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El Católico - N. 83

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  • Año de publicación 03/01/1865
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"El Católico - N. 83", -:-, 1865. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687981/), el día 2025-07-16.

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Imagen de apoyo de  La sociedad del cansancio

La sociedad del cansancio

Por: | Fecha: 03/01/1865

Cm·cciendo ya de fondos para los gastos que demar'da la pub\icacion de este periódico, supli­camos a los St'ñores ajentes que nos envíen el valo1· de las suscl'iciones que hayan podido coloca•·. 1 señot• doctor Chial'i sea el autor de.l artículo a que el seilot· colubot·ador de " El Tiempo" se refiere en el que estamos contestaudo. Cuando el señot• colab.ol·adul' se si•·va dat· res· puesta a nuestras preguntas, entraremos n por respeto. La 1·azon no necesita, ántes rc.>(·hoza el insulto que la daña, i no ·otros vamos a defendet· los fueros de la mzon catolira. PtH·n empezar esta polémica, se hace preciso senta1· algunns bases, po1·que todn verdad tiene su modo especial de set· probada : una ve1·dad de heehos, ~e p1·urba po1· la hi~toria, como una ver­dad rnatt•máti(•a se prueba con númea·os. Es pr·e<·iso, pues, que el seiiot· colabo•·ador nos diga primer·o qué entiende pot· milagl'o, i despues, si admit11·á pruebas histó1·icns pat·a compi'Obal'lo. Obteniclas esta respuestas, veremo:s si, apelando a\ nusilio de los he<•ho i de lns refleccioues que los confirman, p 1demos conseguü·,ape~at· de nues­t¡ ·a est•a ' t~ inte rij í'tH.•ia, poner eo cléH'o la existencia del hecho milagroso. Desgrnei(Hlnmente tal vez, hemos visto el nú­mem 367 de '' El Tiempo," cuando ya tod<'s nuestt·os matt'riales para este númet·o de "El Ca­tólico" estnlwn en poder de los cajistas, i pm· eso nos limitHm~-; a esta lijera répltca ; pei'O el señor colnbontdur put.'de contat· con qne no esquivamos la diseu"ion en el terreno de la verdade1·a filoso­fía, aunque alo·nn.o de nuestros mas quel'idos i apre<'i <• ble, n migos nos haya aconsejado otra cosa. " El Católico" i 11 La Voz del Catolicismo," no tient•n otras t·rlaeioues que las que resultan de la idt>ntidad t'n ta causa que ámbos periódicos sostie­nPn ; pero el sei'w•· Redactor del segundo no ha put'stH nunca una lett•a siquiera en el primet·o ni no:-.otros t('JU'mos ninguna injerencia en el segun­do. Decimos esto pa1·a r~chazar la idea de que el El campo a quP se nos 1\amn es vasto; pt'OCUJ'a­remos recorrerlo. Pero no teniendo en nosott·os mis­mos luces suticient<>s, las pediremos a ott·os como el señoa· colabot·adot· nos In aconseja. Ni él ni no­sotros naeimos aprrndidos,i los que nos hnn prece­dido, i los que nos arompañnn en la tl'abajosa pe­re¡. rrinacion que llamamos vida, alumbt'ernns decidirán cuál de los dos marcha po1· una senda el't·ada. EL DUELO. El anhelo del hombre pot· la inmot:talidad, esa ' ansia que no se satisface con ménos que t•on una vidn eterna, están pi'Obando que en efecto tenrmos un pl'incipio inmortal entJ·e nosot1·os. No podemos tent>J' idea de lo que no existe; los objetos abst•·ac­tos, romo la virtud po1· ejemplv, hilu tenido que hac-é•·senos conocet· pot· el mismo que nos enseñó a habla•·· E:o;e Sé1· infinito en su bondad, no quiso que dt>ját·amos de ronoeerlo, que tlrjára,mos de amal'lo, i nos reveló el mP.Clio de llega•· a EL pOI' el amor. El ódio, que es la· causa del duelo, contra­die~ a la lei de Dios ; la inmo1·talidad a que el due­lista aspira~ si la olltiene por acaso, es la iumOt'ta­lidad delcrímf'n. Drsde la cumbt·e de una montaña dejó oh· el Todopoderoso su tronante voz: :as criatma" al OÍI'­Ia, cayerou aterradas. La majestad de Dios era · irt·esistible pam el homb1·e, i el homb1·e 1~ rogó que hablara a otro o se hiciet·a eutendet· de otra mane­t ·a . Dios dió su lei esct·ita sobre piedra pat·a que fuera pennanente i no pudiet·a set• alterada ; i m1o de lo'> nrtíl'ulos de esa lei, deciu en earactéres gra­bados po1· Dios, ce no matal'áS.» El duelista des­precia este mandato de Dios. El primer hombre que se atre\'iÓ a vertet· la sangre de su het·mano, fué-ma!dt>cido i vivió c1-ran~ te; i hasta hoi el nnmiJre de Caín, ha rnat·chado unido a un adjetivo tenible. Nio~un homi.H'e tie­ne derecho pam atentat· a la vida de otm hombre; el que romete tal atrntaclo, lleva el sello de Caín. Dios dió al hombre noriones de todo lo bueno, i le ot·denó !'el' justo. Lns individualidades fot·man las Na<.