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Con la frase Poesía.

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Imagen de apoyo de  Fallen Angels Sing

Fallen Angels Sing

Por: Omar Torres | Fecha: 2017

To escape the wrath of a deceived husband, Miguel Saavedra, a poet of sorts, abandons the good-time existential vacuum of Miami"s uprooted younger Cubans for New York. There he is caught in a web of plots spun by pro- and anti-Castro agents. The surrealistic flow of days and nights which follow lead the protagonist from university lecture hall to transvestite bar, from the arms of a beautiful woman to the dark regions of a basement santería temple. As the barriers between dream and reality, fact and fiction disappear, the ultimate purpose of Miguel"s life is unveiled before him: Miguel, like St....
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Poesía

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Fallen Angels Sing

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Faciebat [recurso electrónico] ; Una lagrima de angelita / Rafael Pombo

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Imagen de apoyo de  La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 5

La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 5

Por: | Fecha: 01/01/1930

LAACCIO OR.&A ... O DE LA. ASOCI"ACION ~E MAJUI~ ~ Director ae $aucación Pública ae Qunainamarca. Presiaente aotes ae caballero auguran para ción pública una era aQ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. COLEGIO DEL S_A_GRADO CO~A.ZON Este importante plantel de Educación dirigido por la Señorita JOSEFINA. RODRIGUEZ~ conocida Institutora con {!rado normal y larga práctica, continúa sus tareas en la Carrera 4.a 266. (Teléfono 2-3-1.) Da grado.- en profesorado y comercio, conforme al plan dictado por el Gobierno, lo mismo que certificados de competencia para des­empeñar escuelas rur~ les y en modiste:-ía y costura. Cuenta el Colegio con un escogido personr~l de profesores que mensualme11te publicarán en esta Revista Jos nombres de las alumnas que se hayan dsstinguioo. La Nueva Cartilla Colombiana Enseñanzas Practicas ; de lo Concreto a lo Abstracto ECONOI\-t:J D0 .... 1:ESTI A V EDU ACIÓN Tres Cursos: ELEMENTAL, MEDIO Y SUPERIOR Por MILCIADES CHAVES Inspector de Educación en Boyacá DE VENTA EN LAS LIBRERIAS. Valor $ 0,40 "lo\o )tae\onat REVJSTA QUJNCENAL ILUSTRADA Derigida po·r los l'J>. ~fisionern:> del Inmaculndo orazón de Jfa·ría /NSTRllCCJONES. AMEI\IDADES, 1\ .0T/C/AS MU"DIA !.ES, SECCtoN RELIGIOSA, F:TC. Valor de la suscripción: $ 1-50. No debe faltar en los hogares Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. o 1 La Acción Escolar ' 1 ' l ORGANO DE l. A AS OCI ACION DE MA EST ROS Y PROFESORES Por telé¡rafo : ESCOLA R. Por Co rr eo : Apa rtado 18·72 . · Dirección y Admoo. Car rera 4a. No . 20 1 SEGUNDA EFOCA 1 NUMERO 5. 0 1 PRIMERA SERIE Director: Jefe de Redacción: Administrador : l- CENO N D I AZ Q UEVEDO Santiago Hurtado de Mendoz a FILIBERTO BERNAL R . --1 -- BOOOTA (Colombia) SEPTIEMBRE DE. 1930. 1 o o EL MOMENTO ESCOLAR Con ahinco que <·on:-.urla lo.· torazo­ne aLormentadof-i por la de.·e~p 'ranz.a, . ·e viene rcpitl ndo en todos lo: tonos y desde toda. la eát rmino.· no ~O:)H'<:ha­clo, · aún. Con to qu remo· de ·ir que no po-demo · con cbir a Dios . ino como nu ~ er dueño el(' cualidad • · infinita m ntP :uperior : a toda prPvi:ión hunmna preví ión que tampoco mide ni puedP calcular ha. ta qu' P~·tremo. fle perfec­ción llegará el hon1bre h ho " imagen y .·fm~e}anz(l de Dio . Huirle al progre. o, re lar clr la ien­cia. erigir al tare al estancamiento y n la medio rielad, on por con. igni nt . labores anticri tiana antisocjalc. v ab­suradas. De aquí también re, ulta la verdad irrefntable de que los hmnhre:-; retardatario e individualista~ .. on lo. primero. qne por darle vuelo a :n.._ ca­pricho , piEotean Religión, Patria. idea­le , todo lo que decían defender eo11 aquella intransigencia que genPra lnwn­te es sinónimo de sinrazón . Pero si estamos esp rando (·an1bio: esenciales en l a adm-ini tración pública . si el arte de l a g u erra, la l oc01noción . l a contab il idad, la agricul tura y l a fi­lo so:fí a agua rdan evoluciones y o r p r e- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. i • ! 130 LA ACCION ESCOLAR ~a.· que d~n al trn.·t(• con las Psperan­~ a · de lo. qttt' ha. an la ,·erdnd ru ln antigüedad y la jn ticia en la eo. tum ­hre, postulado. bárbaro=-> que rn \'aiW di pararán u. . aeta· eontra In c·iYili­zación verdad~rn m en te ni ti a na v ra ­cional. no. otros •. pentmo.-. con fe dP ·onvencido ·. un ,~irar definitivo. llll e~unbio fundamental t>n ln ba. es. en los cin1iento. le todos lo:-; a 1 lanto. hu ­mano. · del e píritu y de la mat~rin: eclu ­(' nción e instrucrión. Que nnest ro pneblo no <•:--tá PdllC'ado para la vida. lo r~pe irPmo~ cuanta.· vec·e. sea neceHario. como también re petiremo: <111 Colombia tien elemen­tos propio para :--;u educación y qnP Pll los países más ·nito· del orbe hay núcl os de poblac•ión, yjlJa ·, sulmrhi "' aglom~raeione. · soc iale. · y ha~t a ha rrio · d~ntri o. en la..:: gnu1des ei1Hlane .. que deticle el fondo d vi:t a PIOl'a 1 \ t' ~ t(>t i­eo .. on nul..~ salYajP.' qne nue.-tr<)s inclio. q11P en la. márg~11P. : clei .\popori::-. :Hlo ra11 lus cascn p..:;a pclll ­tonlÍma que sp ha llauwdo Pdta·¡u·ión. ~i e ci rto que ha habido y hay lllll eho.~ in titutore.· que ('OH e.-pírit11 dt· apó tole. y con <'Prebro de g('ll io:. hall llevado al corazón lP la niíi( z ,. clt> la juventnd la simiente fe ·tmdn · dr la. virtude · heroica·~ ( .'erenida<.l. honra dez e ·piritual. dominio de la ,·ohm ­tad). también ~ cierto. y e. to no e¡.; nna novedad~ que mncho. n1ae.tro. y prof~. or~:. nmcho.- clireetores de cole­gio no han hecho . i no po. t~rgar la nobilí ima misión de en -eñnr. Que lo digan si nó esa incontable 1~­gión ele jóvene y ele Yiejos fraca. ado: que en panóptico. <'árcele: y garito. ~.- tán diciendo a voeeH que no hubo qui 'n lo. educara; que lo digan tánto.- cris­tiano · honrados en c:uya almas aun Yi­bran la tortura le plantel e que . ·e di­cen de virtud donde por primera y z en su: vida contemplaron eara a cara la corrupción cíni ·a. la inju.-t ic]a ~ri­~ ócla en istema. ~faestro y profesores que a ljuclicmt prenüo a los hijo._ de los potentados. que odian y persigu ~n a los humilde.­y a los re ignad s, qne 1t>jo~ de ·t~r espejo de ünparcialiclacl y eátedra, ele dignidad, odian co1no cualquie1· CalTP­t~ ro, pre1nian la deh~ción y la hipoerp­na, como vnlgare~ tiranuelo .. ·e dejn.Jt {' Omprar eon1o Yen a le" corteloianos ..... E. o .• ni hoy ni nm1ca podrán lPvantar la fr ~ntP y exclamar: ¡no ot t·o · hemo~ cdllc·aclo a la juventud ~ ¡ Por qu(> tántos e· a mpe:i no:'. t O<'ado:-­con la . antificante virp;jni<.la(l dP la:-­..; elnts \~ aureoln<.lo <·on In o11íla diá­fnna qtw fecundó los barlwcho:, vupi ­Yen a su· pueblo: a sPmbt·at· p] P pan ­to entn' Jo.- parroquianos hnmil pre mwi6n Yan re 'Uelto::-; a n~ mpnñal' ya má: •l hachn ·onqui.-tadig-a. por l l -.;Ú}o lw­¡• ho rnuuwcido 11110 o diPz añ . ('ll un (~ol l-6o dondP ante~ lP · ens<>­ñado a :er hombrP. ? Todo esto no quiPt'<' dP ·ir sino qut­haee falta lncal.'ión: esto no ::Ügnifica ;-;ino qne P.n lo.' Colegio. ~ en la~ TTni ­\' el'sidnd : hay n ·e. idacl clP edn<"ar ]o mismo qu en' la P. {'llP]a primaria. en hombre :in educación raeionn l. ('llllPil ­tada. Yiril y digna. p.- una anwnaza pn ­ra la . ociedad. y e. a educaei{m no pHP­<.. le ten rla quien :·ólo ha reribido eoJtJo ar1na ele combate para la vida. nn ab­: urclo znr ·ido de conorimientos ·ientl­ficos. con los cnaleH . ~e le ha hecho crE>er que es una lumbrera ele la .-ociPclacl, un . r perfecto. enando no es más qtH' nn vago remedo de hombre lleno de fa ­tuidad, . aturndo inconseien<.:ia. nP bulosa humana para ln cual JllllH'a bri­llará el sol re ·plandet'i nte del carácter, de la iln tración qu razona. de la ,.o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 131 luntad propia quP vencp en la virla y en la historia . í Y qué direnws '"i lo: in el i ,·id no: ele esta clase son lo. llan1ados n en. Pñar a los cle1nás? Nosotro. estau1o eonvencido le que mientras el dü·ector de e ctwln. lo mis ­mo que el profesor ele trigonmnetrín · el el n íce. griega~, no s an verda­clero~ maestros que, al lado del teor<> ­ma torturante y de ln construcción qu<' parece imposjble, e ·t én e. m a . tro. dt> escuela que, en nombre (le nuestra ..:l pPrfeeiona miento del ~lagist 'rÍo .. · c1 u ·on In con­ci ncia tranquila nos atrevemos a levan ­tar las lozas ele e os 'Pt >tdcro~, :e uni ­rán mil voce honraen~ible desaparición que viene a enlntar el hogar honorable por mil títul.o que irvi~ra de templo a su· predilecta clen>cwn 'S· a entriste­cer a quienes fueron sus alumno.'~ a de­jar un \'aCÍo en la ~ocieclad qne lo con tara entre ·us má. alto eL~ponentes ~ Y a privar a la Educación Col n1bÜu1~l de uno de u·· más esforzados paladine."'. LA \ , 'IÓN EscoL_\.H <.: nsagra. pue.', un perenne recuerdo a la memo 'Ía de quien desde 1 ü5 el dicó . u e~· i 'ten ·ia a la difu ·ión d la cultura de In mPntP y del e. píritu; d' quü n pa ·ó por la vi­da ~embranclo la ·imi •11tc clelic~Hln de la grandeza pat rin ; a quien legó n los uyos la riqnehn d 1n6rito ·, propor<·io­nal dire ·tament a la no abnnclallcin de biene matc,·inles inhPrentP a qnietw · abrnzamo la nob] profe ión del ~la­gi terio, pero de mucha validez ante QUIEX prometió l'P<'OJnpen:arno~ ron pl. riento por uno. Para la digní ·i111a con:ort' que . upo hacer muy suyas las austeridades d J maestro, vaya nue. tra voz de reveren­te condolencia; para el Dr. ...\lfon. o Aran jo, y en g·eneral para la XpPl'Íml'ntal dP pr ferPncin. La finn ob ernu·ióu del yo pensantP. l'l nn{Llisi s y In ·íntP­: 1.- a qtH' c1el>e>n ::-ouwter:-:p lo-.. '-ll jPtos sobn lo.· e· na lps \ 'l' l'. ·a nttPst l'O e'-ltlld io. ('\.ige en gr · e~·ena, no olmnhilndn por lü · pert ttt·Lnnon 's de n nue,.tro primer articulo. 1t'llgnmos que PXpOll l'. :iquÍ~l'H S<'H a gTnnclP .: l' halla pne rraclo en In hf>Yeda eran ea na. Su forma e: O\' Óiclea. y la mn~n t.> tá repartida en llos h misferios, cuyo pe ­~ o 1uedio parece ser ele 1:)!'>0 gramo~. Con ·titúyenlo do - ·ub tancias: la nna blan ·a formada clP tubos condnctol·e:-;, y la otra gri: ele 'Plulas, a la · cn~lles llegan la. senl-:lacione ·. La sub.tancia gris forma ln corteza . pero tambi 'n ·e halla n el e nt ro del órgano en eonglomerado · qne .· e deno­minan ganglios cerebra le· o encefálico .. ( onhnuación) . Hálla ·e protegido el cereln·o por ti·p:-; membranas qne de fuera ha ia adentr0 .' e llaman: dura J/l •' t!e r. ru·or·,,oide.· y ¡>i(l rnate-r. Hay en el cerebro ei~:.mras y lúbulos. Las primera.- St' divi len l'l1 funda ­mentale. · y a<.TP~oria:. ~\nclicular e~ terna. Esta.· si1·Yell para circunscribir las circtmYoluciones y lo· lóbulo.-; S<' apellidan: paralela frontal. frontal ~ttp rior y frontal in­ferior. Las e isu1·as fnnclament n le: perfpdn ­menl clelimína lo. El lóbul frontal pl'P. entn ('ll:ttro cir unvoluciones. 'ohre la t rc·pra froJl ­tal de la izqui rcla, :e halla Pl ·e11tro dP Bro<"n- lPnguaj<' articulado- la lo<"a 1 i­zación má. firnwmPntP p: tnbl cicla. El lóbulo pari tn 1 :e :u bdihide Pll tres parte.-. det rminn la: por la.- <"i­: ura · parietal <> inte1·pari tal. Las oc­eipitale-- o temporale.- se trabajar . ' lo. :fenómenos n él ohser­va, dos autorizan . uficientemente parn establecer esta dualidad qne <~xpJica hien el control. ~n p] cerebro incon ·cient P procln ­<: rn la.- idea: y e comprueban Ja.- sen­saei 1w · ~ el t: rebro con riente lns sp}e ·­ciona: d<' él dep nden la razón, el jni­cio y la Yoluntad. na comparación iln tnuá P.:t n doC' trina. En la lente no enfocada de una cámara fotográfica :e refleja toda :nert d objetos de manera inde ·i - a y con fu. a; hé allí el cerebro in­consciente. 1~1 operador enfoca, prPei ­.- a un obj to · hé allí el ('<'reht·o 'on .­ ·iente. Esta d11alidad apena .. · ·e percibe rn el hmubre normal, pu . lo do. <'Pl'e ­bros trabajan arn1ónicament pal'a la elaboración de las id a .. Pero cuando cada uno trabaja por su lado, entonces se pre. enta la diso­ciación, la anonnalidad el l indiYiLro <.·onseiente". Cuando ella exi te, hu; ic~ea., sen LAH. con marcado interés y sos pechosa curiosidad, para preguntamos por qué no hemos es rito alguna co ~ :t especial para las maestras, o al m e no. , que el mo~ alguna opinión . obr las e s cueln~ rcg nt a-das por mujeres. Es posible que haya maestra<> 1111.1las, Pl' · ro ellas no pertenecen a nuestra Asociación, porque el pet·sona1 femenino qu la int g ra. honra positivamente al magiste r io e olom ­biano. • e nos dice que alguYJa s por S il po ~ ü: iúu . ocial o por su marcado s píritu d c:ontra ­clicción, harían mejor papel en un pue!Jlo, a lo cual respondemos que "de todo hay en la vifia del Sefior" . Se nos reprocha tambi ·n que guarck~nw s silencio y no defendamos a la Escuela No1 mal y al magisterio de los ataqu s de pc1 so­nas completamente desconocidas en el campo de la ensefianza. No lo hemos hecho, por ~f>­guir el consejo del !Abro clr lo. PrON' rl,iiJs: "Ne respondeas stulto justa slultitiam suam, ne efficiaris ei similis". So 1'( ' 8ponclcts al necio acerca de su ilnbec·ilidad. ¡,rtm que 110 aparezcas sernejante a él. Como siempre est;aremos dispuestos a complacer a nuestros colegas, vamos a decir algo a las maestras, ya que tanto lPs inte­resan. Quien ha observado la l'abor ingrata y clu ra de una directora, no tiene para que re- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR c01·darle deberes, sino elevar un himno a sus virtudes, a su legitima grandeza, a su misión de amor y sacrificio; mucho se ha cantado la dignidad de la mujer en todas las lenguas y bajo todos los cielos, pero no se ha considerado bastante a la mujer como maes­tl'a; se conocen bien poco esos corazones, tan ricos en puros sentimientos, veneros inago tables de heroísmo, de delicadezas y marti­rios. La vida de una maestra es una cadena no interrumpida de fatigas, de injusti"ias y de ingratitudes; l'a pobreza es su compañera inseparable; ve desaparecer a golpes de do­lor sus ilus"iones, sus encantos y energías; consume su existencia modelando corazoneR y en cambio qué recibe? Acaso (!} ridícul , el abandono y el desprecio. Jamás escucha­rá una voz de aliento ni de aplauso; ni una hoja de laurel habrá 'Pata sus sienes; pe1·o bien sabe que esas glorias que el mundo brinda, casi siempre está amasada con lá­grimas inocentes que ella muchas \reces en­juga y consuela. Múltiples cualidades deben adornar su co­i ·azón y su alma; gravísima ¡·esponsabili­dact contrae ante Dios, la Patria, la so<·ie· dad y la familia, al encargarse de un gl'upo de niñas en quienes brilla la inocencia y el candor y son la esperanza, el org-ullo y la alegria de tantos hogares. Un poeta latino elijo: "El ánfora conser­\ a largo tiempo el olor del perfume de qu •stuvo primero impregnada" l .. a niña es el ánfora que conservará toda la vida, el aroma celestial de las drtudes y ele los sentimientos delicados que la maestra haya infundido con dulzura y esmero en su ·corazón. Felices las niñas que encuentran en la escuela una jardinera de almas, que conozca el corazón humano, que ilustre con sus enseñanzas, santifique con su ejemplo, consuele y levante con la dulzura de sus en· cantos, e ilumine con su recuerdo las som­bras de la vida. Las niñas que asisten a la escuela nacen en un hogar donde todo es estrecheces, el pan insuficiente y el vestido miserable; la sociedad en que viven no les ofrece sino ma­los ejemplos; cuán pocas alegrías encontra­rán en la vida; que al menos en la escuela xperimenten emociones puras y delicadas, en esa época propicia para las más profun­das impresiones. Pero si en la escuela no se le infunden a la niña buenos hábitos, sólidas virtudes y sentimientos de dignidad y de nobleza; si no se le convence que su trono está en el hogar y su única grandeza en la virtud; si por t ~­da Religión aprende de memoria oraciones y catecismo; si no se le enseña algo útil qt e le permita hacer frente a las necesidades de la existencia; si no se le muestran franca­mente los muchos peligros, afanes, desenga­ños y tristezas que le .esperan en la vida, lle­na de ilusiones y de caprichos muy pronto advertirá que la luz de su conciencia se apa­ga, que las flores de la dignidad y del deco­ro se marchitan y la paz del corazón, será destruida por remordimientos tardíos, que llenarán su vida de sombras y miserias. El influjo de la mujer en la socied·ad es irresistible y decisivo; ya como hija, como esposa, como hermana, como maestra o co­mo madre, tiene entre sus manos los tesoros del corazón y las luces del espíritu; por eso la mala formación de la mujer es más noci­va que la del hombre. Cnántas de estas ni ñas están llamadas a grandes cosas en la vi­da y no han podido elevarse porque una edu· cación poco inteligente ha extraviado sus fa­cultades, favorecido la frivolidad, la pereza, la ociosidad, descuidando todo ideal de no­bleza y caridad. No olvide la maestra que las virtudes cris­tianas embellecen y fecundan la vida y brin­dan 1 signación en la desgracia; sin un apostolado sobrenatural es imposible que so­porte los austeros deberes de una educado­ra; sea paciente, humilde, bondadosa, com pasiva, sencilla; nunca dé cavida en su pe cho al orgullo, a la envidia, o al egoísmo, pasiones ruines y . miserables; cuide su re­putación como flor muy delicada; sea sin­cera y digna en sus amistades, culta y sua­ve con las niñas sin permitirse familiarida­des; deteste el chisme tan fecundo en es tragos; aprenda de sus compañeras las cua­lidades que las distingan y que ellas encuen­tren una amiga verdadera, que alivie sus fatigas, resuelva sus dudas, disimule sus de­fectos, comparta sus penas y elegrías y que siempre hallen un corazón hermano, donde puedan depositar sus íntimos secretos y sus tristezas escondidas. Algunas maestras no buscan sino lo que puede alimentar su vanidad y su amor pro­Dio; quieren siempre singularizarse, encare- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACC ION IDS OLAH cen sus dotes naturales, ponderan sus amis­tades, olvidando que una persona no vale sino por sus propios méritos y buenas ac­ciones y que las mejores cualidades se reba­jan e inutilizan cuanto sirven de pábul o a la veleidad y al orgullo; otras quisieran go­bernar el estado, dirigir la política y has­ta entrar en el ministerio de las cosas sagra­das. No creemos en la educación que puedan dar ciertas maestras envidiosas, poco cultas, altivas y déspotas, que siempre viven en intrigas y enredos, critican despiadadamen­te, y acusan de faltas insignificantes a laR compañeras que debiet'an tomar por mode­lo en el cumplimiento del deber. La Iglesia se enorgullece de la acción l ; a ­l'itativa y santificadora que ejerce la mujer en la sociedad; la historia nos señala mu­jeres ilustres por su saber; otras compar­ten la gloria de los grandes escritores, y gran número se han inmortalizado en el carn po de la Pedagogia; siendo la colaborador11 del hombre; su au. ·iliar y comparticipe en el dominio de todas las cosas, debe hacer fecundo ~m trabajo y maravillosas las con· quistas de su genio . Estudie atentamente el alma. el cora~ón, la. cualidades y defecto R de las niñas; esté al tanto de lo. progreso ~ en la enseñan~a. p ro cuide que su sabet· esté real:lado por la modestia y el buen jui· cio, porque !'li quiere aparecer Aabia, Re ha<'t­rldfcula, y por leer todo lo que encuentrn. !:le llena de locos ensueños y de quimeras engañosas, haciendo su vida estéril en bue­nas obras, inútil y fastidiosa para si rni!~rnn y para los demás. Se avecina la sublime apoteosis del Liber­tador; un hálito de optimismo y esperanza sopla por todos los ámbitos de la Repúbli · ca; sólo hay inquietud por disipar las som­bras de la ignorancia y ensanchar los ho ­rizontes intelectuales; tenemos fe en el por· venir de Colombia; en buena hora espiritus iluminados por la luz de la verdad y cora­zones templados en la fragua de la Religión, forman en la virtud y el trabajo a las ma­rlres del mañana, y la madre es el verdade· ro troquel de formar pueblos y modelar grandezas. Sólo las maestras sobre cuyas frentes fulge un nimbo de paz, de liberta<.! y de gloria, pueden presentar una ofrenda digna del Padre de la Patria. Ellas culti­va n con mano cariñosa las fl ores más humil-des y delicadas de la tierra col ombiana; en esos corazones perfumarán siempre entre los ensueños del amor y los tesoros uel tl'abajo, la Cruz de Cristo con todas s u s grandezas, y el Pabellón tricolor de la Re­pública, con todas sus victorias. A. ESPL . ,~ •• . CULTIVO DE LAATENCION Con honor contamos entre los miemb ros de nuestra Asociación a la señora Julia de Zubiria. Su nombre no es desconocido en el campo de la Pedagogía; fue Directora por largos años de la Escuela Normal Nicaragua; pasó luego a Costa Rica; su l a ­bor en esta república modelo está íntima­mente unida a la de ese maestro de 'R<~tll' · la de Heredia, apóstol de la cultura de stt Patria, verdadero escultor de corazones. Omar Dengo, anl€batado por la muertP ('11 In aurora de la vida, cuando lnR victot ·iax del espiritu, comenzaban a conquistarlf' una diadema de gloria. Los amigos y discipulos del maestro <·o . . tarricense, declararon que "sus enseílanzas contienen doctrina construettva y flo1· I>et·du· rabie de belleza y de bien"; lo m i smo podf'· mos decir de la benemérita institutora . Desde la noción inicial, hasta la. porten· tosas concepciones d los obrem~ de la cdacl moderna, de alli s al e la iclea . La palabra. la ::;óla palabra, cond u ·a< :iún del e1·ror o condensación el e la v rclacl má pura, lleva en ::;i todos los ,. splandores; : unas veces astro, otras diamante invisihh . fue el dón por excelencia dado al h ornht•· por Dios. La palabra eR luz cuando · pt't>lli ca las máximas sublimes d_e religión y di' moral; es luz cuando 1·epite los precioso:; axiomas de la ciencia, y cuando le Hin e al arte para expresar sus hellas conc·¡•p ciones. Acaba el caos en el cen:~ bt·o de los ptw blos, cuando el misionero y el levita, la m.t· dre y el maestro, van abriendo brecha en esa sombra de errores que mantien e la Ig ­norancia; y el maestro y la madre, el mi · sionero y el levita, sacan del ca s el espí­ritu del infante; el alpha es el pr mer ensa ­yo redentor del hombre. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 136 LA ACCION ESCOLAR Los beneficios de la primera enseñanza son tesoros que constituyen un éxito en Ins árduas tareas escolares. A nadie se oculta que la infancia es la esperanza; pero no de esas esperanz~s efi meras fundadas en trivialidades que germ i· nan en cerebros enfermos, que convierten una casual ocurrencia en un presagio gi­¡.,"' antezco. 1 Un maestro estudia sus alumnos y al hacer este estudio encuentra en ellos qu e todas las facultades e inclinaciones son otros tantos dones que es preciso desarrollar y conducir. Desde la aurora de la vida aparece un mó­vil que induce a la perfección: el cnno1· pro pío, o sea el deseo de la dominación; se­creta vanidad que envenena la vida, dando origen a la envidia; toca al maestro ahoga 1· en su origen esta inclinación maléYola, y mantener, con el amor propio bie 11 c nt end i­do, in\'iolable la dignidad de la naturaleza humana, en las condiciones de la vida . Bien sabemos que el espíritu posee di\ er­sn. s facultades, que tiene entre l"Í mutuas ('strecbas leyes y t•elaciones, y que en ellas funda un institutor el cultivo del entend ¡. miento. Los órganos de los sentidos, atrio y y es­tibulo de la inteli~ncia, necesitan de la guía rtel maestro para encaminar a cada s nt ido al desempeño de us funciones . La fa ultad que primero manifiesta la in­teligencia es la ATENCION, diríamos sin Pquivocarnos que es el ojo del espfritu, y t'lla e. el tópico para el maestro . ¡Ah!, qué difícil es conseguir atención . y qué encuesta cosechar frutos de élla . Los niños se ignoran a sí mismos, han pasado por una multitud de impresiones s in hacer para su observación ningún esfuerzo . Cuando el maestro los recibe, tienen ideas confusas; sin rumbo han llevado una vida monótona. En este estado, todo lo que Yen les causa novedad, y este es el moment o precioso; aquí comienza ·la atención; con ella observa los objetos, los comprende, los compara, derrama en ellos luz; este es el momento indicado en que el maestro rtebe poner en actividad la ATENCION; este es el momento en que su enseñanza debe ser clara, interesante, viva y variada, en una palabra, deleitable. Las palabras, los libros, las excitacione s .. las lecciones bonitas y bien preparadas, soTh nada, si el maestro no ha conseguido aten ción; élla no es otra cosa que el esfue n~ 1 n dirigido a conseguir un fin. La naturaleza ha dado al hombre a lg(}) que estimula y anima la inteligencia : h 11 CURIOSIDAD; el maestro debe aprovechar­la, y de sorpresa en sorpresa, consegui rü una prolongada atención. Obliguemos a los niños a preguntar cons­tantemente, ahuyentemos de las escuelas cU temor y la tristeza, secundemos los móvi les de la alegria; no perdamos de vista q1H la pregunta impone atención para escucha · la respuesta. La imaginación hace constan tes creaciones y la memoria recuerda tontilla, la rodee de todos los elementos in­clispC> nsables para su germinación y su erE> <'imiento. Hagamos la escuela agradable y nt ntc:li\'a: consigamos imponer la atención. Así la C'!>Cuela 1lena1·á su fin, y los niños ::;e SPDI.idm felices al lado de quien en ,·er dalio conocimiento de lo que es ser buen ciuda · dano y de las condiciones qu ~ ~e requieren pa.ra ello. Ser ciudadano. dentro de una de· mocl'acia c:omo n J¿ que \"i\"imos, es pos Pt rlerecho a intervenir en la cosa pública y en sn administración, teniendo facultades para elegir a los que deben regir la patria o dictar leyes sabias y justas. lo mismo que a se1 elegido para los altos cargos. Lo: derechos que comprenrten la ciudadanía se llaman derechos políticos. Para hacerse acre­edor a ellos, según lo dispuesto por nuestra constitución, el indh·iduo debe ser varón mayor de veintiún años, ejercer profesión, arte u oficio conocidos o legales, o t. ene r medios legítimos de subsistencia. Uno de los castigos impuestos por el Código .Penal a los delincuentes, consiste en la pl'ivac1ón de los derechos políticos. La ley exige ciertos requisitos para go­zar de estos derechos. Esto no quiére de- La Acaión Escolar» engalana su.r; pág-inas con el retrato de la es­critora y notable institutora EJIMA OSORIO L., quien une a sus claras dote• intelectuales, una ex-quisita cultura y 1~n raro don de gentes. La Srta. Emma e1 nu teso­ro para el magisterio bogotano. cir, que tal ciudadano, para serlo, debe con­tentarse con lle\·arlos, sino que debe aspi­rar a perfeccionarse en el conocimiento de las necesidades de la patria, y de sus debe­res públicos y privados. La ley, al determi nar estas condiciones, sólo ha querido e11 comendar a los mejore!'; colombianos la suerte de la Nación. Un buen ciudadano debe ser el guardián del territorio patrio, y amoldarse de tal ma· nera a la Patria, que se convierta en un pe­dazo del corazón de la República. Y el in- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 138 LA ACCION ESCOLAR dividuo no puede aspirar a este título en toda su amplitud, mientras no conozca todos los deberes que tiene contraídos para con esa Patria, que vela por él con sus institu ciones y con su gobierno, que vigila y ha­ce respetar sus deberes individuales, y mien tras, por el conocimiento de esos deberes. no se haga aCl eedor, por todos los actos de su vida pública y privada a tan honroso ti· tulo. Hay, por desgracia, en nuestras ciudade~ Y poblaciones, dentro del territorio de la Pn· tria, individuos que atentan contra las ins­tituciones, que desacreditan el auténtico va lor, (el de cumplir con sus deberes). y que no profesan el respeto que merecen el gobierno y los varones que han sido llama dos por el pueblo a desempefíarlo. Contra estos malos ciudadanos no se deben empl ea r otras armas que la buena educación moral y religiosa de los buenos ciudadanos, que le!; demostrarán, con actos, cómo del respet o a los ajenos derechos y del exacto coucepto del principio de autoridad, nace, como c:Oll secuencia natural, el engrandecimiento de la misma Patria, a quien ellos no quieren servir. Esta educación se inculca en le co ­razón de los nifíos, (los hombres del maña na), por el carifío acendrado de las madres Y por la paciencia ejem.plar de los maestro . De aquf se desprende la necesidad que exis­te de que las mujeres conozcan a fondo los deberes del ciudadano y los trasmitan al corazón de sus hijos, de sus hermanos y de sus discípulos, ya que el influjo de la mujer es poderoso en la buena organi7.af ·ióll social. Pero además de los derechos polftiCOH y de la facultad de ejercerlos, existen mu chos otros deberes que debe conocer y cum­plir el buen ciudadano. El deber es un man dato de origen divino, inscrito en el cora zón humano. Todos los deberes humanos se encierran en el Decálogo, dictado por el mis­mo Dios a Moisés sobre la cumbre del Si naf, y proclamado entre rayos y truenos . El complimiento de esta sublime concreción de los deberes, es la base de la sana vida individual y colectiva, de la paz y del orden . Aparte del culto divino, de la adoración que se debe tributar al Supremo Hacedor Omnipotente, proveedor de todas nuestras necesidades, nuestro principal deber consi¡; te en amar a la Patria, en servirla, y en dar por ella nuestra sangre, cuando noss exija este sacrificio. Cumpliendo estricta-t ­mente el Decálogo, podremos titularnos conn orgullo buenos ciudadanos, buenos hijos d Dios, y podremos ser útiles a nuestra fa t­milia, a nuestra sociedad y a nuestra Patria .. Del cumplimiento del deber emana el de ->­recho. Todo derecho que un individuo ejerr­ce, implica la existencia de deberes correlat­tivos en los demás. Pero no importa que pm ­ra el cumplimiento de nuestro deber nms veamos precisados a renunciar a una par r­te de nuestro derecho. Más dulce es la sat­tisfacción de un deber cumplido, que la d(e un den!cho ejercido, y ello indica más gram­deza en el corazón del hombre. Esta con- re­lación de deberes y derechos, que forman unla concatenación dentro del orde social, conf...->­titu~ la Justicia. Seamos justos, deslim dando el punto preciso en que termina nue!.