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Con la frase Poesía.

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Imagen de apoyo de  Se hicieron literatos para ser políticos

Se hicieron literatos para ser políticos

Por: Joaquín Alvarez Barrientos | Fecha: 2004

El grupo de especialistas, dirigidos por Joaquín álvarez Barrientos, investigador del CSIC, se ha acercado a una época de difícil caracterización: el final del siglo XVIII y el comienzo del siglo XIX, años que parecen tener personalidad propia, en los que se inicia la modernidad nacional. La perspectiva pluridisciplinar ha permitido estudiar el arte y la literatura en relación con el marco político y desarrollar sus tensiones de causa y efecto. También se ha puesto especial interés en conocer la comunicación entre los hombres de letras y los políticos. Estampas, aleluyas, pliegos de cordel, prensa, poesía, historia, novela, teatro, debates literarios, se estudian a la luz de un planteamiento amplio, sin olvidar las construcciones que de los hechos históricos y culturales de esa época hicieron sus protagonistas mediante autobiografías y memorias.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Ciencia política

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Se hicieron literatos para ser políticos

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Imagen de apoyo de  El Mosaico - Año IV N. 32

El Mosaico - Año IV N. 32

Por: | Fecha: 18/09/1865

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Núm. 32. :Bogotá, lúnes 18 de setiembre de 1865. - Preoio: 10 centavos. Afio VI. RI6DICO DE 1 TDUSTRIA, CIENCIAS, ARTES, LITERATUH,A E INVENTOS. A CARGO DE UNA ASOCIACION PROGRESISTA. CONTENIDO. El Nillgora-Curlosa i yerldicn rclaciou-EI pájaro azul-Poesia. Una buena respuesLa-L\ elll.a -Errata sustancial-Avisos. EJIItI •• VIAlES POR EUROPA 1 AMERICA. EL NIÁGARA. . La. catarata del Niágal'a ?s un espectáculo gran· dIOSO, que gana mas a medIda que se le estudia i contempla mejor. El Niágara no tiene mas rival en el mundo, que nuestro salvaje salto de Tequen. dama; pero cuánta es la diferencia entre las dos maravillas! El caudal de aguas es mucho mayor en el Niá· gara (caen cien millones Je toneladas en cada hora) i el espectáculo mas variado, pues la cascada se di vide en tres ramas, mas o ménos hermosas para hacer su descenso; i, tanto ántes como des: pues de él, presenta cuadros sorprendentes, ya en sus raudales, llamados r'á;pidos; ya en sus grandes remansos i remolinos, de cerca de cien metros de profundidad! Sus bordes a uno i otro lado son de roca viva, en partes revestida de pinos, i en partes de plantas trepadoras de un oscuro color. La som­bra de las nubes, el receptáculo del cauce, los jue­gos de luz i de sombra combinados i la reverbera­cion vejetal, dan a las espumas del monstruo, segun del lado que se miren, un tinte de esmeralda mui bello, i que hace un juego hermoso con los albos copos de la onda despedazada i de la bruma. Abajo en el lecho del rio este color es mas pronunciado. Los íris de la tarde i de la mañana, léjos de tenderse como un disco de piedras preciosas sobre la catarata, como sucede en el salto de Tequen­dama, tiéndense como una alfombra o como una cinta a sus pies sobre la lámina de lás aguas; pero es lo cierto que la aridez jeneral del lugar reyela la proximidad del polo; que no hai aUí esas seb'as de robles vírjenes que hai en el Tequendama, ni el matiz precioso de los bosques americanos, ni su perfume, ni su aliento adorn1ecedor. Escasean las flores; las aves no aparecen por ningun lado, i la aglomeracion de palacios, puentes i hotcles en me­dio a su circuito, da al lugar el tinte de una obra del hombre en vez de ese sello de grandiosidad na­tural, agreste, oculta i hasta difícil que tiene nues­tra cascada andina. Allá es el humo de un turbion desbaratado, el fragor del trueno, la aspereza de los montes, el encanto de dos naturalezas, la cáli­da i la fria; las flores arriba i las aves abajo, todo ~scondido como una fuente de los jenios superio­res. Acá es la voluptuosidad de una rcina que se desmaya; la música de una ola que juega; la obra del hombres en faz de la obra de Dios, el mármol labrado sobre el mármol bruto; el puente de hie­rro sobre el abismo; el humo de la locomotiva opuesto al aliento brumoso de las aguas; el riel en vez de la breña; la monotonía de las rejio­nes heladas; la ausencia de los cantos i de 101> , perfume!, i la vjEta absoluta de todos loa detalles. Allá el misterio, acá la claridad. Allá todo el vigor varonil de la creacion en la altura, la fuerza. i la forma; acá todos los caractél'es dulces i sua­ves del sexo del amor. He ahí por qué, cediendo a las instancias del autor de Edda que me acom­pañaba en la con~emplacion de aquella belleza, escribí en un libro destinado a recojer las inspira­ciones de todos los viajeros, la cuarteta siguiente, que no tiene :lo mis ojos otro mérito que la esacti· tud de la comparacion : . l Salud, ártica reina, cuyo manto Sacudes en tu tálamo de rocas l Salud del Tequendama ondisonante JenLil i bella americana esposa I La catarata del Niágara está dividida en dos trozos principales, americano el uno, inglés el otro (este último es el de mas caudal) quedando entre los dos Goat I sland. La ca·tarata americana tiene 900 piés de ancho i 163 de alto; i la inglesa 2,000 de ancho i 154 de alto. El nombre Niágara es de un orijen incierto, pero se cree ser de estraccion iroquesa, i significar tnteno de aguas. El descubridor de esta marávilla fué un miem­bro de la compañía de J esus, frances de naci­miento i nombrado el padre Hennepin, misionero en aquellos..,parajes en 1678. Algunos dc los que dan estos informes, agregan que el reverendo se enloqueci6 a la vista del gran poder de Dios! Dicen que cuando una ave se aproxima a las fiores sus hermanas, canta para agl'adarlas; que lo mismo sucede cuando oye que las otras aves, sus compañeras de melodía, hacen resonar la selva con sus trinos. De la misma suerte yo,.quc estaba contemplando cl Niágara a la luz de la luna del lado del Canadá, solo i en altas horas de la noche, veía cernerse-en los aires i otear sobre mí a los poetas que han cantado esta obra de la creacion, i la música de sus versos penetraba en mi oído como u~a voz del cielo. Veía los pinos destacados a uno i otro lado como las sombras de los centi­nelas de la diosa, i repetia con Heredia "Ni otra corona que el agreste pino A tu solemne majestad conviene ..... " Veía igualmente la una i la otra ribera del rio, separadas por un abismo sombrío, i la una inglesa i la otra americana, i esclamaba con el inspirado lord lHorpete: "Que la lucha obstinada que mantienen tus andas en el abismo, desfogue allí su rabia podero­sa sin trepar nnnca a tus bordes circulares; pu­diendo las dos J?,aciones que demoran sobrc tus . márjenes, ser'en paz miéntras cesa el conflicto!)) La poesía estranjera despertó en mi el númen, i escribí los versos siguientes a la luz de la Osa, que estaba tan cerca de mí que me parecía poder­la cojer con solo levantar la mano. Sentado esLoi so'bre el abismo undoso, Bañado pQl' su bruma i por su alisDLO' PAIO D~ está, con él Il]i .pensamiento Sino coun;r" ~~pírit\l de 'amor! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 250 EL MOSAICO. De la luna los pálidos ful gores Rielan sobre las aguas mil colores; El bosque duerme, duerme el aql, ilou. Todo es aquí magnífico l In noche, La hora, la soledad, el grito horrendo De este arco de agua esplend ido, cayendo En su tazou de roca secular I , mundo se han hecho el deber de poner allí, como un I ex-voto a la maravilla, o como un tributo a la va­nidad. Empero, los muros de aquel edificio no son un libro sino un mosaico inintelijible. El Terra­pin tieue 45 piés de alto, i fuó construido en 1833. Mas ¿ qué vale 'su horror i su grandeza, Qué de su pompa la ártica belleza, Si tú conmigo, ausente bien, no estás? De esmera lda i aljófar es su veste; Su esqueleto el grauito; su habla el tru eno; El pino es la guirnalda de su seno, 1 los íris la cinta de sus piés I Bello es sin duda, i grande ; es imponente, Cap richo al fin del Ser omllipotente Que bizo el volca n, i se sentó sobre él I ],{arcbita i descompuesta la corona, " El an eho nupcial traje de&ga rrado," Ronca la vo?, el paso apresurado, Semeja en Dido el fie ro desperta r. L0s diamantes i perlas a su paso Saltan a un lado i otro, cruje el raso ; Nlas ella solo marcha, i marcha mas 1, Tambien remeda a Safo enamorada Una mano en la lira, otra en el pecho, Buscando en la onda del turbion deshecho, Tumba o consuelo a un bárbaro desden, Una u otra, no impor ta ! mas sí sabe Que dentro mi alma solo tu alma cabe, Unica maravilla de mi ser I Oh I si a mi lado te encontraras ahora, , Aquí, sobre la