Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
r~u.z Y FE DAN I<,UE R Z A.
REVISTA QUINCENAL
EXCL U SI V A M E N TE REDACT A D A POR SE Ñ OR A S Y SEÑOR ITAS ,
liAJO LA DIRJWCION DE LA SEÑORA.
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
N.0 59 Y GO. ~ DOMtNGO, 1\IAYO 15 DE 1881. •1 PRECIO 60 CS.
Esta entrega que se compondrA ele doble número de
l
púginas (para de esta manera obviar la tardanza que últimamente
se ha tenido en la aparicion de LA MuJER) contiene
el material de dos m'uneros ordinarios.
A LOS LECTOR ES .
CoN la presente entrega de La ¡){n. nuestra empresa (uuewt en su género
jf'r l'Oncluirá el primer semestre del entre uosotro~ ) . <~ería protegidn. por la
tercer a.ño tle la Revista. Damos las mayor parte de las eolombiauas me.
más expresivas gracias á los suscritorcs c!iant\.lllente cdueada.s de la capital Jo
que nos ha u favorecido con su apoyo y h~ Reptíhlica y fuem tle ella. Pensúba.
acogido ton benevolencia, y nos dcspe. mos que d Clero, <Í quien íbamos :í
dimos de ellos por algun tiernpo. Pero, ayudar eu ~us tareas, JHl·dicaudo desde
si Dios lu permite, no ¡;er(¡ e len ni ti va. une~t ra lllunilde tribuut~., rcligiosidaJ,
meute, pues b Bevistl\ re\'ivirá no muy mond y hueoa eJucaciou ú las muje.
tan)~ uajo otm forma y uncvo sistema re . .;, tarnbieu nos apnyaria. Pero toclo
t!e rodaccion. esto ha salido fallido Pn ~n1u par Le, y no
Cuando eu Setiemhre ele 1878 em. habíamos contado cou nuestro escaso
prcudünos In. tarea de fumlar un p~;. uu:rito ~in duda para llevar In ernpr~a
ritídico dl'~tiuado particularmente tÍ la, 1Í lmen térrnino. La. gener~lidad de las
ntujl'?' colmnbianct, uue~tra. iuteocioo mujeres no nos leeu, aunque muchas se
era, en C1llwto estuviera. IÍ IJue~tro ni. suscribieron a l principio; las sefioras
eauce, procurar acoDaeja.rla, io> ya con un trabajo tan íru. critores que nos hau sido fieles, con
probo, pues J.emos tenido que e!;cribir el objeto de que cuando otro dia to.
sobre todas materias para variar y ame. quemos de nuevo á ~u puerta, nos re.
oizar cada número ; afiigidaR cou la ciuan eu su hogar y nos ofrezcan ~'~'
falta de cooperacion moral de nues. apoyo. Entre tanto, les deseamos unl
1
tras compatriotas; disgustadas con el felicidades. 1
desarreglo general en todo!: los ramos
de este purgatorio, como debierA lla.
marsa la empresa de un peri6dico, re.
SOLEDAD A. DE SAMPER. ___ _., ____ ESTUDIOS HISTÓRICOS
BOBHE I ... A MUJER EN LA OIVILIZAOION.
EDAD MEDIA.
INFLUENCIA DE LOS MONASTERIOS CRISTIANOS EN LA CIVILIZACION.
( CONTINUACIO~).
IV vió Lrcs años; inmensas rnuchedumhn•R
SIN 'fnlll.\RC:O, {¡ medida que se mul. le rodeaban para que les eu¡.,cfiara.,
tiplicahnn los monasterios y crecía el pue$ su~ predicaciones era.u maravillas
número de cristiaHok, eocootráuuse que de elocuencia y u tH:iou, y ninguno ele
era. iuJispensablc que esos establecí. los que le oia.u dejaha de couvcucc:r~c
mieotos tuvieran institutos y reglas de la verdad de la Ht>ligion: godos, vi.
iguale~. pues la Iglcsio. jamas ha gm- sigodo~. romauo!l. nfricauo", monjes,
tado ele la anarquía, y es tan esencial laicos y ell-rigos, todos le seguían noche
ol órden, que cuando éste está ausente, y clia piclit~uJolc consuelo y e~cuchaudo
todo se corrompo y :~cah:\. A su tie1u. su, pulabrns con respeto.
po, Dios suscito u u hombre cuya iu. Entl'íuces aquel j6\eH, Mbio ántes do
fiueucio. fuernhnfiC'ioutemuutc podero~a tiempo, rc~oh·i6 fundar uun Rt'gla quo
parn que uo hubiera c¡uieu ~e negase á dcbia ser la miis ~abin do cuantas han
¡;eguir ¡;us consejos. existido, In bcuedi··tiun, que debía lll'.
En tltl agreste .y recóndito lugar, varel nomhn· de l.('\ fund:tdOI' :-:lau .Becerca
de Roma, l'll doncle HJ eucontr:~.. nito. La Orden e~taba hasadn solm.!
bnu lns ruinas de uua ca>i:lo aban. estaba abaudouacla OIL Italia, y Sao Be.
donad:\ á las fiems, ~e ot:ultó al fiu del nito impmo los trab:Ljos de In tierm
siglo V un j6von de catorce ni'íos, el coUJo debe1· de toJo mouje; así fué que
que viendo el e~tado de des6rdcn y de muy pronto en todos los lugares en
disolucion social en que se hallo.ba su que se funtlabau coHveutos }Jenedictipatrill,
quiso ocultarse y vivir léjosdel nos, los campos incultos áotes, dieroo
mundo. Pertenecía á una famiha no. abundantes cosel'fta<;. ··La ónlen de ::::a u
blc y rica, pero pretirió el retiro en Benito (dice .Michelct. escritor nutí.
uua cueva abandonada, á la vidn rcga. catúlico) dió al rnumlo antiguo, gast~do
lada de la capital del mundo. Allí vi. por la esclavitud, el primer ejemplo
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R E V I S T A. Q U I N C E :N A L . 247
del trai.lajo llevado ú ca.bo por manos Instituida aquella. famosísimn. Or.
libre~." Guizot (protestante) dice: de u, los misiooeros·que Re esparcieron
" Los monjes benedictinos han sido los por el mundo, llevaban el gérmen de
que culti \':tron y 1lcsmontarou la E u. In civilizaciou consigo á todas partes, y
ropa; lo hi<.:ieron eu gmnde, uniendo en breve todos los conventos de Italia
la agricnltum á la predicacion." y de la$ Galia~ la adoptaron. E., tan
Casi siempre San Benito fuudaha. confor1ne al espíritu humano, que de.~-1
su!' monasterios sobre ln> ruinas Je los pues ele trece siglos uo ~e ha podido
1~uti;;nos templos paganos. El m:ís fa. iuventar otra mejor, pues las más momoso
de todo,, el del Monte Cassino,J derua!i Ordenes monásticas tienen siern.
1 fué en ¡.;eguida el uúelco de todo:; los pro por base aqul-lla.
domas, e¡ u e llega ro u iÍ tt•ner tal pode. , Bau Beui to no habia muerto todavía, •
' río, que cu l:tn el ALad de él era el cuando ya el m{..., ilustre de sus con-primer
baron riel reino de :i\:ípoles, y temporáneos iba :í pedir ¡\}a vida mo.
tenia ba.jo ~ns lÍrdeues :n parroqnin.s, uástica unn. tré~ua de repol'O y de li.
7 cl1i~pa.fos, 2 pri ueiptulo~, 20 eoudn. bortad entre ~u carrera ptíLlica y la
rlo~, 250 castillos, 4--10 ciudades y al. nntt:n·tc. Casiodoro, que durante cin.
tleas, :~;.¡() propiet.ladPs, 2:3 puerto' ma. cueuta años fnl- ol houor y la luz de la
ritimo", :3:) i>-las, 200 molinos, :~00 te. mouan¡uía goda, el mini~tro y el ami.
r ritorio~, 1 ,li62 iglesias, y gozaba de go de rÍI;co reyes, de improviso en 5~8
una renta do 500,000 ducados. J...o¡: abandonó la corte de H.:ívenn y todo:;
hiírbnros n11Ís feroces y los guerreros sus empleos y dignidades, pa.ra fundar
111Ú.., iudomahles, ~e iuclinaban delante en uua. extremidad de Italia. un monai<. '
1 de f3au Benito beudiciéudolo. terio (cu sn,; propiedncle') llamado Vi-
En la historia de la muyor pnrle de varia. Casio1loro, qne pertenecía á la.~
los Santos, como hemos \·isto línleR, que alta nobleza romana, era iumens:nuente 1
lmu ejurcido lllllt necio u reformadora y rico, ha hin ~abido hacerse el tnetliador 1
duradera sobre la:; in~tituciooes reli. er1trc los invnsorcs gPrrnánicos y ln.s
gio.~a,, se eucuuutrn. casi !<Íempre la polllacloue" itali:.ums; lleno de gloria,
iuRnoncin. do nua mujer a~ocinda á sn ejercía uu poder tan grande como ~1
1 obra. San Basilio tuvo su )lariua., San rle un rey, y ;Í los cincuenta años de
1
Agustiu su .\lcíuitn, Han Francisco rlc 111ando sol•era11o, al lle~nr á los seten.
A~j, s11 Clara, San Francisco de Sales ta, resolvió uc;~bar su nda bajo el há-
• :.u .J uaua de Chantal. Así, San Benito hito de un monje:
t tenia nnn hermana gemeb, llalllada Historinrlor, tilcísofo, cristiano vehc-
Jo:,rolústit·a, eousagracla COIIlO él á la. meutc, monje y .Ah:ul cle~pues de haber
ruli!íinn de~de muy nitia. Uunndo ::;ali gozado ele; todas las gloriaR mundanas,
1
Bemto RO c::taltlc~ic~ dcfiuitiva111ente 011 vivió tn•inta años eo el fondo de loR mo.
el )lonto renno, bajo tarlos. H(¡n}o llamado el héroe y el
h Ro~lc1 tamhien ele !-':t.n Beuito. N o' restaurador de la ciencia. en el 8Íglo
se \'e tan .~i no rarl" año, y habiendo VI, pue~ !;\Js monasterio~ eran acade.
rnue1 to .Escol¡ística t•rimoro, el Silnto so mia.s t;ri,tianns, y la ocupacioa priuci.
afl1gió mucho, y :i los cuarenta dias In l palde los monjes consistin en copiar
~iguió :í la tumba, el 21 de Marzo de , cuiuadosnrnente las obra~ Jc los o.uti.
5.~:-l. :-:>an Bl•nito muricS de pié, ccr<:tl guos y de los Padres de la Iglesia. Los
1
do la tum~a du !\u hPrmaua, que habia ; monjes te~i9:n ohligacion de est~di~r y
hecho abnr y en rloude reposan aun e.nseña.r d1anamente todas ln.s Clencla!l,
hoy dia junto~. bajo el altar mayor cie In litcra.tura. mística. y profana, así co.
h\ igleRia d!'l Monte 0:\ssiuo, en el si- mo las artes y los oficios. Casiodoro
lÍo en que se hallaba el altar de Apolo, vivia estudiando y escribiendo obras
que él había. hecho derribar para fun. sobre todas materia~, y ií los noventa y
dar el monasterio. tres años se ocupaba en escribir un tra.. '
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248 LA ~fUJER.
tado de O'rtogtafía. Murió, díce~e, que iÍl oidad dentro de los conv~ntos y ;,ome.
los cien años cumplirlos, aunque DOse l tidas á una regla más ó méoos rígida ;¡
sabe á punto fijo la fecha de su muerte. otras reclusas y solitarias, que viviao 1
Cuando moría Casiodoro, se levan- léjos del ruuudo, entrega.da.s á una existaba
ya en Roma la más grande lum- teocia cenobítica, pero que no obedcbren~
de la cristiandad, el que fué des. , ciau realmente sino á una regla im-
1
pues el Papa. más sobresaliente, San puesta por ellM mi~mas, y, por último,
Gregario, el Grande, que fné ta.mi.Jien las qne moraban con sus familias, aun-1
monje beoC'dictino. Patricio de las pri. que retiradas; sin duda esta. vida era
meras familias, des~ues de una, vida algo parecida. á la de las que hoy llaregalacla,
se convirtió en humildísimo roamos bea.tas. "Las tres hermanas del
monje y fundador ea Roma. y en otras padre de San Gregario (dice Montapartes
de varios mona.sterios. En breve lambert) ha,bian Rido religiosas, y este
la fama de su humildad, su ciencia, su lazo ruon(IStico rlebia de aumentar na.
austera piedad é inmen~a caridad, lle- turalmeute su preocupacioll acerca de l
gó á oídos del Papa Benito I. que le la-; comuuicladcs de las vírgenes consa.
colmó de honores y dignidades, y al gradas á Dios. Por decreto de otros Pa.
morir éste los Cardenales lo eligieron pas se babia prohibido que tomaran el ¡
en su lugar, á pesar de su grandísima velo definitivamente lu.s mujeres áutcs
repugnancia :~aceptar la tiara. L1. si- de los cuarenta ai'íos. ~nn Gregario
tuacion del munrlo era espanto!-a. vn. mandó adema.'l que las Abadesas no tu- ~
rias herejías se habían hecho dncña~ viesen ménos de Reseuta añog, y debían
de Africa, España y el Imperio bizan- de haber sido siempre de una conducta
tino; las Oalias estaban sufriendo lus intachable. Con su generosidad pa~
ás espaoto>:as gnerra"; en Italia las terna\ dotó á las religiosas que lwbian
pestes, el hambre, las inundacionc~ y tenido que irse á refugiar á Roma, bu- ¡
la invasioo de los Lombardos, atneoa- 'yendo de la invasion rle los Lomba.rdos
zaban coucluir con sus habitantes, y (¡eran tres mil~) "Merced á las ora.
