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Las vanguardias : arte y literatura a principios del siglo XX

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  • Autor
  • Año de publicación 2014
  • Idioma Otros
  • Publicado por Ediciones Unaula
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
José Carlos Mariátegui, "Las vanguardias : arte y literatura a principios del siglo XX", -:Ediciones Unaula, 2014. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2058178/), el día 2025-05-03.

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Imagen de apoyo de  Patria Nueva: seminario político-cultural - N. 13

Patria Nueva: seminario político-cultural - N. 13

Por: | Fecha: 07/08/1930

d~ /a4(~~ cr~ ~ 4j/) /.~ T«IA DIRECTOR: Semanario político-cultural SIMON PEREZ y SOTO (FUNDADO POR LUIS MARIA MURCIA) REDACTOR: . FRANCISCO FANDI~O SILVA AÑO I BOGOTA, COLOMBIA NO. 13 FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, AGOSTO 7 de 1930 VILOR 1 [[nYIVOI el Estadista granadino que modeló en la fragua portentosa de su genio el carácter esencialmante democrático de la Nación colombiana. En este día pascual en que el Partido Conserva­dor pOt:le una vez más de presente la norma su­prema de su fe republicana, evocamos la silueta estremecida del hombre que instauró en el pasa-do los basamentos admirables de nuestra República Civil. • • J . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PATRIA NUEVA Antes de José Santos Chocano, antes de la exis­tencia humana del Héroe, como infusa en la primera nebulosa cósmica, existía la Epopeya que ahora el Poe­ta reproduce. Los dioses y los héroes de Mahabhara­ta y de llíada parecen engendrados por la imagina­ción indóstánica y por la griega, a la manera de un modesto artista que plasmara su propia vida, la forma de sus visiones cosmogónicas, en la sustancia ideal de los Himalayas y los Ganges, de tos Pentélicos del mármol, las Islas de Oro y los mares harmoniosos; pero antes de griegos e indostanes eran verdad los' Mitos. La intuición y la representación de lo que se ignora SOI1 poéticas porque imaginación y sensibilidad espoleadas por el Misterio, engendran y animan imá­genes en que reconoce la mente contemplativa el sem­blante embcionado de lo que se ha perdido para siem­pre o de lo que se espera todavía. Es un estado de presentimiento espiritual, sensible en el fervor con que mantiene su teoría el sabio, investigando en torno de los hechos conocidos que se la sustentan, para que los no conocidos ·todavía se liguen confirmándola y no haya opinión divergente en el círculo de su dominio. Clava el filósofo sus ojos internos en los reflejos de su yo, y descifra una imágen abstracta, forma de su conocimiento, armonía pitagórica, palabra del destino del hombre. Es la honda poesía de todo abismo con estrellas. Pone el oído el santo sobre su propio co­razón y percibe la siembra de música angélica que le están haciendo los filos tremendos del amor divino. Vive así el santo en pleno milagro de conocimiento. En todo artista hay un creador, un revelador cando­roso de universos recién creados, que bien pudieran ser pequefiitos como pufiados de arena. Para hacer sentir su momento con ~suprema intensidad, el artis­ta quiere violar los límite del tiempo, ofreciendo a quién sabe qué razas por venir la cifra de la sensibi­lidad de su época y de su raza. Este anhelo de todo artista es más perfecto en el poeta, porque esa música silenciosa, latente en toda forma de arte, tiene su cuer­po vivo en el organismo de la palabra humana. Aun­que un largo proceso de selección rítmica da la me­dida de esa cosa aparentemente sencilla y tan mara­villosa que es el verso, bien está decir que junto con el idioma nace de su propio verso. Antes de que el Dante concretara su romance toscano, la poesía de un gran momento, cifra de la teogonía católico-romana, Renacimiento y Edad Media . fundidos en la sangre de aquellos tercetos de bronce, ya estaba infusa en el ha­bla de su pueblo la esencia rítmica, destilada del Fiat primitivo, que dio origen y perfecta expresión a tal mo­mento del habla y de la vida de Italia. Define el ver­so la naturaleza y el ser del idioma y representa en la escala de la jerarquía del ritmo lo que el hombre en la biológica. Siendo; pues, lo más sustancial del idio­ma, eS. claro que preexiste en los hondones del pueblo y de la raza, como savia que asciende a bullir en la boca def rapsoda y del poeta; y pues todas las acti­vidadés humanas, tanto las viles como las gloriosas, participan de la esencia del verbo, y en los individ~os que escuchan e interpretan las voces ocultas hay dIfe­ren tes capacidades rítmicas, resulta que son muchos los hombres capaces de poner el oído, vibrador y emo­cionado, .al grito de sus semejantes y al de su propio corazón, que sólo unos pocos alcanzan a interpretar el sentido de los eC0S misteriosos, y que este poeta can­ta en un tono y--aquél en tono diferente. Más grande es el cantor cuanto más intenso, y bien puede caber un dolor secular en el corazón de una copla' pero la int~nsidad del poeta, la virtud de su numen,' tiende a ammar formas supremas. El gran cantor, que es tam­bién su propio pueblo, lengua del idioma de su pue­blo, aspira a desdoblarse en obras de naturaleza formi­dable, monstruosa, de la misma familia de esas enor­mes, acaso desmesuradas, que concibió alguna raza toda ella un solo poeta, en aquellos momentos secu~ lares en que la Naturaleza se complacía ofreciendo a los ojos atónitos de la familia humana sus proporcio­nes gigantescas, en el espectáculo humeante de sus forjas primitivas, la viva sustancia temblorosa en que los destinos del propio Cantor se plasmaban con fi­guras de dioses y de héroes. Un gran poeta de visión ciclica. nacido, aunque en edad culta y refinada, en el seno de un Continente donde están hirviendo, gemi­doras y cantantes, las fuerzas genésicas de una nueva civilización,. ~ nacido, pr~~isament.e, en el punto que marca el vertJce de la acclO.n. herOIca que abrió paso a esas fuerzas, como un TItan que desarticulara dos montes para hacer entrar un océano; un tal aeda, he­, cho a cantar las grandezas de la nueva tierra, olorosa a selva virgen y a civilizaciones pretéricas, es natural que conciba la poética defeificación de tal Héroe, muer­to ha menos de un siglo, pero, fulgurante de vaticinio y de eternidad, que aspire a alejar en la perspectiva del canto, la gran figura, adelantándose a la Historia, disputándole el paso a la leyenda. Así se explica el Hombre:-Sol, visión de Epopeya panteísta, cumbre de la visión creadora de ese alto poeta de América. Ante la aparición del gran Predestinado, asistimos en el Canto preliminar a la génesis del Mundo Nue­vo. El mismo soplo de vida formidable que después de encarnar en la maternidad enorme de la Indi a, des­j:: iende en caravanas de pueblos, como en ríos de mis­terio y de sangre, desde las cumbres del Himalaya al corazón de Europa, entra en el abismo del mar des­conocido, para engendrar allí un vasto Continente, lla­mado a servir de teatro a una nueva manifestación del plan divino, a un nuevo avatar del espíritu humano. Habitaban en aquella zona gigantes fabulosos y fue «antes de Ofir y de la Atlántida, antes aún de la Le­muria, antes de aquellas edades cuyas ruinas son como interrogaciones internas -o La Quinta Raza de los hom­bres verá cerrarse en ese Nuevo Mundo el ciclo de sus destinos y otras cumbres, las de los Andes, presencia­rán el advenimiento de la Raza Sexta. Gemelos de esas cumbres, ríos magníficos, selvas alucinantes, llanuras vastas como desiertos, pero hen­chidas de vida brutal, un gran temblor genésico en todas esas grandes masas de energía, contrapuestas en armónico desequilibrio que aumenta el pulso de la Vida, exalta en ritmo paralelo la voluntad creadora del hombre, porque allí el hombre se supera a sí mismo, al sentirse crecer entre los gigantescos moldes ideales de la Naturaleza tan soberbia. El Sol ama a esa Tierra como a su esposa nue­va, en cuyas entrañas va a realizar la plenitud de su esencia divina. Allí tiene su templo. Sacras vestales, encarnación de las virtudes de la esposa, elevan al dios desde el amanecer, el hosanna de las cumbres, las sel­vas y las aguas. Pero es condición de los seres inmortales, protec­tores de los efímeros, ofrecerles el espectáculo edifi­cante de su tragedia. E! dios se humaniza para Ja Cruz, muere en su representación humana, que él transfigu­ra en el simulacro de la muerte, .y se liberta luégo en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PATRIA NUEVA 3 --------------~----------------------- el triunfo de la resurreccJOn. La cadena de los días y de las noches, en la solar tragedia, simboliza la hu- ' mana existencia, esa dolorosa aspiración del hombre a lo divino. En mi sentir, la invasión y conquista de la tierra· del Sol, nuestra América, por los hijos de Hércules, los españoles, y la obra cllmplida por el Libertador del Sol, Simón Bolivar, representa en la epopeya de Cho­cano el paso a una nueva civilización, a una nueva Raza, en sentido teosófico. Raza, pueblo, casta, o in­dividuo, siembran la tierra de huesos y la riegan con sangre, también sus propios huesos y su propia san­gre. Alumbra el Padre Sol a nuestra America en el pri­mer día de su reencarnación, cuando irrumpieron los conquistadores de lo Desconocido, para encadenarlo en su templo. Libertar la tierra del Sol, arrancarla a la noche de la Colonia, entregarla libre a la promesa de la Vida Nueva, era libertar al luminoso enclaustrado del Imperio de Carlos V. La idea de escribir la epopeya del Liberta'dor le nació al poeta en un maduro momento de su vida. Ya había evocado el cortejo de hierro de los conquista­dOres y la pompa de los Virreyes, y el paisaje de Amé­rica le reclamaba una nueva interpretación. Fue prime­ro la sugestión de una especie de Mahabharata. Allí el héroe, el Hombre-Sol, en trascendente individualidad humana; amasaría su obra, como un artista, en la sus­tancia viva de la Naturaleza, d,onde las fuerzas de cada entidad se revelan místicamente en forma de bestias transfigurad as por el Símbolo. Luégo adaptándose me­jor a la realidad del asunto, el poeta concibió su nue­vo plan, donde las form as de la Epo(Jeya primitiva asumen el tipo de la civilízacjón occidental, como los mismos dioses asiáticos importados a Grecia y a Roma. No es sino mediante las form as de esa civili zación como la originalidad de América se va manifestando en secular proceso; y al espectác ul o actual de nuestras nacionalid ades en formación, comparece la Italia de fines de la Edad Media y de principios del Renac i­miento, con el presti gio de una real semejanza y con la gracia de lrua reminiscencia. El poeta, en su co n­cepción