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Con la frase Poesía.

Imagen de apoyo de  La Patria. Suplemento literario

La Patria. Suplemento literario

Por: Armando Solano | Fecha: 2022

Desde 1915 y hasta 1917, el periódico La Patria editó el suplemento literario dominical La Patria Suplemento Literario, que estuvo a cargo del político liberal Armando Solano y bajo la redacción de Roberto Liévano. Era una separata compuesta casi siempre por ocho páginas, cuya portada estaba encabezada por una ilustración o grabado de una figura cultural o literaria nacional o internacional. Algunas de las figuras que publicaron en el suplemento fueron: Henri de Regnier, Olavo Bilac, Ismael Enrique Arciniégas y José María de Heredia. En esta separata predominó el ensayo literario y la poesía con piezas de Rubén Darío y Delio Seravile, reflejando la inclinación por el modernismo tanto de Solano como de Liévano.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Tipo de contenido: Prensa
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La Patria. Suplemento literario

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Imagen de apoyo de  El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 164

El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 164

Por: | Fecha: 31/03/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. La poesía de la Biblia I Un dí:l, al caer la tarde, 111e tocó escucha una conversación deliciosa entre personas disting uidas. La más notable expresab:t sus juicios con táuta sencillez, había tal encanto en el modo qe decir la~ cosas. ,que sin darme cuenta de la sugestión que despertaba en mi espíritu, no sé pre­cisamente si por el brlllo majes tuo­sn de las ideas 6 por la frescura del leno-uaje, · hube de r et ener períod os 'Y c~nceptos que después he re petido con íntima satisfacción uc mi me­moria. Recuerdo que di curría con admi­rable facilidad sobre asuntos litera­rios; la atención de sus compañeros revelaba el respeto que infunde el maestro, y con el vivo interé, de una narración embellecida por lo.s por­menores de una: brillante fantasía y por el buen criterio de quien conoce á fondo la materia que refiere, con­taba sin detenerse importantes su­cesos, citaba fechas gloriosa s , evo­caba nombres ilustres. Aquello era J.)ara mí comq un cinematóg rafo que me permitía la contemplación de per­sonajes célebres, e . ~pecial mente de poetas de fama universal, como Ho­mero, Virg·ilio, lv'Iilton, Dante, T asso. .. \llí po r ia. primera vez oí recitar las b~ 1k 2 a ~ de la Ilíada, y me entu-sias n1é con el asunto del pnema re­ferido cor..1o un cuento maravilfoso; supe así mismo la admiración del mundo intelig ente por esa obra m~es ­tra del genio, y como las descri pcio­nes eran tan naturales, por una es­pecie de~ alucinación de mis sentidos, creí contemplar el sublime ademán de H éctor acariciando á su hijo an­te~ de partir á la batalla; aun pare­ce qpe se de~lumbraron mis ojos con el incendio terrible y amenazador que quería destruír las naves grie· gas; casi estuve á punto de gritar co.n ím~etu de cólera cuando ví ata-do al carro del vencedor el cad<íver • del héroe, imagen del vencido en las· luchas del odio; y mi alma experi­mentó sin duda honda tristeza cuan-do en reclamación del m á::; rico teso-ro de su amor, se alzó de un modo augu~to la figura de Priamo, en pre­sencia del tremendo Aquiles. Al llegar á e,' te pasaje del po~ma el diálogo interrumpido por la magia del conversador se reanudó con vi­ve7. a, y cada uno de ~os concurrentes comentó á su antojo !os ·primores del canto, y alabó á quien reconocen los intelectuales com·o el padre de los. poetas. En seguída el literato complaci~n­te, á instancias de sus amigos, reci­tó trozos selectos de la Eneida, de la Jerusalén Libertada, del Paraíso Peruido, haciendo la recitación y las observaciones oportunas, no como el cucnti ta vulg-ar, sino á semejanza. del historiador que hermosea con la propia luz de su int~ligencia ~na ac- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL .CO:iRBO~{DEL VAtLE ción memorable, co'mo el crítico que á sabiendas de las leyes de la esté­tica señala los ·puntos culminantes, v coloca con p2rfección eu el campo artístico la' producciones del in­: genw. D0spués, como obedeciendo á un impulso natural, irresistible, habló de los Libros sag·rados, y rnás com­placido c0n este tema que con los anteriores, desen ,·ol vió rápidamente el ideal de las escuelas poéticas, ajustáud(1se en su .exposición al aná­lisis de la crítica moderna par1a for ­n1ar compa1aciones bellísimas entre la poesía lírica de los poetas grjegos y latinos, y 16s Salmos estupendos de la Biblia. Por último, como si hubiera ~ne­; r~do re::Jumir sus impresiones en un solo pensamiento, exclamó con la na­tural1dad de un sabio: nada tan bello en la li terct tura como la poesía de la Biblia. Ir Nada tan bello como la· poesía de la Biblia, dijo el pensado~, y yo re­petí esa frase para grabarla en 'mi cerebro, no con el de-,eo de hacerle bombo -entre mis camaradas, sino con el propósito de inquirir por mi propio esfuel'zo si esa opinión era la de un místico que se nfana con l?~S creaciones de un ideali smo re)igioso, ló si en verdad la herm o~ ura del libro era una fuer{te im>piradora de lo ex­celso. El hecho es que conse&(uí la Biblia en una edición española, y cuando es tu \-o en mis manos, expe­rimenté aquella desconfianza tan co­mún de no hallar en la realidad lo prometido, y la razón es obvia, aun­que parezca pueril: me sabía al de­dillo muchos versos y párrafos amo­rosos de novelas, los cuales :::onside­raba en mis apreciaciones fctntásti­cas como el non plus ultra en mate­ria de ~ncautamiento literario. A la vista tenía-3e~ún el maest ro-la tierra de promisión; pero antes de penetrar en ella lo primero que hice­como si fuera un muchacho-fue exa.:. mimtr¡)as láminas que adornaban la obra. Al abrirla encontré en la por­tada las dos fignrcts primorosas d el relato; esos séres que forma·n un so­lo corazón, un ::;olo pen ·amiento, y que en el desarrol lo natural de los gérmenes constituyen e1 más fecun­do de la vida. Ella, la hembra etla­mcirada, dulce con la perfección del más casto de los sueños; desnuda con la pureza de la nieve la forma escultural de su cuerpo; blanca de espíritu·, en plena primavera, creada así como un sol de am0r por el divi­no Artífice bajo la sombra de un ár- . bol corpulento, mostrando en el ros­tro con ja expresión incitante del re­clamo el deseo de vÍ\'Ír sobre el cés­ped florido, despidiendo en torno de ella el aroma virginal de la inocen­cia, y bajando con su ma.uecita, encantadora, umi rama en flor, verde como la esperanza! Y él, el macho adorable del idilio, indiferente á to­das las delicias del bosque primiti­vo, viéndose no más en las p upilas brillantes de la hembra, fascinad·o por élla y por lo mismo hambriento de ~us besos, del tocamiento espiri~ tual de sus carnes y rendido como es­clavo á los pies de la diosa, esperan­do recibir e.n aquella actitud supli­cante del rueg·o la fruta del deleite, _ el manjar de ·los afortunados, ese como ensueño pecador que cruzó por su mente cuando al través de los en­cautos de la virgen, vió en f>.lla algo como un cielo no explorado, algo co­mo un panal de miel en su boca en­treabierta, más dulce que las uv:as de parra que á manera de racimos colgaban á su alcance del folla je fresco . · Con un estremecimiento nen'ioso Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - EL CORREO DEL VALLE 1.304 pasé muchas hojas del libro, y atraí­do por una fuerza superior,- me de­tuve ante el cuadro soberbio, triun­fal, en que Josué hace parar el sol. Y detener ese monarca poderoso, mirarlo cara á cara como de igual á igual, é impedir que sus rayos alum­bren en sociego el Univ~rso para que caigan en forma de coro11a sobre una sola frente , es la alegoría m:ís su­gestiva que puede concebirse del po­der humano, porque en los dominios de la voluntad donde se fabrican to­das las ambiciones y se realizan to­das las victorias, esa aleo-oría repre­senta el alumbramiento moral de un pueblo, el triunfo de la raz-a esco­gida sobre las tribus bárbaras. Y luégo, como si tales ideas de or­gullo y de mando no debieran pre­valecer en la mente, sino huír como una sombra, tropecé en breve con aquel lienzo conmovedor en que Job, lleno de lepra, caído con el fardo mis pesado, lanza las quejas inmortales , esas que son como 1 resumen de las paras negras, el epílogo de las lu­chas pavorosas. De suerte que la sola contempla­ción de los cuadros bíblicos produce sensacione vi vas, avasalladoras, y hace que el hombre medite un poco sobre las grandezas y vicü;itudes del linaje. Con esas ideas altruistas de filó­sofo en agraz, y con la inquietud de una curiosidad no sati f echa, em­prendí la lectura de la Biblia . . III Fijo el libro sobre una mesita de 11ogal donde apoyaba los ~odas, leí las primer;:ts líneas, y seguí je,·oran­do pen amientos. Aquello fue un encanto, aun pudiera decir una re­velación que produjo en mi s ér im­prf'siones análogas á las que debe experime:d a r el descubridor cuando roto el v0· u mi::.tc ric o, C(;Ute:npla el • panorama real, tang-ible, que empe­zó por idealizar en la fantasía como alejando la sombra, y que luégo á g-olpes del cerebro surge con vesti­do~ de. luz. El Génesis, como bs demás pro­ducciones del famoso israelita, tiene ver.dadcramente los atractivos de una leyenda oriental, todos los em­blemas de una cuna, siendo la origi­nalidad el c;ello principal de su re­nombre. Allí lo nuevo de la natura­leza y lo nuevo del pensam~ento; el Bien como en s2.ntuario de granito, la Verdad como en lecho de flores; todo risueño, palpitante de amor, bajo un cielo que en forma esférica. mostraba la primera línea azul del horizonte y los primeros estremeci­mientos de la aurora al fecundizar la tierra virgen. Allí las pasiones en su comienzo, semejanuo el cerebro unas veces el mar en bo¡rasca, otra¡;; un lago tranquilo; ya remontándose el pensamiento como el águila en la& • mayores altura~, ora arras trándose como una "'Crpiente maldita por los aritros del vicio, como si el hombre no fuese suficientemente fuerte para soportar todo el peso de la criatura: va cou ella al desierto para recoger en sus ánforas lo:,; raudales de armonía _que brotan de c~e cer('bJ-o colosal y que á manera de Hu via benéfica cae so­bre la ti.er·ra; le sig-ue al templo d-on­de di!'>putan Jos doctores y presencia 'el asomb-ro de los sabios cuando el discípul-o les enseña .cosas que nun­ca habían oído y les cuenta maravi­llas de otros mundos donde no se ocultan los a:-,tros; diRfru'ta de la alegría .d~ lo:s niños cuando el maes­tro los llam-a y los envuelve en cla.-' ridades como de aurora boreal; en..­ca!' na su suerte en el ángel consola­doi- cle los OJi,:os cuando el mártir "quebrantó su :íuimo y se abis­m. ó á sí mismo pidiéndole á su Pa­dre fortaleza"_; marcha en pos del a póstol ti 1a gruta de ~áza ro y ':e cuando auitáudole el sudario frío le infunde Ía vida; entre los perfumes de la Siria escoge los de fragancia exqui~ita y lava con ellos los pies del predilecto en la hi';:;tórica cena de Bethania; y cuando la poesía hu .. bo agotado todos los tonos de la ter­nura, al ver tronchada trágicamen­te la mejor de laf-> vidas, iuclipando la cabeza con la· auréola mística, buscó como final del más hermoso poema, el corazón de aquella Madre inmaculada de donde extrajo en so-­liosos inconcebibles como el dolor' en tero de las razas oprimidas, V Cerré el libro de los broches dia_, m an ti nos, el de la :fi 1 igt:ana rel U"' ciente, el de los éxtasis grandiosos; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1536 y de súbito se escapó de mi alma un monólogo de admiración, im po';ible de recordar con la fidelidad del ca­so porque el fueg·o vi ,·i:ficador del pensamiento es fug· i ti vo, deja sólo reminiscencias vaga:3 . En ese discurso á solas con mi•po­bre numen en que consideré la Bi ­blia nada más que desde el punto estético, pensando en su influencia poderosa en la poes1a antigua y mo- . derna, quizá expuse aunque somera­mente que la escuela reali ·ta, á pe· sar de su hermosura plástica y de e. cena seductora::>, uo ha dicho na­da nuevo después de que la narra­ción mosaica cuenta que la bella egipcia, en transportes voluptuosos, He quedó con la capa de aquel ado­lescente que huía de las tentaciones de Cupido; nada nuevo después de esos grupos tentadores de mucha­chas árabe~ de cabellos dorados y de túnicas blancas, qu.e en los pala­cios del rey sabio se tendían con ·el a.Pandono del amor travieso, soht·e cojines carmesíes, ·s;ti picados los pies al parecer con gotas de rocío, caídas en las sandali¡J,s hechiceras, levantando con la respiración del pecho la gasa de seda transparente, fuego pa ional que semejaba en los labios de esas divinas, el ansia loca de encender los rayos del sol en las cat·icias del amado. Quizá dije_también que los román­ticos no Lan exhibido vírgenes más pudorosa que las doncel las hcl.weas­y eso que las purifican con el nimbo del ángel. Y como en el movimiento de· las ideas, á medida que babia ba, la Bi­blia surgía, en el delirio como el ~ímbolo de una colmena inmen~a ­mente rica, adonde lleg-an lo.· pen­sadores como abeja · en busca de dulzura, rememoré trozos- poéticos de algunos de nuestros granJes ins­pirados, y comprendí entonces por qtH~ el poeta de la. raza judía, delan­te de las injusticias, exclamaba con el vengador de los oprobios : •• Y quebraba los colmillos del inicuo; y de sus· dientes)acía soltar la presa"; sospeché por qué el poeta suicida, el decadente dolorido, al sentir la agitación de su alma, decía recor­dando la ternura del Salvador: .. ,..re cubrirá con sus alas pod~rosas; en seguridad . estarás bajo su abri­go" ; dtscubrí por qué el poeta loco de la mo"ntaüa sentía posar sobre el ho!Y'bro la paloma d el Arca en los días eJe ventura, presintiendo acaso que tras la n'oche tremenda en que yace, esa mi:sma pal(lma habrá de ofrecerle la verde oliva, pues ''El ave antnngninaria ele judíos ; Se cubrieron de tri steza los l ejanos horizontes Y temblaron las montañas y hts rocas y los montes, Y_gimieron las patoma.s y las fuentes y los ríos ! 