Dominicales de "EL MERCURIO'"
(F)
:Bogotá, l\epública d.e ~otombia •• .:ryta~o 6 d.e 1906
~"J. 1-'
----------------------------------~----~----------
G. ¡"ORERO, Director
NUMEROS 281 Y 282
ADVERTENCIAS
No H admite más ColAboracióQ que la soliciQdal expresamente por el Dil
edo,..
Esta Revista .e edila e. 101 tan. res tiPOlriñcos de EL MERCUR.IO 'f ea
propiedad de la Cau. Sditora.
PAUL L EROY-BE ~UL IEU
UNA LECCIÓN DE ECONOMiA POLhlCA
EL INTERÉS DEL DINERO (1 )
LA legitimidad
En la 6poca qne ligne' loa grand.. dllOubrimientos,
que entrallan nna elpecie de rejn'l'8neolmien·
to para el muodo y qne uigen inolenaDa capitalu
cuyo empleo ha de I6r muy prodneti,o, la rata del
inlorés 8ube, como en el periodo que siguió' 188 pri.
meras aplicacione8 del "'por fI la locomoción (1860 ,
1865). Cuando, al coutrario, 8e ban terminado grandes
obras y en cierto modo uo quedan otra8 importantes
por realizar, al menos eo 108 graodea y ,iejol
países, y los negooios se reduceo í aatidacer 1 .. ne
cesidades comunes y corrientel de la humanidad,
como delpuéa de 1875 en Europa, la rata del ioteré.
decrece.
De manera que el iñterés varía frecuentemente,
sobre todo en los negociol de industria y comercio
que 80n 108 do más movimiento y también los mh
imprelionr.blei.
TENDENCIA CENERAL DE LA HUMANIDAD EN LO QU¡';
CONCIERNE Á LA RATA DEL INTERÉS
Hay, sinembargo, una tcndencilll geueral qu.e in.
flaye en la civilizacióu y que, salvo 1118 oscilaOlonel
inevitables, conduce Ii. la baja gradual de la rata del
interés.
Las caulI&s de esla ~endencia á la baja, 80n lu
signientes:
1.' La seguridad. de !as trausaccio~es ~i~nde ,
aamentar por el advenimle?to de una Jus~lcla máB
exacta y rápida y por los hábItos de puutuah.dad quo
se genera/izao cada d", más entre 108 com~rClantes é
industriales, extendiéndose poco á poco a t0<18.S 188
otras gentes. Los riesgos generales, los qu~ pr~vlOncn
de la instabilidad de las leyes, de 18s 8rbltr8rlcdlll~CI
de la justicia y de los frecuentes desórdenes materia
les tienden. de esta manera, á atenuarse. AquellH parte
del interés que reprcsenta úni"amente una prima
de aseguro contra estos riesgos, puede, por lo tanto,
disminuir en la generalidad de los casos.
2~ El aumento incesante de los cllpitales por el
al:~rro seaceutúa con energía crecieute. La tacilidad
ofrecida por lal Ctlmpatlías. auónimas que recogen
pequeilas cantidades para aplicarlas á gl'l1Ud~s en!preS8d;
los valores mobiliarios, accione. y obligaCIones
que se multi plicall cada día, 101 bao~os que fun?3u su
cursales. 18S numorosas cajas de ahorros, las CIlJas pos.
tales. los segur03de vida, estimulan el gusto del tlh~'lJ
y multi~lic"n I"a ocasiones y modos de colocal' el dlDO
ro quede él proviene. Re3ulta de aqu,í que torlo~ estos
ahorros fragmentarios que cn otros .tI.empo~ por mane
cían sin aplicacióu, I~ ba\lnn hoy casllOmedlatal~ente,
en una ú otra forma en el mercndo de los cap,talcs.
Gracias ni encarecimiento de los salarios, los obreros
pueden economizar cu nues~ro tiempo m.ÁI que ante~,
y la educación, mns extendida y geu~ral,z"d", C?"t~lbuye
eficazmentc á dessrrolllir los hábItos 110 por utlo,
tieude á 1,. larga á reducir la rat.a delmter.és.
3.' Est" tendencia se convIerte tall,.blén eo rea·
Iidad, en 10i periorlos en q?e las In vonclonea y rles·
cubrimientos son de poca ImportancIa y de resultl\'
dos mediocres, .
