Saltar navegación e ir al contenido principal
Biblioteca digital de Bogotá
Logo BibloRed
Cargando contenido
¿Qué estás buscando?
  • Escribe palabras clave como el título de un contenido, un autor o un tema que te interese.

  • Búsqueda avanzada

Seleccionar

Contenidos y Experiencias Digitales

Filtrar

Formatos de Contenido
Tipo de colección
Género
Idioma
Derechos de uso

Selecciona contenidos según las condiciones legales para su uso y distribución.

Estás filtrando por

Cargando contenido

Se encontraron 546 resultados en recursos

Con la frase A pesar de todo.

  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  ¿Así cómo perfecto, perfecto?

¿Así cómo perfecto, perfecto?

Por: Claudia Readi S. | Fecha: 2016

¿No entiendes por qué Dios (o el universo) permite tanta maldad en nuestro mundo? La autora de éste libro tampoco. Con una entretenida historia, lanza una teoría. Relato de alguien muy cercano a Diego, quien es, un preadolescente en estado de coma. Estando al borde de la muerte, viaja a distintas dimensiones, conociendo a través de diferentes personajes, los secretos sobre la vida, muerte y el cosmos. Mientras su familia, en especial su madre, se reinventa al ver que perderá a su único hijo. Y sus amigos, sacarán fuerzas para seguir adelante, aunque les implique replantearse algunas cosas, a pesar de su corta edad. Luego, Diego vuelve en forma espiritual, con una visión renovada delas cosas, a despedirse de sus padres, ocurriendo lo inesperado. Finalmente, algunos se preguntan si todo esto fue real o producto de una especie de delirio.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura

Compartir este contenido

¿Así cómo perfecto, perfecto?

