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Se encontraron 16978 resultados en recursos

Stranded in the 1300's, Ash Williams leads a war against evil as he searches for a way home to the present day. Ash's search is complicated when his soul is stolen by three witches and the only way for him to go home is to follow them from time period to time period and recover the parts of his missing soul. Ash must once again rise up against the forces of evil and their army of darkness if he is to have any hope of ever returning to the modern world he left behind.
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Ash & the Army of Darkness Annual 2014
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My Little Phoney: A Brony Adventure
Welcome to the world of the Horse-He, middle-aged men who share an unusual devotion to My Little Phoney. Though the line of sparkley and adorable horses was made for young girls, nothing stops the Horse-Hes from adopting this lifestyle. When a dispute ignites over which clan of Horse-Hes are truest to the Horsey creator's original vision, the game of one-upmanship gets bizarre, and apocalyptic. Now, the Horse-Hes must travel the barren wasteland to discover who the truest Horse-He is.
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My Little Phoney: A Brony Adventure
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Jim Butcher's Dresden Files: Storm Front Vol 1 #4
If circumstances surrounding a crime defy the ordinary and evidence points to a suspect who is anything but human, the men and women of the Chicago Police Department call in the one guy who can handle bizarre and often brutal phenomena. Harry Dresden is a wizard who knows firsthand that the everyday world is actually full of strange and magical thingsmost of which don't play well with humans. The final chapter of Storm Front Vol. 1: The Gathering Storm.
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Jim Butcher's Dresden Files: Storm Front Vol 1 #4
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Dejah Thoris and the Green Men of Mars #11
The penultimate issue of the hit miniseries that was extended twice! Dejah Thoris is under cover as a slave girl with her Dirty Half-Dozen Thark force to destroy a powerful weapon. But can she trust them to destroy it and not her? Or does she want to die?
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Dejah Thoris and the Green Men of Mars #11
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Cryptozoic Man #4
FINAL ISSUE!!! The piglets have come home to root! Any and all questions you may have had about Gray aliens, legendary cryptids, forty-story tall demon swine, and insane, sadomasochistic industrialists are answered in this bang-up conclusion to Cryptozoic Man!
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Cryptozoic Man #4
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Army of Darkness vs Hack/Slash #6
FINAL ISSUE!!! Cassie and Ash have managed to work together for a whole 5 issues, but now the former partners are at odds, in a war through time for possession of the Necronomicon!
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Army of Darkness vs Hack/Slash #6
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Sherlock Holmes: Moriarty Lives #2
Stranded in Switzerland, his criminal network in tatters, and with the world believing him dead, the world's most notorious villain, Professor James Moriarty, faces his greatest challenge yet - taking care of an orphaned child. Bound by a solemn promise, and determined to seek revenge against a local madman, Moriarty begins a clever campaign to work his way inside his enemy's fortress. The trap is set, and Moriarty is determined to succeed, but is he villainous enough for the task?
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Sherlock Holmes: Moriarty Lives #2
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Grimm #10
When Nick is injected with a lethal poison, he finds himself under the control of a mysterious new foe, and is forced into completing herculean tasks in order to get the antidote... or die trying. The Labours of Grimm begins!
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Grimm #10
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Jennifer Blood #36
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
-.,. ...... ,.· . .
}\ECUERDO DE PARIS. rver¡te de la pJ~~a ael Observat(.)rio.- Cvadro de f.A.CANO
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LECTURA Y ARTE
MEDELLIN, AGOSTO 1903.
Junta Directiva: Antonio J. Cano. Francisco A.
Cano. Enrique Vida!. Marco Tobón Mejía.
CONDICIONES DE ESTA REVISTA
Suscripción por un año ______ $ I 20.
Número suelto .. __________ . 12.
Número viejo ____________ . I 5.
Avisos: se admiten para el fo-rro
según estos precios:
Pági~1a e~t:ra, cada vez_ _ _ _ _ _ 170.
Med1a pagma ____ . ______ .. _. 90.
Un cuarto de id. ___________ - 45·
Un octavo de id____________ 23.
--Pagos anticipados--
... " Lectura J' A rtc no hace solidaridad
con todas las ·opiniones que emitan sus
colaboradores, especialmente en asuntos de
Arte, en los cuales el perióctico e ecléctico.
Se devuelven los originales cuando
su dueño así lo exija.
Agente general,
l .. R.\. · crscn .[\. L.\ T 1' RE.
.._ "-.._LOYAL -BROTES
JNTIMOS"-"
II'IIA ....
Cuando estoy en mi ca. a de ·pués de
la faena, y me rodean mi madre, mi mujer
y mis hijos, siento un placer . ano que me
es muy conocido y qu quiero (Ljar pa. a.r
como inc n ciente.
Generalmente estoy cansado, lo que
tne hace á veces desear un cuerpo más vigoroso
del que me ha tocado n suerte, y
con él un temperamento de nervio que vibren
menos-menos sen iblemente- en
ocasiones-á las influencias del m dio ambiente,
para gozar mejor .. __
1\Ii casa es mi refuu·io y los míos mi
alegría. Son éstos no obstante á veces mi
pesar, pues viene á cernirse sobre ellos como
un complemento del placer que siento
ó de mi sensibilidad morbosa, mi pensamiento
despedido á manera de ondas luminosas
de reflejos encantadores sobre un es-pacio
triste. __ _
"A veces es la dicha
Santo padecimiento"
l\1i dicha es, pues, para mí y en n-gor
un bello cuadro de la vida, un cuadro
comparado de la vida con mucha luz y muchas
sombras establecidas en él p_or mi pensamiento
con sus deficiencias de una nostalgia
dulce sobre las figuras que en él juegan,
mi madre, mi mujer y mis hijos .. _.
