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  • Prensa

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 108

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  • Año de publicación 15/07/1899
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 108", -:-, 1899. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691025/), el día 2025-06-02.

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Guadalupe años sin cuenta

Por: | Fecha: 29/07/1899

o liT Bogotá, J nlio 29 de 1 899 UM. 1 to ---··~--- OR A "O ER \ Y DEL EJER ITO ---··~--~ DtR CTOR n-no, 'OR M, FRA lGJSGO J. VE GARA y V. Com ~1. Mi mbro d la Socied <.;olombi "na d~ In~nieros OQ~~o O~i ~Q~R ~~ ~~~~~~~~ ~~ ~ ~~~ ~Q~~ QD Son colaboradores natos de este periódico todos los J'efes y Oficiales del EJercito de la República I L lj..,¡ ~ ....... O • UM...., O -- :o~ (J 1.10 10) 999 por el cual se suspen le inrldini•l.1mcnt la e ncc ión ele 2 censo militucs El Presiac11U dr la Rt!p:i6/ica ON IOERANDO 1 .o uc la p:tz pública e ha m·mtcnid inalterabl~ ' no ha habi-do lugar p r que lo mi~mbro del Ejército entren en campaña y e hagan acreedores á a ·censos ; 1 2.U >uc h y creci io ntÍmcr de militare , }cale. y meritorios. de diver~o gra o, fuera de en·icio li pne:>t á ingre,ar de nuevo en el Ejército, con lo e u de pue len cr llenad-t 1 s v e t te· que ocurran en lo uce iv ,, sin nccc i ad de nue,•o· a ccn o, y 3.0 >ue de e ca m mera e evita el que, ,·aliéndo e de reeomend¡,¡­cionc p r onale, entren á ·cn·ir en el l•.jércico indi,·iduo no militar('ll, y aun sin doces para scr!o, con gr ve perjuicio de la in:;titución, DECRE'J A rtículo úni o. Su.)pén le e in clinid un ·ntc la coaccsiór1 de as .. ccnto milit re ~. Com tní nc ·e y publíqucse. Dtdo en An poim , D ·p.trtam ... nto ~ Cundin m.uc.l, á lo de Juli de 1 99· t ·ur.r. El Mini tr Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 418 BOLETÍN MIL 'l'AR (20 DE JULIO) por el cual se licencian 1 ,ooo hombres del Ejército nacional El PnJide~Jie de In Rtpúb/irn CO SlOER NDO J. 0 ue la actual dmiui traci6n Ejecutiva, o tenida como está, por una gran mayoría nacwnal, no juzga necesaria la c. i tencia de un ejército numeroso para el mantenimiento del orden, siendo el buen sentido de la ación u mejor guardian ; y 2.0 Que un de lo mejore med1o de celebrar la gran fics a de la Patria, es el de dictar la medt as que tiendan á tranquiliz r 1 s ánimos, in pirándolcs la confianza que el mt;,mo obierno tiene en el mantenimiento de la az, de que hoy goza todo el país, DECRET Artículo único. demás de lo I,ooo hombre que e licenciaron en virtud del Decreto número z 51 de 3 I de Mayo de 1 99, en el curso de treinta día contados de de e ca fecha, e licenciarán 1 ooo hombrc5 más, de los que hoy forman el lf.jército de 1 República. §. El Ministerio de Guerra dictará las di ·posiciones que sean necesarias p ra dar cumplimiento á e te Decreto. Dado en nap01ma, Departamento de Cundinamarca, á 2.0 de Julio de 1899. MANUEL A . S CLE~I TE El Ministro de Guerra, JORGE HOL Ul MmiJttrio dt G11trra-SeaiÓ11 3 .a-Bogot,í, J lil j~ 1 z de I 99 Este Despacho CONSIDER DO : 1.0 )u e en el Decreto número 290, rcorgánico del • jército, no se dispuso qué oficin pagadoras debían hacer .... 1 pago :1 lo cmplc dos administrativo:;, ni se delcrminó la form. en que debieran cobrarse los sueldos de é tos ; 2.0 . ue se prcscnt n frccucl\lcmcntc dificultadc.:s para el pago de 'ueldos de estos empleados en alguno unto· de la Jü:pública ; y J· 0 n atención á la unidad en 1 s ucntas y fa ilidad en los giros, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. MILITAR 4. 9 SE RESUELVE .. ,tte á los emple~dos a m.ini rativos del Ejército se le saquen u& sueldo~ en las re pectJ\'a I IahdttacJOnc de Jo ucrpos ó Estado' Ma­yores a qu pertenezc n, con c.-ccpci6n de lo médicos del Ho"pÍtal Militar Ücntral, los que cobrarán sus a ignacioncs por nómina , como hasta hoy e ha aco tumbrado. Comuníque e <Í quien corre ponda. Por el Minbtro, <:1 Subsecretario, CLÍ 1ACO LOSADA S C I D C'l' IN L u ••r «le :iaul • teaulenela (Confc:renci:t' á los Oñciales de l:l Gu rnición de Bogotá) l-1810, 1811 Y 1812: LA REBELIÓN DE LA PRO h'ClAS CAPITULO I- VENEZUELA a) t.• Primera enmraua de Occi dmle ú t'ampniw de ot·o La historia militm· de Colombia no e ha e·crito aún; ningu­n de la obras publicada hastcl el prc ente obre la guerra de 1 n­dependencia trat in-extenso la parte militar propiamente dicha, y en alguna que e engalana con semejante título, si falta la razont da descripcion de l. s campaña y dd terreno, en cambio 3¡bundan lo ver o y los cantos pronunciado con motivo de hon­ras tributada á ví tima ilu tre . No existiendo un libro adecuado pa ra inicit\r nuestra oficia­lidad en el e tudio tccnko de lo hech de arma cumplidos de x81o á I~hs, pretendo llcn~ r ese vac1 por medio de la pre entes confcrcnci : la afirm ción tiene, lo rccono7. o, cierto sabor de fatuidad, juzgad, á 1 ligera; pero en verdad no hay tál, i e pro- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 420 BOLETÍN MILITAR fundiz.a un poco el asunto . Cuando el profesor presenta una erie de hecho autenticos, rememora la regla con que lo juzgan las autoridades en 1 materia, y hace la d bid eparación entre su• propias opinione y el itnplc relato de lo ac ntecimiento , deja al discípulo en libert J de Íc>rnlar jui ios propio , p rquc no ha trátado de fal ear el criteri de us oyentes. En lo estudios meramente humano el max ·ster-dixit, como autoridad que ella el labio á di cu-iones que no pueden afrontar'e ó o tener e, es monstruo idad inadmisible en los tiempo que corren. También, á primera vista, pudiera parecer cen urable que se levante cátedra para juL-gar te6ricanunte los hechos y la concep­ciones militare que llen n 1 rná brillante página de nuestra historia; pero por lo mi m que e a página e inco p trabJe, u es­tudio se impone al soldado de de multiple punto de vi ta y con ab oluta honradez y re peto por la erdad, para que el trabajo sea fructuo o, aun á trueque de romper leyenda creada por las ima-ginaciones de los panegirista . la poe ía epica toca glorificar lo grandes hechos; á la en ti ca el frío análi is, llevando para ello el e - calpelo hast los últimos detalles, así como lo hace el médico para estudiar lo que es el organi mo del h mbre en beneficio de toda la humanidad. En el e ' tudio de la hi toria militar, lo soldado bu can la enseñanza que e deriva de lo hecho cumplido : nada más. Ya on,p r fortuna, muchas y muy autorizadas la plumas que censuran á l s hist riador~ arnericano ~u admiración idolátrica, su en tu iasmo in freno, al escribir obre la gut.rra de Independen­cia, pues, por irreflexion, en u gratitud de ~onocen la gradaci 'n necesaria, incue tionable, queexi te en todo campo en nue tro globo y a abau por producir obra intelectual mon truosa. Y no debemos sentir que e de poje de sus dioses un falso limpo, i en ameio poblamo de grandes tipo humanos nuestra hi toria, p r in pirar· nos con las leccione que ellos nos legaron de ublime patrioti mo y firme resolucion umplida, de posponerlo todo al curnpJimiento del deber. e trata, pues, de dos grupos de en eñ n / , á cual n1á ne­cesarías: el cultivo del ~ entimiento patrio, que da solidez al cora­zón y lo llt>va al sacrifici con cierne, cuando a í lo dem nda 1:1 dis­ciplina, ~in preocuparno por el r ultad de nue tra ujeción al debe r; y el e tudio de lo hechos, del re ultad de 1 plane, com­bina tones y mandato dt quiene comandaron trop , a fin de de­du ir leccione aplicable á nuestro uel y á nue tra raza . Por cuanto <. J químic disuelve en us retorta lo cuerpo m hermo­so de la creacion, para bu ar lo elemento imple' de que se componen, no podemos dt:cir que no lo admir.a: todos podemo goLar con el brill e plendoro del di mante y asombrarnos con u m 'xima dureza, aun uando epa1no que e frágil n extremo, que en e encía no e ino un ped zo de carbon que rdc y se con­vierte al fuego en humo y cenizas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B LET1 rn~IT 42~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 422 DOL • TÍN J: ILI'l' AR dio de )as batall s de principios del siglo, en cambio interesantes de de tro puntos de vi ta y obre todo como escuel de amor la patri y del~ rm 1 umplimi ~nto del deber. Y cuenta que á medida que crecen los efectivo h y meno e mp en la página de la his­t ria para regi tr r individualmente el nombre de 1 ~ h roe : i en ~te eras del.vledi e hubieran batid 1,500 ll neros contra Io,ooo e pañ 1 , aunque l haz ña habr í sido la misma, no conoceríamos lo n m re d lo 1,500 h ' roe como ignor mo lo de lo to,ooo griego que vencieron I oo,oo o pcr a en ñlarathon . La memoria humana tiene limitada apacidad y e pr ci o que 1 oldad no cuente con ella cuando e trata del ac-rificio en aras de la patria. En fin, en e os e tudios, largo al parecer, indican con e mer la fuente en que e ba an y l 1notiv ~ p r los cuale se prefieren, en cada ca o, una á otra , siendo de adv rtir que aun cuando esa fuente á la vece narran en do docena de línea lo que aquí e hace en mucha página , en todo ca o se h liará que ese no n ierran de rn.t in e dct lle , dat y álculo de tic m po y e pacio q u _ diferencian la hi tori n1i litar de la historia común. OFENSIVA REPUBLIC NA: TORO CO ''f.RA CEBALLOS Prelimintu·er - EI ltrrt'IIO y lo lu~mbre >hr. lam nt · h di '•r a. C.t e que lu·ivamcnt militar del onfli t , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOLE'l'Í !LITAR 423 mera rcvuel , ci vi 1 en u a lb re , ht l1. r la v1· 1 m a" t rde y J ) , p r últim gu rr ~ rm \l entre cj rcicos d~ n cionalidades ya bien caracterizada . _.) pn mer nO" re o crecido pie de fu~~- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 42 BOLETf MlL11'A za; que la mayor parte de "'1, con el nombre de Ejército de Occi­dentt, obrara obre or y aracai o, donde ha ía muy poca tro­pa , ante de que allí se recibieran refuerzo de · paila. Al mismo tiempo, enda alumna dt:berfan invadir la uayana y oc par á Merida para comunicar e con lo re olucionario del u vo Rei ­no de 7ranada. Cr ían en u candor lo revolucionarios que tra ­tándo e de una m, rca pobr y con exigua públación como C oro, su hijo ni un pen arían defcnd rse ante la inva ión de un nume­roso ejercito, es decir, e ahorraría angre de hermanos, n e peda l i 1 tropa llevaba á u frent un jefe afamado, por cuanto la m i­licias dt los valle de Aragua se hab1an con idt.rado iempre como las m jor q e e taban organizad en el pai . Re uelta la Junta á obrar de pues de percl<·r algunos me es en inútile n eg ciacione , nombró General en Jefe del jer ci - t de ccidente al oronel F ernand del oro, herman del Marqu del mi mo apellido, á la azon Diputad al Congreso, de pues de haber sido obernador militar de la capit 1, porque au n cuando de la má elevaJ nobleza, de pre iando la po ición que tenía en el amp e pailol- era In pcctor o-ene r al de la tropas de la Capitanía de ..... aracas,- e h bía dec1ar.ado partidari de la revo ­lución. El nuevo 11arisca1 e campo , primer ener l en Jefe del jército de V n zuela,· partió de la capital, con rurnbo , rora, d nde iba á e t blecer su Cuartel general, el 28 d J ul i , al fr n ­te d una gruesa Columna de milicia , la qu de ía rcfor7 rsc con lo e n ing nte del o laci nes dtl tr ... n·ito, p e la intención del Gobierno republican era ituar un fuerte cjer it en la f·on ­tera de Cor , y enviar por última vez comi ion do á los di iden­tes, á fin de e\ itar 1 que con ju ti ia c~.ific han to os de guerr fratricida . El neral oro llevaba in trucciones para organizar Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOLE1'f MlLITAR 425 el ejército, pero debía e~perar la orden expresa de la Junta para entra en campaña. Pequeño fue en r alidad el territori donde e de arrolló la prim.e~ campaña de la [Vlao-na Guerra, como que e redujo á exigua P?rc.Jon de lo , t do venezolanos de Lara y F león, antes pro­vincia d Coro y Barqui imet . Describamos a o-randc ra~go la comarca donde son' el pri­mer tiro y en ierto modo el ultimo de la formidable lucha de catorce año , y que por u ardiente realismo, al cual lo acrificó todo, bien puede llamarse el Pa to venezolano. Ca i en mitad de 1 di tanda que hay de araca á Cúcuta e tá 1 ciud d de de la especie de macizo de Curima0 ua (961 metro), cumbre en forma de llanad.t irreo-ul r y combada de di tancia en di tancia . 