No todos los tiempos ni todos los ostaJos s~c!ales
son igualmente propicios á ULl" grllu prod.uctlVldad
dc capital_s. Los cupitales cm pIcados de 18<10. á 1865
en construír las grand es lín eus de. f~fl'oca~'rl l cs, I"s
instalsciones de gas y ogoa ~' n h s Ci udades 1I11(lOr,t.seer
conocimientos técnicos que los pongan rn capacidad
de levantar un plano. apreciar el valor estrntégico
de una zooa ó de una posici6n, organizar un campamento
al abrigo de sorpresa., y hasta abrir camino.
militares en una región y en un momento dados.
Al fundar una Escuela Militar y establecer la
divi.i6n de que hemos hablado, parece que el G~bier·
no Be propone formar uo Ejército cuyo valor y de·
nuedo hallen seguro auxilio en 10. conocimientos
técnicos del arte ue la guerra, y tal propósito, como
signo eviderrte de progr. , Ismul creía que bastaba con alejarse del
Templo durante ese día, cn t/Ínto que]ocdnánjuzgaba
indispensable un sacrificio e~piatorio. Simón el
fariseo rogó al Maestro de la ley forastero que se
dignara dirimir la contienda:
-No habéis leído: " Más estimo la misericordia
que el sacrificio?" respondió é.te.
y volviéndose á Jocanán, y como aludiendo á la
oración pronunciada por éste al empezar la comida,
agregó:
-No habéis leído también: .. Este pueblo me
monra ~n los labio!, pero su coraz6n eSlá lejos de
hi r" .
J oc&lliD b~n Zac:c:hai cS.J6 ftI' aa pIIto a. __
pec:ho, al puo de laa miradaa de Oamallel .. poaaa'Qa
coa mayor ateaci6n y aimpatfa C1I el reatr. d,a\ jo ....
Maestro.
Era do la verdad ua hermoso· "pedicaJo aqlld
festrn judío celebrado el año 28 de aueatta fra; 'La
sala, baja y fl'C8ca, y casi 'o_ras, ptIft ao raribfa
la Juz ,ino por un aoJo costado, al tena. uaaa pe,.
cas velltanaa rugada a, obstruIdas por eepeao ..........
jados. Por aquellas estrecha. abertura. pnetRba.
rayos de luz intensa y des!umbrante, qnejapeteaba
ora con los ... ¡ ... Ol y matizados colores de la. t6aica~
de los fariseos, ora con lis faceta. de 1010 ja1'l'08.e.
para el agua y de 181 copas para el viao, ora eoa l.
blanca estera d~l pavimento tapizad" de florea, de-jando
los rincones de la sala ea una "ptcie de penumbra
misteri08ll. Y de repeate, de aquel foado 0.curo
surgi6 una aparici6n tan arrebatadora cuasto
inesperada: un caprichoso rayo de luz "parcía 'u~
resplandor en torno de sn hermosísima penona; ulla
túnica de púrpura velaba SUI correctas Corma.; de
las amplias manga. emergían unos brazos no menGa
blancos que el vaso de alabastro que airo.ol eoHenía
n ; los CAbellos, unos largos cabellos de colbr de
oro rojizo, ta n raro en los países del Oriente, talan
á lo largo en esptsas trenzas entretejidas de filigrana
y perlas. Más la mujer que así se presentaba so 1Ie...
aba velo, y toda la ciudad conocía bien la altiv ..
de su hermosura soberana.
Avanzó la aparici6n rápidamente, sin ruido alguno,
tálcomo había entrado, sin mirar á nadie, absorta
en íntimo pensamiento, hasta colocarse detrás
del extranjero que Se hallaba reclinado enfrente de
Gamalie1. Parecía como si quisiera escuchar 10 que ~l
dijera, sin llamar su atención; más de repeate las 1'grimas
le inundaron el rostro y sollozos con ... ul.i ... os
le estremecieron el cuerpo: postró.e de ¡inojos, eacondiendo
el rostro en tre los pies del Maestro, pregonándole
su arrepentimiento, su dolor, su deaprecio
de sí misma con aquellas copiosas lágrima. que no
cesaban de correr. Y cOmO avergonzada de que ese líquido
impuro bañase los pies del Profeta, con sus
abundosos cabellns empezó á enjugarlos, aunque las
lágrimas seguían corriendo, amar gas y quemantes,
mezclad .. con besos silenciosos, sobre aquellos pica
que no la repellan.