Ah! si faltara á Llluz la sombra, el
cuadro de mi casa no sería quizá la dicha
humana que disfruto y que contiene mi pasado,
mi presente y mi futuro ó sea aquella
unidad que, para el alma sana, constituye
sin vacilacione la e ·pcranza.
¿N o es esto lo que dice la caricia de
lo ojos triste de la abuela puestos sobre
los hijos que juegan de ·cuidado á su redor,
la faz sonriente de la ma.dre que los mima
al reprenderlos y la delicia que me embarga
el pensamiento y lo concentra á veces
r celo ·o sobre el porvenir de ellos, confiado
á mis esfuerzo ?
La die/ta-la que <.:S mía-es el camino
que debo recorrer, y ella trae o suelo
y paz.
GABRIEL LATORRE.
A GUISA DE PROLOGO
Esta. lfnea~ ~ir en de intm lucción á alguna
e:-ccna. de un clrama- frc:;quecito y aún inéditode
Efe Gómez. qu e ofrece h y á sus abonado: Le,tura
y Arte. Efe Gtímez es bien conocido en este
nuestro pequeño m mdo lit rario, para que tengam
s que hacer su prc ·cntación; y. á jur.garse precisa..
no seríamos ciertam nte nosotros lo~ llamado.,
á recomendarlo. Fuerza es, con todo, ya que
á este fragmento se le considera incli:pensable su
prólog ; que, in tados,";í fu r ele amigos del autor
y conoceclore. del crt'nc. is el~ su obra para 11 nar
la pretendida lacruna rompamos nuestro sabroso silencio
ele contempladores inofensivos de la belleza,
y volvamo ·, aunque no !"'-a sino ocasional y bre\'emente,
á la tarea de c ~,ct ibir, que . icmpre fué para
nosotros tan penosa.
Mucho dudamos q te entre tántas cosas mtestras
como poseemos los antioqueño (uuestra raza,
1111estra honradez, 1111crtra laborío ·idad, uuestro valor,
nuestra inc~epemknci;'l, ele. te., etc.) tengamos
tambié'1 una mt,'slra literatura. Con elementos
tomauos d~ f.t .ra 1 no siempre sometidos
á prcv- rlimielltos ele adaptación que lo hagan
viable.., e:1 medio tan di ·tin t de aquel en que como
frutos naturales se produjeron entremezclados
con nuestros propios aborto5 y raquitismos, hem s
formado esa colcha de retazos que con el pomposo
título de "literatura antioqueña " bautizamos. Las
excepciones-y bien descrraciados habríamos de ser
. i no las tuviésemos-no in firman la tesis: que no
bastan obras aislada para formar ese todo, homogéneo
dentro de su inmensa variedad, que se llama
una literatura: conjunto armónico de innúme-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ro factores á un mismo centro convergentes, y en
cuyo s product os todos deben brillar esas dos cualidades
esencialísimas sin cuya presencia e l Arte
fuera un mero fantasma : originalidad y conciencia.
Y ya que en Colombia está todo por crearh
asta el sentimiento de patria, que es el alma misma
de los pueblos,- pongamos algo de consciente en
nues tra laboriosa evolución, tratemos de ayudar á
la naturaleza con el reconocimiento siquiera de que
somos, tansolo embrión que se trasforma; y hagámonos,
al .fin, una patria, dotémonos de leyes que
puedan ll amarse nuéstras, arranquemos del servili -
mo al Arte Colombiano, demos originalidad á ma~stra
l iteratura.
Contingente valioso para el logro de esa necesaria
originalidad es el nuevo drama. Nuevo, y
p r imero, y único en Antioquia. La empresa, que á
tanto equivale como á la creación de un nuevo género
literario es de las más audaces que en el
campo de las letras pudiera acometerse, y es no
poca fortuna para nosotros que haya sido un autor
de los quilates de Efe Gómez quien haya colocado
la primera piedra.
La mojigatería literaria, aún existente á pe ar
de Carrasquilla, Samuel Velá quez y el mismo Efe
Gómez, y que tan funestamente obra, reduciendo el
campo de acción y falseando los caractere , quita
al dramaturgo buena parte de ese inacrotable caudal
que ofrecen á u ob ervación lo hechos humanos.
Lo postizo de nuestras costumbres burguesas,
la carencia de relacione sociale y la sistemática
separación de los sexos, a í como la monotonfa de
nue tra vida ciudadana; la vaguedad de carácter
de nue tra. cla e intermedias· la. vulgaridades de
nuestr pu blo . on ob táculos poderos os para la
forma ramática y peligro. eminentí · imo de fr acaso
para el autor.
Y porque las empresas difícile para lo · a ·
lientes fueron hechas, estaba re ervado para un e -
critor cuyo atrevimiento le ha obligado á conservar
inéditas bien herm as produ'cciones, cuyo
estreno en la publicidad fué ca · i un escándalo para
nuestras hipocresías, y cuyo odio á los carnerismos
y convenciones corre parejas con el amor que
profe a á la Verdad y al Arte el dotar á nuestra
embrionaria literatura de una producción original
y como todo lo suyo, verdaderamente consciente,
en ese género que hizo gloriosa la tierra de Calderón
é inmortalizó la patria de Shakespeare.
