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Imagen de apoyo de  Se establecen las condiciones obligaciones y responsabilidades para la modificacion de los contratos de concesion portuaria para el manejo de hidrocarburos

Se establecen las condiciones obligaciones y responsabilidades para la modificacion de los contratos de concesion portuaria para el manejo de hidrocarburos

Por: Ministerio de Transporte | Fecha: 2015

El presente decreto fija las condiciones obligaciones y responsabilidades que deben cumplir los titulares de los contratos de concesion portuaria de servicio privado existentes que manejen hidrocarburos y que esten interesados en prestar servicios portua
Fuente: Leyex.info Formatos de contenido: Otros
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Se establecen las condiciones obligaciones y responsabilidades para la modificacion de los contratos de concesion portuaria para el manejo de hidrocarburos

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El Gobierno tiene voluntad de sancionar la Ley Estatutaria de Salud

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Mas de un centenar de inscritos al Servicio Social Obligatorio SSO fueron capacitados en chikungua

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San Martin debera presentar maana numero de cuenta para consignar matriculas

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Imagen de apoyo de  El Director General de la Policia tiene la facultad de retirar del servicio activo a los miembros de esa institucion a quienes no presten adecuadamente el servicio

El Director General de la Policia tiene la facultad de retirar del servicio activo a los miembros de esa institucion a quienes no presten adecuadamente el servicio

Por: Corte Constitucional | Fecha: 2015

De acuerdo con el articulo 218 superior la mision primordial de la Policia Nacional es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades publicas y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz
Fuente: Leyex.info Formatos de contenido: Otros
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El Director General de la Policia tiene la facultad de retirar del servicio activo a los miembros de esa institucion a quienes no presten adecuadamente el servicio

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Imagen de apoyo de  Ante crisis del petroleo protejamos al maximo a los trabajadores Ministro Garzon

