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LUZ Y F E D AN FUERZA.
LA MUJER,
REVISTA QUINCENAL
EXC L U S IV AM E NT E R ED A C TADA POR SEÑOR A S Y SEÑORITA S,
DAJ'O LA DIRECCION DE LA SEÑORA.
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
N.0 58.~ VIÉRNES, ABRIL 15 DE 1881. ~ PRECIO 30 cs.
ESTUDIOS HISTÓRICOS
SOBRE I..JA 1\.IU JER EN LA CIVI LIZACION.
EDAD MEDIA .
INFLUENCIA DE LOS MONASTERIOS CRISTIANOS EN LA CIVILIZACION.
( CONTINUACION).
JI 1 San Antonio Abad fué el primero
Los primeros cristianos fundaron es.1 que fund6 en el desierto un verdadero
pecie de a!locia.ciooes on donde vivían mona:sterio con institutos y voto!!, pero
1
reunidos, pero esta existencia en co. San Pacomio ditS las primeras reglas
muuidacl no podin. existir cuando los claras y precisas á los monjes que vi.
cristia.nos so multiplicaron. Sin embn.r- vian sometidos á sus órdenes. San Je.
go por algnnos siglos los discípulos de r6oimo dice que 50,000 monjes obedeCristo
tenían una existencia tau rfgidn. ciau á San Pncomio y vivin.n de su tra.
como la de los monjes: muchos rcHUll- bajo manual. .A.domn.s cada uno de
ci:tban n.l matrimonio, se condonaha.n á aquellos establecimientos tenia. funda..
un n.yuno perpetuo y al silencio y la do un nsilo para indigentes: en uno se
metlita.cion. Como aquella existencia socorría. á los leprosos, cu otro á los ui.
tenia muchos inconvenientes en medio ños enfermos, en otro t\ los peregrinos,
de lns cimlades, gran número de cris- &c. 'l'otlo monje tlcbia saher Iocr por.
tianos so retiraban á los desiertos. "La que uno de sus deberes era estmliar
historia de los monjes es la. historia de diarin.mente las Santas Escrituras y
la orario u. ,Jesucristo dijo : ' Tod() lo explicarlas á los ignorantes y lÍ los ne6-
que pirlúh·eis en vuest,·as oraciones se fitos.
os concederá ..... ' ' Todo lo obtenclreis Las mujeres quirieron imitar á los
hasta precipita?' las montañas en la solitarios y anacoretas, y las herma.
n1.ar .... ' Merced á los monjes la ora. nas, las hijas, así como las esposas de
cion se constituyó eu una institucion los que habían abandonado á sus fa.
permanente reconocida y bendecida. por milias para entregarse á Dios, Re re.
Dios y por los hombres." '" tiraban ta.rnbien á los desiertos y fuu.
• "Los Monjes de Occidente"-obra citada daban monasterios no léjos de lQs de
ántea. los monjes. Cerca del Nilo existía. u no,
'1'0::1!0 V.
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222 L.A ..\ llJJER.
eu 356, con 20,000 vírgenes consagra., v:mta.ban en Italia con tanta pop11l1Hi.
das á Dios. Tocla.q vivían del trabajo de dad, San ~lartin do 'l'ours fuudaha cou
1 sus manos. A 1iucs del :-iglo IV y prin. eliticultatl el primer comento quo ~e· vió
cipios del V vivió Sao Simon }i;~tilita, eu lo que ele puc>~ fué Francia, eu Poi.
el que predicaha desde lo alto de su tiers, en ~110. Los moujes de aquella
columna. á las multitudes que acudían época empezaron asil:lndo¡;e en cuevas
de~de lejanos países para ver el prodi. salmjes en la orilla del rio Loira, sitio
1
gio. u Desde allí convirtió á miles cie 1que fueron desmontando y cultivan.,
paganos y aconsejaba. á los príncipes 1 do hasta formar un campo fertilíRimo.
que le mandaban consultar. Otro tanto hizo Han Honorato l'll nu
Los arrianos y p:t!.{nnos hicieron lo pla.yon de,ierlo l'll las orillM del .\fe.
posible por destruir los monn~tcrios; diterráneo, t ntre 'l'oulon y .M:mella,
frecuentemente lo~ quemaban y lleva. y ú poco aquel lugar se convirti6 en un
ban á lo~ monjes cautivo:<. Hubo vez sitio encanta.dor, en un huerto lleno de
en que n.l tratar do obligar 6 los reli. frutas y de floros, miéntras quo t•n el in.
giosos :'Í quo tomarnn servicio militar, tcrior del couvcuto se fonnó un co.
como é.'>tos rehusaran les daban palo lc•gio en el qno se onc;eñaha, ademas
hastn dejarlos muCI'tos. t de la Rcligion de Cristo, toda~ Ja¡¡ cien.
Sin embargo, ln gloria de los mon. cias conocidas ilastn ont6nces. Los mon.
jos tle Orieuto al fiu decayó, la corrup. jes se ocupaban en trascribir los :mti.
ciou que cllln.unba de la Corte Lizan. ~1os c)(L.,icos pnm que no se perdiesen
ti un los contagió, y poco {¡ poco esos los pocos ejemplares que so lmbian sal.
monas torios fuero u decayendo y per. vado de la ÍO\ nsiou de los B:írharos.
dieudo Hl primitiva virtutl. Pero In si. En aquel plantel ck• pierl<.&d y civili.
miente fué llcmrla á Roma por San zacion se educ:Lron gmu míull'ro du mi.
A tau:osio quu fundtí alli los prÍIIHlrOs
1
sionerosque se ospun·ierou por torlaEu.
institutos mou{Lstico", y on pocos afiosl ropa preclic:mdo el gvangclio. Un rlis.
Itnlia se cubrió de mouastcrios de hom. cípnlo de Snn llouornto, .'au Ces:íreo,
brus y de mujeres, y desdo el pití de Obispo de Arlos, fundó el primer con.
los Alpe:; hasta las i la.<; del Medite. \'Cnto do mujPres eu las Ga.lias, eu el
rránéo vense eu todas partes conventos, cunl era. obligncion do cado monja os.
y al Indo do los Jc mujcros princi pnl. tudia.r diarimnontc los clá~il'os latinos
mente hospitales, ho~pieios y a. ... ilos pnrn y explicar 1:1.'1 ::lautas Escrituras.
JII
los indigentes. [,a cnritlatl ha nielo siom.
pro la. ~irt.ud cnrntcrí:;tica de todas ln.s
instituciones fundnios. Poro corno sa.
t Xo hace mucho tiempo hemos visto ro- bino que la Ol'iosidad era }lOCado, tm.
pctido cae hecho enhe (rtstümcs. taLan de mnutcrulnl.l cultimndo ou la
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REVISTA QUINCENAL. 223
soledad algun catnpo que les diera lo su. te el lugar en donde todo cristiano pen.
ficienté para vivir. La fama de la virtud eador bus1:aba amp:no no solamente
de estos cenobitas iba. creciendo, y ~;e les para re.';pi1rar en paz, sino salvar su vi.
ngre.;aba.n otros anacoretas, hasta que da del salvajismo del mundo entero.
de simples solitario¡; se convertiau en Allí toma )an pié las virtudes, las cien.
Abades de comunidade11,las <¡ne al fin se ciM y las rtes; allt los monjes se ocu.
convertían en monasterioa. Cada rno. paban sin cesaron tmscrihir la.s Santas
nasterio atraia gente que edificaba casas Escrituras, la.<> obra.<> de Sun Jerónimo,
en contorno, y de ese ntícleo datan CMi de San Ag'ustin, de San Ambrosio, así
todas las ciudades d(' Francia y de lama. como las d•~ todos los autores cULSicos de
yor parte ele lus Jc Europa. Las muje. la Anti¡_>iiedad. En medio del desaliento
res, como sucede siempre, no quisieron general, y cuando las poblaciones ate.
9uedarsc atras en la ohm de la morti. rrada.q huían delante de las horda:! sal.
ticaciou y la penitencia, y sobro la.s ve. 'ajes cie lc•s B.lrbaros y no podían sem.
cinas rocrt.S de los monasterios cenobí. brar ni co·sechar sus sementera.'!, los
ticos de los hombres, fundaron tambien monjes, m ~rced ú la buena armonía que
sus uidoR en la.'! orillas de los procipi- habiau logrado tener con lo~~eonquista,
cios hajo un:L rugla tan severa ul pnn. dores, no lamonh! tlaban asilo al pcr.
cipio, que una. voz hechos los votos de Hcguido, si o que cultivub:Ln l!L.c; tiurras
clausum nadie volvía. á verles la cara con sus pnopie.s manos, mcjornban las
hasta. ¡¡uo llcvahan su cuerpo do la semillas, i1~troducian nuevns plantas, y
celda .1 Jn tumba. En aquclloscerros y mucha.'! voces, merced á los mocaste.
despohl11dos, mujeres y hombros su. ríos, era •que no perecían de hambre
frann horriblcmcutc de frío durante el provincias enteras.
invierno, y para no morir helados au. Es grande cquhocacion pensar que
daban ~e,.udos con las pieles que les los primcms monje11 so establecieron al
proporcionaban sus rebaíios. • principio ~~u las ciudades y en los cen.
