, sino lo qne piensan que no puo. -N o hay necesidad do comhatir, re.
den obtouor. ¡ E'i posiblo r¡_ue crea que pu!;O Eduardo limpiándose la Loen. (ese l
yo no favorezco ~u preteuston' brandy no está malo) el euemigo se ha.
-Eo;o no, -tí! sn.be lo controno entregado con armas y pertrecho¡;, co.
-Sin embargo, yo ten o expeneucin mo ustedes lo \"Crlín.
y ho leirlo muchas obr que trotnn de -No te jactes ántes de tiempo.
e:;tas cosas. l -Amanecerá y \"Oremos, rc"'poudi6
-Pues si le f reee á su merc-ed, hue.
1
l<::duarJo, y sentáodo~o nl pió do Jn cer.
no ~oria t¡uo fuémmos ú 1 cita, dijo m, ocult6 la. cabeza entro lo:; bmzo~
ca~andm. 1 cruzados sobre )a.; rodillas.
-Autoll de qn dejes nu lado quiero 1 -Qué tienes, Ecua rdo l
hacorto u u L ¡e omondactou irnportnu. -Uu sueño im·oucible: si no fm1m 1
te, impor antl !IDA' exclam6 In mndro,l por In. caja de champaña me iría ú a.
que no Jebe ohtdnr como tn.ntn'l ve. costar, pues estoy cau1alabra<: salieron de Todos 1>6 agazaparon junto á la corea
h y eucnminnron nllugnr de y Eduardo, dcs¡mes de hnbcrso estirado,
J so puso en e\'Ídencia. En aquel mo.
no e estn.ba estrclladn y be- mento, Casandra, dejando 6 r;u madre
a 11oplabn u u aire bb ndo, im. on la puerta del corral, so ncorc6 en u.
n n lo b atmósfera con el oxr¡uisito tolosarnonte al ~;itio en 1}110 In agua.nla.
do Jos jazmines y las azucenas. La Eduardo.
el ¡mohlo e .. taba 'eutrl!gntlo al -Ya pensú quo no venia, dijo L~tc.
y solo bO oía de vez en cnnndo -Tal' ez hubiera sido mejor, con tes.
oto de los gallos y el larlrido tlo tú ella en voz bajr~ y trémula.
p rros, que so respondían unos ál -¿Por qué tiemhln usted, querida
Casandm? la dijo él. ¡ 1\lo tienes mi e.
1.> as lns tres de la mañana, nuesdo
acaso~
tro malos amigos so dirigieron on pos
d unrdo al luga1·de la cita. Cuando
11 •a.ron al callujon mencionado, se
on en algunos cercos 6 vigas
-Miedo no!. .. pero estoy aturdida y
me p:tlpita el corazon. Dígl\lllO pronto 1
Jo. que. deseaba comunicarme co? tnnto 1
m1steno.
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.10)10 J. ~1
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162 LA MUJER.
-Deseaba solamente jurarle ú solas -Y quó opinion, amndísima. Casan-que
la amo "como á la hurí mentida dra, tendría usted de mí, añl\dió viendo
del palacio de Mahoma." que parecía muy asustada, si yo fuera
1 Y levantó lo. voz para que oyeran á pedirla en matrimonio IÍ su madre?
sus compañeros. - Pues i qué puedo decir sino muy
Ca~andra sintió q11e le amaba tanto, buena 1
que no pudo contestarle ¡ tan conmoví- -Sin embargo, para aceptar la pro-da
estaba la infeliz! posicion que usted me ha hecho, hay
1
-i Dfme, hermosa hada, tierno boton un ligero pero insuperable iuconvede
rosa entriabierto, dime si me amas l niente, le contestó el jóven con voz
1 1
--Si no fuero. así, Eduardo, ¿ estaría ronca y acento rudo, y es que no haré
aqu{ 1 contestó ella rnouesta.meote. tal co!'a ni se me ocurrirá jA.mús acep-
1 -Repítemelo, luz de mi esperanza, ta.r 6 convenir en tan ruajestuoso dis.
i me amarás siempre? para te.
-Miéntras viva, Eduardo, miéntras Casandra crey6 que se babia vuelto
viva! loca, la vista se le enturbi6, flaque::í.
