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Semanario de la Provincia de Cartagena - Semestre 1 N.

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  • Año de publicación 05/02/1843
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Semanario de la Provincia de Cartagena - Semestre 1 N.", -:-, 1843. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3684307/), el día 2025-08-06.

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Por: | Fecha: 26/02/1843

¡ CARTAJENA, DOMINGO 26 DE FEBRERO DE 1843. ¡ =================================================== TRIMESTRE 3. 0 Sie admiten las suscrlclones 1 se venden Jos numeros suelto8 en la tesorerla de reutan provincIales. 12 reales anticipadoa. La insercion de avisos &c. Sle ajustara con el impresor. NUMERO 33. Yale un 1·eal. lSUEVA PARROQUI& ECLESIÁSTICA. Gobernacio,l. de la provincia.-Cartajena ca 31 de Dicie1nbre de 1842. Examinada la solicitud documentada que hacen los vecinos de Palmito en la jurisdic­cion del cantan de Loriea, para que se erija aquel distrito en parroquia eclesiástica, i el presente informe que sobre eUa ha dado el Reverendo Obispo de la diócesis; resnlta- 1. o Que en Palmito existe una regular igle­sia que cuenta con los paramentos necesarIOS para el culto, teniendo ademas cementerio, ca­sa curato i fábrica: 2. o Que el vecindario ha sostenido por muchos años url sacerdote en~argado de la administracion espiritual con independencia del pArroco de 'rolú viejo, a quien ésta ha sido encomendada: 1 3. o que el párroco que haya de ser des­tinado 1\ servirlo en propiedad cuenta con una regular subsistencia, con las obenciones i pri­micias i con 400 pesos que han sido apl ica­dos a la jgl~sia de Palmito de las limosnas destinadas por el cura que fue? de Corozal D. luan Antonio AvaUe para que fuesén celebra­das en la iglesia de Corozal. Por tales razones i de acuerdo eon el in­forme de la autoridad eclesiástica, usando de la atribrcion 4~ del artículo 7. o de leí 28 de Julio del año de 1824, sobre derecho de patromito, la Gobernacion ha venido en crijir i en efecto erije en parroquia eclesiástica el distrito de Palmito, cuyos límites para la ad­ministracion espiritual serán los mismos que tiene señalados la civil. Dese cuenta al Poder Ejecutivo con remí­sion del espediente para los efectos consiguien­tes.- Torices.-Calvo, secretario. APROBÁCION DEL pon ER EJECUTl VO. Núm. 5.-República de lú Nuetra Granada. -Secretaría del Interior i .Nelaciones esterio­i'es.- Seccion '3~-Bogotá 3 de Febrero de 1843. -Al Sr. Gobernador de la provincia de Car_ ~ajena. Puse al despacho de S. E. el Presidente de la República la nota de V. S. de 2 del mes próximo pasado, número 3, i el espediente que a elJa acompaña, relativo a la ereccion del dis­trito de Palmito en parroquia eclesiástica: en su vista dictó S. ..~. con fecha 31 del mismo mes la siguiente resolncion. "Siendo arreglada a la lei de 28 de Julio de 1824 la resolucion de la Uobernacion de Cartujena de que da cuenta en esta nota, el'Í­jiendo en parroquia eclesiástica el distrito de Palmito; i re~ultando del espediente del caso que dicho distrito posee los medios i recursos necesarios pnra existir como parroquia eclesiás­tica, el Poder Ejecutivo de acuerdo con lo que dispone el artículo 7. o, número 4. o de la' citnda 1el, aprueba la resolucion espresada, que en consecuencia se llevará a efecto. " " 1 lo comunico a V. S. de ól'den de :S, E. para los efectos consiguientes, i como resulta­do de su citada nota, a que contesto. Dios ¡ual'de a V, S. Mariano Oapi1tfl. AVISO. A virtud de un informe elevado al Poder Ejecutivo por la Gobernacion de esta provin­cia, S, B. ha prorogado hasta el 31 de Agos­to de este año el término concedido por el visitador de rentas Sr. jeneraL Mosquera hasta el 14 de Mayo del año pasado para el cam­bio i renovacion de los documentos espedidos por la tesorería de hacienda de la misma pro­vincia, por anticipacion de los derechos de aduana. Se avisa al público con el objeto de que los que obtengan esta clase de docu­mentos por no haber ocurrido a renovarlos, lo verifiquen "dentro del nuevo término que se prefija, a fin de no perjudicar la contabili­dad de las oficinas respp.ctivas con la demo­ra. Cartajena 23 de }<~ebrero de 1843. De órden del Sr. Gobernador.