Directores:
RAfAEL M. RAMIREZ - JOSE MANUEL JIMENEZ
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CONTENIDO
EL ARTR, concepto de Guillermo Valencia. MANANA, Ang-el Marla C~s·
pedes. '" ADIOGAL ANTIGUO, Eduardo Castillo.CUA OR OS AL CA RBON Pacho
Giraldo. LA HORA IlEL ALBA, Senorita PAZ Florez Fernandez. REDEl\'CION
Rafael M. Ramirez. ADIOS, Luis Tablanca. VOCRS n~:r. M I!>TRRIO, A. G6·
mez Jaime. INvoCACION, Jos~ Manuel Jim€:nez. HERMOSA AMADA, Fede·
rico Brm·o.
ILUSTRACIONES
" ~ratos de don Guillermo Yalen::e 13 senorita Paz Florez Ferna~
IMP. DIAZ LEMOS.
~.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
.r
~- .
/Vtlmero 3ueltO . .•.. $ J
/V4melo atrasado.. . . $ 4
Srrie de U IlItmtros .. . $]0
II visos, pre~io can vmcional.
Por telegrafo:
• • F- - -
Para lodo 10 relacionado
Call esle peri6dico, c#rigirSf:
a la calle 14, numero 89.
No se exige pago Q1JJiciPado
BUC-AR-OS - r-
Para los redactol es de BUCAROS
W{e Pl"fun,6an uscedes que ss el ijl'ce?
'(Iarca ~t ss la eJprcesi6n sim;oa.6iaa de las
JI.aootones de la senstbilidad tndioidual pues~a .17.
ooneao60 0017. Ja aida .
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BUCAROS
Manana
(Inedito)
De Skelley
En d6nde esta la suspbada meta
que Ila11lamos «manana»? Rey, men digo ,
artifice, ganan, sabio y poeta,
todos illvocan su nifugio amigo;
IIfas aJI.' cuando la ansiosa caravana
llega al umbral que sus anhdos Ilene,
en vez de aquel P1 ometedcr «manana»
encuentra el «hoy» de d01lde huyendo viene.
Angel Marfa Ce spedes
~ Madrigal antiguo
(Inedito)
Quieres que en mis mel6ditos carrizos
celebre los clarfsimos destellos
de tus ojos y el oro de Ius riztJs?
Cantar, dulce enemiga, tus lzechiz-os
me es menos facil que morir por ell os.'
Eduardo Castillo
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i.. --
BUCAROS
EI maestro Mete
Esta tarde, tras el chaparr60 que lavola ciudad, e ioun·
do e1 aire de claridades y frescuras, un viejecito ha pa·
sa do frente ami ventana, como uoa evocacioo. Por e1
asfaltado, negro auo de humedad, 10 he visto alejarse calle
abajo pequeno y regordete como una bola, dejaodome eo el
rnmio de un recuerdo lejano.
ABa, en las primicias de mi mocedad, conod eo Santa
Luda de Aguasctlmbres a otro vejete tan .parecido, que
ni vaciados eo el mismo molde. Era zapatero remendon y
se llamaba Emeterio, asi todo mundo llamaralo Mete··el
maestro Mete--por contraccion D eHpsis carinosa que del
nombre hicieran sus compafieros de oficio. Vivfa en "Cantarrana,"
orillas 'del do, a11i donde este, turbio ya y e!'pesandose,
dijerase recoje y aprieta sus aguas para aveuturarse
en la brega que se le'3g~rda , bajo puentes y canales,
en el rifion de la urbe.
Clareando apenas, cuando por el vecino puente desfilaban,
lentos y borrosos en las brumas de 1:'1 madrugada,
los barrenderos de la ciudad, el maestro Mete, calandose
un mandil de bada'na resobado y mugriento, venia a sentarse
a la puerta del tabuco, ante una m~silla enana y cojitranca
a conectar zuelas y tapas de tacon, a fuerza de
martilleos inmisericordes sobre sus piernas hechas yunque.
Les nifios de la barriada, de paso para la escuela de la
senorita Mabel, soHan rarar en corro ante la zapateria,
atraidos por la jovialidad del obrero, que suspendiendo Stl
faena alzaba la barba a sonrefrles mirandolos por entre
unos lentes eoonnes y ahumados que hadan prodigios de
equilibrio en la punta de la nariz.
-Buenos dias, malstro Mete.
- Ola, caballeritos. Pero como crecen los picaruelos,
que ni espuma! •
Quedabase midieudolos de pies a cabezaj con cierta
60nrisa triste, inm6vil el martillo sobre la zuela aun fofa .
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BUCAROS
De pronto, un suspir~ conmoviendo todo su ser, escapaba~
sele de los labios trasformado en leve silbo de fatiga :
- Yo tambien .... CLlan rapidamente fui hombre ...
- Aver salia gritando la vieja Tana- sigan su ca-mino,
so metidos. l Es eso 10 que les enseiian en la escnela?
Corridos, los ninos retirabanse lentamente, anClando
bacia atras, hasta e1 vallado frontero, donde ensayados
por el mas espigado de la banda enfilaban calleja alla,
cantando a com pas :
Cuando el demonio en su cnerno
se lleve ~ la vieja Tana,
desparecera el infierno
del barrio de " Cantarrana."
- Groseros! Malcriados! -revolviase 1a vieja furiosa,
amenazandolos desde la puerta. S1 fueran hijos mios ...
- Si hubieras sido madre, no los tratarias talmente, -
insinuabale con debit voz el zapatero, sin alzar los ojos.
Tal. una hetinia, encanlbasele ella, fulminando en los
suyos tempestades de rabia.
- Aver, por que no 10 fUI? Y te atreves t6 mismo a
dedrmelo? Viejo sinvergiienza!
Asf, a toda hora.
Las comadre51 no agotaban los cornentarios: "Era
bruja. Tenia pacta con el diablo. Habfanle sorprendido
signos cabaHsticos, como hablando con seres invisibles ...
"Sin embargo, apuntaban otras. iba a misa. Todos
los domingos bajaba atropellando los grupos de criadas y
sirvientes que, como ella. acudlan a la Parroquial. a la
rnisa del alba. N6, y como cumplida con su esposo, 10 era,
y muy de su casa. Era de verse como mantenfa limpio e1
tabuco y todo en orden. Ah? pues y el esmero que poula
en las comidas y ropas de su hombre!
({Todo eso era verdad, tildaban otras lenguas, pero 10
trntaba peor que a un perro)); {(t6rna, jarta, refnufuiiaba-
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BUCAROS
Ie tirandole los platos sobre la mesa de trabajo. "Ve, eubrete
tus feuras dedale al darle la ropa aver si no eres
mi vergiienza ambulaute."
Indudablemente el viejo Mete era un martir .. , Un
solemne! majadero, rectifieaba algun hombre en el carro
fisgon - Yo el, la desayunaria todos los dias can una solfa.
Par este arte eomentabase a diario en callejas, aIcobas
y tenduchines, el ruisero vivir de los viejos solitarios del
puente.
EI zapatero, por Hl parte, forzado a veces par antiguos
camaradas de taller a tomarse un ., vaso" en Postadm en
Verdum, mostrabase receloso, evad1a discretamente toda
conversaci6n que pudiera dar en sus asu11toS. Alguien, en
cierta oeasl6n, toc61e el punta sin rodeos oi esguinces. Se·
reno, digno, el maestro replicole; ,. Amigo, las casas del
hagar son sagradas, Y ili es usted el Hamada a intervenir
en las del mIa, oi es e~ te el sitio mas a proposito para tratarlas.
Si no fuera par eso, Ie diria que quiero a Tana como
es, y, aeaso, porque ast es."
Una madrugada no se oyeron en el barrio los marti·
lleos del viejo, pero sl, mas desaforados, los chillidos de su
mujer. Despertados los vecinos, como de costumbre tendieron
el oido; Y eundio el desconcierto. Aquello no era
10 habitual. En vez del chubasco de insultos, del diluvio
de injuria~, era t1n alarido de dolor hondo, de desolaci611
inconsolable, algo como esos rugidos secos, sordos, que
eruptall los pechos incapacitados para el lIanto.