Ante crisis del petroleo protejamos al maximo a los trabajadores Ministro Garzon

Por: | Fecha: 01/08/1839

113 'LA VERDAD DESNUDA. PERIODICO POLITICO y LITERARIO. NUM. 5 . . } ~incit omma ventas. ~~-~-:. Este periódico saldt'á a luz lo~ dias 1. o y 16 de cada meS. Tendrá 24 pájinas, yel precio de subscripcion por doce núme1'OS C01'respondientes a tm semestre, que se pagará adelantado, será el de tres pesos. Cada número suelto "ald"á dos y medio reales, y se 'IIenderán en la tienda df!l Sr. Letamendi. Los Sres, que quieran subscribirse, podrán ocun'ir á esta imprenta, en el concepto que todo número se les entregard en fUS casas. GUAYAQUIL AGOSTO t. O DE 1839. Extracto del disctt1'SO, que el procurado'/' jeneral de F1'ancia M, lJupin, pronunció en la corte de Casacion, al ab1'ir las sesiones del año judiciario,- Sobre la ju ticia o'y lo derecho del majistrado. La justicia es In mas brillante muestra de la soberania.-lAl fuerza sola, la fuerza material, cuando está aislada. del derecho, cuan­do se apoya en otra cosa que la. justicia. y las leyes, merece el nom­bre de VIolencia, esta separada de toda moralidad. Pero cuando ha­bla la lel, y la justicia ordena ¿ quién se resistirá a la autoridad de estas palabras formidables: favor a la justicia, favor a la lei? T al es la naturaleza del hombre. Algunos se conducen por la sola inspiracion de la virtud, otros por la ambicion y la esperanza de las recompensas; pero el mayor número no se contiene en el de­ber sinó por el temor del castigo. Quítese la represion, consagrese la impunidad, y se tendrán todos 108 desórdenes que pueden afHjir al estado socíal. N o quiero decir con esto que las penas deban ser atroces: lejos de ello; las mas rigurosas Bon por lo jeneral, las menos efica­ces · Se ha visto alguBos ¡ueblos resistirse a IOB J!luplicios ,,,,ulti- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 114 jlhcarse lGS trlmeliH'.s a lil'oporci n de !(lS ng res de la' leji ~ la cio». Lo que lm¡;Olta (.s nciTdmente a la buena aClmll'llstra i n de ' JlI tic,a~ 10 que mej r puede afirmar su imperi , es la certid umbre de ! re­presion, la con~ i ccion adquinda de que ninguna infraccl n, I galmen" te per~eguida, puede eEcllp rse de la vindl<..ta de las Jey e~ . Para obten r est~ r€~ultado, es desde luego preci o qu 80 in ­tenten las acusaciones con di<:cermmientp, con medida. Tamb ie) im­porta que el castigo sea rápid o, y el ju 'cio apro ' Imado a 1 época del delito: 'Oslox pama 8cquatw', decian los mae~tr S en !eJisl cion. Ademas es de desear, pllra ejemplar, que se haga la Justicia en I Ju ­gar mismo donde se cometió el delito; puesto que debe alea zarse a Jos culpablei¡ en su propio terreno, para amedrentar a sus cóm­plices y tranquilizar el pais. Finalmente, es indispensable que I de­fensa sea libre, completamente libre; que se refute, SI hui Jugar, pe­ro que nunca sea interrumpida, con el objt to de que conste bien a los oJos de todos que la s ciedad, en lucha con un solo h( mbre" no usa de su poder para anodndarle, sino sO (¡:l mer¡te para defe nder­se a óí mi ~ ma. Con estas condiciones, la justicia es fuerte; es poderoSl8 pa­ra el bien, y fortifica al gl bíerno, cuya marcha puede todavía S€lr con~ tradich ll, mas no e"tar Bujeta a trabas. Entonces no se burla nadie impunemente del poder, y se siente bastante BU presencia, p18ra no preguntar e uno a otro donde está, y si es veroad rtúe eXIste . En­tonces no son las leyes una palabra vana; sino que ligan, hl jgnn. y contIenen a todo el que fuere osado a tratar de violarla; la socie­dad esta \'erdaderamente proteJida. La justicia es una; y no parece que es posible disti nguir va­rias especies. Hai, no obstante, una di~ r ncia que no puede des~ conocerse entre la justicia CIvil y criminal; y ademas e iste otra gra­duacion entre la represion de los crímenes ordinano.s y la persecu­cion de los delitos politicos. La justicia civil no exije sino la aplicacion de una pwbidau comun, y por decirlo asi, 'fulgar: es el tuyo y el mio en presencia Uno de otro; seria un robo transferir al uno lo que debe pertene­cer al, otro; todas las conciencias repugnan esto igualmente. Otro tanto debe decirse de la justicia criminal para la repr sion de los delitos ordinarios. ¿ Quién intentaria leJitirnar el robo,. la falsificacion , el asesinato? MUl léjos de ello, cada cual d sea el <:astigo de esa especIe de crímenes, y se cree tanto mas seguro cuan­to son mas eficazmente reprimidos. P€ro 1 s crlmenes politicos se miran, por Jo regular, bajo otro punto de vista. Si los acu ados tienen a )a soci dad por adversarIo, tienen tambien p r dden ores a ~us socio~ a sus partidarios secre­ti' s, a todos Jos que cifra'ban su!:! votos y sus esperanzas en el buen ~ ito del atentado, ó de)a conjuracion. y /lin ~mbargo, ¿ son por ventur men~s o-diosos que los otr Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J.P~ S .h crlm(Jl€' emprrndid s en nesde el orijen de la monarquia francesa, i cuantos h éroes se han V1Sto en los campos de batalla! y cuan poc. s hombr s como el presidente de La Vacquerie, el canciller De L' Hopital y Sully! Los cuarenta años de la revolucion han producido millare_ de va Jientes; pero" no han dejado en pie sobre el pede tal clvico sino un pequeño nUmero de hermosos caractereF, y apenas )os grandf>s nom­bres de tres 6 ctJatro varones, a quienes ningun peligro, ninguna se­duccion, ha podido d sviar de sus principios, y que han permanecido ha ta el fin fieles a sus antecedentes. ¿ Cual es la causa de esta diferencia? Está solamente en la fl¡queza 6 la firmeza de las fibras, y en la organizadon fi ica del hombre? O esta mas bien en su educacion, en sus estudios m ra­les, y sobro todo en las preocupaciones de nuestras sociedades? La gloria mas brillante, la gloria inseparable de los pf.ligros ue fle corren en la guerra ora venga el ¡oldado con 8U escudo ora.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 j 7 sn re él, pen muerto 6 victorio"o, i ha mo~trado valor, es reconocid p< .r todu~: todos claman: "gloria al valiente: honor a sus proezas." No habrá di visjon en el juicIO de sus acciones; amigos y enemigos, tod s le tribut:uán la mi ma jllsticio . Gonz"ga levantaba un monu­m nto a Lautrec, su rIval. Lftmarllue eloJió muchas veces en la tri­buna el v~lor de la antigua Vendéa. ~n lo civil, por el contrarIo, j qué diversidad de juicios! La oloria de la consagracion mas purn es frecuenl emente, i qué digo,! es ~i(mpre controvertida. Lo es por los advI rsarios, y hasta por los nmigos mif'mos, portlue hai mui poros que no tengan zelos. ! ~ué fortalPzll de alma, que CCIO tancia de caractf'r, no necesita el hom­bre úblico para s()breponerse a los di:gu tos que renacen sm CeBlf! Los mayores servicios hechos al pais, rara VfZ son apreciado9 en el instante mismo en que se prestan; y las mlls veces es preciso que lno haya muerto para conveOlr en que teni!l razono Njllguna gloria adqUIrida, mnguna replltlicion esta al abrigo de los ataques y de las denigraciones. El eg ,ismo y la envidia atrIbllyen todas la~ acciones p un vil sentimiento de interes personal; no quieren que haya tenido la menor ir fluencia en ellas un motivo jeneroso. De cualquiera modo que sea, hllblemos u obremos, siempre hai . un pArtido no atisfecho, que est" pronto a despedazarnos: SI no se pueden rlisputar los hC'C'hos, se envenenan, se sospecha de la ifJtenci(ln. En Jugar de los honores que aguardan al guerrero des' pues de In victoria, el hombre civil, al cabo de largas y penosas lu­chas, no obtIene las mas veces por recompensa, sino la desgracia de parte del poder, 6 el oQtracismo ciego de parte de las mll­S8S populare. ; y ap sar de los mas jenero~o8 esfuerzos para com· batir la anArq\lia, si esta prevalece en el estado, en vez de la muerte gloriosa que el militar recibe en los combates de ma­nos de su t>nemigo, puede el paisano ser hecho pedazoS' por sus con­eiudadano rle.