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Un Lorca desconocido

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  • Autor
  • Año de publicación 2004
  • Idioma Español
  • Publicado por Biblioteca Nueva
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Carlos Jerez Farrán, "Un Lorca desconocido", -:Biblioteca Nueva, 2004. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2046717/), el día 2025-09-14.

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Imagen de apoyo de  Cuentos de la selva

Cuentos de la selva

Por: | Fecha: 17/09/1870

. Se I?ublicll.. los mM tes, miércoles, viérnes i sábo.dos, ! el m~smo. blandamente reclinados !lobre nue<:tra almo­, hadas soñal\do con las huríes de i\Iahnma, no mbres se rieron, las viejas rezongaron, 1 los niños i las niñas apagaron sus velas i durmieron mas tranquilos. 1 no importa que ya los muertos no les q.uiten el oficio a los vi vos en esto de dejar sl.n sangre a los demas. Bueno es que tam­bIen ellos tengan su periódico como tienen su losa i su cruz; su Necr6polis ti poaráfica, que bien manejada, pudiera llegar a ~er una. empresa. Allí habria prosa, verso, oraciones, fiestas ftínebres, que con el tiempo, pudieran llegar hasta la altura de las pompas. Morirse es cosa tan diaria como el vestir­se o alimentarse. La Necrópolis, ya soltamos e: nombre, jamas dejaria de llenar sus co­lumnas; i hoi por tí i mañana por mí, no le faltarian suscritores en toda la República, De esta manera, los periódicos mundanos vivirian esentos de los suspiros de los que lloran sobre las tumbas ; i aunque ya los muertos han dejado a los vi vos el monopolio de la succion 'nocturna i diaria a la vez, ellos e:cisten alÍn para nosotros; i nos agradece­ran las flores que el dolor riega con delicia al rededor de sus tumbas. M. M. M. INSTRUOOION PUBLICA. .:rusto título . A mis discfp1l1os de Derecho romano. Entre las condiciones legales cxijidas para usu­capir, hemos encontrado csta : Ju,ato título. Fórmula lcUal para la vá.lida adquisicion del dominio, como venta, d~nacion, permuta, lega­do, &.& 4 Es necesario q«e el justo título sea ú¡atacable en derecho para qlie podamos fOfmar la usucapion s?bre él cuando c?ncurran todos los demas requi­Sitos para usucapIr? Esta es la cuestion que ahora vamos a tratar. ¿ Cuál es el objeto de la ul:'ucapion del dominio i de la prescri peion de las aeciones1 ¿ No es la lcjitim.acitm del título inhábil, por medio del decurso del tiempo, siendo empero de los reconocidos por la lei para adquirir el do­minio, supuesta la buena fe &0 ? Lo que condlice al absurdo no puede ser ver­dadero. La palabra jmto en la materia que tratamos, no pertenece al órden moral sino al órden legal ' al ó¡'den formulario del derccho, jua; al hecho que la lei menciona COBlO fórmula para adquirir el dominio: venta, legado, dooacioo &c. upongamos cierta, no diremos la opinion de Heinecio, que no ve la cueótion como los intér­pretes del uerccho e5pañol en cstc punto, bino la del señor }lartl de Elixalá., por ejcmplo, que Eí sc acomoda a la de oquellos.¡ <-1 ué suceueria ~ Que ::.i para usucapir se nece itara, no solo de un justo tItulo ad!iui itivo dcl dominio, ~iDO que ese justo titulo 110 il/riera en t' at/ectt1 l yal "IÍ¡:J'II1t1, entúDces nadie podria ad1luirir el dominio de la cosa mej.or habida de c te muudo, ruiéotras DO trascurrIera el plazo legal para la usucapioo o p - ra la prescripcion eo sus caso . i la IlCciOD reí. nndicatoria :;e daria cootra tildo dcrccho> I('j time; absurdo demasiado e tram Intico. ¿ Qué importa quo yo le compre uo oasa o \jO predio rustico a u yerdadero dueüo 7 Por qué ? rorque desde I}l!e se djga que 00 podt!lDo oS - ellpir sino cooj-IJ(o titulo liuJiaed/¿, 00 pojemo~ rufcrirn . ino a los contral " celebr3dos con tit lo. ñutiR· b/a como verdadero~ aote I leí; con 1 - tltul - CQl1 que celebraD t uo~ lo COIl :-a' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 