Los Jefes d(• los Bárbaros, viendo que tros de po'blacion ¡ nl contrario, busca.
estos hombres no los contrariaban cu bnn el fondo de los bosques, los lugares
sus conquistas, y al contrario favoro. rnárror y el cohrmle ~Cl iouado de nuevo do los \O.Iles más
uucdo ¡;o npodernba do todos los comzo. bellos, ún s oul,icrtos d .. sonrientes se.
nes !~tÍ!o lo!! monje" luchaban ¡;jo cesar; mcuteras hermosos huertos. Es pre.
puesta su conñnuzo. cu el DioR Patl'intas de laoarná, fundando á oprilllir ú otro ciudadano, n otra famisu
imita.~ion, en cada capital, una pe-! !in. ú á un ¡mel•lo que todo lo i~uom ..
queña Juuta ~uprema un tnnto de~eo. Eu fi.u, todos opinan, totlos ~>o~pechau, 1
1
¡;a, tle no ohedecer á la crigitb. en b todos proyeetan, todos temen ; cada
capital del Yireinato. Rm embar~o, en homhre es un sisternn, y la tli\'Í ion ha
el sur del Canea los realistas, al mau. penetrado y.~ IIo.stn. en el seno oll.l la-;
1 do Jel Uolwmador 'l'acou, disolvieron fnmiLns. Entr~ t:lUto el descontento val
la. Junta c.le Popa.ynn, haciéndose fuer. cuuJienrio; el GobiNuo Hl. pcnlieudo
1 tes en Pa,.to y Patía, en dmHle la iJea b opinion; el trabajo Ín•proho tle los l republicana uo ha eutrado sino traba. verdadero:; patriotas m liÍCiulo iufmcjosamcnte.
En Ca.rtagena la J11nta de- tnoso, y aca.so perjudicial, por no acoclnrú
que las provincias formarían UM modars~ á hs ciruuu~taucias. y to.los
federaciou cuya capitnl ~eria )ledellin. permaucrt•n en un:t cspectatim cuyo
1 Sauf:t .\Iartn, despues el~ iu~tal:u una tin será espauto~o.''
1 Junta. iuclependieute, la vicS en lm:~ve A principios del uiio de 1811 "e reu-
1 disuelta por el Gohenndor Ví¡;tor Sal- ni6 en Santafé uu Con~rcso llamaclo
cedo. Por todas partes "urgieron descll.l Goh'!Jio r.oN,stilHyt.nte fi'dc rctl, el qne
1 entónces los síotoOla'l de las enfenne. nmnbró Presiclcnte dd E-;tn.Jo ele Cun.
dad es qnc tleboriau e u pocos ai'ios di. cliuamarca :i don Jorge 'l'adeo Lo~uno,
solver la Rept1blica de la ll:ttnada YUI- siendo sus Sucretarios don l!'rútos .Toagu.
rmcnto Patria &ba. l quío Gnti.)rre~ y don Ur~.milo 'l'úrres;
V carnos aquí algunos p·'írrafos ,¡o un VicCJJrasidcutc doo .Josl- María Do10Íu.
Jiscur:;o que doo ]''rúto'l .Jon.r¡nin Gu- guc~.
tirrrez Jirigió :¡la Jnuta Suprl'wa du Durante P.,.tc tiempo, tan azaroso
S:.lUtafé, y que pinta la ~ituaciou. E,to para la naciente patria, no lo flllí mé-
1 deciu ya el orador ol Jia 13 de lktuhn-.; no,; tri<;tc y atorJUentado para nuestros
, es Jcci r, tres meses dc,pue:; el el ~O de hérov,;.
Julio i De.;tlc el fin tlel año de dier., cloila
1 ·• L:\'i provincias, descoufiadns una~, 1 rene hauia tuui,lo b pe un. ele ve¡ cu-cuvidiosn.
c; otras; n{ph~llas orgullo'a rolnclos en In lllihcir1 a !>liS hijos Ferde
su liberia,J, pero sin ilustraciou, uaoclo y Alfou o, y fuú de c~ta tuaucra
éstas 'ergouzo~unontu abatidas ú in le- que :;e "lo anunciaron:
rosadas ; todas, ó casi todas, iugmtas y E~tnuclo un du~ doiía Irene e u su o m.
sin política, han formado Jel Nuevo torio, eu dollllc solin cntorr:mo con
Reiuo de Ornunch un teatro oscuro frccut'ncia., tocaron ;Í la puerta y en.
doufk• se ven en contra pret•iso servir á la patna en lo pol~
vaota.r l!L cerviz. A é,.,ta l;L imi ta.u sible.
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\
f -----
1 ···- -
' 1 ~ L~patr~ 1 -~~:,: :~. ~ ~ho~ ~a 1t:~n1~ :..A.~ ~saron abrnzo::
7
co.
s:eis meses nadie pensaba en ella y hoy mo les imptllsaba. su cotazon, ni ella
todo sacrifit:io se hace en RU nomlJre! les ofreció los brazos como ardiente.
-Es verdad, estamos listos á lidiar mente lo deseaba, temiendo que esta-por
ella hasta morir. lllara su dolor, y así, poniendo una roa-
-Bien, dijo ella: veo que la líber- no sobre cada cabeza, levantó los ojos
tad, la independencia, la emancipacion, al cielo y ele>Ó una ferviente súplica á
palabras nuevas y altisonantes, son las Dios pidiéndole que protegiera á aquel
que rigen eu las fatUilias: ya la obe. ¡!los :-;us lájo;; que habia criado á sus pe-
' ¡ lien<:ia (l los padre~; se ha olvidado, y cho~ y qne corri:tu á ofrendar su san[p·e
tíeue uua que re~ignarse (l entregar sus eu el altar de la Patria recien nacida.
:lijos f'Ío vacilar ú /.a. patria. i Y pro- .... ~Io10eu tos de<>pues los dos jóvetendeu
que una llJadre a1ne {¡ e~a rivnl? nes se despedían de sus hermanas y de
Al decir esto aquella mujl:lr, queja- .Jo~é y se encaminaban ú su cuartel.
mas pedin. su dignidad, que era tan Allí los aguardaban sus compañeros de
l fuerte y tan animosa en todas las cir- viaje : el alférez Santander, as-í como
cunstancias de la. vida, se cubrió la. cara l García. Rovira, Urdaneta, José M. Gucon
las manos y se fué á arrodillar de- tiérrez y tantos otros patriotas que lle.
lante de un crucifijo, y oró algunos garon los unos Lasta el rango mús alto
momentos con fervor, en alta voz, has- en la jerarquía militar y ci1il y los
taque se calm6 poco á poco. lfomcn- otros conquistaron la palma del martitos
despues su fi.sonomín. no manifcsta- rio seis años des pues.
ba. el sufrimiento que le despedazaba En tanto que In. nueva nacion lucha-l.
la.<> entrañas, y volviéndose á ellos, tlijo: ba con los espn.ñoles y consigo misma,
-i Cuúodo es viaje? en la casa de tlofia Irene se pasaba una
1
-Hoy mismo, si su merced nos lo vida. asáz mou6toua, y la tristeza se ba.
permite. bia instalado de continuo en aquel ho-
-Hoy l. ... Pero nada de nv-ío se les gnr. ~hriquita, cuantlo partieron sus
ba arreglado, i por qué no me lo avisa- hennauos para el Sur, no volvió :í. tener
ron úntes? uoticias de Ulcmoute, el que había par-
-Nosotros mismos no lo sabiumos manecido en Cartagena, y la pobre niña.
hasta ha.ce una. hora. que recibirnos la fué cayendo en un estado de silenciosa
6rden de pasar al cuartel para marchar Juel:mcolía que desgarraba el corazon
ínmediatamel1te. En cuanto á avío, ya de su madre, la que no podia ver con
1
arreglamos las ligeras maletas que po- resíguarion la de~grn.cia. de que era
1 dia,nos llevar, pues uo es permitido llc- la. 1m: de su ex.i~;teacia. Rabia en el
var m(l.., ele uua.tumh~ catltt uno: el via- fouclo de ar¡uel cotazou de niñlt tanta
je es precipitado y no se puede cargar coustauC'in, tanta ternura y amante
equipaje por a.ltoro. rcsignaciou. que cuando su tio la reiiia.
-Voy Íl mauda r que nos sirvan Je ruanifust:'iodosc Juro y !:evero, ella no
comer ántes de la hora Je todos los contestaba sino con mudas lágrimas de
días paro. rtue estén listos á tiempo. dolor; dolor que su madre cotnprcudia
Esto lo decía doña Irene más por ir 1 y que 1:\,lll:ll<\ ha leutamcn te, y taro bien
á dar rienda á su dolor eu secreto que acougojaha ásutio, queprocuraba.oculpor
otra cosa. Puro Fernnmlo con los tar !'t1S :>ontimientos bajo un aspecto so.
ojos llenos de lágrimas cxclam6: vero y grave.
-No podemos detenernos un roo. José, qnc no babia querido tomar la
l tuento más. carrera de las armas, se había queda..