Tiempo hada que la idea de forjar un drama
espoleaba u espíritu, convirtiéndo e al fin en verdadera
obsesión; y es tra de madura meditacione
y perseverante labor como ha urgido la obra, uno
de cuyos más hermo os pasajes adorna hoy las páginas
de esta Revi ta.
El drama es trágico por su acción y de un inteligente
realismo. Desarrólla e en un caserío minero
situado á orillas del Cauca, y sus personajes pertenecen
á la plebe ó á las clases rica ó educadas de
provincia. Bueno será, para prevenir escr úpulos,
manifest ar que la mo ral no sufre el mín i mo ultraje.
La e cen as escogidas constituyen un episodio
completo de la pieza, y aunque su enlace con lo
r estante no es muy estrecho, juzgamos precisas
para su cabal intel igencia algunas exp l icaciones.
Leonar do Aguirre y Carlota Zamora se amaban .
Gentes infames hicieron creer á ésta que su novio,
23
1 • tj 7t ·~·
á quien obligaron por medio de \mentiras á ausen
·tarse se había ca ado con otra. De hecho en parte
el enredo de lo embu tes, torna Aguirre á su
cabafia de minero, en compañía de su madre, oña
Camila y de u hermana, Ro a, con ánimo de
verificar . u enlace con Carlota, que continuaba
creyéndolo infiel, y, sin embargo, atí. o amaba.
El episodio que luégo se ins • · t arranca del
momento precise de la lleO'ada l. ..~"•• irre y los
·uyos á su modesta vivienda.
cio ·o fu e ra que pre m1 ·emos explicar la.
b e lleza. de este pa. aje- • w verdad arrancado
por la hábil mano d t · ·ttor á la vida mi -
ma :-e tán al alean< d L ,. lo , y ba. ta un poco
de corazón para sent " · L a t mura la delicade-za
la gracia la artísti tturc:d idad de esos diálo-go
· evocan el calor cito ' :re del hogar y traen á
la memoria el recuerd o ( ,. ' ·. seres queridos que
ya no. faltan.
¡ Magnífico pa aje. ! Tuviéramos mucho como
éste y entonce í que podríamos afirmar: existe
una literatura antioquefia.
·~·
HOQUE YDBZD
DRAMA EN TRES ACTOS Y EN VERSO
por 1::1'1: GO:MI:Z
~ 0'--+----
ACTO TERCERO. ESCENA V
Aguirre. DoñaCamila. Rosa .
AGU IRR E .
( En la puerta. ) Han ll egado U . U .,
pues, á mi p a lacio.
D~ CAMILA.
Por fin. Que sea Di os b e ndito. Q u é
cami no m ás e t e rno!
\
~-
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ROSA.
(Entrando y observándolo todo) Aquí
has vivido tú?
AGUIRRE.
Durante todo un año.
ROSA.
Eres un héroe.
D~CAMILA.
Cuánto dista de aquí la población?
AGUIRRE.
Unas ...... quince cuadras.
ROSA.
De suerte que será mañana cuando
veremos á tu novia ?
AGUIRRE.
Pues si Uds. quieren, desde ahora.
Porque la cuestión es hacer las cosas bien
hechas y aprisa.
ROSA.
Si por ti fuera ....
D~ CAMILA.
V amos á ver : cómo has pensado ? ••••
AGUIRRE.
Mañana se madruga Manu 1 á traer al
Sr. Cura, les parece?
D~ CAMILA.
Bien y .. __ ..
AGUIRRE.
De suerte que pasado mañana martes.
_ ....
ROSA
.... Ni te cases ni te embarqu s.
AGUIRRE
.... lo dispondremos todo, y el miércoles
muy de mañanita ....
ROSA.
Tablea u!
AGUIRRE
[A Rosa J. Verás, refunfuñona, cuánto
te va á gustar mi novia. [A las dos]. Y
pensar que á punto estuvísteis, picarillas,
de hundir todos mis proyectos!
D~ CAMILA.
Ahora lo haremos mejor todo.
AGUIRRE.
Cómo se va á reír Carlota cuando sepa
que vosotras la creíais una negra bruja,
ocupada en atraerse con bebedizos y
sortilegios las voluntades de los muchachos
incautos como yo. (A D~ Camita).
Mañana verás á la yerbatera, mi viejita,
y te convencerás de que de hechiceras como
élla, es imposible no dejarse robar el
corazón, porque ..... .
ROSA
( Tapándole la boca). Alto ahí, por
Dios, querido. No te pongas ahora á enumerar
las perfecciones de tu novia porque
no acabarías. Te conozco mucho.
D~ CAMILA.
[Riendo. A Leonardo y cogiéndolo del
brazo J. Camina cuéntame á mí, deja
ésa .. _ . [ e eutrau por la puerta del fondo
de la ca baila].
ROSA
(Sola en la sala). Bien pueden llevarse
su muchacha. No se las necesito.
(Paseándose y revolviendo eu los rinco11es).
Bueno, bueno. Ríanse allá y no me cuenten
.. _ . Yo también puedo conseguir ....
Así se hace, mamá, U d. como ya no piensa
sino en la nuera, como está chochando
con élla .. _ . __ [Canta J.
Me dice Marié la O
Que es más bonita que yo ..