594 mejor celebrados en derecho; porque es en estos contratos en los que los títulos con que se celebran son justos en ámbos sentidos: en el moral i el legal. Si el título para usucapir h~ de ser completo, entónces i por qué ni pam qué el decurso del tiempo legal para adquirir el dominio? ¿Es decir que despues que se celebra un contra­to traslaticio de dominio con quien tiene el mas cumplido derecho para ello, todavía no se adquie­re tal dominio miéntras no trascurra el tiempo de la usucapion o fll de la prescripcion ? ¿ Entónces qué es lo que adquiere el lega torio por la muerte del testador o el heredero por la adi­cion de la herencia? Una de dos. O el título que se exije para usucapir no nece­sita de otra cosa que de ser el formulado por de­recho aunque no sea JJe1fecto para la transaccion de ql)e se trate; o el título ademas de ser el for­mulado en derecho para el caso ocurren te, debe Ser tan cumplido, como el mas cumplido ante la leí. En el primer caso, apelamos a la buena fe, a la fórm~tla del título que alegamos, a la posesion con­tinua, al cumplirciento del tiempo para usucapir fijado en la lei i a que. la cosa sea usuca pible. Nadie podia entre los romanos, despues que J ustiniano reformó su lp.jislacion, adquirir una cosa inmueble a título de usucapion, sino por el decurso de diez años entre presentes o veinte entre ausentes. Quiere decir, que durante esos diez o veinte años, en su caso, concedia la lei a alguno, derecho de reivindicar la cosa que otro le estaba usuca­piendo, haciendo ver la falencia del título del po­seedor actual. Pero ¿ conceder accion, la accion reivindicatoria contra un poseedor con título üwtacable? Este se­ria el colmo del estl-avío. En el mismo hecho de conceder la lei ese plazo de diez o veinte años para 2Joder reimnd~'car la cosa, se demuestra con la mayor evidencia, que era por­que el título del poseedor poi Ha ser atacable bajo algun aspecto. De otra manera, el lejislador habria sancionado el monstruoso absurdo de conferir una accion para echar pur tierra un título perfecto, inatacable; cosa que raya en lo descabellado. Conceder la accion es admitir título vulnerable por su medio. Otra cosa seria un absurdo contra­dictorio. Veamos el segundo caso del dilema propuesto. Yo le compro a Juan una casa de que es lejí­timo dueño: él no tiene impedimento alguno per­sonal ni legal ni de ninguna especie para vender­me su casa. ¿ Concedia en este caso la lei a álguien accion reivindicatoria contra mí para quitarmo esa casa [CONTINUACION. ] Se¡:¡tado en uno. especie de estrado levantado o. algu­no. alturo. sobre el pavimento, oin. o. los suyos, atendio. sus reclamaoiones, arreglaba sus diferencias; era en fin un rei de 108 tiempos primitivos. Los misioneros IUlU vez tanir.n una. omnímodn. influcn­cia sobre Moene-Didolo, e intervenian en todo_ El consejo de los ancianos de 10. tribu ero. pues inó.­til: habio. quedado reducido o. una fórmula. Todas las tardes o. puestas del sol, los habitantes de íí.mbos sexos de 10. tribu concurrian a la iglesia. , Un misionero leia el Evanjelio i le esplicaba duran­fe una hora. Despues cada familia se retirabl10 a su cabaña. XOV. Unidas a lo. iglesia estaban las habitaciones de 108 misioneros. Estos eran cuatro. Sus esposas i sus hijos constituian una pequeiía tribu. Ellos instruian en In escuela a los hombres. Ellas a las mujeres. XCVI. A la derecha de 111. iglesia i separada de ella habia unll. estensa. habitacion que podia llamarse el palacio. En ella habitaba l\loene-Didolo. Era. una c~sa :> nbargo todavía no me ho.bio.n creido balltante cl'ist.ianu. ps;ra unirme a M:oene-Didolo. Cl. Llegó entre tanto un dia terrible. El dia en que empe26 el horrible martirio que aun con(.inua para mi. Uno. noche, yo. mui tl\rde, me despertaron de repente las espl.osiones cercanas i repetidas .de armas de. fuego, los lndrido.s de los perros, los alandos de Ja tnbu en­tCl ·a. Un resplandor rojo vivo alumbraba mi ap~sento .