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Situación de la mujer el Atlántico

Por: Ligia Cantillo Barrios | Fecha: 2019

“La situación de la mujer popular en el Departamento del Atlántico es similar a la del resto del país y América Latina. Vive y se desarrolla en condiciones infrahumanas. Además se inicia en el trabajo desde temprana edad -de 5 a 6 años- en las tareas del hogar, atendiendo a los niños menores, haciendo aseo, mandados y otros. Tiene baja escolaridad, se retira de la escuela cuando aprende a leer y a escribir, pues para parir, realizar las tareas domésticas y atender marido e hijos no es necesario tener muchos estudios. Su ciclo es mujer-hija-hermana-esposa-madre-abuela y tía. En la realización del trabajo productivo fuera de su casa recibe menor ingreso de los hombres por igual trabajo. Está expuesta al chantaje sexual de los patronos. Le toca invertir gran parte de su salario en presentación personal como exigencia para mantenerse en el empleo. Por la carencia de un sistema integral de seguridad social, la empresa debe pagar la maternidad…”
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
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  • Ciencias sociales
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  • Mujeres

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Situación de la mujer el Atlántico

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Imagen de apoyo de  Género, propiedad y empoderamiento: tierra, Estado y mercado en América Latina [Reseña]

Género, propiedad y empoderamiento: tierra, Estado y mercado en América Latina [Reseña]

Por: Magdalena León | Fecha: 2019

Es un texto de una gran importancia para el momento actual. Un documento que trabaja el problema de género desde otras perspectivas. Integra el conflicto alrededor de las fronteras de lo social, lo político, lo cultural y lo económico. "Desde nuestra investigación inicial en los años setenta y ochenta se habían realizado relativamente pocos estudios sobre género y derecho a la tierra, y casi no se había prestado atención a las implicaciones de género de la contrarreforma agraria neoliberal". Es, pues una mirada más amplia y comprometida, necesaria para entender que todos los procesos que vive la humanidad no son aislados y que ellos son producto de las relaciones complejas que vive el mundo.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Otros
  • Investigación de género

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Género, propiedad y empoderamiento: tierra, Estado y mercado en América Latina [Reseña]

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Dislocating women from philosophy: five strategies

Por: Zdenka Kalnická | Fecha: 2019

The paper deals with the feminist critique of the philosophical canon, challenging the fact that there are (almost) no women included in it. In the first part, the author sets up questions helping to open the space for interrogating the current Euro-American philosophical canon, followed by the summary of the development and results of its feminist critique. In the main body of the text, the surveys of the history of philosophy and encyclopedias of philosophy available in the Czech language and used in the Czech universities as textbooks are analyzed with the aim of mapping out the strategies of dislocation of women from philosophy. In the last part, the main reasons for including women in the canon are explored together with some questions accompanying them.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
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Dislocating women from philosophy: five strategies

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Letras y Encajes

Por: Ramón Pérez de Ayala | Fecha: 2019

En Colombia, la pionera había sido la revista bogotana La Mujer, creada 50 años antes y dirigida por la escritora Soledad Acosta de Samper. Sin embargo, mientras La Mujer se publicó solo por cuatro años, Letras y Encajes fue editada mensualmente durante 33 años, hasta 1959. Una aventura de estas pareciera ser un ejemplo de emancipación femenina, pero al revisar la publicación es fácil encontrarse con una postura conservadora que, con todo, da cuenta de cómo se entendía a la mujer a principios del siglo veinte.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
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Letras y Encajes

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Preliminares

Por: José Hilario López | Fecha: 1857

En sus memorias, José Hilario López relata los acontecimientos más importantes de su carrera política y militar, así como los pormenores de su vida pública, con algunas alusiones mínimas a su vida privada.En el prólogo a sus lectores, el autor insiste en cuatro propósitos que sirven como motivación para el registro de sus memorias: ampliar las narraciones de varios hombres ilustres; sugerir datos a los historiadores de Colombia y Nueva Granada; exaltar el renombre del antiguo ejército del Sur y publicar su propia historia.Igualmente, el autor destaca la importancia de su relato como un testimonio particular sobre algunos de los acontecimientos más importantes del siglo XIX: la abolición de la esclavitud; la eliminación de la pena de muerte en los delitos políticos; la libertad de la industria, comercio de exportación, prensa, instrucción, y de conciencia, y la cesación de multitud de monopolios.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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Memorias de José Hilario López

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Imagen de apoyo de  La política y las mujeres: Reflexiones finiseculares

La política y las mujeres: Reflexiones finiseculares

Por: Rafael Antonio Díaz Díaz | Fecha: 2020

Africana representa uno de los primeros intentos que adelanta un académico colombiano y profesor de la Universidad Javeriana con el propósito de poner a circular un texto introductorio, una primera guía a 22 entradas temáticas de los más diversos fenómenos históricos, culturales, económicos y políticos en diversas regiones africanas. Apoyado y avalado por la Vicerrectoría de Investigación, la Facultad de Ciencias Sociales y el Departamento de Historia de la Pontificia Universidad Javeriana, Africana es el resultado de una estancia semestral (primer semestre de 2019) de investigación en el Centro de Estudios Afroasiáticos y el Programa Multidisciplinar en Estudios Étnicos y Africanos (POS AFRO) en la Universidad Federal de Bahía (Salvador de Bahía).
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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Africana: aproximaciones, trazos y abordajes africanos

