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Imagen de apoyo de  Las vías sanadoras de las manos en Medicina Tradicional China

Las vías sanadoras de las manos en Medicina Tradicional China

Por: | Fecha: 10/04/1897

Año l Bogotá, Abl"il 10 de 1397. Número 14 BOLETIN MILITAR ----=-··~-- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··~-- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colab oradores natos de este periódico, todos los Jefer y Oficiala del Ejército de la República. LABOR ADMINISTRATIVA EN EL DEP RTAMENTO MILITAR En el n1es de Mayo del año anterior tomó posesión del en1pleo d Ministr de G1.1erra el doctor Pedro Antonio M lina, quien n1erc d á una larga práctica adn1inistrativa cuando fue Gobernador del D partamento de] Cauca y á sus especiales facultades y conocirnientos, adquirió, apenas hubo ingresado en el Ministerio~ esa influencia y personería indiscutibles que caracterizan la acción de un espíritu orga­nizador, acti v o, vigilante y penet~Aado en un todo deJ deseo de coadyuvar tan bien con1o el que n1ás~ á la obra arnlóni­ca del Poder Ejecutivo. El tiempo se ha encargado de poner en evidencia 1a fecunda y perseverante labor del señor Ministro. Ha sabido atender al despacho de los asuntos que ocurren diarianlen­te, sin descuidar el estudio de las cuestiones qu~ entrañan trascendental importancia, sobre todo las que se rozan con la existencia independiente y de vida propia, si así poden1os decirlo, del Ej"rcito. Y es porque el señor Ministro reco­noce que hasta ahora las agitaciones tun1ultuosas en que han vivido los países an1ericanos no les ha pern1itido dar organización fundamental y seria á la entidad de mayor in1portancia para la n1archa regular y pacífica del país: al Ejército. El Ejército no es hoy lo que pudo ser en otras épo­cas: aglon1eración de individuos que aspiraban á entrar en 1~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lfOLETÍN MlLlTAit ~tarrera de las arn1.as como la que exigía menores oblígacíorre; y consagración n1aterial. Es claro que de esta afirmación hay que descontar personalidades notables que con su con­ducta, valor y hechos de arm . as vienen de largos ru1os atrás. honrando á la p:Ltria con sus non1bres. He1nos sentado la. cree11cia general ó vulgar, con1o no exenta. de verdad, y para lograr, por n edio de la con1paración con lo que hoy pasa, encontrar n1uy justos motivos de estín1.ulo y aun de t:lf>~le orgullo en la organización del Ej¿rcito. El doctor Malina ha podido· observar con intin1a pa­triótica satisfacción que en los n1omentos 9 ctuales la voz. qu ... priva en el ej¿rcÍto es la del cumplirniento del deber. El instinto del honor lleva por an1plio y seguro camino á los soldados, á los jefes, á 106 superiores todos~ La verdade­ra disciplina no estriba sólo· en los n1andatos de la ley, ni hace sentir mejor sus resultados que cuando se funda en el convencin1-iento que adquiere el soldado de que se le n1ira con inter¿s y deferencia; que· vea él que su suerte está li­gada de modo inJ.isoluble con Ja del Estado ; que se le protege, que, previsoran1ente, la ley ampara á su fan1ilia cuando falta el brazo qu le da sustento, y que sus jefes no son indiferentes á sus necesidades y aspiraciones1 sino por el contrario, an1igos que veJan con prudente re:~t.rva que igua­le las voluntad s y los sentimientos de unos y otros. Tales. han sido los propósitos de eq_uidad y de justioa á que ha. pretendido ajustar su conducta. el señor Ministro, y en los­que se ha inspirado al acon1eter el estudio de las n1edidas que aún deben dictarse para dar n1.ayor in1portancia) estabilidad y con1.pleta organización al Ej "rcito. Las personas. que ha­yan leído el Inforn1e que presentó al CongJ:"eso del afio pa­sado-, encontrarán allí expr~sados con sinceridad, conven­cimiento y docta a.rgun1entación, n1uchos de los puntos en q.ue se ha ocupado en el desen1peño de. sus importantes fqn ..... ctones. En élllan1a la atención á la urgencia que hay en llevar,· á la práctica los principios consignados en el Título XVI de Ja Constitución, sobre fornución de. la fuerza pública, á fin de evitar que el servicio de las arn1as sea violentando á los individuos destinados al Ejército; enumera los servicios que rresta Ja fuerza en Ja conducción de co-.:ren<;. custodia Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 121 1 de edificios de propiedad del Gobierno, vigilancia de cárce­les, reparación de can1inos y otras obras. Y le tocó tan1bién al n1isn1o doctor l\1olina la buena suerte de cun1plir un acto de benevolencia y justicia, cuan­do dispuso, conformándose á lo preceptuado por Jos artícu­los 2 r 3 y 214 del Código Militar el licencian1iento de va­rios individuos que habían cun1plido yá cuatro años de servicio, pagándoles la gratificación á que les daba derecho 1 últin1o de Jos citado3 artículos. Sobre este asunto que .por sí solo den1uestra la cons­tante preocu.pacié n que n1úeve el ánin1o del señor Ministro en bien del ej f rcito, leen1os n 1a Men1oria, página XV, lo siguiente ': . . "El Gobierno ha cuidado ·c·on so1icituri. de despachar s'in den1oras las peticiones de bajas de individuos de tropa, concedienJo la licencia absoluta en todos Jos casos en que se ha computado el ti n1po legal del servicio·." · Respecto de la forn1ación de un nuev Códi~o Militar que corresponda n1ejor con la índole y tendencias de la Constitución de I 8 8 6, y que comprenda en sus dis:posi·­ciones todu el n1ecanisn1o científico y de variada estrategia que actúaln1ente predon1ina en los cuerpos de tropas del xtranjero, agrega el señor Ministro: " N o creo impertinente, al tern1inar este capítulo, in­sistir sobre Ja in1periosa y urgente necesidad de establecer ~n la ley bases racionales y científicas de organización del Ejército, para colocarlo al nivel que den1andan los itnpor­tantes objetos de su institucíó~ y en lo que s~ compatible ton nuestros recursos fiscales. Un Ejército debe ser orga­hismo que funcioné y se n1ueva rápidan1ente, íh.ra lo cual debe componerse de n1ien1bros ó articulaciones homogéneas y autónon1as que obren arn1óniéamente, obedeciendo un ~oJo pensan1iento y ejecutando, sin dilaciones ni tropiezc 's órdenes emanadas de un centro único. Cuando tal organis­mo lo constitdyen Cuerpos aislados, de distinta formación, desiguales por su número, y sin fuerza, peso ni resistencia proporcionales, será una n1asa inforn1e y desordenada á la cual se le irnpondrá movin1iento con grandes dificultade3, ~in que se ló.5re conseguír el objeto á que está des~inada. Lá desigual organización de los Cuerpos de un Ejército, no Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 212 BOLETÍN MILITAR sólo trae aquellos int::onveniente~, s~n? que tiende á s.uscitar rivalidades y en1ulaciones perjudtctales y aun pehgrosas para la disciplina, anarquiza Ja institución cuy? principio cardinal es la uniforn1idad y obediencia, y contnbuye ade­n1ás á debilitar considerablen1ente Jas buenas condic\ones que el valor, la abnegación y el patriotisn1o pudieran hacer de los n1iembros del Ejército un Cuerpo marcia], intacha­ble en todo sentido." El párrafo transcrito expresa bien la importancia que el señor Ministro concede á Ja disciplina n1ilitar; sus n1iras para lo futuro: sien1pre de engrandecimiento n1oral del E}~rcito; el propósito que tiene de estin1ular, hasta donde sus facultades se lo pern1Ítan, con premios adecuados, !a buena conducta, la sin1patía y franca adhesión á las institu­ciones y á la autoridad legítin1a, puesto que Jos soldados de la Patria son con1o hijos de una n1isn1a fan1ilia, llan1ados á forn1ar bajo una sola bandera y á n1archar en unísonos sen­tinlientos guiados en todo can1po por el sín1bolo de la vic­toría y de ]a paz. SEOOION OIENTIFIOA TÁCTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTICA (Continuación). 2.~ Los que se hayan trazado sobre un terreno dificil ofrecen á v~ces muchas l~~ua de tray~cto y ~na anchura variable, 'según la cahdad de la regwn que atraviesan: a esta clase pertenecen los ca­minos en el fondo de los va~les, los que cru~an espesos bosques, y fosos estrechos sobre montanas y meas, cornendo á lo largo de ba­rrancos y despeñados. Los desfiladeros en general ejercen una grande influencia sobre el empleo de l~s tropas: las destinadas á pasarlos tienen que a??ptar una formac~ón muy contraria á la defensa; siendo opera­cwn sumame.!1te peltgrosa el desembarcar del otro lado del desfila­dero y desplegar al frente del enemigo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 213 Un desfiladero á retaguardia es, para la retirada, co~o u.n, so~­guado enemigo: la operación del paso .no puede ser mas .cliúct~ sobre tod~ si el ej~rcito acaha de er ~at1do. Pero e~ ca~hto para la defensiva ofrece incalculables ventaps: un pequ.eno numero de hombres, de de la entrada y en los flanco del de5;fladero) es capaz de contener el empuje de todo un ejercito. APRE:IAC!:S~ GENERAL DE U~A ZO. A D~ TERRENO DESDE EL PUNTO DE VISTA TÁCTICO. . Las marchas, las posiciones, los movimientos, el combate y Ja in talación de las tropas en campaña, depe nden directamente deí terreno, de u conformación general, de su situación especial y d 1 estado de la localidades particulares que contiene. Las propiedade caracterí ticas de cada arma, y sus diferentes forma de comb:ne, determinan el grado de dependencia que aque­lla acu an para COQ el terreno, teniendo en cuenta que ha de ser utilizado en razón de la necesidad de mover las tropas, de abrir am­b s horizontes á la acción de los fuegos: de resguardarse contra los d el enemigo, y de ocultar la fuerza u.um é rica y disposiciones que se adoptan para el combate. Lo calificativo jt1v?rable ó d esfavorable aplicado á un terre­no sólo tienen un sentido relativo, e gún el fin que no propone­mo , y la consideraci<)n á qu e re pon den; porque en efecto, la uti­lidad de un terreno en el empleo de las arma , es diferente para cada uno de lo eJ é rcitos contendientes, para cada una de las diver­sas armas, para cada forma de combate {ofensiva y defensiva). Di..: cha utilidad, ora abarca toda las situacionrs tácticas (posiciones, marcha' batallas) ora una ola de ellas; tan pronto e extiende r ias dos órdenes de comblte (cerrado y disper o) y á las dos formas (combate de fu egos y al armJ. bhnca), com~ se limita á una de ésta solamente. La apreciación general de un terreno, desde el punto de vista táctico, abarcará 1as siguientes puntos de examen: 1.0 En qué grad? er practicabü. Esta consideración capital se extiende á la formJ. del terreno en globo, esto es : los camino~., . la-; vías férreas sobre todo; la imp0rtancia de éstas como líneas de concentración, de ataque, de comunicación y de retirada; ]a su-. p ... rficie del suelo, su inclinación, sus ob~ táculos y medios de sal varios. 2.0 En qué grado se presta á la vigilancia y expf?ración. Se observarán los puntos culminantes, los objetos salientes y cuanto ofrezca ancho horizonte á la vista, coa el fin de dominar el terre­FlO y dirigjr con seguridad los moví mi en tos. . 3· 0 Si ontien! abrigos para ocultarse á la investigación del Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR adversario y á sus proyectiles, así como si ofrece afluentes las po­siciones del enemigo, y puntos seguros de estación para el ataque. 4. 0 En qué grad:; Jav:;rece la acción dd futg:; d e fusil y d e cañSn. El observador exLtminará los puntos m:is importantes del campo, deduciendo, según su f¡ rm1 y natur.1Lza, la influencia que pueden. ejercer sobre el fu:::go de la infantería y de la artillería. Esta ojeada g:::netJ.l determina la apreciación en globo del 1,(alor táctico de una zona de terreno. Mas para que dicha apreciac,ión se aplique á casos determj\.. dos, será preciso examinar s~p::tradamente: 1.0 Las lineas tflctic.n imp~rtantes qu~ se. divi.den en líneas, qfensivas y' lí.,neas defensivas. 2: 0 L?s pu ,zt;s tá ctios im~nrtante3 que. son, d~ d¡vena especie, <;Ofll? pun~os . de. defe-nsa, de sostén y de ataqJie. Lji combinación, enlace y depen ,den~ia de las lí,neas y los pun­~ o? tácticos coilstituye el carácter g .... neral del terreno, para c_aso1 c;on.Freto. ~fl apreciación d~l valor táctico de un objet:; de terreno debe ~fiCerse teniendo en cuenta lo s iguiente : 1.0 La z.ma á vanguardia, e;>to , es, hacia. el enemigo: si es. practicable, si · pp;::de ser dominada, por el fuego, ó si ella, dominf. en, t.odo ó en parte al objeto propuesto y de que se trata. 2.0 L1J· z.m.?s l:lter.d.!s: s¡ ofr~~:?n punto d~ ap . yo y fuertes 1 1mplazamiento~ para rechl-z,ar lo~ ata.ques con enraja ; si se pres­t¡ ln á ocultar y favorecer los movimiento~ envoJvente . 3. 0 La z.ma á ref,7Jü:lrdia: si p~rmite Jo~ mpvimientos re-. t(Ógrados, y po~ee á d!stancia pró · m:t fuertes punto de ap~yo. 4.0 El enbce ó d::pendm. ~Ía q u.:: el o~j :t; en cuestión tiene con. 9tros objetos, punt~s ó lín~:t del teatro de operaciones .. D ESr-ILA DE ROS. Todo desfibder0. pre:en~a v.:::rd dera imp~rtancia militar, siem, _ ;>re que su trayecto, adem,is de ser extenso, constituya el único , a.~ceso de una gran parte d~ terreno: disminuye1 p~r el contrario, s.us buenas c::>ndiciones tácti as, cuando en un corto radio es sus­ceptible de ser rode:1do, evitando su paso. Siendo m,uchas y muy varias las cla~es de desfiladeros, nos li­mjtaremos á establecer los puntos generales que pueden guiar . a~ · 9b3ervador en el exam~n y recono imicnto de aquéllos .. Son los siguientes: 1 :> Naturalcz(l del desjilade;·o: ca~idad del terreno. próximo ; á qué distancia se p~ede practicar el rodeo. 2.0 Puntos de accesos: la en rada y la salida; su latitud, su obstáculos; en qué grado son favorables á la defensiva; qué fa­c_ ilidades presentan para ser tomados por asalto. · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 5 3.0 Omform::uión especial, á sabe-r : puente:; ; materiales coll\ que están construídos ; si son practicables á todas las armas ; su olidez; latitud y profundidad de la co.rriente de agua ; naturaleza de las orillas del cauce. G .1rgantas en /:¡; m?ntafi:u: su íorm:t i terior ; SI pueden ser enfilada por e1 fuego de fusil y ca· ón; punt<. s que las dominan; posibilidad de establecer guerrillas de tiradores ó b.tterías. Las naturalc5 condiciones de defenc;a de un des~lader o estr--­oeho y lleno de accidentes aumentarán eil g.-ad.o máxi n cuand< e.> despejado el teneno cp:1e ha de ocupar el e11emigo, y si posee¡¡ .:1 .conveniente distancia puntos dominante que barran e ,. cazmentc las posiciones de aquéL M RCHAS Consideraciones generales .. Se ent'iende por marchas los movimientos de traslación que las tropas ejecutan para alcanzar un determinado fin : exceptúan· se de este caso las que se verifican durante el desarrollo del combate; porque éstas, si bien entrañan mov·imiento, no se cali­fican como marchas sino que reciben los nombres de ev;/uciones y maniobras. El estudio de las marchas constituye una parte muy inte­grante del arte de la guerra. En la sucesión de las operaciones de una campaña, las tropas se hallan en continua movilidad, necesi­tan trasladarse á grandes distancias en forma y ordeR comveniente, ora para llegar con decisiva oportunidad al punto determinado .donde arrecia el peligro, ora para sorprender á un enmigo descui­dado ; tan pronto para obrar en combinación con otras fuerzas que se hallan lejos, com para esquivar el encuentro de un adversario superior ó retirarse á su vista sin sufrir un descalabro. El éxito de las operaciones de guerra descansa muy particularmente sobre el exacto cálculo de las marchas y su matemática precisión, en virtud de lo cual podemo asegurar que la ciencia del mando tiene en este punto un con~tante problema expuesto á su resolución. Ante todo diremos que la práctica de la marchas se halla su­jeta á consideraciones estrategi as, tácticas y administrativas, que muchas veces se confunden en una sola. Hé aquí la.:; consideraciones de naturaieza estratégica: el or­den de mar ha; la combinobres soldados. Todos buscaron el' descanso en las tiendas; descanso \ánto nás necesario cuanto que al romper el día siguiente ex·piraba la.. treg111a á las hostilidades, y el enemigo vecino ocupaba las posici'~. nes elevada en todo el desfiladero; posiciones de las que á costa. de cualquier acrificio era preciso. desaJoj ·ado. Fortuna que en aquella a ción ambos batallone formarfan las reservas, y regularmente, ni el trabajo ni el peligro crían exajera­dos. Pero, sin embargo, la jornada habí·a dejado in fuerzas á todos. ~quellos bravos que hacía poco más de treinta horas habían reñido medio día de fu go sostcni do y habían resi5tido en cuadro siete terri ... bles cargas de la~.n.ceros. El descanso se imponía, y por eso al sonar la.. r;etreta en el campamen.t:o, se entregaron todos al sueño, á excepr ción de los centinela~ y escuchas que babíléln de velar por la segu­ridad de us comparíero y á e cepción también de unos cuánN >. oldados avesados á la fatiga, inaccesibles al cansancio, que prefi · rieron c.sperar el día brorNeando entre sí y bebiendo aguardiente dentro de una tienda, en la que n.o había otros asiento GJlie utu man,ta, de munición tendida c.n el suelo, un tambor y unas cuáptas piedras. Todos estaban ocupados por aquellos alegres hijos de .Marte, entre los cuales acaso había algu-nos que no. volverían des­pués de aquella noche á leva.ntar su voz entre los vivos. Pero nin­guno parecía predestinado á morir en la acción, según lo despre­ocupados que todos se mostraban. De todo se hablaba dentro de la tienda m~nos de la guerra. Los veteranos voluntarios que acaso se alimentaron antes de vestir el uniforme militar con el1;an.cho sobrante en los cuarteles; se reían indiferentes, mientras que en algún grupo de bisoños, apenas fogueados, se hablaba de las delicia::; del. hog-at: · en que los vie­jos lloraban la ausencia del hijo, de la. ch.ica que en el in~tante ~e Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. f;).OLET~!\ ~liLlT AR ~a parti·da para la g.uerr~ J:es P·~S.~ d. escapulario. CO,Ill lágrimas en lo~ 9jos, ó de los proyectos para el ansia,do. d~a de tom.ar t.1 paloma. ' ¿ Quién de ell s lo verí:t ? ..... De una á o.tra e nversa~._ión. su.rgió súbitam ·~nte u:1 casus: ~:lli entre gr . adero.:> y ca7.aJon.:s. -La bandera de nue tro b:-ttailcín, dijo un s ldad de cazadc-. ~es, llega hasta donde n 'Sotros alcanz ... mos con la vi~ta. -Y la del nué~tro, r plicó un tanto picado el cabo de línea Gutiérre.z, que en aqu .... l instante acababa de leer la carta de su madre ~iu.da y vieja, carta en la que jpo,r Dios! le ptd(~ que noJ (uer:a. co.b-arde p~ro . que no se expusiera JetnasiadQ... · -Pero siem:pre nosotros v:.a_mos adela1_1te agregó el: cazador; -Eso n.o. es ve~dad. -Los caza.dores valemos más. -j Menti~a· ! gr~taro.n. ~ un · ti~mpo va1 ios sol4ados de líne~ que de un. salto, se. pu iei;Ot;l de pie, mientras que uno de los pabe­~ lones de armas se \.:enía á tierra al coger su fusil el cabo Gutiérrez .. El alcohol h.aMa hecho sus efectos y dentro de· la tienda se ~espiraba yá atm.ósfera de sangre .. Las voces cu,ncJiercm en el c~mpame.nllo, se. a)zaron sacudiendo ,.J sueño lo.s demás soldados de. uo.o. y otro batallón y la lucha er:-. ve herm,anp~ de armas se hi-zo. inminente á tiempo que en la ~ntrada de la t.ienda apareció lent:amew.te la severa faz del bri­gadier, que ~.acien:do la ronda mayor se había percibido de la, ~encilla que puso e.n peligro la paz del campamento. Todos al ver. á su jefé, por un sentimiento de ciega subordi- • ación, depusier,on las armas. El brigadier puso presos á los pl ·o­lpovedores~ no, sin cierto sen ti miento, y después de haber tranqui­ljzado los ánimo" y establecido 1~ conveniente separación entre ambos cuerpos, dio cuent~ de lo ocurrido al Gftneral en Jefe, el cual sonri-endo e. cuchó el rela!io verí.dico, dando muestras de ale­gría á cada detalle descriptivo da la indignación de los soldados. -Pues bien, repuso el General cuanc..lo hubo terminado de ~abiar el Jefe de aquell-a brigada suc;cept!ble, esa riña es una gloria más para ca,da uno de los bataHones. Püngase en libertad á los de­t¡ enidos y que. al amanecer formen los dos cuerpos en línea de ba­talla frente á las posiciones del desfi ladero. El soldado que primero cierre con el enemigo, ganará para su batallón d nombre de más valiente que el otro. Las cosas con verlas basta. La orden fue ejecutada inmediatamente, por lo que tocaba á }fi libertad de los preso~, y por lo demás, todos los soldados la aco­gí .. ron con un j ¡viva Es. aña!! cuyos ecos resonaron en el campa­l! lento enemigo. Desde aquel instante fraternizaron t-odos de nuevo olvidando; l;a <;u~sti .ó~ habida. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 220 BOLETÍN MILITAR Los jefes y oficiales de los batallones participaron de la ansie­dad, del deseo de sus subordinados y aquella noche todos fueron unos., todos bebieron y bromearon juntos. No hubo un solo soldado que no jurara matar al primer hombre con la punta de la bayoneta. El General en Jefe tenía en tanto la seguridad de la vic­toria. Apenas se vislumbró la primera claridad del día, en todo el campamento se oyó el alegre toque de diana. Los regimientos pasaron li ta formados en el vivac. Los jefes arengaron á sus soldados con enérgicas y cariño as frases. En el semblante del que mandaba el batallón del cabo Gu­tiérrez se veía como una nube de vergüenza y de tristeza mezcla­rlas. Le habían dado parte de que aquél no parecía. ¿ Habría de-ertado por miedo? Se resistía á creerlo porque lo conocía, pero no quedaba otro remedio que rendirse á la fuerza de la evidencia. Aquello era un descrédito de mal agüero. La luz se hizo más clara y en las crestas de las montañas apa­recieron las siluetas del enemigo. La tropas avanzaron en perfecto orden de batalla con el fu il .al hombro. El brigadier que la noche antes apaciguara los ánimos exaltado , marchaba á caballo detrás del centro de la extensa línea que formaban los dos batallones del litigio. Nadie osaba romper el imponente silencio, sólo interrumpido .por el canto de las aves ó el acompasado pisar de las tropas. Llegó la línea al pie de la montaña y á una señal del corneta de órdenes hizo alto. Las fila se erizaron. Un murmullo como de oraciones recorrió toda su extensión. Los soldados ca i instintiva­mente se echaron atrás las maleteras. De lo alto de aquellas empinadas montañas partió un disparo, y á punto de sonar el marcial toque de ataque se oyó la voz del brigadier que dijo entusiasmado : .-¡Veamos quién es el más valiente! Ambos batallones treparon como gatos acosados, sin disparar un solo tirv, según su juramento, mientras que sobre ellos caía una lluvia de balas que el enemigo desde lo alto les enviaba, hacien­do rodar por la cuesta infinidad de soldados de uno y otro batallón. Los cazadores llevan la ventaja; todos corrían decididos, pero uno de ellos se halJía adelantado veinte pasos lo menos, ya iban los cazadores á dar el grito de victoria, cuando de entre unas matas distante 9os ó tres pasos de la trinchera enemiga, salió sú­bitamente un soldado de línea, que al cerrar con el enemigo cayó dentro de la trinchera acribillado á balazos. ¡Viva España y la Infantería de línea!-gritó el jefe de granaderos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍN MILITAR 221 Y á lo pocos instantes todos los batallones pasaban al otro lado del desfiladero persiguiendo al enemigo que dejaba en su fuga á la de bandada sembrado de cadáveres el campo. Aquel soldado primero que murió en la trinchera misma era el cabo Gutiérrez. En sus bolsillos hallaron sus compañeros un papel en que ha­bía escritas con lápiz las siguientes palabras dirigidas á su madre: " El honor de mi batallón te arrebata tu hijo q uerído. "Cuando en su historia veas mi nombre escrito te enorgu­cerás de tu de g~acia." Granaderos y Cazadores se dieron un abrazo entu iasmados, y el General en Jefe escribió con la punta de su espada sobre la arena que cubrió el cuerpo del cabo Gutiérrez: "E ta e la tumba de un héroe de la Infantería de línea." Y despu és, para borrar rencillas, todos juraron que no hay más que una Infantería: ¡la Infantería Espaíiola! J. Mufüz DE QuEVEDO. EL EJERCITO Y LAS VIAS PUBLICAS (Conclu sión). La h e rrami e nta d e qu e se dispone en la actualidad para el camino, y que está bajo el d epósito, c ustodia y entrega de lo s re spectivos Co­mandantes de Compañías, es la que se expresa en el siguiente cuadro: NOMBRE Machetes ......... . Calabozos ......•. Hachas ....•..... Azadones ........ . Barras ...•...... Barre tones ...••.. Palendras ......... . EN BUEN ESTADO : EN so 33 39 1 MAL ESTADO ~~ :: ~~ 1 3 42 " 24- 3 26 , 6s 59 Ahora, para apresurar cuanto es posible la marcha de los trabajo~, así como para acometer debidamente la construcción del puente sobre Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2~2 BOLETIN MILITAR . . el río Quindío, ju:.go urge:1.te aumentar la herramíeata anterto · con 1~ que enumero en seguida: 10 machetes, 10 luchas, 26 azadone, 10 baJ rras, 21 p1lcndr:1s, 2 5 zapapicos, 12 pi ces de dor. punta., 6 nachos ó mH:illos grandes, 6 picos de pah y punta, ro taladros, 20 pedazos de hcero c.tstcl, 2) carretillas y 2 orros de m1no. Hago 1 ·ncap'é ~obre la necer.iJad .:le estas d os últimas clases de vehículo:.: por cu1nto ~¡ acarreo oc tierras con p~de.1dras y azadones es sobr..tdo lento y difícil, por nó 'dec ir q nc reprcsen~:l pura pérdida. S giero modcstame.lte la convenien­ ·ci'l de pedir los carros peq u:::iíos C!1 1 en ció 1 /t la fábri ·a de Kilbourne; de la f0rnn CJ!twd!ls R. :Jdn.1d Dtn~p C :1rt, que enseña el catálogo de Hicho Establecimi ~ !l.to: cori J cada carr ,J , cJn 18 pies cúbicos de capa­cid .td 6 2,50::> libras~ vale S 3 ), el precio de amo Js monta á $ 70, que al so po.r ro::> de des~uenro, s~g .ín el citado catálogo, arroj:m $ 266. Herrer:a: 1 fra]Ln p:Jrc-'t:il, 1 yu:1gue, 6 martillos (desde media li­bra has~a 10 libr..ts d_ pes:J por lo m-::: os), 2 tenaz:t:; de forjar, 2 tarrajas d:: rosca ordin1ri1 (co:1 SQS respectivos m.tchos), 4 lim1s de grano ordi­thrio (para en frío y en calien te), 2 limtto'1e, 2 taladros para fierros, llave inglesa p1ra máquina, 1 barrena, 2 punzones 1 mollejón~ 1 torni: llo de fragua, 1 cegueta y 2 piedras de afilar herramientas. C:t rpinter'w: 5 formone~, 3 escoplos; 2 azuelas, 2 compaces; z ce..: pillos (de á o, m 20 de largo), 1 id. de diente, 2 garlopines sencillos, z id. dobles, 2 garlopa\ 2 cep'llcs d_ vuelta, 4 serruchos, tendidos (dos gruesos y dos finos); 2 serruchos de costilla (grueso y fino); 2 serrucho de punta (largo y corto), 2 e cuadras rectas, 1 f .. tls:t-escuadr;~, 2 granile~ (doble y sencillo), 3 m :utillos, 2 tenazas (grandes y pequeñas), 2 avella­nadores (grueso y fino), 1 acanalador (con sus fierros), 10 barrenas, S gurbias de lomo (di versos t:lmaflos,,.. z trabadores (grande y peq uefio ), 1 berbiquí (con su., brocas) 1 suncho trazador, 1 serrucho de partir (troce~ ro), 3 limas-trLíngu!o", 2 medios limatones, z escofinas (grande y peque­ña), 1 tarr:tja de carpintería (para las prensa de Jos bancos), 1 id. id: (para tornillos), 2 id. pequeñas de prensas; 3 destornilladores (diverso tamaños) y 1 prensa ó tornillo de fierro de 30 libras de peso, por lo menos, para la composición de carretillas. Comecuente con mi propósito de orientar lo mejor posible á ese Ministerio en orden á estas importantes vías de comunicación; á la vei que para ilustrar debidamente el anterior informe me permití yá acom­pañar un croquis de los caminos del Quindío; de Condina y de Maniza­les (el primero y el último desde Cartago hasta Saleqto y Peteira, res.! pectivamente). Me atrevo á esperar que dicho croquis será por ahora dé alguna utilidad porque, sobre indicar la posición relativa y longitud aproximada de tales caminos, bien como la topografía general de la co­marca que alinderan, servirá de auxiliar oi:Higado para la Carta topográ­lica que me propongo ejecutar; siempre que el Gobiernb Nacional nombre un Ayudante que posea conocimientos prácticos en Ingeniería; Dios guarde á Su Señoría: ÜRISELDINO CARV,b;J.A;L; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 223 EN El EJERCITO PALOMAS MENSAJERAS.---'-Ei marte~ á fas nueve y diez y orho minutos de la maiiana, recibimos la siguiente cart::t que nos trajo de Nemocón (como 6o kilómetros), la paloma número I 19, desp:l­chada de aquella población :í las ocho y veinte minutos de la maiíana¡ •· N.:mocón. Abril 6, 189 . "Señor Director del Boun!N Ma.tTAR. "Estimado amigo: "Con mucho placer envío este mensaje por medio dé la palo..: ma número I 19 que va en viaje con otras más. Como el BotE rÍN que U:>ted tan dignamen e dirige es de tánta importancia pan. ef Ejército y el ramo de palom:1s tambi ' n lo es, quiero que éste y el otro siempre se ayuden mútuamente; por tanto, aprovecho esta ocasión para poner al servicio del Boun-Í, las simpáticas pahmas mensajeras y con gusta me su cribo de su Director afec::tísimd amigo, IGNACIO S. D'E SANTAMARÍA~;, Nuestros parabienes al distinguido amigo y compañero que h logrado implantar entre· nosotros un recurso estratégico que corl tan grandes ventajas u a en us tropas la civiliz.ación europea. Por demás estaría asegurar que la Dirección del BoLETfN MILITAR vería con honor ocupadas las columnas del periódko cotl la ptoduccione del señor doctor Santamaría. EL PonER EJECUTivo, por Decreto de fecha 2 de Marzo die y tó las siguientes providencias: Declaró en uso de licencia indefinida al Subteniente Joaqufn Arana, de la 5.• Compaííía del Batallón La Pdpd número I9i por· pernicioso Y. por haberla pedido el Comandafrte de dicho Cuerpo y e'l Jefe Militar de. Barranquilla; concedió al Capitán J ulián V., Cárdenas la licencia indefinida que solicitó para separarse de la S·a; C0mpar11a del Batallón Tíradófes número I I. Llamó al servicio activo al Capitán Carlos Julio Guevara, y' lo destinó á la expresada Compañía del 1i"radores en reempla.zo. de Cárdenas. Concedíó al Teniente Reinaldo' Escobar la li.cenda ~ndéfinída que solicitó para separarse de la 3·" Compañía de dicho Cuerpo, y llamó al servicio activo al Teniente Lucio Jiménez, destinándolo en el mismo Batallón á la vacante que dejó Escobar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR Por Decreto de fecha 3 nombr6 al doctor Carlos Morales mé­dico de la Guarnición de la Salina, asimilado á Capitán para los efectos fi cales. Por Decr~to de fecha 4 confirió al señor Sixto Valencia el empleo de Subteniente efectivo del Ejército, y ascendió á Subte­niente al Sargento 1.0 Brigada del Batallón N eira número 14, In­dalecio Yepes, destinándolo á la 5·" Compañía del mismo Cuerpo en la vacante que allí quedó por haberse ascendido á Teniente y promovido al Subteniente Ignacio Morales. Por Decreto de fecha 9 declaró insubsistente el nombramien­to de Institutor Civil del Batallón Tiradores número r 1, hecho en el señor Adriano de J. Holguín por ineptitud y faltas graves; y llamó al servicio activo al Subteniente Juan de Jesús Santos, y lo de tinó á la 4·1l Compañía del Batallón Núñez número 9. 0 en la vacante que allí quedó por haberse pasado á otro Cuerpo al Subte­niente Matías F. de Soto. Por Decreto de fecha 1 I dictó las siguientes disposiciones: Declaró en uso de licencia indefinida al Subteniente Froilán Rodríguez de la 3·" Batería del Batallón A ·rtiller ía número 2.0 , á virtud de haber sido condenado por el Juzgado 6. 0 del Circuito de Bogotá, por el delito de heridas. Por Decreto de fecha 12 de tin ó al Teniente Julio L. de Gue ara á la 3·" Banda de mú ica del Ej é rcito y al Teniente Lu­cio Suárez á la 1 .ll Banda del mi mo. Por Decreto de fecha 13 nombró al señor Javier Herrán, Ayudante del Estado Mayor General del Ejército, asimilado á Sargento Mayor para los efectos fiscales, con destino á prestar sus ervicio en la Proveeduría general del Ej ército. Por Decreto de fecha 15 ascendió á Sargento Mayor efectivo al Capitán Aristides Novoa que sirve en el E _tado Mayor General como adjunto, y lo destinó al Batallón N eira número 14, como Ayudante Mayor en reemplazo del Capitán Franci co de P. Cas­tro, á .quien se promovió á aquella Oficina en reemplazo de Novoa. Declaró en uso de licencia indefinida al Teniente Rafael Caí­cedo Flórez de la 1: Compañía del Batallón Granaderos número 8. 0 , por su conducta perniciosa, mal servicio y falta de espíritu mi­litar y por haberlo solicitado así los Jefes del Cuerpo y de la Di­visión. Por Decreto de fecha 16 destinó al Coronel Tomás Gómez primer Jefe del Batallón Tenerife número 6. 0 al mismo puesto en el Batallón Córdoba número 21, y al Teniente-Coronel Rubén Varón R., primer Jefe· del c¿rdoba al Batallón Tenerife en reem­plazo de Gómcz. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 14