El Maestro en tanto callaba y recibía como·obla.
ció n sagrada aquella contrición de una alma enferma
y extra .. iada. El mundo no había conocido hasta entonces
la expresión que en ese instante animaba su
rostro: antes había existido el perdón, .in dnda alguna,
pero qué desdén, qué piedad injuriosa solía
acompañarlo y desde qué altura se otorgaba I Mientras
que ahora su compr.sión infinita parecía colmar
d abismo que lo separaba de la arrepentida y humi·
liada pecadora; su perdón parecía horrar todo nn
pasado, creando una. alma nue .. a; á través de sn inmovilidad
y su silenCIO emanaba tal dulzura sobrehu·
maoa de t"do su sér, que Joyadá, el gran contem·
plativo, alzó las manos coa gesto majestnosode profeta
y repitió como en sueños: .. El hnésptd desco·
nocido es á menudo el enviado de Dios."
Má. Joyadá era el único que 10 comprtndía. Un
.¡lencio profundo y de mal agüero, producido por el
estu por, le cernía sobre aquella mesa .. Los c~n.vid.ado.
se miraban unos á otro. escallda¡'zados e IOd'g.
nadas, porque nat'ta más oplle.to á .n. idea. y á sn~
costumbres hubieran podido presenciar. Qne nn rabI
tolerara que una mujer se le acercara de ese mojo,
aon cuando fuera tan pnra comO la luz, era ya un
hecho inaudito; pero una mujer perdida! nDa de
aquellas criaturascnyo sol~eoc~entro estampaba una
mancba indeleble! .Aqnel s,lenclo amenazador anunciaba
el estallido de In tempestad; pero María ~e
Mágdaln no lo presentía; acordándose de que b"bla
nDidu á esa casa para ofr"""r al Maes.tro un hom~.
naje menos indigno que 8US propias lágrImas, rompIó
á sus pies el vaso de alabaatro que había Uc-..ado. y
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
qae ataba repleto de nardoprecioao, "1 mezcladas con
el delicioso perfume, 141 I'grimas de la contrici6n segaiaa.
corriendo. Ignoraba la pecadora qae mAs precioso
"1 má. fragan'te que el nardo, el aroma de su
arrepentimien o subia hasta el alma del Maestro
como lagrado incienso quemado en los altares.
Nada más signiñcati'l'o que la actitud de los rabies
prescntes á aquella escena. Gamaliel parecía presa
de an asombro doloroso, como si una simpatía profunda
6 una ilusión acabaran de extinguirse en su
pecho; Tzadok é Ismael meneaban la cabeza y hacian
gestos de asco; Simón, azorado y confuso, es.
forzándose por distraer la atención de sus huéspedes,
urgia á 108 criados 1 dictaba órdenes contradictorias
para el servicio; en tanto que Jocanán ben Zaccbai
recitaba en voz alta y con aire de insolente triunfo
la~ palabras del Eclesiastés; "Más vale la buena
te¡lutación que los más preciosos perfumes." Los
difcípulos del extranjero, llenos de consternación, bablllban
entre sí en voz baja, sin atreverEe á alzar los
ojos.
. . De rep~nte .la palabra del Maes.tro sonó clara y
dls tinta en medIO de aquel pesado silencio;
-Simón, una cosa tengo que decirte.
-Dí, Maestro, respondió aquél.
-Cierto acreedor tenía dos deudores: uno le de-bía
quiniento. denarios, y el otro cincuenta. No teniendo
ellos COII qué pagar, perdonó á entrambos la
deuda. ¿ Cuás de ellos, á tu parcer, le amará má. ?
-Hago)uicio que aquel á quien se perdonó más,
respondIÓ SImón desdeñosa mente.
y díjole el Maestro;
-Haz juzgado rectamente.
y Tolviéndose hacia María de Mágdala, dijo á
Simón; -
- Ves a esta mujer?
i Que si veía á esa mujer! Pero si sus ojos no se
habían apartado un intantede ella, lanzándole rayos
de oprobio, de desdén y de desprecio. l Que si veía á
esa mujer 1 Ellos, los elegidos; ellos, los puros en tre
el pueblo de Israell De qué buena gana la habrla
arrojado de la sala del festín, si hubiera podido hacerlo
ain faltar á las leyes de la hospitalidad. Al fin el
Maestro arlvertía lo ql1e estaba sucediendo. Al fin
iba á maldecir á aquella mujer J á confundirla!
y la voz grave y dulce continuó:
"Yo entré en tu casa, y no me ha. dado "gua
con qué se lavaran mis pies; mils ésta ha bañado mis
pies con sus lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
.. Tú no me has dado el ósculo de paz; pero é.ta,
desde que llegó, no ha cesado de besar mis pies.
"Tú no has ungido con óleo 6 perfume mi cabeza;
y ésta ha derramadv sobre mis pies sus perfum~
s.
" Por todo lo cual te die'o; Que le son perdonados
muchos pecados, porque ha amado mucho. Que
ama menos aquel á quien menos se le perdona."