•iones, i estas, tomnta :1 la vida de otro i espone su propia vida, lleva en su frente no solo el sello de Caín, sino esta iuscripcion dos ve­ces deshonrosa : suicida. El hombre deLe la vidrt a Dios, i tiene que eon­sag¡ ·arla a objetos grandes, t'1n grandes como es el don de la vidú. Debe consagt·al'la a Dios, a la patria, a la familia; debe consagrada a la huma- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ es su familia. Si su ' ser· nn~~:::,-opta roneie:: .~:: !1 vida es de objetos tan gt·andes ¿con qué derecho ladron, el ott·o co¡•¡·u}:>tor, t'l otro asesino. ' vá a disponer de ella 'l ¿Qué se hizo la justicia 1 Sí, asesino es el que se mancha e Jll la sang1·e de · ¿Qué es lo que se llama civilizacion? Sabemos que ot1·o hombre a quien mata con premeditacion. I.Ja somos inmm·talcs, que somos aquí pe1·egrinos, que sangre así vertida mancha para siemp1·e la frente no se nos han dado estos oreves momentos sino del que la vertió. Eso dice la moJ•al, eso dice la para que los ~pl'ovechemos buscando el G&mino de Relijion, eso dice el simple buen sentido. nuestl'a yet•dape1·a i eterna patrJp. (< j\.un en los <> i aunque ella se ha dirijido al Editor 1• Dire el esc1·itor de > que seria bias, ile ce La Voz del Catolicismo,>> p01·que es a quien femm· de Dios suponet· qu.e no podíamos compren~ de hecho i de der·echo corre. poude ventilar i sos- derlo si no violaba las leyes naturales, si no hacia temw estas cuestiones, nosotros que vemos pasm· mil11gros. J> sin contt·adiccion ta!llaüos enores, i et•t·ores que Prescindiendo de la im¡wopied:ld en los tét·mi­se tendrán por verdades al verlas andar sin con~ nos en que aquí se reincide i de la frase compren­tt ·adiccion, tomamos la pluma para esponer en der a Dios, que es ab~urda, porque fl hombt·e no cuntt·o palabras las sofistei'Ías de ce El Tiempo» puede- comprendet• a Dios miéntt·as esté en carne, sohre la cuestion de Jos milagros. diremos que, no es que necesitemos de milagros Se dice:- u Dios al crear· el universo lo sujetó pnra compt·endf'i' a Dios, o su \'oluntad, que será a leyes fijas: el milag¡·o supone la víolacion de lo que se ba querido decit· ; es que el hombre car­esas leyes; es deci1·, la vi~lacion de la yoluntad nal, estmviado por las pasiones, s e ha olvidado de Dios." de Dios i de su lei muchas ' 'eces; i l)ios en su La cuestion es de palab1·as ; quítese el Yrrbo misericordia ha querido despe1·tarle de su leta1·go violar, que no conviene al caso, i póngase el verbo con seüales estraordina1·ias para tt·aetlo al camino suspender, i el argumento desaparece, quedando de la , ·m·dad i del bien. Por eso obró grandes mi­reducido n un disparate. Jagros en tiempo de los Patrinrcas : por eso los NCI conviene lll caso In palnbm violacz"on po,.que obt·ó sob1·~ el pueblo heb•·~o, d{'J ('Ual habia de violnr es infl'injir, contt·nvenit·, ob1·ar ~onha una salil· la luz verdadet·n qne i'1nmina a todo hombre lei o costumbre; i en Dios no cabe u a da de esto, que ' 'icne a este mundo ; i en fin, po1· eso los i>l)t'Ó ni se puede deci1· sin blnsfemnr: ni estableC('I' In Jet perfPcta del Evanjelió ql.\e de- , Cuando Dios obra un milagt•o no viola la lei de bia elevat· al hombre hasta Dios, i los pueblos hasta Jn naturaleza, como no ' 'iola la lei civil el lejisln- el mas alto grado de civilizacion. 1 es con esto ' f~ dor humano suspendiendo s ts efectos en cie1·tos que contestamos a quien dic•e: casos. ¿Convendrá « El Tiempo>) en que, cuando ) no que enmendar alguna vez. pero que en Dios no necesitan de_ contestarse : clios lo están con lo puede suponerse ignorancia para que tenga que que acabamos de decir, puesto que no son mas enmendat· luego su obra. que corolarios de los equívocos refutados.-J. M. G. Esto no puede decirse, pot·que, por lo mismo --- CfUé Dios es infinitamente sábfo i poderoso, desde CJUe dió leyes al unívet·so todo Jo previó, hasta los Tomamos de un tratadito de Urbanidad para casos en que ha suspendido 0 haya de suspender Señoritas, redrctado por nuestro amigo el señot· las leyes natm·ales; pot·que para Dios no hai pa- AleJo Posse Mtll'tíuez, la parte que se refiere a Jos sado ni ft.tnro; todos los tiempos son pt·cseGtes, i deberes morales de ila mujet·. en su pt·eseucia un dia es como mil años i mil años I. como un dia, nos dice el PríJ)cipe de lo'i Apóstoles. Debet'es para con Dios. ~sí es qlle_, el milagro no implica falta de preví- 1· Cuando mir() la bóveda azulada swn en Dos, pot·que él estaba p¡·e,•isto como un Ir- 1 contemplo ese sol esplendoroso artículo transitorio desde que se dió la leí. O de la bet·mosa luna la plat ada Se dice, ,·a·amo 1 la suma clemencia, De un Sé•· Supa·emo, po•· do qniPt' conozco, Del Sér ete1·no que me c•·~ó a mí misma, 1 su podea· inmenso t·e.conozco 1 su bondad me abisma. Existe un Dios! Verdad consoladora Para quien lleno de pesares jime, ' Poa·que mira acabat· hora por hora El llanto que le oprime. 