-El oficial!. o encargado de la secretaría, Joaquin Llach. MOVIMIENTO MERCA:r.."'TIL en Diciembre de 1842. PUERTO DE CARTAJENA. ./ lMPORTACION. Inglaterra-Liverpool . . . Estados Unido$-Nueva York. ESPORTACION. Arros, 175 libras. . Ajon{' olí, 100 libras. Caba las, 22 . . . Cacao, 6.950 libras. Café, 375 libras. . Casabe, 10 tercios . Cocos, 900 J • • Cueros de res, 612 . Do'bIones, pesos. . Esteras, 10 docenas • .. • Frijol, L500 libras. Fuertes, pesos . • . • • Maiz, 750 fanegas • . . • Manteca de cerdo, 15 daros. Mora, 3 toneladas . . . . Tablas de ceiba, 18. .. ~ 34.715 7 324 1.683 6 $ 36.399 5 3]4 2 5 2 O 880 O 1.042 4 26 2 10 O 11 2 1~224 O 48.458 O 40 O 30 O 414 O 500 O 90 O 30 O 27 O $ 52.787 5 PUERTO DE SABANILLA. Esportacion. Algodon, 83.433 libras. Ahnidon, 2.050 libras . Arras, 4.050 libras. Azúcar, 513 libras. Caballos, 11 • Café, 30.375 libr(!s. Dinero, pesos. • • Esteras, 192. • • Frijol, 5.268 libras. • • • Guayacan, 5 112 toneladas Hueso viejo, 60 quintales. Maiz 871 fanegas . 5;840 2 112 61 4 162 O 41 O 1¡4 275 O 4,860 O 1,275 O 144 O 210 5 122 440 45 O 1,742 O o, 1 122 fanegas . . . eral de plata, 1.020 arrobo lVlora, 950 toneladas . _ Tabaco de 3a., 850 arrobas. Yeguas) 20. 44 8,160 O 9,500 O 10,200 O 400 O $ 42,965 7 PROVINCIA DE SANTA MARTA. La Cd11f4ra provincial de Santo, MarttJ, cONs1 DERÁNDO : 1. o Que uno de los medios mas eficaces para fomentar el comercio i estimular al es­píritu de empresas, es el establecimiento de ferias en los lugares mas cómodos i llamados por su situacion jeográfica al fácil acceso d los traficantes ~e los puertos remotos a aquel a donde han de ir a vender o cambiar su. efectos i frutos. 2. 6 Que el eomercio de está ciudad i 8\1 provincia as! de efectos estranjeros como de, frutos del pais, se ha hecho de algunos afios n esta parte tan de una sin igual considera­cion, que merece por lo mismo fijar un perio­do i un lugar de conveniencia pública para facilitar las ventas i ttueques que unaa i otro desean. 3. o Que declarado como estfl, puerto de depósito el de esta ciudad, es tan útil a la. provinciá en particular i a la nacion en je­neral el establecimiento de fel'ias, que e1las serán un motivo favorable para que se saquen del depósito i se ofrezcan al consumo muchos efectos que úe otra manera podrian mui bien permanecer en 'él, o a lo menos reesporta:dos para el estranjero mediante a no haber con­currencia para su venta o cambio. 4. o Que la parroquia del Cerro, jurisdic­cion del canton de Tenerife en esta provin­cia, es tan cómoda i adecuada por su hermo~ sa posicion que presta todas la.s comodidades i seguridad conveniente al efecto. En uso, pues~ de la. 13~ da las atribuciones que le concede el artículo 124 de la lei 19 de Ma­yo de 1834., orgánica de.l rt1jimen administra­tivo de las provincius, cantone:} i distritos pat­roquiales, DECRETA: Art. 1. o ~stablécese en el distrito parro­quial del Cerro, jurisdiccion del tercer cantan de Tenerife. en esta provincia, una fpria anuaL que tendrá lugar en IdS dias 13, 14 i 15 da Junio de cada año. A rt. 2. o Dicha feria comenzará a tener efec­to desde el año próximo de 1843; pero se re­comienda a la Gobernacion que tres meses an ' tes del periodo en que debe verificarse, dé avisos a ' los pueblos del Mágdalena en esta provincia, i en las de Cartajena i Mompos, a fin de lograr la mayor concurrencia a la ci­tada feria. Dado en la sala ele las sesiones de la Oi­mara provincial de Santa Marta a l. o de Oc­tubre de 1842.-EI presidente, Ioa ,uí,¡ de Mier.