REPUBLICA DE COLOMBIA
Director-Redactor, lUAXUEL ALVAREZ JI1UE~EZ
SERIE JI ~ Bogotá, Febrero 18 de 1909
EUSEBIO ROBLEDO
Hé ahí ~tn genuino rep1'psf'nbnte de ~sas generaciones nuevas, á quienes
como dijo el poeff¿, ((!et voz del pOTvenrr esta llamando,»
, El Dr, Robledo tione apenas treinta y seis afios; entra, pues, en aquel
período de la vida que plldiéranws llanv¿r d~ s('r~nidad espiritual, cuando el
cansancio y decepcionRs de la, lucha, la e~penen~~a del P(~sado y los f1'utos de
la lectur(¿ (wrf'n i.npspr,mdos y t1Ytnquüos Iwnzontes a nuestras almas: la
época n q1te' mnpiczn pa fa 1.os más la producción aTtística sólida, consistente
y segura de vrncpr al tipmpo,
Ya, desde las aulas de la UnÍ1'prsidad de Antioquia, Robledo arrancó
gajos verdrs al laurel apoNnoo y llcvó á SItS labios la ambrosía del t1'iunfo.
Lanzarlo al tráfago de lu poUtic,{J" ha servido con dignidad y con entereza de
varón fuerte á 1'dp"a lisnws mmp,rosos.
Desde la, cátedra universita1'if¿ ha regado semillas de ciencia y de bién
em, las inteUgeMias yen lo,r; corazones juvenile.r;; en el desempeiio de cargos
judicü:ües y administmtivos han sirio 1'mperativos categó1'icos de él la probidad
y un solícito af'án por el cu:mplimie,~to de la Ley y por el avance de los
intereses colecUvos' rn la Prensa ha librado buenas batrtllas en favor de la
Justicia 1/ del Progreso, y c-urmrlo el voto unánime de sus conterráneos trájolo
al Cm'/,greso de '1908, su, palabra, cálicla y sincera, vibró at'A3ntos de férvida
elocuencia,
Mas, como em, torZos los homlyres de combate, hay en Robledo una seductiva
dualidad: el hombre ínfimo el; sencillo, desrr:pasionado, leal con lealtad
adrtman tina: en U1/a palabra. b?w7w , con la bondad que arranca de lo ín-timo
de la sensibilidad, .
Si miramos al poeta, lo es en su vida de alto y puro ideaUsmo, y lo es
también ()Uando el dolor ó el insac'iado anhelo hiere los bordones de su
lira para arrancarla notas tan altas como ésas que cantan triunfales en
EL PALACIO DEL AnTE, con que hoy obsequiamos á los lectores de nuestra
huja.
~ NÚ1IERO 22
EL PALACIO IDEL ARTE
(Premio de la Violeta de Oro en los primeros Juegos
Florales de Medellin)
Deus aptuB in omnee !orma~
OVIDIO
Abiprto está el Palacio
Donde la luz ft'bE'a
En hilos de oro y ond~s de topacio
Se expAnde y juguetel\;
Oomo ricos preluJios de IIlgúu aria
Se oyen vagos rumores,
Dulces como la tímida plpgaria
De virgen campesina en 108 alcores'
Baten sus al~s Dlveas las palomas
En el salón inmpnso
Donde flotan C8stísimo9 aromas,
Sutiles copos de quemado incienso ...
Allí e~tá el bloque inerte,
Allí el lienzo sin alma,
Las liras en el sueño de la muerte,
y en soporosa calma,
Corno la arena que el simún DO azota,
Dnerme en t'l seno del laúd la neta,.,
................................ .................................... ... .. .... , .. .,
Mas Ileg::¡n los Ungidos ... ; la pllpila
Radiante y sorladora
Donde la Inz titila
Qlle juega entre los pliegues de la aurora·
Quizá vi tan harl\p09 indigt'ntes
Sobre cuerpos I'ndebles
Que el dolor atosiga,
Pero falgen al lampo de sus frentes,
Corno los taJlos febles
Con la corODa de m::¡dura espiga;
Quizá la azul ojar::¡
Del qne llora nosta Igias de infinito,
y talve7. la revuelta cabellera
Denuncien al proscrito
Que llora y sufre .. ,y canta porque espera •••
Han d ~jlldo las rutas polvorientas
Donde el trajín milreR,
Donde se oyen la~ zam bras de las cuentas
y del dinero 1ft feral pelen;
Entran fin grupo alt'gre y bullicioso
Al Palacio pu ntuoso
Donde lienzo y luúd están dormidos ...
y von como Sellares feudalE's
Al alrá1.ur ele ricos fe~tiv~les;
Cual Monarcas .. , así entran los Ungidos!
........ ............... • ............ ! ... .............................. .
8" alzan 108 bloques y las piedras yertas,
y al choq ue de oi nCl"lflR y buriles
Van Bnr~iend() los nítidoR rt'rfiles
De las Manonas entrE' Al mlÍrmol muertos;
Surge tpmblando el torl.lO
DI' alguna dulce virgl'n IIgorena,
O el vigoro. o y el valif'Dle escorso
Del fuerte gladiador !'obre la aren ••••
ElliE'DZO resucita 1 ... A los halagos
Del ósculo feliz de los pinceles
Ruedan las ondas de apacibles lagos,
Se abre el broche gentil ue los claveles;
.Regala el huerto sombras pudibundas
A parejas de amantes soñadores,
y juegan los colores
En el cielo de tardes moriblludasj
Del ruar azul sobre la tersa espalda
Riegkn las naves fúlgidas e~teJas,
Yen el oriente de topacio gualda,
Con tintes de zafir y de esmeralda,
Surgen las misteriosas acuarelas ... ;
Alli en el baño juguetean las Ninfas
De Correggio ... Suavísimo murmura
El arroyuelo de sonoras liufas
Que COfre bajo un toldo <.le verdura;
y Leda, la atrayente,
La enamorada Leda,
De suavísima piel corno la seda,
Aguarda sonrIente
Al blanco cisne, cariñoso y bello,
De lujuriante cuel10 ... l
Aquí ya espira eutre amarguras hondas
Jesús, el que perdona á quien le azota,
y el helado sudor, gota por gota,
Se ve oaer desde sus crencha s blondas;
El amplio manto de la sombra densa
Arropa entre sus pliegues la Natura,
y en medio de esa soledad iomensa
Destácase del Gólgota en la altura,
Bajo el dombo del cielo triste y mudo,
Lívido el cuerpo del Creador d, una coz le arrimó;
¡ Tan hurro! el cerJo gri tó
Y aquél gritó: tan j m:lrrano 1
L()~ AX"l1i~it()~ col.:tall~8 de huevo-Bo(legét
d el Itestaurante lsaza.
Lnncl1l'S torios 109 (líaS-Bodega del
R estaurante lsaza.
Vino~ !l' Il PTnso· itliliBno~ cuperiores-Bo':
Citación recomendada (normas APA)
"Cinematógrafo - N. 22", -:-, 1909. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2079295/), el día 2025-08-08.
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