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Se encontraron 4677 resultados en recursos

Natsuo and Hina are finally joined together in love. However, their relationship must never be made known. While Hina broods over their taboo love, Natsuo anxiously seeks to take things to the next level, and alas, a gap in their feelings begins to form. Then suddenly one day, a fax outing a "lewd teacher" is sent to the school! As the culture festival approaches, conflict shakes the school...
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Domestic Girlfriend 5
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Domestic Girlfriend 2
Hina, Natsuo's new step-sister and crush, is having an affair?! Natsuo and Rui join hands, and together, they frantically try to track down her scandalous lover. At last, they come face to face with the man in question, Shuu Hagiwara! However, Shuu declares that he has no intention of breaking things off with Hina. Just what sort of conclusion awaits this twisted relationship?!
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Domestic Girlfriend 2
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Domestic Girlfriend 1
High schooler Natsuo is hopelessly in love with his cheerful and popular teacher, Hina. However, one day at a mixer, he meets a moody girl by the name of Rui and ends up sleeping with her. Soon after, his father announces that he's getting remarried to a woman with two daughters of her own. And who shows up in tow, other than both Hina and Rui?! Natsuo's outrageous new life starts now!
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Domestic Girlfriend 1
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Devils' Line 4
Tsukasa insists on seeing that Oryo is cared for at a hospital, defying Anzai's wish that she stay hidden at their safe house. Before she can even make it inside the hospital, Tsukasa is taken hostage by a desperate Zero Seven, who eventually makes a surprisingly humane choice when facing off with her old comrades. Tsukasa and Anzai decide to take the next step in their relationship, and the old doctor from ONLO reveals why he's in town...
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Devils' Line 4
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Devils' Line 3
Anzai grapples with Lee's bombshell--that drinking human blood can have regenerative, strengthening powers on devil bodies--and Lee offers to share what he knows if Anzai's comrades hide him away. Meanwhile, Zero Seven, the sniper, faces the consequences of her rebellion as Zero Two works to tie up loose ends from the Ikebukuro incident, and reveals that he has an old connection to Anzai...
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Devils' Line 3
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Devils' Line 2
Anzai, suffering badly after a run-in with a sniper, is rescued at the last minute by a mysterious blond devil who gives him enough human blood to heal his wounds. Embarrassed by the way he lost control after tasting human blood, Anzai hides himself away from everyone, especially Tsukasa, until an incident unfolds live on broadcast TV which shines a glaring light on the devils who walk among the populace of Japan...
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Devils' Line 2
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Devils' Line 1
Tsukasa, a college student, is rescued from an attack by a devil, one of many vampires that can blend in among the human population. Anzai, her savior, is a half-devil who exploits his supernatural gifts as a member of a shadowy police task force that specializes in devil-related crime in Tokyo. As Anzai continues to keep guard over Tsukasa, the two quickly forge a tentative bond--one that Anzai fears will test his iron-clad rule of never drinking human blood...
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Devils' Line 1
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Defying Kurosaki kun 8
"The deputy dorm leader's orders are absolute. If you don't like it, you can leave." When Shirakawa-kun abruptly leaves the dorm without explanation, the dorm students are left to suffer under Kurosaki-kun's reign of terror in his absence! Yu just wants the two friends to go back to normal, but the boys may have to work this one out for themselves--after all, the roots of their rivalry go back long before she was in the picture. And before things can settle down, the big culture fest bonanza begins!
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Defying Kurosaki kun 8
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 112
Af.:to 1n Bogotá, Agosto 1 2 de 1899 NUM. 112
__ ..,.... __ _
ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERilA Y DEL EJERCITO __ ..,.... __ _
DIRECTOR AD-HONORE M, FRANGISGO J. VERGARA y V.
Coronel, Miembro de l a Sociedad Colombi a na de Ingenieros
Q~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ~ o~~~~~~~~~~~~~~o~o~~o~~~~~~~o ~~ ~ ~~ o ~~o~~~~~o
Son colaboradores natos de este periódico todos los Jefes y
Oficiales del Ejército de la República
o~~~~~ ~ ~~~~ ~ ~~~b~~~~~~~~~~ 6~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~6 ~~~~~~~~~~~~
OFICIAL
Repúhlica de C(¡lombia-Ejército P ermttnente-6.• DivisiÓ11-Bntnlló1z
Córdobn ttúmero 19-Ro!td,1, Julio 20 de 1899.
Sr. General Jefe de E stado Mayor general del Ejércit o -Bogot.l.
En cumplimiento á lo dispuesto en la orden general del día I 3
de Abril del corriente ~ño, en su artícul I s6, tengo la honra de
rendiros el informe de la comisión que me fue confiada, á la ciudad
de Barranquilla, custodiando el e rreo de encomiendas que
llevaba á sus órdenes el m u y digno y cumplido caballero señor
Miguel J. Molina, Mensaj e ro de la línea d el Atlántico.
De Honda á La. Dorada.
Día 10- Con una comisión compues ta de 8 hombres, monté
en el tren que partía á las 3 p. m. y que llegó á La María á las
4 y 45' p. m., embarcándose el correo y e colta en el vapor Francisco
'J. Cisneros, de la Compañía Colombiana de Transportes, el
cual se hallaba listo para zarpar.
Distancia de Honda á La Dorada, 10 eguas (itinerario oficial).
Este puerto, que ll e va lo . nombres de La \1aría y La Dorada, es
el punto de cita para el arribo de los vap r ~ S dd bajo Magdalena
y donde dejan y toman sug cargamentos. En este puerto hay grandes
bodegas, bien ventilada , telégrafo y teléfono, un caserío has-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
18 BOLETÍN MILITAR
tante regular en donde el pasajero encuentra hotel, medicamentos
y otras cosas que pueda necesitar, y está erigido en Corregimiento
con su resp~ctiva autoridad. En este mismo punto se nota que las
cordilleras se han separado y se ensancha el valle.
lle J,a Dorada á Puerto Derrío
A las 6 y 30' p. m. emprendí mos marcha, quedando en puerto
los vapores Francisco Montoya, Martín Wessell, Guiesseken,
Martínez Bossio y Carolina, y á las 7 y 5' amarramos cerca á
Puerto Liévano y allí pernoctamos.
Día r r-A las 5 a. m. seguimos marcha, pasando á las
7 y 20' por la boca del río Negro que sirve de límite entre Cundinamarca
y Boyacá, y 5 minutos despué , por la banda opuesta, la
aldea de Buenavista, que ostenta su caserío sombreado por árboles
frutales, y hacia las márgenes del río La Miel, que desemboca pocas
cuadras abajo y que separa al Tolima de Antioquia, vense
elevadas palmas de coco, plátano, yuca y labranzas de cacao. A
las I 2 m., después de haber tomado leña en un leñateo, pasamos
por N are, único puerto que tuvo Antioquia durante algunos años.
U na larga calle en la orilla del río, casas pajizas y á lo mucho
250 habitantes forman e-ste pueblo, al que circuyen algunos pantanos
que lo hacen insalubre; al terminar la calle se halla la boca
del río de su nombre, navegable hasta el punto denominado Islitas,
que queda á legua y media de distancia.
De N are á la angostura de este nombre hay legua y media;
siguiendo la navegación se deja luégo á la derecha la laguna conocida
con el nombre de Trapos, los peñones de Macuango, la
ciénaga de Guacimal y algunos leñateos. A la I y 55' p. m. nos
cruzamos con el vapor Elena que subía, y á las 2 y 30' arrimamos
á Puerto Berrío, donde se dejaron correo y pasajeros. De
este puerto parte el ferrocarril de Antioquia cuya construcción
contrató el hábil progresista señor .Francisco J. Cisneros (q. e. p. d.)
en 187 5 y que se extiende por diez leguas hasta el valle del Nuz,
siendo su estación principal el caserío de Caracofí.
Distancia de La Dorada treinta y tres leguas y cuarto.
Do Puerto Derrio á. Puerto Wllche•
A las 3 y 20' p. m. seguimos marcha, y á las 4 y 40' pasamos
por la vuelta de Rionuevo, denominada así por haber cambiado el
río de su curso ordinario y haciendo al mismo tiempo peligrosa la
navegación, pues los vapores que bajan dan de señal un pitazo
para que los que suban se preparen y eviten un choque, el cual
acarrearía graves consecuencias ; y poco abajo de este punto desembocan,
por la banda izquierda, los caños Santa Cruz y Regla, siendo
este último navegable en la parte baja, y á orillas de éste se
encuentra el pueblo de San Bartolomé. A las 5 y 30 p. m. dejamos
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BOLETÍN MILITAR 19
á la izquierda el caño y caserío de Barbacoas. Es de advertir que
la Historia Patria hace mención de este pueblo por el combate
librado por los patriotas que comandaba el General Mantilla contra
las fuerzas del Virrey Sámano. A las 6 p. m. pasamos por las
bocas y caserío del río Ca1·are, situado á la derecha, el cual
forma la ciénaga Colorada ; el caserío se halla sobre un peñón elevado
donde se cuentan veintitrés casas pajizas, puestas en línea
y á orillas del mismo caño. Antes de pasar por el punto mencionado
nos encontramos con el vapor Lafaurie, que subía con el
correo nacional. A las 7 y 30 p. m. arrimamos al Ieñateo de
Peñas Blancas y all1 pernoctamos.
Día 12-A las 5 y 15' a. m. emprendimos marcha, y dos
leguas abajo y por la derecha hallamos la desembocadura del caño
del Opón. Dícese que en las riberas de éste y del Carare, se hallan
todavía tribus salvajes ; después se halla el río Colorado que nace
en la laguna del mismo nombre. A las 6 y 30' a. m. pasamos por
Barrancahermeja, que queda á la derecha; á cinco leguas y cuarto
se halla la desembocadura del río Sogamoso, y dos más abajo puerto
Wilches, Departamento de Santander, á donde llegamos á las 2 y
1.0 p. m. á dejar correo.
Distancia de Puerto Berrío, treinta y dos leguas y cuarto.
Puerto \Vilches, á consecuencia de haber fracasado la empresa
del ferrocarril que había de ponerlo en comunicación con el
interior de Santander, decayó completamente, pues antes se levantaba
con orgullo y lleno de esperanzas. Hoy sólo se encuentran un
caserío rodeado de pantanos y grandes plataneras entregadas á un
abandono completo. Su clima es excesivamente malo.
De Puerto Wilchc• á Bodega Central
A las 8 y 45' p. m. seguimos marcha, y á distancia de tres y
media leguas se ve á San Pablo, Departamento de Bolívar; cerca
de este pueblo queda la boca del río Cimitarra, que goza de fama por
el oro que se encuentra en las regiones que baña y por las tempestades
que en ellas tienen lugar. A cuatro leguas abajo se halla el dique
de Paturia (Santander), caserío de paja, y una pequeña capilla, fundado
en 1867 con motivo del camino trazado para Bucaramanga
por el señor Roberto Joy; de este punto á Bocas dtl RosarifJ hay
3 y media leguas, y llegamos á él á las r r y 30' a. m., en donde
encontramos el vapor RupPrto Arenas de la Compañía de navegación
en el río Lebrija. Hasta este punto vienen con frecuencia
los vapores más grandes del Bajo Magdalena á dejar y tomar sus
cargamentos. A la I y 15' p. m. seguimos marcha, y á dos y media
leguas se encuentra el caserío de Vijagual, de poca importancia;
nótase, !'Í, mucha palma de coco y poco plantío; y á tres y media leguas
se halla Badillo (Departamento del Magdalena): de este puerto
en adelante ya caminan los vapores de noche, y á distancia de una
legua se desprende en dirección al Occidente un brazo denomi·
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20 BOLETÍN MILITAR
nado Rioviejo, que vuelve á unír ele cerca de R tgido1· y forma la
isla de Morales, poblada por más de 3,ooo habitantes. A seis leguas
de Badillo y por la b.mda derecha se halla la desembocadura del
río Lebrija, y en la opu<.:s ta Bod ega C e ntral, á donde arrimamos
á las 2 y 30' (Departame nto de Bolívar). En este puerto hay un
caserío bastante regular, b :-> deg:~s muy buenas, Oficina telegráfica
y un almacén donde se encuentra de todo. Aquí encontramos las
lanchas de vapor 2.a y 3. 11 de la Compaiíía Colombiana.