"
-Oh! qué dichoso porvenir me aguar- ron le las fuerzas, y tuvo que asirse de
da, Casandra mía~ exclaro6 él con én- la cerca con úmbas manos para no dar
fasis tan ridículo r¡ue algunos de sus consigo en el suelo. 1
amigos prorrumpieron en ahogadas riso- Aunque no distinguía bien Ednar.
taclas. do á la infeliz muchacha, al notar
-Oigo ruido por aquí cerca! dijo su silencio y oir su respiracion anheCasnudra
alarmada y miranuo por to- lante, sinti6 él algo como un agudo redos
lauos. mordimiento, pero recordó que sus ami.
-Se equi•oca, mi vida, seria algun gos estaban allí y que había empefíado
pájaro nocturno que envidiando nues- su amor propio en ar¡uel lance, á lo
tra dicha buy6 graznando. i Quién po- que se agregaba los vapores del bran-d
ría oírnos aquí l dy que le acababan de extraviar el jui-
-No sé, pero e~toy inquieta. c1o.
-A mi lado, Ca.sandra, ¿qué temes, -No entiendo, dijo Casandra en ,·oz
alma mía? Aquí nos verémo.s todas las bo.jn. y turbada, repítame lo que me
noches, i no es cierto 1 acaba de decir ...
-Todas las uoches 1 y recordando -Hablando en términos clansimos, !
los consejos de su tnndre, nñadi6: i no le diré, querida Cnsandra., respondi6
1
¡
seria mejor que hablara usted con mi él, que no nací para ser casado, ni
madre 1 soy tan tonto que con mi '•oluntad 1:
-i. Para qué, prenda querida 1 vaya ú unirme al pesado carro mntri- 1
1
-Para pedirb. . . . . mooial : tengo mucho mlmdo y se ue-
-Qué cosa? ~o nos amamos los dos? j cesitarinn atractivos poderosos parn.
--Sí, pero eso no basta.
1
caer en semejante trampa. Así, si su
-r-to basta 1 intencion es buscar marido, que Dios
-No, porque, Eduardo, no no::1 pode- guarde á usted muchos años; me des-mos
casar .-,in su consentimiento y es pido, pluguiendo al cielo que encuentre
preciso que usted le pida mi mano! alguno, pero ese no serú su humilde
--Su mano! servidor.
--Sí. Y al decir esto le volvi6 la espalda
-Y usted me la. ofrecería vol unta. riéndose á carcajadas, á las cuales se
1
riamente 1 reunieron los dema& tunantes sin rebo-
-Se la ofrezco voluntariamente, zo ya. ·1 i qué mús quiere usted? . Casandra se quedó estática, yert.~.. ¡1
11
-Es suficiente; y en voz baja afia. , mortalmente herida en su dignidad del
1
di6, dirigiéndose á ~;us e.migo!3: oído mujer y en su calidad de engañada y
1 á la caja ! , despreciada sin motivo. R"tha16 un ge-l.--=---
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'
.- -~--- 1
REVISTA QUINCENAL. 163
mido sordo, íntimo, y en seguida un 1 como compasiou por aquella infeliz, de
grito de dolor angustioso, desesperante, quien tan bárbaramente se habían bur.
tristísimo y corrió tambaleando en bus- lado. Sin embargo el héroe de la fu nca
de su madre, la qt1e ya iba en su cion haciendo un esfuerzo para maní.
ayuda al oir las voces destempladas de festarse indiferente y sereno, temeroso
Eduardo. aunque no comprendía el j de que r;us amigos se burlaran de él, al
sentido de ellas. Apénas tuvo tieUlpo l llegar á la posada se volvi6 á ellos cou
doña Jer6nima para recibir á su hija aire triunfante:
en los brazos inanimada. y convulsa, 1 -He ganado la apuesta? sí 6 n6?
llevarla á la casa y acostarla. en su ca. pregunt61es.
ma, ántes de llamar á las criadas para .. . .. ............ ...... .................... ..
que le ayuda~en á hacerle remedios.
Eduardo y sus ao1igos se alejaron en ÜLGA.
silencio del callejoo, no sin seutir algo (Crmtimtm·á).
_____, ___ LAS DOS REINAS DE CHIPRE (SIGLO XV).
CUADROS DE LA HISTORIA CHIPRIOTA.
