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Con la frase Poesía.

  • Exclusivo BibloRed
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Salitre Inc.

Por: Eduardo Bordoñez-Molina | Fecha: 2016

Una novela llena de compasión y emoción que cuenta la vida dura de los mineros en la minas del salitre en el desierto de atacama en Chile, el desierto más seco del mundo. A través de la vida de Luis Enrique, un niño nacido en el desierto de Atacama, el libro Salitre Inc. trae una historia emocional, apasionada, triste con los inolvidables hombres y mujeres durante dos generaciones de mineros del salitre. La historia aporta compasión, verdad de una época de felicidad y prosperidad a una era final de desesperación y pobreza en los pueblos salitreros. Salitre Inc. es un libro excelente en el arte de la memoria. La escritura tiene un sabor de poesía, ofrece un estilo inventivo y magnético nunca visto en un libro dedicado a los mineros del salitre en Chile. Sin embargo, durante la vida adulta de Luis Enrique, el autor Eduardo Bordonez-Molina trata la dictadura del general Pinochet con drama y corazón para describir el profundo impacto social en los hombres y mujeres humillada,...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Novela histórica

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Salitre Inc.

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  • Exclusivo BibloRed
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Diástole

Por: Emilio Bueso | Fecha: 2013

Jérôme es un pintor caído en desgracia que recibe el encargo de retratar a Iván, un misterioso extranjero cuyo pasado irá revelándose a medida que nos relate su historia durante las sesiones de posado. Jérôme conocerá así la historia de un hombre perseguido por Moscú durante décadas; un forajido que tuvo que recorrer a la fuga los escenarios más duros de la extinta Unión Soviética, sobrevivir al asedio nazi de Leningrado, desaparecer en las noches de San Petersburgo durante los días más crudos de la dictadura, esconderse en las zonas más contaminadas de Chernóbil... La auténtica naturaleza de Iván se nos revelará cuando conozcamos el antiguo y terrible mal que porta consigo, hecho a partes iguales de radiactividad y de una espantosa maldición que habita en el corazón del arte pictórico. Diástole es un viaje febril que bombea terror y novela negra, dentelladas a la yugular y chutes de heroína, plutonio y poesía.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura española

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Imagen de apoyo de  Libro de signos: precedido de Los Pingüinos Peripatéticos ; seguido de Fantasías de Nubes al Viento ; Tergiversaciones de Leo Le Gris, Matias Aldecoa, Gaspar von der Nacht y Erik Fjordson. Segundo mamotreto ; 1918-1929

Libro de signos: precedido de Los Pingüinos Peripatéticos ; seguido de Fantasías de Nubes al Viento ; Tergiversaciones de Leo Le Gris, Matias Aldecoa, Gaspar von der Nacht y Erik Fjordson. Segundo mamotreto ; 1918-1929

Por: León de Greiff | Fecha: 1930

Esta rapsodia fantasista, de cuyo orígen ya no se sabe; de cuya intrascendencia, nesciencia y nugacidad no me curo, ni se curó el trio coautor; de cuya forma y desarrollo, si los tiene, ya no me doy cuenta clara; la edita Matías Aldecoa, unidad del trio coautor (clarinete, fagot y trompa), con el asentimiento de los "altos heliotropos" y con el de leo le gris, unidad del trio coautor, en su nombre y en el de Gaspar Von der Nacht, unidad del trio coautor, desparecido misteriosa u oscuramente en korpilombolo (Lappland; Sverige; 66°, 40' aprox. latitud norte; 23°,10' aprox. longitud este, de Greenwich), que allá fuera, Gaspar, a caza de sus dos compañeros, metido en error por una cierta consonancía existente entre korpilombolo y el país donde Matias y Leo, inducidos en mesteres odiséicos por un supuesto viking de categoría ínfima, Erik Fjordson, pescador de bacalaos y arenques y de poesías iodadas y salinas, buscaron e la vida en bruto", hace ya de ello.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Otros
  • Literatura española

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Libro de signos: precedido de Los Pingüinos Peripatéticos ; seguido de Fantasías de Nubes al Viento ; Tergiversaciones de Leo Le Gris, Matias Aldecoa, Gaspar von der Nacht y Erik Fjordson. Segundo mamotreto ; 1918-1929

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Imagen de apoyo de  El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 164

