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On Off - 05/10/21

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AppleMagazine - 03/09/21

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AppleMagazine - 16/07/21

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  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  Computer Hoy - 09/07/21

Computer Hoy - 09/07/21

Por: | Fecha: 09/07/2021

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Fuente: Pasa La Página Formatos de contenido: Publicaciones periódicas
  • Temas:
  • Publicación periódica
  • Tecnología

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Computer Hoy - 09/07/21

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  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  Computer Hoy Extra - 30/07/21

Computer Hoy Extra - 30/07/21

Por: | Fecha: 30/07/2021

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Fuente: Pasa La Página Formatos de contenido: Publicaciones periódicas
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  • Publicación periódica
  • Tecnología

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Computer Hoy Extra - 30/07/21

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AppleMagazine - 06/08/21

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AppleMagazine - 24/09/21

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Imagen de apoyo de  El Republicano: diario de la mañana - N. 563

El Republicano: diario de la mañana - N. 563

Por: | Fecha: 03/06/1910

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL REPUBLICANO 1 El Junio 3 de 1910 " Diputado Angélico ES HOlllbres y sistelllas Al rededor de la cuesti6n candidaturas para la Presidencia de la República, ha gi ... rado en la última semana la manecilla de este horario, que sella la los rumbos de in· fortunio y de zozobra para el país, que ha­ce ya tánto tiempo gime bajo sistemas opresores de gobiernos que no han labido ni garantizar 1" . paz, ni asegurar el progre· so material. ni dar impullo á. los movi­mientos de la oPiui6n. Frel'lte á la elección de un ciudadanoan­tioqueño, por el estilo del General Carlos E. Restrepo, naci6, como natural conse· cuencia, la prórroga de los poderes al ac­tual Presiilente de la República. Bieq pronto. al parecer, hubo de aban­donarse esa idea, por lo peJig rolia y 3bsur· da, en un país esencialmente republicano, como el nuéstro. Hoy, es casi seguro, la re· elecci6n ha de considerarse sin prestigio. Lo misnl0 se dice de la candidatura del señor Restrepo. . El General Quintero Calder6r.. candida- 10 de 108 conservadores a va llzados y del g·"upo liberal republicano, que podría tener . mayoría suficiente, representa para ciertos espíritus intransigentes, algo como una claudicaci6n. A ella) e opon en corrientes de grandes influencias, considerándola co­mo el principio de una éra liberal. En consecuencia, alejadas estas posibili­dades, surge, corno de costumbre, la recon ­centraci6n conservadora, encarnada en per­sonajes ultramontanos y feroces. HA lfega­do. á decirse que la. llamada~Uni ó n Repu· bllcana quedará dIsuelta con la ado pción de la candidatnra definitiva para la Presi . dencia. Los liberales de la, Asamblea nO pueden c.onseguir que se adopte un Designado lIberal para el pr6ximo período, y tal pa­rece como que ellos encaminaran todo!! sus esfuerz08 á consolidar en el P oder á los elementos conservadorefl recalcitrantes y exagerad08 . • De este desconcierto ~' ha de surgir, con s~g~ri(1ad, . la vacilación, que er! el prin . ClpIO de la anarqufa. Y el nuevo Presiden­te, hijo de una Asamblea sin raíces en la conciepcia popular, podrá!represe ntlll' cnal quier cosa, menos la aspiraci6u de los co­lombianos' en esta so lemne hora den os des~ tinos de la patria. '. i los liberal.es de a AsambJea le Abstu­vieran de votar en esta emergencia, y deja. ran todo el peso de las responsabilidades futunul á las fraccionel conservadoras quP se disputan la supremacíR, siquiera podría­~ os~decir que el: honor del partido establi Hl c61u~e, ante las pretensiones de l~s di~ versos cfrcul c) B ~q ue lIe' disputan Al Poder. e ' ol\servador será, y conservado r intran . s igente, el que venga á reemplazar a l señor González Valencia. Que 10 elijan los con· servadores. Y que el libera lismo permanez­ca neutral en: la ~contienda. Las reformas son para nosotros lo esen­cial y duradero. ~Que del:laparezcR, 6 se mo rigere el sistema de opresi6n y de explota­ción que hemos padecido en el ll1 t i ruo cuar to de siglo, y que la Presidencia de la Re pública quede en: laslmanos"que los conser­vadores históricos designen: Cambiando el sistema, cualquier conser­vador es aceptable. Conservando el sistema, todo conservador es detestable. H an de meditar en esto los liberales que t ienen voto en la Asamblea Nacional. En política DO hay, ni puede haber, simpa . tias, sino pura y simplemente hech os, es decir, conveniencias de la comunidad á la cual se desea servir. Rectificación R epública de Coinmbia-Junta de Conversión. Bogotá, Junio 2 de 1910. SHñores Diputados: '1 Como Presidente de la Junta de Con­v~ rsión, rect ifico el error de imprenta en que se incurrió en la página 8 d el Infor­me á la Honorable Asamblea N acional, consistente eu haber pue sto la suma de . $ 226.000,000 en billetes de edición in · glesa, de $ 1,000 cada uuo, como reci bi · dos del Jefe de la Sección de Cl'édito PÚ­blico, en lugar de $ 266,000.000, que fue la suma recibida. SANTIAGO OSPINA A . .... Rudi. indigestaque moleB, Quan dix~re chao •. ,Quién no ha oído nombrar al Angélico Doctor' ¡,Quién no le conoce 1 Estatura regular, más bien gordo que flaco, parece que el dioi del bienestar le hubiese dicho por boca de Cicerón .: Jubeo te bene vaiere; frente ancha, tan ancha que se confundirla con la corona si no fuese por un puente colgante de sedosa cabellera que a6n persis­te, balanceándose, sobre el abismo de su olfmpica cabeza; sus ojos de color místico guardan muchos secretos, guardan muchos misterios . ..... Aquí cabe decir con Cervan. tes: lo que te cubre. te descubre. Si no fuera porque es conocido, conocí·· dísimo, diríamos que apenas cuenta cuaren ­ta y dos nochebuenas, siendo así que ya hace cuatro lustros que se fueron para no volver jamás. El A '1gél ico por allá en sus mocedades. por allá en los buenos tiempos de Bárba­ra. J aramillo, fue como ésta, al salir del Semins.rio, poseído por el demonio. Y ha­bía dado en la diabólica manía de decir y escribir pensamientos radicales. La fami­lia: estaba alarmada y no' era para me­nos j eso dE' t t ner un mielllbro Iibl'ral. un miembro gangrenado. era algo wavísi­mo. y no bastaban los consejos; el jo­ven no se arrepentía. Se hubo de poner en mo vimiento todo el clero secular y re· guIar; el Arzobispo, habiendo agotado tOa, dos los medios humanos, dijo estas fatídi­cas palabras: " N o hay remedio: hay que exorcizarJo." Al efecto se arregl6 un sal6n con todo gusto pa.ra aquel acto siniestro, con grande aparato: crespones fúnebres por todas partes, imágenes, cristos, cande­labros qué apenas despedían una luz mor­tecina, que daba á toj o el :lspecto de un aposento del otro mundo. Allí fue condu­cido con disimulo el joven libre pensador. quien al ver ('se tétrico escenario dijo so­hresaltado : I Aquí no entro! A lo cual el cura oficiador replic6 con energía: ¡ De aquf no sales! Y de ah! no salió __ ... como había ent.rado. Ahí lo empaparon en agua bendita, Ahí mismole sacaron el diablo á los más tirones. Ahí mismo pronunció el arre · pentido joven un magnífico discurso teol6· gico, hecho ad hoc por un sabio sacerdote. De alli sali6 purificado. Un alma habh si­do sacada de la paila más hond:\ del infier­uo. y era natural que bu hiera fiestas. y co­mo en el banquete del Hijo Pródigo se ma­t6 el mejor camero " . oo' D e entonces para a<,á-ha ocupado puGI-­tos importantes y ha concretado todo sus tfllentos en pro del adelanto de las ciencias ocultas como la. metafísica. la teología , la geolog ía, l!\ abogacíR, la nigromancia .... oo, Santo T omás de Aquino lo desvela ; ~an Agustín Jo enerva y HantR Teresa le pone los p eJos de punta. Pero donde vale un potosí es en In ac­tual Asamblea. Se sienta con una calma aterradora en su mullida curuJ, al lado de su inseparable compañero el Diputado Me­sa, á quien de cuando en cuando le sopla la lecci6n. cruza los brazos en actitud arzobis. pal y lo illfinito absorbe todas sus potencias. Diríase que su alma se ha cOllsustanciado con la más pura esencia ml¡,¡tica de las co ­sas .... De repente ealta de su asiento c,Omo pe . lota de caucho, se cstr('ga los ojos porque cree estar viendo visionl.'s, se limpia los oí­dos porque cree haber oído mal, se toca á sí mismo para saber si es él ó es otl'O, y sa ber si está ahí 6 está en otra parte. • Qué ha sueedido, pues' Una simple~ll, nada más que una ~impleza. gl Diputado Villegas h a dicho: "En la elección del úl · imo Papa ha habido muchas irregularida. des y triquiñuelas en el c6nclave. y reto á cualquiera á que me pruebe lo contrario ..... y el Angélico Doctor cree que ese cual. quiera es él y 110 se da bien cuenta de r.¡i está ahí 6 en el cónclave ... o: Y queriendo hahlar no habla . .. . » En cambio lo deben de perseguir espíri­tus burlones, porque muy á menudo sus facciones se contraen nerviosamellte y á la manera de un conejo perseguido olfatea el aire .... Pero cuando el Angélico toma la pala­bra "sus ojos se entornan bacia el azul J~­jano" y la inspiraci6n le viene .de arriba, de muy arriba. porque dice: este proyecto no cabe dentro del Decreto de convocato­r ia porque el Decreto no cabe dentro del proyecto, ·es así que el proye<:to no cahe dentro del Decreto ergo .. . O en otros tér­minos: llueve ó no llueve, es a¡;f que llue-ve, luego no llueve. . Si el Doctor Angélico hubiera nacido en otros tiempos... yen otra Patria ... Pero no; detente i oh lengua I porque el Arcan. EL REPUHLICA~O gel San Miguel viene hacia mí con su es­pada vengadora . .. Sasaima y parte de Facatativá..j deben%de estar regocijadal. Y Clomo 101 grandes hom­bres no necetlitRn de comentarios. rompo aquí mi pluma en cien pedazos! CIPRIÁN PERlCLES . Contrato BrochoD Jouve-Bogotá . o:Parls, 20 Slnase informarme cablegráfk.m~nte sobre negocio Pacho. Estamos Ii.tos. BRocHoN» El negocio á que se hace' refel'encia es el con­trato celebrado entre el señor Brochon y el Go­bierno para la explotación' y fomento de la ferre­ría y hulleras de Pacho, contrato rque ha sido palllldo por. el Ministerio de Obras P~blicas para IIU aprobacu5n Ii la actual Asamblea Nacional. El capital, que ha sido ya suscrito,. destinado á levantareata grande empresa'asciende á i: 500,000 Es empleando medios de esta natucaleia como lograremos redimir nuestra. averiada. finanzas, no como piensan algunos, matando de hambre á los porleros. El Duevo IDtendeDte . Quibdó, Junio 1.0 de 1910 R.PU8LICA~o:-' Bogotá Noticia nuevo Intendente recibida entusiasmo general. Listos apoyarlo decididamente. Amigos, Olodomiro Moreno M .. Manuel A . Stltntacoloma, E. Ferrer O., lJ'du.to Domínguetl, Marco A. López, Luis Padilla, Gregorio Gar~a H. UD Ubro DacloDal. «MiDerfa.ID riesgos» San Francisco, California, Marzo IS de 1910 Sellar J. Cicerón Castillo-Condoto-Sei'ior Adolfo Cuevas-Buena ventura Se n08 ha:acabado su libro «Minería sin Ries­gos, » y le agradeceríamos nos enviara sesenta ejemplares. De usted muy Atentos servidores, Mining &; &ienti4c hUI-T. A. Dougherty Departamento de Libros La Asamblea. tiene que mandar Sll8 proyectos de ley al Poder Ejecutivo pera que éste los recomiende por medIO de sus Ministros j\ la misma Asamblea en donde nacen, porque la Asamblea no pnede respirar sin que el Ejecu­t