[Inclinándose á recoger algo]. Eh!. ... [se
queda miraudo lo que a!::ó del suelo] pero
qué grande ___ ... [En 7-'0/:: más alta J. Re-cuerdas,
Leonardo, los anzuelo que te
empataba para pescar en Nochebuena?
AGUIRRE
(Desde deutt'O ). Sí.
RO
Pero e to son unos tolémpanos .. __
Y dí una co a: con éstos es con los que
pescan esas doradas grandes en el Cauca?
AGUIRRE.
(Desde dent1YJ ). Con ésos.
ROSA.
(Examinando el anzuelo á la luz, que
será ya poca. Oscurece). Y tú has cogid ?
AGUIRRE.
Muchas.
RO A.
(Examinando más atentamente. Cattta ).
Bajo las sombras negras
De tus pestañas
Dos asesinos vivf!n
Que matan almas.
AGUIRR .
(Hace segzt?tda desde dentro.)
ROSA.
Eh ! Pero este anzuelo no se deja
.. __ .No ve? Ya se me enganchó en
la falda.
AGUIRRE.
(Saliendo y ay?tdando d Rosa á dt.·sprenderse
el an:::uelo). Qué mala pescadora
eres.
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ROSA.
Te parece á tí. Verás qué novio el que
me pesco mañana en el pueblecito. Y tú
te vas á ver la novia ? (Salen juntos al
patio). Pero qué lindo es todo esto.
Cada rato me parece más. _ _ Ese rio
Cauca! No quería creer que hubiéramos
llegado á sus orillas. · Tan grande y casi
no suena. Hace más bulla la quebrada
de mi pueblo . .... _ Y qué árboles tan altos.
Primorosos! Y qué tantos! Selvas por
todas partes. Y allá á lo lejos selvas, sel-vas._._._
y el pueblecito._. ___ ese mon-tón
de casitas allá regadas en la playa .. __
Encantador !
AGUIRRE.
V é, yo te muestro. (Rosa se le acerca.
Juntan las cabezas y él comzim.z a á seliala
t ). Ves aquella casa más grande, en
la playa, hacia el río?
ROSA.
En la placita, á la derecha, junto
á un puntico blanco que parece una res?
AGUIRRE.
Exactamente.
ROSA.
Sí.
AGU'rRRE.
Esa es la casa de Carlota. Aquí
me salía yo todas las tardes y me estaba
horas y horas viendo para allá. Sabía
que élla estaba en las mismas, puesta en el
balcón. Y aquí me quedaba hasta que la
noche lo borraba todo: río, casas, selva ....
ROSA. .
Pues hombre __ me parece lejitos para
coquetear.
AGUIRRE.
Y ves más acá, fuera del poblado un
árbol más coposo, cerca á la vuelta del río?
ROSA.
Sí.
AGUIRRE.
Ese es el Guayacán. A su sombra
leímos la historia de :María y allí
cerca la vi por vez primera, hace un año
ya casi. Estaba recién venido á estos montes
y andaba por ahí solo y aburrido. Me
de tuve un momento á encender un cigarrillo,
y cuando alcé la cabeza tropezaron
con élla mis miradas. Venía con su prima,
del río, de bañarse: la cabellera, suelta por
la espalda, jugaba con el sol y con el
viento; con la derecha recogía la falda y
avanzaba con su andar cimbrador de calentana,
con un andar aéreo que dejaba ver
á cada paso sus pies desnudos, lindos y
25
cuidados, asomar donosos · por debajo del
blanquísimo borde de la enagua crujidora.
Luégo, en una vuelta del sendero, se detuvo
como distraída y me atravesó con su
mirada: negra.
ROSA.
(Poniéndose la diestra abierta tras
la oreja correspondiente, como para escuchar.
Suenan campanas á lo lejos.) Oí E te ?
Ah sabroso que suenan las campanas en
estas soledades.!
AGUIRRE.
El A 1tgidzes yá.
ROSA.
Descúbrete, pues, hombre. (Le quita
el sombrero. Mirándolo á la cabez
a.) Y te ibas á ver la novia así con ese
pelo ? Eso sí no. Espérate un momento yo
te peino. Es necesario que vayas bien buen
mozo. (Entra corriendo á la cabalia y canta
desde adentro )
Tus ojos son ladrones
Niña querida,
El alma me robaron
(Sale cantando.)
Hace ya días_ ...
AGUIRRE.
{Cantando) Hace ya días .. _ .
ROSA.
[Acercándose á Aguirre con el peine
en la derecha y poniéndole la izquierda
bajo la barba.] Agáchate á ver yo te
hago el partido .. Ya no te voltea el cabello.
Pero cuánto tiempo hará que no se
peina este angelito .. Ah ! .. como que es
que la raya es más abajo. . Eso es .. Así
sí. (Se aparta u1z poco pa1'a co1ztemplar su
obra. Canta. Agztz"rre acompalia ).
~o digas que son buenos
ojos tan negros,
.Porque jamás los .tales
Limpia · la hicieron.
f Acercándose de nuevo á Aguirre). Pero
qué es esa corbata, niño por Dios ?(Se pmze á
anudársela. Apartándose de ?tttevo) Eso
es ....
, D:'- CAMILA.
( SaNe1tdo). Si vieras hijo: vas á dejarnos
con cuidado. Por qué no dejas esa
ida para mañana? (Se va oscureciendo).
ROSA.
Sí, sí. Haz le caso á tu madre ( cogiéndolo
del brazo). Camina para adentro,
y mañana voy contigo, vamos todos juntos.