1 Y nrrodillándose ambos á sus piés di- do en su cMa como jefe de la familia.,
jeron: y eutregándoFe cada dia más á sus cs-
Déoos su tnercetl su bendicion, y tudios y ménos á las cosas prácticas
eso nos precaverá de todo peligro. del mnndo. Sin embargo no babia muer-
Era tal el rct>peto y vcueracion que to aún el corazon en su pecho, pues el
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128 LA MUJE~.
amor ' lOA libros, cuando ee extrema. más coSCuro de San Francisco, de la
do, acaba por quitar por completo «:1 Vel'8cruz 6 de la Tercera, y allí oia
aentimieoto del amor ' los Bért8 que tres 6 mú mi~~&~. En seguida volvia
se deben querer. Comprendiendo que bien ~tmhozada ~ su casa á almorzar.
10 egoismo babia causado la separa. Mariq]~ita y su hermana ayudaban
cion de Clemente de Santafé y la con. en alglunas faenas ca11eras y volvían
&qruiente tristeza desu hermana, proou. despu~;;s al costurero á buscar su al.
raba oadadia abogar su remordimiento, mohadilla y su tambor, variando es.
entregúld08e ' un nuevo estudio ó taR ocrupaeiones é interrumpiendo el
particular iodagacion, para Jo cual silencio, la gravedaJ y la compostura
11 encerraba en su estancia 'l tenia de aquella e~v.a, la lectura en alta voz
~ comunicacion con su famiha. de la ·•ida del Santo del dia con sus
Con motivo del encierro de Manuel correspondiente reflexiones. Otras ve.
en el colegio, y la nube de tritrteza que ces recibían la visita de algun viejo ó
tod01 eetoe acontecimientos produjeron vieja ~lel tie'mpo ckl ruido, que nada
en cua de dofia Irene, Marianita ha. sabían de lo que pallll.ba, cuando no era
bia perdido por completo el elemento la de l~n fraile franciscano 6 domi.
de animacion de su vida, y crecía 1le. nicano, a quien se le mandaba dar cho.
na de impaciencia y fastidio en medio colate ~ buen vino capattol, reato del
de aquelJa atm6sfera en la que cada que hnbia dejado el difunto Lucena.
cual tenia su secreto sufrimiento, el Entre la hora en que oscurecía de.
que deeterraba de sus fisonomías la masiado para poder coser y la sefiala•
leve 10nrisa. Huta el dia en que da pam empezar el rosario, Mariquita
le fué permitido ir á la escuela algu. iba ú 1¡entarse en un rincon del corre.
DU rifagas de vida exterior penetra. dor, de donde RO descubría el cerro de
ban en lá suya, y por lo ménos rCllpi· .Monset·rate, y allí paaaLa un rato pen.
raba, si no un ambiente perfumado, ,;{ sativa ''( callada contemplando la Heal
m.Snos uno que no fuera el mon6to· gada dj la noche sin esperanza de me·
no de la babitacion de su madre¡ pero jorar de suerte en el venidero dia, mar.
desgraciadamente ésta había re11uelto chitnndose su juventud y ahondando
no volverla ' mandar á la escuela des. sus pe~~res bajo un aapecto de traoqui.
de que cumplió doce ailos. A la ver. lidad que se parecia mucho ' la de la
dad :Mariaoita, que era naturalmente muerte.
viva y perapicas, sabia cuanto su maes. Despues de la merienda y el rosario
tna le eDJeilaron: leer, eot~er, bordar en coman con toda 1:. familia, dofia !re.
y la doctrina, y eran indtiles ya su ne roci bia las llav del porton, que ae
)eccionee, en tanto que en RU C8Ba de. Cerraba, y trancabe.apénudahao las ocho
heria aprender el complemento de la triste r lentam nte los fmiles de San
educaoion de la mujer de aquella épo. Franci1100. Inmediatamente la buena
ca : amasar, hacer dulces, 'olas y aten. matrona se encerraba en su oratorio y
der ' lu demas faenas casera~~,la11 que, dejaba ~as dosniflasconcierta libertad.
deoia dotta Irene, era preciRo apl'('nder Rllas rmaoecian ú veces conversando
' practicarlas para saberlaa d1rigir y en voz 1 jaen la sala, pieza grande, cu.
mandar. bierto el suelo con una pesada alfombra
Veamos c6mo pasaba Marianita su quitefia.,amueblada con enormes cana.
uiatencia: ae levantaba ' las cinco de pés aforrados con damascos de valor, y
la malana. deapertada por au madre mesas de mader&R fin{simaa y dorad01,
que entonaba el Santo Dios, desde &n. adornadaa con vari01 cajones de lt"iflO
tes de aclarar. Despues de vestida y Di&, y pendientes de la pared cuadi'OII
arreglada aalia con m madre, Mariqui. de mar(ros lujosoa representando santos.
t.a y una 6 dos criada~~ (que 11e turna. En un fincon de aquel aposento 11e veia
bao todos loe dias ) á misa. SituiÍbBRe un eno 111e velon de sebo oculto detras
dola Irene con su séquito en el rincon de un pantalla, lo cnal producía un
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~ ¡¡- REVISTA QUINCENAL. 229
1
efecto fúnebre y convidaba. ú llorar del suelo, y nada le importaba la. vía
desconsoladamente ó á dormir con aquel¡ por donde la llevaran, Sin embargo,
sueño pesado y nada refocilador que Marianita, llena de viveza y curiosi.
producen el fastidio y el 6cio. Sin dad, no perdía nunca la oportunidad
embargo, José solía tener piedad de l de devorar con los ojos los grupos de
l aquel par de avecillas enjauladas y sin señoritas lujosamente ataviadas, seguí.
luz, y las invitaba (l. su estudio, en das por alegres petimetres que á vedonde
las leia frecuentemente versos ces veía atravesar á lo léjos por las
1 compuestos por él 6 por sus amigos, alamedas 6 por el camello o de las N ié.
las re feria algunas anécdotas curiosas 1 ves; espectáculo que la encantaba, y
1 de historia, y, lo que más las interesa. deteniéndose se quedaba atrás uu roo·
ha, las daba. noticias de lo que pasaba mento: con dificultad se arrancaba de
1 en la nueva patria, leyéndolas párrafos una escena que convenía mucho más,
de las cartru; que él recibía de sus her. l pensaba suspiramlo, que la que ofremanos.
cia l11 triste sociedad de los suyos, á RU
Los dia. c. ; de fie1re
mo di11 lo pasara M~nuel en so mora. rle 1811-
da, ambos niños corrían á ln huerta, Eu tanto Cartagcoa. (la primeraciu.
su bíanse ú. ios tírbole." y li los tejado~. dad e u ~ uev11 Uranarl a ) deo la raba so. 1
y ern. fama t¡ue sufrían grave~ daños lemnemeute su iudependencia de Eg.
las frutas de las vecinas huCTta.s. En pnña. En el resto de la Rep1íblica. se
las tardes tle los dias de fiesta, des pues lidi:1ba !~in cesar con las :.umas en ln
de ho.ber asistido á Bw.mct rnuede y á mano, y por medio de la prensa. en las
la Co¡·una ele la Tercera, solio. doña Ire- provincias del Sur y en Snntama.rtn
1 ne salir á caminar con alguua pu.ricnta.l contro. los cspafiole.'>, que tomaban ca.
1
vieja ó antiguo amigo: emprendían da día mayor incremento, y en el Nor.
marcha solemnemente con paso mesu. te y en Cundinnmarea los nariñistas y
1 rado y lento por las calles más solas y los federalistas habían roto las bostiliapartadas,
sin llegar jamas hasta el dades y habían derramado sangre de
campo ni ver de léjos las alamedas. hermo.nos, cuando debieran haber reu.
Así, cuando llegaban repentinamente nido sus fuerzas para. echar fuera al
á a.lguna. boca-calle más concurrida, do- enemigo.
ña Irene cruzaba por otro lado y seguía. El hombre lo olvida todo cuando le
la Mariquita sin murmmar, pues aque- tocan su vanidarl y sus pasiones ; la.s
!la niña, siempre entregada al dolor ¡ lecciones que sin cesar nos da la bis. 1
de la ausencia, no levantaba los ojos toria jamas nos aprovechan. Los pa-
1-- 1
TOMO V. 29
t
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J
230 LA M GJF.Ft.
triotns .JeJ nño de U;IQ !iC t•utrctli\ÍC. SOD todo, conocidos de DUCStr•o h n.
ro u CODl>tnuternente e u dd(culn ruC' • hrus p1íblicos, y iu cm hargo toda e.
tionus lugnrmia.s y cu t•Je,nr (i tnl tS 'olucion se pierdo, toda lucha ~e d .
cunl personaje popul:u td gnhirllno, ncredit1~, pon¡uc 6 In moj01 del tieu po
en ludlllr para pluntoar 11110 tÍ nt ro sis. 110~ po~¡ emo<; (i di put 1r n.GC'ICI\ dt tw·
tema guboruativo, y on eue~t ionc~ por te rías. :\' crdndt•l'ntllOIIh• nntla honY niÍs
cierto impropia" ele ur¡udlos moutun. t ristc <¡ 1c la ltistutit~ de la 111111 ;u;uidHI
tos ele peligro; mirut rn-; e¡ u u disputa.. siempr~ falible (. inmpa;~, de rc!form r.
han si sorinu g tlyo' (¡ podr.JicOS, corno bu cou la expcriuucin do los i;:lo y
en In fábula, llegaron los cnzndore y lns époc:ns pasada .
lo cogwrou. E te ejemplo y mil m .. s (Continul!lrá}.