ivo le dé el permiso por escrito. Con su pan se lo coman. Don Ramón echó al potrero su macho reinoBO, le quitó el bozal y se lo puso ti su Asamblca. Cambillron Congreso por Asamblea esti.lo Quinquenio, es decir: pan de la Panaderia de Viena por mogollas negras. Con 8U pan se lo coman. .4.lseftor General~ Pedro NelOspina le ha lido dirigida por varios anUoquefios residentes en la capital-G6mez Ochoa, Que­vodo Alvarez-una manifestación en el sen­tido de centlurar al General Ospina el que no haya querido darle su voto al candidato presidencial Carlos E. Restr~o y haya es ­torbado con esto el ~fto 'mf"'llla cltldida­tllra . Sería conveniente que tle publicara por la prensa esa manifestación de paisanaje. PerSODa bien infor.JDada nos dice en relacióu oon un suelto que vio lá lnz er: una de nnestras pasadas ediciones, que 101 alumnos de la Escuela Militar estre­narán el próximo 20 de Julio un unifor~e pedido á Europa y costeado por ellos mIs­mos, aon economías hechas en la Caja de la Eacuela_ N08 complace esta noticia, porque ella lIig­nifica un enorme alivio para el Telloro. Merecen los cadetel gratitud de la triste Colombia. . En el MlD1sterio de Obras Pllbllcas existía un empleado para fnllpeccionar el Parque' Fode 101 Mártires. Por ese servicio nagaba l~ Naci6n algo asl como siete mil pe­sos mensuales. ·El doctor Pedro A. PefiA ,' ex-Subllecreta­rio, ofreci6 al Director de Obras Pllblicas, selior Cajiao, servir ad honorem el puellto eu referencia, y el sefior Cajiao pas6 al sefior Pefia el nombramiento respectivo. Hoy el doctor Pefia ha iniciado lIerios y oportunos trabajos en el Parque, y ha con­seguido que ocho soldado. de los del Gru­po Modelo de Artillería presten su conUn­gente á la obra iniciada. Bogotá ha ganado inmentlamente con ellta determinación, y el J?obre Telloro Nacional se ha quitado de encIma una no desprecia­. ble dosia de papel moneda. Felicitamos al doctor Peña y al Director de Obras Pllblicas. Difteria, tifo, viruela & CompaDY serán nU9lltros acompaiiantes una vez ter­minada la fiellta del Centenario, y esto se ex­plica por la sencilla raz6n de que temiendo lGS duefios y duefias de fondas el alza de pre­cios para aquella fecha, se «están proveyen­do con tiempo» de gallinas, cerdos, etcétera, los cuates aglomeran en lugares reducidfsi­mos y en sitios centra~ell de la ciu~ad, espe­cialmente por los barriOS de Las NIeves, San Diego y San Victorino. Bueno y digno de aplauso sería que el .efior Alcalde de la ciudad, «se proveyera •• también «con tiempo,)) dictando . unll resolu­ción para cortar el mal Ii tiempo, imponien­do severo castigo Ii los que atenten cOntra la salud pllblica. Ordénese á lo~ Inllpeotores de barrios que abandonen por ratitos sus muelIe9 bufetes,y en calidad de descanso de sus pocas ocupa­ciones, practiquen rondas en los fugarel donde se sospeche la existencia de fábricas de microbios. Triste dOCUIllento La .JiusWn, en nota editorial de BU número 240, fe­licitó al señor Procurador General de la Nación por una circular en que, según dichl? periódi~o, d~o l!i más alta nota de valor civil, fostlgando.m miseri­cordia á altos empleados nacionaMls por omi.siones y faltas en desempeñó de sus augustas .funClones, .y prometió insertar próximamente la pieza que dIO ocasión al a rtlculo. Poco lectore. del.Diario Oficial, esperamos pa­cientemente la reproducción en La Fusión del impor­tante documento emanado de la Procuradurla Gene­ral, y por fin éate vio la luz pública en el númer.o 244 del mismo periódico, precedIdo de otra nota e,?l­torial encomiá.tica, como la anterior, para el senor Procurador, en la cual se le ensalza por no baber trepidado «en fustigar .Ia Administración de Justi­cia que no supo cumphr con la ley y que holló ó que pudo hollar los derechos de los ciudadanos.» Con la debida atención leimos la circular de fecha 3 de Mayo del año en curso y en verdad hemos de declarar, con el respeto que merece el alto emple~do de quien emana, que su lectura nos ha prodUCIdo honda decepción. E&a pieza oficial no está ~ la altura del empleado que la emitió y ella constItuye una nota tan antipa~riótica, que ~o ~e conc~be cómo haya podido ser acogIda por el .pia1'fO Ojtc.a¡ y. reprod u­cida y alabada por un perIódiCO que se dICe defen­sor de la honra 1. de la dignidad nacional. Repugna que desde las altur~s de lo Jera tura del MiúIsterio Publico de una NRclón se empleen, tan impropiamente, lugares comu.nes e irrespetuosos hasta cierto punto de las creencia. de la ma yo da de los colombiRnos, como el de que la Corte buprema ;nurió el 30_ de Abril último para resUCItar, no al tercero sino al siguiente dia. El slmil le resultó ID­feliz al señor Procurador. La Corte SUprtlm.A .no murió; esa Corte, que parR ho~o.~ de Colomb.'a Ja.­más ha prevaricado, cuya. declslO~es se ha~ In~p.l­radc siempre en l~ s más saoas nocIOnes de JustICIa ! muchos de cuyos fallos con.tituyen monumentos de jurisprudencia reapetables y respetados en .donde qUiera que se rinda tributo á los adelantos clentlfi­cos del aerecho, no ha muerto. Ella vive y ojal~, para bien de los colombianos, haya de perdurar !lID lJ,ue innovaciones fatales destruyan lo que ha . cons­tituido su vida esencial, ni las pasiones poHtlcas la hagan delCender de la serena altura en donde ,ha estado colocada, para administrar justicia á los CIU­dadanos. Se terminó el l'eriodo señalado por la Constitu­ción á unos Ma61"strados y entraron á reemplazar­los otros; eso fue todo. Pero el señor Procurador atribuye á la Corte for­mada por los Magistrados salientes eno~meli ~alta8. No dice cuáles Ion éstas. Pregona la InfamIa del primer Tribunal de su Pals S!D .preci~a r los car~os. Coloca en la picota á la AdmIDlstraCIón d~ J ustl.cla colombiana y la exhibe, no ante la NaCión, SIDO ante el munao entero, como inepta, farsante y mo­rosa y esto, cuando menoa, acusa una absoluta falta de patriotismo. . Si el señor Procurador descubrIÓ culpas en el fun­cionamento de la Corte Suprema, SU deber era el de 3 CURar á los responsables ante sus jueces, ante el cuerpo soberano de la Nación. Si e.sas faltas ~on tan nimi"as que no alcanzan á caer baJO la sauclót;J pe­nal ., buscaba un correctivo para lo futuro, debió d~ nunciarlas á la Nación, pero conc~etándolas. DebI~ decir en que delinquieron los Magistrados, en que faltaron al cumplimiento ~de sus deberell, pero de ninguna manera atribuirles enormes faltas por las cuales no los ha acusado y ni siquiera ha dicho en qué consisten. Ull!C8mente atrihuya-mor.qsidad ell, ~d.esp~a.!l.hp.á la Corte Suprema y dice! que demorad.a ella perdió toda autoridad para ca.tlgar á los Tribunales mo­roBOS y estos á 8U vez deJaron de tenerla para obli-gar ti. los jueces á dest'achar. . Nos llama la atenCión, desde luego, que haCiendo varios meses que el doctor Ochoa González ocupa la Procuradurla General de la Nación, en todo ese tiempo no hubiera promovido oi fomentado lo~ re­medIOS que indica en 8U circular para corregir el mal. Vigente el articulo '75 de la Ley 40 de 1!l07, el señor Procurador estaba en el deber de eXCItar al Ministro de Gobierno á que impusiera á los Magis­trados morosos las sallciones que dich? ar~¡culo es­tablece. Si no lo hizo, SI guardó un slle~CIo culpa­ble ¿con que autoridad moral se {'ronuncla .h,;,y con­tra aquellos que pudiendo corr~l~ no c.ofrlgI~? Tenemos una alta idea deJa dihg·encJa, aptitudes ., sabidurla de la mayor parte de los jurisconsultos que formaban la Corte Suprema h~sta el 30 de Abril ultimo. Sus precedentes en la JudICatura, en la m~­gistratura y en el ejercicio de la abogacla, . permi­te afirmar que si no llegó á ponerse al corrIente el despacho de la Corte, ello se debió á causas que no estuvo en su mano remover ó á defectos de la orga­nización JUterna de ese alto Tribunal. Tratar de eliminar aquéllas y. de correg.ir los úl­timos es lo que, en nuestro sentir, ha. debido hacer el señor Procurador General, y la Circular en que nos ocupamos, no son estos los 6nea ayer. El autor retiró In proposici6n. Pasó en tercer dehate el proyecto de Ac .. to ' Iegislati vo, reformatorio de la ('onstitu. ción. (Trata del modo corno debe reempla­zsrse al Presidente). Pasó asimismo en tercer debate ~l pro­yecto por el cual se da una autorización (al Ministro d ~ Obras Públicas). gn segui~a continuó el debate sobre la relloluci6n presidencial. El Presidente de la Asamblea. retira su resolución entre los murmullos de la harl'R. En consecuencia, continuó el debate so­bre reformas á la Ley 60 de 1909. Pa.ó á segundo debate el proyecto. Gomo se ngotó el orden del dla, el Se­creta. rio dio lectur a al Informe de la C01ll i . sión Legislativa. Remesa cajoDera Hospicio, 2 de Junio de 1910 REPUBLlCANo--Bog'otá , Va expreso eon trescientos noventa y cuatro (394) cajones billetes, nfkel. ARENAS El GeDeral Vargas Nemocón, 2 de Junio de IVIO RE-t!JBw;...ANo-Bogotá Acabo saber, hasta hoy no u.lió ilu.tre Jefe Ge-' neral Vargas Santos de Tunja. CALVINO OrgaDlzacióD Liberal Chiquinquirá, JI de Junio do- 1910 RnuBLIcANo--Bogotá Reunióse anoche numerosa Junta Liberales. Pro­c1amóse Uribe Uribe Jefe Partido. Eligió.e comité provincial. Extraordinario entusiasmo organización autonómica. COl\JllIIIPOl'1s.u. Para celebrar el tercer anlversario de la fundación de la Elcuela Militar, 108 ' selio­res Oficiales de IR Misión Qhilena organizaron paTa el miércoles último en la noche, una muy hermosa y muy correcta fiesta, á la cual asisti6 el seflor Presidente de la República, gran parte de1 bello lexo bogotano y un numeroso con­curso de caballero •. Recitaciones poéticas, números de estudianti­na, juegos acrobáticos, ~ai1e de ,:uadrille~os y por llltimo la representación del ch18toso SdlOete "El Asistente del Coronel,» todo ejecutado por alumnos de la E!!cuela. Cada día que pa8ll, la Escuela Militar da una alta nota de cultura y de adelanto y prueba que los ciIfuerzol de sus fundadores no fueron esfuer­zos perdidos. La Escuela Militar es una de las pocas insti­tuciones de que podemos ufanarnos. - Hacemos saber do la Junta Central de Higiene que por el lado Norte de la ciudad le han prellentado algunos casOIl de viruela . Es necesario ~ que' loll Vacunadores oficia­le. procedan cuanto antes á tomar las medi­das profilácticas necesarias á fin de evitar en 10 posible la propagación de la epidemia. Parques Destruyó el sellar Carlos Nicolás Rodrlguez el de Los Mártires y hemos visto hoy con dolor que la obra de elite señor ha encontrado imitadores, pues en el Municipio también hay algún congénere de aquel y ya comenzó obra igual en el de Santander. Al efecto, están arrancando el pa.tico que forma los bellos pradoli de él para reemplazarlo por pies de ge ranio yedra_ Lo. tapetes de Low-grass, tan afamados en Inglaterra y paises del mundo civilizado,la Pelou­se de los franceses,' esté n hechos con ese pasto y ea preciso dejar una protesta contra los que en lugar de mejorar las cosas, lo que hacen es destruirlas. La sociedad de esta Capital merece respeto y no .e debe abusar de su tolerancia indefinids, de su Lais­ser- Faire, porque crea que no hay quien ponga re­medio á ello, Damos reBpetuoso traslado de esto al señor Alcalde y al señor Presidente de la Municipa­lidad. Cacao de buena calidad, venden López Dlaz & C'. Carrera 9'" número 274 F. sus mercancü:ls visite usted · el almacén de Félix Salazar é hijos, en la 1.& Calle de Florián, números 186 y 186 a. Gran surtido de mantas, zarazas, bogotanas, oxford, diagonales, pañolones, indianas, telas de fantasía y cien artículos más. A estudiar sus precios, que por lo bajos hacen que su clientela aumente día por día. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Republicano: diario de la mañana - N. 563