· ­t ro deber y empieza el derecho ajello , y ¡H o dremos aproximarnos e.n mucho a la perfetc­ción a que debe aspirar el que quie1·a se •r digno de disfrutar los beneficios de la a sm ciación. ORGANIZAOIOX A.DMINISTRATll'A Cuando, gracias a los esfuerzos individu.a­les de los ciudadanos, encaminados ha(' 1a el fin principal del progreso genuino, 1'1 orden se haya cimentado y sea la única no r­ma de conducta de un pafs; cuando, gracims a esa observancia del orden, todos los habi­tantes marchen decididamente, y unidos cnn rirmeza a la conquista del porvenir bajo el estandarte de la paz, entonces se podrá de­cir que se ha hecho obra de patriotism o . Pero para llegar a esa observancia y pa : a unificar todos esos esfuerzos, es preciso q P. el ciudadano conozca desde su infancia la manera como está organiza-do el gobierno, y la manera como serán aprovechadof\ su: movimientos progresistas. Necesita ademá. ~ conocer cuáles son sus deberes como subc n­dinado de la autoridad, y cuáles son, cuan­do la voluntad de sus conciudadanos lo eli­jan para un puesto de honor. Y la inicia­ción de este conocimiento también corres­ponde a los institutores, que son los que es­tán modelando esos pequeños espíritus, mu chos de los cuales serán poderosas colum­nas del Estado cuando los años hayan des­arrollado su inteligencia y cuando sus con - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 139 ciudadanos hayan apreciado sus cualidades . No sabe el maestro si en el más humilde puesto de su escuela, se sentará un varón que legará su nombre a la historia como ejemplo de civismo para las generaciones veni~ras . Y cuánta será la satisfacción de un maestro anciano, cuando recuerde que el hombre útil a la Patria, cuyo nombre vuela en alas de la rama, recibió las pl"l­meras lecciones de civismo de él y él con· tribuyó a encender ese amor a la Patria y a desarrollar ese gran corazón de ciudadano! La organización administrativa de nues tro pais es bien conocida, y está basada en la democracia, o sea el gobierno del pueblo . La división del poder en tres ramas dife rentes, representada cada una de ellas en las diversas entidades en que se divide el J)aís para su mejor administración, son no ciones sencillas y breves que debe aprender el pequeño que asiste a las escuelas prima rias . Puede el maestro agregar la enseñan za de los deberes anejos a cada uno de ln s cargos de cualquiera d e los tres poderes, y dar una clara explicación de la manera co ­mo cada una de estas ramas contribuye al prog reso general y a la ?: arantía de los de­rechos individuales Conocida la necesidad de que exista un g o­bierno que encauce hacia un fin único to­das las actividade s dispers a s; que haga res­petar por medio de la policía los derechos de los asociados, que garantice mediante el Ejér­cito, la integridad del i rrito1 ia patrio y la soberanía nacional, lo mis mo que la conser vación de las Institucion es y de las leyes, el niño tiene que saber qu ese Gobierno que favorece en todo a los asociados, y que garantiza su libertad, debe ser soste nido por los beneficiados con su existencia, e~ decir, por los asociados. En consecuencia , uno de los deberes cívicos del hombre, con­siste en pagar las justas contribuciones que el Estado le exige, como legítima retribu­ción de los servicios que le presta. Los que elaboran las leyes, los que las hacen efecti­vas, y los encargados de Yelar por el orden social y por reprimir la delincuencia, puesto que consagran al cumplimiento de tan sa­grado deber todas las actividades de su vi­da, deben encontrar en ello los medios de subsistencia de una manera adecuada a su categoria. Y cada uno de los buenos ciuda-danos debe contribuir a la medida de suH fuerzas a estos cuantiosos gastos, pagando los impuestos que las leyes nacionales, de J)artamentales o municipales les han fijado . RESUMEN El maestro no debe olvidarse un momen ­to de que bajo sus cuidados y bajo sus des velos se encuentra la ciudadanía de maña na. Los corazones que se agrupan a su al, rededor, son arenilla plástica, en la que el maestro debe dejar la huella imborrable de su inteligencia, iniciando la formación de prodigiosas esculturas. El amor a Dios de be ser la base fundamental de todos sus ac­tos . El amor a la Patria debe ser la norma de sus enseñanzas y todos sus sfuerzoR 11<"· ben encaminarse hacia el fin único de hacet· grandes ciudadanos, capaces de honrar a la Patria y de servirla. Este amor sincero pondrá en sus palabras todo el fuego, y en sus labios todo el entusiasmo que sea nece­sario para comunicar a sus discípulos esos santos afectos. Procediendo sabiamente, des corriendo poco a poco el velo que oculta es­tas grandes verdades ante los ojos de los nii'ios; demostrando cómo están de relacio­nados Di()S y la Patria; buscando las ad­mirables enseñanzas que se e ncue ntran en el Decálogo, base inconmovible de todas la -­legislaciones sabias y justas; inculcando en los ánimos dóciles de sus discipulios todo el alcance de la palabra "deber"; haciendo comprender todo el valor del derecho ajeno para que sea respetado; celebrando con la mayor pompa I>OSible las fiestas patrias pa ra rendir culto a los héros que lucharon y murieron por nuestra libertad; explicando la significación de los símbolos consagrados de la bandera, del escudo y del himno na­cional; mostrando la grandeza y perfección de nuestras instituciones, levantadas sobre la base del santo temor de Dios y del res­peto a su culto y a lo que con El se relacio­ne, y abriendo ante los ojos de los niños las puertas de un porvenir luminoso y bri­llante que sólo podrá alcanzarse mediante el cumplimiento del lema de nuestro escudo, habrá realizado el maestro una obra de in­tenso patriotismo, y coronado una labor fe ­cunda, que redundará en la gloria de la Pa­tria, y que le hará contemplar más tarde, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 140 LA ACCION ESCOLAR " .... Cuando la vida algodone la sien erguida ele nheas canas". su obra con la dulce y grata satisfacción rlf'l deber cumplido. E.:\1.\1.\ ÜSOHJO L. ESTUDIO DEL NIÑO La experiencia ha demostrado en todo tiempo, que donde quiera quE> exista una cor­poracióñ, sea cual fuere el fin que ésta persiga, debe estar sometida a determina­dos estatutos, esto es, a normas generales, o mejoi·, a una uniformidad a la cual debe-n ajustarse todos lr,s miembros de dicha cor­prn ·ación . Es este un sistema racionalmenlt• lóg-ico y que en la práctica ha producido los mt-jores resultados. Sin embargo, si es e to un hecho evidente, en cuanto se relaciona con las corporaciones que persigue un fin económico o de cualquiera otra índole, no dehe serlo de modo tan riguroso, tratán­dose de la escuela. donde el maestro no de­he ser considerado respecto d-e sus alum ­nos como un simple compañero. No siendo la escuela una sociedad, en que .el maestro y los alumnos deben star sometidos a normas C' o Jn unes, sino m á. bien Pn una relación ele d e pendencia, en la cual c>l niño apareoe c·omo elemento pasivo. e. · n c~sa do considE'ra r al ma s t ro c·omo el ele­mento supremamente a('t ivo, pu sto que pat·a llenar su mü:;ión. debe, en e nante. esté' a HU a IC'anc , penet J'ra decirse, en lo más íntimo de los ·' reH a quienes se propon forma r. esto es, estudiar­los psicológicament . La pedagogía siempn· ha procurado e. tableeer leyes. más bien n •­glas generales que ella consiclera comuneR .a todos los niños, pero prácticamente se \"(' , que lo cg~e la pedagogía de los puehlos más civilizados con. idera C'omo J'egla general, más bien pudiera tenerse en cuenta entre nosotros como la e.·cepción; de doncte se ele ciuce la necesidad cte que el maestro conoz­ca individualmente a cada uno de sus alum noR. En los países más adelantados del mun­do en materia de padagogía, como pudiera decirse de Alemania, lejos de sometersE" a los niño a sistemas o métodos rigurosa­mente estandarizados teniendo en cuenta so- .S'nion"lu p¡,_'J'.t fll•:RN..L\"Dgz, m -irmln·n r/p nut>.~frtt Asoónr1'6u r¡uiPn se disl i nyue por su consayracúíu ?1 dotes ¡Jedo r¡ógú!a . lamente la edad. se les st udia y C'lasifkH a base ele análisis profundament psicoló­gicos. Hay una ohsenación d poca exac­titud, y que entre nosotros ha sido ele\·ada a regla general: a mectida que el nií1o avan­za en edad; va adquiriendo u na capacidacl proporcionada a esa edad. Pero como esta regla es casi siempre defi iente, no se le ha dado alli grande omportancia. Además. como entre .11os ya e . ·isten todos los medios necesarios para cultivar en cada niño las ap­- titudes más salientes que lo C'aractet·izan. se han tomado éstas como base primordial para hacer de acuerdo ron ellos las clasi­ficaciones má~ científicas. cuyos importan­tes resultados admiramos en nuestro!'> días. Así todo indhiduo 'a como especializándo se cómodamente en la ciencia o arte para las cuales la naturaleza le ha preparado PI camino; en una palabra: allí no se ha con­trariado la tendencia conocida generalmen­te con el non.bre de vocación. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 141 Cosa muy distinta ocurre entre nosotro : y que hasta hoy parece pasa r inantt• . y para conciliar inclinac iones, Lt s m <"' r! • las ~eces opuestas. Es esta una labor que siempre ha í'on: t i­tuído para todo buen maestro. el mús rl i ' í cil de los problema~ y ·uya r s olución 11 1 '· pieza con los más grandes oh . ~U\cu lo ·: d <· ahi que hoy se considere t:omo un mito la ,·erdadera or~anización que pntre nosot ro ~ deberia darse a la instrucc:ié>n primaria. ha .s : de la civilización y del progreso . PEP.\ 1-l!:tt . \ . JJ I:Z. VOCACION DEL MAESTRO Como fácilmente puedf' ouse n · a r!=; f' , lo. : ·· res de la naturaleza. aun siendo df> la n ll. · ma especie, no poseen todo::; las mi¡;:m: s eu:l ­lidades que los hacen avlos pa 1·a ele · m¡w ­ñar determinado oficio; así, todC~s la s p io d ra ~; no sirven para cimientos d • las c·unst ruc­ciones, ni tampoco el pino tíene la resisten cia del roble para poderlo emplear con p ro· piedad en las obras que están sujetas R ma yor resistencia de peso. fuerza y movimieu to. Esta circunstancia en nada afecta la ar monia que debe reinar en los seres · de cada especie; al contrario, como lo prueba la ciencia, es como un estímulo para el perfec· cionamiento de ella, puesto que el distinr(J oficio que desempeñan, está dentro de los limites de la especie a que p rtenecen. Pn beneficio de la misma. Esta diferencia en los seres de la natura­leza, es lo que hace reconocer que no todos los individuos son competentes para desem­peftar la profesión de maestro. To-dos, si, según su criterio pueden censurar la labor educacionista, pero no todos tienen autori­dad mo-ral para· reglamentaria o dirigirla. Entre las condiciones necesarias que de­be tener el maestro, a fin de que su labor no sea estéril y pueda emprender con ab­negada resignacin la tarea de educar e ins­truir a los niños, la principal, por no decir la esenci-al, es la de la VOCACION, que no es otra cosa, sino las inclinaciones natura­les que disponen al individuo impulsándo­le _la 'oluntad, el €ntendimiento y demás fa­cultad f s morales, a conseguir un fin deter­minado que en el presente eafw no es otro que el de educar e instruir. olocado el indi\'iduo en esLas ·otHiil'io­llC . .;, gusta con deleite del estudio, descubn• con facilidad los medios más adecuados p:-t­ra hacer amena y provechosa la instrucción. at:ata y cumple los rcp;lamentos y disposi­ciones ordenados por sus .mperiores; no lo rletioenen en su labor ni la carencia d út i les o elementos para el trabajo, ni los m:1 los elimas, ni mucho meno la condic-ión dr los alumnos onfiados a su c·ui, t·-e !ajadas. si no pen-ertidas, po1· E·l ambiente desfav m ·ahl . ado su primera infancia, la s c:ostumlHt'::i , en que han pa· u la qu e, cles rior. No obstante, tenia sus momentos de cal­ma, y entonces dejeba comprender los ras­gas más nobles, que más tarde debían asom ­brar al mundo. No se le podía contrariar, porque en este estado se declaraba inven­cible. Sólo la presencia de Hipólita, hacia cambiar los ímpetus del más temible furor, porque ésta los distraía llevándolo sob r e sus hombros, a los que Simoncito solia lla­mar "jugar al caballito". Cuando por alguna circunstancia, tenía que ausentarse don Esteban, hacía a la fa­milia las correspondientes adver1 encías res­pecto al cuidado que debían prodi gar al p e· queño, con la expresa condición de que si el manejo del niño había sido correcto, lo llevaría a pasear. Sea que Simoncito trata­ra de ser menos inquieto, o que la familia , dada la corta edad de éste, lo excusara, el caso es, que jamás fue privado de semejan­te placer. Refiérese que en una de esas tan aca1 i ­ciadas y deseadas tardes de verano, salieron tío y sobrino a dar su paseo reglamentario . Don Esteban montaba un alazán, contem­poráneo del venerable anciano; Simoncito, cabalgaba en un burrito negro, tan ágil y ladino COI!lO el pequeño jinete. Por uno de esos tan frecuentes efectos de la mala suer­te, el burrito dió una mala pisada, con tan inesperada fortuna, que el jinete salió C'omo flecha por la tangente . Este, en ' ez de po­nerse a llorar, se tornó furioso y quiso bus carie la molestia al pequefio bruto; intervie­ne en esto don Esteban, y con voz severa , dice al sobrino : "No te enfur er~cas, Simón , que la culpa es tuya, porque n .. , bes mon tar a caballo". "¿Y cómo quieres que sepa monta · a ca­ballo, si lo que me has dado es un burro " - replicó Simón. Hasta entonces, este nifio apena. conta ba seis años . V. S . REI A A . (Continuará) . 111: .1111:. 111; llll ll:. llll .• lll ll.lllll . llll .• llll\. 11111.1111\. lll\i 1111\.111 11.1111!. : Habl a quien nos entiende Girardot, septiembre 22 de 193tl Sr. Dn. Aurelio Espinel-Bogotá Mi recordado amigo : Con verdadera angustia espiritual hace más de cinco meses que espero correo, tras correo, una letra tuya y nada. Eso no está bien; tienes que dejar ese egoismo y dejarte venir de cuando en cuan­do con esas cartas tan graciosas y al mismo tiempo sentidas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 143 Lo único que m~ hace perdonarte Ps "LA. Acción Escolar", que he recibido cou p .! ll tualidad hasta su cuarta entrega y en la cual he ~ido varios artículos tuyos; y por esas cuatro palabras que pusiste al margen del último número me enteré que tú eras el remitente de tan importante publicación. Te rn'anifiesto que no habiéndose extingui­do en mi el cariño por la enseñanza, a pe sar de mis ocupaciones hoy tan ajenas a ese ramo, he creído un deber constituirme uu agente oficioso de tal publicación, pues con sidero que si todos los maestros se empapa­I" an de las muchas y nobles iniciativas y en­señanzas que aparecen en "La Acción", con lujo de buena dicción y criterio levantad o. ya podría nuestra Patria ir redimiéndose de tantas esclavitudes morales y materiales a que está sometida. Pero pásmate tú del "Pasmo de Sicilia" cuando sepas qu~ a dos maestras rurales a quienes insinué que se suscribieran me han dicho : tal vez no nos suscribimos porque en un viaje que hizo una colega nuestra a Bo­gotá, un maestro a quien quitaron la escuela no sé si por mala conduta o por ineptitud le aconsejó, que no se suscribiera porque la re· vista no habfa publicado sino una lección modelo en cada número y qu una señora que fue maestra y que ahora tiene una así tencia había dicho que no ra pedagógica y algo más por el est ilo. Otras dos maestra ~· que llegaron ya a la edad de los amorr>. mis­ticos me dijeron que se suscribírian después, porque esperaban que salieran otros núme ros para convencerse si la Revista y la A o­ciación eran religiosas o masónicas pot·que en Bogotá había mucha malc'lad. Yo estoy como tú sabes acostumbrado a respetar profundament~ las ideas ajenas, pe ro franC'amente no concibo cómo hay maes tros que tengan a estas horas ideas tan es­trechas, porque te digo con sinceridad quf' si una revista como "Acción Escolar" no sa­tisface a l~s maestros es porque unos qui­sieran aparecer como la última palabra E'n Pedagogía, otros miran con envidia y rece· lo al magisterio bogotano y a la mayot· va r ­te les duele desprenderse de un peso. Yo estimo una revista para maestros así como "AccióB Escolar"; es lástima que un crecido número de maestros no aprendieron lo suficiente en las Normales y necesitan andar a caza de clases modelos y de cono-cimientos en periódicos y almanaques para poder salir con algo el día del examen; mu­chas veces no corrigen los errores de redac­ción sino que, de memoria, hacen repetir aunque nada entiendan. Los maestros que tienen nociones de la Escuela moderna, ex· pontánea, enemiga de definiciones absurdas e incomprensibles para los niños, deben sen­tirse satisfechos de leer una revista como la de ustedes, donde se demuestra que el ma­gisterio es capaz de escribir algo más que un boletín para neófitos. Me encanta que combatan los vicios socia­les, que desenmascaren a los malos maestros y que distingan a los buenos; lo único que me duele es que les interesa y les gusta más a las personas que no están trabajando en instrucción, pues aqui la he mostrado a va­rios señores y todos me han dicho frases elo­giosas para la revista. Si estuviera destinada a publicar claseci ~ tas, a ensefiar a dividir una línea en dos partes iguales, a descomponer una palabra en silabas, a reproducir trozos de libros de psicologfa o de manuales de metodolo-gía se­ria p1 ·opia para esos maestricos qu~ tiem· blan delante del Inspectot· o de esas mastri­cas que a fuerza de molestar en la Direc­ción las nombran, para descansar, a un co¡·­tijo rural; pero no para maestros que co­mo los de la Asociación aspiran a lleYar en Colombia el cetro espiritual del magisterio . Además el público ajeno al magisterio a quien debe dirigirse principalmente lo qut> ustedes escriben, no leerá esas infantilida­des y quedarán sin ser conocidos los má~ abnegados servidores de la Patria y sin voz entre la sociedad que ya comienza a distin ~uirlos. Pero como al decir de los franceses "cha· cun son gout", no está por demás que "La Acción", siga pu~licando en cada número esas cositas que les gustan a los maestros expulsados del ramo, y a esas maestras que hoy tienen asistencia. Debes comprender, mi querido amigo, que en todos los gremios hay ejemplares que van muy atrás del mo­mento actual y desgraciadamente el magis­terio no es excepción a esta regla. He leído en "La Acción" artículos que honrarian a cualquier revista; por esta la­bor te felicito y felicito a tus compañeros y quisiera estar enseñando para fraternizar más de cerca con ustedes. Sigan adelante sin Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Fmeza de «Gl Tiempo . DOCTOR SIMON ARAUJO, qui~n com.o maestro, co rno hombre público y como ciudadano es acreedor a la admiración, al cariño y a la gratitud eterna del pueblo colombiano. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Aten ción de El ~lempo. • DOCTOR JUAN SAMPER SORDO Gobernador de Cundinamarca, quien de seguro aten­derá como lo merece la 1 nstrucción Pública. Ha sido proclamado presidente honorario de nuestra Asocia­ción ya que es ferviente partidario de las agremiacio-nes de maestros. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 146 LA ACCION ESCOLAR hacer aso de las murmuraciones y absurdor­que sin duda hablarán de ustedes los inca paces de comp1·ender la labor que están de­sarrollando. Ya ves, mi estimado amigo, que paso por pródigo contigo y lo hago con la esperanza de que no echarás hielo de silencio sobre el grato calor de nuestra amistad de condiscí­pulos. Tuyo, Cuadros de Honor de algunos Colegios para eñoritas y niñas COLEGIO DE LA CONCORDIA FUNDADO POR LA SERORITA Avelina Moreno Uribe en 1868 Cuadro de honor en los meses de julio y de agosto de 1930 _ Edelmira Alfonso, Maria Emma Bulla, Ce ­cilla Cortés, Lucrecia Cuevas, Ana Tulia Del-gado, Ana Julia Dussán, Masha Finvarb, A velina y Ana Mercedes Gómez, Josefina Ló pez, Gertrudis Maldonado, Cordelia Moreno Gómez, Elvira Pinzón, María Elena Portela, Lucila Ramírez, Dilia Silva, Emma abogal, El va Tórres y Amira V anegas. La Diretora, Clotild , Jr.oren o d P M C! lcl rnwdo. Bogotá.-53-Calle 20. COLEGIO DEL SAGRADO CORAZON Di rectora-Seña rita J osefin rt Rod-ríg u tz Carrera cuarta-266-Teléfono 2-31 ALUMNA. DISTI GillDAH: Magdalena Bernal, Consejo Sarmiento, Do­lores Avila, Leonor Rodríguez, Mada Luisa Palacino, Elvira Sabogal. LEOPOLDO BORDA ROLDAN Lo conocimos en una entre ista celPhra da con él. De sus labios b1·otó la palabra sincera (' inconfundible que denuncia aJ hombr hon­rado, estudio. o, ilustrado y ajeno a las mez ­quindades. Fueron acentos de verdad que refrescaron nuestros espíritus que tántas veces se han contraido de dolor al cnchar a los fi 11<" ha· blan todo lo contrario de lo que sienten, a los que al expresarse en tono patriótico y le­vantado, delatan sus ambiciones escondidas, su incapacidad moral para ser sinceros, su hipocresía deseosa de medros prolongador.. En Leopoldo Borda Roldán, no adivina­mos sino un gran deseo de servir a la Edu­cación Pública, una fe sincera en el progrE> so de Colombia, un anhelo pro.fundo de ser el amigo, el compañero leal de lo· maes· tros, de g(}zar con ellos en la dulzura de di­sipar tinieblas en los espíritus, y de correr con ellos por los dolorosos y áridos senderos de la incomprensión humana .... Y ya se nos olvidaba decir que el caba­llero por sangre y por espíritu que se llama Leopoldo Borda Roldán, ha sido nombrado Directo1~ general de bducación n Cundina­marca. Tal nombramiento responde a una ne · sidad del momento histórico que vi\ imos; es una garantía par los que nos disgusta mos cuando oímos decir que hay maestros malo . absurdos; buenos acaso para impo nerse con caracteres fecundo~> e im bo Tahle;; en la gañania o en la tienda replct a de mE>r cancías a\· riadas. Es una garantía p _tra los que nos creemos estar al amparo de muchos vendabales escudados en nuestro propio YO . Borda Roldán también es una amenaza: para el chisme, para la intriga, para las ineptitudes morales y de cerebro; para los maestros que estriban su bondad en la adu­lación y su pedago.gia en el orgullo necio de los que no alcanzan a analizar su propia ignorancia. Borda Roldán no concibe el magisterio sino como un apostolado: así como nos(}tr s queremos que sea; así como nosotros ve m o que no es en un porcientaje que debe ser disminuido·, diezmado, extinguido ..... El magisterio cundinama1·qués puede e :­tar seguro de que el Director de Educación Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. L:A KCC10N ESCOLAR 147 será un centinela insomne de los más her­mosos ideales: el niño, la escuela, el cam po, el honor del maestro, el bienestar de lo que enseñan: la Patria. TAL Asociacoón de Maestros y Profesores puede estar convencida de que el Director de Educación, em:papado en la sociología de los paises más cultos de Europa, no en­tiende cómo hay maestros que miren con indiferencia las asociaciones. lAt Asoc·iación dC' Maestros. cree que tos doctores Carbonen y Samper Sordo, mere­cen bien de Cundinamarca l)orque no nos afrentaron con un político primíti \'O; l)Or ­que nos estimularon con un intelectual abier·­to a todos los progresos de una democracia que no quiere perecer .... Borda Roldán no es orgulloso, como· no son orgullosos los hombres de verdadero mérito. Borda Roldán está entrenudo en todas las nobles disciplinas que impiden el fracaso. Que la :pesada carga de dirigí r a los que nos llam'Clnws tnaPstros. le sea ligera! e. DiAz QuEvEoo . RETAZOS Hemos recibido el informe que el doctor Tomás Cadavid Restrcpo, SPcretario del Mi nisterio de Educación, rinde al sc>ñM :;.\linis· t1 o del Ramo. Lo hemos leído c•c1n la aten­<' ión que tal documento mer ce, y (':Jn el en­tusiasmo que en nosotros ha logrado despE't·­tar el espíritu profundamente anali?:ador y honrado del ilustre intelectual antioqueño. Y decimos que ba lO{Il'ulio, porqu para LA Acc1ó · EscoL.\H, no son hombres inteligen­tes todos los quc> "an llep;ando a los altoH puestos sino sólo los que. . . . son intel igen • 1 •s, como Tomá. Cadavid RestrPpo . Acordes con las ideas ex pu ,¡.;tas en l men­cionado informe, y en las cuales estamos empapados decididamente, empezamos hoy la publicación de tal informe, espe1 ando que será del agrado de nuestros lectores, qui nes encontrarán allí temas dE> suma iml)or­da. que no deben descono ·er lm; encargados e enseñar. Ojalá las ideas del docto1· Cadavid Restre­po, tuvieran la resonacia que mE>recen en la vida nacional. El informe dice asf: "Años hace que la opinión honrada y cons-iente del pais pide una reforma educativa, acorde con nuestras doctrinas filosóficas y re­ligiosas, con nuestras condiciones étnicas. Algunos esfuerzos ha habido en este sentido, ero no se ha llegado a un resultado efec­tivo. Convencido de esto el Ministro de Educa­ción quiso elaborar un proyecto de ley que en lineas generales e intensas, abriera la puerta a la r ,no,· ación escolar. Para est{¡ el gobierno nombr• una Junta Asesora all honorrm, que ayuda1·a al Ministro en la l)rP paración de un plan armónico. Los respe­tables miembros de la Junta tt"abajaron l)a triótica y eficazmente; son a<'reedor s a la gratitud de la nación . * ,~ * on acierto se inicia el proyecto con la C'reación del Ministerio de Educación. Has· ta hoy ha sido una entidad l)ara itaria, sin presupuesto, pues en realidad la higiene .> salubridad se lleYa las dos t rceras part .s de lo que fija el congre. o . Es justo e indis· pensable que la higiene y la salubridad fun· cionen independientemente. Asi el Ministe­rio de Educación subsistirá l)ara la edu a ­ción y nada más. En todos los paises de cultura sul)erior. la educación está dirigida por una corporación técnica compuesta de individuos especializa­dos en los diversos ramos, que se consagran con todas sus fuerzas a la obra; "que si­gan, como dijeron los miembros de la Mi­sión Pedagógica, con escrupulosa atención el movimien o pedagógico en el inmenso campo de la formación del hombre; que con alto criterio, basado en estudios l)rofun­dos, experiencia del medio y larga l)ráctica, acaben con el espíritu fantaseador y de me­ra imitación extranjera, y que pongan la educación fuera del ambiente político". Hé aquí una gran razón: que la educación esté a muchas leguas de estas constantes y epidémicas conmociones polfticas. Para Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 148 LA. ..A.CCION ESCOLAR la ~Solución de problemas cientlficos se re­quieren serenidad, observación y constancia, virtudes del todo extraiías al infierno hir­viente de la poUtica tropical en la que triun­fa el sentimiento, no siempre puro, y no la razón, la que, en concepto de Kant, es la única que tiene el derecho de voto. 'En punto de conveniencia técnica, no es dificil, nt aún preciso, hablar prolijamente respecto de ella, al tratarse de educación nacional; la experiencia de otras regiones, abonada por el éxito feliz, comprueba el aserto. En Hispano-América, podemos citar la Argentina que, con su Consejo Superior de Enseñanza, está organizando ejemplar­mente la educación. Antes que la Misión Alemana propusiera al Congreso el establecimientd de un Con­sejo Nacional de Educación, el Congreso Pe­dagógico habla lanzado la idea en el año 1917. Presentaron al Congreso proyectos ten­dientes a la realización de ella, los doctores Rafael M. Mesa Ortiz, Bonifacio Vélez y Francisco de Paula Pérez. Mas, tan lauda­ble pl'oyecto no alcanzó a se1· ley. Tal como queda constituido el Consejo en el proyecto actual, consulta la eficacia, pues se divide en secciones que serán dirigidas por jefes competentes y cuenta con el con­tiengente de "los más altos 1·epresentantes del magisterio y de la intelectualidad de la República". Como asesoras del director de educación, las asambleas crearán juntas t écn leas en loE\ departamentos que secunden la labor de! Consejo Nacional . De est modo se tendrá la unidad. * •• Es saludable la disposición por la cual las construcciones escola1·es obedei'.can a las prescripciones del Consejo Nacional, en el cual habrá un arquitecto y un médico, que velará por la higiene. En punto de edificaciones y de muebles escolares se han cometido gran'des errores. con intención sana se ha creido que la refor­ma educativa estriba en poseer edificios con lujosas fach•adas de cemento y aulas arte­sonadas, muebles costosos y pesados. Este es un anacronismo. Ya la escuela ama el cam­po; se ha salido de esos cuarteles inmensos donde se almacenaban alumnos a otr la voz del maestro. El minimo de edificio en el máximo de teneno, es la norma de la moderna pedago­gía. En el campo, en el jardín, y en la fá­brica, es donde el guiador de los niños diri­ge la educación. La sala de clase se nece· sita sólo para ciertos ejercicios de realiza­ción, de colección de documentos y de orde­nación del museo escolar. La escuela-jardín y la escuela-granja, son realizables en este pais, pues, sobre todo en las poblaciones y campos el valor de la tierra no es aún muy subido y es fácil pa­ra los concejos obtener buenos lotes, en los cuales se levante un escuela cómoda, con luz y aire; esto es lo esencial . El dinero que se gasta en cemento y en pupitres americanos, se invierte mejot · en semillas, herramientas para la agricultura y demás material indispensable para la en ­señanza. Los conceptos quE' van a leerse, de don 'l'ulio Gaviria Uribe, tienen la autoridad qu e Jlos dando a cada cual la indicación qu e necesita, animando a los retardados, orien­tando a los que pierden el camino y guian­do a todo el mundo sin imposiciones Yio­lentas. Allf hay orden, pero no inmohiUdad: por eso no requiere hancos adaptables a la es­tatura del niño; hay trabajo, pe1·o no col~<> tivo, sino individual, y por lo tanto sobran los pupitres uniformes, pegados al suelo en filas monótonas; y hay disciplina, pero una disciplina alegre. nacida del entusiasmo por lo que se hace, y no por el temor al maestro ni del deseo de sacar premjos; por eso no son aceptables en la cla..sP-taller los muebles rígidos y antipáticos, hechos para un audi­torio y no para un enjambre. Ahora se com•prenderá el error que come­temos al gastar los recursos comunes en la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 149 compra de unos muebles tan costosos como malos, cuando el más humilde de nuestros carpinteros nos haría, por poco p1ecio, las mesas que exige una escuela verdacle¡·amen­te moderna". ·~ * * Bas esencial de todo anm ·e en la educa­eión, es el establecimiento de escuelas nor­males dignas ele ese nombre. Hoy no se concibe esta clase de plantel<><; sin orienta­ción científica, para lo cual necesitan: un personal docente apto. -.:::sto es, de inteligen­<' ia despejada, voluntad robusta, amor a la educaeión y eonducta moral irreprochable; u11 profesorado y un cuerpo directiYo de es­pee iaJc•s ·condiciones, y, además cd ificio ade­CUéHlo, mejor en el camp(', y gabinetes pa­ra el estudio de la física, <1uímica, y de la p.·i<·ología e. ·perimental. Las escuela. norm:Úe~ deben ser el obj •­t o preferente de las atenc~ione ' del gobier­llll. l~s ine)(plicabl<> que hasta hoy se hayan tenido olvidadas, easi abandonadas; su })( n­!' um estú anticuado y <'arce n de elementos urgentes para su marcha satisfactoria. En algunos países, las normales son facul­tades incorporadas n la universidades. :\!éjico entró por ese camino, se ún la ley san<'ionada en julio del año pasado. Lo que se busca con esta medida es da1· c: arácter profesional al magisterio; asi los educadores se ven dignificados por la láurea académica, que los coloca en un nivel supe­ri ror ante la sociedad. Quizás esto no se posible aún en Colom­bia, pero sí es de rigurosa urgencia quE> se atienda munificamente a esos semilleros de maestr<>s. Para conseguir que baya normales dirigi­das como lo requieren las circunstancias, es preciso enviar jó enes al exterior a que estudien la organización de ellas en Europa y Norte América. Al siglo del telégrafo, del automóvil, de Napolón, de Bolivar y Bismark, sucede el presente que será el de la ciencia de la edu­C'ación. Se preocupan más los estadistas mo­dernos por orientar la juventud que por ex­plotar las riquezas naturales; es que para que el progreso material Yenga, se requiere que antes se formen los que lo han de im­pulsar. Por eso la pedagogia tiene por eje principal, el estudio profundo del niño. Para );)lasmar varones hay que ver que los plasmadores lo sean. De las normales saldrán los maestros pa­ra la escuela: rural, para las primarias, y los inspectores, emtpleados éstos que tienen por misión continuar la obra normalista, ya por una labor individual, ya por la colecti­va con las escuelas de vacaciones y cursos de perfeccionamiento como lo estatuye el proyecto que se comenta, y en la forma que lo disponga el Consejo Nacional de Edu­c: ación. Dilatado campo de acción tendrá el Con­sejo Nacional; dictará reglamentos. pénsu mes y programas para la escuelas norma­les, primarias y de párvulos; formará una estadistica escolar científica; creará la bi­blioteca pedagógica y museo escolar; publi­cará una revista pedagógica; conceptuará sobre libros de texto y, en pocas palabrax. dará orientaciones a la educación colom ­biana. No es posible que sigamos viviendo en la penumbra de la civilización; porque a eso equivale el deja¡· que la educación no ande acorde con los tiempos. O reforma educa ­tiva o catástrofe, podemos exclamar, paro­diando una frase célebre en la historia df' Colombia". ENTRE PARENTESIS .Muy natul'al pai·ece que un pad1 e d fa­milia aspire a sacar de su hijo un mal m~­dico o un abogado mediocre, pero par ce monstruoso que el gobierno preste su ayu­da a un padre de familia que quiera con­rertir su hijo eu maestro dr escuela. habien­do nacido únicamente para arriero o carni­cero . Al rábula y al tegua los busca el público para que lo explote; el maestro Rin \·oca­ción y sin prepa,-ación, bu'sca al pueblo pa­ra envilecerlo. *** Es un crimen contra la humanidad que haya quienes le firmen un diploma de maes­tro a quien nació para hostelero, agente de negocios, o zapatero. *** Hacer campaña contra los malos maes­tros es sanear los horizontes de la Patria. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 150 LA ACCION ESCOLAR II!Cll SECCION LITERARIA IICll ALMAS EN FLOR Lo alegre sólo existe de la vida en las fúlgidas auroras. <'uando las almas son aYes canoras que vuelan bajo un cielo que se Yiste de aquel azul profundo y transparent que dio color a su cambiante raso no en las pálidas nube del ocaso, sino en las tintas que vertió el Orient t'. Horas en que la mente s abre a la vida como flor temprnnn , rebosante de aroma y de frescura, qu ofrece al sol en su orola punl l ambiente glacial de la mañana. Solicitas cuidado reclaman esos pétalos preciados, para que el viento al desplegar las alas, ele sus débiles tallos no los quite, ni aje la lluvia sus preciosas galas, y un aliento fatal no lo!" marchitt~. i un pobre sembrador contempla nt" a 11<~ que se 'Ubre de flores la planta misma qne sembró su mano. y olvida los dolores qu aguda zarza le cau ó incl mente al inclinar la retostada frente por dar cultivo al tallo tembloroso. y hoy ve el fruto, abundoso en matices, en néctar y en aroma, que cada flor le ofrece en su capullo. dulce sonrisa de infantil orgullo a sus labios asoma. porque mira radiante de alborozo. cual p1emio merecido, el sudor en estambres convertido, y la inquietud de ayer rocada en gow : mayor será el contento ·que el corazón ufana deJ sembrador que por cuidar se afan~1 en el amplio jardin del pensamiento tiernos capullos de la selva humann. La vida de la flor es pasajera: abre su broche al des{)untar el día y e deshoja al viento de la tarde; y el hombre en su carrera es lámpara que arde y aun después de expirar, su luz envía; así el artista, el pensador y el sabio van a colmar en todas las naciones el cerebro de mil generaciones con la enseñanza de su propio labio; porque ellos vi ven la perpetua vida del ideal que de su mente brota, téll como el sol, que mprende su parl irla por el espacio que su lumbre baña. y al morir tras la cúspide remota del enhiesto peñón de la montaña, prosigue haciendo de su luz derroclle, deja en su ruta luminosos rastros, y adorna luego con diadema de ast •·os los denegridos bucles de la noche. El germen de la idea que recibe la infancia, si es átomo de luz relampagu~ a . y si es polen de nardos da fragancia . Sembremos n las almas infantilt>g benéfica simiente, y asf veremos plácidos pensilef'i y no zarzales de maraña hirient e. Es necesario a todo jardinero conocer la zizaña y la semilla. y sevarar el grano lisonjero, del abrojo infecundo que lo humilla. Y siendo la mujer la que derrama la semilla primera en el naciente corazón del niño, ha de prender la luminosa llama de la piedad sincera en ese altar más blanco que el armiñe. do entre nubes de incienso vagaroso con virginal ternura­alimentan el fuego esplendoroso las vestales del Bien con mano {)U ra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 151 Por eso el alma que a la ciencia invoca siente dulce alegría al ver que apenas se levanta el día, la turba femenil, inquieta y loca recorre del estudio los verjeles robando a l libro sus preciadas miele~ . así como lo hiciera entre rosas, y fucsias y alelíes, con ansia placentera, tierno enjambre de alados colibríe:-;. En esa misma m ·uchedumbre ufana seguramente encontrarán maña na, el niño, arrullo que lo llame al sueño; la juventud, fulgore encendidos; y la vejez, bejucos florecidos que a su ruina se abrac~n con empeño. Para medir la inmensidad pot nte de la misión que 11ena en este mundo de la mujer el entusiasmo ardiente, inclinemos la frente, y meditemos con pensar profundo que aunque el dolor el pecho nos ta la d r P. llevamos en el alma el ntimiento que deja en nuestro ér e e fragmento fiel corazón de Dio . . . que llaman mar! •· ~·! Jo. tll í · .NL\t.IIO , \110 Pt \T . \. ELOGIO DE LOS ARBOLES Amemos los árboles~ A su sombra generosa, blanda y d ul · .. nuestras almas han dormido, luminosas y triunfantes, los ensueños ele la ' ' irla, del do­lor y la esperanza! Cuántas veces las ardientes llamaradas de los soles que nos quem'an en el cuerpo y en el alma la nostalgia Yan sembrando. soportar hemos tenido sin que un árbol com- , pasi o nos proteja con su sombra! Amemos a los árboles! .. a verdura de los limbos de sus hojas es preludio de esperanza. El chirrido de sus gajos que se chocan al impulso de los vientos nos invita al tt·abajo a la lucha. La solemne y misteriosa sinfonía que en sus ramas canta el viento, es la Gloria que nos llama al jardin dond€ no han ido sino locos inmortal es ... E l rama j e que a los cielos Ya elevándose pausado, impasible y sordo siempre al fu ­ror de las tormentas, es el símbolo sagra­do del que ajeno a las borrascas impetuo­sas de la vida, alza siempre hasta los cielos el blancor de la plegaria ... ! Amemos a los árboles! Ellos son los compañeros, los hermanos siempre buenos del viajero, que por rudo~ e infecundos arenales, va arrastrando la. torturas y el dolor de su existencia ... Y es el árbol, siempre amigo y siempre suave, el que forma un cortinaje regio y grande, sobre el triste y el cansado pere­grino que posó su cuerpo hambriento sohr el tálamo suntuoso de la tierra . ¡Amemos a los árbol e ! Y en la plácida verdunt ele sus hojas, y en el cáliz perfumado de sus flo1 es, permi­tamos que las aves, los cantores d e inmor· tales sinfonías, sacien todos los anhelo. d sus picos y la sed siempre infinita ele sus a las ..... . ! Y dejemo. siempre, siempre, que la miel de sus corolas, a la celda silenciosa ele la abeja Yaya dulce. y sea alimento del insec­to IJendecido . . ... No ll ej ruos que, sin aJ ·­t€ y con daño, 1 hacha fiera, de la entra· ña palpitant de los árboles haga brotat· el raudal santo de la sa ia cristalina! ¡Amemos a los árboles! ' obre cunas so nrm;ad a~. l o::; d s pojos 1/ora d<'l C'armen). Luces, flores, armonías, todo aquello que hace conmoYer la fibras más sensibles, se habia dado cita en aquel lugar. El teatro es- 1 aba colmado de una muchedumbre selecta. .JnYentud y belleza reinaban allí y con sus ~oHrisas ingenuas. sns miradas radiantes de satisfacción, animaban más aqnella reunión cuyo exclush o fin , era una demostración es­pontánea salida cumplido con el sublime deber de la grati · tud y del cariño.". Calló y un ramillete fresco dfl v io! tas apareció en las manos de la reina de la fies­ta; unas violetas, en cuyo centl'o brillaba cual diamante una lágrima. Al siguiente día, sólo se hablaba del triun­fo del ramillete de violetas del "diamante dP la gratitud y del afecto", GPrarrlo rlf'/ .lfw·. Bogotá. agosto de 1930 . ENTRE PARENTESI Hay en el Magisterio dos clases de d - magogos a cual más peligrosos: la de les que no quieren dejar piedra sobre pied1a de la pedagogía antigua que formó tod s las civilizaciones históricas, y la de los que ven en toda innovación, en todo nuevo pr - cepto educativo, un pecado contra la aut - ridad, un atentado contra la tradición y un ataque contra sus profrsores. que, dicho s.e-~ de paso, son o fueron un f1·acaso tan gran­de como sus discípulos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCTON ESCOLAR 153 ECOS D E LA PRENSA C:omL 011 el número anl erio1· manif <'~ l n­nw ·, •;on motivo de la reo rgarlización dP lllltchas ol'iciuas dependientes del Poder Eje­c- utivo, se desató una catilinaria tremebun­lla que anatematizaba cuanto hay de exis­tente entre nosotros en lo que a Educación hace referencia: Sist mas, Métodos, Proce­d imienlos, Formas y qué sab mos cuántas otras palabras con sentido o sin él, según que las emplee quien sólo t1·at a de poner en práctica la sentencia del Yulgo de que "en rio revuello ganancia d~ pesrarlon·s"; quien lo haga por el prurito tropical de e .<;¡JÍrit/1 de imitaci6n: o quien a la verdad, como sí hubo casos, de los que reconocie1·on lo e i~­t nte y .· e inte1·esen honrada m nte por nues­t 1·o mejorami nto, sob re 1 odo en Jo relath o a la formación de la GARREH ~ l f)r)/ , .ll :lf~','­' I'RO. mediante la cual, lo:; más capacitados de quiene. \' ienen d~dicándos a las act iyi ­dades educacionistas sean los consultores en lo tocante a ciertas IH '(·c•sarias rf"JornHtS. tt consrcur11Gi.ct de las cuale s, o mejor dicho eomo 0uusu de ellas, lleguen los ma su·os a ocupar cierto cargos que hasta ayer otor­gaba la intriga cuando no pasiones más ras­u ·eras, p ro a 1 cual . s ne<.:esarío, por sobre toda necesidad, Ile,·ar a qui n s a más dt• devengar l ngan qu e obra 1·. 8stamos observando que d de que fu · ron pasadas las ternas para nombramientos de Directores de Educa •ión en los Departa mentos, han cesado Jos fuegos en e l frent . T!Js posible que vuelvan a mpezarse ahora, en que ya posesionados los favorecidos (que por lo que estamo viendo fueron de los que no hicieron bulla) traten de organiJ.ar sus dependencias ... Por nuestra parte, somos partidarios, lo hemos repetido muchas vec s, de la forrua­cios de la Carrera del Maestro, pero ello debe hacerse sin tantas alharacas, como SE' han hecho siempre las obras verrladerament meritorias y desinteresadas. La obra del maestro, con todo lo ingra­ta que es de suyo por lo noble y sublime, tiene sus defensores. Nosotros nos hemos asociado para ello. Insertamos, pu~s. según el orden en que aparecieron algunos de nuestros escritos ten­dientes a ello, dándole prelación al del se-ñor Rafael Canillo Leal, uno de los pocos pedagogos que está .colocado en donde le co­ITesponde por derecho adquirido. Una opinión más sobre instrucción Hemos ,·isto y oído en estos últimos m ses una serie de artículos y conferencias sobre educación, en las cuales se hacen apreciaciones de dhrersa índole y se miten \ ariadas y heterogénea opm10nes a cerca de la solución que requiere el ·•gran pro· blema de Colombia", como se le ha llamado. Nos interesa sobre manera todo lo qu<> sP relacione con este importantísimo ramo, po1 no ser del todo e. ·traños a él; y de ahi que nos llame intensamente la atención toda idea o concepto· referente a este tema demuestra una a~pil ación justa y unánimP porqu el ramo educativo s acomode a las necesidades del país; pero qué dispari­dad de opinnion s: éstf' sostien que la es­cuela debe conv rtirs n tall 1· y granja agricola; aquél pregona, ante propios y ex· traños, que Colombia es un pueblo de anal· fabetos, sin que se tome el trabajo de con sultar la estadística; no pocos se han dado a la injusta tarea de afirmar que no tene­mos maestros; y, eguramente, los que ésto dicen que no han tenido ocasión de conocer de cerca la labor de estos abnegados servido­res. No falta quien niegue la eficacia de las escuelas normales, quizás sin que sP preocupe por informarse, en lo más míni­mo, del funcionamiento de estos planteles. Justas apreciaciones se han hecho, en cam­bio, y acertadas soluciones han sido ind i­cadas por individuos que trajinan sin de.·­orientarse en el campo de la educación. Cierto es que en esto de la enseñanza res­ta mucho por hacer para llegar a la meta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 154 LA ACCION ESCOLAR deseada; pero, desconocer la eficaz y ac r­tada labor de tantos meritorios maestros y sostener que la escuela no ha eYolucionado, es sencillamente inaudito; es, por lo menos, injusto, antipatriótico y altamente inconve­niente. No es ésta la manera de estimular al personal docente, ya que estímulo es Jo que necesita para que su trabajo resalte y acalle tan fal as apreciaciones. e nos dirá que somos demasiado conformes y que f'sto es una prueba de atraso: preferimos e!1t calificativo a trueque de ser justos y op· timistas. La opinión de que hay muy bueno ele­mentos en el ramo educacionista está res­paldada por quienes sí tienen autoridad para calificarlo; y si es preciso el concepto e.·. traño, basta saber que los pedagogos alf' manes consideraron a los maestro de Co­lombia a la altura de los de su país. Qne la Escuela Normal Central de Insti­tutores no prepara verdaderos maestros? Tal afirmación carece de fundamento. Ojalá los que ésto sostiene se informen ele la mar­eha de dicho establecimiento, donde pueden empaparse de los últimos métodos pedagó­gicos, Es de sentir que no hayan presencia­do, por lo que se ve, los trabajos ele los alumnos-maestros en psicología práctica y sus lecciones con cent J'os de interés. Los jóvenes que alli se gradúan salen perfecta­mente capa itado para dirigir escuelas l trabajo; esta es una verdad evidente, pe1·o es necesario poner las cosas en su punto; la escuela primaria no puede convertirse en taller, necesitamos escuelas complemen­tarias y vocacionales para niños que hayan recorrido el pensum primario, o hayan ad­quirido en conocimientos siquiera las nocio­nes más esenciales. Esta idea ha sido y.a emitida, preci. amente por un macst ro en ejercicio. La escuela primaria debe esta · las cosas tendría que ::;er milé1gnlsa. La equidad indica qut• se cl1' a D ·os Jo q tP es de Dios y al César lo qwe es el l C~s· r. Conespónda e con lealtad n qui<'nes con : b ­negación y acrificio lahot·an por la Patri HAF.\EL CAHHlLLO Ll·' \1.. Por la Educación Nacional .Wlota ctualment un ambiente de re1 o­vación. Ideas nue\·as surgen por cloquiel·t . Crítica a los asuntos que creemm; comprfll­der m•ejor que quienes no han de d•esgraciadamentf' los niños qu<' coHeurren a las escuela~ no salen de ellu con ninguna profesión, porque las ec:;cuelas no son talleres ni establecimientos de se­gunda enseñanza. Supongamos en uno d. nuestros discípulos nna disposición especial para la pintura o p::tra la música; sabién­dolo el maestro puede hacer algo? Su fami­lia no cuenta con 1ne estudiar t'll la Normal y llevar Yarios años de práctica. procura en cuanto esté a su alcancP estar al corriente de las últimas palabras en peda­go~?; ia, para ponerlas en práctica de acuerdo con las circunsLancias en que se encuentran nuestros pequeñitos. Yo ct·eo que los talen­tos pedagógicos que han ~·esultado última­mente, no se deben contentar con denigrar al magisterio, que nunca ha estado con los brazos cruzados ni ha ¡·echazado ninguna in­novación. Esperamos que prácticamente nos expongan sus ideas, y que poniéndose en contacto con los futuros ciudadanos de Co­lombia y estudiando sus necesidades má~ de cerca, nos digan: yo lo haria de esta ma­nera. El mal no se remedia denigrando a quienes siempre h.an dacio pruebas de ab­negación y sacrificio y creo que Dios, la Patria y la sociedad les tomen cuenta a quienes poseyendo un conocimiento esp cial del asunto que nos perjudica, no manifies­ten sus aptitudes sobresalientes para n e­ñ. ar al que no sabe. E. O. L. DE NUESTRA CORRESPONDENCIA El Presidente de nuestra Asociación juzgó oportuno y necesario, por rawnes que explica, remitir una circula¡· a los periódicos matina­es de esta capitaL El Diario Nacional y El V1tevo Tiempo, r~spectivamente, le dieron acogida en sus ediciones del 11 y 12 del que cursa, por lo cual exteriorizamos nuestro agradecimiento a estos importantisimos dia­rios que de modo gallardo nos brindan sus tribunas prestigiosas para defend~r a los maestros.-Deben conocer nuestros lectores la mencionada circular: Bogotá, septiembre 10 de 1930 Sefior Director de. . . . . -L. C. Tengo el honor de anticipar mis agrade­eimientos por la benévola acogida que de se-guro habrá de dar a las siguientes líneas que van a servir de apoyo, complemento, ex­plicación, aclaración, rectificación, y hasta de reto, (según los varios casos), a los dis­tintos escritos que desde las columnas de la Prensa han visto la luz pública con moti­vo de la benéfica campaña que en pro de la educación en general y de la primaria, base de cualquier otra, en particular, se viene li­brando de unos dias a esta parte. He de comenzar por declarar al Sr. Direc­tor y a sus asiduos lectores, que no vengo con pretensiones de polemista en forma algu­na, sino inspirado solamente por la verdad y la justicia; y que si mi voz en particu­lar no vale nada, adquiere acatamiento y respeto en cuanto que es el eco de la "Aso­ciaci& n de Maestros y profesores de Colo-m- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 156 LA ACCION E ... COLAR lJi.a '. corporación que exige su puesto d€' primera linea en las falanges de uantos quie1~n librar campañas culturales en Co ­lombia, como que tiene adquirido tal dere­cho desde el primero y único COn!fn so l)t •­dagógico Jútcion1Ctl habido entre nosotros, Y esto por las razones que venimos exponi n do en LA AOOIOX Ef:JCOI, .. IR que es nu s ­tro órgano desde que la voz autorizada del apóstol que responde al nombre de Agustín Nieto Caballero dio el grito de alarma so­bre la necesidad de adquirir el perfecciona­miento educativo colombiano. La "Asociación de Maestros y Profesores de Colombia" APOYA pues, la benéfica cam ­paña a que hemos hecho referenckt, porque su objetivo ha sido siempre el perfecciona­miento moral, social,· intelectual y económi­co de los educadores y, por ende, el d la Educación. De consiguiente se complace en revelar su agrado sumo al considerar que fue1'a de su seno hay también un núcleo de intelectuales, o en general de int resada. , que quieren ayudarla para sa ·ar avantes suH caros ideales que viene acariciando clesde luengos tiempos, pero lo cu·ales han venido encallando a toda hora contra la incompren­sión de los encargados de formar los pre u ­puestos educacionales; contra la indif ren­cia de la sociedad n g n r-al; y contra la desidia de los malo maestms n particula1· que no han podido dars en nta de lo qu seria, de lo que podría la agr miación de to ­do los maestros del pais . COMPLEMENTA los escritos en cuestión, porque acaso a ninguno de sus autore P le ha ocurrido añadí 1· a los conceptos emi ­tidos, el honrado y ' ' eridico r ferente a la ausencia de culpabilidad ninguna que •asist e a los maestros, en cuanto a las deficiencias que se vienen anotando, siendo así que en­tre nosotros no es autónoma la escuel·a; que tienen los maestros que estar sometidos a la oam,i.sa dP fuerza que es el pensum ofi ­cial vigente; y que, auncuando a si no fue­ra, sus exiguos sueldos no les permiten ha­cer erogaciones para adquirir los elemento que el Gobierno no ha querido o no ha po­dido darles para encauzar la Escuela según la innovación que en algunos países de Eu­ropa y América vienen ensayando. EXPLICA de este modo los citados artí­culos, porque sin duda alguna en el ánimo de muchísimos lectores pudo haber queda-do n u ambigüedad la impresión desfa- Yorable de que . on los maestros r•esponsables de tantos desperfectos como quie1·en forjar­se algunos de los comentaristas. ACLARA por lo tanto el sentido de ellos, porque no es 1 arional ni equitativo, como lo vamos demostrando, que algunas de sus ase­veraciones constituyan como anatemas para los maesüos, auncuando en algunos caso. esa no fue1·a la intención de sus autores. RECTIFICA a qui.enes en tan torcidas in· intenciones pudieran inspirarse, y les denun· cia desde las columnas de la misma pren· sa en que pudieron haber pretendido deni­grar a los maestros, la sinrazón de su,; razones; lo soslayado de su intento; o cuan· do menos el de!';.eo ele sus medros con detri­mento de justos derechos adquiridos, si e. que con ciertos sc r ilos tortuosos, agresi­vos, los de los anónimos, han pretendido reemplazar a los mae tros sin más explica· ción que ¡Jorque sf, ya que no han tenido el valor de presentarse ni siquiera hasta 1 puerta de nuestras escuelas, nó a vitupera1 ya que la críti a es f'ácil, sino Ntm bidn .t '>Ob1'P todo a BN8l':J .... , \R. pues los maestro . alardeamos de S€r ctóciles a toda innova· ción pero en 'ano heJilos esperado la visit~ de criticones d <.:artel, su exorcismo sal· 'ador, el diagnósli ·o práctico y tangiblf d su n:1ilagrosa panacea . RETA tambif\n la ··A ociación de Mae t ros y Profeso1"tCs ele olombia" a quiene. quieran enseñarle, a que lo hagan a la ma yor bre,·edad posible a quienes saben de ver­dad, con la advert u ia de que es nuestrc anhelo perfeccionarnos como lo venimos pre gon,ando en todos los tonos desde las co lumnas el La . tr-cióu !JS('Olar, y que en tod( caso exigimos que H sepa, de una ,·ez po1 todas, i es Yerrlad que todo es censurabl en el abn'8gado maestro colombiano, que ca rente de elementos d todo orden, realiza el mi.lagro de educar instruir a sus alumnos; si es posible, po1· otra parte, que quienes tan to predican lo contrario puedan por fin de­jar de hablar para hacer algo; o si es que se trata, simplemente, según aludimos en la última entrega de nuestro órgano, de la re­fwti? ilo dP los puestos pú1Jlicos ... Para terminar, reitero nuevamente al ::sr. Director mis más sinceros agradecimiento por la inserción de las presentes líneas en su lucido di·ario, y en propio nombre y en el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION E COLAR 157 ele la "Asociación de Maestros y Profesores de Colombia", nuestro eterno reconocimien­to con el Sr. Dir-ector y con quienes quiera que con rectas intenciones hayan escrito o continúen escribiendo desde las columnas de la prensa, en el sentido de coadyuYar a nues­tros ideales de 1~forma, a nuestro delil-io de perfeccionamiento. Soy del Sr. Director, con toda considel'a­ción, JORGE AURELIO CELI Pr<' identr> rle Tu A. ([ M. !J P. ll<' C. lo que he visto en nuestras Escuelas Por épocas hay ent1·e nosotros fiebre de renovación, verbal o efectiYa, voco impor­ta. Lo interesante es hablar mucho d mé­todos modernos, de transformaciones cultu­rales, de inquietudes de la hora y quisico­sas de este jaez, propi·as para (;J)((frr lf's Vour{leois. o, como die vulgarment . para deslumbrar caleutano . Los reformador s son más numero os y ele más fuerte enH~rgadura, cuando, como al presente acaece, un cambio de gobierno promete dar facilidades para 11 \ a1· a cabo mutación fundamental d ~istemas y el mé­todos. Aqui entonces del r negar ele todo lo antiguo, y antiguo y vetérrimo es lo ele ayer, o lo que quizá no hemos estudiado y com­prendido bien a fondo. Aquí el 1 mol jax a los institutore nacionales de ignorantes, re­trógrados, sin preparación. ayunos ele cono­cimientos modernos; aquí d l maldecir nuestras escuelas en las cuales no hay na­da, absolutamente nada bueno; aquí de las bellas promesas; de las doradas ilusiones, de las mil maravillas que se verán el dia en que un hombre moderno y preparado a la moderna, es decir, de la noche a la mañana, llegue a ocupar el sillón ministerial o la Dirección de Educación Nacional. Un proverbio antiguo aconseja desconfiar de los habl-adores, porque el que mucho ha­bla, mucho yerra y poco o nada lleva a la práctica. Se ha dicho que en nuestras escuelas no hay nada, fuet·a de los desayunos escolares establecidos por ese gran apóstol que se lla­ma Agustfn Nieto Caballero. Pues bien; sin ánimo de me1·mar un escrú­pulo al mérito de mi ilustre amigo, es jus­to indicar que en obra tan humanitaria le cabe no poca parte al Municipio, por algu­na partidilla que para ella ha Yotado. Pero al lado de esto, cuántas y cuántas cosas he encontrado. He visto a maestros y maestras meritísimos y muy competentes, vaya si lo son, más, mucho más que sus fá· ciles censores, entregados a la ardua faena de cultivar corazones e iluminar inteligen­cias. He compulsado su ciencia pedagógica y la he hallado vasta y sólida. Me he dado cuenta de que conocen y practican los métodos racionales de ense­ñar dentro de las posibilidades de material, pensnm, etc. He contemplado con asombro t¡·ansforma­cione¡:¡ en los educandos que parecen verda­d ros milagros. He oído a los moa stros discutir sobre las modernas corrientes pedagógicas, con aplo­mo } acierto, pero sin jactancia de omnisa­pientes ni de monopolizadore entre nos­otros de la p dagogía y ele las tenciencias reformistas. He palpado qu lo nifios, donde ello es posi bl , entran n ontacto con la tierra, que ti n granjas agrícolas. que le cogen Ntriño a la natu1·aleza y se preparan teóri­<' a y pt·ácti amente para xplotar má~ tar­de. lo eguramente, habrá de redundar en el nues­tro propio, satisfaciendo así los altos idea­les qne nos h'an congregado. Con sentimientos de alta eonsicleraeiún y d respeto quedamos, pues. ele ntestra e­ñoda muy atentos y rel'petuosos servidores. Por la ''Asociación de maestros y p¡·ofe­~ ores de Colombia", El Presidente, 1~1 ~ c1· tat·io, .lf. HoiH'I'f(J 1'Nif? Bogotá. septiembre 26 de 1no Señor Doctor Leopoldo Borda Roldán-Di rector de Educación Nacional de Cunclina marca.-m. S. M. Viene la ;l,'OC'LH'JO. !JI•: .1/ArJ,'TRO,' Y l'ROFliJk'ORliJ. lJR C'OLOJTR/1 a cumplir ante Vos, Señor Director, ·on un deber pro­tocolario de cortesía de subalternos; a ha­ceros de presente nuestra disciplina d :Maestros; a filicitaros y a felicitarnos por la acertada designación que el Señor Minis­tro de Educación acaba de hacer en un e.­ponente de juventud, independencia y talen­lo, para que rija en adelante los destinos de la más importante, delicada y sublime de las actividades públicas en esta importan­tísima sección de nuestra patria; y, sobre todo, a ofreceros nuestro apoyo de~interesa­do y sincero, ora como maestros en parti­cular, ora como Asociación que \·iene per-siguiendo hace trece años, el mejoramiento moral, intelectu'al, social y económico de los Institutores Colombianos. sin que nos ha­yan querido comprender, (excepción hecha del Doctor Elíseo A rango), quienes tuvie­ron hasta ahora, junto con la Administra· ción de nuestro ramo. la virtud y potestad de ayudarnos a la realización· de nuestros nobles ideales. Afortunadamente, en os, Señor, vemos cualidades similares a esa que engalanan la juventud independiente y arrogante del Ministro que quiso comprendernos: talen­to no prestado de nadie; espíritu altamen­te comprensivo y elotes e.·quisitas de inta­chable caballerosidad. No, nos equivocamos. porque al juz;garos no lo hacemos con el deseo ins•ano de adu­laras, ya que estamos convencidos de que tan feo defecto si no cuadrará jamás a nadie, muchísimo menos a Educadores que se pr<>­cian de tales. Es que tenemos conocimiento de que mediante un concut·so, de esos que requieren eficiencia, t'uistei~ merecedor de ocupar un importantisimo cargo en una de las oficinas de nuestro Gobierno 'en la ca­pital del dundo; es que sabemos de ntes­tros viajes de estudio por Dinamarca, Bél­gica, Alemani•a, Ji'rancia, rtalia, Suecia y Noruega, paises, n nuestro s ntir, que, en lm 01·den, lle\·anla clir cth·a de la educación europea, por lo m no· ntre los que hab "is visitado, :.r que podrían darnos algo de lo suyo para tratar de adapta1·Io a nuestra idiosincrasia y nuestra raza. no de rnodo servil se sobreentiende. ya que somos par tidarios de una Pedagogía racial en lo po­sibl . Muchos han denigrado < lo: maestros, Ro­bre todo en las expectativas de ciertos nnm­bramientos como los quC' acaban de exten­< lerse para los DirectoreR de Educación en los Departamentos, pero nadi ha osado p1 .­sent'arse a sus escuelas para conegirlos o enseñarlos. Son dos detalles mny signifi­cativos, que ,-os, Señor, sahréis justipl'eciar. sin que pretendamos alardear de ser perfeC'­tos ya que bajo el sol nada lo es. Y en cuan­to a nosotros, si lo fuéramo., llolgarí'a el objeto de asociarnos para alcanzar nuestro perfeccionamiento moral, intelectual, social y económico, según ya os lo hemos decl a­rado. Consecuentes con estos Ideales qu yos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 160 LA ACCION E COLAR nos sabréis decir si son legítimo , h mos venido solicitando respetuosa como ahinca­damente, con la autoridad que c1 emos te­ner al no pedir para nosotros nada, que se provean de mejor modo 'algunos de los cargos de la Administración..·de nuestro Ra­mo, a los cuales no es patriótico. por deci1· lo menos, que se llegue únicamente por obra y gracia d1e la intriga, u otras consi­deraciones menos atendibles. Esta circunstancia nos ha valido siempr el que se nos quiera tachar de i rreveren­tes por quienes no se sienten bien 'Segu­ros; el que se haya esgrimido en contra nuestra, o para decir mejor contra nuestros Ideales asaz nobles, el arma muy gastada de que atentamos contra EL PRfNCIPTO DE AUTORIDAD! Ante vos, eñor, que habéis l .nido opor­tunidad de orearos en ambientes distinto~. que habéis conocido países Pn los cuales existe establecida la CwTcru df'l J/oest ro. nadie erá osado, a int ntar siquiera, que se tuerza n1estro re<'to crit rio con sofismas tales ... No os pedimos para nosotros nada: os en­caree mos, para la mejor marcha de nuestro Ramo en lo fu tu ro, que trateis de ncauzar­lo hacia el trc11 íci~ 111 o: qu 11 ~u e po¡· fin el día en que se 1JII.'ilJif(' el lwml>n~ }luro rl puesto, pero no lo contrario, omo ha \·en i­do sucediendo ... .Mientras tanto, mient1 a. t uemos la oca­sión patriótic-a y f liz de agradecéroslo co11 las veras del alma, n p1·opio nomhre y n el de las genE>raciones qu se nos han enco mendado, lo primero porqu tan feliz reali- 7.acin habrá de redundar a no dudarlo en beneficio de la Educación y de los educa­dor s, y lo segundo, porque tal heneficic1 tendrá que repercutir directamente en la vatria misma, nüentras tanto dE>c-i m o~. acep­tad, . eñor, en este día, la proclama ·ión qu os hacemos ele nuestro NUE TRO PRESI­DENTE HONOR RIO, nuestro"' ::-"ntintien­tos de la más alta con!'ideración de res­peto. Por la A OCI ION DE MAE.~TRO.' PROFESORE. DE COLOMBJ , El Presidente, JORGE AURELIO ELIS El Secretario, Jf. RolJr rfo Tr>ll('- FELICITACIO Guatavita, 16 de septiemb1·e de 1930. Escolar-Bogotá. em Presentamos director Asociación efusiva felicitaciones magistral artículo publicado ayer. Ni tampoco esta hecho, ni tampoco por hacer: Eso es lo justo. Amigos, ]Ji rrr·torf'S. C ADRO DE HONOR DEL IN TIT TO MONTESORIANO Directora-SoFÍ.\ Qtl.JXXO u1. AYLL\:"1. Berta Casas, Lola Mora, Lucila la' ijo, María Leal, El\ira Yásqu z, Odilia Beltrán, Emma Cla\'ijo. ®111 ~111 IIH ILI ·- 1111 . 111. llill CONTENIDO: }Jl 11/0IJU' IIlo esr-olrtr. Editorial JJr .• 'imón .\ ntufo - Jac. E ION ED CATIVA JJsil'ologírt r•.x·w·ri ¡¡u•nf(/1. Dr. Carlos Albel·­to Lleras.- Lu lJI¡(tf'stm A . E~?in 1 . -JIJl ('ulti'l·o rlr la .tff'JH·ión. J. de Zubiría. - T>i Nrrtur·ión suurr· iust J'llt'(·ión ('í rira. Emma Osol'io L. - Est1trlio rlr'l 1111io. Pepa H .mán­clez.- rrJ('I/f'ÍÓII r/1'/ 11/11('.<;1 1'0 • • ln.J ía clt>J C. ieeris ele Sánchez. - , 'illl 6n !liJiíl·ur . Virgi ­lio .. Reina A . - /lobl o r¡uir•¡¡ )lfl.\ r·ntif'llrff'. .._ antiago náez. !-t•opolrlo nonio Uolrlrí 11.- Díaz (~ue'' do RET ZOS L 11 111/0r/1/f'. Tomás ada\ irt He ·tr po. - SE CIO . LITER RIA . \1m os r>11 flor. Joaquín ~!alelo nado Plata. Elo{Jio di' los rírl>olrs. C'enón Díaz Queve­do. iAt flor di' lo ymtiturT. María Tulia Ma1·mol jo. ECOS DE LA PRENSA Uno o¡JilliÓil más .s·of¡¡·(' f¡¡sfrltc ·r·íón J>¡íiJii­c ·u. Rafael Carrillo Leal. - Por lo Bd l•t·a­ción Nacional. Emnn Osorio L.-Cin·ultr. Jorge Aurelio Celis.-Lo q11e lt r> rú;lo r·n nui.'sf ras ('SCitelus. Carlos Alberto Lleras A. C'onz unic-ac-ionrs. .:::: :::::f{~:=:::::::::v~:;~:~::::=fJ~~=~:~:~=::::=:~::r::::::::::~~~=~~f::::::::::::·:::::::: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 Si Ud. se interesa por la Instrucción Primaria Su~críbase hoy mismo a ~ La Acción Escolar.) cLa Acción Escolar>> es el Órgano de los maestros. <> se discututen serenamente los problemas ,. reformas de la escuela pn­mana. «La Acción Escolar» defenderá los derechos del magisterio. e La Acción Esco!í\r» atpira a establecer comunica( ión con los maestros y centros científos de otros países. cLa Acción Escolar>> es un laz.o de unión entre los maestros de la República. «La Acción Escolar» nv íiene ~olor político. «La Acción Escolar» apoya las reformas a que aspira el Gobierno y el país, para la Escuela primaria nacional. Avise Ud. en « La cción Escolar» , que circula en toda la República. CONDICIONES: LA ACCION ESCOLAR Se publica por ahora men~ualn'lente. Número suelto . . . . . . . . . . . . . .. $ Serie de diez números Cada autor es responsable de sus escrito~ . No se devuelven ongin11lts . O, 15 1.00 Los artículos que no H· publiqu,.n, es porque no ha11 tenido el p ~ se de la junta Para Avisos, consultar Tarifa. - Todo pago anticipado. de Revisión. Ultimo pagtna, r a dos tintas). toda . . .$ Media página . . . . . . . . . Un cuarto de página . . . . . . G
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 5