1 pie Je lo cerro de San Luis, ó mejor, al E. de Ji ho maciz , el eje revi nta en do bra­zos princip les que gu rJ n el alle más importante del antiguo cantón de Cum reb , en tant qu .... al O. e pre'e nta p r unas cu nta legu C' >n a p-eto el... e rranía, in otr depre~i'n-~ era J l boquerón d M.it re- que el Portachue lo de Pedreg 1; de - pué del cual tambien revienta en brazo~, un de lo cu le mue­r(,; bre Ca igu , y otro vuelve: al . á enlaz rse e n lo m ntes <.jue ro ean la alta ab na de Taratarare. El egu'ld eje tran~­ver al, ó ea el de Auunlarga, principia en la parte · . de · rata­rare y en su rumb al E . pront se abre p ra envolver una mesa central que e une á la de Curima-=>ua, y e el tip má perfecto de 1 región; reíntegraJo dt pué , va á morir en forma de serranía o­br la co ta Je T cuyo. n fin, el tercer eje, que llamaremo de iqui iqui, principi en la p rte . de T rat r. r , e r t p r el 'rocuyo y muere en 1 co"t de Tucacas, de pue d e 1 zarse al N. con el anterior, y al ., tant 1 derecha co 11 á 1 izq ier­da, e n las breñas q e pu en m ir t"'e e m el rem lte de lo' Ande:; . que n t. n to lt g u .t , i de- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE'l'ÍN MILITA 427 aparee n en el verano, época en que de arroyo y qut·bradas no qucd n in abarranc. do lecho . Lo no principale on el Mi­tare ( . á N.), f\ nna por d. an Lui 1 Pedregal, que corren un en bu ca de otro por el p•e . de la ierra de oro· el ocuyo de nota le . e ~~al en 1 pa,·te b j~ el ual recoge 1 agua d~ Car ra y S1qutsJquc, ra nacer h cta Carache, y 1 Barqui imeto, e; u hall u n te d 1 Apure. de m a , en la zona costanera oriental co-rren el ar cuy y el roa, al . del T cuyo, y el üeq ue y el .'1 turo, entr é te y la penín ula de Paragl.lana, i la unida á )a ttcrr. firme por un cordon de med no', á cuyo lados mueren el Coro y el li are. f .. n 1 p.lrte occidt"ntal de la comarca se distin­guen el Palmar y el Boroj(>. Lo h bitantc de l2. z na de ertica remedian e to inc nv nit>ntc utili7;arHio con habilidad ·1 uelo ' pue abren excav ha ta "ncontrar la capa de arciJJ om-pacta, n la~ cual rcco&en l. g u a lluvia , que se e n ervan en ver no, puc n h. y inhltracione , ' de e te modo dan de beber á ganado , de ucrte que donde e ve un ca a, junto hay una de n a laguneta ó cosimbtu. Aunque e teril en la ap riencia el territori coriano, e ric y C't' ba t nt poblado por u alubridad, con agránd e lo habitan­te á la cría de caball ·, r lla cordero , y principalmcnt cabra , que se reproducen de una manera adrnirablc clebid 1 clima; ·e cuentan por centena d millarc , y de un modo ú otro proveen á la sub i tencia de u d teilo , quienes la r~c gen por la tarde y 1· dejan pa tar librctnentc de pue de ordciiada al amanee r . Por tale m tivos e P ucntran numeroso pueblo y aldea en la cocnarca ruzada por multi ud de car ino , aun cuand e to son mal , quebrado en cxtrem y aun peligro os en cicrt zona , y tan tn le to para 1 m r ha de tropa n verano- 1 polvo , el e lor,- om ·n i n"icrno-torrcntc · r derrumbe . La pobla i ne~ prin ipalc , clispuc t en 1 general en fila de . , cod st-tl\'o an .. ui , á ca a ltitud, on, n la p rte que ) ) • 1' T 'd hact. lt o t , r..oro, J ' 1 tare, rumaco, a an ; al pie . de 1 icrra clc C >n' C a b • re, n Luí , Pecaya y Pedr~- gal · haci, el centro, A ·~aahrg · ~n.a 1 ., i\~Iorot_uro, n l\lJ-gud ' iqui i ll e; y ·n f111, 13. rqu.t tnH;t l, l. bare, o uyo? Arc­guc Ca roro \' B urcrc obre un mr m am1n , · que on tltu f n la b~ e de p~racionc , patri H , . omo "la o e( lo e . tic lo· re. li t Ademá , . 1 dcrccl de í41l ,ut Co_r , _h y mcdt. docen( de_ po­blaciones d la que umarcbo e la pnn tpaJ, e mo lu e Ca t u.t entre la <]UC igucn á la izquierda Jc a ;trid •. (1) L cornarc. 1 re ·nt , pue , om luH.:.t de pera ionc , lo arni no q u la cruz· 11 de ". á ., , que pueden re u uci rs .. lo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 428 BOLETÍN IDLITAR siguientes : Carora-Pedregai- U rumaco (40 legua ) ; Carora­Siqui ique-Agualarga- Pecaya-Mitare (42legu<1s); Carora-Si­qui iqu -Cabure ·- an Luí - Curim gua- Coro (46legua ). E - tos carninas e tán unido por otros tran ver ales ó de comunicación, de los que merecen indicarse: oro-Mi tare- Urumaco-Sasárida (22 leguas); Cabure- San uis- Pecaya- Pedregal (16 legua); Agualarga (14 leguas); 1\lloroturo-- n ~liguel -Siqui ique Ea­ragua (20 legua ), y el arriba enurnerado, de Barquisimeto-Caro­ra (20 legua ). omo e comprende, el territorio se presta á múl­tiples combinaciones entre fuerzas que avancen una contra otras dd Norte y del Sur. Cuanto á Carora (6oo ca as), Cuartel general de Toro, y sub­jeti o patriota, una de las más antiguas ciudade de Venezuela á 345 metros obre el mar, se halla cuaren­( Costa) o CORO ta leguas en línea recta y casi ma­temáticamente al . de Coro. En la ' poca de la guerra no contaba con o Urumaco o Mitar' una crecida población, y su elec-ierra de Coro 0 Curimagua ción e debí ' in duda á u. mayor proxitn i dad á Coro, á que de ella podía obrarse á un tien1po obre Coro , obre Trujillo-i\llerida, si­tuado al 0., lugares é tos de la an­tigu Pr vincia de 1aracaibo, re- 0 Ptdrega/ 0 San Luis 0 0 Cabure Peca ya Serranía ' Olucionados, y á los cualt: era 0 Agua/argo preci afoyar; á que no distaba mucho de Barquisimcto - Valencia, y, en fin, á que era e ntro de una e mar a donde abundaban lo ani- erra nía 0 Siquisique males de carga, tan nec sario para ------------- movilizar un grande ejercito á la Serranía vez que e halla en el principio de 1 z na de crtic y pod1a s r un punto de a limatación, por decir­lo así, para la milicia de Aragua. Corn teatro de operacione en e ta 0 CARORA c a mpaña no no intere a ino una faja de quince legua de an hura, Diflg rama del i f!atro de la ctunpafín que ocupa precisamente el centro óe la com rca, con 40 d . ' N. Por Jo que respecta á la ci u de d de ORO ( 1 ,200 ca a ) u na de 1 primera · fundadas por lo e pañoles en Vt:nezuda, punt de parti­da Je 1 e 1q i t dore· l tn nc ó m jor flamencos, ahora objetivo de 1 .. p t ri ta y con Pue rro C lb 11 .y 'L1rac i o 1 ú lri m b .l-luartes de la reyedad, por lo ua) ... arruinó r ' nt que 11 gó á mirar e com riro en u distrit á quien po cí do a no , e tá situ· "' 35 rn-..rros d · ltitu en un· llanura arenas , seca, e t - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. OLETfN MILITAR ril, abarrancada, á media leo-ua del mar que no se ve por im­i m pcdi rlo lo tnedan , 2 1 . del puerto de la V e la de oro y una lcg al . del río de u nmnbre, p r lo que carecí de agu~ co­rriente y h bí ido prc i con truJr grand<.: e tanques dentro del pobl.ad us . rr bale , ue ·ran e~ten o ~ par recoger la aguas lluvta . ccntr de nurneroso camtno , ten rdacionado comer- ¡ }mente h blando, e n ar caib y la cercanas Antill; holan-dc a . oro tuv u día de e plcndor uando fue apital de V e­nczucla, y al p rder e e r ngo, us hijo conci bicron maJa oluntad contra Carac, , u rival ven cdora, motivo é te decisivo en u re li mo, que lo e pañol 'S upieron • p,ro\•ech r frecicndolc lev n­t rl en ategona, y que los patriota~ no acertaron á combatir á tiempo, como tampoc en 11 r caib , pueblo ari tócr ta re cntido p r u cgrcga ión de un virn:inato on el cual ademas h c1a todo u comer 10 y qu'! po cía huen parque y mayor a tillero. 1«, ta rcgione qu<.; ontaban en d~ 10 uno 25,000 habitantes ( in 1. r caibo), e tuvieron en extre1n abandonadas durante la co­lonia, ha ta 1 punt de q te 1 n1ayor parte de lo pu blo carecían de e cucl y de correo, y en ·llos se con "rvaron in alteración las idea Jcl prir cr tiempo de la coloni por lo cual fue facil levan­tarlos ontr 1 r voluciótl alificada por lo intere·ados en ello como hij legítima del l.crct'ca )' rt)'t,itla Revolución france a, lo cual no impidió que la~ pcrsona Ut; mejor criterio í iguier n el mo\'imiento ini iad en la capital. El coriano obrio, ufrido, teso­nero, valiente y 1 al 1 I cy n quien veÍCJ la autoridad protectora del dt:re ho de propiedad, pu io por eso mi mo er de pue , n la ·poca de la república, el 1 ,l democratico de toco el país. '*" El Ejérrito tlt Ouitlentt e formó - n d csperadora lentitud y en u organización t vo por rnodel ~cner 1 el p ñ 1, con la ol diferenci de 11 mar J)i vi ion e 1 grupo de dos re uerpo que en la penír ul( on titut·. n un regimiento, tratan~ d imitar n e t las in titu ione mili are de la primer r publtca francesa. 1 abrir e la camp( íi e t b. ompuc e omo igue: encr 1 en Jefe, 1 ri e 1 de Camp , Fern_ando d.el ~oro. 2.0 Jefe y Jefe d l, artillen , oroncl LU1s anttnclt. J." Divi ión ( om. nd nte,Ivliguel t riz.). 900 hon1brcs. 2.6 J)ivi ión (Comt ndantc Fl rer io 1 al - cio ) -- -- --- - --- - · · · · · · • · · · -- -- ---- - ---- 3·· Di vi iún (Com nd nt Jo é L. P l~- io ) .... ---- ... ---- ---- ---- - --- ---- ---- -- Caballería (Corn nd nte .l\1liguel L\ILrmion)---- Artillert (4 picz.· de á4) . .. -------------- 8oo horn re . 8oo hombre • 500 h mbre • 300 hom brcs. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 430 BOLETÍN MILITAR A este ejército debe agregar e, ademá , la Columna que regía Marti, fuerte de r,2oo plaza , por cuanto obraba bajo la dirección de oro, y á ~us " rden~ inmediata tomó parte contra Coro en el segundo período de la catnpaña. Dicha columna e movió primero sobre M ~ rida, amenazada por el GolJernad r de I\laracaibo, y á su pa o por rujilJo facilitó la revolución hecha por lo independien-tes de este lugar. • Según algunos esrritore de la época, el Ejército de ~foro ascendió á s,ooo hombres, i fra exagerada in duda alguna si se trata del efectivo que realmente hizo la campaña, aun cuando sea exacta á decir verdad, pues ella ap rece en l s ituaciones genera­les de principios de ctubre; otro lo rebajan á 2,500, pero su error proviene de que ó no computan i no la fuerza de las tre di vi iones de infantería ó de que sólo toman en cuenta el per onal con que Tor lleg ... á Mi tare y olvidan así que de pués e le reunió la Columna de arti, que el General llamó á su lado ante de mar­char ~obre Coro. sotro aceptamos las cifras dadas por los rea­listas de Coro, en cuyo poder quedaron lo papeles del General en Jefe patriota de pue de u catá trofe, ya que en su interé estaba aumentar y no di minuír la fuerza rechazada, lo cual, cgún ellos, lo habían con ec{uid por e pedal fa or del cielo. Los realistas dicen que oro los atacó con algo más de 3,000 hombre , y esta cifra cuadra perfectamente con la que re ulta de lo documentos patriotas analizado como queda dicho. Quiso el Gobierno de Caracas lucirse en la organización de su primer ejercito, y por e lo equipo . h ta con lujo, por Jo cual gastó en la empresa sumas rdati amente considerables y produjo una máyuina poco menos que desprovista de movilidad: los jefes y oficiales march ban con guante y qui tasoles y llevaban equipaje como si se tr tara de una excur i ón de placer; eran hombres ins­tru 1 dos en bellas letra pero ignoran .. e en ach que de guerra, de la que sólo conocían los relato hecho por los clá icos gnego y latinos, y no podía er de otra manera porque 1 col nia había vivido en paz epulcr 1, y l s reunione de las milic-ia no eran sino pretexto para lucir ricos uniformes en la jura de lo Reye y otras fiestas análogas. En Caraca se creía generalmente que la campaña ería un gran paseo triunfal, y obrót pt;r onal Ji ro a em­prenderla; pensaban que un numero o y bien provi to ejercito arrollaría con su sola presencia á la milicia del pequeño y pobre partido de Coro. Baste decir que la mayor parte de quiene en esta e mpañ aparecen mandando cuerpos de tropas, luego lo ha­llaremos en accione má~ formale com oficia le de filas . Para com­pletar el cuadro, si el equipo era lujo o, los fu ile y cañone de que e proveyó al ejercito eran de antiguos si tema , muchos algo menos qu ~ inservibles o poco di verso en l eficacia de u fuego de lo que lo fueron los mo qut.!tc de la onqui ta. Al e tall r la rcvolucion g bernaba Ja Provincia de id racai­bo D • .lf ernando Miyares~ quien por el denuncio de un traidor al- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. IL T.A 431 cri t re hall y lo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 432 BOLETfN MILITAR Además, conforme á l ituacione de una xpedición movi - lizada después de la batalla de Coro, resulta que de este partido sa ­lieron 500 infante de 1nilicias bianca , 480 de milicia parda , 300 jinetes de lo primero , 240 de los segunde , 400 oldad s que pudiéramos llamar veter no y 30 artilleros. como no e posible suponer que el partido quedara entonces in alguna guarnición, creem s que la cifra de la fuerza que dcfendi' ' Coro pueden fijarse con mucha aproximación así: 30 artillero , 100 veteranos, (La Reina), 240 de cotnpañía americana , soo fusilero de milicias blancas, 300 jinetes de wilicia blancas y 1,200 hombres de milicia pardas con diversas armas. E decir, 2,400 hombre que unidos á 8oo llegados despué dan 3 ooo reali tas en frente de 4,ooo patriota : la artillería realista en Coro e componía de r ca!1 ' n de á 12 y 4 de á 4, pero e caseaban la muni ione para fu il. El esfuerzo hecho por Coro en pro del Rey fue, in dud alguna, con iderable dada la población y riqueza de la comarca en e e tiempo y e debió en primer termino á que el sentimiento de las ma a e taba en juego y todos los habitant s concurrier n f. recha7ar á oro como si e tratara de una inva ión extranjera, por lo cual la calid d de las mi ­licia quedó compensada con u cohe ión y buena voluntad, resortes que faltaban en la tr pa independiente y acabaron por convertirla en una ma a incoherent pronta á disolver e l primer reve . 