1 al meditar esa vet·dad, sn pecho A gozaa· vuelve de feliz repo~o. Su coa·azon se encuentra satisfecho 1 mdiante de gozo, Seguro que ese Dios en al~un dia Daa·á fin a sus penas i d(,SVt>los, 1 que el pesat· que un tiPmpo le opl'imia No mora allá en lns cielus. 1 si ese Dios existe, i · si es tan bueno, Si poa· los hom~a·es cuidadoso mira, 1 si lleno de nmoa· nbre su seno Al justo cuando espia·a; 1 tomando en sus bt·azos aquella alma Se deja conoce•· cual fino amante, Conct-!diendo pmpicio dul(·e calma Al pt>(•ho palpitlnte; ;. No debemos nosota·as, humilladas, Guarcbt• pat·a ese Dios amot· pa·ofundo, 1 adot·a•·le rendidas, pa·osternadas, A despecho del mundo? Así, pues, cada dia i a cada hot·a, Al rerojt-"rnos en el blando lecho, 1 al ve¡· la luz de la rosada aut•ot·a, Del pa·ofundo del pecho Elevemos a Dios cantos fervientes De amor i ga·atitud, pues bondadoso La luz de la razon dió a nuestras ft·entes. 1 pm'.s es bondadoso Pidámosle consuelo en las desgracias7 1 dócil c01·azon, i uua alma pura, Pa•·a que llenas de su amor i gracias Gocemos su hermosura. Pea·o ha de sea· nuestra m·acion ferviente, Llena de fé, de amoa· i de espea·anza; Que el que pide contt·ito i t•evet·erite De Dios to,lo lo alcanza. Ama•· a Dios es el debet· grandioso De todos los debet·es la ancha fuente, 1 ese amo•· hace el pecho valet·oso, Le hace humilde i ferviente, El que cumpla con él no se estt·emece A los vaiven de su tl'iste vida, Verá ~eguro i fuerte cual se mece La maa· emb,·nvecida, Mas, a sus ondas •·ápidas, fm·iosas, No temerá su corazon m·diente Ni sus mejillas se verán llorosas Temblando levemente. 1 será respetado por el mundo, 1 haciéndose mns justo i jenea·oso Jamas la mbia mostrnrá iracundo; 1 será mas piadoso, 1 los hombt·es vtwrin su ft·ente Ol'Oada Con la COJ'ona de inmoa·tal '·ictoria, 1 gozará de Dios en la morada Todo su amoa· i gloria! (Continuará). 1 1 1 BIOGRAFiA DE M. LUIS VEUILLOT. \ M. Luis Veuillot nació ,Pn Boynes ( Loiret) el 11 de octubre de 1813. El mismo en su obra de 1 •Roma i Loreto, dá dt>talles sobre sus primeros años i soba·e la condicion de sus padres, que yo 1 ¡ t•esumiré bt·evemente. " Un dia . dice, F:·ancisro Veuill<,t, tonelero. 1 \'ió cuando atJ·avesaba una aldt>a del Gatinais, en 1 la ventana t·odeada de mada·pselva de una casita j humilde, una hea·mosa i a·obusta muchacha que ll ~··abajaba cantando ; él empezó a :mdal' mns des- i pacio i volviendo a cada paso la cnbeza, i no pasó , de allí. La muchacha em tan virtuosa ('Omo agm­dable, amaba el tt·abajo; el honm· brillaba en su ft·ente entre las flores de la salud i de la juventud, un sentido recto i fi¡·me regulaba sus discursos. Las fortunas eran iguales, los corazones iban a la pat· ; el matrimonio se hizo." Francisco Veuillot se estableció en el pueblo donde se había casftdo, i lo~ hijos vinieron pronto. Los tres primet·os fue•·on varones: Luis l"rancis<:o~ Eujenio Ct·istobal i Luis Eujrnio . Todo iba bien ; la humilde familia habitaba su pt•opia cas> Pe1·o este mismo fué el introductor de su jóven amigo el obrero ('argado de familia no tiene esos reeua·sos; en la vida cl'istiana i el pl'imer edito•· de sus escri­es preeisT> que su hijo pase por el aprendizaje i tos. ¡Cosa estraña 1 volvió al fin a su pa·imea·a gaste t1·es o cuatro años de su vida en aprende•· senda i eje•·ce la profesion en Aljerfn, con mas ta­alguu duro ofit·h> que, con un trabajo continuo, le lento del que babia most•·ado en las ota·as ~osas a pi'Opc)l'cionan\ apéna~ e\ pan de cada dia. ¡Con que quiso dedica•·se . •••••• qué ansiedad ao tnmarán los padres la resolucion M. Luis Veuillot tenia entónces diez i siete años. supl'ema que dehe trae•· tantos inevitables sufrí- Sus relaciones, el jiro comun de las idras,l~. ajita­mientos sobt·e la th~•·na ealJP;ca del niño ! cion en que la revolm:ion de julio hnbia art'ojado El autua· de llonw i Loreto descl'ihe con amaa·- a lll socirdnd, eran poco a propósito para l'(•tene•·lo gu1·a Pstas pmn:antes incct'tidumb•·es, i añade : en el estudio aunque había llegado á ser s1·guudo de (C Me hhbian ofa·ecido veiute f•·am•os p01· mes en su patron. Pe•·o no pt•nsaba en cambim· de cm'l'era la oílcina ue un pl'ocurado•·, i alli me roloqué. ba porque no tenia una idt>a mui grande de su p1·opia a pPt'llHliH'ce•· fujos, ~in amigo-;, i po1· dech·lo uno de sus camat·actas que deb!a en lo sucesivo in­así, sin seüo1· i siu Dios l ¡ Oh destino amargo 1 tluia· mucho sobre su vida? tt·ayéndolo a la senda Eutonta·é buenos comwnes ; no fal tm·on para mi de la Reli,iion, lo n~l.wiunó con los dial'istas, ofre­ni la jruero..,adad ni lét iuduljenria ; pet·o nadie se ciéndole parte en la redncl'ion del (cEco de Ronn,» oe~pó de mi alma, nadie me hizo brbe1· en la fuen- hoja nue\'ament~ funclada poa· los amigos del Go­te s.