definitiva, descendi ó el río de las tini eblas,' y deteniéndose en el paisaje más maravill oso, miró al­zarse ante sí la figura del Dan te. Como todo Dios humanado, Simón Bolívar nace de mujer, y como en todo hombre pr.edestinado a la divinidad, el instinto genésico, el que aco pla los sexos y las alm as, el Amor oscuro y luminos o, el de Lucre­cio, el de Platón, es el poder que reali za la dramática transubstanciación en lo divin o. i Misterio doloroso el de aquel joven de temperamento solar, que es tá bañan­do en lágrimas el rostro pálido y frí o, de su linda y dulce Teresa! El demonio de la evocación lo lanza por el mun­do, en romería de peregrino sentimental, un refl ejo de Alcibíades sobre la frente juvenil, donde va a co nden­sarse el orgullo de un sueño cesáreo. En su desate, el instinto genésico descubre ya, tal un pico ewlorador la sombra de soterrado santuario, la divinidad que lo posee; pero sus ojos, bañados en lágrimas de fuego, no saben leer todavía la tragedia del Sol. Una tarde romana se revela el misterio, el amor del hombre se hace misión divina. «Simón Bolívar­dice el poeta en la exposición del plan de su Epope­ya, en el Canto preliminar,-desde la cumbre del Mon­te Sacro ve animarse las ruinas de Roma. Aparécesele la mujer poco antes muerta-amor central de su vida­en forma de Angel de Luz: y lo invita a embriagarse de gloria para aturdir su dolor. Evoca él la ruina de la Roma de los Incas ~ y jura entonces libertar al Sol, que, desde tres siglos antes, quedó encadenado a un pie del trono del Emperador Carlos V. El Sol le en­vía su espíritu a Simón Bolívar en el último rayo de la tarde ........ • Y es el vuelo del Hombre-Sol a la Améri ca, so­bre carro tempestuoso, con espada de fuego ; y es la oposición de los titanes, que pugnan por mantener en­cadenado al Astro, y la torva amenaza de un terremo­to, y la ira de un cometa rojo, y la odisea por las Antillas, en consulta con los Atlantes sobre las artes de la Paz y de la Guerra. i Representación purpurada de símbolos de fuego, de la inspirada, juvenil, fulgu­rante campaña del Año Trece, de la terrible reacción realista, representada por Boves y sus hordas, de la negación del propio suelo, convulso y anárquico, y de la neces.idad de salir a otras tierras en busca de ele­mentos afines para disciplinarlo I Retorna a su suelo el Hombre-Sol, donde recibe del Orinoco el dominio del Aire, propio de los abier­tos Llanos, donde no pára su carrera, crines al vien­to, bebiendo libertad, el corcel de nuestro Escudo, el de los llaneros sin brida, el que cobró alas para com­petir con los cóndores. Persigue el Héroe el dominio del Agua, y es Boyacá, celebrada por el Orinoco e sa­grada como el Ganges >, por el visionario Amazonas, por el fulgente Plata, y es Carabobo cantada por las arpas de la Selva, y es Pichin cha exaltada por los vol­canes, y es el saludo del Chimborazo, en las crestas la bandera del Iris, bordada por la Lluvia, y es, por el volcán del ardiente deliri o, el dominio del Fuego. El Libertador ha regresado a su tierra venezolana, y cru zando los Ll anos, ha instalado el Congreso de Angostura, a la derecha margen del paterno Río; ha extirpado la anarquía y enfren ado la ambi ción ; ha he­cho volar los potros ll aneros por so bre los páramos ; ha vencid o en el Pantano y en Boyacá; ha consfituí­do a Colombia ...... .. Pero no le es dable detenerse, y ori enta su caballo rumbo al Sur. Es el Libertador de América y lo está ll amand o su Destino. Sobre el Pi­chincha celebra, con el, primer gran triunfo de Sucre, la generac ión espi ritu al de su propio ge ni o. (De Cultura Venezolana) (Continuará) Edicto emplazatorio. El Juez 7.° del Circuito de Bogotá, cita y emplaza a todos los que se crean co n derecho a intervenir en el juicio de su cesi ón del señor Eusebio Ramírez, de­cl arado abierto en su despacho por auto de fecha cua­tro de abril últim o, y en la facció n de inventari os y avalúo de los bienes pertenecientes a dicha sucesión, decretados en el mismo auto, para que en el término de treinta días co ntados d e~ d e hoy, se presenten a h;l.­cerio' valer. Para los efectos expresados y en cumplimiento a lo dispuesto por los artículos 1342 y 1344 del C. c., en relación con el artículo 1261 del C. J., se fija el presente edicto en un lugar visible de la Secretaría del Juzgado por el término de treinta días hábiles, hoy tres de julio de mil novecienios veintinueve. El Juez, ELlSEO PINTO.-Manuel Castro c., Se­cretario en propiedad». Es fiel copia. Bogotá, julio 3 de 1929. MANUEL CASTRO C:, Secretari o. En PATRIA NUEVA colaboran las más destacadas firmas de la nueva juventud. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4 PATRIA NUEVA Sistema de revaluaciones POR ANTONIO JOSE GAITAN PARA ·PATRIA NUEVA,. Para emprender la tarea y estudio de una cultura nacional, es indispensable laborar en el sentido de una revaluación fundamental. Aquí siempre hemos estado -en esa labor y muy poco hemos conseguido. Después del sistema de la revaluación sincera, vendría un sistema certero de nacionalismo. Hay que entrar en la nueva era de las revalua­ciones. Hay algo adelantad o. La república está prepa­rada para recibir tal organización. Las jornadas así lo han indicado. Porque antes de estas jornadas todo estaba reducido al servilismo o en otro caso hampa, ficción, farándula. Con el sistema de las revalu aciones que empren­da una juventud ampliamente sincera, verá que Colom­bia toda tiene que cambiarse en escenario, actores y espectadores. El sistema de las revaluaciones se impo­ne. Todo es ya farsa, sainete a veces, comedia casi siempre, y, en lo más hondo, drama. Pero este drama, lo oculta el capaz y el incapaz. Todo es en bancarro­ta y en consecuencia la bohemia de la administración y de sus ciudadanos. Pero esta bohemia no lo olvi­demos, pasa a ser fisonomía nacional. Ahora y antes todo son frases, palabras campanudas, resto retórico, degeneración mórbida opulenta, esplendidez de otros días. Para orientar el sistema de las revaluaciones ju­veniles, hay que tener en cuenta que los hechos son sefialar a la nación y a la generación los desequili­brios del estado actual. Es necesario dar a conocer a la nueva generación la verdad. Iniciar un patriotismo nuevo. No cierto patriotismo convertido en monopolio. En patriotismo del pretexto, del interés creado. Sem­brar en la nueva generación aquél patriotismo que es el soplo de la vida, que es fuerza, pujanza, energía. Pero quizá es ahora delicado hablar de patriotismo. Su término y sus fines se han prostituído. Una gene­ración que vaya contra el .colombiano que no pide nada, que no aspira a nada, que es un ser vegetativo, que los que se agitan, bullen, luchan, no lo hagan mo­vidos por un egoísmo feroz, ni por bastardos intere­ses. Una generación que vaya contra el incapaz, al que todo lo niega, al necio, al inmodesto, al tonto, al que nunca ha hecho nada y lo censura tod o. Una generación que vaya co ntra el co lombiano que dice: «En este país!» -Cosas de Colombial - Con­tra el que marchito, mustio de espíritu, agostado en su esperanza, halle el recurso, el estallido, una válvula de reposo y de consuelo, hablando mal de la naci ón, maldiciéndola, y proclamándose superior a su Patria. Este ha sido un vicio como todos nuestros vicios nacionales. SOI1 efectos de nuestra organización. Hay que ~xterminar en los nuevos muchachos el concepto de que es inútil sacrificarse por el ideal, de que el esfuerzo sólo al fracaso conduce, que quien más pone más pierde. Difícil es que con tales persuaciones se grite: -Sálvese quien pueda». Una generación que con el s istema de las revaluaciones vaya centralizando sus fue rzas con el fin de poder principiar a elaborar el prcgrama de la cultura nacional. Una generación que vaya contra la abuJia, en efec­to existe. Todas las voces piérdense en el vacío. Na­die consigue moverla de su sitio. Ser maestro en nues­tra Patria es condenarse a enseñar sin discípulos. Es inútil sermonear sí nadie escucha. Es ser apóstol de un dogma incomprensible. El alma inmóvil del esfuer­zo permanece callada. Ello es con todo un fenóme d~ lógi~a. Nadie se mueve po'rque nadie tiene fe. Na­dIe la tiene porque todos los sinceros han sido vícti­mas . d~l engafio. Todas estas irregularidades hay que supnmlrlas del pesimismo nacional. Los muchachos de la ~eneración, que será nueva son los que tienen que eVItar a los que en nombre de la Patria han ha­bla? o, siendo más retóricos que prácticos. Una gene­r~ clon que .sea ca~az de vencer la apatía, la indiferen­cIa, la atonla, esa Incuria nacional. Evitar la indisciplina de una generación que no ~s . generación sino el ~remedo grosero de un extran­Jensmo activo. La indisciplina es una costumbre co­l? mbian~, p.er~ ~s efecto y no causa en nuestro espí­ntu. L? Indlsclplln~ . actual es grosería. Es simplemente ca.rencla de educaclOn. Es la incivilidad pública, el alca­lOIde de aquella mala crianza. Donde los otros no dejaron existir la escuela, donde el maestro es un mendigo, donde se forma el ciudadano siendo niño, en las calles, no es de espe­rar sino la indisciplina de sus ciudadanos. Pero la in­disciplina también es una consecuencia de la carencia de autoridad moral. Cuando los legis ladores son incapaces, cuando los que las apli can carecen de prestigio es porque la dig­nid ad se ha prostituído. Contra toda esta serie de ano­taciones debe orientarse el sistema de las revaluacio-nes. Cl aro está que hay que emprender dentro de las actividades de la revaluación, la revaluación de los ideales de la generación, para no hacer de la genera­c; ión un grupo de jóvenes bufos, neurasténicos que confunden la intelectualidad con el ridículo, la extra­vagancia del cretinismo semi-intelectual en que no se sientan apesadumbrados por un embagaje, como car­ga inútil, imberbes decrépitos que multiplican su obra con su magna pedantería. A estos sujetos de la generación enfermiza hay que retirarlos de la escena o que desaparezcan, por­que frente a los problemas que presenta la vida con­temporánea 110 tienen solución que se les pueda pedir, consejo u orientación que podamos utilizar. Es una uniforme manada de esclavos sin personalidad. Con esbozo del sistema de revaluaciones entrare­mos en el camino de la civilización ya que no es otra cosa que el desdoblamiento del alma de una raza, de la conciencia de lo hecho, de lo hond o, de lo intenso de las revaluaciones. Con este sistema de revaluaciones se form ará una generación que sepa encender los faros de una cultu­ra ampli amente fundamental para orientar a las próxi­mas venideras. Es de explicar que como quiera que la idea en­gendra las accion~s y los sistemas !5e traducen en costumbres que regulan y ordenan las diferentes rela­ciones de