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Preliminares

Por: | Fecha: 20/05/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,, 1'. ,. i 1 LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER. REVISTA QUINCENAL EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, BAlO LA DIRECCION DE LA SEXORA SOLEDAD ACQSTA DE SAMPER. N.o 16. r MÁR'fES, M:A.YO 20 DE 1879. ~ PRECIO 30 cs. - · =-==--==~====== ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LA 1\!UJEH. EN LA CIVILIZACION. CAPÍTULO OCTAVO. L.A MUJER GRIEGA. ( CONTINU.AClON). III IV DURANTE toJo. la primera parte de 1 En Grecia la poblacion se componía la historia de Grecia las mujeres no de dos clases enteramente distintas: hacen ninguu papel allí diguo de ruen. 1 los ciudadanos libres y los escla·vos. cionarse. Los últimos, llamados ilcta.s en Espar. Cinco siglos á o tes de nuestrn. Era, 1 ta., eran dcsgTaciadísimos y sus amos poco más ó ménos, fué que empez6 la tenían sobre ellos derecho de vida y magna y prolongada guerra. de Grecia de muerte. "Estos esclavos (dice el con Persia, en la cual, merced al amor ya citado autor de la 'Sociedad Domés. patrio, y al heroísmo griego, los pe- ¡ tica ') eran tenidos por muy inferiores queños pueblos de la Grecia supieron á los animales domésticos. Podían ser superar ú las grand•.s fuerzas y pode- insultados impunemente, y nunca se río asiático de los Persas. Tanto duran. les administraba justicia, cualesquiera te aquella guerra., que tom6 el nombre que fuesen sus motivos de queja.." Plu. de !Jleda en la historia, como despues tarco, hablando de la legisla.cion de de el fa, algunas mujeres griegas se hi. 1 Esparta, dice que babia una 6rden l!a. cieron notables, no s6lo por su heroís. mada secreta, que era esta: Los amos roo y valor, sino por sus obras litera. que tenían la. vigilancia de los jóvenes, rías é instruccion artística y filosófica. 1 de cuando en cuando escogían á los que Esta fué la Edml de oro de Grecia. les parecian más avisados y los envia.. Pero ántes de enumerar pers{)nal. bao al campo, uno por aquí, otro por mente á ca.da una. de esas mujeres no. allí, con dagas y lo que necesitaban tables procurarémos estudiar la posi. para su manutencion solamente. Estos cion que las griegas ocupaban en la. j6venes diseminados por el campo se sociedad, y la inftuencia que podia.n te. escondían de dia en algun lugar oculto, ner en RU n.acion. donde descansaban, luego á boca. de TOMO II. 10 • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 78 noche salían á espiar los caminos y gen caritativas que las recogían y mataban al primer ilota que encontra. cría n. bao. Esto para ejercitar el valor y la U vez que la niña er3 l'l.ceptada. astucia de los jóvenas! por 1 padre de familia, inmediata. Sin embargo, si la suerte de los es. roen se la consignaba al interior de clavos en Aténas era. ménos cruel, la. la e '.l., 6 gineseo, en donde la cria. de la mujer no era. por cierto muy sua. bao parada enteramente de la socia. ve, y se la con~:ideraba como esclava y dad asculina, sí se intentaba educarla. propiedad del hombre. ue fuese honrada madre de fami. Procurarémos extendernos un poco su casa. Era. prohibido que las m(LS acerca de la posioion de la mujer muje es saliesen sino tlD casos determi. griega en In. sociedad, en atenciou á nn.ilo ~por las costumbres del país: por que los modernos fil6sofo11 han dicho ejem lo con el objeto de asistir á alguna frecuentementtl que el ideal :le la. ~>uer. cere~ onia en el templo, 6 á algun re. te que debería tener la mujer de gocijl público 6 de familia; pero esto nuestra época es la de la mujer griega. no d eria hacerse si no tba.n acompa.. Apénas nacia una niña en casa de ñada por un séquito de esclavas y es. un ciudadano de A.ténas, cuando anun. clav . Si á pesar de todo esto se las ciaban este acontecimiento poniendo acus a. de babor faltado á alguno de encima de la. puerta de entrada una. sus d bares, los .Magistrados las decre. tirilla de lana. tejida, dmbolo de lo ta.ba. una multa. en dinero, y la. Reo. que debería ocupar á la reoieu nacida tenci se et~cribia en una. tabla que He durante su vida. • Olvidaba advertir oolg a en el pa!'eo p\íblico más cer. que este anuncio del sexo de la recien cano á su casa. nacida no se hacia sino des pues de que Se encargaban de las huérfanas los el nifío 6 la nifía era aceptada como parí tes más oercanot=~, que tenían el •mya. por el padre. Envuelta en sus debe' de casarse con ellas. En el ajuar mantillas, apénas oacia, la. ponían á los del novia ponían una sarten, símbolo piés del padre: si éste la alzaba era de 1 cuidados domésticos : los novios prueba de que aceptaba. á su hija con debi u comer bellotas en un mismo los deberes que le imponía. la. paterni. plat en el banquete nupcial. dad,- pero si no le hacia callo, y des. L mujeres do alta categoría pasa. viaba. los ojos de la infeliz, manifestaba ba.n na. vida ociosa y desocupada, pues con esto quo la criatura estaba conde. no 1 eosefiab:tu ninguna cor~a, y les nada á muerte, 6 por lo méoos al ex. era rohibido hn~;ta. opinar sobre cua. trafían1iento perpétuo de la. casa pater. lesq iera matetia; jamas recibiau vi. na. Esta. conducta la observaban fre. eítaA masculinas ui se asomaban á Ja,¡, cuentcmeute los griegos cuando se ven nas; no podian usar sino vestidos considernb:~o demasiado pobres para que o tuviese u borda.do6, y para prohi. mantener muchos hijos y educarlos, 6 birl mejor se promulg6 una ley man. cuando creían que ya te01n.n los sufi. dan que sólo la..'i mujeres de vida cien tes. Natnra.lnHmte las roujeres et~m los podían llevar. Una cosa, sin ' ln.s que corrían mayor ries~o de no emb rgo, les era permitido en union de ser aceptadas por el padro de fa. las o ras mujeres: pintarse el rostro, milia: entónces Stl las tiraba por una las e jas,lo11 labios y echarse polvos do. roca nbajo para que se matasen 6 se rado sobre los cabellos para parecer ru. las llevaba á un desierto para que m u. bia.a adema&, era moda en una época ser riese u de ha.m bre 6 presa de las fieras, a~ta de cuerpo, y ent6nces unas y otras 6 cuando ménos las exponían en algnn d1er n en usar eleva~os tacon?s en sus portal, eu donde algunas veces babia za.p s. Cuando sahau de dla lleva. ban grandes y pequefíos paraguas, y * El varonao anunciaba con una. corona cub an~>e la cara con un velo traspa. de olivo : síruboh• de la agricultUl'a. ren ; si era de noche, sus esclavas las Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 79 alumbraban con antorchas de variados colores para distinguirse de las muje­res de mala vida. Hasta que la mujer casada tenia el primer hijo era considerada como es­clava, y ni aun podía pasar de un a:po­sento á otro sin el permiso de su ma­rido. Pero una. vez que daba ú luz su primer hijo gozaba de mayor libertad en su hogar. Lns mujeres que vivían m:is holga­damente eran las de mala reputacion moral, y así como las primeras debían ser completamente ignorantes, las se­gundas todo lo aprendían, y podían de­dicarse á lo que mejor les inclinase. Atendidas, visitadas y obsequiadas por los horubres, estas mujeres tenían una. vida. muy feliz cuando La.bian recibido una educacion esme't'a.da. Cultivaban con acierto las ciencias, las artes y la literatura, y formaban una fa.lange uu­merosísima en Aténas, pero de éstas nos ocuparémos despues con mayores pormenores. Las mujeres plebeyas eran en reali­dad las m's privilegiadas entre las griegas, puesto que, unida ú la liber­tad ele sa.lir sin trabas á la calle, vi­vían en su ca~a. á su gusto ocupadas en sus faenas caseras, y si en realidad sus esposos y padres ejercían sobre su suer­te uua influencia ilimitada, por lo mé. nos los Magista.dos no se ocupaban de ellas, ni dictaban leyes que las tirani­zasen y pusiesen en vergüenza. pública. S. A. DE S. ( Oontinua.?