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El Hogar Católico - N. 27

Por: | Fecha: 03/06/1910

EL HOGAR CATDLICD ~e ~ublica bajo la direccióa del Pmidente de la Junta Central de la Doctrina Cr~üau " Nada, ni tm pensanuimlo, para la polítú:a . Todo, hasta el último alz"enlo, para la Religión " Series: 1 :S ':lgootá. (Repú'oi ica de Colombia.), Jun;o 3 de 1910 1 Número 2"1 El mnndo católico se congra!u !ó ayer po r la fecha del nacimien to d e su aug u sto J efe, acaecido en Riesse el2 de Ju n io de I835, y la Arqu idióces is de B ogotá se fe licita hoy por el X IX anive rsa r io de la traslación de su i l as tre P re lado á esta S ed e Pri m ada . EL HoGAR CATÓLICú se co mplace altrtmenle en tributa rles rendido h omenaj e de a mor y de sear á sus egregios Padres larga vida. " EL UOG AR CA TOLICO " El Sagrado Corazón de J esús Así como Mayo trae inva ria blemen­te cada año á la memoria del pu eblo fie l las g lorias de la Madre d e Dios, y con gozoso en tu siasmo sus hijos to ­man de lo s jardines y verjdes las fl o­res de más r ico colo r y de fragancia más delicada pa r a co n ellas engala­nar los altares dedicados á su culto, de ]a misma m anera Junio trae el re­cuerdo, siempre ti ernísimo y conmove­dor, de las misericord ias , tesoros y en­cantos del Corazón Sacratísimo deJe­sús. La gran festividad de Corpus, se­guida de su poético Octavari o, pre­para convenientemente á las almas piadosas para el hermoso día que el mismo Salvador quiso escogerse con el objeto de que se celebrase una fies­ta particular en la cual fues e honrado su Corazón adorable, y se le hic ieran . públicos desa gravios por los indignos tratamientos recibidos durante el tiem ­po que ha estad o expu es to en los al­tares. El triunfo soberano del Dios de amor, que se muestra en la Eucari ;; ­tía como el Pan vivo bajado del ci elo , nos prepara para esa otra di vi na mani­festació n, en la que el mismo Señor se dignó mos trar á ]a Beata Margarita María su Co r a zón ad Jra ble, ardiend() todo en viv ísim as ll amas de indecible amor á los hombres. La Eucaristía es, sin duda, el dón más preciado que el Divino MaestroJ en los arcan os de su sabiduría, ha po­dido darnos; pero ¿de dónde ha bro­t ado la sobera na manifes tación de esa caridad infi nit a sino del más recóndi . to seno de su Corazón r eden tor, atra­ves ado más que con la lanza deicida con. la incomprensible ingratitud. de los hombres, y coronado en sus más tier­nas fibras, más que co11 las es pinas: que taladraron sus sienes , con los ul traj es de aquellos por quienes vertió su sa ngre? E sta delicada manifestación del amo r más puro y entrañable se mues­tra á las soc iedades modernas en los momentos en que é:>tas hacen mayor ostentació n de s~ i ngratitud y des­afec to á la R ~ligión bendita, que laS' sacó de la barbarie y las ama mantó á sus p echos maternales. Está n enfer­mas del co r azón y pued e decírseles lo que e l D i vi no Maestro cuando enseñ& á sus discí pul os qué era lo que daña­ba al hombr·e, p orque del tondo de ese ..:oruón gangrenado ha n salido todas esas manifestaciones de odio satánica á Cristo y á s u Iglesia, y en d es píritu. d..: casi todas las t en 1lencias modernas se adv ierte claramente que el mal que: aqtt eja al mundo actual no es t á pn!~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. g8 EL HOGAR CA TOLICO cisam ente en la cab eza que yerra por e xtravío ó por ignorancia, sino en el c orazón que ama el error porque le hal a ~ a. El m undo actual se siente envan e­cido con su ci encia, sus descubrimi e n­tos, s u progreso, su riqueza, su poder, de. ; pero, acaso, ¿es feliz? ¿Ha pod i­do, con todas esas conquistas de qu e t a n ufano se muestra, hallar la apete­cida t r anquilidad, el deseado desc anso que ll eva la paz al cora zón? L o que palpamos cada día n os está proban do cuán errados andan aque­llos q ue buscan panaceas para la hu­manid ad si g uiendo sendas distintas, camino s diversos de los que nos señala el mis mo Dios por medio de su Iglesia. . Ella nos guía se g ún sus ideales di­vin os, nos gobierna por elevados im­pulso s, nos imprime nobleza de afec­tos y siempre nos procura un anhelo viv í~ i m o por lo que no ha de pasar ni monr. El cor azón del hombre fue criado para que, mediante sus buenas obras, cad a d ía se asem ej ase má s al Corazón de Dios ; pero si convierte la vil ma­teria en obj eto prefe rente de sus cui­dados , en vez de ascender desciende d el pedestal de su gloria, y se envilece. El Di vino Salvad(·r, ll eno sie mpre de indecible misericordia, cuando de­bía arro jar a l ingrato lejos de sí, se ha di g nado revelarle más al descubierto las s ublimidades de su Deifico Cora­zón, como si dijese al mundo: "Míra en ti lo que eres, contémpla en Mí lo que debes ser. Avergüéncete el con­tras te y s éate medicina tu propia con­fusión." Muchas almas, en vista de estas ma­nifestaciones, han vuelto de nuevo sus miradas al celestial modelo para em­pre nder la reforma de su> corazones. Si los hombres de ciencia y las mu­chedumbres hicieran otro tanto, el co· razón de la scciedad volverla á latir á impulsos de aquel amor que produ­jo en el pueblo, en las épocas de fe, los -.bellos actos de virtud que lo hicieron t an fe liz e n medio de las tribulaciones d e la vida. TRAN dUBSTANCIACION E l jugo iner te de la tierr a impura e b ra en la plan ta vida, y transform ado Verdece con l~ s vid es el call ado, Ir isa con e~p ig·as la ll anura. Estns rinden el pan, de ésas se a pur11. E l rubio j ug o en la uva reca tr, do; Y de ú no y atro el hon 1bre a l imen tado Los conv ierte en ru sa ngre y en su hechura. Y s i mirando estoy que d e co n ti no En car ne y sa ng-re en mí s e transub stancia El pan nutric io y el a legre vino, ¿Por q ué d uda r osar a mi arr ogancia Que el Criador de ambos, por amo r divino, L os m uda d e su Cu ERPO en la substancia'? DIOS EN LA HOSTIA No en tiende la razón el h ondo arcano De cómo, en el v ital g·ermen primero Del r ubio tr igo, estuvo· verdadero Tánto in n úmero g rano en sól o un g rano. Nada hay g rand e ó pequeño: al ojo humano­Es breve di sco e ! so l, punto el lucero ; Y el átomo en s í ab r ev ia un mundo entero· La gota de rocío, un oceano. ' Si en lo mínimo es tá n atura entera· Y lo inmenso, del cielo en el a bis mo, ' P un to es sin extensión , cual s i no fuera, ¿P or qué el Dios in finito, sin g uarismo E sta r como pe queño no pudiera, ' Múltiple en apa riencia; en sér, el mismo ? BBLIS ARIO PEÑA. CARTA DEL I LUSTRfsmo Y RKVERENDÍSUIO SR, ARZOBISPO PRIMADO AL ROMANO PONTÍFICE: Beatísimo Padre : Con extraordinaria pena y horror he. mos sabido que Vuestra Santidad ha sido recientemente objeto de nuevas é inau. ditas injurias. La arroganda de aquello! que od ian á Cristo y á su Iglesia, v~ m aummlo ca da día, de modo que parecen haberse despojado de todo sentimiento no sólo de religión sino aun de humani­dad y de gratitud, pues no ha sido par· te á re primir ;sus excesos ni siquiera la memoria de los grandes beneficios que los Roman os Pontífices han dispensado á. la Italia e n general, y en particular á la. ciudad de Roma. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL HOGAR CA TOLICO 99 P or a q uí se echa ta m bién de ve r cuá n triste es la co nd ición á que ha q ue dado reducid a la Santa Sed e A po stólit:a desde que, con tra tod a jus ~i c ia, le fu e ron a r r e ­batados sus dominios te m porales . S i b ien es ve r d ad que Jos q ue hoy e jercen e l po­der supre mo en R o ma se co mprom etie­r on po r le y á da r ga rantfas a l P ontífi ce, sin embargo se su e lta la rie nda á la li­cencia pop ul a r y se perm:t e á las a socia­cione s ene miga s del no mb re católi co ul­traja r im punemente a l S umo Pondfice , con ind ignos espectáculos y con gritos d e odi o y de fu r o r. Y co mo para qu e n a da faltase a l vili pe ndio y ofe nsa d e la Ma­jestad Pontificia, tribúta ns e sac r íl egos ho­no res a l d es venturado após ta ta Gio rda no Bruno , y al malvado a ut or d e incendi os, matanzas y d e va stació n en una ciudad aye r flore ciente ; y todo esto pasa muy cerca del Palacio Vati cano y casi á vista de Vue st ra Santidad. N o e s mucho, pues , que á t an insol en­tes ultraje s, irrogados al Pad re común, responda , de modo que ape nas pueda de­clararse, la h onda pena de vu estros hij os que demoran en est a s apartada s regio· nes de A.m érica. Y como no sea posible emplear otros medios de de sagravio, val g a el te stimo­nio de la aflicción q ue nos han causado los referidos ultrajes, y de la obediencia y veneración que pr ofe samos al Sucesor de San Pedro; testimonio q ue de ja mos cons ignado en esta Carta, escrita e r, nJes­tro propio nombre y en nombre d e l Epis­copado, del clero y de l pu e blo colom­biano. Plegue á Dios misericordioso 11ue, frus­tradas las maquinaciones de los impÍos , luzca pronto el venturoso d ía en que le sea dado al Vicario de Cristo recobrar todas sus prerrogativas y la libertad qu e ha menestet para ejercer su misión di vi­na en beneficio de la grey de l S eñor. Beatísimo Padr . Bogotá, Abril rg de rgro. t BERNARDO Arzobispo de Bogotá Palabras del Ilmo. y Revdmo. Sr. Arzobispo Primado En reciente interesantísima instrucción, lla­ma el Prelado la atención de los fieles acerca de las últimas enseñanzas y promesas del Di-v ino Mae s tr o á su s d iscípulos, s obre ledo cuan­do anunció las per s~ cucio n es que había de s u ­fr ir la I g les ia . ' ' A sem ejanza, dic e, de s u Di­vin doctrinas y exhalaron e l últim o s uspir o s in querer arrepentirs ·, ó qui zá, más bien, s in h aber tenido tiempo ni l ib ert nd de abraza r la c ruz de J es uc risto, d e­r ramar una lágrima de contric ión y al ean zar miser icordia y perdón." Se duele en seguida el noble P ast or d e que haya "tántos malos cristianos que, alecc io­nados por peores maestros, Ppostata n de la fe," é insiste en la ne cesidad urg entísima que hay de t r abaj ;, r por todos los me líos po sibles par a establece r la ..l CCIÓN CA TÓLICA , de ma nera que úna á l os hij os d e la Ig lesia y los a lec ci o­ne para de fender los sa gra do s der ec h os de la Religión. " En las luchas por esta san ta causa, dice, todo cristiano es soldado ; p er .:> sold ado que debe tr;Ib ajar s i empre con aq u e­ll a actividad robustecida por la u nión con s us cor religionarios, y sost n id a c on la a u tori dad y di1 ección de los que han sid o p ues tos por Dios para gobernar la Igles ia. T ened pre ~en ­te, carísimos hermanos, que como n os di ce San Pablo, las armas con que combntimos no son carnales, sino que sen p ode ros ís im as en Dios para d er rocar f orla 1eta s, dest ru­yendo nosotros con ellas los proy ectos hu­manos. Guiados por el espíri t u d ivino é in s­pirados por la carid ad d e CrisLo, que nos urge, sirvámon os de l os med ios de que pod em os le­gít imamente usar para dcstru ír l os artificios de los impíus y e mbatir los err ores, ya sea con la palabra, ya con l a pren sa, ya fome n ­tando las oLras de educación, señala d ameDte las gue se or denan á l a instrucció n .Y adelan­tamiento de las cl ases t r abaj adCI·as, tan dig·­nns de simpat Í Js y de apoyo, sobre tod h oy, cuando no falta n quienes pretendan llevarl as á la irrel,g ión, al d es ::>rden, á las revol uciones so: iales y políticns." En sr~uida exhor ta á l os fi eles á la purifi­cación de sus conciencias y los invi ta á to­milr parte en las g randiosas festividac!es de Co rpus y Sagrado Corazó n de J esús, para lo cHal abunda en considera ·io nes de tiCrnísima piedad y amor á .Jesucristo. IV :Basílica del Santo Sepulcro Entre los santuarios famo~os que ven e­ra la cristia ndad, por h il ll a rse vinculados á la pasión del H om bre-Di os , oc upa lu ­g ar preem in ente la Sagrada Tumba, e n la cual, embalsamado por los nobles