[ Agztz'rre se deja llevar sonriendo]. A
ver: dáme donde se acueste mi madre que
ya se morirá de cansancio.
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Vam s, pue Ttí y Ro-sa
o: recogerei en mi apo ·cnt , yo me
extiendo en e ·ta hamaca; para lo que
he de dormir. . . . (A Doiia Camita).
Cierto que · duerme poc en ví peras del
día que n . ha de traer tanta ventura ?
R A
(A J)o¡/a Camila ). Y despu '. os-tiene
que no le dieron yerba . (A rruirrc
conduce á su madre J' á Rosa !tasta la puerta
del fondo de la cabmJa. Rstas desaparecen
en el interior. Aguirre se í. uchx y se deja
caer t Jt la Ita maca. A poco torna á salir
} osa, trayendo luz; rueda ltlt asiento arca
de Aguirrc y se le sienta al lado.)
ESCENA VI
Rosa , Aguirr e.
RO A.
i vieras: estoy de e sí ima de conoc
r á mi cuñada Carlota.
AGUIRRE.
De veras?
ROSA.
Debe er un milagro vivo. Cuando
ha logrado in ·pirarte un amor tan
largo y tan serio á ti á quien no ha lurado
jamás un amor más de ocho día .
AGUIRRE.
No me desacredites así, querida.
ROSA.
Es que con ese afán con que lo
cojes. . . . Recuerdas á las Ramiritos?
Esas í fueron serenatas y paseos y u piros
¡ Mariá antísima ~ Yo que te tuve qué
aguantar las confidencia . o me dejabas
dormir; todavía tengo sueño .... Y á los
quince días .... enamorado de otra y luégo
de otra y otra .... fuera de las que tendr'
~ cuando e tabas en el Colegio y que
nosotra. no abemos. El amor ha sido en
tí una verdadera vocación.
AGUIRRE.
Yo creo lo mismo.
ROSA.
De otro modo no e explica tu
constancia. Un día me quedé admirada;
tenía una novia .... á ver .... cuál era ..
Qué vas á recordar tú. En fin : vivía por 1 ·
lado del matadero. Yo iba por allá á pagar
una visita. Era medio día y el s 1 parecía
candela. o había en toda la calle
z6
una, una sola alma ...... Ah ! sí. Había
o : en el caballete del matadero un pobre
gallinazo bostezando y echando por sobr
el hombro miradas codicio as á 1· s cocina"
y demá: luga,.re. codiciable. de l s interio-r
· le la población ___ . __ y tú, avergüén-zate
hombre, y tú plantado en n.cdia calle
como una e taca, e q u_teándole á una
entana con bastidor. ___ .. ,
UIRRE.
Con r na.
1<.
Por so cuando fueron á d -
cirnos que tí te estaba· ca ·ando aquí
con una vieja bruja, le dije á mamá: de 1
más fácil, era lo únicc que le faltaba á Le -
nardo : enamorarse de una bruja. Pero
cuando fuiste y nos contaste la cosa y te vi
tan entusiasta y tan decidido, y supe que
la n via era un ncanto; me entraron unas
ganas horribles de verte bien casadito y
bien formal, bien hogareño, como dice 1
amigo Alon o Robledo ; saliendo á pa ear
todas la. tardes con la mujercita; pagándole
vi itas á los vecinos; fumando tabacos
doblado por la señora; ayudando á
cargar el palio en las renovaciones ; hablando
de la cosecha con D. Hermógen s ;
leyéndoles el periódico á lo viejos de mi
pueblo en la tertulia de D. Ramoncito ....
En fin, vuelto un ciudadano d licio o.
AGUIRRE.
Dime ladina ¿y tú te piensas que-
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dar para tía ?
ROSA.
Si ía. Aqu~ donde me ve ya tengo
visto mi viejo. Porque con muchach
no hay ni riesgo de que me case. Qué cuento
de muchacho empezando á trabajar: un
viejo rico, eso es lo que hay. i las muchachas
de ahora no somo como tú, que se
enamoran, que leen la María. _____ la Ma-ría
de nosotras es un viejo millonario __ . _
Mientras más patoniao mejor ____ . _ Algo
de trabajito da cariados y atraerlos. Por-que
él_Ios son tímidos y desconfiados. __ _
Hay que hacer la cosa con mucha, mucha
diplomacia. Hay que hacerle creer que
una de deña por amor á éllo á gentes que
'alen mil veces más ______ l~ero cuando
una ha logntclo enlazarlo ______ eh! son
un encanto! ______ Qu' le parece : un
con u viejo, que puede tenderse bocarriba
á hacer e la con entida, y la tolerada y la
moñona eh! ni an palo güeno !. _____ No
creas que te envidio tu muchacha. ____ _
Pero é una cosa: lo que í ti nen que de
·ar e ese cuento de casarse á 1 s cuatro
d la mañan<1 · no hay ni bamba. Eso p rué,
amo á er? Es que los hombres no
aben hacer la cosa·. Mañana verá · com
1 le· meto á esa gente. por el ojo de
na aguja· y 1 !ambo al i jo; y le adulo
t 13. vi ja y 1 coqueteo á los muchachos,
i e _ tán ahí, y . . .. quién quita? e m o de e a
a e han vi to ! Tal vez uno de e ·os te-ribl
s enem igos tuyos sea mi media na-ranja.