¡carriados, 6 ser conducido a· las gemonias 6 arTDjado en un alb;.ñ ¡ 1; Ó lo que pareco peor todavia, si conserva la vida, cor­re el p ligro ca i inevItable do ver su caracter nE'sconocido, atacada -su reputucion y su eXIstencia emponzoñada por la calumnia. ¡ Cuan­to denuedo necesIta un alma virtuosa para v r 11 sangre fria, y pa­ra soportar ~emejallte situacion! Y JlOS a ombrofém(ls de que much s humbre qui rl' n mPJor morir gloriosamente como De sau~, que expo­ner. como L:l nJuinais ')lIe ocupll r como BOlss!, d' Angla, la si- 1Ia pre. itienelal, 6 sucumbir, como Bailly, t:JLclamando doloro:!amente: " Yo tll mbien f"l l Idolo del pueblo"! ~ i la c0ndicion de los malistrad03 no • tá exenta de estos pe· ligros y da e tt flll. os juicioF; si tumbien persigue sus opiniones y 8115 actos esa malignioad de interpretacionep, que de"6gurll todas lae :U:CiOll s dI hombr público, s pre iso que este b\1sque su fuerza en si mif1mo. que tome por punto de apoyo BU conciencia, y tenga al r para sobreponerse aJa baJ88 pasion qllc!'Ie aJitan in red,· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 118 dor de él· con el fin de dominarle. Su mision, tan h norífica en todo tícmpo, se ennoblece miS en medio de los disturbIOs ci~· iles. Entonces se atacan y se de¡:¡trozm unas a otras las faccionE:s; cada partido es victim a su tllmo; ro­d(. s invocan la justicia; y si la encontrasen imp~rcial y pura, nece - riamente le rendirian homenaje, puesto que, al fin ella sola debe tener el respeto de todos los partidos. N (l por esto debe creerse que cada uno de ellos, el vence­dor sobre todo, no desee tener una justicía particu!¡ar, una ju ticia pr pía de él. Pe~o si se le niega esta satisfaccion pOlCO digna; si la ju ticia se enc mIDa n Sil obj to sin desviArs , se rec:ofloce al pl n­to que vale mas una ju ticia igual para todo, ) que u a justicia q I~ S a solamente favorable n unos poc ,8 DICTA OR D ~L PAR lJAY. Hi loria contcmpOTunea.. La muerte acabll de arrebat r a uno de 108 hnmbres mas e - traordinarios que h n ligur do en e te siglo, el doctor F,·a .lcia, dic­t flor per¡Jetuo del Pl\raguay durante veinte y cu tro años. L '\s cir­cunstancias de su elev:lcion y el uso que In hecho de su aumen­tado poder en tlln dHatada époea, son l li n interesantes, que creemos 00 desagradará a nua' tros lectore" el iel no la fe li Cidad de un pais. Los diputados ignorantes f na­Uco y v icioso apenas tenian opinion propia, y eran naturalmente el juguete de c atro intrigantes de segundo órden; pasab:.Jn del es cañ'J leJI lativo las tabern Q, y contentos con su holg l nza, se cui-daban mui po {) de la felicidad del pais. El doctcr Francia, upoyándose en la superioridad de su ta ­lel t , pudo facdmente formarse Ufl partido ajo aquel r'Jir len; p' ro el ambicioso cónsul Francia no e ra a propó.s ito para dlvil ir CIJ IlI na de la suprema autoridad, y soure todo con un hom­• re a qui n ele Jrecitb.l, aunque tenia el pa rtido de filie era repr • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I~b tntante. N tardó pu e n presentar una ocacinJl a us plan s ar - biclOSOS, cuündo el congr so Qe r umó al año slguilnt.e para la re· novacion de los c ónsules. Francia entonce vnliénd "e de 4 elo­cuencia Ilbogó ¡::or la dictadura, que era, srg' n apoyó con num ro­~ {'S ejemplos antiguos y moderno, el único medio de sahfa{ a los pueblos (;n tan graves clrcun_tancins. Pero viendo el pdmt-r d13 quo I s v tos se inclmaban a Yegro, tuvo bR taJlte deE tr za p:l ra hac r que se susrenciie'c el cscrutml : tampoco le fue mas f¡¡vorable la opinion en el s gundo dia, hllst que al fin sus esqui itas dllilencias y el prE"lijio de un nombre, y U'a que todo, la pr c,aucion que to ­mó de hacer acercar a la sala del congreso una gran guardia q!Je le era mui adicta, le proporcionar n al fin el ttrcer dia una mayoria suficiente, y quedó nonlbri\do Dictador por tres años, con I trata­miento de Excelencia, y un sueldo de nn ve mil pesos, de que. no quiso nceptar mas que la tercera parte, haciendo dCJacion del rosto para las necesidades del e tado. No bien se halló en el puesto que anhelaba, reoe bló la auste­ridad de ws CQ tum .res, su actIVidad, su enerjia, su Ju:ticia igual para todos, . y ~u e tudio cuidado o para todos los ramos de la ad· mímstracion. Nombrado al fin de aquel trienIO DI tador pprpetllo, de~pleg6 entonces a 108 ojos de ~us subordinados toda la fuerzo de! poder que le habían cOllfiado. Comenzó por apri jonar a los JDcli~ viduos que habian atacado los ctos de BU admin i, trllcion: baJO pre- • t xto lurgo del d cubrimiento de algunas tramas contra su persolla, se rodeó de una guardia pretoriana, que castigaba illsolentemente 11 los que se oponían a u voluntad, censuraban sus ac os ó le reusaban las mas humildes mueetr8B de vasallaje. Una s rle de decr :tos san­gumarios produjo muchas victimas inmoladas al res ntlOlIenlo . del Dictad or, q e tenia la cru ldad de presenciar d de sus vent nas tan lIangricntas ejecuciones. En medio de e tos horrores dedicaba un e ¡dado f' peciala In agricultma, a las fabricas, y alcanzó a dar grand e impulso a la in­dustria del país; pero aun en este fomtnto IOdu tri al, se valia del terror para combatir la ignorancia de los obreros_ Hizo por ej mplo IE:vantar una horca para un zapAtero que no habia sabicio hac rle un cinto; y por e!-te eslJlo convirtió a 1 s herradores en arm ros, a l(,s zapat ,r08 en guaAlici()neros y a los al­bañIles en arquitectos. En medIO de un e"tado tan violento, no era extraño que se armasen cODspiracioD s contra la vida del Dictado j y deQcubierta una de ella p(.r un fraile, fueron vlctimas de la ven ganzn de aquel va­rias p rsouas, y hasta quedó apri ionado su antiguo c61ega Don Fui ­jencío Y gros. Desde esta época el Dictador no veia ya por todas part s sino conjurados contra él; llegando a tal punt) su pavlITa y de confianza, que un dia que paseaba :1 caballo, habiéndose el/pan. tado este a' la listo de un tonel coloeado delantte de una puerta, hi- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 -! I zü reducIr a pn .on ;¡ 1 dH('ño del tonel como eonspiradoll contr ·u l)(;r8008 . . Temeroso de er asc"ir :Ido cuando sali de su palacio, hizo arrancar n 18~ O los n a ra njo~ que embellecia la calles, y vawls c .,; sas y revuelta..s, donde s ponia que podian emboscarse 8118 en mi­g o;:;, cuidando de hlicFr n (h en distintos apo. ntos para no ser nunca ~or rendido. Ent re t anto continuaban lB 1 Ofwrosas vengan­zas por ~ospechas y las c lircp.lf's estaban siempre llenas de infelice. d~tinarlo a lo lo as duro trabajos. Entre t lito ,1 Dictador no descuidaba el fomento de la agri­cultura; y los r glamel¡t s que publicó cambiaron ventajosamente la oeconomHl rural del p'l is. Durante este gubierno sombrio é implacable, Jos extranjeros ( no splli'olefl) ra los únicos que mencian del Dlct dor tal cual utlllcion; (.>HO si (¡Ig una vez llegaba a sospechar de ellos alguna com­plicidad con sus ell mjgo~, desde aquel punto los trllt:.ba con el mis­mo rigor que a estos. Por esta causa hIzo arrestar y retuvo duran­te muchos años y n pe. ar de las mas vivas reclamaciones, al céle­bre B npland, naturalista Frances, que se habia establecido en Santa ADa para ocuparse en I cultivo del té. La vida privada del Doctor Francia es tan singular como su vida pública. Ha residido ha ta su muerte en la Asuncion, Capital del Paraguay, y ocupado el palacio de los antiguos gobernadores espa­ñoles, va~to edificio con truido por los Jesuitas. Toda su comitiva estaba reducida a cuatro esclavos, a iaber: un negrito, un mulato y dos negras, a quienes trataba on la mayor dulzura. Los dos primeros Je ervlan alternntivamente de ayudas de cámara y de plllafreneros; una de las nlgr s era cocinera, y la otra para la costura. El servi­elo ordinarIo ofrecia la mas completa rf'gularidad. Levantabase todas las maña a éll allr el Sol, y al momento el negro le traia una hor­nilla y una cafl tf'ra 11 na de r gua que hacia calentar en su presen­eia: entclnCfS el Di<·tador mi mo prf'paraba con su propiR manos el té, y paseaba de,pues la gulerla I xtf'rwr del palacio, fumando un cigarro. que reconocia 8ntl's escrupultlsamente p r ver si cont nia alguna su~tancia t'xtn.