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TRIM. ur. AÑO IL JJorota, 20 de diciembre de 1864, NUMERO 81.
~~ lJJ[A (QiJ. Qtr¡)[/j~(]}(/),. ~~ 1 poseida pacíficamente por los conquistndol'es, sus
- -------------------- 1 descendit>ntes, i Jos que habiun compt·ado a estos
REDACTOR, VENANCIO ORTIZ. 1 o a aquellos hasta la época de nuestra re\'olueion ;
1 i aunque el oríjen de esta propiedad fué el preten·
En <'1 número 364 de El Tiempo, continúa tm 1 dido e infcuo det·echo de conqnist.-., elln estaba
colahol'adm· la poeo noble tí\l'{'a de insultat· nues 1 ya sancionada por el tiempo, así como quedó de
tra fé i de negal' los milagros. Srgun él, e\ Cato- l htcho sancionada por las circunstanrias, la que
licismo no es mas que una viPja éH'mazon de pa~ 1 algunos adquil'ie•·on el dia de la p•·ecipitadn fuga
t•·:Jiias que la filosofía va descubl'iendo i elimi- 1 de Jos españoles, po1· uua especie de Jo que el det·e-nando:
es una c•·eencia contraria a la libertad ¡ 1 cho llama res nulUu.<;. De consiguiente es cierto
[ que fa,·ot·ece Jos mas vergonzosos abusos; Jos 1 que la propiedad en la Nueva Granada es lej(tima
[
1
dogmas del infierno i del pm·gatol'io, son inven- 1 en su orijrn ; i como la pi'Opiedad presupone el
J ciones de que e\ Clero católico ha hecho uso péH'a 1 der·echo pl"t·fecto de disponet· de la cosa poseída
F nter'l'm· a los neeios i esquilmarlos. Siendo los como mas en gusto le venga al po · eedor," se sigue, ¡ bieoes eclesiásticos el p•·oducto de la necia creen- 1 dt<.'imos ahora, que, suponie~1do que los bienes
. cia en el purgatorio, i no sirviendo sino para opri- de In Iglesia hubirran sido el 11•·oducto esclusivo
. mit• i embt·utecet' a Jos pueblos, ('1 Gobiet·no de 1 de cesiones ar'l'nncndas pot· los t<:\t·r·ot·es dt>l infiet·-
1
Colombia ha hecho bien en quitarlos, ha usado de 1 no o por el deseo de alivio de las penas del pm·un
derecho perfecto al declat·al'los bit.nes nacio · 1 gatol'io, no po1· eso dejnrian de ser una adquisieion
· nnles. 1 lejítimn. ¿ Qnién puede privamos del derecho de
P L ~t Opinion en su número 96, sigue la misma 1 dijJom·r a nuestro gnsto de nuestt·n lrjítimn prot_
· senda, i niega que Sf'a un t•obo lo que Jos liben\les 1 piedad? Si somos dueños de un predio rústico,
llaman desamortizacion. . 1 i nos viPne eu Yo!untn l hace1· en él un templo a
Como estos artículos son dirijidos especialm r nte 1 Júpitfr. Cnpitolino, ¿habrá derecho para impeclít·-
al seiwt· redactor· de La ?,'OZ del Cat.Jlicismo, i él 1 no~do hoi que se dice hai libertnd de cultos? Creetiene
la instruecion suficiente pal'a (~ontestarlos, 1 mos que no. Pues bien : los que creyendo en las
nosotros le dejamos libre el campo del combate en 1 penas del pu•·gatorio, cedh>ron a la Iglesia cntólica ,
que espe1·nmos salga vidCI'ioso, i nos limitnmos n 1 como una espincion, alguna finca que <'l'a suya,
manifestm· que esos ataques a la Kelijiou eatóliea 1 usaron de un derecho perfecto i sagrado, "i nquecstán
probando que los señores libernles no leen 1 llos a cuyo favor s e hizo la cesion, adquirieron
Jo que no los lisonjea. Lo c1·eemos así pol'qt.e todo 1 legal i justamente una cosa sobt'e la cual tienen
lo que ahora dicen, está ya rebatido. El seilot·¡ absoluto dominio."
~- Augusto Nieolas et sus "Estudios filosóficos sobre Pero hai mns: si los títulos de propiedad vjenen
~ el Cl'istianismo," el I'<'ÜOI' Bálmes en su "Crite- 1 de l:1 compra, C"' sion o het·encin, las comnnidndcs t¡
f rio," i el padre Félix en sus Conferencias, han 1 relijiosns que, hasta 1861 hnbinn sido recono<'idns
1
~~ ~ dicho todo lo que es necesnl'io pa1·a contestar a 1 por las leyes como personas jurídicas_, son tnn proHl1i
·empo in La Opinion. 1 pietarios como cnnlquic1· pnrtiru!at·, pot·que adquiCitamos
solo estos escritos, porque ellos son 1 rieron sus propiedndes pot· los medios legales. No
bastantes pnt·a pe1·suadi1· nun al mas est·éptiC(l, i 1 ha habido put's derecho para quitárselos. 1 como el
pon¡ue estando adamados con todos los encantos 1 que despoja a otro de s u pt·opiedad, sin dc1·echo
de la elocueucin, no pueden dejar de agrada•· aun 1 para ello, roha, es claro que Jos que lo hicie1·on
a Jos lectores de gusto mas esquisito. 1 e11 Fr·ancia en 17 HD, los que hicieron Jo mismo en
1 1 suponiendo pot· un momento que en renlidad 1 Alemanin, en Jnglnterrn i en Holanda, Jos que
\ no hubiera infierno ni pm gatorio, i qne los bienes 1 hieicron lo mismo en Espaün i los que Jo han hecho
1 de la lglcsia fueran el producto de la invene?ion 1 aquí, han cometido un robQ: Esto nos parece tan
de esos dogmas, no por eso dejarian esos bienes 1 claro como la luz. I de que ei I'Obado haya per·do
1 de ser una propiedad; no pot· eso dejaria de ;;er 1 nntio a Jos );1drones, no se deduce CJlte estos hayan
un robo lo que se rstá llamando desamortizacion. 1 proct:!dido bien. 1 <'S e pe1·don jenet·oso, pat·to del
,il Para prob·a': esto, nos permiti~os copiar lo que. en 1 espíl'itu qe caridad que ali enta a la Iglesia <'ató li-t
852 esci'lbJmos para _combat11· la le1 de redenc10n 1 en, . ¡ se ll.ama hoi aqui escencia! Esa misma
de censos, no ménos wfcua que las que nhora se 1 aqmescenc1a puede tenet· <'uatquiera con el que Jo 1
han dictado para Yiolar los mas santos derechos: 1 despoj~ en medio de un camino.
Despues de probat· entónces que es natu;·nl 1 1 Se diCe que nosotros no pl'nsamos sino en las
sagrado el derecho de ~ropieda~. i que el ataque a 1 "manos muertas," i, cl'lbalmente los señores libeese
dc1·echo es contrano a los mtereses de la Na- 1 raJes tampoco han pehsado ni piensan en ot1·a cosa.
cion, dijimos : · f Pero hai una diferencia : los católicos pensamos
"~ello en su, '~e~·~ch~ de)en~es,' divide la t C?ll dolm·, en que los bienes nrumnlrtdos por la
propiedad en pu.bhca 1 pnva.oa, 1 e~ esta com- 1 p1edad para dar.culto a Dios i aliYiM a Jos pobres,
prenden? solo la de cada. ~a•·tJculai'! smo 18. de las l s~ hnyan sustra1do de su objeto ¡ se esté dispocor.
poraciones .como. hosp1~10s, hospitales, monas- 1· mendo de ell?s como de una cosa de que hai det~
rios, comu~I?ades, &, 1• enumet:a entt·e los.me- l reeho pa.1·a dtsp~ner·, porque es natu1·aJ scntil· esa
diOs de adqml'lrla, no solo la cu.ahdad de pnme1· l pena. S1 Jos senores liberales L~vantamn hoi un
ocupante, sin.o la d~ heredel'o, comprador,. cesio- 1 e~i~cio suntuoso, con el objeto p1·eciso de que
nm·1~, & ~ Aho~·a ~1en: en la. Nueva Gt·a~ad~ la t Sli'YJera ele academia a sus ndeptos; si aiJí. reunie-
1 propiedad tCI'rltOI'JaJ, pot· ejemplo, habm Sld .o r· l'an, con mucho costo i trabnjo, todas las obras
t,~~- 5~- ~------~--~~~-=--~----~~--~--~~~~~.~.~~~----~~~--=-~~~c~~--~-~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
que juzg1 ra · • nas de ~ r . , i eon. t·an
esn funa aci on suyn com o cosa monumental pnt'{l
s escru1la, ¿no les dol·dl'i-l ttue una ott·a t>scut>la,
~ánd.iliie..Jlfll' la fu.erza.del Go.bier .. no dei p3is,.
den~ra e&e edificio o lo conYirt.i~ ·a en cabi\llerizas,
quemara todos los libt·os j flispu:-:ier~ de los ,
rnptt:ftes-cmr que se sostenia aquella funoacion! l
¡,Se ol vid m "ttn de ('S(\ vru1eneia? Ó'S ptlre<.'e (f e :
la respuesta no <'S (hHlosn, porque se desprende
de la naturnlezn hunnna. :
1 hai mns : la propiedad como det·echo nnturnl i l
sagt·ado, es una de las condiciones nect• L~t'ias de
la existencia social del hombre: si se ataea ese
deredw, se dt'struye una de las bases de la socie ·
dad, i como nosotros somos sét·es raciona!es, i sociables
por consecuenria,no podemos n•r sin tt>nor
que se hagcm dt•sapat·ecet• los Yínculos que nos
ligan a los demns hombres. Débiles como somos,
¿a dóude nos refujinremos el din que no hnyu mas
Jei que el derecho del mas fuerh'? 1 pat·a ali~\
,:amos. Hoi se d<'Spojn a un propietario porque se
llama Fraile, p·orc u. se llamn la Vírjen de los
Dolot·es, ¿ quiéo im¡ icle que maii1 sentimi<>nto
sublime que puede unir n los hombres con el ví n-culo
mns est1·eeho, que puede hneerlos nmarse ~~. ~
hasta disimularse sus defectos, que da ni pobre
esperanza i al rico scguridncl, que dn a todos paz i
enjend1·n a~í eltJrogreso. Ese scntimiPnto se llama
C.\HJDAD. ~
ld a buscm· este tesoro santo que constituye Ya 11
felicidad humana, fuc>ra de la Iglesia cntóliea. Ha- l
liareis ferrocarriles i t ·légrnfos; riqueza rn poros,
miseria en los mas, deseonfianzn, celos i odio en ,
todos. A"í no puede ot·ganiznt'5e sorieJMl alguna
con la raza latina, nsí no puede haber aquí Hf'pilblicn,
así no pu~de babet· nndn sino ~uc>rm, dcvastacion,
miseria, nnarquíil. Así tenclrcmos.sie:11-
pre entre nosotro:> el infierno cuya <'Xistcncia negais
porque os parc>ce un abslll'do.
SEÑOH REDACTOR DE tít• Jos dislates
que siempre se han dicho por los hombres enemigos
de toda relijion i de toda cre(>ncia, pnra negar
los milag1·os, dislates que están combatidos i contestados
hasta la sacicdi.ld. Pero como el objeto de
estos señores i de todos los de su escueln, no es
diseutil· impnt·cialmente, no es ilustt·at·, suponiendo
que en esta materia hubiet'a algo que ilustra•·,
i que ellos fuet·an capaces de ilnstt·at· algo, yo me
att·evel'ia a aconseJar a U. i a todos los escritores 1
catóHcos de nuestro país que, dando al desprecio ,
como lo merecen, tales producciones, no tengan 1
el mal gusto de entt·al' con ellos en discusiones
inútiles i aun ridículas, tmlmjo infructuoso porque
ellos no oyep jamas las razones de ot1·o, ni les
conviene oirlas. U. no tiene e! deber de Í[lstrui.·los
sobre lo que ignoran : si ellos no han podido '
o no han querido leet· lo que les cumplía leer para .
poder hablat· CCln razon en cuestiones relijiosas,
con su pan se lo coman. Si en estas materias ellos
son ignornntes, cúlpense a sí mismos. o a sus pa- '
dt·es que no cuidaron de instruirlos. Esos resnbios
de una infancia descuidada son a la vet·dad dignos
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
n bacea· el 1
1. _ Lo que importa es hablarles nito porque ese es r.trevidas, dolores saludables i angustias i cónsuei
el medio de lwcet·los calla•·; las búenas palabras, los i votos i lágt·imas en esas modulaciones magní~:
ias buenas rawnes ¡ li.ls buenas maneras no hacen ficas que nrregla i uomina la santidad de la litur¡ia.
· .sitlt> aumentar su altanería. Desde el momento que Despues todo esto se mczda sin confundirse, todo 1'
UU. bajen la voz para tomar el tono de la polt?mi6'a esto se une sin perderse, todo esto se eleva en
¡ purifica, sou 1JU. pet·didos, po1·que sus osados reunion prodijiosa: son las mismas almas que 1
, contrarios, <.:reyéndolos débiles, los arribillart\n a all·aviesan las bóveda::) pat·a it· a Dios.
1
g'i insultos i cl'lu\ndoles rn cat·a falta de razones pot• He visto inerédulos, pobres espíritus fuertes,
1 la fnlta de palabras iucleeorosas i de conceptos cabezas Jijeras como In hoja con que juega el vien- l
t vi:l:1nos, cnntnnln ufanos vktorla. to ; los he visto quedm· e. tupefactos al oil· esto. '· 1
~~ n\anse UU. de esos pel'ipatétieos modemos. Sí! l~or fuera, ellos se disculpaban con lu májin del
~ esos sciwrcs nos recuerdan nquell(\ escuela estra- arte, el prestijio de la música, la majestad de ese ~ ~
\'agaute que, como los buhos, aiJorl'eda la luz del runto sostenido por el pvde1· del ó•·gano : en el
dia i maldeeia de1 sol, astro pat·a ellos enojoso, fondo, se confesaban a sí mismos que allí babia
importuno i u quien llamaban espín i f1sgon, que otra cosa que un artifi.do de col'istns, i sentían a
en todo se mezdn, vríjen de todas las enfermeda- pesnt• suyo los movimientos interiores, los ecos del
~· {les, de todas las pestes, de todos los insectos. Hai remordimiento, los impulsos de la graci:l ; en fin,
h' jentes enemigas de la luz, · lechuzas que graznnn la vida cdstiana i divina, que los hacia estremeeu
la oscuridud porque el brillo del sol lt's ofende. cersc i pal pitat·.
Pot' eso abul'l'ecen a .fesu('risto 4 ue es la tu~ del Terminado el canto (nadie ha venido po1· oir l ~~ mundo, como él mismo to dijo, ¡ el qt;e le sigue ese cnnto) un sacerdote apat·ece eu el pulpito:
1
;;
¡ no anda en tinieblas. Pero la luz de este sol J)l'ilia toda esa multitud ha venido por él.
1 po r louas pnrt;es, se hace ve1· i senti1· pOI' donde El púlpito es e! que han ocupado Dup:m]oup i
. quiera, todo ló onirna ¡ vivHlca. Solnmente los Lacordnire ; la ourn que se continún, es la obra ¡· i ciegos vo 1utal'ios 110 quie1·eu verlo ¡ huyen de él. de ese ot1·o príncipe de los 01·adores sagrridos, el t Dejemos a esos ciegos, que guiándose unos a otros, patl1·e Ravignan, i esa obra es el rt!tiro anual pre-
1 caNán at fin en el abismo. paratol'io de la comunion Pascual. El predicadot·
~ FIDEL es jesuita como el padre Ravignan, es su - discí·
1 pulo, su hermano, es el padre Féüx.
I.
Seg uid en Ulla de esus fl'ias ttH'ues que la primavera
pat·ece reservat' a l.a semaña santa en J'ert.
erdo u el testo sagrado: etenin frigus erat,
seg id a in multitud que se apt·esut·n, i que atl·aida
do todos lo!S puntos de la capital, se reune sobt·e
el atrio de l:t iglesia de Nuestra Señora pam hundil'se
bnjo las bóv das inmensl-ls de la vieja basílira.
E ntt·ad, hended las olas apretadas de estos
tt'~s o cuatro mil hombres pert~necieotes a todas
In elu ses de la sociedad~ par·te rscojida de la intéliJenein,
del arte~ del snber; nwjistrarlos, mili'
tares, administta oa·cs, jóvenes en todo el urdo¡·
¡ impetuoso ele su edad, frent · s madUI·adas pot· el
1 trabajo i llt ·espet·ieucia, cabezas encane.cidas en
· se1·vieio det pafs i en la pt·áctica del podea· o de los
1
negocios. Ellos han invadido sin tumulto i con
1 un respetuoso apa·e::;m·amiento, el vasto espacio do
la antigua Metrópoli, i bajo la luz vacilante de las
lúmpa1·as, en presencia de un santuario casi sin
adorno por la triste2'ía de estos grandes días, delante
deJ ma,de~·o d_e la Cruz, del clavo ensangt'l:'lltado,
de la corona de espiuas, diadema del rei de
los reyes en el patJ,bulo, todos hacen si1endo i
ti espe1·an. A la sE-ñal as_¡tecre_tos, s~ notan e11
El padt·e Félix, en Nuestra Señora, predicando
el retiro a los tres o cuatro mil hom bres mas distinguidos
de París i de la Franciu, seria lo que ye
quisiera pintato, porque el verdade1·o cuad1·o, el
v~rdadet·o retrato de este grande omclor, está allí
mas perfecto que en ninguna otra pat·te.
u.
Sí, un retit·o en Nuestt·a Señot·a, en pleno siglo
XIX, un retiro esclusivamente para hombres, para
hombres de Pat·is, la primem ciudad del rnundo i
del siglo, de este siglo el mas audaz de todos, es
el verdadero triunfo de la elocuendn sagrada.
Em ya untl rara i difícil victol'ia In obtrni<.la con
el establerimiE>nto de las Conferencias de la cuaresma.
Dirijir una ense1wnza dogm¡-\tica, polémica,
apolojética, dirijirla a la juventud al dia siguiente
de los sucesos de 1830, al d1a siguit'nte de hnbe1·
roto las c1·uces i saqueado el ar~obispad-{) ; convoca•
· atrevidamente ras es.cuelas estremecidas aun
con los hechos de la \•fspera i casí preparadas para
la conmoci~n del dia siguiente·; opone¡· al escepticismo
frío i calcu lador~ a la pasion del bienestat·,
a la invasion de los intereses matel'iales, a las
-bajas lorUl-ns del panteísmo i a las impe,rtinentes
satisfacciones del eclecticismo, opone•'· digo, la
doctrina ardiente i severa del Evnnjelio, el aguijon
del sacrificio, la leccion drl d<.>ber i de la abnega....:
cion, In ínmutalJfe austeridad del dogma i la be· •
lleza siempre antigua i siempre nuev.a de la veruad
católica ; era necesario pam una e.mpresa tan te·
memria, hqmanarncnte hnblanuo, tene1· La inspiracion
del jenio i la sRntidad dcf mártiL·. ,Monseñot·
de Quélen, el mrit·ti¡· ct~. nuestl'as disco1·dias, el
abate Dupaulóup, el abate Plantie1· i e1 abate Lacot'dairc,
fueron los primeros entre los héroes del
apostolad~ que tuyiet·on esas inspiraciones, i que
obtu.vieron un efecto mayor del que podian espe1'ar.
Tan $!ierto es que en Francia,...en nómbt.e del Cl'istianismo,.
no. hai nada que no debá emprendeJ'se i·
qu~· no tenga un éxita srgUl·o.. - - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
260 EL CATOLICO.
11
l
1
l.a~ Conferencias se fundaron pa.·a siempre, i 1 caciones <.Jel n~tit·o doude exhibía toda su c-iencia !
Y0 deJo a las almas que les son deudot·as del re- toda su razon tod~ su fé todo su <'so es lo que me
no bastn sm lns obras. Esos millares de hombres PI opongo eu este e cnto.
f impr·esionndo s , convencidos, vacilantes a<'nso to- El padre F é li x es de una talla mas qt~e medittlHl;
~ ~ da vía, necesitaban sc1· fijados para encorbat·se pe•:o, cosa nota~le, eso no dniin ni a s u JPSto que
1
voluntariamente bojo el yugo de Ja penitencia; ~~ ~mpone~te, m él su nrcion que e::, libre i t>nérjica,
1 era preciso conducidos al último o 1·ado de la vida / fnell I dommante. PnreC'e que tocio se ha ron ern .
cristiana, a fa snnta mesa, u la pa~ticipaeion en h tra~lo en la parte supe•·iol' d~ su sér, brazos, cal>e -
1
.11 Eucal'istía. La g loria de este su!lremo esfuerz~ 1 za I cor~7:ou. Tiene qne .. lrvant:use sobre la puntn
pertenece al padre llavignan ; él Jo meditó con de los PH' s, per~ l?s t'P.JIOnes t>lHadas de su rn et·-
el e!ocuente i .piados? superior del pequeño Semi· po, son fuertes 1 b1en prop~rcionadas; su busto es ,
1 na_no de Pal'ls (t); 1 Jo ensayó, si puedo hablar noble, su rabez.a es bella, t1e?e la b(>lh.•z n Jnl)ral, la
ast, sobre algunas pe1·sonas escojidns, unidas a los B~lc~a _seJ'E'na 1 ~tll'~ de la vtrtud, la bellt'Xa de la
alumnos de este admimble Colejio. Des pues, nlli. ct, ncw 1 del sacrtfirw.
mado ele un santo celo, pero no sin alguna vaci- Sus fardones son ¡·egulares; su color Jijeramen·
lacion, apoyado pot• el eoncua·so del Cm·a de la t~ moreno, deja pe1 cibi1· unn sangr·e jenerosa i acAb:
ldia de los Bosques ( 2), tentó 1~ obra ellúnes t1va; su ft·ente ~s anrha, estensa, limpia, i en sus
santo del año de 184 t, en la pequeña ialesia hu- arrugas <¡ue ap:1recen i desapnrecen bnjo los esfuet·mildemeote
oculta en los an·abales de Sn~ .Jen:nan. zos del pensamiento, casi puede decü·se que este •
Conset·vo pocos recuerdos mas dulces ¡ mas lle- se hace visible. Sus ojos son de una espresionJ'nt·a
nos de emociones i de encanto que el de esta so- i viva, i hai en su mirada como una llama conte- ,
lemne pr:.Ieba. Es preciso ¡·ecorda1• Jo que e1·a, al nida, afectuosa llena de celo i de caa idad : lw.'ens
traves de las c~mtra~iciones i iucl1as de ta época, et ardens, como la lámpara del santuario. U u labio
nuestro fea·vor JUVeml, nuestro valiente entusias- delgado, sonriente, acentuado, ncnba de dar a la
mo, paa·a sabet• cuán felices éramos¡ cuúnto uos fisonomía una e~presion de dulzura humilde, beafanábamos
por tomar parte en esa cruzada que nevoleute, unida a la firmeza de la propia concien··
po1· medio de las ob1·as cat·itativas de la Sociedad cia i a la induljencia por los demas.
de San Vicente de Paul, de los estudio-s i escritos Nada hni mas ('ncantadoJ' que el t1·ato de este
del Instituto Católico, ele los trabajos políticos ga·ande ot·ador, modesto, dulce i fue,·te a la vrz. Se
pam la reivindicacion de las libertades •·elijiosas, dil'ia que él se ignora a sí mismo. que ignora su ,
1 del ataque contt·a el monopolio universitario, talento, su ascediente, su influencia; i <'n efecto, 1 ni'J'astraba ácia nosotros lo escojido de la nueva ante Dios, lo i.gnot·a todo o no lo recue1·da sino pat·a :!
jenemcion. Yo no olvidaré nuesta·os temores ¡ ponerlo al senicio de las almas. Estaría uno casi j
nuestt·as esperanzas, las ansiedades d·e nuestros tentado a creerlo tímido, sPgun es de afable i demaestJ
·os mas esperimentaclos i natm·almente mé- fe1·ente. Tiene no solo la amenidad de que los
nos confiados, la intt·epidez de nuestros deseos ¡ hombt·es vea·daderamente superio•·~s no saben sede
nues.tras resoluciones. ¡Qué place•· cuando por pararse, sino la que (i esta es una observadon que
la tarde, una hora áutes de la pl'imem alocucion, todo el mundo ha podido hacer) poseen en g•·ado
' encoott·amos la iglesia de tal manera llena dejente s~pa·emo los relijiosos de la Compañín de Jesus. ·
que ~tpénas podíamos mover·nos sobre las g 1·adas No solamente está siempre pronto a dar buena '
del alta1·! Esa misma tar·de fué p1·eciso cita 1· para acojida al que llega, sino que jamas se impacienta,
el dia siguiente en una de las mas vastas iglesias jamas está de pl'isa o se fastidia ni con los mas imde
Pal'is, en San Eustaquio, ¡ San Eustnquio se pot·tunos. Desde el pt ·imet· momento pone a su inllenó.
El Hño siguiente fuimos ya a Nuestra Se- terlocuto¡· complnciclo porque parece condescendet·
ñvra, i Nuest1·a SPñot·a se llenó tambien, pl'inci- con él,i al mismo tiempo lo eleva sin esfuerzo a las
cipalmente el domingo de Pascua de 1842. En altas I'Pjiones de la intelijeneia~ de modo que, en
aquel dia el Apóstol i el primer Pasto&· tuvie1·on breves instantes lo posee, lo arrebate\ i lo hace resel
consuelo inefable de vet· lm·gas filas de homb1·es pi m¡· el aire de la vea·dad i de la vi•·tud.
acercarse al banquete sag. act". Así fué eomo el Este es uno de los secretos de In vida rclijiosa :
retiro pascual se estableeió p) ca¡·áctet·, dá a los relijiosos, en los momentos 1
merosísimo, teniendo esto una significacion sin- que consagmn a las relaciones esteriores,una igualgularmente
espléndida; no fué ménos concmTido dad de humor pt·odijiosa, una disposicion calmada
t'l de 1852 : i el <.le lS62, t'ontó nada ménos de i benevolente que abt·azan i sojuzgan las naturnlecuatro
mil personas. zas mas divet·sas, la actividad, el t!elo, la prontitud
Cuando el pad1·e Rnvignnn se agotó en el ser- como la gt·avedad, la refleccion, la sabidm·ía lenta
1~ ~~ \'i~io de las ~lmas, le stucediótel pdab~·e Fb
1
éti_x. I i mEe
1
dita
1
tivaF. él' . •
1
d
1 as1 corno en nmguua par e era an a rnam e 1 tan pa( a·e 1:t, JUnta a os ones natura es que
completo el padre Ravignan, como en sus predi- le ha concedido libea·almente la Providencia, la
( 1 ) Monseñot· Dupanloup, perfeccion que añade la p1·áctica de la abnegacio11
( 2) El abate Hamelin, Cura de Santa Clotilde. monástica. Es amable, complaciente, joYial hasta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLlCO. 261
1
1 donde es predso con tn juventud; así rautivn, con- 1 los ait·es. Bien que levantados poa· el ba·azo del ·¡
· \'em·e i aa·•·nst.·a. J ánjel de la cátedra sag•·ada, no podíamos algunas
A la eátedra sagrarta Uevn estos rasgos que exal- 1 Yeces drja•· de temblaa· al vernos ('fi tales alturas. 1
t.~ por la superioddad de su mérito ora todo. . Pei'O con el padt·e Ravigoan, con el pad1·e Félix ( i
IV. i este último es mucho mas emprendedoa·) si no se
~ ~ Naturnlmente, i por una propension invencible, ateja uno tauto de h tierra, es porque va con mas
t' a lo ménos para los homhl'es de. mi jeneraeion, cnlma, sube :nas dulcemente, í es llen\do con una
'··, c•nanclo uno se encuentra ni pié de esta cáted&·a de tranquilidad sin mezcla sobre ltls rnismas alas de
~ Nuestra Srfwra tan llena de reruerdos, i ve subir 1 la ciencia i de la doctl'iua.
ni pndre Félix, se nruenla inrncdij\tnmente de ~us V.
t dos ilustres pfPdeeesor~s; sus gt·andes im<íjPnes se Como su ilustr·e hermano, el padre Félix lu·illa
evocan, i la comparacion n<.H~e po1· sí sola. rn las Conferencias: es .allí que se desarrolla todo
1
E¡ p<~dl'e Félix pnt:>d,e sopot·trll: esa compa~·acio?; el podc&"de su vasto esp!l'itu ; es allf que él toma
· i no es Ut10 , el padre Ravignan i el Jojista, polemista, i catequista. Sí, cat{'quista a la
padre Félix. Ellos se han trasmitido mejo1· que los manera de los doctor·es de la Iglesia Ol'iental que
antiguos c.otTedo~·cs ·~ ~stCts lámparas de la \'ida," deJTibaban a los sofistas ofreciendo a tos fieles
de la venJadera \'idll, de la vida de la elocuencia i Jos elementos de la vet·dad evanjélira.
de la 1e <1ue han nlumbr:JC:o, calentado i vivificado Lo diremos, nuesti'O siglo cuyos mél'itos no ne·
a la !"rancia nuev!t. Cada uno de ellos las ha llc- gamos, tiene d-os defectes capitales : es un niño
\'ado cgn el Cétrácte•· p1·opio de su jenio, pero con grande ¡un gran sofista. Apéoas salido de !os ho-
1 igu~l éxito paa·a In. salud de las simas.. rrorcs de la revolu<.:ion; nacido en medio de a·uinas,
· Yo, que he tenido la felicidad de oil'los, de co- se deja emb&·iagnr po1· el olor de la pólvora, i va a
nocel'los i de amarlos., m.e ct·eo ron el det·echo de rerorrea· el mundo siguiendo a un déspota dejenio.
deci1· que el pad•·~ l!, élix a·eruE>t·da al uno i al otro ¿Qué educacion ¡•elijiosa,qué edncacion intelectua1
de estos maestros de la. palabra apostólica, mez· podia recibir en los vivars i rn los campos deba
·c'lnndo su orijinaHdad pa&·ticula¡· i el sello de su talla? La Iglesia, esta Soberana maestra de las al·
pe1·sooa.. mas, habia vertido su sangr·e mas pma sobre el
Tiene arranques impetuosos, súbitos e ir-resisti- cartalso i salia de tas catacumbas agotada, empo-
1 Lles como el g&·an .dominicano; como su hem1ano brecida, despojada. Las letras estaban mudas o
1
ue la Compañía de Jesus, tiene la plena seguridad escl.avizadas. De rep~nte, en la floa· de su adolesde
la doctrina, la penetmcion, el nlma. Es mas cencia, este siglo que babia podido recibir las fe¡
filosófi co, mas profundo,. mas atL·evido que el padre cundas lecciones de la fé, de ta paz i dP- la libet'ttld
, 1 Ravignan ; mas seguro, mas dueño de sí mismo trnidas por la 1·aza de San Luis, que había ortido
• 1 que el pad1·e Lncordaire. Si no tiene en el mismo lanzarse rápido en el desal'l'ollo espléndido de la
1 g&·ado la chispa eléctrica, si no cnusa esas so&·pa·e- elocuencia, de la poesía, de la p1·osperidad, de la
\, sas sublimes que trasportan al aurtitol'io, tiene mas relijion, se hundió en las vergüenzas del respeto
1 igualdad en la grandeza, mas fluidez, mas majes- humano, en las abyecciones del interes material,
1 tad sel'ena i ('Ousta nte. l~n este mas que en los en las bajas satisfacciones de la revuelta. Creyén-otros,
la concepcion es nerviosa i fuerte, la t1·ama dose elevado, i sintiendo apesar suyo sus miserias
del discui'SQ enét·jica i resistente, la razon i la lóji- ¡ sus debilidades, se babia embl'iagado de 01·gullo
ca, precisas, dt:cisivas, apremiantes. No tiene esas ('On las cosas de aquí abajo) i se habia hecho un
repentinas refutaciones que caían de go!pe de los ídolo de su decadencia que pretendía adorar bajo
labios del pndr·e Lat!ordake con sat·casmos impla- el nomba·e de progreso. ¡Vanidad puel'il, engaño
1 clabJes;no tiene siempt·e esos •·aptos de uncion con impotente, sueño daüoso de que al desperta1·, el
que el padre flaviguan, raras veces poa· desgracia, desencanto i el castigo han sido los espantos de la
cuando daba libre cu1·so a todo su coa·azon, a1·a·an- anaa·quía i la péa·dida de In libertad !
caba lágl'imas a su auditorio ; pero está armado en A los sesenta i dos añtls la esperiencia es dura
la polémica de una it'Qnía de pl'ime1· órden, acera- para este brillante siglo XIX que se ha creido doda,
eleg<~nte, implacable; es como una águila que tado de una intUortal juventud i que ha aspirado
agarm su presa, la rompe., la despednza i arroja los a ¡·e formal' el mundo. Pero esa esperiencia no le
ft·acm<'ntos con un gt·ito de triunfo. ha servido de nada: Esté jóven nacido en 1800,
No ca&·ece de at¡·evimieuto, i toda su obra orato- no se ha desengai1ado aun del progreso.
ria dá de ello una prueba ; pero este atrevimiento ¿Por qué? Po1·que como dijo nuesta·o Bossuet,
no es temea·ario. St• siente el altivo c01·aje del at- "todo etTOI' viene de una verdad de que se abusa."
1 Jeta que se fia (ln su vigo&· ; mejoa· que esto, se sien· Así el e•·•·or del siglo no está en creer en el prote
la indomable enerjía del soldado que se fia en greso, sino en abusar del progreso mismo.
su bandera; mejo•· aun, se siente la confianza del Hai un pt·ogreso ve&·dadero que se acomoda a
Apóstol que se fia en su Dios. Nada hai compa- la actividad i al desaa·I'Ollo dP las ft~e&·zas intelecrable
a esta seguridad sea·ena que prueJ?a. i que tuales, científicas i matel'iales de la humanidad,
inspiril. que las arregla, las dirije i las fecunda ; i hai un
Esruclwndo al pad&·e Lacol'Clait·e, ( i todos como progreso falso que engaña i miente favoreciendo
yo pueden •·ecordal'lo) estábamos literalmente sus- solo los malos instintos, secundando solo los gopendidos
de sus labias; nos Jlevaba eon él a las ces culpables i alabando los éxitos escandalosos ;
eumb1·es mas á1·duas, i, me at1·evo a decir que pi'O- este JJrogreso hace ret1·oceder a la humaniaad
bábamos entónces l:tlgo de Jo que debió esperimen- manchándola i deshom·ándola. Este progrfSO que
tRI' Baruc cuando el ánjel lo tomó por los cabellos tiene un nomb1·e usm·pado i que miente al mundo,
i lo t1·asportó cerca de los segadores al traves de es el progreso por et ·error. El otro que es el solo
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO. ·
-"-'~-"-"'--"-'"-"./'.J""'-.......,...J'>J"'..f"'J~""'-/'..r-.J"~~·,..._~.-...-_,.... .""'"-,.,.,_,.,.,_,.."",....----------. !
. 1
lej timo, el solo preciso, el ~()lo mor{ll, es el que ' Comnnménte en er mundo, i aun entt·e ros c1·is- 1
elevn i engrandece a la soc-iedad, es el prog1·eso tianos se ignoran las pruebas porque pasan los re- '
por el bien i pot· la verdad, es el prog1·eso por el lijiosos de este instituto, <.·~tlumniado pr·ecisamente '
AtTanca•· el siglo XIX al culto degradante i fa- ignorado en todo tiempo por qué sábias lentitudes, ,
·¡ Cri-stiá1tisrtw. porque está conslitu.ido c>on un vigor snnto. Se hll
. tal del prog•·eso po1· el error, aJTastrallo convencí- pot~ qué aplit•aciom•s suce:,i\'as i p•·ofundas se fordo
i rejenerado, a las vías seguras i rectas ·del pro- ma esta milicia escojidn del Santuario, estos
gt'eso por el Cdstianismo, fué la inspiracion, i es « grandes granaderos del fanatismo, >) como han
la vocacion, la glol'ia, sí, yo me permito esta pa... merecido sea· llamados po1· Diderot, estos (( \'igu-
1abra delante de Dios,-la gforia del padre Félix. rosos remeros deJa b:u·ca de Pedro, >J como han
En Paa·is, a la hora en que se ceJTaba la esposi- merecido se•· JJamlldos por Pío VIL PeJ'lllltaseuos,
cion universal del pal:-tcio de la industria, yo no pues, describir en pocas palabl'as <>1 noviciado i la
vacilé en decir que esta inspira<·ion era un rasgo preparncion del padre Félix. Su historia es la de
de jénio, de ese jénio de que el espíritu de lo alto todos. .
es la llama i la luz,i que se puede alaba•· con tanta La pl'imer·a parte de este noviciado la pnsó eu
seguridad, como que en él el hombre es lo ménos Béljicn, en T•·onchienes, des pues en F r«nein, t.•n
i Dios es lo mas. Saint-Aébeul, i en fin, ot1·a vez en Bt~ljicn, en
El padre Félix se hizo, pues, el apóstol del pro- Brugelette. Ciencias, letras, filosofía, todo lo CJUC 1
greso por .el Cristianismo, i bendecido por su Ar- forma el alhnento superio1· de In intelijt.>ncin, lo
zobispo que vaciló un instante, inauguró esta profundizó el novicio bajo una disciplioa sevem i
predicacion en Nuestra Señora, en la cuaresma con el fuego de su amor a In verdad. Esto duró ·r·
de 1856. po1· ta·eg años; ott·os tres pasó en Lovaina i otro
VI. en Lnval, consagmdos a la teolojía dogmática i 1
No era lab pl'i
1
m1
1! erDa vedz que el elocbuente reliji?so mor,a1,
1
id?l ~n
1
sufrió los exámenes fde uso Hé ·j
se presenta a a 1. es e 1853 esta a en poseswn aqUJ e Jsc•pu o ya armndo pam su rir aun otra
ue .Ja herencia de Ravignan i de L~cordait·e. prueba,la de la enseñanza. El será maestro i pro-
El babia conquistado esta herencia pot· largos fes01·, i aplicará e) resümen de sus conocimientos. l{.
trabajos i grandes sucesos. ¡Quiéo podrá re.istir De 1845 a 1847,el padr·e F ' lix oeupó en Brugelc-a
la ht.ventud aparente de su .semblante, a la savia tte la cátedra de retórica i de filosofía . .Brugelette
viva que lo colora, a la cabellera negra aun i en i Fribomg, eran los colejios de la juvttntud católi- l
que a-pénas se distinguen algunos hilos nevados 1 ca de F1·ancin; asf la libertad pt·oset·ita recibia el l
Nadie le darin mas de treinta i cinco años, i tiene culto mas hermoso que consistía en dividit· cou elJa ~
cincuenta i dos. De manera que es cierto lo que se el destiel'l'o i en haeedo fecundo en bienes. Allí l
ha dicho en un estudio sembrado de l'asgos encan- el padt·e Félix ha obtenido dfl los nurr.et·osos alumtadores,
i que deberían haberme hec11o cae el nos que recibieron sus ndmit'ables cuidados, una
pincel de la mano : <( es la juventud del alma la mocion de accion de gracias.
que pa·olongn- Ja de la fisonomía. >) (3) ~ Sinembm·go, la (e pi'Obacion >J no e1·a romp!etn,
El padre Félix conserva esta juventud del alma un << tercer año >) debía aun trascurrir, i esta vez 1
'·
con la madmez de la cspel'iehcia i del sabe1·; pri- en el 1·etiro, en la rneditacion i en la oracion. l~J
vilejio admit·able que l.e $1Segut·a el beneficio de los ~rúfesor, oculto en las montañas del Aa·deche, a la
aüos sin curgal'lo éon su peso. Hace mucho tiem- somb1·a del piadoso asilo de Nuestra SeñOI'a de
po que se entregó al estudio, preliminat· sagrado Ay, salvó su salud i su voz amenazadas pot· una
de( apostolado : ordenando desde 1832 i Jesuita enfermedad de In lariuje, i salió oradol', pronto n '
desde 1837, no ocupó definitivamente ia cátedm todas las luchas del a-postolado.
de la \'erdad sino en 1851. Así prepara sus om- Sus primeros t1·iunf'os fueron en 1848 : el futu- ;;
dores la Compañía de Jesus 1 ro apóstol de N1:1est•·a Señora de Pal'is, babia em-
E! padre Félix por su parte,at}esar de lo ardien- pleado en formarse, toda la i sólidos, di a no babia p1·edicado sino ·en las escuelas, Él '
se estendieron hasta 1830,i en esta ho1·a de crrísis, fué derecho a los nuevos bri•·baros como San Re- '
al ruido del trono desquiciado i de las cruces aba- mi a nuestros padres, les habló, los conmovió i
tiaas, fué que la voz de Dios habló a su c01·azon. los domó ; la paz t•efloreeió en las almas i rcnpnDosaños
en el seminario mayot·, cuatro de profe-. reció en la ciudad. Fué un bello preludio aquella
soracto en las clases elevadas de « la escuela se- victoria obtenida sobre los rudos adeptos del pro- 1
cundaria eclesiástica de Cambrai, >> como se decia gt·eso moderno. 1
1
llntónces~ probaron i asegu¡·aron su vocacion. Esta D~ aü'?s mas aun el OJ•ndor se ocupó en las fa-
yocacion no lo llamaba solamente a la dignidad i tigas del profesorado. Con el año de 1850, la li· i
a las labores <.ffil sacerdocio, Jo convidaba tambi-en bertad babia vuelto a Fr-ancia : la República ha- :
a las abnegaciones i a l9s Sllcrificios de la vida bja restituido a ras familias i a -la Iglesiá los dere.
monástica. El abate Félix tenia 27 aitos, i no el' a chos que el Te1-rot· les habia anancado,que el Conauu
Sacerdote ; entónces se hizo novicio de la sulado i el Impedo les habian •·ehusado, que la 1
Companla de Jesus.. Restauraclon 'no les babia devuelto, i que el 6o- 1
. (3} E-l Güude ·de Ponfmar:t-in: EL PAnnn F:ELlx-· bierno de juli-o les habla negado hastá su última /
~studio biog•·é\fieo 2. e;~ edi-e.iau, pájli-na t1. h01~o. El padre Félix in~ugua·ó la tetó-rica en e!
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
l -colrJio de la PmYidencia, salido, por decirlo asf, '1 las llngas de nuestt·o tiempo, qpién no admh·a la
J de las ruinas ve<.'itm de Saint-Acheul, i hoi uno cotnetliencia de' los r~medios para sus males'!
de los 1'nas conside•·aules de l que sa:~,.ao entre nosotros !a fé i las nlgunos de los mas notabtcs disctu-sos del pnd•·e
'· letras. Félix, tales como los <¡ue versan sobre el traba.jo,
!:: El profesot·ado, sinembarao, no lo alejab~ en· la lei de :a vida i de la cducncion, .¡ sobre el alivio
. teramentc dt•.t púlpito : en 18~ l predicó el Ad- de las almas del ptH'gato•·io, que se han hecho los
vi'"'nto i la Cunresma en la Cated1:al de Amrens. manuales de lc1s familias cristianas i d.e l.as almas
El oradM se había yn revelado del todo; el ojo que sufren. f 'ijilante de sus Superiores lll había distinguido, i J;¡mas he oído al apóstol de Nu-estra Señora mas
1
·.., fué enviado a Pnl'is. poderoso, mas dueño de sí i de ~u auctitodo que
La prepararían había sido larga. pem el atleta en estos santos ejea·<•icios. Allí es v-erdaderamente
estaba pronto al tiombate i a\ tl'iunfa. el Apósfol, el " pescador de hombres." ¡Con qué
VII. autoddad lanza 5¡u p~lahra ! ¡cómo domina, cau-
He dicl o triunfo, pot'q!)e no hai co l>pte mas tiva, disciplina esa multitud 1 El pada·e Laro ·dai-t,.!
dificil, ni victoria mlls euvidi.flble, ni t.riq11fo mas rela conmovía i la aterrnba, el padre Raviguan la l
{ r-enl i mas glorioso que la conqt+i ·a de Jas lll¡uas. despertaba i la connncia : el pl'imero em pot·
1 esa fn é la ob1·a del pndre Felix en el A<} viento decirlo así el doctot· del credo, el segundo el doc- ~
de l 51, en Santo Tomas de Aquino; t>n..Ja Cu'f\n•s- tor del Conjitteor; el padre Féiix es_ el docto¡· de ll
rnn de 1852, en San Jennnn (1e Pt·es; en las Con- la Eucaristln.
ferrncias de Nuestra Señom en t 853 ; i ha sido su La Eucal'istía; he aquí el téa·mino divino, Ja ¡,
obra sobre todo en lils Conferencias (!Uadriljesima- consumaeion del snerificio, la plenitud de la recon- lt
les i en los •·etiros pascu:1les. ciliacion a donde él yuiel'e lleva•· a esos millares ,
Yo no pretenderé analizar· las ndmirables ense- de hombres, i los lleva. Sabe el camino de todos J
iwnzas d.el orador sngrado. Despues de hab.e1· sido esos coJ·a.zone,s: vías diversas, innumerables en 1
recojid,.1s por todo lo que hai de mas iotelijentc .¡ apariencia, semejmltes i poco numerosas en rea- l
de mas elevado en la sociedad parisiense,esas Con- lidad. Las del.>ilidañanza doctrinal, ei ¡
ha cspueslo la necesidad del progreso pot• el espí- se1·mon ; i las instruccJOnes, los avisos, las recoritu
i por la f¿. En frente de los desbordes del lujo mendncione~. No temo deci1· que el padre Félix 1
i (lcl bi('nestat·, el padre Félix ha tl'onado contJ·a In desplrgn mas ascendiente en esta segunda parte
coucnpiscencia, este grande obstáculo que el pro- que en la ota·a, porque es en ella .que está lo mas
g•·eso sensualista opone al desP.nvolvimiento del difícil i eseneial ; los consejos prácticos, la meprog¡
·eso materia\ i mo1·ai.A las miserins,a las vea·~ ditaeion, la oracion, las medidas de preser\'acion i
güenzas,a los enervamientos que ocasionan los pt·o· los medios de volver al buen ,camino, la lectut·a,
gresos corruptores, opone estas pofrncias: la santi- la peniteneia, la confesion. El tiene cntónces una ·
(rad,la humildad, la austel'idad,la pob,·eza, In cal'i- fuea·za, i, a los ojos de algunos, un atrevimiento ~
dad; divinns panaceas que 80lo el Cri tianismo po- vet·dademmente maravilloso, -es la temeridad de j
sce. Pero n.o es e to todo: se qu\e.rc hacer vivir del la cruz que todo lo consigue, hasta la locura como -
progreso a la sociedad, a la familia, ¿ pct·o dónde dice San Pablo. 1
es tri ese progt·eso ? ¿ En la libertad, la igualdad, Pero se le escuc-ha, se le admira, i lo que es de-!'
la fraternidad, ta!es como las entienden los uto- ci!'ivo, se fe obedece. He aquí el triunfo.
pis.tas modernos? Nó, el verdadero progreso es el En cuanto a la enseñanza. en cuanto a los disdc
la lib ertad cri tinnn, de la igualdad cristinna, cursos, concuerdan con In obra, porque los conde
la f•·aternidad el'istiana, anunciadas i gal'anti- sejos dados encuentmn en ellos su razon de ser i 1
das por la autoridad cristiana ; porqu~ esta auto- su sancion. Estos sermon·~s son variados con un l
ridnd tiene su tipo en .Tesucl'isto, i en Er.: solo. que arte protundo que no es en realidad sino el vesti- . ~
ha reunido en sí la autot·idad divina, la autoridad do espléndido i TenDvado de vet·dades inmutables. ~ ~
paterna, la autoridad real i la autoridad del Pon- La necesidad que tiene el alma de recojerse, de :¡
' tífice ponerse delante de sí misma, de sustmerse a las i
La autoa·iclad pontifical, viva al traves de Jos aJitaciones esteriores, de media· la vida i ~ontar
siglos, i dominando todas las tormentas i todns con Dios; la muerte inevitable i tal vez próxima, 1
· lns cdsis: ¡qué asunto pIe: la de senti-t· la
m:ucha triunfal de la graeid, '\let· caet· una tras
ott·a las ban·e1·as vivas que se levantan eonb·n Dios,
oí1· los gritos interiores de las almas que se-libe•··
tan, í t•ecojer los estt·emeeimientos cJel amot· divino,
que entra como vencedot· i como padt·e.
Nada es comparable entónces a los acentos de
alegría anticipada del sábado santo, si no es el
himno de reconocimiento que ent~na, a la sa lida
de la santa mesa, el Apóstol jadeante, agotado,
pero tl'iunfante i como tt·ansfignrado!
Es allí que es preciso contemplado ; allí, en
medio de la inmensa multitud cuyos arrobamientos
interpreta ; pot·que es allí que aparece con toda
su fuerza, con toda su dulzura, con todo su jénio.
1 Qué no haya entónces a mi dísposicion i en
mi mano un rayo de luz intelectual bastante d6.cil,
bastante vivo i brillante pam fljat• su iméljen Il
Así esta sel'ia vet·dadem, solo así el retrato de
padre Félix podt'á pm·ece1·se al·g o n su ol'ijinal 1
ENRIQUE DE RÜNCEY.
-~- -- -- -=---
COLEJIO DE NUESTRA SRA. DEL ROSARIO.
Con este título ha existido en Santa Rosa de Viterbo
una casa de educacion pat·a hombt·es, dil'ijida
por el doctot· Rafael Peña Solano. Este estable·
cimiento en que se da una enseñanza es,cncial mente
católico, pt·ocurando- fonnat· el corazon l'irá de nuevo pm·a pt·incipiat'
su 4 .o año escola1·. Conociendo como conocemos
las aptitudes del doctor Peña, i sabiendo lo que Jos
niños adelantan en aquel establecimiento, no d ndamos
que seguh·á siendo fíWOI'ecido pm· los que en
Bovacá i Santaudet· deseen apl'Ovechm· el tiempo
en que sus hijos pueden aprende1· las ciencias i •·ecibh
· una educacion sólida i cristiana.
COLEJlO DE LAS HIJAS DE MARIA.
DIRECTORA DOLORES Al\IAYA DE POSSE.
Este establecimiento de educacion continuará
sus tareas el dia lo del entrante enero, bajo las
bl.'lses siguientes:
Matrl'ins de enseñanza: Relijion, Historia sagrada,
Ut·banidad,. Escritm·a .. Gramática castellana,
Frances, Aritmética, Cálculo, Jeogt·afía jeneml i
particular de la Nueva Granada, Dibujo, Música
vocal e instrumental i toda clase de costuras, bordndos
i obt·as de mano.
1 rán la cuota mensual de cuati'O pesos fuertes. (:· 4\
pot• bimestt·es adelantados.
Rebajado, pues, rJ número de alumnas, i con-.
tando la di1·ectora con la cooperacion de los hábiles
pt·ofesores que siempre lct l:lan ayudado, esp<>ra
que los padres de familia, que le confit>n la edueacion
de sus hij.as, quedarán completamente satisfechos.
El ColeJio está situado en la caaTet·a der Ecuadüi
·, calle 1, u número 42.
Bogotá, diciembl'e t.o de 1864.
EL LIBRO
[/) "1:6 ~~ !P 'IIUJilJJ.lt!P !JI~
OBRA ADOPTADA PARA LA EN:iER'ANZ.A. EN 1
TODOS LOS COLEJIOS DE LA REPURLICA
ll?®ffi ~@~d]l ~®á\®Wild:N ®ffi!flllJ~ ..
La segunda edicion estará concluida en todo el 1 •
mes de enero. Va cot•t·rjida i aumentada con un
tratado de jeogt·afía sagr·ada, ot1·o de pt·osodía i
ortogt·afía, i otro de contabilidad por el método de
partida doble.
Cada ejemplal' al mismo pt·ecio que los . de la
pl'imera edicion. •
1\IE~lOll.IAS
DEL JENERAL JOAQUIN POSADA GUTIERREL:.
Esta o!Jra se d1rá a la prensa en esta ciudad tan
pronto como se reciba el papel i la tinta de imprenta
que con tal oiJjeto pidió el autor a Francia i lle gó a
Santa l\Jarta el 18 del mes pró.xi m o pa a do .
.No habieudose podido, po1· no haberse reunido el '
di ·nero suficiente hacer la impresionen el estranjero,
como ~e habia anunciado, el autor ha tenido que resolverse
al sacrificio .d~ hacer tirar aquí con grandes
costos una corta edtc:ou.
E.n consecuencia, la suscricion vale seis pesos de lei,
en moneda de talla mayor, pagaderos , como se dijo e&J
los primeros avisos, asi : 3 fts. c1l tiempo de suscribirse
i 3 fts. al recibit· el pri ;ner tomo. No puede llevar
láminas. ·
A los suscritores que hayan pagado o paguen su
cuota inmediatamente en los términos espresados se
entregat'án los volúmenes empastados.
Despues de cerrada la suscrieiou valora 6 fts. 40 cs.
a la rústica o sea 3 fts. 20 rs. cada UJlO <.le los dos \'Olú-menes.
·
Est1 papel i la tinta en vla de Santa j\farta
para esta capital. siendo enormemente c1·ecidos los
gastos de derechos de aduana, comisiones, fietes, ect. '
i debiendo empezarse a tevautar en la imprenta a 1 saberse
la llegada de- los efectos a Honda, lo s~>ñores
njentes se servirin enviar iumediatamente Jos fondos
que hayan recaudado, o recauden, a la njcncia de los
se.ñures Lundínez i Gaitan,o dirt>ctamente al autqr.
Los pocos señores que se han serYido contestar
aceptando lai1 vitacion de suscricion a la empresa se
servirán 'lambien consignarlas i remitirlas a dicha
ajencia o al autor·.
SERMON
EN ELOJIO DE NUESTRA SEÑORA
!}) !.B (fJ t]J il :!) Jl 't !JI !P !)J ~
Compuesto i predicado por. el Presbitero
FERNANDO A. MEJ IM .