incultura. Es un sistema de revaluaciones para matricular un certero sistema de naci onalismo. "Patria Nueva" .semanario cultural y políti­co de selecta colaboración. Léalo usted Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PATRIA NUEVA 5 La actualización del conservatismo I POR J. MEjlA MEjlA Adicionamos nuestra voz al conjunto de llamadas con que conservadores acuciosos en un deber de reha­bilitación, inquieren de los conductores la revisa del programa de nuestra parcialidad. Personajes acrónicos cuya pupila política se que­dó estereotipada en el siglo retropróximo, parecerán constreñimientos y postraciones mentales frente a tales exigencias que son únicamente el imperativo del mo­mento no percibido por ellos. La Gran Guerra primero y posteriormente la Re­volución Rusa - acaecimientos que aligeraron la rota­ción de la Historia,- removieron los quicios e impri­mieron ritmos nuevos al curso viejo de las socieda­des. La doblez del imperio militar absoluto en la Eu­ropa Central, despejó los obstáculos al advenimiento de la República. El escalofrío de Rusia, se cribó en los países orientales, hizo vibrar las naciones de Oc­cidente e indispuso igualmente el Nuevo Continente. Se inició una atrevida transformación política. En' Colombia las dos fajas políticas beligerantes, conservatismo y liberalismo, nece~itan reflejar la in­fluencia del momento y acometer una labor de adap­tación el primero y de rectificación el segundo. Si la urgencia contemporánea de estos partidos es su socia­lización, corresponde al liberalismo arrepentirse de su discontinuo pasado, quebrantar los urentes individua- · Iismos que informaban su arcaica ideología doctrinal y presentar un itinerario de realizaciones que solvente los menesteres colectivos. Asi mismo atiende al conser­vatismo un proceder de consecuencia con su pretérito, porque si en 1886 explotando la evolución de Núñez volcó esforzadamente su vista sobre la verdad social y ya captada la encajó cón acierto entre los moldes de su doctrina, no puede cegarse a reparar las con­mociones del instante político. Es éste el anhelo de la mocedad conservadora que logrará en su propósito un término victorioso con el asenso de la senectud de inteligencia remozada y con el divorcio de los in­comprensivos. Escrutando medio siglo de vital democracia en el conservatismo, algunos paréntesis antirrepublicanos que saldan en el recuento, débense a reaccionarios som­bríos, caudillos codiciosos que deplorablemente se pro­lon gan hasta nuestros días, pero que las nuevas fuer­zas los repelen. Ni el proyecto malogrado y anticristiano de la . pena de muerte, ni la ley drástica y contrademocráti­Ca de aprobación reciente sobre libertades públtcas, son mandatos de nuestro dogma partid arista. Una por­ción del partido, valuada por su probidad moral, se batió impugnándolas contra espíritus de áspera intran­sigencia y contra sus monaguillos -jóvel).es naciona­listas que han querido democratizar al conservatismo­habituados a jinglar su discernimiento en la dirección del salario burocrático. [J El moderno programa conservador deberá susten­tar fórmulas de elevada justicia, audaces recetas que frisen con el desaliento social, hundiendo cimientos en la sociología porvenirista de León XIII. Sólo celebran­do un religioso concordato de ecuanimidad entre el capital y el proletario, podemos amistamos nuevamen­te con los aglomerados trabajadores, urbanos y rura­les. Adhiriéndonos a las reflexiones de Georges Go­ya u, diremos que no se puede afirmar una moral cris­tiana, y lu égo disminuírla y moderarla en nombre de una prudencia convencional, que aconseja la resigna­ción a los pobres y la caridad a los ricos, por fuerza de las costumbres - liberales - . En fin , si se su~tituyen los arrogantes mercade­res graduados precipitadamente rectores del partido, que buscan en él sólo la prosperidad de sus capita­les, por hombres de ajustada armadura intelectual, po­drá nuestra comunidad incrustarse en la historia con una obra propia de su época. (De Claridad.-Medellín) . SUSCRIPTORES! Si no les ha llegado el número, avisen al teléfo­no 16-63 y serán atendidos. PARA NO REMENDAR COMPRE LAS MEDIAS, LA ROPA INTERIOR, LA ROPA DE BAÑO, LOS VESTIDITOS Y LOS jERSEYS, DE LANA, SEDA, ALGODÓN E HILO DE ESCOCIA QUE FABRICAMOS Ensaye "TEJIDOS SANTA ANA" ALMACENES • I Calle 10, numero 140 I Carrera B.a, número 451 Teléfonos 45-37-22-70 BOGOTA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6 PATRIA NUEVA • $eñori-'a Doña $lena 9saza roarHnez, gentil aama meaellinense. (Fantasía carna valesca de Tríst ~ 1l L'Hermít,_ ' - _s¡;ecíal p,:¡ra PA , IdA NUEVA). AL vigoroso espíritu de Juan del Corral. Esa noche mi mente estaba desierta, tranquil a, pre­sentaba el panorama de un plano ligeramente inclina­do, de color verde y con estrías de florescencias en­fermizas. Súbitamente, en el límite de mi horizonte interior sur­gió una bruma extraña e informe. Me sacudí durapllen­te en un afán de saber, de captar aquello tan intruso que excitaba mi curiosidad. Tenazmt:nte buscaba su interpretación y luc~é en vano durante varias horas de silencio exterior y recia batalla interior .... Qué sería aquello? ... Por qué vendría? *** .... Cuando me arrojaron la puerta se abrió y yo quedé sorprendido, extático. No sabía la razón de mi sér, ni de dónde venía ni para dónde caminaba. Una , fuerza superior me impelía siem pre, no podía de­tenelme y tenía mucho miedo. Mi andar era vacilante y torpe, estaba desorientado . .. Muéhos marchaban al l'ldo mío; los de adelante, siempre que volvían sus ojos.' hacia nosotros, se tornaban tristes; hubieran que­rid o devolverse, pero no podían, siempre en marcha sin ~ aber a dónde! Abajo, muy abajo, por entre el barro y las pie­dras inclementes, transitaban muchos. Con sus gestos, siempre desesperados, nos solicitaban, nos llamaban, nos pedían; sus pies dejaban un rastro sangriento . . . el sudor hacia que sus frentes - resplandecieran - como [~:==~ las de los dioses, pero eran hombres, como nosotros, y. tampoco podían detenerse. Siempre en marcha sin saber a dónde! Uno, . q~le iba al lado mío, se encogió como para dar o rec.lblr a~guna cosa de uno de los de abajo y, en ese mismo Instante, se hundió, se sumergió en el abism o; parecía que nos llamase en su lenguaje mudo y sombrío, en su horror. Oh, el abismo! .... Estuve tentado muchas veces a inclinarme en su orilla, no sé si para ver mejor o para darle algo que yo no teni a, o no sentía tener, a uno que me rogaba incensa ntemente ,con su m irada desesperada y doloro-sa. No quise. Oh, el abismo! . . . . Advertí que todos mis compañeros iban diversa­mente vestidos. Se diferenciaban en algo, ns sé en qué, pero se confundían en mucho. He pensado mucho tiempo en sus vestiduras, pero no he podido recor­darlas. Yo tampoco me acuerdo de la mía, sólo sé que me era muy cómoda y debía tener algo extrafio pues todos los demás detenían su mirada curiosamen­te en mi modo de ir. Era una suave pendiente y ascendíamos sin ma­yor dificultad. Torné a mirar hacia atrás; era una lar­ga, larguísima caravana la que me seguía, venía de un fondo muy oscuro, quizá por donde yo había entra­do . .. . Los de atrás me miraban ansiosos, como en­vidiándome; yo hubiera querido ir con ellos, compren­dí que m i rostro estaba frío y mi mírado triste. Por qué hubiera deseado volver a comenzar? Para qué? Sin embargo, yo lo deseaba. No volví a mirar hacia abajo. Me daba vértigo, pobrecitos ellos .. . . Oh, el abismo! (Continúa en la página 11) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PATRIA NUEVA De egregia Patria al contemplar la frente en los incendios de radiante aurora, se apiña y ruge multitud sonora, honda borrasca de la mar potente. y confiando a tu brazo y a tu mente del porvenir la enseria redentora, su ilusión trueca en ala vencedora y su inquietud en entusiasmo ardiente. A la justicia y a la Ley, triunfante les brindalá la protección altiva de sus remos el cóndor arrogante; y recobrando su actitud procera, tendrá Colombia entre laurel y~!o/ivaJ un solo corazón y una bandera! jOAQUIN MALDONADO PLA TA MADRE No estabas tLÍ. La muerte, madre mía, se adelantó traidora a mi reffreso, y en el /zogar entero estaba impreso el trágico dolor de la agonía. Aunque tu sombr.a maternal veía por dondequiera. de mi angustia obseso mi alma sedienta de tu dulce beso la irreparable ausencia comprendía. y en qué desolación, en qué (¡margura recordé de tu vida la tristeza y la divinidad de (u ternura, que ha de fulgir con sideral belleza en mi orfandad, como en la noche oscura de la estrella la mística pureza .... MARCO A. CARVAJAL/NO 7 .., 11I Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8 PATRIA NUEVA En la entrega dignificante y que enorgullece a la América Hispana no l'ueg-a "a" I 'J l 'ó I h b __ ,J I por e ll'be ra lI's mo uJ e otros dl' as; es e I consenso una,n./m e de ipa"rtId o conser\lador e,l. .,q..ue (le prle' J aCI 1n de f.o m re es.c,a"r n. .... aI o a ~ t .. , J I d d '/' J 1 t d' d e respa ua, e a juerza y .. al/men o e~,a ramm/slon ue man o, eposl anuo o en un es a Ista e concepción enrl'qu·cl'da" L d' . I t I I ~ ,..or es u lOS, comparaCIones y un gran ap omo men a y mora , PARRAFOS EDITORIALES " Balance de una Administración Bogotá, agosto 7 de 1930 Señor Director de PATRIA NUEVA.