ña. A 1& sei en punto IIf' 'lha el barbero,lls­ql1eroso mulato, uorral·ho CAsi itmpre, p ro que g )zaba las mayo­res dUlncione del Dictlldor: e. te ~e rVI de él para conocer 108 di hos de la plebe, y ti e~ rarlu a . flb er u proye .tos. Vestido en s.gulda cnn uua u¡ ta de rndiano, se tra larl aha al p ri tilo exterior que rod a el edificio, y pa ea ndo e allí admílla en audiencia a 108 que juzga~a deber cucbar. De siete a nupve Ins po aba en su gabi­ne te, reCibiendo a los oficiales y admini tradore subalternos, despa­chando con ellos los nflgocios, y comullicandoles su. órdenes. A las once el Fiel de Fechos traia los expedientes que debian eomunicar- 8 Ir, y escribía lo que le mandaba el Dictador ha ta medio dia. A la doce en punto 108 emplea~8 se retiraban, y el Dict dar se ponía -e. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12:¿ la mesa. Su comida era frugal en extremo y cojida por él mis o' pues cuando la cocinera venia del mercado, la hacia entrar, y r pa~ raba los articulos que habi de componer. Despl/es de la c. mid a y la siesta volvia a trabajar ha ta las cinco, hora de la salida a pe eo que regularmente se empleaba en visitar Jos trabajos publicos y 1~ cuarteles, y durant" cuyas escur"liones no Bellamente iba rodeado de nna gran escolta, sino armado él mismo con su RabIe y un par de pistolas de dos tiros. Al anochecer volvía a casa y se retirl\ba a estudiar hasta 188 nueve, hora en que infalIblemente habia de cenar. Si la noche estaba serena se p!iseaha despues largo rl1to en I pe~ ri, tilo exterior, daba la árden, y cerraba por si mismo tonas las ven­tanas y puertas de su palacio. Las ale b:IS en que solia dormir te. oian siempre algunas armas preparadas y a su alcance, y este I'xce­so de precaucion se ob ervaba hasta en las audiencias prescritas por la etiqueta. Cuando alguno era admitido a ellas, no habia de tlproxi· mar~e mas de seis pasos al Dictador, con 108 brazos suspendidos y abiertas las manos para dar a conocer que iba de armarlo. Al prin . cipio de la e onversacioo, la palobra y las miradas del Dictador I'a terribles; pero disipadas despues la8 sospechas, aparecia mas ma­ble, y dejaba conocer la elevacion de SUB miras y la superIOridad de su talento. El doctor Francia ha fallecido en su capital de la Asuncion el dia HS de Noviembre del auo 1831 a los 79 año de edad; y segun una carta escrita desde Cadiz en 1 S de Marzo del año proximo pasado, por el Señor Von José Ag'/lstin Fort, marques de Guarany, 1015 representantes del Paraguay se hahían dirijido al mis­mo Señor para que regre ase a la Asueion a encargar e del supre­mo gobierno de aquella República, como sucesor del doctor Francia, esi,gnado por él mismo. ( mU'I1ario Pi1 tonsco. ) BOLIVIA.) ~'lini te io de Estado d 1 d 'paclw d Haciellua. Palacio de Gobierno en Chuquisaca) a 26 de i\1ar­~ o de 18a9. A. S. G. 1 prefecto dol departamento de I Pnz . El jefe supremo provisorio me ordena decir a U. G , que 'c tondo aousado el jeneraI Santa-Cruz por todos los d partamentos de la 1-\ pú· blica de los crímenes que conforme a la constitucion de 20 de octubre de 1834, exijen su juzgami nto conforme a la8 leyes; habiéndos RU­tr ido de este juzgllmlento por u evasl qn y fugl\ abordo de un bu­' lue de Jo marin de S 1\1. B.' Y debie!~o el gobierno imf1edir l' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 123 or.ultacion y extraecion de los cuantiosos bienes propios y de lo~ nacionale de que dicho Santa-Cruz es posaedor y detentador, los cuales deben sufrir las responsabilidades que los tribunales compe­tentf'S declaren en el jUicio corresp ndiente, ó restltuir'e a la na­cion, es oe urjente necesldad que U. G. proceda inmediatamente al !ecuestro y embargo de todos los bienes, muebles é inmuebles, que se encuentren en In posesion del ex-presidente Santa-Cruz En con­secuencia queda U .G. autorizado para nombrar 108 respectivos depo i· tarios, que administraran los diferentes inmuebles de su propiedad, y guardarán y custodiaran Ins bienes y valores muebles; previa la fi nza que dichos depositarios darán segun las leyes. En cuanto a los bienes de propIedad nacion,d detentados por el ex-presidente, tales como los muebles y utiles de servicio p¡'rlenecientes al palacio de gobierno, y especialmente la medalla del Libertador, cuyo uso se concedió al ex-presidente, U. G. los hal'll exhibir y depositar sepa­radamente en la oficina del tesoro. Y a fin de que estas disposiciones tengm exacto cumplimiento, U. G. intimará arraigo á la esposa, hijos y d mas miembros de ]a familia del ex-presidente, sin que ninguno pueda nbtener pasaporte, ni sa]vo conducto 'de )as autoridades, nntes de plena y entera jecucion de esta órden.-Dios guarde a U, G .·~ Rubrica de S. E -Manuel Ma,'ia Urcullu. < Copiado del .fl,'auca1lo Núm. 456.) El jeneral Santa-Cruz, antes de tener noticia de e~ta 6rden del Jefe supremo revo]ucionario de Bolivia, diriiJio al soberano Con­grp o de aquella República, con fe ha JI de Mayo de 18S9, desde esta CIUdad de Guayaquil, la representacion siguiente: Sr;:~OR:- Andres Santa-Cruz, Gran Ciudada no de Bolivia, con e] debi­do re peto parezco ante la representacion Nacional para manifestar: que he recibido en e"ta Ciudad de Guayaquil comunicaciones au­ténticas y firledignas, en que lile me informa que mis / propiedadEl hJ n sido embargadas en la Paz p r di. pCosicion de ]a autoridad depar­tamental, y 'lue se han adoptado otras medidns arbitrarias, en térmi . nos de haber impedido a mi esposa, que venda ó arriende una par. to de ellaE', cnmo nos era necesario para subsiAtir con . su producto. SemeJllnte noticia me ha )Jenado de Euspension, pues no 01- eanzo a concebir cómo ha podido dictar una au\oridad cua-Iquiera de Bolivia, sin eceptuar la Suprema, tan ilegal y arbitraria . deter­minacion, y tan contraria al tenor de la Constitucion vijente de la República, que debe s er la norma de todos los funcionarios púhlicos, cot:f1o de sus conciudadanos.-Ella garantiza las propiedades de los Bolivianos, y prohibe ab olutamente las confiscaciones, bajo de cual ui t:r pretexto, s .a por disposicion del poder l.ejislative 9 .el Bi . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .:. 124 QutlvO; 1 si permite los mandamientos rle embargo al pod r Judicial, es en sus ca~os respectivo~, conforme al códIgo de procedimlent:ts Judiciales. MIs propIedades, como las de cualquier CIudadano, no p"eden estar sUjetas a la arbitrariedad de ningun otro funcionario, sea que se me considere como maJistrado que ha t nido la hOllra de pre idir la Nacion Boliviana, ó como ~imple Ciudtldano. L predi ha Constitucion, I rohlbe semejantes cOldiscaciones, con mucha prevision, y por razones mui politica~, para aSt'gurar la confianza de los pUf'blo", y con mucha jllflticla, para que nu se pue­da castigar en los hIJOS, I s errores ni aun las culpas de lo~ p:¡ ­dres.