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 15

Por: | Fecha: 24/04/1897

· Añu 1 &gotá, Abril 24 de 1897. Ntimero 1'1 BOLETIN MILITAR __ .,. ____ _ ORGAN~ DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··--- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradores natos de este periódico, todos los ]efer y Oficiales dtl Ejército de la República. LABOH ADMINIS'TRA TIV A FORME DEL SEÑOR MI L ISTRO DE GUERRA, DOCTOR PEDRO AN­TONIO MOLI:'\IA A fi.t1 de Ilan1ar la atención de las pers nas int resadas en ]a organización del Ejército, y de que se conozcan los n1cdios que el Gobierno ha puesto por obra para el buen r~gimcn y disciplina de la fuerza, forn1aremos una suscinta reseña de los puntos á que se contrae el señot Ministro de Guerra en su informe presentado á as Cámaras el afío ~~~ . LEGTSLA~IÓ~ MrLITAR.-Con la nlira ue uniformar la legislación militar el Gobierno estableció una Con1isió 1 Revisora del Código (Decnto de r I de Noviembre de I 891 ), comisión que formuló varios proyectos, los cuales se son1etieron al Consejo de Estado para que, acordadas las bases de uno solo, se ton1ase nuevan1ente en cuenta por e1 Ministerio y por la Comandancia en Jefe del Ejército. Di­< Cho proyecto no fue considerado por el Congreso de 1 8 9+ Posteriorn1ente se creó una nueva comisión (Decreto de 2 2 -de Abrii de r 89 5) para que ahondase p.1ás en el estudio y conocimiento de tan importante n1ateria, y se enccn1endó tan1bién al señor Isaías Luján, quien ha hecho estudios mi-itares en París, en1itiese su opinión sobre las bases yá in­dicadas. El señor Ministro cree que reviste importancia pri- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR n1ordial el reglamentar Jo que el artículo 17 I de la ConstÍ·­tución ha establecido sobre organización y establecin1iento de n1ilicia ·nacional. PrE DE FUERZA.-El Gobierno, n1ediante lo dispuesto por el artículo 2 9 de la Ley 7 2 de I 8 8 8, dispuso que para I 89 5 se conservase el n1Ísn1o pie de fuerza de r 894. Tal previsión fue n1uy oportuna, pues con n1otivo de la guerra que estalló á fines de Enero de I 89 5, hubo base muy seria y re!)petable con que hacer frente á los primeros amagos revolucionarios. El nún1ero de plazas del ejército se au­mentó luégo hasta donde las proporciones de la guerra lo exigieron. Sobre la necesidad de sostener la fuerza arn1ada, en el punto en que hoy se halla, se expresa n1uy acertada-­mente el señor Ministro cuando dice : "No seri posible volver al pie de fuerza señalado para tiempos norn1ales hace ocho años, mientras el Gobier­no se vea obligado, por un elen1ental principio de propia conservación y por el sagrado deber de n1antener el orden social, á deff>nderse y defender los intereses cuya salva­guardia le están encomendados, de constantes agresiones preparadas por la impaciencia de agrupaciones políticas que, bregando sin tregua por apoderarse de Jos negocios pú­blicos, abandonan las vías pacíficas para lanzarse en aven-· turas armadas que, sin conseguir el objt>to deseado, com­plican y agravan problen1as que se desenvolverán fácil-ente por la acción del tien1po, causan hondos quebrantos en el orden social y enorn1es perjuicios en nuestra produc- . / / . ,, c10n econon11ca. EJÉRCITo.-Hace justicia el señor Ministro á la nlo­ralidad y disciplina del ejército, reconociendo que, á su de­cidida voluntad y empeño se debió la pronta pacificación del país. N o estima buena el señor Ministro la práctica que por ley tan1bién se halla establecida de que Ja fuerza ar­nlada se ocupe en servicio de policía n1ilitar, custodia de correos, conducción de caudales y personas, etc. Resaltan en esta parte del informe la inteligencia y celo con que el señor Ministro se ocupa en atender á la suerte del ejército y el estudio científico y gradual que ha Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍN MILITAR hecho á fin de escalonar las fuerzas de n1anera de qu~ atiendan con éxito á la vigilancia y seguridad de que sot garantes. INSTRUCCIÓN CIVIL Y MILITAR.-Hace notar las di­ficultades con que ha tenido que luchar el Gobierno para corresponder en todo caso al deseo de fon1entar la ins­trucci9n civil en los cuerpos del tjército. En la capital ha estado t::ncargado de esta tárea, de­s~ mpeñando sus funciones con actividad y acierto, el señor D. Francisco de P. Cortés. Hasta 3 r de Mayo de I 890 estuvo encargado de la instrucción n1ilitar el señor Henry R. Len1ly. Para el n1a-; nejo de la artillería el Gobierno celebró contrato con el señor Sophus Hoeg Warn1ing, quien estuvo aleccionand veinte oficiales hasta que empezó la guerra. Con el fin de n1ejorar la instrucción científica de hi Oficialidad de la fuerza pública, propuso el señor Minis­tro el envío á algunas Escuelas de Francia ó Alcn1ania de varios jóvenes oficiales, tnedida 1 u e fue acogida por las Can1aras y está en vía de realizarse. Tratando de la escuela de cadetes, es de opin"ón qué ya que no pueden sostenerse entre nosotros á estilo euro_. peo &les institutos, ni co.n organización aparte, al n1enos se organicen escuelas de instrucción n1ilitar en los cuarte­les de la guarnición de Bogotá, las que no ocasionarían gastos considerables, l l exigirían numeroso personal. Las bases para una Escuda de infa11tería, que llenaría la necesidad indicada, pudieran fijarse según su particular dictamen así: Primero. Tiro de infantería y nociones de tiro de ar­tilleríá. Segundo. Táctica de infantería en tod2. su extensión y nociones de táctica de artillería. Tercero. Geografía de Colombia y de los Estados li~ mítrofes y estadística de estos n1isn1os Estados, estudio de sus Ejércitos, medios y recursos de guerra. Cuarto. Historia nlÍlitar de Colon1bia, estrategia ' táctica general. Quinto. Fortificación de can1paña. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B'OLE'TÍN MlLITAR • Sexto·. Organización, Estado Mayor, Adn1.ÍnÍstraci6~ y Contabilidad militares; y Séptimo. Legislación n1ilitar con1parada. " Estos cursos serían de diez n1eses en cada año, y transcurrido el último n1es, todos los oficiales presentarían. exámenes reglan1entario3, después -de los cuales, en los dos n1eses subsiguientes, se dedicarían á nla'liobras en el campo y á la resolución sobre el terreno de cuestiones de táctica, construcción de obras de can1paña, etc., haci" ndose todo esto con uno ó n1ás Cuerpos del Ej¿rcito. "Como pren1io al n1:rito obtenido por los alun1nos de la Escuela al fin de los dos años del aprendizaje, se les> concedería, aden1ás del diplon1a de capacidad, el ascenso al grado inmediato y colocación efectiva en uno de los. Cuerpos del Ejército. La duración del tiempo de servicio obligatorio para los que fuesen colocados no excedería de cinco años, y después podrían pern1anecer en él por todo el tiempo rle su buena conducta." SERVICIO DE SANIDAD.-Este se ha prestado en eJ Hospital Militar central de la capital, situado en las casas. que fueron arregladas para tal efecto por los lados de "N in­guna Parte"; edificio u adoptado defectuosamente para ese servicio y construído sin arreglo á un plan científico," se­gún afirn1ación del señor Ministro. Carece de departan1en­tos suficientes. J ú zgase imprescindible la necesidad de en ..... sanchar el edificio ó de construír uno nuevo en el misn1o lugar, puesto que el área de terreno de propiedad de la. N ación en aquel sitio es bien considerable. En las ciudades de BarranquilJa, Cartagena, Cúcuta, Panan1á, en donde no hay hospitales n1ilitares, el Gobierno se ha visto en el caso de con tratar la asistencia de sus en­fern1os en los hospitales particulares, contratos que no dejan de ser gravosos. En el tiempo transcurrido de 30 de Junio de I 894 á la misma fecha de I 896, el gasto por personal y material del Hospital Militar de Bogotá asciende á la suma de$ 74,734-25; y el mismo gasto en, las demás localida­des donde ha1'" guarnición asciende á $ I 6 6, S 1 2, en un tien1po igual al anterior. Opina el señor Ministro que en los· Departan1entos n'> Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR debe prestarse el servicio de custodia de presos ó reos re­nlatados por los soldados de la fuer7 -- pública, atribuyendo á esta clase de fatigas una de las varias causas que influyen en las frecuentes enfern1edades de la tropa. CuARTELES Y PARQUEs.-No son bien adecuados á su objeto los edificios que posee la capital. En uno de ellos hay que renovar los entresuelos y en otro la techun1bre­Ninguno tiene oficinas adecuadas para Estados Mayores, ni para atn1acenes ó depósitos de elementos de guerra. Cree que ~nvendría construír de nuevo los cuarteles, levantán­Jos sobre los cin1ientos de los que existen; trabajo en el cual pudiera aprovecharse la tnano de obra de los soldados. Son de propiedad nacional Jos cuarteles de Barrran­quilla, Bogotá, Cartagena, Guaduas, Honda, Panan1á, Tun­ja, Santa Marta, Chita, Cúcuta, Zipaquirá y Sogan1oso; y tienen que pagarse los de las guarniciones acantonadas en Bucaran1anga, Buga, Facatativá, Ibagu~, Cali, Medellín, Popayán, La Mesa, Madrid, Socorro, Riohacha, Nemocón, Manizálcs, Chinácota, Neiva, Pasto, Soatá. La falta de locales adecuados para la tro¡..a y para la guarda ó depósito de n1ateriales de guerra se hace sentir, señaladan1ente, en Bucaran1anga, Cali, Medellín y Barran­quilla. A los Guardaparq ues se les ha exigido la fianza legal de seguridad en el m.anejo de los elementos confiados á su custodia, y se les ha ordenado que lleven la docun1entación respectiva, conforn1e á las disposiciones del Decreto nÚn1e­ro 304, de 20 de Mayo de 1 8 8 2. FÁBRICA DE CÁPSULAs.-Para poder aprovechar de­bidamente el arn1an1ento de precisión con que se dotó al Ejército, y evitar cualquier inconveniente que pudiera nacer de la importación de cápsulas, se pensó en establecer en Bogotá una fábrica de . ellas. El edificio se empezó á , levantar hacia el Sur de ]a ciudad, en el punto denon1inado <'El Aserrío." Comenzaron los trabajos de edificación en I 8 8 8. Aquelos que se han ejecutado en la Fábrica han sido encon1endados á un n1ecánico entendido, n1ediante con­trato. Pero prestaría n1ás eficacia y seguridad positiva al Gobierno dicho Establecin1iento si las obras que deben • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR , acerse en él, se llevasen á cabo por n1edio de admi­nistración. La Fábrica requiere aún gastos que no so~ excesivos y que recon1penzarán el esfuerzo que se haga. La. introducción de grandes cantidades de cápsulas del extran-:­iero para n1antenerlas en depósito, no puede hacerse venta­josamente porque la acción del clima las daña después de algún tiempo. . AsiGNACIONES Y OTROS GASTOS MILITARES.-Las Leyes 86 de I 8 86 y 2 de r 894, vinieron á subsanar en parte, los vacíos y deficiencias del Código Fiscal, relativos á los sueldos de Jos empleados militares y á las sumas de­" retadas para auxilios e rna.rcha y n1ovilización de tropas. Las guarniciones del Norte y Sur de la República, no po-. ~lían hac~r uso del papel n1oneda al n1isn1o tipo que en el resto de Ja República, y las estacionadas en Bolívar y San­tand r tenían que pagar n1ás caro el precio de los artículos alin1enticios. Com medio económico conciliable con la justicia, el señor Ministro de Guerra propuso en su Informe que la ra-. ción que se pague [t Jo individuos de tropa no sea nunca inferior al jornal que ganan los obreros que trabajan en construcciones de casas, cte. Califica de exigL~a la de sesen­ta centavos diarios, y aboga con in1parcialidad y acopio de razones de fundado peso, porque se señale una sun1a que dé completo desahogo n1aterial á los que se dedican á ser­vir á la Patria en sostenin1iento del orden público. Q.yiere que ]a Nación provea, an1pliamente, al sostén de los indi­viduos que con1ponen el Ejército, que el apoyo que se les haya de suministrar sea de carácter duradero, atendiendo. al régimen de permanente igualdad en el orden que entra­ña el espíritu de Ja Constitución de 1 8 8 6. Por el contexto de varios puntos del Informe del se­ñor Ministro, y por algunos actos y disposiciones que ha dictado, en desen1peño de sus funci~mes, se viene en cono­cimiento de que él quiere ·despertar en los individuos al servicio de la N ación el convencin1iento del deber in1pres~ cindible en que están de ajustar sus actos á cuanto tiende. á dar respetabilidad, solidaridad y armonía n1oral á la Na­ción ; busca él y estudia los medios n1ás adecuados y con- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR ciliables con el desarrollo de la existencia holgada del ejér­cito, penetrado de la importancia que como elen1ento de seguri~ad han de prestar sus n1ien1bros á la sociedad en que v1ven. Sin igualdad de nlÍras y absoluta uniforn1idad en la disciplina no se concibe la existencia del t::jército. (Concluirá). -- ... - - MINISTERIO DE GUERRA RESOLUCIÓN NÚl\1ERO rr7 ua señala la manera de comprobar su domicilio los militares para ser pasaportados cuando se retiren del servicio. Ministerio de Guerra.-Sección I.a- Bogotá, Abrilr2 de 1897. Los militares que se retiren del servicio activo y tengan dere­cho á pa aporte con arreglo á los arttculo 1 I y 14 de la Ley 39 de 1896, deberán comprobar con un certificado del respectivo Al­calde cuál era el lugar en que conforme al artículo 78 del Código Civil e hallaban domiciliados cuando recibieron la comunicación de llamamiento al ervicio i fueren Gcnerale ', Jefe ú Oficiale ó enganchados si fueren individuos de tropa. En el certificado dicho se expresará cuál de las causales seña­ladas en el artículo 373 del Código Políti o y Municipal es la que constituye la vecindad del individuo militar de quien se trata. Del requisito indicado podrá prcscindirse cuando no hubiere duda alguna acerca del domicilio del militar que haya de ser pasa­portado. Publíquese en el Diario Oficial y en ia Orden General del Éjército. El Ministro, PEDRO ANTONIO MoLINA. SEOCION OIENT1FICA TÁCTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTICA (Continuación). Las marchas de 35 á 45 kilómetros son penosas: la infantería no puede soportarlas más que tres ó cuatro días consecutivos; la caballería las resiste más largo tiempo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ; BOLETIN MILITAR Las marchas forzadas sólo se emplean en muy extraordinarios casos. Por regla general el arma de mayor resistencia y perseve­rancia para las fatigas continuadas es la infantería, porque en el hombre el espíritu se sobrepone á la materia, y ésta misma es más flexible á las regularidades y violencia-; de la vida de campaña: en los institutos montados, el caballo que es su principal elemento, se resiente en extremo de la falta de un trabajo metódico y de la re­gular y continua administración á que se halla acostumbrado. RAPIDEZ DE LAS MARCHAS Es de todo punto imposible determinar con precisión ]a rapi­dez de las marchas, porque este cálculo se halla sujeto á una por­ción de circunstancias, siendo las principales el número y compo­sición de la columna de marcha, el estado de las tropas y la calidad Je terreno y caminos que se atreviesan. La experiencia, no obstante, ha dictado un término medio para la rapidez normal de la diferentes armas, y es como sigue: Infantería. Un infante ó pelotón aislado recorre con desahogo S kilómetros en una hora: para el mismo trayecto emplea una co­lumna de infantería, en circunstancias favorables, de 66 á 73 mi­nutos. La columna de infantería neces ita, por lo t'lnto 4t horas para una marcha ordinaria de etapa de 20 kilómetros añadiendo á dicho tiempo una hora, por lo menO', empleada en los altos y descansos, resulta que la duración total de la indicada marcha e de Si horas. Si las circunstancias de la calidad de los ca mi nos, el tiempo, el es­tado atmosf¿rico, etc., son de favorables, aquella cifra se elevará tal vez á 6~ ó 7! horas, y aún podrá ubir hasta 9i ó rot cuan­do aquellas son comp!et:lmente contraria . Caballería. Un jinete ai slado sobre un buen caba1lo, recorre S kilómetros al paso en 40 ó so minutos y en 18 ó 24 al trote. Al-: ternando en dos aires para un trayecto de ro kilómetros, empleará de s8 á 76 minutos. Una columna de caballería en circunstancias normale recorre 5 kilómetros en 35 á 40 minutos, por lo que ve­rifica W1a marcha de etapa ordinaria de 20 kilómetros en 3 ~ ~ 4- horas los descansos inclus ive: para una marcha de 30 kilómetros necesita de S á si horas. No siguen, sin embargo, en la misma propordón los grandes aumentos de trayecto, pues empleará la ca- • ballería 9 horas por lo menos para recorrer 45 kilómetros en razón á que los piensos de los caballos, mucho más lentos que la comida de los homb'res, exigen una detención de una á dos horas próxi-mamente. . Artilüría. La rapidez de la marcha de una columna · de arti­llería montada se equipara con la caballería, pues la ligenza y sen- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 233 cillez del material le permite los altos aires: no obstante, para las distancias un tanto con iderables como de una buena jornada, la ra­pidez será algo menor atendidas las condiciones del arrastre y los cuidados que exigen los trenes de esta arma. U na batéría puede recorrer 20 kilómetro al paso en 4~ horas, pero esto sobre un te­rreno sólido, pues el estado de los caminos y sus desniveles influ­yen más poderosamente sobre ésta que sobre las demás armas. Hé aquí las circun tancias que ejercen mayor influencia sobre la rapidez de las marcha , y por lo tanto sobre la longitud de su trayecto: I .0 El estado f/sico y moral de las tropas, su hábito á las fati­gas y las disposicion es reglamentarias de las marchas. Nada constituye un obstáculo tan grande al movimiento como el cansancio del soldado. Saber prevenir y evitar oportuna­mente este caso fatal e uno de lo secretos del arte del mando, pues la situación má crítica para un General en Jefe ó cualquier oficial con mando es hallarse al frente de tropa extenuadas por la fatiga en el momento en que se necesita de sus fuerzas para una importante operación. Grande influencia ejerce también el estada mJral del soldado ~obre us facultades de locomoción. El ánimo del soldado e exalta hasta un punto extraordinario que le impulsa á lle\ar á cabo gi g antes ca_ emprc a, cuando á una sólida di c:plina une la confianza en la victoria, la que le inspiran s u general y sus jefe. , la legítima sati s facción de los triunfos al­canzados ó noticias favorables de ventajas adquiridas por otros cuerpos. El hábito de las marchas y de las fatigas, en general consti­tuye otro factor importante para el c á lculo de lo que e puede exi­gir y obtener de la tropas en este punto, pue las que se hallan acostumbradas á una grande movilidad poseen facultades superio­J'e de march~, en tanto que el reposo continuado enerva todas sus fuerzas. Antes de entrar en campaña deben ejercitarse al movi­miento, si bien en los primeros días de operaciones se p-rocura que las marchas sean cortas, y se prolong:m progresivamente á mediea que los hombres se fortalecen y que los caballos pierden la gordura y ganan en dureza de carne y agilidad. Las prescripciones reglamentarias relativas á las marchas deben preveer y dictar las reglas más seguras para que aquellas se ejecuten con la mayor regularidad y armonía, pues de e ta cir­cunstancia depende muy principalmente el buen paso de la· cabe­za de columna, la holgura de cada soldado dentro de ella, el que las últimas fracciones no se queden ratrazadas y por ú !timo que el todo de las fuerzas avance con la mayor rapidez y la menor fatiga posible.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 2.0 La projundidad y la ordenación de la columna de mm·clz(l·, Los efectivos de la columna, us diferentes armas y el orden eq que éstas van di ·pue-tas ejerce muy particular influencia sobre la rapidez y duración de la marcha. Mientras más profunda y más. cargada de impedimento (caballo de mano, bagajes, etc.) sea Ja columna, mayores serán las pertubaciones de la marcha y las f1 uc;­tuaciones que retardan el movimiento. Si éste no se emprende por la cabeza con anticipación, la cola sufrirá detenciones unas veces, retrazos otras, y el todo en lugar de ser un cuerpo eslabo­nado que se mueve con perfecta armonía desde el principio al fin, acu::,ará una desigualdad de distancia que se hace sentir especial­mente, en los pasos estrechos, como puentes ó desfiladeros, entor­peciendo y retardando sin remedio la marcha mientras que es ma­yor la fatiga, y por tanto, menor el trayecto que puede recorrer en Ja jornada una fuerte columna provista de todo sus elementos. 3.° Ciases de terrenos, caminos, desfiladeros. La facilidad de. las marchas depende en gn'n parte del estado de lo camipos : aquélla e más grande y rápiJa cuando la carretera, además de una buena anchura, tiene piso firme y plano. El barro, el polvo y las pen­dientes son otras tantas causas que embarazan el avance de las tropas. Existen, no obstante otras causa que retardan má la mar­cha que el mal e -tado e los c a minos ; cuales son : la de igualdad del paso ; las R uctuacione de la col u m na de cabeza ó cola, la fre­cuencia de aumentos y di minuciones del frente de columna, y todo uanto se rela iona con el orden y armonía del movimiento. La estación, la temperatura y la hora, on también factore· importantes en la rapidez ó atrazo de las marchas. MARCHAS DE GUERRA En las marchas de guerra la atención capital, la condición sine qua non, es que las tropas se 'hallen convenientemente resguar ... dadas y rn perfecto estado de aceptar la batalla. Esto no obstante las consideraciones de carácter económico permanecen en vigor,. pero en cuanto no perjudiquen á las de naturaleza táctica que ocu­pan en este caso el primero y el más respetable lugar. Las marchas de guerra no tienen otro objeto que él encu€n.­tro del enemigo; pero éste con frecuencia está á su vez en mo­vimiento, de donde resulta- que ni lo cálculos más racionales, pro ... ducen su efecto cuando reinan la incertidumbre y las congeturas. Por esta razón las precauciones deben ser mayores y más completas á fin de no sufi·ir una sorpresa y poder aceptar el com­bate en cualquier tiempo y lugar en que el enemigo provoque á la lucha. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETI ' MILITAR 235 LONGITUD DE LAS MARCHAS DE GUERRA Respecto de este punto predominan los términos extremos en ampaña: las marchas son demasiado largas ó demasiado cortas. Los grandes cuerpos de tropa próximos ó casi en contacto con el enemigo no verifican larga marchas por ser en dicho caso muy restringido el rayo de su esfera de acción. Siendo de suma impor­tancia adquirir siempre las últimas y más seguras noticias respecto al enen1:igo antes de ponerse en movimiento, la hora de salida no debe .fijarse demasiado temprano, además de que el serv.icio de re­~ onocimiento y descubierta que debe pr ceder á aquella, habrá de retardarla necesariamente. . Pero ocurre con frecuencia en campaí1a que á una larga in­movilidad, ó bien á las pequeñas marchas se suceden las forzadas, y esto acontece generalmente cuando se trata de operar una rápida co.ncentración para un at gue decisivo; cuando hay que transportar á ~na nueva posición estratégica todas las fuerzas y el material; cu<~;ndo es preciso retirarse á toda prisa despues de una derrota ó avanzar rápidamente sobre el enemigo vencido; y últimamente si se intenta una sorpresa ó golpe de mano, alguna atrevida expedi­ción, cte. Resulta de lo dicho que es muy dificil determinar la duración de una marcha de guerra p,or ser muchas las circunstancia parti­culares que entran en el cálculo y especialmente la proximidad ó pre encía del enemigo, qt..tc ora sea segura, ó incierta é ignorada, puede obligar en muchas ocasiones, según las fuerzas de que se dispone y el país que se atraviesa á prolongar la marcha, á redu­cirla, y en fin, á no terminarla, acampando sobre el terreno donde nos sorprenda la noche ó el momento del peligro. MARCHAS DE OC HE Marchas se ~-retas En toda operación nocturna, no sólo el Jefe principal, pero más particularmente los de cada unidad táctica deben redoblar su vigilancia y exquisitos cuidados para que en nada se altere el orden y la cohesión de sus re pectivas fuerzas, permaneciendo unidas y compactas aun en el caso de que por circunstancias particulare hubiera solución de continuidad en el todo de la columna. Cuando ésta se detenga por cualquier causa, nadie puede separarse de la .fila, ni menos sentarse ni echarse en el camino; lo primero para evitar los extravíos de hombres ó con fu. ión de unas fracciones con otras; lo segundo, porque cediendo fácilmente al sueño, se hace muy difícil emprender la marcha de nuevo. Se vigilará también. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MI'JITAR. con cuidado que los jinetes no e duerman, porque abandonados los caballos se producen detenciones y descomposición en las tilas; y por último, d asiento del hombre pesado y vacilante, provoca le­vante en el lomo del animal. Cuando la marcha de noche tiene por objeto llevar á cabo una sorpresa ú operación secreta, es de rigor que no haya ruido, que nadie tome y que reine el mayor silencio posible; se esquivarán los caminos conocidos, los terrenos habitados. Finalmente, en esta clase de marchas, sólo el jefe, á ser posi­ble, y á lo más u segundo jefe ó el de Estado Mayor, deben co­nocer el secreto de las operaciones que se intentan, y de cuyo éxito muchas veces es garante la más ab.;oluta reserva. ( C;ntinuará). ESTUDIO SOBRE LAS OPERACIONES DE NOCHE EN CAMPAÑA (Abreviado de la obra de Julcs Bourelly. C apitá n de Estado M ayor del Ejé rcito fi-nnc~ p or A. P .) I ER VICio DE SEGURIDAD DE N'OCHE El artículo 8 5 del R !!glarnento para el servicio en campaña del Ejército frances dice: " En los cuerpos destacados, pequeños e uerpos consti tui el os con hombres inteligentes, se colocan á bastante distancia en los di­versos puntos por lo cuale pueda pasar el enemigo para atacar la posición y cortar la retirada. Sitúan e de preferencia en las encru­cijadas de los caminos, no encienden fuego alguno, permanecen ocultos y cambian de posición frecuentemente. "Esto puestos anuncian la aproximación del enemigo por medio de seiíales de que deben haber sido provistos, ó en su defec­to, por seí1as convenidas de antemano, retirándose á los puntos que les hayan sido indicados por caminos que han debido reconocerse con anterioridad. Al amanecer se incorpora!1 de nuevo á la gran guardia." Prescribe la misma Ordenanza el establecimiento de una es­pecie de red de puestos avanzados alrededor de los campos, acanto­llamiento y vivacs. Esta red debe cubrir el frente y rebasar los Bancos de la posi­óón que ocupa el Ejército. Las fuerza que e hallen en los pues- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. &OLETfN MIUTAR 237 tos avanzados tienen la misión de observar los movírnícntos Jd enemigo, avisar su aproximación y retardar ó detener su marcha ~uando intente avanzar hacia el campo ó VÍ\'ac. Si el enemigo qui&iera penetrar en un campo francés, encon­traría, en primer lugar, centinelas aislados, después una línea regu .... lar de centinelas de infantería y caballerb, otra de pequeñas avan­zadas, las grandes guardias, algunas veces puestos de so·tén ;Í con­tinuación de éstas, y, en últímo término, el puesto avanzado de la guardia de preve.nci6n. Esta especie de cordón de seguridad es variable, según la ma .... yor ó menor importancia de las fuerzas á que pertenece, y nume ... rosas circunstancsas que no creemos preciso cnttmerar. Cada bri ... gada protege el terreno que ocupa; y rondas y patrullas, propor­cionadas por las grandes guardias, que reconocen las inmediacione · del campamento y vigilan el servicio de las avanzada , completan eL de eguridad. Se cvn igna en la ' misma Ordenanza que dut':.lnte la noche hán de aproximarse al campo, vivac ó campamento los pequeños puestos y grandes guardias que rodean el circuito. Federico u, que ha marcado minuciosos preceptos referentes al servicio de noche en las avanzada , estableció la. misma prescrip­ción, excepto en el caso que ocurre con alguna fre<;uencia, de quG los dos ej ' rcitos combatientes se hallen separados por algun río o tm extenso foso, en el cual, siendo nccesano impedir el paso, han de conservar e de noche las mismas posiciones ocupadas durante el día. Lo escritores mílitares se expre an, por regla general, de acuerdo con este sistema y uno de los pocos que se han rebelado contra él ha sido el mariscal l3ugeaud. Opina éste q~•e el referido si tema conduce necesariamente á plantear la vigilancia nocturna en un radío de muy corta exten­sión; siguiéndose de aquí que el núcleo prÍncipal de las fuerzas no se halle suficientemente precavido contra una sorpresa cualquiera. Además, en las fuerzas destacadas para. constituír la vanguardia de un ejército, la5 avanzadas demasiado inmediatas favorecen los mo­vimientos envolventes del enemigo; la vanguardia corre el riesgo de ser arrollada y destruída; hasta el mismo ejércíto puede verse obligado á aceptar el combate ol:>re un ten:eno y á una hora que no le sean favorables. Así pues, si durante la noche se reconcentra la red de puestos avanzado ,. son más fáciles de ocurrir las sorpresas y los golpes de mano contra el grueso de las fuerzas. Aumentando las garantíag de seguridad para las avanzadas, disminuyen las del cuerpo de ejército cuya protección constituye su misión; esto es, se des­éuida lo principal por lo accesorio .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR Juzgaba el mismo mariscal B ugeaud que el mejor mediO dé preservar e de noche contra las sorpresas que la noche misma favo­rece, es el de establecer un servicio de puestos avanzados más aleja­do aún que durante el día del núcleo de las fuerzas. En el caso particular de un cuerpo de ejercito destacado á gran distancia del grueso Jel mismo, se evitan de este modo las sorpresas, pudiéndose además abrigar la convicción de que el enemigo no ocupará la línea de retirada. ¿Cómo conceptuaba pues, el mariscal Bugeaud que debiera establecerse de noche el servicio de seguridad de un ejército ? Por medio de pequeños puestos de aviso, entre acados de las fuerzas que durante el día presten el mismo servicio, compuestos ue infantería y caballería, ó solamente de infantería, según la di­versidad de circunstancias ; diseminados en todas direcciones á la mayor distancia posible; aprovechando los accidentes del terreno, emboscados en los barranco , á la inmediaciones de las veredas, senderos, carreteras encrucijadas, destacando centinelas más lejos aún, y no comunicando con las guardias inmediatas al campo ó vi­vac más que por medio de ordenanzas, prefiriendo los de ca baile-· ría cuan1o las condiciones topográficas se lo permitan. 'Tal vez se objetará que en estos puestos tan avanzado pue­den ser fácilmente sorprendiJos ; pero no es esto tan realizable corno aparece á primera vista, componiéndose por lo general aquellos pue tos, de un corto número de individuo., perfectamente penetrados de su deberes, que no han de er ocorridos ni batirse, <.Jue guardan el mayor silencio, no encienden fuego y permanecen convencidos de que su propia seguridad depende del silencio que guarden; cuya misión se reduce únicamente á prevenir y partici­par á la fuerzas cuya seguridad les está encomendada, cualquier novedad que ocurra, por medio de señales convenidas, y que pueden, por último, en un momento dado, merced al conoci­miento que han debido adquirir durante el día de los medios de re­tirada de que pueden di poner, sustraerse rápidamente á la perse­cusión del enemigo y ganar el puesto de reunión previamente de-· ·ignado. Sin entrar en lo detalles de ejecución del artículo 8 5 trans­crito ni de los demás artículos que forman el Título VIII de la Ordenanza, referente á las operaciones de noche, artículos en los cuales se consigna el principio de que las avanzadas deben ocupar durante la noche posiciones más inmediatas al núcleo del ejército que las que han conservado durante el día, puede oponerse á aquel principio el siguiente, que creemos de útil aplicación en todos los casos: Por la noche, en que la vista pierde gran parte de su vigor, convi~ne tener puestos mas avanzados que durante el día riel lado del enemzgo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR 239 Bustow en su Arte militar en el siglo XIX opína que la dís..: tanda que debe mediar entre los puestos avanzados de observación y el campamento depende, primero, del tiempo que necesiten las tropas cuya seguridad se defiende para tomar las armas y ponerse en estado de defensa; segundo, de la mayoi· ó menor exten ión de terreno que los puestos pueden vigilar; y, tercero, de la cele­ridad con que el enemigo pueda avanzar hasta el campo ó vivac. Hay que tener presente también que el soldado invierte más tiempo de noche quf' de día en prepararse para la res:stencia; y además que, por muy clara que sea la noche, las avanzadas no po­drán ejercer la misma vigilancia sobre el campo enemigo que en pleno día. Razones ambas que bastan para justificar la nece­sidad que existe <.le alejar en lo posible los puesto <.le observa­ción. T'al vez se nos arguya que. el ataque no es tan , ·igoroso en el seno de la oscuridad como á la luz dd día, y que el tiempo per­dido por el ataque lo gana la defcn a; á lo cual re~ ponderemos, en primer lugar, que el defensor se encuentra en las misma con­dici~ nes; y, en segun<.Io, que debe abrigarse siempre el temor de que el agresor al intentar un golpe merced al conocimiento que previamente ha debido adquirir del terreno, trate de desplegar ma­yor vivacidad y arrojo en su primer ataque, á fin de hacer perder á los defensores las naturales ventajas de una actividad upcrior. La guerra de los E tado. U nido ha venido á dcmo trar, indu­dablemente, el sólido fundamento de lo principios sentad('S por el mariscal Bugeaud referentes al servicio dcseguridad. Al empezar esta lucha, tan fecunda en aconte'-= irni ~tos d igt " d e ecial estudio, oficiales y soldados improvizado tenían en este ervicio, y espe­cialmente en el de noche una falta de experiencia cuyo peligro se hacían muy grave . Las alarmas se repetían con frecuencia suma; sobre todo de noche sorprendíanse las grandes guardias y se copaban los cuerpos destacados. • (Continuará). EN El EJERCITO El Poder Ejecutivo por Decreto de fecha I 7 de Ivlarzo dictó las siguientes disposiciones: Reconoció al Teniente Coronel Zoilo Forero d empleo de Coronel efectivo, con el cual ha prestado, en algunas oca iones, sus servicios á la República. Nombró al doctor Virgilio Osejo, médico de la Guarnición de Ipiales, asimilado á Sargento Mayor para los efectos fiscales; y concedió al T'eniente Juan B. Medina la licencia indefinida que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. nOLETÍN i\HLITAR ... olicito para separarse de la 5.11 Compaí.h dd llatall0n Rijlt·~ lUÍ­mero 12. Por Decreto de r~cha I2 ascendí<) á Coronel efectivo al Te .. niente Coronel Fernando Horrero~ que sirve en el Estado Mayo1' de b 3·n División, como 2.() Ayudante General y lo promovió al puesto de primer Ayudante General de b misma Oficina; y acep~ tú al Coronel Luis Fernando Garc1a la excusa que presentó para servir el destino de primer Ayudante General del EstL'.do !vlay01' de la 4• 8 Divisi<)n del Ejercito. Por Decreto de fecha 18 promovió al Capitán Salvador Ho­yos Ordúñez, que sirve en la 2.a Compañía del Batallón ()az.adort's numero 16 al pue¡;to de Ayudante .iVlayor del C~dibí? número 241 en la vacante que allí existe de e e empleo; ascendió á Capitán efectivo al Teniente Heliodoro Pinilla, que sirve en la 3·" ComE_a­ÍÍla del expresado Batallon Cazad'Jres, y lo promovió á la 2 ... enla vacante que dej<) el Capitan Hoyos OrdoneZ'; y llamó al servicio activo al Teniente Zcn<Ín Favio Lcmos, dc.·stinándolo á la 3.• Compaííía del mencionado Cuerpo, á la vacante que dejó el ~re~ uiente Pinilla. Por Decreto de fecha 2 7 reconoci<í al señot· Sal u ti ano Teja­rla el grado de Capitan efectivo del Ejercito que le confiri<) en Fe­brero de 1895, el Jefe Civil y Militar del Departamento de Boya_, ci, lo llame) al scn·icio acti\'() y lo destin
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 15