-EI secretario, Miguel A. de 2}uñiga. Gobernacion de la. p~ovíncia.-Santa Marta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,3 de Octubre de 1842.-Ejeco.tese i publíque~ se.-J. Posada Gutierrez.-( Hai un sello). -El secretario, Francisco Robles. ~s copia.-Robles. • PODER JUDICIAL. Ninguno de los grandes poderes en que es· tá dlvidida para su ejercicio la soberanía na­cional, exije una orgauizacion mas regul . zada que el tremendo poder judicial, gado de fallar sobre el honor, la vida i intoreses del ciudadano, Vanos e inútiles se­rian los trabajos mas bien meditados del 1e­jislador, nugatonos e ineficaces los esfuerzos i la accion del Ejecutivo duiJida a la cUllIpli­da ejec11cion de las disposiciones lejislativas, si el poder judicial no tiene la organizacion conveniente para qne hallándose al alcance de todos puedan aquellas ser efectivas en la prác­tica en Jos casos dudosos que ocurran, i no se vean como disposiciones meramente escri­tas. Partidarios celosos de Jas garantías indi­viduales i de cuauto pueda afianzar los dere­chos del ciudadano, desde luego creemos que la ínstitucion de los jurados sería la mas ade~ euada para conseguir aquel, fin, ,si tuvi~semos ilustracion bastantemente dIfundIda, la Jenera­Jidad de los ciudadanos suficientes comodida­des para la vida, i mns que todo, uI?- carácter independiente que cerra.se nuest~os ~ld08 a .las solicitaciones de la amIstad, al mfluJo del ID­" teres, al~disimulo i al la con~escend~ncia, .e~~­migos capitales de esa sevendad e ImpasIbIlI­dad tan necesarias en el que falla. sobre los derecho: ajenos, Reservando ~ara despues tra­tar este punto con mas estenslOn, en que pro­curaremos probar e~to mismo, es decir, lo ina­decuudo de nuestras actuales circunstancias para plantf'ar aquella. instltucion, que como todas las de su especIe, presupone un con- . junto de elementos ftLV~nabl~ que 1,10 es da­ble concurran cm Estados nacientes como el nuestro, contraeremos lluestras ()bse~vncío~es al sistema que tenemos en la actualldad, m­dicando uno de los medios que en nuestro • -concepto pudieran adoptarse para mejorarlo, i que sería fecundo en buenos resultados. Segun la última 'organizacion dada a los trib11l1ules superiores, cada ~inistro conoce in­dividualmente de los negoclOs que deben ver- 8e en Sf>grmda instancia, i de que antes cono­cia el tribu nat en saja de tres, de mallera que hoi la segunda instancia se surte C?U un so­] 0 ministro, sin que la concurrenC1a de aJ- I .Kuno de los dos restantes sea necesaria, sino en casos mui raros i particulares. Creemos, pues, que la justicia ganaria mucho en pron­titud, espedicion i exactitud si suprimiendo los distritos judiciales creados hoi por la consti­tucion i por la lei orgánica de este poder, se establece en cada provincia un juez de segnn- I da instancia, o si se quiere tribunal de justi­cia compnesto de un solo ministro q e debe­rá conocer en segunda instancia, conforme a la lei, de 1m; negocios civiles i criminales que ocurran en ella, de modo que todas i cada una de las provincias de que se compone la Re­pública tenga su majistrado superior de se­gunda in.stancia, i ninguna sufra Jos retardos consiguientes a tener lejos de sí aquel tribu­na. l, que. no po~ eso ofrece mas garantías de nClertb m de mnguna otra espeCIe. No alcanzamos a comprender, en efecto, la Tazon por que la divislon territorial que de­manda el buen ejtrcicio del poder judicial, no se acomoda a la que tenemos adoptada para la administracion política de la Repúbli .. ca, cuando el motivo para esa di'vision terri­torial es mas poderoso respecto de aquel que como mas necesario a toda QiernQ, En el ~ÚJJl_ero ~9 .se pro.pU¡;P un itrio pl:\ra qqe ~st~ g,asto sea .wenQi costoso a] erario, i ~Hí tambien ,~e 'in­dicó .que ',.QO ~€.rmitjendo la escasez f;le nuestr.os reCUf&OS que se trate de~staCl J>looer a 14\ ,ve~ la ~nseñanza de tod.os Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - .! ! los