~· ... - - -
CONSEJOS A LAS MADRES.
CAl'll'VI,O J\'.
LA OSEOIENCI.A.
I
·¡.:r, tlltlO t¡ue snbe obcdct•cr, cst (¡ o u
~in de obtener In mejor educa. ion po.
sible, y llny ca,¡ ~egmidad du que su
parte morul11 I.L buC'ua.
Entre uo otros eucoutramo que lo
ultimo cu que se picn n es en obligar
al uifio L o be lccor. Pnm lo 'rnrlo es
prcci o empezar :'Í euscíili• ~oJo do• de
tpiC tione seis tÍ ,¡eto me c!l, ó mtcll.
N o e lns cln lo qu~; riPsuan si 11u doj 111
dP llorar, y j'unns H· IL• dPilo t·onct>tlur
co a nl••uua kÍ ~u le ha 111' ndo tlll.l
\CZ E preci o tener \nlor parn ,,.r}o
llor.1r y •ritnr; ¡>ero si <>llo ahon que
no ' le u uadn u grito,, uo 'oh oran
nunca .1 pedir lo que un H~z e J, hn
no • fio. A 1 pr1u i pi o e 1 manda o u
dulz111 , 1 no ohcdc on, e h r:í con
cr1c Jatl, :\ si núu s uit 111 .1 hn.cPr lo
tpte olo~·¡ndo, el sobh ü111lmcer.
lo 111 uifo tnuclo h mndru tristeza y
outitnit•IIIO pur ello.
( 'uaudo e h·1 lit>\ nilo tí rabo e te i .
tomad de In pnmcia infnnch, se l1a
icl. utndo extra. rdiunri. meuto en b.
'm tiC' l:l cducariou. Todo en se¿uicb
n~ f 1 ti P01o lo primero qu hn) que
ojerctlnr e In firme:l!l, y n e.s prc i o
pe .1r totlo lo que chr 1 nl UJiio cu In
halnuza Je In justicia, puc to qm· de .
puC' , aunque se haya sufrido uun equi.
voc.tcion, 110 hay que dar 1111 pn o att
COII Ct>dÍt'IIIIo lo t¡llC SO le pitlc
Un nlño ol>otlcrur:'í siu nltmn umr i
loa vi~to que lilJ rnnd~t no tui~:nb.• uut.
rn ni lo tngaiía. ¿ PtHli·~ l1aher l l~o de
tn{¡s entcrnecedo1 qur> In confirLuza o
un ni1io 1'11 su mndro! Rccuerlocc.u
profunda ternura. un herho su edido
una \l'2: rou uun de mi ltijns, la qt:(
tenia un terror p mico 1 1 culebra ,
) por uingun motno o huhicm a er.
rndo 6 uno do esto~ reptiles. e n d a
me mo~"karou una erpicutc de mndc.
m muy biou inutntln, \ la ll••\t cu la
mnno 'á la t•it•¡,·~ 1'11 qÍw estnh n nm
l11jas, ,r cthulolas por r.ltau;~,·1 qn e~ta.
ha,¡,, petch.,ro.
Y al der1r e to e ndolnnt6 y tom '
en u m no In culC'hrn do mndem, per.
fecta.meoto sogur.L do quo mngun mnl
In podi succd,.r.
E ta onS ¡uza e In que e debe cul.
tn nr e el cornzon de los mño .
11 d que In crintunta 0rnpioza ú
poder e minar In In debe C'usofínr
'gunrdo.r us JUJ.ttl t unndo no lo
ucc ita, ) 1 n tlnr una reprimenda
cunudo 1 o obcdc • en el neto. Que no
e~ prec i o m ud Lr el o dos ' ces u u u.
e . De la mi mn m tucm, i cstúu ju.
gnndo ruidosmncute y . e les lll'•nda
que 60 1 n.Jlen ]>Or algunos HlOIDeUtO:-,
e indis eusaLiu '1111' lo ha¡;aa l'U el
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REVISTA QUINCENAL. 2~ 1
neto. "Los pad ros deben reeorda r (dice
la mencionada seíiom T:tylor) qua el
rnido que e.; p:t rn. ellos ngra.dahle ¡) in.
diferente puede ~er un sufrimiento pa.
ra los demns; n~í. ~e dche eu~eün.r á
los uiños ;'~ qnc so moderen debute de
gente extraña. Hay muchas porf;ouas
que picusnu que el ruido y necedad de
sus hijo>' uo pnedc moh•,tar á uadic.
Así, es necesario enseñarlos á que l'll
su Ca.' de talento y 1lc
la nwjor el Hllpue~to, pero sí qne
no retierau :'i enautos llcgnu la,; m(IS
ÍutimaR •·onfidoneius uy señora de extensos dominios.
"Señor, estoy cansada; en vano t~;~ l Mios son los tesoros ele estas tierras; y
llamo, porque Tú no me oyes, Tú no sin embargo, no hay nadie, nadie que
me respondes .... " me tienda la mano; no hay nadie que
! Triste y melodiosa era la voz de la piense en mí; y estoy más sola, Señor,
. mujer que hablaba; triste como el do- ~ más sola, má.; triste y miserable, que
: lor que sigue á la última ilnsiou perdí- la desgraciada y abandonada Agar .. ,.
da; melodiosa y suave como el acento
1
de esos misericordiosos espíritus vagos II
é indefinibles que, á veces. iluuünau el
1 sueño cl.e los desgraciados.
La voz continuaba elevándose y perdiéndose
en el c~;pn.cio, Rin encoutmr
eco.
" Señor, Tú te compadeciste ele Agar
y le hablaste, cuando sola y abandonada
vag-a.bo. por los desiertos tlc Egi pto,
atormentada por la sed, aniquilada
por el hambre.
"Yo tnmbien estoy ~;ola., Señor; m6s
. sola y triste que Agar; ¡por qué entónccs
no me miras 1
"Es verdad que jt\mas los vientos
han azota.do mi peeho descubierto, ni
han herido mis piés agudas eRpinas.
" Es venlacl que, cuando quiero apagar
la secl ¡, el hambre, de oro de variarlos
matice:. y es1n:\ltn.das de piec.lras
preciosa.o.;, ~on las copas que me pre~eu.
tan mis siervas.
·• Es verdad que, si cle:;eo clescansar,
mi cabezfl. se reclina sobre blandos almohacloues
de tcn;iopelo y raso.
" A uü paso toda~ las cabezas se inclinan,
todos los labios murmuran frnses
ele homenaje y Rumision.
"Yo puedo cortar á mi albedrío el
hilo de la existencia de mi, inUlune.
rahles súbditos: y las hora!i de largos
años no a.lcanza.rian para contar mis
tesoros.
"Tú me has hecho hella, Dios Crea.
dor, y yo lo sé; pero ¡qué me importa
1
1
que mis cabellos sean largos y sedosos,
1 si no hny una mano tierna que los alise?
La luz radiante del sol al"oma en el
Oriento, y huye la tempestad con sus
fmiosos vientos, con su voz de trueno
y con sus rayos de fuego de~tructor.
Los vapores que se habían juntado y
reunido formando una sola y gigantel<ca
nube, !\hora se separan y huyen eu
todas c.lireceiones, como llla11Jechore,; 1
temerosos de que la luz alumbre su
obra de exterminio .
Unas veces en su rápida carrera se
desgarrau eu pequeños g-irones, npareciendo
las diminutas manchas negra~
en el azul del cielo, como apo.reco el
oscuro y roedor i usecto en la corola de
una pura flor.
Otras, cual fati).{ados atletas, disminuyen
su nnda.r y 1ecihen los rayos colorantes
del sol, y envuelven en una
aureola de oro ui1 castillo r¡ue se ve
sobre elevarla cumbre, clominando los
valles y caseríos c¡ue por leguas y leguas
~e extiPndcn ante él.
Los habitautes de los valles y ca~:;e.
ríos, para. contemplar aquel castillo
nLmn b vista, aRÍ como la elevan para
mirar la cruz de sus iglesias.
Años hacia que un jóveu, noble y
or~ulloso poseedor de exteusos dominio;.,
agitado por el rlemonio de la, liOhcrbia
y de la vtulidad, había destruido
la maosiou de sus antepnsados, situada
en un fragante valle, en medio de los
súbditos que le amaban, para levan.
1
ta.rla en la cima de altísima roe~ _ 1
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-Si mili vasallo!! alzan la vista para
contemplar el emblema del Dios que
adoran, babia dicho, quiero que tam.
bien la alcen para contemplar la man.
sioo rlel que los gobierna en la tierra.
Los vasa loa que alzaban á veces la
vista, al d' isar la forma vaga y leja.
na de snllei ora, se inclinaban con pro.
fundo resp to ; pero en sus rui radas no
se notaba 1 menor aeiial de placer ni
de interes.