•grada del deber. Mi intelijeucia se educa.ba bierno de Julio, a la cabrza de los <.'unles estaba en J:l..; calles de Pal'i:, las con ve•·sacicmes de algu- M a·. Hébe1·t, mas tarde <.liputado i miuist1·o~ i en· nos 1óvrnes,en medio de los cuales tenia que \'ivh·, tónces abogado distin~uido. fnnnaban mi l'Ot·azon : fuem del caso de que algu- « Sin ott·o pa·erl•dt>nt<•, dice M. Veuillot,me hiee no viniese demasiado tarde o se fuese demasiado (< pel'iodista. Esto pugnaha con mis ideas porque pa·ontu, no se imajinaban debe•· imponet·se ningun (/. yo habl'ia sido partidario del mo\'imiento, i aun ree;¡to a·aclos., 1lero arahaban de sali1· del cole,jio; estaban Despues de veinte nños, tal fra.se ha escitado en en ·u dt>t'el·hu i, segun la moda del tiempo, ea·an la pa·ensa un gnm núm~->1'o de protestas virtuosas. lih<>rnles. Los que rne querian mas me llevaban Escl'itertiHl, los e ... tudios l'OmE'nzados tnn bien en Paul temen te un católico liberal i moderado, cola· de r t>t•l i Lamothe Langon. >> b01·ador· de M•·· Renan, de Madama Sand t de M. E. personal del escritorio en que enta·ó M. Veui- Michelet, la ha citado insinuando quE> la indife­Jiot, 1)1) el'al:ioln:nente libet·a 1 i volteriauo como el renda política del jóven, elE> be hacer duda1· de los de tnd()s l(ls es<'l'itol'ios en aquella época, sino que pl'itwipios t•elijiosos del hombre madOI'o. tenjn ndemas un caráctet· particular i mas raro : M. Vt•nillot se hnbia e1Wa1·gado de la gacetilla Cl\l lit.et·adu, o para hablat· mej01·, era romántico. del « E<•o de Roan, o i fné escribiendo allí ttue 1~1 patrou de e ·te e ·tu dio escepcional, se llama- eomenzó a des¡wedaa· el teata·o contempo:·áneo, ba f<'ot·tnnato Delavigne, hermano de Casi miro el porque pudo. hncer compamciones {'Oll el antiguo antrll' de Luis Xl,de las Comediantas, del Paria, •·epet·torio. El nbm·dó bien pronto la política, i su hui m,¡¡ <.le~deñado i entónces rodeado de gfo¡·ia. bttt>n sentido n•·moa·izando con la pasion que la El bl'illo de M. de Lnmartine i la reputaeion ya al- lucha le comunicaba, lo convirtió en conservadoa· bo1·otadora de M. Víctor Hujo, no habían aun fogoso. Los bióg•·afus han divulgado val'ias histo­eclipsado su uomb1·e ventctjosamente conocido, i rías sol~re el oríjen de sus opiniones, f'ea·o en ellas los pa•·•·oquianos de mftese Fo•·tunato, eran ad · no hai~cptó sino dos, uno que Je Babia ademas ota·a fuente de -disipacion. Entt·e p:·omO\'Ít'l'on po•· cuestiones lite&·arias, i ota·o poa· sus clientes contaba la pt·ocua·adurí~ ciea·to núme- cue:-.tiones políticas. ·No babia tomado en su vida ro de jentes de letras i vodevillistas, como Scl'ibe una :wma, i er. el primea· combate no supo ni a•·­que pleiteaba mucho, Bayard, Jem1an Delavinge, mar la pistola ; la bala del advea·saa·io le at1·avesó hermano del patl·on, i ota·os. Cuando se reun"ian, el snmbt·ero. En la s<>gunda vez, le atmvesó el se cenaba la oficina i se daba de mano a los ne- ver;;tido. Es todo lo que a este a·especto tengo <.JUG gocios. Si este réjimen ha foa·mado muchos pa·o- . decir. El lecto•· no debe ignoa·ar que yo pienso del curadores espet·tos en las cosas de palacio, lo ig- ¡ duelo lo que M. Veuillot piensa desde que es ver­noro i aun lo dudo ; pero en cambio, muchos de dadet·o cl'istiano.-Diez años despuPs, hHllándose Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 218 . E 1> e A T O L 1 e O • ~~ co1¡1 SU$ hru•manc¡s i uno .de· s'Js hea·mano$ en el ' tf mis disposiciones a respetar la lglesia que ét 1 h~gnr en que oourriea•on t'..SOS combates~ se ;puso·¡ el ataca sin cesa1·. A pesar de mi ignorancia! me­c~> n todos de rvdmas pnra:daa· gracias n Dtos de (( revelo contra esas opiniones, deshonrosas- 1 mal ! babet·lo lib:·ado en~?nc.:¡es, i ptu·n pedirle pea·~on. « •·ed~ctadas. J> • • . 