ramo~ 911e nos importa saber, hai necesid~º de proceder en este negocio gradualmente, ~cgun llucstras facultades, i segun el órden de preferencia que de­be darse a las materias con arreglo a nuestras circunstancias peculiares. MONEDA DE COBRE. En 1821 decretó el Congreso de Co~ lombia la emision de una moneda de ' cobre propia para facilitar los cambios pequeños i ventas menores; se tocaron ulgunos inconvenientes para su ejecu­don, i en 1823 el Inismo cuerpo lejis­lativo reiteró la disposicion, allanando aqt.ellas dificultades, sin que por esto se obtuviese mejor resultado. Posterior­mente en el Congreso de la Nueva Gra­nada se trató de la lDislna Hlateria; pe­ro la cosa quedó en embrioIl, como su­cede entre nosotros aun con los mas úti­les proyectos. DesearianlOs que el Congreso del pre­:; ente año lOTIlaSe de nuevo en conside­racion esta idea, i la realiza~e si como pensamos ella puede influir favorable­mente en la condicion 1ie nuestros con­ciudadanos. La escasez de numerario es, en nuestro concepto, una de las princi­pales cau~as del desaliento i postracion del e~ píritn industrial en nuestro pais. Por otra parte son palpables las dificnl­tades con que se tropieza por la falta de moneda menuda, pues los medios rea­les i cuartillos, que son las de cuño na­cional de lnenor valor, son tan raros en­tre nosotros por lo menos, e inspiran tan p0ca confianza por haber muchos falsificados, que casi puede decirse que no existen. Juzgamos pues que la emision de una moneda de cobre que representase la centésima parte de un peso fuerte, sería !umamente (¡ti}, no solo bnjo el aspec­to indicado, sino por la mayor facilidad que eHa proporcionaría para la recau­dacion j contabjlidad en nuestras ofici­nas de ren taso Ll Congreso dispon­dria todo lo necesario para hacer fructuosa la medida i quitar todo estí­mulo a la falsificacion. Venezuela, ade­lantándose a nosotros, como lo ha hecho tambien en otros respectos, ha adoptado ya una medida igual a la. que propo­nemos. COMUNICADO. 88. editores del Se1TUtnario. Sírvanse VV. insertar en las ~oIumnas de ~u periódico el artículo siguiente, cuyo favor reconocerá el que suscribe. "El desgraciado acontecimiento que tuvo lu .. gar el 14 de~ corriente malográndose dos ar­tIlleros al ejecutar una salva, ha sido atri­buido por los Sres. editores del Semanario a falta d_e ins!ruc~ion i práctica en el manejo del canon, 1 aSJ lo han espresado al público en su númer.o a~te~ior. yo como jefe del ba- ,tallon de artIllen a 1 a qUIen mas directamen­te se ha atacado con semejante inculpacion, me ~ncuentro en ~l deber de contestar: que e~ .tIempo del goblerno español, en 4 i 8 de DICiembre de 1817, en la bateria de Santo Domingo murieron dos artillerüs, habiendo ar rebata~o el taco de la pieza a uno de ellos a l~s on~las del mar. Los españoles han mere­CIdo ,SIempre gran concepto de buenos artille­r? s, 1 era ~ntl'e ellos que con mas frecuen­c~ a aconteclan estas desgracias. En 15 de Di­Clembre de 1834 el sarjento l. o Antonio Bar­cera fué víctima de ~n caso igual en Santa Marta desempeñando el puesto de primer ar~ tiUero de la derecha, i 'este individuo tenía toda la instrucclOn i práctica de artillería. En los siete meses de sitio que sufrió esta plaza en 1841, i no eran jóvenes delicados, sin instruccion ni práctica, jóvenes cuyo pa­triotiSlílO los °arrebató del seno de su familia alistándose en la columna de la Union, los que servían las piezas en la mayor parte de los baluartes 1 i hubo entonces algunas des- I gracias ? No: luego es evidente que la cau- ' sa de estos acontecimientos no depende del , manejo del cañon, sino de otras que los edi­tores del Semanario no conocen i que pueden, ver consultando algunos autores qe artillería. ¡ Réstame ahora satisfacer, sin embargo, la observacion de "i por qué no se ejercita la tropa en el manejo del cañon?" Es necesa­rio, Sres. editores, que