sin embargo, al fin de su pontificado, cion~•."-escribia San Gregario (1 una ,
merced. 6. su talento, á sus luces y lí su ' hermana del Emperador Mauricio,inmensa
actividad, el muudo cristiauo 1" de csa,c¡ religiosas, á sus lágrima~ y
era otro, y el cntolici11mo hahia triun- penitencias, es IJUe Roma se ha liiJraclo
fado de todos los ohstácu los. l de la espada de los Lombardos." 1
El mimero rl~ monjas era. crecidísi-
V mo en aquellos priuaeros tiempos del
cri::;tianismo ; , y eon razon ! pues la vi- l
San Gregario, durnnte su pontifiea. da Do era sino ut•a série y una cadena
do, se oeup6 particulu.rrnent.e de dos de de.sgracias, asalto~, robos, afanes,
asuntos: las misiones á los países más 1lágrima.'l, perseeuciones é indecibles subárbaros
y la di~ciplina de los couvcn- frimieutos para las míseras mujeres,
tos de mujere~. Pensando, con razon, entregnrlas a nc¡ucllos hombre.<~ salvajes
que la influencia de la mujer es todo- y de~almado:-:, r¡ue ~ólo O.'leucbabao sns
poderosa. en la-; naciones bárbaras, y pasiones y no habia. freno para sus desparticularmente
entre los germanos, Órtlouc<~. "A veces, dice Paulina Rolos
que, como hemos dicho áutes, te- land ( Histo1•i.a relioiosa de l(J,s O?·denian
tanta. con~ideracion con las rnuje- nes moná.st·icas) :l su entrada al m unres,
procuró en lo posible que los roo- do no m(Ls, las jóvenes se retiraban de
na.sterios, que eran el foco do la cultu- t1 e.-.pantada", y como ::;Í hubieran cora,
fuesen dignos de su mision civiliza. uocido ya los crímenes y las penas del
dora, mejorando l'US reglamentos y su mundo, ellns no queriao otro esposo
disciplina. que Nuestro Señor Jesucristo, y jura-
Había ent6oces religiosas de varias ban consagrarle su virginidad. En va<
Jategorías: unas que moraban en comu- no la autoridad paternal trataba. de
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REVISTA QUINC:ENA L . U9
impedírselo: ohediente.~ en todo lo de.
mas. rehusaban con ohi.tinac:iou tomn r
un t-spo~o; y cuando tmta.han de ohli.
garlas, so lihral,au de t-Ilos con la fn.
ga, retir:índose, :, e11 donde se cutru}.:'a.
1Í In~; au•teri.!ades má~ terriblt'"• 6 eul.
ti va ot rus vece.~ In~ let rn..'l r las l'iencias,
y "ll hnscn una uueva familia en.
tre Ja.q religio,..as que ella llama hijM
~uya::, y que procura que la reemplaeen
las hijn.s que hn penli,lo."
¡ QutÍ hnbiem sido de aquellas ciP.<;.
graeincla~ mujeres, I'Í 110 eueollfcnrall
unt4inces u u ao;ilo eu rlonrle 1-{111\I'Cterse!
La lgle-ia ~o lo proporciouaba l>ÍcmprtJ,
pero no penvitia los abu~M, y aunque
é-tos existían, por l'npue~to. uo eta por
falta de leye~ y prohil•il'innc~.
Pero snredia que In.., rno11a-tarios ele
mujeres en meclio tic lo~ l•os.s cloljlt!" <¡nieues mandah w eran
las AIJndo~;Lo;; ellas tenir.n e l mando
~obre 11110 y otro y cmn vcrduderas so.
hemuas, ~o ~olaincote tras de los mu.
ros de su convento, :>ino tamhien en 1
tocla.-; las comarcas del c:outomo. Te.
uiau tan grande in6.uencia entre los
anglo-:;ajG,ne.~ (dice Moutalam hert), 1
que rivalizaban eu lioberauía con lo!l
< )bí~pos y ALncle.'l má11 venerado~ y se
1
trataban de igual {¡ igual con lo11 Reye!:
y Prí 1cipeíl. Se~u ramente uo ha·
rinn voto iio clausura, porque en I ngla.
tr•rra :olemnirlade~ plÍhlicas y en 1M asnm. ,
Llea.s nnc:iollllles. Hastn en tiempo de
Eorirj'tC lii y Eduardo II ( l :lHi y
l:l6i ) 10e convocnhnu )a.'l principales
Ahafle,as (1 lo~ Concilios, y aun ~~ti.
CO!!, en callidad ! Unn rruzl 8í;no bendito.
'Pl•i •r•o emN<·mn tll, lhnto )f clt! trl~tl.!t.a; me valiera darte sólo 6o..,o
O r.allar mi _rl.,~r mi~ me ,-al\("ra:
1 P~ro DO ""bt• tó por qu6 prttkro
lA diliaa <1<·1 o~lo 7 de la tierra 1
¡ ltmora.s tú ll\ dicbl\ quo rttibo
f'unodo e1et"o m1 1 oz á tu preM·ncia :
En m"'lio lu borrasc:Nqlle •ni Creftle
l'or m:ts dt' un-' ~\Mion do Urnt) hiri('rnn,
fi 1\ fJUCthtdo )1\ h11. ele tu rn.invh 1 Furo t-~plrn,IPnto que el"' \mine) muestrn;
Tú Ul't.''CIIiitnM por mi utnm·, la ,·itln
Crut.1L1' heru~h~dn do \"nlor y furun ;
!\ec't"'~it.'l" \•h 1r L'mno ln encino
l'ur aó"item·r Jn t<·Jobtnroea )'cdrn:
So~tttnrrte t•n d rnnn,Jn cun1 ln rora
Por oeniL.u •1 4\'T )"¡:u 'tteerln,
¡ llówlc lu\11•,..• ~1 tali tn tn btn•lito! . •.
1 D6ndo hnllonh In re ooo la J>Gtitnr,\
Beeo mi JHiti.n. '. 1 robre madre mJn.
T-.u htri~11ll<.16timú qun to ntorm,.t:t4 !.
llo nquceta rrll.i!l n~•cc:mos 1\ IAaombrn;
Jlajo ffU PtOmbrn r.w.tn mwstr1 butea;
Elln fo11laa IoM llt/.011 clo hmat nt'o;
Allu~nr tl«J urudun, ~u' Q tl•- en .... (•jj,,,
J J'cro •¡ué miHc! J ~\1ddu a,.,, ma'l' m
l\o IJf!',·ahan ul H.t•y t!e lB pol,reta!
ArrAl"trnnfln In tr•JZ, l!ltl ky ~nmpli 10a;
Cumplirurnoa BU l'·y, muncndo en d.la.
.\qul b 1\')o, puCJ~. 110brc tn ¡><.~ho:
I .-. . enu l,con,u~• • dtl cri Unno embltmn,
\quf la. tu" plHllHfl, pue."ltB y\>''" bmnj()CII, ne
m1 ufect(l p.ulrnn, mi.' HnrrK ttuvhn.
L.\ rrut., P"rn rpuo lurhf'tt ll !'lt\ ump;~rn ¡
Y lnt; flore,. tpw uh·~n·n ttt l'~i~H·nrin.
fJrurins u ti, yo ~·rulo dtl In \'ida
C'un Orm•J p1uopor la '!!tr~'\'hn senda;
Y put>rin en h1 n.ltnl, f'lltrc ttoltOzfl1lt
l1.1rtu dl'l mi mrañn CIC\tt:l prt'nd '·
; &otrc oc>ll•J1.0o dije' Mndrc m in ,
Hor lloro du plocs r CAtor rontent.a:
HvA U. \'n&>:L T )f .. &.<,
1881-l!arzo •
~ -.. ---
LA FAMILIA DE TIO ANDRES.
( ,l';poca do la Indcpendeneia- Segunda p3r¡tc de la juuentud de ~\nd~és, )
NOVEI,A HISTÓRICA Y DE COSTUMBRES NACIONALES
POll. SOLEDAD AOOSTA DE S AIIIJ•Jll u ,
~CO~TI.!\UACIO:S).
c.u·ÍTn.o xnr. nos y pn-tn~os: los patriorns hnhian
triunfado. El doctor .Jo-r }lru·ía Cabal
ttlnndnha lns funr1.:1.: amcri•'<~llaR, pero
TACO!'<, ol jufo e~pnfio l de las fuer. ú pesar dol triunfo obtenido, pcn~nhn
zn~ reali~tas del Sur, babia snfrido re. replegar;;e al interior del Caucn, cuan.
petidas derrotas en tmla'l lns proviueint> do recibió un pccpwño refuer¡,o de 1:~
rle Popayau, v la 1íltima sufrida el 2n l'apital con cartn~; de Santafé pnm al.
de Enero de 1~12, lo habin puesto en guuos ele lo~ oficiales que tenia IÍ Rll
tn1 situncion, que tm·o que nbaudouar mando.
la partida, huir ú Guayaquil y de aiH -Esta~ dos pnrn Clemente Aharc1.,
pasar IÍ Lima. dijo el Jefe patriota entregándole va.
l.;rnse una tarde . de los primeros rins cart:~;s :i un ordenanza para c1ue
rlins de Febrero; en aquella mniíaua. In~ repartH•rn.
halJia. tenido luga r un l'Omuate refiido El soldado corrió tí entregarlas.
con algunas tropas realistas re;~agadas Eu la puerta de uua chozuela semi.
de las de Taco u, unidas á los pa.tia. derribada por el combate de aquel dia,
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1 REvIsTA-Q-uIN e E N AL. - 2;1 -~ 1
había una canoa boca abajo; sentado blos en quo trataba :í otra~ mujeres,
sobre ella. estaba Clemente, contero- jamas bahia encontrado ú ninguna que
plando tristemente lo que tenia de- le llamara la atenciou ni pudiera tolante,
miéntras que a,lgunos oficiales, mar en su cora.zon el lugar que había
sus co111pañero~, conver~aban y reían tenido la l~ija de doña Irene. Sin em- 1 1
adentro. bargo, uo nos atre,•eruos á n;;egurar que
La choza esta,hn sita en la pendiente en el fondo de sn alma la imágen de
de un cerro que terminaba uua hoya- ~Inriquita no hahia perdido mucho de
da, en el fondo de la cm\l corría un su fuerza. ¡Cuán pO('OS comzoues son
río, sic>ndo todo el paisaje cubierto de enpace.; de guardar ile~o un amor sin
espeso bosque. La tarde babia caiclo esperanza, tanto más cuando el objeto'
bermo8Ísima, y sobre el cielo ar.ul na- amado está a\1sente t Pero en aquel
1
daban grupos de nubecillas blancas y momento de soledad y desaliento, la
rosadas. Por un costado de la ('asucba imágen de la niña. ií quien tanto babia.
1
bajaba un riachuelo que saltaba. por en- amado, se le preseut6 tan bella romo
cima de pedriscos y bañaba y E~alpicaha lo estaba lejana ... nn sentimiento de
con sus aguas cri<.tal in as las het·tuo~as agudísimo recuerdo, tan doloroso como
plantas que creciau á uno y otro lado. pt!Uzante, le apretó el corazon y cruz6
produciendo IIU rlllllOr ro11tinuo )' :ll'lll- por SU mente El rCl'llerdo! ¡ babrÍI al-1
1 llatlor. A pocos pn.,os, y en b vereda go que haga. sufrir y gozar m(ts en la
que conclucia ií los afuera<; del c:unpa- vida, como el reeuerdo del bien perdi-j
mento. ~e paseaba un ceutineb con el do, del Rentimieuto olvidado pero no,
arm!L al hombro, debajo de nn hosque. disipado por entero?
cíllo de árboles frondoso•. A lo léjossp Clemente hnbin bajado la cabeza, y
oian relinchar los C:4hallos de lo. trova, clavando los ojo~ en ell'uudo en lns bido pam él.
mnje1es qu<' hal1ia vino llorar, lamtm- Uua cm de una llllrlllnuo. :;uva, casa-tando
la suerw di! los muertos; ; ello~ da con ur1 hact•wlado c¡ue vi~in cu cll
tll Il1t~uos tenia u qui(n lus llorara, en cautoll d~ l-'bnq11e, r In otra cm de .Jo- 1
tanto que yo seré olvidado en breve : .'é de Luceun. - l
,\1i madre murió; mi padre me cle~C'O- Despue~ do leer la carla de su ber-noce
rle-.de que abracé la ctmsn de la. mana, que no ern ni lnrga ni muy afee- 1
iudcpondencia; 111is her111nuos ule mi- tuosn, nhriú In :;egnnda con el -mayor
rau con iudifcrcucia ; la pat1ia, por iuteres: era muy l:uga y decin así:
lit cual lw Jwcho tnutos ~acrilicios, o:;
presa de uua anarr¡uía que espanta IÍ
toJos lo;¡ quo m(ls la han am:Hlo. ¿Por
"Sanlafú, 28 d~· Dici1 mlm~ de J 81 L.