-Presente. Aceptemos hipotéticamente, señor Director, que la administración que hoy estrena sus gestiones guber­~ amentales, sea de matiz y finalidades de carácter li­beral, para dar pábulo al grueso cordón de opiníones que quieren ver en este gobierno, no el de una con­centración patriótica para el país todo, sino una par­cializada tendencia de contornos netamente partidaristas. Ello entrañaría entonces el advenimiento de un nuevo partido a las bregas administrativas, con sus adehalas de aciertos y equivocaciones y, como corola­rio indispensable, implicaría un balance de las realiza­cio~ les que efectuó el partido que ahora depone, con majestuoso decoro, el ejercicio del poder. Habría en­tonces que hacer dentro de ese postulado, una espe­cie de liquidación de las labores rematadas por el con­servatismo durante los nueve lustros que mantuvo el mandato de los pueblos en las esferas oficiales de la administración pública. Dispendioso cometido, que rebasa los lindes de una simple epístola, el de pormenorizar la vasta em­presa efectuada por el partido que hoy depone sus fun­ciones y las entrega, en una bonancible calma, al tra­dicional adversario. Nuestro credo político, puesto a prueba én el poder, dejó las huellas más admirables de cordura y bienandanza. Aseguró, con el concurso generoso de todos los buenos patriotas, la paz en Co­lombia, permitiendo al amparo augusto de esa deidad venturosa, que el progreso 'general se expandiera y de­jara los rastros saludables de su paso Flor el gobier­no, No incurrimos en el loco desvarío de hallarlo todo a la medida de nuestro sabor, porque esa obra no la ha consegujdo la humanidad en ningún clima, en pue­blo alguno del mundo habitado. No es patrimonio ex­clusivo de un so lo partido, de una tendencia filosófica o económica, la virtud incontaminada, el acierto cabal, la suprema sabiduría y el monopolio integral de la in­teligencia sin mermas o declinaciones. Sostenerlo im­plicaría el máximo desatino y argüiría para el divul­gador candoroso de tal tesis un desvío mental, efecto inconfundible de un fanatismo mal avenido, que ofus­cando el sereno raciocinio, llevara al dislate de una defensa total e imposible acerca del complejo proble­ma que representa para una escuela política la conser­vación del mando en largos lustros, sin incurrir en los errores con que siempre tropezó el hombre al obrar Una de las mejores adquisicions que vamos alcanzan­do en Colombia es la de atemperar nuestros juicios a una lógica de los hechos, distante del apasionamiento de ant1ño, en que todo análisis estuvo contaminado con el veneno del sectarismo enervante y emponzo­ñado. Tuvo la suerte nuestro partido de investir con los arreos dignificantes del poder a hombres que enno­blecieron los fu eros de la democracia, González Valen­cia, Concha, Suárez y aspina, se envolvieron con glo-ria e~ el tricolor de la República, con la austeridad de su.s vI,das, con sus gestos patricios de auténtico repu­bltcamsmo, con la severidad de sus normas guberna­mentales, sellaron su obra de mandatarios. Y unos con la gr~ndiosa majestad del temple civil, lIevad~ hasta los ltndes de lo concebible, enorgullecieron al pue?lo que les confió su mandato; otros, con la opu­lenCIa de su desprendimiento ciudadano se enCllm bra­ron a las alturas más enhiestas de la virtud eximia y c~áles con el recio timón de su voluntad y de su en~r­gla encausaron las fuentes civilizadoras del progreso material de la República; un consenso de voluntades los rodeó ca~iñosame~te y los mimó con el halago del aplauso cordIal y des1l1teresado, yendo en r mería de gratitud a sus lares privados a testimoniarles su adhe­sión y su aprecio cuando declinaron su ejercicio plau­sible. Pero como ya dijimos que es indefensable en to­dos sus pormenores la permanencia de un partido en el poder, no podían faltar las som bras que atenuaran la mucha luz que arrojó sobre los contornos de la Re­pública la gestión conservadora en cuarenta y cuatro años. Y uno de los más definitivos, de los más lamen­tables y execrados yerros fue el de entregar el mando al Presidente que hoy declina, agobiado por el fallo inapelable 'de la ciudadanía consciente, proba y cuerda, ~omo uno de los gobernantes más nefastos de que se tenga memoria en los anales del País. . aspína, el eminente estadista, con su dinamismo portentoso, dio un certero empuje a nuestro estancado organismo, removiendo los que se cleyeron inamovi­bles obstáculos e invirtió con el golpe prodigioso de su visión talentosa, los vetustos moldes de la rutina, de la pasión y de la ineptitud. Gobierno amplio, me­surado, tinoso, que al mismo compás dio lustre a lo material y engrandeció los linderos espirituales de Co­lombia, pues no primó en su generoso concepto de patria un cerril criterio de componenda, de nepotismo ni de compensación graciosa y cinica a la vez. De increíble desacierto calificamos certeramente muchísimos el hecho sorprendente de que para suce­der en el mando a aspina, viniese el personaje más contraindicado que se halló en el panorama nacional, el doctor Miguel Abadía Méndez, torvo politico sin ini­. ciativas y sin arrestos, que asoendido a la plenitud de los poderes, entre la marejada de la indiferencia gla­cial y del escepticismo ambiente, esbozó un remedo de programa en comentado discurso, donde anunció su remedio para el despilfarro de su antecesor, en fra­ses intencionadas e inverecundas, diciéndose el após­tol del orden, del metodo y de la sana economía. Ré­gimen -de la farándula y de la vil trapacería - fue el concepto que le mereciera la anterior administración ejecutiva, y sobre la fertilizante y portentosa tarea de aspina, no encontró comentarío más benigno y ade­cuado que formular que ese despectismo infatuado, lleno del desgarbo mental y mal animado del político artero. Para corregir los males de una administración Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PATRIA NUEVA 9 ehtorpecida por todos los yerros, las culpas todas y la falta de la más nimia sindérisis, encontró la receta diciéndose el apóstol de la cordura en la distribución de las obras e inversión de los fondos de la ciudada­nía colocada bajo su tutela superior. De estupor creciente, que propasó todos los cálcu­los, fue colmándose la opinión genefal, sin distingos de secta, al ver el Cauce tortuoso, el revuelto lío y la fatal ineptitud del gobernante envalentonado e inmise­ricorde que empuñó, con arrestos tales de cruel ironía, las difíciles riendas del mando presidencial. Crecieron con frenesí alt;cinante los empréstitos y los gastos de fondos comunes, las inversiones no correspondieron a un criterio sensato, ni siquiera de trivial prudencia, se malgastaron hora tras hora los fondos del erario' y en las posiciones directivas de responsabilidad se formó, con escasas excepciones, una colección pintoresca de los personajes más estrafalarios y absurdos que en loca cadena de desenfréno y de malversación, disponían éon criterio delictuoso del general haber. Como no queremos cimentar sobre frases hueras estas líneas, tenemos inextricable asidero en cifras apa­bullantes publicadas recientemente, de donde se deduce en forma escueta y escalofriante el saldo de las ma­cabras responsabilidades de este feliz gobern ante: En el informe de la Contraloría General de la República se encuentra el balance entre lo que gastó el Presi­dente motejado de enrevesado y lo que representa esta timorata y pulquérrima administración que cesa hoy para bien de Colombia. Entraron por distintos conduc­tos al gobierno de Ospina, :8 139.711.216,65, dejando como resultado palmario empresas diversas en todos los ángulos del territorio patrio y se esfumaron con]o por encanto $ 369.617.899.60 en este mesuraqo régi­men que ni siquiera se encueQ.tra como motejar justi-cieramente ....... . Dónde los efectos de la discreta y reproductiva inversión de un caudal de dineros que para nuestras proporciones aparece químérico y exorbitante? Cuál fue la mano dura y el entendimiento avizor que sofrenó las ansias desmedidas del interés re gin nal o personal? En qué forma se hallan representados esos ingentes gastos, ese oro venido sin tasa ni co ntrol de países extraños, los dineros de nuestras propias rentas? No es una esquiva y recelosa actitud de pasar por mo­desto lo que no ha permitido a este desdichado régi­men inaugurar jubilosamente los frutos de su nefanda gestión. Hablan sí, a la hora solemne de las liquid a­ciones definitivas, los espectros alucinantes que se de­nominan: medro, ineptitud. nepotismo, sarcasmo y CÍ­nico despilfarro. Quien ascendiera al solio de Colombia con femen­tida promesa de no derramar una sola gota de san­gre sobre el suelo de su Patria, ni verter por su in­tervención una lágrima, abrió la arteria de la juventud y del proletariado en momentos históricos que recuer­da la Nación con los epítetos de las Bananeras y el Ocho de Junio. Este movimiento de belleza muda, como la estatua marmórea de la altivez civica, fue la sacu­dida prodigiosa de un pueblo vivo, ardoroso y vibrá­til que arrojó con índice airado y elocuente a los que lastimaban su honor y fueron tolerados largos días de amargura infinita. Una suerte desmedida e inmerecida ha precedido y guiado a este tortuoso gobernante que repudiado por las fuerzas vivas del país se sostuvo en el mando contra su decoro y contra las conveniencias sociales. Por equivocaciones infinitamente más pequeñas y ex­cusables declinaron con soberana dignidad otros pre­decesores ilustres la Jefatura Ejecutiva, atrayéndo e la voz clamorosa del recoJltocimiento a sus méritos dig-nos de la exaltación. El que hoy desciende del solio desafió la opinión atendible de una democracia con­secuente y respetable, dándole siempre como gestores a quienes se encontraran más desconectados del apre­cio. de los gob.ernados, a los que interpretaran mejor la incompetencia, el desgrefio, la decidia y el caos. Le importó sólo su personal sosiego. . , No en balde le ~on imputables los porcientajes mas cre.cldos, en la calda de n,uestro partido del poder, ya predicha por un sagaz esplritu. Porque una colec­tividad que tiene la potestad gubernamental en sus manos no puede abusar de esa CÍnica manera de sus poderes, so pena de descalificarse en el sentir bien in­tencionado. de un pueblo inteligente, Jugaron factores diferentes en esa pérdida, pero como guión primordial y decisivo influyó este malhadado cuatrenio de ejerci­cio administrativo. y al ensayar este breve análisis sobre la obra de Abadia Méndez, queremos ante todo elevar '.ma mura­lla invulnerable para que no prospere un juicio des­quiciado, picaresco y atrevido que hemos visto en le­tras de ciertos rotativos mendaces e interesados, que queman ahora, en los pebeteros de su hipocresía fa­laz! el cinamomo de sus adulaciones tumefactas y es­cualIdas, exaltando al personaje que ayer ultrajaran del modo más denigrante y envilecedor. En este postrer inst~nte hallan en el odiado Presidente al integérrimo republtco de gallarda apostura, que desciende con res­petuosa reverencia de las eminencias del mando. 