1 Brigadier eballo para re i tir nv~jor el choque, resolví" hacer el desierto del nte del inva or ha t la erranía de Coro, e - cogida como pnmer línea de defenc;a, para lo cual, e mo diji1nos, estableció puerto (¡ rti ficado en Pedregal, Peca ya y an Lui , ' sea sobre un frente de r 5 leguas, pue to que 8 leguas h y del pri­mero al segundo, y 7 de e te al ultim ; el fatal i te1na de cord 'n del siglo pasado, que tántos de a tre oca ionó. Para hac r el de­sierto ordenó que todo los h bitantes e replegaran ante la inva:>ión patriota: la mujere , lo vi jos y lo niños d btan reunir e en l s agrestes y fertiles 1n nt ña de urimagu , en tanto que los hom· bres se incorpor ban en la milicia , y la p blación cumplió la or­den con buena voluntad, no llevando con ig ino lo anim le de m ' s v lor. P r l de1n " , d e bid ale píritu del puebl, Ccb llo tuvo á su di ~ p ición admirable pi naje que no upo aprovech r debid mente, mientra qu lo p tri t no obtent n noticias del enemigo sin con gran dificulta iendo una ~ rtur p ra l cau~a de la Revoluci ... n, que e] Jefe e pañol no fuera un mi lit r de grandes capacidade , fortun anulad , en p rre, por la medianí del Gene­ral republicano. C nocido lo hombre }' el terren , p detn S O uparnos del an "lisis de los hechos que constituyen la l'·ampaí1 . (Continúa) ----------·~---------- BOGOT -IMPRE T t ACIO AL Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PI :~ E ~rro- El DE 840 65 ebr - 1840- 1 1 m nto 5.o, coJr~ pondiente nl número 110 dcl Bot,&Tfl' hLJ I A~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6 BOLE'l'ÚT ~fiLIT_ R DE OLO BI ceso , era inadtHi ible y las ho stilidades e romp1eron de nuevo, sin que ocurrier nada notable ha ta el 21 de <::bn::ro . H. rran en La f/·nfq ' Los Arboles . Sumision dt Obando-El 12. d f ebr .. r llegó el ér eral crrán ~ La V t:'nta, n encon­tr ~ JH.:migo ¡ue al ~t a tan el dc~t a camento de e~c lugar (Capitán A i le ) y su p que 1 1 oguer· no solo no había \'cncido a la guar­nicion de Pasto ino que al contntri >, esta rech zó u ataques . .Cn seguida arregló Herrá n una e lumna de 500 hombres y vol­vio sobre O bando con t a l preHeza, que el 21 e taba ya en Los Ar­boles, de donde hizo auel n ar al C01nandante Cordoba para que averiguara lo currido en Popayan en esos días, y envio una carta á O bando repitiendole su benevolas disposici ne . De pues de esto verificóse un nuev entreví ta entre Hcrrán ' bando, y e ex ­tendió un decreto de amni -tJa, por el cual todo queJaba !vi dado siempre que se sometiera n los rebelde al bicrno; hecho que el eneral Herr ' n comunicó al .Cjecuti\O desde Lo Arbol s, co n fech 22 . El obi rno aprobó la amnistía y la n.:belion Je Oban - do quedó conjur da al parecer. lnttntiones v r rdnd ras dt! Obando )' de los timb 'tnlos-Por su p rte, el obernador de opay n omunicaba con poco dta de intervalo, que habie1 do regre ado bando á imb1o á preparar su i je para Pa to, reunió 111 1 fuerza que mand b · y arengó á esta manifestándo e que la garantía dd indult e tab en q•tc to­dos conscrv r n u arma : ' dormid con ' UC rro fu ilc omo on uc tras mujere , fueron us pal bra te tualc . Cu· ndo ()bando llegó al e mpam nto d 1 C:rener l Herrán, te 11am6 á lo~ Jefe para recomentlarle m dera ión, y hubo un ligera de vent;;ncia con l .a.ay r aitán, pue e~ re dijo al ener 1 11 Jefe q e pre­fería lo mandara a entender ~ con ogu<.:ra que h bl r on ban­do, que tan mal e port ra e n el (Gait n), cuando e le pr<.;~entó de men ajer de p z,ob 1i 0 ánd 1 Je::sr ue ha ta .. peJir le siguie­r juicio par demo trar que no habla iJ traidor. Cuanto lo ... timbiano , quedaron como ¡, dependiente : lla­mado uno de ello á con te t.1r una dLman , ivil ante un Juez, desconoció á la autoridad qu 1 itabct, Jicicnd que el!o ólo dependt n de lo enerale bando y H rran · le erte que con ­tinuab n viol~ndo la 1 y, y quenan o · tcncr l arH malí de una asoci ci ~ n rmad, · independt ntc de 1 pod<.:rc públicos. Contraste entre ltt coiJducta d~ }f,_rrtar y la tle Obluulo-El ener 1 en Jefe procedía en todo con gran cortlur y patri tis­mo · per no pod1a publicar cu ' Je e , n u planc , por 1 que su­fría inren amente cuand hasta u amig critic ban u conducta. nformado del l<::nguajc ho til e 11 n, }' u <>metimiento un ardid para dar lu~go un g lpc má cguro, 1 \'igil nci Je Irlerrán y la le 1- tad de 1 tropa lvaron la ituación, y la tregua que él se conce­día también aprovechó al obierno para mejor r us medios de defcn a contra lo revolucionario . Luégo que b ndos reunió al Gener 1 Herr .... n, el 1.0 de Mar-zo, en Lo rbolc ·, tuvo ' ,te necesidad de aber cuál era 1 part que aquel tenía en las depredacione de gu ra y E pañ , y, al efect , le manife t ~ que convcndn inlluycr sobre ellos para que depu ieran la arma IL ta P tía no e re lvió band á h - cerio ; allí convin en cnvi r erca de ; guera uno de los re­belde que 1 acomp ñ. ban ( reo ). )bre la march tuv ospe­cha el General Herr "n de qut: una fuerza qu e taba en la altu-ra de J.., Yegu e r tirab á u aproximacion, y cxigi- á O bando comuni~ar 1 Jcf4 Je elle, un tal Rcngifo, que el se ha-bía ometid 1 TObi rno. Rengifo contc tó lo mi moque o­guer., que por u parte él había u pendido ya da ho tilidad> por lo cu 1 e conven ió Herrán de que todo lo:> rcbchles obr b n conforme á un mi m plan. La situación en Pasto- .l r nel Lindo había obtenido ventaja muy ace11tuada obre gucra y E paila, y aunque e había vi ·t e a o de m u ni ionc par dc.:fcnJer e y proteger el e, ntón de 'úqucrre , 1 en ·ral f lc>rcL. le habt au ili do con al,una que le dio al Capit:ín ~~ or.re el Coronel 1•¿ paña, que u­brí ] fronter. d 1 Ecuador, y el Coron ·l P tii10, Jefe e uat - riano per n, rural de ) Pr vi n i·1 de P t , h bí pr · t d 'J ti le er­vicio en el Cantón de LÍqucrrc , cumpliendo la ór ene que le comuruc r ind . in dud ningun fueron muy importante• ~so crvi ÍCl del obicrno del Lcuador, ·1 ual, de ~ d que e t - lló 1 rebelión n Pa t , habÍ'a ob1 ad en ap yo de la u a de la legitimid d en ucv -rrana fa . Harrán y Obando n1 Pmto- Cambi J fi 2 de 1 guerra. Cuando el Gtncral rlerr'n ll·_ó ' P t cl9 le I.rz, tu' qu tomar medida de prec. uci<)n, p rque a vir ti<> entr alguno jefes ~Íntoma de irrita ión >ntr l que h bí.1n perdid l lumna de vanguar li en uilc. é . Al mi mo ticmp fue in~>rm.tdo por el Jefe '"'de tado '1 vor· de que en la Di vi ión h. bí entrado el contagio d · un cpil·mi de virucl. y ·í 1 azón r n much los enfermo de tan grav mal. Lu ~,.o que Ob nd > up q~e el encr.l liado al C roncl Lind >, no pudo en ubrir u irrit CJon, y e m el ] u<."Z no le h bía eialado o era cár el que u pr pi. ca a, e e n-sagró á e cribir car-t • l..lrrn,mte 1 Can ón de T'úqucrres, para producir lli a·1im > i d e :ara el b'ern J,..J Ecu.t r. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 68 BOLETÍ :MILITAR DE COLOMBIA El General Herrán recibió en esos días un oficio de la auto­ridad competente en el que se le pedía una pieza en el cuartel para pri ión de bando. La cau a no e seguía militannente, y los jefe de los cuerpo manifc tar n que era peligroso mantener preso á un General en un cuartel, porque su rango podía influír sobre la tropa y provocar un conRict . El General en Jefe, que además estaba advertido d cuál era la conducta de Obando, negó cortes­mente la petición. ~ e ría er prudente y circunsp~cto á fin de vencer con su conducta la animadversión que Obando tenía al Gobierno ; cuid ha de no darle ni aun r moto pretexto para quejarse de q e se le per eguía. Aconsejó al Coronel Lindo y á los Comandantes Collazo, Buitrago y Muti que trata en bien á Oban­do y lo visitaran, porque esto le dificultaba sus manejos ; logró también que el encausado se viera con oguera, pues comprendía la impresión que ese acto cau aría en gentes ignorantes. El mis­mo ,.eneral Herrán expu o su per ona yendo sin escolta, no sólo al camp de oguera, ino á todo los lugare de la pr vincia, para in pirar confianza á un vecindario que, aterrado con una guerra de nue e me es, pedía repo o y an iaba que el Gobierno mos trara clctnencia en u actos para volver á us hogares. Cuando el General en Jefe tomó e ta última re olución, temblaron todoa sus ubalterno , y en realidad e cap " milagrosamente de u visi­ta á Consacá, pues una partida quería a esin rle y si no lo consigui6 debióse á que llegó tarde ~1 lugar en que iba ' tender la celad2. Esta conducta prudente de que el eneral F lórez no tuvo noticias exacta y lo informe recogidos obre las maquinaciones de bando, complicaron la ituación por otros moti\' OS. Preva­liéndo e aquel de la publi ación que hiciera el General en Jefe, diciencl habí terrninad la guerra, mandó un comi ionado á Bo­gotá, cerca del nc rgado de egocio del cuador, para que este solicita e del bierno se celebrara un nuev tratado de límites y propuso al eneral Herrán una entrevista en la frontera, á que no pudo acceder dicho J efc , porque en e os m mento era peligroso pasar el n uái tara y dejar " Pa to en circun t ocia en u e u pre­sencia aJlí era la gar tltÍ, del órden publico. Por su parte los nemigo del orden procuraron irritar al Ge­neral Herr án contra el obiern por medio de calumnia , y aun cuando el n le dio crcdito, í e di gustó con lguna publicacio­ne hecha n 1 e pit 1 }' con que el Ejecutivo le hubiera impro­bado el empleo de ciertas fra es en elogio de Oh ndo al conceder á é te el indulto de Lo Arbole , pot lo cual acabó por renunciar el mand de 1 División, agregand explicad ne obre lo crítico y difí il de su si tu ción en P t . 1 bierno no le aceptó l ditni • sión, manifest "ndole e tab sati fech de u talento y de su leal­tad . A pe ar de todo los esfuerzo , la guerra habí entrado en el Sur en una nuev faz. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DE 1 40 69 CAPITULO IV :!Jlalln la rebrlilm t·n otra Pro11Í11cia ,· t'l G<~bitmo fll peligro; Combntn d11 Ln Poloni• r Buemu1i:tta ; la iluación '" Bo •olá ; 1 Gobierno y /(lt rtt•!Jlrtcionarioa Conforme ante se dijo, la rebelión de 1840 venía preparán­do e en el pa1s de tiempo trá , y el Ejc("utiv , aun cuando tenía e nacimiento de l? ;>lanc de lo f: (Cio·o , no estimó legal proce­der contr ellos mtc.:ntra n entraran en v1a de he ho, limitándose á tomar l prccauc10ne nece aria par afrontar el peligro que se le venía encim . i'vlientra d cner 1 Icrrán ejecutaba c. el ur la operacio­cionc militare atra mencionada-, á mano del 70bicrno llega­b n la prueb de que la rebelion h bía id prcpar da por bando, quien la fomentaba ca i públi amente. Limtto e el r.~je utivo á co­municar e o dato á la autorid de del ur para que e tuvieran prevenida·, pero advirti ·ndolc · no fuer n ton ar providencia 1- guna contra aquél, qui n llegado el ca o debía . er juzgado por la autoridad judicial. b ndo upo que u planc habtan :;ido de cu­bierto y e tra ladó á Bvgota para est.lr á 1 \'Í t del Gobierno, como él decía, pue , naturalmeJ te, negaba c.:l arg . in embargo, n lo Jugare del trán ito donde hab1a partidario de: la po ición, se pu o al habla con ello par. pint rlcs la ituacion del ur con loa colore m; ex gerados. Al Jlc ar á Bogotá dio una alocuciun ha­ciendo e( rgo al Gobierno porque no lo habta de tinado á la cam­pañ de l"a to· en ena e vio con el enc:ral antandcr }'le habló de su proyecto, que dicho Jefe improho fr ncamente, l bando las medida que adoptaba el (,-obierno para ofocar la rebelión. Por de gr cia, pronto cambiaron 1 idea del ener 1 • ntandcr y sus amig , quienc e dieron á la tare de riticar la medida del o- ' bierno como desacertada , por lo ual, deci n, la guerra e tornana larga y co tosa. Afirm b n que el General IIerrán e iba a perd r, que u movimiento obr Buesaco era un pa o ~ 1 o que lo habta colocaJo en pe im itu dón. La pren a puso la verdad en su pun­to, rr·ancando la careta á Jo~ con pirad re . A tal extremo llegó la o ad1, de bando que e} I 5 de p-tiembrc hizo vi ita á la familia del cneral rr n par condolerse ant · ella del pa o temerario que había dado dicho Jefe, . ' 0 ur - mente le co taría la vida. Lo enemig · del G bierno tomar n un aire amen zador, y aun tramaron un ublevación en la capital, la cual debía e tallar á 1 primera noti i f: vorablc á 1 reb ·lion; e repetían la reunionc lande tina y ha ta e pen ó en uprimir 1 pt:r ma dd Pre idcnte y de u· ccr tari . . Por nton , n pudiend ·1 ( encral 1 quera conttnuar con el De p bo de dos Mini terio , e encargo Ínterin mente d 1 Sccrctar·í de lo 1 nterior 1 eiior Alejandro V éle~, q ien ayudó al Ejecutivo con sus luce . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 70 ~OLET 1\IILIT R DE COLO 1BIA Por fortuna la gente sensata y el pueblo de Bogot" rodeaban y apoyaban al Gobierno, que en la ciudad apena contaba con 200 veterano ; }' no obstante el ínter· con que trabajaron lo re­belde por de viar la opinión de la Guardi nacional de la ciudad, nada consigui e ron debido al celo del obernador y del J P.fe polí­tico. Complete) e la organizacion de l Barallon 9 .0 , y en Neiv:1 y Antioquia e trabajaba con ba tante empeño en la formacion del6 . ~ y del 8 . o, pclra enviarlo á Pa to. A la lealtad de lo J ._,f¡.. debió la ación que no hubie e tallado una rev lucion entre iva y P - payán. Con fecha J 6 de eptiem bre e había llamado al ervici al Coronel al ador C ó rdoba, que acababa de recibir una ley honro­sa del ongre , par que man da <>una Brigada de la Divi <)I de operaci ne , y e excu ó, á la vez que ocupab una illa en el Con­greso, no ob tante lo empeño de u amigo para que prefirie e un de tino militar: dcb1a er segundo de errán. El oronel Ve ~ga fue nombrado Jefe de la otra Bri(tada, y m a rchó á Pa to e pue de con~·ren iar largamente e n Obando en la capit l. ' ) Poder jecutivo qui ·o J r mue :ra palp. ble de u imparcialidad, P,Ue no cre1a fue en p rjuro quicnc e llama.