La segunda edición, ampliada con dos nuevos capítulos, del indiscutible bestseller de Byung-Chul Han, una de las voces filosóficas más innovadoras de los últimos años. En este ensayo Han expone una de sus tesis principales: la sociedad occidental está sufriendo un silencioso cambio de paradigma, un exceso de positividad que está conduciendo a una sociedad del cansancio. Según el autor, toda época tiene sus enfermedades emblemáticas. Así, hay una época bacterial que toca a su fin con la invención del antibiótico. A pesar del manifiesto miedo a la pandemia gripal, actualmente no vivimos en la época viral. La hemos dejado atrás gracias a la técnica inmunológica. El comienzo del siglo XXI, desde un punto de vista patológico, no sería ni bacterial ni viral, sino neuronal. La depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la personalidad (TLP) o el síndrome de desgaste ocupacional (SDO) definen el panorama de comienzos de este siglo. Estas enfermedades no son infecciones, sino estados patológicos que siguen a su vez una dialéctica, pero no una dialéctica de la negatividad, sino de la positividad, hasta el punto de que cabría atribuirles un exceso de esta última.

Las PyMEs son muy importantes en un país en vías de desarrollo como Malasia. Su crecimiento y su productividad juega un papel muy importante para estimular la economía del país. No obstante, muchas de estas industrias generan residuos peligrosos que causan impactos negativos en el medio ambiente y en otros organismos vivos. De aquí que sea esencial una gestión adecuada de estos para prevenir la contaminación y brindar un ambiente más seguro a la vida. La mejor forma de manejar los residuos peligrosos es mediante la minimización. Una de las técnicas preferidas de minimización para los generadores de este tipo de desperdicios es enviarlos a una instalación externa de reciclaje y recuperación.Se condujo un estudio para comprender el proceso de reciclaje de tambores, contenedores y filtros usados en un tipo de mencionadas anteriormente. Con base en el proceso de reciclaje, se evaluó su efectividad del emplazamiento para minimizar residuos peligrosos, cuyo proceso se llevó se a cabo para 99,33% de estos. Asimismo, se llevó a cabo la evaluación ambiental en cuanto a calidad de agua, nivel de ruido y calidad del aire para identificar si se emite cualquier tipo de contaminante. Se analizaron los parámetros de calidad del agua tratada temperatura, DO, pH, DBO5, DQO, TSS y metales pesados proveniente de la planta de tratamiento.