1,. Mas tarde tuvo ocaswn de mostt·m"' otra espec1e de Fue en Perigueux que M. Lms Veu1llot regula· ! valo•·, el valor del c1·istiano. Cuando se supo que rizó sus estudios Jiternl'ios. Babia dado nlgun 1 el ,redacto•· en jefe de El Universo, sometido a las tiempo al romanticismo, porque hai unn edad rn JéyC's de la Iglesia, no daba otras satisfacciones que ''el ruido agrada mas que fa músicn, i la q1,1e las que él mismo podía éxijir, es decil·, el re- ncidez de las f¡·utas ''erdes, mas que el dulce de cua·so a la discusion i aJas leyes, algunos valientes la· maduras:' Estudiando con ruidndo nuestras desconocidos como tales hasta entónccs, pt·egona- clásicos, encontl'ó en el lenguaje, en la pasion, en J'on su deseo de obligarlo a batit·se, i det·ram:won las escenas, uua pureza indecible~ "Era, dice injurias a falta de sangre. l\1 . Veullot habló así de hoi, la sensacion que yo probaba, igual a la que esos valientes ::-<> Jos ~mpleos, i no les fué mal: uno es Presidrnte 1 :En noviemb1·e de 1832, M. I~uis Veuillot dejó a de un tribuna 1; ot1·o tiene una posirion elevada en · Roan para i1· a Pel'igueux a donde se le llamó para el foro; ot•·o murió dll PI'O\'ÍSOt' de un lireo de ~~ ~· que se encargm·a como redactot· en ,iefe del "Me- Paris; otro es Conseje1·o de Estado; otro Senador, morial de la Dord oña." La pí'lémica no era mé· i en fin, los mas desgt·aciados tienen por lo ménos nos viva en el Perigol'd que en No1·mandía, j Veui- condecoraciones mui de su gusto. Solo él ha es- 1 Jlot no tenia ni edad ni humor para moderarse. capado a los favores deJa fot•tuna, pet·o esté\ con­Tuvo un duelo con uu republicano del departa- fo1·me. mento que lo acusó de se1·viiismo i que, apesar de En J 831 dejó el pingüe pafs rle Perigord, por­su republicani:mo, ndmitio el empleo de sub--pre- que se le llamó a Pal'is sin solicitm·lo, para tom:w fecto. El •·edactoa· del Memoriall'ecibió el fuego pat·te en la a·edaccion de "J .. a Carta de 1830," de su advet·~ario a quinre pasos, i la bala volvió a periódico funditdo bajo Jos nuspicios de M. Goizot, romper sus ve tidos. El no quiso hacer uso de su entónces Mini tro d e Instruecion pública. Tuvo al'lna i de vol. ' ÍÓ ~ republicano a sus padres que por colabot·ado1·es políticos o literario,s a M. Ro­podían estar inquietos; i aunque la polémica no queplan que vino a ser directo•· de In Opera; a l\1. se calmó po1· eso, este tercer duelo fué el último ¡ Leon M< ssou, que fué P1·et~cto; a M. Lesieul' que a que concurrió. · es .fefe de seccion en el Ministerio de lnstl'llccion En Perigueu · conoció M. Veu.iHot a dos hom- púl>lkn, a . f. Ed ardo Thierry, Di•·ecto1· del tea­bres de los cuales el uno ha hecho su nombre [ tro fa·ances; a M. l\ ali ClJI'lle que ha muerto cl'is· , histórico i el otro ba represe11tado cie1·to papel en tianc; a 1 Eduardo Ourliac, que murió santa­los negocios de.l tiempo: fueron el Mariscal Bu- ment~; a M. Texiea·,hoi Redacto¡· del Siglo; a .1\f. geaud i M. Bomieu. Este último era entónces Foa·gues, mas ta1·de Redactot· del Nacional, &. &. Prefecto deJa Dordoña. Espíritu cultivado i Jite· Los sei10res Mnsson i Veuillot redactaban lo pl'in­rario, sintió p1·esto inclioacion por el jóven -e:;cri- cipal de la parte política i la hicieron mui ngn•siva. tcrr, i una vet·dad~.ra intimidttd se establ .ci( entre Una crísis ministerial hizo caer a .M. Guizot, i el ámbos. En CUílllto al Mariscal Bugca1 d, han eH- mismo golpe hizo desapare<'el' u La CMtn." En­cho ~lgunos que fué el p()t'I'On dei pel'iodísta~ i esto tóoces Veuillot entl•ó aJa r·erlaccion de "La Paz," sel'ia aceptable si ;fnera esacto~ pero no Jo es: periódico tambien conse1·vador, i en el que tuvo Veuillot que babia sabido estima ·lo como a hom • pot· pl'indpal colaborado1· a M. Tussenel., aut.Ol' del bre de bien, como a homb1·e de tal.ento, lo defeu- "E! píl'itu de las bestias,'' i hombre de talento, dió siempt e con su pluma, pero jamas le fué ad·c- aut que se ha hecho falansteriano. Entónces Jo to po1· ot1·o título. Si en 1841 estuvo seis meses em ··a·, p o poco. 1 en A~erfa en casa de) Mariscal que era Goberna- "La Paz ,, defend'a particularmente la política 1 dor jeneral de la colonia, fué solo en calidad de de M. Guizot, que ent1·e Jos hombres de Estado de 1 · huésped i de cul'ioso,j se despidió mui l'econocido 1830, fué el que hizo mas esfue.rzos pm·a Jevnntar 1 de su hospitalidad, pero, libt·e de- todo empeño há- un muro ent1·e el réjimen de julio i Ja e\'olucion: cia sus i me­legal," pe1·o no se.,ocupaban en los asuntos relati- jante maestro. Veuillot comprendió bi pronto, vos ~la Iglesia. Asiera que el espíritu vo)tel'iano eso sí, que ese camino no tenia salida, i se desa­dommapá en la p1·ensa ministerial. Había ya en· lentó.