F.o - él se hace una aplicacio.n pateute del testo del
capitulo XII del -\pocalípsis n la milagrosa aparicion
de Nuestra Señortl de Guadalupe.
Habrá unicamente afumn~s estemas, las que
coucurdrán al Cole.fio todos los dias de las 9 a la De venta ea la tienda del sel1or Pastor Lozada, a
1 por la mañana, i de las 3 a las 5 poda ta1·d_e_._ -n -Je~io re~a~l e_l_~ej~m~pl.v-..c~~ --~-~-~-~- --~--~~-~--- ~--- !1·
El DÚffiCI'O de. alumnas tlO pasm·á de 30, i paga- Jl\lPRENTA CONSTITUCIONAL-POR NTCOLAS PONTON.
---Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 81
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Un soneto me manda hacer Violante. Sonetos del soneto. Antología
AÑO II. Bogota, 27 de diciembre de 1864,
LA FIESTA DE NAVIDAD.
Quien lee los escritos de Salustio no puede figurat·se
lo que él era.
Eran esclnvos casi todos los pobres i todos los
pl'isioneros de guerrn.
Pet'O Jo que (•aractm\iza mas a los paganos, es su
MAS soBRE ROllA. amor desenfrrnado pot· los espectáculos sangrien-
La espeetarion univm·sal ha quedado satis~echa, tos: los del Coliseo i el Cit·co, los hacían es tremeya
nadie hublará: como de un hed~? por VN1Jl', del ce1· de gozo. Para que nuestros lectol'<'S eomprendnn
nacimiento de un Redrntot· de\ Jenero humano. esos juegos, uo bu~ta repetir con Tertuliano que
Tito Livio, Sal u tio, Tácito, Plutat·co, todos los « ernn el fu¡·ot·, la crueldr.d i la impudicicie, >)
historiadores anti(l"uos refieren que habia tal espec- elevauos a su mas alta potencia, r~ preciso darles
tacion, Virjilio c~mo su intérprete la. ?antó e~ aunque sfn una idea mui lijeru de alguno de ellos.
una de esas l~(rloO'ns i Ciceron anunciO una le1 Sea el Coliseo.
ctcrnut univers~l, la lei de todas \as Naciones i de Este soberl>lo edificio, pa1·u euya construccion
todos los siglos, un Soberano comun que seria el dice Cnsiodoro qtlc derramó Tito un rio de oro,
mismo Dios cuyo reinado iba pronto a comenzar. tenia 157 piés de elevacion sobre 1641 de circunSe3enta
i tres nños ántcs de que Dios bajara ni feJ'('nria, i podía contPner cit>n mil espectadores
mundo en forma humana, Roma habi~ oído anun· sin coi"ltal' los que srrvian en la tramoya. Tenia
cia1· su nacimiento : Regem populo romano natu- tres cuerpos sostenidos por· col u muas de mármol ;
ran paril~tre. Ya se cumplió el oráculo. El Dios ele rm\rmol eran todos los asientos de las galerías·;
Hei, Libet·tador, Reformador i Redentor del mun- las estátuas, los relieves, los trabnjos en bron('e
do, nació pobre, desvalido, sin otra cun~ que un dorado i el mármol bien bruñido, embellecían sus
pesebre, sin otro hogm· quG una caballenza. Solo paredPs i daban mayo•· fuerza a la luz, que cunndo
tos deshe¡·eclados de la tie1·r·a, los humildes pasto- el'é\ mui intensa, se disminuía con el velariwn,
res de Belen, oyeron el canto celestial_ <:Iue ,rrocla- inmenso velo de p\upura sembrado de estr·ellas de
mubn In venida del Justo i la rehab!IJtaciOn del oro que cubria todo el anfiteatro, dándole la J'orhombre.
E\ mundo vá a cambia•· de aspecto : la ma de una tienda de campañn. Si el calor era
' humildnd vá a ser ensalr.nda i humillada la so - muí grantle, caía sob1·e los t> ·peetadot·es para re-bel'bia
Esta es la leí de Dios, lei cuya evidencia frescnl'los, una menuda lluvia de aguas de olor·,
1 probat:án en si mismos \os que adorando s;-1 y~, qne salia pm· tubos de metal dorad·o.
quieren omcter todo al crh;~l de su propia !ntell- Para evitar dificultades a los cspectadot·es,habia
jcncia j niegan lo que nn entJen.clen •. como SI todo ochenta puertas numet·adils, i ya sabia cada clase
en la naturaleza no fuera un m1sterw, no fuera un soci:1l, por cuál le COI't'espondia -entrat· pat·a de•·•·amilngro;
como si no fuem un milagt·o '1? ret:or·~1a marse pot· la vasta galería i ocupal' las mAgníficas
social, política i relijiosa operada por el Cnstrams- gradas cubiertas po1· la mflgnífiea comisa que cumo
en el mundo. ronaba el edificio, i hasta donde subia el pueblo
Plll'a que pueda fonna¡·se idea de esa reforma ansioso del es-pectÓ.c\}lo.
asombrosa, vamos a presentar un lijero cuadro de La arena o lugar ·destina:do ·pam la lucha-, era un
lo que era la sociedad bajo el paganisn~o. . . . Óvftlo que mPdia 7 4 8 piés de cil'cunférencia;. i ·que
El amO\' a los deleites sensuales, habJa dtvm1sa- estnba·t·odeado de una rejí\ de hierro cuyos barras ·
' do todos los vicios : e\ lujo era tan estraordinario, te¡·minaban en puntas agudas vueltas' hácia el
que, se,run ¡·efiere Plinio, una sola mesa de made circo; . .sobre ellas t·odaban cilindros de marle1·a
¡•a costÓ·al modesto 1'epublicano Cicet·on, un mi- que resl>ahlban bajo las garras de las fieras que
Bon de sestercios ( 40.917 pesos r ... wrtes i 63 c.). que1·ian salit·se i las hacian ene¡· de nuevo en la
La casa de un caballero romano, era un palacio at·ena, ,
de que. hoi- no tienen idea los mas poderosos me- Habia conductos que traian c~ando así se desea·
IHlrcas. El mismo Plinio cita una que s pueblos: los p.,·oeonsules, lanzaban al sitio del combate. ..
ademas de las cuantiosas rentas que tenían ~1sigua- l. Dos puer·tas especiales llamadas Sandápil..zria i
da~, no omitian medio de estor:cionara sus gober- 1 Sanavivarz'a, set·vian pal'él dat• salida, la pl'ime•a
nados,no rett·ocedian ante ninguna iniquidad par·a 1 a los cadáveres de hombres i de animales que eran
volver a Romn dueilos de millones i tene1· como 1 igualmente arrastrados con ganchos, i la segnnda
propiedad suya hasta ciudades. Los mismos filó- 1 a los combatientes que quedaban vivos i que eran .
sofos emn dueitos de caudales así, i cuando mas 1 ·de m·dinnrio mui pocos. .
ricos eran; cuando mas codiciosos, cuando mas 1 Cerca de la puet·ta de los muer·tos, estaban Jos ¡·
ladt·ones i sibal'itas, mas ccnsut·aban todas estas 1 alojamientos de las meretr·ices. Hé aquí el local: . ~
cosas como contrarias a los intet·eses del Estado. 1 véamos ahora los juegos. •
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Imajinémonos al pueblo l'ei llegm1do ap ut·ado ' decente, tl'incha los cuet·po 1 Yer si aun hai
i denamándose por los respectivos vomitoriwns o vidas allí, i el otro con una gran masn, aplasta las
¡·puertas de salida, en el vasto recinto de aguel ji- <.:abezas que quedan enteras.
gant~zco edificio, i ocupa-ndo desde rnui temprano Ya no se vé mas que sangt·e: rs preciso hacerla
Jos diferentes ót·denes de gt·adas de que está rodea- -desaparecer, i al efet'to se presentan algunos esdo.
La nrena se vé cubierta con una capa de ver- clavos jóvenes, elegantemente H'stidos, que con
mellon .. Eo e.l ~entro está un altat·, a c-uyo pié un anchas palas remueven la at·ena. Miéntras tanto
hombre atado .es custódiado pot· dos pretorianos: los tubos de metal esparcen una lluvia de aromas,
.a un ladG, sohJ'e un tri pode lll'den esquisitns uro- el velal'ium oscila .nrtísticamente pat·a l'(,lfrescar el
mas en hono1· de Júpiter., i sobre una pequeña mesa , aire, f la música i el canto llenan con su armonía
de mármol, brilla un cuchillo j-unto n un vnso de , .todos Uos espacios: Jos b1Jfoncs, remedando a las
pórfiro. El tiempo vuela rápido i las g•·adas su.pe- victimas i haciendo bul'la ele sus dolores, hact·n
riores se empiez a n a llenat· pot· \as matronus i jó- desternillar de risa n \a p\rbe i a las matronns.
~' enes romanas resplandecientes de belleza, i ador- Al fin se presentan los g\adiado1·es. Van sobre
nadas cou pl·ofusion de brillantes, gazas i seda co- canos de L>rillautes colores: dan la vuelta al
J.or de escal'lata. Solo queda ya un pequeño espa- tentro; llegan frente ai pabellon imperinl, se paran,
.cío vacío, en donde luce el doce! del Emprt·adot·. díl'ijen el mismo saludo que los auteriot·es, saltan
De pronto apat·ece el Pt·eto&· que lo t•epresenta, con a la arena i se dividen en grupos. Su vestido
un rico manto de púrpura, recojido sobre eL hom- consta solo de un calzon blanco o rojo que llega
b1·o derecho ron un broche de oro : presédenlo los npénas a la mitad del muslo i que está ~segurado
Lktores ron sus insignias, i 5:ignénlo los-Senado- en la cintura por un fajon de placas de cobre
res con sus ámplios mantos blcmcos recamados de cincelado: una especie de sandalia de bt·once sosoro,
las jóvenes vestales i todos los .diguataf'ios del tenida por coneas de cuero azul que se cruzan
Imperio que se colocan a derecha e izquiet da del sobre la pierna i se ntan arriba de la pantorrilla,
docel imperial. Una vez sentados, miéntms el ai¡·e forma su calzéldo. Van armados, unos con un
se estt·emece ron las aclamaciones de la multitud, tridente i un puna], otros con un sable curbo, otros
las dulces vestales dán la señal, i el silt>nrio se con una espada, otros con un simple lazo; algu·
restablece. El sacerdote de Júpiter, con sus bri- nos Hevon uo escudo embt·azado i un casco con
llantes vestidos de cet·emonia, se adelanta. lenta- cimera roja, ott·os léjos de tene1· algun medio de
mente, los pretorianos ~rrastran al cautivo hácia defensa, 1\evnn los ojos vendados.
el al'a, el ~ace•·dote toma el cuchillo e invocando No todos se empeñan de una vez en el combate,
al dios, lo hunde en la garganta del infeliz que no porque es .preciso que el espectáculo dure. Cada
tenia otro delito que haber defendido la indepen- clase suministra su rato de di vct·sion, i la '\'ariecia
de su patria o ser simplemente un es<.'lavo, un dad en el modo de dat· o d~ recibir la muet·te es
pob•·e : el pueblo aplaude con f•·enesí, i la fiesta Jo que satisface al depravado pueblo re f.
empieza; la música se hace oír con estrépito. :Entre esas víctimas votadas a\ placer de los pa-
Preséntanse los venatores a•·mados de látigos, ganos, hai algunas voluntarias que han vendido
i se fonnan en dos filas po1· entt·e las cuales pasan su vida, i que se llaman sin mision. Miéot&·ns mas
los desgraciados esclavos vendidos pat·u set' pasto hai de estas, son mejores las fiestas, i se tiene
~ de las fieras que rujen en· las jaulas o carceres. cuidado de avisarlo en el programa, porque ni nEstos
infelices que van a sufrir un att'O~ martirio guno de ellos quedat·á con vida • .
para divertit· al pueblo •·ei, van casi desnudos i Principiada la lucha, cuando la sangre empieza
empiezan por ser azotados llOrriblemente miéntt·as a corre1· a bo1·botones, el pueblo se rñuest•·a aun
marchan al t•ededot· de la arena. Hai entre ellos descontent<> i estalla en manifrst;Jciones de cólera.
niños,ancianos,rnujet·es,nioguno escita compasion ¿Por qué? Po&·que los bel'idos no caen con gracia,
sino estq1endosas cat·cajndas. A 1 llegm· enfr~nte porque los que hieren lo hacen con precipitacion,
del pabellon imperial, se inclinan profundamente porque hui algunos que manifiestan miedo u
i esclaman: Cr!sar, los que 't:an a morir te saludan. ho•·•·or. J,jas matronas i jóvenes de las primeras
Entónces los dividen eu grupos pa1·a que no mue- gt·adas, las vestales g&·itan indignadas, i el furor
l'an todos a un tiempo, porque es preciso que dut·e de los espectadot·es estalla en maldiciones. Enla
diversion. Las pl'imeras yíctimas son atadas i tónces ros vendedores de las víctimas se presenquedan
allí ; las otms se hunden en los carceres tan armados de látigos o de Yaras de hien·o
inmediatos a las fiel'as cuyos rujidos estremecen incandescente, i con esos instr·umentos obligan
todo el anfiteatro. La impaciencia del pueblo juzga a los desgt·aciados a encarnizat·se. Esos hombt·es
mui lat·go el tiempo que ha corrido, i las vestales qlle van a morir, que saben que van a morir roavuelven
a dar la señal de la camiceda. Entónces taudo, vuelyen contra sus compañeros de desdicha
se bajan los puentes, i Jos leones, los osos, las las m·mas con que podian siquiera castigar a sus
panteras saltan fu1·iosos a la arena i empiezan a ''erdugos: el pueblo es i ha sido siempre el misdespedazar
con sus ga&·ras i sus dit>ntes a Jos que mo en t-odas partes.
se han puesto allí para que les sil'van de pasto..... Hai alguno que herido pide gracia de la vida a
¡ Oh I ¡ qué horror ! Los miembros dispersos i Jos espectadores que rnui ra1·a vez la conceden::
ensangrentados, los cráneos t•otos, producen emo- si esto •sucede, el gladiador he1•ido ¡•eeibe un golpe
ciones deliciosas en los espectadores : el sexo de Yat·a en la cabeza, se le pone el gorro de liberto
hermoso l'ie, aplaude, bate sus pañuelos de riquí- i sale pot· la puerta de los ''ivos ;. si no obtiene Jo
simo liuo bordados de pel'las. que pide, si el pueblo baja el pulga1· en vez de
Terminada esta escena, de cuya repeticion está ' levantarlo, tiene el debet·, i Jo oomple, de tenderse
cansado el pueblo, los venato1'es hacen volver las 1 -graciosamente a los pies de su coutt·aa·io, ponet·
fieras a sus jaulas : Jos confectores at·rasta·au con con su propia mano la punta del acero en su garganchos
los cadáveres, pero ántes, dos ele sus jefes ganta i recibir el golpe m01·tal entre los aplausos
se pasean por el circo, vestidos el uno de Met·curio de la multitud ébt·ia de sangre.
i el otro de Pluton; aquel con uu <'aduceo incan- Cuando ya no hai gladiadores ·vivos,. cuando
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EL CATOLlCO. 267
todos han sido arrastl'ados po:· la puerta de los l
muertos i se ha removido otra vez la arenn, se
trne otro pobre esclavo vestido Cl'n unn túnica
impregnada de azufre; junto a él se coloca eu la
mitad del circo un trípode con carbones encendidos,
i se lo obliga a representar ni vh' o a M u río
Scevol <~ , tendi Pndü su mano sobre el bracero hasta
que esté a~ada. Si vacila, si grita, si no puede
soportar el dolor, los pretorianos encienden con
antorchns la túnica azufrada. ¡Esto divierte al
pueblo! ¡Este ern el pueblo pngano J.
Diez n'lil l.omiJ¡·es fueron saerificados de la manera
que hemos referido, en las magníficas fiestas
que dió n su pueblo el Emperador Trajano, i era
tnl la decision de los romanos por esta clase de
espectáculos, que los ricos, los que desel'lban set·
clejidos pnra algun cargo público, les ofreeiHn al
pueblo como recompensa i estaban seguros de la
eleccion. Boma era entónces la seilorn del mt.ndo,
no hubia pueblo que uo estuviera entre las gat•t·as r de·hiel'l'O ele las nguilns imperiales. Todo el mundo,
pue , era lo mismo, en todas partes habia com-
, bates de gladiadores que se repctian muchas veces
en el nño, i el Cristianismo vino n destruir esa
barbarie i a camhim· la fuz del mundo. ta Cruz
brilla hoi en el ct> ntro de la nrena del Colb?o donde
muchos cristianos sirvie1·on de espeetaculo a
los fieros paganos, siendo despedazados por los
1 leones, oso i panteras, ménos crueles a veces que
los hombres.
S i se cree que la humanidad está bastante adelantada
para que tales hot·t·ores no puedan repetirse
aunque se dest1 uya el cristianismo, recorcls, los Santos Materno, Euquero ~ ~
i Valerio, murió el primero n los cuarenta di~s 1,
de su lle gadn, i cuando un() de los otros dos se ¡·
tmslftdó a Roma i &visó a San Pedro para que en- !
viara el ':"reemplazo, eJ Santo le contestó : e< Toma 1;
mi báculo, toca con él al muerto i mcíndale que se
1~vallte i predique. » En efecto, Materno e fe..,.. J
vantó del' sepulcro, continuó su mi~lon, i fué se- ;
gundo Obispo de aquella. diócesis. ~~
Principiada la misa, despücs de recitar la con- A
fesion, el Pupa se retira del altntarse 1~
en el coro, debajo de la ·cátedt•a de San Pedro.
1
A derecha e izquierda se colo('é\n sobre un estrndo ~
cubierto con una alfombra carmesí, los Cardenales j
1 con casullas i mib't1s blancas ; dc>t1·as de los Car-· [2!
deuales los Obispos, los Superiores de órdenes ~
relijiosas i los Prelados. Las tt·ibunas que quedan
1
(
encima, estün ocupadns por los Príncipes i los J
EmbnJadores de las Nnriunes. Así el mundo está !
representado ante la cun.a de Dios. l ..
Al tiempo de la Epístoln, reciben el misal dos g
di:iconos romanos, un subdiácono griego i un l
diácono armenio, que In · cant<~n en sus idiümas ~
respectiyos, uno de.spnes de otro, en memoria de ';
la union de las iglesins oriental i oceidental. 1 ~
Al momento- de la consagraciou, vuelve el Santo ~
Padre al altar, i luego que a:onsngra, levanta la 1 ~ •
ho tia i la presenta a los cuatro puntos del globo; ·~~.
en seguida dá la Lemlicion al universo. , O
Antes de la comuniou, vueJye el anciano Pon- ~
tífice a su tron{l, i un cardenal diúcono toma la ~
santa Vktirna del altal', i, .prc•ccdido del Clero que ;
lleva cirios eucendidos, la lfesn al Papa, que la d
recibe sentado i se comulga; luego da la comunion 1
con su propia mano al cardenal diácono que In ~
recibe de pié. Ln misma ceremonia se practica t
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268 EL CATOLICO.
con la divina Sangre, contenida en el ciiliz, i esto
en memorin de la santa Cemt en que el Hijo de
Dios, sentado en medio de sus A iJÓstoles, instituyó
la sagrada Eucaristía. El diácono rep1·esenta al
pueblo israelita, tomando, en la actitud de villjero,
ei"'Cordero Pascual a tiempo de pasar el Mar rojo.
Dul'ante esta ceremonia, todos pe1·manecen
post1·ados con la fre.nle sol.H·e el poi vo ; i la l'iqueza
de la iluminacion, la mnjestad del inmenso templo,
el brillo de los magnífieos mosaicos, la actitud del
pueblo i del Clm·o l'icamente revestido, la musica
que llena con su a1·monfa las vastas bóvedas, deben
causa¡· en efecto una impresion sublime, diametralmant.
e opuesta a la que ántes probaba ese
mismo pueblo en lns ceremonias relijiosas que prece,
iiau a los sangrientos juegos del Circo i del Coliseo.
Concluida la mi-sa, vuelve el Santo Padre a tom<:
tt' su tia1·a, se sienta en la sedic1tla que levantan
en hombros los prelados, i, des pues de bendccit
· al pueblo, se retira precedido de los cnrde-i\
nales i seguido de los Obispos, P1·elados i guardia
~ noble.
Inmediatamente des pues tiene 1 ugat· en Santa
Mai'Ía la Mayo¡·, ott·a ceremonia no ménos coumoi
vedora para ·el corazon cristiano. Es la adoracion
J del Pesebre en que la Vírjen María colocó ol niño
Jesus. Este rnonnmento ps·ecioso de nuestra ¡·edencion,
había estado recibiendo en Palestina la
''isita dinl'ia de muchos pes·eg1·inos, que iban a
buscar en él el1·emedio de sus necesidades, i a satisface•
· una nec~sidad de su alma. San .Terónimo,
que vivia en Belen, babia sido su guat·dian cuidadoso
; i Santa Helena· lo habia hecho cubrir de
láminas de plata. Pero el año 642, gobemando la
Iglesia el Papa Teodo¡·o, fué pt·Pciso tt•asladat·lo a
Roma para sustraerlo a las profanaciones mahometanas.
Consé1·vase guardado en una rajá de hiel'l'o que,
el dia de pascua se coloca sobre un altar oo la gran
sacl'istía donde se queman esquisitos aromas ; a
las cuatro de In maúana cuatt·o canónigos la trasportan
solemnemente a la ('apilla deSisto V, i
despues de la misa de la ·au¡·ora la es ponen sobre
el altm· mayor. Entónces todo el Clero se diriJe
ácia la imáJen de Mat~ia, que la tradi<'ion refiere
habet· sido pintada pot· San Lúcas, i la descubr·e
como pat·a.que presencie el triunfo de su Hijo.Un
ca•·dennl es el p1 imero que se acerca i besa
respetuosamente la sag•·ada reliquia ; luego siguen
todos los que han pouido permanecer dentro del
templo, i cuando esto ha concluido, se IE>e el pt·oceso
que act·edita la identidad de la reliquia, cuya&
cinco tablas ennrgrecidas pot· los nños, rstán colocadas
en una caja de cristal qne descansa sobre
una peana de pi ata cubie1·ta de piedras prec•iosas
que donó Felipe IV de España. En seguida vuelve
a colocarse en su arca de hierro i a set· eneel'fada
en el tesoro pa1·a no sali1· sinCJ el año siguiente . .
Así se celelJra hoi en Roma el grande aniversa·
rio del nacimiento del Hombre Dios. En vez de
las carret·as del Ci1·co i de los comba tes del Coliseo
en que se ostentaban todo el lujo i toda la barba·
l'ie pagnnas, ahora se celebmn los mistel'ios pacíficos
i civilizadores del Cristianismo. No hai mas
sacl'iflcio que el incruento de la hostia consagrada,
no hai mas lágrimas que las que hace verte¡·
una deliciosa piedad ; la fraternidad reina donde
áutes se ostentaban los odios, i las virtudes han
reemplazado a la mas vergonzosa corrupcion.
¡Salve al divino Niño que produjo en el mundo tal
1 revolucion! ¡Salve a la ducto1·, ol ,·ida do de la política i de la
cuestion anti-relijiosa, se muestra con todo el
juicio i la noblejenerosidad que caracterizau a un i,
jóven granadino.
En efecto, los exámenes anuales del Colejio de
Cannsquil!a han debid dejar tan satisfechos a los
padres de familia, como lo hemos quedado los que
vernos en la juventud que se está formando hoi, el
porvenir de la patria,
Homb¡·es como el dil'ecto1· de este estableeimien- '
to i como los señores Jo~é Joaquín Ortiz i José
Caicedo Rójas, están llamados a sal vria al'arrearse
lns zumbas i los dicterios s hijos del serafico
Padr·e, San Franeisco i Snnto Domingo eou su mansedumbre,
caridad i demas vi-rtudes evaujélicas.
«La misa fué cantada por el Reverendo Padre Prefecto
con suntuosidad, pero al mismo tiempo con Ja
modestia que le es característiea a dicha comunidad.
Despues de la misa fueron invitados varios amigos de
la c<:tsa al refectorio, doude en medio de una sencilla
comida, reinó la verdadera alegría, que no puede disfrutarse
sino en medio de almas tan virtuosas como
éstas.
<1 ¡Ojalá logremos ver pronto a las demas comunidades
relijiosastan observantes i benéficas a la soeiedad!"
IJA VÍUJEN MARÍA.
1\Jas el que me ofendiere
dariará sunlma. Todos los que
me aborrecen aman la n.uerte
ett>rna.
LIB. PROD. CAP. VIII-V. 36
Cuando percibí en mis oídos sacerdotales una
'' ~z .impía que, denigraba Jas glorias de la Mujel'
~ Dn·Hw, Madre Inmaculada de) Eterno, me pare-
' ció que un honísono trueno hacia estremecer mi
cornzon, i 9\Je heda mi alma una espresion del
Ánjel desUnado por et Omnipotente para vcugar las
injurias iufericlas a la criatura mas bella i herm-osa
que fonnó la mano ilel Todopoderoso. No pudi<'ndo
llevar con paciencia las blasfemias del impío
mason que lace•·a la llü'nra de la Vírjen Inmaculada,
me deditjué a bosqurjar aunque no todas sus
prero_gati\·as i privilejios, a lo ménos una parte
de ellos, para que el pueblo g1·anadino se persuada
de que los impíos trabajan como han trabajado
siempre con descaro i desenfreno, en sustitui1· a
nuestra Relijion divina las doctrinas protestantes .
o las de los maniqueos.
Nuestros primeros padres, prevaricadoJ'es llenos
de temo¡· i de espanto, oían debajo de las som ras
mdjestuosas del Eden, la voz aterradora de Jehová
que los coodeuabn ni destieno, al trabajo i a
la muerte, en ('astigo de su loca desobediencia ;
una prediccion misteriosa en que la bondad del
Criado¡· despuntaba nl traves de la J¡·a de un Dios
irritado, vino a reanimar el nbatido espiritu de
aquellas dos frájiles criaturas, que habian delinquido
por orgullo como Lucifet·. Una hija de EYa,
una Mujer de ánimo vaTonil debia aplastar bnjo sus
piés la cabeza de la serpiente, i rejenerar pam
siempre una raza culpable: esta Mujer era Mada.
El hombre que no respeta la santidad de la Ma·
dre Inmaculada del Criador, no tiene Relijion, ni
la mas mínima tintura de moral. Díganlo sjno,
los impios exi~tentes en la Nuevh Granada. Esta
gran Princesa que ennoblece e ilustra al cielo i a
la tierra, es a la que intentan anonada1·, si el Hijo
lo permitiera. Este bijo Divino es nltamente celoso
put· la l10nra de su Madre. Los impíos que mau,
cha.n tan descat·ada i atrozmente su nobleza virjinal,
sufrirán 1& pena que merecen. ¡Temblad pues,
hijos uel averno, temblad, porque ~1 Sét· Sup1·emo
·desde el alto s-olio de su mansion etema, os hará
descender a lo profundo del abismo, como descendió
el ánjd rebelde, con la tercera parte de los
espíritus conspiradores I
Hablemos del respeto i vcneracion que en todo~~
tiempos i e.n todas las edades se ha u tributadO" "1 '
la Vírjen sin m::mcilla. Todos los pueblos de la
a,ntigüednd, por una perpetu;¡ tradicion, se hau
instl"llido, i mantienen la erernda de que una Vírjeu
hermosa i pura como la luz, repararia con su
divino é.dumlmuniento el mal que habja causado
la primera mujet·. Esa tradiciou consoladora que
sostuvo ias espt·ranzas de una raza decaida, no se
boJTÓ de la memoria de los hombres en la época
de su gJ·an dispe1·~ion en Jas llanuras del Seuam·,
i con .ellus se llevaron mas allá de los montes i do
los mart>s tan dulce si bien lejana idea. Mas larde,
cuando la Belijiou primitiva empezó a debilitarse,
i las a•ltiguas tradiciones se rodea1·on de nubes, la_ l
de In Vírjen i del Mesi:Js J'esistió casi sola a la ac- 1
cl.ou del tiempo, i se elevó sobre los ruinas de las
antiguas crrendas perdidas entre las fábulas del
politeísmo. como el :11·busto siempre \'erde que
crece sobre las ruütas de la que fué en otro til•mpo
la gran Babilonia.
¡ Cosa admirable 1 } ... os pretendidos pensadores
de nuestro siglo~ incrédulos del mismo temple lJUe
los sofistas del paganismo, i bien dignos de fraternizar
encima de lo~ bancos de la escuela materialbta,
sou tan o:-,ados i atrevidos como aquellos,
cuando 11irgan la Divinidad del 1-:lijo de Dios, i
por consiguiente, la maternidad i virjiniJad de su
M odre. Si los sofistas e incrédulos tuvietan siquie-
~ - ~~.~·~~~~~~~~ ~--~~~--~~~~~~~~~~--~~; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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270 EL CATOLICO.
ra una ráfaga de vergi' enza, se t•ubol'izarian al 1
contempléH' el aprecio que las NnciHiws paganas
han hecho de la Doncella de Nnza•·ef; recórr·anse
las dive1·sas rejiones del globo desde el Norte al
Mediodía, i desde el Poniente a la Aurora: reji~tren1os
los anales relijiosos . de los pueblos, desde
la tim·•·a en que nace el na1·anjo hasta las montnuas
abrazadas en que nace el jirasol, i se encontrará a
la Vírjen Madre en el fondo de casi todas las teogonías.
En el Tibet, en el Japon i en una parte de la
península OJ'iental de la India es el dios Fó, quien
pn1·a salvaJ' a los hombres se encarna en e l srno de
la jóven prometida de un rei, la ninfa Lharnoghinprul,
Ví1·jen santa i hermosa ; en la China
es Sching-Maftu? la mas pl>pular de lns Dios«s,
quien concibe, po1· el simple contncto de 1« flo1· de
las ::~guns, un hijo criado bajo el pobre terho de un
pescador, i (1ue lle g a a ser un grande Hombre i
obra prodijios. Los Lamas dicen que Bouddah nació
de la VírjeJl lJlahu-"hiahai. Sommo J(Jwdom,
Prínéipe lejisladol·, i Dios de Siam, debe igualmente
el sé1· a una Ví1 ·jen a In cual fecundai'On los
rnyos del sol. Lav-Fte'lt se encarna en el seno de
uria Vírjen negra, maravillosa i bella como el
jaspe. La Iris zodiacal de los Ejipcios es una
Vírjen madre. La de los Druidas debe dar a luz al
futuro Salvador. Los Brahmas Cl'een que cuando
Dios se encal'l)a, nace en las entnü'las de una Vh·jen
po1· operacion divin::t. Tambien Jagrenat, el
redentor mutilado del mundo, j Chrischosa nacido
en una gntta donde fue1·on a adorarle ánjeles i
pastores, han tenido úmbos una Vírjen madre. La
babilona Doyd~ ve en sueños a un bl'illante mensaje•
·o de 01·omazo que dE'pone :1 sus piés magníficos
vestidos; una luz eelestial ene sobre el ro stro de
la dormida q-ue .s e vuelve hermosa como la estrella
del dia: Zerdusch, Zorastm, o mas bien,Ebram-Zer-
Aseucht~ -el finno o profeta de los mélg os,es el
f¡·uto de aquella vision noctuma. El Tirano Nem ·
1·oud, a,visado por sus astrólegas de que un niño,
cuyo nacimiento estaba cercano, arrwnnz:1 a sus
•lo:oses i a su trono, hace perece¡· todas las mujeres
en cinta que se hallan en sus estados; pero Zer duscM
queda salvo orla ~studu i la prudenda de
su madre. Los Macéniros que habitahnn f'n las
orillas del lago Zarayns en el Parnguai, cuentan
que en una época muí ntrasnda una Mujet· de mra
belleza, se hizo Mad1·e i permaneció Ví1·jen, su
Hijo, despues de haber obrnclo insignes maravillas,
se elevó un <.lia po1· ros ni res en presencia de sus
discípulos i se convirtió e n sol. Parn comprender
estas creeneias espm·cidas, aunque adult('radas, no '
necesitamos mas que •·ecorda•· lós bollos pasajes
comprendidos en la Sagrada l'..seritura, que hablan
de la historia de la Viríen i de Jesucri s to.
Presentamos estos I}ennosos rasgos de los antiguos
pueblos para ratifica¡· el gran respeto i estirnacion
que se debe a la Divina .Mujer Madre dél
RPparador del Universo.
1 rechazamos con inclignarion In infame doctl'ina
·de Mr. Ernesto R<>nan que, siguiendo las tortuosas
huel!as d e Arrio, i de otro.s penersos, niega
audnzmt>nte la Divinidad de .Jesucristo, i con ella
el dogma de la matel'llidnd i virjinidad de su_
Macli·e. ·
El Señor me pos eyó dc'sde el principio de sus
caminos. 1 esta es In wan rnon, i el h('rmoso
principio de los siglos, porque se le debe por justicia
el respeto, la veneracion, los homenajes, i la
sumision de la humanidad. Pot· esto debe medirse
su elevacion, su g1·andeza i su dignidad. Parn hacer
comprende•· el respeto debido a la VírJen Inmaculada,
es necesm·io hablm· de su grandeza.
Estn gra~deza está fundada en la dignidad de Madre
de Dios, i en las prerogativas i privilejios que
trene eomo tal. Con\'iene pues, fijar nuestra aten·
cion sobre esta divina ooaternidnd : Meditemos
nlgunos momentos en silencio este punto inPfable
i asombi'Oso. Dirijamos nuestras miradas sobre la
majestad del Eterno, sobre ese Sér inmenso e in- 1
finito, en cuya presencia los ánjeles, los hombres, •'
el mundo entero, i un millon de mundos no son '
mas que nada. I llenos ele lu idea de esta infinita
grnndeza, fijemos dPspues la ' ' ista sob1·e María,
Madre de este gran Dios en tn persona de Jesucris-to,
i que puede decirle con vet·dad: ''Vos sois mi
Hiio : en mi seno i de mi sustancia ha beis sido
fot~mado : Yo soi la que os he dado la vida/' Una
Vírjen que ha recibido sob1·e su Dios una especie
de autol'idad insep:1rable de la calidan de Mt1clre.
Una Vírjeu que, por su divina materni-dad rntró
eñ una ve•·dadcra alianza con las tres divinas personas
de la augusta Trinidad, i fué unida a las
mismas de un modo tan íntimo, que ninguna cria- ·~
tura hai que se ace1·que, ni pueda acti'Cé.li'Se tanto
a ell.as como Moría: que siendo Madre del Hi j o
único que el Eterno Padre enjendra desde lh ete rnidad,
tic?ne p:11te en cierto modo en s u divina fecundidad:
que como verdadera l\Iadrr rle este excelso
Hijo, entra naturalme.nte po1· c!Prt>cho mnter~
nnl en posf'sion de los bienes de este mi t- mo HiJO,
i ni mismo tiempo se hace esposn del espíritu consolado•
· de un modo inefable, i que sol o pu ede
ap•·opia1·se n Mai'Ín. Los que habei lt>ido estns reflecciones,
¿ líls hn!Jeis considérado bien rn el discmso
de vuestra vida? <,Las habeis pr ofundi za do?
¿Las habeis compreudido?
Los mismos úHjeles de l Cielo·, espídtus C<'lestiaJrs
i bienannturndos, que son los Ministros del
Dios Supremo, se inclimm ante esa Vír,i e n que
llama a Dios Hijo suyo, i a la cnal el mi s mo Dios
dn el nombre dr Madre. Bien podemos pues, es- .
clama1· nquí con Pedro Damiano, qu~ toda crintu- ra
enmudt'Ce i queda en rl mas profundo silencio:
toda crial'lt1 ·a tiembla de 'respeto, i no hai u1w sola
que se atreva a fijar su vista sobre la inmensidad
de esta gforia.
''María es la mas digna Madre de Dios dice ~
Sao Bueunventurn, i Dios mismo no puPde formal' 1
una Mad1·e mn.s elevada. Si Dios puede Cl'im· un
mundo mas pe1'fecto, un cielo mas herrno o, no lt
p\.tcde criar una maure mns bella i sublime que 1f
su misma Madre. Mal'fa es una obra tan perfecta ~,~ ..
que solo Dios In sobrepuja.''
El elojio de Bernardo es tan elevado que su es·
píritu se ennjena ruando esrlama: "cuando se trn· {
ta ele la gloria de María, mi devocion no me per- ~.
mi te callar, al paso que mi espíl'itu nnda encuentra
que sea digno de Ella. ¿1 qué lengun, mm cuando
fuese movida por un t\njel, podrin celebrm· di g na- j
mente las glorias i alabanzas de 1\laría ? " l.
Espíritus fuertes e incrédulos; repito nuevnmen- !t.
te~ temhlflu, porque In mano del Omnipotente
tomará la espada de su just:cia para hacer en \'0- ¡j
sott·os un ejemplm· rasligo, si continuuis nt>gnndo
la DivintdfHl de Jesus, i laceranuo las glorias i
prerogativas de su 1\'l:Jdt·e: temblfltl, porque el
liijo de la excelsa María uo sufre la d e::.h onra de
1
su ~ladre. 1
Por último yo, aunque el mas i n digno l\linistro ¡
d.el Altísimo, en eiOJiO de la Vírjen Madre cscl amo : ·l
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO. 271
que Ella se halla elevada a una digni<.lad que no
puede tener igual; la Vírjen María ve nece-sariamente
debajo de sí todo lo que existe, todo lo que
ha existido, i todo lo que ha de existir : esta pro
dijiosa dignidad le er·a esencial para contraei'
alianza con el Kterno Padre, i esta alianza es la
primera base, para formar juicio de la grandeza de
Mada. Hablm· cle la altísima dignidad de María
es lo mismo que compeudiat· todas las maravillas
: del Señot·; es reunit· bajo un solo punto de vista
lns Yirtudes mas brillantes; es pintar la obra maestra
de la sabiduría i del pode&· de J>jos; es en fin,
p1·esent &' el ret1·ato de l.a mas perfe<.'ta i mas santa
de todas las criaturas. VICENTE F. BERNAL·
CARTA.
DE SU SANTrDAD PIO IX }.. M. LUIS VEUi LLAT.
Uno de los escritores mas brillantes de Francia.
Luis Veuillot, acaba de escribir un libro notable en su
método. en su esposicion i en su doctriua, eombatiéndo
la titulada VIDA DE JEsus de l\lr. Renan. El venerable
Pío IX, que aprecia en mucho a Mr, Veuillot, ha
recibido con agrado la dedicatoria que le hizo de este
importante libro, i despues de recorrer sus pájinas le
dirijió la siguiente carta, que no puede se1· mas tierna,
mas espresiva ni mas cariñosa. Dice así :
PIO PAPA IX.
Amado hijo, salud i postólica bendi6on.
Nos congratulamo .eculiar
esplendor estrínseco, por la índole de l.as des.gr(lcias a
que estais espuesto; como que en estas ontrarias
circunstancias nanifestais la anfgua hambre i sed de
justicia, i la misma disposioion i firmeza de ánirno en
proseguil·la pelea en otro tiemqo comenzada.
De aqul es que, si bien Nos nos sentimos conmovidos
por vuestros padecimientos, e inclinados a condoleruos
de vuestra suerte, sinembargo, nos parece ino·
portuna esta manifestacion de dolor cuando dice el
apó~tol : •' bienaventurado el varon que sufre con
paciencia la tribulacion; i tened, hermanos mios, por
objeto de sumo gozo el caer en varias tribulaciones."
Así que, como vuestra constancia demuestra que la
prueba da vuestra fé realmente produce en vos aquella
paciencia que perfecciona la obra, Nos nos movemos
mas bien a la felicitacion i a excitaros a la alegria.
I para que !o consigais mas tacilmente, os deseamos
i pedmws con ahinco a Dios el incremento de la gra·
cia, cada dia mas abundante ; i en señal de este don
celestial i en prenda de nuestra especial beilevole'ucia
i de nuestro ánimo reconocido, os damos con todo
afecto a vos i a vuestra familia la bendicion apostólica,
Dado en Roma en San Pedro a 9, de julio de 1864,
año XIX de nuestro pontificado.-Pío Papa IX.
A nuestro amado hijo Luis Veuillot.»
EL LENGUAJE CATÓLICO DE LAS FLORES.
POR LAS ALUMNAS DE LA CASA DE CRUMLEl.
«La gloria di colui che tutto muove
Per 1' universo penetra, e risplende
In una parte picí, e meno al trove, »
Las alumnas del convento de Jslew01·th tien~n
el honor de dediem· esta pequeña obl'a ( en la cual
se han propuesto manifestar la <·onexion que hai
entre el estudio de las flo1·es i 13 relijion •·evelada ).
a su Eminencia el Ca1·denal 'Viseman, Arzobispo
de "\Vestminster,en testimonio de gratitud pot· sus
fav01·es i de admiracion po1· sus virtudes i sabiduría.
Lóndres, 21 de enero de 186l.
Amadas hijas en el Señor :-Os devuelvo, con
las mas espresivas gracias, vuestra elegante obt·a
sobre las flores. La he E'xaminado con place&·, i
espet·o que hará nacer muchos pensamientos santos
en los que la le(ln. Que el Señ~t· os conceda
se&· flo1·es que exhalen el suave olo1· de la vit·tud
delante del altat· divino aca en la tietTa, i despues
aun con mayo&· ft·ngancia i pureza en el paraiso
celestial.
Recibid mis bendiciones mas amo1·osas i c•·~edme
vuestro amantísimo padre en Cristo.
N. CARDENAL w ISE!'fAN.
AL LECT.OR.
Amado lecto•· :-Te p1·esent.amos esta nuestra
obl'ita i eon ella un t·amillete de nuest1·as flores,
que dirán su prefacio por· sf mismas. Cuando
Oplwlia distributa sus flo1·es a los que la l'Odeaban,
daba a cada uno, con tino peculial', su propio emblema.
Allí había romero i trinitarias que significaban
t·ecuet·do i pensamientos, pat·a su het·mano,
i pat·a el rei, hinojo i vinletas. Del mismo modo;
Cl) nuestt·o t•amillete nosotras colocamos en el centl
·o el f1·ájil i humilde convólvulo, pues ft·ájil i
hu mi Id e como es, aunque raras veces eleva la cabeza
del suelo, corresponde con la mayor fidelidad
a 1:\ influencia del sol i siempt·e que su débil flot·
se muestra al azul del cielo, adquiere aquel mismo
colo&·.
Tal es nuestra obrita ; una empresa humilde,
de que todas las cosas sean puestas a los rayos
del cielo i teñidas de su colo•··
En •·ededot· del convólvulo, hemos puesto algunas
tlot·es pequeñas, como violetas i flores silvestt
·es; flores de p.oca estima i belleza ; que in·
clinan la cabeza i se ocultan bajo d~ hojas hospitalarias.
Estas somos nosot&·as,'' ine.spertas,
inhábiles autoras. 1 el convólvulo, las -violetas,
las f101·ecitas silvesta·es i todo, en fin, lo cubrimos
con hojas de vid, que significan benevolencia i
que son para tf, jeneroso leclot:.
PREFACIO.
En todas las ob1·as de Dios se halla su ímájeo o
su vestijio. Así c.s que todo nos habla de ÉL, aunque
no con .Ja ·sma v , orque tL no se manifiesta
del mismo modo en todas- las-cosas. Infinitas
en escelencia i vat·iedad como son sus pe•·fecciones,
'a cr·iatura, de suyo ljmitada, no puede
espr·esnr1as sino lánguida e imperfeetamente.
De aquí, considera~do la t•elacion de In creacion
visible con la iutelijencia humana, unas cosas
parecen d~stinadas pat·a inspirat· pavor i admiracion,
i estas nos hablan de su gl'andeza ; ott·as
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
2T2 .EL CATOI...ICO.
para mortificamos i humillarnos i estas nos ha- 1 • SEGU DA SECCION -Idiomas castellano, latino, 1
blan de su justicia ; otras~ en fin, pan\ uuest1·a fram·es f ingles. . , . .
utilidad i estas manifiestan su bondad. TERCEBA. .~Ecc!o~:-Aritme~·ca fund;!11~ntal, Alje-
No es raro po1· tant[) que en todos tiempos se bra, Jeometlla, lmttd~ dobl~ • Cosn o!'Yraf•a.
, . • ' •· . .t '. • . ' , • . , cuARTA sEccroN -Fttosofw ;· un curso completo.
ha)nn teconoc1do Jelr~rJones 1 analo.JtciS clltt€ las Se adtnitenalu-mnosdesdelaedadde~c.>isañoshasta
flo-l'es i la:s cosas sag¡·adns, pu~s a Dios se le ro-: la de diez i se-is, para. euya co1ocncion debe hablarse
n~)Ce mas po1· sus amables ntnbutos de bellrza 1 con los infrnscritos directores en el mismo local, de
bondad. Po1· esto es que claramente se \(;'11 mues- las diez· a las doce del dia, desde esta fecha.
t1·as~ de su bon<.lacl en estas criat\lras f¡·njiles i Bogotá, diciembre 22 de 1864.
prqueñas, qúe parecen cl'iadas únicamente para José D-1. Froes-Daniel JJJ. lflichaels.
deleitar al hombre i embellece¡··e] lugat· de su des,.
tiei'I'O, !:iiendo como ¡·eliquias del Eden por el iuo-
EL DE LA
, cente placer que siempre brindan; nsí ro mo en
su innumerable vaciedad, i esquisita lwiiPza en la
forma i ricos colores,. g.g refleja aquella bellrza
que es infinita. ·
Po1· tanto, si queremos esr.ncharlns, ellas nos
hablan de su Criador, de lo que le p(wtenece) i de
nuestms relacionrs con él. Querrian alguno s que
IMPRENTA CONSTITUCIONAL, 1
Conteniendo ndemas de la csactitud en los cál- J
l
culos i frstividacles, la relacion de los
tabla¡·an un lenguaje bien diferente: el de aquel
amor que ape~ nuestros corazones a la tiei' J'Il mas
bien ~ue al Cielo. Pero, ¿por qué las bel1:1s tlon's
D? "'~&,..D'.IJ~ lkJW M.~~f Q).i J.!!\ i1JM @ ® ~
en el órden con que l,os recuerda In lglesia ,i la de las
FESTJVlDADES ESPECIALES ' que Er.. hn. cl'iadot han de forzarse a .s ervir eoutra
EL? Ciertamente, aquí '' la -cdatura sirvió a la \'anidad
po 1· la fuerza, ¡ no poi' su voluntad.'' Oh! que conmerno¡·a el Clero ele la Repuhlica, por
cnün involuntJrinmente, fuisteis emplean mrjOI' OBRA ADOPT:A'D.A: · PARA- LA ENBE~ANZA EN
intérpl·ete que nosotros. s¡llembnrg.o. quizás los
J!lismos defectos de esta obra, .servir<\ u el~ estímulo
a manos mas diestras i a cornzones mas fm·virntes,
para perfecciona~· lo que nosotras tan solo
hemos pl'incipiado.
Se. han conse¡·:vado en estas pájinhs los nombres
populares de las flores, au11que no sean los verdade¡
·os, po1·que asf nquellas set·{ln mejot· conocidas.
Así, los Pelargoniums retienen el nombre
vulgat· de jeranios, i las Robinias el de acacias.
EL LENGUAJE. ;::ATÓLl.CO DE . LAS FLORES,.
Acacia blan,·a-Devocion a Maria.
La bella acaria, que levanta la cabeza al cieló
e melina_, sinemlJargo, sus flores frngsmtes hácia
la tierra, parece ser figu•·a de Mada i de las g1~a·
cias que concede a los hijos que. le son .deyotos • .
Rosa acacia--Verdadero mérito.
La a·osa acacia oculta bajo sus hojas sus ricos
ramilletesde fl01·es, como el verdadero mérito que,
siempre modesto, procura esrondea·se i pl'ivdi'Se de
)()s ap,lausos de los hombt·es.
Acacia esp.inosa.--:--Vengauza.
La acacia espií10sa q~ con sus agudas armas
parece ser el terror dél jardin, porque inflije una
herida a todo el que se la acere~, es un emblema
de la negra ~·enganza.
COLE.JIO DE SAN ANTONIO DE PADUA • .
Es(e establecimiento de educacion continuará sus ·
tareas.escoJares desde · el 2 de enero próximo en e11ocal
a~ostumbrado, siendo los ramos de enseñanza Jos siguientes
:
PRUlEBA SECClON-Lectura 1 Escritura, Dibujo
l\elijion i elementos de Aritmética . i Jeografía, .1\'lorai
, ~~istiana ·i Urbanidad.
· TODOS LOS COLEJJOS DE I.:A REPURLICA
W®m. cll®~~ ~®&\®WilliS ®ffi~il~a
La segunda edicion estará eonclu idn en todo e!
mes de enero. Va conejida i aumentada con un
t1·atado de jeog1·nfía sagrada, otro de prosodia i
ortografía, i ot1·o de contabilidad por el método de
pa1·tida doble.
Cada ejemplm· al mjsmo precio que los de la
pt·imera edicio.o.
SERMON .
EN ELOJI() DE· NUESTRA S:EÑO.RA>
[!) lll (8 rJJ JJJJJil [/.) ru ;;p m~
Compuesto í predicado por el Presbítero
FERNANDO A. MEJJA.
F:n él s;e h'ace una aplicacion patente d'e.T testo del
capitulo XII del Apocalipsis a la milagrosa aparicion
de Nuestra Seiiora de GuadaJupe. 1
1 i
De venta ea la tienda del señor Pastor Loza da. a
medio real el ej,~mplar. · ·
ESCUELA- DE NIÑOS.
El inMls('rito ofrece sus servicios a los padres de ·
familia en una escuela .. que abrirá el dia 1.P' de ~net·o
en esta capitaL Los ramos de enseñanza serán :
... I.;ectura: ·escritora : relijion: moral : tll'banidad : ¡
gr~mática . castellana : aritméti<'a i dii:Yuj~>. Por cada
1
¡.
nmo ~e pagará la cuota adelantada por trimestres, en
lós términos siguienles. Pot· sofa iectura, un peso '
fuerte, Por los otros ramos o ¡)prte de ellós, tres
pesos . sencillos.-Ei local, casa número 20, cal\e t.• · ,
pe la ·carrera del Banco, cuadra siguiente a la del A reo.
Bogotá, diciembre 6 de 1864. - JAcono GitooT.
·-----============================~
IMPRENTA. CONSTlíUClONAL.:.....ron · NICOL:AS FONTON.
Calle del Chorro del 'Fiscal; número 14 1 '
------ -------- ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
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El Católico - N. 82
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El Católico - N. 83
Cm·cciendo ya de fondos para los gastos que
demar'da la pub\icacion de este periódico, suplicamos
a los St'ñores ajentes que nos envíen el valo1·
de las suscl'iciones que hayan podido coloca•·.
1 señot• doctor Chial'i sea el autor de.l artículo a que
el seilot· colubot·ador de " El Tiempo" se refiere
en el que estamos contestaudo.
Cuando el señot• colab.ol·adul' se si•·va dat· res·
puesta a nuestras preguntas, entraremos n por respeto. La 1·azon
no necesita, ántes rc.>(·hoza el insulto que la daña,
i no ·otros vamos a defendet· los fueros de la mzon
catolira.
PtH·n empezar esta polémica, se hace preciso
senta1· algunns bases, po1·que todn verdad tiene su
modo especial de set· probada : una ve1·dad de
heehos, ~e p1·urba po1· la hi~toria, como una verdad
rnatt•máti(•a se prueba con númea·os.
Es pr·e<·iso, pues, que el seiiot· colabo•·ador nos
diga primer·o qué entiende pot· milagl'o, i despues,
si admit11·á pruebas histó1·icns pat·a compi'Obal'lo.
Obteniclas esta respuestas, veremo:s si, apelando
a\ nusilio de los he<•ho i de lns refleccioues que
los confirman, p 1demos conseguü·,ape~at· de nuest¡
·a est•a ' t~ inte rij í'tH.•ia, poner eo cléH'o la existencia
del hecho milagroso.
Desgrnei(Hlnmente tal vez, hemos visto el númem
367 de '' El Tiempo," cuando ya tod<'s
nuestt·os matt'riales para este númet·o de "El Católico"
estnlwn en poder de los cajistas, i pm· eso
nos limitHm~-; a esta lijera répltca ; pei'O el señor
colnbontdur put.'de contat· con qne no esquivamos
la diseu"ion en el terreno de la verdade1·a filosofía,
aunque alo·nn.o de nuestros mas quel'idos i
apre<'i <• ble, n migos nos haya aconsejado otra cosa.
" El Católico" i 11 La Voz del Catolicismo," no
tient•n otras t·rlaeioues que las que resultan de la
idt>ntidad t'n ta causa que ámbos periódicos sostienPn
; pero el sei'w•· Redactor del segundo no ha
put'stH nunca una lett•a siquiera en el primet·o ni
no:-.otros t('JU'mos ninguna injerencia en el segundo.
Decimos esto pa1·a r~chazar la idea de que el
El campo a quP se nos 1\amn es vasto; pt'OCUJ'aremos
recorrerlo. Pero no teniendo en nosott·os mismos
luces suticient<>s, las pediremos a ott·os como
el señoa· colabot·adot· nos In aconseja. Ni él ni nosotros
naeimos aprrndidos,i los que nos hnn precedido,
i los que nos arompañnn en la tl'abajosa pere¡.
rrinacion que llamamos vida, alumbt'ernns
decidirán cuál de los dos marcha po1· una senda
el't·ada.
EL DUELO.
El anhelo del hombre pot· la inmot:talidad, esa '
ansia que no se satisface con ménos que t•on una
vidn eterna, están pi'Obando que en efecto tenrmos
un pl'incipio inmortal entJ·e nosot1·os. No podemos
tent>J' idea de lo que no existe; los objetos abst•·actos,
romo la virtud po1· ejemplv, hilu tenido que
hac-é•·senos conocet· pot· el mismo que nos enseñó a
habla•·· E:o;e Sé1· infinito en su bondad, no quiso
que dt>ját·amos de ronoeerlo, que tlrjára,mos de
amal'lo, i nos reveló el mP.Clio de llega•· a EL pOI' el
amor. El ódio, que es la· causa del duelo, contradie~
a la lei de Dios ; la inmo1·talidad a que el duelista
aspira~ si la olltiene por acaso, es la iumOt'talidad
delcrímf'n.