- No hai un solo ejemplar dllrante )08 diez años de mi admi­DlQtracion de un atentado semejante en Bolivia: ni creo que lo hai tampoco entre Jos pueblos que han tenido la desgracia de vivir en continuo des rden: en todas partes se ha respetado, a pesar de la eX.1ltucion de los partido, t-'Se principio sagrRdo, cuya vio lacion se­ria una amenaza a tocos Jos padres de familia y a los propietarios, y una sentencia de muerte contra la industria y los progresos de la Republica. Como M ajistrado, solo soi responsable por aquellos actos 'lue Jetalla el código fundamental de Bolivia, y esa responsabilidad (de que me creo esento) no puede exijirseme, sino en los casos, y segun las formas previstas por el mismo código. N adle puede hacerme cargo lejhímo por los actos de mi ad­ministracion anteriores a la Lelislatura de 18S8; p rque t dos han sido examinados y aprobados por los Congresos que se han suce­dido hasta entonces. El que intentara anular ó d sconocer algllno de esos acto!l, minaria los fundamentos del órden, haciendo dudoso el orijen de toda nuestra lejislacion y abriría un ancho campo a la anarquia y a la confus! n. Nmg',na autoridad )Juede con:,íderarse mas lejitima que aquellos congresos, cuyas TllÍces ademíls de III populari­dad de su orijen, e taban enrobustecidas por un largo periodo de tranquilidad pública, y por una serie de actos I gales y rf'glllares que han ensalzado y hecho Tfspetnble a Bolivlo. Si tal abuw tuviera lu­g& r una sola vez, contra toda razon y contr/\ el tenor de la Id ex­prf'sa, ¿ quién no se cr eria autorizado en adelante par destrUIr las instituciones y los derec'hos mas leJitimos, rlesde que pudiera dispo­ner de la fuerza, ó dar de cualquier modo a la expr ion de las pRsiones una apari ncia lega I? ¿ "luién se creeria s guro en una 80- ciedad, en la cual no fue en suficient s garantes las Je)es escritAS ó estuvie. e al arbitrio de algunos el darles una fuerza retroactivR? Pf!ro cuando hubiera lugar n algun cargo lejítlmo, e. tando yo pronto segun lo he mRnifestlldo de ant mano, a presentarme a contestar en debida forma por todos los actos com ti do en ejercicio del poder supremo, debo esperar el que se me haga conocer, y S8 me eXIJa la responsabilidad en los términos que la COD titucion se­iala; y no el que en manera alguna, se me imponga una pena que • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 125 o pt1 ele Ir.'é 0S ce calificlirse de ilegal, injusta, arbitraria y atenta­to ria, di de (lue se {ltropella lo dispuesto por la lti fundament ) de la Repúbllcu .-Tan lojos stoi de pretender sub traerme de la res­poosablhd¡ d quo la Con ~ titucion me Impone, q~le la exijo y )a provoco aun sobre 1 's nctos gub rnativos de que por ella estoi esento. Obran­el ) en se' tido contrArio una autoridad cualquiera persiguiendo las pr )!JlCdadts hNedadas d mIs padres, las de mi consorte, ó las ad­quindas leJi imamente por mí, SIO haberme oído, sin haberm~ facIli­tad 105 11 edios de el fenderme, se traspasarian los Jhl1it· s de la jll tlcia y se conculcaría la CoostltuclOnj pero tal procedimiento con­trll los prin ipio~ de deree ho natural y público, universalmente reco­nocidos p' ·r todas las naciones civilizadas, no es de temer que ten­ga lugar en Bolivla~ que se ha distinguido ("ntre otras repúblicas, por la rt'l1ji S8 eneracion ~on que ha observado constantemente sus le­} es y p r ) .. severa moral con que el gobierno ha sostenido los fun­damentod e enciales de nue8tra asociacion. y si no hai lugar para tales procedimientos contra el que ha sido j fe de la nacion, in salir de lo! límites que la C.nnstitucion tIene trazados, tampoco puede haberlo eorltra un buen ciudadano, a quiell la representacion nacIOnal, en diferentes lejislaturas, tuvo a bien conferir títu los los mas honrosos en el enajenamiento de su entusias­mo por los servicios que ha hecho y que no ha cesado de hacer a la patria con un celo siempre nacional. . No e me oculta, Señor que en las épocas de revueLtas y ajitaciones politicaa, en que fermentan las pasiones y se desenfrenan los onios personales, todo sale momentaneamente de quicio. Pero lqs poder 's soc al~s, que no han sido instItuidos sino para afirmar el im­perio de la I I Y protejer los derechl)s 8agrados de las personas, es­tán en la ()blJgtlcion de atajar descarrins semejantes. Cada uno de esos poli ~e, c:gun nuestra lei escrita, tIene trazada su esfera de aceion, n ladas sus 8tribuciones, deslindado el campo en que ha de eJ r('C'r las fllcult1des que 18 sociedad le ha conferIdo para benE:­ficio d tOdo, y cuanto se haga fuera de esa esfera y de e tos Ji­nlÍtf' F, nulo a los ojo de la razon, de la JU ticia y de la l('i. En vano '~ daria por prct xto algun error ó culpa que se me ncha­q\ l ; porquh los err r s ú las culpas, ya ean de un maji ' trado, ó de un ciudadnno, no pueden autorizar 1M abus s de otro alguno, y me­no la e mpleta de trucrion de nue tras instituciones, cuando es el deber y el interes de todos el so:.tenerlas. Prt bado a mi modo de ver, que se ha procedHo en contra. di ci n n )I\S leyes pre-c-xist ntes al dictar el mbargo ó confi ca­cion d mis propiedadeQ , debo agregar, que tampoco podra orde­narse . o para lo venidero. La lei que ni intento se promulgase de­b na 8 .r una lei jenera), no e~pecial, ni aplicable a los actos snterio­re , ni solo en daño mi"; porque esto acreditaría una parcialidad que esloi mUI lejos de recelar de la sabiduria del Congreso boliviano; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 126 y porque se faltaria eseand losa mente a aquel conocido prmclplO equidad y de lejislacioll qu no admIte leyes que puedan tener efec­tos retroactivos, fgnorando si 1 disp sicion de que reelamo, ha emanado del Supremo P.oder Ejecutivo ó tan solo de la autoridad depart-amental de la Paz, he elevado mi quej a los representantes de la nacion, per­~ uadido de que en ta alta rejion en que se encuentran colocados, predominsráf\ la fuerza de 'ideas y la nobleza de sentimientos, sobre las pequeñas pasiones que promueven esos procedimieBtos emponzo­ñados por el odio de los partidos. Con esta c()nfian~a me prometo, Señor, que tomareis las m.e didas necesaRas para reprimir la licencia, y poner a cubierto la se­guridad · ere las personas y de las propiedades, y que afirmareis la confianza de todu~ los ciudadanos. Pero si por desgracia, y contra toda probabilidad, quedllsen burladas mis Sundadas esperanzas, decla­ro, con el (espeto debido, pero tamblen con la enerjia propia de un hombre que cpnoce sus derechos, y está penetrado de la justicia de su cansa, que protext-p desde ahora ante la a8cion, contra los abu­sos de que yo fuere vlctima, y que reclamaré por todos los daños y perjuicios que se me causoren, contra quien hubiere Jugar, en cual­quier época en que las leyes imperen en la República. Por tanto, eRpero confiadamente que estl\ representacion, en que solo ~ido al Congreso boliviano el sosteDlmiento de los dere<:hos mas esen(ilales, que la Cunstitucion garantiza a todos los bolivianos, me­r~ zca su acojida, y que él no tolere el ejemplo de un abuso terri ­ble, que seria el orijen de represalias funestas, y la espada destru¡; ,. ra de la sociedad boHvi na. Señor . ./Jndres Santa-Cr~·. Los que no ticnen mas nociones de politica que las que daD. los periódicos revoluciofla io , y Jos que juzgan de la cosas po Jas solas insligaciones d l odio a las personas, cle~en ~ olla r muí )~s­las las medidas dictad JJgr el prf' ¡dente revoluclonarto . de BollVla, contra los bienes, la rno le, los hijos y ha ta. los . domé I~S del pre­sidente derrocado por el f¡ cto de una conJuraclOn m,litar del Je­nero de las que Gam rra y La-Fuente hicieron r~petidas veces en el Feru. Estos mismos d ben halla~ malas la razones, l principios, }¡IS doctrina e~ tflmpad8s en la l'epreaentacion que diriJi el Jen ralo Santa-Cruz al C:;;ongre o b liv~no . Esto es muy natural; pero corpo yo no e cribo para con el cer a Jentes que e ton bien convencidas de su