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Él vio nuestra nación constituida [recurso electrónico] / [Rafael Pombo]

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Eón : poemas

Por: Yidy Páez Casadiegos | Fecha: 2020

Este poemario contiene una voz independiente, contemporánea, que no encuadrada en las escuelas líricas reconocidas, y que adentrará al lector en un terreno no transitado por la poesía colombiana actual. Como toda creación original, podrá ser objeto de discusión o reticencia, pero sin duda estos versos están dotados de un alto estro poético. Se trata de una poesía filosófica acerca de la temporalidad humana y cósmica; formula preguntas más que respuestas sobre el sentido y finitud de la existencia, las perplejidades ante el desatino de los proyectos humanos y la voluntad de los dioses, la...
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Eón : poemas

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Eymmikta Miscellanea

Por: Sarantis Antíocos | Fecha: 2023

«Y aunque estemos hablando de poesía quiero destacar también su prosa. Sarantis Antíocos es escéptico y realista. Cuando un trabajo ha cumplido su misión deja de pensar en él. Es vano decirle nada. Y, sin embargo, su estancia en España ha sido motivo de varias conferencias, podríamos decir comparativísticas, donde se destacan vínculos o puntos de conexión entre las culturas de ambos países, por ejemplo cómo expresaron sus impresiones los antiguos viajeros griegos que visitaron nuestra tierra o la relación entre El Greco y Cervantes. Debe reunir estos trabajos y publicaros pues son textos de má...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 5