, , " Que¡•idí~>i mo amiuu : que, pues, existo yo iltJso mientras que "
tanto~ iufelice..;; han muerto!... "lince nlguuo~ dios que deseaba es-
Clemente hahin hecho hacin cerca cri\Jirtl\ pero temiendo que se pealiera
de dos m1Cl~, graudc.=; esfuer·zo-. para ol- la cvrr espoudoncin, u o lo hnbia hecho.
vid11r á 1Iarir¡ui ta, dcdidudosl! cou Aproveelw estn oportunidad en que se
ahinco al ejercicio di:' lns armas y pro- va nu propio parn Púp~au, pa.ra. ha-cumndo
u o peu~ar e u eowwguir un Ítn- cer lo cou ~eguridad. ::;¡ acaso tu eoraposible.
Pero eu las ciudados y pue- :wu uo ha cambiado durante esta au-
<>IW• • t 1 , t! ;,~p~:~'! --11
'i'f:CA
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LA MUJER. 1¡- 252
1 sencia., lo que voy á referirte espero quien ~;e la hubiese rociado despue¡; de
que te llenará de contento, y es esto: muchos dias de sequedad : sus mejillas
que mi madre y tio Andrés me hao empiezan :í recobrar su color, sn!l ojos
ma udado qne te escriba para ma.uifes. el brillo, se la ve :-;onroir con nlt>grín, y
t.'l.rte que si aún ]Jretende!' la mano de el contento ha vuelto (L entrar en todos
Mariquita., ello¡; al fin consienten en los corazouos. Sin embargo, amigo mio,
dártela. como la humanidad es falible, si en tu
"Pero es justo que sepas c6mo y por corazon se ha enfriado el amor de Ma.
qué ellos han venido eu ello, lo cual te riquita, ó l<Í ha~ coutraido otros afectos,
probará que todo tiene su,; excepcio. no veugas, dilata tu llegada ;Í Sa ntafé,
nes, aun aquella expresion de Virgilio, pues prefiero que mi hermanita muera
hablando de las mujeres, y no de toda11 de dolor, más bien que pa8e una vida
se puede decir que vw·i u m !J 7nutabile de desenga1ios.
sempe,• fnnina. Tu sabes que para mi "Toda la familia me encarga que te
madre, Mariquita es su mayor tesoro, lsalude en su nombre, y yo me repito
y nada. la aflige tanto como verla tris. tu amigo afectísimo, en tanto que pue.
te y cabizbaja. Despues de tu partida, cla abrazarte como hermano.
rui pobre hermana fué enflar¡uet"icndo J ' L poco a' poco, y aunque nad a de el·! l, sus • O~;t; DE lJCE~A."'
mejillas perdían la color de rosa, :ms
brillantes ojos se apagaban con sus
nocturnas lágrimas, llevando consigo á
casa un tinte mi-; de tristeza que se
cle.~teñia en todos nosotros . .Mariquita
est:o.ba siempre agachada y ~omLría,
uarb la l' Ootentn.ba, ni regalitos, ni
uga"ajos, ni ricos vestidos, hn~tu que
un dia se le antojó rlrcir r¡nc no se le.
vantaha do su cama, puesto que proo.
to habin de morir. Estaba realmente
eufer1na, y el médico rlijo que su mal
no era fí~ico sino moral, y que si no
procuraban darb gusto, uo se hncia
l'nrgo Jo la onfermedaU antipatía eran no se qué
deso.vooencias y rivalidad es con tu pa.
dre en la mocedad de ambos, por lo
cual su rencor para con toda la fnmilia
habia sobrevivido á la causa rnis111a.
·• Fúltame ahora decirte que apénas
Mtniquita túvo uotü:ia de lo que sucedía,
empez6 á revivir como una flor á
Cl('meutt• diú uu grito de alegría al
aeahar ele leer la carta, y eoo la fisono.
mía. radieutc de gozo, se levant<'í de su
asieuto. se tiñ6 la espada, y trn-,tahi.
liando como un ho•nbre l-brio, se diri.
giú al cuartel general de su Jefe. Lo
oncout rú no poco preo,·upado ; las no.
ticia> que le hnhiau llegaJo do ~autafl-y
de otras partes, nada teninu de agra.
dahle>: Cartagena es cierto que habia
rlado un paso importante proclamando
su iudependeocia absoluta del gobier.
no peninsular, pero :ule>rnas de que
a11uello era í'll grao parte obra de los 1
¡/(uJw, lo cual uo Jaba garantía, eso
mislllo hal•ia producido tnl indigUiwiou
IÍ los espaiiolcs, t¡m• éstos se lmhÍILU
trasportado ú ~~~ provincia d<• Rauto.
m~nta con :-.u:-; caudales, en donde ba.
cian uun viva )!UI.lrra á los tt.lpuLlica.
nos. Por otra parttl, la coleecioo de
La Bugni<·la, pe• iúdico de ~nrii'io, e¡ u e
acababa do recorrer r:ípidameute, le
tenia muy alanuado: por ella veía
que lns disensiouu_..; crecían eo todo ol
paí:; y que éste marchaba (1 pasos lar.
gos Mcia un ahismo.
El doctor Caual queria mucho á CIP.
mente, sabiendo apreciar la bueno. vo.
lnntarl y pat'riotis111o acri:sol:1do del
júven así, aproas le viú llegar cunudo
euceudieodo una vela, entró~e a.l ran.
cho que le servía de abrigo, pue~ ya
había anochecido enteramente, y eu. ---'1
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REVISTA QUINCENAL. 253
Lre~ándole el último número de La 1 mente á pedir mi licem,ia por unos dias
Eagaleln para que la le)'Pl'C. r:;e puso para ir(~ SHntafé y volver.
1
á revi,ar los dcmas papeles que babia -A qné 1
rer-il,ido. -A asuutos de f11mili~, mi General.
Haciendo un esfuerzo para ol vidnr -Está bien: aguarde usted aquí
llos a' untos per¡.;ooaleR que tanto le miéutras que e~cribo, tÍ mejor será que
preocupaban, Clemente leyó lo siguieu- ¡ pa~e ust~d á preparar su v!aje p~ra
te, con no poca pena, fecl1ado el 26 de mañana untes de aclarar. Es preciso
1 Diciemhre: correr, ~lv~re:·.
l ''NOTICIAS VENIDAS POR EL CORREO -COIJ ere,. n,¡ Gener~l.
llE YER -Volnr, ,¡ fnet·e postble.
A • -Volaré, respondió Clemente so u-
' "Ya los verdarleroR peligros se acer- riendo, si Ute dan un caballo cou alas:
1
' cau, y ahora nos deseugañarémos ;Í p~1es -:(O las tcugo;s-.lanv u te en lo. imacosta
de nuestros pellejo!;, si con so- gmacwu.
beraní~s parciales se defiende el Reino, -In voqne usted tÍ Pegaso, repuso el
y la diferencia que hay entre organi- uoctor Cabal. y vaya usted rou Dios.
zarse en paz, y quererlo hacer en n.e- Y con e:.to Clemente sali6 de su pre.
dio de los peligros. Dejemo¡.; preteu- seocia lleno de alegría, pues mra vez
sioues vanas, quiméricas: aún no po. lle~an los acootecimieutos á la metlitlernos
l>OJ' l->imples ciudadanos, libres é da ~de uue.~tros de.~eos.
independientes, y ya todos quoreutos .. . . . . . . .. . . . . . . . . . ................... .
¡.;cr soburnHO!i; preferimos este quijo- Etnpezaba el mes de Marzo y llovía
ti~mo dc> ocho días á una liLertad per- iÍ cántaros cut1ndo el hijo del Cn.pitau
1
manoute. Alvarcz lleg<Í ú Snotafé. De paso para
•· Ca.11agena. se halla hloc¡nenda vor su cuartel, ~ito en In plaznela de San
dos buques de Baoto.marta que le cor- Franciseo, dejó los despachos que Hetan
los víveres del Jado de Siutí; ií vaba en casa del Presidente Na.riño.
~sin ha. llego.do parte de la familia dd .Uorneutos de,;pues, y cuo.udo ya haVi
rey Beuito Pérez, el Capitnu de m:l- bia cerrado In. noche, Clemente, vestido
riua Sotoa, el Capitan del Fijo ele Ca1·- do limpio, se pre,entaha en casa de
1 !ageua, Robustillo, y el Coronel N. con doña Irene. Llamóle la ntencion que
::00 hombres y 100.000 pesos en diue- \JSt11vie~c el porton abierto 1Í e~a bora,
to. So dice que se e¡.;pora ele un mo- y qne t'l negro portero s~J hallara sen.
mento 1Í otro un gran refuerzo con mn- tado en una si lb en el zaguan, el que
c:ha oficialidad, pnr·a erupreudcr la suh- ilumiundo por u u Mt.il velo o de sebo,
yugn,·iou del Reino, ltu4tlúwlosc el ~e veía. rc·gado de flores y se pllrcibia
Viroy y Audiencia en Sautatnarta." cierto perfumo ú inciemw.
lbf\. aquí Clemente eu ~u leetura, -Quí- no\ edad bny! preguntó el
cuamlo su Genernl, dando una fuerte jóven, ú quien nsaltt) ltt idea de una
voz, exclamó : reciente admini.stmcion.
-Eso que lec usted no es nada, Cle- -Ya no dan esperauza! exclam6
111eute! El peligro no está tanto en el negro viejo, que había. siuo esclavo
los españole.'! como entre nosotros mis- del paJre de doña Ireue, y añadi6 somos:
es preciso que alguien :;o vaya llozundo: yo que tantas veces la ca.rma.
ñana mismo hasta Snutafé ú dar gué en mis brazos, mi ~eñorita de mi 1
ciertos ::wisos importantísimos que 111e 1 alma l
dan aquí acerca de lo que se prepara. -De quién bnbla~ 1 de }!ariquita!
en el Norte pam anarquizar más ~l pregunt6 Clemente alerr:tdo.
pobre país. El negro no conte;;tó, y Clemente
-Aquí roe tiene el señor General subió corriendo las e~ca.lcras. Arriba.
pronto á partir, repuso Clemente; tau. encontró un grupo de eschwas lloran. 1
;o más voluntario cuauto venia cabal- do. Clemente se dirigió ú una de ellas
=--=-1 TOMO V. 32
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1 25J LA }[U ,J E R.
1 y con entrecortada. YO% dijo t¡uo le
llamara :í J o~é si estahn en la m~a. La
muchacha le miní, y deseonoeit;ndolo:
-Está en la alcohn con toda la. fa-milia.,
contestó.'
-Llámalo; dile que f.'.oy C!lcmente
Ah·arez, y de se::uro salJrá á \'61"ll1e.
C.\ l!ÍTULO XYIII.
-José: excln.rm) eu YOZ baja,¡ to-
Ja,·ía vive?
-Rí, pero ya ~;e acerca el fin.
-¡Y no ltay lmrnana cspernnza?
-Niugm1a .... :'-:li al mé11os te rcco.
nociern y YÍem c¡ue áutes 1le morir hn.
bhs vonido ~
Ambos fofia Ireue alJiiÚ los ojos con tlifi.
ocnpaua toda ulla te.;;tera del aposento, cultad.
en el cual se lmuia tirado en nn rin. -i\Ie llarnas! mur11nm~. 1 '
eon, tap:íntlo~e l:l. eam con la~ mauos, -Sí: aquí está Ukmente, y si !;U 1
el culerrial Mnnncl. "'c"tido con la he en merced quiere verle ....
Jel cdlc~io clrl Ho~ario; y al lado -Que se aeerr¡ue: re~ponOr cuyas nwjillas rc.,halnlxlli cu si len. -¿ .\le promete . .. por .rcsus, une~cio
nl!!llllfi'i l.ígrimas; no r-:c oía en aqnel 1 tro Hetlcntor ?. .•
npose~lto sino el estertor futigo~o clo la -Lo qne lllllj'ida.<~.
moribunda. y los ~~onvnlsos auuque té- -Clemente, dijo ella: Mle n!{tc,IIa
nuos sollozos de las do<:mujt•re¡;. mano de espo~o (L mi hija¡ ;\lariquita.
De improviso f:C n.hriú b puerta. y eutrégue!>Pla Íl Clcmcn te.
entró uua egclava en pnutillas, yacer. Obedecieron llornudo.
cáudose á José le hauló al oido. -André~, aiíaclió la moribul!da con
Limpió~e é~te los ojo!> y ~alin aprc. Jchílitado acento; jme usted qno lo" '
snra.damL'Ut(' al corredor cnanclo Cle. ca~;ar:í .... cor\ sn e u tero .... consentí-mento,
que no pudo ngunotnr lu. incer. micuto .... amparando :'i M:niauita e u
titlumbre m&s tiempo, llegó á la puerta, su ca<:a. .... y ú. mi~ demas hijos siempre.
p:íliclo, siu sombrero, con los ojos es. -Hermana, rcspon!lió d Cura ; jnro
pautados. ser padre para todos ellos y para Ole-
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REVIRTA QUINCENAL. 255
mente, r1ue considerar~ en adelante ............ , ................................. ..
1
como mi sol>riuo :.doptÍYO. Clemente debería partir ocho dias
Esta última promesa fur lo c¡ue má.i ;, poro una uu regimiento al mando del sabio Frau.