VV. sepan: 1. o que para los casos en que haya de contestarse el saludo que se haga a la 'plaza, cuenta el cuer­po con una dotacion suficiente de artilleros que conocen su deber i nunca se han desti­nado otros, único cargo que pudiera hacérse­mé; 2. o que el resto de la tropa se compo- ~ ne de reclutas; i 3. o que al recluta se le en­s~ li~ a ser infante antes que artillero. Dia­namente a mañana i tarde se instruye al solda- ' do en el arma de infantería. Los ejercicios son :públicos i VV., Sres. editóres, pueden pre­senCIarlos para calmar su infatigable celo." -Cartajena 21 de Febrero de 1843. El comandante de artillería, JOSE CARAZO. ' rr.:r Los editores del Semanario, que no son a:tit~eros, pero que fueron de los jóvenes que, sm lllstruccÍon ni práctica hicieron el servicio , de los baluartes durante el asedio de esta pla- . za, saben mui bien que la pericia no en todo I caso puede l-ib'}"ar de una desgracia casual, aun­que sí juzgan que siempre es una garfJntia: por lo mismo 710 se at'revie,ton a atribuir a im­pericia el acontecimiento de que se trata, como equivocadamente $e aseg'l.lra en el precedente ar­tícúlo, sino que llana i sencillamente lo anun­ciaron, no habiendo indicado sino en artículo se­pa'rado (pues ha de sabe?' el Sr.' comandante de .JUtille:rÍJ!.. ~1IL omo tal se considerq cAAfJ tmIO de los acápites' de un omnium O variedades) la conveniencia de q'l¿e se ejercitase a la t'ropa en el manejo del ca710n. Esta indicacion, aun cuando tal des gracia no hubiera sucedido, la I habrían hecho, 1. o porque por lo mismo que los ' actuales artilleros son reclutas, es necesario en- , señarlos, i 2. o porque 710 tenian absolutarrhen­te noticia de los tales ejercicios públicos, a ma­ñana i tarde, sin embargo de que antes de es­cribir procu/raron informarse. Por lo demas, los edito/res del Semanario a­plauden la pundonorosa susceptibilidad del Sr. comandante: esto es mas lwn'J"oso que el hacer­se orejas de mercader como acosturrWran algu­nos otrol. -~~--- LITERA TURA. HENRIQUE 1 ELISA. l. Un VleJo s~ldado, compañero de Bolivar, tan cubierto de laureles como de hondas ci""" catrices, logró al fin con sus ahorros la pro­piedad de una cómoda casita donde poder en. tregarse con sosiego a los recuerdos de su gloriosa vida.-¿ 1 qué es la vida de los vie­jos, sino el recuerdo de sus 'uveniles años? Cuando el frio de la madura edad hiela el co­razon de un sexajenario, ese benéfico recuer­do, entusiasmando su espíritu, lo remonta al tiempo que fué, i por un encantamiento de transportacion el pobre viejo se alegra, entra en calor, rejuvenece, i goza en halagueña pers­pectiva el conjunto seductor de sUs amores, de sus victorias i de su dicha. Las mismas pénas que acibararon tal vez el c~rlSo de sus placeres, son en la edad de los recuerdos un bien positivo, porque al .fin pasarfJn i es dul. ce la memoria del mal que -ya c~só. Roberto se llamaba el viejo de que he h .. blado, el mismo que ~asaba -los di as qU1! le quedaban de ~xistenci~ ~ntregado al grato pen­samiento de los gloriosos }lechos que 10 ele­varon al rango de Mayor por una escala rigo­rosa i qUfl no habria terminado ahí, si un -ba­lazo que l~ rompió una pierna no loaubiera reducido a la pension de inválido. Pero no siempre ei r~ido de las batallas ni las proezps del gran Bolívar ocupaban la ima. jinacion de Rob,erto. Dos niñas a.mables co­mo un ánjel, al paso que embelesaban su 'Vi. vir, hacían asomar · a sus ojos el llant~ con. frecuencia: eran el retrato de Amelia, idola­tráda esposa con qui~n habia partido él hónor de sus combates, i que vió espirar en sus bra­zos encargándole con interes materno el cui. -dado de las prendas de su alma, de su Fani i de su ~lisa! Ah! Roberto no desmintió, fa confianza con que bajó al sepulcro su qtleri. da Amelia. Soldado siempre, pero padre tier. no i cuidadoso, jamas desatendía la educaciotl de 'los ánjeles que hacían encantador su ea. tado