Por: | Fecha: 01/01/1930

LAACCIO OR.&A ... O DE LA. ASOCI"ACION ~E MAJUI~ ~ Director ae $aucación Pública ae Qunainamarca. Presiaente aotes ae caballero auguran para ción pública una era aQ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. COLEGIO DEL S_A_GRADO CO~A.ZON Este importante plantel de Educación dirigido por la Señorita JOSEFINA. RODRIGUEZ~ conocida Institutora con {!rado normal y larga práctica, continúa sus tareas en la Carrera 4.a 266. (Teléfono 2-3-1.) Da grado.- en profesorado y comercio, conforme al plan dictado por el Gobierno, lo mismo que certificados de competencia para des­empeñar escuelas rur~ les y en modiste:-ía y costura. Cuenta el Colegio con un escogido personr~l de profesores que mensualme11te publicarán en esta Revista Jos nombres de las alumnas que se hayan dsstinguioo. La Nueva Cartilla Colombiana Enseñanzas Practicas ; de lo Concreto a lo Abstracto ECONOI\-t:J D0 .... 1:ESTI A V EDU ACIÓN Tres Cursos: ELEMENTAL, MEDIO Y SUPERIOR Por MILCIADES CHAVES Inspector de Educación en Boyacá DE VENTA EN LAS LIBRERIAS. Valor $ 0,40 "lo\o )tae\onat REVJSTA QUJNCENAL ILUSTRADA Derigida po·r los l'J>. ~fisionern:> del Inmaculndo orazón de Jfa·ría /NSTRllCCJONES. AMEI\IDADES, 1\ .0T/C/AS MU"DIA !.ES, SECCtoN RELIGIOSA, F:TC. Valor de la suscripción: $ 1-50. No debe faltar en los hogares Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. o 1 La Acción Escolar ' 1 ' l ORGANO DE l. A AS OCI ACION DE MA EST ROS Y PROFESORES Por telé¡rafo : ESCOLA R. Por Co rr eo : Apa rtado 18·72 . · Dirección y Admoo. Car rera 4a. No . 20 1 SEGUNDA EFOCA 1 NUMERO 5. 0 1 PRIMERA SERIE Director: Jefe de Redacción: Administrador : l- CENO N D I AZ Q UEVEDO Santiago Hurtado de Mendoz a FILIBERTO BERNAL R . --1 -- BOOOTA (Colombia) SEPTIEMBRE DE. 1930. 1 o o EL MOMENTO ESCOLAR Con ahinco que <·on:-.urla lo.· torazo­ne aLormentadof-i por la de.·e~p 'ranz.a, . ·e viene rcpitl ndo en todos lo: tonos y desde toda. la eát rmino.· no ~O:)H'<:ha­clo, · aún. Con to qu remo· de ·ir que no po-demo · con cbir a Dios . ino como nu ~ er dueño el(' cualidad • · infinita m ntP :uperior : a toda prPvi:ión hunmna preví ión que tampoco mide ni puedP calcular ha. ta qu' P~·tremo. fle perfec­ción llegará el hon1bre h ho " imagen y .·fm~e}anz(l de Dio . Huirle al progre. o, re lar clr la ien­cia. erigir al tare al estancamiento y n la medio rielad, on por con. igni nt . labores anticri tiana antisocjalc. v ab­suradas. De aquí también re, ulta la verdad irrefntable de que los hmnhre:-; retardatario e individualista~ .. on lo. primero. qne por darle vuelo a :n.._ ca­pricho , piEotean Religión, Patria. idea­le , todo lo que decían defender eo11 aquella intransigencia que genPra lnwn­te es sinónimo de sinrazón . Pero si estamos esp rando (·an1bio: esenciales en l a adm-ini tración pública . si el arte de l a g u erra, la l oc01noción . l a contab il idad, la agricul tura y l a fi­lo so:fí a agua rdan evoluciones y o r p r e- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. i • ! 130 LA ACCION ESCOLAR ~a.· que d~n al trn.·t(• con las Psperan­~ a · de lo. qttt' ha. an la ,·erdnd ru ln antigüedad y la jn ticia en la eo. tum ­hre, postulado. bárbaro=-> que rn \'aiW di pararán u. . aeta· eontra In c·iYili­zación verdad~rn m en te ni ti a na v ra ­cional. no. otros •. pentmo.-. con fe dP ·onvencido ·. un ,~irar definitivo. llll e~unbio fundamental t>n ln ba. es. en los cin1iento. le todos lo:-; a 1 lanto. hu ­mano. · del e píritu y de la mat~rin: eclu ­(' nción e instrucrión. Que nnest ro pneblo no <•:--tá PdllC'ado para la vida. lo r~pe irPmo~ cuanta.· vec·e. sea neceHario. como también re petiremo: <111 Colombia tien elemen­tos propio para :--;u educación y qnP Pll los países más ·nito· del orbe hay núcl os de poblac•ión, yjlJa ·, sulmrhi "' aglom~raeione. · soc iale. · y ha~t a ha rrio · d~ntri o. en la..:: gnu1des ei1Hlane .. que deticle el fondo d vi:t a PIOl'a 1 \ t' ~ t(>t i­eo .. on nul..~ salYajP.' qne nue.-tr<)s inclio. q11P en la. márg~11P. : clei .\popori::-. :Hlo ra11 lus cascn p..:;a pclll ­tonlÍma que sp ha llauwdo Pdta·¡u·ión. ~i e ci rto que ha habido y hay lllll eho.~ in titutore.· que ('OH e.-pírit11 dt· apó tole. y con <'Prebro de g('ll io:. hall llevado al corazón lP la niíi( z ,. clt> la juventnd la simiente fe ·tmdn · dr la. virtude · heroica·~ ( .'erenida<.l. honra dez e ·piritual. dominio de la ,·ohm ­tad). también ~ cierto. y e. to no e¡.; nna novedad~ que mncho. n1ae.tro. y prof~. or~:. nmcho.- clireetores de cole­gio no han hecho . i no po. t~rgar la nobilí ima misión de en -eñnr. Que lo digan si nó esa incontable 1~­gión ele jóvene y ele Yiejos fraca. ado: que en panóptico. <'árcele: y garito. ~.- tán diciendo a voeeH que no hubo qui 'n lo. educara; que lo digan tánto.- cris­tiano · honrados en c:uya almas aun Yi­bran la tortura le plantel e que . ·e di­cen de virtud donde por primera y z en su: vida contemplaron eara a cara la corrupción cíni ·a. la inju.-t ic]a ~ri­~ ócla en istema. ~faestro y profesores que a ljuclicmt prenüo a los hijo._ de los potentados. que odian y persigu ~n a los humilde.­y a los re ignad s, qne 1t>jo~ de ·t~r espejo de ünparcialiclacl y eátedra, ele dignidad, odian co1no cualquie1· CalTP­t~ ro, pre1nian la deh~ción y la hipoerp­na, como vnlgare~ tiranuelo .. ·e dejn.Jt {' Omprar eon1o Yen a le" corteloianos ..... E. o .• ni hoy ni nm1ca podrán lPvantar la fr ~ntP y exclamar: ¡no ot t·o · hemo~ cdllc·aclo a la juventud ~ ¡ Por qu(> tántos e· a mpe:i no:'. t O<'ado:-­con la . antificante virp;jni<.la(l dP la:-­..; elnts \~ aureoln<.lo <·on In o11íla diá­fnna qtw fecundó los barlwcho:, vupi ­Yen a su· pueblo: a sPmbt·at· p] P pan ­to entn' Jo.- parroquianos hnmil pre mwi6n Yan re 'Uelto::-; a n~ mpnñal' ya má: •l hachn ·onqui.-tadig-a. por l l -.;Ú}o lw­¡• ho rnuuwcido 11110 o diPz añ . ('ll un (~ol l-6o dondP ante~ lP · ens<>­ñado a :er hombrP. ? Todo esto no quiPt'<' dP ·ir sino qut­haee falta lncal.'ión: esto no ::Ügnifica ;-;ino qne P.n lo.' Colegio. ~ en la~ TTni ­\' el'sidnd : hay n ·e. idacl clP edn<"ar ]o mismo qu en' la P. {'llP]a primaria. en hombre :in educación raeionn l. ('llllPil ­tada. Yiril y digna. p.- una anwnaza pn ­ra la . ociedad. y e. a educaei{m no pHP­<.. le ten rla quien :·ólo ha reribido eoJtJo ar1na ele combate para la vida. nn ab­: urclo znr ·ido de conorimientos ·ientl­ficos. con los cnaleH . ~e le ha hecho crE>er que es una lumbrera ele la .-ociPclacl, un . r perfecto. enando no es más qtH' nn vago remedo de hombre lleno de fa ­tuidad, . aturndo inconseien<.:ia. nP bulosa humana para ln cual JllllH'a bri­llará el sol re ·plandet'i nte del carácter, de la iln tración qu razona. de la ,.o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 131 luntad propia quP vencp en la virla y en la historia . í Y qué direnws '"i lo: in el i ,·id no: ele esta clase son lo. llan1ados n en. Pñar a los cle1nás? Nosotro. estau1o eonvencido le que mientras el dü·ector de e ctwln. lo mis ­mo que el profesor ele trigonmnetrín · el el n íce. griega~, no s an verda­clero~ maestros que, al lado del teor<> ­ma torturante y de ln construcción qu<' parece imposjble, e ·t én e. m a . tro. dt> escuela que, en nombre (le nuestra ..:l pPrfeeiona miento del ~lagist 'rÍo .. · c1 u ·on In con­ci ncia tranquila nos atrevemos a levan ­tar las lozas ele e os 'Pt >tdcro~, :e uni ­rán mil voce honraen~ible desaparición que viene a enlntar el hogar honorable por mil títul.o que irvi~ra de templo a su· predilecta clen>cwn 'S· a entriste­cer a quienes fueron sus alumno.'~ a de­jar un \'aCÍo en la ~ocieclad qne lo con tara entre ·us má. alto eL~ponentes ~ Y a privar a la Educación Col n1bÜu1~l de uno de u·· más esforzados paladine."'. LA \ , 'IÓN EscoL_\.H <.: nsagra. pue.', un perenne recuerdo a la memo 'Ía de quien desde 1 ü5 el dicó . u e~· i 'ten ·ia a la difu ·ión d la cultura de In mPntP y del e. píritu; d' quü n pa ·ó por la vi­da ~embranclo la ·imi •11tc clelic~Hln de la grandeza pat rin ; a quien legó n los uyos la riqnehn d 1n6rito ·, propor<·io­nal dire ·tament a la no abnnclallcin de biene matc,·inles inhPrentP a qnietw · abrnzamo la nob] profe ión del ~la­gi terio, pero de mucha validez ante QUIEX prometió l'P<'OJnpen:arno~ ron pl. riento por uno. Para la digní ·i111a con:ort' que . upo hacer muy suyas las austeridades d J maestro, vaya nue. tra voz de reveren­te condolencia; para el Dr. ...\lfon. o Aran jo, y en g·eneral para la XpPl'Íml'ntal dP pr ferPncin. La finn ob ernu·ióu del yo pensantP. l'l nn{Llisi s y In ·íntP­: 1.- a qtH' c1el>e>n ::-ouwter:-:p lo-.. '-ll jPtos sobn lo.· e· na lps \ 'l' l'. ·a nttPst l'O e'-ltlld io. ('\.ige en gr · e~·ena, no olmnhilndn por lü · pert ttt·Lnnon 's de n nue,.tro primer articulo. 1t'llgnmos que PXpOll l'. :iquÍ~l'H S<'H a gTnnclP .: l' halla pne rraclo en In hf>Yeda eran ea na. Su forma e: O\' Óiclea. y la mn~n t.> tá repartida en llos h misferios, cuyo pe ­~ o 1uedio parece ser ele 1:)!'>0 gramo~. Con ·titúyenlo do - ·ub tancias: la nna blan ·a formada clP tubos condnctol·e:-;, y la otra gri: ele 'Plulas, a la · cn~lles llegan la. senl-:lacione ·. La sub.tancia gris forma ln corteza . pero tambi 'n ·e halla n el e nt ro del órgano en eonglomerado · qne .· e deno­minan ganglios cerebra le· o encefálico .. ( onhnuación) . Hálla ·e protegido el cereln·o por ti·p:-; membranas qne de fuera ha ia adentr0 .' e llaman: dura J/l •' t!e r. ru·or·,,oide.· y ¡>i(l rnate-r. Hay en el cerebro ei~:.mras y lúbulos. Las primera.- St' divi len l'l1 funda ­mentale. · y a<.TP~oria:. ~\nclicular e~ terna. Esta.· si1·Yell para circunscribir las circtmYoluciones y lo· lóbulo.-; S<' apellidan: paralela frontal. frontal ~ttp rior y frontal in­ferior. Las e isu1·as fnnclament n le: perfpdn ­menl clelimína lo. El lóbul frontal pl'P. entn ('ll:ttro cir unvoluciones. 'ohre la t rc·pra froJl ­tal de la izqui rcla, :e halla Pl ·e11tro dP Bro<"n- lPnguaj<' articulado- la lo<"a 1 i­zación má. firnwmPntP p: tnbl cicla. El lóbulo pari tn 1 :e :u bdihide Pll tres parte.-. det rminn la: por la.- <"i­: ura · parietal <> inte1·pari tal. Las oc­eipitale-- o temporale.- se trabajar . ' lo. :fenómenos n él ohser­va, dos autorizan . uficientemente parn establecer esta dualidad qne <~xpJica hien el control. ~n p] cerebro incon ·cient P procln ­<: rn la.- idea: y e comprueban Ja.- sen­saei 1w · ~ el t: rebro con riente lns sp}e ·­ciona: d<' él dep nden la razón, el jni­cio y la Yoluntad. na comparación iln tnuá P.:t n doC' trina. En la lente no enfocada de una cámara fotográfica :e refleja toda :nert d objetos de manera inde ·i - a y con fu. a; hé allí el cerebro in­consciente. 1~1 operador enfoca, prPei ­.- a un obj to · hé allí el ('<'reht·o 'on .­ ·iente. Esta d11alidad apena .. · ·e percibe rn el hmubre normal, pu . lo do. <'Pl'e ­bros trabajan arn1ónicament pal'a la elaboración de las id a .. Pero cuando cada uno trabaja por su lado, entonces se pre. enta la diso­ciación, la anonnalidad el l indiYiLro <.·onseiente". Cuando ella exi te, hu; ic~ea., sen LAH. con marcado interés y sos pechosa curiosidad, para preguntamos por qué no hemos es rito alguna co ~ :t especial para las maestras, o al m e no. , que el mo~ alguna opinión . obr las e s cueln~ rcg nt a-das por mujeres. Es posible que haya maestra<> 1111.1las, Pl' · ro ellas no pertenecen a nuestra Asociación, porque el pet·sona1 femenino qu la int g ra. honra positivamente al magiste r io e olom ­biano. • e nos dice que alguYJa s por S il po ~ ü: iúu . ocial o por su marcado s píritu d c:ontra ­clicción, harían mejor papel en un pue!Jlo, a lo cual respondemos que "de todo hay en la vifia del Sefior" . Se nos reprocha tambi ·n que guarck~nw s silencio y no defendamos a la Escuela No1 mal y al magisterio de los ataqu s de pc1 so­nas completamente desconocidas en el campo de la ensefianza. No lo hemos hecho, por ~f>­guir el consejo del !Abro clr lo. PrON' rl,iiJs: "Ne respondeas stulto justa slultitiam suam, ne efficiaris ei similis". So 1'( ' 8ponclcts al necio acerca de su ilnbec·ilidad. ¡,rtm que 110 aparezcas sernejante a él. Como siempre est;aremos dispuestos a complacer a nuestros colegas, vamos a decir algo a las maestras, ya que tanto lPs inte­resan. Quien ha observado la l'abor ingrata y clu ra de una directora, no tiene para que re- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR c01·darle deberes, sino elevar un himno a sus virtudes, a su legitima grandeza, a su misión de amor y sacrificio; mucho se ha cantado la dignidad de la mujer en todas las lenguas y bajo todos los cielos, pero no se ha considerado bastante a la mujer como maes­tl'a; se conocen bien poco esos corazones, tan ricos en puros sentimientos, veneros inago tables de heroísmo, de delicadezas y marti­rios. La vida de una maestra es una cadena no interrumpida de fatigas, de injusti"ias y de ingratitudes; l'a pobreza es su compañera inseparable; ve desaparecer a golpes de do­lor sus ilus"iones, sus encantos y energías; consume su existencia modelando corazoneR y en cambio qué recibe? Acaso (!} ridícul , el abandono y el desprecio. Jamás escucha­rá una voz de aliento ni de aplauso; ni una hoja de laurel habrá 'Pata sus sienes; pe1·o bien sabe que esas glorias que el mundo brinda, casi siempre está amasada con lá­grimas inocentes que ella muchas \reces en­juga y consuela. Múltiples cualidades deben adornar su co­i ·azón y su alma; gravísima ¡·esponsabili­dact contrae ante Dios, la Patria, la so<·ie· dad y la familia, al encargarse de un gl'upo de niñas en quienes brilla la inocencia y el candor y son la esperanza, el org-ullo y la alegria de tantos hogares. Un poeta latino elijo: "El ánfora conser­\ a largo tiempo el olor del perfume de qu •stuvo primero impregnada" l .. a niña es el ánfora que conservará toda la vida, el aroma celestial de las drtudes y ele los sentimientos delicados que la maestra haya infundido con dulzura y esmero en su ·corazón. Felices las niñas que encuentran en la escuela una jardinera de almas, que conozca el corazón humano, que ilustre con sus enseñanzas, santifique con su ejemplo, consuele y levante con la dulzura de sus en· cantos, e ilumine con su recuerdo las som­bras de la vida. Las niñas que asisten a la escuela nacen en un hogar donde todo es estrecheces, el pan insuficiente y el vestido miserable; la sociedad en que viven no les ofrece sino ma­los ejemplos; cuán pocas alegrías encontra­rán en la vida; que al menos en la escuela xperimenten emociones puras y delicadas, en esa época propicia para las más profun­das impresiones. Pero si en la escuela no se le infunden a la niña buenos hábitos, sólidas virtudes y sentimientos de dignidad y de nobleza; si no se le convence que su trono está en el hogar y su única grandeza en la virtud; si por t ~­da Religión aprende de memoria oraciones y catecismo; si no se le enseña algo útil qt e le permita hacer frente a las necesidades de la existencia; si no se le muestran franca­mente los muchos peligros, afanes, desenga­ños y tristezas que le .esperan en la vida, lle­na de ilusiones y de caprichos muy pronto advertirá que la luz de su conciencia se apa­ga, que las flores de la dignidad y del deco­ro se marchitan y la paz del corazón, será destruida por remordimientos tardíos, que llenarán su vida de sombras y miserias. El influjo de la mujer en la socied·ad es irresistible y decisivo; ya como hija, como esposa, como hermana, como maestra o co­mo madre, tiene entre sus manos los tesoros del corazón y las luces del espíritu; por eso la mala formación de la mujer es más noci­va que la del hombre. Cnántas de estas ni ñas están llamadas a grandes cosas en la vi­da y no han podido elevarse porque una edu· cación poco inteligente ha extraviado sus fa­cultades, favorecido la frivolidad, la pereza, la ociosidad, descuidando todo ideal de no­bleza y caridad. No olvide la maestra que las virtudes cris­tianas embellecen y fecundan la vida y brin­dan 1 signación en la desgracia; sin un apostolado sobrenatural es imposible que so­porte los austeros deberes de una educado­ra; sea paciente, humilde, bondadosa, com pasiva, sencilla; nunca dé cavida en su pe cho al orgullo, a la envidia, o al egoísmo, pasiones ruines y . miserables; cuide su re­putación como flor muy delicada; sea sin­cera y digna en sus amistades, culta y sua­ve con las niñas sin permitirse familiarida­des; deteste el chisme tan fecundo en es tragos; aprenda de sus compañeras las cua­lidades que las distingan y que ellas encuen­tren una amiga verdadera, que alivie sus fatigas, resuelva sus dudas, disimule sus de­fectos, comparta sus penas y elegrías y que siempre hallen un corazón hermano, donde puedan depositar sus íntimos secretos y sus tristezas escondidas. Algunas maestras no buscan sino lo que puede alimentar su vanidad y su amor pro­Dio; quieren siempre singularizarse, encare- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACC ION IDS OLAH cen sus dotes naturales, ponderan sus amis­tades, olvidando que una persona no vale sino por sus propios méritos y buenas ac­ciones y que las mejores cualidades se reba­jan e inutilizan cuanto sirven de pábul o a la veleidad y al orgullo; otras quisieran go­bernar el estado, dirigir la política y has­ta entrar en el ministerio de las cosas sagra­das. No creemos en la educación que puedan dar ciertas maestras envidiosas, poco cultas, altivas y déspotas, que siempre viven en intrigas y enredos, critican despiadadamen­te, y acusan de faltas insignificantes a laR compañeras que debiet'an tomar por mode­lo en el cumplimiento del deber. La Iglesia se enorgullece de la acción l ; a ­l'itativa y santificadora que ejerce la mujer en la sociedad; la historia nos señala mu­jeres ilustres por su saber; otras compar­ten la gloria de los grandes escritores, y gran número se han inmortalizado en el carn po de la Pedagogia; siendo la colaborador11 del hombre; su au. ·iliar y comparticipe en el dominio de todas las cosas, debe hacer fecundo ~m trabajo y maravillosas las con· quistas de su genio . Estudie atentamente el alma. el cora~ón, la. cualidades y defecto R de las niñas; esté al tanto de lo. progreso ~ en la enseñan~a. p ro cuide que su sabet· esté real:lado por la modestia y el buen jui· cio, porque !'li quiere aparecer Aabia, Re ha<'t­rldfcula, y por leer todo lo que encuentrn. !:le llena de locos ensueños y de quimeras engañosas, haciendo su vida estéril en bue­nas obras, inútil y fastidiosa para si rni!~rnn y para los demás. Se avecina la sublime apoteosis del Liber­tador; un hálito de optimismo y esperanza sopla por todos los ámbitos de la Repúbli · ca; sólo hay inquietud por disipar las som­bras de la ignorancia y ensanchar los ho ­rizontes intelectuales; tenemos fe en el por· venir de Colombia; en buena hora espiritus iluminados por la luz de la verdad y cora­zones templados en la fragua de la Religión, forman en la virtud y el trabajo a las ma­rlres del mañana, y la madre es el verdade· ro troquel de formar pueblos y modelar grandezas. Sólo las maestras sobre cuyas frentes fulge un nimbo de paz, de liberta<.! y de gloria, pueden presentar una ofrenda digna del Padre de la Patria. Ellas culti­va n con mano cariñosa las fl ores más humil-des y delicadas de la tierra col ombiana; en esos corazones perfumarán siempre entre los ensueños del amor y los tesoros uel tl'abajo, la Cruz de Cristo con todas s u s grandezas, y el Pabellón tricolor de la Re­pública, con todas sus victorias. A. ESPL . ,~ •• . CULTIVO DE LAATENCION Con honor contamos entre los miemb ros de nuestra Asociación a la señora Julia de Zubiria. Su nombre no es desconocido en el campo de la Pedagogía; fue Directora por largos años de la Escuela Normal Nicaragua; pasó luego a Costa Rica; su l a ­bor en esta república modelo está íntima­mente unida a la de ese maestro de 'R<~tll' · la de Heredia, apóstol de la cultura de stt Patria, verdadero escultor de corazones. Omar Dengo, anl€batado por la muertP ('11 In aurora de la vida, cuando lnR victot ·iax del espiritu, comenzaban a conquistarlf' una diadema de gloria. Los amigos y discipulos del maestro <·o . . tarricense, declararon que "sus enseílanzas contienen doctrina construettva y flo1· I>et·du· rabie de belleza y de bien"; lo m i smo podf'· mos decir de la benemérita institutora . Desde la noción inicial, hasta la. porten· tosas concepciones d los obrem~ de la cdacl moderna, de alli s al e la iclea . La palabra. la ::;óla palabra, cond u ·a< :iún del e1·ror o condensación el e la v rclacl má pura, lleva en ::;i todos los ,. splandores; : unas veces astro, otras diamante invisihh . fue el dón por excelencia dado al h ornht•· por Dios. La palabra eR luz cuando · pt't>lli ca las máximas sublimes d_e religión y di' moral; es luz cuando 1·epite los precioso:; axiomas de la ciencia, y cuando le Hin e al arte para expresar sus hellas conc·¡•p ciones. Acaba el caos en el cen:~ bt·o de los ptw blos, cuando el misionero y el levita, la m.t· dre y el maestro, van abriendo brecha en esa sombra de errores que mantien e la Ig ­norancia; y el maestro y la madre, el mi · sionero y el levita, sacan del ca s el espí­ritu del infante; el alpha es el pr mer ensa ­yo redentor del hombre. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 136 LA ACCION ESCOLAR Los beneficios de la primera enseñanza son tesoros que constituyen un éxito en Ins árduas tareas escolares. A nadie se oculta que la infancia es la esperanza; pero no de esas esperanz~s efi meras fundadas en trivialidades que germ i· nan en cerebros enfermos, que convierten una casual ocurrencia en un presagio gi­¡.,"' antezco. 1 Un maestro estudia sus alumnos y al hacer este estudio encuentra en ellos qu e todas las facultades e inclinaciones son otros tantos dones que es preciso desarrollar y conducir. Desde la aurora de la vida aparece un mó­vil que induce a la perfección: el cnno1· pro pío, o sea el deseo de la dominación; se­creta vanidad que envenena la vida, dando origen a la envidia; toca al maestro ahoga 1· en su origen esta inclinación maléYola, y mantener, con el amor propio bie 11 c nt end i­do, in\'iolable la dignidad de la naturaleza humana, en las condiciones de la vida . Bien sabemos que el espíritu posee di\ er­sn. s facultades, que tiene entre l"Í mutuas ('strecbas leyes y t•elaciones, y que en ellas funda un institutor el cultivo del entend ¡. miento. Los órganos de los sentidos, atrio y y es­tibulo de la inteli~ncia, necesitan de la guía rtel maestro para encaminar a cada s nt ido al desempeño de us funciones . La fa ultad que primero manifiesta la in­teligencia es la ATENCION, diríamos sin Pquivocarnos que es el ojo del espfritu, y t'lla e. el tópico para el maestro . ¡Ah!, qué difícil es conseguir atención . y qué encuesta cosechar frutos de élla . Los niños se ignoran a sí mismos, han pasado por una multitud de impresiones s in hacer para su observación ningún esfuerzo . Cuando el maestro los recibe, tienen ideas confusas; sin rumbo han llevado una vida monótona. En este estado, todo lo que Yen les causa novedad, y este es el moment o precioso; aquí comienza ·la atención; con ella observa los objetos, los comprende, los compara, derrama en ellos luz; este es el momento indicado en que el maestro rtebe poner en actividad la ATENCION; este es el momento en que su enseñanza debe ser clara, interesante, viva y variada, en una palabra, deleitable. Las palabras, los libros, las excitacione s .. las lecciones bonitas y bien preparadas, soTh nada, si el maestro no ha conseguido aten ción; élla no es otra cosa que el esfue n~ 1 n dirigido a conseguir un fin. La naturaleza ha dado al hombre a lg(}) que estimula y anima la inteligencia : h 11 CURIOSIDAD; el maestro debe aprovechar­la, y de sorpresa en sorpresa, consegui rü una prolongada atención. Obliguemos a los niños a preguntar cons­tantemente, ahuyentemos de las escuelas cU temor y la tristeza, secundemos los móvi les de la alegria; no perdamos de vista q1H la pregunta impone atención para escucha · la respuesta. La imaginación hace constan tes creaciones y la memoria recuerda tontilla, la rodee de todos los elementos in­clispC> nsables para su germinación y su erE> <'imiento. Hagamos la escuela agradable y nt ntc:li\'a: consigamos imponer la atención. Así la C'!