'Un alerta muy sonoro y animoso debemos levantar para que la maliciosa voz no haga carrera en estas postri­n, lerías del escéptico gobernante. En la entrega digni­ficante y que enorgullece a la América Hispana, no .iuega papel de prelación, el hombre escarnecido por el liberalismo de otros días; es el consenso unánime del partido conservador el que respalda, le da fuerza y valimento a esta transmisión del mando, depositán­dolo en un estadista de concepción enriquecida por estudios, comparaciones y un gran aplomo m'ental y mora l. Ya en PATRIA NUEVA, señor Director, se trazó con nitidez el programa de acción que al conservatis­mo incumbe frente al nuevo gobierno y lo que se ti­tuló Momentos de Expectativ a, continúa siendo I a nor­ma de orientación para los hombres de nuestras ideas. Y para despedirme, señor Director, esperemos si­lenciosamente que en su continuado reposo y ventu­rosa tranquilidad habi tual el señor doctor Abadía Mén­dez repase la prensa que no ha leído por sus múlti­ples quehaceres de estos cuatro aftos de veraneo y cinegética, para que logre convencerse de que jamás portó la banda de los Presidentes de Colombia un pe­cho donde se albergaran sentimientos más yertos, me­nos generosos y más distantes de lo que se tilda como un patriota y un buen ciudadano, Atentamente, EL OIDOR FRANCO PATRIA NUEVA Administración: Carrera ga .. número 123 Teléfono 16-63 Valor de la suscripción a 25 números $ l . AVISOS: 10 centímetros de columna: $ 2 la inserción Lea usted PATRIA NUEVA, llame al teléfono 16-63 y suscríbase hoy mismo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 01 PATRIA NUEVA GLOSARIO El 7 de agosto de 1930. La página admirable que para la historia futura de Colombia escribe en esta fecha la colectividad con­servadora es algo que supera la burda incomprensión de aquellos que, por medio de torcidas argumentacio­nes, han pretendido osadamente la desvalorización del acto magnífico por medio del cual el partido de la li­bertad dentro del orden consagra de manera perdura­ble la realidad bondadosa de su doctrina inmaculada. La labor penosa que emprendieran en pasados lus­tros los hombres supremos de nuestra causa ha ido madurando, a través de las vicisitudes inclementes de los tiempos, para plasmarse en una realidad tangible que atestigua el triunfo definitivo de la concepción con­servadora de la República. Durante 45 años el parti­do conservador, como gestor de los negocios públicos, ha transitado por los senderos escarpados de las si­tuaciones más difíciles, y sin embargo, y a pesar de los errores inevitables de algunos de sus dirigentes, el panorama que ofrece a la contemplación desapasio­nada del mundo exterior es el de un amplio horizonte en donde perseveran majestuosamente, como signos orientadores, los prin,cipios fundamentales a cuyo pro­picio amparo florecieron las siluetas ejemplares de las repúblicas antiguas. Porque fue al influjo poderoso de la sana doctri­na que la República de mofa, o más bien -la anarquía ()rganizada» de tiempos que queremos olvidar, se fue trasmutando, lenta pero perseverantemente, en la es­tructuración severa del templo de la libertad y del or­den, de la justicia y de la paz. Gracias a la sabia y adecuada constitución que garantiza la protección inflexible de todos los derechos y que, de acuerdo con la realidad, estabiliza como la norma moral del pueblo colombiano a la Religión Ca- . tólica Apostólica Romana, factor irremplazable de civi­lización y de progreso, hoy recibimos la visión por­tentosa de ún pueblo que, en su marcha, ha traspues­to los límites de la vacilante adolescencia para entrar de lleno en el período realizador de una vigorosa ju­ventud. Hoy, ante Dios y ante Colombia, el Presidente elec­to de la República jura respetar y defender la norma suprema que forjó de la barbarie una civilización y de la selva un país. Por eso, en estos momentos en que el cincel maravíloso de la fe conservadora perfec­ciona el último detalle de su obra gigantea, sentimos que nuestro corazón colom biano y conservador pal­pita estremecido de entusiasmo y germina el compás de nuestra vida en una vivificadora confianza hacia los tiempos del porvenir. El Congreso Nacional de Historia Ha cerrado sus labores después de un brillante certamen histórico-cultural, en el cual la única nota discordante fue el ataque nada encomiable hecho a la inocencia de la marquesa de Solanda, esposa del e sa­crificado de Berruecos >, por algunos historiadores de parcialidad reconocida. Afortunadamente el doctor Monsalve hizo gala de argumentación incontrarrestable en favor de la verdad histórica, con acopio de documentos. Felicitamos al dodor Monsalve. "El Tiempo" Pare~e que no gusta de que se haga la unión del cons.e!vattsmo. Quizá . tenga razones políticas que de manifiesto le hagan mdeseable tal agrupacion de va­lores, y luego, ~ue. su labor de doble fondo se puede llegar a resentir SI el conservatismo se convierte en una sola fu~~za: así. lo comprende nuestro colega .... La «unl.Dn a gnto herido> según dice, es en mito y ~ntra a d~mostr~rlo. en uno de los mejores comen­tanos del dla. Esta bien, pero al fin de cuentas nada co~creta en favor de la tesis que sustenta; únicamente deja ver a las claras que tiene miedo a la unión con­ser~ adora y que por eso hace una labor irónico-ple­gadiza en su contra. Unas veces vemos en El Tiempo artícules de fondo que tratan de los problemas conservadores con un aplomo y una seriedad que cualquiera piensa en per­der las perlas por no ensartarlas, en otras ocasiones se, presen!a con el mismo tema en forma optimista y luego, mas tarde, aparece ironizando al respecto. Tales. pr?c~sos de «zi.g-zag» no son dignos de prensa sena ni tienen valor sincero que los haga apreciar. Nosotros diremos como en el cuento de marras: juicio, mi general! E,I Centro Salazar-Ortega. Uno de los mejores institutos pedagógicos de Co­lombia, tanto por los métodos de enseñanza como por el cuerpo de profesores que lo integran, ha ampliado sus labores trasladándose a un magnífico edificio de la calle trece, el cual visitamos la semana pasada, Gustosos haríamos un estudio detallado de sus métodos, del carácter singular que distingue la ruta de sus enseñanzas, del provecho inapreciable que allí ate­soran los buenos estudiantes, si fuéramos nosotros auto­ridades en la materia. Nos consideramos satisfechos con felicitar a los señores Salazar Ortega por el impulso que han sabido dar a tan simpático plantel y poner a su disposición las páginas de PATRIA NUEVA. La Dirección de "Patria Nueva" se complace en anunciar a sus lectores que el distin­guido joven don Emilio Carreño Barón ha tomado a su cargo la parte administrativa de la revista ~~~~~~~~~~~~~~~~ 3$E • ~ Compañía Trituradora de Piedra • 3$( • 3$( Gauiria, murcia ~ cría. • 3$E • • CALLE 12, NUMERO 171 • TELEFONOS: OFICINA, No. 58.09-CANTE~A, 600 • • 3$( Triturados de guijarro de todas clases y • • de la más alta calidad. Gravilla y arenas la- • w vadas de primera. Piedras zonga y media- ~ ~ zonga, piedras de primera y demás materia- ~ les de construcción. .~• •~A•PID EZ y CUMPLIMIENTO EN LOS DESPACHOS I ~ .... ~ •• Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PATRIA NUEVA 11 ADELAIDA (Continuación de la página 6.a) J Faltaría mucho? ... Inesperadamente una mano, fría y delgada, débil se posó en mi hombro y una voz muy queda pero muy dulce me susurró al oído: -Hermano!! -Hermana!! I Era muy pálida, parecía enferma... Pero sus ojos me' acariciaban tánto! Tan buena! y su voz, ah su voz! quisiera oirla todavia. -Hermano!! -Hermanan Qué raro encento poseía esta palabra que nos hacía el tránsito menos penoso? .... Ella era buena ... Se llamaba Adelaida ..... y Su voz, quisidra oírla todavía. Qué rapidez! entonces fue cuando me dí cuenta de que ibamos muy de prisa. Hubiera querido detener el instante, pero el ins-tante era fugaz y se deslisaba entre mis dedos. -Hermana!! -Hermano!! De repente quedé solo, infinitamente solo, oh, que soledad! . Empezaba el descenso. Mi hermana? mi compa­ñera pálida, mi Adelaida? .... Guardaba todavía el eco de su música en mi oído. Guardaba todavía la tibia impresión de su mano fría y delgada bajo mi convulso brazo. Sus ojos me aca­riciaban todavía. Pero ella, mi Adelaida, no estaba al lado mío. El camino, a cada paso que dábamos, se tornaba más torturante, más duro; ya no era la suave pendien­te, era la ruda bajada. Sentí frío, mucho frío, estaba . solo, infinitamente solo. Oh, qué soledad! Ya no ola ninguna voz que muy dulcemente me susurrara al oído, como un murmullo: -Hermano! En cambio, el paso cadencioso de mis compañe­ros me ensordecía. Aquello era un torrente, un turbión confuso de hombres que marchábamos rítmicamente sin saber a dónde. . Quise desertar, huír, retornar a la suave pendien­te, buscar a mi Adelaida. No pude. Siempre adelan­te!! ...... ... Mis lágrimas cruzaron mi rostro como una llama. Oh, qué lágrimas!! Todos lloraban, todos gritaban, todos maldecían. Mis oídos se acostumbraron al gemido sordo. Habíamos llegado? Nadie quería seguir. Se arrastraban por el suelo como reptiles moribundos; buscaban ansiosamente un punto firme de donde asirse. Nadie quería seguir. Por qué? Vo también no quise proseguir. La fuerza miste­riosa me impelía inflexiblemente.......... Oh, esa puerta negra, terriblemente negra! Yo no quería entrar. Mi voz era un alarido bestial. Mis manos trému­las arañaban las piedras inamovibles de la ruta, hu­biera querido taladrarlas, tal vez me sostendría. Sentía que me resbalaba, mis esfuerzos eran cada vez ' más inútiles. Oh, la inutilidad del esfuerzo supremo!! Inútil!! Imposible ....................................................................................... . .............. .. .. Lentamente mis párpados se recogieron. El carnaval pasaba; venía de no se sabe dónde y to­dos ignoraban su destino. Las carrosas desfilaban ante mi vista en una larga y multicolora caravana de luz y alegría. Los acordes alegres de las guitarras que emer­gían tídamente de entre los gritos destemplados de las comparsas, recataban una ligera nota de 'melanco­lía. y . pasaba el desfile carnavalesco. Era intermina­ble y variado; unos iban tendidos muellemente en co­jines siempre blandos, y siempre sonreían. Abajo, muy abajo, por entre el barro y las pie­dras inclementes transitaban muchos. Recogían los múltiples rezagos insultantes de los de arriba, para vestir sus carnes morenas. Con sus gestos siempre desesperados nos solicitaban, nós liaban, nos pedían ...... El carnaval pa aba. Venía de no se sabe dónde y todos ignoraban su destino. Bogotá, julio de 1930. TRIST AN L'HERMITE ~ajilla~ ~~ ~~f[~laDa ~ ~~~~rnal - LINDOS ESTILOS - PRECIOS BAJOS CORTAZAR HERMANOS CARRERA 8a, Nos. 341 Y 343 Este semanario se edita en los talleres tipográficos de la LlBRERIA NUEVA. Teléfono 16-63 Cía. Papeler~ AleDlán-ADlericana' SUCURSAL o BOGOTA Maquinaria de toda clase para el ramo gráfico. Existencia permanente . en toda clase de tintas y tipos. [On~DlTfnO~ fn TODA' [unYlon RElA[lOnADA [on fL ARTE fiRrlW, [n nDEHRU Oflmt [A~~tnA 1~., ~~. Jll- -~i~~ alt~ -(~Dtr~ [all~~ 1l ~ 1]) Teléfono: 936 Apartado: 289 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12 PATRIA NUEVA Album de "El Obrero Católico". EL TIPOGRAFO De un salón en La ancha estancia veo 11 un hombre proletario cual pensando en los enigmas de La cruz y del sudario. De sus manos a la altura, nos parece una extraña sepultura que contenga, cuaL redoma, en los cóncavos dormidos de sus huecos misteriosos, Los despojos dolorosos y sombríos de un idioma. Hacia el lado de aquel hombre, que parece un centinela que en la tumba de los sil!los al misterio, triste, vela; con nostalgia, amarga, inmensa, se percibe penetrante, eL crujido del volante, el crujido del volante de las ruedas de una prensa. Ese sér es un tipógrafo que trabaja noche y día; y alejado del bullicio, de la dicha y Los placeres, va juntando caracteres con tenaz melancolía, y las cajas donde emprende de la vida la tarea, como en juef[os infantiles , IZas parecen Los atriles, nos parecen los atriles de la solfa de la idea . y allí, firme, trabajando , con filetes acerados fas renglones separando, con espac ios , líneas cuenta, y COII manos que parecen del 'trabajo monol[ramas va formando pentagramas con las Letras de la imprenta. Al final de su tarea compagina con cuidado las columnas de la idea; de la prensa los volantes se detienen con presteza, los rodillos se comprimen, las columnas lloran, gimen, el crujir de nuevo empieza; se oye un sordo balanceo como ruido de aleteo de aLgún buitre de ala inmensa, y al instante como un genio del volante va saliendo el gran vocero por las ancas de la prensa. La victoria está compLeta.