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 20

El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 20

Por: | Fecha: 19/09/1874

PERIODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUVENTUD. RAM1REZ y RIVERA, EDITORES. EL (1ALVJ\RIO. ( FRAGME:NTOS DE UNA COMPOSICION.) AL SEÑOR DOCTOn JOSÉ llfARÍA SAn:I!IENTO. Oh! si tuviera ele! cantor profeta l:l ardiente iuspimcion, la melodía, con dulcísimo acento cantaría la muerte uel divino Salrador ¡ y cantm·ia de la tierna Madre la cruel herida y el pesar insano, pues mi sensible corazo! cristiano palpita lleno de etetml amor. Mas ay 1 no puedo, no¡ soy impotente ]>ara oautar tan doloro&a escena¡ y aunquo está mi alma de ternura llena, talrez mi Jira en vano pulsaré ...... Pero basta, Señor, tu dulce nombre, tu tlombrc que conmueve el alma mia, para Jar á mi c:\ntico armonía ó in11piracion al bardo ...... Cantaré! ························································· ~En dOIHle eotlin, ,ToruiH~lon, tu¡¡¡ tobre el pecho la cabeza, l'evelando en sus ojos la tristeza que abriga St\ doliente corazon. Todo acabó, Jeru al en maldita! Y a no se oye la voz de tus profetas, y donde ayer cantaron tus poetas hoy se derrama llanto de afliccion ! Pobre ciudad ! el c01·azon se oprime y se llenan de lágrimas los ojos, mirando levantarse mil abrojo!! donde ulUI flor sul:i pétalos abrió! Cayó sobre tus hijos maldecidos la sangre de Jesns inmact1lada, y en el piélago inmeuso de la nada tu admirable grandeza se perdió! ····················································· ··· Jernsalcu! en mi aLatitla mente miro tul:i calles, tri:stes, silenciosas, y contemplo tus ruinas pavorosas de un sol opaco á ln uudosa lnz ¡ y paróceme ver allú en el Gólgota, circundado de olivos elevados, entre mudos peñascos escarpados siniestra alzarse la afrentosa crnz. Empañado& los ojos apacibles y cubierto de sangre y allagado, contemplo en ella el cuerpo inanimado del Hombre-Dios ...... agonizante ya! Muestra en sus sienes la fatal corona que el bárbaro sicario le ciüera pam mayor dolor : su cabellera bañada en sangre y en sudor está 1 N o oís? Son los escarnios repugnantes de la guardia brntnl de pretorianos, que goza en ver de las abierta manos oon·o¡· la ~:mugre eu uugro bo,·boton ...... ¡ Y más se mofa cuando más padece la víctima infeliz de sus furores ! ..... Piauoso lledentor 1 ¡ cuántos dolores destrozaron tu amante corazon 1 ¿Quién es aqut~lla Vfrgen angustiada de apacible mirada suplicante, po1· cuyo bello angelical semblante se ve un raudal de lágrimas coner ? Qué hace al pié de la cruz? Por qué contempla con pesar tan intenso al Encla\'ado? Qné causa su ademan desesperado? Qué motiva su horrendo padecer ? ¡Ay ! i por qué cada herida qne descubre en el cá1 den o cuerpo desgarrado, es un agudo .:lardo emponzoñado que punza su alma sin cesar, por qué? N o lo ~a beis ?-La que doliente gime es la hendita ...... ln sin par MARÍA 1 " ¡ Oh madre de mi maure y maC!re tria ! '' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~LCAUCA. sielllpt'e con entusiasmo te amaré! ¡Oh Madre escogida del V crbo encarnado! pensando en tu inmenso y amargo quebrahto 1 derraman mis ojos rautlales do llanto, que brota el corazon ! A tí yo tne acojo : tú sola e11 el mundo serás mi esperanza, mi norte, mi gula ...... Oh 1 nunca me apart.es, piadosa 1\'lat·ía, tu santa protecciou 1 La Victima espirante I'US ojos apqgaclos dirige hácia los tronos de eterna cluracion; y en férvida plegal'ia, del Padre omnipotente implora para todos los homu1·es el perdon. Despues ... hácia BU. Madre éonvulsa y dolorida, BUS ojos impregnados de lagrimas volvió ; fijó en AUs victimarios terrtiRima mirada. y en brazos del Ete111ó su eepiritu entregó ..... . 1 Entónces del Sahí11ario rasgA1'onse los veles. partié1·onso l~s piedras, el sol se o enreció¡ 1 las aves entonaron cantares lastimeros, que el eco de la tarJo gimiendo repitió. Vistióse de tinieblas el ancho firmamento, la tierra estrcmecid¡t cubrióse de afliccion ; de admirácion Jos hombres doquiel'a enmudecieron , y vióse por doquiera mortal consternacion ! .......................... , ........ . Dulcísimo J esus! cuando sus rayos oculta el régio sol en Occidente, me postro ante tu cruz, y reverente te dirijo una férvida oraeion. Pido en ella por todos los qtie siguen de la Yil impiedad la senda oscura1 y te suplico que conserves pui'a la fe de mi creyente c01·azon. Yo te bendigo! Por salvar al hombre t1el hondo auiemo que le abriera el \'Ício , te ofreciste piadoso en sacritlcio Y fuiste de sus cuipas la expiacíon. Y aunque te amo, Seiíor, y aunque te admird como Criador del univei·so entero, te adoro más muriendo en un made1·o por i'editnit• al hombre pecador 1 J. M. VELasco CasTitLó. Popaya11. • UN ( :HASCO. I. LE aeesinaron en la misma esquina de 111 casa en que está usted alojado, -Pero ...... cómo? -Del cómo sólo se sabe que á puñnlada111 po1·qne bien se vieron ellas ni examirtat• 111t cadáver. Tenia tres heridas mortales: la más espantosa era en la csp:dda. -Qué bárbat·os l -Recuerdo bien, dijo nn te1·ee1'o, q110 el dia que amaneció asesinado el pobrecito, rnc hicieron madrugar las mnjei'es de casa par:l que saliese á tl'aeJ]es pormenores de aquel triste suceso. Al parecer le corrieron r11ás de cuadra, pues algunos vecinos decla1·aron ha­ber oídos gritos y tropel á média noche, hor¡¡ en qt1e el finado se l'etiró de l!i te1'tulia ga • nando algunos pesos. El infclii fué comple­tatneilte desnudado despues de muerto; po " ro ni raett'os dejaron sus asesinos. -Cosa boniblc! Felizmente ltatt pttsado e os tiempos eu q1to rtlataban hombres por aquí , tan li a y llana111eutc como en mi pní~ se pide una limosna. Aunque recien llegado1 pienso conocer bastante e te pueblo para creer que semeJantes delitos :ya no se come• tan. -Usted 1o cree? A fe ruia que sP. equi" voCA · Ahí está el señot que le coutsrá lo qna le sncedió no M mnchas noches. -Cómo ! ¿ Quisieton asesinarle á usted taml>ien? -No jruaré q11e sí, ya que gracías á rni9 piernas, no me vi tali cerca de ellos que. ptt• Jiese cotlvencertne de sus intencioitéS' .. Pero tres hombres embozados intentaron, hace hoy quince noches, detenerme ett la calle. Al rer que se dirigían hácia mí, tratando de· l'o­deanne, di média vuelta y voló hasta: enttar en la pieza pidiendo á gritos auxilio al cuer­po de guardia. Los disfrazados me persignie• ron á carrera por más de cuadra y média. -Y no pudo ttsted conocerlos? - ! Qué conocerlos, hombres de Dios, si estaba la noche coma ahora: no se veían las mai1os! -Caramba .. . ! ¿ni tampoco llevaba usted armas? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CA UCA. -Ninguna otra que las que me pusieron en salvo. -Pues yo ni eon esas cuento pot· ahora. Mis pistolas se han quedado en mi alojamien­to¡ puñal no lo uso nunca: bRston con esto· que no pueda cargarse andando uno de viaje; y lnégo mis piernas, jm•o á ustet1es que me estorbarían en un ca~ semejante, lo mismo qne la artillerfa gruesa á una division que marcha en retirada. ~Antenoche, dijo el dnoño de la casa) me recogía á eso de la una, y en la esquina del estanco, dos mujeres muy tapadas y de esta­tura gigantesca, empezaron á llamarme con esos silbidos qne usan los m1tchachos para .atraer los jilgue1·os á sus trampas. El cebo de una grata aventuril'a oasi me tentó A ha· cer un reconocimiento, pero el tamaíio nte y de fiores,rÍ\·alizando en mo­vimiento y animacion con Paris, estaba aho­ra solitario; y cuando salia á recorrer sns ca-lles las encontraba desiertas, ó si había algn· nos grupos eran de gentes de gnerra. Su po· de1·osa Garona, aquel rio que cantó Marcial y que gemía bajo el peso de cien y cien naves que trainn á la hermosa ciudad los ricos pro· dnctos de América y de Asia, para llevar en retorno los brillantes géne1·os franceses, no tenia ahora sino unos pocos barcos que aguardaban la hora de la salida para volver á recorrer los mares, con las velas caidas 6 las chimeneas apagaJas, como aguardaban los caballos en el establo y los perros en el pa· tio, con las orejas caídas y los fuertes múscu­los en reposo, á que vuelva á empuñar la trompa de caza el amo enfermo. Ay ! en es­ta vez el amo enüwmo era la Fmncia; y sus caballos y sabuesos del mar ya no podían sa· !ir á cazar la g:oria 6 la fortuna en las olas. Quince dias pennaneci en Burdeos aguar. danJo á que hubiese buque pat·a Inglaterra, para donde se iban mis compañeros de viaje, á qnieneA no quería abandonar sino cuando los hubiera visto eu camino 13egnro para Lón· clres, donde debíamos volver á juntarnos, pues yo me iba por tiena á buscar otro puer· to (despues diró por qné) para pasar el Oanal. Quince dias aguardamos, y la comunicacion fintes diaria con Inglaterra permanecía muer· ta. Durante aqncllos días entretenía el ocio en ver los preparativos qne se ha~ian en el elegante edificio clel Teatro para convertirlo en local de la Legislatma, que se había de reunir alli a representar la última escena del sangriento drama Je la guerra prusiana. De vez en cuando conia el pueblo á vm· entrar los actores que venían á representar sns pa· peles ensayados. Uno de ellos traia camisa roja y una cara do anciano: so llamaba Gari· ha.lcli. Otro, t:tmbicn con canas y arruga~, pero vestido con trajo civil,llcgó en esos días: et·a Víctor Hugo. Otros dos ancianos vi en· tra1· tambien : nno de ellos ágil y de miradas juveniles: era 'I'hiors; y otro lleno ya de ca· na , pero ménos viejo que los que he nom· brado: era Julio Fa\'re. Asi vi desfilar de uno en uno muchos de esos hombres á quie­nes ha tocado la triste suerte de asisLir á sus mismos funera 1es y do poder hablar con sn posteridad. Todo en anfllogo en ac¡nellas escenas: el rigor de la cstacion y el de los destinos de Francia; la nieve que cubria los árboles y la barba de los pcrson!\ies, y la tris· tcza qne se sentía en la atmósfera y en los ánimos. Salí de Burdeos en los momentos en qua la larga agonía de Francia terminaba por un consw,wwtum est ('n el tratado que Thiers no pudo anunciar á la Cámara porque los so· llozos le embargaban la voz. Yo no quería Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CAUCA, llnlir de Francia por aqnel puerto, Aino por otro que iba buscando para visitar memorias y tumbas¡ iba á embarcarme en San-Maló. En el miRmo día llegtté á N ántes, que no me recordó en esta vez aomo Pn lo primera que la vi, su famoso edicto, ni sus tel'l'ibies osce­JJas de 1791, ni el nombre del monstruo que ¡¡alió da su seno. Recuerdos ménos lúgubres y solemnes me vinieron en el momento en que saltaba del tren á los anchos andenes, y me dirigía desde la orilla del Loira pot· su viejas é históricas calles á buscar mi antiguo 11lojamiento. U o amigo, que estaba en l:l campaña, había regt·esado por casualidad y con una licencia de pocos días á sn ciudad natal y llegaba á ella en los mismos momen­tos que yo. Pasé la noche con él y con otro 11migo que firmaba humilde y modestamente con un gran nomlJre: era á lo reou~rdos; pues asl como el añeros ya completamente humani­r. ados conmigo: Un dia un paisano vuestro , un brcton, tomó tamoieo tin trago en mi A­mérica, y hoy lo tomo yo cóu sus bnitories,cn los momentos en que yo toy á bu car su tumua. ¡Por la gloria de Francia clltólica! añadí lletando á mis labios la botella : la Francia no hubiera sido vencida ei , cotrio en tiempo de Juana de Arco, hubiese llevarlo una cruz en su.s pendones y en la empuñadn-j ·a de sn espada 1 . :Figúrense ustedes, mis l~ueilos amigos, có · tno seria recibido e e brindis úor un sacer­dote ventleano y po'r dos zuav~s de Chailzy ! Cuando Hegamo á ia Estacion próxima, ba jó el clérigo con otf'os compañeros. Nos quedamos solo-s mis dos zua:vos y yo, y apé­nas se cerró la portezuela me d~o tillO de ellos : -A pr6sent, á nous cieux! . E. to quería decir que había qtie concluir con la botella, y el compromiso era todavía más urgente porque el otro tnavo tomando la bote!la ag1·eg6: --A .la gloire des he1·os de Queseras del ..Me• (lio! (Las Qneseras del