CUADRO IV.
(CO~TINUACION).
martirizú.ndolo lentamente toda su vida. 1
Acusáronle por varios crímenes vulgnt'es, j
le hicieron poner en tortura, le desterro.- 1
ron, rechazaron siempre las súplicas del
UsA antigua enonti~tad oxi\'tia en Ve- infeliz, obligándole á vivj¡·léjos de Yonecia
cmtJ·c las do~ nobles familias de l<'ós- necia y do ¡,u familia, que idolatraba. Y 1
cari y Loreuauo: la primera. cont.aba paru. hacer sufrir mús ul Dux le obligacon
el poder del Dux que eru su jefe; In han á que }Jre~euciara el tormento que
scgund:1 tenia. á su cabeza n un almirante daban á bU hijo, nsí como á firmar las
1
famoso que babia dudo mucha glori11. ti sentencias contra él: ou fin, habiendo un
su patria. Este último, Pcdt·o Loreda- sobrino de Podro Loredano, merced á
no, encabezaba. el partido •1ue so opo- su e,pírito intrigante, entrado 1Í formar
nia á Fósc.:nri, y con su enemistad itnpe- parte del gobierno, sin cc.;:;ar le por~egnin
dia las mctliclas mejor combinadas de la Ú;tc con ~;us crucldudu:;. Durante muchJ:;
política. del Dux. Un dia, despucs de un años l<'óscnri sufrió impasible, al parecer,
banquete público, muriti repeutiuamcnto hutas persecusionelt, sin manifestar ja.-
el alntira.nte, y á poco dejv de oxi,tir un mrí~ la. menor debilid.'ld, á pe,a.r de que en
benoauu suyo, quetambien era holllbro in- el fondo del alma su~ padeci.nientos eran
fiuycnte en ol partido do oposiciou. Con terribles. Dos veces ljlliso renunciar ol
motivo ó sin él, la Ía.lllilia do Loredano alto empleo de Du1., poro no qui~ioroo
acusó ,¡ Francisco }',jscari de aquel doble aceptat· su dimision, llegando ba.sta oblicrímen:
pero no lo hizo 1í la faz del dio, gario á jurar sobre su Lonor quo jamñs
porque lo fuó imposible ¡·eunit· pruebas en rcn\mciaria voluntariamente. ::iin ombnrcontt
·o del Dux ; ootís si no apeló ó. ll\ jns- go ñu u no estaba satisfecho su enemigo, y
ticia. y ó. las leyes, sí rl:'solvió vengar.;e basta la muerte del desgraciado Jacobo
privadamente. En primer lugar, sin so- Fóscari, oomo hemos vi.;to, fué motivo
bet·se cómo, aparecieron muertos los hijos para continuar su venganza, acu~ando al
mayores de Francisco l<'óscari, reservan- anoiauo do debilidad ó inepcia porque su
do sus enemigos para el menor y más J débil y gastado cuerpo se t·esistia a sostequerido
la copa más amarga del dolor, ner aquella alma do hierro.
( •
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lGJ LA MUJER.
1 Pocos meses despues de aquel en que habían tenido lugar en la Capital de
1 Francbco Fóscari tuvo noticia de la muer- Chipre con mútivo del casamiento de Carta
de su hijo, el inquisidor de Estado, ins- lota, la hija del muerto 1·ey Juan 111
tigado por el bárbaro I.oredano, propuso oon Luis de Saboya, se encontraron los
al Consejo de los Diez que se sometiero. novios una mañana sólos, se puedo deal
anciano á una bumíllacion más, no m- cir, por primera vez desde el din de la bobrando
un nuevo Dux y quitándole de dn, en un snlon apartado de su pnlncio en
1
he<:bo t:'l poder á. Fóscari. Pnra que nquel l Nicosia. 1
hecho fue;:e rniÍs amargo, obligaron á un 1 Con. o Yernos, las inh·igas del Senado de
hermano del JJux á que votara la dc.<;ti- Yenecia habían tenido buen rc.~ultndo, y
tucion de su hermano y que fuese con se l1abia llevado á cabo el matrimonio de '
1 otros á pedirle que hiciera dimisiou de su Carlota con el duque de Saboya, pero es-cargo.
Notad que habían tenido la cruel- tono había sucedido sino de:;pues de la
dad de hacerlo jurnr que jamás lo ltaria : ruuer~e del anciano rey, en Octubre de
así lo dijo, y entóncc.c¡ el Consejo de los 1489. Carlota babia cumplido apénas veinDiez
tuvo el gusto de anunciarle que lo titt·es añós, era más bien pequeña que granhabían
('OD!>id<.>rndo ya inútil para servir de; delgada, de aspecto aristocrático; de
á In pt..tri:-~, y que le mandaban se despo- ojos negros, brillantes, llenos de fuego y
jaso de los ornamentos de su dignidad y animacion, que daban vida á su tez pálida
abandonase el puesto y el palacio ducal, y algo amarilla; tenia una boca delgada y
porque le habiau destituido. llena do expresion; nariz griega, 1ecta y
Fól>cari no ~o quujó, su comzon pare- bien conformada. Su voz era dulce, su
1
cin petrificado con tanto sufrimiento. "Al acento persnnsivo y elocuente, y su palabra
"dia siguiente (leemos en la 'Historia de cariñosa. •
1 •• las ropúblicas italianas ' de Sismondi) Vestía ricamente á la moda francesa de
"so le vió, sostenido por su hermano, an- la época, lo que desdo entónces so consi"
ciano como él, bajar las mismas gradas deraba del mejor gusto, llevaba muchas
• "que troint 1 y cuatro años ántes le ha- joyas y colgando do una cadena de oro un
"bia.n visto subir rodeado de pompa, y abanico compuesto de plumas do avosasiú"
ntravetia lujoso atavío,
"de Fó:;cari. Pero al tnénos éste no tuvo todo e,camado de oro y piedras prc!.'iosas.
"la humillacion de vivir súhdito allí en i A medida que hablaba la reina 6lse ocu"
donde habia reinado. ,\1 oit· el toque de' pnba en mirar sus manos hlancas, ~naves
"las campllllns que anunciaban el adve- 1 y delicadas como las do unn dama, cuaja"
nimiouto del nuevo Dux, cayó muerto das de espléndido:; anillo:! de diamante'! y
"de repente, rompiéndosela eu el pecho otras prendas de gran valor, y con ellas
"una aneurisma." se cnbria al disimulo lo~ labios paro. ocul-
VolvarnOt; ahora á la hi~;toria de Ohi- tar los bootezos que la relacion de C'nrlo-pre,
que oo la que nos ocupa. t.a le causaban. Sin emliargo, debió de haberle
interesado de improviso algo de lo
CUADRO V. que le decía su espo¡;a, pues al fin lie incorporó,
levantó los ojo¡¡ y clavándolos en
CARLOTA REl?'iA DE OnJPRE. SU interlocutora dijo ;
Despues del matrimonio y coronacion, * Memorias del Po.pa Pio II- citado por
de las justas, torneos y lujosas fiestas que Sismondi en sus "Repúblic~ italianns. 11
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REYIS'l'A QUl:XCEXAL . 1 (i¡)
-Qué oigo '! Por vcutnra ,. n~tro her- •¡ue por no decir mds, lm dado tan mal
mano, Jnnns, e~ <:a-•ado? X o -o prcparnoo, acnndo de la cnsa de ~~~ pudre a nnn
gniíó con 1111r~ coromonin. falsn ñ la pobre doncella. con engaiios ...... pero e~to deniii~~
que ~e robó de la corte de mi madre; hcu do hnbcrlo couoidcn.rlo Sus Mu~estacn
verdad que e,.,tc Janus es}¡, única e~- ti<''> y ¿quién soy yú 1 para 1\punturles
vina qnc encoutrnrémos eu nuost1·a fe- retloxiones que bÍn dudn hnbrinn hecho.
licidlld como soberanos de este bello rei- -E::.o es cierto, coulcstú Lui¡;, poro
no. Ailorn, cnando ~·a }Jensábnmos defiui- ¿por ventura Janus no !:crá hombro cativamento
que IJ11bia renunciado u pretcn- pa7. de \"enga!"l'e ,o,i llc~"t\-e á sabor 'IDO nodcr
!.'1 J\1'7.obispado de Nicosía, rc,ulta que -otro:. impedirnos que Jlcvnse ñ caho sn
ha escrito al l'npn, pidiendo licenci!lo para druoo, tauto má:. cuanto que el mismo Uey
tomar las órdenes inmcdiatnmentc, y ni Juan 111 le tenia de&tauado J~ra ese
mbmo tiempo exigiendo que ¡¡e le nombre cargo?