roca, entre la espuma, Nuestros cabellos sueltos a la bruma, 1 entrelazados como tronco i flor, Nuestros labios, mi bien, se juntarian, 1 en un beso no mas esprimirian l'odo el jugo de amor del corazon I Yo quebraría en las olas, uno a uno, Los ebúrneos engastes de mi lira, Ya calcinados en la ard iente pira De tus ojos, de 1 um bre desigual I ..... ¿ Por qué no estás aquí, mujer amada, En vez de aqllesa sombra iluminada, Ánjel inmóvil que conmigo va ? Antorcha núbil la esplpndente luna Nos fu era entónces; ara santa, el rio j Sacerdote, el amor; templo el vacío, 1 tálamo el abismo aterrador! Oh I i mañaua cuando el sol luciera Del Canadá por la índica pradera Sonriendo luz i derramando amor, Linda como ningüna i mi steriosa, La náyade del Niágara serias, 1 en sus sirtes, saltando, estamparias La diva lmella de tu enano pié. 1 nuestras sombras por el agua errantes, Mitad deidades i mitad amantes, Al ser del monstruo mezclarian su ser I En invierno el Niágara se petrifica a causa del frio, i entónces su vista es semejante a una gruta de alabastro construida por las hadas. Un dia entero estuvimos viendo el Niágara des­cle los diferentes puntos de vista que presenta la escena. Contemplamos los r áp t'dos sobre un puen­te de hierro que la mano del hombre ha levantado sobre ellos para gozar del espectáculo con mas co­modidad. Fuimos despues al Ten'apin, que es una torre de picdra en forma de faro, i con una escale­ra interior que conduce a una plataforma con pa­samano. Desde allí se domina bastante bien la catarata. Llamaron mi atencion en esta torre los millares .le nomlwcR, ya grabados con n:n~.ia , ya escritos ('011 l('piz. que los yin,ieros --- A ELLA. Bendito amorque en májica delicia Arroba dulcemente el COl'azon; Bendito amor que coú,'irtió en alegres Mis horas de afliccion! Nació este amor como íris bonancible Despues de la deshecha tempestad, Como 'la nube que en la negra. noche Riela 'sobre el mal'. Como el límpido arroyo en que mitiga. El caminante su sediento ardor; Como el coposo arbusto que le ofrece Abrigo .contra el sol. Vivia sin amOl', i era mi vida Campo que no fecunda el manantial; Pero, niña, te ví; te amé sincero, 1 se acabó mi mal. Desde el in_stante en que por tí palpito Es mi existencia un cielo sin confin, Que ostenta del color de la esperanza El plácido matiz. Admiro mas la claridad del !lia, :Me es ma~ hermoso el firmamento azul, l\1as apacible dc la blanca luna . El rayo de su luz. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 256 EL MOSAICO. Bendito amor, qt{e al ánimo abatido Devuelves luz, inspiracion i fe; B endito amor, que borras del recuerdo Las horas que lloré! Pasan las horas i los días pasan 1 solo pienso en mi pasion i en tí; 1 Eoi con e. ' amor i este recuerdo Cual ninguno feliz. ROBERTO. ---........... --- ERRATA SUSTANCIAl, DEL TRA.DlJCT()R. En el número 4f6 del " Diario Ofic ial," pájina 1,624, en el artículo cualidades del cedron contra los venenos, debe learse: cualidades del liman con­tra los venenos, i debe sustituirse en todo el artí­culo la. palabra liman a la voz cedron. h·~ . '·.'..:.J· .. ·U .· .• ·V·H·'.·'.·, .. , ... , .......................... " .... ,. ............ u •• • " • •• ,. A VISOS . CAS.\ DE EUUC \l~ION PlUeTlCt Primera especialidad de est~ jénero fu ndada en el pals. ----44 ...... --- Bajo la direccion del infrascrito se abrirá al públi­co este establecimiento <)115 de cnero de 1866, i se darán en él las enseñanzas profesionales siguientes: 1 .° Agricultura. 2 .° COlDercio. 4 .° Aboga cía. 3 .° Iujcuh\.t1.u."a civil . 5.° Litel·at~·a . Cada una de estas cnseñanzas tendrá sus corres­pondientes escuelas prepamtorias, pero los niños que tuvieren los conocimientos requeridos, harán su cur­so profesional en mucho ménos ti empo que el exijido por este programa. AGIUCULTIJRA:-2 años de estudio. RAMOS DE ENi?EÑANZA. CLASES PREPARATORIAS. l. • Nociones jenerales de jeo- , lojía. I 2.° Cul~ivo .de los ?ampos i for- Escritura-español- arit- ~am on I mane)/) de las ba- mética práclica-jeogra. mendas. I f ' " . 3.0 Horticultura. r la patrlU I nocIOnes de 4.° Veterinaria, i arte de man- JI la universal- contabi­tener, multip licar, mejornr i . lidad. cebar toda clase de ¡rana-dos, aves domésticas &." j tOUERCIO-3 años (le estudio. 1.0 Inglés i frances. , 2.° Contabilidad mercantil i siS-l terna métrico. Escritura - español- arít- 3.° Jaograría universal. ' t" 4.0 Lejislacioncomercial i ad ua- lile lca en todas sus nera. I aplicaciones. 5. ° Economía política i esta- I dística. ) INJE~UTURA-3 años de estudio. l.0 Las dos je?rñetrías. , ' ,.' _ . 2 .• Las dos tngonometnas. ~Escl ltura - espanol - Jeo- 3.° Dibujo lineal i topográfico. grafía patria-aritmóti- 4.° Agril~ensnra. ca en todas sus art _ 5.0 ArqUitectura. . l. p es 6.° Cálculo i aplicaciones. ) álJebra. ABOGACH-Dos años de estUllio, l.0 Lej islacion i ciencia consti-, tucional. I 2.° Derecho civil i dejeutes. r Escritura- español. 3.° Procedimientos. J 4.° Leyes patrias. LITERATURA-3 años tle estudio, 1.° Inglés, frances e italiano. 1 2.° R.i,storia universal i crooo- I Escritura - español - jeo- 10Jla. J fi ... 3.0 Ciencias intelectuales i gra- gra I patna I UUlvar-mática jeneral. sal- aritmética. 4.° Retórica en todas su:; partes ~ Las clase de relijion ¡ urbanidad serán jellerales i c¡bligatorias para todos los alumnos. OBSERVACIONES. Dos son las objetos que se han tenido en mira al hacer e~ta clasificacion en los estudios: el primero evitar que los niños pierdan el tiempo (i los padres su dinero) en el aprendizaje de materias que despues no les s irven para nada en la vida pdctica j í el se­gundo dar el primer paso en el establecimiento de cspecialidades profesionales, consu' tanda nuestras nece idades sociales i el justo lucro de los que se de­diquen a cllas. 'fambien se ha tenido ' en cucnta facilitar a los hijos de los pobres el medio mas cspeditivo posible, para hacersc a una profesíon industrial, honorable i provechosa, en poco tiempo. Habrá dos clases de alumnos en el establecimiento: los que permanezcan todo el año escolar en él, i los que solo asistan de dia, de las seis de la maüana a las seis de la tarde. La pension de un alumno interno en el año escolar, es la de 200 pesos de lei, de los cuales $ 100 se pa­garán el dia en que viniere al colejio el alumno, í $> 100 el dia 15 de junio siguiente. La pension de un alumno estema es de 180 pesos de lei, que se pagarán el dia en que viniere al colejio el alumno. En cualquiera época del año se admitirán alumnos tanto internos como es ternos j i de la cantidad del primer pago se hará la deduccion correspondiente al tiempo del año cscolar conido hasta la fecha de la admision del al U1"\l no. Pero el segundo pago se hará. siempre integrnmente, aunque el alumno salga del colejio, sea cual fuere la causa, ántes dc terminado el año escolar. Cuando sean col-ocados en el establecimiento dos o mas hermanos, se hará la rebaja de un cinco por ciento en el total de la pen ion. En ningun otro caso habrá derecho a rebaja o a deyolucion de la pension, aunque el alumno o alum­nos se retiren t emporal o absolutamente del colejio, i sea cual fuere la causa de su r etiro o salida. Solo en el caso de que se le consigne anticipada­mente la cantidad necesaria, el establecimiento se hflrá cargo de dar a los a,lumnos libros, ropa, calza­do, U otros efectos que deba tcner segun 1:1 órden de sus padres. Sin esa circunstancia, toda recomenda­cion sobre el particulal' se mirará como no hecha. 'fado pago se ha,rá en moneda de talla mayor. Para que un niño sea admitido en el estableci­miento, es indispensable: 1.0 que no tenga enferme­dad crónica o contajiosa: 2.° que sepa leer; 3.° que sus padres o los representantes de estos 6e obliguen a conformarse, en todo i para todo, con las reglas de la disciplina interior. En el establecimiento no se dará mas que los ali­mentos i la instruccion j 19S niños deberán pues lle­var a él su ropa de uso, útiles de aseo, cama, baúl, libros &." El lavado i aplanchado de la ropa sC'rIÍ. de cargo de los padres de familia, j lo mi mo los gastos de asistencia médica en caso de enfermedad_ Dirijirse con tiempo al infrascrito, en su casa de habitacion de esta ciudad, de las diez a las cuatro de la tarde. Las personas dc fuera de la, capital podrán haccrlo por medio del correo. Bogotá, 12 de setiembre de 18G5. FELIPE PÉREZ. 10-1 SIL V A & V ALEN ZUELA. ACABAN de recib ir el mui tino i acredita­do Chámpaña "Comte de Villefort, prés Rheims," en medias botellaR de cuello dorado. 1to venden por mayor i por menor, a p r ecios equitativos, en RU almacen, carrera de V cne­zuela, calle 2.a número 65. 3-2 Il!PR E::\TA DE "EL )IOAICO. "
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Mosaico - Año IV N. 32