1
VOl. ofre¡;irltdn. cumplió N•ligiosamente. cisco ,José de Cáltltl~. con el título de
1
Dofín. l.·Pue no volvió ií !tauhr. y Ca pitan tic ht[JCII. iu·o .. ~ COIJ1t!Óf!J'a/os. En
uua lwm despuc~ murió rodeada. de to. nniou de él partirían Alfonso y Femau.
dos ~us hijos •¡uc la lloraron cou la ma. do Luccua, l'l fog-oso L1ntiú-rez, Gusto.
yor pena y hasta. dc¡¡~peracion. dio Carda llovira. y Luciano cl'Eihu-,
.. .. .. .. . . .. .. .. .. .. ........ ................ yar. Con CS\l' motivo el ti o Andrés,
A jJe.;ar del d0l0\' que experimenta. que tlesealxt c·umplir prouto la.¡lromcsa
ro u los hijos de tloila J rene t·ou sn ]¡echa ú ~11 hermana. y desconliando de
muerte. ello-; no sahian cu retdidad que los acouteo.;in1icntos ·J;oliticos del país,
el1:1 se babia ofn~t·itio eu holocausto {¡ deciJió <¡ue Clemente dcLerit~ c:u;ar~e
Dios N11cutro Seiior. en caiJ11Jio de ha- con :Mariquita úutcs de empremlcr la
cer rc:lir. ;Í. .\[ariqnita y propvrciotUh :Í nueva catnpnfía. Sciialoí p¡ua. verificarse
SI!S otros hijos bieuandauza eu e~te l'l tnatrÍtllouio ln. maíiaua del dia eu
umn.!o .r salud en t•l otro. que Uald:w debería clllprcuder nHtrclH\
Clllnu ltc)llOH dicho :in tes, tloila Irc~w para el X orte, con~iguicndo las di:-;.
mnuha :;olJre todas la~ t·osas cu c. te peu~as ucce•nrias para el caso.
Illi!IJ lo á .'lu hija 3lariquita, y cifraba Así, una mañana del mes de Marzo,
e u e lb todo ::;u corazou, twnq u e no pnr clL:\ntlo apéuas cmpezaiKt :í el:uear el
j
e~o uo amu"O muchísimo :Í ~us dt•nw.s día, vit1~c :.alir de la casa que fué do
hijos, pero(. <~stos tnirn.ba cou tnéno., ter. tloiía lteao u u grupo culuiado com.
num y <:ou..,itleraciou, y todos juntos no Jllll'~to e],~ los tres j1ÍV!!llCS J ... uccua, .:\In.
1
valia.u pamt•lla lo qnl' ¡,u hija prcdilct:- une! eon sn \Cstido t!u colegial, .Ma.
ta .• bí, t,;tJan !o uotó .Iu palide~ y tri~. ritmita, t•l doctor H.uiz, la umnorol'a
teza de la. niih, y b l51ll,~iguicutc 1.!11- servidumbre, y ade!L1as dos ú tres pa.
fennedad. ¡¡¡¡ altll:~ ~e llcUtÍ Je amar. ricutc;; dejos, y Pepita. J>iudra.hita, la
gnra, y t·u un motne11to de profunda tíuica ami;;a ole .Mariftuita, tillO acom.
/ t rÍ~lCZ<' !Jizo c~te \'OtO irn prudeu te, <¡ lll~ pa Üt,ha .1 t·~la Cll c,d iclaJ Je ll11l.U ri Ua.
1
varer·e eo1110 oi lo llltbicra regi> visto. la ceremonia. El sol se len~ntaba de.
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256 LA .MUJER.
t ras de Moo~errate nuhlaclo v melau. pi6 al descuido unn l:ígrima rebelcle,
cólico cuando ~:dieron de la. I·~le:>ia, aptetó la<; mtluos ele sus sobrinos y tle
reco rnaurlo fÍ Alfonso y 1•\•rnanolo có. Clemente, y montanclo a.pn·sm:ula.
roo en aquel mi«mo punto le \'Íernu 1nentl' su c·ahallo, eciHÍ :í anchr t:ou di.
alegre y refnh:ente b rnaiiat1:\ del ~1 rPcciou nl pueute. seguido de sus acou.
de J u lÍo, cuando regre>.ahan de h pla. gojadac; ;;ohrina'i. ~
za mayor desptws de haher ayunado :í . • . .. .............. .. ................. .... . .
la cousumacion de la remlucion cid :uit' ~¡ PI hori7.onte polítii'O do In Reptí.
rle 10. Apt~nas ~e habin.n pa,ado rciu. ¡,¡¡·a estaln nu!.ln.do al OIIIJlCzar d
te me~c:-1, v cu!ÍntHneiclo á stt Ht·y c-¡m.
uos r¡ne partiau para la :.:net-ra eOil::;U. ñol, y !t)S ptwhlos en tnam w ap:t1ta.
ma tri,tcza, y.Pn fPgtlld!\ ( 'lenwutC' b ron de 1:t Iru!e¡~<·lldi'IH:Ía para HJlVt:r á
1 tomtÍ en sus hrazos por la primern y abmzar la cau~a rt•alist:l. g.,tos at:on.
1 tal voz In últimn. de sn viola, y la tc~'irnioutos 1u1 oll'jarou Je produier 111nl
r :>eut{, ~ohre el t:l\bnllo .... : l'1Ítno ~icgo. po1· hailér~ele hn. Tunja, 011' nlwzndos porelmislllo gc•trcllndo
corre~poudcucin. con lo:; espaiio. mi lhraya. rttfm·c.:d a la iltHncuria ,[el
le~ de SnntntnndJ\. nobcrrmdr: d· · Tnnja dlllt .Juau ~epo.
-Clcmeute: cxclam<Í Ma riquita en lllli<;Cno i\tiio, cul'llll~o ¡u·érrinw de
¡voz haja. y trrmnla; este e~pcC't:Ículo Nariilo. L6grase al liu c-¡nc fínuen eu
1 es horrible: ... ;Qué presentimiento tan Tttuja un tn1tndo l'l !10 de .Julio, ofre.
cruel me bn asaltado: Me parece verte cictulo ambos pt!rpt~tuo olvido de tn.J:¡!';
c:n aquel iufeliz quo conduc·ef! al :;u. lns dc~;l\ euenr1a.«. rctricndo el P1t.•siduu.
plicio t te 'l'lC tra~lndar"l! iwnecliatamculc de -
-Adelante: dijo con voz recia ti o pue- a ¡;;.I!Haf{-, en dnucle halria11 ptotttfiAndrés;
ya es hora ele parti1·, que :;e violo Luuhicu uun iu~nrrecciou l0s fccl ...
les hace tarde :í estos ruilttares á quic- rali~ tas exaltados . .Al momento quP llc-
1
nes aguardan en bU enarte! : gtÍ X ariiio :í !u eapitul. qned<Í snfol'ndo el ¡ _ Al decir es~o el ~:u Cura., ~e liru- 1 motín. En Uartageua los patri(lta~ fJO::o.
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REVIR1'A QUINCE)iAL. 257
han de non cordial desavenencia en cll Pero no solnmeute se h;Jinha dividi.
interior y uua coutiuua. lm·ha contra do el pohre pn.ís en tres fracciones en.
In. reali..,ta Hautarnnrtu. En Pamnlonn carnizaclas las unas contra las otras: la
y Ctícuta. los e[{. Casi torla Y ene-~ sino que las di>:en~iones hahian pcoet.ra.
zuela ¡;staha ya en pocler ele los re: li"- rlo en hs famili•t<; münnns: por eje111plo.
tac;, y amenazaban :í la Xueva Grana. Alfon~o ~· Femando de Lueena, amigos
da por toda~ sn~ froutems, pero ella ~e 1 de N ariiio U espo;;a, Teresa to de su rida á esa precliracion. Y teToro.
sobriua del Marqués de Toro (ca- mando en las snyns las litan os de su
raqueño ). con quien se compromcti<Í ú rnaestt o, jn r.:í dc!'de lo alto Jel Monte
1 casarse cuando apénas había cumpliJo Sacro con~a. mt>'C á la lihertml Je ~u
diez Y siete años. patri<~. Despucs de n:L·o,rer y 'i~it.ar
E ti tanto que cum¡ ~ia 1a edad legal gran parte de En ropa, pasó á los Ji:• tapara
casarse, visitó b l!'raucia, conoció oos Unido:-, eu doude exa111iuó dcteui.
:í Napolcon, por qu:en eot6uces profe- dar11ente In. ent<)ut·c~ lkpública tllodl'l•>.
s:tha gra•11le adroiracion, y vol vieud<' ii A fines cle 1 HOü ,·ull'it) á Carácas y ~e
E~pañ<> Yeriticó :>u matrintOaio :í. liucs retiró á sus ha<.:ienda:; <Í estudin.r y )Jn•do
] HOl. RegrcstÍ poco des pues ú Uará.. parar eo silcnl'io su gran proyec:tt).JHII.lt;
cn.s, en doude pensó gozar de unn. vida pensaba que el paÍ!; no estaba. atín lilafeliz
y tranquiln, I'Orlcado de todnfi las duro para la [ndcpeudew·ia, l'Omo lo
comodidades de la Yida y cluei1o de uu había probado, pocoo; mese, :íules, la
inmenso caudal y del afer·to Bolhn.r tuvo p:u·te
RÍII ern l>argo, ap~ua,¡ dun~ uno:; poc.;Oil en la pre.!:!Íou 'iuc cjon·iú lo. juventud
lnt••c:-;; Bohrnr uo podin. ¡;er feliz por. ci. Grnemlí~ inw, mnrehnha de derrota en
ciembre c\cl mismo año,~ poner'e á la derrota, :y Rolívn.r, nomhmdo Oober.
'cabeza del movimiento. El :">de .Julio nador d~~ Puerto Cabello, tuvo que
Tnebn uua ve~ m(u; que en i
ti\,)S \CUt'ljosísima. P:ucria como l'Í niuguu acontecimiento probable se
la untura leila mi~rnn. ~e pu~. emn Jaq condiciones de loR tratados,
tivo, ent6nces lo fué ru(lS, y cuentan r¡ue que hauian pennn.necido secretos.
1 inmelliata111cnte dc.;;pues del terremoto Eo la Uunira, en el camino de la
le hallaron \"agawlo sobre las minas etnigraci.on. Rolívnr tuvo r.oticin. doto.
do Carneas, diciendo: ''Si .~e OJ!Oll~ fa do lo qu~~ se decía de la traicion de .Mi. 1
l nafu¡•ale::a, l!lclllttÚ1ws cmtf tV. ella y • r::u .. da, y ,tauto él como otros compaña. ,
---·-----------.
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2GO L A M U J E R .
ros suyos (como Tomas Montilla, .Mi. ,·ictorioRo, aduefí:índo;.o de Ir~ artillería 1
guel Pefín. y otros patriotas). resolvieron y los bongos que allí hn.bin.. Disgustado
~:n,ti¡.!ar la ~ttpuc~ta felonh del mísero Labatut con la gloriosa fechoría de sn
General. Prendiéroulo In. uocl1e iÍntes sull!dteroo, se interesó parp que lo juz.
tle emlmrcarse y ponerse en sah·o, y ga~en en consejo de ~ruerra con el
sin c¡ne d exi;alu~e una queja, le lleva. objeto Je desacreditarlo, pero como
rou al Castillo eo donde lo encerraron. el Oobernador de Cartagena sostuvie.
· con la intencion de fusilarlo al día si. se á Bolívar contra el frnnces, éste
l gnieote. Pero los españoles se encar. ' t11 vo que desistir, y á poco fué ex.
garon dC' evitar aquel crímen é ingra. pulsado del territorio gr:mnclino. Eu
titud á los pa,tnotas venezolanos. Al tanto, Bo}í,·ar, obrando ya por sí so.
1 amannce'r del dia siguiente, la. Guaira lo, bntiu {¡ los españoles en Mompós,
J estaba en poder de los rcnlistar;, el Chiriguaná, Tamnlnmeque y Ocaña, eu
puerto bloqueado y los repu!Jlicanos donde entró el fi de Enero. De aquí, con
ocultos para no ser apresados por los el permi!'o del Gobernador do Cartnge.
españoles. Miranda fué pa.c:;eado ele ca. ua, do c¡uieo dependía, reunió cuautos
Jabozo en calabozo, cargarlo de cadenas recursos poseía para ir en coutrn del
y vilmeutc tratado por sus verdugos OS}Jaiiol Corren, dnefio de la p1·ovincia
ha~ la el rlia de su muerte en las prisio. de Pam}'loua. Alcauz(í nl ('nemigo u u
nes de Cádiz (en donde ni para la hora el carniuo do Snlazar, y lo puso eu fu.
suprema le quitaron la cadena que lle. ga y fu(lo persiguiendo sin traharcom.
1 mua al cuello), el H de Julio de 18113. bate basta Sno José de Cúcuta. Allí
1 Bolívar era considerado como de tan se hizo fuerte Corre:~; Bolívar, auxilia. l
poca importancia por los españoles, do por gente que le envió el cororwl
que sin muchas diticulta.des consiguió Castillo, atacó resueltamente al enemi.
uu pnsupotte para. salir del país, lo go, que flll! hatinr de que Fra11ci~c:o de Paula
1 tesé inquietos, con mirar ue {¡guiln, Snutander, !.U nutil{UO amigo desde el
1 circunst.."l.ucias r¡ue supliau ton ventajn colel'io, in:- piés y las neaJo por el alllor da la gloria y ena..
manos tau pequeños como los <.le una morado de Bolívar, cuyo carácter le
mujer, la voz aguda y penctraute. La llenaha de admiracion, y c·uyas prendas
tez, tostada por el sol de los tr6picos, militares le garantizaba u el buen éxito
conservaba no obstante la limpieza y de la aventurada empreso. de librar 6.
lustre que no babian podido arrebatarle l Venezuela de los e~pañoles, Clemente,
los rigores de la intemperie y los con. digo, prefiri6 seguir :í Bolívar á cual.
tinuos y violentos cambios de h..titudes quier parte más bien que permanecer
por las cuales babia pasado en sus quiziÍs inn.cti vo en su patria. Con este
marchas. motivo, ¡;entando plazo. en el ejército
''Para los que creeu lns ~eñn le~ del 1 <¡ue manJaba el futuro Libertador, dijo
hombre de armas eu la robustez atlé.! adios á la Nueva Grauaua, escribi6.una
'lOMO V. 33
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262 L A MU J ER.
sentida carta á su espo,;;, y arrebatadoT zu ela bajo las inmediatas 6rdenes del
1
en brazos del génio de la guerra, ero. jóven y heroico .A.taoasio Girardot.
prendi6 la gloriosa campaña de V ene. FIN DE LA PRIME RA. PÁRTE,
------~·._ ____ _
"DAR DE COMER AL HAMBRIENTO."