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 16

Por: | Fecha: 01/05/1897

Año I llogotá, ~lli)'O 1. ~ tle 13!17. Número Hi BOLE T IN lVIILITAR -~··-~- ORGANO DEL l\.1INISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO ·- Director, ALEJANDRO POSADA. Soll colaboradores natos de este periódico, todos los 7efer y Oficiales del Ejército de la República. LABOR .ADMI TJ TRA TIV A (Continúa del número ·anterior). VESTU .\RIO Y EQUIPO. - Desde r 89 r el Gobierno con­fió á la Sociedad de San Vicente de Paúl el encargo de su­nlinistrai · el vestuario para las tropas, n1edida que ha resul­tado eficaz )' ven tajo a, porque la ropa confeccionada en los talle;cs de la Sociedad, es más barata que la. importada de Europa, y no se corre con ella el riesgo de que resulte fue­ra. de medida. Les talleres de la Sociedad alcanzan á dar abasto para proveer de vestuario y equipo á todo el Ejérci­to, y el Gobierno, atendiendo al buen servicio de este ramo y para evitar comentarios desfavorables, tuvo á bien expe­dir el Decreto número 232, de I 9 de Junio de I 896, en el cual, conformándose con el sisten1a adoptado desde I 891, _ atiende la manera de allanar las dificultades que ocasionan Jos gastos de transporte del vestuario á largas distancias ve­rificJ. ndo el servicio indicado por n1edio de contratos cele­brados en licitación pública. Prescribe el Código Militar que los Jefes y Oficiales hagan el gasto de su uniforme, lo que ocasiona á cada uno de ellos un gasto fuerte. Pide el señor Ministro que se de­rogue esa disposición y que sea la Nación la que costee los uniformes de servicio y de parada. MoNTEPío MrLITAR.-A establecer y desarrollar esta institución, tan benéfica y útil á Jos deudos de los n1ilitares, vinieron la Ley 96 de I 890, reglan1entada luégo por el De- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILlTAi't ~reto número IO+ de r 89 r y por el acto legtsiatÍva de te de Junio de 1895. Hasta fines de r 896 el Montepío pagaba anrtalmente: doce pensiones, de ellas la n1ayor era de cincuenta pesos. mensuales y la n1enor de diez. El total de entradas á la Caja de h Tesorería del Mon_, tepío por intereses pagados por los prestan1istas asciende en cuatro años y cinco n1eses, á la suma de $ 24,08 3-8 S .. JusTiCIA .rvliLITAR.-S hace notar en el Inforn1e que la Ley r S 3 de I 8 8 7 " señaló nu~vas penas á ciertos delitos con1etidos por los n.ilitares, especialn1~nte á aque~ llos cuya ejecución apareja á la República graves peligros en orden á su independencia. y soberanía ó á l.a conserva­( ión del orden público interno.'' Considerando el alcance del acto legislativo de I 89 5 GUe sotnctió á la jurisdicción n1ilitar los delitos definidos en el Título r, Libro 2. 0 del Código Penal, diserta el señor Ministro con elevado criterio filosófico cuando dice : " Relajadas con o han sido, por la frecuetY·i, de nues­tl ·as guerras civil s, Jas fuerzas q u e en to a 1a ión regu­larmente constituída sustentan el orden social, y debilitada el principio de autoridad en la conciencia pública, acos­tun1brada á n1irar sin temor las :nvasione del espíritu de anarquía así en los dominios dd o. den social como en los de Ja organización política, preciso era refrenar con n1ano firme las tendencias destructoras de los el n1entos constitutivos de la tranquilidad p íblica y n1antener á raya Jos conatos encan inados á poner al an1paro de una bandera política la ejecución d" crin1enes execrables." EsTADO DE GUERRA.-Este capítulo del informe es fa página n1ás completa de él : contiene apreciacíones de: alto valor histórico ; enunciación fápida, pero fiel y segura de los movim.ientos principal s de la guerra civil de I 8 9 S ; aparecen las grandes líneas del cuadro trazadas con obser­': l~ión sagaz. y penetrante y revelan el profundo estudio 'l e el señor Ministro ha h cho de nuestros partidos y cón10 sabe apreciar en cuánto afectan la n1archa regular de .la e.'istencia de nuestras poblaciones. Con estas notas hemos de poner de n1anifiesto los. puntos principales de administración pública que se tocan ,. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍ MILITAR 243 eÍ1 el Inforn1e, no sin dejar de observar que estudiado éste en conjunto, se ve el acierto y propiedad con que el Mi­nistro del ran1o interpreta el verdadero espíritu de la Con~­titución que hoy rig ..... Los Decretos n "meros 9, I 8 y 3 I, de I 8 9 5, vinieron á declarar la República en estado de sitio. El Gobierno tomó prontas y enérgicas providencias en el sentido de levantar Jas fuerzas indispensables para debelar la rebelión. Procedió á nombrar en los Departa­n1entos funciQnarios encargados de la autoridad civil y n1i~ litar; activó la consecuci6n de recursos para las tropas en can1paña, y logró dar cohesión y con1pleta unidad á sus disposiciones. Dice el Informe: " Desplegándose excepcional actividad en la organi­zación de las fuerzas destinadas á restablecer el in1perio deJ orden y en la creación de todos los elementos indispen_: sables para elevarlas hasta el número que las circunstancias exigieran, la r b·-- iCn sufrió desde Jos primeros días desca­labros decisivos que, sobre desconcertar sus planes, dieron ú. Jos anügos del Gobierno confianza en el resultado final para robustec~r y "'igorizar Ja opinión fav rabie á éste. unca se dio ejemplo en nuestras guerr~s civiles de mayor ó igual ccléridad en L formación de fuerzas colectivas des­tinadas á con1batir una insurrecció n, ni hubo en las opera­ciones de h guerra la rapidez y el acierto con que se obró p1ra tern1inar ésta en t.l plazo n1ás breve que registra nues­tra histori~L Ni las dificultades de tiempo ni las de dis­tancia fueron parte á entorpecer ó retardar movimientos . n1ilitares eiecutados con n1aravillosa celeridad y que aho­garon sin mayores sacrificios· n1orale~ y n1atcriales, un al­zamiento preparado en ]argo tiempo y re~lizado con auxi­lios de invasores lanzados desde opuestos extren1os del con­tinente sud-americano. "A fin de vigorizar la acción del Gobierno en todo el territorio de Cundinaniarca y atender sin demoras á bs exi­gencias del restablecitniento del orden, el Poder Ejecutivo Tspuso que el Ministro de Gobierno ejerciera las funciones d Gobernador del Departamento, Juégo que las operacio­nes militares hicitron necesaria la separación de este puesto de Jos señores General D. Rafael Reyes y D. Rufino Gu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 2"TT BOLETÍN MlLITAR tiérrez., uienes Jo habían ejercido sucesivan1ente y bajo cuya adn1inistración se organizó el Eji:rcito denonünado d~ Cun­dinan1arca, con parte del cual el Gobernadü r militar del Departan1ento, que lo era el n1Í s mo General Reyes, hizo la corta y brillante can1paña de Occidente., en que los revolu­cionarios fueron vencidos por fuerzas considerablemente in­feriores y sometidos en virtud del convenio de Beltrán" .... "Sin1ultánean1ente se disponía la organización d~J Ej~r­cito del Norte, destinado á pacificar las Provineias de Bo­yacá y del Norte de Cundinan1arca y á coadyqvar en. caso necesario los n1ovin1ie.ntos que debían ejecutarse en Santan­der; Ejército que se puso bajo las órdene~ del señor Gene-· ral Juan N. Matéus, Jefe de Estado Mayor General del Ejército permanente, y cuyas operaciones, realizadas con firmeza y serenidad, propias para asegurar la victoria, obtu­vieron el n1ás feliz resultado con la cél bre captura de Ca­}' itanejo, en la cual~ ahorrándose sacrificios de sangre y n1er­ced á n1ovimicnto~ hábilmente con1binados y dirigidos, se obtuvo la e11trega á discreción del Ejército enemigo, con1- puesto de rebeldes alzados en armas en el ~ orte dt. Cundi­nanlarca y en Boyacá, donde habían logrado reunirse y do­n1inar por algunos dí.as g1·an parte del territorio de <..-ste ú1- tin1o Departamento. "No tern1inó m.a.terialn1cnte Ja ca.n1paiia con el con1- batc de Enciso y Ja captura de Capitanej .; partidas que no pertenecían á ejército regular alghlno ni t~nían Jefe recono-· ciclo, continuaron resistiend , cómo las que se refugiaron en los bosque~ del Valle del Cauca y en las vastas llanuras de· Casanare, en la esperanza de revi\rir la lucha por n1edios de-· sesperados; se fraguaron conspiraciones encatninadas á apo­derarse de Jos cuarteles de ~arranquilla y la pláza de Po­payán, y se intentaron nuevas invasiones por auestras fron­teras del Sur y del Norte. De aquí la necesidad de n1ante­ner en estado. de sitio !a. República n1ientras Jos revolucio­narios se convencieran: de que n1oral y n1aterialn1ente esta-· ban vencidos, y por lo n1isn1o impotentes para renovar la lucha. Pero este resultado no se alcanzó sino prosiguiendo activan1ente la can1paña en los Llanos, último albergue de aventureros arn1ados de las poblaciones ribereñas del Meta y precaviendo posibles con1plicaciones que la caida del Go- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 24) bierno legítin1o del Ecuador hiciera surgir por el Sur de nuestro territorio, á donde fue necesario enviar dos Batallo­nes que sirvieran de respeto á los filibusteros y salvaguar­- diaran la neutralidad de Colombia en la contienda civil de aq u.ella República." El cóntingentc de pie de fuerza que los Departan1en-tos sun1inistraron al Gobierno nacional fue el siguiente: Antioq uia ........... · ... ~ . . .. . . , .... , .. "' 4,ooo Boyacá .. . . . . . . . ... ... . . . . . . • . . . .. . . . ...... J,ooo Bolívar. . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • J,ooo Ca u ca... . . . . . . . . . . . . ................ ~ . . . . . . I o,ooo Cundinan1arca . . .. .. . . . .. . . .. . . . . . . . . . . ... 20,000 Magdalena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . "" 6oo Panan1á .................. _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6oo Santander............... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 5 ,ooo Tolin1a............. .. .. . ... .... . .. . . . . . . . . . . . . 2,ooo Todos los sueldos d.e los n1ilitares y soldados en servi­ ·cio fueron pagados puntualmente durante la guerra, así co­nlo se hicieron tambi~n con absoluta rcgularid. d los demás gastos de materiz.l y movilizaciún de tropas. Concluída la guerra el Ministerio creyó conveniente conceder á los Jefes y Oficiales licenciad s la gracia de u u sueldo de excedencia, que se pago en parte. La suma de las gratificaciones pagadas ~lscendió a $ 1 46,o8 1. Los gastos hechos durante la guerra pueden compu­tarse en$ 12.267,955-45· El Ministerio reconoció por val o· de expropiaciones, suministros y empr¿stitos, la sun1a de * 662,997-.80, sun1a en la cual está incluído lo reconocido á las Con1pañías de 11avegación fluvial., por servicio de vapores en la guerra. Esta parte del Informe tern1ina así~ "Imperfecta con1o es Ja organización política de Co­Jonlbia, por no haber aparecido todavía el equilibrio de in­tereses que dan sólida y definitiva estructura á los elemen­tos sociales y son firn1e garantía de su ordenado n1ecanisn1o, y debilitadas con1o han sido, por las frecuentes conmocio­nes civiles ocurridas desde que se demolió el régin1en de 1~ Colonia, las fuerzas tutelares del orden y del respeto á 1~ 2utoridad, sería pueril y candorosa 'ilusión pensar que h2.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR terminado para siempre la ~ra de las guerras civiles entre nosotros, y, por lo n1ismo, la previsión aconseja adoptar n1edidas encaminadas no s6lo á elin1inar causas de agitación política y de n1alestar econón1ico, sino tan1bi~n á poner en manos de todos Jos agentes del poder públíco n1 dios sufi­cientes para dar á la d fensa del orden la vigorosa organi­zación que es prenda de buen éx.ito en las n1edidas del Go­bierno. La organizaciún de una n1ilicia nacional, la provi­sión de abundantes elementos de guerra y la adopción de reglas bien definidas sobre autorizaciones para el caso de conmoción, contribJ.irían poderosamente á dar n1ayor esta­bilidad á la paz pública y á desal ntar á los perturbadores en sus propósitos de can1.biat:" por la. violencia el / régimen constitucional.'' MARINA DE GUERRA.-Atendiendo al objetivo de poner al Gobierno en capa idad de pod .... r::; defender con­juntamente de enemigos de la paz en motin"s interiores, ó en expediciones de filibus eros, s, han tripulado y armado ~onveni~nt. nrente, en vapor s de guen·a La Bo)'acá, La PopaJ El llérculcs y la CaHOJJercz JVardio, cuya construc-ión •;e pr sta á navegar con rapidez en el· río Magdalena. '1e con pr0 ademrcts, por el Ministerio de Gobierno, un, buque de guerra adecuado para la navegación en la Costa Atlántica. PRESUPVESTO.- -La M ·n1oria de Guerra presenta un cuadro complc:to de los gasto~ que se han hecho por el. Ministerio con la respectiva referencia á los capítulos del Presupu,esto que afectan y enun1era las partidas agotadas y las que hay que renovar. LEYES, DECRETOS Y RESOLUCIO,NEs.-La Ley 2.• de 1894, señaló los sueldos de los individuos del Ejército y autorizó al Poder Ejecutivo para aumentarlos transito­rian1ente. Entre los varios decretos expedidos por el Ministerio debe considerarse en prin1er Jugar, y con1o unp de los más i.mportantes el señalado con el nún1ero 8 3 2, por n1edio del ~ual se creó una Con1isión investigadora para averiguar y ~alificar la responsabilidad política en que hubieren incu­~ rido los perturb1dor..,s d .... l orden público. en la Nación\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BOJJETÍN MILITAR 24.7 )icho decreto surt~ó sus efectos y las gestiones hechas OOJ\ :tal n1otivo se publicaron en el Diario Oficial. En el capítulo de A UNTOS VIARIOS, con que termina d Inforn1e, se encuentran porn1enores referentes á la exi - tencia del Polvorín, en dDnde se depositan susrancias ex­plosivas ; á la pequefia Irnprenta de propiedad del Ej~rcito y en donde s_ ejecutan varios trabajos ; á la Arnzoría, esta­blecida convenienten1ente por resolución del Ministerio en la Fábrica de Cápsulas; al servicio de Palomares, para el 1nejor desarrollo del cual se expidió el Decreto nún1ero ~93 del año pa ado; y sobre las disposiciones á que deben someterse los habilitados de Jos cuerpos, y consideraciones sobre el perso·1al del I\1inisterio de Guerra. Por último, se insiste en llan1ar la atención á la ne~ ce~idad de establecer una buena legislación n1ilitar, hacia Ia creación de una Escuela de guerra dirigida por profesores con1petcntes y en el establecimiento de una n1arina qu .. in1pida el arribo á nuestras costas de expediciones filibus­teras y que s a capaz tanlbi~n de vigilar el contrabandG costanero. SECClO.i.r CIENTIFICA 'I'i'1.CTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTICA (Continuación). MARCHAS FORZADAS E. ta clase de marchas e distinguen de las demás, en que no 5e dividen en jornadas regulares, sino que las tropas caminan noche y día sin más desean os hasta el logro del objetivo propuesto, que los muy-precisos para la alimentación de hombres y caballos. La experiencia ha dictado que la longitud máxima de una J.narcha forzada pued ' S"'r de 8o á ro o hlómetros, ó sea de I 4 á r8 leguas. Ejemplos existen, aunqt:e raros, de marchas superiores que bien pudieran recibir el título de /zcréicas, llevadas á cabo por oldados que unían á una extraordinaria fortaleza corporal y grande hábito á las fatigas, una alma templada en la atmósfera sublime de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :BOLETÍN MILITAJt las empresas gigantescas, ora por causa de recientes victorias, ora por el entusiasmo y la disciplina de que eran perfectos poseedores- Pero salta á la vista que ni extraordinarim esfuerzos, ní aun los precisos para cumplir el trayecto arriba citado, pueden exigirse á las tropas sino en ca os de imperiosa necesidad, cuando de ello depende la salvación del mayor número, cuando son egu ros y bri­llantes los re ultados que han de obtenerse merced á un de espe­rado sacrificio, y cuando, por último, cuenta d jefe con que su tropa conservará al final de la jornada fuerza y aliento suficientes para batirse con ventaja después de tan ruda p1 ueba. Siempre que así no . ea, las marchas forzadas serían un aten­tado contra la conservación, la cohesión y aun la disciplina de las tropas, porque en tales casos suele ser considerable el número de rezagados, estropeados y enfermos que van quedando á lo largo del trayecto que se recorre, lo C' al merma en grande es cala el efectivo de hombres y caballos muy necesarios tal vez para la operación que se proponen ó para los combates eventuales que pueden tener lugar. Resulta de aquí que como después de una marcha de ochenta á cien kilómetros in de canso, sería preciso dar uno largo, si ha­bía de continuarse del mismo modo, el sistema de marchas forzadas viene á ser contraproducenü~m, pues con tropas an-uerridas y re is­tcntes á la fatiga se puede hacer do . jornadas con c.:cutiva de 40 á 50 kilómetro , lo cual, e n meno \'Íolencia, produce los mismos y más seguros re~ ult.1dos. APTITUDES Y RELA 10. r E DE COl\.lB TF. DF. LAS DI F E~ E . TT E S ARMAS Infan te ría contra caballería Las propiedades caracterÍgticas de estas dos armas, conocida y de.finidas anteriormente, y muy en particubr la potencia ofensiva, y arrolladora que en grado máximo posee la caballería, determinan y establecen, como regla general, que la primera debe obrar drfmsi­vamente contra las cargas de la segunda, empleando el fuego desde .el primer instante; y cuando este medio no es &uficiente á rechazar el ataque, recurrir al arma blanca como último extremo. Las medidas que á este fin l-ía de adoptar la infantería depen­den inmediatamente de la naturaleza del terreno, posición que ocu­pa y formación táctica que presenta en el instante crítico de ser atacado. Si el terreno le presta una defensa natural que sirva de escollo contra los escuadrones, bástale parapetarse hábilmente, pues el fue­go nutrido y certero de sus tiradores paralizará la acción del ene­migo á respetable distancia, lo cual permitira á bs fuerzas amena- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 249 zadas emprender el movimiento prevenido ó terminar el que estu­viere lcomenzado. Pero si la infantería se ve atacada en terreno despejado y llano, entonces el procedimiento será distinto según que se halle en orden cerrado ó en orden abierto. En el primer caso debe di poner del tiem­po necesario para formar los cuadros de ba:al/CJ n; las columnas de compai1 ía adoptan la formaci¿n en rectángub ó en circu!'J. ucede con frecuencia que la caballería prepara una \·erdadera carga por medio de otra preliminar á discresiw, que tiene por ob­jeto atraer obre los jinetes aislados las primeras de cargas á fin de <:aer seguidamente en masa sobre la infantería. En semejante ca o conviene no dejarse engañar y sí recibir la carga á discresión con fuego certero de tiradore aislado ó por gru­pos, los cuales volverán á su puesto tan luego como los jinetes ·e dispersen. Este pr0cedi miento puede, no obstante, ser peligroso con tropas poco aguerridas o demasiado excitadas que no posean la san­gre fría necesaria, pues tal vez al entir los di sparos de los tirado­res, no pudiendo contenerse har1an fuego sin esperar la vo~ de mando. Para evitar e te accidente conviene, y es preferible no hacer caso al ataque preliminar, porque es seguro que los jinetes suelto no romperán el cuadro. En e5ta di . posición se es pera la verdadera carg a; las caras amenazada del cuadro rompen el fuego á la voz de mando que ~ er;i dada cuando los escuadrone · e hallen dentro de la zona: eficaz. ha ta ese momento supremo, los cuadros deben permanecer en la más profunda calma, con imperturbable serenidad, apuntando cada soldado á los caballos, nó á los jinetes, y sin que e oiga ni un solo disparo hasta la voz de mando. El fuego puede efectuarse simult:.íneamcnte por las do fila , ó por la segunda antes y en eguida por la primera. El primer sis­tema e ventaja o, cuando la caballería ataca en línea, y de un solo avance, pero el segundo e desde luégo más racional y eficaz, cuan­do aquella carga e por escalones ó en columna. Rechazada la carga, al volver grupa los e. cuadrone~ en reti . rada, se lts hace fuego. pero una vez no má·s, pues inmediatamen­te deben cargarse las armas con calma, preparándose á un nuevo ataque que pudieran intentar: esto se entiende i la carga ha ido en línea, porque si tiene efecto por escalones, rechazando uno de aquellos no hay lugar á hacerle fuego, sino prepararse á recibir el siguiente escalón, el cual procurará caer con rapidez, á fin de no dejar respiro á los batallones. La infantería debe practicar mucho estos ejercicios de guerra en los simulacro y campos de maniobras, porque el éxito depende sobre todo de la exactitud, erenidad y conciencia con que se ejecuten~ ( ~rmtinu.,rá.) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOL ETf T MILITAR ESTUDIO SOBRE L \S OPERACIOI\'ES DE 1\0CHC El\' CAMPA A 'Abrevi:-~ lo de la obra de Jt•H 13.)\'rclly. Crtpit:ín de E·t:-~do Mayor del Ejército fmncés-~ ¡w¡· A. P.) (e mt ill!l•~c i6t1). 1\d vez con istiera el mal á que aludimo en que la mayor· parte de los Generales, formados en la escuela de West Point, no. habían estudiado el servicio de a\·anzadas má" que en los clásicos tratados europeos en los cuales aprendieron á guardar los puestos cle día y más aún de noche ju'lto á los campos y vLvacs. En cuanto á la colocación de los crn.tinelas, punto de suma importancia en el ser icio de noche, el artículo 88 del mismo títu­lo VIII de la Orden;1nza expresada manifiesta que los punto en (jUe se coloquen los centinela dur~nte el día han de estar situados. u1 tcrrenoc; de bastante elevación, á fin de que la vi ta abarque la mayor extcnsió11 posible; y que pot' la noche se elegirán terrenos hajo:;, para poder observar b altura con mayor seguridad. Esta pre cripción fue dictada por Federico u y los prusianos la conser- · van en idéntica [ rma que los ii·ancese . Por nuestra parte abriga­mos la creencia de que en la o. curidad de la noche no , e observa bien una altura ocupando un punto de menor :í no ser cuando la posición vigilada se encuentra al descubierto destacándose, por lo. tanto, en el hori7,onte. En dccto, en este ca•·o los centinelas y vi­gías si ruado en las h ndonadas, distinguir:.ín con Ja mayor preci- . ion las siluetas de h s patrullas enemigas, ocultándose al mismo. tiempo á la vi ta de ella . Pero en los demá casos, un centinela apostado como qued,t dicho, no se encuentra en mcjore·s con­diciones para ejercer la vigilancia al rededor de sí- que hallándose establecido en una altura, entre otras razones porque los vapo­res empiezan á descender á la caída de la tarde especialmente. en el curso de las corrientes de agua. Aun cuando no fuera cierto lo que acabamos de exponer, d centinela que estuviera situado al pie de una altura tendría siem­pre la desventaja de que los ruidos más cercanos le impedirían percibir los que provinieran de lejos. Por el contrario, los má leves rumo­res que proceden de una r;ran distancia, suben sin confusión algu-. na á lo punto elevados, y on fáciles de percibir por un oído, cui­dadoso, cuyo sentido creemos importante llamar en auxilio, de ]a, vista durante la noche; aún en la? más claras, n.ada tan necesario como el concurso de. ambos órganos fijos constantemente en las operaciones del enemigo; y puede decirse que cuando la os­curidad es muy intensa, el oído suple perfectamente á la vista. A í lo comprenden los alemanes quienes, prestando al órgano auditivo la importancia que tiene en sí, han calculado que, en una Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETL MILITAR 2)1 noche serena, la mar ha de una compan1a de infantena se oye á una distancia variable entre 500 ó 6oo p::tsos y 700 ó 750. Un escuadrón á trote se percibe :í 700 tÍ Soo pasos y á r,ooo si va al galope. Para la artillería se calculan los mi smos datos que los apuntados para la cab.1llaía. En un terreno igual, lo jinetes ais­lados se oyen á roo ó 200 ¡usos según vayan al trote o al galope. Nada más lejos de nuestro ánimo nten armas ! . -¡Presenten armas !--repitieron los Coroneles. La brigada entera rendía al joven oficial que espiraba,. los honores debidos á su grado. Aquel que iba á n1orir por su patria, recibía de ella el saludo n1ás solen1ne. Después, el General, irguiéndose sobre sus estribos, ebrio de · dolor y de sangre, con un rugido,. gritó: -¡ Adelante, á la bayoneta l La brigada, frenética, se lanzó contra el enen1igo. FELIPE N ALDA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 16

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Otras miradas : arte y ciegos: tan lejos, tan cerca

Por: | Fecha: 08/05/1897

• Año l llogotá, JI ayo de 1 !17. Nti01e1·o li BOLETIN MILITAR --.... ·--- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··--- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradores 11atos de este periódico, todos los ]efes y Oficiales del Ejército de la República. EL GRAL. SANCLEMENTE EN EL ECUADOR Ton1an1os de El Carchi periódico radical, editado en Tulcán, lo siguiente : " SAL u oo.-Lo presentan1os muy atento al señor Ge­neral D. Manuel M. San clemente, Comandante de la 5 ... División del EjGrcito de Colombia. "El senor General Sanclen1ente se halla acantonado con el Estado Mayor y el Batallón Cazadoí~es nún1ero r 6 en la ciudad de Ipiales, y al poner en conocinliento de nuestra autoridades el n1óvil á que obedece su presencia en la veci­na ciudad, nos con1placen1os de' que eso no tenga otro objeto que el de conservar la n1ayor neutralidad á que se hallan obligados dos Gobiernos que tienen interés en robustecer Jos lazos de an1Ístad que los ligan y la n1ás perfecta pres­cindencia en sus asuntos donústicos, in1pidiendo que se lleven á cabo, con1o en época no ren1ota, graves escándalos y lesiones contra el derecho. "El Gobierno que preside el General Alfara no desco­noce el tino y la sinceridad del Gobierno del Excmo. señor Caro. El señor Sanclemcnte es un Jefe honorable, digno por n1il títulos de la confianza del Gobierno de Colon1bia ; y nosotros que conocen1os la sinceridad de sus n1anifesta­ciones, hechas con1o hon1bre público y como ciudadano honrado, confian1os que Ja paz, en nuestros territorios, se consolidará, porque desaparecerán esas esperanzas de en­ganchar gente y organizar revoluciones en ajeno territorio 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , • 25 BOLETÍN" MILITAR tontra un Gobierno honrado que aspira á hacer ht verfturc: de sus conciudadanos. "Enviamos nuestro respetuoso saludo al digno Gene-­ral Sanclen1ente, á su Estado Mayor y á los Jefes y Ofi­ciales del Cazadores." NOTAS CRUZADAS ENTRE EL SEÑOR COMANDANTE GENERAL DE LA 5: DIVISIÓN Y EL SEÑOR GOBERNADOR DE LA PROV1NC1A DEL CARCHI "República de Colombia.-Ejército Nacional.,- 5. a Divtsión ~ CtJmandancia General.~Cuartel general en Ipiales á 2 2 de Marzo de I 897· "Señor Ministro de Gucrra.-Bogotá-. "Tengo á honra remitir á St1 Señoría copia del oficio· nún1ero 3,5 I 6, dirigido por este Despacho al señor Gober .... · nadar de la Provincia del Carchi, en cumplimiento de ins_, trucciones con1unicadas por ese Ministcri , y de Ja res­puesta que obtuve; lo que deseo encuentre satisfactorio Su Señoría. "Atento . . "El Comandante General, "MANUEL M SANCLEMENTE." " ·República de Colombia.- Ejército Nacional.- ~5.a. División. Comandancia General.-Cuartel general en Pasto, á 9 de Marzo de 1897. "Señor Gobernador de la Província del Carchí.-Tulcán,· "Por disposición del Ministerio de Guerra, el Cuartel. general de la 5. 11 División del Ejército colon1biano, se tras­ladará próximan1ente á Ipiales, por cuya razón y para evitar falsas versiones n1e permito dirigir á usted la presente carta antes de mi llegada al lugar de n1i destino con el exclusivo fin de que usted, y por su honorable conducto, el Jefe de Ja. República deJ Ecuador, conozcan el n1otivo que el Gobierno · de n1i Patria, ha tenido en cuenta al aproxin1ar á la línea , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 259 froqteriza este Cuartel general y el Batallón Cazadores nú­mero r6. uno de los que con1ponen la 5: División que n1e honro en con1andar. "En prin1er térn1ino, el Gobierno colon1biano desea y .quiere cultivar en todo caso, las más estrechas re] aciones de an1istad que sien1 pre han unido á éste y á ese país - hern1anos por n1il títulos-y obligados por lo n1ismo á considerarse y guardarse aquellos n1iranlientos, respetos y atenciones oficiales que se tienen con1o base entre naciones que estrechan sus relaciones y que propenden á su n1a yor y rnás an1plio engrandecin1iento. Desea y quiere también n1i Gobierno, que en las luchas intestinas de esa República, abso­lutan1ente en nada se n1ezcle elen1ento alguno colombiano, y se evite, hasta donde fuere posible, que individuos de sin1pa­tías á ésta ú otra filiación política de lo partidos vencedor y vencido de esa República tomen b más leve participa­ción en las internas del Ecuado1·. "El Gobierno colon1biano quiere tan1bi -: n borrar Ja n1ala in1presión causada al afirmarse po:- algunos que con beneplácito y conocimiento del Gobierno del Ecuador, in­troducen los enemigos de nuestras actuales instituciones, arn1as y den1ás elen1entos de guerra, por la frontera que nos separa, y con1o fuerte apoyo al partid o vencido aquí, que si no cuenta con la opinión y lo necesario para hacer Ja guerra al Gobierno, n1al puede sin pr pio sonrojo solici­tarlo de tal ó cual Gobierno vecino, que fundadan1ente po­demos aseverar, no alin1entaría aquellas traidoras aspira­ciones de n1alos hijos contra Ja n1adre Patria, y por n1ás • que las pron1esas de los exigentes fueran en extren1o tenta­doras, máxime si se tiene en cuenta lo incierto de los re­sultados cuando está de por n1edio Ja suerte de las arn1as. "Desea y quiere también el Gobierno de Colombia, · hacer obsérvar, en lo n1ás estricto posible, el cumplimiento de la Ley 2 2 de I 1 de Abril de 1 8 7 r, sobre policía de las fronteras, que el Gobierno del Ecuador debe conocer. porque según el artículo 40, últin1o de la ley, Ja Cancille­ría de Colombia· debió trascribirla á Ja Cancillería de esa República. Aquí tiene, en síntesis, señor Gobernador, las razones que nü Gobierno ha tenido en n1ira para n1ovilizar un Ba- · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 260 . BOLETÍN MIL.ITAR tallón y el Cuartel general de la S·a Divisiónr hacÍa!. Ipiales~ lugar cercano al territorio del Ecuador, sin n1ás ánimo, como lo asevero á usted en n1i carácter de hombre público y privado, que respetar y hacer guardar la n1ás estricta neu­tralidad en el territorio colombiano. " Un expreso llevará á usted la presente carta oficial • explicatoria de mi presencia en la frontera, para 'lue usted y el Jefe de la N ación ecuatoriana, conozcan, con1o dije antes, los sentin1ientos que anin1an al Gobierno de Colom­bia, del cual n1e honro en ser su intérprete en estos mo­mentos, y cuya galante explicación acallará. infundados te- • n1ores de los que puedan mirar con aviesas intenciones el actual procedin1iento del Gobierno de mi Patria. "Con scntimi ntos de alta estin1a y respetuosa consi­. deración, me suscribo de usted atento y seguro servidor, 'República· del Ecuador.-Gobernación de la Provincia del Carclzi.-número 209.-'I ulcán, I 5 dt J11arzo de 1 897. "Señor Comandante General cle J_¡t s.a División del Ej~rcito de Co­lombia. "He tenido la: honra dlf recibir el respetable oficio de ' usted de fecha 9 del presente y bajo el número 3,51 6, en el cual, para conocimiento del Gobi~rno de nü Patria, se sirve con1unicarn1e que, por orden del señor Ministro de Guerra de la República de Colombia, se trasladarán próxi- .. n1an1ente.á Ipiales el Cuartel general de la 5 .a. División del Ej:rcito colon1biano, y el Batallón Cazadores nún1ero 16, uno de los que con1po~en aquella División, dignamente con1andada por usted. "Manifiéstatne también los nobles prop6sitos que ani­l11an al Gobierno de Colon1bia respecto al del Ecuador, y el deseo que aquel abriga de que se cultiven las n1ás estre­chas relaciones de amistad, entre los dos pueblos lin1Ítro­fes y hermanos. Asin1isn1o, se sirve usted indi~arn1e que el Gobierno de su noble nación, desea que no se n1ezcle en nuestras luchas intestinas ningún elemento ~o1ombiano"' / Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , EOLETf MJLITAJt :2'bi y que quiere bOTrar la n1ala in1presi6n que se ha producido al a:firmat'se que con beneplácito y conocimiento del Go­bierno del Ecuador, se introducen armas por la frontera que nos separa, y otros elen1entos bélicos, destinados á fa­vorecer al partido político, no h.á n1ucho, vencido en aque­lla República hern1ana. "Concluye usted por decirn1e que el Gobierno de Co- 1 Jon1bia al acantonar en Ipiales un Batallón y el Cuartel general de la 5: División, no tiene en n1ira otro propósito que el de cumplir lo dispuesto por la Ley 22 de r I de Abril de I 87 r, sobre policía de _las fronteras, y el de respetar y y hace-r guardar Ja n1ás estricta neutralidad en e1 territorio ·colon1biano .. «Mi Gobierno, fiel intérprete de los deseos y senti­nlientos del pueblo ecuatoriano, ha procurado estrechar n1ás, si cabe, los vínculos de confraternidad que, felizn1en­te, unen al Ecuador con Colombia; y cuidará de que, por medio de una polít' ca leal y franca, fundado en el respeto á los ajenos der chos y en los n1iran1ientos y considc,.racio­nes qt.lc se deben entre sí las naciones; se dé el n1ayor en­sanche á las relaciones de amitad que existen -=~tre los dos países, oon ]a esperanza de que ello contribuirá á su común prosperidad y engrandecimiento. "Cún1plen1e también n1anisfestar á usted que única­mente audaces enen1igos del Ecuador y de su Gobierno:t han podido propalar la calun1nia de que aquél, no sólo tolera, sino aun consiente que se introduzcan elen1entos de guerra al Sur de Colombia, para que dlos sirvan aJ partido allí vencido .. "Mi Gobierno, fiel observador de las práctica y leye 1nternacionales, jamás ha consentido ni consentirá nunca que se viole la neL1tralidad que está obligado á observar, respecto de los disturbi Cuatro Músicos de 2 ... clase, señores Juan B. Díaz (barítono), Patricio Amézquita (clarinete), Jesús Soto (bajo), Alonso Medina (saxhón), cada uno con el sueldo mensual de 46 'T'res Músicos de 3 ... clase, señores Joaquín María Ji­ménez (trombón), Alonso Guzmán (bombo), Narciso Jimé-nez (bugle), cada uno con el sueldo mensual de.......... 36 Nueve Músicos de 4·"' clase, señores Manuel Ubillús (clarinete), Guillermo Ordóñez (clarinete), Roberto Pasos (clarinete), Jose I. Bolaños (clarinete), Arnulfo Irnoita (trombón), José R. García (bugle), Salomón Fernández (bom­bardino), Fabio Mera (platillos), Abelardo Burgos (redoblan-te), cada uno con el t>ueldo mensual de......................... 31 Art. 3.0 La Banda de Cali estará compuesta así: Un Director, seííor Temístocles Vargas, con el sueldo rnensual de.~....... .. .. ... . . . . ... .. .. .. . . .. . .. . .. ... . . ... ... ... 100 Un Músico mayor, señor Agustín Payán (requinto), con el sueldo mensual de............ .... ......... ... .. ... Ho Un Músico superior, señor Alfredo Triana (clarinete), con el sueldo mensual de................................. .. .. ... . 70 Siete Músicos de La clase, señores Jesús María Cada­,, id (pistón), Vicente Espinosa (alto), Bcrnabé Vargas (alto), Cornelio Quiatana (bombarda), Alfredo Micolta (flautín), Eliécer Vargas (flautín), Gabriel María Rodríguez (saxhor-no- tenor), cada uno con el sueldo mensual de.. .. . . 50 Ocho de 2.a clase, señores Jesús María Duque (bom­barda), Antonio Duque (barítono), Aristidcs Rengifo (barí­tono), Francisco A. V élez (barítono), Clemente Gómez (pis­tón), José A. Martínez (pistón), Marcos Gómez (clarinete), Alcides Mosquera (clarinete), cada uno con el sueldo men-sual de..................................... ... ... ... ... ... .•. .•. .. . 40 Seis Músicos de 3 ... clase, señores Rubén López (clari­nete), Joaquín Polanco (pistón),. Cristóbal García (saxhorno­barítono), Daniel Bsquivel (trombón), Antonio MarÍl Cór­doba (bomb'>), Domingo Marroquín (redoblante), cada uno con el sueldo mensual de.......... .. ... .... . . ... .. . . . ... ... .. . .. . 30 Dos Músicos de 4.• clase, señores Ezeqniel Muriel (pla­tillos), Isidoro Collazos (clarinete), con el sueldo mensual cada uno de......... ... ... .. . •... ... .. . .. . ... .. . ... . . . ... .. . . . . ... ... 25 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAit Art. 4.0 Mientras se dicta un reglamento general para las Bandas de Música militares, las de Popayán y de Cali continuarán observando el que ha regido hasta hoy. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á veintiseis de Febrero de mil ochocientos noventa y siete. M. A. CARO. El Ministro de Guerra, PEDRO ANTONIO MoLINA. E!; copia conforme.--El Subsecretario de Guerra, Clímaco Losada. DECRETO NÚMERO II6 DE I897 (30 DE MARzo), por el cual se adopta un Mmmal Militar. El Picepresidente de la República, encargado del Poder Ejecutiva, Teniendo en consideración los informes favorables rendidos al Ministerio de Guerra por el General Comandante en Jefe del Ejército, por el Jefe del Estado Mayor general dé l mi mo y por el Comandante General de la I .a División, y los certificados de varios Jefes, respecto á la conveniencia que hay en que e adopte para el ervicio del Ejército el i l1anual Militar, arreglado por el Teniente Coronel Pedro A. Pedraza, DüCRETA: Artículo único. Adóptase para el servicio del Ejército de la República el Manual ,~}filitar, arreglado por el Teniente Coronel Pedro A. Pedraza. Parágrafo. Continuarán observándose las disposiciones con­tenidas en los decretos vigentes sobre trabajos y estudios militares, eu cuanto no se opongan á la adopción del mencionado Mrinuat Militar. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 30 de Marzo de 1 897. lV1: A. CARO . .El Ministro de Guerra, PEDRO ANTONIO MoLINA • ..E~ copia conforme.- .El Subsecretario, Clíma.." L?sada., Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAlt DECRETO NÚMERO 154 DE 1897 (19 DE ABRIL) .. ue asigna sob esucldo á los Oficiales de las Guarniciones de Bolívar y Magdalena. El f7icepr rsidente de /:;¡ Rfpública, encargad!J del Poder ·Ejecutiv?, Vist~ la facultad que le confiere el artículo 20 de la Ley 39 de I 896, CO~SIDERANDO: ~ le tanto el Jefe Militar de Cartagena corno el de Barran­ ·-quilla an solicitado, con abundancia de razones, el aumento de sueldo ara los Oficiales de la fuerza de su dependencia, y . ue el Poder Ejecutivo halla fundados, en justicia, los moti­o: v os ex uestos á su con ideración, y conceptúa que debe elevarse al máx¡·'l um de la Ley el expresado aumento, • DECRETA: Articulo únic~. Desde el día 1. 0 de Mayo venidero, gozarán .de r.n veinticinco ~or ciento (25 por IOQ) de sobresueldo lo Capi­ltan , Tenientes y Subtenientes de 1o Batallones pertenecientes á las efaturas Militares de Barranquilla y Cartagena. § Queda así reformado y adicionado el Decreto número 562 gotá. Con arreglo á mi telegrama número 1 5 tengo la satisfacción de in­formar á Su Señoría relativamente á los trabajos que hasta hoy ha eje­cutado la fuerza pública en la vía de "Condina," parte integrante del camino del Quindío; bien que, por motivo~ de brevedad, dejaré para próxima carta oficial las consideraciones científicas que me ha sugerido el examen de la obra. No obstante que en exposición anterior describí los trabajos lleva­dos á cabo hasta el I .0 de Noviembre postrero, fecha en que me hice cargo de la Dirección general, así como los ejecutados hasta el 1.0 de Enero, para fijar claramente las ideas será bien cm pezar con una ojeada retrospeG:tiva sobre Ja labor hecha en Diciembre del año pasado. Tras­ladada~ Pereira, de orden superior, la Comandancia del Batallón Palaci, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILIJAR. en el citado mes se prosiguió la consttucción del camino con solo tres compañías, porque una quedó haciendo la custodia del hospital y del parque en dicha ciudad. La 4.' Compañía estacionada en el "Alto del Roble," mejoró 200 metros del carnina (kilómetro 1.0 ), incluyendo un des;nonte de +5 metros· de longitud por tres de ancho, á cau sa del daño que ocasionó un derrumbe; luégo se trasladó á Salento y á Lagunita para componex; los pasos peligrosos de la vía nacional, trabajo que hubo de prolongarse hasta mecliados de Enero: del río Qnindío á. Salento se refaccionaron unos 400 men·cs. La 1." Compañía ejecutó 700 metros de limpia y 200 metros por 6 de desmonte {Pa1tque?) entre el "Alto de Bolillos" y el de "Coroza!" (kilómetro 3. 0 á 4.0 ), c_onsolidó la orilla dere cha del arroyo B:;/d!?s mecli ·mte una palisada de 45 m.etros por 4- -en atención á la mucha lejanía del balaste-y allegó maderas para continuar aquélla en la ribera opuesta. Finalmente, la 3.rl Compai'íía ejecutó 3 so metros de limpia y I 6o metros de explanación en el "Alto de Barbas" (kilómetro 5.0 ). El rigor del invierno paralizó los trabajos cerca de I 8 días en dicho mc>s. Es para notar, sin embargo, que como fruto de las exploraciones del terreno se logró dar entonces con una va­riante de importancia para \"encer la honda cuenca del río Baróru. En Enero mejoró bas tante la estación, y con ella la marcha de los trabajo , sólo que la 2." Compañía debió trasladar su campamento al "Alto del Manzano," en la banda derer.ha del Barl•m, para acometer la rocería de la variante ameritada, cuya adopción aprobó el Gobierno. Más antes se practicó una C'>mposición provi sional en la nue\a línea por la I.a y 2.a Compañías, con el fin de que pudiera transitarla, comC> en efecto lo hizo, la Señoría del Ministro titular, quien regresaba entonces del Valle. Hé aquí un resumen de los dem.ís trabajos: 169 individuo· (3 Compañía ), ejecutaron en I 8 día útiles 140 metros por 1 I de r e ería (ampliación), I 8o metros por 6 de limpia, 290 metros por 1. so de des­mo' 1te (amp1Iaci6n), 164 n tros por 6 de gradación, I 6o metros de me­jora en el camino, y preparó materiales para palisadas, todo hacia la orilla izquierda del Bo!tl!os (kilómetro 2. 0 ); I 26 metros por 4 en ampliación de la rocería, 700 metros por 6 de refección, 3 s.8 por 5 metros de des­monte ó gradación, 700 metros de cunetas longitudinales (mejora de unas y construcción de otras), 47 metros de ctmetas trasver ale·, y 76 metros por 4 de palisadas entre el "Alto del Roble " y la corriente Bo­lilhs (kilómetros I . 0 y 2. 