Se­nadores J mé de Arimatea y Nicodemo, y e nvuelto en finí ,im os sudarios, fue se . pultado el cuerpo adorable del Divino Maestro. Allí permaneció de sde la tarde del viernes hasta el momento feliz en que, al esparcir la aurora sus primeros rayos _el d o mingo, salió, vencedor de la muerte, de ese mismo Sepulcro, cuya entrada, ofi­cialm e nte sellada, habían hecho custo­diar los príncipes de los sace rd ote s por soldados de la g ua rnic ión rom ana . Mientras velaba todavfa la gua rdia, una sacudida súbita y violenta h abía con­m ovido el sacro monte, á la vez que, des­ce ndiendo del cielo e l ángel de l S e ñor, cual diligente criado que va á abrir la puerta á su dueño, 9ispuesto á salir, re­movió la gran piedra circular que cerra­ba la entrada de la gruta, y, lleno de glo­ria y de belleza, se sentó en un extremo del S e pu lcro. R esplandecía el mensaj ero celestial como el rayo, y sus ve stidos eran bla ncos como la nieve. Espantados los soldados á la vista de este prodigio, ca. yeron en tierra y pe rmanecieron por al­g unos instantes como mu e rtos. Cuando vo lvieron de su asombro, halla ron r otos 1 ,s se! o ; y puestc1 al descubie rto la gruta, d e ntro de la cual apareció e l nicho sagra. do que h a bía guardado e l cuerpo exan­g üe del Varón de Dolor e s, ocupa do tan sólo con l os sudarios qu e le sirvie ron de mortaja, Al v er que h a b fa desaparecido el que era objeto de su cust odia, volaron á la ciudad á dar cu e nta de lo acaecido á los doctores d e la Sinagoga. Tal vino á ser la notificaci6n ofi cial d e la r es urrec-ión qu e el Sanedrín se procuró por sí mismo, sin pensa rl o, por ama rga burla de: la suerte . P o:: ro "como los malos no ve n e l bién sino para aborrecerlo más, y Jos me ntirosos á todo está n di sp ues tos con tal d e ahogar la ve rda1," resolvi e ro n los prín cipes de los sa cerdotes tap1r con oro la bo ca de los impo r tunos t es ti g os que e llos mi smos habían colocado á la entra­da del S epulcro y só lo sirvi e ron p<~ra confi rmar el triu nf,¡ de su víc tima. Los prim eros cristi anos ve nfraron con i ndecible cariñ ) t an to es ta Tumba Sagra­da co mo los demás lugares que sirvieron de te atro á la pasión d e l Hijo de Dios. P e ro cuando Jos paganos, en su odio á e isto, cubrieron de ti erra y malezas aqu e l sitio y sus alred edores, para plan­tar un bosque y erigi r una estatua á Ve- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL HOGAR CATO LICO IOI nus,precisamente donde, cubierto por esos despojos, quedaba oculto el Sepulcro glo­rioso, ya no les fue dado acercarse á él como antes, ni al Calvario, profanado igualmente con la estatua sacrílega d e Júpiter. No pudieron hac er ot r a ~.:o sa, por entonces, que mantene r vivo el r e cue r do del lugar dond e queda b an apri sion a do s estos monume ntos qu eridos, q ue habían visto los acontecimientos m ás grandes qur! conte mplan los si g los, mie ntras ll e ­gaba e l momento prop icio d e pone r los al descubierto y tributarle s el l: onor de bi do, lo cual no pudo s u ce d e r sino cien to no­venta años d e spués de la profanaci ón que en ti e mpo de Adriano ll e varon á cabo , se. gún r e fier e el historiad or Eusebio, a q ue. llos " hombres per ve rsos, verd ad e ros sa­télites de los demon ios, que qui s ie ron ha­cer d es aparece r el S a nt o S e pulcro." Hacia el año 32 6 Santa E len a , ma. dre del gran C o ns tantino, sirvié nd os e pa ra el efecto de la num erosa guarnici ón de la Santa ciudad y de m uch ís im os cristian os que quisieron prestar su con c urso, hi zo remo ver la inmensa cantid~d de ti e rra que habían n ecesita do a prisi on ar con mu ­rallas para formar la expla r. a r!a -:¡u e o i ~ ­vió á los pa g an os p a ra la s profan acio­nes con que ult ra ja r o n al Dios verda­dero. D escubi e rto s, primu o e l Calvario y después el Santo Sep ul c ro, la a ug ust a ar­queóloga continuó las excavaciones hasta dar con la gruta en que h a bía sido gua r­dada la cruz e n que murió el Sal va dor, é hizo corta r á pic o las rocas que servían de obstácul o para la grandiosa r otonda que debla encerrar e n su reci nto "el lu ­gar más mara villoso del mundo," según escri bió el mi smo Emperador al Obispo de J erusalén, San Macario. Com o en ve z de una se hallaron tres cruces, era difíc il dar con la verdadera, pero e! santo Obispo ocurrió á la oración, y el Ci e lo permitió qu e al contacto d el verdade ro leño sacro recobrara in stan­tán eamente la salud un enfermo, y la vida un mu e rto. La Anaslasú que por orden de Cons. tantino mandó edificar su santa marlre con los mármo les preciosos enviados con piadosa diligencia para este objeto, col­mó los deseos del Emperador, po rque resultó un monum ento conmemorati vo espléndido, Mas para el servicio del culto divino y las r e uni ones de los fieles se ne. cesitó de un templo especial, construído al Este de la fa mos a r vtond " , con cinco na­ves, pot el estilo de la Basílica Ul p iana , de Trajano, en Roma, y fue conoci do con el nombre de Ma r lyrz'on. Este e n ce rró e n su recinto el lugar d o nde fu e halla da la vera crux con los demás in strum entos d e la pa s ión , pero e l Calva ri o y e l 5itio de la cru cifix ión-comprendid o s entr e e l án . gulo izq ui erdo de l á bs ide d e la B asfl ica y la A na sta sis-que daron, p or e nt on ce s, á ci e lo d e s cubi er t o, si bi en r esguardados por p r eciosa r e ja, hasta que en e l fig lo sig ui, nte San ta Melan ia la J oven, e difi có allí un orator io. E stas con stru cc iones, d e r egia arqu i ­te ct ura y e sp 'éndid a orn a me ntación, en­ri quecidas c on múlti ples of re ndas en el curso de los sig los IV, V y VI, fue ron destruídas hacia el a ñ o de 6 r 4 por la fe­roc idad de Cosr oe s y sus h uestes, engro­~ adas por más de zo,ooo judíos que bus. caba n oportunida 'l para saciar el odio que tenían á los cri stianos. El A bad M ode sto hu bo de empr ender la r econstru cció n de la rotonda porque el P atr ia r ca Za carías fu e lleva do preso ·á Persi a . L a s circ un s tan ci a s no permitieron r eno va r e ! e splendor de la antigua Anas­lasz's , y de monum en to co nm emorativo que e ra, pa só á c on ve rtirse e n igl es ia, po r ­que no h ubo m o ~· o de r e con str uir el Jlilar· t yrion . En tonces se le van ta r on capil las 6 pequeña s i g l e~ ias en la Pi edra de la Un­ción, e l Cal vario, la A pa ri ción y otros si­ti os m e mo rables. A sí habían c orri do los siglos q ue se si ­gui e ron á la d evasta ción de Cosroes y á la conqu ista de O ma r, con más ó me nos li ­bertad pa ra lo s cristia nos, seg ún fu era más ó menos fa náti co e l califa que ocupaba el e l trono de Bagdad, 6 d e E g i p to, hasta q ue en 101 0 H a k en ,e l Cal! gulade Oriente, mandó d e mo le r tod as estas ed ific a ciones. Ob te ni do pe rmi so pá ra rehac erlas, los Emperado r es d e Co nstan t in opla su m inis. traron los r e curso s necesa r ios par a lle. varias á cabo, pero e ~ to s e hi zo de ma ne r a muy irregular, po r lo cual los Cruza dos de t e r min a r o n h a cer una recon .>trucción completa, respetando to do lo qu e aún subsistía de las e difi ca ci ones de Santa Elena. Para r ealizar esta idea, acometi e ­ron la empresa de encerrar en un solo templo la rotonda y las demás igl esias y ANCO v e A k:EPJ 1 ,,.. ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 102 EL HOGAR CATOLICO capillas qu e hoy se ven dentro de la gran Basílica, casi desde el lugar' que ocupó el p órtic o del primitivo Marlyrz'o n hasta el extremo occid ental de la A•taslasz"s . Sólo de r ribaron la iglesia de Santa Marfa, en donde e st á la Piedra de la Unción, por­que era o bstáculo insuperable para el ron tis y entrada á la B1síli ca. La vasta, complicada é irreg ular edifi ­cación actua l es, pues, la misma en su conj unto y en algunos de sus detalles que a de los Cruzado>; sólo que entonces, y aun en muchvs siglos poste riores, perte-ne cfa exclusivamente á los latin os y no se h J. bían introd ucido los desperfectos pro­ven iente s d e hallarse h oy repa rtida entre se is rit os dis tintos, que viven en constan­e lu ch a para usurparse lo qu e les sea dado atrapar, sin m éjorar na da, si em pre en detrimento de la maj estad del culto divi no, del arte y de los derec h os d e sus eg ít imos dueños , lo s ortodoxos roma nos. EA distintas épocas ha sido preciso ha­cer im po rtantes restauraciones. Entre éstas m erece especial m e n ción la que l l evó á cabo e n 1555 el R evdmo. Padre Bonifac io de Ragusa, Custodto e n esa f e­cha de Tierra Santa, y d espués O ~ is,J o d e Stagno, Narradas por é l mismo las di­ficultades que hubo de vencer para poder acomet e r la obra, dice en la relación que firmó de su puño y letra el 13 de Mayo de 1570: " Pareciendo indispensable demoler compl e tam ente la fábrica antigua (en el centro de la r otonda), para dar mayor sol id ez y duración á la que debía reem­plazarla, vimos con nu estros propios oj os el Sepulcro de J es ucristo, ca vado e n la piedra, y en él dos ángele s pintados, uno de los cuale s llevaba e n la mano un ró-ulo con estas palabras: Sun-exil, non esl Me. El otro, señala ndo el Sepulcro con e l dedo, osten t aba esta inscripción: Ecce locus tt bz' posuerui'll eum. Estas im ágenes se d es­hicie r on ca si enteramente apen as puestas en contac to con e l aire. Habiéndonos visto precisados á r emover una de las Josas de alabastco q ue Santa Ele na habla he c ho colocar allí para cubrir el S ep ul cro, á fin de que se pudiese celebrar en él e l Sa n­t o S acrifi cio de la Misa, vimos patente el 1 ugar in efable en q •1e el Hijo del H o m­bre estuvo por espacio de tres días : de manera que á N6s y á los que estaban ,presentes, pareció ver los ci e los abiertos. Aqu el b e ndito lu gar, en el qu e se echa . ban de ver en todas partes seña les de la sang re de nuestro Salvador, mez clada con el ung üe nto que ha bía se r vid o para embalsamarlo, ofrecfase á nu e stros ojos como una imagen del sol r esplande cien­t e , A su vista, exhalámos ti ernos ge midos, derram ámos lágrimas y b esám os con amor aquell os r f's tos veneran dos y divi. nos. Ninguno de los que estaban presen. t es, que e ra n mu c h os, p ues ha bí an acu­dido en tropel numerosos cristia nos de las naci ones de Ori e nte y O~cidente, po. día reprimir Jos transportes de su ternu. ra á la vista del div in o tesoro. Unos de­rramaban abunda ntes lágrimas; otros desfalle cieron. Tan grande era el entu­siasmo, la es¡.