CuRNTA la historia de Isabel de Hungría
Que esta p•·inceRn, un dia,
De Turingia las fértiles montañas
Atravesaba, abandonando el brillo
De su régio castillo
Por visitar del pobre las cabañns.
A sus plantas el valle florecido
Formaba verde nido
De hermosos bosques Á In espesa sombm;
Entonnban las fuentes solitarias
Sus lánguidas plcgnrias
Sobre la fresca y olorosa alfombra.
Blanquilaba Á lo léjos la capilla
De una aldea sencilla ;
Más cercano, un arroyo placentero ... .. .
Paisajes sin rival, encantadores,
Que en siglos posteriores
Con su presencia profanó Lutero !
Sin embargo Isabel no los veía,
En tanto que seguía
Por la escarpada y desigual vereda,
Con le11titud y con cuidado andaba,
Pues, cual siempre, llevaba
De viandas lleno el delantal de seda.
Del sendero apartando loa abrojos,
Elevaba loe ojos
.A. la cúpula azul del firmamento,
Y la tierra y su afan daba al olvido .....
Cuando agudo sonido
Por las breñas le trajo el ráudo viento.
Es el cuerno de énzn de su esposo
Que así turba el reposo
De ese v:11le feraz con sus rumorea.
Isabel se detiene vacilante,
Pero en aquel instante
Desembocan allí los cazadores.
El Duqne de Turingia ea el primero,
Cuyo paso ligero
Las florea troncha del grama! espeso ;
Divisando ,¡Isabel que, consternada,
Bajo verde enramada
Quiete ocultar su generoso peso.
Porque recuerda, y con razon se asusta,
Que su esposo no gusta
De mirarla vagnr por los senderos
De esta bella pero :ispera montaña,
De cabaña en cabaña,
Alimento de huérfanos, mendigos .. ...
Con tal peso y afan, sin compañero».
Luis se acerca, aunque tierno algo impaciente, !
Los mñs caros amigos
De esta bella princesa y gran señora ;
Que olla misma les daba, compasiva,
En visita furtiva,
Diariamente, con voz halagadora.
"Me socorriste ruando estuve hambriento:
Dando al pobre alimento
Lo bu daJo a Ac¡uel que con onuor u ha ~1olo "····
1 Bato. fraso tan dulce mcrccin
1
Y en práctica poni:~,
La discípula fiel de Jesucristo!
Abril de 1881.
Doblegando su frente
La mlís bella y mejor de los esposas .....
Sacude el delantal de la Duquesa,
Pero ¡ oh mútua sorpresa!.. ..
No cncueutrn eu él sino fragantes rosas.
Que con cate prodigio inesperado,
Quiso Dios de su agrndo
Y su eterno poder dar prueba inmensa :
Así como tambien todos los diua
Con dulces alegría¡¡
La caridad del hombre recompensa.
BNRENICX.
----... -~
'1
1
1
1 1
CONSEJOS A LAS MADRES. ¡·
CAPÍTULO IV.
EL VESTIOO OE LA P!llMEflA NIÑEZ.
I
HA Y muchas maneras de vestir á
los nifios, y unos abogan por el siste. l 1
ma de tenerlos muy descubiertos y ' 1
otros por abrigarlos demasiado. En 1
esto como en todo es :preciso usar de
gran prudencia y senttdo comun. Si
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1-
REVISTA QUINCENAL. 263
hace mucho frio y llueve, 6 el tiempo mente en el vestido de una criatura !
está htímedo, será inoficioso advertir (dice la. señora. Taylor),. Un niño que
fJUe los niños deben estar abrigados. no necesita. nada para hacerlo atractivo!
Cuántos niños hemos visto atacados el<' Al principio nada le importa la más 6
pulmonía fulminante porque las ma. ménos riqueza de sus htavíos. Pero
d res con increíble vanidad los han muy pronto el niño aprende lo que
mandado fuera de la casa con el pe· vale el lujo. Los zapatos nuevos, el
cbo y brazos descubiertos! No es lme. vestido bordado y el sombrero empl u.
no tampoco ahogarlos bajo un cerro mudo se convierten en estímulos para
de franelas y acolchonados. Un ju~to manejarse bien. Todos en la casa se
medio es la mejor regla; ademas el ocupan de los vestidos, los admiran,
niño que se baña todos los dias en los señalan á las visitas, y esto les haagua
fria necesitará siempre méuof; 1 ce comprender lo que valen. T riste
abrigo y crecerá m{IS robusto que :os cosa por cierto es que las primeras
que han &ido criados entre algodones. 1 nociones que se inculcan on la mente
Aconsejan lo~ médicos que durauto 1 del niño están en oposicion directa con
ln dcutioion se tenga á los niños auri. 1 los mandamientos de Dios l .. . Cuando
gados, por estar entónces rná!> propon. ~:L manda que no nos fijemoll domasiasos
á enfermarse del pecho y la !5ar- ¡ do en lo que comemoR y vestimos, las
ganta. S<' debe tener particular cu11lu. madres se esfuerzan en hac:er creer al
do en impedir que los niños tengan uiño que aquello es de primero. imporn.
pretnda la cintura ni los piés. 8e tancia.l"
comprende que si se ajustan los La. decencia y la l'cncillez, la. lim.
miembros cuando :-e están desarrollan. pieza y el órden son los vcrJaderos
do, no ~e llm·ará á efecto la. obra ele In elementos de la elegaucin. El lujo, las
naturaleza, y se echarán las raíces de rica!; telas, los adornos recargados sólo
mil cnfermeclade:; que al crccur van despiertan en el alma infantil las ma.
ap~~.redeoclo . Y o nconsejaria que el lac¡ pasiones, la vanidad, el orgullo, la
lujo eu el vestir de la infancia. debo pednn~ería, y ndcmns cnusnn la envi.
consistir en nun extremado. limpieza, y día y el odio en los demas 1 t Acaso se.
m:ís vnle un traje de muselina ó piqué meja.ntessentimientosinculcadoseo los
blnnro, limpio, todos los días, c¡ue uu niños por sus propios padres no serán
ve•tido ele seda <í terriopelo, propeno;o :Í causa de que éstos sean responsables
mancharso, y que no se puede cambiar de los vicios que tendrán sus hijos al
en muchos meses. Un hermoso niño crecer! Repito, undn rnlis grave y
\estido sencillameute e:; mucho m6s conmovedor que el criar y educar ni.
notable que mto feo ataviado de tercio. ños que ~er:ío hombres y que sufrirán
p;:>lo. Adcntnl' por rn(L, feo que sea el en este muntlo y en el otro las conseoiño,
si c:;t:Í limpio e~> más simpiitico cuencias de los buenos y malo::; sentí.
que el hermoso tal vez sucio aunque mientos que les han inculcndo su:-; ma.
lujosamente ataviado. dres, ¡;jo caer muchas vccl'H 011 la cuan-
Otra do~gracia que acarrea el lujo: ta. de lo que están haciendo.
el habituar u l niño ñ él, y enseffarlo
S. A. DE S. á ser vanido~o y llenarse de orgullo, fun.
dado na.d:~. más que en la más 6 ménos
riqueza. do t.u vestido.
"Cuánto dinero se gasta frecuente. • Practica! Rinta to young femalea"
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1-
26! LA MUJER.
1 MISERIAS DE UN CORAZON.
FA'{TASÍA POfl I!I{ES HII:'\TA COl'\,.SUEG~A.
( CONC'L U810::í).
~dora, ,·os saheis bieo la di! ala "rñorn que, eu In noche pa~acln. ra ¡;eré la ruás humilde y surui-a vn.
c;e ha de,earriRdo en l'stos contornos. salla.
Sorpreuclida" y conftNts e.;tán h~..~ Y A velina lleva á sus labios la Grla
1 gentes de los alrc•rledores. del vestido de la castellana con infiui.
1 La anciaua y la hermosa uifí.t c¡ue to respeto .
. pocas hora~ h1wia te11diern11 la m •HO á FernancJa dirije á la j6ven UlH\. tUi.
la de~couorid·~ ··a,tclhu:l, respon.lun á rada de intensa tristeza; un sollo1.o
los que á su puerta lle){an oprime su garganta, y abandona. la
-Entrad¡ pero no hallarei, á nues. choza, seguida de su atónita sen·iur~riu 1 quo nuoche Volvió la hermo~n Oonde!!a de Roen
nos piclicí ahrigo )' amp~uo . fort á anudar la!! cadenas que eu uu
La niña :-e ciPIÍPne. . momento de ilusioo crey6 poder rom.
¡Quién t'~ e~;l henno-;í~irnn y maje~. per.
tno~n nntjor •¡ttc• ahandou'\ la alcobt\ Volvi6 ~>ola, má~ miserable que :ín.
aítlnndtl eutní la peregrina, y 'C acercil.l tes de haber <;ido rechnzada por 8Us
{¡ ella! va~allos; má::. :Ltacl:ulu, C,egnda la ca ~ tcllnoa P?~ su dolor no
1 cae de rodilla, ,¡n to• aria. ha uta repararlo un un JOven vasallo
-Aveliua, dice la j •í,·eat C:oudc>sa, que,:::onfnudido entre su séq'!ito, .la 1
anoche me teuciiste la mnno emyeudo seguw. cou d ISe!!perada y sombna t n s-c¡
nc -cílo er:l uua pobre perc~rinñ, c¡uo tezn. ,.
peclia 1111 prtl •z.J de pan. Hoy. la pode. 1
rosa ca\lellaua, vuehe iÍ pedirt(• una •· Ruuid, viento~ desoladores rugid '
l . . C" ' unosua pn.ta Hu ··on~:t.ott que ttenc tuh. con ,uestro acento más podero.~o.
necesidad de l•'rtlllrn, que el que :enia 1 "Arrancad con furia ios árboles
la fugit.iva de alirneuto. que caerán despedazados, Ílllpotontes:
Avehna alza la frente. aute vuestra fuerza de~;tructora.
-Señora, re.;poucle. ¡ hnlat!is vi~to "Levantaos rios (¡tte dormís tran.
alguna vez que la hunulcle paloma r¡nilo~ eo ruestros lechos.
1 vuele al lado del uoble y poderoso •· Levantaos. subid, golpead las pie- 1
halcon f dras. despedazad las que quieran im.
1 Las débilc~ ah1..~ de la paloma no pedir vuestro paso.
pueden seguirle, ni su" ojos tmfrir de "Arrancad osas débiles vallas que
~~re~~ respland: :1 so~- se oponen á vuec;trll corriente.
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REVISTA QUINCENAL. 265
ll. -
"Creced, creced, que ya no l1ay ba. El trovador volvió á hablar, pero con
rreras que puedan dctencrO'I. voz b.'lja y cansada :
"Creced, que ya no podeis volver -•· No es mia la culpa, si la amo,
1 1
atras. Dios Omnipotente.
"Creced, que si fuísteiB poco hace •· Yo existía feliz y tranquilo en mi
mansos rio~, ya no sois sino negros y pohre choza.
furiosos turbiones. ·• Feliz, con la ternura do mi anCla.
"Bramad, nubes qne cnbris el ciclo. na madre y con el alegre y dulce afee.
1
a brío:> y dejad pa..,ar lo~ •ayo<~ del fne. to de mi hermana ~xeliua.
go qne guardais eu vuestro seno. Abra. " Pero Vos s:~ he1s que desde que la
1
• Had cuanto se os antoje. 1 ví, comprendí que seria la m l1 jer por
1 "Aquella encina que alza tan orgu. quien yo en adelante viviria ó moriría.
llosa su noble copa, si la tocais, uo "Las sombras de la noche empoza'
tiene savia con que apagar vuestro ban á cubrir la tierra.
fuego. "Las estrella.<; ru;omabau en el cielo,
"Los p•\iaros que en ella duermen y yo vol vin de mi trabajo. 1
trauquilos, sncumhi rán ~i muriera de dolor por ella, mo ec;as blancas estatuns colocadas eo
no teudria ni 1111 pedazo de tierrn. rlon. los jardines, cuya quietud y frialdad 1
de dormir en paz el sueño eterno. hace contraste con el ince~'ante cnrrer
1 "Ella e~ noble y podero"a; yo soy de las fuentes, con los mil rumo• os de
1
un rniscrnble vasallo; pobre gu>-ano los pájaros y de los ior:;ectos entre el
que podri<~ aniquilar con un movi. folh\je, con el movimiento de los sérc~> 1
1 miento ,¡,. sn hlnnca mano. que se acercan á ella. 1
1 "Ob: Padre Eterno: si lticísteis no. Do noche, como si las !>ombras bi·
, bles y poderoso~;, humildes y misera. cierao rná11 insoportal,Je su soledad,
bies, ¿porqué no le.c; dísteiR :í éstos un ~ Fernanda se muevo de un lado á otro,
1
corazon insensible como la tierra que vacilante como uu ciego qne busca la
1 labran? Corazones que latiera u sólo luz; y loR l'eo1 imientos que ocupan su
1
, para vivir, no para desear ni sentir. corazoo ~e 8l>capau de !'ns labios dolo"
Y a la luz asom~~o en Oriente, y rosos y deilt\nimados como su propia
cual peligrosa fie~.~ tengo que huir. exi11teocia.