III
Pero ese mortal, qne c:ual otro Lur..
bel quiso igualarse :í su Creador, como
él tambien se vil) aniquilado por el
poder y la justicia divina. DES.\ N J. D.\ y lenta es la pisada de
Los vasallos resentido11 en su afecto los pequeñ s piés de Feroanda, como
y fide lidad, descuidaron la.o; tierras de si Re movie en al compas de lo;; latidos
su Señor, y pronto la escasez y el ha m. de su coraz o.
bre reinaron eo aquellas comarcas, Sus hla ·as y delicadas manos, se.
poco ántes tan ricas y ft: rtiles. mejanteR á sas pálidas y transparentes
Cuando se acer<'aba algun enemigo, flores quo reciben los rayos del sol,
le seguían al campo; pero aquella voz caen unas cea con desaliento á su la.
que jamas les dirigía una palabra be. do, 6 !;e lt~ aotao otras, para apartar
nigoa, que sólo se alzaba para ordenar los rizos e sus rubios cabellos quo
una arbitrariedad, uo penetraba en sus quieren vel r su Íl'ente.
pechos, ni tenia poder para animarlos. -La te pestad ha pasado, dijo la
Pronto caian heridos por sus ene. castellana on la dulce voz que en la
migos ó ltuian negándose á derramar uoehe ante ior se elevaba. como celes.
su sangre por a1¡uel hombre que los tia) melodí entre el aullido del viento;
doblegaha I'OD tauta crueldad. pero mi a ma no ha tenido, como la
Tal vez el anatema que sigue siem. nnturaleza, un sol que con sus rayos la
pre á uua. mala acciou babia caido so. reanimo y haga olvidar lo que ha su.
bre aquel castillo y sus morador~. fritlo.
La raza de ellos so iba extinguiendo Sus ojos o apartan de cuanto la ro.
poco á poco: unos perecían en los cam. dea, y mira al espacio un insta u te: al
pos tle batalla.; otros morían consumí. cielo que ce esplendente y despues
dos por males desconoeidos, y la tílti. bácia la ti ra donde existe esa vida,
ma heredem de los Condes de Roeafort ese movimi oto que ella anbPla.
era Ji'ernnnda, la jóven y solitaria cas. Una luz viva y cxtrafia anima su
te llana, á quien la desgracia habia do. rostro. Se ova la..c; manos á la frente;
jado in padres, sin amigos, rodeada de duda, vacil , y luégo, envolviéndose con
aquella atm6sfera de terror y 11olodad, rapidez en n manto, abandona su esque
hahia resguardado tambien á aus tancia.
antepasados. Al princ io su andar es indeciso 6
Los vasallos que hahian vivido y apresurado como el de un pajarillo
morían flin haber visto á las mujeres que, huyen o de su dorada prision, ex.
de sus altos y poderosos señore~;, no tiende con temor sus parahzadaa alas,
podian amarlas.
1
que han ol ·dado c6mo volar.
Cuántas y cuántas veces Fernanda, Nadie la (letiene, nadie la sigue, las 1
sola y triste como una bermo~n cauti. puertas se abren á su paso, las enmo.
1
j
va, subia á la atalaya rle su castillo y hecidas ca nas caen l'OD estruendo al
fijaba sin esperanza sus grandes ojos abrirse las ejns.
en aquellos valles y caseríos. Sus gua ianes se sorprenden ; pero
La auiruacion y vida que en ellos no osan co rariar el inmlitado capri.
reinaba, y cuyo eco oia, re.<.onaba en su cho de su s ñora.
corazon como deben resonar las pisa. Fernand salva la tíltima puerta, el
das y las voces de los vivientes sobre último pu te, y arroja uu grito de
el pecl:.o de aquellos que duermen bajo 1 gozo.
las frias lozas de los sepulcros. E,t.~ lib , libre como esa flor que
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r
,,_l34 ----- LA .M~JER. -----
mece note ella la. brisa¡ lihre eomo di.io la voz. y la figura que la b~bi;
esa nuniposn que vuela huyeutlo clel guiado desapareció como 1ma somlnt
1 t~rto de la mano que quiere acari., ~ernllocla golpea la puerta Col ;;l
Clarla. tlehenrla mauo.
Fernauda camina sin rlcscan~ar. -Abrid, dice con acento melodiJsc
Admir;~ el cielo, las flores sihe .. tres ¡ y triste; abrid, que soy un;1 pobre peagita
y turba con sus manos las c-rista. regriua que no tiene en donde pu oiclo,' Ac¡nella. lágrima es la. exprel'ion de
y siente gue una mano toca su manto. gratitud de un corazoo de~olndo, que
1 ___,c:¡egnidme, le dice uua voz extra. recibe la primern gotll de nu bálsamo
ñn. y dC:oo;couocida. consolatlor, el b6l,.amo santo y vi vifi.
Fernanda deja de andar. cante de la enrielad ! .
La voz repite con gravo y respetuoso
1 acento:
-Seguidme sin temor, y os llevaré
IV
á seguro refugio. La j6\·en vasalla conduce á su hués.
La castellana le Rigue, y confía, co. ped á no pequefío cuarto, la indica uD
mo confió Agar, en la voz que le ha. pohre lerbo eu qne puede desc11wmr ::r
bl6 en el Desierto. vuelve á re u oi rse con su madre y e 1
Fernancla divi"a la luz de una choza jóYen gne lns acompai1aba.
blanca y pequeña: e¡:a luz es Femejnn. Fernandn dobla la. rodilla clcla.ntc de
te á las que ella vcia desde la atalaya un seucillo crucifijo que estaba allí, y¡
1 de su ca¡:;tillo. 'ora con fervor.
-Llamad y os abrirán, y en lapo- Las humildes flores que medio ste
bre choza encontrareis lo que buscais, ocultan entre sus dormidas hojas y qul.''
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REVISTA QUINCENAL. 235
sirven de cortina en la ventana de la 1 da, e~'l. accion de amor y caridad que
alcoba, c.lejau escapar suaves perfumes ha nacido de tu cornzon.
que refrescan la frente c.le ln noble cas. ''Avelina, el primer dia qne te vi, me 1 1
tellana que vela pensativa. pn.reciste bella, más bella y fresca que ·
¡ Qné puede envidiar tan alta señora las blancas rosas que arlornabau tus 1
á sus vasallos que, creyéndola pobre trenzas; pero esta noche he compren.
peregrina, la reciben en su miserable dido que hay una belleza m:ís grande,
1 .vivienda l. . más subyugadora que la del rostro, y
Duro era el pan que la niña le di6; es la belleza del corazon. 1
frugal lu bebida con que apag6 su sed; 1 "Cuaudo con tauta seucillez apartaste 1
desnudas las paredes de las habitacio. el pan que llevabas á tus labios, para
1
.
nes; de piedra el pavimento, de made- 1 dárselo á la pobre peregrina que solira
los bancos que la ofrecieron para citaba tu caridad, hubiera querido
descansar. arrojarme á tus piés, para demostrarte
N o hay ni ricos tapices, ni espesas mi re~peto, dominado por una admira.
alfombras, ui dorada¡.; lámparas, ni es.¡ cioo infinita y poderosa."
quisitos pebetero:.:, ni innumeraLles El acento del jóven amante era in- .
siervos; y entóuce!'l, i por r¡ué, mié otras tenso y apasionado, como sus palabras; ·
la humilde vasalla rie y canta, la po- I y tímida. y conmovida, como debía es.
derosa señora llom y :::uspira? tar su alma, era la voz de Avelina.
Lo~ arLusto.~ del jarcliu que est&ba -Bendita sea e~a pobre viajera que
al pi¡{ de la ventana del aposento que aceptó mi miserable alimento, porque
ocupa I!'eruanda, se rnueven impelidos eu cambio ha recibido mi alma un sus.
por el contacto de una mano. teuto precioRo é iuefahle.
-Aveliua, dice desde afuera. una "Oh! amado mio! si para oír otra vez
voz que la jóveu huésped reconoce, de tus labios esas frases fuera preciso
pon¡ue es la del va..<;allo que vi6 al eu. sufrir el hambre y las fatigas mús to.
trar. Aveliua, de~earia llO amarte tan. rrihles las sufriría sin quejarme, eon
to, para poder tu dPei r ahora que to incomparable alegría. Pero ... i no oyes?
amo miÍs que á u tes. i no ha herido tu oido el eco de un so.
"Sin eluda el (w¡.{el que n~la sobre lo~ llozo?
mortales habrá ahit•rto sus hlanca~ alas, -Será tal vez la brisa. que gime eu.
y volando presmoso l'Oloca.rá á los piés tre hojas, ó el cauto de nlgun pájaro
del Eteruo, como iucom parable ofreu. solitario.-( Oont i nwuá ).
LITERATAS FRANCESAS
DESDE EL SIGLO XIII HASTA EL FIN DEL SIGLO XVII I,
( CO~'l'll\UACIOX).
XIII
E~TRE otras mujeres literatas de
1 méuos importancia, se distinguieron h:í.
cin la ~:>egunda mitad del siglo XVIII,
diez uoYelist:"IS de n1érito.