·á ). FRAGMENTO DEL EVANGELIO DE SAN MATEO, CAPÍTULO VIII, DEDICADO Á NUESTRO SANTÍSIMO PADRE PIO IX. Sin temor á los vientos, prcsuror.a Atravesando va la mar undosa Muy léjos de la orilla UM frá0'ÍI barquilla. En ella van humildes pescadores, Que si no son señores De castillos, ni tierras, r.i mesnadas, Sut1 alma" abrasadas En casto amor y caridad ardiente, Consagran al Señor Omnipotente, Al b!aestro divino Que de inmortalidad mut'stra el camino. ¡ Callad! tranquilo duerme Y su serena fuz pinta el sosiego ; Le. paz, el santo amor, su sueño velan, Y en sus sienes destellan Fúlgidos rayos de divino fuego ; Mecen su sueño blando Loa remos y la brisa. murmurando. De pronto el Noto fuerte, Rebramando e.menua con la muerte, Y la revuelta y acrecida espuma, Como á ligera pluma, El esquife levanta al cielo mismo Para deapnes hundí rae en el abismo ; Oual funenria tea El rt.yo entre las nnbea centellea, 1:' el discípulo amado, Oreyéndoae perdido Exclamt. de pavor aobrec_ogido: 1 ¡ Señor 1 ¡ Señor l j piedad que perecemos 1 Sólo á lí nos voh·Nnos Henchiilos do lc01or y de esperanza; 1 Sólo tú la bonan,;a 1 1'ornarás ó. los vientos irritados, Que, fuertes y bravíos, concitados En nuestro mal pelean ; ¡ ~lirad que nuestras fuerzas ya flaquean 1 Ent6nCI's el ~iior alza la frente, Y con su diestra ruano, Extendida del Sur al Occidente, Su espíritu les muestra soberano. Y súbito el furor de la tormenta TÓI"Pase en calma ; las terribles olas Al último confin del orbe ahuyenta Con au soplo el Señor, y el barco leve Al suspiro del céfiro se mueve. De admiJ'llocion y pasmo poseídos Fueron los pescadores Cuii.Ddo vieron calmarse los horrores, Aplacarao los viento&. Y volver á. la paz loe elementos, Aunque la nave del Apóstol Santo Por el fiero huracan es combatida, Jamas perecerá: con el quebranto Será hostigada, pero no vencida, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 80 LA MUJER. Y tú, gran Pio ~no~ Mártir de la ambicion y el despotismo, A.nuque es excelso trono, Tú que al catolicismo Añauiste un floron, y á la hermosura 1 Dll la Sant4 y la Pura, Recibe mi tributo y el respeto Del acendrado amor. Sobre tu frente, Hermosa y venerable Del génio y la virtud incomparable Lució noble auréola. j Oh, Parca inexorable, Que caminas incierta, j Oh, que tu mano yerta, Respete el hilo de oro Del que es hoy nuestro bien, nuestro tesoro 1 .Mis plegat·ias escucha, máa en vano, El tiempo es inhumano, Y con su ráudo vuelo Le arrebata por siempre de este suelo. RAFA'ELA DELGADO DE LAPLANA.. (De El Eco de Có1·doba). LOS DESCUBRIDORES. CUADROS HISTÓRICOS Y NOVELESCOS-SIGLO XV. (CONTINUACION). ALONSO DE OJEDA. CUADRO V - 1494- H A 1 T 1 • minio de cinco caciques diferentes y I rivales elltre sí. LA isla de Haití, como la llamaban Magníficos bosques cubrían casi por ~~ los indígenas, 6 Espa:ñola, como la bau. entero la isla y daban riquísimas ma­tizó Colon, 6 Santo Domingo, como la deras y frutos de diversidad de espe. denominaron en seguida los franceses, cies. Abría.nse aquí y allí anchos cla. es, despues de la de Cuba, la más gran. ros entre las selvas para dar lugar á los de del archipiélago de las Antillas. caseríos de los naturales y á las semen. ~1ide en su conjunto 6,000 leguas cua. toras de maí~, yuca, platanares y otros dradas, y en su centro ,se levanta una alimentos favoritos de los indígenas. cadena de monta.fias cuyas ramificacio. 1 Sin embargo en el centro de los cerros nes se extienden hasta la. costa., dejando más elevados el paisaje era. agreste y entre sus contrafuertes y estribos ame. salvaje, áspero y estéril, y en la cumbre nos valles, hermosas hondonadas, quie. de ellos la vegetaoiou era triste, elsue­bras y precipicios. Los cerros van dis. lo pedregoso y árido y el clima írio y minuyendo al acercarse á las orillas del destemplado,- pero en compensacion mar hasta convertirse en ligeras coli- hallábanse algunas minas de oro en nas en unas partes, y en otras en lla. aquellos recónditos lugares, cosa que nuras regadas por gran número de halagaba má8 á los espa:ñoles que )a 11 caudalosos rios y riachuelos, en cuyas vista. del paraíso terrenal, si en él no arenas los compafieros ue Colon encon- hubieran hallado el maldito metal. J traban rastros de mineral de oro. En La vegeta.cion en las orillas del mar 1 el siglo XV la bella isla estaba pobla. era hermosísima en torno de preciosas 1 ua por una raza de indígenas que, se. y abrigadas bahías, puertos y ense-gun los cronic;tas del tiempo, eran bien nadas, sombreadas por bosques de pal­conformados, de carácter suave, hoapi- meras y frondosos árboles y arbustos, talariosybondadososbastaladebilidad. rodeando caseríos a¡entados en la ori- J Formaban cinco naciones bajo el do- lla del mar tranquilo y trasparente, y . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , ,-.;·~.:_----------- -·~----------11---- - ~·----------- R E V 1 S T A Q U 1 N C E N 1~ L . 81 so_b...:r:.e..._e_l_c_u_a_l _p_are_c _i_óle_s_á_lo_s_e_s-pañoles 1m ala volunt~l con que los demas mira. que jaUlas se desencadenarían las tem. ban al iudígepa, -la cual ~;e confirmó pestades que tan frecuentemente visi. m(u; entre ellbs cuando 1t los pocos dias tan la. eguraron que habian muer- car una ciudad y cultivar los fértiles j to todos eNos víctiwas de sus malos terrenos que !'le extendían Mcia el mar 1 instintos: qua de su orgullo y con- r las riberas de los ríos. Colon tom6 ducta desordenada, se originó entre pose"' ion de 11.quel si tío promediando ellos una completa desmoraliz.a.cion, el mes de I?~iciembre de 149~, y le y cualnninaal4Js feroce"~, unos habinn puso el nomb re de la reina, su pro. muerto en riilas particulares, otros ñ tectora. Inm ~dia.tamento empezaron manos de los inJ1geuas ultrajados on con brío los t abajos de levantar mu­sus intere~;ea y en sus familias¡ y chas casas, ed ficar el templo y limpiar por ultimo, loa domas guerreando con- el terreno pa a semeuturas. C~mo to­tra el cacique más poderoso de In Jos trabajaba! en sus respec•1vas ca­i• la. Este Labi:L 'bajado de las mont.aJJas, sas :y daban 1 lguuas l1oras del dia ' en donde teni:uus dominios, y atacando edificar la igll>sia, ésta en breva estu­á los intru808, los haLia matado á to. vo concluida y el 6 del siguiente dos, no obstante el defenderlos á mano Enero, dia de la Epifanía, el padreBoy. ai'IlUlda Guacanagarí, cacique de aquo. le, ayudado d1a los 12 eclesiásticos l}Ue llas tierr..,, el cual había protegido ú con él habiap pasado á Ioclias, dijo los espatlolea con una abnegacion dig. ll misa en el pr mer templo cristiano le­na de un cristiano, y un cariño y una vanta.do on e Nuevo Mundo. hospitalidad poco 6 nada. agradecida Una vez qt ~ Colon plante6 la colo-por ellos. nia y vió que parc'bftba pt4.peramente, En el primer momento los cornpañe- pensó enviar l inteno,· del país algo­ros de Colon no quisieron creer en la nos de sus má~ audace é inteligentes lealiad del cacique GuacaDagarí; pero capitanes ú qt e dCS!Cubriesen y diesen en vista de la. lrerida que éste babia re. noticia de lo< ue allí babia: entre ellos eibído en el combate contra el cacique á Alonso de Ojeda, que ya se babia he­de laa montaiias, de las l~rima.s que cbo notable pior su valor y espíri*u em­derram6 y pro,estaa de fidelidad que prendedor. l~ando los exploradoree hiao, Colon lo &hsolvió de toda parti. volvieron 8 ~ !sabela con buenaa noti. cipacion en la c\eltruccion de la inci- cias, no aolam~ute de la belleza, ferti. piente colonia espalola, y le devolvió lidad y riquet¡a del país, sino Ymbien ou coaliaua y .,.;.tad, A ~r de 1& de la bueD& Et que lea habiau Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------------ ------- - ---------------- 82 LA MUJER. hecho los indígenas, Colon resol vi6 ero- tos que producía la tierra y preferían prender personalmente un paseo mili- comer las averiadas y escasas provi­tar por el interior de la i~;)a cou el siones, restos de las que habían trai­objeto de mandar edificar una íortale- do de E hombros le pendía un rico carcaj ba. de arribar do Espafia con provi. enga'!tado en oro con flechas igual. siones y pertrechos. Por último Ma.r. mente lujo~as; su maca.na, con ser la garít y los más amotinados se apode- más fuerte y pesada de todas, tenia in. raron de a.lguuos buques surto<> en el crustaciones del mismo metal para att­puerto, y se hicieron á la vela con di. mentar el peso; arreos que decían reccion á Espaiia., dejando la tropa ar. bien á su porte reposado y á la fiereza mada sin Jefe, diseminada en la. isla y de su mirada, que infundia temor en entregada. á toda clase de des6rdenes. todos los suyos, méoos en su mujer fa. vorita, é inseparable compafiera, p~~.r. Il ticipante de sus glorias y pel ióros. Lla. mábase Anacaona, "' y su nombre se El eacique más valeroso y potente pronunciaba con respeto y temor en de la. Española (el que babia desba.ra.. toda la isla, por su audacia y valentía, tado á los colonos del fuerte de la Na. causando la admiracion de los guerra. tividad) se llamaba Ca.onab6, y era ros rle su marido que la creían invul. sefior de la. rica provincia de Maguana. nerable. Era mujer de raro ingénio, Hijo de un Jefe Caribe y por consi. muy hermosa, mús blanca que los