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De dragones y pingüinos

Por: Esther Patiño Ruiz | Fecha: 2016

Una apacible historia de amor que se convierte en la aventura más hilarante e inconcebible Nuestra protagonista es Elena, una residente de urología aficionada a la poesía del Siglo de Oro y con un singular sentido de la ironía. En una tarde perfecta de abril, conoce al amor de su vida en la sección de hogar y cocina del Corte Inglés. El final feliz parece casi irremediable hasta que Fernando, su prometido, se esfuma un día en medio de la autovía, y su apacible romance da paso a una aventura casi inconcebible. Fernando, nuestro inesperado héroe de leyenda, ha sido abducido por un indómito pueblo extraterrestre que busca a un líder que los conduzca a la libertad. Esta épica gesta viene acompañada de una importante anomalía cuántica: un zahorí ha descubierto un vasto yacimiento de petróleo en Azuqueca del Henares, justo al lado de la autovía A3. El yacimiento, a su vez, está bajo custodia de un chamán disperso y, coincidencialmente, sólo puede excavarse en el plenilunio del mes de abril. Los políticos, las fuerzas de seguridad del Estado y hasta los ángeles intervienen en esta historia hilarante y provocadora, que retrata con ojo clínico los delirios de un país en crisis y la ineptitud soberana de sus dirigentes. Nuestros enamorados se ven desbordados todos los flancos, hasta que los dragones, viejos aliados mitológicos, vienen a devolverles su destino.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Autoayuda

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De dragones y pingüinos

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La lengua de los secretos

Por: Martín Abrisketa | Fecha: 2015

«Una hermosa mezcla de dos mundos. La forma de contar es deliciosa. Hay humor, melancolía, poesía. Una novela fuera de serie.» Bernardo AtxagaMartintxo nació en un queso: su Arrigorriaga natal estaba perforada por las minas que llevaron a tanta gente a trabajar a una tierra donde sus habitantes aún cuidaban vacas y hablaban «la lengua de los secretos». Siendo aún niño, ve también cómo la guerra perfora su pueblo con las bombas de los pilotos alemanes. Tras separarse de sus padres, debe ponerse al frente de sus tres hermanos y huir de la devastación; primero a Santander y más adelante a un pueblecito de los Alpes franceses, ya como «niños de guerra».La lengua de los secretos es una novela conmovedora y a la vez mágica, capaz de envolvernos en la sensibilidad de un niño travieso y muy valiente, que se ve obligado a proteger a sus hermanos y a luchar contra la barbarie de la guerra con la imaginación y los sueños como única arma.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Novela histórica

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La lengua de los secretos

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Resiliencia

Por: Benna | Fecha: 2019

Todo lo que siempre escondí. El comienzo de algo similar a un laberinto. Encontrarás obstáculos que intentarán impedir que me entiendas, en tu mano está seguir o no. Y si escoges el camino correcto, tal vez puedas llegar a conocerme. No me juzgues sin haberme leído. Sin haberme abierto en canal a ti. Acábame y después te dejaré juzgarme. En estas páginas encontrarás de todo. Versos donde te identifiques, otros creados para entretenerte y otros para volver a encontrarte, por si te habías perdido. No todos tienen nombre y apellidos, algunos ni siquiera tienen remitente, otros sí y hay algunos que te costará entenderlos porque son para mí. Esto es algo muy lejos de la poesía. No busco la perfección, sino la sencillez. No aspiro a nada cerca del mundo de la divinidad, solo revolverte mínimamente el interior. No les tengas miedo a las turbulencias. _________________ resiliencia1.f. Capacidad que tiene una persona de afrontar situaciones traumáticas y salir fortalecido.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Crítica

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Resiliencia

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Imagen de apoyo de  El Álbum: periódico literario, científico i noticioso - N. 25