Drsde la cumbt·e de una montaña dejó oh· el
Todopoderoso su tronante voz: :as criatma" al OÍI'Ia,
cayerou aterradas. La majestad de Dios era ·
irt·esistible pam el homb1·e, i el homb1·e 1~ rogó que
hablara a otro o se hiciet·a eutendet· de otra manet
·a . Dios dió su lei esct·ita sobre piedra pat·a que
fuera pennanente i no pudiet·a set• alterada ; i m1o
de lo'> nrtíl'ulos de esa lei, deciu en earactéres grabados
po1· Dios, ce no matal'áS.» El duelista desprecia
este mandato de Dios.
El primer hombre que se atre\'iÓ a vertet· la
sangre de su het·mano, fué-ma!dt>cido i vivió c1-ran~
te; i hasta hoi el nnmiJre de Caín, ha rnat·chado
unido a un adjetivo tenible. Nio~un homi.H'e tiene
derecho pam atentat· a la vida de otm hombre;
el que romete tal atrntaclo, lleva el sello de Caín.
Dios dió al hombre noriones de todo lo bueno,
i le ot·denó !'el' justo. Lns individualidades fot·man
las Na<.•iones, i estas, tomnta :1 la vida de
otro i espone su propia vida, lleva en su frente no
solo el sello de Caín, sino esta iuscripcion dos veces
deshonrosa : suicida.
El hombre deLe la vidrt a Dios, i tiene que eonsag¡
·arla a objetos grandes, t'1n grandes como es
el don de la vidú. Debe consagt·al'la a Dios, a la
patria, a la familia; debe consagrada a la huma-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ es su familia. Si su ' ser· nn~~:::,-opta roneie:: .~:: !1
vida es de objetos tan gt·andes ¿con qué derecho ladron, el ott·o co¡•¡·u}:>tor, t'l otro asesino. '
vá a disponer de ella 'l ¿Qué se hizo la justicia 1 Sí, asesino es el que se mancha e Jll la sang1·e de ·
¿Qué es lo que se llama civilizacion? Sabemos que ot1·o hombre a quien mata con premeditacion. I.Ja
somos inmm·talcs, que somos aquí pe1·egrinos, que sangre así vertida mancha para siemp1·e la frente
no se nos han dado estos oreves momentos sino del que la vertió. Eso dice la moJ•al, eso dice la
para que los ~pl'ovechemos buscando el G&mino de Relijion, eso dice el simple buen sentido.
nuestl'a yet•dape1·a i eterna patrJp. (< j\.un en los <> i aunque ella se ha dirijido al Editor 1• Dire el esc1·itor de > que seria bias,
ile ce La Voz del Catolicismo,>> p01·que es a quien femm· de Dios suponet· qu.e no podíamos compren~
de hecho i de der·echo corre. poude ventilar i sos- derlo si no violaba las leyes naturales, si no hacia
temw estas cuestiones, nosotros que vemos pasm· mil11gros. J>
sin contt·adiccion ta!llaüos enores, i et•t·ores que Prescindiendo de la im¡wopied:ld en los tét·mise
tendrán por verdades al verlas andar sin con~ nos en que aquí se reincide i de la frase comprentt
·adiccion, tomamos la pluma para esponer en der a Dios, que es ab~urda, porque fl hombt·e no
cuntt·o palabras las sofistei'Ías de ce El Tiempo» puede- comprendet• a Dios miéntt·as esté en carne,
sohre la cuestion de Jos milagros. diremos que, no es que necesitemos de milagros
Se dice:- u Dios al crear· el universo lo sujetó pnra compt·endf'i' a Dios, o su \'oluntad, que será
a leyes fijas: el milag¡·o supone la víolacion de lo que se ba querido decit· ; es que el hombre caresas
leyes; es deci1·, la vi~lacion de la yoluntad nal, estmviado por las pasiones, s e ha olvidado
de Dios." de Dios i de su lei muchas ' 'eces; i l)ios en su
La cuestion es de palab1·as ; quítese el Yrrbo misericordia ha querido despe1·tarle de su leta1·go
violar, que no conviene al caso, i póngase el verbo con seüales estraordina1·ias para tt·aetlo al camino
suspender, i el argumento desaparece, quedando de la , ·m·dad i del bien. Por eso obró grandes mireducido
n un disparate. Jagros en tiempo de los Patrinrcas : por eso los
NCI conviene lll caso In palnbm violacz"on po,.que obt·ó sob1·~ el pueblo heb•·~o, d{'J ('Ual habia de
violnr es infl'injir, contt·nvenit·, ob1·ar ~onha una salil· la luz verdadet·n qne i'1nmina a todo hombre
lei o costumbre; i en Dios no cabe u a da de esto, que ' 'icne a este mundo ; i en fin, po1· eso los i>l)t'Ó
ni se puede deci1· sin blnsfemnr: ni estableC('I' In Jet perfPcta del Evanjelió ql.\e de-
, Cuando Dios obra un milagt•o no viola la lei de bia elevat· al hombre hasta Dios, i los pueblos hasta
Jn naturaleza, como no ' 'iola la lei civil el lejisln- el mas alto grado de civilizacion. 1 es con esto
' f~ dor humano suspendiendo s ts efectos en cie1·tos que contestamos a quien dic•e:
casos. ¿Convendrá « El Tiempo>) en que, cuando ) no
que enmendar alguna vez. pero que en Dios no necesitan de_ contestarse : clios lo están con lo
puede suponerse ignorancia para que tenga que que acabamos de decir, puesto que no son mas
enmendat· luego su obra. que corolarios de los equívocos refutados.-J. M. G.
Esto no puede decirse, pot·que, por lo mismo ---
CfUé Dios es infinitamente sábfo i poderoso, desde
CJUe dió leyes al unívet·so todo Jo previó, hasta los Tomamos de un tratadito de Urbanidad para
casos en que ha suspendido 0 haya de suspender Señoritas, redrctado por nuestro amigo el señot·
las leyes natm·ales; pot·que para Dios no hai pa- AleJo Posse Mtll'tíuez, la parte que se refiere a Jos
sado ni ft.tnro; todos los tiempos son pt·cseGtes, i deberes morales de ila mujet·.
en su pt·eseucia un dia es como mil años i mil años I.
como un dia, nos dice el PríJ)cipe de lo'i Apóstoles. Debet'es para con Dios.
~sí es qlle_, el milagro no implica falta de preví- 1· Cuando mir() la bóveda azulada
swn en Dos, pot·que él estaba p¡·e,•isto como un Ir- 1 contemplo ese sol esplendoroso
artículo transitorio desde que se dió la leí. O de la bet·mosa luna la plat ada
Se dice, ,·a·amo
1 la suma clemencia,
De un Sé•· Supa·emo, po•· do qniPt' conozco,
Del Sér ete1·no que me c•·~ó a mí misma,
1 su podea· inmenso t·e.conozco
1 su bondad me abisma.
Existe un Dios! Verdad consoladora
Para quien lleno de pesares jime, '
Poa·que mira acabat· hora por hora
El llanto que le oprime.
1 al meditar esa vet·dad, sn pecho
A gozaa· vuelve de feliz repo~o.
Su coa·azon se encuentra satisfecho
1 mdiante de gozo,
Seguro que ese Dios en al~un dia
Daa·á fin a sus penas i d(,SVt>los,
1 que el pesat· que un tiPmpo le opl'imia
No mora allá en lns cielus.
1 si ese Dios existe, i · si es tan bueno,
Si poa· los hom~a·es cuidadoso mira,
1 si lleno de nmoa· nbre su seno
Al justo cuando espia·a;
1 tomando en sus bt·azos aquella alma
Se deja conoce•· cual fino amante,
Conct-!diendo pmpicio dul(·e calma
Al pt>(•ho palpitlnte;
;. No debemos nosota·as, humilladas,
Guarcbt• pat·a ese Dios amot· pa·ofundo,
1 adot·a•·le rendidas, pa·osternadas,
A despecho del mundo?
Así, pues, cada dia i a cada hot·a,
Al rerojt-"rnos en el blando lecho,
1 al ve¡· la luz de la rosada aut•ot·a,
Del pa·ofundo del pecho
Elevemos a Dios cantos fervientes
De amor i ga·atitud, pues bondadoso
La luz de la razon dió a nuestras ft·entes.
1 pm'.s es bondadoso
Pidámosle consuelo en las desgracias7
1 dócil c01·azon, i uua alma pura,
Pa•·a que llenas de su amor i gracias
Gocemos su hermosura.
Pea·o ha de sea· nuestra m·acion ferviente,
Llena de fé, de amoa· i de espea·anza;
Que el que pide contt·ito i t•evet·erite
De Dios to,lo lo alcanza.
Ama•· a Dios es el debet· grandioso
De todos los debet·es la ancha fuente,
1 ese amo•· hace el pecho valet·oso,
Le hace humilde i ferviente,
El que cumpla con él no se estt·emece
A los vaiven de su tl'iste vida,
Verá ~eguro i fuerte cual se mece
La maa· emb,·nvecida,
Mas, a sus ondas •·ápidas, fm·iosas,
No temerá su corazon m·diente
Ni sus mejillas se verán llorosas
Temblando levemente.
1 será respetado por el mundo,
1 haciéndose mns justo i jenea·oso
Jamas la mbia mostrnrá iracundo;
1 será mas piadoso,
1 los hombt·es vtwrin su ft·ente Ol'Oada
Con la COJ'ona de inmoa·tal '·ictoria,
1 gozará de Dios en la morada
Todo su amoa· i gloria! (Continuará).
1
1
1
BIOGRAFiA DE M. LUIS VEUILLOT. \
M. Luis Veuillot nació ,Pn Boynes ( Loiret) el
11 de octubre de 1813. El mismo en su obra de 1
•Roma i Loreto, dá dt>talles sobre sus primeros
años i soba·e la condicion de sus padres, que yo
1
¡
t•esumiré bt·evemente.
" Un dia . dice, F:·ancisro Veuill<,t, tonelero. 1
\'ió cuando atJ·avesaba una aldt>a del Gatinais, en 1
la ventana t·odeada de mada·pselva de una casita j
humilde, una hea·mosa i a·obusta muchacha que ll
~··abajaba cantando ; él empezó a :mdal' mns des- i
pacio i volviendo a cada paso la cnbeza, i no pasó ,
de allí. La muchacha em tan virtuosa ('Omo agmdable,
amaba el tt·abajo; el honm· brillaba en su
ft·ente entre las flores de la salud i de la juventud,
un sentido recto i fi¡·me regulaba sus discursos.
Las fortunas eran iguales, los corazones iban a la
pat· ; el matrimonio se hizo."
Francisco Veuillot se estableció en el pueblo
donde se había casftdo, i lo~ hijos vinieron pronto.
Los tres primet·os fue•·on varones: Luis l"rancis<:o~
Eujenio Ct·istobal i Luis Eujrnio . Todo iba bien ;
la humilde familia habitaba su pt•opia cas> Pe1·o este mismo fué el introductor de su jóven amigo
el obrero ('argado de familia no tiene esos reeua·sos; en la vida cl'istiana i el pl'imer edito•· de sus escries
preeisT> que su hijo pase por el aprendizaje i tos. ¡Cosa estraña 1 volvió al fin a su pa·imea·a
gaste t1·es o cuatro años de su vida en aprende•· senda i eje•·ce la profesion en Aljerfn, con mas taalguu
duro ofit·h> que, con un trabajo continuo, le lento del que babia most•·ado en las ota·as ~osas a
pi'Opc)l'cionan\ apéna~ e\ pan de cada dia. ¡Con que quiso dedica•·se . ••••••
qué ansiedad ao tnmarán los padres la resolucion M. Luis Veuillot tenia entónces diez i siete años.
supl'ema que dehe trae•· tantos inevitables sufrí- Sus relaciones, el jiro comun de las idras,l~. ajitamientos
sobt·e la th~•·na ealJP;ca del niño ! cion en que la revolm:ion de julio hnbia art'ojado
El autua· de llonw i Loreto descl'ihe con amaa·- a lll socirdnd, eran poco a propósito para l'(•tene•·lo
gu1·a Pstas pmn:antes incct'tidumb•·es, i añade : en el estudio aunque había llegado á ser s1·guudo de
(C Me hhbian ofa·ecido veiute f•·am•os p01· mes en su patron. Pe•·o no pt•nsaba en cambim· de cm'l'era
la oílcina ue un pl'ocurado•·, i alli me roloqué. ba porque no tenia una idt>a mui grande de su p1·opia
a pPt'llHliH'ce•· fujos, ~in amigo-;, i po1· dech·lo uno de sus camat·actas que deb!a en lo sucesivo inasí,
sin seüo1· i siu Dios l ¡ Oh destino amargo 1 tluia· mucho sobre su vida? tt·ayéndolo a la senda
Eutonta·é buenos comwnes ; no fal tm·on para mi de la Reli,iion, lo n~l.wiunó con los dial'istas, ofreni
la jruero..,adad ni lét iuduljenria ; pet·o nadie se ciéndole parte en la redncl'ion del (cEco de Ronn,»
oe~pó de mi alma, nadie me hizo brbe1· en la fuen- hoja nue\'ament~ funclada poa· los amigos del Gote
s.•grada del deber. Mi intelijeucia se educa.ba bierno de Julio, a la cabrza de los <.'unles estaba
en J:l..; calles de Pal'i:, las con ve•·sacicmes de algu- M a·. Hébe1·t, mas tarde <.liputado i miuist1·o~ i en·
nos 1óvrnes,en medio de los cuales tenia que \'ivh·, tónces abogado distin~uido.
fnnnaban mi l'Ot·azon : fuem del caso de que algu- « Sin ott·o pa·erl•dt>nt<•, dice M. Veuillot,me hiee
no viniese demasiado tarde o se fuese demasiado (< pel'iodista. Esto pugnaha con mis ideas porque
pa·ontu, no se imajinaban debe•· imponet·se ningun (/. yo habl'ia sido partidario del mo\'imiento, i aun
ree;¡to
a·aclos., 1lero arahaban de sali1· del cole,jio; estaban Despues de veinte nños, tal fra.se ha escitado en
en ·u dt>t'el·hu i, segun la moda del tiempo, ea·an la pa·ensa un gnm núm~->1'o de protestas virtuosas.
lih<>rnles. Los que rne querian mas me llevaban Escl'itertiHl, los e ... tudios l'OmE'nzados tnn bien en Paul temen te un católico liberal i moderado, cola·
de r t>t•l i Lamothe Langon. >> b01·ador· de M•·· Renan, de Madama Sand t de M.
E. personal del escritorio en que enta·ó M. Veui- Michelet, la ha citado insinuando quE> la indifeJiot,
1)1) el'al:ioln:nente libet·a 1 i volteriauo como el renda política del jóven, elE> be hacer duda1· de los
de tnd()s l(ls es<'l'itol'ios en aquella época, sino que pl'itwipios t•elijiosos del hombre madOI'o.
tenjn ndemas un caráctet· particular i mas raro : M. Vt•nillot se hnbia e1Wa1·gado de la gacetilla
Cl\l lit.et·adu, o para hablat· mej01·, era romántico. del « E<•o de Roan, o i fné escribiendo allí ttue
1~1 patrou de e ·te e ·tu dio escepcional, se llama- eomenzó a des¡wedaa· el teata·o contempo:·áneo,
ba f<'ot·tnnato Delavigne, hermano de Casi miro el porque pudo. hncer compamciones {'Oll el antiguo
antrll' de Luis Xl,de las Comediantas, del Paria, •·epet·torio. El nbm·dó bien pronto la política, i su
hui m,¡¡ <.le~deñado i entónces rodeado de gfo¡·ia. bttt>n sentido n•·moa·izando con la pasion que la
El bl'illo de M. de Lnmartine i la reputaeion ya al- lucha le comunicaba, lo convirtió en conservadoa·
bo1·otadora de M. Víctor Hujo, no habían aun fogoso. Los bióg•·afus han divulgado val'ias histoeclipsado
su uomb1·e ventctjosamente conocido, i rías sol~re el oríjen de sus opiniones, f'ea·o en ellas
los pa•·•·oquianos de mftese Fo•·tunato, eran ad · no hai~cptó sino dos, uno que Je
Babia ademas ota·a fuente de -disipacion. Entt·e p:·omO\'Ít'l'on po•· cuestiones lite&·arias, i ota·o poa·
sus clientes contaba la pt·ocua·adurí~ ciea·to núme- cue:-.tiones políticas. ·No babia tomado en su vida
ro de jentes de letras i vodevillistas, como Scl'ibe una :wma, i er. el primea· combate no supo ni a•·que
pleiteaba mucho, Bayard, Jem1an Delavinge, mar la pistola ; la bala del advea·saa·io le at1·avesó
hermano del patl·on, i ota·os. Cuando se reun"ian, el snmbt·ero. En la s<>gunda vez, le atmvesó el
se cenaba la oficina i se daba de mano a los ne- ver;;tido. Es todo lo que a este a·especto tengo <.JUG
gocios. Si este réjimen ha foa·mado muchos pa·o- . decir. El lecto•· no debe ignoa·ar que yo pienso del
curadores espet·tos en las cosas de palacio, lo ig- ¡ duelo lo que M. Veuillot piensa desde que es vernoro
i aun lo dudo ; pero en cambio, muchos de dadet·o cl'istiano.-Diez años despuPs, hHllándose
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
218 . E 1> e A T O L 1 e O • ~~
co1¡1 SU$ hru•manc¡s i uno .de· s'Js hea·mano$ en el ' tf mis disposiciones a respetar la lglesia que ét 1 h~gnr en que oourriea•on t'..SOS combates~ se ;puso·¡ el ataca sin cesa1·. A pesar de mi ignorancia! mec~>
n todos de rvdmas pnra:daa· gracias n Dtos de (( revelo contra esas opiniones, deshonrosas- 1 mal !
babet·lo lib:·ado en~?nc.:¡es, i ptu·n pedirle pea·~on. « •·ed~ctadas. J> • • . 1,.
Mas tarde tuvo ocaswn de mostt·m"' otra espec1e de Fue en Perigueux que M. Lms Veu1llot regula· !
valo•·, el valor del c1·istiano. Cuando se supo que rizó sus estudios Jiternl'ios. Babia dado nlgun 1
el ,redacto•· en jefe de El Universo, sometido a las tiempo al romanticismo, porque hai unn edad rn
JéyC's de la Iglesia, no daba otras satisfacciones que ''el ruido agrada mas que fa músicn, i la
q1,1e las que él mismo podía éxijir, es decil·, el re- ncidez de las f¡·utas ''erdes, mas que el dulce de
cua·so a la discusion i aJas leyes, algunos valientes la· maduras:' Estudiando con ruidndo nuestras
desconocidos como tales hasta entónccs, pt·egona- clásicos, encontl'ó en el lenguaje, en la pasion, en
J'on su deseo de obligarlo a batit·se, i det·ram:won las escenas, uua pureza indecible~ "Era, dice
injurias a falta de sangre. l\1 . Veullot habló así de hoi, la sensacion que yo probaba, igual a la que
esos valientes ::-<> Jos ~mpleos, i no les fué mal: uno es Presidrnte 1
:En noviemb1·e de 1832, M. I~uis Veuillot dejó a de un tribuna 1; ot1·o tiene una posirion elevada en ·
Roan para i1· a Pel'igueux a donde se le llamó para el foro; ot•·o murió dll PI'O\'ÍSOt' de un lireo de ~~ ~·
que se encargm·a como redactot· en ,iefe del "Me- Paris; otro es Conseje1·o de Estado; otro Senador,
morial de la Dord oña." La pí'lémica no era mé· i en fin, los mas desgt·aciados tienen por lo ménos
nos viva en el Perigol'd que en No1·mandía, j Veui- condecoraciones mui de su gusto. Solo él ha es- 1
Jlot no tenia ni edad ni humor para moderarse. capado a los favores deJa fot•tuna, pet·o esté\ conTuvo
un duelo con uu republicano del departa- fo1·me.
mento que lo acusó de se1·viiismo i que, apesar de En J 831 dejó el pingüe pafs rle Perigord, porsu
republicani:mo, ndmitio el empleo de sub--pre- que se le llamó a Pal'is sin solicitm·lo, para tom:w
fecto. El •·edactoa· del Memoriall'ecibió el fuego pat·te en la a·edaccion de "J .. a Carta de 1830,"
de su advet·~ario a quinre pasos, i la bala volvió a periódico funditdo bajo Jos nuspicios de M. Goizot,
romper sus ve tidos. El no quiso hacer uso de su entónces Mini tro d e Instruecion pública. Tuvo
al'lna i de vol. ' ÍÓ ~ republicano a sus padres que por colabot·ado1·es políticos o literario,s a M. Ropodían
estar inquietos; i aunque la polémica no queplan que vino a ser directo•· de In Opera; a l\1.
se calmó po1· eso, este tercer duelo fué el último ¡ Leon M< ssou, que fué P1·et~cto; a M. Lesieul' que
a que concurrió. · es .fefe de seccion en el Ministerio de lnstl'llccion
En Perigueu · conoció M. Veu.iHot a dos hom- púl>lkn, a . f. Ed ardo Thierry, Di•·ecto1· del teabres
de los cuales el uno ha hecho su nombre [ tro fa·ances; a M. l\ ali ClJI'lle que ha muerto cl'is· ,
histórico i el otro ba represe11tado cie1·to papel en tianc; a 1 Eduardo Ourliac, que murió santalos
negocios de.l tiempo: fueron el Mariscal Bu- ment~; a M. Texiea·,hoi Redacto¡· del Siglo; a .1\f.
geaud i M. Bomieu. Este último era entónces Foa·gues, mas ta1·de Redactot· del Nacional, &. &.
Prefecto deJa Dordoña. Espíritu cultivado i Jite· Los sei10res Mnsson i Veuillot redactaban lo pl'inrario,
sintió p1·esto inclioacion por el jóven -e:;cri- cipal de la parte política i la hicieron mui ngn•siva.
tcrr, i una vet·dad~.ra intimidttd se establ .ci( entre Una crísis ministerial hizo caer a .M. Guizot, i el
ámbos. En CUílllto al Mariscal Bugca1 d, han eH- mismo golpe hizo desapare<'el' u La CMtn." Encho
~lgunos que fué el p()t'I'On dei pel'iodísta~ i esto tóoces Veuillot entl•ó aJa r·erlaccion de "La Paz,"
sel'ia aceptable si ;fnera esacto~ pero no Jo es: periódico tambien conse1·vador, i en el que tuvo
Veuillot que babia sabido estima ·lo como a hom • pot· pl'indpal colaborado1· a M. Tussenel., aut.Ol' del
bre de bien, como a homb1·e de tal.ento, lo defeu- "E! píl'itu de las bestias,'' i hombre de talento,
dió siempt e con su pluma, pero jamas le fué ad·c- aut que se ha hecho falansteriano. Entónces Jo
to po1· ot1·o título. Si en 1841 estuvo seis meses em ··a·, p o poco. 1
en A~erfa en casa de) Mariscal que era Goberna- "La Paz ,, defend'a particularmente la política 1
dor jeneral de la colonia, fué solo en calidad de de M. Guizot, que ent1·e Jos hombres de Estado de 1 ·
huésped i de cul'ioso,j se despidió mui l'econocido 1830, fué el que hizo mas esfue.rzos pm·a Jevnntar 1
de su hospitalidad, pero, libt·e de- todo empeño há- un muro ent1·e el réjimen de julio i Ja e\'olucion:
cia sus i melegal,"
pe1·o no se.,ocupaban en los asuntos relati- jante maestro. Veuillot comprendió bi pronto,
vos ~la Iglesia. Asiera que el espíritu vo)tel'iano eso sí, que ese camino no tenia salida, i se desadommapá
en la p1·ensa ministerial. Había ya en· lentó.-" Un año d , polémi~a, ha dicho él en su
tónces, bajo -n.o sé qué nombre, católicos sinceros " Roma i Lot·eto," 1 abia roto, despe zaclo, pulpro~
tos a dec)araa· <¡Qe Jos Sacerdote , Jos Obispos v~rizado convicciones'que no se e ynban sobre
1 a~~~ el Paua comp1·ometian los intereses de la ninguna base fia·me en el pasado, i que no pi'Ome~
ehJwn. M. Veuillot no cayó en esas estmvagnn- tian nnda para el poa·veni1·." En este estado, el
c1as. f~l decía : u Cie1·to dfal'ito luga1 eño, de la propietario de ''La Paz, se sepaa·ó de M. Guizot
./'~-----~-.....~'OJ ~ -·...r~'J~~~~.--.... .~-....r~
Red~lctores protestaron inutilmente contm esta ' empleos. 1 se me pet·donará hacer notat• aquí, qqe ·
evolueion; i poco. despucs· se habló a M. Venillot esos dos emple.os, sin dal'le que hacer,le pt·oduciau
; p~ru 9ue entran\ en la redaccion política del f;ans- doble ulilidad que la que le ofrecía el Rel'iódico.
t2tucwnal que cscl'ibia entónces M. Thiers, al Desde su vuelta de Roma habia publicado siete
mismó tiempo que pot· otra parte le instaban pm·a obras distintas, la mayor pat·te de ías cuales conque
se hiciera colal.loradot• )iterado del "Diado tienen capítulos en que el autor tt·ata la política,
de debates." Examinando lo que debia hacet·, no subt·e las cosas del di a, sino sobt·e las cuestiones
descubrió que no podía "reunh· ni en política ni fundamentales. Las ideas que en ellas espresa,
en n~o1·al dos ideas que no estuviesen en desacuet·- son absolutamente las mismas que ha espresado
do, 1 entt·e las cuales no se sintiese indifeeente." en" El Uuiverso," desde 1843, hasta el 29 de_
"Durante dos meses, añade, no tuve compro- enet·o de 1860, en cuyo dia se suprimió. Adhemiso
especial, ni fuí otra cosa que uno de esos sion absoluta a la Iglesia; horror absoluto a la
condottieri de la pluma, que van de un campo a revolucion ; tal es la regla que ha seguido, i de
otro." Nueva confesiou de que muc>hos escritores ello puede asegm·at·se el que lea su ob1·a capital ·
cargados con un hermoso surtido de divisas, se en doce volumenes, titulada : 'Miscelanea.
han púdicamente avergonzado. Conviene aftadir (Conclui,-á).
qug los campos de que se tl'ata estaban tan inmediatos,
que aun entJnces muchos los confundian.
Toda la cuestion estaba en sabet· a quién debia
seguil·se de los señor~s Thiea·s, Molé o Guizot;
cosa que podia parecer mui grave al antiguo Redactor
de '' La Paz " ; pero que en realidad no
p1·oducia cambi•o de bande1·a sino l'mieamente de
guía.
M. Veuillot no dió importancia ninguna a esa$
divisiones, i estando pam pat-tiJ· a un la1·go viaje,
uno de sus amigos resolvió acompañado. Creyo
ir a Constat~tinopla, pero fué mas léjos: "fué a
Roma, a la fuente de la ;gl'acia."
II
De v'nelta a Pal'is en t8a9, escribió su primet·a
obra "Los Pea·egl'inos de Suiza," i no quiso asociarse
a la polémica de la pt·ensa política, porque
no estaba afiliado en la oposicion. Así fué que
sin ninguna dificultad de concjencia, admitió un
empleo en el Ministerio de lo lntel'ior, i fué a la
vez nomba·ado subJefe de una mesa agl'egada al
gal.liltete áel 1\linistcl'io. Este último empleo fué
el que sirvió, i en él tenia que recibit· b. algunas
personas, que escribh· algunas cal'tas i que ¡·edactíH'
algunos olicios; en suma, poco trabajo, nada
que firmar. La posicion era, pues, agmdable, soba
·e ·todo para un hombre de letras mas que ene·
migo del trabajo de oficinas. 1 ademas le facilita~
IJa Ja ve•·sacion en los empleos de funciones acti -·
yas, como las prefecturas, las misiones adminis~
t1·ativas i el Consejo de Estudo. Cuando estuvo en
Aljeria donde el Mal'iscal Bougeaud, M. Veuillot
conservaba su asignacion de ag1·egado al Gabinete;
i de vuelta de está ~scursion, tuvo po1· fuucion
principal i casi única, ir· todás las mañanas a reci!)
il' órdenes de ~$. G uizpt p(!.ra la ,direcci-on $le
la impt·cota oficial . d~ los deyartam.entos.
Pero evidentemente el escritot· no tenia vocacfon
de empleado, Í1i de funcionario público. Hombre
de combate, debia volveL· al pel'iodismo, i entró a
la redaccion del Unive·rso. Su estreno tuvo lug:u·
en 1830, con uu a1·tículo sobre la construccion de
la capilla del convento de Oiseaux, donde sus dos
hermanas se estaban educando, pet·o no tomó definitivamente
pat·te en la redaceion, hasta 1843.
Tocaba entónres a sus t1·cinta años, i la Providencia
le babia hecho conoce•· bastante los hombres
i la vida, pq1·a que pudiese poneL· útilmente manos
a la obra. El se decidió porque el Universo, que
era mui poca cosa i no vivia sino de sacrifieios,
pues apénas contaba de mil a mil doscientos suscrito
res, iba a carecet· de Redacto•··
.
FIESTAS CRISTIANAS EN PORE.
. 1
; No pensó en hace¡· la oposicion al Gobiea·no, pero
¡: queriendo, sinembargo, hablar con libm·tad, se
El 29 de seti{lmbre tuvo lugar la de la dedicacion
de San,Miguel At·cánjel, a e~fuerzos del seño1· Mi-..
~uel Jerez; caballero es-pañol i verdadero católico.
.Esta fiesta marcat·á época en los anales de Casan are,
pot·que ningun sacrificio ahor1·ó dicho señor,
pam hom·at· la imájen del glorioso Arcánjel cuyo
nombre lleva, i pat·a colocarla en la iglesia de
Mot·eno~ a cuya poblacion la habia ofrecido, tiempo
ha, pa1·a que fuese allí protectot· especial de la
ciudad. La fiesta aquí, fué una de las mas concul'l'idas
que ha habido en siete años que hace que
estoi admi~ist1·ando estos pueblos. La iglesia p•·eseutó
en las víspet·as, misa, sermon i pt·océsion,
ias deliciosas imájenes de la Jerusalen celestial que
leemos en el libro del Apocalipsi : . una multitnd
innumerable de fieles cercaba el tabernáculo del
Dios vivo, tl'ibutándole culto, reverencia i gloria
pot· las etet·nas miset·icot·dias que ha obt·ado en
favor nuestro por ministerio del Arcánjel San Mi ... ·
guel. El 30 fué pat·a Pore un dia de luto i de tristeza,
pues se le sacaba aquella bella imájen que
yn habla comenzado a amar, i era éonducida a
MOI'euo para continuar atlí la solemnidad i hacer:. ¡
le una especial dedicacion en aquel templo : en
su aeompuñamient.o iba lo mas flol'idó de estos
pueblos: en su tt·ánsito et·a saludado con salvas de
cañun,con arcos triunfales i con himnus, que pat·a
el efecto habian prepaa·ado los habitantes que viven
a ol'illas del camino. Al fin llegluno.s a Moreno
: allí se pt·ecipitaban al encuentro del Arcánjel
bendito pet·sonas de todas las edades i sE-xos,
hombt·es i mujet·es, jóvenes i ancianos ; parecia
(aunque en pequeño ) la entt·ada de la arca de la
alianza al templo de Sion. Arcos, flores reg.adás
a su paso, salvas, músicá i lo que es mas, un cordial
afecto de todos Jos vecinos : en todos los semblantes
se ¡·ep1·esentaba la alegría. La iglesia estaba
compuesta del mejo•· modo posible, sumamente
aseada i mui aleg•·e. Inmediatamente se siguie1·on
las vísperas para solemnizar al ott·o dia su iuagumcion
que el mismo señot· J-et·ez quiso costear.
Esta fiesta, sino estuvo tan concul'l'idn como la de
Po1·e, no dejó nada que deseat·. Al día siguiente
los moreneros hiciei'On tambien su fiesta pat·a
liom·at· aquella pt·eciosa joya que babia venido de
mano tan jenerosa i que quel'ian hom·at· de nlgun
modo. El seño1· Jefe.Depat·tamental, Sipion Du:u·te,
tomó la iniciativa i todos coaTespondieron a sus
deseos, mostrando su relijiosidad.
l desprendió de todo vínculo renunciando sus dos A las fiestas sag•·adas se siguie1·on las profan~s.
~.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
bailes, comedias m01·nl~s, sninet€'s sumamente 1 cimiento en quE> se da una c>nseitanza c.> cnc·inlmente
chistosos i t•orridas de toros, de modo que hnsta catnos de re- \ alumnos conforme a las nH1ximns rle <'~ta Bt·liJion
· 'j · sin la · mellOI' molestia que amargase snnta, merece hi(ln quf' los S(•ilo¡·es curas lo prote-ntento
i f(•Jicidad. ¡ jan i que los padres cte familia llevrn a el sus hiJos.
• Quie!'A el Cielo que estos pueblos sigfln en pm- En J9s niws anterior<'s han nwnil·,·~tndo Jos edul'angr(>
o a impul:-.o del seño1· San Miguel ; que léls • dos una instnlt'ion sutkit->nte pnra que pueda fundar
. ~. é~ supel'iores,tanto civiles como eclesiás- en ellos la patria rbueints c.>sperauzas, i el 2 de '
tids,nO-Jl1ii;E'n con bmta indiferencia estos pueblos enero próximo se nbl'irá de nue\o pnrn principia¡·
mereeed01:e~ dt> mejor SUí'l:tP. SU 4 .o año escolar. CotUC'ÍPLHlO romo COIIOCE'ffiOS
Por-e, pancio l~OJ>E'Z, de la Arqui.
(l'ócesi , relijioso del Orden de pt·t>dil·ad . res.
Pa·omovidos al dia<'ona1lo el subdiácono HETmeuf'jildo
Bautista, éte la Diócesis de Pamplona,
('OD lrtra dimi~' rias de su ordinario.
- El subdiácono Gt ~ol'io Arena domiciliado de
E mP.íon con IE'tt·as dimisol'ias de su ordinal'io.
el su diácono f•·ai José Mal'ia Péa•nz, l'(~lijioso
f·anl'i (•ano de 1< A1·quidiócesis.
l 1'ue1·or• promovidos al subdiaconado, bajo el títufo
de o t>rliP tcia, Jos minol'istas de la Arquidióct>
sis: Anto nio Cnstaitt>dn, Cñndido Téllez,
FrmH Lt.:o a :lcho, Ba·aulio P(ltiño, Gabriel Pérez,
f.:.; Tt1mitS Posada, rt>lijioso de pa·edicado•·es, frai
Ga·egol'io D<•lgado, relitioso de predi('adores i fl·ai
Fran(•isco EspPjo. relijioso de p•·edicadores.
28 DE oÍCIH~BitB. Volvió a celebraa· óa·denes el
Illmo. señoa· Ar~obispo en la Vicepanoquíal de
San Cá1·los, i fuer p1·omovidos al Presbiterado
QS : QjfÍ('C)JlQ He•·m~tlt'jiido Bautista i José Gre-
. g · 'Aa·f{Uls, de la Dióeests de Pamplona, con
étr~ dimisol'ias de su m·dina•·io •
. Ignacio Buenaventura, Seca·etario. •
· ADVERTENCIA IMPORTAN
1~odas las personas que él parezcan o hayan apar
eido ab ueltas po1· el Ilustl'isimo sei'1o1· Arzobbpo,
b. jip sido po1· haberse sometido a las condiciones
~ :q';\C: Su Señoda las ha sujetado.
' Ignacio Buenaventura, Secretado.
ROBO.
En la ' mañana del 29 se han estraido de una casa en
el barrio de las Niéves, entrE' otros efectos, un 1·eloj de
phita con un grueso peudiente de oro, i trntrndo sobre
la tapa las inic1ales J. M. A .. unidas (l\1). En la ;mpreo·
'ta constitucional se gratificará al que dé razon. El
ladron es un. mozQ "de ruana parda.
mo" que se:>guirá siendo fa\'oretiüo por los que en
"Boyac¿\ i Santnndt•a· tle~N'n l'lproveehnr el tiempo
en que sud hijos puE>dE>n ap1'E'nde1· lns ciencias i •·ecibil
· una edm·acion só!icla i áistiana.
COLE.TJO DE SAN ANTONIO DF. PADUA.
Este E'stnhlerimiPnto ele edura<•ion <'O~ltinuará sus
tarPi'IS rs<'olares dr~c!P el 2 de enero J>róximo m el local
a<'ostumba·ado, siE'ndo los ramos de enseñanza los si·
guirntf's:
PIHl\IERA SECClON-LE'<'tnra, Escritura, Dibujo,
Relijion i PIPnwnto& de Arit 1 étiea i Jeografía, Mora
cristiana i Urbanidad. 1
SEGUNDA SECCION -Idiomas castellano, ]atino,
fran!'f'S e inglE>"' .
TERCERA SECCION-Aritmét;ra fundamental, Aljebra,
Jeomrtría, Partidn clohle i Cosn.o~rafía,
cuARTA SECCT ON -Filo~oria; un curso completo.
s~ ad•niten alumnos dPsde Ja edad de Sf'ÍS añ<' hasta
la de diE'z i St'is. para <·uya colocacion df'be hablarse
con los infraseritos dire<·tores en el mismo lo(•al, de
las diez a la doee del dia. d "'de t>sta fecha.
Bogotá, diciembre 22 de 1864.
ESCUELA DE NIÑOS.
El infras<'rito ofrece sus servicios n los padres de
familia f'll una escuela que abrirá el dia 1 J7 de enero
en esta <'apital. I.os ramos de enseñanza St>ran :
Lectura : escritura : relijion: moral : urhanidad :
gramatica castellana : aritmétira i dibujo. Por cada
niño ~e pagará la cuota adelantada por trimest• es, en
los términos siguientes. Por sola lectura, un peso
fuerte, Por los otros ramos o parte de ellos, tres
pesos sencillos.-Ei local, <'asa número 20, ('al le J .a
pe la carrera del Banco, cuadra siguient!i" a la del Arco .
Bogotá, diciembre 6 de 1864.-JAcono GnooT.
EL LIBRO
[/)fa [j !Jl~u_¡ !QUJ2
OBRA ADOPTADA ~ARA LA EN~ERA~ZA EN
TODOS LOS COLEJIOS DE LA REPUBLH'A
lP@ffi 3@~~ 3@&,CQ&@'JJ j_~ O J! n 1~ Cl
La segunda edicion estará concluidn en todo e
mes de enem. Va conrjida i aumentada con nn 1
tl'atado de jeografía sagn1da, ott·o de prosodia i
ortografía, i ota·o de contabilid¿;¡d por el método de
partida doble. Cada t>jE'mplat· al mismo precio
que los de la p1·imm·a edicion.
ACADEMIA MUTIS.
Este Co1ejio abre de nuevo sus clases el J 5 de enero
próximo.
Carrera de Santamarta, calle 2, co:s número 60.
JosÉ CAICHDO RóJAS. 6-1
BIPBENTA CONSTITUCIONAL, POR NlCOLAS PONTON.
Calle del Chorro del Fiscal, númrro 14
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Biblioteca Virtual Banco de la República
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El Católico - N. 83
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Transmutaciones
José Viñals nació en Corralito, Córdoba, República Argentina, en 1930. Su primer libro < < Entrevista con el Pájaro> > , publicado por Losada en 1969, es considerado hoy una obra de culto en el contexto de post-vanguardia lírica de Latinoamérica. Autor de amplio registro une su condición de poeta la de ensayista, dramaturgo y narrador de novelas y cuentos, obras que configuran un universo imaginario de inagotable energía crítica. Recogida en tres volúmenes, su Poesía reunida, fue editada en España, país en el que reside desde 1979, por el Ayuntamiento de Jaén en 1995. Con posterioridad a...
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Digitalia
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Libros
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El olvido está lleno de memoria
Ol:..liC
\
¿p¿;nm,¿r®LIDD:CD® rwmB'i[f,l¿J'"~r "--'ª®JD
1 - AflO n. Bo.sota, 10 de enero d~ 1S65, NUMERO 84 ' TRIM. !II.
LA CUESTJON DE LOS MILAGROS.
' Señor Colabot·ador de« El TieJhpo.»
Aunque npénns hnbrú ~·i45~0 U. el n~met'? 83 dr
"'El Católico," i de co.ns•gmentc estarn aprnas escribiendo
pam contestarnos, vamos adelantando
' nuestro tral.wjo sobre la cuestinn que U. ha propu('
Sto,pOJ·que ha escl'ito U. ya mucho, i puede ~e·
· círsele tambien mucho sobre lo que ya ha esCI'Jto.
U. que. asienta t>l prinripio de la Omni~(ltencia
de Dios, le quiere quitar ahsolutameute la hbert<\~.
Dios creó todo Jo que existe, por un acto cspontaneo
de su voluntnd, P~"I'O d!"spues de c1·enr, conse1·,
\'Ó su so!Jr1·anía. Esa sobera11ía absoluta, se muestra
a veces po1· golpes de Estado dados a 11\ Cl'et\,
rion, como dice el Padre Félix; esos golpes de
Estado \o sorprenden a U, i con razon porque PI'P.cisélmente
para e, 1Sa1· sorpresa, para mostrar su
pode¡· infinito, es que los dú Dios.
U. quiere disputm· a Dios el. derr.eho con qu~
hace los milngt·os, le alega la cxtstenem de la l<'t
natu1·al que ÉL mismo erró, i asienta que no puede
''iolal'la, i qne ('l milagro <'S una violacio~. ~o,
seño1· Colaboraclo•· ; viola la Jei el qoe esta SUJí'tO
a ella, pero Dios es superio1· a fa naturaleza que
creó i o·obierna libreme nte. Pretrnder 11egar el
milaO't·o
0
porque no se puede esplirn•·, es ma• ·c hat· o .
a la neoacion absolutct porque mm raras cosns pue-de
esptí'car el homb1·e. La erN\cion entera es para
nosotros un misterio: veiTI05 rsas mi riadas de mundos
que están suspendidos sobre nuestras cnbrzas,
snberno~ que el globo que IYibita.mos rueda en medio
de los espacios, vemos la mar inmensa enceJ'I'adn
ent1·e sus diques de menuda arena, v e1nos que
el gusano que hoi se a1Tnst1·a sob1·e el polv.o mañana
vuela de lloren flor,encantando la v1sta con
los vivos i variados colores de sus brillantes alas,
i nada rompl'endemos. Pero¿ qué mas? Vivimos,
i no sabemos cómo, no podemos esplicat uuestra
p1·opia existencia. ¡ 1 así pretende el homb•·c llama•
· a Dios a juicio .sobre sus misterios 1 Es mucho
elevarse para cae1· \uE'go c\esde toda la altura de su
or·gullo, revolcarse en elloclo..i levantm·se a\"el·gonzado
de haberse enlodado.
5egun U. mismo, pues, el Evanjelio rs una historh
; i Jo es en efecto, i Ja mas respetable de todas
las historias, la historia santa. Ella está escrita
po1· testigos p1·esenciales e idoneos. La p1·ueba
de su idoneiaad está aquf: si lo que escribieron
no es la \'erdnd, m •eh os bubo que pudieron desmentirlos,
i, sinernbargo. nadie lo hizo; si lo que
escribiPron no E'S la verdad, no podian prometerse
sino la ignominia, porque era jmposible naturalmente
que ellos se persuadieran de que una impostUJ
·n podia ntravesat· Jos siglos hasta nosotros i
variar ia faz del mundo ; si lo puleJ'O se levantnron
del ntaud; los que enterrados de !llgunos
días despedían ya mal olo1·, se alzaron envueltos en
su mOJ'taja, i salieron de lu tumba, obedientes a la
vez que los mandó sali1· fuera.>>
U. dice : s al>· l
surdo puesto que niega la Omnipotencia de Dios.))
1
])ice U: << Así corno Dios pudo hacer las leyes
« naturales, puede tmstomarlas, i por consiguien(<
te harel· miln~ros; pero esto no t'S bastantt>, ~s
ce necesm·io pr·obar que alguna vez ha querido hace
-cerlos i que los ha ·hecho. Aquí está la dice
ficultad.»
A eso contestamos nosotros: El hecho <'Stá ahí;
que no podamos comprenderlo, no es razon para
negarlo, porque eutónces podría negarse todo~ hasta
In luz. La creacion que es el primero i rl mas
port~ntoso de los milagi'Os puesto que no se veri-fit
·ó con relaciona ninguna lei preexistente, s2 podl'ia
negaa·, pero a despecho de esa negacion, los
fenómenos afirmativos vendrian a califieamos de
locos. \
Eso de rechazar la creencia profesRda h:1sta boi 1
po1· todos los cristianos, es demasiado orgulloso, \'
setior. Entre esos cristianos que afi1·man i que han ~ .. ,· J.
afirrnado hasta sellm· con su snngre su afirmacion, ¡
Para el que niegue el testimonio de la historia,
sí; pero para el que no quiera rwg:ll' la e\·ideneia,
nó. Vamos n verlo,
U. exije ce que los comprobantes históricos del
ce tnilagro se l'efie¡·an a testigos p•·~senciales, cuyo
« dicho, si ellos mismos no son los •·elatores ha:ta
«nuestros dias, se hnya recojido por p"rsoiws ido
« neas >> ; i declam << rechaza¡• p1·ucLas de esta cs
« perie :- «los milagt·os son ciel'tos, porque asf lo
«han cre~do siempt·e los católicos.»
hai muchos talentos que puedo calificm· de supe-
1l
riotes al de U, sin que U. ¡m~a ofcnde¡·se. T<'l'tu· 1
liano,. San Agustin, Santo Tomas i muchís!mos ¡~
ot1·os, no han sido homb1·es Yulga•·es. homb•·es 1'
preocupados; la ciencia que ellos poseyP.I'On, lo
hal'ia a U. cl'istiano l'atólico. Pero no son solo :
etlos los que afi1·man el milagro; vea U: Diódoro ¡
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282 EL CATOLICO.
en la historia de Mat·co A urelio t•efiere el de la 1 hombre se revela naturalmente contt·a lo que U()
1
Lejion fulminante, i U. que conoce la histol'ia, no 1 compt·ende; no podía eomprender a Dios en Jesu- ·
podrá dejar de vm· en aquel relato Jo que llama cristo, no tenia disposfcion pm·a admitir la docun
tl'astorno de las leyes uatm·ales. Véamoslo.~ tl'ina cl'istinna tan contmria a la pagana; no podia
Et·a el año de 176 ; el Empemdot• se hallaba con vea· en un hombl'e oscm·o i pol>re, el pode~·oso
su ejé1·cito en el coa·azou de la Alemania. Enga- Libertador'• Reformador de lü humanidad. Foa· es-o; )
ñado pot· los Quados, se metió en un valle p1·o- pal'a convencer a los hombres, se mostró Seiaor
fundo i t•odeado pot· todas paa·tes de altas montañas~ sobea·ano de la natmaleza. Las obras, dice, que
en cuyas cumbres apareciea·on de golpe los Bát·- mi Padt·e me ha dada potestad de hacer, dan
baros. El ejét·cito a·omano no podia ni avanzat· ni testimonio de mí.- Si no dai:i fé a mis palab1·as,
retl'Ocedcr, e iba a sufa·il· una segunda vez la hu- creed a lo rn,énos en mi.<> obras; i como todo es :,·f· •
millacion de las hot·eas caudinas. La desmoraliza- actual pal'a EL, suspende el cutso de uua lei natu-cion
cundía en las filas, las fuerzas físicas faltaban ral, c1·ea, siempre que así conviene a su gloda
a las !ejiones, porque una espantosa sed las ator- i al bien de sus criatm·as, porque no ha abdicado
mentaba hacia cinco dias. En esta estremidad, el su libea·tad infinita.
Comandante de las cohot·tcs pretorianas, se dil·ijió No tt·astoi'Da, como IJ. dice, no viola ninguna 1
a Mát-co Am·elio i le dijo: « Césat·, la lejion lei, porque la accion que ejecuta, estaba prevista 1
melitina que hace pat·te del cuea·po del E'jéa·cito, desde abetei'Do, segun el pobre lenguaje humano.
está compuesta de c1·istianos para los cuales nada Si para Dios hubie1·a tiPmpo, se podl'ia espresar
es imposible.))-<( Haced los pooca· en Oracion, » nuestro pensamiento así~ ''Un fé:ebre maquiuistn
le respondió el Empe1·Ddo1'; i éllos, esos viejos constt·uyó un a·eloj que podia anda•· sin dal'lc cue•·soldados
venidos de Oriente, animados de la fé da durante cierto número de ¡,ños, pel'o para osvictoriosa
del t :cntul'ion del Evanjelio, cayea·on de tentm· sus conocimientos en la matel'ia, el artista
rodillas i a·ogal'On al vea·dadero Dios que glt)l'ifi- disp-uso la máquina de manea•a que en cierto dia i
cara su nombre. Apénas habían conduido su a cierta hora, el reloj se parara pc>l' unos segundos '
oraeion, cuando el ciclo se cubriá de e pesas aubes, pa.·a m·mouiza•· con ta catTera del tiempo, i contiel
1 ayo brilló, el . tnteno se repitió mil veces por el nuara despues andando." Esa suspension que ni
eco de las montai'1as, i una gmuizc.\da honible cayó viola ni tt·astornu la lei, tampoco constituye un
sob1·e los bárbat·os a quienes quemó, e . .;pantó i vacío en elJa,.. i no nos D('gará U. que es mui popuso
en derrota. « De tal suerte, dice el autot· sible.
pagano, que se veía al mismo tiempo i en el mismo Poa· eso iué que Cl'isto dccl:lró categól'icamentc '
lnga•·, el fuego i el agua cayendo del cielo. re- cuando cu1·ó al ciPgo de nacimiento, que " ese l 'frescando a los unos i ardiendo a los otros. El hombre no babia nacido ciego poa· habe1· pecado él
l
fuego no tocaba a los romanos, i el ngua nt·dfa a o pot· hai.Jet· pecado sus padres, sino para que las
. los Búrbai'Os como aceite hi1·biendo. lnundadosr ob•·as de Dios se manifestaran en éJ." (S .• Juan u, ,
1 como estaban, pedinn agua a grito~ i se hacian 3, 4).
¡ hondas hel'idas pa1·a estínguit· con su sangt·e el Vea U, pues, que carece U. de razon cuando dice
! incendio que los consumía. En su desesperacion, que, «la existencia de las leyes natm·ales rijiendo
se arrojaban en medio de los romnnos, en cuyo s
campo el agua em t•ef•·escaote. El Ernpm·adoa· tuvo ccatl'ibutos infinitos de Dios, en tales términos que
piedad de ellos_, i en memol'ia de este hecho, el (le comprenderlo, no necesitamos que hala
sétima vez, i el Príncipe quiso que la lejion ) r•·ee1·ia U. ¡
tualmentr presente ante tL, i c¡uc de consiguiente Ahora, fíj<'se U. en lo que era el mundo al tiemno
cotTije lo tJUe ha hecho, no lo t•·astot·na. no po eu que el Cl'istianismo apat·eció, en Jo que eran
hace mas que obt•ar conforme a su sabiduría infi- los que lo prrdicm·on, i en su establecimiento sonita
· los mila~ 1·cs . son la manifestacion de su o m- bre la ti en a, i ven\ otro milagro que prueba la
nipotencia. o . divinidad del Cristianismo. ¡,Le parece a U. mé-
Como es infinito, está en todas p~t'tes como ha nos sorprendente que la resurreccion de uu
estado i estará· cuando U piensa, EL lee su pen- mut-rto?
samiento ; cuat~do U. habla, ÉL oye su voz; pot' Pero dice U. que. el paganismo rayó pot·qne la
eso es q e el espíritu se nutre hoi como se ha nu- humanidad encontró mas filosófica la doctrina
trido siempre " bostezando ?t·aciones,:' segun la de Cl'isto, porque el mundo ma•:cha .siem¡~rc en
espt·esion de U. I esta iofir.tdad de Dtos que el pm~r~so. Pues en verdad que la lustorw esta ~on •
espfritu concibe pero que no puede co~prender tradtctendo a U. Lo mas natural es que el ngor
1 bien es la causa del milagt·o. Estando EL como hnga retmcede•· espantada a la humanidad del ca-está
'actualmente en todas pat·tes, viendo como mino que qnerin seguit·, i el rigor se empleó con los
' está viendo toi!o, oyendo i palpando todo de una cristianos a quif'nes se haría mol'ir de un modo
manera sobet·ana, hace ostentacion de su orpni- honible pot· Ct'ntennres. ¿Dónde estaba la buena
4 potencia, no porque necesite hacel'la para ~a ni- disJ?osi.ciou del ~1undo en favor ~el CristhH}ism~?
festarse, puesto qnc todo, hasta U. qu~ lo megfl, ¿ D1ez 1 ocho ~tllon~~ de .!lllio. Si no fué
, cierto, muc·hos debiet·on negru·lo, i nadie lo negó.
Luego su<·edió una de ·dos cosas: o todos fueron
embancados como unos nét~ios, o todos conviniet
·on en afit·mat· una mentim ; pe1·o ent1·e ese numemso
grupo de .personas debia haberlas mas o
ménos mnliciosas, p01·quE> siempre ha sido igual la
espeC'ie humana, i se habl'inn reido como se ¡·ie U,
luego si todos furron r11gañndos hubo un milagro,
1 el que l)l'esentaria U. i los que como U. piensan,
~ ¡ dejándose embnttCDI' po1· un charlatan. i condu('ir
' a tfna creencia contral'ia a la que hoi tienen. Si
1 todos conviniel'On en menti•·, esa mentim nl'egu¡
·ada po1· todos, es oti'O milagro, que C@ntracUce
abiertamente una lei natural de la humanidad.