- eL tipógrafo sonríe cuql nostálgico poeta, en su obra se recrea... . \' vueLve pronto a los atriles de La solfa de la idea, corre espacios, líneas cuenta, y con manos que parecen deL trabajo monogramas, sigue haciendo pentagramas, sigue haciendo pentagramas con las letras de la imprenta! GUSTAVO SOLANO Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • PATRIA NUEVA. 13 A.sí muchos •••• POR ALVARO DELGADO MALLARINO Después de dos años de separación Eric iba a ver a su mujer. El telegrama anunciábale su llegada a Ambe­res. Dentro de pocos momentos Clara estaría con él. Pa­seándose inquietamente por el andén de la estación no terminaba de pregantarse por qué en la última carta fe-o chada en Caracas, ella no le había anunciado su próxi­mo regreso. ¿La habrían despedido bruscamente? ........ ¿Estaría suiriendo? ........ iAI I\IlenOS, en el curso de la ruta élla ha debido prevenirlo! El tren llegaba retardado y Eric 'se agitaba febril­mente recordando la historia de Su matrimonio ......... No existía un hombre más debil delante de la vida que Eric Polus. Po ta mediocre, siempre se lamentaba de ser desconocido y esperando que le fuera ofrecido el laurel de la gloria, vivía de un modesto empleo. Pasaba las noches escribiendo versos, que ni los pe­riódicos más vulgares le publicaban. Así vivíó cuando conoció a Clara, quien desempe­fiaba el cargo de institutriz en casa de unos parientes ricos que habitaban en plena avenida Luisa de Bruse­las, donde, más por caridad que por cariño, lo invi­taban a almorzar los domingos. En el curso de una discusión de estética, la institutriz salió a la defensa del poeta vilipendiado. Hasta tal punto llegó su exal­tación que por la tarde fue a buscarlo para declarar­le su admiración y su ca riñ o. Incapaz Eric de decir nó a nadie, aceptó en un momento de emoción la mano que le había sido ofrecida........ . Su nueva existencia no le trajo nad a. Para Clara, la desilución fue pronta. No le importaba romper la probidad conyugal humillando de cuantas maneras podía al esposo que ella misma había elegido. Pero vino a ser madre, lo cual cambió un tanto el rumbo de su vida. La alegría trató de entrar en el hogar. Eric acarició nuevamente la quimera poética, sin hacer mayor esfuerzo por mejorar su situación. Clara com­prendió que estaba en la obligación de ganar su vida y asegurar la de su hij o. Entonces volvieron las dispu­tas. La posibilidad de una separación era desde lueg) descartada. Después, la juzgó Clara necesaria, conde­nando su sentimentalismo y el de su marido, que los llevaba a la más absurda de las vidas. Un día Clara hizo a Eric el resumen de sus dificultades pecuniarias y diciéndole que nada podía repro charle, co ncluyó: «Yo soy joven, útil. Puedo volver a m i antiguo traba­jo de institutriz. Una familia inglesa, que reside en América me ha contratado, siempre que tú des la auto­rización. Tú no me la negarás. Es el pan, asegurado largamente para nosotros tres. El niño se educará en el campo. Durante mis tres meses de vacaciones, po­dré venir a verte-. Sorprendido Eric, formuló muchas objeciones pero terminó por ceder. En suma, todo quedaba arreglado y él pOdría seguir escribiendo me­jores versos. - Tú eres una mujercita llena de coraje, dijo Eric dándole un beso ........ Clara partió y él organizó su vida de soltero, con fortuna y placer. Contestaba las cartas venidas de Ca­racas, muchas de las cuales contenían el giro destina­do a la subsistencia del niño y a algunos de sus gas­tos personales ........ iY ahora Clara se devolvíal ¿Qué significaba ésto? ....... El tren se detuvo en la estación. En la portezue­la de uno de los vagones de primera clase, reconoció Eric a su mujer ......... . * * * Al montar en un taxis, Clara dio al chofer la di­rección de un hotel, entre las protestas de Eric. -Nó, nó, a su casa nól Ud no me esperaba. Voy a hacerle una visita de amiga, no de esposa. -¿Qué significa? ........ interrogó Eric. -Un poco de paciencia ........ .. En el auto la sintió tan distante como cualquier desconocida. No le dirigió sino palabras vanas y no menos vanas fueron las respuestas. Su nueva elegan­cia, su reserva, su aire de superioridad la imponían. Eric la juzgó embellecida. Su distinción le 'subyugaba. En el Metrópoli pidieron la comida para ambos, en una pequeña mesa cubierta de fl ores. La conver­sación continuó indiferente. El embarazo de Eric crecía por momentos. Esta mujer que ostentaba joyas tan valiosas, de elegancia tan arrogante, de maneras tan aristocráticas, ¿sería la suya? .......... se sentía depri­mido; lamenta,Va su restaurante lleno de humo y admi­raba a Clara con angustia. - ¡Cómo has cambiado! ¡Tal vez el viaje!.. ........ di­jo Eric medio aturdido. -Sí. ¿Usted ya terminó? Pasemos al saloncito. Tengo que hablarle ........ La invitación de Clara aumentó su turbación. Y pasando de ras de ella, de una mirada en el espejo, se encontró ridículo. Se sentaron. Clara colocó su mano sobre el bra­zo de Eric y con dulzura pero con autoridad comen­zó a decir: «- Hace dos afias partí a América a buscar nues­tro bienestar. Mis intensiones no pudieron ser mejores. Yo lo amaba a usted de tal manera que sólo espera­ba ahorrar lo suficiente para venir a su lado y así ter­minar nuestros días desahogadamente. Pero, yo no me conocía. Un hombre que conocí en Caracas, me ama. En cambio usted nunca me ha amado. De aquel otro, hoy soy la novia. Nicolás Soler y García es un joven venezolano inmensamente rico y yo lo quiero como él a mí. Entre noso tros aún no ha habido sino cambio de palabras. Es necesario que usted, mi marido, me dé la libertad. Es en beneficio de nuestro hijo a quien Nicolás adoptará; en beneficio de usted, puesto que él lo indel1:nizará l argam~nte, de tal suerte que usted pue­de seguIr su carrera Ilterana. (Eric sonrió impercepti­blemente). FInalmente es en mi beneficio puesto que lo amo · . Eric la escuchó con estupor. ¿Quién era aquella mujer que osaba hablar así? ¿De qué abismo, una nueva alma había subido hasta élla? .......... Hubiera querido extrangularla .......... pero aquella alusión a su genio, subsistía apacible, halaga'dora. Po­co ~ .poe,o c~dió por la convicción extraña de que se sacnflcar.la s!n quer~r1~" por la gloria del poeta ......... -:-Nlcolas, pro.s,lgulO Clara, espera en París que le aVIse la aceptaclOn de usted, para venir a Bruselas. E un hombre educado, gentil y que no quiere com­prometerme. A usted le gustará. El divorcio será cosa fácil; e encontrarán los pretextos. ¿Usted consiente? * * * , El proceso del divorcio seguía su curso. Don Ni­co las Soler y García anunció su llegada. En el salon- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 14 PATRIA NUEVA NOTAS DE VIAJE BRUJAS LA MUERTA POR ALVARO DELGADO MALLARINO «Brujas, ha dicho Muricio Barrés, es un a ciudad velada de árboles y reflejada en sus canales: sin tregua, refrescada por el viento del norte y arrullada por las notas de su carrillón. Estamos en la puerta de la -Santa Cruz»: sus pe­sadas torres han perdido su corona, pero a pesar de los años, se conserva como una admirable entrada de ciudad. Muy cerca existen dos molinos de viento, los últimos de aquellos que en otros tiempos rodearon a Brujas a todo lo largo de sus murallas envolviéndola en el ronquido y la alegría de sus grandes alas. En el suburbio vecino, en medio de mUTOS casi destruídos, los grandes jardines baldíos, los vastos espacios despoblados, cuentan la decadencia de Bru­jas. Pero, no lejos se encuentra la casa de los Archers, la posada de la ·Gilde Saint Sebastien» con su pi­ñón dentellado y su fina torrecilla; la elegancia de las líneas y el prestigio del recuerdo son suficientes para embriagar la imaginación. La majestad del sol ponien­te aumenta el sortilegio. Sobre el horizonte de oro pálido se destacan los campanarios de todas sus igle­sias, sus torres , sus cúpulas, sus flechas y es ésta la resurrección de la ciudad del siglo XV, de la feliz ri­val de Gante, cuna de Carlos V, vanidosa de sus 52 «Gildes . , de sus 150,000 habitantes; orgullosa del va­lor de sus hijos y de la opulencia de sus mercados. cito del Metrópole, Clara y Eric hablaban de él. Este manifestaba su curiosidad y luego su interés. -Ustedes serán amigos. opinaba Clara. Un telegrama de Nicolás anunciaba su llegada para el dia siguiente por la tarde. -Mañana, dijo ella, los presentaré el uno al otro .. " .... * * * Al anochecer del día ' siguiente Eric y Clara se ha-llaban en el mismo salón. Acababan de abrir un tele­grama fechado en Cllerburgo, que decía: «Contrariando sentimientos debo partir a América por mala situación mis negocios. Cumpliré mi palabra si la fortuna favoréceme. Adios » Despues de esta resolución tan inesperada de Ni­colás, la situación se tomaba extremadamente delicada para Eric y su esposa. Este trató de consolarla dicién­dole cuantas tiernas palabras sabía. Pasada la prime­ra impresión, Clara, tomando valor, se apresuró a decir: -Es mejor terminar nuestra vida juntos, tú y yo. -Esto será atroz para mí, respondió Eric, tratan-do de disimular sus nervios" ........ . -No, interrumpió Clara con dulce voz; yo reuní durante mi permanencia en Caracas un pequeño ca­pital, con el cual podremos continuar nuestra vida tran­quilamente .. " ... " -¡Ah! respondió Eric, acordándose de su talento literario: -¡De nuestra vida haré una gran novela! * * * ........ Muy juntos salieron del Metrópole para. diri-girse en automóvil a Wépion donde estaba el mño al cuidado de una familia que habitaba a orillas de la Mense."