El Álbum: periódico literario, científico i noticioso - N. 25

Por: | Fecha: 19/02/1857

]~~ ~ PERIÓDICO LITEllARI r.o CIENTIFICO 1 ~OTIC tOSO. Bogotá, 19 de Febrero de ·18o7 , SEMEt:~T. l .o El SALTO DE TEQUEHDA .A. St;S Ct:'ATno PCNTOS DE VISTA . A los ojos del sabio i del ohscrvadot· se presenta e Nueva Gt·annda aun en sus detalles mas minu­! losos, ton tanto colot· i poesía, con espcctaculos tan 10rprendentes i bellos, como muí pocos paises del nundo. Entre estos espectáculos descuella sin dnda, ~ Salto ele Tequendama, tal vez el mas sublime i loético de cuantos existen. La Suiza i la Sabaya lan entretenido los pinceles de cíen viajeros, osten­nndo la rama de los Alpes que las c1·uzan llena de )recipicios por sobre los cuales saltan imponentes i tellos cien rios que bajan luego a recorrer la Ale­pania, la Italia i la Francia: pero ninguna' de aquc­las cataratas del Ródano o del Rin, aunque embc­ecidas por el arte, puede compara1·se con el Salto que vamos a hablar: ni la cascada del celebrado nio, que hermosea las inmediaciones de Tivoli; i la que acaricia con su música solemne a la ciu­: ad de Terni, cayendo pet·peudicularmente sobre un bzo de mármol i alzando sus vapores hasta rociar ~m ellos la cima de la marmorea montaña desde pnde se lanzan las aguas. No es el Tequendama cinta de plata que ondula al soplar la brisa so­e un variado i vívido paisaje, no es la linda i queta náyade de los antiguos,sumerjiéndose entre espuma del rio; es mas bien el l'Ujiente ~eon rastrado por úna manJ hercúlea, es un tonente petuoso que se desploma en vellones tomasolados r el sol, como la nieve que en inmensos tempanos desprende de la corona etema que circuye los pes. Solo ponto para arrojarse en declive po1· este lado entre piedras, anunciando su curso con ............. . nada falta. gran ruido. Des pues de cot't'el' como una milla al A su gloria: --pictórico horizonte Poniente, se vuelve de Sur n Nol'te; una legua des- ~ Delante se abre; antiguos como el mundd pues camina como legua i media al Poniente, avanza ~ Los árboles se e~evan en su monte; otm vez pot· el Sur hasta :rocaima, i luego ensancha ~ Solemnes armomas poi' el Poniente ese iumen:;o anillo para arrojat·se ~ Resuenan en su seno ancho i profundo; en el Magdalena. ~ Flores> perfumes, luz i movimiento, Descrito el cm·so del rio, pasemos a -ver el mag- } Aire esencial de vida en cada aliento; n-ífico espectáculo que fo1·man sns aguas al desplo-~ Un cielo claro encima, mnt·se en un abismo de doscientas cincuenta varas Cual el alma de un niño, ven los ojos; de altura. Esta sublime catm·ata se halla a cuatt·o I por diadema pai·a ornár su frente leguas de distancia Je la capital; en la hacienda de ~ · Iris de oro, de púrpura i diamantes Canoas es preciso pasat· el t•io por un elevado puente Que cruzan sobre él reverberantcs .--J. J. d. que recuerda Jos tiempos de la collrJuista; algunas 'ipas mui mal sostenidas sobre orquetlls i cubiettas ~ La altnra que hai desde este punto al fondo dei de tierra l'orman este puente de 40 varas de Jm·go ~ rio es mas que la que tiene la caída del agua: la 1 .> ele ancho, que ondula bajo Jos pies del viajero ~ roca está cli\ idida en dos gr{1)1des bancos; desde el i amenaza a cada instante sepultado consigo en el ~ borde hasta el pl'imet banco hai 80 vnras de altura rio. Al íin se llega po1· entre bosques de roble a la ~ i solo se puede bnjat· a él pot· cuerda. Esta operacion pequella esplanada del A!mor~adero, en donde el ~ fué ejecutada por dicho St·. Cuet·vo, que en una pie­' iajrro abandona p::>t' fuerza sn caballería, i con un ~ dt·a ftF,nte al Balconcito dejó escrito su nombt·e. haston en la mano, a maneL'a de los antiguos pere-¡ auat•to punto de \' ÍSta.-El CUL'iOSO natUI'éllist a grinos, bnja pot· sobre un terreno húmedo i entre qu~uicra observa¡· de cerca la mat·avilla del Funza, bosques secu!a.-es al borde mismo de la catamta. debe, saliendo de las ('asas del Chipo, entrar nl Para dcscl'ibil'la dignamente necesitariamos la ~ Monte Grande, signiendo el curso del rio. i cule­pluma de Buf;on, para cantarla la Jira de 1:1n Delille· ~ breando ya por enti'e la selva, ya pot· (?ntre las grnn­dej émosla, pues, rodat· incansable como ha rodad~ 1 des piedras del rio. Al salit· del monte se encuentra hasta aquí, in sensible a la admit·acion ¡ a las mi m- una g1·an piedra clestle donde se Jescubre la catarata das ~ hechas en tt·enzas, como las ¡•áfagas de luz que dejan Segundo punto de vista.-Cruznndo pot·la derecha 1los c~hetes en pos suy.a. i caminando por entre á1·boles colosales pamlelamente 1 . ~~ gran caldera t1ene una figura casi circulat· ni l>ot·de del abismo, se llega, despues de 10 minutos 1 su d1ametro puede ser de 30 varas. Como las de camino, a un punto desde donde se ve el Salto agua.s af caer llegan tan ~olo b~sta la tercera parte se rn toda su pel'fecciou i het·mosura. Este punto no ~ podl'la pasárlo a t:Jado sm peltgro alguno.-J. J. B. l'ra conocido hasta el alío de 1836. Eu t 837 el St·. l\omualdo Cuervo habien s con fumosos caballos i que mandaría cons- --Puedo hacer a U. una pt·egunta? seiwr. truit· un bonito buque de placet• en nue&tro puet·to; -Ciertamente. per·o jamás nos cupo en la cabeza que él no nos ~ -¿,Es ye¡·dad que se va U. pat·a Am érica? Qcupar·a sinQ eu vede volat· como un ganso ham- -No, solamente a Belfast, si el viento i el agu a })l'iento amatTado a la cola de ese globo, o como lo pet·miten. quieran llamal'IO. 1 -B'lfast ...... repitió el estt·anjero en un tono A todo esto la operacion de inlh:r el globo es- meditabundo. El Not·te de Jrlanda .... Bien ! ... es tu taba casi concluida: la grande asamblea atisvaba f es casualmente la direccion que yo debo seguit·, i inquietaméute liOl' encima de las cabezas de los que abol'l'ezco los viajes por tien~n ..... ¿Quiere U. seilo r, se hallaban en el centt·o, compt·imidos fuertemente s aceptm·mc como compañerl>? contm las cuet·das que sujetaban aquella inmensa 1 Mt· Brown dudó pot· un momento; pero como múqtlina i plll'ecia que solo fultnl.>a la llt' gada del realmente deseaba lle,•ar alguna ~omp~uía , no!uYo areounata. objecion que,preFetltat· al estt·n )jero, 1. le mamfes- -Aquí está! esclamó el mns ' ' isible del cort'O, ~ tó su aquil.'scicncia haci éndole notar, sm embat·go, a tiempo que se presentaba un mal Ci\l't'uaje en que ~ que su constitncion tal vez n~ era aparente par·a la s venia sentado 'h. Ht·own, l ingles millonario que 1 rcjioncs de aire frio que tenwn que atmvesar. ha Yen ido a set· pt·opietario en hlanda. - Bah 1 fué la respuesta. Yo he sufl'ido cambi os l\Ir. Bt·own era un hombre pequeilO i vi vara- de climas mil veces mas fuertes que ese, i alterna s cho a quien una poca cantidad de fuerza pujilísttea 1 soi mui t·obnsto. podía estcndet· con facilidad en el StJelo. Era uno -Bien, dijo 1\ft'. Brown mirando la mn c i~a es-de aquellos individuos que, entt•anclo en una saln, tampa del desconocido, mi calTO rs bastante gra ntl e; infaliblemente ti'Opiezan, se re balan, caen i daüan ~ vcnrra U. en numbt·e de la Pro\ idencia. algun mueble, o se sientan al lado de ""una silla en ~~ í' ámbos tomaron sus asientos i fué dado el g l'it.o , ·ez de sentm·se sobt·e ella. na rus veces escapnba de "pat·tamos! ,, $U tinlero (le sus manos sin sm· roto, i sucedió inn- Los quince hombt·es cuyas manos estabnn ~ a chns ocasiones que en lugar de tomar agua se equi- 1 helandose a fuerza de contener· por medio de cuer­vocase con el ron i tuviese que tocer i saliva¡· por dns. Jos fmiosos ímpetus