­ban de fi n ore de la Con ·t itucion. La mi ma conducta ob ervó n lo iale ubalterno . La Ji ta militdr de la .. lle\ Grana-da e e mpon1a n · t epoca, en u uatro Quinra partes, de enerale , Jefe ' () ficiale que e m a nejaron on lealtad n 1 8 3 0 . El .Jenertt l antander, aunque era el Jefe de la oposi ion, no e taba por la vía de he h · no puedo, n justicia, hacerle ·e cargo, aun cuand í debo afirmar que fu grande u re p n­abilidad, rto por lo q 1e hizo, in por Jo que dejo dt! hacer. '' igo por Jo que dejó de hacer, p rque si J de buena fe hubiera q erid defend~r á la Admi;1i tracion que le ucedió, no habría ervido de nucleo á la triple opo ición que combat1a al Gobierno de l eñor 1árquez.. n fac io a, otr i temáti a, y par.lam ~nta­ria la tercera. ~#n la e "eme del Cougre o de 1840( 1a o) trate 1 punto, y el citado (,. cnen l me dijo, en pr·· ncia de vario Di­putado , esta notables p 1 tb ra : < Aar de7CO que u t d trate 1 cu tión on hecho., }' qu hayc onfe , do pre h· y una oposi-ción parlamentaria. a ella pertenezco y _,, Por fortuna para la patria, el mi m o 22 de cpticm bre en ue el ob1crno había recibido una notici alarmante del ur, 1legó el parte de la victoria le Bu a , y e rcanim ... d modo incr tble el e ptritu publico . Perdier n lo e n piradore la p­ranza de una co ' Untura fc vorabJe p. ra de tru1r 1 in titucione·, y de que comen/,. ra un· era le , narquí )' de latrocinios. Pud enton e el .Ej~ utivo ntinuar u are. n rná ic R rbt!ion tÜ f/e! ·z-- l 28 de J)i i ·mbre Je I H39 omcnzaron Jos tra ~ t rnos en V lc7 con motivo de l. Iic. ta de lo Inocente , durante la ual hu o un m tíu, y d 1 oder Eje utivo, á conse­cuencia de las diferentes quejas elevada contra 1 Gobel"nador Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PLhMJi.ü 'f - D 1 40 71 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN ULIT R DE COLOl1BI en el acto en marcha para la capital, á donde llegó el 20 de Enero, é impuesto detalladamente de lo que había ucedido en el paí, fue de opinión que o quera no e separase de la ecretarí de Guerra, conforme lo indicaban los amigo de Obando y lo partidarios de medida conciliadoras alegando lo di gu tos que habían ocurrido entre dich s do enerale . Para \Ompletar el Con ej e llamó al Vicepre idente, á la sazón fuera de la ciudad. Por fortuna para la buena marcha de la Administración, los ecretario e taban identifi ­cados con el Pre idente y é te atendía la opinione de aquello en su respectivos De pachos: en ese tiempo el Presidente no podía remover un Secretario sin la firma de otro que autoriz ra el De­creto del caso, por lo cual i lo Secretario hubieran alguna vez Jlegado á mancomunar e contra el ] efe del E jecuti o, habrí n podido reducirle á la ituaci6n má tri te y la timo a. Poli ti ca del G'Jbi erno en lo relacion(ldo con el ur- Cuando el Poder Ejecutivo supo la perdida de la columna de vanguardia en ~ilcacé, y 1 Comandante en Jefe regre ó al ur in haber te­nido tiempo de informar extensomente al Gobierno obre lo uce­dido, e notó 1 peligroso de ese ilencio que impedía con cer el verdadero estado de los a unto del ur. rande fue por estola an­siedad del Gobierno la noche del 14 de ebrero, al recibir e la e n­firmación de lo ucedido, con el aditament de que l General He ­rrán podía haber perecido á mano de los reb ldes. El Pre idente qui­so imponer de e ta noticia al públic , pero lo Secretarios se opu ie­ron con copia de razones, ll g" ndo e á la con lu ión de que era necesario mandar al Sur un 2.0 Jef~ en quien pudi ra tener con~ fi nza el General Herrán, y llegado un caso fatal lo u tituyera á f.n de evitar tra torno en la fuerza . Para 2 . 0 Jefe del Sur se pensó en Mo quera : i la medida no e llev" á cabo · n el acto, sólo fue porque el obierno n quería aparecer com debil ante lo rebelde que pedían el cambio del ecretario de Guerra. El Congrts'J de 1841 - ... 1 Congre o se in taló el 1.0 de Marzo y presentó mayoría muy on iderable resuelta á poy r al Ejtcu­ti o, en especial en el enado, y en la i cusioPe publica sus miembros gozaron en todo y para todo de 1 má perG.!cta libertad. El 6 de Marzo recibió el Poder Ejecutivo comunicari nes del General Herrán y del obernador de Popa y' n, obre 1 tra­tados, y al mi mo tiempo que aprobó la amni tía, pue ól e cep­tuó de lla á los oficiale que entregaron la ' 'anguardia en uilc - e, previno al General en Jefe hiciera bedecer las lcye descuidara la intrigas y a echanza de Obando, quien no ha-ía ino buscar una treg a mientr ncontraba mejor oportunidad p ra ublevar . Ademá , el Gobierno omprendía ra nece ario 1 edobl r 1 t fuerzo pare mantener la tranc¡uilida publica en ia , pue i bien e t f.>cada la a nada ' reb Jión n e taban e carmentado lo perturbad re . U no ta­jecutivo o teniendo que 1 guerra de Pasto empobre- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. U LE JE .. TO-GUERRA. DE 18 0 73 cí~ al paí y que no dcb1a usar e de energía con un pueblo ague­rnd?, llcg ndo n u de vergüenza ha ta decir que las f: cciones se ca t1gab n cu nd eran debj le , per que con ellas debía transi ­gi. r e i eran fuerte ; otro quertan el cambio de Mini terio para tnunfar en la ya e rcana ~le ci 'n de Presidente, y otros, los más r udto , conccrta b n su pi. n sobre la ba e de un alzamiento á mano armada. El ma 'Or cut:rpo de tropa que po cía el Ejecu­tivo era d jcrcito del ur y en el e taban fincada Jas esperan7a para alvar el paí . No e d sconfiaba de la guarniciones de 1 Co ta pero por no rt!m ,·er algun Jefe inepto, por benevolencia mal entendida, e co ech ron lu ·go male muy gr;tves. Entre lo~ obernadorc , alguno por cr de carácter pu ·ilánime ayudaban con u ten1ore y falt le cción á poner el paí en angustiosa ituación . De tan difícil estado de cosa nació el ecreto legislativo de amni tía general ó indult pre cnt do ' la Camara en el me de 1larz ( 1 840): quería el obiern ad ptar 1 medida que á juicio de los hombres de stado pod1a ncadcnar 1 anarqu•a, y falto de pote t d no podí hacerlo in anuencia del ongr · . Consultado el Con cjo de ,., tado obre 1 medida que debian adoptarse para tenni nar la guerra, propu o el doctor oto que ~1osquera se se­par r del 1li ni tt~io de Guc!rr : n verdad, tal pa o n pe día efectuar e raci nalrnente ino por remoción, acu acion en las Ca­mar ó Jestin rlo ... que 1nandar tr n en e 1npaíia. El ... je­cutivo n .ceptó el e rnbio d 1 squcra in motiv . erdid •n e te terreno lo f: ci o , intentaron seducir el ~j ' rcic y cmbrar la divi ion entre lo J fe uperiore de é te: por fortu n-1 1 :rencral H rrán cr muy uerdo para que con eme­jan te uper hería rnbia e de linea de conducta, es decir, e apar­tara de cun1plir con u deber. Tcrn1inad 1 di cusi<>n del pr ye to de indulto, que des-cubrió muy bi "!l ha ta dónde Jlc arí 1 1 revolu 'Íón, lgunos, ·ntrc cll eL cner l ant n lcr, temieron ir ma lejo y aterraron ; J. vi t, d ·1 :a~ ismo cavad por cJlo_ mismo . E te dis­tino- uid J .. fe trat " entonce on el bicrno bre i no era po i­ble t:-hall. r un medí le e nciliación que termin ra la guerra, á 1 que iVlo qu r 1 e ntc t.ó:., ''i u ~ed. de .buen- fe e lí con no o­tro el rc~t de 1 opo 1 ton • tn 1 ntfic nte p. ra luch r contra ·1 :uercr de 1 pueblo . (; puc del ir~pul . que ha re ibido 1 reb ·liú1 n e fá il que (' d ·tcn de cu. tro día " unirme al ej ' rcito del ur . , ' n ·f· o el 4 d• bril e eparú io qu r. de 1 · retaría d u erra par ir á ene. rgar . el ·1 111 nd de la trop en Pop. yán, y ofo ar 1 •:cb ·lión d · ~T~imhí , el nd ú) t: r~ apa­riencia e h bi n u pendtdo la ho tdtdad , pue lo gucrrdl r mantcní n la~ arn~a n la m n o hedccían :- 1 ut rid de con ti t ion ale • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 74 BOLETÍ.~: MILIT R DE COLOMBIA Nuroa rebt!ión dd Norte. CtJinbatt de La Polonia-Llegaba á su término la guerra en 1 ur, cuando la ituacion vin a com­plicar e con el e tallid de la rebelión de Ob ndo, la probabilid d de una guerra e n el cuador, por límite , m e verá en u lugar, y la su blcvación del Coronel Gonz "' Je¡, en el oc rro, el 2 I de epti mbre, de pue de que el t8 lo habían hecho u compa­ñeros en unj y V elez, y m rcharon aquel1a Pro incia, e co­gida com ha e de su operacion . El obierno, al aber Jo ocurrido en el Torte, envió in de­m ra á los Coronele ranco y eira á atacar á lo rev luciona­rio e n do pequeña e lumna · ambo fuer n felice n su pri­Jll(; ro encuentr en V Jv Real y Paipa; per el primero, acom· pa :1ad por el sobernador de clcz, tuvo la de gracia de er bati­do y he ho pri ionero n La Polonia, muy crea d<.>l ~ corro, el mi m día 1.9 d ptiembre en que conchua 1 f: cción de Pa to. El C ronel eira pudo repl .gar e de unja á Bogotá. ..a rcapa- ) bando rma era 1 dial para que d · orte y 1 é uerdo on el plan e n crtc1do p r l re- C?IUCC'It'lltias d & l dn-roftt de La P olo nia . Cd,:bre iradar dd Hjn"u/IVIJ 1 triunft de lo rcvoluc:i nari en L P lo•1ia, enva- 1 ~nton de tal mod a u e partidario d la cclpital, qu a vi t y pacienci de Ja autoridadc hac1 n imprirnir b lctine muni n­J u vi torta ' lo rep.trrían publicamentc n elle· y pl.u .. \'ida del Pre id nte e tab amcnat .. ada, y en medio de e e gr ve nflict , mandó e ribir una cir ul r que! e hiz cdebre y tuv grande inAuenci, en el po terior dt=sarrollo de lo acontecimiento . ' Rt•ptÍb/JrrJ rlt• la 111f''íltl Gr,uuulr~-SurttllrÍrl dd hJtt'rifJr y Rd,uio ttJ E.'l(ttriorn-BogJttÍ 7 ¡e Otl!tbrr tlt 1 fO. " Esta n Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SU E l ·rro-G ~ R DE 18 0 75 con ervar el régimen 1 gal y la tranquilidad pública en la Provin­ci de u m . ndo. ' Dio guarde ce LINo ore POMB , . Camb.io.rf per o1!a.' NJ ,.¡ Gobi,rno - De puc que el Poder Eje­cutivo. re !b1o la notJCl~ del de a .tr ·de La Polonia y pa ó la circu-lar arnba 1n rta, ll c1rcun tanc1 e torn ron muy de f: vorablc para el obicrn , ' ~1 Prc i lente uvo justos motivo par temer que e e mplctar la rcvolu ion en el p. t atent ndo contra u vida, v re olvió ·parar'<.· del (,.obl ·rn var que de ·1 e en rg ra el \ iccpre iden . Lo ccret rio de ., ·t d , eñore Pomb y . ran~a~u, creyendo qu · n 1· era honr " entrar en arr glo con 1 rebd le , pre cnt ron u ' renuncia el dtt\ 8 por la noche, con lo cu~ 1 dc;j b.1n, adem .. , al Vi ·eprc id en te en a e ti tud de tomar el camino q uc e ti m. ra tná a e .. rtad . L rcn un i 'fue a cptada á J t·ñore P m b y ranz-v.u, mas no al .,eneral rteg , re-i< ·ntenH~ntc cncar.gado del lini ·tcrio de u rra, ue el Vicepre­idcntc e igí continuara en el obierno ·iquiera un d · lo ~li­ni tro del (,.abinctc ant ·rior. l)el De pacho d • l Intt:rior 'C ·n­~ arg ' el fi~ial m. yor do tor l\,ligucl Chi ri, y del de i a icnd , el cilor lVIariano Calvo. i'Vlr.ditlas conú/iatoritu tomadas por d nutvo Gobienro. - l 1 1 J ~ tubre hizo 1 P dcr jecutiv un IJamamient a lo granadi­tH. > C ·citando . U patrÍOtÍ mo, p r que e \'erifica C una re n i­} iación entre lo di ver o partido~ pol1 ti o , y con ultó al on ej de E tado la ltn de conducta que debta eguir. tdo u dict - mcn y la opinión de una re nión de v cino notable de )a capi­t 1, re olvió el obicrno mandar un? corni ión de paz á lo J fe rcvolu i n rio el ortc, que · acer aban ya á la capital de la Repú bli a, corl\ o ó ·l ongrc o par ·1 1. 0 d J'ebrer > de J , 41 omo medida ven para morir al 1 do del J fe del . obtcrno, cu nd · la pit. 1 ll·garon el 19 de ( ctubre Ja pnmt:ra no­ti ia d lo triun~ ·de 1 ' lcgitin i·t en el ur: d 21 'el 25 11 garon lo p rt ofil iaJ .. d 1 t ' rrnino de 1 guerra n a region, de la d rrota d ()bando y de 1 aJianz de l err n y lo quer en el J!. uador. Los ,. bP/dn invnd;:11 la provintitt dt• B~gbltÍ. Los rebeldes, alentados con el triunfo de La Polonia y on In capitulacionc que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 76 BOLETÍr !LIT R DE COLOMBI proponía el Gobierno, se in alentaron, y no obstante haber mar­chado los comisionados que iban á tratar e n González, el jefe Juan Jo é Reye Patria inv adió la Provincia de Bogotá el 20 de Octu­bre. sto, la intimación de González de que se entregara el Go­l, ierno, la acción de eira }' el brío de la juventud, tran formaron la pacífica ciudad de Bogotá en un campamento, y el Ejecutivo dictó medida para la defensa de la capital y llamó las tropas del Sur. Las consecuencias del triunfo de Huilquipamba se vieron en Bogotá del 19 de ctubre al 28 de oviembre, en que entró el primer cuerpo de tropas del Sur y quedó afianzada la defensa de la ciudad. Conducto de Gonzáüz . Enorgullecido González con la mi­sión de paz que le envió el Ejecutivo, contestó el 21 de Octubre á los comi ionados haciendo ocho proposicione que destruían el /'""\obierno y e tatuían e convocara una Con encion, y se en treg ra el Ejér ito á jefe en su mayor parte revolucionarios, pe­ro entre lo cu le no figuraba el nombre de bando . La comi-ión recibió entonce un nota en que e le p rticipaba lo ocurrido en el Sur, y el enemi 0 o 1 sab-..r e t , se movió de Chiquinquirá, donde estaba u cuartel general, ha ia Bogotá, pero con tanta lentitud, que el 27 apena ocupaba á Zipaquirá y alguna parro­quias de la abana de Bo!t.