Ya vé U. pues, que ha habido milagl'os.
Pero U, dice que el mil> l aquí Yiene
bien, siguiendo el const>jo que U. mismo nos ha
dado, copial'le un pal'l'afito de Bálmes, en su
Cl'itel'io.
Oigalo U. " La imp(l&ibilidad físlca o natural,
consiste en que un hecho esté fuera de las leyes
de la natuai'IPza. Es naturalmente imposible que
1 lejion fulminante. Luego los milagt·os pueden pt·obal
·se. ¿ I por qué no, si ellos caen como cualquiem
otro hecho, bajo d dominio de los sentidos?
Respedo de los milngt·os falsos, vamos a contesta!'
a U. copiaudo testualmente en esa pa1te Jo
que dice el St'ños· Augusto Nicolas, i así poudremos 1
punto pot· h o i a la polt'roica :
"De que 1aya habido rn:Jagros falsos, muchos milagros
falsos, es poeo filosófico i hasta irracional deduc.ir
una eonsecueucia de ium·edulidad absoluta en los milagros.
'' ¿ Qué verdad hai en el mundo {jue DO haya sufrido
falsificaciones? ¿Cuál podría subsistir si este fuera
motivo bastante para desecharla?
''Mas aun: Do siendo el error, como dice Bossuet,
mas que la ve1'dad de que se abusa, debemos ver en
los nulagrosfalsos, rnilag1·oscontralleclws, Jo mismo
que en la moueda falsa vemos la verdadera, fraudu·
lentamentf' imitada. ¿Por qué hai quien haga moneda
falsa? porque espera haeerla. pasar por buena. 1 ¿por
q_ué espera i log~a a veces hacerla pasat· por buena,
smo por·que la ha1 en efecto. buena, que predispone a
recibir la que se le parece. ? As1 es como lo falso solo
existe, pon¡ue lo verdadero le da interes i credito.
Examinad todas las falsedades que aparecieron en el
mundo, i vereis que todas debiet'on su orljen ¡, su crédito
a alguna verdad primera, )
) l . nivel, que un cuerpe sumerjido en un fluido de Coíno co aborado1· de su importante periódico,
: \ menor gravedad no se hundn, qtle los ast1·os se me att·eví a dn no l juegos del Coliseo.¿ Puede rechaza¡·s~ ~e testimo- es un s·obo, un salt~nmiento, puesto qye no hni ni
1
nio? No, racional i lójicamente hnblás~(}, no pue- ha habido tales manos ·muertas, ni tales bienes
1 de rechaza1·se i mucho ménos exif1iendo, como amo1·tizados hace largo tiempo en nuestra tiel'l'a.,
existe hoi en Roma la columna Ai1tonina, don- Si UU. los escritores católicos, se emedau ahora
de está •·eprescntado en relieve eJ.. p1·odijio de la en etemas polémicas sobre milagros, o sobre cual.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO.
quiel'a ota·o asunto inoportuno, si t1·agan el anzue- ' tener hasta el dia la publicacion semanal ; i cumlito
que les han ehado los pescado1·es,estos habrán pliendo con galanura i brillantemente la mision que
logmdo su objeto poa· ahora, que es distmerlos a babia tomado a sn cargo. Mision sublime i grande
UU. de esas gt·aves cuestiones, i de las que deben como grande i sublime es el objeto que en ella U.
sm-jit• del estado actual de cosas,i distrae!' tambien se proponía, i mision que, no dudamos, haya pt·o- '
n los lectores con provecho de In impiedad. ducido los mejores efectos, conduciendo intclijen-
Los milagros se ven i se palpan, i lo que se vé cías estrnviadas, al camino de la vet·dad i de la luz.
1 i se palpa no necesita pi'Ueba ni demosta·ncion. Pero Ha prestado, pues, U. con la fundacion i redac-eso::;
señores no admitirán jamas los testimonios cion de « El Católico» un positivo servicio a 1a
que se les dén, aunque con ellos se llenen diez vo- Iglesia, i de consiguiente a nosot1·os que, romo ,
lumenes; i como no hai peo•· sordo que el que no católicos, debemos considerat· como tal la defensa
quiet·e oh·, ni peoa· ciego que el que no quiere ver, de nuestra Madre ultrajada, insult«da i escarnees
inútil gasta1· el tiempo, la pnciencin. los tipos i cida por los que han quel'ido llamat·se tolea·antes
el dinea·o, o como se dice, gas tíll' la pólvora en en materié\s relijiosas, aunque no toleran ni siquiegallinazos.
Empleo UU. la suya en pavos, faisa- ra que lloa·emos en las aras del Dios vea·da> opóngase alguna de es- ¿Acaso g•·andes utilidades pecuuial'ias '? Bien sa- 1
tas ·otras : a los a·obos son justos?« La revolucion brmos qne ha salido alcanzado en las cuentas con
ha sido útil o funesta al país'?>> ¿ «Qué se han he- el Editor. ¿Acaso la p;lorb literal'ia? Oh 1 No!
cho los millones que pl'odujeron las manos rnuer- Adcmas de que esto Yale tan poco en nuestro país,
tas? » << ¿Qué-gan1utías de ó1 den i de pnz dán los esa ya la tenia U. conquistada de antt>mano. Pero
principios ni los hombres de la época? 1> ¿mro del tcl'l'or: el espt>J'aba diócesis, 1 Esa sel'ri una histol'ia i él la escribirá. Me limitaré,
tanto ménos sus palabras cons oladoras, edificantes pues, a tocat· los hechos principales.
i llenas de uncion i de fé; los sostenedol'es i de- «El Univet·so » ha sido en la r•·ensa pal'isiense
fensores del Catolicismo apénas podiamos publicn•·, el órgano mas escuchado, el mas influyente i, para
como a eseondidns, cortos folletos i hojas sueltas decit verdad, el único órgano del partido Catóen
defensa de nuestra Relijion i de la Iglesia, espe- lico. Se le han puesto al lado periódicos relijiosos ;
!'ando, cuando ménos algunos días de pris.itm o de se le han opuesto periódicos de p:utido, pero solo
1 estrnñamiento : en tal estado se hacia notar la fa 1- él se ha mc\11tenido siempre lejano de las facciones
ta de una pnblicacion periódica que rccojiet•a i uie- i de las j4otas de toda especie; soJo, ha podido
t•a a luz semanalmente las qnrjas de los católicos, decir siempre con toda venlad : «Yo no pertenez·
lanzadas al pié del altar doméstico, pues los tem- co sino a la Iglesia i a la Patria. »
plos pe•·maneciall cermclos ; i fué entónces cuando ¿ Qné quel'in el paa·tido Católico?
apercibiéndose U. de aquella falta, fondó «El Ca- > con 1,200 suscl'itores;
se le han presentado, desde In falta de recu•·sos poros amigos en el mundo rcUjioso, niHguno eu
pecunial'ios, no solo para empeznr, sino pam sos- el mundo político. Hé aquí los elementos.
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EL CATOLICO. 285
~Aun en la polítiea, se observó una conduct~
jeneralmente bien circunspecta: la ausencia de
toda hostilidad sistemática contra el Pode1·. Se
admitió la evolucion de 1830 con su Carta, su Rey,
su dinastía, i nos limitamos a trata¡· de sacar partido
en f'avot· de la libertad de la Iglesia. La resolucion
era formal, de no inclinarnos ni a derecha
1 ni a izquierda.
« Acuerdo perfecto en las cuestiones t·eliJiosas :
amor sin reserva a la Iglesia; profcsion, sin mistel'io,
de l) ( 1 )
Este progama hizo estullar en el acto numrt·osas
reclamacioJ1es, i encont•·ó vivas hostilidades.
Miéntras que el Podet· se inquietaba con un movimiento
que debia suscitarle embat·azos, la p1·eusa
lejitimista denunciaba una tentativa de engancbamiento
en fa'\lor del réjimen de julio. Las hablillas
hacian circulnr la especje de que «El U ni verso n
que prometia muí poco a sus Redactores i les daba
ménos aún, em costeado pot· Madama Adelnida,
hermana de Luis Felipe. Los revolucionarios i
universital'ios, aunque felipistas, respondían a los
Redactores del periódico Católico que pedía libertad.
1.( Vosotros sois Jesuitas, i se os debe espulsar.
»
A tmves de estas hostilidades, el periódico crecin.
Su fusion con la ia a la vez los mas sólidos apoyos i los
guías mas seguros.
Fuet·a del periódico .. se publicat'on folletos pnra
activat· la pmpaganda . .M. Luis Veuillct tomó
pat·te en esta lucha con su escrito intitulado
« Carta a M. Villemain, l\Iinistt·o de Instmecion
pública. >) El éxito de este escrito contrilmyó
mueho a estendct· la circulacion de «El Uni\'erso.>)
El Gobiemo inquieto, o mas bien irritado de Jos
esfuerzos de Jos católicos, cedió a las premiosas
instancias de la Universidad que en todos sus diarios
lo conjuraba a recurrir a los medios rigorosos.
Viendo que era poco anastl'at· a los Obispos ante
el Consejo dr Estado i obttne¡· de ellos declaraciones
que calificab~m la defensn de abuso, se trntó
de iutimidat• a los escl'itores, i sobretodo a los
· \ ec\esi<\sticos que hacian la guerra al monopolio.
Se aprehendió desde luego n\ seilo1· Abate CombaJot,
auto•· de una elocuente JUemoria a lo,s Obispos,
i bien digno de set• el prime¡· atacado. El fué condenado
a pl'ision i a una multa. Siguiendo el ~so
de las causas políticas, los Redactores de <(El Uni-l
verso» i el Comité (.'atólico, pt:epararon una histo_
ria detallada de este proceso, encargándose lVI.
. Veuillot de aüadirle una intl'Oduccion,que escl'ibió
· de manera que no pudiera prohibirse la publica-
. cion del folleto de que el partido cat,ólico contnba
hacet· un medio de propagandn. , El manuscdto
fué sometido a la revision de un M> dirijiéudose a los Jurados:
i'e de lA Iglesin se ~
pusil'se resueltamente a In cabPzn del partido libe-~
ral. La clivision se introdujo hasta en la redaccion 1
largo tiempo tan comparta del ~~ Univet·so : >) los
Jesuilns <..le H.omn, que no tomaban parte en las
manifestaciones clérico-libcrcdes, enm en Francia
censurados por unos i aprobados po1· otros. M. 1
Luis Veuillot, decia coll este motivo en una carta ~,
dirijida a M. Coux, el 18 de 11ovir,nbre de 1847 :
" Encuentro bien, i aun deseo .que los Jesuitas
no salgan de su casa 1 perdería tal vez algo de
mi simpatía por ellos si hiciesen pl'oclamas de Ja
especie de la de los fl'anciscanos de Perusa,en que
me parece descubrir algo al Sacerdote constitu- 1
cional. Yo no veo en la historia ele la revo!ucion
ninguno de esos habladores de libertad q.ue se
haya euconta·ado Sacet·dote fiel en el dia del mm·til'io.
Si po1· una desgracia cuya posibilidad se olvida
demasiado, P-ío .IX fuese destronado" estoi
segUJ'O que pe1·mnnecel'ian al lado del Papa mas
Jesuitas que de esosjTati p1·oclamadores.
" En lo que concierne a los Jcsuita8, mas vnle
s~uit· al Papa nsieudonos a su sotana, que pretende~
· sacarle fuera de ella. El Papa es ba~tante sá·
bio para nu quedarse drma ·indo a tras ui ir demasiado
léjos : la segul'idad está a su sombra.''
Las disensiones se agravaron, i M1·. Luis Veui..
llot, viendo que se entraba f(\ªJ5 i mas en Ja vfa
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_ - .. ,_-. _'! - ~ ...... - -~~·-· - - ~- rrl
286 EL CATO L 1 C O.
~;~:::::~:~~::,~:;; d;::~;.::::: t:;g:;.: -:~,:~=nu~e t
dt-bia dt>jar él solo. A~uardaba para paa·tir el fin 1 ('Ste hecho puede concluil·se que el 1\e> uno dP cu .. ' os fundadores fué M. de Coux. Ma·. de Montalembea·t, i el golpe de K tado no
M. Luis Veuillot se quedó con ((El Univea·so,,> i M. ejerció una acrion inmediata sobre el partido cade
l\1flutalemb('rt vnh ió a ser uno de los amigos del tófico. Mr. Veuillot, despues de Mt·. de Montnperibdit'o;
hé at¡-Uí sobre este punto algunas líneas lembret, se adhh·ió a él, porqne asi l1ebia hacerlo
de Mr. Veoillnt: como consecuencia lójica de la linea de ronducta
" l\1. de Montnlembert nos pennitit·á a·ecordar que habia seguido en su periódico. Así fué qoe eu
una (•it·cunstanda que le honra : en el momento todas las discusiones que precedieron i anunciaron
de la revolution estaba de malas con "El U ni ver- el frn de la República, e' El Universo" se mostró
1
so. " El 24 de f{> u·ero poa· la tarde, en númet·o de favot·able al Presidente, pei'O sin manifestat· tarotres
o cuatro,delibel•·nbamos sobre el lenguaje que poco un celo estremado. Sus reservas dejaban
1
·¡ debíamos usat·,cuando vimos,~on mas alegda que compt·endeJ' que no podia olvidat· cierta carta rela-
SOl'pl·esa, lle~a~· a M, .• de Montalembef.t. Fué el ti va a la cuestion romana, contt·a la que ningun
único C; ; pitan que upaa·eció es~ ta1·de eu nuestro otro periódico había hal>Jado tan fuertemente.
pobre i pequel'lo cuerpo de gnardia. Antes de ha- Aunque mostt·aba ioclina1·se al lado p1·rsidencial,
bet· dieho una pnlabl'a sobre la situacion, estaba- no llegó a pi'Onunciarse ni por el impe1·io ni por la
mos de aClH'.l'do ; pt·esente i consultando él, es- Presidencia vitalicia ; se limitó a opinar en favor
cribimos el wrto programa de la línea de conduc· de la pa·olongacion de Jos podel·es que ·tc·nia Luis
taque debinmos seguil·. Este programa e1·a since· Napoleun, i no hizo el papel de vencedor al dra
ro ; se le encontró sin temeridad i sin bajeza. siguiente de la victoria. El 8 de diciembre de
Bien p1·onto despues, leyendo las instrucriones de 185 t escl'ibia : "NosotJ·os no somos ven<'edores
nuestros Obispos, tuvimos el consuelo de ver que " ni vencidos, ni descontentos. Nada tenemos que
no habíamos sido mal inspirados." " decit· cuando nada de Jo que nmamos se ha ata-
IV. "cado ni amenazado. Somos simples esoectado-
Bnjo la Hepública, " El Univet·so" estuvo en- ~'res de los acontecimientos, i ,-emos en ellos
clavado en el partido de la resistencia, pei'O sin " grandes i consoladol·as lecciones.' '
pertenecede ; pot· el contrario, no cesó de mos- No quea·iendo depende1· el esct·itot· ni de la opo-tt
·a¡• a este pnrtid ,l que si tenia mejores instintos sicioú ni del poder, se colocó en una por: iciou que \
que sus adversarios, necesitaba mui poco para lo alejaba igualmente de la oposicion i de los em~ ·
te[\et• tan malas doctrinas como ellos. Duran- pleos i aun de las candidaturas. Asi pudo juzga¡· · l
te el tiempo de esas luchas tan vivas, reinó pe1·- los incidentes que se presentaron, sin que lo cega- 1
fecta armonía en el fondo de las cosas, tmtre ra el espí1·itu de partido, sin censurados ni eloel
pedódico i M1·. de MQntalembert. " Antes jiarlos, i sobre todtl, sin comprometer jamas el
del 1 o de diciembi·e, Luis Napoleon, candida- pot•venir. Segun una patabra de Mr. de Montato
pnt·a la P1·esidencia de la l\epública, ofa. bien lemtJe¡·t, hablaba como testigo i no como gm·ante,
a t<,)dos los hombres que poseían una voz i una aceptRud-o lo que la Iglesia areptaba, i contestando
pluma. PI'Opúsose al Redacto-r en Jefe del U ni- , a ciet·tas mls~bles insinuaciones: e< Como depen·
verso una entrevista con este personaje que podía . de de nosott·os dar armas a la caiumuia. estamos
ya influit· té nto. El periodista respondió que M1·. ta·anquilos. ~ El estracto siguiente de un artículo
de Montalembert era el jefe del pat·tido cntólico, i publicado el t4 de marzo de 1852, basta para inque
poa· medio de él se podia sabe1· todo lo que di ca•· su actitud :
pensaban, todo lo que qnE>riao i aun lo que desea- « Que el Príncrpc se acuerde de la confianza
ban sus amigos, i que él tenia mas t-ítulos i mas ce qoe el país ha depositado en él ; no el pais que
capacidad que ningun ota·o para hablar en nomba·e e< está celoso i que discute su podea·, sino el que pide
tal partido.', (2) « de al po·det· justicia, fuet·za i paz. El Pl'íocipe
La eleccion del Pdncipe Luis Napoleon cambió ce pu-ede mucho pam el mal como para el bien;
l}ien pi'Onto la situacion. M•·· de FallotlX encar- « pero Dios no sostiene largo tiempo lo que no es
gado del Ministet·io de la instt·uccron pública, sacuet·dos, aumentó las disidencias, 1 pot· cualquier artículo que pareciet·a desagradable;
agrabó ciertas hostilidades de que resultaron polé- pero sinembargo, como estaban resueltos a desa-
,l micas ardientes. fiado todo para publicat· lo que les llegara del
i ( Aq_uí el autot• de la biogt·afía entl•a en porme- Soberano Pontífice, publicaron, apesar de la ame.
1 nores sohre las disputas que ocas!onó una tésis en naza foi·mal de supresiou, el discurso en que el
J que se pt·oponia que a la juventud cristiana, no se Santo Padt·e calificaba el escl'ito titulado "El Papa
1 Ja educat·a sino confOJ·me a las ideas de tos clási- .¡el Congreso,'' como "un monumento insigne de
cos ct·istianos. Esta disputa llegó a tal grado de . hipocresía, i un innoble tejido de~ontradicciones."
acl'imonía, que Monserwt· Dupanloup prohibió en En el momento en que se acababa de resolvet· su
su Diócesis la lectum de El Universo, en cuyo inset·cion, entl·ó al despacho de la l'edaccion uno
pel'iódico se sostenía que no debía limitarse a eso de los colab0radores, i notondo en las fisonomí&ts
la enseñanza. El Redactor agua1·dó el fallo de Ro- algo que indi<·aba una situacion gt·ave, preguntó :
maque le fué favomble. ¿Qué sucedt>? Que estamos mul'iendo, se le t•esDt>
spues el Abate Gnduel, lo atacó en un folleto, ponclió.-El 11 de enero de 1860 se publicó el dis-
¡ acusáutlolo de habet• so~tenido difet·entes herejías. curso del Papa, i el 28 del mismo mes reribió M.
M. VeuilJot contestó i se fué para Roma, no a bus- Veuillot la Encíclica Nullis certe condenando los
cat• la solul!ion de esta cuestion,sino a oJ"ar pot· una últimos atentados cometidos contm la Silla santa.
p.et·sona quel'ida a quien babia pet·dido. Miéntras Envió! a a sus colabol'adores diciéndoles: r, Hé
tanto, el Abate ocUI'J'Í{) a Monseñor Sibom·, Arzo- aquí la muerte. El pel'iótlico será suprimido mabispo
de Pal'is, que condenó tambien el pe1·iódieo. ñnna."-La Encíclica se t1·adujo, no obstante, inA
esta condenacion se adhil'ie1·on ott·os cinco Obis- mediatamente, teniendo pot· una fdicidwl pe1·ecea·
pos; i M. Veuillol apeló nl Papa, que en 21 de en tan bella ocasiou. No h (tbia sino un temo1·, ¡
ma1·zo de 1853, espiclió la Encíclica Inter multi- em que el periódico fuese co!lfiscado en la imprenplices,
1·ecomendando a la benevolencia i protec- ta, i que !~ palabra poutifirfa no reeibiese publi-
, cion de los Obispos, los escl'itores laicos i los pel'ió- cidnd. Pero el 29 por la tiw ;}ana la Encíclica apadicos
•·elijiosos. Monsef'wt· Sibom· derogó entónces rccíó. El mismo dia fué sup1·imido El Universo
la prohibicion con que había herido a El Universo. por un decreto imperial. Er uial'io sueumbió, pe1·o
f
:l· Pe1·o la gueJ'I'a no cesó poa· esto. En 1856, ~e la Encíelica se publicó; los otros diados no tenían
, p~blicó un folleto anónimo que se atl'ibuyó a mu- prohibicion de rept·otlucirln, i desde eutónces, nincnos
escríto1·es i que se 1·epartió con pa·ofusiou. En gun obstáculo se ha puL:h o a la publicacion de
él se trató de pt·obm·, tomando varios trozos aisla- estos docurnf'ntos.
dos en la coleccion del periódico i adulterándolos, l\1:. Luis Vt>uillot i sus c ompnf¡eros, no podían
que El Universo, i sol:>re todo su Redactor en Jefe, des<>m· un fln mas noble, m:\ s glorioso para la obra
' habwn sostenido las doctrinas mas •·evoluciona- que habían amado tanto.
ría : , i cometfdo una multitud de iniquidades cuya Hé aquí nlgurms lineas de una carta redactada
soliuaddad deshonrada a la Iglesia. Esta publica- por f. Veuillot, i dirijida al dia siguie~:tc portociou
fué apoyada i ensnlsada, no solo pot• Jos pa- da la t'eclaeci'm al So1wrano Pot tífi(·(~ :
peles que atacaban la fé católica, sino aun poa· los u Una l~ndt'licn de Pi u IX lnhia dndq la vicla ¡·
t ,· que la de 'endian,i los Obispos tuvieron que censu- al Universo, i otra Encíclil'a dP Pi o rx le ha qui-t!
ml'la. La t·edaccion entabló un proceso que tuvo tado la Vida. Dios i Pío TX. ;eau lwnditos. Nue~-que
se1· abandonado pot· un sucesc imprevisto, i tra obm era vuestra obra, Santísimo Pmlrc, i nues-el
auto1· del anóuimo se comp1·ometió a no refmpd- tros \'Otos i nuest1·os tr;d;o jos cotltínúan siendo
mirlo. vuestros como nosotros.''
Como M. Veuillot habia conticuado su política El Sant•) Pad.1e se digno felirital' n los lledc·tcto-de
pt'escinjencia absoluta de los partidos, i muchos res de El Universo poi' hah ,. ernpt·e.~.lido ' ' hacia
de sus autiguos ellmpniie;·os de t·edaccion habian tanto tiempo, i de todo c01·azo n, sostr•t¡er i defenformado
en las tilas opo ' icionistas, resentidos por- der la mui belln i noble c·n usa de la Iglesia i de In
que no los seguía, lo acusamn de mui complaciente S:-~nta Sede." Alabó mui p: t'ticulaJ'nHmte el mdot•
, con e~ poder, i pt·ocul'ar_on así la sup1·esion del "eon que se habían esf'o.rz a do, sin. tt•mo1· ninguilo, 1
pel'iódico pot· un decreto impel'ial. ) -en l'Pfntat· los diados irnpudentes, en dt>f<~ncJe¡· lns
Veuillot cometnó a tenm· pot• inevitable este leyes ele la Iglesia, i en c·ombatir pot· la soberanía
sarrificio, cuando el protoco\o de 8 de abl'il de civil con que la ProvidP l da ha investido a los
1856, pt·obó que el Piamonte podía cont:w con la Poutífiees I'Ofl11H\OS."
alianza de FJ'a.ncin. E1·a clat·o en efecto que la Cuando Et Uni1:etso fu~ sup:·imi ( o, coutabn
gQerra de Italia alcanzada al Papa; i El Universo trece mil suscritores i este número iba siempre en
e~pt·esó esta convicc1on, aun ántes d~ que la cues- anmentv .
, tion ita}iana fuese publicada oficialmente. A esto Es preciso notar que M. Billauit, Ministro de lo
· : se debió que IR cnmpi•ila no fuet·a mui desastrosa, Intel'iot·, tJo hablnba de la publicaeion de la Eneí
·pet·o ro celo IP ata·ajo una prevencion de que solo clica en el informe en que pedía la supn·sion d 1
' le libró la amnistía que siguió a la paz. No obs- periódico. No toda verdad debe decirsP. f:t califh'ó
tan te, la cuestion continuó, i la p1·eusa sometida al '' Unive1·so" de dañoso a lo: verdaderos inte-
. i apeló a los iLrultos i a las denuneiaciones .eontt·a reses de la Iglesia i a los e: e la paz p •í lJlica, j
1
' El Universo. La redaccion fué de nuevo conmi- di.io tarnbien que era la c~usa de atnqut·s mui tenada
con la supresion, no ya con motivo de los mibles dirijidos contra la Relijion. ¡ Cuilnto cl<->be
negocios de Itnlia, sino poL· causa de un escrito haberse sorprendido el cándido i pkdoso M. Bi-titulado
Europa i Asia, i seis semanas desput!s; llnult, al V(>l' que la supl'esi.on del Univel'.~o, léjos
se le hizo otra conminacion por un proyecto de de hacer cesar esos atnqu{'-s m~ti temibles, 1os ha
carta al Papa, que había pt·opuesto M. Veuillot. hecho mas atrevidos ! A ñadkemos que su tésis
El decreto ministel'ial dcclamba que tal P'.'6yecto ! ya era co~1ocida, .po1·que los catóJi,•os model'ndos
tenia por fin "busrat• J organiza•· una ajitacion ! sinceros, ga.lirnnos,fusionbstas,académicos,i en fin'
en Francia, bajo un pretesto relijioso.·,, 1 toda la prensa irreJijiosa la babia sostenido üntes:
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1 ~88 -- :EL CA T·o L I C O.
r~.,~~~~~~~,.....,_~r . r-..~ ................ -
1 Como el ataque era mas bien a Veuillot, que al 1
f periódico que él redactaba aunqn~ el Ministro
1 hnbia califieado de in.sopo1·table e: titulo de C'ste,
r se permitió al propietario MI', Taconet. comprar
1
otro que se llamaba la Voz de ltt verdad, i que
¡·: contaba cr.¡·ca de 2000 soserito¡·es. DPI pel'ióclico
suprimido i del nuevamente adqnil'ido, se formo
¡1 uno nuevo que se llamó El !J'Jundo i que f•onservo
1 casi todos los RedaC'tOI'<'S del <> i todas
: sus doctrinas. Lo únieo que se exijio por los enl
e> no ha
desarmado a los enemigos de MI'. Veuillot. Los
escritores revolucionarios i oficiosos (que es todo
u no), lo he n perseguido con injmias po1· b prensa
i aun en el teatro donde Dada se rrp1·esenta sin el
pase de la censura, los católicos liberales mas
ilustres i mas nombt·ndos, lo han hostilizado atacé"
indolo, regañándolo i haeiendo mezquinas alusio·
nrs a él en sus panfletos, rn sus discursos i aun en
sus libt·os. El ha solido contestna· cuando se han
atacado sus obras, i ha desdeñado toda respuesta
cuando los atnques hau sido dirijidos a su persona.
Pei'O como no ha habido acusacion que no se le
haya hecho, aun la de ambicion personal, ha dicho
por fin:
«Yo no soi nada, ni pretendo nada,ni tengo nada.
No perténezco a ningun partido, porqu·e no me
hago ilusiones sobre ninguno, ni acaricio ninguna
quimera. No <:'stoi ligado po~· ningun reconocimiento,
por ninguna ftfeccion, sino con la Iglesia,
pm·que ella es mi Madt·e i mi Reina. Es a ella que
Jo debo todo desde que le debo el conocimiento de
la Y<:'rdad ; la amo porque es po1· ella que creo;
ele ella sola espe¡·o todo lo que puedo espet·ar :
hombre, la misel'icordia divina, ciudadano, la salud
de la patl'ia. >)
Concluyo ron estas palabras que cal'acterizan la
obra i el obrero.
No se espe•·a¡·ia de mí, sin duda, que enta·ase
en detalles particular<'s sobre la Yida de Mr. Luis
Venill.ot. Las cosns demasindQ íntimas, segun Eu·
jenio G uérin, debe uno gua¡·dal'las pa1·a sí. Hahlat•
de sus hábitos, seria una pue1·ilidad : yo he divi-
~ dido con él los placeres i )os dolores, ¿ p.ara qué
refcl'il'los a los indiferentes?
11
1 ·EuJENIO V EUILLOT
( 3) Una de las obras mas notables de 1\ll·. Vuillot,
es la que ha publicado últimamente con el título de
1 f7ida de Jesus. Fn ella hace la verdadera historia del
1 Dios. de lo~ cristianos, _i pu~veriza la novela que con ¡ el m¡smo t1tulo ha escr1to l".rnesto Rr.nan. El Santo
Padre dirijió con este motivo al escritor católico la
rat:ta q_ue publicamos en nuestro número 82.-( Nota
de la redaccion.) ·
RETRACTACION.
Ilustr~ simo señor Arzobispo doctor A ntouio U erran.
Socorro, diriemt1·e 20 de 1864.
Nuestro amado i mui respetado Prelado :-He-m
os leido con el respeto i la estimacion que merece.
la carta contt>stacion que se dignó <'scrihirnos con
ferha 1.0 de los cot'l'ientes, en (Jtle nos manifiesta ,
S. S. J. las razotH'S en que se funda para rxijirnos
ret1·actacion pública del jm·amento que pr('stamos
en los términos prevenidos po1· la leí sobre policía
de cultos, i de fas opiniones i doctrinas que hemos
publicado po1· la imprenta.
Vamos a complacet· a U. S. I. diciéndole lo sr.- ¡
guiente: po1· el jut·llmerrto que prestamos en obedecimiento
de la leí de .23 de abril sobre policía f'
de cultos, no quisimos de modo alguno obligamos
a obedecer al pode¡· tt>mporal en asuntos propios
de la jmisdiccion espiritual ; i aunque a\ prestar
sia, pedirnos perdon a la aHtoridad cele- 1 s!ástica por httber prestado nuestro juramento, sin
salvedad alguna en la fÓI'mula con que lo pt·estamos.
Respecto de las publicaciones que hemos hecho
po1' la imprenta, des pues· de babea· prestado aquel
juramento, ya lo dijimos a U. S. l. en otra orasion,
i lo repetimos ~hora: nos rett·actamos de
todo aquello que en tales pu\)lieariones rsté condenado
por la Iglesia docente, como rontrc1rio a la
fé, a las buenas costumbres i a la jurisdircion espiritual
de la Igl('sia; pues crPemos <.·o.n el Apóstol
que la Iglesia católica es "la columnn i firmnmen-to
de la verdad," i que nuestra razon ()(lbf' sorne·
terse a su,. autoridad, sin exámen ni va~ilacion,
siempre que se trnte de asuntos propios del órden
espiritual.
Si esta retractacion fuere suficiente ra1·a llenar
los deseos de U. S. I, pedimos rendidamente In 1 correspondiente absolucion, i prometemo sujetat·- !
nos a cumplir la penitencia espil'itual que se nos.
señaln.
U. S. I. tendt·á lü bondad de dar t\ esta ret1·ac- •
tacion la publicidad necesaria, i ordenarnos totlo
1
.
lo demas que dt'bamos hacet· para llena1· nuestL:o
deber como minjstros católicos. ~
Con sentimientos de respeto, amor i obediencia, ~
nos suscdl>imos de U. S. I. humildes súbditos. ·
Félix Jiron-11/iguel Atuesta ..
SEÑORES SUSCRITORES."
Con el pt·esente número tet·mina el trimestt·e ..
.COI.EJIO DE I .. A CONCEPCION.
Este Establecimiento de alumnas rsternas continuará
sus té.lreas el dia 7 de enero de 1865.
Se enseñarán las materiassiguient~s: relijion, urba ..
nidad, historia sagrada, gramatica castellana, aritmética,
frances, jeografía, escritura, d•bujo, musir,a vocal
e instrumental, costura, bordados, tejidos i demas
obras de aguja, i flores artificiales.
El sistema adoptado para el estudio de los ocho primeros
ramos será el _mismo que emplea en el" Liceo
de la Infancia" mi hermano, el señor Ricardo Carras- l:.j · quilla, quien se enc.:~rgará de dirijir la enseñanza de
ellos.
La Dir('ctora, BELEN CARRASQUI LLA DE ÜBTEOA.
..._ .. _ ... -.......... ~ ............... ......,.._""'"" ............. ..........,...,..
IMPRENTA CONSTITUCIONAL - POR NlCOLU llO~TON,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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Prensa
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El Católico - N. 84
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Contradicciones, pájaros
TRIM. IV. AÑO II. Bogota, 17 de enero de 1865, NUMERO 85
SEÑORES SUSCRITORES. 1 dnd i su existencia de hombre es un hecho histó·
Con el presente númet·o principia el cuurt-u tri. 1 l'ico; pet·o no ha existido ningun enviado sobre-mestre
del segundo año. 1 natural ; luego Jesus era simplemente hombre;
1 Juego no era hijo de Dios, .sino en el sentido de
1 que todos lo somos; luego no era Dios. >)
~ NUESTRO~ AJEtJTES. 1 Hé aquí hasta donde ulcanza la negacion del
Les suplicamos encarecidamente que, a vuelta ¡ milagro, ¡ sinernbnrgu, U. dice: « J .... os ultl'amonde
correo, se sirvtlu enviarnos e\ valor de las sus~ tunos lo defienden ~olo p nra poder embrutecer i
criciones qne coloeat·on en el tl'ime~.tt·e que tet·nü- esplotnr a los pueblos, Nosotros lo comb·ltimos
nó i las colecciones que tengan obran tes. persuadidos de hace· un gl'an set vicio a la Relijion
REDACTOR, VE1 ANClO ORTIZ.
- - -
LA CUESTION DE LOS MILAGROS.
cristiana, dándo con1bate a las preocupuci0nes. ))
Esto equivale a decir : « F.l Cristianismo ha ci·
'ilizaclo al m un( o porque el mundo lo ha creído
obra ele Dios, porque el mundo h:. creído que Jesu-
1
cris~o. es Dios_; quitémogJc ~ Crist~ el prcstij.io .de
la eh vu .. dud, 1 entónces hn ·a mus btenes el Cnstm-
Se,ior Colaborador de ) t nisrno. )) Pero como el hombre alnn donado a sí
Efectiv.1ment ··, seiwr, es < ifícil entt·m· con UU. 1 mismo, no puede adclantat· porque todo progreso
en m a cuestion séria, poquc no tienen bueno fé. 1 ven/aJero tiene f rzosamt•nte que acercado a Dios,
Sernros ele que lo que UU. escl'ibcn llega sin es- 1 fuente única de toda perfeccion, no comprende- ·
torbo hasta los últimos rincones de In ll<'públic~, 1 mos cómo pueda hacerse mas útil a In humanidad 1
i de t¡ue los que Lt>n ce El Tiempo>) i ce La Opiniot n 1 la Relijio! , quitánt!ole su oríjen di vi o i su fin
no le ·n lo que nosotros escribimos, siguen llU. 1 inmortal. ¡Qué crbtinnismo tan particular el suyo, !'
siempt•e adelante diciendo qne hemos desertado de 1 se flor Cotabot·adot· te ce El Tiempo. J) Ese cri tia- ~-~la
polémica, que no !JOdemos conte~ta1· -us argu· 1 nismo, obra de un hombre que :.;e éltr~vió a !lamentos,
porque el Catolicism:::> no resiste una dis- 1 mat·sc Dios no ~iendo Dios, no es mas que un sis- 1 ..
cnsion filosófica. Así van UU. ganando terrello ron 1 tema filosófieo como cualquiet•a ou·o. No h~:ti re ..
1
, Jos que tienen bucnns dispc sieiones para la im- 1 velacion, segt n U, no hai 1 uda, i de con ·iguiente i
piedad, i van arrastrnndo a Jo Íl rautos po•· la vía 11w hni Dios, pot·que no hni Pro ·idencia. Entón- ¡
del ateismo, para arrojm· a una porcion del pueiJio 1 ces U. no es Cl'i: iano, pero ni aun deísta, es ateo. 3
en nn piélago de desgracias ; este es el íll}lOI' que 1 ~~to t'S lo que U . nos dice claro negando la di •i- .,
UU. tienC'n a sus compatl'iotas. La mayor pat·te l11idad de Cristo, los milngros i la e.xistenda del
de estos, no tiene otro consuelo en su miseria que 1 infiemo. ·~
·su f> en Dios, su nmor a Jesncl'isto, su espenwza 1 La revelacion es un gmn milagl'O ; si no hai
en las promesas del Evanjelio. Pm's bien, UU. le 1 rnilngro no hui t·evelacion; si no hni rcvelacion
quitan ese único consuelo~ i gritándole: e< sois 1 no hni rclijiou verdadera, no hni Provic'ruciu, no ~
libre,>) ''en su desespet·acion i se ríen con una rLa 1 hni Dios. Un Dios que creó i no conscna, que •
satánica. 1 crPó i deja luego abandonada su crcatura sin dtt '
l~n los dos u1timos n'i meros de este pel'iódico 1 cirle siquiera por donde ha de mat·ch:lt', 10 es l
hemos contestado a U. señot· Colt.borador, los ar- ¡ com{)l'eusible, no podemo!:: imrtjinado, es tanmons· 1
gumentos que hn hecho contra el milagro, i sin- 1 tt'Uoso para nosotros corno para U. el milagi'o; 1
embnrgo, en elnúmet·o 369 de «El Tiempo, )) que 1 i como el milngro prurba la divinidad de Cri.sto, ¡i
tieile fecha 11 ele este mes, di('e U, qne ce El Cató- 1 i como nosotros CJ'(lemos en la divinidad de Ct•i to, t . ~ lico >> ha guardado un profundo silencio. ¡~ Hai 1 defendemos la existencia del milagro. '
en esto bur•1a fé? .e To, ¿ pe1·o qué impo"ta ? Lo 1 Si b mot·al Nistiana es sal \'adora de ta huma- 'f
que importa es que los que Icen «El Tiempo~> i 1 nid:Jd, es porque la hurnanid:Jd eree en la revela- ~
no leen ce El Cat61ico, >> crenn que cfe~tivnmente 1 ciou. Si eL hombre busca el saerificio en vez de los 1
nos ha dejado U. con la lengua entre lt\ boca con 1 goces, si renu 1cia a una e, istencia llena de pla- Je
' sus estupendos argumentos. 1 ceres para consagrarse al servicio de sus seme-
Cuesti'O pueblo no estú suficientemen e ilus rato 1 .}ant('S, es porque cn.'c en el cielo, porque cree en · ~
f para tcnel' criterio. I. .. e La~ta ve1· qne una cosa está 1 las })I'Ornesas de Cristo; pero si Cristo no es Dios, l
l impresn, para creerla ch•rtn. Si no f11era 1·a1 u 1 el hombre se hace pagano o ateo, que es lo mismo, ~ ~
1
! situacion intelrctunl, 110 Sfl'inu los libet·alrs los 1 i entóuces todo lo sacrifica a sus goces personnles. 1
que cstaiJan eu el Poder; el pueblo hubria cono- 1 El hombre ama a sus semejantes porque cree en
cido ya hnsta dónde nleanznn ..,us derechos, i no 1 Dios i espera cu sus promesas; ama a su patria li üeJal'ia iosultm· impuneroente sn fé. 1 porque an:Ja a sus semejantes¡ pero si no hui Dios, ·
U. dice: e< El milagro no sirve para la moral, 1 si el que él creia Dios no es mas que un céleiJre ·i
no es npoyo de la doctrina cristiana, no conduce 1 impostor, ¿por qtJé ha de nma1· a sp patria? Su 11
[ a fortificar el sentimiento relijioso, no prueba la l patria es su yo, í ence!'l'ado en un egoísmo l)l'utal, ~
¡ existencia de Dio:s, del alma, ui de la inmortali- l todo lo sacrificará a la satisfaccion de sus deseos, 1
f' dad, no inst1·uye, no mejol'a la especie hurnana, l será un mónstruo. Hé aquí las consecuencias de l, (¡ no sirve, en una palabra, para nada Lueno. >) ¡la negacion de la divinidad de Cril:. ·o.
I un po.:!o mas adelante est<1rnpa estas palabras, 1 Segun U, señot· colaborador, ya lo v0, no hai
~•1 que prueban pt\l'a cmmto sirve el milag¡·o : <'Si 1 ninguna virtud positiva, no bai porque amat· a los
el milagro no existe, como lo hemos probado, no 1 hombres, no hui porque amm· a la patria, no hai
l1ai mision sobrenatural.-Jesus existió, es ver- 1 porque sacrificarse en favor de otro; el yo es todo.
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290 EL CATOLICO.
¿Este es el credo de los'libet·ales? ¡ Pobre tierra
la nuestra 1
U. exije que se le pruebe " de un modo il'l'efra •
gable un milagro siquierfl, uno solo; i entónces,
dice, Jos admitimos todos." Nosotl'os le hemos
citado a U. uno compt·obado con el testimonio de
la historia i con un monumento que aun existe.
La misma pt·ueba que tenernos de que existió un
hombt·e que se llamó Má1·co Aun•lio i que ft é empe,
·adot· de Roma, tenemos del milagt·o ( cunido
pot' la orncion de una de las !ejiones de su e,i(~l'eito.
El milagro es un hecho, pnt·a nosotros inesplicnble,
pero es un hecho que se vé, que se pnlpa,
qu~ nos entt·a por los sentidos como <·ualquiera
otro ; i de consiguiente se ¡.;rueba como todo hecho,
pot' laahistoria. Le hemos probado a U. qne
el Evanjelio es una histo1·ia, se lo hemo: p1·obado
con las mismas condiciones que U. exije, i le hemos
pt·esentado la relncion de los mila¡2.ros que él
refiere. Si estas no son pruebas, no aeertamos a
comprende•· cómo puedan comprobarse los ncon ·
teeimientos que han tenido IÜplr léjos dP nosotros.
Todo lo que ha sucedido en el muudo, lo sabemos
por testimonio ajeno ; miéntras m(}s rnmH•t·osos
son los testigos de un hecho cualquiet·n, mas
fé nos merece; i si esos testi_bos no pueden tacharse,
pot·que ningun intel·es han podido tener en
mentir porque ninguno de los que pudieran desmentirlos
lo ha hecho; i porque esos que pudieran
habel'los desmentido tenían inte1·es eu hace..Jo,
i sinembargo. no se atrevieron a ello, entünces la
evidencin sube de punto. Estns son las coudiciones
que la cdtica exij pam compt·obnr la esactitud de
las relnciones histórieas, i esas condiciones tiene
el Evanjelio, con estas mns: los que p 1dierao habet'
desmentido a los Evanjelistas, estaban en posesion
de un poder suficiente para hact-r!o con
plena segul'idad, mientras que esos historiadores,
pobres, oscut·os i pet·seguidos no tenian muchos
medios de defensa. 1 por fin, U. que no cree en
Cristo-, ¿U. cree po~ible In abnegacion de esos hombres,
llevada hasta el estremo de sufrir, como snfl'ieron,
espantosos martirios hasta rendir la vida
pm· sostener la divinid1.1d de Cristo? ¿ Contibe U.
que fueran tan tontos esos hombres que se dejaran
matal' así, por difundil· una patt·aña? Usted que
no cree en ningun fundamento del sacrificio del
yo, ¿puede esplicnt· ese sacrificio? ¿No seria él
un milagro, i milagt·o mas sot•pt·endente que todos
los que U. niega hoi? ·
Si esos homLa es diet·on su vida por sost€net· i
difundí•· la creencia en la divinidad de Cristo, es
indudable que lo creían Dios; i si lo creian Dios
era pot·que babia hecho a su vista los milagros
que los Evanjelios refie.-en.
Pero todavía quet·emos hnblat' a U. de otros
milagros que no son refet•idos pot·los Evauj('listas,
de otros milagms que constan en la historia pro.
fana; i casualmente nos ha venido a la mano una
ob1·a respetable en que se refiere uno ocutTido en
Roma en el año de' 1842, i cuyos efectos vió lít
poblacion entera, causando no poca s01·presa a los
que allí habia de la escuela de U. Vamos a referido.
En los primeros dias del mes de enero del citado
año, llegó a Nápoles, procedente de St1·asbourg, un
jóven israelita de cat•ácter ardiente e impetuoso.
Su objeto era seguir para Oriente a consag1·ar todos
sus esfuerzos i la gran f01·tuna de que disponía,
a la rejenet·acion de sus correlijional'ios, porque
se indignaba de todo lo que podia justificat· la
' maldicion que pesa sobre los descendientes de
Jacob.
Al momento de it· a aneglar su embat·que, le
ocurrió que era una tontería no it· a Roma para
estudia•· los monumfntus de que aquella ciudad
está sembrada. Tenia intencion de t·egresat' directamente
a su país, sin tocar en la capital del mundo
cristiano, i vió que era preciso acercarse a ella
en aquellos momentos. Ne vaciló, i t1·es días despues
se presentaba en casa de un personnje para
quien tc>nia cnl'tas de recomeodacion. Como este
personaje em protestante deJa secta de los pietis- 1
tns, concibió e\ deseo de atraer a\ jóven a su
c1·eencin, porque le inspil'ó simpatía su caráctel·
determinado; pero por lo mismo, temiendo ofendel'lo,
no se atrevió a decirle una palabra.
Acet·cábase el dia de la partida, i Alfonso Ratisbona,
que era el nombre del jóven ismelitn, cmdaba
ya bac·iendo sus visitas de despedida. Uegn una carcnj:Hla,
i poniéndose enc~ndido como una gmna dijo :
"Bien, set·é coudescencliente; que venga la señorita
i de ella la admitiré.''
La señorita no se hizo esperat' i colgó la meda··
lla ni cuello de Ratisbona, añadiendo con el mnyot•
candor. " Esta medalla vá siempre acom paúada
de una omciou. ¿La admitiríais de mí?''
-Sea, contestó el interpelado, i pat·a que veais
que los judíos no somos tan intolerantes como se
nos ct·ee, la copiaré i os dejaré la copia de mi mano
como un recuerdo mio.:·
Al decía' esto se alejó murmumndo por lo bajo :
'' ¡Qué impet·tinencia 1"
1~1 señor Baron de Bussieres, ratolico, que era
el que había cometido aquella indiscrecion con el
jóven judío, corrió a t•ogar a M. de la Fet·ronais,
hombre eminentrmente virtuoso, que orara por la
convet·sion de Ratisbona. La Ferronais mu1·ió casi
de repente al siguiente dia, i el Baron se encarg6
de los arreglos del entierro. Dirijíasc pam este ·
objeto a la iglesia de San Andt·es de la Fratte. 1
cuando encontró a Rntisbona que andaba aun yisitando
monumentos, i lo convido a vc1· un precioso
mosaico. El judío entró l se puso a pasea1· en '
la nave como podría hacerlo en un corredor. El
Barou lo deJó allí, i se entró al couvento donde 1
permaneció como ocho minutos. Cuando salió,
buscó a su compañero, i 1 o alcanzó a ver postrado
en la c>apilla de San Miguel, con la frente sobt·e el
polvo. Creyendo que por burla estaba asf, lo
llamó varias veces sin obtenea· respuestn. Temiendo
~ntónces que sufriera alguu accidente, lo fué a
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E L CA T O L I C O. .291
1 levantar, i vió que oraba i que estaba bañado en
lágl'imas. So•·pt·endido le pt·eguntó: ¿qué es esto?
-Es, le respondió, que ese hombre mut;rt\l ha
1 rogado po•· mí. Llevadme inmediatamente a don'
i de un Sacet·dote de los mas vit·tuosos e ilust•·ados
:¡ que haya en Roma, pam que me instruya en vues-
1 que produce estos efectos milag1·osos en favor del
pueblo. U. que quiet·e > vea Jos efectos de la ct·eencia que
combate con tanto empeño.
tra fé.
-¡, Pet·o qué os ha sucedido?
·
1 -No me pregunteis ; yo lo diré de un modo solemne.
Llevadme, amigo mio. No sé dónde estoi.
Quedóse pa•·ado un momento con la frente entre
las manos, i luego abrió los brazos para estrechat·
en ellos al Baron.
Condújolo este al convento de Gesu, donde el
padre Villefort, i algunas horas despues, en pre·
sencia de una reunion de pet·sonajes mui cat·acte-
; a·izados, convocados al efecto, Ratisbona dijo:
''.Hacia un instante que yo estaba en la iglesia,
cuando me sentí de golpe turbado de un modo inesp\
icable. Alcé los ojos i no ví el edificio en que
me hallaba. Toda la luz se babia concenta·ado en
una sola capilla, i en medio de esta aUI'eola deslumbmdora,
ví, de pié sobt·e el altar, grande, brillante,
llena de majestad i de dulzut'cl, a la Vírjen
Mada, tal como se •·epresenta en esta medalla.
(Sacó l-a i cubl'ióla de be~os) Una fuerza il'l'esistible,
continuó, me lanzó hácia ella que me hizo
seña con la mauo pat·a que me pusiet·a de t·oclillas.
Hícelo, sin poderme resistit·, i entónces me pareció
que una voz me decia al oído: " así debes estat•.''
Ct·eo que no babia hablado nadie, pero yo
lo oí, i lo comprendí todo."
Tal fué la 1·elaeion de este hombre que figtll'aba
entre. los viajeros ilu~trados, i que estaba alla-nente
l'elacionlldo eu Em·opa. El recibió algunos dias
despues el bautismo de mano del Cardenal Patl'izi,
en la iglesia de Gesu, en presencia de una concurrencia
nume1·osa, i vestido con la túnica blanca
de los catecúmenos. No contento con erijit·se en
apóstol, predicando en el Chetto a sus antiguos
coaTelijionat•ios la doctl'ina de Jesus, se afilió en
una de Ias muchas asociaciones de caridad, que
cuenta en su seno la ciudad ete•·na. l romo solo
ei.Catolicismo que tanto se combate aquf poa· los
que se llaman amigos del pueblo, puede inspi•·ar
el grado de abnegadon necesal'io paa·a desempe~
ña1· las penosas taa·eas de Los Sacconi, vamos a
dar una liJera idea de esta asociacion.
En el l'igor del inviel'llo, cuando el fl'io es mas
intenso, cuando el cielo se vé cubiet·to de bruma i
las calles inundadas de lodo, dos hombres vesti·
dos con un lat·go sa<.•o de tela blanca, con el ¡·ostro
oculto bujo un cnpirote como el que usaban
nuestros nazat·enos de la semana santa, i con los
pies descalzos, van golpeando de puet·ta en puet·ta
i presentando sin hablar, un bolsiHo que llevan en
la mano. Caen en él las monedas que la caridad
destina para el alivio del pob1·e, i pocos días despues,
están en libertad los prt>sos po1· deudas. Los
hombres que hnn pagado pot· ellos, los que paa·a
pagat· han pedido limosna recotTieudo las calles
con los piés descalzos, son los nobles •·omanos, los
~randes de la tiefl'a, Pdncipes seculaa·es, Cardenales,
Jefes de ót·dcnes rclijiosas. ¡,Puede hacer
estos sacl'ificios el que no ca·ea en la divinidnd de
Cristo ? ¿ Puede hace•· estos sacrificios el que
tiene el corazon henchido de egoismo, el que no
adoa·a sino su yo ? I estos sou Jos males que hnce
' a la humanidad la creencia que U. combate, señor
Colabo•·adot· de " El Tiempo." Esa jeraa·quía que
U. llama tehebrosa9 es la que enseña la doctt·ina
La caridad católica busca por donde quiera al
desgraciado para aliviarlo, pat·a consolarlo. Lo
toma, como U. dice, desde la cuna, i no lo abandona
hasta despues que ha lanzado el ultimo suspiro,
poa·que ella practica los preceptos evanjélicos,
porque vé en cada hombre un hermano, porque
cree que Jesucl'isto es Dios, i espera pot• p•·emio
de este amot· sublime, una eternidad de goces.
Quite U. al pueblo su creencia ft•aternal, quítele
U. su fé en Ca·isto Dios, i lo ve1·á U. ft•io como el
mármol ante la desga·acia ajena ; lo verá U. egoista,
sensual~ báa·baro, c•·uel. Cuando el pueblo baya
llegado al punto a que U. quiere conducirlo,
huya U. con su familia a lo mas enmarañado de
algun bosque, po•·que ni su hono1·, ni su vida estarán
seguros entre el pueblo. ¡,Quién puede daa·
garantías a U.? ¿La lei? La lei será impotente,
i el mismo juez que debiera aplica•·la, será un
malvado que se reirá de los males de U, i ayuda•
·á a lo~ que quiemn deshom·at· a sus hijas, despojarlo
a U de sus bienes, privarlo de la vida.
La oa·ganizacion actual del mundo, no lo olvide
U, se debe al Cl' istianismo. Pero si Cl'isto no es
Dios, si es solo un impostor, esa Relijion no tiene
mas pa·estijio que las doctl'inas de Voltah·e, i nadie
dejara de buscar el placet·, porque nada cspea·a•·á
po¡· la senda del dolot·. Si el Cristianismo ha triunfado
del halago de las pasiones, si ha podido
salvar al mundo. pt·edicnndo el snca·ificio, si ha
alzado a la mujet· a la altura del hombt·e, si ha
podido estendea· las virt'!ldes que forman lo que
llamamos civilizacion i culturn, lo ha hecho poL'•
que es una K.elijion divina, pot·que el que la predicó
em Dios. El triunfo de esa Relijion sobre las
inclinaciones natnrales d61 hombt·e, ese tl'iunfo
que bl'illa t•omo e) sol en medio de la escena del
mundo, ese triunfo, seúot·, es un milngro. Si U.
cierra hoi los ojos pat·a no vedo, cuando se acet·que
su ultima hora cuando u. tenga delante esa
eternidad que hoi niega, cuando sienta el fl'io de
la muerte que no puede dejat• de confesar como
una realidad, entóuces gl'itara U. como su maestro:
q Creo que me he equivocado,'' i solo la
mia·ada compasiva del Sace1·dote de quien hoi se
burla, i solo la voz de ese Sacet·dote que pide para
U. la misericot•dia divina, le dat·á alguna calma.
¡Pobre de U. si oye entonces las cat·cajadas del
ateo a la cabecet·a de su lecho.