del globo, no deseaban ott'á largo rato. Siempr·e estaba cortándose los dedos, cosa que fa llegada del momento, en que clcbia de rasgando sus vestidos i jamás pasaba pot· cerca de ~ deját·sele libre para que subiese majestuosam ente. una puerta sin ~astimarse la cara; de manem que ~ La asamblea gritaba i levantaba las manos. casi nunca apat·ecia en sociedad sin llevar sobre su ~ -Ah~ esto es delicioso~ No cree U. Jo mismo ? cuerpo emplastos i bendajes. Practicando la jim- 1 dijo Mt·. Brown cuando habian subido al gun tre~ nástica había perdido tres de sus her·mosos dientes; cho; pero no recibiendo respuesta alguna, volvió a en sus travesías, pol' agua hal:Ha estado a punto de 1 mit·m· a su compaüero ~e vinje i le enc~ntró con las ahogarse muchas veces; i en sus cacerías en Jos manos sobre la frente 1 recostada su cabeza sobre pantanos de Escocia habi~ quedado sin uno de sus el but•de de la canasta; sus ojos estaban fijos, sus dedos, aunque las gallitietas se marchaban siempre ~ cabellos el'izadds. ·sanas bajo la puntería de su escopeta.' ·La aficion ~ -¿Tiene U. miedo? le preguntó Mr. Bt·own, qp~ Mr. Bt·own pt·ofesaba a la pirotecnia, · o arte pero tampoco respondió. de fabricar 'pólvot·a, habia disminuido en gran ma- 1 El globo entt·etanto áscendín rápidamente i den-nera su pelo, sus cejas i su bm·ba, i como buen tro de ·poco iba a llegar a la rejion de las nubes. Vipjer.o por Jos caminos de hieno, habia emique-~ Mr. Bt·own se dirijió una vez mas a su rompañe1'0 i cid o inmen~amente Jos rejistt·os que se llevan de sacudiéndole Jijeramente pot· _el brazo, le dijo: las catastrofes orurrfdas en los fenocnniles; pu- -Está U. malo?-Per~ no obtuvo otra respues - dicndo asegut·m·se, sin temot· de exajerar, que sus 1 ta que una fija i estólida mil·ada. aventuras en esta materia podiífn llenar dos o t1·es Los viajeros se encontraban al presente a una 4~rmoso s vo lúmenes de la uEnglish Railway Li- gt·ande elevacion: bajo sus 'pies comenzaban las úrary" o de la "B ibliotMque des Cltemins de Fe1". » ¡ nubes · a es tenderse, sobre sus cab~Zas tenian el sol, · Por último, habiendo sido mnltcataclo l\Jr. ~ i el espació infinito al rededor. Brown por la tierra, por el agua i por el fuego, se . 1 Repentinamente el estranjero se puso de pié, le ocurrió que aun restaba un elemento de los cuatro su rostro estaba pálido como el de u u cadilvet·, i ~~~ que l~s antiguos ~4bios fUcos dividían ~~ orbe, -l\I~s lije¡:o! Mas lijero! ~ gri~ó con tono de au n Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 02 EL ALllUM. tol'idad; i agal'l'nndo con presteza tres de los sacos { -Qué lástima!. ... Yo bomila.1·dearia la Españ de arena que sirven de lastt·e, los al'l'ojó en la ca- ~ He reconido en pos de mi hija todos los paises nastilla a tiempo que se reía de una m a. nera telTible. 1 Europa, pe1·o en ' 'ano .... Aho1·a c1·eo que ella es -Ah! continúo este es el mejor modo de viajar. en el norte de hlauda .... ¿Tiene_ U. una_cel'illa l\ osot1·os subrepujarémos a la golondrina i nos le- fósforo? vantarémos mas que el águila. Cuando yo estaba en ¡ · Mr. B1·own no respondió sino meneando la e Abruzzi con mi rifle en la mano aguardando a que beza. pasaran los viaje1·os, jamás llegué a sentir una emo- -No tiene U.? ... Ah ! si yo pudiera conseguí cion como esta. Entónces sus vidas estaban en pe- f una, le p1·enderia fuego al globo i cuando estuvier ligro-abora es la mia! ~ reducido a cenizas, pesaria mucho ménos .... Cuan -No es poco! pensó el dueño del globo. Cuan- ~ do nos encontramos esta mañana, estaba yo exam do ménos me he venido con un salteador italiano-¡ nando las estúpidas raras de Jos que allí babia reu -Es mejo1·, continuó su compañm·o, pelea1· con- nidos para ve1· si descubría entre ellos al ocult tra los elementos que contra los tribunales de jus-~ladron de mi hija .... ja! ja: ja ~ ticia. El pobre Mr. Brown acababa de persuadirs El globo ascendía con una fuerza estl·aordinaria. que su compañero de viaje era nada ménos que u :P.k Brown, atemol'izado ya, puso la mano suave-~loco rematado! Una súbita idea le ocurrió entónces mente en el hombro de su compaiiero i le dijo : -Cómo se llama U? le pregunto. -Por amo¡· del del o, señor! Es preciso dejar -- ·Gemid Anneslcy. escapar algun gas pam poder reparat· su impru· ~ -El mismo nombre! .... ciencia. _ ~ -Qué quíet·e U. dech· con eso.? -Cómo se hace eso? 1 :._Yo sé en donde vive el Iadron de su hij~ : no- -No hai mas que tirar de la cuet·da que está co- sott·os estamos justamente sobre el sitio: Jire U. nexionada con la válvula. · de la válvula i en mui poco tiempo habrá abrazado - I si U. no tuviera aquel recurso, cuál seria la a su Emma! ·onsecucncia? -No, no, U. me está engañando ..... mi Emma -Continuaríamos ascendiendo hasta que todo no está en la ti e na; ella está en el cielo .... Ano-relentara por la excesiva dilatacion del gas. che se me apareció en un sueño i me Jo dijo .. Esta El hombre continuó po1· unos pocos momentos es la razon porque quiero subir mas alto i mas al­diüraido al parece1·; pe1·o sacando de repente una to .... V cnga, mi amigo, ayúdeme; soplemos el glo· 11a' aja cortó la cuerda tan alto como puuo, t bo tan duro como podnmos .... como estamos deba- -Mas lijero! Mas lije1·o! volvió a gritar. jo de él, nuestro impulso lo lJ.at·á levantar ... sople! El estranjero era un jigantc comparado con .Mr . sople!! Brown, quien pet·cibiendo que nada podl'ia obtener M1·. B1·own movido por el tm·ror obedeció. p'Ol' la fuet•za, apeló a las súplicas. < --Esto no se mueve! ... venga monte sobre mis -Seilot·, le dijo en tono compunjiJo, U. es cris- ~ espaldas i sople el globo! tiano, no lo dudo: bien, nuestra relijion prohibe ~ I sin tomarle parecer, el jigante lo agarró i lo d homicidio. ~ levantó sobre su cabeza como si fuera una pluma, - .l\Ias lijero ! repitió el jigant(', i arrojando a la ~ diciéndole: • ra nastilla la arena que restaba, llenó las nubes con ¡ -Ahora, sople ~ sus gl'itos de alegl'ia. La infeliz víctima, aterrorizada, obedec:ó! Ln l\1r. Bt·own cayendo de rodillas, exclamó: sangre cegaba sus ojos, un horrible silbido desgar- " -Ah! si U. no tiene conside1·aciones por su vi- ~ raba sus oidos, i la canasta tambaleaba bajo el da, al ménos tenga compasion poda mia! Yo soi ~ peso de aquel andamio viviente. Por un momento jÓYen, rico, feliz; tengo una madre i una herma-~ pensó precipitat·se para poner fin a su martirio~ na; yo lo con¡uro a U. en nombre de ellas para -Ah! gruñó el jigante, esto no sube! qu e levante su mano hácia la 'álvula i deje que se En este momento la mano temblorosa de l\11'. <' cape algun poco de gas, lil)l'ándonos así de una ¡ BI'Own tocó accidentalmente! la cuerda que pendia muerte tan segma comomo espantosa~ Jc la válvula salvadora, i la cenada máquina co- ReYolviendo a uno i otro lado sus miradas sal- menzó a dc.s·cender con rapidez. Al tmves de las 'ajes, el est.ranjero se quitó la casaca i la arrojó ¡ nubes se Jauzai'on bácia abajo i la tierra reapaL·eció. a tiem)JO que gl'itaba: -Ah! gt·i!ó Annesley; en vez de impulsar el -Es pL·cc1so que subamos!