• Salté de mi hamaca, i me enllol}tré en mediO de miS doncellas que se habian despertado aterradas.como yo. Lo que me aterraba ero. un combate encarDl~ado; lo que me alumbraba. ero. el reflejo del incendio. de las caba!)as de lo. aldea, de mi propia casa que ardla. De repente entr6 un hombre. Al verle di un grito de alegria. Aquel hombre que acababa de entrnr e.~1). Maunoa. -Pronto, pronto, reino. qlll lago, me dIJO, s!guerue 6~ quieres salvarte. ~I mi esposo? le preg~lDté . -1'u esposo me envia. me contes~6: está. ell1peiíadO en el combate i vencer/\.; pero <¡mere apartarte del peligro' tu padre te e!'pern. Pres~ de un terror il1vencible sej;u! o. ~Inunoa. So.li casi entre llnmas de lo. ensn, i Mnunea me llev6 po;' In. po.rte de lo. pradero.. . . L&. iglesia, nuestras hnbllaClones, lo. aldea entero. ardia. b f' 1 entre el incendio una multitud de hom res urlO-sos se ba/.ian con In. ra bia del estermillio. Mnunca que ero. fuert e i vi~.oroso, me llevabr.. sobre sus hombros i atrAvesaba oorrlendo l&.. pradera. De repente se detuvo i me dt'j6 en tierra. l\liré en torno mio i vL ..... i Al marques de lo. Roca, señora! ...... . Estaba rodendo an~ sus maderas para construirse fastuosos p~laClos 1 una vasta marina; esplotaron las montauas para utilizar sus metales; cambiaron las produccioncs de una i otra zona i domarou ese elemento, que considerado como uaa divinidad, ni aun se habia pellsado en hacerlo servir para la apr9xiruacion i el desarrollo de las ideas, i como medio de pros­peridad en la vida de las naciones. De es~a ma­nera llegaron a un alto grado de opulcncla: su política i su relijion tenian por objeto el negocio i el oc6ano era su patria vcrdadera. Aun sin con­tar con los planes que les sujiriera el iateres ha­ciéndoles buscar nuevas costas, la misma incons· tancia de las olas ha podido laDl~arlos fuera de su ruta i entregarlos desesperanzados i sin fuerzas a las playas vÍrjenes de otro mundo. Aconsejados una vez por cierto rei de Ejipto para que dieran la vuelta al Africa, dice Her?do­to que la efectuaron ea tres ll~OS. Pue~ ~~en : . qu6 circustancia puede destrUIr la posIbilidad de que una parte do esa misma espedicion, u otra cualquiera siguieado sus huellas en ese mar, cu­yos furores cantó ,Camoens, rota i combatida cru­zara sin sabedo el Atlántico, i al sentar su planta en una i~la despues del naufrajio, la consagrase con todos los reouerdos i usos de la patria fuadan­do alli últimamente un imperio? Sin hacer apro­ximacion ninguna ni escudriñar filosóficamente incidentes que puedan influir en la investigacion ·de este asunto, no omitiremos decir que hai una notable singularidad en la semejanza de aquella "Confederacion de Xibalbá., cuyo consejo se reunia 1)n Nachao, con la forma política de la Repúbli­ca fenicia; i que las capitales conocidas allí como emporios, revelan la prevision de un pueblo acos­tumbrado a fundar establecimientos bien situados para cl comercio. Entre las hijas de la espléndida Tiro, vemos alzarse en las costas de Africa, sobre la poética tumba de una reina amante, esa Cartago tan gran­dc, tan floreciente, que sostiene por doscientos años una lid encarnizada con Roma. V émosla ~uiada por una política de cálculo, lucrar con to­do i elll'iquecersa i corromperse con esa misma opulencia i morir acosada por Massinisa i por las lejiones romanas, como una noble víctima señala· da por el destino para anticipar a la Roma envi­lecida la agonía de un gran pueblo. El carácter ruas astuto, mas especulador, mas egoiBta de la metrópoli africana, la designan tambien al investi­. gador de la primitiva colonia, Heredera del siso tema fenicio, BUpO establecerlo con mayor política en lugare~ doode mas tarde hallaria los puertos ne escala necesarios para estensas operaciones: por esto es que, cuando mas pujante se sentia, { 450 años intes de ;¡ esucristo,) manda a Hao· )lon con una escuadra