>ecie de éxtasis, de santo estupor de que estaban poseídos todos los con currentes." Encontró también dentro del S epulcro un trozo de leño, probablemente de la verdad era cruz, envuelto en ri co sudario muy us a do, con una inscripción . Cubrió de nu e vo e l lech o sepulcral, qu e mide un metro oche nta centímetros de largo po r nov enta y tre s centímetros de ancho y se alza del suelo sesenta y seis centí­metros, con una 1 sa de mármol blanco, que es precisamente la que aún subsiste. N o se ti ene noti cia de que posteriormen­te alguno haya vuelt) á levantar esa losa para ver y tocar la propia roca sagrada. El peregrino penetra en la cámara donde, adh e rido por la derecha :í la mas :>t roque· ra , se e ncuentra e l lecho mortuorio ; sabe d e ci erto que esa es la Tumba qu e guardó los restos morta les d el H ombre-Dios,pero no puede ve r ni t ocar e l propio Se pulcro, tallado en la roca, porque está cubie rto por encima con la J o~a ind icada, lo mismo que por el frent e . Los e xtremos dan con los muros de la capilla 6 estrecho recinto que g uarda el prec ioso monumento. Este se hall a pr ecedido de la Capilla del Angel, en cuyo centro, sobre una columna de má rmol, se pu ede ver y be sar un fra'g­mento de la g-ran piedra r edonda que ce· rraba la entrada de la cámara mo rtuoria. Esta capilla ocu pa, pues, el lugar donde se hallaba el vestíbulo de la Sagrada Tum­ba y mide tres metros cuarenta y cin· co centíme tros de 1"-rgo por dos con vein­ti cinco de ancho. Desde ella se oye la misa que se celebra sobre el Santo Se­pu lcro, porque dentro de su propia capi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL HO~AR CATOLICO 103 lla apenas cabrán, con e l ce leb rante, tres personas, pues sólo mide dos metros sie­te centím etros de largo por uno con no­venta y tre s de ancho, comprendiendo e l -espacio que ocupa el mismo Santo Sepul­cro, p o r lo que en la misa conventual que 'se celel-,ra t odos los días, á las siete d e la maña n a, el Subdiácono tiene que quedar­se fu éra , en la Ca pilla d e l A , gel, arri­mado 3 la peq,J e ñ:s. pu erta por donde se entra á ese mism o glorioso recinto. El tem ple t e ó edículo qu e encierra e s­tas dos capi ll a s es de forma r ectangu lar­y termina al O. en pentágo.w. S e al za 'Sobre el pavimento c osa d e cinco Ó seis metros y e ncima de la pequ e ña terr aza -adornada con las columnitas que ha y en 'l a parte superi or,-se el e va un a especie -de cú pula de estilo moscovita , que t rata de semejar una corona . En e l mismo temple­te, los c optos ti e ne n una peque ña capilla adosad a á la cab ece ra d e l edíc ulo del Santo Sepulcro. Todo esto ocu pa el c en tro de la pri­mitiva Anaslasis, y h oy el de la ro tond a, ·coronada ésta por la airosa cú¡.JUia que en el siglo pasado reconstruyero:1 los g·ob ie r­nos francés, ruso y otoma no. D esg racia­damente, la inte rv e nción de los griegos en casi todas las obras de reconstruc­ción en la Basílica ha sido funesta á la ·vez que para la r el igión para el arte. Como ya lo in dicamos , la Bas(Jica ac­tual, en su conjunto, es la misma que le ­vantaron los Cruzados, cons ervando en los muros de la r otond a de l S"lnto S e pul­cro y en otros lugares lo que hallaron de las edificaci on es de Co nstantino . La fachada conserva r estos de su pri. mitiva belleZ", con sus columnitas, ca pi ­teles, arcbivolt as, adornadas d e fo llaj es, manzanas, molduras, et c. De la s d os pue r­tas que hay, la de la derecha , ye ndo de frent e, ll eva un sigl o de esta r murada. A la d erech a de esta puert'l se encu e ntra la capilla ú oratorio de Santa María Egip­cíaca ; pertenece á los griegos. Encima de ésta, formando prim er pis <>, la capilla de los Francos, ued icada á Nu estra S t ño· ra de 1 ·s Dolores y á San J uan; perte ne­ce á Jos latinos, y en ella se celebra la misa dia riamente , El atrio mid e di eci siete me tros de an­cho por veinti ci nco de largo; tiene al E, la entrada al c onve nto griego de San Abraham, á la capilla armenia de San Juan y á la capilla d e San Miguel; al O. se ven los ábsides de las capil las griegas anterior es al siglo X de Santiago el Me­nor, d e San Juan, d e S a nta María Mag­dalena y d e los Cuarenta M ártires. Sobre e l ángulo N . O . se alza e l cam panario, en otro tiempo h e rm o> ísimo, hoy mutilado en su parte superior. La entrada á la Bas{li ca contrista el corazón cnstiano : á la izquierda, lo pri­mero qu e se ad vierte es e l dá;án turco, do nd e , p or Jo r eg ular, h a y de tre s á cua... tro musulman es fum ando ó ch a rlando con aqllel aire perezos o é ind olente que les. es cara cte rístic o ; se avanza un poco y qu eda el viaj ero desconcertado por las irregularidades que nota al ver gruesos y ennegrecidos muros donde d ebía hallar­se la na ve despe ja da ; oscu ros corr e do­res á Jos lados, etc. Si t oma por la dere­cha , halla las dos e scal eras pur donde se sube al Calvario; si ¡;orla iz r1u ie rda, va directamente á la r otonda, Pn cu yo cen­tro se halla el templete q ue guarda e l Santo Se pul cro; si por el fre nt e, ce rca al muro co n qu e Jo s grieg o s afe a ron la Ba­s! li : a para hacerse en su pr o pio centr<> iglesia peculi ar, en: ue ntra la Piedra de la. Uncz!m, primer santuario qu E visit a al entrar por prime ra vez en el espacioso templo. S ob re la roca, re c ubi erta hoy con una piedra labrada d el país, asegura la tradición fu e colocado el OtJe rpo de Cristo pa ra ser ungido con rico bálsamo y perfum es, antes de ll evarlo al Sepul­cro. Pertenece en común á los latinos, griegos, armenios y coptos, Jos cuales. mantien en sus l ámparas respectivas, siem­p r e en ce ndidas, y los cand elabros que suste ntan e normes c iri os. Al seguir para la rotonda, se tropieza con una piedra cir c ular, conocida con el nombre de L ugar de l as Santas Mujeres; m ás adela nte se pen etra e n ella : mide diecinueve metros trein t a centíme tros de diámetro, y está r odeada de rli eciocha macizos pila re s encima de los cuales hay dos gale rías sobrepu estas, de dieciocho arcos cada una El piso bajo de estas ga­lerías formaba una h e rm osa n a ve circu. lar ; h oy está convertí lo en ca r illas y ha-. hitaciones de distintos ri tos, lo mismo que las galerías. En la c apilla dt! io s siria­nos jacobitas, situada frente á la que tie­nen los coptos cerca al Santo Sepulcr<>, se halla el paso para la cámara d onde, l • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL HOGAR CATOLICO ll04 )-------------------------------------------------------- 1 -está, con otros nichcs, el sep ul cro de José de Arimatea. En la fachada d e l ed{. culo del Santo Sepulcro se ven cuatro co­) umnitas en forma d e espiral y tres cua­dros, pertenecientes, el más alto, á. los latinos, e l de l m edio, á los griego~, y el i nfe rior á los armenios ; delante de cada uno arde una lámpara. Hay adem ás grue. sos candelabros con ciri os y mu chas Jám. paras dentro y fuéra, pertenecientes á los div ersos ritos que tienen derecho a l ser. vicio religioso, ¡:;or turnos, en la Sagrada Tumba. . Siguiendo del coro de los franciscanos, situado al frente de la far hada del te m­plete del Santo · S epulcro, en dirección norte, se llega á la Capilla de Santa María Magdaltna; no lejos, en la misma direc­ción , está la capi lla ó igl e sia d e la Aparz'­_ cz(m de Jesús á su Madre . Esta pequeña iglesia, cuyo altar, dedicado á la Inmacu­lada, tiene el carácte r de santuario de primera cbse, es lo mejor te nido y ser. -v)ido que se a dvierte en toda la Basílica, porque allf está resenrado e l Santísimo y celebran Jos hij os de San Francisco, con Ja regularidad debida, todos Jos oficios ce comuni dad en su coro. En este lugar el peregrino católico haJia un albPrgue tranquilo dentro de la BasÍlica, porque no tropieza con griegos, turcos, sirianos, armenios, etc., siempre mal avenidos con los latinos. L os dulcf:s franciscanos lo reciben con la sonrisa en Jos labios y aun lo conduce n, si qui ere, á su estr e cho convento donde, som etidos á irfi­nltas privaciones, viven haciEndo la cus­todia de esos Santos Lu g-ar es, gratbimos al corazón sacerdotal. Hoy les es dado dis · frutar de la pequeña a zo tea, que á precio de oro les consiguió en 1869 d Empe rador de Austria, Francisco J o ~é; antes estaban privados de ver e l cielo y no podían res­pirar inoun aire siempre malsano. No ha. .ce mu ;J-. os años sorprenclieron á los grie­gos con el campanario que en uno de Jos extremos de la azotea y sob;e los muros de la Basílica levantaron sigilosamente. En toda la Santa Ciudad se puede n ofr ya los ecos sonoros de las ca m pa nas con que los abnegados reli giosos convida n á las funciones sagradas, y no es pri vil egio ex. .elusivo de los gri egos, quienes desde ti e m­po atrás han tenido el . domi nio d el viejo <:ampanario de los cruzados, desfigurado por ellos, según hace n con todo lo que se apropian, como sello carac t e rísti co de su mala fe. La misma capilla de la Aparición tiene á la derecha rle l altar de la Virgen otro altar, e n e l c ua l se venera e l fragmen­to de la Columna de la Ffagelacz'ón, de se ten­ta y cinco ce n tímetros de largo, que que­dó en J e rusalén; es igualmente santuario de primera clase. Al salir de esta capilla, un poco ade­lante, se ve á la izquie rda la sacristía franciscan a ; Juégo, yendo en dirección E, hay una lar.ga galerfa de siete arcos, llamados de la Virlfe_n. Más adelante está la ca pilla de la Priszón de Crúlo, pertene­ci ente á Jos gr iegos. Sigue lo que llaman Dea mbulalorz·o , lo cual no es otra cos a que la nave la teral izquierda de la Basílica, o~c11ra y sin nada particular; u n poco adelante se ve la Capilla de San L onginos y después la de la Dz'vz'sión de las vcsHduras; esta última ocupa la par te que mira más al E. de la Basíli ca . A pocos pasos se en­cuentra la. puer ta y la larga y casi des­truída graderfa que conduce á la iglesia de Santa Cruz Ó de Santa Elena. El pa­vim en to se halla cir•co metros más bajo que el de la Basílica, tiene tres naves y una peque ña cúpula; pertenece á los armen ios, y e l altar del ábs ide está de­dicado á Santa Elena. Descendie ndo por e 1 ángulo SE. de esta iglesia, se llega á­la gruta ó capilla de la Invenáón de la Santa Cruz; pertenece á los h1tinos. Tan­to en ésta, como en e l altar de :Santa Ele­na, madre de Con s tanti r.o , se puede ga­nar indulgencia plena ri a, Jo mismo que en los dos santuarios de ia capilla de la Aparición. V olv iendo á la Basí lica, se sigue por detrás d e l coro de los griegos hasta dar co n un a de las escal e ras que ll ev an al C?lvario. En este corto trayecto se ve á la izquierda la CapzUa de los Impropm·os y de la c~ronacz'ón de espzizas; pertenece á Jos griegos y se venera en ella un frag­mento de la columna en que el Salvador hubo de sentarse cuando en casa de Pi­la tos los ~ o ldados lo hi cieron objeto de bur la . Por la escalera indi cada se sube á la colina sagrada, teatro de la redención del género humano y po r consiguiente el lugar más digno de la ve ne ración y amor· de k s cristianos. Este augusto santuario se halla dividido e n dos naves ó capillas, de las cuales la de la derecha 6 S. pertenece Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL HOGAR CATOLICO á los latinos, y la N., á los griegos. En la primera, los franciscanos, con su magnífi­co altar en el.Jugar donde fue la Cr ucifixz'ó n, convidan á orar con sosegada tranquili­dad. Un poco á la izquierda de és te ti enen además el altar d e l Stabal Maler, precisa­mente donde la Virge n Inmaculada pre­senció la ag onfa de su Divino H ijo y lo recibió luégo en sus brazos. En estos santuarios, lo mismo qu':! en el Santo Sepulcro, se gana indulgencia pl e na ri a; nos fue dada la di cha incom pa rable de cele brar en todos e llos la Santa M is a. En el fo ndo de la capilla N., s o 'Jre u na plataforma de medio metro de altura , se ve el altar grieg0, y debajo el disco de plata, abierto en el centro, que se ñala el lugar dond e, alzada en alto la Cruz, mu­rió J esús, el a vado en ella ... ! Todo, e n los múltiples santuarios que hay en la Basílica, despie r ta en el pe re­grino e mocione s á cual m ás intensa s ; pero en el Santo Sepulcro, y sobre to do e n el Calvario, se siente como fuéra de si, co n el pecho o primido de tal manera p o r el dolor, que quisiera prorrumpir en g e mi­dos, y pe rmanecer allí horas y más ho­ras, bañando con las dulces lá grimas, que no pueden dejar de brotar en abundancia, aquellas rocas que, santificadas con el más grande y generoso de 'os sacrifi­cios, contemplaron el dolor más sublime que hayan visto cielos y tierra l Dos discos de mármol negro, col o ca­dos á uno y otro lado d e l altar, señalan el sitio pro bable que ocuparon las cruces de los ladrones. A la derecha, removien­do una placa metálica, se puede ver la ancha h e ndidura que se abrió en la roca, en el momento de la expiración del Salvador. E sta partidura puede obser­varse también en la Capüla de Add n, si­tuada debajo del Calvario. Al salir de esta misteriosa capilla, el peregrino se vuelve á encontrar cerca de la Piedra de la Unción, y por consiguiente no distante de la