~ A U. le toca aho- globo hácia i.ll'l'iba como yo se lo ordené, U. lo ha ra, continuó dirijiéndose a Mr. Bl'Own; i sin la mas l hecho descender. lmpúlselo! impúlselo U.! Jo pequeña ceremonia se arrojó sobre él, le quitó el ~ mando ~ ! palet~t i lo arrojó tambicn. ~~ -U. ve que yo lo he impulsado fuertemente El globo continuaba su veloz carrera como im- como he podido. pclido por el soplo del demonio. -~o, porque aquí está la tierra. -Ah! ah! dijo el estmujero; cuando nosot1·os 1 -Es ·que las nubes se están leYantando de otras hayamos esc~lado el cielo le contaré a U. una his- rejiones i nos van dejando ve1· un mundo nuevo. toria-Oye U.? -Bien, impulsemos el globo para llegar pronto. Su infeliz compañe¡·o no respondió: la estl·ema 1 Echemos todo nuest1·o lastre ! mriducl del aü·e estaba a punto de causar una es· -Ya no tenemos mas. plosion eñorita que cuida de su persona mát·jenes del Nilo, mil corazones le die¡·on lág¡·i-con esmero. , mas, i mil himnos celebraron su gloria; porque la Tal fué el último ascenso de 1\Ir. Brown. 1 poesiaen todo tiempo ha inmortalizado a los héroes. (Traducido del "Littell's Leving Age., ele Boston.) Manzoni que con sus obras .ha conquista~o para sí tantos lauros, i para su Patna tanta glol'la, pe1·- l donó los hierros i la desolacion en que (') gue1Tero VARIEDADES· habia sepultado a su p~t!·ia, ~ lnnzó al m~mdo. ese 1 canto Yerdacleramente lmco, 1 que como el m1smo dice jamas será olvidado. LtcEo GRANADINo.-Como lo esper~íbamos con Deseosos de .hacer coi~oc~t· mas i mas esta obr~ fundadas esperanzas ¡ como Jo han deseado todos 1 maestra de la ltteratura ltahana, la ofr.ecemos hot los .gt·ana~inos amantes de su Patria, esta cot·po- a nnes~ros l~ctores, aunque nuestra deb1l ¡~t·osa ha­racwn esta tomando un vuelo sorprendente i augura ga pa~tdecet en mucho, com.o es .de supone1, los es-el porvenir mas brillante. Las ciencias i las artes 1 plénu1d.o~ versos de Manzom. D1ce as}:. . se dan un abrazo íntimo en su recinto· ¡ sobre él "V1 v1ó: asi como despu.es del u1t11no susp1ro cierne sus a-las el Jénio. Esta noche e;t:í destinada 1 perman~eieron frias e inmódles sus despojos J.wor-a mm·ear un acontecimiento glol'ioso por mil títulos, tales, vmdos ya ?~una alma tan noble; drl ~nsmo la Instalaeion de la Academia Nacional. modo, a esta nottcw, se yela deestupot· el UIIIYe.t·so La seceion de música del Liceo contribuye esta ~ entero. Pensando~ mu?o, en el último susp!ro del noche con un concierto musical, dirijido por su ~ hombre del destt?o, 1gnora cuando vol\'era a Yer ~reside~te el distinguido Profesor S1·. Quevedo n .. 1 hollado su ~angnento polvo por la planta de un n mediO de la armonía con que este seño1· ¡ sus mortal semeJante. ompañeros de profesion encantará, como de cos· Mi jénio le ha visto sobt·e el tt·ono, i ha callado: umbre, al públíco 1 serronto la muerte dcsearnada i lúguLte Al se11:o de la nada me llamó. . . . Ai! muero, si, i al torno del sarcófaju Do mi cadáver yerto dormirá, !\::die modulará ferviente súplica Ni lágrimas su polvo regarán . .. . ¡A dios campos bellísimos i fértik~ Donde pasara mi pr:ruera edad! - ¡ A dios bosques risnl'Jios i magníficos DonJc ansio~o busqué la soledad ! --·¡ Adios brillante firmamento nítido Bajo el cual se pasó mi juventud ! .. . -·-;,\dios naturaleza rica i pródiga! .. . ·--Encantos que adoré! ... Salud! salud! .. 1 ABDUL--MEDJII). BALADA AlEf!lAHA· Los objetos, que vemos i que amamos Hacen del hombre bella la existencia; Pero dispuso del criador la ciencia Que lo que mas amamos lo perdamos. Tal vez quien_ama olvida Que si toda la vida es verse, amarse. No hai cosa mas amarga que la vida, Porque tambien la vida es separarse ; Sí, separarse 1 En un jar.dín lisonja del verano Un lwrmoso pimpollo recojiste, I en agua cristalina 1-ccojiste El verde talló, que cortó tu mano; Pero acuerdate hermosa Que ese pimpollo que al jardín le pides .. . V erásle a la mai'íana fresca rosa 1 a la noche marchito!. . no lo olvidl's . Ai ! no lo olvides ! F cliz te adornas con la flor abierta Porque te hO¡ dado el Cielo un compañero Segura libas t\1 amor primero I cantas ... que cerrada esta tu pue1 ta, l}ias baja el tono baja Si de repente oyes jcmir sus gonces Tal vez con atbud i con mortaja Vendrán ·por él: .. i llorarás entónct: ! Sí llorarás entónces ! Pero escúcbame bien, doncella he1·mo a · 4unquc.sea el sepr:rarsc comun suértP, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL ALllUM. 1\To te anebatará tu amor la muerte Como te arrebató la fresca rosa. Somos peregrinantes I al srparnrnos tristes bien s:tbemos Que aunque srguimos rutas bien distantes Al fin de la jomada nos veremos! Sí, nos verémos ! PEDRO l\1.\DR.\ZO. A JUDEA. ~IELOIJIA liEDHE.\. :\un salta la gacela alPgremente En los collados de Judá fioridos, Aun bebe en la corriente Del arroyo, del monte i del torrente Por los sagrados montes t•spnrriuos; Aun levanta la frente no domada J de ríjidas astas roronnua I en us ojos ele furgo en la carrera Bz·illa !u agreste libertad primera li l\1as lijera, que l'l pié de la garcla Mas bella, que sus ojos centelll ier1'b en la MJH'rcza Eras Judsto tambien toma mi amor. <~ye mi adios de llanto i agooia: \o te amo : te amo vida mía ! Por esa hermo a cabellera de anjel Que me('e i riza un viento enamorado · Por tus pestañas, cuya negra franja Te besa la mejilla dueño amado : Por tu ojos, que un Dios envidiaría Yo te amo , te amo vida miu ! Por tus labios de amor que yo codicio, Por ese talle esbelto i seductor, Por esas flores, que en su idoma dicen Lo que teme espresar humana voz : P01· el sagrado amor que nos unía. Yo te amo, te amo vida mia ! 1 l f f 1 l 1 1 ¡ 1 f l f 1 ! f 1 f ~ Adibs ... ! te dejo ya vírjen de :\.tenas Sola .... En tu corazon .... Ah ! piensa en mí. Do quier que me acompañen tus cadenas, Lamia .... quedará cerca de tí Cesar de amarte 1 ah ! no luz de mi <.lía Yo te amo, te amo vida mia ! FRACiftENTQS. [DE L.\ NEREIDA DEL A~.\.[CO.) Sí .... yo la he visto. . . he visto su somisa De abandono de amor i de tl'istcza, Su voz era un suspiz·o ele la brisa Ella cncr.ndió un volean en mi cabeza. Sí, que al bañarme c:n sus miradas bellas Alzé mi vista deslumbrada al cielo l ví que le faltaban dos estrellas Que un hombre trajo por herencia al suelo. Un coral entre abierto era su bo<·a I dos rosas jt•melas sus mt•jillas; l\'o es mas bello el espíritu que in roca Una Vírjen postrada de rodillas, Si de su tumba Adan se levantara I su belleza voluptuosa viera Em, E1•a tú vives 1 csdamara Quiso el el ciclo que solo yo muriera ! Serás la sombra errante i rnporosa De una Vítjen del cielo enamorada Yi ion de mis sueños misteriosa Sílfide, serafin, ondina ofada! Serás mi ánjel custodio que amorosu Vela mi surtio i cuenta tos latidos De un corazon nrdit•nte i proceloso Dt' las l~gl'imas mna i los jemidos ? Solo sé que en la noche me acompañas Fujitira nerl'ida cncantudora; Que mis mejillas con tu llanto bafías I le vas en un rayo de la aurora. Solo sé que eres bella i que te adoro DP n1i dulce trÍS[(•Za Ídolo Santo: Que al despertar, i no encontrarte lloro, 1 que <'S de amor mi solitario llunto. ~lundo, dilne ! no tit•nes en tu St'I•O Uuna imájen vil'ienle dt• esa hermosu ! Oh! Yo quiero apumr todo el \Cn('nu Qne encierre su mirada voluptuosa. Yo me anancára el c01·azon del pcd10 I a sus pies lo arrojara palpitante; Si esa vision, lucero de mi Jerbo, Tuviera aquí en la• tierra semejante. . I al nadaz · en la luz de sus miradas l\Ii corazon desierto un mundo entl'rO De amor i de itusioues encantadas Se le,·antara en él puro hechicero. I e a vision mi porvenir seria, 1\fi santa Relijion mi altar viviente, La perfumada aurora de mi dia, La estrella mas hermosa de mi Oriente, La mas preciosa gota d~ rocío Sobre el negro cipri·s de mi existenria, La t'mica flor de mi verjel sombrío lHi celeste 1 pudsima creencia. ......................... A..' ' i.~~.