de sesenta bajeles i treinta mil personas a bordo, para que avanzando mas allá. de las columnas de Hércules, fundara ciuda· des en costas no conooidas. El esclusivo mono· polio que hizo de todo i las contínuas guerras que sostuvo en el Mediterrá.neo para mantener sus posesiones; la obligaron a proceder mui cautelosa­mente en todos sus actos, i a guardar mayor re­serva Je la que le era característica. En el largo gatla fue abierta una de las portezuelas, frf'nte a la oficina en que había estado oc:ulto el cl"Íminal .. i aunCJue la polida trató de salvarlo, 1'1 puehlo no qUE'ril'ndo r1~­jar escapar su presa, se vió en el caso de lucbar con­tra ella i los del tren. Muchas personas que creyeron hahlan sido engn­ñada~, no cayctOon en cuenta de la partida del acusa­do, sino cUilntlo se aLr;eron las puprtas de vijiluncia para la atlmision de los viajl'roo~. El populacho dis­persóse PO¡;O a poco i rlE'spues ya 110 quedaban sino a.lgunos curiosos. Entónce hicoi"ron trapr un coche vacío, al cual eng~nchnron una locomotiva; a111 su­bieron ni reo i el tren se lanzo con In mayor veloci­dad, a fin de unirse al trpn precedente que lo aguar­daua a 8 millas de distancia. El asesino fué tl'a latlndo a otro coch'l i el tren se diriJiú 1\ " Lloagb." Durante el VhljE', el reo mani­festó la mayor sallgrf' fria, i habiéndose detf'nido el tren en una estacion ltl dijo a uno de los ajelltes! 1\1e veo tIlui vijilarlo; pel'o ten!'d cuidado, porque a ruur de caballel'o. si me es posible, me colgaré de buena gana del pstrE'TIlO de un lazo. Su cillisIllO no lo at,anuonaba poI' un solo instante'. La ~ola manía que lo dominaba desdp que fué apre­hpndido, era beupr i comer mu¡oho. Haoiéndol'e dis­gustado con uu policoía que le hizo (llgunas ohserva­cionps n C te re, pE'cto, le dijo: " i yo cstllvit'ra libre te fo ., I'olllperla fll cl'áneoo -No o~ mole tt!is,le replicó el ajente, esa ha sido siemp,oe VlItls trn costllmbre. Habiendo juzgado los mAji~tl'ados que I'rn impru­dencia esponprlo por segnnda vez fl la rUTÍo. riel pue­blo, el acu~ado ,ufrió (01 otro interrogatorio en la pri"iol1 de " AyslesÍJul'go" "Jcukins" afirma que es inocentp. ppro qllP co­nOee al autol' tlel crimen, quien 1" dió 60 chelines i ulguoos VI' ·tidos dt' la pprtellt'ncia de :i\Tarschall, Lajo (11 com promiso de no delatarlo. Pt'\'lllaul:lce im­pasible, ost!'ntCLndo la mayOlo sangre fria. Un ¡;ochero ha dechll'ado Illlfl se encontró con "Jenkins" la vispent del crimen, i que éste le dijo que ¡ua para" U xbridge" a verse con su hermano, que dpbia entroegal"ltl una sumA en (linero. Una muchacha que fué oldo. igualmente como testigo, depuso, que en In mañana del crímen, habia visto salil' a un hOl1lbl'e de la CAsa da "Marschall." Habiéndole dicho el juez que reconociese ese indivi-duo entre los de la sala p!la indicó a uno que e5taba allí c~mo simple eepcct;¡dor. Su declaracion c~u~.ó por un momento una viva emocion ; pl'!O en "egol­da, no dilato "n recon ocer al acusado qUIPn a. la v!r­dad tenia una Larba parecida a la del que haula sena­lado pl'imero. " J enkins" ha sitio eYJviado a la corte de "A lési- 61J " para "el' ,entPflciarJo. El Times, al hablar de pstp món¡:truo ('on faz hu­mano, hace rf'~altar !'u cotupidez con ebtas palahras: " Est,! mi-el al,16 es un imbécil completo; e~ ~l ~a.~ bajo de todos los Féres humanos .. ~ado.le habTlasHI" mas facil que burlars/l de la JustWl~, pupsto que no habia dejado ni un ~ér vivo que dIera razon de su crímen i podia di~ponl'°r de dia ~ medio para su~traer­Fe a todas las ppl'quizn!". Este Intervalo de tiempo. le haurja permitido poner entre él i la esc~na dHI crím¡,n, nna d¡stnncia tal, que con mucha dIficultad hubiera sido perseguido, o se hubieran oencontrado sus huella~." J. U. S. SE'LÍemure de 1870. REMITIDOS. . _------------------------------------------------------~-- Sentimiento. Oye, i DO llores: lágrima::>, sepulcros, Infierno, proscripcion, eso es