De Puerto Wilches á Bodega Central veintitrés leguas.
De Bode ga. Central á J.llagangué
A las 3 y 30' p. m. seguimos marcha, y I s' después pasábamos
por El Contento, ca erío muy peque ií o. A las 4 y 20' p. m.
l1egamos á puerto de Ocaña (G amarra), e dejó correo y se tomaron
pasajeros. Este puesto se halla en con tan te comunicación con
Ocaña y norte de Santander, y se hace notable porque en él terminó
la revolución de la Costa en I 88 5, con la toma de los vapores
enemigos, por las fuerzas del Gobierno á órdenes del General
Santodomingo Vila. A las 5 y 20' p. m . seguimos marcha
dejando por la banda derecha, á pocos momentos, a Puerto
Naciona/, 1 que cuenta con unos 2,ooo habitantes y pertenece al
Magdalena; y á siete y media leguas se halla el puerto de La
Gloria, á donde arrimamos á las 7 y 20 minutos p. m. á dejar y
tomar correo ; antes de llegar á este puerto encontramos al vapor
J. B . .Elbers que subía; á las 8 y ro' p. m. emprendimos
marcha, y después de dos leguas empezamos á encontrar los caseríos
de Regidor y San P edro, á la izquierda, San Andrés, San
Bernardo y 'I'amalameque, á la derecha, los dos últimos á la desembocadura
del río de su nombre. Tamalameque se hace notable
porque en su territorio, en el punto llamado Humareda, se libró
el 14 de Junio de r885 sangrienta batalla entre las fuerzas de los
Generales Quintero Calderón y Sergio Camargo: el primero, Jefe
conservador, mandaba las fuerzas del Gobierno que con staban de
8oo hombres y una batería de artillería, y el último, Jefe contrario,
mandaba un ejercito de 2,ooo, que condujo en varios buques de
El Banco á Tamalameque. En este combate tan desigual en su
número, aunque no en valor, las fuerzas del Gobierno, después de
cruenta lucha, fueron vencidas, y si bien e · cierto que el ] efe revolucionario
ganó un triunfo material, el Jefe del Gobierno lo obtuvo
moralmente, y como fruto de esta lucha rindieron su vida cinco
Generales de lo más granado de la revolución, como también oficiales
notables de uno y otro bando; y para dar colorido á este
cuadro desolador perdió la revolución de una manera inesperada al
vapor María Emma, que fue reduciJo á cenizas. El hecho de armas
mencionado costó más de 6oo muertos.
A inmediaciones de Tamalamequc se halla el caserío de Et
Peñón, y al Oriente, sobre una colina que corta el río Cesar se
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BOLETÍN MILITAR 21
halla la población del Banco con unos 14,000 habitantes. Cerca á
este pueblo expira la cordillera central, y la oriental viene á quedar
reducida á insignificante altura, siendo en el vértice del ángulo
por elh.s formado, en el páramo de Las Papas, donde nace el río
Magdalena, que recogiendo en su curso las aguas que de ellas descienden,
ya por el Oriente, ya por el Occidente, permite la navegación
por vap0r en un trayecto de 320 legua~, contadas desde
Neiva hasta el mar de las Antillas. Al puerto mencionado arrimamos
á las doce de la noche, encontrando allí los vapores Manutla
.Aycardi y General Pácz. En este mismo pL•erto en la guerra civil
de I 86o sucumbió la flotilla del Gobierno, co.nandada por el
General Emigdio .Briceño, en el comba te que libró contra las fuerzas
del General Juan José Nieto.
Día I 3- t\. la I y 30' a. m. seguimos marcha, y mome:1tos
después se ve que el río se divide en dos brazos, el de Loba y el de
Mompós; éste disminuyó su caudal hace algún tiempo, por lo cual
los vapores transitan por aquél. En l111 corto trayecto se advierten
por la derecha los pequef;os c~seríos de Chifloa y .ild"arg arita, afamada
ésta por sus narí!njas, y San Fernando por la occidental.
Este brazo, que corre en dirección oriental y que forma la isla en
que se halla Mompós, vuelve á su curso comLÍn en la boca llamada
Tacaloa. Al tomar el brazo de Loba, frente al pueblo de
Doña Juana, se hallan las pieclras de Juana Sánchez, y cuatro leguas
más allá los pueblos de Barranca y Loba, y trece leguas después
el de Pinillo , por la derecha, y un poco ·abajo en la opuesta,
las bocas dc.l 1 ío Cauca en el punto denominado Guama/: por
esta misma banda se advierten algun s caseríos, sombreados por
un sin número de árboles de mangos y algunos plantíos, y á siete
leguas abajo se halla Magangué, á donde llegamos á las 8 y.)' a.
m. Se ntregó y e tomó correo.
Magangué, pobh!ción de má de 4,000 habitantes, se hace
notable por sus ferias, las que . on m u y concurridas y tien(:n lugar
en los pri!T1cros días de Febrero y mediados de Junio y epticmbre,
y cuya vista desde el buque e encantadora, casas pajizas y
otras de e tilo mori ·co con azoteas, frondosos árboles esparcidos
sin concierto, labranzas Je múz y plátano~, y potn.: ros para ganado
vacuno. t.., l río invade en sus gr:md<:s crcci('n1es el poblado y
dt al11 el aire htím,do c¡u .e respira en el.
Di ,· tanci :-~ de Hnde a Centra l, S4 le • u a~.
A h:s ro y 30' :1. rn. emprendimo m:1r h.t, dr·jando en 1a
banda Ízqui · nl.:l, {¡ rccos ll1011H'IltOS, el ca, rÍO de Y"atÍ,) a distancia
de siete y media leguas se h1llan bs bocas de Taca/o,,, en donde
se vuelven z unir los brazos que forman la isla de .l\Iompós;
luégo se encuentran los puertos de Cascajo!, Tacamocho, Tetón y
Zmnbrano, en la bélnda izquierda; a e<.:te 1tlti m o pue1 to arri mamo
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22 BOLETÍN MILIT A.R
á las 2 y 15' p. m. á dejar y tomar correo, y salimos á las 3 p. m.,
dejando después á la derecha lo~ caseríos de Pinto, Santa Cruz y
Plato, éste á orillas de la dese m boca dura del río de su nombre.
A las 3 y 40' p. m. llegamos á Jesús del Río, que queda en
la banda izquierda; aquí se deja el correo que sigue para el Carmen
de Bolívar; salimos á las 4 y 30' p. m., y á dos leguas abajo
se encuentra Tenerife, sobre un terreno alto y en la banda derecha.
Este puerto es notable por el combate que libró el Coronel Hermógenes
Maza el 25 de Junio de 1820, contra las fuerzas peninsulares
comandadas por el Coronel Vicente Villa. Eran éstas poseedoras
de once buques armados con cañones de grueso calibre, y
las contrarias de siete pequeñas embarcaciones, con cañones pedreros;
mas los patriotas atacan á boga esforzada, recurriendo al
abordaje; doscientos hombres de la infantería española fueron degollados.
Después de Tenerife se encuentran, por la banda izquierda,
los pueblos de San Agustín, Nervití, Yuca!, Barrancavieja, Barrancanueva
y Arroyohondo; y por la derecha Obispo, Heredia y
Pedraza. A Heredia arrimamos á las 7 y 30' p. m., y á las 8 y 30',
después de dejar carga, seguimos marcha. En este puerto tuvo su
Cuartel general la fuerza revolucionaria del General Camargo,
cuando combatían éstas desde la isla que se halla al frente de Calamar
con las fuerzas que tenía en esta población el Gobierno nacional.
A hls 9 y 30' p. m. llegamos á Calamar. En este puerto hay
casas muy bue nas h ec h as de ca l y canto y alma cen es de mercancías;
es punto de escala de lo buques de la Compañ í a fluvial de Cartagena,
que parten á Barranquilla y á esta ciudad.
Allí se halla el canal del Dique que conduce á Cartagena y
que es navegable en toda u exten ión, y se encuentra tambien un
ferrocarril que pone en comunicación directa los dos puntos aquí
mencionados y que recorre sesenta y cinco millas.
Distancia de Magangué treinta y una y media leguas.
Calamar tiene la gloria de que en su c:eno rindió al Dios de los
Ejércitos la jornada de su vida el insigne, valeroso y nunca olvidado
General Manuel Briceño, combatiendo por darle á nuestra
amada patria instituciones dignas de un pueblo libre y cristiano.
De Calamar á Barru.nquillo.
Salímos á las 11 y 40' p. m., y á las 12 y 40' p. m. del día
14 llegámos al Cerro de San Antonio, á dejar y tomar correo, y
allí fuimos sorprendidos agradablemente al encontrar á sus habitantes
entregados á las delicias que les producía la fiesta del Patrono
que celebraran el día anterior; en sus calles se hallaban las
gentes, que vistiendo sus trajes de gala, bailaban una pieza muy
original y que data de tiempos antiguos, llamada cumbia; y á las
1 y 1 5' a. m. seguímos marcha, encontrando pocos momentos des-
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BOLETÍN MILITAR 23
pués los vapores Bismarck y Clara, que subían, aquél con pasajeros
y carga de feria, y é te con correo nacional. Siguiendo la marcha,
se ve que quedan á la derecha los pueblos de El Peñon, Salamina,
Guáimaro, Remolino y Sitionuevo, y por la i7quierda los
caseríos de La Cruz, La Candelaria, Ponedera, Santo Tomás,
Sabanagrande, Malambo y Soledad. A Sitionuevo llegámos á las
5 y 15' a. m. del día 14, en donde no se entregó correo porque
el Administrador de dicho pueblo, que lo debía entregar y recibir,
no pareció, á pesar de las repetidas veces que con las señales convenidas
lo llamó el Capitán del buque. Seguímos marcha á las
5 y 48' a. m., y frente á la ciudad de Barranquilla nos avistámos
con el vapor Unión, que tomaba el brazo que conduce á la Ciénaga
de Santa Marta y que, con el que va desefTlbocar á las Bocas
de Ceniza, forma la isla de Los Gómez. A las 7 a. m. entrámos
al caño, y media hora después amarraba el buque en el muelle de
la Compílñía.
Distancia total de Honda, 206 leguas.
El valle del Magdalena mide 7 s,ooo millas cuadradas, con
una población de 2.ooo,ooo de habitantes.
La velocidad en la navegación por vapor es de cinco leguas
por hora, bajando, y doble tiempo de éste en la subida.
De esta ciudad á Barranquilla nótanse como puntos buenos
para destacar fuerza militar : Puerto Berrío, Carare, Barrancabermeja,
Bocas del Rosario, Bodega Central, Puerto Ocaña, Banco
y demás poblaciones que siguen á la costa.
Flora y faunnfdel Mugdalena
De Puerto Berrío para abajo nótase que abunda mucho la
familia conoci<.la con el nombre de musáseas, y en las riberas de los
Departamentos de BolívH y Magdalena, aquéllas son muv fecundas
en todos sus ramos.
IUinera.les
Arrastra el Magdalena oro nativo, sulfuros de plata, cobre,
zinc, plomo y hierro y otros rná que sería largo enumerar.