0 ); y, finalmente, 790 metros por 30 de roce­ría hacia el "Alto del Manzano" (kilómetro 6. '_'), empalme de la va­riante en alusión. Como el 2+ del mismo mes rec1bió el Cuerpo orden de marcha para Ibagué, los trabajos quedaron virtualmente suspendidos, excepto por la 2.a Compañía, que se di tinguió una se~nana más en la • nueva línea con unas 400 metros de rocería. Sintetizando: los trabajos del Batallón Palacé en N oviefnbre, Diciembre y Enero son en general buenos, pero incompletos, y la parte de camino construída ha quedad o transitable por las recuas. Al apreciar aquéllos conviene recordar la in­clemencia de la estación en los dos primeros meses; la dura labor de ro­cería de Ja se] va secular, compuesta en no pequeña parte de robles, lau­reles y chontas, muchos con diámetro de o, m 6o hasta 1 metro; lamen­cionada división de la fuerza, la poca destreza de algunas Cqmpañías y la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 270 BOLETÍN MILITAR. diferentes comisiones y servicios que dificultaban la reglamentación for­mal de los trabajos. El Batallón Caro, que llegó al campamento el 8 de este mes, ha continuado los trabajos con notable progreso, favorecido por el magní­fico verano actual; dicho Cuerpo, , obre s,r crecido, dispone de mucha gente hábil en el arte de construir caminos, como bien lo :t¡lanifiesta el C:1.adro de los trabr¡j'ls en el presente me s, que acompaño á Su Señoría, para evitar mayor difusión. Cumple agregar que el trazado definitivo de la variante se acerca yá al "Alto del Manzano," y que en fecha 24 se concluyó la r;)Cería de la expresada línea. Quede también entendido t¡uc á semejante resultado ha contribuído h reunión de todo el Cuerpo en el campo de los trabajos., la exención de comisiones y servicios mili­tares (haciéndole prestar así verdadero servicio de zapadores), y la pres­teza con que ese Ministerio atendió ;{ los urgentes gastos que mencioné en informe y telegramas anterio res. Digo de los semovientes, máquinas y herramientas que contraté en Mani7.ales con el señor D. Segismundo Escobar, á saber: cu'atro bueyes debidamente aparejados para el acarreo del balaste; veinticinco carretillas para los movimientos de tierras; diez machetés con sus cubiertas; vei.nrc hachas; veinticinco azadones; trein­ta y dos garlanchas y veinticinco zapapicos; todo lo cual, con los útiles de escritorio más indispensabl es para la Oficina de Ingeniería, está de acuerdo con la s especificaciones del respectivo contrato. Así, las herra­mientas existentes hoy día son las guc acus a el siguiente cuadro: l'OMBRÉS OBSERVACIONES . ~-------------------- ------------ ------------------------ • Machetes .......... .. Calabozos .......... . Hachas .••....... . . - Azadones .......•... Barras ........ , ..•.. 1 1 Barretone ... ··r ..•••. 1 Garla~chas ............ · 1 Zapapicos ......... .. 1 1 3 '¡ , fl 57 +5 Uno sin cubierta. Dqs Ías están componiendo. Enteramente inútil. ~~ J Me suscribo de Su· Señoría, á quien Dios guarde, obediente ser­vidor, (.J'RJSELDINO CARVAJAL; - ·-·--.... ··--· 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ ~~ p.. § u t."" 4·.., r '1 1 3·, 1.."' \ 5·.., ¡Tot'l"l República de Colombia.-. -Ejército Nacional.-S. a Dz~visió1t .. -Batallón Caro número r 1 • CAMINO DEL QUISDIO CUADRO DE LOS TRABAJOS EJECUTADOS EN EL MES DE FEBRERO DE 1897· N A TU RALEZA DE LA OBRA OBSERVACIONES Trabajadores. - _ _ _ _ . 1 . . 1 'Cunetas Ion- Cunetas IPon- Rocena. L1n1p1a. Desmonte! .• el' 1 . 1 . !Palizadas. g1~u ma es. transversa es toner . .-,----¡ -~ . 1 __ , _ _ ¡ _ _ ( El' 8 del presente se comenzar;m los trabajos del 74-. .\.·6+o 'ms.l x6o ms.l 4+3 ms. "'IO ms. ¡ 36 ms. , 1 arroyo .. Bolillos·· hacia el río '· B<1rbas •· Rocería: 98c ¡'1.30 ms.¡ ~ metros son ampliación; pnlizadas lo mismo. Limpia: en, variante. Desmonte: 283 metros en c:~mino y I6c lmetros en variante. Cunetas long: f.1lt11 , v:~rias. goo ms.l 300 ms. 100 ms. IOOIUS. • 76 1 .po ms. 250 ms.' I:t1.o'l ms. 6o nB. ¡· 1 84 . ! ' t ' 73 1 l • J07 3,86o J-460 J 793 .,.¡ ·,·;3~·~: h6 m•. • 111.30 ms. f El 8 se comenzaron trabajos ele! kiic,metro 4.0 haci; e! río" Barbas," kllom. 3.0 , en la varia.Jte. Rocería f.c ésta se concluyó el 24 del mes. Gradación en .. Barbas.•· f El 8 se dio principio . . L· a rocería. es nmpliacién; des monte y cunetas" composición. Del .; Alto del Roble' (k il. 1.0 ) hacia el arroyo .. Bolillos .. (kilómetro 2.0). ( Estaci ~moda cerca ' d río "Barbas,·' t•an la 3·" Com¡ a­t ñía. Estuvo constr·; en do Campamento. ( Estacionada en el .. Alt.o B1lilhs,'' con la I.a Com;>ñía. Se ocupó en construír camp:tmen to. Las d~s últimas com_p.1ñías Jlegar,>n el 13 al ca '11 pa­mento • Campamento de "Bolillps" (Filandia), febrero, 28 :. 1897. El Ingeniero Oficial, GRISELDINO CARVAJAL •. tlf o t-< trl --1 H.._ z ~ t:: H ...; ~ ~ N ...... "" Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 272 SEOOION OIENTIFIOA TÁCTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTICA (Continuación). Si la caballería catga en un terreno que le es favorable, y fa infantería se halla en orden disperso, hay dos casos que considerar, á saber: si el ataque es sobre el íi·ente 0 sobre el flanco de b po­sición. En el pri~ro las numerosas guerrillas,· tales como hoy se emplean, poseen condiciones para rechazar la caballería con su nu­trido fuego; en el segundo caso será de rigor formar prontamente el cuadro, ú por lo menos la reunión de Jos tiradores mientras que las fuerzas de sostén e dirigen á r¡oteger en segunda línea el flan­co amenazado. Adem<Ís de esto, ringase presente que toda infan­tería al ser atacada por la caballería, ti@ne absoluta necesidad de formar los cuadros, , iempre que se halle en retirada ó muy que­brantada fí ica ó moralmente, por pérdida de consideración, ex c- ~o ele fatiga, etc. . La experiencia de las últin'las guerra ha demostrado que los cuadros:pequeños producen los mismos efectos que los grandes y poseen inmejorable fuerza defensiva, atendiendo á que los escua­drone, en el momento de abordarlo, en vez de c:.1er encima, suelen abrir e l correr e por ambo lados, en razón del poco frente de las caras del cuadro y tambien por la costumbre y manía que tien<:n los caballos de no Siltar más que obst:lculos fijos, esqui van do los J11Óviles generalmente. Por último, una grande solidez entre las partes y entre los individuos, mucha serenidad y la mayor ~angre rfía para no hacer fuego hasta los momentos decisivos, son importantes condiciones que requiere la infantería par.1 constituirse en muro inquebrantable contra los jinetes. Cuando la carga rompe el cuadro ó arrolla la masa de tirado­res, el combate se hace individual y cuerpo á cuerpo: la habilidad en el manejo de las armas y la des¡reza corporal entran en juego, y pueden también alcanzar ventajas ú vender cara la derrota. I;-.:FA TERÍA CONTRA ARTILLERÍA • La artillería ha seguido la senda de la infantería en·Ios progre­sos de su movilidad maniobrera, y sobre todo en el perfecciona- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR miento de las armas de fuego: posee relativamente mayor precisión de tiro, y desde luégo muy superior alcance y fuerza destructora, si bien en cambio sólo puede dirigir sus proyectiles sobre . objetos de cierta extensión; pue de lo contrario gastaría sus municiu1es inútilmente. Consecuencia de esto es, que el co1nbate de la infantería con­tra la artillería presenta dos bases e: encialrw.:ntc Ji tiiHas, á saber: I. --La infantería se halla dentro de la zona ejit:az de la arti­llería, pero fuera de la de su fusil; esto es, en un rar!io de 8oo á 2,500 metros de las baterías. . . Este momentol tácticamente considerado, es el más crítico y peligrosó ?ara la infantería que se halla de<>p t •\ i ·ta de defensa ac­tiva contra los caiiodes, por lo que ~e ve reducida á emplear medios pa ivos contra los destructor~s efectos de los proyectiles. Dichos medios pasivos pueden e.r de la especie siguiente: 1.0 - Utilizar el terreno dentro de la zona batida por la artille­na, de modo á resguardarse con los obstáculos naturales; desenfi­lar e tle las baterías, tomando posiciones que dificulten á los artille­ros, la apreciación de las distancias; colocándose cerca de terrenos pantanoso o muy blandos, si los hubiere; doJide e huntlcn y m) estallan las granadas; no pre.,entar masas profunda al proyectil de obús, ni líneas · extensas al shrapnell; por último, verificar conti­n. uos movimiento y pequeños cambio de posición, :1 fin tle qu¿ vane á cada instante la puntería de los artilleros. 2.0 - 1\tlaniobrar bajo. el fuego tle cañón, cambiatido con fre­cuencia la direccion de 1~ marcha, y ejecutando rápidas y brusca. traslatlaciones, p ~>co perceptible desde lejo , para eng:tríar mejor la Jirección de la puntería. , Siempre que el terreno se preste á elJo, cónviene á la infante­ría tlestacar un cierto número de cazadores que, parapetados y em­boscado á distancia máxima del álcance de fusil, se propongan di~ rigir con calma y buena puntería sus tiros contra los art,iller arm?s ·que= u a Ia in­fantería ha mermado con iderablemcute ciertas ventaj<'s, ántec: inherentes á la caballería: apen:l$ si le queda hoy á esta arma una leve e peranza de triunfo cuando intenta cargar á ur a infantería intacta, sólida y di~pue~ta en buen orden para recibirla porque aún­en caso de éxito, que no e imposible en aboluto, us perdida. habrán de ser~ por lo regular superiores· á lo frutos de su pa ajera victoria. De esta consideración se desprende que la caballería, hoy como nunca,de~~ proceder 1 o perdiendo de vista estos dos principios. 1.0 Obrar por sorpresa, ó lo que es la mismo atacar" á la in­fantería sin darle tiempo para for'marse en buen orden capaz de firme resi~tencia. 2.0 Aprovechar con inteligencia los momentos en que la in­fantería abrumada y descompuesta por el fuego de fusil y cañón acusa desorden · táctico ó dislocaci·)n moraL La mayor dificultad en estos casos consiste en reconocer {,"'SOS instantes favorables para: la carga de la caballería, pues son pocos y pasan á veces con la ra­pidez del relámpago~ Amparar (·,digámoslo asr, de esos breves ffiO-" mentos y utilizarlos con rápida oportunidad, sin vacilaciones, es h:>y tanto más dift.cil c:uanto que por razón del extraordinario al-· canee de las armas de fuego, la caballería se sítua á mayores dis­tancias de fa escena· del combate, inicia sus cargas desde· más lejos y tiene que atravesar á los grandes aires la zona peligrosa de los_ pmyectiles. Rara vez,. por lo tarito1 podrán. lo'> escuadrones apreciar"" Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ROLETÍI\' MILITAR 2j5 con certeza Ia acción favorable para sorprender á la infantería. Por poco que se descuiden ó erquivoquen, por un error de apreciaciSn darán lugar á que los batallones se rehagan y preparen, en cuyo caso pueden durante el largo espacio que los separa, causar tales daños á la caballería, que los escuadrones pierden la necesaria unión y so­lidez y con ellas el impulso decisivo, resultando la carga nula, ó de muy débiles efectos. En este concepto, y dadas estac; consideraciones, se deduce que la acción de la ca~allería depende muy principalmente del terreno. Si falta libre espacio á su carrera, si no puede prepararse y desplegar fuera del alcance del fusil enemigo, si se ve obligado á maniobrar, formar en }a batalla ó desfilar en columa bajo la acciGn del fuego; por último, si dentro de la zona peligro a se encuentra detenida por obstáculos que debe salvar antes de la carga ó durante algunos de sus aires preparatorios, es indudable que las pérdidas que sufra por una parte, y la desunión que se produzca en sus filas darán re ul­tados negativos en el ataque. ( G1ntinuará). ESTUDIO SOBRF: L.\S OPERACIONES DE NOCHE EN' AMPAN {Abrcv;,,d,) perbólicamente, de acuerdo co.n el pru iano B lu·­cher, que son más temibles de por . í que el mismo enemigo a qu'ien se combate. Empero. no on las palabras sino la realidad de. los hechos la que ju.,stifica los numero os movit~li.ento que los ejer-ótos han efcccuadp de noche. • ' ' ' .. II ¿Ha rxístí4o precisión alguna vez de emprender una marcha du-rrmte la npche? · Los anales de la historia militar demuestt an que las marchas ele noche no siempre se han emprendido de . buen grado, sin qu~ por ello dejemos de reconocer que los casos en que las circunstan~ cías las han exigido son, relativamente, excepcionales. Citaremos, entre otros, uno de los que tuvieron lugar en la campaña de 1814, en la cual fueron m u y fr~cuentes las marchas de noche, á causa qe la rapidez que ~e imprimió á las operaciones militares. · Bien conocida es la triste' si-tuad~n en que se encontraban los Marisca les Mortier y Marm~n t en Marzo de 1 814, des.pués de la derrota de la Fére-Champenoi e: contando e casamente con 12,000 hombres, habían ido á situarse, al abandonar á Sezanne, detrás del , desfiladero de Eternay'. De improviso, los aliados se pre entan á su vista con fuerzas muy SlJ.perior'es á las suyas, y empiezan á adoptai. las disposiciones necesarias para cmprende_r el ataque. L?s Marisca..-'. le., al ver amenazada la ' retaguardia de sus fl:ierzas, al propio tiF.m- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ROLETÍ . MILITAR 2 7í po que el enemigo, que ocupaba á Montemirail, amenazaba el frente del ala derecha, decidieron continuar el movimiento de reti­rada que habían iniciado yá sobre la Ferté-Gaucher; mas al llegar á la población, encontrarvn al ejército contrario posesionado del Gran I\1ori'n, batíendo el camino con su numerosa artillería. }i:n­fre tanto había sobrevenido la noche. Mientras Mortier intentaba abrirse paso rompiendo el círcu1o de hierro que le oprimía, Mar­mont, con un puñado de hombres, oponía una vigorosa resistencia en el desfiladero de Montils á un cuerpo bábaro que le perseguía tenazmente; consiguiendo de este modo obtener el tiempo necesa­rio para que e efectuase la retirada del grueso del ejército. El mal estado del camino aumentaba las dificultades naturales que ofrecen esta clase de movimientos, y el que nos ocupa se llevaba á cabo con suma lentitud. En estos momentos, el Duque de 1 révise, que mar­chaba á vanguardia, avisó á Marmont que, en vez de seguir el ca­t; nir·o de Coulomiers, iba á torcer á la izquierda tomando campo á ravés para llegar á Provins. Es verdad que este movimiento alejó al ejército francés de la dirección que de preferencia debiera haber seguido para llegar á Marme entre Lagnes y Meaux; que mien­tras se efectuaba, las tropas, y especialmente Jos dos Mariscales que las mandaban, pasaron ratos de indecible angust:ia; pero no es me­nos cierto que su realización les permitió salir de la difícil ;itua­ción en que se hallaban, sin . er hostilizados por el enemigo. Al amanecer llegaron á Provins sin haber experimentado más pérdida gue ~a de a~gul)o cajone . * La campaña de Ru. ia en r8r2 ofrece. dos ejemplo ~ar.acte:­rísticos de marchas de noche, realizadas en situaciones más de es­peradas aún que la que acabamos de de cribir. Notorio es el extremo á que se hallaba reducido el ejército f-rancés á la salida de Smolensk. El General ruso Kutusof se había • limitado á flanquear el a1a derecha hasta Krasnoé, retirándose por escalones desde Moskow. Al dejar pasar á Napoleón, lo hizo im­pulsado por la idea de oponerse á la marcha del resto de las fuerzas.., á cuyó efecto fue á colocarse entre Smolensk y Orscha, ocupando el puente de Krasnoé, sobre el río Lossmina, afluente del Dnieper. El cuerpo del ejército mandado por el Príncipe Eugenio, re­duciW> á ~o ~ r 2,ooo hombres, de los cuales tan sólo 5 ó 6,ooo ·e };lallaban en estado de llevar las armas, se encontró cern·ado el paso. En vano intentó fr:anquearlo el General D'Ornam por medio de una brillante cargé:J. de caballería; en vano t4n;1bién la división Brous-ier quiso á ~u \'ez romper la muralla de. fuego que oponían 30,000. ~usos; ambos fu<;i;on h,<;>rrorosamente ametrallados. ~ Memorias del Mariscal Marmont. Duque de Ragusa. (C~ntmuará}". Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HOLE rÍN MILITAR LA VOZ DE UN VETERANO Qué bien dijo aquel que afirmó que "á otros tiempos otra.· costumbres." Esta sentencia es aplicable á lo que pasa en cuanto á moralidad, disciplina y cultura en general del Ejército colombiano. No puede menos de mirarse con suma complacencia el hecho de que los soldados no sean yá entre nosotros agentes esquivos á sus superiores é incapaces del estudio y del raciocinio. Mediante la labor persistente que de algunos años á esta parte se ha establecido en la enseñanza civil de la tropa, se ha logrado despertar en el áni­mo de los soldado la noble emulación de ilustrarse y el buen propó­sito de que pretendan distinguirse, no sólo como veteranos, sino por las prendas morales que hacen recomendable á todo ciudadano. La siguiente manifestación que hemos recibido, dirigida á Su Seiíoría el Ministro de Guerra, y que debidamente ag¡adccemos á su t;tutor en la parte que nos corresponde, es una muestra perentoria de la exac­titud de nuestras afirmaciones. "El Sargento 2.° FínoLO. MoNTA~Ez N., pertenecimte al Batallón V ALENCEY número 20, A Su Señoría el Ministro de Gucrra.-Bogotá. Con el previo permiso del señor Comandante de la Compañía á que pertenezco, y á nombre de todos los individuos que forma­mos ésta, damos el más sincero, agradecimiento por la redacción del BoLETÍN l\1ILITAR, del cual es Redactor el muy distinguido Comandante D, Alejandro Posada, quien hace algunos días ocupó puesto de 2,0 Jefe en el Batallón Bolívar número 3. 0 , y de quien tenemos imperecederos recuerdos. Nosotros nos congratulamos al \'er que el Gobierno Nacional le ha dado el impulso necesario al práctico y veterano ingeniero para la ejecución de sus buenos y científicos trabajos, que son y serán, órgano y conjunto principal para el verdadero arte de la guerra. Su Señoría y el respetado Jefe me permitiréis el que llame la atención de mis compañeros para indicarles la utilidad que nos proporciona el mencionado BoLETÍN, el cual nos presenta en la plena luz todos los conocimientos necesarios p>ara la defensa en caso de tocarnos la suerte de una nueva rebelión, Esta lectura se apode­ra, con sagacidad, del espíritu del wldado, y día en día va adqui­riendo nuevos co11ocimientos, de donde se contará dentro de muy poco tiempo con todos los c,onocimientos que requiere el timbre del Ejército. Guarniciún de Riohacha, Marzo de 189¡. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. OLETÍN MILITA!t 279 EN EL EJERCITO El día 29 del mes pasado fallecí"' repenti'namente en la ciudad Je Neiva el seiíor Coronel D. Mi¡.;uel Forero U., m"litar pundo­noroso, estricto y fiel en el cumplimiento de sus Jebetes: encari­ñado dd idE'al de Patria, que e· el móvil más genero o, firme y evi­dente para consagrar en servicio de ella los esfuerzos y desvelos de la carrera del soldado. El Coronel Forero U. baja á la tumba en edad temprana; había apenas cumplido cuarenta y do años de edád. Tomó parte en las campañas de r876 y r885 y en la del afio antepasado. Deja una e posa que ~abrá siempre conservar en el fondo de su pecho el grato é inolvidable recuerdo de su fiel y amante com­pañero, y que, con su hermano D. Reinaldo Fotero, llorarán la pérdida del que les precedió en 1 camino de ultratumba. Por Decreto de 20 de Marzo próximo pasado reconoció el Po­der Ejecutivo al seno~· Fernando Falla L. el empleo de Coronel
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 17