~---
INSTR U CCION POPULAR.
BELACION DE LAS 1\IUEP.TES FUNESTAS DE LOS
11\IPIOS.
Es tan notable la circunstancia de que todos los
grandes enemigos de Dios, que se han distinguido
po1· su odio i sus pe1·secuciones a la Relijion, han
muea·to desastl'osamente, que al leer con detenciou
reflexiva su histm·ia,no puede el mas despreocupado
dejar de sorpt·enderse viendo que una verdad
tan obvia, que está al alcance de todo el mundo,
que estriva en hechos auténticos i en testimonios
intachables, pase desapercibida para e) mayor núme•
·o. Tal vez a fuerza de repeti1·se estos hechos en
•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
292 EL CATOLICO.
lj todos tiempos se han familia !'izado los hombres con
i¡ ellos, i han dejado de considemrlos como una
11
1 manifestacion de los altos juicios de Dios, que, si a
veces indignado reset·va para ott·a vida sus tenibles
castigos, ott·as misel'ico,·dioso nos pone delante de
los ojos altos ejemplos, que nos conmuevan i
1
1, hagan una llamada a los gt•andes criminales i a los
cot·azoncs endurecidos en la maldad.
1 preparado en el infierno lm lugar preeminente,
pues no se sabe qnE:' hiciese penitencia, i dónde ha
estado nguardando dut·ante casi diez i ocho siglos
a su discipulo Voltaire, i a todos los que han adoptado
su divisD: écrassez l' infame. Alguno colombianos
se hol1t'arán hoi tan1bien eon su com-pañía,
i tan amable sociedad no dejnrá de aumen-tn
•·se miéntms haya en el mundo filósofos a lo ·'1
llenan. ~ Un volúmen entero podriamos llenar, si quisié~
ramos seguir paso a paso la historia desde Jos pd-
1 meros ticmpos,i pinta~· la suerte de los impíos obcc-
1 dados de de Caiu hasta nuestros días ; pero no
1; siendo posible ni oportun~ esta tarea, nos p1·opone- !
l' mos solamente dnr breves cst1·actos relativos a 1
~ 1 algunos de los mas célebt'<'S pet·sonajes desde lfl
ti.: venida de Jesucristo, dejando aun lado los tiempos
Comenzamos nuestra relacion por Cnlígula, .l
emperaclot· romnno, suresor de Tiberio, qu nació l
el año 13 de .Tes 1cristo. Era hijo de Gel'lnániro i ·a
de Agripina, bija del g rande Agrip 1. Tib .... rio lo
llamó al trono desde mui temprano, pnes no tenia ,
sino 25 años cuando fué proclamarlo Emperadol',
el año 37 de Jesucristo. Los priucipios de su reinado,
como sucede frecuentemente con los tit·anos
noveles, parecieron pt·ometer al pueblo romano
días afot·tunados ; pc1·o este sueño brillante no tnrdó
en desvanecerse. El jét·men de los vicios ocul-
1 bíblicos, i pasando eu silencio, así los gnmcle':i
1
castigos jenet·ales de aqtu~ IIas épocas, como los
1
, individuales, larguísima lista de nombres de reyes
i personajes enemigos de Dios, desde los Faraones
hasta Júdas I:>cal'iote. l¡i Léanse con atencion estos bocetos i ellos suminista
·arán ejemplos i lecciones tetTibles en que se
ve claramente el dedo de Dios obt·ando milagt·os, 11
pot· ma::; <.jue los incrédulos nieguen ~a posibilidad
¡
1
de estos. Ellos pueden burlarse, pero la relijion, r ]a razon i ia espet•iencia de todo los siglos, han
f ' estado siempre de acuerdo en predecir a los culpa~
bies el inevitable castigo de sus crímenes, aun
~~ en este mnndo. ce El camino de los impíos conduce
~la muerte,» elijo hace muchos siglos Saloman.
~~ ·«Por le tl ta que pat·ezca en venit· la pena, dijo Ho!;
I'acio, rara vez deja de aleanzat· al culpable que
; huye de ella.>) En efecto~ con rat·as escepciones,
J que Dios pet·rnite, porque sie!1do ete•·no puede
1 diferir :ms <'nstigos, los acontecimientos han venido
casi siempre a confirmat· la verdad de esta espanto·
sa precliccioo. .
Re pi tamos que es solamente una pequeña parte
de los numet·osísimos hechos que att>stiguan el
irrecusable cumplimiento de esa verdad, la que vamos
a presentm· seriamente a nuestros lectores
omo (>l ob,reto m~1s digno de su meditacion, i que
partiremos d<>sde Jesucristo. No l:Jab!aremos del
imp ío Iseariote, primero cuya muerte clesastt•osa
enco 1t1·amos en la historia de Jesucristo, porque
bi n conocida es ella de todo el mundo. Solo obse•·varomos
que f~1é el único de la escuela filosófico-libeml
que había entt·e los doce escojidos, como Jo
pru 'han sus muchas i famosas fazañas.
Tampoco mencionaremos al célebre Poncio Pilato,
Gobernador de la Judea por los romanos,
que condenó a Je,;us al último suplicio, uo obstante
la pel'suacion en qne estaba. de su inocencia
i santidad. El miedo es alto de cuerpo, i el de este
juez pusilánime~ tomó proporciones jigantescas
cuando pensó que el pueblo sobe1·ano de Jerusalen
o sean los escribas i princípes •·osa-cruces, podían
hacer una asonada democrática que pusiese en
peligro su autol'idad. Todo el mundt? sabe qué
vida llena de ama1·gm·a, de profunda melancolía
i de cru«:>les l'ernot·dimieutos llevó este hombt·e
cuya criminal debilidad le hizo desoí¡· Jos dictados
de su conciencia i los consejos de su esposa ; i
nadie ignora que murió en Viena del Deltinado,
víctima de su desespemcion. El suicidio em el fin
necesa•·io de una existencia tan inquieta e infeliz,
i así se at•t·ojó desde la cima de una roca elevada,
único medio de borrat· de su ft·ente el estigma del
1
deicidio que lo marcaba: estigma que, sinembargo,
llevará eternamente su memoria i que le habrá
to en su corazon se desarrolló mui pronto. r~ ·te
príncipe, que dut·ante ocho meses había pi'Omctido
tanta gloria i felicidad, se manifestó como un
til·ano, un mónstruo, un cobarde ins"nsato. Su
orgu llo llegó ni colmo, i se jactaba de set· el amo
de todos los reyes de la tietTa, mit'Rndo a los o'tl'os
pl'Íncipes como viles esclavos. Quiso ser acloPado
como nn dios, i a este efecto edificó un templo,
nombró sacerdotes e hizo que le ofrecieran sacrifi.
eios. Se inCOI'poró él mismo en este col.ejio sa- ·
cerdotal, i tambien a su mujer i a su caballo. El l
nuevo Júpitet·, para mejol' merect>r este título, .1
quiso imitat· los relámpagos i los t·ayos, i en las J
tempestades hacia un ruido semrJ·ante al de Jos i~ ¡if tt·ueuos con una máq 1ina a propósi o.
Entónces lanzaba un p1ed\·a ni cielo i g1•itaba :
" mátame, o yo te mato:' Sus estravngancias no
se JimitllJ'on a eso: echó pot· tietTa las estntuas i 1
las imajenes de los grandes hombres; bizo quit:.u·
de todas l¡;¡s bibliotecas de Roma los bustos de
Homet·o, de Virjilio, de Tito Livio ect. La co- l, l
rt·upcion mas iGfame i ta ci'Ueldad mas bárbara ~
viniet·on a aumenta•· el horror de todas estas es- a
tt·avagancins. Incestuoso con sus tres hermanas, ;~
apat·ecia con ellas en público en las postut·as mas ,,~
indeeentes. Deshonró las mujeres de Roma, arrebatándolas
a sus ma1·idos, i fo¡·z;::mdo a estos a ser
testigos de Ja profunacion del lecho conyugal. Es- i
tahleció lugares públicos de p~·ostitucion en su pa· ,
lacio i fllndó una academia de jnego, donde él mis~
mo recibia lecciones de pillería. U 1 dia que le
faltaba dinero, dejó a los jugado:·es, bajó al patio
de su palacio e hizo mata¡· allí mismo a vat•ias
pet·sonas distinguidas, para quitarles 600~000 sertercios.
La efusion de sang1·e humana era 'para él el espec- '
tácul? maf,s agradabDle; t
6
os as
1
esinntos edr~n dsu 1
1
·e- ;~
creacwn nvorita. os e nsu es, en me ro e os
cuales estaba sentado un dia, viéndolo reil· a cat·cajadas,
le pregunta•·on la causa: " Me rio, les 1.
respoJ.?dió el malvado, al pensar que en este mismo
jnstante puedo haceros degollat· a los dos."
OtJ'O dia que se babia equivocado en una ejccucion
haciendo sufrir la muerte a ot1·a persona distinta
del condenado, dijo : '' qué importa ! el ot1·o
no lo merecía mas.'' Un caballet·o que, sin motivo
rdguno, había sido arrojado aJas fieras, gritaba
que et·a inocente. Calígula lo hizo llamar,
mandó que le cOl'tasen la lengua i lo hizo echar de
nuevo a las fieras para que lo devornsen.
Obligaba a los padres a asistir al suplicio de sus
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«-:~-· ----- -- ·-------- --
EL CATOLICO. 293
hijos i allegados i a bul'larse de ellos con el Empe 1 no están apropiados a las instituciones, institurador.
El tdste placer de ver sufrir a oti'O le lison 1 ciones libérrimas qur, tl'aducidas literalmente de
jenba tnr to que se dive1· ia cu dar él mismo el las que se ban dado a p~íses mucho mas cultos i
tOI'Jlento o pone1· sobre la t•ueda n los desgl'aciados civilizados, requiel'en aquí virtudes estraordioaque
t•aian en sus manos. Su maldad llegó ni e'itre- ¡·ias para cumplirlas, vi1·tucltes que es necesal'io
m() d! ec¡·rm· los w•meros públicos pat·a cornpla- fonnat• pl'itne1·o con doctt·in~s severas i p¡·opo¡·ciocel'se
c.1 vct· mo1·il· de hambt·e las jentes eu Roma. nadas; en una Nacion en que se hace g~terra a
E ta nhna feroz ll evaba la demencia i la J'élbia m'lterte al Catolicisnw, guen·a a los templos muerhasta
dcsem· que el pueblo romano- no tuviese tos i matet·iale', guena a los vivos i espiritu:lles, a
sino una sola cab za para cortársela. Una bambre, los Obispo<;, a los Sacerdotes, a Jos relijiosos i a los
Ullft p •ste , un incendio, un terremoto, In pér·dida fieles; en una Nacion en que se cor·rompe al pue· ¡
lo que hacen nuestros enemigos
mil pn1aies mas se levantaron pnt·a desgal'l'ar aquel i sabremos nosotl'os lo que deb~mos hacer. Pat·a li
cuerpo o Ít)SO qlle quedó cubierto literalmente de barbal'izar· el pueblo, qué hacen ?-Atnquemos,
hl'ridas i t ·1 maldiriones,n los 29 ai'ws de su edad, dicen, primel'o al cuerpo sacerdotal: neguémosle :
de ·pues (e h:1ber t·einarlo cuatro, el aiio 4 l de .Te- su indrpendenl'ia, csclavicémosle. Dest1·uyamos
suerísto. Arroja ron su cuc1·po a un muladar don- s us ten ·p'os, usurpémonos sus l'iquezns, i privé- i
de sus hcr .1an0 · ·ntentm·on quema1·lo,pero temien- mosle de todo elemento a fin de que no pl'ogrese .,
do t uc el pneblo les a!Tebatar·a el cadúver para su relijion. Si nos obedecen) ya no pet·tenecen1n
e e.;;pcuaz¡ l'lo. lo enterraron precipitndamente. 1 al Cnto!icismo ; i si no obedecen, serán destel'l'a-sí
p"r"ció este sujeto, filósofo nte c~uc debin devorat• a los romanos, segun tada. Lo dijet·on i lo practicaron. ~
J· e ·presi n de Tit;,erio. El desraba vivamente Entre tanto fué mui de notar la inocencia de la ¡
que su rcinurlo se señulase po1· nlgllnn granrle ca- ma yo t· pnrte de los católicos, cuando no quer·amos
h mid· p 'h liea; ¿ pet·o no e1·a (¿ mayor de todas, deeir su traicion e infidelidad. >oco convencidos,
dice un juicio, o histori dol', que el mundo fuese pre •i ' O es decirlo, de lo que son nuestt·os enemigoLernadv
por esta besti<.~ fero?, '? gos, Cl't.•yeron que hquellas persecuciones eran
La desct·ipcion del carücter de este gt·an jeneral merns personalidades, i que mas bien se atacaba
i díetador romano no dl'jn de tene1· algun interes a l11s personns de sus sacerdotes que a la relijion
de actualidad pal'a nosotros los gt·< nadinos que que I'Ppl'esentauan. 1 I los pueblos vieron con in'
OU:tamos de Hlilai' • €mejanzas. 1 dif('renl'ia que suprimían sus templos, que se les
Tt>dos los Calígulas merecen la misma suerte i 1 prbraba del ejercicio de su relijion, i que calum-ellnismo
Jugar en la historia. niaban i destet·t·abau a sus Pastores, siendo de
·-·~ esto víetimas aun las vír,ienes inoceutrs 1
Empero, una triste espet·ieocia nos ha hecho co- 11
noccr que no son tan francos ni sencillos nuestros 1
en 'tnigos como lo aparentan, i que en su estudia· 'j
da simplicidad ocultan planes i p1·oyectos abomi- ~~
nables. Es, pues, necesario que resucitemos. Si en t
Jos tit'mpos de guerra estamos precisados a com- ¡i
bati1·, en Jos de paz debemos establece•· i edificar. 1
Un Ckro suficiente- suficiente en número, que
provea a todos los pueblos de su Pastor; suficien- l
te en ilustrncion, que pueda reemp.lazat· dignamen-
1
1
te al que tenemos así en lo espil'itual como <:u lo
tcmp01·al, nsí en lo relijioso como en Jo civil ; es,
decimos, pm· aho1·a nuestra mas imperiosa necesi- 1
dad. l no es que no tengamos un Clet·o virtuoso
EL CLERO.
I.
Nue tra Nacion no C'S aun, no puede sm· Yel'dadernmentc
dichosa i feliz.
I .. a humanidad, para sc•r lo qne el divino Hpensos los
Motta, los Sotomayot•, los Tót•t·es, los Serrano, los homb1·es, sep·trados unos de otros, inmóviles .. fijos ,
Estévez, Jos Rebollo, los Mom, los Chamecas. En en un sítio pot• la oscuridad cual si estuviesen enel
colejio Seminario del seño1· LoBOGUERHERo, ilus- cadena dos, ha dicho un aut01·, no podrian ca mi-
. tre i benemérito Arzobispo <.le Santafó, fué que se na1·, obmr, alimentarse, ni subsistir. Eu vano 1
formaron los Duquesne, los Moreno, Jos GutiéJ•t·ez, pues, dice ~an Ambrosio, en vano habría Dios
los Cabales, los Me,iía, los Caro, los Hóyos, los ct·iado el mundo sino huuiese concedido _ a lo s
Valenzuela, los Cuervo, los A.nd•·ade, el sabio Zea, hombres i a los animales la faculta<'l de verse. Así,
Jos Restt·epo, i ot•·os hombres ilustres que no cita- la pl'imm·a condicioA de la luz material es la de
mos por no estendemos demasiado. 1 qué mas? sea· nel'esat·ia ; i necesal'ia es tambien la primera
¿Podemos olvidat· el celo de los Jlustl'Ísimos seiio- condicion de la luz espil'itual t·epa·esentnda en el
res Mosquera i Hen·an, de inmortal memol'ia, de sacenlocio. Siendo la luz del mundo, el Saccn]ote
cuyos seminat•ios tenemos los Ba!Teto, los Bemal, enseün po1· medio de la pt·edicacion una doctl'ina
los Bermudez, los Beltran, los Olivos, los Piñé1·os, estable, que jamas se sepat·a de la vet·dl!d ; clara,
los NaVntro de la ~erdad, i la cáted1·a pa-
1 para la Patl'ia. rroqui a l unida al episcopado. Salid de aquí, i no
II. hallareis mcls que el error: el paganismo, el ma-
Los Sacerdotes son !a sal de la tien·a, vo~ estis hometismo, el cisma, la het·ejía, la mentil·a. 1
sal tern.e ..•• la luz del mur.do, vos estis lu::; mun- como es evidente que solo la ' 'et·dad puede civilidi:
( t) Jesucristo mismo nos enseña lo que es su zat· al mundo, i que la verdad no existe sino en la
silce1·docio : comparólo primero a la sal, el mas Iglesia Católica; como es incontestable que la
util de los condimentos; i con la luz, lo mas put·o cátedra part·oquial es el eco de la verdad qtw des(!
Otre las cosas visibles. cienue de la cátedra pontificia i que le es trasmi-
1
· Como la sal pt•eset·va de la corrupcion, así el tida pot· la episcopal ; es igualmente positivo que
Pastor a su rebaño, así el Cm·a a su pueblo, así el no hai ni puede babe1· nada de "\'eJ·dad, ni civiliCicro
a la sociedad. La sal es una cosa buena ; zacion po1· consiguiente posible, fuet·a del Clero
pet·o si piet·de la fuel'Za, ¿ con qué se sazonará 'l católico.
Si nos quedamos sin Sace1·dotes, que es lo que El segundo elemento necesario para la civilizaquim
·en i p1·etenden nuestros enemigos, sin docto- cion es la caridad. Pues bien, la cat•idad no se
(1) Mat. c. V, vs. 13 i 14. encuentra sino en la Iglesia Católica. Busquemos
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EL CATOLICO. 295
1 fuera de la Iglesia Católica un medio de matm· el 1
egoismo, enemigo de la . civilizac~on. Se puede
ser mui bád)élros con cammos de h1erro, con va·
pares, con telégrafos, con academias, con abogados,
con sübius; pero nunca con los Sa;er~otes de
la verdau. Para destruil· el egoísmo, es mdJspensable
la Relijion. Fuera de Jesucristo no esplicareis
1 nunca la r <'··idad. La filantn)pfa no es otm cosa
que la het·ejía de la caridad. ·
El tercer' elemento necesario pat·a la civilizacion
es la virtud. Puede civilizar el cdmen? Esto es
imposible. ¿Cómo, pues, se enjendt·a ~a virtud eu
el h ombre '? Es necesario unn potenc1a que mate
no solamente el aeto esterior del crímen, s~uo el
1 deseo mismo, el pensamiento: una potenc1a que
se~convierta eu guardian del cot·azon, una fuerza
invencible que intt·oduzca al homb.re en las e~trañas
de la virtud. La vit·tud, propwmente d1~ha.,
' es sobrenatural, njena a nuestra twtu1·aJeza; ~ no
la hallaremos sino po1· la gra~ia de Jesucrtst? 1 en
J esucrlsto. Es, pues, neces~r1o e_l sacet·docw, la
sola aqtol'idad sobet·ana a qmen Dws ha legad~ s~s
veces pam f'l gobierno mo•·al del mundo, tan llltl-
1 mamcnte enlozado con el sobrenatural.
Lo J't>pc:-timos, el mundO no puede civiliz_m·se
sino con tres cosas: con la verdad, con la candad
i con la virtud· ¡ estas tres cosas se encuentran,
Ja primem en 1~ cátedra católica, 1~ segunda en el
altar sarrrndo i la tercera en el tnbunnl de la •·econcilin~
ion. Tomad estas tt•es cosas, i tendreis
civí\izacion. ¿Qué hace el misionero en. medio ~e
los antropófagos 'l ¡,Qué lleva pat·a supht· a la c1- .
vilizacion? Lleva una piedt·a sagt·ada : la co~~ca,
Jlama a .Jesucristo hnce corre•· lu sangt·e punflcadora
del Hijo del Hombre, i aparece la civiliza~ion.
Allí .está ella con la verdac1, con la caridad 1 con
la virtud. Esperad algun tiempo, i esos antropófagos
se convertirán en humanitarios, en c1·istianos,
confesores i máa·tit·es.
No somos nosotros ménos que los antropófagos:
el fratricidio, la sangt·e de nuest1·os hermanos, he
aquí el objeto de nuesta·as guerras. Es porque no
hai verdadem civilizacion. Convenzámonos : los
Bancos, los caminos, los telégrafos, son nada para
la felicidad social, compat'ddos con los bienes que
deben resultat· de la ilustt·ncion i de In virtud del
Clero ; t1·abajemos por el restablecimiento de los
seminarios.
EL CLER01
He aquí nuestra s·nprema necesidad. S. A.
EL SENTIMIENTO CATOLICO.
Estableced costumbres, entablad
prár.ticns, publicad edictos,
haced leyes: la Relijion cristiana
triunfará del clima, de las leyes
que de ahí resulten i de Jos lejisladores
que las hubieren dado.
1\'lONT ESQUlEU.
•' La persecuciou cismática que el Gobierno colombiano
ha puesto en juego contra la Iglesia católica en
nuestra infortunada patria, es tan manifiesta i evidente,
que no pueden negarla ni los mismos liberales; solamente
algunos mui maliciosos pretenden disculparla
con la dañada mira de mantener engañados a los pueblos
para que insensiblemente se dejen arrebatar su Relijion,
i luego sumirlos en el abismo de la incredulidad.
"1\Ionstruosos i tiránicos son los edictos de supresion
de los institutos monacales de ambos sexos, arrebatándoles
sus bienes i hasta susconventos, condenándo-los
a mQrir en la mtseria; la esc:andalosa espoliacion de
Jos bienes destinados al sostenimiento del culto en
nuestras 1glesias, dejándolas sin lo preciso para la celebraciou
de los divinos oficios; !a policía en "materia
de cultos," i en fin, el acto de 17 de mayo del üonieute
año sobre "inspecdou de los mismos." ¡Magnífica
tolerancia de cultos la sancionada t>u la Constitucion
de Rionegro! Ya se ve, que la tal tolerancia ha sido
como el primer toque de la persecucion de.l Catolicismo
en tudas partes: en la Holanda, en la Suiza, en la
Iuglaterra i donde quiera que los i111píos han llegado a-tener
algun ascedieute en los Gobinnos. ....
Los precitados edictos de persecucion son propios de
los tiempos de Neron, de Calígula i d<>mas Etnpf'rndores
pilganos i del tiempo de Enriq ue VHI; que hoi ni
el Gobierno de la Sublime Puerta los rejistra semejantes
en sus códigos; prueba inequ1voca de que al presente
los Gobiernos absolutos son mas respetuosos de ciertos
principios de justicia universal i de algunos derechos
inmanentes del hombre, que los ll;unados e!lfaticamente
liberales demócratas,<]ue tunto atmden al mundo
con exajeradas tem·ías de LIBEBTAD E IGUALDAD, i
que en la piedra del toque de la pr:lctica se desmienten
c:on cinismo raro.
En el tininico edicto de 17 de mDyo, se prohibe por
el artíl'ulo 3.u recibir en este país lus bulas, IJreves, encíc!
Jcas etc, que el Romano Pontífiee dir•ja a los fieles
católicos, sin que obtengan el pase de la autoridad
temporal. Esta prohil.Jir.ion es altamente tiráni t a, porque
ataca la autoridad del Vicario de Jesucristo, a quien
en rabeza del Bienaveuturado Perlro le fue dada e ~ presa
potestad de rejir i gobernar la Iglesin santa, por estas
palabras: •• I yo te digo, que tu eres Pedro, i sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia, i las puertas del infierno
no prevaleceran contra ella I sto se
llama persecucion de la Iglesia Católica, esto se llama
tiranía.
Es tan esencial al Catolicismo el Gobierno del Romano
Pontífice para mantener la unidad de la fe i de 1
la doctriua, que los mismos protestantes lo han echado
de ménos-l~ntre otros, el célebre Puffendorf dice.
« J .... a supresion de la autoridad del Papa, ha sembrado 1
en el mundo ii,1linitas semillas de discordia; pues
11~ habiendo ya ninguua autoridad para tuminar lasdisputas
que se suscitaban en todas partes, se ha visto
a los protestantes dividirse entre sí mismos i despe-dazarse
las t ntraüas. » (2) -
Por el articulo 4. 0 del mencionado etiicto se impone
pena de estrañamiento del país al Prelado ecle~
iástico, que en uso de ~u potestad imponga censuras
1 no las levante requendo que fuere por la autoridad
civil. Esto es enfrenar de todo punto la facultad que
a ese respecto tienen las autoridades eclesiásticas por 1
derecho divino : esto tiende a abolir la disciplina eele· 1
siastica i a fomentar en la Iglesia el esplritu de in- 1
subordinacion : en una palabra\ se trata de fomentar ·
el cisma para dar en tierra cou la Iglesia Católica. 1
¡ 1 de dónde obtuvieron los Jejisladores de los Estados
Unidos esa facultad sobre las censuras de la Iglesia?
¿Esto será dar libertad al culto Católico?
Por el artículo 5.11, i bajo la misma pena, se obliga
a los señores Obispos i a sus Vicarios, a prestar juramento
de obediencia a la Constitucion, leyes, órdenes
etc, es decir,a los mismos edictos ele persecucion de la
Iglesia i escandalosa espoliacion de sus bienes. Los enemigos
del Catolicismo sabian bien, que las autoridades 1
( t) Mat. cap. 16, vs. 18 i 19. Juan cap. 21, vs.
15, J 6 i 17
(2) De Monarch, Pont. Rom.
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296 EL CATOLICO.
ec:Jesiásticas no podian prestar aquel jurameuto, sin
sustraerse de hecho ·a la unidad Católica, sm aprobar
la espoliacion de los bienes eclesiástieos, ·i para decirlo
de una vez, sin qtledat· separados de la obediencia i
surnision que por derecho divino deben al Romano
Pontífice, sin com•ertirse en apóslatas. Por Jo mismo
pues, que aquellos impíos sabían bien esto, espidieron
aquel monstruoso i mui meditado articulo, el que
envuel e una manifiesta prosc¡·ipcion de los seiíores
Obispos i sus Vicarios, proscripejon de toda autoridad
en la Iglesia, que pueda atender a las premiosas necesidades
espirituales de los Católicos. ¿ I proscribir
a los altos funcionarios eclesiásticos, sera la garantía
constitucional de permitir a los Católicos el libre ejel'cicio
de su culto? No: esto es intolerancia, esto es
tiranía.
Respeto de las penas que impone esa Jei impía a los
sacerdotes del Señor investidos de autoridad, nada
tienen de nuevo ni de estraordinat·io; esa es la triste
mision que siempre ha cumplido a los enemigos dü la
Iglesia : perseguirla. Cuando el Salvador del mundo
mandó a sus discípulos a predicar el Evanjelio, les di¡o:
"Ved que yo os envío como o.vejas en medio de lobos ... "
(3) Enseguida les advirtió que sus enemigos los harían
compareeer en sus audiencias, que serian presentndo s
ante los gobernadores, i que serinn azotndos, perseguí _
dos i abonecidos, pot· causa de su santísimo Nombre.
La per~ecueion (Íe los l\línistt·os i s:-1cerdotes del Altlsi_
mo dió principio en .la persona de los Apóstoles i s IS dis_
cípulos, la han contiuuado i contiuuan los impíos husta
nuestros tiempos con los sucesores de los mismos Apóstoles;
pero los que imitan a los emperadores Rom:1uos
i a Enrique VrJJ, dirán que no es tiranla ln per~eeucion
ofi,·ial de los Obispos i sus Vicarios, sino que t'S
insper.cion de eultos; dilim que no es robo escandaloso
la espoliacion de los ienes de la Iglesia, sino que es
desamortizacion de bienes de manos muertas. SI : as í
Jo dicen, pero la tiranía i el robo a mano armnda
conset'varáu siempre sus ¡wopios nombres, porque
la variacion de nombre nunca muda la esencia d Jas
cosas.
Nosotros que DOS gloriamos de pertenecer i pr.~rteneceremos
siempre a la Iglesia Cató! ira, a esa Tglef:Hl
que co11 tanta elo"uen cia i sublimid:ld definió el S;)bio
Donoso Cot'tez en f'ste rasgo admirable :
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 85
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El Católico - N. 86
~Ol:.!aiCO.
1 TRIM. IV. AÑO II. Bogota, 24 de enero de 1965, NúMERO 86
~~ J.¡ll!J¡ (O 4l !lt (/)~J.l(fJ (/)~ ~{; A los argumentos se contestan insultos, bm·las,
saa·casmos, i se sigue la ob1·a de destruccion. La
REDACTOR) VENANCio ORTtz. luz se llama tinieblas, la creencia fanl.ttismo, el
LA SITUACION. bien mal i el mal bien, la th·ania es libertad, la
La pea·secucion a la Iglesia Católica se hace mas civilizacion ret1•oceso i la barbarie éivilizacion. Se
· violenta de momento en momento. El pnrtido que invoca la tolerancia para perseguirnos, producen
boí domina en el país, se muestra intolerante hasta exaspea·acion nuest1·as angustias, i "uaudo nos cruel
fan atism o ; i cuando veria con p\acm· e\e\'at' cificnn,quieJ·en que saludemos a nuestros verdugos
templos a los dioses del jenti\ismo, no quiere per- con la risa en los labios i lá alabanza en el co1·azon.
, mitit· que se tributen adoraciones al Dios de los Pero no se limita a esto la pe•·sec<1cion, no has-cristianos.
Se insulta nuest1·a ct·eencia, se persigue tan las célebres ~isposiciones conocidas con las
a nuestros Pastores, se dictan disposieiones opro- fechas de 23 de ab¡·iJ de 63 i 11 de mayo de 64,
~ ~ biosas que entrnbnn el culto, i al mismo tiempo se nó: se pt·ocm·a engnña1· al Pueb!o por otl'Os me·
· cantan himnos a la libertad, a una liber·tad deseo- dios para hacerlo perde1· su co1 fianza en sus Prenocida
que tiene un semblante monstruoso, i que lados. Hace pocos dias que se fijó en las esquinas
en vez de los atributos que debieran representar el prog1·ama de un Colejio de artesanoss que vá a
la felkídad de los pueblos. vá armada de un pu- abrirse en el monastel'io arrebatado a las monjas
ñal i ünn h' a: es lib ertad de destruir, libertad de drl Cármen, i en la Jista de los proft>sot·es que dedaflL\:',
libel'tad ful'iosa que estiende sobre la sorie- ben it· a enseiw1· a ese Colejio, se colocó el nombre
dad la sombra funestn d e l manzanillo, i que quie- del seño1· Arzobispo Hel'l'an, como uno de los que
' re a In fuerzn oblig arnos a ver en ese árbol mata- ' 'oluntariamente se habían ofr·ecido para tal ense-dor
la oliv a de Id paz i la enseña del pt·ogreso. ñnnza públicn. El señot· A1·zobhpo dijo inmediata-
Los periódicos liberales s e han h echo un debet· mente que era todo eso unn fal sedad,pel'o esa pro-
1
de ridieulizcu· todos los dogm as cristianos, de ne- testa, ll',jos de avel' g onzar a Jos autores de la suga¡
· In divinidad de Cristo, de bul'lat·se de la vil Ji· pe1·chería, los ha irritado porque no admiten con.
nid ncl d e Mada, > cont1 ·ario, e s un bárbaro di g no d e la muerte, o por
El J efe del ministel'io publico no pier·de o casion Jo ménos de las bóvedas de Bocaehica.
de dar a nu strn fé los mas odiosos calificativos, i Dictnn, ~n lo que llaman las instituciones jenede
lldmlw n nuest1·os Sacerdotes i a los mas since- raJes del pais, disposiciones coofurme a las cuales
, ros crey entes, bestjas feroces dignas de ence1 ·ra•·se tenemos derecho de prnctica1· nuestro culto s in
1
en jaulas de hieno. Mui leve le pat·ece n este restl'iccion, i auu cr·eemos que los templos, vasos
Majist1·ado la pena de espulsion del país, pnl'a los sagr·ados i demas obj etos del culto, están declara~
l. que tenemos el atrevimiento de califirar de tira!lÍél, dos en alguna pm·te, no confiscables como manos
1
i tira nía b1hbara i atroz, el martirio que se dá a rnueJ tas; i sinembargo, los lejisladores de Boyacü
nnes tr·a conciencia. Así se dá pot· los hombres en un acto llamado ) ha declélrado últimamente, que > ( art. 15) l ha de-a
que dé cuenta de sus obras a sus cl'iatums. Esta cla1·ado aun mas : Que << Jos bienes i t'(llltéls pct·es
la locu1·a del infierno. ce teneeientes a Jos templos, i que no estén com-
Se roban las propiedades de la Igle.:;ia, las pro-- ) ( art. 16 ). De
de estos, se llama progreso ese robo, i a ·Jos que manera que ya Dios no tiene nada, ni aun los
lforan de hambre se les dice : rrncion, pt>ro despues de la lei sus hábitos de sah•aje independencia. Si no es
de Boyará cuyos artieulos hemos copiado, despues divina la itnit•a Relijion que tanto puede, no sadel
p•·oyecto que se nos asegura se dist.·ute en la bemos en dond<' bust•a•· la dh·inidad.
Asamblea de Cundinamarca, ¿ <'Ómo hemos de 1 ¡es tan duke babea· que tenemos una alma in-dudar
que sea _cierto este otl'O paa·to de un ódio mo•·tal, que Dios nos espera pnm qu~ lo go,'emos ·
ciego a la Rt·lijion civilizadora que llevn por la san- eternamettte, que tw sufl'i•·ernos siempre si somos
tidad de su doctrina el nomb1·e de católica? vh'tuosos! ¿Por qué se nos fiUiere quitfll' estego-
Hai en ~tn ciudad una asociacion de pe•·sonas ce íntimo? ¿, po1· qué se le quiere quitar todo el
partit•ulnres que dán de su bolsillo i solicitan de aroma a la flo•· de la vida ? ¿qué bien le resulta
otros limosnas p~ll·a sorot·t·e•· las necesidades de los al pueblo de dt>jn rarárter de f01·mal ; violeut'ias ¡Hw una parte, sarcasmos por
prl'petnidacl; sinemba1·go·, ya se han reclamado otra, disputas pm· otra ( i esto es lo ménos malo ; }
los bienes de que dispone, como pt·opiedad de todo para it· des<'atolizando al pob1·e pu.eblo que
manos muertas. no tiene otro biPn.
La persecucion continúa~ como decíamos, i se Pero se afecta nmor pot• la verdad. La venlad
hace mas violf'nta de momento en momento. Es nunca daiia, dicl'n ; t si la verdad no está en el
que todo lo que apnrezca con carácter ratólico, se Catolicismo, e preciso destruh· este pa1·a que la
quiere IHlCPI' desnparece•·· No vale pt·ohat• In in- int<>lijencia humntt·o del pecho, cnaudo se oye blasblo
llevado al ateísmo, constituil'ia una masa de fem aret·eándose a él su~· discipulos, le
ha<'erlo i nosotros no podemos comprenderlo, mé- dij e ron: Seüor·, sálvanos qüe perecerr.os. Hom-
1
nos juzgnrlo. Vemos sus oh rns, i el as nos incli- bres de po(:a fé , les contestó despertando, ¿de
nan a bendecido; sabemos sus ata·ibutos, porque qué temeis '! 1 poniéndose de pié, m :t nclo a los
ÉL rnismo se dignó revelamoslos con sus obras vientos i al mar· que se npaciguaran, i siguióse una
'i est pendas i cou su palabm divina. gran bonanza. »
~~ 1\ podemos esplicarnos el milagt·o, es ciea·to; En el m: :, rno capítulo, t'<'fiel'e el mismo Evanje ..
si pudieramos esplícarlo dejal'ia de set· milagro. Lo lista (vet·s. 28 a 32 ,) que <.>
·1 ins tl' umentos de Dios. Pero cuando U. aúade: es El milng l' o de la mllltiplieacion de los panes,
un a bsttrdo, porque supone que Dios produce que le hetnos citado ya a U, tambien fu é h Pcho a
fen ó menos por rneclios distintos de las leyes natu- pt·esencia de todos Jos discípulos, corno con s ta en
rales, ya estamos en completo desacuerdo, porque San Mateo- cap. 14, vers. 15 a 19. Para qué cipan\
nosotros no hui absurdo en creet' que el mis- tm· mas?
m o que bizo la lei pueda suspendet·la. 1 Qué 1 ¿Lo L a objecion que hace U. si g uiendo aRenan, de
qué uo uirga U. como potestativo a los hombres, que porque está escrito: EYanjelio segun San .Tmm,
Jo quiere ucgat· a Dios? La pretension de quet•et· sPgun Séln Lúcas ect, puede l!t·eerse que esos E van·
suj(:'tal'lo a lo que la limitada intelijencia humana jelios fueron escl'itos por ut1·os, :segun la •·elacion
¡med e comprende~· ,la pretension de querel' sujetar- de aquellos sujetos, puéde aplicnr·se a toda historia.
lo a la coudicion necesaria de «si existe, )) es co- Nosott·os decimos : " La historia de Colombia
mo In de llamarlo a JUicio por sus obras, i noso- segun Restrepo ; la del descubrimiento i conquistros
no podemos juzgado porque no nos es dado ta de Nueva Granada segun Acosta," i de aquí
com p renderlo. Sabemos solo que es infinito en su no se deduce que esos señot·es no hayan escrito
pod ¡· i en su libertad ; que cl'eÓ i que gobierna esos libros. La objecion de que () de los escépticos fué imitarlos, i ott·os los atribuyeron a intervencon
que U. termina, tencll'ia la disculpa, nadda de cion de potestades invisibles, así es que esa obje- · 1
Jo innecesario de tal hecho como comprobante del cion de U, está cont1·adicha pot· la histol'ia. j
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
300 EL CATO L 1 C O.
Que la doctrina de Jesucristo es la que ha cam- r
biado la faz del mundo, es un hecho, en eso estamos
de acuenlo ; i e~e cambio de la faz del mundo,
por la doctl'ina de Cristo, es para nosotros un
milctgt·o, pues estando el mundo lleno de la st>nsualidad
pagana que reinaba como soberana en él,
siendo las ideas, los usos, las costumbres, la Relijion,
las leyes, conta·ados abiertamente l\ la
doctl'ina de mortificacion, de sacl'ifici~>, de abuegacion
i de pobreza que hace el fondo del Cristia·
nismo, se necesitAba todo el poder de Dios, paa·a
hacer calar tal dortril'la al tra,·es de la eo1·teza
de las costumbres i ca·eencias pagf\nas. Nosotl'Os
no hemos dicho que los milagros son los
que han hecho este milagm, nó; pel'O· creemos
que los milag¡·oc; fueron necesarios para pmbaa
· el podet• sobt·euatuml de J esucl'is to. Los A póstoles
no habl'ian tenido valor para morir en defensa
de esa doctl'ina, si no hubieran ca·eido en la
divinidad de su Maestro, i no habt·ian ct·eido en
esa divinidad, si no lo hubieran visto dominat· a
Ja natm·aleza. Ellos veian como los demas, solo
un hombre, i un homb1·e oscuro i pobre; fué necesado
el milagro para persuadidos de que era
Dio~, i ellos sellal'On con su sangl·e esta pe·rsuacion.
U. dice que purlo se¡· una casualid::td la que hizo
coincidit· la oracion de la L<>jion fulminante con la
lluvia que salvó a Mát·co A urelio. Al llega,. a ese
gmdo de pirronismo, ya nada podemos decil·, pero
todo ent .. mces desaparece con espanto de la razon.
Pero en fin, ya que eso no es paa·a U. un milaga·o,
creemos que no atribuirá a casualidad el Dilubio
universal tnn bien compa·obado hoi por la jeolojía
i por las investigaciones de Jos sábios modemos
desde Cuvier hasta Hnmbolt. ¿ Pedia U. un solo
milagro bien comp1·obado? Pues hui lo tiene U.
Efectivamente equivocamos el nombre del historiado¡
· de Má1·co AUt·elio; mal podda se1· DiodoJO.
Pet·o no solo Dion contiene lo que copiamos en
nuestro númet·o anterior; Juan Xiphiliuo reOere lo
mismo.
Creemos haber contestado todas las objeciones
que U. se ha servido hacer a nuestros a1·tículos, i
al milagro, i así ponemos tét·mino a esta enojosa
cuestion, deseando para U. la felicidad de creer i
practicat· la santa Relijion que nosotros defendemos.
UN A NUEVA OBRA,
Hemos visto eu varios periódicos el anuncio de un
libro que va a dar a luz el señor Elíseo Hm·tado. Ese
libro euntendt·á la historia eclesiastica de la Nueva
Granada en la época actual, i con esto no mas está dicho
que debe ser una obt·a de mérito. El n utor nos ha
dado, bajo el seudónimo de Arturo, varias muestras
de su estilo nervioso i correcto. Si r.n su libro habla
con la imparcialidad de hist01·iador, debe ser ese libro
un tesoro de hechos curiosos, heróicos, nobles, vergonzosos,
etc. i debe hablar al mundo el lenguaje que
convenza de que nuestro clero no es como se ha creído,
un clero venal, corrompido e ignorante. Alll sin
duda se verá que si hai algunos dignos de aquellos
calificativos, la mayorfa se compone de hombres virtuos.
os, abnegados i dignos de la alta mision que Dios
les confió.
Un jóven que se exhibe con una obra de tamaño
interes, debe procm·ar alentarse por los patriotas i
amantes de la R.elijion. Nosotros, pues, suplicamos a
nuestros abonados que no miren con poco interes la
obra del señor Hurtado.
TOLERANCIA.,
Qu~a·emos producit· una sensacion de éscándalO',
se entiende en quiénes, sosteniendo que la Igle-sia
debe sea· intolerante con sus enemigos. .
1
a
1 desde luego pt·eguntamos: ¿ podt·á la Iglesia ~~-.
ser tole m nte con el tan sact·ílego despojo de sus
bienes temporales ? ¿Deberá ser tolerante con un
6obien1o ti tu fado coustitucionnl, que léjos de condena•
· las nrbitnariedades cometidas en la d'i~ta- /
dtwa. ya celebt•fmdo un concos·dat::>, o proponiéndolo
siquiera, ya restituyendo los bienes existent~s
hasta entónces, léjos de esto, continúa en la
tarea comunista i despojndora que le tl·azjuvenece con los sufl'imientos.
Si teneis sed de sang•·e, denamadln. Podrá morh·
la Iglesia por vos o ti os i poa· Dios ; pero no la pi dais
que sacrifique su fé, ni la impongais una iumolacion
voluntal'ia de sí misma, poa·que en ser ,-encido
i morir hai algo de gloria i me1·ecimieutos.., pe1·o
del suicidio no que~a mas que la infamia.
Pero, ¿sucumbirá la Iglesia 'l No cederá, ni sucumbirá.
E \la es la verdad; i la verdad no cede
nunca, ni mue1·e porque es eterna. S. A.
LECCIONES DE URBANIDAD
PARA EL USO DE LAS SEÑORITAS •
POR ALEJO POSSE MARTINEZ.
~~'"''~~ ''"~"""'~(
Continuacion).
u.
DEBERES
PARA CON LOS PADRES 1 !llAESTROS.
Despues de Dios, debemos
A nuesti'Os pada·es vida,
Educarion, fot·tuna,
l mili mil imponde¡·ables dichas.
Ellos a nuesta·o llanto
De los primeros dias
Consuelo prodigm·on
Con sus tiernas, benéficas caricias.
Sus cuidados primeros
De mil males nos libran,
Dirijen bondadosos
En el mar te m pes tu oso de la vid u,
Como diestros pilotos,
La pobre navecilla
En que inespe1·tas, débiles,
Navegamos nosotros con fatiga,
l el mas lijero escollo
Cuidadosos evitan,
1 nos llevan seguros
Con manos bondadosas a la orilla.
Niñas, ancianas, jóvenes
De su boca bendita
-~ , Necesitamos siempre
!z --- --- ~ulces consejos, adorada ·
Sus cuidados empiezan
Desde la cuna misma,
I solo en el sepulcro
301
Con llanto amargo de dolor termin~p;
La gratitud, por tanto,
I las leyes divinas
El debea· nos imponen
De endulzal'les, solícitas, la vida.
De su miseria i llanto,
De su suel'te abatida,
Participar debemos
I susph·at· con etlos si suspiran.
En sus horas de duelo,
1 t>n sus horas de dicha
Estaremos con ellos
Sintiendo su dolol', o su alegrfa.
Amal'los, respetarlos,
Darles muestras rendidas
De obediencia i afecto
Debemos sin cesaa· todos Jos dias.
1 pobre, i desgt·aciada
La mujer, cuando altiva
No cumpla lo que debe
A tos nobles autores de su vida.
I<'eliz no será nunca,
Que en medio de las dichas,
I en medio de los .goces
Seguirá una existencia maldecida,
1 llevará ni sepulcro
Una alma combatida
Por mil remoa·dimientos,
Amargos desengaños i desdichas 1
A todos los mayo1·es
Atenciones l'endldas
Debemos, i sin duda .
Grave falta negárseles seria.
Tambien. a los que amables
Nuest1 os pasos dil'ijan
Pot· la florida senda
De la cieneia que al hombre inmortaliza,
Respeto debe1·émos
Pot· su mision divina,
Cariño i atenciones
Por la bondad que tiernos nos prodigan.
I la que no cumpliera
Obligacion tan digna
Que la jente sensata
Ingrata la llamara merecía.
Quien a sus padres honre
I a sus maesta·os bendiga
Debe espe1·ar seguro
Dichosa mue1·te, venturosa vida 1
(Continuará).
1
1 t
11
r
Jlt[I 11J!l!P [t11J ® ~ ~ ¡•
[ Damos lugm· ~n nuestras columnas al siguiente l
, •·emitido que hemos recibiclo de Mérida, tanto por-
1 que en sí es curioso po1· su contenido, cuanto por-
! que hace notar el concepto en que está Ja N u e va
Granada actual, en el resto del Continente.
ALERTA
A.L PUEBW CATÓLICO .
Al siniestro silvido de la primera flecha que la impiedad
lanzó en esta ciudare decir i rlic1e el actw1l Presidente: "El doc- ren para Venezuela el cisma i apostasía que son ho1
tor Uzeategui ha obrádo como debía · yo pienso como terrible ,aiote de la Nueva Granada. ¿ I qué mal hace
piensa él : la prot.f.sta del Cabildo ~e esta sau.ta igle~ia a ello& {¡!1 C.lero de Mél'ida .P Contener con su virtud,
Catedral. es una mjllsta -provocación, es un mcent1vo su firmha 1 la promulgaclOn constante ?e las verdapara
los euemigos de la puz." des eternas los pasos que se dan al despotismo: porque
Eso dace la prQclama puPsta a luz: i allí el Presi- el Clero de l\lérída lo que quiere es, la autoridad bedente
npmeua i confirma el vilipendio que se ha que- néfica i respetuosa de los derechos ajenos, la Ji.
rido hac·er a la Iglesia i a la Relijion Católica en la br.rtad racional, propia de Ja naturaleza del hombt·e i
persona del Ilustrlsitno señor Boset: i allí se pretende la paz r1ue se apoya en la justicia i en )a santa Relij;on
engañar al pue!)to que lee a la lijera' e insultar al Clero Cató l. ea. Así tambien 1sideuteno car~ce -de buenos seno . Contrayéndonos al numero l. 0 de vuestra produc-timientos,
a<~aso sea facil de dejarse <'ngai'iar; pero por cwn : ¿ Sabeis doctor Baptista. que eu eJia mentis con
sencillez o con couciencia de lo que hace, él presta descaro i villanía? Vamos a hacéroslo ver.
apoyo a los impíos, i es necesario que el pueblo católi- Afirmnis TRISTE 1 DOLORIDO ¡insigne hipócrita! 1
co esté ALERTA. que el señor Denn i Cabildo de esta Catedral han le- ~.:•!
La Iglesia, la Relijion. i susl\linistrcis han sido atroz- vantado la tea de la discordia. ¿I sabeis de qui('nes se
mente heridos en la persona del Ilustrísimo seílor compone ese Cuerpo venerable? ¿ Sabeis que esos vir~
1
Obispo de esta Dió<'esis, pretendiendo constituirlo en tuosos Sacerdotes se hayan ocup':ldo alguna vez de otra
subalterno de. la Pt'esidencia de este Estado; i esa cosa que de llenar sus sagrados deberes? ¿ Sabeis que
1
prevel~cion una vez admitida lo colocar;a bajo Ja ellos se ocupaban en cumplir la penosa \al'ea de visitar
1érula de r..ada uno de los otros Pre~ident('S de los di- Jos enfermos i prodigat· consuelos 1.1 Jos que el terrible
1 ferentes Estados de <:¡ue se compone el O~ispado. Ul· azote de la peste tenia i tiene postrados en el lecho
1 traje i opresion a la dig• idad Episeopal que no pueden del d.')/or? ¿ Tgnorais que en esa ocupacion del buen li!,: aceptar los católiCos . Con esa condueta indigna se pro- cristiano fueron ·orpreudidos por aque\la nota del 17
voeó al CapJtulo ~atedral, poniéudole en la dura alter- de agosto, digna obl'a de \'Uestro cerebro calenturiennativa
de protestar c:ontra el neto del Presidente, o to, J>adron de ignominia del que fa firmó ? I si sabeis i
aceptar la c!f'shonra, abandon'ando a su Prelado a las no ignorais todas estas cosas ¿no hni en vos, tqn teó- ,
tl
1
duras exijencias de un descot·tes mandatario . El noble l?go i canonista como os preciais, la mas refinada ma-
& euerpo no vacila, i entra con la enerjía que da la vir- licia al yuerer cubrir a esos dignos Sacerdotes con la
tud i la .concieucia del dehcr, ñ hacer present'3 al so~z vestimenta del demagogo? ¡Ah doctor! insul·
agresor su d!'seortesla, i lo haee con la. nobleza i valor tms a vuestro pacífico vecino, i porque se defiende le
que acostumbran los horhbres Cl,lltos i de un altotem- llamais luego turbulento i quimerista!
pie. Si el Ca¡.,ltl)lo hubiera callado SP. habría mancha- Hablais de los cánones que tratan de la resideneia,
do con la apostasín, .llegando de hecho los dogmas de i decis al Cabildo : '·Borrad esos cánones: a comola
lJnidad Católica i de la libertad de la Iglesia. dadlosa vuestro modo en esa parte como baceis con
' El M. V. Deau i Cabildo, el respetable Clero i los todos los demas" ¡ c1·uel maldicien-te! ¿es esa lama·
· virtuosos artesanos dieron en su . oportunidad la voz nera de discutir con un Cuerpo que vale incomparade
alto a los mandatarios que con planta impma qui- blemente mas que vos? 1 blasonais de caballero,
sie1·on hollar Jos dere~hos de la Iglesia, i C'llos obraron cuando el veneno de \'Uestras palabras os pone en la
mui bien: cumplían con un sagr.ado deber, defendían frente sus negras marcas.
su espiritual patrimonio, la Relijion ~anta represen- Vuestro plnn es sembrar, de comun acuerdo con los 1
tada eu el Prelado; p~r9 el dpctor EusebiO Baptista, tres Diputados i con los que os aplauden, los horrores •
Secretario de E:;tado, que ve que alguien se le opone de la Nueva Granada. Por eso principias por querer 1
al paso, fevanta estrepitoso alarido gritando: «; fana- encadenar la jurisdíccion div¡na, eclesiastica ; canóni- ¡
t ismo! ¡fanatismo ! ,> Qué osadía ! llamar fanáticos a ca del Prelado al dominio del Presidente del Estado.
1
,.
los virtuosos Sacerdotes, noble orgullo de la culta :Mé- Por eso sosteneis con furor en vuestras conversaciones
rida! .As! tambien llamaron los dueños del Capitolio i esct·itos, que los eclesi~sticos, aun en lo eclesiástico 1
. a Los m~1rtires. qe Jesucri.,tu: así tarnbien llamaron i canónico, estaban sometidos a la potestad civil. Es·
1\1-arat i .l\obespierre a lo~ dignos Sacerdotes en la 'Fran- tos son errores monstruos, pesados i detestables a los
. c1'! d~l pasado siglo, .i así, bajo es_a destemplada voz, o.jos de _la fé, que ilo pued~n acepta~se por los cr.lesiás- 1
1 prmcrpwron las doctrmas de Voltatre a hacer sus es· tiCos, m por los seglares st son catolicos. En contra- 1
! tragos en la ReJlúbltca vecina. ' posicion a esos errores nosotros sostendremos sif:mpre 1
; El ~riste cu 'dro qué a la vista <,l~ un católico presen- como dogmas de fé definidos: que la autoridad deJa 1
¡ ta hot la Nue\:a Colombia set·ia . .'o bastante a ~ontener Iglesia es li~re i no pue~e e~~ar. subo:dinada al po~er 1: el de:sbordan~1ento de. l.os . a.postat~s que qUieren en temporal : 1 que en La ltturjta 1 Gouterno de la Iglesta,
i ,. V:enez.uela ~rtllnr la. mr~l)1a set~~l.a, s1 res¡!eta~·an, como que e~ lo que. constituye la disciplina eclesiástica, llá- ~
t¡ d¡ce el doctor l3aptlsta, la I\ehjton del Crucrficado. mese mterna 1 estema, o puramente esterna por cuan-
¡ F.a.náticos te !lla61ais, docto1' · Baptista; despues les to en la Iglesia nada hai oculto sino que todo es visi,
daré.ts otro dictado, J ,dii:eis que no insultais, sino que ble i público, nadié sino la misma Iglesia que la creó
, los ~clesiástíeos, que no os · ~an h,echo m'as que bién a tiene injerencia o mando.
! vos 1 a tos. vuestro~~ so~ tos agre:;tn:es. Los renegados No digais s uno o mas juramentos,
reconociendo esa usurpacion ; todo juramento
en que se promete cumplir algo, entraña la
condicion tacita o natural de obligarse el que jura EN
CUANTO PUEDE l DEBE: nada mas, pues el juramento.
no es vinculo de iniquidad.