El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 164

Por: | Fecha: 31/03/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. La poesía de la Biblia I Un dí:l, al caer la tarde, 111e tocó escucha una conversación deliciosa entre personas disting uidas. La más notable expresab:t sus juicios con táuta sencillez, había tal encanto en el modo qe decir la~ cosas. ,que sin darme cuenta de la sugestión que despertaba en mi espíritu, no sé pre­cisamente si por el brlllo majes tuo­sn de las ideas 6 por la frescura del leno-uaje, · hube de r et ener períod os 'Y c~nceptos que después he re petido con íntima satisfacción uc mi me­moria. Recuerdo que di curría con admi­rable facilidad sobre asuntos litera­rios; la atención de sus compañeros revelaba el respeto que infunde el maestro, y con el vivo interé, de una narración embellecida por lo.s por­menores de una: brillante fantasía y por el buen criterio de quien conoce á fondo la materia que refiere, con­taba sin detenerse importantes su­cesos, citaba fechas gloriosa s , evo­caba nombres ilustres. Aquello era J.)ara mí comq un cinematóg rafo que me permitía la contemplación de per­sonajes célebres, e . ~pecial mente de poetas de fama universal, como Ho­mero, Virg·ilio, lv'Iilton, Dante, T asso. .. \llí po r ia. primera vez oí recitar las b~ 1k 2 a ~ de la Ilíada, y me entu-sias n1é con el asunto del pnema re­ferido cor..1o un cuento maravilfoso; supe así mismo la admiración del mundo intelig ente por esa obra m~es ­tra del genio, y como las descri pcio­nes eran tan naturales, por una es­pecie de~ alucinación de mis sentidos, creí contemplar el sublime ademán de H éctor acariciando á su hijo an­te~ de partir á la batalla; aun pare­ce qpe se de~lumbraron mis ojos con el incendio terrible y amenazador que quería destruír las naves grie· gas; casi estuve á punto de gritar co.n ím~etu de cólera cuando ví ata-do al carro del vencedor el cad<íver • del héroe, imagen del vencido en las· luchas del odio; y mi alma experi­mentó sin duda honda tristeza cuan-do en reclamación del m á::; rico teso-ro de su amor, se alzó de un modo augu~to la figura de Priamo, en pre­sencia del tremendo Aquiles. Al llegar á e,' te pasaje del po~ma el diálogo interrumpido por la magia del conversador se reanudó con vi­ve7. a, y cada uno de ~os concurrentes comentó á su antojo !os ·primores del canto, y alabó á quien reconocen los intelectuales com·o el padre de los. poetas. En seguída el literato complaci~n­te, á instancias de sus amigos, reci­tó trozos selectos de la Eneida, de la Jerusalén Libertada, del Paraíso Peruido, haciendo la recitación y las observaciones oportunas, no como el cucnti ta vulg-ar, sino á semejanza. del historiador que hermosea con la propia luz de su int~ligencia ~na ac- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL .CO:iRBO~{DEL VAtLE ción memorable, co'mo el crítico que á sabiendas de las leyes de la esté­tica señala los ·puntos culminantes, v coloca con p2rfección eu el campo artístico la' producciones del in­: genw. D0spués, como obedeciendo á un impulso natural, irresistible, habló de los Libros sag·rados, y rnás com­placido c0n este tema que con los anteriores, desen ,·ol vió rápidamente el ideal de las escuelas poéticas, ajustáud(1se en su .exposición al aná­lisis de la crítica moderna par1a for ­n1ar compa1aciones bellísimas entre la poesía lírica de los poetas grjegos y latinos, y 16s Salmos estupendos de la Biblia. Por último, como si hubiera ~ne­; r~do re::Jumir sus impresiones en un solo pensamiento, exclamó con la na­tural1dad de un sabio: nada tan bello en la li terct tura como la poesía de la Biblia. Ir Nada tan bello como la· poesía de la Biblia, dijo el pensado~, y yo re­petí esa frase para grabarla en 'mi cerebro, no con el de-,eo de hacerle bombo -entre mis camaradas, sino con el propósito de inquirir por mi propio esfuel'zo si esa opinión era la de un místico que se nfana con l?~S creaciones de un ideali smo re)igioso, ló si en verdad la herm o~ ura del libro era una fuer{te im>piradora de lo ex­celso. El hecho es que conse&(uí la Biblia en una edición española, y cuando es tu \-o en mis manos, expe­rimenté aquella desconfianza tan co­mún de no hallar en la realidad lo prometido, y la razón es obvia, aun­que parezca pueril: me sabía al de­dillo muchos versos y párrafos amo­rosos de novelas, los cuales :::onside­raba en mis apreciaciones fctntásti­cas como el non plus ultra en mate­ria de ~ncautamiento literario. A la vista tenía-3e~ún el maest ro-la tierra de promisión; pero antes de penetrar en ella lo primero que hice­como si fuera un muchacho-fue exa.:. mimtr¡)as láminas que adornaban la obra. Al abrirla encontré en la por­tada las dos fignrcts primorosas d el relato; esos séres que forma·n un so­lo corazón, un ::;olo pen ·amiento, y que en el desarrol lo natural de los gérmenes constituyen e1 más fecun­do de la vida. Ella, la hembra etla­mcirada, dulce con la perfección del más casto de los sueños; desnuda con la pureza de la nieve la forma escultural de su cuerpo; blanca de espíritu·, en plena primavera, creada así como un sol de am0r por el divi­no Artífice bajo la sombra de un ár- . bol corpulento, mostrando en el ros­tro con ja expresión incitante del re­clamo el deseo de vÍ\'Ír sobre el cés­ped florido, despidiendo en torno de ella el aroma virginal de la inocen­cia, y bajando con su ma.uecita, encantadora, umi rama en flor, verde como la esperanza! Y él, el macho adorable del idilio, indiferente á to­das las delicias del bosque primiti­vo, viéndose no más en las p upilas brillantes de la hembra, fascinad·o por élla y por lo mismo hambriento de ~us besos, del tocamiento espiri~ tual de sus carnes y rendido como es­clavo á los pies de la diosa, esperan­do recibir e.n aquella actitud supli­cante del rueg·o la fruta del deleite, _ el manjar de ·los afortunados, ese como ensueño pecador que cruzó por su mente cuando al través de los en­cautos de la virgen, vió en f>.lla algo como un cielo no explorado, algo co­mo un panal de miel en su boca en­treabierta, más dulce que las uv:as de parra que á manera de racimos colgaban á su alcance del folla je fresco . · Con un estremecimiento nen'ioso Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - EL CORREO DEL VALLE 1.304 pasé muchas hojas del libro, y atraí­do por una fuerza superior,- me de­tuve ante el cuadro soberbio, triun­fal, en que Josué hace parar el sol. Y detener ese monarca poderoso, mirarlo cara á cara como de igual á igual, é impedir que sus rayos alum­bren en sociego el Univ~rso para que caigan en forma de coro11a sobre una sola frente , es la alegoría m:ís su­gestiva que puede concebirse del po­der humano, porque en los dominios de la voluntad donde se fabrican to­das las ambiciones y se realizan to­das las victorias, esa aleo-oría repre­senta el alumbramiento moral de un pueblo, el triunfo de la raz-a esco­gida sobre las tribus bárbaras. Y luégo, como si tales ideas de or­gullo y de mando no debieran pre­valecer en la mente, sino huír como una sombra, tropecé en breve con aquel lienzo conmovedor en que Job, lleno de lepra, caído con el fardo mis pesado, lanza las quejas inmortales , esas que son como 1 resumen de las paras negras, el epílogo de las lu­chas pavorosas. De suerte que la sola contempla­ción de los cuadros bíblicos produce sensacione vi vas, avasalladoras, y hace que el hombre medite un poco sobre las grandezas y vicü;itudes del linaje. Con esas ideas altruistas de filó­sofo en agraz, y con la inquietud de una curiosidad no sati f echa, em­prendí la lectura de la Biblia . . III Fijo el libro sobre una mesita de 11ogal donde apoyaba los ~odas, leí las primer;:ts líneas, y seguí je,·oran­do pen amientos. Aquello fue un encanto, aun pudiera decir una re­velación que produjo en mi s ér im­prf'siones análogas á las que debe experime:d a r el descubridor cuando roto el v0· u mi::.tc ric o, C(;Ute:npla el • panorama real, tang-ible, que empe­zó por idealizar en la fantasía como alejando la sombra, y que luégo á g-olpes del cerebro surge con vesti­do~ de. luz. El Génesis, como bs demás pro­ducciones del famoso israelita, tiene ver.dadcramente los atractivos de una leyenda oriental, todos los em­blemas de una cuna, siendo la origi­nalidad el c;ello principal de su re­nombre. Allí lo nuevo de la natura­leza y lo nuevo del pensam~ento; el Bien como en s2.ntuario de granito, la Verdad como en lecho de flores; todo risueño, palpitante de amor, bajo un cielo que en forma esférica. mostraba la primera línea azul del horizonte y los primeros estremeci­mientos de la aurora al fecundizar la tierra virgen. Allí las pasiones en su comienzo, semejanuo el cerebro unas veces el mar en bo¡rasca, otra¡;; un lago tranquilo; ya remontándose el pensamiento como el águila en la& • mayores altura~, ora arras trándose como una "'Crpiente maldita por los aritros del vicio, como si el hombre no fuese suficientemente fuerte para soportar todo el peso de la criatura: va cou ella al desierto para recoger en sus ánforas lo:,; raudales de armonía _que brotan de c~e cer('bJ-o colosal y que á manera de Hu via benéfica cae so­bre la ti.er·ra; le sig-ue al templo d-on­de di!'>putan Jos doctores y presencia 'el asomb-ro de los sabios cuando el discípul-o les enseña .cosas que nun­ca habían oído y les cuenta maravi­llas de otros mundos donde no se ocultan los a:-,tros; diRfru'ta de la alegría .d~ lo:s niños cuando el maes­tro los llam-a y los envuelve en cla.-' ridades como de aurora boreal; en..­ca!' na su suerte en el ángel consola­doi- cle los OJi,:os cuando el mártir "quebrantó su :íuimo y se abis­m. ó á sí mismo pidiéndole á su Pa­dre fortaleza"_; marcha en pos del a póstol ti 1a gruta de ~áza ro y ':e cuando auitáudole el sudario frío le infunde Ía vida; entre los perfumes de la Siria escoge los de fragancia exqui~ita y lava con ellos los pies del predilecto en la hi';:;tórica cena de Bethania; y cuando la poesía hu .. bo agotado todos los tonos de la ter­nura, al ver tronchada trágicamen­te la mejor de laf-> vidas, iuclipando la cabeza con la· auréola mística, buscó como final del más hermoso poema, el corazón de aquella Madre inmaculada de donde extrajo en so-­liosos inconcebibles como el dolor' en tero de las razas oprimidas, V Cerré el libro de los broches dia_, m an ti nos, el de la :fi 1 igt:ana rel U"' ciente, el de los éxtasis grandiosos; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1536 y de súbito se escapó de mi alma un monólogo de admiración, im po';ible de recordar con la fidelidad del ca­so porque el fueg·o vi ,·i:ficador del pensamiento es fug· i ti vo, deja sólo reminiscencias vaga:3 . En ese discurso á solas con mi•po­bre numen en que consideré la Bi ­blia nada más que desde el punto estético, pensando en su influencia poderosa en la poes1a antigua y mo- . derna, quizá expuse aunque somera­mente que la escuela reali ·ta, á pe· sar de su hermosura plástica y de e. cena seductora::>, uo ha dicho na­da nuevo después de que la narra­ción mosaica cuenta que la bella egipcia, en transportes voluptuosos, He quedó con la capa de aquel ado­lescente que huía de las tentaciones de Cupido; nada nuevo después de esos grupos tentadores de mucha­chas árabe~ de cabellos dorados y de túnicas blancas, qu.e en los pala­cios del rey sabio se tendían con ·el a.Pandono del amor travieso, soht·e cojines carmesíes, ·s;ti picados los pies al parecer con gotas de rocío, caídas en las sandali¡J,s hechiceras, levantando con la respiración del pecho la gasa de seda transparente, fuego pa ional que semejaba en los labios de esas divinas, el ansia loca de encender los rayos del sol en las cat·icias del amado. Quizá dije_también que los román­ticos no Lan exhibido vírgenes más pudorosa que las doncel las hcl.weas­y eso que las purifican con el nimbo del ángel. Y como en el movimiento de· las ideas, á medida que babia ba, la Bi­blia surgía, en el delirio como el ~ímbolo de una colmena inmen~a ­mente rica, adonde lleg-an lo.· pen­sadores como abeja · en busca de dulzura, rememoré trozos- poéticos de algunos de nuestros granJes ins­pirados, y comprendí entonces por qtH~ el poeta de la. raza judía, delan­te de las injusticias, exclamaba con el vengador de los oprobios : •• Y quebraba los colmillos del inicuo; y de sus· dientes)acía soltar la presa"; sospeché por qué el poeta suicida, el decadente dolorido, al sentir la agitación de su alma, decía recor­dando la ternura del Salvador: .. ,..re cubrirá con sus alas pod~rosas; en seguridad . estarás bajo su abri­go" ; dtscubrí por qué el poeta loco de la mo"ntaüa sentía posar sobre el ho!Y'bro la paloma d el Arca en los días eJe ventura, presintiendo acaso que tras la n'oche tremenda en que yace, esa mi:sma pal(lma habrá de ofrecerle la verde oliva, pues ''El ave antnngninaria ele judíos ; Se cubrieron de tri steza los l ejanos horizontes Y temblaron las montañas y hts rocas y los montes, Y_gimieron las patoma.s y las fuentes y los ríos ! 1902. FnANcrsco REs·mu;ro G. BIBLICA '2<>cultas radenciones ; El mundo de maldad estaba henchido, y en el GólgCJta en SOQJbras convertido En sus cruces se hallaban t1·es ladrones. De un laclo' y en terribles contorsiones Se encontraba un ratero empedernido, Y del oti-o un ladrón arrepentido, Y en medio un robador de corazones. De luto se vistió la vasta esfera : Gestas, el malo, tie rétuercc y gime; Dim~ts, el bueuo, en su tortura espera; Y aquel, el de la luenga cabellera, Que su.fre, que perdona y que redime Be robó al fin la humanidad entera. E. A. H. -- RAZA MALDITA J esús el N azaren o, A la ciudad de Sión hace su entrada En medio del aplauso de las gentes, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1538 Las que al mirarle jubilMa.s claman : "Bendito sea f'l que viene Fnnombredel Señor, HosanM,Hosl:lnna". X con flores tapiz:m su camino ). agitan en los aires verdes palmas. Después las mismas turbas Ante un Pretor a l Na7areno ultrajan. '' Crucifícale, g ritan, y su s:wg re Que sobre nos y nuestros hijos caiga.'' Y Pilato, el cobarde, El Juez que tiem bla a-pte la turba ai1·ada, A morir en la cruz condena á Cristo, Lava sus manos pero no su infamia. La humanidad voluble No degene ra nunca, al que hoy ensalza HunC:e en seguida, y una cruz re:;erva Para cada. caudillo que la salva! JUAN A. SÁNCHEZ. SONETO No me mueve, mi Dios, para quererte, El cielo que me tienes prometido, N i me mueve el inii.erno tan tc~ mido Para dejar por eso del ofe nd ert~ . Tú me mneves, Señor, mnéveme ver te Cla,·aJo en una cruz y escarn ecido; Muéveme ver tu cue rpo tan herido; Muévenme tus afrentas y tu muerte. Tu me mueves, en fin, de tal manera, Que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, Y au1nque. no hubiera Infierno te tLruiera; No me tienes que dimo amor con fherte lazo, Quiero junta r mi pecho con tu pecho, Quiero moi'ÍI'. contigo en un abrazo. ¡Oh, si mi vida en tí se refundiera! P ercfido eternamente en el oceano De tu v,ivir, contigo yo viviera En el seno de Dios, _ft.:era tu hermabo! ¡Ventu rosa fusión! ¡suerte en"vidiable! ¡Disfraz de muerte! ¡miste_riosa viriat ¡A1·cano á la razón im penetrable! ¡Vida inmortal, de la de Dios nacida! Pero en la cruz __ ¡Oh, sí ! con .T esús muerto En la desnuda roca del Calvario, La cabeza inclinada, el pecho abierto: Ancha puerta de místico santuario. ¡Logre yo penetrar po·r esa entrada Basta el retrete del arnor divino, Y apura r con la Espúsa enamorada De su bodega el regalado vino! E m bl'iagado dn amor duerme el Esposo De la ernz en el Tálamo sagrado, Para sns blandos ll1Ícmbros ¡cuán nudoso! Para su corazón ¡cuán delicaJo! Es un lecho de rosas purpuriuas Y nc cárdenos lirios y azucenas: Rosas nacen debajo las espinas, Lirios brota la sangre de sus venas. Hav rosas en sus manos ¡cuán ft-agantes! Y ro"sas en s us piés y en su costado: Todo. él es una rosa. Al mas amantes, &No aspirá is la f ragancia del amado~ ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1539 EL CORRE~ DEL VALLE ¡Infeliz quien no siente tn dulzura!. ¡Dichoso el que te. abraza, dulce amigó! &Qué tesoro rnayor que tu t trn ura~ &Qué alegría mejor que esta!· contigo1 i Allí ·Jerusalén yace sombría, • Allá brilla del mundo la señor·a!. ... ¡Qué oscuridad me cerea en pl eno día! ¡Me ofusca el rayo que sus techos dora! Nada allí me fascina, nada llena l\fi cotazón; placer tan sólo aspiro Y al ai!Spir.arlo el alma se en ve nena, Presa de h,)rrible vértigo, deliro ¡l\Iisera~le de mí! morir me sien to Astixiado del mundo eu el vacío. En tus cumbres ¡oh G-<'>lg-ota sangriento! Volvedl. á su'spirar el ped10 mío. Vuelvo á tu altar·, Jesús crucificado: Aqui morar yo quiero en tanto viva; .Tu vista me hace bien, Cristo llagado, Tu víata el fuego de mi pecho aviva • • Unirme quiero á tí. Mi único anhelo, Desfallecer de amo¡· como la E~posa Eres mi Dios, mi ventu ranza y cielo; En Tí mi alma se pierd~, en Tí reposa. N. CÁCERES, S. J. LA ORAClON De la ig!esia en la nave solihria, Oras buscando á tu dolor consuelos, Y se e\ava al Eterno tu · plegaria Como sube el incienso hasta. los cielos. La luz del cirio amarillento que arde Ante el altar, confunde sus destellos Con un pál.ido rayo de la tarde, Que temblando acaricia tos cabellos. Reviste la oración tu faz hermosa Con su'aves tintes de infinita .c:alma. Tu plegaria es la escala mistúiosa Por donde asciende hasta su Dios el alma. El Dolor se refugia en la penumbra, El corazón palpita y se ~giganta; Unalrna en oración .. astroque alumbra, Flor que_p erfuma y pájaro ·que canta. Ante el pequeñv altar lleno ele flores El espíritu ofrece de rodiilas Su' amargura y sns íntimos dolores Con el llanto que baña tus mejillas. Chisporrotean los cirios con el viento. Se va la tarde. En tanto conmovida1 'Dejas que se remonte el pensamiento Lejos de las tristezas de la vida! Es 'tu plegaria misterioso canto, Queja angustios!" qu<:J del alma exhalas; Y el Angel del consuelo al ver tu llanto Te acaricia y te cubre con sus alas . . Postrada ante el alta¡· oras de hinojos, Mient!'as la tarde expira en lontananza Y enjuga ·el llanto de tuá negros ofos El Angel del Amor y la Esperanza. EDUARDO ECHEVERRÍA.. PIEDAD R8LIGIOSA El llama111iento que 11uestro inte­ligente y virtuoso párroco Dr. Ula­dislao González hizo á los católicos de Cali, ha sido fiel mente atendido para asistir ·á Jos ejercicios espíri­tu~ les que para hombres han tenido lugar en el espo.cioso templo de San P edro durante diez días. Y no po­día ser de otra manera, dada la fran­queza y sinceridad de nuestros ver­dadero. s sentimientos cristianos que se sobrepo11en á:' toLas las contrarie­dades de la vida y ahogan las afec­ciones mundanales. Lujo de piedad se ha exhibido en este gran certa­. men de recog-imiento, en el cual han llevado la mejor parte los venera­bles sa.cerdotes Dr. González y RR. PP. Frs. L. Lópe~ y A. Acevedo, que han sabido inocular la savia de la verdad evangélica en el corazón de sus numerosos oyentes. C0mo fruto de esta saludable cosecha re­cogemos entre muchos otros, la pro­testa espontánea del Sr. José J O'L­< tuín Ayala, quien se retracta de los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ( EL CORREo- DEL VALLE 1540 errores en que volu,ntaria ó involun­tariamente ha incurrido contra la Religión, la ~oral y las buenas cos­tumbres durante su vida, y rétir.a sus firmas donde están mal puestas contra los dogmas de la Relig-ión de nuestros mayores. · El ~jemplo áel Sr. Ayala es edifican'te, y habla en estentórea frase en favor de la ar­dua tarea de sacerdotes ilusfrados y virtuosos como los que hoy tene­mos en Cali, encargados de encarri­lar nuestra sociedad. Al propio tiempo felicitamos al amigo Sr. Ayala por el paso concienzudo q_ ue ha dado públicamente hacia la tran­quilidad de su vida. Merecen tam­bién nuestras más ardientes felici­taciones el ilustrado párroco Doctor González, sus dignos colaboradores los humildes franciscanos, así como la damos con verdadero entusiasmo á · todos los caleños. . · Algo así como cuatro mil hombres asistieron á la procesióp. del Jubileo • que se verificó el domingo de ra­mos. Hubo patetltes demostraciones de devoción, recogimiento y disci-plina cr.istiana. · -:+ 7~ -x- CONVENTO DEL CARMCN De Bogotá ha.n llegado última­mente cuatro Monjas Carmelitas qu~ en asocio de la Hermana Merce­des Garcés, van á fundar aquí un convento de esa orden de penitencia. Les presentamos nues tro res petuo­so ·s:J.ludo de bienvenida y felicitamos á la Hermana :Mercedes por su lar­ga é incat•sable perseve rancia en de­sear llevar á buen proveclto la fun­dación de esa benéfica orden. -:+ * .¡(- NUEVO GOBERNADOR Hemos sido informados de que es­tá nombrado para este im •)nrLwt e )U ~ sto el __ Dr. L~cio A . eomb0, q l11en segun se d tce no ha tomado posesión del puesto por estar g-ra­ ·vem.ente enfermo e)l Bug-a. Al tener otros mformes, quizá los de la po:.>e­sióu, los comunicaremos oportuna­mente á nuestros lectores. -)(- . * -:~ . MINISTRO DE GUERRA El lunes último llegó á esta ciu­dad el señor General don Alfredo Vásquez Cobo, acompañado del Dr. Carlos Tanco y algunos ott os caba­lleros, á qui~nes ' presentamos nues­tro atento saludo de bienvenida. El General Vásquez está in~esti­do de las fuhciones de Ministro de Guerra, y como tal, esperamos ha;:á valer su influencia política y social en obsequio de los intereses genera­les · del Cauca que se ufana en tener hijos que son esperan?.a para laPa­tria como el Gener,al Vásquez C. . * * ·)(- 6• SALUDO Lo presentamos muy cordial á los señores don Julio y don Miguel An­gel Cuadros quienes con sus dignas familias vienen á establecerse en Ca­li. Nos comp1acemo~ por ello, y d~­seamos que las fuentes del comercio • y de la industria sean favorables en un todo á los intereses de los seño-res Cuadros. · También saludamos al buen ami­RO don Joaquín Mafia que vimo.' m ty de carrera y ha regresado á B te, ~­ventura lugar de su residenciJ. .. Le de3eamos viaje feliz. ·:+ -::- * LUCÍA VALLEIO G. Este era el nombre de un1. primo­rosa niña que se había inicw.do e 1 el camino d" la vida bajo los bue 10: aus picios de sus dignos padces cb.n Alejandro Vallejo y doña Cilia ';-~ n­zá1ez. El vi ernes veinticinco .voló -:;,1 ·1..'­ma al Creador, dejando en e1 ·' , u ei aroma de su pureza y el a t1. h. LJ de sus encantos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1541 EL CORR.F¡O DEL VALLE BnP!t:wcntnra, .:uarzo 26. de 1904 Sr. Director dt> "El Cor rpo del Valle" -Cali. T odos aquí espe rá bamos que muy pronto habríamos de 'i'olver á con­t empla-r, zu rcando las ag uas de nues­tra bahía, al ú nico re pr eseutante de nuestra arr:1ada de g uerr::t en el Pa­cifico, al bajel «Bogotá», el ú nico que pudo s a lva r s e d e la~· taición de P ana­má y d·e caer en las g-arr 1s de la co­ ·dicia yanqui; mas hoy, con la 11eg·a­da del vapor inglés procedente del . Sur, ha,u quedado disipados aquellos anhelos to.:-'a vez, que el Coronel Ma­nuel S. Caicédo, que había ido á Guayaquil comisionado por el Go­bierno para recibir y ::raer el buque á este puerto, hubo de regresar sin conseguir aquello, porque el Sr. Mi­nistro de Colcmbia en Quito se abs­tuvo de impartir las órdenes para que l a. na ve vol viera á Buena ventura mient ras no rrecedieran órdenes ter­minantes del S u premo Gobierno de Bog)tá . Bien pudiera el S r. Mini stro estar en sus' r a zones por aqu ello de • que él solo es Eepresenca nt e de su Nación y las órd.enes su p remas son las que deben obrar en el á nimo de sus actos oficiales ; pero sí hay que tener en cuenta que el C auca ha su­M ·ido una enorme cachetada con tal procedimiento, porque con él se jus· tifica y at..llJ se aplaude la r u in con­ducta del Capitán de JVa-uío Jorge Martínez, q u ien p:1ra ll evar á cabo su fu g-a, hubo de inventar u na farsa r idícul a , la cuestión separa ti ::;mo, para q uf'l-er ir á r ruza r los mares y hacer papel á costa de nuestro ex­hausto Tesoro, para i r á vilipendiar ant,e naciones ext ranjeras á pueblos altivos y enérg-icos como et Canea, y á Magistrados í nte~~r os y honra­dos como los q ue ho J g-obiernan á este pueblo heróico y valeroso .... Verdad sabida y buena fe guardada • . . . . El «Boo-otá» ha quedado, pues. bien aseg-urado en Guayaquil, de­pendiend'ü de las órdenes del señor CÓnsul colombiano; habrá que ha­cerle reparaciones indispensables, y como no hay objeto de que fluctúe por ahora en aguas colombianas, vendrá en momentos oporturtos cuan­do las urgencias del tiempo lo re­quieran; y como allá en las cos.tas. del Ecuador no hay á quien guardar respecto de lo~ intereses patrios de Colombia, el Coronel Caiccdo tuvo por mejor traerse gran parte de la tripulacíón compuesta de soldados. colombianos, para que vuelvan á bm.car la benéfica sombra de su pa­tr, ia Bandera. --Parece que el Gobierno ecua fo­riano desea quedarse-comprándolo se entiende-con el consabido «Bo g otá». Si el neg-ocio fuere prove­choso, quizá no sería de. mal g-usto que no,; entrasen algunQs sucres por ·el inmueble «Bogotá», que andando los tiempos, sabe Dios á mar.os de qué'otro propietario vaya á parar, quizá sin provecho alguno para nos­otros. Más vale pi jaro en mano ...... -Sabemos que el General Alfre­do Vásquez C., Ministro de Guerra, lleo-ará en breve á ésa, y que entre los~ a~untos especiales que viene á ·Ventilar, trae el que atañe á nuestro suspirado Ferrocarril, y que, á pro­pó ' Ít o, viene acompañado de un no­table ino·eniero de la Sabana de Bo- 1':> o·otá. De todos modos nosotros cree- ~10S que la visita del General Vás­quez al Cauca, en estos momentos de supremas ang-ustias, ?erá de pro­vechbsísimos fin es, y por eso desde acá le damos nuestra cordial enhora-. buena, por hallarse ae nuevo entre los suyos y amigos que saben apre­ciar sus méritos. Como de cercado ajeno le <.;omuni- 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1542 co las siguientes noticias que no ca- 1-ecen de alguna importancia : "--Puerto Arthuro, 17 de Marzo. Ra llegarlo aquí hoy una persona de crédito que asegura haber cruzado el Y alú la mayor parte de las fuer ­zas rusas y que sólo han quedad o pequeños destacamentos en Autung y otrós puntos para resguardar los diferentes pa~os del no. Hace quin­c'e días algunos.espías estuvieron en Autung, pero cesde entonces no han vuelto los japoneses por esos con­tornos del Yalú. L'os repetidos ata ques de los japoneses han hecho ne­cesaria la ocupación permanente de la península de Liastung. El último bombardeo ha dejado á los fuertes en estado de inseguridad y dicen los .residentes óe ese lugar que los frag- 1 mentes de las bombas japonesas des-tru verou varios edificios. --Chefoo 17.-Al entrar ayer á puerto Arturo el destructor ruso Skowy tropezó con una mina que lo hizo volar. Cuatro de sus trip:.:dan­tes salváronse. Confirma el Almi­rante Alexieff el daño sufrido en puerto Arturo con el bom barde.o del día diez (10), pero niega terminante­mente la noticia del incendio. Se confirma con insistencia. la noticia de que '1l os r' usos h an m.m ado las en-tradas de los puertos en la Penínsu­la de Liaotung, y que las n<1:ves neu­tn. les están oblig-adas, en tal vir­tud, á enarbolarsus respectivos pa­bellones á cinco kilómetros de tierra, y e.sperar que un pilÓto ruso los con­duzca al puerto. -Sanpetersburgo, 17.--Dice "La Ga~eta" que el Japón hr~ perdido toda esperanza de que le ayuden los Estados U nidos, y qúe ahora ha vuelto á tentar vado hacia otras na~ ciones. Como que los japone, es no fás tienen todas consigo. -Quizá la cosecha de la pascua nos regalo.rá con opimo frutos y para entonces me prometo enviarle algo menos ins1pido, y que p0r lo menos sirva 'le algún pasatiempo á los lectores de su periódico. Que los gol p'es de pecho y los ac­tos de verdadera compunción íe sean á usted, señor Director, de mt. cho provecho pe7 saecula.c<; y me . r nito como siempre su amigo affmo., • CO?-responsal. JUNTA DE AMORTIZACIÓN Bogotá, 23 de l\lurzo de 1004. Presidente Junta Departamental. --Cali. Hoy veri-ficó esta Junta nueYo re­ma te de letra á noventa (90) días vis­ta, por valor de mil (1.000) libras esterlinas al cambio del nueve mil seiscientos por ciento (9.600%). Hoy mismo :fijaré el cambio s8bre or_o americano amonedado al nueve mll novecientos por ciento (9.900%). (Fdo.) DRÍAS PARDO. Auténtico.-Fenzández. PROG.R&.lUA de la retreta que tendrá lugar el domingo de pascua en la plaza de Bolívar á las 6 y media p. m., P "Paso doble y Habanera·"-lVlarcha de Cádiz. · Valverde (hijo) y Estdlés. 2~ e: Congirna." ........ Ernani. G. Verdi. 3~ "Veidir."-Valse. E.. \Valdtenfel. 4?- "Para marchar.-" Buga."· 1\Ja,:cha. E. Lucchesi. El Director, Agustín Payán. BncnaYeutura, 21 de i\la.rzo do UJ04. Señor Director de "El Correo del Valle". -Calí Por una casunlidafl, ha venido á mi me­sa el núrnerv lü(dcl periódico de que es Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1543 EL cig-nifi­cantes servicios á mi causa y la PATlUA en la pasada guerra, prim ero. como Co­~~ andantc de esta plaza en los memora• bies sitios de que fu e vtctitna por el Ejér­cito que comandó Cicerón Castillo, pri­mero, y despu és pot· todo el .Ejé-rcito LIBERAL de la Costa, comandado por sus expertos y vaiientes J efes, 'y en el los no alqmzaroo ni un palmo de nuestras posicion es, sino ve rgonzo,¡a derrota, obra exclusiva de los denodados J efes Goqier­nistas, pu1 s yo cumplí so lo con 'mi de be r. D espués de la jornada de Tumaeo al~an­zada ¡.> ~J I' los Gene rales Carlos Albáu y Asnoraldo Rojas, de quienes fui Ayudan­te con el grado de Teni<:>nte .Coronel, el primero de étltos gr·ande¡¡ hombres, me exigió siguiera á Panamá, y por esta ra­?' Ón fuí al ISTMO, en dotJde después de haber desempeflado algnnas comisiones C\]ando los <.:ombates del SILENCIO, se me nombró en comisión para :>egui r á Bo­cas del Toro, con el objeto de averiguar los r espon~ab l es de malos manejo's del Tesoro públ!co¡ en esa tiudau me d~jó el -------------------·------------------------ Genm·al ALBÁN como Reeaudador de Rentas. qnanrlo la toma de Coló~ por la Rev·o­lueión, tuí nombrado Comandante del Crucero "PINZON" única ttave qne te­nía el Gobierno en el Atlrintico, puesto que 'dejé ~esptiés de la muerte del Gene­ral ALBAN, por haberse puesto la na,-e á órdenes del Gobierno de Bollvar y con este motivo volví nuevamente á Bocas del Toro á hacerme cargo del puesto de Colec:tor de Haciend-a, el que tenia cuan­do estalló el movirqieqto separa~ista en Panamá. . El dÍa siete (7) de Noviembre, ocupa­ron la r>laza las fuerzas de la nuév::¡ Re­p1ú bliea y el o;tisrno día exigí al señor Car­los Clemant J efe de ellas, cabatlero c,um­pliun y ú r¡u en por primera v~z conoct, desígnara el ind ividuo que 'debiera reem­plazarme y e! S. entregué la oficina al Dr. BenjatÍJÍn A'!'li lera, de;;pu és de lo cual perrnaned :>: • •1n os dh.s en eM1 ciud:-:d arreglando, ~'() MIS H.AICgs por que no he sido ni pre tendo ser PULPO, sino mi'> pequeüos a::,untos personales; termi­nados ésos seguí pari\ Colón con ánimo do hacer rumbo li esta tierra, pero en esa ciudad hallé al señor Julio J. Fábrega, ~li11istro de Iostru<:ción Pública investi­do de facultad es ~xtraordinarias y en viaje para Bocas del Toro, qnien me exigió que lo acompal!ara par() arreglar las cuentas de rni IUanejo de6nitivamen­te; como hombre uonrad.u y libre 'de pe· culado tan en moda en estos tien1pos, agradecí al seí'JO!' Fabrega, y sin v er par­te de mi familia que ·se encontraba en Pa-. namá, seguí con él , y como amigo perso­nal le ayude en lo poco que hizo en esa región , logrando terminar mis cuentas corno empleado de Hacienda, pues :;olo me quedó ¡Jendiente un contrato particu­lar · con el J,\lunicipio, euya p érdida la es­timo en más de$ 3.000 moneda de 0,835, pues me encontraba como falto de aire en esa tierra y solo deseaba salir para respi rar los ajres de rui Patria. Dice el Sr. Vergara que firmé adhesión, que iuí Secretario del ~linistru Fábrega, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1544 que fu1 Prefecto, etc. Si tal cosa hubiera rasado, en prime¡· lugur no hubiera vuel­to al Cauca, como lo he hec ho, y en se­¡; undo, que habría disfrutado de una gran posición, pot· mis antecedJnte'l y bu.eoas relaciones, sin dejar de haber abandonado mis insignificantes asuntos personales. .Debe saber el sueltista y el público, que tengo estrechas relaciones no sólo con dos ministros de la nueva República, sino que las tengo estrechas con el Ministro 1 Fabrega, Don Pablo Arosemena'P., hijo del primer Designado para la Presidencia de la nueva República, Don Pablo Pinel, uno de lós Jefes del movimiento, y muy buenas con los señores A t ias, Arango, Dt·. Arosernena, Domiodiaz, Obanio etc. todos, de lo mlis connotado de la sociedad de la nueva República, lo que debe ser­virle de tel'mÓmetro al Slleltista Sr. Ver­gara para juzgar de mí, pues aun cuando d ichas personas són hoy harina de otro costal, oo por eso pierden su honorabili­dad é in)portancia." Debe saber también el sei:iot· Vergará que los sei'iores ,Arosernena, Fábrega y otros personajes de la. misma talla, me exi­gieron vat·\as veces que m~ quedara entre elloB ofreciendo hacerme el nombramiento del puesto que yo deseara ocupat•, a lo que siempre contesté, después de agradecer sus ofrecimientos, que lo que deseaba era regresar a mi tierra., es decir, al Cauca; hay más, el 5 de oviembre fuí nombra­do por el distinguido caballero don Pot·­firio Meléodez, Secretario de la Gober­nac! ón de Colon, nombmmiento qúe como todos los 'demás ofrecimientos, rehusé, agradeciendo á los IST1\1EÑOS todos, el interés y buenos deseos que tomaron por· que me quedara entre ellos. No sólo se limitaron á mí las exigencias, pues fueron mayores para con los doctores Eleuterio Cárdenas y Goenaga, Magistrados del 'l'ribunal ~uperior cuando estalló el mo­vimiento, doctor Ricar·do Pizarro, Sect·e­tario de la Oficina General de Cuentas, don Ramón Payán, h rmaoo m10 y á otras muchas personas de la talla de ias que l uejo nombradas y quienes rehusaron tales ofrecimientos y hoy se encuentran en Co­lombia. El señor Vergara es:ampa en su escrito palabras de doble sel1tido; ¡tero debe ~a­ber · él y todos cuantos de igual manera prensen, que aun cuando, los traidores en Colombia estl'ln á la orden clf'l día, yo no lo seré y tal es así que no fuí partidario del movimiento del 31 de Julio con el cual se vio1ó la Constitn~o:ión y Sf' acrificó al inmaculado doctor SANCLEMI!:~TE . l\fi carácter como mis antecedentes son bien conocidos y pór eso mis opiniones las manifiesto sin reserva de ninguna cla­se, pues en este pner to, saben todos lo que pienso respecto de pollttca, y declaro hoJ, que si en el Cauca se estableciera un Gobierno serio, honrado·y prog!·esista, libre de la. vorágine de BOGOTA, seria uno de los primeros .soldados que ofre n­daría mi v1da en .atas del bien del CAU­CA, para vedo dichosamente constituido en NACION ind epend.iente, en vía de sa­lir del caos á que nos ha conducido la incompetencia del gobierno ceotl·al. No he sido ni pretendo ser traidor, pues pa-ra serlo ocasión r.:o ha faltado. · Si el Cauca se separa, con.fl.o que no se­rá con nn golpe dt euartel, pues estos son de fatales consecuencias; si no élígan­lo los que encabezaron el movimiento del 31. Por lo que dejo expuesto, el pablico juzgará con imparcialidad mis procedi­rnientoR, y el señor Vergara debe tener en cuenta que la ponzoña del reptil in­mundo no llegará á manchar mi repu­tación.- No tengo para qué tergi ·' 11· ante el público y el Gobierno mi conducta obser­vada en Panamá, pues no he aspirado á que se me considere como víctim::t. pot·que no lo he sidoJ ni á q11e el GOBIERNO me dé algún destioo. · · Soy del señot· D1rector affmo. y s. s., RAFAEL CuEv.As F. .· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE • AlARMANTE LUIS G-. Br1RRAGAN Compra y vende toda ciaD so de n1uebles. DriJ y recibe dinero á in­teréb con bqenas segurida-. des. TODO POR OOThfiSION. 5--3 ~·~ ((1}p({i)ttituJ~J1idíad Vendo en "El ·Saladito" una casa de ~uenas condiciones pJra temperar y para negocios. 6'-2 Eduardo Sierra F. BUEN NEGOCIO hará qnien compre una fiinca si­tuada:. á orillas del río "Frai] en, di strito de F lorida, compuesta de 10 snertes de caña, un mag­nífico trapiche de bronce, cafe- ; tal, platanera, potrero de .guinea y pasto natural, y caballería& ~nficientes para el servicio. Para pormenores entenderse con F1'Ctncisco J. S a ndoval. Cali, Marzo 7 de 1904 3-3 ---------~ OFERTA Alqui lo una casa cómoda para nnmerosa familia, frente á la de Rai'1el Jiménez, media cuadra " ntP$ de la plaza de San Nicolás. 3-2 Catalina Lo1·a. LIBRE ESTIPULACION V éndo 6 pennuto una ca,.., sa con1od~, recientemente construida. 6--l - Eduardo Sierra F. -------- l QUiERE USTED Buenas cuentas de venta? Diríjase á Mancha & C.~ de Londres. --------~---- Luis Cabranes C. OOMEROIANTE..-COMISIONISTA. Agente de los señores­MANCHA & C.~, De Londres. EUSEBIO ARROYO, De Palencia, España~ MANUEL FERNÁNDEZ & c. ~' De Jerez. BUENAVENTUR.A.-- OOLOl\1BIA, GANGA En buenas condiciones se ven· de un magnifico ''Piano". Enten­derse con el señor. Ulpiano Lloreda. Uali, :Marzo 9 de 1904. 2-2 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EiL CORREO ~EL VALLE EN LA F ABRICAC:!"ÓN DE AZÚCAR Verdades sobre el azúcar de LA Jl!!ANUELITA El azúcar de LA MANUELITA eRtá emracn (la en honitas talf'gas cosi· tlas. E~tá empacada en la fc'tbricl"l y abierta en el ft ¡),.; .r ; no h lJ rn 1tHHt'O intermediario ; J'Or consigui .... nte, nn h -\Y ~18Si1Seo, no h l)' de..;perdicio, no hay adulteración posible. Cr~da talega brilla como u11 mo11t<1n .le diamantes; el r8Stdtado de su cristali;.;aci )n pet fecta. Cóm~,da en formn, perf~ct.:l Pn cali­dad, brillante en n¡¡~rieueiH, ninguna azúcar la igu;da f'll t>Xcelenci~>. Cuando compre usted (~stn. dZÚcar, acuérdt•se que la talrgd <'o!>Ída lleva eT letrero de ''LA MA!'-. ELITA", como también el nomLrr> dt> ios f¡bricantf's. Ust·d e~ta ... rá sati-,fecho en el momento ~>E qut> abre una tdlega. Usted estará más s.a­ti..; ft'cho cuandci la ha prob~Hio en su C3fé, dulces, t'tc. Está de ventd en to­das las poblaciones, desLie Popayán hasta 1\bnizalcs,,y es únjc11rneute fa­bricada por la CAUUA ALLEY AG1> !CULTURAL C.o Sucesores de Saptiago M. Eder. Pa 1 rn i t'a.--Cau ca. EN $·72.000 V en do una finca en 1a montaña de "La Leonera." Se compone de platanar, cafetal, caíiad uzal, trapiche, casa regular,. y además sementeras, manga y terreno su­ficiente para trabajar. 4-3 Patrtcio López. _... 12-8 ____________ F id e 1 . IZO V éO ,]A una c;t!':a cómo lH, de sU prnpit dad, en l•l ),<~t t'l! d 8an Ni· col á:. ~~ntl:'nc.t'rS l: 1'oll 1 " ñllr Fntn· c·ÍI"Co G11ern. r~ ('ll ~lhltt b 1 1 1Í I'OD el señor Joaquín Paln< s Jl ~u Es ­tdbl~ ·cirui c~ JJtó lit' p(•lt,.¡tt ~-' 11 1 1' 1! la plaza ue ruvr<'adu de e:St.l Íllll.hl. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·. 1 EL CORREOt ·DEL VALLE· BONILLA & ll¿RNANDEZ --·CALI-­. Direcc.ión telegráfica : BA.ND A. .Aparta io .. l\~ 0 7 7 • ' · BONILI)A & HI~R.Ni\NDEZ venden una casa en €l.barrio de San Antonio, de conR~ trucc1ón nueva y propia para una familia numerosa, y otra en el b. arrio de San Nicolás . EZ .A.caQ¡tn de recibir : Lámparas colgantes y de sobremesa1 de diferentes estilos. Pa­pel de colgadura. Pinturas 1~ uy finas, de diferentes colores. Loza de toda clase. Cristalería. Espejos para salones y tocadores. Mon­turas americanas. Oalzado francés y ameri~ano para señoras. · Han recibido un buen surtido de Perfumería. Polvos para la ca.-­ra y Aguas para tocador. . venden á precios que no tienen c.ompetencia : Vinos en barrileS~· Vjno tin-to y blanco en cajas y el afamado OHAMPAGNE MONTEBELLO. Bonill ·a & Hernandez son los únicos que introducen las grajeas de Arsiquinina que cu-ran rápidamente el paludismo; · " ACABAN DE RECIBIR : un espléndido surtido de drogas en general 12-3 ...
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 164

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Reporter Ilustrado -N. 6

Por: | Fecha: 20/07/1890

Directores: ANTONIO DE NARVÁEZ ANTONIO RODRíGUEZ \ NUMERO 6.° (AgenCia General: A N O I --- SERIE 1.· CALLE 13, NÚMERO 117 ) Begoti (Colombia), Julio 20 de 1890 BOGOTÁ ~~~ JQ,.~=Q, ;~~~~6UQ~1t F Al3RICANTE DE SELLOS DE CAUCHO BOGOTA-CALLE 12-NITMERO :305 ESPECfAL1PAPES: eStIlos ñmsimos ~nra tsqurldos, .cuentas, n.cih.O's, fn.duxlls, letras, bormntntDs, mDnogramas, tíe. Se garantiza la duración do los scllos PRECIOS MODIeos PUNTUAl/DAD Jnlpr~Dtll .le LA Ll'Z. Colle 1:1 námero 100, AJ.lurtt.do 160, T~Uollo 2'. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL Rl!:PORTER ILUSTRADO POESIAS DE RAFAEL NUÑEZ '1 EDIOIÓN DEFINITIVA y ÚNWA AUTÉNTIOA ADORNADA CON ILUS'J'RAOIONES De venta en la Librería Oolombiana de Oamacho Roldán & 'fumayo, Calle 12, número 178, á * 5-40 el ejemplar. POLICARPA NOVELA HISTORIOA POR CONSTANCIO FRANCO V. cAPí'rULos DE LA OBRA.. 1.. El nacimiento.-2: La presentación. -3: El bl\llti7.Q.­.(.' Infancia de Policarpa. --5. o Primer viaje de Policarpa lí San­tafé.- 6.· El regreso.-7: La envidia.-S: ¿ Por vocación ó inspiración?-!>.o El triunfo.-l0. Un paréntesis.- -ll. El pri­mero y único amor.-12. Segundo viaje de Poli carpa 6. Santafé.- 13. La resignación.--14. El terror.-15. D. Juan Hámano.- 16. Ultimo viaje de Policnrpa á la capital del Reioo.-17. La entrevista.-18. Asechanzas.-19. El realismo en contlictos.- 20. Ultima tentativa.--21. El arresto.-22. El pr:>ceso.--23. La aentencia.-24. Esfuerzos inútiles. - 25. Visita inespernda.- 26. La ejecución. Este libro, que contiene toda la vida de POLIOARPA SALAVARRIETA, esa heroína de nuestra magna guerra de la Independencia. supe· rior en mucho, desde el punto de vista del patriotismo, á todas las mujeres de su siglo, está de venta en cl almacén del señor D. Isidro Vargas V., segunda Calle Real, números 297 y 299, al módico precio de $ 1-20 el ejemplar. Bogotá, Junio de 1890. 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LIBRERI A COLOMBIANA llO&OTÁ, OALloB .L2, NÚ1iERO 178 Los pedidos de )08 Departamentos, que fJengan acompaflados " tu ímporllly10 por 100 más para gastos de transporte, serán despachados por y á TUelta de correo, convenientemente empaca­lios para eTÍtal' el deterioro de las pastas. Dirigirse á Ca.macho Roldán & Tamayo. ------------------------------------------------ EL COPOSENO Triple anisado fabricado en Copó por el Sr. JORGE VERGARA P. Por damajuanas, botella ...... _ . .... .......... .. $ O 60 Por botellas sin casco ......... , . . . . . . . . . . . . . . . . .. O 60 Por botellas con casco . .... ......... .. . . ....... O 80 Copa ......... . . ... ...... . . . .. ... .. .... .. .. . .... 006 . Pal'ho .Jlméuez JI. [Calle de San José, número HSI. BALSAMO ADMIRABLE, PREPARADO POR RAFAEL GÓMEZ M. Este prodigioso roedicament", que cuenta con varios cer\lft­cados de prrsona3 que lo htLn u~a(lo y (le do~ médicos ron". cono· cilIos, el señor ))octor D. Fmllcbco Blly6D y el ~"or Doctor D. Aurelio Mutis, sirve parl1 h\ cuTtlcicín del RcI17Mti3mo, OiáticCl (ó mal de gatos), dowre" nCl"vw.90S, c.n·t'LduI"fl8, quemndul'a', porra­ZlJS, contusiones, tnrticolis (6 torceduras oe la nucn), WliooR, doloru de estómo{)o, de cnbeZ{J,. de gnr{)rLl1tll. pnpern8. toR, lIutriti3. intuerto" úlceras. morded/ti a" piC'ldul'lll1 de ir¡8ccto" 1'1!1le1/.',ROB, Ml-l17wru, hin.· chazrificadu con tÚllta rapiol'7" prueba de una manera clara la eOcNEX>.A.lSI Oro americano, 97 úl) ! rol' 100 de I,rcmio. Oro francés, lJ2 tí 94 pOI' 100 ele premio. Oro español, 9·1 á 9.3 por 100 dI' premi(l. Oro colombiano de 0'900,84 lí 86 por 100 de premio. Fuertes perUi\1l0S y chiJ¡.lJo~, :1O á. 32 por 100 tle premio. Fuertt's colomhillllo, ~6 á::~ I)<'r 100 de premio. :Moneda ele 0'835, 2<1 Íl2.) por 100 de I/rtmio. Moneda antigua, 10 tí 12 pUl' 100 ele prtmo . . Moncda de níquel, 1 Í\ 2 por 100 de descuento . .A.COXON'ES X>E JB..A.NOC> Banco de Bogotí" $ :200 Ít $ 230. BIIIICO dI: Colom bill , :$ 600 ~ :¡; 630. R>lueo Hipotecario (l-11 li4,lIidaCiónl. Banco Internac:onal, 2,) por 100 de prima sobre el capital pagado. Banco Populnr. $ 14 tÍ * 16. Banco Prendario, $ 4 ,) $ 5. 13 de Juni de 1890. ALn~:nTo CAYCEDO P. Calle de Floritin, número 369. P RO DUCTOS DEL PAIS De la última revista de la Casa de D. Nicolíis.Esguerra, d. New York: Café de Bucaramanga y Ocaña, 19¡ Ú 20! cs. Jibrn; de BogotA, 21 á 22; de Cúcnta, 19t 6. 20t; de Uiouachll, 17 tÍ 19.-Cacao del Cauca, 2L á 22 cs. IibrR; del ToliUlll, 19.-Cltel'o,~ de Bogotá, 12 es. libra; calentaDOS, 11 íí 12t cs.; A nlioquia, 101 Ú 11; Sabanilla, 9f á 10; Riohuclw. 8i; Cauca, lJ {L 91; PlInllmá. 101; Colón, 71Í 9. Las piezus colombianas de $ O-50 (O' '35) ti 13t C8 • de RETRATOS DE TODA CLASE, ESPEOIALlDAD EN LOS DE NIÑOS un terreno. situado Ú lUedí:l hora Jo La Yega. Mide m~ ó meno. 150 fanegKda de buena c,llilbll de tierra. 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La reRpoDsltbilida.d recae en primer lugar sobre el propietario. Art. 21. Es prohibido' 101 impre· sores: 1.. IIa~er publiclloi6a alganaen que no se exorese 1>1 nOUlbre del e tableol­miento ti pográllco; 2.· Imprimir pt'ri'Jdicos que no cum­plan c(,n la", cmdiciones tl8tableclda!J en el arUcltlo 13. y continua.r la. publi­cacióJl del que Ill\ya sido suspendido por la autoridad; 3.· HI\.:er publicaciónes anónimas ó seudónimas (que no lIean articul08 de periudico) sin que el autor haya dejado en la imprenta el originalllrmado. El impresor lo mantendrá en l'eserva, si el autor In exige, ba.jo pena de violaoi6n de secreto; pero lo presentará. á lA. au­toridad competente cuando se exija la responsabilidad. No es admisible para. ningíin esorito la. firma de edit.or responsable, en vez de la del autor verdadero. 4.· Publicar, sin licencia de la auto­ridad eclesiástica, obras sa.gradas, mo­rales, catequtsticas 6 devotas. Art. 22. El impresor que infrinja cualquiera de laR precedentes di@p08i­ciones, incurrirá en una IDulta de vein­te á trescientos pesos, que se hará. efec­tiva admini"t.rativümente. Art. 23. En caso de desobedienoia 6 reincidencia., el impresor incurrirá en la ptma de :>lausura del establecimien­to, por el término de quince dtas á sei8 meses. Art. 24. Queda derogado el Decreto ejecutivo 635 de 1886 (5 de Noviem­bre), sobl'e libertad de imprenta y jui­cios que be sigan por abusos de la misma. Dado en Bogotá, á 17 de Febrero de ' 1888. RAFAEL NUÑEZ-EI Ministro de Gobierno, CARLOS HOLGUÍN. EL YUNQUE PESEBRERAS Y FRAGUA Esmerarlo cuido para 1,,1< hE', ti .,!,. Puntualidad y esmero ~n los trllblljolS.-JuLlO ~UIJANO C. Calle 13, cuadra 1 '3, ntllut'IO 215. ES UNA LOCURA de León Posse S alas, y debemos aprovecharnos de ella, el estar vendiendo ti principal y gastos todos los relojes de oro, plata y níquel, para hombre y para eeñora; relojes de sobremesa. con capana y despertador; relojes para colgar; relojes para sobremesa, en cajas deformas primoro'saB, muy propios para obsequios; leontinas, medallones, pulseras, cajas de míisica, alcancías mecánicas, tinteros, abotonadn­ras para hombre, lapiceros, navajli., eatuches para las uñas, mancornas, aretes, etc. etc. etc. Calle 12, níimero 133. Arriba de la casa que se quem6 en Diciembre tiltimo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----------------_._-_._-- ---_ ._------ ~ --_ .. _- - - _.~ -'--------~ .-~ D lreo1:o reo : ] NUJ\,1ERO O .• - V.ALE 10 cv.,. ~ """'- l:"o=c:1o. GencTc.l.: A N T ONIO DE N ARVAEZ .A. ~ O I ~ SER IE I CALLE 13, NUMERO 117 A N T ONIO RODRIGUEZ B ogot~ [Colombia], Julio 20 d e 1890 :aOOl-OT""",- ---------------------------....---------------------. ----- A LOS PADRES DE LA PATRIA ------~*~------ EL REPORTER ILUSTRADO tributa homenaje de admira ión y uraütud en el 80,0 aniv r ario le la pro­clamación de la independencia nacional ------.-;)¡H({:-<_ ---- ¡ 2 O DE JULIO D E 1 89 O ! COLOMBIA ¡ Qué batalla y qué hé roe! Un ]1uliauo ue hom bres I mal . nnados ,."da en el Pan'ano o, V.,gu , en Jun;n, ~ ~l ' en Barioas, en el Báruu]a, en cuanta parte encontmba. (:) ,1, OLO.\lErA! ¡Qué gl'UllltJino no ha sollntlo con ese al e tnndarte do Fernando "II, 01 penJón de B0LíL\R. C) nombre! ¡Qné corHzón no palpita apresnraclo al Las luchas pa aron: lo último bajele expecliciona- I • oí rlo! \ rios hllíon ele nue .. tra co ta , y no so veía en el inmenso 'l'reintaallos hace que de~apareció e a dio a guerrera, \ territorio de OOLOllEl.-\, otra fi 17ura queJa tuya BOLh-.\R, .Y In mayor parte de lo CJuo hoy vi,im os no conoeemo ni se leía en el azul y va to pabellón de Ilue tro cielo, 'i no 'u nombre, l1' trudiciones. SllS leyenda . El rio otro nombre que tu nombre, 'OLO)IDL\ ,lel tiempo llll traíllo ha tu no otro UlIO poco dcspoj()~ El uniíel"o e engrandeció Cvll la nueva Tación que \' ll'ientp (le e os I~no , de cuya boca sabemo á JUl1Ín y llrgía elel fOIlJo de lo marc donde uace el 01. Europa Bpyadl! AjenCls Ú lo odio de lo últimos tiempo ' de l>il \ 01\'10 1I ojo á la Amazona que se alz,d)'~ obre el mar l' "Iste ncla, 110 ab ~ ll1 o' d e ella ino gloria, batalla · v \ corúleo de Colón, preguntó por II nombre, y lo roncos e"pl ' ndor; pelO nqnollo ' ofljos no Jo er:lIl en verd ad, ino ecos do cien callones le conte taron Cfln tu nombre, lu<:> último doloret', lo J olore precursores tle la ll~ - C;OLO\LRL\! trnrci6n. E ' pafia acababa de ,encer la legione omnipotentes 'rodo el Ardor tlo tlnll raza caballero a y valicnte COIllO tlo Francia: E'pafia h '\bía aparccido granlle, fuerte y ql1 de cendía del id)' do )(' comuneros lle Ca tilla . ~uerren\ como en u glorio u (lía de la cllnqlli , ta (10 ilu tró nqnella época corLa y olernne. El mlor eSJ1:lnol Uralllula y de Italia. Y in embarcyo, 111 hile te de E - hnbía. llormido duranto trc ~ciento s a!lo~, y al t1e~pertar'e pana el'¡Ul venciua. Preguntaron por el nombre del asombró a l mundo. vencedor, y cien pueblo le conte taron con tn nomhre, La política de los Borbone no había nmilanllllo el BOLÍ'· .~ R Y le cn ñaron roto por la metralla y oscu- 'f\n tigno espíritu castellano qne guió la hueste yen ce - reciJo por la pólvora, al¡;aclo obre el Uhi mborazo, tu dora' ele Lnbcl delante de los Moro: el e pírítu C:1'te- pabellón, OOLO){lHA! lll\uo de pertó. Nue tro hermano fuer on ve llúitl 0 . pero ¡Ah. Fue ele ue entonce que Amí-rica tillO patria, no avergoll zaron Je u derrota, porquo eran n ra za y porque se la reconoció el mundo. Xo' encontraron digno!! n \'1\101' lo que trinnfubnn. ¿Qllléll hab ía do yencer? El de ' el' dll nI) de nue ' tro uclo. no llamaron héroe v qne repr e en tura mejor tí. ~ pllna, y \lton ces no era no miraron como hombres. PrC~lIntarun el nombre d-e Hspnna lu que comuatia á favor uo lo ~ tirano , ~ino el nne'tra a ociación pura io cribirlo sobre la e fera y lo p ueblo americano que luchaba por III libertad. mapas, entre la Ji la de la nocione; y!o pueblo redi - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 42 EL REPORTlnllLUSTRAlJO s midos por BOLÍVA R contestnron gozosos que su 1\('\1II)re ! era el tuyo, OOLOMRIA 1 ¡ Un homul'C', de nombre y dC' nación (lrsconoe:itlos, . c presentó ante las Cortes de Europa pidiendo dinero y I I\rmllS parn una crne'rm oriental, desconocidn, para 111m guerra ópica y Il~ll·ayilloll1,-pue' le habí" sido impo il¡le sa­I: r, por COIlS cuelleia ele la ml1t"ha gente armad tL qlle pusaba pUl" la cuarlra,-y I1lla ve% que llegaron, pidi eron d beber. De pné do haber guatano In. primera copa, 1 ar­gento, que sobro los placeres de Baco no era nadA. e~ q\lj­vo fI. los de Venu , viendo que estaba en la\ t ienda 1111n. 1l1nchach!l. con quien podía. divcrtirse un rato, interrogó Ií. In venten¡: -EIL, sel)onv ¿esa chica que está nhl arrimada es u hija? -No, sel'\or. -¿ u hermana? -Tllmpoco. -¿ n nIeta? -¿Acn o soy tfln vieja? -¿ n sirvienta.? -Nada. -¿ Entollces? -E' una joven que ha entrado aquÍ á de can nl" un momento. - IRltl costnmbre es salirse de su casll á e ta hOl'a~, por el solo motivo de darse gusto, dijo Iglesins, yacer - ( cnndo e á Policnrpn, que e tnb~ bajo la influencia de t1l1 horrible pre entimiento, le ofrcció nn trago. E ta lo rehu8ó, en\'olri énc1o e la cara COIl la mantilla, (\ fil~ de evitar el, el' conocida; perú el mi erable ica- ~i l"Ío dio enelrscuorirlllcogi ' ndoleel rostroCf)}) 11 mano Hlcill ~'eall0.aR, hl\stll que logr6 verla perfectamen te. -¡(.J.IIÓ p~trer.itIn nI chico! exclamó. Y llamando á Bibialio á Sil Indo e fij6 con atención en amba fi ono­r11 ía , y dijo 11 ti fecho, como un generl\l que obtiene la tomó una luz que ardía en el IDO trador, y acercándo­la á la cara del paciente, preguntó á la heroína: -¿ abe nated qu ién es e te muchacho? -No sé. -Mírelo bi en. -Yá. lo he vi ~O. -;,Y qné hay? -Me es desconoci(lo. -¿Conque no conoce n teu Í1. su hernntll o? - 1. Mi herman o? -RI mism o. - Yo no tengo fa milin. -, in embargo, ti ted \" o te mozo '011 parecidos como (los huevos. - 'e equivoca el se fl or militar. -¿Que me cf]l1ivoco? Podría j nrur qlle ll ' terl y sn herm ano ólo e dife ren('ian en el i"exO. - Un <.1 iabl o puedc lJal'eCel"e (L otro, re p() ndi 6 Po­li carpa, 'l ne \"Ll cltll (le n pri mitiva so rpre. :\, y rec0bran ­do P (\CO (t poco el imperio de 1\ na tuntl sere ni dad, no queda ceder ter reno. - Plle por la misma razón ne parece r e un <.1iablo á. ut ro, \,¡l LI ted presa.. - .'el1 or, le repl icó en tonces la dLle fla ele la tienda: e'a e ~ Ilna r obre muchach a, no 11'\ hng,L mal. - Pob re Ó nó, se DlHrcha conmigo la bribona. y (l ioie ndo y har,ien(] o, se zampó otro trago. sacó á Bihiallo á In cfl ll e, le dio do Ó tl"e pu ntapi és y lo des­P: Wltll á dorm ir, lIeválld o e á la patr icia en medio de la e co lta. Igle ia , qne no se can aba de ad ulnr á 'ámano, y C] ue ~en ía la co nvicció n d ql\e era á la heroína á quien t raía en su gar rn, se dir igió al pa!acio (l el dé pota. E , tc, qne gu'tabn ele los naipe, e tab l n. la azón jugllll (lo ropi lla CDn n :Lno y alguno ele los miembro de la Audiencin , qlle' lt "bíal1 Ilc~at1o. tanto con el objeto de dist raer á su amo, como para in['lrtn ;trlo de h habil idad ele Olmec1illn. en la aventura ele la ca,a ¡le ,-' u:l.rez. E ran l.ts d iez y me(lia de h !HJl' he cllando el t'argen­to, qne tenía abie r tas las pll ert I dI' la Ca 'a de Gobierno, se prese ntó an te I¡\ primer;1 :ll1toridad de l paí . -Mi General, di jo el e birro al tirannelo, haciéndole el salllno mil itar ele esti lo. - ¿ Qné ocurre? - Ocurre que traigo Ú \'llc ' tra Excelencia {~ la mujer aquélla -¿Ql\é mujer ? -¿ Yá no se acuerda mi Tene ral? -A fe mía qne nÓ. - Plle oí Poli ca rpn ,' t1a\·arri et·l. L :L de toao los enfm10 . - En e te momento botó ';ímano las carta ~oh re la med\, e pu o do pie y pregll n tó á Igle. i(J~: - ;Y en dónde e't{~ e a \';lgabl1l1(la: -En el COI redor. "- - Que éntre en el acl O. El sargento ,alió é introuujo á la pall icia. 'ámall o la miró de lo pie ~ :í. la c'¡beztl j' ,1(' la cabeza á lo r !e~ , y lu égo lo pI' guntó: - ¿Conqne oi yo? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 44 EL REPORTEE ILU, 'TRADO ESTATUAI.DEL LIBERTADOR~SIMON BOLIVAR PLAZA PRINCIPAL DE BOGOTA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL REPORTEE IL[JSTRADO 11 11 11 11 :Mal'i cal de eampo de lo ~ Reale-' Ejéreito: Caballero de la Real Orden de Alcántara, "' in T T Goberuadol' ~ apitán General del ~ ue\'o H.eino de Granada, Presidente de la Audi licia y Chancillería Real del Di trito Superintendente enera] Subdelega.do de Real I--Iacienda de Renta e tancarla y de la de (1ol'reo", etc. etc. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 46 .B'L REPORTEE lLUSl'RADO -¿Qllién? -La infamo. -¿Qué infame? -Polical'pa Salavarrieta. -Yo soy. El déspota er.tonces, sin tCller compasión, ni por la juventud, ni por la bplleza, ni por el dc,amparo, ni si­quiera por el sexo, tomó de ambns orejas á Polieflrpa, y sacudiéndola fuertemente, volvió tÍ interrogarla: -¿ De dónde sois? -De la Vllln, de Gl1adllas. -¿ Ouál es actualmente vuestra vecindad? -Juzgo que actnalmente soy vecina del otro mundo. -No (lS equivocáis, le contestó el tirano airado; y volviéndose en seguida á Iglesias, le ordenó que llevase la presa á la cárcel en donde estaban los reos por delitos comune . -Al salir la patri cia, Sámano se frotó las manos en seflal de satisfacción, y dijo como rara sí: -Buena ha estado la cosecha. (le esta noche. No se puede negar que tengo magníficos Ilgentes! Y volvió á sentarse á cOIl~inuar el juego (le ropilla. OONSTANCIO FRANCO V. A LA ESTATUA DE BOLIVAR ~ I , ,1 "II" ENGO á. tll sombra á recordar historias, ,1 Del gran ROLÍVA R vi viJora imagen! 'I¡¡I Haz íJue mis ,orsos L1 memoria no ajen; Díme tú nlisma cuáles EO Il su glorias. Muestra al mun do el lau rel üe sus victorias, Quo nnnea el tieUlpo ni el olvido ultrajen; y los monarcas á sn plll.nta bHjen Las diademas qlle ciñcn ilnso ril1 '! El tricolor pendón sobre los Andes El arboló con victoriosa mano, y fue el mayor entre los hombres grandes! Después la patria lo lbmó tirano . . . y sus postre!'as lágrimas cayeron, y por l1l'na inmortal el mar tuvieron! SA NTIA GO PÉREZ. D. JUAN SAMANO El retrato de D. Juan SáUl9no, el último Virrey español que tuvo el Gobierno del Nuevo Reino, enla capital, hasta e18 de Agosto de 18IJ, fue dibujado por el popular D. Justo Pastor Losada, quien tenía conocimientos artísticos adqui­rido!' con los pintores de la Expedición Botánica de Mutis, y el mérito de haber sido, en 1821, el primer litógrafo co­lombiano que dio á la ven ta obras de arte. Se recordará que Sámano adquil'ió nombre de valiente y de sanguinario, COllJO fiel soldMdo del Rey, en el Sur del act.ual departamento del Canca, y luégo en Santafé, como Jefe del Gobierno colonial. Por su ordeu fueron fusilados, en 1817, en Bogotá, Francisco Arpllano, J o"G María Arcos, José Manuel Díaz, Ant.onio Galiana, Jacobo hlarufú, Po­LICAI: tPA SALAVARRIETA, Alejo Sabaraín y Joaquín SUÁ­rez; y en 18l9. en el Socorro, Pascual Becerra, Isidro Bra­vo y ANTONIA SANTOS. Slilllano logró, por la rapidez del viaje, embarcarse en Honda antes de que ll egase el cowisionado que iba en su persecución, valiente Coronel Leonardo Infante; y se refie· re que durl\nte la precipitada Ularrha decía It 811 R~(luito: "Huyamos, que ah( vienen eso. cobardes." -, •• Sámanu se refugió en el i tillO de Panawá . rn'imó ~ri­torio colombiano que poseyeron los e pA.ñole~. y al!! mnri6 estimado de los uyos. D. Jasó Belv€T, amante de las glorias patrias, vio en I:IU8 últimos dias el original de este retrato, y exclamó al pon6r­selo de pre ente: .. El tiranu lo D. Juan SáJUl\no": fr&1:I8 que_abona el parecido. PLAN DEL REGIMIENTO DE MILlcrAS DE CAB.\LLERiA DEL NOEYO REINO DEORANADA, APROBADO POR LA SUPREMA JUNTA PLANA :.rAYOR.-Coronel. D. Pantale6n Gntiérrez; Te­niente- Coronel, D. Primo Groot; Sargento Mayor. D. hi­dro de la Ba tida; Ayudante Mayor, D. Francisco Llamas; Porta-estandarte, D. Nepomuceno Torres; POl·ta-estan­darte, D. Frnnci ca Borda. .PRIMEH ESCUADUÓN 1." Compafíla. - Comandante, el Coronel; Capitán, D. Pe dro Ricaurte; rreniellte, D. José Nicolús Moreno; Alfó­rez, D. José Antonio Sánchez; Alférez, D. Pedro Rodríguez Correa. 2." Compaftía. - Capitán, D. Luis Rubio; ;:Teniente, D. Mariano Grillo; Alférez, D. Rufino Bl.lrro~; AHérez, D. Ignacio Clllderón. 3.' Compflfría. -Capitán, D. Zen6n Gutiérrez; Teniente, D. FrancÍbco González¡ Alférez, D. José María Camacho; Alférez, D. Toribio Rubio. SEGUNDO ESCUADR6N 1.. Compañía. - Comandante, el Teniente-Coronel; Ca­pitán, D. Tadeo Cabrera; Teniente, D. Buenaventura, Ahumada; Alférez, D. Javier Rodríguez Correa; Alférez D. José Ardila. 2." Compafiía. -Capitán, D. Juan Tobar; Teniente, D. José Arjona; Alflirez, ~ . D. Esteban .Pallares ¡ Alférez, D. Nicolá Quevedo. 3." Compaftía.-Capitán, D. Telmo Manrique; Teniente, D. José María Aráoz; Alfércz, D. Eugenio Os pina ; Alférez, D. Javier Rodrígupz. TERCER ESCUADRÓN l." COlllpafíía.- Comandante, D. Nicolás Rivas; Capi­Mn, D. Joaquín Hoyos; Teniente, D. Vicente Benavides; Alférez, D. Nepollluceno Forero ¡ Alférez, D. Ignacio Diaz. 2." Compafíía.-Capitán, D. Antonino Zornosaj Tenien· te, D. Vicente Umaña; Alférez, D. Bias Torres; Alférez, D. Manuel Caballero G-óngora. 3." Compa1íía.-Capitán, D. Clemente Malo; Teniente, D. Fernando Rodríguez Correa; Alférez, D. Manuel Vi­cente E~gueTl'a ; Alférez, D. Ramón de la 'rorre; Porta­estandarte voluntario, D. Valcntín Torres. CUARTO ESCUADH6N 1.' Compaflía.--Cornaudante, D. Luis Otero; Capitán, D. Domingo Aráoz; Teniente, D. Esteban Quijano; Alfé­rez. D. José Antonio Díaz; Alférez, D. Francisco Bastida. 2.' Compañía.-Capitán. D. Jo é Ignacio Umaña; Te­niente. D. J o"é BI.I t.ida; Alférez, D. Miguel Sánchez; Alfé­rez, D. Narciso Santander. 3.' Cornpllfíla.-Capitán: D. Lui Tobar; Teniente, D. José Vá quez P os, e; Alférez, D. Nepornuceno Esté\"ez; Al­férez, D. Antonio Mend0za; Porta-e,tandarte yoluntario, D. Félix Bastidas. [Del Dial'io Político de CuIdas, número 14, de 9 de Octubre de 1810). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l!.'L REPORTER IIJJSTRAlJO 4,7 BOLIV AR EN CASA COIMA RA una do In noche mú bd la' ) :lpacibles. La fII: 11 Inna de Mayo asomah>! por el Ori ente 'eO ida de n ,',p'U I'pura y el e 111' H ' . Prolongelelo jl,'d mal'os, la I fee'ullda javia, el oco marítim o, ,e mecían dul c'emente ( nI suave impulso de los airo . El ¡p aje Luoso Orin oco paseaba en Sil inm on o lecho su t ur bia. y cnLu];¡lo as agua,s: ningún acento, ning ún rlli llo, ino el sordo I)lle arroJaban las ave noc turn as, Ó el el 1 ccnLinola I) ll e, con el arma al hombro y fija la vi ta en el bOSr¡lle hol laba lna hojas scnas, Allá distante, á la somhra de lIll árbol CiuC 10il nat o­rales llaman CasLa1io del 11[(waíióll, muchHs persona pla ­tiean al rOllador tle una hamaca co lgada Jo f ue rto" m­mus. Tri tes los unos. el mñs prof undo abati mi ento e pinta sobre ns frente ; los ot ro parecen no pensar si no en 10 que les habla de ele la h amaca lIn personaje, ardiente y lleno de connanza. -Buena, dijo un homure perlu ono de estat ura, de ojo sagaz y penetrante, do cdrácLer pronto y arrohHtad o; bUCn¡1 ha sido In. t.ard o: una oí siluar tan ce rca, C]ue si hubiera bajado un palmo, uo tenían que pensa r mús en mí los marg¡tritefio s; vHrias andn,i oroll cerca ele usted, General; y ú. fe que i no no IUll znmo (On osa 11Ig ll na, qne tiene mlis olor de sepultura tic cocod rilo quo ele én­senaua del 0l'in oco, hubiéram os si llo vícti ma. -En vel'll:td I)no es un t l'llbajo de Hércules hauerlct atravesarlo, olltes tó lino ele aquell os seflo re , alto, de nariz perfilad a, ti visLa inte lectu:l1 y 'eg ll ra, Je ni re cortés y on extremo re e1' ''(\([o; mucho temie ron los eno­migos el tal lago, qll e á viata el el hombre r¡ne los va ldría m n!) quc la vi cto rin, con ,ólo llo al hlllo y ele /trill ado , no e atr vi eron ñ. eQ'uirll o. . TO le ja de eleci r tí mi cl1rrpo que tnvi eron razó n. ¿ Les pareco (L II tecles r¡U0 debíamos el' má cau to en e to de d~pal'lll'no dol f'jér­cito pal'& ir á comer fru ta? -¿Qué dice nsterl , General? ~l prl ig ro está pasarlo y tonavía me aouerdo ele Ins elul cefl pifias que hemo, co­mido: excelentrs son las pi ñas de La E ' ll1 ont1da. ¿Y 'l ué nús sucedió? Nos per iguió mayo r n úmero dc hombros armado; fuimos más val eroso y h éllos al)uí ,a h·o. ¿No es nu es tra vida una erie de n ec h ;1tl za~, riesgo y tl'innfo, ? E ,to contestó, C'ntando e precipitaclame nte en la hamaca, un hombre que, 1 blCn (jllCmnclo :'01' el '01, endurecido por la fatiga, mal\ ifc,taba en II cabello Ch,­talio y en II lí giles movi ll lie ntos tC'llC'r el' lu ~t ro ape­nas de edarl, En 11 ait·o grH ndio o é imponente, PI) liS mirada. )' 1\ melan có li cas COIllO 1cL luz <10 la lUllH qlle la alumurnbu , n ardiontes C0 l110 el fll('gO de u n meteoro, bi n se aJ vertía el' el ca u di 110 de la e 'ca a trop:1 q ne le rodeaba. -Pt' I'O e ' to Ilil ('s prn(lelltia, Ge llernl. ni 11e la apro­ha ilm de'; ll soldado.::, r¡lh~ sabl'n r¡lIl' la exi tencia tle h patr ia 11E'penriu d0 b lh' n, tt'd, exc¡ilmó un oficial calvo, II modal e' H p tl c i u l e~ . ti' ill"inllH ll te :\ peclo, en 1uien el juic io n,ellt:l jnba á lo, ai1() ~ . Nlle trn]1o iClón e lamen­tabl e. continúa: {' tn tnu' mús e ca () do ~ropa 1 ml1ni ­ci lle qllO tl C' vc'tllnri(ls. y yá ll ' telle, ,en qué l1r~if()rme trHP I1lH' tro General en .Jefe, e1 J ,fe de E ' tllllo Mayor y el o PI1('1'11 I lll nrO":Il'iteflo. pl'im ero rompiú el Ili(¡lugo, envuelto en una ancha Catni- 11 (Ir li ta(l o. Yá halJl'lln ·flIIO(.;idll los ketol'c que era el Liberta· elnl' C] nien 1mblaba dl's 1,. . n h:LIllH(:a cou los Gl'lIcrale, Arismend i y 'ou blette, el (;ol'ol1el 13ricefio y vario ofi ­ci ales el el ejé rcito. La luna estaba yá on la mitarl del eielo, y 13olíval' Il's anim alm to(lal'Í a h¡lblállrlc)le ' l1e LI' proyecto" )' o'pe­ranzns. No é lo qno tiene di pllI""to la PrOyitlellCi¡t, Jeda, pero elh, me in [Jira una conflallza in límite, ,'aJí (le lo Cuyo , solo, en medio rlo alO'lll1o oficiales, in má r eC lll'SOS que la e pel'lln;¡;ll. jll'O,11ctiénrlolllc atra,csar un país enemi go .Y conq uistarlo. 'e ha realizarlo la nl itad ele mis planes; n()~ hemo ' obropue to ú. tollo lo' ob . t(lCnl oB, hasta Ilegal' á GlIayana; llenero de poco día rell­d iremos á :\n go tlll'a, y entonce .... iremo á libCl'tal' á la. Nu eva Granada y, a;'I'ojull,l0 á los enemigos llel r(~to ele Ve nezuela, consti tu i romos á 0010111 bill. Enarbola 1'('­mos c1 es pllé el jJabel lólI Ll'icolol' ob re el'himlltlrazo é iremos lÍ completar l1ne tl'a oura de libertad ú la A.. ll .él'i­ca del , l11' y Rvegnrar nne tm independellCllt, Ilomnc1o ll llC tl'O pendon es victo riCJ'o' al Perú: ,,1 P er Íl eró. li bre . .. . Sorp re l1 (l ido , atónito, se mirnban UIlO á otros los oficialc quC' lo cercuban: nadie; () aba 11l'Onnnciar t11l1~ palabra. fJo' ojos de Bolívar nrl'ojab¡m flleg , y al ha­bl ar ele España, (1e II rllill;l tormenta léct ric:t pa ­rocía n ceflir u cabeza, como I:L 'umbre elel Duidu cuya s¡~n grie n ta y encapotada cima alcanzaban apella :'t di­VI a l' , . .. Un oncial llamó Hparte al Ooronel Brice50 y le (lijo Il0rttlHlo: " '1'odo c~t:1 perdido, amigo: lo que cr[\. tud¡t n ue tra confianza, h"lo aquí loco' e' tá delirando .. -' .. En 1.1 itllaciÓIl en qllO le H'rno', si n múa rE' ti,lo (ILle una bata, 'o liando ell el PerÍl .. , !" Confnrtóle 13ricefío a egllJ'{tIlclol~ qlle el Lil>ert¡¡dor e ('hanceaba para hacer olvidar el mal rato que 61 y todo habían pn ado ar¡llC'­Ila ta rde ... . A lo tl lJ$ ¡nl.e~ Bollnu hahía tomado A Angostllrn; dos afio el" Illti's la ~L1eva Urana(L\, le ac la lllaba vellc dor en Bogot(t; cLlatro n!1o má tal'lle c!e Lrn ye en C:tm\¡o/¡o el <'ji'rcitl ) ele ,\Iorillo; ú lo in co da. liberbLll á Qnito, .Y al c"bo tle lo sieto a!1 s liS vic­torio as u¡wll ha pro. enc;,do tln e,pcctá~l1' ~. ~ lo tan cOllmo\·cdl)/'. tan llcllo ele glataf' l mOC1(l­nc , tan \'ul'iado y tan adecnndo á nne ... tra raza y :í nuc8tro modo de ~er como la lidi;, de lo tor o~. • GI'~cia á la aeti"idad, dí l1na de todo clogio, de lús seilores Espinosa, Jimén cz y GraC'i::t, lo" Á miles de la Tauromaquia re1fÍ'trar:lll la' proezas qlle del 20 ue Jn lio cn adelante jeclltarán lo valielltes lidiadores e paiíole. en el nnevo ('in'o dc la Plaza de lvs ~Hrtir es. ¡Quién qne ha);] "i t,) en E~p:liia algnlla corrida d.· toro, no ha f(narda in btente el l'eC'lwrdú de la,.: lJIil - Ko tan lll :li o. g-ri(ó el de la hamaca. Prl'llí mi uni­f OI'I11 e' , Pl ro me h all~ , mC'jur C 11 e;::tn bntil que me han l'l'o':dad o. muC' ho In rjor qut' con la hel'illn ' de lo pie~; nwfl unae, lreno la hertn nsncamisa II eortl'za dI.' marimít, qm' me rl't>a lll ll ll eaciC]ue ; ga lllllo>:, sí, qne cst;lll 111' do' Gen J'1I1 c.? que me acnmpafitlrlln, 1 de' cami~:\ de li ta , obre to lo • .. y nrroj 'll>a ~en(l n' risada", nendo al que ) faces de aqnellas luehas, en l1I1é' de b\1rl<11' la ferocidad, la fnerza y la ~d;l ·ia del brnto. acaban por fas('inult': r endirle y triunfar de él! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 48 .EL REPORTEE IL [J l'RADO No eR, COIDO pndiera creerse, qnc sintamos renacer en nuestras vena la. u,ngre española. Los franceses, aun escritores qne, como Dl1mas y Gautier, han tratado de salvaje tÍ este e8pectácnlo, han aplaudido, llenos de de entusiasmo, un ],uen pase ó una atrevida suerte. D' Amicis, al tomar la plnma para atacar filosóficamente tan bá?,bara manía, e deja llevar por sn exaltada ima· ginación, y hace, en vez de nna crítica, el mejor de los elogios. Los hijos de Albión, en cuyas venas circnla la fría sangre sa.iona, cnando se encuentran en una corri­da no le pierden un solo movimiento al bicho, ee son­l" Íen, se sonrojan, tiemulan de placer, aplauden, y en retrabado castellano gritan más alto que los demás: j picadores! i picadores! El interés que despiertan las corridas hará salir á Bogotá de su habitnal letargo,'y en vez de nna que otra mantilla conque tropiezan nuestros ojos en lus largos mediodías del domingo, veremos destilar desde la Plaza de Bolívar hasta la de los Mártires, una serie de coches qne llevan lo más granado de nnestra so­eiedad, las más hermosas damas de la capital, á ador­nar los cómodos palcos del nuevo circo, ... La hora se acerca. Todos aguan]an impacientes la primera señal. La música nos solaza con una de las más alegres piezas del repertorio. U na puerta se abre. ¿Qué irá á snceder? Es el desfile qne principia. Adelante salen los alguaciles á caballo, detrás viene la cuadrilla. vistosamente vestidos, los toreros llevan el traje tradi­cio nal, el mismo que á principios del siglo XVIII pnso en moda el valiente Juan Romero. La monterilla, la moña chaqueta con hombreras .Y alamares, calzón corto, media de seda y zapatillas. Se dirigen al palco del Presidente, salndan y se dispersan en el redondel. El alguacil pide las Ibves del toril, las cuales le son -entregad as. A un toq ne de cornef,a se abre la puerta al toro. Este nnas veces sale lentamente y toma posesión del re­dondel; su mirada recorre el circo; parece que bnsca \lna presa en quien cebar su saña. Otras veces se pre­ci pita, la cabeza baja, corriendo en todas direcciones. Encerrado en la oscuridad, y privado de alimentos desde algnnas horas antes, la Ralida repentina á la luz, el rnid o, la música, esos millares de espectadores que se agitan en las gradas, le exa¡:peran; los toreros le pre­sentan las capas de lejos y le dejan pasar de largo. Entonces nno de ellos, más atrevido que los demás, armado de una garroeha, corre derecho al bicho y po­niendo uno de los extremos en el suelo, da -el salto por encima en el momento en que éste agacha la cabeza, creyendo tener una víctima segura. Los eompañeros se acercan más .y más al tOl'0 ; las suerteti 1:'e hacen más frecuentes; cada cnal quiere sobrepujar al anterior, y de esta lucha de amor propio resultan multitud de jne­gos en que, á la par que se aplaud en la sangre fría y el arte del torero, se admiran su gracia y su ligereza. Un nnevo toque de cornetas se deja oír, y los ban­derilleros aparecen. El primer par de banderillas exas­peran la fiera: se sacude, muge, escarba con furor la tierra, se arroja ciega de ira Sübre el qne se presenta; un nne,'o par de banderillas clavan la acerada punta al ~ado de las anteriores, La cólera del bruto yá-no conOC3 Hrnites: SllS ojos centellean, las narices dilatadas pare­cen insuficientes para dal' cabina á las repetidas aspira­ciones torna la mirada en todas direcciones, da vueltas y revl~eltas sobre sí mismo, Otro torero se pl'esenta; el toro lJO quiere sel' bl1r]ado: con placer lo revolcaría, pero ve liS manos armadas do los mismos dardos qnc le hall herido. Le mira indcci o; el tOI'ero lo exdtn pon el cnerpo, con los brazos, con la voz algunas veces. El in tinto veneo; la tiot"a se art'oja sobre el onemigo; ósto lo evita elegautemente, 110 :::il1 habel' llgreglldo llU pal' Illns de ballderillas_ El poi,,' anilnal parece bu cal' un abrigo contra las asechanza del hOlllur(': 8e [lC rca á la barrera á ver si éilta le pr tege, .Y bu ca con la mirad" ese cuarto O"Cllro donde le tenían encerrado y de donde ro~oa minntos ante qnería salil'_ Frente al palco Presidencial el jefe de la cnadrilla sa ltl da y ofreee el toro cn t~ n corto bri ndis, Sin m¡ls defensa que la mllleta frente :\ frente de sn enemigo, el hombre tendrá qne luchar de astucia con el bicho)' oponerle engaño á engaño. La inteligencia desempeña no gran papel en esta parte: habrá que adivinar los proyectos del animal y desbaratarlos; leel' en sus ojos por dónde va á atacar,'y evitarlo; provocarlo "arias veces de la misma manera, sacándole el cnerpo de un modo distinto; multiplicar y variar las faces. El bicho, aturdido, persigniendo siempl'e aquel pedazo de tela que pasa y repasa ante sus ojos, ese como eepectro que desaparece cada vez qne le cree cogido, queda fas­cinado, inmóvil, ante el torero. Este se acerca rnás aún y le excita con un movimiento bmsco, y el toro, cl'eyendo, en fin, que yá tiene á su adversario, searrojasoLre él para recibir la muerte de R115 manos. Todo esto, y mncho rná, iremos á ver del 20 de Jlllio en adelante. ERNESTO UESTREPO T. LA CHARADA LA TOUR EIFFEL PRIMERA SOLUCIÓN Julio 17 de 1890-7 p. m. Señores Directores de EL REPOR'l'EB ILUSTRADO. T engo el gusto de enviar á ustedes la solnción de la charada ()lle el número 5. o de En periódico trajo, hoy: Descomposición: CALAVERADA Oada velada Da á cada cala verada La vera cara De la calaverada, y cada cala vera da La cascada cara. De calaverada A cada yelada. Su afectísimo seguro servidor, PLINIO GÓMEZ. (Almacén de Antonio Samper y C. a) He recibido de los sefíores Directores dc EL REPOR­TER Ir;CSTRA DO una boleta de abono de asiento para 16 funciones en la Plaza de To?'os, prima que ofrecieron al primero que resolviese la charada del número 5. o PLINIO GÓMBZ. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Reporter Ilustrado -N. 6

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  • Exclusivo BibloRed
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Manuel de la Sierra: obras literarias

Por: Rafael De la Sierra | Fecha: 2024

Las novelas que aquí se rescatan escapan de los imperativos sociales. De la Sierra visita temas eminentemente románticos como el amor interrumpido o el no dudoso, al mismo tiempo que transita hacia relaciones mediadas por el intercambio de mercancías. Retoma el tópico del amor neoplatónico al mismo tiempo que desdibuja la ceremonia religiosa que sanciona un matrimonio. Su poesía retoma formas de la poética hispánica solemne para recordar la vida de un animal de compañía, romancea como Guillermo Prieto, canta en pentasílabos y decasílabos como Bécquer y Gutiérrez Nájera e importa el serventesio alejandrino del simbolismo francés. Aunque esta edición está cerrada, es preciso continuar la búsqueda de nuevos materiales en la prensa decimonónica que nos ayuden a llenar, gota a gota, la posible existencia de más obras de Manuel de la Sierra, así como los vacíos provocados por una historia de la literatura que ha canonizado solamente las manifestaciones que nos hablan de la construcción de la identidad nacional, de las buenas costumbres, de la abnegación femenina y de la imposibilidad de romper el contrato social. Manuel de la Sierra y su obra son un perfecto ejemplo de obras que discrepan, incluso, del incipiente programa editorial de los semanarios que los vieron aparecer y que, por estar alejados de lo moralmente aceptable (y haber aparecido antes de la revolución modernista con tendencias decadentes), fueron relegadas al olvido.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura latinoamericana

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La Niñez: semanario ilustrado

Por: Martín Restrepo Mejía

“La Niñez: semanario ilustrado” fue una publicación que circuló en Bogotá durante el periodo 1914-1917. La dirección del título estuvo a cargo del pedagogo antioqueño Martín Restrepo Mejía y en sus páginas se reprodujeron pasatiempos, charadas, jeroglíficos y artículos sobre pedagogía, religión y moral con el objetivo de “Instruir deleitando”. El título se dirigía principalmente a las niñas y los niños colombianos, quienes fueron invitados a participar activamente de la publicación el 28 de marzo de 1914. A partir de 1915, el periódico recurrió a una estructura que incluía las secciones: “Pedagogía”, “Poesías”, “Ciencias y Artes”, “Anécdotas”, “Religión y Moral”, “Comedias”, “Modas” y “Pasatiempos”. Luego de una pausa en sus actividades, “La Niñez” reinició su edición el 20 de febrero en 1917, con su número 76, en la que Restrepo Mejía reafirmaba el horizonte de su publicación y establecía que su objetivo era reproducir “lecturas amenas e instructivas, pasatiempos de vuestro gusto, poesías escogidas, comediecitas caseras y escolares y ejercicios pedagógicos”.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas
  • Temas:
  • Otros
  • Ciencias sociales

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La Niñez: semanario ilustrado

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El Prisma

Por: Luis Carlos; Sánchez Páez

“El Prisma” fue una publicación bogotana de carácter literario y cultural, dirigida por Alberto Sánchez y Luis Carlos Páez, en sus páginas se publicaba poesía, cuentos, crónicas, noticias locales y contenía una cantidad considerable de publicidad. Las publicaciones culturales surgieron como una respuesta a las necesidades que el sector intelectual del país tenía de formar comunidad, ya que las instituciones culturales eran pobres y la prensa en su mayoría política; por esta razón algunos diarios empezaron a abrir espacios culturales dentro de sus páginas y las revistas a circular periódicamente. El objetivo de estas publicaciones era la divulgación de obras literarias de autores locales y extranjeros, publicación de poemas, cuentos y novelas. Las revistas entonces se convirtieron en medios y nichos para la creación de nuevas vanguardias literarias que se esparcían sobre todo en el público joven universitario.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa
  • Temas:
  • Otros

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El Prisma

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Independencia, independencias y espacios culturales: diálogos de historia y literatura

Por: | Fecha: 2019

En la presente compilación se seleccionaron 36 ponencias que giran alrededor de la historia, la narrativa y la poesía colombianas. Abarcan temas culturales, políticos, económicos, artísticos y de crítica literaria y poética. Se reúnen en esta compilación textos académicos de diversa índole y procedencia que se articulan con la historia y la literatura. Su lectura propone una visión que trasciende las disciplinas y aspira a un enfoque dialógico que permite nuevas miradas en relación con la columna vertebral de los ensayos: Independencia, independencias y espacios culturales. Desde la disciplina de la historia, Gilberto Loaiza Cano aborda la expansión del mundo del libro durante la ofensiva reformista liberal, entre 1845 y 1886. El texto da cuenta del proceso de creación de editoriales, de la distribución y formación de públicos y mercados del libro durante la segunda mitad del siglo XIX en Colombia, a partir de la filiación ideológica de las esferas editoriales. El marco temporal abre nuevas dimensiones de interpretación respecto de la historia de la libertad de prensa en el país, teniendo en cuenta que con la Regeneración la Iglesia católica se arrogó el derecho de la censura. Martha Lizcano y Danny González, basándose en descripciones y crónicas de viajeros, trabajos académicos y publicaciones recientes, hacen un balance historiográfico sobre las lecturas del Carnaval de Barranquilla, destacando la presencia de las tradiciones y la cultura afrodescendiente. A su vez, los textos de Diego Ortiz, sobre la fundación de Riosucio, Caldas; de Jaime de Almeida, sobre Santa Librada y su papel simbólico en la Independencia; y de Yobenj Chicangana, acerca de la evolución en la representación iconográfica de mártires, héroes, alegorías y batallas, reflexionan en torno a los problemas de la Independencia, temática central del Congreso. Ortiz recurre a la fundación de Riosucio como paradigma de interpretación sobre el uso de la historia a modo de herramienta para la invención de pasados unificadores. Por otro lado, Jaime de Almeida aborda el uso de la imagen de Santa Librada, resaltando su papel como ícono unificador, no solamente en lo que respecta a la imagen, sino también a las conmemoraciones festivas desde 1810 hasta la separación de Panamá. Por su parte, Yobenj Chicangana-Bayona trata el tema de la memoria visual de la Independencia entre 1810 y 1819 e identifica la evolución que tuvo la representación pictórica hasta su consolidación académica. La historia política está presente en la compilación con las ponencias de César Augusto Ayala Diago, Fabio Alejandro Cobos y Sven Schuster. Ayala se aproxima a la forma como los jóvenes conservadores de los años 30, los Leopardos, afrontaron el advenimiento de la República Liberal. Sobre la misma línea temática, Fabio Cobos expone las influencias que recibió la derecha colombiana de principios del siglo XX, en particular la del hispanismo y el falangismo que se consolidaban en la península ibérica. Sven Schuster muestra la dualidad que se percibe en el manejo de la memoria sobre La Violencia colombiana: mientras la academia universitaria se caracteriza por sus interpretaciones críticas, las élites políticas colombianas han obviado la aceptación de responsabilidades. Schuster se centra en la valoración crítica de cómo ha sido asumida la memoria, en especial en lo que respecta a la justicia y reparación de las víctimas. En el ámbito de la crítica literaria, la selección incluye trabajos dirigidos a interrogar el tema central del Congreso en obras particulares, como ocurre en las propuestas de Adolfo Caicedo sobre la obra Bomba camará de Umberto Valverde; Luz Consuelo Triana, sobre Los pañamanes de Fanny Buitrago; y la ponencia de Ángela Robledo acerca de Ángela Becerra. Resulta de especial relevancia el estudio colectivo de Bibian Paola Fernández Luna, Paula Andrea Marín Colorado y Edilson Silva Liévano titulado «Héctor Abad Faciolince: posmodernidad nostálgica e hiperrealismo neoquínico como toma de posición en el campo de la novela colombiana», sobre el tema de las nuevas formas de narración en la literatura colombiana, desde un ejemplo actual como el del escritor antioqueño. En este mismo sentido se encuentra el trabajo de Carlos-Germán van der Linde, quien también toma como objeto de análisis la obra del escritor colombiano, en particular su novela Angosta, dando cuenta de los elementos característicos de las nuevas formas de escritura contemporáneas, tales como el pesimismo, la desesperanza, el abandono de la razón, etc. En 344:, durante el ^=E Congreso de Colombianistas, celebrado en la Universidad de Denison, Ohio, el escritor Enrique Serrano presentó una ponencia en la que cuestionaba la existencia de una literatura colombiana. Para Serrano resultaba necesario observar la continuidad con la literatura hispánica. Sobre esta propuesta, y basado en los doce cuentos que componen La marca de España, William H. Clamurro abre el debate sobre la significación real de esa marca, concluyendo que la literatura hispánica es un elemento más, aportado por la mezcla y el sincretismo cultural que fue la conquista española sobre el Nuevo Mundo, y la lengua castellana, un factor ineludible para los hispano parlantes. En materia poética, destacamos las ponencias de Enrique Rodríguez, Juan Pablo Pino Posada y Hernando Andrés Pulido sobre los poetas Darío Jaramillo, Aurelio Arturo y Aimé Césaire, respectivamente. El profesor Enrique Rodríguez celebra la obra del poeta colombiano Darío Jaramillo, destacando los aspectos más relevantes de su poesía: el mundo interior, lo nocturno, la duplicidad del instante en la palabra poética, la nostalgia por los otros, las ausencias, el amor, la cotidianidad, etc. En el caso de Pablo Pino, se realiza una aproximación sociocrítica a la obra del poeta Aurelio Arturo, en particular su poema «Morada al Sur», resaltando su visión conservadora, en especial lo referente a sus anhelos feudales de una infancia terrateniente. Por su parte, Hernando Pulido se concentra en el análisis de la obra del poeta antillano Aimé Césaire, enfocándose en los aspectos concernientes a la crítica al humanismo clásico, herencia colonialista, y la reivindicación de la historia y la cultura africanas presentes en otros continentes. Los estudios de género también tienen presencia en la selección, con la ponencia «Escritura e identidad en mujeres y escritoras colombianas» de Carmiña Navia Velasco. Por su parte, el profesor Diógenes Fajardo se aproxima al tema, desde el ámbito de la literatura y la dramaturgia, con la ponencia «Estrategias de representación ficcional de la “Libertadora del Libertador”».Carlos Arturo Fernández y Alejandra Jaramillo presentan dos ensayos sobre crítica literaria que resultan complementarios para las propuestas anteriores. Por un lado, Fernández aborda el tema de las generaciones literarias en América Latina durante la segunda mitad del siglo XIX, basándose en los estudios del crítico y escritor cubano José Juan Arrom. Fernández reconoce dos vertientes generacionales, afiliadas la una al apogeo del modernismo, y la otra al comienzo del posmodernismo que llevará a las vanguardias de 1924, tomando como fuente las distintas revistas que surgieron durante la época, y su relación con las vanguardias europeas. La de Alejandra Jaramillo es una reflexión sobre el oficio crítico, en la que se aboga por una visión distinta de la literatura, en particular la latinoamericana, lejana del europeocentrismo y los neocolonialismos culturales de la actualidad. Finalmente, la muerte del filósofo y ensayista Rafael Gutiérrez Girardot, en mayo de 2005, anima el trabajo de Antonio García Lozada. García resalta la altura intelectual de Gutiérrez Girardot, destacando su independencia y rigurosidad crítica, demostradas a través de su obra ensayística y su labor magisterial. Colonia, independencia y nación decimonónica -- Imágenes y uso de la independencia en la política -- Cuentos y debates -- Independencias simbólicas y propuestas literarias -- Independencias y dependencias intelectuales -- Voces y ecos de la poesía colombiana -- Independencias y escrituras femeninas
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Otros
  • Literatura
  • Literatura colombiana

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Poemas de Ángela Tello

Por: Angela Tello | Fecha: 2019

Nació en Santander de Quilichao, 1959. Economista, Especialista en Desarrollo Comunitario y Magister en Sociología de la Universidad del Valle. Ha participado en diversos movimientos culturales de la región y del país. Su ejercicio profesional se ha centrado en el direccionamiento, acompañamiento e investigación de procesos de desarrollo social y comunitario. Fuentes que han nutrido su quehacer poético. La poesía que ha trabajado en el último período desarrolla temas sobre el amor y la guerra; el coraje y el miedo; la memoria y el olvido, que hacen parte del paisaje urbano. En medio de esas grandes urbes, los seres humanos descubren su propia soledad y se reconocen como pobladores de vastos desiertos, donde es necesario gestar actos de voluntad para provocar el encuentro con los otros. Es en esos encuentros donde recuperan la posibilidad de mirarse a los ojos y descubrirse; de transformar y de transformarse; de vencer a las sombras al mirarse en los espejos. Publicaciones: “De Raíces y Alas”, Editorial Caracolas y Lunas, Cali, 1997. “En el Corazón de la Bestia o Transfiguraciones del Rostro de la Ciudad”, Colección Escala de Jacob, Universidad del Valle, Cali, 2005. Cartas a Farim Nasem, Colección Las Ofrendas, Escuela de Estudios Literarios, Universidad del Valle, Cali, 2011.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
  • Temas:
  • Otros
  • Literatura española
  • Poesía

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