"i Qué diría la h<•rmosa castellana, -Seiior! exclama: has npa rtado tu [
si de~pues de una. noche de tranquilo mano de mi cabeza, y ya no teogo mác;
sueño, lastimara su vista. un infeliz que morir.
villano que ante los muros de su cas- 1 ''Has creado el mundo tan hermoso,
tillo tiembla y se lamenta l que el corazon se desgarra cuando uo
"Hay veces que no sé si lo que puede contemplarle feliz.
me atormenta es odio L... ''Esa luna que ahorat:e levanta en el
"No! no! blasfemo~ horizonte, y cuyos rayos son de una
"L:\ amo, la amo, y si para decirlo , luz tan plateada y cal ruante, rnaudo la
fuer'\ preciso viYir una l»rga vida de veo parece cubrir$e de un manto oscu.
torrneutos, viviría 11in quejarme ... " ro; poro yo sé que eso manto es el
Los rayos del sol que penetraban en manto que cubre mi alma., que todo lo
la o:;tancia de la hermosa castellana, oscnrece, que todo lo vela y suaves pieles, ilumi. pájaros C'OD sus cantos tambien mo
· naban tarnbien ia figura de un jóveu hacen wfrir; porque yo sé qne esos
qul:l con paso -racilante bajaba la ás. pájaros. que e.~as flores me hablan de
pera y escarpada roca. donde moraha uoa dicha, de una. fl'licidad que existe;
la noble darnu. de su cornzou. pero que no puedo disfrutar.
11
VII "; Dios wio l. .. Dios mio: . .. Una
vez c¡ui¡.;c huir de todo lo q11e me rodea
A veces IM hora~ pa!'an rápida~ co. y romper para. siempre mi'~ doradas 1
mo im;tanteR; otraR parecen largru; y cadenR~>.
pesadM cadenas que !le arrastran len. "Rasgué mis ricos vestidos y caminé
tamente, sin que haya fuerza, ni vo. sin saber, sin import~rmc h:'lcia d6nrle
luntad para aligeradas. me llevaban mis pasos.
Como estas son las horas para la "U o momento fuí libre.
1 bermoRa mujer que tiene cuantas ri. "Jugué con las flores sih·estres con
1 ' quczas ofrece la tierra; pero que mar. que juegan las hijas de los campos, y
! ch.ita y pálida vive consumida por la me miré en los límpido~ arroyuelos en 1
mtseria de su corazon. , que ellas hacen su senClllo torado.
De dia tendida en un diYan, cruza. "El sol que me babia dado valor, me l
das las blaoca11 Y. delicadas ruanos, fij?s abandon6 Y.dej6 que las so~bras de la
los ojos en el Clelo, le contempla s1n noche volv1eran para sumtrme en la
1 que su11 cambios de luz y de tlnte ha. tristeza y desaliento que babia croido
gan asomar á su rostro el menor indi. sacudir. 1
cio de admiracion. 11 Sola me encontré ; sola como estoy
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1
11-
REVISTA QUINCENAL. 267
desde que nacf; sola como quizáf! peregrina, no quiso dar una limoRna
moriré. de su afecto á su noble y poderosa
"Pensé en Dios, y como Agar, en el señora.
1 desierto le llamé. "¿Serú posible, Señor, que lleve en mi
' "N o sé si aquella mano que tocó mi frente el sello del orgullo de mis ante- 1
manto fué una mano divina; no sé si 1 pasados 1 ·
la voz que me habló fué lo. de un "i Será posible que mi nombre para
mensajero enviado por Ef,; pero sé mis vasallos sea sólo t!l emblema del
que si esa voz que hizo lntir mi cora. terror, del orgullo y de la tiranía?
zon volviera á llamarme, la seguiría "N o: no quiero creerlo, Dios de bonsin
temor, creyendo que ella podria dad~ aunque he sido rechaznda una '
conducirme á esa dicha que deseo. Her. vez por mis súbditos ...
mosa y alegre era la jóveo vasalla que "N o quiero creerlo, aunque he vuelme
hizo entrar en su choza, sin saber to sola á mi castillo, y permanezco
que era su señora. siempre sola, abogando mis sollozos
"Aquella noche comí el pan de la en estos ricos almohadones; y rnmcaridad,
y desconocida peregrina recibí que golpee delirante mi cabeza contra
una sonril-la tierna, esa divina limos- los muebles de oro y maderas preciosas
na del corazou. que adornan mi suntuosa mansion."
1
"La choza era pobre, pobre y misera. La j6ven noble co.ll6 anonadada. Su
ble; pero habia algo míis bello y pre- frente, cubierta por el frío sudor de la
cioso que las riquezas que me rodean, agonía de su corazon, sr. apoy6 cutre 1
y era el amor que brillaba eo la freo- sus blancas ma.oos. 1
te de la anciana madre.
1 "Tarde ero. cuando creyéndome dormida,
Avelina y su j6ven amante habla.
VIII
ron en el jardín. ¿E~ acaso aquello t¡ u e se agita. u o a.
"Ella ama con un amor que sé muy sombra que deja entre los árboles la
bien no podría yo comprar coo todas luz de la luna!
mis riquezas; ella vive con la luz de Fernando. la. ve y se levanta. Una
sus ojos, con las palabra!. de su afeeto. , emocion indefinible cubre t~n rostro.
"Ent6nces supe que mi hermosa va. -E-; la misma sotnbrn. que me guió
salla se babia privndo de su alimento en los bosques! esa sombra la he \"Ísto
para d:írselo t'í la pobre pL·regrina. 1 muchas veces, pero crein. que era una
"Y esa j1ívcn ~>e seutin feliz, y In po. ilusiou.
bre peregrina sollozaba sin consuelo. Un:\ voz ¡;o ltJvantn en la quietud de
"Ah! es porque hay un hambre más In uoclte.
terrible que la del de.~graciado que no El rui~eñor deja de cantar, recouo. 1
tieM uu mendrugo de pan que llevar cieudo que ho.y un acento que tiene
ú los labios. tanta pnsion, tanta ternura como el
"Es porque hay una miseria más es. de éL
pan tosa que la de aquel que no tiene Fernando. escucha ..... .
un techo en que pa~ar la noche, y es ¡ "Amada de mi alma. déjn.me decirte
la soledad de un almo. enferma, y es lo que encierra mi corazon¡ porque
el hambre la miseria. de uu corazon on su agonía no quiere morir sin ho.que
no encuentra quien alivie su tor- ber únte~ vivido.
mento. "Dé jame decirte lo que anoche sofit!,
1
" El mismo sol que me siguió en mi cuando los luceros que asomaban en
huida, alumbr6 el camino para que el nznlado cielo brillaban tan bellos,
1
mis servidoreli, que extrañaban miau- que creí que era su luz, la luz do tus
sencia del castillo, me buscaran en sus bellos ojos.
contorno!!. "Dt!jame decirte lo que anoche sol
"Avelina, que tendia la mano ú la fié, cuando el perfume de las flores era
1---~-------
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268 L A. ~I UJER.
tan puro y fragante, que creí era el "Tu alma no seguirá tí la muerte,
aliento de tus hermosos labios. porque yo tamhien puedo darte una
"D~jt\me decirte lo que anoche so- eternidad; sí, una eternidad de amor.
ñé, cuando la gemidora bri~a acari. "Soñ~ tambieo c¡ne tus lahios son.
ciaba con tanta suavidad mi frente, reían como la aurora al huir la noche,
que creí era tu melodiosa voz que me lqne tu mano descausaba entre mima.
hablaba. no, y que tu corazon se agitaba cou
"Soñé que tu leve pié, nbandonando los latidos de mi corazon ... . .. "
la mullida alfombra, pisaba la dura Lu voz calló un momento, y despues
tierra donde su fria yo. volvió ú resonar; pero si :íntes era go- ¡
"Soñé que envuelta en blanco~ y té. zos¡t y animada, era ahora triste y so.
nues ropajes, te ví venir é incliné la llozante.
cabeza doblegado por mi amor. " Pas6 la ilusion y vino la realidad. ¡
"Sofié que tu rostro estaba p(&lido, "Ern mentira cuanto soñé, meotira
y que por él corrían tus lágrimas, cual cuanto había gozado. 1
preciosa.r; gotas de rocío; y que mis la. "Rumor de hojas secas, era tu leve
1 bios, cual sedientas flores, las recibie. pi~adr~..
, ron guardándolas en mi corazon. ·• Rayo:, de luna entre los úrboles,
1 "Soñé que dijiste: mi alma está 1 tus blancos ropajes.
: tri~t e y p ronta. á volar. "Luz (le las estrellas, el miral' de
1
"Nadie piensa en mí, nadie me tien- tus ojos.
de la mano. ''Perfume tu aliento, brisa tu voz.
"He tocado á ln11 puertas del cora. , "Ere~ tú, uoLle y pode ro~~ cast~.
zon de los que me rodean. llana; soy yo, pobre y humtlde Vl-
" Hoy un pobre corazon, he dicho, lllano .... .''
dad le una limosna de ternura, si no que. Fernauda l'e pone de pié, y un grito
reis que perezca de miseria y de nolor. se est:apa tic sus labios.
"Pero el silencio ha. re11pondido ií Sns camareras acuden presurosns.
' mi plegaria; y sigo, sigo andando mi --Corred, t-xclama, llamad ú mis
ca111ino, sola. y desechada. 1 guardias, deridlcs que traiga.n ante mí
"He llorado t:mto, tanto, que mi~ ese trovador que cauta en mis jardines.
ojos ya no tienen liigrimas.
" Me he quejado tanto, que mi voz IX
sn ha apagado: y be esperado tanto,
que ya para esperar más, es preci~;o Conmovida, estallando el cornzon,
<¡uo siga ú la muerte, para que mi al. pero siltlueiom y grave, espera la uoble
ma. e.-.pere en ln. eternidad. Condesa de Rocafort.
"Soñé que e~o deciaH y que yo ro. Unas pisadas <¡u e tienen eco eu su
zaudo con mis labios los dorados rizos pecLo llcgnu hasta la. puerta del salou.
de tu cabello que tocaban mi frente, Un j6veu pálido, de negros ojos y
te respondí: arro¡rautc figura. ntravie~;a el umbral.
-"Tu corazon no morirá, porque el Es Miguel, ellu~rmauo de .Aveliua;
mio tiene tanta vida que le hará vivir e~ el trovador que osó cantar al pié de
feliz. la ventana tle su régia señora.
"Ya tus ojos no llorar-án máR, por. Tiembla su alrnn.; pero finne es su
que al mirarse en los mios, e;;pejos de anclar, ~erena. su miradn ..
mi amor, leerán la adoracíon que sien. La castellaua. habla.
te mi alma por t i. -iSois vos el t rovador que ha. osado
"Tu voz no se apagará, porque la 1 peuetrar en lo~ jr.rdines de mi palacio,
mia)a enseiíará ú cantar esos cantos é interrumpido el silencio de la noche
de ternura que son tan hermosos co. cant.'Lndo bajo mis ventanas?
roo el puro y límpido cielo que cubre El vn•a.llo se inclina.
l nuestras cahezo.s. 1 -Debeis estar loco, 6 igooraís que j
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REVISTA QUINCENAL. 269
para. cada una. de vuestras frases, ti e. -Y o no quiero que murais l exclama
nen mis verdugos mil tormentos. coi). el regocijo de una alDU\ que rompe
Una sonrisa. de amarga ironía plega por fin las cadenas que la ligan con un
los lívidos labios del jóven. pasado que aborrece; que rompe con
1 -8eñora, contesta, el corazon es á las preocupaciones que le han legado
veces un verdugo mlis cruel y a.tor. sus antepasados pnra elevarse hasta. la
menta con torturas mayores que las verdadera nobleza: la nobleza del alma.
que pudiera infligir el verdugo pagado 1 El trovador tiembla. Rabia tenido
por la. riqueza y el poder. valor para sufrir ; pero se siente débil
La castellana guarda silencio un roo. ante la luz de la esperanza. que las
mento, y des pues continúa: palabras de su amada la. dejan entrever.
-Extraño es el lenguaje que usais; Fernanda continúa exaltándose cada
pero sois demasiado j6ven y os per. vez más:
dono. Sin embargo, os ordeno que sal. l -N o, no quiero que murais! quiero
gais para siempre de mis dominios, que seaismiguia; quecureismi alma;
que mis ojos jamas vu.elvan á miraros, , que me deis esa eternidad de dicha y
y que jamas el acento do vuestra voz de amor que me babeis ofrecido ......
llegue á mis oidos.
Miguel siente en su corazon un dolor X
que trastorna su mente; y contesta, 1
con la calma y lo. dignidad del reo que .Afios han pasado.
ha perdido toda esperanza: 1 Las nubes que se rasgan despues de
-8oy vuestro vasallo, debo obedo. recia tempestad envuelven una hermo.
ceros; y ~e dirige ú la puerta. sa cruz que se levanta sobre alta roca.