Quereis escudaros con la Constiturion para tratar
de USTED al Ilust1t.ísimo señor Obisp.o, porque ese es el
lratamiento que ella manda dar a los empleados i
.Corporaciones. ¿ 1 es el sefior Obispo un empleado
del Gobierno? ¿no es, de cierto, una dignidad mayo!'
eclesiástica ? ¿no dan los cánones a los Obispos el
titulo de REVERENDISlMos? ¿ i no son los cánones leyes
del pueblo cristiano? ¿será ese título mera vanidad
del hombre ? ¿ no será, sin duda, una demostra·
ciou del respeto que los fieles deben trihutat· a los primeros
Pastores de la Iglesia ? Negudlo vos i niéguenlo
los que reuiegan de la Iglesia, que nosotros siempre
tendremos a honor sQiemue el tributat· esos respetos a
los señores Obispos.
Annnais yue el venerable señorDean doctor Ciriaco
Piñeiro sot·prendió a un sencillo ciudadano, i por
un engaño de ese respPtuoso Sacerdote, aquel recorrió
las calles para recojet· firmas en def~nsa de la H.elijion·
¡qué lijerera ! ¿ Olvidais que osásteis llamar a vuestra
quijotesca presencia al señor Pablo Ignacio Raojel,
para impedirle que lle\'ara a fit·mat· a sus conciudadanos
una rPspetuosa mauifestaciou que los artesanos
dieron a la prensa? ¿ Olvidais que habiendoos tropezado
con la firmeza de aquel honrado r.iudadano, q
quien no pudisteis hacer desistir de su empresa por el
temor, le asegurnsteis lJUe la cuestion estaba terminada
entre el Dean i el Gobernadot· ? ¿ Sahiais entónces
que me;1tiais villanamente? ¡ Brahísimo! doctor
Baptista. ¿De esa manera entendeis la dignidad del
hombre?..¿esesa bue tra buenafé, vuestra prudencia,
vuestro tiuo polítieo, vuestro raballero~o proceder?
¡Así se manchan los vestidos del calumniador con el
lodo que arrojá a \a víctinia que escoje !
Termioais vuestro lihelo dando consejos a los Sacerdotes
de esta ciudad. Vos, doctor Baptista, aconsejando
al Clero de i\lérida ¡ ouedienria i caridad ! ¡ Ai
de la Igle&ia el dia en que el Cle1·o caiga en ese abatimiento
moral que vos llamaís obediencia l 1 por lo que
toca a caridad, sabed que t-n tanto que vos mojabais
1
vuestl'a pluma en lá hiel con que esct·ihisteis esa hoja,
esos Ministros del Señor nos estc,ban consolando en ! nuestras tristezas ¿a quién le falta, pues, la caridad?
· ¿Será al Clero ? No : es a vos en euya pá\iUa fisono-
1 m la vemos retratadas las escuálidas figuras de J.utero
i de Calvino.
Ya os escuchamos decir !fUe no os entendereis con
nosotros, port¡ue no revelamos nuestro nombt·e; pero
no os importa eso: escuchad la verdad, i recordad
que vos mismo habeis dicho poco ha: NON QUIS DlCAT
; SED QUID, ET QUA RATlONE DICAT.UR.
¡ Seeretario i le¡isladores impíos! os ha beis constituido
en obreros (tel mal: amargos seran tos frutos que
\'osotros i vuestros parciales habreis de cosechar:
¡temblad ! que fundais para vuestros iuoc~ntes hijos.
para vuestras familias todns, un funesto patrimonio,
1\'Iérida, setiembre 4 de 1864.-LOS QUE OBSERVAN,
INSERCIONES DE LA CURIA.
EDICTO
CONVOCANDO A OPOSICION PARA LOS BE~EFICIOS
CURADOS, VAGANTES EN LA ARQUIDIÓCESIS.
Nos Antonrlo Hen·an, por la gracia de Dios i de
. la Santa Sede ApostólicaJ Arzobispo de Santafé
de Bogotá, i Visitador jeneral de Regulares
. de esta Provincia eclesiástica, por clelegacion
especial de Su Santidad.
A Jos Venet·ables Pát·rocos i demas Sacerdotes del
Clero secular de nuestra Arquidiócesis.
Habiendo pasado ya mucho ,mas del tiempo
1 denh·o del cmd debe, seguJl las disposiciones canónicas,
proveerse de curas eo propicd~d, a todas
las pat•t·oquias que carecieren .de ellos, o estuvieren
vacantes ; bien po1· fallecimiento~ o poJ• a·e •
nuoria que se les lwyu admitido, a lo& que ántes
obtl:'nian los curatos; o bien po1· babe1· sido p•·o·
movidos alguuos pátTocos a ott·os beneficios ecle·
siásticos ~ siendo muc·has las parroquias que se
encn(-'nta·an en el caso de carecea· de cura pa·opio,
i no habiendo pem1itido la difícil situacion en
que se ha encor,ta·lldo ta A~r-tíntes
la convocntm·ia, llamando i emplazando a todos
los que <"anónicament'e pudieren optar dei'Pcho a
los bPneficios vncnntes, para que sean examinados
en Sínodo, i nombt·ados confoa•me a sus aptitudes
i a Jos méritos que en el servicio de la Iglesia tuviese
cada uno de los opositoa·es ; hacemos saber
que los curatos vacantes actualmente, son los que
adt>lante s t· mencionarán, i de los que fufl'en vacando
despues,se dará noticia en > que en su PARTE OFICIAL es el órgano
de publicuciou del Gobierno ecl~sin pl'Opiedad,
no poda·án renunciar el que se les designe, ni pedir
ninguno en particular, sino que debe1·án seguia· a
aquel a cuya administracion fueren destinados
por el Prelado.
Dado en la sala de nuestro desparho, sellado con
nut>stl'O sello mayor, firmado por Nos i nuestro
Secretario~ en Santafé de Bogotá, a d1ez i siete de
enero de mil ochocientos sesenta i cinco.
(L. S.) ANTONIO,
AíiZOBISPO DE SANTA FE DE BOGOTÁ.
1 gnacio Buenaventura, Secretario.
Doce de las Revea·endas 1\: ada·es Mnnjas de
Santa Inés sé\lieron de esta ciudad el dia 14 del
c01·1'iente en vía para la Habana. Van tambien esas
pobres señoras a busca•· en una tierra donde no se
p•·egona tanto la libertad, la libe1·tad de vivh· segun
su c¡·eencia que en su patria se pe1·siaue. El
mundo verá en ellas otras víctimas de la tolerancia
de la escuela Jibe•·al ; i la fama de nuE'slras
barbal'izadoa·as discordias, il'á con esas vírjenes
inofensivas a estendea·la mancha que empaña nues~
1 t1·o nombre. ¡ Pobre tierra esta ! Sus héroes le
dieron fama en el mundo, sus sábios le diea·on honra
i fama, sus liberales la cub1·en de vergüenza !
NECESIDAD DEL CULTO.
FRACMENTO DE UN DISCURSO PRONUNCIADO PCR EL
FAMOSO ORADOR CAl\IILO JORDAN EN EL CONSEJO DE
mitosos de revolucion, i su intea·es es supremo
paa·a los pueblos azotados por los disturbios intestinos.
Eutónces, mas que nunca, los desgraciados '
necesitan de la espe1·anza, i esas ideas relijiosas
la t1·aeu al asilo del do loa·, i hacen brillar en él
sus benéfiC'os rnvos. Ellas alumbran aun la noche
misma de la tumba, i desp1egan delante del hombre
mortal i finito inmensas i magníficas pel'S-pectivas.
1
Lejislaclores! qué son todos \•uestros beneficios
compamdos con este gr·an bien f Vosotros os condoleis
dt>l indijente, pet·o 1a B.eli)ion lo consuela.
Vosotros reclamais sus dereehos, pet·o ella fes ,
asegum sus goees i su felicidad. Ab 1 cuántas
''eces hemos hablado de nuest•·o amor al pueblo,
de nuestro respeto a su voluntad 1 Si este lenguaje
no ha ~ido vano en nuestros labios, respetemos
ante todo ese objeto tan quel'ido de la multitud. 1
Cualquic•·a que sea el nombre con que nuest1·a
alta i presuntuosa filosofín quiera designar. esa
instituriun sngrada; sea cual fuere la idea que de
ella tengamos i los bierH'S que de ella espNemos,
allí, en esa ('l'f'encia en esas ideas, en esa ínstitucion
es que el pueblo ha de('retado sus voluntades 1
ha fincado su espe•·nnza i S'\1 bieneSlí.\1', i de ellas
ha becho el objeto de sus mas e, ras afecciones.
Esto basta para que todos nuest1·os sistemas se inclinen
dela••te ele la voluntad soberana.
Pero que la libertad que concedais al culto i a su
libre ejercicio no sea et:t vosotros el efe(•to de una
fria indife•·encia;tal vez üe eu insultante despre<·io,
como esa tolerancia de qlile po•· tanto ti(' mpo hideJ'on
alarde ciertos sofistas peligrosos. sino que sea 1
el f•·uto de un sincero afedo. No debeis tolerarlo
únicamente, debeis proteiel'lo, porque e\ cu\to mantiene
la mOI·al i es util al hombre. Ha habido lejisladores
que, persuadidos de esta saludable influencia
de las ideas relijiosas, creyeron que debiau
liglll' estrechamente e) culto con'las leyes, i prestar
a la Reli¡ion todo el ausilio de la autoridad ch·il.
Ya que vosotros no habeis adoptado este sistema,
que a lo ménos una libe• tad jeneral supla a una
proteccion especial ; i que si vuestras instituciones
no dan creces a la Relijion,_ ellas no le sean contrarias
jamas.
LOS QUINIENTOS, EL 17 DE JUNIO DE J 797. 1
<( Os pongo, señores, por testigos de la verdad 1
gundo, portodos
tos males que han sufrido, en <'l seno de que mi presencia en aquel local seria una apl·obasus
mas dulses creencias, de sus mas cm·os há.. cion del despojo que de él se les hizo a las relijiosas
hitos. del Cármen.
Oh 1 QO os admil·eis de la importancia especial No sé cuál habrá sido la intencion que se ha
que dan a las ideas· relijiosas todos esos hombres tenido al poné1· mi nombre en el Prospecto del
acostumba·ados a alimental'se de ellas 1 Porque Colejio de a1·tesanos; pero sí es mi deber de..,men- \
t~les ideas son las que les asegm·an goees indepen- tir públicmnente tan absurda falsedad.
1
' d1entes del podet· de los hombl'es i de los golpes de
la s.uerte ; ellas son las que templan a sus ojos esa ANTONIO, Arzobi~po de Santafé de Bogotá.
1 desigualdad de condiciones necesaria a la existen- Bogotá, 17 de enero de 1865.
Í¡l cia de las sociedades humanas. · Pero nunca son ~~--~~~~~~-~~~~~~---~-~-----~
L~de mas urjente necesidad que en los tiempos cala· IMPRENTA CONSTITUCIONAL -- POR NICOLAS PONTON.
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El Católico - N. 86
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Carmina Burana
•
n. Bogota, 3l de enero de 1866,
EL CH.ISTIANISMO LIBERAL.
Des pues de tant· s injusta' invectivas al Catolicismo,
despu ·s ele tanto afan po•· distinguir el cl'istianismc
puro, rnornlizadm·, sub\im • p1·ng1·esista,
del cristianisrno pagano, retrógrncia de una Relijion revelada: es
puramente cleista.
Cristo a sus oj')S no es mas que un hombre, la
~iblia una novela, l\foisés un embostet·o, el milagro
i por consi u·rnte la revelacion i la profecín,
quimera: absunhts; las penas de la otra vida,
es decir, el ejercicio de In justicia divina sobre
los muertos, una supet·chería hwentada po1· el
Clero para med1·m· a favor de la c•·edulidad pública.
<< El Tiempo>) siguiendo las huellas trazadas
con mucha antil'ipation por otros periódicos, lo
ha dieho así te1·mimmtemeute, i a La Opinion, >)
aunqne con mas pretensiones de cri~tinna, ha
adoptado el mismo cn·do al publica!!, defender i
encomiat• Ja ob1·n de Renau.
Rechazando los dogmas del Cristianismo, la
escuela liberal dice que acepta so mot·al. ¿Pero
cómo puede imp01wrse a las pasiones esa moral
severa, que las humilla, que lus ahoga, que las
mata, sin el npoyo de la sancion divina? Pongamos
al hombre de natuml mas benigno en lucha
con sus propias pasiones i sin mas arma para combatirlas
que la fé de Renan. ¿Le bastará pat·a ''el'
con j1·ente serena correr tmnquilos los días del
que le ha hecho mal, para amarle, para desearle
i procurarle eJ bien, que un filósofo Jo haya enseñado
así ? ¿ Se condenará a los tormentos de la
pobreza pudiendo buce¡·se rico con el trabajo
ajeno, aceptm·á las humillaciones i las privaciones
deJ .pobre pftra volver a su lejítimo duei1o el depósito
que se le confió, solo po1·que un sábio judío
lo predicó así? ¿ Sufocará todos sus malos ins·
tintos para hacerse casto, paciente, sufrido, modesto,
respetuoso pot· el derecho ajeno, fiel a su
palabra, solo porque un jodfo de talento prrdicó
1 todas esas virtudes? ¿ Reclwzu1·á el plat!er i ac.'eptará
el dolot' po1· seguir los consejos de ou hombre?
Una moral fundada en semejante hase, seria
mucho que pudiem imponerse a un hombre: cuánto
ménos a un pueblo.
Llamad al templo de la Jibcrtad a una multitud,
inmenso volean en cuyo seno bullen todas
las pasiones, i deeidle: bubo un tiempo en que el
1 mundo marcha~a a un abismo impelido por la
sopersticion i Jos vicios. Un homb1·e se p1·e entó
en el Oriente que enseñó In existencia de un solo
1
1 Dios, i a la sombra de ese. pl'incipio la mas bella
m01·al : Ese hombre era JEsus. Sus discípulos
marcbal') que debía abrirse el 1 ·" de febrero en
el local del « estinguido monastel'io del Ctl!'men. >)
En ese anuncio se incluía la lista de los señores
que voluntariamente se habian ofrecido a desempeñar
cátedt·as, i en esa lista se leia el nombre del
señor Arzobispo como maestro de Rclijion.
Aunque la cátedra del sei101' A1·zobispo está en
el templo, i es desde allí que debe euseñat· al puew
bJo, aunque no estaría muí en armonía con 1a
dignidad de su cn•·go pa.otot·al el que fuetn a dal'
lecciones a un colejio así, aunque era difícil que sus
fut~ciones de Prelado le dejaran tiempo para ir todos
los di as a una hora fija a · da1' esas lecciones, todo ~
esto poco habl'ia importado, si ese colejio no se
anunciat·a en el e< local del tstinguido monasterio 1
del Cát·men. >) La presencia del At·zobispo en ese 1
local para aquel objeto, seria realmeilte un tes- i .
timonio oc aiJrobacion del impío despojo hecho,
contra las pl'escripciones de In Iglesia, a las santas
vírjerws de quienes es aquel loen!.
El Arzobispo protestó, manif:>stando esto; i el
seflor Gómez que dil'e vá a enseñar a sus alorn- :a
nos la Relijien católica, apostólicn, roman3, pu- ,1
blicó la hnja que dejamos citada, asegurando en 1
ella que el señot· Arzobispo se hnhia compromelil-lo
11
'.:1. con él a dar tales lceciones. l"l¡ll'a comprobarlo,
inserta una cat'ta en que el Prelado espresa que el
srüor Gómez fué a \'isitarlo, i que en fOnversacion
le dijo que deseaba que los artesanos recibieran
del Arzobispo algunas lecricnes de relijion.
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306 CATOLICO.
ta •
• •• 1-a Independencia que bies paganos, i que, cuando vá u!1ido al pode,.,pa·~-
está en el monaster·io de la Concepcion. duce los mas grandes malvados 1 los mayores en·
Sabemos que dió clase en su propia casa duran- minales. . , ..
te todo el último año escolar a los alumnos de este Pronto sacud10 el yugo de Agnpma, su mad1·e,
C.olejio, i creemos que han\ Jo mismo en este año. olv_ldando que le ~ebia la \'ida i el imperio; i t:-
Es que para un católico esos locales son sa- tmiendo que le qmtase el trono pa1·a dRI'Io a Ungrados,
están santificados por la oracion i la peni- ánico, a quien le pea·tc>necia, como hijo del Emtencfa
de las vía·jenes castas -que los habitaban, i peradoa· Claudio, su antecesor·, hizo t>nvenenar a
a quienes la fuerza se los arrebató. Es que, re- este príncipe. Un cdmen conduce siempre a otl·o:
petimos, nosota·os no podemos sancionat· de ningun este Tirano, entregado a la coaTupcion, olvidó
modo la estincion de Jas comunidades decretada tambien aun aquellos bienheí'bores que los malasí,
sin anuencia del Sumo Pontífice i con espresa vados mismos respetan en sus escesos. Pasaba lns
· protesta cont1•a su autoridad. Es que no podemos noches en las calles, en los lupanan•s i en los gasancionar
nada de Jo que tienda a destruh· la Re- ritos, seguido de una juventud desenfrenada, con
lijion Católica. la cual se entregaba -a los mayores dt>sórdenes, i
IIE>gaba ~ h,()mbrearse ·en ras pJ.azas i lugaa·es pu-
~~[ljJ!l]j(/)JltJJ.!J)(/)lJtlJI~~ blicos con los pillos mas desprecia )\es. ¿Se dará
un Emperador que haya entendido mejoa· In demo-
JNSTRUCCION POPULAR. cracia, la igualdad i la fraternidnd, a lo ménos la
l\ELACION DE LAS MUERTES FUNESTAS DE LOS IMPÍOS. igualdad Í f¡•atemidad de J-as tabernas? Nea·on
(Continuacion). merecía habet· nacido diez i oehe siglos despues.
II. ·su coa·azon se acostumba·aba poco a poro a ha-
Algunas personas han hallado de grande inter·es cea· del·t·amaa· sangre, i al fin hizo asesina¡· a su
este tt·abajo, pot·que, dicen: ce estando nosota·os en propia madre 1 I I. . .. Pan1 hacerla morir de una '
camino para volver a los tiempos del paganismo, mnnel'n que pareciPsE' nat\wal la hizo cmbllrca\· en
i debiendo por consiguiente tener alguu dia mtl- una galea·a consta·uida de modo que lo alto cayese 1 ,
cbos Emperadores, con el título de Presidentes, por su propio peso, i que el fc..udo se abriese al ,
Dictadores o cualquiera otr·o, como y'l los hemos mismo tiempo. No habiendo surt'do b uen efecto
tenido, es bueno saber Jo que harán i lo que de ellos esta estratajema, hizo que su libert(}' Aniceto le j
debemos espera¡· los cristianQs, si ·es que el pueblo diese de puñaladas en Baies, donde ella se babia
soberano no se resuelve a salir de ellos ántes de refujiado pam salvarse. Esta fiera no respetaba 1
que llegue su tiempo.» parientes ni amigos, ni reparaba en mentró a Roma, i lo resentaron
U':\a sentencia de muerte para que la fir- cibiet·ou con tanta solemnidad como si regr esase
mase, esclamó compunjido: J'osos, han recibido en todos tiemi
las espadas ; i a_un se hab1·ia hecho él mismo su pos el título de G1·anrles.
apoteósfs, como Jos Nerone.s ~e nuestJ·os dias. Neron, viendo que tenia tantos esclavos como
• Pero alfi~ ~ubo de. fastJdiaa·se de tanta vjrtud súbditos, no consultó ya sino al dt>sm·n·glo de su
li>!vfdó las sabias lecmones d~ fil~soffa que habian c01·azon depravado. Por primet·a vez se vió a todo
fo1 mado la base de su educacwn, 1 su caa·áctet• dia· , un Emperador dil'ijiendo compañías dramáticas,
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EL CATOLICO. 307
' i alternando entre los negocios de Estado i las 1 e~ta misma Palabt·a, por este Verbo hecho carne.
i l intri~uillas de bastidores. Al fin se hizo cómico El mundo nació de una palabra : Dios dijo ¡ el
él mismo i rept't>Sentaba públicamente en los tea- mundo fué. '
tros como un actm· ordinario. Se presentaba fre- Es pot· la palaba·a que el hombre es hombre
<'uentemente eri la escena con la Ht·a en la m~no, porque ella es la manifestacion de su alma. L~
seguido do ButTho i de Séneca que aplaudían i palabra es el arma de la fuet·za moral, es la forma
palmoteaban : debilidad mui comun en los filóso- esterior i pet·ceptible del p~nsamiento, es el instruíos
de todos los siglos, cuya fria moral se estt·ella mento de la intelijencia, la canal de la ciencia el
contt·a las voluntades superiores. Las locuras i medio de la fé. ,
los ci'Ímenes de este mónstruo eran tales que no Así, el ministerio de Ja palabra es uno de los
se creía que pudiese imajinar nada mas de lo que pt·imet·os atl'ibutos del ministerio sagrado· sus
habia hecho; pet·o él había nacido, segun la es- victol'ias son supea·iot·es a las de la espada. « Vosopresion
de un iuicioso autor, para comete•· cl'fme- tros podeis matamos, decia el ~rande apolojista
n~s l_la ~ ta entónces .ignorados i para daa· .l~ccio~es Justi.uo a los vet·dugos de los cristianos, pero pea·publlcas
de perverston. Una vez le ocurno vestn·- suadtrnos, nunca 1 >> Aun en la antigüedad pagase
de muje•· i cnsa1·se con el infMne Pitágo•·as.. na que creia tanto en la omnipotencia de la espapracticando
todas las ceremonias del caso. i des- da, la palnb•·a fué Yene•·ada i admh·ada. «Hiere,
pues, en segundas nupcias de la isma especie, pero escucha, » fué una respuesta que se aplaudió
con Dol'ifoa·o, uno de sus libél'tos. Volviendo a i se aplude todavía. Ninguna descision se tomaba,
tomar su primet· sexo, se desposó con un jóven en los negocios de Estado, sin Ja intervcncion de
Spoms, a quien hizo mutilar pm·a dade cierto ait·e la palabt·a, ent1·e los pueblos que tenían algun code
mujet·. Este loco revistió a su supuesta esposa nacimiento de la dignidad humana. No hablo de
con los adomos de empen..tl'iz, i se presentó así en In Grecia donde nada se hacia sin discusion ; los
püblico con su euimco. Tales son los pt·og•·esos r omanos, Nacion de hierro, componian tambien
de la lu¡nda, la cual, como la avaricia, siente au- uua Nacion de oradores; los mismos bárbaros,
meutnrse su sed a rnt>dlda que se satisface, i como áutes de declat'at' Ja guerra i pat·a solicitar la paz,
la glotoneda que llega hasta prepara•· manjat·es enviaban diputados de que el nombre oficial era el
contrarios a la natu1·aleza. de oradores:
Su fe1·ocidafl es('edia aun a sus infames desó1·- En las sociedades civilizadas, fundadas soba·e la
denes. La ct·ueldad corl'ió en el parejas, como en palabra evanjélica, la palabra debia necesat·iamentodos
los malvauos, con la lujuria. "El hombre te ser honrada i podet·osa. La Iglesia la ha colocadegradado
por sus sensaciones groseras, dice un do siempre en un rango mui eminente; i sí, por
fisiólogo, rae en el egoísmo mas bn1tal, no mira desgracia una servidumbre universal redujese el
a sus semejantes sino como instrumentos de su muudo al silencio que constituiría el último g¡•ado
placer, el juguete de sus pnsiones, las Yfctimas de de la abyeccion, la palabra liba·e se refujiar4a en la
su ódio i de su capl'icho." Octavía, su lejítima Iglesia, i teniendo sus hét·oes i sus mát·tires, salesposa,
Bunbo, Séneca, Lucano, Peti'Onio Popea dl'ia iufaliblemcmte tdunfadora.
su qut>dda, fueron sacrificados a su furor. A estos En los Estados cristianos, la palabra ha gozado
asesiuatos se siguies·on tantos ot1·os, que no se le siempre de gmnde estimacion, i cuando esta estimiró
ya sino como una bestia feroz, saciada de macion disminuye en alguno, puede asegurarse
sangre. que no han ganado ni la libertad ni la gloa·ia.
Con tan buenns disposiciones ('Omo tienen nues- En Jo:s Tribuuales de justicia, la palabra i su
t1·os libertadores i próceres amedcanos para re- independencia son conside1·adas como la salvaguat·presentar
este papel, ¿qué dirha no se agua1·da a dia de la iuocencia,como la 'proteccion de los aculos
pueblos, si, abolido el Cristianismo civilizadoa· sados, cómo la garantía del honot' i de la fortuna
del mundo, no lle.gamos a reconocer mas guía que de los ciudadanos.
el sensualismo i las pasiones brutales, ni mas Entre Jas jentes honradas, la palabra empeñada
moral que la del antiguo paganismo? Jiga aun mas que la obligacion escrita. Pero debo
(Continuará). espn•sar que no ha de entenderse lo que digo con
tal estension, que sancione los abusos,los escesos,
los cdmenes de la palabt·a. Yo los deploro,· los
condeno i censuro tanto como debo, manifestándo
que nunca tomarán las sociedades, Jos Esta.dos i
los individuos, bastantes precauciones contra ese
abuso. Tengo de la palabra, el concepto que
Esopo espresó de la lengua. Quiero solo que no
se lleve la pt·evision hasta cortat· la lengua por
miedo a las malas palaba·as i con riesgo de impedir
las buenns,porqúe el remedio seria peor que el mal.
BIOGRAFI~ DEL R. P. LACORDAIRE.
I
Ya en su tiempo i en sus Comentarios, Cél'll'
se(wlaba el gusto, i yo diré, Ja pasion de los galos
por el Mte OJ'atol'ia. Tócito tambien, con su fina
ojeada, notaba el entusia:smo de los .fet·manos por
la elocuencia. Jamas me be puesto a investigaa· si
yo soi galo o ft·anco, pero confieso francamente
que nada me seduce tanto como un grande orador,
i que a este respecto toda la Francia siente como
yo poco mas o ménos.
1 me permito cree•· que la Francia i yo no tenemos
mal gusto pot·que · ¿qué hai mas het·moso que
la palabm 1 Dios mismo no ha desdeñad~ dar este
~ombre augusto n su Hijo, Dios como EL, como
EL etel'l1o. La Santísima Trinidad se ha revelado
~l hombre pot· la palnbt·a, por el Verbo ; i el hombre
ct·eado pot· este Vet·bo, debía ser salvado pot·
Tales son, entl·e muchas otras, las razónes por
las cuales siento admiracion pot· los oradores, i
entre estos especialmente por el padre Lacordah·e.
u
Este monje ilustre, apesaa· de sus defectos, i con
sus defectos, es un oradoa· maravilloso.
Todo habla en é.l. La actitud lo muestra siem.
pre pronto a luchat· aun cuando medita i estudia.
En su contemplacion, en su lectura, se vé subir
desde las profundidades de su pensamiento Ja paJabm
a los labios, se lo ·vé dispuesto a los combates
de Ja discusion. Cuando descansa, se parece
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308 EL CATO L I C O.
n11eon, en cuyos músculos de ace1·o, en cuya pupila
~r·diente, se trasluce una actividad siempre
viva, aclormeddn apénas, nunca dormida del todo,
como dijo Dante.
Ti-ene en la acrion lo que Demóstenes estimaba
como coudicion pl'imera en el orador. Sí, el padre
LacOJ·dail·c no solnmente posee el movimiento m·monioso,
atrevido i concertado del brazo i de la
cabezn, srno la flexibilidad i la dignidnd del cue¡·pu,
ma 1e1·as elegantes i una destr·eza natur·al que
lo bace triunfar de las dificultades del vestido,
aumentando el prestijio que ejerce sobre er auditorio,
los obstüculos de ciertos detalles. Yo lo he
visto .algunas veces cal'gado con el hábito blanco
de Saoto Domingo, con un sobrepelliz sobre este
hábito i con la muceta de canónigo sobre t:ste sobrepelliz
: era para ahogarse ; pero tenia que hacerlo
asf pa1·a ocultar su vestido moná!;tico,porque
¡tanta era la libertad que había en F1·ancia !
A pel:iar de esto, des pues de n_lgunos instn ntes de
emb~nazo, el padre Lacordaire, dominando - esta
eontrariedad i haciéndose d11cño de si mi:smo,accionnba
tan ft-r,nca i lib•·emente corno con su simple
hábito relijioso.
1 parece dirijirse a las venlades cautivas todavía i
que van a vola1·. De golpe sale de este recojimiento
po1· una señal de cruz, levanta la <'abeza, tlesal'l'uga
su fr~nte, su ojo se anima i echa sobre el
ínmehso auditorio una la1·ga i luminosn mirada;
Este háb:to como sus anchos pliegues, sus ámplias
mangas i su vasto escapulario, deja en plena
libertad su rica i pronta naturaleza. La Iglesia ha
comprendido maravillosameute, lo que añade a la
dignidad el esplendo•· del vestido. Los ornamentos,
los t1·ajes de ceremonia, producen un efecto
sin igunl de magnificencia i de majestad. En pre,
seneia ele una procesion ann que se despliegue todo
el brillo de un acompaiwmiento militar, la grandeza,
aun bajo el punto de vista purnmente humano,
se distinguil·á en la iglec;ia. No hai espectáculo
mas hermoso que el que presenta el cortejo papal,
aun haciendo abstraccion del sentimiento relijioso
que aumenta 11\s emociones que producen
estas escenas grandiosas. Es tan cierto esto, que
el ·mismo inc1·édulo no puede resistir a Ja influencia
que ejercen sobre el corazon, i el único recurso
que queda al ódio, es el de calificar de idolat?·í..a
.este rito triunfal. Pero esa misma calumnia, en sn
violencia, constituye un verdadero homennje. Los
hábitos de los monjes,sobre todo en la edad media,
te.nian un carácte1· majestuoso i pt·oducian un efecto
imponente. Nadie lleva mejor el de Santo Domingo,
que el padre Lncordaire, i no me SOl'pl·enderia
que al respeto con que él lo mit·a, se mezclara
cierto noble Ol'guiiCJ, porque ese hábito para él,
es la insignia de su victoria sob1·e su siglo, es el
tt·ofeo del ¡·establecimiento de las viejas Ordenes
monásticas en nombt·e de In libertad modema.
Es preciso ''erlo en el púlpito, revestido con
el humilde tt·aje que han llev.-'ldo tantos sábios,
tantos santos, tantas almas grandes, dulces i profundas,
i al cual, sin duda, él ha dado una glol'ia
nueva. 1 Cómo se mueve su noble cabeza, cómo
se ilumina l Miradlo ; araba de abisma.rse en una
c.orta i ardiente oracion ; luego se levanta i queda ;
inmóvil como bajo el peso del cargo apostólico que
vá a licuar. Sus cejas se fruncen ; su frente tan
alta i tan ancha,se pliega b11jo el esfuet·zo del pensamiento
; sus manos apoyadas sobre el mármol
de la sagrada c<:itedra,muestran por un lije¡·o temblor,
la emocion inseparable del principio de toda
gr.ande obra orntot'in; sus 0jos fijos, i de que el
fn~go aun velado pnrece concentrado dentro de
Jas pupilas, acusan la mirada interiot· de la meditncion
prolongada ; sus labios entreabiertos dejan
escapar una imperceptible i anciosr.. sonl'isa que
su boca se abre i deja eae1· con un acento profundo,
1
•
ya vibrante pero contenido, el testo sagrndo. El
río ha tomado su curso; desde este momehto se1·á
rápido i contiuuo aunque entrecortndo a vel'es por
movimientos inesperados. Degolpe como que se
detiene, como que esperimenta alguna contNu·iedad,
como que tropieza con algun estorbo, pero
esta es una de sus habilidades ; e\ rio salta i hace
una4irrupcion que prodnce efectos soq)L'enuentes.
Casi nunca se prueba mejor la accion eléctl'ica
de su palal)l'a. El OJ'ado1· se ha herho dueño del
auditorio i lo levanta como el ilguila qur nrrebata
la presa. Poco a poco se t•emontn ; sielite uno que ~
se rleva con él, pero cede i lo sigue; él se encum- 1
b1·a mns i mas hasta llegar a la rrjion clt'l trueno i
del1·ayo, i tt·asportndo uno nllí, respira ámpliamente
en esta sublime ntmosfera. ¡Sigamos 1
¡ Mas an\ba l ¡Todavía mas nnibn 1 1 Hé c1qui la
luz eterea, hé aquí el foco espléndido de lo veJ•dadero
i de lo bello l 1 Qué entusinsmo, .ué embriaguez!
¡La lluvia es de lngrimas 1
Cuando de-sde estas alturas se vuelve a la tieJ•t·a,
el orador i el uuditorio est'in sin fuerzas; las
emociones que él prodllce, superno la naturaleza
ordinaria, i dejan con un encanto il fledble, una
especie de aturdimiento i de fatiga, Q\1E' e.xijen lar·
gE~s horas pat·n descansa1·. No hni placet• de e!spÍritu
i de c01·azon que pueda compa~·arsc a este;
¡ Cómo no deseat' vol ver a saboreql'lo ! Estamos
hechos de tal modo pat·a lo grande i lo sublime,
que apénas los entrevemos,nos apasionamos,deseamos
con impaciencia gozarlos de nuevo i casi desamaríamos
al que nos ha procurado tal felicidad,
sino nos la deja gozar otra vez. Pr1·o esto es superior
a las fue1·zas humanas, i por· eso el pad1·e
Lacordaire n guarda a veces armonía. ¿Cómo
podria el hombre permanecer en esas inaccesibles
alturas'!
~\ p•·oducP., no lo niego, sueños de Homero ;
pe1·o solo Homero puede adormecer así. Hai en
sus.discut·sos contrastes chocantes, tal vez un poco
aventurados, audacias de lenguaje ya muí elevado,
ya mui sencillo i casi ''ulgar que s01·prenden
al auditol'io, porque como todas las naturalezas
ardientes, se permite Jibertades,tal vez temerarins;
pero es pronto en apercibirse, i vuelve sobre si.
Un di a en Nucstm Señora, p· dió pe~·don de un
modo hunorable al público, por una espresion que 1
se le había escapado. Cuando revi:-a sus obras para
1
_
imprimi!'las, las cotTije con una severidad mui 1
escrupulosr~.
Solo en el calo¡· de la palabra, la improvisacion
aparece tan manifiesta con su pnde1· i con sus escollos,
que el espíritu no puede librurse de cierta
inquietud. Es la ernocion que se esperimenta en .,
los espectüculos de grande atre,,irniento,pot· gt·an- ;
de que sea la confianza que inspira el jénio,la fuerza
o la habilidad del que los ejecuta. Es una espe-l'ie
de temor instintivo. .
Digamos sinembargo, en honor del ilustre relijioso,
que él participa de este temor, que él prueba
esta inquietud, pero poco·le cuesta asegUI'arse contm
sí mismo. En el npojeo de su poder sobt~e la
juventud de Pads, sometia los borra ores de todos 1
sus discursos i sus ideas i argumentos, a teólogos.
consumados, tan calmados en la pt·ofundidad de
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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EL CATOLICO. 309
1 .::;::::::::::::::::::::; ....... ,.....n_,.,le'""d'"'i"o-'"'d--'"e~la"-'"'a..r't·....,.d"ie""nr.t..re.....,j"'"u~v..rer'""Jt ....... t ...... ld.,......~:~:·~=t=
su elocuencia. la luz de esa libertad f)
El jó,'en enciclopedista estaba medio curado.
A partir ele esta hora decisiva en su vida, Enl'ique
Lacordaire sintió que su talento crecia i ad~
quil'ia mas i mas esa enet•jía sin §egundo que dtl la
fé. Conservando toda la e!_egancia de su forma
ática, su estilo adquirió una rara elevarion de pensamientos,
una lójica inflexible i segura i una fh·meza
de pl'incipios que le conquistaron pronto la
mas incontestable superioridad. Lacordaire era el
héroe de la juventud estudiosa de Dijon, i en esta
compañía, en que la franca jenerosidad de la edad
escluye los celos, obtuvo tl'iunfos sobre triunfos.
Ya entónces, quien le hnbie1·a mirado con el ojo
de una amistad previsora, abria podido notar en
él cor. .. o una tl'isteza vaga, no sé qué descontento
que los aplausos del mundo no podían dulcificar,
un vacío que los triunfos no alcanzaban a colma•··
Em·ique Lacordail·e se babia recibido de abogado,
i era en París, cerca de ese hogar jigantesco
donde las ·llamas de )a verdad i del bien bl'illan al
traves de los negt·os i espesos humos del enor i del
mal, donde él debía interrogar a su corazon i sentir
su vocacion.
Pads lo acojió con benevolencia; el palacio de
justicia oyó los primeros ensayos aun audaces e
incultos, de una elocuencia que pt·ometia ya un
brillante pot·venit·. Berl'Íer lo felicitó al darle un
consejo paternal, los maJistrados lo cumplimentaron,
pem esto aumentaba su incet·tidumbre i su
turbacion.
El tt·abnjo intel'ior comenzaba. La gt·acia divina 1
1
tiene un pode1· ilTesistible, i cuando se ha apodera- 1!
do de una almat no la desampam ; de día, de no ...
che, sin que se lo sospeche, la penetra, la envuelve, ·•
la arrastt·a. Lle~a pol' fin una hora en que el bom~ ! ~
1
bre vencido sucumbe, inundado en dulces lágri- ' ~
mas, no se reconoce a sí mismo, ya no pertenece
1
.
para nada a los hombres, es todo de Dios. ·
Esta hom 1 ai que dej:h~t>la contar a Enrique ¡,
Lacordaire, nada puede ig Hllat· a ese lenguaje. El r1
1l de mayo de 1824 habia .resuelto entrar al semi- 1 ~
nario, i hé aquí lo que escrihia n tino de sus mas ~
antiguos i mejores amigos de colcjio: i
«Bien pocas palabras se necesitan para tlecit' lo ¡ ce que tengo que decir, i, sinembcugo, mi corazon ¡;·
< quiso deí'ir adios a la
hizo esfuea·zos para que desistiera, pero su decision E nmc.•a ll u e COJTia al abismo. lba a partir para
era tan positiva, babia tanta calma en su i nsisteu- Amen ca con u u Obispo misionPro, pet·o el ta·ueno
cia, tanta dulzura en la espresion de su voluntad, de 1830 estalló, i el abate La<·ordaire se encontró
que fué preciso ceder. Madama Lacordaire pidió degolpe enfrente de esa re\'olncion que echó del ¡' ·
pet·don a Dios de haberle disputado su hijo, i ben- trouo a los hijos de San Luis, rompió las cru<'es,
dijo bien pronto este sacrificio. saque~ a San Jet·man l' Auxerroi:s i el pHlado del /
En efecto, el jóven seminarista anunciaba ya que Arzol.nspo, del santo Arzobispo que lo había ol'deseria
un g•·ande apóstol. Los ''enembles Sacerdo- nado Sacerdote i por el cual conserYaba una filÍ:'\1 1
tes que lo fol•maban, esos sulpicianos d e quienes vent:raciou. '
Fenelon hizo en su tiempo un bello elojio siempre N_o era ya h.om de 'pensat· en la b.:'lt'bat·ie IE>.fflna; 1
merecido, tenían por él un tiet·no afecto. Pre- .habw llegado la de resistiJ· a la barbarie (•iviliza- ~
sentían en él una de las mas bellas espet·anzas de d.a. ~1 abate Lacordait·e comprentlió que ea·a prela
Iglesia. He hablado en ott·a pa1·te de las vaca- c1so u· _derecho a esta barbarie, i procum1· dulcificiones
en la Roche-Guyon, de esa mansion del cat·J~a smo couven<.•erla.
futuro Cardenal de Roban donde venían a recibit· Era que la jenerosidad de su corazon lo alusina ·
su ú-ltimo pulimento los (< diamantes del santua- ba. Uuo de los mus grandes jéuios de este siglo 1
1
riÓ.>> El abate Lacordail·e se encontl·ó allí con el que en. lugaa· de sea· la luz no ha sido sino el esabate
Dupanloup i conota·os muchos que son nues- can?alo, M. de Lamennais, estaba entónees en el
tra gloria i nuestro consuelo. · apOJeo de su temible poder. El ot·gullo, el Sata-
En la fiesta de Navidad de t827, Em·ique La- nas que se llama el orgullo, lo babia ya tocado,
cordaire ofreció pot· 1a pl'imem vez el Santo Sacri- pero la herida no era visible sino para el ojo viji-:
ficio; e1·a Sacerdote, i en 1o sucesivo podia sati.sfa- laute de los ancianos del Santunrio. PersuacHóse
cet· su ardiente vocacion. de que para vencea· la revolucion, la Iglesia debía
Esa vocacion lo llamaba a la cátedra cristiana, tomar las armas de los revoluciomH'ios, i en lugar
pero era necesa1·io que se prepat·ase pat·a ello. Tan de dete~ea·se a reivindicar su libertad, entron1zm·
humilde como devoto, el Ministro de Jesucristo dogmat1cameute la licencia. Este plan f"edujo a
buscó la oscuridad i el t·etiro ántes de p1·esentarse algunos nobles i grandes espü·itus, i como ninguen
la a1·ena del combate. No quiso aceptat· sino no era mas quel'ido del jefe de esa Escuela nueva
una plaza de limosnero entre los pob1·es hijos de que el abate Laeordait·e, ninguno sufl'ió mas su
..._ an Francisco de Sales, i se ocultó det1·as de los úomi_nante influencia.
modestos muros de ese santo asilo, de donde no Al lado de faltas lamentables, esa Escuela ejesalió
sino un instante pam aceptar un puesto de cuto hechos magníficos. Quie¡·o cital' solamente
lucha, de sinsabo1·es i de abnegacion : la capella- la l'eivindicacion de !a libertad de en~eüanza i la
nía del colejio de Enl'ique IV (1828) enérjica apertut·a d la Escnela de In calle de las
¡ Dias dolorosos! 1 Dias de crueles amar~uras 1 Bella~ A1:tes, ~onde los maestros se llamaban ~aen
que tuvó que luchar sin tregua con uu:1 JUven- cotdau·e _1 el vtzconde de Mou.tale.mbet·t. ~st.a E~tud
¿qué digo ? con una infamia hostil, bul'lona, cuela fue cel'l'ada pot· ~1 ~om1sat'JO de P.ohc1a ; s~
sin fe, sin respeto, sin costumbres ; con una in· cl":l~sura llego a conocimiento d.e los Tnbunates, 1
fancia en que estaban en libet·tad todos los malos fue JUzgada yoa· la corte de Pans, despu~s ?e de.instint()
s, ¡ cautivas todas las inspiraciones jene- bates oratonos que asegua·~t·on a la Iglesia 1 a la
rosas. Era la tiranía del respeto humano, mar- tribuuf\ dos glorias inmos·tales.
chitando esas fa·entes de quince años ; la liga de 1 Ai l El !:'o1-ven~~ no tardó ; .el orgu!lo de M.
la impiedad manchando el candor de la adoles- de Lameuna1s ro~p.w todos los d1ques! .. 1 Roma,
cencia i ahogandolo en flot·. Me consta, porque como una madre VlJtlante, aunque afliJida, tuvo
u;--- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO. S ti
que condenarlo. Em·ique Lacordait·e babia ido 1 nffico alegato pro domo S'lta en que comparó las
con el conde de Montalembert acompañando a M. órdenes relíjiosas a los vastos bosques de encinas
de Lamennnis a la ciudnd eterna. La luz pene,tró que el vandalismo cortó por el pié, pero que retopronto
en estos dos espfritus rectos i fieles, pero .ilat·on mas fue1·tes i mas bellas. Despues de esta
era para ellos un esfuerzo doloroso i sobre humn- comparacion esc!ama: "Las encinas i los monjes
no, •·ompE'l' con flquel taiE'nto fascinado•·· " No son inmo1·tales.''
podeis imajinaros, decía mns tarde el pnd1·e La- l .. a F1 ancia siempt·e se pone del lado de las alcordah
·e, el dominio que tt'nia sobre mí M. de La- mas jenerosas i de los rorélzones bien templados.
mennais ; E'l dia en que tomé In ¡·esolucion de Ella se sorprendió al pl'inripio, luego admiró: la_
abandonarle pasé muchas oras en oracion llorando causa estaba ganada apesa1• de Jos decretos de
delante de la coufesion de Son Pedro, pero cuando prarial, apes, i aquí comienza la vida PMis lo nombró su representante en 1848, dándo- .
oratoria del abate Lacordaire. Sus trnb:IJOS p:·in- le luego cien mil voto~ mas; pem él comprendió
cipiaron en la humilde capilla de SHn Estémislao; que In atmósfera de una AsambiNl política sentaba
pero bt·illaron comv el rayu. i bif'n pronto et·n es- mnl a su naturaleza i a su vocaciou, i renunció
trecho pnra la multitud que ansiaba oil'lo, el vasto tanto hono1·. El :.~ño de 1860, la Academia ft·antemplo
de Nu~strn SPñom de Pal'is. Todo lo que cesa lo llamó a su seno j lo sentó en este refujio
babia de mas intelijentc en la capitnl, nmigos i de todas las glol'ias contemporáneas.
enemigos de la Jgle ·in, ('OtTinn a esruch1ulo i sen- VI
tian un entusiasmo inde.se¡•ibible. La confet·enc:a El padt·e I,acot·d¿¡it·e es una potencia singular-comenzaba
a la una. i desde las siete de la maña- mente h.dependiente a quien temen las cobardías
na la multitud invftdia las naves, i esperaba anhe- i las seJwiduml>t'€S presentes, que no s_e pliega
!ante i casi ardiente hasta el momE·nto en que la siempt·e a los consejos de la amistad mas flustt·a •
cruz arquiepi5.copnl, p1·ecedicndo al Prelado, hen- dn, que deja sufdt• algunas alarmas a sus mas
dia esas olas de jentr ya respetuosa. Pocos ins- fervientes admiradores, pero que tiene por la Igletantes
despues el humilde mi~ionet·o npcH'ecia en- sia una adhesion sin límites, i por ella trabaja sin
cima de esos millares de cahezns. Entónces se tt·egua.
cstablecia el silencio i se· prrstpba una ntencion sin Si no fuera un monje mui piadoso, mui sumiso,
igual. ¡Qué placer para Monseñor de Quélen vol- mui humilde, podria set· un terrible tribuno. Pero
\CJ' a hallar al fin de cada diseurso, a esas multi- felizmente es un vet·dadem monje. Su vida tiene
tudes, poco án es tan n·beldes, encor adas bajo su Ja simplicidad, la devocion, la abnega<'fon de Jos
bendicion i mostrando un reconocimiento unáni- primeros compañeros de ~auto Domingo. Su celda
me I Por eso el ilustre mártit· de ut e tt·as tristrs e. tá amuebh da {'On la mas austera modestia: una
divisiones, d< ba las gr, desde sus esct·ito~ en
moJarse como monje i restableert· a lo monjes que se vé su bella lt.'tra <'lanl, netn i t•egulm·, hasta
sobre Ja tiPt'J'a de .F1·anci;1 po1· esta inmolacioo. el suelo de su ct>lda que él mismo barre,i su pob1·e
Era el fénix de la fál.wh at-rojñndose al fuego pa1·a mesa donde nu grmw de polvo no puede permanel'enacea
· de sus cenizas. ce1·. Su vestido es de lana o¡·dinaria, pero de una
Fué a Roma, voh ió a ese foco de toda verdad, blacura brillante.
de toda cieutin, de todo amot·, i tomó el hábito de El hombre que tiencaJTanques súbitos i tet•t·ibles
los predicadores ; volvió dominicano. golpes de jénio, es habitualmente el mas calmado,
Fué aquel un grande att·evimieuto en este siglo el mas c :m!:-tant~, el m<1S igual en u t1·ato. A<'oje
que se dice liberal. Fué arrojarle el desafío mas con dulzura i con benevolencia al que se le p1·e e 1-
com~Jeto en favm• de la liLertad relijiosn. RPtó a · tn ; su·l'OtWPr adon, es elgante, afable, variada ;
los IHjos de Voltaire,presentándost'les ron el hábito su ojo lfmpido, tiene un brillo maravilloso que
de l?s inquisidol'es. Se p•·est'ntó a esos lejislado- de:slumbra i que dá una fue1·za s01·prendente a la
res 1 p ocónsules que habian despoj!ldo i echado a espresion de, u pensamiento. En la discusion, el
los relijiosos, como el heJ·ede1·o i t•enovadol' de las orndor se muestt·a de t'E>pcnte.
ob1·as de la edad media, como miembro del {'Uer- Un dia. estDndo en fl locutorio de Jos cannelipo
monástico mas militante entónces: el de Santo tus ronvergnndo con uno de sus jóvenes admiradoDomiugo.
res entre un g•·upo de estudiantes que se anun-
Reaparecet· bajo las bóvedas del siglo XIII con ciabéln corno iuct·t'dulos e impíos, los soJuzgó desel.
hábito de aquel tiempo, era una temet'idad he- de )u('go por su pulítil'a séritl al mismo tiempo que
ró1ca. Cu¡)ndo se presentó el reverendo padt·e do- agnsnjadora, i escuchó con una bondad t':ll'fl, alguminicano,
recibió nmenazas de muerte. Se había nas de sus objeciones. ) i el padre desarrolló los tan temibles al'gumentos
que pulvel'izó el Á 1jel de la Escuela.
Los estudiantes estaban estuppfactns. e< Hé aquí 1
la contl'ovel'sia; no miserable i. ''e1·gonzosa co110
la de nuestt·os dias. P a·o scu.c a.d la respuesta.>)
<·ntóne s, por media hora, con su ardiente palabt
·a .. con el ojo brillnnte , e l elocuente rel:jioso desarroJló
las pmebas de la existencia de Dios .. con
una enerjía, con un calo1' i con una claridad in ..
compa1·ables. Sus advet·sados estubnn vencidos, i
¡ Ai 1 Ni nuestros votos, ni las o1·a ·iot e· d; l·
tantos corazones rectos, ilustrado , salvados por
el grande apóstol, han alcan7ado nada. El fr o j
maduro pn ra el Ci lo, ha sido co:ido or el únjel
de la muerte. ¡ El p re L.cordail'e no existe 1
Su hermosa ''ida lm si o irina1 • r te coronnda.
El pt·f!lcipe de la pnlabra sngruda, eJ rest, m·.tdor
de la Orden de Santo c.mino·o, a 'abó conH> un
hé1·oe .. como un conf es o t• i como un má1·th' .. . . . . .
2 2 de noviem l.> re de 18 61 •
se retiraron confusos i avergonzados. Pat·a n uchos ---
HEt';RlQUE DE
de ellos, aque] dia fué el de su coi version. Tal el'a 7J "·íf •
el 'fuego de su mil'éHla, < tH' el que la recibió oy'n~
dolo quedó como desvé neeido. PARR. FO DE CA T _ •
Tal es este fraile. No puedo da1· de éi sino este Con fecha 1 o d 1 CQtTie 1te nos ¡¡(e
bosqueJO informe,gt·osero;es imposible hacel'!o me- sona respetable de 1\Iedellin, lo . ig 1i • t
jor porque un rayo de sol no puede reproducirse. ce Desde que h::u cor lcnza( o n 1 . ·se en <'s·e
VII. Estado lo a1·t1culos que !n pt·Pnsa líb rn . o f ,._ 'j
I hoi, esta naturaleza admia·nble, está post1·ada tina de esa cap·tal eseribe coutrn J !i tr1·i ' LO i su
por la enfermedad; no e!'tá vencida pero sí ago- doct•·ina, la exacenacion sube de punto i lo s ánitada
por el sufrimiento. mos se exaltan. El pueblo vé que al fi n s e 1 a qui ·
Antes de tiempo, el pa(he Laeordail·e se muere.
1
tado la m<.ls<.•ara el bando rojo, pero c 1· o, s egun
Esta gran luz de la l'átedra cristiana, no anoja todas las aparie cías, que no le pennitiré.\ eo nsuya
sino fuegos espi.t·antes! la llama que produce 1 mnr j lt~ obra .. 9ue princípió et~ 61, .de destt ui r t~da
€Sa luz, p1·onto sub1rá al c1elo. ctecncla rellJlOSa. Am1go mw, si no m e eu g auo,
Las amargéras i los dolores de nuestt·os tt·istes 1 estamos en vísperas de albun sue<'so g t·ave; la
dias, han agotado las fuentes de la vida en ese _tempest~d n jc no muí léjos; el pt·imer rueno e e
cuerpo que el alma habia tan fne1·temente traba- ~ ella senl. eJ pl'imer nuevo acto hostil coJ ra la
jado, i ·e ahora de 'Ora. El adre Lacordail'e Iglesia; el uebJo católico no pu de so m e et s e al
necesitaba del ail·e libt·e i del ple n o sol de la lucha; órclen de cosas e · i. ' )te, i está re ue\to a morir ~
neeesitaba una arena siempre abierta i combates romo Sanson, destruyendo el templo. Demasiados
siempt·e leales ; Jas tt·amas injeniosas i las hipó· comb.u tibies han venido hacinándose ha hu·go
critas perfidias, lo llenaban de una santa inrligna· tiempo para el incendio ; si el partido dominante
cion. Este leon rujía interiot·mente al verse en- quiere aumentarlos, él tambien perecerá en tl
' lazado en las mil redes formadas con un hilo fuego.
imperceptible e inestricable. Obligado a condenar = ======----=============
al retiro i al silencio sus jenet·osos entusiasmos i INSERCIONES DE LA CURIA.
sus m·dientes invectivas, cayó sobre sí mismo de·
bilitado i herido en el cot·azon. Los triunfos de ADICION
la injusticia, las violencias venturosas, las alevo- AL EDICTO CONVOCATOlUO A OPOSICION A LOS BHNE·
sfas victoi'Íosas, )as lágrimas de )a Iglesia, el FICIOS CURADOS VACANTES.