pu erta de la Basílica. Nada más conmo vedor que la proce­sión que tcdos los días á las cuatro de la tarde recorre los principales santuarios del monumental templo. R e uni dos mu­chos franciscanos con los pe reg rino s, y provistos todos de ceritas delgadas y de los rituales respectivos, entonan en la Capilla del Sacramento la antífona O Sacrum, etc. ; siguen á la Columna de la. Flagelaa'ón, después á la capilla de la Cdr­cel de Crz'slo ; en seguida se visita la de la Dt"vz'sz'ón de las VesHduras. De aquí se párte para el lugar de la Inven ct'ó n de la San/a Cruz y se sube luégo al Altar ele Sa n /a Elena, de do nd e se va á la Colum­na de la Cor on act'ón y de los Improp er ios-. De este lugar se asr iende al Calvario, y ya en él se sigue al L ugar de la Crucifix ión . De aquí se ll ega á la R oc a sagrada, don­de Cristo fu e le va ntado en la cruz y muri ó. Se baja á la P t'edra de la Un­et'ón ; se sigue de ahí al Sartlo Seput.:... ero ; lu égo á la Capz'lla de Santa Ma ría ~Mag dalena, y se concluye la procesión en la misma Capill a de la Ap arú:z'ón.,. d onde come nzó . Para cada v isit a se canta el himno res­pe ctivo con sus antífo na s, ve rsículos y oració n. Al r e tirarse e l per egrino, g uar­da cuidadosamente la ce rita,-como r e­cue rdo ¡;:ratfs im o, - y cua si aturdid o Ie parece hallarse domina do por las im pre­s ione s del más misteri oso sue ñ o ; e n t odo caso, á dura s pe nas se d a cue nta, como Moisés e n e l O r eb, de qu e ha recorridO­los mismos lu g ares en q ue el Hombre . D ios de jó sus hU e llas e n.san g r entadas,. en tregó su esp íritu al Padre , fu e sep ulta­do y r e sucitó gl orioso. Mad rid, Febrero de 1909 A mi hija Elena CON MOTIVO DE S US VO T OS P ERPETUOS Oh! ¡ Cu án so lemne es para t í es te día ! Haces á tu Señor el d óu de tu a lma ; Tu juve n tud por siem pre s acrificas Del R edentor e n las benditas aras. ¡C uá n valien te eres, bija ... ! Ya co mpr end0, L a ab negación d e aquellas denodadas H er oínas que dieron su existe nc ia En h olocau sto d e la fe cristiana. E l mundo co nocis t e en eda d t ier n a, Y los OJ OS ce r ra s te á sus fa lacias, Y los al zaste á la r eg·i ón s ubli me De la verdad y el bién, la fe y la g r acia. ¡Fel iz t ú , q¡; e el eg is t e p or es p oso A Aq u el que bl'i uda amor, y n unca engaña p­y le va ntas te á la man sión eterna Tu vir g· inal, p ur ísima esperan za ! ¡Pe r o yo .. . ! l\1 e dej as te en este m undo Entrega d o al va ivén de turbi as ag ua s, En es te mar que la tormenta ag ita Y do el viajero mí sero naufrag a. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 106 EL HOGAR CATOLICO Tú vivías en mí ; m e comprendías, Y mis oc ultas pena s aliviabas; Tú mi vida endulzabas g ener os a ; Tú enjug·abas, solícita, mis lág rimas .... ¡Pero silencio ... 1 El sacrifi cio es d oble: Tú lo consumas con serena calma ; T6came á mí imitarte, y tras tus huellas Seguir tam bién con valerosa pl a nta. Dáme valor, y ruéga por tu triste Viej o, rendido ya bajo l a c arga De su orfa ndad ; por este s olitario Que ya su lucha con la vida acaba. Suba por mí, dulcísima hija mía, A los cielos tu fé rvida pleg aria, Y alcánzame va lor para que pueda Dejar aquí mi despedida amarg a : ¡Adiós . . • ! Bendíce á tu a batido padre Del s acrificio con el sig no armada! .A.dióa .. ! ¡Adiós ... ! ¡Tu casta fren te oprimo Y esta mpo en ella el ósculo de mi alma! ENRIQUE ALVAR EZ BONILLA . LA TARDE DE LA VIDA ( Traducción del Presbíter o D. Francisco J osé Verg~ ra) TERCERA PARTE-EL SACERDOTE CAPITULO I El alma del enfermo La vida, que en cada uno de n 0s otros ha tenido su aurora, su de sar r oll o prog res ivo y su curso más ó m e n os larg o y m ás ó menos mezclad o d e goces y tristezas , tendrá tam­bién su fin. Así c om o l u l uz d el d ía, q ue se exting ue en tre las somb r as d e la noch e, la vida acabará tam bi én, v olvienJo á la sombra .Y al silencio. E s ta última faz de una exist en cia que t er ­mina tiene también alg o de so lem ne y conmo­v edor. S e sien te que la vi da no conc :uye aquí l!'i no par a volver á empeza r en otra pa r te, y parece que sus últim os la tidos pe r tenecen y a á ese desconocido ter rible y mis ter ios o en que, seg ú n la fe, continú a la hi storia de la s al­mas. H asta ahora hemos tratad o de la en fe rme­dad, ese mensaj er o de Dios, cuya misión p ro­vide n cia! n o si em pr e se compr en de bien . La enfer m eda d no es sola mente el crisol e n que s e puri fi ca la v ida, s ino ta mb 1én el molde de don de sale r ejuvenecida y perfecta. La su­mis ión á la vo luntad de Dios, que envía l a enfermed ad , no es incompat ible, como ya lo a notámo s, con el deber de proteg er nues­t ra existencia e nlra el mal de q ue se ve atac ada, sal vo el cuid ad o de l os intereses d el . a lma y de los d el c uer po, que he mos de pro­curar en la elección del m éd ico al que otor- 1 guemos nuest ra con fianza. En las líneas que sig uen trataremos so­bre tod o de l os intereses de esta alma, que va á comparecer delante de Dios. A los oj os de la ciencia, y desde un punto d e vi sta me: ame nte humano, el enfermo es y a digno de t oda atención. Tiene la grande­z a mor a l de un vencido, al que nadie se atreve y a á h erir; y por humillantes que sean l os des fa llec imientos de ese cuerpo qu ebr antado 6 len tamente devorado p Cl r la enfermedad, el enfermo no es menos digno de respeto y c on­sider aciones . P er o es la fe la que principalmen te nos re­vela t odo lo que hay en el enfermo de no bleza y dignidad. El S alvador, que r eha bilitó la pobreza al tomarla para sí en Betl en y Na­za ret, quiso tnmbié n ennoblecer el dolor, y por t anto se condenó á los sufrimientos. Ha­bía venido para salvar las almas, y dio c omo prueba de su misión divina la c urac ión de los enfermos . A los que les interrogaba sobre esa misión, les res pondí a: ·'Id á anunciar que son curados los e nfermos." Enfermos eran les que de todas partes le llevaban ; y como para enseñarnos lo que nos­otros debíamos hacer después, para ellos eran sus palabras más dulces y sus más ti ernos cuid<~ d o s. Ni esperaba á veces que los enfer­mos llegase n hasta EL, sino. l es curaba d esde lej os, como lo hizo c on el criado del centu­rión. Por la tarde, cuando el d ía había trans­cur rid o en las fa enas de la · predi caci ón, pa­recía hallar repos ) en el e u d ndo de l os en­fe rm os; le ; hablaba dulce mente ; exte ndía s obre ellos sus manos , beodicié ndoles, y los d espachaba curados. " Para colmar los d. e hon or , dice Mon se ñ or Planlier, hace m i em bros de su propia Huma­nidad Santís ima á todos los que sufren ; con­sider a como hechos á E L mismo los cuid a dos que á aquéll os se pr odiguen ; reputa ofe ns.a á EL m is mo el a bandono en que se l es deje ; y aun pod ría d ecirse, a mplificand o la hermo­sa fr ase de Salvian o, que así com o Cristo es el que m end1g a en l a univer sa lidad de los in­d ig·e ntcs, E L es también el que s ufr e en la u niver s alid a d de los enferm os." Esta maj es tad de que D ios ha r r vestido el d olor, asig na á és te , ig u alme nte, u n rang o magnífico en la Ig les ia , y un lugar de pr~.fe­renci a en s us res pe tos y en su abneg-a c10n. Bo ssuet h abl a ba elocuentem ente de la " emi­nente d ig nidad de l os p ob res en la Ig lesia.'' Apropiá ndon os esta pala br a, podríamos ha­blar de l a eminente di g nidad de los enfer­mos. P ara h o nrar en los e nfermos la imagen de AQUEL que es el ob jet o de sus adoracion es, la Igl esia les ha con s truído casas suntuosas co­m o los pa lacios, y cas i tan ven erPd as como los templos ; y para cuidar de ellos allí mis­mo, ha suscitado legiones de servidores vo­luntari os, que se muestran altivos de su mi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL HOGAR CATOLICO 107 -sión, y miran como un hon or el cumplimien­to de faenas de que difícilmen te se en carga un merce n ario. Esta noble misión s e nos confía b mbién á todos, pues á carla uno de noso tros encarg·a Dios , 9 lo meno,; dentro de cierta med ida, el cuidado de es a alma qu e va á d ej ar la ti e rr,t. Cuando s e h ayan ag otad o eo torno del le­cho tod s los cuidados que dicta e l afecto y todos los rec ursos que dicta la expe riencia; cuando b ciencia misma se d rclare impotcll­te, ent o nce.~ , no si n perder l a última espe­ranza, debéis pen sar en esa alma, que es todo lo que os q u· ·da de esos seres queridos. H ay un ho,ubre á qui e n el munrl o escép­til'o y burlón nfecta tratar con desdén, cuan­do no se le ir r oga l a injuri a de clasilicarl e entre lo s que d esempeñan una fun ión cual­quiera, retr i buída por el Estado ( 1 ) . Su mi­sión e s discutida p 1r u nos y desconoei.Ja p or o tr os; para muchos v iene á ser c omo un pe r­sonaj e extraño, cuya palab ra es importuna y cuya presencia fastidia. Si se l e hace lugar á vec. e~ e n las reuni " nes ordinar ias, se le teme en las horas rl olor os a s d e la enfer m e dad ; pa ­rece que en los p li egues de su austero traje lleva ra un a especie de senten c ia de muerte. El médico pue.le multiplicar sus visitas, de cuya i nuti lidad nadie se hace ilus ió n; los amigos, y el Notario mismo, podrán tratar larga m ente de las dispos ici ones t estamenta­rias ; só lo a l sacerdote se le t eme como á h o mbre de mal presagio. El cél ebre fi 'ós ofo Cousin, hallán rlose un día de paseo con un amigo, a lcanzó á ver á un sacerdote que entraba á un a pobre viYi en ­da, llevando b ~ j o el brazo una sobrepelliz y una estola. Cousio le siguió con la mirada, y volvi éndose le dijo : " ¿ V éi s á ese sacerdote? Va á hacer una gran cosa: v .¡ á a y udar á un hombre á bien m orir. Nosotros, durante, treinta años, hemos tratad o de d emos trar la existencia del al ma sin lograr lo jamás. Mientl'as tant o, esto s sa­cerd ote s que desd eñamos. van á co m uatir el vici o en las almas de los malos; la tentación, e n los que dudan; la des es peración , en lo s que s ufren. A todos ,>Jcanza el soco rro de su abneg ación, tan heroica como d esconocida . Y n osot r os qu er ria r1w s arroj a rl vs a l agua . Más v a ldría q ue nos arrf'jaran á no s otros mis ­mos. ¡ Sí ! Ell vs se ~acrifican por es a.l almas cuya ex istenci a nosotros di , cuti.n os tan in­ú tilmente. i Sí 1 E llos son ne<"esarios; y no s­otros, con toda n t e •lra ciencia, ¿ d ~ qué se r­vim os? V am e- s lÍ rxami uar e n una se r ie d e confe­rencias si r l srcerdote m er ece esa d rsconfi an­za de que tan á me n u ':lo se le r odea , y lo que v alen la s razones que una indi¡;na debilidad se forja p or t e ner á ese h ombre á raya; en una palabr~, tratarem os de comentar útil- (1 ) Esto en Francia. (Nota del Traductor). mente aquellas palabras del Apóstol Santia­go : " ¿ Eotá enfermo alguno e ntre vos otros? -Llame á l os presbíteros de la Ig les ia." (Santiago. V . 14). El Angelus El ÁNGELUS es una oración que hemos de rezar por la mañana, al medio "d ía y á la caí­da de la tarde . a l toqu e de la campana, para ve n erar á la Madre de Dios y adora r al propio tiempo el i lfi sterio d e la Encarna­ción. E l que estos toques se d en al salir y al pon erse el s ol, y cuando es tá en lo más alto del ciel o se funda e n que Cristo es el Sol de gracia q~e da lu z a l mundo. L a apari~i?.n del sol en el ciel o nos recuerda la apanc10n de Cri s to e n la tierra, y, por consiguiente, su Enca rn ac i ón . Añádase que, en la orac ión que hacemos en estos tres tiempos, recordamos la Anu nciación del naci m iento de Cris t o, pues d eci m os: 1) E l á ngel del S e ñor (el Arcángel San Gabrie l) anunció á María (en N azareth), el nacim ien to de J esús; y ella concibió del Espíritu Santo (es to es, se hizo Madr e de Cristo por obra del Espíritu Santo). 2 ) Hé aquí la esclava del S eñor: h á gase en mí COJ?