Arzobispo. -Es \'Crdad, pero ;. uo se oculta á
-Dojadl~ de ArzobL~po, contc,tó el Su Alteza Real sin duda, que seria fticil
lJ>ríucipo bl\hoyano, así se contentan¡ su qno llegase ó. manos do ::>u Santidad el
ambicion y dojarli en paz la política do! uYiso, 1>in que supio:.o nuucu el príncipe
Reino. Jnnu~ quo Sus Alagc:.tadés lo hubieran
: - .\•ptello sori& un sacrilegio; es tan dado?
malo y tan corrompido que seria uu es- -Yo desconfío de todos los corte lo juro que be puedo coufiat· on él
ContOl>IÓie 11u esposa que era un uohilí- como en mí !
sirno 'euecinno, desterrado de su pntrin -Bien, pues, soutúos ,¡aquella mesa y
iujustarncntc, mny rico 1 dueüo de tic- dc~puos de s.'lludar· á Su Santidad, comunus
ou Uhiprc, Á quien ella distinguía nicándole nuestro enlace, lo direis que do
como un horu bro muy hábil y de grnn t11- ninguna mancm vcrcu10s con s:1ti•faooion
lento, cuyo3 oonscjos siempre crnn dignos á Jnnus como A1'7.oÜÍ6fJO: dccidle que es
de seguirse. Y volviéndo.,e al paje Ulan- hombre sanguinario, impío, y quo aqucdólo
c¡uo lo introdujé .. e. llo seria un sacrilegio y uu escándalo en
-LICI,"'l á buen tiempo, añndió, pues IÍ In cristiandad. 1
él cousultaremos cu e,.,ta., eircunstnucins.1 Obodeciú Cornnro cot1 una sonrisn de
-Cuidado, ropnso J .. uh;, no confío ou 1 11:1tisfo.ccion que uo ¡e ocultó á Luis. Así,
Yenccinnos, son rnuy Joules y astutos y ... miéntrns escribía el italinuo, el r•rínoipo
No pudo prost.•guix· porque á Ju llllt.Ou se acercú á. sn espo~a: 1
entrnta l]oruaro haciendo vénias y ruaui- -:!'o me gusta el ,·onccinuo, díjole en 1
fostnndc~ el 1uayor respeto y UUA oL$et¡uio- vot. baja: temo qnr• c..to hornltro nos hasido.
d C\.agc1adn. Sin cuidarse de lo tán
drinn ni mundo entero en c~p:mtoso conflicto: más hondamente minados por contagiosa ledícese
que se han abierto las bostrlidudt•s pm, de la cual sí uo sanan pronto ella los conIIUC\'
umento entre Rut~ía y 'l'nn¡uía, y que In ducir!\ á su próximll ntina. En Rusia las
1
primero en\-iÓ otra vez ~us tropas &obre l'ons- cloctriuaa tlilzililltas, ca dee1r, socialistas, cotantínopl.
a. Aunqu~ ~avía hay que darle cnn- munbtn~~ y atcist.aa tic la peor clase, hnn inrentcna
a esta notlcta, ella no tcntlna nada vadido de tal suerte la wcicdad do arriba á
' do i•nl'osíulo. Desde que se firmaron en Bcr- abaj<•, que el Gobierno re •·ncucntra circun-lin
loe tratados cle pa2: entru las uaciurllliiUC- do.tlo, rodeado y usctlindv en sus propios pa.ligcrantea,
un rumor sordo do clCllcuntoutu y lucio:;, por una turba ele dl'mll¡;ogos que sin
de próxima tempestad no ha dejado de hnc-cr- cesar le amenazan. A hora algun tiempo el
' so nir :uncnazadora en casi todos los •Ímhitos ministt·o de policía, el Uuncr.d 'l'repuff, fué
de Bu ropa. !\íngunn de las potenciaH c¡uulm- ntar:ado en su propia t·osiclc•ncitl por una ruuuíun
tomado parto eo las coufercncÍtlH hnl1ia jcr que pertcnocia ó. una de esas sociedades
quedado plcnamrnte satitifecha, s.1lvo lngl:.- secretas, pero felizmt..'llto log1Ó salvar la vida.
~ tcrra •1ue obtuvo sin armas tornar una npcti- Hace dos ó tres meses q 1e '"' jefe importantosa
tajada en el banquete diplomático. Poro te clo la alta policía rus:~, el Gene mi Mesen-con
la ocupacion de Chipre, Inglaterra con- toff, paseaba por las calles de S.m Pete.;burtmjo
una alianza ofensiva y dcfcliSÍ\'a con go, CIJanclo dos aseeinos le dispararon sus
'l'urquín, y JKH' consiguiente tiene d deber de rcvoh·ere, ñ boro de jarro •lcjnndolo muerto.
salir ñ la defensa Ri la ataca Hueia. Este asesinato, nsí corno la r111terior tentativa,
Por loa último., correos había veniclo la es obra de las socicUS infinitos recmsos y En los Estados Unid a se hallan en una
grnndes ri<¡ueznB, sus bancos y su poderío en sítuar·ion tnmbien idllutiea oon tnoth·o del sotQ(
Io el Asia; Francia siempre animos:\ y cinlisrno y el comunism<, quo se hnn entroni.
nhora máa ,c¡uo nunca sedienta do venganza, tado en las clases bajas de aquella naciou, y
descosa de represali3S y llena de brío y do amenazan echar abajo tcdo Gobierno organieepcmn~
a; y por último la.s dewu naciones ¡zado. En tanto que on he coatae do Califor-
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RJ.;VIS'fA QUINCENAL. 16i
nin luc·han contra la trern<'ncla Ín\'asion do los ontcndimir.nlo humano á veces, y cómo el csChinotHJilligrnntes
que 1ml1·n como la langosta pírilu tl!·l partido ciega rí los hombres hnRta
rlo IIUR guaridas para ¡u;olar torio país en don- el punto de haccrloR fcror.cs, ridículos, desde
M posa. ;. Poro qnif'n tcndní la culpa ele prccinl¡lcs y hasta enemigos clo su patria!
aquella extraña y atcrm•lora silnacion? Veá- 1: Ilat.rá por vent11m 1111n página en In ltis-mnslo.
torin do pueblo algur.r• que pueda competir r:n nn artículo rnny cntdito y híen escrito en l1ríllo y gloria verdadera con el episodio
do la R~vi:sta dt AmboJ! .1/undos, en·on- ele .J11nna de .Arco, en lB historia deFranciB?
tramos que los Egtados Uni.Jos ó ln>:latorra :\in¡;urm. t: Quién podrá negarlo'! Todo fran-
8011 los venla•leros nntores rfc estos conflictos. ces •h•heria sentil'!lo orgullosu al pensar q11e
En ltHO los gobicrnuti 1 nroJICod se estrella- fué compatriota tnlya n•lnclla aldcanilla inobnn
contm la tcrq·•cci:HI del l!:rnpcrndor Chi- ¡ r·•·llto, que supo Jc,·nntnr ,¡un pueblo neo barno
que ruhusta fuerza: pe- gacion. Sin cml.argo los franceses del dio,
ro en realidad no In~ animaba la idea huma- que 6C dicen amigos de la li!Jcrtad y de In franitari"
<¡no vroclamnlmn y solo pcnsa!Jan en tcrnidad, se han mnuifc!l!ndo enemi¡;o . .; do
lus bienes materiale11 'l'to n•¡uellos territorios .Juana ele .-\reo y cxietcu en\'idiosos de lull
podinn proporcionlll' tÍ 1111 curncrdo. hmreles que r<'co.c-ió In Doncella de Orleans
l. Qn1; ho. sucedido? Ahiertoe lo!l pnm1os hal'llllllltl rlc lO•> años!