--lull, jum? se dijerolJ - Parece que el viejo Emeterio
ba vuelto en sus cabales y recobrado sus fueros. Para
cuando 10 dejaba? Dejemoslo que la zurre hasta que se
sacie. Oigania, ahora 51 pi de socorro Escuchellla, hab!a de
la muerte. Ojala la. matara, que harto merecido se 10 tiene.
Ahora sl seni el viejito rey Y ISenor de su hogar
En patios, barrancos, terrazas, las gellte~ , a medlo
vestir, cambia ban sllspicacias, visiblelll<:1 i k " .. ~isfechas
orendo los ayes de la I' hruja It
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BUCAROS
De pronto, alguien acercose a un grupo y por todo el
pas6 lln escalofrfo de sepulcro. Todos, como estaban-Ios
hombres sin sombrero, las mujeres en trajes ligerisimosvolaron
al desvan :
Allf. sobre el cam-astro, rigido, helado ya, una mueea
de amargllra estereotipada en los 1abios y un ojo enormemente
abierto, yada el cadaver del pobre zapatero. La
Tana, daudo gritos inarticulad~, llvidos los labios y fijos
y brotados los ojos, vagaba de la alcob'l a la salita, y de
esta a 1a calle. Paraha al bode dellecho, tumbandose sobre
el difullto a saclldirlo, a mesarle las canas, a separarle loS
maxilares, como para hacerlo hablar "Emeterio - ball >1 1-
cfa dulcemente, con dulzura nunea vista en ella- Em lerio
- - - Mete· - -"
Los circuustantes dejabanla hacer, quietos, roudos,
gnifiandose algunos expresivamente los ojos
" Se ha ido dejandome sola - - - el nnieo que me queria
en el mundo. . . mi amparo, mi sosten. . . Yo para
que vida ya sin.. . . mi viejito. . .?"
Beso el cadaver amorosamente en la boca y salio a la
caile- Miro eo torno- Y alzando los brazos al cielo, crispados,
anduvo lenta - - .
Codeabanse aun las comadres, diciendose por 10 bajo,
frases admirativas sobre 10 ruaravillosamente que" la bru·
ja representaba e1 papel," cuaodo la vieron alzarse sobre
el barandal del puente- Apenas tuvieron tiempo para desviar
los ojos y taparse los ofdof, a fin de no percibir el destripamiento
de la infeliz, contra las piedras del abismo-
Francisco Giraldo
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I
BUCAROS
SEnorita Paz Florez Fernandez
La hora del alba
Garza de lux y rosa, sus plumones
esponja el Alba vIrgen. Las estrellas
- soiiadoras pupilas de la nocheenla
illfiuita soledad se cierran.
Para BU<':AROS
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BUCAROS
L08 nidos cantan y las frondas d.ic:en
vagas nlodulaciones de tristezil.
Las aguas en su~ p~1idos espejol'l
ta estreJDecida inmensidad reflejltn,
La Aurora-esa sultana del AbislnoQbre
105 ojos glaucos: y 1<4. Tierra
siente sobre su lomo ess mirada
~Olno una lluvia luminosa y fresca.
Hadas ml'l.drugadoras y divinas
con sus ded08 de SHfide escarmenan
blancos vellones de corderos blanco.
~n los picas mas altos de la Sierra.
l.a lu:t crepusculat- en los camino.
tiene tonos y esguinces de culebra ;
claridad nlelanc6lica, penumbra
de fantasmales inquietudc;>s lIena.
l\fonjes de un IVronasterio de ~igantes,
los arboles obscuros se congregan
en la montana, y marchan. lDisteriosos,
~tre un rUnlOT de Tezos y de quejas.