~tá . G mpañ de Núra - jornada de BualtJvisto .-La fuerzas del G bi rno est bau reduciJa á una p. rte de lo e cua~ir nes 1.0 y 2.0 , que habían queda o como depó it cuand el Coronel r ranco rn archó con lo mejor de ellos á la mpaña que terminó en La Polonia· á soldado y cuadro retirado e inútile , y á uno pocos hombre alido del ho pital militar . FtJera de e a e ca a fuerza veter na el biern no tenía in las milicia de 1 Pr vincia de og tá, que apena llegaban á 2,ooo h mbre . Al acere rse el enemigo, la má fuerte columna de tropa le­g; ti mi ta> á órdenes de lo en era le V elez y Parí , avanzó por Chapiner al Puente del Común á encontrar a lo invasores; el General rdanet ocup " á an 1 iego (en Bogotá), y el Coron 1 ncino gu rnecí el centro de la ciudad. 1 oronel Neira, al frente de una columna que pudiera llamarse la izquierda del frente de peracione , tomó por r unz á a Culebrera, á f1 n de obrar en mbinaci ' n con L fuerza principal que mandaban lo enerale V elez y P rí . 1 M u ni ipio de Chí parecí er el de tinado á pre en iar 1 b talla, pero el enemigo adel nté p r la derech del Fun4 una olumna de 700 h mbres al mando de Reye P tria. Lo · 1-.. .. bdde estab. n t n confi dn en la vict ri , que no temieron lcjar e ' C de tac m nto h ta ponerlo fuera de 1 di tL nci t · ctica con re pe to 1 gruc , y el 2 d e tu bre, á lcl och de l, m - iiana, ron pió fu! ontr la infantena de ir que apena ron­t ba 70 h rnbre , y fue encid y hech pri. i ncr . Rcye y su egund mper, perturb do on e ta nueva ventaja perseguían sin Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E lE TO- ERR DE 1 4:0 77 orden ur~a guerrill-a de caballería que apoyaba la infantería y e re­pl gaba. causa de 1 derrot de aquélla, e anclo en el puente de B uenavt~ta e encontraron con e ira, el Comandan re Vargas P rís Y alg~~o hu ares que cargaron en el acto, rechazaron á lo rebeldes Y rehtcteron el combate; en eguida entraron en hnea rrc cscu dro­nc de guard1a nací nal de F unza y } acatativa (a órdenes de Rue­da, orda y Arclil ), y en hora y medi de fuego y brillante' car­g~ s q~edó vencido Reye , muerto Samper y perdida la moral del ~Jcrctto rebelde, que e nto 100 muerto~ y herido y 2.00 pri io­neros . La e ballería legitimi ta ólo tu o un docena de b jas. El valero o eira no pudo dirigir la persecución porque re-cibí" en l brega una herida morral, pero los Jefe que la efectua­ron, de Chía e dirigieron al u.,rtel general de la columna de la derecha para ponerse en relacion on los enerale V elez y París, y recibir órdene par la u1terion~ operaciones. itunción d· la R ·pública- ubl·vacion dt: Antioquia- un cuando la noticia, dd Sur eran C. vorablc á la ca u a na ion al, te­nía el C1obicrno podero o tnotivo para temer una pró •irna disolu-ión de la Repu bli a i no e hací un ,__. fuerzo heroico d patrio­tismo . Anlé del triunfo de Buen vi ta, r ibió el obierno, la noche del 24 de Octubre, la noticia dd le\ ant miento del oro­nel alvador órdoba, quien au ·iliado por el obernador clc An­tioquia, d< ctor brcgon, ubvirtió el orden n lo d1a 8 y 9 de e e me . La cabecera de lo cantone de i\1edel1J n y Marinilla hicier n opo ici ... n á e e tnovimicnto. El Reverendo bi po de esa l)iócc i , doct r Juan de la Cruz ómez de Plata, dirigió con tal motivo un rta al Jefe de lo rebelde , en tcrminos que le harán iempre hon >r. l\1a com la fuerza supera alguna veces al honor y la lealtad, Córdoba pudo ometcr en poco tiempo e rica ?rovin­cia, y el+ de Diciembre, intit•Jlándo e Jef~ uperior ci\il y mi­litar de Anti qui,, di tó un decreto orgáni o de la Provincia, que vcremo luego y en el q e dejó conocer u les eran us prin­cipio y c " mo entt.=ndía 1 libertad . E t cla e de tiranuelo ,que no on in fillno os b ndidos, suelen pr sentarse on u verdadero ro­paje en el m 1ncnto en que se cr en fuerte . ce La de graci de menea ha querido mu ha vece que invo­quen nombr · agr do cmejante cla e de fallido y jug dore tram­p<>~ O con1o Córdob , que bu e n en la reyuelta el modo de me­jorar su ucrcc. Poco tiempo haci que e te Jefe h bía re ibid una ley que le ncedía •.1 pen ·ion, que ~~ Prc i.dcnt~ le llam0 al s~r ­vicio y que en las ) --gt latura prc en ro l dt ~~ tone que pu te­ron en !aro el verdadero car.acter dt.~ l reb ~Ir n de Pa ·to. !las Cúrdob· h bí perdido cu nto teHl , inclu a la a a d · u madre, y no podí cancelar cucnt !li mcjo~ ~ fortuna, ino cntrat~d _en una rebelión . La oc ron le <:=ra proptcta, y, ayudado p r gemo tn­quicto y alguno de ~ ntento., cau ó 1 n~z ~rave n~.1 _que jamá h ~ufrido · 1 ~ica y dtcho tterr de Anuoquta, y dto a la R pu-blica días de amargura y de dolor. , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 18 BOLETÍN l1ILI'l' R E COLOMBIA El Coronel ómez, que era el Jefe militar, ujeto por la ley al Gobernador, que estaba implacado en la revolución, fue indig­namente burlado, no pudo oponer al golpe sino re i tencia mo­r 1, y alió en seguida de la provi n ia para la vecina del Ca u ca, á unir e al Gobernad r de ella, General \1 urgueitio, quien Jlenando sus deberes, rechazó como debí la ugestione con que Córdo-ba le invitó á entrar en la carrera del de orden . tro tanto hizo el Gobernador de Buen ventura, doctor omá . de Cordoba. La revolución en el Nortt·. La revolución de] Socorro había arrastrado á las Provincia de Tunja y Pamplona, cuyo Goberna­dores fueron depuestos por e rccer de tropas con que m ntener el orden . Otr tanto sucedió en la de Casanare, quedando al fin los facciosos dueño de cuatro provincias y de los cantone de Ubaté y Zipaquirá en la de Bogotá. . La guerra en lo C?sta-El Poder Ejecutivo e peraba por mo­mentos una pequeña Columna de i1 f: ntena que había pedido al Magdalena, y debía conducir 1 omandante Joaquín Aco ta ; r a , lejos de lograr e el objeto, e vio é te envu lto en una insu­rrección que tuvo lugar en el rí Magdalena, regresando á lV1om­pós la fuerza rebelada. Tal era la itua ión de la Repú blic en los momentos en que eira afrontó la lu h en Buenavi t , y que debe n tener e pre ente para conocer el m rito de la heroica ciudad capit l. Despuh dt Buenavista-- l Vicepresidente había ordenado se persiguiera á los vencidos rebelde del orte, lo cuale , de - pués de la derrota de su vanguardi en 13 uen vista o La Culebre­ra, e replegar n obre Tunja con l objet de unir e : la fuerzas de caballería que veruan de Ca anare a órdenes de F r ncisc Far­f, in. Este era un antigu Cor nel a ilado en tierra gran dina, cuando salió prófugo de Venezuela en 1836, ven id de pue~ de poner e en arma contra el Gobierno, y que corre pondi á la h pitalidad que se le diera, trayend con igo, en ap y d la re­volución, 200 llaneros de A pur , parte de J a ilado con el, par­te nuevamente enganchados, los que e movieron con la e peran-za d aq uear á Bogotá. 1m pro vi a do 1 cuerpo de tropas que había levant do el Go­bierno para re ·i tir el ataque de nz lez en tubr ... , e recí de regularidad, y el mi mo rdor p triotico cau o m.1 dt- una vez en las fila de los voluntario , arm do en dcfen a del bierno, des­concierto y e nfu ión. De Bogotá alieron á perseguir lo faccio­so el General V lcz y el ecretari de uerr,, con órdene del Poder Ejecutiv par tomar parte en la dirección de la campaña. A amb Jefe e acusó de inacción por no luber alcanzado y ba­tido á Gonzalcz en u replie .... uc obre unja· pero no e t n1a en cuc nt que un prudente cir un · pección er meno pclio-r a que un arrojo inrn der d , cu nd y e e peraba de un dta á tro la llegada e rr p re0 ulares qu · vt:n í n del ur y habían de cam­bi r el a pecro de 1 g· erra en el orte de la República. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. . E .. ··ro- UERR DE 1 0 79 :u:va ojin iva dt• Gonzól·z- 1 ncral Parí luego que e ncarCTo del rnand de la fuer ¿a del ~ rte en reempl .z,o de lo ~nerale nomb_: do ,que habían r nunci do por 1 atrtqucs del pu-bl! c- , . t; n:p1eg ... á u turno vbre 1 ptt 1 de orden del Poder JCCutl\·o, de puc de h, b r llegado ha t ·runja 1 6 de T o' iem­bre. _A1 ntado el en t~igo on · e movimiento de 1 tropa dd Gobtern , que a on ejab h prudencia v ju t ' ente ord<:nÓ 1 Pod<:r Jjccurivo, unido .'a á lo llanero que m ndaban Farfán y Ac .. r , volvió de nuevo obre 1 e pit 1, y de r ue o empezaron n ést lo conll i to . n la capital e había organi7,ado un club que comunicaba " 1 r belde . cu~nt noti i podí n ne <: itar, y poca eran Ja que de la pr v1ncta ocupada por los enemigo recib1a el obierno, porque aterrada la pobl· iún con la n vedade ue comuni aban lo rebc11 , habí. n perdido la e pcranza de · al ar d rdcn legal y cont .. nt b n on l tnentar lo m le de la patria . SublevcJCi6n dt: f!'"tsga- b: 1 en eral .tvlosq u era dispu o al Ile-g. r á Popayán, de regre o del ur, que un fici 1 te tig de los triunfo de la tropa del bicrno, iguier a Cartagena y anta Marta p ra que, refiriendo allí la vcrdaJ ck: los acontecí mi ·nto", cal­m ra la agitación producid en <:! a region por la maniobra d los con pir dore . 1 efecto de ignó ran i co • 'lalpica, oficial poc ade uad par la guerra: ''pero me engarH.:: lo ... cobar e a i iempre on traidores . L jo de umplir u omi ion, reducida á decir la verdad, hizo todo 1 OJ tr rio. u le lrad apena lcanzo h ta l-Ionda, en donde de pue' d haber e nfcrcnciado con e g y algún otro milit r, propti~ e trai ionar 1 obi rno.', El Coronel V e, g., á quien "fuerz de hacer con fian'l.a en el e le había m. ntcnid fiel. l obierno, e t ba " la azun de obern - dor de .1ariquira, y \'aria prueba que h b1 dado de le ltad, amo el denuncio q u hizo al enera1 I-I rr ~' n de la pre. e tad onj u ra-ción de Pa o en 1839, y el 111 ndodc que e cncar - ntra lo reb lde d 1 Norte en Zipaquirá, d ban e p r nz de qu re. i uer " la continu d e ·cita i ute que e le ha 1an para epararlo del enJero de u dcberc . Adctná , fue el q aicn a u regre de P - to dij al Gener·tl l\1o c¡ucra, en hoU< rn.i ión la guardia nacional de Pop, yán, q te 1 0 lcanz<) Jlcg r 'Í ttempo y apena pudo por lo mi m o evitar 1 í ni m p rte de lo i mncr m ale u e debí producir l. dcan ra de u m·1rcha. .ra nda par·t _el_ ~)lan de 1 ·r cionc un punt e tr.itégico permanente por u po H:ton co­gráh a, y porque ~er\'Ía p ra n.:unir una e cens lín a d de la .­pit 1 Antioqui,, ya e qui ier obrar. por el rí 'lagd len,, y p r Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. so BOLETÍ " MIL T.AR DE COLO !Bl las montañas de Herveo ó Sonsón, ó por la del Quindío, para re· forzar la división delAntioqui , que debía conservar como base de operaciones á Popayán, que lo era hasta entonces de todo el Ejer­cito, mientras que por éste no fuera ocupada B gotá, cuya ituación era entonce muy angu tiada, y que siendo tambien, e m toda capital, un punto e tratégico permanente, por la grande ventajas que ofrece su po ición, exigía u pronta ocupación para coordi­nar y uniformar lo movimiento de la división que obraba hasta entonces ai ladamente en fuerza de las circun tandas. Regreso del Presidente - Convencido el Pre idente de esta ver­dade , cuando resolvió regre ar á Bogotá, iba re uelto á u pender toda operación ofen i va ha ta que llegara el General en Jefe con una parte del Ejercit del Sur. Por u parte el Vicepre idente, al tener noticia de la ublevación de la Costa atlántica, el -íbad 14de Noviembre, ofició á Mosquera, que mandaba la vanguardia de aquel Ejercito, prcviniendolc redoblara 1narchas porque la situa­ción en que e encontraba d .,obierno era grave, no obstante el de pe rt r de la opinión en favor de la legitimidad. e nocida que fue del público de 1 capital la rc~olución de ,.onzález, de entre­gar á aco la ciudad á los llaneros de Apure que tra1a Farfán, y sabiéndo e que ésto se ene ntraban ya unido á aquel, quien avanzaba de nuc o obre 1 bana, e rompieron los dique del entusi mo y urgió xce iv ardor, que ra pre i o moderar para que no degenerara n licencia. El 21 por la tarde entró a la capi­tal de la Repu blica el Presiden te, de regre'o del Sur; el 22 se en­cargó nu vame1 te del mando y dirigio "' lo granadino una alo­cuci "' n en que xpu o n prin ipio y la política que seguiría para o tener las ins titucione . Con ella logró xcit r el p triotismo, y corrieron á la armas todo lo hombre capace de llev rlas. Gonzált"z rn Zi/Jc1quirá-- La situación en la capital-El Jefe de lo rebeldes uel orte ocupó nuevament "' Zi paquir ' 1 día 2 7 y de allí dirigió al obierno un oficio en que hacta propo icione para arreglos pacdico , entre una nube de amenaza , llegando ' asegurar que la revolu ión dominaba ya en todo el paí y no habna en lo humano fuerza cap z que pudiera detener u rnarcha. En el momento en que upo el avance de lo revolucionario e h b1a di pue t fortificar la iudad y concentr r 1 defen a en la nueve manzana del centro, inclu ~ a la plaza mayor· á ellas e tra ladó el parque. n esa obra lucí ' el patrioti mo de la población) pue ha tala doncellas, In anciano y 1 niño yud1ron al obierno n la ejecución materi 1 del plan pr yectado. odo e hací con ardimiento: sofocó , por decirlo a í, la accion de l utoridad pública, que se limitó á dirigir la p bl ión, que fue 1 que real­mente g berno por una sem na . nt 11 e fue pn:ci o tolerar el arresto de alguno enemigo · del Gobierno, prcci amente para al­varlc la vid , pues á con ej s de JI e tribuía la conduct de Gonzalcz, que talaba los campo de la Provincia y había pro- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TO- R DE 1 54 e pe.rar au ilio , porque la ituacion era premiosa, y mand6 poner en h~ert d al . b rn. u .r uintcro par que con el regrc ar á . C?cana. n va ta de 1 ~ <.hficult J de conseguir mula , fue preciso dt poner que los lem nt de guerra que se destin ban á l Pro­vinci de oto, tomaran la ta del ogamo , y con tal fin se con­fiaron al Comandante G nz.