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Imagen de apoyo de  El Cóndor: periódico literario - N. 6

El Cóndor: periódico literario - N. 6

Por: | Fecha: 31/07/1870

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SERIE I. ESTADO S. DE ANTIOQUIA. NUM. 6.' ;::t::~ ::=:::: :::::::::::::::::::::-=~ :: :: ::::::::;: ; :::::= ::::: =::::::=:::::::-=:::::::::: ::: ==-= -= ::::: ;;;;::; :::: =:=A:: =:::=:::;::: '=" EL CONDOR. MEDELLIN, 31 DE JULIO DE 1870. LA DUJtKB T4LAI LE1'•.&.B. ;. pre nueva, vibrante, conmovedora, hasta. que La mujer, por la delicadeza de su cons- ~llega á ser De Stacl, Espinosa, Avellaneda. tituoion física, por sus altísimas dotes mo- l Hay una poesía elevada que convence en ralea, por la superabundancia del sentimien- { vez do conmover; que reviste con una au­to, ese eterno inspirador del almo. humana, ( rcola deslumbradora los hombres y los he­puede recoger coronas en el campo de las i chos pasa~os; que de~pie;ta la indiguacion, letras. ) el desprecio óla admn·ao1on por los perso· Desdo Safo, la inspirada cantora del pa- { najes que describe. ganismo, hasta Teresa de J esus, la poetisa~ Hay otra poesía que pinta la naturaleza JnÍStica del cristianismo; desde la poesía ~ COn los bellos colores de un campo verde, mundana, del amor terreno que solo a13pira ~ el cielo poblado do estr ellas, la luna con u á una recompensa en la. vida, hasta la poesía } melancólica belleza, 6 el sol armado con los hija del amor purí imo de Dios, que sa ele- ~ eternos ardores de su luz. va sobre las miserias del mundo hasta lle- { Y hay otra que hace nacer en el alma el gar en sus éxtasis al trono del objeto ama- 1 sentimiento del amor, que despierta con su do y en intensidad hasta mas allá de la ! entonacion tantas fibras que estaban en re­tumba; todos los cantos femeninos, desde ~ poso~ que canta la pasion con sus temores y el que se eleva al borde de la. cuna del niño~ sus esperanzas, sus recuerdos perfumados y hasta el que tiene sus aplausos en los liceos ~ sus santas alegrías. y en las academias, guardan un perfume á i Pero ninguna do éstas iguala á la poesía que no pueden aspirar loa mas delicados ! de una mujer: es que tiene unos giros ta. n poetas. ! dulces , tan extraños, tan sentimentales, tan Es que el senti~iento que anima. el alma :: delicados, que el hombre nunca llegará á. de la. mujer y que mueve las cuerdas de su ~ igualarlos. lira es innato en ella. ~ La mujer en sí misma es una fuente de En van.? tratará. de igualarle el hombre: ~ poesía.: p~r el~a cantaron los mas grandes la razon fr1a. se elevará, del fondo de B\1 en- ¡ poetas, é msptrados por ella lograron q'q.ó tusiasmo y secar~ su inspiracion audaz. \ su nombre se salvara del naufragio del ol- Sus cantos, aun los mas ardientes, aun los \ vid o que acompaña todas las obras humanas. que sean el fruto de la. inspiracion que mas { * se eleva, tienen un sello especial: el sello ~ * * d~ la razon que refrena. y q ~e tra~a. de me- ~ N ?estra literatura ha t~nido mas fJ.Ue la dulo todo con su exactitud mgémta.. : de mngun otro país amencano poeti sas de . La poesía. femenina es mas libre en sus ~ gran mérito. ' giros, mas dul?e, mas senti~1ental. ( En las antiplanicies andinas por donde Desde el gnto .~e alegna que lanz~ la¡ corre perezoso el Funza, acariciando con sn madre. al ~er ~1 htJO de su amor, va sub10n- ~ suave murmullo la sabana de Bogotá, pul ­do en mspuac10n hasta entonar esa poesía ~ só un dia. su lira una mujer. El amor la sin igual que se encierra en el canto de la~ amistad, todos los afectos del alma. que cdns· cuna. . . . ~ tituyen la mas bella corona de la mujer, Y va sub1endo cou una entonnc10n s1em· ; encontraron en su laud gra.tísimos acentos , Digitalizado ¡>orla Biblioteca Luis Án el Aran o del Banco de la Re[.!ública Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 42 EL CONDOR .. Mas tarde, quizá. los desengaños del m un· ~ SEÑORES REDACTORES DE "EL CONDOR ". do hicieron callar esa suave melodía, que ( A dios. La ausencia ni la distancia serán despues volvia á tomar nuevo aliento para ~nunca un inconveniente para. que yo deje elevarse á. la contemplacion religiosa. Los } de sentir siempre y con el mismo poder, el santos éxtasis de su alma están pintados en ~ noble afecto que ustedes me han proporcio­fiUS últimos cantos, llenos de uncion, de ~nado la fortuna de inspirarme. Medellin belleza y de .fe. ' . . ~ cou todo su egoísmo, con toda su insociabi- En ese mtsmo suelo hay otras htJas pre- ~ lidad con todo su entrenamiento del poder dilectas de la inapiracion; al empezar el ca- ~ mon~tario, ha sido para mi una sociedad mino de la vid~, llenas de confianza e~ el ~ accesible, hospitalaria y benévola. Sien.to porvenir, sonriendo ante lo desconomdo, ~ dejarla; pero ustedes, como los demas dts­puesta la mano pura sobre su corazon, ento- i tinguidos caballeros que se han dignado nan esa grata poesía del alma que conmue- ~ honrarme con su amistad, deben estar se­ve y arranca simpatías. t guros de que uo es estéril el campo en que Llega otra edad de la vida e que la· f han sembrado. poetisa que soñó felicidad; halla en su ca- ~ JoB G. Tu ANA. mino espinas. Eutónces enluta su lira óla) C l .é l t 'b M d Ir 22 de suspende, como los poetas d~ S ion en ~erra- ~ O?- r P1 en e es rl o - e e m, extraña, del sauce melanoóboo que s1mbo- t JU 10• liza los recuerdos. ~ .. . ~ * * ~ En este montañoso y bello pa1e, en don· ! de las mujeres tienen la purez de costum· { brea y la belleza de las hebreas, en donde i el hogar es una fuente de poesía y la vid } domé tica un idilio; en donde los paisajes ~ animados convidan la contemplacion de ~ lo grande, de lo bello; en donde el .. spíri- ( tu adivina mas allá de los horizontes que ~ rodean la comarca, un mundo lleno de ma· ~ ravillaa; la inspiracion .fecunda y la ent?· i Dacion de nuestras poetlBas debe tener ah- ~ mento, y dar por resultado mas ~ellos ~ias ~ á nuestra literatura, y á la patr1a altís1mo ~ renombre. ( Excitamos, pues, á nuestras paisanas pa- ¡ ra que dejando la timidez propia de su ~ , sexo, se consagren al cultivo de la~ bellas ~ letras, que tan inocente solaz nos propor- ~ . ~ Clonan. \ Ayer no más saludábamos con ardor un t nuevo astro que iluminó nuestra literatura ) y que representó dignamente á la juventud ~ femenina por su imaginacion lozana y por ~ la dulzura de sus versos. ~ Hoy ha callado : no quiera el cielo que ¡ la felicidad de su hogar haya sido oscure- ~ cida por la desgracia. ¡ Y á su alrededor en preciosísimo coro, ~ formarán todas las hijas de la inspiracion, ~ con la lira en 1& mano entona.ndG el himno ~ de la vida. ~ Ay 1 cuántas veces, mi adorada amiga, Viéndote alegr me enU feliz ! Y cuántaa veces sorpr ndf la di ha obre tus frescos labios de carmiu ! Y ¡cuántas veces ólo y á tu lado Con estar á tu )au n fuf feliz, Olvidando los negro desengaños Que entre sus pliegues guarda el porvenir ! Y ¡cuántas veces al decirme tierna. Que solo con mi amor eras feliz, Dejaba, loco, que mi mente inquieta. Construyera palacios para tí ! Todo pasó 1 Los tintes sonrosados Que bañaron tus labios de cannin, Por oscuros matices los cambiaron Las penas, el dolor, el frenesí! Todo pasó 1 Recuerdo que á tu lado, A tu lado, mujer, yo fuf feliz .... Hoy te vnP1vo á mirar .... pero temblando De verte tanto y sin cesar sufrir t Los palacios de mármoles y rosa Que mi mente forjara para ti, . Huyeron, ay! cual fugitivas sombras Al empuje fatal del pol'venir. Y sin embargo te amo, te amo tanto­Que por verte tranquila. sonreír Sacrificara lleno de entusiasmo Mi orgullo de hombre, mi ambici~ sin fin. Tú no tienes la culpa, tú me amabas Oual aman todos en la edad feliz; Con todo el fuego de la ardiente llama Que alimenta de amor el frenesf. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la ReP-ública, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CONDOR. 43 Ma.. por pasiones mezquinas y bastardas ::ambiciones, el rostro cubierto con la careta ~ do hipocresía que ta.nto abundn. en la ma·· \ yor parte de los paises hispano· americanos. (¿Qué mucho, pues, que yo añada una pági· ~na un tanto adulterada á ese gran catálogo ~ q~e atkrna la historia de nuestros pueblos ~ con enormísimas calumnias? ¿Qué mucho \ que yo deje caer una sola gota do amargu· ~h:Ron EDITOR DE "BL ooNDOR ". \ ra. en ese océano de hiel que han formado Aquí me tiene usted pluma en mano ~ mis predecesores? algunos pliegos de pap~l provocativos y 1~ ~ Decir verdad es ?OS& muy sencilla; pero inteligencia en ristre recorriendo con la ima.- ~ es empresa mas arriesgada que la d~ pre­ginacion hombres y cosas, tiempos y países, { tender atravesar el ca~al de Suez tebie~do costumbres y doctrinas, cielo é infierno, y ~ por puente un mezqutoo cordon de htlo. todo hasta. mi propio corazon buscando al- Por esto y por otras razones que guardan go o~n qué llenar una columo~ de su pe rió· ~ mucho d~ verdad, debemos escribir todo lo dico¡ mas todo es inó.til, porque cuanto veo ~que no stend.o ver~ader~, venga á. posarse es árido, sin brillo, ajado: mi cerebro está. ~ en nuestras mhosp1tala.nas en~endcderas. n1as seco que los arenales de un desierto. : De vez en cuando suele sahrse de nues· rui cabeza mas estéril que esas señoras d¿ ~ tros.labios ó desprenderse de nuestra. plu­quienes la hi toria nos habla que, por un ~ IJ?a moportuname~te alguu concepto que milagro, han concebido en )a vejez. ( t1ell:e vtsos de reahdad; mas ent6nces 1 oh D ·o~~o h · · d d . ~ vamdad humana! entónces hay, como ha su-l~ s ana. stn u a una gran proeza 81 t d' d f · · · · d. 'b' 1 b 6 ""t'l 6 · : ce 1do ya, esa los, tralcLonos, apreCiaclo-yo pu J.era esor1 tr a go ueno "' 1 Sl 1 • d b'd d ·¡ b d 1.. 11 · · t t ' 'd d l nes m e 1 as y sobre to o mt ocas que me ayu ara~ enar stqUlera es a e ern1 a ~ Id' 'l 1 1 d lí 1 d : m a tcen y mi manos que se a zan á a. vez e neas que para. os que no po emos es- e b · 1 b' · · d d · 'b' t' ' h · d 1 ( para cu rtr esos a 1os sm p1e a y sm pu· cr1 Ir, 1ene una OJa e pape . ~ dor . . Una idea .P~~pia? señor Editor, en este ~ Sin embargo, podemos decir algo que t1empo de owzüsa~tO~t y de cttltu:a es tan r~- l perteneciendo á, regiones que están coloca· a-a, es un a.oonteciml~nto tan mverosímtl, ~ das en una atmósfera mas elevada que las como sou raros los dta.mantes en la mano 1 ridículas cuestiones sociales de estos nues­de u~ ~ordiosero, como son. inverosímiles ~ troa tietnpos, toquen el sentimiento birlen­los VIaJeS de Dumas nl Onente. Mas ya 1 do dulcemente el corazon, embelleciendo que no se :neuentr~n hechos notables en ~ sas ilusiones 6 embotando un tanto los pro­nuestra sociedad, dtvaguemos, que para. es- \ fundos dolores que suelen atormentarlo y ~o si se encuentra voluntariosa mi mal ta- ~ algunas veces dando á las esperanzas algun Jada pluma. \ t:Jte vago ó aspecto de realidad encanta- He recorrido ansioso todas las páginas \ dora. de todos los periódicos que se publican en { U na noche en Medellin en nada se pare­N u e va Granada (hoy Estados Unida8 de } ce á. otra en Paria, como una mañana. de Colombia) y con poquísimas excepciones, l nu~tros climas intertropicales se asemeja están plagados de palabras que han servido :: poco á otra d~ los hielos polares; y sin em­para expresar la misma idea en mayor nú· ~ ba.rgo, hay ocasiones en que se puede ser mero de veces que cabellos hay en mi ca- j tan feliz en Medellin como en Paris. Y o he beza y pesares en mi corazon. Todos mi en- ', tenido instantes en que mi alma se ha sw· ~n! Pero el humano linaje á todo se habi· ~ tido trasportada en locomotivas tan agta .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Án el Arango del Banco de la Re ública Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CONDOR. dables como la escala de J acob, no al cielo 1 narracion me tomo la libertad de hacer con• porque eso seria ambicionar muy alto, sino i tando con su consentimiento. tí las calles de V ene~ia, bajo es~ cielo tan ~ Era, pues, mi amigo Ricardo uno de esos perfumado Y ~u yo VIento sopla siemprc.tra- ) estudiantes que han tenido y tienen tantos yc'n~o á l~s 01dos el eco dehcado de leJan.a ¡ imitadores, cuya primera aparicion en el voz mfant1l que canta sus amores á las on- ¡ colegio empezó por hacerse indiferente en llas de la mar. Una de esas n?ches fué la~ asuntos religiosos para deducir luego como del sábado en que atravesaba sm rumbo de- i consecuencia necesaria como un axioma in• terminado las call~s de esta bella, pero na- ~ co~testable,. que era u¿ genio nacido en la da mas que bella cmdad, '! hub~ de ~e ten e~- , m1tad del stglo XIX par& luchar y burlar­me frente a. la :ntrada de unll1gles1a urm- ~ se, cual otro Voltaire americano, de los nada por los anos Y e~t~rcolad~ por las pal~- ~ principios y dogtnns del Catolicismo. Du­mas que han constru1do su m do . en.los m· l rante loa primeros meses de su permanen­chos de los altares Y de cuyo edtfic10 qu.e- ~ cia en el colegio estúvo nutriendo su espi · dan hoy como un recuer~o una. torre s~n l ritu oon soplos ligeros tle Filosofía y de campanas y dos puertas sm cerradura. V e1a. ~ doctrinas benthamistas· pero excusado es yo esto com.o una. antigualla que no hace ~ decir que aunque poc'o entendía. él esos honor á la. 01ud~d dond~ se en~u.entra, cuan- { asuntos tan profundos, sostenia con una do me sorp~end16 un rú1~0 dehmo .. o, el cant.o \ energía digna de mejor causa, que la lógica e e una muJer que pareCI~ brotar ~e las ru1 - ~ de Tracy y Brouseais era el único medio de na del templo por el Dws guardtan de los ) iu vesLi~Yacion y la sola1·egla. para formar un lugares sagrados. ~ riguroso criterio. Sus compañeros, tan né- Era una bella sefioritá que , en la ca a ve- ~ cios como él, mirábanlo como un oráculo ci na., cantaba. dulcem ente una ária de Be- ¡ qu e descifraba todos los enigtnas, explicaba lljni. ¡ todos los geroglíficos y resolvia con la. ma· ¡Q ué voz , se Ílor Edito r! Qué sentimi cn- ~ yor de~treza. todos los p:oblei?aa que se to l qu6 talento pnrn. interpr etar la idea que f propom~n á. su p e~ctrante m~cmo. ¡El mun­bull ó en la. mente del ilustre comp ositor al { d~ es tm ol se teatros y á toda claRe de di ver- ~juntos buscaremos el ~efugio único q~e pue· .aion. IIe dado, decia plagiando á un emi- \ de hall~rse. sobre la tterra, la so~n umdad .