la v!da. QuiérE's gozar? La tumba te conVIda, Con su solemne i solitaria paz. ABIGAIL LOZANO. El sol del 30 de agosto alumbró un cadáv:l' mas. La señora FERNANDA QUlRoNES DB BER:lfU­DEZ dejó de existir; un pueblo entero se vistió de duelo i una familia lloraba sU orfandad. Plugó al Sél' Supremo segar en este aciago dia el hilo de la vida de esta venerable matrona, la que dejando a la materia lo que .le habia tomado, fué a ceñirse la corona inmarceSIble que le estaba preparada. i Bendigamos los decretos supremos, respete­mos los inesorutables arcanos! Oh relijion! i Relijion sacrosanta de mis paJ dres, cuánto consuelo ofreces al huérfano infeliz que llora la pérdida de los autores de su existen­cia; i al consorte que tiene el eorazon convulso de pesar i el alma transida de dolor, porque la muerte le arrebató el sér que amenizaba su vida i que la suerte le habia deparado para compartir sus placeres i para ser el ánjel consolador en sus desgracias! Sola tú puedes mitigar tao acervo dolor! La señora QUlÑO~ES DE BERMÚOEZ ha conclui­do el término de expiacion, ha dejado los bienes caducos i perecederos para ir a la mansÍon de los escojidos. Loada sea su memoria! Recibau el afljido esposo i los dolientes huérfa­nos el sincero testimonio de nuestra participacion en su justo pesar, i plegue al Todopoderoso derra­mar en sus corazones el bálsamo de la resignacion. Imitemos el ejemplo i sigamos la huella lumi­nosa que nos trazó el alma pura de la esposa i madre que ya sin tregua venera a BU Creador. Tunja, 1.0 de setiembre de 1870. F. G. 1\1. ANUNCIOS. l\clacion de la retret.l\. pa.m el domingo 18 dE'l presente, o. las 8 de lo. noche en lo. esquino. de Palacio. ARTILLERÍA. ]~ Coro i tiria dfol "Trovador." ..•. _ Verdi. ~ Valse: " El Talisman." ...... o .. Suáre=. 3~ Polka: "Lo. Amistad." ........ o Qui,jano. ZAP.!DORES. l~ Cnvatinll ele .. Los Lombardos," .. Donizzetti. ~ Valses: "Los Cosacos.". o ... , o, Lanner. 3~ Poi ka: .. La ESlJE'rlln7a." _..... 1l1atiozi. Bogotá, setiembre 17 de 1 70. El Director de las Búnrlas, Cayetuno Pereirao Estuco de porcelana,-EI infm crito inventol' del estuco de por('elana, COIl privilE'jio esclusivo del Gobiemo nocoiona 1, se hace cargo de e tucar cie­los i pnredes, a rllzon de]5 eenta\'o, el metr,? cua­dl" l\llo, ya sea blallco o de colores, garant1i!:ando Sil durncion i bellpza. NAda hai tan bello i tan elegantE' como eles(ucode porcelana, alll1i~mo tielllpo que su IJrecio lo pone el 1I1c;uncp de torla~ las fortltna~, pues Iluc es mas bara­to que el pllpel de colgatlura del que o \1 a Jenerol­mpnte para 'ni a". Tnmbil'n se hoce carg~ de la direccion de obras de coustrucciou, n condiciones que se pectarán con lo~ dueños. Se le e'tlcontrm ñ frecuentE'mpnte en la botica de i\ledina Hermanos, calle do Florinu. ANIOETO MEDINA. 9-2 i\:Jafia.na tendrá lugar en )6 iglpsia de Las Cruces, una solemne nl'sta ni Santísimo Sacramento. A 1M Joce habrá misa con 'l'risajio. Se avisa a Jos católicos parn que concurran. nlPltSNT.\ DE NI00LA8 PON1'ON 1 cO~l'A~iA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Imagen de apoyo de  Don Quijote de la Mancha. El curioso impertinente

Don Quijote de la Mancha. El curioso impertinente

Por: Miguel de Cervantes Saavedra | Fecha: 2011

Considerada una novela (en este caso una novela breve o relato largo dentro de otra novela -Don Quijote de la Mancha-), Cervantes aplica su prosa barroca pero clara y llena de accidentes para contar la obsesión de Anselmo en probar que su esposa Camila le es fiel. La trama comienza in medias res, puesto que antes de que Anselmo, Camila y Lotario llegaran a ser "dos caballeros ricos y principales" y "una doncella principal y hermosa" han ocurrido muchos acontecimientos que no se narran, como en los mejores cuentos. Su comienzo delata el interés por cautivar al lector.
  • Temas:
  • Literatura española

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