í l z, ~m ba rc do en bungo que debía remolcar el Calamar;· u cu todi, en el cuadro de oficiales venido de Honda. A 1 ,-cz se umini traron n.: ur o pecuniar'o á la notilla, que car cía de ello . El 8 di puso Mo qu ra qu mar­char el om, n ante 1uti on lo 160 hombre traídn de Hon­da, armado , ve tido· y organizado en dos compañía . Ese mism día se n iguicron algun t cab llcn , y el Jefe del Ejer­cito, con u E tado Mayor, se dirigio tambien caña, adonde llegó el IO; en el trán ito ui pus que volvieran al puerto alguno elemento de guerra ue e taban en el camin , para que iguicran á Soto por agua, y que el Intendente rcmiticrJ Honda 150 ba­rriles de pólvora para el Ejér ito dd ur) que carecía de rtícu­lo tan nece ario para Ja gucrr: En 1 Costa había qued do como Jefe Nlilitar el Comand nte general de la 2.• Divi ión, Gcner l Po ada, quien ten1a por Jefe de E tado Mayor al C rn ndante rre , y di ponia de 8o artille­ros al mando del Coronel Vega, y de uno 8oo infante di tribuí­do en Cartagena, ah nilb y anta Marta. l!:n Cartagena man­d ha la trop el Coronel Piñerc , en ab nilla el oronel Paz, y en nta M rt d C ronel b ~11 . in 1, rcb'"ltón de la Cicnag y la rnaquin. cionc de l rebdde en artag ena y l3 rranquilla, e h bría p ido tra 1 dar parte de la 2 " J)i vi ... ¡ ón ' )e ña; par re­mediar el m l en lo po iblc, e nformc e dijo, al nrral Po ada e ordenó tacara in demora ; L Cién ga, ' que de pué de ometcr : lo. rebddes se situ ra en Mompos y enviar l artille-ría 1 E j ~rci to del N o rte. 1 30 de Julio recibió a vi o el Gen ral Po ada d<: que 1 pro-nunciado en L Ciénaga, en ntímcro de 76 h mbrc, h btan o upa­do á Remolino, con el obj to d , poJerar:»c dd Vfa nz.onurt'S, y que m 1 P'rado u intento, p, r h b ·r llegad> el 29 p cas h r de · pucs de ) 0 p rtid l de :Vlo quera, e dirigieron á iti<>nucvo. Entone~ el G ·ner 1 Po a d. e cm b tr ·ó en el ti'V ·1 Granado e n 1 · • ru­lleros 120 inf¡Jntt:: y divcr Jefe y Oiic1 le y el <:n r ;\ 'ligucl Ven:occhea que qui "' o ac mpañarlo com pr "' cri o. ~lllcg r ... Sitionucvo el Gen ral m ndo ocultar la trop y ntr l puerto donde se veí ba · cante gente, r,cr n dte qui. , pa • ~ - bor?o: .~izo entonce que apareciera la tr pa y e de pcJO 1 onlla. 1guw u 1854-Suplemeoto 6. 0 1 corre spondiente l núm ro 110 del Bou:T1 MtLIT a Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 BOLETÍ :r ... i:rLITAR DE OL0)1BlA marcha á Remolino y allí supo que el Jefe rebelde había recibido del Capitán del M/1nzanares un oficio de Mosquera, ofreciendo indulto á Labarcés si e om~tía al Gobierno ; oficio pedido por el señor Mier quien creía que de f! e mod e podía deshacer la facción de La Ciénaga promo ida por do enadores y do Repre­sentante dictatot i le , que salieron de Bogotá con pasaporte ~e Melo, cuando lo demás miembros del Congre o eran persegUI­dos por.el Dictador. El General Posada recibió parte le que la gente que había visto en itionuevo era la partidd de facciosos contra la cual se ha­bía movido. Regresó n el momento y de embarcó con dos pique­tes en itionuevo, recorrió la población y ~upo que los rebeldes habían pa ad el día bebiendo y dando vivas á Melo y á la .Federación de la Co ta, c-apitaneada por Labarcé · pero que cuan­d el había pa ado -para Remolino, e retiraron á La Cienaga por el Puerto de Gálvez. Di pu o entonces el General Po ada que el vapor iguiera nuevamente á Barr nquilla, á fin de continuar el viaje por ma r á Santa J.'viarta, como ant s 1 había re uelto. El va­por llegó el 30 á la siete de la noche: dese m barca ron los J ,fe y la guardia nac·onal de Cartagena, pero no la artillería, que perma­neció á bordo, para que de allí pa ar luégo á los bongo que de­bían conducirla á ah nilla, á embarcar e en la goleta CtJrlota. E 1 tra bordo se efectuó el 31 á las do de la mañana, y el jefe supe­rior iguió al puerto por tierra, despué de d~r al Comandante Ma­Cla la órdene del ca o, sobre defen a de Barranquilla, con la fuer­za que allí quedaba de guarnición. 1 31 por la tarde e embarcó el General Posada, junto con la artillen a, y zarpó para Santa Marta, á donde lleg"' el 2 de Agos­to entre inco y ei de la tarde. lguno dta perm neció en esa ciudad organizand la fuerza ttue la gu rnecía, y el 8 marchó so­bre el enemigo al frente de un b tallón de infantería (520 plazas) de anta ~1arta á órdenes del Coronel Abello, del medio b tallón de artillería, con do. piez s de bat llal regido por el Coronel Vega, y de un piq uPte de ca ballena, á la ve/. que e u· tro goleta armadas n guerra y dirigida por el Capitán de 1narina RuiL, eguí n á apoyar de de el mar las operacione de tierra. La fuerza · otal de la columna pa aba de 700 ho'llbr s, y e e mi tno d1a, á la iete de la n che, llegó á Gai ra, pero la escuadri ll no e prescn tó en el puerto ha ta en 1 1guiente d1a. el 9 al 2 3 permanecio el General o ada en Gaira espe­rando er reforzétdo, como en efe t lo fue, por do compañía de guardia nacional de Mompó , fuerte de 100 hombres, á órde­ues del omandante lndaburu. Entre t nto, tuv alguna confe­rencia con lo [; ccio o > que sólo querían g. nar tiempo mientra compl t han u organizacion . Visto p t el Com nd nte G neral que no le quedab otro recur o que apcl r a la rm , el 23 mar­chó obre L Ciénaga, pernoct ndo ese día en Barrobl neo; d 24 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DE 1854 83 acampó en Periquito ." _300 rnctros de la trincheras enemiga , co­locando en buen p~ tcton la do' pieza de artillería apoyada por do . comp nta de t~f.lllterfa, y di pu o que por u izquierda e abnera una trocha fin de flanquear 1 derecha de lo faccio os . ., , operacton que encomendó ' 50 hombre reforzados en la tarde con 1 milici de 1 tnpó . Ll vió tod 1 tarde y noche de e e ía . El 25 al manecer, el C m dance en Jefe m r hó con 40 nille­ro y la 5 · a Cornpañía del Bat llón nta M. rta á reforzar la tro­pa de ta ada la ví per dej ndo órdene ~ eaa y Ah ·11o para que ~ntre once y doce dd dí atac r n de frente al enemigo. Un fuer-e aguacero m · 1ó en p rte las municione de la column encarcrada del tn vimicnt de fl n ueo, y cuando 1 column de lo do· efe últimam '"nte nombr~ do movía, conforme á lo ordenado, llegó contraorden del Gener~ 1 Po ad u pendiendo la anterior, tant por la caus 1 dich como porque el terren no permitía siño moverse por hiler , 1 cual er peligro pue ·i el nemigo de cubrí la fuerza, podía cacarl ant s d ~ que e de plegar e nvenientemt.:nte. Cuaodo el Gener 1 P aJ e rcplc'=' b , el enemicro practi ­có un reconocimiento p r el cttmin publico, y un cu nd l p r­tida exploradora rompí ó e l fuego en buena condicione , fue re­chazad y volvió á sus trinchera . Entre tanto la e cuadrill ~e pre entó frente " an Pe ro, pero con viento contrario y rumbo obre La Ciénag . La Aotill de bongv enemio-o , comenzad " armar á principio de Ago t , es­taba lista y lió al m r con intento de ata.: r la de Ruiz, pero " te e pu o en f. cha y f.>rmó en batall para entrar en lid, e n lo cual á pe·ar de que el vi~nto er flojo y f1vore í " lo b ngo, esto no se atrevier n ' obrar obre lu rem > y volvier n á u fondeadero. La floti;Ia dd Gobierno continu' u lnlrch en cuanto tuvo vien­to fa 'Orable, pero en 1 noche un fuerte vendav. l la arr j " obre 1 co t de Ri hacha. E te uce o , 1 continu 1ción de la e lmas movieron al General Posada ;\ rm r b ngo mientra lleg b n 1 fuerza utile del 1\11 ud lena, que pidió al Coronel Cdi , y este Jefe no podí enviar in orden de Mosquera . Llovió toda la noche del 2 5, y e tno 1 tropa e t y in t Ido suficientes re olvió el C mandante ener l retir r e 1 pueblo de G. ira, donde po í e ntonar ' e con e tnodidad. L m rcha principió el 26 á l och de la tn ñ na pero e~1 e e. mo­mento e pre ente> una guerrilla enemiga; el. Jc~ u1~en~r dt pu-o no e le hiciera fuco-o v e u ndo dl e rettr , contt nuo l rn r-ch in ob t"culo, llcu ;1do: quel puebl 1 e er el dí . El 29, contram rchó Po ad , in m tiv , p ra anta Marta. Por u p rte lo· rebelde dividieron t mbicn u fuerza '.Pa: saron ' ocup, r el b. j Ma2:d len , e n un column· que e dt merodear en 1 m' rgerH! d 1 ría y n lo r " orpr ·nd ·r un de t - camcnto le ititni t qu gu rn í el pu blo de nto ma ',_al mando del e lll ndante z p.lt . El COin Lnd UltC ... ner l Ul Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 84 BOLETÍN MILIT R DE COLOMBIA entonce hacer alir de sus trincheras á los rebeldes que habían avanzado hasta aira, y para ello, el 1 .o de Septiembre marchó contra el enemigo á la cabeza de 50 artilJeros y 200 inf: ntes de los cuerpos de anta 1arta y Mompó , que emprendieron el mo­vimiento por di ver a ía. U no y otro piquete llegaron al mismo tiempo á Gaira: los rebelde trataron de hacer e fuertes en la plaza de Dulcino apoyados por alguno bongo que tenían ocultos en lo~ manglares del puerro . La tropa legitimista les cargó con arrojo y deci ión; pero comprendiendo el General Posada que el enemigo trataba de llevarlo á un terreno preparado de antemano por los con­trarios, reunió la fuerza en una sola columna de ataque precedida por algunos tiradore . Al ver esto, el enemigo hi7,o tocar ataque " sus cornetas, la misma orcien dio c1 Jefe legitimi ta, y fue cumpli­da en el acto; los rebelde no esperaron el choque, y huyeron per­seguido por el .:1eneral Posada. En e te momento e presentaron lo bongo oculto , y con u fuego de cañón obligaron á hacer alto á los constitucionales . El General Posada regre ó á Gaira, y en la tarde del siguiente volvió á Santa Marta. La operación había fraca ado. En anta Marta, el General Po aJa se con agró á di ciplinar las tropa que tc.:nía á sus "rdene, e hizo regresar al Comandante lnd buru, que e~t ha destac~do con una compañía de milicianos de lompó , mientra armaba fuerza utiles y llegaban las pedidas al Coronel Ccli . A í tran currió el tiempo ha ta el 18 de Sep­tiembre, día en que el eneral Po ad re ibió orden del General LVlosquera de atacar á los rebelde inmediatamente. La di vi ión había mejorado u armamento con el venido de Curazao, y el 20 e mo­vio á cumplir lo mandado, pernoctando en Gaira; el 2 r, de puéa de llegar el bongo número 7, continuó la marcha á la tre de la tarde; la escuadrill avanzo ha ta Punta de Cal, donde e situó por orden del General Posada, y la tropa acampó un poco ade­lante. El 22 á las dos de la mañana se puso en movimiento la fuer­za, la cual llegó a la qzahrada Don Jaca al romper el dta. De allí, siguiendo u curso, bajó el encral Po ada con una compañía de mili ias, ha ta la boca, donde e pu o al habla con el Jefe de la es-uadrilla, á quien dio su última órde::ne para el ataque de San Pedro, punto inmediato donde e taba atrincherado el enemigo, ad­virtiendo, además, que el fuego de los bongos le gui ría en la ope­racione por tierra. n la abaneta de Perico form" el General Posada dos co­lumnas de ataque: la 1. (20 artillero, 4 . • Compañ1a de Santa Marta y 2. u de Mompó ), 1 mand del1 1ayor A viles, para obrar por el antiguo camino de la Piedra ; y la 2.n (re to de la artille­rí con 2 añone y s.• Compañ1a de Sant 'larta), á órdene del Coronel Vega, para que avanzara por el e m in real; la 1.• y 2 . • Compañías de in[; 11tería de Santa M rta, formaron una columna Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. UPI Ti-1ME ~TO- ERR DE 1 54 85 central (reserva) para atender con el1a adonde fuere conveniente reo-ida por el Cor n 1 ello. A J di pues.ro el ataque, el General Po d e perab qu la escu dnlla r mp1 ra ts fu o, y en el acto en que e to suce ía e pre ~ntó. , dem. ·1 vapor Barranqui!ln encaraad de ejecutar una dtver wn amenazando al enemigo con un de embarco en Pucbloviejo. . Roto el fuego por 1 e cuadrilla, a van¿<') 1 e lum na de Vega, quten con gran bizarna ituu lo do e ilo 1e frcn e á la trinchera encmig b. j una llu\ ia de metralla que b rrí. el a mino y un i v fueg de 61 iLrí. de tolo los par peto de l re •lde ·; en seguida rompió V e r, ·1 fuego con u do pieL. apoyada por 1 s fu ilero de 1 columna. La columna de A \'Ílés iO'ui de frt>ntt! al re ibir avi o de la e cuadrilla, del re ultad del fuego de é"ta obre la llave d.,. la po­ición, llt:gó á tiemp de poder de cabezar la trinchera por 1 ori­lla del mar, el que d ~ó hacia · palda, in habt·r .ufrido una baj . En e te momon cargó la r. • column y la posición fue ocupada, puc el enemio-o la abandono á r .tr de u fort leza, hu­yendo por la vía de Puebloviejo. La olum n, de eg contó un mue~to, el Jefe, un fici 1 y nueve ~olci. do herido . 