á. nente lit rato y con tono un tanto cuanto ( que el hnaJe humano pu~de asptrar, el úm­presuntuoso: he dado al cuerpo lo que toca ~ co lugar en que todos podremos ser herma- 111 cuerpo y al alma. lo que toca al alma.. ¡ n?s. Busquemos á. _Dios, busquemos la reli· Tambien esta vida le cansó, gastó el co- ~ gwn para.que coblJ~dos con su sombra po· razon y mucha p:ute del dinero que tenia. ~ damos baJar tranquilos á. la tumba. 1\'Ialdccia. del matrimonio como que era { R. hermano mayor del suicidio y opinaba 'COn ~ san Juan Crisóstomo que el infierno estaba ( empedrado con lenguas de mujeres. ¡ Abandonó esta ciudad que era el escena- i rio de sus heroicidades i se fué á. lln pueblo ~ vecino á hacer lo que se leerá. en un ft•ag- ~ mento de su última carta recibiaa por mi : 'd . 1 ayer, y que en segm a copto. ~ "Por último1 mi amigo N., entregado al? agio habito una. tienda donde exploto con ~ provecho á todo sér humano que la fatali- ~ dad arroja á. mis puertas. Tengo dinero y ~ esto cubre todas las manchas que pudieran i teñir mi frente si mis acciones fueran eje- i -cutadas por algun infeliz á quien le falta- ~ ~a ei brillo de algunas onzas de Qro. ' \ (EN SU CU 1PLBAÑOS). Y o ví una flor su vívida coro 1st. :Abrir en medio de una selva, y ví Su débil tallo al ar.otarlo el aura ·Mecer sus hojas en vaiven gentil. Sobre sn frente pudibunda y tersn. Brillar el fuego del candor, y allí Temblar su estambre, el voluptuoso beso D&l zéfiro galante al recibir. Del sol naciente el luminoso disr.o Su sien tiñó de virginal matiz; Plegó su tallo, el sol en Occidente Sus últimos reftt>jos al hundir, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 46 EL CONDO:R. Cuhri6la al fin la noche con sus sombras Marchita., sin nroma, sin m:ttiz; Mas, pura y virgen, á su tallo asjda, La nueva aurora sorprendió la allf .. . • Como la flor que <>ntre las selvas nace Púdica, virginal, tambien asf Naciste al mundo, nparicion divina, De inmaculado cielo a 'tro feliz. Y serás venturosa ...• Dan á tn alma. Sus gracias y sn amor, sn sonreir, Los quince abriles que lucientes brillan De tu horizonte en el azul confin! No agita tu alma de pnsion al~una. Ardiente el fuego abrasador, febril; Las ilusiones su fanal te muestran, La dicha se te mu~stra en porvenir! Cándida. y pura cun.l la flor, tn frente Suave acaricie el zéftro de abril ; El sol de la. virtud te dé sns rayos, Te d6 el pudor su espléndido matiz t M. S. TORO. 20 de julio de 70. (A HORACIO). ! Esta necesidad se manifiesta de mil ma• neras, bajo diversas formas; pero sin que en ninp;un caso pierda su carácter esencial. Y yo, como hombre, sentí en lo mas pro-fundo de mi sér la necesidad imperiosa de experimentar algun placer. La manifesta· 1 cion de esta necesidad fué un vehemente ¡ deseo de recibir imprcsz'onea; pero no impre­( siones de cualquiera clase, sino ~·mprest'ones dtJ vütJe solamente. El lector ru~nos sagaz comprenderá con facilidad si se fija un poco en lo que sucede en nuetttra tierra, que de donde me nació á ~ ~t. esta idea fué precisamente del deseo de ~ lmttar. ~ Llegaba. al fin de su carrera el año de t gracia de 65, cuando pnrA. satisfaccion de } mi deseo proy\3cté un viajecito á uno de ~ los pueblos mas cercanos á esta ciudad, y (que el lector conocerá apénas vea el rumbo ~~· quo tomé para mi viaje. Despues de pasar por mil penalidades y angustias y por todos los renombrados con· ( d d' , ~ flictos de los "Percances e un es tu 1antc .· pude al fin salir de esta ciudad á las siete No he querido pasar por dcsoortes con ) de la mañana. el elegante autor de 1 U na antigüedad", el ~ Esta hora hora en que se levanta de su mod~rno Ho~a~io, quien galant.em~nto me ~nacarado lecho el esplendoroso astro del deJICó su ongmal articulo. Quiero yo tam- 1 dia, ea, segun la expresion do todos los poe­bicn regalarlo con otro, y para llevar á ca· ¡ taa la hora del supremo amo1' y de los pla· bo mi propósito he encabezado estas líneas } cer;s dt,lces y santo8. con el pomposo título q?o lleva~. _ ~ Dirigíame por.la banda izquie~da. del1·io De seguro que HoraCio frunc1~á. el cen.o ~ Medellin y háoia el sur de est~ etudad; h~­cunndo vea que su de~eo de avenguar antl- ~ bia caminado ya por el espac1o de med1a. auallaa con solo el obJeto de que yo les ha- ~ hora quizá maa do una legua, porque m·a. ga biografías á los pers~najes que figuraron 1 tal el deseo de recibir impresz'ones que, ere· en ellas, no queda sat1sfecho. Por ahora (yendo huian éstas de mí, trataba de acelc· que permanezca así, si á. bien lo tiene, pues ~ rar el paso con la esperanza de que ellas e~toy seguro de satisfacerlo mas tarde! Y ~ al fin vendrían á mi corazon. para ese dia me reservo el derecho de JUS· ~ Yo seguia cabizbajo mi camino, esperan· tificarme. i do con ansia la renlizacion de mi deseo; pe- ¡ Oh manes de Hor~cio! he hecho un pró- ~ro todo fué en vano, porque ni una sola im­logo y necesito conc~u1r la o?ra; pre_stadme ¡ presion se mostró simpática conmigo. vuestro númcn poético, vemd ea m1 ayuda ~ Lt~ verdura de los oampos, la brt'llat~te es· si no quere}s que ~aga. yo el papel, el tri~te ) plemlz'dez del sol, el suave mu:rmtll~ ~e las papel del celebro hterato de Larra, que htzo {fuentes, el dulce canto de los nul y rml vtstosos el gran prólogo de una obra que nunca pen- i pájaros d8 la floresta y otra multitud de co· só escribir. ~ sas que se presentaban á mi vista muy dig- Hecha esta exclamacion de órden pase- (nas de admirar, me parecieron tan ~o':llunes mos al asunto. ¡ que, léjos de impresionarme me fast1~1aban, Todo hombre, feo 6 bonito, instruido 6 ¡ por haberlas visto tar.t!\s veces descritas en ignorante necesita como una. condicion de \ mala prosa y en peores versos. su naturaleza., gozar, J. Cua.ndQ ménos lo pensé mo hallé en el Digitalizado orla Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CONDOR. lugar á donde me dir1gia; y á no ser una pe-; ladura que en una pierna me babia hecho ~ la acion, yo no babia reoibido ninguna otra ~ clase de impresiones. ~ Llegado allí me lancé por las calles bus- ~ cando impresiones, y loco, sin poder enoon· ; tra r las, pregunté en una especie de tienda ' comun: -Mi señora ¿usted tiene ~'rnpresiones? -SalcMchones? Si, señor, y muy buenos, l respondió ella con sumo interes. ~ Aquí subió de punto mi desesperaoion ~ creyendo que aquella. mujer se burlaba de ( mí; y tomando mi caballo subí á él y diri- ~ gí mi rumbo háoia esta capital, gritando { de aforado: "Impreaionea queridas, venid á ) mí, no os vayais". i Una multitud de m 'l ·Jhachos que cnoon- ~ tré á. mi paso, se rió de mí y me silbó ~ á su aust.o y oontemplacion, y yo siem- i pre gritando: "lmpreaione8, 1'mpr8at'one1, ve- f nid á mí!, ~ Y o eguia mi camino y por mas de una ~ hora nada babia sucedido. ! Poco despues comenzó á caer una. fuerte t lluvia sin que yo, que volaba á caza de im- ~ presiones, sintiese que me estaba mojando. ~ Seguí sin interrupcion, como el judío > errante, hasta que en una caída que me dió ~ el caballo quebrósemc una mano, viniendo •, á conocer entóuccs cuánto vale una. ~mpre- ~ 8{on tan bien recibida como ésta. i Llegué á casa, mandé buscar á un oiru· ~ jano y renegué de las impresiones siempre ¡· que hayan de ser tan dolorosas. DANIEL. Medellin, julio 28. ) AL lB. BEOABDO C.&lm~VIAHO. ~ Yo, torcaz abandonada En la mitad del desierto, Y cnyo nido está yerto Porque le desdeña el sol; Yo que canto en la espesura. Cubierta de Yerdes hojas, De mi vida las congojas Al moribundo arrebol; He escuchado los lamentos Dulces, tiernos, doloridos, Y los profundos gem1dos Lanzados en tu afliccion: Y he llorado por tu suerte Con verdadero quebranto, Porque, vate, yo amo tanto Las penas del corazon! ~ ( t l ( ~ ~ ~ 1 ~ Desde mis primeros años Conozco la desveutma, Pues el cáliz de amargura Desde muy niña pl'obé. Pero todos los tormentos Con su temible pujanza, N o han logrado mi esperanza. Arrebatar ni mi fe. I1a fe y esperanza siempre So tienen al desgraciado; Son el vínculo sa.arado Entre los hombres y Dios. No reniegue del de tino, }}sptlra y en Dios confía ): demáudale á MARÍA Alivio vara lo8 dos. Y miéntras tanto tu lira Con us dulces vibraciones Te dará nuevas canciones Que hasta mi selva vendrá.n. Canta de Rionegro altiva De la fuente su rumort-s Y la variedad de flore Quo respeta el huracan. Canta el azul de su cielo Que cubre tanta belleza; Canta la bri a travie a Y d trinar d 1 rui eiior. Canta la fe y la constan ia. Y la virtud de tu awada; Canta su ti~rna mirada. Y lo santo de tu amor. Alas nunca te dese pere!i Ni de los hombras maldigas, Que tras de zarzas y ortigas Hay, de seguro, una flor. Esa es la. ley inmutable Que se le impu o á Natura. Para. que toda criatura. Tenga. placer y dolor. No olvides á tu heroina Que ha ln~hado como fuerte Contra la bárbara suerte Solo apoyada por Dios. No la olvides y, te auguro De tu mérito la palma; Pero es neceilario calma Y fe y esperanza, adios ! BL IIABl!liO. (POB BASILISO Tm4DO) • Vuela, vuela, y sin rumor Corta las ondas, barquilla; Que del mar en la alta orilla Me espera mi dulce amor. La estrella mP,rina. Su faz argentina Levanta ya, Y un r. ncbo camino Su rayo divino 'l'e enseñará. EMILU .• 47 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 48 EL CONDOR. Barca, vuela: tardar:in Mas las aves pasajeras Qu~ llegar yo á las riberas Do me esperan con afan. Tal vez tierno llanto, Lágrimas de encanto Derramará; Y con sus cabellos Sus p.'irpados bellos. Eujugará. Que ella llora de pesar Viendo mi vuelta tardía Cual sonríe de a]ecJl·fa Viéndome al fin arribar. El astro marino El ancho camino Me muestra ya; Su faz luminosa La faz de mi hetmosa Nos mostrará. Quiero mas en mi an iedad Las tormentas que la calma t Oh! la tormenta de mi alma Qtúere mas la tempestad! V u e la que su Hanto Tal vez de qu branto Derramará, Y con us cabellos Sus pnrpados b llos Enjugará. =- : :: ::::;:::;J:;::: ::=! { debia alumbrar el 20 de julio de 1870. La. \ aurora tle este dia que debiera esparcir la j animacion y la alegría, solo arroja una som­¡ bra oscura, letal y fúnebre cual si acabara ! de ocultarse para siempre el rey de los as .. ~ tros y la luz. ~ Es que el doctor JuAN EsTfBAN ZAMA· 1 RRA ha dejado de existir; es que el sol do ~ la inteligencia se ha escondido y todos de­\ hemos llorar! ~ No han querido los héroes que nos die­¡ ron patria y libertad que el talento ma~ ~ privilegiado, el faro xnas luminoso en la es· ~ cala de las inteligencias, el ciudadano que ) comprendía lo que era República y Líber­¡ tad; que el doctor ZAMARRA, el gen~o, en 1 fin, habitara la tierra en que ni siquiera sa­~ ben honrar sus nombres acatando su memo­~ ría. ~ E os héroes en su gloria son modestos . ) N o quieren ellos que existan en la tierra. 1. muchos que comprendan sus hazañas y bcn .. ) digan sus virtudes. 1 ~ Y por eso suplicaron al Dios de los hé­) roes colocara en su excelso trono en ese dit\o \ glorioso, á un ardiente admirador do las ~ ,,irtudes cívicas, adorador de la República, \ de la Democracia y de la Libertad. (DUELO), ~ s· l . } . : 1 en e c1e o se nece 1ta del talento ver- ¿Habeis visto alguna vez ocultarse el sol ~ dadero; si los grandes genios se requieren tras una hermosa. nube e lor de rosa, en esa. ~ en la mansion dichosa, sin duda que todof3 hora solemne y melancólica. que llama la. ~ esos titanes y h6roes de la inteligencia que oracion? ~ la habitan, se habrán congratulado al reci- , Habeis visto cuán oscura y triste es esa ( bir entre ellos al doctor ZAliARltA; su el:!­so~ bra. que se extiende entónoes en la tie. ¡ píritu resplandecerá y sus consejos serán uq rra? ~ f~ro más que lo~ alu~bre, 1 Y ¿no ha.beia notado cuánto mas lúgubre i y sombrío es este espectáculo, cuanto mas ~ hermoso y resplandeciente es el sol que va ~ Que el mártir de las decepciones huma. á ocultarse? · 1 ·1 · - b ( nas, e 1 ustre antwqueno que pro ara que ·-- _ El viento de la noche que ya ero-~ sí hay resignacion en el dolor, goce en 1~ pieza y el fúnebre aleteo de las aves noc- \ eterna mansion de la paz que promete el turnas que salen de su nido i no os inspiran ! Altísimo á los que sobreponiéndose á las á e!ta.. hora tristes emocione; que os hacen ~ borrascas de la vida, saben arribar al puer· desear el día y bendecir el sol; emociones i to de la verdadera dicha, con el oorazon pu· que os hacen sufrir, que os hacen llorar? ~::·~. ro y el honor salvo. . B ...... ' Pues bien; hoy se ha ocultado el sol que f ·······"···--···---~~;~~·;;.;~-~~~-;~~:~~:-,~·-~·"········· Di italizado r.or la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Cóndor: periódico literario - N. 6

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Cruce de lenguas

Por: Kathya Araujo | Fecha: 2007

"Crónica, política, fotografía, cine, sociología, filosofía, crítica literaria, performance, psicoanálisis, educación, feminismos, movimientos de minorías sexuales, poesía, ensayo, heteros, bi, homosexuales, trans, academia, activismo, es precisamente esta multiplicidad la que justifica el título de este libro: Cruce de Lenguas. Se trata de lenguas que no se someten, que se tocan, que se entremezclan y se repelen, que son extensas o breves, que dialogan o se encierran, que obligan a producir nuevos soportes y admitir nuevas combinaciones. Respetar el cruce de lenguas, intentar no someterlas, ha sido una ambición en la generación de esta publicación. Es, sin duda, esto mismo lo que aporta a la diversidad con la que está constituida.
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El reino de la fantasía

Por: Beatriz Boria Julián | Fecha: 2015

En un país muy lejano, en el corazón de la inocencia, descubrimos veinte historias entre las cuales, tres son poesías llenas de una ternura muy especial, con las cuales podemos soñar con un mundo mágico en donde los sueños pueden convertirse en realidad.Dentro de él encontramos un matrimonio, que un día trabajando, encontraron un jarrón que estaba encantado. A una gata llamada Maty que su defecto era la comodidad; un gusano aventurero, al que le encantaba pasear; una princesa a la que le pirraban los animales y la naturaleza, desobedeciendo sus quehaceres del reino; un perro que su sueño era poder trabajar como cartero… En este mundo encantado en donde lo irreal se convierte en realidad, podemos leer estos bonitos relatos, con los que disfrutaremos al máximo en un mundo de ensueño…
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El simbolismo del toro

Por: Mariate Cobaleda Hernández | Fecha: 2002

Este libro se presenta como un completo y riguroso estudio qeu vertebra el contexto cultural en el que aparece enmarcada la Corrida de Toros. Para ello, hace un repaso por las antiguas religiones taurinas y solares de la Meridionalidad, y desentraña el simbolismo de las principales fiestas de toros, populares y españolas. Analiza, además, las obras cumbres de la pintura, de la poesía, de la novela, del teatro o de la música, que han encontrado en la Tauromaquia el tema de inspiración.Aborda el carácter antropológico de la lidia desde varios aspectos, como la dimensión ética, el simbolismo erótico de la tauromaquia, o el sentido religioso o sacrificial implícito en la lidia. Y todo ello, para intentar adivinar la estética más espiritual y sublime del arte taurino.
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Tantos días felices

Por: Laurie Colwin | Fecha: 2015

Guido y Vincent son amigos desde niños, estudian en Cambridge (Massachusetts) y comparten sueños: Guido quiere escribir poesía y a Vincent le gustaría ganar el Premio Nobel de Física. Cuando Guido se encuentra con la extravagante Holly a la salida de un museo se enamora perdidamente de ella, pero presiente que no tendrán una relación fácil. Vincent, más abierto y alegre, conoce a Misty en el trabajo y, aunque ella es una misántropa terrible, estaría dispuesto a darlo todo por salir con ella.A través de las relaciones de estos personajes, de sus cortejos, celos, rupturas y reconciliaciones en el Nueva York de finales de los setenta, Tantos días felices retrata a cuatro personas inteligentes y bienintencionadas que no pueden dejar de creer en el amor.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura estadounidense