\:-0. ~ LA IIOOA DE ENVIAR El AlBUM· I El ilustre Sultan Abclul 1\fedjid, que como ha­f b1·án notado nuestl'Os amables lectores, abandonó ~ las espléndidas llanuras del Bósfo1·o po1· la alfum­, bm 'ercle que tapiza las riberas del Fu liZa i ~ olvidó sus lindas Odaliscas, sus encantado1·as e ir- ' rasianas, sus celestiales morenas de Georjia i de Mingrelia po1· ' 'iYil' suelto i a sus anchas entre las f1·escas pastoras ele nue.stra sabana, escribió en 1 el númei'O de el •Album" un fuerte artículo con­~ t1·a las damas que han po1· costumh·e enviar a f todo t1'0Yado1· (maximé si es escualido i rom:íntico, ) el blanco libro l'ccandado1· de flores i lersos i di­bujos, ese nlt~1· de la belleza en que el sexo mns- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL ALBUM. ==========~==================~================================ culino debe ir a dcpo,sitat· galante i bumildoso sus 1 ta pájinas: aquí podré contar a mis anchas, i di-tributos de amistad o de amor. bujar mas que el de Urbino, i hasta compoo.er Yo leí el mtículo del ilustt·e Turco sin pt·even- piezas de música. cion alguna i debo confesar que sus opiniones en ~ Ocúneme sin embargo una dificultad de grues() tan importante materia coincidieron perfectamente ~ calibr~, i es la abundancia de materiales, en tal con las mias; sinembargo todo pasa en el mundo, ~ grado que tal vez tendré que dis.olverme por am­Ias flores se marchitan,las bellezas se acaban, los ~ pliacion. Pot· otra parte, parece establecida para Al bu mes se borronean hasta la última pájina, i pasan ~los cantores de album una lei que no puedo cum· tambien los pensmrüentos que son los reflejos de plir: es preciso cantat· siempt-e triste i ¿podré en­cuanto se .nos presenta a. la vista. Yo cambié pues de 1 tona¡· endechas ílébiles, ahora que por pl.'imera opinion i si entónces fm enemigo, desde hoi seré vez soi feliz, i que he de regalar a mi Fílis con ltt def'ensor acél'l'imo de esta galantería con que las flot· mus bella de mi corazon? "Qué dil'ia ella damas envían de casa en casa sus canastillos, pat·a ! cuando viese que en mi c01·azon no brilla ni un ostentarlos despues ante sus adorables amigas ma- . rayo de luz," que "la esperanza ha abandonado la tizaclos con todos los colores, perfumados con todas testet·a de mi lecho," que, ''mi alma está em•uelta las esencias, coronad{)S con todas las flores i he1·- l en fnnemrios crespones"? Cantemos pues alegre­moseados con la mas esquisita ' 'ariedad i abundancia. ~ mente ..... El convento de los solitartos hijos de San He ojeado mil veces en una hom su pt·edoso. Bernardo conserva como un tesoro el libro adorna-~ album; en una de sus páj!nas miro dibují\dO el golfo, do con las firmas de cuantos han pisado sus um· de Nápoles; i a lo léjos como una mancha azulada. brales cubiel'tos de nieve; ya hayan de¡,lumbrado al ~1 sobre las mjentinas nubes del cielo despunta la ci­mundo con sus hechos, ya hayan pasado como la ma de la poética Ischia. Ischia! en donde fué feliz huella estampada en esos copos de nieve. el amante de Gt·aziella; en donde el dulce Lamar- Cási todos los hombres de gusto, los personajes ~ tine conoció el amor ' allá el Vesuvio levanta a los ciel6s su dos con las firmas i Jos recuerdos de sus amigos. tl'enzada i temible cabellera; mas acá serpentean las No hace mucho tiempo que la señora de Victor-Hugo 1 barquillas de pescadot·es felices ¡ Golfo encantado: rifó, en beneficio de los niiios cspósitos, su Album, los sueños que me inspiras son sueños de amor! en que apnrecian los nombres mas altos de la Fran· He yolteado otra pájina: dos niños juegan al cia, la Duqnt>sa de Orleans i el m~dato Dumas, el borde de \lll torrente, sombreado de arbustos i ro­cantor de Graziella i el procrito de Guernesey, Bou- sales: ella ¡•ecoje en su delantal de batislct florecillas i langet· i Delacroix.. .. l conchas; él, con esas manos no avczadns al crímen, Qué m·ncho pues, que nuestras damas quiet·an coje del dehmtal de su compnñera las mas frescas conservar tambien los recuerdos dulcísimos de sus i le corona su negra cabellera. amigos, las memorias de sus pasados coqueteos, que ! Im;íjen de la inocencia ! Símbolo de la union al tm.ves del tiempo i la distancia brilla;·án siem- inocente i feliz de doscot·azones que se aman ' Tam-pre como pálidos pero imborrables meteoros? 1 bien inspiras cantos i sueños de amot·! Estas ca\lsaS bastarian solas para justificat· mi Volteemos otra pájinn: aquí la ninfa de los va-cambio enteramente radical, i para disentir com- llcs, radiante de juventud i de belleza pero mclan­pletamente de la rijidez de Ahclul-Medjid. Pero hai ~ cólica i solitm·ia, doblega sobre el nítido bmzo su todavía un motivo mas palpitaute, una causa que ~ cabeza coronada de uzahm·es, i apoya la delicada tiene para mí mas peso que todos los argumentos ~~ espalda sobre un floret·o de mármol; In tórtola soli­i dtlemas: cgnsiJéreme el lector cómo estoi, al taria canta columpiándose en el Yecino ramaje; las frente de mi pupitt·e atestado con las obras de La- ondas del torrente mezclan tambien su murmullo i martine. mi favorito, de Bermúdez Castro ... i hasta ~ siguen el vuelo de los pensamientos de la vírjen. del difunto Zorrilla. Son las doce de la noche: so- ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ]J¡·c mi ft·ente encendida aletea el viento fresco, re- $ Por medio de un Album, pues, he conseguido (a galándomc con los olores de la madreselva que en· lo ménos en suei10s .) mi felicidad i he sido tan feliz reda Jos marcos de mi ventana; la luna denama a como el m~mo Sultan Abdul Medjíd, cuando al tonentcs sobre el suelo su romántico bt·illo, las impulso del opio soitaba en sus harenes sobre lechos sombras de los autores, cuyas obms me rodean, de terciopelo i de pú1·pura, i adiYinaba los cielos de pmeccn vagm· en torno mio, radiantes de inspil'a· su Profeta. Espero, pues, que él mismo confesará cion .... petÓ no son esos perfumes, ni esa luna, ni ser justo i lójico mi cambio, i creo que part ~ipará esos poetas quien me tie11e así desvelado, i quien de mis opiniones todo el que haya tenido en ras ma ­lucha pot· anancar de mi mente una chispa dejé- nos el album de su musa viviente.-BAnDo . nio. No; mirad junto a mí; es nn ancho libro, afunado en terciopelo Yerde, con cantonet·as de oro; es el libro de mi Fílis, de mi adorado tormento, tt·aido a mis manos misteriosamente, tal vez en el seno de algun Anjel. ERRATAS DEL NUmERO ANTERIOR. Pájina 85 línea 20 dice: Recibe en lugar de Recibiese. PáJina 88 Debe mudarse el segund6 vet·so de la última estt·ofa de este modo: A u fond meme du creur je la tieudrais toujours ; Cuántas veces había deseado hablarle en se­creto, i derramat· mi alma sobre la suya en armo­nias íntimas; pero qué hacer, si el Cancerbero la ·guardaba con siete llaves del hl€1'1'0 mus bien fun­dido? Qué hace¡·, si nos separaba una muralla de vidrio, un halcon infausto? Qué hacet·, si apenas .me era concedido el contemplada tms sus blancas 1 cortinas de muselina, como una dulce aparicion del · eielo, como una de esas vírjenes que vemos en 1 Señores suscritores, ~on el presente número ter-sueños, i que apenas queremos t9car cuando las mina el semestt·e. vemos deshacerse en el aire? Pet·o loado sea Dios! i guat·densiempre las mu- ~ .¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡. jeres su tan sutil, sutileza, el Albun está en ~ IMP •. F. T, AMA YA. mi mano, i ten~o a mi dísposicion mas de cincuen- ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Álbum: periódico literario, científico i noticioso - N. 25