de aislamiento. Solo un jóven en toda la ciudad, Henrique, hijo de un compañe.ro de armas de Roberto, contaba la fortuna de tratar a todas hora. a las interesantes hijas del Mayor. Su frente era emblema del valor, 'i aunque su presencia no era bella, lucía en toda su figura ~ierta gracia irresistible que le gra~jeaba el afecto de cuantos le con ocian. Desde niño habla abrazado la carrera militar, i a los ~1 añol ya era capitan. Dotado ademas de inestima. bIes virtudes, Henriqúe no encontró inconve. niente, o por mejor decir, solo hizo antici~ parse a los deseos de Roberto cuando le 'pi- 4ió la .ma'lG de la hechicera Elisa. Ha.eia tiempo qtle 1 va re obse :ha gu' toso la mutua afielan de sus hijos, pue~ como a tal quería a Henrique, i el proyecto de ~asa.rlo, era, aunque 'en secreto, su pensamiento favo­rito. ¡ Oh jóven! ¡ cómo trocarí~ toda la fe. licidad que pueda gozar en ~ste mundb, por el momento almibarado en que oiste de boca del. respetable anciano que prestaba ~u con­sentimiento para el matrimonio! El estfemo del gGZO quitó la palabra al afortunado aman­te, i Elisa bajando sus lindísimos ojos azul~ que realzaban el. color anjélico de sus mejilla. pudorosas, demostró a pesar suyo que su tier­n. o pecho sentía los latidos de un corazon fe., Hz !-Oh! ¡ qué bellos son los encantos del pudor! sil¡ su duloé in6uencia la -m.ujer ua objeto comun, i la que se atreve a finjirlo so­lo consigue hacerse del'preciable por el feo ridícúlo en que cae: algunos hombres se lo tolerarán; pero solo será mientras logran el fruto de su hipocrec1a.,. ¡ i cómo reiráll de.~ pues de la que pensó reirse de ellos ! ... Pero la familia de Roberto reclama mi aten­cion.- Llenos de inquietud nuestros jóvenes amantes, pasaban entretenidos, entre la espe­ranza i la impaciencia, dias a la verdad bien dignos de envidiarse. Ya el sol no era salu. dado de ellos: al ~ontrarÍ(), invocaban su au .. sencia para que precipitando su carrera les trajese veloz el sti~pirado dia que debia col.., marIas de felicidad. Este debía ser el dia ~ que nació 'el Libertador, justa cQnsideracio~. que el leal Rob~rto quiso tener a SU memQ­ria. Ademas, le habia ido siempr:e tan bien al lado del Héroe, que creía de !mena fé qtte casando e11 tal ~ia á sus hijos, ~o podian Ul~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Semanario de Cartajen~. DOS que ser dichosos. ti. El Cielo disponía las cosas de otro modo. Una. tarde de infausta recordacion para los dos amantes, el sol descendía a su ocaso con gusto de · ambos, que veian acercarse el dia de mañana, i con él el de su matrimonio, cuando un toque de "alarma" arrebató al sorprendido Henrique del lado de Elisa. Fué preciso separarse i volar al cuartel .... -¡ Oh ! ¡ quién pintára el dolor de Henrique al reci­bir la órden de partir !-¡ Partir !... abandonar a Elisa, i en la víspera de su ma~rimonio !.. .. Era preciso todo el honor de Henrique para resolverse a obedecer. Una faccion conspira­ba contra el gobierno; su batanon debía ba­tirIa, i la nota de cobarde le era por lo me­nos tan odiosa como su separacion. ¡ Pero no tener siquiera tiempo para preve­nir a Elisa, para decirle a Dios !...-I para qué? decía el , jóven angustiado: no podré partir si ]a veo de nuevo... ¡ Maldito honor í maldita carrera que así me arranca de los brazos de mi amiga ! .... Pero en vano era desesperarse. El movimien· to debia ser rápido; i Henrique, todo pálido i desencajadas las facciones, ordenalia su com­pañía procurando en vano reprimirse i domi. nar su dolor... Oh! llegó el momento! El batallon desfila por las puertas del cuarteL ... Pero ¡ cielos! el coronel tuerce la brida a su ca'Qallo, i el batallon entra por la calle misma ... oh! ya está en frente de la casa de Elisa!­Elisa! Henrique!... ¡ O Elisa!.. ¡ fatal curio­sidad! Tu amante marcha i no se ha despe­dido de tí!... ¡ Injusta! i no has visto su as­pecto moribundo 1.... Ai!