Medio). Yo les había contado esa batalla pará ame· nizar el ocio del viaje, ó el ocio de mi cora­zon . El sacerdote á quien babia contadd que en nuestra gnena de independencia ha­bíamos tenido un padre Coronel Mariño: qua combatió como un breton , se babia interesa­do en nti relato : á los uos zuavos á quienes babia 1'eíerido que 150 compatl'ibtas mios ba­biart batido 5,000 vencedores en Bailen, se les hacia la boca agna, Las cuet·dns de la re ­ligion y de la independencia resueuau simn · pre en los corazones bretones, y á juzgar po1' el mio en el de los colombianos. JOSE MARÍA. VEJRGA.RA y V . ( Contil¡uará.) RECUERDOS (A RODOLFO CANO.) Tdste al acabar ei día, voy recorriendo los campos y dejo salit· del alma amargas gotas de llanto, porque Jos dulces recne~·dos de las dichas de otrt1s años¡ hojas marchitas de flores que en otro tiempo b1·illaron; pidie1tdo uri rit-go de lágrimas al coraz;on vari llegando. Í;á dulce voz de las ft10ntes; eltwl que mucre en ocaso, la flor, la brisa; las aves. los verdes monLcs leja110s .... :; todo; tddo es un retnedo de lai> belleias qel campo que Yió correr de mi ~ida los dulces primeros años En est>s tiempos felices; eran mis sueño dorados como esas nubes qnc vagaH por al ciclo retozando ; y como ellas se dan besos; me daban dulces abrazos amigos que ya se fueron, y en cnyas tumbas mi llaotd principió á brotar del alma, Para acabar ...... no sé Ctlaudo! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 160 Los sencillos labradores que dejan ya sus trabajos, á las fuentes que murmuran acompañan con su canto. Tarubien en mi edad primera yo me sentaba cantando junto á los mansos anoyos que cruzaban por el llano. Entre los verdes maizales, que remedan bellos lagos Cuyas aguas de esmeralda riza el viento perfumado, se muestran blancas casitas de labradores honrados, pequeños barcos de plata que van las aguas surcando. Tambien mis campos tenían de esos barcos y esos lagos ...... En donde están 1 Se perdieron ...... Se los llevaron los años. Entre los pliegues azules del horizonte lejano, los espléndidos yarnmos extienden sus ricos mantos, como nubes en un cielo de azul oscuro pintado, 6 como cisnes de plata sobre las aguas do un lago en cuyo fondo se mira del firmamento el retrato. Oh ! cuántos recuerdos tristes en estos árboles hallo ! Al verlos, cuando era niño, sobre loR montes lrjnno31 en su ramaje veia mi porvenir retratado ; y hoy mo recuerdan la infancia, el único punto blanco que brilla en el fondo oscuro de mi vida sin encanto. Un torrente baja limpio ele las montañas al llano, o tentando sus cristales de ricas perlas cuajados, dando besos á las flores y ensayando dulces canto ; dcspues se pierde á lo lójos pol' rocas apri. ionado, y agitado y tormentoso sigue su marcha llorando. 'l'ambien aqní se encadenan mi presente y mi pasado: nyer canté como canta el Lonente sobre el llano, y á su grito entre las rocas hoy so asemeja mi llanto ...... EL CAUCA. E de noube, las estrcltiR van en el cielo brotan\lo, y las tinieblas extienden sobre la tierra sn manto, que con las pálidas luces de los cocuyos bordando parece el palio del cielo t.en ecto dama iallo poético para mí. Aquel Ji- vidar. Su mi¡,ion en Francia fné solemne y bro hubiera oonveuido á un caráctet• austero dolorosa como la de un p1 ofcta: él alzo más para darle ternura. el mio se hizo soñaJot· y altares que los quo alcanzó á denocar una exageró todo lo que podía exagerarse en mi generacion entera; pero al aspecto de tantas n juveniles, y ~uc, por lo tanto, lo fuct·on para l!'mncia á média~, y sin emhargo fueron viR- . .el mio, más débil qne ott·o alguno. ¿ Di.ie tos como un progreso. Como diplomático .que habi:! leido esos doii libt·os? Hice algo pudo l1aber salrad (,JUe cobré por el autor contaba ochocientos aiios de edad. Como .Oe esos libros me hizo lr>er despncs tonas sus poeta ct·eó un reino de poeMía en doude na­- demás obras. Por fortuna, u El Genio del die ha vuelto á reinar despues de él y en 'Cristianismo,. me sirvió de cota contra los rlonde están su trono y su tu m ha. Reedificó "" .Estudios filosóficos ," y por desgracia Atala los altares al sonido de sa lira como Anfioa roo hizo desabrida la lectura de los dramas y las murallas de Tébas con !:J. suya, y hubiera pveeías. Al fin Uegó á. mis manos aquella vuelt(} á llevar los huesos do sus Reyes á San obra tardíf.l, innecesaria, tan llena mbebi(•ndo~c en los fle U.recin, .J crnsalc.:n y de tez ebúmca y labio sonro~arlo. Granada. \'iú nacrr In !!ran Hcpública del Norte y morir rl gran Itrprrio de ÜC'cidcn-l Por 1n prndiente (le la <>st~ril Iom~ te; empt>zar !n gloria de Washington y nca- trC'pa el lahri<>go, clilig<'ll1<', manso , })ar la rle loe; BorhoneP. 1-apoleon, su ene· :'1 labot·at· tennY. sn cctn('n\cra . .migo y n ri,·al, sn amor y su odió, rupo qne tiene lí·jos de sn pol•rc rancho. dentro de sn vida como una pnlahra dentro • de un pnrtsntc~i!'; y el hr•ro (le :-;anta EIPna. 1 Y cnnnrlo el sol ocn!ta suR fulgorrs mfts que de ;\farcugo, murio sin haberse atrc. y ha terminado sus trabajoK yflrio~>, vi1lo ú ;, di\'i 1 la rcligion ele Cri to inmacul:Hlo, ~Hplieg-a de In noche el manto, 'Vllció en ese criRol de borrascas. Yace hoy á 1 el pueblo todo se diqpcr11a <'11 gntpos, .orillaR do él y por primera '<'Z rle¡;cnnsa, por- ¡ con tlns b. andol;.¡s bajo el fnerte braw; qtH' para e~to eqpíritn no po1lia haber otro .___,.. ;rrpo o qne el de In tumbH. Y lnégo entona con di::tintas roce~ ''u tumba era h qne y.o ibn á Yi. itar, pen- pnsa('rrl/es alegre~ y s:Jlaflos, &.'\n1lo todo esto miéntra · atra\·e¡:nha la de- 1 que hahlnn del can¡po, ele! amor y el gn~tQ -Rierta y arenosa playn, flondc qucclab:m por 1 ó de Asnncion, 1\'l.ercérle~ y Hos¡trio. t~n mom<'nto señaladas las huellas de miP ~. - piés, qne no dohiau cxi:t.ir fl mi Yueltn. Po - Yo clisfrntaba 1le ~u canto ameno co d~t~·ar era este; pero mueho mrnos seril d y me SC'ntin sati~techo, ufano . .
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 20