que guiente de génio altivo, inteligente, la rodeaban, puesto que nunca se pin. perspicaz y de gran valor, era induda. taba el cuerpo, que ora elegante y bien blemente el llamado á ponerse á la formado. Engalanábase con armas de cabeza. de los indígenas, que le raspe. guerrero: vestía llD delantal de visto. taban, admiraban y temiao. La erec. f'as plumas, iguales á las de su penacho cion del fuerte de Santo Tomas, en las y brazaletes; sartales de pepl\5 rojas tierras más inmediat.as á sus habitacio. mezcladas con brillantes plumajes la nes, babia indignado al cacique, pero adornaban el pecho, la espalda y rodea. no babia apelado ú las 1umas miéntras bau los tobillos. el ejército de Ma.rgarít tuvo algu. Despues de una. corta alocucion, en na apariencia de disciplina. Preparó. la. que Caona.bo dabclo cuenta de sus se, sin embargo, en secreto, aguardando propósitos é intenciones acerca del fuer. una oca.sion para caer sobre el fuerte, te de Santo Tomas, y dadas sus órdenes y acabar con los 98pafioles cuando e~- j do cómo babia de ejecutarse ol ataque, tuviesen m:is desmoralizados, como lo 1 el jefe indio emprendió marcha. por las babia hecho tintes contra la Navidad, 1 veredas más ocultas en la profundidad con ta.n buen resultado. Al fin le llegó de los bosques, con ánimo de asaltar el la noticia. de la desercion de Marga. 1 fuerte cuaudo ménos lo esperaran, per. rít, y juzgando que el fuerte de Santo suadido de que el jóveo O jeda, que lo Tomas estaria mal defendido, determi. comandaba, no tendria noticia alguna. n6 desbaratarle completamente de un 1 de la aproximacion de tan formidable golpe. Reuni6 diez mil guerreros ar. hueste. mados con fiecbas, macanas y lanzas - Poco ántes de avistar la fortaleza. terminada.> en espinas de pescado, - maod6 C<.~onab6 que so detuviera la cubiertos los cuerpos con pintura. roja vanguardia íi orillas del l'Ío, para des. y negra, las cabezas coronadas de plu. cansar, á fiu de llegar frescos al ataque, mas brillantes, lo qu& les dE.ba. un as. 6 tal vez para dar tiempo de que Ana. pacto en verdad aterrador y horrible ca.ooa. recorriese las a.pifiadas filas de á la. vista. del hombre civilizado. guerreros, hablara á cada uno por su Ca.ona.bó era jóven, de crecida. esta. * P 1 b . .6 b jl d L 11 d to . fi mí a a raque s1gm ca a 01· e oro. a ca-tura Y ga ar o aspec · su sono a, cica era poetiza y componía cantos guerreros un tanto feroz causaba terror, porque en conmemoracion de los hechos do sus he­todo él, desde la. raíz del cabello hasta roicos antepasados. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --- - -------------. 8-! LA liUJER. nombre, y distribuyera., entre los que de su morral. Cuando se lo permitían en otras ocasiones se babinn manifes- las circunstancias, lo descubría y lo tado más valientes, algtmas flechas de fijaba en el tronco de algun úrbol para su propio carcaj, recordándoles 6. todos invocar la proteccion de la que babia que ella jamas hn.bia presenciado uua erigido en patrona suya y consagrádola. derrota, y siempre en todo combate ha- todos sus pensamientos de afecto reve. bia. sido vencedora. rente: la. pedia su amparo en toda riiia L es dejarémos aquí entre tanto para 6 batalla. y se consideraba seguro aun en pasar al campamento español y descu. las m{IS peligrosas empresas." brir si por ventura Ojeda· tenia. noticia 1 Al vigilante Ojeda no pudo ocultúr­del peligro que le amenazaba. sele el inusitado movimiento de los 1 guerreros de Caoua b6, y comprendien- III do el peligro en que se hallaba, se apartó por \lD momento del lado de sus La fortaleza de Sauto Tomas estaba advertidos compañeros de arruas, subió bellamente sitnada.en una altura y ro- ú la torre, é hincándose al pié de la -deada. casi por completo -del rio Ya.ni- Vírgen, invocaba en una ferviente ora­que, de corriente fuerte y ruidosa en cion la protecciou del cielo, y al mis. aquel sitio, rompiéndose contra muchas mo tiempo levantábase en su mente el piedras de ja y los lejanos ojos levantados y fijos en su Vírgen, montes. En ar¡uella. .torre tenia. Ojeda implorando el socorro de la divioiJad, &u habita.cion, cuyos muebles se com- no porque tuviese miedo, sentimiento poniao. en resúroen de un lecho forrua. para él desconocido, !>Íno porque tenia do por dos tablas sobre troncos de ÍLr- una. gran fe y seguridad que todo estaba bol, uu banco igual, relucientes arruas en manos de Dios, y que sin su ayuda colgadas del muro toscamente emba. no había saJvacion; su corazon abrigaba n·ado, y en lug:n preferente de la es- aquella fe que todo lo vence, todo lo ta.ncia un crucifijo de madera. y la pe- da; que infunde brío ú los m(IS débiles queña. Vírgen J>Íntado. al óleo, que re- y á los más valientes acrecienta su cibi6 del Arcedeano Fon~eca,eu nombre energía y su pujanza,- tenia fe en de María. Desde que Ojeda tuvo en su Dios, en la intercesion de lo. Vírgen, poTEL'CCTOJ.L h truirooa 1 no~ea verdad? y al mia. mo · ompo distraer nuestro espíritu, F'RECUE:STEllE:STEnos han pre8\Jntado sac dole de la triste prosa de la vida ¿qué regla debemos segutr las mujeres rea 1 para. elevarle ' regionea en que en nuestras lecturas ~ y por cierto la el a 6e solace y deacano;e de la.s fae. cuestion es cosa. mucho más gro~ do naB errcstrea. lO que ' primera vista parece. ro para guatar de la. lectura y -------------------------~~~----------------------------------__, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 87 am'ar la buena literatura, es preciso llos libros que hemos leido acerca. - de tener el espíritu educado y preparado 1 este tema ninguno nos inspira más el terreno para recibir la simiente. Es confianza y nos satisface como el ti tu­decir, haber recibido alguna. educaciou. ¡la.do "Mujeres sabias y mujeres estu-diosas," obra de Monseñor Dupa.uloup, - Obispo de Orlea.ns, muerto última­" La educacion se divide en doR par. tes (dice madamll. Gatti de Gamond) la educacion mora.l, es decir, el desarro­llo del alma, y la. educacion intelec­tual, es decir, la cultura. del espíritu. Estas dos se unen estrechamente, por­que la conciencia., que es el instinto del alma, no es sino el buen sentido que es el instinto del espíritu. El sen­timiento y la razon exigen, pues, un cultivo simultáneo pa.ra que haya. edu­cacion. "Culti\'ad el espíritu á expensas del sentimiento y formareis un juicio fa.l­Reado; cultiva:! el alma sin cuidarse del espíritu, y el sentimiento no servi­rá sino para det~camino.r la. ra.zon du­rante todo el curso de la vida." mente.,. Estractarémos en este artículo, pues, todo aquello que nos parezca mús dig- 1 no de atencion con respecto á nues­tras mujeres, y adecuado á nuestras costumbres, intercalando algunas ob­¡; ervaciones propias del asunto y desa­rrollando las ideas qtte más nos convie­nen en Colombia. Dirigiéndose el Obispo de Orlcaus á aquellos hombres que son enemigos de la instruccion en la mujer y que la quieren siempre ignorante, dice: " El retra.to trazado por Salomon no es de la mujer que sólo se ocupa de las cosas vulgareR y materiales, sino el de la mujer inteligente; y si sus hijos - se levantan para procltunarla. glorloSi1 • • • • 1 y bien ~venturada., es porque tiene el N os dmgtmos, pues, á las muJeres ! pensauuento levan lado 60bre las cosas que han recibido alguna educacion es- de la vida; prevee el por\'enir, atien. colar y que, terminadas aquellas ta.- de al cuidado do las almas, y e!.tá en reas, desean instruirse positivamente, todo á la altura de los más nobles de­- ya qne en la mayor parte de los co- 1 bares y sérios pensamientos; en una Jegios la enseñanza, no pasa de los pri- • palabra es la digna é iutehgunte coro­meros elementos de la educacion. pañera de un esp~so que e;.ttí sent.a.do En realidad, la verdadera educacion ú las puertas de la ciudad, sobre los del espíritu entre nosotros no empieza 1 primtJros escaños de la justicia. sino cuando ya se han despedido los ... " Despues del Evangelio, la. m u. maeetros, y cuando las lecciones no son jer ba ~ido levantada y ha tomado no. obligatorias. Una vez que el camino blo pue.c;to en la soctedncl humana. que lleva 6. la 1ustruccion es nuestro, ·• Lo que yo ruego, lo que yo deseo y que podemos escoger las lecturas que ' es, qne censuras ridículas, nombres más nos agradan, ese es el momento groseros y néciRs burlas, no la obliguen j propio para. buscar los libros que nos á det~cender del alto podest.a.l e~ que convengan y fijarnos un sistema. de es- la colocó el Evangelio y la entreguen l tudio que desarrollo nuestras faculta. á la. frivolidad y n.l materialismo de la ¡• des naturales. 1 vida.. Tenemos á mano varias obra.s que " Comprended biea lo que deseo; lo ' tratan de esta. materia, pues nunca nos que anhelo no son mujeres ¡;a. bias, si no atreveríamos á da.r consejos sin. a.po- ·- lo que es preciso 6. sus hijos y á sus 1 ya.rnoa en terreno firm.e,- e~ dec1r, ~n • La traduccion española. de la obra del ! la. palabra. de personas 1natnudas y d1g- Obispo que tenemos á ):1 mano es de doña 1 1 nas de toda. confianza.; pero entre todos Mana de la Peña. : 1 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 88 LA M U .T E~ R. maridos- mujeres inteligentos, juicio. . .. " En la. mayor parte de los libros sas, pensadoras, instntidas en todo lo en q 1e se habla do la mujer, de su des. qtlO es útil ~oabor como madre~;, como ttno, de su virtud y de su mérito, léjos 11 no:Jns ele casa. y como mujeres da socio. de e msidera.rlo. crcadn á la, imáge1~ de {!ad, sin desdeñar jaro!\!> 1M lahorcs Dio 1 inteligtnte, liln·e, lt.ES.PONSABLE • manuales ; que sepan trabajar ocupan. DE S B ACCIONES DELANTE DEL CREA-j 1 Jo ~>tl inteligencia y cultivar su alma DOR, la hacen propiedad del hombre, outera. creacla para rl s61o, y sin más fin que "La mayor desgracia del hombre, él. l!ln estos libro¡; la mujer es un sér 1 lo que más ha de temer, Oh trope~nr deslumbrador que 110 ndora sin r~s-con una mujer ligera, frívola, perezosa, peto ¡ y en el fondo un 11ér inferior, desoc u~da, ignorante, desabrida, ami. cuya existcnciB no tiene mtí.o objeto ~n de los placeres y de las divefljione.;, que !31 placer y In frivolidad del bom­mcapu de todo estudio, de toda aten. bre, dependiente, ante todo, de éste, cion perseverante, y, por consiguiente, que ~s su único duofio, su l~slador, iniJabilitada de poder tomar una parte su J 1ez ; eoteramoutc como 111 no tu. activa y real en la educacion de sus vier ella alma, inteligencia ein líber. hijos y en los negocios de la. casa de tad oral, como 11i nada fuera para tsu marido." ella ios, y como ei no le hubiera dado nec~ idades á liU alma, facultades, as. . pira< · ones y, en una palabra, derechoa Está, pu~s, sentado, con la auton. y del es. f;e declama, con razon, con­dtul, del Ob_tspo .de Orleans, fun.dada en tra. }¡a frivolidad de la mujer y el deseo e l }.vn~geho lDIS~o, qno la muJer para de aHrad~tr, que parece en ella innato, ser mUJer cumphdora de 6Us deberes pero tan s61o so debe á la falsa educa. y ad ec u:u.l~ para. ser. buenn cspo~a. y ciou quo recibe ... " , b.ueu:~. t~r.~ re, t'~ prec1so que liOa wte. " JEl deseo de agradar, la ligereza de l l{)ertfc l' 'ti!Bl?'!Ltda . cará !ter¿ uo la. n.liroentan por ventura, oose ándola cou1o único término de su oxis ucia el hn.cerAO querer de1 hom. 'MIÍs léjos añade : bre ? i Qué extra!Io, pues, que cifro " Dios no dá inútiles dones ; en todas toda su a m bicion en ol bien parei:er? ... su ~ obras hny una rn?.on, hay uu fin ; " : aro. los pagano11 la mujer es un si la compatiorn del hombro os uuR 6ér a radnble, pa~i...-o, aubalterno, crea. criatura rnzonable, ~;i, como el hombre, dos 1\monte para su regalo: pero el ha sido creada á imógen y somujauza cris lani~ruo pien~a y obra de otra ma. do Dios, si ha recibido como .él d:!l uem ~ la virtud cristiana en el hombre Creador la sublime iuteligeocin, es y en la mujer ha de ser voluntaria, para utilizarla. • uobh , activa, inteligente .. . " Tanto mú~_;, cuanto quo todos los . . ' E!; 1Hil á los maridos sin virtud, donua recibidos de Dios hRn de I:HJrvir ten mujeres sin valor 6 va.lieudo tan y ser cultivados. La E~crituro. lo de- poc como ellos; y por lo mismo in. claro. así; las almas, corno la. tierra, ca es de interveUlr contra sus des. cuando so la deja yermo., aolo produc.n órde es. plantas silvestres, spi tUI8 et tribtdo8, y " a mujer superior se impone nl llios uo ha hecho, como la del hombro, mari o sin darse cuenta de ello tal el alma de la mujer para ser ustéril, vez; pero lo hace sufrir la influencia ligará v enfermw tierra. de su recto juicio y le impide entre. ' ' TÓJavía m~; toda. criatura inte. garsta á .us capricboe. H~ aquí por qué ligoote dará cuenta ~ Dios de esos do. los Dlaridos vici0101 necesitan mujeres nes ; cado. uno, en el dia del juicio, ign ~ntes. ser6 tratado segun lo recibido y el " a naturaleza habla en alta voz; empleo y fmto de ello. la. n turaleza. humana pido ser inatrui. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 RE V I S '1' A Q U l X C E N • dn. y elevada en todas sus facultades. cion . . No ha:r que hacerse ilusiones: He do decirlo: yo no he encontrado los principios ·rígidos y las OQU¡>II.CÍones nado. peor que la restriccion de la!i fa- frívolas, la de ocion y uno. \'Í().a sinl­cultades intelectuales y el Jesprucio plemente mat ~rial y rnundt\nn., eogen­do las exigencias del espíritu; hambre dran 6. esas m ~·eres sin rocuq;os pro­y sed sin ~tisfa.cer. ¡De ahí ese de~eo- pi os, casi sien re insoportitbles á sus que es un tormento de saber, que á maridos y au á sus propios llijos. falta de la. verdad y ciencia fe nutre "Pero dejad ú la mujer algun!\8 horas de falsedades y desvaríos; de ahí esas al dia de tra.l) jo intelectual, en que pasiones buenas y generosa.'! en 6\l orí- las facultade!1 ~el alrua se e(¡uilibreu; gen, que se desvían de la verdad y la en las que todp se ordene en su Cl;píri­virtud; de ahí e~>as tortuosas senda¡¡ tu; en las que descanse su fatigado en­que atraen á la ignorancia, que no sabe teudimiento, )' su buen flentido y reo­juzgar, escoger, ni contenerse: con. titud de mi s tomarán su lugar, In vergi di,-umpent vos dice el sant.:> es- exaltacion ce erá y la paz peol'trará critor;! cu :m alma. tónces levantará la. ca- " 1 De ahí el secreto de tant!\8 caidas, bezn. y compr nderá que esa vida. de de tantos escándalos, 6 por lo mroos. itJteligencia ú la cual aspira, y de la de tantos y tao misen~bles frivolidades jque su untura za necesita, uo le está entre laR mujeres J. nobrndn. Ent ces caed de rodillas ... " Hay en los deberes que impone 1 aceptando la v ·da y su~; delJercs, ado­una. famiha muchfsimo fastidio, y mu- raurlo la volut tl\d de Dios, y é~;te será cbo can¡;Ancio eu las obligaciones de el precioso fruto de un trabajo que po­ama de casa y en 1~ mil detallec: ma- dr~ sustituir á la oracion tranquilizan­teriale;;, tantns veces repetidos L Dónde do su espíritu y sati~faciendo en la encontmrn la mujer consuelo? ¿Quién tuujur una de sus más uobles y justas puede dar legítimo empleo a& su imn- aspiraciones." ginacion, cMi siempre apasionada ? i Quito ofrecerá justa satisfaccion (¡ su 1 iotetlgencia y permitirá á la mujer N otadlo bie , esto dice un Obispo, juzgarse algo mús que una sirrienta? una do las lu brerns de la Religion " Preciso llas probaría que en Marte la vegetacion, que giran con aparente calma sobre en lugar de ser verde, como en nuestro nuestras cabezas! planeta, sería roja., lo ouai debe de pro. S. A. DE S. ducir un efecto muy original á los ( Oontinua1·6 ). CUADROS DE COSTUMBRES. MIS SOBRINOS Y YO. ( CONCLUSION). -Mi m á Teodorico, dijo Ariadna -Lo oí en casa ... Se lo refirieron tí i no te parece muy sereno despues de mamá con todqs sus pormenores cuan. aquella aventura que dicen tuvo lugar do yo estaba. preaente. en los Estados Unidos entre él y una Hé aquí las consecuencias, pensé, de yankee de las finas 1 ese hablar tan sin tino ni criterio de. -Qué aventura 1 lante de las niñas más inocentes. N os -Luego no la. sabes? admiramos deepues al ver que las m(Í.B -N o, dijeron las otras, cuéntanosla ... candorosas jóvenes se ocupan en cosa.a -Escuchen ustedes... que no les convienen ni son propias Y ent6ncesla. nifiita refiri6, con com. de su edad. i A quién deberiamos cul. pleta impavidez, cierta historia que par sino á los padres, que son tan in. hubiera escandalizado á cualquier per. cautos é imprudentes 1 sona de experienci3. Todavía. estaban hablando de la es. -¿Quién le contó á usted eso? pre. candalosa. historia de Teodorico, cua.n. guntaron las otras. do un antiguo amigo nuestro, Bajaceto, ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCEN L. 91 se dirigió á Artemisa, y sentándose á :í. don Ulises o le gusta que vayas, su lado le dijo con un tono que me añac.lió con ac oto triste. chocó: -i Qué tLe importa 1 -Artemisita, un favor •.. un favor... -Mucho... Mnmá quiere que me -Cuál? caso con él. -Tenga la bondad de tocar aquellos -'N, Aria~ na.!. .. imposible! valses que idolatro. --Sí, mi eh ito, y tendré que ha. -"Los guardias de la. reina?" cerio ... -No. "Los auspiros de un que. -No pued ser¡ esa seria una cruel. rubio." dad~ CMarte an jóven, tan nifiita.l -Con mucho gusto. -Tú sabes que somos pobres, que -Y los bailamos 1 hay en cn.sa n chos muchachos .. . -¿No me pide usted que los toque, -Bah! i Yi basta. ahora no han vi. pues? vido sin que 1 ~s falte nada? -Es verdad ... Voy á conducirla á us. -Es 'ferd que así parece; pero ted al piano. Artemisa se levantó y so con cuúntos acrificíos 1 Nos hemos alejaron platicando. acostumbrado á ciertas comodidades, á N o té que si bien no podía decirse q u o ciertas nccesi ndes sin la.'> cuales ya el jóven estaba. enteramente ébrio, sin no podemos v ·r ... ¿Qué podré hacer embargo se conocía que "!labia tomado en este caso, cuando se presenta tan más licor del que su cabeza podía so. buena ocasion de mejorar mi suorte? portar, y por momentos sus palabras -Qué pod •ás hacer/ ... Amarme y no eran bien claras. esperar!. .. ArtemiS& empezó á tocar, y él vol. Ariadna no le contestó, pero oí que viéndose se acercó á Aliteo. y le ofre. su respiracio so agitaba. ció la. mano para qne bailasen aquella -Lindoro, Lindoro l gritó desde el piozn. otro lado del sa.lon la. alegre voz de Inmediatamente despuea lo. sala. pre. una risueña. coqueta dama. El j6ven sentó un aspecto muy animado : un se puso en pi , pero ántes de dejar á torbellino de carreras, ya de dos en Ariadua la d · o : dos, ya. de todos los bailadores al mis. - N o, Ari na demasiado querida; mo tiempo; de rifas, exclamaciones,, no pienses e semejante matrimonio palabras sueltas. . todo esto acom. tan despropo iooa.Jo .. la vida es lar. paliado por los acordes del piano. Y o ga y el porvc ir puede aer muy dife. contemplaba. admirAdo aquellos nue. ¡reo te .. vo& bailes, y notando con cólera y dis. -Éste no e quiere verdaderamen. gusto la manera con que algunos de te, murmuró :.t. nifio. escondiémlose de. los jóvenes se apoderaban de sus pare. tras de la cor ina para ocultar alguna jas, con ademanes copiados probable. lágrima. mente de lo~; bailes á I!Ue ellos babiao 1 '\Iiéntras e Lindoro babia estable. asietido en "Mabille •· ó en "Chatean cido una nl 'TO converFacion con la de Fleurfi" de Pari11. sefiora que lo babia llamado, olvidan. De repente me llamó la atencion do completa 1ente ;\ la abandonada una conveT88.cion que en voz baja tenia 1 Ariadoa, y e ba. tao entretenido, que lugar de tras de la cortina : era Ariad. ni una vez d · igicSla mirada hácia ella. na. que conversaba con Liodoro : sea. El valse h ia. concluido, Artemisa que no hubiese querido bailar ó que 1 no volvi6 á s asiento y Alitea se sen. no la hubieran sacado, ella. permanecía t6 en otra p te. Viendo un lugar va. en su asiento, y á su lado Liodoro. cío cerca de riadna, Bajaceto se fué -No vuelvas á. casa., Lindoro, le á sentar á su ado. decía.. ·1 -Dígame una. cosa, la. dijo, estoy -Ingrata., i por qué l tan aturdido .. i Con quién bailé esta -No quiero tener pesadumbres .. . pieza ? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA MUJER. -C6mo! Usted no sabe? l ofrece. No comprendo por qué hemos -No fué con Alitea.? conservado en medio de nuestra de- -Porsupuesto que no. ¡N o se acuer- cantada. civilizacion tan bárbara cos. 1 ' rla que usted mismo la llevó al piano tumbre. para que tocara.1 Al fin logré que mis sobrinas repa- 1 -Cierto ! V ea usted, me equi vo- rasen en mí y, segun inferí, temerosas qué ... Ahora caigo en la. cuenta ... no de qU'e yo entrase á reclama.rlas, salie. podía bailar con ella. y oírla tocar al ron del salon y se apresuraron á bus­mismo tiempo ... tiene usted ra?:on. car sus capas y saene?·os. Al momento .Ambos permanecieron ca.lladoa. Ba- bajamos la escalera sin despedirnos de jaceto estaba peor de la cabeza con el nadie, pues nos íbamos á la francesa. baile y no podia hablar . .A.ria.dM. not6 ¡Cuál seria mi cousternacion, cuan­su poco juicio y levantándo~e se fué do hubimos llegado al zaguan, al descu­de allí; él ta.mbien sa.li6 de la pieza y hrir que la puerta estaba cerrarla. y fué tí buscar á sus amigos en el come- que el duefio de casa tenia la llave es. dor. Eran ya más de las dos de la ma. condida., habiendo dispuesto por sí y fiana, y creí que mis sobrinas uo po. ante sí que aquella noche sus huéspe­drinn exigir que las esperara por más des no saldrían de su casa hasta que & 1 tiempo; así, traté de llamar la atencion él se le antojara. Notifiqué ú mis so­tí Casandra, gue no estaba. léjos, pero briuas que permanecieran en el corre­Do pude conseguirlCl, porque un ele- dor, miéntras que yo intrigaba para. gante dandy se le babia. acerct~.Jo, llc- conseguir que DOS abriesen. Busqué á vando junto un sirviente que tenia en mi amigo Quinto Curcio, y éste, des­los brazos un azafate lleno de copitas pues de mil sliplicas ú idas y venidas, de vino, y le decía de esta manera : consigui6 la. llave y en breves momeo- -Señorita: 1 tendrá usted la bon- tos nos vimos libres en la. calle. dad de aceptar una. copita rle vino 1 -Es una. curiosa moda, por no decir -Mil. gracias, Enrique, me hace ridícula y vulgar costumbre, ésta. de daño... encerrar la gente así, les decin yo á -Daño: imposible... es un vi nito 1 mis sobrinas. Pues, señor, si los convi. suave, excelente. dados están contentos no se irán tero. -Todo vico me hace daño. pra.no, aunque estén las puertas a.bier- -Esas preocupaciones ...... pruebe tas; sucediendo lo contrario ú muchas usted. 1 personac;,la.s que a.pénas se encuentran -Mil gracias, no puedo. encerrauas se "jenten ya disgustadas -Le aseguro á usted que no le harú 1 y se quieren ir, t\Unque no lo hubiesen daño. 1 pensado úntcs. -Imposible. Mi linterna. dc<;apa.reció en la. bara- -Me desairaría usted, Casa.ndra. 1 hunda del corredor, donde la h~bia No puedo creerlo. Por mi palabra., dejado; sospecho que fwH caer en ma­aiíadi6, que le sentará muy bien. 1 nos de los infieles,- quienes bajo la Casa.ndra tomó un poquito ó fiugi6 forma de criados esperaban á sus amos tomarlo ; y el lindo r.a.ballerito siguió 1 en la escalera, unos dormidos y otros cumpliendo su noble misi.on en torno más despiertos de lo que convenía. A de la. sala entablando el mismo diálo. consecuencia de esto tuvimos que re. go, poco rnás 6 ménos, con todas las Se- signa ro os ú emprender la marcha por iíoras. las calles oscurísimas, y casi por ins-i Qué objeto se propondrán algunas tinto llegamos ú la puerta. de la casa 1 personas cuando quieren obligar ú que de mi hermano Rufino, sin novedad. l se coma sin tregua y se beba sin me- Un cuarto de hora permanecímos gol­dida? " N o le hace dafio 1 "-esa es la peando en aquella. casa, pues los sir. fórmula consagrada., y si no acepta es vientes dormían el sueño de los justos, uu desaire que se quiere hacer al que y mis amables sobrinos se habían lle. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - ------------- REVISTA QUINCENAL. 93 vado la segunda. llave, como lo tenia.n incauto transeunte. Y si todo ciudada. de costumbre, todas las noches cuando no es libre para hacer su gusto iporqué se iban al Club. no lo ha de ser el Alcalde y la pseudo- Al fin logré que abrieran ; y cuando 1 policía para dormir tranquiles, sin ocu. vi que Casandra y Aspa¡¡ia entraban 1 parse en nimiedades como la de cuidar en su casa di un gran su~piro de alivio de la comodidad y seguridad del tran. y descanso, y con el corazon ligero y seunte? Podemos matarnos con toda contento, continué mi viaje húcia las libertad sin que nadie se atreva á im. alturas de Egipto. pedirlo. Eran las cuatro de la mañana, el frío 1 Ocho dias despues me levanté de mi era intenso y la oscuridad ídem. Al lecho de dolor, donde roe babia clava· cruzar una calle sentí que me resbala. do un agudísimo reumatismo que se ba y descendía hácia uu precipicio que me declaró con motivo del frío, la tras. divisé repentinamente delante de mí; nochada, la caída y demas males que procuré salvarlo, pero me faltaron las sufrí aquella noche. fuerzas y, al intentar dar un salto, caí Hoy recibí un parte do matrimonio rodando encima de un monton do pie- concebido en estos términos: dras. Adoloriuo y furioso, me levanté del JILISES foRERO fondo del hoyo en que babia caído, y despues de haber gastado una. caja de 1 y fósforos logré encontrar mi sombrero y mi baston, que habían quedado bo- l ARIADNA CHAOON, nitatbente empatados en el lodo. saludan á ustocl atenhunente -Viva la libertad ! decía. yo, casi e u Y le part ¡ ci:po.,, ;.;n. lHn.trimonio. alta voz, sobáodomo una espinilla he. rída.. Viva la libertad ! Aquí la tene. Se había. consumauo el sacrificio 1 mos do sobra; cada. cual es dueño de poner trampas en la calle p:\ra. coger a.l RENATO. SECCION RELIGIOSA. ~.L."'l.'II<'ICAü.lON DEL DOl\11NGO. ' UN Dtnum qne con gu~to cumplimos,¡ un trabajo do organizacion y reconl$truc. nos aparta un momeotP de nuestras obli- cion del edificio social. gaciones dorué::.ticas, para. dejar oír nucs-1 Como cri8tianBs y colombianas tenemos tra voz á nuestras compc.