De pronto en los follajes un cO:1cierto
de trinos haee estr-emecer- la selva,
y el coro de los monjes se convierle
~n desatado collarin de perIas;
/
{
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BUCAROS
be perlas que, al caer en los estanques
que al rebotar en las florida!! eras
y rodar en los sotos y en las fuentes,
CODlO canciones triunfadoras suellal1 .• . •
En tanto que en los c~rmene9 de Oriente
~rosa de fuego fulgida y soberbiaRorece
el sol, se irgue, se levanta
_y al Mundo ofrece 8U corola abiertal
-y yo, sobrecoglda ell Ull eSpa$illo
de admiraci6n y devoci6n suprema&,
'en mi interior con hondo grito exc1amo:
- "iGloIia a Dios en los Cielos y en la Tierral.
Gloria a Dios, a qUlen plugo darme vida,
y coraz6n, y nervi os, Y alma entera
para sentir . . .... ~ Sentir intensamente
la divina emoci6n de la hora tierna
ell que 1a tarde enciende sus b1andones
sobre 1a 1uz del 501 hecha pavesas
y en que estalla la Aurora en resp1andore-s
-sobre ese mismo sol cuando desJlierta!
.Bogota, oc!llb,'e de 1917.
Paz Fl6rez Fernandez
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BUCAROS
Voces del misterio
Hay noches de a(licci6n en que dolientes
sOi'iamo s palpitantes de temura
con los muertos amados que en la dura
(osa, reclinan sus he/adas frentes.
Entonces pronunciamos incoherentes
(rases, de compasion y de amargura,
y 'entre la torva pesadilla oscara
lloramos, at pensar en los allsentes.
A veces, al cruzar el cementerio
me parece que surgen del misterio
voces que gimen y a fa vez imp/oran.
'/ Y pienso con ef alma adolorida:
tambien los muertos suei'ian con fa vida
y reco rdando sus a(ectos !loran!
Alfredo G6mez Jaime
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BUCAROS
Hermosa amada
(Juedito)
Hermosa am ada, brisca mi coraz6n sincero;
yo te entrego Las llaoes de mi leal sentir:
con aoizora mana 10 hallards pI onto . .. pero
vueloe a dejarlo al pun to, si Ie puedes mentir.
Mi corazon se hal/a repleto de dolores;
mas tiene su nobleza, Ie sobra su oirtud;
.II sabe que de todas maneras, entre flores,
acompafiado 0 solo, Ie aguarda un atarid.
Hermosa am ada, brisca mi coraz6n . .. Quisiera
ser este instante rinico en la tierra feliz,
La perfeccion no -I!xiste, ni humano ser pudiera,
Y yo odiara la vida sin haeer un desliz.
Briscalo, pues, amada . .. y un instante gocemos
La ternura de hal/amos, de podernos mirarJ'
y si Dios es tan grande, cual nosotros sabemos,
que nos haga el milagro de vivir y de ama!l
Federico Bravo
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BUCAROS
Alma pagana
Bajo la agobladora coyunda del Destlno
crwulba yo el grenudo jaral de'la existencla
sin fe, sin illl.c::.lones, llorando pOI' fa ausencia
de un viejo olllor que habia perdido en ef camino.
Con ef prof undo hastfo de todo peregrino . . -
vagaba al coprlchoso querer de la fnconclencia
solo esperandp el, alba de un astro de clemen cia
que ungiera mis dolores can su fulgor divino.
Entonces te falle un dial sencilia mulel buena
II ame tus %s negros, fu fa2 de na.£arena,
la franca !J 'vibradora caricla de tu voz.
Potque sembraste ensueiios en mi alma antes trisle
II al darme ta ventura, solicita me diste
10 que implacablemente me habia negado Dios . ...
Ilafael M. Ilamfrez
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BUCAROS
Alma m{a sonadora, alma m{a
que sin que co.nprendan lu ropaje austero
Ie Izas ido quedando sin sol nl alegrfa
a la eera Ir/sft' del agrio sendero ...
Vida toda {fena de ideales truncos
que en el desencanto de luchar en vano
semejas aquellos inm6viles juncos
que nacen y mueren mirando af pantano ...
Coraz6n ingenuo, coraz6n amtgo,
tan ajeno a todas las /ragilidades,
coraz6n que buscas carinoso abrtgo
d6nde re/ugiarfe contra las maldades.