chino& al comercio e111·opoo, no acontecilí, so- Como nÍin existe In d10zn {'11 que nació In
lamente lo qno e.;perahnn aqncllaR Il'lCÍOJICS : nol•le aldeana, en la parroc¡nia do Domremy,
elln11 JICIII'lrnron al C'A!ll!sto Imperio como fll' 6118 n•lmirarlorcs habían ido en romería li
hal•ian pro¡Jlle:;to, poro en camLio la in,·asion aquel sitio, lle\'audo coron1111, emblemas y eschinn
arnen:ua cle,;tmir la olJra de In ci,·iliza- cudos con los cuales adornaron In chozn hiscion
cristiano. Pueden salir del Ocles te Im- tórica. Pero esto lo hicieron siu la anuencia
pcrio n.:is de 40 nlillonc; lll'.ll picl~>n por.o por su 111
tmb.1ju y so11 roncho más laboriosos que los
europcoR. Adema!! son incapaces de eom·ertirao
al C"ristiunismo, porquo no tienen conciencio,
y de-precian toe.! o lo que les dicen los
hloncoo 1Í quienes miran como á bárbaros.
S!'gun recientes documentos presentados n laa
Oámarns lcgislath·ns de Washington, los chinos
son profundamente inmorales, ••ormptorea,
no tienen p:~lahra, ni honnulcz, ni m:is re-
1 i~ion cndin.te de Snntiac;o do Ohile:
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168 I UJER.
A LAS SEÑORAS CATÓLICAS.
CIRCULAR DEL VICARIO PONTIFICIO.
J,Jo.mnmo~ h atcncion do lns señorn!l católietu•
sobro las !liguiente~ instrucoione11 quo
~~~Eminencia el cardenal Monnro f.n \'allcta,
vicario ele :-;u Santidad, ha publirado rucicntemente.
l. Que ella!!: (las soiíora,;) no so propongan
en su compostura ~ino 6~ honestos ~· legitimo&
quo ¡mednn hacer la ncciou, no solo
pcrmitidn, sino tambien meritoria de la vida
eterna, y unnca miraR munrl:mas ó do 'anio:
ul, ('01111) Seria para atraer laR miratlllll, humillar
tÍ l:l!!dcmno<, sobrepnjarlMy eclipsarlns
II. Qno 11c.ng:m un extremado e11mcro cnl11
tooth•stin y decencia en su veRtido, adorno
priucipal •le h mujer católica, y qne nunca se
¡•ermit~n por tto importa qué moti\o, y.~ sea
del ejemplo do 1:\11 nnaR, ya stm ol luihito de
las otros ó la moda tmit•tnal, nrlmitir t•n s•t
vestido la menor cosa que !!e opong11 á éstas
virtudes, teniendo pre~ento siempre que á
llios y no ni mundo e,¡ á quien tendrán que
dar cuenta de sus acciones.
1 11. Que obscr\'{•n tambicn In sencillc-L y
miren con borror ¡,,, exccsc•A dellnjo y (JUC so
contenten con \"eSlir~c en c<•nformidad con In
condtcion do existencia en que Uios l:ls ha
colncnclo, 11in buHCnr pretexto para sobrt•8alir
0011 1111 ftllllllo inútil.
T\'. Cnnudo vnn ti la I~lesiay, sobro todo,
cuumlo suart•rcan a los Sacramentos, que loa
vi11iten Rin prct~nsion do oRientar, sabiendo
quo en In cnsa de Dios es prohibida. toda pompa
mundana.
Y. Quo so fijen c.'\da aüo, 11in C'XCño
posible, por me~lio Jo ineinuncionc~< y principalmente
con el ejemplo, para quu é,;tas regios
sean obsen·adal!.
Que todas la!! mujeres católir.as M acuerden
do qno no podní11 vivir 1'011 aneglo á In máxima
del Snnto ]~vangclic,, ni ¡n·nc<·tlur en confortnidad
á l:ll! pnterunles Ílltí•Hl'inni'A de los
Santo!! Padres Pío IX y Lron XIII sin tomar
por lJase el eRtricto cum¡tliltliento de
los cleheres relijiosos ; quo todns, pues, tn
particular hal,"'ID uso do las JHtÍcticns cuotidianas
si~uiente•: 1." la santa roba; 2.0 la
meditacion ; 3,0 el cxáruen de conciencia; 4,o
111 visita al S3utísirnn :-;aernmento: 5.0 el ros.<
rio en familia; 0,0 In lectura espiritual; 7,0
la frccn"ntacion clc los sll<.'rnm~'ntos.
•\!IÍ, fortificadas p
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 7", -:-, 1878. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2087382/), el día 2025-05-10.
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