>Cuela 1lena1·á su fin, y los niños ::;e SPDI.idm felices al lado de quien en ,·er dalio conocimiento de lo que es ser buen ciuda · dano y de las condiciones qu ~ ~e requieren pa.ra ello. Ser ciudadano. dentro de una de· mocl'acia c:omo n J¿ que \"i\"imos, es pos Pt rlerecho a intervenir en la cosa pública y en sn administración, teniendo facultades para elegir a los que deben regir la patria o dictar leyes sabias y justas. lo mismo que a se1 elegido para los altos cargos. Lo: derechos que comprenrten la ciudadanía se llaman derechos políticos. Para hacerse acre­edor a ellos, según lo dispuesto por nuestra constitución, el indh·iduo debe ser varón mayor de veintiún años, ejercer profesión, arte u oficio conocidos o legales, o t. ene r medios legítimos de subsistencia. Uno de los castigos impuestos por el Código .Penal a los delincuentes, consiste en la pl'ivac1ón de los derechos políticos. La ley exige ciertos requisitos para go­zar de estos derechos. Esto no quiére de- La Acaión Escolar» engalana su.r; pág-inas con el retrato de la es­critora y notable institutora EJIMA OSORIO L., quien une a sus claras dote• intelectuales, una ex-quisita cultura y 1~n raro don de gentes. La Srta. Emma e1 nu teso­ro para el magisterio bogotano. cir, que tal ciudadano, para serlo, debe con­tentarse con lle\·arlos, sino que debe aspi­rar a perfeccionarse en el conocimiento de las necesidades de la patria, y de sus debe­res públicos y privados. La ley, al determi nar estas condiciones, sólo ha querido e11 comendar a los mejore!'; colombianos la suerte de la Nación. Un buen ciudadano debe ser el guardián del territorio patrio, y amoldarse de tal ma· nera a la Patria, que se convierta en un pe­dazo del corazón de la República. Y el in- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 138 LA ACCION ESCOLAR dividuo no puede aspirar a este título en toda su amplitud, mientras no conozca todos los deberes que tiene contraídos para con esa Patria, que vela por él con sus institu ciones y con su gobierno, que vigila y ha­ce respetar sus deberes individuales, y mien tras, por el conocimiento de esos deberes. no se haga aCl eedor, por todos los actos de su vida pública y privada a tan honroso ti· tulo. Hay, por desgracia, en nuestras ciudade~ Y poblaciones, dentro del territorio de la Pn· tria, individuos que atentan contra las ins­tituciones, que desacreditan el auténtico va lor, (el de cumplir con sus deberes). y que no profesan el respeto que merecen el gobierno y los varones que han sido llama dos por el pueblo a desempefíarlo. Contra estos malos ciudadanos no se deben empl ea r otras armas que la buena educación moral y religiosa de los buenos ciudadanos, que le!; demostrarán, con actos, cómo del respet o a los ajenos derechos y del exacto coucepto del principio de autoridad, nace, como c:Oll secuencia natural, el engrandecimiento de la misma Patria, a quien ellos no quieren servir. Esta educación se inculca en le co ­razón de los nifíos, (los hombres del maña na), por el carifío acendrado de las madres Y por la paciencia ejem.plar de los maestro . De aquf se desprende la necesidad que exis­te de que las mujeres conozcan a fondo los deberes del ciudadano y los trasmitan al corazón de sus hijos, de sus hermanos y de sus discípulos, ya que el influjo de la mujer es poderoso en la buena organi7.af ·ióll social. Pero además de los derechos polftiCOH y de la facultad de ejercerlos, existen mu chos otros deberes que debe conocer y cum­plir el buen ciudadano. El deber es un man dato de origen divino, inscrito en el cora zón humano. Todos los deberes humanos se encierran en el Decálogo, dictado por el mis­mo Dios a Moisés sobre la cumbre del Si naf, y proclamado entre rayos y truenos . El complimiento de esta sublime concreción de los deberes, es la base de la sana vida individual y colectiva, de la paz y del orden . Aparte del culto divino, de la adoración que se debe tributar al Supremo Hacedor Omnipotente, proveedor de todas nuestras necesidades, nuestro principal deber consi¡; te en amar a la Patria, en servirla, y en dar por ella nuestra sangre, cuando noss exija este sacrificio. Cumpliendo estricta-t ­mente el Decálogo, podremos titularnos conn orgullo buenos ciudadanos, buenos hijos d Dios, y podremos ser útiles a nuestra fa t­milia, a nuestra sociedad y a nuestra Patria .. Del cumplimiento del deber emana el de ->­recho. Todo derecho que un individuo ejerr­ce, implica la existencia de deberes correlat­tivos en los demás. Pero no importa que pm ­ra el cumplimiento de nuestro deber nms veamos precisados a renunciar a una par r­te de nuestro derecho. Más dulce es la sat­tisfacción de un deber cumplido, que la d(e un den!cho ejercido, y ello indica más gram­deza en el corazón del hombre. Esta con- re­lación de deberes y derechos, que forman unla concatenación dentro del orde social, conf...->­titu~ la Justicia. Seamos justos, deslim dando el punto preciso en que termina nue!.· ­t ro deber y empieza el derecho ajello , y ¡H o dremos aproximarnos e.n mucho a la perfetc­ción a que debe aspirar el que quie1·a se •r digno de disfrutar los beneficios de la a sm ciación. ORGANIZAOIOX A.DMINISTRATll'A Cuando, gracias a los esfuerzos individu.a­les de los ciudadanos, encaminados ha(' 1a el fin principal del progreso genuino, 1'1 orden se haya cimentado y sea la única no r­ma de conducta de un pafs; cuando, gracims a esa observancia del orden, todos los habi­tantes marchen decididamente, y unidos cnn rirmeza a la conquista del porvenir bajo el estandarte de la paz, entonces se podrá de­cir que se ha hecho obra de patriotism o . Pero para llegar a esa observancia y pa : a unificar todos esos esfuerzos, es preciso q P. el ciudadano conozca desde su infancia la manera como está organiza-do el gobierno, y la manera como serán aprovechadof\ su: movimientos progresistas. Necesita ademá. ~ conocer cuáles son sus deberes como subc n­dinado de la autoridad, y cuáles son, cuan­do la voluntad de sus conciudadanos lo eli­jan para un puesto de honor. Y la inicia­ción de este conocimiento también corres­ponde a los institutores, que son los que es­tán modelando esos pequeños espíritus, mu chos de los cuales serán poderosas colum­nas del Estado cuando los años hayan des­arrollado su inteligencia y cuando sus con - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 139 ciudadanos hayan apreciado sus cualidades . No sabe el maestro si en el más humilde puesto de su escuela, se sentará un varón que legará su nombre a la historia como ejemplo de civismo para las generaciones veni~ras . Y cuánta será la satisfacción de un maestro anciano, cuando recuerde que el hombre útil a la Patria, cuyo nombre vuela en alas de la rama, recibió las pl"l­meras lecciones de civismo de él y él con· tribuyó a encender ese amor a la Patria y a desarrollar ese gran corazón de ciudadano! La organización administrativa de nues tro pais es bien conocida, y está basada en la democracia, o sea el gobierno del pueblo . La división del poder en tres ramas dife rentes, representada cada una de ellas en las diversas entidades en que se divide el J)aís para su mejor administración, son no ciones sencillas y breves que debe aprender el pequeño que asiste a las escuelas prima rias . Puede el maestro agregar la enseñan za de los deberes anejos a cada uno de ln s cargos de cualquiera d e los tres poderes, y dar una clara explicación de la manera co ­mo cada una de estas ramas contribuye al prog reso general y a la ?: arantía de los de­rechos individuales Conocida la necesidad de que exista un g o­bierno que encauce hacia un fin único to­das las actividade s dispers a s; que haga res­petar por medio de la policía los derechos de los asociados, que garantice mediante el Ejér­cito, la integridad del i rrito1 ia patrio y la soberanía nacional, lo mis mo que la conser vación de las Institucion es y de las leyes, el niño tiene que saber qu ese Gobierno que favorece en todo a los asociados, y que garantiza su libertad, debe ser soste nido por los beneficiados con su existencia, e~ decir, por los asociados. En consecuencia , uno de los deberes cívicos del hombre, con­siste en pagar las justas contribuciones que el Estado le exige, como legítima retribu­ción de los servicios que le presta. Los que elaboran las leyes, los que las hacen efecti­vas, y los encargados de Yelar por el orden social y por reprimir la delincuencia, puesto que consagran al cumplimiento de tan sa­grado deber todas las actividades de su vi­da, deben encontrar en ello los medios de subsistencia de una manera adecuada a su categoria. Y cada uno de los buenos ciuda-danos debe contribuir a la medida de suH fuerzas a estos cuantiosos gastos, pagando los impuestos que las leyes nacionales, de J)artamentales o municipales les han fijado . RESUMEN El maestro no debe olvidarse un momen ­to de que bajo sus cuidados y bajo sus des velos se encuentra la ciudadanía de maña na. Los corazones que se agrupan a su al, rededor, son arenilla plástica, en la que el maestro debe dejar la huella imborrable de su inteligencia, iniciando la formación de prodigiosas esculturas. El amor a Dios de be ser la base fundamental de todos sus ac­tos . El amor a la Patria debe ser la norma de sus enseñanzas y todos sus sfuerzoR 11<"· ben encaminarse hacia el fin único de hacet· grandes ciudadanos, capaces de honrar a la Patria y de servirla. Este amor sincero pondrá en sus palabras todo el fuego, y en sus labios todo el entusiasmo que sea nece­sario para comunicar a sus discípulos esos santos afectos. Procediendo sabiamente, des corriendo poco a poco el velo que oculta es­tas grandes verdades ante los ojos de los nii'ios; demostrando cómo están de relacio­nados Di()S y la Patria; buscando las ad­mirables enseñanzas que se e ncue ntran en el Decálogo, base inconmovible de todas la -­legislaciones sabias y justas; inculcando en los ánimos dóciles de sus discipulios todo el alcance de la palabra "deber"; haciendo comprender todo el valor del derecho ajeno para que sea respetado; celebrando con la mayor pompa I>OSible las fiestas patrias pa ra rendir culto a los héros que lucharon y murieron por nuestra libertad; explicando la significación de los símbolos consagrados de la bandera, del escudo y del himno na­cional; mostrando la grandeza y perfección de nuestras instituciones, levantadas sobre la base del santo temor de Dios y del res­peto a su culto y a lo que con El se relacio­ne, y abriendo ante los ojos de los niños las puertas de un porvenir luminoso y bri­llante que sólo podrá alcanzarse mediante el cumplimiento del lema de nuestro escudo, habrá realizado el maestro una obra de in­tenso patriotismo, y coronado una labor fe ­cunda, que redundará en la gloria de la Pa­tria, y que le hará contemplar más tarde, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 140 LA ACCION ESCOLAR " .... Cuando la vida algodone la sien erguida ele nheas canas". su obra con la dulce y grata satisfacción rlf'l deber cumplido. E.:\1.\1.\ ÜSOHJO L. ESTUDIO DEL NIÑO La experiencia ha demostrado en todo tiempo, que donde quiera quE> exista una cor­poracióñ, sea cual fuere el fin que ésta persiga, debe estar sometida a determina­dos estatutos, esto es, a normas generales, o mejoi·, a una uniformidad a la cual debe-n ajustarse todos lr,s miembros de dicha cor­prn ·ación . Es este un sistema racionalmenlt• lóg-ico y que en la práctica ha producido los mt-jores resultados. Sin embargo, si es e to un hecho evidente, en cuanto se relaciona con las corporaciones que persigue un fin económico o de cualquiera otra índole, no dehe serlo de modo tan riguroso, tratán­dose de la escuela. donde el maestro no de­he ser considerado respecto d-e sus alum ­nos como un simple compañero. No siendo la escuela una sociedad, en que .el maestro y los alumnos deben star sometidos a normas C' o Jn unes, sino m á. bien Pn una relación ele d e pendencia, en la cual c>l niño apareoe c·omo elemento pasivo. e. · n c~sa do considE'ra r al ma s t ro c·omo el ele­mento supremamente a('t ivo, pu sto que pat·a llenar su mü:;ión. debe, en e nante. esté' a HU a IC'anc , penet J'ra decirse, en lo más íntimo de los ·' reH a quienes se propon forma r. esto es, estudiar­los psicológicament . La pedagogía siempn· ha procurado e. tableeer leyes. más bien n •­glas generales que ella consiclera comuneR .a todos los niños, pero prácticamente se \"(' , que lo cg~e la pedagogía de los puehlos más civilizados con. idera C'omo J'egla general, más bien pudiera tenerse en cuenta entre nosotros como la e.·cepción; de doncte se ele ciuce la necesidad cte que el maestro conoz­ca individualmente a cada uno de sus alum noR. En los países más adelantados del mun­do en materia de padagogía, como pudiera decirse de Alemania, lejos de sometersE" a los niño a sistemas o métodos rigurosa­mente estandarizados teniendo en cuenta so- .S'nion"lu p¡,_'J'.t fll•:RN..L\"Dgz, m -irmln·n r/p nut>.~frtt Asoónr1'6u r¡uiPn se disl i nyue por su consayracúíu ?1 dotes ¡Jedo r¡ógú!a . lamente la edad. se les st udia y C'lasifkH a base ele análisis profundament psicoló­gicos. Hay una ohsenación d poca exac­titud, y que entre nosotros ha sido ele\·ada a regla general: a mectida que el nií1o avan­za en edad; va adquiriendo u na capacidacl proporcionada a esa edad. Pero como esta regla es casi siempre defi iente, no se le ha dado alli grande omportancia. Además. como entre .11os ya e . ·isten todos los medios necesarios para cultivar en cada niño las ap­- titudes más salientes que lo C'aractet·izan. se han tomado éstas como base primordial para hacer de acuerdo ron ellos las clasi­ficaciones má~ científicas. cuyos importan­tes resultados admiramos en nuestro!'> días. Así todo indhiduo 'a como especializándo se cómodamente en la ciencia o arte para las cuales la naturaleza le ha preparado PI camino; en una palabra: allí no se ha con­trariado la tendencia conocida generalmen­te con el non.bre de vocación. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 141 Cosa muy distinta ocurre entre nosotro : y que hasta hoy parece pasa r inantt• . y para conciliar inclinac iones, Lt s m <"' r! • las ~eces opuestas. Es esta una labor que siempre ha í'on: t i­tuído para todo buen maestro. el mús rl i ' í cil de los problema~ y ·uya r s olución 11 1 '· pieza con los más grandes oh . ~U\cu lo ·: d <· ahi que hoy se considere t:omo un mito la ,·erdadera or~anización que pntre nosot ro ~ deberia darse a la instrucc:ié>n primaria. ha .s : de la civilización y del progreso . PEP.\ 1-l!:tt . \ . JJ I:Z. VOCACION DEL MAESTRO Como fácilmente puedf' ouse n · a r!=; f' , lo. : ·· res de la naturaleza. aun siendo df> la n ll. · ma especie, no poseen todo::; las mi¡;:m: s eu:l ­lidades que los hacen avlos pa 1·a ele · m¡w ­ñar determinado oficio; así, todC~s la s p io d ra ~; no sirven para cimientos d • las c·unst ruc­ciones, ni tampoco el pino tíene la resisten cia del roble para poderlo emplear con p ro· piedad en las obras que están sujetas R ma yor resistencia de peso. fuerza y movimieu to. Esta circunstancia en nada afecta la ar monia que debe reinar en los seres · de cada especie; al contrario, como lo prueba la ciencia, es como un estímulo para el perfec· cionamiento de ella, puesto que el distinr(J oficio que desempeñan, está dentro de los limites de la especie a que p rtenecen. Pn beneficio de la misma. Esta diferencia en los seres de la natura­leza, es lo que hace reconocer que no todos los individuos son competentes para desem­peftar la profesión de maestro. To-dos, si, según su criterio pueden censurar la labor educacionista, pero no todos tienen autori­dad mo-ral para· reglamentaria o dirigirla. Entre las condiciones necesarias que de­be tener el maestro, a fin de que su labor no sea estéril y pueda emprender con ab­negada resignacin la tarea de educar e ins­truir a los niños, la principal, por no decir la esenci-al, es la de la VOCACION, que no es otra cosa, sino las inclinaciones natura­les que disponen al individuo impulsándo­le _la 'oluntad, el €ntendimiento y demás fa­cultad f s morales, a conseguir un fin deter­minado que en el presente eafw no es otro que el de educar e instruir. olocado el indi\'iduo en esLas ·otHiil'io­llC . .;, gusta con deleite del estudio, descubn• con facilidad los medios más adecuados p:-t­ra hacer amena y provechosa la instrucción. at:ata y cumple los rcp;lamentos y disposi­ciones ordenados por sus .mperiores; no lo rletioenen en su labor ni la carencia d út i les o elementos para el trabajo, ni los m:1 los elimas, ni mucho meno la condic-ión dr los alumnos onfiados a su c·ui, t·-e !ajadas. si no pen-ertidas, po1· E·l ambiente desfav m ·ahl . ado su primera infancia, la s c:ostumlHt'::i , en que han pa· u la qu e, cles rior. No obstante, tenia sus momentos de cal­ma, y entonces dejeba comprender los ras­gas más nobles, que más tarde debían asom ­brar al mundo. No se le podía contrariar, porque en este estado se declaraba inven­cible. Sólo la presencia de Hipólita, hacia cambiar los ímpetus del más temible furor, porque ésta los distraía llevándolo sob r e sus hombros, a los que Simoncito solia lla­mar "jugar al caballito". Cuando por alguna circunstancia, tenía que ausentarse don Esteban, hacía a la fa­milia las correspondientes adver1 encías res­pecto al cuidado que debían prodi gar al p e· queño, con la expresa condición de que si el manejo del niño había sido correcto, lo llevaría a pasear. Sea que Simoncito trata­ra de ser menos inquieto, o que la familia , dada la corta edad de éste, lo excusara, el caso es, que jamás fue privado de semejan­te placer. Refiérese que en una de esas tan aca1 i ­ciadas y deseadas tardes de verano, salieron tío y sobrino a dar su paseo reglamentario . Don Esteban montaba un alazán, contem­poráneo del venerable anciano; Simoncito, cabalgaba en un burrito negro, tan ágil y ladino COI!lO el pequeño jinete. Por uno de esos tan frecuentes efectos de la mala suer­te, el burrito dió una mala pisada, con tan inesperada fortuna, que el jinete salió C'omo flecha por la tangente . Este, en ' ez de po­nerse a llorar, se tornó furioso y quiso bus carie la molestia al pequefio bruto; intervie­ne en esto don Esteban, y con voz severa , dice al sobrino : "No te enfur er~cas, Simón , que la culpa es tuya, porque n .. , bes mon tar a caballo". "¿Y cómo quieres que sepa monta · a ca­ballo, si lo que me has dado es un burro " - replicó Simón. Hasta entonces, este nifio apena. conta ba seis años . V. S . REI A A . (Continuará) . 111: .1111:. 111; llll ll:. llll .• lll ll.lllll . llll .• llll\. 11111.1111\. lll\i 1111\.111 11.1111!. : Habl a quien nos entiende Girardot, septiembre 22 de 193tl Sr. Dn. Aurelio Espinel-Bogotá Mi recordado amigo : Con verdadera angustia espiritual hace más de cinco meses que espero correo, tras correo, una letra tuya y nada. Eso no está bien; tienes que dejar ese egoismo y dejarte venir de cuando en cuan­do con esas cartas tan graciosas y al mismo tiempo sentidas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 143 Lo único que m~ hace perdonarte Ps "LA. Acción Escolar", que he recibido cou p .! ll tualidad hasta su cuarta entrega y en la cual he ~ido varios artículos tuyos; y por esas cuatro palabras que pusiste al margen del último número me enteré que tú eras el remitente de tan importante publicación. Te rn'anifiesto que no habiéndose extingui­do en mi el cariño por la enseñanza, a pe sar de mis ocupaciones hoy tan ajenas a ese ramo, he creído un deber constituirme uu agente oficioso de tal publicación, pues con sidero que si todos los maestros se empapa­I" an de las muchas y nobles iniciativas y en­señanzas que aparecen en "La Acción", con lujo de buena dicción y criterio levantad o. ya podría nuestra Patria ir redimiéndose de tantas esclavitudes morales y materiales a que está sometida. Pero pásmate tú del "Pasmo de Sicilia" cuando sepas qu~ a dos maestras rurales a quienes insinué que se suscribieran me han dicho : tal vez no nos suscribimos porque en un viaje que hizo una colega nuestra a Bo­gotá, un maestro a quien quitaron la escuela no sé si por mala conduta o por ineptitud le aconsejó, que no se suscribiera porque la re· vista no habfa publicado sino una lección modelo en cada número y qu una señora que fue maestra y que ahora tiene una así tencia había dicho que no ra pedagógica y algo más por el est ilo. Otras dos maestra ~· que llegaron ya a la edad de los amorr>. mis­ticos me dijeron que se suscribírian después, porque esperaban que salieran otros núme ros para convencerse si la Revista y la A o­ciación eran religiosas o masónicas pot·que en Bogotá había mucha malc'lad. Yo estoy como tú sabes acostumbrado a respetar profundament~ las ideas ajenas, pe ro franC'amente no concibo cómo hay maes tros que tengan a estas horas ideas tan es­trechas, porque te digo con sinceridad quf' si una revista como "Acción Escolar" no sa­tisface a l~s maestros es porque unos qui­sieran aparecer como la última palabra E'n Pedagogía, otros miran con envidia y rece· lo al magisterio bogotano y a la mayot· va r ­te les duele desprenderse de un peso. Yo estimo una revista para maestros así como "AccióB Escolar"; es lástima que un crecido número de maestros no aprendieron lo suficiente en las Normales y necesitan andar a caza de clases modelos y de cono-cimientos en periódicos y almanaques para poder salir con algo el día del examen; mu­chas veces no corrigen los errores de redac­ción sino que, de memoria, hacen repetir aunque nada entiendan. Los maestros que tienen nociones de la Escuela moderna, ex· pontánea, enemiga de definiciones absurdas e incomprensibles para los niños, deben sen­tirse satisfechos de leer una revista como la de ustedes, donde se demuestra que el ma­gisterio es capaz de escribir algo más que un boletín para neófitos. Me encanta que combatan los vicios socia­les, que desenmascaren a los malos maestros y que distingan a los buenos; lo único que me duele es que les interesa y les gusta más a las personas que no están trabajando en instrucción, pues aqui la he mostrado a va­rios señores y todos me han dicho frases elo­giosas para la revista. Si estuviera destinada a publicar claseci ~ tas, a ensefiar a dividir una línea en dos partes iguales, a descomponer una palabra en silabas, a reproducir trozos de libros de psicologfa o de manuales de metodolo-gía se­ria p1 ·opia para esos maestricos qu~ tiem· blan delante del Inspectot· o de esas mastri­cas que a fuerza de molestar en la Direc­ción las nombran, para descansar, a un co¡·­tijo rural; pero no para maestros que co­mo los de la Asociación aspiran a lleYar en Colombia el cetro espiritual del magisterio . Además el público ajeno al magisterio a quien debe dirigirse principalmente lo qut> ustedes escriben, no leerá esas infantilida­des y quedarán sin ser conocidos los má~ abnegados servidores de la Patria y sin voz entre la sociedad que ya comienza a distin ~uirlos. Pero como al decir de los franceses "cha· cun son gout", no está por demás que "La Acción", siga pu~licando en cada número esas cositas que les gustan a los maestros expulsados del ramo, y a esas maestras que hoy tienen asistencia. Debes comprender, mi querido amigo, que en todos los gremios hay ejemplares que van muy atrás del mo­mento actual y desgraciadamente el magis­terio no es excepción a esta regla. He leído en "La Acción" artículos que honrarian a cualquier revista; por esta la­bor te felicito y felicito a tus compañeros y quisiera estar enseñando para fraternizar más de cerca con ustedes. Sigan adelante sin Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Fmeza de «Gl Tiempo . DOCTOR SIMON ARAUJO, qui~n com.o maestro, co rno hombre público y como ciudadano es acreedor a la admiración, al cariño y a la gratitud eterna del pueblo colombiano. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Aten ción de El ~lempo. • DOCTOR JUAN SAMPER SORDO Gobernador de Cundinamarca, quien de seguro aten­derá como lo merece la 1 nstrucción Pública. Ha sido proclamado presidente honorario de nuestra Asocia­ción ya que es ferviente partidario de las agremiacio-nes de maestros. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 146 LA ACCION ESCOLAR hacer aso de las murmuraciones y absurdor­que sin duda hablarán de ustedes los inca paces de comp1·ender la labor que están de­sarrollando. Ya ves, mi estimado amigo, que paso por pródigo contigo y lo hago con la esperanza de que no echarás hielo de silencio sobre el grato calor de nuestra amistad de condiscí­pulos. Tuyo, Cuadros de Honor de algunos Colegios para eñoritas y niñas COLEGIO DE LA CONCORDIA FUNDADO POR LA SERORITA Avelina Moreno Uribe en 1868 Cuadro de honor en los meses de julio y de agosto de 1930 _ Edelmira Alfonso, Maria Emma Bulla, Ce ­cilla Cortés, Lucrecia Cuevas, Ana Tulia Del-gado, Ana Julia Dussán, Masha Finvarb, A velina y Ana Mercedes Gómez, Josefina Ló pez, Gertrudis Maldonado, Cordelia Moreno Gómez, Elvira Pinzón, María Elena Portela, Lucila Ramírez, Dilia Silva, Emma abogal, El va Tórres y Amira V anegas. La Diretora, Clotild , Jr.oren o d P M C! lcl rnwdo. Bogotá.-53-Calle 20. COLEGIO DEL SAGRADO CORAZON Di rectora-Seña rita J osefin rt Rod-ríg u tz Carrera cuarta-266-Teléfono 2-31 ALUMNA. DISTI GillDAH: Magdalena Bernal, Consejo Sarmiento, Do­lores Avila, Leonor Rodríguez, Mada Luisa Palacino, Elvira Sabogal. LEOPOLDO BORDA ROLDAN Lo conocimos en una entre ista celPhra da con él. De sus labios b1·otó la palabra sincera (' inconfundible que denuncia aJ hombr hon­rado, estudio. o, ilustrado y ajeno a las mez ­quindades. Fueron acentos de verdad que refrescaron nuestros espíritus que tántas veces se han contraido de dolor al cnchar a los fi 11<" ha· blan todo lo contrario de lo que sienten, a los que al expresarse en tono patriótico y le­vantado, delatan sus ambiciones escondidas, su incapacidad moral para ser sinceros, su hipocresía deseosa de medros prolongador.. En Leopoldo Borda Roldán, no adivina­mos sino un gran deseo de servir a la Edu­cación Pública, una fe sincera en el progrE> so de Colombia, un anhelo pro.fundo de ser el amigo, el compañero leal de lo· maes· tros, de g(}zar con ellos en la dulzura de di­sipar tinieblas en los espíritus, y de correr con ellos por los dolorosos y áridos senderos de la incomprensión humana .... Y ya se nos olvidaba decir que el caba­llero por sangre y por espíritu que se llama Leopoldo Borda Roldán, ha sido nombrado Directo1~ general de bducación n Cundina­marca. Tal nombramiento responde a una ne · sidad del momento histórico que vi\ imos; es una garantía par los que nos disgusta mos cuando oímos decir que hay maestros malo . absurdos; buenos acaso para impo nerse con caracteres fecundo~> e im bo Tahle;; en la gañania o en la tienda replct a de mE>r cancías a\· riadas. Es una garantía p _tra los que nos creemos estar al amparo de muchos vendabales escudados en nuestro propio YO . Borda Roldán también es una amenaza: para el chisme, para la intriga, para las ineptitudes morales y de cerebro; para los maestros que estriban su bondad en la adu­lación y su pedago.gia en el orgullo necio de los que no alcanzan a analizar su propia ignorancia. Borda Roldán no concibe el magisterio sino como un apostolado: así como nos(}tr s queremos que sea; así como nosotros ve m o que no es en un porcientaje que debe ser disminuido·, diezmado, extinguido ..... El magisterio cundinama1·qués puede e :­tar seguro de que el Director de Educación Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. L:A KCC10N ESCOLAR 147 será un centinela insomne de los más her­mosos ideales: el niño, la escuela, el cam po, el honor del maestro, el bienestar de lo que enseñan: la Patria. TAL Asociacoón de Maestros y Profesores puede estar convencida de que el Director de Educación, em:papado en la sociología de los paises más cultos de Europa, no en­tiende cómo hay maestros que miren con indiferencia las asociaciones. lAt Asoc·iación dC' Maestros. cree que tos doctores Carbonen y Samper Sordo, mere­cen bien de Cundinamarca l)orque no nos afrentaron con un político primíti \'O; l)Or ­que nos estimularon con un intelectual abier·­to a todos los progresos de una democracia que no quiere perecer .... Borda Roldán no es orgulloso, como· no son orgullosos los hombres de verdadero mérito. Borda Roldán está entrenudo en todas las nobles disciplinas que impiden el fracaso. Que la :pesada carga de dirigí r a los que nos llam'Clnws tnaPstros. le sea ligera! e. DiAz QuEvEoo . RETAZOS Hemos recibido el informe que el doctor Tomás Cadavid Restrcpo, SPcretario del Mi nisterio de Educación, rinde al sc>ñM :;.\linis· t1 o del Ramo. Lo hemos leído c•c1n la aten­<' ión que tal documento mer ce, y (':Jn el en­tusiasmo que en nosotros ha logrado despE't·­tar el espíritu profundamente anali?:ador y honrado del ilustre intelectual antioqueño. Y decimos que ba lO{Il'ulio, porqu para LA Acc1ó · EscoL.\H, no son hombres inteligen­tes todos los quc> "an llep;ando a los altoH puestos sino sólo los que. . . . son intel igen • 1 •s, como Tomá. Cadavid RestrPpo . Acordes con las ideas ex pu ,¡.;tas en l men­cionado informe, y en las cuales estamos empapados decididamente, empezamos hoy la publicación de tal informe, espe1 ando que será del agrado de nuestros lectores, qui nes encontrarán allí temas dE> suma iml)or­da. que no deben descono ·er lm; encargados e enseñar. Ojalá las ideas del docto1· Cadavid Restre­po, tuvieran la resonacia que mE>recen en la vida nacional. El informe dice asf: "Años hace que la opinión honrada y cons-iente del pais pide una reforma educativa, acorde con nuestras doctrinas filosóficas y re­ligiosas, con nuestras condiciones étnicas. Algunos esfuerzos ha habido en este sentido, ero no se ha llegado a un resultado efec­tivo. Convencido de esto el Ministro de Educa­ción quiso elaborar un proyecto de ley que en lineas generales e intensas, abriera la puerta a la r ,no,· ación escolar. Para est{¡ el gobierno nombr• una Junta Asesora all honorrm, que ayuda1·a al Ministro en la l)rP paración de un plan armónico. Los respe­tables miembros de la Junta tt"abajaron l)a triótica y eficazmente; son a<'reedor s a la gratitud de la nación . * ,~ * on acierto se inicia el proyecto con la C'reación del Ministerio de Educación. Has· ta hoy ha sido una entidad l)ara itaria, sin presupuesto, pues en realidad la higiene .> salubridad se lleYa las dos t rceras part .s de lo que fija el congre. o . Es justo e indis· pensable que la higiene y la salubridad fun· cionen independientemente. Asi el Ministe­rio de Educación subsistirá l)ara la edu a ­ción y nada más. En todos los paises de cultura sul)erior. la educación está dirigida por una corporación técnica compuesta de individuos especializa­dos en los diversos ramos, que se consagran con todas sus fuerzas a la obra; "que si­gan, como dijeron los miembros de la Mi­sión Pedagógica, con escrupulosa atención el movimien o pedagógico en el inmenso campo de la formación del hombre; que con alto criterio, basado en estudios l)rofun­dos, experiencia del medio y larga l)ráctica, acaben con el espíritu fantaseador y de me­ra imitación extranjera, y que pongan la educación fuera del ambiente político". Hé aquí una gran razón: que la educación esté a muchas leguas de estas constantes y epidémicas conmociones polfticas. Para Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 148 LA. ..A.CCION ESCOLAR la ~Solución de problemas cientlficos se re­quieren serenidad, observación y constancia, virtudes del todo extraiías al infierno hir­viente de la poUtica tropical en la que triun­fa el sentimiento, no siempre puro, y no la razón, la que, en concepto de Kant, es la única que tiene el derecho de voto. 'En punto de conveniencia técnica, no es dificil, nt aún preciso, hablar prolijamente respecto de ella, al tratarse de educación nacional; la experiencia de otras regiones, abonada por el éxito feliz, comprueba el aserto. En Hispano-América, podemos citar la Argentina que, con su Consejo Superior de Enseñanza, está organizando ejemplar­mente la educación. Antes que la Misión Alemana propusiera al Congreso el establecimientd de un Con­sejo Nacional de Educación, el Congreso Pe­dagógico habla lanzado la idea en el año 1917. Presentaron al Congreso proyectos ten­dientes a la realización de ella, los doctores Rafael M. Mesa Ortiz, Bonifacio Vélez y Francisco de Paula Pérez. Mas, tan lauda­ble pl'oyecto no alcanzó a se1· ley. Tal como queda constituido el Consejo en el proyecto actual, consulta la eficacia, pues se divide en secciones que serán dirigidas por jefes competentes y cuenta con el con­tiengente de "los más altos 1·epresentantes del magisterio y de la intelectualidad de la República". Como asesoras del director de educación, las asambleas crearán juntas t écn leas en loE\ departamentos que secunden la labor de! Consejo Nacional . De est modo se tendrá la unidad. * •• Es saludable la disposición por la cual las construcciones escola1·es obedei'.can a las prescripciones del Consejo Nacional, en el cual habrá un arquitecto y un médico, que velará por la higiene. En punto de edificaciones y de muebles escolares se han cometido gran'des errores. con intención sana se ha creido que la refor­ma educativa estriba en poseer edificios con lujosas fach•adas de cemento y aulas arte­sonadas, muebles costosos y pesados. Este es un anacronismo. Ya la escuela ama el cam­po; se ha salido de esos cuarteles inmensos donde se almacenaban alumnos a otr la voz del maestro. El minimo de edificio en el máximo de teneno, es la norma de la moderna pedago­gía. En el campo, en el jardín, y en la fá­brica, es donde el guiador de los niños diri­ge la educación. La sala de clase se nece· sita sólo para ciertos ejercicios de realiza­ción, de colección de documentos y de orde­nación del museo escolar. La escuela-jardín y la escuela-granja, son realizables en este pais, pues, sobre todo en las poblaciones y campos el valor de la tierra no es aún muy subido y es fácil pa­ra los concejos obtener buenos lotes, en los cuales se levante un escuela cómoda, con luz y aire; esto es lo esencial . El dinero que se gasta en cemento y en pupitres americanos, se invierte mejot · en semillas, herramientas para la agricultura y demás material indispensable para la en ­señanza. Los conceptos quE' van a leerse, de don 'l'ulio Gaviria Uribe, tienen la autoridad qu e Jlos dando a cada cual la indicación qu e necesita, animando a los retardados, orien­tando a los que pierden el camino y guian­do a todo el mundo sin imposiciones Yio­lentas. Allf hay orden, pero no inmohiUdad: por eso no requiere hancos adaptables a la es­tatura del niño; hay trabajo, pe1·o no col~<> tivo, sino individual, y por lo tanto sobran los pupitres uniformes, pegados al suelo en filas monótonas; y hay disciplina, pero una disciplina alegre. nacida del entusiasmo por lo que se hace, y no por el temor al maestro ni del deseo de sacar premjos; por eso no son aceptables en la cla..sP-taller los muebles rígidos y antipáticos, hechos para un audi­torio y no para un enjambre. Ahora se com•prenderá el error que come­temos al gastar los recursos comunes en la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 149 compra de unos muebles tan costosos como malos, cuando el más humilde de nuestros carpinteros nos haría, por poco p1ecio, las mesas que exige una escuela verdacle¡·amen­te moderna". ·~ * * Bas esencial de todo anm ·e en la educa­eión, es el establecimiento de escuelas nor­males dignas ele ese nombre. Hoy no se concibe esta clase de plantel<><; sin orienta­ción científica, para lo cual necesitan: un personal docente apto. -.:::sto es, de inteligen­<' ia despejada, voluntad robusta, amor a la educaeión y eonducta moral irreprochable; u11 profesorado y un cuerpo directiYo de es­pee iaJc•s ·condiciones, y, además cd ificio ade­CUéHlo, mejor en el camp(', y gabinetes pa­ra el estudio de la física, <1uímica, y de la p.·i<·ología e. ·perimental. Las escuela. norm:Úe~ deben ser el obj •­t o preferente de las atenc~ione ' del gobier­llll. l~s ine)(plicabl<> que hasta hoy se hayan tenido olvidadas, easi abandonadas; su })( n­!' um estú anticuado y <'arce n de elementos urgentes para su marcha satisfactoria. En algunos países, las normales son facul­tades incorporadas n la universidades. :\!éjico entró por ese camino, se ún la ley san<'ionada en julio del año pasado. Lo que se busca con esta medida es da1· c: arácter profesional al magisterio; asi los educadores se ven dignificados por la láurea académica, que los coloca en un nivel supe­ri ror ante la sociedad. Quizás esto no se posible aún en Colom­bia, pero sí es de rigurosa urgencia quE> se atienda munificamente a esos semilleros de maestr<>s. Para conseguir que baya normales dirigi­das como lo requieren las circunstancias, es preciso enviar jó enes al exterior a que estudien la organización de ellas en Europa y Norte América. Al siglo del telégrafo, del automóvil, de Napolón, de Bolivar y Bismark, sucede el presente que será el de la ciencia de la edu­C'ación. Se preocupan más los estadistas mo­dernos por orientar la juventud que por ex­plotar las riquezas naturales; es que para que el progreso material Yenga, se requiere que antes se formen los que lo han de im­pulsar. Por eso la pedagogia tiene por eje principal, el estudio profundo del niño. Para );)lasmar varones hay que ver que los plasmadores lo sean. De las normales saldrán los maestros pa­ra la escuela: rural, para las primarias, y los inspectores, emtpleados éstos que tienen por misión continuar la obra normalista, ya por una labor individual, ya por la colecti­va con las escuelas de vacaciones y cursos de perfeccionamiento como lo estatuye el proyecto que se comenta, y en la forma que lo disponga el Consejo Nacional de Edu­c: ación. Dilatado campo de acción tendrá el Con­sejo Nacional; dictará reglamentos. pénsu mes y programas para la escuelas norma­les, primarias y de párvulos; formará una estadistica escolar científica; creará la bi­blioteca pedagógica y museo escolar; publi­cará una revista pedagógica; conceptuará sobre libros de texto y, en pocas palabrax. dará orientaciones a la educación colom ­biana. No es posible que sigamos viviendo en la penumbra de la civilización; porque a eso equivale el deja¡· que la educación no ande acorde con los tiempos. O reforma educa ­tiva o catástrofe, podemos exclamar, paro­diando una frase célebre en la historia df' Colombia". ENTRE PARENTESIS .Muy natul'al pai·ece que un pad1 e d fa­milia aspire a sacar de su hijo un mal m~­dico o un abogado mediocre, pero par ce monstruoso que el gobierno preste su ayu­da a un padre de familia que quiera con­rertir su hijo eu maestro dr escuela. habien­do nacido únicamente para arriero o carni­cero . Al rábula y al tegua los busca el público para que lo explote; el maestro Rin \·oca­ción y sin prepa,-ación, bu'sca al pueblo pa­ra envilecerlo. *** Es un crimen contra la humanidad que haya quienes le firmen un diploma de maes­tro a quien nació para hostelero, agente de negocios, o zapatero. *** Hacer campaña contra los malos maes­tros es sanear los horizontes de la Patria. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 150 LA ACCION ESCOLAR II!Cll SECCION LITERARIA IICll ALMAS EN FLOR Lo alegre sólo existe de la vida en las fúlgidas auroras. <'uando las almas son aYes canoras que vuelan bajo un cielo que se Yiste de aquel azul profundo y transparent que dio color a su cambiante raso no en las pálidas nube del ocaso, sino en las tintas que vertió el Orient t'. Horas en que la mente s abre a la vida como flor temprnnn , rebosante de aroma y de frescura, qu ofrece al sol en su orola punl l ambiente glacial de la mañana. Solicitas cuidado reclaman esos pétalos preciados, para que el viento al desplegar las alas, ele sus débiles tallos no los quite, ni aje la lluvia sus preciosas galas, y un aliento fatal no lo!" marchitt~. i un pobre sembrador contempla nt" a 11<~ que se 'Ubre de flores la planta misma qne sembró su mano. y olvida los dolores qu aguda zarza le cau ó incl mente al inclinar la retostada frente por dar cultivo al tallo tembloroso. y hoy ve el fruto, abundoso en matices, en néctar y en aroma, que cada flor le ofrece en su capullo. dulce sonrisa de infantil orgullo a sus labios asoma. porque mira radiante de alborozo. cual p1emio merecido, el sudor en estambres convertido, y la inquietud de ayer rocada en gow : mayor será el contento ·que el corazón ufana deJ sembrador que por cuidar se afan~1 en el amplio jardin del pensamiento tiernos capullos de la selva humann. La vida de la flor es pasajera: abre su broche al des{)untar el día y e deshoja al viento de la tarde; y el hombre en su carrera es lámpara que arde y aun después de expirar, su luz envía; así el artista, el pensador y el sabio van a colmar en todas las naciones el cerebro de mil generaciones con la enseñanza de su propio labio; porque ellos vi ven la perpetua vida del ideal que de su mente brota, téll como el sol, que mprende su parl irla por el espacio que su lumbre baña. y al morir tras la cúspide remota del enhiesto peñón de la montaña, prosigue haciendo de su luz derroclle, deja en su ruta luminosos rastros, y adorna luego con diadema de ast •·os los denegridos bucles de la noche. El germen de la idea que recibe la infancia, si es átomo de luz relampagu~ a . y si es polen de nardos da fragancia . Sembremos n las almas infantilt>g benéfica simiente, y asf veremos plácidos pensilef'i y no zarzales de maraña hirient e. Es necesario a todo jardinero conocer la zizaña y la semilla. y sevarar el grano lisonjero, del abrojo infecundo que lo humilla. Y siendo la mujer la que derrama la semilla primera en el naciente corazón del niño, ha de prender la luminosa llama de la piedad sincera en ese altar más blanco que el armiñe. do entre nubes de incienso vagaroso con virginal ternura­alimentan el fuego esplendoroso las vestales del Bien con mano {)U ra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 151 Por eso el alma que a la ciencia invoca siente dulce alegría al ver que apenas se levanta el día, la turba femenil, inquieta y loca recorre del estudio los verjeles robando a l libro sus preciadas miele~ . así como lo hiciera entre rosas, y fucsias y alelíes, con ansia placentera, tierno enjambre de alados colibríe:-;. En esa misma m ·uchedumbre ufana seguramente encontrarán maña na, el niño, arrullo que lo llame al sueño; la juventud, fulgore encendidos; y la vejez, bejucos florecidos que a su ruina se abrac~n con empeño. Para medir la inmensidad pot nte de la misión que 11ena en este mundo de la mujer el entusiasmo ardiente, inclinemos la frente, y meditemos con pensar profundo que aunque el dolor el pecho nos ta la d r P. llevamos en el alma el ntimiento que deja en nuestro ér e e fragmento fiel corazón de Dio . . . que llaman mar! •· ~·! Jo. tll í · .NL\t.IIO , \110 Pt \T . \. ELOGIO DE LOS ARBOLES Amemos los árboles~ A su sombra generosa, blanda y d ul · .. nuestras almas han dormido, luminosas y triunfantes, los ensueños ele la ' ' irla, del do­lor y la esperanza! Cuántas veces las ardientes llamaradas de los soles que nos quem'an en el cuerpo y en el alma la nostalgia Yan sembrando. soportar hemos tenido sin que un árbol com- , pasi o nos proteja con su sombra! Amemos a los árboles! .. a verdura de los limbos de sus hojas es preludio de esperanza. El chirrido de sus gajos que se chocan al impulso de los vientos nos invita al tt·abajo a la lucha. La solemne y misteriosa sinfonía que en sus ramas canta el viento, es la Gloria que nos llama al jardin dond€ no han ido sino locos inmortal es ... E l rama j e que a los cielos Ya elevándose pausado, impasible y sordo siempre al fu ­ror de las tormentas, es el símbolo sagra­do del que ajeno a las borrascas impetuo­sas de la vida, alza siempre hasta los cielos el blancor de la plegaria ... ! Amemos a los árboles! Ellos son los compañeros, los hermanos siempre buenos del viajero, que por rudo~ e infecundos arenales, va arrastrando la. torturas y el dolor de su existencia ... Y es el árbol, siempre amigo y siempre suave, el que forma un cortinaje regio y grande, sobre el triste y el cansado pere­grino que posó su cuerpo hambriento sohr el tálamo suntuoso de la tierra . ¡Amemos a los árbol e ! Y en la plácida verdunt ele sus hojas, y en el cáliz perfumado de sus flo1 es, permi­tamos que las aves, los cantores d e inmor· tales sinfonías, sacien todos los anhelo. d sus picos y la sed siempre infinita ele sus a las ..... . ! Y dejemo. siempre, siempre, que la miel de sus corolas, a la celda silenciosa ele la abeja Yaya dulce. y sea alimento del insec­to IJendecido . . ... No ll ej ruos que, sin aJ ·­t€ y con daño, 1 hacha fiera, de la entra· ña palpitant de los árboles haga brotat· el raudal santo de la sa ia cristalina! ¡Amemos a los árboles! ' obre cunas so nrm;ad a~. l o::; d s pojos 1/ora d<'l C'armen). Luces, flores, armonías, todo aquello que hace conmoYer la fibras más sensibles, se habia dado cita en aquel lugar. El teatro es- 1 aba colmado de una muchedumbre selecta. .JnYentud y belleza reinaban allí y con sus ~oHrisas ingenuas. sns miradas radiantes de satisfacción, animaban más aqnella reunión cuyo exclush o fin , era una demostración es­pontánea salida cumplido con el sublime deber de la grati · tud y del cariño.". Calló y un ramillete fresco dfl v io! tas apareció en las manos de la reina de la fies­ta; unas violetas, en cuyo centl'o brillaba cual diamante una lágrima. Al siguiente día, sólo se hablaba del triun­fo del ramillete de violetas del "diamante dP la gratitud y del afecto", GPrarrlo rlf'/ .lfw·. Bogotá. agosto de 1930 . ENTRE PARENTESI Hay en el Magisterio dos clases de d - magogos a cual más peligrosos: la de les que no quieren dejar piedra sobre pied1a de la pedagogía antigua que formó tod s las civilizaciones históricas, y la de los que ven en toda innovación, en todo nuevo pr - cepto educativo, un pecado contra la aut - ridad, un atentado contra la tradición y un ataque contra sus profrsores. que, dicho s.e-~ de paso, son o fueron un f1·acaso tan gran­de como sus discípulos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCTON ESCOLAR 153 ECOS D E LA PRENSA C:omL 011 el número anl erio1· manif <'~ l n­nw ·, •;on motivo de la reo rgarlización dP lllltchas ol'iciuas dependientes del Poder Eje­c- utivo, se desató una catilinaria tremebun­lla que anatematizaba cuanto hay de exis­tente entre nosotros en lo que a Educación hace referencia: Sist mas, Métodos, Proce­d imienlos, Formas y qué sab mos cuántas otras palabras con sentido o sin él, según que las emplee quien sólo t1·at a de poner en práctica la sentencia del Yulgo de que "en rio revuello ganancia d~ pesrarlon·s"; quien lo haga por el prurito tropical de e .<;¡JÍrit/1 de imitaci6n: o quien a la verdad, como sí hubo casos, de los que reconocie1·on lo e i~­t nte y .· e inte1·esen honrada m nte por nues­t 1·o mejorami nto, sob re 1 odo en Jo relath o a la formación de la GARREH ~ l f)r)/ , .ll :lf~','­' I'RO. mediante la cual, lo:; más capacitados de quiene. \' ienen d~dicándos a las act iyi ­dades educacionistas sean los consultores en lo tocante a ciertas IH '(·c•sarias rf"JornHtS. tt consrcur11Gi.ct de las cuale s, o mejor dicho eomo 0uusu de ellas, lleguen los ma su·os a ocupar cierto cargos que hasta ayer otor­gaba la intriga cuando no pasiones más ras­u ·eras, p ro a 1 cual . s ne<.:esarío, por sobre toda necesidad, Ile,·ar a qui n s a más dt• devengar l ngan qu e obra 1·. 