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La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 629

Por: | Fecha: 10/05/1873

TRIMESTRE XIV. AÑO IV.-Bogotá, mayo 10 de 1873. NUMERO 629 . • ADVERTENCIAS.-Se publica los márt.e., jl1éve< i si· { bRdos i el mismo dia se lleva a IRs casas de los su~critores de l. capital. Los de fuera lo recibinítl por 103 correos res pe c­tivo< con toda esactitud, pues e ,nfiRmos en la honrade¿ del n-obierno de la Union i en el celo de todos BUS s ubalternos. mas talen to en sabe r mori r que en saber vivir ..... esta luz de polvo de nuestra vida de la H.epública podrá. subsistir, ménos en cieno. elll\ote de este escrito. 1 ese talen to, i ese grande i ventu- Que nadie es nada de todo eso ni En dias pasados entré a una tienda _ ~ roso talento ha sido el tuyo! (C.&WIO)ITlI)).&.1N])§ Esos brazos que ha veinte siglos de mucho mas que de todo eso, ante i purque nombró a Bentham, fueron a el que ES la elocuencia, la poesía, la bautizarme con un líqllido no muí decen· . se estienden sin cesar para estrechar filosofía, la sabiduría i la grandeza; i ~e. En un corrillo dije que creia en Dios, DEL PARTIDO CONSERV ADOR I al mundo, te sedujeron AL FIN en 1 . . 1 bl' . 1 I I mc llamaron goao. ___________ . su tel'Oeza, en la grande hora de tu I eterna despedida; a pu]anz.a I o su l~e I o exe so en En todos los dias todo mundo pasea, absoluto I por esenCia. apesar de lo mucho que sufro el olfato. - Para Presidente de la 'Union 1 caiste en la tumba entre esos 1 ant~ ESE, vale mas que todas I Sin aeomos de error Ee puede formar las g l~f13s del mundo, la siguiente proporcion : un escrito: a bellos brazo!fdel HIJO DEL HOMBRE! En el próximo periodo de 1874 n 1876 Un II1stante de amor al abrazarnos su número do letras : : una conversa· con la muerte. oion : a su número de mentiras. SEÑOR DOOTOR RICARDO! yo te felicito, porque Hai algunos que ven mui azul, puesto Oh ! que tú comprendiste que no es del jenio esperto e intelijente, abandonar ese inmenso Leviatan en que navegan las jeneraciones de los J. M. TORRES CúI\.ICEDO, siglos humillando las olas i burlando a las tormentas de los mares i de los viviste cornQ vivimos los hombres, que dicen que su sangre todavía tiene 1 has sabido morir como mueren i este color. como deben morir los cristianos . He tenido mui vivos deseos de ¡¡irlo Adios, adios amigo! Yo te alcan- todo i de TerIo todo en un inst.a~ta zaré sin duda, porque lo sé, lo veo: dado, en que tod~s las paredes ~e hlCle­has tomado mi misma vía. Adios! r~n trasparentes I todos los sOUldoa au­dibles. PARA GOBERNADOR dellJstado S. de Cundinamarc;a SEÑOR JOSE nIUl.lA QUIJANO OTERO. l\icardo de la Parra. Héme aquí yo tambien contem· piando esa faz fria., inmóvil, muda; eS09 ojos que el dedo de la muerte ha hundido en sus órbitas; esos labios secos i enjutos ya, por las mudeces de la tumba. i 1 tú ántes te ajitabas tembloroso, convulsivo, como sacudido a tu pesar por el mas poderoso i por el mas misterioso de los galvanismos I Qué elocuente parodia! Pero eso no es mas que la transo figuracion del cuel'po; de esa ma­teria estúpida, que ignora i que se ignora; destinada apénas como a servir de lente a los ojos del alma. ¿ 1 qué importa eso para tí, que vivias arrobado en la contemplacion de esas fuerzas típicas, de esas leyes eternas, con que el Inefable habla a los siglos en una lengua de mundos innumerables? Nada! i hoi ménos que nada, en que duermes el sueño de la muerte. Cometa raudo, inmenso i vaporo­so, vivias léjos del mundo visible, perdido en las profundidades de tu órbita desconocida; siempre lejano, fantástico i solitaril), hasta vivir de ti i para tí solo, en rejiones que tú habias creado para las mansiones de tu espíritu. Pero debias volver algun dia de tu afelio, para acercarte mas que nunca al luminoso centro de tu di­vagar asombroso i vagabundo ; i saludar al sol. 1 volar a perderte en tus viejas e ignoradas peregrinaciones; Saturado de esa luz que nada puede eclipsar i a que nada puede resistir; Para fundirte acaso en ese océano del infinito, ensueño constante de tu fulgurante imajinacion. Astro, como el sol de tu patria, tu mas bella hora ha sido la hora de tu ocaso. . . .. Oro, nácar, gualda, ópalo, púrpura i nieve i plata i car­min, todo ha reverberado en el bello poniente de tu rumbo, en que el tu­multo de tu existencia era lo único igual a la soledad de tu naturaleza. Oh PARRA, PARRA! Tú has probado al mundo que hai tiempos; para continuar el viaje de los muertos sobre un leño sin velas, sin remos i sin timon i sin brújula .... lIé ahí que tú has sabido morir; i que tu mas bella hora ha sido tu hora postrimera. M. M. MAOIEOO. Qué esoenas! i qué voces I La moda es una palabra que las ricas pronuncian con alegría, i las pobres con tristeza. No será. por demas añadir que, en virtud de ella,se ha hecho una inver· sion, un algo3 preternatural. i 1 cuántos que habian surcado Manifestac;ion. felizmente el océano siempre desier· Señor Presidenta de la Junta. to i siempre borrascoso de la vida se Mayo 7 de 1873. estrellaron contra las rocas del puer· C 1" . to deseado! on suma oor;np. aoonola partlclpo a B'" . usted,para conOCimiento de la honor.able I~n Ido estas, porq ue te has Ido Junta, quo arreglada la liquidaoion de BlE~ . . Ila deuda del Estado a eate Hospital, de '1 e has Id~ como el sol, que ,lega a conformidad con lo dispuesto en la lei ~a tarde las rafagas de su crepusculo, de 22 de enero del presente año" adi­I a la noche los luceros de sus re- I cional a las los establecimientos,almacenes &, f,\bnca, podemos asegurar que no se en· en que se dén a la venta 108 licore8, cuentra on otro establecimiento donde se I siendo h primru=.uqueI.los o'"yo produc>to ocupa ~anta jente ~ allí insp:ccionan al sea o esxeda dc 20.0 S mensuales. Aquí ~as lOuJeres la senora del senor Bord::l, 1 hallamos ya una micua desproporcion : 1 a los hombres él; i adema s están en i la tienda que realiza 200 $ mensuales d.ep~rtamen tos separados. Aquel estable· ! paga lo mismo que el establecimiento o Cimiento es una vcrdadera escuela en almacen en que se vendan 1,000, 2,000 e d onde, ademas de educarse, se aprende en igual tiempo. s trabajar. Los establecimientos, almacenes i tien· Los fósforos que hoí se hacen son mui das de licores están gravados i pagan NOVELA ORIJINAL POR DOÑA MARIA MENDOZA DE VlVES. (CONTINUACION. ) Un male5tar indecible la atormentaba a !-odas horas; aCaso nacia de la presencia del Joven, al cual hubiérase complacido en en· contrar ingrato, deSCOrtés o siquiera frívolo. Pero por mas que lo deseaba, no le era posi· ble hallar tacha en aquel carácter lleno de rectitud i lealtad, en aquella hermosa i sim. patica figura, en aquel claro entendimiento, 1 en aquel alma, en fin, que sabia, segun el precepto del Evanjelio, devolver bien por mal. El eslado de la nilla no contribuia poco a acrecer Csa inquietud. Los médicos la ha· bian asegur&do la salvacion de Julia, siempre que su Vida fuese tranquila, i llingun suceso desagradable pudiese dar lugar a un retro­ceso, en cuyo caso no encontraban remedio para ella. En cu .. n~o a la niña la cienoia del hombre era impotente; sol¿ Dios podia salvarla. Acaso viviria muchos meses con su int~lijencia des.pejada i SR perpétua ca· leulurllla, o acaso un incidente cualquiera p:eci~ito.rin: en pocos momentos aquella dé· bll eXIstenCia, o pa.saria del sue'ño a la mUir· te ou~~do ménos se pensara ni nadie se aperc~ ble.rfl" como en el tránsito deun il.njel. Juha Ignoraba todo esto, i miraba por lo tanto a su hija sin el mas pequeño temor. Por eso al concluir Serafin su relato, volvi6 la j6venmadre los ojos hácia la niña, i dijo oruzindole blandamente las manos que te· nia sobre el pecho: ' -Serafin, tu historia la ha hecho doro mirse. A estas palabras la criatura lnant6 pe· nosamente la. cabeza, miró a su madre, luego alj6ven, i dijo -con débil voz i tristísima son· -!liaa: -N o, mamá, no dormia; ¿ quieres que te lo cuente todo? -¿ 1 nada olvidarás? preguntóle Serafin acariciándola. -·N ada, respondió la. nifía. con candidez, i añadió mirando a la. baronesa: ¿ no es verdad que no olvido las hietoriae, mamita mia? ¿ no es verdad? ...... -Si, hija, si, apresur6se a contestar la anciana. levantándose i entregando la. niña a Pedro que se habia adelantado al ver su movimiento; pero, prosiguió, te cansaria el contarlas, i ahora debemos reposar un po· co; vamos, pues, a. nuestro cuarto. La niña sin contestar, cerr6 los ojos ¡pilo· só su enflaquecido brazo 1101 rededor del cuello del fiel criado, que 111 condujo a la otra habitacion. Serafin i Julia. quedaron Bolos. Era la segunda vez que en muohos dias sucedia esto. -Julia, dijo elj6ven, despues de haber permanecido como ella. algunos momentos pensativo; hace una semr.na que en una. situacion análoga, te hice una pregunta, a la que te impidió contestar la llegada de otras personas, ahora como entánces, te 1110 repito: ¿ quieres ser mi esposa! Las mejillas de Julia se tiñ eren ae un le­ve sonrosado; bajó los ajos que habia teni­do ántes fijos en el j6ven, i repuso con hon­disima. tristeza: - Ahora como eatóncee mi espiritu se so­brecoje ante la respuesta. que debo dar a t au j eneroslt demanda, ella resuena en mi alma, como el alegre grito lanzado en un desierto valle, que despierta, sinembargo, una infinidad de tristos ecos ...... j Yo esposa tuya! l ai! ¿ por qué no me es dado acari· ciar como otras veces tan lisonjera esperan­za, sin que broten en mi melllQria. recuerios de sang-re ? ..... El corazon, quo no razona, se a.legra con tu amor, como los ojos con tu presencia; pero la sensatez de un buen jui. cio me aconseja r~chazarte con fascinadora. tentacion. Despues de l{) que ha paeado, no puedo tener esposo, ni salir de la oscur)dad de este retiro, sin que el ojo audaz de la. critica. i el dedo impl~cable do la murmltrllcion me fi· oontribucion directa oomo riqueza mue· ble, al 2 por oiento. Una tienda de licores que aproxima. tivamente valga 1,000 $, vende 300 $ mensuales; i quedando comprendida en la primera clase, debe pagar la exhor­bitante contríbucion de 48 $ en un año! ( el 48 por 1,000 ! ) En qué pais del mundo, por pobre u oprimido que esté, se cobra tan espo. liadora contribucion ? Sabemos que contra el proyecto de esta lei monstruosa hubo diputados que se declararon enérjicamente en la Asam· blea. El proyecto fué negado en tercer debate, en votaoion ordinaria; pero por uno de esos actos de la humana debili· dad, que masvaleni calificarlos, ni hacer su severo análisis, sino dejarlos entre· gardos a la exeoracion de 109 hombres dignos i de claro i sano criterio, fué re· consúlera(lo en tercer debate, con audaz violacioll del reglamento, i aprobado en votacion nominal. Justamente indignado por este incidente, el diputado Gaitan (CaJisto) fijó, como una protesta solem­ne, si mal no recordamos, la. siguiente proposicion: "Conste en el aota que el diputado Gaitan considera como una in· consecuencia, el que habiéndose negado en votacion ordinaria el proyecto de lei qua establece ua impuesto sobre la ven· ta de licores embriagantes, se haya re­considerado i aprobado en tercer debate, en votacion nomina!''' Preténdese paliar la estravagancia de la cuestioaada lei, diciendo que ella es un medio, si no de estirpar, al ménos de morijeral' el vicio de la embriaguez. Error I Lo único que sc consigue es la mas pronta ruina de los bebedores, i que las trabas que se lea oponen lcs hoga mas deliciosa la satisfaccion de su apetito. Agravar los estragos del vicio es lo demas que se consigue! Quién 10 creo yera! ¿ Por qué, si queremos echar plantas de moralistas, no atacamos por todos 10B medios imajinables el vioio del lujo, que Bin duda es mui mas pernicioso que el de la bebida? Un hombre avasallado por este, cuando la estenuacion de sus recursos no le permite llevar a sus labios la copa del vino i el brandi suculentos, ocurre al anisado, al aguardiente, a la chicha, i si se quiere, el vicio le lleva al sepulcro. Deja de existir, deja de ser jen i señalen por donde quiera. j Héla allí, dirán los que sepan mi historia, que tan escandalosamente pregono la muerte de dos hombres; héla am, la niña coqueta, porque Bin su versatilidad, el inglés se alejara, i la casa. de Campo Frio nO hubiera sido san­griento teatro de aquel doble infortunio! i Cuántas veces, desde que te veo a mÍ lado, desde que escucho tu voz querida, como en los primeros tiempos de nuestro amor, esas palabras resuenan en mi oido; porque el mundo, que juzga de los hechos sin descen­der 110 detalles, ignora. felizmentel:lo ra.zon de mi inconstanoia! Al dar entrada en mi espiritu a ese sueño de f~licidad, las escu· cho acusarme severas i a sus ecos me estre­mezco de vergüenza, al par que lloro de dolor porque no puedo ser tu esposa, i Dios aún no ha querido concederme el descanso de la tumba. Calló Julia, i Serafiu, que la habia escu­chado sin exhalar un suspiro, sin proferir una queja, guardó tambien unos instantes de silenoio, despues levantando la cabeza, dijo con reposado, pero firme acento: -Esos temores son tan injustos como exa· jerados; el mundo o la sociedad, que cam­bia tau frecuentemente de sensaciones como un niño de juguetes, releg6 hace mucho tiempo al olvido la sangrienta catástrofe de tu fumilia. 1 aun cuando as! no fuera, aun cuando al verte despertasen los recuerdos de aquella historia, el iufortunio que ha pa· sado sobre tí, te presentaria a sus 0jOS como una v!otima santn., digna solo de respeto i simpatía. ¿ Quién osnra acriminal'te de una culpa que no fué tuya? i aunque tu impre­vision de niña o la femenil lijereza la hu· bieran orijinado, ¿ ha de pesn.r siempre so' bre ti? ¿ N o está bastante redimida, con los sufrimientos que has devorado i las llÍgri­mas que has vert.ido? ..... Léjos de nOBOLros tan exajerado temor: despues de eeis años de espera, de lacha i de sacrificios, insen· Sllto fuera renun3Í:lr por él a la 'felicidad ql.le nos BO \l.rie. -¿ 1 cómo darás sin sonrojarte tu nomo bro ala que fué un tiempo la ilejitima espo· ~a de un h~mbl"e cusnuo 1 el ludibrio de su f"milia i de 108 demas hombres. r como tésis jeneral nos atrevemos a asegurar que nadie roba para embria­garse. El hombre que tiene la desgracia de beber de vt'cio, puede correjirsp, reoupe. rar su honol', reivindicar su puesto cn la sociedad. El que ha agotado sus recursos en las voluptuosidades del lujo, primero petar­dea, roba con disimulo, i des pues roba i hurta con violencia i con descaro, por­que a toda oosta quiere estar a la dernier para conservar una falsa posicion que le franquee las puertas del restaurant de los elegantes, de los bailea i las sunréB. Ja· mas recupera su honor; vive, i vive como una polilla que todo Jo corroe i 10 in. ficiona. La mujer que en el vicio del lujo ha dest~uido la fortuna de sus padres, la. propia, o la de un a.cudiente cuya solici. tud es méaos acuciosa, o ha cesado del todo, echa mano del ültimo i estremo recurso, del gran tesoro de toda su exis­~ enoia: ve.nde al po.stor. mas pródigo su Juventud .1 sus gracias, I su pasado, i su presente, I su porvenir! Hasta su pasa­do ! porque no le queda ni el derecho de pensar en honestos recuerdo", para pFe. sentarlos como un título a la considera­cion social; porque las acciones impuras son al honor, 10 que el turbion de lodo al agua nítida de la fuente. Hé aquí el vicio del lujo en toda Sil horripilante desnudez f Volvamos a la leí. El último dia de las sesiones de la Asamblea (23 de eaero) tuvo lugar la chistosa (vergonzosa) comedia de la ne­gacion i aprobacion del proyecto en ter. cer debate. Herido el amor propio de un ciudadano diputado por la mala suerte de aquel, profirió una terrible reprimen. da contra los negativos) diciendo, entre otros cosas, que "prevaleció la chicha.... sobre la instruccion pública i la benefi­cencia." Fué cntónces que varios de es. tos, creyendo haber cometido un enorme disparate, con cierta especie de re3igna. cion, digna d.e mejor cau~a, votaron por la monstruosidad de la le!. Aplaudimos sus sanas intenciones, pero no podemos ménos de censurar la estravagancia de su error. En muchos pueblos, de seguro, no se atreverá la Junta calificadora establecí. -El hombre honrado no se sonroja nunca. del mal que no hizo. -Tu jenerosidad, Serafin, todo quiere desvanecerlo, hasta el borron que echara sobre mi honra. aquel funesto enlace. -Dice un proTerbio persa: « Cuando cae una mllncha en una alfombra. de Stambul el necio la. señala con el dedo, el sabio l~ oculta. con su manto." Léjos Ele mí la. idea. de juzgarme sabio, ni de creer mancha tu iufortunio ; pero mi nombre que no es hoi desconocido, al par que se honrará. clln que tú le lleves, prestará digna sombra. a la po­bre niña que te llama madre ....• A est3s palabras, dos lá.grimas rodaron por las mejillas de Julia, SerliLfin prosiguió : -Perdóname que haya evocado tan tris­te recuerdo; pero asi como ca be el lecho donde parecias agonizar, juré ser Un hijo pnra la anciana que me legabas por madre, juro n la faz de Dios que nos oye, Ber lIn padre parn tu hija ...... La voz del anciano cura que entraba en aquel momento en la pieza de reci bo, in~e­rrumpi& a Serafin, el cual se levantó i sa-liéndole al encuentro: ' -Venid, padre' mio, le dijo conduciéndole hasta Julia, venid i ayudad me a convencer- 10.; persuadidla conmigo a que me acepte por esposo, ya que fué el último deseo de su padre. El sacerdote desvaneció con sensatas re­flexiones los pueriles reparos de la jóven i animado por su silencio, que er~ como'un tácito consentimiento, añadi6: -Vamos, proferid una palabra, i linies de ocho clias os he unicto para siempre. -¿I el consentimiento de mi madre? pues sin él no me casaré jamas, dijo Juli!\ bastante conmovida. -El señor cura meha ofrecido alcanzarle replic6 Serafin, i como tengo buenas relll~ ciones en la córte, la real licencia. me será. concedida, apénas la solicite. Al efGOto da que todo soa cosa de 'breves dias, lIaldrá en posta unO do mis criados & lleur la loHci­tud, recomendada a porsonas influyente .. Apénas verificado el enlace, partiremos da aqul; el benigno clima ele It .. lia. ~ca"rá dI! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. da por la leí, ni a iniciar sus trabajos; i en otros, no pasarán de uoa a dos las calificaciones que haga.. El impul'sto no alcanzará en el Esta­do, en todo el año, ni a :$ 2,000! Esto no admite duda; porque hai leyes, como la de que nos ocupamos, que llevan con­sigo la idea de la repulsion, de la resis­tencia universal. Sc dice con cierta enfásis que encaro­ciendo los licores se corrije la embria­guez. Qué alucinacion ! La em briaguez no se estirpa por este medio; Así como cl despotismo no consolida la paz i el órden ; Así como la severidad de las penas no disminuye los delitos; Así como un padre de familia no pone 8. oubierto el honor de sus hijas por me­dio del rigor i la opresion ; Así COIDO la intolerancia relijiosa ja­mas estirpará la herejía; ADELANTE! es el lema del partido liberal. Exoelente,magnífico. Adelante! pero cuidómonos de un atras ! ouidómo· DOS de camiDar hicia los monopolios que hemos destruido, 'Cuidémonos de ese abo minable anacronismo! Enhorabuena que propendamos hasta con el frenesí del entusiasmo por la ins. truccion públioa i la beneficencia; pero tiéamos cautos en los medios, porque es­tos no siemprll justifican los fines. Un padre preferirá dejar a su hijo b3jo los mil cerrojos de la ignoranoia, a lle­var la luz a su mente a costa de la raina de los demas hombres. Si queremos llevar el nombre de libe­r ales, séamoslo devéras, no deshonre­mos nuestra causa. Porque, es doloroso poro preciso decirlo, la lei enunciada es e l estigma del partido liberal. De ella, al monopolio del aguardiente, no hai sino ua paso. Ella viene a destruir en gran parte las preoiosas libertades de indus tria, conquistadas en muchos años Je perenne luch",por los glorioeos esfuerzos de los atletas de la prensa i la tribuna. Abrigamos la intima esperanza de que uno de los primeros actos de la A~am­blea en su próxima reunion de diciem ­bro, será la derogatoria de la lei ~ludi­da, porque ella hiere de muerte la lOdus tria universal del pobre, del pobre que tanto necesita de nuestra protecoion; porque 3 las miras de ella puede ocur­rirse con muchos otros recursos mén08 restablecerte, i volverá al mismQ tiempo la salud a tu hija, que ya considero como I?ia. Julia no respondió, i quedó conTenido, pues su silencio lo autorizaba, que ántes de la noche hablaria el cura. a la baronesa. Serafin comenzó a hacer pllmes de felici­dad para la fULura vida de ám bos, mi6ntras el bondadoso sacerdote, que comprendia to do lo difícil que acaso iua a serIe salir airo­so en su empresa, discurria el ~odo de de· eempeñar digDamente Sil oometldo. CAPITULO XXII. LA PETICION. Domiooda la baronesa por SUI lúgubre, pensamientos, estaba triste, sombr!B ¡sola con la nifla en su habitacion, cUBndo Pedro le anunci6 la ~isita del cura. Este entr6 aoompañado de Serafin que venia a despedirse, pues, a.quella tarde se retiraba. mAS temprano de lo acos~u.mbr~do. La antigua embajadora que adiVinó. Ins­tiotivamente de lo que iba a trata~8e, dló de repent~ a su fisonQmía una espreslon de tan glQcial i ceremoniosa reserva, que Serafin no pudo méDos de dirijir al eacerdote unllo mirada de dolor, saliendo de la Ctl8& con la mas azarosa inquietud. El cura, despues de aceptar el asiento que ee le ofrecia, tendió por ~I Bposento unB mirada. que detuTo en la mua. Estaba esta sentada en su sillon, con la capaza apoyada eo las rodillas de su mamita, las manos cru­zadas i los ojos oerrados como si durmiese. El anciano medit6 un instante el modo de entnbl r la conversacion, mas pareciéndole inoportunos lodos los medios qu" se le ocu­rrian, prefiri6 ir directamente al BBunto. Así fué que dijo sin rodeos: - Señora, vengo en nombre de vnestra hija B pediros ...... i Be detuTO. -, Qué? preguntó tan secamente la ba­ronesa, que el sncerdote ~e descoDcertó por un inlt3nte j pero rehtlCléncose al puato, pro~lguió : . -¿ No lo hsbeis adivinado? la .sefl orlt:l Juhtl desoa obtener ~lIeslro permiso para eontraer matrimonio ...... LA 1 L U S T R A e ION. abominables; i porque, en fio, ella no es . puede forjarse una quimera, como se forja un medio hom8~ para propeoder por ob- una tIlet¡tira; puesto que QUIMERA e. .Ietos tan sagrados oomo la instruccion i concepto que se propone a la imaFnacion la benefioenoia públicas. como posible o verdadero no ,iéndolo ; pero Si en nuestra esperanza fuésemos bur· dudamos qu~ puedan jorja1's8 üusiones, lados, tendriam08 que decir oon dolor, porquc estas ni se úlVentan ni se finJen, pero con gran suma de verdad: Vuelven sino que se forman naturalmente en la 108 monopolios! GnAco. imajinacion. Traslado de ODa c:oDsulta El título "No noa hagamos ilusiones" puesto por nosotros a una série de artícu­los que publicamos en La América, ha dado motivo a nuestro justamente afa­mado literato SAINT AMOUR para consul­tar al estimable Editor de La llu8tracion si serán futtdadoB los siguientes conoep. tos emitidoe por don Rafael M aria Ba­ralt en su "Dicoionario de Galicismos :" "El que 86 haC6 ilusiones es capaz de haoer cualquier oosa mala: todo lo mas a que puede estendersl un español bien hablado es aforjarse iluat'ones como 8e forja quimeras; o a aluoinarse, que es lo mismo." Destituidos nosotros de los conoci­mientosretório08 bastan tes para escribir, no diremos correcta, pero ni mediana­mente siquiera, la hermosa lengua que hablaron Garoilaso i Cervántes, nos ha­bria bastado que eSOl! conceptos emana­ran de autoridad tan oompetente como la del señor Baralt, para tomar nota de ellos i no inourrir nuevamente en lo fu· turo en tal gaI1CI&mO; pero tenemos costumbre de no aceptar opinion ningu­na por autorizado que sea.u autor, sin someterla a prévio exámen, i el que he­mos heoho de la que ahora nos ooupa, ha producido en noaotros la duda, e in· competentes para resolvClrla, la somete­mos a la consideraoion de nuestros ha­blistas para que ellos lo hagan. El "Diooionario de la lengua caste· llana" PQr la ACADEMIA ESPAfloLA, edicion de 1869, que es la última que se ha hecho, i posterior a la del "Dioo­cionario de Galicismos" del soñor Ba­ralt, miembro que rué de aquella Aoa· demia,da al verbo FORJAR estas tres aoep­ciones solamente: dar la primera forma con el mart~'llo a cualquiera pieza d6 metal. Invcntar, finjir ~ i a8í 86 dice: Fula­no ha forjado nu'l embuat6s. Fabricar i formar alguna COBa. IJícese particularmmt.e entre albañiles; por con­siguiente, eatamos de acuerdo en que Entre las muchas acepciones que el mismo" Diccionario de la lengua oaste' llana" da al verbo HACER, se encuen­tra esta: IJar el 8~r intelectual, formar algo con la ~'majinacion o concebt'rlo en ella; así decimos: nACI!R CONCEPTO, IUCER JUICIO, IIACER UN POEMA; i oomo ILU­SION es concepto sujerido por nuestra ima' jinacion, para nosotros es evidente que esta puede hacer8e ilusiones, puesto que puede hacer conceptos. En consecuencia i atcndido lo es. puesto, nuestra humilde opinion os que el autor del plan que combatimos en nuestros artíoulos, pudo forjar una qui. mera para proponerla a nuestros lejisla. dores; i que nosotros al oombatirlo, tra.amos de impedir que los lejisladores se lticieran ilU8iones que podian conducir­los a la adopcion del plan que conside­rábamos irrealizable. Bogotá, 9 do mayo de 1873. X*** Ac:tos lejislativos espedidos por el Congreso rennido el 1.- de fe­brero de 1873, i que sou leyes de la República por baber sido sancionados por el Poder Ejecu-tivo de la Union. (Conlinuacion del nÚDlero (26). 36. -Lei de 1.0 de mayo, que ooncede una pension de 30 pesos mensuales, a las señoras Manuela i Teodolinda Bri­ceño Santander. 37. - Lei de 3 de mayo, en honor a la me­moria del oiudadano Manuel AbeUo. 3S.-Lei de 3 de mayo, conoediendo una pension de 12 pesos mensuales a la señora Máxima Acevedo. 39.-Lei de 3 de mayo, en honor del señor Gregorio Obregon por los im· portantes servioios que ha prestado en la Esposicion nacional. 40.-Lei de 3 de mayo, aumentando hasta la suma de 40 pe~os mensuales la pension asignada. a la señora Ma­nuela Conde. 41.- Lei de 3 de mayo, aprobatoria de una transaccion hecha con el señor A. Mancini. 223 42.-Leí de 3 do mayo, que conoede un ausilio de 2,000 pesos anuales para el establecimiento de un hospital en la ciudad de Barranquilla. -i3.-Lei de 3 de mayo, que aumenta b pension de que disfrutaban Teresa i Rosario Arce Bernal, en 16 pesos mensuales, que pertenecían a su ma­dre Cármen Bemal de Arce. Nada notable ha ocurrido en las se­siones estraordinarias de las Cámaras, del 4 al 9 del mes en curso. .. Camellon de las Niéves. El número 623 de este periódico refi­riéndose a El Cronista, dice:" Desearia­mos saber, q ue ~uerte han corrido los tres mil pesos mandados erogar oon destino a la composicion del camellon de laa Nié­ves, pues si se han cubierto ya, han debi­do estraviarse de dicha via porque esta carrera permaneoe en el mismo flstado de descomposicion que ántes." La Junta del camino del N orte no ha recibido la suma espresada ni parte de ella, pero ha convenido con la Junta de Ocoidente, que es la que debe dar los 3,500 pesos que la lei destinó con aquel fin, para que esta emprenda la referida obra,porque ella puede vijilar mas de cer­ca los trabajos, lo oual consta en las no­tas que se copian: Estado de Cundinamarca. -Junta admi­nistmdora de/camino de Occidente.-Nú­mero 382.-Bogota, 7 de marzo de 1 73. El P,·esidente. Al señor Preside nte de la Junta administrador ... del camino del N orte.--Cipaquirá. Conforme a lo dispuesto por 01 artículo 43 de 1 .. lei de 28 de enero ultimo adicio­nal i reformatoria de las de 14 de novirm­ure de 1870 i 22 de enero de 1872, soure vías de comunicaclOn, el camellon llamado de las Niéves en esta ciudad, i compren­dido entre el puente de San Francisco i el punto llamado la AduBnilla pasando por el lado Ol'ientnl del edificio del anti guo con­vento de San Diego, esta declarado rami­ficacion del camino del Norte, i a su coro­posicion debe ~plicarse pre~erentemente el resto del ausillO que el cammo de OCCiden­te da al que está a cargo de la Junta que usted preside. Como a la Junta del camino del Norte pueden presentarse le algunos inconv c~i~n­tes para llevar a cabo esta composlClOD por esta!' mdicada en esa ciudad i no poder Perdonadme, si interesado por la l eila- tica es como la luz que despide una piedra ¿ CQn Ilui~n! torRó a preguntar mas rita Julia, os suplico q~e reflexioneis; BU pre~iosa, que ni alumbra, ni calienta. glacialmente la anciana. salud está. a(in tan delicada, que una con- La baronesa se mordi" los labios, inlen- -;• Con qui"" n, preguntaie! con el hom- trariedad tan dura podría tener fata Ie s oon- C"l ones .uvo de arroJ'o r de Sil presencia al bre que la. ama i o. quien ella ha mucho . os su dw 'gnl'dod de sacerdote la 'I'empo corresponde,' oon el J·.óv.en que aca.ba secuencias. . . 1 anctiano'; m h~o c'endo 1 un e~ sfuerzo sobre sí • -Sí par el interes que me lnsp.ra a sa- con uvo, 1 ~. de dejarnos i ouyo nombre 1 clrcun.tanclas lud de mi nieta he olvidado mucho, para misma, respondió con acento en que se re - conoceis tan bien o mejor que yo. -dmitir en mi casa a ese J' óven, deben ellos velaba la ira: -Por e"o, señor cura, mo veo en la ne- - d' 1 . . q e vo no la practico por cesida. de on egar mi consentimiento. tambi~n comprender, cuáles son mis. i eéa .s 1 -¿ cJu az gsaalns cioun a"r con mi beneplácit, o el -Razon tendreil para ello j aunque a la. que consecuente con ellas, no autOflzar Ja- nega.rm h d d '1 sos' mas ese enlace. ca.prlo o e 08 I U • Terdad no oomprendo cuál puedo. ser! pues, -Pero esa respuesta puede matar o. Tues- -Vuestro mismo ademan lo maDifiesta la.s bella.sd dotes de ese jóven le reooInlendan ct La caridad, dice el apostol, es paciente, t tra hija. t por mas e un concep •. -Pues bien, que se case, pero que parta es dulce, no iatenta sebreponerse a o ro, no -Ol'dme, "• ellor So~ lcedo, repuso la baro- al punto con su esposo. Desde e I momen t o ob ra cotemenrl'da,d no se ensoberbece ...... nesa, U-mnndo por primera Tez alsace.rd.ote b d b N' e sus I'ntereses no piensa mal ~ w 1 que mi nieta se una a ese hom re,. e e sa- o slgu ~, .... .. fpeollr su apellido; cuando la. ab~dancla ~ a lir de esta casa i la nilla. ser escluslTamente todo lo tolera, to<1o lo cree, todo lo espera. 'ol' dad l'luml'n~- bo~ n a"'- mi TeJez como Ilu- d I f l d ASI' es la ear'ldad es" u..u mia ; que no se lisonjee oon la esperanza e o su re o o ...... » , ~ mina un bríllante sol una triste ruina, m~ llevársela a ménos que no me la haglln virtud cristiana que muchos en el dia osten­opuse con todas mis fuerzas a ese ~~0.r' MI arrancar 'por la autoridad competente...... tan por lujo, sin comprender lo que vale, ni orgullo le rechazaba, pues, a la hiJa 1 .her~ A estas palabras la nilla se ajit6, murmu- lo much$ a que nos obliga. mano. de los marqueses de Campo Fria, 1 _. Señor cura ! esas palabras! ...... (inica heredera del t·ítulo de mis padres, no rando entre sueños: -No las digo por vos, que vi:vis léjos del conTenia eea humilde aJianza .. .... Despuee, -Madre, hé ah! a tu hijo ...... La barone- mundo i en el mlls absoluto rellro; solo he todo ha cambiade: el escuro mancebo se ha sa se detuTo, aquella proai.guió: . querido con ellas haceros ver, yo pobre CUr30 ennobleoido, mi nieta, como si la suerte se -Bendito sea el que olVida todo reocor 1 de aldea, lo que es, c6mo debe comprenderse complaciera en alejarla .d? es!, hombre, ha ,.000. como hermano a su enemigo ...... Las i practicllrse la cnridad. perdido su brillante poslclon 1 ~ m! tan ~olo frases que siguieron perdiéronse . truncadas -Puesto que no habeis tenido intencion me queda un título sin rent~s 1 la. concl~n- entre las de una oracion, que Qspu6 en un de ofenderme, no hablemos ma.s de ello, i en cia de mi deber, Empero, 81 un dla la dlg- jemido. cuanto a lo que me ha proporCIOnado el pl:\_ nidad de mi clase j el brillo de mi fortuna La altiva dama bajó la frente, pero re ha- cer de vuestra visita, ya sa1!eis mi determi­me hicieron reohazar a. ese jónn, no serjÍ, ciéndose luego i temiendo tener despues que naoion que no alteraré por nadr., Di por hoi que la snerte me humilla, ouando le arrepentirse de un in.stante . de .. flaqueza, nadie. acepte porque se ha encumbrado. Yo sabré reanud6 el hilo de su discurso 1 dIJo:. -Ent6nces me retiro, mall repitiendocs morir de hambre pero nunca aceptar por -Ya lo habeis oido j lo he refle:uonado ántes que mediteis detenidamente acerca de codicia lo que ay~r recha06 por orgullo_ I bastante, i podeis dec!rselo así.. la injusticia de esa oposicion. La quietud V 'd d d Tanidades esclamó el sa-I -Nnnca, es? seria faltar a la clll'ldad. de la noche suele a veces ser bucDa conse- - aru a e 11' • -¿ A la cafldad, por qué? jera, reflexionad durante el!a, mauana .a cerdEotse p; aersa. mor!¡ :quu eo n..a..d..a poseo, 1a t"unioa .-Po rque la cnrida.d es Dl1a s lata• d dde nl o esto~ ml'smow hora Tolveré: 81 líntes tellelS -. 1 mártires que Jeneralmente se piensa; a Cflrl a o que darme una respuesta mas grata, man-oon que saJ¡an al anfit~atro a~ t~ la se reduce a la limosna sino a aminorar en dadme llamar j puee deseo con todo mi co­cristianas, no pretend~lS a~e a 1I rme n~ lo posible los sufrimie~los del pr6jimo, a rJlzon no retardu la felicidad a aquellos que porq.ue .ent6nces a se~eJanzo. e e as, enjugar sus lágrimas, a cicatrizar 8US heri- tan dignos 60n de gozarla. sabrla dl¡:namente mor1l'._ I udol' sublim. das, a...... . 1 sa.ludando el sacerdote, lalió de la habi- de -aSqeulellolaras ,s annOt acso, m~opna reul ! ~e~timiento qua -Satí.sfacerle e~. todos sus caprlOhos; no tacion i luego de la cas~, sin dirijir ~ Jl1lis t - 1 b ronesa con mnrca- h I t t ZII La soberbia es el I es eso, In errumplO lO ~ . que desde su cuarto mirflba fln e ante, ' no la relíjio: ~na ema Jo; como la caridad la da irODía, si B eso Ilamal! caridad, pros. - una cariiíosa ieliol de despedido. primero e os peca , gui6, no es por Cierto como yo 1" compr~nClo, ¡ pri-mOesra h dee d laa.dso T mirit urdeelpe.u . lsta, e.ello. r S a Ic e- aunque podeis e2tar seguro quo no de10 de Ion sentirla. . pdoro, fiu nnod asl,a mTi afCri-a'orltuSC:l.O mIll ~U lCqlunenbCrCanlotanbelse . -La coridnQ que se siente i n-c se prac- (Continll'lTU I Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 224 vijilar, como lo desearia, los trabajos que se emprendieran en este trayec.to de ca­mellon; la que tengo la honra de presidir, ha acordado excitarla por el conducto de usted para que si lo tiene a bien se sirva autorizarla para emprender la composicion del camellon citado, empleando para ello el saldo que ha quedado a favor del cami­no del Norte, por el ausilio que debe darle el de Occidente correspondiente al año de 1872 i lo mas que sea necesario de lo que le corresponde por el mismo ausilio en el presente año. Espero que usted se sirva poner esta ]lota en conocimiento de la Junta que pre­sirle i c_omunicarme la resolucion que ten­ga a bien acordar. Soi de usted atento servidor, A. E. Escovar. Estados Unidos de Colombia.- Estado So­berano de Cundinamarca.-Número 55. El Presidente de la Junta administl·ado­ra del camino del N01·te.-Cipaqltirá, 26 de mal·ZO de 1873. Al señor Presidente de la Junta administradora del camino de Occidente. La Junta que presiJo ha acordado ma­nifestar a usted que no tiene inconveniente en autorizar a la que usted preside para que emprenda la composicion i construc­cion de la carreteril. del puente de San F rancisco a la Aduanilla, pasando por el lado oriental del edificio del convento de San Diego, aplicando a esta obra los $ 3,500 resto del ausilio que esa Junta debe ara el cucrpo, consuelos para el alma a cargo del .acerdo te capellan. 1 admira, ciertamente, la trasror· macion que .e ha efectuado allí. De una. minas lóbregas i silenciosas, se ban hecho habitaciones lIen.s de comodidad i elegan­cia. Se ven hermo.as fuentes de agua i una culebra de metal la conduce a Ins departa­mento •. En lugar de respirar un aire mal· sano, se respira la esquisita frag>.ncia de las llores. En lugar de espectros ambulantes se ve en ]os enfermo5 anilnacÍon i vida. Si no hai lujo, si lobra decencia. Se debe esto al incansable Sindico, señor Pedro Na· vas Azuero, de jenio emprendedor, de quien podemos decir con los pobres de Judea: "Uace el bien por donde quiera que pasa." La humanidad en su carrera tiene un triple aacerdocio; cl ministro del "ltar, el abogado i el medico. El primero, encargado de lo es· pidtual conduce al hombre a sus altos desti. nos. El segundo, defensor de la lei, salva los inteleses del individno i propiedad de la fa· milia de toda clase de usurpaciones. La mi· slOn del tercero, grande por cierto, es la dc aliviar, curar a la humanidad doliente de .us penosas enfel·medades. Esta ha tocado al doctor Osorio. Nosotros profundamente reco· nocidos por los caritativos servicios que he­mos recibido de su jener".a mano, no pode. mO$ menos sino oft"ecerJe esta manifestacion publica de nuestra gratitud. Lon"Nzo U RBOTlA. Hondu .. "as. República de Hondu,·aa.-Gobicl"llo Pi·O · visorio.-.Ministel·io de Relaciones Es· t61·iores.-Comayagua, noviem{il"e 25 de ffi7e. Senor Ministro. La importante circular que en nombre del Gobierno de los Estados Unitlos de Co­lombia dirije V. E. a los Gobiernos de América, excitándolos a intervenir amisto­samente en la cuestion que se debate con las armas entre la monarquia española i la ineurreccion de Cuba, ha excitado en el Gabinete de Comayagua, la mas vivo aten· cion, i una emocion profunda por los filan­trópicos fines que en esta circular se espre­san, 111. nobleza de Jos medios propuestos pllfa alcanzados i la magnitud del interes polí tico, social i económico que inspira a las Repúblicas del continentp, la solucion de este debate sangriento, indicada por V. E.: tal es la emancipacion do la g rande Antilla, mediante la indemnizncion a Espa­ña de los gastos do la guerra que ella sos­tiene por conservar su antigua Colonia. El Gobierno hondureño, corre.pondien­dn a la excitacion hl'cha por V. E.: como Ministro de esa Repúbl ica, se adhIere a los propósitos manifestados, tan noblemente sentidos i encaminados con sabiduría a su pací fina relllizacion ; i me encarga, asimis. mo, comunique a V. E. esta reso lucion, e~­presllllclo a la vez, los motivos que deter· minan su ra,wn i su conciencia para obrar asÍ. La filosofía de la historia, apl'eciando las vicisitudes de los pueblos, enseña las cau­sas i esplica las razones de la decadencia i aun de la desapllricion completa de una institucion cualquiera, en la modificacion radical de las condiciones vitales que le dan cuerpo i accion, i que opern "1 trabajo contínuo i perfectivo del espíritu humano. Los precepto~ de la Jurisprudencia inter. naeiona I no de!conocen estas causas, i me· nos contrarian sus resultados práctic08, sino que ántes bien los sancionan; porque de otra manera dejaria de consistir el derecho humano, bajo cualquiera de sus faces de relacion individual o colectiva, en lás condiciones necesarias de e:ristellcia pa/"{, el aesa¡·rollo de las facultades fisícas, in­telectuales i morales, del8ér ,.acional i li· bl·e, en cumplimie /lto de 111 destino social. Esto nos induce a concluir, que hoi la Colonia no puede existir como en los tiem· pos en que la conquista era el derecho que la creaba, i la esclavitud el medio que la sostenia. La E'!paña no puede npgar los principios que sit·ven de fundamAnto a este racioci­nio; porqua esto equivaldria a negar los hechos sociales que se vienen cumpliendo bajo la lei histórica que tiene por sancion los siglos. 1 si la guerra que aquella nacion man­tiene contra 108 cubanos, tiene por objeto, como es notorio, conservar a todo trance su Colonia, haciendo valer para ello 1 as mismas causas, empleando los mismos me­dios i conduciendo hácia los mismos resul­tados que en la época separada de nosotros por ma~ de trll8 centuria.~; es indispensable que semejante conducta, que contraria las tendencias manifiestas del siglo actual, de­je de suministrar motivos suficientes para que las Repúblicas americanas, impul~a­da~ por la corriente de estas mismas ten­dencias, que tienen en el gran Continente afinidades simpáticas, intereses homoje­neos i aspiraciones idéntica3, 8e determina­ran a mediar en esta contienda, que aun no se halla regularizada por las reglas humanitarias de la guerra, abandonando la neutralidad de eS'pectacion para entrllr en una accion benéfica, cuyo objeto es la emano cipacion de Cuba, bajo condiciones de ra­cionales conveniencias para la Metrópoli. La causa de lbs cubanos tiene dos gran· des objetos, como mui bien indica V. E.; i estos dos grandes objetos son dos conse­cuencias del derecho, o mas bien, dos esta· dos relativos necesariamente produci¡)o~ por él: la emancipacion política de un pue­blo que manifiesta tener la capacidad jurí­dica i las 1J0ndiciones físicas para su nacio­nalidad, i la manumision del esclavo man­tenido por la España en aquella Colonia como elemento social. El reconocimiento de esta causa es el re­conocimiento del derecho; i el reconoci­miento del derecho es un acto de justicia que no infiere ofensa a hombre en particu­lar, ni a sociedad alguna j i si este acto de justicia no puede ser exijible perentoria­mente de Nacion a Nacion, es porquA, hasta ehora, no se ha podido llegar al grao do de perfeccion de tener un tribunal que ejerciera la suprema jurisdiccion sobre las Naciones. 1 ya que esto no es posible, ya que la lei nBturol que rije a los pueblos constituidos en Estado, no tiene maa uncion que la conciencia colectiva de la humanidad i el gran Jurado de la hi~toria, como una ma­nifestacion de esa misl!la conciencia, las Naciones que son impulsadas a obrar por el sentimiento de la justicia, están en el deber ineludible de hacerla prevalecer, empleando para ello medios adecuados, esentos de violencia, que por fortuna sumi. nistran el mismo derecho, los inspiraciones del bien i el concurso de la civilizacion. Los hechos hablan bien alto en esta con­tienda encarnizada entre Espafia i Cuba; i al ser ellos apreciados en sus relaciones con los intereses ll'jítimos de ámbos mundos i a In luz del Derecho de jentes, por las Na­cione. 3 que proyectan esta mediacion, no se hace otra cosa que cooperar al bien directo de una parte de la familia humana, i a la armonía del conjunto de los trabajos civili­ ¿aclores que tienen por objeto conducir esta gran familia a la realizacion de sus verda­deros destinos. La insurreccion de Cuba durante los cua­tro años de la guerra que sostiene con so­brepujbnte enerjía contra E~paíía, está de­mostrando con hechos in.contestables, que ella no es el esfuerzo criminal de un movi­miento tumultuario de fine, estrechos i lo­cales. Lo santo de la causa, lo incontrastable de la resolucion, lo abnegado del sacrificio, lo eublime del martirio, todo esto se en­cuentra en los que, en el lenguaje comun, son denominados los insnrrectos de Cuba; de todo esto están dando ejemplos, cada dio, aquellos hombres que en medio de la mos ardiente lucha, aunque se les entene­brezGa el presente, buscan, entre las sinies­tras sombras, el camino del porvenir que lo:! balaga, con la luz inestinguible de la esperanza. Así que es in!ostenible la pretension de encerrar la rebelion cuhana en 108 estre­chos límites de un desacato contra la auto­ridad, o en la accion proterva de un delin­cuenttl comun; i no considerar que los actos de esta prolongada i costosa guerra, han entrado ya en la esfera del derecho in· tornacional, en la justa consideracion i en el interes bmanitario de las Naciones que sao testigos de la deplorable catástrofe, en la que se mira Il un pueblo que brega por 811 indr-pendenciu. i por ea libertad contra una tenaz represion, ahogándose entre la sangre derramarla, el humo df'1 incendio, el polvo de las ruinas i el ardor de los com. bates. En presencia de esta guerra; a virtud de las reflecciones que ella sujipra i de las ra­zones espresrdas, es que mi Gobierno par­ticipe e intérprete del sentimieDto del pue· blo hondurefio, ba acojido con entu~iasm() la excitacion de que es objeto, pudiendo aSl'gurar en su nombre a V. E. que serú oportunamente autorizado el Ministro que debe representarle en la mediaciou diplo­mática que se proyecta. Las instituciones republicanas son illdu ­dab', nmeDte las que mas favorecen el de­sarrollo de 103 sentimientos de fraternidad entre los pueblos; i Honduras, que se edu. ca en la escuela de la democracia i a la sombra de estas instituciones, contribuirx con placer, en cuanto esté a su alcancl', a esta obl·a de hermanos: i el óbolo que el la agregue al poderoso cOlltinjente de las de· mas Naciones que cI'ncurran al éxito d!! esta mediacion, realzará su ferviente deseo de cooperar a él, que seria uno de tantos triunfos gloriosos de la razon por la razon, en ese batallar sin tregua eD que la huma­na especie vive procurando alcanzar su progreso i su felicidad. V. E. se servirá poner en conocimiento del ilustrado Gobierno de Colombia los­conceptos de este dOlspacho, con los cuales me honro de presentar al mismo tiempo, a V. E. mi admirllcion por esa jenerosa Re· pública, i los sentimiento, de mi sincero aprecio, i de mi respctuosa consideracion. JUAN N. VENERO. Al honorable señor Ministro de Relaciones Esteriores del Gobierno de los Estados U nidos de Colombia. Señor Jo,;,¡ Maria Ruiz i Redondo, Honda . Cun su carta de 3 del prosente recibimos el libramiento para apercibir la encomienda. Ha­remos eJ abono i reparto como nos lo indica. Señores Londoño i Az.uénaga, Antioquia. Aceptamos la propuesta que u.ledes no' hacen en su carta de 8 del pasado. Van las dos suscri­ciolles anuale9. Señor Salvador Uribe. Medellill. Con su carta de 7 del paoado recibimos los 14 fuertes valor de sU suscricion anlla!. Por el mismo conllullW enviamos los libros de prima. Señor Alejo M. Patií'io, yilta-Mttría. Por el correo enviamos loq impresos para la &)"ncia :¡ su car~o; i publicamos (>1 aviso adjunto a su carta de 6 de abril. S,' í,or José Vicente Ferná.ndez J, Sancm. toval. Tendremoo presentes las indicaciones de su carta de 7 del pasado. Seilo,· Vicente C. Amaya, ViUeta. Leimos con la mayor satisfacci:m Sil carta de 20 del pa­sado. Señor Bias A. GaYiria, Manizale •. Con su último recomendado enviamos los libros que nos pide ~n su carta de 19 del pasado. Señor Federico Velásquez, Medellill. Por el correo anterior contestamos su carta de 14 del pasado. Señor Hip61ito Návas, Guaduas. Se publicó el aviso adjunto a su carta de 26 del pasado. Antes de! 15 estará. saldada nuestra cuenta, pues cubriremos la letra. Señor Eladio Manrique, La. Union. Hace dos correos empezamos el envio ue la nueva,. .uscricion que nos pide en su carta de 7 del pasado. S .. ñor Remijio Cá.rdenas, Zea. Se ha hecho el envio de las sl1scl"icion~s como nos indica en su carta de 9 de febrero. Seño,· F. 1I1urillo, Honda. Hasta que termi­nen las sesiones del Congreso no podremos ha­cerle pi trabajo que nos recomienda en su carta de 19 del pasado. SerlOr Guillermo Isaza F, Coptlcabana. Con­forme a su carta de l.. del pasado recibimos 1 .. encomienda i la abonamos a su cuenta de .us­criciones. Señor Andres Fon.eca e, Sall JeJ·óllfmo. Por 109 corr~os anteriores hemos enviado a usted las ob,·as de prima que nos reclama en su carta de 22 de marzo. Señor Simeon Campillo, Titiribi. Recibimos su carta de 3 Jel pasado i la encomienda. En­viamos el completo de la suscri r.ion autlaJ que nos pide. ANUNCIOS CURSO ELEMENTAL DE CIENCIA. DE LA LEJISLACION, Por el doctor José M. Samper. Está terminada la impresion de esta obra, de la que solo se han tirado 600 ejemplares para la venta. De estos hai 413 pedidos por Jos suscri­tores anticipados. Es UD volúmen en rústica. de 534 pájinas eu 8.0 mayor, edicion condensada ¡ elegante. Precio de venta de lOada ejemplar: Para los suscl"Ítores anticipados ...... $ 2 .. P ara los dernns compradores .... .. _ 2 40 Se halla de v~nta ú"ica1llellte en el almacp.n úel doctor MANUEL POi\1BO, can·era úe Bogotá, calle 1, '" número 21. Los sU9critores anticipado. ue la ciuda.!, se servirán ocurrir a. dicho almacen por los ejem. piare. que han pedido, consignando aUl su va- 101"; los de fuera de Bogotá, se servirán remitir al autor el precio de sus ejemplares. e indicarl .. a qUién debe entregarlJls en esta ciudad. Mayo 7 de 1813. 15-1 'JlrOGlluÍ4 a. I'UCOI.4S rOJlTO. 1 COIll'. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 629

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El ave nos guarda en su canto

Por: Elizabeth Echemendía | Fecha: 2020

Hay libros que se abren como una bitácora de viaje, textos escritos desde esa especie de autoexilio que es la poesía. El ave nos guarda en su canto es un mapa inmenso adonde se dibujan las vías, las rutas en el aire, los recovecos de las decisiones que se van tomando en pleno vuelo. Es un libro que marca un punto en la ciudad donde se nace, un punto en la ciudad en la que se decide vivir y un tercero en la ciudad a la que se quiere regresar. Hay una línea recta indicando la distancia más corta entre esos puntos. El trazo preciso que une esas tres ciudades es la línea invisible de la trayectoria, del desplazamiento y también de la nostalgia. La geometría demarca las fronteras de la pérdida, de lo que se deja atrás para siempre. Hay una niña que para alejarse del frío emigra, como lo hacen los pájaros, pero en este caso es hacia la palabra escrita, porque sabe que, si no canta eso que siente en el pecho, eso que no tiene nombre, se le va a pudrir por dentro. Sabe que si quiere cantarlo...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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  • Poesía

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Los mundos y los días

Por: Luis Alberto de Cuenca | Fecha: 2019

NACIDO en Madrid el 29 de diciembre de 1950, Luis Alberto de Cuenca es helenista, bibliófilo, miembro numerario de la Real Academia de la Historia y Profesor de Investigación del CSIC. Ha sido Director de la Biblioteca Nacional de España, Presidente del Real Patronato de la B.N.E. y Secretario de Estado de Cultura. Entre otros premios, ha obtenido el de la Crítica por La caja de plata (1985), el Nacional de Traducción por su versión del Cantar de Valtario latino (1989), el Premio de Literatura de la Comunidad de Madrid (2007) por la totalidad de su obra y el Nacional de Literatura por Cuaderno de vacaciones (2015). Agotadas sus cuatro primeras ediciones, esta quinta edición de Los mundos y los días reúne, convenientemente revisados y corregidos para la ocasión, todos los libros de poesía de L. A. de C.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Poesía

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The great Will = El gran legado

Por: Florencia Bonfiglio | Fecha: 2020

Galardonado con el I Premio de Ensayo Hispánico Klaus D. Vervuert, este estudio se aproxima a las apropiaciones latinoamericanas y caribeñas de La tempestad de William Shakespeare atendiendo al problema de la autorización literaria. Se concentra para ello en un recorrido por diversos géneros (crónica, ensayo, poesía, teatro, novela), autores (Paul Groussac, Rubén Darío, José Enrique Rodó, George Lamming, Aimé Césaire, Roberto Fernández Retamar, Iván de la Nuez, Hugo Achugar, Leopoldo Brizuela) y lenguas (español, francés, inglés), que privilegia tres momentos clave: el Modernismo en el Río de La Plata; la Revolución Cubana y los movimientos de descolonización en el Caribe; y los ‘posnacionalismos’ (la diáspora cubana) y la posdictadura de los años 90 en el Cono Sur.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura latinoamericana

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Juicios sumarios

Por: Rosario Castellanos | Fecha: 2018

La obra crítica de Rosario Castellanos es una de las más rigurosas en el panorama literario de México. Lectora voraz, Castellanos sabía comprender géneros o estilos lejanos, incluso opuestos al suyo, y su visión abarcaba tanto lo literario como lo social y lo político. Leía a los jóvenes, a los clásicos, a sus contemporáneos con el mismo rigor y entusiasmo. Crítica implacable, era también generosa. Los ensayos de Juicios sumarios demuestran que entendía el vigor de Gazapo, de Gustavo Sáinz, pero no le perdonaba las imperfecciones y los excesos. Con esa misma simpatía veía las primeras, excelentes novelas de Sergio Galindo; el cariño que le profesaba a Dolores Castro no le quitaba minuciosidad a la lectura de su poesía. Consumía lo mismo la obra de Reyes que la del entonces debutante Juan García Ponce.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Literatura latinoamericana

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