Papa en el Calvario, no ea·a mucho p:na su fé, Sec1·etarfa arzobispal-Santafé de Bogotá, 24
pero sí para su filial ternura. El padre Lacordaire de enero de 1865.
sucumbe bajo lüs golpes que hieren a Pio IX. Ademas de los curatos spresados en el EDICTO
Pero cuán magnífica es esta agonía t ¡ Cuán de 17 del corriente enero, publicado en el núme•·o
bien sabe sufrir este fraile, cuün maravillosa- 12 de LA voz DEL CATOLICis .Mo, hállausc tambien
Fnente sabe mol'it· ! No se le ha oído una palabm vacantes los de las parmquias de Gámeza, Bosal'io
d-e queJ·a. Sus amigos lo rodean desespeJ·ados ¡sus de Tena i Simijaca, beneficios que debe estimarse
incluidos en el referido EDICTO. discípulos llorando; solo él está mas calmado,
mas sereno, mas dulce que nunca. Su conversa- De órden del Ilustl'Ísimo señor Arzobispo.
cion es n los Ánjeles; con Santo Tomas de Aqui- Ignacio Buenavent'lt1·a ·
no su maestro, i su hermano pOI' el jénio ; con el
Ánjel del m·te cristiano, su hermailo por la p~rezn
i por la piedad. (Fr. A njéUro de Fiesole ) . El se
eleva lentamente llevado en las alas de la fé i sos,
tenido por los snc1·amentos de la Iglesia; sube
ácia el Dios de las misericordias a quien ama con
tan ardiente amor, acompaiiado de las ornciones i
ue los votos de tantfls almas que ha al'!'ancado a la
muerte.
¡ Oh, Sei10r, vuestros designios son insondablesl
Nuestt·a pobr~ i querida Francia tiene mucha ne-
1 cesidad del apostolado. ¿ Por qué 1e quitais estas l; voces sublimes que la llaman al arrepentimiento i
--~--- -
CA.l\lBIO DE DO di CILIO.
EL COLEJIO DE SANTO TOl\IAS DE AQUINO
Se abrió el 2 del presente, i se ha trasladado a la casa
número 42 de la calle 1. eo de la carrera del Ecua·
dor (esquina de Santa Clara).
SE AD1\1ITEN HASTA 20 ALU !NOS El! TERNOS.
Los padres o recomendados de los jóvenes puedeu
dirijirse a cualquiera de los infrascritos.
Bogota, enero 18 de 1865.
JosÉ JoAQUJN ÜRTiz-ALEJo PossE MAnTIL'IEZ.
~ -- ------- - --~---- --
UIPRENTA CONSTITUCIONAL-POH ! ICOL,\S POYfO•.'
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 87
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My own true name
AI~O II. E J gota, 7 de febrero de 1855, NUMERO 88
REDACTOR, VENANCIO ORTJZ. ----
SEÑORES AJENTES DE e< EL CATÓLICO. »
Volvemos n inst:u· a UU. que se sil'van enviarnos
ti valo1· el las susrriciones que hayan podido colocar,
i .lns colecciones del último trimestre que
exi tan en Sll podPt'.
Cuando emprendimos la ingrnta tarea de escribí•
·, no nos propusimos otro ohjeto que defendel'
la Relijion que hace ('1 único L>ieu de nuestra
pobre tierra, i hemos rontinundo npe~at· de los
obsté\culos que han venido a atravesarse <>n nuesta
·o ~amino; pe•·o ftlltándonos t·ecut·sos para sostene•
· esta pul>licacion, suplicamm, a UU. al concluil'
el terce1· trimest•·e de este ailo, que nos enviaran
los fondos que tuvieran en su poder.
Hat•e mns de un mes que hicimos a UU. est~
súplica, i hilsta boi cnsi nada hemos recibido.
6 St:'t'á que les es inclifen•nte tambien que se detienda
o nó la Uelijion '? No nos atrevemos a creerlo;
pero el hecho es que si UU. nos retienen los
fondos con que podemos sostenet· esta defeusa,
ella tiene que cesar.
Hognmos, pues, encarecidnme a UU~ no hngnn
ese mal a la Iglesia, al país i a sus pt·opias familias.
El dfa 2 del corriente se instaló el Congreso del
pn•·tiuo libe•·al, i el doetor Manuel Muri\lo le dirijió
el Mensaje de costumbre, en el cual, des pues
de grnndes elojíos prodigados al ejército, se leen
los siguientes p:irrnfos. ·
«No me es dado, aunque lo esperaba. suministraros
los mismos s~ltisfactorios iuformes, respecto de la sumision
del Clero católico a la voluntad nacional. Como
eu todos los otros pueblos en que dicha clase ha dominado
po1· lnrgo tiempo, el conOito ha estallado al llegar
la hora de emancipar la sociedad civil i de restituirle
lo que le había sido usurpado. Desde 1853, nuestt·os
lejislado•·es propusiérouse librat· la soluc.ion definitivJ
de este conllicto a la propagacioo de las luces por la
lenta pero ¡;egura aec;oo de l~t libertad, adoptundo la
absoluta prescindencia dfl gobieruo en n:aterin de
creencia i de culto corno cáoou fuuuamentnl de nuestra
or¡.;anizac!on políti<-a. Los eclesiastic.os úesaparederon
delnnte de la leí, la cunl no reconoció en todos sino
ciudadunos con drt·e~hos i oblignciones icléuticos. Pero
este arreglo que el Clero pareeió aceptar de buen gt·ado,
coul1ando en el prcslijio tradit:ionul que tenia eu las
masas, se convirtió eu un baluarte para ag1·edir la
sob.et•anía nat~ional i ahognt• las libertades civiles,
tit·auizando las eostumbres 1 aspirando a adueñarse de
la direceiou políti a de la sociedad.
« Al fin de esta última asoladora guerra civil a que
aquellas intrigils nos condujeron, creyóse indispensable
reservar al gobierno la inspecciono policía de los cultos,
i como consecuencia de ella, en 1863 se di puso que
todos Jos eclesiasticos, para ejercer su proft'sion,
jurasen préviameme obedecet· la Constitucion i las
leyes, i respetar la soberanía nacional. Los antecedentes
podianjustificaresta exijencia escepeiounl, pero su
inehcacia es palpable.
u Con escepciou del señor Tórres,Obispo de Popa van,
anciano venerable por su clara iutelijencia i devndo
carácter, todos los demas obispos rehusaron hacer este
pequeño sacrifido en aras de la paz de la Republica,
i de la tranquilidad de las familias; i no sólo lo rehusaron
por sí, siuo que lo prohibieron a sus subordinados,
conmioándolos severamente a se~uirlos en su rebeldía.
Ayudados por el esplritu de partido lograrot~ c?ntu~bar
basta .te las almas sencillas incapaces de dtstmgmr .~l
esfuerzo para defender uua creencia o_ un ~erecho le;•timo,
de la intriga para esplotar uuJ sttuacwn e.a favor
de intereses d~ otro jénero.
«Respetando esas inquietudes, conset~tísteis en vuesr
tras ultimas SPSÍOUt'S, en eXOll ~rar del JUramentO a la
jeneralidad de los eclesiásticos, i en que únicamente se
exijiera n los Prelados, bajo una fórmula que esc!uye
todo esrrupulo relijioso i todo temor de que el Gobierno
aspire a iujerirse en lo que corresponde a las
creencias. Esta modiflcacion calmó a todos los creyentes
desinteresados, i parecía destinnda a poner fin ~n
el órden legal a dicho conflicto, ronduciéndonos a la
collciliaciOn de las creenc1as con la soberanía nacional.
Empero,solo el Arzobispo de Bogota i algunos vicarios
~e inclinaron delante de la lei; los otros, oyendo las
inspiraciones de partirlo, han persistido en su conducta,
prefiriendo entregar a la anarqula las diócesis i vicarías.
La leí cometió a las autoridades locales el deber
de exijir este jurameuto,i el de estrañar del territorio a
aquellos Prelados que se negaran a prestarlo,>>
Como se vé, el doctor MUI'illo llama -voluntad
nnt'ional la voluntad de su partido, i esta es una
gravísima equivocacion. La voluntad nneioual
está de acuenlo con las exijencias de la conciencia
católica, porque estu ReliJion santa t:s la de la gran
mayoda de los gnHladinos. Tenemos en nuesti'O
pode¡· un documento auténtico que prueba esta
verdad a los ojos de los ilusos que pudieran dudarla
: es una pt·ofesion de fé católica revestida
de mas de diez i seis mil firmas, solo de Bogotá i
de algunos pueblos de sus inmediaciones. Pronto
ese inmenso yolumen de 111-mns hará nc<·esal'io un
grande estante pa1·a rolorarlo, po1·que las esperamos
de toda la Rr.publica. No puede se1·, pues, la
voluntad nacional la que rspresan esos netos contrarios
al Catolicismo que ha dictado una Junta
sin mision, i que sostiene un ejército que ahora
se elojia tanto como üntes se drpl'imia por el mismo
ductor Murillo. Hoi son guardianes de las
libertades i de la dignidad del país, los que el
otro día ('l'nn llamados apoyos de la tiranía, máquinatj
de destruccion, escullas en que se estreLlaba
la República. IJa difet·encia consiste en que
á u tes el doctot· Mu1·illo no gobernaba i hoi sí.
La hora de emancipar la sociedad i de devolve1
·le lo que se le ha usurpado, Jlega•·á, no hai
duda ; tnnlc o temprano llegará po1·que hai una
justil'ia superio1· a los esfuerzos de la impiedad,
La sociedad granadina nunca ha ct•eido que Jos
tienes de In Iglesia fueran usurpados ; ha cn•ido,
i lo ha p1·obatlo, que la Iglesia era i es tan lejítim:.e
propietaria de lo que ahora le han quitado pol' la
violencia, como eada ciudadano es propietario de
Jo que adquiere po1· mt!dios legales.
" La independencia de In 1glesia, impuso a los
eclesiásticos los mismos deberes i les dió los mismos
derechos que tenían todos los demas ciudadanos,
,, i porque usaron de esos de1·echos ( si es
que !os usaron,) se dice que atncaron In sobera·
nía nacional. Esto es g•·acioso, i ma , dirho po•·
los que hui en rel' que el seiio1· doctor Muriesa
libertad, i la vida se vá convirtiendo en un !lo no está mui instruido en la ciencia relijio ·:1 ;
prolongado mart il'io. Si el Clero hubiera reo lm en- no pued e di stingull· bie n toclu la influem:ia. que 1
te pretendido adueñarse de la direccion política de ejerce la Bclijion sobre el enráctC'r, sobre las cos- 1
la sociedad, habría usado de un det·echo, puesto tumbres, sobre los hábitos de Jos pueblos; qut('t'e 1
que.sus miemb1·os eran ciudadanos, i a níngun hacer a los hombres sércs puramente mat('riales, s
ciudadano se le negaba ese d ,Techo en tiempo de i él mismo, qne siente el influjo del alma sobre su
la verdadera Bt>publica Los liberales aspil'nban n claro entendimiento, no concibe el ~mot· intenso
ello de vel'as, i s i no podian conseguirlo era p w- q-ee siente el cot·azon pot· esa creencia; no comgu~
_los pueblof' los temían ; tu,' ieron que apel~ll' pJ·c:ndc la fé, i pot· eso no puede convenir en que
a la t'ebelion para cumpiir sus deseos, i la situa- hnyn una lucha formnl entre lo que él quiere i lo
cion actual del país está diciendo que los pueblos que exije de los fieles la creencia <.•ntólica.
los temian con razon. ¿Qué ha ganado la Patria No es mucho el rcspl'to que los liberales han
con el ndvenimiento de ese partido al Poclet·? manifestado por la rreent'in ratólit'él, nó ; i la lei
Verse despedazada, desmoralizéldn, empobrecida, que ~e cita pot· PI doeto1· Mmillo como pruebrt de
insultada en lo que Je es mas cai'O·, humillada ante ese respeto, este\ probando que no comprende la
una verdadera oclaracía, viendo a la mnyoría de Rclijion. Esa lei es tnn impía corr:o la que ~Se desus
hijos vejada i oprimida, alejada de los puestos re gó po1· clln. A taca lo mismo que In otl'n nut>stm
públicos, considerada como no haciendo parte de creencia trtltando ele e5claviznrla; tiende a colocar
la Nacion. 1 I esto no es tiranía l ' n Dios bn,¡o el poder de los hornbres, Jo que cons-
1 Las intl'igas del Clero produjeron la ultima tituye tm disp;nate qlle el Sf'ilOr doetOl' Murillo no
asoladom guerra civil! ¡ Oh doctor Murillo ! No puede defender con burnas razones.
os creíamos capaz d~ tanto cinismo, nó. Todo el EntPndiendo- ns í los derech os del vencedor, es
mundo sab~ . cual fué el ot•ijen de esta revolucion imposible que se purda e. tnblect>J' In armoní,, eninfanda
que os ha colocado en el puesto desde tre los dife rentes miembros de que se eornp one e\
donde habl nis. 1 Ya no es {>\doct or Os pi na el fau cuerpo social. Se quien', a todo trnncr, que notol'
de la revolucion, como lo hn diclw el mismo sotros protestemos la autoridad del Pnpa, i noschombre
que la encabezo, ahora es el Clero católi- tros no podemos protestar esa autori9ad porqne la
co 1 Cuando no se dice la verdad, ftl e rza es andar creemos rmannda direrléHlwnte del mLmo Dios.
así, vacilando, sin saber a donde diriji1·se, hiricn- Pretender quitarnos esa creencia, f'S como pretendo
a ciegas. Ya otra vez ]o hemos dicho : si el 1 der qne nos saquemos el corazon i Jo sustituyamos
Clero hubiera tomado ca1·tas de u o modo decidido por otro sin dt~jar de vi vil·; es impo ible. J
en la cucstion 'política, no estat•ia hoi martirizado, Pero el señ()r doctor :\ ~ urillo, quiere que se snn-no
se vería calumniado i pt·oscrito. chme de un modo formal lo que hagn t>Ste Con-
" Los antecedentes podían justificar la exijen- greso. Pnra consf'guil' ese fin, escribió ni Gob<>r-cia
escepcional del jut·amento que debia prestar el n.adot' del Estado de Antioquia, diciéndole que hiCiera
para poder ejercer· su ministe1·io." Esos un- c1era reunir la Asamblea para que ('Sta elijit>t'a les
tecedentes, segun las mismas palabras del doctor diputados consen·nd,ires, i que él se comprometía
Mul'iJlo eran : la tiranía que ejcrcia sobre los vi- a sostene1· a esos diputnclos. Bien; pel'o si/~ cuescios,
i el uso cot·t·iente que hacia de sus derechos tion relijiosa sigue trntriudose así, de n:1da· sin e
de ciudadun\a. Pat·a castigado porque cumplía que esa diputac1on , ·en ga i sen admitida; sus
con su debet· de moralizador i porque usaba de su miembt·os uo se resolver) 1
Con motivo de la cuestion entre el seitor Arzo- ¡'bispo
i los fundadores o dir·ectores del Colejio democrático
en esta ciudad, en que tan mal han 1
quedado estos últimos, publica . U. en su núm ro
87, un artículo en que, si no he leido n.1al, parece
_que ~e~~ U. la ~as~ ~e~< ~~tin~o~s-=. ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ ---y ----------·~---- - -----~
-~ ~ r r ~ , ~~ r , ~-·'~' r. ~ ~ r r ~r "''~~:~::::~-"~~~ '~ ~~~~-~-~~-~ ~~
tC'I'i:.> del Cút·men. » (1) No faltan católicos que 1 con ellos. "Mis predecesores, decia, no han co- 1:
estén persuadidos de que los conventos i monas- 1 nociclo, como yo) los derechos del podet· absolu- 1
1
terios ha:¡ sido estinguiclas; i sobre este ct·rot· l to ..•• Quiero mas bien, ai'wdia, set· aborrecido
gravísimo, en el cual no podemos con\'enil· ni por que amado, pot•que no depende de mí solo ser j
un momento, es que me permito llamat· la aten- _1
1
amado, miéntras que el se1· aborrecido sí depende
cion de U. Que se diga que los conventos i monas- de mí solo." Oyendo un dia esta espresion p•·ove¡·terios
!tan sido sup1·imidos, o suspendido..;, cetTa- bial : "que el mundo arda despues que yo muera,"
dos, saqueados, invadidos, disueltas las comuni- replicó: "I yo digo que arda miéntras yo vi va
dudes por la fuerza l>l'utal de los soldados i esbiiTOS pnra verlo ardet·:' f'ué entónees cuando des pues
i de los dee1·etos, leyes o constituciones, que tam- de un festin abominable, hizo ponet· fuego en los
bien suelen se1· brutales, pase; pero que se hable cuatro ángulos de Roma para tenc1· una idea o
de estincion no puede pasm· entre católicos, ni semejanza de T1·oya cuando la quemaron los grieentre
jm·istas. A un los mas legos aben aquella 1 gos. El incendio duró nueve dias, i lns llamas
rl'gla de d~recho universal que dice ; kujus est consumieron los mas bellos monumentos de la
tolere cujus est condere, i en virtud de ella solo antigüedad. Diez barrios de la inmensa ciudad
e\ que tuvo de1·echo ele fundat·, establece¡· o per- fueron reducidos a cenizas, i este espectáculo lamitit•
estos monnsterios i de darles constituciones m<:>ntuble f•Jé para él unn fiesta. Pa1·a gozm· de él
i reglas es el que puede i tiene el de1·echo de es·· a su sabot• subió a una ton·e de las mas elevadas,
tinguirlos. i desde allf lo contemplaba con sonrisa. J_o unico
Para mí, seüot· Redactor, los monastel'ios, sus que faltaba a este rrímen para hacel'lo mas exceeomuniclades
.. sus reglas e institutos, sus bienes i c1·able era att·ibuil'lo a los inocentes; acusó de él a
rentas existen moral i legalmente, aunque no los cristianos pam hacer recae1· sobre ellos la odioexistan
de hecho; i en cualquiera tiempo; próxi- sidad, i él mismo los persiguió cruelmente. "Nerno
o remoto, pueden i deben sus lejítimos dueños ron, dice Tácito, castigó al pl'incipio a Jos que
ocupat· sus edificios i reclamar sus bienes de quien confesaban fJUe eran cristianos, i aunque esta consen
detentador de ellos. Así lo han d~::clarado ter- fesion les causaba In muerte, a ningunó se le.pudo
minantemPntc el Prelado i las mismas comunida- convencer de habet· sido autot· del incendio de
des, protestando solemnenwute contra el despojo Roma."
i contra la fnerza brutal ; así tendt·á qnc sucedet·, Cuando se reflexiona que este ódio tan gratuito
Dios media;~te, tai'Cle o temprnno ; i así espero corno infundado contra la única Belijion saludable
verlo, ~¡ he de vivir algunos niios, i para conse- i benéfica, está anunciado en el Evanjelio de una
guirlo ttabnjaré hasta rendir mi vida. La sola manem tan chwa i enérjiea, no puede dejar de
inaccion, el solo silencio, seria un egoisrno, un mirá!·sela, no solamente como un c:1rúcte•·, sino
crimen, una tmicion al Catolicismo. De esta mu- tumbien como una prueba Je la verdad del Cl'is·
ne1·n piensa la inmensa mayoría del partido ca- tianismo.
tóliro.
El mn\ uso de ~ns pa1ab!·as suele set· mas pe•·judieial
de lo que a p\'ime1·a vista parece. Los monasterios
no están estinguidos, señor Redacto¡·,
I si no dígnme U: si mañana entra a su casa de
U. una partida de lad1·ones; sea oficial, semioficial
o extra oficial, i dando de palos a U. i a toda su
nume1·osa familia, los echan a fuet·a, los dispersan
los obligan a sepa¡·arse uoos de otros, los saquean,
los de:spojnn, toman sus papeles, ocupan su casa i
se hacen dueilos de todo, ¿se podt·á decit· que la
familia ue u. ha ~ido estinguida '? qué está disucltfl,
que no existe'? ¡Qué delirio l. .. El caso es
el mismo.
No acepto, pues, ni aceptnré la ídl'a de la estincion,
miéntras ella no se vel'ifique, si esto fuera
posible, pot· quien puede hacerlo: por la Silla Romana,
única l¡ne tiene en el mundo tal facultad.
.El hecho, es dech·, In disolucion temporaria, es
mui diferente del derecho-la estincion. El primero
lo ha ejecut¡_¡clo arbitrariamente el po cr temporal
con un puital en la mano, a estilo de salteadores:
el segundo lo tiene el Santo Padre, i nadie
puede arrebatárselo. FIDEL.
( 1) Nuestro estimable Colaborador no notó que
nosotros, al escribü· esa f1·ase, la pusimos eutre co-
1nzllas para indicar precisamente que no nct>ptamos
t:JI estiucion, i que copiarnos esas palabras del anuo·
cío del Colejio, para hacer ll1as notable el motivo de
la protesta del señor Arzobispo.- LL. H..R.
JNSTRUCCION POPULAR.
RELACION DE LAS MUERTES FUNESTAS DE LOS HLP ÍOS
(Contiuuacion).
El gran Neron se vanagloriaba de· haber hecho ·
profesiou de todos los vicios i haber especulado
"La muerte de los cristianos, dice el hístot'iador
citado, se hizo objeto de diversion i pasatiempo
: unos, cubiertos de pieles de fiems, eran de ..
vorados por los perros ; otros amanados a g•·andes
postes eran quemados para que si¡•viesen de
ilumiuacion durante la noche. El gran Neron
prestó sus jardines para este espectáculo, i se presentó
él mismo en traje de cochero i conduciendo
un cat·ro, como en los juegos del circo."
Sinembargo, llegó el momento en que este gran
malhcchot· clebia recibir el justo castigo de sus
cr!menes i crueldades. Galba, gobernadot· de la
Gaula Tal'l'agonense, homl)l'e ilustre por su nacimiento
i pot· su mérito, había desaprobado altamente
fas vejaciones con que abt·umaba las pi'O·
vincias pm·a subvenh· a sus locas pi"Odigalidades.
Neron díó órden de quitarle la vida; pe1·o él la
evitó haciéndose proclamar Emperadot·. Bien
pronto todo el imperio lo reconoció. El Senado
declaró a Nerou enernigo público i Jo condenó a
set· p1·ecipitado desde la t•oea del Capitolio, despues
de haber sido arrastrado públicamente su cuerpo
desnudo, i azotado hasta modt·. El Tirano &e anticipó
a su suplicio i se dió él mismo de puñ:Jiadas,
el año 68 de Jesucristo. En vano imploró en sus
últimos instantes el ausilio de algU110 que se dignase
dal'le la muerte: nadie quiso hacerle e.ste
pelig1·oso servicio; era despreciado ~e todo el
mundo, i se le miró con ho1Tor aun des.pues de
muerto, como a una culebJ•a. "Qué 1 esclamaba
en su desesperacion, mezándose los cabellos i revolcándose
en el suelo, es _posible que no tenga ni
amigos que me defiendan i me salven la vJda~ t:ti
enemigos que me la quiten?,, I arrojnndo e puma
por In boca se azotaba como u u esco1·pion, dando
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
316 EL CATOLICO.
nhuidos hoi'J'ibles hasta el punto de salírsele la.;f batirle ; i por esto rrcib: mos despues rJ Sncrnmenlengu<
l cnmo a un ahorcndo!. • • 1 to de la confirma c ion, por C, i en qné ti<'mdo
deseaba. Se enarboló publicamente el pabellon po cll' bemos . ostrnr•lo, nos lo dice. con elocuencia
, signo de la Iibertnd ; i el pueblo se cubrió la ca- el periódico de que nos ocupamos.
beza con un got·ro semejante al que se ponía a los La lglesia (e Jewcristo crn, rn nuestr·o paí ' ,
esclayos dcspues de su manumision. El Senado cruelmente perseguida~ herirlos sus I>astorer por
no se quedó atríls en rnanifestal'iones de aiPgría. el destierm, dispersados ~us Ministt·os, urws por
Neron había tenido el proyecto. de abolirlo hacien- las pe¡· s ccu('ioncs, o.tros por el cisma; atacados sus
do asesinn1· a todos h>s Senadores; i cuando Ue· dogmns, • u disciplina, i lo que es m¡l-5, prohibida
g,11·ou n sus oido3 los primeros rumores de la la libertad de imprenta e impedida La comuniea-:rebelion
intentó hacer· lo mismo con todos los cion a los católicos, que Uflénns pudieron publicar
Gobernadores de las provincias i todos los Jene- las protestíiS de los Jlustdsimos seiiores Obispos;
rales del ejército, eomo enernigos de la República, nada se podía hneer·, i tocaba rsclusi\'amente a los
1 hacer pet·ecer a tod-os los deste1'1'ados, degolla¡· a .fieles la defensa de la R('lijion. En estas circuns- 1
todos los gaulos qne estaban fn Roma, rntrrgar tanrias apnrcee El Católico, COI)finmmrlo, cual ¡
las Gaulas at saque(} de su Pjército, envenena•· el diseípub v e rdndero, las promt:'sns hrchéls en el J
Senado entero en un banquete, ineendiar a Rvma bautismo, de n•sistir a los rnemigns de nue tra
segunda vez¡ soltar al mismo tiempo en la-s calles salvacion, i de confesn1· la fé ante los Tirnnos i
1
,
1
las fiet·as desUnadas pat·a los espectáculos, n fin perseguidores. E.sto es El Cat dlico: la \'oz. de los
de impedh· que el pueblo pudiese apngar el fuego. hijos a f.tYor de la .Madre destituidcl de sus /ejítiPot
· fortuna no tuvo tiempo de entregarse a estas mos defe nsor e s. I se vio entó n ee ~ qne si la Patria
at•·o~idades, cuya ejecucion parece haberse reser- es un nombre amable) c::trece sinemLat·go de uno de \
vado para los siglos modernos, puesto que la sus mas dulces rncuntos si ~e destruye la Relijion ~
mélyOt' parte de ellas se realizaron en la gran re- se vió que si en una tierra en que el p n tl'ioti. mo
volucion de Francia; i aun ot•·as peores, hemos se siente tanto como en la Nueva Granada, exbtian
presenciado en América, ejecutadas por nuestros sinembnrgo cornzones egoistas en p t)líticn, ese
g'l'andes hombres, j aun por los hombres mas pe- egoísmo desaparecía al tt·atnrsC' de la santa i sagraqueños
i miset·ables. (Contiuuará). da Relijioo. La voz de los Pastores, lejana e impe-
Cuando po1· la pdmera yez somos presentados
a la Iglesia en solicitud ele la fé que conduce a la
vida etema, enterado rl Ministro de nuestra determinncion,
nos exije en nombre de Jrsucri:;to un
·ju•·amento,pm· el cual renunciamos voluntariamente
al demonio i a sus obras. Renunciar pat·a
siemp•·e al demonio, i a las pompas i \'anidndes del
mundo ; Cl'eel' en Dios Padt•e Todopoderoso, i en
Jesucristo su único Hijo, el cuaJ murió por la snlud
del jénero humano ; reconocer i adorar al "Espí1·itu
Santo, que po1• su amor se dignó aenba1· 1~ gl'ande ¡ obra de nuestra redencion; cautivar el entendí~
miento, tnn limitndo, bajo la obediencia ciega de
~ Jesue¡·fsto, pa•·a creet· sin discusion los inefables
~ ~ misterios que son infinitnmente supel'io1·es a nues~
. tra razon, i pscuchaa· dócilmeutc a la Iglesia cuan-do
decida sobre artículos de fé; rn uua palabra,
mol'it· al pecado, al mundo i a Sntanás, es lo que
solemnemente hemos pi'Ometido a Dios ántes de
habe1· sido rejener;~dos po1· el bautismo.
Pero como la Id de Dios no consiste solamente
.en evitat• el mal, sino tambien eo hace1· el bien,
siendo poc:t cosa para la criatura que hn venido a
1 sel' hijo de Dios i de la Iglesia po1· el bautismo, el
1 l'enunchw al demonio, es menestet· tambit•n com-dida,
dejóse oí1· ~ot· el ó1·gauo de sus ov<>jas, i se
·vió entünces que e1·a imposible destruit· a unos 1
padres que tenían tantos hijos, i tan dignos i t'Cronocidos.
Así, por El Católico que fué el primero que desafió
la tiranía, ha triunfado entre nosotros la causa
1
, .
de la Relijion.
Pera, restituida la voz del Catolicismo, o sea el
Ilustrísimo srüor Metropolitano a su silla, en ' 'irtud
de aq,Jella dcft-nsa, ¿ debia estinguirse la voz
del pueblo católico? ¿Es solamente en Ja ausencia
de nuestros Pastores, que los católicos estnmos en
el debet• de dedicamos a la defensa de la Relijion 'l
Nó. Si El Católico no podía ser, por su propio
nombre, la voz diYina i autoriznda que se dirije
únicam¿nte a los s·1bdilos, no pot· eso dejaba de
ser la voz humana establecida para combatit' a los
enemigos. Si La Voz del Datolicismo em un periódico
de suma necesidad, no lo e~ de ménos la
conservacion de El Católico, así por lns circunstancias
de su nacimiento como pn el objeto de su
mision; mision que si el primero puede desempe·
ña1· por su carácter misto, no tan franca i libremente
sinemba1·go, como el segundo.
Que no entregue, pues, El Catdlico, a la nada,
una vida que está llamnda a ser inmortal. ¿ Dt·s •
pues de tautf)S triunfos, po1· veutura sel'ia eso pe1·~
en>rancia? No seria apostata¡·? No seria esto
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
-:::· --= -_ ,_. _ .~-=e- :..
EL CATOLICO. 317 r -
~ ~ ~~~-~~~-...-~~~'-'"'--"~~-~
. 1 peot·, eseonclienuo el talento despues de haber 1 cue.ncia como o.rador i como e~critot·, hacia ~ue los f¡ negociado? Los enemigos de nuestras almas no ?btspos se lo d1sput~ran ofreciéndole ve~taJaS que
duermen,i nosotros¿ cesaremos de combatit•? Nó, e~ rmntba co? poco m te res. porque, at·d•ente en la
no desmayemos: no el señot· Uedactor; no sus fe, aunque d1spuesto a luchar con la~ malas d~c-
1 Colaboradores; no sus ajen tes i suscritores .. Pon- trinas, daba mucho valor al lado míst1co de la Ylda
gárnonos todos de é\cuerdo i pidamos al Ilustl'i~imo cristiana. , . . .
senO!' Arzobispo una gmcia, la que sea de su vo- Su poderosa voz se oyo en var~as dtóces1s desde
Juntad, que él nos la conccde•·á romo padt·e, pi- 1846 hasta 1855, habiéndole to~ado reemplazar. en
dámoselél, ya que como hijos no podemos preten- 1847 en Nuestra Señora de Pans, al pad1·e Rav1gde1'
recompensa. Hagamlls una contribucion cspe- nan que se habia enfermado.
daJ entre Colaboradores, ajeutes i suscl'it01·es, pat·a . Como d.irertor de las relijiiJsas de San J?~~' se
cubrü· el saldo en cont1·a que ha ¡·esultaclo 1 i cele- h1zo tamb1en not~ble por. ~1 modo como gmo ~esbremos
para en adelante un convenio que asegu•·e tas esposas de Cnsto,hac1endolas amar la pemten-
' a nuestra empresa la perpetuidad. Bastada acaso ria i gustar los pla5eres .de la om_ri.on ... Por estas
1
que el Ilu -tdsimo seño1· At·zobispo reconociera cualidades, Monse~or S1b0U1' sohc1tó de.l Carde?al
nuestm parentezco con La Vo.:; del Catolicismo:~ i Ronald que le ced1era a este Sacerdote a qmen
. auuque cediendo a rste hermano nuestm primoje- queda hacer. D~an .de Santa J~noveva: El C~r.de-
1 uitma recomendara esta publicacion romo la de nal no arced1ó,1 el Abate Plan~1ea· contmuó vtvten-nqueJ.'
do c?mo miemb1·o de.l~ comun.idad de. San ~··i~eo
Solwe todo considet·emos que la tibieza es la de Lwn, aunque el Mtmstro de mstl·urcwn pubhca
peo1· de las te~tacion€'s, i que Dios no concede su lo llamó tambie.n como profesot• de hebt•eo de la
corona sino a la pe¡·sevet·ancia. S. A. facultad de Pans.
ESTRACTO DE LA BlOGRAFIA
DE MoNSEÑOR PL.\NTIER OBISPO DE NniES.
Mr. Eujenio Veuillot, nos refiere que en el departamento
del Ain en Francia, vivia un pob1·e
ja,·ditwt·o viudo i que tenia u~ hijo nacido el 2 de
1 marzo de t8l3 . Este niño que desde su mas temprana
edad mostró inc\inacion al estudio, fué ron
su padre a Lion~ i el Cura de 1a parroquia de San
Cyr, se enca•·gó.cle inst,.uido en los pl'ime1·os a·udimentos
ue \as letl'aS humanas. Una gt·ande
ateucion a las esplicaciones de su maestro, una
memoria p1·odijiosa pnrat a·etenerlas i un juicio admirable
para meditarlas, hiciero11 que el niño pi'Og:
·esa ra de un modo sorprendente. Era poeta, i
baria versos latinos i francese, con igual facilidad.
Cantaba las flores,porque como él mismo ha dicho:
ce Hijo de un humilde Jardinero, nací i crecí entre
los naranjos, los cltweles i las ¡·osas, i encuentt·o
.siempre inesplicables delicias en saborear los perfurr.
es que respiré desde mi cuna hasta una época
avanzada de mi vida. l>
Em·ique PlantieJ'e.ltt·óal Seminario de la Argentiere
donde como humanista i como matemático,
se distinguió siemp•·e ent1·e sus companeros. Los
seminaristas de \'arias diócesis eran llamados a
t¡·ablljar sobre un tema dado, i esos trabéljos e¡·an
sometidos a un J01·ado q~e los calificaba i les disCel'nia
el p1·emio. Enrique Plantiel' obtuvo siem pre
el prime¡·o en estos concursos, i empezó ah~cet
·se notable así desde niño.
En 1831 principió sus estudios teolójicos i siguió
siendo uu alumno apt·ovechado1 i un amante decidido
de su fé i de su iglesia.
En 1834 se qciso hacer cartujo; pero la austeridad
de la regla lo venció, i a los cua1·enta días
salió de aquet se¡>ulc¡·o de hombres vivos a quienes
soto alieuta la esperanza de una vida futUI·a.
Nomu•·ado entónces maestro de Sag1·ada Esc¡·itm
·a en el Seminario de Lion, se dedicó a la enseñanza
i al misr;no tiempo al estudio de las lenguas
ol'ieutales. Así fué que apénas ·se ordenó de Sace¡·dote
(1837) fué nombrado tambien profesor de hebreo-
en la facultad de tcolojía de Lion.
La abundancia de sus conocimientos, su ve¡·saeion
en las doctrinas de los Santos Pad1·es, su el o-
Poco hacia que desempeñaba el cargo de Vicario
jenet·al de la diócesis de Lion, cuando fué eleyado
al obispado de Nimes en 1855, no con sorpresn,
prro sí con temor de los que Jo c1·eían muí
afen·ado a las ideas de la faccion galicana del
Clero. El Al.>atc Alzon que eje•·cia la vicaría de
dicho obispado i que era « la espresion mas com·
pleta del esph·itu •·omano, >> envió su dimision al
nuevo Obispo, que, léjos de admitirla,h·ató de tal
manet·a al que la hacia, que probó que ce en las
cuestiones contl'Overtidas entre los católicos, no
tenia el partido que se le babia atribuido. » Lo
que bai es que Monseüot• Plantier e< evita cortar
cuando se puede tt·ansijir. >> Si en las cuestiones
de libertad de la Iglesia i de de1·echos de la Santa
Se)
Pero habiéndose hecho odioso a los enemigos de
la fé, miéntras mas muestnt su celo apostólico,
mas cóleras se levantan contt·a él. Rabiase atacado
po1• el .Ministro de tos cultos, Mr. Ro\.tlancl, la
Sociedad de Sau Vicente de Paul, i el Obispo discutió
con fhmeza las medidas del .Ministro, censuró
su acto i sm~tuvo, en favor de los pobres, aJa
Sociedad que los soconia. M1·. B.ouland entónces,
considerándose como Jefe del episcopa~lo frunces,
levantó la voz, i hablando con el tono de la autoridad,
didjió ~1 Obispo una nota que publ:có el
Monitor, i en que, entre otras cosas, le dijo lo
siguiente:
(( El calot• de las convicciones i la libertad de la
discusion, no dispensan a nadie :le la observancia
de las reglas de la buena ct·ianza i de la moderacion.
Para detendet· una opio ion que juzgais verdadera
i equitativa, era inútil emplear espresiones
tan acerbas coutra un acto emuuado de un Ministro
del Empcrado1·; i para lwcer un 1<.-'jítimo homenaje
de adhesion a las Conferencias de San
Vicente de Paul, no el·a necesario insultar a otms
asociaciones, * i señalarlas al ódio i al desprecio
publico. »
Dijo ademas el Ministt·o, que el O bis )0 debia
imita1· la calma i la dignidatl de lenguaje d~l antiguo
Clero galicano, piétdoso, sábio ~ patri?.~a, i
abstenel'se de mezclcu·se en los negor1os reh¡rusos
o políticos, dictando pustol'ales que no podían contestaJ
·se sin crmve dai'lQ pa1·a la B.elijion cuyos
Ministros er~n t•espetado.s po1· los del Imperio, aun
cuando se salie,sen de las vías de la sabiduría i de
la caridad.
El Obispo contestó :
ce Pm· severas que sean vuestl'as apreciaciones,
ce hai tl·es gt·andes tribunales con los cuales cuento
« i espero con entera segu.l'idad que me absuelvan
ce de los rigores que me p1·odign Vuestra Excc
« lenC'ia.
ce Bl tribunal de la opinion pública d 1 verdade·
de ser devuelto por Vuestra Excelencia, ~
<< a las víns de la sabiduría i de la cm·idad. » ,¡
Asi maneja el sarcasrno este Prelado cuando es l
preciso, i s~ muestra, de todos modos, un comba- •
tiente temible pat·a los que ataenn la fé católica. 1
En su diócesis hai muchos protestantes, i qui- 1
sieron en 18.59 celebrilr el twh Cl'SllJ'io del Jll'Üth>J• ·
Sínodo nacional ele las iglesias reformadas de
}..,rancia. Con este moti"o, e\ Obispo, oponiendo
los hechos a las palabras, los razonamientos a las
declarnacionrs i ta verdnen'> él
que estaba preH!nido pnra este caso, volvió a escribir
i los derrotó del todo.
Con motivo de la obra impía de Ernesto Renan, "
titulada Vida de Jesus, i de un artículo de M.
Havet elojiando dicha ub1·a, ha escrito sabias pastorales
en que refuta i e a lw nqu~llos c::.t:ritos,.
prohibi-e-nd su lectura. E:.-as pastorales no ~on las
piezas méuos importantes que han lllcbo l.lrillar la ~~ .. ·
verdad i han confuuuido el error. ~
Pero ndtmas de pol'tn, oradot·, escritor, apolo- i
jista , ol'ien talista i teólogo, M.onseúor Plantier e.s ~
musico. Trabaja con ardor Cll proporcioOI\1' a su
rebuúo mejoras hijieuicas, industriales i comerciales
; procura la solida instruceiou de la juventud; 11
arregla la pompa de lus ceremonias relijiosas i ~
perfecciona el canto litúri ico; restaura lils iglesias
i dcta las que so 1 muí pobres ; i trabaja sin
clcscnmo por lu estirpa..!ion de 1<\S herejtas i pOl' la ,
enmienda de los pecadores. Es todo para tollos, i
asi es que hace o1r su voz elocuente aun en las
funciones mns humildes pat·a enseila l' desde el ·
pul pito i para combati1· los erron~s. No descansa,
i po1· eso es tan respetado i tvn querido, que cuando
fué a B.oma con motivo de la canonizaeion de
los míÍI'tires del Japon, lo siguieron sesellta i tiiete
Sacerdott'S i nl¿:;uuos laieos. con todos los cuales
vivió el Obispo lleviJndo la ruda vida de comunidad
que nunca bn abandonado.
Es un homi..H·e que habla poro en el trato familiat
·, pero que no por eso puede deeirse que es
adusto, pues tiene maneras mui otligautes i una
souJ·isi;l que revela toda la bondad de su c01·azon.
Es de pequeña estatura, naco, pá\i(1o ; sus ojos
son grand~s i tienen una espresion firme i tranquila
; su frente es elevada i muestra la fuet·za del
pensamiento. Su alma toda es el alma propia de
un Obispo católico.
RENAN.
Como el numero de los¡, dividuos que han es·
crito impug11a:1do el libro funesto de este hombre,
es muí significativo i habla mui nito respecto de la
condenacion universal que tal libro ha mel'ecido,
p1 esentamos a nuestros abonado51 no a lista, aunque
incompleta, de los impugnadores de In obra de
B.enan, titulada <(Vida de Jesus.>) En esta lista
- figura basta el nombre del P. Passagliüt i el ~eriódico
de donde tomamos tal noticia, aúade que la
obt·a de este Pnd1·e está esl!l'ita «segun el método
escolástico, i enciet·ra upa di cusion sólida en que
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO. 319
todo.; los errores de la introduecion de l\f. Rcmm, 1 te Anglc.tde docto¡· en tcolojía, Vicario de Nue~tra
son refutados con una ciencia profunda i de lmena Señom de Pnris.
leí. Si rl P. Passaglia, continün, sto Rennn, po•· D. Antonio Fcrre1· del io, de Respuesta a •·· ~rne ~ to llenan sobre In Vida
Jn H~al t ~cacl<'mia Eo.;pnñola. de Jes~Ls, por un libre ct·ryent<>.
1
La Vida de Jesus, série sot· en el C <) lejio de }<'rancia.
Vicill'ins jent'l'stro a .1\1. Bavet, profesor en el Colrjio de Francia, por
Señor Jesucristo i obsen·ae.iones de l\fonseiwr Pavy, el seiior abato Freppel, profesor de elocuencia saObispo
de Arjel, sobre la novela: Vida de Jesus, grnnan. Opinion de los deístas racionalistas sobre la Vtda
A los IC'dOI't>S el~ l\I. Rrnnn.-La divinidad de de .1esus segun M. Renan, pOI' M. r. Larroquc.
, ,Jrsucristo, por el . . . · La Escoela cdticn. i Jesucííisto, con motivo dala ! M. Rt'oan i su rl(za de Jcsus.-Carta al R. P. Vida de Jesus de l\11·. Renan, por Mr. Edmundo
· .1\fertian, director de los Estudios 1'et.l)iosos. histó- de Pressensé.
. 'ricos i /tterarios, po1· el R. P. F('lix, de la Compa- Lal\fetmlla contra la obra de Mr. Renan, pm·
M ñía de .lcsus. l\f. De ·georges.
Exámen crítico de la Vida de Jesus, de Mt·. Epístola a l\Jr. Ernesto Renan sobre su ultima
Renan, po1· el abate Frrppcl, profesor de elocuen- obm : Vida de Jesus por el sellot' nbate Petit, ca·
1 cía Sélo-rada en la Sorbonfl, nónigo honorflrio, Cuta en la Rochela.
Una supursta Vida de Jesus, o Mr. Ernesto Respuesta de un poeta n M. Ernesto Renan, pór
Rcnan hbtoriadot·. fisólofo i poetn, pot· fl señor M. El'l1esto Le Roy.
abnte Julio Teodosio Loyson, do<.'tor de la facultad Conespondencia npócrifa entre M. E. Renan i
ds Teolojía de P:wis. su hermnna Ut sula, con motivo de la obl'u titula-
La erítica i la tríctira, l'studios sobre 1os pt·oce- da : Vida de Jesus.
élimientos tlcl ¡:,nlirl istiani mo modrn o, a propó- Filosofía pot· dos sueldos .. con motivo de la obra
sito d(• ~It•. llenan, pot· el R. P. Delnportc>, do la de D. Fulano de Tal.
Socirdad de la misericordia, doctor PJI teolojía, La divinidAd de .Jesuel'isto, con moti o del libró
profesor de dogma <'D la facultnd de Burdt;os. de M. llenan, por X ...
A l\11'. Enw:to H.ennn.-La divinidad de Jesu- Nueve pájinas decisivas sobre la Vida de Jesus
cl'isto segun Napoleon t,o i los injenios mas gran- de M. Ernesto Ren<~n, po1· M. LázP~t Augé.
de~ del mundo, pot· M1·. Bemabé Chauvelot. El Verdadero JesucritSto opuf>sto al falso idrhdo
Exámt>n de la Yida de Je.ms de Mr. Bennn, po¡· por i\1. Rennn í su escuela escépticn, po1· l\:1, A.
Mr. Poujoulat. Marrakis.
El libro de l\:11·. llenan sobre la Yüla de Jesus, Carta a un amigo sob1·e ~a Vida da Jesus de M.
por 1\lr. Laureutie. Rennn, JWI' M. E. I~ncoude
Vida de Nuestro Señor Jesucristo, rep;wsta al Obispos i profesorrs : reflexiones solH·e lns ba:-
libro de Mt·. E. Benan, pot· l\h. Enjenio Petrel. lanzas del Estndo, por M. Armando Fresnan, anBre\'
CS palilbras sohre la ridr¡. de Jesus de 1\lr. ti!nto representnnte.
E. Renan, pot\ Mr. Agustin Cochin. M. llenan desenmnscarndo, o Cartas del abate
El Evanjelio segun .Uenan, por Mt·. Enrique Cms a uno de sus fC:'Iigreses sobre In fl.Josofln de
Lasserre. M. Renan, para mejot· étJlcndet· la Vida de Jesus
E. Rcnnn rdntado por sí mismo, por Mt·. Ben· J de dicho autor i todas sus ¡•efutndon s.
jamin Constant. 1 El verdadrt·o secreto de l\1. Renan i d~ sus
Mr. Renan defensor de la fé por medio de un ma("stros sobre la resul'l'eéeion, espl ienciones Rplnnue\'
O p1·ocedimiento, por el P. Marino de Boy- zndas po1· los poseedores del secreto, i por qué, pot·
lesve. de la C:ompai1fa de Jesus. 1 M. de Mir\'ille.
¿Es 1\It·. Rennn un eset·itot· sério ?-Impos.ible Las distrac('iones de M. Hrnan, pot· el P: A.
negat• la divinidad de Jesucristo. Por el señor aba- Bourqueuoud, de la Comptlñia de esus.
~ -- --=-~-------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1
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' i
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- - -
Estudit> sobre la Vida de Jesus de Emesto Re- t- sacada de los últimos ntaques de hl incredulidad.
nan, por el P. Cárlos Passaglia, antiguo profeso•· ¡ 3. co edirion! po1· A .. Nicolas ..
de Teolojía en la cátedra de Roma, diputado del .~dYertencm a la Juvet?t~~ 1 a los padres d~ .. fa-
Pal'lamento de Tul'in. (ItaHano.) : 1mlla, sobre los at~ques dil'lJtdos contra. la RehJIOn
Segunda carta a Mr. Renan.-El Mesías-Loco. po1· algunos escntores de nuestros d1as, po1· el
El Mesías-Dios.-Por el señoa· abate J. H. Mi-: señoa· OL>is¡JO de Orleans, miembro de la A"·ndemia
chon. francesa.
Jesus ante Caifás i Pilatos, o proceso de Jesu- M1·. Renan i el Cántico de los Cánticos, po1· el
ca·isto seO'uido de una coleccion de testos escojidos seño1· abate Meignan.
que c~nti~nen los principales fundamentos de la La lglrsia en frente de la revoludon, por Cre-
Belijion cristiana, estractados de Ja~ Sagr~das tineau Joli. , .
Esct·itua·as i clasificados pot· Mt·. Dupm, ant1guo En Bogota se han pubiJCtH1o: .
prior del colejio de abogados, docto1· en derecho i Los Comentarios c ríticos sobt·e la Vida de Jesus
Pt·ocuradol' jeneral del Tribunal de Casaciou. de l\11·. llenan, por José Manuel G root.
Jesucristo es Dios, Demosta·acion, po1· Monseñot· Vida de Jesus, de JJ-lr. Ernesto Renan, por
Parisis Obispo de Arras. Manuel María Madiedo ( número 5.o de <>)
M. Het·vé, abogado en el tribunal de Casacion. Pa·uebas histól'icas i filosóficas de la Divinidad
Jesucristo pol' un consejero. de Cristo, pot· Augusto Nicolas, Césm· Cantú i el
Cal·ta soba~e 1ft Vida de un tal J~sus, segun M. abate Gaume, precedidus ue un prólogo por Jo~é
Renan, miembm del Instituto, po1· Juan Loyseau, Joaquin Ortiz, . todo en noventa pájinas.
zapatero. ~- ~7= ....:__=
Exámen del liba·o de M. Renan, pot· el abate INSERCIONES DE LA CURIA.
Orsini.
Cat·tas de un Cura de cumpo a M. Renan,miem- DILTJENCfA DE ABSOLUCION.
bro del Instituto, por el abate Chéré, pát·a·oco de En la ciudad de Bogotá, a los vrintisiet e días
Seine Port. del mes de enero de mil ochocientos sesrnta i
Estudio sobt'e la Vida de Jesus de M. Renan cinco, se pt·esentó en la sala de nuestro despnl'lw,
por el señor abate Simonis, doctot· en Teolojía, arompañl' los raciouahstas alema- cautelam que le hnl>iamos exijido, tanto pa1·a
nes, por el abate Meignan, Vicario jeneral de Pa- tranquiliza¡· su propia concienriíl, cuanto- para reris,
pt·ofesor de sagrada Escritura en la,Sorbona. para•· el mal que hu')iel'a podido ca lSai' a los que
Vida de Jesus de M. Emesto llenan, artíeulos creye¡·an que había jurado lisa i Hannmente. Pa·o-publicados
en la Revista del Mundo Cat ólico, pot· testó esta1· unido a la Santa Iglesia Católica, A posel
abate H. J. Creliet·. tólica, Bomnna con todo su espíl'itu i su cot·azon,
La Inca·edulidad modea·na estudiada en un libro ¡ set· Óbectiente a sus leyes ¡ disposicione3 • Heeho
titulado: Vida de Jesus, série de artículos publi- esto, ¡ dirha la conicsion, le dimos la absolurion,
cados en la Civiltá cattolica de Roma (italiano.) en uso de las facultades Apostólicas que tenemos,
Vida de Jesus pm· M. Luis Veuillot. firmando con Nos i nuest1·o Secretario.
Gaceta de Ausbourgo 15 a 17 de setiembl'e de ANTONio, AnzoBISPO DE SANTAFÉ DE BuGoTÁ.--
63. M. Keim. J. Jflanuel F'"ernimd~ Saaveclra.-Jgnacio Bue-
M. Colany. Revista de la teolojía pa·otestante de naventura, Secretario.
Estrasburgo-5. ~ entrega. Es fiel copia de la respectiva dilijencia.
Edicion populat· de la Vida de Jesus, por Mr. Ignacio Buenaventura.
el abate Freppel. =---=-=-~ -===~=-~~===
Meditaciones sobre la esencia de la relijion cris· ,jJ)J7f'lJ'Ef(J}[l(/,)~~
tiana, por Mt·. Guizot.
Los sofistas i la cl'Ítica, por Ga·atry.
Jesucristo. Respuesta aMa·. Renau, poa· id.
Diario de los sábios de Gotinga, 5 de agosto
de 63.
Historia de Ca·isto, pot· Mr. Ewald.
La Divinidad de Jesuca·isto. Demostracion nueva
CAMBIO DE 001\IICILIO.
EL COLEJIO DE SANTO TOMh.S DE AQUINO
Se abrió el 2 del presente, i se ha trasladado a la casa
número 42 de la calle 1. ~ de la carrera del Ecua·
dor (esquiua de Santa Clara)·--~---~--'--~
IMPRENTA CONSTITUCIONAL-POR NICOLAS PONTON.
1 .
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Fuente:
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Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 88
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El Católico - N. 89
REDACTOR . VENANCIO ORTIZ.
LOS l\1 ANDA l\1IENTOS.
Hare tres mil i cuatrocientos aflos, un pueblo
· que. contaba ) ' o 600,000 combatiE>ntes i que cuatroeientos
años ántes no el'a mas que una familia,
ltl'll\' l' ahn por órdPn divina el inmenso desierto
que se cstiende entre el maa· Rojo,el mar de Omao
i In Pnlestiua : acnmpado ;ll pié de un monte aislado
en mPdio de un mar de nreun cuyas trmpesta·
des uo son n1énos temibles que las del Océano, oyó
un día enta·e el ruído de la tempestad que lo aterraba,
i de In bocn del mismo lJios, las leyes del
mundo moral. El srncillo Código dictado en el
Sinni i que cupo en dos tablas de piedro, ha Yisto
pnsaa· Jos progresos i los cataclismos de treinta i
cinco siglos, sio que Jos hombres hayan podido
añadit· ni quitar una silaba a sus diez nrtículos.
Soa·oflstro, Licurgo, Solon, Numn, Confusio, se
elevaron mui alto por hnbea· dictndo, cnda uno a
su pueblo, leyf's que ciuraron algunos siglos,¿ pero
quién si no Djps hubiera podido dietaa· pan\ la humanidad
de todos los climas i de todos los siglos
una lei como el Decálogo? Las obrns de los hombt
·es, necesal'inment~ impea·fectns, sufren ron el
tiempo modifieilciones, cambios, ndiciones, i
pierdt•n cornpl fa mente su forma p1·imiti a : solo '
una obra de Dios puC'de couset·varse siempre la
NUMERO 89
El mundo se babia apartado algun tanto del
cumplimiento de esa lei, i el pRganismo deshom·aba
al mundo. Jesucristo vino, restabl~ció la lei, i
cnmbio la faz del mundo. El amor a Dios i al
prójimo, síntC'sis mn•·nvillosa del Código del Cielo,
se vió como un hecho rcai, i la cat·idad cobijó a
los 1e lo co s 1 sagr, o
La oba·a de Dios no podia res tablere•·se i pea·feccionarse
por un hombre. Cristo pudo hacea· E;Se
prodijio porque Cristo ea·a es i sen\; Cristo es Dios.