1902. FnANcrsco REs·mu;ro G. BIBLICA '2<>cultas radenciones ; El mundo de maldad estaba henchido, y en el GólgCJta en SOQJbras convertido En sus cruces se hallaban t1·es ladrones. De un laclo' y en terribles contorsiones Se encontraba un ratero empedernido, Y del oti-o un ladrón arrepentido, Y en medio un robador de corazones. De luto se vistió la vasta esfera : Gestas, el malo, tie rétuercc y gime; Dim~ts, el bueuo, en su tortura espera; Y aquel, el de la luenga cabellera, Que su.fre, que perdona y que redime Be robó al fin la humanidad entera. E. A. H. -- RAZA MALDITA J esús el N azaren o, A la ciudad de Sión hace su entrada En medio del aplauso de las gentes, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1538 Las que al mirarle jubilMa.s claman : "Bendito sea f'l que viene Fnnombredel Señor, HosanM,Hosl:lnna". X con flores tapiz:m su camino ). agitan en los aires verdes palmas. Después las mismas turbas Ante un Pretor a l Na7areno ultrajan. '' Crucifícale, g ritan, y su s:wg re Que sobre nos y nuestros hijos caiga.'' Y Pilato, el cobarde, El Juez que tiem bla a-pte la turba ai1·ada, A morir en la cruz condena á Cristo, Lava sus manos pero no su infamia. La humanidad voluble No degene ra nunca, al que hoy ensalza HunC:e en seguida, y una cruz re:;erva Para cada. caudillo que la salva! JUAN A. SÁNCHEZ. SONETO No me mueve, mi Dios, para quererte, El cielo que me tienes prometido, N i me mueve el inii.erno tan tc~ mido Para dejar por eso del ofe nd ert~ . Tú me mneves, Señor, mnéveme ver te Cla,·aJo en una cruz y escarn ecido; Muéveme ver tu cue rpo tan herido; Muévenme tus afrentas y tu muerte. Tu me mueves, en fin, de tal manera, Que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, Y au1nque. no hubiera Infierno te tLruiera; No me tienes que dimo amor con fherte lazo, Quiero junta r mi pecho con tu pecho, Quiero moi'ÍI'. contigo en un abrazo. ¡Oh, si mi vida en tí se refundiera! P ercfido eternamente en el oceano De tu v,ivir, contigo yo viviera En el seno de Dios, _ft.:era tu hermabo! ¡Ventu rosa fusión! ¡suerte en"vidiable! ¡Disfraz de muerte! ¡miste_riosa viriat ¡A1·cano á la razón im penetrable! ¡Vida inmortal, de la de Dios nacida! Pero en la cruz __ ¡Oh, sí ! con .T esús muerto En la desnuda roca del Calvario, La cabeza inclinada, el pecho abierto: Ancha puerta de místico santuario. ¡Logre yo penetrar po·r esa entrada Basta el retrete del arnor divino, Y apura r con la Espúsa enamorada De su bodega el regalado vino! E m bl'iagado dn amor duerme el Esposo De la ernz en el Tálamo sagrado, Para sns blandos ll1Ícmbros ¡cuán nudoso! Para su corazón ¡cuán delicaJo! Es un lecho de rosas purpuriuas Y nc cárdenos lirios y azucenas: Rosas nacen debajo las espinas, Lirios brota la sangre de sus venas. Hav rosas en sus manos ¡cuán ft-agantes! Y ro"sas en s us piés y en su costado: Todo. él es una rosa. Al mas amantes, &No aspirá is la f ragancia del amado~ ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1539 EL CORRE~ DEL VALLE ¡Infeliz quien no siente tn dulzura!. ¡Dichoso el que te. abraza, dulce amigó! &Qué tesoro rnayor que tu t trn ura~ &Qué alegría mejor que esta!· contigo1 i Allí ·Jerusalén yace sombría, • Allá brilla del mundo la señor·a!. ... ¡Qué oscuridad me cerea en pl eno día! ¡Me ofusca el rayo que sus techos dora! Nada allí me fascina, nada llena l\fi cotazón; placer tan sólo aspiro Y al ai!Spir.arlo el alma se en ve nena, Presa de h,)rrible vértigo, deliro ¡l\Iisera~le de mí! morir me sien to Astixiado del mundo eu el vacío. En tus cumbres ¡oh G-<'>lg-ota sangriento! Volvedl. á su'spirar el ped10 mío. Vuelvo á tu altar·, Jesús crucificado: Aqui morar yo quiero en tanto viva; .Tu vista me hace bien, Cristo llagado, Tu víata el fuego de mi pecho aviva • • Unirme quiero á tí. Mi único anhelo, Desfallecer de amo¡· como la E~posa Eres mi Dios, mi ventu ranza y cielo; En Tí mi alma se pierd~, en Tí reposa. N. CÁCERES, S. J. LA ORAClON De la ig!esia en la nave solihria, Oras buscando á tu dolor consuelos, Y se e\ava al Eterno tu · plegaria Como sube el incienso hasta. los cielos. La luz del cirio amarillento que arde Ante el altar, confunde sus destellos Con un pál.ido rayo de la tarde, Que temblando acaricia tos cabellos. Reviste la oración tu faz hermosa Con su'aves tintes de infinita .c:alma. Tu plegaria es la escala mistúiosa Por donde asciende hasta su Dios el alma. El Dolor se refugia en la penumbra, El corazón palpita y se ~giganta; Unalrna en oración .. astroque alumbra, Flor que_p erfuma y pájaro ·que canta. Ante el pequeñv altar lleno ele flores El espíritu ofrece de rodiilas Su' amargura y sns íntimos dolores Con el llanto que baña tus mejillas. Chisporrotean los cirios con el viento. Se va la tarde. En tanto conmovida1 'Dejas que se remonte el pensamiento Lejos de las tristezas de la vida! Es 'tu plegaria misterioso canto, Queja angustios!" qu<:J del alma exhalas; Y el Angel del consuelo al ver tu llanto Te acaricia y te cubre con sus alas . . Postrada ante el alta¡· oras de hinojos, Mient!'as la tarde expira en lontananza Y enjuga ·el llanto de tuá negros ofos El Angel del Amor y la Esperanza. EDUARDO ECHEVERRÍA.. PIEDAD R8LIGIOSA El llama111iento que 11uestro inte­ligente y virtuoso párroco Dr. Ula­dislao González hizo á los católicos de Cali, ha sido fiel mente atendido para asistir ·á Jos ejercicios espíri­tu~ les que para hombres han tenido lugar en el espo.cioso templo de San P edro durante diez días. Y no po­día ser de otra manera, dada la fran­queza y sinceridad de nuestros ver­dadero. s sentimientos cristianos que se sobrepo11en á:' toLas las contrarie­dades de la vida y ahogan las afec­ciones mundanales. Lujo de piedad se ha exhibido en este gran certa­. men de recog-imiento, en el cual han llevado la mejor parte los venera­bles sa.cerdotes Dr. González y RR. PP. Frs. L. Lópe~ y A. Acevedo, que han sabido inocular la savia de la verdad evangélica en el corazón de sus numerosos oyentes. C0mo fruto de esta saludable cosecha re­cogemos entre muchos otros, la pro­testa espontánea del Sr. José J O'L­< tuín Ayala, quien se retracta de los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ( EL CORREo- DEL VALLE 1540 errores en que volu,ntaria ó involun­tariamente ha incurrido contra la Religión, la ~oral y las buenas cos­tumbres durante su vida, y rétir.a sus firmas donde están mal puestas contra los dogmas de la Relig-ión de nuestros mayores. · El ~jemplo áel Sr. Ayala es edifican'te, y habla en estentórea frase en favor de la ar­dua tarea de sacerdotes ilusfrados y virtuosos como los que hoy tene­mos en Cali, encargados de encarri­lar nuestra sociedad. Al propio tiempo felicitamos al amigo Sr. Ayala por el paso concienzudo q_ ue ha dado públicamente hacia la tran­quilidad de su vida. Merecen tam­bién nuestras más ardientes felici­taciones el ilustrado párroco Doctor González, sus dignos colaboradores los humildes franciscanos, así como la damos con verdadero entusiasmo á · todos los caleños. . · Algo así como cuatro mil hombres asistieron á la procesióp. del Jubileo • que se verificó el domingo de ra­mos. Hubo patetltes demostraciones de devoción, recogimiento y disci-plina cr.istiana. · -:+ 7~ -x- CONVENTO DEL CARMCN De Bogotá ha.n llegado última­mente cuatro Monjas Carmelitas qu~ en asocio de la Hermana Merce­des Garcés, van á fundar aquí un convento de esa orden de penitencia. Les presentamos nues tro res petuo­so ·s:J.ludo de bienvenida y felicitamos á la Hermana :Mercedes por su lar­ga é incat•sable perseve rancia en de­sear llevar á buen proveclto la fun­dación de esa benéfica orden. -:+ * .¡(- NUEVO GOBERNADOR Hemos sido informados de que es­tá nombrado para este im •)nrLwt e )U ~ sto el __ Dr. L~cio A . eomb0, q l11en segun se d tce no ha tomado posesión del puesto por estar g-ra­ ·vem.ente enfermo e)l Bug-a. Al tener otros mformes, quizá los de la po:.>e­sióu, los comunicaremos oportuna­mente á nuestros lectores. -)(- . * -:~ . MINISTRO DE GUERRA El lunes último llegó á esta ciu­dad el señor General don Alfredo Vásquez Cobo, acompañado del Dr. Carlos Tanco y algunos ott os caba­lleros, á qui~nes ' presentamos nues­tro atento saludo de bienvenida. El General Vásquez está in~esti­do de las fuhciones de Ministro de Guerra, y como tal, esperamos ha;:á valer su influencia política y social en obsequio de los intereses genera­les · del Cauca que se ufana en tener hijos que son esperan?.a para laPa­tria como el Gener,al Vásquez C. . * * ·)(- 6• SALUDO Lo presentamos muy cordial á los señores don Julio y don Miguel An­gel Cuadros quienes con sus dignas familias vienen á establecerse en Ca­li. Nos comp1acemo~ por ello, y d~­seamos que las fuentes del comercio • y de la industria sean favorables en un todo á los intereses de los seño-res Cuadros. · También saludamos al buen ami­RO don Joaquín Mafia que vimo.' m ty de carrera y ha regresado á B te, ~­ventura lugar de su residenciJ. .. Le de3eamos viaje feliz. ·:+ -::- * LUCÍA VALLEIO G. Este era el nombre de un1. primo­rosa niña que se había inicw.do e 1 el camino d" la vida bajo los bue 10: aus picios de sus dignos padces cb.n Alejandro Vallejo y doña Cilia ';-~ n­zá1ez. El vi ernes veinticinco .voló -:;,1 ·1..'­ma al Creador, dejando en e1 ·' , u ei aroma de su pureza y el a t1. h. LJ de sus encantos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1541 EL CORR.F¡O DEL VALLE BnP!t:wcntnra, .:uarzo 26. de 1904 Sr. Director dt> "El Cor rpo del Valle" -Cali. T odos aquí espe rá bamos que muy pronto habríamos de 'i'olver á con­t empla-r, zu rcando las ag uas de nues­tra bahía, al ú nico re pr eseutante de nuestra arr:1ada de g uerr::t en el Pa­cifico, al bajel «Bogotá», el ú nico que pudo s a lva r s e d e la~· taición de P ana­má y d·e caer en las g-arr 1s de la co­ ·dicia yanqui; mas hoy, con la 11eg·a­da del vapor inglés procedente del . Sur, ha,u quedado disipados aquellos anhelos to.:-'a vez, que el Coronel Ma­nuel S. Caicédo, que había ido á Guayaquil comisionado por el Go­bierno para recibir y ::raer el buque á este puerto, hubo de regresar sin conseguir aquello, porque el Sr. Mi­nistro de Colcmbia en Quito se abs­tuvo de impartir las órdenes para que l a. na ve vol viera á Buena ventura mient ras no rrecedieran órdenes ter­minantes del S u premo Gobierno de Bog)tá . Bien pudiera el S r. Mini stro estar en sus' r a zones por aqu ello de • que él solo es Eepresenca nt e de su Nación y las órd.enes su p remas son las que deben obrar en el á nimo de sus actos oficiales ; pero sí hay que tener en cuenta que el C auca ha su­M ·ido una enorme cachetada con tal procedimiento, porque con él se jus· tifica y at..llJ se aplaude la r u in con­ducta del Capitán de JVa-uío Jorge Martínez, q u ien p:1ra ll evar á cabo su fu g-a, hubo de inventar u na farsa r idícul a , la cuestión separa ti ::;mo, para q uf'l-er ir á r ruza r los mares y hacer papel á costa de nuestro ex­hausto Tesoro, para i r á vilipendiar ant,e naciones ext ranjeras á pueblos altivos y enérg-icos como et Canea, y á Magistrados í nte~~r os y honra­dos como los q ue ho J g-obiernan á este pueblo heróico y valeroso .... Verdad sabida y buena fe guardada • . . . . El «Boo-otá» ha quedado, pues. bien aseg-urado en Guayaquil, de­pendiend'ü de las órdenes del señor CÓnsul colombiano; habrá que ha­cerle reparaciones indispensables, y como no hay objeto de que fluctúe por ahora en aguas colombianas, vendrá en momentos oporturtos cuan­do las urgencias del tiempo lo re­quieran; y como allá en las cos.tas. del Ecuador no hay á quien guardar respecto de lo~ intereses patrios de Colombia, el Coronel Caiccdo tuvo por mejor traerse gran parte de la tripulacíón compuesta de soldados. colombianos, para que vuelvan á bm.car la benéfica sombra de su pa­tr, ia Bandera. --Parece que el Gobierno ecua fo­riano desea quedarse-comprándolo se entiende-con el consabido «Bo g otá». Si el neg-ocio fuere prove­choso, quizá no sería de. mal g-usto que no,; entrasen algunQs sucres por ·el inmueble «Bogotá», que andando los tiempos, sabe Dios á mar.os de qué'otro propietario vaya á parar, quizá sin provecho alguno para nos­otros. Más vale pi jaro en mano ...... -Sabemos que el General Alfre­do Vásquez C., Ministro de Guerra, lleo-ará en breve á ésa, y que entre los~ a~untos especiales que viene á ·Ventilar, trae el que atañe á nuestro suspirado Ferrocarril, y que, á pro­pó ' Ít o, viene acompañado de un no­table ino·eniero de la Sabana de Bo- 1':> o·otá. De todos modos nosotros cree- ~10S que la visita del General Vás­quez al Cauca, en estos momentos de supremas ang-ustias, ?erá de pro­vechbsísimos fin es, y por eso desde acá le damos nuestra cordial enhora-. buena, por hallarse ae nuevo entre los suyos y amigos que saben apre­ciar sus méritos. Como de cercado ajeno le <.;omuni- 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1542 co las siguientes noticias que no ca- 1-ecen de alguna importancia : "--Puerto Arthuro, 17 de Marzo. Ra llegarlo aquí hoy una persona de crédito que asegura haber cruzado el Y alú la mayor parte de las fuer ­zas rusas y que sólo han quedad o pequeños destacamentos en Autung y otrós puntos para resguardar los diferentes pa~os del no. Hace quin­c'e días algunos.espías estuvieron en Autung, pero cesde entonces no han vuelto los japoneses por esos con­tornos del Yalú. L'os repetidos ata ques de los japoneses han hecho ne­cesaria la ocupación permanente de la península de Liastung. El último bombardeo ha dejado á los fuertes en estado de inseguridad y dicen los .residentes óe ese lugar que los frag- 1 mentes de las bombas japonesas des-tru verou varios edificios. --Chefoo 17.