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Rutas, memorias y herencias de la carranga

Por: Jorge Banco de la República; Secretaría de Cultura y Patrimonio de la Gobernación de Boyacá; Velosa | Fecha: 2023

La literatura campesina en Boyacá desarrolla funciones sociales sumamente importantes para la construcción de memoria cultural y para incidir en la toma de consciencia y en la puesta en práctica de acciones dentro de la comunidad en que aparecen. La literatura campesina está presente en las prácticas vitales del campo, en los cantos tradicionales que acompañan las labores de siembra y cosecha, en las labores de vaquería, al igual que en cada uno de los momentos de celebración o de duelo. En este contexto, el Banco de la República, en compañía de la secretaría de Cultura y Patrimonio del departamento de Boyacá, invita al maestro Jorge Velosa para conversar sobre la tradición oral y su relación con las prácticas campesinas. Esta pieza sonora, “Rutas, memorias y herencias de la carranga” permite disfrutar de coplas, cantos, poesía y sabiduría, en la voz de uno de los mayores exponentes de las músicas campesinas.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Audios
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Por: Biblioteca Comunitaria Raíz de Barro | Fecha: 2022

La Biblioteca Comunitaria Raíz de Barro, ubicada en el barrio La Arboleda de Rafael Uribe Uribe, es un ejemplo vital del papel crucial que desempeñan las bibliotecas comunitarias en el tejido cultural de Bogotá. Desde su fundación en 2014, esta biblioteca se ha convertido en un centro cultural que refleja la diversidad y la amplitud de su comunidad. En 2021, el proyecto recibió el apoyo del programa Es Cultura Local 2021, otorgado por el Idartes y la Alcaldía Local de Rafael Uribe Uribe. El libro que surge de esta biblioteca es una antología que recopila el trabajo realizado con niñas, niños y adolescentes del barrio, mostrando una variedad de géneros y formatos que van desde relatos hasta ilustraciones, poesía y pintura. Esta obra es un testimonio de la gestión comunitaria del conocimiento y la cultura que florece en el sur de la ciudad, siendo solo uno de los muchos ejemplos de este compromiso con la comunidad.
Fuente: BibloRed - Colección Digital Formatos de contenido: Libros
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Ánimas y pactos diabólicos, un regaño platónico a los borrachos e idólatras de Santander desde la mitología en prosa

Por: Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia | Fecha: 2023

Este artículo de reflexión se llevó a cabo en la Universidad de los Andes en el 2011, en la línea de investigación ?Tradición oral mitológica?, y analiza a Pedro Gómez Valderrama en su única novela, La otra raya del tigre y a Enrique Otero D´Costa en sus dos relatos a propósito de las ánimas benditas, plasmadas en sus Leyendas. En estas tres historias, la mitología en prosa educa moralmente a los hombres en torno a sus responsabilidades laborales y católicas, mientras que censura de forma contundente el mal hábito de la bebida. Las obras hacen un llamado de atención con la finalidad de promover la moral y las buenas costumbres.INTRODUCCIÓNEl símbolo es el mito y el mito es la verdad verdadera: el hombre es el amo de sus fines y el esclavo de sus medios.Carlos Fuentes (1974, p. 20).Hace ya algunos siglos atrás, en su archiconocida propuesta de La República, Platón (2008) consideró que la forma más adecuada de educar en virtud a sus ciudadanos ideales era la poesía. La comunidad y el Estado se formaban, en su utopía filosófica, desde la palabra, desde la mitología; para el afamado filósofo, era fundamental poner el máximo empeño en las primeras fábulas con la finalidad de exhortar al oyente a la virtud, y de esta manera moldear las almas jóvenes. En La República platónica, la mitología era la base de la jerarquización; en ella se encontraban los principios de comportamiento, las creencias, las costumbres, las censuras y demás componentes culturales que delimitaban y caracterizaban la ciudad republicana. La mitología se constituyó como la herramienta que mayor efecto tuvo en la formación de las almas, por lo que Platón sugirió que era necesario edificar con palabras la ciudad desde sus cimientos (369 c 10-12) (Platón, 2008, p. 140).Para Platón, los relatos mitológicos necesariamente deben describir la vida moral de los individuos, sus conflictos internos y sociales, puesto que, desde los personajes, la voz del poeta se filtra en sus oyentes, cala en la parte irracional del alma y de a poco forma ciudadanos virtuosos que obedecen las leyes de La República. No obstante, Platón relega la imitación del poeta al tercer escalón en relación con la verdad. En su argumento metafísico, el poeta no puede escenificar la verdad porque está rezagado del mundo de las ideas; pero, si bien la imitación posee un rango inferior en la escala platónica, él mismo le adhiere un régimen de perversión (605 b 6-13) (Platón, 2008, p. 576) que cala en la parte irracional del alma de los espectadores y que afecta directamente la concepción de mundo que ellos tienen. Por tanto, para Platón es absolutamente necesario que el poeta imite únicamente el mundo como debe ser, sin alteraciones que perviertan el alma y la República, puesto que ?[...] los mitos están aún vivos y fundamentan y justifican todo el comportamiento y la actividad del hombre? (Eliade, 1985, p. 11).
Fuente: Revista Virtual Pro Formatos de contenido: Otros

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Biblioteca Familiar Colombiana

Por: Colombia. Ministerio de Cultura | Fecha: 2015

Durante la presidencia de Ernesto Samper Pizano (1994-1998) se publicó la "Biblioteca Familiar Colombiana", colección de textos que exponen un amplio panorama de la cultura nacional, y que incluye títulos sobre literatura (novela, poesía y relatos infantiles), lecturas extranjeras sobre el país, historia y economía colombianas. La colección fue dirigida por el entonces asesor cultural de la presidencia, Juan Gustavo Cobo Borda. Sobre el criterio editorial, destacan algunas obras literarias, históricas y antropológicas, que representan hitos en sus campos de estudio, tales como "María" de Jorge Isaacs (1837-1895) o "Arqueología de Colombia: un texto introductorio" de Gerardo Reichel-Dolmatoff (1912-1994). La Biblioteca Virtual del Banco de la República ofrece a sus usuarios, para consulta o descarga, 19 de los 40 títulos que componen a esta histórica colección.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Otros
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