Ningun hontbre ha podido hacea· lo que ÉL hizo.
SistPmas filosóficos mas o ménos sábios i bien
combinaC:os, se han oído salir de labios mot·tales,
pei'O ni Solon, ni Licnrgo, ni Soroastro, ni Confusio,
ni Platon, Lan podido adueñnrse del corélZon
de los hombres, llenarlos con su doctrina i entusinsmflrlos
hasta corrc>a· alegres a la muea·te por
sostenerla. Cristo solo ha podidcdwcea· este miln-
. ga·o i ' 'ivia· despues de diez i nueve siglos en Jos
cornzones de los homures, que hoi lo aman i lo
adoran como lo amna·on i adoraron Jos primeros
que lo oyet·on i Jo virron. ¿ Qué hombre, por
grande que hnya sido, ha podido contat· con ser
nmndo d~spurs de muerto? ¿Quién se snca·ifiC'a
hoi po1' Napoleon el grande, poa· nuestro grrm Bolívar?
Cristo solo es hoi lo qur fué desde el principio:
el consuelo dP. la humanidac1, el gran bien- 1
he(·hor, el árbitro de los puelJios~ Dios. Sí, Cristo
es Dios.
P01 e o doct1inn santa. no puede transg¡·edil'-
sa, 110 puede insultarse sin que lluevan desgracias
soba·e la sociedad que tal impiedad hace o consiente.
El Cristianismo es santo.
misma al traves de las jeneraciones. Las leyes de
Jos homba·es, limitlldos como somos, alcanzan demasiado
cuando viven la ''idn de tres jenerncione~,
i el DPc.ilago sirve de base buce muchos siglos, a Solo la moral de esa Relijion ¡1uede hace1• que
las lf•jisladonrs de los pueblos. ¿ Habrn quién se los hombres se mnen como hermanos ; solo esn
atreva n 1wgnr el oríjen divino de este Código que morlll pnede hacer la felicidad de los pueblos; solo
ningun hombre habría podido ident·? ella puede darles verdadera libertad.
PMa que un- hombre hubiei·a podido idear esa La libertad que no está de acuerdo con esa doc-preciosn
lci que en solo diez nrtículos cortísimos, tl'inn santa, no es sino tirunfa, i tia·anía tanto mas
estabiHe todos los dereehos j todos los debea·es de odiosa cuanto es mns hipócrita. O id la ; lo que dice
la humanidad toda, Sfria preciso que ese hombre por boca de su~ a9eptos es mui hermoso: « La
hubiern tenido una imajit.ncion divina, qnc no lm- « doctrina de Cl'isto C"'3 civilizadot·a, es preciso ohhiera
sido hombl'e sino Dios~ porque solo no Dios ce sea·varla pero destruyendo _lo que hai en ella de
puede dit't;H' una lei así que sirve· ha senido pa1·a ce sobreuaturnl. Cristo no necesita ser Dios para
todos Jos put>blos, en todos los tiempos. Los pue- << set· un ~n·nnde homba·e. Su doctl'ina ha salvado
blos que se lum sepaa·ado algo de esa lei,han caido « al mundo, pero no es mas que la doctrina de un
en la mnlrl espnnto~a nbyeccion, en la esclavitud « hombre de talento. Nosotros somos ''ea·dailea·os
mas ignomiuiosa, en la coa·a·upcion, i se han con- ce cl'istianos, pero 110 queremns mas Dios que el
vertido en cadáveres. Luego ha habido revelacion, ce pu blo ; por la libertad i felicidad del puehlo
luego Dios se ha herho oí1· de los hombres, luego « trabajnmossi pam conseguir hncerlo libre i feliz~
nurstrn Relition tiene una base divina, luego en «queremos quitarle las preocupaciones que Jo enla
Relijion 'erdadera. ce tontecen ; queremos persuadir! o de que no hai
1
A donde quier>
Hé aquí el código sagrado de esa filosofía materialista
que se bautiza pomposámente con el titulo
de J5oG~IA LIBEúAL. Compárese con los preceptos
del Decálogo, i se verá todo lo monstruoso que
,enciet·ra ; penet1·ese un poco en esta doctl'ina i se
descubrirá el paganismo con todo su bon·at·.
Pam obtenet· su fin, sigue ciertas inst,·ucciones
1
que no Vat'ian. Mazzini escl'ibia a Beltmmi en
1847. « Pón la segui· en í) raíz, coJTompieado a
« la s masas; si algunos bl'ibones del pueblo están
l
. >
A estos gritos desaforados siguió uua gue¡·¡·a
Cl'Uel, sangt·ienta. La Italia, el Austl'ia, Hungda
11
i hasta algunos cantones Sui-zos se debatian como
un epiléptico, i los corifooS> de esas revolueiooes,
al sentir la ola de sangt·e que les cubl'ia los piés,
al v~ • las poblaciones ir il\da ,nl off· los lamcn-
1
tos de las viudas i de los huét·fanos i los nyes de
fos heridos, gritaban frenéticos de entusiasmo:
, ¡viva la libertacl1
Esta es en efecto la libc1·tad que pt·omete el liberalismo
a los p-ueblos. ¿ Cómo se engaña a estos
hnsta hacedos al'l'o.i_<·usa así en una borl'ible senda,
hasta convertidos en mónstruos mas fel'oces que
las fiet·as? Repl'esentando de nuevo el drama del
Paraíso; la sot·piente engañndo1·a está en las sociedades
secretas. Ellas lo comprenden, i ob1·ando
en su nombt·e, la han tomado po1· emblema, con
cuyo motivo dice un autor contemporáneo.
ce Imposible era que las sociedades secretas
(( adoptat·an un emblema mas adecuado que este.
«La serpiente se m·t·astra callada entl'e las yet·bns,
«se acet·ca i se enrosca sin haee¡· el menor t·ufdo
<< en lo mas íntimo i oscm·o de las ruinas de los
« mut·os, dentt·o de las hendidmas de las rocas i
« de los agujeros de la tierm ; permanece entre
>
En efecto, de esas sociedades salen emisarios
que, de palabra i \)O\' escl'ito, i usanuo una fraseolojía
especial, procuran engañar a los pueblos para
lanzal'los en la vía infemal del paganismo. Roma
i toda la Italia lo vi"t'on así en los afws ele 1846 a
1849, i hoi nosotros mismos lo estamos esperimentando.
Allá, emisarios pagados iban a los cafés, a
los tE'atros, n las tertulias, i en todns pal'h's
pt·omovian mnrwsamC:'nte la conversacion que
deseaban, para dejar caer ciertas pali\bt·as que cort•
iendo de boca en boca,iban esasperando los ánimos
i disponiéndolos para la revuelta. El Ministro
del Papa, Conde Rossi, aunque no et•a eclesiástico.
ca1·gaba <>on la odiosidad de los discípulos
de Weishaupt porque no los d~jaba obrar con rn·
tcm libertad, i resolvieron asPI"inal'lo. l-os asesinos
fueron ensayados sobre cudávPres para que no
necesitm'nn mas que un golpe i pudil'rnn darlo en
medio de la mnyo1· concUtTencia; i en efecto, el
15 d e noviembre de 1848, el Conde Rossi fué
muerto de una puñnlnda, al it· a abril' lns sesiones
de la Camat·a Lejislativa leyPndn el discUJ'So de1
Papa. Los p riódiros libeJ·afes, habían dejado comprender
que al g o iba n lHlcedet·, die\endo dvs c1ias
ántes uno que llarnaban D. Pirlone que del sepulcro
del 1\linistro a la cuna de la República no babia
mns que un paso.
Verificado ese asesinato, i aprovechando el tel't'ot
· pOI' él pro, i asf, Jo tuvieron preso hasta quP, de
acue\·do con algunos miembros del Cnet·po dipln~
mático. se fugó disfmzado de clérigo, i fué a refu·
jiarse a Gactn.
No podemos rasisth· a ltl tentacíon de nde:'i1•
aquí un hecho de nquellos que e< El Tiempo>> \lama
casualidades natwales, i que para nosotros son
manifestaciones de l:l Di\'ina ProvidPncia.
Apesat· de los esfuerzos del Cuerpo diplomático
i del unico Cardenal que habia quedado en Romo,
pues todo& hnbiiln tenido que huil· bajo diversos
disfraces, el Papa no quería dejar el Quidnnl aunque
sabia que para l'l di a 27 esta bn dispuesto otro
tumulto con el fin de obligarlo a ¡·enuncim· el Poder
temporal, o darle muerte si a ello se negaba.
Cl'eia que su pt'C5cncia en Roma era siemp1·e un
freno que contendría los esresos cont1'a su pueblo ;
pero de repente recibió un pliego del Obispo de Va·
lencia, en que este Prelado le dt>cia: ce Os envío el
ce copon que er Sumo Pontífice Pfo VH llevó pen<<
diente al cuello ron el Santísimo Snct'ám('nto,
ce cuando fué ancbntndo de Homa. A vuestra San
« tidad debe ser mui grat:t aquella met'noria, i
ce puede usnt• ese mismo copon para su consuelo en
•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
· ---' - -- -~- - -
EL CATOLICO. 323
Tal coincidencia decidió a Pío IX. Entró en la
capilla, oró, tomó la hostia sagrnda, la suspendió
a ~u cuello i volvió a decil· al Ministro de Baviera
que marcharía. Marchó en efcc.:to, i apesa1· de la
activa vijilancia de los mnzzi ni anos, no ~e advirtió
su fuga hasta que estuvo fuen\ de su alcance.
M1éntras la p<'quena ciuclad de Gaeta s e convertia
en la residencm de una Corte espléndida,miéntl
·as allí ll{'gaban los Representantes de todas las
Nacione~ et·istiauas que iban a cumplimentar al
suceso¡· de Pedro por su marnvillosa libertad, el
héroe l'epul>licano se tmsladaba al Palacio pontificio,
se alojaba en los mas suntuosos departam entos
de él, se daba una numm·osa guardia,i proclamaba
la Hepública. •
Con el'tt·uendoso [lparato militat· se fija1·on en
las esquinas de la ciudad etet•na, l:ls listas de candidatos
para la Asamblea Constituyente. La e!eccion
se hizo po1· los jornaleros a quienes se llevaba
pot· la fuet·za a que deposital'an en las urnas el
voto que les daban esct·ito, i miéntras tanto se die·
taronlos decretos de« tuicion >) i << desamortizacion
de bienes de manos muertas.» Los palacios de los
Car·denales fueron saqueadost los conventos, monasterios
i establecimientos de beneficencia i cat·id(
ld, despojados de sus propiedades; el Clero fué
obligado a jurar sumision a la República, i se entabló
la IUL·ha eontt·a el Po> decía que se estaba sacrificando por la eruto·
nontia del pueblo que llot·aba de botTOI',
La República romana duró algunos meses, i en
este tiempo se pt·ocuró acostumbrar al pueblo
a oí1· ltlasfemar de Dios i de su Cristo, tnaldecit· al
Papa, d(>spt·eciar al Clet•o i t•eit· d.e las cosas santas.
Roma estaba siempre conmovidrt, no se oían en
ella sino gritos de muerte, df'sapareció la segul'i·
daú para las personas i para las pt·opíedades,desapureció
el dinero circulante, se iuuudó el país de
papel moneda i se convirtió La ''ida en un verda ..
det·o infienw.
Pero los co¡·azones de los fieles se alzahau sin
cesaf' a Dios pidiendo misericordiJ, i Dios tuvo
piedad de sus fieles. La República cayó con es·
trnendo, el Papa vo\.vió a Homa, i el pueblo enloquecido
de contento lo recibió en sus brazos.
Los ciudadanos ''olvieron a tene~· segul'idaél, a
dormir tranquilos; los templos volvieron a abrit··
se; las ceremonias del culto a practicnrse; los corazones
voiYieron n espaudirse; la caridad t·enació.
Cl'isto habia vtie\to, los pobres volvieron a
encontrarlo, i la Yerdadera libertaü tendió sus alas
divinas sobre la sociedad azotada.
Roma estaba en l'Uinns, la mano liberal se des~
cuhriÜ por donde quiera; el progre-'io habia obrado
como un ten<'moto, i era preciso rctrog1· allm·, es
deeit·, reconstruir. Lo primero que el Papa procu·
l'Ó reorganizllt' fué la a Asocinciou de San Jet•ónimo
de In Caridad.>) Queremos dat· de ella una idea
a nuestros lectores para que se vea el cspía·itu católico
en contraposícion con el espíl'itu liberal.
Este quiere ab.olit' el crímen, el CatoHcismo procura
correjia· al criminal, i hé aquí los me.dios de que
se vale. La :)Süciacion de que vamos a hablar, fué
instituida en 1519 por J lllio de Métlicis que mas
tarde fué P:•pa bajo el n\Jtnb•·e de Clemente VIJ, i
tiene pot· objeto dife¡·entes obras de caridad. -
C lmo fué en Roma donde primero se puso en
planta el sbtema penitenciario, en uinguoa pat·te
ha sido mejol' comprendido i mas sábiameute apli-cado.
Las pl'isiones allí no son establecimientos
en que el hombre sometido esclusivamente al impel'io
de la fuerza bi'Utal, acabe po1· materializarse,
nó; ellas &frecen al culpable todos los medios de
readquirir el sentimiento de su dignidad, de concebí¡
· hon·ot· po1· el mal i valOl' para practicar el
bien. cc Persundida, dice un célebre escritor, de
< Los
Sacerdotes mas respeta bies, ilustt·aclos i vit·tuosos
se convierten en Jn¡; prisiones en ánjeles tutelm·es
que de dia i de noche están consnlanclo e instl'Uyenclo,
alentando i cura ndo a esas almas muchas
~· eces mas desgraciadas que culpábles. Todas las
mañanas, despucs de la misa que oyen todos los
reclusos, se les recuerda el p1·ecio inmenso del alma
humana, el destino etemo a que está llamada,
i la bondad inagotable del Sét• que ha quel'ido que
lo llamemos nuestro Padre. Ademas de eso, las
instrucciones particul:wes poco a poco di8ipan la
iguonmcia madre comun del cl'imen, i hacen jet··
minar resoluciones saludables.
Fuera de la constante instruccion relijíosa, dada
no solo pot· los Sacea·dotes sino por otros
miembros de la asociacion, i de la fl'ecueucia de
los sacramentos administrados con toda la conmovedora
pompa del culto ca tólico, hai otros medios
de correccion eficaces i provechosos.
En cada departamento hai tallm·es en que trabajan
lo s reclusos en medio de un profundo silencio.
Los niños estc1u separados de Jos jóvenes, estos de
los ndultos etc. i como el local está dispuesto de
modo ctue un solo celador basta pam vijilat· todo
un tallet·, nlli apt·enden oficio los que ·no sabe!'l, i
practican i se pe¡·fecciorian los que conocen alguno ;
tle ma n era que el r ecluso, al salit• de l a prision, se
halla con un caudal de conocimientos reHjiosos que
no tenia, i moralizado po1· tat to, i con conocimientos
en algun at'tC pot• medio del cual puede vivit•
en lo sucesivo con hom·adez. ¿No valdrá esto mas
que todos los soñados falansterios?
Pet·o no es solo a (Sto que S(l'Jimita la e< Asociacion
de San JerónimO.>) Ella socorre a todos los
pobres vergonzantes de la ciudad , i a fin de no lastimar
la susceptibilidad de las familias., disti·iJ>uye
sus socorros los domingos mul. de mañana en el
oratorio del Santo. Dota a cierto número de niilas
pobt·es para que puedan establecerse.-Contl'ibuye
a la mantencion del monasterio de las Coverti·
das.-l\Iantiene catorce Sacet·dotes para que rtsistan
a los enfermos pobres.-Pn ga un abog ado
para que defienda las caus'ls de la s viudas i de los
huét'fanos, i cuando esos litigantes pob1·es van a
Roma a activQr sus asuntos, la Asociacj<>n los ali·
menta -·i paga si e mpt·e los gastos del pleito.-Dá
pan a los prisioneros.-Suministra los medicamen-
1
tos que ellos necesitan i paga el médico, el cil·ujano
i el bad)et·o que los sil·ven.-Intercede po1·ellos
cerca de 1os jueces, i paga los costos de su esearcelacion
.-En fin, pa,ga at abogado enca¡·gado de
defenderlos.
Por estos hechos se vé que, aun humanarnente
hablando, pt·oduee mas bienes reales el credo católico
que el liberal, pot·que el credo católico está
de acuerdo con Jos diez mandamientos de Dios que
se refunden todos en la cnl'idad. ¡ Pobre el pueblo,
si engaüado por huecas palabras i por la inclinadon
a los deleites, se deja al fin aa·t·ancat• su fé 1
El día que ella desaparezca de entre nosotros, de-
1 sapat·ecedt tambien la sociedad.
~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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324 EL CATOLICO.
LECCIONES DE URBANIDAD
PARA EL USO DE LAS SEÑORITAS •
POR ALEJO POSSE MARTINEZ.
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111.
DEBERES PARA. CON LA PATRIA. •
A nuestra patl'ia todo Jo debemos,
Hogat·, educacion, amigos, goces,
1 cuanto hai de sublime lo encontramos
Unido siempt·e a tan querido nomb1·~.
La fastuosa ciudad, la ancha llnnura,
Los -empinados cen·os i Jos montes,
Los cl'istalinos, caudalosos rios
I el límite que traza el horizonte;
Todo entusiasma al coa·azon ardiente,
Todo lo llena de apacibles goces
Cuando léjos ¡ ai Dios ! del patrio suelo
Recuerda con place•·, de sus mayot·es
Ln dichosa mansion donde corrieron
Escentos de furiosos aquilones
Felices ¡ ai ! los nños de su infancia.
Del tiemo hogar Jos plácidos salones
Recuerda con placer; de los jardines
I .. as dulces ft·utas, pe•·fumadas flm·es,
Delante están de su memoria siempre;
Siempt·e en su corazon sona¡·¿l el nomba·e
De los que ilustmn de su patl'ia el suelo ;
De aquellos fuertes, jenero os hombres
Que consagran talentos i riquezas
Valor, fortuna, educacion i goces
A conquistat· a su querida patria
Glm·ioso pot·vem¡·, dulces blasones,
1 estos afectos tiernos, jenerosos,
PJntados con magnífieos colores
Presentes estarán a nuestra vista
1 no cu!ll otros pasarán veloces.
Este es de la mujer debet· sagrado,
Pues es el gran debe1· que nos impone
La lei de Dios que justiciero rije
Los destinos de todas las naciones.
Cumplárnoslo i darémos un ejemplo,
Que apt·eciado set·á de grandes hombres,
Del amot· que a la patria se le debe
Amor que escede a todos los amores.
IV.
DEBERES PARA CON LOS SEMEJ'.A.NTES.
De un amoroso Padre descendemos
El rico, el pobre, el ignorante, el sábio,
El que en Jecho de plumas· se do¡·mita,
1 el que cubt·~ su cuerpo con harapos.
A todos ese Padre bondadoso
De la nada sacó, con fuerte mano,
1 a ninguno en la ft·ente puso el sello
Que lo hiciera de algotl·os vil esclavo.
En la Cl'UZ se inmoló por redimirnos,
Con su sangt·e lavó todo pecado,
1 al dech· que e1·a Pad1·ede Jos hombres,
Dijo a Jos hombres: «todos sois hermanos.»
Po1· eso corno hermanos deberemos ,
En dolores i penas alivia1·nos,
Dando al hambriento el pan de nuestt·a mesa
O nuestt·os lechos al caduco anciano.
El huél'fano, la viuda, el inocente,
De nosotros, reclaman el ampm·o,
1 al prestárselo solo cumpliremos
Con un debe1· dulcísimo i sagrado.
Es el deber de amar al semejante,
De la vida po1· él da1· los encantos,
De aliviar sus desdichas, sus dolores
1 de endulza¡· sus penas i su llanto.
Amor del cual el mismo Dios ejemplo
Nos dió al morir alzfldo en el Calvario,
Po1· sus verdugos al Etemo Padre
.Plegada amo1·osísima lanzando.
Cumplamos, pues, con fer\'oroso anhelo
El deber de acojea· nl desga·aciado,
Si disfnata1· querem~s de las di,•has
Junto ni trono del Dios tres vecrs Santo.
Con amor olvidemos las injm·i11s
Que de nuestros hennanos recibamos ;
Devolviendo los bienes po1· los males
De la glol'i:l etel'tlal dignos hagámonos.
Los defectos njenos no miremos
Sin correjh· los uu(•stros de antemano,
J (' 1 premio conquistPmos prometido
A 1 que alivia el dolo¡· de sus hermanos.
v.
DERERES PARA CONSIGO MIS1\10S.
Los deheres g¡·anniosos que ten<-mos
Para con Dios, los hombres i la pntria,
¿Cómo hemos de llenarlos dignamente
Sin pens31' en nosott·os, en nuestra alma?
¿Sin procura•· a nuestl'os cuerpos fuea·zas,
Sin deste•·•·ar del alma Ja !gool'MlCia ?
Para ''ivh· entre los hombres, siempre
Se necesita de apacible calma
1 las penas inmensas de la vida
Con amable carácter endulznrlas.
Cnidat· de la salud, de la existencia
En medio los pesares i de~ga·acias,
Porque siendo In vida un bien supremo
El pensar nada mas en anancarla
Con nuestras p1·opias manos, es un crímen
Que pone en un abismo nuest1·as plantas,
Educa¡· cuidadosas el espil·itu
A1Tanca1· de su seno la ignorancia
Es el pl'ime1· debet· que cumpliremos
Al pisa¡• de este mundo la ancha piFtya,
Que el ignorante encontrará doquiera
Tan solo dUJ·as i espinos:1s zaa·zas ;
Será su vida un pié\ago profundo
De eternos sinsabores i desgracias.
l la ciencia 1 magnífico tesot·o
Donde consuelo encuentran nuestras almas
Cuando ven en el cielo de su vida
Las tenebt·osas nubes apiñadas;
Cuando en •·edor de sí tan solo miran
En todo el mundo ingt·atitud amaJ·ga.
Los defectos ajenos tolet·emos,
Si qum·emos gozar de tolerancia,
Ni juzguemos las faltas de los ota·os
Sin atende1· primero a nuestras faltas.
I observando fielmente estos deberes
Gozm·t>mos da Dios en la mot·ada,
Que es en donde hai felici~ad completa,
Doude no existen penas, ni desg•·acias;
Donde ver·emos venturosas siempt·e
Colmada nuestra fé, nuestra esperanza.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO. 325
EL POLACO.
A vattzad, e mpnñeros : nos llama
Al rombate la •oz del clariu 1·
Me han lwrido de muerte ••.. Dejad me,
Vuestro bt·no hace falta en la lid.
Avanznd denodados ! .Mi n.uerte
Con torrentes de sangre vengad.
No os vengueis .•. los perdono; a la carga
Tocan ya las trompetas, volad 1
Es mui triste morit· ignorado,
Sin podet· osteutm· mi valot·!
Mas q•té imJlorta.la gloria mundana
Si me agmu·d"' la glot·ia de Dios 'l
Ah! mi madrr, mi esposa, mis hijos
Quedarán en terriule orf,mdad l ...
Rogaré desde el cielo pot· c:los,
I a mi lado mui pronto estarán.
A la carga, a la earga •·epite
·La tt·ompeta con ngt·io damot·;
Ya en el campo enemigo flamea
De Polonia el sagmdo penJon.
Cien mil voces esclaman : Victoda 1
De mis ojos se apnga la luz ..•.
Oh 1 cuán dulce es morit· por la patria l ...
Colocad en mi tumba una Ct·uz.
D. R. 1 CARO.
Dos Obispos mártires ha tPnido hasta hoi la fé
católica en rsta revolucion; uno ni estremo norte,
ott·o al estt·emo sut· de la República: el llusti'Ísimo
srñor Luis Niño, Obispo de Pamplonn, i el Ilustrísimo
seiíot· Elins Puyana, Obispo de Pasto. Al
p•·ime•·o consagramos alguno5> recuea·dos en nuestras
rolumuns; para el segundo, nada mejor podemos
hacea· que rep¡·oduei•· el rélsgo biognlfico que
ha tt·azndo en el suelo que le sil·ve de asilo,la vigorosa
mano d3l señot· Areesio Escovar. Hélo aquí :
RECUERDO BIOGRAFICO
UEL ILUSTRISIJ\10 SEÑOR DOCTOR
J O S E E L I /';. S 1' U Y A N A
Or.ISFO DE PASTO.
El 20 de noviembre murió en la ciudad de Ambato
el llu~trísimo señor doctor José lWas Puy;¡na Obispo
de la diócesis de Pasto en l.a República de la Nueva
Granada. Ausente de su dióee.s is po1· no someterse a
las leyes impías diC'tadas por el anti-católico Gobierno
neogranadino, el Ilustrrsimo señor Puyana ''ino al
Ecuador a huscar un asilo para su fé relijiosa i para
su cansada vejez, porque en Nueva Granada los Pastores
ca_t?licos cnrecen de libertad reliJiosa, de libertad
pohtrca, de derechos como ciudadanos, i del res·
peto que se debe a los ministros de un culto santo.
"E.I espíritu de impiedad del liberalismo neogranadino
ha exajerado su desatentada intolerancia hasta colocar
a los Obispos católicos en la dura alternativa de
ser apóstatas o perdet• sus hogat·es i su pat1·ia, porque
los hberáles neogranadinos reneganrlo cle la fé católica,
negando la dtvinidad de Jesucristo i atacando la
democracia cristiana, se llaman los sectarios del prngreso
filosófico, los libres pensadores i los discípulos
de Voltaire. 1 este vértigo de impiedad aparece hoi en
Nu.eya Gra~ada for_mulado ~n las leyes, predicado en
la trrbuna, 1 defendtdo con atan por medio de la pren-1
~a, propagando la esterilidad del egoismo utilitarista
1 las descousoladoras doctrinas de la incredulidad en
uu pueblo enfermo de inmoralidad, atormenti.ldo por
la anar9uía, esteuuado por las fatigas de una larga
gu~rra 1 t>nveneoado por todas las tllalas pasiones qut>
enJend_ran las luchas ft·atricidas. ¿Cuál puede ser el
remedw para tanta desventura? Dios parece haberlo
1 ocultado a los ojos de los católicos granadinos de la
jE>t~et·acion pl'ese.nte, condenados a uu doloroso martirio
i a ver sucumbir en una lucha desastrosa unos
tras otros a sus caudillos gueueros i a sus Pastores
cristianos. nesignémonos a los inescrutables deeretos
de la Provideuc.ia, i arrodillandonos sobre la modesta
sepultura del Pastor cristiuno que ha muerto perseguido,
elevemos al r-ielo nuestro ruego, uniendo en
uua misma oracion el nombre de la víctima i el de sus
injt:stos perseguidores. Un proverbio indiano dice,
que " el á:-bel del sándalo, en el momento en que es
derribado inunda de fr.aganeia el hacha que lo hiere:
de este modo el cr·istiano debe sufl'ir las adversidades
de la suerte ; de este modo el inocente debe sucumbir
delante de sus opresores.» ( l)
El Ilustrísimo señor Puyana había llegado a la edad
provecta, i en su hermosa i vene1·nble vejez era el tipo
perfecto de un patrií.\rca cristiano. Su frente serena
í espaciosa adornada por escasos cabellos blancos re•
llt>Jaba la tranquilidad i la pureza de la conciencia
del justo; su mirada apacible i luminosa a pesar de la
anciantdad, dejaba traslueir un corazon for1uado para
el amor divino i para la caridad; su voz dulce acom-pañada
casi siempre de una sonrisa benévola, parecía
dPstinada a sct· el bálsamo de los d(1lores del espíritu
i a fortalecer los corazones en estos tiempos de tribu·
lacion i de agonla; su alma acostumbrvda,con motivo
del ejercicio de su ministerio sa~erdotal, al conocímienta
de todas las dehilidades humnnas, i educada
en las máximas del cristianismo., solo tenia senti-mientos
de fraternidad para todos los hombres i de
compasion i de perdon para los estraviados. Cuando
se le hablaba de un criminal, jamns lo juzgaba con la
opiniou del mundo sino con el espíritu del Evanjelio,
repitiendo alguna de sus máximas o diciendo estas
palabras de un célebre escritor: «el mundo no tiene
para los cu:pahles mas que una induljencin infamante
o tm implacable rigor. Dios solamente vé el arrepentimiento,
perdona, i purifit•a."
- El Ilustt·lsimo señ Puyanase dedi<.'Ó desde su ju·
ventud al ministerio del sacerdoclio i pasó su larga vi·
da eu la santa labot· de la enseñnoza cristiana. Nació
el20 dejulio de 1788 en Bucaramanga; estudió fifo.
sofia en Bogotá en el Colejio del Rosat·io i c·auones en
el Seminario de San Bartolomé. En 1811 reeibió las
sagradas órdenes sacerdotales en Venezue a en la ciudad
de l\1érida. Cura de almas desde la época de la
guerra de la independencia, sus virtudes, su caridad
i todos los bufuos sentimientos de su alma sobrepUJaron,
en los lngnres que estaban n su cuidado, a
todos los dolores i a la desolacion de aquella época
borrascosa en que solo la gloria del triJJnfo fué superior
a los desastres i a los sacrificiOs. Como todas las
almas profundamente relijiosas, a quienes en medio
de los padeeimientos de la tierra eleva i engrandece
esa hija divina de la .Fé que se llama Esperauza, el
campo en s.a catóiica en Nuc va
Granada, el Iustrísimo señot· Puyaua pasó muchos
años de su vida en las aldeas de las montañas, a la
sombra de la pequeña torre de una hu111ilde iglesia,
sin mas ambiciou que In de formar el sentido moral
del pueblo, grabaudo eo los sencillos corazones de los
aldeanos las máxifll,IS del cristinnismo. Su vida allí
fué In de esos pobres, humildes e infatigables obreros
del Catolicismo que identificándose con las clases pt·oletarias
son sus maestros, sus consejeros i sus bienhechores.
Allí es donde el Sacerdote va, dia pot· dia
i hora por hora, poniendo los cimi~ntos del firme i
hermoso edificio de la sociedad cristiana, i formando
con los lazos de la moralidnd, de la caridad i del trabajo,
esa robusta i durable orgauizncion s!lcial que
constituye In gloria del cristinnismo i la fuerza de las
Naciones. El participa de las alegrías i de las cspc-
( 1 ) F. T. Saint.-Germain.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
326 ED CATOLICO.
1
ranzas del pueblo i adorna ron Oores sus inocentes
, , i mlsticas festividades; él bendiee la fonnacion de la
f¿unilia, la reanima en sus días de eansaneio i la so-
1 corre en todas sus nect>sidadt>s; él dirije i acomJ>alia los
1 ritos fúnebres, í sob1·e la SP¡>ultu1·a de eada pebre al~
deauo pone la tosca cruz de madera bajo cuya sombra
debe descansar de la \'ida; él pt·t>sidc las oraciones del
pueblo _i pide al cielo los tesoros de su gnu;ia para sus
almas, la paz para la madre eomun--ra lglesiu, i el ór-
, deu, la pro~peridad i la gloria para la patria. Bend1ta
Jaboa· que,así eomo la siu11ente que se sepulta en la tierra
aparece despues trasformada en mieses eH su superficie,
cubriéndola con su sombra i embelleciéudola
con sus Oor-~s i us fruto., n ·í el trnbajo del Sacerdote 1
católico apnrece mas tard e en la s up t.: rfit~i e de la so·
ciedad, ado : n :mdola con las flores i los frutos de la
civilizacion i del progreso: i rsas Oot·es del progreso
i esos frutos de la civilizadon cristiana. son lo moralidad
que inspira amor al trabajo i lo hace fecundo;
Jo:, capitalrs qu~ se forman; los caminos que &e abren;
las selvas seculares que ceden su lugat· a las mieses·
las chozas miserables que se trasforman en hermosa~
casas; las aldeas que se convierten en villas i est..ts
en .. floreci~ntes c_iudades; los monumentos que se
er•Jen; la mdustna que se de arrolla en pl'Oporciones
ji15antescas i sobre todo esto la eultura intelectual que
a l.i mar:1era de uua galana i florida emedader·a se es:
tiende por todas las clases del pueblo como 'la mas
bella corona de una sociedad r.ivilizada. ¡ Glot·ia al
Sacerdote cl'istiano pot• esta ob1 ·a inmortal ! 1 esta fué
pot· mucho tiempo la labor del llustrísimo señor Pú·
yuna, en Anolaima, en Samacil, en Nuevo Pl'ado i
pa·i11cipalmente en Florida Blanca, en donde fué Cura
de almas quince años i c·omo reeuerdos de su laboriosidad
i de su celo apo~tólico, construyó cn5as para escuelas,
edificó la iglesia i la caree! e hizo el cementerio.
. El glorioso f!lOvimicnto político .de la independencaa
de Colomb1a, en el cual <:omo fervoroso partidario
se alistó e1llustrl ittlo seilOr t.t ti, lo 11 ·ó al Congreso
de 1813 como repr.esentnute de uno .:ie los l!: sta-
1 dos Federales del Norte ; i mas tarde t'Ll 1821, en el
Gongrt!SO Constituyente de Cúcuta,ocupó tamhien una
curul. Defensor de la democra<;ia ('.ristinnn i del sis·
tema re¡•ublic.1no, eomo 1<, emanacion mas hella i mas
pw·a de los principios relijiosos, (·ontribuyó a In formacion
de- las institucioues de la gran Repuhlica de
Colombia ; pero ni eutóuces ni mas tarde euando en
1839 estuvo de Senador eu el Congreso de Nueva Granada,
a_yudó con su p;\lal.Jra ni con sus heehos a la
exaltaciou de las pasionPs i u la exacerbacion de los
ód10s · ql1e ya comeuzaban a deslizarse po1· las venas
de la dJmoeracia colofnb;ana, como el veneno corrosivo
que {)ebia hacer estél'iles tod os los· sacnficios del
pa_triot1SiliO i gangrenar el cuerpo t>ntero de la 1\epúbll<'
a. Su espll'itu vt>in principalmente las instituciones
pollticas en relat·ion con los iutereses morales de
Jos pueblos, pues como partidano de In democl'acia
cristlUIW defendia ante todo las verdadl's morales que
elevan lns aspiraciones del hom bre mas alta de los
pret·arios i.ntaeses tle esta v1tla i de los estrehos horizontes
de este mundo. "Todas las teorías que t1e11·
den a dt>tenm' a la humanidad en los lími es de su
existenCia terrenal i a seiiulürle el mundo por últ1mo
tértnlllO de sus de. tinos, h:wienuo :lbstraceion de su
relacwn con Dios, son, sin duda alguna, anti·lll.>erales
i ant1-frrle inevitnble que rompe en la ti ·rra 1odos los
lazos, i ningun~ cosa tiene unn ex1stt->neia real ,in la
idea tle otra vida en la cual todo lo que es "t'Prdéld dehe
subsist1r sin acabnt· jalllas. La fl·atel'llidad humana
privaua de su relaciou con la vida eterna, pierde su
carácter de universalidad, í no puede imped1r que el
...... ...,.. --~...__,....__, .... .r-J..._,..~~~--.....r...r ¡~
1
hombrP mireeon indiferencin n In humanidad, porque
entónees el vínculo fraternal se halla reciucido a la
corta duraeion de la vi<.ln,i el jénero humano 110 puede
1
Sf'r a los ojos del hombre :sino unn confusa muchedumlm•
que la N A DA devora sin e esa J'. A de mas, las teorías
que tienen por punto de partida i p0r unÍl'O ün la
tierra, no solarnente humillau a la hunwnid· d prirándoln
de sus destinos eiPrnos, sino que la C'{. ncentrnn
en sus pasiones i In obligun a husenr en ellns un mezquino
medio de place¡· i un instrun1c·nto inefi<'DZ pa•·a
el órden i la armrníil sot:in~ailurla.'' (2)
Estas ideas pro(undamt-nle cristwuas t>H a b;1n impresns
de ww llHlllt't'a indelf'ble en rl alnw del llu:t1 ísimo
señor Puyaua, í las drfendisen el eamino del destiel'i'o,
ni lnnzar un jemido para deeirlPs ndios.
~1 campo de la fllSt>ñanza <'ristian& del Ilustrísimo
señor Puynna no fué solamente el ejercieio cuotidia~
no, constante r infatigable de sus debrres como sacerdote
i como Prelado~ hubo, iJdemas, un puesto en
que, dedic·f111dose ruas espee:almente a e. te trnhajo,
pre. tó importnuf('S sen:ieios n su pntria. Fué en distllltas
époeas Hector i cateurnti(·o <1 1~ lo3 co\Pjios de Jiron
i de Pamplona, i en esos destinos consugró todos
sus csfuertos a formnr en ('arla uiño una conciencia
recta, una alma elf'vtu.la i virtuosa i un eorazon de
cristis los vusos de la inorencia dispuestos
a recibir el bhlsamo de la moral. Con tanto
afan i con tauta constancia procuraua preparar a eada
dis<'ipulo para ser el hombre perfel'tO, segun Jesuc¡·isto,
eomo si dt> la virtud i dt>l patriotismo de cada uno
de aquellos niño. hubiera dept'ndido la felicidad de la
N:w1on entera . 1 tenin t'azon : él subin cuanto puede
influir en la suerte de un puehlo uua sola idea que se
g1·ahe en el de1i<'ado eorazon de un niño. Por el afan
cou qu, e 1 a JU 1 t it' mpo se dedicaba a inculcar en la
juventud el espíl'itu cnstiano, pare<'c que hubiera presPutido
la tt>rrible lueha i los eneal'nizados atatiUE'S
que los prlllClpios relij1osos dt'l Catolici mo debiau en
el porvet.ir sufri1· en Nueva G1·anada. Ah! si todos
lo, maestros hubieron eomprenJtdo sus debere. <'On~o
el Ilustrísimo seílor Puyann, la impiedad no habrra
(2) Mdme Chali('.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ EL CATOLICO. 327
1
11
1
pervertidú la bella . into.lijrnria de una gr;¡~.pnrte de
la juYentucl grunad1na, 1 los padres de l1~es l~:~heis de entregar
el alma inocente de vuestros hijos. Esos maestros
euando no los nombr:1 el f:1-.:or, la amis.t:1d o la
intrigu, lo. nombra In sufie·iencia: el que parece que
sabe ·mas historia, mas química, mas leyes o mas medirina,
ese puede tambien ser eJejido. El maestro de
vuestros hqos puede ser o a migo del ministro, o
hermano de.alp:uu elector inrlueute, o un orndor temible
o un periodista inran;able, o un sñhio. De esto es·
tais seguros ; pho ¿ dóllcle CIH'Ontr·nreis los títulos que
os aseguren la reetltud de sus sentimientos, la verdad
de sus ronvi<·<•iones, la piednd de su razon ; en
unn palabr'a su rt>lijion, su nJOréll, su virtud? Ln JH'r·
versiou que dt•sciende de Jos labios de los maestros, las
sombras i kls e rrvres que se enseñan en rez de la ve¡·dad
i de la luz, son mil veces peores que la sangre vi(:
ia<.la que el niño rt'eibe del ~wcho de una nodriza enferma.
Un uJio enft•J·mo inspir:\ <:ompasion; pero un
ni1io impíó inspita horror" (3) 1\luclws ''eces,repitíendo
estns palabras. hemos pensado l'Oll Intima amnrgura
1
en la part estraviada de !a hermosa e ilustrada ju-
1
ventud de nuest1·a querida patr1a. Sí; en el retiro de
ww vida estudiosa 1 sin mnbicion, pensamos eon freCU('
H •ia eu el por\'enir de la Nueva Gran¡¡ da. Amamos
los gloriosos reeuerdos de su histo:-ia, la men,oriil de
sus héroes, sus Cilmpos hermosos i fecundos i sus ciudades
modPstas escondidns entre las quiebras i los ele~
va·dos valles de lns montai1ns andinas; admiramos el
denuedo de su pueblo, su rnract('r espansivo i simpático.
u intelijPneia vigMosa i éll'<.líente, i dPploramos
con tristezn que ese v'rtlor hcróieo, esa inteli,tencia,
totl.1s las riquezas que en(~ ; t'l'rn ese uelh i todos los
n blt>s i t•lenHJos se1.timieutos de ese pueblo, se empleen
irHJtilm nte en aóOJ'at' en·Mes, en corJ·er tras
sombras, en uuscnr In \'<:rdad en las negncio.1rs i en la
incredulidad,i en pretender consoliclnr ahsur~. as imtitlH'IOIH:'
S polítirns i formar uua tivilizacion cou i as
estériles e iufecU11das.
E[ Ilustrisirno seilor Puyana estuvo trece años de
Dean en la CatPclral de Pamplona, i fué allí durante
algun tiempo Vieario jenrral i Gobernador del Obispnclo.
r~l Congreso de t ueva Granada, rt>prt>sentando
b \'Oiuntad i la g1·atitud dt>l pueblo, lo el1jió eu 1848
Ol.>i:-;po ausiliar al ele f>opnyan con resid€ncia en Pasto.
Desempeñando este destino con el C'elo ct·istiano que
siempre lo animaba, hizo In vi itn de todos los lugares
que estaban n su ca1·go. para atender a todas las ueresidadt>
s espiritunl('s i obscrvar perso11nlmNe el estado
moral del Clero i del pueblo. Era, en verdad.digno de
admit·ar·se el cuad!'o que l)resentaba nquel pobre i
modesto ancinno que,abrumado de cansr~ucio i espuesto
en medio de las selvas n toda clase <.le intemperies,
recorría lüs empinadas montilñas i los bosques seculares
de las provincias de Pasto, TúquetTes i Bat·bnroas,
sin otro anhelo que hacer el bien de sus semejantes.
Estos actos de virtud i de herói<·a abnegaeion solo
puede iusp_irarlos la divina dortl'ina del r1·istianisn~o.
La fé ean. (JUe Jrsucri~to prometió que se podian remover
los montes, trasforma en héroes maravillos{JS a los
ancianos i a los uíños.
Su Santidad Pio IX preconizó Obispo sufraganeo
al Ilustdsimo sei1or Puyana, i en 1860 tomó posesiou
de su nue\'3 diócesis Psto
deura acabar su vidu, como sacen.lote virtuoso, i como
Prelado liel, siendo arrojado a un pals estranjero por el
triunfo funesto de una revolucion que ha l'Oto todos los
lazos sociales i ha desquicíado el órdeu polítJco, mot·aJ
i reliJioso en Nueva Granada.
La P•'ovideneia permitió que la causa del bien sucumbiera,
i en el dra solemne de la lucha muchos de
los que por deber i hasta por g¡•atitua debieran lv1herla
defendido, se convirtieron eu sus enemigos i fueron
traidores. ·
(3) José Selgas.
Contra los drcretos que el .Tef~ ele la H>rolurion 1
vetH·<'dora dietó en t861, n:To¡niudo.e (•1 < etrrho de
tuil'ion sobre el eulto cc.~tóli<'o i t.lespojando de sus
fH'Cipicclades a las iglrsins, a lns COIIIUnidades reli~
j iosas, a fos hospitales etc, protestó el J 7 de seti<>
m!Jre cou todo el Clero .de su diócesis f)l Ilus-
1 trísimo señor P:lyítna; i mas tarde en 11)62 abandonó
la patri3 cunndo la rcvolucion consumó su
triunfo.
Los hechos que en estns pocos llnens hemos mencionado
fueron los principales de la vida lahoriosa
del Ilustrísimo seño1· Puyann. Vivió st>tenta i Fe~s ailos
i tliez nwses amando a Dios i practieando el hien, i
murió té,¡os de ::;u patria porque defendió en ella los
!;agrados derechos del Catolidsn;o coutrn In iner('duliuud
relijiosa i la tiranla pulltita. gstas palabrns Wll
una de las mas bellas Oores que pueden adornar la
tumba dP. un ministro del Cristianismo.
A 1 respl."table Cle1 o de su diócPsis i a su heróico
put'b!o que en estos dias de perseeucion i de prueba
han quPdado sin Pastor, nosotros les dirijimos estas
palabrns de Emilio Souvestre: A los que vacilan porque
ven al bien momentaneílmente veucido, i se entristecen
porque la \'erdad es ultrajada,les reeordamos el drama
del CnlvArio i les drcimos: tfo ¡Jfrmitais que en vues~
tras almas el hecho se sobrPponga a la idea: no le griteis
:-~ e t:l lo tJUe el mal lad1·on 3 Cri:sto : Tú muel·es
en una cruz, luego Tú no eres el hijo de Dios. Antes
bien con la fé de un~ s~gur~ re urreccion _r_epetid :
verdttd ! cuando resuctte1s acordaos de mí.
Quito, diciembre 6 de 1864-ARCESIO ESCOBAR.
UN TRIUNFO MAS.
Despues de haber resistido por dos ocasiones,
ante !a nutoridnd políticfl, la pt·estacion del juramento
ordenado por la lei de 23 de nbt·il de 1863
sobre policín de <'Uitos, fascinado por el ejemplo:
atet·t·ado p(W la situac~(}n políticn, violentndo por
mis circunstaneias, i estraviada mi intelijrneia ma$
bien que mi <'Ol'Mw·n ; juré de conformidad con
aquella lei, i fi1·mé el lleta respetiva.
.Exijienclo ese acto obedit>ncia abroh.1ta al GobiPrnn,
quedó él\':lsnllada la potestad divina por
la lei humana ; tanto mas cuanto que et·a pt·eserito
como concliciou indispensable para el ejet·cicio
del divino ministerio.
Ordenado el juramento en una lei cuyo título
era alt{\mentc injurioso n la Reli,jion, i en circunstancias
en que la Igl ·>sia granadina llorosa, desgrrñnda
i cubit>rta de luto, suspiraba pot· sus mas
queridos hijos, que e1·an at'J':lncactos de su seno ;
poi' sus apaciJJies nsilos, en q 1e cultiYaba l:1s '' it·~
tudes austeras, los cuales ('J'an profanndos • pot•
sus rentas i bíime:, que dPbJ:ln rt'pMtít·se 'entt·e
los mismo· qut~ la flLOfl'teabau 1 esrnl'neeian ; ¡en
fin, po1· su indepe11dencia contra la cual se nséstaban
tantos tíros ; el sometimiento al Gobierno
era le\ cornplicidad rn los atentados que desgarraban
el seno de nuest1·a ()morosa mnd1 e, i la in\'oracion
del nomb,·e tle Dios pat·a solernnizat· ese
ucto ; la m:)S sntedw es el
C(11ltro de la unidad, es la fusion de todos los sentimientos
i de todas las ideas, porque el rebélño
del Seilol' es uno i uno es su Pas~ot·; i como qui-e-ra
que la Yt'l'dad es siempre la misma, i las enseiwnzas
rDtólieas son la \'erdad, todo el sistema t·e- .
lijioso.moral i dogmático dPs ansa sobre el prin- ~
cipi'O de la m:idnd Sepnrnt·se de ella es apartarse
de 1 a t·egln ctel espíl'itu i del comzon. RonHI es un
foco de pudsim~_ luz que itTadia pet·petuamente
---- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
328 EL CATOLICO.
pnt·a disipm· las tinirblas de In humanidad : así 1
ella combatió el sen~ualismo pngnno, el brut-Al
furo•· de los Empet·ndores, la proter\'n n~tucia de
los herejes, la bat·bn1·ie de l0s hunos i sue\'os, los
desórdenes de los reformistas~ lns etravngantes
tcorfns e inmorales burlas de los volterianos, i
po1· eso a la voz del Pontífice, se ah.1Len lns intelij
ncins mas elevadas· corno In del ilustre Arzobi::;;po
de Cambt·ai; i el rayo del Vaticano hiere la orgullo·
sa cabeza de los Reyes.
Libre enteramente el espíritu humano i nbandonadn
a sus propios esfnerzos, es víc·tima d13 lns · ¡· ilusionE's del cornzon, de lns fnlnces insinuaciones
de b soberbia, i de los movimirutos tumultuados
de todas las nasiones; miéntrns que sirviéndole
de guía el divino faro que percnuemrnte élrde
~ sobre la roca de Roma, atraviesa tt·anquilo el
ma1· de las contradicciones humanas, sin que
, ·aya a perdet'SP. rn los insondables nbismos del
1
nbsul'()o en donde se han precipitado tantas intclijendas
....
La degrndarion del alto poder de que po1·
institucion divina he s1do investido, la compli-cidad
en Jos hechos atentatorios contra el ót·den
relijioso, i el desobedecimiento po1· algun tiempo
' a las prescripciones del Padre Snnto, hé aquí
todo lo que envuelve mi juramento i mi conducta
poste•·iot•.
Purs bien, para reparar el escándalo causndo,
para satisfacer los intereses de mi cvncienda,
pa1·a tocar a las puet·tas de la misericordia i
,·otve1· de nuevo al apacible seno del cual incautnmente
me hnbia sepnt·ado ; pt·otesto ante
las autoridades de mi patria, i ante todo el orbe
católico, rontm el arta de mi juramento i contra
mi desobediencia a las instrucciones del sucesm·
de Pedro.
No quiero insinunr la desobediencia al Gobie1·no,
porque el obedecel'le es un precepto relijioso,
niego empero, la omnipotrncia del podet· civil,
que debe estar somrtido a Dios de quien todo
dimana ; i afit·mo la independencia i sagrados
de1·echos de la Iglesia, que está investida de toda
la potestad que en los cielos i en la tierra recibió sn
- divino fundndor.
La Cruz, 15 de noviembre de 1864-J. DoMIN'
1 GO ÜRDÓÑEZ.
-En cartas de 'Roma que tenemos a In vista i
cuyas fechas alcanzan al 20 de nbriLúltimo, se dá
noticia de una funcion relijiosn qu<> tuvo lugnt· en
una de las iglesias de la metrópoli del mundo cristia
no, romo desagra' io al Santísimo Sact·amento
po1· las blasfemins ve1·tidas pot· Renan. Ln concurrencia
pasó de 3,000 personas, i cuando el pl'edicado¡
· las escitó a dar constantemrnte pt·urbns de
amor a Dios i de firmeza en su fé, todos, como
por un convenio anticipado, empezaron a cantar
el Credo, p1·oduciendo una armonía de un efecto
.
1
l sorprendente i conmovedo¡·.
Las mismas cartas refieren que en otra luncion
relijiosa n que ronru1·rió en persona el Santo Pn-
1
dre, el pueblo romano que los liberales quict·en ha.
cet· creer que lo aborrece, derramó sobre él tal Jiu~
via rle flores, desde su salida del Vaticano hn ta
1
que llegó a In Iglesia, que no lo dejaban ·er i fot·maban
una alfombra en su camino; siendo de fld\
vet·tir que en aquella estacion, las flores son mui
cat·ns en Romn, lo que p1·uebn que el plleblo entttSÍíiSta
por su Padre, como le llélma, no ahvrra gastos
para obsequiarlo cunndo puE>de.
atllllll!l !P a m(/)~~
IMPOSTURA.
Cada din engalana el pat·tido ¡·ojo (a) su historia
con una p::íjina mas de infamia. No satisfecho con
el I'Obo de In propiedad, ba pnsado fll del honot· i
desciende hnsta tomat· el nomb1·e de unos para <':tlumnint
· e in_luria1· a ott·os. Aye1· se han distribuido
i fijado hojas b.•jo mi nombre pn1·a zahet
·il· al Catolicismo pot· tlll heeho aislado E' impremrditudo,
ocurrido e11tre los señores M. l\1.
t\i adiedo i LtJonardo Manri<¡tw, i pat·a cnlun1niar,.
desfigunmdo el hec•ho, d<'l cual aunque no tengo
conocimiento rn sus pormrnores, si se uue es
entet·arnente dhet·so a lo relaciOJwdo pm· lo's impostores
autores de la hojn. Tengo p1·ofunda estimncion
por los st'iior~s Nlanriq\le i Mndi~do, no
obstrmte que al primero no he tenido el hono1· de
trntal'lo; lamento el incidente desgrllcindo dt'l 1 o,
des<>o vivamente la ronciliat'ion entre las dos famil!
as i rrchélzo enérjicnmente los sarrasmos al Catolicismo,
aj<'nos absolutnmeute dt> lójicn,i emplf'a·
dos con vileza pot· los que p:trapt>t:1ndose t:obrtrdernente
con mi nombre héln «lmsado de la garantía
de libertad absoluta de la prPusn, gnrnntía de libertnd
ilimitada que,sea di<'ho de paso, no ncepto,
i rnénos en un país donde lwi hombres como los
autores de In hoja que no tienf'n nol!ion nlp.unn de
mot•al, i estnhiN•tmiPntos tipogrMicos tan m(lngua·
dos i mPrcenario~ que se prestan a ser el in~trumento
d' tnles bél,jezns.
Bogotú, febrero 13 de 1865.
MrGUEJ .. ÁRTAS.
~a) Estoi de acuerdo con mi amigo el señor Narvílez,
en que no dehrmos dar a ese partido el nombre de
liberal sino por antítt>sis.
La Biogrnfía dE'I Ilustrísimo señor Niño, que ron
erretrato se ha anunciado, sera considernhlemente
aumentada con los documentos que trae el rtiaderno
titulado "Homenaje" dado en VenfZuela, sin que por
esto se aumente el precio que será el ínfimo de un
fuerte para los que SP suscr·iban <'Onsignando su nombre
en una de las Ajencias de ''El Conservador ,, i de
do:; pesos de 0,8 p::u·a los no suscritos. Para llevar a
cabo inmediatamente la obra, esperamos se dé pronto
aviso a la Aiencia j{'uera\ ¡)orlos st'i10res Ajeutes particulares,
del numero i nombres de los suscritos.
CAl\JBJO DE DOl\IJCJLIO.
EL COLEJlO DE SANTO T0l\1J.S DE AQUlNO
Se abrió el 2 del pre:eute, i Sf' ha trasladado 3 la casa
número 42 dela calle 1. ~ de la carrera del Ecua·
dor esquina
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 89
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