Y en un instante lo arreglo todo y
se pueden casar á las diez del día con harto
chorro. Eh! que te parece; con lo linda
que va á quedar mi ahijada con todo lo
que la pienso encachacar. Va á dar más
golpe ! Y tú bien cuadrado, llevándola del
brazo ______ Esa fiesta no se puede per-der.
Ni riesgo pues.
ESCENA VIl
Dichos , Carlota .
[Aparece Carlota por· el sendero de la
dt7reclta. J
CARL TA.
( Avan::ando an!telantc, llena de te-
1'ror ). Imposible ! Verlo á él, á mi Leonardo,
feliz al lado de otra .. __ y aquí. __ .
aquí __ . _ ! (Llega al frente de la puerta de
la cabaila J' se pone tras 111t0s arbustos. Adelanta
caute!osamcute la cabe:::a J' obser'ua el
intttior).
ROSA.
( 1 Aguirrc ). Pero está dormido
hombre? Todavía no se te ha quitad
se vicio ? A ver: ...,ué fué 1 último que
te dije ? Eh ! no re pon de. _____ el chiq ui-tico
! ( 'e ll' áctrc.a J' co11 la borlita de la
punta dd látiuo, que mín llc1'a sujeto á la
muilcca, le !tace cosquillas t:ll la cara. A uuirrc
sonríe, !tace que se despierta de impro'l iso
y le cojc las manos. Ríen. Es el mo¡¡u•;/to
en que se aso111a Carlota).
ARLOTA.
(Con u" ligero grito). Se acarician !
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
DMITRI DE MEREJKOWSKY.
EL HERMANO
PARFENO ...
En el monasterio vecino, de ·puertas y ventanas
herméticamente cerradas, resonaban las oraciones
de los religiosos, dominando el ruido lejano
de los cantos báquicos. Para apagarlos los monjes
unían sus voces á un quejumbroso gemido.
" ¿ Señor, por qué nos has abandonado? ¿Por
qué ha descendido Tu cólera sobre el rebaño de
Tus ovejas?
"¿Por qué nos has ofrecido en deshonra á
nuestro vecino, incorporado á los paganos? ¿ Por
qué nos dejas ultrajar por la humanidad?"
Las antiguas palabras del Profeta Daniel tomaban
un sentido inesperado:
"¡El Señor nos ha entregado al rey Reprobado,
el más astuto de toda la tierra!"
Y a entrada la noche, cuando el silencio se extendía
por las calles, los religiosos volvían á sus
celdas.
El hermano Parfeno ni siquiera podía pensar
en dormir. Tenía el semblante pálido y dulce; en
sus grandes ojos, puros como los de una virgen,
leíase una triste perplejidad cuando hablaba de
las gentes. Hablaba poco, indistintamente y de
manera inopinada, siempre de cosas tan pueriles,
que no se le podía oir sin sonreír. A ve~es reía
sin motivo, y los monjes le preguntaban.
-¿Por qué te sonríes? ¿Es para agradar al
diablo?
Entonces explicaba tímidamente que se reia
de sus mismos pensamimtos, y esto convencía á
todos de la enagenación mental de Parfeno.
Poseía un gran arte: el de iluminar los manuscritos,
y aquel arte del hermano Parfeno proporcionaba
al monasterio, no sólo dinero, sino
también la consideración en las provincias más
lejanas. El no sospechaba esto, y si hubiese podido
comprender lo que es la gloria, se hubiera más
bien asustado que regocijado.
N o consideraba sus operaciones artísticas,
que le daban bastante que hacer-el hermano Parfeno
llevaba hasta un punto supremo la perfeción
de los detal.les--como un trabajo, sino como una
distracción. No decía:
-Voy á trabajar,
Sino que decía al anciano superior, Pánfilo,
que le quería con ternura:
-Padre, bendíceme; voy á jugar.
Cuando acababa alguna combinación de adorno
difícil, batía palmas y se daba á sí mismo el
parabién.
Al hermano Parfeno le gustaba de tal modo
la soledad y tranquilidad de la noche, que había
aprendido á trabajar al resplandor de una lámpara.
J:"os colores tomaban tonos inesperados y no perjudicaban
á los dibujos fantásticos.
En su reducida celda, Parfeno encendió la
lamparilla de barro y la colocó sobre una tabla,
al lado de frasquitos, finos pinceles y cajas de
colores de bermellón, de plata y oro líquidos. Se
persignó, mojó con precaución su pincel y se puso
á pintar las colas, en forma de abanico, de
dos mariposas, encima del frontispicio de una p_á-gina.
Las mariposas de oro · sobre campo verde
bebían en una fuente azulada, levantaban sus trompas
y tendían los cuellos. Otros rollos de pergamino
esperaban inacabados. Era todo un mundo
sobrenatural y encantador. Al rededor del texto
se entrelazaban creaciones de fabulosa arquitectura,
árboles y animales fantásticos. Parfeno no
pensaba en nada cuando los creaba; pero una alegre
serenidad transformaba su semblante. La Hellade,
la Siria, la Persia, las Indias, Bizancio refinado
y la confusa visión de los mundos futuros,
todos los pueblos y todos los siglos se fundían en
el paraíso del monje, que brillaba con el reflejo
de piedras preciosas al rededor de las letras iniciales
de 1'1- Escritura santa.
Allí estaba representado el Bautismo: San
Juan vertía el agua sobre la cabeza de Cristo, y
al lado el dios pagano de los ríos inclinaba un ánfora
con amabilidad, así como el anciano propietario
de la ribera tenía dispuesta una toalla para
ofrecerla al Salvador después del bautismo.