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 18

Por: | Fecha: 15/05/1897

Año l Bogotá, ~layo 1~ de 13!H. Núu1ero 1~ BOLETIN 1\1ILITAR -·--- ORGANO DEL MINI~TERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO • --··-~- Director, ALEJANDRO POSADA. Son c(}/aboradores uatos de este periódico, todos los Jefe; y O jiciales del Ejército de la República. ------------------------ EL GENERAL CAMPO SERRANO V StJ PROMOCION A GOBERNADOR DEL MAGDALENA Las eA.igencias de la época attual, tendentes á buscat· un nuevo orden de cosas en completa armonía con las aspi­raciones netamente civiles y pacificas del n1oderno progreso, hacen q u se d~ grande importancia, en estos momentos, á la educación reíle ·iva y parsimoniosa del soldado., quien · nspirándost. en el noble ideal de Patria, tiene que conside­rarse defensor de ella., y por 1 mismo fiel guardián de la paz y de la seguridad públicas. Uno de ·Jos Jefes del Ejército colombiano que, entre muchos otro~ ha s-..bido corresponder perfectan1ente á su noble misión., atendiendo de preferencia á buscar la seguridad y el orden por medio de la disciplina, que ha conforn1ado su conducta con la misión civil izado ·a y prudente del Gobierno, que ha dado ejen1plo de desprendimiento y que, n1ás que todo, ~a &!tendido á armonizar las fuerzas para dar estrecha unión al elemento n1ilitar, ha sido el señor General José Ma­ría Campo Serrano, quien acaba de ser favorecido por el Podet Ejecutivo con el honroso cargo de Gobernador del Departan1ento del Magdalena. El General Campo Serrano ha aceptado el puesto de confianza con que d Gobierno ha querido recompensarle --u leal, franca y constante adhesión, y estamos ciertos de que en el desempeño de sus elevadas funciones hará mucho Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR ~n favor del Departan1ento. El es aJlí, de largo tien1po atrás, n1uy conocido con1o gobernante experto, digno y amigo de toda clase de n1ejoras. De suerte que los n1agda- • lenenses habrán acogido con júbilo la ¡1oticia de tan plausi­ble nombramiento, y se dispondrán á secundar los actos del nuevo Gobernador. Nosotros, particulares amigos del Ge­neral Campo y estimadores del mérito que distingue á tan abnegado Jefe, también nos hemos alegrado con su non1- bran1iento, y estamos seguros del acierto y tino con que desempeñará sus funciones. Bien comprendemos sin embar­go que las simpatías é inclinaciones suyas lo llevan de prefe­rencia hacia la carrera especial de las armas, á la cual ha sacrificado el General sus mejores años y sus n1ás lisonjeras esperanzas .. Prueba de nuestras palabras la hallarán Jos lec­tores en vista de las notas que en seguida publicamos, en las que se da cuenta del non1bran1iento y la contestación del agraciado, quien con1pelido por la obligación militar y por el alto concepto en que tiene los deberes del soldado hubie­ra querido seguir prestando sus ~ervicios gratuitos en el puesto que antes desen1peñaba, con absoluta consagración y eficacia. Las notas á q_ue nos referimos son las siguientes: Rtpública de Colombia.- Telégrafos Nacionaln.-Ojidal.--Ciinaga, 7 de Abril de 1897· Señor Mimstro dt' Guerra. Debiendo encargarme de la Gobernación de- este Departa­mento por acatar la voluntad del Gobierno debo separarme del em­pleo de Inspector General del Ejército, y presento con pena mi 1enuncia á ese Despacho. Si no hubiera Í!lcompatibilidad legal para servir los dos empleos, yo continuaría al frente de la Inspección general del Ejército sin goce alguno de sueldo y sólo por el deseo de ayuclar y estar en comunicación frecuente con el actual Mi­nistro de Guerra, por. quien tengo marcada deferencia y alta dis-inción. Afectísima,. J. .M. CAMPO SERRA.NOr t' l ( 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLEl.ÍN MILITAR . Repúhb.'ca de C:;/unbia.-Pode1· E'jecutivJ Nacional.-Lll!inisterio de GuJrta.-Sectifm r .~~.-1'elegrama númeYJ ¡,532.-B:;gotá, 12 de Ahril de I ~97· General Jo~é María C!lmpo Serr::no.- ClénaJI!. Refiérome telegrama del siete (7 ). ~n atención á que ha beis sido designado para ocupar otro importante puesto, este Despacho siente privarse de vuestros muy útiles servicios ' en el Ejército; y podeis estar seguro de que si no media:ra incompatibilidad legal de funciones, el Ministerio vería con gusto continuárais con las que ha beis estado ejerciéndo, pam utilizar de esta· manera vuestra grande voluntad y pericia militar : pero procuraré aprovechar vuestros servicios en todos los asuntos reiacionados con la fuerza. pública qu~ hiCe la guarnición de ese Departamento, en los cua­les haya de intervenir la Gobernaci6n como colaboradora del Go­bierno en este especial ramo. Cúmpleme daros las gracias por la iucida manera con que desempeñasteis el destino de Inspector Ge· neral del Ejército. , PEDRO ANTONto MeLINA. E copia cGnforme . .-. E1 Subsecretario, C!ímaco Losada. MINISTERIO DE GUERRA DECRETO NúMERO r68 DE 1897· (24 DE -ABRIL) l{~Jlamentario de la Manna de Guerrl: El Jlicepresidente Je h República Encargad,; del Poder Ejecutivo-, • Con la facultad concedida en el artículo 13 de la Ler I 50 de ! 8q6, en atención a las dificultades que en el servicio de ia Marina de Guerra se han pl·esentado respecto al personal y sueldos de lidieron á los Jefes militares de llarranquilla y Cartagena, DECRETA~ Art. 1. 0 El persohal de empleados del Crucero ct Córdoba,"' etá el siguiente, con los sueldos que pasan á expresarse : Un Comand-ante., con el sueld0 mens\.4al de ............. S 25 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR. Un segund'o Comandante .................................. $ 1 so Un Oficial Ejecutivo (Contador).......................... 100 Un Capitán .. . . ... . . . . . ... .. .. . . . . . . . . . . . ... .. . . . .. .. ... . 300 Un prirner piloto.................... ... . . ... . .. ... ... . . . ... 200 Un segundo íd..................... . . . .. . . . ... .. . .. . . . . . . . . . . 1 oo Un Artillero .......••.•................ , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 7 5 Un Contra-maestre.............. •. . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . .• . • . . 40 Un prirner timone-l................. ... . .. . . . . . .. ... . . . . . . ... 40 U~ segu.ndo íd ......... ... ·:: ................................ , 40 e1s manneros, cad'a uno a.............. . . . . .. .. . .. .. . •. .. 30 Un primer mayordomo............... . . . . . . . . . . . .. . . . . .•. . . . 6o un segundo rd... . . . . . .. . . ... .. .. . . .. •. . . .. . .• . .. . . . . .. .. . 30 Un primer cocinero....................................... .. . 40 Un segundo íd......... ..... .•. ......... ... .. . . ... ... . . ... 30 Un primer ingeniero .............................. ,.... ... ... 2SO Un segundo íd............... . . .. . . .. •. • .. .. . .. . . . . • . . .. . .. ••• 200 Un tercer íd................................................... ISO Un aceitero..................... .•. . . . . . . ... .... ... ... ... ... .• 6o eis fogoneros, ca~ uno ........... ........ • . . . . . 45 Cuatro carboneros, cada uno. . . . . . . . . . . • . . . . . . . 30 Art. 2.0 Mientras el Crucero no esté compuesto y en perfecto uen,estado de servicio, el Poder Ejecutivo supriimid los empleados y disminuirá los eldos que juzgue con.ven.icntc. Art. 3·~ El personal de empleados de las Cañoreras "La Popa" y "Boyacá," será el s-iguiente, con. las asignaciones men­- suales que pasan á expt:esarse : Un Capitán Comandante ........... . • .• • .... $ 2SO Un OfLcial Ejecutivo (Contador). . . . . . . • . . . . . . . 100 Un Contra-maestr.e. , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6Q Dos timoneles, cada. uno . . . . . • . . . • . . . . • . . . . . . 40 Cuatro marineros, cada 11no . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 Un carpintero • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 Un primer ingeniero . . . . • . . . . . . . . . . • . . . . . . . 200 Un segundo iS de es­tación de cada buque, para nombrar, en caso de viaje de una nave, un médico para la tripulación y guarnición, el cual prestará sus ser­, vicios durante el viaje redondo. Esta designación se hará previo uo 2rreglo justo de honorarios. Art. 18. Al regresar las naves á su puerto de tación, lo~ tripulantes ó individuos de la. guarnición que hay.an enfermada durante el viaje, pasarán al Hospital Militar ; v lo pcopio se veri­ficará cuando dichos indü1 iduos enfermen hallándose la nave surt~t en el puerto_ Art. 19. El Comandante de cada haque dictará el Regla­mento interno de éste, en el cual se señalarán las funciones y de-· beres de cada empleado, y los servicios, ejercicios y deberes de la guarnición. Los Reglamentos secán sometidos .á la aprobación s co:1tc:1tos y no tuve queja •hsolutamcnte de nadie. Dejo así cumplidos vueatros deseos. Dios os gturde. El Capitán, RAFAEL VEsGA. Rtpftblita de Colotdia.-Ejútito Nacio1Jal.-3.n Ditiisión.-CJmandtm­. fia del BatntiótJ .Stw·e ?t!Lt«ro J o.-Nítturo 440.-Soatá, 17 de Marzo de 1 897. eñor General Jefe de Estado Mayor de la División. Tunja. En c:umplimiento del artículo 141 de la Orden dictada á la Divi­:-; ión el 2 5 del m~s pasado, tengo el honor de informaros el resül cado del tiro al blanco verificado hoy., así: Se hicieron doscfentos quince (ll 5) tiros por los Jefes, Oficiales y tropa, de los cuales dieron en el blanco cuarenta y tres (43), así: Co· mandant primer Jefe,. uno en el número 5 y otro en d número 3; Sar­gento Mayor segundo Jefe,. dos tiros en el número J; Capitán Luis Ma­ría Ramos, uno en el nÚm<'ro 3 y otro en el número o; Capitán Fer· nando Mutis, uno en el número z; Teniente Manuel Ballén, uno en el número 3; Subt ~ ni-ente Juan Prieto, dos en el número o. Tropa de la t .a Compañía~ Sargento 1.0 Elfa. Macharaviay~ uno en el número 2. Soldados: Vicente Torre uno en el número o; Jeremías Salamanca, uno en el número 3; SiJ..erio Baneto, uno en el número z; Jesús Mon­tañez. uno en el número o; Cristóbal Bcnavides, uno en el número 5 y otro en el número 3; Leopoldo Guachctá, uno en el número 5; Ramón Herrera, uno en el número 3; Antonio Chivat nombrndo por Su Señoría, Ayudante del Ins-titutor de las fuerzas acantonadas ea Bogotá, y que se ha dedicado exclusivamente á la instmcción de este Batallón, me presenta· un informe mensual en el cual manifiesta el ade­lanto intelectual de los individuos ~e tropa á quienes ha instruido ca Lectura, Escritura,. Aritmética, Gramática y Gcografia,. haciéndose no­table por su consag.ración.-La ""Legión de Hono¡;," de este Batallón, consta de cincuenta individuos. Los caballcrosos Jefes que tan digna­mente comandan los exp•esados Batallones se han hecho aneed'oves á un sentimiento de inmensa graütud y rc~petuoso cariiio die mr. parte por el apoyo moral que tan generosamente han prestado paPa d logro del ade­lanto moral é ~ntelectual dd Ejército. • Tengo la pena de manifestar á Su Señoría q: le las escuelas carecen hasta de lo más indispensable para la ~nstrucción, como son papel, tinta,. piza:rras y jises; carecemos de cartas geográficas 1 haciéndose indispensa­ble, por lo menos la de Colombia para que los soldados· estudien con exactitud el terreno de su patria, y esto, sinembargo1 de haber. dirigidO> \arias notas en e·tc sentido á los Estados Mayores·, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '• Presento muy respetuosamente el presente informe á Su Stñori:t que es sin disputa el mas sincero amigo del adelanto moral y material d~l Ejército. Dios guarde á Slt S ñoría, FRANtrSGO o! P. CoRTÉs, --·· ... -- LITERATURA ltL PEQUEf:tO VIJÍA LOMBARD() En rS59, ~-lut•ante la guerra por el rescate de Lombardía, po• e-os días después de la batalla d<: Solferlno y San Martino, ganadá ¡:>or los france'es y lo3 italianos contra los austriacos, en una hermo• sa mañana del n\es de Junio, una llCéción de caballerfa de Sal uzo iba, á paso l~nto, po1' estrecha senda solitaria hacia el enemigo, es~ plorando el campo atentamente. Mandab:.tn la sección un Oficial y tm Sargento~ y tódos miraban á lo lejos delante de sí, con los ojos fijos, silenciosos, prepatándose pata ver blanquear á cada momentoi entre los árboles, las divisiones de las avanzadas enemigas. Llega­ron así á cierta casita rustica, rodeada de fresno~, delante de la cual sólo había un muchacho corno de do~e años; que descortezaba grue~ sa rama con un cuchillo para proporcionarse un bastón. En 11na de las ventanas de la casn tremolaba al viento la bandera tricololor; dentro no había nadie: los aldeanos, izada su bandera, habían esca.,. pado por miedo á los aust1'iacos. Apenas divisó la caballería el mu ... chacho, tiró el bast<')n y se quitó la gorra. Era un hermoso niño, de aire descarado, con ojos grandes y azules, los cabellos tubios y largos, estaba en mangas de camisa y enseñaba el pecho desnudo, -¿Qué haces aquf? le pregunt{) el Ohcial parando el caballo, ¿Por qué no has huido con tu familia? --Yo no tengo familia, respondió el muchacho. Soy expósito. Trabajo algo al servicio de todos. Arfe he quedado aquí para v~r la guerra. ~¿Has visto pasar á los austtiacos? -N ó, desde hace tres d fas. El Oficial se quedó un poco pensativo~ después !;e ape6 del caballo y dejando á los soldados allf vueltos hatia el enemigo) entró en la casa y subió hasta el tejado: no se veía más que un pedazo de campo.-;-Es menester subir ~obre los árboles~ pensó el Oficial; • 'y bajó. Precisamente delante de la era se alzaba un ftesno altísimo y flexible, cuya cumbre casi se mecía en las nubes. El Oficial es· tuvLETÍN MIL(TA1t - ¿S(lbrJas tú subir á )a dma de aquel árbol? - ¿A la cima de aquel árbol, yo? En medio minuto me subo. - ¿Y sabrás decirme lo que veas desde allí arriba, si son sol-dados austriacos, nubes de polvo, fusiles que relucen, caballos ... ? - De seguro que sabré. - ¿ Oue quieres por prestarme este ~ervico? - ¿Q"ué quiero? dijo el muchacho sonriendo. Nada. ¡Vaya una cosa! Y después . si fuera por los alemanes, entonces á nín .. guno; ¡pero por1os nuéstros! Si yo soy lombardo. - Bien; súbete, pue~. - Espere que me quit los zapato5. Se quitó el calzado, se apretó el cinturón, echó al suelo Ia gorra y se abrazó al tronco del fresno . . - Pero, mira ..... exclamó el oficial, intentando detenerlo como sobrecogido por repentino temor. El muchacho se volvió á mirarlo con sus hermosos ojos azu-les, en actitud ínterroganre. - Nada, dijo el oficial; sube. El muchacho se encaramó como un gato. 1 Mirad delante de vosotros ! gritó el oficial á Jo soidados. En pocos momentos el muchacho estuvo en la copa del árbol, abrazado al tronco, con las piernas entre las hojas, pero con e1 pecho d~cubierto, y su rubia cabeza respland ecía con el sol pare­ciendo oro. El oficial apenas lo veía : tan pequeño re &ultaba allí arriba. - Mira hacia el fre-nte, y muy lejos, gritó el ofióal. El chico, para ver mejor, sacó la mano derecha, que apoyaba en el árbol, y se la puso sobre los ojos á manera de pantalla. - ¿Oué ves? preguntó el oficial. El ~uchc.cho inclinó la cara hacia él, y haciendo portavoz de su mano, respodió :- Dos hombres á caballo en lo blanco dd camino. - ~~ qué distancia de aquí? - Medía legua. - ¿Se mueven? - Están parados. -¿Qué otra cos-a ves? preguntó e1 oficial después de un ÍnS'-- tante de silenc;-io. Mira á la derecha. El chico dijo :-Cerca del cementerio, entre los árboles, hay algo que brilla ; parecen bayonetas. -¿Ves gente? -Nó; estarán escondidos entre los sembrados. En aquel momento un silbido de bala agudísimo se sintí6 por el aire y fue á perderse lejos, detrás de la casa. -¡Bájate, muchacho! gritó el ofici.al. Te ha.n vi .sto. No t]uiero aber más. V é.nte abaf.>. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. !OLE'rfN MtLlTAll - Yo rto tengo miedo~ respondió el chico. - · ¡Baja! .•. repitió el oficial. ¿Qué más ves á la izquíerda? - ¿A la izquierda? El muchacho volvió la cabeza á la izquierda. En aquel mo ... mento, otro silbido más agudo y más bajo hendió los aires. El muchacho se ocultó todo lo que pudo.- ¡ V,\mos, exclamó; la han tomado conmigo !- La bala le habb pasado muy cerca. - ¡Abajo! gritó el Oficial con energfa y furioso. -·.En seguida bajo, respondió el chico, pero el árbol me res ... guardaj no tenga. usted cuidado. ¿A la izquierda quiere usted saber? A la izquierda, respondió el O 11CÍal, pero bája. - A la izquierda,- gri~ó el niiio, ditigiendo el cuerpo hacia aquella parte -~ donde ha y una capilla, me parece ver... un tercer' silbido pasó por lo alto, y en seguida se vio al muchacho venir' abajo, deteniéndose un punto en el tronco y en la~ ramas, y preci­pitándose después de cabeza con los brazos abiertos. - ¡Maldición! 9riró el Oficial acudiendo. El chico cayó a tierra de espaldas, y quedó tendido con los brazos abiertos, boca ar•riba: un arroyo de: sangre le salió del pecho, por la izquierda. El Sargento y dos soldados se apearon de sus caba­llos ; el Oficial se agachó y le separó la camisa; la bala le había entrado en el pulmón izquierdo. ¡ Est:Í muenol exclamó el oficial. - ¡No, vive1 replicó el argento. ¡Ah, pobre niño, \'aliente m u• chachol gritó el oficial- ·¡Animo! ¡ánimo! Pero mientras decía ánimo y le oprimía ~l pañuelo obre la herida, el muchacho movió los ojo é inclinó la cabeza; había muerto. El oficial palideció y lo miró con fijeza, un minuto después le arregló la cabeza sobre la hierba, se levant<') y estuvo otro instante mirc!ndolo. También el ~argento y los dos soldados, ímóvih~3, lo miraban; los demás estaban vueltos hacia el enemigo. ¡Pobre muchacho! repitió tristemente d oficial. ¡Pobre y va­liente niño! Luégo se acercó á 1:1 casa, quitó de la ventana la bandera tri~ color y la exrendió como paño fúnebre sobre el pobre muetto, de­jándole la cara descubierta. El sargento a~ercó al lado del muerto los zapatos, la gorra, el bastón y el cuchillo. Permanecieron aún un rato silenciosos; después el oficial se volv:ó al sargento, y le dijo: maT'daremos que lo recoja la ambu­lancia: ha muerto como soldado, y Como soldado debernos ente ... narlo. Dicho esto, dio al muerto un beso en la frente y gritó~ ~ ¡á caballo!