J oyadá, con 101 párpados entrecerrados y los labios
en treabiertos, parecía escuchar las harpas de
Oro pulsadas en torno del tabernáculo del S,mto de
los Santos.
En seguida, dirigiéndose á aquella que primero
que nadie, en medio de las sombras que entenebrecían
su pobre alma dolorida, habia venido á Él,
agregó el Maestro;
_" Perdonados te son tus pecados. Tu f< te ha
slIl"ado: véte en paz."
Un estremecimiento recorrió las filas de los convidados,
porque semejantes palabras jamás habían
rtsonado en sus oidos. Interrogábanle unos á otros
conmo'l'idos hasta el fondo de su alma ; y , olvidán:
dose por un mom,nto de su arrogancia desdeDosa
trataban de penetrar el sentido de aquellas pala:
bras, vedadas á los labios de los hombres. ¿ Quién
era aqnel hombre que ptrdonaba los pecados P
Ga81aliel, pálido y contnrbudo, preguntó ;
-¿ Pero quién es este hombre?
y Simónel fariseo, responuió :
-Jesús de Nazaret.
D. S. T.
NUESTRO AMIGO EL PJ:RÚ
UN POCO DE HISTORIA
EN el afio de 1900 el Sr. Teobaldo Gon:.lález,
en ~u carácter de Oomisionado Especial del
Stprtmo Gobierno de Lima, en el Departamento de
Loreto, establel!i6, por sí y nnte sí, Comisarílls mi .
litares y puestos aduaneros en las bocas del río Co
tuhé, afluente del Putumayo, y en la del Curaray,
afluente del Napo, nombrando Comisarios, respectivamente,
á los Sres. J unn M,lOuel González y
Manuel Carrillo.
Asimismo, en 1902, el Sr. Coronel Portillo,
Prefecto del Departamento de Loreto, estableció de
mutu-propio otras Comisarías, como las anteriores,
en la boca del río Breu, afluente del Juruá, y en la
del río Chandles, afluentes del Purús, encargadas,
respectivamente, á los Sres. Vásquez Prado y Jorge
Barreto.
Fue tal el ímplltu de los ComiMrios peruanos,
que del río Napo condujeron hasta Iquitos, preso y
herido, á un Sr. Rivadeneira que en aquel río ejer.
cía autoridad de parte del Gobierno ecuatoriano; en
la boca del Breu rasgaron y pisotearon el pabellón
brasilero de la Prefectura de Policía del J uruá; en el
río Putumayo despojaron á los caucheros colombia nos
y tirotearon la lancha "Victoria," en 11 de
Febrero de 1901, lancha que navegaba por cuenta
elel armador colombiano St·. Manuel María V élez, y
la autoridad colombiana fue menospreciada é inti mada
para no ejercer jurisdicci6n en aquel río.
El Gobierno de Lima, á quien se le comunica·
ron tales atentados, imparti6 su aprobación y orden6
que subsistieran las Comisarías del Napo y del
Putumayo.
Como consecuencia de tales hechos i\fcitos los
seílores peruanos fueron dura y severamente escarmentados
en los ríos J uruá y Purús, en donde los
brasileros tuvieron el patriotismo y el valor de hacer
respetar su integridad territorial. En los ríos Napo
J Putumayo (triste es confesarlo), la invasi6n pe·
ruana subsist" hasta la feoha, porque los Gobiernos
colombiano y ecuatoriano no pudieron recetar !as
mismas pílcioras de que se vali6 el brasilero, pues
que, tratándose de invasiones y usurpacione8, Bon
la fuerza y la violencia lo que debe oponerse á la
fuerza y la violen~ia.
L os peruanos establecieron también Comisarías
en los territorios bolivianos que fueron de la anti
gua Provincia de Carabaya, incorporada por la le·
gislación colonial en la Audienoia que fue de la!
Charcas, territorio con que n.ás tarde se constituyó
la República de Bolivi a, según el uti po8sidf/Ü juris
de 1810. -
Las aventuras cahallerescas y de conquista han
malquistado al P erú con el Brasil, Colombia. Ecua·
dor y Bolivi~ , dejando á todos los comerciantes pe .
ruanos vinculados eu aquellas regiones en condiciones
precarias y poco gratas, expuestos á las ano
tipatías y á las consecuencias desastrosas de las
inopinadas correrías de las autoridades peruanas.
Con Chile, que es el otro país colindante, todo
el mundo sabe la deplorable condici6n en que dej6
al Perú la guerra del Pacífko y la mal cllrada paz
de Ancón de 20 de Octubre de 1883.