ÜI,.-\UDIA-ÁL'EJA ~DRI ~A DI~ 'l'E~CIN,
monja fugad:L de su convento, que llev6
duruotc muchos años una vida es.
cnndalo!':o.. Ademas fué maclre del filó.
sofo enciclopedista Alemhert (á quien 1
hizo po11er entre los exp6sito>:). Des. 1
pues, cuaudo él se hizo célebre, ella
quiso reconocerle, pero él se negó ú
ello. Mnda.ma de 'l'eucin reeibia eu su
intimidad á muchos filósofos, y escri.
1·
M.á.RG.~Rl'l'A DE LUSSA~, autora de
gran número de obras y oovelac; hi~>tÓricas;
~L>\D.UU. l>E STAAI., cuyas lfe.
morías se hau reimpreso varias veces;
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23G LA MUJER.
bi6 novelas de mucho mérito, segun 1 su vida con loR trabajos d; su pluma.
el crítico Villeruain. FRANCISCA DE Escribió eotónces varias novelas de bn.~GRAFFJHNY
se hizo célebre por una tante mérito. Cas6 con un literato pornovela
llamada " Ctwtas ele una pe- tngués, Sonza Botelho, y muri6 en
l'!tana" y un drama muy aplaudido. 183G, á los setenta y seis años de edad. 1
La actriz Rwco.BONI, parisiense, no- Madama de Genlis murió á los ochenta
table por sus obras literarias más bien, y cuatro, dos años ménos que otra lique
como artista dramática. La Conde- terata de aquella misma época, SoFf.+
sa FANNY DE BEAUIIARNAIS, mujer RrSTAUD Co•r'flN, que murió :l los
caritativa y buena, poetisa y literata, ochenta y sei>~ años de edau. Las obras
no muri6 basta 1813, á los setenta y de madama Oottiu han ~;ido traducida'!
cinco años de edad. ESTEFANÍA-FELÍ- en todos los idiomas europeos, y encan.
CITAS DE S'I.'-AUBIN, CONDESA DE GEN- taban á nuestras abuelas, pues i quién
LIS, la que entre todas tuvo mayor po- no conoce aunque sea de nombre :í
pularidad, pues sus escritoc; se conser. "},[atilde ó las CnLzadas," á" Ola?'(l
nron de moda hasta mediados del de Alba,'' 6 á'' Isabel. ó los deste1'mclos ¡1
presente siglo. Nació en 174G, de una ele Sibe?·Ía?" Otra escritora, favorita
fa mi 1 ia noble pero pobre; recibió una 1 en tónces, fuó la DUQUESA DE DURAS, 1
brillante educacioo, y tí los quince affos que obtuvo popularidad con dos nove. 1
cas6 con el Conde de Genlis. Siendo las, "Ourilca ·· y "Edua1·do," así coaún
muy jóven fué nombrada institu- mo SuSANA VERDIER, cuyos idilios
triz de los hijos del Duque de Orleans 1 poéticos fueron tan apreciados por La
(Felipe Egalíté), sieudo uno de sus dis- Ha.rpe, qne cit6 uno de ellos, "La
cípulos el futuro Rey Luis Felipe. En lf¡¿enie ele Vanclu.se," como una de las
aquella época madama de Genlis es- mejores producciones de la musa fran.
1 criui6 muchas obras destinadas á lal cesa.
edncacion y para el recreo do los prín. XIV
ci pes : " Ca?·tas," " Piezas dranulti-cas,""
Veladas de la Quinta,"" Otwn. Mujer de mucho mérito, que merece
toa pa1·a l.os niños," "Nouelas h·istó?·i- mcucion Reparada, fué SUBAN A COReas."
Eu seguida dió á luz sus "Me.- CHOD DE NECKF.R, la que aunque de 1
mor-ias" (en aquel tiempo todo el orígeu suir.o, pns6 la mayor yarte de ¡
mundo creía iudi~pensable escribir sns su virla en Pn.ris. Casada cou e famoso
"memorias") y otras obras muy gus- ¡ banquero, de~pnes ministro del infartadas
por ~us contemporáneos. Por tunado Luis XVI, madama Kccker era
junto sus escritos forman más de cin- el centro do un círculo selecto de homcuenta
voltímenes, pero en reali~nd, bres importantes que frecuentaban su
aunque escrihi6 sobre todas materias y casa. De costumbres severas y rígidas,
teuia talento y perspicacia, rara vez ha- de religion cn.lvinista, madama Necker
ce uso de ideas originale:l, y éstas nada pnrecie á paÍR ninguna simpatía; aderoas, ambas ama.
extranjero, en donde tuvo que ganar ban con pasional seffor Necker, y díce. , _______ ----
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REVISTA QUINCENAL. 237
se que la madre sufría al notar que sn XVI, poco iÍ.ntes del 10 de Agosto,
marido prefería fre.;:ueutemenle y cele- plan quo no se pudo llevar á cabo.
hraba las agudas y atrevidas ideas de su Adcmas, cuando casi todos los hombres
hija, más bien que las reflexiones sérias 1 estaban mudos y no se atrevían á coroy
!ICD~atas de su esposa. Sin embargo, prometerse, madama Stan, con aquesegun
las carta!! de estas do~ mujeres, lla amlacia q11e caracteriza á las mupublica.
das últimamente, si no siempre jeres eu las rrísis revolucionarias, en:;
impR.tizabau en ideas, las ligaba un vió al Tribunal revolucionario una
tieroo amor. luminosa Defensa de le¿ Reine¿, que se
Madama Nccker escribir) poco pero mandó archivar.
fHIS obras son sérias, de mérito y muy Durante el Directorio y el primer
morales. Lo más conocido y leido de Consulado de N apoleon J, ln. influenella
es un elocnente tratado Robre" El cia de la hija del ministro Necker era
Divorcio," obra que combatía en ] 794 tan grande, que el fntnro Emperador,
la nueva. ley francesa sobre ese asunto. qne no quería tener la más leve sombra
1
Ademns, dura.nte la época en que su eu su gobierno, y no permitía la memarido
estuvo en el poder, ella fundó nor crítica á sus actos, la desterr6 de
un Hospital que llevó su nombre y que PariA. Madama de Stael pas6 entónces
fur la fuente de grandes bieneR para á Suiza y vi Yiú en una propiedad de su
los parisienses desgraciados. familia, llamada Coppet. Estuvo en se.
A pesar ele! poco brillo del talento guida. en Alemania y en Inglaterra,
de madama Necker, ha observado un pero sn corazon y su alma estaban en
s11.bio crítico francos, la famosa baro- París; así, apénas pudo volvió, pero
nesn de Stacl debe á su madre la parte de nuevo fue{ desterrada y no regresó
séria y ~ensata de Ru géuio. pues mu- á su ciudad natal sino eu 1815, dos 1
chas de las ideas que estaba.n en orn- años (~utes de su muerte. HabieuJ.o
briou en la madre, fueron tra.sfonnaJas querlaclo viuda en 1801, se había casa.
é ilumiuaclaf; por la. hija, siu saberlo do otra vez á los cuarenta y seis años, 1
11
ella misma, merced al gran poder de pero seeret~mcntc, con un jóven oficial,
su alma. crear lora en parte, y asimila. de talento, antor do algunos opúsculos.
,Iom. y penetrante qne la dis•.inguia. 'roclM las olmls tic madama de Stacl,
La ulUjcr de ycrdadero génio crea- ménos dos uovl'lns (" Delfiua" y "Co. 1
dores tau rara, c¡uc no forma nn tipo riua ''),son filosóticas, ¡;éria.s, llenas do 1
~>ino una excepciou. Las mujeres }Hte- ideas nobles, np:licue al caso en
humano con la maestría con r¡uc sabia nuestro asunto:
hacerlo: pero el exagerado lirismo de "La carrera de la Francia tlel siglo
su estilo ya no gusta á la actual ge. XVIII (dice Imbert de Saint.Amn.ud)
neracion. Ademas de estM ouras de se parece á la vida de uua pecad ora.
primer 6rden, tenemos de ella "La li-¡ DeRpues de haber recibido una severa
teratn m entre los autiguos y los rno· Arhwacion (fin el el reinado de Luis XIV),
darnos;" ·'Diez años de de1;tierro," lleg-6 la juveutnd coo sus ruidosas di.
obra considerada por el crítico Ville. versiones, sus f¡1lsos placeres y sus lo.
maiu como u u libro encantador y el cmas; poro despucs del corto período
mús natural de ;;us escritos. "Reflexio. de alegría y embriaguez llega el fastiues
sobre el suicidio¡" "NoticiaR so. dio, el cn.n~aucio profundo, qne es el
ure Lady Ja.oc Grey," y otras de mé. primer castigo que cosecha la vida des.
uos mérito que se encuentran disemi. ordenada. Al fin ~;nena la hom de la
nadas eu los 17 volú111encs qne forman expiaciou, y la pecadora se regenera
sus obras completas. entre las lágrimas y la Raogre, y el si.
Con madama de StaU queremos ce. glo que empezó eumedio de las orgías,
rrar este estudio respecto de las lite .-atas 1 coucluye en el martirio.''
francesas hasta el fin del ~:>iglo XVIII. Las mujeres rle la Revolnl'ion se de~>.