~'fodos se aseguraron en las sillas, reuníóse la sec ... ción y volvió á emprender la marcha. Pocas horas despué3 el pobre muetto tuvo los honores de guerra. Al pon1rse el sol toda h lfnca de las atanzadas italianas se Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍL': MILITAR dirigía hacia el enemigo, y por el mismo camino que recorrió por la maíiana la sección de caballería, caminaba en dos filas un bravo ba­tallón de cazadores, el cual pocos días antes había regado valerosa­mente con su sangre el collado de San Martino. La noticia de la muerte\lel muchacho había corrido yá entre los soldados antes que dejaran sus campamentos. El camino, flanqueado por un arroyuelo, pasaba á pocos pasos de distancia de la casa. Cuando los primeros Oficiales del Batallón vieron el pequeño cadáver tendido al pie del fresno y cubierto con la bandera tricolor, lo saludaron con sus sables, y uno de ellos se inclinó sobre la orilla del arroyo que estaba muy florida, arr.mcó las flores y se las echó. Entonces todos los cazado­res, conforme iban pasando, cortaban flores y las arrojaban al muerto. En poco momento, el muchacho se vio cubierto de flores, y lo ·oldados le dirigían todos sus saludos al pasar. ¡Bravo, pequeño lombardo ! ¡ A dio niiio! ¡ Adiós rubio! j Viva ! ¡Bendito seas ! Adiós ! - Un oficial le puso su cruz r ~a, otro le besó en la fren-e, y las flores continuaban lloviendo sobre sus desnudos pies, sobre el pecho ensangrentado, sobre la rubia cabeza. Y él parecía dor­mido en la yerba, envuelto en la bandera, con el rostro pálido y C4 i onrientc, como si oyese aquellos saludos y e tuviese contento de haber dado la vid,l por su patria. EnMUNDo DE AMICIS. --·- SECCION CIENT .. FIOA TÁCTICA PLICA DA NOCIONES ESPECIALES DE TACTlCA (Continuación). Los progre o de la agricultura en nuestro dtas y la gran ~ubdivisión de la propiedad rural nos hacen uponer que rara vez c;crá favorable por 1 completo á la acción de la caballería el campo de batalla en cualquier país de Europa, por efecto del sinnúmero de cercas, zanjas, vallados, desmontes y empalizadas de las vías férreas etc. Pero en nuestro país, y especialmente en la Provincia de Bue­nos Aires, tendrá siempre la caballería terrenos favorables. Todos estos obstáculos paralizan la marcha de la caballería y por lo menos impiden casi siempre su oportuna intervención en el combate con arreglo al orden cerrado en que se dan las cargas en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR línea, al paso que los mismos favorecen la acción de la infantería prestándole el mayor refugio y apoyo contra la amenaza de los es­cuadrones. De todo esto se desprende que la dirección de la caballería en el combate se ha hecho cada vez más difícil. A íin de ooservar y sorprender el momento oportuno del ataque, el comandante en jefe de esta ar-ma no debe permanecer inmóvil, junto á su tropa, per<;) taf11poco en continuo f110virniento, cosa opuesta á una buena obser­vación. Confiará,_ por lo tanto, los preparativos de la carga á sus, ayudantes3 y por sí mismo irá á situarse sobre un punto fa.­vorable para ~spiar el campo enemigo y el propio campo, no olvi .... pa'ldo que el instante oportuno puede presentarse en un solo mi .. nuto que se distraiga y vuelva la espalda al teatro de la lucha. Sus investigaciones con el anteojo ó á la simple vista debe~ tener por objetivo <;1 cuadro entero, el conjunto del QOmbate, y en particular lqs movimientos de la caballería enemiga; seguir con las miradas las peripecias de la pelea, la fiuctnación. de los batallones ('!nemigos, los huecos e) distracciones que se erifiquen en la masa de aquellos; casi ad~yinar en fin la vacilé\ción., indecisión ó desorden material y moral de las f1las contrarias para sacar partido de tan. cd­ticos momentos, avanzando en la dirección oportuna y co11 las su­i1cientes fuerzas al importa.nte objeto que se propone. El momento de la sorpresa, que ac;í puede llamarse, es fugitivo,. y los factore del problema cambian y desaparecen, tal '\lez para no ~·eaparecer en el resto del combate, perdido aquel momento. Ni la multiplicidad de las cargas, ni el orden de ellas y el valor temerario ~erviría_q quizá más que á producir sensibles perdidas é inefica~c . sacrificios. Por esto el jefe de la caballería no debe ma.lga.s.tar el tiempo. en ordenar sus escuadrones suponiendo que tat ó cual disposición de ataque será más útil; Jo más ú.til en aquél entonces, la decisió)l, la prontitud, la aparición inesperada, la sorpresa en fin, cayendo á ~ierra ojos sobre el flanco de las masas de infantería, sea en línea., en columna ó escalones. En cuanto á las guerrillas ó líneas de ti­radores enemigas, deben ser acometidas por un~ carga de cazadores á d~sc-resi ón; sorprendidas en campo abierto serán arrolladas. Aunque algunas veces se ofrece la oportunidad de estas cargas. Qesde el principio de la acción, por regla general, no obstante la. lucha entre infantería y caballería solo tiene lugar en el periodo tfecisivo de la batalla, cuando la fatiga, las bajas sufridas por los ba­tallones y la pérdida de muchos jefes y oficiales, han mermado de tal modo las filas y aflojado su energía, que no cueqtan con el su­ficiente vigor y entereza de ánimo para resisúr y rechazar el ímpetu de la caballería. Si ésta sabe reconocer dichos momen­tos cr~ticos y aprovecharlos instantáneamente, bien dirigida y Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 299 desplegando un ciego valor, podrá con fundado motivo fiar á su diftcil mérito los más grandes, decisivos y sorprendentes resultados en su choque contra la infantería. Cuando un regimiento de caballería deba romper un cuadr.o, formará fuera del alcance del fuego en columnas de escuadrones. El primer escuadrón que se halla en cabeza recibe la orden de cargar contra un ángulo del cuadro. El capitán ó jefe de dicho escuadrón debe arengar á sus soldados en breves pero expresivos terminos, manifestándoles el insigne honor que les cabe en la mi­sión que se les confía, tánto más alta y noble cuanto más difícil : tendrá cuidado de hacer comprendc>r á su tropa el mayor peligro que corre el que vuelve grupas y huye de la infantería antes de abordarla, pues entonces aqu el arma, no teniendo delante peligro alguno, puede apuntar y hacer fuego con serenidad y certeza sobre los fugitivos. Hecho esto, el jefe del escuadron emprende el mo v imiento y se lanza sobre el enemigo decidido á arrollar cuanto encuentre nl paso. Puede suceder que la violencia del fuego d ~ la infantería obli­gue á lo jinetes á vol ver bridas antes de llegar obre las bayonetas; entonces la retirada d ebe tener lugar en la mi sma línea e) dirección de la carga; lo . demás escuadrones que siguen á derta distancia .e unirán más y mas para dejar paso á lo fugitivo~; el segundo es­cuadrón avanzará á pa. o de carga sobre el mi mo ángulo del cua­dro, y a í los demá, , mientra. que el esctiadrc)n rechazado marcha lateralmente á n•unirsc y formar á retaguardia del regimiento, conti­nuando la · cargas de este modo sin interrupción ni desmayo hasta conseguir el objeto de romper y de baratar la erizada muralla del , cuadro enemigo. El procedimiento que acabamo de indicar viene á ser una transformación de la carga m columna cerrada en carga en columna por escuadrones sucesivos, sistema preferible al primero, porque los escuadrones no se embarazan unos con otros, ni se apelotonan, re­novándose así los ataques contra un mismo objetivo en mejores y más holgadas condiciones. Si· en lo fuerte de la batalla entra á cargar sobre lq. .infantería dispuesta en líneas ó ma as profundas, puede verificarlo, adoptando de preferencia el orden de columna cerrada. CABALLERÍA CONTRA ARTILLERÍit Hemos indicado más. arriba que la infantería se halla en si..: tuación muy crítica para tomar po esione ó tnaniobrar dentro de la zona de alcance eficaz de la -artillería á causa de la destructora precisión de las ,piezas rayadas, y por lo tanto le es preciso recurrir lÍ todo los medios que estén en su mano para evitar en lo posible Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. jO O BOLETÍ ' MILITAR cJ efecto de lo proyectiles. Este principio es aplicable en 111ás alto grado á la caballería, que presenta mayor punto en blanco y posee peores condiciones para mantener el orden en sus filas, pues no ~6lo los más bravos y serenos jinetes serían incapaces de soportar largo tiempo inmóviles y á cuerpo descubierto la explosión de mu­chas granadas ó shrapneles> sin perder la fuerza moral, pero además el desorden que esto causa en los caballos son motivos suficiente para que los escuadrones se vean infaliblemente obligados á reti­rarse: sabido es que una vez apreciada la distancia con exactitud no variando el punto en blanco, los proyectiles de las piezas raya .. das caen con matemática precisión siempre en el mismo punto, y esto causa terribles destrozos. Estas consideraciones han dado lugar á que se adopt~ en prin­cipio la medida de que la caba1lería (particularmente la de reserva de combate) se e tablezca fuer .a del alcance de la artille! ía enemiga, hasta el momento preci o de entrar en escena, á menos que lm~ accidentes del teJTeno le permitan suficiente t"esguardo y protección .. Siempre que esto no sea posible y que convenga á todo trance te­ner la caballería dentro dP la zona peligrosa, el jefe de ::1.qttélla 6 los de sus diferentes fracciones, deben ordenar continuos y rápido. movimientos al frente o á los costados tan luego como los ?rimeros proyectiles que caen cerca de mue tren que los artilleros apt eciau ensayan la puntería, y se seguirá esta regla en tanto dure la s-itua­ción de los escuadrones y las tentativas de las baterías enemigas, Este pincipi<• rige con igual rigor que aquel que recomienda no dejarse jamás atacar á pie firme por la caballería enemiga, sin sa­lirle al encuentro. En cuanto á los movimientos preparatorios para la carga, la caballerÍa tiene una inconte·table yentaja sobre la in.Í:1.ntería en su • • a~aque contra b arülle1 ia. · · · ' ' · · ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' Los e cuadrones emprenden el movimiento de avance: en cuanto caigan los primeros proyectiles, el jefe de la caballerfa1 manda un cambio de dirección aumentando el aire: claro es que los artilleros enemigos han de experimentar gran dificultad para apuntar á la pequeña columna de uno ó varios escuadrones, cuando estos cambian con tantemente de posición y siguen direccione diagonales ó en zig zag: es indudable que de nada puede servirle~ en este caso la exacta aprecíació'1 de las distancias, y que la caba­llería recibirá muy pocos daños. Pero si el fuego e demasiado vio­lento y un tanto eficaz, lo más conveniente es cerrar cuanto ante las distancias, atravesando la zona más peligrosa al gran aire de la carga. Siempre que la caballerÍa haJle ocasión de or_prender á. una batería en marcha ó en el momento crítico, aunque muy breve7 de enganchar ó desenganchar las piezas. no nccc itará mwcho es­fuerzo petra apoderar e de é ~ t~L .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍ • 1\III.ITt\R Mas conviene tenga presente en esta circunstancia que obrará con mucha previsión si no estrope::t el granado ni hiere á los con­ductores, pues lo importante es poseer d material conquistado y conducirlo al propio campo. Cuando una fuerza de caballería se dispone á cargar unálínea de cañón en batería, formará fuera del alcance de aquella ó á cu­bierto del terreno. Como la fuerza impulsiva de los escuadrones en masa ó columna cerrada sería inútil contra las pieza , y crueles las pérdidas en el último período de la carga, ésta debe verificarse á disa·eción sobre los flancos de Ja línea, y si las circunstancias lo exigen, obre el frente. En este último caso recomendamos que los escuadrones se abran y despleguen del centro hacia las alas, con lo cual las piezas deberán verificar un cambio de dirección, movimiento que les obligará á suspender el fuego por un instant~ muy oportuno y útil en estos casos. Al propio tiempo que la carga en dispersión aborda la batería, otra fuerza en orden cerrado ataca­rá la caballería de osten de la mi ma. ( Cmdtiirá), ESTUDIO SOl3RE LAS OPF.RACJOI\'ES OE . 'OCHE EN C ~1PA: A (Abrevi;~do de J;¡ obra ele Juu:~ Bourelly. Capitán de E'tado Mayor del EFrcito lrilntes· por A. P.) (e oJitim,arió;J). En tal situaci<:ín el Príncipe Eugenio, de acuerdo con su. generales, optó por dirigirse hacia la derecha á través de los cam­pos, en dirección á Krasnoe, siguiendo el curso de Dnieper. La división Broussier permaneció en la línea, á fin de simular un ataque hacia el ala izquierda del enemigo. El desfile se efectuó en el mayor silencio en la noche del I 5 nl 16 de Noviembre por un camino de trave ía y protegido por las ondulaciones del terreno. "Mientras la columna - dice Mr. Thiers- se deslizaba silenciosa sobre la blanca sábana de nieve que tapizaba los catnpos:J sin oírse otro rumor que el producido por la ca!da de los soldados abrumados por el cansancio de aquella marcha de noche, apareció de improviso un des'tacamento de tropas ligeras del General Milora­dowitch, que se había apercibido de nuestra maniobra, merced á la c1aridad de la luna. Afortunadamente un oficial polonés de la división Poniatow!:iki, que poseía el ruso y acostumbraba utilizar este conocimiento con una gran serenidad de e·píritu, ordenó al oficial enemigo que se retirara, manifestáf1dole que las fuerzas que ANLU 1..1t l PUBLICA TIC A Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍ ' MILITAR. intentaba detener formaban parte de las de 11iloradowitch r esta­ban encargadas de la ejecución de una mnniobra en las inmedia­ciones de Krasnoé. Al fin pudieron llegar á este último punto, dejando en el camino más de ~,ooo hombres muertos y heridos, así como también los restos de la división Broussier, que no con­taba con más medio de salvación que la llegada de los Mariscale • Davout y Ney." . Al efectuar su retirada Ney, el último que abandonó á Smo­lensk, intentó varias veces forzar el paso con la energía de la desesperación ; pero no contaba con más de 6 6 7,ooo hombres cstenuados por t<Íntas penalidades como habían sufrido; y no pudo conseguir abrir brecha en las compactas fila de los rusos. Viendo la inutilidad de us esfuerzos, y de pués de haber experimentado considerables perdidas, ocasionadas por la artillería enemiga, adop; tó el partido de retroceder hacia Smolensk y pasar el Dnieper. Durante el movimiento de retirada, un mayor ruso, enviado por el general l\1iloradowitch, le intim6 rendición. El mismo oficial se incorporó de nuevo al mariscal en la aldea de Damikosda reno­vando us anteriores intimaciones, afirmando al propio tiempo que cuantos cuerpos del ejetcito francés le habían precedido habían sido con pletamente derrotados. Mas el enviado ruso, olvidándo e de la mi ic)n que le fuera confiada, examinaba con prolija atención impropia de un parlamentario, cuantos detalles pudieran contribuir á proporcionarle una exacta idea de la situación de las fuer7,as mandadas por Ney. Este e apercibi6, lo arrestó, poniéndole cen­tinela de vista y acto continuo hizo encender los fuegos del vivac en la propia forma que si se dispusiera á pernoctar en Damikosda. Mientras los rusbs, convencido de tener a ·egu-rada su presa, encendían también sus fuegos, los franceses, tras un breve reposo, emprendían. la mar.cha con d medro Lamas Obando; y Ascendió á Subteniente efectivo al Sargento 1.0 Joaquín Bueno que sirve en el expresado Batallón 2.0 de Artillería y lo destinó á la 2.91 Ba­tería del mismo Cuerpo en la vacante que dejó el Su.bteniente Jorge Martínez. El J;>ode( Ejecutivo por Decreto de fecha 28 de Abril último, dictó. las siguientes provid~ncias: Aceptó al señor l\1:¡,nucl Villarraga la t;enunci:a que hizo, irrev.oca­\> le, del destino d~ Instructor. ciril del Batallón 1\-ariño número 4· Nombró al Sargento Mayor Antonio Zapata, que desempeñaba el destino de Comandante de la 3·a Compañía del Batallón Valmcey nú­mero 20, Ayudante mayor del mismo Cuerpo. Ascendió á Capit
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 18

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Manual básico de uso de los puntos de acupuntura para diagnóstico y tratamiento

Por: Javier Caballero Blasco | Fecha: 2002

El acupuntor en su trabajo diario de selección de puntos adecuados para tratar una determinada patología, precisa poder acudir a alguna sistematización que le lleve rápidamente desde el síntoma o patología que se le presenta, hasta el conjunto de puntos a través de los cuales se pueda realizar dicha función terapéutica.El autor, con más de veinte años de experiencia clínica, propone en el presente libro un estudio de relación inversa desde el síntoma hasta los puntos que lo tratan, subsanando una carencia bibliográfica sobre tal materia en castellano.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Interrelaciones en procesos terapéuticos: una mirada a la fisioterapia