."" Bruselas, mayo de 1930 Las curiosidades de Brujas, toda su historia, es el adorable aderezo de sus monumentos: tal el eleva­ ·do a Breidel y de Coninck, los héroes comunales de la epopeya de Brujas en 1302 - dos figuras soberbias de val~r caballeresco y de nobleza moral, surgidas de la multttud en armas, al pie del colosal e Beffroi •. ~e esta ad~irable época, caracterizada por los «Mastines de BrUJas» y la batalla de los «Estimulados de Oro-, la Ciudad Muerta no ha conservado edificio más elocuente que esta torre de 80 metros con 367 ecalones, apoyada sobre los hombros de sus inmen­sas «Halles - y erguida en el cielo de Flandes como imperecedera glorificación de la libertad y de la inde­pendencia comunales. El siglo XIII servía en esta maravillosa especie de la arquitectura gótica. No obstante los siniestros, a pesar de las restau raciones, la antigua torre no ha perdido en nada su nobleza y su significación primeras. Esta inmensa mole decora la Gran Plaza en una atmósfera sagrada, re­cuerdo heróico de las grandes generaciones muertas. Desde 1748 las notas del carritón registran el paso de los tiempos; se compone de 48 campanas y 190 martillos; la gran eampana pesa 19,000 libras; el cilindro que da los cuartos de hora, pesa 19,966 libras; las notas cada 2 años. Este carrillón, obra de A. de Hondt, está considerado como el mejor de Europa y su cost o se calculó en 300,000 francos. De los tres colosos que dominan el panorama de Brujas, dos son contemporáneos del «Beffroi . : • Notre Dame, con su inmensa torre de 110 metros, con los . mausoleos en cobre de Carlos el Temerario y María de Borgoña: la - Madonna - atribuída a Miguel Angel; la «Dolorosa - de Mostaert; la popular - Cena de Po­urbus""" y la Catedral del Salvador con sus escultu­ras animadas de sus capitales; el enérgico - Martirio de San Hipólito . ; los cuadros de Pourbus, de Van Orley y sobre todo la comovedora placa de la tumba de Wautier Coopman. Contemp oráneo es igualmente el Hospital San Ju an, transformado Hoy en museo de las obras de Memling. Entre los prodigiosos edificios de los siglos XIV Y XV, debidos a los arquitectos ilustres que se llama­ron Juan Roegiers, Juan Vande Poele, Ambrosio Roe­lants, Juan Byts, etc. figura en primer plano el elegan­te edificio comunal, hoy - Hotel de Ville . , el primero que se construyó en Bélgica. Tal vez, el monumento más antiguo, en la Capi­lla del Conde de Flandes, edificada en el año 816. Sobre esta reliquia constluyeron más tarde la Basilica que desde 1448 guarda la Divina Gota de Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, llevada a Brujas por el Con­de de Flandes después de la 2. a Cruzada. Allí se con­serva también la bellísima arca de oro macizo, cuaja­da de piedras preciosas regaladas por los soberan.os del mundo cristiano, entre las cuales se destaca el dIa­mante negro obsequio de María Estuardo. El 5 de mayo de cada año, la Divina Reliquia recorre las vie­jas calles de Brujas en grandiosa procesión, a la c.ual acuden miles de personas, no solamente de BélgIca, sino de Inglaterra, Francia y Holanda. ¡Ohl las adorables concepciones de las obras de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PATRIA NUEVA 15 PANORAMA POLITICO e voluciones • Expectativa~ y POR EMILE CARBON Una nueva era se imcla en la vida del partido conservador. Cuarenta y cinco años en el poder, este partido logró afianzar la paz, asegurar la estabilidad de las normas republicanas y . Es necesario soñar a orillas de su -Lago de Amor. donde cuenta la leyenda, ofrendaron sus vidas dos enamorados, en aras de un amor irrealizable. Es menester leer en sus do~midas aguas, los recu~rdos que encierra de gene­racIOnes ~uertas. El espejo de su aguas, reteja la más pura poesla que transporta las almas a las regiones del ensueño. Brujas, mayo de 193, 0. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 16 PATRIA ~UEVA Zipaquirá, 25 de julio de 1930 Señor director de PATRIA NUEVA-Bogotá Estimado amigo: . Acaban de llegar a mis manos los diez primeros numeros de PATRIA NUEVA que he visto rotulados para mi, de puño y letra de usted, y este hecho y la lectura de algunas páginas de ella, me dan ocasión' para dirigirle la presente. Con ella me propongo a más I d.e manifestarle mi agradecimienlo por el envío, feli­Citarlo a usted y a sus compafieros de labores por una empresa que merece todo apoyo y la adhesión des­interesa? a .d~ los jóvenes que comulgamos en los mis­mos principios. La nueva publicación comienza su vida en un lno­mento de trascendentales consecuencias políticas y morales para nuestra causa. Nadie podrá negar que la característica más saliente de las actuales tranforma­ciones políticas es en el fondo el olvido o el desco­nocimiento del principio de autoridad. Un fermento diabólico de indisciplina y dE' rebelión ha invadido las mentes y ha soliviantado los corazones. Dentro de la misma comunidad conservadora los hálitos malsanos han soplado y barrido las conciencias. Verdad es que con ' el andar de los tiempos las colectividades políticas se van acomodando paulatina­mente al estado social y por ello se renuevan año tras año, pero siempre conservando en el fondo los ele­mentos de su esencia inmutable. Esos E'lementos cons­titutivos pe su esencia o naturaleza son el tabernáculo invulnerable a donde no llegan los huracanes de la la renovación, porque ellos son el talismán, la· fuerza y la vida que defiende esas colectividades contra las acometidas de sus enemigos. Mientras sus miem bros defiendan esos elementos y se abracen sin vacilación a ellos, prescindiendo de personales intereses, la comu­nidad como una roca inconmovible verá pasar a su lado todas las modalidades y las incidencias que los tiempos le deparen. Por eso el primer sintoma de des­composición de los partidos es el olvido de sus prin­cipios y la insubordinación a su disciplina. Cuando tal cosa sucede, la formación i~eológica está en vísperas de transformarse y la depuración se impone como una medida de salvación que, desechan­do las unidades enfermas, agrupe a las sanas y dé protección a esos principios inmutables, que son el vínculo moral de las inteligencias y el infalible sostén de las voluntades. Es entonces cuando la claudicación se enseñorea de unos cuantos, hace vacilar a los contagiados y huye de los que con mano fuerte y con ánimo decidido se preparan a restañar las heridas que han sufrido en el continuo ajetreo y a continuar el avance hacia la for­taleza. Mas, en la tarea vivificadora y magnánima de la restauración, la primera y más apremiante necesidad es hoy la de retornar a su solio grenítico de antaño el principio de autoridad. Si el hombre es naturable sociable, si tiene un fin nobilísimo que cumplir, si mientras conviva con sus semejantes está ligado a ellos por vínculos de impres­cindible necesidad, si le guía en sus actos no un ins­tinto ciego sino su deliberada voluntad, si hace parte de sociedades organizadas y en ellas se ha de regir por una norma, el hombre no puede desconocer que hay un principio superior a su capricho que lo enca-mina para el bien de todos, al logr'o de un fin de­terminado. Ese principio,. esa norma de que no le es dado ~p~rtarse la haJl~ra todo individuo delante de si, de­lI. ml!ando .el honzonte de su vida y guiando sus ini­~ Iah~as y sus a~tividades. Desde las labores más ru­hnaTla~ y ~later.lales hasta las más nobles disciplinas de ~a inteligenCia están sujetas a normas que la men­te. tiene gue observar cuandQ en su sed de conoci­mientos hende a ellas. Nada en la naturaleza se eSca­pa a esta I~~ general que hace parte del plan divino de la Cr.eacJOn, porque ante todo la obra de Dios es ordenamiento y es razón. En el meritorio programa de PATRIA NUEVA, pro­wama ad~ptado al concepto del derecho como sinó­nimo de IIbert~d, no pueden faltar nunca las huestes que ar'!l~das del escudo de sus principios se pongan al serVICIO de una causa que tienda a poner orden en I?s . mentes para que la acción se ejercite dentro de los limites del derecho y la justicia. Este aspecto de la , misión cultural de la prensa asume hoy las proporciones de una cruzada de con­secue. nc~as notabilísimas de orden moral, social y aun economlco. Constituírse hoy en guardián de los principios sa­nos, en propagador de ideas ajustadas al derecho, en mentor de las inteligencias y en cruzado de la fe es tarea ~obilísima que asegura un pasaporte para la-in­mortalidad. Por eso PATRIA NUEVA está destinada a coronarse de laureles . Con sentimientos pe estimación me repito afectí­simo servidor, Se hace cargo d~ la impre­slon de toda clase de tra­bajos tipográficos, a reducidos. LLAME USTED AL TELEFONO 16-63 o ACERQUESE A SUS TALLERES SITUA­DOS EN LA CARRERA 9. a N.o 123, DONDE SERA INMEDIATAMENTE ATENDIDO. VENDESE tostadora y molino eléctrico propios para establecimiento de café. -Teléfono cen­tro 35-86. En PATRIA NUEVA colaboran las más destacadas firmas de la nueva juventud. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Patria Nueva: seminario político-cultural - N. 13

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La Fraterna - N. 1

Por: | Fecha: 10/01/1841

( TRl\[' t.:> BOGOTA to DE E:\,FRO DE s841":: ' =--===-..z.N.; "U=)I=.=-I.-,=o=.;;)==== Oyenle) si W me ay~das Con HI malicia i lu n za OT A-Este papcl sttldra wando se Ie de la ga­na a su flutor, guien nvisara un dia ~nl.es par.a ~a: {/lgar a que se bUH:uen los medios, WIICO prinClplO ("o nseI1'ador de los p erioditos. -0- AVANZADA. EI thulD de este papelu chD no. n ecesi.la muchos cDmenlariDs p ara sab el' que ~e dlrlJc a fraternizar cnn ciel·tDs fDllon es nlet?s de ~us abuelas, i como. nnestras espaldas tl enen \1 u horrDr in yenci ble a las fl'iegas de g~a­': lcan, a·si como c iertos fjl b Dfo.S al va c l D~ ;lp(;\ararnDs aqul in .facie populi,.i CDmD Sl (''i luYICSemD ue h inojo.s ante 101 SIO pa l' atDr­llIentaJDra dc nu eslru CDraZDn, que no. so lo 110 p e rten ecemDs, IIi hemo.s . p ertenecido. :I I prog"c 0; si no que SDmDS hl.lOS d e nu es tras p"Dpia Db ras i pa,'te integr,ant~ .d el g ran ""UPD defensDI' de l o ru en. E cnb,mDs para l'i"ios i 1'rDyanns, sin apctl'cer Dlra reco.m " IH'11 a que fa 'patric:.. lica.d.e ver u estruiua !~asta la ~Illilla de la amblc'Dn r evD!u elOna rla de 10 pro "'r esi ~l ns de el11p leos, hDnDrcs i platn. i I ;u I'o.w ga nte G.ralladinD qu e alld~ )10 1' e 0 munu s ue DIOS en luenga pel'cgrl­,1: 1\ inn, presla llos lu amparD! i lu, que.en la dl':lrllcciDn de los tipDS te has manlenldD 1"(1InD los {edro~ del LibanD, sDs ten, sos ten, lJUl'!>lrD a li('nlO ~ i I ltl tambien. c la ro. i r e­Iullente Dia, r (!{ol11lendano a la piedad de l o~ qlle se r n7.l"an con sus medins par~ e.s ta r ;.J cDrrienle d~1 mDv imi en tD de la Dp1l1100. P rocedamuJ in pace, .rl men. -0.