-Al entrar ayer á puerto Arturo el destructor ruso Skowy tropezó con una mina que lo hizo volar. Cuatro de sus trip:.:dan­tes salváronse. Confirma el Almi­rante Alexieff el daño sufrido en puerto Arturo con el bom barde.o del día diez (10), pero niega terminante­mente la noticia del incendio. Se confirma con insistencia. la noticia de que '1l os r' usos h an m.m ado las en-tradas de los puertos en la Penínsu­la de Liaotung, y que las n<1:ves neu­tn. les están oblig-adas, en tal vir­tud, á enarbolarsus respectivos pa­bellones á cinco kilómetros de tierra, y e.sperar que un pilÓto ruso los con­duzca al puerto. -Sanpetersburgo, 17.--Dice "La Ga~eta" que el Japón hr~ perdido toda esperanza de que le ayuden los Estados U nidos, y qúe ahora ha vuelto á tentar vado hacia otras na~ ciones. Como que los japone, es no fás tienen todas consigo. -Quizá la cosecha de la pascua nos regalo.rá con opimo frutos y para entonces me prometo enviarle algo menos ins1pido, y que p0r lo menos sirva 'le algún pasatiempo á los lectores de su periódico. Que los gol p'es de pecho y los ac­tos de verdadera compunción íe sean á usted, señor Director, de mt. cho provecho pe7 saecula.c<; y me . r nito como siempre su amigo affmo., • CO?-responsal. JUNTA DE AMORTIZACIÓN Bogotá, 23 de l\lurzo de 1004. Presidente Junta Departamental. --Cali. Hoy veri-ficó esta Junta nueYo re­ma te de letra á noventa (90) días vis­ta, por valor de mil (1.000) libras esterlinas al cambio del nueve mil seiscientos por ciento (9.600%). Hoy mismo :fijaré el cambio s8bre or_o americano amonedado al nueve mll novecientos por ciento (9.900%). (Fdo.) DRÍAS PARDO. Auténtico.-Fenzández. PROG.R&.lUA de la retreta que tendrá lugar el domingo de pascua en la plaza de Bolívar á las 6 y media p. m., P "Paso doble y Habanera·"-lVlarcha de Cádiz. · Valverde (hijo) y Estdlés. 2~ e: Congirna." ........ Ernani. G. Verdi. 3~ "Veidir."-Valse. E.. \Valdtenfel. 4?- "Para marchar.-" Buga."· 1\Ja,:cha. E. Lucchesi. El Director, Agustín Payán. BncnaYeutura, 21 de i\la.rzo do UJ04. Señor Director de "El Correo del Valle". -Calí Por una casunlidafl, ha venido á mi me­sa el núrnerv lü(dcl periódico de que es Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1543 EL cig-nifi­cantes servicios á mi causa y la PATlUA en la pasada guerra, prim ero. como Co­~~ andantc de esta plaza en los memora• bies sitios de que fu e vtctitna por el Ejér­cito que comandó Cicerón Castillo, pri­mero, y despu és pot· todo el .Ejé-rcito LIBERAL de la Costa, comandado por sus expertos y vaiientes J efes, 'y en el los no alqmzaroo ni un palmo de nuestras posicion es, sino ve rgonzo,¡a derrota, obra exclusiva de los denodados J efes Goqier­nistas, pu1 s yo cumplí so lo con 'mi de be r. D espués de la jornada de Tumaeo al~an­zada ¡.> ~J I' los Gene rales Carlos Albáu y Asnoraldo Rojas, de quienes fui Ayudan­te con el grado de Teni<:>nte .Coronel, el primero de étltos gr·ande¡¡ hombres, me exigió siguiera á Panamá, y por esta ra­?' Ón fuí al ISTMO, en dotJde después de haber desempeflado algnnas comisiones C\]ando los <.:ombates del SILENCIO, se me nombró en comisión para :>egui r á Bo­cas del Toro, con el objeto de averiguar los r espon~ab l es de malos manejo's del Tesoro públ!co¡ en esa tiudau me d~jó el -------------------·------------------------ Genm·al ALBÁN como Reeaudador de Rentas. qnanrlo la toma de Coló~ por la Rev·o­lueión, tuí nombrado Comandante del Crucero "PINZON" única ttave qne te­nía el Gobierno en el Atlrintico, puesto que 'dejé ~esptiés de la muerte del Gene­ral ALBAN, por haberse puesto la na,-e á órdenes del Gobierno de Bollvar y con este motivo volví nuevamente á Bocas del Toro á hacerme cargo del puesto de Colec:tor de Haciend-a, el que tenia cuan­do estalló el movirqieqto separa~ista en Panamá. . El dÍa siete (7) de Noviembre, ocupa­ron la r>laza las fuerzas de la nuév::¡ Re­p1ú bliea y el o;tisrno día exigí al señor Car­los Clemant J efe de ellas, cabatlero c,um­pliun y ú r¡u en por primera v~z conoct, desígnara el ind ividuo que 'debiera reem­plazarme y e! S. entregué la oficina al Dr. BenjatÍJÍn A'!'li lera, de;;pu és de lo cual perrnaned :>: • •1n os dh.s en eM1 ciud:-:d arreglando, ~'() MIS H.AICgs por que no he sido ni pre tendo ser PULPO, sino mi'> pequeüos a::,untos personales; termi­nados ésos seguí pari\ Colón con ánimo do hacer rumbo li esta tierra, pero en esa ciudad hallé al señor Julio J. Fábrega, ~li11istro de Iostru<:ción Pública investi­do de facultad es ~xtraordinarias y en viaje para Bocas del Toro, qnien me exigió que lo acompal!ara par() arreglar las cuentas de rni IUanejo de6nitivamen­te; como hombre uonrad.u y libre 'de pe· culado tan en moda en estos tien1pos, agradecí al seí'JO!' Fabrega, y sin v er par­te de mi familia que ·se encontraba en Pa-. namá, seguí con él , y como amigo perso­nal le ayude en lo poco que hizo en esa región , logrando terminar mis cuentas corno empleado de Hacienda, pues :;olo me quedó ¡Jendiente un contrato particu­lar · con el J,\lunicipio, euya p érdida la es­timo en más de$ 3.000 moneda de 0,835, pues me encontraba como falto de aire en esa tierra y solo deseaba salir para respi rar los ajres de rui Patria. Dice el Sr. Vergara que firmé adhesión, que iuí Secretario del ~linistru Fábrega, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1544 que fu1 Prefecto, etc. Si tal cosa hubiera rasado, en prime¡· lugur no hubiera vuel­to al Cauca, como lo he hec ho, y en se­¡; undo, que habría disfrutado de una gran posición, pot· mis antecedJnte'l y bu.eoas relaciones, sin dejar de haber abandonado mis insignificantes asuntos personales. .Debe saber el sueltista y el público, que tengo estrechas relaciones no sólo con dos ministros de la nueva República, sino que las tengo estrechas con el Ministro 1 Fabrega, Don Pablo Arosemena'P., hijo del primer Designado para la Presidencia de la nueva República, Don Pablo Pinel, uno de lós Jefes del movimiento, y muy buenas con los señores A t ias, Arango, Dt·. Arosernena, Domiodiaz, Obanio etc. todos, de lo mlis connotado de la sociedad de la nueva República, lo que debe ser­virle de tel'mÓmetro al Slleltista Sr. Ver­gara para juzgar de mí, pues aun cuando d ichas personas són hoy harina de otro costal, oo por eso pierden su honorabili­dad é in)portancia." Debe saber también el sei:iot· Vergará que los sei'iores ,Arosernena, Fábrega y otros personajes de la. misma talla, me exi­gieron vat·\as veces que m~ quedara entre elloB ofreciendo hacerme el nombramiento del puesto que yo deseara ocupat•, a lo que siempre contesté, después de agradecer sus ofrecimientos, que lo que deseaba era regresar a mi tierra., es decir, al Cauca; hay más, el 5 de oviembre fuí nombra­do por el distinguido caballero don Pot·­firio Meléodez, Secretario de la Gober­nac! ón de Colon, nombmmiento qúe como todos los 'demás ofrecimientos, rehusé, agradeciendo á los IST1\1EÑOS todos, el interés y buenos deseos que tomaron por· que me quedara entre ellos. No sólo se limitaron á mí las exigencias, pues fueron mayores para con los doctores Eleuterio Cárdenas y Goenaga, Magistrados del 'l'ribunal ~uperior cuando estalló el mo­vimiento, doctor Ricar·do Pizarro, Sect·e­tario de la Oficina General de Cuentas, don Ramón Payán, h rmaoo m10 y á otras muchas personas de la talla de ias que l uejo nombradas y quienes rehusaron tales ofrecimientos y hoy se encuentran en Co­lombia. El señor Vergara es:ampa en su escrito palabras de doble sel1tido; ¡tero debe ~a­ber · él y todos cuantos de igual manera prensen, que aun cuando, los traidores en Colombia estl'ln á la orden clf'l día, yo no lo seré y tal es así que no fuí partidario del movimiento del 31 de Julio con el cual se vio1ó la Constitn~o:ión y Sf' acrificó al inmaculado doctor SANCLEMI!:~TE . l\fi carácter como mis antecedentes son bien conocidos y pór eso mis opiniones las manifiesto sin reserva de ninguna cla­se, pues en este pner to, saben todos lo que pienso respecto de pollttca, y declaro hoJ, que si en el Cauca se estableciera un Gobierno serio, honrado·y prog!·esista, libre de la. vorágine de BOGOTA, seria uno de los primeros .soldados que ofre n­daría mi v1da en .atas del bien del CAU­CA, para vedo dichosamente constituido en NACION ind epend.iente, en vía de sa­lir del caos á que nos ha conducido la incompetencia del gobierno ceotl·al. No he sido ni pretendo ser traidor, pues pa-ra serlo ocasión r.:o ha faltado. · Si el Cauca se separa, con.fl.o que no se­rá con nn golpe dt euartel, pues estos son de fatales consecuencias; si no élígan­lo los que encabezaron el movimiento del 31. Por lo que dejo expuesto, el pablico juzgará con imparcialidad mis procedi­rnientoR, y el señor Vergara debe tener en cuenta que la ponzoña del reptil in­mundo no llegará á manchar mi repu­tación.- No tengo para qué tergi ·' 11· ante el público y el Gobierno mi conducta obser­vada en Panamá, pues no he aspirado á que se me considere como víctim::t. pot·que no lo he sidoJ ni á q11e el GOBIERNO me dé algún destioo. · · Soy del señot· D1rector affmo. y s. s., RAFAEL CuEv.As F. .· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE • AlARMANTE LUIS G-. Br1RRAGAN Compra y vende toda ciaD so de n1uebles. DriJ y recibe dinero á in­teréb con bqenas segurida-. des. TODO POR OOThfiSION. 5--3 ~·~ ((1}p({i)ttituJ~J1idíad Vendo en "El ·Saladito" una casa de ~uenas condiciones pJra temperar y para negocios. 6'-2 Eduardo Sierra F. BUEN NEGOCIO hará qnien compre una fiinca si­tuada:. á orillas del río "Frai] en, di strito de F lorida, compuesta de 10 snertes de caña, un mag­nífico trapiche de bronce, cafe- ; tal, platanera, potrero de .guinea y pasto natural, y caballería& ~nficientes para el servicio. Para pormenores entenderse con F1'Ctncisco J. S a ndoval. Cali, Marzo 7 de 1904 3-3 ---------~ OFERTA Alqui lo una casa cómoda para nnmerosa familia, frente á la de Rai'1el Jiménez, media cuadra " ntP$ de la plaza de San Nicolás. 3-2 Catalina Lo1·a. LIBRE ESTIPULACION V éndo 6 pennuto una ca,.., sa con1od~, recientemente construida. 6--l - Eduardo Sierra F. -------- l QUiERE USTED Buenas cuentas de venta? Diríjase á Mancha & C.~ de Londres. --------~---- Luis Cabranes C. OOMEROIANTE..-COMISIONISTA. Agente de los señores­MANCHA & C.~, De Londres. EUSEBIO ARROYO, De Palencia, España~ MANUEL FERNÁNDEZ & c. ~' De Jerez. BUENAVENTUR.A.-- OOLOl\1BIA, GANGA En buenas condiciones se ven· de un magnifico ''Piano". Enten­derse con el señor. Ulpiano Lloreda. Uali, :Marzo 9 de 1904. 2-2 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EiL CORREO ~EL VALLE EN LA F ABRICAC:!"ÓN DE AZÚCAR Verdades sobre el azúcar de LA Jl!!ANUELITA El azúcar de LA MANUELITA eRtá emracn (la en honitas talf'gas cosi· tlas. E~tá empacada en la fc'tbricl"l y abierta en el ft ¡),.; .r ; no h lJ rn 1tHHt'O intermediario ; J'Or consigui .... nte, nn h -\Y ~18Si1Seo, no h l)' de..;perdicio, no hay adulteración posible. Cr~da talega brilla como u11 mo11t<1n .le diamantes; el r8Stdtado de su cristali;.;aci )n pet fecta. Cóm~,da en formn, perf~ct.:l Pn cali­dad, brillante en n¡¡~rieueiH, ninguna azúcar la igu;da f'll t>Xcelenci~>. Cuando compre usted (~stn. dZÚcar, acuérdt•se que la talrgd <'o!>Ída lleva eT letrero de ''LA MA!'-. ELITA", como también el nomLrr> dt> ios f¡bricantf's. Ust·d e~ta ... rá sati-,fecho en el momento ~>E qut> abre una tdlega. Usted estará más s.a­ti..; ft'cho cuandci la ha prob~Hio en su C3fé, dulces, t'tc. Está de ventd en to­das las poblaciones, desLie Popayán hasta 1\bnizalcs,,y es únjc11rneute fa­bricada por la CAUUA ALLEY AG1> !CULTURAL C.o Sucesores de Saptiago M. Eder. Pa 1 rn i t'a.--Cau ca. EN $·72.000 V en do una finca en 1a montaña de "La Leonera." Se compone de platanar, cafetal, caíiad uzal, trapiche, casa regular,. y además sementeras, manga y terreno su­ficiente para trabajar. 4-3 Patrtcio López. _... 12-8 ____________ F id e 1 . IZO V éO ,]A una c;t!':a cómo lH, de sU prnpit dad, en l•l ),<~t t'l! d 8an Ni· col á:. ~~ntl:'nc.t'rS l: 1'oll 1 " ñllr Fntn· c·ÍI"Co G11ern. r~ ('ll ~lhltt b 1 1 1Í I'OD el señor Joaquín Paln< s Jl ~u Es ­tdbl~ ·cirui c~ JJtó lit' p(•lt,.¡tt ~-' 11 1 1' 1! la plaza ue ruvr<'adu de e:St.l Íllll.hl. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·. 1 EL CORREOt ·DEL VALLE· BONILLA & ll¿RNANDEZ --·CALI-­. Direcc.ión telegráfica : BA.ND A. .Aparta io .. l\~ 0 7 7 • ' · BONILI)A & HI~R.Ni\NDEZ venden una casa en €l.barrio de San Antonio, de conR~ trucc1ón nueva y propia para una familia numerosa, y otra en el b. arrio de San Nicolás . EZ .A.caQ¡tn de recibir : Lámparas colgantes y de sobremesa1 de diferentes estilos. Pa­pel de colgadura. Pinturas 1~ uy finas, de diferentes colores. Loza de toda clase. Cristalería. Espejos para salones y tocadores. Mon­turas americanas. Oalzado francés y ameri~ano para señoras. · Han recibido un buen surtido de Perfumería. Polvos para la ca.-­ra y Aguas para tocador. . venden á precios que no tienen c.ompetencia : Vinos en barrileS~· Vjno tin-to y blanco en cajas y el afamado OHAMPAGNE MONTEBELLO. Bonill ·a & Hernandez son los únicos que introducen las grajeas de Arsiquinina que cu-ran rápidamente el paludismo; · " ACABAN DE RECIBIR : un espléndido surtido de drogas en general 12-3 ...
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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 164