El hermano Parfeno, en su inocencia, no temía
á los dioses antig~os; le agradaban y le parecían
convertidos al cristianismo desde hacía tiempo.
Indefectiblemente colocaba en las cimas de
las colinas al dios de las montañas, personificado
por un adolescente desnudo. Cuando pintaba el paso
del mar Rojo, una mujer con un remo representaba
el mar, y un hombre desnudo con l a inscripción
"Bodos", debía figurar el abismo tragándose
á Faraón; en la playa estaba sentada una mujer
triste, vestida con una túnica de color de arena:
el Desierto.
Por aquí y por allí, en la curva de un cuello
de caballo, en el pliegue de un vestido, en la posición
sencilla de un dios tendido, apoyado en el
codo, filtrábase la elegancia antigua, la gracia
de la desnudez.
Aquella noche eljue,go no interesaba al artista.
Sus dedos infatigables temblaban: la sonrisa
no aparecía en sus labios.
Prestando el oído, abrió un cofre de cedro,
sacó de él una lezna, que servía para encuadernar,
se persignó, y cubriendo con la mano la llama
sonrosada de la lámpara, salió cuidadosamente
de su celda.
Hacía calor en el pasillo silencioso; oíase únicamente
el zumbido de una mosca cogida en una
tela de araña.
Parfeno bajó á la iglesia, alumbrada por una
lámpara única, colocada ante el viejo díptico de
marfil esculpido. Dos grandes zafiros alargados en
la aureola de Jesús, sentado en los brazos de la
Virgen, habían sido sustraídos por los paganos y
transportados á su lugar originario en el templo
de Dionisos.
Aquellos hueco~ negros en el marfil amarillo
parecieron á Parfeno heridas en un cuerpo vivo.
- ¡ N o, no puedo ! murmuró, besando la mano
del niño J esús.-N o puedo; ¡ más vale morir!
Aquellas huellas sacrilegas en el marfil le
atormentab.an, le indignaban más que violencias
en un sér humano.
En un rincón de la iglesia descubrió una escalera
de cuerdas que servía para encender las
lámparas de la capilla. Llevando aquella escalera,
salió de un estrecho corredor que conducía á la sa-
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lida, ante la cual, sobre la paja roncaba el grueso
hermano cillerero Coris.
Parfeno e deslizó como una sombra; la cerradura
de la puerta rechinó con sonido metálico.
Coris se levantó, abrió y cerró los párpados y de
nuevo cayó sobre la paja.
Parfeno franqueó un clau tro bajo de techo
y se encontró en la calle, desierta á aquella hora.
La luna llena brillaba en el cielo. El mar bramaba.
Dió la vuelta al templo de Dionisos hasta el
lugar sumido en la sombras, y arrojó la escalera
de cuerdas ele manera que se enganchase á la
acrotera de metal que adornaba aquella esquina·
la escalera quedó u pendida á la pata de la esfinge.
El monje trepó al techo.
A lo lejo cantaron unos gallos; un perro ladró
· de pués reinó la calma de nuevo, dominada
por los gemidos del mar.
Parfeno arrojó la escalera al interior del templo
y bajó.
Los ojos del dios, dos zafiros alargados, brillaban
con luz viva á la luz lunar, y parecía que
miraban fijarnente al monje, impresionado por el
silencio imponente. Parfeno estremeció ·e y se
per ·ignó.
Trepó al altar en que Juliano había hecho el
·acrificio, y sus talones ·intieron el calorcillo de
las cenizas apenas apagadas. El monje acó la
lezna del bolsillo; los ojos del dios brillaban muy
cerca de su rostro, y el artista vió la descarada
sonrisa de Dioniso, y todo u cuerpo de mármol.
Y admiró al dios antiguo mientras que quitaba
los zafiros, u mano involuntariamente acariciaba
el mánÚol seductor.
Por último, el terror se apoderó de Parfeno·
parecióle que alguien lo observaba. Saltó abajo
clel altar, corrió á la escalera de cuerda trepó, la
arrojó al otro lado ·in tener tiempo de aseaurarla
lo que ocasionó que se cayera en los últimos
e ·calones.
Lívido, con los hábitos en desorden, sucio,
llevando en las manos los preciosos zafiros, atravesó
la calle como un ladrón y precipitóse hacia
el monasterio.
El portero no se de pertó, y Parfeno escurriéndose,
entró en la capilla. Al ver de nuevo el
díptico se estremeció· intentó nuevamente colocar
los ojos de zafiro de Dionisos en los orificios; encajaban
admirablemente, y de nuevo resplandecieron
en la aureola del niño Jesús.
Vuelto á su celda, Parfeno apagó la lámpara
y se acostó. De repente, en la oscuridad, encogiéndose
sobre sí mismo y ocultando su cara entre
sus manos tuvo un acceso de risa ahogada, como
ríen los niños contento de un engaño y que temen
que lo descubran. Durmióse con esa sonrisa.
Cuando Parfeno se despertó, las olas matinales
de la Propón tida brillaban á través de la reja
de la ventanita· las palomas agitaban las alas
arrullando.
La sonrisa de la noche estaba aún en el corazón
de Parfeno que corrió á su mesa de trabajo,
y con alegría contempló los arabescos sin terminar;
era el paraí o terrestre. Adán y Eva e ·taban
sentados en un prado. Un rayo de sol cayó
sobre los arabescos, que se iluminaron de oro, de
púrpura y azul.