Con Colombia las OOias asumen todavía más
gravedad: , Bolívar y á 8U ejército libertador, que
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
se cubrieron de inmarcesible gloria en los campos
legendari09 de Ayacucho, se les retir6 con ingrati.
tud y perfidia.
El Congreso del Perú le decret6 á BoHv,r,
como gratificaci6n, un mill6n de peeos, y fueron
proteswdas cabo aocaliaas, las primerns letras qUe
gir6 el Libertador á favor de los sastres que hicieron
los vestidos á los soldados que les dieron liberwd.
Cuando las huestes colombianas se hallaban
dispersa@, de~nudas, hambreadas y lejos de la8 fu.
nestas playas del Perú, el ejército de aquel país de
ingratos invadi6 la patria de sus liberta'.!ores, para
ser veneidos en el Portete áe Tnrqui-27 de de Fe
brero de 1829.
Larga y difícil labor, en muchos aíl.os. tuvo
que hacer la Cancillería colombiana, para poder
recibir migajas de las abultad"s cantidades de dine·
ro que gast6 el Gobierno de Colombia, en el traos·
porte de sus iovictos ejércitos, de sus naves y de
sus parques basta el l~jano Perú.
En 1851 el Gobierno de Lima celebró tratados
de límites con cl de Río de Janeiro, repartiéndose
todas nuestras regiones que se dilatan sobre la mar·
gen septentrional del Amazonas, entre los ríos
Napo y Caquetá.
Durante la guerra del Pacífico, el Gobierno ele
Colom'Jia se coloc6 en situaci6u difícil y de suma
gravedad, por favorecer mis al Perú que á Chile
en el tránsito por (1 Istmo.
En 1901 se dirigi6 el Sr. Dr. Alberto Ulloa,
Ministro Plenipotenciario y Enviauo Extraordina·
rio del Perú, á diversos ]lddonajes conspicuos de
Bogotá., solicitando concepto respecto al debatido
asunto de 'racna y Arica, pendiente entre Chile y
Perú; tales personajes que, sin du.la alguna, repre·
eelltan buen caud~l de opinión ilustrada, favore
cieron, acaso por la benevoletlcia que es propia ue
la índole colombiana, las aspiraciones peruanas en
numerosas respuestas, eon las cuales el Sr. Dr.
Ulloa form6 un abulta:lo libro titulado La opini6n
colombiana y el problema de Taclla y Arica; es con
este li bro que el PenÍ cree evidenciar más el dere ·
ch') que le aiiste para recuperar á Tacna y Arica.
En lo~ momentos en que tan ilustrados colom·
biunvs satisfacían al Sr. Dr. UlIoa, el comercio ilí·
cito y las autoridaue3 peruanas, al favor de la guc·
na espantosa que nniquilaba el país, invadían el
territorio oacional, despojaban los comerciantes y
desconocían las autoridades indefensas del Napo y
Putumayo, para fundar dominio y levantar banue·
ra de usurl'llci6n en el suelo patrio.
Nada obst6, ni el inmenso peso de los sacrificio~
de Colombia por la libertarl del Perú en la
guerra magna, para que este país ingrato se atre·
viera á ser el primero de Sur América 6 uno de los
primeros quc, en Diciembre de 1903, re00nociera
presuroso la independencia de Panamá, haciendo
su prensa oficial manifestaciones de complacencia
dirigida~ ;i los separatistas y al Gobierno de Wash·
ington por su intervención.
En el año pasado el Sr. Dr. Velarde, Ministro
Plenipotenciario y Enviado Extraordinario del Perú,
logró celebrar tratados de Arbitraje y Modus vivendi
con el Gobierno de Colombia y, aunque éstos fue ·
ran desfavorables para este país, por cuanto que
sin determiuar toda la zon!l contestada entre los dos
países, le reconocía actual tenencia sobre los territorios
usurpados que demoran entre el Napo y Pu·
tumayo, el Gobierno de Lima y su Congreso han
apl .. zado indefinidamente aquellos tratados q~~ el
Gobierno de Colombm celebr6 por noble espmtu
ue concilación, con elevado propósito de traer
pronta soluci6n á tan grave asunto.
a tC
Ea claro que estando bajo el "'gililetl d. 1..
usurpaci6n las opulentas regiones que oruzan el
Napo y el Plltumayo. lo conviene al Perú prolon.
gar indefinidamente el a/alu quo y 11 aprobaci6n
de 108 tratado. menoionados, en tanto que el 00-
meroio y el Fisco peruanos llenan sus .r031 yagotan
los cauchales colom biano~.