· cayó! Roberto la "ostiene en sus temblorosos brazos, i Hend­que, el infeliz Henrique quiso decir" a Dios; " pero se heló su l~ngua, i solo pudo inclinar su espada, acompañando tan tétrico saludo con los gruesos borbotones de unas lágrimas de fuego que todo el orgullo militar no pudo con­tener. IU. Apareciste por fin, risueña aUrOf&! Un amo­roso laud debió cantar tu bienvenida .... pero la suerte ha destemplado el instrumento.-Ya no hai quien celebre tus encantos.... ¡ Cuan diferente debió ser tu aparicion! Ayer se te esperaba como el emblema de la dicha: hoi tu presencia, que debió ser encantadora, solo consigue destrozar el pecho de una amante a­llandonada.-¡ Pobre Elisa! tson esas las flo­res con que pensaste embalsamar el lecho de Himeneo 1 Ai! las ilusiones que te ha­cían feliz han desaparecido, i solo queda la triste realidad del lloro abrasa~or que inunda tus mejillas! El blanco túnico con que de­biste presentarte en el altar se ha convertido en negro, funerario, como tu corazon !-iQué será de Henrique 1 . . • ¡ Horrible incertidum­bre! Su batallon fué sorprendido en el pue­blo donde hizo alto, i ninguno de los disper­sos ha podido decir que 10 haya vi.to salvo. IV. Oh! ¡ qué de pesares en un año! Sí, un ~o habia pasado sin saberse de Henrique: la revolucion se hiZO temible, i parecía in evita ble la caida del gobierno. Roberto tuvo la firmeza de ser libre en medio de la anarquía, i antes quiso esponerse a los horrores de la miseria que mancharse con una traiciono Los facciosos · no podian dejar impune su lealtad. Despojado de su pension, umco recurso con que contaba para socorrer a su infeliz familia, arrojado de su casa por las inconsideradas exi­jencias de un inhumano censualista, el afliji­do padre estaba a punto de mancharse con la blasfemia del desesperado, cuando la Provi­dencia le deparó un consolador. Sí, una mu­jer oscura, pero de alma noble, que habia da­do su pecho a Fani, voló al socorro de esta desafortunada familia, a quien debía la poca fortuna que gozaba; í Roberto, a pesar de su delicadeza, se vió obligado a aceptar los ofre­cimientos de la fiel nodriza. ¡ Harto habia él vivido l. .. pero sus hijas L. ah! i cómo resol­verse a verlas perecer ?-Se trasladó a la al­dea de su virtuosa amiga, i el aire del cam­po i los cuidados incesantes que le prodigaba le hacían llevadero tan miserable estado. Solo Elisa, la sensible Elisa no daba tre­gua a su afliccion. Indiferente al oportuno auxilio que la Providencia les habia p~~por­cionado, de dta en dia se iba consumiendo co­mo la triste avecilla que en vano llama por los aires al par querido que la hacía feliz.­i Donde la alud que otro tiempo yenturoso relucía en toda ella? Ai! ya la mirada de sus ojos no es aquella mirada dulce, pero de­liciosa i penetrante. Caidos ahora, o alzados al Cielo con toda la espresion de la desdicha, rara vez se encuentran con los de otro mor­tal. Las rosas que coloreaban sus mejillas ya­cen marchitas por la mano del dolor, i aquel seno puro, fresquísimo i latiente parece que se ha helado con el frio de la ausencia.-Des­venturada Elisa! tu existencia es un milagro. v. Era una -mañana de Abril en que el Sol os­tentaba su belleza, campeándose orgulloso por un cielo despejado i sereno; cuando la buena nodriza, que con sus grandes antiparras hila­ba sentada a la puerta de su choza, vió acer­carse a galope tendido un bizarro oficial que llegó al momento, dió un salto del caballo, i la abrazó afectuoso preguntándole por Ro­berto. -¡ Ah, señor! replicó la vieja; el Mayor está allí !