Aunque hemos dado una lista baslaute tar·an eu medio de ella sea como roár.
considerable Jo las escritoras y poeti. tires 6 victimarias, y el papel n- ~· 1 ~.
~-... ---
LOS JUANES DEL SIGLO XIV.
I duda notado que en catla. época ó siglo
se encuentra algun nombre tan popular,
TODA persona que lea la historia que muchos, desde los reyes hasta los
con espíritu ele observaciou, habrú sin 1 pecheros, lo llevabu.o, y e u todas las el a.
---------------------------------------------- ---------·'
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REVISTA QUINCENAL. 239
Fes de la sociedad rle todas las naciones En Castilla y Lean, Juan l.
civilizadas se encontraba á cada paso. Eo Aragou, Juan J.
El pequeño traba.io que nos hemos pro. Eu Navarra, Juana 1, .Tuana JI y
l)llesto hncer nqní se baria dema!>iado un niño del mismo notnbre, fjUe mula.
rgo ¡'. impertinente, si nos propmüé. rió ele pocos rlias: Juan J.
ramos rerorrer cou la historia. eo la En Portu~al. Juan 1 (el Grande).
mano todos lo .~ ~>íglos; por lo que nos Eu Francia, .ftwn 1 (el P6stumo)
contentaremos cou e~tudiar tan siÍlo y .fttan ll.
nna époea, nltUque ésta es por cierto la Eo Brdaña, ciuco Duques con¡;ecu.
máR t:ruel y tC:'rrible en la historia do tivos, todos .harnes.
nuestra civilizacion: la. triste y tcnu. En Bot·goñn, el Duque Juan.
hrosa época de la Edad ~l,!dia en Eu. En Yien11oi.s, el Duque .Juan ll.
ropa, y en particnlar In. del ~iglo XYJ, En Arma~nac, lo~ Condes Juan
en que lut:baban en cmbrion los ricos .llutn JI y .Ttwn III.
gérmenes de la civilizncion moclerna En Atrvernia, Juan !y Juan 11.
eon los re,; tos de rudeza. y sal vají~mo, !P. En Bohemia, el heroico Juan (el
gado:- por los hí.rharos del Norte; époea Ciego ).
espauto-a en que hervía el porvenir de En Lorena, .J'uan l.
la iude¡wudeui'Ít\ de las nnriones en ln'i En Holanda . .Juan 11.
entónces iuformesa:;nmbleas populan·~, gn Lo1nhardía, .Juan Gálaez Vis-
1 qne se levantaban contra las t:ruelda. co11Li.
des de sm ..;eiiotes, amos de la-; vidas y Eu l\ápoles, Juan l, Juan JI y
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hacif'uda~> rle ;;ns ,·asallos é iuferiores. Jt.ut1UL 11.
Pero snccdia entúnces como ntíu suele En ~Io~covia. Juan I y Jt1an JI.
1 !go, repre~eutn el loco herois.
to eu tteiuhach.
J u,an rle Aragou; J11a.n el Tuerto y Por 1ílti111v, :-d principio del siglo XV,
Juan de la Cerda, en España; .hum tres .lu:me- se disputaban la invcncion
• ele .Ma.nfrcdi, .J ucLn Catnccio y .Juan de la Íl!lprcnta: .!Hu n Koster, en Han r.
Oleggio, e u Italia; .Juan de Grni lli, le m, .Tu a 11 F11-t en Met:r. y .! u,a n de
en Navarra. Guttr:rulu!rg en JI:~tra1\lmrgo.
Eo Espafia, Jucut de Alburquerqne; Otro .luan, .ftwlt de Acre, hornbre
Juan Fernáodez de Andeiro, en Por. aeomodnJo, de la clase mt{tlia, perso.
tugal; J·uan de Ampurias, t:lmbieo en nifica el patriotil'mo. Era éste uoo de
Es pafia; J1wn de Hainault, en Francia, los 6 eiudadanos de Ualail', c¡ne ~o cuy
otros de meuor importancia brilla. tregamu á Ed11arrlo III de luglaterra,
ron eo la política y en las Cortcl'. vnlnotn,riameute para morir en lugar
Juan Auriopa fné célebre emdito de sus couciudac.lnnos an.enazados por
siciliano de aquella épocu. el vencedor. Aunque los perdonó el ¡
El primer prosador castellano fué el Rey de Inglaterra. (por inten:esion de
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1 príncipe don Juan Manuel, que fué su esposa) Juan de Acre no quiso vol-
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REVISTA QUINCENAL. 241
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ver á su ciudad natal, prefirientlo la 1 hecho que, ademas de ser muy curioRo,
ruina en otra parte más bien c¡uc ri. pinta lo que eran las mujeres de aquel
queza. y honores bajo el doruinio dol l tiempo eu las naciones civilizada~-1. Por
extranjero. Juan de Vieune era. en- muerte ele Juan III, duque de Bretaña,
tónccs el Goheroador de CalaiR. quedó aquel ducado sin heredero dírec-
Eo Paris, Juan Maillard impiclirí, toen ]:~.n, y lo reclamaba.u, por una
merced á su valor y presencia de áni. parte J uct~w. (la Coja), Robrina del fina.
mo, qne aquella ciudad cayese en ma. do duqnc. y Jtwn de Montfort, hermano
nos del enemigo. Tmnbicn Juctn de menor del duque .Juan III. Jtuwa es.
Rocida. fué patriota italiano. taba casada con Cárlos de Blois, sobri.
Juan Gerson ( 1:38-l:) Canciller frnn. no ciel Rey de Francia, y éste le protc.
ces, tetSlogo, ad,·ersario de J·uan Huss, gia uaturalroente, miéntras c1uc la In.
autor segtm a¡.;eguran los frnuceses, ele glnterra se unió al partido de .Juau de
la inimitable Iovitacion de 01·Ís de que .Juana de Valoi!', en señores, no os de~coo~oleis ni os espau-1
un ion de los lc¡!ado~ del Papa, lmbo teis porque he m o;; pcrrlido nuestro Jefe; :
logrado hacer cesar la gnerra que arnli. él no era sino un homhre, y hl- aqu1 á
naba la Francia, entre el Rey tlc In. tni pequeñuelo que lo vengará. Acle.
glatcrru y el frances, y cnando aquella mas, tcnuo abundantes bieoeR que os
infl'liz uaciou empezaba :í respirar con daré, y ~eré para vosotros tau buen
tranqnilitlad, dos .Juanrl~J rompieron h~ Jefe, q11e fácilmente os cousolareis de
tregua y empezaron una lm·hn que du. la pérdida que sufrimos." En ~egnitla
r!Í ~:nt re aquellas dox nneione~ cien emprendió marcha con su hijo ele ciu.
años. Perrnítascuo~ refl•tir de paso este dad eu ciudad { de fortaleza en forta.
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21:.? LA MU.JER.
lcza, reparando los dat10'1 de h guerra
y aptP<;Inuclo hU tropa. Cuawlo sut·om.
pl!ticlor C:írlo" de Rloi. la ~itití eu
Uaunchon, sobre el mar, fraca pu~o eo ca.
lllino cou l'Jlo,., lh:c{llndo repenrina.
rncute al aclarar el din cer<"a de q¡s
euemi},;O<;, y ~iu c¡no ellos ptHIÍe!'en im.
pedirlo, pas6 por un cMta.do del ejt'r.
r:ito, se accn:<Í o'1ln" Jlltl'r!as rk la eiudacl.
In-. r11nndú n.hrir y entró al•!-{remente
Gon "u tropa al ·;ol1 dl· trot;lpetas y
atambore,;.
Esta fu(. uua do In, rnuclrn" acciones 1
hcróicas de .Juana do Ji'Jr~ndes. quien.
dP~pne~ dP b muerte ele Fm e<>poso, y
durante lrL meuor edad de ~s, Sin urnhargo
Dios 1Jlli~o ca tignr In 111 rngn ucia, y ,J ua.
un lr~l'oja pcrcllt) en aquella ~uerra nQ
solamente{¡ su mando, e¡ tu; murió en
una b.ttalln. ~wo todn ol ducado, uo qucdúndole
al ti u ~ado, que gantc;;, porque se tuen.:en.
las damas no la~; qnerníu dojnr. ARÍ la tela L!lS golillas ó t·uclw.~ forman ya una parde
Suroh, el m~o maml'illo11o y elfo1Llard, te integrante del vestido, y ninguna cosseg
·nil'IÍu de moda por runchos meses. JJos huera lo entrega sin ellos. Así se hacen
géneros uc lana, que cuestan casi too caro de todos estilos, sencillus y muy lujobas,
como los de soda, que he visto nuevnmen- segun el traje. Ademas chorreras de enea-
' te, son realmo 1te bullíRimos. Los colore¡¡ je uuis ó ménos rico, adornan todos los
: com biutldos de azul o~cm·o .v cardenal, azul trajes, así como cuellos grandes de enea¡
claro y rnorado oscuro, 1·ojo y color do oro, jes en forma mari11era .