-­form e á tu palabr a. (C on esta pa labra, atraJO Ma ría á la ti erra al Hij o de Di os) . 3) Y el V erbo (HiJO de Dios) se hizo car n e (esto es, se hizo h ombre ) y v ivió e ntre n os J tros (los treinta y tres años de su v id a mortal~ . La costumbr e de tocar l as tres veces á la oración d ata del tiempo d e las Cru .:adas ( lesrle 1095 ). Con todo eso, ya desde más antiguo se so­lía co nvidar á l a ora ción tocando la campana de ma ña nitn, y es taba tam bién en uso en mu­chos p ¡nblos e l t oque d e l anoch ecer, para que lo ~ extravi ad os en los bosques h al la ran más fá c ilmente el c am ino del a lbergue; por eso se lla maba a este t oque e l de los e x;tra­vi ados. P or la mi s ma causa hay en Ru sw la costumbre de tocar las campanas en las g ran­des nevadas, para que los ca min a nt~s pu edan d irigirse al lugar de r efug io . La m1 sma cos­tum br e tie n e n los mo~jes de San Berna rdo: Des de el ti em po d e las Cruzadas se co me nzo á toca ¡· r e gular,nente á la mañana y á la n?-' che (media b ora antes de s a ltr e l sol y medta hora drspu és d e p on er se) á la orac ió n para la r eco n quista de la Tierra Santa. (U rbnn o II, ' "95). El t oqu e drl medi o día se _añ~d_i -J ID;ás tarde. !Ca lixto 111 , 14 56 ) . Al ,pnn c ipiD_ so!~ s e rezaba un Padr enués lr o, luego se anadw un t\ ve m a rín . Más ad el ante se dividió es ta oración e n tres toq ues (á h on ra, en cierto modo, de la Santb i ma Trini dad) y en cada t oq ue se r ezaba u n Avemaría para alc a nzar de la Virgen la extirpac ión de las h erejías. El ANGELus, en su forma actual, nac ió en la Edad moderna. (Benedic to X III concedió i ndu lg encias á Jo¡; que lo r ez aran, 1 ¡.:¡4 ). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I08 EL HOGAR CATOLICO Después del toque de la tarde se suele to­c;; r.otra vez e l llamado toque de ánimas, excitando <Í orar por las benditas almas del Purgatorio . . El que, al sonar esta campana, dice de r o­d~ llas un Padreo u é stro y A vemaríu, aña­dtendo: Dadles, Señor, ete rno d e~ ca ns o , y luzca para eilas la l uz perpetua. ( REQUJEM AETEI\ NAM DONA PIS DOMINE, ET LUX PEI\ PETUA L?CEAT EIS), a lcanza c ien día s de indulgen­Cia. (Clem. XII, q36\ San Alfonso M. de Li­~ orio dej,aba c_ua lquiera ocupación, e n segui­da que 01a t u ner la campana de l . A N GEl us . En muchas regi r n es ( en la es tación tem plada d el año) hay la costumbre de deteners e y re­zar con la c a beza descu b ie r ta el ANG ELUS a un en los caminos . FRANCISCO ESPJRAG O Actos de la Santa Sede -El . ~ de Eo e ~o y e l 30 de Marzo (! e Igo8 conced to Su Santidad á los soldados el p ri vi­legio de poderse investir por s í m ism os e l E s ca pulariO d e Nu estra Señora d el Carm en. - E l 8 de Julio d el mis m o año d e c l a 1 ó, p .1 r medio de d ecreto es pecia l, P a trono d e Jos ora­dores sag-rados á San Juan Crisóstc mo. -.El I8 de l\farzo d e. ¡gr g c oncedió, por med!o d e la Sagr~da Congreg ación drd Sr. oto O_ficw , 50 días de in d ul grn c¡ a, aplica b le á los dtfuntos, cada vez que se b é se el anillo el e los Cardenales, A rzo bi spo": y Ob is p os . . -Por Decreto de l a misma Sagrada Cono- r e ­ga, ción ( I, 0 de Abril de 1 gog) s e c Gn ced e per­mtso á toJo s ac e rdote p;.r a dar la Be n di ci ó n Apos tó lica fn el artículo el e la muer te á Jos re~i&·ioso s d e v otos solemnes ó simples, al ad­mmtstrarles Jo s últimos sacra m entos. -Ig u a lmente co n cede 3oo día s de indul­gencia, apli cables á !as alm a~ del pu rga t 'l rio, !'-los que, con corazon co ntrito, ree itaren la Jaculator ia : To ,l o p or Vos, Cora zó n Sacra-ilsimo de J esás . · -El 18 de Ma rzo de 190 9 con c edió la mis­ma Sag rada Co ng reg ación del Santo Ofici o á los sa c erdotes autor iza dos pnra b endec i r c o­ronas , r osar!os, cruces, e tc., facnltad de e ·n­ceder 5 0 días d e indulgen cia, aplicables á las almas d e ! purgator io, á las n: ecl a llas dt' l N iñ o Jes ús , s iem p r e q u e, b e sando los fi e lr s la im a­gen sagrada, diga n: Santo N i iío J es ú s ben - decidnos. ' -El 13 d e Marzo de l mism o a ñ o prohibió que se re emplazaran e n l os ros3ri os ó camán­dulas l os g ranos del Pater nostcr por m ed a­llas. -!gu ~lm ~ nle p ro? '. b ió c on ced er s e pul t ura ecle siá s tlC~ a l os caLo ltcos c¡ue hao contraído malr!m o mo .d e l.a nte d e l min istro h ereje, co­nw tá 1, consin ti endo explícita ó implícit am e n­te en la educa ción de sus hijos en l a h err j ía habiendo incurrido por esto en la excomu: nión, si mueren sin haber s e rec,mcil iado con la Iglesia ó s in haber dado jamás ninguna señal de arrepentimiento ( 8 de Ma yo de 1907 ) (Del Vade-mecum sacerd o tis de IgiO) EXTERIOR INSTITUT O BíBLICO.-Ya está dando opimos frutos e l fund ado por Su Santidad en la ciu­dad eterna, según el Bre ve Vinea Electa de 7 de Mayo de I gog, para pro.nover de l mejor m od o p Jsi ble los estudios bíblicos, según el sentir d e la Iglesia. Ha conferi~o a lg unos grade s de D?c~ or en Sagrada Escntura, y el 3 de l\lar~o ult:mo el R. P. F o nck i naug uró las conferencias en la Saia Pía, cerca d el Puente de San Angel, con un concurso de I , 500 p ersonas, viéndose en los primeros pues­tos á ks Cardenal es Marti oelli, Saominia l e ­lli y Jos principales Prelad os del Vaticano. El tem a de las confer e ncil'l s d e este año se re­duce á r es .[ ver las dificulta de s sacadas de las ciencias naturales contr a la inerrancia de la Sagra da E scritu:·a, Amee izó, dice Razón y Fe, s u conferencia, el R eetor del I n stituto Bí­bli c o, con proyec -io ncs r f lativ,. s <Í la fl ora y á la fauna d e Pales tina, j m d i rt .!~ d e J a ff a , fuen­tr s d el J o rd ·1n, orilla s della!3· · d e Gen ezar eth, cumbr e s de l Líba n o, páj a ro~ , s r. rpicnteq, i n ­sectos, r oe dores, cuadrúped os, Pi e. EL CA NTO EN LAS IGLES!AS.-En una entre­vista que tu v o con el Suu1o P on t. ifi : e el pe­rind is t>J A. Coquard, oyó d e ~ u ~ la !, i os , según refiere L' Echo d e Parí s, las sig uientes pala­bras : " Pued e ser que el empleo de v oces feme­ninas e n los t e mplos n o o frezca en ocas iones inco nve nientes ; pero m ir a cto el co ujunt o del mundo cristian o, presenta tal es p eli g r os, que en ningún c aso ni e n o :n g una nación autori­zare mos s u en s a yo. Hny, cu n todo, u u medio que s e usa en Ita li a, P'r;~ n c ia y Alema nia: ejercitar á las mucltedumóres en el can t o q reqoriano p a ra q ue i1Ue r venqan en la Mt'­sa y funcion es saqradas.'' ( Ra ::ón y Fe) . E s te c anto es, pues, e l c¡ue d e be enseñarse para las i~l cs i as, y oj a lá que se hicie ra de sde la escue la , á fin dC' que lJs n i ños lo Rprendie­, · an, y más t arde pudier a can ta r todo el pue­b lo. Desgraciada m en le nu es tros cantores, e n g en era l , ~ e mue tt·an muy de safectos a l canto g r eg ori ano, e n té rmin os rle que e l sa­c erdote que c ~ola la mis fl conf•1 r me está pres­crito, se ve amarg o para s osten el' la mel odía litúrg ic a , pOt'que rar a vez aci e rtan en el c oro coo..Jas rrsponcio nPs. ¿ Por q ué las socie dades de canto ~ es, cuyo r ficio principal mira á las ig lesias, no aprenden el c a n to grego¡·ia nn, tai com o es, es decir, según las re g l ~ s c¡ue el arte c onsag ra á C'Se canto? Apena oí r las mi­sa s y música profana que en muc h os cRsos sue­len empicar en las i g lesias. -Su EMINENCIA el Cardenal Richelmy, Ar­zobispo de Turío, ha ven dido por diez m Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL HOGAR CATOLICO francus una propiedad suya para invert irlos integramcnte en el sos tcnimient·J d ~ l periódi­co cntól ico It Momento. - EL CoNGRr: so diocesano de París ha toma­do vivísimo empeño en fo :ncnt'll' y sos tener las escuelas católicas, y, para ahogar el mal C3 n la abundancia del bién, J cterminó fundai' Es­cuelas normales para la f Jrrnación del profe­sora1o. Anunció l\Ionseñor Amettc la pronta reforma del ratccisrnn en sentido más :; poLgé­tico y práctico. - SL I:IE CARDEN lL ME ~t ~ IER , Arz0bis­po de Mal inas, h·1 obt·' nido, m cd i :~n te vota­ción unánime del J ur .• Jo, compues to d ) doc­tor es de tod as l ts Universidades de Bélg ica, el pr emi 1 decena ! de hon 1r-codiciado por muchos,-:lebido á lo notable de su ~ obras fil o­sóficas. Se ha die ho del eminente fi lósofo que lleva de frente todo el saber de su s i3· Io, y que, aunqu" aristotélico - tomista, ha sabido expo­ner una d"ctrina original y pcrsJna l, hacien­do penetrar en las idea ~ clásic.Is del más puro escolasticismo las modalidades de las ciencias moder nas. - I o ossrANTE el creciente desar rollo de la impiedad en F ran · ia, co n ~ uel a ver có .no se organizan los ca tólicos en Ligas de oraciones para obtener el favor di vino. En só!o u fl mes la·Arch ic 1fracl ía de Nuest ra Seño"a de l Sa­g- rado Corazón de Soudan i nscr ibió 1,6oo nuevos socios, y se han ob tenido 2.6oo,o Jo Viac1 uc~s para exp :ación y re.neu io de Fran­cia, goo ,ooo misag, 35o,oJo cJmun iones, 4.ooo,o ,o de rosarios y 4.ooo,6 Jo otras obras buenas. La Cl'll::arla del R Jsario ha reparti­do en poco t iempo 13o.ooo,oo:1 de r osari os. -MAH 'MED V, Sultán de Constantin op la, concedió al Cardenal Merry del Vat Secreta­rio de Estado de S. S. , la g ran cruz de la Or · d en de Osmán. Es la p1·imera vez que en un firm án turco se emplea la palabra gran cruz, según J i.·c Razón y F¿. Este acto <;le cor tesía muestra el d ''eo que tiene el Sult,;n de ag-ra­dar á la SA nta Scue. - LA& "ANIFESTAC I):"> ES Católicas CO n t r~ las escuel¡,s laicas y neu tras, que en los últim os meses se h ~n h e~ h -¡ en las principa les ciuda­des de España, han rPsu ltado imp::men tes ta n­to por el número corno por la caliuad de los que han tom,1do parte en ellas. Quiera Dios que de esta mane1·a, y con la unión de todos los buenos, se <~ t aj e la cor r iente de impiedad que arranca de las mismas esferas ofi cia les. Parece sarcasmo un g vbierno ofi c.ialmente catól ico convertido en fa utor principal del anticatolicismo Asi sucedió en Fran: ia, has ­ta que el Esta.Jo rompió ofic ialmente con la Ig lesia. -EN MnNTREAL (Canadá) se celebrará el vigésimo CongrPso Eucarístico inter nacional, del 7 al 11 de Sr ptiembre próximo, bajo la presidencia de un delegado pontificio. -EN ATENCIÓN al ex lraordinario progreso que el Catolicismo va adquiriendo en lnglate-rra , el Il ·no. Sr. Arzobispo de \Vestminste!' ha dispuesto que todos los años se celebre un Congreso católico; el primero tendrá lugar en Lrchr. GLORIOSA CONDENA.-Como t áJ 'mer ece Ca­lificarse la que ha sufrido el Cardenal Arzo­bispo de Reims, qu ien fue condenauo por el tr ibunal civil á pagar 500 francos de multa y las costas de l proceso, por la herm o ~a Pas­toral colectiva dd Episcopado francés contra los perversos li bros de texto qoe infestan, en ese desgraci 1do pa ís, los establtlcimient os de educación . El Cardenal Lu((Ón y los 91 pre­lados que la firmaron están dispueBtos, como los Apóstoles, á sufr ir toua clase de pers ecu­ciones por d e f~ n d er los sagrados der rchos de h Igles ia y de las almas confiad 13 á su cui dado. ¡ FniOLERA 1-L'Eclw de Parfs , h:J.cién­d ose eco de la indignación ljeneral, ha denun­ciado al anticler ical DJez como malversador, y algo más, de los bienes de las Comunidades r eli giosas, que el g·obierno j a co ~J ino de ese país se apropió de manera inicua. Había sido nombrado el honorable liquidador genera l de los bienes de algunas congregaciones, y él no tuvo r eparo en ~j·uarda r s e la simpleza de diez millones, según L ' E cho. El liquidador D..tez (procesado y ddenido) ha dicho que sólo s • r¿seroó cinco mi ll ones. Por las indHgaciones que se han practicado, resultan complicados no poco> políticos de los que se han exh ibido co­mo enemigos furibundos de la Ig l es i ~ . Como era de esperarse, se. han hecho recriminacio­nes poco g alantes, llamándose unos á otros pr otectores de ba ndid os, etc . DoN RúA.