- FR \.Gi\lENTOS H ISTORICOS. Ali a en aCJl1 e llDS sabro i imos ti empDS e ~ qne la opiniDn ue hDi din fo~maba la adn~l­lIi~ traciDn Santander, cs d ee ll' p Dr el :1110. del SeilDr de I R33, enlre otrDs impresDs ("UYDS pa d r es no. cD Il DcimDs, vivi an ell I!DIgUl'a l'o;llplela i en Ces teJDs ca nin Ds, " EI CDns­tltucional de C:unJinnmal'ca" i la "Gacela", que merced a IDS ma iDS cDnsejDs d e ~ u p a­tron se haLia vueho dC7.vergon7.ada I r es­Po. nUDna: todos es~os anj~li~Ds p~Dcedia n ~Ic un mismD paure, 1 no eX lst.lan smD p Dr el, p a r'a e l, cDn cl, i cDntra IDS que 110 estaban I"on ellos: en fi ll e ,'n la ven.ladera t,'a nsus ­la nciaciDn lipog rafi ca. Pues , bi en, entDnces IJUbo sus co natDs de co nspiracio ll, i :lque ll Ds i llocenlilD papelcs echarull ue su ID'~IO. es,­cama, a c on s~j il ndo que se lDcara el vIDIIn a llantDs hubi cran DbradD, hablado u pensado en contra J el verbD ministerial. Los CDn­ycu cionistas de Ocana, IDS quc hablarDn en faVDr Je1.i eneral ariilD en 18 23, en fin lDdo los p eeados viejos se . ll a marDI1 . a re­!> id(,flcia, i los prDI"::Inos se VlerDIi a rruJ)lado So completameule. rerdades dire en C011ttSU, Poco menus que desnudas. Entollces dijo uno de esos rabiO$Os pa-pele 10 si o-uiente " ...... Suplicamos enca-reciuamen~ e al GobiernD, que no. haya con­miseraciDn ni inclulj en cia CDn el c ulpable : que stoa cual fu ere su edad" s~ clase, $U c.Dn­diciDn i su sc:z:o, muera vlctlma dc unaJus­ticia inexDra bl e. Los pue blos que sc gobie r­nan pDr sl mismDs no. plleuen ni deben ser inuulj entes CDn los malvadDS, pues su p erdun es una lra icion CDnll'a ellDs mismDs " iQue tal ! ~ e sentiria aliviu ? -0.- HEl\lOCION DE E:\lPLEADOS. n ChUSCD esrr itDr amel' icano a lIa en la m:lrl re Espa iia se propuso lumbar uTia camarilla minislerial, . habienuDse sa liuo en par te con su maluito intenlD uecia gracio­samente . A fuerza de tentonc itDs Yan maUl1randD las brcvas, Una ya eS la en el capachD, VamDs lras ue las quc quedan. As, ni mas ni menDS vamDs nDsotros cl p~ rues de la trilla que se ha h echo.. Porqlle .. pregu nlamD3 a IDS. hDm bres, de L.' ; ~ , G ser a justO., sera co n ven lente, sera patl'l u llCD mafl­t en e l' i ab"igal' yibD,'as en su senD? E sos p DbresitDs de espirilu maman a cua.ntDs car­rillos c l diablo. les ayuda. j I que lIburo llcs Virjen san ta! Alii es ue v el' la fup.'~za de in ercia que presentan esos r~n egadDs a. tDdD CllantD uepcnde ue ell Ds. J Sl eso sDID fU PI";\; pero cDnspi l'an C()~nD sus h ~ rllla.nD~ u c l. So­CDrro, cDnspi ran a la sO I"C11I1a 1 CDnsplrnn cDmD demDniDS. i Di DS nDS asist'\! ) 10 peDI' es que So. lo sDn , c ~al~D ga lDs tan mar­eaGDS qu e d e nDche 1 a tl entas pDr ~ I pelo se van seila lan dD. ESlDS mam cabel.a Drga nizada 11 la Gall , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. [ 2 ] -t,tle at tocar no se uesmoroncn i 88 les yea la luT. por todas partes como vasija rota: mas ya se ve que como ea el siglo de las tuee!!, tuuo 5e vuel.ve claritlad por 10 vacio que cSla. Pues como cosa de .Iuego, cierta secta 'iluminaua comenzo 11 a, milD dose O(>osicion e ~nsultanuo it diestra i siniestra, i lu.ego sc t1enomino progreso i progresista, asi como till ladron que esta en ta sala i prosigue a la alcoba en que esta el cofre se Ie dit-e que ha progresado, porqllc ha caminado Alas adelante, i al que teme semeJante fe<;horia e Ie den'o'min'a retrogrado porque ha andado acia arras. f.a historia de los proccres del proereso comprueba altal'Uente esta verdacf. No hai bolsillo que se tenga liezo contra una medida de progreso i desde las ribet'as ,lei A tl~lDtico hasta la venta del Sarjento, uno es el pronuneiaUliento, una la voluntad i ya tenernos t:omo entre los Arabes Beduinos nemigos de nues­lros pronunciamientos. Art. 3.° Jnrnediatamente que se descubra dinero, efectos de comercio, sales, tabacos, o cualquiera cosa que contenga el principio de utilidad de Bentham, a nombre del pl'O­greso se hal'a cl pronunciamiento en debida forma. Art. 4. 0 Siempre que a 19uno de nosotros se yea atacado por fuerzas sllperiores, pondra pies en poLvorosa echando pOl' delante cuanto 8e pueda, incendiando poblaciones i puentes para .escapar -el bulto i no dar el mal ~Iem ­plo de que se vea un progresista pendiente cIe la horca. !\las si cl que ataca f"uel'c in­ferior en numertr i hu-biese pl'obaLilidaues de un triulIfo, enlonces se Ie atacar1\. ale­yoSalUenle, entrundo por capil:uiaciollCS con los venC'lllos, las e-u:tles se debemn infrin.lir abiertamente, ahel'rojando, a los prisione,'os, insulum aquellos mui bobalicones que no isnplren ,nto de reposo, para saber de vos. Aho­r a , pues, te comunicare todito 10 CJue ha pasa.do hasta hoi. Demasiado sabras POl­nuestros camaradas de esa que segulmos en u 'iunfo pOl' todo eL ('amino de ida. En Nemocon no pude pillar n:lda, pues el mal­dito admil.listrador de Bartolome Ricaurte como es ministerial no quiso que entrasemos en compania para hacer e l pl'onunciamien­to de los fondos retrogrados de las sa linas: me hostilizu cuanto )JuJo i luego se jal() para atacarnos en la Culebrera: lene esto mui presente Frasco, que yo por aca no 10 olvido. Al lIegar a Zipaql1ira me dl 1111 porrazo del Caballo, que como era ue til. hacienda de Malo nle salio ( ~omo su apellido. Dentramos con todito e l ejercilo i solo 110S encontramos COli Bulla I la alegrla de \ 0<; progresistas. Al taita C:lsimiro fue necesn­rio foguearlo con aguardiente pat'a que gol­viera, pues se iLa muriendo de apop·lejia del puro gusto. EI cbalo se uesgafiitaba a fuerza de gritar. EI jefe supremo Gonz:de.z comen7.6 a conlar (,:on YOS gaflgosa su for­tuna i nohle guerra en la Polonia, su va­lor heroico i sus disposil.'iones mrliLares, hasta que fue interrumpido por Juan Gomez, .dicienuol-e que no i"uera tan :zoquetp, que .solo a !ill lan:za se habi:l debido todo. O(:nrrimos a lom,lI' mcJidas progl'('sistn <; -subre la salina i demas agatrablc; perosolo· encolltramos unos trcs nlil PCS0S que los declaramos minist.el'iales i pasaron cual l'aY 0 'a nuestros Loisillos, 10 mismo que I~ h-ll- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. r[ '1 ) l ' i.,.'a sucedido OIl cll[ero que dt'nullclado P(,], un ca'II'lto pnre Goozalez se nos iusolcnl(" estrcma­llH'llt~ 1 sin l,mbrtr~o de que Juan G0l11e7. receLo en I'esel'va \lno pcpaso en la Ca beza, 110 nos all'evimos it ello basta dar el f{olpc sobre !iI ('apital. Al pueblo d e Zipaqui, a 10 nOLaba yo III IIi Jescoutellto i ('crlll ')-10, larehalllos eoml,) I sabras p a ra Chia, en donue se queuo, 'como hobo que es, Con- 7,alez, Gomez i otros con 11lUi cerea d e tlOO hl'mbres i a lui me empuntal'on con el l't'Sto de la luerza para la Culebre ra. Mail. los tado elijio el Sili o , i los G a ilanes i Sam­p e l' i yo uinlos llu es ll'as di s posic io n cs n1ili­l a res. Al oll'o Jia se c o m enzQ ('I l i l'ole o i y a nos Lcniamos J11 a lllad a la in ranLe l'ia del (;obif'rno compues la d e m a s d e c u a tro nlil homt)J'es, cuanJo saliu e l co ronel Nei l'a co n III a s d e Ji e z mil hombres d e ca ball e r ia que vol a ban p o r las ce rca s scgun 10 a segura Ca nne lo n, i t a l ru e e l t e l' rol' qu e n os i ll s ­p iru e l diabu l ic o J: e ira que la su n g r e qu e apen i Ie c OSlo ca r o . Y o v o te mi l a llz a , que nlO esto l' b aua i e n ('ompa iii a de los Cal'm e lo tes i d e o ll'OS ptn­(' ltasapos fuin"lo s a dar p rt rtc a l s upl'em o qu e m e 1'eci \)io con un rl'<]lIi e bro d e Vl' t e r a Il O, ::: ; e n d o <:o ntes t aJ:o P 0 1' otro. le I f ir-ote q u e lI e ),,1 ~l v e l' los a r cos d e lr ;u ll fo d e l a C Il­le b r e r a i los 16,000 h o mbr('s q ue c o n Illi s ]JI 'o p ios oj os habia l'OI1LauO P ep i lo Carl1l c l o , l\os v o lv imos J espu es J e l chic h o n o b l'e Bob oLa, i qu c e \l o s se apoue r a rian del p a rqu e , i fi l'm a r i,l1l la ae la que t e nian reuac ta(la, j da r ia ll todos lo s den u n c ios p a ra spa tl'iar i p i ll a l' . P e r o e1 soprenlo t'staba tom ado con lIlla a rro l:ia J e g1 vlI 'jo CuflillllC5 ell 1a cill'eel: 10 tu ... rl(J ~ fUl'llI ando S'II (' l'I'il lus con arlillel';" ",olllarla, 10. n h('cho "" dlahlu pr'edicador ('II las lil'IIt1<1~ : t>I !\l!- 111' ('010 cl1 ra rll " '!o ('on su a<;i!! lente cl Papirot!' ~o ,­lenielluo I .. cru'wda obandis t:, i In , Calldil CUl'n- , d I leilO, aCOllsej:l1l 0 qne 1I0S entrcgal'ull tud" I'm " p al'lir on •• o ~ olt o s las r~lc,'h .. , ho.go~ar.a , qu ... oallUo t ll de alb ~l s ca de Iu (Iliullta H<'pulol.ea, , ,, 0-< reor ga '1i ~"mo~ COIllU, III saLe,S CII Sogamo 0, v lll. !'ndoll()S auxdlO de Tun.!", pOI' ~aroto, de PUIl1- pl oua por Torrenlc cJ I"') am\l(' I'lo,; j de CaS; loi.lo ' pOI" e l r a ll g' IY"'/?,O de Fad;1I1 i ,Acel'j lo . Supi ­~ n" s que un . <'Jcrclto nlllll: !'OSO ocup,,),a II TUIIJ,l , Ia prudencw nos ~<,o" Sf'Jo e 'perur hasta que ... c la rgar a. 10 'Ine v erc6c ndll s (' ''l1imos (' ~ coh a lldo it los e nemig os hnO d "scollc L' I'lO i. Ga leuo quie ll lUI b •• d,. ('nl.'egil h", ta la ca pa co lo rada en s ilal de mand o " P e ;.;ta, i OIl ol,'o di" que l'C~s p i r:t I11O S ~u linlU corn t) cXll lacion de Ian inforn a l pohl;" ' ioll, IT,·n,.,,, la\,,. I,, tlldo 10 que sc ha hallado al )'U50 , i ) II s a ". 'a~ I" d (' r ro~a e' pa ntosa q"e 5ufl' i!'r(l 1l los c n f' mi ~o " I . ha te " Apc;;«r dc eslo pr e rl'I'imo~ s ('g llir {'ol'llc lld n , lU ('e nd, ul1oo pu e nles para (I"C no no" di" l'nll ';\7.11, i d n)i ~c de-j ao d ("'ar ,f2.a (. II hl~,.Jt I' n1 m a do pa l a illl pe d n' que l .... ael,i qll!'11 ell''''''''; 1'e o'o como no lengu nu (l el o de tou tu me ,' olltcll lO "f IJ I uno q ue 011'0 lil'jto, PUll, pUll i CO I'IO t'(,nso lodo. Illi , cornp;the co s . Hoi seg' u imo ~ p:lra dnndc " "}all h ~ n"nres (1 .. 1 suprem o i .Farran : e ta el polwc d ('<;l'~ p e l' lJJo 1', 'II\:'­gall u o de SlI s ll e,' le , p ... p. 10 h (' rtlns tll'omodaJo ('Oil los equip"jcs que \'an aneluntf', P e llsamos obra .' d c ;.octlcrdo con Cal'mona i Cbr'­dovit, E n tl'C tanto U, 10;; quc se h;"l podulo escupa r d e lu ,; gUIT«s de los 11""':1"1'0<, ti : tie t' s ta maller a puedeu cons pil'ur ~ in lemor uin g u",), En , I a cto que a es o,; malditos se les m ela hace r c:,lial la (' ons liluciou .5 1a enliendan como el v,eJo San- ' t ander, adios de sns pezcuez.os, no doi meJio pOl' ello s, i la ca.lsa de la reaccion gatuoa se Ja lIevu d diablo. Seguiwo rccibiendo pastas con toda , cgul;.ori­dad, 1 no mam.h(ll UU. las nolici,,<; tan minu('iu :Ill que nada dej"\n que de-ear. i OJ:.Ja sea asi pal" Honda i Jema puntos p1'ogresados! 1\1il memorias a los cornpinebes i de palnhra If'S Jira mucho Cbepe el a j,'pero (lue }leva e .. la carta , I ltl sabes monito d('1 almit, indiecito dew; ,ida. que sol lu loc ayo) lu umigo i lu identico Juanc}u'eo. --0-- hlPR£I>iTA DE JOSE A ' TO:-iIO CUALLA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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La Fraterna - N. 1

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