1m vimien­to de di ver ic)n del Barrc1nqui/la produjo la m:s fdices consecuen­ci s, porque entretuvo en e o p raje p rte de 1 infantena del ene-migo toda u e cuadrilla. El General Posada, de pué de orden r 1, e nduccion de Jo herido á Gaira, y de reunir u. tropa , iguió ha ta ] • pare , don­de volvió á poner e 1 habla co 1 1 e cuadr:illa, ' la que ordeno cs-tuvie e á 1 iete de la mailan del i o-uiente día brc el puert del Carmen. La coiUtnna avanzó á acampar en una rDz.a i~1m(~dia­ta al pueblo, in otro in idente que un li ero tirote con una gue­rrilla en el p o del río Carolina, on l intención de ocupar el po­blado, como lo hiz , en el in tantc en que la cscuadrilia cntr, ra l puerto. Los rebelde , entre tanto, se h. b1an re¡ legado 1 otro lad de la barra, al pueblo de la Salina, y u fu rza_ u iles ruzab n 1 e trecho que une La Ciénag 1 ma,·, á fin de impedir la march del cneral Po ad obre Puebloviejo y ]a entrad d<.! la escu. - dnlla,gobicrni ta á La ienaga. El Bt~rrnnquilla regn.: .o de Pu~- blovicjo á la boca de Pap r - rceoger }&uno, h ndo }' ~c1 m rincro que se quemar n en uno de lo b ngo· , e, u a del tn· ccndio de un rtu ho, y de allí Vll\'i~ al put:n<; , Pare í que l r bcld e tab n 11 pue to a de l:ndcr e a todo tr ncc; pero á lo poco dí. ·nvi ron al yen ·r 1 Po 'd. '.m p¡~rla­mcntario\ rscdi >lvicron prC\'Í, un indultoqu le tOJ'gc) d1choJ fe, y el Gen~r 1 M .~qu r. -;omctiú á·la. proba ión d ·1 Cohi ·rno omo era de u d ·ber, y fue improb do p rque el Com. ndantc (.,en r l de la 2.' Di\'Ít\ió"n no tenía facult.dc para dar indulto. L. ar­tillerí~ re ibi) entonces rden de marchará reunirse al Ejct·cito del Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 86 BOLETÍ ~fiLIT R DE COLO IBI.A N o rte. E 1 Gobierno manifestó al General Posada el aprecio con que miraba u ervicio , y quedó concluída la campaña de )a Cos­ta. 1 Coronel Celis, que había IJegado á Barranquilla en el mo­mento en que se rendían los rebelde de La Cienaga, concedió in­dulto á los in urrectos de Sabanilla, el ~ual fue improbado por el General Mosquera. Los Gobernadores de Riohacha, Valledupar, Panamá, Vera­guas y Chiriquí, habían mantenido en paz sus provincia . Antes de narrar la segunda campaña del Norte conviene in­dicar cuáles fueron las medidas militares que tomó el General Mosquera mientras tenía lugar h campaña de la Costa. Por de­creto de IO de Junio organizó las fu~rzas de las Provincias de la Costa, así: I . • Brigada de f/anguordia (Corone] Mcndoza): me­dios Batallones de artillería números I.0 y 3. 0 , medio Batallón de infantería número 6, elevado á Batallón, y Batallones de milicias de Mompós y de· Sabanil1a; 2 . 0 Bngada de Barlovento (Coman­dante Abello). Batalló:l de ulilicias de Riohacha, medio Batallón de artillería y medio Batallón de infantería de S nta Marta; 3.• Brigada de Sotavento (Coronel Piñeros): medio Batallón de artille­ría de Cartagena, medio Batallón de milicias de Turbaco y Ar­jona, Batallón de milicia de Corozal, Carm<-n y Lorica, y un escuadrón de milicias de] Coroza! ; 4·a Brigada de Panamá (Co­mandante Dorronsoro): Batallón de milicias de Panamá, me­dios Batallones de Chiriquí y de Veraguas y u a Compañía de Azuero; Escuadrilla de fu erzas sut1/n: ha ta I 8 bongo con su res­pectiva artillería. Las Brigadas 1. 11 y 2 .• con la e cuadrilla consti­tuyeron la I .8 División, al mando del Coronel Mendoza, con el Ma­yor Beltrán como Jefe de Estado Ivlayor; la Brigadas 3.• y 4.• formaron la 2.• Divis ión, al mando del General Po ada Gutiérrez, y fue su Jefe de E tado M íiy or el Comandante Ucrós. Jefe de Es­tado Mayor General del Ejército de la Co~t , fue nombrado el Coronel F. Loada· Intendente y Comisario ordenador, el eñor Torice , y Tesorero el e11()r Beltrán. Lo Gobernadores de las Provincia quedaban encargados de llamar al ervicio lo Batallo­nes de guardia nacional ya arriba mencionados. También e creó la Comí ana de las fuerzas en op~raciones. El 1.0 de Julio regla­mentó la Contabilidad del Ejército y e mandó pagar íntegra la ración de la tropa y el sueldo de los J e fe y oficiales. El 12 de Ju­lio, a egurada la línea del río Magdalena, volvió á abrir 'u nave­g ación al comercio, que a í sólo ufrió una demora de un mes. Como el armamento comprado en Curazao e averió por mitad por el naufragio del bergantan que lo traía, re olvió no pagar sino á , 4, o ca la mitad del precio, lo fu ile que llegaron dañado pero u eptiblc de er compuesto . Los fu iles u ados e pagabal} á s, lo aco de balas a , ' 2-so, y la arroba de polvora, á · 4· En Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. T - 1 CAPITULO VI Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. OLETÍ ULIT \R DE COLO El I 5 e peraba Mosquera que se reuniera la Cámara provin­cial para que eligiera Gobernador, pero ni había sido convocada ni e ene ntraban en el lugar lo Diputados que la componían, por cuyo motivo pidió al Gobernador de hecho re tableciera el régi ­men legal llamando al Procurador á que e encargara del pue to, y así se hizo. Entre tanto se preparaba la marcha de la Artillería, y del Ba­tallón número 1. 0 llegó á caña un comisionado del jefe de la 3.3 Brigada, quien dctba cuenta de la dificultade en que tr pem­ba tanto para mantener el orden en Cartagena por las trabas que le presentaba el obernador José Angel Porra , como para abrir operacione en la me rgen izquierda del Magdalena . Por for­tuna la ituación cambió con la llegada del doctor N úñez á C rta­gena á encargar e de la Gobern ción de la Provincia, y ademá" 1\llosquera confiaba en que las fuerza utiles podían apoyar de modo eficaz al General Posada en u campaña sobre anta Marta. El Comandante Torre recibió orden de marchar á encargar-se del tad Mayor de la 2 .11 Di vi ·ión, con in trucciones para que enviara la artillería, el ve tuario y 1 ,ooo fu ile . Las dificultades para la mov.iliz ción de la r ... División conti-nuaron en caña, y el General Herrera apremiaba por la marcha de e a tropa, ;>uc el enemigo e r forz b en el ocorro y en otro lugare de la Provincia del orte . Por entonces recil)ió Mosque­ra pan e del nenerat Rey e P tria sobre u operaciones mili tares, y avi o de que por enfermedad no podía seguir al frente de la 3.• Divi ión . 1 General Herrera no yui o encargarse del m ndo como 2 .0 Jefe del Ejercito y Comandante en Jefe de la 3 .• División, destino que había renunciado por razone de delicadeza, pues te­mía que los Generales l'Onzález y Patria no sirvieran con gusto á sus órdene ; pero como la noticia de la enfermedad del Gene­ral Patria le alarmó, e pus en march para ucaramanga razón por la cual lo pliego de 1) quera no lo alcanzaron cuando e ce Jefe lo llamó de Puerto Nacional, creyendole aún en Aguachica. Mo quera aprobó lo resuelto por Herrera, y el 1 1 dca eptiembre di pu o que el General Patria tndndara la Divi ión de caballerfa, por cuant hab1 renun iad la mandancia General de la 3·& Di vi ión, y que el General onzalez se encargara de la r . a Di­vi ión, con lo cual terminaron la su ceptibilidade provocad por 1 nombramiento de Herrera en dichos JeG , quiene ecund~ron con brío la acción del cneral en Jefe ctel Ejercito del Norte. n caña, el J 1 de ptiembrc, Jictó Mo quera decreto sobre alquiler de 6 o o be ti para tr n porte de fucrz y parque, agrcgand que i n habt .uien e lcbr, rae ntrat por bagaje, s procediera á expr piar lo qu cxi taan en la com rca ; al día iguiente d claró en e ·tad de itio las Provinc;ia de Sant Marta y Sa anilla, y en estad de c. mpaña la de C rita cna, R' ha ha, V:alledupar, M anpós y caña. ·rambié.n declat·ó en est do de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. U I • IE .. TO-GUER DE 1 54 89 si ti o las de ocorr y V élez, y en el de cam-paña la de to, · r í R vira, Pamplon antandcr. El 14 Jnand,) organi~ar do y medio B tall ne de infantería, un Escua­d: on (Agu hi ) y un C mpañía uelta de artillerí (Pu rto a­ctonal), con la· rnilici d caila. l)e lo B taHon e3, tres Com­pañí. ts del I. o debí n Jev ntar e en ()caila, y la otras tre en La Cruz, Río de ro y T or ma; la cuatro df'l 2.0 en armen, Con-ención, pa ·ica y La Palr a, y 1 tre· del medio Batallón en Si maña, n Bcrnar o y Tamalameque. El 15 decl.uó en estado de iti Ja Provincia de Cartagena de conociendo 1 acto de su Asamblea, por motivo de alta "'política. J4.J 20 di ·puso que las mili­cia de Ocai1 no en n llevad. fuer de 1 Pro\'Íncia y señaló grav enas á lo .. que rchu ar n au ilio para movilizar la fuerza. Para el 17 de cptiembre e tab li t. la fuerz y habría podido salir de Ocaña i el ejercito hubiera tenido bagajes, pero el mo ,¡_ miento n e pudo ef las 1.• y 3·" se disciplinaban y reforzaban con nuevo cuerpos de guardia na­cional y reclutas que enviaban las autoridades. n frente tenía el enemigo 1,350 hombres bien armados, di tribuídos como sigue: 150 cubrían la línea del Sube, 300 ocu;>aban á San Gil, 8oo al So­corro, roo á Zapatoca, sin contar diver a guerrillas y piquete volantes. Conforme e dijo, con oportunidad comunicó órdenes Mas­quera a la 4·a Divi ión para que obrara sobre el flanco y e palda del enemigo, pero para que pudiera hacerlo era preci .. o darle tiem­po de que recibiera un cuadro de Oftcialr y z,ooo fu ile enviado por San Andrés, Málaaa, Capitaneja y Soatá, cubiertos por las gue­rrill a legitimi ta de nzaga y Charalá. Era preciso al mi mo tiempo a cgurar el parque del Ejérci ro que podía ser atacado por los camino de Chucurí o La Colarada, y en efecto a íslo intentó una partida enemiga por esta última vía, pero fue rechazad por lo oficiale el cu todia. l)e acuerdo con los Goh una compañ1a de zapadores, hizo preparar sacos pa~a ~onstruu trjnche~as, pue carecía de Artillcna para atacar edt.ficJOs, nr~paro b rnlete de pulvora para destruír palizadas y atnncheramtcnto, etc., á fin de poder tomar en tres días cual­ ·quicr ca ·a fuerte defendida por el enemigo. El 10 de Octubre disponía Mosquera de la iguiente fuerza. Jefe Oficiales Tropa Totnl E tado Mayor. __ . .. _ _ _ _ . ___ • __ .. 2 5 7 Artillería y zapadores ____ .... __ - .. I 6 50 57 l. a Di vi 1011 - - ------ - -- - . ...... 6 38 440 484 2 . · id - ~- ---- ---· . .... .. . -- -- 12 93 85 1 956 Total. ••• 21 142 1,341 1 , 504 . Esperaba aden1á la llegada de un Batallón de Mi li cias de Pamplona para determinar el día en que abriría operaciones con­tra los rebeldes. El13 ordenó á la Co·ta se le enviaran r,ooo fu­sile~, 20,000 cartuchos, la artillería de la 2 . 6 Divi ión y· 3o, ooo, de lo que 35 por 100 eran para el ejercito del Norte y e l resto para el Gobierno. El IO de Octubre previno Mosquera al Intendente general redoblara u e fuerzos para movilizar el parque demorado en ca­Íla, cstableció un correo t•man 1 por Sogamo o para entenderse con el Ejecutivo, y di pu o no pudieran hact::r e otros gastos que lo or­denados por el General en Jefe, el Intendente o los Comandan­te generales. in Piedecucsta y oto pidió bagajes para mover el Ejército dcntr de un plazo de ocho dtas. A Cartagena envió la órdcne del caso par, prevenir nuevo tra torno . De graciada­mente, al mismo tiempo e upo en Bucararnanga la perdida del Ut''Vtl Gr·onuda erca de Tigrito, lo que, como era natural, pre­suponía una dcmor en l movilil.ación del B tallón Artillería y arman.cnto recientemente llegado de Curazao. El 14 de ctubre se recibió una comunicación del Ejecuti-vo diciendo esrab aceptada 1 renuncia del General Herrera, y lo llam b á Honda previniéndole llevara armamento y municione . para el Ejército del ur. El cneral I~Icrrera pidi.ó a.l General en Jefe lo dej e n el E tado i\layor para combattr tn mando al­guno; pero Mo quera, en virtud de las tribuciones que le había delegado el obierno, volvió á no~~~arlo 2. 0 Jefe del Ejcrcit_? y C 1nandante General de la 3 ·" D1vt ton, de 1 cual e separo el Batallón García RtJVira (.Comand nte U rós), que pa ó á la 1 . ~'\ de la que e encargo el General (7onz.álcz, quien en e o día h - bí rcgre ado de cumplir _u ?mi ión en la . Provin ,i de P; m­piona y Santander. Adema > dto Mosquer dtvtr a ordene a la' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 92 BOLETÍN MILI'l'AR DE COLO IBIA. fuerzas que guarnecían la Co ta, en e pccial sobre reglamentaci "n de gasto milit re , á F.n de que no fu ra á faltar dinero para ra­cionf" s . Por ent nces nombró el General en Jefe yudante Secreta-rio al omand nte Ricardo Vancga, enador, quien convino en en ac ptar e e pue topara combatir contra la dictadura, de,pué de haber rehu ado er ecretari de E tado. cupába e M sq~era en su preparativos de m'.rcha, cuando, el mi mo 14, llegó un co­mi ionado del eneral en Jefe del jercito del Sur, dando cuenta de l operaeione ' por el ejecutada , á fin de que ninguno de los do Ejercito cp rara del plan acor ado en Honda. El Gene­ral en Jefe del Ejcrcit del orte e ntc tó diciendo que el 25 del mtsmo mes e · taría frente al enemigo. 1 mi mo comí ionad entre­gó pliegos avi ando la operaciones de la guerrilla de Gua ca y del triunfo del Coronel Ardila sobre los rebeldes en el Di trito de oacha. Para cumplir la citada prome a era preci o activar la conse­cución de medio .. para movilizar el Ejército: la principal dificul­tad e taba en qu ningún arriero quería ir al enfermizo puerto de ogamo o y falt ban mula para tran portar el parque de Girón á Sogamoso: apena e contaba con 8o cuando eran nece aria 300. A Cáchira sólo e pudieron remitir 70 par movilizar el parquede Ocaña . Lo fondo del Ejército '" e habían agotado, y fue preciso enviar á pedir . 