ciega parcialíd d y dfl t1 grosera mala fé, haré- ras ob ervlI­ciones, que de estos (' o. cAnoalosos ~enen naturA cote parir ~ue lo hombr!l aencillos COn01.CRn lo que tiene, n. que esperar d ~\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 127 . fos demagogos del nuevo mundo. Lo primero que df'bo hacer notar, es 'lue el Señor UrculIu, de quien aparece firmada la órden atroz que se dá al Prefecto de la Paz, es uno de los mejores letrados de Bolivia, rival del Señor OJañeta, y miembro como éste de Ja Suprema Corte de Justicia. Este juez ilustrado no sabe todavia que los departamentos, ni considera­dos como divisiones terHtori.ales de la Republica, ni como miembros de la a·sociacion boliviana, 80n las personas, que acusando al presi­dente depuesto por un motin militar, pueden bacer legales las in­fracciones de la misma constitucion que se. cita con el mayor des­caro. El toletole de los amotinados, sea en los departamentos, sea en las provincias, sea en las ciudades ó en los campos, dO puede producir otro resultado que el que produjo en Jerusalen en tumulto del populacho contra la vida del Redentor del jénp.ro humano. Pero asi como allá los judios fueron movidos por Jos fariseos para hacer que recayese sobre toda la nacion el crimen que querían cometer, haciendo que el pueblo pidiese la muerte de Jesus, asi en Bolivia los instlgaJores de la revoluoion han hecho cargar a los pueblos con la culpa, do que 80n muy pocos los autores. Los jefes rE:voluciona­rios colocados en 108 departamentos y obedientes a las insinuaciones del Supremo Revoltoso, son los únicos ~cusadores que se presentan 8 los OJOS per picl1ces de In crítlca; pero ¿ quién no sabe que no 80n ellos los órganos de la opinion jeneral, como no lo son de la representa­cion de la Rf-pública? El .Jener~l Santa-Cruz hará mui bien en no reconocer la ilejitima autoridad de estos tiranos, que solo pueden res ­tablecer en quel pais la anarquia de que él sacó a BUS compatrio­tas. p ·::ro volviendo la vIsta al lado de la irrision que estos hom­bres h cen de la leí fundamental de la Repúb1ica ¿ en cual de SUB articulo h·1O hl\llado prescrito ese e11lbo,?'go y secuutro de 108 bienes de un pre idente, que se depone por la traicion de sus subalternos? i En coa l. de estos artículos ee encuentra ordenado el arraigo de la C~pOS8, blJos y domésticos del presidente? Esto podrá hallarse en aquel ,,6 igo negf(l, en que Gamarra encontró la autorizacion para sobreponerse a todas las leyes y doctrinas constitucionRles, depo­mendo a nn lefe supremo, violentando a un congreso para que !'la n­eiohnse s J trúcion y la de La-Fuente, disolviendo por la fuerza uno convenci. n lJ ciona), revelándose ('. ntra otro supremo jefe que oca­baba d' e('(l ocer como lejitimo, y cometiendo en fin todas cuan­tas traici JI s y atentados Lastarían para infamar a muchos hombres. En este sol códig0 pudo hallar el presidente ilejitimo de Bolivia, y el ilají lim mini ·tro, la justdicacion del arraigo de una esposa in ­culpable dunas cflaturas inocentes. Pero o ~e arraigo que el Señor UrclJllu c ('ia útil, porque debia aflijir al padre y al espuso, pareció mUl imptI litic( al jeneral B.J1iviall, que no queria que la presenci~ de E'stn víctinas de la impiedad revolucionaria precipitase la contra­~ evolucion, qm mas tprde, ó mas temprano, dehe ser el r ultad. ele Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I~ los prineipios dominantes. Ya se ha vi to en la ct'ílica de la revista polítit:!1. de Boli­via cuales son los absurdos cargos qll se haceo al jencr 1 ~;, nta­Cruz, y que han sido el pretex.to para apoderarse de sus blfmes. Aho­ra .010 tenemos que observar lo que h lIamos de nuevo C'n la órd en del Señor Urcullu Esos bienes de p"('piedarl, nacionaL, como Los mlJe­bIes y 'útiles pedenecientes al palacio de t!ohie1'no, no podian ha­llarse de niogun modo en otra parte, sino en aquel edificio de Chu­quisaca en donde el S - or Vrcull u dictaba aquella órden. En la Paz no habia mas palacio do gobierno, que la casa particular del jene­ral Santa-Cruz, ni mas mueble~ en ella que lo pertenecientes al dueño -de la casa La medalla d 1 Libertador, que el cOllgreso de B livia .dió en toda propiedad a e -te jpneral, no pudo darse, como lo da a entender el Señor ministro, para que la usase como una co­sa que se presta por pocos dias. Estos ob3eiluios podrán estar en moda entre taberneros, pero no son de la c lase oe aquellos que acos­tumbran hacer las naciones a individuos que prestan relevantes ser­vicios; y digamos de paso, qlle una medalla, que no vale mas que siete mil pesos, ni era IIna alhaja digna de ser obsequiada a un Bo­livar, ni puede servir de pretexto para de carg r el "estrepitoso gol­pe musulman, que bajisimamente se ha descargado sobre la espo a y los hiJOS de q lien sacó a Bolivia de /a nada en que yacia, y la elevó a la reputacion de que ahora ha caido por los esfuerzos de los anarquizadores de aquel pais. .- Quiten los enemigos del Jeneral Santa-Cruz el nombre de es­te jeneral de los documentos publicado, pongan cualquiera otro en su lugar, y vean lo que .de e tos hecho resu lta en pro, h en con­tra de la gloria de Bolivia, y de 1& decencia de los que se dicen restauradores de la constitucion, y no on, sino los violadores de oodos los principios constitucionales admitidos en el mUlldo. EX'.rRACTOS DE CARTAS D .. L PERU. Li1na Junio 29 de ] 83 , El 2 t del presente salieron del Callao para Chile los batu­llones Valparaiso, Santi ago, Carampangue y Aconcagua on la mitad de su artllleria y parte de la caballería, ascendiendo toda 1 flJer~a embarcada a mil quinientas plazl!s, entfe las cuales se asegura qu van de trescientos a cuatfociento Bolivianos, y se dice tambien mui jeneralmente que el bata llon Va/paraiso se llevaba once mú icos pe­ruanos de los prisioneros de Yungay, ., que el comandante de aquel batallon rompi6 su espa t a de cólera porque no le permitieron pm· arcarlos. nlcese tambien que I resto de Chilenos, gue ne pasa rl~' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J ~, titr ~ 0111 Y quiui nto , se embRrcnra en setlembre, si antes JI ••• ur­re algo I or ac6 . que 1<-8 impIda el volvtr a ver a su pr. lria . Mucho se habla [IN tod s partes do revoluciones que deben etitnllar por es­te l> 1 tro rumbo; lo que no sera de extrañar, porque se ha apura­do ya el s ti fmoiellto de todos.-Se espera a Gama rra de un dia a otro, &llnqlJe (lIgunos dicen que no viene, h· ,ta dt8pUes de instalar­s~ el c greso. Se' dice que T rrico sera elejido para pr sid ~ nte, y que sto (S lo que tlUJere Gamarra, que solo desea con ervar el mun­do de las rmas, en que consi~te todo lo positivo. Si asi fues, el Peru sufrirá por algun tiempo el azote de Dios, que ta en las (JIU JOS de este Atila, y se t n .rén en el Cf"ntro y en el norte lie la R I úbhca las paternales corr(;cciones que se han dado a I s pUe" b,CI del '-ur - Por un arrllgo nu stro, que 8caba de JI, gllr de Are­quipa S8 bemos, que despues de llls azotainas del Cuzco, de Puno y .Arequipa han ocurrido los dos casos siguientes: En Carnl.Jná hu­b un elector que se resl tió a votar por la persona que ordenó Torrico saliese elejida púr la linre voluntad de los Camanelos, y el sub­preftlcto de aquella villa manrló que se le diesen veillticinco 3Zt tes .en lo. plaza por 0lJosltor al gobierno. Cuando el elector tenia ya tus ca lzones en el su~lo, fué tal la grlteria del pueblo, que se habia rt'u· ~~do, que quedó sin eftcto la ejecucion.-En Quitca, casi al mismo tie.mpo, se e rapó de otra azotaina la mujer de un zambo acumo­dado de aquel pu blo, que fué puesto eR la cárcel, como otros mu­chos y cinos, para acar de ellos reclutas parn el ejército. La mujer diJO algo sobre la irania que se ohservaba en el actual g .bierno, y sabIendo esto el (ficial que traia de Arequipa la comiston de rea· lizar este r c1uta de nueva fu brica, pidió al alcalde t que hiciese dar ~incuenta azotes a a uella insolente. El alcalde se resistió a Mcet' esta justicia, diciendo que eso ele los azotes no era conforme con la e -n litucion, de que se llamaha restaurador el S~ñor Torrico; poro el ().fi ial manir. tó al f-ngoñ&do alcalde, que no podia h ber t 1 dis· eonformidad cuando el mismo Señor Torrico le habla mandado n 8U8 instruccionee que hidese azotar a 108 que no cumpliesen !in t'épLica DOn lo que se mondaba. C n todo e to, el alcalde no tuvo a LI n admilli trar la receta a aquella mujer, y el ofiCial prot xtó que daria pkrte al Jefi· sup tior para que se IDandalle dar la az -taina al alcal­de (¡bsenad r. En Arequipa el juez de policia, Hompe-huesos, hizo una t ntlltlva para sacar un donatiVo de 108 cholos de la Pampa, con ~ bJcto de oobt ar los arcos triunfales y demas r~gocjjos publicos que debian hac rse en ce! bridad de la entrada del jeneral Gomarra e Areqlllp8; pero el llompe- hue,oll aquel dia, solo por gran fortuna, no cambió 8U nombre en el de Huesos-roto8, porque los cholos y cho­Iaa corgaron sobre él a pedradas, dandole a él y a su héroe los nom­brf's que merecen. Tüles son las demostraciogcs de entusiasmo ~ue h"cen Jo pueblos del Perú por sus virtuo os, y heroicos re taura­&' res.-Ds TruJilJo escribe¡, que cada día e bace mas iQsufrible si Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 130 yugo de los restarlldores; que han hecho Prefecto de alH n un chi­leno La IWsa, expulsado de su pais, que ha vivido del bnr"to fluC le d bun en las C8sas de juego, hasta que La-Fuente le comisionó para el, saqueo de las hacien'das del jeneral Orbegoso,. por cuyo importan­te servicio na merecido el mondo del departamenfo, para el cual la constitucion restaurada' exije haber nacido' en el- Perú, De Lima se esetlbe: "aqui no se hi1bla ya sino de los miedos que tienen los ,) restauradores de una nueva restauracion, que les venga de Guaya­" quil. El alente principal, que tienen en esa ciudad, no cesa de 8U­" mentur estos miedos, dando Jugar a que crean estos imbécilés, que "el jeneral FlcJres auxilie a Santa-Cruz -y a Obergoso, pero ningu R " hombre racional da 'asenso a este chIsme: mayormente despues que " se. sabe qJle el tal ajente no ' tiene en Guayaquil relaciones, sin" )) con los desafectos a la actual admmistracion del Ecuador. Todos " sRben aquií que el remedio de estos males, que sufrimos, no Sll ldrá, "sino del corazon del Perú, y que en vano estos tontos alargan tanto­" sus ojos do cangrejo ácia Guayaqttil, cuando tirnen bash'ntcs pe:' "hgros que ver baJO sus pies. Bulnes ha reéibido nuevas órdenes " de, Chile, para que se vuelva con prontitud, porque 'aquel gobierno " teme que ' las yísperas cicilianas: tomen n sus tropas en Lima, Se " asegura que Bulnee ha notificado a todos lhs chilenos estabJ cidos ») en el Peru, que traten de rt:tJrarse; con el ejército, porque es tal " el odio que reina contra ello!.t; que no deben contar con ninguna " seguridad.' He visto una:comuniCilcion orijinal de 8 de junio de "Salas a La-Fuente, cuya copia es la quo sIgue:" Procurando esto "gobierna, por cuantos · medios pueda ' y c"tcn a sus alcances, consu!­" tar la tranquilidad y repo o del Perú, arioptó la medida de enviar "a D. F- ....... U ...... ( ) a In ciudad' de Gnayaquil pata que ob~erva­" se la conducta de Jos emigrados, quienes tengo sobrados fundn­" mentc)s tratan de planes desorganizadores sobre el Perú -Al cu­" mi. ionado U ...... se le hall dado llls instruccidnos suficientes a UéSe t'n­" p ·ñllr u encargo, especialmente que proc ro relaciones con los "que rodean a Don' Añdres S3nta-Crnz y a Don Luis Orbt>go.o, y "con tos demas jefes y oficiales peruanos 'que con probabilidad cs­" tf'n ni alconce ,de /3S ' medidas qué 'se pu dan tomar al desarrollo " de sus planes' desorgahi:tadores; y como pbr ' insidencia se le ad­" virtió tambien se impusie e de las miras del gabinete del Ecuad . " por medio de los vecinos de Guayaquil que influyen on e~e g • "bierno.-Pllra que no se pudicse r celAr de él, se le facllit a que-' » jarso l de l' , aomini tracion del Pcru, ddndole la libertad a que en ----------_._--- --- (.) El edifm" (le la, Ve1·tLad Uesnurla, que es mas lII~rfll, a un­que menos lJalCLngana que el Chanfluy, "tservtl las llemfJs letras riel nombre del espin., porque l~s pecadores ocultos, e lo es, que p tc(Jt~ Ilin e6ctindll.lo merecen q le se les gua -cf fII secreCo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 131 ." esta pal e diga enanto pueda, es déeir, se lq di~ carta ,planclJ . e~i " e~te respecto; pi.r últlmo se té" previno que se cntend,iera djrectn· " mente ron este gobierno, nel omitie~ao sus lehas con", cuantos dé " Guaya\}til vengaD al Pcrú,-Se le neigharon dosci~ntos c~ncuent,a " pesos df sueldo por cJda un mes, pagaderos por esta tesoreriíl, de­" biendo E81il de e la cant'ilhd cuantos. gastos ieGn ne,ces,/Irios, sin. " poder elijir un real mas.-Al porier en el superio .. conocimie.n.to de " US la medida relacionada, cree este gobierno cumplir COQ. el deber que " le irnpor.e la lei~' de velar sobr,e.la t~anq~ili4~rl del p~is, por . cuyo ), sosiego y adelantos sacrificaria , cuanto de él. depe!1.da, y espero ,.que " US, Jo 8?robar"H, diriJiendo, si luzga oportuno" alguna mas in trll~ " cion al comisionado U ...... -])ios guarde a USo &c. " .. AL IMPAHCIAL D~ Q 1['1'0, Veo Señore'9 editores del ' Imparcial, que- les ha causado a' Us-. tede' 8cirprt>sa lo poco que simpataza la edilcacion jenc1'al con las ideas del editor áe"la Vc)'dad Desnuda: Ustedes, mis imparciales $eñores, ' no han comenzado Q serlo con ;respecto a mí. Yo simpatizo nosotros sim ; patli'¡¡ mos, y todos simpatiian clln In misma cosa, y aUDAue n.o habia yo conJugodo haeta ahora este ' verbo, sepan ustedes que tengo simpa.ha con Ustedes por' las escuelas dé p IJneraa 1t'trns, y que deseando que se, estublecie en las' de' enseñanza ffiútua de Bell y' ,Lanca ter ~n . ~~ nue"trn América, en donde se hacen los progresos a paso de tortu ­ga, cuando no Q pn o de cangrejo, gasté en Europa ¡pi dinero en hacer aprf>naer a UD tal Antonio Eston aquellos sliltemas, c,?n tooo lo rellltivo a la administtacion económica de los establecimi en­tos; com~.lfé los libros, las muestras, las pizarras, los Jáp'ices; hice lo reroesa de' todo esto, y cmtlé el pasaje del que debla ser fundad or de la enstñanza mútua en (l(Juella parte a donde yo le envié; pero el gohierno de aquel pais estf\~a entonces simpatizando con otras COS '1~, y mis> simpotías por la educacion jenerá'l tuvieron el mi mo r{-snltado que las ' que he sentido en mi ' vida por otr08 objeto~, ea de Ir, que no Sé e tablecifron las t les e cuelas, ¿ Pero de donde , ha . 