-" Un año d , polémi~a, ha dicho él en su tónces, bajo -n.o sé qué nombre, católicos sinceros " Roma i Lot·eto," 1 abia roto, despe zaclo, pul­pro~ tos a dec)araa· <¡Qe Jos Sacerdote , Jos Obispos v~rizado convicciones'que no se e ynban sobre 1 a~~~ el Paua comp1·ometian los intereses de la ninguna base fia·me en el pasado, i que no pi'Ome­~ ehJwn. M. Veuillot no cayó en esas estmvagnn- tian nnda para el poa·veni1·." En este estado, el c1as. f~l decía : u Cie1·to dfal'ito luga1 eño, de la propietario de ''La Paz, se sepaa·ó de M. Guizot ./'~-----~-.....~'OJ ~ -·...r~'J~~~~.--.... .~-....r~ Red~lctores protestaron inutilmente contm esta ' empleos. 1 se me pet·donará hacer notat• aquí, qqe · evolueion; i poco. despucs· se habló a M. Venillot esos dos emple.os, sin dal'le que hacer,le pt·oduciau ; p~ru 9ue entran\ en la redaccion política del f;ans- doble ulilidad que la que le ofrecía el Rel'iódico. t2tucwnal que cscl'ibia entónces M. Thiers, al Desde su vuelta de Roma habia publicado siete mismó tiempo que pot· otra parte le instaban pm·a obras distintas, la mayor pat·te de ías cuales con­que se hiciera colal.loradot• )iterado del "Diado tienen capítulos en que el autor tt·ata la política, de debates." Examinando lo que debia hacet·, no subt·e las cosas del di a, sino sobt·e las cuestiones descubrió que no podía "reunh· ni en política ni fundamentales. Las ideas que en ellas espresa, en n~o1·al dos ideas que no estuviesen en desacuet·- son absolutamente las mismas que ha espresado do, 1 entt·e las cuales no se sintiese indifeeente." en" El Uuiverso," desde 1843, hasta el 29 de_ "Durante dos meses, añade, no tuve compro- enet·o de 1860, en cuyo dia se suprimió. Adhe­miso especial, ni fuí otra cosa que uno de esos sion absoluta a la Iglesia; horror absoluto a la condottieri de la pluma, que van de un campo a revolucion ; tal es la regla que ha seguido, i de otro." Nueva confesiou de que muc>hos escritores ello puede asegm·at·se el que lea su ob1·a capital · cargados con un hermoso surtido de divisas, se en doce volumenes, titulada : 'Miscelanea. han púdicamente avergonzado. Conviene aftadir (Conclui,-á). qug los campos de que se tl'ata estaban tan inme­diatos, que aun entJnces muchos los confundian. Toda la cuestion estaba en sabet· a quién debia seguil·se de los señor~s Thiea·s, Molé o Guizot; cosa que podia parecer mui grave al antiguo Re­dactor de '' La Paz " ; pero que en realidad no p1·oducia cambi•o de bande1·a sino l'mieamente de guía. M. Veuillot no dió importancia ninguna a esa$ divisiones, i estando pam pat-tiJ· a un la1·go viaje, uno de sus amigos resolvió acompañado. Creyo ir a Constat~tinopla, pero fué mas léjos: "fué a Roma, a la fuente de la ;gl'acia." II De v'nelta a Pal'is en t8a9, escribió su primet·a obra "Los Pea·egl'inos de Suiza," i no quiso aso­ciarse a la polémica de la pt·ensa política, porque no estaba afiliado en la oposicion. Así fué que sin ninguna dificultad de concjencia, admitió un empleo en el Ministerio de lo lntel'ior, i fué a la vez nomba·ado subJefe de una mesa agl'egada al gal.liltete áel 1\linistcl'io. Este último empleo fué el que sirvió, i en él tenia que recibit· b. algunas personas, que escribh· algunas cal'tas i que ¡·edac­tíH' algunos olicios; en suma, poco trabajo, nada que firmar. La posicion era, pues, agmdable, so­ba ·e ·todo para un hombre de letras mas que ene· migo del trabajo de oficinas. 1 ademas le facilita~ IJa Ja ve•·sacion en los empleos de funciones acti -· yas, como las prefecturas, las misiones adminis~ t1·ativas i el Consejo de Estudo. Cuando estuvo en Aljeria donde el Mal'iscal Bougeaud, M. Veuillot conservaba su asignacion de ag1·egado al Gabine­te; i de vuelta de está ~scursion, tuvo po1· fuucion principal i casi única, ir· todás las mañanas a re­ci!) il' órdenes de ~$. G uizpt p(!.ra la ,direcci-on $le la impt·cota oficial . d~ los deyartam.entos. Pero evidentemente el escritot· no tenia vocacfon de empleado, Í1i de funcionario público. Hombre de combate, debia volveL· al pel'iodismo, i entró a la redaccion del Unive·rso. Su estreno tuvo lug:u· en 1830, con uu a1·tículo sobre la construccion de la capilla del convento de Oiseaux, donde sus dos hermanas se estaban educando, pet·o no tomó de­finitivamente pat·te en la redaceion, hasta 1843. Tocaba entónres a sus t1·cinta años, i la Providen­cia le babia hecho conoce•· bastante los hombres i la vida, pq1·a que pudiese poneL· útilmente manos a la obra. El se decidió porque el Universo, que era mui poca cosa i no vivia sino de sacrifieios, pues apénas contaba de mil a mil doscientos sus­crito res, iba a carecet· de Redacto•·· . FIESTAS CRISTIANAS EN PORE. . 