Por: Lilia Virginia García Sánchez | Fecha: 2012

En el presente texto se hace una ubicación contextual del campo de la salud, para luego precisar aspectos relacionados con el campo terapéutico. El estudio de la relación fisioterapeuta - paciente es de gran interés, pues a diferencia de otros profesionales de la salud, el fisioterapeuta tiene un contacto corporal directo con el paciente. Identificar y analizar los mecanismos que posibilitan esta interacción permite comprender los elementos de poder presentes y las posiciones relativas asumidas por cada autor como producto de su bagaje social y cultural.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Desaparecida

Por: Eva Caballé | Fecha: 2009

Eva Caballé nos ofrece el testimonio de alguien que sabe que el mundo tal y como lo conocemos hoy es un viaje suicida. Su narrativa directa y clara nos golpea para despertarnos del frágil sueño que es la vida en nuestra sociedad del bienestar. Enferma de Sensibilidad Química Múltiple, Eva nos cuenta cómo pasó de ser una eficiente ejecutiva y una incombustible rockera a ver cómo la enfermedad la aplastaba de un manotazo. Atrapada en una enfermedad no reconocida que va a la deriva por las grandes mareas políticas y económicas mundiales, Eva se atreve a alzar la voz y a mostrarse como ejemplo de los millones de enfermos de SQM que hay en todo el mundo y que son el aviso, las primeras gotas de lluvia de la tormenta que se avecina.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Desarrollo del máster y doctorado oficial de enfermería en España

Por: Loreto Maciá Soler | Fecha: 2012

L'esforç de més de dues dècades realitzat pels col· lectius d'infermeria de l'estat espanyol per aconseguir una formació adaptada als està ndards més alts de qualitat internacional, es recull en aquest llibre. Un llarg camí de treball constant, ple de dificultats, en el qual les autores han jugat un destacat paper; un exemple de voluntat i superació, amb un final optimista que obri una nova etapa de consolidació de nous professionals, docents i investigadors que, sens dubte, situarà la infermeria espanyola en una posició destacada en l'à mbit internacional
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 19

Por: | Fecha: 22/05/1897

' Añ~J 1 Bogotá, )f nyo ~:; de 1 !!7. BOLETIN lVIILITAR -·-- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO -·--- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradores natos de este periódico, todos los Jefe: y Oficiales del Ejército de la República. ----"->--- ---- - - - · CREACION DE UNA BIBLIOTECA OFICIAL Por D creto número I 92 del 29 de Abril último, que en seguida insertamo:, se ha dispuesto por el Ministerie en eL Diario Oficial y en la Or­den General del Ejército. El Ministro~ PEoRo ANTo:-lro MeLINA .. Rupúbliccr de CJ!mwia.--Poder EjecutÍVJ nacionai.-Ministerío de Guerra.-Seccitn 1."'-Número ¡,620.-Bogotá, 2¡ de Ábril de 1897· GeneraL C<>mnndante eu Jefe dcl Ejércia:o.---Presente . Servíos disponer que la fuerza pública qve ha;ce fa guarnícíón en el Departamento del Cauca, preste el servicio de cnstodia en las cán:el~s de los lugares que sean cabeceras de Distrito Judicial, y en las Penítenciarras. En eS>te mismo s~ntido tuve el honor de d~rigiros el 1 I de Julio del año próximo pasado el ofirio número 4,939, procedente de la S€(;:Ción 2.:0, cuy0 conteníd~ me permito reiteraros. Siendo inCOJ;lV~niente que la fuerza públ~ca esté ~Íi~mínada en muchos puntos, este Ministerio prohíb6: puevamente que ella se· ocupe en q.tstodiar cárceles de Circuito distintas Ele las indica­oas e~ ·er aparte anterior, así como en escoltar presos cuando hayan de ser enviados de un lugar á otro. Soy ',lueStrO. lter.l.tO s.ervid0r,. P t. .DRo A~To 'to MoLt 'A,.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR. República dt c,bmbia.- Ministerio de Guerra.-Sección I. 3 -Nft­mero 7,669.-Bogotá, 5 de Mayo de 1897. Señor General, Csmandante en Jefe dd Ejército..--Presente. Servíos dispo!ler, por medio de la Ordell General, que Jos J e­fes de los Cuerpos, tengall especial y constante cuidado de que los Oficiales de su dependencia no contraigan deudas ni familiaridad con los individuos de tropa; y que den cuenta al Ministerio de cada caso de esta especie que ocurra, para dictar en seguida las co.-. rrespondientes providencias represivas de estos intolerables abusos. Soy vuestro atento servidor, PEDRO ANToNlo MoLINA. República de C:;lombia.-Ministerio de Guerra.-Circuiar nfúntr3 ],687.-Bogotá, 7 de Mayo de I 897. eñor General Comandante en Jefe del Ejército. - Preeeott. Servíos dirigir una circular á todos los Comandantes genera­les de División y á los Jefes Militares, previniéndoies que al dar curso á las peticiones de los Oficiales del Ejército--sobre licencia indefinida - ó al solicitar la baja de alguno de éstos, deben enviar, también, de una vez, la respectiva terna de candidatos para nom­brar el reemplazo de conformidad con las Resoluciones de este Despacho, fechadas el 25 de Mayo de 1896 y el 5 de Marzo últi­mo, respectiyamente, y publicadas en las Ordenes Generales del Ejército y en el Diario Oficial números ro,042 y 10,284. Soy vueHro atento servidor, PEDRO ANTONIO MoLINA • República de G:;l?mhia.- -Ministn·io de Guerra.-Númers 7,7 I 7--- B!Jgotá, 10 de Mayo de 1897. Señor General, Comandante en Je1e del Ejércjto. -Presente. Servíos disponer que todos los Comandantes Generales de Di­visión ó Jefes Militares) rindan un informe á este Despacho sobre el estado de adelanto en que se encuentren los-Cuerpos de su de­pendencia con la enseñanza que está á cargo de los Institutor~ civiles; y que cada mes continúen enviando cumplidamente infor• mes de igual naturaleza, relativos al adelanto alcanzado por lo mism es Cuerpos eu dicho m~s. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAJil rfambién os ruego dispongáis que cada Jefe de Batallón de ... signe un Oficial apto para dirigir semanalmente ejercicios de tiro de infantería, en los cuales tomarán parte todos los individuos del Batallón. Soy vuestro atento servidor, PEDRO ANTONIO MoLINA. DECRETO NÚMERO 51 DE 1897 (25 DE FEBRERO), que crea el puesto de Proveedor ~encral del Ejército y le s efiala fun­cwncs. El Ficepresidente de la R epública, encargado del Poder Ejecutivo, ~ Con la facultad que le concede el artículo 187 del Código Militar, y , CONSIDERANDO: Que la provisión de vestuario y equipo para el Ej é rcito puede hacerse con mayor economía para el Tesoro, por medio de un em­pleado que se dedique especialmente á conocer los precios del mer­cado y las diferentes clases de artíc;ulos .que se hallen a la venta; y Que el Jefe de la Sección 2.a del Ministerio de Guerra, á cuyo cargo está la provisi6n mencionada, no puede concretarse á la compra del vestuario, correaje y demás artículos de munición, • con ventajas para el Tesoro, sin desatender los dem~s negocios qu~ cursan en su Oficina, DECRETA: Art. 1.° Créase el puesto de Proveedor general del Ejército y de las Oficinas militares, con las siguientes funciones: 1 .a Contratar por cuenta del•Gobierno y previa orden del Mi­nisterio de Guerra los artículos de munición que sean necesarios para el ~jército. Con este fin, se informará constantemente de los precios corrientes que dichos artículos tengan en el mercado; ~ 2.a Contratar, por orden y cuenta del Gobierno, la construc­ción del correaje, vestuario y demás objetos indispensables para el , · . s~nócio ,deJ ~Hr~it9; , , , , , , , . 3·" Intervenir n la construcción de fos 'mismos objetos; á' fin de que queden con las condiciones necesarias para el buen servicio; 4.~ Contratar, por cuenta del Gobierno y mediante orden del Min'st~rio de Guerra, .los. útjles de escritorio, muebles y locales para los Cuerpos, Estados Mayores y Oficinas mili'ta!es; . . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITA'R. s-• Contratar, cuando el Gobierno lo estime conveniente, con casas extranjeras, el vestuario, telas y correaje para el Ejército, y útiles de escritorio para las Oficinas militares, ciñendose á las ins~ trucciones que se le den en el Ministerio de Guerra ; 6.• Visitar mensualrnente el Parque general, registrar las exis· tencias que haya en él, tomar nota de los objetos cuya conveniente provisión vaya expirando, y dar aviso al Ministerio de Guerra so­bre el resultado deJ examen; 7·· Examinar frecuentemente el armamento, hacerlo limpiar y disponer lo conveniente para que se conserve en buen estado; 8 ... Inspeccionar cada mes la (;íbrica de cápsulas é intervenir en la compra de materiales para la fábrica; 9·ll Vigilar el despacho del vestuario, armamento y demás ob­jetos que se envíen á los Parques ó á los Cuerpos de fuera de la ca­pital, á efecto de que la remisión se haga con prontitud, arreglo y seguridad; ro.• Contratar por orden y cuenta del Gobierno los elemen­tos que demanden lo. Hospitales Militares y Ambulancias de fuera de la capital, cuando el Ministerio de Guerra no delegue esta fa­cultad á los Gobernadores respectivos, y suministrar al Ho pita) Militar Central lo:s materiales que necesite. . La provisión de medicinas y víveres para el mismo Hospital: continuará á cargo del S1ndico del Establecin1iento; 1 r .a Disponer y vigilar que se hagan en los localc de los Cuarteles las reparaciones convenientes, de acuerdo con el Direc­tor de las obras de dicho Cuarteles. Corresponderá al Proveedor. suministrar los materiales necesarios para las obras; y 12.• Cumplir las órdcnc: que el Ministerio de Guerra tenga á bien darle en relaci<)n con la funciones que han de corresponderle. Las órdenes para la celebración de contratos, las dará el Ministe .. rio por escrito. Art. 2. 0 La provisión de objetos de munición para las .guar­niciones de fuera de la capital, puede hacerse por comisión 6 dele- · gación especial; pero el Proveedor debe llevar cuenta de todo u-ministro que se haga á dichas guarniciones. · Art. 3. 0 La disposición anterior es también aplicable á la provisión de útiles de escritorio y muebles para las Oficinas milita­res y de elementos para los Hospitales militares y Ambulancias de ... fuera de la capital. Art. 4.0 Los documentos de los contratos que celebre el Pro­veedor general se extenderán en la Sección z.• ·del Ministerio de Guerra, serán escritos en el p para hacer sus preparativos de viaje. La baronesa de Kaerdec iba á encontrarse de nuevo más sola que nunca. Dcjóse caer en un illón murmurando: - j Pobres hijos míos!. ... ¡El corazón me dice que no he de volver á verlos! El eiior de Kerol'al ·e.. mantenía. firme contra el dolor. Tuvo fuerzas su tcientes para contener SllS lágrimas, y, casi sonriendoy dijo á u hija: - Roberto debe cnorguliccer:sc por tener una compaiíera. como tu. Después del último abrazo de sus padres, Roberto y Juana. subieron al carruaje y se encamill~ron á llrest. * ~ '*' Abordo de la Esperanza Roberto presentó su mujer a! C()­mandante, quien la felicitó por su valor. - Teniente, dijo en seguida á Roberto, la fragata va á levar .. El Mayor general de la E cuadra me avisa que mi segunndo se halla eniermo de mucho peligro. Ahora bien 1 como bajo ningúr pretexto puedo retrasar mi salida, ruego á u por en­cima de la batayola y fue á estrellarse á u pie . A lo lejos retum­baban ordamente los truenos y relámpagos <.le continuo. El Comandante se situó junto á la 1 ueda del tÍmón con su bocina en la mano. En "ano examinaba el horizonte, e11petando que aclal'asc. La tormenta se desencadenó y comenzó á llover· con furia. La fragata trabajaba mucho para resisrír al temporal, Olas enormes, que venían ·de~de lejos, se precipitaban con furia, unas en pos de otras contra los costados del buque pretendiendo asalt •.rle, se estrellaban impotentes ó iban á caet:~ cual gigantescas sábanas, obre la cubierta. Cuatro marineros, á quienes se mandó ir á proa á aferrar' un foque, fueron arrebatados por un golpe de mar y desaparecier'on. 1No h1bía qw~ pensar siquiera en prestarles oya, los, fu.egos, d_e las, b~te,rÍ res, á saber: la organizacián del ejército; la calidad y condiciones, tj.e la red del camino de hien·o, y la manera de utilizarlos. En las potencias militares donde el ejercito es una fuerte ins­titución, garantía segura del orden interior y sólida muralla contr~ ~~ extranjero enemigo; en esas naciones que viven alerta para no ser sorprendidas ; donde ; e estudia en el gabinete por la mañana, lo que á la tarde se practica en el campo de maniobras, y que al. siguiente día tal vez habrá de ejecutarse sobre el campo de batalla; Qonde la paz por último es un alto, una preparación, un ¿quién. 'l(Íve? de la guerra; en esos Estados existe en principio y de he­~ ho un sistema llamado territorial-militar, por medio del cual los diferentes cuerpos de ejército en que el todo está dividido se re­clutan, completan y aumentan en zonas ó círculos determinados: en estos se hallan establecidos los cuarteles generales de milicias,. donde radican los estados exactos de todos los elementos de la fuer­za pública y útil que cada uno posee, así como también los depó­sitos del material de guerra completo, fijos en puntos determjnados por su número, entidad y situación, con arreglo y en vista de 1~ guerra más probable que pudiera estallar. De este mo.do, preparada en la paz la movilización del ejér .. ~ito, la máquina toda espera el impulso para funcionar del modo, más sencillo y breve sin ninguna clase de vacilaciones y entorpe­~ imientos. . . )\~a~ p_ar~ qu.~ e?t~ s_isten:..a. e~c~e!lt~e . St!. c;o'!JpJe'!lt:nt? ~n. el~ terreno y que las hostilidades p.uedan emprenderse con igual rapi­Qez y energía., se hace preciso que el Estado posea y disponga de. \ln gran número de vías férreas. independientes y paralelas ~n lo, ~o,si Jle, y que p~rtiendo de los grandes centros del interior se di- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR rijan hacia el teatro de la guerra. Dichas líneas además deben est:ar provistas del material y personal necesarios, y un reglamento es­pecial que dicte todas las dispo iciones conducentes á una rápida y ordenada traslación de los ejércitos en un momento dado y con previsión de los más pequeños detalles de tiempo, modo y lugar. Además de la economía de tiempo que procura el trasporte de las tropas por las vías férreas, produce la notable ventaja de que aquellos lleguen al teatro de la guerra sin experimentar las nume­rosas bajas de toda especie que por los antiguos medios sufrían á causa de la fatiga en los primeros días de marcha. Téngase en cuenta, no obstante, que esta ventaja tiene su parte de inconve­. pientes; pues el soldado entra de de luego en campaña y comien­~ a las hostilidades, falto de la preparación de simulacro de guerra, que adquiriría por medio de dichas marchas y otras prácticas que podía llevar á cabo antes de dar frente .al enemigo : esto produce considerables b'\}as en los primeros días de operaciones. Concentrados los ejérciros y yá dentro de la zona de acción del enemigo, no. es po ible utilizar los ferrocarriles, porque aparte de que aquel habrá destruído las líneas que pudieran servir al in­vasor, no es fácil tampoco impedir en toda la extensión de aquélla, que pequeñas columnas ó partidas suc:ltas las inutilizcn levantando algunos rails. Podrán emplearse, no ob tante, -i se hallan intactos cuando se trate de verificar una diversión hacia lo flanco del ene­migo ; mas como en este caso las cabeza de las columnas han de venir á parar á la esfera de combate, erá de suma importancia ;¡segurar el desembarque contra toda sorpresa peligrosa, misión qu~ correspode á la caballería lige ra, la cual de parramándose por la zona del desembarque, advertirá con tiempo la presencia del ene­migo ó impedirá en lo posible su aproximación. En cuanto á los caminos de hierro situados á espaldas del ejército (sean los suyos propios ó los del enemigo, habilitado ), son de grande utilidad para tra porte de la reservas y material que vieneQ á reforzar de continuo las tropas combatientes, y así lo em­plearon con eficia los prusianos en 1866 y I 870-71., trasladando cuerpos enteros desde un teatro de la guerra á otro. En la guerra defensiva, ~·stas líneas y las transversales son de grande importan­cia para socorrer las alas amenazadas, así como para asegurar el. curso de un río, una línea de fronteras, etc. Las vías férreas, durante el curso de la campaña tienen su. más alta significación como líneas capit¡des de enlace con la base: 4e o~eraciones. • ---·- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN Mll.ITAit EL EJÉRCITO Y LAS VÍAS PÚBLICAS Calí, Febrero 19 de 1!97· A Su Scfioría el Ministro de Guerra.- Bogotá. Cumpliendo con lo ordenado por Su Señoría, en telegrama número. 7,029, paso á rendir el Informe sobre los trabajos ejecutados por las dos Compañías del Zapadores, del Cuerpo de mi mando, de la manera si­guiente: los trabajos se principiaron á mediados del mes de Julio, toman­do desde la ribera del río Cauca en el puerto denominado "Simmonds,, y en el transcurso de Julio hasta principios de Octubre, se han cons­truído mil cien metros de camellón, que tiene de base ocho metros, y cuatro metros de plataforma por un metro ochenta y cinco centímetros de elevación; además se construyó un puente de madera sólido, y se compusieron cuatro más que se hallaban en malísimo estado; así como dos acequias laterales que miden el mismo largo del camellón, y que tienen dos metros de ancho por uno de profundidad .. También se canalizó el zanjón denominado "Cucharo," cuya ex­tensión es de mil quinientos metros, pc.r dos de ancho y uno con cin­cuenta de profundidad. Para hacer todos estos trabajos hubo necesidad de hacer un desmonte de tres plazas por lo menos. Los vehículos con que se contó especialmente para la movilización de los elementos de comtrucción, sólo fueron dos carritos, diez y seis carretas en mal estado y las espaldas deJa tropa. Según cálculos aproxi­mados se han entrado en la formación de este camino veinricinco mil setecientos metros cúbicos de tierra, siendo su formación sólida, como lo está probando el tránsito frecuente de vehículos de rueda y grandes par­tidas de ganado que diariamente lo atraviesan, sin embargo se necesita todavía hacerle algunas reformas, tales corno ancharlo un poco más, mejorar los desagües laterales y hacer todos los puentes que lo cortan de calicanto, porque de otra manen~ siempre habrá interrupciones por ser los puentes de madera de poca duración debido á la mala calidad. En el mes de Octubre me vi obligado á retirar las dos Compañfas de ese punto, tanto porque las fuertes avenidas del río impidieron con­tinuar los trabajos, corno porque la permanencia constante de la tropa allí, era perjudicial para su salud como para la disciplina militar. Inme­diatamente di principio á los trabajos partiendo de esta ciudad hacia la misma vía, y se han construído setecientos sesenta metros de camellón~. cuya construcción es la siguiente : tiene como base un tendido de pie­dra negra tomada del río Cali sobre la cual va una capa de tierra muy pisada ; sobre ésta va una. capa de cascote menudo, luégo otra de tierra igualmente pisada, y por último una capa de cascote que es la que com­plementa el camellón, prensado con un pesado cilindro de ¡:redra. Este Garnino -tiene.di.ez.metws .de. allcho,. un metro de. a]ttl_ra. sQb~e _cl_pi~o. natural; dos plataformas laterales que miden un metro con veinte cen­tímetros y además dos ascequias también laterales que miden un metro cincuenta centímetros de ancho por uno de· profundidad. Algunos otros trabajos se han efectuado con las dos Compañías, tales como acarrear Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍr-; MILITAR. 327 mil ladrillos del Galp6n de Santa M6nica al Ce111cnterio de ~!ta ciudad; así como preparar cinco mil piedras de laja para Jos cimientos de los puen­tes que se piensan construír en esta misma vía. N o pasaré desapercibido en recomendar á Su Señoría al Ingeniero señor Enrique Alder, quien con vivo interés dirigi6 los trabajos hasta el mes de Octubre, fecha en la cual declar6 Su Señoría el Gobernador insubsistentes todos los nom­bramientos hechos en el Ramo de Obras públicas. También recomien­do á Su Señoría la abnegaci6n de los Oficiales y tropa del Cuerpo d~ mi mando, los que con sumo interés han cooperado á esta obra de pro­greso ; por mi parte s6lo diré á Su Señoría que mi deseo es correspon­der á las altas miras patriotas de Su Señoría que siempre lo han distin­guido y lo hacen acreedor al aprecio de sus conciudadanos. Disimulará Su Señoríá que este informe carezca de las frases apropiadas para tales casos, por ser yo lego en la materia. El monto total de lo gastado en las dos Compañías que hacen el ser­vicio de zapadores desde el mes de Julio hasta el treinta y uno de Enero pr6ximo pasado, asciende á la suma de trece mil seiscientos cincuenta pesos con treinta y cinco centavos, dato que envío á S.1 Sci'íoría, aun­que mensualmente se remite en los Presupuestos á ese Ministerio. Por el pr6ximo correo enviaré á Su Señoría un plano que estoy haciendo levanrer de los trabajos hechos hasta esta fecha, para que a~' se forme una idea más exacta de ellos. De Su Señoría me es honroso suscribirme acento seguro servidor, El Coronel, JosÉ M. MosQURRA. EN EL EJERCITO DECRETO NÚMERO 29 por el cual se honra la memoria del Coronel Miguel Forero U ribc . El Prefecto de la Provincia de N eiva, CONSIDERANDO: • !.0 Que ayer á las seis y veinte minutos p. m. falleció en esta t1~dad el Coronel de la República, señor Migue! Forero U ribe, qUien desempeñaba actualmente el empleo de Jefe de la fuerza acantonada en esta ciudad; 2.0 Que el señor Coronel Forero, desde mil ochociento ochenta y cinco, prestó á la regeneración importantes servicios, consagrando su vida á la causa del orden y la justicia; y · 3·0 Oue tanto pot estar el señor Coronel Forero desempe­ñando importante puesto, como por haber sido leal sostenedor de las actuales instituciones, es acreedor á que su nombre se recuerde: con gratitud, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JWLETÍN MILITAR DECRETA: Art. 1. 0 El Prefecto, interpretando el sentimiento de los ha­bitantes de la Provincia, lamenta la temprana muerte del Coron~l señor Miguel Forero Uribe, declarando á la vez que el Gobierno se priva con su muerte de sus importantes servicios; que su memo­ria merece el homenaje debido á todo leal servidor; y recomienda al Gobierno Nacional su nombre, para que sea registrado entre los de aquellos que han desaparecido dejando en pos de sí el aprecio de sus conciudadanos y la gratitud de la Nación. Art. 2.° Copia de este Decreto se remitirá con nota de estild á la señora viuda, á Su Señoría el Ministro de Guerra y al señor Gobernador del Departamento. Dado en Neiva, á treinta de Abril de mil ochocientos noven..: ta y siete. RAMÓN PLAZAS c. El Secretario, Vicente Polanía C. F.l Poder Ejecutivo por Decreto de fecha J.b del presente mes, dictó las siguientes providencias : Concedió al Capitán Rafael N egret, la licencia indefinida que so.: licitó para separarse del puesto de Ayudante Mayor del Batallón Caza­dores número 16 y promovió á dicho puesto al Capitán Benjamín Ma­zuera, que sirve como 2. 0 Ayudante en el Batallón Pichincha número 23. Llamó al servicio activo al Capitán 1 ulián Granados y lo destinó á la 3.n. Compañía del Batallón Caro número 17 en la vacante que allí quedó por haber pa ado á otro cuerpo el de igual graduación Paulo E. Pardo. Llamó al servicio activo al Sargento Mayor Simeón Gómez y lo destinó al Estado Mayor de la 2.a DiYisión como 2.0 Ayudante General en la vacante que allí quedó por el fallecimiento del Teniente Coronel Miguel Forero U. Ascendió á Teniente ctectivo al Subteniente Alfredo Gallo que sirve en la 2: Compañía del Batallón Tenerift número 6.0 , y lo destinó á la 1.& en la vacante que dejó el Tenient:: Pedro García. Llamó al servicio activo al Subteniente Adolfo Franki y lo destinó á la 3! Batería del Batallón .Artillería número 2.0 en la vacante que allí existía de ese puesto. Por Decreto de fecha 7 del que cursa, ascendió á Sargentos Ma­yores efectivos á los Capitanes Ricardo Navia C. y Belisario Bue­naventura; Llamó al servicio activo al Sargento Mayor Pompilio Hurtado y lo destinó á la Jefatura Militar de Antioquia como 2.0 Ayudante Gene­r- al -y nombró- al señor- Mirodetes -Durango -Auditor de- Guerra de 1a, misma 1 efatura. Llamó al servicio activo al scfíor General Gabriel Pei1a Solano, para cumplir una comisión en el Batallón Bomboná acantonado en Cúcuta. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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