Parfeno, trabajando, no notaba que daba al
cuerpo de Adán la antigua y soberbia belleza
olímpica del ale+<•
Portadas. Como hemos ofrecido á nues-tros
abonados, todos los números de Lectura
y Arte llevarán portada distinta.
Deben, por tanto, guardarse, para encuadernarlas
como un solo cuerpo con el
resto del periódico.
• • • Canjes. Hemos recibido los de La
Múcelánea, Anales de la Academia de Medid1la,
La Patria, La lnformadÓ1l, El Clarín
y La Prensa de esta ciudad. Gustosos
retornaremos.
• Ultimamente hemos sabido que el agraciado fué el Sr. Horado
M. Rodríguez: lo felicitamos.
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A. J. CRONICA
POLITICA .-.. -..
La atención pública está toda
puesta en el Congreso, de quien se
espera traiga al país el bienestar ó
al menos le dulcifique el padecer.
N o va harto mal el Cuerpo Soberano
que de tan extraña manera
se constituyó. La opinión nacional
pedía la improbación del contrato
Herrán-Hay y por voto unánime el
Senado lo improbó; no debía hacer
otra cosa en su carácter de mandatario
del pueblo.
Queda ahora planteado un grave
problema: ante la actitud amenazante
del pueblo americano ¿ qué
hará el Gobierno de Colombia? En
previsión de un conflicto el Congreso
ha dictado ya una pr->videncia
que tiende á que se conserven las
relaciones cordiales que ha ta hoy
han existido entre los Gobierno de
Colombia y los Estados Unidos. Todavía
puede ir más lejos el Congreso:
puede dar una ley, con instmcciones
secreta , que autorice al Ejecutivo
para que é te haga una nueva convención
con el Gobierno americano
sobre bases de equidad.
Los colombianos no . e oponen
á q~e el Gobierno celebre un contrato
para la apertura del Canal de Panamá
ni se niegan á que el contrato
sea con el Gobierno americano (aunque
les gustaría más una Compaf'Ha
que un Gobierno fuerte)· ·ólo exigen
que la N ación no pierda la prenda
más valiosa de su territorio dándola
por un precio ínfimo que se equi para
á una limosna,
Algo má , benéfico, puede hacer
el actual Congre o. Dará no lo
dudamos, una ley tan sabia cuanto
es posible, obre libre estipulación
de monedas extranjeras de oro y
plata en las convenciones particulares.
En favor de esta medida se ha
pronunciado universalmente la opinión
pública y la Prensa del país
ha ilustrado con harta discusión los
beneficios industriales que traerá el
legislar sobre esta materia.
Lucidamente y con aplauso general
terminaría su obra el Congreso
si redujera á leyes las reformas que
el Excelentísimo Señor Marroquín
propuso á las Cámaras de 1898. De
esencial importancia es, ante todo, la
reforma electoral, que cimentaría definitivamente
la República.
*
* *
N o está lejos el período activo
del debate electoral para Presidente
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
y icepresiden te de b República. T ada serio
hay todavía sobre tan interesante a unto. Se ha
hablado de varios personajes importante como
candidatos probable . El Gral. P afael P eye.,
politice harto conocido, e el que primero ha
sonado, pero no e muy común que quien uene
primero suene última y definitivamente otra
vez. Se ha hablado, también, ele la candidatura
del Dr. Lui Carlo Rico. E. os como candidato.
del partido conservador para la Presidencia.
Para Yicepresidente, como candidatos del mi mo
partido h;;n sonado los Grale.-. Ramón González
\ alencia y Pedro Tel Ospina y el Sr. Lorenzo
Marroquín. El partido nacional tiene como
candidato indi cutible para b Presidencia ele la
República al Sr. Miguel A. aro, que ha tratado
de rehabilitarse fundiénd se en los moldes
de la amplitud y la tolerancia y mostándo. e muy
nacional y caro á b Patria, que ante era sólo
caro de us amigos.
Los liberales COJTIO que no se menearán en
el debate. Sin emba go, scrLt sabio considerar
que también ello. s n colon:l.>ianos.
·:f
·Ji' ·:ti
En el actual infortunio de la Patria, <Í que
todos han ontributd con sus pasiones y sus
yerros, los partidos políticos se acercan.
Las xag raciones van m u riéndose, gracia.
<Í Dios; ha habido signos del tiempo nuevo, consoladores.
Es tan grande el desastre público de
Colombia que será menester cambiar por completo
el ori nte de l:t políti a. Se imponen las
representaciones nacionales. Los programas de
xclusión están harto desacreditados y lo. lcadt:rs
de todos los partidos cntiendt'n que hay que clejar
á las minorías q 1c mi tan su voz y echar
a.-í las bas s del régimen rcpuLlicano netamente
parlamentario.
En punto á constitucicín hay tendencia. general
<Í la descentralización, punto antes de capital
debate, hoy en sazón de unir á todos los
colombianos bajo una sola bandera nacion
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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Lectura y Arte - N. 2
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Mocking Dead #5
At long last DIA agents Bunch and Malik uncover the connection between the long-lost film Mocking Dead and the real-life undead plague keeping the globe -- and you have to see it believe it! But with the zombie apocalypse quickly reaching the point of return, can they stay alive long enough to get it to the military in time?
Fuente:
Comics Plus
Formatos de contenido:
Otros
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