Por:
|
Fecha:
07/03/1897
•
I
:fJ3isenlanario ~olítico, 1Literario ~ lRoticioso
~~----~~~~~.~~~~~~~~~~~~~~~~{~~--~
AÑo l.-SERIE 1. } . Bogotá (REPÚB,-,IC'A n E COLOi\1HJA), domingo 7 de Marzo de 1897. NÚMNRo 3.0
H:fJ3ogot á"
--t<DIHECTOH,
Eouaroo Espinosa 15uzmán.
ADMI NISTItADOR :
;ig(l1t' Ahundio Grimaldll.-Tierra-adentrn.
Amigo y compañero:
Ya que á usted le ha dado por desear y hasta
por exigirme que le participe ¡as impresiones que
haya recibido en Bogotá (única cosa que he recibido),
no diré que voy á complacerlo, pues no se me oculta
que le va á pesaral cabo semejante exigencia, peru sí le
digo que las impresiones le van allá, sin faltar en ellas
un punto á la verdad, todo como lo he visto y sentido
(sintiéndolo mucho), sin quitarle ni poncrlc nada,
que ni para quitar ni para poner tengo h mcnor disposición,
sin que lo último, por fortun~, esté obligado
á probarlo.
l\1 ucho me ha llamado la atención el aspecto general
de la carital, )' había oído hablar t¡Ínto sobre el
desaseo de sus calles, que me ha parecido., dcsput:s de
todo, una exageración, sin que por esto deje de reconocer,
por supllesto, que existen callejuelas y aun
calles que se hallan en cstado de descomposición y
que ofenden las narices y los ojos del transelíntc. Con
todo, la situación ha mejorado desde que desaparecieron
los caños y se construyeron alcantarillas. Puede
decirse que con semcjante medida la cosa va por
dentro y ya la basura no le obstruye el paso á nadie,
como sucede con olras cosas)' en otras partes.
Una de mis primeras diligencias al llegar á la
Atenas sur-americana fue la de conocer á los hombres
notables; pero como resulta que aquÍ casi todos
se creen notabilidadcs, nadie supo darme razón, y trabajo
me costó ciar con las verdaderas. Cuando :i alguno
le manifestaba el deseo de ver cara á cara á un
hombre notable, bajaba la suya con cierto aire de
=
Cjue dieron ocasión á no curtos males y disturbiOS en la
vida civ¡\ de la naciente sociedad santafereña. Es innega·
ble que el autor de Jil earl/t'r(} era un espíritu inquieto)'
observador. La agudeza de las sátiras qu~ empicó contra
los gobernantes que las merecían, son á modo de testimonio
que comprueba el origen de Roddguez Fregle, que
desde entunces ha sido tell'IAF.I. ENRIQUE ARCINIEGAS.
SU RETRATO
En mis horas negras, cuando el dolor clava en
mi alma su zarpa candente y me trae, con el perfume
ds: mis ilusiones idas, las caricias frías de la muerte y
los consuelos supremos de la tumba, llego á mi cuarto,
y escarbando entre los cajones de mi viejo escritorio,
saco un pequeño marco de plata cincelado y pongo
ante mis ojos para saciarme en ella, la artística
cabeza, que guarda la delicada joya florentina bajo
el combo y transparente vidrio.
¿Dónd<:: vi eota cabeza por la vez primera? No lo
sé; debió ser en mi niñez, allá lejos, muy lejos, entre
las blancuras de mi cuna y entre las blancuras de mi
alma; sólo sé que flotó en mi adolescencia ante mis
ojos corno una mariposa de fuego, quemándome con
sus alas; y que, ya hombre, sintiéndola bullir en mi
cerebro, con palpitaciones extrañas, sin que jamás pudiera
encontrarla entre la turba humana de mujeres
que hervía en mi redor, la busqué, en vano, entre las
nieblas de las montañas, en el fondo oscuro de las arboledas
vírgenes, entre las rizadas espumas del torrente,
entre las macetas de lirios perfumados y en
los rayos de luna de las noches tristes; y 110 fue
sino hasta una noche inolvidable, noche de animación
y de bullicio, enmedio de una fiesta espléndida, donde
el aire, saturado de perfumes embriagantes, llevaba
en sus ondas 1'1 armonía de las conversaciones ale··
gres y la armonía triunfante de la orquesta; fue en
esa noche, en mcd:o de flores y perfumes, de música
y de luz, cuando se destacó vigorosa ante mis ojos
aquella cabeza que tomaba cuerpo real en un sér, y
que surgía ante mí, poderosa y altanera, como Minerva
al salir de la cabeza de Júpiter.