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El Telegrama: diario de la mañana

Por: | Fecha: 18/03/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Fora de Col mbla Pésame Paseo al 'l'equendama Lu ta le) ro 'ChO<' "' r di r Vlctor u ndoño uno d" 1, di caluroso aplau_ . el r' Juan 1 CI ,ti l. e dlr~::rI6 n una bn­lIanle ImpruvlsaCión. Se bnn~ó r Colomblil, por la litt::ratura colombiana' T Chocano poeta. D pu ' I po ta Pf'TUano reCitó una com­poski'n á Be: rutá, sublime, compue la de íonnas d licada y ele !antes, don ~e dt.>SCTi­be la 11 gada de los Tres conquistadores ~ Santaft., con ht;rnlosas figuras llenas de poesía. Nueva Agencia Defnnc on TIPOGRAFIA EL TELEGRAMA La reforma monetana en M~co pi, " r a m rt en granJ !i1O detr"m nt de q J su p ndad !l' t'1 ro haya de d t rml r e Con el aL, tl de tatJl c r I estado de co. s que s d se , r como nda la Comí­! i. n la e1au U" de las ca .. de acuñaCl6n )' la prc:hlblc. 'n de r importar p sos meXl~ canos n I p.8IS, por cuyos medio' se I creando gradualmente una escasu de di_ chos pesos, cuyo Cecto s r' Ir d "doles m~s '1110r, de acuerdo con las leyes de oferta y demanda . La Coml I.)~ r C mlenJa que I propor­Cid" que hala de ser adopt ,se hase en el {'alor de los pe os en m re dos txtran­jeras durante l dlumo d cenio, con un aum nto que no eda de diez por el nto. Propones e la ac",ñacI n de moneda nu. t"a Ig~al en ~so y cal :.Iad ~ la presentE.. _C senalart una f eha par I d smo'lelizaci5n de I m n J actual. y s f tuará la par el c:mJc de los pesos nI guas pur 1(;5 nue ·os. R coml nd se la creacl n de un fO:'1do d~ re n-a en oro, fin d colocar al Gu.. blerno en cc.ndlClones de podér realitar los cambi~5 1 un tipo fojo, por _1 1 gare el caso de que circunstancias especiales de especulac 'n tuviesen efecto d hacer su­bir los t pos de cambio F.o ca de car cerse la plata e'l m r cadas f.o tranjeros, lo bastante para dar á los pesos ma)'or 'alor que la proporci °n Jada.. d monel.lrari la pi ta, y imult - n amente s adop' d, el patrón d oro. con libre a 'uñad JO par dICho metal y su u~ regular como mf;:dlo Circulante. Op6ne e resueltamente la Comisi'n á que el GobLrno tome acción imediata le­gislando arbitrariamente püra fijar a10r á I moneda de plata, sÍ'l tener en cuenta d alar de ese metal en barras. Btas recomendaciones no son obligato­rias para el úobierno; pero indu~able­mente han de· tener gran peso en las reso­luciones finales qu hayan de adc;ptarse. l'1timam nt ha faIl cldo en DefunCIón . I Barran IUlila l muy r peta-bl C ballero r. V. Domingo Gondltz RuLlo, funrJador de El p" /(;r de a1;ju lIa cluJnd, uno de I s más anuguos pen ,x¡IOOS del pa En i3m :1 su iamihcl nue tro .nc ro pé-meo p'.r e - hace dul-d un coco, no m ... punto; I an d n l) "ma cocina y mIga d' bIzcochuelo. le Recetas de \ u h i dar punt alto, y se ino de J r .. z:. Tudu e o se e loca n un J J{) l. cubre con batIdo blanco y mete al horno R I1 -Se tt''1 mucho hasta que que­den ca!ii bl ncas Cl.'lCO yemas de hUt '"O, c.on seis cucharadJlas de azú~ r bien mohda y seca. _ oott::n a rte \"cmt claras como para biz:c huelo; en segui-:la se reúntn ambos batido y le añaden á la mezcla seis cucharaditas d hanna de trigo, la ras­padura d dos limon , el zumo de uno, y un poquito de bIcarbonato d soda. Se untan dos lataS comune'i, de las de meter 01 horno, de mantequilla, y e €Cha en cada una la mitad de la anterior mezcla y se met n al h mo; un , q" se sacan de él, e COlO- • una taLla t pul or d de azu· p ne ma un relleno t1 I dulce nrollnn ) It. p r La marina mercante snglesa mI;' '} b MEDITEMOS Para cualquier trabajo de Tu ,RAFi, o(;urra u tt:d .1 la ele A, ca)!e 12, número ~ 16 (Pa ~j~ Hern~indez, pi:,a bajo) y que ar: calidad del trabajO y modICIdad de lo precios. --- [u: Pnll . Phi I PAPELERIA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. CONDICIONES Para cnSla la en ell! s de f laS a. frutas en u Jugo. B lxne.. e '1 du: es fino, Pasas d Dos eh Hon 58 r: r •• 101 ,. to dulce > Chale u 11" Chaleau un ... n J neo da ene"l Imana P.' I 's era -. d Ca- .lar O 190 E t bl e IDI n [) h. Ce; er.lO E ta 10 13 esplátdd e ¿ ez H R A BLANCA" uir{. Ik> '. 'PllfOl la n.cjor ChiC¡l in- ID. PORFURA ALAVERADA de a~- EL TELEGRAM Núñez~ Caballero & e: 1104 ~J)¿t Pt ·jh la cal r; d 1'arij( . IIlódica '. .... ~ r ¡In port;: ci ' 11 llUG07 A P It. iÓII ClIlI --t. - l. ROLDA .... . I.j )-BuyottÍ Por t Jégr t .. 350 o1norel ( illglé:. tillinul 1Hoda, '''"1/ }II"), para I"Jlu b,.e . lte' lo n . t1' e mi eh,! 1 h . en J~ 1 flO, I'all'a Segunda e le Real, numero 305 Ilernáude-::. ra la Srm ú..:.J -Botella, 50 I~ REALIZACIO. r en la 3: llille Rcl, s. 542 y 544 AJ,'RIE.\'DA E ca~ o;~ a, .... ""_ a . n-:. ll.e Chaves LersuntJl, carrera 8:-473· 5- • El Banco \ Acc a, .o. ........... mbr re. (am gr nJe, COrbnas .......... .. de n ¡;al, ~ fSOlla .... Cam co me' d (crú) . tu [ante Cande - úmero 1 ro or ) ra !'Iy .J- 1,000 6000 12 1000 30,000 2.000 12,000 -, 55 (- 3D 2 25 s ..•..•. " ••••.•• ,000 " 2 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 157