Proslgamos, alma, vida y coraz6n,
mientras que en la cima del Ensuefjo [lote
e/ muy ge.neroso y aftivo pen.dr.jn
del buen caballero Senor Don Quijotel
Jose Manuel jimenez
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BUCAROS
iAdi6s!
( Inedito)
Si fuera 1a bora del crepusculo las aguas del gran rIo
tendrlan el Hvido color y la movilidad del azogue; pero
en esta bora triunfal de 1a mafiana e1 cegante brillo del
arenal alind€ ra una corriente de brollce que el sol hace
chispear cua1 si saliese de los crisoles encendidos-
El buque ha soltado las am arras y va a partir-
El madera men negro tiege la elegaricia severa de las
casas fuertes- La marinerla esta call ada- La playa desierta.
i. Llevan algun cadaver a sepultarlo en tierras lejanas y el
frio de sus carnes en descomposici6n ba contaminado de
tristeza los corazones de todos los tripulanles?
Par ultima \'ez Ia sirena ha Ianzado su grito desapaci·
bIe- Se desliza el barco kntamente y apatece entollces una
mujer sobre la cnbierta- Su traje blanco aletea can la
brisa, e] pafiuelo que lleva en 1a mano se mueve como una
paloma prisioner.l.- He crefdQ que me saludaba y be agitado
mi pafiuelo .•. iAdi6s! y para siempre jamas, mujer
imposibie, vision de un momento, all:>eante como un ensuefio,
de viaje en un barco triste para 110 retornar-
Luis Tablanca
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BUCAROS
De la belleza
/
La belleza es la armonia que el alma busca afanosa; es
el gom que suena el espfritu; es la esencia perfumada que
se levanta como incienso del fondo de la materia y , tomando
forma de nube, <:!nvuelve el corazon del hombre; es el
beso de la gloria que model a con amor todo 10 que besa ; es
el ideal que reposa antes de emprender el vuel0 , sobre la
pluma del aire, sobre el tel dopel0 de las flores , en 10 hondo
de la mirada y en los labios de la mujer, y en los cuerpos
cie las vfrgenes; es la serenidad del cielo que mira la
bOlldad que pa~a; es la dorada polvareda que suscitaron
con las alas los angeles al pasar a ras de tierra. Cttando la
belleza se despierta, abre las puertas del dia; cuando se
duerme, enciende las estrel'as del cielo; .cuando pasa, las
lluhes 10 saben, y, vestida ; de oro y purpura, la siguen
majestuosas camino adelant ~ hasta el cerro de la anrora 0
la hermosa despedida de la puesta del sol. Cuando se detiene,
brota todo un campo de flores, se levanta alguna 0-
bra de arte, se destrenza U]l rayo de armonia 0 la poesfa se
desvela y canta cantos de n~l1tura, Cuando suefia, suefial1
los poetas: cual1do 11ora, tiemblan las alma5; y cuando reza
calla el hombre, calla el vieuto, calla la voz de las selvas y
entreabrense los ventanales de la gloria y se arrodilan los
angeles. A veces camina triste y se detiene junto al agua
y el agua 1I0ra bajo las frond as. A veces besa al nino que
se encnentra a la orilla del camino, yel nifio crece envuelto
en resplandores de hermosura. A veces canta al com pas
de la lira canciones de amor al poeta, y el poeta muere cantundo
aquellas canciones ciictadas, y nace un bosque de laurd
al lado de la tumba, y siempre, por doude pasa, deja
Tastro de hermosura para los que saben gozarla. j Oh, be- . ~. .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BUCAROS
lleza! i Dichosos los que te oyen y te ven I los que tiemblan
cuando te adivinan, los que adot"an tu andar de soberana.
los que te buscan para be<.;ar tu cabellera, los que Horan tu
ausencia, los que a toda hora te suefian y los que por ttl
gloria rezan! Rezad por ella loh poet as ! que elJa quitani J \
espinas del camino de "uestra vida!
Santiago Rusinol
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Búcaros: revista literaria - N. 11 y 12", -:-, 1917. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2079244/), el día 2025-05-03.
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