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  Madrid en el cine de Pedro Almodóvar (4a ed.)

Madrid en el cine de Pedro Almodóvar (4a ed.)

Por: Gloria Camarero Gómez | Fecha: 2020

Pedro Almodóvar ha filmado la mayoría de sus películas en Madrid o, mejor dicho, en los muchos Madrid que hay en Madrid, y así lo ha reconocido: «Siempre he encontrado en esta urbe un paisaje perfecto y una fauna incorrecta para cada una de mis películas». Es la ciudad a la que llegó en 1966, cuando aún no había cumplido los diez y siete años, y, a pesar de estar inmersa en plena dictadura franquista, para él representaba los deseados valores de la cultura y la libertad personal.Su relación cinematográfica con la capital resulta casi autobiográfica. En todos sus trabajos, envuelve a los protagonistas. Sus calles, plazas, barrios, cafés, edificaciones, restaurantes, bares de copas u otro tipo de establecimiento configuran arquetipos. Sobrepasan el concepto de meros escenarios para participar en la trama como un personaje más.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Cine

Compartir este contenido

Madrid en el cine de Pedro Almodóvar (4a ed.)

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 3

Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 3

Por: | Fecha: 07/03/1897

• I :fJ3isenlanario ~olítico, 1Literario ~ lRoticioso ~~----~~~~~.~~~~~~~~~~~~~~~~{~~--~ AÑo l.-SERIE 1. } . Bogotá (REPÚB,-,IC'A n E COLOi\1HJA), domingo 7 de Marzo de 1897. NÚMNRo 3.0 H:fJ3ogot á" --t<­DIHECTOH, Eouaroo Espinosa 15uzmán. ADMI NISTItADOR : ;ig(l1t' Ahundio Grimaldll.-Tierra-adentrn. Amigo y compañero: Ya que á usted le ha dado por desear y hasta por exigirme que le participe ¡as impresiones que haya recibido en Bogotá (única cosa que he recibido), no diré que voy á complacerlo, pues no se me oculta que le va á pesaral cabo semejante exigencia, peru sí le digo que las impresiones le van allá, sin faltar en ellas un punto á la verdad, todo como lo he visto y senti­do (sintiéndolo mucho), sin quitarle ni poncrlc nada, que ni para quitar ni para poner tengo h mcnor dis­posición, sin que lo último, por fortun~, esté obligado á probarlo. l\1 ucho me ha llamado la atención el aspecto ge­neral de la carital, )' había oído hablar t¡Ínto sobre el desaseo de sus calles, que me ha parecido., dcsput:s de todo, una exageración, sin que por esto deje de re­conocer, por supllesto, que existen callejuelas y aun calles que se hallan en cstado de descomposición y que ofenden las narices y los ojos del transelíntc. Con todo, la situación ha mejorado desde que desapare­cieron los caños y se construyeron alcantarillas. Pue­de decirse que con semcjante medida la cosa va por dentro y ya la basura no le obstruye el paso á nadie, como sucede con olras cosas)' en otras partes. Una de mis primeras diligencias al llegar á la Atenas sur-americana fue la de conocer á los hom­bres notables; pero como resulta que aquÍ casi todos se creen notabilidadcs, nadie supo darme razón, y tra­bajo me costó ciar con las verdaderas. Cuando :i al­guno le manifestaba el deseo de ver cara á cara á un hombre notable, bajaba la suya con cierto aire de = Cjue dieron ocasión á no curtos males y disturbiOS en la vida civ¡\ de la naciente sociedad santafereña. Es innega· ble que el autor de Jil earl/t'r(} era un espíritu inquieto)' observador. La agudeza de las sátiras qu~ empicó contra los gobernantes que las merecían, son á modo de testimo­nio que comprueba el origen de Roddguez Fregle, que desde entunces ha sido tell'IAF.I. ENRIQUE ARCINIEGAS. SU RETRATO En mis horas negras, cuando el dolor clava en mi alma su zarpa candente y me trae, con el perfume ds: mis ilusiones idas, las caricias frías de la muerte y los consuelos supremos de la tumba, llego á mi cuar­to, y escarbando entre los cajones de mi viejo escrito­rio, saco un pequeño marco de plata cincelado y pon­go ante mis ojos para saciarme en ella, la artística cabeza, que guarda la delicada joya florentina bajo el combo y transparente vidrio. ¿Dónd<:: vi eota cabeza por la vez primera? No lo sé; debió ser en mi niñez, allá lejos, muy lejos, entre las blancuras de mi cuna y entre las blancuras de mi alma; sólo sé que flotó en mi adolescencia ante mis ojos corno una mariposa de fuego, quemándome con sus alas; y que, ya hombre, sintiéndola bullir en mi cerebro, con palpitaciones extrañas, sin que jamás pu­diera encontrarla entre la turba humana de mujeres que hervía en mi redor, la busqué, en vano, entre las nieblas de las montañas, en el fondo oscuro de las ar­boledas vírgenes, entre las rizadas espumas del to­rrente, entre las macetas de lirios perfumados y en los rayos de luna de las noches tristes; y 110 fue sino hasta una noche inolvidable, noche de animación y de bullicio, enmedio de una fiesta espléndida, don­de el aire, saturado de perfumes embriagantes, lleva­ba en sus ondas 1'1 armonía de las conversaciones ale·· gres y la armonía triunfante de la orquesta; fue en esa noche, en mcd:o de flores y perfumes, de música y de luz, cuando se destacó vigorosa ante mis ojos aquella cabeza que tomaba cuerpo real en un sér, y que surgía ante mí, poderosa y altanera, como Mi­nerva al salir de la cabeza de Júpiter. y entonces, aquellas líneas puras, aquel modelo que hubiera deslumbrado á Grecia,aquellacabeza ma­ravillosa, obra de Dios, como supremo artista, se cla­vó real y evidente en mi cerebro, como el cuarzo que se cristaliza entre la roca, como la perla que se cuaja entre la concha; y allá, entre las profundidades os­curas de mi organismo, vive y piensa, con una vida rara, que la funde en mí mismo, que la hace palpitar en mis carnes y llervir entre la sangre de mis venas; con una vida exuberante y real que la transforma en sér de mi sér, alma de mi alma y soberana absoluta de mi vida pasional y artística. Y aquí está, tras el combo vidrio, acariciánoome con sus ojos soñadores y ofreciéndome con sus labios mudos el beso de fue­go que ansían mis labios en horas eternas de amargas locuras y de aspiraciones indecibles; aquí está, entre mis manos, con su frente de Venus y sus crenchas ri­zadas; con su nuca redonda y blanca, que pide ca­ricias, y con su seno turgente y poderoso que respira á pulmón pleno, la excelsitud de la vida con todos sus encantos; y entona el himno sonoro de la existen­tencia con todas sus dulzuras. Aquí está, entre mis manos, la mujer de mis sueños juveniles, entre las talladas hojas de plata del cincelado marco; muda é inmutable como la encar­nación de la belleza suprema; tál como habla al es­píritu, la creación sublime del genio, la mujer eterna y única que, bajo diversa forma, acarició al Dante en Beatriz, á Petrarca en Laura, á Abelardo en Eloísa, al Tasso en su Leonora; aquí está, entre mis manos, la mujer que, bajo diferentes tipos, soñaron Fidias y Praxiteles, Miguel Angel y Rafael, Van-Dik y Ru­bens. Ah1 palpita, tras el cristal transparente, la línea pura y noble del arte, modelando la carne virgen que se hincha al beso de la luz; y en sus ojos brilla la mir ada casta é ideal :¡ue eleva al infinito el alma, ena­morada de 10 eterno, en éxtasis supremo; ahí está el