Fernanda se estremece, porque la En ellas se fijan con placer y venera.
voz de ese hombre es tan sombría co. cion las mirada~ de los dichosos babi.
mo la. mirada que la lanza. tantes de los caseríos que se extienden
-A d6nde vais~ exclamasin poder. 1á AU pié.
¡;e contener. Bella. y alegre mansion en fragante
-Voy á morir, señora.. .... valle habita la señora de los dominios
-A morir ! repite Fernanda. como de Rocafort.
un eco; y su a.gitacion revela la lucha Ya la melodio!:a. voz Jc Fernanda. no
que so~tiene el orgullo de su nobl(lza se oye en solitarios lamentos durante
1 y poderlo, con el corazon du la mujer la noche, porque sn corazon 80 ha en.
1 • quu sufre y que eucucntm la realiza. riquecido con un te-oro que no tiene
cion de la. dicha que ha. ¡;ofindo. igual: el amor AÍ<'m pre noble é i o tenso
-Morir: dice de nuevo con o.cento de su esposo y el respetuoso afecto de
casi ininteligible. Mucho ha tmfrido, sus vasallos.
lNES ÁMINTA Co:s-SUEORA.
• pero más he sufrido yo¡ porque sus últimas
palabras han penetrado en mi 1
corazou como agudos puffales. Panamá, Agosto 28 de 1880. ----- MIS DESEOS.
Yo conozco un albergue allá en la Joma,
Que deaoiende al nivel del Uruguay,
Donde Jaa plnntaa de ailvoatre aroma,
Se abrazan con las rareas del yatay.
Pláceme allí vi~ir: el alma mia
Necesita expanaion y soledad:
¡ Ay 1 léjos ya del mundo y su alegrín,
Mil veces más dichoso así seria
Mi amanto corazon.
TOllO V.
Qno allí. .. á la puerta de mi pobre choza,
'Bajo la sombra de la verde palma,
Rodeada de mis hijos, cm·iñosa,
Cual del labriego la feliz esposa,
Te esperaría yo 1
Que allí.. .. bajo ail\'cstro enredadera,
Formando Jeda bóveda de florea,
1 Veríamos la pálida vinjera
Como un globo de nácar á la esfera
34
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270 LA :MUJER.
Bañar de ténue lm;. Yo pulsaría mi amorosa lira.:
Y otras veces surcando en h. barquilla Y en esa soledad, que al alma inspira,
El azulado canco del arroyo, Sonará mi cnntnr.
Reclinada tu sien en mi rodilla, ¡Quiero airo, quiero luz y un sol fulgente ...
1
Tu s ien beeara, donde el genio brilla, Silencio y soledaJ y alegres campos ...
1
Y así fuera feliz! Y alznudo nlh• mi pud orosa !rente,
Y allá en la noche .... cuando toclo e~pirn .... Can tara el fuego de mi nmor ardiente,
Cuando lns olas y las selvas callan, Que sólo se yo amar!
JO$El"INA PELL.I\ZA DS SAGASTA (Argentina.)
-'---~·----
LOS J UANES DEL SIGLO XIV.
(CONCLUSION).
Entre tanto, otra Jun.nn., .Juana de terra, entre !176 ' perRonas babia 128
Belleville, se había. revelado tambien Juanes, 47 Cfnillermos y 41 'l'oma-
1 contra el Rey de Fraucio., que habia aes, &c.
1 mandado matar á su marido, y para Pero ya conf;ideramos al lector fati-
1 vengarle, empezó por apoderarse de un gado con tantos J uane~> y J uanas, r así,
1
castillo fuerte, mandando degollar á por último, sólo citaremos una. Juana,
toda la guaroiciou sin perdonar uuo la. más her6ica, ln más virtuosa y la.
s6lo; en seguida, iuspirada. por su do- ¡más cligna de elogio de cuanta~ Junnas
1
lor y su ira, se puso á la cabeza de una existieron, uo solamente en aquellos
tropa. de hombres armados, y mat.S, tiempos, sino en todas las edade~: 6
a.rruin6 y maltro.t6 á cuantos súbditos .!nana de Arco, la que aunque precidel
Rey de Francia encontr6 en su ca- ¡ samente no se debia citar entre la.-5 a omino.
En breve ftet6 varios navíos y teriores, porque Yivi6 á principioF del
recorrió con ellos las costas, y a.tac6los siglo XV, sin embargo la historía la
puertos que hal16 iudefen~os, reunién. considera. como perlenecieu te á In. misdose
al fin ú J w1na de Mootfort, ú e u- ma época. No estará. por de mas añadir
yn.s órdenes se pllbo con su hijo, oifio aquí, que últimamente se ocupaba.c en
de siete aiios, que habia llevado consigo Roma en la causa é informacioner, del
en todas sus correrías. " A pesar de caso para procerler á la canonizacion
esta escuela le crueldad, dice Gnizot, de .Juana de Arco, y en verdad quepoese
niño, al hacerse homLre, fué uno de cos han merecido COihO esta santa. mulos
más fieles súhüitos del Rey de Fran. jer los honores que puede darla In
cia, Cárlos VII, bajo el nombre tan co- Iglesia.
no cid o entre los guerreros de la época: 1 V arios J uancs tuvieron influencia
Oliverio de Clisson. sobre la vida de Juaon.dc Arco. El pri-
Eo una reciente publicaciou inglesa, mero que crey6 eo la mü>ioo salvadora
encontramos que los franceses de la. de In. pastora de Domremy fué .Juan de
Edad Médin. diero11 al inglés el nombre Metr;; en Poitiers vivió en casa de
de Jo/u~ Bull y .lean Gotham, con mo- J ·uan 'Rabuteau, en donde la protetivo
de lo frecuente que era el nombre gieroo particularmente J¡um E-nault y
de Juan en CS."\. nacion. 1Juana ele Jfoí'icme~·. Eo Orlenns, Ia. l
En 134:7, en una junta en Lóndres,jtuvo alojada en su habitacion con su 1
entre las 133 personas que se reunie-' fa.milia J>J..an Bouchu, y por últitno,
ron, babia 85 Junnes y 17 Guillermos, un General enemigo logró apoderarse ,
que era el nombre que ¡¡e repetía con de ella cuando la. abandonaron cobardemás
frecuencia de:;pues de aquél. En; meo te los suyos. á quien llamaban Jaan
1385, en otra junta ta.mbicn en Ingla- 1 ele Luxembu1·go; éste la puso en estre-
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1- REVISTA QUINCENAL. 271 cha prision bajo el cuidado de t JO(~a res- la poblacion de Honda. vivia tranquila,
petable~ de Santnf6 de Bogotá. procuraba no oir natla y stSlo se ocu-
A pe~ar de estQ contento general. pnba de lo porvenir, miéntras que en ,
hacia algunos dias que lie sentía en la lo interior de la tierra se preparaban
ahnósfera un vago malestn.r que np la~ lava~. las llamas y los ga&OI', y re.
se pod rin. de~cril!lr: ·ruidos prolonga-! moviéndose, hirviendo y silb:tudo iban 1 1
dos pero lejanos, estruendos repenti. crecietJdo, hiochtíndoso y produciendo
nos hauiau despertado á los JmLitilntes ruidos .·mhterr;íneos que iudicaLau qOC
de ll onda y Mariquita ú média noclw, el horriblll drama. 110 podría tardar en
~>in que se supiera de d1índe proveninn; protluci rse.
alguuos ligt'ro~, ligerísimos estremecí. Aquel dia, 4 do ,Junio do 180.~, re-míen
tos de la tierm ~olían llamar la pito, gran parte de lu pohlacion babia 1
aleucion de muchos, y se dacia que los participntlo más ú ménos de la. fie¡¡ta
terre111oto;; de 1785 ( e.~ dedr, vciute
1
rnatrimooial; así, las personas do orí.
nños tíntCió del principio de nuestra gen y nacimiento e:;paíiol, que vivían
historia¡ h:d1ian teui~lo idúntÍGOS prc- oiJ herrnodas casas de nzotea y de caliludios
cu Hant.afé y otros puntos. Pero ca-uto, como los negros cargueros y tra.
UH raro y cxt raüo ofu~camicnto mcu. hajatlorc¡.; y mulatas lavanderas, que
tal pareció\ domiiJUr tí toda aquella po- v~Jgetabau en tri~tes chozuela:; en el
hlacíou, y umlie tomaba precaueiones alto del Ro.wo·io ó en el lmrrio de tian
ni hacia alto en Jog anuncios de cat,'l . . fosó, todos estaban ale~res y alboro- 1
clim10 que trnhiljll han el ~e o o de la ti!:'. tados.
· rra en la provincia cutara do Mariquita. En tauto que las pcr,;ooa!i de alto
Cosa inexplicable poro que liiernpre rau!!o y amigos tle la familio. tomaban
sucede, tanto en lali catástrofes físicas una parte directa en la fiesta, los pocomo
en laR morales, el que \'U. á ~>uf ri r bres, segun la frnoca costumbre calen.
una uesgracia tiene al~uu prelieuti. tana, tambien asistiau á ella haciendo
miento: rara vez deja de anunciarle el pa~el de lJa~·tct en los corredores y
el corazon lo que la suerte le pr<'para, balcones ele la casa de b novia, pene.
y tal pareco como si hL Divina Provi. trando, merced al bullicio, hasta loH
dencia, en su infinita misericordia, no aposentos más íntimos de la familia,
quisiese nunca descargar el golpe fat SU 1lae.
fondo, pues la elegante y bdlí~ima fi_
Honomín del novio daba una desmen-tida
inequívoca á todos aquellos con- -Qué. no fné por c~o, conuu, bien
cepto~, fraguados, sin duda, por la en- me lo ~é yo.
vidia; y en prueba do ello, sólo había -Budé qué puee sabá 1
una voz discorde on el concierto de : --S(, que sí! El don Pedro, comat•
alabanzas con que lo regalaban eu la Bonifacia, la vol \'Í6 cuasi loca, y la
familia. Esta voz era la de don Jo- hizo olvidar al otro . .. ... Cada vez que
sé, un primo de la novin, quien ha- le mira la niña parece pajarito cuando
bia sido su pretendiente, y por:;upues. se lo quiere comer la culebra l ¡
to su opinion era. enteramente desau- -No me lo diga c:om.ae Juana!
torizada. -E" la verdcí!
- ---'1
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REVISTA QUINCENAL. 273
-Busté lo sabe? "No me importan las riquezas de usté
-Como yo soy de la casa de 1& niña, ni pregunto de d6nde provienen, ni
los he visto á ambos novios, y bien se quiero títulos ni mayorazgos on Es.
conoce que á quien quiere doña Sole- paña; prefiero y amo sobre todo el
dfi es al santafereño... ... El otro día. mundo á don Pedro ...... " El niño
estaba yo extendiendo la ropa que ha- José se puso más descolorío que la
bia. traído del río, ya oye 1 y la. niña paré y con una voz muy triste dijo :
ba.j6 al patio á coger unas flores pa -"Oh! queridaprima, iyausté olvid6
ponerle en su aposento al santafereño; enteramente aquellos tiempos en que
entretanto lleg6 don José y al verla me decía. que me prefería á mí1" Ella
1 se le a.cerc6, y con las manos puestas, levant6 los ojos y le mir6 con clcspre-
1 como si hablara con la Santísima Vír. cío y dijo: "Ent6nces yo no conocía á
gen, le dijo: Soledá, deseaba ver á us- don Pedro, y s61o me acuerdo ahora. de
té sola para preguntarle una cosa, si que él será óntes de quince días mi esme
lo permite. -"Hable usté," le poso, á quien debo y quiero amar y
contestó ella muy entonaa -" Asegú- rel!petar como á ninguno." -"logra.
reme usté, prima mía, que usté le ta!" respondi6 el otro suspirando. -
ama. á él, y yo no me volveré á quejar." "Primo José, volvi6 ella á decir, re.
Ella no le contest6, sino que baj6 los pito que ustá me es indiferente, y que
ojos. amo más que la existencia á mi pro-
1
-Ay! comae, exclam6 lá vieja Boni. metido esposo. ¡Eso bastará á usté pa-facia,
¡y onde estaba busté? raque me deje en paz?"
-Escondía detras del amparrao de - Vúlgame el cielo! cmnae, exclamó
jazmines ..... Vieudo que ella no con- Bonifacia ; y él qué contest6?
testaba, él volvi6 y dijo: "Soledá, es- -"Tiene ustB razon, respondi6 en
cúcheme usté: la fortuna de don Pedro voz baja.; perdonéme •¡¡,stJ, que no la
dice o que no es bien ba.bidn., aunque volveré á moiesta,r." Y haciéndose á
su familia es honrada, en tanto que yo un lao la dejó pasar, y cuando la hu.
soy muy más rico que él y tengo roa. bo visto subir la escalera se seutó sobre
yorazgo en España y ha.'>ta título... .. . una pilastra que babia cerca, y ponien. 1 -Y qué será título 1 pregunt6 la do la cabeza entre las manos, como está
tercera negra. allí, permaneció suspirando largo rato,
-Yo qué sé!... ... algnna hacienda hasta que vi venir á traves del patio á
6 trapiche. don Pedro con su vestido de seda, ca.
-Y la niña no le contestaba? po- bello empolvado y sombrero de plumas
bre, pobre de mi amito ! exclamó Bo- debajo del brazo. Me di6 compasion
nifacia. de que viera tan ajliyio al primo do
-Poro si me siguen haciendo pre. mi señora, y acercándome Jo dije al
gunta~ no acabaré mi cuento on toda oído: "Allí viene el santafereño; éu.
la noche! contestó la. negra Juana. 1 trese 8U'tne1·cé á aquel cuarto, porque
-Pus ya ve busté, com.ae, que el él extrañará el verle tan triste." -
mismo interes nos despierta la cwrio. El don José me miró con ojos estm.