Barranquilla, á siete metros sobre el nivel del mar y 27° de
temperatura media, es ciudad importante y respetable, ya por suposición
geografía, como por su comercio; está llamada á ocupar puesto
especial en la 1 í nea de las ciudades civilizadas. Allí se encuentran:
la Comandancia general y Estado Mayor de la 3·~ Divi ión del
Ejército; las Oficinas superiores d~ navegación por vapor en el
mar y río Magdalena. 1 iene aduana, que es una de las más importantes
de la República; hay tranvías que cruzan la ciudad en
todas direcciones ; fábricas de hielo, de licore , de pastas para
sopa, de jabones y velas esteáricas. Hay también alumbrado eléc-
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BOLETÍN liiLIT..l.R
trico, teléfono, librerías, imprentas, colegios, escuelas, hospital,
una gran plaza de mercado, tres templos católicos y uno protestaRte,
paseos y cementerios; un ferrocarril que la pone en comunicación
directa con Puerto Colombia, pasando por Salgar }' extendiéndose
hasta el extremo del muelle, á donde arriKlan los vapores
de alto bordo. Este ferrocarril recorre diez y siete millas tres
cuartos, y el mutile mide de largo 4,C!>oo pies, y es en su orden el
tercero del mundo en longitud. Barranquilla tiene 30,000 habitantes.
De Barranqnllla á Honda
Día 1 8-A las 8 y 30 minutos a. m. salimos en el vapor Barranquilla,
custodiando el correo de encomiendas que venía á órdenes
del culto caballero, distinguido y notable General Cruz
Chaves, Mensajero de la línea del Atlántico, y después de dejar
correo en los pueblos correspondientes, arrimamos á Calamar á las
11 y 5' p. m.; antes de amarrar en este puerto encontramos al vapor
General Pácz, que bajaba con ganado, y durante la estadía en
este puerto, llegaron los vapores Gicsuken y Ncchí.
Día 19--Salimos á las 2 de la mañana, y después de dejar
correo en los puertos intermedios llegamos á Magangué á las 9 p. m.
En el trayecto de Barranquilla á este lugar nos acompañó el vapor
C?/ombia que subía á Boca del Rosario.
Día 20- A las 2 y 40' a. m. emprendimos marcha, encontrando
en las primeras horas del día los vapores Helena, Martíncz
Bossio y Zea. A las 9 p. m. llegamos al Banco, de donde salimos
á las 11 y 30' p. m., y se caminó hasta el amanecer.
Día 21-Al l1egar á Tamalameque no se recibió ni se entregó
orreo, porque el Administrador no pareció. A las 5 y 25'
p. m. llegamos á Bodega Central á dejar correo y á pernoctar;
aquí nos alcanzó el vapor Carolina que siguió su marcha.
Dw 22 A las 2 a. m. continuamo mar ha y á las 2 v 25'
p. m. nos cruza11o co11 el \'a por ]. B. Elbcrs, y á las 9 y jo p.
m. amarramos en llodeg~ ~ de ogamoso, en donde pernoctan o
Día 23-A las 6 a. m. eguimo marcha y por la noche am~n
·amos en el caserío de Barbacoas, en donde pernoct"mos.
Día 24 A las 6 y 30' a. m. ~e continuó viaje. F.n este día
se hallo el río bastante seco, y á onsccuencia de sto el buque no
a 1 anzo á P ucrto Bcrno, y se pernoctó a clisrancia de media 1 ·gua
de este punto.
Llegamo en ]a maííana á Puerto Bcrrí , en donde permanecimos
todo el día. A las 9 a. m. llegó el vapor Clara que bajaba
con correo.
Día 26- -A las 5 y 30 se sigui6 la marcha y á las 6 a. m. encontramos
al vapor Manuela .Aycardi, que bajaba. A las 6 y 30
p. m. amarramos en Puerto Niño, cle donde salimos á las 10 y 30
p. m.; el buque caminó tmb la no he, y á la 1 I a. m. del día 27
atracamos en La -"'lana, en donde termino el iaje.
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BOLETÍN MJLITAR 25
A las 3 p. m. emprendimos marcha en el ferrocarril para esta
ciudad, á donde llegamos á las 4 y 45 p. m. y en conde entregué
correo y escolta sin novedad.
Honda, punto obligado de escala entre el Alto y Bajo Magdalena,
ciudad comercial, situada en la confluencia de los ríos
Gualí y Magdalena, de clima malo, de 29° de temperatura media,
á 210 metros sobre el nivel del mar, está dividida en parte alta y
baja; en é ta se encuentra el movimiento mercantil, en aquélla
clima menos ardiente y t..bsoluta quietud. Hay dos templos y una
c41pilla catól ·cos, escuelas y un Hospital bien servido por diligentes
Hermanas y con una capilla muy modesta.
Hay fábricas de jabón, de velas esteáricas, de aguas gaseosas,
de chocolate, movida á vapor, y la de hielo, que la darán próximamente
al servicio. El pa ajero encuentra hoteles, casas de asistencia
bien servidas, médicos, abogados, comisionistas, etc. etc., y
toda clase de \'ehículos de locomoción terrestres y fluviales para
pasajeros y carga; almacenes surtidcs de mercancías inglesas, francesas
y norteamericanas, y boticas.
El ferrocarril que viene de La María ó La Dorada, siguiendo
las riberas del Magdalena, termina en el puerto de Arrancaplumas,
á donde arriman Jos apores del alto Magdalena. Encuéntrase
en este trayecto, como digno de admirarse, el cómodo, elegante y
bien construído puente de hierro que, sobre las aguas del Magdalena,
en momentos de arrojarse al bravo y temible salto, ha hecho
construír el rico comerciante Sr. D. Bernardo Navarro, y dado al
servicio público el oía r6 de 11: nero del año en curso.
Os suplico, Sr. General, di imuléis los errores y omisiones de
que adolezca este i1 orme, y sólo tengáis en mira el deseo de cumplir
con mi deber.
Vuestro obsecuente y S. S.,
Capitán, PABLO G. RUBIO
Rtpública rü C?lombia - Ején:ito Nacional -1: Division. - Batallón
Rijl,·s númr:ro r 4
Sr. Gct H'I'ól l Com :u t dallt e g rn cn d dt• la 1· D ivi iú n-E. S. D.
·r ·ngo 1 ho nor de envi a ros el itin rario de mi viaj como
jefl d ·la escolta que, ucl 24 al 3 0 de Junio, con<.lujo el correo de
encomiendas de e ta ciudad á la de Pamplona.
J)!fl 24- Sal í á la - 7 a. m. conduciendo una escolta compu
sta de ocho inuividum de tropa; esta escolta cu. todiaba el correo
que ya he mencionado. Al salir de e ta ciudad tomamos la cuesta
de Morrorrico, que puede tener una extensión aproximada de 4
kil6metros hasta dar á la eminencia de e ta misma cuesta que 11eva
el nombre de Gualilo, dcde allí di\'isan la poblaciun de Bu-
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26 BOLETfN MILITAR
caramanga y parte de las de Girón y Florida, y el camino que conduce
á Lebrija.
Eran las 9 a. m. cuando salimos del Gualilo y tomamos una
serie de travesías llamadas El Rttiro y Las Ranas hasta dar á un
punto llamado El Puert~, donde se encuen traposada, potrero y algunos
recursos. Salimos de ahí y tomamos una cuesta que mide
poco más ó menos unas doce cuadras; seguimos camino quebrado
hasta dar al punto llamado Arbolsolo, casa regular de posada ; de
allí tomamos una lf'a,
pJra custodiar el correo de encomienda· dd Torocstt:, d Jía 29 l 1
mes próximo pasado, que parte de esta ciudad á la de Uhiquinquid,
gusto · o os doy el informe que ordenasteis fuera suministrado á vuestro
Des~~cho por los Oficiales del Ej~rcito que desempeñ• ,r c;u· éc:;ta nuestra dirección. En dicho punto hay un magnífic0
pn~nte de cal y canto, de buena y sólida cons rucción, sobre el río N e usa,
y unos pocos arroyuelos de poca significación que nacen de un ramal
Jc la cordillera oriental; en seguida, á un kilómetro de distancia y á
la izquier la, se llega al punto llamado Trc.;c:s<¡tlinas, donde se ~cpara
un camino c1ue conduce a Cogua, y a ~u. Ín!llcdiacio!lcs se encuentran
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BOLETÍN MILITAR 29
varias haciendas cuyos terrenos son fértiles y su aspecto es pintoresco,
hasta llegar al punto llamado El• Callao, donde llegamos á las 5 p. m.
del citado día y pernoctamos esa noche. A inmediaciones de éste se
encuentra una quebrada llamada C::tsablanca y un caserío del mi:;mo
nombre, que tiene una capilla do.1de se celebra la misa y otros oficios
eclesiásticos ; éste está situado al pie de una serranía árida y seca,
tiene pocos habitantes, pero son buenos y hospitalarios ; en cuanto á
recursos, son muy escasos, porqlle sus habitantes se dedican únicamente
á los negocios de acarreos de comercio, y su industria la consntuye la
ganadería. .
Día 30-A las 10 a. m. salimos de este punto, pasando la ya mencionada
quebrada, y c;e asciende hasta coronar la parte alta de la serranía
; siguiendo ésta se asciende hasta llegar á un punto llamado Tierranegra,
dejando atrás un camino en zigzag. En este punto parte un
camino hacia la derecha, para el i\Iunicipio de Nernocón y que pasa
por la hacienda de Clzecua. Tierranegra ha sido punto de tnígicos recuerdos,
por los crímenes que se cometieron allí ; es un punto militar
momentáneo, por su posición topográfica, que es elevada y extensa ;
tiene agua suficiente, el terreno es paramoso y estéril; á su inmediación
se halla el boquerón de Tausa, donde parapetada una pequeña
escolta, puede rechazar 100 ó 200 hombres; además de ser ventajosa
por su posición, se puede hacer uso de emboscadas, quedando siempre
resguardado por un pequeño arrabal y una colina. Descendiendo luégo
de este punto se halla una casa llamada la f/aquera, y á la izquierd:t un
camino que conduce á la población de Tausa ; en este punto se encuentra
una quebrada llamada Agulunl, que va á dar al valle d Ubaté;
luégo se sigue por todo un camino quebrado y repechoso, dejando á la
izquierda la citada quebrada, y se desciende hasta la población de Sutatausa
; á derecha é izquierda de esta vía se hallan casuchas donde
sus habitantes se consagran exclusivamente á preparar vaqueta para
llevar á los mercados de U baté, donde las cambian por otros artículos.
Sutatausa está situada sobre falda bastante estéril ; su caserío es
pajizo ; tiene iglesia parroquial, r según informes sus productos agrícolas
son muy pingües ; es un Municipio bastante extenso y está regido
por un Alcalde; su temperatura baia hasta ocho grados del centígrado;
su industria e la del ganado cabrío y lanar. A un kilómetro poco más
6 menos y en descenso e entra al valle de Ubaté, pasando por una
quebrada casi seca y sin construcción alguna de puente sobre ella, pues
le hace notable falta, porque en invierno las avenidas son fuertes é impiden
el paso; siguiendo 1 uégo un camino carretero más ó meno~ ondula·
do y en dirección Tortt:, se llega á la población de Ubaré, ca pita 1 de la
Provincia del mismo nombre; está situada hacia la izquierda, al pie de
una pequeña colin,t; á su derecha y ;,l un kilómetro más ó menos, se
contempla la llanura de agua formada por la laguna de Fúquene; al
Occidente, inmensos potreros empradizados de pastos d~ muy buena
calidad. Siguiendo el camino que lleva la vía del Norte, se encuentra
el río Suárez en su origen, conocido aquí con el nombre de río de Ubaté;
esta población podía ser un punto militar para el sostenimiento de fuerzas,
por su abundancia en víveres y ganados de todas clases, y disfrutarse
aún de los mejores caballos de la gran Sabana, como también tener vías
de comunicación para las poblaciones circunvecinas como cabecera de
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30 BOLETÍN MILITAR
Provincia. Continuando la marcha del río Ubaté hacia el Norte, 6 sea
el camino que conduce á Chiquinquirá, favorecida por una alameda de
sauces, se llega al punto llamado Los Naranjor, situado al pie de una
colina, donde pernoctamos esa noche.
Día 1.0 de Abril-A las 6 a. m. seguimos nuestro rumbo al Norte
por un camino pedregoso y ondulado de mala construcción, ascendiendo
por una colina hasta llegar á la venta de Santa Ele11a, donde se encuen
tra una pequeña qaebrada hacia el Norte ; después se sigue una planada
con muy poco descenso, por donde está construído el camino, el
cual es sumamente pedregoso, y á sus inmediaciones el paisaje es triste
por sus terrenos tan estériles y ser punto poco habitable; en seguida se
asciende á una pequeña loma, y coronada ésta, se divisa la gran laguna de
Fúquene, y cerca de ésta, á la izquierda, un pueblo del mismo nombre;
en seguida se llega al pueblo ya citado: á su entrada, antes de subir una
cuchilla, se encuentra un pequeño arroyuelo sin puente. Su caserío es
pajizo y casi destruido y muy escasos los víveres, con m u y pocos habitantes.
El aspecto de la población es muy lúgubre y sus escasas calles
son muy sucias y pedregosas; á la salida de ésrc, en dirección al Norte,
hállase una subida bastante pendiente, por ]a cual pasa el camino, que
es casi intransitable por su construcción, y peligroso por los muchos
derrumbaderos qu·e tiene ; se gasta en ascender una hora para coronar
dicha altura, se desciende por una de las faldas y por un camino en zigzag
pedregoso y sin recursos ningunos para los transeuntes, hasta llegar
cerca de Susa, á la cual conduce un camino carretero y plano, habiendo
á sus inmediaciones unas pequeñas estancias poco cultivadas por lo
estéril del terreno; á la entrada se deja deslizar un manso riachuelo que
tiene un pequeño puente de regular construcción ; dicho ¡?Ueblo tiene
una buena iglesia r sus habitantes son de regulares condiciones; víveres
se encuentran los suficientes para poder abastecer una fuerza considerable,
y aunque sus eC:ificios no son muy capaces, hay mucho aseo tanto
en las calles como en las casas de habitación.
Siguiendo la vía que conduce á Chiquinquirá, que es un regular
camino plano, ancho y carretero, se halla una quebrada casi seca, llamada
Los Guacos y sin puente ; á la izquierda hay una pequeña colina,
á la derecha inmensos potreros cubiertos de ganado de ceba, y muchas
estancias y ventas, donde se ene u entran recursos suficientes. De
este punto, á un kilómetro de distancia, cruza un camino ancho y
recto hacia la izquierda, que conduce al pueblo de Simijaca, al cual
la naturaleza se complace en embellecer sus alrededores con una hermosísima
alameda. En la cabecera del río Simijaca se encuentra la hacienda
llamada ApountDs, rica por su fertilidad, abundancia de ganados,
y en sus casas pueden acampar perfectamente quinientos hombres,
sin riesgo de ser incomodados; no es punto militar por estar dominado
por unas colinas del mismo nombre ; esta propiedad pertenece á una
familia París, y uno de ellos agotó su capital en desaguar la laguna de
Fúquene, canalizando gran parte hacia los lados de Moniquirá. El camino
que sigue nuestra vía es bueno hasta llegar á un punto llamado
Santa Lucía; de ahí se :asciende una pcq ueña colina que coronando
dicha altura, se encuentra la línea divisoria de los Departamentos de
Cundinamarca y Boyacá, donde se divisa la histórica ciudad de Chi~
uinq,uirá, que dista seis kilómetros¡ y en ese trayecto se hallan in-
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BOLETfM MILI~Alt 81
memos potreros denominados El C arriza/, y varías haciendas del mismo
nombre ; á un kilómetro antes de llegar á la ciudad, hay un punto
llamado El Conejo, y hacia su izquierda parte un camino pau los M unicipios
de Caldas y Buenavista ; á unos quinientos metros del punto
citado, y hacia el Norte, se encuentra un río del mismo nombre, y sobre
éste un puente llamado Padilla, de regular construcción y con cubierta
de teja ; á derecha é izquierda de éste hay magníficos potreros de ceba.
Chiquinquirá está situada á inmediaciones de una colina; es la
capital de la Provincia de Occidente, del Departamento de Boyacá.
Por sus productos agrícolas tiene vida propia, á más de lo que dejan
los romeros de Jos distintos puntos de la. República; tiene unos 12,000
habitantes, y éstos en su mayor parte son de carácter acre, enemigos
del actual régimen político y administrativo, como también tienen
fama de ser buenos tiradores. Es notable la mencionada ciudad por su
suntuoso templo, que puede ser el más rico de la República de Colombia
; sus calles son estrechas y un poco desaseadas, debido á los
muchos romcro5 que visitan constantemente dicha ciudad ; está regida
por las autoridades que constituyen un Circuito administrativo y judicial.
De la ciudad de Zipaquirá á la de Chiquinquirá hay diez y seis
leguas, que se hacen en tres jornadas de tropa de infan teda, y á veces
á una y media de caballería.
Dejo así ligeramente narrado el informe exigido por vuestro Despacho,
suplicándoos os dignéis excusarme por las omisiones que en él
se noten.
Dios os guarde.
IIELISAR10 TORRES
Teniente
Rtpúb/ita dt Co/Qmhia- Ejército Nacional- J.& DifliJiín-BatallfJit
.Ayacuclll número 3. 0 - 3· • Compañía
Sr. General Jefe de Estado Mayor general
En cumplimiento de lo dispuesto en la Orden geAeral del 3 de
Abril del presente año, paso á rendiros el informe correspondiente de
la comisión que me fue confiada el 18 del presente, para conducir el
Correo de encomiendas del Atlántico.
Salí con un Sargento 2.o, un Cabo 1 • 0
, un Cabo 2.0 y siete soldados
á las 4 p. m., y antes de llegar al punto denominado El Ctrrito,
ocurrió novedad en el tren, habiéndose demorado ahí mismo veinte
minutos; llegamos á Facatativá á las 6 p. m., población hospitalaria y
abastecida de recursos; por la hora de mi llegada á ¿sta no pude obtener
datos del número de habitantes.
Día 19-Salí de esta población á las 7 y 30' a. m., habiendo gastado
tres horas hasta el caserío de Agualarga, terreno quebrado y en
parte montañoso; salí de este punto á las 1 1 a. rn., de donde sigue un
descenso pedregoso hasta el punto llamado Chimbe. Allí hay una ofici
na telegráfica; en este punto parten dos caminos, que siguen el de la
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32 BOLETÍN M[LITAR
derecha plano en parte y ondulado, el de la izquierda es montaf'íoso y
quebrado. Ambos conducen á Villeta, hasta la cual población ¡e gastan
cuatro horas; es población de muchos recursos y tiene 6,ooo habitantes;
aquí se rindió la jornada de este día.
Día zo-Salida á las 7 y3o' a. m.; en el punto denominado San
Pedro y á la derecha parte un camino que va á Utica, hasta aquf camino
q .tebrado con una subida bastante pendiente: de esta parte al denominado
Chirripay se encuentra una quebrada que se pasa cinco ocasiones.
Aquí empieza la subida llamada Petaquero, en la cual se gastan
dos horas hasta el Alto del Trigo, punto militar ventajoso; de allí sigue
descenso hasta el pueblo de Guaduas. Esta población es abundante en
víveres, y tiene aproximadamente 1 z,ooo habitantes, su aspecto es bello
á la salida, y á corta distancia se encue:ura un río del cual ignoro el
nombre; de Guaduas al Alto llamado del Sargento se gJstan dos horas y
media, desde este Alto se divisa el río Magdalena ; de aquí sigue bajada
larga y pedregosa hasta el punto llamado E1trella de Orie1JIC; de
ahí para adelante el terreno tiene pequeñas ondulaciones y se halla la
quebroda de Malpa111 y Riouco, costeando la margen derecha del río
Magdalena, se llega al puente colgante que salva el río; es~e puent~ ea
de sólida construcción y grandes dimensiones.
Honda está edificada en la margen izquierda del río Magda!ena, y
está dividida la ciudad por el río Gualí y Quebradaseca; sobre el río
Gualí se hallan tres puentes, por uno de éstos pasa el ferrocarril.
En esta ciudad hay notable escasez d-- vfveres y es de un clima
malsano; tiene un put!nte sobre el río Magdalena. Por la premura del
tiempo no obtuve datos sobre el número de habitantes. Es advcrtibl e
que todo el camino hasta aquí recorrido, á pesar de ser de herradura y
casi malísimo, es enteramente frecuentado por ser la vía de importación
y exportación de mercancías.
Dejo a'IÍ terminado este informe, C'1 el cual he procurado reunir
los datos que me fue posible obtener, y sólo la bondad de mis jefes disculpará
los errores.
El Subteniente,
DAVID RODRÍGUEZ
Bogotá, Mayo 2 7 de 1899.
---- .... ___ _
1-0RIENTACION'
Orientarse es saber encontrar el car i no que nos conviene seguir,
ó sea, partiendo de un punto dado, volver á él después de
reconocer un terreno que nos era desconocido.
Es de vital importancia que tod s lh l,> ~pa orientarse, á fin
de que sin temor de extraviarse pueJa ir á reconocer la posición
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BOLETiN MILI'l'AR 33
ó movimientos del enemigo, sin peligro de ser hecho pns10nero, y
preste útiles servicios en las sorpresas y emboscadas, porque entonces,
suceda lo que suceda, podrá reunirse oportunamente á su com-pañía
ó batallón. ·
Para aprender á orientarse es preciso que el individuo observe,
con la mayor atención, todos los detalles importantes del terreno
que domina con la vista, cuidando de grabar en la memoria los
que tienen algo de característico; con frecuencia deberá mirar hacia
atrás para darse cuenta del aspecto que á la vista presenta el
p~nto de donde partió, porque de otra suerte podría no reconocerlo
de lejos al regreso.
Ejemplo-Acaba de saberse que el enemigo está á algunos
kilómetros de distancia, y el Capitán envía una patrulla á que lo
reconozca: como la patrulla puede dar contra fuerzas muy superiores,
cada soldado debe estar en capacidad de volver aisladamente
al punto donde quedó el Capitan. Con tal fin los hombres observarán
con atención el camino que se sigue, porque será el más
corto para el regreso si son atacados de frente; pero al mismo tiempo
grabarán en la memoria los demás caminos y senderos que cortan
el camino seguido, para utilizarlos si el enemigo copare la
retirada y fuere preciso dar un rodeo para volver al punto de
partida.
La patrulla tiene al frente dos cerritos: el uno de cima puntiaguda
(cónica) y el otro de cumbre redondeada, y se dirige hacia
el primt'ro, dejando el otro á la izquierda; luégo atraviesa un bosque
en el cual hay una encrucijada y se sigue por el ramal de la derecha.
A la salida del bosque se ve á la izquierda un árbol caído, y también
á la izquierda del nuevo camino que se toma, un poste telegráfico;
más adelante existe un grupo de árboles en flor, y, en fin,
sobre la cúspide de una al tu rita una cerca, detrás de la cual pueden
observarse los alrf:.dedores de la hacienda en donde se dijo estaba el
enemigo.
En este momento el adversario sale de una emboscada, sita
á retaguardia de la patrulla, y la obliga á retirarse en el acto. Si
cada soldado observó bien los puntos adoptados como señales, y
volvió á mirar con frecuencia para observar los objetos del terreno
para conservarlos en la memoria con los dos aspectos que han pre- ·
sentado, todos sabrán que deben encontrar á la derecha lo que antes
tuvieron á la izquierda, y á la inversa. El grupo de árboles en .flor,
el poste telegráfico, el árbol caído, el bosque y los cerritos puntiagudo
y redondeado, serán los jalones que vuelven á llevarlos á donde
quedó la compañía.
También como señales puede utilizar el soldado:
De día: I.0 El sol, que á las seis de la mañana se encuentra
al Oriente, á las doce al Sur ó Mediodía, y á las seis de la tarde al
Occidente; 2.0 La;; casas principales que de ordinario, en cada región,
se presentan orientadas del mismo modo; 3· 0 La brújula, en
~
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BOLETlN MILITAR
la que la punta azul de la aguja indica á todas horas y en todo lu-gar
la dirección Norte. .
De noche: 1.0 La estrella polar, que no puede distinguirse
sino cuando se le ha enseñado á conocerla en nuestro horizonte;
2.0 Las indicaciones que suministran los habitantes sobre los lugares
por donde sale y se oculta el sol.
En fin, el soldado puede orientarse por medio de la Carta
geográfica que en pequeño representa el terreno que va á recorrer
y señala los caminos que lo cortan.
CAPITAN C.
Francéa
• •
Gue1.•ra de I••depeudenela
(Conferencias á los Oficiales de la Guarnición de Bogotá)
1- 1 8 1 o, 1 8 1 1 Y 1 8 1 2: LA REBELIÓN DE LAS PROVINCIAl
CAPITULO I -VENEZUELA
Primera campaña de Oceidente 6 Campaña de Coro
2. o La invasión
(Continúa)
El ejército de Occidente, que frente á Coro sólo sufriera un rechazo,
vergonzoso por ser su fuerza casi el doble de la del enemigo
y mejor la calidad de sus cuadros, por causa del inconsulto proceder
apuntado, Toro lo convirtió en una verdadera derrota desde el
punto de vista moral, tan grande así fue el quebranto que sufrió la
moral de los batallones republicanos. Por añadidura al siguiente día,
en que el Ejército se movió sobre Mitare, la marcha fue mal ordenada,
y los corianos pudieron tentar un golpe sobre los equipajes, que marchaban
no á la cabeza de la columna, sino á la cola, y en ellos causaron
daño grave antes de que fueran socorridos, pues quedaron entre sus
manos hasta los batíles del General Toro.
Las fuerzas de Maracaibo y Casigua, mandadas por un hijo del
Gobernador Miyarcs, que habían llegado el último de Noviembre á
Mitare, al saber la aproximación de Toro y su rechazo, se corrieron un
poco al Sur para cerrarle el camino más directo hacia el interior, 6 sea
el del boquerón de aquel nombre, y sobre la derecha del río, en el flanco
de la serranía, ocuparon el punto de Sabaneta, caserío en una
explanada entre dos fuertes repechos. Allí dispusieron los realistas convenientemente
un cañón de á 4, 5 pedreros, 6oo infantes, la mitad de
tropa reglada, y 200 jinetes, con ánimo de contener al invasor si tomaba
esa vía, mientras los corianos acudían á sorprenderlo por la espalda.
Toro, con mejor conocimiento del terreno y para no dejar sobre su
flanco un fuerte cuerpo de enemigos, resolvió adoptar como línea de
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BOLETÍN MILITAR
retirada el camino de Pe e aya, y en tal dirección salió de Mi tare el 1. •
de Diciembre temprano. Al mediar el día ]a cabeza de la columna patriota
dio contra la posición realista, sin demorarse inició su ataque con
energía, y al cabo de una hora de lucha fue desalojado Miyares, quien se
retiró hacia la Sierra de San Luis, dejando en el campo su artillería, que
Toro no pudo aprovechar por falta de transportes (no hay constancia
de que la inutilizara), 6o prisioneros y unos cuantos muertos y heridos. El
tiempo urgía al General en Jefe del Ejército de Occidente, quien sin
preocuparse por hacer más eficaz su victoria persiguiendo algún trecho
siquiera á los vencidos, continuó su desfile para salir esa misma noche á
los llanos de Pecaya, como lo consiguió sin otra novedad. Aquí principia
la parte trágica de la campafía, pero antes de hablar de la marcha
de Toro en el resto de Diciembre, conviene hacer algunas observaciones
sobre los hechos anteriormente relatadoi.
El Ejército de Occidente no podfa mirarse como compuesto de
reclutas el día del ataque de Coro : si no todos los soldados habían estado
al fuego, sí todos habían tenido el enemigo al frente, á lo e u al
deben agregarse largas marchas ejecutadas en condiciones bastante difíciles.
Y en realidad, el General Toro! reconoció, en documentos oficiales
u.teriores al combate, que el Ejército estaba medianamente disciplinado,
provisto de parque y de tren de campo, pero no de víveres. A pesar
de tener un verdadero Ejército á sus órdenes, se sintió intranquilo por
la distancia á que estaba de su base de operaciones, ó mejor, de sus plazas
de depósito ; y si después hablaron sus panegiristas de 1 50 leguas
andadas por enormes y abrasados arenales, entre penalidades y privaciones,
esto no es verdad. En los documentos militares americanos
ha sido pecado duende exagerar ó disminuír las cifras rrferentes á distancias
y efectivos, según la conveniencia de los interesados. Tampoco
puede alegarsc en favor de Toro la existencia de esas dificultade!! para
que :constituyera una plaza de depósito en Agualarga, porque tal omisión
no estaría justificada sino en el caso de que las marchas de la invasión
se hubieran realizado con gran rapidez, ó sea á razón de seis á ocho
leguas diarias. Y á lo dicho se agrega que después del rechazo de Coro,
puesto que el Ejército no estaba ligado al territorio independiente por
puestos intermedio que lo obligaran á seguir determinado camino en la
retirada, pudo y debió, en vez de regresar por suelos áridos, sin recursos,
replegarse sobre Cumarebo y Tocuyo, tierras más fértiles, menos enemigas,
cuya costa vigilaba la escuadra patriota y donde los milicianos
realistas seguramente no le habrían picado la retaguardia, porque
por esa vía no regresaban á sus viviendas. De la posibilidad de la
operación responde Antoíiam~as, quien pocos meses después y con sólo
una Compañía avanzó por ese lado hasta San Felipe, ó sea á menos de
cuatro jornadas de Valencia. Lo ma: sano de estas tierras no era tampoco
obstáculo serio: de seguro no habrían sucumbido los 1,000 hombres
que perecieron en la vía de Siquisique. En fin, pudo replegarse
Toro por el camino de San Luis para cruzar una región fértil, rica en
productos naturales, y, sobre todo, para tentar un golpe sobre los millares
de familias allí asiladas-lo que él supo en Pedregal-y hacerse á
rehenes de gran valor.
El movimiento de retroceso se verificó casi con 1 a misma lentitud
que el de la invasión, y el Ejército de Occidente continuó su ruta haata
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36 BOLETÍN MILITAR
Siquisique sin ser perseguido de un modo serio y sostenido por los realistas,
que nunca se atrevieron á tomar la ofensiva en campo raso contra
los republicanos; no puede culparse por esa inercia á Ceballos, quien
con tal proceder de seguro habría perdido su ejército en una jornada y
entregado en ella, al mismo tiempo, á Coro, al Ejército republicano,
victorioso en una batalla campal. En efecto, el día 4, cuando Toro entraba
en las serranías de Agualarga, el Comandante Miralles, que con un
cuerpo había salido rápidamente por la vía de San Luis á hostilizar á
los patriotas, se atrevió i atacarlos en las peñas de Güedequis, y Toro,
poniéndose á la cabeza de la retaguardia lo repelió tan pronto como
bruscamente. Pero el jefe realista hizo algo más efectivo: dispuso que
las milicias que volvían á sus casas tras las tropas de Toro, hostilizaran
sin cesar la retaguardia , de suerte que soldado que se separaba cle
las filas era hombre perdido, y ocurrió además á un medio terrible pero
que las leyes de la guerra no le vedaban: hacer que otros se adelantaran
por sendas y veredas á arrojar plantas y sustancias venenosas á las lagunetas
ó casimbas, única agua de que el ejército podía disponer en jornadas
enteras, y así perecieron los primeros días centenares de hombres,
porque los republicanos carecían de servicio sanitario, y 1 uégo, cuando
ya la tropa se dio cuenta del peligro y evitaba tomar el líquido nocivo,
la sed y la insolación fueron eficaces auxiliares de los realistas. En los
hechos de arruas no llegaron á 300 los muertos y heridos republicanos,
á 200 ascendió el número de prisioneros y de 1 ,ooo excedió el de los
que perecieron en las marchas de la campaña, por lo cual apenas 2, 500
infantes pisaron la fro?Jtera al terminar el año de 181 o.
El grueso de las tropas se estableció en Carora y Ba,rquisimeto, quedando
en Siquisique el Comandante Gil con 400 hombres para cubrir el
territorio libre contra las tentativas del enemigo; pero apenas acababan
de tomarse estos acantonamientos, cuando la Junta de Caracas, sin medir
el desastre de la campaña, dispuso el 3 de Enero que el General Toro
regresara al interior á licenciar su ejército, no dejando sino 500 hombres
y los mejores oficiales para cubrir los puestos más importantes; que Martín
vol viese á Mérida con un destacamento que las gentes de Barinas,
Trujillo y aquella ciudad reforzaran con unos pocos hombres esa
columna, y ofició á Pamplona y Santafé pidiendo hicieran causa común
con Venezuela para repeler cualquier ataque contra el territorio
independiente.
"Así acabó esta campafia origen de muchos male1 y no pocas censuras
contra los jefes y el Gobierno, pues el suceso caus6 general desagrado
y aun temor," porque demostraba la falta de elementos serios para
la lucha ya iniciada por el realismo; por fortuna la llegada de Miranda
al país revivió un poco los ánimos y restableció la tranquilidad. Algún
historiador intent6 la defensa del General republicano. invocando las
siguientes palabras de Thiers, después de confesar los errores cometidos,
"nunca debe exigirse de los hombres y de la opinión sino lo que pueden
hacer racionalmente en cada época," palabras que si se pueden
aplicar al Gobierno, condenan más aún al jefe que, en Europa, había militado
en serias campañas y cuya conducta merece especial censura según
sus mismos partes, pues si los defectos del ejército que en ellos menciona
los vio antes de abrir campaña y los call6, daría motivo á que se
dudara de su lealtad á la cau9a de la República, y si no los comprendi6
aino iniciada la lucha1 declaran su incompetencia, y no debi6 entonces
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BOLET:fN MILITAR 37.
hacerse cargo de un puesto que no podía desempeñar. A la Junta debe
censurarse por su posterior falta de acción, pues su descuido dio al enemigo
ventajas que le permitieron luégo acabar con la República, á la vez
que demostró falta de cordura en invertir sumas tan grandes en operaciones
de tan escasa importancia. Por supuesto que lo sucedido siempre
fue escuela de experiencia para los militares patriotas, y de esta campatia
arranca la imposición de los batallones pequefíos como los únicos racionalmente
utilizables en nuestras cordilleras.
A guisa de comentarios á esta campaña transcribiremos las siguientes
opiniones de Napoleón :
"Un plan de campaña debe haber previsto todo lo que el enemigo
puede hacer, y contener en sí mismo los medios para evitar que
lo haga.-Al principio de una campaña debe meditarse si avanzamos 6
nó ; pero una vez adoptada la ofensiva es preciso sostenerla hasta la última
extremidad.-No admito que so pretexto de falta de víveres la
marcha (deJunot en Portugal) se demore un solo día; esa razón no es
buena sino para hombres que nada quieren hacer: zo,ooo soldados viven
en todas partes incluso en el desierto."
Y cuanto á la longitud de la columna de marcha, que fue enorme,
pero sobre lo cual nos faltan datos que constituyen punto capital para
fundar otra clase importantísima de juicios, apenas pod\,;mos deducir de
la marcha misma de las operaciones que no debió exceder de z 5 kilómetros
ni bajar de 1 5 : por término medio debía invertir de cuatro á cinco
horas en su despliegue ó desfile.
(Continúa) --
LOS .A.SOlilNSOS
Hé aquí uno de los asuntos más delicados de la milicia.
Muy difícil, si no imposible, es dar una buena ley de ascensos, y
éstos no satisfarán, en su mayor parte, ni la justicia, ni la equidad.
El Código Militar colombiano establece algunas reglas bastante
acertadas para concederlos, y sería muy conveniente ponerlas en práctica
mientras el Congreso dicta una ley mejor.
Todo ascenso debe conferirse de un empleo al inmediatamente
1Uperior, y para conferirlo es preciso, para los Jefes, haber servido tres
años en el empleo inferior, y dos años para los oficiales. Nccesítanse
además, según el Código colombiano, las condiciones de inteligencia,
conocimientos suficientes en la milicia y car:í.ctcr de mando.
Desgraciadamente no es posible tener la satisfacción de decir que
siquiera en la mayoría de los casos se cumplen aguellas condiciones. Y
de allí que nuestro Ejército, á pesar de ser uno de los mejores de la
América del Sur, en todo sentido, deje mucho que desear en cuanto á
oficiales.
Lo propio sucede en las demás naciones hermanas á la nuéstra,
especialmente en las que no tienen Escuela militar.
Para mejorar el Ejército en este sentido sería menester que precediese
al ascenso el examen. Así no se ocuparían puestos de mayor ó
menor importancia, que todos ]a tienen relativa, por individuos que no
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38 BOLETÍN MILITAR
pueden cumplir los deberes de su cargo, ora por falta de talento, ora
por carencia de conocimientos militares 6 bien por falta de espíritu de
mando; y es cosa bien sabida que más difícil mandar que obedecer.
En este sentido se obtendría, además, una ventaja que atañe directamente
al Tesoro público, porque nombrando para los Estados Mayores
Jefes que reuniesen aquellas condiciones, se evitaría tener que
nombrar no pocos ayudantes. Los Estados Mayores divisionarios, por
ejemplo, quedarían muy bien servidos en tiempo de paz, sin recargo
de trabajo, ¡>Or un General Comandante general, un General Jefe de
Estado Mayor, un Coronel ó Teniente Coronel primer Ayudante general
y un Sargento Mayor ó Capitán, segundo Ayudante general, con tal
que se e<;cogiese para esos puestos, militares aptos para el desempeño de
sus funciones y conocedores del servicio.
Hoy están servidos los Estados Mayores por diez empleados, sin
contar los escribientes y ordenanzas. Entre aquéllos figuran un Inspector
y un Auditor de guerra, que son innecesarios : las funciones de aquél
puede desempeñarlas el Jefe de Estado Mayor, y las del Auditor, que
generalmente son poco menos que inútiles, un Abogado quese nombrase
ad !toe para cada juicio, con una remuneración que podría ser el sueldo
del Auditor en un mes, y se pasarían aüos sin que hubiec;e que pagarlo.
Volviendo al asunto principal, debe tenerse presente que en casi
todas las naciones europeas, al ascenso precede el examen, ya que se
confiera por elecci6n ó por antigüedad.
El ascenso por antigüedad simplemente, sin examen, tiene el inconveniente
de llevar á puesto¡ importantes hombres nulos, que no tienen
otra condición que su valor. Este inconveniente suelen tenalo
muchos de los ascensos que se confieren en campaña, de los cuales hablaremos
1 uégo.
El ascenso por elección tiene, además del inconveniente anterior, el
de que puede conferirse á individuos aptos pero de pocos ser icios, con
lo cual se hiere el amor propio de jefes y oficiales aptos también y de
mayor antigüedad, á lo cual se prestan lai influencias de carácter político,
tan frecuentes en las Repúblicas latino-americanas.
Los ascensos hasta el grado de Mayor deberían conferirse por oposición,
previo examen y pruebas satisfactorias, como en lnglaterra. De
Teniente Coronel á General, a aso podría omitirse ese requisito teniendo
en cuenta que al Poder Ejecutivo le sería fácil obtener la prueba
de aptitudes sin necesidad de recurrir al examen. Mas para ello seda
menester un espíritu de equidad y de justicia poco común. En el Senado
mismo sería difícil encontrarlo para que improbase los ascensos
que hubiese conferido el Poder Ejecutivo sin llenar todoJ los requisitos
legales, cualquiera que fuese la persona agraciada.
Respecto á los ascensos en campaña, suelen tener~ como decíamos
antes, el inconveniente de que se confieren por acciones distinguidas de
valor, á individuos faltos de talento y de instrucción, incapaces en absoluto
de desempeñar las funciones del empleo que se les confiere, con
lo cual no solamente se le hace un mal al servicio militar, sino también
al mismo agraciado, que por ineptitud no puede ser colocado en el
puesto correspondiente á su empleo, y se le ve á las veces sir icndo en
empleo inferior, con desdoro propio y con dificultades en el servicio.
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BOLETÍN MILIT .AR
Para esos casos deberían establecerse, como en Europa, condecoraciones
y recompensas pecuniarias; las cu des existen también en algunos
países latino-americanos.
Es indudable que el más delicado de todos lo~ ascensos es el de
General, por las múltiples condiciones que se requieren para ser un
buen General, cuyos deberes debe conocer en los principios de la ciencia
y del arte mili tares, tan descuidados entre nosotros.
Sería tarea interminable entrar á tratar de los conocimientos y las
condiciones intelectuales y morales que se requieren para ser un buen
General. Corresponde al Poder Ejecutivo considerarlas y pesarlas todas
antes de conferir ascensos que no solamente pueden herir susceptibilidades,
sino perjudicar el servicio militar y las operaciones de la guerra,
amén de no ser honrosos para la Nación, que debe enorgullecerse de
sus Generales.
CoNsTANTINO
--···--
HISTORIA
MEMO:R.IAS
DEL GENERAL PABLO MORILLO
(Continuación)
"Algunos miserables y vagamundos buscan reunirse á Arismendi
para trastornar aún el reposo de que gozáis y enriquecerse
con vuestros despojos ; sed fieles al·Rey. El Todopoderoso lo protege;
el Todopoderoso no sostiene los perjuros asesinos; una
parte de mi Ejército marcha á vuestro socorro ; Ja escuadra navega
hacia vuestros puertos ; nuevas tropas llegadas de España
van á desembarcar en vuestras costas, y este pasible Virreinato no
tendrá más deseos desde el Perú hasta Cumaná, que la exterminación
de los rebeldei que trastornan la paz, y la felicidad de
la nación que ha prodigado sus tesoros y la sangre de sus hijos de
Europa con el objeto de salvar sus hijos bien amados de América.
"Cuartel general de Mom pós, el r. 0 de Marzo de I 816. ,
"MORILLO "
Aceleré mi marcha. Supe que la División mandada por el
Mariscal de campo La .Torre, después de haber batido todos
los restos de las partidas fugitivas en Casanare, vencidos los obstáculos
sinnúmero que le oponían ]a naturaleza y estación de
las lluvias, ocupaba á Pore, capital de esta Provincia, y que era
imposible vencer las nueve jornadas de marcha que separan esta
ciudad del territorio de Venezuela, en tanto que la primavera no
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40 BOLE'l'iN MILITAR
hubiera puesto fin á las inundacione'i del Arauca. Lo anuncié á
los habitantes de estas llanuras, declarándoles en los términos siguientes,
los principios t1ue había manifestado en todas las circunstancias
:
"Habitantes de los Llanos
"La mala estación que retenía mis tropas toca á su fin ; ellas
se pondrán en marcha para realizar los vastos planes del Monarca
más querido y más benéfico; atravesarán vuestro territorio y dejarán
entre vosotros el número de soldados que juzgaren necesario para
proteger los súbditos fieles, y dar la paz de que los han privado
desde hace algunos años las maquinaciones de algunos mal intencionados.
Los soldados españoles observarán, como lo han hecho
siempre, la más severa disciplina; todo lo que se les suministre
será pagado inmediatamente.
"Los facciosos que existen aún, en pequeño número, sufrirán
la suerte de los Olmedilla, Salia Palacio, Linares y de algunos no
menos culpables. Me mostraré inexorable para los que perseveren
en su delirio, aunque no les quede la más pequeña esperanza de
ver renacer los disturbios pasados. Los que no se aprovechen como
acaban de hacerlo los Capitanes Cayetano Azuero y José María
Amaya, lo mismo que el Teniente Pedro Rey, de las amnistías
del 24 de A bri 1 y 30 de ..M a yo, que renuevo aquí, perecerán todos
en los suplicios. Propongo de nuevo estas~amnistías porque,
después de la ruina total de la supuesta expedición del rebelde
Bolívar, no quedan sino algunos cándidos que rehusan someterse
al nuevo orden de cosas.
"Vosotros, habitantes pacíficos, gozad del fruto de vuestras
labores, restableced para siempre entre vosotros esta felicidad de
que disfrutabais en medio de vuestras· esposas y vuestros hijos; no
os dejéis más seducir. El poder del Rey es inmenso, escucharé
vuestras quejas, remediare á vuestras ne esidades, pero guardaos de
cometer el menor atentad e ntra los Ejércitos españoles : aquél
que lo hiciere, será exterminado en el momento.
"Cuartel general de Santafé, 22 de Octubre de I 816.
MORILLO"
Partí ee la Nueva Granada á mediados de Noviembre, después
de haber hecho á los habitantes del país la exposición siguiente
de su situación, del porvenir que les esperaba, y de los
medios necesarios para• alcanzar el más alto grado de prosperidad:
"Habitantes de la Nueva Granada
Desde mi llegada á esta capital, no he cesado de ocuparme de
vuestros intereses y bienestar. El tiempo que debía permanecer en
este Virreinato estaba señalado. Era necesario para poder realizar
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BOLETÍN MILITAR 41
en una pequeña parte los deseos del Rey más amado, S. M.
D. Fernando VII, que no ha cesado de dirigir sus miradas sobre
sus desgraciados pueblos de América. Podéis estar bien seguros de
que la noticia más benéfica para su noble corazón es saber que sus
Generales se ocupan en vuestra prosperidad, que debe ser siempre
el resultado de la industria y de la agricultura.
Vuestros pérfidos y orgullosos seductores, que han pagado sus
crímenes en los suplicios, fundaban la más grande parte de sus planes
en la mentira y deslealtad: os han repetido que las leyes de la
monarquía eran tiránicas, que prohibían el comercio, la agricultura
y la industria; debéis ya estar convencidos de lo contraria, los
diarios del Gobierno os lo han demostrado. Se os decía también
que no participabais de los empleos de la monarquía: esta aserción
es, si cabe, más falsa aún que las anteriores, pues, sin hablaros
de tantos obispos, generales, consejeros de todas clases, cuando
dejé á España, sobre cinco ministerios, dos de los más importantes
estaban desempeñados por españoles de ultramar.
Vuestra agricultura y vuestra industria reclaman caminos para
el transporte y las comunicaciones ; esto debe ser 9bra vuéstra ;
l<.!jos de oponerse, el Gobierno os ayudará, como Jo ha intentado.
Vuestro descuido únicamente ha impedido conducir á su fin esos
trabajos tan necesarios ; la prueba existe en los numerosos registros
de los archivos, atestados de proyectos de esta especie, dt.::sde hace
treinta y cinco años, todos frustrados por vuestras propias intrigas.
Tales son los camino· del ~tindío, Quebrada Colorada y c,.rare,
en que el Estade ha gastado más de 6o,ooo pesos. Los archivos
atestiguan igualmente muchas medidas tomadas en beneficio de
vuestra industria y de vuestra ag-ricultura, tales como se debían esperar
de las Audiencias y de los Visorreyes que las han dictado: son
vuestras dtscordias las que han paralizado todos estos proyectos.
Considerad como ejemplo la vacuna, y veréis cuántos esfuerzos ha
hecho S. M. por propagar entre vosotros su saludable práctica.
He h('cho, como los jefes que me han precedido, todos mis esfuerzos
para propagarla, y veo con tristeza vuestra negligencia é
incuria en un asunto tan impnrtar.te. Creedrne, pues, en fin, que
sois los autores de vuestros males ; males que los m ale volos atribuyen
al Gobierno más paternal del mundo para sus colonias, y que
las tiene bajo el régimen más semejante al de la madre patria.
Muchos de vosotros habéis visitado las colonias extranjeras ;
respondedme, ¿dónde habéis visto refinar el azúcar y manufacturar
el algodón? ¿ ónde se permite dar á la venta íllguna producción
del país ? Todo debe ir á la Metrópoli; y en esta Metrópoli
cuántos Generales, Magistrados y Ministros se cuentan nací-
- dos en las colonias ? ¿ cuántas Universidades, Colegios, encierran
las colonias? ¿ ~é llegaría á vuestras Provincias si fuera
necesario transportar á España vuestro algodón, azúcar, cueros, y
traer de la Península las telas y calzado? ¿Qué nombre daríais
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BOLETfN MILITAR
entonces al Gobierno español ? ¿ En qué estado se encontraban
las Provincias del Socorro y de Qyito? Y sin embargo, es á las
Naciones extranjeras que se confían vuestros sediciosos representantes,
quienes propalan mil mentiras sobre su sistema para entregaros
atados de pies y manos á una potencia invasora.
Vosotros no sois colonos, no estáis bajo la administración ordinaria
de las colonias, sois iguales en todo á los españoles de Europa,
y el Consejo Supremo de Indias es á este respecto un regulador
inflexible.
La sangre derramada por la espada de la justicia era impura,
iba á corromper la vuestra, y sin embargo, los jefes de la sublevación
pudieron evitar el suplicio confiando en la clemencia del Rey,
que les anuncié de Margarita y Caracas y ofrecí en esta última
capital. Hasta Cartagena ni una gota de sangre se derramó. Proclamas
sobre proclamas; amnistías, exhortaciones, nada fue omitido
desde el desembarco de la expedición en el suelo de América.
Ant~s todos los medios de conciliación habían sido agotados por
las autoridade s que mandaban en nombre del Rey en las Provincias
que os rodean. El conjunto de respuestas y proclamas publicadas
y esparcidas por todos vuestros gobiernos facciosos será
un monumento de irreligión, insolencia y de ultrajes para el Rey y
sus representantes. Las vías de la dulzura no han tenido éxito; la
espada los ha vencido, sois testigos. Clé rigos i~norantes r perversos
han manchado con la mentira y el sacrilegio la cátedra de la verdad,
· u lenguaje prueba hasta la evidencia que el Todopoderoso
quería castigar su pueblo.
Continuar~
--~· --
VARIEDADES
México-El Bolet í 11 Milztar número 14- (8 de Julio). Director, Capitán
de Ingenieros, Samuel Garcfa Cuéllar.
EJtudio militar-Estadística del desarrollo comercial é industrial de
los Estados Unidos en los últimos años.
Decreto número 186 de 1 98 (30 de Octubre). Defensa de dicha
disposición legal, que prohíbe asciendan á Oficiales los Sargentos,
sin presentar antes el examen del caso en Aritmética, Contabilidad
militar, nociones de Geometría, fortificación y tiro, Geografía
del país, servicio de campaña y Código Militar. Dice el escritor:
"El papel de los Oficiales es muy importante, y para desempeñarlo
se necesitan hombres de educación, con cierto hábito al
estudio, que en el ejército se cultivará esta cualidad, y de elevados
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BOLETfN MILITAR 43
sentimientos para que sean capaces de gobernar con criterio, mandando
con inteligencia y energía; y para ser digno de esa posición
se necesita mucho más que antigüedad, aun cuando ésta sea
sin defectos. N o basta, para ser Oficial, haber andado á pie, cargando
el fusil y la mochila, usado el huarache, pasar revistas, sabiendo
corregir la mala colocación de una correa y su poco lustre,
hacer listas de revistas y desfilar por el flanco derecho ; el creer
que éstos son los conocimientos, y que los años de servicios son
un título suficiente para que un Sargento use los bordados, es
como creer que un escribiente de bufete, con diez años de práctica,
puede seF abogado, y que un sacristán, á fuerza de ayudar las
misas, conocer las fiestas religiosas y quitar el polvo á los santos,
puede ser un sacerdote."
" •... previo informe respecto á su moralidad y educación, porque
sabido es que con nuestra tendencia al servicio militar obligatorio,
hay jóvenes de buena ilustración que se dan de alta y
que en muy poco tiempo pueden satisfacer estas condiciones (el
examen) ; pero que al llegar á los cuerpos se hunden en los vicios,
por lo que es preciso atender á su moralidad ; si no más
tarde los veríamos arrastrar la espada en lugares de mala fama."
8euión Oficial-El Despacho de Guerra dispone que á los Sargentos
y Cabos que sufran suspensiones de su empleo, no se les descuente
el sobresueldo que hubieran ganado con su buena conducta anterior.
Fija la tarifa de honorarios de los abogados consultores en los
juicios militares. Los jefes y oficiales á quienes se procese pasan á
sueltos, y cobran su haber en la Oficina de Hacienda de la localidad
donde residan-Ascensos en caballería.
11iformaciÓ1t-Movimiento de personal y resultado de revistas y ejercicios
en todas las armas.
Suplemento-Estudio sobre el combate.
Guatemala-Rtvúta Militar número 15 (1. 0 de Julio). Director,
General Luis O valle ; Redactor, General Andrés Téllcz.
El General D. Miguel García Granados-Boceto biográfico de este
hombre público, que fue Presidente de la República.
La Revolución del 71 -Algunas líneas sobre esa contienda civil, en
que figuró en primer término Garcfa Granados.
Urbanidad-Justa reprimenda á .los militares que no tienen civilidad
y buenas maneras, y ayudan con su conducta á que el ejército no
gane prestigio entre los ciudadanos.
Fra11cia é Inglaterra en Africa-Convención del Nígcro y del Nilo.
Efiméridn militares : universales, mes de Julio, Entre los hechos
que recu d¡¡ r ta cr nQ!ogfa d<:scuel an : Batalla de Dorilea, entre
1 so,ooo cruzados y 1 2o,ooo turcos, que fueron derrotados el
1.0 de Julio de 1097; Batalla de Flerus (1690): el Mariscal de
Luxemburgo con 39,500 franceses derrota los 37,800 holandeses,
alemanes é ingleses que mandaba el Príncipe Waldek; Batalla de
Ncwport (2 de Julio de 16oo); combate de Donauwocrth (1704-);
Batalla de Sadowa ó de Koeniggraets ( 1 866) : los austriacos, en
número de 21 5,ooo, con 770 cañones, al mando de Benedeck, son
derrotados por 22o,ooo prusianos, con 780 piezas, regidos por el
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44 BOLETÍN MILITAR
Rey Guillermo ; Batalla de Gettysburgo (4 de Julio de I 863),
en la guerra de Secesión americana; Batalla de Wagran (6 de
Julio de 1809): Napoleón, con 217,451 franceses, derrota en dos
días de lucha al Archiduque Carlos, con zoo,ooo austriacos.
nti Extranjero-Noticias sobre los ejércitos de diversas naciones.
Alemania proyecta aumentar el pie de paz, dotar de teléfonos á la
caballería y de nuevo fusil á la infantería ; modifica el reglamento
de transportes y estudia un nuevo obú~ de campaña. Bélgica introduce
el canto en las escuelas de tropa. l11glaterra experimenta la
telegrafía sin hilos, piensa modificar el reglamento de tiro y ensayará
en la India una ambulancia para los caballos heridos. Francia
quiere ampliar el campo de maniobras de Causse para que
sirva á tropas de las tres armas reunidas, y reglamenta los reconocimientos
que efectúa la caballería. Estados Unidos: Presupuesto
militar, 8o.4oo,ooo ; el ejército de Filipinas tuvo de 4 de Febrero
á 26 de Abril, 198 muertos y I, 1 1 1 heridos ; en W áshington
se fabrica un nuevo cañón de tiro rápido que disparará por
minuto veinte proyectiles de nueve libras y media de peso, con
vel0cidad inicial de 840 metros por segundo. Perú: el ejército
usa nuevo uniforme, construído en los talleres del Estado. Chile:
un Oficial in ventó un cargador llamado Loga, que aumenta notablemente
la rapidez del tiro en el fusil Máusser. Rusia: ensaya con
éxito las herraduras de aluminio para la caballería.
El cafíjn Aramtrong, de I 52 milímetros en montaje de u/ipu-Canjes
militares-Notas-Cer t amen de tiro-Grabados : estatua de
García Granados, General P. R. Barrios-Combates de San Lucas
y Tacaná.
Brasil-Revista Marítima Brazileira-(Número 10, afio xvtn (Abril).
Director, Capitán P. A. Ribeiro Do Cowto.
Eduard~ de Barros Gonda-Biografía de este Capitán de navío que
se distinguió en la guerra con el Paraguay.
Apuntamientos de balística (aplicados á la artillería): inflamación de
la pólvora; estudio de dicha sustancia.
Emayo de táctictl naval moderna: el combate (con figuras), conclusión,
traducido del inglés . .
La guerra dúr1 o-japones a desde el punto de vista internacional (conclusión):
Notable e s tudio de que trataremos detenidamente en este
semana no.
El e¡ orptdo-Su velocidad, radio de acción y potencia destructora
(traducción).
Marina nacional y marinas txtranjerns: de España dice volvió á
enviar á los astilleros de Tolón el Pe/ay~ "que en la última guerra
permaneció inactivo," porque carecía de proyectiles para sus
grandes cañones, en lo que se asemejó al Cristóbal C1lón, "que
no tenía cafiones para sus torres ! "
Argentina-La 1/ustrnció?r Naval y Militar, número 14 (Abril 30).
Revista quincenal que se publica en esmerada edición, hermosam~
nte ilu5trada.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
llOLET.fÑ Mlt.ITAR
Ed~lmiro Corr~4: biografía de este Capitán de navío, Director de
la Escuela na\·al.
El Jtrf!icio umitrJril durante la Guerra hispano-americana.
Bou¡uejo hiJtórico de las campañas navales de la República Argentina.
Reseña hiJtórica del Battfi/Ón 2. 0 de illfantería de línea (continuación).
Emilio Castr6. Necrología.
La Mochila Orzaba/, tipo de morral ideado por el Capitán de artillería
Orzabal, en el cual el peso transportado no gravita sobre las
clavículas y permite transportar mayor cantidad de proyectiles.
Mide 0m34 X o I 2 X om3 5, con peso de14 libras, y bien pudiera
adoptarse con ventajas entre nosotros, donde el modelo usado no
pue-ie ser más primitivo é inadecuado para la guerra.
Noticia¡ biográficas del General Bulnes y el Capitán Orzabal, y
revista de la quincena.
El Porvuzir Militar, números 3 I y 32 (Abril, año xt). Director,
Alejandro Rárnilo-El espionaje militar (traducido del francés)Instrucciones
de combate en orden abierto (transcripciones)Nuevo
uniforme del ejército del Paraguay-El servicio militar
obligatorio en el Perú-Maniobras de cuadros-Modificaciones al
Reglamento sobre servicio interior-Estadística militar.
-----4~.------
:m:. CHOCO A ME:OIA:COS :CEL SIGLO
POH SANTIAGO PÉREZ
Punto de partida-Ansermanucvo-Paso de la montaña-Juntas de Tamaná
( Contimí.a)
De muy buena gana nos hubiéramos procurado extra-oficialmente
los cargueros necesarios, entre aquellos que de los vecinos
pueblos ocurren á Cartago, para darnos sin dilación, no á la vela,
sino á la montaña que por delante teníamos, y que mirábamos
con recelo; si la doble circunstancia de buscurlos en crecido número
y de bab~r caido en tiempo de fiestas, como se uelc decir, no
nos hubieran forzado á tocar con la autoridad. De ésta habíamos
tenido que prescindir, como tambiéu que renunciar á sus auxilios,
cuando á nuestra llegada, casi al ponerse el sol, después de recorrer
de un extremo á otro ]a villa, regados sobre nuestras cabalgaduras
es.trop adas en el ~indío, desfilando en la dirección por
donde nos endilgaban las buenas gentes, y soportando las miradas
y los gestos de más de un rostro africano, en inútil averiguación
del político principal, del político suplente y del Alcalde, ninguno
de los cuales pareció, tuvimos que ponernos bajo la salvaguardia de
un honrado vecino, que, sin ser jefe, fue más político, y algún lugar
hubo de facilitar donde hospedarnos, sustrayéndonos bondades~
mente de la cómica exhibición en que nos encontrábamos.
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46 BOLETÍN MILITAR
Instalados una vez con la mayor incomodidad posible, aunque
con toda la recomendación del Gobierno, en eso que su dueño
modestamente llamaba casitienda, cuando era en realidad un casicorral,
aprovechóse la dilación que á nuestro viaje imponía la carencia
de _recursos para empr~nderlo, en arreglar los instrumeRtos,
adecuándolos para los próximos trabajos; lo que fue causa de sacarlos
á luz, ordenándolos en la pieza única que de todo nos servía,
y que era inspeccionada francamente desde la calle pública, con lo
que se dio lugar á que en el grupo inseparable de la puerta, se cruzaran
diálogos y monólogos como el siguiente, que nos dio á conocer
el juicio que aquellas gentes se habían formado de nosotros
y del objeto que por allí nos llev.aba.
-" Esos anteojos largos," dijo uno, señalando los barómetros,
"no pueden ser sino de mágicos."
-"Cabal," respondió alguno, y añadió mostrando á uno de
nosotros, el Jefe de la Comisión en persona: "ese inglés de las
antiparras debe ser el brujo mayor."
-" Han venido," agregó otro, "á dar en las fiestas funciones
de maroma y de mágica negra."
A loq u e sólo repuso, con tono de admiración, una mulati ta
vecina nuestra:
-"¡Pero sí que han traído cosas los titiriteros !"
Por donde se ve que en Cartago sólo éramos saltimbanquis,
sin que nadie, ni nosotros mismos pudiéramos imaginar, que pronto,
en nuestra carrera corográfica, andando el tiempo, y andando
nosotros también por el Chocó, habíamos de llegar á capuchinos,
alta y barbuda categoría á que nos elevaron en Pasto y Túquerres,
como lo vimos, y por poco lo tenemos que lamentar después.
Nada diremos de las fiestas de Cartago, como que no forma
parte de nuestro actual propósito el hablar de las costumbres de
ese lugar, en que nos en<:ontrámos puramente de trán ito. Supimos
que estuvieron reducidas á juegos de toros y de cachimona
para la plebe, como alguien diría, y á un baile de escote para las
altas clases, como tampoco faltaría quien dijera.
Anuncióse también como cosa extraordinaria, es decir, fuera
de uso, la ejecución de dos piezas de teatro. Pero nadie suponga,
aunque todos lo deben suponer, que se escogieron petipiezas, sainetes
ó comedias al alcance de la multitud, para la que era el obsequio
dramático, comoquiera que la función tuvo por proscenio
un tablado hecho en una plazoleta, y por concurrentes á todos los
que quisieron pasar media noche al raso, con la cabeza descubierta,
y de pie en la calle pública. Dos de esos dramas de grande espectáculo,
en los que al fin se suicida hasta el apuntador, y en que se
habla de lugares, de historias, de pasione , de costumbres, de catástrofes,
de cortes, de príncipes, de cardenales y de verdugos, cuyos
nombres no sabían pronunciar los actores ajicionad1s, ni habían
oído jamás aquellas buenas gentes, fueron los que se eligieron con
un lucidísimo acierto.
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BOLETiN MILITAR 47
Después de un gran rato de espera, durante el cual se pidió
clamorosamente la alzada del modesto lienzo que hacía de telón de
boca, corrióse éste, y entonces fue el reír de los espectadores, que
protestaron, y se resistieron á aceptar por Lord Chamheland, Duque
de Norfold y Sir Grammer, á los tres buenos lugareños que, vestidos
de farsantes como en los disfraces de las fiestas caseras, aparecieron
dandose tales tratamientos, y llamándo~e por tales nombres,
alrevesadamente pronunciados.
Pero la grita subió de punto cuando apareció Enrique vnr,
con una corona que tenía que mantener sobre la cabeza con una
mano, para que no se cayera á lo que ~e movía, y vestido en lo demás
á la derniere de estos tiempos, lo que quería decir no más, que
aquel Rey antojadizo era muy previsivo en materia de modas : y
cuando empezó á hablar, dirigiéndose más que á su interlocutor á
las masas ahí congregadas, de Eduardo, de Maleo/m, de Guillermo
~1 Conquistador, de Guillermo el Rojo, de Edgardo, de David sucesor
de éste y padre de Esteban, de la Emperatriz Matilde, de los Ricardos
de Escocia, y de otros nombres y otras cosas de la Catalina
Howard, demasiado conocidos, por supuesto, tanto en los teatros
de París como en los andamios de Cartago.
Empezaron algunos á desesperarse y á prorrumpir en exclamaciones
que ahogaban la voz de los actores y hacían reír estrepitosamente
al auditorio. En uno de los pasajes más patéticos corrieron
un bastidor, ó el pañolón que de tal servía, y muchos gritaron
á un tiempo: que se quée la puerta/ Lloró un niño de pechos,
y más de una voz se hizo oír con el mandato grosero de
métanle la ubre á esa criatura/ Hacía rato que habían empezado
las pe~lradas, y como estropease una al Dr. Galindo que á nuestro
lado se hallaba, nos retiramos nosotros, muy pagados, ;>or cierto,
de la incivilidad y atra o de aquel populacho soberano, que tanto
decoro y compostura guardaba delante de todas las autoridades civiles
y militares, que, habíamos olvidado advertirlo, estaban también
allí.
El jefe político orden "' al Alcalde, y el Alcalde ordenaría al
Alguacil, como siempr · ucede en nuestros pueblos, la solicitud
inmediata de los peones que necesitábamos. Y con tal actividad
hubo de obrarse, que sólo cuatro días tardamos en ten~rlos á nuestra
disposición, ó más bien, en ponernos noSotros á la de ellos ;
pues que no salimos sino hasta el día y la hora que ell~s tuvieron
á bien ; y en el <.:orto camino de Cartago á Ansermanuevo no más,
varios se desaparecieron, entre ello un tal Segura, que se dio por
muerto al punto de partir, después de haber recibido la mitad del
precio de su alquiler, por donde se ve que el tal Segura no era muy
seguro; y otro que se mandó largar con la carga que había de llevar,
y que por el peso debió de figurarse que contenía algo de provecho,
cuando era sólo de impresos viejos que llevaba el botánico,
para disecar las plantas.
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
48 BOLETÍN MILITAR
Demora Ansermanuevo al Noroeste de Cartago y distante de
él como 1~ legua de camino lJano por el terreno del valle, encontrándose
el Cauca de por medio, el cual corre manso y turbio, sirviendo
más abajo de lindero entre la Provincia de su nombre y las
de la antigua Antioquia. Para salvarlo nos echámos revueltos con
el equipaje y las monturas, por entregas de á tres y á cuatro bultos,
á causa de lo pequeño de la canoa. Hace más de trescientos años
que halló el Capitán V elasco un puente de bejuco suspendido sobre
el Cauca, en el punto de Neguerí; el puente desapareció luégo;
y hoy, después de tanto tiempo, y cuando ya nos hallamos en
los del progreso y la civilización, no á Jo que se ve, si no á lo que
se dice, el Cauca majestuoso y pintoresco, que curre por más de
doscientas leguas desde su origen en el páramo de las P tipas, y que
baña cinco Provincias de las m á ' ricas de la Nueva Granada, no
tiene, con excepeción del de Popayán, muy al principio de su curso,
ni aun como aquél, otro puente de bejuco!
Ansermanuevo viene á ser como el puerto de aquel Océano
pendiente de selvas y de montes. Situada al pie de la gran cordillera
tendida casi de Norte á Sur, á la altura de 972 metros sobre
el nivel del mar, fue el último pueblo del Cauca por donde pasamos.
Distínguese con el adjetivo nuevo de la Anse rma ó Santa Ana
de los Gaballeros, que fundó Robledo hacia I 540, y que está como
á 12 leguas al Norte. Es un montón de casas de ruín aspecto. El
censo da al cantón 1,609 almas. Su temperatura media es de 22'6
centígrados, y se encuentra situada en un terreno llano, de micaesquisto.
Desde Anserma hasta el sitio llamado la Boca, que dista poco
menos de una legua, aunque con sobra de incomodidad, iodavía es
posible pasar á bestia ; dejándolo de ser allí de todo punto, por lo
enmarañado del monte y lo de ig ual del terreno. Hicimos alto en
ese lugar, sobre la fresca orilla de la quebrada Cabecera , que veíamos
cruzar en su torcida corriente veloz, murmuradora y cristalina,
como si fuera una sierpe de plata que alía del corazón de la
selva. Sentámonos en torno de una piedra tamaña y desigual, mesa
lujosa que nos brindaba el de ierto, y con una decision que i
honra no, provecho sí no hizo, despachárno nuesto parco almuerzo
de viajeros. A falta de otras, habilitamos ]as copa de
nuestros sombreros para libar del más que generoso, abundante
vino que á nu~stro lado corría bajo l"s alas de mil lindas mariposas
de variado color, que cerniéndose sobre el cauce de un arroyo, en
prodigiosa multitud, á la manera de flores volantes, formaban sobre
el cristal de las aguas como un velo de gasa tornasol.
(Continuará)
BOGOTA-IMPRENTA NACIONAL
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 112
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Defying Kurosaki kun 4
"Yu-chan. Want to come to my family's summer home?" Yu is Shirakawa-kun's girlfriend now, and he's even invited her on a special trip. A boyfriend asking his girlfriend on an overnight trip can only mean one thing...right? But even at Shirakawa-kun's summer home, Yu keeps running into Kurosaki-kun in the most embarrassing situations that leave her heart pounding! Could it be that she actually wants to obey Kurosaki-kun? Plus, a special bonus story starring Kaji-kun!
Fuente:
Comics Plus
Formatos de contenido:
Otros
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