y entonces, aquellas líneas puras, aquel modelo
que hubiera deslumbrado á Grecia,aquellacabeza maravillosa,
obra de Dios, como supremo artista, se clavó
real y evidente en mi cerebro, como el cuarzo que
se cristaliza entre la roca, como la perla que se cuaja
entre la concha; y allá, entre las profundidades oscuras
de mi organismo, vive y piensa, con una vida
rara, que la funde en mí mismo, que la hace palpitar
en mis carnes y llervir entre la sangre de mis venas;
con una vida exuberante y real que la transforma en
sér de mi sér, alma de mi alma y soberana absoluta
de mi vida pasional y artística. Y aquí está, tras el
combo vidrio, acariciánoome con sus ojos soñadores
y ofreciéndome con sus labios mudos el beso de fuego
que ansían mis labios en horas eternas de amargas
locuras y de aspiraciones indecibles; aquí está, entre
mis manos, con su frente de Venus y sus crenchas rizadas;
con su nuca redonda y blanca, que pide caricias,
y con su seno turgente y poderoso que respira
á pulmón pleno, la excelsitud de la vida con todos
sus encantos; y entona el himno sonoro de la existentencia
con todas sus dulzuras.
Aquí está, entre mis manos, la mujer de mis
sueños juveniles, entre las talladas hojas de plata del
cincelado marco; muda é inmutable como la encarnación
de la belleza suprema; tál como habla al espíritu,
la creación sublime del genio, la mujer eterna
y única que, bajo diversa forma, acarició al Dante en
Beatriz, á Petrarca en Laura, á Abelardo en Eloísa,
al Tasso en su Leonora; aquí está, entre mis manos,
la mujer que, bajo diferentes tipos, soñaron Fidias y
Praxiteles, Miguel Angel y Rafael, Van-Dik y Rubens.
Ah1 palpita, tras el cristal transparente, la línea
pura y noble del arte, modelando la carne virgen que
se hincha al beso de la luz; y en sus ojos brilla la
mir ada casta é ideal :¡ue eleva al infinito el alma, enamorada
de 10 eterno, en éxtasis supremo; ahí está
el contorno que sólo la mano de un Dios pudo trazar,
gozándose en ello, con divinal fruición de excelso
modelador de lo perfecto; y muda, entre los mates
reflejos del oscuro marco, semeja ante mis ojos su
atrevido perfil, el busto sorprendente que contempló
Eva al mirarse por vez primera en las tranquilas
ondas de los lagos.
Cuando contemplo ~rrobado la virginal figura,
mi espíritu, presa de mortales congojas, desciende en
su atrevido vuelo á la realidad desesperante de la
carne, y baja de bs altllras excelsas del color y de la
línea, á la pmsa brutal y hastiante de la vida; y entonces
pienso, con horror, que aquellas formas correctas
se dtforman y se expanden; que aquellos ojos radiantes
se enturbian y se empañan; que el turgente
seno se a aja aJo TIl ersa epidermis que se arruga;
veo, con dolorosa impotencia, caer las rizadas crenchas
en desorden, lacias y rebeldesJ al redor del enjutado
cuello; y descomponerse los venusinos labios,
en torpe risa ó en insensata frase; y entonces surge
ante mis ojos la noche inolvidable, la noche de animación
y de bullicio, cuando en medio de una fiesta espléndida,
donde el aire saturado de perfumes embriagantes,
llevaba en sus ondas la armonía de las conversaciones
alegres y la armonía triunfante de la orquesta;
y en medio de flores y perfumes, de música y de
luz, se destaca ante mis ojos, no la cabeza que tengo
entre mis manos, bajo el combo y transparente vidrio,
sino otra grotesca y desesp(!rante que, abofeteada por
el tiempo, soporta todas las injurias de la vida y todas
las vergonzosas realidades de la existencia!
Por eso huyo ante el sér real que dio vida en mi
cerebro á la mariposa de fuego que me quemó con
sus alas allá en mi adolescencia; por eso huyo aterrado
ante la mujer real que cri5talizó en mi cerebro
los sueños de amor de mi juventud; y en mis horas
)legras, cuando el dolor clava en mi alma su zarpa
. candente, y me trae, con el perfume de mis. ilusiones
idas, las caricias frías de la muerte y los consuelos
supremos de la tumba, beso con íntima delicia, con
un beso de fuego que no puede entibiar el frío desencanto
de la vida, la artística cabeza que guarda
entre sus hojas plateadas el cincelado marco florentino.
Bogotá, 189
ENRIQUE VILLAR.
ANAL/SIS
En el pesar profuHc1o, en la alegrín)
EI~ todo lo que toco y lo que veo,
OIgo esa voz desatentada y fria
Que eternamente le 11abla á mi deseo:
-¡Oh! si no quieres amargar tu vida
Ni helar la ardiente sangre de tus venas
Acércate á tu estrella preferida '
y no hagas más que contemplarla apenas !-
¿ Pero aquella nos talgia que enardece)
A que rebelde el corazón se aferra
V que inmortal condensaci6n parece ..,;
De todas las nostalgias de la tierra . __ . ?
i Oh no! ~Iás vale analizar el lodo,
Aurrque se espante el alma nI conocerlo
V tiemble el corazón! Yo sé que en todo
En todo hay fango, pero quiero verlo! '
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Quiero ver todo el lodazal del mundo,
Aunc¡ue, al rasgar el misterio¡o velo,
I Ialle el horrible espanto que Rnimund8
Ilalló en la hermosa Blanca de Castello !