ñerus del hognr, \In puesto en o~a reorganizucion moral, y y ojalá nuestro débil acento encuentro! gu:;tol>aB, y aun dispuestas á. sacrificarnos, si eco en los corazones generosos de las hijas 1 necesario fuero, cumplirémos este deber á de Colombia. la medida do nuestras foorzas. No dejamos Aunque léjos del movimiento que agita do comprender quo, en tan inmensa labor, á nuestra patria, y extrañas á los aconte- nuestros deseos son superiores á nuestros cimientos del dominio público, hemos coro- medios y recursos : pero nuestra concion­prendido que se opera al1·ededor nuestro cío. queda satisfecha si hacemos algo, por poco que sea, y conservamos la voluntad * Esto artículo debia do haberse publicado siempre dispuesta para hacer más. ántes, poro circuostanci~s ii_~d~pendientes de Despues do elevar nuestras almas & nuestra voluntad nos lo 1mpHlieron. Diofl hemos considerado nuestro pasado y LA REDACCION. nue:;tro presente ; nunca en aquél nos TOllO li. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 9.{ LA MUJE ~. faltó la Fe, como no nos falta hoy, é ilu- que la ~1adre que cuseña á sus hijos á nú minadas por osta antorcha, compañera de beber r el manantial inagotable del más la Espcx3.Dzn y do la Caridad, nos hcmo .• puro d lus nmores, el amor de Dios, no detenido con pcnn y con dolor profundo, debo ~ pcrar uuís tal'dc una caricia de en la santificacion del dia de•iicado al amor ~ ial, nmor que, mal cimentado, bo­Seüor. rrará f cilmeute otro afecto que halague La matrona cristiana ha protestadosiem- sus pa~ ones. pre contra la costumbre que ha domina- La i gratitud es nn sentimiento bajo y 1 do en estos países, por la cm~l los vicios ruin, ~ opio apénas de corazones peque- 1 do los hombres han convertido en blas(e- ños y~ partndos de toda ley moral,) la 1 múl lo que la religion manda que sea san- socied~ ~ castiga con su mirada llena de tificw;ion, y ya que la hijf\ de Dios, con desden; al que desgraciadamente ohida el su ejemplo y sus súplicas no pudo apar- booefic o que otro le hizo. En ¡)roporcion tar á los séres predilectos do su corazou á los l neflciod recibidos, es la gratitud do camino tan contrario á la ml'lral: con que se irnos ó al ménos eu la proporcion sacrificio heroico, cristiano, aumentó su do la ll bleza del alma del agraciado. Es­obligncion para con Dios. Así, ¡mos, mién- tos sen ialiontos, para cuya exposioion no tras un padre entretenido en los asuntos hemos enido sino quo seguir la voz de del mundo faltó para con su Dios, la hija uuestr~ corazon, nos enseñan los deberes interponia su oracion como nube entre la contra\ os para con Dios á quien lo de­mirada de Dios y la falta de su padre; hemos ~1 ser y todo cuanto somos, y todo miéntras que el hermano iba loco, tms cuanto esperamos; lói reconocemos mal­placeres engañosos y hacia del dia sagra- dad en ~1 hombre que desagradece los bOr­do inmunda bacanal, la hermana hiriendo vicius equeiios que le presta otro hombre, el pecho pedía á Dios con súplica sencilla, con n yor razon rcconocctuo:o maldad apartara su castigo del hermano engañado gran dí m a en el que desconoce los seni­y derramara sobre él los dones de su luz ; cios qu ~ Dios le hnco ti cada momento. en tanto que el e.;poso, en los azares de la El e lombinno ha perdido mucho de la suert& robaba ó despilfarraba una fortnna, delicaq ~za de tales l!entimientos á cansa la matrona cristiana corría á Jesn11, anega- de la v da dura y áspera de los campos da en llanto, y le pedía que apartara su de bat~ la. A nosotras nos ti>Ca enseñarle faz del cuadro del esposo delincuente y de nue o los caminos de la gratitud y el lo!! fijara en la compañera afligida; que 1 amor; nuestr'l omision á este respecto, le diera á las lágrimas múll Ynlor que IÍ 1 miéntr !l no :sea P"l' ignorancia del dcbe1·, las falti\S y que lavara con ellas las man- será u crímcu. ,\!:ii lo creemos, así lo de-chas con que el c.-,poso so tiiic en elloda- cimos. 1 zal del vecado ; miénlras que el hijo se . Si e u pro hemo~ visto con satisfaccion, y apartaba mÚ!I do la verdad y le'\'antaba' á vece con rnhor, el cumplimiento' ee­altare,¡ al vioio y llenaba de escarnio ó. la 1 tricto o los dl•bcrc:~ religiot;os con los virtud, el ruego de:.consolado de la n1adre que la familias extranjera,; nos aleccio­a] c;u¡zubn, cun el perdon 9el hijo, el pro- nao, y ~n •:vnducta nos ha hecho ver ~:u mio do ~u confiun:ro en 1<)1. No lo duda- ellas, o el.trnujeras, sino hermanas, Li­mos, la oracivu de In mujf'lr salvaba ó.los jas do ' gmu comunidad cristiana. E¡¡to hombres y la glorificaba ú. ella, y á mu- prucb~ que uo no~ mueve un ient.imieuto chas Mónicas Dios las premió con Agus- 1 fanátic , sino ttn sentimiento mornl. tines. Gui ~as por la caridad y teniendo en Mas hoy vemos, con dolor que desgarra miran s que todo el bien de nuestras coro­el alma, que mal comprendidos sus debe- pañera , suplicamos como amigas, eum­res JlOl' algunas soiioras, se hacen parlici- plamm todas nuestra obligaoion do san­pes do opiniones que ultrajan su dignidad, tificar l domingo, y á la estimucion partí­so retiran cadn dia más de los altares, y cnlar 11 r-egaremos el cariño fraternal de con su ejemplo dañan las familias. Las cristia ps. Esto seró. muy poco, por lo madres mismas fomentan esos desórdenes, mismo lo suplicamos. No olvidemos que porque quien olvida sus deberes para con nunca e será excusable ó. una mujer de­DiOll Padre, el más amoroso, enseña á ol- jar de dorar á Dios. A pesar de esto, para vidall' tambien á una madre terrenal, su- evitar xplioaciones posteriores, diremos jeta 4 la flaquezas de la humanidad ; por- que n ~stras reflexiones no se refieren á -------------------------· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 95 las matronas y señoritas que, por moti- preciso que las mujeres todns no oh·iden vos que Dios considera, no pueden cum- jnmns que "SANTTFICAR LAS FIESTAS" es pli:· obligacion tan ejemplar, edificante y mandamiento de la Ley de Dios. moral, como es el de asistir al sacrificio incruento do la misa dominical. Pero es MAUG4RITA Y LuonEOIA. ----~·- EL TALISMAN DE ENRIQUE. NOVELA. SEGUNDA PARTE. Pf.Y.JAY:.]{ rft J1Pff'F f~}- PP: Ff.PJJ· ( CONTINUACION). Piile, il marchnit.-A u bruit do son pns grnvo et sombre, 11 voynit ~~ chnque arbre, hélas ! se drcsser l'ombro Des jours que no sont plus! On l'n el Pad:11uemo por M. <.'c•tLrtnry, p(lr el C'Hul ~e pcrruitiria quo laR miJjcrcR pudiesen votnr tm las clccciouCII públit·as. El Diputu,lo expliró córnu, en aque­llos htgarel!l t·n tlollllo so permito t¡nc laR mu­jeres voten., <'1 F.atado ndehmt:1 runa y cR nHÍII moral y di¡;t•o; que· 1:. influencia mornl dolaR mnjet·cK er:a imocu"''• Y• por consiguiente no era justo 1)1\lP. ellas 'arel'icr~u do u u vehículo para mauifl!:'slar su opiuion púlJiicamcntc. Dc~>put:s tle una litrg:~ discusion, ul fin Re negó el pro ycdu por 217 votos contra 1 O;i. Sin c::nbnr¡:-o, dÍt~,¡u qut•, no muy tarde, cuan­do el terre11n c~té 111cjur prcp::r~dn, y h in­fluencia bl•w.:lit:'a do la mujer eo haga 81llltir bajo ant~vic iC!ij mejorc11, aquella. lo y, •¡uc no pasó ahora. se lle,•ar;i ti cubo ain diticult:u.l. Al miamoo tiempo 1:1e trata muy Nériarncnte de rdorronll' en luglatcrra la euu<."aldi, descora- Oatlzolique), ha sido vivo, incesante y con­zonado con el giro un ti-republicano ~u e ha- tinuo de la parto de los numerosos Atlvert1a.. luan tomado los ne~ocios públicos en Jtulia, rios de las congreb"Ucioncs religiosas, no mé­hubia resuelto expatrian;(', Y nmnit>udo por noR acti\"a, contiuua y valiente ha sido la IIUscricion la RUma de 30.000,000 «Ir froueoa defens~ orgauiuda en favor do Jos derechos ae prcparabn ti pasar á la ~ueva Oninca con tan injustamente vioh~tlos :í. voces, de las aso- 3,000 jóvenes pertenec:icntcs á In .Túven. Tta- l'iaciones que eAtán en cnuaa. La lucha cm­lia y cHtablecer allí una colonio. con el notu- peiíada hace tanto tiompo hn. dado lugar por hre «
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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La Mujer - N. 16

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Cartografía social de la cuenca del río Cajambre

Por: | Fecha: 2022

Capacitaciones virtuales sobre dibujo y pintura. Acompañamiento y coordinación de la pintada de un mural basado en la cartografía realizada por la comunidad de Cajambre. Producto generado en el marco del proyecto Plantas y Hongos útiles de Colombia con la estrategia "Somos Historias". Proyecto liderado por el Real Jardín Botánico de Kew en colaboración con el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Este proyecto fue financiado por el departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial del Reino Unido (BEIS) a través del fondo Newton - Caldas y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia (Minciencias) e implementado por el British Council Participantes: Comunidad de Cajambre. Capacitador/Coordinador: Diego Shaken Ruiz Daza - RZM S.A.S.
Fuente: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt
  • Temas:
  • Otros
  • Cultura y organización social

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Cuarteto de Cuerdas de Medellín (Colombia)

Por: Cuarteto de Cuerdas de Medellín - Cuarteto de cuerdas (Colombia) | Fecha: 08/10/1968

En la vida musical de Medellín el Cuarteto de Cuerdas Medellín ocupa un primerísimo lugar por su trayectoria y proyección cultural, no solo en su medio sino en el ámbito nacional. Más de diez años de labor constante e ininterrumpida es un argumento que ningún conjunto de su género puede sustentar en el medio de la música seria en Colombia. Su nombre hace parte de nuestra historia musical. Melómanos de más de una decena de ciudades colombianas recuerdan gratamente sus magníficas interpretaciones de grandes obras clásicas y modernas, sin faltar en ellas las de nuestros más representativos compositores. En esta oportunidad el Cuarteto de Cuerdas Medellín cuenta con la colaboración del eminente músico Pedro Nel Arango (clarinete), otro de los grandes exponentes de la interpretación musical en nuestro país.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
  • Temas:
  • Música

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  • Exclusivo BibloRed
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Los fuegos obligados

Por: Ramón Cote Baraibar | Fecha: 2009

Ramón Cote Baraibar (Colombia, 1963) es licenciado en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros de poemas: "Poemas para una fosa común" (1984), "Informe sobre el estado de los trenes en la antigua estación de Delicias" (1991), "Botella papel" (1999) y "Colección privada" (2003), que recibió el III Premio de Poesía Americana de la Casa de América. Además, es autor de "Antología esencial de la poesía colombiana del siglo XX" (Estafeta del Viento y Visor). La poesía de Ramón Cote es inmune a un lirismo condescendiente y se sumerge en territorios personales, especialmente la infancia, con una mesura emotiva de profunda complejidad. Su poesía, basada en el conocimiento y la experiencia, busca una síntesis entre la introspección, la interpretación de lo exterior y su interrelación.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Poesía

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