~tidá., y la pena de rui niño c6mo no viaos, pero obedeciéndome como un
rno ha de doler 1 niño se levant6 y entró á donde yo le
-Vaya! dijo la otra, y tiene razon decía, en tanto que el otro seguía su
.Ytuá Bonifacia, porque es más tiernito camino cantando entre dientes un ale.
que ni una paloma el niño José, y l gre bolero.
tan bueno cou los pobres, miéntras que -Pero ya se debe de haber consolao,
el otro es entonao y a1·yulloso que ni repuso la tercera negra, porque dende
1
t¡ué...... que empezaron aquí los preparativos
-Bien, pues, repuso la narradora: para la boda él ha aytulao en todo
al fin la niña dijo, con un meneo y un como ninguno y sin mostrar la menor 1
aire tan serio que me hel6 la sangre: pesadumbre.
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f~274 =-- LA MUJER. __
-Así será, respondió Juana, pero entregado á los devaneos propios de su
1 véanlo cómo creyendo que este cuarto edad. Así, cuando llegó n Honda con
está vacío se eut'ra aquí con los puños el objeto de lle\ar á cabo un matri:no.
1 ap1·ei mo-do
solo... . . netarios. la peregrina hermosura de
-Vírgen Santí¡ima; dijo por lo bajo Soledad, su gracia y donosura, causa.
Booifncin, mi oiño estáju7Ji.lrw! roo en el corazon de don Pedro uoa
Entre tanto el jóven se había acer-1 verdadera revolucion, y en breve sintió
cado á nna ventana y levantando loR un amor profundo y verdadero, que
ojos al cielo decía: correspondió la niña inmediatamente,
-Dios mio! Dio!! mio! Bien lo sa- como hemos visto. Ha1 to prueba la
bes, Señor, que nada pido para mí .. ... experiencia que el amor es un seutipero
si mi primaba de ser desgraciada, miento tao extraño y caprichoso, que
no permitas, no, <¡11~' se lJQve {¡cabo nace tanto en medio de la alegría como
este matrimonio! del dolor, y no solamente cuando se
Un momento dec••·tes José volvió al encuentrn rodeado de incertidumbres 1
salon y se confundi) entre la turba de y peligro~. sioo tambien protegido por 1
convidados. una completa seguridad l- inspirado por
Un ruido lejano, como un p rolonga. , un santo deber, sin pointió comla
tercera negra sonriéndose y mostran- 1 pletamente hechizada por éste, y ol vi.
do una hilera de dientes blancos como dando cnanto babia soñado :íntes, trató
granos de rua:.r.orcn; sení miSer1úJesu- con enojo y dureza 6 Jo~~~. y no quiso
cristo que le contesta á don José. hacer alto en la aboegacion y los tier-nos
sentimientos de su primo.
II Eu tanto que los uovi01> estaban
sentados {i la mesa del banquete, cam.
Poco ánte'> de ln.q doce de la noche ~e 1 bianJo l'ntre sí ('a riñosa" mirndas, .JOp
resentó en ca<~a de doña .Marta, ma. sé, profuutlnrueute afligido y cor~ el
dre de la novia, el Provincial de ~an corazon dc.-pcdazado, procnró nurar 1
Juan de Dios, y média hora clespues hácia otro lado; pero el im:\n de ~~~
ya. ¡.;e babia. verificado la ceremonia re- propia •lc~gracia le obligaba á contemligiosa;
Soledad tomó asiento {¡ In me. plnr la dicha. aj1ma, y al fin, te_mieudo
sa del banquete, al lacio de su esposo manifcsta r sn dolor con ~u tnste n.<;.
don Pedro, y uuo y otro estaban tan pecto, se le"·a.nhí de la mesa del aml:icompletamente
felices, así juntos, que gú y pasó al vecino balcon. eu donde stn
no hubieran dado la dicha de aquel testigos pudiera entregar:-:o á liU pena. 1
1
momento por una vida entera de ri- Una hermosa luna iluminaba la plaza
quezas y esplenclor, pero separados. do San Josl-, en donde estaba la casa de
1
Comp.rometido _desde niño .á C.'l.sarse con ! d?ño. Marta. Circnndá~aln eutónces una
la. h1p. de dona ~!arta, stn conocerla, 1 htlcra de ensas de cahcaoto, con ber.
1 con~ervó don Pedro, mtís por falta. de mosos balcones do labradas maderas,
tiempo que de propósito, un corazon dobles tejados é imponente;; fachadas.
comparativamente libre, puesto que V ciase {¡ la izquierda y al otro lado del
• viviendo desde su más tierna juventud rio Magdalena, cuyo rumor se oia cl~ocupado
en los negocios, no se habia 1 ramente, un cerro alto que pnrecl!l. ¡ ____________________________________________ ___
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1¡ R E V I S T A Q U I N C E N A L . 275
1 muy bello, iluminado por la. diáfana fiesta y se retiraron los convidados. El
luz de la luna; del lado opuesto del último que sali6 de la casa de doña
GuaH, al frente mismo, se veia otro Marta fué José, quien sentía tanta
cerro, pelado en su base, pero cubierto l pena al alejarse de su prima que trade
bosque en la cumbre, el que era la , ta.ba de despedirse y no podía .... Al
terminacion de una corta serranía pro. fin, haciendo un grande esfuerzo, se se.
longada bácia el centro de Mariquita. ren6 y acercándose 6 Soledad, la dijo:
Por todas partes, ent6nces como abora, -Querida prima, he pedido á Dios
se mecían esbeltos cocoteros y muchos con fervor que atienda y escuche mi
árboles frondosos que formaban el ador. único deseo, que es el de proporcio.
no de las huertas y jardines de la. her- nar á usted cuanta felicidad cabe en la
mosa ciudad. Todo respiraba paz, be. vida bmana; y le be suplicado que
lleza y serenidad, interrumpiendo el para aumentar la de usted tome taro.
!
silencio solamente el continuo rumor bien la parte que me babia de tocar á
de los ríos Gualí y Magdalena, que mí, apartando siempre de su existen.
' confundían sus aguas no léjos de aquel cia, Soledad, la amarga copa del des.
sitio y se estrellaban ruidosamente engaño .... el peor sufrimiento que pne.
contra las piedras qué guarnecen su de padecer un corazon sensible ..... .
lecho. Antes de que ella pudiera contestar.
De repente, en medio de aquella paz le, José la estrech6 la mano, así como
de la naturaleza, y sin que soplase el á don Pedro, y sali6 aceleradamente
más leve viento, José oyó un ruido del aposento y de la casa. ·
extrafio que imitaba un lejano trueno -Ese mancebo la ama á usted ó la ha
y se fué acercando basta que parecía am~do mucho, dijo el novio á la novia
rstallar en las inmediaciones ..... Sin en voz baja, i no es verdad 1
embargo, el cielo estaba sereno y ni -No sé, conteflt6 ella con indife.
una sola nube manchaba el color azu. reocia.
loso de la techumbre celestial; pero -iN o oy6, pues, usted lo que le
al mismo tiempo, aunque no corria dijo?
viento, las palmeras se mecieron y -Poco cuidado pu~e .... he recibido
oy6se suspirar y estremecerse el sue. hoy tantas felicitaciones!
lo ...... Todo aquello pas6 en un segun- -i En qué pensaba, pues, reina. de
do, y en seguida volvió la naturaleza á mi vida?
su habitual silencio, de modo que nues. -Pensaba en nosot->·os, contestó ella
tro jóveu creyú haber sido ·el juguete sonriéndose, es decir, vi vi a ..... .
de una alucinacion, y permaneció en el Efectivamente, en aquel instante So.
balcon con el objeto de cerciorarse de !edad, inspirada por el supremo egois.
la verdad. Momentos despues volvió á roo de un amor profundo, no pensaba;
producirse el mismo fenómeno, pero vivía como rara vez se vive en esta
más prolongado y más claro. Alarma. vida: su corazon, su alma estaban en.
rlo entónce¡.¡ José, al comprender que tcramente ocupados con la imúgen de
aquellos eran preludios de terremoto, su nuevo esposo y no babia. espacio
volvi6 yrontamente lí entrarse en el sa. para otra cosa. 1
loo de banquete y diú parte á muchos ............................................. ..
de lo que había visto y sentido; pero -Permítame su merced entrar pri.
ellos, alegres con el vino y los brindis, mero al oratorio á rezar uu momento, 1
se burlaron de tales aprensiones y con. decía rato despues Soledad á su madre, 1
tioua.ron sus conversaciones riendo y quien la conducía á su aposento, des.
bebiendo, sin hacer alto eo cosa algu. pues de haberla quitado el rico vestido
na, y José, por su parte, preocupado de novia para cubrirla con un largo
con sus tristes pensamientos no volvi6 peinador de olao.
ú acordarse de lo que temía. Al decir estas palabras Soledad em .
.A las dos de la mañana concluyó la pujó la puerta del oratorio, que estaba
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276 LA. MUJER.
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débilmente iluminado por una lampa.
rilla, y entrando Re hincó piadosaroen. III
te, juntó las manos y elevó al cielo
uua oraciou que era un ctíntico de ale. .A.l día. siguiente de aquel tan me.
gría y gratitud hácia. el Ser Supremo, morable 4 de Junio de 1805, en que un
por la dicha que la proporcionaba ha. espantoso terremoto arruinó la ciudad
ciéndola esposa del mortal mlís perfec. de Honda, al cerrar la noche José vol.
to, segun ella, que existía en la. tierra. vió en sí y se encontró en la casimba.
1 • • • • • • • • • • • ..... .. ... • .. .. .. • .. .. .. • .. .. • .. • .. • de la ne~ra Bonifacia, su antigua nodri. 1
En aquel momento mismo José, que ,, zo.: siuh6 la cnbeza adolorido. y euvuel.
se babia dirigido 6. su casa, salia oue. ta. en un paño : le habían acostado en
vamente de ella, y atraído como por una. hamaca en la salita de la casa, y 6. 1
' un iman, volvía tí la plazuela de San su lado vi6 á la buena negra que espan. 1
1 Josú y se sentaba al pié de una gran 1 taba los zancudos y jejenes con toda \
, cruz de piedra, que llamaban el Cal. la solicitud de una madre cariñosa con 1
1 vario, y casi sin saber lo que hacia. ' un hijo pequeño. José, al reconocerla
fijó los ojos maquinalmente en la casa vagamente, se sonrió. 1
de Soledad, que encerraba para él un -Niño mio! exclamó la negra¡ hi.
tesoro perdido po.ra siempre. Oyó ce. jito de mi alma., cómo se siente s-u.
rrar el porton de la casa, que rechinó rnercé ?
sobre sus goznes, y vió apagarse una á -N o siento nada., contestó él, lle. ,
una todas las luces encendidas en los 1 vtíndose la mano á la cabeza, pero por
salones de la fiest~. quedando solamen. ¡qué estoy aquí? Qué me ha sucedido
te lo. que ardía en el aposento de los que estoy herido en la frente?
nuevos esposos...... De repente le pa. - Ví rgen Santísima de los Desam.
reció que todo vacilaba. en torno suyo paraos! dijo la. negra levantando las
y que el suelo huía y se sacudia. bajo 1 manos con In exageracion de su raza;
sus piés, de tal manera que cay6 de cómo ha olvidao el nifio José el te.
rodillas sobre las baldosas, al propio rremoto! 1
tiempo que un grito ensordecedor de 1 -Qué terremoto? pregunt6 él a.tur. j
espanto y de pn.vor se elevaba del fon. dido, i no era una pesadilla todo lo
do de la ciudad, dormida un momento que vi y oí?
(In tes .. 0 .. Sonaron al mismo tiempo 1 --No era pesadilla. San Emigdio!
todas las campanas en las iglesias, sin la caída de lns cnsa.s y conventos! No 1
que nadie las tocase, y se desplomaron recu~tda sumercé que yo 7/U?$ota le re.
inmediatamente casi todos los monu. cogí debajo de la cruz del Calvario,
meutos y la mayor parte de las casas detras de la iglesia de San José t
de aquel barrio de la ciudad, produ. --Sí. ... ya me acuerdo del matrimo.
ciendo un ruido indescriptible, mez. nio de Soledad ...... y que des pues ,.¡
clado con loR gritos, gemidos y borri. caer su casa y hacerse ruinas todo;
1 bles alaridos de la poblacion entero.... pero pensé que esto s6lo babia ¡;uce.
1 Levant6 José los ojos y vi6 mecerse dido en mi corazon, que es una ruina
como una hamaca la casa de su tia todo él.. .... Dé jame pensar ... ... añadi6 1
Marta y en seguida desaparecer el te. cerrando los ojos y poniendo la cara i
cho, quedando en pié ~;olamente las entre las manos.
paredes ...... Llovieron en derredor su. --Le voy tí contar 6. suntercé c6mo
yo los escombros que caían de la.s casas sucedió todo, dijo la negra con volubi.
vecinas, y una piedra fué ú golpearle
1
lidad. Yo estaba. en ol alto del Rosario
In. cabeza., postráudole r-;in ~entido al en mi rancho, despues de que volví de
pié de la cruz del Calvario. ¡la boda de la niña, á la que roe babia
••••• o •••••••••••••• o o o o ••••••••••••••••• , • • • • • ronvi.dcw mi e
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 59 y 60", -:-, 1881. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2087327/), el día 2025-05-10.
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