contorno que sólo la mano de un Dios pudo tra­zar, gozándose en ello, con divinal fruición de excelso modelador de lo perfecto; y muda, entre los mates reflejos del oscuro marco, semeja ante mis ojos su atrevido perfil, el busto sorprendente que contempló Eva al mirarse por vez primera en las tranquilas ondas de los lagos. Cuando contemplo ~rrobado la virginal figura, mi espíritu, presa de mortales congojas, desciende en su atrevido vuelo á la realidad desesperante de la carne, y baja de bs altllras excelsas del color y de la línea, á la pmsa brutal y hastiante de la vida; y en­tonces pienso, con horror, que aquellas formas correc­tas se dtforman y se expanden; que aquellos ojos ra­diantes se enturbian y se empañan; que el turgente seno se a aja aJo TIl ersa epidermis que se arruga; veo, con dolorosa impotencia, caer las rizadas cren­chas en desorden, lacias y rebeldesJ al redor del en­jutado cuello; y descomponerse los venusinos labios, en torpe risa ó en insensata frase; y entonces surge ante mis ojos la noche inolvidable, la noche de anima­ción y de bullicio, cuando en medio de una fiesta es­pléndida, donde el aire saturado de perfumes embria­gantes, llevaba en sus ondas la armonía de las conver­saciones alegres y la armonía triunfante de la orques­ta; y en medio de flores y perfumes, de música y de luz, se destaca ante mis ojos, no la cabeza que tengo entre mis manos, bajo el combo y transparente vidrio, sino otra grotesca y desesp(!rante que, abofeteada por el tiempo, soporta todas las injurias de la vida y todas las vergonzosas realidades de la existencia! Por eso huyo ante el sér real que dio vida en mi cerebro á la mariposa de fuego que me quemó con sus alas allá en mi adolescencia; por eso huyo ate­rrado ante la mujer real que cri5talizó en mi cerebro los sueños de amor de mi juventud; y en mis horas )legras, cuando el dolor clava en mi alma su zarpa . candente, y me trae, con el perfume de mis. ilusiones idas, las caricias frías de la muerte y los consuelos supremos de la tumba, beso con íntima delicia, con un beso de fuego que no puede entibiar el frío des­encanto de la vida, la artística cabeza que guarda entre sus hojas plateadas el cincelado marco flo­rentino. Bogotá, 189 ENRIQUE VILLAR. ANAL/SIS En el pesar profuHc1o, en la alegrín) EI~ todo lo que toco y lo que veo, OIgo esa voz desatentada y fria Que eternamente le 11abla á mi deseo: -¡Oh! si no quieres amargar tu vida Ni helar la ardiente sangre de tus venas Acércate á tu estrella preferida ' y no hagas más que contemplarla apenas !- ¿ Pero aquella nos talgia que enardece) A que rebelde el corazón se aferra V que inmortal condensaci6n parece ..,; De todas las nostalgias de la tierra . __ . ? i Oh no! ~Iás vale analizar el lodo, Aurrque se espante el alma nI conocerlo V tiemble el corazón! Yo sé que en todo En todo hay fango, pero quiero verlo! ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Quiero ver todo el lodazal del mundo, Aunc¡ue, al rasgar el misterio¡o velo, I Ialle el horrible espanto que Rnimund8 Ilalló en la hermosa Blanca de Castello ! EDUARDO ORTEGI\. M-~(hO~i TI ~H ch.o s Poenlas siHl lJólicos.-Agradecemos el envío del foUeto que contiene los dos bellísimos poemas del poeta Carlos Arturo Torres, llamados Nélllesis y Eh'mcido. Con trabajo verá la luz en Sur América un poema que, como Némesis, ostente estilo más vigoroso ni más elevada entonación. Toca á los críticos decir si el símbolo está bien esco­gido. Nosotros, más faltos enodlcos que deflend~n la causa del Gobierno: pcro en caml)\o sun aceptados de buen gratlo aquellos 'lIIC s,~n órganos de la oposición. , Es indisculpable ,cllleJ~nte procedl~lJlcnto en eln cIr­culo que por su cult;lra esta llamado .a dulclf;car el oc]¡o que engendra el cspmtu de parUdo )" a mantener entre los asociayeríll. - Surtido permanente ele alhajas extranjeras y elel país. Fabricación -especialidad-argollas para compromiso. Oro garal/tizado. Compra oro)' esmerald as.-Bogotá, Calle 12, número 133, Cebada.-Por el crecido consumo de nuestra cerve­za, necesitamos grandes cantidades de cebada de superior calidad, la cual oli·ccclI1os pagar á los mejores precios rle la plaza. BA\'ARIA K opp \ Delltsche Bierbrauerei. Fe"rero 26 ele 1897. LEY 757 DE 7'896 (12 DE DIC1EMB1U:), sohre pren~a. (ColltillllllcíÓlt) . .\rt. +1. El dueño, administrador ó enca rgado del es· tablecimiento tipográfico, de grabado, ca:., no deberá ser penado por los d elitos enumerados en el artículo 32, sino en estos dos casos: [~ Cuando, por cualquier causa, no pudiere imponerse pena al autor de la producción y al propietario y director del periódico, y 2.0 Cuanelo éstos hayan incurrido en una Ó más rein­cidencias, siempre que los fallos condenatorios se hayan publicado en algún periódico oficial. Art. 42. El autor de la proclucción )' el propietario y director rlel periódico son responsables conjuntamente de los delitos enumerarlos en el artículo 32 de esta ley. Arl. +3. Aunque en un mismo individuo se reúnan va­rias de las calidades indicadas en los artículos anteriores, no se le impon Irá sino una sola de la. penas especificadas en el artículo 36, salvo el caso del artllulo 37. Art. 4+. Cuanclo la pena que deba aplicarse al delito tenga máximo y mínimo, deberá declararse en la sentencia el ¡;rado dpl cielito. .\ rt. -.5. En cada uno de los delitos habrá tres grados; el primero Ó el más grave ele toelos; el segundo ó el de in­ferior gravedad; y el tercero ó el 111enOS grave de lodos. Art. +6. .\1 delito de primer grado se le aplicará el máximo de la pena; al de segundo grado, el término me­dio; y al de tercer grado, el mínimo. Art. 47. Cuando se señale pena fija y determinada no será necesario determinar el grado del rlelito. Art. +8. Cuanrlo la producción subversiva origine ó contribuya á originar los delitos de rebelión, sedición, mo· tín ó asonada, además de las penas establecidas en esta ley, sufrirán los responsables las señaladas en el Código Pe­nal para los delitos consumados, las cuales les serán im­puestas por los ] ueces ordinarios. Art. 49.- Son ll amarlos á juzgar de las contravenciones á la presente ley)' á rlecretar la imposici6n de las penas en ella señaladas: I~ El Ministro de Gobierno y el Consejo de Estado, en todo el territorio de la República; z~ Los Gobernadores de Departamento y los Tribuna· les de Distrito Judicial, dentro del territorio de su jurisdic­ción. Art. 50. En los Tribunales di vitl idos en dos Salas, co­rresponde á la de los Magistrados de lo criminal conocer de los asuntos de que trata esta ley. Art. SI. Cuand.J, á juicio de un Gobernador, se hubie­re infringido la presente ley, dentro oel territorio de su mando, dictará una resolución motivada que contendrá: 1° El nombre de la autoridad que la dicta; 2" El nombre de la producción de que se trata, y el título ó primeras líneas ó denominación del escrito, graba· rlo, etc., por medio d el cual se hubiere cometido la infrac· ción; 3" Citación rle la disposición infringida ; 4 ~ Citación elel artículo que set'iale la pena impuesta; y 5° El nombre del indivirluo Ó indil'i
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 3