Por: | Fecha: 11/02/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 FEBRBfW 11 DE l!lOt --:'fo. 1.'>7 Y' Din·ctor, BL\% S. SO \Hl' RcT1' \ ~=========e-- =----·· -~=--------==-...-......=----- LA SOLED \D Prólogo i la colección ele cnntares de Augusto Ferrin y F0rniés. I Leí la última página, cerré el li­bro y apoyé mi cabeza entre las manos. un soplo de la brisa o e mi país, u~a onda de perfumes y arm,m:ías leJanas besó n11 frente v acarició mi oído al pasar. J Toda mi Andalucía, con sus días de tranquilas y sus s1estas de fueg-o, sus alboradas colo1 _ de rosa v sus crepúsculos azules· Se_villa, con todas las tradiciones qu~ vemte centurias han amontonado sobre su frente, con toda su pompa y la gala dE' su naturaleza meridio­u~ l, c.on toda la poesía que la ima­g: waclón presta á un recuerdo que­ndo, apareció con~ por encanto á mis ojos, y penetré en sn recinto. y crucé sus calles, y respiré su atmos-fera? y oí 1 o~; can tos que en tonan á 111ed1a. n1t las muchacbas que cosen detd.A de las celocías, medio ocul­tas etltre las hojas de la" campani­Jl_ as a~uíc- s ; y a:,;;piré con voluptuo­stdacl la frag-auc1:1. de las nndresel­, ·as que con-en por un h ilo de· balcón á balcón, formando toldos de flores· Y. t?rné, en fin, con mi espíritu á vtvn· eu la ciudad donde he n::t~ido, y de la q uc tan viva gu::trdaré siem ­pre la memoria. No sé el tiempo que trascurrió '11ienb·as soñaba despierto. Cuando me incorpot·é, la luz que ardía sobre mi bufete oscilaba próxir"a á espi­rar, arrojando sus últimos destellos, que en círculos, ya luminosos, va so m bríos, se proyectaban te m blan­do sobre las paredes de rni habi­tación. La claridad de la mañana, esa ciaridad incierta y triste de las nebulosas mañanas del invierno, te­ñía de un vagc azul los vidrios de mis balcones. Al través de ellos se divisaba casi todo Madrid. :Madrid, en \'Uelto en un3. ligera neblina, por entre cuyos rotos giro­nes 1evatJtaban sus crestas oscut as las chi.mene::ts, las buhardillas, los campanarios y las desnudas ramas de los árboles. Madrid ucio, negro, feo como un esqueleto descarnado, tiritando bajo su inmenso sudario de nieve. Mis miem.bros estaban ya ateri­dos, ·pero entonces tuve frio hasta en el alma. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ]_450 EL CORREO DEL VALLE ------- --~-----~·- -------- ·--------------- Y sin embarg·o yo llabía vuelto á 'respirar la tibia atmósfera de mi ·Ciudad querida; yo había sentido el beso vi v1ficador de sus brisas car­g ·ad:ts de perfumes; su sol de fueg·o había deslumbrado mis ojos al tras­poner las verdes lomas sobre que ·se asientan el convento de Aznal­, fYL rae/te. .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . : . ~ . . Aquel m un do de recuerdos 1 o ha­bía evocado como un conjuro mágico un librn. Un libro impregnado en el per­fume de las flor e~ de mi país: un libro, del que cada una de las pá­ginas e un suspiro, una sonrisa, una lágrima ó un rayo de sol; un libro, pur último, cuyo solo título aún despierta en mi alma un senti­miento indefinible de vao-a tristeza. ¡ La soledad ! La soledad es el cantar favorito d el pueblo en•mi Andalucía. II Aquel libro lo tenía allí para juz­garlo. Como cúestión de sentimiento, para mí ya lo estaba. Sin embargo, el criterio de la sen­sación está sujeto á influencias pu­ramente individuales, de las que se debe despojar el crítico, si ha de llenar su mision dig-namente. Esto es lo que voy á hacer, si me es posible. Hay una poesía magnífica y sono­ra; una poesía hija de la meditación y el arte, que e engalana con todas las pompas de la lengua, que se mueve con una cadenciosa majestad, habla á la imaginación, completa sus cuadros y la conduce á su aüto­jo por un sendero desconocido, sedu­ciéndola con su armonía y su her­mosura. Hay otra natural, bre~ e, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere P] ·entimienta con una palabra y huye, y desnuda de arti:6.cia1 desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que la · toca, las mil ideas que duermen en el océa.no sin fondo de la fantasía. La primera tiene nn ~>ra lor dado: e:-:; la poesía de todo el mundo. La segunda carece de medida ab­soluta; adquiere las proporciones de la imag·inación que impresiona; puede llamarse la poesía de los poetas. La primera es una melodía que nace, se desarrolla, acaba y ~e des­vanece. La segunda •es un acorde que se arranca de un arpa; y se quedan las cuerdas vibrando can un zumbido armoniOso. Cuando se concluye aquélla, se dobla la hoja con una suave :sonrisa de satisf:.cción. Cuando se acaba ésta, se inclina. la frente cam·ada de pensamientos sin nombre. d La una es el fruto divino de la unióu. del arte y de la fantasía. La otra e la centella inflamada que brota al choque del sentimiento y la.pasión. Las poesía~ de este lihro pertene­cen al último de los dos géneros, porque son populares, y la poesia popular es la síntesis de la poesía. G . ./i. BECQUER. LA APUESTA [Leyendas i:péditas de Hei~ e ] Pedro y B énder apur·an la cerveza. Bénder dice:-" Tus cantos arrebatan : apuesto á que coo e llos· no seduces á 1\ietta, mi adorada". Ped.ro c;lice :-.. " Yo ~ a.puesto mi .cabaUo contra tus perros: ;: al1.-venn· ·\'3:l,,albff; {1? ; _; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1451 ya Meta, seducida por mis cantos, Habrá iqo á mi· cai::wña." ** * Cuando se :-~proximó la media noche !Salió Pedro, ca11tando; sus estaneias turbaron en C'Oncierto de armonías el silencio del valle y la montaña. Despi értanse las aves en sus nidos, atentas por si viene la alborada, Jas estrellas asoman en el cielo, el torrente se callF!. Meta despierta:-~ Quién está cantando al pie de mi ventana 1 Vístese aprisa y sale. En el destino hora fatal se marca. Sigue la virgen el rumor del canto que al lejos en la noche se dilata __ Va á su cabaña el seductor poeta, y ella._ va á la cabaña. •* • Al otro día, Bénder que b espera la ve llegar inquieta y agitada: -De donde vienes~"-Veng 1 de la fuente" .. -De la fuente .. ! y el cántarof y el agua~'' -Ah! .. no .. Estuve en el río con Jo¡;¡ silfos, donde fui á ve1· sus danzas"· -Mientes, mientes! Ahora es el otoño y es en Abril cuando los silfos bailan. Tus vestidos etStán d0spedazados y llenos de rocío; tus piés sangran_­Hojas en los cabellos !. .. Mientes, mientes, Est~s temblando y páilda." -Ay, no; perdón, perdóname! Fue Pedro: él cantó : y es tan dulce cuando canta, que salí, y en la noche lo be seguido al través de las peñas y las zar;-;as. Sus canciones-placer envenenado­turbñn el corazón : sus versos matan ... ¡ Ya soy suya, soy suya ! Y o me m u ero ... ¡De hmor muere mi alma 1 .En la tarde, en la torre del poblado doblaban lentamente las ce panas. -Alguien ha muerto"-Metta!" En,la capilla yacía su cadáver ante el ara. • Y á los pies del <'adávf'r, Bénder, triste, hablaba en sn dclor :-Perdí mi amada, ¡-erdí mis ti eles Ferros." Y corrí a por sus rudas mejillas nna lágrima ! ll:iAÍAS G AlllBO.\. JNGENUIO;\DES TRISTES 1 Como lirios acuátiles de cinco p éta los, cada uno, así tus manos, y tus ojos, dos vínculos hermanos en que mi buenaventuran;~,a finco. Todo me inquieta en tí, pero mi ahinco es vano y todos mis anhAlos vanos, aunque ante tus hechizos extrahumanos deshojo el alma y las rodillas hinco. Haz que en mi olvido tu mirar florezca, ven, oh risueña encarnacion ~1 ar te, á redimir la sed de mis empeños, y verás como vuelan á encontrarte y á ufanarse de tí, cual tu1 ba fresca de parbulitos rubios mis ensueños. II Ya tú lo has comprendido: desde antaño busca la ingenuidad de mi deJ¡rio, de tu glorioso amor, el blanco lirio por quien mi flauta bizantina taño. ¡ Oh mi casta pasión ! qué injusto daño le has suscitado á tan devoto cirio! en tu idilico altar solo un martirio encontró y en tu soplo, un desengaño. Mus ¿por qué be de~ejar~ aun no emigro de tus dominios, ven á do mis hondas voces, te llaman en lenguaje raro, y de mi ingrato mar sobre las hondas serás en la inminencia del pPligro mi piloto, mi brujula y mi faro! CARLOS VILLAFAÑE. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1452 EL CORJ.\EO DEL VALLE E N EL " TE Q U E f\ DA ~'l ,\ " ( Hdm'!T,\) Hoy, qne la Patria de amargu•'a llena Solloza en Pi umbral del o tracisrrío, En el ant•·o más hondo dt>l 11 hismo Tu estruendorosa láo·rí;na resuena l Y on tanto c¡ue los ámbitos atruena El eco de tu horrible paroxismo, Aseiende tu p t·otesta al cielo mismo, De tus onda,, t:ltal trásfuga sirena. Pero luégo pensando en el altivo Dé-;potu, que tu margen desflorara, Bu:;c:as en el d es ¡.>ret:io u o leniti ~-o ___ _ ¡Un momento tu t:óle ra s~ p:ua, Contemplns tua murallas de eautivo Y escupes la negrura en plena cara! LUIS EDUARDO CA LO ERÓ N, • F U B: G O F :\ T U O l Inédita 1 Dejémonos de risa que de un amor estlí.n en el entierro y como no era un pet'I'O le cantan un responso y una misa. Nada de avisos, coehes ni t ~lrjetas f'n letras gorrlas y cnlut 1dos sobres. Pesengañans, daos prisa, y en alas de la brisa Como al amor de todos los poetas llevadlo al cementerio de los pobrt's! CLÍ~IACO SoTo BoRDA. RETO NO Es el olvido un ave y ella an·anca del eorazón el ml'll y va muy lejos .... El ala negra del olvido es blanca cuando se lleva los dolores viejos. Jr LIO FLOREZ. i\ SOLAS i Imitación l -¿Y qné m!ras f me nijo con anhelo, Acercando hac1a mí los labios rojos. -l\Iiranclo es toy, la dije, el puro cielo, Porque es a~. ul COliJO tus lindos C>jot>. -1':~ qué pi t>nsasV me elijo seria y fría. -En que el cielo no tiene ese rolor, Y.como miente el ciPlo, hermoba mía, Así tus ojos mentirán de amor. ALEJANDIW VEGA. Tu osc~ura cabellera cae sobre tus hornb•·os de alabastro lo mismo que un follaje en primaver-a· brilla en tu:> ojos el fulgor de un asko: y en tus labios, botones encendidos, aletean los b~ sos, como si fueran pájaros traviesos que pugnan por volc. ,. hacia ot1·os nidos. VICTOR RACAliiONDE. DOLOR ITA Le pusiste tan raros pareceres á nuestro mutuo amo1·, que, según veo, de tus labioe me be vuelto tan ateo, que si acaso me juras que aun megniet·es, juro que, aunque me quieras, no te creo. ENRlQUE ALVAREZ HENAO. "" ** Una mujer envenenó mi alma ·Y <,tra mujer envenenó mi cuerpo; ninguna de la;; r:los vino á buscarme, yo de ninguna de las dos me quejo. Uomo el mundo t>S rt>dondo, el mundo rueda ... si alguna vez, rodando ese veneno envenena á sn vez lo por qué culparme' no he de dar más de lo que á mí me dieron. GUSTAVO A. BÉCQUER. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1453 VE MI LIBRO I Tus negros ojos y tus labios tersos me cauti'va ron ; como buen orfeb're seguí tus pasol:l y en la intensa fi Pb rc de 11n s ueño azul, te comulgué con versos. Mas hoy que en tí la llama dl?genera d el espíritu, y algo que divulga tu prosa ingrata, en tu mirada impera .... fispera mano, de bru ta! mane ra ~on ru eoas de molino te comulga! H Baja e l f'X:pe rto buzo hu sta la flntraña más rP.mMa del mar· y busca el g~:~ j ·~ de su arte ro peligro; entre la saña de las aguas lo encue .. tra: perla ex traña ó eneend ido coral : no pie'rde el viaje. Y yo, poeta crédnlo in vest igo cómo á mi sed tantá lica respondo buscando en tí un e'lral ó un or·o amio-o b de tu riqueza espiri tnal testigo, y no hallo á m1 pes~r, lo que persigo porque-y e;;; la verdad-na tienes fondo. CARLOS VJLLAl!'l>ÑE. EL PUDOR---- Clnéuita..l La Noche, , pasional y seductora, Ante e l prado florido se embelesa Y les ba.ce á las flores la promesa De amarlas como el angel de la aurora: Tiemblan l a~ flores a l ll ega r· la hora En que la Noche con pasi0n las besa, Y su alma virgen, de inqui etudes presa, Rechaza la caricia tentadora·. Al fin se va la negra desdeñada ... Y las esqu ivas flores en capu llo Se estremecen de amor con la a1borada! 1 Llega la aurora, les desgarra el b ·oche .. Ln égo el sol las rnnrebita ... y de su orgullo S"e v enga, dcshoj ~n dolas, la nol'lH~ !., 1903 EDUARDO FEtRER. LAS FLORES DEL ABE MO • El h echo pasó en ,·erano, en la éroea en que la vida de las eneinas, de las bayas y de los abe tos estall a en toda su tuerza. La montarw , eon yerbas cortas, pl a n~i­tas apretadas con tra ;,:1 suelo, prodi ga ba como l'Ontraste todos los lujos de la flor, una furia de tuatices frescos, d~:: pulpas luminosas. Marciana, entre el océano de bálsamos y pe rfumes, se s intió úe pronto con una extraña amargura. Por prim e ra vez en sn vida sintió un va¡.{o descon ten to 'contra esa hermana bri­llante cuya belleza y gracia no sólo reco­nocía ella, sino que las proclamaba alta­men te. · Al verla marchar· cerca de Francisco Darganco y rozárse con tinuamente con el joven , se e ntris tec ió. ~ Paula amaba á Francisco del mismo rnodo que á tantos otros á qni en ~s había atraído enloquecido y d t:!ses perado. Pero & no hnbi era podido notar que esta vez robaba á su hermana nenor una d icha posible~ .Antes de habe r intentado fascinarle, Franeisco hacía casi la corte a Ma rciana . Al menos, se ntía un placer sincero en compañia de la j oven. ¡Hubiera sido tan fác il no hacer caso de' ese recién ven ido, dejar una endeble es­peranza á la que se in c linaba con tánto gusto al resplandor· del corazón ! ¡Pero nó, e lla no q_uería dejar escapar á ninguno! Nece.; ita ba á toda costa esa presa nu eva por el ún ic·o pbl:et· de atormentarla. Y l\Jareiana miraba oblicuamente Ta mareha a lac!a de su her·mana, su tez más fresca que la de los niños, toda la irra rJia­ción misteriosa, toda la enigmá tica armo­nía que la hacia irresi~tible. ¿,Cómo luchar <'on ,ra esa seducción con un ro;;t ro agradable, pero sin brilio, ojos ti ernos, lindos, pero no d eslllnJbrantes, ·nn cuerpo elegante, pero modesto de líneas y de rit mo~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1454 EL CORRto DEL VALLE Se sintió perdida, y, ademfÍs, vió todo lo qne es<· pobre Francii'co, de alma de­masiado sensi ti va, iba á s ufrir. Salió la parr:•ja rlel camino y ~:>igu ió por un sendero de pastor. La yerba era más corta aún, pl'ro la 11 fl ores e ran más nume­rosas: la g· unas, lagos, torrentes de flores. Una zanja los detuvo, vertiginosa, en cuyo fondo se oía la aiPgre voz cristalina d e una onda. Paula tJe indinó y dijo lan­zando nn ligero g rito: - ¡ Qné de licio as so ldan elas! Sob re un Ps trecho saliente, á pe>cos me­tros de !a orilla, ha bía, en efe~to , un gru­po exqui s itú de esas flores de las nieves. L evantaban sus cabecitas brillantes ha­cia la luz: su vista daba á la vez una im­prt> s ión de belleza y de vértigo. Al otr e l g rito de Paula, Marciana se est re ru e ció: cunocla 1 a maldita coq uete­rfa de su l. ermar.a ; temió qu e indujera á Francisco para qu~ se apoderara de ese ramo del abismo . La cusa no era imp o~ ible pa ra un hábil trepador de rocas; p ro el menor paso en falso e ra lo mismo qn" ir á la mue rte. Es indudab le que Paula debio pensar­lo; es probable también que apartara la t entacion. Un iigero aceidente vino á comp\icar el estado de ánimo de los paseantes. El brazalete de Panla, m·d cerrad o, sin duda se abrió brusearneute y rodó sobre ' la mura lln granltiea. Por una de esas ca­s ual idades que parecen una obsr.u ra ma­licia de las cosa , la joya ~e detuvo prc­~ isamente en !a misma plataforma: allí. encontró u .. a superfi c te blanda, saltó d é- - bilmente y se detuvo entre las flores ape­t ecid as. -¡Qué lástima !-exclamó Pauta, con c ierto pe::;ar.- ¡Era mi tal ismán! -¡.Siente Ud. do veras su p érd ida ~- preguntó F rancisco. -De veras que si-di jo e lla. Pero se contuvo inm d iatamente. -No tiene ningún \ a lor _____ _ ._Una chuche ría _______ . Sería absurdo conce-derle la menor importancia. t Pet·o en su mirad~1, fija sobre Fra uds­co, estallaba un deseo ardiente : el de que se sacrifica~·a á su capricho, que arries­gara su vida por una sonrisa de ella. El joven dio un paso hacia el abismo. Marciana lanzó un gt·ito de espanto y se puso dela .1te de é l; una luz pet·versa ilu­mino los ojos de Paula que, sinembargo, protestó: -&Está usted loco, señor Dargance Y Francisco, con una sonrisa extraña, cedió á las súplicas de Marciana. Los tres d eshicieron el eamino andado, ha­blando cosas indiferentes. En el chalet, Francisco fingió subir a su cuarto: pero, pocos minutos después, volvió á salir furtivamente en direc~ión al tol'l·ente. Por casualidad, Marciana lo divisó de lejos, entre las hayas y abetos. Adivinó todo, y se quedo atónita un instante, in­capaz de hacer un movimiento. La reacción le devolvió su energía. Cor·rió al cuarto de Paula, y la aga.rró con violencia del brazo, diciendo: -¡Pronto! F•·anciseo ha ido á la mon­taña. Tú sola puedes impedirle que arries­gue su vida; vol ver· á á tu voz. Paula, domtnada por la emoción de iU hermana, la siguió; las dos echaron á eo­rre r, pero la mayor prete xtó muy pronto el cansancio y contuvo el paso. Francisco había previsto la pe rsecu­ción: fué pot· el atajo, f1·anqueó obstácu­los donde las jóvenes no hul)Jeran pod1do pasar, y ellas llegaron en el mismo mo­mento en que él desce11dla al abismo .... -¡Qué locu~a!-exclarn ó Paula; pero toda su persona respiraba la alegria más bien que el te;~or, mientras Marciana lloraba amargamente. Cinco horrible:; minutos trascurrieron: desp ués surgió una silueta lentamente en­tt ·e las pi edras, y Francisco se presento llevando en una mano las flores codicia­das y en la otra el fatídico brazale te. Pasado su tenor, Marciana se sintió llena de una amar·ga tristeza. El acto in­sensato que alababa de cometer el joven Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • EL CORREO DEL VALLE 1455· ----------- - ---- - --------------- 1rf>velaba ha taqué punto había desapa­recido toda e peranza para ella. Esperaua Marciana, triste. desespera­da y ha ·ta celo a. U u y pronto estuvo á su lado Francisco. Se det:JvO cerca de Paula, le alargó el brazalete y le d!JO : -Aquí está el talismán, señorita. Es­pero que le dará la d1cha . Mareiaoa, mortalmente pálida, intentó sonreír ~1 triunfo de su hermaua, pero de pronto su corazón se detuvo: una alegría fresca coruo el agua de los manantiales, penetró en su sér. Francisco se volvió hacia ella y le ofre­ció las flores, murmurando: -Soy supersticioso. He jugado mi destino sobre esas flores d<·l abismo .. _. Me ba parecido que, al arriesgar no poco mi vida por ellas, la arriesgaba también pur usted . J. H. ROS.NY. NUBE NEGRA Aquella noche, como de costum­bre, estábamos reunidos en el salon­cito de nuestra casa de campo, en uno de cuyos muros pendía un reloj, que marcaba el tiempo con el vaivén acompasado de ~u péndulo. Mi pa­dre estaba sentado á la cabecera de la me~a; yo leía en Vcltas, d·~ Becquer; los demát'; oían. La noche estaba oscura v á inter­valos llegaban á nuestros ·oídos los misteriosos ruidos del campo: el le­jano ladrido de los perros, el paso de rt.lguua ave nocturna, el quejido de una rama que se quiebra y la con­fusa algarabía de los grillos y las ranas ocultas en el juncal vec- no. De pronto no~ sorprendió el b1 il~o de un relámpago y se desató una tormenta; el• viento , il haba afuera é inclinaba las 'co-pas de los árboles; la lluvia. caía á torrentes, y el trueno retum­baba á l0 lejos encontrando eco en lo5 Yecinos montes. ¡Los elementos desatados afuera­uuestras al mas unidas por el amor adentro;-afuera la furia y el desor­den, adentro la armonía y la paz ! El cielo estaba negro y encapota­do, pero aquel mi pequeño cielo es­taba limpio y puro! Al sentir levantada mi alma por la sana lec~ura, y ensanchado el pe­cho por aquella atmósfera de amor; al escuchar aquellos corazones que palpitaban al unísono, en tanto que se desataba la tempesta.d afuera, sentí el deseo de que el tiempo de­tuviera su paso, y comprendí que la felicidad puede encontrarse entre las cuatro paredes del ::;alón de una ca­sita de <::ampo. Oblig-ado por estos pensamientos, suspendí la lectura y contemplé aquel cuadro vivo, paseando la mi­rada. alegre en t0rno de la habita­ción. Pero al tropezar mi vista con el reloj que, pendiente del muro, se­guía marcando el tiempo, cruzaron como una nube neg·ra por mi mente estas palabras: Y mañana? Cuán distinto fue entonces el ctia­dro que se presentó á mi imag-ina­ción- en vez de cabellos neg-ros y ca­becitas rubias-vi cabezas encaneci-· das; en vez de ojos con fulgor de sol de oriente, vi ojos con indecisos res­pL-• ndores de ocaso. Pensé cuán triste sería el recuer­do de esa deliciosa velada, pasados muchos años, quizá en el mismo apo­sento de la p;-ttern'l casa, en una no­che semejante, en que se escucharan los ecos de la sorda tempestad, que resonaran en las mismas llanuras y montañas, porque entonces al pasear };:¡ vista en torno de Ja habitación ¡cuántos nombres de séres queridos, separados ror Ja distancia, y cuán­tas tumbas hadan parte en la fúne- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lt EL CORREO DEL VALLE 1456 bre proce:->ión de recuercos que cru-zarían por mi mente! . .. .. . Enjug-ué una lágrima q ne a ·c,mó á mi pupila y recometJcé la lectura. Et viento siguió sih·ando é incli­nando las cop-as de los árboles, la lluvia sig·uió cayendo á torrentes, el trueno ' ig-uió resonando y encon­trando ·eco en los vecit1os · montPs, 11uestras almas siguiet·on elevándo­f'e en ala.s de la ima . ., ínaci6n del poe­ta sevillano, y el reloj, con su impa­sible tictac, siguió marcando el tiem po que nos conduce indefectiblemen­te al porvenir, á lo dt~sconocido. D1EGO u RIBE. LA LUi\ A J. liii ESl'CJS,\ Ya del Orient~ en el conf1 n profundo La Luna aparta el nebuloso velo; Y leve sienta en el dormido llllllldo ~u casto pie cun virgi11::tl recelo. Absorta ::~llí la inmensiclacl <>dnrla, Ru faz humild,, al cielo lcYanta.ci:J; Y el hondo azul uon eloc:uenc;a muda Orbes sin f1n ofrece á su mirada. Un lucero no más lle\'a por guía, Por himno funeral silencio santo, Por sólo rumbo la reg!ón va<:Ía, Y la insondable soledad por manto. ¡Cuán Leila, oh Luna! á io alto del espacio Po1· el turquí del éter lenta sube'~ Con ricas tintus de ópalo y topaeio Franjando en torno tu clo.sei de nubes! Cubre tu marcha grupo silencioso De rizos copos, que tu lumbre tiñe; Y de la Noebe el iris vaporoso La 1egia pompa de tu trono ciiie. De a!lí desciende tu ealltl~a lumbre, Y en argPn tinas ga&as se el .>¡: l1ega De la nevaJa sierra por la eurnLre Y por los senos de la umbrosa vega. Con se,go rnyo pOI' la falda osenra A largos tre('hos el foll~tje toeas, Y tu albv re;,plandor sobre la ;.dtura En mármol torn3. las desnudas roea.;; O :..l ¡Jic del eer:·o do la roza our,Jea, Con el matiz de la azucena bañas La blanca torre de vecina aldea En su uido de sauce;:; y cabañas. Sierpes de plata el valle recorriendo, Vér.se :í. tu luz las fuentes y los rlos, En sus brillantes roscas envol\'iewlo Prado$, florestas, c:hozas y plan tíos . Y yo en tll lumbre difundido, ¡oh Luna! Vuelvo al tra\·és de solitarias bre1-1as A los lc>janos vallc;o, do en su cuna De umbro::.os bosques y erwumbradaj J)<:'ñaR, El lago del D es ierto reverbera, Adormeeido, n1 tid o, sereno, Sus montai'las p i11tanno en la ribera, y el lujo ue los cielo.;; en su seno. ¡ Ob ! y estas son tus mágica~ rf'giones, Donde la hnn1ana voz jam ,)s se e.seucha, Laber intos de selvas y peñones En qne tu rayo eon las :;ombras lucha; Porque lns sombras odian tu mirada ; Hij;;¡s del Caos, por el mundo e!Tante3 ; Náufra~os restos de la aroti~ua Nada, Que E:ll el mar de la luz vagan flotantes. Tu lnlllbre, empero, entre el ,·a por· fulgura, LLwe del cerro en la áspera pendiente ; Y á. trechos ilnminá. en la espesura El Ímpetu salvaje del torrente; En luminosas perlas se liquida Cuando en la espuma del raudal retoza; O, con la fuente llo1·a, que pet·dida EJtre la oscura vOiedad solloza. En 1:~ mansión oculta de las Ninfas Hendiendo el bosque á penetrar alcanza; Y alumbra al pie de despeiiada'l linfas De las Ondinas la noctul'l1a danza. A tu mintcla SU!'ipPtHiido el viPnto, 1Ji :lrbol ni flnr <'11 e>l DesiPrtO ag·ita: No hay en los s~res voz ni tnovi1nieuto; El corazón del mundo no palpita .