1 ; No pensó en hace¡· la oposicion al Gobiea·no, pero ¡: queriendo, sinembargo, hablar con libm·tad, se El 29 de seti{lmbre tuvo lugar la de la dedicacion de San,Miguel At·cánjel, a e~fuerzos del seño1· Mi-.. ~uel Jerez; caballero es-pañol i verdadero católico. .Esta fiesta marcat·á época en los anales de Casan a­re, pot·que ningun sacrificio ahor1·ó dicho señor, pam hom·at· la imájen del glorioso Arcánjel cuyo nombre lleva, i pat·a colocarla en la iglesia de Mot·eno~ a cuya poblacion la habia ofrecido, tiem­po ha, pa1·a que fuese allí protectot· especial de la ciudad. La fiesta aquí, fué una de las mas concu­l'l'idas que ha habido en siete años que hace que estoi admi~ist1·ando estos pueblos. La iglesia p•·e­seutó en las víspet·as, misa, sermon i pt·océsion, ias deliciosas imájenes de la Jerusalen celestial que leemos en el libro del Apocalipsi : . una multitnd innumerable de fieles cercaba el tabernáculo del Dios vivo, tl'ibutándole culto, reverencia i gloria pot· las etet·nas miset·icot·dias que ha obt·ado en favor nuestro por ministerio del Arcánjel San Mi ... · guel. El 30 fué pat·a Pore un dia de luto i de tris­teza, pues se le sacaba aquella bella imájen que yn habla comenzado a amar, i era éonducida a MOI'euo para continuar atlí la solemnidad i hacer:. ¡ le una especial dedicacion en aquel templo : en su aeompuñamient.o iba lo mas flol'idó de estos pueblos: en su tt·ánsito et·a saludado con salvas de cañun,con arcos triunfales i con himnus, que pat·a el efecto habian prepaa·ado los habitantes que vi­ven a ol'illas del camino. Al fin llegluno.s a More­no : allí se pt·ecipitaban al encuentro del Arcán­jel bendito pet·sonas de todas las edades i sE-xos, hombt·es i mujet·es, jóvenes i ancianos ; parecia (aunque en pequeño ) la entt·ada de la arca de la alianza al templo de Sion. Arcos, flores reg.adás a su paso, salvas, músicá i lo que es mas, un cor­dial afecto de todos Jos vecinos : en todos los sem­blantes se ¡·ep1·esentaba la alegría. La iglesia esta­ba compuesta del mejo•· modo posible, sumamente aseada i mui aleg•·e. Inmediatamente se siguie1·on las vísperas para solemnizar al ott·o dia su iuagu­mcion que el mismo señot· J-et·ez quiso costear. Esta fiesta, sino estuvo tan concul'l'idn como la de Po1·e, no dejó nada que deseat·. Al día siguiente los moreneros hiciei'On tambien su fiesta pat·a liom·at· aquella pt·eciosa joya que babia venido de mano tan jenerosa i que quel'ian hom·at· de nlgun modo. El seño1· Jefe.Depat·tamental, Sipion Du:u·­te, tomó la iniciativa i todos coaTespondieron a sus deseos, mostrando su relijiosidad. l desprendió de todo vínculo renunciando sus dos A las fiestas sag•·adas se siguie1·on las profan~s. ~.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. bailes, comedias m01·nl~s, sninet€'s sumamente 1 cimiento en quE> se da una c>nseitanza c.> cnc·inlmente chistosos i t•orridas de toros, de modo que hnsta catnos de re- \ alumnos conforme a las nH1ximns rle <'~ta Bt·liJion · 'j · sin la · mellOI' molestia que amargase snnta, merece hi(ln quf' los S(•ilo¡·es curas lo prote-ntento i f(•Jicidad. ¡ jan i que los padres cte familia llevrn a el sus hiJos. • Quie!'A el Cielo que estos pueblos sigfln en pm- En J9s niws anterior<'s han nwnil·,·~tndo Jos edul'an­gr(> o a impul:-.o del seño1· San Miguel ; que léls • dos una instnlt'ion sutkit->nte pnra que pueda fundar . ~. é~ supel'iores,tanto civiles como eclesiás- en ellos la patria rbueints c.>sperauzas, i el 2 de ' tids,nO-Jl1ii;E'n con bmta indiferencia estos pueblos enero próximo se nbl'irá de nue\o pnrn principia¡· mereeed01:e~ dt> mejor SUí'l:tP. SU 4 .o año escolar. CotUC'ÍPLHlO romo COIIOCE'ffiOS Por-e, pancio l~OJ>E'Z, de la Arqui­. (l'ócesi , relijioso del Orden de pt·t>dil·ad . res. Pa·omovidos al dia<'ona1lo el subdiácono HET­meuf'jildo Bautista, éte la Diócesis de Pamplona, ('OD lrtra dimi~' rias de su ordinario. - El subdiácono Gt ~ol'io Arena domiciliado de E mP.íon con IE'tt·as dimisol'ias de su ordinal'io. el su diácono f•·ai José Mal'ia Péa•nz, l'(~lijioso f·anl'i (•ano de 1< A1·quidiócesis. l 1'ue1·or• promovidos al subdiaconado, bajo el tí­tufo de o t>rliP tcia, Jos minol'istas de la Arqui­dióct> sis: Anto nio Cnstaitt>dn, Cñndido Téllez, FrmH Lt.:o a :lcho, Ba·aulio P(ltiño, Gabriel Pérez, f.:.; Tt1mitS Posada, rt>lijioso de pa·edicado•·es, frai Ga·egol'io D<•lgado, relitioso de predi('adores i fl·ai Fran(•isco EspPjo. relijioso de p•·edicadores. 