. rosado vivo y azul viYo, oon los más en En un curioso ConyretJO de pelz,quo·os,
· moda. que cada año celebrn sus sesiones en Pa-
1 No sé si por a\lt[ ha llegado la noticia l"is, se resoh·ió este nño que levautn.riau
· Lle 11oe sólo ¡mm trujes de baile ó cl11ros poco 1Í poco el peinado, pues dec·idida-de
muselina lle'·'m !tts Reñonlf• enaguas 1uente el Lajo no ~>ientn :i ninguna iif;uno-
1
1 blancas. Pam los ,·estido, de calle y para mía. Ya he YÍtitO tambien que empiezan
los ue cntJ·e casa lnjo¡,¡os, y los del diario, ñ. dejar caer ol cabello sobre la nuca, en
sólo las eunguns cid color cstlin en moda. lugar de llenu-lo en eRtilo griego, que
1Hcense do raso y de gm, para debajo sólo puede ~er elegnuto eu las estatuas.
1 tle los ve!'! ido~< lujoso~ cou ''ulaute~< (m·uu- Las bata-; .Y traje.> de casn ~ron elegan-
1
, Jelu~) plcgatlu~ y guarnecidos co11 gnlon- tísiuws, y lns usnu desde terciopelo hasta
citos de oro ó plntn. Do ruso uegw ú fuyn pit!'lé Lluuc ., seguo las circnustaucias y
pru·a los trajes negroR y de algun género los recmsos de cada cual. Una bata de cai
de laun pam c.lehn jo de lo~> ''cstidos del chemir hlauco atlol'lladu con color carcleunl
1 dituio. E~tas eun!{uus !'O hacen acolehtllHI- y ribeteada con gnlouE>s plateados, es do
das y forrada" .. u tatoltu la:s de lujo, y o_'n tnuy buen gusto; utra tle cachemir color
gL:IlCl"ll tld nlgodo1c las olt·l diario, ,j eu frn- de citlu de iurit~·no tuutre ruml y gris), con
¡ nela de c·olore~. sesgos de ro1so a~ul oscuro, es combina- 1
Las métlins tleheu uRnl~, el cac.:hemir hlao-
' cou~ra~te crm C:l. \1 llegnt· el YCrauo oe c.:o y azul fol"mn siempre trnjecito~; l'lc- ;
vcrau UII0\'1\mcutc los 7.t¡•atvs, y por con- gaulus y 110 tan co::.tosot; corno lo:; de teluR
:oi~niouto.:, sP •·xhihiníu !.1s média,, tnuto de necla. Vi uno tlo cnC'Iwmir ennlo'r•nl
más cunu to c¡ue caJa tlia ~o lmi"CH los t ra- ndorundo con foulnd do cuadroR vi;· os y
jes ru:í~ cortos. Las ~cnoritas de diez y otro de cachemir ro~mln ptílitlo, con gur;.:_
ocho ti veiu te aiios, ci laf> •¡no no coufit•san e ion de raso Yetdc oscuro, q nc me paremás
cdarl, llonm los vestidos tan altos ciaron muy elegantes.
t'OIHO lO!i clo sns hermnnas de tn·ec :Í ca- Los trujes de los niiius son sie111pre en-torce
UJios. pricJwsos: pero la soneillez y la moderu.-
~e hnu iuYeutado itlthunmeutc hniles e in u deben prPsidir eu los \ Pstidm; de
de diu, en lo~; cuales los trujes, lntnt¡ttc• aquellos l'Í111pullus de In lJuHumiJad. Sin
senu u e hechuru eu tc•t·nmtm te de bailr, de- cm ha 1 gu, las m:H.Ires Sl' pcn~een por verben
ser muy cortos ¡oam las scitorih1s y los vestidos como uugditoR, y el Llnnco y
1·edoudos pnrn las Reüoras cusudas. las ciutuR en cbonera, es lo quo m1ls sien-
La moda de los cncajeR Re hace mñs y ta, ~can feos ó bonito:<, hlancus ó morenos.
1111ÍS popular. Todos IoM trajes los llevan, El blunco es el ,,o,¡ plus ultra de la dey
basta se les ve en lns cortinas y eu los guncia paru la uiiicz, y aconsejaría ¡[ las
muebles. 1uuJ1·e~ que lo prefirieran siempre á cuan-
I,os traje!! de novia, do l'IIRO ri de t:lnrah, tos trajes de color se lC's presenten.
eRtán siempre cuhil'rtoR ue encajes mti~ ó Lu!i gorras y sombreros coutiuúnn en
ménos cof'toso,;, y el del velo tlobe ser complota anru·t¡uia. ::ie usan grandt·s, dtiigoal,
; l""' lu móu~ '" el mi.,uo "tilo, "''• olou,., do oopo lmjita, de "'l" •lt~~
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244 L A M U J E R . 1
de raso, de srtl'alt, do paja, do fielh'o, &c., segunda del Hoy de Bruselas se cnsu e >u 1
&e. Seria imposible describirlos, pues en un bijo del Emperador de Au,tria: estos
los almacenes de las modistas no se en- dos últilnos novios no cnentau treinta y
cueu tran dos iguales: hay para todas las ocho años entre los dos, y es un mat.riüsonomías,
para todus los gustos y todas monio de inclinacion. segu~ dicen.
las bolsas. Al ménos esta vez la. moda ba En dias pasados pasó por Pn1·is la EJJl- 1
sitio generes.\, y se hn. adaptado al sentido peratriz de Austria, que se dirigía tÍ Incomun,
que manda (¡ue 11inguna mujer se glutena con el objeto de cazar. Otra Reivista
sino como lo roqnie1·e el tipo de su na, la de Suecia. y Noruega, tambienesfi:>
onomía y los rccur¡¡os de que pueda dis- tuYo en Paris, y se halla Lo y en h; Col'te
poner. de lnglatena.
En mi próxima carta hablaré ñ usted l'ero veo que me estO) ocupando do-de
los ajna1·es que han prep:u·ado en Pa- masindo de Rtinas, pe1·sonas que no est:íu
l'ÍS para las reales uovias de Alemania y hoy de moda en la República Francesa,
de B1·usellls: el heredero del Empcmdor lni lo estarán, sin duda, en aquel país.
Guillermo y nieto de la Reina \'ictor·ia, De usted atenta estimadonl,
~e casa con nua parient~ á u ya, y la hija CRISTINA n 1~ B F:AllJOUR.
REVISTA DE EUROPA.
L:' noticia alarmante ! espantosa. d?l l \'Ísible y siempre in ,·oca~la: ~a Lihl'l'iad.
asn:;mato del ('zar de Hmna, por los n1ht- ¡ Que en nombre de e~e nuto, stempro aulistns,
oscurece las noticias, en compara- sen te y oculto, los radicales del lllHndo
eiou insiguificantes, qno nos trajo el últi- entero aplauden un hecho tan cruel, y que
mo paquete. Como aún sólo se tieuo uoti- en uomhro t.lc In }¡m,¡rwiclad lo encomian,
cia ue aqnAI acontecimiento por los pe- y eu el de la fi'atemidacl lo apt·uehau;
ri,jdico3 de lo~ Tro tomartí fuerza y alicn- caer en maum; Je lo>~ nildlistas, (JUO llevan
lo C(Jll ar¡ul'i ejemplo. Esto 011 de mal un uurllUI'C diferente ou cadn ]JllÍS, ¡•¡·ro
agüero para la religion y In moral, y •filO Ml cmwccu culllo mmificaciouc~ n11b
uhum m1Ís q11e nuucn debernos todos, sin ó mt:JJOI; exaltadus de la fawilin radicíll.
cxc•(•pC"ion, poner In mano en el nrado y I 1\GI..\TEUU \ continúa luchando <'Ou la
trabajar sin desenu~;o e11 tratar do que itumnccciou irl.anue~inato fuem sólo la exprcsion la~ ; l~RA'<• 1.1 ~e aflige con lns amenazas
dol odio IJlll~ los rusos le pl'ofcsaunn d Ru do lu.s mmtwi~la~<: hALlA 110 ahuma ¡•on las
soberano, nndu t&'Ud1·iu de cxtraüo, pues ~oril'dadc:> ucrelas que lo carcomen las
e u Husia aúu reina la barbarie, y los 1 eutnuias: E:w di.\ teme siewp1·e algnn
Grandes esclavizan ñ los sion·os muchas movimiento del partido llamado repuhliveces
atrozmente. l'or otra parte, snh·o cann ; pero en todas partes, como veis, el
los dos penúltimos Czucs, casi todos los mal es el mismo, ln gnena de los qne tiedcmas
nnuierou de muerte violen tn, :>ca u en en su mano las mn:::as ignorantes, á
}101' efecto do conspiraciones do p:u·tidu ó quienes han coJncrlido en enellligas tlel
por intrigns de palacio. ~e:·~ lo Rério del Bien :-;~prcmo en ~ontra de t.o~o pudm;
caso consiste en que los mhihstas ;,e han establecido, os decu·, do la cnstlandnd o
llamado radicales rusos, y que pretendan la civiliznciou fundada eu la moral.
abogar pot· aquella soberana siempt·e in- S. A. DE ~.
Imprcnte de Silvestre y C~mpniiío.
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 58", -:-, 1881. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2087304/), el día 2025-05-09.
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