1 o,ooo á la Aduana de Cúcut , y ordenar al Go­bernador de ot llevara á efecto la recaudación del empré tito for­zoso decretado por 1 jecuti vo. Un emi ario dd enemigo, que pa aba por venezolano, se pr~­sent., en eso día á Mo~ quera manife tándole que alguno ubal­ternos del Jefe rebdde Gutiérrez, e le pre entarían i e cor ven­cían de que realmente el e taba al frente el jercito legitimi ta: Mo. quera permití " dich emi ario continuar u viaje, y e cribió per onalmente á lo dichos Oficiales, llamándolos al camino del deber. El Gobernador de Tunja participó que podía ser atacad por una fuerza de 1 abana que e aproximaba á esa plaza, y 1 mismo tiempo remiti6 unos oficio ínter cptados á Gir ·n en 1 cual e e te Jefe partici pab á M el su pcraciones, y le pedía ar­ma y pertrecho . De e as comunicacione re ultaba que ha t el 1. de tubre n d bía de Bogota y ni aun tenía notici deJ triunfo de átivanorte y ocupación de unj , ponía en dud la llega d de iVIo quera á ucaramanga, , uponia que á u frente n e t a ba in el en ral Herrer e n una fuerzl in di ciplin., que · p · r .tb batir en brev pltt7 . 1o qu ~ra n mbro ent nce C mandante de arm de Tunja al C mand nte R ye~, y le en-io treinta rifl de .ei tiros para armar un E cuadron de cívic , e mpue t de jovenes entu ia ta que debían servir in sujeción al fuero de guerra. mbi n di puso que 1 General Dur,'n funcio­nar como Jefe del Departamento militar del Norte y marchara Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E TO- UE R DE 1!854 93 -á Sur t: á recoger ~os elementos de guerra di perso en el camino por fuga de los ~rncros .. n ncio de lo bagaje , porque, aun c~ando ur.lO h b1tantc yud ban al General en Jefe, otro le po­ntan tropt ·¿os de cuanto Inodo pueden imaginar c . tocaba en la de e pt:raci " n el de e que tenían de av n¿ar lo emigrados de las Provinci del Norte que e tab n en el Cu rtel general, al sabtr los • cesos que en ella cometían Af: n dor y Ramón Ardila, como a gen te d 1 Gobicr no pro\ i orio. 1• ij d la fecha del 25 para abrir operacione , formuló Mas­quera el re pe ·tiv plan, que comunicó - los Comandante Genera­le , en vist de lo~ pi no de esa región, levantado por u Jefe de Est yo 1ayor, rond Codazzi, poco antes de e tallar la guerra, y que, pedido .- Bogotá, llegaron á B ucar manga el 1 q, y des pues de oír el dictamen de lo Jefe uperiore del Ejer ito. El río Chicamocha ( u be), ere ido por la Jluvia , no se podí vadear conforme ló hab1a hecho el mi ·mo M squera junto con el General Herr .. n en Enero de 1841, y era pre j o pa arlo por me­dio del puente portátil ó por ca huyas (tarabita ), operaci -n que no er difícil protegida por tre pieza d rtillcn que para entonces a funcion han en el .. jércit , pero en eguida er pre iso vencer la fuertci p icione de ~ 1 car.egua, Corre idor y Ar:atoca, dcfcn­did ca i naturaltnt!nte por enorme paredone de roca con desfi ­la ero qu ólo permiten el pa de una carg . D~ de a:l l\tliguel ha ta la contlucnd~ del Chicamocha con el 'uárez tt;nÍa el ene­migo varios de taca cnt,>~ que poJía reforzar on las re erv s es­tablccid en Ar toca, B ri har y n il, en d tcrmin de vein ­ticu truh r~. o cr ,pue, el p.so d 1 rí la mayor dificultadque se tenía 1 frente, sino vencl!r l exprc ad s po iciones en d nde la artill rí no po l. obr, r on ventaja por falt de muni ione¡¡ pro­piada , puc el terreno es una fortalez natural. ])eterminG Mo quera di traer al cnemig hacia ube y Ara­toca y p arel ejér it por rdis\..0, 10 legua tnl arrih 'e!' decir, 6obre el fl neo dere ho de utiérrcz, por e n idt:rarlo el m s de­bil ( 1 ) . C m tal ohjet el J ef;· de E tad iVlayor con d B tallón n ú- 01er l. 0 , el puent dividid en 1 1 rgas r · i bi ó ordt;n de seguir por la vía de San An Iré , en t nt q e el cner~ 1 iendoz con el 11 -; •• r 6 vanz ha h(l. ta Cepitá. Cod zzi tenía orden de dejar al scgund dí de r arch d camino que llev ba, p ar 1 río u ca por 1 puente real, am ncccr con el onvoy frente Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 94: BOLETÍ.~::r MILITAR DE OLO .tUA Feli co, pasar el Chicamocha in demora, atrincherarse en alguna posición ventajosa sobre el camino de Mogotes, llamar al mis1no punto al Batallón número 6 .0 y dar av1so inmediato al General en Jefe para que éste moviera en esa dirección el resto del ejército, mientra que el Comandante Dí'az, que e taba en Los Santos con el Batallón f/élez, llamaba la atención del enemigo, fingiendo un ataque sobre Sube. Codazzi tenía orden de defender la posición que ocupara mientras pasaba el ejército q•Je quedaba entonces en libertad de mover e in peligro obre an Gil ó sobre el Socorro. En el momento en que Mosquera daba e tas órdene al Jefe de Estado Mayor general, en la madrugada del 23, recibtó una carta de San Gil en que se le comunicaba que podía tenninar la campaña sin efusión de angre, i concedía al autor de ella una en­trevista en alazar, punto en las orillas del Sub~. Este paso era dado como con ecuencia de las cartas que, según ya se dijo, escri­bió Mosquera á vario subalterno de la fuerza de Gutierrez. Sus­pendió entonce Mosq uera el movimiento acordado, que ya princi­piaba á ejecutar e, y dispu o que el Coronel Codazzi pasara á verse con Martínez y le ofreciera un indulto y Ll conservación de los grado que él y sus compañero tenían el I 7 de Abril, previnién­dole además, hiciera un reconocimiento de los diversos pa os del río y obrara, egún lo exigieran las circunstancias, con el Batallón V élez . Púsose tn marcha Codazzi el 23, y al llegar á la Aguada, sobre el alto de la Mesa de J eridas, encontró el parte que enviaba el Comandtinte Díaz diciendo que el enemigo había abandonado el paso de Sube la noche del 22, y 1 iba á ocuparlo con una peque­ña fuerza á fin de re tablecer la tarabita; Codazzi mandó enton­ces un parte á ... d.artínez citándolo para el pueblo de Los Santos, y siguió su marcha con ánimo de apoderar e del pa o de ube. Al recibir la noticia, Mosquera ordenó á Codazzi e apode­rara del citado pa o y se estableciera al otro lado del río, diciendo­le que st=ría protegido inmediatamente por el resto del Ejercito. Ya había hecho e to el Jefe de Estado Mayor General, cuando re­cibió la orden del General en Jefe, y de pues de una entreví ta con Martínez, que á nada conJujo, hizo que en la noche del mismo 23, el Comandante Dí z con 75 hombJ ·es ocupara una altura que domina con ventaja la mesa del Corregidor, la cu 1 fue atrinche­rada bajo la dirección personal del Coronel Codazzi. ·ran lueo-o como el ener 1 en J~re tuvo avi o de Jo resuelto por el Jefe de E tad Mayor General, hi-z.o que marchara e) Ge­neral Herrera con las dos primeras brigad. d la Di vi ·ione· x.• 1 2:, las que debJan con tituír la vanguardia, y ordenó contramar­cha al Coronel Gutiérrez, que habta seguido con u B tallón par Aguaclara, recogiendo ante una e mp rifa que de ese cuerpo avan­zara obre Zepitá. El 24 tnarchó el Gen~ral Herrera, y el 25 iguió el movi­miento el General Mosquera con el re to del Ejercito que forma- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PL ERR DE 1 54 ha la retaguardi regid por el cneral Gonzt lez. En seguida .se adelantó 1 General en ] efe es coltado por el escuadrón de Drago­ne , compue to de di ti nguido ballero al·m ndo del obernador del Socorro, y durmió en o anto . se mi ·m cha pa o el Ge­neral Her-rcr el u be con parte de la vangu?. r ia, y el 26 lo hiz el re to p r el puente de uerda )' por t rabit s. Mo quera siguió á poner e 1 frent de l v nguardia, orden ndo al General Gonz '­lez siguier 'U:> movimiento con l ret guardia. El enemigo no ol l\abí b nd nado el pil.SO del ube, sino que había r tirado todo u de tacamento nzado , á con e­cuenci de h ber recibido parte de que una e lumna de 300 hom­bre h bí p. ad 1 og m so por la cabuy de hocoa. Esta no-ticia, f: 1 a, pr ,•ino de la m rcha de 25 h mbre que por e r mand r n te 1 1o quera á proteger ' lo vecino de Zapatoca, á quiene per eguía y saque ha un partida de rcb ldc envi d por Ramón Ardila. Lo ofici le rebelde que ocup han á Barichara y Aratoca, creyéndo e cort d al recibir la f: 1 a n ticia, ejecutaron e e desacertado movimiento, que e itó á Mo quer la larga opera­ción pr ye tada, pue lo punto que abandonaron no los h bría pudid t r in gr ve perdida , que no debí n afrontar e una vez que era po ible fl nque r l, línea enemig dej ndo cubiert la b se de oper ci nes con el t llón f/tlt:z, entajosamente situ do en Lo anto . Cu nd lo meli ta upieron lo que en re lidad había uceoi­do en Z · p toca, re olvieron que 200 hombre que tentan en an Gil volvicr n ' ocupar 1 po i ione ab ndon da , pero en el alto de Curití e encontraron con .. 1 rtlnez, quien le informó que la vanguardia de 'lo quer e tab en Corregidor, y habí vi"to b jar fuerte colurnnas por el e min de Lo S nc , las que á la azon ya estarí n próxima· ;i reunirse con l vanguardi. El Jefe meli­ta ron rcgr~ ó · · n Gil de pue de practicar un re onoci­miento obre l tropa d 1 Com ndante Dí z de de 1 fe a de M - caregu , y en n Gil ene ntró órdenc dd ener 1 rebeld J u n deJe ú Gutiérrez par que dcfendier 1 iudad "' todo tr n e, y a,¡ o de que él se diri 0 Í á poy rl on to u fucrz . El 27 di pu o Mo quer que h vangu. rdia (do brig d ), lle-van , lo uerpo distanci de operacionc y protegida por un des uv;crt de dragone , rn r h ra a cupar n il: en el ca- Inin la tropa no encontró un ol ér viviente, tal ra 1 que • lo habit ntc habían in pir d 1 rebddc·. Cerca de se pre cntaron Jo · mo7.0' e n el a\•i de que la ciudad ~ t b 1 , pues lo cnern i g e h bí· n replegado á Pi nch te, en d ndc, seo-ún decirc , tcní. n reunid, t d u fuerz . El misn1o dí ocupó Mo quera á n Gil, , allí up que (!utierrcz h. bía e ncram, r­chado 1 ocorro, dond pen ·\.be re istir l frente d 1519, onfor­me se deducía de unos pli go in ter cpta os 1 bern. dor intnro. El 28 e reunió la n: erv ( :s nz:lez), y de pue de darle un hora de desean o, movió Mosquera todo el ejército sobre el oc - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6 BOLETi MILIT R DE COLOMBIA.. rro, pero no pudo pasar de Pinchote, donde se acantonó para que la tropa e guarecie e bajo techado de una fuerte lluvia con que ame­nazaba el tiempo: Jo soldados marchaban sin cobijas, in alpargatas y mal ve tidos, porque e] General en Jef~, para precipitar la opera­done , según ~o convenido con el Gobierno, no pudo esperar el vestuario despachado ya del puerto de Rai ero (Sogamo o). M. os­quera, al moverse, tuvo que limitarse á dejar orden de que todos los elementos de guerra que llegaran siguieran sin demora á alcan­zar el ejército. También repitió el mandato de activar el envío del parque y armamento para la 4.• División ( undama). La noche del 28 la pa ó bien el ejército, porque se guareció de la Jluvia y recibió una ración de carne proporcionada por el Go­bernador PradiJia. En Pinchote se presentó á Mo quera un Ofi­cial de los rebeldes, e l cual afirmó que el enemigo se preparaba á resistir en el Socorro. El 29, temprano, p0r divisione, empr<>ndió marcha el ejér­cito, llevando Ja vanguardia la 3: División, con la cual debía mar­char la artillerí y Jos zapadores, por el camino de la cuchilla de Oiba, para atacar al Socorro por la parte alta e impedir que el ene­migo pudiera retirarse por dicha vía y quedara obli~ado á seguir hacia Guadalupe y V élez, por donde Jo ríos no tem-an puentes. La lluvia de la ví pera había hinchado las t¡ul!bradas, y una de ella detuvo á hl no-uardi A algún tiempo. Al marchar de an Gil el 28, ordenó, además, Mosquera, que todo dejasen allí sus equipaje para aligerar la impedimenta, y des­tinó Jos mejores bagaje al transporte de la artillería y el parque. El puente de cuerda quedó igualmente en e a plaza, y solo e mo­vieron los zapadores con los útile para minar los edificios en que pudiera fortificarse el enerT'igo en eJ ocorro. Al llegar M. squ<"ra al alto de Buenavista descubrió al frente una partid enemiga de observación, itu da en un altura, por lo que, ternero o de que el enemigo e moviera, apresuró la marcha. Al coronar el alto del Chocho supo que por alJí había pasado una co­lumna rebeJJe, por lo cual di pu ~ o el General en Jefe que una par­tida de dragone , apoyad por un de taca mento del B tallon V elez, practicara un reconocimiento. Poco momentos despues fue apre­hendid el cabecilla Mora, titulado Jefe de Charalá, quien dio avi- 30 de que la tropa de Gutiérrez había tomado la vía del Valle con direccic>n á Tumdama ó an il por Mogotes; y Mosquera, sin esperar la re erva (r." Di\fi ión), forzó el pa o de la vanguardia, disponiendo que el Comandante Muti con el e cuadrón de Dra­gones y una Compañía del V lcz, e adelantara á impedir que el enemigo de truycra el puente del río Charalá y envió las órdenes del caso al General nLález (re erva) y á San Gil para que en esta población e tuvier n advertido dd movimiento que Gurierrez podía intentar para apoderar e deJ Sube y de lo parque de reser­va, creyendo tal vez que por el Sog moso podía ponerse en comu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 110

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