EDUARDO ORTEGI\.
M-~(hO~i TI ~H ch.o s
Poenlas siHl lJólicos.-Agradecemos el envío del
foUeto que contiene los dos bellísimos poemas del poeta
Carlos Arturo Torres, llamados Nélllesis y Eh'mcido.
Con trabajo verá la luz en Sur América un poema que,
como Némesis, ostente estilo más vigoroso ni más elevada
entonación.
Toca á los críticos decir si el símbolo está bien escogido.
Nosotros, más faltos enodlcos que deflend~n
la causa del Gobierno: pcro en caml)\o sun aceptados de
buen gratlo aquellos 'lIIC s,~n órganos de la oposición. ,
Es indisculpable ,cllleJ~nte procedl~lJlcnto en eln cIrculo
que por su cult;lra esta llamado .a dulclf;car el oc]¡o
que engendra el cspmtu de parUdo )" a mantener entre los
asociayeríll. - Surtido
permanente ele alhajas extranjeras y elel país. Fabricación
-especialidad-argollas para compromiso. Oro garal/tizado.
Compra oro)' esmerald as.-Bogotá, Calle 12, número 133,
Cebada.-Por el crecido consumo de nuestra cerveza,
necesitamos grandes cantidades de cebada de superior
calidad, la cual oli·ccclI1os pagar á los mejores precios rle
la plaza.
BA\'ARIA
K opp \ Delltsche Bierbrauerei.
Fe"rero 26 ele 1897.
LEY 757 DE 7'896
(12 DE DIC1EMB1U:),
sohre pren~a.
(ColltillllllcíÓlt) .
.\rt. +1. El dueño, administrador ó enca rgado del es·
tablecimiento tipográfico, de grabado, ca:., no deberá ser
penado por los d elitos enumerados en el artículo 32, sino
en estos dos casos:
[~ Cuando, por cualquier causa, no pudiere imponerse
pena al autor de la producción y al propietario y director
del periódico, y
2.0 Cuanelo éstos hayan incurrido en una Ó más reincidencias,
siempre que los fallos condenatorios se hayan
publicado en algún periódico oficial.
Art. 42. El autor de la proclucción )' el propietario y
director rlel periódico son responsables conjuntamente de
los delitos enumerarlos en el artículo 32 de esta ley.
Arl. +3. Aunque en un mismo individuo se reúnan varias
de las calidades indicadas en los artículos anteriores,
no se le impon Irá sino una sola de la. penas especificadas
en el artículo 36, salvo el caso del artllulo 37.
Art. 4+. Cuanclo la pena que deba aplicarse al delito
tenga máximo y mínimo, deberá declararse en la sentencia
el ¡;rado dpl cielito.
.\ rt. -.5. En cada uno de los delitos habrá tres grados;
el primero Ó el más grave ele toelos; el segundo ó el de inferior
gravedad; y el tercero ó el 111enOS grave de lodos.
Art. +6. .\1 delito de primer grado se le aplicará el
máximo de la pena; al de segundo grado, el término medio;
y al de tercer grado, el mínimo.
Art. 47. Cuando se señale pena fija y determinada no
será necesario determinar el grado del rlelito.
Art. +8. Cuanrlo la producción subversiva origine ó
contribuya á originar los delitos de rebelión, sedición, mo·
tín ó asonada, además de las penas establecidas en esta
ley, sufrirán los responsables las señaladas en el Código Penal
para los delitos consumados, las cuales les serán impuestas
por los ] ueces ordinarios.
Art. 49.- Son ll amarlos á juzgar de las contravenciones
á la presente ley)' á rlecretar la imposici6n de las penas en
ella señaladas:
I~ El Ministro de Gobierno y el Consejo de Estado,
en todo el territorio de la República;
z~ Los Gobernadores de Departamento y los Tribuna·
les de Distrito Judicial, dentro del territorio de su jurisdicción.
Art. 50. En los Tribunales di vitl idos en dos Salas, corresponde
á la de los Magistrados de lo criminal conocer de
los asuntos de que trata esta ley.
Art. SI. Cuand.J, á juicio de un Gobernador, se hubiere
infringido la presente ley, dentro oel territorio de su
mando, dictará una resolución motivada que contendrá:
1° El nombre de la autoridad que la dicta;
2" El nombre de la producción de que se trata, y el
título ó primeras líneas ó denominación del escrito, graba·
rlo, etc., por medio d el cual se hubiere cometido la infrac·
ción;
3" Citación rle la disposición infringida ;
4 ~ Citación elel artículo que set'iale la pena impuesta; y
5° El nombre del indivirluo Ó indil'i
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa