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Imagen de apoyo de  Opera Arias: Álvarez, Marcelo - GIORDANO, H. / LEONCAVALLO, R. / MASCAGNI, P. / PUCCINI, G. (20 years on the Opera Stage)

Opera Arias: Álvarez, Marcelo - GIORDANO, H. / LEONCAVALLO, R. / MASCAGNI, P. / PUCCINI, G. (20 years on the Opera Stage)

Por: | Fecha: 2014

Andrea Chenier, Act I: Un di all'azzurro spazio (05 min. 33 sec.) / Giordano -- Chatterton, Act II: Tu sola a me rimano, o poesia (02 min. 31 sec.) / Leoncavallo -- La bohème, Act III. Musetta! … Testa adorata! (03 min. 01 sec.) / Leoncavallo -- Fedora, Act II: Amor ti vieta (01 min. 39 sec.) / Giordano -- Chatterton, Act I: Vesti la Giubba (03 min. 33 sec.) / Leoncavallo -- Zaza, Act III: O mio piccolo tavolo … Mai più Zaza (05 min. 06 sec.) / Leoncavallo -- Cavalleria rusticana: Mamma, quel vino e generoso (03 min. 45 sec.) / Mascagni -- Act I: Non piangere, Liu! (02 min. 28 sec.) / Puccini -- Act III, Scene 1: Nessun dorma! (03 min. 12 sec.) / Puccini -- La fanciulla del West, Act III: Ch'ella mi creda (02 min. 09 sec.) / Puccini -- Lo schiavo, Act II: All'istante partir … Quando nascesti tu (04 min. 02 sec.) / Gomes -- La Juive, Act IV: Rachel, quand du Seigneur (05 min. 51 sec.) / Halévy -- Adriana Lecouvreur, Act II: L'anima ho stanca (01 min. 59 sec.) / Cilea -- Giulietta e Romeo, Act III: Giulietta, son io (04 min. 40 sec.) / Zandonai -- Le Cid, Act III: O souverain, o juge, o pere (05 min. 13 sec.) / Massenet
Fuente: Naxos Music Library Formatos de contenido: Audios
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  • Música

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Opera Arias: Álvarez, Marcelo - GIORDANO, H. / LEONCAVALLO, R. / MASCAGNI, P. / PUCCINI, G. (20 years on the Opera Stage)

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Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año VI Serie III Tomo II N. 8

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año VI Serie III Tomo II N. 8

Por: | Fecha: 24/08/1902

~ SKRIR ill-TOMO ¡¡ • Afto VI-NtrMmRO 8.• f i Boletin Militar de Colombia 1 l ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉil.GITO ~ i ¡~ -- - -- - ---- : ·-· -··· ····-----~! ¡ DIRECToR, Francisco J. Vergara y V el asco ¡ l General de Ingenieros ¡ l Son colaboradores de este periódico los J efes y Of1ciales del Ejército ¡ l ¡ ¡ Pv•d• muvbj:&¡¡:~:~iaq~~:~~d;;,o ;~·~~~~~!~~:r~d~ft~~:ro1~~\':t~f:O~ parar e11 la ¡ l EsRtQUE StE!>IKtE,vlCZ 1 -·¡-··········································································· ·························-··················¡··· ¡ + + Bogotá, 24 de Agosto de 1902 + 1 ===- Oficial -- DECRETO NUMERO 1147 DE 1902 (AGOSTO L 0 ) por el cual se confiere un ascenso El Vú:epreszaente de la Replt!lzca, encargado del Poder E.JecuHvo, DECRETA Artículo único. Ac;ciénclese á Capit1.n al Teniente Rito Rodrí­guez, px su valero..;o e )mportamiento en el combate de La /Iema, ocurrid) el 2 r de Julio del presente año. Comuníquese y publfquese. Dado en Bogotá, á r. 0 ele Agosto de 1902. ]OSE MA. 'UEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES F~<:R. ·J\~vEz DECRETO NUMERO r 149 DE 1902 (AGOSTO 1 . 0 ) por el cu~l se traspasa una pensión EL Vzeeprwaente de la Repltblzca, encargado del Poder Ejecutivo, DECRETA Artículo único. El medio sueldo de que disfrutaba la Srita. Hersilia Carreño, hija del finado General Juan B. Carreño, en vir­tud de lo dispuesto por el Decreto de 19 de Abril ele 1900, conti­nuará gozándolo la viuda del expresado General, Sra. María del TOMO II-14 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 226 _) Carmen ·s. de Carreño, por haber contraído matrimonio la Srita. Hersilia ya mencionada. Comuníquese y publíquese. Da.do en Bogotá, á 1.0 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ DECRETO NUMERO 1 1 so DE 1902 (AGOSTO 1 . 0 ) por el cual se hace un nombramiento El Vicepresz'denle de la Repúblü:a, mcargado del Poder E;ecuti'vt~, DECRETA Artículo único. Nómbrase al Dr. Próspero Cervantes Síndico suplente del Hospital Militar de La Mesa. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 1. 0 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁ:Nl)EZ DECRETO NUMERO 1 163 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se reconoctn dos grados El Vt."cepresidenle de la República, encargado del Poder EjecuHv~, DECRETA Artículo único. Recon6cense los siguic ntes grados á que han sido ascendidos los Jefes que á. continuación ce expresan, por el General Mariano Ospina Chaparro, Ccmandante en Jefe del Ejér­cito de Oriente de Cundinamarca : El de General de Brigada al Coronel Ernesto Ca margo L., y ele Coronel al Teniente Coronel Heliodoro Moyano. §. Dése cuenta de estos ascensos al Honorable Senado en su~ próximas sesiones, para los efectos constitucionales. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FxRNÁND.Ez Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \._ 2?.7 _J DECRETO NUMERO 1164 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se hace un nombramiento El Vt'ctprest'dente dt la Repúblz'ca, encargado del Poder .Ejecult1J~,. DECJ.ETA Artículo único. Nómbrase Jefe de las guerrillas de El Choclt~~ Pasea y Tibacuy, organizadas en la Provincia de Sumapaz, al Sr. Coronel Angel María Borray, con dependencia de la Columna da. Arbdáez. · Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIX El Ministro de Guerra, An.IsTIDES FERNÁN:uu DECRETO NUMERO 1 165 DE 190?. (AGOSTO 2) por el cual se reconoce un grado El Vtcepresz'dmle de la Repúblz'ca, mcargado del Poder Ejecult1J#,. DECRETA Artículo único. Reconócese el grado de Sargento Mayor i que fue ascendido el Capitán Ambrosio Díaz por el General Ra­món González Valencia, en su carácter de Comandante en Jefe del Ejército en operaciones sobre la región oriental de Cundina-. marca, por su valero o comportamiento en el combate de San M guel. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDJ:s FERN.ÁNDEZ DECRETO NUMERO 1 166 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se hace un nombramiento El Vtápresüimle de la República, encargado dd Poder EjuuHott,. DECRETA Artículo único. N'ómbrase al Sr. Enrique Rash Silva Auditor. de Guerra del Ejército del Atlántico, con la asimilación que le se­ñala el Decreto respectivo. f ' Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 190?.. JOSE MANUEL MARROQUDl El Ministro de Guerra, ARISTIDIS F:IlNÁlmie Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 228 _) DECRETO NUMERO r 171 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se dictan varias providencias El Vicepresidente d1 la Repúblú:a, encargado del Poder Ejecutzvo, DECRETA Art. 1. 0 Declárase en uso de Letras de Cuartel al Coronel José María Amézquita, Ayudante del Estado Mayor de la 2.• Di­visión del Ejército de Occidente, y nómbrase en su reemplazo al Teniente Coronel Manuel J. Rojas. Art. 2.0 Promuévese al Sargento Mayor Gregorio Tobón del puesto de 2.0 Jefe del Batallón 2. 0 de Tiradores, á prestar sus ser­vicios á Honda, en el puesto que le designe el Gobernador Militar de aquella Plaza, y nómbrase para reemplazar al Sargento Mayor Tobón en el citado B~tallón 2. 0 de Tiradores, al Sargento Ma­yor NeftaH Luque. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁ TDEZ DECRETO NUMERO 1 r 72 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se aclara el numeral 4. 0 del artículo único del Decreto número IIo8 de 24 de Julio del presente alío El Ví'cepresidmle de la Repltblú:a , encargado del Poder .Ejeculz'vo, DECRETA Artículo único. El Ejército á que se refiere la atribución 4.• del Decreto número 1108 de 24 de Julio del año en curso, y al cual confiere la facultad d¿ nombrar Jefes y Oficiales para los dis­tintos Cuerpos del Ejército, debe llamarse Ejército Nacional, y no Central, como allf se expresa. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN 'El Ministro de Guerra, ArusTIDES FERNÁNDU Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 229 --' DECRETO NUMERO 1183 DE 190~ (AGOSTO 6) por el cual se hacen dos nombramientos, se concede una autorizaci6n y se hacen varias asimilaciones El Vz'cepreszdenle de la Repúblz'ca, encargado del Poder Ejecult'v6, DECRETA Art. 1.0 Nómbrase á los Sres. Miguel Rey M. y Moisés A. Pavón, Médico Jefe y Síndico Médico Ayudante, respectivamente, del Hospital Militar de Cáqueza. Art. 2. 0 Autorízase al Prefecto de la Provincia de Oriente para que de acuerdo con el Médico Jefe y el Sindico nombrados, reglamente el Hospital en la forma que estime conveniente, nom­bre los demás empleados, que serán un Ayudante del Síndico, tres Hermanas de la Caridad y los Asistentes necesarios, y para que ordene los gastos que demande el Establecimiento por personal y material. Art. 3. 0 El pago de estos gastos se hará por el Administrador de Hacienda de la Provincia, por medio de libranzas que presen­tará el Síndico, previa la ordenación respectiva del Prefecto. Art. 4. 0 Los empleados del Hospital gozarán de las siguien­tes asimilaciones : El Médico Jefe, la de General de División; el Síndico, la de General de Brigada; el Ayudante de éste, la de Coronel; las Hermanas, la Superiora 6 Celadora, la de Capitán; las demás, la de Teniente, y los Asistentes, la de Subteniente. Art. 5. 0 Los empleados de que trata el artículo 1.0 del pre. sente Decreto, devengarán sus sueldos desde el 19 de Julio último, por estar prestando sus servicios desde esa fecha. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. ]OSE MANUEL MARROQUIM El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ DECRETO NUMERO r 184 DE 190~ (AGOSTO 6) por el cual se hacen dos promociones El Vz'ceprmaenlt dt la Repúblt'ca, encargado del Poder F;¡'eculi-.,, DJ:CRJ:TA. Artículo único. Hácense las siguientes promociones : Al General Calixto Leiva, del puesto de Ayudante general del Ministerio de Guerra al de Comandante general de la División Fernández número 1.0 ; y Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \._ 230 _¡ Al General Florentino Cubillos, del que desempeñaba como mandante general de la expresada División, al de Jefe organi­ador de fuerzas en la Provincia de Ubaté. §. Estas promociones surtirán sus efectos desde el 24 de Julio .próximo pasado. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARlSTIDES FERNÁNDEZ DECRETO NUMERO 1185 DE 1902 (AGOST06) por el cual se hacen unas promociones El Vicepresz.dmte de la Repúblzca, mcargado del Poder EjecuHvo, DECRETA Art. 1.0 Promuévese al General Elías de Páramo del puesto ·41ue ocupa en el 2.° Cuerpo de Ejército de Boyacá, al Cuerpo de Inválidos de esta ciudad. Art. 2.0 Nómbrase al Sr. General Felipe Molano Inspector ~eneral del 2.° Cuerpo de Ejército de Boyacá, en reemplazo del General PÁramo. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL :MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FER1Á ·nEz DECRETO NUMERO r 192 DE 190~ (AGOSTO 6) por el cual se hace una promoción El Vzeepresidente de la Rtpública, encargado del Poder F:Jecultvo, D:I.CRRTA Artículo único. Promuévese al Capellán de la 5."' División del "Ejército de Santander, Dr. Juan Jerónimo L6pez Ayala, al mismo puesto en el Ejército del Cauca. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia L 231 J DECRETO NUMERO r 193 DE 1902 ( AGOSTO 6) por el cual se incorpora una fuerza en otra y se hace un nombramiento El Vú:eprw'denle de la República, encargado del Poder Ejecutivo, DECRETA ~ ...., .. .,., Art. I .0 Incorpórase al Ejército que comanda el General An­tonio Rea Díaz, las fuerzas al mando de los Generales Jenaro é Isaac Mendieta, Demetrio Mora, Daniel Rubio París é Isaías Gam­boa. Art. 2.° Facúltase al General Roa Díaz para hacer la reor­ganización que e time conveniente en estas fuerzas. Art. 3. 0 Nómbrase Auditor de Guerra del expresado Ejérci­to al Sr. Coronel Ignacio Amat, con la asignación que le señala el Decreto número 55 I del presente año. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ DECRE1 O NUMERO 1 194 DE rgo:l (AGOSTO 6) por el cual se hace una promoción El Vtúpresz'denle de la Rep!'tlhca, mcargado del Poder ~·ecutzvo, DECRXTA Artículo único. Promuévese al General Félix Navarro del puesto de Comandante general de la División 11-lanuel Casabz'anca, al de Comandante general de la División que actualmente se or .. ,ganiza en Honda, con destino á la campaña de la Costa Atlántica. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ArusTIDES FxRN.ÁNDEZ DECRETO NUMERO r 197 DE 1902 (AGOSTO 8) por el cual se aprueban unos ascensos El Vz'ctpresidenle de la Repúblz'ca, encargado del Pcdtr E.Jecult'vl, D:JC-.:JTA Art. 1.0 Apruébanse los ascensos conferidos por el Sr. Gene­tal Manuel María Castro U., Comandante ~n Jefe del Ejército de Tequendama, á los siguientes señores : Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia A General de División al General de Brigada Numa P. No­guera; A General efectivo de Brigada al Coronel Martín Antía. §. Dése cuenta de estos ascensos al Honorable Senado en sus próximas sesiones, para los efectos constitucionales. Art. 2. 0 Apruébase igualmente el ascenso conferido por el mismo General en jefe al Teniente Leopoldo Pardo á Capitán. Art. J. 0 Reconócese al Sr. Carlos Sampedro el grado de Co­ronel, con el cual ha venido prestando sus servicios en la presente guerra. Comuníquese y publfquese. Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDxz DECRETO NUMERO 1 198 DE 1902 (AGOSTO 8) por el se cual se hace un nombramiento y se confiere una autorización El Viúpnsidenle de la Reptíblz'ca, encargado del Poder Ejccult''vo, DECRETA Artículo único. Nómbrase al Sr. General Luis D. Céspedes Comandante general de la División Manutl Casabianca, acantonada en la región del Colegio. §. Autorízase al expresado General Céspedes para hacer los nombrami ntos de Jefes y Oficiales subalternos que falt en en la División, sometiéndolos á la aprobación del Ministerio <.le Guerra. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902. jOSE :MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEz DECRETO NUMERO 1200 DE 190~ (AGOSTO 8) por el cual se declara en uso de licencia indefinida á varios Oficiales y se con. fieren unos ascensos Zl Vzcepresiáenll d1 la Rtpúblzca, encargado del P1der Ejecult'D(J, DECRXTA Art. 1.0 Declárase en uso de licencia indefinida al Subtenien­te Félix Castro y al Teniente Joaquín Al faro, del Batallón 1.0 de Artillería, por mala conducta. Art. 2.0 Para reemplazar estos Oficiales en los puestos que ocupaban en el Batallón mencionado, hácense los siguientes as .. censos: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 233 _J De Teniente al Subteniente Luis Ortega. De Subteniente á los Sargentos primeros José María Galindo y Jesús Medina. mes. Estas novedades se efectuarán con fecha 1 .• del presente Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902. . JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ INFORME DEL INTENDENTE GENERAL DEL EJÉRCITO (Continúa) PROYECTOS de contratos pasados á la Sección 2. • del Ministerio de Guerra. Fechas Artículos Cantidad Contratistas Valor Vienen ................. $ 687,253 20 Marzo 17. Maleleras.. ...... 1,000 Mercedes A. de V élez......... ... 6,000 - 17. Frazadas............ 2,000 Francisco de C. Mesa............. 49,000 - 17 Frenos............. 36 Cristóbal Sala- - 1 7· Sillas ............. .. - 17. Galápago aperado - 17. Macho .............. . - 17. Cometas ......... .. - 17. Peinillas ........... . - 17. Taburetes ........ .. - 17. Bayetones y telas para íd ........... . - 17. Confección de tol-dos ............... .. - 18 Alpargatas (dnas.) - 18. Galápago .......... zar .............. . 3 Sixto Guerrero .. . J o s é Domingo Vargas ........ 1 Jesús A. Garcfa. 15 Octavio Monroy. 365 Flavio Angulo ... 6 José L. Camacho Romero y Cubi-des ........... . 40 Enriqueta Gon­zález B ......... 222 Antonio Gonzá-lez .............. . Ildefonso Ramí- 2,000 ... soo 1,275 12,775 250 5,4IO ... 640 ••• 6,380 rez............... 500 Pasan .................. $ 773,435 20 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 234 _J J'echas Artículos Marzo 18. Varios objetos - 20. Correajes, roo, y sillas .............. . - 20. Esperma, arrobas - 20. Factura de drogas - 20. Enjalmas, lazos y cinchas ......•..... - 20. Correajes .......... . - 20. Confección toldos - 20. Sillas .............. .. - •o. Ccnfección de ba-yetones, bande-rolas, &c ....... .. - 20. Alpargatas, dnas. - 20. Enjalmas ......... .. - ~o. Galápago aperado - 20. Confección toldos - 20. Cinchas, baticolas - 20. Cornetas .......... . - 20. Correajes .......... . - 20. Cargas de estera. - 20. Enjalmas, &c. &c. Cantidad Contratistas Vienen ................. $ Juan M. M. Gi-libert .......... .. 2 Hipólito Bolívar. 3 Nicolás Pineda .. Abraham Apa-ricio ............ . Pedro Pachón ... 400 Arsenio Zamudio 50 Enriqueta Gon-zález B ....... .. 5 Manuel Puyo ... .. Enriqueta Gon-zález B ........ . 70 Antonio J. Ra-mírez ........... . ro Fidel Segura ... .. 1 Víctor Ospina .. . 50 Enriqueta G o n-zález B ........ . roo José N. Muñoz .. . 4 Pedro Mayorga. 200 Aurelio M e r i-zalde .......... . 19 Honorato Landí-nez ............ . María Parra ..... . - 20. Cargas costales.. 3,103 Honorato Landí- - 20. Polainas, pares .. . - 26. Drogas ............. . - 24. Galápagos, 2, y si-llas~ .............. . - 24. Alfombras, estri-bos, &c .......... .. -29. Mula ............... .. - 29. V arios artículos de comercio ......... . nez ............ .. 20 Lorenzo García Abraham A fa­nador .......... 4 N urna P. Nogue-ra .............. . Francisco Posa-da .............. . J. Eugenio Ucrós Gonzalo Fernin­nández ......... Valor 773,435 20 18,765 1,773 990 1,493 10 562 20 12,800 ~00 900 559 2,100 150 700 800 1,250 400 2,500 3,037 so 480 ... 3,665 so 1,000 .•• 2,000 4,500 s,soo Pasan .................. $ 843,11 I Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '-- 235 _) Fechas Artículos Catidand Contratistas Valor Vienen .................. $ 843,111 Marzo 3 r. Dril, pieza~ ...... 300 Claudia Angel... 61,800 -31. Bayetones, confec-ción ............... lOO Enriqueta Gon-zález B ......... 500 - 3 1. Pasto, cargas ...... 34 Salomón Gonzá-lez .............. 250 - 31. Frazadas pescanas 500 Antonio Lemos .. 10,500 - 31. Alpargatas, dnas. 141 Antonio Gonzá-lez .............. 4,230 - 3 r. Peinillas ............ 54 Zalamea Hnos ... 2,700 - 31. Macho ...... : ........ 1 Fermfn Moreno .. 200 - 3 r. Galápago ........... 1 Luis M. Boa da ... 750 - 3 r. Cargas costales .... 462 Ignacio Guillén ... 3,234 - 31. Galápago aperado Alfredo Bonnito H ................ 3,000 - 3 I. Galápago aperado Alberto Uribe B. 2,000 - 3 r. Varios artículos ... Do migo Rodrí-guez ............ 1,160 -31. Corroscas .......... 300 Rafael Gómez M 1,6so - 3 1. Galápago .......... 1 Germán BraTo U. 1,200 - 3 r. Correajes ........... 150 Benito Navarro .. 5,025 - 31. Binóculo ............ Carlos Garcfa ... 6oo - 31. Alpargatas (doce-nas) ·· ............. IOO Antonio Gonzá-lez Q ........... 2,800 -3 I. Paño azul (metros) 120 ]orce Góm ez B .. 3,360 - 3 1. Varios artículos de equipo ............ Vida! Pachón .... 9,990 Suman los contratos del mes ........... $ 958,o6o CONTRATOS T DOCUMENTOS REVISADOS Y DEVUELTOS AL MINISTERIO DE GUERRA Fecha Contratistas Marzo 1.0 Anselmo Pine-da ................. . - 3. Santiago Rosillo .. . - 3. Manuel Gutiérrez F. - 4· Juan A. Uricoechea - 4· Liborio Moure ..... . - 5. Teodoro Dupuy ... . - 5. Belisario Castro .. . - 5. l. de Broc ......... . Cantidad Artículos Arrendamiento de una casa. Viseras y cartón. 3 Bestias. 326 Id. 1 ,ooo Yardas de paño. 24 Bestias. Varias docenas de cohetes. r6 Reses. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia Marzo 5. Nicanor Castillo - 5. Juan N. Acosta ... . - 5. Liborio Moure ..... . - 6. Tomás Morales .... . - 6. Joaquín Rojas (Jus-tiniano Gutiérrez) - 6. Francisco M. Res­trepo (por Fran­Cisco Londoño) .. - 7· Julián Restrepo (J. H. Parish) ..... .. - 7· Miguel Fonseca ... . - 7. Eduardo Villa ..... . - 7. Pantale6n Cortés .. . - 7. Res trepo y Cardo-na (Domingo Bo-lívar) .............. . - 7. Aurelio Barragán .. - ¡. Aristides Rojas . (Presbítero) .... .. - 8. Luis Peña S ........ . - 8. Enrique Fernández - 10. Julio Uricoechea .. - 10. Juan de D. Galvis (Galvis Hnos.) ... - 1 1. Leonardo Cárde­nas P. (Pedro E. Mora) .......... .. - 11. Grcgorio Arteaga - 1 1. Luis V. Castillo ... - 12. Justo A. Guerrero - 12. Enrique Hoy os (Adolfo Triana). - 12. Compañía Colom­biana de Trans­portes (Ignacio Neira) ............ . - 12. Franci co M. Res­t r e p o (Andrés Orozco) ......... .. - 13. Restrepo J. y Car­dona (Elías Gon-zález) ............ .. - 13. Francisco M. Res­trepo (Anerés Orozco) ......... .. - 14. Roberto James T. 5 Id. Id. Arrendamiento de una casa ~ 5 Bestias. 12 Reses. 27 Mulas. 10 Mulas. 35 Bestias. 32 Reses. 1 Caballo. 3 Mulas. Res. 4 Bestias. Varios efectos. Gastos hechos por el peticio­nario. 16 Bestias. 1 I 3 Id. 87 Novillos. 10 Mulas. 7 Reses. 20 Mulas y monturas. 4 Bestias y un galápago. Fletes de buques. 2 Bestias. 29 Id. 8 Id. 4 Reses. Conlznú11 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 237 _J Doctrinal EL FERROCARRIL INTERCONTINENT AL EN COLOMBIA (Continúa) Abundan en los terrenos bajos la lima y la guanábana, fruta de un árbol que crece como el chirimoyo y es tan grande como una sandía mediana, verde, con escamas como las de anana, pero menos marcadas y de un gusto exqui ito. El árbol del totuma es abundante, y de sus brazos, y aun del mismo tronco, cuelga el fruto, de forma esférica, corteza delgada, que seca es dura y elás­tica y sirve para hacer vasijas, platos y cucharas : se cree que la totuma, untada de arcilla húmeda para protegerla del calor, sugi­rió á los primeros habitantes la idea de fabricar la loza de barro, porque en algunas vasijas antiguas se han encontrado huellas 6 impresiones de vegetales, y se supone que de éstos recibieron su forma. Un arbusto de tallo tierno, sin espinas y de rápido crecimiento, llamado lechero por la savia láctea que brota al cortarlo, se em­plea bastante para setos: nos suministró muchas estacas. Durante nuestros trabajos en esta región andina, una planta desconocida infectaba el aire con su mal olor. Los cocuyos son numerosos: los hemos visto con frecuencia desde Quito, en toda la comarca. En las aguas del Patía vimos peces, mas no en ningún otro río, aun cuando dtcen que también los hay en las aguas de la cuenca de Quito. A la legión de los in se ctos se incorporó en el val e la mosca dragón. Hay arañas y escorpione s, pero no en abundancia; uno de los últimos picó á un arrie ro en un dedo, sin hacerle más daño que el de una avispa. Mayor alboroto causó un gran sapo que sal­tó sobre el pecho del caporal del campo, que dormía medio des­nudo. Abundan las lagartijas, especialmente las pequeñas, que son muy bonitas; no se consid eran como plaga; no recordamos haber­las visto en las hoyas altas. En los arroyos vimos una especie de anguila que corre con presteza, rápida como una ardilla, sobre las cercas, y en el agua sobre las piernas traseras, batiendo al mismo tiempo la cola, para mantenerse recta. Observámos una gran va­riedad de palomas, gallinazas y colibríes ; vimos tordillos, pinzo­nes, acantas y un a ve pequeña con copete y cola tan larga como hermosa, que se mecía gallarda en los aires. El condor vuela entre 8,ooo y 15,000 pies (2,400 á 4,6oo ros.) sobre el mar; nada lo invita á subir á mayor altura; pero á me­nudo desciende más en busca de presa. Su movimiento lento, igual, calmado, demuestra que sin esfuerzo gira, sube y baja; es un es­pectáculo encantador, es la poesía del movimiento. Para posarse sobre las rocas se precipita hacia ellas, plegadas las alas, y en el momento en que parece que va á. estrellarse, las abre, se levanta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 238 -' como si le diera impulso la aproximación al suelo, y flota exacta­mente sobre el lugar deseado, en el cual se apoya sin saltos ni oS­cilaciones, á plomo, en el momento en que cesa el vuelo. Abun­dan los insectos y parásitos, y entre ellos el diablo del coloradito, el rey de todos, que no obstante ser un átomo, pero átomo pesti­lente, nos ha marcado íntegro el cuerpo. El Comandante Militar del Cauca nos ha dispensado cortés atención mientras hemos permanecido en los alrededores de Po­payán. Como lo hemos anunciado por cable, Mr. Bourgers envió su renuncia desde Cali, la que le fue aceptada, para consumarse el 20 de Diciembre, debiendo encargarse, mientras tanto, de la Sección, Mr. W. J. O'Connell. El Topógrafo ayudante ha re­cibido las instrucciones del caso para estudiar el trazo de la línea. de Cali hacia el Norte, hasta encontrarse con nosotros, verificado­lo cual, podrá hacerse el de aquí á Cali. Mr. Bourgers ha sido fiel y diligente en el desempeño de sus. deberes. No conozco la causa de su retirada; pero como debe respetarse la autonomía del hombre, por este motivo su renuncia le fue aceptada sin reparo. CAPITULO VII:-DE POPAYÁN Á CAL1 Li hoya ó cuenca hidrog-ráfica del Sur del Cauca, cuyo eje se dirige hacia el :Mediodía, tiene su compañera en la del río de aquel nombre, que lo hace al Septentrión. El río Cauca nace en el flanco del cerro Canelo, en donde se desprende también de la Cordillera Oriental la Sierra del Roble, y de pués de corr r para­lelamente á é ta, describiendo con ella un cuarto de círculo del S al W., tuerce á la derecha y adquiere una dirección corre pon­diente á la del Patía, unos 30° al NE. por el pie de la base de la Cordillera Occidental. No sólo las corrientes de las aguas centra­les y sus relaciones con las adyacentes del Patía tienen sus corre­lativos en la del Cauca, sino que hasta la hendedura secundaria por donde á aquél fluyen los ríos Las Palmas y Guachicono, tie­ne su homóloga en el valle del Cauca y se puede seguir con la mi­rada, desde la escarpada colina que domina la llanura en la vía de Popayán hacia Tunía, separada aquella del Palo por un relieve se­cundario que limita el valle propiamente dicho, y que se extiende por 125 millas (200 ks.) hasta las cercanías de Cartago hacia el Norte. La porción meridional de la 1->lanicie al E. del río Cauca, s extiende con un promedio de 15 millas (24 ks.) de anchura y más­de 50 millas (So ks.) de largo de la Sierra del Roble al río del Palo, inclinada hncia el NW., honda111ente excavada por muchos arroyos. Los tropiezos del viaje, el tiempo y dinero de que disponía­mos, y el plan mismo de nuestro trabajo, concurrieron á impedir­nos practicar un extenso reconocimiento previo del terreno, por lo cual tuvimos que adivinar la topografía del país con auxilio de los mapas existentes y el dicho de los habitantes, que por cierto nO> Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \.._ 239 _J tenían siquiera la idea de lo que es un terreno adecuado para la construcción de un ferrocarril. De Quito á Popayán el campo de las alternativas posibles quedaba restringido, si se exceptúa el valle del Chota, en parte por las dificultades físicas, y en parte por las económicas, lo cual simplificaba mucho nuestro trabajo. Aquí era más amplio el campo, y por lo mismo menos fácil la tarea. Examinando el país desde las alturas de Popayán, tres zo­nas se nos presentaban para el trazo de la línea: una la del río Cauca; otra, la diagonal al través de la llanura hacia el Duende, para caer al río por el Piendamó, pequeño afluente suyo; y otra, por la vía de Jimena al vecindario de Tunía, para de allí descender al Cauca cerca de Gelima, por los valles del Tunía y el Ovejas. Por entonces esta última parecía la más improbable. Elegímos ra zona intermedia, porque además de sus condiciones aparentes, no5 brindaba la oportunidad de observar más .ó menos las otras en nuestra marcha hacia el Norte. Empezámos obra el 30 de Diciembre de 1891. Pronto adver­tímos que la línea por la zona del río era fácil y el terreno despe­jado, á juzgar por lo que veíamos á ratos y por inferencias, aunque relativamente despoblada. La marcha nos revelaba además la existencia de cierta depresión marcada con ondulaciones y descen­sos, al pie de las colinas de la tercera alternativa, decididamente favorable para la línea, y sin otros tropiezos que los cañones del Palacé y el Piendamó, que se presentan como obstáculos formida­bles. Las divisorias de las aguas, hacia el Cauca mantenían su al­tura con notable uniformidad, en tanto que las corrientes, como era natural, se hundían más y más, á la vez que los valles se de­primían rumbo del Norte. M. O'Connell, que venía de Cali y nos encontró en Gelima, siguió de allí hacia arriba por la divisoria al \V. del Ovejas, y por la tercera alternativa llegó á la aldea de Tu­nía cuando nosotros por la SC'gunda nos aproximábamo al río Ca ji. bío. Entonces nos pusimos en comunicación con él, y convinimos la manera de pintar ]as dos líneas en la ruta central, lo que en decto conseguimos el 7 de Enero de 1892, obteniendo así un trazo com­puesto de la z: y la 3: alternativas, antes indicadas. LA CIENCIA MILITAR EN EL ATENEO CONFERENCIAS DEL CORONEL MARVÁ (ESPAÑOL) (Concluye) La envuelta de dicho globo no se ha querido barnizar, á cau­sa de la efímera duración que tienen en España estas capas; en su lugar se ha empleado la capa de caucho entre dos telas. El tipo de cable ahora en uso, no está definitivamente adop~ tado; en la actualidad se estudian las condiciones del cable pru· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia siano, articulado en trozos de 100 metros, y las del austriaco, que es continuo y tiene conductor telefónico en el alma. Este globo-cometa da 6o kilogramos de fuerza ascensional, según resulta de los datos sig-uientes : 7-40 m'. á I kilogramo de fuerza ascensional......... 7-40 kg. IEnvolventes, cámara de aire, timón l y válvula.............................. 257 Globo. Cordaje................................... 8o l l ~~~~:~~~~. d~. i~· ·b~~~i~iú~; ·~i~~~~ ·; 20 630 kg. cola.................................... 23J Cable (500 metros)............................... 100 Aeronautas, :.l á 7 5 kilogramos.................. I 50 Lastre y aparatos................................... 50 Fuerza ascensional excedente .......................... .. GENERADORES Y CILINDROS DE CAMPAÑA 6o kg. Generadores móvzles de ht'drógeno.-La imposibilidad de montar en campaña generadores fijos de hidrógeno, ha obligado á estu­diar su aligeramiento para darles condiciones de transportación. Dz'versos tipos.-Con el indispen able auxiliar de la fotografía, explica el Coronel 1-b.rvá los sistemas lón de generador sencillo y doble; el sistema del mismo autor para maniobra á mano; el propio sistema modificado por la casa Surcouf, de París, y en fin, el generador Renard, sin secador, adopta:!o en el Ejército francés. Estos tipos contienen los mismos elementos citados al tratar de los generadores fijos, bien que modificados en su forma y di­mensione , para reunirlos del mejor modo posible sobre carros de cuatro ruedas. Todos los generadore tran portables son de circu­lación continua y se fundan en la descomposición del agua por medio de las limaduras de hierro ó de zinc y del ácido sulfúrico. Incottvmimtes de los generadores móvz'les.-Las primeras mate­rias nece arias para producir el hidrógeno que un globo de campa­ña exige, representan un peso de 15 tonelada , número excesivo que aumenta el bulto de los parques aerostáticos en proporciones inadmisibles. Si además se tiene en cuenta el gran caudal de agua que requieren las reacciones químicas, y la dificultad de apurarlas en campaña, con el consiguiente desperdicio de los productos ele­mentales, se comprenderá cuán graves son los defectos inherentes á esta clase de ~eneradores. Transporte de hzdrógmo m álzndros.-Huyendo de aquellos in­convenientes, se ha pensado en renunciar al acarreo de la materia bruta, transportando en cambio la materia útil, ó sea el hidrógeno, en vasos cilíndricos donde éste puede almacenarse á gran presión. Las ventajas de este sistema son evidentes: el hidrógeno uti­lizado es mucho más puro, como producido con reposo y esmero en aparatos permanentes; la inflación es más fácil y rápida, y el peso muerto á transportar resulta considerablemente disminuido. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín I\1ilitar de Colombia Ct'lindros.-Por tales ventajas, el sistema de conducción del gas en cilindros metálicos está ya universalmente aceptado. La importancia de este nuevo elemento justifica la amplitud con que lo estudió el conferenciante. Forma y dzinenúones.-Su forma es la de un cilindro terminado en casquetes, uno de los cuales contiene la válvula para la salida del gas. Sus dimensiones son: Longitud............... 1 m. á 2,40 m. Diámetro exterior... 140 mm. á 250 mm. Espesores . . . . . . . . . . . . 5 mm. ro mm. (según el diámetro). Peso . . . . . . . . . . . . . .. . . . . 40 l·g. á So kg. C1pacidad t.n litros. ro á 46. Gas que contienen... 6 á 8 m: 1 • (á r 50 atmósferas). J\lhT. L.-Debe conciliar las antagónicas condiciones de resis­tencia y poco peso. El estado actual de la metalurgia permite fa­bricarlos de una pieza y por mbutición, con acero excelente, de gran tenacidad y mucha elasticidad para disminuír las probabili­dades de explosión. Los tipos ensayados en el Laboratorio de Ingenieros del Ejército, han dado los siguientes mímeros : Límite T os Espesor CaJ.acidatl Peso de Fractura elasticidad ------------ Mann.;sma n .... IO 42 84,3 3IO 450 Rhienischeu ... 7 46,8 66 302 4IO Brunon .......... 7 " , 365 475 La carga de fractura resulta mayor de 55 kilogramos por mm2 , y el alargamiento es ele rg por roo. Clase de pruebas que sudm t.:ng/rse.-Suele fijarse á 300 at­mósfera el límite de elasticidad, y la carga de fractura á 400 y aun más. Los tubos trabajan, como es natural, á presiones meno­res, que varían de I 20 á I 50 atmósferas. Los tubos franceses tra­bajan á 200 atmósferas, pero este número se considera exa~erado. Cz"Hndros para el parque de Guadalajara.-Tienen las condicio-nes siguientes : Longitud entre las tangentes á las semiesferas, 1m,50. Diámetro exterior, 22 centímetros. Espesor, 7 milímetros. Tolerancias, 10 por 10 para espesores; 5 por 100 para pesos. En las pruebas á que se han de someter para su recepción, se estipula que á :l50 atmósferas no pre!lenten deformación perma­nente, y que en el ensayo por aplastamiento, las paredes interiores TOKO 11-16 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia queden á 18 milímetros de distancia, doblándose las paredes sin presen tar resquebrajaduras, cosa difícil de conseguir en los meta­les duros. Válvula de áerre.-Hállase atornillada en uno de los casque­tes del cilindro. Cuando se abre la espita, el gas sale á chorro muy fino. Sin las figuras explicativas de este mccani~mo no es posible dar una idea de su funcionamiento . ComjJrtsión del gas .-Esta operación no se practica en cam­paña ino en los talleres del Parque perrranente donde se dispone de los aparatos necesarios al efecto. Sirven para to ciertas Lom­bas especialts de gran potencia. El Parque de Guadalajara dispo­ne de una máquina modelo Thirion, cuyos detalles dio el docto maestro. Al material relacionado hay que añadir los juegos de colecto­res, mangas, llaves y demás acce~otios que fueron también des­critos. '.fí·amporle de los rzb"11dros.-La última parte de la conferencia versó acerca de los medios empleados en los Ejércitos de Europa para 1 transporte de los cilin ros. Tram¡orle f 'or rancs.-Los vehículos d dicados á este objeto son de cuatro ruedas; ~u 1 ng-itud depende de la que tengan los cilindros, y su talla y lenll.i<'n ob .decen al nímero de cilindros que deben conducir. E_tos ~e dispon ~ n aco tados y al tre bolillo por tongadas horizontales y con la válvulas tedas á un mi mo lado, que es la tras ra del carruc1je. Dicllas váh ulas están en co­municación con tubos de pcc Ut ño cJj ..< metro. los cual e , á su \ z, se conectan á un tubo colector más gru ~o, donde . i~te una L quilla para empalmar la manga que directam nte ha de llevar al globo el gas Cúiltcnido l n los cilindros. E t s <. arro son gcneralmt:nte de un solo cuerpo, pero también puedl n n. tarde dos ¡artes ar­ticuladas: avantrén y retrotrén, .como suctde e n el carro ale­mán. Lo. pequcñ s tubos de comxi'n ti · nen la ncc saria cunatu­ra ara llt nar su omctido, <'urvé'tura que en algín caso (carros alemane:) C:S la de una spiral, forma que rt p nde á la conYc­niencia de dar á los tubo la mayor la tir·idad posible, como lo exi~e la violencia con que sale el gas. Datos rtla//vos á los dt7•ersos I}hútos.-Las disposiciones toma­das por Jos Parques aero~táticcs de Eur r arara la cvnducción de los cilindr s d hidr 'gc no, son, en ese 1cia: I11glalerra.-Carros con 15 ciiindros. Peso del carro 11 no, 1,8oo kilcgramos. Cada cilindro e ntier.e 7,76 m' de gas, á 101 at­mósferas, y r e~a 65 kilogramos. Alrmam·a .-20 cilindros por carro, 15 en el retrotrén y 5 en e l avantrén. Cada cilidro contiene 7 m 3 de gas, á 200 atmósferas. Ilaha.-30 cilindros por carro, con 7,30 m 3 de gas cada uno, á 120 a tmó~feras, con peso de 40 kilcgramos. Frauda.-8 c1lindros de 3,50 metros de longitud por carro, á 35 m 3 de gas, á 200 atmósferas. E spmia.-23 cilindros por carro, con un total de 136 m 3 de gas, á 150 atmósferas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 243 _) Transporte á lomo. -Este m'odo de conducción ha sido intenta­do, aunque con éxito escaso. Los italianos pusiéronlo en práctica en su campaña de Africa. Los cilindros, en número total de 8o, se repartían entre 20 camellos, transportando así el gas necesario para un globo de 300 m3 • ESCUELA DEL SOLDADO A CABALLO POR CARLOS FERNÁNDEZ Y JULIO DEL CANTO (Concluye) IÓ4. Desmontar á ll'erra.-E tando la lanza terciada, correr el puño derecho hacia abajo, levantar la lanza con el brazo á toda su extensión, introducir verticalmente el regatón entre el antebra­zo izquierdo y el cuello del caballo, dejar deslizarse el asta hasta que el reg-atón toque el suelo, tomar las riendas como sin lanza y envolver las crines en el pulgar, mant nicndo mi e ntras tanto la lanza apoyada en el cuello del caballo; tomar el asta, las crines y las rie ndas como para montar; proceder como en el número 128. Una vez el jinett en tierra, soltar las riendas y crines de la mano izquierda, que sólo toma ·1 asta poniéndola vertical; colocar con la mano der:..cha las cuatro riendas estiradas sobre el cuello del ca­ballo, cerca de la silla; dar el paso á la izquierda, levantando cin­co centímetros el regatón del suelo, tomar las riendas de la brida con la mano dc r cha, girar á la izquierda y tomar la posición de atención, explicada en el número 162. 165. Para m ontar y desmontar, la separación de los números pares é impares se ej e cuta tal como sin lanza, mant nit:nclo ésta en la posición para conducir el caLallo al terreno, durante la eje­cución de los tres pasos al frente. Las voc~..:s de mando no tien n diferencias; los movimientos sólo tienen las c. ·plicadas en los nú­meros 163 y 164. r66. Alr,·wslo-LANZA. I) Estando la lanza en la posición de afiancen ó de lt'rcim, la mano derecha la levantará hasta que el regatón salga de su alo­jamiento, y en seguida inclinará la moharra hacia el frente y hacia la izquierda, colocando la mano cómodamente apoyada en el muslo derecho; la moharra quedará sobre la oreja izquierda del caballo, y á una altura suficiente para no molestarlo ; el regatón no quedará muy abierto á la derecha, porque se correrá el riesgo de herir al caballo vecino. 167. Tercien-LANZA. (Estando al muslo). I) La mano derecha coloca la lanza verticalmente, haciendo entrar el regatón en su alojamiento. La correa portalanza queda al frente. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B oletín Militar de Colombia '- 244 _) r68. Afiancen -LANZA. (Es ta ndo t e r ciada). I) D e jar cae r la lanza sobre e l nacimi e nto del homb ro de re­cho, c orriendo esta ma no á toda la extensión del b razo . r6g . Te rcie n-LANZA. (Estando afianzada). I ) Corre r la mano derecha hasta la altur a del ho m b ro, colo­ca ndo al mismo tiempo la lanza perpend ic ul armente . 170 . Al brazo-LANZA. (Estan do te r ciada). I ) In cl ina r la la nza haci a la izqu ierda, tomando e l asta con esa m ano, cuyos dedos se entreabren sin soltar las riendas ; intro­duc ir el brazo derecho en e l portalanza. 2) Enderezar la lanza empujándqla á la derecha con la mano i zq u ierda, de mo do qu~ quede sujeta del portarregatón y del por­talanza, que se coloca en e l pltegue del codo, doblando e l ante­b razo derecho sobre . e l cuerpo. 17 r. Tercz'en-LAL JZA. (Estando al brazo) . 1) Separar del cuerpo el antebrazo derecho, llevar la mano arriba, y de atrás hacia adelante. tomar el asta; inclinar la lanza á la i zquierda para apoyarla en la mano de la brida, como e n i gual tiempo del número 170, sacando inmediatamente después el a ntebrazo derecho de entre el portalanza . 2) Tomar el asta con la mano derecha y llevar la lanza á la posición de terciada . 172. A la esp«.lda-LANZA. (Estando terciada). I) C mo el primer tiempo del número I 70. 2) Tornar la lanza con la mano derecha más abajo de la iz­q uierda-cuidando que no se salga el po ·talanza,-lcvantarla para inclinar la m barra hacia atrás y á la iz uien.la del caballo; soltar la lanza que r¡ueda sujeta del portalanza colocado debajo del so­b aco; la moharra queda colocada por el flanco izquierdo dd ca­b allo, dirigida al suelo, y el regalón por sobre el hombro derecho d el jinete, dirigido arriba y á la derecha. Esta posición es excepcional, destinada á usar el sable in me ­d ia tamente de pués del choque de la carga, en los casos que fuere necesario. 173. Tercien-LANZA . (Estando á la espa lda). I) La mano de r ech a toma la lanza por encima d el h ombro, é im p r imi éndo le un movimiento a d ela nte, la pone ver tica l, intr odu­ciénd o la e n el p o r tarrega tón y c olocándola in mediatame n te d esp ués en la p osición de l prime r ti e mpo del número 170. 2) Como e n ig ual ti e mpo del núm e ro 171. 1 74· Ca/m-LANZA. (Estando terciada). I) Sacar la lanza d e l portarregatón, levantándola con la mano derecha; bajar la moharra hacia el frente, colocar el asta debajo d el sobaco, doblando el codo. La lanza queda horizontal, firmemente apoyada al cuerpo ; el puño afirmado en las costillas, con el dorso hacia abajo; el codo se une al cuerpo. 1 7 5. Tercien- LANZA,_,_(Estando calada). r) Levantar la moharra para poner la lanza vertical y en la posición de tercien. 1 76. La esgrima de la lanza se ejecuta como está prescrito á pie, tomando los jinetes la colocación del número 47, con seis pa- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia l sos de distancia, teniendo presente que en un picadero cerrado, s.ólo se dirigen los golpes hacia adentro. Cuando los jinetes se ejercitan en el maniquí 6 en la cabeza móvil, dirigirán los golpes tanto á la derecha como i la izquierda. 177. En la carga, la lanza .:>e cala en el momento de empren­der el galope. Una vez terminado el movimiento, el jinete endere­za la lanza y la tercia. En la carga en línea de batalla, los jinetes armados de lanza y que tienen Oficiales delante, colocan la lanza con la moharra in­clinada un poco hacia arriba; de igual modo proceden los jinetes de segunda fila. :MANEJO Y EMPLEO DE LA CARABINA 178. En el manejo de la carabina á. caballo no se exige uni­formidad en los movimientos, pero éstos deben ser rápidos y eje­cutados con limpieza y seguridad; se tratará de mover el cuerpo y la mano de la brida, lo menos que sea posible. r 79· La cara !Ji na se encontrará en el porta mosquetón ama. rrada por la garganta con doble vuelta de la correa de vizcachera destinada á este fin; el cañón queda hacia afuera del cuerpo del caballo; el portarnosquelón se alargará ó acortará. lo suficiente para que la culata de la caralJina se encuentre á la altura del bo­rren delantero de la silla ; Jos pasadores no estarán corridos más arriba de la mitad del largo total del portarnosquetón. r8o. Al muslo-ARMAS. (Estando al portamosquetón). I) Afirmar con la mano izquierda, ~in soltar las riendas, la culata contra la silla; de ·he billar con la mano derecha la correa de vizca lwra ; tomar la carabina con e ta mano, el pulgar por encima del aparato d cierre, los cuatro dedos restantes por deba­jo del almacén, el dorso hacia la silla; retirar la mano izquierda¡ levantar el arma para sacarla del portamosquetón; bajar la cu­lata por la izquierda para poner la carabina vertical; afirmar la cantonera en el muslo derecho, de manera que aquélla siga la forma de éste; mantener el arma con una pequeña inclinación adelante y á la derecha ; la mano derecha qu da afirmada sobre la perilla del cerrojo; la uña de la culata se dirige á la vizcachcra izquierda. 181. Al prwlamosqutlón-ARMAS. (E tando al muslo). I) Levantar la carabina con la mano derecha; inclinar el cañón hacia abajo por la d recha; introducir el arma vertical­mente en el portamosquetón, de modo que quede el cañón hacia afuera; sostener la culata con la mano izquierda; soltar el arma con la mano derecha, que pasa á tomar la correa de vizcachera, la cual se envuelve dos veces en la garganta, hebillándola después¡ colocar la mano en su lugar. 182. A la espalda-AR11AS. (Estando al muslo). r) Levantar horizontalmente la carabina, el cañón hacia atrás, por encima de la cabeza; doblar el brazo derecho para que el portacarabina se introduzca por delante de la cabeza, inclinan- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia do el puño derecho hacia atrás; bajar en seguida la mano hasta que el portacarabina se afirme en el hombro izquierdo; soltar la carabina introduciendo acto continuo todo el brazo derecho entre la correa y el arma; servirse de la mano derecha para inclinar la culata hacia atrás, de manera que quede atravesada la carauina. sobre la espalda, Jo má! cómodamente posible. 183. Almuslo-AR~1AS. (Estando á la espalda). I) Con la mano derecha llevar la culata un poco adelante¡ doblando el brazo, sacarlo de entre la correa y el arma; tomar la carabina con la mano derecha, de atrás hacia adelante, por enci­ma del aparato de cierre ; levantar horizonlalmente la carabina hasta que salga por encima de la cabeza; bajar la culata por la derecha y poner el arma en la posición de al muslo. 184. Enganchm-AR'f:..fAS. (E tando al muslo). I) Dejar caer la carabina obre la mano izquierda, que en­treabre Jos dedos sin soltar la riendas; vol ver al mi,mo tiempo el arma, de modo que la anilla quede hacia arriba; sostenerla con la mano izquierda, afirmando la C:Jlata en el m u lo derecho; tomar el ganch con la mano derecha; abrocharlo, de arriba hacia aba­jo, en la anilla; tomar nue\•amente el arma y llevarla al muslo. 185. Dr:senganclzen-ARMA ·. (Eslando enganchada). I) Dejar caer la carabina como para enganchar; de abrochar con la mano derecha el g:mcho, botándolo después hacia atrás¡ llevar el arma al muslo. 186. Carrr1UJ1-ARMA . (Estando al muslo). I) Dejar caer la carabina sobre la mano izquierda, cuyos de­dos se entr abren; apoyar la culata sobre 1 muslo dere ho; pro­ceder como en la instrucción á pie· volver el arma al mu lo. 187. El ll'ro.-Estamlo la carabina cargada. y al muslo para apuntar, se introducen las cuatro riendas en el antebrazo izquierdo, despué de haber girado ,¡ caballo á medio derecha, y se procede exactrtmente como n la instrucción á pi , cargando un poco el peso del cuerpo en los e tribos; el cañón se dirige por el lado iz­quierdo del cuerpo del caballo, es decir, en dirección <.lel frente -:¡ue se t nía antes de ef ctuar el medio giro. Si el caballo se mue­ve, el jinete sostiene la cara.:>ina con la mano izquierda, y se sirve de la mano derecha para tomar las riendas y dirigirlo. Los movimientos de retirar el arma y dar fuego se ejecutan como á pie. Terminado el tiro, el jinete ajusta las riendas, pone el arma al muslo y deshact: el medio derecha. El tiro se efectuará también con el arma enganchada y aun con el sable colgando de la dragona; se ejercitarán los jinetes en soltar la carabina enganchada, con el cañón hacia abajo, después de hacer fueg-o, empuñar el sable y ejecutar algunos golpes. 188. Todos los movimientos explicados se efectuarán á los tres aires de marcha, salvo el tiro, que sólo se ejecuta á pie firme. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar d e C olombia "- 247 -' ' PERSECUCION 189. La persec ución es la preparación ecuestre del com bate; provoca la emulación entre los jinetes, afirma su asiento y los o bli­g a á usar de todos lo: medios d~ conducción. Sirve para demostrar q ue en el combate á caballo, con valor ig-ual, la ventaja debe p ro­teger al jinete que tenga su caba1lo mejor adiestrado y que se pa conducirlo con mayor perfección . El Instructor formará dos secciones y las colocará una enfren­te de la otra y á seis pasos d t las pi s tas cortas; cada jinete tendrá en la mano der cha una varilla de tiza blanca. Igo. Al mando: n ·rs('CllclÚII, el jin te de la derecha de cada sección sale al frente al trote y e dirige contra el adversario has­ta encontrarse con él : cntonct s e mpieza la persccuci()ll. El fin que se propone cada jinete es tocar d h om' ro ,·:r¡u/erdo de su adY ersario, se­ñalándolo con la varilla d e ti ;~a . Aplicará, para la r e alización de "' esto, las vu Ita. , rrH'di~S\'ut.!lta . , me dias vue ltas sobre la c:;paldas, &c., obrando con cel rielad. La. pers ~ cu c ión cc~a cuand uno de los combatientes ha sido tocad en el hombro izquierdo. El Ins­tructor dará con este fin la \'OZ de;: ALTO. Los do ~ jinetes toman entonces el pa o, y son reemplazados 1 or los otros dos que siguen . El Instrudor e,·ita d las qu c rt·llas ó di · cusioncs que pudieran producirse por fe ctu del amor propio. Si durante la persecució n un caballo se escapa al g·al o p • no e.·i(;>·irá el In tructor que se le ponga inmediatamente al trote. Las paradas brusca ele las riendas y b aplicación fuera de lugar de las espuelas, s rán te rminantemcnt~ pr hiuidas. El In tructor establee ·n' pre mi o s para los jinetes victoriosos . Estos premios pu eden c un _ i~ t ir "n e.-l! ncionc de ci erto::. s ervicios, permisos extraordinarios, &:c. -EL SERVICIO OBLIOATORIO EN LA ARGEN TIN A LEY NUMERO 403 1 El S enado y Cámara de Dipulados de la J.\adún Argmlt'na 1·eum'do s m Co?Zgru o, &>c. , SANCIO:\'Ar\' co.r FUEl'ZA DE LEY (Continúa) TITUL O IV DE LA GUAR DIA NACIONAL Art. 23. L a Guardia Nacional la forman : 1. 0 Los J e fe s y O fic ial es d e la G uardia Nacio na l, nombr ados por los Gobie rnos d t: Provinci a, en las suy as r especth·as, y por el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia Poder Ejecutivo Nacional en la capital de la República y Territo­rios nacionales. 2. 0 Las clases. 3. 0 Los hombres pertenecientes á las doce clases de veintio-cho años cumplidos á cuarenta años igualmente cumplidos. J Art. 24. Las fuerzas que constituyen la Guardia Nacional ten­drán una organización táctica análoga á la del Ejército de línea; pero cada Gobierno de Provincia en la suya respectiva, y el Go­bierno nacional en la capital de la República y Territorios nacio­nales, correrán con todo lo relativo á su instrucción, la que será dada en la forma que reglamente el Poder Ejecutivo. Art. 25. Los Jefes y Oficiales de la Guardia Nacional serán nombrados por los Gobiernos de Provincia, en las suyas re pecti­vas, y por el Poder hjecutivo Nacional en la capital federal y Te­rritorios nacionales, de acuerdo con las condiciones que r glamen­tan la presente Ley. Art. 26. Los Oficiales de la Reserva que en razón de haber cumplido veintiocho años fueren autorizados para continuar sus ser­vicios en la Guardia Nacional, no pueden ~er obligados á servir en ésta en un grado inferior al de su empleo en la Re erva; pero si rehusaren prestar sus servicios como tales en la Guardia Nacional, entonces se les obligará á servir como simples ~oldadus en la clase que por su edad les corre ponda. Art. 27. Los Jefes y Oficiales en retiro dd Ejército perma­nente, que fueren aún aptos para 1 servicio, e tán autorizarlos para aceptar los empleos de u categoría, ó mayor, que les fuen n ofre­cidos en la Guardia Naci n;¡l, in que ésto puedan dar! d .rccho á tro rn olumento, de parte de la 'ación, que el Ptiro CJUt ' gozan. Art. 28. ~.n la capital de la República y t rritt ríos f dcrales el Poder Ej ecutivo NacionCll, y en las Pro\'incias c;us Gubit rn .) ~, es­tablecerán Academias MJ!itares, á que concurrirán, obligatoria­mente, los jefes y Oficiales de la Guardia ·acional. La instrucción en esas Academias se dará de acu e n.lo con la reglamentación que dicte el Poder Ejecutivo. Art. 29. Los Sargentos y Cabos de Rese rva d e l Ej~rcito de línea, pasarán n su jerarquía á la Guardia Nacional. Art. 30. Los hombres que con tituyen la Guardia Nq.cional es­tán obligado , durante Jos duce años que forman parte d la mis­ma, á efectuar cuatro períodos de instrucción en campamentos, ó maniobras de campaña de una duración má.·ima de quince dfas cada uno, en la forma que reglamente el Poder Ejecuti •o. Para los efectos de esta instrucción, el G1 bierno nacional pres­tará todo su concurso á los Gobiernos de Provincia, y podrá, si las ventajas de la in trucción ó necesidades de las maniobras lo c.~igieren, sacar de sus Provincias respectivas algunas unidades 6 la totalirlad de los efectivos de la Guardia Nacional convocados á instrucción. Art. 31. Los Gobiernos dt" Provincia nombrarán un Inspector General de milicias encargado de la dirección inmediata de la ins­trucción de la Guardia Nacional y Guardia Territorial. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 249 _; Será obligación de ese funcionario : pasar informe al Ministe­rio de Guerra sobre el resultado del enrolamiento; organización de los Cuerpos ; nómina de los Jefes y Oficiales; estado y resulta­do de la instrucción, &c. Art. 32. El Poder Ejecutivo Nacional determinará la forma de proveer el armamento, vestuario y sostén de la Guardia Nacional cuando la convocare á períodos de instrucción. TITULO V DE LA GUARDIA TERRITORIAL Art. 33· La Guardia Territorial la forman: 1.0 Los Jefes y Oficiales de- la Guardia Territorial nombra­dos por los Gobiernos de Provincia, en las suyas respectivas, y por el Poder Ejecutivo en la capital de la República y Territorios na­cionales. 2.0 Las clases, procedentes (en sus grados) de la Guardia Na­cional, y para completar las que faltaren, los individuos que atis­fagan las condiciones que determine el Poder Ejecutivo para la capital y Territorios nacionales. 3. 0 Los hombres pertenecientes á las cinco clases de cuarenta á cuar nta y cinco años cumplidos. Art. 34· La fuerzas que con tituyen la Guardia Territorial ten­drán una organización táctica análoga á la de la Guardia Nacional. Art. 35. Los hombre que constituyen la Guardia Territorial están oblig-ados, durante los cinco años que forman parte de la misma, á efectuar anualmente un senicio de instrucción durante cuatro domingos consecutivo:, á fin de recibir in trucción, es­pecialmente de tiro, en la forma que dicte el Poder Ejecutivo. TITULO VI ENROLA:\IIENTO Art. 36. Para los efectos de la ejecución de la presente Ley' todo ciudadano argentino, desde la edad de diecinueve años cum­plidos á los cuarenta y cinco años, está obligado á enrolarse: 1.0 En el Ejército de línea los comprendidos entre los dieci­nueve y veintioho años cumplidos. El enrolamiento de éstos de­pende exclusivamente del Poder Ejecutivo Nacional, y será fcc­tuado en la forma que éste determine. 2.0 En la Guardia Nacional los comprendidos entre Jos vein­tiocho y cuarenta años cumplidos, y en la Guardia Territorial los comprendidos entre los cuarenta y cuarenta y cinco años cumpli­dos, efectuándose este enrolamiento en las Provincias por los Go­bernadores de las suyas respectivas, y en la capital federal y te­rritorios nacionales por el Poder Ejecutivo Nacional. Para uno y otro caso, en la forma que el Poder Ejecutivo reglamente en cum­plimiento de la presente Ley. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \.._ 250 -' Art. 37. Cada ciudadano al enrolarse está obligado á presen­tar los documentos legal es que comprueben su edad; de lo contra­rio, ésta será fijada de oficio por las autoridades indicadas en el artículo 36, que antecede, mediante los documentos é informacio­nes obtenidas y que sean suficientes á juicio de dichas autoridades. Art. 38. La declaración de edad es obligatorio hacerla en nombre de los au entes del Distrito, partido, &c., por sus padres ó tutores, ó dirigirla por escrito al Ministerio de Guerra ó Inspecto­res de Milicias, respectivamente; y por lvs ausentes fuera del país, en los Con uladus de la República. En todos los casos, dentro del término fijado por la presente Ley. Art. 39· Los registros permanecerán abiertos durante todo el año, para la in cripción de los ciudadanos. Art. 40. La edad á que hace referencia el artículo 36 se entiende que es la de veintiocho años cumplidos el año anterior al de su pase á la Guardia l·acional, y cuarenta años cumplidos l año anterior al de su pase á la Guardia T rritorial. Art. 41. En jecución dd artículo 36 del presente título, el Poder Ejecutivo procederá á efectuar un enrolamiento gener.al en toda la Rt'púlJlica, dentr de los tres meses si~ui~>ntes á la promul .• gación de la presente Ley . . Art. 42. Un nut.::vo nrolamiu1to general será efectuado cada cinco años de pué ; además, el Pod~::r Ejecutivo podrá decr tar enrolamientus parciales cuando lo e~ ime necesario. Unos y otros en la forma que r glamente el Poder Ejecutivo. Art. 43· Ninguna omisión ó error en el enrolamiento podrá. justifi~ar la falta de cumplimiento de la obligación del servicio. Los que lo eludieren por esta razón, erán obligados á prestarlo en cualquier murnento en que se compru ·be el defecto. TI'IULO VII JEFES Y OFlCJ.\LES m: l'ESERVA Jerarquía Art. 44. La jerarquía de los Jefes y Oficiales de Reserva se compone de Subteniente, Teniente 2.0 , Teniente 1.0 , Capilán, Mayor. Rtclulmm~nlo Art. 45. Los Jefes y Oficiales de Reserva para completar les cuadros de Jefes y Oficiales nece arios á la movilizaGión del Ejér­cito de línea, serán reclutados de la manera siguiente: Subtenien­tes ó a~ i milados: a) Los alumnos del Colegio Militar que hayan rendido satis­factoriamente el examen dt! primer año. b) Los Suboficiales procedentes del Ejército permanente. e) Los voluntarios, aspirantes á. Oficiales de Reserva, de acuerdo con las reglas fijadas en el artículo 46 siguiente. Conlimi• Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia --Historia=== AUTOBIOGRAFIA DE HIPÓLITO lVlORA CORONEL DE COL0~1BI A (Continúa) Así lo hicimos, dándole antes las gracias. Partímos, y como á poca di tancia hay una cuesta muy pendiente, nos cogió la no~ che en P-l alto; por la falta de costumbre de andar á pie, nos can­sámos. Llegámos á Pamplona á las nueve de la noche, bastante estropead ,s; las señora de este lugar salieron á encontrarnos y á ofrecernos sus scnicios, pues ya tPnían noticia de nuestra 11 gada. Nos tenían una ca a li ta para alojamiento; p ro como no podía­mos d:::.poner de nuc. tras personas sin con. ultar con el Coronel Hcrnández si nos permitía aceptar la oferta, les dimos las gracias, manik~tánJolcs nuestra gratitucl. El Dr. ~amper se dirigió al Coronel y le preg-untó si habría in­convcni ' nte l n ac ptar lo ue se no ofrecía. En el momento le con­testó que no tenía ninguno, pero que antes deseaba que entráramos á su casa. En la puerta de ésta no hallábamos á la azón. Entrámos y permanecimos un rato en la sala ; en seguida nos condujeron al comedor, en donde había una mesa provi ta d-.; muy bueno licores; pero nosotros anhcll Hernán-dez un snstancioso desayuno y una botella de brandy. Estábamos principiando á tormarlo, cuando se presentaron las señoras con otro espléndido desayuno, una botella de brandy y dos de vino. A las 10 de la mañana mandó el Coronel un abundante almuerzo, y en seguida llegó el otro. Comprendiendo todo que el Coronel estaba tomándose la molestia de hacer gastos en nosotros, resolvió el General Posada mandarle una carta en que le daba las gracias en nombre de todos, por su fina atención, y le participaba que nos ha­bía: t puesto cocinera. En virtud de esa carta, él suspendió el envío de alimentos. En este punto permanecimos unos días, hasta que nos mandó llamar á su Despacho el Dr. E trada, Gobernador del Es­tado, con el objeto de mandarnos para Piedecuesta. Nos hizo ex­tender un pasaporte falso, el cual teníamos que presentar en todas ~('.#t.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia las poblaciones. El Dr. José María Samper y el General Posada pidieron el confinamiento para Venezuela ; aquel día partieron ellos para esa República, y nosotros para nuestro destino. Pasá­mos por Mutiscua, teatro de nuestra desgracia, y nos detuvimos un momento mientra~ fuimos al cementerio á visitar la tumba de nuestro sentido Jefe Ospina. Este digno Coronel fue asesinado aquel infortunado día; y digo asesinado, porque él salió en derro­ta, sin poder servirse de sus armas por falta de municiones; se ocultó en un rancho, y á éste llegaron las fuerzas enemigas y le hicieron fuego. Luégo continuámos nuestra marcha y llegámos á Piedecuesta; allí salió á recibirnos una compañía de soldados, la que nos rodeó y encerró en las filas para conducirnos al Cabildo. Al llegar á di­cha Oficina nos preguntaron : ¿ Qué armas traen ustedes? A lo cual contestámos: ¿ Qué armas puede traer un prisionero, cuando en el instante que cae, lo primero que hace el que lo coge es esculcarle lo bolsillos, so pretexto de buscarle elementos de gue­rra? Nos pidieron en seguida el pasaporte; mas como el que lle­vábamos era falso, y de antemano habían mandado un pliego al Prefecto para que tan pronto como llegáramos nos redujeran á prisión, así lo hicieron. Varias señoras y caballeros se dirigieron al Prefecto á interesarse para que nos dejara salir al hotel, com­prometiéndose á responder por nosotros, en caso que hubiera algu­na novedad. El Prefecto, qu~ era un joven muy bueno, convino, y mél;ni­festó, además, que el hotel quedaría como lugar de prisión; que podíamo salir á la hora que quisiéramos, con solo la condición de presentarnos todos los días á las dos de la tarde. Como este compromiso era para nosotros fácil de cumplir, le dimos las gracias y nos dirigímos al hotel. Al!( nos esperaban con una abundante comida todos los caballeros y señoras que se interesaban por nosotros ; en pocos momentos se llenó de gente la casa. Después, entre las familias que fueron á visitarnos se acordó que cada una se llevara para su casa á uno de nosotros, y una vez así convenido, abandonámos el hotel. A mí me tocó irme para la casa de las Sras. J\Iantillas. A los pocos días llegaron todos los otro. presos que tenían por el páramo ele Mogorontoque, entre los cuales venían los Sres. General Leonardo Canal, Dr. Valdcrrama y Dr. Domingo o~pi­na Camacho. A la llegada de estos caballeros, hacía cuatro días que me habían puesto preso en la cárcel, y el día que los remitie­ron para la capital de la República, fui incorporado entre ellos. Llegámos al Socorro: fuimos recibidos allí por las señoras, quie­nes se interesaban para que las dejaran entrar, lo cual no pudie­ron conseguir ; p"'ro sí se les permitió que mandaran todo lo que quisieran, en materia de alimentos, con excepción de licor. Obte­nido este permiso, principiaron á llegarnos canastadas de toda clase de comestibles, con abundancia tal, que no ob~tante er nos­otros en número considerable, simpre quedaban sobrantes. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 253 _; Para mej or regul arizar esto, se h iz o la l ista de los presos y se r esol vió fuésemos r epartid os entre las familias, para que .nos ali­mentaran; cosa que se cumplió durante el términ o de 28 d ías q ue p e r manecim os a ll í. Del Socorro nos trajeron para Bogotá; y como se había fija ­do itinerario para saber á qué punto habíamos de llegar, a un cuando fuera de noche, en cada lugar éramos recibido~ por las se ­ñoras de la población, quienes vertían lágrimas al vernos tan es­tropeados, y nos proporcionaban en seguida abundante comida que de antemano habían preparado . Nuestra marcha siempre era muy penosa por tener que ha­cerla a pie, con excepción del General Canal, que venía herido, y del Dr. Domingo O::.pina Camacho, á quienes les concedieron licen­cia de hacerlo á caballo. Llegámos á Ubaté un día por la tarde; nos tuvieron parados en el camellón más de una hora, durante la cual cayó un fuerte aguacero ; y como no se nos permitió separarnos del punto donde estábamos, cuando nos llevaron para el salón de la escuela, nos ha­llábamos completamente mojados, y así pcrmanecimo~ hasta el día siguiente, en que nos traje ron para Zipaquirá. Estando en la calle para 'lesfilar, nos dijo el Coronel Martínez, jefe de la escolta : "Caballeros: se tiene noticia de que muy cerca de aquí hay una guerrilla que tiene por mira salir á rescatarlos; mas tengan uste­des en cuenta que si esto sucede, al primer tiro que se oiga, esta fuerza que va custodiándolos no hará fuego sobre la guerrilla, . ha ta tanto que no quede uno de ustedes." Dicho esto, ordenó e l de~file. Llegámos á Zipaquirá, donde se nos hizo espléndido recibi­miento: los balcones y la~ ventanas staban muy bien adornados por las señoritas; las señoras llevaban en la cabeza elegantes la­zos azules . Al atravesar las calles se ofan repetidos vivas á los pri­sioneros de Mutiscua. Llegámos á la plaza : en ésta nos hicieron dar dos vueltas, cual si estuviésemos ejecutando un despejo; luégo nos condujeron á la iglesia, donde permanecimos ocho días, custo­diados por una guardia que no respetaba ef sagrado recinto, pues profería palabras abominables como en cualquier campamento. Nosotros, al contrario de aquella gente, estuvimos con mucho res­p eto en aquel lugar, pues considerábamos q ue estábamos en la casa del Señor. Co mo las seño ras nos ll ev aron camas y a limentos , d e nada carecíamos : ún ic am ente nos fal taba la lib ertad. P or e l place r d e mortific arnos, redoblaban de noche la guar­dia que nos custodiaba, ele vando su núm ero á 50 centin e las, d e ma .. nera que hasta este núm e ro se pasaba durante toda la noche, en voz alta, con el fin de no dejarnos dormir. Nos lle varon al cabo para Bogotá. Cuando nos tenían formados en la plaza para emprender la marcha, las señoras nos rodearon, y derramaron lágrimas por nuestra partida. Alguno dijo : "No lloren, que pronto vuelven si no mueren." · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombi~ '- 254 _) La escolta, por molestarnos más en la marcha, no nos permi­tió venir á pie : tenían preparados unos grandes carros con esforza­das yuntas de bueyes, y en dichos carros nos colocaron en número de ocho en cada uno, y como al correr los bueyes nuestro estro­peo era más fuerte, con este fin los picaban con frecuencia. Llegado que hubimos á Chapinero, nos encerraron en la igle­sia. Aquel día tuvimos el ~usto de ver á nuestras queridas familias, que habían salido á encontrarnos. Al siguiente nos condujeron para Bogotá, en medio de una gran fila de soldados de infantería cubierta por un Escuadrón de caballería. Lleg:imos á la Plaza. de Bolívar, en donde no podíamos caminar, á causa de la multiud de curio os que la ocupaban. Fuimos conducidos al edificio del Semina­rio. En é te estuve diez día , mientras mi esposa buscó un fiador que le exigieron para ponerme en libertad. Salí para mi casa con gran contento y con propósito de cum­plir el juramento que muchos habíamos hecho, de ingresar de nue­vo en las filas con ervadoras, dondequiera que éstas volvieran á hallarse en actividad. Concluye ---::=:=-~- Variedades ~- PEREGRIN ACION DE ALPHA 1 POR :r.IA. "UEL A• 'CIZAR (Continú::t) La mayor, autora de la respuesta citada, no tendría nueve años; y era de ver la sulicitucl y gravedad con que procuraba man­ten r en orden á sus hcrrnanilos é impedirles que se apro,·imaran demasiado á los instrumentos, ac rca de los cuales daba en voz baja explicaciones peregrinas á sus curiosos subordinados. Una moneda tirada en medio del grupo lo hi.w retirar alborotado y presuroso, y las ri as, di ·putas y proyectos de compras de aquello pobres relegados á la solitaria montaña, sin otro guardador que la Providencia de Dios, resonaban todavía cuando empezámos á ba­jar la cuesta del lado de Onzaga. Este pueblo se halla situado á la margen derecha del río de su nombre, entre las quiebra de los cerros que lo estrechan por todas partes. Es de regular extensión, y los viernes lo animan los tratantes de Soatá, que traen al mercado los abundosos frutos de aquella comarca fertilísirna. A 2,000 metros de altura sobre el mar, Onzaga pertenece á la región andina por su temperatura (20° cen­tígrados), sus producciones y los colores firmes y trajes de bayeta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 255 _; de los habitantes. No faltan buenos cotos, ni tampoco el desaseo general, de que es monumento elocuente la iglesia, desenladrillada en parte, agujereado el techo, y los altares mutilados, pacíficamen­te poseídos por los murciélagos. "El templo armoniza con lo de afuera," me decía á mí mis­mo, y no tardé en convencerme de lo completo de esta armonía, pues reparé en el altar mayor una santa con su competente coto, homenaje oportuní imo á los u os del país. -" Hé aquí una delicada galantería del Cura," dije á mi compañero, indicándole la é cuálida y mal ata\·iada anta. -"Sí, por cierto, pero no comprendo qué alu ión contendrá este otro grupo interesante," me contestó mostrándo 11e muy serio un altar en que se hallaba San Antonio con la vi ·ta al techo, y á su izquierda un jud 'o de .sos f o te y am e nazadores que sacan en las proct~iones de Semana Santa; tal parecía que el ciudadano de la Judea insultaba iracundo a 1 tél umaturgo vecino, 1 cual lo des­deñaba soberanamente, ó implora a el auxilio de lo ... \Jto para que lo libertara del terrible invasor u e su al tar. Véase qué dignidad, qué decoro traen al culto cristiano las estatuas ridículas, special­mente cuando la casualiuad ó las procesiones las juntan en grupos por el estilo de éste ! Encierra el cantón San Gil ocho distritos parroquiales, con­tándose 43,700 habitantes esparcidos en 6o 1 guas cuadradas de territorio, de las cuales 15 permancc n yermas y el"spoblaclas. Nacieron en el último año 1,335 niño. , y los 'arones e. ·ccdieron en 65. Para la instrucción de estas oleadas de nuevas generaciones no hay sino 7 escuelas públicas concurridas p r 284 niños, y 3 pri­vadas á r¡ue asi s ten 3 7 niñas. Pinchote , put.:ulo con s ide ra ll , cuyo Cura blasona de patriota, ti ne una cu la c on c/nco niños. El Valle, cabecera de un di~trito con 4,300 habitantes, no tie, e ni rastro de escuela; ele man ra que 6lo d 6 p or 100 ele lo niños en edad de educarse aprenden á leer y á escribir lenta y mala­mente; abandono tanto más d plorable , cu "' nto lo natir s ele: este cantón manifiestan vireza. de inte lige ncia, y son de tan buena ín­dole, que en 1 tran curso de 12 meses no huuo más de 22 delin­cuentes juzgados por heridas y hurtos miserables, número insigni­ficante comparado con el total de la poulación. Al Este de Onzaga se encuentra el camino que conduce á Soatá, distante 5J leguas. Comienza llano, atra vcsando tierras fér­tiles regadas por un arroyo claro y bullicioso, donde á poco andar se toma la cuesta de una serranía cubierta de al ·gre bosque. Más de dos leguas mide del pie á la cumbre, y conforme se va subien­do, disminuyen los ruidos de las aguas, vientos y a ves, ha ta entrar en un silencio total cuando se pisa el terreno de los arbustos resi­nosos, de los musgos y gramíneas. El aire leve y perfumado se respira fácilmente, la circulación de la sangre se anima, y se sien­te el indefinible bienestar físico que experimenta el viajero al en­trar en las regiones andinas, y le hace volver los ojos complacido hacia los países calientes que abandona. Llégase á la cumbre es- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .Boletí n Militar de Colombia '- 25 6 _J t r echa y breve, y de repente se descubre la grande abra de cerros qu e tumultuosamente se hunden hasta lo p rofundo de la cortadura por donde corre el C hicamocha encajonado entre poderosos estra­tos calizos, más all á de los cuales tornan á levantarse los cerros unos tras otros, recostándose finalmente contra las cimas nevadas del Cocuy, que brillan á diez leguas de distancia directa. En vez de las gramíneas, los helechos y arbustos aromáticos que cubren la mitad superior de la falda occidental de esta serranía, sombrean e l opuesto lado innumerables robles de abundante follaje, á cuyos pies ninguna planta crece, hallándose entapizado el suelo por una alfombra de hojas secas que deja libre á la vista lo interior del bosque, formando paisajes notablemente bellos en dL posición y colorido. Así se camina durante legua y media, y se llega á. los llanitos y laderas inferiores que desde arriba se veían en miniatu­ra, revestidos de labranzas y fertilizados por aguas Yiva~ que en todas direcciones corren buscando el Chicamocha. Síguc e una serie de colinas n que los sauces, las sementeras y las casitas de campo presentan cuadros de imponderable amenidad y frescura: son los alrededores de Soatá. La imaginación se complace en re­presentarse esta villa digna de los paisajes que la circundan; y rara vez la realidad destruye tan completamente lo imaginado. Casas de teja y pajizas interpoladas, mal construídas y que anuncian en lo exterior un desaseo sin rival en lo interior; gentes enruana­das y embayetadas, cuyos cuerpos han entablado divorcio perpe­tuo con los baños; hombres que se afeitan por trimestres; ningu­na policía y menos hospitalidad: tal es Soatá. para el forastero, que viéndose alll, vuelve involuntariamente los ojos á los verdes bosques y á los campos risueños que ha dejado, para entrar en un poblado en que la moderna cultura no ha hecho mella, y en que si no fuera por el Dr. Calderón, hombre superior á los que le ro­dean, sería tratado como inva or enemigo, y no hallaría un techo que lo abrigase ni un fogón que para él se encendiera. Conlzida ---- o?:.llio ---- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año VI Serie III Tomo II N. 8

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Desde el taller

Por: John Berger | Fecha: 2015

Los espacios de trabajo del artista Yves Berger y de su padre, John Berger, ubicados en la pequeña localidad de Quincy, en la Alta Saboya, se convirtieron en el privilegiado escenario donde tuvo lugar esta deliciosa conversación a tres bandas con el periodista literario Emmanuel Favre. Rodeados de fotografías, dibujos, lienzos y libros, el arte y su estrecha relación con la vida y la política se convierten en el hilo conductor de este diálogo familiar y personal donde afloran iluminadoras reflexiones sobre literatura, poesía, fotografía, dibujo o el arraigo del cuerpo al territorio frente a la globalización. Un diálogo cercano y esclarecedor para tiempos de cambio.
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Vicente García de la Huerta y su obra (1734-17879)

Por: Jesús Cañas Murillo | Fecha: 24/08/1902

~ SKRIR ill-TOMO ¡¡ • Afto VI-NtrMmRO 8.• f i Boletin Militar de Colombia 1 l ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉil.GITO ~ i ¡~ -- - -- - ---- : ·-· -··· ····-----~! ¡ DIRECToR, Francisco J. Vergara y V el asco ¡ l General de Ingenieros ¡ l Son colaboradores de este periódico los J efes y Of1ciales del Ejército ¡ l ¡ ¡ Pv•d• muvbj:&¡¡:~:~iaq~~:~~d;;,o ;~·~~~~~!~~:r~d~ft~~:ro1~~\':t~f:O~ parar e11 la ¡ l EsRtQUE StE!>IKtE,vlCZ 1 -·¡-··········································································· ·························-··················¡··· ¡ + + Bogotá, 24 de Agosto de 1902 + 1 ===- Oficial -- DECRETO NUMERO 1147 DE 1902 (AGOSTO L 0 ) por el cual se confiere un ascenso El Vú:epreszaente de la Replt!lzca, encargado del Poder E.JecuHvo, DECRETA Artículo único. Ac;ciénclese á Capit1.n al Teniente Rito Rodrí­guez, px su valero..;o e )mportamiento en el combate de La /Iema, ocurrid) el 2 r de Julio del presente año. Comuníquese y publfquese. Dado en Bogotá, á r. 0 ele Agosto de 1902. ]OSE MA. 'UEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES F~<:R. ·J\~vEz DECRETO NUMERO r 149 DE 1902 (AGOSTO 1 . 0 ) por el cu~l se traspasa una pensión EL Vzeeprwaente de la Repltblzca, encargado del Poder Ejecutivo, DECRETA Artículo único. El medio sueldo de que disfrutaba la Srita. Hersilia Carreño, hija del finado General Juan B. Carreño, en vir­tud de lo dispuesto por el Decreto de 19 de Abril ele 1900, conti­nuará gozándolo la viuda del expresado General, Sra. María del TOMO II-14 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 226 _) Carmen ·s. de Carreño, por haber contraído matrimonio la Srita. Hersilia ya mencionada. Comuníquese y publíquese. Da.do en Bogotá, á 1.0 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ DECRETO NUMERO 1 1 so DE 1902 (AGOSTO 1 . 0 ) por el cual se hace un nombramiento El Vicepresz'denle de la Repúblü:a, mcargado del Poder E;ecuti'vt~, DECRETA Artículo único. Nómbrase al Dr. Próspero Cervantes Síndico suplente del Hospital Militar de La Mesa. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 1. 0 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁ:Nl)EZ DECRETO NUMERO 1 163 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se reconoctn dos grados El Vt."cepresidenle de la República, encargado del Poder EjecuHv~, DECRETA Artículo único. Recon6cense los siguic ntes grados á que han sido ascendidos los Jefes que á. continuación ce expresan, por el General Mariano Ospina Chaparro, Ccmandante en Jefe del Ejér­cito de Oriente de Cundinamarca : El de General de Brigada al Coronel Ernesto Ca margo L., y ele Coronel al Teniente Coronel Heliodoro Moyano. §. Dése cuenta de estos ascensos al Honorable Senado en su~ próximas sesiones, para los efectos constitucionales. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FxRNÁND.Ez Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \._ 2?.7 _J DECRETO NUMERO 1164 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se hace un nombramiento El Vt'ctprest'dente dt la Repúblz'ca, encargado del Poder .Ejecult1J~,. DECJ.ETA Artículo único. Nómbrase Jefe de las guerrillas de El Choclt~~ Pasea y Tibacuy, organizadas en la Provincia de Sumapaz, al Sr. Coronel Angel María Borray, con dependencia de la Columna da. Arbdáez. · Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIX El Ministro de Guerra, An.IsTIDES FERNÁN:uu DECRETO NUMERO 1 165 DE 190?. (AGOSTO 2) por el cual se reconoce un grado El Vtcepresz'dmle de la Repúblz'ca, mcargado del Poder Ejecult1J#,. DECRETA Artículo único. Reconócese el grado de Sargento Mayor i que fue ascendido el Capitán Ambrosio Díaz por el General Ra­món González Valencia, en su carácter de Comandante en Jefe del Ejército en operaciones sobre la región oriental de Cundina-. marca, por su valero o comportamiento en el combate de San M guel. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDJ:s FERN.ÁNDEZ DECRETO NUMERO 1 166 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se hace un nombramiento El Vtápresüimle de la República, encargado dd Poder EjuuHott,. DECRETA Artículo único. N'ómbrase al Sr. Enrique Rash Silva Auditor. de Guerra del Ejército del Atlántico, con la asimilación que le se­ñala el Decreto respectivo. f ' Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 190?.. JOSE MANUEL MARROQUDl El Ministro de Guerra, ARISTIDIS F:IlNÁlmie Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 228 _) DECRETO NUMERO r 171 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se dictan varias providencias El Vicepresidente d1 la Repúblú:a, encargado del Poder Ejecutzvo, DECRETA Art. 1. 0 Declárase en uso de Letras de Cuartel al Coronel José María Amézquita, Ayudante del Estado Mayor de la 2.• Di­visión del Ejército de Occidente, y nómbrase en su reemplazo al Teniente Coronel Manuel J. Rojas. Art. 2.0 Promuévese al Sargento Mayor Gregorio Tobón del puesto de 2.0 Jefe del Batallón 2. 0 de Tiradores, á prestar sus ser­vicios á Honda, en el puesto que le designe el Gobernador Militar de aquella Plaza, y nómbrase para reemplazar al Sargento Mayor Tobón en el citado B~tallón 2. 0 de Tiradores, al Sargento Ma­yor NeftaH Luque. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁ TDEZ DECRETO NUMERO 1 r 72 DE 1902 (AGOSTO 2) por el cual se aclara el numeral 4. 0 del artículo único del Decreto número IIo8 de 24 de Julio del presente alío El Ví'cepresidmle de la Repltblú:a , encargado del Poder .Ejeculz'vo, DECRETA Artículo único. El Ejército á que se refiere la atribución 4.• del Decreto número 1108 de 24 de Julio del año en curso, y al cual confiere la facultad d¿ nombrar Jefes y Oficiales para los dis­tintos Cuerpos del Ejército, debe llamarse Ejército Nacional, y no Central, como allf se expresa. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN 'El Ministro de Guerra, ArusTIDES FERNÁNDU Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 229 --' DECRETO NUMERO 1183 DE 190~ (AGOSTO 6) por el cual se hacen dos nombramientos, se concede una autorizaci6n y se hacen varias asimilaciones El Vz'cepreszdenle de la Repúblz'ca, encargado del Poder Ejecult'v6, DECRETA Art. 1.0 Nómbrase á los Sres. Miguel Rey M. y Moisés A. Pavón, Médico Jefe y Síndico Médico Ayudante, respectivamente, del Hospital Militar de Cáqueza. Art. 2. 0 Autorízase al Prefecto de la Provincia de Oriente para que de acuerdo con el Médico Jefe y el Sindico nombrados, reglamente el Hospital en la forma que estime conveniente, nom­bre los demás empleados, que serán un Ayudante del Síndico, tres Hermanas de la Caridad y los Asistentes necesarios, y para que ordene los gastos que demande el Establecimiento por personal y material. Art. 3. 0 El pago de estos gastos se hará por el Administrador de Hacienda de la Provincia, por medio de libranzas que presen­tará el Síndico, previa la ordenación respectiva del Prefecto. Art. 4. 0 Los empleados del Hospital gozarán de las siguien­tes asimilaciones : El Médico Jefe, la de General de División; el Síndico, la de General de Brigada; el Ayudante de éste, la de Coronel; las Hermanas, la Superiora 6 Celadora, la de Capitán; las demás, la de Teniente, y los Asistentes, la de Subteniente. Art. 5. 0 Los empleados de que trata el artículo 1.0 del pre. sente Decreto, devengarán sus sueldos desde el 19 de Julio último, por estar prestando sus servicios desde esa fecha. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. ]OSE MANUEL MARROQUIM El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ DECRETO NUMERO r 184 DE 190~ (AGOSTO 6) por el cual se hacen dos promociones El Vz'ceprmaenlt dt la Repúblt'ca, encargado del Poder F;¡'eculi-.,, DJ:CRJ:TA. Artículo único. Hácense las siguientes promociones : Al General Calixto Leiva, del puesto de Ayudante general del Ministerio de Guerra al de Comandante general de la División Fernández número 1.0 ; y Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \._ 230 _¡ Al General Florentino Cubillos, del que desempeñaba como mandante general de la expresada División, al de Jefe organi­ador de fuerzas en la Provincia de Ubaté. §. Estas promociones surtirán sus efectos desde el 24 de Julio .próximo pasado. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARlSTIDES FERNÁNDEZ DECRETO NUMERO 1185 DE 1902 (AGOST06) por el cual se hacen unas promociones El Vicepresz.dmte de la Repúblzca, mcargado del Poder EjecuHvo, DECRETA Art. 1.0 Promuévese al General Elías de Páramo del puesto ·41ue ocupa en el 2.° Cuerpo de Ejército de Boyacá, al Cuerpo de Inválidos de esta ciudad. Art. 2.0 Nómbrase al Sr. General Felipe Molano Inspector ~eneral del 2.° Cuerpo de Ejército de Boyacá, en reemplazo del General PÁramo. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL :MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FER1Á ·nEz DECRETO NUMERO r 192 DE 190~ (AGOSTO 6) por el cual se hace una promoción El Vzeepresidente de la Rtpública, encargado del Poder F:Jecultvo, D:I.CRRTA Artículo único. Promuévese al Capellán de la 5."' División del "Ejército de Santander, Dr. Juan Jerónimo L6pez Ayala, al mismo puesto en el Ejército del Cauca. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia L 231 J DECRETO NUMERO r 193 DE 1902 ( AGOSTO 6) por el cual se incorpora una fuerza en otra y se hace un nombramiento El Vú:eprw'denle de la República, encargado del Poder Ejecutivo, DECRETA ~ ...., .. .,., Art. I .0 Incorpórase al Ejército que comanda el General An­tonio Rea Díaz, las fuerzas al mando de los Generales Jenaro é Isaac Mendieta, Demetrio Mora, Daniel Rubio París é Isaías Gam­boa. Art. 2.° Facúltase al General Roa Díaz para hacer la reor­ganización que e time conveniente en estas fuerzas. Art. 3. 0 Nómbrase Auditor de Guerra del expresado Ejérci­to al Sr. Coronel Ignacio Amat, con la asignación que le señala el Decreto número 55 I del presente año. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ DECRE1 O NUMERO 1 194 DE rgo:l (AGOSTO 6) por el cual se hace una promoción El Vtúpresz'denle de la Rep!'tlhca, mcargado del Poder ~·ecutzvo, DECRXTA Artículo único. Promuévese al General Félix Navarro del puesto de Comandante general de la División 11-lanuel Casabz'anca, al de Comandante general de la División que actualmente se or .. ,ganiza en Honda, con destino á la campaña de la Costa Atlántica. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ArusTIDES FxRN.ÁNDEZ DECRETO NUMERO r 197 DE 1902 (AGOSTO 8) por el cual se aprueban unos ascensos El Vz'ctpresidenle de la Repúblz'ca, encargado del Pcdtr E.Jecult'vl, D:JC-.:JTA Art. 1.0 Apruébanse los ascensos conferidos por el Sr. Gene­tal Manuel María Castro U., Comandante ~n Jefe del Ejército de Tequendama, á los siguientes señores : Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia A General de División al General de Brigada Numa P. No­guera; A General efectivo de Brigada al Coronel Martín Antía. §. Dése cuenta de estos ascensos al Honorable Senado en sus próximas sesiones, para los efectos constitucionales. Art. 2. 0 Apruébase igualmente el ascenso conferido por el mismo General en jefe al Teniente Leopoldo Pardo á Capitán. Art. J. 0 Reconócese al Sr. Carlos Sampedro el grado de Co­ronel, con el cual ha venido prestando sus servicios en la presente guerra. Comuníquese y publfquese. Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDxz DECRETO NUMERO 1 198 DE 1902 (AGOSTO 8) por el se cual se hace un nombramiento y se confiere una autorización El Viúpnsidenle de la Reptíblz'ca, encargado del Poder Ejccult''vo, DECRETA Artículo único. Nómbrase al Sr. General Luis D. Céspedes Comandante general de la División Manutl Casabianca, acantonada en la región del Colegio. §. Autorízase al expresado General Céspedes para hacer los nombrami ntos de Jefes y Oficiales subalternos que falt en en la División, sometiéndolos á la aprobación del Ministerio <.le Guerra. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902. jOSE :MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEz DECRETO NUMERO 1200 DE 190~ (AGOSTO 8) por el cual se declara en uso de licencia indefinida á varios Oficiales y se con. fieren unos ascensos Zl Vzcepresiáenll d1 la Rtpúblzca, encargado del P1der Ejecult'D(J, DECRXTA Art. 1.0 Declárase en uso de licencia indefinida al Subtenien­te Félix Castro y al Teniente Joaquín Al faro, del Batallón 1.0 de Artillería, por mala conducta. Art. 2.0 Para reemplazar estos Oficiales en los puestos que ocupaban en el Batallón mencionado, hácense los siguientes as .. censos: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 233 _J De Teniente al Subteniente Luis Ortega. De Subteniente á los Sargentos primeros José María Galindo y Jesús Medina. mes. Estas novedades se efectuarán con fecha 1 .• del presente Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902. . JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ INFORME DEL INTENDENTE GENERAL DEL EJÉRCITO (Continúa) PROYECTOS de contratos pasados á la Sección 2. • del Ministerio de Guerra. Fechas Artículos Cantidad Contratistas Valor Vienen ................. $ 687,253 20 Marzo 17. Maleleras.. ...... 1,000 Mercedes A. de V élez......... ... 6,000 - 17. Frazadas............ 2,000 Francisco de C. Mesa............. 49,000 - 17 Frenos............. 36 Cristóbal Sala- - 1 7· Sillas ............. .. - 17. Galápago aperado - 17. Macho .............. . - 17. Cometas ......... .. - 17. Peinillas ........... . - 17. Taburetes ........ .. - 17. Bayetones y telas para íd ........... . - 17. Confección de tol-dos ............... .. - 18 Alpargatas (dnas.) - 18. Galápago .......... zar .............. . 3 Sixto Guerrero .. . J o s é Domingo Vargas ........ 1 Jesús A. Garcfa. 15 Octavio Monroy. 365 Flavio Angulo ... 6 José L. Camacho Romero y Cubi-des ........... . 40 Enriqueta Gon­zález B ......... 222 Antonio Gonzá-lez .............. . Ildefonso Ramí- 2,000 ... soo 1,275 12,775 250 5,4IO ... 640 ••• 6,380 rez............... 500 Pasan .................. $ 773,435 20 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 234 _J J'echas Artículos Marzo 18. Varios objetos - 20. Correajes, roo, y sillas .............. . - 20. Esperma, arrobas - 20. Factura de drogas - 20. Enjalmas, lazos y cinchas ......•..... - 20. Correajes .......... . - 20. Confección toldos - 20. Sillas .............. .. - •o. Ccnfección de ba-yetones, bande-rolas, &c ....... .. - 20. Alpargatas, dnas. - 20. Enjalmas ......... .. - ~o. Galápago aperado - 20. Confección toldos - 20. Cinchas, baticolas - 20. Cornetas .......... . - 20. Correajes .......... . - 20. Cargas de estera. - 20. Enjalmas, &c. &c. Cantidad Contratistas Vienen ................. $ Juan M. M. Gi-libert .......... .. 2 Hipólito Bolívar. 3 Nicolás Pineda .. Abraham Apa-ricio ............ . Pedro Pachón ... 400 Arsenio Zamudio 50 Enriqueta Gon-zález B ....... .. 5 Manuel Puyo ... .. Enriqueta Gon-zález B ........ . 70 Antonio J. Ra-mírez ........... . ro Fidel Segura ... .. 1 Víctor Ospina .. . 50 Enriqueta G o n-zález B ........ . roo José N. Muñoz .. . 4 Pedro Mayorga. 200 Aurelio M e r i-zalde .......... . 19 Honorato Landí-nez ............ . María Parra ..... . - 20. Cargas costales.. 3,103 Honorato Landí- - 20. Polainas, pares .. . - 26. Drogas ............. . - 24. Galápagos, 2, y si-llas~ .............. . - 24. Alfombras, estri-bos, &c .......... .. -29. Mula ............... .. - 29. V arios artículos de comercio ......... . nez ............ .. 20 Lorenzo García Abraham A fa­nador .......... 4 N urna P. Nogue-ra .............. . Francisco Posa-da .............. . J. Eugenio Ucrós Gonzalo Fernin­nández ......... Valor 773,435 20 18,765 1,773 990 1,493 10 562 20 12,800 ~00 900 559 2,100 150 700 800 1,250 400 2,500 3,037 so 480 ... 3,665 so 1,000 .•• 2,000 4,500 s,soo Pasan .................. $ 843,11 I Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '-- 235 _) Fechas Artículos Catidand Contratistas Valor Vienen .................. $ 843,111 Marzo 3 r. Dril, pieza~ ...... 300 Claudia Angel... 61,800 -31. Bayetones, confec-ción ............... lOO Enriqueta Gon-zález B ......... 500 - 3 1. Pasto, cargas ...... 34 Salomón Gonzá-lez .............. 250 - 31. Frazadas pescanas 500 Antonio Lemos .. 10,500 - 31. Alpargatas, dnas. 141 Antonio Gonzá-lez .............. 4,230 - 3 r. Peinillas ............ 54 Zalamea Hnos ... 2,700 - 31. Macho ...... : ........ 1 Fermfn Moreno .. 200 - 3 r. Galápago ........... 1 Luis M. Boa da ... 750 - 3 r. Cargas costales .... 462 Ignacio Guillén ... 3,234 - 31. Galápago aperado Alfredo Bonnito H ................ 3,000 - 3 I. Galápago aperado Alberto Uribe B. 2,000 - 3 r. Varios artículos ... Do migo Rodrí-guez ............ 1,160 -31. Corroscas .......... 300 Rafael Gómez M 1,6so - 3 1. Galápago .......... 1 Germán BraTo U. 1,200 - 3 r. Correajes ........... 150 Benito Navarro .. 5,025 - 31. Binóculo ............ Carlos Garcfa ... 6oo - 31. Alpargatas (doce-nas) ·· ............. IOO Antonio Gonzá-lez Q ........... 2,800 -3 I. Paño azul (metros) 120 ]orce Góm ez B .. 3,360 - 3 1. Varios artículos de equipo ............ Vida! Pachón .... 9,990 Suman los contratos del mes ........... $ 958,o6o CONTRATOS T DOCUMENTOS REVISADOS Y DEVUELTOS AL MINISTERIO DE GUERRA Fecha Contratistas Marzo 1.0 Anselmo Pine-da ................. . - 3. Santiago Rosillo .. . - 3. Manuel Gutiérrez F. - 4· Juan A. Uricoechea - 4· Liborio Moure ..... . - 5. Teodoro Dupuy ... . - 5. Belisario Castro .. . - 5. l. de Broc ......... . Cantidad Artículos Arrendamiento de una casa. Viseras y cartón. 3 Bestias. 326 Id. 1 ,ooo Yardas de paño. 24 Bestias. Varias docenas de cohetes. r6 Reses. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia Marzo 5. Nicanor Castillo - 5. Juan N. Acosta ... . - 5. Liborio Moure ..... . - 6. Tomás Morales .... . - 6. Joaquín Rojas (Jus-tiniano Gutiérrez) - 6. Francisco M. Res­trepo (por Fran­Cisco Londoño) .. - 7· Julián Restrepo (J. H. Parish) ..... .. - 7· Miguel Fonseca ... . - 7. Eduardo Villa ..... . - 7. Pantale6n Cortés .. . - 7. Res trepo y Cardo-na (Domingo Bo-lívar) .............. . - 7. Aurelio Barragán .. - ¡. Aristides Rojas . (Presbítero) .... .. - 8. Luis Peña S ........ . - 8. Enrique Fernández - 10. Julio Uricoechea .. - 10. Juan de D. Galvis (Galvis Hnos.) ... - 1 1. Leonardo Cárde­nas P. (Pedro E. Mora) .......... .. - 11. Grcgorio Arteaga - 1 1. Luis V. Castillo ... - 12. Justo A. Guerrero - 12. Enrique Hoy os (Adolfo Triana). - 12. Compañía Colom­biana de Trans­portes (Ignacio Neira) ............ . - 12. Franci co M. Res­t r e p o (Andrés Orozco) ......... .. - 13. Restrepo J. y Car­dona (Elías Gon-zález) ............ .. - 13. Francisco M. Res­trepo (Anerés Orozco) ......... .. - 14. Roberto James T. 5 Id. Id. Arrendamiento de una casa ~ 5 Bestias. 12 Reses. 27 Mulas. 10 Mulas. 35 Bestias. 32 Reses. 1 Caballo. 3 Mulas. Res. 4 Bestias. Varios efectos. Gastos hechos por el peticio­nario. 16 Bestias. 1 I 3 Id. 87 Novillos. 10 Mulas. 7 Reses. 20 Mulas y monturas. 4 Bestias y un galápago. Fletes de buques. 2 Bestias. 29 Id. 8 Id. 4 Reses. Conlznú11 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 237 _J Doctrinal EL FERROCARRIL INTERCONTINENT AL EN COLOMBIA (Continúa) Abundan en los terrenos bajos la lima y la guanábana, fruta de un árbol que crece como el chirimoyo y es tan grande como una sandía mediana, verde, con escamas como las de anana, pero menos marcadas y de un gusto exqui ito. El árbol del totuma es abundante, y de sus brazos, y aun del mismo tronco, cuelga el fruto, de forma esférica, corteza delgada, que seca es dura y elás­tica y sirve para hacer vasijas, platos y cucharas : se cree que la totuma, untada de arcilla húmeda para protegerla del calor, sugi­rió á los primeros habitantes la idea de fabricar la loza de barro, porque en algunas vasijas antiguas se han encontrado huellas 6 impresiones de vegetales, y se supone que de éstos recibieron su forma. Un arbusto de tallo tierno, sin espinas y de rápido crecimiento, llamado lechero por la savia láctea que brota al cortarlo, se em­plea bastante para setos: nos suministró muchas estacas. Durante nuestros trabajos en esta región andina, una planta desconocida infectaba el aire con su mal olor. Los cocuyos son numerosos: los hemos visto con frecuencia desde Quito, en toda la comarca. En las aguas del Patía vimos peces, mas no en ningún otro río, aun cuando dtcen que también los hay en las aguas de la cuenca de Quito. A la legión de los in se ctos se incorporó en el val e la mosca dragón. Hay arañas y escorpione s, pero no en abundancia; uno de los últimos picó á un arrie ro en un dedo, sin hacerle más daño que el de una avispa. Mayor alboroto causó un gran sapo que sal­tó sobre el pecho del caporal del campo, que dormía medio des­nudo. Abundan las lagartijas, especialmente las pequeñas, que son muy bonitas; no se consid eran como plaga; no recordamos haber­las visto en las hoyas altas. En los arroyos vimos una especie de anguila que corre con presteza, rápida como una ardilla, sobre las cercas, y en el agua sobre las piernas traseras, batiendo al mismo tiempo la cola, para mantenerse recta. Observámos una gran va­riedad de palomas, gallinazas y colibríes ; vimos tordillos, pinzo­nes, acantas y un a ve pequeña con copete y cola tan larga como hermosa, que se mecía gallarda en los aires. El condor vuela entre 8,ooo y 15,000 pies (2,400 á 4,6oo ros.) sobre el mar; nada lo invita á subir á mayor altura; pero á me­nudo desciende más en busca de presa. Su movimiento lento, igual, calmado, demuestra que sin esfuerzo gira, sube y baja; es un es­pectáculo encantador, es la poesía del movimiento. Para posarse sobre las rocas se precipita hacia ellas, plegadas las alas, y en el momento en que parece que va á. estrellarse, las abre, se levanta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 238 -' como si le diera impulso la aproximación al suelo, y flota exacta­mente sobre el lugar deseado, en el cual se apoya sin saltos ni oS­cilaciones, á plomo, en el momento en que cesa el vuelo. Abun­dan los insectos y parásitos, y entre ellos el diablo del coloradito, el rey de todos, que no obstante ser un átomo, pero átomo pesti­lente, nos ha marcado íntegro el cuerpo. El Comandante Militar del Cauca nos ha dispensado cortés atención mientras hemos permanecido en los alrededores de Po­payán. Como lo hemos anunciado por cable, Mr. Bourgers envió su renuncia desde Cali, la que le fue aceptada, para consumarse el 20 de Diciembre, debiendo encargarse, mientras tanto, de la Sección, Mr. W. J. O'Connell. El Topógrafo ayudante ha re­cibido las instrucciones del caso para estudiar el trazo de la línea. de Cali hacia el Norte, hasta encontrarse con nosotros, verificado­lo cual, podrá hacerse el de aquí á Cali. Mr. Bourgers ha sido fiel y diligente en el desempeño de sus. deberes. No conozco la causa de su retirada; pero como debe respetarse la autonomía del hombre, por este motivo su renuncia le fue aceptada sin reparo. CAPITULO VII:-DE POPAYÁN Á CAL1 Li hoya ó cuenca hidrog-ráfica del Sur del Cauca, cuyo eje se dirige hacia el :Mediodía, tiene su compañera en la del río de aquel nombre, que lo hace al Septentrión. El río Cauca nace en el flanco del cerro Canelo, en donde se desprende también de la Cordillera Oriental la Sierra del Roble, y de pués de corr r para­lelamente á é ta, describiendo con ella un cuarto de círculo del S al W., tuerce á la derecha y adquiere una dirección corre pon­diente á la del Patía, unos 30° al NE. por el pie de la base de la Cordillera Occidental. No sólo las corrientes de las aguas centra­les y sus relaciones con las adyacentes del Patía tienen sus corre­lativos en la del Cauca, sino que hasta la hendedura secundaria por donde á aquél fluyen los ríos Las Palmas y Guachicono, tie­ne su homóloga en el valle del Cauca y se puede seguir con la mi­rada, desde la escarpada colina que domina la llanura en la vía de Popayán hacia Tunía, separada aquella del Palo por un relieve se­cundario que limita el valle propiamente dicho, y que se extiende por 125 millas (200 ks.) hasta las cercanías de Cartago hacia el Norte. La porción meridional de la 1->lanicie al E. del río Cauca, s extiende con un promedio de 15 millas (24 ks.) de anchura y más­de 50 millas (So ks.) de largo de la Sierra del Roble al río del Palo, inclinada hncia el NW., honda111ente excavada por muchos arroyos. Los tropiezos del viaje, el tiempo y dinero de que disponía­mos, y el plan mismo de nuestro trabajo, concurrieron á impedir­nos practicar un extenso reconocimiento previo del terreno, por lo cual tuvimos que adivinar la topografía del país con auxilio de los mapas existentes y el dicho de los habitantes, que por cierto nO> Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \.._ 239 _J tenían siquiera la idea de lo que es un terreno adecuado para la construcción de un ferrocarril. De Quito á Popayán el campo de las alternativas posibles quedaba restringido, si se exceptúa el valle del Chota, en parte por las dificultades físicas, y en parte por las económicas, lo cual simplificaba mucho nuestro trabajo. Aquí era más amplio el campo, y por lo mismo menos fácil la tarea. Examinando el país desde las alturas de Popayán, tres zo­nas se nos presentaban para el trazo de la línea: una la del río Cauca; otra, la diagonal al través de la llanura hacia el Duende, para caer al río por el Piendamó, pequeño afluente suyo; y otra, por la vía de Jimena al vecindario de Tunía, para de allí descender al Cauca cerca de Gelima, por los valles del Tunía y el Ovejas. Por entonces esta última parecía la más improbable. Elegímos ra zona intermedia, porque además de sus condiciones aparentes, no5 brindaba la oportunidad de observar más .ó menos las otras en nuestra marcha hacia el Norte. Empezámos obra el 30 de Diciembre de 1891. Pronto adver­tímos que la línea por la zona del río era fácil y el terreno despe­jado, á juzgar por lo que veíamos á ratos y por inferencias, aunque relativamente despoblada. La marcha nos revelaba además la existencia de cierta depresión marcada con ondulaciones y descen­sos, al pie de las colinas de la tercera alternativa, decididamente favorable para la línea, y sin otros tropiezos que los cañones del Palacé y el Piendamó, que se presentan como obstáculos formida­bles. Las divisorias de las aguas, hacia el Cauca mantenían su al­tura con notable uniformidad, en tanto que las corrientes, como era natural, se hundían más y más, á la vez que los valles se de­primían rumbo del Norte. M. O'Connell, que venía de Cali y nos encontró en Gelima, siguió de allí hacia arriba por la divisoria al \V. del Ovejas, y por la tercera alternativa llegó á la aldea de Tu­nía cuando nosotros por la SC'gunda nos aproximábamo al río Ca ji. bío. Entonces nos pusimos en comunicación con él, y convinimos la manera de pintar ]as dos líneas en la ruta central, lo que en decto conseguimos el 7 de Enero de 1892, obteniendo así un trazo com­puesto de la z: y la 3: alternativas, antes indicadas. LA CIENCIA MILITAR EN EL ATENEO CONFERENCIAS DEL CORONEL MARVÁ (ESPAÑOL) (Concluye) La envuelta de dicho globo no se ha querido barnizar, á cau­sa de la efímera duración que tienen en España estas capas; en su lugar se ha empleado la capa de caucho entre dos telas. El tipo de cable ahora en uso, no está definitivamente adop~ tado; en la actualidad se estudian las condiciones del cable pru· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia siano, articulado en trozos de 100 metros, y las del austriaco, que es continuo y tiene conductor telefónico en el alma. Este globo-cometa da 6o kilogramos de fuerza ascensional, según resulta de los datos sig-uientes : 7-40 m'. á I kilogramo de fuerza ascensional......... 7-40 kg. IEnvolventes, cámara de aire, timón l y válvula.............................. 257 Globo. Cordaje................................... 8o l l ~~~~:~~~~. d~. i~· ·b~~~i~iú~; ·~i~~~~ ·; 20 630 kg. cola.................................... 23J Cable (500 metros)............................... 100 Aeronautas, :.l á 7 5 kilogramos.................. I 50 Lastre y aparatos................................... 50 Fuerza ascensional excedente .......................... .. GENERADORES Y CILINDROS DE CAMPAÑA 6o kg. Generadores móvzles de ht'drógeno.-La imposibilidad de montar en campaña generadores fijos de hidrógeno, ha obligado á estu­diar su aligeramiento para darles condiciones de transportación. Dz'versos tipos.-Con el indispen able auxiliar de la fotografía, explica el Coronel 1-b.rvá los sistemas lón de generador sencillo y doble; el sistema del mismo autor para maniobra á mano; el propio sistema modificado por la casa Surcouf, de París, y en fin, el generador Renard, sin secador, adopta:!o en el Ejército francés. Estos tipos contienen los mismos elementos citados al tratar de los generadores fijos, bien que modificados en su forma y di­mensione , para reunirlos del mejor modo posible sobre carros de cuatro ruedas. Todos los generadore tran portables son de circu­lación continua y se fundan en la descomposición del agua por medio de las limaduras de hierro ó de zinc y del ácido sulfúrico. Incottvmimtes de los generadores móvz'les.-Las primeras mate­rias nece arias para producir el hidrógeno que un globo de campa­ña exige, representan un peso de 15 tonelada , número excesivo que aumenta el bulto de los parques aerostáticos en proporciones inadmisibles. Si además se tiene en cuenta el gran caudal de agua que requieren las reacciones químicas, y la dificultad de apurarlas en campaña, con el consiguiente desperdicio de los productos ele­mentales, se comprenderá cuán graves son los defectos inherentes á esta clase de ~eneradores. Transporte de hzdrógmo m álzndros.-Huyendo de aquellos in­convenientes, se ha pensado en renunciar al acarreo de la materia bruta, transportando en cambio la materia útil, ó sea el hidrógeno, en vasos cilíndricos donde éste puede almacenarse á gran presión. Las ventajas de este sistema son evidentes: el hidrógeno uti­lizado es mucho más puro, como producido con reposo y esmero en aparatos permanentes; la inflación es más fácil y rápida, y el peso muerto á transportar resulta considerablemente disminuido. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín I\1ilitar de Colombia Ct'lindros.-Por tales ventajas, el sistema de conducción del gas en cilindros metálicos está ya universalmente aceptado. La importancia de este nuevo elemento justifica la amplitud con que lo estudió el conferenciante. Forma y dzinenúones.-Su forma es la de un cilindro terminado en casquetes, uno de los cuales contiene la válvula para la salida del gas. Sus dimensiones son: Longitud............... 1 m. á 2,40 m. Diámetro exterior... 140 mm. á 250 mm. Espesores . . . . . . . . . . . . 5 mm. ro mm. (según el diámetro). Peso . . . . . . . . . . . . . .. . . . . 40 l·g. á So kg. C1pacidad t.n litros. ro á 46. Gas que contienen... 6 á 8 m: 1 • (á r 50 atmósferas). J\lhT. L.-Debe conciliar las antagónicas condiciones de resis­tencia y poco peso. El estado actual de la metalurgia permite fa­bricarlos de una pieza y por mbutición, con acero excelente, de gran tenacidad y mucha elasticidad para disminuír las probabili­dades de explosión. Los tipos ensayados en el Laboratorio de Ingenieros del Ejército, han dado los siguientes mímeros : Límite T os Espesor CaJ.acidatl Peso de Fractura elasticidad ------------ Mann.;sma n .... IO 42 84,3 3IO 450 Rhienischeu ... 7 46,8 66 302 4IO Brunon .......... 7 " , 365 475 La carga de fractura resulta mayor de 55 kilogramos por mm2 , y el alargamiento es ele rg por roo. Clase de pruebas que sudm t.:ng/rse.-Suele fijarse á 300 at­mósfera el límite de elasticidad, y la carga de fractura á 400 y aun más. Los tubos trabajan, como es natural, á presiones meno­res, que varían de I 20 á I 50 atmósferas. Los tubos franceses tra­bajan á 200 atmósferas, pero este número se considera exa~erado. Cz"Hndros para el parque de Guadalajara.-Tienen las condicio-nes siguientes : Longitud entre las tangentes á las semiesferas, 1m,50. Diámetro exterior, 22 centímetros. Espesor, 7 milímetros. Tolerancias, 10 por 10 para espesores; 5 por 100 para pesos. En las pruebas á que se han de someter para su recepción, se estipula que á :l50 atmósferas no pre!lenten deformación perma­nente, y que en el ensayo por aplastamiento, las paredes interiores TOKO 11-16 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia queden á 18 milímetros de distancia, doblándose las paredes sin presen tar resquebrajaduras, cosa difícil de conseguir en los meta­les duros. Válvula de áerre.-Hállase atornillada en uno de los casque­tes del cilindro. Cuando se abre la espita, el gas sale á chorro muy fino. Sin las figuras explicativas de este mccani~mo no es posible dar una idea de su funcionamiento . ComjJrtsión del gas .-Esta operación no se practica en cam­paña ino en los talleres del Parque perrranente donde se dispone de los aparatos necesarios al efecto. Sirven para to ciertas Lom­bas especialts de gran potencia. El Parque de Guadalajara dispo­ne de una máquina modelo Thirion, cuyos detalles dio el docto maestro. Al material relacionado hay que añadir los juegos de colecto­res, mangas, llaves y demás acce~otios que fueron también des­critos. '.fí·amporle de los rzb"11dros.-La última parte de la conferencia versó acerca de los medios empleados en los Ejércitos de Europa para 1 transporte de los cilin ros. Tram¡orle f 'or rancs.-Los vehículos d dicados á este objeto son de cuatro ruedas; ~u 1 ng-itud depende de la que tengan los cilindros, y su talla y lenll.i<'n ob .decen al nímero de cilindros que deben conducir. E_tos ~e dispon ~ n aco tados y al tre bolillo por tongadas horizontales y con la válvulas tedas á un mi mo lado, que es la tras ra del carruc1je. Dicllas váh ulas están en co­municación con tubos de pcc Ut ño cJj ..< metro. los cual e , á su \ z, se conectan á un tubo colector más gru ~o, donde . i~te una L quilla para empalmar la manga que directam nte ha de llevar al globo el gas Cúiltcnido l n los cilindros. E t s <. arro son gcneralmt:nte de un solo cuerpo, pero también puedl n n. tarde dos ¡artes ar­ticuladas: avantrén y retrotrén, .como suctde e n el carro ale­mán. Lo. pequcñ s tubos de comxi'n ti · nen la ncc saria cunatu­ra ara llt nar su omctido, <'urvé'tura que en algín caso (carros alemane:) C:S la de una spiral, forma que rt p nde á la conYc­niencia de dar á los tubo la mayor la tir·idad posible, como lo exi~e la violencia con que sale el gas. Datos rtla//vos á los dt7•ersos I}hútos.-Las disposiciones toma­das por Jos Parques aero~táticcs de Eur r arara la cvnducción de los cilindr s d hidr 'gc no, son, en ese 1cia: I11glalerra.-Carros con 15 ciiindros. Peso del carro 11 no, 1,8oo kilcgramos. Cada cilindro e ntier.e 7,76 m' de gas, á 101 at­mósferas, y r e~a 65 kilogramos. Alrmam·a .-20 cilindros por carro, 15 en el retrotrén y 5 en e l avantrén. Cada cilidro contiene 7 m 3 de gas, á 200 atmósferas. Ilaha.-30 cilindros por carro, con 7,30 m 3 de gas cada uno, á 120 a tmó~feras, con peso de 40 kilcgramos. Frauda.-8 c1lindros de 3,50 metros de longitud por carro, á 35 m 3 de gas, á 200 atmósferas. E spmia.-23 cilindros por carro, con un total de 136 m 3 de gas, á 150 atmósferas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 243 _) Transporte á lomo. -Este m'odo de conducción ha sido intenta­do, aunque con éxito escaso. Los italianos pusiéronlo en práctica en su campaña de Africa. Los cilindros, en número total de 8o, se repartían entre 20 camellos, transportando así el gas necesario para un globo de 300 m3 • ESCUELA DEL SOLDADO A CABALLO POR CARLOS FERNÁNDEZ Y JULIO DEL CANTO (Concluye) IÓ4. Desmontar á ll'erra.-E tando la lanza terciada, correr el puño derecho hacia abajo, levantar la lanza con el brazo á toda su extensión, introducir verticalmente el regatón entre el antebra­zo izquierdo y el cuello del caballo, dejar deslizarse el asta hasta que el reg-atón toque el suelo, tomar las riendas como sin lanza y envolver las crines en el pulgar, mant nicndo mi e ntras tanto la lanza apoyada en el cuello del caballo; tomar el asta, las crines y las rie ndas como para montar; proceder como en el número 128. Una vez el jinett en tierra, soltar las riendas y crines de la mano izquierda, que sólo toma ·1 asta poniéndola vertical; colocar con la mano der:..cha las cuatro riendas estiradas sobre el cuello del ca­ballo, cerca de la silla; dar el paso á la izquierda, levantando cin­co centímetros el regatón del suelo, tomar las riendas de la brida con la mano dc r cha, girar á la izquierda y tomar la posición de atención, explicada en el número 162. 165. Para m ontar y desmontar, la separación de los números pares é impares se ej e cuta tal como sin lanza, mant nit:nclo ésta en la posición para conducir el caLallo al terreno, durante la eje­cución de los tres pasos al frente. Las voc~..:s de mando no tien n diferencias; los movimientos sólo tienen las c. ·plicadas en los nú­meros 163 y 164. r66. Alr,·wslo-LANZA. I) Estando la lanza en la posición de afiancen ó de lt'rcim, la mano derecha la levantará hasta que el regatón salga de su alo­jamiento, y en seguida inclinará la moharra hacia el frente y hacia la izquierda, colocando la mano cómodamente apoyada en el muslo derecho; la moharra quedará sobre la oreja izquierda del caballo, y á una altura suficiente para no molestarlo ; el regatón no quedará muy abierto á la derecha, porque se correrá el riesgo de herir al caballo vecino. 167. Tercien-LANZA. (Estando al muslo). I) La mano derecha coloca la lanza verticalmente, haciendo entrar el regatón en su alojamiento. La correa portalanza queda al frente. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B oletín Militar de Colombia '- 244 _) r68. Afiancen -LANZA. (Es ta ndo t e r ciada). I) D e jar cae r la lanza sobre e l nacimi e nto del homb ro de re­cho, c orriendo esta ma no á toda la extensión del b razo . r6g . Te rcie n-LANZA. (Estando afianzada). I ) Corre r la mano derecha hasta la altur a del ho m b ro, colo­ca ndo al mismo tiempo la lanza perpend ic ul armente . 170 . Al brazo-LANZA. (Estan do te r ciada). I ) In cl ina r la la nza haci a la izqu ierda, tomando e l asta con esa m ano, cuyos dedos se entreabren sin soltar las riendas ; intro­duc ir el brazo derecho en e l portalanza. 2) Enderezar la lanza empujándqla á la derecha con la mano i zq u ierda, de mo do qu~ quede sujeta del portarregatón y del por­talanza, que se coloca en e l pltegue del codo, doblando e l ante­b razo derecho sobre . e l cuerpo. 17 r. Tercz'en-LAL JZA. (Estando al brazo) . 1) Separar del cuerpo el antebrazo derecho, llevar la mano arriba, y de atrás hacia adelante. tomar el asta; inclinar la lanza á la i zquierda para apoyarla en la mano de la brida, como e n i gual tiempo del número 170, sacando inmediatamente después el a ntebrazo derecho de entre el portalanza . 2) Tomar el asta con la mano derecha y llevar la lanza á la posición de terciada . 172. A la esp«.lda-LANZA. (Estando terciada). I) C mo el primer tiempo del número I 70. 2) Tornar la lanza con la mano derecha más abajo de la iz­q uierda-cuidando que no se salga el po ·talanza,-lcvantarla para inclinar la m barra hacia atrás y á la iz uien.la del caballo; soltar la lanza que r¡ueda sujeta del portalanza colocado debajo del so­b aco; la moharra queda colocada por el flanco izquierdo dd ca­b allo, dirigida al suelo, y el regalón por sobre el hombro derecho d el jinete, dirigido arriba y á la derecha. Esta posición es excepcional, destinada á usar el sable in me ­d ia tamente de pués del choque de la carga, en los casos que fuere necesario. 173. Tercien-LANZA . (Estando á la espa lda). I) La mano de r ech a toma la lanza por encima d el h ombro, é im p r imi éndo le un movimiento a d ela nte, la pone ver tica l, intr odu­ciénd o la e n el p o r tarrega tón y c olocándola in mediatame n te d esp ués en la p osición de l prime r ti e mpo del número 170. 2) Como e n ig ual ti e mpo del núm e ro 171. 1 74· Ca/m-LANZA. (Estando terciada). I) Sacar la lanza d e l portarregatón, levantándola con la mano derecha; bajar la moharra hacia el frente, colocar el asta debajo d el sobaco, doblando el codo. La lanza queda horizontal, firmemente apoyada al cuerpo ; el puño afirmado en las costillas, con el dorso hacia abajo; el codo se une al cuerpo. 1 7 5. Tercien- LANZA,_,_(Estando calada). r) Levantar la moharra para poner la lanza vertical y en la posición de tercien. 1 76. La esgrima de la lanza se ejecuta como está prescrito á pie, tomando los jinetes la colocación del número 47, con seis pa- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia l sos de distancia, teniendo presente que en un picadero cerrado, s.ólo se dirigen los golpes hacia adentro. Cuando los jinetes se ejercitan en el maniquí 6 en la cabeza móvil, dirigirán los golpes tanto á la derecha como i la izquierda. 177. En la carga, la lanza .:>e cala en el momento de empren­der el galope. Una vez terminado el movimiento, el jinete endere­za la lanza y la tercia. En la carga en línea de batalla, los jinetes armados de lanza y que tienen Oficiales delante, colocan la lanza con la moharra in­clinada un poco hacia arriba; de igual modo proceden los jinetes de segunda fila. :MANEJO Y EMPLEO DE LA CARABINA 178. En el manejo de la carabina á. caballo no se exige uni­formidad en los movimientos, pero éstos deben ser rápidos y eje­cutados con limpieza y seguridad; se tratará de mover el cuerpo y la mano de la brida, lo menos que sea posible. r 79· La cara !Ji na se encontrará en el porta mosquetón ama. rrada por la garganta con doble vuelta de la correa de vizcachera destinada á este fin; el cañón queda hacia afuera del cuerpo del caballo; el portarnosquelón se alargará ó acortará. lo suficiente para que la culata de la caralJina se encuentre á la altura del bo­rren delantero de la silla ; Jos pasadores no estarán corridos más arriba de la mitad del largo total del portarnosquetón. r8o. Al muslo-ARMAS. (Estando al portamosquetón). I) Afirmar con la mano izquierda, ~in soltar las riendas, la culata contra la silla; de ·he billar con la mano derecha la correa de vizca lwra ; tomar la carabina con e ta mano, el pulgar por encima del aparato d cierre, los cuatro dedos restantes por deba­jo del almacén, el dorso hacia la silla; retirar la mano izquierda¡ levantar el arma para sacarla del portamosquetón; bajar la cu­lata por la izquierda para poner la carabina vertical; afirmar la cantonera en el muslo derecho, de manera que aquélla siga la forma de éste; mantener el arma con una pequeña inclinación adelante y á la derecha ; la mano derecha qu da afirmada sobre la perilla del cerrojo; la uña de la culata se dirige á la vizcachcra izquierda. 181. Al prwlamosqutlón-ARMAS. (E tando al muslo). I) Levantar la carabina con la mano derecha; inclinar el cañón hacia abajo por la d recha; introducir el arma vertical­mente en el portamosquetón, de modo que quede el cañón hacia afuera; sostener la culata con la mano izquierda; soltar el arma con la mano derecha, que pasa á tomar la correa de vizcachera, la cual se envuelve dos veces en la garganta, hebillándola después¡ colocar la mano en su lugar. 182. A la espalda-AR11AS. (Estando al muslo). r) Levantar horizontalmente la carabina, el cañón hacia atrás, por encima de la cabeza; doblar el brazo derecho para que el portacarabina se introduzca por delante de la cabeza, inclinan- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia do el puño derecho hacia atrás; bajar en seguida la mano hasta que el portacarabina se afirme en el hombro izquierdo; soltar la carabina introduciendo acto continuo todo el brazo derecho entre la correa y el arma; servirse de la mano derecha para inclinar la culata hacia atrás, de manera que quede atravesada la carauina. sobre la espalda, Jo má! cómodamente posible. 183. Almuslo-AR~1AS. (Estando á la espalda). I) Con la mano derecha llevar la culata un poco adelante¡ doblando el brazo, sacarlo de entre la correa y el arma; tomar la carabina con la mano derecha, de atrás hacia adelante, por enci­ma del aparato de cierre ; levantar horizonlalmente la carabina hasta que salga por encima de la cabeza; bajar la culata por la derecha y poner el arma en la posición de al muslo. 184. Enganchm-AR'f:..fAS. (E tando al muslo). I) Dejar caer la carabina obre la mano izquierda, que en­treabre Jos dedos sin soltar la riendas; vol ver al mi,mo tiempo el arma, de modo que la anilla quede hacia arriba; sostenerla con la mano izquierda, afirmando la C:Jlata en el m u lo derecho; tomar el ganch con la mano derecha; abrocharlo, de arriba hacia aba­jo, en la anilla; tomar nue\•amente el arma y llevarla al muslo. 185. Dr:senganclzen-ARMA ·. (Eslando enganchada). I) Dejar caer la carabina como para enganchar; de abrochar con la mano derecha el g:mcho, botándolo después hacia atrás¡ llevar el arma al muslo. 186. Carrr1UJ1-ARMA . (Estando al muslo). I) Dejar caer la carabina sobre la mano izquierda, cuyos de­dos se entr abren; apoyar la culata sobre 1 muslo dere ho; pro­ceder como en la instrucción á pie· volver el arma al mu lo. 187. El ll'ro.-Estamlo la carabina cargada. y al muslo para apuntar, se introducen las cuatro riendas en el antebrazo izquierdo, despué de haber girado ,¡ caballo á medio derecha, y se procede exactrtmente como n la instrucción á pi , cargando un poco el peso del cuerpo en los e tribos; el cañón se dirige por el lado iz­quierdo del cuerpo del caballo, es decir, en dirección <.lel frente -:¡ue se t nía antes de ef ctuar el medio giro. Si el caballo se mue­ve, el jinete sostiene la cara.:>ina con la mano izquierda, y se sirve de la mano derecha para tomar las riendas y dirigirlo. Los movimientos de retirar el arma y dar fuego se ejecutan como á pie. Terminado el tiro, el jinete ajusta las riendas, pone el arma al muslo y deshact: el medio derecha. El tiro se efectuará también con el arma enganchada y aun con el sable colgando de la dragona; se ejercitarán los jinetes en soltar la carabina enganchada, con el cañón hacia abajo, después de hacer fueg-o, empuñar el sable y ejecutar algunos golpes. 188. Todos los movimientos explicados se efectuarán á los tres aires de marcha, salvo el tiro, que sólo se ejecuta á pie firme. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar d e C olombia "- 247 -' ' PERSECUCION 189. La persec ución es la preparación ecuestre del com bate; provoca la emulación entre los jinetes, afirma su asiento y los o bli­g a á usar de todos lo: medios d~ conducción. Sirve para demostrar q ue en el combate á caballo, con valor ig-ual, la ventaja debe p ro­teger al jinete que tenga su caba1lo mejor adiestrado y que se pa conducirlo con mayor perfección . El Instructor formará dos secciones y las colocará una enfren­te de la otra y á seis pasos d t las pi s tas cortas; cada jinete tendrá en la mano der cha una varilla de tiza blanca. Igo. Al mando: n ·rs('CllclÚII, el jin te de la derecha de cada sección sale al frente al trote y e dirige contra el adversario has­ta encontrarse con él : cntonct s e mpieza la persccuci()ll. El fin que se propone cada jinete es tocar d h om' ro ,·:r¡u/erdo de su adY ersario, se­ñalándolo con la varilla d e ti ;~a . Aplicará, para la r e alización de "' esto, las vu Ita. , rrH'di~S\'ut.!lta . , me dias vue ltas sobre la c:;paldas, &c., obrando con cel rielad. La. pers ~ cu c ión cc~a cuand uno de los combatientes ha sido tocad en el hombro izquierdo. El Ins­tructor dará con este fin la \'OZ de;: ALTO. Los do ~ jinetes toman entonces el pa o, y son reemplazados 1 or los otros dos que siguen . El Instrudor e,·ita d las qu c rt·llas ó di · cusioncs que pudieran producirse por fe ctu del amor propio. Si durante la persecució n un caballo se escapa al g·al o p • no e.·i(;>·irá el In tructor que se le ponga inmediatamente al trote. Las paradas brusca ele las riendas y b aplicación fuera de lugar de las espuelas, s rán te rminantemcnt~ pr hiuidas. El In tructor establee ·n' pre mi o s para los jinetes victoriosos . Estos premios pu eden c un _ i~ t ir "n e.-l! ncionc de ci erto::. s ervicios, permisos extraordinarios, &:c. -EL SERVICIO OBLIOATORIO EN LA ARGEN TIN A LEY NUMERO 403 1 El S enado y Cámara de Dipulados de la J.\adún Argmlt'na 1·eum'do s m Co?Zgru o, &>c. , SANCIO:\'Ar\' co.r FUEl'ZA DE LEY (Continúa) TITUL O IV DE LA GUAR DIA NACIONAL Art. 23. L a Guardia Nacional la forman : 1. 0 Los J e fe s y O fic ial es d e la G uardia Nacio na l, nombr ados por los Gobie rnos d t: Provinci a, en las suy as r especth·as, y por el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia Poder Ejecutivo Nacional en la capital de la República y Territo­rios nacionales. 2. 0 Las clases. 3. 0 Los hombres pertenecientes á las doce clases de veintio-cho años cumplidos á cuarenta años igualmente cumplidos. J Art. 24. Las fuerzas que constituyen la Guardia Nacional ten­drán una organización táctica análoga á la del Ejército de línea; pero cada Gobierno de Provincia en la suya respectiva, y el Go­bierno nacional en la capital de la República y Territorios nacio­nales, correrán con todo lo relativo á su instrucción, la que será dada en la forma que reglamente el Poder Ejecutivo. Art. 25. Los Jefes y Oficiales de la Guardia Nacional serán nombrados por los Gobiernos de Provincia, en las suyas re pecti­vas, y por el Poder hjecutivo Nacional en la capital federal y Te­rritorios nacionales, de acuerdo con las condiciones que r glamen­tan la presente Ley. Art. 26. Los Oficiales de la Reserva que en razón de haber cumplido veintiocho años fueren autorizados para continuar sus ser­vicios en la Guardia Nacional, no pueden ~er obligados á servir en ésta en un grado inferior al de su empleo en la Re erva; pero si rehusaren prestar sus servicios como tales en la Guardia Nacional, entonces se les obligará á servir como simples ~oldadus en la clase que por su edad les corre ponda. Art. 27. Los Jefes y Oficiales en retiro dd Ejército perma­nente, que fueren aún aptos para 1 servicio, e tán autorizarlos para aceptar los empleos de u categoría, ó mayor, que les fuen n ofre­cidos en la Guardia Naci n;¡l, in que ésto puedan dar! d .rccho á tro rn olumento, de parte de la 'ación, que el Ptiro CJUt ' gozan. Art. 28. ~.n la capital de la República y t rritt ríos f dcrales el Poder Ej ecutivo NacionCll, y en las Pro\'incias c;us Gubit rn .) ~, es­tablecerán Academias MJ!itares, á que concurrirán, obligatoria­mente, los jefes y Oficiales de la Guardia ·acional. La instrucción en esas Academias se dará de acu e n.lo con la reglamentación que dicte el Poder Ejecutivo. Art. 29. Los Sargentos y Cabos de Rese rva d e l Ej~rcito de línea, pasarán n su jerarquía á la Guardia Nacional. Art. 30. Los hombres que con tituyen la Guardia Nq.cional es­tán obligado , durante Jos duce años que forman parte d la mis­ma, á efectuar cuatro períodos de instrucción en campamentos, ó maniobras de campaña de una duración má.·ima de quince dfas cada uno, en la forma que reglamente el Poder Ejecuti •o. Para los efectos de esta instrucción, el G1 bierno nacional pres­tará todo su concurso á los Gobiernos de Provincia, y podrá, si las ventajas de la in trucción ó necesidades de las maniobras lo c.~igieren, sacar de sus Provincias respectivas algunas unidades 6 la totalirlad de los efectivos de la Guardia Nacional convocados á instrucción. Art. 31. Los Gobiernos dt" Provincia nombrarán un Inspector General de milicias encargado de la dirección inmediata de la ins­trucción de la Guardia Nacional y Guardia Territorial. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 249 _; Será obligación de ese funcionario : pasar informe al Ministe­rio de Guerra sobre el resultado del enrolamiento; organización de los Cuerpos ; nómina de los Jefes y Oficiales; estado y resulta­do de la instrucción, &c. Art. 32. El Poder Ejecutivo Nacional determinará la forma de proveer el armamento, vestuario y sostén de la Guardia Nacional cuando la convocare á períodos de instrucción. TITULO V DE LA GUARDIA TERRITORIAL Art. 33· La Guardia Territorial la forman: 1.0 Los Jefes y Oficiales de- la Guardia Territorial nombra­dos por los Gobiernos de Provincia, en las suyas respectivas, y por el Poder Ejecutivo en la capital de la República y Territorios na­cionales. 2.0 Las clases, procedentes (en sus grados) de la Guardia Na­cional, y para completar las que faltaren, los individuos que atis­fagan las condiciones que determine el Poder Ejecutivo para la capital y Territorios nacionales. 3. 0 Los hombres pertenecientes á las cinco clases de cuarenta á cuar nta y cinco años cumplidos. Art. 34· La fuerzas que con tituyen la Guardia Territorial ten­drán una organización táctica análoga á la de la Guardia Nacional. Art. 35. Los hombre que constituyen la Guardia Territorial están oblig-ados, durante los cinco años que forman parte de la misma, á efectuar anualmente un senicio de instrucción durante cuatro domingos consecutivo:, á fin de recibir in trucción, es­pecialmente de tiro, en la forma que dicte el Poder Ejecutivo. TITULO VI ENROLA:\IIENTO Art. 36. Para los efectos de la ejecución de la presente Ley' todo ciudadano argentino, desde la edad de diecinueve años cum­plidos á los cuarenta y cinco años, está obligado á enrolarse: 1.0 En el Ejército de línea los comprendidos entre los dieci­nueve y veintioho años cumplidos. El enrolamiento de éstos de­pende exclusivamente del Poder Ejecutivo Nacional, y será fcc­tuado en la forma que éste determine. 2.0 En la Guardia Nacional los comprendidos entre Jos vein­tiocho y cuarenta años cumplidos, y en la Guardia Territorial los comprendidos entre los cuarenta y cuarenta y cinco años cumpli­dos, efectuándose este enrolamiento en las Provincias por los Go­bernadores de las suyas respectivas, y en la capital federal y te­rritorios nacionales por el Poder Ejecutivo Nacional. Para uno y otro caso, en la forma que el Poder Ejecutivo reglamente en cum­plimiento de la presente Ley. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \.._ 250 -' Art. 37. Cada ciudadano al enrolarse está obligado á presen­tar los documentos legal es que comprueben su edad; de lo contra­rio, ésta será fijada de oficio por las autoridades indicadas en el artículo 36, que antecede, mediante los documentos é informacio­nes obtenidas y que sean suficientes á juicio de dichas autoridades. Art. 38. La declaración de edad es obligatorio hacerla en nombre de los au entes del Distrito, partido, &c., por sus padres ó tutores, ó dirigirla por escrito al Ministerio de Guerra ó Inspecto­res de Milicias, respectivamente; y por lvs ausentes fuera del país, en los Con uladus de la República. En todos los casos, dentro del término fijado por la presente Ley. Art. 39· Los registros permanecerán abiertos durante todo el año, para la in cripción de los ciudadanos. Art. 40. La edad á que hace referencia el artículo 36 se entiende que es la de veintiocho años cumplidos el año anterior al de su pase á la Guardia l·acional, y cuarenta años cumplidos l año anterior al de su pase á la Guardia T rritorial. Art. 41. En jecución dd artículo 36 del presente título, el Poder Ejecutivo procederá á efectuar un enrolamiento gener.al en toda la Rt'púlJlica, dentr de los tres meses si~ui~>ntes á la promul .• gación de la presente Ley . . Art. 42. Un nut.::vo nrolamiu1to general será efectuado cada cinco años de pué ; además, el Pod~::r Ejecutivo podrá decr tar enrolamientus parciales cuando lo e~ ime necesario. Unos y otros en la forma que r glamente el Poder Ejecutivo. Art. 43· Ninguna omisión ó error en el enrolamiento podrá. justifi~ar la falta de cumplimiento de la obligación del servicio. Los que lo eludieren por esta razón, erán obligados á prestarlo en cualquier murnento en que se compru ·be el defecto. TI'IULO VII JEFES Y OFlCJ.\LES m: l'ESERVA Jerarquía Art. 44. La jerarquía de los Jefes y Oficiales de Reserva se compone de Subteniente, Teniente 2.0 , Teniente 1.0 , Capilán, Mayor. Rtclulmm~nlo Art. 45. Los Jefes y Oficiales de Reserva para completar les cuadros de Jefes y Oficiales nece arios á la movilizaGión del Ejér­cito de línea, serán reclutados de la manera siguiente: Subtenien­tes ó a~ i milados: a) Los alumnos del Colegio Militar que hayan rendido satis­factoriamente el examen dt! primer año. b) Los Suboficiales procedentes del Ejército permanente. e) Los voluntarios, aspirantes á. Oficiales de Reserva, de acuerdo con las reglas fijadas en el artículo 46 siguiente. Conlimi• Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia --Historia=== AUTOBIOGRAFIA DE HIPÓLITO lVlORA CORONEL DE COL0~1BI A (Continúa) Así lo hicimos, dándole antes las gracias. Partímos, y como á poca di tancia hay una cuesta muy pendiente, nos cogió la no~ che en P-l alto; por la falta de costumbre de andar á pie, nos can­sámos. Llegámos á Pamplona á las nueve de la noche, bastante estropead ,s; las señora de este lugar salieron á encontrarnos y á ofrecernos sus scnicios, pues ya tPnían noticia de nuestra 11 gada. Nos tenían una ca a li ta para alojamiento; p ro como no podía­mos d:::.poner de nuc. tras personas sin con. ultar con el Coronel Hcrnández si nos permitía aceptar la oferta, les dimos las gracias, manik~tánJolcs nuestra gratitucl. El Dr. ~amper se dirigió al Coronel y le preg-untó si habría in­convcni ' nte l n ac ptar lo ue se no ofrecía. En el momento le con­testó que no tenía ninguno, pero que antes deseaba que entráramos á su casa. En la puerta de ésta no hallábamos á la azón. Entrámos y permanecimos un rato en la sala ; en seguida nos condujeron al comedor, en donde había una mesa provi ta d-.; muy bueno licores; pero nosotros anhcll Hernán-dez un snstancioso desayuno y una botella de brandy. Estábamos principiando á tormarlo, cuando se presentaron las señoras con otro espléndido desayuno, una botella de brandy y dos de vino. A las 10 de la mañana mandó el Coronel un abundante almuerzo, y en seguida llegó el otro. Comprendiendo todo que el Coronel estaba tomándose la molestia de hacer gastos en nosotros, resolvió el General Posada mandarle una carta en que le daba las gracias en nombre de todos, por su fina atención, y le participaba que nos ha­bía: t puesto cocinera. En virtud de esa carta, él suspendió el envío de alimentos. En este punto permanecimos unos días, hasta que nos mandó llamar á su Despacho el Dr. E trada, Gobernador del Es­tado, con el objeto de mandarnos para Piedecuesta. Nos hizo ex­tender un pasaporte falso, el cual teníamos que presentar en todas ~('.#t.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia las poblaciones. El Dr. José María Samper y el General Posada pidieron el confinamiento para Venezuela ; aquel día partieron ellos para esa República, y nosotros para nuestro destino. Pasá­mos por Mutiscua, teatro de nuestra desgracia, y nos detuvimos un momento mientra~ fuimos al cementerio á visitar la tumba de nuestro sentido Jefe Ospina. Este digno Coronel fue asesinado aquel infortunado día; y digo asesinado, porque él salió en derro­ta, sin poder servirse de sus armas por falta de municiones; se ocultó en un rancho, y á éste llegaron las fuerzas enemigas y le hicieron fuego. Luégo continuámos nuestra marcha y llegámos á Piedecuesta; allí salió á recibirnos una compañía de soldados, la que nos rodeó y encerró en las filas para conducirnos al Cabildo. Al llegar á di­cha Oficina nos preguntaron : ¿ Qué armas traen ustedes? A lo cual contestámos: ¿ Qué armas puede traer un prisionero, cuando en el instante que cae, lo primero que hace el que lo coge es esculcarle lo bolsillos, so pretexto de buscarle elementos de gue­rra? Nos pidieron en seguida el pasaporte; mas como el que lle­vábamos era falso, y de antemano habían mandado un pliego al Prefecto para que tan pronto como llegáramos nos redujeran á prisión, así lo hicieron. Varias señoras y caballeros se dirigieron al Prefecto á interesarse para que nos dejara salir al hotel, com­prometiéndose á responder por nosotros, en caso que hubiera algu­na novedad. El Prefecto, qu~ era un joven muy bueno, convino, y mél;ni­festó, además, que el hotel quedaría como lugar de prisión; que podíamo salir á la hora que quisiéramos, con solo la condición de presentarnos todos los días á las dos de la tarde. Como este compromiso era para nosotros fácil de cumplir, le dimos las gracias y nos dirigímos al hotel. Al!( nos esperaban con una abundante comida todos los caballeros y señoras que se interesaban por nosotros ; en pocos momentos se llenó de gente la casa. Después, entre las familias que fueron á visitarnos se acordó que cada una se llevara para su casa á uno de nosotros, y una vez así convenido, abandonámos el hotel. A mí me tocó irme para la casa de las Sras. J\Iantillas. A los pocos días llegaron todos los otro. presos que tenían por el páramo ele Mogorontoque, entre los cuales venían los Sres. General Leonardo Canal, Dr. Valdcrrama y Dr. Domingo o~pi­na Camacho. A la llegada de estos caballeros, hacía cuatro días que me habían puesto preso en la cárcel, y el día que los remitie­ron para la capital de la República, fui incorporado entre ellos. Llegámos al Socorro: fuimos recibidos allí por las señoras, quie­nes se interesaban para que las dejaran entrar, lo cual no pudie­ron conseguir ; p"'ro sí se les permitió que mandaran todo lo que quisieran, en materia de alimentos, con excepción de licor. Obte­nido este permiso, principiaron á llegarnos canastadas de toda clase de comestibles, con abundancia tal, que no ob~tante er nos­otros en número considerable, simpre quedaban sobrantes. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 253 _; Para mej or regul arizar esto, se h iz o la l ista de los presos y se r esol vió fuésemos r epartid os entre las familias, para que .nos ali­mentaran; cosa que se cumplió durante el términ o de 28 d ías q ue p e r manecim os a ll í. Del Socorro nos trajeron para Bogotá; y como se había fija ­do itinerario para saber á qué punto habíamos de llegar, a un cuando fuera de noche, en cada lugar éramos recibido~ por las se ­ñoras de la población, quienes vertían lágrimas al vernos tan es­tropeados, y nos proporcionaban en seguida abundante comida que de antemano habían preparado . Nuestra marcha siempre era muy penosa por tener que ha­cerla a pie, con excepción del General Canal, que venía herido, y del Dr. Domingo O::.pina Camacho, á quienes les concedieron licen­cia de hacerlo á caballo. Llegámos á Ubaté un día por la tarde; nos tuvieron parados en el camellón más de una hora, durante la cual cayó un fuerte aguacero ; y como no se nos permitió separarnos del punto donde estábamos, cuando nos llevaron para el salón de la escuela, nos ha­llábamos completamente mojados, y así pcrmanecimo~ hasta el día siguiente, en que nos traje ron para Zipaquirá. Estando en la calle para 'lesfilar, nos dijo el Coronel Martínez, jefe de la escolta : "Caballeros: se tiene noticia de que muy cerca de aquí hay una guerrilla que tiene por mira salir á rescatarlos; mas tengan uste­des en cuenta que si esto sucede, al primer tiro que se oiga, esta fuerza que va custodiándolos no hará fuego sobre la guerrilla, . ha ta tanto que no quede uno de ustedes." Dicho esto, ordenó e l de~file. Llegámos á Zipaquirá, donde se nos hizo espléndido recibi­miento: los balcones y la~ ventanas staban muy bien adornados por las señoritas; las señoras llevaban en la cabeza elegantes la­zos azules . Al atravesar las calles se ofan repetidos vivas á los pri­sioneros de Mutiscua. Llegámos á la plaza : en ésta nos hicieron dar dos vueltas, cual si estuviésemos ejecutando un despejo; luégo nos condujeron á la iglesia, donde permanecimos ocho días, custo­diados por una guardia que no respetaba ef sagrado recinto, pues profería palabras abominables como en cualquier campamento. Nosotros, al contrario de aquella gente, estuvimos con mucho res­p eto en aquel lugar, pues considerábamos q ue estábamos en la casa del Señor. Co mo las seño ras nos ll ev aron camas y a limentos , d e nada carecíamos : ún ic am ente nos fal taba la lib ertad. P or e l place r d e mortific arnos, redoblaban de noche la guar­dia que nos custodiaba, ele vando su núm ero á 50 centin e las, d e ma .. nera que hasta este núm e ro se pasaba durante toda la noche, en voz alta, con el fin de no dejarnos dormir. Nos lle varon al cabo para Bogotá. Cuando nos tenían formados en la plaza para emprender la marcha, las señoras nos rodearon, y derramaron lágrimas por nuestra partida. Alguno dijo : "No lloren, que pronto vuelven si no mueren." · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombi~ '- 254 _) La escolta, por molestarnos más en la marcha, no nos permi­tió venir á pie : tenían preparados unos grandes carros con esforza­das yuntas de bueyes, y en dichos carros nos colocaron en número de ocho en cada uno, y como al correr los bueyes nuestro estro­peo era más fuerte, con este fin los picaban con frecuencia. Llegado que hubimos á Chapinero, nos encerraron en la igle­sia. Aquel día tuvimos el ~usto de ver á nuestras queridas familias, que habían salido á encontrarnos. Al siguiente nos condujeron para Bogotá, en medio de una gran fila de soldados de infantería cubierta por un Escuadrón de caballería. Lleg:imos á la Plaza. de Bolívar, en donde no podíamos caminar, á causa de la multiud de curio os que la ocupaban. Fuimos conducidos al edificio del Semina­rio. En é te estuve diez día , mientras mi esposa buscó un fiador que le exigieron para ponerme en libertad. Salí para mi casa con gran contento y con propósito de cum­plir el juramento que muchos habíamos hecho, de ingresar de nue­vo en las filas con ervadoras, dondequiera que éstas volvieran á hallarse en actividad. Concluye ---::=:=-~- Variedades ~- PEREGRIN ACION DE ALPHA 1 POR :r.IA. "UEL A• 'CIZAR (Continú::t) La mayor, autora de la respuesta citada, no tendría nueve años; y era de ver la sulicitucl y gravedad con que procuraba man­ten r en orden á sus hcrrnanilos é impedirles que se apro,·imaran demasiado á los instrumentos, ac rca de los cuales daba en voz baja explicaciones peregrinas á sus curiosos subordinados. Una moneda tirada en medio del grupo lo hi.w retirar alborotado y presuroso, y las ri as, di ·putas y proyectos de compras de aquello pobres relegados á la solitaria montaña, sin otro guardador que la Providencia de Dios, resonaban todavía cuando empezámos á ba­jar la cuesta del lado de Onzaga. Este pueblo se halla situado á la margen derecha del río de su nombre, entre las quiebra de los cerros que lo estrechan por todas partes. Es de regular extensión, y los viernes lo animan los tratantes de Soatá, que traen al mercado los abundosos frutos de aquella comarca fertilísirna. A 2,000 metros de altura sobre el mar, Onzaga pertenece á la región andina por su temperatura (20° cen­tígrados), sus producciones y los colores firmes y trajes de bayeta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 255 _; de los habitantes. No faltan buenos cotos, ni tampoco el desaseo general, de que es monumento elocuente la iglesia, desenladrillada en parte, agujereado el techo, y los altares mutilados, pacíficamen­te poseídos por los murciélagos. "El templo armoniza con lo de afuera," me decía á mí mis­mo, y no tardé en convencerme de lo completo de esta armonía, pues reparé en el altar mayor una santa con su competente coto, homenaje oportuní imo á los u os del país. -" Hé aquí una delicada galantería del Cura," dije á mi compañero, indicándole la é cuálida y mal ata\·iada anta. -"Sí, por cierto, pero no comprendo qué alu ión contendrá este otro grupo interesante," me contestó mostrándo 11e muy serio un altar en que se hallaba San Antonio con la vi ·ta al techo, y á su izquierda un jud 'o de .sos f o te y am e nazadores que sacan en las proct~iones de Semana Santa; tal parecía que el ciudadano de la Judea insultaba iracundo a 1 tél umaturgo vecino, 1 cual lo des­deñaba soberanamente, ó implora a el auxilio de lo ... \Jto para que lo libertara del terrible invasor u e su al tar. Véase qué dignidad, qué decoro traen al culto cristiano las estatuas ridículas, special­mente cuando la casualiuad ó las procesiones las juntan en grupos por el estilo de éste ! Encierra el cantón San Gil ocho distritos parroquiales, con­tándose 43,700 habitantes esparcidos en 6o 1 guas cuadradas de territorio, de las cuales 15 permancc n yermas y el"spoblaclas. Nacieron en el último año 1,335 niño. , y los 'arones e. ·ccdieron en 65. Para la instrucción de estas oleadas de nuevas generaciones no hay sino 7 escuelas públicas concurridas p r 284 niños, y 3 pri­vadas á r¡ue asi s ten 3 7 niñas. Pinchote , put.:ulo con s ide ra ll , cuyo Cura blasona de patriota, ti ne una cu la c on c/nco niños. El Valle, cabecera de un di~trito con 4,300 habitantes, no tie, e ni rastro de escuela; ele man ra que 6lo d 6 p or 100 ele lo niños en edad de educarse aprenden á leer y á escribir lenta y mala­mente; abandono tanto más d plorable , cu "' nto lo natir s ele: este cantón manifiestan vireza. de inte lige ncia, y son de tan buena ín­dole, que en 1 tran curso de 12 meses no huuo más de 22 delin­cuentes juzgados por heridas y hurtos miserables, número insigni­ficante comparado con el total de la poulación. Al Este de Onzaga se encuentra el camino que conduce á Soatá, distante 5J leguas. Comienza llano, atra vcsando tierras fér­tiles regadas por un arroyo claro y bullicioso, donde á poco andar se toma la cuesta de una serranía cubierta de al ·gre bosque. Más de dos leguas mide del pie á la cumbre, y conforme se va subien­do, disminuyen los ruidos de las aguas, vientos y a ves, ha ta entrar en un silencio total cuando se pisa el terreno de los arbustos resi­nosos, de los musgos y gramíneas. El aire leve y perfumado se respira fácilmente, la circulación de la sangre se anima, y se sien­te el indefinible bienestar físico que experimenta el viajero al en­trar en las regiones andinas, y le hace volver los ojos complacido hacia los países calientes que abandona. Llégase á la cumbre es- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .Boletí n Militar de Colombia '- 25 6 _J t r echa y breve, y de repente se descubre la grande abra de cerros qu e tumultuosamente se hunden hasta lo p rofundo de la cortadura por donde corre el C hicamocha encajonado entre poderosos estra­tos calizos, más all á de los cuales tornan á levantarse los cerros unos tras otros, recostándose finalmente contra las cimas nevadas del Cocuy, que brillan á diez leguas de distancia directa. En vez de las gramíneas, los helechos y arbustos aromáticos que cubren la mitad superior de la falda occidental de esta serranía, sombrean e l opuesto lado innumerables robles de abundante follaje, á cuyos pies ninguna planta crece, hallándose entapizado el suelo por una alfombra de hojas secas que deja libre á la vista lo interior del bosque, formando paisajes notablemente bellos en dL posición y colorido. Así se camina durante legua y media, y se llega á. los llanitos y laderas inferiores que desde arriba se veían en miniatu­ra, revestidos de labranzas y fertilizados por aguas Yiva~ que en todas direcciones corren buscando el Chicamocha. Síguc e una serie de colinas n que los sauces, las sementeras y las casitas de campo presentan cuadros de imponderable amenidad y frescura: son los alrededores de Soatá. La imaginación se complace en re­presentarse esta villa digna de los paisajes que la circundan; y rara vez la realidad destruye tan completamente lo imaginado. Casas de teja y pajizas interpoladas, mal construídas y que anuncian en lo exterior un desaseo sin rival en lo interior; gentes enruana­das y embayetadas, cuyos cuerpos han entablado divorcio perpe­tuo con los baños; hombres que se afeitan por trimestres; ningu­na policía y menos hospitalidad: tal es Soatá. para el forastero, que viéndose alll, vuelve involuntariamente los ojos á los verdes bosques y á los campos risueños que ha dejado, para entrar en un poblado en que la moderna cultura no ha hecho mella, y en que si no fuera por el Dr. Calderón, hombre superior á los que le ro­dean, sería tratado como inva or enemigo, y no hallaría un techo que lo abrigase ni un fogón que para él se encendiera. Conlzida ---- o?:.llio ---- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año VI Serie III Tomo II N. 8

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Azul melancolía: Antología poética (1990-2015)

Por: Mariluz Escribano Pueo | Fecha: 2016

MARILUZ ESCRIBANO PUEO (Granada, 1935) es un claro ejemplo de lo que se ha dado en llamar "literatura sumergida", la escrita fundamentalmente por mujeres que pese a su calidad, no han disfrutado de la presencia en los suplementos literarios ni en las esferas del poder cultural. Perteneciente por edad a la generación del 60, Escribano no empieza a publicar su obra hasta iniciados los años noventa, una vez que el tiempo y la vida habían remansado las heridas de la Guerra Civil, en la que su padre fue fusilado y su madre y ella misma, represaliadas. La poesía de Escribano Pueo, desde una rotundidad serena liberada de excesos retoricistas y de artificios, logra la complicidad con la persona normal de la calle que siente, vive, ama y recuerda.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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49 charcos de tinta

Por: David Esteban Andreu | Fecha: 2018

Entre las muchas cosas que la vida, la experiencia y los años nos enseñan se encuentra la capacidad para observar los hechos desde una perspectiva cercana a la poesía, y también la habilidad de recordar esos hechos como pequeños tesoros al darles, a través de la palabra, la categoría de vivencias únicas que jamás podrán volver a repetirse, pero a las cuales podremos aproximarnos una y otra vez a través de la lectura. El amor, el miedo al olvido, el inexorable paso del tiempo y sus consecuencias sobre nuestras pieles, las alegrías y tristezas que los días nos regalan... Todas esas cosas que, humildemente, forman parte cotidiana del vivir aparecen reflejadas en una u otra orilla de estos 40 charcos de tinta.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Orgasmos en guerra

Por: Carmen Mar Osuna Montemayor | Fecha: 2020

A veces, la poesía también consiste en hacer lo que te salga de los ovarios. Es experimentar un orgasmo en medio de una guerra, donde tu alma arde hasta que el aire se corta y te conviertes en una lluvia que brota sin control desde dentro de ti. Es que te maten de risa justo después de llorar. Es convertir los inviernos en primaveras, donde la nieve florece y quema brasas a su paso. Es poder masturbarme en infinitos recuerdos pensando en ti, alcanzar el éxtasis que me provoca la evocación de tus dedos explorando mi ser, buscando algo que agarrar con los dientes para arrancarte otro gemido violento. Es una batalla estacional donde me vuelvo inmortal. Es un suspiro con la lluvia que brota de mis piernas. Mojada. Enfadada. Destrozada. Recogiendo los retales sin costura de esta muñeca rota.
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Marx y Freud en América Latina: política, psicoanálisis y religión en los tiempos del terror

Por: Bruno Bosteels | Fecha: 2017

Este libro analiza la prematura relevancia de Marx y Freud en América latina, pensadores ajenos a la zona que se convirtieron en inspiración para los acosados activistas, intelectuales, escritores y artistas durante los tiempos de la opresión política y cultural.Bruno Bosteels presenta diez estudios de casos argumentando que el arte y la literatura -la novela, la poesía, el teatro y el cine- más que cualquier folleto o ensayo teórico, nos pueden dar una idea del marxismo y del psicoanálisis, no tanto como la ciencia de la historia o la del inconsciente respectivamente, pero sí como dos modos estrechamente relacionados de la comprensión de la formación de la subjetividad.
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La Divina Revelación

Por: Héctor Hernández Montecinos | Fecha: 2024

Este libro inaugura uno de los proyectos más excepcionales de la poesía hispanoamericana a partir del siglo XXI. Se trata del primer tomo de esta obra total denominada Arquitectura de la Mentalidad, le sigue Debajo de la Lengua (2007-2009) y concluye con OIIII (2012-2019). A más de veinte años de No! (2001), debut del autor y adelanto de lo que será La Divina Revelación, y a más de diez de su edición definitiva en México (2011), se presenta acá una versión sistematizada de sus tres partes respectivas. Se escribió entre 1999 y 2003; [coma], entre 2004 y 2006, y se concluyó el 2010 en la Residencia Artística para Creadores de Iberoamérica y de Haití en México. Hace dos décadas señaló Raúl Zurita: "Lo que acaba de inaugurarse aquí es una nueva era y no hablo solo de literatura".
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STRADELLA, A. / CAVALLI, F.: Novello Giasone (Il) [Opera] (Quiza, Tirotta, Mameli, Oidi Festival Baroque Ensemble, Greco)

Por: | Fecha: 2014

Sinfonia (01 min. 16 sec.) / Cavalli -- Prologue: Recitative - Aria: Chi non prova lo stral - Recitative (Sole, Musica, Poesia, Pittura, Architettura) (05 min. 52 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Ercole, Besso) (03 min. 52 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Gia nel ciel la nuova aurora (Alinda) (01 min. 35 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Alinda, Delfa) (03 min. 10 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Or che faro? (Delfa) (NaN min. NaN sec.)(55 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Delizie, contenti (Giasone) (03 min. 51 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Giasone, Ercole) (03 min. 17 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Che mi giovan le vittorie (Giasone) (02 min. 53 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Se dardo pungente (Medea) (02 min. 25 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Medea) (NaN min. NaN sec.)(17 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative - Aria: Ch'io d'amor ti tenti, o vaga - Recitative (Medea, Egeo) (05 min. 43 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Fiero amor l'alma tormenta (Oreste) (NaN min. NaN sec.)(58 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Oreste) (01 min. 03 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Demo, Oreste) (01 min. 19 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Son gobbo, son Demo (Demo) (01 min. 12 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Demo, Oreste) (02 min. 30 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Voli il tempo se sa (Delfa) (01 min. 34 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Delfa) (NaN min. NaN sec.)(34 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Medea, Delfa) (NaN min. NaN sec.)(42 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Giasone, Medea) (03 min. 01 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Giasone) (NaN min. NaN sec.)(21 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: Occhi, non v'abbagliate (Giasone) (NaN min. NaN sec.)(56 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Giasone) (NaN min. NaN sec.)(08 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Giasone, Medea, Delfa) (03 min. 53 sec.) / Cavalli -- Act I: Duet: O mio core (Medea, Giasone) (01 min. 17 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative - Aria: Se gia febre d'amore - Recitative (Delfa) (02 min. 02 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Tant'e: queste sdegnose (Delfa) (NaN min. NaN sec.)(41 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Lassa, che far degg'io? (Isifile) (03 min. 32 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Isifile) (02 min. 57 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Dell'antro magico (Medea) (01 min. 01 sec.) / Cavalli -- Act I: Recitative: — (Medea, Volano) (02 min. 18 sec.) / Cavalli -- Act I: Aria: Si, si, si vincera (Medea) (NaN min. NaN sec.)(43 sec.) / Cavalli -- Act I: Balletto delle Furie (01 min. 19 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Isifile) (01 min. 28 sec.) / Cavalli -- Act II: Aria: Per prova io so (Alinda) (NaN min. NaN sec.)(52 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Isifile, Alinda) (01 min. 33 sec.) / Cavalli -- Act II: Aria: Pensieri, venite (Isifile) (02 min. 10 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Isifile, Oreste) (02 min. 46 sec.) / Cavalli -- Act II: Aria: Vaghi labri scoloriti (Oreste) (01 min. 19 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Isifile, Oreste) (02 min. 34 sec.) / Cavalli -- Act II: Aria: Speranze, fuggite (Isifile) (04 min. 10 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Medea) (NaN min. NaN sec.)(20 sec.) / Cavalli -- Act II: Duet: Ti lascio / Mi lasci (Medea, Giasone) (01 min. 28 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Giasone) (01 min. 21 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Medea, Delfa) (NaN min. NaN sec.)(24 sec.) / Cavalli -- Act II: Aria: Temo sempre che mi fugga (Medea) (01 min. 43 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Medea, Delfa) (NaN min. NaN sec.)(13 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Giasone, Medea, Ercole) (NaN min. NaN sec.)(52 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Giasone, Medea) (01 min. 22 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Demo, Egeo) (05 min. 17 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Oreste) (NaN min. NaN sec.)(32 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Demo, Oreste) (04 min. 46 sec.) / Cavalli -- Act II: Duet: Scendi, o bella (Giasone, Medea) (02 min. 13 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Giasone, Oreste, Medea) (02 min. 25 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Giasone, Medea, Isifile) (04 min. 57 sec.) / Cavalli -- Act II: Aria: Destatevi, o sensi (Isifile) (NaN min. NaN sec.)(53 sec.) / Cavalli -- Act II: Recitative: — (Satiro, Amore) (02 min. 34 sec.) / Cavalli -- Act II: Balletto d'Amorini (01 min. 18 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Medea) (NaN min. NaN sec.)(45 sec.) / Cavalli -- Act III: Duet: Dunque tra fiori e fronde (Giasone, Medea) (04 min. 19 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Isifile, Medea) (06 min. 26 sec.) / Cavalli -- Act III: Aria: Date all'armi, o miei pensieri (Medea) (02 min. 30 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Besso) (01 min. NaN sec.) / Cavalli -- Act III: Aria: Perche io torni a penar (Egeo) (02 min. 35 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Egeo, Demo) (02 min. 35 sec.) / Cavalli -- Act III: Aria: Viver lungi dal suo sposo (Medea) (02 min. 08 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Medea, Besso) (01 min. 58 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Isifile, Besso) (NaN min. NaN sec.)(57 sec.) / Cavalli -- Act III: Aria: Torna, Amor, dammi il mio bene (Isifile) (01 min. 08 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Medea, Egeo) (01 min. 04 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Besso) (01 min. 27 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Medea, Egeo) (03 min. 14 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Demo) (01 min. 01 sec.) / Cavalli -- Act III: Aria: Dormite, occhi, dormite (Giasone) (04 min. 34 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Demo) (NaN min. NaN sec.)(16 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Egeo) (NaN min. NaN sec.)(10 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Isifile, Egeo) (NaN min. NaN sec.)(15 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Isifile, Besso) (NaN min. NaN sec.)(22 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Medea, Isifile, Besso) (01 min. 15 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Medea, Isifile, Egeo) (NaN min. NaN sec.)(41 sec.) / Cavalli -- Act III: Aria: Regina, Egeo, amici (Isifile) (02 min. 45 sec.) / Cavalli -- Act III: Recitative: — (Giasone, Isifile) (01 min. 03 sec.) / Cavalli -- Act III: Duet: Quante son le mie gioie (Giasone, Isifile) (01 min. 41 sec.) / Cavalli -- Act III: E fra nodi tenaci (Giasone, Medea, Isifile, Egeo) (01 min. 13 sec.) / Cavalli
Fuente: Naxos Music Library Formatos de contenido: Audios
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  • Música

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STRADELLA, A. / CAVALLI, F.: Novello Giasone (Il) [Opera] (Quiza, Tirotta, Mameli, Oidi Festival Baroque Ensemble, Greco)

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