Tal ha sido y es la conduota y la leal ami.lud
de aquel pueblo hermano de Colombia, con qtlien
no tenemos 01 ánimo de instigar rencores, 8iDO de
recordarle que siempre <:onduce al desastre el apartarae
de las leyes morales y el atropellar lf)s fueros
de la justicia universal.
En los momentos solemnes, cuando se hblla
amenazada la integridad territorial, el levantad"
patriotismo do los colombianos, inspirados en las
gloriosas tr8dieione~ naoionales, uebe vigorizar nI
Gobierno en la noble tarea de sostener la paz interior,
para poder usumir la a~titud enérgica qu e
demanda la defensa de los intereses patrios.
•
G, MARTINEZ SIERRA
LAS MUJERES DE FlHAKESPEARE
ELOGIO
PAsan. Son las mujeres, son todas las
mujerell: y dicen Jel amor y del dolor en la
hora grande de su vida. Nuestro oído sobre
su corazón para escuchar el ritmo vivo de
sus palabras. ¡,Ouáles son las que pasau y
qué dicen ~
Pasa Miranda. Sobre su frente el ~ol y
la pureza: el JUar á sus pie3 para mecer con
luúsicas su ensueño, como madro que duer·
me al niño; el mar, que la canta, le trae al
amado:
-¿Me quieres?
Oon juramentos, el amado pone á cielos
y tierra por testigo:! de su adoración. Mi·
randa, entonce3 liora; y sorprendida_de sus
propias lágrimas, pone sobre ellas la ¡'osa
del ingenuo reproche con que á su plOpio
corazón amonesta:
¿ Estoy loca? / Llorar por lo que me
de, gozo / N o sahe (le la vida, y llora por'
que llegó el amor, y se duele del llanto por
que el alma le está diciendo á gritos que el
amor es la dicha.
Pasa J alieta. Sobre sus labios el beso
de Romeo. Tiene catorce años. Nunca oyó
hablar de amores. El se aleja:
-¡, Quién es aquél que 8ule ? .Si está
casado, creo que mi sepulcro será mi te·
cho de bodas.
Es Romeo, es Montesco: el enemigo.
Mi único amor florece sobre tn$' único
odio ...
i Sobre mi único odio! Y ni un instan·
te piensa '-lue el odio pneda vencer. Su al·
ma le protetiza la muerte. Y ella con sen·
cillez heroica acepta la muerte por la gloria
de amar .....
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Dominicalu tk El .MwOtWio 23
PB8a Ofelia. Eatá triste. El Prínoipe
Hamlet, en 'lUS afa" do gozo, jnrtl que la
amaba. Hoy el Prfncipe dice : No te he
amado nunca. Ofelia no llora ni m:llliee.
Su dolllr-es como otra Teresa de Jesússe
anega en compasi6n para la pobre alma
atormentada q ne confiesa no amar.
I Oh. dulce cielo, ayúdale/-exclama
con terror pil1doso.
Pasa Desdémona. F]s armoniosa y blanca.
Oanta llorando cUBndo el ail'e le dice
que va á morir. Es como un cordel'o; pero
el amor la bace valiente para decir las pa ·
labras apasionadas y pueriles:
- Yo quis3 al '1IIoro, yo he de vivir con
él . . Dejadme i,' con él.
Desdémona, Miranda, Julieta, Ofelia ...
las cuatro novias niñas, reinas del mismo
cuent,) en flor; las que abrís á la vida 108
labios como rosas mañaneras; lat! que amáis
absolutamente con te de iluminadas, creyendo
que el alllor no puede morir: para vos·
otras el mejor elogio, la flor más blanca y
la rima más triste.
P2sa Rosa.lina. entre los bojes del jardín
ducal. Tedio cortel'ano pone una sombra
tenue cn el centelear de sus ojos pícaros, en
el reír de sus labios traviesos, Ob?rlotea
con inquietud graciosa, buscando la alegría
como el aire.
" Qué haremos Celia? Quiero aleg1'arme,
quiero illvenf,ar 1m jUB.qO, ¿ Qué te parece si
1lOa enamoraremos?
Llamado por la clara voz reidora, llega
el amor. Y Rosalina sigue riendo, ;y ríe en
BUS locuras V en sus horas de gozo, y hasta
cuando duda se ríe, tal vez para ocultarse á
si misma el dolor de dudar.
Rosalina, rosa de zarza, mañana de
Mayo, ril!!a de fuente, rayo de sol: para tí
el clavel más alegre de mi jardín, para tí la
amapola más roja de mi campo de tri go, la
copla que se ríe C0ll10 tú, cascabel de plata.