28 DE oÍCIH~BitB. Volvió a celebraa· óa·denes el Illmo. señoa· Ar~obispo en la Vicepanoquíal de San Cá1·los, i fuer p1·omovidos al Presbiterado QS : QjfÍ('C)JlQ He•·m~tlt'jiido Bautista i José Gre- . g · 'Aa·f{Uls, de la Dióeests de Pamplona, con étr~ dimisol'ias de su m·dina•·io • . Ignacio Buenaventura, Seca·etario. • · ADVERTENCIA IMPORTAN 1~odas las personas que él parezcan o hayan apa­r eido ab ueltas po1· el Ilustl'isimo sei'1o1· Arzobbpo, b. jip sido po1· haberse sometido a las condiciones ~ :q';\C: Su Señoda las ha sujetado. ' Ignacio Buenaventura, Secretado. ROBO. En la ' mañana del 29 se han estraido de una casa en el barrio de las Niéves, entrE' otros efectos, un 1·eloj de phita con un grueso peudiente de oro, i trntrndo sobre la tapa las inic1ales J. M. A .. unidas (l\1). En la ;mpreo· 'ta constitucional se gratificará al que dé razon. El ladron es un. mozQ "de ruana parda. mo" que se:>guirá siendo fa\'oretiüo por los que en "Boyac¿\ i Santnndt•a· tle~N'n l'lproveehnr el tiempo en que sud hijos puE>dE>n ap1'E'nde1· lns ciencias i •·e­cibil · una edm·acion só!icla i áistiana. COLE.TJO DE SAN ANTONIO DF. PADUA. Este E'stnhlerimiPnto ele edura<•ion <'O~ltinuará sus tarPi'IS rs<'olares dr~c!P el 2 de enero J>róximo m el local a<'ostumba·ado, siE'ndo los ramos de enseñanza los si· guirntf's: PIHl\IERA SECClON-LE'<'tnra, Escritura, Dibujo, Relijion i PIPnwnto& de Arit 1 étiea i Jeografía, Mora cristiana i Urbanidad. 1 SEGUNDA SECCION -Idiomas castellano, ]atino, fran!'f'S e inglE>"' . TERCERA SECCION-Aritmét;ra fundamental, Alje­bra, Jeomrtría, Partidn clohle i Cosn.o~rafía, cuARTA SECCT ON -Filo~oria; un curso completo. s~ ad•niten alumnos dPsde Ja edad de Sf'ÍS añ<' hasta la de diE'z i St'is. para <·uya colocacion df'be hablarse con los infraseritos dire<·tores en el mismo lo(•al, de las diez a la doee del dia. d "'de t>sta fecha. Bogotá, diciembre 22 de 1864. ESCUELA DE NIÑOS. El infras<'rito ofrece sus servicios n los padres de familia f'll una escuela que abrirá el dia 1 J7 de enero en esta <'apital. I.os ramos de enseñanza St>ran : Lectura : escritura : relijion: moral : urhanidad : gramatica castellana : aritmétira i dibujo. Por cada niño ~e pagará la cuota adelantada por trimest• es, en los términos siguientes. Por sola lectura, un peso fuerte, Por los otros ramos o parte de ellos, tres pesos sencillos.-Ei local, <'asa número 20, ('al le J .a pe la carrera del Banco, cuadra siguient!i" a la del Arco . Bogotá, diciembre 6 de 1864.-JAcono GnooT. EL LIBRO [/)fa [j !Jl~u_¡ !QUJ2 OBRA ADOPTADA ~ARA LA EN~ERA~ZA EN TODOS LOS COLEJIOS DE LA REPUBLH'A lP@ffi 3@~~ 3@&,CQ&@'JJ j_~ O J! n 1~ Cl La segunda edicion estará concluidn en todo e mes de enem. Va conrjida i aumentada con nn 1 tl'atado de jeografía sagn1da, ott·o de prosodia i ortografía, i ota·o de contabilid¿;¡d por el método de partida doble. Cada t>jE'mplat· al mismo precio que los de la p1·imm·a edicion. ACADEMIA MUTIS. Este Co1ejio abre de nuevo sus clases el J 5 de enero próximo. Carrera de Santamarta, calle 2, co:s número 60. JosÉ CAICHDO RóJAS. 6-1 BIPBENTA CONSTITUCIONAL, POR NlCOLAS PONTON. Calle del Chorro del Fiscal, númrro 14 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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El Católico - N. 83

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Filosofía en 11 frases

Por: Darío Sztajnszrajber | Fecha: 2018

Sólo sé que no sé nada. Pienso, luego existo. Todo lo sólido se desvanece en el aire. Dios ha muerto. Por medio de frases como esas, disparadores que estimulan el pensamiento, Darío Sztajnszrajber se propone sacar a la filosofía de los formatos que la hacen excluyente. Al hacerlo nos lleva a una conversación alucinada y alucinante con once ideas clásicas, tan pequeñas como para caber en un tuit y a la vez tan interminables como las búsquedas existenciales. Incómodo y complejo como su materia misma, este libro inclasificable —es ensayo filosófico, y es también novela— consagra a su autor como un explorador impertinente. Sztajnszrajber puede explicar y a la vez contradecir a filósofos como Aristóteles, Descartes, Marx, Nietzsche o Foucault e invitarnos a perdernos en la riqueza de sus ideas. Su historia comienza con un hombre que escapa y, al descender a un subte porteño, se encuentra azarosamente con un crimen del poder. Entre las huellas reconocibles de una república precaria, la trama mezcla la sangre y el amor, la historia y la esperanza, la represión estatal y la resistencia ciudadana. En Filosofía en 11 frases, su primer libro con Paidós, Sztajnszrajber lleva la filosofía a los lectores que quieren pensar sin ser subestimados. Y los desafía, socráticamente, con una convicción: todos podemos hacer filosofía aunque no lo sepamos.
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