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 14S'l EL CORREO DE!. VALLE ¡Se are rea e l c e ntin e la de h l\fn r:> l'te! ¡Hé fl q ní e l S il(> n <· i" ! Só lo en ;;q pt·t> e ncía Su pro pia d Psnud e 7. el nlnw advi e •t e, ~ Su pr.,p ia voz esc uc ha la coociPn c ia. Y pifln so aún y con pavor medito Que del Silencio la in so ndable e alma De los s e pulcros es tr emendo grito Que no oye el cuerpo y estremece el alm-a. Y á su muda s eñal ele Fantasla Rasg·and o al tiva su mortal sudario D < 1 in ti 11 ito á la exte ns ión sombría Ren1onta audaz e l vu e l,o solitario. Ha:;ta e l confín de los espacins hiende; Y dt'sde a llí c or.t e mpla fiJT ebatada E¡ pi é lflgo de mundos que se e ~tiende Por e l callado abis •no de la Nada! .... El que vi s tió de nieve la alta si e rra, D e o:;c uridad la s selvas see ulares, V e hi e lo e l polo, de v e rdor la ti e rra, Y de hondo azul los ci e los y lt•s ruares, E e!Jó tambi <'n so ure tu fHz un Ye lo, T e mblando tu ful g·o r para q ne e l hombre Pueda los or bes nume rar d el ei el o, Ti emble ante Oios y su pode r le asombre. Cruzo perd ido e l v::¡,¡:;to firmam ento, A sume r g- irme tor·no ent r·e m1 1ui smo; Y se pi c· rde otra vez mi pe ns l'ltni ento D e mi pro pia e xi s te ncia en e l :::.u !smo. D e l iri os si en t o q ne mi men t e a t erran ... L os And.Ps á lo l<>jo;; en lutados Pi en so q ue son la:; t um LHtll clo se enci e rran L as cen i z1.s d e m undos y a juzgados .... El ú ltimo luce ro en e l Levan te Asnma, y tri ste tu pa r t ida ll ora : Cayó de t u diadema ese dil'l. rnante, Y adorna rá la fre nte de la A ur ora . ¡ Oh Luna, adiús! Qn isiera Pn mi -lrspecho El vll leno- u::tj. e maldec ir del homb1·e o ' Qnc tanta' emocionr:>s en su pecho Dtja que broten y les n iega un nomhre. S' agita mi ::~lma, Jesc;;rpra .Y g-i ue, Sintién lot>e en la c.< nrnfl .o t·ísinnet·a ·' R ·c·nerda al Vl"rtc sn tnisiún !'nblíme, Y el f rági l polvo sae udtr qui s iera . l\hs si del polvo libre se IHnZfll'a E sta que si e nto. im::~gen de Dios mismo, Para t"'nd Pr su vuc~lo no basta•·a Del firmamento el infinito abismo; Porque Psos astros, cu_yfl luz d('. maya Ante el brillo dl-ll alma hija del cielo, No son siquiera arenas de la playa Del mar que se abre á su futuro vuelo. DIEGO FALLON. SALUDO El inteligente escritor Carlos Vi11afañe, compañero del chis­peante Soto Borda en la redacción de La Barra, ha estado por unos pocos días en esta ciudad. u.L\.1 pre­sentarle nuestro cariño~o saludentO J'. Opina el doctor Glenf,·li, autnr del hallazgo, que se trata de un EvangPiio no publica­do y atribuído por la tradición al Após­tol Santo Tomás. Hóllanse en la coleceión sentencias cuya sustancia ::se oncuent~a en los Evangelios. conocidos, pero c~on notabl e. variaciones, y otras de que no. han hecho traslado los cuatro Evangelis­tas . Entre los papiros ha ll ados los hay anteriores á la Era cristiana en siglo y medio, flrrojando mucha luz sobre la his­toria de aquellos tiempos, y un epítonie en latín de lo se is libros perdido~> de Tito Livío. Otro papiro menciona el het>ho de qne á un muchacho esc·lavo se le iba á enseñar taquigrafía por 130 dracmas. El más notable de los dichos atribuidos 3. C1·isto es: "Que el -que busca, no cese de busC'ar hasta que <~ncuentre, y cuando. enC'UPnt re que se lllaravil~c; porque mnra­villándo -e hallará el Reino, e:-to es, el Reino de los Cielos, y cuando alcance el Reino, descansará. " SA CION Como en todas partes los juegos quP se consideran ptohibido;;, imprimen rna.'- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE 1459 ca de oprobio sobre los que en eltos se ejet·citan, bPmO podido observar q11e en 1\léjico, como en el l~cuadur y la Argen ­tina, lo<> diarios publican la lista de los ju~aderes sorprendidos pot· la Policía en oficw, para poner á di::.tancia de la gente honrada IJs hijos del vicio. El jugador e:11peña no sólo lo propio sino también lo ajtlno-pruebas saltan ~ la vista aquí como en todas partes. El jugador, decía un pensador, principia por· ser robado y acaba por ser lad('(>n. El ju­gador se hace p etardista y trctmpo o; y es capaz de sacr ifica•· hasta e l honor de la familia en ar·as del vicio. Cuántos ma­les se evitarían; cu·l ntas desilusinnes no nos sorprendieran, si la mano de la autori­dad e hiciera SPntir en esos asilos del deshonor y del crimen. ARTE DE AGRADAR No habléis jamás de vosotros ni de vuestras cosas. Escuchad sin interrumpir jamás á los que hablan, aunque hablen d'3 ellos mis­mos . . Después de C'sto medid vuest1·as fuer­zas para hablar y escoged ti e m f'O y asur.to. Escuchad á los sabios, y con ellos sed pan~os con vuestras palabra:;. Hablad cosas serias con los hombres sensato . "ed prudente y sufrido con los necios. Ved solo en todos lo que haya_en ellos de bueno. . Haced la vista gorda para sus defectos. 'fened, en fin, pt·esente que vivís en sociedad, no por vosotros sino para com­placer á los demá . Si no ten éis valor para observar esta conducta, si os repugna, dejad el campo y retiraos. ,R. ~~! 1·1 rr J:r J~ rr ,D--O-~-~o1 BAZAR DE SAN NICOLÁS El mal t iempo de los últimos dtn" de Dieiembre impidio la completa y fnltz realización del Bazar á beneficio del Nne~o templo. I-Iabieodo quedarlo la mPjor y más abundan' e existencia de ob­j e tos, se reserva su a11 ertura pat·a el d1a de Pascua (3 de Abril) en el espacioso local del Colegio de Santa Librada. El Cura de la Pal'l'oquta da las gmeias n las personas que tan bénevola y gt>nPro ·a mente correspondieron á la excrtal'ión que se permitio hacerles en favor de la obt a en construr:ción y conft a en que In< que no pud .e ron llena r sns deseos eu la época sei'lalada entonces, podrán' sat1:;f.1 cer sus buenos se11timiento1 hacia la Igle;ia en la próxima o·~asión. Los objetos vnch·en á qtt~1ldar d<'po-;i­tac! os en casa del señor uon .L\lanuel Ca 1·· vajal. CIRCULAR Cali, Enero 27 de 190-!. Sr. Director de "El Correo del Vall,.l'-:·. l\[uy seño t· nué::;tro: Tenemos e l .honor de parti cipar á n~ t.ed que por escr itura pública nlÍnlPr" 3g de e:sta misma fecha, otoqrada 11nt• ,.¡ Notario número 11? de> este Ctrcuito .Y ¡o(lJ' común acuerdo y mutuo convenio, lw '''' disuelto la soc1edad mercantil que> p ·ra­bl •cimos en esta ciudad de ·de el 1 '? de Julio de 1903 bajo la razon social de BEPLA1' & HOLGU1N El activo y pasÍ\'O de dicha casa ha quedado única y ext·lusivamente á fa,·or y á cargo d el socio Otto Ih•plat. Rogamw i\ u'lted tomat· notad<· la ¡ re sente cireula r· y nos SLISc ribi nlOS de u"te muy atentr:s y S. S. ÜTTo BEPLAT. · -HENt~tQUE HoLG ÍN. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORRED DEL VALLE 1460 GRATIFICACION 8·~ dará una muy l;wena á quien 0ntregue en la casa del doctor Tg·nacio Palaú, una cartera de <'U f' I'O de rusia, perteneciente al señor C. Villafañe, la cua 1 se ha nf'rdido con varias rartas y tar .:etP 'l, $ 4,550 en billetes de $ 50 ;:r $ 100; y una letra girada á Bogotá por Honor]o Villegas & \]~p or$ 10,000y úfavor del mis­mo señur Villafañe. Cali, Febre10 9 de 1904. CONDICIONES El o•·rco del Valk fundado en 1§94 Se publica lo~ jueves ele cada semana. A't! <.uc s(! le envía. ... e 'ar.jea con todos los pt'riódieos nacronales y ~ t ra n jeros. Apartado de correo m'imerr· fl5. Agente general, Mateo Gamboa. Dirección telegráfi:-a: BLASCATIPETTA.-C:ali. --------- LUIS G. BARRAGAN Ofrece llevar agua á do­micilio y piedra de toda cla­se para edificar. También se compre1nete á trasladar, en su carro, de nn punto á otro de la ciu­dad, toda clase de o~jetos. 5,-3 ---------------- SUCESION INTESTADA St> nvisa á los (pe ~P. crean con de recho á l?t RnceRión intestadH de las fina ::hu:; st>ñori tas E l oisa y F ~llt~­tina Llanos, q 11 e 2e ha d~elaraclo ~bierta por auto de f'StH Juzg::lrlo dt"l Ci>~eltito con fecha veintiot'bo de Noviembre de mil uov ec iento~ tres. Cali, :Febrer0 8 de 1904. El Secretario dPl Jt¡zgado, J'o&é 1Wa1'Ía Va.?'o1za Ll. Se vende una casa bas­tante cómoda y situada cuadra y media arrriba de la esquina del puente. Pormenores los dará jORGE PiNEDA C. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE Cómprela Usted Se vende una casa inmediata á ]a plaza de San Nicolás, contigua á la de Primitivo Romero. ÜJns­trucción nueva y bastante solar, con árboles frutales. Enteuderse con Blas Scarpetta ó Alejandro Guevara. 3-3 ISNIAEL ESCOBAR B. Vende en Palmira por la mitad de su valor : Una r.aSC\ eh~ ::~dt>h 0 , C'ubierta de teja ('n la cr> lle d!:' l l\I ut:,dero, á tres r.undras y nwdfa O\, la ¡•L-1za princip;=d. Un est<1h lecimi<-' nto clt: Gai¡:>ón con sns t>ll;,eres, sitttr.cio en '' lA• f'orl;::~da de S<~nta Earh;:~t'l1, '' con casa de habitaeiótl. ( Pr<·pied< des habidas antes de la gut>rra pa!lada.) Acepte ttna permu ta por una casa 6 una finca de cnmpo en Cali. Eoterdt'rse '"'n Palmira, con Da· mit: n Mora, ó '~n Caii con el vende­dor, frente á las Galerías contiguo al Estanco. 4-2 ----------------- F i d e 1 Rizo Ven ,]e una casa cómoda, de Rll propiedad, en el barrio de San Ni· colás. Entt>nderse con el St ñor Fran· cil'co Gnerrero en dicho b;;rrio ó con el senor Joaquín Palacios en su Es· t ilblecimi entó de peluquería en la plaza de mercado de est.J ciudad. LIBRE ESTIPULA O_! JN. Vendo ó permuto una ca­sa cón1oda, reciente1nente construída. Eduardo Sierra F. 6-:3 SE VENDEN 1 Ochenta mulas de El Alisal y San J e rónimo, acostnmhradas á pasto de lo !~'! r~ Pueden verse en la hacienda de "La E:, ­ned:: t". El señor Franeisco A. Lozach da­rá inform f's en Cali y Enrique Sant:1m :, ­ría en Yumbo. 4-0 Dr. Pacífico Rivara G. ABOCADO y agente de negocio§ UALI.-ÜAUCA.-UOLOMBIA. Telegrafo : Adalmar. 12-7 SE VENDE POR ORO O POR BILLETES Una finca en el Distrito dt· P rt v;:¡s compuesta de cafetal [más ó me nos 50-00 árboles) en muy buen estRS firF>S. Polvos de arroz MlliOa-Lescaut, Ro-y1. le y Veioutine. Pa ñ1H:Ios de ~eda y de lino. Pic¡oé blanco. Paños n g-ros y cte c·.olor. Puños parfl homb1 e y para st·ñont. Rasetes. Satinetas. Sumb1 eros de fieltro, ala dzwa. S?mbreros finos para señora. Tir~ntas. Telas de st!da para traje¡;; y parA fa~das. V I N () T I N T O en cu r.~rtos y t>n medi ns bPtt>llas W 1 S K E Y "American Club " y "Brandy Hennessey' 6--6 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL, VALLE EN LA FABRICACIÓN DE AZÚCAR ! ! Verdades sobre el azúcar de LA MANUELITA Elnúcar de LA M ANUELIT A está empacada en bonitas talegas cosí· ~ as . E~tá empa<·Hda t-!n la fábrira y ::~bierta en el bognr ; 1,10 uay manost () inte rmt'di ;uio ; ror eonsig-tJÍ'-' nte, nn hMy rl esaseo , no h;:¡y desperdicio, no ha y acl ultel'rfecta. Cómoda en forma, perfecta f'n cnli dad, brillante ~:.n l'lp:'\rient·ia, ninguna azúcar la iguala en f'X ce le ncia. Cu?. ndo cotn pn· usted t>Rta az(wnr, acuérdese que la t a ltga cosida ll eva e l l <:> tr ~ru dt-~ ' 'LA MANUELITA", eomo también el nombl"f3 de ios fabri ca ntes. Ust{>d estH­rá snti sfec htl en ~ 1 momPnto f'[¡ que- abre una talega, Usted estará más sa ­tisf t>cho cuando la lw probado en su café, dnlces, etc. Está de venta en t o· das las poblaciones, desde Popayán hasta Manizáles, y es únicamente L­bricada po r !a OAUUA VALLEY·AG.KICULTURAL C.o Sucesores ele Santiago M. Eder. Palmira.-Cauca. ENRIQUE RODRIGUEZ V ende una casa, dos cua­dras abajo del Hospital. En­tenCL rse con él 6 con Roberto Valencia. le -conviene a Ud ? Se vende la casa de J usla Roías, v. de Caicedo, distante tres cuaci 1 :~s y media de la ¡t!Rza de la Constitu ­ción, t:alle de San Nicolás. Entenderse eon Ernesto Gavírt"a. Cali, Febrero de 1904. 5----_4 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1 EL CO~"REO DEL VALLE ¡ 1 L A.brirá sus operaciones el l. o de Febrero próximo. Desde esa fecha abonará las siguientes ratas: Cuentas corrientes ó depósitoR á la orden 6 ozo anual. , 2 meses 9 o¡o , ., 3 " 12 ozo " ,. 6 " 18 0}0 " " 12 " 24: 0]0 " Los intereses se abonarán por trin1estres vencidos para las CUENTA~ CORRIEN'l1E8 ó DEPOSLTCS A LA ORDEN, y por mensualidades, también vencidas, para los DEPOSITOS FIJOS. . El BANCo hace operaciones en participación; abre créditos flotantes; afianza obli~aciones; reendosa Letras y Pagarés; hace préstamos y descuentos; co1npra y ven­de Letras sobre el Exterior y plazas con1er0iales del país. El 30 del presente mes debe cubrirse el primer ins­ta1an1ento. El 29 de Febrero queda cerrada la suscrip­ción de acciones. Local : CALLE DE SANTA BÁRBARA, media cuadra al Occidentt> de la plaza. Palmira, Enero 18 de 190+. El Gerente, Lurs FELIPE RosALES. El Director l. 0 Alonso JJiadriñán. 12--3 El Director 2. 0 Rito Antonio Medú~a. L
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Tipo de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 157