8stamos observando que d de que fu · ron pasadas las ternas para nombramientos de Directores de Educa •ión en los Departa mentos, han cesado Jos fuegos en e l frent . T!Js posible que vuelvan a mpezarse ahora, en que ya posesionados los favorecidos (que por lo que estamo viendo fueron de los que no hicieron bulla) traten de organiJ.ar sus dependencias ... Por nuestra parte, somos partidarios, lo hemos repetido muchas vec s, de la forrua­cios de la Carrera del Maestro, pero ello debe hacerse sin tantas alharacas, como SE' han hecho siempre las obras verrladerament meritorias y desinteresadas. La obra del maestro, con todo lo ingra­ta que es de suyo por lo noble y sublime, tiene sus defensores. Nosotros nos hemos asociado para ello. Insertamos, pu~s. según el orden en que aparecieron algunos de nuestros escritos ten­dientes a ello, dándole prelación al del se-ñor Rafael Canillo Leal, uno de los pocos pedagogos que está .colocado en donde le co­ITesponde por derecho adquirido. Una opinión más sobre instrucción Hemos ,·isto y oído en estos últimos m ses una serie de artículos y conferencias sobre educación, en las cuales se hacen apreciaciones de dhrersa índole y se miten \ ariadas y heterogénea opm10nes a cerca de la solución que requiere el ·•gran pro· blema de Colombia", como se le ha llamado. Nos interesa sobre manera todo lo qu<> sP relacione con este importantísimo ramo, po1 no ser del todo e. ·traños a él; y de ahi que nos llame intensamente la atención toda idea o concepto· referente a este tema demuestra una a~pil ación justa y unánimP porqu el ramo educativo s acomode a las necesidades del país; pero qué dispari­dad de opinnion s: éstf' sostien que la es­cuela debe conv rtirs n tall 1· y granja agricola; aquél pregona, ante propios y ex· traños, que Colombia es un pueblo de anal· fabetos, sin que se tome el trabajo de con sultar la estadística; no pocos se han dado a la injusta tarea de afirmar que no tene­mos maestros; y, eguramente, los que ésto dicen que no han tenido ocasión de conocer de cerca la labor de estos abnegados servido­res. No falta quien niegue la eficacia de las escuelas normales, quizás sin que sP preocupe por informarse, en lo más míni­mo, del funcionamiento de estos planteles. Justas apreciaciones se han hecho, en cam­bio, y acertadas soluciones han sido ind i­cadas por individuos que trajinan sin de.·­orientarse en el campo de la educación. Cierto es que en esto de la enseñanza res­ta mucho por hacer para llegar a la meta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 154 LA ACCION ESCOLAR deseada; pero, desconocer la eficaz y ac r­tada labor de tantos meritorios maestros y sostener que la escuela no ha eYolucionado, es sencillamente inaudito; es, por lo menos, injusto, antipatriótico y altamente inconve­niente. No es ésta la manera de estimular al personal docente, ya que estímulo es Jo que necesita para que su trabajo resalte y acalle tan fal as apreciaciones. e nos dirá que somos demasiado conformes y que f'sto es una prueba de atraso: preferimos e!1t calificativo a trueque de ser justos y op· timistas. La opinión de que hay muy bueno ele­mentos en el ramo educacionista está res­paldada por quienes sí tienen autoridad para calificarlo; y si es preciso el concepto e.·. traño, basta saber que los pedagogos alf' manes consideraron a los maestro de Co­lombia a la altura de los de su país. Qne la Escuela Normal Central de Insti­tutores no prepara verdaderos maestros? Tal afirmación carece de fundamento. Ojalá los que ésto sostiene se informen ele la mar­eha de dicho establecimiento, donde pueden empaparse de los últimos métodos pedagó­gicos, Es de sentir que no hayan presencia­do, por lo que se ve, los trabajos ele los alumnos-maestros en psicología práctica y sus lecciones con cent J'os de interés. Los jóvenes que alli se gradúan salen perfecta­mente capa itado para dirigir escuelas l trabajo; esta es una verdad evidente, pe1·o es necesario poner las cosas en su punto; la escuela primaria no puede convertirse en taller, necesitamos escuelas complemen­tarias y vocacionales para niños que hayan recorrido el pensum primario, o hayan ad­quirido en conocimientos siquiera las nocio­nes más esenciales. Esta idea ha sido y.a emitida, preci. amente por un macst ro en ejercicio. La escuela primaria debe esta · las cosas tendría que ::;er milé1gnlsa. La equidad indica qut• se cl1' a D ·os Jo q tP es de Dios y al César lo qwe es el l C~s· r. Conespónda e con lealtad n qui<'nes con : b ­negación y acrificio lahot·an por la Patri HAF.\EL CAHHlLLO Ll·' \1.. Por la Educación Nacional .Wlota ctualment un ambiente de re1 o­vación. Ideas nue\·as surgen por cloquiel·t . Crítica a los asuntos que creemm; comprfll­der m•ejor que quienes no han de d•esgraciadamentf' los niños qu<' coHeurren a las escuela~ no salen de ellu con ninguna profesión, porque las ec:;cuelas no son talleres ni establecimientos de se­gunda enseñanza. Supongamos en uno d. nuestros discípulos nna disposición especial para la pintura o p::tra la música; sabién­dolo el maestro puede hacer algo? Su fami­lia no cuenta con 1ne estudiar t'll la Normal y llevar Yarios años de práctica. procura en cuanto esté a su alcancP estar al corriente de las últimas palabras en peda­go~?; ia, para ponerlas en práctica de acuerdo con las circunsLancias en que se encuentran nuestros pequeñitos. Yo ct·eo que los talen­tos pedagógicos que han ~·esultado última­mente, no se deben contentar con denigrar al magisterio, que nunca ha estado con los brazos cruzados ni ha ¡·echazado ninguna in­novación. Esperamos que prácticamente nos expongan sus ideas, y que poniéndose en contacto con los futuros ciudadanos de Co­lombia y estudiando sus necesidades má~ de cerca, nos digan: yo lo haria de esta ma­nera. El mal no se remedia denigrando a quienes siempre h.an dacio pruebas de ab­negación y sacrificio y creo que Dios, la Patria y la sociedad les tomen cuenta a quienes poseyendo un conocimiento esp cial del asunto que nos perjudica, no manifies­ten sus aptitudes sobresalientes para n e­ñ. ar al que no sabe. E. O. L. DE NUESTRA CORRESPONDENCIA El Presidente de nuestra Asociación juzgó oportuno y necesario, por rawnes que explica, remitir una circula¡· a los periódicos matina­es de esta capitaL El Diario Nacional y El V1tevo Tiempo, r~spectivamente, le dieron acogida en sus ediciones del 11 y 12 del que cursa, por lo cual exteriorizamos nuestro agradecimiento a estos importantisimos dia­rios que de modo gallardo nos brindan sus tribunas prestigiosas para defend~r a los maestros.-Deben conocer nuestros lectores la mencionada circular: Bogotá, septiembre 10 de 1930 Sefior Director de. . . . . -L. C. Tengo el honor de anticipar mis agrade­eimientos por la benévola acogida que de se-guro habrá de dar a las siguientes líneas que van a servir de apoyo, complemento, ex­plicación, aclaración, rectificación, y hasta de reto, (según los varios casos), a los dis­tintos escritos que desde las columnas de la Prensa han visto la luz pública con moti­vo de la benéfica campaña que en pro de la educación en general y de la primaria, base de cualquier otra, en particular, se viene li­brando de unos dias a esta parte. He de comenzar por declarar al Sr. Direc­tor y a sus asiduos lectores, que no vengo con pretensiones de polemista en forma algu­na, sino inspirado solamente por la verdad y la justicia; y que si mi voz en particu­lar no vale nada, adquiere acatamiento y respeto en cuanto que es el eco de la "Aso­ciaci& n de Maestros y profesores de Colo-m- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 156 LA ACCION E ... COLAR lJi.a '. corporación que exige su puesto d€' primera linea en las falanges de uantos quie1~n librar campañas culturales en Co ­lombia, como que tiene adquirido tal dere­cho desde el primero y único COn!fn so l)t •­dagógico Jútcion1Ctl habido entre nosotros, Y esto por las razones que venimos exponi n do en LA AOOIOX Ef:JCOI, .. IR que es nu s ­tro órgano desde que la voz autorizada del apóstol que responde al nombre de Agustín Nieto Caballero dio el grito de alarma so­bre la necesidad de adquirir el perfecciona­miento educativo colombiano. La "Asociación de Maestros y Profesores de Colombia" APOYA pues, la benéfica cam ­paña a que hemos hecho referenckt, porque su objetivo ha sido siempre el perfecciona­miento moral, social,· intelectual y económi­co de los educadores y, por ende, el d la Educación. De consiguiente se complace en revelar su agrado sumo al considerar que fue1'a de su seno hay también un núcleo de intelectuales, o en general de int resada. , que quieren ayudarla para sa ·ar avantes suH caros ideales que viene acariciando clesde luengos tiempos, pero lo cu·ales han venido encallando a toda hora contra la incompren­sión de los encargados de formar los pre u ­puestos educacionales; contra la indif ren­cia de la sociedad n g n r-al; y contra la desidia de los malo maestms n particula1· que no han podido dars en nta de lo qu seria, de lo que podría la agr miación de to ­do los maestros del pais . COMPLEMENTA los escritos en cuestión, porque acaso a ninguno de sus autore P le ha ocurrido añadí 1· a los conceptos emi ­tidos, el honrado y ' ' eridico r ferente a la ausencia de culpabilidad ninguna que •asist e a los maestros, en cuanto a las deficiencias que se vienen anotando, siendo así que en­tre nosotros no es autónoma la escuel·a; que tienen los maestros que estar sometidos a la oam,i.sa dP fuerza que es el pensum ofi ­cial vigente; y que, auncuando a si no fue­ra, sus exiguos sueldos no les permiten ha­cer erogaciones para adquirir los elemento que el Gobierno no ha querido o no ha po­dido darles para encauzar la Escuela según la innovación que en algunos países de Eu­ropa y América vienen ensayando. EXPLICA de este modo los citados artí­culos, porque sin duda alguna en el ánimo de muchísimos lectores pudo haber queda-do n u ambigüedad la impresión desfa- Yorable de que . on los maestros r•esponsables de tantos desperfectos como quie1·en forjar­se algunos de los comentaristas. ACLARA por lo tanto el sentido de ellos, porque no es 1 arional ni equitativo, como lo vamos demostrando, que algunas de sus ase­veraciones constituyan como anatemas para los maesüos, auncuando en algunos caso. esa no fue1·a la intención de sus autores. RECTIFICA a qui.enes en tan torcidas in· intenciones pudieran inspirarse, y les denun· cia desde las columnas de la misma pren· sa en que pudieron haber pretendido deni­grar a los maestros, la sinrazón de su,; razones; lo soslayado de su intento; o cuan· do menos el de!';.eo ele sus medros con detri­mento de justos derechos adquiridos, si e. que con ciertos sc r ilos tortuosos, agresi­vos, los de los anónimos, han pretendido reemplazar a los mae tros sin más explica· ción que ¡Jorque sf, ya que no han tenido el valor de presentarse ni siquiera hasta 1 puerta de nuestras escuelas, nó a vitupera1 ya que la críti a es f'ácil, sino Ntm bidn .t '>Ob1'P todo a BN8l':J .... , \R. pues los maestro . alardeamos de S€r ctóciles a toda innova· ción pero en 'ano heJilos esperado la visit~ de criticones d <.:artel, su exorcismo sal· 'ador, el diagnósli ·o práctico y tangiblf d su n:1ilagrosa panacea . RETA tambif\n la ··A ociación de Mae t ros y Profeso1"tCs ele olombia" a quiene. quieran enseñarle, a que lo hagan a la ma yor bre,·edad posible a quienes saben de ver­dad, con la advert u ia de que es nuestrc anhelo perfeccionarnos como lo venimos pre gon,ando en todos los tonos desde las co lumnas el La . tr-cióu !JS('Olar, y que en tod( caso exigimos que H sepa, de una ,·ez po1 todas, i es Yerrlad que todo es censurabl en el abn'8gado maestro colombiano, que ca rente de elementos d todo orden, realiza el mi.lagro de educar instruir a sus alumnos; si es posible, po1· otra parte, que quienes tan to predican lo contrario puedan por fin de­jar de hablar para hacer algo; o si es que se trata, simplemente, según aludimos en la última entrega de nuestro órgano, de la re­fwti? ilo dP los puestos pú1Jlicos ... Para terminar, reitero nuevamente al ::sr. Director mis más sinceros agradecimiento por la inserción de las presentes líneas en su lucido di·ario, y en propio nombre y en el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION E COLAR 157 ele la "Asociación de Maestros y Profesores de Colombia", nuestro eterno reconocimien­to con el Sr. Dir-ector y con quienes quiera que con rectas intenciones hayan escrito o continúen escribiendo desde las columnas de la prensa, en el sentido de coadyuYar a nues­tros ideales de 1~forma, a nuestro delil-io de perfeccionamiento. Soy del Sr. Director, con toda considel'a­ción, JORGE AURELIO CELI Pr<' identr> rle Tu A. ([ M. !J P. ll<' C. lo que he visto en nuestras Escuelas Por épocas hay ent1·e nosotros fiebre de renovación, verbal o efectiYa, voco impor­ta. Lo interesante es hablar mucho d mé­todos modernos, de transformaciones cultu­rales, de inquietudes de la hora y quisico­sas de este jaez, propi·as para (;J)((frr lf's Vour{leois. o, como die vulgarment . para deslumbrar caleutano . Los reformador s son más numero os y ele más fuerte enH~rgadura, cuando, como al presente acaece, un cambio de gobierno promete dar facilidades para 11 \ a1· a cabo mutación fundamental d ~istemas y el mé­todos. Aqui entonces del r negar ele todo lo antiguo, y antiguo y vetérrimo es lo ele ayer, o lo que quizá no hemos estudiado y com­prendido bien a fondo. Aquí el 1 mol jax a los institutore nacionales de ignorantes, re­trógrados, sin preparación. ayunos ele cono­cimientos modernos; aquí d l maldecir nuestras escuelas en las cuales no hay na­da, absolutamente nada bueno; aquí de las bellas promesas; de las doradas ilusiones, de las mil maravillas que se verán el dia en que un hombre moderno y preparado a la moderna, es decir, de la noche a la mañana, llegue a ocupar el sillón ministerial o la Dirección de Educación Nacional. Un proverbio antiguo aconseja desconfiar de los habl-adores, porque el que mucho ha­bla, mucho yerra y poco o nada lleva a la práctica. Se ha dicho que en nuestras escuelas no hay nada, fuet·a de los desayunos escolares establecidos por ese gran apóstol que se lla­ma Agustfn Nieto Caballero. Pues bien; sin ánimo de me1·mar un escrú­pulo al mérito de mi ilustre amigo, es jus­to indicar que en obra tan humanitaria le cabe no poca parte al Municipio, por algu­na partidilla que para ella ha Yotado. Pero al lado de esto, cuántas y cuántas cosas he encontrado. He visto a maestros y maestras meritísimos y muy competentes, vaya si lo son, más, mucho más que sus fá· ciles censores, entregados a la ardua faena de cultivar corazones e iluminar inteligen­cias. He compulsado su ciencia pedagógica y la he hallado vasta y sólida. Me he dado cuenta de que conocen y practican los métodos racionales de ense­ñar dentro de las posibilidades de material, pensnm, etc. He contemplado con asombro t¡·ansforma­cione¡:¡ en los educandos que parecen verda­d ros milagros. He oído a los moa stros discutir sobre las modernas corrientes pedagógicas, con aplo­mo } acierto, pero sin jactancia de omnisa­pientes ni de monopolizadore entre nos­otros de la p dagogía y ele las tenciencias reformistas. He palpado qu lo nifios, donde ello es posi bl , entran n ontacto con la tierra, que ti n granjas agrícolas. que le cogen Ntriño a la natu1·aleza y se preparan teóri­<' a y pt·ácti amente para xplotar má~ tar­de. lo eguramente, habrá de redundar en el nues­tro propio, satisfaciendo así los altos idea­les qne nos h'an congregado. Con sentimientos de alta eonsicleraeiún y d respeto quedamos, pues. ele ntestra e­ñoda muy atentos y rel'petuosos servidores. Por la ''Asociación de maestros y p¡·ofe­~ ores de Colombia", El Presidente, 1~1 ~ c1· tat·io, .lf. HoiH'I'f(J 1'Nif? Bogotá. septiembre 26 de 1no Señor Doctor Leopoldo Borda Roldán-Di rector de Educación Nacional de Cunclina marca.-m. S. M. Viene la ;l,'OC'LH'JO. !JI•: .1/ArJ,'TRO,' Y l'ROFliJk'ORliJ. lJR C'OLOJTR/1 a cumplir ante Vos, Señor Director, ·on un deber pro­tocolario de cortesía de subalternos; a ha­ceros de presente nuestra disciplina d :Maestros; a filicitaros y a felicitarnos por la acertada designación que el Señor Minis­tro de Educación acaba de hacer en un e.­ponente de juventud, independencia y talen­lo, para que rija en adelante los destinos de la más importante, delicada y sublime de las actividades públicas en esta importan­tísima sección de nuestra patria; y, sobre todo, a ofreceros nuestro apoyo de~interesa­do y sincero, ora como maestros en parti­cular, ora como Asociación que \·iene per-siguiendo hace trece años, el mejoramiento moral, intelectu'al, social y económico de los Institutores Colombianos. sin que nos ha­yan querido comprender, (excepción hecha del Doctor Elíseo A rango), quienes tuvie­ron hasta ahora, junto con la Administra· ción de nuestro ramo. la virtud y potestad de ayudarnos a la realización· de nuestros nobles ideales. Afortunadamente, en os, Señor, vemos cualidades similares a esa que engalanan la juventud independiente y arrogante del Ministro que quiso comprendernos: talen­to no prestado de nadie; espíritu altamen­te comprensivo y elotes e.·quisitas de inta­chable caballerosidad. No, nos equivocamos. porque al juz;garos no lo hacemos con el deseo ins•ano de adu­laras, ya que estamos convencidos de que tan feo defecto si no cuadrará jamás a nadie, muchísimo menos a Educadores que se pr<>­cian de tales. Es que tenemos conocimiento de que mediante un concut·so, de esos que requieren eficiencia, t'uistei~ merecedor de ocupar un importantisimo cargo en una de las oficinas de nuestro Gobierno 'en la ca­pital del dundo; es que sabemos de ntes­tros viajes de estudio por Dinamarca, Bél­gica, Alemani•a, Ji'rancia, rtalia, Suecia y Noruega, paises, n nuestro s ntir, que, en lm 01·den, lle\·anla clir cth·a de la educación europea, por lo m no· ntre los que hab "is visitado, :.r que podrían darnos algo de lo suyo para tratar de adapta1·Io a nuestra idiosincrasia y nuestra raza. no de rnodo servil se sobreentiende. ya que somos par tidarios de una Pedagogía racial en lo po­sibl . Muchos han denigrado < lo: maestros, Ro­bre todo en las expectativas de ciertos nnm­bramientos como los quC' acaban de exten­< lerse para los DirectoreR de Educación en los Departamentos, pero nadi ha osado p1 .­sent'arse a sus escuelas para conegirlos o enseñarlos. Son dos detalles mny signifi­cativos, que ,-os, Señor, sahréis justipl'eciar. sin que pretendamos alardear de ser perfeC'­tos ya que bajo el sol nada lo es. Y en cuan­to a nosotros, si lo fuéramo., llolgarí'a el objeto de asociarnos para alcanzar nuestro perfeccionamiento moral, intelectual, social y económico, según ya os lo hemos decl a­rado. Consecuentes con estos Ideales qu yos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 160 LA ACCION E COLAR nos sabréis decir si son legítimo , h mos venido solicitando respetuosa como ahinca­damente, con la autoridad que c1 emos te­ner al no pedir para nosotros nada, que se provean de mejor modo 'algunos de los cargos de la Administración..·de nuestro Ra­mo, a los cuales no es patriótico. por deci1· lo menos, que se llegue únicamente por obra y gracia d1e la intriga, u otras consi­deraciones menos atendibles. Esta circunstancia nos ha valido siempr el que se nos quiera tachar de i rreveren­tes por quienes no se sienten bien 'Segu­ros; el que se haya esgrimido en contra nuestra, o para decir mejor contra nuestros Ideales asaz nobles, el arma muy gastada de que atentamos contra EL PRfNCIPTO DE AUTORIDAD! Ante vos, eñor, que habéis l .nido opor­tunidad de orearos en ambientes distinto~. que habéis conocido países Pn los cuales existe establecida la CwTcru df'l J/oest ro. nadie erá osado, a int ntar siquiera, que se tuerza n1estro re<'to crit rio con sofismas tales ... No os pedimos para nosotros nada: os en­caree mos, para la mejor marcha de nuestro Ramo en lo fu tu ro, que trateis de ncauzar­lo hacia el trc11 íci~ 111 o: qu 11 ~u e po¡· fin el día en que se 1JII.'ilJif(' el lwml>n~ }luro rl puesto, pero no lo contrario, omo ha \·en i­do sucediendo ... .Mientras tanto, mient1 a. t uemos la oca­sión patriótic-a y f liz de agradecéroslo co11 las veras del alma, n p1·opio nomhre y n el de las genE>raciones qu se nos han enco mendado, lo primero porqu tan feliz reali- 7.acin habrá de redundar a no dudarlo en beneficio de la Educación y de los educa­dor s, y lo segundo, porque tal heneficic1 tendrá que repercutir directamente en la vatria misma, nüentras tanto dE>c-i m o~. acep­tad, . eñor, en este día, la proclama ·ión qu os hacemos ele nuestro NUE TRO PRESI­DENTE HONOR RIO, nuestro"' ::-"ntintien­tos de la más alta con!'ideración de res­peto. Por la A OCI ION DE MAE.~TRO.' PROFESORE. DE COLOMBJ , El Presidente, JORGE AURELIO ELIS El Secretario, Jf. RolJr rfo Tr>ll('- FELICITACIO Guatavita, 16 de septiemb1·e de 1930. Escolar-Bogotá. em Presentamos director Asociación efusiva felicitaciones magistral artículo publicado ayer. Ni tampoco esta hecho, ni tampoco por hacer: Eso es lo justo. Amigos, ]Ji rrr·torf'S. C ADRO DE HONOR DEL IN TIT TO MONTESORIANO Directora-SoFÍ.\ Qtl.JXXO u1. AYLL\:"1. Berta Casas, Lola Mora, Lucila la' ijo, María Leal, El\ira Yásqu z, Odilia Beltrán, Emma Cla\'ijo. ®111 ~111 IIH ILI ·- 1111 . 111. llill CONTENIDO: }Jl 11/0IJU' IIlo esr-olrtr. Editorial JJr .• 'imón .\ ntufo - Jac. E ION ED CATIVA JJsil'ologírt r•.x·w·ri ¡¡u•nf(/1. Dr. Carlos Albel·­to Lleras.- Lu lJI¡(tf'stm A . E~?in 1 . -JIJl ('ulti'l·o rlr la .tff'JH·ión. J. de Zubiría. - T>i Nrrtur·ión suurr· iust J'llt'(·ión ('í rira. Emma Osol'io L. - Est1trlio rlr'l 1111io. Pepa H .mán­clez.- rrJ('I/f'ÍÓII r/1'/ 11/11('.<;1 1'0 • • ln.J ía clt>J C. ieeris ele Sánchez. - , 'illl 6n !liJiíl·ur . Virgi ­lio .. Reina A . - /lobl o r¡uir•¡¡ )lfl.\ r·ntif'llrff'. .._ antiago náez. !-t•opolrlo nonio Uolrlrí 11.- Díaz (~ue'' do RET ZOS L 11 111/0r/1/f'. Tomás ada\ irt He ·tr po. - SE CIO . LITER RIA . \1m os r>11 flor. Joaquín ~!alelo nado Plata. Elo{Jio di' los rírl>olrs. C'enón Díaz Queve­do. iAt flor di' lo ymtiturT. María Tulia Ma1·mol jo. ECOS DE LA PRENSA Uno o¡JilliÓil más .s·of¡¡·(' f¡¡sfrltc ·r·íón J>¡íiJii­c ·u. Rafael Carrillo Leal. - Por lo Bd l•t·a­ción Nacional. Emnn Osorio L.-Cin·ultr. Jorge Aurelio Celis.-Lo q11e lt r> rú;lo r·n nui.'sf ras ('SCitelus. Carlos Alberto Lleras A. C'onz unic-ac-ionrs. .:::: :::::f{~:=:::::::::v~:;~:~::::=fJ~~=~:~:~=::::=:~::r::::::::::~~~=~~f::::::::::::·:::::::: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 Si Ud. se interesa por la Instrucción Primaria Su~críbase hoy mismo a ~ La Acción Escolar.) cLa Acción Escolar>> es el Órgano de los maestros. <> se discututen serenamente los problemas ,. reformas de la escuela pn­mana. «La Acción Escolar» defenderá los derechos del magisterio. e La Acción Esco!í\r» atpira a establecer comunica( ión con los maestros y centros científos de otros países. cLa Acción Escolar>> es un laz.o de unión entre los maestros de la República. «La Acción Escolar» nv íiene ~olor político. «La Acción Escolar» apoya las reformas a que aspira el Gobierno y el país, para la Escuela primaria nacional. Avise Ud. en « La cción Escolar» , que circula en toda la República. CONDICIONES: LA ACCION ESCOLAR Se publica por ahora men~ualn'lente. Número suelto . . . . . . . . . . . . . .. $ Serie de diez números Cada autor es responsable de sus escrito~ . No se devuelven ongin11lts . O, 15 1.00 Los artículos que no H· publiqu,.n, es porque no ha11 tenido el p ~ se de la junta Para Avisos, consultar Tarifa. - Todo pago anticipado. de Revisión. Ultimo pagtna, r a dos tintas). toda . . .$ Media página . . . . . . . . . Un cuarto de página . . . . . . G
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La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 5

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Extrañamiento

Por: Lucía Orellana | Fecha: 2022

Poesía de tonos ágiles e intensos que hurgan / exploran la temporalidad de la existencia a través de imágenes que turban y descolocan al lector. Versos que construyen y deconstruyen un espacio de extrañamiento, donde toda exploración es posible en la medida en que las grietas de la memoria evoquen un fonema, porque cuando hay lenguaje no hay ausencia. Los textos de Lucía Orellana transitan / recrean parajes cercanos y lejanos, los captura con su voz fosforescente en la urgencia de atrapar lo que fue y lo que será. Extrañamiento de distancias/ estaciones, de perderse en su goce y en el reflejo del silencio traducido. MARITZA CINO ALVEAR
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  • Temas:
  • Poesía

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Extra

Por: Antonio Méndez Rubio | Fecha: 2010

En los tiempos llamados del Gran Interior, o la Sociedad Indoor, quizá la poesía sea todavía un recurso posible para hacer sitio hacia afuera, en zona extraterritorial, para abrir espacios donde aprender a respirar de nuevo, o por última vez. O quizá sea imposible. Aunque, por otra parte, como apuntara Juan Larrea, hay también un momento en que lo imposible se vuelve inevitable.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura española

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Expulsada del Edén

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