Por:
Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ingeniería.
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Fecha:
2018
Este artículo presenta los resultados de un estudio piloto realizado en la ciudad de Bogotá para identificar y cuantificar factores de riesgo físicos y/o ambientales de las redes de drenaje urbano, en el marco de un enfoque proactivo de gestión patrimonial de la infraestructura de servicios públicos. El análisis utiliza información de 2291 inspecciones de CCTV recopiladas por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) mediante equipos tele-operados durante los años 2008 a 2010. Mediante modelos de regresión lineal se establecieron entre el conjunto de variables recopiladas mediante procesos de inspección por CCTV, aquellas que muestran una asociación estadísticamente significativa con la ocurrencia, magnitud y/o tipo de fallos que típicamente se encuentran en las conducciones, entre otras, material (Gres y P.V.C) y diámetro de la tubería. Los resultados muestran que es posible optimizar los recursos para la inspección de las redes con fines de mejorar la tasa de éxito en la detección de fallos.IntroducciónEn la actualidad, la gestión de activos de infraestructura para el drenaje urbano ha cambiado la perspectiva de la gestión reactiva (actuar después de una falla) para adoptar estrategias proactivas que buscan prevenir las fallas en los componentes de la red y sus efectos. De hecho, los actores del sistema urbano se enfrentan a importantes retos para lograr una gestión y un mantenimiento racional, eficiente, eficaz y sostenible de estas infraestructuras, considerando simultáneamente la diversidad de actores y las restricciones implicadas (limitaciones presupuestarias, normativas medioambientales y beneficios de las infraestructuras hídricas urbanas) (Baik et al., 2006; Cardoso et al., 2012; Younis y Knight, 2012).No obstante, este enfoque requiere una comprensión profunda de los múltiples factores que afectan a los procesos de envejecimiento y deterioro de las infraestructuras de drenaje (Renaud et al., 2007; Le Gauffre et al., 2007;Tagherouit et al., 2011).Muchos autores han demostrado que, en general, el desarrollo de un marco racional para la gestión proactiva de los activos requiere un enfoque sistemático: en primer lugar, evaluar el estado actual, el rendimiento y la capacidad de cada elemento de la red; en segundo lugar, predecir sus estados futuros dentro de sus ciclos de vida; y, por último, determinar la prioridad de las intervenciones antes de que se produzcan fallos o averías (Fenney, 2009).