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El Bien del Pueblo: semanario destinado á procurar la instrucción del pueblo

Por: Fidel León Triana | Fecha: 1904

La Constitución de 1886 estableció el catolicismo como la única religión en Colombia. En el marco de construir una nación netamente católica, la Iglesia usó la prensa como medio de adoctrinamiento y acercamiento a los fieles. El periódico bogotano “El Bien del Pueblo: semanario destinado á procurar la instrucción del pueblo”, auto catalogado como el seminario destinado a procurar las instrucciones del pueblo, era de carácter religioso y cultural, contaba con diferentes noticias, escritos y caricaturas. Esta publicación buscaba ofrecer “un contenido diverso, al servicio de las buenas costumbres”, en sus páginas se pueden encontrar disertaciones filosóficas y teológicas sobre la diferencia entre la Libertad y el libertinaje, adicionalmente se trataban aspectos de la vida diaria con secciones como la titulada “ciencia para todos" por medio de la cual se daban trucos de aseo y cocina para aplicar en la vida. Contenía también una sección humorística llamada "humoradas" con coplas jocosas y se publicaban oraciones y poesías. Se conserva la ortografía de la época en el título del periódico.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Tipo de contenido: Prensa
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Navidades

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Poesías de Epifanio Mejía

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Anales de la Sociedad Becquer

Por: José María Caro Grau | Fecha: 18/07/1901

“Anales de la Sociedad Becquer” fue una publicación periódica de carácter literario que sirvió como órgano divulgativo de la Sociedad literaria Gustavo Adolfo Becquer fundada a comienzos del siglo XX por un grupo de jóvenes intelectuales bogotanos interesados en la producción literaria. El primer número salió al público en 18 de julio de 1901 dirigido por el presidente de la sociedad José M. Caro Grau. Esta primera entrega tenía como propósito publicar algunas de las producciones recitadas por los jóvenes autores en una sesión celebrada en 22 de junio del mismo año, dedicada al Ministro del Perú el señor Alberto Ulloa. En sus páginas se publicaron discursos de bienvenida, poemas, reflexiones literarias, comentarios de la vida y obra de Becquer y otros autores como Candelario Obeso y por supuesto un discurso de agradecimiento pronunciado por el Ministro Ulloa. Los Anales de la Sociedad Becquer circuló semanalmente, cada serie constaba de doce números con un valor por suscripción de nueve pesos anticipados.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Tipo de contenido: Prensa
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El Cirirí

Por: Jesús del Corral | Fecha: 1901

El periódico “El Cirirí” fue una publicación antioqueña de tendencia Llberal dirigida por Jesús del Corral, se divulgó por primera vez el 1 de abril de 1897. Su foco era informar y denunciar aspectos de la administración local y regional, exponiendo las correspondencias enviadas entre el gobernador de Antioquía y los líderes locales. No obstante, trataba con tono satírico y humorístico, temas nacionales y extranjeros de índole político. Contenía también noticias, literatura, poesía y cuentos breves haciendo referencia a la vida cotidiana y política del país. El 20 de noviembre de 1897 circuló el número 31 de la serie III anunciando el receso del periódico. Entre los años de 1904 y 1909 se publican la segunda y tercera época de “El Cirirí”, esta vez editado en la ciudad de Bogotá a cargo de la “Imprenta de Vapor”. En estos números se hace alusión a temas como, la separación de Panamá, la necesidad de reformas constitucionales y la pronta celebración del primer centenario de independencia, se destacaron también las caricaturas "Prestidigitación" y "Escrutinio" con alto contenido político. El periódico contó con la colaboración de José Velásquez Garcia, Luis Hernández Madrid, Antonio María Restrepo (bajo el seudónimo de Abel Farina) y Federico Carlos Henao (bajo el seudónimo de Carlos Espinela). Las presentes ediciones hacen parte de la segunda época, publicada en 1904.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Tipo de contenido: Prensa
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La Matilde: leyenda histórica

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