Por:
Elizabeth Ballen Guacheta
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Fecha:
2019
La telenovela es un consumo cultural que llega a millones de teleaudientes en todo el mundo. Constituye un espacio sociológico en el cual confluyen las relaciones de género atravesadas por la clase social, la dominación y el amor. La telenovela colombiana, en particular, Yo soy Betty la Fea, nació con una nueva propuesta de mujer, la fea, con lo cual se reforzaron estereotipos como “las mujeres inteligentes son feas y las bonitas son brutas” . Betty convocó a todo el país alrededor de su fealdad, de su torpeza, de su lealtad e inteligencia pero también de su baja autoestima y amor condenado al fatalismo. Así, al introducir un elemento novedoso como la protagonista fea pero superinteligente, se creyó que se transformaban los roles de género tradicionales; por eso, en este trabajo se buscó averiguar si Yo soy Betty la Fea contribuyó a transformarlos, reproducirlos o reforzarlos, cómo se representan las masculinidades y feminidades y en qué se identifican hombres y mujeres teleaudientes con las y los personajes, qué características tienen las (elaciones de género en lo afectivo, lo doméstico y lo laboral. Para ello, se organizaron dos grupos focales de conversación-discusión, conformados por estudiantes de pregrado y posgrado de dos universidades; junto con ésto se hizo revisión de prensa y desde Pierre Bourdieu se explican las relaciones de dominación en el campo que constituye Ecomoda como espacio laboral, y a la luz de Anthonny Giddens se interpreta el amor romántico presente en todas las telenovelas; de modo que, éstas, continúan siendo protagonizadas por la mujer bella y el amor romántico que llega a confluente (matrimonio y maternidad como proyecto de vida) cuando se resuelve el conflicto de clase, eje de la historia.