Pasa Oleopatra : reina en la vida, reina
en la palli6n. Antonio ha muerto, y élla, soberviamente
enamorada, se apresta á morir.
-Datlme mi man to; c811idme mi corona.
Soy fuego y aire.
y muere.
Pasa Constanza: reina desposeída, ruge
de amor al hiju que quieren arrancarl e, R eyes
la rodean, ej é rcitos la cercan, y e lla los
desafía llamando' la muerte:
-¡Oh muerte, amable, amada!
y clama por el hijo y se si enta en el
suelo, loca de dolor y grandeza :
-Aquí yo y mi p m a; aquí está 111:t t1'0-
no: i R eJj e.y, v81u'd á derribarle !
Reinas: pal'a VIJSotraR verso rimado á
liÓ .. de trueuo, voz de c1unpana para vuestro
elogio, sang re para las J¡íg rimas que ha de
1\01'31' vuestro dolor.
Pasa Uordelia : la hija ,
- Yo, padre, 08 amo (mallto puedo amll1".
Pau. 'p()nlia ~ la mujer admirable, la
que sabe que ama y por qué ama, la que es
prudente y teme que el apresuramiento del
amado destl'Uya la dicha, la que es humilde
y tiene miedo á su alma, inundada en amor.
- Deténte, te lo pido: espéra un día ó
dos .. ¡Oh amor, modérate, aquiéta t·u eztaail!.
Ea eata demasiada bendición para mí.
La que á la hora dI' juzgar es justa y á
la de perdonar misericordiosa.
CordeHa, Porcia ... mujeres fieles, reinas
de paz: para vosotras mi vida, y pal'a vuestro
elogio toda la luz de toda mi alIlJ3
y para el poeta .... qué ofrecer al poeta
que fue padre en su alma de estas mnjeres
reinas, de estaR noyias flnres, que supo cómo
ríen, y c6mo lloran de gozo y de pena y cómo
Raben abolTecer; del que imagi'n6 á
Viola la dulce, á Hero la enamorada', á
Macbeth la ambiciosa., á Beatriz la desdeñosa,
vencida al solo nomble de amor; á
Olivia, á las festivas señoras Page y Ford,
á Isabela, á Mal'Íana, á Hermione á Perdita,
á tántas que son joyas para nuestro recuerdo
y amigas para uuestro cOl'azón' Que
ellas hablen por mí, y que la perlerla de 8US
pa labras más floridas haga, como guirnalda
de Mayo, una rima en loanza de Shakespea
re, el padre, el maestro.
R. U. EMERSON
VOLUNTAD Y TRABA.JO
U SA de todo lo que se llama fortuna. La
mayoría de los hombros ju egan oon ella, perdiendo
y gan ando segúu da vueltas su rueda. Pero tú,
abandona semejantes ganancias como ilegítimas, y
trata co n la Causa y 01 E fecto, cancilleres de Dios.
Trabája y adq ui ere por tn voluntad, y al e ncadenar
la Suertt:, e~tarás al abrigo de sus rotaciones.
Una victori a política, el alza de!a renta, la
caraci6n de tus edermedades 6 cualquiera otro
acontecimien to favorab le, te regocija, y piensas que
se pr eparlln para ti bellos días... • No 10 creas,
nada puede traerte la paz sino t6 mismo ; nada pue
de darte la paz sino el triunfo de los priucipios.
DR. n. BLANCR ON
ACCIDENrES DEL TABAQUISMO
UNO de los caracteres qne d is tinguen más profunuameute
al hombre, desue el puoto dd vis ta etnog rá,
fico, ue lo. animales superiores, reside en el uso CODSt.
nte que h"ce de sustanci .. s notori .. mente tó ~ icai
p"ro. su organismo. Raras Ion 1811 poblKciones en l.,
cUllles es dellOonocido el con4amo de bebida8 fermen·
tudas "lcoh61ioaa ; apeoAI pueden oita rae algunsa tri.
bus pos toriles 6 absolutamente salvajes de Alrica y
Australia, y s o lament~ antes de que elitablecieran re·
¡"ciones con los euro peos, pues una vez eu contacto
oon ell08, en segnida 80n viotimas de los e.trsg08 del
alooholilmo, al u.trimo di pod8f "QDlid,I ~ •• l', I1~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
de la. can ... de h r'pida dell8paricióa de aquéllÚ.
y lun huta en lu poblacionel campe8trea qDe no
tomlln aino leche, el aloohl)l no ea ignorado, PU8I d.
alli nOl vieneD el kefir y el komis. lEn la antigüedad
.in embargo, tanto coo\o nOl 81 cabido 8aberlo, el con.
amo de 1111 bebidas fermentad .. era naoy restringido
1 no ae nlaba el alcohol puro.