-i señaló con su descarnado dedo el cementerio de la po blacion. -Como! Roberto ha muerto! -No, señor; pero está allí. U n temblor insoportable conmovía todos los miembros del incógnito, i mal sosteniéndose sobre su espada, obedeció en silencio la se­ñal aterradora. La ansiedad le da fuerzas; su paso es veloz, pero inseguro: ll ega por fin i entra al cemcn\erio..... i Gran Dios! i qué ha visto el infeliz Henrique ? pues tal era el oficial... Roberto arrodillado debajo de un lau­rel que fácil dóblase sobre un sepulcro, in­terrumpe con sus sollozos la caida suave de las flores que la blanca mano de la tierna Fani derramaba convulsiva sobre la tumba de Elisa. -j Elisa! oh! ya tu amante leyó tu nombre que modesto como tu alma corona el triste si-mulacro •..•. . .... . . ... . ..... . A. T. T. VARIEDADES. Han aparecido varios pasquines en que con pre~esto de la pe!ll1ria de las rentas pública~, se eXCIta a la rebellon, como el único metlio de sa­lir de pobreza. El remedio es sabio, no se puede n~gar; pero entre tanto desearíamos que. el go­blerno adoptase otro que sería eficacísimo para asegurar el órden, que es lo que verdaderamente nos puede sacar de apuros, i es limpiar las oñci­n. as de ~odo empleado que esté dispuesto a tmi­ClOnar 1 robar porque le demoren su sueldo.-Si hai miseria, señores descontentos, j gracias a los trastornadores, que de este modo nos han dejado! -Desearíamos que semanalmente se instru­yese al público del estado de la demanda inten­tada contra los facciosos que dispusieron de las rp-ntns previnciales; PUERTO DE CARTAJBNA. ~ Entradas i salidas de buquel de.tU ~ el 17 al 25 de Febrero. ENTR.\DAS. 20. De P()rtobelo, en 4 dias, goleta inglesa Augusta Ana, su capitan Simonet, con frutos del pais. 23. De Liverpool i Santa Marta, en dos dias del último pnerto, berO"autin ingles Ladi Ja1. kland, ~ll cnpitan JOhl~ Dobion, con mercan­cías. 24. De Santa Atarta i Sabanilla, en un día. del último puerto, goleta nacional Aurora, su capitan Lorenzo Ávila, con !Ilercancías i fru ­tos del pais.-Pnsajeros-SS. Guillermo Smith. Bartolomé Acosta, Anatalio Garcia, Felipe Pro· chill, Ana Domingllez i Ilamiana Gomez. SA LID .~S. 1 t. Para Chagres, b~rgantin de guerra fmn­ces L ' Eurya\e, su comand~te AUegre. 19. Para J a~¡li c a, bergantin goleta nacio­nal Santander, su capitan Julio C. J{obinsoll, con frutos del país. Pasajero, Lorenzo Her­nandez1 espulsado tie la Rppública. 24. Para Portobelo, pai Icbot de guerra na­cional Tolima, su comandante el alferez de navío l.,eocadio José Calvo. AVISOS. APUNTAMIENTOS .be! Jentt"a! Jllaql1in pll.aaha (Bnlitrre. sobre la campaña del SU?" La prelnurá éon que se impritnieron estas memorias ocasionó el gran nümero. de erratas que han sacado Jos ejempla. res) entre las cuales se han notado ul­teriormente tres sustanciales, que son las sigu ien tes : POJ. L ínea. D ict:. Debe decir. 120 1. d i en la Plata i en Pasto 120 19 sé que ha se me ha 120 37 ciudad de Neiva ciudad de Neira Se espera, pues, que las personas que hayan recibido ejemplares se sirvan ha·. cer en Hos estas correcciones. l\IANUEL DE 1.A PENA, ciudadano de la NUfi\'a Granada, ofrece su servicios en la enseñanza de ~Igu· nos ramos de Matemáticas, como son la aritmética. jeomet ría elemental) trigono­metría plana, logaritmos i formacion de tablas de estos números tan interesantes para toda clase de cálculo, j por último j eog-rafía. PREClQS. Por aritmética i jeometria. . $ 4. Por trigonometría, logaritmos, jeografía .. . . . ...•.... . .. $ 4. 1 en particular cada ramo, el mismo precio.-Los señores que deseen ocupar .. le pueden ocurrir a su habitacion, calle del Hospital lniJitar. --- DOS CASAS BAJAS situadas en la calle del Campo-santo de San Di~go, se hallan de venta. El que quiera com. pradas, ocurra a la Sra. Juliana Nuñez, quien. las dará a precios bien cómodos. DE VENTA. Una casa baja, sita en In calle del Tejadi­lIo.- En esta imprenta informarán de su dueño. --- Imp. de lo, herederos d~ Juan A. Calva. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Semanario de la Provincia de Cartagena - Semestre 1 N.

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Guía de lectura de : Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez

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