- Al morir este varón insigne ha dej ado á la ilustre Congregación Sales iana en si tua.:ión de ásornbrosa prosper idad, no sólo en Europa sino en tod el mundo. El Sumo Pontífice Pío X, los Cardenales, Obispos , Clero, Príncipes de la Casa de Saba­ya, el Pres iJente del Conse jo de Ministros Sr. Luzzatti (jud ío), var ios Ministros, Sena­dores, Diputados, J efes mili tares, Gobernador de Roma, Gobemador y Alca lde de T urín, periódicos de tori os los colorrs, hasta fur iosos ant irleriea les, como La Trtbuna, de Roma é 1l Secolo, de Milán, etc. etc. , han mostrado á porfía, con palabras expres ivas, su inmenso dolor por la pérdida de l g-r an ciudadano de Turín, que pasó haciendo el bién . An te el cadáver pasaron más de 1 oo,ooo personas, y el gobie1 no italiano permi• ió que fuera sepul­tado fué ra del cementerio común, en el san­tuario de Va!salice, cerca á DJn Bosco. VARI A. - iJ,BuOGRAFÍA. Con gusto r eproducimos la sig uiente nota bibliog ráfica que trae el úl­timo número de Ra zón y Fe: " Filosofia del Derecho. Conferencias die ­tadas en la Facultad de Der echo y Ciencias Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. r ro EL HOGAR CA TOLICO Políticas de Bogotá p or PEDRO MARÍA CA­RREÑo, Profesco r en dicha Facultad. Tomo I. Etica !/ d erecho indiutdaa l. Volumen de 239 pág-inas en [¡. 0 pro loogado.-Bogotá, i m­prenta de La Luz, Igog. Baj o el nombre de Füosofla d e/ Derecho comprende el autor en este primer tomo la Etica y el Derecho Natural. Con claridad, orden, erudición só lida y bu en criterio ya ana liz ando l os principies é ideas f undamenta­les de la ética y Derech o Natural, como son el fin del hombre, el orden m or al, la ley eter­na y sus participaciones, la moralidad, la j_us­ticia, el derecho, sus propiedades y especws , el deber y los deberes jurídicos, etc. Estudia la libertad de conciencia, oo en el sentido en que e! liberalismo la proclama como u n a de sus conquistas, sino en cuan to es un derecho limitado, y el autor señala bien la verdadera autoridad que lo limita. El libro vie ne á ser un buen tratado de Filosofía del Derecho, y re sultará completo en su género cuando el autor le añada la crítica de algunas teorías y orien­tacio nes que han aparecido recienteme nte." -DES! B LOS COMIENZOS del mes pasado que­dó mag·oíficamente terminada la reparación de las torres y el frontis de la Catedral. En esta obra, como en otras muc has, el respetable y modesto arquitecto D. Julián Lombaoa ha s alido airoso, p orque el daño que amenazaba la t orre n orte y parte de la f mbró, com o siern pr P, al num eroso a uditorio, con el bellísimo ser­m ón que predicó. H oy se celebra en la misma Catedr al-Ba~ fli­ca, con g ran pompa, l ~t fi esta del S agrado Co­razón de Jesús, y admira el entusiasmo y fer­vo r que caracteriza á la Congrega ción qu e lleva este n ombre gl ori oso . Fue precedida del suntuos o Octavario del Santís im o, el retiro de señoras y la lujosa Novena acostumbrada. También se celebra esta fies ta en la ig·le s ia de San lg·nacio, con triduo de Cuarenta H o­ras; en la de Santa Claro se hará la tradicio­nal y h e rmosa fiesta de Desagravios. En l a Ca pilla d el Sagrar io s erá el do m in­g o, 12 del presente , la fie s ta del Sagrado C orazón, y e l 29 la de San Pedro ; en és t a po­drán ganar indul g· encia plena ria todos Jos que, habiéndose con fesado y c omulg ado, v i­sitm esa ig·les ia y or en según la i n tención del Papa. -EL 6 d el presente celebrará n las R eli gio­s a s de la Visitación, con regia pompa, e l ter­cer centenario de su fundación. Desde hoy ha comenzado en su iglesia (Santa Inés) la Oraci ón de Cuarenta H oras con s olemn id ad espe cial. Predicarán distinguidos orador es sagrados. - HA SEGUIDO par a R o ma Monseñ o r Cola­tei, Dignísimo Auditor y S ecretario de la D elegac i ón Apostól ica, y para Turín, los dis­t in gui dos RR. PP. Aime y Bassignana, á tomar parte en l a elección del Superior Gene­r al de la be n r.m érita Comunidad que ha d e suceder á Don Rúa . L es deseamos viaj e feliz y pronto regreso. - Pon pri me ra vez n os ha visitado el res­pe t ab le B o!l! tín D iocesano, de la Diócesis de Tunja. L o agradecemos. -DE MEDEL LÍ N, Manizal es, Antioq u ia, S ansón , J er ic ó y otros l ugares d el ant1g uo De partamen to de An tioq ui a nos vienen siem­p r e canjes de periódicos y r evistas m u y b ien servidos. Contienen amenos é interes11ntes ar t ículos que r ev el an la alta intelctualidad, juic io y religiosidad de los labo riosos hijos de esas reg io nes. Nos ha ll a mado la atención El Centenari o, p or la s er ied ad é interés con que es tá tra baj and o en la cel ebración de la fecha g lori osa de nues tra Inde pende ncia, y el ca­r ácte r altame nte civili za d or q ue le e stá dando á. es te acontec i!ll icnto patr io. De las publica­ciOnes q ue á este r es pecto se están haciendo en Bog·o tá, no tenem os n oticia, p orque con EL H oG AR C ATÓLIC O n o se estilan en esta ciu• dad co r tesías sino en muy c ontados casos . IGLE SIA DE BELÉ N - Di g n os de loa son los esfu e r zos que el R . P. Capellán d e esta igle· sia ha estad o h aci endo, no para reconstruir si no pa r a h ac er, en l ug a r de la antigua que amer ~~:z a b a. ruina , una nueva, amplia y her­m os a 1g les1a que corres ponda á las necesida­des d el numerr,so v ecind a rio qu e p uebla esos contornos. La obra se e nc ue ntra muy adelan­tad a , y so rprende lo que el abnegado Padre ha con seguido, no sólo en la obra del tem­plo, sin o e n e l embell ecimiento de la plazuela y la calle q ue sigue en dirección á La Peña; pero si esto. admira, muc hís im o má s es lo que h a c onse gu1do, en orden á la moralización. del pueblo. EL VIEJO RE LOJ (DE LON GF ELL OW) Tlze 0/d Clock on th e Stairs Distante d el bullicio de la a ldea E stá la a n t igua habitac ión cam pes tre E n cuyo viej o pór tico la so mbra ' De los copudos á lamos se mueve, Y fij o contra el muro s e c on serva T osc o r eloj q ue sin cesar p reviene : "Siempre , Nunca, Nu nca , Siempre." De la escalera en el desc anso al v erle Cómo vuelve l a s man os y la s cruza En su nich o de r ob le , se dij e ra U n monje q ue , calada la capucha, So santig ua, y suspira, y al que pa sa Esas voces tristís imas mur m ura : " Nunca, Siempre, Siempre, Nunca. " Su voz es te nue y sorda por el día ; Pero en la noche, cuando todo duerme Distinta como el paso de l viandante ' P or el hueco vestíbulo se ext iende, En el piso r esuena y en el tech o Y á cada pue rta re petir parece : "SiemprP, Nunca , Nunca, Siempre." En las horas de pena y de alegría, Ora el féretro al ve r, ora la cuna, A de s pecho de l tiempo y sus mudanzas, E l igual, im pasi ble, continúa; Y, cual si todo, como Dios, lo viera, Las pal abras fatí d icas p r onunc ia: " Nun ca, Siemp1e, Si e m pre, Nunca.'' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 112 EL HOGAR CATOLICO Un tiempo fue que al d eudo y a l amigo De esn ma nsión e l gener os o hu ésped Franca su rne ~a y su am istad brindaba; Mas c omo aquel es pectro que el banquete Vie ne á turbar, el vig ilante horario Deslizaba su antífona per en ne : "Siem pre, Nunca, N un ca, Siempre,'' · 1 Cuántos alll soñaron en la infancia Dulces horas de amor y rl e v e ntura, Horas pr eciosas de la edad primera Que la esperanza y el amor endulzan 1 Como cu enta el avalO su tesoro, Las conta ba el rel oj una por u na: "N un ca, S iem pre, Siempre, Nunca." Casta doncella la nup~ial cor ona Allí 1 ució so bre su b lan ca fr ente, Y allí tambié n el funebre sudar io Cobij ó los despoj os de la mu erte, Y en e l c a ll ar que á l.J. oración seguía Murmuraba e l relOJ con voz sol emne : "Siempre, Nunca, Nunca, Siempre." · 'Todos e tán ausen tes y di spe r sos, Unos casados y otros en l a tumba; Y si acas o pregunto aco n g- ojado Cuándo será que todos se reunan, C omo solían en mej ores tiempos , Sólo el reloj contesta á mi pregu nta : "Nunca, S i ' mpre, Siempre, Nunra." Aquí j a más; all á dond e la a usencia, Las penas, los cuidados y la mue r te, Y el tiempo mis m o, á nada se reducen, R eunidos estarán p ~ rpetu a mcnt e. A sí la eternidad hora p or hora En su reloj á todos nos advierte : ''Sie mpre, N une a, Nun ca , Sie mpre," VENAJ'; CIO G. MANRI QUE Ascensor á l a cúpula de San Pedro El día de la fes ti vi dad de Sa n J osé, ono m ás ­t ico del Pontífice Pío X, se in a u guró en l a Basílica Vaticana el asce nsor que se aca ba de co nstruir para subir á la cupula de Mi q- u el Angel. Es el más elevado de cuantos se h a n instal ado en Italia. Tiene 44 metr os d e a ltura y pued e levantar 8oo kilos de peso, 6 sea u n promedio de diez personas. A l a so lemne inau guración, ndemás del P npa, asistió e l Emmo. 'Cardenal H.ampolla, Arcipreste de la Basílica, y á cuya munificencia se debe en grao parte la impo rta nte obra, iun to con el Cabildo de San Pedro. L a máquina del ASCENSO R, que á más de estar á disp osición d el público servi­rá también en adel a nte para cuando el Papa tenga que bajar d es de las habitaciones del pa­a lcio á la Basílica de San P edro, e s de l o más artístico y perfecto qu e eo su género s e cono ce. ¡ Y lu égo iirán que la Jg lesia r etrasa la civilizac ión y que es enemi:;-a s is temática do los adela ntos modernos ! ( El iris d e P az). Constituciones de la Esc uela de Cristo (Contin úa) Art. r4 . Son d eberes y atribuc iones del Consej o : 1. ° Con voca r la Junta General , c u a nd o lo juzgue necesario, para algun asunto impor tao te; 2. 0 Reunirse ord inariamente a l fi n de cada mes, y extraor J ina riamente, cuando sea con­v ocad o por el Presidente; 3 .0 Nombr ar de su seno lo s dos secr et arios. 4.0 Hacer e l nombram i e n to de Síndico en perso na de re ; po ns abilidau; 5. 0 Ins peccionar la administración de l as rentas; resolver, con las seguridades de l caso, so b re los traspasos de capi tal es, a rrenJ amien­to de fincas etc.; 6.0 H .•cer el inventario de los haberes d e la Asociación, custodiarlos é impedir que ven­gan á menos y disponer lo conv eniente acer­ca de arrendamientos de fin cas etc. 7. 0 Hacer a nualmente presupu esto de gas­tos; examinar y fenecer en primera instaocia las cuco las y p 9sarlas á la Curia para su fini­quito ; 8.° Fijar las hora s y días en que deban h a­cers e lo s ejercicios y fi estas de la Socied a d y organizar y disponer lo co nven i ente al r etiro cuaresmal y á la fi esta de San Fran c isco de Paula. A r.t. 1 5· Es prohib id o al Consejo enajenar los b ien es donados á la Escuela de Cristo y des tin a r sus r entas á g astos d e otro orden, po r ser d e conciencia r espetar la vol untad d e l os donantes; só lo por m a n la to ó decisi ón del Prelado podrá verificarse la en jenaci ón ó inversión. Tnmbi é n es prohibi do ex i cr ir contribucio­n es á los h er ma n os; pero sí se le> admitirán l as li mosnas y d o na~ ion es e spontáneas. C .~PÍTULO VIII - DE LOS SECRETAR IOS A r t. IÜ. Los dos Secreta rios de ben suplir­se r ecipro amente y distribuirse los trabajos para que los asu n tos no estén a trasados, y sus deberes son : 1.0 Asistir á las juntas generales y a l C on­sejo y tomar la minuta para extender las actas e .1 el libro r espectivo ; 2 ° Llevar el li bro de Acuerdos y e l d e Re­gistro para i nscribir á l os hermanos ; 3.° Comunicar l os n ombramie ntos y reso­luci ones del Co nsejo á quie n corresponda ; 4.° Cumplir las órdenes de l Presidente ó Capellán y las dispos iciones de l Cons· jo. Continua r á , , IM PRENTA ELECTRICA-BOGOTA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Hogar Católico - N. 27

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AppleMagazine - 23/07/21

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