Annqoe sea el mu esparcido de 101 tóxlc08, el
alcohol nodabe fignrar sólo en Ir. liata de loa azotes
h.uman08, pues en eUa. deben ocupar lugar muy eap@OIal
101 narc6tioos y e8tupefaotivoij, como el opio y e'
tabaco. Del último 80lameote noa ocoparemos para
senalar sus principales inconvenie tes.
Como es 8abido, el tabaco es uua planta de la fa·
milia de las 80lanáceas, de origen americano. Ouanoo
O ... lón de.cnbll~ el nnevo mondo, not6 que 101 indl
geD~ ... piraban en ahulnada. ya directllmente, 6 por
medio d, nuos tuboa del~os, el humo producidq
por la combustióu de al hoj"8 seca8 de aqnella platl.
ta. Solamente en la8 reonione8 importantealos .. siaton
tes, cada nno á IU tnrno, utilizaban el largo tuoo
á manera de pi pa, so pretexto de qne los vapore8 del
tabaco abren el eapíritu é inspiran las decisioulls más
• certadas. ]'oe NlCOt, embajador de Francisco 1I en
la cOrte de Portugal, qaieu lo introdujl) en Francia,
eu 1560. Bato Crtalina de Médicis ae empez6 á 00
~OCer poco á poco, pero el primer fumador fue un
m«lés, 8ir W. Raleigh. En el8iglo XVIII, el pue.
~Io llllIWoba. la pipa mientra8 que la nobleza aorbía el
9\baco ep p01VO¡ se masoaba muy poco. Bu el curso
del4lí~lh XIl( se gebéraliz6 el U80 del cigllrro y del
cigarnllo, imita:ldo as! á los espl\floles que los fUlI\l\·
ban de mucho tiempo atrá.a. El consnmo actu .. 1 del
tabaco e8 enorme; Francia, sin embargo, 8egún Bouan t,
no Tiene sino despué8 de Holanda, Estados Unidos y
Alemania, pero antes de Inglaterra, Suiza y Espafla.
El CODanmo individoal aooal, en Francia, ea de 9
gramoa por habitante. .
Además de ácid08 orgánicos, de materias minerales
de resinas y 8u8tancias azo!ida8 diversa8, el taba·
co coutiene un alcaloides, la nicotina, veneno violento,
excitante primero, deprimente despllés, cuya acci6n
Sil ejerce principalmente 80bre el sistemR uervioso y
le citoolación; atribuyéndosele comúomente á este
alQ8lojp.e" loa diferentes accidentes del tabaqui8mo .
.Qebémoti advertir, sin embargo, que la cuestión dista
de e~t"r resuelta, y fié bquí por qlJé . El tabaco cs oon·
sumlaO bajo ves forma8 : se fuma, ~e sorbe y 8e mas
¿a. Este último modo &e nsarlo deberí .. ijer el más pe ·
ligr08o, al .mim08 te6rioameute, pu esto que 1II"8:;á.l1-
dole 8e absorbe nece",riamcnte p!\rtc ele 1',8 pl'lnClpIO~
tóxico •. ~uel bien, la Qxp, en lo. que se trag'alt el hllmo,-que
en 108 O\I,gOl\dores dé tabaco. Lo. que menos expuestoa
estiin ~on los sorbedores, cuyo número, por lo
demás, va dssminuyendo cllda lIíe. De lo que precede
debemos pue8, admitir,que el humo del tabaco es 80'
bre todo 'tóxico por los productos pirogenados que en·
cierra; Grehant, por otro lado, ha dem08trado que el
humo contiene indicios notables de óxido de carbono;
en fin, lo qoe tiende á confirmar osta interpret.ci60,
e8 que la respiracióu du. la~ atlllósf era. 8aturadas de
huwo de tab .. co (cafés, lugares públic08, h.bitaci60
.clllfl\ds), b~ta p,ua provoc ~r a\guuos .de 108 tra8torD9l\
más not,.t.les del tabaqulsmeo, p~rt\Cular~ente 1~8
orieia,de angina de pecho y los aCCIdentes dl8péptlooe,
qe 108 qoe hem08 tr .. t~do aquí má8 de una vez.
Poca im¡crr~neia tiene. .. u'a moJer,,\'
108 síntomas.
\:
Citación recomendada (normas APA)
"El Mercurio - N. 3", -:-, 1906. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2079238/), el día 2025-05-03.
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