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  La princesa de las remolachas

La princesa de las remolachas

Por: Erika Eichenseer | Fecha: 2018

En 2009 la folclorista Erika Eichenseer descubrió en el archivo municipal de la ciudad de Regensburg más de 500 cuentos inéditos recopilados por el escritor y folclorista bávaro Franz Xaver von Schönwerth entre 1857 y 1859. El éxito de los hermanos Grimm, que admiraban a Schönwerth, nubló su popularidad, a pesar del rigor y tesón de su trabajo, donde no se observa el tratamiento literario, la suavización y la orientación infantil que impuso a sus recopilaciones Wilhelm Grimm, a menudo con la oposición de su hermano Jakob. En los 73 cuentos inéditos de esta selección salta a la vista su carácter genuinamente popular, sin disimular su frecuente brutalidad, sus claras alusiones sexuales, a veces su espíritu rebelde y sus elementos realistas, todo dentro de una estructura narrativa «en bruto», no sujeta al orden embellecedor de la literatura.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura

Compartir este contenido

La princesa de las remolachas

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  La península de las ballenas

La península de las ballenas

Por: Ana de Beraza | Fecha: 2015

“Succino no sabe nada de su pasado, ha sido educada en la austeridad y en el misterio. Ella posee un don, un don que no está permitido a las demás mujeres”.Prisionera de su padrastro, recorre la Península de Cenk ofreciendo un enigmático espectáculo. “Negro excitante que atrae hacia sí todo lo que no está escrito, lo que no es pensado, lo que no es dicho, lo que no es llorado ni amado. ¡Busca, encuéntralo, acógelo entre tus brazos! Lo onírico debe aparecer hasta extasiar a la muchedumbre”. Succino siente la vida a través de los trotes y los baches del destartalado carromato donde  la comitiva escénica se traslada de un lugar a otro en huída imparable. Polac, el hijo de su mentor –Cilnio-, es su única conexión con el mundo exterior, con él establece un vínculo más allá de lo permitido: “Eres el guardián de mi silencio”. Los dos jóvenes lucharán por seguir juntos a pesar de que el destino ha sido escrito para separarlos.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura española

Compartir este contenido

La península de las ballenas

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El 17 de Abril - N. 5

El 17 de Abril - N. 5

Por: | Fecha: 04/06/1854

u VA GRAN ADA. TRIl\f. 1. ~ Bogot utos. Hoi, señor Gobernador, me encuentro ya absolutamente sin l'(cursos, 1>orque nádio mo nn, ni me presta un solo cuartillo, al mismo tiempo, que mis acreedores me cobran los víveff~S que me han dado. Yo no me deniego a continuar dando las raciones, a pesar de la exe­siva carestía de Jos víveres, pero para poderlo hac~r, espero de U. se sir­va tomar todos los informes que estime carA venientes para cerciorarse de las canlidades que se me adeudan, i mande que se me paguen por las res­pectivas Tesorerias, pues sin este recurso no podré continuar suministran­do las raciones, por no toner fondos para hacer gastos, no eontando con mas capital que con el valor de las raciones. ~ Por tanta a U. suplico, que en atencion a 10 justo de mi peticion, se sirva resolver como solicito. ' Bogotá, mayo 3 de 1854. Sefior Gobernador :-Jorje Silva. L. siempre su amigo, i consecuente sea eua1 fllere la banu ra que abracemos, pues ni f l me harú a mí, ni yo le lmuo a ':'1 agravIo de creer que adopte ningun partido rolí ticú ~on TUI la fe. Ile sentido mucho las e 'nsuras que se le dirijen' ¡ tanto mas por haberse divulgado que yo tenia parte en el1a. : Puede S?l" que en el curso de esta revolncion se me ofrezca la oportu­nidad de demostrar con hechos al . r. de Obaldía, que sé apreciar suldistinguido mérito, i que tengo a mucha hon':a el contarme en el número de sus verdaderos amigos. e JUAN FllAl'iCISCO ORTÍZ. EL DIPUTADO CIRUELO. , Nadie podrá quejarse de ser el objeto direct l. de mis discurso-, pues deben tener presente " que cuando pinto no retrato." ;lIESOXERO. Las costumbres de J1íaarid. Las rentas del Hospital de Cnridad, (*) del Hospicio, de la Casa de Refujio i del Colejio de la Merced se hallan en la mas completa bancarrota, en virtud de la inicua lei de redencion de censos, sancionada por los gólgotas, i de cuyas disposiciones se Campo-Hermoso es una poblacion afamada por sus ciruelas, valieron muchos conservadores para redimir en el tesol'o, por la como Cipaquirá )0 es por su mina de sal, Tunja por sus car­mitad de su valor, gruesos principales que reconocian, operacion neros, V élez por sus bocadillos, i Bogotá por sus cachacas. que han ejecutado enterando vafes comprados por una tercera En Campo-Hermoso se dan las ciruelas mas esquisitas del parte, cuando mas. mundo, i en tal abundancia que una de las familias principales Los mendigos llenan hoi 1as calles de Bogotá, todos piden li- ha tomado su apellido de la fruta. mosna, todos invocan la piedad cristiana; el ciego, el cojo, el .~efieren los hom?~es mayores de ese pueblo, que aquel manco, el tulJido, se hacen conducir, o se arrastran como pueden apelll~o lo trae la. fa,nuha de abolengo, pues se le confirió, por pidiendo un bocado de pan, porque m~eren de necesidad; i esta elecclon popular J duecta, al tatarabuelo de nuestro diputado culpa no la tiene el Gobierno provisorio: la tienen los lejislado- a causa de haber hecho su fortuna vendiendo cirue1as; pues res de.l país, en cuyas cabezas ardia el fuego go]gótico de las in- I eran tantas las que cosechaba, que llegó a ser conocido en los novaCJones. . pueblos de a la redonda por el HO~IBRE DE LAS CIRUELAS, como Es preciso aplicar a tanto mal algun remedio, i nosotros mas tarde ]0 fué en esta República el Jeneral Santander por el nos atrevemos a indicárselo al Sr. Gobernador de la provincia, HO~IBRE DE L.~S LEYES. que bogotano i patriota, como el que mas, no dudamos acojerá ~1 ho~bre de las
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El 17 de Abril - N. 5

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  Latidos mortales

Latidos mortales

Por: Jim Butcher | Fecha: 2012

Harry Dresden se ocupa de las investigaciones paranormales en la ciudad de Chicago. Trata de mantener la ley y el orden en un mundo de magos, paralelo a la realidad cotidiana. A pesar de que la mayoría de los habitantes de la ciudad no creen en la magia, el departamento de Investigaciones Especiales está acostumbrado a lidiar con lo paranormal.Cuando un vampiro asesino amenaza con destruir la reputación de Murphy, policía de I. E. y gran amiga del mago, este no tiene más remedio que ayudarla. La criatura quiere hacerse con la Palabra de Kemmler y con todo el poder que conlleva. Harry deberá luchar contra seis despiadados nigromantes para encontrar la Palabra antes de que se despierten los muertos durante la noche de Halloween...Jim Butcher es un auténtico fenómeno en Estados Unidos, donde sus obras rápidamente alcanzan los primeros puestos en las listas de los más vendidos.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Novela de ciencia ficción

Compartir este contenido

Latidos mortales

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  Comparison of Memory Assignment Schemes for Switch Architectures with Shareable Parallel Memory Modules

Comparison of Memory Assignment Schemes for Switch Architectures with Shareable Parallel Memory Modules

Por: Hindawi Publishing Corporation | Fecha: 2010

Las arquitecturas de conmutación que emplean módulos de memoria paralela compartibles son bastante versátiles en cuanto a su capacidad para aumentar la capacidad, al tiempo que conservan la ventaja de compartir todos sus recursos de memoria entre todos los puertos de entrada y salida. Las dos clases principales de estas arquitecturas, a saber, el conmutador basado en multibúfer compartido (SMB) y el conmutador de paquetes basado en ventana deslizante (SW), utilizan módulos de memoria paralela separados físicamente pero conectados lógicamente. A pesar de su similitud en cuanto al uso de módulos de memoria paralela compartibles, difieren en el control de la conmutación y la programación de los paquetes en los módulos de memoria paralela. El conmutador SMB utiliza un control centralizado, mientras que el conmutador SW utiliza un control descentralizado para las operaciones de conmutación. En este trabajo, presentamos un nuevo esquema de asignación de memoria para el conmutador Sliding-Window (SW) para asignar paquetes a módulos de memoria paralela que maximiza el almacenamiento paralelo de paquetes a múltiples módulos de memoria. Comparamos el rendimiento de un conmutador de ventana deslizante que despliega este nuevo esquema de asignación de memoria con el de una arquitectura de conmutador SMB en condiciones de idéntico tipo de tráfico y recursos de memoria desplegados. Los resultados de la simulación muestran que el nuevo esquema de asignación de memoria para el conmutador de ventana deslizante maximiza el almacenamiento paralelo de paquetes de entrada en un ciclo de conmutación dado, y no requiere aceleración de los módulos de memoria. Además, proporciona un rendimiento superior al del conmutador SMB bajo las restricciones de ancho de banda de memoria y recursos de memoria fijos.
Fuente: Revista Virtual Pro Formatos de contenido: Otros

Compartir este contenido

Comparison of Memory Assignment Schemes for Switch Architectures with Shareable Parallel Memory Modules

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  Commercial and potential applications of bacterial cellulose in Brazil, ten years review

Commercial and potential applications of bacterial cellulose in Brazil, ten years review

Por: Sebastião V. Canevarolo Jr. | Fecha: 2024

En la última década, la celulosa bacteriana (CB) ha recibido una atención considerable en todo el mundo, incluido Brasil. Las propiedades únicas de la BC, como la estabilidad mecánica, la resistencia a la tracción, la termoestabilidad, la cristalinidad, la pureza y la biocompatibilidad, la convierten en una candidata prometedora para aplicaciones comerciales en diferentes áreas. Este artículo ofrece una síntesis exhaustiva de las aplicaciones comerciales y los estudios relacionados con el BC en todo el mundo y muestra la importancia y el desarrollo de la investigación brasileña durante la última década. En esta revisión presentamos una visión general de la estructura del BC, su biosíntesis y sus posibles aplicaciones, principalmente en las áreas de alimentación, electrónica, bioingeniería, cosmética y biomedicina. Las contribuciones más significativas de los investigadores brasileños que utilizan BC se han llevado a cabo en el área biomédica. A pesar del aumento de la investigación en CB, Brasil también necesita desarrollar estrategias para expandir el uso y la comercialización de productos de CB, para lo cual es extremadamente necesario el apoyo financiero del gobierno.INTRODUCCIÓNDurante el último siglo, la explotación masiva de recursos fósiles y los problemas de contaminación han aumentado las preocupaciones relacionadas con la economía y el medio ambiente. En este contexto, los polímeros de fuentes renovables, como los polisacáridos, entre otros, han recibido considerable y creciente atención. La celulosa (C6H10O5)n es el biopolímero renovable más abundante producido en la biosfera, compuesto básicamente por monómeros de glucosa conectados por enlaces glicosídicos β (1-4). Puede ser sintetizado por plantas, animales y microorganismos.La celulosa derivada de plantas se incorpora comúnmente en otros biopolímeros como hemicelulosa y lignina; por lo tanto, son necesarios tratamientos químicos agresivos para eliminar estas impurezas. Por otro lado, el BC producido por fermentación microbiana se caracteriza por una mayor pureza, y su purificación es relativamente simple, no requiriendo procesos energéticos o químicamente intensivos. Además, debido a sus propiedades físicas y químicas únicas, el BC se ha aplicado con éxito en los campos de alimentos, biomedicina, textiles y fabricación de papel, así como en material biosorbente y diafragmas acústicos.Sin embargo, el interés en la celulosa no se limita únicamente a campos industriales; también se ha vuelto cada vez más relevante e interesante en áreas académicas. La Figura 1 muestra un aumento explosivo en el número de publicaciones relacionadas con el BC desde 2011. Los años 2017, 2018, 2019 y 2020 han sido los más productivos en términos de publicaciones.
Fuente: Revista Virtual Pro Formatos de contenido: Otros

Compartir este contenido

Commercial and potential applications of bacterial cellulose in Brazil, ten years review

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones

¿Deseas limpiar los términos de la búsqueda avanzada?

Vas a limpiar los términos que has aplicado hasta el momento para poder rehacer tu búsqueda.

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones