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Imagen de apoyo de  Una verdad oculta

Una verdad oculta

Por: Ann Cleeves | Fecha: 2018

Es verano en la costa de Northtumberland. En una noche calurosa, Julie Armstrong, descubre el cuerpo sin vida de su hijo, que yace rodeado de flores en la bañera. La inspectora Vera Stanhope y su equipo se ocupan del caso, que pronto se complica cuando el cadáver de una joven profesora que se alojaba en casa de la familia Calvert, flota en el agua rodeado de flores. Vera y su compañero Joe, empiezan a interrogar a los testigos e investigan el pasado de todos los implicados. Vera se centra sobre todo en el desigual grupo de amigos de Peter Calvert: el autor y bibliotecario Samuel Parr, el solitario Clive Stringer, que a pesar de sus 40 años aún vive con su madre, y Gary Wright, un técnico de sonido con mal de amores. ¿Realmente están tan unidos como parece? Muy pronto salen a la luz oscuros secretos, celos infidelidades y viejos rencores.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Historias de suspenso

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Una verdad oculta

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Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia

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Alberto Lysy, Arnaldo García / Teatro Arte de la Música

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Gran final Concurso Compositores / Banco Central Hipotecario. Instituto Colombiano de Cultura

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Recital de piano Joaquín Achucarro / Skandia Centro Cultural

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Imagen de apoyo de  Revista Literaria: publicación mensual - N. 55 y 56

Revista Literaria: publicación mensual - N. 55 y 56

Por: | Fecha: 1894

Tomo V. Bogotá, Dioiembre de 1894 Entregas 55 y: 56 aaUlST! LlTaa!alA :'UBLJ:CACIÓN MENSUAL EL SEÑOR DON MANUEL MARIA AYA. Con frecuencia puede verse en las calles más ooncurridas de esta ciudad un ujeto de aspecto simpático; joven todavía, á pesar de las cana que a oman en su cabeza y barba; alto, delgado y fl xible, de mirar inquieto, fisonomía plácida y risueña; de andar }'ápidQ y volu .. bIe, que tan prollto se detiene á. conversar familiarmente con un Mini. tro, ó con una dama, como tÍ abrazar á un labriego y dar la mano tÍ la chicuela que la acompaña; que entra tí las oficinas públicas con re petl10 o desembarazo, y á las tienda y almacenes con esa confianza. que se adquiere en el manejo de 10 negocios; que cuando está hacien­do un contrato por decenas de miles, s ele echar ti correr al ~lcance de un niño para dirigirle una chauza 6 hacel'le una caricia, sin perder el hilo de la di. Cl) ión, ni la palabra que dej' cortada.; un hombre, eu fin, que conoce á todo el mundo y de todos e conocido y estimado; que p l'a cada cual tiene una fL'ase cariüosa, ó una chufleta inofen­siva, que iempre se le ve de buen humor, ienlpre afable y comu­nicativo; c e e el eñol' don L\ UEL MARÍA A A, trabajador insigne, capit li ta re pe able, migo fiel y ser ieial, que se ha elevado por flUS propio e. fuerzo, y es padre ele una. amilia notable, mo esta y útil en g1'lln manera ' la sociedad bogotana. Los pormenores de la 'ida íntima de don l1IAi'UEL llenarían un libro. tt grandes l'asgo pintaremos la manera oomo ha ale nzado el pne to que ocupa actualmente, aunque no sea nlÚS que para qtl6"1l0 se pierd cntre las sombras del oh-ido el eje pIo que no ha dado de arrojo en las empresas, con tllncia en el trabajo y pl'e i ión en lo po venir. En 1 50 6 18 -1 fuimos por la primera vez á FllsagaS\lg{l, aoom­pañando tl la familia del entonces apitán ntonio R. de arvúez. Fusagasugá el'a en ese tiempo un 1 ueblo inhospit lario. us mora­dores, escarmentados por las pillerías de nd venedizos que los ha Ían Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 234 REVIST LITERARIA. explotado illanamente, tenían inquina contra todo forast~ro en tal extremo, que ba taba que uno de é tos e pre entara en el mercado para qce los víveres subieran instantáneamente:1l dohle da 'u yulol'. Era natural que se no presentaran dificultade ,y 1 8 tu 'irnos hasta para proveel'l!os dc leche suficiente para los niño ; pero todo nos parecía He adero, y aun olvidámo los trabajos que . ufrimos en el camino, que era el peor de la República de. pué del de Guanac S, B cambio de disfrutar de la belleza de lo campos, del aire tibio yem­balsamado que allí se respira, de un bicnc. tal' que no en toda; partes se consigue. I..I98 dificultades mi .. ma nos ser ían ele eRtímttlo par estudiar las co ... tumbres de e~e pueblo laborio o y honrado, y: ra gozar de lo que 1108 ofrecían los más pequeño detalles de 1 vide, que con frecuencia pa nn inadvertido .. T n día nos detuvimos tÍ ver la salida de lo niños de la e cuela. ".rreinta serían por todos, di tinguiéndo e entre ellos uno tI ue no tenía paz con nadie, como e dice vulgarmente, pue al UllO le enca que­taba el sombrero basta los hombro, al otl'O le cebaba zancadilla, al que no podía alcanzar le dirigfn lB n chufleta, y de todo hacía diver­sión, formando '·1 .. 0]0 m~ s ruido y bullo que los demú. junto .. - uién es e te diablillo? preguntamos tÍ uno que pa abn-Es el hijo de aquel viejo que está allí alborotand el mercado, llOS con .. test6, mostl'ándono un viejito encaL..tador, blanco y ro .. ndo como una niña, que á toda prisa dospachaba lo lienzos y zarazas que tenfa amontonados en una mesa, &. la ombra de un toldo de manta blanca. Su voz clara y sonora, acom pnñada de alegre l'i 'ota n , se percibía desde cn lquier punto de la plaza, y como su ojito hispeantes se­guían los movimientos de los compradores que bnllían:en el mercado, y fingía quo con todos quería armal' enmona, involuntariamente se iban . acercando los mús, y pl'oveyéndo e de us géneros que iempre el'éiD de buena calidad. - ¡ la, niña osita I le grita ha á una vieja de O años; (cé". quese sin miedo, que mi mujer está lejo~. - :ró, mi caballero, aquí le sobran cinco renle .-José l\lal'Ía ! ué tetlés que estás descolorido como un pagüeyuno 1 - Plazo,... í le dar, pero con buen fiador, porque la jáquima in fiador no sirve p ra nada. - ITombre ! Lllgencio l ¿ Pareció tu mula? E a se la. lley6 algún forastero. La hubieras tenido tan flaoa como la mí B no le habría entrado codicia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R 1\10 GUERR .-EL SE':OR DO. IANUEL M. A YA. 235 E¡)te anciano) al parece=- tan uperficial ó tan loco, era. don Rafael ~ ye, 8uj~to muy notable y respetado en tod la comarca por su hom­bría e bien, su laborios' da y su envidiable genio pacífico y alegre, que le parmit5 sopor 2._, sin alterarse, la penas de la vi a y las im pert'n",.,c:?s de 03 p~·ójimos. u esposa, doña Bá.rbara Caicedo, per­tenecía ig mente ~ una fllmi.ia notable de allí; pero en su exterior erro el ev '. ° e don afael pues i é te era pequeño, de1gado blan­co, oj" zu , locurz y l'i "ucño, olla ora alta y rolliza, morena, de ojo' neo rc3, y ser! y r:cat da como una matrona; mas eu su interior, ambos g a daban n corazón campa ivo y lleno de virtudes, unido , un gran fortaleza de e píritu y tÍ hábitos constantes ue sobriedad V modestia. Os owe f Hz matrimonio nació anuelito Aya, como lo dccía en la. é ooa á que nos refelimo, y como hijo único de padre' tüll queri os r", otados de los habitantes del pueblo y 113 contornos f:.le q i ie do oco ti poco cier o prestigio, que entro los de u edad llegó ser dominio completo, bien que ua -izado con su bellcvo-enc' g ;lial. n crto, le dijo un día Narvácz, ¿ d6nde podré ca ~"g . ~ un 6 e tias para ir á bañarnos al Cuja, porque las mías están e tro­peadas? - . Pe'o e en t.'tn y ¡n' ndonos de frente. real! dijo el chicuelo, levantando ~ .. c' r o i por a, replicó Nar áez. Dígamo con quién dI" COil­S gUil' iez que necesito. Yo se las con igo, oon e '.l an leH o, y si necesita nste" q i n 11 e i uno de los niño , yo lo haré con todo cuidado. A la hora convenida llegaron las besths y el cumplido c i~uelc, n;en se hizo cargo de llevar una niñita, cabalmente la esposa d.J B~-or Caro, actual Pl'esidente de Colombia. All'egreso, dej6 :r:- r-nez e lizar en la mano de anuelito seis reale , que debieron b 'illar co o soles, egtín el reflejo de felicidad que se pintó en su rostro. Ese hec ° tan sencillo, tan io ignific nte, fij6 para siempre la voca­ción, el car. cter y la pulnridad de A A. quellos seí reales se emplea.ron en la compra de un marranito, que la bondados doña BÚl bara se encarg6 de cuida!' y engord ~ CaD loa esperdicios de la cooina, y ú pocos me es se vendi6 en ocho pe "s. A la inquieta. imaginación del nÍo tunado niño ocur:ieron casi en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. CARLOS ROJ.IERO P.-OCA;A. 237 obstáculo á las empresas de los laboriosos fu agasugueño , y po supuesto AYa e hizo un deber de fomentar la mejora de la vía, con­tribuyendo con BU trabajo y con su dinero á hacer desaparecer los peligro, y más tarde tÍ abrir una variante, trazada por un há 'Yil ingeniero. 1 trato frecuente oon personas instruídas, y la lectura de buenos libro , le dieron la cultura. necesari para alternar con todas las clases sociales; yel ventajoso matrimonio que contrajo con la señora. doña 1 afaela íaz, dama notable por su familia, u po ... i ión y su belleza, todo esto le dio al señor AYA los mayores títulos para representar en el Congreso los intereses del iro porta te círculo electoral que tuvo el acierto de eIegil'lo. A sus esfuerzos se debió ql1e e! Congreso expi­diera la Ley que ordenó la construcci6n argo, existe un barrio en donde se proveen de todos los come tibIe , y se llama De comercio (a.ntiguo del Tamaco). Oca .... a tiene su púgina gloriosa en la guerra de la Independencia: en 1812 entl;'Ó Bolívar ti la ciudad en medio de vivas y aclamaciones, y allí reforzó su ej , rcito. Muchos ocañeros lo &iguieron al interior. Dioe don Felipe Larrazábal en su obra Vida del Libe,·tador, refirién­dose á caña en la llegada de Bolívar: 'e Al í principiaron BUS bri­lIa. ntes hechos, BUS hazañas inmortales." En la plaza principal mandó Morillo fu il r y despedaz~r al patriota Coronel don liguel Caraba­po, quien hacía cuatro años, en este mismo lugar, bs.bía triuníad() sobre los realistas, siendo Jefe de é tos don Tomás Pacheoo .. Esta eje­cución tuvo lugar el 6 de Abril de 1 16, Y tres días despu' se llevó á efecto la de los dos ocañeros lIipólito García y alvador Chacón. El.} 1824, reunido el Congreso en Bogotá, Ocaña fue propuesta por el Se­nador don Francisco Soto como punto adecuado para pasar la capital de la RepúbUca; y en 1828 se reunió en ella la Gran Convención convooada por Decreto de 7 de ~Iarzo del aio anterior, como que era el punto más central de la República, con. el fin de reformar la Consti­tución de 1821, que no podia reformarse sino después de diez años de su promu]gaoión. Ocaña ha dado hijos ilustres á la República: José Eusebio Caro, poeta y político de gran nombradía no 86'0 en Colombia sino en el exterior; José Vicento Concha, jurisconsulto, filósofo é institutor afa­mado; Pedro Quintero Jáoome, guerrero esforzado y mandatario polí­tioo de relevantes oualidades, quien fue dos veceR Preaiden'e del antiguo Estado de Santander en alternabilidad COD el doctor Eusto?-- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. CARLOS ROMERO P.-OCA~A. 241 gio Salgar; y Guillermo Quintero Calderón, guerrero, también, de altos méritos, hoy Comandante general del ejército de la República y á la vez Designado para Jefe del Poder Ejecutivo. Varias veces se le ha hecho nombramiento de Ministro, cartera que ha rehusad0. Fue Gobernador del actual DepartAmento de Santander, donde despleg6 sus méritos como mandatario. En la vida civil de los pueblos aparece siempre ci0r o grupo de hombres en quienes se refleja, por deoirlo aSÍ, el movimiento social y progresista, y que son los impulsadores de las mejoras y del adelanto en todos los ramos del sabor. La lista de los que ~ll Oc ña se han he­cho acreedores ci la simpatía de los hijos de la ciudad, no es corta. y en ella han descol1ado: don Diego Alejandro J¡ícome, quien dejó de exLtir el 3 de Enero de 1890, á la edad de 79 año; hombre el más popular en la Provincia, pues siempre era el primero en to­dos aquellos asuntos de interés g-eneral; don Juan C. Pacheco, de quien tántas muestras de reoonooimiento á sus méritos dio la prens' ocañera al desaparecer del mundo, cosa que no sucedi6 con el prime­ro, que también lo merecía; don l\largario Quintero J.) médico de re­conocida notabilidad; dootor José del C. Lobo, quien se dio á ccnocer varias veces en el Congreso de la República por sn inteligencia; doc­tor J. de Jesús Hoyos y don Manuel A. Lemus, quienes también ocu­paron puesto E'D el Coogreso, el primero Cf>mo Sena.dor y el segundo oomo Uepresentante. Hoy exi ten alguno. que con e~tu8ia.. mo traba­jan por la prosperidad de la ciudad, entre los que descuella don M. Benjamín Pacheco, autor del estudio que dio motivo á 1, Ley ,ra la. coustrucoión del Ferrooarril de Ocaña, é introductor de la primera máquina de vapor que ha visto la ciudad; y el honorable comerciante don :Manuel Conde Ribón, quien obtuvo un privilegio> de la Asam­blea del Departamento del Magdalena, de este año, para la oonstr 0- ción de un Tranvít~ entre éste y Ocaña. CARl.OS :RoME o P ~ Bogotá, Septiembre de 189-4. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 242 REVISTÁ LITERARI • ROMEO Y JULIETA. (DE SHAKESPEARE). JULIETA i Cómo 1 ¿ Ya quieres irte? un tarda el día. Fue el ruiseñor' no fue, no fue 1 alondrtl uien alarmó tu receloso oído: odas las noche en aquel granado Su can to ensaya: él era ¡oh dueuo amado! Crédito dame: el ruiseñor ha sido. RO~IEO Fue la alondra, del alba mensajera; Nó el raí eñor. ¿ o ves h cia el Oriente CUt\l de las rotas nubes orla el borde Ya la envidio a claridad? Enfría De la. estrella laR ptllidas vislumbres: De la montaña en las brumo as cumbres Raya risueño y se le anta el día. i pa.rto., vivo; si le aguardo, muero. JULIEí Bien sé q e matutina luz no es ésa: a de ser meteoro que el ausente Sol esta noche á que te alumbre envía El camino de l\:Iantua. N o te vayas : uédate aquí conmigo todavía. ROMEO , Préndanme, pue t y mátenme! Lo quiero, -a que lo dices tú. Que no es de día. La luz diré, sino el fulgor de lnna; i alondra el ave que exhal ~ BUS trinos Hacia el eóncavo cielo. He de quedarme. ¡ Venga la muerte, y bien venida sea 1 Julia lo quiere uí. ¿ Qué dices? i Ea r Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l. LA. VERDE A.-BIBL!oGRAFIA COLOMBIANA. 247 relativas á los asuntos de HU profesión, y en otras de caráoter político, como 1&8 siguientes: A la Nación. Manifiesto de los Senadores y Representantes que votaron contra el contrato de empréstito de $ 7.550,00n ogotá. Imprenta ele Gaitán. 1886 (Francisco E. Alva~ez, Jca'i1 in Posa­da G. etc.) 24 páginas. JutClOB sobre la Adminz'straczén Núñes. 1882. Bogot:5 .. ImprenA.a de Gaitán. .L""IV y 76 pnginas. (La prime w parte de este folleto es un informe elel do:to!' Fran­cisco E. Alvarez, y la segunda la serie de artículos tito l&do. Los ca1i­t08 del Oisne, publicados en el Dlario de Olmdinamarca.) Es tamLién autor de un Manual de Lógica. ExtractaJo de au­tores de la Esc\!ela experimental por Francisco Eus!s.qu·.,) A V 'ez, Ex-catedl.'ático de Filosofía en la Un 'versidad Nacional yc al e - lagio layo!" de Nuestra Señora del Rosario~ 1890. Bogoti (ColoIJ'lbia) Imprenta de La Luz. Calle 13, número 100. Apartado número 160. Teléfono 220-VII y 261 páginas. Salvador DI. Alvarez. :Tació en el Socorro, el día 21 de Febrero de 1818, y fue estu­diante del Colegio de San Bartolomé, en donde cursó, con provecho, las clases de medicina, profesión que ejerció toda su vi a, i:.'-m"l·O como alópata, y desde 1846 en adelante, como homeópata. Escribió y publicó La Homeopatía. Publicación mensual del Instituto homeopático de los Estados Unidos de Colombia. To c pri­mero. Bogotá. Imprenta á cargo de Foci6n Mantilla. 1866. Vel. de 384 páginas. El doctor Alvarez murió en Bogotá el 24 de Mayo de 1874. Su libro Manual de Med,'cina homeopática, puesta al alcance de toda clase de personas, y adoptado especialmente para los colombianos por el doctor Salvador M. Alvarez, médico homeópata y Presi­dente del Instituto homeopático de Colombia, y miembro honorario de varias sociedades médicas. Bogotá. Imprenta de Gaitán. 1875. 600 páginas, fue publicado por el doctor Secundino ~1. Alvarez, también médico homeópata, amigo del nutor, á la memoria del cual consagr6 un rasgo biográfico que precede las páginas científioas y que va acompañado del retrato del agraciado. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 248 REVIST A LITERARIA. Secundino DI. Alvarez. ació ea la villa de Purificación (Depart:lmento del Tolimn) el 1.0 de J alio de 1830. Fue estudiante de 108 Colegios del Ro ario y de San Battolomé, hasta obtener el título ele doctor en J uri pruden­cia el 14 de Sulio de 1851. Después e consagró al estu io de la me­dicina a.lopáticR, y mas hrde dejó de practicar é:ta para ejercer la homeop , tica. Desempeñó 108 destinos de Alcalde de Bogotá, Jefe departamen­tal de Pnrificación y de éJez, Prefecto el el Territorio de Bolívar, Secretario de Hacienda. del Gobierno del Tolimn, Diputado tí la Legi - latura del mi roo Departamento y á. la de Santander, Juez parl'oquial, Juez de Circuito, Becl'etario y i\Iagi trado de la Corte Suprema de In ., .J.: aClOn. ~n la milicia obtuvo los grados desde Cabo h ta eneral. Poblicó la .lVueva Citolegia, Lecciones de Ortog7'afía espa'iíola, Las gue7'ras de ltamol, novela. histórica, cuya publicación no termiu6; Decisiones }u,diciale ó estucZios 8obl'e el clerecho patrio, Tomo 1,0, y editó el Manual de },Jedicina '.omeopática, del doctor lvador :al. Alvarez. Cuando escribió pura algunos periódico político., siempre ocultó su nombre con algún eudónilllo. En la guerra civil le 1876 fue herido mortalmente en una escaramuza, por lo. lados de oacha el 21 de Febrero de 1877, y e piró el 8 ue J:Ial'zo del mismo año. Dej{) inéditos algunos trabajos, unn. novela, dos traduccione~ del francés: 'l~¡er7'a y ci lo, de J llan 1 eynaud y E'lJíritu"fllerza y materia, nuevos principios de filosofía médioa, por Chau ot. Bnrique Alvarez. Ejerce actualmente el honroso cargo de Bibliotecario nacional, que armoniza lUt y bien con su gu. tos é iuclinaciones, que le llevan siempl'e al oampo de las letras. E 1 iritu e. e cialmento la.borioso y con. ecuonte con sus ideales religioso y políticog, la tontación de la gloria no le ha arrojado, como á mucho otro, á la o. peú cnt!lción de doctrina ó escuelas de moua. Paga. su tributo de amor nI arte con ingenuo entusiasmo, pero su pluma bU!~ca, n.otc todo, la enseüanza moral y la divulgación metódica de sanas doctrina . .l ació en Tunja en 181:7, y allí fue fundador de los papcle' po­litioos La ES]Je,'anza y El Occidente. En Bogotá dirigió, por alouno Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1. L ~ VERDE A.-BlDLTOGUAFÍA COLOMBIANA. 249 meses el periódico Colomb,'a Cristiana, y se contó entre 109 colabora­dores de El Valle, Le.¡ Juventud, El Album poético-religa'oao, El Ferro" cflrril y El T"adicionista. En el Anuario de la Academia Colombiana se encuentra la traduc· ción que hizo, en verso, del oanto 8.0 de La Jerllsaléa libertada, del Tas o, y en Ch.iquinquirá,en donde residió algúll tiempo dedicado la enseñanza de 1 juventud, compuso é hizo impl'imir el rama La Ouna y el {Jenio tomad de 1 nrp,ela del e.oritor e. p, ñol Julio ombela, titulada Un hiJO natH.)·ul. • n 18 5 dio tÍ luz en el P pel Periódico Ilustrado, otro dramn. ny , en do act y en pro , Z07'a, que es un epi ouio del Grl1Jzalo de Córdoba uel el b:\ller de Flol'Í' u, adaptado nI teatro. u'lrJa i uéditas ell. tro obras m( ~ oe e te género, co yos tí­tulo. denllucian la e ouela á que pertenecen y ha ta dejé\n sdí vinar en parte los resortes dram!iticos e que echan\ mano el autor. Es­ta. s sor.. : Ellwnor y el amo,', El g7'ito de la conciencia, Nuóleza y pet:fidia y .un chasco ,·omcintico. aramo. la li ta de 1:>5 trabajos c¡ue h, publicado en libro: Caracteres.-Critica social. Chiquinquir6. Imprenta de Luis Faj rdo. 1 74, Tratado de G"umdtica Oastellana por JIenri tIa Alyarez. Indi­viduo corra pondiante de la Academia Cúlombi. na. Teroera edición, not bleruente aumentada. hiq únquirá. Imprenta de i ajardo é hijo. 1 1. 1 G ptlginas. L, ext edicióI de e ta. obra se hizo en Bogot" por la imprenta de Ea Lu:, en lo~n. IIenrique Al al'ez-llo1'as de Recogim;ento. 1 2. BOgOt{l. Im­pren n de La L,tz. 1 2. 1:. páginas. (contien se ~nt-a y . ei . poe ias originale y. eil3 b' uuc:idns Ud nyron, us et y old mith). 7'le de haólar en proflQ y ver 'O, pOl' don Jo é Gómez 1 rermosi­lb, obra compe diada por e l1'iquo Al 'arcz. 1 fli 'idno corre. POll­diente de la ~ caucllli. oIombLtna. 18 t..I. Bogotá. lmpre de La L1.l=. ;! - 6gil. us (con prólogo or don :lHiguel A. aro). Epi tola 'nlermitcnle, al señor don 1 obel'to 1 Iac DonalI, Rutor del poema intitul. uo El Joven Arturo. Hogot·. Imprenta de Iec1ardo Riva . 18 ~). 40 p:Íginu. (Rem'ique lVa7·é.~ J. Elemento de FiZo. l/la m07'al p r lIeurique Alvarez. Bogotá. Imprenta de edardo Bi ras. 1 4. 105 p: bina. 2 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l. L TERDE A.-DIBLlOGRAFÍA COLO ImANA. 251 llida FI 'rez, j'()\'en periodi ta. y poeta, y entonces produjo yarios de liS mejore canto •. En el ntlmeto 117 de Ell)e7'ú llztstrado, correspondiente al de Ago t de 1 , . e pnblicó un l'etl'ato de esta distinguida poetisa, aeompaiíndo de un rápido 1 ero muy expl'e ivo y encomia tico jui~io de . U~ poe, h., Y de 1 reproducción de l~v tituladas En la agonía y 'l'1'ng('dia, qu , con la. qne llevan el epígrafe de ~lmo1', Celo', Ven!]un-za, ¿, lJaj[a y E'll. 'llej[o~ son la mejores que ha. escrito, Ha mere ido c. ta poetisa 1 al' icul res y entusiastas elogios e d011 Juan al l'a y de don Picnrdo Palma. !ln.folleto publicó: Obra. de !f. dm'dQ lUva juzgadas por la señora Mercedes A. (l 1 lórez. J nielO crítico tomado de 1:.l Devate. Bogotá. Fernando 0- Ión ditor. 1 1.:2 p{lgiuas. tejo M. maya. · hij de la ciudad de caña. Tf\ció en 1 70. ,ecibió u grad <.le octal' en ledicina en 1 94:. ue e. t diaute ejempl r por. u con­gra ión y nenil prenda de ca1': oter, y tiene muy notable t len o m 'dic. Pnblic6 el folleto: ni er 'idad a iOllal. Fncultnu de 1tledicina. ontribuciún al ~8- iudio del cleli1'l'o no '1:esc.ln 'CO. 1 si par(\; el doctorado en edicina' Cirll ia 11'e eutada y so tenida 1101' Alejo I. maya. 1 9. ogotá. olombia. Illll renta de 'apor de Zalan ea armanos. O páóillas. Antonio maria. mézquita. Orador sagr do. .,. ei en !)esl:a ( oyacá) el 1. de Junio de 1820 y murió en Tocaima 1 25 de • fayo de 1 83. Pa ó la m yor pm·te d u vi ~ Il ~ goin, ejercicndo 1.1 mini tario. Predicublil ince nta­mente y dio 6 1 pI'en a muchas oraciones fú ebres y panegírico do S nto . otnmo los iguieutes folletos do su pluma: Di 'e7 taci6n obre luici6n eela ·id tica. Ref' lación al Padre 1 a ag ¿ • Fm'¡ ei mo Oatólico. E.cpo ición ele A, M . ..dnu]NQttita. Inconsecuencia8 de ..d . .J. f. ducta C07120 lJ1'ovi 07' !I 8acel'dote • El Olero '!} BUB detl'actor68. tnézqltita ó sea vindicación de $l& con • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1. LAVERDE A.-BIBLIOGRAFÍA COLOMBIANA~ 253 ilu tr&dos, en quienes los políticos de uno y otro bando han personi­ficado las tendenoias y aspiraciones de su causa, y á quienes han dis­cernido toda cIa. e de honores y COmo una especie de primacía en la dirección do su partido. El doctor Ancízar, cuyo nombre, aun hoy en día, goza de cierto irresistible prestigio entre sus copartidarioB y de merecida fama entre los hombres de letraM, se contó, por un cuarto de siglo, en el número do e~os favorecidos ó privilegiados por BUS méri­tos. So le creía bogotano, y bien podía considcrársele oomo túl, pues nació no lejos de la capital, en la hacienda del Tintal de Fontib6n, el 25 de Diciembre de 1812. Hizo estudios de derecho en la ciudad de la H< bana, on donde se graulló y, despué de un viaje por los Es­tado. "'uidos, se estableció en Caraca. , en donde redactó dos periódi­cos, El 001'7'eO y El Siglo, y colaboró en El Liberal y El Repert01';o, de la misma oiudad. De Vnlencia, en donue estuvo regentanuo nn Colegio, pasó otra ~ez á Caracas á desempeñar el puesto de l\linistro ele Colombia, hasta fines d~l año de 1 46, en que se encaminó á Bogotá, llamado por el General Mosquera, quien, 8 preciador de su talento, de la seriedad de 8U car;Ícter y de la circunspección y buen j nicio, tan notorios en él, le confió el de~pacbo de la cartera de R~lacione Exteriores, alto pues­to, qua ocup6 repetidas veces en el curso de su vida pública. De de 1818 comenzó el doctor AncÍZ'lf á ejercer influencia pre­dominante en la política y en los de tinos del paí., y pudo dar noto­riu impulso nI periodismo y fomentar el adelanto y gusto tipográficos, arte que ha ta entonces se encontraba tan atraeado c~mQ en los tiem­pos de la Colonia. En CaracnR había conocido el doctor Ancízar á. los hermano Echcverría - Cecilio, Le6n y Jacinto - habilísimos tipó­grafo~, que reunían á la práctica gran gllsto y limpieza, y á don Ce­le tino Martínez, entendido litógrafo y pintor al óleo. :A e tos artistas los contrató 01 doctor AncÍzar para que viniesen á e. tablecerse en Bo~ gotá, y el 4 de Agosto, del año antes dicho, fundaron la imprenta del Neo Granadino, en donde comenzaron la publicación del periódioo de eRe nombre, el cual no só]o se ocupaba de pnlítica militante, sino de literatura, y ofrecía cada semana, tÍ los suscriptores, un retrato de al­gono de puestros personajes ó una pieza de música, litografiados por don Cele, tino ~Ial'tínez. De ese tiempo data el adelanto de la imprenta en Bogotá y el es­tablecimiento de la litografía. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 254 HE 1ST A L1TERAnt • Casi dos años llevaba 01 doctor Anoízul' de ocuparse en la reduc­ción d El eo G"a:naclz'no, cuanuo el Gobierno 10 ue ignó para e­cretario de la. Comi ióu corogrMicn que tuvo por joL n OdHzzi,. que tan 1itiles resultados dio. E e encal/YO era muy adecuado para él, que era obser rador y poseía cOlldiciono~ de hombre de mundo dote qu ,e observan en las púgi:1as que escribió sobre su correría, página. que fueron muy leída~ y con las que gnn6 fama. do literato. En 1 52 visitó las repúblicas del Ecuador, erú y Chi e, con el carúcter do Mini. ro de Colombia. En S llti go hizo alguna publica­ciones, como la titulada Arlarquiu y 1'Oji mo en lleva Granada. ::l,I1- tingo, Imprenta de J lllio Bolín y C. 1 53. 35 pt'll)'inas ()(. Anc/Nar). E te folleto, segú.n el testimonio de uno de u: biógrafo., t 1\"0 tU a ·ír­culncióll inmensa. Col, bol'ó tn bién en El j lit. eo, periódico de ~quelll\ ciudad, y e_cribió . obre a untos diplomúticos. Al regresar á Bogot,í, en el me de ctubre de 18;;5 <':0 encargó dc reda.ctar el conocido periódico El 'l.'iempo, y tomó lllucha parte en los a untos político", adquiriendo cierta preponderancia lcbida IÍ u carácter y conocimientos, pre, fgio que con:cl'vó c •. i ha ta 'u muerte, cnecida en Bogotli la noche del 21 de 1\la yo de 1 ~ :.. En re lo di\'el'~os pue too que de empeñó el doctor .\.ucÍzal' dn­l' nte su larga. carrera pl'tblioa, deben ree 1'd 1"e el de Pro, idente de la ámal'a do epl'esentnntc., el de Iiembro do la Convención de Hio­negro y el de Rector de la UtÜ,'cl';:)idau .l :lcional y del Colegio dol 'osario. La siguiente es la 1i ta de folletos y libro que no. qneJan de :u pluma. ELenco de fl ie particula'J' tÍ cllrgo de l\Ianuol Ilcízar y de Geo­grafía fí lea y política-y Cronología á oal'go le Agn. tíu z~ l'l'aga, para 108 ex{~menes que sobre e. hs materia. 1 ben hacer. e en el Col gio nacional de Carabobo los días 12 y 1u de Ago to el . 1 ~lb. Tercer. ño del curso de Filosofía. alencia. Imprenta de J unn de Q la. 1 -t3. páginas. In.stituto Calda.'J (~lanlt8l And1.Q'l'). BOoOLú. Impreso por V . . ozada. 1 48. 13 pngina~. Lecciones de Psicología, redactadas pOl' ~r. Anctzax. E Ol ela ecléctica. Bogotá. 1 51. Imprenta. del Neo Granadino, pOI' LeóuEche­' erría. 319 páginas. Pe"egl'inación de Alpka (JI. Aneíza,), por la Provincias del Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1. LA' ERDE A.-mBLlO R FÍA COLO lmA~·.\. 255 Torte de la ucvn. Gr nada. en 1 :-0 y 51. Bogotá. Imprenta. de Eche­verrí. IIerulll.Uo.'. 1 :";y. 5:.4: p 'ginns (con el retrato del autor). Deuda el l Perú d Taeva GI'ancu{a (~[. Ancízar). Imprenta de Echevcl'rÍa Hermano. 1855, 22 p: gina .. .Juicio de "e;rpon abi!idad (JlI. Ancízw·). Imprenta de Echeverría IIel'manos. Bogotá. 1 lG. 15 p,' ginns. M, Anci"u¡', Diputado á la Convención nacional pOlO el E/tado Soberano de Cll1ulinamll1'ca (f, sus comitentes. Bogotá. Imprenta de Echevcrría Hermanos. 1 6'. De 1. PC'l'eg)'z'¡ ach:n de A.lpha, public. da. primero en las columná de El 1\ o G,'anadino" e . mprimierOl'l dos mil ejemplares, y e uno de los libro, 1 10 hnn ido más le[(lo; y popu res entre no~otros. ]¡fuJ notaLles son, también, la: biografías de :i\Iariscal de Aya­cucho y de Agn ~tíll Cod zzi, escrita por el doctor ncízar en los úl .. timo!" aüo, de su vida, y que se encuentran pu.blicada en La Patria, re\'l. t de \.dl'ia.no púez. La bao e del renombre literario del doctor Ancfzar fue la obra Peregrinación de Alplt. , que e.' ma serie de cua.rent y tre~ capítulo ele. crip ivo. del orte dc Colombia y también la relación porme­norizada del vi. jo que hizo á la Provincias de Vélez, Socorro, Soto, Ocnña, • 'ant.ander, P mp100a, Tundamn. y TllOja, en el año de 1850 y primero. cis me es del le 1851, provincias en que entonce estaba. di ¡did para el régimen político y civil, e'a pal'te del territorio colpmbiano. Pepetimos que é te e uno de los libros que más han llamado la a.t.ención del pú lioo bogotano, y ha sido citado, frecuentemente, como do los mejores que e han producido entre nosotro .. A varias causas debe h popularidad que alcanzó: la primera á la novedad que, en aq llella ' poc, , debía de tener toda. obra. en que se describieso la. topo­grafía. de nuestros caminos y poblaciones y e diese idea. de los usos y coshlmbre. que DOS on peculiares; recordando los má .. notables incidentes hi tóL'icos del tiempo del descubrimiento ó de la. colonia, relaci,maclo con la e. i tencia de cada lugar; ti los datos estadí ticos, de movimiento social y criminal, que alleg 1; á. los geológicos y baro­métricoR, que IUU . tran esta obra como una de las pocas que en el ramo científico. e han editado entre nosotros, y no. menos debió intluír, para hacerla. p~pular, el nombrar en ella ti la. personas notables que en onda lugar recibieron bien 6 mal al autor. Para la redacoión de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 256 RBVlSTA LITERAnrA. su obra empleó el doctor Ancízar un e. tilo claro y poético, lo que tambión le da colorido agradable y cont ribnye á que la leotora de esas páginas sea atractiva y que hoy mismo la busquen y lean con interés y provecho los aficionados. El dootor Ancízar recorrió todo el Norte de Colombia, desde Bogotá hasta la frontera venezolanR, oomo que, ademns de ]ns ooho capitales de Provincia, V élez, Socorro, Piedecuesta, OCl\ña, San José de Cúcuta, Pamplona, Santa losa y Timja, vi itó, y ues­oribe también, más ó menos detenidamente, las treinta villas, cabece­ras entonces de cantón, y 216 pueblo má ... De todas estas poblacio­nes señala los rasgo particulares que las di tioguen, dnnno e. pecial lugar á los datos que demua'ltran el movimiento de la in trucoi6n pública; señala la a.ltur· de cada pueblo sobre el nl\ el del mar, los grados que marca el termómetro, las condicione favorables ó adver­sas de salubridad, y forma constalltes rcflexi .nes y juicio que le llevan á indicar varin reformas en la vida pol1tica y social; obser­vaciones bastante exactas y oportuna. I sobrd todo en aquella época, á las veces algo exageradas por el entlkiasmo de reformador y de propaganc1i ta que le impul. aba mó"ile quo le llevaron hasta decla­ral' que los estadistas debían abolir las nduanas del paf.'J como de. truc­toras de la prosperidad pública porque H se oponen á la exten. ióo natu­ral de los cambios" (Página 78.) b él'vase que ]08 especiales conooimiento. que má. favorecían 6U criterio, en lo que tiene de oientífico su trabajo, 011 lo. geolt'gico., pues desde el principio da lugar prefer nte al anlÍli/oli' de la formación del suelo y se esfuerza en comprobar que la. Dltiplauieie compren­didas en los valles de buté, Simijaca, Chiquinquirá, Tunj, y la misma Sabana. de Bogotá. y otras de la. cordillera, estuyieroll n tiem­pos remotos inundadas y formaban grandes Jflgo J cuya cuencas:o hnllan hoy cJDvertidas en tierrlls fértiles y de la oro Falta en el libro un índice que sirva de guía de los sitios y pue­blos de que en él se trata, y e echa de menos también nn pllm mllS regular y met6dico de las impre iones y apunte. que el autor fue trasladando al papel, que por más de el' relftción fiel y muy circun - tanciada, en algunos punto carece, sin embargo, de cierto sello cn.rac­terístico que h8ga .gráfica é imperecedera la pintura de cada pueblo y que grabe, en la imnginación del lector, la idea clara de la fisonomia de tal ó cual ciudad de alguna importancia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l. LAVERDE A.-BIBLIOGRAFÍA. COLO::\IBIANA. 257 Por 10 que hace á exhibir e con criterio filo Mico al juzgar nues­tras costnmbre~ y pintar nuestro modo de ser, la obrl\ del doctor An­cizar tiene apreoiaciones notables, como la que va en seguida (pA. gina 419) : El ho.bitante de las cordilleras crece musculoso y riO"ido como las arista da lo cerros que se oponen á u libre movimiento; es grave y lento, porque U8 caminos atravie nn precipicios sobre los cuale la cnrrera le está. .edada : es taciturno, porque desde la. infa.ncia encuentra. su voz sobrepujada por el ruido bramador de los torrente, ó amedrenta. a. por el olemne silencio de 103 de iertos páramos: la grandeza. del teatro le ha.ce audaz y al mi mo tiempo reflexivo: domina e] espacio y es dominado por 1 . co.:a: u vida, como el ensueño oe .Tncob, es una lucha. perma.nente) de la. cual sale victorio o, con la. frente bañncl3, en sudor, p ro modificado según lo que le rodea. El habitante de nue tras llanuras y tierras cá.lidas e mueve con facilidad de una parte para otra: el frío no le acoba.rda y la noche no le retrae dentro del hogar pnra. re gua.rdarse del pungen 'hielo; ant s le llama. al campo con sus uaves brisas y con la pléndida iluminación del cielo: canta. y se hace locuaz l)ara formar~e un uido viviente donne todo, ha~ta llls agua, murmuran apena!=!' su genio es confiado impre 'il!or: BU carácter incon tante; sus ha itude mue­lles y per~zo.m . ¿ Para qué fannr~e, ni meditar n el día. de mañana, cuundo lo árboles le brindan. y con ourn, fruto· ~pontá.n . o~, los 1'101:) le ofrecen fó'cil p ca y la caU nte ti rra le abruma. con su c echas ? .. Citaremos dos pcn. amientos mú, tomado ' de la misma obra: Las mujeres hacen el ien sin detenerse, mientras los hombr s calcu­lan si les t ndrá cuentn 1 hac rIo. -á. e ha ob8cl"\"'ado que la profesiones activas y rodeadas de ri 'SgOB de la yida, nuobleccn el alma d 1 bombr , implantando en ella entimientos generosos que no siempre acompañan á lo de ocupaciones sedentaria. ~anuel J. Angarita. E, hijo de BogoU, de. cene]" ente de antigu:\ familia santafel'~üa; nació el 2;.> de Diciembre de 1 ) O. :E no e~tlldiante de los Oolegio de San B.ntolomé y del Po ario, por lo. años de 1856 á 1 65, Y dos años de!'\pués entró á ejercer las funciones de Juez primero del Circuito de Bognt:í en el l'amo de lo civil, empleo que de empeñ6 por cerca de cuatro años. I~lltonce. fue cuando fundó El 1'01'0, primer pCl'i' dieo de c. ta índole que se pu­blicó en Bogotá (V éa e la noticia biográfica de l'anclsco E. Alvarez.) Fuc 1Ingi. trado del Tribunal Superior de Cúndim marca desde 1 75 á 1 'IV, Y dirigió la publicación órgano de esa COI poración: • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·L ER E A.-1 IDLIO .R.\FÍ. COLO.InI. ".\. 259 su consagraci '1 al e tu io y que us f en.l ade ir telcetuale u natural talento. Bnena r rueba d eran not ble y de que toa h bian sab'do 3rreci r la. con neto. b ena .l por 51 cm 1 01 di Y su mi mil ca. a, 'Íue 1 hecho de que, apena gra nad l obtt vo el nomul'r.­mio to de fioial l\I'~yor de ]u COI" e l1prema. do J lkticia, de. t'n qu e d . empe - 6 ha' a poco di' antes de . u muerte . . Era él i u y e 'Cl'UI ulo o II 1 cnmplilni su debere. de el Jo to' Jo ' laTía llctióu . cribi' par. 1., única obr que alió d la plul11'1 de it:tn, y ¡no comellZ ) (t publi­car e por eutr n"a y, il u finna. Poco me e de .. pué de b. n norte de é"te fue e ando dicho .. eu r Maldoua dio tÍ In. luz pública la e licié'rl complet c n el nOI,bre dJ antot'· iibl' que ya de .. do 1 u¡ arici6 ). e lo. pril ero capítulo:; había logra o d . 1 ert' l' vi\" lU n O la : t­rio ida de lo, 1 ctore.', 110 ú]o por la inten 'iOl ada critica de nlguillo. de tU ' pl'oplll'ciolle' ti la '11 que 110' ocn p 111(,).' C 1 rOl a complicada y 'Lun ,iones dr. mútica do efecto, ' de hUi ohr fJ':lncc.: :::, utone, tan en boglls de Duma y. lt , h IIÍa (1 I Rel' p ra la. t Oll'll ila cle nd bog ,tnnu un v r]auer acoJl ·illlientu que al prol io ticm)O, mfll'C,})' Ulla fecha memore 1;le en 1 .' fa f.o::; r erll i) del ¡mí.'. El doct " T, mi noveL original, e e;"it por el malorrl'ftOO jov ·u ~l'anadil o octor Jo .. ~ laría ngel i tino 1 -1. IJogot:i.. Jmpreu Do Impnl'ci: 1. Carrer'~ de ¿ rtage a, c, lle ~.n número ... '4" Y ~ D pñgi­n ", e, en erect un nov h de ca tlll l'e~ bog taDH.' y el pri t1ci­pul a.unto I roo iv d 1 a I'gnmonto . t!l tomado de la célebre com p íiía de In ]rolle' que enca l!X', e la. c11llital e U101 uia el doctor 1 u'~ i, quien dur6 mucho ti mpo bnrlá do. e de la ju. ticÍ •. Ln principal. per.onaje que fil'l'lll\ n en la no\'el son: .Jflmte­f'illa, jefo <1e la cuadrill de lo. ladroue. y ti po con mundo del tint rillo q le el nu tOl' e propone (!. 'igmntizar; la Dll1f(l, mujer pcn'el'­tidl\ ya uta) llenn de m ñn. y <1e ambició n enrolacla t. mhién en In oompaUía de la rone al ladú de olimcí/~ y Ol'opim(J1llc; l~ e¡ 1lB, tipo eductor de una. ruuch ch de~gra(.~iada y virtuo a y UT a de las mejore figuras dol cuadro, pOl'qne e no mue tl'a con tO(1. la gracia irl'e i ible de una niña de llna parí imn, qne e eapa tÍ la atmóR­fera corruptora del '¡cio, ú 'pe ar de eneontr.\rse bajo la c1ü!-\p 'tica Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 260 REVISTA LITERARIA. presión de la Daifa, sufriendo privaciones y aun hambre, contra la que todo se conspira, de3de su funesto destino hasta el candor mi - mo de su inexperto corazón, y logra, sin embargo, salir He a de las ase­chanzas de sus enemigos y conservar inc61ume su virtud. Raro caso y raro ejemplo que dejan coDsoladora en,;eñanza. Don Juan y San­tiago; el primero curiosa muestra de un hombre bonazo y sin hicl, que no e5>tá ni medianameute perfilado, y que por lo lDismo apenas desempeña en el conjunto las ve~es de un simple ngente que ayuda ~ la animneión de algunas escena ó á sostener el diálogo con el inocen­tón S, ntiago. Este, mejor diseñado que don Juan, es copia del cam­pe~ il1o ine."perto· e~pecie de Artagnan de nuestras provincia~, gene­roso y valiente aunque sin mundo, y con un corazón di puesto á l'endirFe á todas horas á la primer belleza de la esquina. El doctor Temi,q, modelo del abogado Ín egro, amante de la ju ticia, y que e. el título de la novela, sólo por el hecho de que, á esfuerzos de e. te pero o­naje triunfa la virtud y ca tigan á Jo. cnlpableR, porque de TeRto no des­empeña sino papel secundario. Emilio y Arlelaida, tierno amante que al fin lOO'l'an ver a~e gul'ada su dichf4, dcspn~ . dE\ no pocos contratiem­po~ y di~gn. to., y, finalmente, otl'OH per. onnjes secundarios, t le como Burilizn, coqueta descarada; Enrique, C81'qulvano necio; Veratrina hipócrita que oculta a~tl1tam nte 'u conducta, y Beatriz, gnzmoña que sigue á ciegas las uge tion de un fraile ignorante y íaná­tioo. }illengunjc de la novela es en 10 general animado y con algunos toques expre. 1VO y Yigol'osos. y i se tiene en cuenh que é:t¡\ fue 1, primera producción del doc or A rlgel Gaitán, se convendrá. en quo tenía talento de escritor y que si la muerte no corta tan en bl'eve su exi t ncia habría podid producir obras ,mas acab!ld s y m:ís abun­da D te .. en bellezas literarias. En más de treinta años que hace se publicó la novela del doctor Gaitán, los curio o~ la han bu cado y leído siempre con m reado interéR. Debe SAber e que lo~ ejemplares de eR¡\ obra yá DO abundan, y al pre ente han e ca .. eado á punto de convertirse en verdadera cnrio. idad bibliográfica. Si algún entuliÍasta del género qui iera reim­primida, pl'e taria con ello positivo servicio á. las letra patl'ia~) y segnro ef\tá que vendería IR edición con pro echo, por ue el asunto y fllrma amena de esa obra, son condiciones que atraen lectores. Ade­mós, se nos ocurre que, de nuestras contcldas novelsa nacionale., es Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 262 REYI TA LlTIWa 1.\. Gabriel Angulo. Entell lcmos q le es hijo de n.uta J. Iarta, en donde reside. E, < uto!' del fo11e o: Pltl.~acióll, (l¡yitación y expJ'c, ión ~m el pianQ, po' Gabricl 1-\ - g 110. hogot:l. Trabajado por 1.. Poja, tipógraf¡ mu. ical. 1 78. Carlos Angulo. Indi acione de la operación de "'ol!.:man, te, i.. Imprenta de .eh 'erría IIel'mano . Julio íiez, ació en a .Jo é de Cúcnta elLo de J~ner de I -7. 1 mjO'o d In luc a~ oliticn . r el periocli 'mo, en breve comenzó á.fi ti ' •. en la e 'ceua IlúlJlica. L tocó la bueu -'ucrtc de nbogar en 1 ~77 por 10. intere' del i lrito de u na ~imientoJ pues 'rciendo nicho uño el caroo de Per"'onero municipal, repre ent bao cou tal Cal'llcter la torcera parte de la accione' de 1. ompafii¡ del :-miuo de ,11 nenaventnra CI ndo e r ab de la con rucci 'u del ferro­carril,' ruedo Villamizar, y cntonce. 1 izo Yaler su vot en di tín . c. iOlle~, porque t llC o accioni -h s . e oponían {e. obr:l, que tan 1m ort 1 o ha . ido ra el prortreso matel'i 1 de e. a. regi6n ind trio a I.! Colombia. ,1 .,eñol' ñez ha siao Diputado ,-a.:18s ec Departamento de 3. tande', y en 1 1-82 ocup' t n asiento en la l'mara de epre~(mt::\1 es, clerrido 01' el mi. O o artnmento. Fue Pro ioer te de la nomb n a COl' or. ción. Tomó parte en la guerra eí il de 1 Q- Y tie e el grado de Coronel. , n el género literario, .11 e. peciales nptitude .on pal" la poesía fes iv : de i tenci6n e' rr ica y uuzante ironía. u rima e ácil y abundante, y in que bag o, ten ci6n de aparecer original,]o es en el COl' e ligero y forma amena de u compo icione . La preocupación con nte de los asuntos olíticos y la id d':ficuho a incierta 10 llevamo lo. hi._ panoameric. no~ 110 le han dado repo O • ra en ayarse en la comedia, campo en donde brillarían ue "Iodo ruó. verd dero 1 condicione que como poeta humorí tico po eco notamo , en seguida, la 1 bol' pcriodí ticn que le co 'l'esponde: Publicó e11 1. oiud- d de su nacimiento la l.,cvi ta de Oúcuta (1 76-77), El alle (2. 'poca), como parte literaria del onLer'or; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1. IJ VERDE A.-DIBLIOGR. FÍA COJ.o~m1A'-.\. 26:3 El Dem(í"ratn, en 1,'7 ; n el ~ocorro La Ballde7'a Fede"al (1881) Y El COloreo de I anffJ.noe'· (é. te en unión e don Diógene A. \.rríeta) 2' Y en BogrJttl ha ido Pedacl.or de los que. iguen: La Palabra (1 ),La.Resr:.fia(l ),El Denguc (190), El Derrumbe (muy poco número) l~ 92, El Buzo (t; núm ro 1 en el mi. mo afio nom.bra]o), y L08 Jleclws, diario de la tarde, fundndo y lil'igi<10 en unión de lon JlI. n gua io GlUVCZ. (Se publica (L de 1 1 tle hnero tIe 1 n4). E . /lntor de l' p lema origiuale , Lo<' D .. U1·QCÚI /0 con pr61 go de dou Jnan de D. Uribe. rj'ipo ociale -Doña Virtu,(/e ... 1 \. 1 ogotá. 1m pl'en de \'(\" por de Zalamea Her.n al o (Julio :lit >z). 21) página .. La .. luntari(/. ( e 10 Recnel' o. de la campaña), por Julio Añez. Bogotú. 1m >rOll de leclardo Ri\'u ,1 ;-, Ul }hlginas. Publicó tan bién Ull cuade 'uo . in foliatura, titnlado Retndo 7nS­tantánco~ de SC¡¿01'a· y &efiol'itaa de Bogotá. 1801. Sampc!' ntiz. 'ogo á. Como editor dio á lnz el Parnaso Colombiano. Colecci6n de poe­ía e COgil a' 101' J ¡lio Alíez. E. tudio Preliminar de don Jo~é 1 ivas root. Ton o . Bogotá. 1 6. Librcr'~ 'olombia a. an (cho 1 ~ld.' I . L .... '!. ... ~ Y .:!O página. (Imprenta El to o prÍn ero de dicha ntología contiene compo. ic'one de t'elnta y o ho autore:. El ogund ,impreso pOl'la mi. ma c l 'a, on 1 87, con () 5 1 nóin •. . 1 e pllgioa . José gnac o ranza.. Dicciollal't'o aritmético, ó ca. cln v, pura ber el producto ue ' multiplicaciones, el cociente de di 'i. iOl e comUlle y la oluci()n de otros problem •. , in nece itl d de escribit' ningún número. Con un modelo de tt hIn m~cáuicn. para sumar, re br mtltiplical' 1 e 'ar 1:\ feche del me yotro usos, por José gnncio \.ranza. Dogotlt. In­prenta de icoVs Pontón y Compañía. 1 -5. Vol. de 2GS pligiu Juan de Dios ranzazu. }J l· Vida de don Ru!illo Cuat vo, e ·cl·itn. po!' su hijos, cncon­tramos el siguiente bosquejo biogrúfico de e .. te di. tinguido hijo de Antioquia: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~66 RltVIST;\ LITER!RIA • . Llevan su nombre los siguientes folletos: Expo8z'ció,l que el S8Cl'etar;o de Estado ~n el DeapaclJo de l[a­c,' euda haoe sobre los negocios de su Departamento al Congreso cons­tituoional de la N lleva Granada en 183 , Bogotá, Imprenta de Lle­ras (J. de D, .A.l'anZazll). v8, 7,17,25,30,7 pliginas. Exposlc,'ón qt¿e 1lace eZ Secretario de E tado en el Deflpacho de llacienda, sobre los negocios de su Departamento, al Congreso cons­titucional de la ua a Granada en 18 n. Bogotá. Imprenta de Espi­nosa. 43, 83 á 68, 28 p»ginas. 5, 9 Y 2 c'luulros. Expo8ición que hace el SeC7'etIJ.1';o ele E8tado en .el De~pac',o de Hacienaa, sobl'e 109 DE'gocioR de tl Dcpnrtamento, al Conrrreso cons" titucional de la Nueva Granada en 1840, Bogottl, Impre o por J. A. Cualla. 18 páginas, 9 cuadro!!, 20 p:lginns (J. ele D. AranzazlI). Prog,.ama para la enseñun:a del DC"cclw cOflstt'tw:i nal en las Univenidadcs de la RepúbUca. Formado por el señor J. de D. A. (1'an­zazu) y aproba.do por la Dirección general de In trucci6n Pública. 20 páginas. Bogotá. 1844, Programa pa1'a la enseñanza del Derecho administrativo en las Universidades de la 1 epúblicn. Formad,) por el señor J. de D. A. (ranzazu) y oprobado por la Dirección general do Instrucción Públi­ca. 60 páginas. Dogot~. 184,.t Dionlsio H. Araújo. Natural de Cal'tagenn, en donde ha vi ido iampre consngrado ; la enseñanza de la jnventud. No conocemos de él sino sU T,'atado de 8intúxr's española. Destinado á la en!efianza, por D. H. Arnújo. Direotor de un plantel de educación en Cartngena. Imprenta de Ruií!: 6 hijo. 1867. Bernardo l. Araújo. Tratado ele P,'onunciaciól¡ francesa. Arreglado conforme á 101 tnejores antore~, por Bernardo 1. A raúj . Seguido de los provorbios, refl'anes y dichos que son comunes en ambas lenguas. Dogotá. "'ico" lás Pontón, Editor. 1877. 28 páginas. Juan (;limaco Arbeláez. Neci6 en 1844, en una. haciend~\ llamada" La Chapa," á una legua do distancia del Peñol, población del Departamento de An­tioquia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1. LA VERDE A.-DlDtIOGRAFiA COLOMBIANA. 267 Hermnno del 11 u tri. imo señor Arbeláez, Arzo1ispo de Bogotá j acompañó á é te, por vllrioB año, en u residencia de la capital. Fue colnborndor del periódico La Ih¿st"ació11" y de algunos otros de los publicados por don icolá Pontón. Ha sido Diputado á la Asamblea del be nrtamcuto de Antioqnin y R pre entante al Congreso. Publicó un folleto que lleva e ·te título: delahla Ilelvcr. Bogotá. Imprenta. de icoltÍ8 Pontón y Com~ pañía. 1 08. Julio Arboleda. Nació en Timbiquí, Provincia de Ell'bacoas, del Departamento del Cauea, el 9 de Junio de 1 17. Enviado en 1831 á educarse í. Euro a, aunque allí enfermó gravemente y tuvo que regresar á 108 eis afios por e te motivo, de colló en !ill pais de de BU r~gl'eso, por el caudal de in tl'ucción en lengnas y bell letra, en hi toria y en ciencias e. actafll, politica y morales que había adquirido, gracias' su podero n fr cuItade... intelectu les. e· gl'nciadamente sucedió con él lo que con mucho otros hi. pano-americAno de grandes esperan­za.: la política y la guarra ab orbieron casi totalmente á. Arboleda, y aunque en una y otra Cal'l'el'il conqui tó n:>mbradía, pues no eran menore sus aptitudes pnr, ellos, esas luchns cortaron su vida pre­maturamente, y redujeron ó de truyaron los fruto que debió legar á la gloria de n patria en el e mpo literario. Arbo cda sirvió y figuró en l)rimera línea como Jefe militar en la re tauraci6n del Gobierno con. titncional en 1 54, Y de la misma mallera. en In guerra civil de 1860 á 1. G... . , Y murió asesinado en la montaña de Berrueco el 13 ue ·0 iembre del último año citl\do, des-ué ele haber ido electo Pre:i lente de la República en 1860, elec­ción que el Congreso no pullo declarar en 1 61, por no haberse reu­nido; y él, CH nao mandó en Jefe el ejército, no a umió el Poder Ejecutivo. e de la guerm de 1840 e hizo notable por las armas, y alcanzó en ella, aunque muy jo ren, el graro- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I. L ENDE ,- MIRO .. STOS. 289 si tn un iaquello, 1 a ta. que :Hl p:lÍ:-nno y amigo, el . \!ñor Fonnegrn, 10 hizo reim[ rim.ir con esmer 01 LO! dre y durante eso lar"'o tiem­po la plum, d a 11 J lIflll de oio, 11 relaci ' n con el e br política ncalllit ada. :' nn llar i lo cna do fuo callcli 'e' la fjl:) 1 • úiiez ó de . u to por 1 '¡me ':~ \' z par la Pre 'idencia Imp1"( ~'one$ de l:ioje 'ln ameno y atrac-ti \r como. liS mejore. e rtículoR de' umbro . Icor' oter melancólico y retl'uÍ II de Ion Juan el Dios 1 e trepo tOl'nó:e con lo 'ñ S en tncitl roO y 'o 01' 'ad >. ~n cab. 1.\ oleda 1 con la ine i. tibIe 1 tacióu con que In i }'\Ta orro al bo. que huyendo las miraUR de lo hOI re.. 1 u de d cir. e que h bi.1, penli o 1 ur oom­túnto. otros, lo , il'vió de In in el' jI ccntiyo 1 . cOllunic r e con úblico. I~ll sus po tl'oro~ ~ ií 1 nía d 1 allau. o COI o con cstn i 10 in iferenti mo, lo que ~e 1 ncercal n <' 1 n. Iarle de ns 10 o lite 'a io le escucha­ba co 1 uua l1071cltalallce q ne toc, ba 10. lit :lit: e la dI.! 'COl te. ía. ¿ La ha inn ue to cieg y sor o á 1 gl ria la volcidade huma­nas ó era, quiz 1 qüG clll1er~ 1 tilismo e la 'pocn e había infiltrado en s 1 él' ? .... El hecho e que ae. b' 1'01' de deñ l' las letras, q na le habían hecho célebr , y q\ e por c ti\. l' 1 e ·iun. y tota 1 illtcrrn pción en u car ... ·cl'n le critor, u 01 r" n r ce COUlO la eJe un dileLlanti en lite­ratura. El voJunt do al j' n lento de l· ron a on que ivi' Emiro }"'aSlOB por hll'go 'íi ,hiz lUC n 11 mbre y '\.1 g oria se nos fuesen borrando in en. ib amente ]e 1. momo ·ia. 1 or e. to, al recibir. o en BogoH 1 notici de la. ro ler e de e te i creto y culto escritor, los peri' dico no h· n e Jl flO'rat no ]gnn~. líneas fuga­ceEl, . SeJlloj liza de la~ q ne todos]o días. e 1 ro igan á. los que se au ont· n pm'n, ~i mplo del nn ndo do lo. yivo_. Pero 11 'e pu~ e dejn.r do reconocer que 1 colección de art{cu­los de don Junn ae Dios] repo c. un libro de in preciable valor literario, y n(luelIa mi mn-' por ouas que tan indifureute se muestran siempre con los productos el ingenio en'ollo, cuando leen esas adnii­rabIes p.lginas roconocen que el as son una de las manifestaciones Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. nE ¡ TA LIT .n\nI • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 4

Por: | Fecha: 30/05/1874

PERIODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUVENTUD" RAM!REZ & RIVERA, EDITORES. tJUALIDADES Y DEI'ECTOS. Mis amadas lectora~, pues yo no me atrevo habla:· á los hombres acera de mie opinio· ues: mis amadas lectoras, ¿ no habeis notado nlguua vez que hay personas insufribles en el trato íntimo, y á las que, sinembargo, la so­e. ietlad aclama como modelos de todas las virt.uues. Para qnc entendais lo que os pregunto, os voy á citar un ejemplo: Conozco yo una madtw y una hija en con­tinua y perfecta disidencia en el interiot· de u casa, á pesar de juzgarlas todo el mundo, como vulgarmente se dice, unidas por el 1nás tierno afecto. Asi dehia se1·, y por eso se cree así : la madre e una seüora, jóven aun, de un talen­to m!ls que regular, de perfecta educacion, do tmto dulce y agradable, distinguida y simpática á totlos. I.~a hija es una criatura bella, modesta, a­tectnosa, de coodicion amorosa, blanda y be­nóvola natu1·almente: todos sus hermanos han muerto y ella ha llegado á ser el único amor y la sola compafiia de su madre. Y o oigo decit· en tomo suyo: -¡ Qué felice& deben ser J -¡ Cu!lnto se aman ! -¡ Esa jóven no se casará jamas por no separarse de su madt·e ! -¡ Si esa madre perdiera A su hija, se mo ­riría 1 De todas esta opiniones sólo In. última en­cierra acaso una verdad : es posible que si esta m·~dre pertliese á su hija, sucnmbiésc al dolor de haberla pe1·dido. Y sin embargo, es imposible imajinarse una vida m:\s amarga que la que llevan e tas dos pob1·es mujeres, que no pueden sufrirse la una li la otra. ¿ N o os parece esto horrible, lectoras mias, sobre touo cuando sucede entre madreé hija? Pues aun es más horrible cuando la extre­ma y contínua diversidad de opiniones tiene lugar en el matrimonio. ¡Y lo tiene tantas veces! tantas ...... que causa espanto el sabel'lo y aun el adi'"inarlo! N o obstante, repito lo que dije al empezar: casi_ sie~p~·e estas personas, insufribles para la v1dt1 mttma, pasan por modelo de virtud y de moralidad entre las jentes que las tratan poco. Demostrada la llaga, veamos si podemo!l adivinar lo que la ocasiona y cual es el re­medio que la conviene. II. En mi pobre opinion de mujer, creo qno para la vida interior 6 de familia, es mucho mejot· tener un sólo vicio que muchos defec­tos. En primer lugar, un vicio puede curarse : una f11erte sacudida moral, una desgracia ori­jinada por ese mismo vicio, suelen ser el ca­uterio de la llaga; pero de los defectos nadi e se cura jama , pues casi siempre los creemos cualidades ¡·clevantes. Refiriéndome de nuevo á la madre y á la hija do quienes :ra he hablado, puedo a egn· rar qne las dos t1enen la culpa del maleRt:u· en que viven y del completo y triste de ~a· cuerdo :l que han llegado. La madre quiere que su hija sea perfecta. La hija quiere á su vez, que su madre sea una madrA modelo. Cayendo en la manía comnn, llama la ma­dre á sus exijencias de perfeccion amor · y la bija las llama tiranía. ' 1 Ambas carecen de la más amable de las cualidades, de la que es el copito de algodon en rama, dulce, suave y blanco que iguala todas las sinuosidades del cará~teJ' y todos los lado~ salientes do las situaciones: carecen de benevolencia, han llegado á uo entendet·· se, que es la mnyot· de las descrt·acias en la intimidad de la fiunilia. 0 Esos dos pobres sé1·es viven juntos y está cada uno de ellos solo! enteramente solo 1 ¡ Dios ?Iio ! ¡ qué sacrificio puede parecer penoso, st precavo llegar á tan horrible esta· Jo 1 y¿ qué es un poco de tolerancia compa­r~ rla con las ventajas y la paz que trae con· stgo? ¡ Pl'Udcncia; justicia, fortaleza y templanza\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 26 ELCAUCA.' t adorables virtudes que el ciclo ba señalado como cardinales y primeras¡ ¡vosotras soi& las cuatro fuertefl columnas en las que des­caos~ todo el edificio de la paz doméstica! ¡ vosotras dais la dicha y la paz &! hogar·, la calma á la conciencia y la tranquilidad al alma! IA;l pru·dencia calla y tolera lo.s defectos ajenos pensando en los propios. J,a justicia mide las circunstancias atenuan­tes de lo qtHl da impulso· á las aooiones que á primera vista p·arecen cnlpableS'. J,a fortaleza perdona las iajnrias, dcspnes de soportadas co1· va.lor. J,a templanza contiene los movimientos Jcscomp~testo.s de la ira, y derrama un bAlsa­no esquisito en el alma herida. ¡ Oh santas virtudes! ¡ sed siemp1-e ~as san­! as <'o m pañeras de mi débil sexo ! ¡ setl sicm­l> re los ángeles guardadores de la m1.1jer! II. N o sé qné ueploraule tlaqueza nos ~im·rele &icmpl'O á ver en cada uno de nuestros defec­tos una cualidad·. Las personas rpuy mezquinas se creen eco­nómicas y arregladas. Las dominantes se joogan llenas de abne-gacion hácia las otra~o. J..Jas ofit.:io as, serviciares. J.as a.dnlauoras, amables y cariñosas. L1s despilfan!l.dora y rnanirotas, jenerosas. J,as maiJ.~cientes, listas,contoneándo e muy huecas con C6La idea: _H ¡El que me la pegue á mí!. ..... " He visto á lJU hombre muy cobarde y Yi­lhnamcnte insultado, qne pregumado por un hermano su·yo que por qné no pedía satisfac­oiou de aquella ofensa, contestó: -Yo soy un hombre prudente que me de­bo á mis hijos: éstos me necesitan. -¡ Mús necesitan el honor que tú les qui­tas con tLl cobat Jía! cxclao16 il'J itaLlo su her­mano. Al:ií, ceg::~1los los ojos d'e nuestra razon, en nz de combatir nuesros defectos como á ene­migos, los aca-riciamos y cniclamos como á cualit1aJes relerantcs que nos ensalzan. El motivo, el grande y triste moLivo de q~1e a.lgtmas pers(}nas muy elojiadaR por te­dos, y muy Jignas de serlo, sean in'Soporta­b, es para !'a vida intima, es l'a poca atencion que ponemos en estudiarnos cada nno, evi~ tundo todo lo quo puede molestat· á los de­ma i es la falta de cnidado en col'l'ejir los dBfectos del carácter, esos defcetos qne ha· cetl la viJa más amarga que un Yicio por atTaigado qne esté: el ánsin. de perfeccion ajGna, que es l.o qae se llama intolerancia, el dcscujdo de la pro~ia, el egoismo1 la murmu-racion, la costumbre de éxajerar y aun ele mentir, el hábito de irnpacientarse por pota cosa, todo esto constituye un conjunto in,o · portal> le y que convierte en vic.tima á los que viYen en derredor nuestro. Nada hay comparable á lo dicho de la pn y de la alegría domésticas para el que se ha­lla mal en su hogar; en vano será que vaya á buscar fuera la felicidad, no puede ltallurl a¡ por eso quitro que todos nuestros esfnerzo., lectoras mias. tiendan á conservarla, y em­pleemos todas las delieadezas y totlas lns ternuras q,ue nos son pt:opias \)ara :que reii1C'rl en el seno dr. la familia la dulee concordia, 13: gt:a.ta aveneneia, la hermosa twidatl de las voluntades y de les cora:ron.es. MA.Rí.A DEL Pr·LAR SrrUEs DE MAneo. SEREN,\TA A UNA liUERT .. \ . RECUEU.ÓOS Á MI ESPOSA DOÑA F. V. Y~~­l. Muchos. me (licen qne cante,. porque el cantar quita peuas: ¿qué put!de cantal' un hombre que esl.á lloránuote muerta? Desde q.ne te \'Í ~n el lecho. lan~::w el postrer suspiro1 no só si vivo 6 si mnero, no sé si muero 6 si üro. Mis ojos buscan tu imtvrelll por donde qniera. qn.e van i y como ya no te. encuentran ~ no suben más que llorar. Castillo soy en rüina~:,. despojo de una atalaya, qne dicen á cuantos la miran : (. aqtú hay u.n cuerpo siu alma.:' Al pié G!e tu epuhura nngo á remellar ahora al ave que en la espesnr~ en lugar üe cantar llora .. ¿, Qné otra cosa podré hace:: si no sé más q11e llorar! ¡si tm di a te vi caer y no te YÍ levantar!. E.s mi cor·azon d'olicnte· como el techo de nua tu .li1Jn1, qne va destilando :'\ gotas las lágrimas u.na á una. Dicen que por el doLQ.!r ~ 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ELCAUCA. se purifica el pecado: i Dios sabe lo qne sufro, va puctáudola. ele un exeelenLe corazon. Si Sll fisico es 1 efractario al amor de los }.fOJnbres, en cambio sus cualidades morales son altamente recomendables y capaces de llaccr la fe.liuidau de cualq~lier caballero par-ticnhr. Desgraciacl!!mente eT hombre no ~e fija en sus méritos ocultofl, ó de fijarse lll inspiraJaJ poco interes. I~a belleza exterior cautiva más su eorazon ,. y por lo tanto sólo á las m.njeres hermo8as dedica su pensamiento, sus inflamados suspi· ros y sus mi.1 1adas de fuego. Sólo por el amor de una hermosa pone el _ hombre fin á su azarosa vida. El amor de una fea no merece, en su con· cepto. el sacrificio de la vida. Y sin embargo, en la fea encuentra siem­pre un man!l.ntial de ternura y una fidelidad: á prueba de decepciones 1 Qué ingrato es el homure! Hay una máxima altamente consolatlora para las feas jóvenes. Todo& dicen q16e no hay quince años feos ~ Esto explica el que algunas se ven ob e­qniadas al entrar en el Regundo período de su existencia. Pc1·o ¡ay de la q~ llega á los veinticinco J· Al desaparecer la frescura de su jn1•entnJ r desaparecen los amantes, como al morir las flore!l huyen léjos los pájaros. El reinado de la fea es corto, muy corto . Si durante su juvenLud no ha ·pollido pes­car un novio 1 tiene qne re ignurse á snfri1· pacientemente los sin ores ele una so lt rí~ forzo a, y á vestirt en vez de anj(Jlitos de carne y hueso, imágenes de cera. La que ha sido suficientemente hábil par:­cncontl ·ar su marido, no por esto su fe:icidacl es mayo1'. El hombrQ detest!l la fealrlarl en la mnjcr á pesar do que él perteMce al sexo feo. La fea que se casa sufre mil tormentos es­pnntosoA. Hay mariJos que ni siquiera se toman el trabajo de diRim1Ilar el mal efecto qne les produce la-ieal•1atl de ous re peetivas mnjeres . Si la fea es pobre, n de~gracia es completa. La rica al m&uos enCIH'ntra siempre quien le prodig_ue dulces lisonjas y apcl:hngue cor~ ella. N o sé quien ha dicho que el clinero es un· cosmético maravilloso que hermosea todos. los rostros. Merced á él, la fea nos parece bonita. Todo se di pntan su Mnor ...... y su dinero. La fea ei débil, como toda mujer, y no puede resistir al lenguaje de fue_,o que para-. engañarla emplea algun Tenorio astuto y solapado. Entónces se casa. Pero sus ilusiones se marchitan pronto. Si tieu.c talento, . no tarda ocho dias en com: - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·EL CAtCA. 29 prender que su marido se ríe de e11a y que sólo por el vil ioteres solicit.ó su mano. F.ntónces empieza su martirio. Pero las decepciones más tcnib!es, !os aceengaiíos mál3 amargos no log~"an arrancar de sn cornzon la tierna pasion que siente por su esposo. El espejo fné im·entado por las ñermo as. ¿ Quereis ver sufrir horriblemente á una fea? Colocadla Jclante d'e un espejo. La bonita e recrea y deleita contempTan· ilo sns propios hechizos en el m:ljico cristal. La fea aparta su vista de ésto,. pot·q.ue le echa en cara 1m fealdad. El e~pcjo es nn libro que enseña- la verdad desnuda. Por esto las feas Te temen tanto. Hay verdades amargas ... como u:na cuenta. l.1as bonitas eon frívolas. J,as fea di cretas. Aquellas se burlan· <~1 hombre impune- !ncnte. Estas procnran· htlcerse amables á sus ojos. La hermosura es altiva. IJa fealdad humilde. La primera exije. La I)Cgunda ruega. A pesar do e to, el hombre, qne es nn sér incomprcn ible, COI'I'e desatentado y loco tras de las bonita y desprecia las exelentes cua­lidades morales de las feas. Pudiera ser feliz eon ésta-s y quiere ser desgraciado con aque­llas. Con su pan se lo coma. La mujer qne consigue tener un lindo pal­mito, e croe con derecho de ser coqueta, se­gura de triunfar siempre del hombre y de rendirle á SLlS plantas con una sola sonrisa 6 uua mirada. La fea no pneae esgrimir impunemente las tenibles arm'\S de la coquetería, pues co· rre el grave riesgo de herirse á si propia. l'areco qLle el hombre no concede á la fea el derecho de ser coqueta. . Es nn privilegio que sólo acuerda á la her­mosura. Lo coqnetería aumenta loa atractiroa de l;l mujer uonita. Todos exclaman: ¡ Qné encantadora! I~a fea que coquetea no tarda en ahuyen­tar del todo á lo hombrea, Todos murmnrau: ~ E::~ horriule! I.a fea, pues, ha de ser sencilla, ingenua , discreta y amable, si quiere que los homtn·cij transijan con sus imperfecciones flsicas. Ha de vestir sin afecLaeion, no hs de imi ­tar á· las hr.rmosas ni ri\'alizat' con ellas, por ­qne siempre quedará v:encida. y. dcrrot:lll:t eu tan desigullllucha. r.a bonita combate con las. armas de su be­lleza, qne son irresistib'es. La fea se halla indeü..nsa y no puede com­batir con ventaja. El homure, supremo jnez en esos torneo11 mujeriles, concede siempre la palma de la victoria á la primera y desdeña á la segunda. La fea ha de lnchar en otra esfera y eles­plegar otra táctica distinta, si quiere coosc· guir ventajas so-bre la bonita. Esta- hace gala de sn belleza, Aquella ha de hacerla de su bondad. Porque la bondau es la belleza. del alma .. ta sencillez más absoluta debe dominar eu. o! tücado de las teas. Porque el lujo aumenta. su feahlad. Es un sol artificial qu·c sólo hace brillar b. belleza. r.Ja·fea, ademas, debe huir del lado de las bonitas. De esta manera no da má1jen á qne el. hombt·e éntre on comparaciones ent.re éstas y ella, comparaciones que siempre le crán do favorables. La fea qne aprende á ser amable, aprendo á ser hermo a. Porque hay feas hermosas, ya qne no Lclla ·, c. PRIETO. EL B.\RBERO. Todo está compcnsauo en el mnnclo. El hombro con tituido en sociedad tiene po cncle inmen as ventajas y grandes derechos, de qu.e carece el naciclo en los pueblo¡; salva­jes¡ pero cuantas más ventnjas y más dere­chos le da la civilir.acion, tantas m~s necesi ­dades le crea, neccsiuades qne no preocupan jamas :\ los bárbaros que las de conocen. Vi to el cplgratc de este artícnlo, ya com· prende el lectorr quo una de estas necesida ­des qne pe an sobre el hombre civilizado, es la necesidad dE\ afeitarse. Dichosas las mujeres que no conocen esa necesidad, aunque las hay que tienen muy­buenos bigotes, como vulgarmente se dice. El jóven imberbe suele tener hambre y ed de barbas,..y el dia miis feliz de su ado­lescencia es aquel en que sobre el labio sn · pel'ior advierte una ligera sombra, que le a· segura para algun tiempo dcspucs uu bigote- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CA DCA. como el de su pae dia seria el más triste de su vida; es que sn t1eseo de ser hombre y tenido por talle preo­cupa ele manera, qtie olvida en sns ilusiones cuánto cuesta aquel bozo que luego se toma espesisimo bigote y enmarañada barba; es t¡ne no conoce á ningun harbero, ni puede formarse idea de lo que sufre el hombre, con denado por la civilizacion y por su indolen­cia 6 ::;u ignorancia á entregarse en manos de un barbero, que tiene el privilegio de hacer armas contra el prójimo siu ser J!evado á la cárcol ni sometido á tribunal alguno. La naturaleza1 que para invenciones capri­chosas se pinta sola, quiso divertirse con el homl!re, y le dió las barbas, y Juego la moda y el bien parecet· y hasta el ornato público quisieron aumentar la dhersion, obligando al hombre á quitarse hoy lo mismo qne ten­drá mañana, flilra quitárselo otra vez y vol­verlo á tener pasado mañana. El hombre se puede desprender de todo, hasta de los sentimi(·ntos más arraigados en el hombre, pero no puede despremlerse de las barbas: un hombre acaba de afeitarse, y Fe p:1sa con satisfaccion la mano por la cara, halliudosela suave, y tersa, y limpia; va á visitas, 6 al teatro, ó al baile, y vueiYe á su casa. y al pa¡;arsc otra vez la mano por la ca­ra, ya la ennentra áspera y sembrada de puu to& negros 6 blancos, que se multiplican pro­digiosamente en pocas horas. La barba, al mismo tiempo que declara la fuerza del hombre, le advierte su debilidad y su pequeñez. El hombre, que tanto puede, no puede usar contta la bat ba otras armas que una navAja de afcitat·, bajo cuyo filo vuel­ye á nacer invariablemente, y hasta que el hombre da con su cuerpo en tierra, la mis­ma barba más espesa, más fuerte cada vez. Hay muchos ,hombres que no tienen pelo de barba, aunque lo tengan de tontos; creerá algnn barbudo que éstos son felices por estar indultados de la necesidad de afeitarse; pues, no, señor, son mucho más desgraciados, porque les mortifica la idea de que se les considere hombres débiles y afeminados, pues sabido es que, á pesar de los progresos iuuu­da. bles de la civilizacion. y de qne ésta nos haya traillo la fuerza de la razon y pretenJa desterrar del mundo la razon de la fuerza, la condicion humana y las ambiciones, qne se aumentan á medida que aumentan las ncce· sidadades, aseguran siempre cierta superiori· dad sobre el débil y pusilánime, al hombre de pelo e11 pecho y echado para adelante. Pero basta do barbas, y presentemos al baruero en escena. Como la m:lVoría de los hombres se com· pone t~tl gente por extremo apática e inc1o· lente, que es la que con pe1juicio propio ha· ce el caltlo gordo á la minoda. laboriosa y vividora, cuando el hombre actiro empc7.Ó á sentir la necesidad de afeitarse, el hombre perezoso ~inti6 la necesidad de que lo afeita· ran. Y de estas dos necesiualles igual es y distintas~ c1eJujo un tercero la conveniencia en pró de sus intereses, de afeitar al segun· do, halagado y exp'otanJo á un tiempo el vicio de la pereza, que es el vicio más e, pa­ñol rlo todos los vicios. Y este hombre fué el primer barbero ; la historia no nos dice su nombre. La molles­tia era in-illo tempo1'e (y lo digo en latin, porque en espai.iol no sé en que tiempo nació el primer barbero) compañera inseparable del trabajo y el mérito. Ya conoce el lP,ctor al barbero, amigo clcl cura, que nuestro inmortal Cenfmtes nos presenta en su Ingenioso hidalgo; pnes ese es el tipo más exácto del barbero, y no h:1y más que recorrer los pueblos de la 1\lancha para encontrar en ca~a uno ;un barbero, qne parece hijo del hijo del hijo del hjo de aquel- El barbero en esos pueblos es un persona· je; si se votara una ley radical de iucopati­bilidades Jc oficioE y artes y cargos públicos, el barbero del pneblo perdel'ia toda su ~im ­portancia, porque no podría set· barbero, y sacristan, y secretario del Ayuntamiento, y pa8ante de la escuela, y algunas reces organis­ta. El barbero de Madrid no es más que bar­bero, y lo más, cursante de cirujia menor, que es la condicion más ínfima de la cien· cía de curar. Cada día afeita á veinte 6 treinta de sus se­mejantes, por un misero jornal y un par de horas libres para asistir á cátedra, y con ese jornal, cuiJadosamente conservado, llega á reunir la cantidad precisa para la reválida, obtenida la cual queda autorizado para vivir harto trabajosamente, 6 morirse de hambre el mejor dia uel año. Si otro hombre, el de más modestas aspi­raciones, no e, perara otra cosa mejor del por­venir, se daria á todos los demonios, y amar­gamente deploraría lo aciago de su suerte y lo precario de su situHcion presente y futura ; pero el barbero, que es filósofo, espera con ánimo sereno la reválida, y, convencido do qne set· poco y queret· ser mucho son dos males, y tres pensar en los rigores de la for­tuna, rara vez está triste, y rara vez se le encuentt·a sin ganas de jugar una brisca, ó de echar una copla, acompañándose de una vi­huela, instrumento .indispensable de todo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL C.\.UC.i.· barhero. Y es qne el barbero ha naciJo para ser barbe1 o; es que en el vientre de su madre era barbero ya; y al llE>gar á la edad en qne el niño empieza á ser hotnbre y tiene que em­JH: zat· {¡ set• algo, la misteriosa revelacion d e Pu instinto le lleva á poner la mirada en la s barbas del ve<.:ino y la mano eu la navaja íratricilla. Entre otros capri<.:hos cxtt·avagantes, ten ­go el de creer fil·memente que los escribanos , lo veterinarios y los barberos, han nacido predestinados para üsos oficios; que esto oficios no se han hecho para algunos bom­ht ·o , sino que por el contrario, algunos hom­bre, han naciJo para estos oficioR .. Y no se diga que el bat·bero no sabe hacer otra cosa qnr. afeita1· , no, señol': el ba.rb~ro (Alota, toca, declama y baila, t-)tls instmmonto tiworitos son ta guitarra, h bandurria y la flauLa~ sus ca~1cionos son to ­da s las cancion~s populares de que e-'> tan pródiga nne~tra España, y quo no ceden, si es que no aventajan, en poesía, sentimiento y gracia, á las de los paises más favorecido ]>Or In. mnsa popn 'ar; las comedias favorita qu e representa cada mes una vez en un tea­trillo de los llamados ca eros~ Et tJuñal del Uodo, V er·dugo y 1epultu1·ero, &, &, y sus Lai les los famosos de Capellanes y Recúletos. Tamuien tiene su l:temtura preferida, y e~:~ tli gna. de elogio es ta afi.cion, por más que sn literatura sea la de 11'/aría, la liija de un jor­nala o, Et palacio ele los cám enes, El tigr e del .i1f., ezt¡·, zJo , Los 1nistertos de la Inq!tisi­ct: on , Et p~teblo y sus opl'esores, La brujct de l!I..tclrid, Los mil y un fantasmct, L rts cata­cwnbas y otrós libros cuyos títulos ó ¡rótu­los exoitatiarl horriblemente los nenios ~de ]as nuoYe hermanas, si las nueve hermañas uo e~tuvicran ya cm·auas de espanto con la cosas que se ven en estos tiem¡¡os, cosas que, aunque no son para dicha , se dirán en el curso de esta obra. El barbero está siempre enamorado: unas veces de ~a criaLla del piRo principal, otras d e la donce1ta del marquea de enfrente, Qtras (l e las modistas de aliado, y otras tle la rna­cstm. En es'te úttimo ca::;o se expone f\ do s lHal es infaliblemente: á qne et maestro si aq ue lla es casada, le rompa ta vihuela e.n las c o~ti lla~, ó, fli es vitlda1 á ca ar e con ella, para qne á lo m.ejor le eche en cara su po­breza, y le recu erde qne por ella e,tá esta­bl ec ido y tien para com e r tln puchero, y (pe él vino oon lo pue t o, y qne sin ella no te n.lria . ni una mala navaja , 6 en fin, para que el día mén:ls pen:aclo se presente otro ~'laucobo, y <-Omo él hiz o, haga el amor á la maestra, y ésta y el enemigo ele flU paz con­yugal se echen á pen~ar cu fm felices serian si al maestro se le llevaran. los mismísimos de­monios .. E barbero no fi'a nnnea en su elocnenci:l cuando está enamorado, y prefiere escribir ; así es, que todas las n.ovias de barbero reci · ben una pri1nerl\ cart~, que in.vari&blementc comienza con estas J?al..Lbras :....--'-' l)esde el ' momento en qn.e tuve la dicha de V€1' á usted .. " y acaban coo et consabid'o y sospechoso buen /in, y otros lugares comun es, que hasta para. las mujere!l huelen á puchero de enfermo y á. tonto que trascienden .. Las ruujeres,-y ésto es rerd'aJ auque pa­rezca mentira,- no forman el mejor concep­to d~l hombre que dice el primer dia que tt fiu es vi~:~ltar Ta Vicarfa, por más qne en esta santa casa tt'ngan puestos los ojos casi todas las muJeres, esperando el momento de ponel' tambien los piés. Y es que la expet·iencia m haciendo muy incrédulas á las mujeres, y cu­ando alguno los dice que viene con buen fin y con intencion de doblar la c¡>rviz y tomat· estado : dicen ellas, para sus adentros, como i:ianto Tomas beHdito : " Ver y crecr.''-Oreo que e te sitema es el JnE'jor .. El b:.u·bero tiene tambien. su oplnion polí­tica , y haRta su si btema ele gohiel'llo; sola­mente que so opinion es si empre la del pt'rió­< lico á qne e til suscrito el maestro para ilus­tracion de los panoquianos, y cuyas iJeas, apre<.:iaciones y noticia , exagera caprichosa­mente. Por cjemp 'o: dice el periódico que GarihaJ ,li ha dorrota.tlo á 20 ¡;oldaJos ponti­fi<.: ios, y él aumenta hasta 20. 000 el númNo de éstos; dice qne se ha caitlo de un nn ,-haré gracia de ellas al lector. Los barberos eu Madrid no son ya gene ­ralmente lo que eran ántcs; hoy hay muchas barberías ó peluquerías lujosam ente mon t a­das, en las que so afeita á los que no sa be n ó no quieren afeitarse ellos mismos, con aseo y comodidad; pero no por eso han desapare ­cido las ba1·bería s propiamente dicha s, cuy os dueños son á la vez cirujanos, cornadron oR, y vacunan niños, y examinan noélriza ., y apli ­can sangüijuelas á domi cilio.-Es de esperm· que andando el tiempo estos benem éritos profesores cedan las barbas del Yecindario á los peluqueros, y se contenten con los r es ul ­tados que les dé su práctica en la obst etricia. El barbero que será etemo será el barb ero ambulante, el qn o lleva consigo el yelm o, ó sea la bacía, el agua caliente y el javon , y en medio de la calle ó en un portal coge á un cristiano aguador, ~mozo de cuerda , ó po ­bre ele solmnni rlad, y por cuatro cuartos cu!' a al sol y seis á lrt so¡t¡, bm, le pone más guapo que el guapo .Franci sco Estévan. Este barbero ambulante ha perdido ya la co stumbr e de ll evar una nuez y mete rla eu la boca el e lo s parroquianos ; pero en camb io, con el agna que baiía el ro stro cariaconte ci­do del primero á quien afeita, suele bañar el del segundo y el del último. Para concluir, diré qne el barbero qu e yo prefiero es El Barb ero ele S evillrt. C. FRONT.\.URA., --E-· 1-,-B-E-~s-·o-. - (Traducido dol n.le man, ) El dulce b es o de un niño que juega aún con los besos y que al be sarme no piensa, oh 1 no etl un beso por cierto! A aquel que me dió un amigo, tal nombre élarle no debo, es sólo una moda fria, un salndo lisonjero. El qu~ en la frente sentimo!l ósculo santo patemo, que nuestt·o pecho conmueve, honra merece y respeto. Y gozo si de una hermana el labio en mi labio siento, porque arde entónces mi alma de otro latido al recuerdo . .Mas el beso de mi amada á escondidas, en silencio y cual besan las paloma11, ese es propiamente un teso . ~'.J,. D Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 4

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Cartas de la persistencia

Por: Banco de la República (Bogotá). Subgerencia Cultural | Fecha: 2010

Porque la carta es un escrito al que nos atrevemos todos, porque toda carta va en busca del otro y porque la persistencia de la gente en Colombia es digna de ser contada, la convocatoria Cartas de la persistencia invitó a los colombianos a responder en forma epistolar a la pregunta que a menudo nos hacemos todos: ¿cómo se cultiva la persistencia para seguir viviendo en Colombia a pesar de la adversidad? Y una multitud de colombianos respondió. Entre abril y septiembre de 2007, y gracias a una convocatoria nacional, se recibieron cartas de todos los rincones con testimonios conmovedores y dignos de contar. Siempre marcando la presencia de un interlocutor, más de 5.300 colombianos acudieron al milenario ritual de escribir cartas, escogieron uno o varios destinatarios, y escribieron para ellos con el fin de que sus escritos se hicieran públicos. Con el pasar de los años esas cartas se convertirán en un testimonio histórico de nuestro tiempo.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Interactivos
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Megaestructuras : futuro urbano del pasado reciente

Por: Reyner Banham | Fecha: 2001

En su época, todas las megaestructuras fueron grandes edificios, pero no todos los grandes edificios de la época fueron megaestructuras. Si existe una gran obra que haya contribuido a clarificar esta distinción, sin duda es el Vertical Assembly Building de Cabo Cañaveral, Florida (1). A pesar de contener el mayor espacio simple jamás construido por el hombre lo bastante grande para contener tanto sus propias condiciones atmosféricas como los cohetes espaciales completamente montados en sus andamiajes de transporte, siem- pre que entre especialistas se planteaba la cuestión de si podía considerarsecomo una megaestructura, la respuesta, desconcertante pero terminante, era "No".
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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  • Arquitectura

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El alma del hombre bajo el socialismo y notas periodísticas

Por: Oscar Wilde | Fecha: 2002

Este volumen recoge una serie de ensayos, notas periodísticas y cartas que Wilde publicó para desasosiego de no pocos de sus contemporáneos y que todavía hoy deslumbran por su sorprendente actualidad. Siempre entre el ámbito de lo ético y el de lo estético, entre la esencia de la libertad generada por la capacidad de auto-expresión y el compromiso social que le permite aproximarse al individuo para estudiar su potencial de realización artística, Wilde nos ofrece la visión crítica de un cúmulo de injusticias sociales ante las que no se muestra indiferente. El texto de El alma del hombre bajo el...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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  • Filosofía

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