8 ado' la irnparcí Ji ud tlo Usted 8, señores mlps, 'que yo debi<,l e ter drazado, como di en en unn cElpecie de conocimientos qll lo tienen ya nun aquellos 'I ue se reputan por mas ignorantes ? ¿ Quién no R be qUé el saber t er y escribir es co a uueno, y J'lUC debe pro­tPJt rile P(, \, cua lqui r gobierno, 8lJn qu~ ~ea el men s sabio y benefi . cioso? Yo dije bien claro en el discurso que ha escandalizIldo, n Üs­t ,; (s. sepun e1i hm'a buena leer 'lJ escribir tollas 'los JJTf!.cricano.s, horn­b, oes '1 mlJje,'cs: 1nIJt f¡ueho se·,'á es to .. " ne uq\li deduce la impar-o ejallci Id de U tede~ que)'o quis~ rl cir: no aprendan a eSr1'ibi" lo . • /:no ¡,·tmos, ni hotllbns ni emu.ie?'es: esto será 11Iui mato. Ptle~ n8 i..', Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1~2 ¡ores mi03, 14. quise decir, sino lo que dije; y hallta hoí ne m" l abia ocurrido la duda de que yo me explicase con poca claridad ouando escribo en castellano. Dije, señ( res mios, que mui bueno sera que aprendlln a leer y escribir todos, todos, 10 excepríon; pet·o que no esperemos que cun esta, clase de educacion jtneral consegui1'tmns remtdiat' los males que nos aniquila7'án antes de llusl.'ar (1 las ma· ~as. Lo repito, señores mios: nuestros males no son caus dos p r la ignorancIa de estas masas, sino por la f¡¡ lsa ciencia de los que go­bIernan y di ponen de ellas. Entre los Paraguayos casi todos ~abian leer y escribir cuando Francia Re hIzo dictador, y con tocio su alfa­beto en la cabez8, han sido gobernados mns more pet;Udllm que nin­glln otro pueblo donde solo se conoce la O por lo redonao. MuJtipH­quense hflsta lo infinito las escuelas de primeras letras, en lo. que t - dos simpatizamos; pero al mismo tiempo curémonos del cont jio de Jos fttlsC\s principios de nuestra hipócrita, polltica con lo que es pre­ciso que todo~ simpatlzemos, para que no nos lleve el diablo Ct Il todos los bancos, cartillas y tinteros de las escuelas, que se han de estableo r en el número que conviene, cuando Dios quiera, apesar de todas nuestras slmpatias. Yo, señores imparcial es, vi antes de la revolucion e cuelas de primeras letras en pueblos de Indios, en Mé­jico y en Guatemala, costeadaR por los mismos pueblos, sin que el g'Jbierno espllñol se mezclase en protejerlas, ni en impedir su esta­blecimiento. Hoi es preci!lo que el gobierno costee a los padres la educacion de sus propios hiJOS, y esto no prueba, en mi mui humilde opinion, sino que \lamos haciendo unos progresos admirables ~ontra el propio interes, contra el espíritu público, y contra las ideas Jlberales. Lo que estas ideas me dictan R mi, es es lo que han dic­tado a los sensatos Inglesa y Norte americano, que es convencer a los hombres de la utilidad que les trae una cosa parll que ellos la hagan, sin contar para nada con el auxilio d(!1 g()bierno, que ne­cesita ser allxiliado. Nuestros· gobiernos no son Franci C08 primeros .i Luises catorces, ni Pedros Grandes, ni chicos: son gobiernos . de pocos recursos y llenos de muchos embarazos; pero entre todos los padres de familia, que hai en cada aldea, en cada pueblo, y en ca­da ciudad, sobra con que costear una pobre escuela para 108 pobres muchachos, sin que sea preciso que gastemos mncho papel en ha-er una de aquellas demo traciones con que divertía Frar·klin a SUB compatriotas. Si hasta ahora no se ha hecho así, es solo porque la jente ha corrido trfls la sombra, sin buscar el cuerpo que la causa, 1 porque los escritore públicos han empleado mal su tiempo, hacien· do esperar a los tontos /a realizaclOn de las teorias, que jamas ve· remos en practica. Convenzamos a los pueblos de la necesidad que tienen todos ellos de costearse sus escuelas de primeras lelras ~on sus propios recurws, )0 que cuesta muí poco dinero, y haran ellos lo que se hace en aquellos paises en que se leen 108 treintn .il ejelllplares d~l Despacho Semanal, de.que Ustedes DOS hablan Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 137 suelo mer¿ció ser c:Jejiclo .::upremo j fe de la Repúblic:fi <.11 la filas libre de das las elecciones que se han hecho en aquel país, y que se hadin er muchos años; un hombre, dig , tan acreedor por tanta razo­nes politi s y morales, es depuesto del mando y arroj ad"O del ¡.HI15 que dfbe mandar, ~olo porque un cobarde sub·alterno suyo, un cons· [mador ob~curo hasta ~I ton ces, y céle?r~ desp~es por la re~ ticlOn de jn acondIcionados en el B n o de B l. nc, antes Palacio Arzobispal de LIma. C0m todo esto ha p:)sado en silencio, no se ha hablado de ello, sino mui vagamente, y 50 10 se ha oído en plazas, calle,:-, portales y picanteril'f8 un rumor con­fuso como el de un eco: Coloco lo ..•. Chorrillos. . .. doscientos mil pesos.... Bulnes.... Pa\Hcio Arzobisplil .... Pero lo que se ha dicho en fra~es bien ncabadas y re tundas es, que es una ver­güenza que se halJa venido el. saquea?' estos pueblos para ocultar lus saqueos bajo La bandera tl'Ícolor de Chile. La Colocolo va a Guayaquil c n una comi ion importantísi­ma, que segun mi autor, de la mayor confianza, es la siguiente: ...• Lo siguiente no se publica, (lm'que aquí se "espetan los secreto! aje­nog, y po,' otra pat·te, eso soLo interesa. a los JJlemanes a quienes S6 escribe. La firma de la carta e3 C. G. P. Von PuJfpo.D'scholsbergk. C-) DECIMA PARAFRA TICA DE OTRA DE Il\lA DEI. PADRE ISLA . J1 LA ROlA SENSlTIVA. ¿ QueríCli. c nt 'ta ion A vu tro torpe. di la tes. ¿ V pen. ~bai) botarates a al' . a 'i 1 r lj n ? y o ~oi p rro can a. tron, Que de:precia 1 vil ladrido ---. ---- --_.- --_. -- -- .- C.) Sujeto mlli conocido m su casa, que vive en la calle empe­drada, número O; a donde puede ocurrir por ezplicaciones lJ. ligus. tin Gamarra !I Compañta. e Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. } IJ3 Con qu~ le han a ometido Lo...; cachorros de la aldea; ALza la pata, Los mea, y vá al bjf to emprendido. E'L 'icjo R EJON; ó moderno AJI. AL EPIGRAMI:5TA DE BABAHOYO. Si á la Aheja semejante, ¡Jara que cause plac '1', b"L epi '-'r'arna ha de se'}' Pequeño, vULCE y punzante; }' ~i la abeja oficio a, Para pro udr u miel, Saca la e:sencia al clavel, A la azucena y la rosa, Bien se pu de asegurar Que no sa ldrá un epigrama l .. e cuanta e pina derrama 1 or la tierra un espinar. A JI. Ff~ DE EL' RATAS DEL Núm. l.C Pájinas. Lineas, Dice. Leríse. 1 ~ S 4 4 5 id. id. 6 6 6 7 7 ~ 6 45 9 2 !l4 id. Si 11 SI ss 13 SI edlctor. austrual. p( rque. estados. mesqulnos. convalIdas. consuma. braboM. de la independen-cía el jllicio Colombla Venezuela. dé e· i tores. conVJ n. edlt. r. al tral. por que. 1. tad(lS. mt'zquin ol!l. comb lid .s· C(Jnsllme. bravos. de Ja indept'ndeocia: el juicio, Colombia: Venezuela. de editorp!t. cuwb.ueo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 144 PáJiMB. Lifleal1. Dice. Lease. ---- 7 ~4 7 Si) ~ S 9 5 g 8 9 S8 10 • 10 27 10 SS 11 lS 11 15 12 1 12 20 15 1 13 25 13 35 16 6 11 9 11 ]5 17 19 17 22 18. 1 18 20 18 42 19 21 19 28 20 57 20 30 20 SI 23 18 13 19 2 convinado. combinado. convinacion. comblOacion. se obró es decir. se obró: es decir, Ulices. Uhs6.'t. Orbegosos Ballibianes. Orbegosos y Ballivianes,. FigUleira. FJguelr8. calaber 8. calaveras. que ¡ti vencedor. que del vencedor. 8vfrieseloB. BI/[rttSe los. civleas. cívicas. civica. estados h ósti lidades réclproc8s. do~ cuatro y seis. opongan. ca~cumbas, Ó no se que Arnanld. consulados Los y dep asiones leventar. bastantes. Quiroz pátf' tico. desolacion, viles. pasados. jente. pasaba; bacuno. civica. E-tados. h" stilidades. reciprocas dos, cuatro y eia., oponga. catacumbas. ó no sé que. Arnauld. consularlos. Lo. y de pasiones. levantar. ba8tante. ~uiros. patético. desolacion. Vile pasados' jente, pasaba, vacuno FE DE ERRAT<\S DEL NUM. 2. y de 8US escritores. mirabamos. lo que quieras. y sus eseritores miramos. lo que no quiera • FE DE ERRATAS DEL NUM.3. ~O -4 J diferencian. diferencia. 73 46 semi nciplopédico. semlenciclopédico. 75 ~ mutilidos. mutilados ~~e~~~e~~eee~~~~~~~~~~~~e~o~ Imprenta d Vivero por J é . Pu . . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 1 N. 5

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Hogares ahorradores de Pasto recibieron hoy su carta de habilitacion para acceder al programa VIPA

Por: Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio | Fecha: 2015

Cada uno de los ahorradores habitara uno de los cuatro proyectos que se adelantan en la ciudad en el marco de esta iniciativa nacional y que son Monterrey Condominio Ciudadela Invipaz Conjunto Residencial Iguazu y Conjunto Residencial Villa Rocio
Fuente: Leyex.info Formatos de contenido: Otros
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